Empuje Hidraulico
Empuje Hidraulico
Empuje Hidraulico
Este ocurre cuando existe presencia de un acuífero, ya que este provee un fuerte
Mecanismo de empuje y una muy buena presión de soporte con una caída de presión
Mínima hacia los pozos.
La etapa de producción es aquella que se lleva a cabo una vez que se ha terminado el
proceso de perforación del pozo. Dependiendo de la energía del yacimiento, es decir,
aquella energía necesaria para que los hidrocarburos sean expulsados desde el
yacimiento hacia el pozo productor, él mismo puede ser puesto en funcionamiento por
flujo natural.
Uno de los principales tipos de flujo natural es el empuje por agua, el cual es
básicamente la fuerza para provocar la expulsión del petróleo del yacimiento con el
empuje de agua acumulada debajo de él. Para ello, se debe recordar que en sus
condiciones originales la mayoría de los yacimientos de hidrocarburos muestran un
contacto con un cuerpo de agua (acuífero), comúnmente llamado CAPO.
Sin embargo, este tipo de mecanismo requiere que se mantenga una relación muy
ajustada entre el régimen de producción de petróleo que se establezca para el
yacimiento y el volumen de agua que debe moverse en el yacimiento. El contacto
agua-petróleo debe mantenerse unido para que el espacio que va dejando el petróleo
producido vaya siendo ocupado uniformemente por el agua. Por otro lado, se debe
mantener la presión en el yacimiento a un cierto nivel para evitar el desprendimiento
de gas e inducción de un casquete de gas.
La tubería de revestimiento de los pozos se perfora a bala o cañonea muy por encima
del contacto agua-petróleo para evitar la producción de agua muy tempranamente. A
pesar de esto, llegará un momento en que en los pozos se mostrará un incremento de
la producción de agua. La verificación de este acontecimiento puede indicar que el
contacto agua-petróleo ya está a nivel de las perforaciones o que en ciertos pozos se
está produciendo un cono de agua que impide el flujo del petróleo hacia el pozo.
Por último, El empuje por agua es considerado el mecanismo natural más eficiente
para la extracción del petróleo. Su presencia y actuación efectiva puede lograr que se
produzca hasta 60 % y quizás más del petróleo en sitio. Además, hay casos de
acuíferos tan activos que rehabilitan y estabilizan la presión del yacimiento sin tener
que cerrar la producción. Esto ocurre cuando el caudal de agua que alimenta al
acuífero es equivalente al volumen de todos los fluidos que se están produciendo en el
yacimiento, como es el caso de algunos yacimientos de la cuenca de barinas.