GALARZA NAHIR MARIANA Sentencia Por Asesinato

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"GALARZA NAHIR MARIANA S/HOMICIDIO DOBLEMENTE AGRAVADO"

"Que el día 29 de diciembre del año 2017, en un horario indeterminado pero


antes de las 05:18 hs, al encontrarse circulando en el ciclomotor marca brava
color gris Dominio 542 JKF, el cual era conducida por el Sr. Pastorizzo Fernando
Gabriel, siendo su acompañante en la parte trasera Nahir Galarza, es cuando al
llegar a Calle General Paz alrededor del Numeral 515 de esta ciudad, la
encartada, procede a extraer de entre sus prendas un arma de fuego tipo pistola
calibre 9 mm y dispararle contra la humanidad de su pareja con quien ha
mantenido una relación por más de 4 años no conviviente, más concretamente
desde la espalda, generando con este accionar que la víctima caiga al piso y en
esta posición y de frente la encartada le efectúe un segundo disparo contra el
mismo, denotando con dicho accionar claras intenciones de menoscabar la vida
de Pastorizzo, porque dichas balas, conforme informe autópsico preliminar
tuvieron orificio de entrada y salida produciendo una lesión bronco-pulmonar
derecha, produciéndole el deceso momentos después de los disparos mortales”.
Luego de haber deliberado el Tribunal y en función de las cuestiones fácticas y
jurídicas debatidas durante el juicio, se plantearon las siguientes cuestiones a
resolver:
Primera Cuestión: ¿se encuentra acreditada la materialidad del hecho tal y como
fuera imputado y es la acusada su autora?
Segunda Cuestión: en caso afirmativo a la primera cuestión, ¿configura esa
conducta algún tipo penal?; ¿concurre alguna eximente?; y ¿es penalmente
responsable la acusada?
Tercera Cuestión: en caso afirmativo ¿qué pena corresponde aplicarle?; ¿qué
corresponde resolver respecto de las costas y de los efectos incorporados?
En respuesta a la primera cuestión el Tribunal consideró:
De manera previa al análisis de la prueba el planteo formulado por la Defensa
Técnica en relación a un posible daño a la garantía del debido proceso.
En ese sentido, analizado el curso del proceso, no se ha apreciado afectación
alguna al derecho de defensa de la encausada, quien ha contado con los medios
y con el tiempo necesarios para preparar su defensa asistida por diferentes
letrados durante todo el derrotero procesal.
En este orden se ha comprobado que pudo controlar las evidencias recolectadas
durante la investigación, analizarlas, argumentar sobre las mismas, como así
también proponer contrapruebas para fundar su teoría del caso y que, a su vez,
permitan rebatir las pruebas y argumentos de las acusaciones pública y privada.
En base a ello el Tribunal entendió que la denuncia de violación al debido
proceso formulada por la Defensa Técnica, deviene huérfana de todo sustento
fáctico y jurídico, apareciendo como un vano intento en cuestionar un trámite
procesal que no presenta un solo atisbo de irregularidad.
En consecuencia dicho planteo no puede ser atendido favorablemente.
Luego el Tribunal deliberó en relación a los demás interrogantes planteados en
la primera cuestión, destacando como no controvertidos los siguientes extremos
de la imputación: el fallecimiento de Fernando Pastorizzo, las causas del
fallecimiento, las circunstancias de tiempo y lugar en que se desencadenaran los
hechos, y la intervención de la imputada en el suceso, para a continuación
abordar las demás cuestiones que fueron objeto de disputa entre las partes.
En ese orden, valoradas las pruebas incorporadas de conformidad con los
principios de la sana crítica racional, al igual que el descargo efectuado por la
acusada, hemos considerado que se encuentran acreditadas con el grado de
certeza exigida las demás circunstancias contenidas en la imputación.
De la valoración del plexo probatorio y teniendo especialmente en cuenta los
informes periciales y testimoniales rendidas por los expertos balísticos,
conclusiones del informe médico forense, actuaciones policiales y testimonios de
los diferentes funcionarios que se hicieran presentes en el lugar del hecho, el
Tribunal ha considerado comprobado que Fernando Pastorizzo recibió
proveniente de la pistola 9 mm incorporada a la causa, un primer disparo por la
espalda a quemarropa, en lo que los expertos describieron como “contacto flojo”
entre la boca del arma de fuego y el cuerpo de la víctima. Y un segundo disparo
de frente, cuando se hallaba mortalmente herido en el piso con la moto sobre
una de sus piernas, el cual ingresó por la parte anterior del tórax, el que fue
efectuado a una distancia de entre 20 y 50 cm. entre la boca del arma y el cuerpo
del fallecido.
También surge de la valoración probatoria de los elementos de prueba antes
mencionados, adunado al informe del Comisario Leonhardt y otras evidencias
analizadas, que ambos disparos en modo alguno fueron accidentales o
involuntarios, sino que se trataron de tiros intencionados y dirigidos a
menoscabar la vida de Fernando Pastorizzo como se especificara en la
imputación dirigida a la acusada.
De ellos surge como lógica consecuencia que ha quedado destruida la hipótesis
de la defensa material y técnica que sostuvo que los disparos se produjeron de
manera involuntaria.
Asimismo, de las probanzas producidas, en particular de los testimonios
rendidos, de la prueba documental incorporada, de los informes efectuados en
relación a los teléfonos celulares de la víctima y de la acusada, y de otros
informes técnicos, el Tribunal ha considerado comprobado con certidumbre que
entre ambos existía una relación de pareja.
En consecuencia el Tribunal considera haber alcanzado la convicción necesaria
para considerar acreditado con el grado de certeza que exige una sentencia
condenatoria y fuera de toda duda razonable, la materialidad del hecho y la
intervención de la imputada en el mismo, en las precisas circunstancias de
tiempo, modo y lugar que fueran especificadas en la imputación formulada por el
MPF.
Por lo tanto, en lo atinente a la primera cuestión planteada, el Tribunal habrá de
pronunciarse por la afirmativa.
En respuesta a la segunda cuestión:
El Tribunal ha considerado que ha quedado demostrado la concurrencia al caso
de los elementos objetivos y subjetivos de la figura penal con la cual el MPF ha
calificado el accionar cargado, por lo cual el hecho probado resulta típico en los
términos del art. 80, inc. 1º del CPN, esto es, homicidio calificado por ser de una
persona con quien ha mantenido relación de pareja.
En cuanto a la calificante de alevosía planteada por las acusaciones privadas,
no obstante advertir que a partir de los hechos comprobados podrían encontrarse
presentes los diversos elementos objetivos y subjetivos que requiere la figura
típica del art. 80, inc. 2º CPN, considera el Tribunal que asiste razón a la Defensa
Técnica en cuanto a que las concretas circunstancias de modo contenidas en la
imputación dirigida a la acusada, no permiten dicha adecuación típica, so pena
de afectar el principio de correlación o congruencia y con ello el derecho de
defensa de la encausada.
Asimismo entiende el Tribunal que tampoco debe aplicarse al caso la calificante
genérica de empleo de un arma de fuego contenida en el art. 41 bis CPN,
cuestión que ha generado profundos debates en ámbitos doctrinarios y
jurisprudenciales, puesto que desde una interpretación sistemática y teleológica
de la norma, y teniendo en consideración la interpretación que al respecto ha
hecho la Sala Penal del STJER en la causa “Clari”, sentencia del 15/06/2004,
tanto en el voto de la mayoría como en el de la minoría, en el caso no se verifica
que la violencia o intimidación emergente del uso de un arma de fuego importen
un adición a la propia figura del art. 80 inc. 1º, circunstancia que torna inaplicable
la agravante.
En cuanto a los demás interrogantes planteados en la segunda cuestión el
Tribunal ha considerado presentes la antijuridicidad de la conducta y la
capacidad de culpabilidad de la acusada.
De igual modo se ha descartado la aplicación al caso de circunstancias
extraordinarias de atenuación planteada por la Defensa Técnica, que de acuerdo
a la interpretación doctrinaria y jurisprudencial se trata de circunstancias que
superan las dificultades de la vida cotidiana de toda relación de parentesco, que
permiten vislumbrar una grave perturbación en el agente provocada por
elementos externos que condicionan de tal forma su conducta, que lo llevan a
atentar contra la vida de la persona con la cual se vincula.
En ese sentido no se ha logrado acreditar que la acusada haya sido de forma
previa al hecho enjuiciado, víctima de violencia de género como fuera invocado
con particular énfasis por la Defensa, extremo sobre el cual ha basado su
planteo.
De manera tal que en respuesta a la segunda cuestión el Tribunal entiende que
el accionar cargado a Nahir Mariana Galarza es configurativo del tipo penal
receptado por el art. 80, inc. 1º del Código Penal de la Nación, debiendo
responder en carácter de autora por el delito de Homicidio Calificado por ser de
una persona con quien ha mantenido relación de pareja, no hallando eximente
alguna a su conducta.
En respuesta a la tercera cuestión:
A los fines de la individualización de la sanción penal a imponer, en el caso el
art. 80 CPN prevé una pena única e indivisible de prisión perpetua, circunstancia
que en modo alguno exime a este Tribunal de su obligación republicana de
fundar las penas, debiendo determinar si la sanción penal prevista resulta
adecuada a la culpabilidad, y en el caso, a la luz de las precisas circunstancias
fácticas verificadas, no se advierte elemento alguno que permita inferir que la
pena contenida en el art. 80 del Código Penal no guarde proporcionalidad con el
grado de culpabilidad revelado en el grave suceso que tuvo a la imputada como
responsable.
En ese sentido fueron valoradas circunstancias relativas a la naturaleza del
hecho, a los medios empleados para ejecutarla y a la extensión del daño
causado, como así también al comportamiento posterior de la imputada, que
hemos considerado son reveladoras que la sanción prevista por el art. 80 CPN
guarda en el caso proporcionalidad con el grado de culpabilidad evidenciado por
la acusada, por lo que se considera justo y proporcional imponerle la pena de
PRISION PERPETUA y ACCESORIAS LEGALES.
En cuanto a las demás cuestiones planteadas que tienen que ver con las costas
procesales y destino de los efectos incorporados, la decisión al respecto será
dada a conocer al momento de la lectura de la sentencia prevista para el día 24
del corriente mes y año.
En definitiva, este Tribunal ha arribado al siguiente veredicto por unanimidad:
CONDENAR a NAHIR MARIANA GALARZA, de las demás condiciones
personales obrantes en Autos, como autora penalmente responsable del delito
de HOMICIDIO CALIFICADO POR SER DE UNA PERSONA CON QUIEN HA
MANTENIDO RELACION DE PAREJA, a la pena de PRISION PERPETUA y
ACCESORIAS LEGALES -arts. 5, 12, 45 y 80, inc. 1º del Código Penal de la
Nación-.

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