Los Derechos Humanos en La Edad Antigüa
Los Derechos Humanos en La Edad Antigüa
Los Derechos Humanos en La Edad Antigüa
La edad media es el período comprendido entre el año 476, a partir de la caída del imperio
Romano de Occidente, hasta el año 1453 cuando los turcos tomaron a Constantinopla,
mientras que otros dicen que se extiende hasta el año 1492 cuando se produjo
el Descubrimiento de América.
Durante el primer período de la edad media en gran parte de Europa se regían en materia de
Derecho por la costumbre, sin embargo Clodoveo (466-511) rey de los francos ordenó
escribir el “ Pactus Antiquiae”, el documento más antiguo de los franceses y la ley Sálica, que
prohibía el trono a las hembras.
Eurico (446) autorizó consignar por escrito las leyes de los Visigodos.
Teodorico (493) hizo escribir las leyes de los ostrogodos, Dagoberto en el año 628 hizo
escribir las leyes de los alemanes, entre otras.
A los miembros de la nobleza sólo el rey podía juzgarlos y sancionarlos mediante lo que se
llamaba “ juicio de Dios” (ordalias) que podía ser pasar por la hoguera si era culpable o
sobrevivir si era inocente . Las sanciones eran graduadas de acuerdo a la prestancia de la
persona ofendida. Las controversias de los grandes se dirimían con las armas y de esta
manera se exculpaban a los ganadores, suponiendo que era Dios quien les
había permitido ganar para demostrar ante la comunidad su inocencia.
El segundo periodo de la Edad Media, llamado “Cristiano” la teología imperó sobre todos los
conocimientos humanos, incluyendo el acaecer jurídico. Se impartían cursos de
cultura general, llamadas “Los Caminos de la fe”. En aquel tiempo se fundaron las
primeras escuelas cristianas como las fundadas por San Cipriano, Carlos Magno, San Martín,
San Honorato, San Anselmo, entre otras.
En el orden militar, aquella época fue de grandes conquistas, expediciones invasoras y
campañas militares. El símbolo del pueblo era el caballo porque servía para montar en él, al
Rey, los Prelados y los Nobles.
Los intérpretes del Derecho eran los teólogos, San Ambrosio, San Isidoro de Sevilla, San Bernardo
y San Agustín.
LA PATRÍSTICA:
San Ambrosio, llamado el “Cicerón Cristiano”, afirmó que la sociedad o comunidad debería ser
gobernada por amor y la caridad, que tienen su origen en Dios.
San Agustín escribió un famoso tratado doctrinal llamado “La ciudad de Dios”. Diferenció la ley
eterna de la ley temporal (positiva). “Donde no hay
verdadera justicia tampoco podrá haber derecho, porque lo que se hace según el derecho, se
hace justamente”.
Alberto Magno afirmaba que “cuando se trata de las cosas de Dios, la fe va delante de la
inteligencia”.
Santo Tomás Sostiene que primero existe una ley Divina. Que toda ley humana se deriva de
la ley Eterna. Que no parece ley la ley que no fuere justa. Las leyes injustas no obligan en el
fuero de la conciencia. La ley pertenece a la razón. “La regla y medida de los actos humanos es la
razón”. Es necesario que el hombre viva en sociedad y que uno ayude al otro. Si
un gobernante en lugar de buscar el bien común, dirige su actividad a satisfacer el
bien privado, tal régimen será injusto.
El Cardenal Nicolás de Cusa dictaminó que el “Poder es fruto del consentimiento Popular”, por lo
que los reyes deberían ser mirados como simples administradores de cada gobierno.
Alfonso X, rey de Castilla y León, (1221-1284) ordenó codificar las Tablas Alfonsinas
conocidas como “Las Siete Partidas”, en ellas se tratarán las diversas ramas del derecho, como
sus fuentes, el derecho eclesiástico, de familia, mercantil y civil, propiedad, procedimientos, etc.
San Raimundo de Peñafort hizo una recopilación que aún rige en parte, llamada “Los Decretales”
o legislación canónica promulgada por el papa Gregorio IX. Que trata de asuntos como el
matrimonio canónico aún vigente y a otros asuntos del Derecho Civil.
La revolución francesa fue un proceso social y político que tuvo lugar entre 1789 y 1799 en
Francia y que, con el tiempo, se extendió a otros países.
Entre sus principales consecuencias, aparece el derrocamiento del rey Luis XVI, lo que
supuso el fin del Antiguo Régimen (un sistema donde el poder recaía en una única persona y
donde no existía la movilidad social).
Es importante dar a conocer que existen varias causas que fueron las que motivaron que se
pusiera en marcha la citada Revolución Francesa. En concreto, entre las mismas se
encuentran el que en ese momento existiera una burguesía que había ido ganando poder
económico y demandaba también un papel a nivel político, que la monarquía fuera una
institución cerrada y rígida, que existiera una importante crisis económica, que las clases
populares estuvieran muy descontentas con la situación y que se hubieran ido extendiendo
nuevas ideas llamadas ilustradas.
En este último sentido, hay que subrayar que las mismas se enmarcaban dentro del
movimiento conocido como Ilustración que básicamente se sustentaba en tres valores e
ideas principales: la libertad, la razón y la igualdad.
Entre los personajes más relevantes que abogaron y defendieron aquella se
encuentran Rousseau, Montesquieu, Voltaire o Diderot. Con la abolición de la monarquía
francesa, se proclamó la Primera República.
El periodo revolucionario tuvo contradicciones internas y divisiones entre sus mismos
impulsores, hasta que, en 1799, Napoleón Bonaparte concretó un golpe de estado, dando
por finalizada la revolución y sus medidas.
La revolución francesa supuso el final del absolutismo y el surgimiento de la burguesía
(pequeños capitalistas) como clase social dominante. El poder dejó de ser hereditario o divino,
sino que, en teoría, cualquier persona podía ser elegida para acceder al gobierno.
Muchos países como México, Venezuela y los países libertados por Simón
Bolívar obtuvieron su documento de constitución y representación ante el
mundo después de la independencia que les dio la autonomía del yugo español
u otro.
En la lenta evolución de los Derechos Humanos en la historia, es a partir del siglo XVII cuando
empiezan a contemplarse declaraciones explícitas con base en la idea contemporánea del
“Derecho Natural”. Inglaterra incorpora en 1679 a su constitución la Habeas Corpus Act (Ley
de hábeas corpus) y la Bill of Rights (Declaración de Derechos) en 1689. En Francia como
consecuencia de la Revolución francesa, se hace pública, en 1789, la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano.
En 1927, entra en vigor la Convención sobre la Esclavitud de 1926, que prohíbe la esclavitud
en todas sus formas. Los llamados “Códigos de Malinas” que abarcan la Moral Internacional
(1937), Relaciones Sociales (1927), Relaciones Familiares (1951) y el Código de Moral
Política (1957), son intentos parciales de la conciencia pública por regular una seguridad
mínima de respeto al individuo, habitualmente ignorado por los Estados. Como consecuencia
de la Primera Guerra Mundial la Sociedad de Naciones impulsó los Convenios de Ginebra
sobre seguridad, respeto y derechos mínimos de los prisioneros de guerra, y en 1948 tras
la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el
documento titulado “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, conjunto de normas y
principios, garantía de la persona frente a los poderes públicos. Y ayuda a la convivencia entre
todos.
Las tres generaciones de derechos
El reconocimiento legal de los derechos humanos ha tenido una larga historia. Algunos
derechos han sido incluidos en las leyes mucho antes que otros, que sólo han sido
aceptados después de largas luchas sociales. Por eso podemos clasificar los derechos en
grupos, a los que se suele denominar las tres generaciones de los derechos humanos.
Derechos fundamentales
Los derechos fundamentales o derechos de generación son los siguientes:
Primera generación
Artículo principal: Derechos civiles y políticos
Segunda generación
Artículo principal: Derechos económicos, sociales y culturales
Arts. 13 y
Derecho a la educación
14
Tercera generación
Artículo principal: Derechos de solidaridad
Por su parte, la tercera generación de derechos, surgida en el siglo XX, se vincula con la
solidaridad. Los unifica su incidencia en la vida de todos, a escala universal, por lo que
precisan para su realización de una serie de esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario.
Normalmente se incluyen en ella derechos heterogéneos como el derecho a la paz, a la
calidad de vida o las garantías frente a la manipulación genética, aunque diferentes juristas
asocian estos derechos a otras generaciones: por ejemplo, mientras que para la protección
contra la manipulación genética sería un derecho de cuarta generación, para Cristian Camilo
García es una manifestación, ante nuevas amenazas, de derechos de primera generación
como el derecho a la vida, la libertad y la integridad física y cultural.
Este grupo fue promovido a partir de los ochenta para incentivar el progreso social y elevar el
nivel de vida de todos los pueblos. Entre otros, destacan los relacionados con: