Resumen Paradoja y Contraparadoja EQUIPO MILAN

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Resumen del Libro Paradoja y Contraparadoja

Capítulo 1: Introducción

El libro surge a partir de una investigación iniciada en 1972. Se trabajó con 15


familias con un integrante (hijo o hija entre 5 y 22 años de edad) que presentaba
conductas psicóticas graves o recientemente diagnosticado con esquizofrenia. Se
maneja la esquizofrenia no como una enfermedad individual, sino como una
modalidad comunicacional del sistema familiar.

Antes de esto, se había realizado investigación en familias con integrante


anoréxico(a). En estos casos encontraron reglas rígidas y repetitivas que se
comprendieron fácilmente con el modelo cibernético mecanicista. En cambio, en
las familias esquizofrénicas existía una complejidad relacional muy diversa para
mantener el juego. Por esto el equipo debió profundizar en la visión sistémica en
lugar de la mecanicista.

“La familia es un sistema autocorrectivo, autogobernado por reglas que se


constituyen en el tiempo a través de ensayos y errores”, y a través de un proceso
estocástico (memorizando las soluciones encontradas). Esta es la idea principal
que se comprobó con el trabajo del equipo de Milán. Se aplica fundamentalmente
para la familia, pero también puede funcionar en equipos de trabajo, comunidades,
empresas… cualquier grupo natural con historia.

Las familias que presentan conductas “patológicas” en uno (o más) de sus


miembros, se rigen por un tipo de relaciones y con reglas que mantienen esa
patología. En los sistemas patológicos aparece la tendencia (más rígida mientras
más patológico sea) de repetir compulsivamente las soluciones memorizadas al
servicio de la homeostasis.

Para poder influir sobre los síntomas en el sentido del cambio, es necesario
cambiar las reglas. Esto sucede con mayor efectividad y con el menor gasto de
energía si se descubre y cambia la regla fundamental. Rabkin le llama saltología a
este fenómeno en el que suceden cambios de importancia radical en el sistema a
partir del cambio de una regla fundamental. En todo sistema existe un punto “ps”
que es donde convergen el mayor número de sus funciones esenciales. En ese
punto se encuentra la regla fundamental.

Aparece el concepto de poder, como el integrante que tiene mayor influencia


sobre los demás, pero sin caer en el error de verlo como una causalidad. “El poder
se encuentra en las reglas del juego”.
La teoría de los “tipos lógicos” de Whitehead y Russel (desarrollada en la década
de los 50), se centraba en que un mismo objeto o concepto puede tener varias
“funciones” (o relaciones).

Los seres humanos no tenemos propiedades, sino que funcionamos con ellas
dependiendo de nuestras relaciones. Las paradojas se basan en esta teoría. De
esta teoría brota la teoría del “doble vínculo”, con la cual se explica que la
esquizofrenia surge en la familia por una pauta comunicacional paradójica.

La comunicación de sistema se analiza a partir de los siguientes instrumentos:

El contexto.

El tipo de lenguaje (analógico o digital).

La relación (en los distintos niveles verbales y no verbales).

Secuencia de interacción.

Vínculo simétrico o complementario.

El tipo de paradoja (sintomática o terapéutica).

(basado en Pragmática de la comunicación humana de Watzlavick, Beavin y


Jackson, 1969).

Capítulo 2: Modalidad de trabajo del equipo

El equipo se constituyó en 1971, por 4 integrantes: M. Selvini Palazzoli, G. Cecchin,


G. Prata y L. Boscolo, todos psiquiatras psicoterapeutas. La terapia se llevaba a
cabo con una pareja heterosexual de terapeutas con la familia, mientras que la
otra pareja observada detrás del espejo de Gessell. Se considera que esto brinda
mayor equilibrio a las interacciones con la familia, y brinda información sobre la
respuesta de los integrantes de la familia a los diferentes sexos. “Si las
intervenciones terapéuticas son correctas, no se necesita ningún tipo de carisma”.
También un solo terapeuta puede atender a toda la familia si está bien preparado,
pero en familias esquizofrénicas es muy importante que haya un segundo
terapeuta como observador.

Se inicia la terapia desde el primer contacto telefónico. Es una llamada a la que se


le dedica el tiempo que sea necesario, ya que es de suma importancia para ir
detectando peculiaridades en la comunicación, intentos de manipulación,
peticiones determinantes, etc.
En los casos de familias con niños muy pequeños, se realiza primero una sesión
con los padres, para determinar si se puede resolver el problema trabajando
solamente con la pareja. En la primera sesión siempre debe de asistir toda la
familia, y para las siguientes sesiones el terapeuta puede indicar que asistan sólo
algunos de los integrantes si lo considera adecuado. Sin embargo, separar a la
familia en terapia se realiza sólo en casos excepcionales ya que puede conllevar a
reacciones negativas. En caso de que la familia haya sido derivada por un colega,
se realiza también una entrevista con esa persona para recabar información.

En la entrevista telefónica se recaban los siguientes datos:


Familia

Derivada por

Dirección

Fecha de llamada

Nombre, edad, estudios

Profesión del padre, la madre y los hijos por orden de edad

Fecha de matrimonio

Otros convivientes eventuales y su grado de parentesco

Problema

Nombre de quien llama

Observaciones

Información de quien deriva

También se pregunta sobre las familias de origen de los padres, para determinar si
es necesario que alguna de esas personas también asistan a la primera sesión. Se
pregunta sobre anteriores experiencias en terapia, si alguno de los integrantes
toma medicamentos y se informa sobre la modalidad de trabajo con varios
terapeutas y en cámara de Gessell.

El consultorio donde se realiza la terapia es del tipo cámara de Gessell (con


micrófono y espejo unidireccional) y se informa a la familia de que dos co-
terapeutas estarán observando del otro lado del espejo con el objetivo de discutir
sus observaciones con los terapeutas en turno antes de finalizar la sesión.

Cada terapia consta de 5 fases:

a) Pre-sesión:Se lee la ficha telefónica (en caso de ser la primera sesión) o la ficha
de la sesión antecedente (en caso de ser un seguimiento).

b) Sesión:

dura alrededor de una hora, en la cual se realizan preguntas sobre el problema,


pero especialmente el terapeuta observa las interacciones entre los integrantes y
sus modalidades de comunicación (verbal y no verbal), procurando identificar las
reglas secretas. El terapeuta no les comunica sus observaciones sino hasta la
intervención final. Si uno de los observadores detecta que un terapeuta en turno
está cayendo dentro del juego de la familia, se lo hace saber antes de continuar.

c) La discusión de la sesión: Terapeutas y observadores se reúnen en la sala


contigua para discutir y tomar una decisión sobre cómo finalizar la sesión.

d) La conclusión de la sesión: Se realiza una conclusión dando un breve comentario


y una prescripción, la cual la mayoría de las veces es paradójica.

e) El acta de la sesión: El equipo vuelve a reunirse para discutir las reacciones de


la familia a la conclusión, y se redacta un acta con los sucesos más importantes de
la sesión.

Debido a todo este procedimiento, es importante que el equipo terapéutico esté


libre de conflictos internos. En este modelo, se considera que mientras más
espaciadas sean las sesiones son más efectivas, por lo que se cita a la familia en
intervalos de un mes. Las prescripciones tienen mayor impacto sobre la familia
cuando actúa durante un tiempo prolongado. Generalmente la terapia no dura más
de diez sesiones.

Capítulo 3: La pareja y la familia con transacción esquizofrénica

El miembro esquizofrénico presenta una tendencia a rechazar que los otros definan
su comportamiento y la relación. La familia con transacción esquizofrénica (FTE)
presenta una regulación simétrica encubierta por exasperación.

Es decir, que hay una lucha de poder entre dos integrantes de la familia por
controlar la relación existente, causando rechazo entre ambos, respuestas
violentas y una posible ruptura del sistema. La esquizofrenia nace para evitar esta
ruptura que la FTE no puede soportar. Sucede en personas que viven juntas, y
tienen que aprender a convivir por medio del ensayo y error, basándose en los
estilos de convivencia que aprendieron en sus sistemas precedentes. “Son
necesarias por lo menos tres generaciones para tener a un esquizofrénico” –
Bowen. Es decir, que se necesitan tres generaciones de normas rígidas y
repetitivas de convivencia para que se presente el síntoma de la esquizofrenia en
uno de los integrantes.

En la primera generación se viven normas rígidas y repetitivas de convivencia con


las que los integrantes buscan dominar la relación. Además, en este sistema jamás
se concedía la confirmación (reconocimiento o refuerzo por conductas positivas)
sino que se exigía una mejora. En la segunda generación, la nueva pareja busca
desesperadamente la confirmación. Su deseo por la confirmación aumenta
intensamente mientras más crónicamente insatisfecho sea. De acuerdo a Bateson,
al no recibir la confirmación el individuo entra en un estado de desplacer, el cual
activa en el sujeto una reacción positiva que refuerza el comportamiento anterior a
tal estado. La nueva pareja de esta segunda generación proviene de sistemas
similares, y se eligen mutuamente por ser compañeros difíciles de complacer. Es
decir, ambos integrantes de la pareja son simétricos. Este fenómeno ocurre por la
hybris, orgullo o soberbia simétrica que busca exasperadamente conseguir su
objetivo, aun a costa de la muerte.

Inicia un juego con reglas secretas en el que ambos integrantes buscan descalificar
la relación antes que el otro, valiéndose de paradojas, es decir, enviando
simultáneamente mensajes paradójicos por distintos niveles de comunicación
(verbal y no verbal). Con esta descalificación, la persona busca hacerle saber al
otro que “no existes” en la relación, o con la auto-descalificación, que “yo no
existo” en la relación. Sin embargo, ambos se mantienen inseparables, a pesar de
la difícil relación, probablemente por un terror al abandono o a la intimidad.

Para intervenir en estos sistemas, se interviene con técnicas para contrarrestar la


descalificación. Es importante recordar que cuando se le asigna un adjetivo a una
persona (por ejemplo, feliz o deprimido), no indica que es una cualidad inherente a
su ser, sino que es la función que ejerce en ese momento en la relación. En la
terapia de este modelo, es importante no dejarse engañar por las emociones que
presentan los integrantes, sino la función que esconden detrás de esas emociones.
Es decir, pasar del modelo individual y del condicionamiento lingüístico, al modelo
sistémico. Sustituir el verbo ser por el verbo parecer o mostrar. Cuando una
persona de la familia presenta una emoción o una intención, enfocarse a ver los
efectos que ésta tiene sobre los demás, en lugar de enfocarse en por qué se siente
así, pues ahí recae la función de esa emoción o “intención” en el sistema.

Todo acto dentro de la FTE tiene como objetivo que el juego continúe. Esta
necesidad de mantener el juego se manifiesta de diferentes formas: erotismo,
incesto, hostilidad, fuga, dependencia, independencia, cansancio (del juego),
deterioro, etc. Y si se presentan trastornos del pensamiento en algún integrante de
la familia, tienen el fin de evitar la metacomunicación. En estas familias, el juego
esquizofrénico es la homeostasis, que evita el cambio. Esto ocurre por la hybris
simétrica, o sea la oculta presunción compartida por cada uno de poder, algún día,
conquistar el control unilateral en la definición de la relación. La realidad es que
ninguno puede tener el control lineal en una interacción que de hecho es circular.

El juego esquizofrénico busca que realmente no haya jamás ni vencidos ni


vencedores de acuerdo con las posiciones en el vínculo, que son siempre
seudocomplementarias o seudosimétricas. A todo esto se le llama la teoría del
doble vínculo (descrita por primera vez por Bateson). En otras palabras, el doble
vínculo ocurre cuando en el nivel verbal se da una indicación que a continuación,
en el segundo nivel casi siempre no verbal, es descalificada, y que además prohíbe
la metacomunicación sobre la incongruencia de los dos niveles y prohíbe que nadie
abandone el juego.

Ante el doble vínculo, el terapeuta debe de lograr una tercera respuesta, - no la


simetría ni la complementariedad -, sino definir claramente el juego que se ha
estado utilizando y redefinirlo por uno nuevo. Tanto la posición simétrica como la
posición complementaria pueden ser dañinas para el sistema; lo que resulta
esencial para que la relación interpersonal no sea psicótica, es la claridad
inequívoca y recíprocamente aceptada de su propia definición.

Capitulo 4: El paciente designado

Comunicando la petición paradójica de: cambiar una definición de la relación que


no ha sido nunca definida.

Cada miembro de la familia, Se encuentra con niveles conflictivos en un mismo


mensaje, y siempre con la respuesta calificada por algún otro como "equivocada"
o, mejor aun, como "no exactamente ajustada".

Todos han sentido siempre que se les comunicaba que habían hecho algo injusto
sin que, sin embargo, se les hubiera dicho nunca, en forma explícita, qué era lo
que debían hacer para hacer lo apropiado.

El Mecanismo autocorrectivo de homeostasis es la reacción negativa. Por tanto el


comportamiento esquizofrénico es la reacción negativa potentísima por lo
paradójica.

¿cómo podemos saber nosotros si el sujeto que presenta una conducta


esquizofrénica invoca o no invoca un cambio? Dentro de la epistemología de la
escuela de Milán es algo imposible de determinar. Pronunciarse sobre su "realidad"
o sobre su "no realidad" equivale a caer en la ilusión de las alternativas. La
alternativa es observar:

1 " Hay alguien que muestra que invoca un cambio."

2 "El efecto de esa invocación mostrada es la ausencia de cambio."

Los cambios reales, concretos, operados ya en el exterior, ya en el interior del


grupo, son absorbidos por el juego dominante en la familia, como fuente de
ulteriores amenazas, que al hacer vislumbrar el peligro de la interrupción del
juego, pragmáticamente lo refuerzan.
Todos obedecen las reglas del juego, que se perpetúa a través de amenazas y
contra-amenazas, entre las que figura una potentísima: que alguno se separe y
deje el campo

Capítulo 5: Las intervenciones terapéuticas como aprendizaje por ensayo


y error

El error no es tal sino que forma parte del ensayo,

es provocar una información apta para inducir cierto cambio en el


comportamiento. Se configura sólo cuando no se toma en cuenta la información
obtenida y se persiste en un mismo comportamiento. Cuando se da cuenta de la
información que deja el error y se utiliza para generar nuevos cambios se crean
modelos.

Podríamos decir prueba y error para llegar un cambio d tipo 2.

El ensayo y error resulta vital en el trabajo con familias ya que la información que
suministran es confusa y tramposa.

Desarrollar una gran sensibilidad a las reacciones. Tomarse tiempo para provocar
reacciones decisivas. El conjunto de posibilidades no permanece, sino que es un
conjunto de grupos de posibilidades crípticas y cambiantes, en donde los únicos
puntos fijos son las redundancias de la sesión.

Los teóricos de sistemas han hablado de ps como el punto nodal sobre el cual
converge el máximo coeficiente de funciones esenciales para el mantenimiento de
un sistema dado.

Capítulo 6: La tiranía del condicionamiento lingüístico

El mayor obstáculo en el trabajo terapéutico es el condicionamiento lingüístico, lo


que llevó a cambiar nuestra epistemología por otra, más correcta, que nos
permitiera inventar una metodología terapéutica adecuada.

"Incurrimos en errores mientras continuábamos ilusionándonos con la posibilidad


de poder inducir un cambio mediante la corrección de tales peculiaridades
comunicacionales: notándolas, haciéndolas notar, invitando a reformular los
mensajes de modo correcto; en suma enseñando a comunicar de manera
funcional, sin saber que el código lingüístico no era compartido por la familia de
transacción esquizofrénica".
Ya que el pensamiento racional se forma a través del lenguaje, conceptualizamos
la realidad según el modelo lingüístico que forma así, para nosotros, un todo con la
realidad.

El lenguaje es lineal mientras que la realidad viviente es circular. Nos encontramos


atrapados por la absoluta incompatibilidad de los dos sistemas primarios en que
vive el ser humano:

1) el sistema viviente, dinámico y circular, y

2) el sistema simbólico (lenguaje), descriptivo, estático y lineal

Siendo el lenguaje descriptivo y lineal estamos obligados, para describir una


interacción, a producir una dicotomía, es imposible describir una organización
circular porque la naturaleza de la operación simbólica es diferente de la
naturaleza de la operación viviente. importa un postulado de causa-efecto y, por
consiguiente, una definición moralista.

Errores comunicacionales, analógico y digital:

a) conceptualizar la realidad viviente de la familia en sentido lineal, y no sistémico-


circular;

b) juzgar las modalidades comunicacionales de la familia como "equivocadas", en


relación con las nuestras; señalarlas por ende como tales y tratar de "corregirlas";

c) basarse principalmente en el empleo del código digital con la intención de


actuar terapéuticamente sobre la familia.

Capitulo 7: La connotación positiva

La función primaria de la connotación positiva de todos los comportamientos


observados en el grupo aparece como la que puede facilitar a los terapeutas el
acceso al modelo sistémico.

Todo sistema viviente comporta tres caracteres fundamentales:

· Totalidad: el sistema es ampliamente independiente de las características


individuales de los elementos que lo componen.

· Capacidad auto correctiva, y por tanto tendencia homeostática.

· Capacidad de transformación.
La connotación positiva es un principio terapéutico cardinal, que surgió por la
necesidad de llegar, sin contradecirnos, a una intervención terapéutica paradójica:
la prescripción del síntoma al paciente designado.

Cuando calificamos como positivos, o sea buenos, los comportamientos


sintomáticos motivados por la tendencia homeostática del sistema y no las
personas.

En todo caso se aprueban ciertos comportamientos de algunas personas cuando


denotan la intencionalidad común hacia la unión y la estabilidad del grupo.

La connotación positiva tiene incluso dos funciones terapéuticas importantes e


interdependientes:

· Definir claramente la relación sin peligro de recibir una descalificación

· La definición debe ser de un tipo de contexto, en cuanto terapéutico

En resumen, la connotación positiva nos permite:

Situar a todos los miembros de la familia en un mismo plano en relación con el


sistema, sin connotarlo como moralista, evitando así trazar líneas arbitrarias de
demarcación entre unos y otros.

Acceder al sistema mediante la confirmación de su línea homeostática.

Connotar positivamente la tendencia homeostática para provocar,


paradójicamente, la capacidad de transformación, pues la connotación positiva
abre camino a la paradoja.

Capitulo 8: La prescripción en la primera sesión

En familias con niños psicóticos especialmente, consideramos necesario dar una


prescripción al final de la primera sesión.

En algunos casos se trata de una prescripción inocua, en apariencia, que apunta a


varios objetivos:

Construir una marca de contexto terapéutico designándolo como tal.

Provocar en la familia una reacción que ilustre sobre la disponibilidad y motivación


con respecto a un eventual tratamiento.

Estructurar y ordenar la sesión siguiente.

Delimitar el campo de observación.


Las dificultades de la primera sesión no son tan grandes cuando la familia llega
angustiada, en plena crisis, y no especialmente presionada por las insistentes
recomendaciones de quien los envía.

En esos casos es posible en la primera sesión, llegar a la prescripción del síntoma


al paciente designado; siempre y cuando se tenga cuidado de connotar
positivamente el síntoma en sentido sistémico, poniéndose de parte de la
tendencia homeostática.

Capítulo 9: Los rituales familiares

Táctica ideada por la escuela de Milán, utilizada para derribar un mito en cuya
construcción habían colaborado tres generaciones.

El mito familiar prescribe los roles y los atributos de los miembros en sus
interacciones recíprocas, roles y atributos, que si bien falsos e ilusorios, son
aceptados por cada uno como cosa sagrada y tabú, que nadie osa examinar o
desafiar.

Se trata de una acción o de una serie de acciones, combinadas generalmente con


fórmulas o expresiones verbales, de las que tienen que participar todos los
miembros de la familia. En efecto, para ser eficaz, el ritual tiene que implicar a
toda la familia. Es necesario que todo ritual sea precisado por los terapeutas, a
menudo por escrito: la modalidad a la que debe responder su realización, horario,
eventual ritmo de repetición, quién debe pronunciar las fórmulas verbales, con qué
secuencia, etcétera.

Capitulo 10: De la rivalidad con el hermano al sacrificio por ayudarlo

Esta técnica, trata de trasladar rápidamente la etiqueta de enfermo que lleva el


paciente designado, a uno o más hermanos o hermanas considerados sanos por la
familia, señalando que el presunto enfermo designado por la familia fue el único
que intuyó en el grupo familiar en qué medida el otro o los otros hermanos se
encuentran en peores condiciones que él y necesitan su ayuda.

Con esto evitamos criticar o inculpar a los padres. Simplemente nos declaramos
admirados por la sensibilidad e intuición del paciente designado. Decimos que por
el material recogido y por las observaciones hechas en sesión, comprendemos
muy bien los motivos por los que éste alimenta tan grande preocupación por el
presunto sano. Todo esto porque, de acuerdo con los datos concretos que
recogimos, nos es fácil demostrar cómo él o los sanos, amparados detrás de una
fachada de perenne alegría, de bonachona superficialidad o de extrema
responsabilidad, o bien siendo contestatarios encarnizados son, en realidad,
seudoautónomos, inconscientemente proclives a acaparar con este tipo de
conducta a uno u otro de los padres, quienes por su parte, en modo alguno
advierten la maniobra sin poder sustraerse a ella.

Continuamos diciendo que esta acción inconsciente de acaparamiento resulta muy


perjudicial para sus autores: les impide crecer y adquirir autonomía. Sólo el
paciente designado, gracias a su extraordinaria sensibilidad, ha intuido, desde
tiempo atrás, el peligro en que se encuentran los hermanos. Con el propósito de
ayudarlos ha resuelto sacrificarse por ellos dando curso a "La enfermedad", es
decir, a comportamientos que de diferentes maneras limitan seriamente su
existencia y su evolución. Agregamos que de esta forma atrae hacia sí toda la
atención y preocupación de los padres, incitando implícitamente a los hermanos a
aprovecharlo para liberarse, para hacerse independientes. Excluimos
decididamente que el paciente designado haya hecho algo para sí. No está
interesado en absoluto en acaparar a nadie. Su vocación es oblativa.

El dilema, (procediendo correctamente) se resuelve por sí solo. Se trata solamente


de un juego loco, alrededor del que gravita el interés total de la familia. De sesión
en sesión el juego se desarma y se disuelve, sin que los terapeutas lo hayan
nombrado nunca como tal. Con él desaparecen, incluso, las peculiares
modalidades de comunicación que habían constituido sus premisas y garantizado
su perpetuación.

Capitulo 11: Los terapeutas se hacen cargo del dilema de la relación


entre padres e hijos

Está maniobra consiste en referir exclusivamente a nosotros mismos, en el


momento oportuno, los problemas de la relación intergeneracional. A diferencia de
otras intervenciones esta tiene un cierto timing. No puede llevarse a cabo con
demasiada precocidad y sobre todo no antes de haber constatado la presencia de
señales de una relación lo suficientemente intensa. En este tipo de intervención, el
propósito de no entrar a discutir directamente la relación entre padres e hijos, es el
de no connotar negativamente a ninguna de las dos partes.

El rol de los terapeutas es, el de comportarse de manera que se destruya la falsa


creencia, se trastrueque la errónea epistemología familiar mediante un mensaje
inverso. ¿Cuál? Que no es en absoluto tarea de los hijos mejorar las relaciones
entre los padres, o reemplazarlos en sus funciones. Que un adolescente puede
evolucionar admirablemente cualquiera que sea la relación entre sus padres. Lo
esencial es que se convenza de que el tema no es para nada de su incumbencia.
Capitulo 12: Los terapeutas aceptan sin objeciones una mejoría
sospechosa

Tal maniobra terapéutica, consiste en aceptar sin objeciones una mejoría o una
desaparición del síntoma que no parecen justificados, en absoluto por el
correspondiente cambio en el sistema de interacción familiar. Surge la sospecha de
encontrarse ante un movimiento, una "jugada", de la que son cómplices todos los
integrantes del grupo natural, aún cuando uno solo se erige en portavoz. El
objetivo común es el de sustraer a la indagación de los terapeutas algún área
sentida como peligrosa para el statu quo. La característica de tal mejoría es la de
ser súbita e inexplicable, acompañada con frecuencia por una actitud de no
compromiso, o de optimismo de tipo tout va tres bien, madame la marquise;
mejoría apoyada en pocos datos convincentes. Con esto la familia hace entender a
los terapeutas, sin decirlo, al intención colectiva de saltar al estribo del primer tren
que pase.

La línea que seguimos, consiste en aceptar tales mejorías sin objeciones, los
terapeutas permanecen firmes en la decisión tomada, dejando a la familia la
iniciativa de completar las sesiones pactadas, no antes, sin embargo, de que haya
transcurrido un lapso mínimo por ellos establecido.

Mediante esta táctica paradójica se logra anular el movimiento saboteador, y se


coloca a la familia en la necesidad de tener que volver a pedir, tarde o temprano la
continuación de la terapia. Tal actitud de los terapeutas refuerza en los clientes, el
sentimiento de libertad en relación con la terapia. En otros casos, aún concluyendo
la terapia, fijamos una cita telefónica o una sesión para pocos meses más
adelante, con objeto de recibir noticias y hacer un balance global. De esta manera
mantenemos a la familia "en terapia" mientras implícitamente comunicamos la
persistencia de nuestro interés y de nuestra disponibilidad.

Capitulo 13: Como recuperar a los ausentes

Se refiere a las ausencias que se producen en el curso de la terapia. (No en la


primera sesión, ya que esta siempre se lleva a cabo con toda la familia)

Quizá la mas notable maniobra familiar al mantenimiento del statu quo.

Aunque es una maniobra realizada por un miembro de la familia, en realidad es


una maniobra familiar total en la que colabora el resto de la familia. (resistencia
compartida por toda la familia)

La ausencia se convierte para los terapeutas el problema central de esa sesión.


La maniobra para recuperar ausentes consiste en agregar a la sesión una sexta
parte: la conclusión de la sesión deberá hacerse en el domicilio de la familia
reunida en su totalidad. Los terapeutas deben tener presente la maniobra de la
familia (miembro ausente) y no sucumbir ante ella. Por lo que no darán la
prescripción al finalizar la sesión, sino que la conclusión discutida y acordada por el
equipo se entrega escrita y firmada en sobre cerrado (redactada de tal modo que
se incluya al ausente obligándolo a venir) Se elige a un miembro de la familia para
que sea custodio del sobre, el cual deberá abrir y leer en voz alta en presencia de
toda la familia. Así se desmonta la maniobra familiar, el miembro ausente se hace
presente. (En algunas ocasiones el equipo podía pensar la prescripción durante
algunos días, y después enviarla por correo)

Capitulo 14: Como eludir la descalificación

La descalificación de si y del otro en la relación es la maniobra fundamental


empleada por la familia con interacción esquizofrénica para evitar definir la
relación. El juego se perpetua en la función homeostática: Nivel de información,
posibilidad de decisión prácticamente nulos, imposibilidad de declarar el liderazgo,
imposibilidad de asumir verdadera responsabilidad, imposibilidad de declarar
alianzas estables y abiertas, que al significar una explicita definición de la relación
como simétrica, importarían el cambio automático del juego y, por ende, la ruptura
de la homeostasis.

Para desmontar esta maniobra los terapeutas deben aprender a jugar "a la
esquizofrénica" y emplear sistémicamente la paradoja terapéutica. Jugar fríamente
comprendiendo como juega la familia y regirse en consecuencia para no permitirse
jugar el mismo juego. (Liberarse de las motivaciones que nos llevaron a las
elección de nuestra profesión para no ser vulnerables) No subestimar jamás al
"adversario". La única manera de amar a nuestros pacientes será no amarlos, o
amarlos en sentido metafísico.

Capitulo 15: El problema de las coaliciones negadas

Coalición: Proceso de acción conjunta de dos personas contra una tercera persona.
La persona perteneciente a una generación forma una coalición con la persona de
la otra generación contra el propio par. La coalición entre las dos personas es
negada. (Haley)

Alianza: Dos personas pueden unirse en un interés común independientemente de


una tercera persona. (Haley)

Parentificacion: Distorsión subjetiva de la relación, como si el compañero e incluso


los hijos fuesen un progenitor. (Boszormenyi-Nagy y Sparks) En ciertos estadios de
desarrollo y con ciertos limites, esto es para el niño no solo inevitable sino
necesaria (rol de responsabilidad).

Este fenómeno se hace disfuncional al separarse de la realidad concreta,


constituyéndose en etapa obligada de un juego interaccional compartido, rígido y
reacio a cualquier evolución.

Las causas, los porque, los sentimientos, deben permanecer en la caja negra. En el
momento en que pasamos a idear la intervención terapéutica, nos imponemos
trascender el lenguaje, considerando el fenómeno en la circularidad de su hic et
nunc, como punto fundamental del sistema en acción, cordón del equilibrio
momentáneo de las facciones opuestas.

La intervención debe ser rigurosamente global y sistémica para que provoque


cambios y resulte terapéutica. Debe abarcar a toda la familia. Las coaliciones
perversas son connotadas como positivas en su intencionalidad honesta y afectiva
cuando se ponen en evidencia. No son explícitamente prescritas. Los terapeutas se
limitan a su constatación y al comentario, elaborándolo de tal modo que resulte
paradójico e intolerable.

Capítulo 16: Los terapeutas declaran la propia impotencia sin


reprochárselo a nadie

Estrategia de intervención paradójica, que se utiliza cuando la familia continua


reaccionando de idéntico modo, permaneciendo inmodificada después de diversas
sesiones (el juego sin fin-romperlo). También es útil para definirse sutil y
elegantemente como partidarios del cambio y por lo tanto hostiles a la familia que
defiende su statu quo.

Se aplica cuando es difícil decidir si ha sido la familia quien induce al terapeuta a


tal "juego sin fin" de escalada simétrica, o es el celo y persistencia a cualquier
precio (Hybris) de los terapeutas.

Permite cambiar la posición de la relación, declarando la impotencia del terapeuta.

Sugerencia del cómo, al hacer tal declaración, evitar todo reproche de la familia y
de colocarlos en una posición superior. Hay que preparar un tono y contenido
verbal adecuado, ni indiferente, ni dramático, con pausas y suspensos. Esperar el
momento justo.

Es importante una vez mencionado la incompetencia, fijar fecha de la próxima


sesión y cobrar honorarios (estrategia que impacta a los habituales cierres con la
familia de recibir comentarios o prescripciones), para generar incertidumbre
expectativas. Generalmente las reacciones son, estupor, agitamiento y solicitud de
ayuda.

Ejem: pág 164 y 165.

Capítulo 17: Los terapeutas se autoprescriben la paradoja extrema

Se aplica ante las trampa contradictorias de mensajes y comunicación que la


familia establece para mantener los juegos sin fin (condenados si hacen lo que
hacen, condenados si no lo hacen)

La paradoja extrema implica el mensaje "solo me puedes ayudar no siendo lo que


eres"… y para "destruir" este pedido a distintos niveles contradictorios, los autores
idearon la estrategia de dos contraparadojas: 1) aislar este paradójico pedido de la
masa de maniobras comunicacionales que causan confusión, y 2) darle una
connotación positiva, como algo justo y legítimo.

Ejem: pág 173 y 175.

Capítulo 18: Los terapeutas abandonan el rol paterno, prescribiéndolo


paradójicamente a los miembros de la ultima generación

Se aplica ante las familias que manifiestan confusión y ruptura intergeneracional,


así como indefinición de roles entre diferentes generacionales. También cuando la
parentificación se convierte en causa de disfunción, transacciones ambiguas o
incongruentes dominadas por mensajes de doble vínculo.

Implica que los terapeutas abdiquen su rol paterno (simbólicamente otorgado por
la familia) evitando coaliciones sutilmente y que le transmitan el síntoma;
rechazándola y asignándola al paciente identificado como verdadero líder que en
su generosidad se ha "sacrificado a voluntad por lo que cree es el bien dela
familia", delegándolo a los miembros de menor edad.

Ejem: pág 183.

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