Corteza Terrestre
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Para otros usos de este término, véase corteza (desambiguación).
Índice
Corteza oceánica Corteza continental Escudos o cratones antiguos Plataformas (escudos con cobertera
(según su edad) 0- sedimentaria) Cadenas orogénicas Cuencas tecto-sedimentarias Provincias ígneas Corteza adelgazada (por
20 Ma 20-65 Ma >65 Ma extensión cortical)
Corteza oceánica[editar]
Artículo principal: Corteza oceánica
La corteza continental es de naturaleza menos homogénea, ya que está formada por rocas
con diversos orígenes y es horizontalmente heterogénea. Hay que distinguir en ella
regiones geológicamente activas, donde abundan los procesos tectónicos y magmáticos, a
las que llamamos orógenos; y regiones antiguas y consolidadas, a las que llamamos
cratones. En las regiones tectónicamente consolidadas que llamamos cratones, la mayor
parte de su espesor, desde la discontinuidad de Mohorovičić, está hecha de granitos,
rocas magmáticas ácidas, aunque aparece a la mitad de su espesor un límite físico de fase
llamado discontinuidad de Conrad. Sobre los granitos suelen aparecer rocas metamórficas
antiguas, formadas por metamorfismo regional en los orógenos, que con los anteriores
forman el zócalo continental. Salvo en los escudos, el zócalo está recubierto por una
cobertera, formada por sedimentarias muy variadas. En conjunto la corteza continental,
contiene más silicio y cationes más ligeros y, por tanto, es menos densa que la corteza
oceánica y desde luego que el manto. Tiene también un grosor mayor que la corteza
oceánica. A diferencia de esta no vuelve al manto, no se recicla, aunque sí se extiende, lo
que ocurre por los procesos de la orogénesis, de manera que su contribución al total de
corteza terrestre va creciendo.
Los minerales más abundantes de esta zona son los cuarzos, los feldespatos y las micas,
y los elementos químicos más abundantes son el oxígeno (46,6 %), el silicio (27,7 %),
el aluminio (8,1 %), el hierro(5,0 %), el calcio (3,6 %), el sodio (2,8 %), el potasio (2,6 %) y
el magnesio (2,1 %).1
Formación y evolución[editar]
La Tierra se formó hace aproximadamente 4600 millones de años a partir de un disco de
polvo y gas que orbitaba el Sol recién formado. Se formó a través de acreción, donde los
planetesimales y otros cuerpos rocosos más pequeños colisionaron y se atascaron,
creciendo gradualmente en un planeta. Este proceso generó una enorme cantidad de
calor, lo que provocó que la Tierra primitiva se derritiera por completo. A medida que la
acreción planetaria disminuía, la Tierra comenzó a enfriarse, formando su primera corteza,
llamada corteza primaria o primordial.2 Esta corteza fue probablemente destruida
repetidamente por impactos grandes, luego se reformó del océano de magma que dejó el
impacto. Ninguna de las capas primarias de la Tierra ha sobrevivido hasta hoy; todo fue
destruido por la erosión, los impactos y la tectónica de placas en los últimos miles de
millones de años.
Desde entonces, la Tierra ha estado formando una corteza secundaria y terciaria. La
corteza secundaria se forma en los centros de expansión de la mitad del océano, donde la
fusión parcial del manto subyacente produce magmas basálticos y nuevas formas de la
corteza oceánica. Este "empuje de cresta" es una de las fuerzas impulsoras de la tectónica
de placas, y está creando constantemente una nueva corteza oceánica. Eso significa que
la vieja corteza debe ser destruida en alguna parte, entonces, opuesto a un centro de
expansión, generalmente hay una zona de subducción: una trinchera donde una placa
oceánica está siendo empujada hacia atrás en el manto. Este proceso constante de crear
una nueva corteza oceánica y destruir la antigua corteza oceánica significa que la corteza
oceánica más antigua de la Tierra tiene solo unos 200 millones de años.
Por el contrario, la mayor parte de la corteza continental es mucho más antigua. Las rocas
de corteza continental más antiguas de la Tierra tienen edades en el rango de
aproximadamente 3700 a 4280 millones de años34 y se han encontrado en el Narryer
Gneiss Terrane en Australia Occidental, en el Gneis Acasta en los Territorios del
Noroeste en el Escudo Canadiense y en otras regiones cratónicas como aquellos en
el Escudo báltico. Se ha encontrado algo de Zircón con una edad de hasta 4300 millones
de años en el Narryer Gneiss Terrane.
La edad promedio de la corteza continental actual de la Tierra se ha estimado en unos 2
mil millones de años.5 La mayoría de las rocas corticales formadas antes de hace 2500
millones de años se encuentran en cratones. Dicha corteza continental antigua y la
astenosfera del manto subyacente son menos densas que en cualquier otra parte de la
Tierra y, por lo tanto, no se destruyen fácilmente por subducción. La formación de nueva
corteza continental está vinculada a períodos de orogenia intensa; estos períodos
coinciden con la formación de los supercontinentes como Rodinia, Pangea y Gondwana.
La corteza se forma en parte por la agregación de arcos insulares, incluidos los cinturones
de pliegues metamórficos y graníticos, y se conserva en parte mediante el agotamiento del
manto subyacente para formar un manto litosférico flotante.
General
- Definista
Existen dos tipos de corteza terrestre: corteza oceánica, caracterizada por ser más
delgada y en ella se puede realizar la identificación de tres niveles; por otra parte se
encuentra, la corteza continental que posee menos homogeneidad entre sus elementos
que la conforman y posee una densidad menor con respecto a la corteza oceánica.
Corteza terrestre
La Corteza Terrestre.
Es la capa rocosa Corteza terrestre
externa de la Tierra.
Es comparativamente
fina, con un espesor
que varía de 7 km, en
el fondo oceánico,
hasta 70 km en las
zonas montañosas de
los Continentes.
Los elementos más
abundantes de esta
capa son el silicio,
el oxígeno,
el aluminio y
el magnesio. La Concepto: La Corteza Terrestre es la capa rocosa
corteza de la Tierra ha externa de la Tierra
sido generada por
procesos ígneos, y
estas cortezas son más ricas en elementos incompatibles que sus mantos
subyacentes.
Contenido
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En la tierra el agua resulta ser el único elemento que existe a temperaturas ordinarias, y en los
tres estados de la materia, tales como sólido, líquido, y gaseoso.
En la lluvia, lagos, mares, océanos y en el rocío, entre otros, aparece en estado líquido, y las
nubes y el vapor manifiestan el estado gaseoso.
La gravedad genera que se acumule en las partes libres de las rocas y debajo de la superficie,
conformando depósitos de agua subterránea que saben abastecer pozos, manantiales y el curso
de algunas aguas como son los arroyos y que ayudan en épocas de sequía.
Hay dos tipos de superficie terrestre: la corteza oceánica , que implica el 75 % de la superficie
planetaria total y dispone de tres niveles: nivel inferior o III, limita con el manto y está formada
por gabros y rocas plutónicas básicas; el nivel II de basaltos se sitúa sobre los gabros
mencionados; y sobre los basaltos se halla el nivel I conformado por los sedimentos.
Y por su lado, la corteza continental, es menos homogénea que la anterior ya que la conforman
rocas de diferentes orígenes y es menos delgada.
Al comienzo era fría pero la contracción de los materiales que la componían y la radiactividad
de algunos elementos hicieron que su temperatura se elevase.
Debemos decir también que la tierra está rodeada por un potente campo magnético, podríamos
ponerlo en términos que la tierra tiene un enorme imán interno.
En la misma se distinguen montañas, ríos, mesetas, llanuras, desiertos, selvas, entre otros, que
son los que delinean y caracterizan la forma que ostenta.
Pero la tierra tal como se presenta hoy dista mucho de tener el aspecto que disponía cuando
nació, porque en aquellos tiempos era solamente una acumulación de rocas conglomeradas que
cuando se calentó su parte interior terminó fundiendo todo el planeta.
Cuando pasa el tiempo, la corteza se seca y se vuelve sólida, en las partes más bajas se
acumuló el agua y por encima de la corteza se conformó una capa de gasas: la atmósfera.
En tanto, la formación del universo se produce hace unos trece mil años con la famosa
explosión que se conoce como Big Bang, cuya tremenda fuerza impulsó fantásticamente la
materia.
En el caso de la granítica, las que la componen son rocas similares al granito que formarán la
masa madre de aquellas zonas continentales emergidas. Entre esta capa y la siguiente se ubica
la discontinuidad de Conrad, que indica los límites entre la granítica y la basáltica y por último,
la basáltica, está conformada por rocas parecidas a los basaltos, esta es la capa
inmediatamente continúa a la tierra y la discontinuidad de Mohorovicic la separa del manto.
Y la continental ostenta una naturaleza menos homogénea y densa que la anterior por eso se
ubica encima de la oceánica, ya que entre su composición se encuentran rocas que provienen
de diversos orígenes, como ser las ígneas ácidas como el granito, acompañadas por una
importante masa de rocas metamórficas.
Leonardo W Crick
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La corteza oceánica
La corteza oceánica es la parte de la corteza terrestre que cubre las
cuencas oceánicas. Se compone de rocas de color oscuro compuesto de
basalto.
La corteza continental
La corteza continental representa el 40% de la superficie de la Tierr a y
se compone de roca de granito que es de color claro. Esta piedra es rica
en componentes como el silicio, el aluminio y el oxígeno.
Tiene un espesor que varía entre 20 millas, (35 km). En las llanuras, hasta
40 millas, que es de unos 70 km en las montañas más altas.
Distribución
La corteza terrestre se divide en pedazos llamados placas. El calor que
sube y cae dentro del manto crea corrientes de convección generadas por
la desintegración radiactiva en el núcleo.
Composición de la corteza
La corteza se compone de una variedad de rocas ígneas, metamórficas y
sedimentarias reunidas en placas tectónicas.
Los elementos químicos presentes en el sistema solar, son los mismos que
componen la corteza terrestre pero en proporciones diferentes. La corteza
terrestre no tiene una composición uniforme. Por un lado, la corteza
continental es mucho más gruesa con mayor proporción de sílice y es más
liviana que la corteza oceánica.
Incluyen no sólo la lava arrojada desde los volcanes, sino también rocas
como el granito, que están formados por magma que se solidifica muy
bajo tierra. Típicamente, el granito compone partes grandes de todos los
continentes.
El lecho marino está formado por una lava oscura llamada basalto, la roca
volcánica más común. El basalto también se encuentra en los flujos de
lava volcánica, como los de Hawái, Islandia y grandes partes del noroeste
de Estados Unidos.
Las rocas de granito pueden ser muy viejas. Se cree que algunos granitos,
en Australia, tienen más de cuatro mil millones de años de antigüedad,
aunque cuando las rocas se ponen tan viejas, han sido alteradas lo
suficiente por fuerzas geológicas que es difícil clasificarlas.
Casi tres cuartas partes de la corteza continental están cubiertas por rocas
sedimentarias y casi todas están cubiertas por sedimentos sueltos (tierra,
arena, tierra, etc.).
Distribución global
El mapa de las masas terrestres muestra que la corteza oceánica ocupa la
mayoría de la superficie de la Tierra, y que la corteza continental se
encuentra en el hemisferio norte.
La Corteza Terrestre
Desde sus orígenes, nuestro planeta está compuesto de diversas capas que se
formaron mientras los materiales pesados caían hacia el centro y los más ligeros
salían a la superficie. Entre algunas de las capas se producen cambios químicos o
estructurales que provocan discontinuidades. Los elementos menos pesados, como
silicio, aluminio, calcio, potasio, sodio y oxígeno, componen la corteza exterior.
Las placas que forman la corteza terrestre se encuentran flotando sobre materiales
pastosos sometidos a fuertes presiones. Se desplazan lentamente las unas con
respecto a las otras. En el pasado estuvieron unidas, después se separaron formando
los actuales continentes.
Los métodos de datación sitúan la edad de algunos meteoritos en unos 4500 millones
de años coincidente con la edad de la tierra. Se cree que la composición de muchos
meteoritos es idéntica a la de algunas capas del interior terrestre. (foto arriba: cráter
en Arizona por el impacto de un un meteorito, tiene aproximadamente 1,5 Km. de
diámetro, y se cree que su masa era de 300.000 ton. y viajaba a una velocidad de
60.000 Km/h.)
La corteza
La corteza oceánica
La corteza continental
El manto
El manto superior se prolonga hasta los 650 o los 700 km de profundidad. En este
punto, la velocidad de las ondas sísmicas se incrementa, al aumentar la densidad. A
su vez, en el manto superior pueden diferenciarse dos regiones; en la superficial, el
incremento de velocidad es constante con relación a la profundidad, mientras que en
la inferior la velocidad decrece súbitamente. Como resultado de la fusión que
experimentan las peridotitas en esta última capa, su rigidez disminuye con relación a
la capa superior.
El grosor del manto inferior varía entre 650-700 km —bajo la astenosfera— y 2.900
km —en la discontinuidad de Gutenberg, que marca la separación entre el manto y el
núcleo—. En la parte interna de esta capa, tanto la densidad —que pasa de .4 kg/dm3
a 6 kg/dm3, aproximadamente— como la velocidad aumentan de manera constante.
El núcleo
Los principales elementos constitutivos del núcleo terrestre son dos metales: hierro y
níquel. A partir del límite marcado por la discontinuidad de Gutenberg, la densidad
experimenta un súbito aumento, desde 6 a 10 kg/dm3, aproximadamente. Por otra
parte, la velocidad de las ondas sísmicas primarias experimenta un rápido descenso
—se pasa de 13 km/s a 8 km/s—, al tiempo que no se registra propagación de ondas
secundarias hasta profundidades de 5.080 km. En este último punto, conocido como
discontinuidad de Lehmann, la velocidad de las ondas primarias vuelve a
incrementarse, situándose en torno a los 14 km/s en el centro del globo terrestre.
La prolongación de los continentes por debajo del nivel del mar constituye los
márgenes continentales, formados por corteza continental. Se distinguen tres zonas
principales: la plataforma, el talud y la elevación.
Las cuencas
Las cuencas, cuya profundidad puede superar los 4.000 m, están formadas por
corteza oceánica. En ellas pueden individualizarse diversas formas, desde antiguos
volcanes, que hoy son montañas submarinas, hasta áreas deprimidas de perfil
estrecho y alargado, las denominadas fosas oceánicas, que marcan el punto de
contacto entre las placas litosféricas.
LITOSFERA Y ASTENOSFERA
• La litosfera, formada por la corteza y la zona externa del manto superior, es bastante
rígida, presenta aproximadamente 100 km de espesor y en ella, la velocidad de las
ondas sísmicas aumenta constantemente en función de la profundidad.
Está claro que el interior terrestre está formado por varias capas, y en esto coinciden
todos los modelos. Pero las investigaciones sobre el interior de la Tierra se han
centrado en dos aspectos. en la composición de los materiales que forman las
distintas capas del planeta y en el comportamiento mecánico de dichos materiales (su
elasticidad, plasticidad, el estado físico...)
Por eso, se distinguen dos tipos de modelos que presentan diferentes capas, aunque
coinciden en muchos puntos: el modelo estático y el modelo dinámico.
Por debajo de la corteza se encuentra el manto, mucho más uniforme, pero con dos
sectores de composición ligeramente distinta: el manto superior, en el que destaca la
presencia de olivino, y el superior, con materiales más densos, como los silicatos.
Por último, la capa más interna es el núcleo, que se caracteriza por su elevada
densidad debido a la presencia de aleaciones de hierro y níquel en sus materiales. El
núcleo interno podría estar formado por hierro puro.
La capa más externa es la litosfera, que comprende la corteza y parte del manto
superior. Es una capa rígida. La litosfera descansa sobre la astenosfera, que equivale
a la parte menos profunda del manto. Es una capa plástica, en la que la temperatura y
la presión alcanzan valores que permiten que se fundan las rocas en algunos puntos.
El Suelo
Se conoce como suelo la parte superficial de la corteza terrestre conformada por
minerales y partículas orgánicas producidas por la acción combinada del viento el
agua y procesos de desintegración orgánica.
Factores químicos: los minerales de las rocas, al entrar en contacto con el agua o el
aire, se disuelven o se oxidan, dando origen a sustancias con propiedades diferentes
a las de los minerales primitivos.�
Entre�las piedras del suelo, se fue infiltrando el agua y el aire. El agua comenzó a
disolver diferentes materiales, a mezclarlos, y el oxígeno del aire a su vez, inició su
oxidación logrando entre ambos, una lenta descomposición de las rocas y la
formación de nuevos compuestos de pequeño tamaño y espesor. En esta etapa de
meteorización, las rocas sufrieron cambios químicos.
Factores geológicos:
Los terremotos, movimientos sísmicos,
derrumbes y temblores son los principales
factores geológicos que causan cambios
bruscos en el relieve, por consiguiente el
factor geológico es de suma importancia
en la formación del suelo, éste afecta la
erosión y deposición del material rocoso.
Perfil del suelo
Los suelos no son todos iguales entre sí, porque varía la cantidad y calidad de
partículas minerales y orgánicas que los componen.