Antología Derecho Constitucional
Antología Derecho Constitucional
Antología Derecho Constitucional
CONSTITUCIONAL
GRUPO 201
Descripción breve
RESUMEN DE LOS TEMAS EXPUESTOS EN CLASE
ASESOR:
JULIO CESAR CASTILLO VITE.
ELABORADO POR LOS ALUMNOS:
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Contenido
UNIDAD 1: EL DERECHO CONSTITUCIONAL. CONCEPTO Y CONTENIDO. ................ 4
1.1. DERECHO CONSTITUCIONAL: CONCEPTO Y CONTENIDO ........................... 4
1.1.1 EVOLUCION DEL CONSTITUCIONALISMO CLASICO ORIGEN Y
FORMACIÓN .............................................................................................................. 6
1.1.1 INGLATERRA............................................................................................. 11
1.1.2 ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA ................................................ 12
1.1.3 FRANCIA .................................................................................................... 13
1.2 EVOLUCIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL MEXICANO 1812, 1814,
1824, 1836, 1843, 1847, 1857, 1917. ........................................................................... 14
UNIDAD II. ORIGEN Y EVOLUCION DEL ESTADO........................................................ 15
2.1. SURGIMIENTO Y EVOLUCIÓN DEL ESTADO..................................................... 15
2.1.1. MODELOS PRE ESTATALES: LA POLIS GRIEGA Y LA CIVITAS ROMANA 16
2.1.2. LA EDAD MEDIA ............................................................................................ 16
2.1.2. EL ESTADO MODERNO ABSOLUTISTA ....................................................... 18
2.1.3. EL ESTADO LIBERAL ................................................................................ 18
2.1.4. DEL ESTADO LIBERAL AL ESTADO CONSTITUCIONAL ............................. 19
2.2.1 ELEMENTOS DEL ESTADO. TERRITORIO, POBLACIÓN Y PODER
SOBERANO. ............................................................................................................ 20
2.3 FORMAS DE ESTADO Y FORMAS DE GOBIERNO: CONCEPTOS. TEORÍAS Y
CLASIFICACIONES. .................................................................................................... 21
2.3.1 CENTRALISTA, FEDERAL, REGIONAL, AUTONÓMICO, CONFEDERADO. . 22
2.4 MONARQUÍA Y REPÚBLICA. ................................................................................ 23
2.5 PRESIDENCIALISMO, PARLAMENTARISMO Y RÉGIMEN DE ASAMBLEA O
DIRECTORIAL. ............................................................................................................ 23
UNIDAD 3: LA CONSTITUCIÓN. CONCEPTO Y CLASIFICACIONES. ........................... 25
3.1 LA CONSTITUCIÓN. CONCEPTO Y CLASIFICACIONES. .................................... 25
3.2 LA CONSTITUCIÓN COMO NORMA JURÍDICA Y COMO ELEMENTO DEL
SISTEMA POLÍTICO. ................................................................................................... 26
3.3 DIVERSAS CLASIFICACIONES DE LAS CONSTITUCIONES. ............................. 26
3.3.1 CONSTITUCION FORMAL Y CONSTITUCIÓN MATERIAL. ........................... 28
3.3.2 POR SU EXTENSION: BREVES O EXTENSAS. ............................................. 29
3.3.3 POR LA FORMA: ESCRITA O CONSUETUDINARIA. ..................................... 29
3.3.4 POR SU ORÍGEN HISTÓRICO: OTORGADAS, PACTADAS O IMPUESTAS . 31
3.3.5 POR SU EFICACIA: NORMATIVAS, NOMINALES O SEMÁNTICAS. ............. 32
3.3.6 POR SU PROCEDIMIENTO DE REFORMA: RÍGIDAS, FLEXIBLES O
SEMIRÍGIDAS. ......................................................................................................... 33
UNIDAD 4: LA CONSTITUCION, EL PODER CONSTITUYENTE Y LOS PODERES
CONSTITUIDOS. ............................................................................................................. 35
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4.1 LA CONSTITUCION Y EL PODER CONSTITUYENTE. ......................................... 35
4.1.1 CONCEPTO DE SOBERANIA Y EVOLUCION ................................................ 40
4.1.2 PODER CONSTITUYENTE Y PODERES CONSTITUIDOS ............................ 45
4.1.3 EL CONSTITUYENTE PERMANENTE Y LAS REFORMAS
CONSTITUCIONALES ............................................................................................. 49
4.2 PARTES QUE CONFORMAN LA CONSTITUCIÓN. ............................................ 112
4.2.1 PARTE DOGMÁTICA. ................................................................................... 115
4.2.2 LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y SUS GARANTÍAS DE PROTECCIÓN.
............................................................................................................................... 115
4.2.3 LA SUSPENSIÓN DE LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES .................. 116
4.3 PARTE ORGÁNICA. EL TERRITORIO, LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO Y LA
DISTRIBUCIÓN DE PODER. ..................................................................................... 117
4.3.1 LA TEORÍA DE LA DIVISIÓN DE PODERES. ............................................... 119
4.3.2 LA RELACIÓN Y EQUILIBRIO DE PODERES. ............................................. 119
4.2.3 LA INTEGRACIÓN DE LOS PODERES EN MÉXICO Y ES SUS ESTADOS. 120
4.2.4 LAS FACULTADES DE LAS PODERES PÚBLICOS EN MÉXICO.
ATRIBUCIONES FORMALES Y MATERIALES. ..................................................... 124
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UNIDAD 1: EL DERECHO CONSTITUCIONAL. CONCEPTO Y CONTENIDO.
El Derecho Constitucional es una rama del Derecho Público que tiene por objeto
analizar un conjunto de fuentes, principios y leyes fundamentales que rigen el
ordenamiento jurídico de un país.
Es una rama del Derecho Público que regula las relaciones entre el Estado y
particulares cuando estos últimos actúan en sus potestades públicas.
Limita el actuar del Estado la Constitución limita el actuar del Legislador y los
Poderes Públicos de un País.
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a través del documento llamado Constitución o Carta Constitucional, también
llamada Carta Magna.
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Características de la rama del derecho público. Dice: Dr. Fernández Vásquez.
El derecho público es el conjunto de normas en virtud de las cuales el estado
despliega su actividad, en ejercicio de su poder público, para satisfacer su interés
general. Derecho Público. Se conoce con el nombre de derecho público a la rama
del Derecho que tiene el objetivo de regular los vínculos que se establecen entre los
individuos y las entidades de carácter privado con los órganos relacionados al poder
público, siempre que éstos actúen amparados por sus potestades públicas legítimas
y en base a lo que la ley establezca.
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ARISTÓTELES • En la Constitución de los atenienses Aristóteles refleja tanto la
realidad legislativa de la gran ciudad estado y el contexto en que esta se fue
plasmando a lo largo de la historia, como los principales momentos de la misma en
lo que se refiere a distintas innovaciones de tipo político- administrativas. • La obra
muestra, además, el pensamiento heleno acerca de la configuración política y socio-
cultural de Atenas.
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creada por personas capaces de gobernar con un arte y una fuerza superiores a la
ley. Pero ese gobernante ideal no existe.
EN ROMA • El Derecho público debe a Roma dos conceptos muy importantes, los
cuales jugarán a partir de la Edad Media, un papel capital en la formación de los
Estados modernos: el concepto de superanitas del cual se deriva el término
soberanía y el concepto de imperium, el cual se debe entender como un poder
específicamente político, independiente de los medios de acción económicos o
religiosos, ejercido sobre hombres libres, con el apoyo de las instituciones políticas.
EDAD MEDIA • En la Edad Media dos hechos históricos son los que van a influir
considerablemente en el aspecto político: El Imperio Romano y el nacimiento y
evolución del Cristianismo. • En la Edad Media se consideró a la Constitución como
una regla particular, como un edicto u orden, expedido por la autoridad eclesiástica,
particularmente por el Papa. Durante el siglo XII el concepto varió; ya no se trata de
una orden papal o episcopal, sino de un acuerdo que había de regular las relaciones
entre la Iglesia y el Estado.
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El Papa Leon III en la navidad del 800 corona emperador a Carlomagno, se instala
en Europa occidental el Orden Cristiano Feudal.
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Hungría. Similares circunstancias obligaron al monarca húngaro a elaborar un
cuerpo legal donde otorgaba privilegios a la nobleza y reducía los del rey.
El 8 de Mayo, un comité reunido por Sir Edward Coke envió un borrador a la Cámara
de los Lores. Después de tres semanas de debates entre ambas cámaras se ratificó
la Petición de derechos los días 26 y 27 de Mayo.
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PETICIÓN DE DERECHOS DE 1628 Como respuesta, la Cámara de los Comunes
preparó un grupo de cuatro Resoluciones censurando estos actos y reformulando
la validez de la Carta Magna y el requisito legal de Habeas Corpus. Carlos rechazó
las resoluciones y disolvió el parlamento. Después de esto los Comunes se
reunieron el 6 de Mayo y decidieron redactar una petición de derechos.
1.1.1 INGLATERRA
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El Derecho de Inglaterra anterior a la Guerra de la Independencia de los Estados
Unidos todavía forma parte del Derecho de los Estados Unidos, excepto por el caso
del estado de Luisiana, y supone la base de muchas costumbres y procedimientos
legales americanos a pesar de no tener jurisdicción ya en esos territorios.
Las divisiones político-administrativas del país son las muy diversas entidades su
nacionales que juntas conforman los Estados Unidos. La división principal es el
estado. Los gobiernos federales y estatales de los Estados Unidos operan dentro
de un sistema de soberanía en paralelo, por lo que los estados no son técnicamente
«divisiones» creadas dentro de los Estados Unidos, sino más bien las unidades que,
junto con el distrito federal y los otros territorios administrados por el gobierno
federal, componen a los Estados Unidos.
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similar a municipios por la Oficina del Censo de Estados Unidos. Ciudades y
municipios se utilizan como subdivisiones de condados en 20 estados,
principalmente en el noreste y medio oeste del país.
1.1.3 FRANCIA
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1.2 EVOLUCIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL MEXICANO 1812, 1814,
1824, 1836, 1843, 1847, 1857, 1917.
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UNIDAD II. ORIGEN Y EVOLUCION DEL ESTADO
La polis griega: polis (en griego poleis en plural) era denominación dada a las
ciudades estado de la antigua Grecia, surgidas desde la Edad Oscura hasta la
dominación romana. Polis se denominaba a la ciudad y al territorio que ella
reclamaba para sí, tenían un gran nivel de autoridad, si bien no del todo, lo que les
garantizaba libertad, autonomía política y económica. No existía oposición entre lo
urbano y lo rural, ni existían relaciones de.. dependencia; muchos residentes
urbanos Vivian de las rentas del campo, al igual que la gran mayoría de los
aristócratas.
El tamaño de la polis era variado pero generalmente son de poca extensión.
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Las relaciones feudo-vasallaticas, entre individuos. Entre los nobles se establece
una relación señor-vasallo, de mutuas obligaciones políticas jurídicas y económicas.
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2.1.2. EL ESTADO MODERNO ABSOLUTISTA
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Nuevo régimen o régimen liberal. Su duración en el tiempo puede entenderse como
continua hasta la actualidad o limitarse hasta el periodo de entre guerras (1918-
1939).
Los reyes fueron quienes iniciaron este proceso a lo largo de los siglos XIV Y XV,
interesados en concentrar el poder en su persona debieron negociar con los señores
feudales quienes cedieron sus derechos individuales sobre sus feudos, a cambio de
una serie de privilegios. Los que no estuvieron dispuestos a transar, fueron
sometidos a través de violentas guerras.
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Durante el siglo XVII, este país se convirtió en la mayor potencia Europea.
La población: es otro elemento esencial del Estado, ya que sin él éste no podría ser
una comunidad organizada. También aquí cabe decir que se trata de un elemento
cualitativo, esto es no pueden existir Estados sin población, pero la cuantía de la
misma es indiferente para determinar la existencia de un Estado, es decir los hay
con poblaciones enormes (China, India etc.) y con apenas unos miles o decenas de
miles de personas. Pero al revés si es posible que haya población sin Estado, como
ocurre en el caso de los apátridas, tanto como individuos aislados como
determinados grupos étnicos o nacionales, que están en el territorio de un Estado
pero no forman su población y tampoco son nacionales de otro Estado.
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Poder soberano: Desde el punto de vista político– y, además, democrático– se
entiende que quien ejerce el poder público lo hace legítimamente. Esto quiere decir
que posee facultad, indiscutible autoridad. El ejercicio de ese poder se manifiesta
por el derecho que tiene el funcionario para imponer su mandato a un particular o a
una colectividad. Esto tiene relación directa con la soberanía, como concepto
político-jurídico. O sea, con el poder de mando en una sociedad política. El poder
implica fuerza, y al ser impuesta por los órganos burocráticos, la legitimista. Así, el
poder de hecho se transforma en poder de derecho.
Son los diversos modelos que los estados pueden adoptar en base a la relación
dada entre sus tres elementos constitutivos, que son el: territorio, población y el
poder.
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2.3.1 CENTRALISTA, FEDERAL, REGIONAL, AUTONÓMICO, CONFEDERADO.
ESTADO REGIONAL
CONFEDERACIÓN
Del latín confoederatio, alianza, liga, unión o pacto entre algunas entidades y más
comúnmente entre naciones o estados. La confederación es el punto de mayor
descentralización dentro del amplio espectro que va desde el estado unitario
(Francia o España), pasando por la federación (Estados Unidos o Canadá), hasta
terminar en la primera; es decir de menor a mayor descentralización o viceversa,
cuando se le ve desde el punto de vista de estado unitario.
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2.4 MONARQUÍA Y REPÚBLICA.
Primero que todo, debemos saber que tanto la Monarquía (cuando es Absoluta)
como la República son formas diferentes en que se gobiernan los Estados. Esto es,
porque existen varios tipos de Monarquías, en las cuales se define la participación
del Rey en el Gobierno.
El Monarca absoluto dirige y controla los tres poderes del estado: ejecutivo,
legislativo y judicial, mientras que en la República, los tres poderes son
independientes, siendo el ejecutivo y el legislativo elegidos democráticamente, y el
poder judicial lo eligen los miembros del gobierno.
Otra diferencia es que en la Monarquía, el reinado del Rey es vitalicio, a no ser que
abdique por razones personales. En la República, el Presidente es elegido por un
período determinado, ya sea 4 ó 6 años, después del cual se llama a elecciones
nuevamente.
EL PRESIDENCIALISMO
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poderes entre el poder legislativo, poder ejecutivo, poder judicial y el Jefe del
Estado, además de ostentar la representación formal del país, es también parte
activa del poder ejecutivo, como Jefe de Gobierno. Ejerciendo, pues, una doble
función porque le corresponden facultades propias del Gobierno, siendo elegido de
forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento. La república
democrática presidencialista más conocida en la historia contemporánea es
Estados Unidos.
EL PARLAMENTARISMO
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Menor representación del conjunto social, en la medida que las decisiones no se
consensuan en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas representadas
en el Congreso.
Menor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno, en la medida que el
Congreso no puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de censura.
Tendencia al bipartidismo como su forma más estable, debido a la necesidad de
financiación y la falta de identidad política.
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competencias, los fundamentos del sistema económico y las relaciones sociales,
los deberes y derechos de sus ciudadanos.
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características principales, su supremacía sobre cualquier otra norma del
ordenamiento jurídico.
Según su reformalidad
Constituciones flexibles.
Según su origen
Constituciones otorgadas
Constituciones impuestas.
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Hay constituciones que son impuestas por el parlamento al monarca.
Constituciones pactadas.
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ambigüedades en que, a veces, se incurre por la excesiva brevedad de los
preceptos constitucionales.
Pero quizá el mayor argumento –en mi criterio- sea el de no dejar a la voluntad del
legislador ordinario, cuando elabore la ley respectiva, aquellas cuestiones que el
legislador constituyente ha considerado como importantes; en tales casos, para
evitar la tergiversación, se prefiere desarrollar las normas constitucionales dentro
de la orientación y el sentido dados por el constituyente.
CONSTITUCIÓN BREVE:
CONSTITUCIÓN EXTENSA:
Es aquella que su contenido alcanza una gran extensión de artículos, por ejemplo,
de la Colombia que tiene 380 artículos.
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También se clasifican a las Constituciones en escritas y consuetudinarias, según se
trate de normas reunidas y redactadas en un documento o texto único sancionado
por el órgano competente; o bien, son reglas nacidas de la costumbre impuestas
por los usos y prácticas reiteradas. El carácter de texto escrito le otorga mayor
precisión (a la vez que facilita su conocimiento y difusión) y corresponde mejor a la
noción de rigidez constitucional que vimos anteriormente.
Constituciones consuetudinarias
Constituciones escritas
Las constituciones escritas son incorporadas por lo general a un texto único, pero a
veces formadas por una pluralidad de textos.
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3.3.4 POR SU ORÍGEN HISTÓRICO: OTORGADAS, PACTADAS O IMPUESTAS
Cartas otorgadas
Las cartas otorgadas son las Constituciones del periodo de la monarquía limitada
en el que el soberano (el rey) autolimita su poder mediante el otorgamiento de una
"Constitución" y conservando todo el fondo de poder político del que no ha
establecido una limitación expresa.
Cartas pactadas
Las cartas pactadas son las Constituciones del periodo doctrinario, orleanista o de
monarquía constitucional pura en el que, como sabemos ya, se encuentran al mismo
nivel la legitimidad del monarca y la popular representada en el parlamento. Rey y
parlamento acuerdan una Constitución, que por eso se denomina pactada.
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el Nuevo Régimen su valor no es solamente histórico sino de circunstancias. Es
decir, en nuestro tiempo también podemos contemplar estas variables tipológicas
en distintos países de la tierra, en los que no hay reyes, pero puede haber un
dictador que en un momento dado autolimita su poder con una Carta Otorgada o las
seudo Cartas Pactadas por las que se gobiernan muchos países árabes y asiáticos.
Constituciones normativas
Las constituciones normativas son las que regulan racionalmente los procesos del
poder y éstos se cumplen conforme están previstos en la Constitución. La
Constitución sienta como un guante al pueblo que rige o, por utilizar un ejemplo muy
gráfico, es como un magnífico traje que nos ha hecho un buen sastre y que nos cae
divinamente.
Constituciones nominales
Hay países en los que hay buenos textos constitucionales, que incluso responden
al concepto ideológico, pero que en la realidad no se aplican porque no hay
suficiente madurez política en la población ni en los gobernantes. Los procesos del
poder no se desarrollan como algo deseable a lo que se quiere llegar... Se trataría
aquí del mismo traje del ejemplo anterior pero que está colgado en el armario a la
espera de que nuestro hijo adolescente crezca y pueda ponérselo.
Constituciones semánticas
Las constituciones semánticas son aquellas que se promulgan para engañar sobre
el desarrollo de los procesos del poder que se desenvuelven en la práctica extra
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muros de la Constitución. Estas Constituciones se hacen para cubrir esa especie de
requisito, del que hemos hablado, de que todos los países necesitan una
Constitución para presentarse ante la comunidad internacional, pero no existe
ninguna intención de cumplirlas. Ya no estamos describiendo un traje que nos sienta
bien, o que le sentará bien a nuestro hijo cuando crezca sino, lisa y llanamente, un
disfraz.
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Ecuador. Hay que tener presente que el exceso de rigidez puede contribuir a la
ruptura del Estado de Derecho porque se estaría dando un procedimiento
demasiado engorroso para la reforma de la Constitución, lo cual incitaría a buscar
los cambios a través de una "nueva" Ley Suprema.[1]
Constituciones rígidas
Constituciones flexibles
Desde este punto de vista podemos decir que todas las consuetudinarias son
flexibles, pero no todas las escritas son rígidas porque puede haber Constituciones
escritas que no tengan previsto un procedimiento especial para su modificación.
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UNIDAD 4: LA CONSTITUCION, EL PODER CONSTITUYENTE Y LOS
PODERES CONSTITUIDOS.
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El poder constituyente viene a ser el órgano con especial competencia para dictar
o reformar la Constitución, frente a los "poderes constituidos" que tienen normal
capacidad o competencia para expedir las demás normas jurídicas.
La distinción entre poder constituyente y poderes constituidos significa distinguir
entre la ley constitucional y las leyes ordinarias, fijando las diferencias: rígida la
primera, flexibles las segundas; las leyes ordinarias deben guardar conformidad con
la ley constitucional para tener validez, no la pueden contradecir o violar. De este
modo, los poderes constituidos quedan enmarcados y limitados por el poder
constituyente.
Expresado de otra manera, los poderes constituidos son las instituciones políticas
organizadas por el acto constituyente y que son incorporadas a la Constitución, es
decir los poderes constituidos emanan de un ordenamiento superior, al cual quedan
subordinados.
En síntesis, el poder constituyente es la consecuencia directa de las características
de supremacía o superlegalidad y del determinado grado de rigidez que posee la
Constitución. Kelsen, quien no da importancia a la teoría del poder constituyente,
considera que ésta es tan sólo una manifestación de la rigidez constitucional; que
no tiene más sentido que el de dificultar la modificación de la norma fundamental.
Según Kelsen, la "norma hipotética fundamental", en la que se basa, en último
término, la validez de la Constitución no tiene un determinado contenido, no expresa
quién es el "soberano" o titular del poder constituyente. Este puede corresponder a
cualquiera: tanto al autócrata como al pueblo. Kelsen piensa que señalar al pueblo
o a la nación como titular del poder constituyente es puro derecho natural, no
aceptable para la teoría “pura” del Derecho.
Hasta aquí el análisis del poder constituyente como una cuestión de técnica jurídica
constitucional.
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revolucionario, etc.? Siendo el poder constituyente la más alta expresión de la
soberanía, participa del mismo problema doctrinario de ésta, en el sentido de
determinar cuál es el titular ¿en quién reside?
Como es conocido, la noción de soberanía se forjó en la Edad Media como un
atributo de la monarquía (los “soberanos”), que resultó el vencedor final de las
guerras contra el papado y los feudales, tuvo en Juan Bodino (1530-1596) uno de
los primeros pensadores que delinearon el concepto de la soberanía como un poder
supremo que tiene la corona sobre los súbditos, cuyas características son: poder no
sometido a las leyes porque el soberano es la fuente del Derecho (la ley es un
mandato del soberano); es perpetuo en el sentido de no estar sujeto a un periodo
de tiempo; es un poder no delegado, indivisible e imprescriptible.
Casi dos siglos después, Rousseau sostendrá que la soberanía radica en el pueblo
y precisará las características de esta potestad. Sobre este tema, hubo precursores,
como el jesuita Francisco Suárez, John Locke y otros, pero es Rousseau quien
mejor argumenta y expone.
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de corte medieval –donde predominaba la nobleza y sus privilegios- en una
asamblea nacional constituyente.
En 1788, en vísperas del primer cambio revolucionario, se publicaron muchos
escritos contra el sistema político imperante; uno de ellos, que se volverá célebre,
se intitula ¿Qué es el Tercer estado? Su autor, el abate Sieyès pasa a ser un político
de gran autoridad durante la primera fase de la Revolución francesa.
Sieyès concibe una nueva idea de nación y adapta el principio de soberanía a la
nueva realidad; su escrito, que va más allá de reformar el Antiguo Régimen, le
convierte en oráculo de una clase económica —la burguesía— que aspiraba, no
sólo a ejercer un poder político sino a organizar la sociedad estatal bajo unos
principios nuevos. Entre la monarquía (Estado) y la sociedad individualista y clasista
hay un verdadero poder intermedio, que no es el conjunto de los estamentos sino
uno de ellos, convertido por su poder económico y cultural en el eje de la nueva
comunidad política.
Tal eje es el tercer estado, al cual Sieyès le da el nombre de “nación”, con un sentido
nuevo; la nación es la titular de la soberanía y, en consecuencia, ejerce el poder
constituyente, el cual es ilimitado por su propia naturaleza: por provenir del pueblo.
La nación elige a sus representantes que conforman la asamblea constituyente
encargada de elaborar una Constitución que recoja los cambios trascendentes del
nuevo régimen llamado a sustituir al anterior.
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El constitucionalismo, acorde con sus postulados, señala al pueblo o a la nación
como único titular del poder constituyente.
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6. El poder constituyente, por ende, es un orden creador de todo el orden
jurídico y los poderes constituidos son creados por el Poder Constituyente. La
supremacía constitucional presupone dos condiciones: a) El poder constituyente es
distinto de los poderes constituidos porque el autor de la Constitución debe ser
distinto y estar por encima de las demás voluntades particulares. b) Hay otra
diferencia de orden cronológico, en que el poder constituyente precede a los
poderes constituidos por ser el autor de la obra constitucional.
7. Existe una gran diferencia entre estas dos figuras, ya que primeramente,
la asamblea constituyente es aquella donde reside l poder constituyente, el cual
hace valer la soberanía popular, mientras que el órgano legislativo, es un poder
constituido, el cual se compone de dos cámaras de representantes, que tienen un
mandato especifico, acotado y determinado por la Constitución y conforme a ese
mandato se debe organizar.
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Soberano, na. Del b. lat. superanus, der. de super “sobre, encima”. 1. adj. Que
ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. [Real Academia Española.]
En el siglo XVI, Jean Bodin acuñaba, en su obra Les six libres de la République, la
acepción más popular del principio de soberanía: “El poder más alto en un territorio
dado”. Dicha definición daría pie, años más tarde, a que el concepto de soberanía,
en conjunción con el de pueblo y territorio, fuera entendido como elemento esencial
para la existencia de cualquier Estado. A partir de entonces, filósofos como
Rousseau afirmaron que un ente soberano “nunca puede obligarse […] [a una]
sumisión a otro soberano. [Ya que] violar el acto por el cual existe significaría
anularse y lo que nada es, nada produce”.
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cuales no deben intervenir en los asuntos internos de los otros para así preservar la
paz internacional. El Pacto de Westfalia, así como los demás acuerdos
internacionales, serviría para ejemplificar la dualidad —interna y externa— de la
soberanía estatal cristalizada en la máxima par in parem non habet imperium, de
donde derivarían múltiples conceptos del Derecho internacional, como jurisdicción,
libre autodeterminación, inmunidad, no intervención, igualdad soberana,
reconocimiento de derechos adquiridos (vested rights), etcétera.
En otras palabras, hay una sinergia entre soberanía y Derecho internacional donde
ambos coexisten gracias al otro. Por ejemplo, los tratados sinalagmáticos que se
suscriben a partir de la voluntad soberana de los Estados; la protección que otorga
el Derecho internacional al mismo principio de soberanía a través de figuras
jurídicas como la igualdad soberana, la no intervención, la cláusula democrática y
la inmunidad soberana, o la creación de instituciones regionales, como la
Organización de Estados Americanos donde la propia carta constitutiva señala que
dicha organización buscará, para sus miembros, proteger “su soberanía, su
integridad territorial y su independencia”.
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transporta al plano internacional. La existencia de un número de soberanías, lado a
lado, establece límites a la libertad de cada Estado a actuar como si los otros no
existiesen”.
Las dos posturas tradicionales respecto del concepto de soberanía son claras. Por
un lado, la postura clásica (horizontal) afirma que el Estado es soberano de forma
absoluta, sin limitación alguna, y convive hombro a hombro con otros entes
soberanos. Por el otro, la postura moderna (vertical) reconoce que el Estado es
soberano de forma relativa, ya que el sistema internacional es superior al sistema
jurídico nacional del cual deriva su poder soberano, llegándose a tener que el mismo
Estado delega algunas de sus facultades soberanas a organismos internacionales.
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En épocas recientes se puede a empezar a apreciar una tercera mutación del
concepto de soberanía, especialmente en temas como Derecho ambiental,
derechos humanos, obligación de proteger, Derecho de los refugiados y Derecho
penal internacional. Bajo esta “tercera postura” (transversal) se reconoce que se
vive en una comunidad internacional interdependiente, con responsabilidades
compartidas, donde los Estados cooperan entre sí para atajar problemas de carácter
trasnacional que no pueden ser solucionados de manera unilateral.
Esto significa que los Estados cooperan de manera más estrecha entre sí para
alcanzar fines comunes que promuevan sus intereses. Así se dan escenarios en los
que un Estado en particular puede asumir responsabilidades de un tercero para
llevar a cabo actos que de lo contrario —por carecer de las posibilidades o las
circunstancias adecuadas— el primer Estado no podría llevar a cabo de forma
inmediata o a cabalidad, como en el caso de persecuciones en caliente, la
protección de extranjeros en el extranjero (a través de la figura de la protección
diplomática o la asistencia consular), el auxilio en materia de desastres naturales, o
la persecución de delitos de carácter trasnacional o internacional.
Curiosamente, en este rubro es donde quizás existe mayor evolución por parte de
la realidad que se vive que en la psique colectiva, la cual, probablemente por los
traumas históricos que han vivido los Estados, se niega a aceptar las limitantes
estatales y la necesidad de complementar los esfuerzos nacionales —con aquellos
ofrecidos por gobiernos extranjeros— para atajar de lleno problemas
trasnacionales. Irónicamente el propio individuo, quien es el nuevo sujeto del
Derecho internacional, es el que se opone —quizás por nostalgia— a abandonar su
identidad nacional profundamente arraigada en el concepto del Estado-nación
clásico.
Conclusión
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nuevos actores, o el reconocimiento de sus potestades, derechos y obligaciones,
ha modificado radicalmente el entendimiento clásico del término. No cabe duda de
que este concepto seguirá mutando en las próximas décadas, principalmente por
los fenómenos del cambio climático, la crisis de refugiados, la llamada obligación de
proteger, las nuevas formas de vida política, entre muchos otros aspectos. Sin
embargo, este concepto tan difícil de definir no dejará de ser un punto de referencia
fundamental tanto para el Derecho internacional como para las relaciones
internacionales.
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guión. Su visión, mirar hacia adentro, auscultarse. Se plantea quedar bien aunque
lo haga mal. Quedarse aunque deba irse. Aparecer, pese a no haber estado allí.
Figurar sin haber cumplido. Hacer pensar que cree aunque ya no tenga fe en ideal
alguno. Dicho poder matar la esperanza mientras tremola una bandera de ilusiones.
Ofrece mucho y da migajas. Convierte las consignas en lugares comunes; las ideas
en pagarés; los ideales en órdenes de pago; la lucha en epitafio. En sus oficinas se
hunde la Revolución, se desacredita a los ciudadanos que luchan por el país y a los
servidores que les apoyan. Se ensalza a los trepadores y se premia a los
oportunistas. Se desacredita a los eficientes servidores públicos y se minusvaloriza
su gestión. Se cumple con los formalismos y se desatienden los deberes. Se
pisotean los derechos, se lesiona a las personas. Allí los funcionarios detentadores
de los poderes constituidos monopolizan los cargos públicos, crean indicadores de
gestión a su medida, muestran un impacto social desde una perspectiva paternalista
y asistencial para que la gente no fortalezca su autoestima, sino más bien profundice
sus sentimientos de auto conmiseración. En sus oficinas se manejan los recursos y
las “políticas sociales”, de modo que las personas de las clases populares sean a lo
sumo receptores agradecidos y no agentes activos en el proceso de construcción
de una sociedad justa y democrática.
El Poder Constituido puede aparentar ser revolucionario. Para ello usa los símbolos,
el gesto, el vestuario y el lenguaje de la Revolución. Pero nunca es verdaderamente
revolucionario porque su sensibilidad está atrofiada y su actuación se limita sólo a
hacer lo que le permite justificar su existencia. Conoce las normas que propician la
justicia social, mas aplica con diligencia los artilugios previstos para evadirlas. Vive
de mantener el mito de que cumple una función trascendental para la nación y la
ciudadanía. Pero son precisamente la soberanía nacional y sus ciudadanos más
pobres los que sufren su indiferencia y molicie.
47
contaminado; es glotón e insaciable pero ya no disfruta de los sabores de la vida;
su piel ya no siente la emoción de un abrazo porque bajo la epidermis de las
instituciones que lo apuntalan no hay entusiastas servidores públicos sino
desganados funcionarios. Asiste a las marchas, pero su paso no sigue el ritmo ni la
dirección del pueblo. No se guía por el amor sino por la codicia, la ambición, el
menosprecio o el miedo. Tal poder dice representar a los electores mientras ignora
a la gente que demanda su ayuda. Crea una normativa para perpetuar el sistema,
de modo que nada cambie, aunque así lo parezca. Establece una estructura para
distribuirse las funciones y los roles, no para satisfacer necesidades, buscar
soluciones y resolver problemas. Crea organigramas como quien llena crucigramas.
Coagula la sangre que alguna vez fluyó. Entonces, un enorme vació se crea entre
la masa del pueblo que se apiña en los pasillos solicitando un servicio y los
funcionarios que se desplazan en ascensores con espejo para ratificar que son
ellos, sólo ellos y los intereses que efectivamente representan, la razón de ser de
los poderes constituidos.
El Poder Constituido está más pendiente del cumplimiento del horario establecido,
del pago de los traslados y los viáticos, de los ardides para encubrir las faltas, de
salvar las apariencias, que de servir a los demás o de seguir un ideal. Cuando dentro
de ese poder surge una nueva propuesta para empoderar al pueblo, entonces niega
48
los recursos, retarda los procesos, descalifica las nuevas ideas o se hace el
desentendido. Cualquier innovación le exaspera porque le hace salir de su zona de
comodidad y de feudo. Es tolerante con las masas cuando se le someten o las
controla. No le importaría que se hiciese una revolución, pero sin hacer la
Revolución: así como los déspotas ilustrados que esgrimían el lema todo para el
pueblo, pero sin el pueblo. Aceptan que se les coloquen nombres nuevos a las viejas
políticas. Que tome el poder gente de ideas caducas con moderna fraseología y con
lenguaje subversivo, eso les gusta. De ese modo cambia la fachada, pero dentro
todo sigue igual. Vinagre en barriles de vino. Así, el Poder Constituido se transforma
de credo insurgente en ideología y retórica de sistemas congelados. En definitiva,
él representa lo que está a punto de morir y se niega a hacerlo. Obedece a las
razones de la muerte; se orienta en contra de la renovación y de la vida. Preconiza
un proyecto de destrucción. El Poder Constituido es una inmensa máquina de matar:
los sueños, las iniciativas, la creatividad, la autoestima individual y colectiva, los
impulsos de transformación, la pulsión de vida.
Constituyente Permanente.
A nivel local se le llama órgano revisor y se integra por el Congreso local y los
ayuntamientos.
49
adicionada o reformada. Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de
la misma, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras
partes de los individuos presentes, acuerden las reformas o adiciones, y que éstas
sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados."
I. PRECISIONES METODOLÓGICAS
50
Claus, Partidos políticos y nuevos movimientos sociales, Madrid, Sistema, 1988,
trad. Juan Gutiérrez, p. 30; que desde su origen y a partir de 1929, nuestro sistema
fue generando.
Pero quizá en este escenario no se ha tomado en cuenta otro fenómeno, la
emergencia de nuevos actores políticos y sociales que hasta este momento no han
hecho sentir su peso real en la cuestión que hoy se pone en la mesa de reflexión y
que no había escapado a la mira de los estudiosos del derecho, particularmente del
constitucional, y que es el tema de constituyente permanente y reforma
constitucional.
En vía de principio, justicia a quién justicia merece, de no ser por la convocatoria,
que el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (ELZN) hizo el 27 de junio de 1994
para la realización de una Convención Nacional Democrática con un programa de
discusión establecido, nuestro tema no se hubiese planeado, ya que uno de los
puntos de la Convención propone la entrada de un gobierno provisional cuya
finalidad sería la convocatoria para efectuar un nuevo constituyente permanente, el
cual fungiría como órgano encargado de expedir una nueva Constitución. Sin duda,
tal propuesta incide en el núcleo duro de la propia vigencia del sistema
constitucional mexicano, tema hoy en análisis y que los publicistas domésticos sólo
han tocado de modo incidental y a propósito de la fuerza normativa de la
Constitución.
Hernández, Pilar, "Fuerza normativa de la Constitución", Problemas actuales del
derecho constitucional. Estudios en homenaje a Jorge Carpizo, México, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, 1994, pp. 187-192.
Pero bien vista la cuestión, su esencia misma se encamina no tanto a la reforma
constitucional sino a la expedición de una nueva Constitución
El planteamiento sobre la necesidad de la expedición de una nueva Constitución
puede venir de una lectura diferente y hecha desde la postura del desgaste
institucional que ha sufrido el sistema político-constitucional, esencialmente del
Poder Ejecutivo y de las instancias de la administración pública; tema éste que no
es tratado por nosotros en esta sede sin embargo no queremos dejarlo de indicar,
aludiendo literalmente a lo señalado por Claus Offe, así: "Desde el momento en que
51
la concepción del Estado de derecho pierde su capacidad de programar la actuación
de la administración (no solamente porque ya no es el parlamento quien concibe y
cambia las leyes, haciéndolo la misma administración ministerial, sino ante todo
porque ésta dirige el proceso legislativo de acuerdo con sus propias necesidades,
logísticas por así decir, y según criterios de adecuación), sólo se pueden procurar
legitimaciones alternativas de una de las dos maneras siguientes: o bien
moviéndose en el plano supra legal de concepciones concretas del orden, con el
que pueden entonces darse contenido a conceptos como el de `orden fundamental
democrático-liberal' o pasando al plano infra legal de procesos de consenso", op.
cit., p. 17. Para Baldassarre, la teoría de la ingobernabilidad podría también ser
llamada "teoría de la sobrecarga" y comprende: "[...] il processo di svilupo della
democrazia tende a ricadere a danno della stessa. Più precisamente, la creazione
delle condizioni più favorevoli allo sviluppo dei gruppi e alla crescita delle aspettative
degli stessi, che la democrazia comporta, produce un sovraccarico di domande sulle
istituzioni politiche, che col tempo finisce per causare irrazionalità en processo
decisionale e appesantimenti nel funzionamento delle istituzioni rappresentative, tali
da mettere in serio pericolo la stabilità delle democrazie stesse". Baldassarre,
Antonio, "Introduzione", I limiti della democrazia, Roma-Bari, Guis. Laterza & Figli
Spa, 1985, p. XII.
Y, particularmente, quién o quiénes están legitimados; y aclarados éstos puntos,
cuáles son los canales institucionales para los efectos, ¿existen? y si no existen,
¿cuáles son las vías de solución, también institucionales con las que contamos?
52
Hablamos de la soberanía concebida tanto en el pensamiento de Jean Bodin como
en el de Juan Jacobo Rousseau, ejerciéndose, en consecuencia bien de manera
directa, ya a través de mecanismos de representación, típicos de los sistemas
político-constitucionales actuales.
La otra forma en que tiene origen una Constitución es a través de la revolución, esto
es el rompimiento violento de los fundamentos constitucionales de un Estado a
través de las armas y de la fuerza; quedan excluidos del concepto las rebeliones,
los motines y los cuartelazos.
Ver por todos, Carpizo, Jorge, Estudios constitucionales, México, IIJ/LEGM, 1983,
pp. 58 específicamente y, en general, pp. 43-63.
Sobre el particular se ha debatido en torno a si el artículo 136 de nuestra
Constitución da fundamento a este tipo de cuestiones, hago el planteamiento no
obstante no estar de acuerdo con esta postura, sobre todo porque el artículo 136
determina a la letra:
Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor. Aun cuando por alguna rebelión se
interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público se
establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como
el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y
a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que
hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren
cooperado a ésta.
Quizá la duda en torno a la eficacia del precepto antes citado, no ha sido apreciada
desde la posición de saber cuántos son los que rompen el orden constitucional y en
qué medida, y no obstante no cumplirse con el principio de legitimación por
procedimiento, el consenso es dado por el pueblo al nuevo orden instaurado, quizá
en este momento sin adjetivarlo como constitucional. ¿Qué tipo de fuerza normativa
podríamos atribuirle al imperativo contenido en el precepto de referencia?
¿Quién detenta el poder soberano del pueblo? Caben en este momento las palabras
de Juan Jacobo Rousseau "[...] es contrario a la naturaleza del cuerpo político
imponerse leyes que no puede revocar; pero que no es ni contra la naturaleza ni
53
contra la razón que no puede revocar esas leyes sino con la misma solemnidad con
que la estableció".
Citado por Cueva, Mario de la, Teoría de la Constitución, México, Porrúa, 1982, p.
125.
Dicho lo anterior resulta más fácil abordar el tema.
El poder constituyente del pueblo, como uno de los atributos de la soberanía, se
torna en la base misma del constitucionalismo, en general, y del mexicano, en
particular. Podríamos traducir el concepto de soberanía, como la primera y
fundamental decisión de nuestro ser constitucional, concepto que puede ser
resumido en su devenir como la lucha del hombre y de los pueblos para constituirse
en dueños de su propio destino.
Básicamente, en el marco del Estado de derecho
Al decir de Elías Días, el Estado de derecho presenta como características básicas
e indispensables:
a) Imperio de la ley: ley como expresión de la voluntad general.
b) División de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
c) Legalidad de la administración: actuación según ley y suficiente control
judicial.
d) Derechos y libertades fundamentales: garantía jurídico-formal y efectiva
realización material. Cfr. Díaz, Elías, Estado de derecho y sociedad
democrática, 8a. ed., Madrid, Taurus, 1986.
La cuestión que se debate es la titularidad de ese poder soberano, esto es: dentro
del sistema representativo, quién detenta el poder de representación, la respuesta
que ha sido más socorrida en este sentido es que en un sistema de tal naturaleza
las voluntades se confunden, así, la voluntad del pueblo reside en su
representación.
El poder constituyente del pueblo deviene de un Congreso Constituyente originario
integrado por representantes del propio pueblo; de este Congreso Constituyente
originario deriva, a su vez, una asamblea proyectista, integrada por miembros
escogidos del propio Congreso y encargado de elaborar un proyecto de Constitución
que, debatido, dará origen a la nueva carta fundamental.
54
Aquí me atrevo a expresar un dogma de fe; desde mi particular óptica existe un
grave problema en nuestro sistema constitucional debido en gran medida por haber
tomado como fuente teórica de referencia el positivismo kelseniano, particularmente
porque, Kelsen, en aras de crear un sistema jurídico sin falla, postula como norma
normorum de todo sistema jurídico, la tan conocida norma hipotética fundamental
que, salvo la mejor opinión, en el momento de su contrastación con la realidad -
sobre todo con una como la que se nos presenta- quiebra, dejando ausente
cualquier tipo de canal legitimatorio o de legalidad para la expedición del documento
fundamental del orden jurídico, como lo es la Constitución.
La conformación de un poder constituyente originario se caracteriza por dos notas
esenciales, primero, es un órgano especialmente creado, y segundo, tiene una
configuración específica: expedir una nueva Constitución.
Aunado a lo anterior, el poder constituyente se denota por el tipo de limitaciones
reales, esto es, el constituyente originario en su función primigenia se encuentra con
elementos fundantes a respetar, particularmente me refiero a los factores reales de
poder, en tanto que el poder constituyente permanente o revisor de la Constitución
tiene como límites la propia normativa constitucional. Con la Constitución todo,
sobre la Constitución nada.
Cabe pues dejar aquí planteado, ¿qué es la Constitución? Mi respuesta inmediata
sería: la Constitución de un estado es aquella en que se entrecruza norma y
realidad, ser y deber ser.
Disculpando lo extenso de la cita, no quiero terminar el presente acápite sin recordar
la palabra del Karl Loewenstein
Loewenstein, Karl, Teoría de la Constitución, 2a. ed., Barcelona, Ariel, 1976 (trad.
Alfredo Anabitarte), p. 161.
En torno a las constituciones escritas.
La convicción de que un Estado soberano debe poseer una constitución escrita está
tan profundamente enraizada que hasta las autocracias actuales se ven obligadas
a pagar su tributo a la legitimidad democrática inherente a la constitución escrita [...]
En nuestros días, la constitución escrita se ha convertido frecuentemente en la
tapadera para el ejercicio de un nudo poder. Una constitución formal no hace en
55
absoluto a un Estado, salvo en la más estricta significación literal, un auténtico
Estado constitucional.
56
vigente Constitución, como ustedes saben los consagra en el artículo 135, que a la
letra determina:
Artículo 135. La presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para que
las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el
Congreso de la Unión, por voto de las dos terceras partes de los individuos
presentes, acuerde las reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la
mayoría de las legislaturas de los Estados.
El Congreso de la Unión o la Comisión Permanente en su caso, harán el cómputo
de los votos de las Legislaturas y la declaración de haber sido aprobadas las
adiciones o reformas.
El precepto y la Constitución es omisa respecto de ciertos aspectos que
completarían al precepto transcrito, en razón de que en ningún artículo se hace
alusión a quiénes están facultados para iniciar una reforma constitucional, no
obstante y en razón de la aceptada traspolación que en materia de reforma
constitucional se ha realizado respecto del procedimiento de formación de las leyes
y decretos, tanto en lo relativo a la fase de iniciativa como de promulgación,
asimilándose así a la Constitución en su carácter de ley lato sensu.
Tendrán la facultad de iniciar una reforma constitucional, haciendo la traspolación
comentada, conforme al artículo 71 constitucional:
57
pues el órgano que está conociendo, constituyente permanente, tal como lo hemos
asentado, se encuentra por encima de los poderes constituidos y sin lugar a dudas
el Ejecutivo es uno de ellos; en consecuencia, jamás podrá hacer uso de su veto.
Por otro lado, en el procedimiento de reforma se sigue la prescripción del 72, inciso
h) que a la letra determina:
H. La formación de las leyes y decretos puede comenzar indistintamente en
cualquiera de las dos Cámaras, con excepción de los proyectos que versaren sobre
empréstitos, contribuciones o impuestos, o sobre reclutamiento de tropas, todos los
cuales deberán discutirse primero en la Cámara de Diputados.
El que se inicie la discusión en la Cámara de Diputados respecto a los temas
aludidos, consideramos que resulta conveniente toda vez que son aspectos de la
vida social e institucional que inciden más en la vida del pueblo y en razón de que
es la Cámara de Diputados la que tradicionalmente se ha considerado la
representante del pueblo, qué mejor que las discusiones tengan inicio en tal sede.
En cuanto a la aprobación por las legislaturas locales, el 135 constitucional
determina una mayoría simple por parte de aquéllas para que se considere
aprobada la reforma sometida al constituyente permanente.
Finalmente, por lo que se refiere a la promulgación, se sigue lo establecido por el
artículo 89, I, siendo el titular del Ejecutivo federal a quien corresponde tal facultad
de promulgación.
Como podemos apreciar en el artículo 135, no en exclusiva el que prevé el
procedimiento de reforma constitucional, se encuentra involucrado otro
procedimiento que es el de formación de las leyes, de ahí que en ocasiones se
tenga tan poco cuidado en las apreciaciones que respecto de la norma
constitucional podamos tener.
No resulta ocioso aludir que en su labor constante, el órgano revisor de la
Constitución mediante ese procedimiento dificultado ha llegado a un número de
reformas al texto fundamental, por demás incontables, o que quizá en este momento
lleguen a contarse en número de 700, aproximadamente.
Creo que cabe plantear la siguiente cuestión ¿la Constitución de 1917 sigue siendo
la misma Constitución después de las innumerables reformas (adiciones y
58
supresiones) que ha sufrido, entre las cuales podemos indicar un principio y una
decisión políticas fundamentales? ¿Sigue siendo útil aprender y enseñar la
clasificación que Bryce?
Recordemos que a través de metáforas, Bryce caracteriza a las constituciones que
él denomina "antiguas" (las que tienen su origen en los países de common law) y
las "modernas" y escritas (las que tienen su origen en el siglo XVIII). Así, para el
autor en comento, "las constituciones del tipo más antiguo pueden llamarse
flexibles, porque poseen elasticidad y se adaptan y alteran sus formas sin perder
sus características principales. Las constituciones del tipo más moderno no poseen
esta propiedad, porque su estructura es dura y fija. Por lo tanto no hay inconveniente
en darles el nombre de constituciones rígidas". Bryce, James, Constituciones
flexibles y constituciones rígidas. Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1952, p. 26.
Heredó a la doctrina constitucional, respecto de las diferencias que guardan las
constituciones rígidas y flexibles, clasificación que a servido tristemente para
adjetivar a la nuestra como rígida.
La Constitución válida sólo es aquella que no sólo guarda el contenido determinado
para lo que Karl Loewenstein considera como normativa, sino que además debe
necesariamente estar acorde con la realidad, y en este aspecto coincidimos con el
constitucionalista Gomes Canotilho al decir que una Constitución no sólo debe de
haber satisfecho el aspecto de la legalidad (conformidad con los procesos
constitucionalmente establecidos) sino, además: "[...] también el de la legitimidad
constitucional como validación social en correspondencia con los criterios de
justicia, con los valores, ideas sociales e imperativos enraizados en el mundo
social".
Gomes Canotilho, José Joaquim, Direito Constitucional, Coimbra, Almedina, 1980,
pp. 185-186. La traducción del texto es nuestra.
59
a la reforma constitucional u obsolescencia de la actual y, consecuentemente, de la
necesidad de una nueva Constitución ante el desgaste lacerante del poder político
dentro de este régimen presidencialista; si no fuera por la convocatoria lanzada por
el EZLN en torno al tema en particular.
Creo que para dar una respuesta coherente se debe determinar:
a) Quién o quiénes son los legitimados para expedir una nueva Constitución, y
b) través de qué mecanismos.
Respecto a la cuestión de la reforma, es necesario precisar que para quien esto
escribe no vale la llamada reforma constitucional integral, particularmente porque
se incurriría en omisiones y errores sistemático-constitucionales, ya por demás
evidentes en nuestra Constitución.
Por otra parte y echa la anterior salvedad, considero que no hay punto de debate
alguno, pues hasta ahora y tal como lo hemos visto, sirve la traspolación del
esquema de procedimiento de formación de las leyes al ámbito de la reforma
constitucional.
En cuanto a la probabilidad de crear una nueva Constitución, desde mi punto de
vista el problema se resuelve:
Primero. A través del concepto de soberanía,
Entre las formas de dar origen a una Constitución, según Bryce, están dos que nos
son ad hoc a este comentario, a saber: primero, aquellas en la cual "una nación
puede, por sí misma, crearlas cuando han renunciado a su antigua forma de
gobierno o se ha libertado de ella y desea crear otra enteramente de novo" y,
segundo, aquellas que "pueden crearse estrechando los lazos existentes con la
autoridad entre varias comunidades autónomas. Cuando los peligros anteriores o
los intereses económicos han conducido a estas comunidades a desar una unión
más íntima que la creada por los tratados o acuerdos federales, las comunidades
pueden constituirse en nación, con un gobierno acordado con un instrumento que
las mantendrá unidas y se encargará de que actúen como cuerpo único". Bryce, op.
cit., pp. 102-104.
Con independencia de que nos encontremos dentro de una democracia
representativa, ya que aquélla reside esencial y originariamente en el pueblo y el
60
pueblo puede pedir que se convoque a un nuevo Congreso Constituyente originario
para que se elabore una nueva Constitución.
¿Quién estaría facultado para realizar la convocatoria? Ya que no nos encontramos
ante una situación de ruptura constitucional sino de la canalización a través de los
representantes legítimos, el único legitimado para hacer la convocatoria a un nuevo
Congreso Constituyente sería el Poder Legislativo.
Segundo. Si se opta por la reforma constitucional ésta sólo es posible si se realiza
para insertar mecanismos de democracia directa como lo son el plebiscito y el
referéndum. Desde luego, este procedimiento es tardado pero, sin lugar a dudas,
se determina dentro del marco de legalidad y legitimidad que se consagra en
nuestro ordenamiento jurídico.
Estoy cierta de que este siglo, al igual que sucedió con el anterior, se ve plasmado
de acontecimientos que rompen con todos los paradigmas, con estructuras, y se ve
convulsionado en sus cimientos de tal esquema no escapa nuestro país, pero aquí
y ahora, más que nunca, lo que se requiere es el respeto a la dignidad de los que
conformamos y damos vida a esta sociedad mexicana, la revolución como la
resistencia civil sólo conducen a la irracionalidad del poder.
Finalmente sólo nos resta hacer dos reflexiones:
Primera. La labor de los constitucionalistas si bien no se mueve al impulso de los
vientos fácticos de la sociedad, ha de ser congruente con ella en la medida que es
ahí en donde se encuentra inserto y comprometido, considerando en todo momento
que los principios constitucionales y la Constitución son vivos y dinámicos, que las
normas que conforman a esa Constitución son lo suficientemente elásticas para no
unidimensionalizar el tejido social y esclerotizarlo.
La norma, particularmente la constitucional, y de esto tengo firme convicción, no ha
perdido sus caracteres de general y abstracta, siempre y cuando se reconozca que
es necesario que dicha norma sea congruente con la realidad que se vive, que ser
y deber ser son elementos indisolubles, que principios y decisiones políticas
fundamentales permanezcan, bajo condición de dar el cauce necesario a la
actuación del Estado. Que tenga legitimidad en tanto validación social.
61
Sólo bajo el análisis socio jurídico e interdisciplinario de los fenómenos identificados
puede darse una explicación a la crisis política que se da, no sólo en el seno los
colectivos tradicionales y la puesta en emergencia de lo que Claus Offe llama
nuevos movimientos sociales, sino en instituciones que dan coherencia al actuar
social, entiéndase partidos políticos, gobernabilidad, legitimidad, legalidad,
llegándose incluso a determinar los parámetros de unidad y orden político que debe
subyacer al interior de un Estado. En la medida que se ponga en marcha tal análisis
podrá entenderse, también, la crisis por la que pasa la fuerza y validez de la
Constitución, tanto en su vertiente interna, en donde juegan factores domésticos y
particulares de cada sistema, así como en su vertiente externa, esto es, de orden
jurídico supranacional, en donde, qué duda cabe, se da un replanteamiento integral
sobre la relativización de la función de la Constitución, específicamente, de la
función de coherente unidad operativizada a través de los órganos
constitucionalmente legitimados.
Ma. Del Pilar HERNÁNDEZ
62
La historia, el desarrollo, el iter de cualquiera Constitución se encuentra, en gran
parte, en sus reformas y sus mutaciones. Quien lea y estudie únicamente el texto
denominado Constitución no la llegará a conocer ni comprender si descuida las
reformas y las mutaciones. El entendimiento de la historia constitucional es uno de
los elementos más importantes para comprender los alcances jurídico-políticos de
la ley suprema. Esta es la razón por la cual me aboco a reflexionar sobre el
procedimiento de reforma constitucional y como se ha ejercido en nuestra carta de
1917, y también debido a que esta cuestión se ha debatido y se debate tanto en las
últimas dos décadas como en la actualidad. Es un debate no sólo teórico sino de
importantes consecuencias prácticas.
5. Ahora bien, por otro lado, una Constitución requiere cierta estabilidad, debido a
que para su efectividad necesita la legitimidad que le otorga la adhesión del pueblo,
quien precisa conocerla y comprenderla en sus grandes lineamientos. Una
64
Constitución no va dirigida únicamente a los expertos o técnicos, sino a toda la
sociedad; a ésta le costará trabajo comprender reformas sin fin e innecesarias. La
inestabilidad constitucional es enemiga de la propia Constitución. Además, ésta no
debe quedar al capricho de mayorías electorales transitorias, porque su fuerza
normativa se debilitaría. De aquí que la norma constitucional, en cuanto suprema,
goza de cierta rigidez y para su reforma es indispensable agotar un procedimiento
más complicado que aquel que se sigue para la norma ordinaria.
Es decir, desde esa Constitución escrita quedaba claro que resulta indispensable
lograr un equilibrio entre reforma y estabilidad, entre cambio y permanencia.
65
Esta misma idea la han expresado muy bien diversos tratadistas: hay que conciliar
estabilidad y cambio, es necesario alcanzar un balance permanente entre
estabilidad y mutabilidad constitucionales.
66
En la mutación constitucional, la norma suprema: a) conserva el mismo texto, pero
adquiere diverso significado,7se completa con interpretaciones, prácticas o se
precisa a través de alguna norma secundaria.
No existe país alguno en el cual uno de estos métodos excluya por completo al otro.
En consecuencia, ambos conviven, pero son diferentes situaciones, circunstancias,
instituciones y prácticas las que determinan cuál de ellos predomina en un país
determinado y con qué intensidad.
d) La interpretación de la Constitución.
67
Las mutaciones más comunes e importantes son la interpretación y la costumbre
constitucionales.
68
II. Las reformas a la Constitución de 1857
En los más importantes tratadistas mexicanos del siglo XIX, que estudiaron
sistemáticamente la Constitución de 1857, no encuentro críticas a las reformas a la
Constitución ni que consideren que hayan sido exageradas en número; incluso
Eduardo Ruiz que expresó un criterio moderado y equilibrado: "Muchas reformas y
algunas adiciones se han hecho a nuestra Constitución", pero consideró que a ellas
habían obligado las exigencias del progreso.11 Ruiz escribió su opinión en 1888.
69
José María del Castillo Velasco defendió el artículo que consigna el procedimiento
de reforma, apuntó reflexiones profundas y valoró positivamente que los electores
no hayan aprobado el proyecto de reforma que Juárez les proponía fuera de los
cauces señalados por la ley suprema, y redactó un párrafo singular, a tal grado que
parece que se está refiriendo al México de 2010:
En Mariano Coronado sólo encuentro la afirmación de que las enmiendas "a nuestro
Código político" son en muchas ocasiones convenientes e incluso necesarias. La
edición es de 1906.
Téngase en cuenta que varios de los decretos de reforma se refirieron a una misma
cuestión, por ejemplo: el problema de las alcabalas y el libre tránsito de las
mercancías por el país; la erección de entidades federativas y territorios federales;
la no reelección o reelección del presidente de la República, su periodo y su
sustitución; el aumento de facultades al Congreso de la Unión; la incorporación de
nuevos derechos del hombre.
Varias de estas reformas fueron importantes y positivas, entre las que destacan: los
cinco artículos que incorporaron al texto constitucional los principios de las Leyes
de Reforma, el principio de no reelección del presidente de la República, el libre
tránsito de las mercancías por el territorio nacional, la protección de nuevos
70
derechos humanos y la declaración de que el presidente de la República era
responsable políticamente por violación expresa de la Constitución.
Una reforma de gran calado fue la realizada en 1874 por medio de la cual se
alteraron las relaciones entre los poderes Ejecutivo y Legislativo federales: se
restableció el Senado, se señalaron reglas de operación y quórum de ambas
cámaras, se detalló el procedimiento para la creación de las leyes, se establecieron
las facultades exclusivas de cada cámara, se precisó la nueva integración de la
Comisión Permanente, y se restringió el llamado fuero constitucional de los altos
funcionarios de la Federación.
71
Cierto, y no es discutible, que a partir de 1874 se alteraron las relaciones entre los
poderes políticos a favor del Ejecutivo, pero es exagerado considerar que esa
reforma auspició o cobijó la larga dictadura de Porfirio Díaz, la cual existió más allá
de las normas constitucionales. El mal no se encontraba en la Constitución y la
reforma de 1874, sino en la fuerza del caudillo que se impuso, incluso con las armas.
Al final de cuentas, la columna vertebral de la reforma de 1874 contenía las virtudes
y los defectos de cualquier sistema bicameral. ¿Hay alguien que actualmente
proponga la desaparición del Senado y el regreso al sistema unicameral?
13. La última reforma que afectó a la Constitución de 1857 fue impulsada por el
presidente Madero y promulgada en noviembre de 1911, y alteró dos artículos. Lo
más importante fue la prohibición en cualquier caso de la reelección del presidente
y el vicepresidente de la República y de los gobernadores.
14. Bien, soy consciente de que los criterios antes expuestos no son compartidos
en diversos ámbitos. Existe el tufillo de que la Constitución de 1857 fue
constantemente reformada y, en forma indirecta, que todas o casi todas las reformas
fueron negativas. Así, Manuel Aguirre Berlanga aseguró que esa ley fundamental
fue aplicada en muy raras ocasiones, aunque sí fue mutilada y escarnecida, así
como adulterado su espíritu progresista, lo que se ha repetido en otras ocasiones.
No estoy de acuerdo con tal criterio por las razones expuestas en los párrafos
anteriores y por el repaso que realicé de los más distinguidos autores que
sistemáticamente analizaron la Constitución de 1857.
72
III. El procedimiento de reformas constitucionales establecido en el artículo 135 c.
Análisis de sus alcances
16. El actual artículo 135 c. establece la regla general del procedimiento de reforma
constitucional y con el cual se llevan a cabo casi todas las reformas y adiciones. En
la propia Constitución se encuentra un procedimiento más rígido que el establecido
en dicho artículo y dos casos de flexibilidad, que en la original Constitución fueron
tres.
73
La presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para que las adiciones
o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el Congreso de la Unión,
por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerde las
reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas
de los estados.
Este precepto debe ser analizado para conocer sus alcances y las precisiones del
caso a través de la lupa de la historia y costumbre constitucionales, así como de
una interpretación lógico-jurídica del conjunto y unidad de la Constitución. A ello me
aboco a continuación:
74
En otras palabras, el procedimiento del artículo 135 c. protege al sistema federal,
su buen funcionamiento y la unidad del Estado, es decir, que no se vaya a
"balcanizar".
En México, como en casi todas las leyes fundamentales, dicho órgano no recibe
una denominación en la Constitución, sino que es la jurisprudencia y la doctrina las
que se encargan de bautizarlo, lo que reviste importancia singular, porque en la
denominación se implica la propia naturaleza y jerarquía del órgano. En esta forma
se le suele denominar, entre otros calificativos, poder reformador, poder
modificador, Poder Constituyente instituido.
75
El órgano revisor de la Constitución es un órgano constituido primario, como
también lo es nuestra Suprema Corte de Justicia, en cuanto tribunal constitucional.
Ambos gozan de una jerarquía superior respecto a los órganos constituidos
secundarios, en virtud de que la Constitución les señala una competencia
constitucional, cuya naturaleza es reformar o interpretar la propia Constitución en
última instancia.
Muy conocido es que a James Bryce se debe dicha distinción, la cual tuvo cierta
importancia, la que ha perdido por completo, en virtud de que poco nos dice una
clasificación en la que casi todas las Constituciones del mundo se catalogan como
rígidas y tres o cuatro como flexibles. Se suele señalar como el mejor ejemplo de
Constitución flexible a la de Gran Bretaña, porque es el propio Parlamento el que
modifica la Constitución de acuerdo con el mismo procedimiento que se sigue para
76
alterar la norma ordinaria. No obstante, la Constitución de Gran Bretaña no es tan
flexible como parece, en virtud de una importante convención constitucional: una
reforma trascendente a una ley o estatuto constitucionales no puede realizarse sin
la aprobación del pueblo; es decir, el tema se expone y se vuelve aspecto toral de
las elecciones, y la participación del electorado es crucial para determinar si el
Parlamento realiza o no la reforma. En otras palabras, la Constitución no escrita en
un solo documento de Gran Bretaña, y que suele calificarse de flexible, desde la
óptica política es más rígida que muchas de las así denominadas.
Quienes tienen esa potestad en nuestro orden constitucional son los mismos que
pueden presentar un proyecto de ley de acuerdo con el artículo 71 de la ley
fundamental, por las siguientes razones: al no establecerse una regla específica
para tal fin, hay que aplicar la regla general contenida en el artículo mencionado
para presentar iniciativas, o sea, el presidente de la República, los diputados
federales, los senadores y las legislaturas de las entidades federativas; la
77
interpretación y la práctica constitucionales así lo han consagrado, habiéndose
formado una costumbre, que es una de las fuentes del derecho constitucional
mexicano; la Constitución estadounidense concede esta facultad expresamente al
presidente de la República, y un argumento importante, poco citado, es que el
artículo 170 de la Constitución de 1824 estableció que para "reformar o adicionar"
la Constitución y el Acta Constitutiva se seguirían, además de las reglas específicas,
todos los requisitos prevenidos para la formación de las leyes, menos el derecho de
veto; más claro no puede ser, y así ha acontecido en la realidad, lo cual es lógico.
Se ha criticado que nuestra Constitución de 1917 es muy casuística pero,
simultáneamente, se desea que sea específica al infinito, cuando en la mayoría de
los casos es innecesario.
f) Los argumentos anteriores son cien por ciento aplicables para sostener que la
tramitación de la iniciativa de reforma debe seguirse conforme al artículo 72 c.: se
examina y se discute la iniciativa en el Congreso de la Unión, actuando cada cámara
en forma separada y sucesiva. Una razón adicional: el Congreso federal únicamente
puede sesionar en cámara única en los supuestos que la Constitución
expresamente así lo indica.
78
Tal demanda y tal interpretación del artículo 135 c. no tendría importancia alguna,
porque los principales accionistas de los bancos expropiados estaban defendiendo
sus intereses particulares. La singularidad del asunto fue que su abogado era uno
de los grandes constitucionalistas y tratadistas del país, el jurista Ignacio Burgoa.
g) ¿Con qué mayoría deben las legislaturas de las entidades federativas aprobar el
proyecto que les envía el Congreso de la Unión para su consideración y, en su caso,
aprobación?
79
La intervención real de las entidades federativas en el procedimiento de reforma se
ha fortalecido. Han dejado de ser el simple trámite burocrático de la época del
partido hegemónico y del "carro completo". La pluralidad política en los congresos
locales, las circuns-tanciaseinteresesactuantesenlasentidadesfederativasylanueva
fuerza política de los gobernadores han transformado este aspecto, lo cual resultó
evidente en las discusiones de la "reforma indígena", que había sido aprobada por
el Congreso de la Unión y que fue rechazada por un buen número de legislaturas
locales.
¿Pueden verificar esos órganos que las legislaturas locales han seguido el
procedimiento y satisfecho el quórum de asistencia y votación que exige su
Constitución en el caso del artículo 135 c.?, ¿o es suficiente con el documento oficial
que la legislatura correspondiente le remita?
80
procedimiento de la reforma constitucional, incluso si la Constitución local señala un
plazo en este supuesto.
i) ¿Es reformable el artículo 135 c. a través del procedimiento que él mismo señala?
Ya señalé que sí lo fue en 1966, pero más allá de que sí se realizó, ¿fue
constitucionalmente correcto?
No obstante, Ross sí acepta que dicho procedimiento pueda ser modificado por el
órgano revisor, pero no a través de un razonamiento jurídico, porque implicaría una
"autorreferencia genuina y parcial", lo cual es lógicamente absurdo; sí es posible
mediante un razonamiento lógico: si el artículo que contiene el procedimiento de
reforma se modifica, es la norma-fundamento la que ordena que se obedezca el
nuevo procedimiento de reforma, y así indefinidamente. La validez del nuevo
procedimiento no se encuentra en la norma alterada, sino en la norma-fundamento,
que es la "base jurídicamente inmodificable del sistema", y así —afirma este autor
danés— se supera cualquier contradicción lógica.
81
El planteamiento de Ross es ingenioso, pero innecesario e incurre en
contradicciones. Después de todo para que tanta disquisición para llegar a la misma
conclusión de que sí se puede. Como comúnmente se expresa: para que tanto
brinco estando el piso tan parejo.
El artículo 135 c. bien hubiera podido haber regulado otro procedimiento de los que
conoce el derecho comparado en los países democráticos; por ejemplo, la reforma
a través de varias o de dos legislaturas sucesivas con o sin disolución de la primera.
82
Además, se encuentra la institución de la iniciativa popular para proponer dichas
reformas.
83
la Constitución de 1824 en el ya citado artículo 170 que expresamente dijo que
carecía de tal facultad; en tal forma ha funcionado el orden constitucional durante
casi dos siglos.
Sin embargo, me percato del grave problema que implica que un proyecto de
reforma constitucional pueda violar uno de los principios fundamentales del orden
jurídico. Por ello, entre otras razones, las reformas constitucionales deben realizarse
a través de referendo, y si ello no es así, encontrar un camino que supere los
problemas.
84
que el proyecto es inconstitucional y el órgano revisor lo desestimara, el proyecto
se sujetaría a referendo, dándole amplia publicidad, tanto a los argumentos del
poder revisor como a los del tribunal constitucional. La decisión final la tendría el
titular del Poder Constituyente.
Como bien dice el artículo 89, segundo párrafo, de la Constitución francesa de 1958:
la reforma constitucional es definitiva después de haber sido aprobada en un
referendo. Nadie y nada puede revisar la decisión clara de los electores —Poder
Constituyente— expresada en referendo.
a) El Congreso de la Unión, de acuerdo con el artículo 73, fracción I c., puede admitir
nuevas entidades federativas al Estado federal, con lo cual se modifica el artículo
43 c. que enumera "las partes integrantes de la Federación" que son las entidades
85
federativas y el Distrito Federal. Lo anterior tiene consecuencias indirectas en varios
artículos constitucionales como en la integración del senado y su quórum de
votación; también en el propio artículo 135 c. en lo referente al voto de las
legislaturas locales.
86
A menudo las percepciones populares no coinciden con la realidad o no son
precisas; sí en este caso: la Constitución de 1917 ha sido muy reformada y hoy en
día es una Constitución, en algún grado, parchada.
• ¿En general, las reformas han sido positivas, negativas o las hay de todos los
sabores y matices?
19. Las cifras que se otorgan del número de reformas varía de acuerdo con el criterio
que utiliza el autor o el otorgante, ya sea por número de decretos publicados en
el Diario Oficial, el número de artículos alterados y en cuantas ocasiones, si se
suman o no las fe de erratas y las aclaraciones, si se consideran simples
supresiones gramaticales a consecuencia de una verdadera reforma; por ejemplo,
87
al desaparecer la mención de los territorios federales, se efectuaron modificaciones
a 15 artículos en varios de sus párrafos y fracciones, que hacían mención a ellos.
En 1982, Felipe Tena Ramírez escribió dos párrafos que otorgan una idea precisa
de la problemática desde el aspecto numérico:
Ante ese proceso reformatorio, no dirigido al parecer por criterio unificador, es punto
menos que imposible formular una clasificación que, como su nombre lo indica
"hace clases" (classes fácere) en torno al guion clasificador. Con las limitaciones y
sin pretender haberlas superado, hemos intentado introducir cierto orden, que acaso
ofrezca una idea de conjunto dentro de la inestabilidad caótica de nuestra ley
suprema y que se resume así, hasta finales del año de 1982; modificaciones, 215;
adiciones, 109; derogaciones, 14. Total de alteraciones 338.
Esa cifra de los cambios a la Constitución actual durante los 65 años de su vigencia
supera con creces a la que alcanzaron en su conjunto todas las antecesoras, desde
el Acta Constitutiva y la Constitución de 1824 hasta la última reforma de 1912, a la
Constitución de 1857.
Figurémonos lo que diría Tena Ramírez si hubiera conocido todas las reformas
realizadas de 1982 a 2010, que es cuando éstas se multiplicaron.
De los 136 artículos, excluyendo a los transitorios, los artículos que han sido
reformados suman 102; los que se conservan intactos son 34. Es decir, el 75% de
los artículos han sido modificados.
88
Algunos artículos han sido muy reformados. Los 10 artículos más modificados
pueden verse en la tabla 1, en la siguiente página.
21. Expreso algunos aspectos de la mencionada flexibilidad que resultan más bien
anecdóticos, pero que auxilian en la aprehensión de esta cuestión.
89
b) Por el contrario, cuando el presidente de la República estaba interesado todo el
procedimiento del artículo 135 c. podía desahogase en fast track de diversa
intensidad. Por ejemplo, la iniciativa para incorporar a la Constitución la
"nacionalización de la banca" se presentó el 17 de septiembre de 1982 y el 18 de
noviembre de ese mismo año entraba en vigor. El dictamen de la incorporación del
capítulo económico a la Constitución se discutió y aprobó en la Cámara de
Diputados el 27 de diciembre de 1982 en unas cuantas horas.
Ya conocemos que Tena Ramírez manifestó que ello no era posible; no obstante,
presentó una clasificación, aunque sencilla por limitarse a un enunciado numérico.
91
federalizadoras; significativas y con alcances positivos y señalé ejemplos de cada
una de esas categorías. Esta clasificación aún puede presentar alguna utilidad, pero
debe ser revisada y actualizada.
23. La Constitución de 1917 resultó flexible en la realidad hasta 1988 por las
siguientes razones: la principal, que, como ya apunté, el partido hegemónico, cuyo
jefe indiscutible era el presidente de la República, contaba con mayorías
abrumadoras en el Congreso de la Unión y en las legislaturas locales para alcanzar
la modificación sin dificultad alguna.
92
En las elecciones federales de 1991 el PRI tampoco obtuvo la mayoría calificada
con 320 diputados, y continuó el proceso de negociación con el PAN. Tanto en 1989
como en 1991-1994, a las negociaciones se invitó al Partido de la Revolución
Democrática (PRD), el cual estuvo presente en ellas, pero decidió no apoyarlas,
salvo una parte de sus diputados que sí lo hizo en la reforma electoral de 1994.
93
Entonces, no deja de ser interesante que de 1929 a 1988 nuestra Constitución
resultó muy flexible en la realidad, y que de 1988 a 2010 continúa siendo tan flexible
como en las décadas anteriores por razones diversas. El procedimiento de la
reforma prevaleció y prevalece al de la mutación constitucional, aunque la
interpretación constitucional se ha fortalecido en forma notoria a partir de 1995.
Desde la perspectiva formal, que las reformas han sido muy abundantes, tal vez
demasiadas, el número impresiona. No obstante, hay que tener en cuenta que es
una Constitución casi centenaria y que ha presidido una evolución social, política,
económica, demográfica y jurídica realmente impresionante pero, no hay duda
alguna, muchas de esas reformas fueron superfluas o innecesarias.
Diversos tratadistas serios consideran que en general las reformas son mayormente
positivas, aunque exageradamente abundantes; entre ellos encontramos a Héctor
Fix-Zamudio y Salvador Valencia Carmona; José Gamas Torruco; Jorge Madrazo y
Alejandro Wong.
Por el contrario, otros tratadistas expresan que el platillo de la balanza se inclina por
el lado negativo. Entre ellos se pueden mencionar a Felipe Tena Ramírez; Ignacio
Burgoa; Miguel Carbonell, y José Barragán Barragán.
94
25. Uno de los tratadistas que más ha reflexionado sobre esta problemática es el
distinguido jurista Diego Valadés. Me parece por demás interesante la evolución de
su pensamiento sobre esta cuestión, aunque conservando la columna vertebral de
su razonamiento en sus trabajos.
Diez años después, en 1987 reflexionó sobre el mismo tema y afirmó —en términos
generales— que las sucesivas reformas no implican poco respeto a la Constitución;
al contrario, que se le considera el instrumento adecuado "para refrenar un tanto, o
para encauzar en lo posible, la acción de los gobernantes", y asentó:
95
Constitución, las reformas no sólo no han disminuido, sino se han acrecentado de
manera notoria. Ciertamente, desde entonces, algunas iniciativas presidenciales no
han prosperado y habría que decir que ello ha sido benéfico, porque varias no
estaban bien estructuradas o eran planteamientos erróneos y, en otros casos, los
legisladores no han alcanzado los acuerdos necesarios, lo que ha retrasado algunas
otras.
Pero, lo cierto es que, y los números lo ratifican, a partir de 1988 las reformas
constitucionales se han multiplicado, y no todas han sido acertadas.
26. Sobre las reformas constitucionales en México, desde la perspectiva del ser,
expongo algunas reflexiones:
b) La realidad se fue imponiendo y la misma fue siendo aceptada por los dirigentes
del partido hegemónico. Fue un proceso lento y accidentado, pero la clase
gobernante, si se quiere aun a su pesar, decidió ir abriendo las puertas para que la
sociedad plural se manifestara en el sistema político. Por ello, la alternancia en el
poder en 2000 fue pacífica, y hay que tener en cuenta que, antes que el partido
hegemónico perdiera la presidencia de la República en ese año, los partidos de
oposición ya gobernaban a casi la mitad de la población en diversos estados,
municipios y en el Distrito Federal.
96
c) Las reformas constitucionales se aceleraron a partir de 1988, porque las
exigencias políticas y sociales se multiplicaron y fortalecieron. Con anterioridad, las
demandas democráticas habían sido dispersas —como en 1968—, en virtud de que
los partidos de oposición no eran tales o los auténticos eran débiles o sin voluntad
firme de alcanzar el poder.
d) No olvido, y lo ratifico, que desde 1976 afirmé que muchas de las reformas
constitucionales eran de carácter gramatical, aclaratorias, para regresar al precepto
original o de artículos mal colocados. En fin, reformas que no debieron realizarse,
que en cierto sentido mostraban poco respeto a la Constitución. Lo paradójico es
que lo mismo subsiste hoy en día —2011—. Lo anterior resultaría inexplicable si no
fuera, como se ha expresado, que forma parte de la cultura nacional.
f) Dentro de este panorama, y con todos los defectos y errores cometidos, considero
que han sido más las modificaciones positivas que las negativas desde un punto de
vista material o de fondo, haciendo a un lado aquéllas de carácter gramatical,
superfluas e innecesarias.
97
27. En mi criterio las principales reformas positivas a nuestra Constitución de 1917
han sido:
• Las características que debe poseer la educación que imparta el Estado, y donde
se incluye una de las mejores definiciones de democracia que contenga
Constitución alguna.
• Las reformas políticas de 1977, 1990, 1994, 1996 y 2007 que ampliaron la
participación política, incorporaron el principio de representación proporcional,
establecieron el régimen de partidos políticos, crearon instituciones para garantizar
elecciones objetivas, legales, imparciales y equitativas.
98
• La calificación jurisdiccional de las elecciones.
• Muy diversas reformas para equilibrar las relaciones de los poderes Ejecutivo-
Legislativo federales con el consiguiente fortalecimiento de este último.
28. Las principales reformas negativas a nuestra Constitución de 1917 han sido:
99
• La posibilidad de la reelección presidencial después de transcurrido un periodo de
aquél en que ocupó el cargo. Norma hoy abrogada.
100
se ha venido vigorizando y cada día juega un papel más importante, desde la óptica
de la reforma constitucional, insisto en tres propuestas que, entre otros autores, he
presentado desde hace años:
101
por un quórum calificado, se les llame como se les llame, formalmente equivalen a
cualquier norma secundaria.
• Dichas leyes serían definidas en la propia Constitución, definición que no debe ser
limitativa. En un artículo transitorio se podrían enumerar las que actualmente el
órgano revisor considera que tienen dicho carácter.
102
de 1847, pero con diferente significado al que propuso Otero y al que sugiero en
estas páginas. Por ejemplo, las siete leyes constitucionales de 1836.
31. La Constitución mexicana de 1917, con tantas y tantas reformas, necesita una
revisión integral de carácter técnico y gramatical.
Con esa finalidad, el Congreso de la Unión podría designar una comisión de tres o
cinco constitucionalistas destacados para que se abocara a ello. Sería un trabajo
cien por ciento técnicos. Su labor sería dictaminada por las comisiones
correspondientes del Congreso de la Unión en el entendido de que se respetaría el
trabajo técnico; sólo se supervisaría que el ejercicio de la comisión se hubiese
circunscrito al fin que se le encargó.
Con posterioridad se seguiría el procedimiento que marca el artículo 135 c. para las
reformas constitucionales.
32. La idea del referendo para reformar la Constitución es muy antigua en México.
La Comisión de Constitución del Constituyente de 1856-1857 propuso el
procedimiento de la Constitución de 1824: la aprobación por dos legislaturas
sucesivas, más "que el nuevo congreso formule las reformas, y éstas se someterán
al voto del pueblo en la elección inmediata". El proyecto fue devuelto a la comisión
103
porque establecía un procedimiento complicado que tardaría mucho y haría casi
imposible cualquier cambio.
104
¿Consideró León Guzmán exagerado el quórum aprobado por el Congreso
Constituyente? Como haya sido, tal parece que ningún diputado constituyente se
percató de lo anterior y con esa acción fue jurada la nueva Constitución.
105
países y serían benéficos en la realidad de México. Siete años después, en 1979,
insistí en dichas ideas y propuestas. En 1988 afirmé que:
Las asambleas proyectistas son las electas por el pueblo para que redacten un
proyecto de Constitución, el cual habrá de ser sometido después a la consideración
del propio pueblo a través de un referendo.
106
argumentos correspondientes. En 2009, al analizar problema diverso, volví a insistir
en las ventajas del referendo.
34. Diversos y distinguidos tratadistas se inclinan por la figura del referendo para la
realización de las reformas constitucionales. Los criterios se dividen entre aquellos
que consideran que cualquier reforma o adición debe ser a través de referendo, y
quienes se inclinan a que debe circunscribirse para los principios fundamentales del
orden jurídico contenidos en la Constitución.
Entre los autores que sostienen este segundo punto de vista se encuentran: Ignacio
Burgoa; Porfirio Marquet; Jorge Madrazo, y José Gamas Torruco.
Entre los autores que sostienen el primer punto de vista, o sea, que cualquier norma
constitucional debe ser reformada o adicionada a través de referendo se
encuentran: Mario de la Cueva y Diego Valadés.
107
interpretación y debate. Desde luego a la Constitución se le podría agregar un
artículo que los precisara. Sin embargo, se corre el riesgo de alguna omisión. Por
ejemplo, el principio de no reelección presidencial generalmente no es señalado
como principio fundamental, omisión en la cual me incluyo, y es indudablemente,
uno de los factores que ha contribuido a la estabilidad política del país y uno de los
aspectos distintivos, significativos y básicos del constitucionalismo mexicano del
último siglo.
• Sostengo que respecto al principio fundamental hay que distinguir entre la idea y
la forma. Lo que no se puede suprimir es la idea, la forma sí. Tampoco este criterio
mío constituye una fórmula matemática. Es útil pero se presta a discusión. Las
continuas reformas constitucionales, que han aumentado las facultades de los
órganos federales, a veces, en detrimento de las facultades de los órganos
legislativos locales, ¿qué han sido, reformas a la idea o a la forma del sistema
federal?, y las que han incrementado las facultades del presidente de la República
¿han tocado la idea o la forma de la división de poderes?
108
36. Ahora bien, en México también reviste importancia la mutación constitucional.
Señalé que esta cuestión es compleja y para su comprensión se han formulado
clasificaciones y apunté la de Hsü Dau Lin. Resalto que en nuestro país la
interpretación y la costumbre constitucionales han sido trascendentes,
especialmente la primera desde el siglo XIX. Recuérdese únicamente las tesis
jurisprudenciales que extendieron la protección del juicio de amparo a casi toda la
Constitución y la creación del amparo-casación para que el Poder Judicial federal
pudiera revisar —"casar"— las sentencias de última instancia de los tribunales
locales. No obstante, la interpretación jugó un papel relevante sólo
excepcionalmente, lo cual, como ya afirmé, ha cambiado en los últimos dieciséis
años, al convertirse a la SCJN en un tribunal constitucional y esta tendencia parece,
y creo que así será, continuará fortaleciéndose.
Entre las segundas resalto: la inaplicación del artículo 130 c. que prohíbe a los
ministros de los cultos la realización de proselitismo político, oponerse a las leyes
del país o a sus instituciones, y que en general estructura la separación del Estado
y las iglesias; a pesar de los términos precisos del artículo 133 c., los jueces locales
se abstienen de examinar la constitucionalidad de las normas; la Constitución no
109
atribuye expresamente al presidente de la República la facultad reglamentaria, sino
la ejerce con base en la fracción I del artículo 89 c.
110
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2007, p. 199. [ Links ] Al
respecto es muy interesante el pensamiento de Emilio Rabasa en relación con la
Constitución de 1857, La Constitución..., cit., pp. 177 y 178: "La diferencia entre la
simple mayoría y dos tercios de votos es considerable y hacía decir en aquella
época que serviría para despojar al Congreso de la facultad legislativa. El privilegio
del veto no tiene tal poder, porque es simplemente negativo: es la facultad de
impedir, no de legislar; y como una ley nueva trae la modificación de lo existente, la
acción del veto, al impedirla, no hace sino mantener algo que ya está en la vida de
la sociedad. El valor de los dos tercios de votos no puede calcularse simplemente
por la aritmética, como ha hecho observar un escritor, porque es preciso agregar a
los números la influencia moral del presidente en el ánimo de cada una de las
cámaras, que tienen, hasta en los malos tiempos, una minoría de hombres
sensatos, capaces de sobreponer a los sentimientos comunes el juicio superior del
bien público".
111
Si bien la norma que contiene el procedimiento de reforma no es la norma básica
del sistema —pero en la p. 52 afirma que la norma básica del orden jurídico danés
es el artículo 88 c—, no hay ninguna otra norma superior que establezca un
procedimiento de reforma, sí existe una norma superior que inviste a ese artículo de
validez constitucional, y esta norma es la norma básica, la norma inmodificable del
sistema —¿es el supuesto lógico del cual se parte de Kelsen o es una concepción
jusnaturalista?— que le delega esa competencia derivada "que no destruye la
competencia de la cual se deriva, sino que funciona dentro de ella" (pp. 77 y 78)./
Ross, en su análisis, se refiere a oraciones autorreferentes, teoremas, paradojas
constitucionales, método de sustitución, contradicciones dentro de inferencias,
contradicciones lógicas, etcétera, para llegar a la conclusión que he señalado.
Interesantes son sus pp. 55 y 56./ A veces los análisis filosófico-lógicos se desvían
del verdadero problema constitucional. No obstante, el valor que pueden poseer
esas páginas es que incitan a reflexionar si el procedimiento de reforma
constitucional, con argumentos propios del orden y del derecho constitucional,
posee algún límite para su modificación./ No obstante, el pensamiento de Ross ha
influido en algunos
112
• Derecho al agua
• derechos civiles y políticos
• derecho a la cultura
• derecho a la educación
• derechos lgbttti
• derechos de las mujeres
• derechos de niñas, niños y adolescentes
• derechos de las personas con discapacidad
• derechos de las personas, comunidades y pueblos indígenas
• derechos de las personas mayores
• derechos de personas migrantes y sujetas de protección
internacional
• derecho a la salud
• derecho a la verdad
• derecho a la vivienda
Y contiene las garantías individuales (artículos 1al 25), la forma en que el Estado
mexicano tendrá la rectoría de la economía nacional (artículos 25 y 26), la propiedad
de la tierra y el rubro agrario (artículo 27), la prohibición de los monopolios privados
(artículo 28) y la forma de suspender las garantías individuales en los casos que
señala la misma Constitución (artículo 29). Y las garantías constitucionales en
materia penal en los artículos 13 al 23.
113
¿Por qué? El ser humano tiene derechos desde su nacimiento que se encuentran
reconocidos en muestra carta magna y en los tratados internacionales y que solo
pueden ser limitados por la ley.
Son interdependientes, lo que significa que al afectar alguno se afectan los demás.
Los derechos humanos impiden que una persona sea esclavizada o forzada hacer
actividades que no quiera realizar, algunos de ellos... todos somos iguales ante la
ley. Nadie puede ser discriminado por motivo de sexo, raza, edad, nivel social
cultural o económico, creencia religiosa o preferencia sexual.
“No seas marica”, descalifica a los hombres que no siguen los patrones masculinos
convencionales.
“No seas mongol” atenta contra las personas con discapacidad intelectual.
Los servidores públicos están obligados a otorgar un trato respetuoso hacia todas
las personas.
Las autoridades deben hacer lo posible para que los servicios sean accesibles a
todos, sin discriminación de raza, etnia, sexo, edad, preferencia sexual, opinión
política, creencias religiosas, o condiciones de salud.
114
4.2.1 PARTE DOGMÁTICA.
Las garantías se pierden por estar sujeto a un proceso criminal por delito que
merezca pena corporal, a contar des del auto de formal prisión.
Por estar prófugo de la justicia desde que haya orden de aprehensión previsto en el
artículo 38.
Los derechos humanos son universales en tanto son inherentes a todas las
personas y conciernen a la comunidad internacional en su totalidad.
115
La garantía es el medio, como lo indica para garantizar algo, para hacerlo eficaz,
para devolverlo a su estado original en caso que haya sido tergiversado, violado o
no respetado.
La persona jurídica no tiene que probar que se encuentra en el goce de las garantías
individuales , porque este es el estado natural y general de toda persona en la
república Mexicana y el acto que restringe o afecta esas garantías seria en casos
de perturbación de la paz pública o cualquier conflicto que ponga en peligro la paz
pública. Pero en los decretos que se expidan el precedente Habrá excepciones no
podrá restringirse el ejercicio a la no discriminación, el reconocimiento de la
personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la protección a la familia,
al nombre a la nacionalidad, prohibición de la pena de muerte, la prohibición de la
esclavitud y la servidumbre, la prohibición de la desaparición forzada y la tortura; ni
las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos.
Libertad deambulatorio.
Libertad de transito
Derechos políticos
Libertad de expresión
Libertad de prensa.
Libertad de asociación.
Derecho de culto y
116
Derecho a la autonomía de la voluntad
Estos son algunos derechos que se conservan o se limitan por la calidad pero no
se pierden.
II. El de las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los mares adyacentes;
V. Las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fija el Derecho
Internacional y las marítimas interiores;
117
Artículo 43. Las partes integrantes de la Federación son los Estados de
Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila de
Zaragoza, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo,
Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas,
Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas; así como la Ciudad de México.
Artículo 47. El Estado del Nayarit tendrá la extensión territorial y límites que
comprende actualmente el Territorio de Tepic.
Artículo 48. Las islas, los cayos y arrecifes de los mares adyacentes que
pertenezcan al territorio nacional, la plataforma continental, los zócalos submarinos
de las islas, de los cayos y arrecifes, los mares territoriales, las aguas marítimas
interiores y el espacio situado sobre el territorio nacional, dependerán directamente
del Gobierno de la Federación, con excepción de aquellas islas sobre las que hasta
la fecha hayan ejercido jurisdicción los Estados.
118
4.3.1 LA TEORÍA DE LA DIVISIÓN DE PODERES.
En cada Estado hay tres clases de poderes: el legislativo, el ejecutivo de las cosas
pertenecientes al derecho de gentes, y el ejecutivo de las que pertenecen al civil.
Por el primero, el príncipe o el magistrado hacen las leyes para cierto tiempo o para
siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el segundo, hace la paz o la
guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las
invasiones; y por el tercero, castiga los crímenes o decide las contiendas de los
particulares. Este último se llamará poder judicial; y el otro, simplemente, poder
ejecutivo del Estado (...).
Cuando los poderes legislativo y ejecutivo se hallan reunidos en una misma persona
o corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el monarca o el
senado hagan leyes tiránicas para ejecutarlas del mismo modo.
Así sucede también cuando el poder judicial no está separado del poder legislativo
y del ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los
ciudadanos sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando
unido al segundo, sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que
un agresor.
119
representa nuestra realidad—, en cuya cúspide piramidal se encuentra la siempre
indefectible figura del presidente de la república y por naturaleza jefe nato del Poder
Ejecutivo, el Congreso es su contraparte por excelencia, representa indirectamente
al pueblo quien lo ungió, es una pieza toral que regula y controla el poder político,
es como el árbitro del gabinete presidencial. En tanto al Poder Judicial se le impone
una tarea supraestatal, encarna al principio de legalidad, de límites y de fronteras
constitucionales. “El juez no es el mandatario del pueblo sino de la ley”.10 El Poder
Judicial juega un papel decisivo en el equilibrio de poderes, su fortaleza no radica,
en el sentido más estricto, en la representatividad social, sino del derecho; digamos
que somete el poder a la fuerza del derecho, se convierte en un contrapoder
palpable y eficaz. La fórmula parece sencilla, pero es mucho más fácil escribirla.
De la División de Poderes
Poder Ejecutivo
Artículo 81. La elección del Presidente será directa y en los términos que disponga
la ley electoral.
120
Artículo 82. Para ser Presidente se requiere:
I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo de
padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos durante veinte años.
II. Tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección;
III. Haber residido en el país durante todo el año anterior al día de la elección. La
ausencia del país hasta por treinta días, no interrumpe la residencia.
IV. No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto.
V. No estar en servicio activo, en caso de pertenecer al Ejército, seis meses antes
del día de la elección.
VI. No ser Secretario o subsecretario de Estado, Fiscal General de la República, ni
titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, a menos de que se separe
de su puesto seis meses antes del día de la elección; y
VII. No estar comprendido en alguna de las causas de incapacidad establecidas en
el artículo 83.
Poder Legislativo
Artículo 52. La Cámara de Diputados estará integrada por 300 diputados electos
según el principio de votación mayoritaria relativa, mediante el sistema de distritos
electorales uninominales, y 200 diputados que serán electos según el principio de
representación proporcional, mediante el Sistema de Listas Regionales, votadas en
circunscripcionales (sic DOF 15-12-1986) plurinominales.
121
Para estos efectos, los partidos políticos deberán registrar una lista con dos
fórmulas de candidatos. La senaduría de primera minoría le será asignada a la
fórmula de candidatos que encabece la lista del partido político que, por sí mismo,
haya ocupado el segundo lugar en número de votos en la entidad de que se trate.
Los treinta y dos senadores restantes serán elegidos según el principio de
representación proporcional, mediante el sistema de listas votadas en una sola
circunscripción plurinominal nacional. La ley establecerá las reglas y fórmulas para
estos efectos. La Cámara de Senadores se renovará en su totalidad cada seis años.
Poder Judicial
En los términos que la ley disponga las sesiones del Pleno y de las Salas serán
públicas, y por excepción secreta en los casos en que así lo exijan la moral o el
interés público.
La competencia de la Suprema Corte, su funcionamiento en Pleno y Salas, la
competencia de los Tribunales de Circuito, de los Juzgados de Distrito y del Tribunal
Electoral, así como las responsabilidades en que incurran los servidores públicos
del Poder Judicial de la Federación, se regirán por lo que dispongan las leyes, de
conformidad con las bases que esta Constitución establece.
El Consejo de la Judicatura Federal determinará el número, división en circuitos,
competencia territorial y especialización por materias, entre las que se incluirá la de
122
radiodifusión, telecomunicaciones y competencia económica, de los Tribunales
Colegiados y Unitarios de Circuito y de los Juzgados de Distrito.
La ley fijará los términos en que sea obligatoria la jurisprudencia que establezcan
los Tribunales del Poder Judicial de la Federación y los Plenos de Circuito sobre la
interpretación de la Constitución y normas generales, así como los requisitos para
su interrupción y sustitución.
La remuneración que perciban por sus servicios los Ministros de la Suprema Corte,
los Magistrados de Circuito, los Jueces de Distrito y los Consejeros de la Judicatura
Federal, así como los Magistrados Electorales, no podrá ser disminuida durante su
encargo.
123
Los Ministros de la Suprema Corte de Justicia durarán en su encargo quince años,
sólo podrán ser removidos del mismo en los términos del Título Cuarto de esta
Constitución y, al vencimiento de su periodo, tendrán derecho a un haber por retiro.
Ninguna persona que haya sido ministro podrá ser nombrada para un nuevo
periodo, salvo que hubiera ejercido el cargo con el carácter de provisional o interino.
Los poderes tienen la facultad de hacer algo y los órganos son los facultados para
hacer ese algo. Es en los órganos donde se deposita ese poder.
124
LA FUNCIÓN LEGISLATIVA CORRESPONDE AL PODER LEGISLATIVO
Es la encargada de formular las normas generales que rigen al Estado, estructura
al Estado, reglamenta las relaciones del Estado con sus ciudadanos y de éstos entre
sí.
Se clasifica en:
125
estén pendientes de dictamen. Cada iniciativa deberá ser discutida y votada por el
Pleno de la Cámara de su origen en un plazo máximo de treinta días naturales. Si
no fuere así, la iniciativa, en sus términos y sin mayor trámite, será el primer asunto
que deberá ser discutido y votado en la siguiente sesión del Pleno. En caso de ser
aprobado o modificado por la Cámara de su origen, el respectivo proyecto de ley o
decreto pasará de inmediato a la Cámara revisora, la cual deberá discutirlo y votarlo
en el mismo plazo y bajo las condiciones antes señaladas.
No podrán tener carácter preferente las iniciativas de adición o reforma a esta
Constitución.
126
que hayan dado su consentimiento las Legislaturas de las entidades federativas de
cuyo territorio se trate.
7o. Si las Legislaturas de las entidades federativas de cuyo territorio se trate, no
hubieren dado su consentimiento, la ratificación de que habla la fracción anterior,
deberá ser hecha por las dos terceras partes del total de Legislaturas de las demás
entidades federativas.
IV. Derogada.
V. Para cambiar la residencia de los Supremos Poderes de la Federación.
VI. Derogada;
VII. Para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el Presupuesto.
VIII. En materia de deuda pública, para:
1o. Dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos y otorgar
garantías sobre el crédito de la Nación, para aprobar esos mismos empréstitos y
para reconocer y mandar pagar la deuda nacional. Ningún empréstito podrá
celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un
incremento en los ingresos públicos o, en términos de la ley de la materia, los que
se realicen con propósitos de regulación monetaria, las operaciones de
refinanciamiento o reestructura de deuda que deberán realizarse bajo las mejores
condiciones de mercado; así como los que se contraten durante alguna emergencia
declarada por el Presidente de la República en los términos del artículo 29.
2o. Aprobar anualmente los montos de endeudamiento que deberán incluirse en la
ley de ingresos, que en su caso requiera el Gobierno del Distrito Federal y las
entidades de su sector público, conforme a las bases de la ley correspondiente. El
Ejecutivo Federal informará anualmente al Congreso de la Unión sobre el ejercicio
de dicha deuda a cuyo efecto el Jefe de Gobierno le hará llegar el informe que sobre
el ejercicio de los recursos correspondientes hubiere realizado. El Jefe de Gobierno
informará igualmente a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, al rendir la
cuenta pública.
3o. Establecer en las leyes las bases generales, para que los Estados, el Distrito
Federal y los Municipios puedan incurrir en endeudamiento; los límites y
modalidades bajo los cuales dichos órdenes de gobierno podrán afectar sus
127
respectivas participaciones para cubrir los empréstitos y obligaciones de pago que
contraigan; la obligación de dichos órdenes de gobierno de inscribir y publicar la
totalidad de sus empréstitos y obligaciones de pago en un registro público único, de
manera oportuna y transparente; un sistema de alertas sobre el manejo de la deuda;
así como las sanciones aplicables a los servidores públicos que no cumplan sus
disposiciones. Dichas leyes deberán discutirse primero en la Cámara de Diputados
conforme a lo dispuesto por la fracción H del artículo 72 de esta Constitución.
4o. El Congreso de la Unión, a través de la comisión legislativa bicameral
competente, analizará la estrategia de ajuste para fortalecer las finanzas públicas
de los Estados, planteada en los convenios que pretendan celebrar con el Gobierno
Federal para obtener garantías y, en su caso, emitirá las observaciones que estime
pertinentes en un plazo máximo de quince días hábiles, inclusive durante los
períodos de receso del Congreso de la Unión. Lo anterior aplicará en el caso de los
Estados que tengan niveles elevados de deuda en los términos de la ley. Asimismo,
de manera inmediata a la suscripción del convenio correspondiente, será informado
de la estrategia de ajuste para los Municipios que se encuentren en el mismo
supuesto, así como de los convenios que, en su caso, celebren los Estados que no
tengan un nivel elevado de deuda;
IX. Para impedir que en el comercio entre entidades federativas se establezcan
restricciones.
X. Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería, sustancias
químicas, explosivos, pirotecnia, industria cinematográfica, comercio, juegos con
apuestas y sorteos, intermediación y servicios financieros, energía eléctrica y
nuclear y para expedir las leyes del trabajo reglamentarias del artículo 123;
XI. Para crear y suprimir empleos públicos de la Federación y señalar, aumentar o
disminuir sus dotaciones.
XII. Para declarar la guerra, en vista de los datos que le presente el Ejecutivo.
XIII. Para dictar leyes según las cuales deben declararse buenas o malas las presas
de mar y tierra, y para expedir leyes relativas al derecho marítimo de paz y guerra.
128
XIV. Para levantar y sostener a las instituciones armadas de la Unión, a saber:
Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea Nacionales, y para reglamentar su
organización y servicio.
XV. Para dar reglamentos con objeto de organizar, armar y disciplinar la Guardia
Nacional, reservándose los ciudadanos que la formen, el nombramiento respectivo
de jefes y oficiales, y a las entidades federativas la facultad de instruirla conforme a
la disciplina prescrita por dichos reglamentos.
XVI. Para dictar leyes sobre nacionalidad, condición jurídica de los extranjeros,
ciudadanía, naturalización, colonización, emigración e inmigración y salubridad
general de la República.
1a. El Consejo de Salubridad General dependerá directamente del Presidente de la
República, sin intervención de ninguna Secretaría de Estado, y sus disposiciones
generales serán obligatorias en el país.
2a. En caso de epidemias de carácter grave o peligro de invasión de enfermedades
exóticas en el país, la Secretaría de Salud tendrá obligación de dictar
inmediatamente las medidas preventivas indispensables, a reserva de ser después
sancionadas por el Presidente de la República.
3a. La autoridad sanitaria será ejecutiva y sus disposiciones serán obedecidas por
las autoridades administrativas del País.
4a. Las medidas que el Consejo haya puesto en vigor en la Campaña contra el
alcoholismo y la venta de sustancias que envenenan al individuo o degeneran la
especie humana, así como las adoptadas para prevenir y combatir la contaminación
ambiental, serán después revisadas por el Congreso de la Unión en los casos que
le competan.
XVII. Para dictar leyes sobre vías generales de comunicación, tecnologías de la
información y la comunicación, radiodifusión, telecomunicaciones, incluida la banda
ancha e Internet, postas y correos, y sobre el uso y aprovechamiento de las aguas
de jurisdicción federal.
XVIII. Para establecer casas de moneda, fijar las condiciones que ésta deba tener,
dictar reglas para determinar el valor relativo de la moneda extranjera y adoptar un
sistema general de pesas y medidas;
129
XIX. Para fijar las reglas a que debe sujetarse la ocupación y enajenación de
terrenos baldíos y el precio de estos.
XX. Para expedir las leyes de organización del Cuerpo Diplomático y del Cuerpo
Consular mexicano.
XXI. Para expedir:
a) Las leyes generales que establezcan como mínimo, los tipos penales y sus
sanciones en las materias de secuestro, desaparición forzada de personas, otras
formas de privación de la libertad contrarias a la ley, trata de personas, tortura y
otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, así como electoral.
Las leyes generales contemplarán también la distribución de competencias y las
formas de coordinación entre la Federación, las entidades federativas y los
Municipios;
b) La legislación que establezca los delitos y las faltas contra la Federación y las
penas y sanciones que por ellos deban imponerse; así como legislar en materia de
delincuencia organizada;
c) La legislación única en materia procedimental penal, de mecanismos alternativos
de solución de controversias en materia penal, de ejecución de penas y de justicia
penal para adolescentes, que regirá en la República en el orden federal y en el fuero
común.
Las autoridades federales podrán conocer de los delitos del fuero común, cuando
éstos tengan conexidad con delitos federales o delitos contra periodistas, personas
o instalaciones que afecten, limiten o menoscaben el derecho a la información o las
libertades de expresión o imprenta.
En las materias concurrentes previstas en esta Constitución, las leyes federales
establecerán los supuestos en que las autoridades del fuero común podrán conocer
y resolver sobre delitos federales;
XXII. Para conceder amnistías por delitos cuyo conocimiento pertenezca a los
tribunales de la Federación.
XXIII. Para expedir leyes que establezcan las bases de coordinación entre la
Federación, las entidades federativas y los Municipios, así como para establecer y
130
organizar a las instituciones de seguridad pública en materia federal, de
conformidad con lo establecido en el artículo 21 de esta Constitución.
XXIV. Para expedir las leyes que regulen la organización y facultades de la Auditoría
Superior de la Federación y las demás que normen la gestión, control y evaluación
de los Poderes de la Unión y de los entes públicos federales; así como para expedir
la ley general que establezca las bases de coordinación del Sistema Nacional
Anticorrupción a que se refiere el artículo 113 de esta Constitución;
XXV. Para establecer el Servicio Profesional docente en términos del artículo 3o. de
esta Constitución; establecer, organizar y sostener en toda la República escuelas
rurales, elementales, superiores, secundarias y profesionales; de investigación
científica, de bellas artes y de enseñanza técnica, escuelas prácticas de agricultura
y de minería, de artes y oficios, museos, bibliotecas, observatorios y demás
institutos concernientes a la cultura general de los habitantes de la nación y legislar
en todo lo que se refiere a dichas instituciones; para legislar sobre vestigios o restos
fósiles y sobre monumentos arqueológicos, artísticos e históricos, cuya
conservación sea de interés nacional; así como para dictar las leyes encaminadas
a distribuir convenientemente entre la Federación, las entidades federativas y los
Municipios el ejercicio de la función educativa y las aportaciones económicas
correspondientes a ese servicio público, buscando unificar y coordinar la educación
en toda la República, y para asegurar el cumplimiento de los fines de la educación
y su mejora continua en un marco de inclusión y diversidad. Los Títulos que se
expidan por los establecimientos de que se trata surtirán sus efectos en toda la
República. Para legislar en materia de derechos de autor y otras figuras de la
propiedad intelectual relacionadas con la misma;
XXVI. Para conceder licencia al Presidente de la República y para constituirse en
Colegio Electoral y designar al ciudadano que deba substituir al Presidente de la
República, ya sea con el carácter de interino o substituto, en los términos de los
artículos 84 y 85 de esta Constitución;
XXVII. Para aceptar la renuncia del cargo de Presidente de la República.
XXVIII. Para expedir leyes en materia de contabilidad gubernamental que regirán la
contabilidad pública y la presentación homogénea de información financiera, de
131
ingresos y egresos, así como patrimonial, para la Federación, las entidades
federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México,
a fin de garantizar su armonización a nivel nacional;
XXIX. Para establecer contribuciones:
1o. Sobre el comercio exterior;
2o. Sobre el aprovechamiento y explotación de los recursos naturales
comprendidos en los párrafos 4º y 5º del artículo 27;
3o. Sobre instituciones de crédito y sociedades de seguros;
4o. Sobre servicios públicos concesionados o explotados directamente por la
Federación; y
5o. Especiales sobre:
a) Energía eléctrica;
b) Producción y consumo de tabacos labrados;
c) Gasolina y otros productos derivados del petróleo;
d) Cerillos y fósforos;
e) Aguamiel y productos de su fermentación; y
f) Explotación forestal.
g) Producción y consumo de cerveza.
Las entidades federativas participarán en el rendimiento de estas contribuciones
especiales, en la proporción que la ley secundaria federal determine. Las
legislaturas locales fijarán el porcentaje correspondiente a los Municipios, en sus
ingresos por concepto del impuesto sobre energía eléctrica.
XXIX-A. Para expedir la ley general que establezca los principios y bases en materia
de mecanismos alternativos de solución de controversias, con excepción de la
materia penal;
XXIX-B. Para legislar sobre las características y uso de la Bandera, Escudo e Himno
Nacionales.
XXIX-C. Para expedir las leyes que establezcan la concurrencia del Gobierno
Federal, de las entidades federativas, de los Municipios y, en su caso, de las
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas
132
competencias, en materia de asentamientos humanos, con objeto de cumplir los
fines previstos en el párrafo tercero del artículo 27 de esta Constitución;
XXIX-D. Para expedir leyes sobre planeación nacional del desarrollo económico y
social, así como en materia de información estadística y geográfica de interés
nacional;
XXIX-E. Para expedir leyes para la programación, promoción, concertación y
ejecución de acciones de orden económico, especialmente las referentes al abasto
y otras que tengan como fin la producción suficiente y oportuna de bienes y
servicios, social y nacionalmente necesarios.
XXIX-F. Para expedir leyes tendientes a la promoción de la inversión mexicana, la
regulación de la inversión extranjera, la transferencia de tecnología y la generación,
difusión y aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos que requiere el
desarrollo nacional.
XXIX-G. Para expedir leyes que establezcan la concurrencia del Gobierno Federal,
de los gobiernos de las entidades federativas, de los Municipios y, en su caso, de
las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus
respectivas competencias, en materia de protección al ambiente y de preservación
y restauración del equilibrio ecológico.
XXIX-H. Para expedir la ley que instituya el Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, dotado de plena autonomía para dictar sus fallos, y que establezca
su organización, su funcionamiento y los recursos para impugnar sus resoluciones.
El Tribunal tendrá a su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la
administración pública federal y los particulares.
Asimismo, será el órgano competente para imponer las sanciones a los servidores
públicos por las responsabilidades administrativas que la ley determine como graves
y a los particulares que participen en actos vinculados con dichas
responsabilidades, así como fincar a los responsables el pago de las
indemnizaciones y sanciones pecuniarias que deriven de los daños y perjuicios que
afecten a la Hacienda Pública Federal o al patrimonio de los entes públicos
federales.
El Tribunal funcionará en Pleno o en Salas Regionales.
133
La Sala Superior del Tribunal se compondrá de dieciséis Magistrados y actuará en
Pleno o en Secciones, de las cuales a una corresponderá la resolución de los
procedimientos a que se refiere el párrafo tercero de la presente fracción.
Los Magistrados de la Sala Superior serán designados por el Presidente de la
República y ratificados por el voto de las dos terceras partes de los miembros
presentes del Senado de la República o, en sus recesos, por la Comisión
Permanente. Durarán en su encargo quince años improrrogables.
Los Magistrados de Sala Regional serán designados por el Presidente de la
República y ratificados por mayoría de los miembros presentes del Senado de la
República o, en sus recesos, por la Comisión Permanente. Durarán en su encargo
diez años pudiendo ser considerados para nuevos nombramientos.
Los Magistrados sólo podrán ser removidos de sus cargos por las causas graves
que señale la ley
XXIX-I. Para expedir leyes que establezcan las bases sobre las cuales la
Federación, las entidades federativas, los Municipios y, en su caso, las
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas
competencias, coordinarán sus acciones en materia de protección civil;
XXIX-J. Para legislar en materia de cultura física y deporte con objeto de cumplir lo
previsto en el artículo 4o. de esta Constitución, estableciendo la concurrencia entre
la Federación, las entidades federativas, los Municipios y, en su caso, las
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas
competencias; así como la participación de los sectores social y privado;
XXIX-K. Para expedir leyes en materia de turismo, estableciendo las bases
generales de coordinación de las facultades concurrentes entre la Federación, las
entidades federativas, los Municipios y, en su caso, las demarcaciones territoriales
de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias, así como la
participación de los sectores social y privado;
XXIX-L. Para expedir leyes que establezcan la concurrencia del gobierno federal,
de los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios, en el ámbito de
sus respectivas competencias, en materia de pesca y acuacultura, así como la
participación de los sectores social y privado, y
134
XXIX-M. Para expedir leyes en materia de seguridad nacional, estableciendo los
requisitos y límites a las investigaciones correspondientes.
XXIX-N. Para expedir leyes en materia de constitución, organización,
funcionamiento y extinción de las sociedades cooperativas. Estas leyes
establecerán las bases para la concurrencia en materia de fomento y desarrollo
sustentable de la actividad cooperativa de la Federación, entidades federativas,
Municipios y, en su caso, demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el
ámbito de sus respectivas competencias;
XXIX-Ñ. Para expedir leyes que establezcan las bases sobre las cuales la
Federación, las entidades federativas, los Municipios y, en su caso, las
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas
competencias, coordinarán sus acciones en materia de cultura, salvo lo dispuesto
en la fracción XXV de este artículo. Asimismo, establecerán los mecanismos de
participación de los sectores social y privado, con objeto de cumplir los fines
previstos en el párrafo décimo segundo del artículo 4o. de esta Constitución.
XXIX-O. Para legislar en materia de protección de datos personales en posesión de
particulares.
XXIX-P. Expedir leyes que establezcan la concurrencia de la Federación, las
entidades federativas, los Municipios y, en su caso, las demarcaciones territoriales
de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias, en materia
de derechos de niñas, niños y adolescentes, velando en todo momento por el interés
superior de los mismos y cumpliendo con los tratados internacionales de la materia
de los que México sea parte;
XXIX-Q. Para legislar sobre iniciativa ciudadana y consultas populares.
XXIX-R. Para expedir las leyes generales que armonicen y homologuen la
organización y el funcionamiento de los registros civiles, los registros públicos
inmobiliarios y de personas morales de las entidades federativas y los catastros
municipales;
XXIX-S. Para expedir las leyes generales reglamentarias que desarrollen los
principios y bases en materia de transparencia gubernamental, acceso a la
información y protección de datos personales en posesión de las autoridades,
135
entidades, órganos y organismos gubernamentales de todos los niveles de
gobierno.
XXIX-T. Para expedir la ley general que establezca la organización y administración
homogénea de los archivos de la Federación, de las entidades federativas, de los
Municipios y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, y determine
las bases de organización y funcionamiento del Sistema Nacional de Archivos.
XXIX-U. Para expedir las leyes generales que distribuyan competencias entre la
Federación y las entidades federativas en materias de partidos políticos;
organismos electorales, y procesos electorales, conforme a las bases previstas en
esta Constitución.
XXIX-V. Para expedir la ley general que distribuya competencias entre los órdenes
de gobierno para establecer las responsabilidades administrativas de los servidores
públicos, sus obligaciones, las sanciones aplicables por los actos u omisiones en
que éstos incurran y las que correspondan a los particulares vinculados con faltas
administrativas graves que al efecto prevea, así como los procedimientos para su
aplicación.
XXIX-W. Para expedir leyes en materia de responsabilidad hacendaria que tengan
por objeto el manejo sostenible de las finanzas públicas en la Federación, los
Estados, Municipios y el Distrito Federal, con base en el principio establecido en el
párrafo segundo del artículo 25;
XXIX-X. Para expedir la ley general que establezca la concurrencia de la federación,
las entidades federativas, los municipios y, en su caso, las demarcaciones
territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias,
en materia de derechos de las víctimas.
XXIX-Y. Para expedir la ley general que establezca los principios y bases a los que
deberán sujetarse los órdenes de gobierno, en el ámbito de sus respectivas
competencias, en materia de mejora regulatoria;
XXIX-Z. Para expedir la ley general que establezca los principios y bases a los que
deberán sujetarse los órdenes de gobierno, en el ámbito de su respectiva
competencia, en materia de justicia cívica e itinerante, y
XXX. Para expedir la legislación única en materia procesal civil y familiar;
136
XXXI. Para expedir todas las leyes que sean necesarias, a objeto de hacer efectivas
las facultades anteriores, y todas las otras concedidas por esta Constitución a los
Poderes de la Unión.
137
No podrá haber otras partidas secretas, fuera de las que se consideren necesarias,
con ese carácter, en el mismo presupuesto; las que emplearán los secretarios por
acuerdo escrito del Presidente de la República.
Sólo se podrá ampliar el plazo de presentación de la iniciativa de Ley de Ingresos y
del Proyecto de Presupuesto de Egresos, cuando medie solicitud del Ejecutivo
suficientemente justificada a juicio de la Cámara o de la Comisión Permanente,
debiendo comparecer en todo caso el Secretario del Despacho correspondiente a
informar de las razones que lo motiven;
V. Declarar si ha o no lugar a proceder penalmente contra los servidores públicos
que hubieren incurrido en delito en los términos del artículo 111 de esta
Constitución.
Conocer de las imputaciones que se hagan a los servidores públicos a que se refiere
el artículo 110 de esta Constitución y fungir como órgano de acusación en los juicios
políticos que contra éstos se instauren.
VI. Revisar la Cuenta Pública del año anterior, con el objeto de evaluar los
resultados de la gestión financiera, comprobar si se ha ajustado a los criterios
señalados por el Presupuesto y verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos
en los programas.
La revisión de la Cuenta Pública la realizará la Cámara de Diputados a través de la
Auditoría Superior de la Federación. Si del examen que ésta realice aparecieran
discrepancias entre las cantidades correspondientes a los ingresos o a los egresos,
con relación a los conceptos y las partidas respectivas o no existiera exactitud o
justificación en los ingresos obtenidos o en los gastos realizados, se determinarán
las responsabilidades de acuerdo con la Ley. En el caso de la revisión sobre el
cumplimiento de los objetivos de los programas, dicha autoridad sólo podrá emitir
las recomendaciones para la mejora en el desempeño de los mismos, en los
términos de la Ley.
La Cuenta Pública del ejercicio fiscal correspondiente deberá ser presentada a la
Cámara de Diputados a más tardar el 30 de abril del año siguiente. Sólo se podrá
ampliar el plazo de presentación en los términos de la fracción IV, último párrafo, de
este artículo; la prórroga no deberá exceder de 30 días naturales y, en tal supuesto,
138
la Auditoria Superior de la Federación contará con el mismo tiempo adicional para
la presentación del Informe General Ejecutivo del resultado de la Fiscalización
Superior de la Cuenta Pública.
La Cámara concluirá la revisión de la Cuenta Pública a más tardar el 31 de octubre
del año siguiente al de su presentación, con base en el análisis de su contenido y
en las conclusiones técnicas del Informe General Ejecutivo del resultado de la
Fiscalización Superior, a que se refiere el artículo 79 de esta Constitución, sin
menoscabo de que el trámite de las observaciones, recomendaciones y acciones
promovidas por la Auditoría Superior de la Federación, seguirá su curso en términos
de lo dispuesto en dicho artículo.
La Cámara de Diputados evaluará el desempeño de la Auditoría Superior de la
Federación y al efecto le podrá requerir que le informe sobre la evolución de sus
trabajos de fiscalización;
VII. Aprobar el Plan Nacional de Desarrollo en el plazo que disponga la ley. En caso
de que la Cámara de Diputados no se pronuncie en dicho plazo, el Plan se
entenderá aprobado;
VIII. Designar, por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes, a
los titulares de los órganos internos de control de los organismos con autonomía
reconocida en esta Constitución que ejerzan recursos del Presupuesto de Egresos
de la Federación, y
IX. Las demás que le confiere expresamente esta Constitución.
139
II. Ratificar los nombramientos que el mismo funcionario haga de los Secretarios de
Estado, en caso de que éste opte por un gobierno de coalición, con excepción de
los titulares de los ramos de Defensa Nacional y Marina; del Secretario responsable
del control interno del Ejecutivo Federal; del Secretario de Relaciones; de los
embajadores y cónsules generales; de los empleados superiores del ramo de
Relaciones; de los integrantes de los órganos colegiados encargados de la
regulación en materia de telecomunicaciones, energía, competencia económica, y
coroneles y demás jefes superiores del Ejército, Armada y Fuerza Aérea
Nacionales, en los términos que la ley disponga;
III. Autorizarlo también para que pueda permitir la salida de tropas nacionales fuera
de los límites del País, el paso de tropas extranjeras por el territorio nacional y la
estación de escuadras de otra potencia, por más de un mes, en aguas mexicanas.
IV. Dar su consentimiento para que el Presidente de la República pueda disponer
de la Guardia Nacional fuera de sus respectivas entidades federativas, fijando la
fuerza necesaria.
V. Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de una
entidad federativa, que es llegado el caso de nombrarle un titular del poder ejecutivo
provisional, quien convocará a elecciones conforme a las leyes constitucionales de
la entidad federativa. El nombramiento del titular del poder ejecutivo local se hará
por el Senado a propuesta en terna del Presidente de la República con aprobación
de las dos terceras partes de los miembros presentes, y en los recesos, por la
Comisión Permanente, conforme a las mismas reglas. El funcionario así nombrado,
no podrá ser electo titular del poder ejecutivo en las elecciones que se verifiquen en
virtud de la convocatoria que él expidiere. Esta disposición regirá siempre que las
constituciones de las entidades federativas no prevean el caso.
VI. Resolver las cuestiones políticas que surjan entre los poderes de una entidad
federativa cuando alguno de ellos ocurra con ese fin al Senado, o cuando con motivo
de dichas cuestiones se haya interrumpido el orden constitucional, mediando un
conflicto de armas. En este caso el Senado dictará su resolución, sujetándose a la
Constitución General de la República y a la de la entidad federativa.
La ley reglamentará el ejercicio de esta facultad y el de la anterior.
140
VII. Erigirse en Jurado de sentencia para conocer en juicio político de las faltas u
omisiones que cometan los servidores públicos y que redunden en perjuicio de los
intereses públicos fundamentales y de su buen despacho, en los términos del
artículo 110 de esta Constitución.
VIII. Designar a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de entre
la terna que someta a su consideración el Presidente de la República, así como
otorgar o negar su aprobación a las solicitudes de licencia o renuncia de los mismos,
que le someta dicho funcionario;
IX. Se deroga.
X. Autorizar mediante decreto aprobado por el voto de las dos terceras partes de
los individuos presentes, los convenios amistosos que sobre sus respectivos límites
celebren las entidades federativas;
XI. Aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el plazo que disponga
la ley. En caso de que el Senado no se pronuncie en dicho plazo, ésta se entenderá
aprobada;
XII. Nombrar a los comisionados del organismo garante que establece el artículo
6o. de esta Constitución, en los términos establecidos por la misma y las
disposiciones previstas en la ley; y
XIII. Integrar la lista de candidatos a Fiscal General de la República; nombrar a dicho
servidor público, y formular objeción a la remoción que del mismo haga el Ejecutivo
Federal, de conformidad con el artículo 102, Apartado A, de esta Constitución, y
XIV. Las demás que la misma Constitución le atribuya.
141
La función jurisdiccional, si es local; la Constitución de nuestro Estado, en su
Artículo 97, la deposita en un Tribunal Superior de Justicia, en un Tribunal Electoral
del Poder Judicial del Estado, en un Tribunal Unitario, en una Magistratura de
Asuntos Indígenas y en Juzgados del Fuero Común.
Artículo 100. El Consejo de la Judicatura Federal será un órgano del Poder Judicial
de la Federación con independencia técnica, de gestión y para emitir sus
resoluciones.
El Consejo se integrará por siete miembros de los cuales, uno será el Presidente de
la Suprema Corte de Justicia, quien también lo será del Consejo; tres Consejeros
designados por el Pleno de la Corte, por mayoría de cuando menos ocho votos, de
entre los Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito; dos Consejeros designados
por el Senado, y uno por el Presidente de la República.
Todos los Consejeros deberán reunir los requisitos señalados en el artículo 95 de
esta Constitución y ser personas que se hayan distinguido por su capacidad
profesional y administrativa, honestidad y honorabilidad en el ejercicio de sus
actividades, en el caso de los designados por la Suprema Corte, deberán gozar,
además con reconocimiento en el ámbito judicial.
El Consejo funcionará en Pleno o en comisiones. El Pleno resolverá sobre la
designación, adscripción, ratificación y remoción de magistrados y jueces, así como
de los demás asuntos que la ley determine.
Salvo el Presidente del Consejo, los demás Consejeros durarán cinco años en su
cargo, serán substituidos de manera escalonada, y no podrán ser nombrados para
un nuevo período.
Los Consejeros no representan a quien los designa, por lo que ejercerán su función
con independencia e imparcialidad. Durante su encargo, sólo podrán ser removidos
en los términos del Título Cuarto de esta Constitución.
La ley establecerá las bases para la formación y actualización de funcionarios, así
como para el desarrollo de la carrera judicial, la cual se regirá por los principios de
excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo e independencia.
142
De conformidad con lo que establezca la ley, el Consejo estará facultado para
expedir acuerdos generales para el adecuado ejercicio de sus funciones. La
Suprema Corte de Justicia podrá solicitar al Consejo la expedición de aquellos
acuerdos generales que considere necesarios para asegurar un adecuado ejercicio
de la función jurisdiccional federal. El Pleno de la Corte también podrá revisar y, en
su caso, revocar los que el Consejo apruebe, por mayoría de cuando menos ocho
votos. La ley establecerá los términos y procedimientos para el ejercicio de estas
atribuciones.
Las decisiones del Consejo serán definitivas e inatacables y, por lo tanto, no
procede juicio ni recurso alguno, en contra de las mismas, salvo las que se refieran
a la designación, adscripción, ratificación y remoción de magistrados y jueces, las
cuales podrán ser revisadas por la Suprema Corte de Justicia, únicamente para
verificar que hayan sido adoptadas conforme a las reglas que establezca la ley
orgánica respectiva.
La Suprema Corte de Justicia elaborará su propio presupuesto y el Consejo lo hará
para el resto del Poder Judicial de la Federación, sin perjuicio de lo dispuesto en el
párrafo séptimo del artículo 99 de esta Constitución. Los presupuestos así
elaborados serán remitidos por el Presidente de la Suprema Corte para su inclusión
en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación. La administración de
la Suprema Corte de Justicia corresponderá a su Presidente.
Está encaminada a regular la actividad concreta y titular del Estado bajo el orden
jurídico.
Esta función actúa promoviendo la satisfacción de las necesidades de los
ciudadanos y fomentando el bienestar y progreso de la colectividad.
Esta función limita sus efectos a los actos materiales que tienen por finalidad la
prestación de un servicio público.
El titular, en materia federal, es el Presidente de la República. En materia local, el
titular es el Gobernador del Estado.
143
Artículo 87. El Presidente, al tomar posesión de su cargo, prestará ante el
Congreso de la Unión o ante la Comisión Permanente, en los recesos de aquél, la
siguiente protesta: "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y
patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha
conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere
que la Nación me lo demande."
Si por cualquier circunstancia el Presidente no pudiere rendir la protesta en los
términos del párrafo anterior, lo hará de inmediato ante las Mesas Directivas de las
Cámaras del Congreso de la Unión.
En caso de que el Presidente no pudiere rendir la protesta ante el Congreso de la
Unión, ante la Comisión Permanente o ante las Mesas Directivas de las Cámaras
del Congreso de la Unión lo hará de inmediato ante el Presidente de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
FUNCIONES FORMALES
Normalmente, las funciones formales de un órgano del Estado coinciden con sus
funciones materiales, pero excepcionalmente pueden no existir esas coincidencias,
ya que los poderes tienen en sus funciones, algunas que por su naturaleza no
debieran corresponderles por lo que se puede afirmar que el criterio de funciones
formales debe tomarse en sentido subjetivo.
Ejemplos:
En ocasiones, el poder ejecutivo emite decretos, lo que formalmente le
correspondería al legislativo.
Los legisladores, en ocasiones imparten justicia lo que sería una función
propia Del Poder Judicial.
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Las funciones del Poder Ejecutivo son: ejecutar las leyes y administrar el país
en el interior y representarlo en el exterior.
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