Buenos Hábitos para Evitar Enfermedades

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Buenos hábitos para evitar enfermedades

¿Sabías que los buenos hábitos higiénicos y alimenticios pueden


protegeros a ti y a tus hijos de muchas enfermedades? Como
lees, y no nos referimos solamente a la famosa (y odiada) gripe
estacionaria.

Enfermedades como la gripe o la gastroenteritis pueden


prevenirse siguiendo unos sencillos pasos de higiene personal,
pero también es posible minimizar la posibilidad de aparición
de otras enfermedades más graves como la diabetes, el
colesterol alto o la enfermedad coronaria a través de la inclusión de ciertos hábitos desde la
infancia.

¿Descubrimos qué buenos hábitos debemos inculcarles a nuestros hijos para protegerles de las
enfermedades?

Buenos hábitos contra enfermedades estacionales


La gripe o influenza ataca cada año a más de 90 personas de cada 100.000 habitantes en España,
según datos publicados en 20 Minutos en 2014, aunque no hay datos concretos sobre la
gastroenteritis en nuestro país, se estima que aquella provocada por Rotavirus afecta a 22 de cada
1000 menores de 4 años anualmente.

Ahora bien, como ya te comentamos en la introducción, es posible minimizar la posibilidad de


contagio de las enfermedades estacionales siguiendo unos simples pasos de alimentación
saludable e higiene personal.

Cómo proteger a los niños de la gripe y la gastroenteritis


Los principales pilares para protegerse de enfermedades son la higiene personal y del hogar y la
alimentación. Veamos uno a uno los pasos a seguir:

Higiene personal y del hogar


Cómo prevenir enfermedades
Inculcar buenos hábitos higiénicos a los niños es fundamental para
minimizar el riesgo de contagio de enfermedades estacionales.
Para ello, debes enseñar a tus hijos a:

lavarse las manos de manera frecuente, es decir no sólo antes de


comer sino después de jugar, ir al baño o pintar.
cubrir su boca y nariz al estornudar o toser, preferentemente con
el antebrazo para evitar que las partículas transmisoras de la
enfermedad se asienten en las manos y desde allí pasen a
cualquier objeto que toquen.
evitar compartir vasos, botellas y utensilios.
Además, debes tomar las siguientes precauciones en lo que respecta al cuidado del hogar:

evitar la contaminación cruzada de alimentos (haz clic sobre el enlace para encontrar más
información al respecto).
limpiar a conciencia encimeras de cocina, el baño y todo elemento que pueda almacenar
bacterias.
tener cuidado con la cadena de frío de los alimentos.
limpiar y cocinar bien los alimentos.
ventilar diariamente el hogar.
Alimentación saludable para prevenir enfermedades
Alimentación equilibrada para prevenir enfermedades
¿Sabías que una alimentación equilibrada y saludable mantiene las defensas altas, dificultando a
los virus y bacterias ingresar al organismo? Por eso, desde Educo, te invitamos a leer nuestros
artículos sobre alimentación sana. Recuerda que comer equilibrado hace bien…

Brevemente, te recordamos que tanto tú como tus hijos deben:

ingerir diariamente entre 4 y 5 porciones de verduras y frutas naturales, debido a su gran aporte
de nutrientes esenciales.
mantenerse bien hidratados. Merece la pena destacar que la bebida de preferencia debe ser el
agua, evitando bebidas endulzadas.
realizar ejercicio de manera habitual, al menos media hora al día. En su momento, hablamos de
esta temática en el post: Pirámide alimentaria infantil. Echa un vistazo.
aumentar el consumo de cítricos. Gracias a su gran aporte de vitamina C, los cítricos ayudan a
nuestro organismo a generar defensas.
Prevenir enfermedades graves
Algunos estudios sugieren que una alimentación sana y equilibrada ayudaría a prevenir algunas
enfermedades de gravedad como el cancer, la arterioesclerosis, el colesterol y los triglicéridos
altos, la artritis o la diabetes (Más información: Facua).

Como dice el dicho popular: “mejor prevenir que curar”. Por eso, en Educo hemos hecho un breve
resumen de aquellos cambios en la alimentación que ayudan a prevenir estas enfermedades:

sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas, por ejemplo cambiando el consumo de carnes
rojas por pescado azul.
aumentar el consumo de frutas y verduras.
incorporar los aceites de pescado y el aceite de oliva a la dieta familiar ya que podrian reducir el
riesgo de padecer cancer.
elegir los cereales integrales por sobre los procesados. debido a su alto contenido de
carbohidratos y fibras que ayudan a prevenir la diabetes.
Valoración de la higiene y el saneamiento como forma de prevenir
enfermedades.

Hagamos de la higiene un hábito para alcanzar una vida feliz y


plena.
La higiene es una de las mejores formas de estar saludables y
sanos, pero para ello es necesario prestar atención a los cambios
corporales, olores y sudor. Esta observación nos ayudará a
eliminar posibles gérmenes que provocan mal olor en nuestros
cuerpos.

Mantener la higiene es importante no sólo para prevenir


infecciones o inflamaciones, e incluso enfermedades, como
también para que nos sintamos más seguros de nosotros/as
mismos.

Una definición más científica afirma que “la Higiene es el conjunto de conocimientos y técnicas
que deben aplicar los individuos para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer
efectos nocivos sobre su salud”.

Sus objetivos principales son mejorar la salud, conservarla y prevenir las enfermedades. Esto
implica:

1. Limpieza, aseo de lugares o personas o partes genitales2. Hábitos que favorecen la salud.3.
Parte de la medicina, orientada a favorecer hábitos saludables, en prevención de enfermedades.4.
Reconocimiento, evaluación y control de aquellos factores y tensiones ambientales que surgen en
el lugar de trabajo y que pueden provocar enfermedades, quebrantos de salud, quebrantos de
bienestar, incomodidad e ineficacia de los trabajadores y los ciudadanos.5. La higiene personal es
la parte de la medicina que trata de los medios en que el hombre debe vivir y de la forma de
modificarlos en el sentido más favorable para su desarrollo.

En el año 2000, un informe publicado por la entidad de la Organización de Naciones Unidas para la
Infancia UNICEF titulado "School Sanitation and Hygienes Education" reveló que una tercera parte
de la población mundial –2400 millones de personas- tenía dificultades para el acceso a la
satisfacción de la higiene básica. Según la entidad, los niños son los más vulnerables a esta
situación, factor que impidió detener el avance de algunas enfermedades relacionadas con la
ausencia de limpieza. Lo más interesante de este informe radica no sólo en la relación inversa que
existe entre pobreza e higiene. Lo realmente revelador es
que la entidad comprende que la solución de los
problemas higiénicos no está determinada,
exclusivamente, por la inversión en infraestructura básica
de saneamiento ambiental (agua potable, sistemas de
acueducto y alcantarillado), sino por una educación
integral. La educación, según UNICEF, debe tener dos ejes
centrales de desarrollo: el hogar y la escuela. El hecho que
estos núcleos puedan tener una misma orientación en
esta materia es el primer paso para que los niños
empiecen a crear hábitos de limpieza. Debemos ser
higiénicos:

• Con el baño o aseo personal• Con los alimentos• Con los animales que tenemos de mascota•
Con la ropa y los juguetes • Con el ambiente

Más de la mitad de todas las enfermedades y las muertes en la primera infancia tienen como
causa los gérmenes que se transmiten por falta de higiene, por vía bucal a través de la ingestión de
alimentos o de agua o debido a unas manos sucias.Existen seis consejos prácticos para tener éxito
en la tarea de mantenernos higienizados:

1. Como padres debemos dar el ejemplo. Como referentes naturales de los niño/as debemos tener
un hogar limpio y aseado. Además hay que mostrarles cómo nos lavamos los dientes pidiéndoles
su compañía en el baño, explicándoles qué es lo que estamos haciendo, para qué sirve el cepillo y
la pasta dental. 2. Debemos inculcarles hábitos desde temprana edad. Un niño/a siempre va a
entender más de lo que puede expresar, por eso es necesario que los padres estemos
constantemente especificando el porqué de cada acción higiénica y los beneficios sanitarios que
reporta. 3. Regularidad. Los hábitos deben crearse a diario y manifestarse en cada aspecto de la
vida cotidiana. En este caso debemos armarnos de paciencia porque los resultados de nuestro
trabajo no se verán de inmediato, sino a largo plazo. Lo ideal es que las instrucciones que reciban
los niños/as sean lo más simples posible. La complicación o perfeccionamiento deben ser
paulatinos. 4. El niño/a debe contar con un ambiente preparado. Los artículos de aseo deben estar
al alcance de los niños/as. La pasta dental no puede estar guardada en una repisa con llave, debe
existir siempre papel higiénico disponible, etc. Si las condiciones no están dadas para que el
infante realice sus labores de aseo aparecerá la desmotivación. El niño/a debe tener sus propios
elementos higiénicos para que cuide de ellos y sepa en qué lugar se encuentran. 5. Cada momento
de aseo debe ser grato. Jamás hay que decir "lávate el pelo porque si no te voy a castigar sin
televisión". Por el contrario, es mejor mostrar el lado positivo de la acción: "que agradable es
tener el pelo limpio". Relacionando este punto con el ejemplo que debemos dar como padres, es
importante que cuando nos aseemos demostremos el placer que produce para que nuestros
hijos/as vinculen la acción con un bienestar. 6. Hay que ser creativo. Si un método de creación de
hábitos higiénicos no da resultados no hay que desesperarse, mucho menos caer en la
reprimenda, es mejor buscar otro sistema. En el caso tengamos más de un hijo/a, un sistema que
dio óptimos resultados con el mayor, no siempre será igual con el menor, en tal caso debemos
tener la capacidad, y por sobre todo la paciencia, de innovar.

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