Generaciones de Plataformas
Generaciones de Plataformas
Generaciones de Plataformas
Los equipos semisumergibles tienen dos o más pontones sobre los cuales flotan.
Un pontón es un prisma con sección rectangular de acero, largo, relativamente
estrecho y hueco. Cuando una plataforma semisumergible se traslada, se retira
agua de lastre de los pontones para que el equipo tenga mayor flotación y pueda
moverse más fácilmente sobre la superficie del mar. En algunos casos se emplean
barcos remolcadores para trasladar el equipo hasta el sitio de la perforación y en
otros, los semisumergibles son autopropulsados por unidades empotradas que
pueden conducir al equipo hasta donde se requiera.
Una unidad flotante sufre movimientos debido a la acción de las olas, corrientes
marinas y vientos, lo que puede dañar los equipos necesarios para construir el
pozo. Por ello, es imprescindible que la plataforma permanezca en posición sobre
la superficie del mar, dentro de un círculo con radio de tolerancia determinado por
los equipos que se encuentran por debajo de ésta. Los sistemas responsables de
la posición de la unidad flotante son dos: el sistema de anclaje y el sistema de
posicionamiento dinámico.
Tirante de agua.
Capacidad de perforación (alcance máximo de perforación).
Características de movimiento.
Movilidad.
El segundo factor es el reducir los movimientos que se generan por los elementos
metoceánicos; lo cual es esencial para evitar problemas con el equipo de
perforación.
A las plataformas desarrolladas después del año 2005 se les denomina plataformas
de sexta generación.
Entre las generaciones quinta y sexta la diferencia no es tan notable, dado que las
características de cada una de ellas es simila|r en cuanto a los tirantes de agua que
logran alcanzar. Las diferencias tangibles se reflejan en las dimensiones en las
cubiertas y las capacidades de carga que cada una puede soportar, donde la sexta
generación soporta cerca de las 10,000 toneladas a diferencia de las de quinta
generación que varían entre 5,000 y 8,000 toneladas, un ejemplo de esta última es
la plataforma Leiv Eriksson (ver Fig. 2.4). Además de lo anterior, lo que las diferencia
de las cuatro generaciones anteriores, es que éstas cuentan con un sistema de
posicionamiento dinámico que sustituye al anclaje que era utilizado con anterioridad
y logra controlar con mejoras notables los movimientos ocasionados por los factores
metoceánicos, que se mencionarán en los siguientes capítulos.
CONCLUSIÓN
En México existe un gran potencial para producir hidrocarburos en aguas profundas, las cuales
demandan tecnologías de última generación para vencer los retos operativos que éstas imponen
para lograr llevarlas a cabo de manera exitosa tanto técnica como económicamente. Los equipos
semisumergibles utilizados en la perforación de pozos en aguas profundas requieren de una
evolución constante para ampliar su capacidad de operación en la medida en que se enfrentan a
condiciones operativas cada vez más extremas.
BIBLIOGRAFÍA
Morales Gil, 2012, “Aguas Profundas en México: La Oportunidad y el Reto”, Academia de ingeniería,
Méxcio. Publicado en http://academiadeingenieriademexico.mx