Quiebra

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III.- LA INSOLVENCIA DE LA EMPRESA.-


25/06/10
I.- INTRODUCCIÓN.-
El tema de la quiebra pasa por una cuestión de común ocurrencia, no es una
actividad exclusiva de los comerciantes, para entrar en quiebra o llegar a ella hay
que participar en una actividad distinta, cual es el endeudamiento, todas las
personas contraen obligaciones, si son cubiertas oportunamente, no pasa nada.

Tanto las Empresas como las personas, suelen contraer obligaciones


(deudas) que en el caso de los comerciantes se subentienden contraídas para el
desenvolvimiento de sus negocios.
Ahora bien, cuando alguien o una empresa, un comerciante, se obliga
contrayendo una deuda para con otro, lo que en realidad está sucediendo es que
está comprometiendo su patrimonio al pago de esa obligación o deuda. Su
patrimonio presente o futuro, en virtud del derecho de prenda general
reconocido por el Art. 2.465 del Código Civil. Ej. hipoteca subprime en USA, si el
acreedor remata al deudor su crédito se agota en la garantía hipotecaria. ¿si así
fuera, la quiebra tiene razón de ser? No, ésta tiene razón de ser en cuanto que el no
pago de una o más obligaciones del deudor va a afectar a todo su patrimonio y si
afecta todo su patrimonio afecta también a los acreedores en la medida que un
acreedor independientemente ejecuta su crédito y obtiene el pago, afecta la
solvencia de mi deudor.

Si esas deudas son oportunamente pagadas, no existirá problema alguno, y


nuestro comerciante seguirá desarrollando sus negocios sin problemas, y sus
acreedores percibiendo la devolución de su capital prestado, más los reajustes del
caso e intereses convenidos.
Sin embargo, en algunos casos, sea por malas decisiones propias y/o factores
exógenos, el deudor no estará en condiciones de solventar sus deudas, esto es de
cumplir con los pagos convenidos con sus acreedores.

Esta situación, en un principio será de carácter temporal, porque más que un


no pago de sus obligaciones existirá un pago atrasado (de manera más o menos
habitual) para con el tiempo, salvo excepciones, llegarse a la segunda etapa de
simplemente una imposibilidad real de enfrentar el pago de sus obligaciones o
deudas, al producirse lo que se denomina en derecho: La cesación de pago.-
La cesación de pago es una situación de hecho, el no pago por parte del
deudor de sus obligaciones, en los plazos convenidos, independientemente de que
ella se produzca por la imposibilidad del deudor de lograr los flujos de dinero para
enfrentar el pago de sus acreencias en tiempo y forma, o por la decisión voluntaria
de aquél de no proceder a tales pagos. La cesación de pago que importa es la
GENERAL, la persona es incapaz de asumir obligaciones porque su patrimonio
porque su patrimonio es incapaz, si tiene patrimonio suficiente no hay problema.
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A partir de entonces, vendrá una etapa, en la que cada acreedor
independientemente procurará cobrar sus créditos del deudor que ha dejado de
pagar, esto es que ha entrado en cesación de pago, de manera independiente de lo
que hagan los demás acreedores.
Suponiendo que todos los acreedores hicieran lo mismo al mismo tiempo,
necesariamente se encontrarían todos actuando simultáneamente sobre los mismos
bienes del patrimonio del deudor, ejerciendo sus acciones judiciales para exigir el
cumplimiento forzado de la obligación contraída en su favor, mediante la realización
de sus bienes.
Por otra parte, como hemos visto antes, las causas de la cesación de pago
serán variadas: Puede ser el caso de que el deudor simplemente ha decidido
voluntariamente no pagar a sus acreedores, o haberse llegado a una situación de
insolvencia de manera culpable, por evidentes malos manejos y descuido de sus
negocios, o incluso de e manera fraudulenta contrayendo obligaciones sin la
intención de pagarlas, ocultando bienes de manera dolosa.
Si los problemas del deudor son sólo de carácter temporal, por carecer en un
momento determinado de caja para solventar determinados créditos, pero existe la
certeza de contar con ellos más adelante, los procedimientos concursales no tienen
razón de ser, sin perjuicio que el mismo deba convencer de ello a sus acreedores.
Podrá verse enfrentado a la intolerancia de sus acreedores, esperanzados
aquellos de realizar excelentes negocios, pretendiendo pagarse con bienes del
deudor a precios viles, impidiendo que otros acreedores, menos ágiles o más
tolerantes, recuperen la parte de sus créditos que en justicia les corresponde.
Además, la cesación de pago de determinados deudores, como las grandes
empresas, de gran significación social y económica, compromete el interés general,
llegando a afectar comunidades enteras por la pérdida de puestos de trabajo. Sin
perjuicio de los delitos involucrados, en ciertos casos.

La quiebra es el reconocimiento judicial del estado de insolvencia del deudor


que compromete diversos intereses.

En el origen de la regulación de la quiebra se procuraba proteger a los


acreedores, es un procedimiento de ejecución universal a diferencia del juicio
ejecutivo que es un procedimiento de ejecución individual, que se encontraban en
iguales condiciones pero defendía los intereses del deudor, evitar que éste fuera
“chantajeado” por uno de sus acreedores. Con el tiempo y el desarrollo social se ve
la necesidad que también en la quiebra existen otros intereses que son los de los
terceros, cómo un tercero se puede llegar a ver afectado por la declaración de
quiebra: trabajadores, cualquier tercero que haya tenido una relación jurídica con el
deudor se puede ver afectado. Pero también está el interés social comprometido,
hoy la empresa es fuente de trabajo por lo tanto a la comunidad le interesa que
permanezca. Ej. Intel produce el 30% del Ingreso General Bruto de Costa Rica.

En este escenario, aplicando la legislación común y dejando que cada


acreedor persiga la recuperación de sus créditos, pueden llegar a darse tremendas
injusticias, por lo que se recurre a lo que antes se conocía como el Derecho de
Quiebra, y hoy de forma más realista y eficiente como Insolvencia de la Empresa,
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que tiene por finalidad de proteger los legítimos derechos de todos los afectados e
involucrados:
a.- Los intereses del deudor
b.- Los intereses del Acreedor
c.- El interés social comprometido.
d.- El interés de los terceros afectados.

***Intereses comprometidos en la quiebra.-Como vimos, en la quiebra se


encuentran comprometidos varios intereses, a saber:
a).- El interés del deudor;
b).- El del o los acreedores,
c).- Terceros y
d).- De la comunidad en general.

a) El interés del deudor, se ve afectado por cuanto la quiebra produce efecto


respecto de toda su actividad económica, e incluso en su situación jurídica,
por las inhabilidades que ella le produce. La quiebra comprende la totalidad
de los bienes del deudor, la universalidad de sus bienes, excepto aquellos
inembargables. Con la declaración de quiebra se produce el efecto del
DESASIMIENTO, es decir el deudor pierde la administración de sus bienes con
excepción de los inembargables.

b) El interés del o los acreedores está representado por la situación que ella
constituye el único medio eficaz legalmente autorizado, salvo las excepciones
del caso, para compeler al deudor al cumplimiento de sus obligaciones, de
manera equitativa.
Declarada la quiebra, el único medio que tienen los acreedores para hacer
efectivo su crédito es éste, una vez declarada están obligados a hacerse parte a
cobrar sus créditos y si no lo hacen no pueden ejecutar individualmente al deudor
fallido. La quiebra permite que la insolvencia del deudor la sufran todos por igual,
con ninguno que resulte pagado en perjuicio de otro. Para que sean pagados, salvo
las excepciones legales de acreedores privilegiados, todos los acreedores deberán
concurrir a la quiebra.

c) Los intereses de terceros que se han relacionado con el fallido antes de estar
declarado en quiebra se verán afectado en la quiebra. En los casos de
ejercicio acciones revocatorias que puedan dejar sin efecto actuaciones
jurídicas celebradas por el deudor antes de ser declarado en quiebra, que a la
fecha de su celebración eran perfectamente legítimas y válidas. Si declarada
la quiebra, el deudor celebrare actos jurídicos que afecten uno de sus bienes,
ese acto jurídico es INOPONIBLE porque no tiene administración de bienes.
Esos actos que durante ese período sospechoso celebró el deudor que ahora
es fallido, pueden ser declarados inoponibles a la masa por lo tanto esos
terceros también tienen interés en la declaración de quiebra.

d) Por último, el interés social comprometido dice relación tanto con los
eventuales delitos involucrados en la quiebra o con motivo de la declaración
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de quiebra (Quiebra fraudulenta: dolo o culpa), como por el término de la
actividad económica de la empresa, con el consiguiente efecto social
comprometido, como cesantía, pérdida de oferta y demanda de bienes y
servicios, etc., deterioro de la actividad económica comunal, etc.
Frente a esta realidad, surgen los procedimientos concúrsales, distintos de los
procedimientos ejecutivos individuales y por ende con características propias y
distintas de aquéllos.
*** Intereses comprometidos en la quiebra y cómo se manifiestan en la
legislación.

Características de la legislación concursal.- La legislación concursal presenta


tres características que la distinguen claramente, otorgándole su sello propio. Es
más un procedimiento que un juicio.
1.- La legislación concursal es excepcional, por cuanto entra a aplicarse sólo ante
una insolvencia judicialmente declarada. Mientras no se haya reconocido por medio
de una sentencia judicial la situación de insolvencia, no se aplica la legislación
especial.
2.- Es de carácter imperativa, es decir ella se aplica al margen de la autonomía de
la voluntad de las partes. Producida la situación de insolvencia y declarada
judicialmente, tiene lugar la aplicación del procedimiento concursal del caso, sin
tomar en cuenta los deseos y la voluntad de las partes, que sólo pueden decidir en
el ámbito del proceso concursal en que se encuentren insertas ambas.
3.- El contenido de sus normas es a la vez de carácter procesal y también
sustantivo. Es de carácter procesal, por cuanto organiza y regula los procedimiento
concúrsales, que el artículo 1 de la ley identifica de tres tipos: La quiebra; Los
convenios judiciales (preventivos y de solución); pueden ser judiciales o
extrajudiciales, aún cuando los últimos contienen pocas disposiciones, y La cesión
de bienes. Los últimos dos regulan la insolvencia procedimental.

Es de carácter sustantivo, por cuanto establece normas de fondo, que actúa


en razón de la situación concreta de que se trate, afectando y modificando normas
de otras ramas del derecho, tal como ocurre con la quiebra como causal de término
de una sociedad, sociedad colectiva y sociedad de responsabilidad limitada; quiebra
afecta a la prenda y a la hipoteca; La quiebra como forma que afecta el
vencimiento de las obligaciones, anticipando el término de los plazos. Anticipando
el vencimiento de las deudas del deudor fallido, o en relación con el cobro de los
intereses, los que dejan de correr.

Presupuestos del procedimiento concursal: La cesación de pago.- Los


procedimientos concúrsales giran sobre la base de un presupuesto objetivo: La
situación crítica del patrimonio de una persona, que técnicamente se
denomina “cesación de pago”, y que se traduce en la incapacidad de cumplir
regularmente con sus obligaciones.
Esta cesación de pagos, ha sido explicada doctrinariamente de al menos tres
maneras diferentes, recogidas en nuestra legislación:
a.- Teoría materialista o restringida.
b.- Teoría intermedia.
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c.- Teoría amplia.

a.- Teoría materialista o restringida.- Identifica el concepto de cesación de


pago con el de incumplimiento de una obligación, sin que tenga ninguna
importancia, ni relevancia, las causas o motivos por los cuales se ha producido este
incumplimiento.
Nuestra legislación en el fondo toma en determinados casos una teoría y en otros,
otra.
Cesación en el Pago = Incumplimiento
Simplemente basta que el deudor no haya cumplido con una obligación para
que se abra el procedimiento concursal en su contra. Sin importar la causa de ese
incumplimiento, ni el estado de su patrimonio.
Esta teoría se funda en el texto literal de la ley (artículo 43 LQ), que viene de
la legislación francesa, recogida por nuestra legislación civil y luego por la
mercantil, que habla de la cesación de pago como causa de la quiebra, y “cesar” es
dejar de cumplir, por lo tanto, haciendo una interpretación literal tenemos que el
solo dejar de cumplir resulta suficiente para incurrir en “cesación de pago”.
Por otro lado, la legislación mercantil está construida sobre el crédito, que
etimológicamente significa “confianza” y que lleva a que toda persona que está en
la actividad mercantil debe cumplir sus obligaciones con una cuestión de principios.
No se concibe, entonces, que una persona voluntariamente pierda “el
crédito”, esto es la confianza que se tiene sobre él. Así, si una persona no cumple
con una obligación, es porque está imposibilitado de hacerlo, no porque no quiera.
Por último, para calificar si una persona se encuentra o no en situación de
cesación de pagos, hay que atender a hechos externos, signos que manifiestan o
exteriorizan la cesación de pago, y el único signo externo inequívoco es el
incumplimiento, ya que el acreedor no puede entrar a verificar el patrimonio del
deudor.
Esta teoría, ha sido criticada sobre la base de sostener que el simple
incumplimiento no puede ser signo inequívoco de incapacidad de pago, por cuanto
un acreedor puede dejar de cumplir una determinada obligación por un acto
voluntario, si tiene como hacerlo pero no desea pagar, o si fue negligente o
renuente a cancelar. Sostienen estos retractores que este incumplimiento no
significa necesariamente incapacidad de pago, por lo que no es aceptable que
“cesación de pago” sea sinónimo de un simple “incumplimiento”. No es aceptable,
puesto que se puede incurrir en incumplimiento en un par de días y pagar 3 días
después: se incurrió en incumplimiento y no estaba en cesación en el pago.es decir
el juez puede no declarar la quiebra pese al incumplimiento.

b.- Teoría intermedia.- Esta teoría sostiene que cesación de pago es un estado
patrimonial, de imposibilidad de pago, requiriéndose que dicho estado se manifieste
a través de incumplimientos efectivos.
No hay cesación de pago, sin incumplimientos efectivos. No hay cesación de
pago, sin incumplimiento, pero no todo incumplimiento implica una cesación de
pago.
La cesación de pago no es un hecho aislado, es un estado patrimonial
permanente, o al menos más o menos permanente, pero en ningún caso transitorio.
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Mientras una persona no haya incurrido en incumplimiento no puede
sostenerse que se encuentra en una situación de cesación de pago, por ende, es el
incumplimiento el único medio que existe para apreciar el estado patrimonial de
una persona, pero como el incumplimiento puede deberse a causas diferentes y no
a la incapacidad de pago. El juez debe tener libertad para apreciar en cada caso si
hay o no insolvencia.
Siendo así, el juez que conoce de un determinado caso, a pesar de que se le
acredite el incumplimiento debe cerciorarse que el estado patrimonial de ese
deudor, que no ha cumplido, es de insolvencia. Es decir, una permanente
incapacidad de pago y no sólo un hecho aislado.
Por lo tanto, el incumplimiento pasa a ser una presunción de insolvencia, pero
no basta por si sola para concluir en tal insolvencia.
Se critica a esta teoría, a su vez, por no considerar como manifestación de
cesación de pago otros hechos además del incumplimiento, ya que podemos estar
ante un estado de insolvencia, pese a que el deudor ha cumplido todas sus
obligaciones, sobre la base de más y más endeudamiento futuro para realizar pagos
a corto plazo. En efecto, puede haber insolvencia sin incumplimiento efectivo, como
ocurre si el deudor estando al día en sus pagos cierra sus negocios y huye del país.

c.- Teoría amplia.- Estamos en presencia de una cesación de pago o insolvencia


cuando el patrimonio de una persona es incapaz de afrontar el cumplimiento de las
obligaciones que lo gravan, en forma oportuna e íntegra, sin importar la forma
como se manifieste esta incapacidad de pago.
Cesación en el Pago = Insolvencia
De hecho, la insolvencia debe reunir tres características:
i.- La generalidad, es decir, que no pueda cumplir en general con sus
obligaciones.
ii.- La permanencia, o sea que no se trate de un problema puntual, y
iii.- La objetividad, lo que significa que no hay recursos para cumplir las
obligaciones asumidas, en los términos convenidos.

Este estado de insolvencia, se manifiesta a través de hechos reveladores de


esta incapacidad de pagos, algunos que por sus características, bastan por sí solos
para dar por reconocido el estado jurídico de la incapacidad de pago. Incluso la ley
presume en ciertos casos que hay una insolvencia general, art. 43 n°3, es una
presunción de insolvencia.
Otros, en cambio, por si solo no son suficientes para lograr la convicción del
tribunal, pero que constituyen presunciones que unidas a otros hechos deberán
llevar a la convicción del tribunal de encontrarse la persona en estado de
insolvencia o cesación de pago.

Hechos que por sí solos bastan para dar por establecido el estado jurídico
de la incapacidad de pago.-
i.- La confesión del propio deudor, como que éste puede pedir su propia quiebra. El
deudor ha concurrido al tribunal a pedir su quiebra. Art. 42
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Es una confesión del deudor y no tiene que acreditar que hay insolvencia o que ha
cesado en el pago de una o más obligaciones. Si se cumplen los requisitos, el
tribunal tiene que declarar la quiebra.
ii.- El caso de los convenios preventivos de quiebra, que pueden ser iniciados por el
propio deudor, en cuyo caso si éste convenio no se produce, se declarará la quiebra
del deudor proponente del convenio.
Cuando el deudor concurre al tribunal y propone a los acreedores un convenio
preventivo reconoce su insolvencia, si los acreedores lo rechazan, el tribunal se
verá en la obligación de declarar la quiebra, lo mismo si alguien pide la declaración
de nulidad del convenio que está afecto a todos los vicios de la voluntad más los
especiales establecidos en la ley.
iii.- El deudor que se fuga, art. 43 n°3, la ley no le permite al juez averiguar si el
deudor tiene o no patrimonio.

Hechos que por sí solos no son suficientes, pero que constituyen


presunciones (indicios) de la incapacidad de pago.-
i.- El incumplimiento del deudor. Art. 43 n° 1 y 2.
ii.- En otras legislaciones, pero no en la nuestra, cuando el deudor cae en el
financiamiento informal o prestamistas.
iii.- Cuando el deudor vende el activo fijo para cumplir sus obligaciones. Con lo que
está vendiendo un bien destinado a permanecer; destinado a la realización del giro
(bien productivo).
iv.- Si hace daciones en pago, porque carece de la liquidez necesaria para cumplir
con sus obligaciones, aún cuando nuestra legislación no reconoce esta causal.
En conclusión, podemos estar en presencia de una cesación de pago aún sin
incumplimiento de obligaciones y, a su vez, un incumplimiento no significa que
necesariamente estemos ante una cesación de pagos.
Corresponde, entonces, que a partir de ciertos hechos reveladores, que el
legislador establece: las presunciones más o menos graves de insolvencia, que el
juez debe investigar para llegar a una convicción de que estamos ante una
incapacidad e cumplir el deudor con sus obligaciones.

02/07/10
***Revisión de la prueba: Facultad del asegurador de pedir el peritaje antes de
perfeccionar el contrato, no una vez ocurrido el siniestro, no una vez ocurrido el
accidente porque es un contrato y por tanto es obligatorio para las partes, no lo
pueden modificar unilateralmente después.
¿En el seguro marítimo las partes son libres para determinar el valor de la cosa
asegurada? Si, pero es importante tener en cuenta el principio de indemnización.
Póliza valuada, la póliza no es valuada en el seguro marítimo, en el seguro terrestre
es valuada por peritos y por esa circunstancia no puede ser alterada. El objeto de
esa cosa valuada por ej. cuadros, joyas, etc.

La legislación nacional, en relación a la cesación de pagos.- Nuestra


legislación no adopta un criterio único para establecer cuando estamos en
presencia de una cesación de pagos.
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El tema se regula por un lado a través de la ley de quiebras (Hoy el Libro IV
del Código de Comercio) para la generalidad de los deudores, y por otro lado en
legislaciones especiales para los deudores del ámbito financiero, como bancos,
compañías de seguro y otros que actúan en el mercado de valores y financiero.
Aun en la ley de quiebras el legislador tampoco utiliza siempre el mismo
criterio de determinación de la cesación de pagos. En efecto, en nuestro
ordenamiento este presupuesto objetivo de la apertura del procedimiento concursal
está establecido no de una manera general, sino que a través de causales que
constituyen una suerte de presunciones que de configurarse autoriza la apertura
del procedimiento concursal.
Así, el examen de las causales legales nacionales de quiebra nos muestra que
algunas de ellas pueden ser consideradas como manifestaciones del la teoría
restringida, otras de la intermedio y las hay de la teoría amplia. (Art. 43).
A su turno, en la legislación especial la incapacidad de pago del deudor no se
enfrenta con la declaración de quiebra, sino que hay otros procedimientos que se
activan para enfrentar los problemas que pueda tener una institución financiera, y
la declaración de quiebra respecto de ellas es el último recurso, y de manera
restringida.
Así, un banco sólo puede ser declarado en quiebra cuando está en liquidación,
por los efectos que una situación de esa naturaleza tendría en el sistema financiero,
y en la necesaria solvencia que deben presentar ellos. Bancos, compañías de
seguros, administradoras de fondos mutuos en razón de manejar los fondos de
terceros y cuyos efectos en la actividad económica en general, el procedimiento de
quiebra se rige por normas especiales que no están en la LQ.

Evolución del Derecho Concursal.- La forma de enfrentar las crisis financieras y


la incapacidad de pago de una persona ha ido variando en el tiempo.
A partir de la Edad Media, cuando los comerciantes empiezan a jugar un rol
decisivo e importante en las economías nacionales y en la política, el derecho
concursal se limita a proteger los intereses de los acreedores, castigando
duramente a los deudores por sus incumplimientos.
El incumplimiento, entonces, conllevaba automáticamente la liquidación de
los bienes del deudor, sin ningún miramiento especial, llegando al
desaparecimiento de la empresa si era necesario para satisfacer al acreedor.
Además, no importaba la causal del incumplimiento, bastaba el simple hecho
objetivo del incumplimiento fáctico para provocar la liquidación de los bienes del
deudor.
Se castiga al deudor, que no sólo pierde sus bienes, sino también sufría
consecuencias penales: La prisión por deudas.
Adicionalmente, recaía sobre el deudor la ignominia y el descrédito social, que
dio lugar, precisamente, al uso del vocablo “quiebra” o “bancarrota”, atendido que
en la época se le rompía al deudor incumplidor su escritorio, el lugar de su trabajo.
Ello no era más que la aplicación de la ley del mercado, que hacía
desaparecer al menos eficiente.
La evolución económica y social posterior hizo presente lo cruel de tales
prácticas como mecanismos de solución de la incapacidad de pago, frente a los
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diversos intereses en juego en una insolvencia empresarial. También la acción de la
iglesia.
Adicionalmente al interés del acreedor, frente al deudor, surge un interés
público que no aconseja aplicar simplemente el procedimiento de liquidación y
venta de los bienes del deudor, para hacer pago a sus acreedores, por los efectos
sociales que ello trae en ciertos casos que resultan desprotegidos en caso de una
simple liquidación de bienes.
La empresa se convierte en el centro económico y social de ciertas
comunidades, las cuales se verán afectadas en caso de su desaparición por simple
decisión de sus acreedores, frente a un incumplimiento de sus obligaciones para
con aquellos.
Por otro parte, es cada vez más probable que la insolvencia de una empresa
no necesariamente obedezca a causas imputables al empresario o a su
administración, sino a causas inherentes al riesgo empresarial o a crisis externas a
ella. Muchas veces incluso creadas o agravadas por decisiones del poder público y
no por causa de responsabilidad de la administración empresarial.
En efecto, nada garantiza el éxito de una empresa, lo que obliga al
empresario a estar siempre atento a lo que está sucediendo en el mercado y estar
constantemente adaptándose a él.
Además, la quiebra de una empresa trae efectos colaterales como es la
cesantía, una cadena de incumplimientos, reducciones en el poder de compra
social, etc.
Todo ello, obligó al surgimiento de “un derecho preventivo de la quiebra”
intentando no llegar a ella, si es posible.
Se desarrollan procedimientos para enfrentar la crisis de las empresas de
manera distinta a la quiebra, pasando ésta a ser el procedimiento último y extremo,
que hay que evitar en lo posible con el sacrificio de todos los involucrados, incluso
el propio deudor, para permitir al deudor volver a levantarse y sanear la empresa.
Procedimiento concursal que pasa por evitar el desmembramiento de la
empresa, a través de procedimiento preventivos.
De esa forma, se ha pasado de un procedimiento inicial simplemente
ejecutivo colectivo, destinado a satisfacer a los acreedores, a otro que procura
satisfacer los intereses de todos los involucrados, en lo posible, y como primera
prioridad salvar la empresa como fuente de trabajo y colectivo social y económico.

II.- DE LA QUIEBRA EN GENERAL.-

Nuestra legislación de quiebra está estructurada sobre la base de causales de


quiebra, es decir presupuestos objetivos que habilitan la declaración de quiebra.
Ahora bien, no todas las causales de quiebra, son aplicables a todo deudor
por lo que la ley clasifica a efectos de determinar la causal de quiebra en tres
categorías:
1.- Deudor calificado.
2.- Deudor común o no calificado.
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3.- A todo deudor.

Estas distintas clases de causal de quiebra son producto de la evolución de la


legislación sobre la materia, habida cuenta que históricamente la quiebra nace
como un procedimiento aplicable exclusivamente al comerciante.
Con el desarrollo industrial surgen otras actividades manufactureras que
tienen trascendencia económica, pero que no son actividades comerciales y por
ende sus responsable no son comerciantes, pero se les hacen aplicables las normas
de insolvencia nacidas para los comerciante, pero manteniendo la distinción entre
unos y otros. Haciendo más gravosa la situación del comerciante frente al no
comerciante, toda vez que es más fácil declarar la quiebra de un comerciante que
un no comerciante.
El efecto social que tenía en los comerciantes y otras actividades importantes
(minería, agricultura e industria). La actividad industrial que se parece al comercio
pero aquí se compra materia prima, la transforma y vende, forma parte de los actos
de comercio, por lo tanto es impreciso decir que es una actividad distinta al
comercio. La agricultura y minería no son actividades del comercio por la
connotación social, el legislador las trata de la misma forma. Los deudores que
ejercen estas 4 actividades son considerados calificados que no es lo mismo que
ser comerciante, la actividad de comerciante es secundaria, las demás son
primarias.
Así, se mantiene un distinto tratamiento para ambos, distinguiéndose entre
deudor calificado y deudor no calificado.
En relación con las causales que habilitan la declaración de quiebra de un
deudor, la ley establece que algunas de ellas son aplicables exclusivamente al
deudor calificado, otras exclusivamente al deudor no calificado, y otras de
aplicación común.

1. Deudor calificado.- No es sinónimo de comerciante, dado que conforme lo


establece el artículo 43, número 1°, de la ley de quiebras, tiene esta calidad
aquel que ejerce una actividad de carácter comercial, industrial, minera o
agrícola”.
La norma legal habla del “que ejerza alguna actividad”, de las anteriormente
nombradas, con lo cual está dando importancia al giro efectivo que desarrolla el
deudor más que al que declare el mismo.
Existe, con todo, una impropiedad en la ley porque aparentemente establece
cuatro casos de deudor calificado, en circunstancias que la actividad industrial es
una actividad comercial conforme lo dispuesto por el artículo 3° del Código de
Comercio.
Si uno de nosotros compró un vehículo y no lo pagó no se puede pedir la
quiebra, en cambio si se trata de un comerciante, le pueden pedir la quiebra si no
pagó alguna de las cuotas, por esta causal.

2. Deudor no calificado.- Aquel que no puede ser clasificado en alguna de las


cuatro actividades antes señaladas. Es decir el resto de los deudores que no
realicen una actividad que pueda ser incluidas en las cuatro señaladas
precedentemente, son deudores no calificados, que no es lo mismo que decir
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“deudor civil”, toda vez que la actividad minera y agrícola son actividades
civiles, no comerciales. 3 o más títulos ejecutivos vencidos provenientes de
obligaciones distintas y estuvieren iniciados a lo menos 2 ejecuciones y no se
hubieren presentado dentro de 4 días (plazo para oponer excepciones)
siguientes bienes bastantes para responder a la prestación que se adeuda.
Lo que la ley hizo es simplemente extender su ámbito de aplicación a otras
actividades civiles, en razón de la importancia que esas actividades como la minera
y agrícola.
¿Qué pasa si en 2 juicios ejecutivos se embargan bienes? ¿se puede pedir
declaración de quiebra? ¿ opuso excepciones dilatorias, se embargan bienes? No,
porque si se embargan bienes distintos en ambos juicios hay bienes suficientes, esa
es la primera presunción.

Análisis conjunto de las causales de quiebra.- Si se analizan todas las


causales de quiebra descubrimos que en unas el simple incumplimiento
basta, mientras que en otras se presume la incapacidad de pago, y otras
responden a una confesión del deudor. Todos los cuales son hechos
reveladores de un mal estado de los negocios, que pueden producir o no
plena prueba de la incapacidad de pago.
N° 1: Esa sola circunstancia basta, el mero incumplimiento del deudor calificado
para ser declarado en quiebra.
N° 2: “3 o más títulos ejecutivos provenientes de ejecuciones distintas …” Aquí por
todos estos requerimientos se le exige para declarar demostrar la incapacidad de
pago, si hay bienes suficientes no hay insolvencia o cesación en el pago, sólo hay
mora.
Es más fácil declarar la quiebra de un deudor calificado que el de uno no calificado.
Puede ser que el deudor esté lleno de juicios ejecutivos pero si tiene bienes
suficientes y han sido entregados, no podrá ser declarado en quiebra.
N° 3: No es el incumplimiento calificado de la incapacidad de pago sino la confesión
del deudor directa o a través de hechos reveladores de su incapacidad de pago. No
es necesario el incumplimiento, la actitud de fugarse y no dejar mandatario hace
presumir su incapacidad de pago.

Comparativamente hablando, nuestra legislación de quiebra sigue un criterio


similar al de la legislación anglosajona, por cuanto basta constatar la configuración
de una de estas causales para que el tribunal declare la quiebra, sin entrar a
investigar si detrás del hecho revelador que constituye la causal, hay insolvencia o
no.
La diferencia esta en que en la legislación inglesa las causales que
constituyen presunciones de derecho, aun cuando en Chile la jurisprudencia ha
aplicado las causales examinadas de manera similar al aplicar las causales
nacionales de quiebra.
Otras legislaciones, como la española, que sigue a la doctrina alemana señala
que el hecho de que se configure una causal y se constate ello no es más que un
presupuesto de la apertura del proceso de quiebra, por lo que el tribunal una vez
abierto el proceso tiene que entrar a probar la insolvencia del deudor.
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En consecuencia, las causales constituyen presupuestos para iniciar el
proceso de quiebra. Cuya apertura no implica necesariamente la declaración de
quiebra, sino que ello va a depender de la prueba de insolvencia que se aporte al
mismo.
Dado el criterio con el que se han interpretado las causales y especialmente
la del número 1° del artículo 43° de la ley, para algunos autores y profesores se ha
distorsionado por la jurisprudencia de nuestros tribunales de justicia la aplicación
de la ley de quiebra.
En la antigua ley de quiebra, el acreedor de un comerciante que no había
pagado la deuda podía pedir la quiebra del deudor, con la sola factura. Se usaba,
entonces, el procedimiento de quiebra como una forma más eficaz de cobro de la
deuda que si utilizaba el procedimiento normal del juicio ordinario o ejecutivo.
Ello ocurría por cuanto el deudor que había sido declarado en quiebra por no
pago de una determinada obligación, dentro de un determinado plazo podía pagar,
alzando la quiebra, si consignaba el monto del documento que sirvió de base a la
declaración de quiebra.
Dicha situación constituía un contrasentido, porque al producirse la
declaración de quiebra se produce el desasimiento (la administración de los
bienes del deudor pasa al síndico que es el representante de la masa de bienes) del
deudor. Con lo cual éste pierde la facultad de administrar sus bienes, aún antes de
notificársele la quiebra porque tal efecto se produce de pleno derecho con la
dictación del fallo que declara la quiebra. Ello, por cuanto la quiebra constituye una
suerte de embargo general sobre los bienes del deudor fallido, y no obstante ese
efecto el deudor podía consignar el valor adeudado, lo que significaba que estaba
disponiendo de bienes.
Con la actual ley esto se modificó pero no del todo, ya que a pesar de
restringirse la causal al exigirse ahora título ejecutivo y eliminarse la posibilidad de
consignar luego de declarada la quiebra, sí se permite al deudor consignar hasta
antes de declarada la quiebra por lo que sigue siendo un medio eficaz para el cobro
de las obligaciones. Ello por los efectos que produce el procedimiento de quiebra,
como es el evitar que se opongan excepciones, la posibilidad de revocar ciertos
actos anteriores a ella, declararla culpable o fraudulenta, etc.
Esta posibilidad de consignación que tiene el deudor atenta contra los
principios propios de los procedimientos concursales, porque uno de sus principios
es la de conservar la par condictio creditorum, la igualdad jurídica de los
acreedores.
Lo anterior, porque el acreedor que se juega por pedir la quiebra puede
lograr que se le pague íntegramente el crédito, pero ello no significa que el deudor
esté en un estado de insolvencia y por lo tanto cuando un acreedor que se anticipa
obtiene el pago íntegro. El resto puede obtener sólo un pago proporcional a su
crédito, y los acreedores valistas no obtienen nada de acuerdo con la práctica vista
en nuestro país.
Se ha producido una preferencia de hecho para el acreedor que se anticipó,
dada por la causal de quiebra.

¿Cómo el legislador trató de morigerar esta alteración? El legislador,


intentando evitar que se solicite la quiebra del deudor, como procedimiento
13
ejecutivo individual, utiliza 2 mecanismos para inhibir al deudor de mal utilizar
como sustituto el procedimiento de quiebra:
- Obligando al acreedor y deudor que solicita la quiebra a consignar los
gastos de la quiebra equivalentes a 100 UF.
- Posibilidad que cuando se solicite la quiebra, si se rechaza, el deudor
puede ser condenado a la indemnización a los acreedores que solicitan la
quiebra si lo ha hecho de mala fe.

III.-EL PROCEDIMIENTO DE QUIEBRA.-


La situación de insolvencia que genera la quiebra tiene un efecto transversal,
no sólo tiene un aspecto procesal (tramitación ordenada del procedimiento
destinado a declarar la quiebra de un deudor insolvente) ya que lo relevante es el
aspecto de fondo, es decir la repercusión de las relaciones patrimoniales del
deudor, afectación de los derechos de los acreedores, derechos de los terceros
adquiridos antes de la declaración de quiebra (efectos retroactivo de la quiebra),
etc.
Pero este derecho sustantivo afectado lo es como consecuencia del inicio de
un juicio ejecutivo de carácter universal, el cual si bien mantiene la misma
estructura de un juicio ejecutivo de una obligación de dar se ve modificado por su
carácter universal. En razón de ello y de los diversos intereses involucrados en este
procedimiento, las normas del Código de Procedimiento Civil tienen una aplicación
subsidiaria.
Como el proceso de quiebra es un procedimiento de ejecución se hace
necesaria la realización de los bienes del deudor, para transformar el activo de la
quiebra en dinero, única forma que el síndico pague a los acreedores del fallido,
respetando el orden de preferencia. Con todo, es evidente que con el producto de
la realización de los bienes no necesariamente se logrará el pago de la totalidad de
los créditos, pero ello no significa que se pueda mantener abierto indefinidamente
el proceso de quiebra. Se hace necesario, de todas maneras, en razón de los
otros intereses involucrados en la quiebra, concluir dicho proceso.
No ocurre lo mismo con el procedimiento ejecutivo ordinario, individual, que
sigue pendiente hasta que prescriba y por lo tanto, si existe otro bien el acreedor
pedirá ampliación del embargo. Incluso, al generar el proceso de quiebra un
estado de deudor fallido contempla la posibilidad, de no existir bienes suficientes,
de declarar una suspensión del procedimiento de quiebra. O también que el
procedimiento termine aun sin la realización de bienes, como es el caso de un
convenio en que los acreedores condonen parte de las deudas al fallido, amplíen los
plazos originales de sus créditos, para concluir dicho proceso mediante la
celebración de un convenio simplemente judicial.

Características o principios Generales del Procedimiento de Quiebra.-


Teniendo en cuenta que el proceso de quiebra en definitiva no es más que un
procedimiento de realización de bienes, conforme lo señalado por el inciso segundo
del artículo 1 de la ley de quiebra, se trata de un juicio ejecutivo de características
especiales.
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Estas especiales características, sobresalen en razón que este juicio o
procedimiento no sólo atiende a la relación acreedor-deudor sino que él gira sobre
la base de que frente a un estado de insolvencia pueden existir otros intereses
comprometidos, lo que lleva a que el conjunto de intereses involucrados se vea
reflejado en dicho proceso de quiebra, a través de las características o principios
que lo rigen.
La situación de insolvencia que genera la quiebra de un deudor tiene efectos
transversales, no sólo tiene un efecto procesal sino que lo relevante son sus
efectos de fondo, es decir las repercusiones de las relaciones patrimoniales del
deudor, llegando el procedimiento de quiebra a afectar incluso los derechos de
terceros. Además de los derechos de los propios acreedores del fallido.
Sin embargo, como el proceso de quiebra es un procedimiento de ejecución,
se hace necesaria la realización de los bienes del deudor para transformar el activo
de la quiebra en dinero, para que el síndico pueda pagar a los acreedores.
El inciso segundo del 1 de la Ley 18.175, sobre Quiebras, hoy Capítulo IV del
Código de Comercio, dispone que ella trata de tres concursos: La quiebra como
situación de derecho; los convenios preventivos o de solución (no hay declaración
de quiebra, tienen por objeto evitar la quiebra), y la cesión de bienes que puede
hacer el deudor a su acreedor.

El primer concurso, denominado procedimiento o juicio de quiebra presenta


diversas características que lo distinguen, a saber:

Primera características: Se trata de un procedimiento o juicio universal, en el


sentido que ante un solo tribunal deben ventilarse todos los temas o conflictos
relativos a los bienes del fallido y al pago de sus obligaciones.
Existen excepciones a este principio de la universalidad, no por aplicación de
la ley de quiebras sino por su interrelación con otros cuerpos legales, como el caso
del artículo 410 del Código de Bustamante, para el deudor que tiene
establecimientos en varios países. En este caso, dicho Código de Derecho
Internacional Privado admite tantas quiebras como países en los que existan
establecimientos del deudor fallido.
***También se suele aceptar, doctrinal y jurisprudencialmente, la existencia
una nueva declaratoria de quiebra del deudor (segunda quiebra) por
nuevas obligaciones asumidas con posterioridad a la primera declaración de
quiebra, teniendo en cuenta que la declaración de quiebra priva al deudor de la
administración de sus bienes sin afectar su capacidad para ejercer cualquier
actividad lucrativa y contraer nuevas deudas, respecto de esas actividades y
deudas adquiridos con posterioridad a la declaración de quiebra. Los acreedores de
la primera quiebra deben concurrir a los de la segunda para que exista una sola
ejecución en cuanto no han sido pagados por la primera.

05/07/10
Estas nuevas deudas del deudor fallido, en todo caso, serán inoponibles a la
masa de la primera quiebra.
Esta universalidad puede ser enfocada de tres perspectivas distintas, a saber:
15
a.- Universalidad objetiva.- Se trata de un juicio ejecutivo de carácter
universal, porque afecta a todo el patrimonio realizable del deudor.
Lo único que queda excluido son los bienes inembargables.
b.- Universalidad subjetiva.- La declaración de quiebra afecta, obligándolos
por ende a concurrir a ella, a la totalidad de los acreedores que tenga el deudor y
que se consideren tales a la fecha de la sentencia. Así, tenemos dentro de las
menciones de la sentencia que declara la quiebra el llamado a los acreedores a
que concurran dentro de determinado plazo.
Todo acreedor tiene la carga de comparecer a la quiebra y entablar en ella su
demanda individual en el procedimiento común, en el proceso denominado
verificación de crédito.
Carga y no obligación por cuanto un acreedor del fallido sólo está obligado a
concurrir a verificar su crédito si desea ser parte de la ejecución común, pero no si
renuncia a ella y al cobro de su crédito en ese procedimiento.
Sólo tienen derecho a cobrar sus créditos, los acreedores concurrentes al
proceso de quiebra, no bastando la simple existencia del crédito si no es reconocido
en la ejecución común.
c.- Universalidad procesal.- Todos los juicios que afecten el patrimonio del
deudor fallido deben continuar tramitándose ante el juez que conoce de la quiebra.
En razón de ello, habrá procesos que simplemente tienen que paralizarse como
consecuencia de la declaración de quiebra, como ocurre con los juicios ejecutivos
que se seguían en contra del deudor antes de la declaración de quiebra.

Segunda Característica.- La quiebra produce un estado indivisible para el fallido


y sus acreedores, por lo que el artículo 2° de la Ley dispone que el proceso de
quiebra comprende todos los bienes y obligaciones del fallido, salvo los
expresamente excluidos, como los inembargables (445 CPC y 1.618 C. Civil); los
derechos personalísimos; los derechos de uso y habitación; los derechos de los
Acreedores hipotecarios, prendarios, etc.

Tercera Característica.- La intervención del juez y del síndico. El juez es el


llamado a pronunciarse sobre la quiebra, decidir si procede o no, dictando la
resolución del caso, como asimismo, dilucidar todos los problemas de índole jurídica
que se presenten dentro del proceso, tales como:
1.- las verificaciones,
2.-sus impugnaciones,
3.- el reconocimiento de los créditos y su exclusión,
4.- los derechos de los acreedores privilegiados,
5.- etc.
Además, el juez tiene facultades disciplinarias sobre el síndico de la quiebra,
pudiendo incluso removerlo.
El síndico de quiebras, por su parte, es el encargado de representar a los
acreedores y al fallido en interés de la masa; administrar los bienes de la masa;
realizar los bienes de la masa, y hacer los pagos que sean procedentes.

Cuarta Característica.- Este procedimiento se aplica a toda persona, sea


comerciante o no. Sin embargo, la ley 18.175 tiene un tratamiento más estricto
16
referido al fallido comerciante, industrial, minero o agricultor que respecto de la
persona que no ejerce alguna de dichas actividades, a saber:

i.- Tratándose de la quiebra de un deudor calificado, la ley obliga a su calificación.


Esto es, a investigar y determinar si la quiebra ha sido culpable, fraudulenta o
fortuita y aplicar cuando procedan las sanciones penales a que hubiere lugar Es el
deudor calificado, junto con el deudor industrial, minero o agricultor.
El deudor no calificado no está sometido a calificación obligatoria de la
quiebra, sin perjuicio del delito específico incurrido con la acción dolosa o
fraudulenta.

ii.- Es más difícil declarar la quiebra de un deudor no comerciante, industrial,


agricultor o minero. Para declarar la quiebra de un deudor calificado basta la
cesación de pago de una obligación mercantil cuyo título sea ejecutivo, mientras en
el caso de un deudor no comerciante se necesitan tres títulos ejecutivos, respecto
de dos de los cuales se hayan iniciado acciones ejecutivas.

iii.- El deudor comerciante, agricultor o minero tiene la obligación de pedir su propia


quiebra, dentro de los 15 días siguientes a la cesación de pagos de una obligación
mercantil, so pena de presumirse culpable su quiebra y perder el derecho a
reclamar alimentos de la masa.(Art. 41) Obligación que no rige para el deudor no
calificado.

iv.- El ejercicio de las acciones revocatorias presenta diferencias entre el fallido


comerciante, agricultor o minero y el fallido que no lo es.

v.- Existen, además, diferencias en el Derecho de alimentos, fijación de la fecha de


la cesación de pagos, entre otras.

Quinta característica.- El procedimiento de quiebra tiene por fin mantener la


“par condictio creditorum”. Esto es proteger todos y cada uno de los intereses
involucrados, por igual.
Que todos lo créditos sean pagados en igual forma, proporción y plazo, salvo
por cierto las preferencias legales, evitando favores o perjuicios ilegítimos. Una
igualdad de trato.

Sexta Característica.- El procedimiento de quiebra es una ejecución colectiva. Su


objetivo es realizar en un solo procedimiento los bienes del deudor a fin de proveer
al pago de sus deudas.

Séptima característica.- Son procedimiento de carácter universal, que se puede


examinar desde tres perspectivas distintas:
a.-Una universalidad objetiva, en el sentido que el procedimiento concursal
afecta a todo el patrimonio realizable del deudor, mientras en el juicio ejecutivo
sólo afecta a uno o más bienes determinados del deudor.
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Con la declaración de quiebra de un deudor, se afectan todos los bienes
realizables de su patrimonio, con la sola excepción de los bienes inembargables. Es
un verdadero embargo general.
b.- Es universalidad subjetiva, porque afecta a todos los acreedores de un
deudor.
La apertura del concurso hace una llamado a todos los acreedores del deudor,
para que hagan valer sus créditos. Lo resuelto en el concurso de que se trate, les
afecta a todos ellos.
c.- La universalidad procesal, en atención que ante el mismo juez que conoce
del concurso deben continuar tramitándose todos los juicios que puedan afectar al
patrimonio del deudor declarado en quiebra.
Se altera la regla de la radicación, pasando a conocer de todos los juicios en
contra del deudor que afecten su patrimonio el mismo juez, con las excepciones
legales del caso. No se trata de una acumulación de autos, sino de una alteración
de la competencia y de la radicación. A su vez, todos los juicios ejecutivos
pendientes terminan reemplazados por la quiebra.

Octava característica.- La unidad, en cuanto no es posible concebir la existencia


simultánea de dos procedimientos concúrsales respecto de un mismo patrimonio.
Este principio debe concordarse con el de la universalidad procesal.
Una unidad mirada en términos de que la realización de bienes debe
efectuarse en un solo procedimiento, por lo que deben acumularse ante el juez de
la quiebra todos los procesos que digan relación con el patrimonio del deudor, lo
que constituye una excepción al principio de la radicación, del Código Orgánico de
Tribunales.
Aun cuando si es posible la existencia de dos juicios que quiebra distintos en
contra del mismo deudor, pero afectando a dos patrimonios distintos, como ocurre
con el caso de una nueva quiebra o en el caso de la quiebra de la E.I.R.L. Por la
misma razón todos los juicios que afecten el patrimonio del deudor deben continuar
tramitándose ante el juez que conoce de la quiebra.
A consecuencia de ello, habrá procesos que tienen que paralizarse como
consecuencia de la declaración de quiebra, como es el caso de todos los juicios
ejecutivos particulares que se seguían en contra del deudor fallido.

Novena característica.- En los procesos concúrsales concurren los principios


inquisitivos y dispositivos simultáneamente. Porque existe una serie de actuaciones
entregadas por la ley al tribunal y al síndico, como auxiliar del juez, pero también
encontramos actuaciones entregadas al órgano soberano de la quiebra, que es la
junta de acreedores, en una tendencia cada vez más marcada para enfrentar la
insolvencia del deudor sobre la base de dejar entregada a las partes afectadas la
solución de la insolvencia.
La función de los órganos de la quiebra es darle impulso al proceso de
quiebra.
Ello debido a la particular situación de la insolvencia, que es una situación
distinta al simple incumplimiento del deudor, porque constituye una situación de
mayor gravedad y trascendencia. Por los diversos intereses afectados y la
incapacidad de cumplir el deudor con sus obligaciones.
18
Tal situación obliga y hace necesario sustituir el derecho de ejecución
individual del deudor por otro procedimiento que mire más allá de la simple
relación deudor-acreedor, precisamente por la existencia de otros intereses
afectados por la incapacidad de pago.
En cuanto a lo meramente dispositivo del procedimiento, los acreedores
individualmente considerados tienen la posibilidad de ejercer o no determinadas
facultades que le concede la ley, dentro del procedimiento de quiebra, como el
caso de renunciar a verificar créditos y dejar de cobrar su acreencia, el impugnar o
no un crédito o una preferencia de otro acreedor, etc.

Décima característica.- El principio de orden legal.- El proceso o procedimiento


de quiebra, como veremos más adelante, está regulado en sus diversas etapas por
la ley.
La ley regula sus etapas, los derechos de las partes, dejando algunos
espacios a la voluntad de los acreedores, principalmente.
En el proceso de quiebra existen tres grandes etapas:
a.- La etapa de inicio o declarativa.- De apertura del proceso de quiebra y
determinación del sujeto activo.
b.- Etapa de realización de bienes.- Determinación de los bines, determinación del
patrimonio (actos de derecho) y el conjunto de procedimientos que la ley consagra
para transformar este activo en dinero (las deudas se pagan con dinero solamente).
c.- Etapa de conclusión.- El proceso de quiebra, a diferencia del ejecutivo, necesita
concluir a través de una resolución judicial para que se tenga certeza jurídica de
que este estado de quiebra ha terminado (la resolución judicial implica el
sobreseimiento de la quiebra).
En efecto, el juicio ejecutivo se inicia con el mandamiento de ejecución y
embargo, luego la realización de los bienes, con cuyo producto se paga el crédito, y
se termina el proceso simplemente porque ya no queda nada por hacer, pero el
tribunal no lo declara así. No existe una actuación procesal que ponga término al
proceso ejecutivo o así lo declare. Hay una muerte natural, no queda nada más que
hacer.
El juicio de quiebra, en cambio, se abre por un pronunciamiento del tribunal
debido ello a que la declaración del juez crea un estado jurídico nuevo para el
deudor: le otorga la calidad de fallido. Lo que implica que la declaración de quiebra
no sólo afecta al patrimonio del deudor sino también a la persona del deudor
(efectos personales de la quiebra)

Undécima característica.- El carácter privatista del procedimiento actual de


quiebra. Ello partiendo por el hecho que el órgano soberano en el proceso de
quiebra es la Junta de Acreedores, que tiene facultades dispositivas de los bienes
del deudor fallido, correspondiéndole determinar la forma de realización de los
bienes del fallido o la continuación de su giro, etc.
Por otra parte, la administración del proceso de quiebra está en manos de un
síndico privado, alejado totalmente de toda intervención pública.
Asimismo, son los acreedores quienes asumen el control y desarrollo del
procedimiento de quiebra, en defensa precisamente de su interés privado.
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Los presupuestos de la quiebra.- Es decir, aquellos hechos o circunstancias que
la ley exige para que una persona sea declarada en quiebra.
Los presupuestos de la quiebra, en nuestra legislación son dos. Existirá una
quiebra cuando se de una causal de quiebra, esto es que la imposibilidad del
deudor de pagar sus deudas y se ejercite la acción de quiebra destinada
precisamente a su declaración.
Para que exista una quiebra debe haber una causal y la acción de quiebra, la
que implica la actividad de un interesado ante el Tribunal competente, para obtener
la declaración de quiebra del deudor.

Las etapas del procedimiento de quiebra.- Este procedimiento de quiebra


tiene, como se dijo antes, tres etapas claramente delimitadas y diferentes entre
ellas.
1.- El inicio del procedimiento o etapa declarativa.
2.- La realización del activo o de los bienes de la quiebra.
3.- La conclusión del procedimiento o término del mismo.

El objetivo de cada una de estas tres etapas es el siguiente:


1).- Etapa de Inicio o Declarativa.- De apertura del proceso de quiebra y
determinación del sujeto activo.
2).- Etapa de realización de Bienes.-Determinación de los bienes,
determinación del patrimonio (activo de derecho) y el conjunto de procedimientos
que la ley consagra para transformar este activo en dinero. Las deudas sólo se
pagan con dinero.
3).- Etapa de Conclusión.- El proceso de quiebra a diferencia del juicio
ejecutivo necesita concluir a través de una resolución judicial para que se tenga
certeza jurídica de que este estado de quiebra ha terminado. Ello a través de la
sentencia judicial de sobreseimiento de la quiebra.
En el juicio de quiebra, se abre un procedimiento por el tribunal, y ello porque
la declaración de quiebra crea un estado jurídico nuevo para el deudor, le otorga la
calidad de fallido, lo que implica que la declaración de quiebra no sólo afecta al
patrimonio del deudor, sino también a su persona. (Los efectos personales de la
quiebra)

09/07/10
PRIMERA ETAPA.- El inicio del procedimiento de quiebra.-
Las características propias del proceso de quiebra se manifiestan desde el
inicio, dado que no tiene una única forma de iniciación sino que existen al menos
tres formas distintas de iniciación y una cuarta que entrega la solicitud al experto
facilitador.
Los sujetos activos de la acción de quiebra, son entonces los siguientes:
a.- Solicitud de algún acreedor, que equivale a la demanda del mismo.
b.- A petición del propio deudor o una autodemanda. Se incluye, también, en este
caso a la sucesión del deudor.
c.- De oficio por el tribunal que está conociendo del incumplimiento, rechazo o
nulidad de una proposición de convenio preventivo.
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e.- A petición del experto facilitador, si estima que ella es más ventajosa para los
acreedores que el convenio preventivo, conforme lo previsto por el artículo 177 ter.
Por su parte, el sujeto pasivo de la acción, esto es en contra de quien se
ejerce y dirige la misma, es el deudor, cuyo patrimonio está afectado por su
imposibilidad de pagar, que constituye la causal de quiebra, y la sucesión del
deudor, en su caso. (Art. 50).

Sujetos activos de la quiebra.- Esto es, quienes pueden solicitar ante el


Tribunal la declaración de quiebra de una persona, natural o jurídica.
Si hablamos de sujeto activo estamos aludiendo, en un sentido general, a la
colectividad de los acreedores, dado que hay un principio informador que es que
a través de los procedimientos concursales lo que se busca proteger es la
igualdad jurídica de los acreedores.
El hecho de abrirse un procedimiento de quiebra genera consecuencialmente
una vinculación jurídica entre todos los acreedores, al producirse una comunidad
jurídica que los obliga a actuar de manera conjunta.
Esa vinculación es de tal naturaleza, que genera un órgano dentro del proceso
de quiebra, denominado Junta de Acreedores.
En el proceso de quiebra, los acreedores actúan en junta, no existiendo
voluntad individual relevante, más allá de verificar un crédito y alegar una
preferencia.
Con todo, si un acreedor actúa individualmente (en los casos que ello es
permitido) dentro del proceso de quiebra, ello es en beneficio colectivo.
Ello es consecuencia de que al ser declarada la quiebra y producirse esta
vinculación legal, los acreedores pierde el derecho de demandar ejecutivamente de
manera individual al deudor (con las excepciones del caso).
A partir de los artículos 101 y siguientes de la ley queda claro que su
funcionamiento tiene como base la existencia de una pluralidad de acreedores.
Con todo, debe tenerse presente que el artículo 40 de la ley permite declarar
la quiebra de un deudor aunque tenga un solo acreedor, siempre que concurran los
demás requisitos legales.

1.- La solicitud de quiebra de un acreedor.- El Art. 39 de la ley dispone que la


quiebra podrá ser declarada a solicitud del deudor o de uno o varios de sus
acreedores.
El acreedor, a diferencia de un juicio ejecutivo, no solicita satisfacer su
crédito, es decir su prestación insoluta. Lo que busca es la declaración o
reconocimiento judicial del estado de insolvencia del deudor, es decir: la
declaración de quiebra. Para eso deberá invocar una casual de quiebra. (Art. 43)
En concreto, se necesita acreditar la calidad de acreedor, conforme lo exigido
por el artículo 39 de la ley, pero no demanda al deudor el pago de su crédito, eso se
producirá a consecuencia de la declaración de quiebra.
El mismo artículo 39 de la Ley de Quiebra, autoriza a cualquier acreedor o
varios de ellos, a pedir la quiebra de su deudor, siempre que se cumplan los
requisitos legales de procedencia, ya examinados antes.
21
El titular de la acción de quiebra, en este caso, es el acreedor,
independientemente que se trate de un acreedor hipotecario, prendario,
privilegiado o valista.
Ello, sin perjuicio que tratándose de acreedores hipotecarios o prendarios,
están autorizados para ingresar a la quiebra haciendo valer en ella la preferencia
que les corresponde, como consecuencia de su derecho real de penda e hipoteca, o
ejercer directamente su acción real, en forma independiente de la masa.

Limitaciones al ejercicio de la acción de quiebra por el acreedor.-Existen


ciertos acreedores a los cuales la ley les ha privado de su derecho a pedir la quiebra
de determinadas personas, conforme lo previsto por los artículos 46 y 47 del Libro
IV del Código de Comercio.
No pueden solicitar la quiebra, conforme lo dispuesto por el art. 46 de la Ley,
el marido acreedor de su mujer y la mujer acreedora de su marido.
Tampoco, el hijo acreedor de su padre y el padre acreedor de su hijo. La
norma se considera que incluye a la madre, no obstante su redacción. Sin importar
el régimen social vigente entre marido y mujer.
Ello a fin de evitar los consiguientes problemas familiares que tales acciones
conllevarían y también evitar el uso indebido de la acción entre familiares, con el
consiguiente perjuicio de terceros.
El artículo 47, por su parte, prohíbe al socio comanditario pedir la quiebra de
la sociedad a la que pertenece, salvo que sea acreedor particular de la misma. En
cuyo caso, puede provocarla en tal condición de acreedor. Esto dado que el socio
comanditario es el socio pasivo de la sociedad, no participa de la administración y
tiene responsabilidad limitada, porque como tal no puede inmiscuirse en la
administración de la sociedad.

Tribunal competente.- La regla general es que el tribunal competente para


conocer de la quiebra del deudor, es el juez de letras en lo civil del domicilio del
deudor, conforme lo previsto por los artículos 131 número 2 y 154 del Código
Orgánico de Tribunales, y 4 del Libro IV del Código de Comercio.

Requisitos o exigencias de la solicitud de quiebra.- La solicitud de quiebra de


un deudor por uno o más de sus acreedores, deberá cumplir con los siguientes
requisitos:

1.- Deberá invocar una causal de quiebra.-El acreedor que solicita la quiebra de su
deudor, debe invocar una causal de la quiebra, cualquiera de las contenidas en el
artículo 43 de la ley.
El acreedor cuando invoca cualquiera de las causales establecidas por el Art.
43 de la ley, con la excepción de la causal del número 1, no es necesario que su
crédito se encuentre vencido.
Su calidad de sujeto activo legitimado para solicitar la quiebra del deudor,
está sustentada en su calidad de acreedor del deudor, independientemente de que
su crédito sea exigible o no.
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En cambio, para invocar la causal del número 1 (deudor calificado) se
requiere que el crédito del peticionario se encuentre vencido, independientemente
que dicha solicitud no tenga por objeto obtener la satisfacción del crédito, al menos
de manera inmediata y directa, sino que a través de la ejecución colectiva de la
quiebra. El acreedor que solicite la quiebra de su deudor debe solicitar una causal
de quiebra (art. 43), con excepción de la causal del n° 1 el acreedor que solicita la
quiebra de su deudor no necesita que su crédito se encuentre vencido. El acreedor
legitima su actividad procesal en su condición de acreedor y no en su condición de
acreedor titular de un crédito vencido. ¿Qué créditos va a invocar el acreedor
entonces para pedir la quiebra? Ese acreedor va a tener que hacer referencia a
créditos vencidos que podrán ser los propios o ajenos, no significa que si está
vencido lo puede utilizar.

Causal art 43 n°1 es necesario que el acreedor que ejerce la quiebra con un
solo título ejecutivo si se requiere que el título esté vencido y sea del solicitante de
la quiebra. Si no se encuentra en situación del 43 n° 1 debe reunir los requisitos del
43 n°2 que son 3 títulos ejecutivos.

El 43 n°1 exige que el crédito que motiva la solicitud de quiebra sea por ese
acreedor solicitante de la quiebra de su deudor. Sin embargo el acreedor que
solicita la quiebra de su deudor no está pidiendo el tribunal que este ordene que se
le pague sino que abre un procedimiento de quiebra para que se le pague con los
bienes del deudor a todos los acreedores, está actuando en beneficio de la masa de
acreedores por eso que las costas y los costos que se incurran con motivo de la
acción que ejerza el acreedor para la declaración de quiebra son deudas que tienen
pago preferente, que se pagan antes que los créditos de los acreedores porque son
en beneficio de una masa de acreedores.

2.- El acreedor en su petición de quiebra del deudor deberá señalar los hechos en
se fundamenta la causal invocada, y acompañar los documentos que permiten
acreditarla, o bien ofrecer la prueba para acreditar esos fundamentos.

Señalar los hechos en que se funda esa causal de quiebra: cuales son los títulos que
acredite esa causal para lo cual acompañará los títulos respectivos o bien ofrecerá
la prueba para acreditar esos fundamentos.
Si estamos en las causales 1 y 2 del art. 43 se van a acompañar los títulos vencidos
y si no dan cuenta de una fecha de vencimiento tendrá que acreditarse. Acompaña
los documentos y si no dan cuenta de su vencimiento acompañará el protesto.

3.- El acreedor deberá indicar en su solicitud el nombre del síndico, titular y


suplente que va a ejercer esas funciones en la quiebra para que sea designado por
el tribunal. El tribunal debe nombrar a ese síndico
Nace de la creciente privatización del procedimiento de quiebra, entrega las
decisiones en la realización del activo, al síndico de quiebra el cual ejerce las
facultades de administración de los bienes del deudor y las de disposición pasan a
la junta de acreedores actuando con el síndico (efecto de desasimiento con el fallo).
23
Debe recordarse que los procedimientos de quiebra tienen un marcado
carácter privatista, existiendo dos órganos que surgen como consecuencia de la
declaración de quiebra, que adquieren diversas facultades que eran hasta
entonces propias del deudor: El síndico y la junta de acreedores: Las facultades de
disposición.

4.- El acreedor deberá acompañar un vale vista o consignación, a la orden del


tribunal por una suma equivalente a 100 UF, conforme lo ordenado por el artículo
104. Esta suma por el carácter privatista están destinados a solventar los gastos de
la quiebra hasta que sean solventados por los bienes del deudor.
Esta suma está destinada a financiar los gastos iniciales de la quiebra, como
publicaciones, incautación de bienes, etc. Legalmente la suma consignada se
considera un crédito en contra del deudor, sin necesidad que se verifique
posteriormente, pasa a ser una deuda por el solo ministerio de la ley, en carácter
de crédito de primera clase.

Con excepción del art. 43 n° 1 no significa que el crédito no está vencido.

Audiencia del deudor.- La solicitud de quiebra del deudor, presentada por uno o
más de sus acreedores, el tribunal deberá ponerla en conocimiento del deudor,
a fin de ser oído antes de pronunciarse sobre la solicitud. El deudor debe ser
escuchado, el deudor no tiene derecho a contestar, la acción de quiebra no es
una demanda en contra del deudor.
Para escuchar al deudor, el tribunal ordenará notificarle la solicitud,
personalmente o en la forma prevista en el artículo 44 del Código de Procedimiento
Civil, aun cuando no se encuentre en el lugar del juicio. Con una diferencia, procede
se encuentre o no el deudor en el lugar del juicio, al igual que la notificación de
protesto de cheque.

El tribunal está obligado a oír al deudor, conforme lo ordenado por el artículo


45, pero escuchar al deudor (principio contradictorio, morigerado) no significa que
se abra debate y que el deudor conteste la solicitud. Se trata simplemente de la
obligación del juez de averiguar los fundamentos de la petición de quiebra, por lo
que la Audiencia del deudor, que sólo tiene carácter informativo y no da lugar a
incidente.
Además, recae en el tribunal por exigencia del artículo 45 de la ley, la carga
de comprobar la efectividad de la causal invocada, expresándose que: “deberá
cerciorarse por todos los medios a su alcance...expresa la norma legal. No solo el
tribunal debe oír al deudor sino que debe realizar su propia investigación para
cerciorarse de la efectividad de la causal.
Art. 43 n° 1 y 2 los antecedentes los tendrá en el proceso el tribunal, en caso de
fuga el deudor deberá poner atención a por sus propios medios cerciorarse de la
efectividad de la causal.
Con audiencia del deudor y no con traslado, el deudor no contesta la solicitud
sino que manifiesta su parecer con la solicitud y la ley no regula el plazo. En cuanto
al plazo de esta audiencia del deudor, si bien la ley nada dice, se ha entendido que
es por el término de emplazamiento.
24

Actitud del deudor (en el término de emplazamiento).- El deudor a que se la


ha notificado la solicitud de quiebra podrá dejar que transcurra el plazo sin decir
nada, puede negar los hechos impugnando y ofrecer prueba y la tercera es
consignar el monto de los créditos en los que se funda la solicitud (si está vencido y
es en cuotas con cláusula de aceleración, si ha sido un pagaré en 10 cuotas y a la
quinta no me pagan la cuota y decide utilizar esa cuota para solicitar la quiebra y
para evitar la declaración de quiebra consignará la suma de la cuota vencida y si
hay cláusula todo) está facultado durante ese término para consignar un monto
suficiente a fin de pagar los créditos que han servido de base para la solicitud de
quiebra, más las costas correspondientes. La cuarta es confesar la deuda.
En la antigua ley, el deudor podría consignar aún después de declarada la
quiebra con lo cual la consignación o pago del crédito dejaba sin efecto la
declaración de quiebra, mientras que en la actual ello sólo es posible hasta antes de
la declaración de quiebra por el tribunal. En la actualidad sólo tiene derecho a
enervar la acción de quiebra antes de declararse la quiebra porque ahí se produce
el desasimiento, lo cual es una anormalidad. Cuando paga antes de la quiebra los
créditos que sirvieron de fundamento a la solicitud de quiebra, está favoreciendo al
acreedor que solicita la quiebra ante otros acreedores. Lo amenazo de quiebra y el
deudor me paga, ¿el efecto es el mismo? Si, me pagaron a mí pero en este segundo
caso que me pagó fuera del procedimiento el pago que me hizo a mi va a caer
porque perjudicó a otros acreedores, será inoponible a la masa y el síndico me va a
demandar pero si me baso en la quiebra está legitimado.
En todo caso, estamos frente a una situación anómala toda vez que si la
tarea del tribunal es cerciorarse de la efectividad de la causal de quiebra y la
comprueba, quiere decir que el deudor se encuentra en un estado de insolvencia,
por lo que cualquier pago que haga para evitar esta declaración de quiebra significa
evitarla de forma momentánea, pero otro acreedor puede ocupar el mismo
expediente de solicitar la declaración de quiebra y si el deudor no tiene liquidez
suficiente la quiebra será declarada.
Además, estamos frente a una infracción legal sin sanción ya que el primer
acreedor obtuvo el pago íntegro de su crédito, y el segundo quedará sujeto al
resultado de la quiebra obteniendo o no el pago de su crédito. Incluso pueden
verse afectados los pagos efectuados por el deudor antes de la declaración de
quiebra, pero el pago hecho con motivo de la declaración de quiebra no puede
verse afectado, porque fue hecho dentro de un proceso en virtud de una facultad
que tiene el deudor. La ley permitió generar una preferencia de facto.
Se tiene que de hecho se genera una preferencia, en circunstancia que el
objetivo del procedimiento de quiebra es evitar esas preferencias de hecho.
Vencido el plazo, adicionalmente, el artículo 45° de la ley, dispone que el
juzgado se debe pronunciar sobre la solicitud de quiebra a la brevedad posible, con
audiencia del deudor, como se vio, debiendo cerciorarse por todos los medios a su
alcance de la efectividad de las causales invocadas.
En definitiva, el artículo 45°, reconoce al deudor dos cursos de acción,
durante el plazo de emplazamiento:
(a).- Consignar fondos suficientes para el pago del crédito que hubiere servido
de fundamento a la solicitud de quiebra y las costas.
25
(b).- Expresar lo que corresponda a sus derechos, en carácter meramente
informativo para el tribunal, sin que ello constituya un incidente.

Cuando al deudor se le notifica la quiebra en su contra el tribunal no abre un


contradictorio, s se produce con la declaración de quiebra a partir de ahí se le
otorga el derecho al deudor a contradecir, se da con el recurso de reposición que
otorga la ley al deudor declarado en quiebra. La resolución que declara la quiebra
es recurrible por el recurso especial de reposición, si este se rechaza, ese fallo es
apelable.
Si tribunal rechaza la solicitud de quiebra del acreedor, ese fallo si es apelable.

2.- Acción de quiebra por el propio deudor.- Todo deudor (sea calificado o no)
puede solicitar su propia quiebra para evitar el cúmulo de acción reúne a todos los
acreedores en un solo procedimiento, visto que ella conlleva, al fin y al cabo, una
solución definitiva a lo incomodo de una situación de insolvencia y/o incapacidad de
pago de sus deudas. En nuestro ordenamiento jurídico el artículo 39 de la
actual ley de Quiebras, reconoce de manera expresa dicha facultad al deudor
autorizándolo para pedir su propia quiebra.

El deudor, antes que nadie, es quien mejor conoce el estado real de sus
negocios o de su situación económica patrimonial. Por esta razón, el deudor que
solicita su quiebra no está obligado a probar las causales de quiebra que la
justifican, es de presumir que se encuentra en insolvencia.
Tratándose del deudor que ejerce actividad mercantil, industrial, minera o
agrícola (deudor calificado) la ley (art. 41) le obliga a solicitar su quiebra antes
de cumplirse los 15 días hábiles, no fatal, desde la fecha en que haya cesado en el
pago de una obligación mercantil. Es una carga y para el no calificado es una
facultad. Puede pedir su quiebra transcurrido el plazo, los efectos del
incumplimiento transcurrido el plazo son otros.
Para el deudor calificado, ésta constituye una carga impuesta por la ley. Si no
lo hace, se presumirá culpable la quiebra si ella se califica penalmente (en este
caso el deudor puede aportar la prueba que demuestre lo contrario), estando
facultado el deudor para probar lo contrario, y pierde el derecho a reclamar
alimentos de la masa de bienes (efecto absoluto). Art. 219 N° 4 y Art. 6,
respectivamente, de la ley de Quiebras. Art. 60 derecho a reclamar alimentos.
El artículo 176, da el mismo valor a la solicitud de quiebra del deudor
calificado, si dentro del plazo de 15 días desde la cesación de pago, concurra al
tribunal y presente proposiciones de convenio judicial preventivo (son propuesta
que hace el deudor a todos sus acreedores para alcanzar una forma de pago de sus
deudas distintas a la que dan cuenta los créditos originales), siempre que se
notifique la resolución del tribunal que las proveyó dentro del plazo de 8 días. El
tribunal cita a junta de acreeedores para que acepte o no la propuesta de
convenio, si deudor presenta propuesta y la resolución se notifica dentro 8 días
sgtes. a acreedores por aviso en DO (todas se notifican así salvo disposición ley en
contrario), la ley considera que el deudor ha cumplido con su obligación de solicitar
la quiebra porque el convenio tiene mismos efectos. Si la junta no acepta el
convenio el tribunal debe declarar la quiebra.
26
Para el deudor no calificado, en cambio, el solicitar su propia quiebra no es
una carga, sino un derecho, facultad.

Requisitos necesarios con la solicitud de propia quiebra.-El artículo 42 de la


ley dispone que el deudor que solicita su quiebra deberá presentar, por duplicado:
a.- Un inventario o relación detallada de todos sus bienes, con expresión del lugar
en que se encuentren, de su valor estimativo y de los gravámenes que los afecten.
b.- Una relación de los bienes que, en conformidad a le ley, están excluidos de la
quiebra, esencialmente los inembargables y personalísimos. Manifestación
Universalidad objetiva.
c.- Una relación de los juicios que tuviere pendientes que tengan incidencia en el
proceso de quiebra, afecten a su patrimonio. Manifestación Universalidad procesal.
d.- Un estado de deudas, con expresión del nombre y domicilio de los acreedores y
de la naturaleza de los respectivos títulos, el deudor de be expresar las causas de
su estado de insolvencia, y
e.- Una memoria de las causas directas o inmediatas del mal estado de sus
negocios, debiendo ella dar cuenta de la inversión del producto de las deudas
contraídas y de los demás bienes adquiridos en el año último.
f.-El deudor que llevare contabilidad completa (Código Tributario) presentará,
además, su último balance y la cuenta de ganancias o pérdidas.
SVS: SA abiertas exponen su contabilidad completa. Debiendo coincidir las cifras
del haber y deber.

Deudor puede solicitar su quiebra sin tener vencidas obligaciones, el deudor no


puede invocar la causal de fuga, se puede hablar de mal estado de negocios sin
tener obligación vencida, depende teoría insolvencia.
Por esta última exigencia, algunos han llegado a sostener que el legislador no
siguió la teoría restringida sino la teoría amplia, porque debe explicar la causa del
mal estado de los negocios. Si adherimos a la teoría amplia, es posible declarar la
quiebra del deudor que la solicita porque si el deudor confiesa su incapacidad de
pago, el mejor que nadie conoce su situación.
El deudor debe cumplir los requisitos generales para solicitud de quiebra por
acreedor. Cuando se solicita la quiebra por el deudor es necesario designar un
síndico, pero como no es conveniente que el deudor designe al síndico.
La ley le impone al tribunal del deber de presenta da la solicitud de quiebra
por el deudor citar al tribunal a los tres mayores acreedores y sean éstos quien le
propongan al tribunal el nombre del síndico
Presentada que sea la solicitud de quiebra del deudor, el tribunal antes de
declararla deberá llamar a los tres mayores acreedores de la nómina presentada
por el deudor, para que entre ellos propongan el nombre del síndico, titular y
suplente, que deberá asumir esta quiebra. Sólo podrá llamar a las personas
designadas.
El llamado a esta audiencia de estos acreedores se debe notificar a los
acreedores por cédula, por el receptor de turno. Por eso que en los requisitos de
solicitud de quiebra era el estado de quiebra con domicilio de los acreedores.
La audiencia debe efectuarse dentro de tercero día, contados desde la última
notificación.
27
Además, se establece una exigencia que en la práctica no se cumple: la
notificación debe ser realizada a más tardar dentro de tercero día de dictada la
resolución judicial que la disponga (el receptor judicial tiene tres días para notificar
a estos tres acreedores, en circunstancias que puede ocurrir que uno o más de
ellos tenga domicilio fuera del lugar de funcionamiento del tribunal.
La audiencia se lleva a efecto con él o los acreedores que asistan, y tiene por
objeto que estos acreedores procedan a designar al síndico, titular y suplente. Si
asiste más de un acreedor, debe votarse rigiéndose por el principio de la mayoría,
pero no referido a la mayoría numérica, sino que con la ponderación sobre la base
del crédito que cada uno de ellos reclama, importa el voto ponderado con la
acreencia. Se vota sobre la base del crédito de cada cual. Si no asiste ningún
acreedor, hay que repetir el procedimiento con los acreedores siguientes de la
nómina, por una vez.
En caso que no pueda aplicarse este procedimiento, el juez deberá designar
al síndico por sorteo, de los síndicos que ejerzan en el territorio del tribunal.
El Art. 50 de la Ley de Quiebras, por su parte, trata el tema de la solicitud de
quiebra por los herederos del deudor, siempre y cuando la causa que la
determine se hubiere producido antes de la muerte del deudor y la solicitud se
presente dentro del año siguiente a su fallecimiento En tal caso la quiebra sólo
afecta los bienes del causante y produce, de derecho, el beneficio de separación de
patrimonio a favor de los acreedores del difunto. Separación de bienes entre los de
la sucesión y los propios de cada uno de los herederos.
Esta acción respecto del deudor difunto la tienen también sus acreedores, en
las mismas condiciones vistas.

06/08/10
3.- Declaración de oficio por el tribunal.- Esta declaración dice relación con la
causal de quiebra contenida en los artículos 209 y 214 de la ley, referidas a los
convenios.
***Quiebra consecuencial, producto de una situación en que su existencia
hace innecesario recurrir a alguna de las causales de quiebra del art. 43. Porque la
situación en que se encuentra el deudor es demostrativa de su insolvencia.
Estos casos corresponden a las siguientes situaciones:
1. El deudor que hace una propuesta de convenio judicial preventivo
(procuran evitar la quiebra y los judiciales procuran alzar la quiebra) y el
mismo es rechazado por no haber obtenido la mayoría necesaria (209), yo
no puedo cumplir mis obligaciones en la forma convenida, concurre al
tribunal a proponerle una forma de pago distinta, el deudor revela
insolvencia, por lo tanto si los acreedores le dicen que no aceptan el
convenio el tribunal está obligado a a declarar la quiebra.

2. Convenio judicial preventivo (puede ser propuesto por el deudor, experto


facilitador o uno o más de los acreedores), se acepta por el tribunal el
convenio pero la ley para aprobar exige ciertos requisitos (mayoría, etc.),
se celebra el convenio y se aprueba por la mayoría y un acreedor descubre
que se ha faltado a una de las exigencias del convenio por ej. se ha
ocultado bienes, el deudor puede demandar la impugnación del convenio
28
que se tramita ante el mismo tribunal, si considera que se incurrió en la
causal de impugnación desechará el convenio se ha desechado por
sentencia del tribunal, al ser impugnado por cualquier acreedor (196). En
esa sentencia que desecha el convenio, tiene que declarar la quiebra
porque ha habido una confesión de insolvencia del deudor.

3. El convenio es declarado nulo (por ej. se aprobó sin mayoría necesarias, la


sentencia debe declarar la quiebra (214),

4. El convenio es totalmente válido pero se incumplió (214). El deudor no


cumple el convenio no tiene sentido seguir con el y se declara la quiebra
del deudor.

5. En la misma condición, de declaración de oficio por el tribunal, se


encuentran dos situaciones distintas referidas por los artículos 172 y 177
que también de oficio el tribunal declara la quiebra. En la ley actual de
quiebra los acreedores son sujetos activos de la quiebra y también para
instar al deudor a proponer un convenio, conminarlo. La no presentación
convenio judicial preventivo, a requerimiento de uno de sus acreedores,
solita al tribunal que le ordene al deudor o a la sucesión de este, por el
deudor (172). Si el deudor no presenta el convenio dentro de este caso, se
declara la quiebra, no hay una confesión de insolvencia porque existe una
causal de quiebra y el acreedor opta por pedir esta. El tribunal también la
declara de oficio.

6. Situación en que quien debe proponer un convenio judicial preventivo de la


quiebra es el experto facilitador. Es una creación de la ley bastante
reciente que se suponía que iba a ser un 3° independiente que iba a
decidir o influir en las partes para evitar la quiebra, hay solo una
designación de experto facilitador y fue un desastre. Cuando es nombrado,
tiene que emitir un informe de la situación del deudor y este va a depender
de lo que le conviene más a los acreedores, puede proponer la quiebra del
deudor o un convenio judicial preventivo y la no presentación de un
convenio judicial preventivo, dentro del plazo legal y si al término de este
plazo no presenta un informe, la obligación del tribunal es declarar de
oficio la quiebra., por el experto facilitador, a que se refiere el artículo 177
ter.

Habrá una sentencia que debe cumplir con todos los requisitos de cualquier
sentencia, más los especiales de la LQ (art. 42)
Como es estos casos se actuó ante un tribunal, y los hechos y situación
demuestran, de manera clara y contundente, la situación de insolvencia del
deudor, no es necesario ningún otro trámite, por lo que el tribunal deberá declarar
la quiebra del deudor ante la incapacidad de pago del mismo.
La sentencia que constata el rechazo o se prenuncia sobre la nulidad o el
incumplimiento del convenio, trae consigo la declaración de quiebra del deudor.
29
En los tres casos, el tribunal se pronuncia a través de una sentencia definitiva,
que acoge la solicitud, que como sentencia definitiva debe cumplir con los
requisitos generales de toda sentencia definitiva, y además deberá cumplir con las
exigencias impuestas por el artículo 52 de la ley para la sentencia que declara la
quiebra del deudor.

4.- Solicitud del experto facilitador.- Cuando el deudor, conforme lo previsto


por el artículo 177 ter, solicite al tribunal que está conociendo de su quiebra o de
su quiebra declarada o es competente para conocer de ella, acompañando los
antecedentes exigidos por el artículo 42 de la ley para pedir su propia quiebra, que
se cite a una junta de acreedores para que dentro de 10 días contados desde la
notificación por aviso de la resolución que así lo dispone, a fin de que ella designe
a un experto facilitador, la referida junta, procederá a su designación, con el
voto de uno o más de los acreedores, que representen más del 50% del total del
pasivo con derecho a voto. La solicitud del experto facilitador va a cumplir con los
mismos requisitos de la solicitud de propia quiebra. El tribunal cita a los acreedores
dentro de 30 días, esta junta designa a un experto facilitador.
En tal caso, el experto facilitador, tendrá el plazo de 30 días, contados desde
la realización de la junta, para: evaluar la situación legal, contable, económica y
financiera del deudor, y proponer a los acreedores un convenio que sea más
ventajoso que la quiebra del deudor, o en caso contrario, solicitar al tribunal que
declare la quiebra del deudo o un convenio preventivo de la misma, si ella resulta
más conveniente para los acreedores. Si solicita la declaración de quiebra es otro
sujeto activo de la quiebra. Si no emite informe dentro de 30 días el tribunal tiene
que declarar de oficio la quiebra.

Sujeto pasivo de la acción de quiebra.- La noción de sujeto pasivo de la acción


de quiebra nos lleva a pensar en la persona, natural o jurídica, en la cual se dan los
presupuestos que justifican la declaración de quiebra. Hay que ser deudor.
Al hablar de sujetos pasivos de la quiebra estamos enfrentados a quien puede
ser declarado en quiebra, conforme a la legislación nacional. El artículo 1 de la ley
18.175, seña como sujeto pasivo de la acción de quiebra a toda persona natural o
jurídica.
Siendo así, no puede iniciarse acción de quiebra en contra de entidades,
agrupaciones, asociaciones, reuniones, comunidades, sociedades de hecho, etc.,
que carezcan de personalidad jurídica, sino individualmente la de los miembros que
la componen.
En concreto, puede ser declarada en quiebra cualquier persona natural o
jurídica capaz de contraer obligaciones.
Con todo, hay personas jurídicas que no pueden ser declaradas en
quiebra como las de Derecho Público o el Fisco.

Regla general.- Puede ser sujeto pasivo de la acción de quiebra, conforme lo


previsto por el Art. 1 de la Ley de Quiebras, toda persona natural o jurídica, ejerza o
no una actividad comercial, industrial, minera o agrícola. Por lo tanto, las
comunidades no pueden ser declaradas en quiebra. Puede ser declarado en quiebra
cualquier persona capaz de contraer obligaciones ya sea civil o comercial. Ej. Un
30
club deportivo puede ser declarado en quiebra, no era una actividad comercial, se
concluyó que se pudo ser declarado en quiebra porque realizó un acto de comercio.
Sin embargo, los requisitos en uno y otro caso son distintos, según la
actividad que desarrolla el deudor. Diferencia entre deudores calificados y no:
***Obligación de pedir su propia quiebra.
Así, el deudor que desarrolla una actividad comercial, industrial, minera o
agrícola (deudor calificado) esta obligado a solicitar su declaración de quiebra, en el
plazo señalo por la ley.
Estos mismos deudores tienen además una causal adicional y más estricta
que permite su declaración de quiebra con solo un crédito en cesación de pago,
siempre que sea título ejecutivo.

Sin embargo, además de la causal de quiebra aplicable respecto de uno y otro


deudor la distinción entre deudor calificado o no tiene importancia en las siguientes
materias:
a.- Fijación de la fecha de la cesación de pagos: La sentencia de declaración
de quiebra produce efectos retroactivos, debido a que la incapacidad de pago
puede haberse venido gestando en el tiempo. Y ella es anterior a la de la sentencia
que declara la quiebra del deudor.
Por tal razón, se da la posibilidad de revisar lo hecho por el deudor antes de
su quiebra, durante lo que se denomina “período sospechoso”, el cual comienza
desde la cesación de pagos hasta la declaración de quiebra, efecto retroactivo de la
quiebra. La sentencia que declara la quiebra produce efectos hacia el futuro y
retroactivo. La declaración quiebra de un deudor permite revisar los actos que el
deudor ha realizado durante el período sospechoso. Pueden recurrir de la sentencia
que declara la quiebra cualquier acreedor interesado, por lo tanto si soy titular
de una hipoteca me interesa que declaren la quiebra de un deudor, estoy sujeto a
revisión de mi patrimonio.
Existen distintos criterios para fijar por el juez la fecha de cesación de pagos,
dependiendo si se trata de un deudor calificado o no calificado.
La importancia de la fijación de la fecha de la cesación de pagos del deudor
fallido radica en la posibilidad de revisar todos los actos y contratos en que hubiere
intervenido el deudor, durante dicho período, a través de las acciones concúrsales
revocatorias, que son acciones paulianas en términos civiles. Sin embargo se trata
en realidad de acciones de inoponibilidad.

b.- La declaración de quiebra puede dar origen a un procedimiento penal. Por


lo que se denomina quiebra fraudulenta. La ley establece toda una regulación
respecto del deudor calificado, estableciéndose presunciones de quiebra respecto
de este deudor que no existen para el deudor no calificado, como la quiebra
dolosa, culpable o fortuita.

c.- El deudor calificado además tiene la carga de tener que pedir su propia
quiebra, cuando haya cesado en el pago de una obligación, dentro de los 15 días
siguientes a la fecha que hubiere cesado en el pago de una obligación mercantil.
Si no lo hace su quiebra se presume culpable, carga que no tiene el deudor no
calificado.
31

Casos especiales.- Existen diversos casos especiales de sujeto pasivo de la


acción de quiebra, que es necesario abordar:
La mujer casada.-De conformidad con lo previsto por el art. 150 del Código Civil,
la mujer casada de cualquier edad puede dedicarse libremente al ejercicio de un
empleo, oficio, profesión o industria, sin que el juez a petición del marido pueda
prohibírselo, considerándosele separada de bienes respecto del ejercicio de ese
empleo, oficio, profesión o industria y de lo que en ellos obtenga. Afecta los bienes
del patrimonio reservado.
En consecuencia, si la mujer casada en sociedad conyugal ejerce algún
empleo, profesión, oficio o industria separados de los del marido, puede ser
declarada en quiebra, debiendo iniciarse la acción directamente en su contra, y sus
resultados afectar exclusivamente los bienes que administre ella conforme al Art.
150, y los que administre conforme los artículos 166 y 167, todos del Código Civil.
Se incluyen en la quiebra, los bienes propios de la mujer que administra el
marido.
Si la mujer casada en sociedad conyugal no ejerce ningún oficio, empleo,
industria o profesión separados de los de su marido y contrae obligaciones, puede
ser declarada en quiebra y ella comprenderá los bienes propios que administre en
conformidad con los art. 166 y 167 del Código Civil.
Distinta en la situación si la mujer casada en sociedad conyugal no ejerce
ningún oficio, empleo, industria o profesión separados de los de su marido y contrae
obligaciones por la compra de objetos muebles naturalmente destinados al
consumo ordinario de la familia. En este caso, la mujer está comprometiendo lo
bienes del marido y los de la sociedad conyugal, conforme lo previsto por el artículo
137 del Código de Comercio, por lo que aquélla ha contraído un título que puede
resultar en la quiebra del marido.
La mujer casada, divorciada perpetuamente o separada totalmente de bienes,
siendo capaz, puede ser declarada en quiebra al igual que cualquier persona sujeto
pasivo de la quiebra.
La mujer casada bajo régimen de participación de gananciales puede ser
declarada en quiebra, porque ella es perfectamente capaz. Tal declaración afecta al
patrimonio propio en virtud de este régimen. Lo mismo sucede con la mujer casada
separada de bienes.

Menor Adulto.- El inciso 2 del art. 48 de la Ley de Quiebras dispone que el


menor adulto administrador de su peculio profesional puede ser declarado en
quiebra, comprendiendo ésta sólo los bienes de este peculio. No se incluyen,
entonces, los bienes que administre su padre o guardador.

Otros Incapaces.- El Art. 49 de la Ley 18.175, dispone que los incapaces


solamente se declararán en quiebra por incumplimiento de obligaciones
válidamente contraídas por intermedio o con intervención de sus representantes
legales o con autorización de la justicia.
Estos, conservan, en todo caso, las acciones que les correspondan contra sus
representantes legales.
32
Ex comerciantes, industrial, agricultor o minero que dejó de ejercer su
profesión.- Persona que han dejado de ser comerciantes o mejor dicho de ejercer la
profesión de tal, incluyendo, la actividad industrial, agrícola y minera. Debe
considerarse que es al momento de contraer la obligación.
La circunstancia de que la persona sujeto pasivo de la acción de quiebra
ejerza una de estas actividades especiales, debe apreciarse, por mandato del N° 1
del Art. 52 de la Ley, al tiempo de contraerse la obligación que motiva la acción
emprendida, no a la declaración de la quiebra.

La sucesión del deudor.- El Art. 50 de la Ley dispone que puede declararse en


quiebra la sucesión de un deudor difunto, tanto por un acreedor como por sus
herederos, siempre que la causa que la determine se hubiere producido antes de la
muerte del deudor y la solicitud de quiebra se presente dentro del año siguiente al
fallecimiento.
La quiebra sólo afecta los bienes del causante y produce de derecho el
beneficio de separación de patrimonio a favor de los acreedores del difunto.
En este caso la ley autoriza la declaración de quiebra de alguien que no es
persona, toda vez que la personalidad natural termina con la muerte.
La acción de quiebra en este caso afecta sólo al patrimonio del deudor
difunto.

Quiebra de la sociedad colectiva comercial.- Siendo característica de la


sociedad colectiva comercial la responsabilidad ilimitada y solidaria de los socios,
frente a las obligaciones contraídas legalmente por quienes la representan, la
declaración de quiebra de la sociedad trae aparejada la quiebra de los socios que la
componen. (Art. 370 Código de Comercio). Los socios responden ilimitada y
solidariamente, por la SOLIDARIDAD, la quiebra de la sociedad conlleva la quiebra
de los socios.
Así, entonces, declarada la quiebra de la sociedad colectiva comercial es
obligación del juez declarar la quiebra de todos los socios, la que se tramitará en
cuadernos separados del de la sociedad.
En tal caso, los acreedores pueden verificar sus créditos en la quiebra de la
sociedad y en la de los socios.
Quiebra de la sociedad colectiva Civil.- Se rige por las reglas generales, por
cuanto en la sociedad colectiva civil la responsabilidad de los socios es ilimitada,
pero no solidaria, en razón de lo cual su declaración de quiebra no produce la de los
socios, salvo que en el pacto social se disponga esa solidaridad, y en virtud de ella y
solicitud de un acreedor el Tribunal deba pronunciarse sobre la quiebra de los
socios.

Quiebra de la sociedad en comandita.- Los socios gestores responden de


igual forma que los socios de una sociedad colectiva mercantil, por lo que su
quiebra trae aparejada la de los socios gestores. Es la solidaridad la que provoca la
quiebra de los socios,
Tratándose de los socios comanditarios, debido a que ellos no tienen
responsabilidad en las deudas sociales, la quiebra social no significa la del socio
comanditario.
33
La excepción es cuando éste tipo de socio ha participado en la administración
de la sociedad conjuntamente con los gestores (se han transformado en un socio
gestor de hecho) o cuando han permitido la inclusión de su nombre en la razón
social.
En el primer caso, si bien responden solidariamente los socios comanditarios,
la quiebra social no acarrea su quiebra personal. En el segundo caso, al tolerar la
inclusión de su nombre en la razón social pueden ser declarados en quiebra
conjuntamente con la sociedad, pero es facultativo para el Tribunal así fallarlo, no
siendo obligatorio como ocurre con los socios gestores.

Quiebra de la sociedad anónima.- Obviamente su quiebra no afecta a los


socios. En este caso el Art. 101 de la Ley 18.046 obliga al Directorio de la sociedad,
abierta o cerrada, que ha cesado en el pago de una o más obligaciones o que ha
sido declarada en quiebra por resolución ejecutoriada, a citar a junta de accionistas
dentro de los 30 días siguientes de acaecidos estos hechos para informar de la
situación legal, económica y financiera de la sociedad.
En el caso de las sociedades anónimas abiertas, además el Gerente o el
Directorio en su ausencia, debe dar aviso al día siguiente hábil a la
Superintendencia de Valores y Seguros, como también de la solicitud de quiebra
presentad en su contra.
Igual aviso deberá dar el Tribunal que conoce de la solicitud de quiebra a la
Superintendencia.

Quiebra de la sociedad de responsabilidad limitada.- Siendo en este tipo de


sociedad la responsabilidad de los socios limitada a sus aportes, la quiebra social
no conlleva la de los socios, salvo que se haya pactado solidaridad o se omita la
palabra limitada en la razón social.

Quiebra de la sociedad de hecho.- No siendo personas jurídicas, como se


expresó anteriormente, no pueden ser declaradas en quiebra. La responsabilidad
corresponde personalmente a cada uno de sus integrantes.
El tema no resuelto por el legislador es si la sociedad de hecho comercial, en
virtud de lo previsto en los artículo 359 a 363 del Código de Comercio, que impiden
a los socios oponer la nulidad del pacto frente a terceros, puede ser declarada en
quiebra.

Quiebra de la sociedad disuelta.- Se ha discutido si una sociedad legalmente


disuelta puede ser declarada en quiebra, teniendo en cuenta que existen normas
legales que permiten sostener la subsistencia de la personalidad jurídica social en
tales casos.
Al respecto, existe unánime consenso en la doctrina y la jurisprudencia que es
posible declarar la quiebra tratándose de sociedades anónimas, tratándose la
sociedad anónima el problema está resuelto, la LSA señala que disuelta la SA
subsiste la personalidad jurídica, por tanto es posible declarar la quiebra.
Conforme lo previsto por el Art. 109 de la Ley 18.046, por la subsistencia de la
personalidad jurídica a los efectos de la liquidación de los bienes sociales.
34
No obstante, respecto del resto de las sociedades no existe consenso, pero
estimamos que ello no es posible una vez disuelta la sociedad aún no liquidada.
Obviamente, si la sociedad disuelta ya fue liquidada, esto es no quedan
bienes a su nombre, ya no hay nada que hacer y resulta imposible jurídicamente
pedir su quiebra, puesto que ya desapareció la personalidad jurídica.
Distinto es el caso de la sociedad colectiva civil porque disuelta se forma una
comunidad, a diferencia de las comerciales.

Quiebra de la empresa individual de responsabilidad limitada.- La ley especial


no toca el tema, pero aplicando sus disposiciones al caso sólo corresponde declarar
la quiebra de la EIRL como patrimonio separado de su titular, sin que ella afecte a
los demás bienes del mismo. La quiebra de uno no lleva a la del otro, salvo que la
ley establezca como sanción la solidaridad.

Quiebra de personas jurídicas de Derecho Público.- Si bien la ley no distingue


respeto del deudor susceptible de declararse su quiebra, la institución no se concilia
con la forma legal del cumplimiento forzado de las obligaciones fiscales, mediante
el procedimiento de hacienda de los artículos 748 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.

09/08/10
La causal de quiebra.- Como se ha expresado la causal general de la quiebra es
la situación de no pago de las obligaciones del deudor: La cesación de pago.
La ley 18.175 no ha establecido una causa única o genérica de la quiebra,
sino que enumera distintos hechos que configuran causales de quiebra. No
contempla una causal única de quiebra, sino que enumera distintos hechos que
configuran una causal de quiebra, incluso cuando el que solicita su propia quiebra
es el deudor, si bien no se requiere invocar una causal de propia quiebra porque la
solicitud de quiebra propia presupone la insolvencia, lo mismo cuando la quiebra es
declarada de oficio por el tribunal. Pero nuestra legislación discurre sobre una
distinción implícita en las causales de quiebra, el mero incumplimiento de una
obligación por el deudor no es suficiente para declarar la quiebra, se necesita una
cesación de pago general.
Si la declaración de quiebra la pide el propio deudor la ley no requiere la
concurrencia de causal alguna, ya que en tal caso la solicitud implica una confesión
de encontrarse en estado de insolvencia.
Si la declaración de quiebra la pide un acreedor la ley ha establecido causales
específicas para declararla, como también cuando la declara el tribunal de oficio.
La causal implícita genérica de la quiebra en el derecho nacional es la
cesación de pagos por parte del deudor, que es algo más que un mero
incumplimiento de una obligación.

Clasificación de las causales de quiebra.-Existen tres clases de causales de la


quiebra de una persona, natural o jurídica.
a.- Las causales que son aplicables exclusivamente al deudor calificado
(deudor: comerciante, industrial, agricultor o minero). Deudor calificado no es lo
35
mismo que deudor comercial porque deudor agrícola e industrial realizan
actividades primarias.
b.- Las causales comunes a todo deudor. Que, por lo tanto, se aplican a toda
clase de deudores. Tanto al deudor calificado como al no calificado.
c.- Causal que se aplican exclusivamente al deudor no calificado. Al deudor
que no ejerce actividad comercial, industrial, minero o agrícola.

(a).-Causal aplicable al deudor que ejerce actividad comercial, industrial,


minera o agrícola. Causal aplicable exclusivamente al deudor calificado.
El artículo 43 N° 1° de la Ley 18.175, establece que cualquiera de los
acreedores podrá solicitar la declaración de quiebra, aun cuando su crédito no sea
exigible, en los siguientes casos:
1.- Cuando 1: el deudor que ejerza una actividad comercial, industrial, minera o
agrícola, 2: cese 3: en el pago de una obligación mercantil con el solicitante (el
único que tiene acción es el acreedor titular del crédito), 4: cuyo título sea
ejecutivo. Por lo tanto puede incurrir en el no pago de una obligación no mercantil
pero no se puede declarar la quiebra por esta causal.

Examinemos estos requisitos:


i.- Que el deudor ejerza una actividad comercial, industrial, minera o agrícola.-
Por actividad comercial debe entenderse la ejecución de actos de comercio.
Aquellos que enumera el artículo 3° del Código de Comercio.
La actividad industrial (es comercial de acuerdo al art. 3 CCO., distinto a la
minera y agrícola que son civiles pero por la trascendencia el legislador las asimila
a actividad comercial), a su vez, se encuentra comprendida en la anterior, esto es
en la actividad comercial toda vez que por una parte el número 5° del Art. 3 del
Código de Comercio declara que son actos de comercio a las empresas de fábrica y
manufacturas, es decir la actividad industrial. Por otra parte, dicha actividad
industrial se encuentra subsumida en el número 1° del artículo 3 que declara
comercial la compra de una cosa mueble con ánimo de venderla, que es
precisamente lo que realiza la industria, compra materias primas para
transformarlas y venderlas con valor agregado.
La actividad minera, es en esencia extractiva, entendida como el arte de
trabajar y explotar las minas, no constituye en sí una actividad comercial siendo
asimilada por el legislador de manera expresa para este caso.
Lo mismo respecto de la actividad agrícola que no constituye una actividad
comercial para la legislación nacional, sino de carácter civil.
Para que proceda su quiebra, el deudor debe cesar en el pago de una
obligación comercial, teniendo en cuenta que los actos desarrollados por el minero
o agricultor de manera habitual no constituyen actos de comercio. Se exige que la
obligación que dejó de pagar el deudor, sea de carácter mercantil.
Por lo que si se cesa en el pago de una obligación que no tiene el carácter de
mercantil, el deudor no puede ser declarado en quiebra por esta causal.
Este calificativo genera una distinción entre quienes realizan una actividad de
comercio (que son los comerciantes) y quienes no tienen tal calidad, pero sí son
36
deudores calificados (minero y agricultor) ya que para ellos constituirán actos de
comercio sólo aquellos actos que formalmente tienen dicha calidad, porque los
otros atenderán a la calidad de la persona del minero o agricultor. ¿Nunca voy a
poder declarar su quiebra? Sólo podré declarar la quiebra cuando ese agricultor o
minero incumpla una obligación mercantil cuando estemos frente a un acto
mercantil formal, es decir la constitución de una SA en que se comprometió un
aporte, el giro de una letra, etc.
La quiebra de una sociedad anónima, por otra parte, por mandato legal
también se rige por estas disposiciones, toda vez que el artículo 1, inciso segundo,
de la ley 18.046, dispone que la sociedad anónima siempre será mercantil, aunque
se forme para realizar negocios de carácter civil.

Momento en que el deudor debe ejercer esta actividad.- La ley exige para
que se declare la quiebra que “el deudor ejerza una actividad” por lo que es
necesario precisar en que momento debe este deudor ejercer esta actividad, es
decir, si se debe atender al momento en que se contrajo la obligación vencida y no
pagada o al momento en que la obligación se venció y se solicita la declaración de
quiebra. Por lo tanto si ese comerciante dejó la actividad pero al momento de
contraer la obligación tenía el carácter mercantil podrá ser declarado en quiebra.
La respuesta la da el Art. 52, número 1, que señala que debe estarse al
momento en que se contrae la obligación. Para que sea un acto calificado de
mercantil tiene que realizarlo el comerciante dentro de su profesión habitual, si el
comerciante compra una cajetilla de cigarros es un acto de comercio pero para el
VENDEDOR, para el comprador no lo será.

Carácter permanente de la actividad.-Debe tratarse de la actividad normal y


permanente que desarrolla el sujeto, que no se trate de una actividad esporádica o
eventual, para que de el carácter de comerciante, industrial, minero o agricultor.

ii.- Que aquél cese en el pago de una obligación con el solicitante de la quiebra.-
La cesación de pago existirá cuando el deudor se encuentre en mora de acuerdo
con las reglas generales del artículo 1.551 del Código Civil. El único que tiene
acción contra el deudor es el acreedor, y por lo tanto, no basta cualquier cesación
de pago en que haya incurrido el deudor, el acreedor sólo puede invocar el título
propio para pedir él la quiebra.
La ley requiere, entonces, que el crédito que fundamenta la solicitud de
quiebra lo tenga el deudor con el solicitante de la quiebra. No basta cualquier
cesación de pago del deudor.

iii.- Que la obligación en cuya cesación de pago ha incurrido el deudor tenga el


carácter de mercantil.- Que el deudor no haya pagado a su vencimiento una
obligación mercantil, considerando como tal aquella que constituye un acto de
comercial para el deudor, es aplicable la diferencia, agricultor o minero tiene que
ser una obligación de carácter formal mercantil, aún cuando esa obligación para el
acreedor tenga el carácter de mercantil. Si pido un crédito al banco es mercantil
para éste y para mi depende de la actividad principal a la que acceda.
37
En la práctica, tratándose de no comerciantes, como vimos en el caso de
mineros y agricultores, sólo serán mercantiles para ellos las obligaciones surgidas
de actos de comercio formales.
Esto es aquellas que se estiman de carácter comercial cualquiera sea la
calidad de la persona que en ellas intervienen y su intención. (letra de cambio).
En todo caso basta que la obligación tenga el carácter de comercial para el
deudor, aunque para el acreedor tenga en carácter de civil, por provenir de un acto
mixto.

iv.- Que la obligación conste en un título ejecutivo.- Además, la deuda invocada


como causal de la quiebra del comerciante, industrial, minero o agricultor, deberá
constar de un título ejecutivo.
La obligación mercantil vencida que tiene el deudor que ejerce alguna de
estas cuatro actividades, debe estar revestida de la calidad de título ejecutivo
(cualquiera de los del CPC), es decir debe tener la presunción de existencia que
implica el título ejecutivo, aunque esté vencida, si no consta en un título ejecutivo
no permite pedir la quiebra, dicha existencia para el carácter indubitado de la
obligación.
Además, este deudor, comerciante, industrial, minero o agricultor, puede ser
emplazado por un acreedor, que se encuentre en este caso, a presentar convenio
judicial preventivo de su quiebra. El que si no lo presenta dará lugar a la
declaración de su quiebra por el tribunal que conoce del requerimiento.
Esta causal ha dado pábulo para que la jurisprudencia y la doctrina nacional
sostengan que nuestra legislación sigue un criterio restringido de la cesación de
pago. Según el cual se entiende que basta el incumplimiento para abrir un
procedimiento concursal, aún cuando ese incumplimiento no sea reflejo de una
incapacidad de pago del deudor.
Por la amplitud de la causal de quiebra, que no exige insolvencia, se suele
usar ella como un procedimiento o medio eficaz de cobro del acreedor a su deudor
calificado, disminuyendo las posibilidades de defensa de aquél, ya que no puede
oponer excepciones, las que sí podría ejercer en un juicio ejecutivo.
Como contrapartida, la ley exige que la obligación conste de un título
ejecutivo y que el acreedor deba consignar el valor de U.F .100 para financiar los
gastos iniciales de la quiebra.
Además, si el tribunal rechaza la solicitud de quiebra porque no se configuró
la causal, el deudor tendrá la posibilidad de exigir ser indemnizado por los perjuicios
que se le causó con la solicitud su acreedor.

Estamos frente a un criterio restrictivo, basta el simple incumplimiento con las


condiciones para declarar la quiebra. Quienes sostienen la teoría del
incumplimiento restrictivo se amparan en esta causal.
Si sostenemos que no es expresión del criterio restrictivo sino también de un
criterio amplio, que diferencia encontraríamos en el tratamiento que debe dar el
tribunal a la solicitud de quiebra? Si se sostiene esto, el juez tiene la facultad de
rechazar la solicitud de quiebra porque no hay una insolvencia, por ej, si el deudor
demuestra que tiene patrimonio suficiente y no tiene otros incumplimientos, Si
vamos al contexto de la ley, el profesor se inclina por esta postura, está en el
38
contexto general de la ley la insolvencia pero además, art. 45 inc 1° (actitud del
tribunal frente a la solicitud de quiebra).

Si la legislación hubiera optado por el criterio restrictivo, podrí ser necesario no


escuchar al deudor (el juicio ejecutivo, no es cucha al deudor primero), sin embargo
este art. Dice “con audiencia del deudor” y “deberá cerciorarse por todos…”, le
ordena al tribunal cerciorarse de la efectividad por lo tanto pese a configurarse la
causal el tribunal podría rechazar la solicitud.
Inciso 3°: además deja a salvo la posibilidad del deudor de demandar.

Cesación de pagos de bancos y sociedades financieras.- La Ley reconoce dos


excepciones a lo expresado anteriormente, respecto de la quiebra de los
comerciantes, mineros, agricultores o industriales, referidas a casos en los
cuales la cesación de pagos de un título ejecutivo por parte de dichos
deudores calificados, no conlleva la posibilidad de declaración de quiebra.
Esos deudores calificados aún cuando se cumpla la causal, la configuración
de ella no da derecho al acreedor a demandar la quiebra. Interviene la SBIF,
debe ser notificada y puede evitar la quiebra interviniendo.
Se trata de los bancos e sociedades financieras, en los cuales la cesación de
pago de un título ejecutivo por una obligación mercantil, no acarrea la
declaración de quiebra directamente, conforme lo tratado por el artículo 54
del D.F.L. 252, de 1960.Es necesario, además, la insolvencia de la institución
crediticia, como requisito para su declaración de quiebra y previo
conocimiento de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.

(b).-Causales aplicables a cualquier o todo deudor.- El artículo 43 de la Ley


18.175, en sus número 2 y 3 contempla causales comunes a todo deudor,
calificado o no calificado.
1.- Deudor con reiteración del incumplimiento.- Causal del artículo 43, en su
número 2.- En virtud de la cual para declarar la quiebra de un deudor se requiere
que en su contra existan tres o más títulos ejecutivos vencidos, provenientes de
obligaciones diversas, que estén iniciadas a lo menos dos ejecuciones y que en
éstas no se hayan presentado, dentro de los cuatro días siguientes a los respectivos
requerimientos, bienes bastantes para responder a la prestación adeudada y a las
costas.
Tenemos una situación de insolvencia más o menos generalizada. Se trata de
un deudor con reiteración de incumplimientos.
El detalle de estos requisitos es:
i.- Que existan en contra del deudor, a lo menos tres títulos ejecutivos vencidos,
provenientes de obligaciones diversas.
Esos títulos ejecutivos provengan de obligaciones diversas, la fuente de la
obligación es distinta en cada caso, no basta tener 3 letras en contra de un deudor
para pagar la adquisición de un bien determinado, emanan de una misma fuente. El
origen de la obligación debe ser distinta en cada caso, estamos ante una reiteración
de incumplimiento.
39
Esto es títulos que de conformidad con el Art. 434 del Código de
Procedimiento Civil tengan fuerza ejecutiva y representen obligaciones actualmente
exigibles.

ii.- Se trata de tres títulos ejecutivos vencidos, esto es que llegado el día fijado para
su pago, éste no se produjo.
Se trata también de títulos ejecutivos vencidos, en contra del deudor, una
obligación personal del deudor.
No sería este el caso de un tercero obligado por hipoteca constituida sobre un
bien de su propiedad.
En esta causal de quiebra, a diferencia del caso del número 1° del artículo 43
de la Ley, referido al deudor comerciante, no se requiere que el solicitante de la
quiebra sea el titular de los títulos ejecutivos en los cuales aquélla se fundamenta.

iii.- Se exige, además, en este caso, que los tres títulos ejecutivos provengan de
obligaciones diversas.
La fuente de la obligación que motivó la emisión de los títulos debe ser
distinta en cada una de los casos. Los títulos deben tener distintos origen, no
pudiendo provenir de un mismo contrato que no contenga obligaciones diversas
(oblig. conexas).
No se trata simplemente que en un mismo negocio se hayan emitido
distintos títulos de crédito, sino de obligaciones distintas.
Lo que se exige es mostrar una incapacidad de pago del deudor, porque tiene
obligaciones que constan de un título ejecutivo y las tiene vencidas. No estamos en
presencia de un simple incumplimiento sino de una reiteración de incumplimientos.

iv.- Que se hayan iniciado a lo menos dos ejecuciones, en contra del deudor. La
existencia de este requisito refleja que el deudor ha tenido tiempo para arreglar la
situación.
Se requiere que se haya despachado mandamiento y requerido de pago al
deudor en dos ejecuciones diversas. No basta la sola presentación de la demanda
ejecutiva y su notificación.
Alguno de los acreedores hayan iniciado a lo menos dos ejecuciones, se requiere
que se haya despachado el mandamiento de ejecución y embargo, no basta la
notificación de la demanda, es necesario que se haya requerido de pago y que el
deudor no haya presentado bienes suficientes para cumplir dentro de los 4 días
siguientes del requerimiento (no desde que se haya notificado la demanda, ***la
fecha de notificación de la demanda y el requerimiento de pago serán distintos
cuando? (pregunta examen).

v.- Que el deudor no hubiere presentado bienes suficientes para cubrir el capital,
intereses y costas de las dos ejecuciones iniciadas en su contra, dentro de los
cuatro días siguientes a los requerimientos de pago.
Es necesario que los bienes embargados en ambos juicios no sean los mismos.
Este último requisito resulta bastante confuso, toda vez que el legislador no
aclara que debe entenderse por presentar bienes suficientes. Para alguna
jurisprudencia bastaría el embargo de bienes en las ejecuciones iniciadas, lo que
40
compartimos, a la luz de la interpretación armónica de la normativa de le Ley de
Quiebra y la legislación procesal aplicable.
Sin embargo, es necesario, en todo caso, que los bienes presentados por el
deudor o embargados por el receptor, deben ser distintos en ambas ejecuciones y
ser en cada una de ellas suficientes para pagar el crédito, los intereses y las costas.
Esta presentación de los bienes por el deudor, debe realizarse dentro del
plazo de cuatro días a contar desde el respectivo requerimiento de pago en el juicio
ejecutivo.
Plazo procesal que sólo cuenta los días hábiles y no es ampliable,
independientemente del plazo para oponer excepciones, ampliable por la ley
procesal dependiendo del lugar del juicio y el de requerimiento. La ley otorga 4 días
independiente del lugar. Para enervar la acción de quiebra los bienes tienen que
haber sido consignado en dinero o trabado el embargo dentro de los 4 días, no rige
el aumento de plazo.

La cuestión de la suficiencia de los bienes para responder del crédito y las


costas, es una cuestión de hecho que corresponderá al tribunal ponderar en cada
caso concreto que se someta a su conocimiento, es una cuestión de hecho que
debe resolver el tribunal.
La presentación de estos bienes en las dos ejecuciones no significa que el
deudor no pueda oponerse a las ejecuciones y tramitar dicha oposición de la forma
normal. Esos bienes se han embargado en las ejecuciones y no dicen relación con la
solicitud de quiebra. Si se embargan bienes después de los 4 días se cumple el
requisito y le podrán declarar la quiebra.
Exige que sea acreedor porque sino no tengo interés en la ejecución
universal.

Problema
Se realiza el embargo o no se embarga dentro de plazo y se oponen
excepciones y son falladas a favor del ejecutado y por lo tanto se cayó el juicio
ejecutivo, dejó de cumplirse la causal, en el inter tanto fue declarada la quiebra con
esos antecedentes, no pasa nada, no altera esa circunstancia, ¿qué se haría como
abogados en esa situación? Solicitar indemnización de perjuicios

2.- Fuga u ocultamiento.- (Causal del Art. 43, número 3) El artículo 43, numero 3,
dispone que se declarará la quiebra del deudor que se fugue del territorio de la
República o se oculte dejando cerrada sus oficinas o establecimientos, sin haber
nombrado persona que administre sus bienes con facultades para dar cumplimiento
sus obligaciones y contestar nuevas demandas.
Si se deja un mandatario para que cumpla las obligaciones, se cumple con la
causal.
Entonces, la persona que se fugue del territorio de la República o se oculte,
dejando cerradas sus oficinas o establecimientos, sin haber nombrado persona que
administre sus bienes, con facultades de dar cumplimiento a sus obligaciones y de
41
contestar nuevas demandas, puede ser declarada en quiebra. No se requiere que
el deudor haya cesado en el pago de 1 o más obligaciones, la fuga u ocultamiento
hace presumir la incapacidad de pago del deudor, hay insolvencia presumida, pero
no hay incumplimiento.
En este caso la ley no requiere, a diferencia de los dos anteriores, que el
deudor haya cesado en el pago de una o más obligaciones, según se trate de un
deudor calificado o no calificado.
En este caso, estamos en presencia de una causal que hace presumir una
incapacidad de pago y esta insolvencia no implica ni exige incumplimiento
efectivo.
Para el legislador, en esta causal hay insolvencia presumida, a pesar de que
no hay incumplimiento.
Son hechos externos, fundados en la conducta del deudor, que por sí solos
llevan a la persona a no cumplir con sus obligaciones. La conducta del deudor es
demostrativa de que no está en condiciones de cumplir sus obligaciones.
Por ello, no basta con dejar cerrado el negocio (se exige que el requisito sea
copultyivo), sino que exige adicionalmente una serie de requisitos para que se
configure la causal: como el que no deje representante y no cualquier
representante sino que ese mandatario cuente con facultades suficientes para
cumplir obligaciones y contestar demandas.

3.- La nulidad o incumplimiento y rechazo de un convenio.- (Arts. 214(declaración


de cumplimiento o nulidad el convenio judicial preventivo)-209).- Esta causal tiene
lugar cuando el deudor haya celebrado un convenio judicial con sus acreedores y
éste sea declarado nulo o resuelto, por sentencia firme, en cuyo caso el tribunal de
primera instancia declarará la quiebra del deudor, de oficio y sin más trámite.
1. Que el deudor haya celebrado un convenio judicial
2. Que ese convenio haya sido declarado nulo o resuelto, requiere sentencia
firme, ese tribunal al resolver declarando el convenio nulo o incumplido está
obligado a declarar la quiebra del deudor.

Como un convenio establece acuerdos de espera, prórrogas, plazos,


remisiones parciales de capital e intereses y nuevas obligaciones de pago por parte
del deudor, si estas no se cumplen dan derecho a los acreedores a demandar la
resolución del mismo para liberarse de las obligaciones asumidas en él.
Este procedimiento concursal, como lo indica su nombre, constituye un
acuerdo solemne entre el deudor y sus acreedores, que tiene por objeto poner fin
al estado de insolvencia. Si se le quiere asimilar a una figura jurídica conocida,
diremos que se parece al contrato de transacción.
Atendido el objeto de estos convenios según la ley pueden ser convenios
preventivos, cuyo objeto es evitar la declaración de quiebra de un deudor, o
convenio simplemente judicial, cuya finalidad en poner término al estado de
quiebra. De acuerdo con el texto actual de la ley la expresión convenios es
aplicable a los acuerdos judiciales, con esta finalidad.
Los antiguos “convenios preventivos extrajudiciales” para la ley, hoy se
denominan de conformidad con el artículo 169 simplemente acuerdos
extrajudiciales. El convenio es preventivo, si el deudor encontrándose en una
42
incapacidad de pago llama los acreedores para que se pronuncien sobre la
propuesta que él hace para superar tal situación de cesación de pago. El convenio
preventivo es de iniciativa del deudor siempre. (Art. 171)
También, como todo contrato el convenio puede ser declarado nulo.
En cuando un deudor toma la decisión de llamar a sus acreedores, y
proponerles un convenio preventivo de su quiebra, está reconociendo una
incapacidad de pago.
En términos procésales hay una confesión, porque el deudor está confesando
que no puede cumplir con sus obligaciones. Por lo tanto, si esta propuesta de
convenio es rechazada o desechada por sus acreedores lo que corresponde es la
declaración de quiebra de ese deudor, como lo ordena el artículo 209 del Libro IV
del Código de Comercio. Para el caso de rechazo del convenio por la junta de
acreedores, porque el tribunal sólo da impulso a la actividad. Rechazo (junta) y
desecho (juez), rechazo, nulidad o incumplimiento del convenio, al resolverse, o
bien se hace revivir la insolvencia del deudor o la falta de ese convenio lo colocan
en la situación de insolvencia que obliga al tribunal a resolver en su sentencia firma
la quiebra del deudor sin más trámite, no es necesario oír al deudor, porque ya se
falló el convenio. La misma sentencia que declara la nulidad o incumplimiento debe
declarar la quiebra, si es rechazado por la junta de acreedores, la resolución del
tribunal que la hace efectiva.

En cambio, si es aceptada se superó el estado de insolvencia, se celebró el


convenio propuesto por el deudor. Si durante su vigencia es resuelto o declarado
incumplido por el tribunal, su efecto es hacer revivir el estado de insolvencia, con
efecto retroactivo.
Por lo tanto, el tribunal junto con declarar la nulidad o el incumplimiento
(resolución) del convenio, declarará la quiebra del deudor.
En consecuencia, el rechazo, la declaración judicial de nulidad o de
incumplimiento de un convenio preventivo trae consigo la declaración de quiebra,
en atención a que el deudor, a pesar de intentar superar su estado de insolvencia a
través del convenio, se ha mantenido vigente su incapacidad de pago.
En estos tres casos el tribunal declarará la quiebra de oficio, sin que haya
petición de quiebra por parte de algún acreedor o del propio deudor.

4.- La no presentación de convenio judicial preventivo.- El art. 171 autoriza al


deudor con anterioridad a la declaración de quiebra (preventivo) a proponer un
convenio judicial que evite su quiebra, y es una confesión del deudor de su
imposibilidad de pago. El deudor que se encuentra en estado de cesación de pagos,
puede ser obligado a confesar expresa o tácitamente su situación, obligándosele a
proponer un convenio preventivo de su quiebra.
En efecto, el artículo 172 autoriza a los acreedores de cuyo deudor se
encuentre en alguno de los casos de los número 1 y 2 del artículo 43 (acreedores
de un deudor que se encuentre en cesación de pago en uno de los 2 casos), para
solicitar al tribunal competente que conmine u ordene a dicho deudor o a su
sucesión, hacer una proposición de convenio judicial, dentro del plazo de 30 días
contados desde la notificación del requerimiento. Los que accionan son 1 o más de
los acreedores y concurren al tribunal para que ordene a ese deudor presentar un
43
convenio judicial preventivo, le da 30 días l deudor para que presente un convenio
que evite su quiebra.
La no presentación del convenio judicial preventivo, dentro del plazo
señalado, origina la quiebra del deudor que el tribunal debe declarar de oficio.
Además, es necesario tener presente que en caso de solicitarse el
apercibimiento al deudor para que presente convenio judicial preventivo, en el caso
previsto por el artículo 172 de la ley, el deudor (tiene otra salida para ganar tiempo)
dentro del plazo de 5 días desde la notificación para que proponga el convenio
podrá manifestar al tribunal que se acoge irrevocablemente al artículo 177 ter, para
que se designe un experto facilitador llamado a proponer la quiebra del deudor o
convenio judicial preventivo, según el caso y no tenga que ser él quien presente el
c.j.p. y obviamente, en ese caso tiene los 30 días para presentar el convenio el e.f.
y si no se presenta dentro de plazo el tribunal debe declarar la quiebra.

5.- Deudor que solicita su propia quiebra.- Es una confesión judicial que hace el
deudor de su insolvencia. La quiebra le permite al deudor y a sus acreedores
resolver ordenadamente la situación producida por el no pago de sus créditos,
cautelando de mejor forma los diversos intereses contrapuestos, sin perjuicios de
otros caminos previos, como los convenios preventivos, para solucionar la situación
crítica de pago producida.
La petición de su quiebra por el propio deudor constituye una confesión
judicial expresa de la situación producida y de su incapacidad para enfrentar el
pago de todas sus obligaciones asumidas.
El Art. 42 (requisitos) de la Ley dispone que el deudor que solicita su propia
quiebra debe presentar una memoria de las causas directas e inmediatas del mal
estado de sus negocios.

Sin embargo, el Juez no está obligado a declarar la quiebra del deudor que la
solicita, no basta la mera solicitud, tiene que dar razones del por qué, si no concurre
la cesación de pago que la justifique y los requisitos establecidos por el artículo 42
de la Ley, debidamente acreditados por medio de prueba legal. Podría el tribunal
considerar que no se dan los requisitos, aún cuando los deudores calificados están
obligados a declarar la quiebra.
Al respecto, debe recordarse que el deudor comerciante, industrial, minero y
agrícola, está obligado a solicitar su propia quiebra en la oportunidad legal. (Art. 41)
Esto es, antes que transcurran quince días desde la fecha en que haya cesado en
el pago de una obligación mercantil. (Art. 41) Si no lo hace la quiebra se presume
culpable y pierde el derecho a demandar alimentos de la masa de bienes,
conforme lo previsto por los artículos 219 N° 4 y 6, respectivamente, de la Ley.

6.- Quiebra consecuencial del socio solidario.- (Art. 51) La quiebra de una
sociedad colectiva o en comandita importa la quiebra individual de los socios
solidarios que la componen, pero la quiebra de uno de éstos no constituye en
quiebra a la sociedad. (Art. 51) La quiebra de la sociedad colectiva mercantil.
La solidaridad es de la sociedad colectiva mercantil y de los socios gestores
en la sociedad en comandita. Por lo tanto, si la responsabilidad de los socios es
simplemente conjunta, no se configura esta causal. Si la sociedad está en
44
incapacidad de pago es porque sus socios solidarios también lo están. La ley
entiende que las deudas sociales son también deuda de los socios.
En este caso, el legislador entiende que las deudas sociales para los efectos
de la quiebra, son también deudas de los socios solidarios y si la sociedad no ha
cumplido con las obligaciones es porque los socios también se encuentran en una
situación de incapacidad de cumplir. Por lo tanto la quiebra de la sociedad trae
aparejada la quiebra de los socios. Existe, de este modo una ficción del legislador.
Si solicito la quiebra de la sociedad y no pido la declaración de quiebra de los
socios, ¿podría el tribunal declarar la quiebra?
No, porque la quiebra de los socios no se produce de pleno derecho, debe ser
solicitada, toda vez que de lo contrario nos encontraríamos frente a una declaración
de quiebra de una persona sin ser emplazada, ni oída.
***¿Si la sociedad dejó de ser colectiva y pasó a ser limitada?, se ha
transformado, o una colectiva en anónima, está resuelto en la LSA, a la SA no la
podemos declarar en quiebra pero sí a los socios por las dudas anteriores, aplica
una norma general.

(c).- Causal aplicable exclusivamente al deudor no calificado.- Solo existe


una causal de quiebra que es aplicable exclusivamente al deudor no calificado. (Art.
251) El Art. 241 dispone que el deudor que no ejerce una actividad comercial,
industrial, minera o agrícola, puede hacer cesión de bienes de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 1.614 del Código Civil, cuando no se encuentre en alguno
de los casos enumerados en el artículo 43 de la Ley, en cuanto le sean aplicables.
Solo el deudor no calificado puede hacer cesión de bienes a sus acreedores.
Esta cesión de bienes es una forma de extinguir las obligaciones hasta el
monto de los bienes de los se hace cesión, dado que se realizan los bienes y se
extinguen las obligaciones quedando el saldo de las obligaciones pendiente.
La cesión de bienes consiste en el abandono voluntario que el deudor hace
de todo lo suyo a su acreedor o acreedores, cuando a consecuencia de accidentes
inevitables no se encuentra en estado de pagar sus deudas.
El artículo 251, por su parte, dispone que la sentencia que rechace la cesión
de bienes (si el deudor hace cesión de bienes reconoce el mal estado de sus
acreencias, por lo tanto, al igual que la proposición de convenio se declara la
quiebra) propuesta por el deudor a sus acreedores, declarará a la vez la quiebra
del mismo, pero en forma previa a la dictación de la sentencia el tribunal procederá
a designar al síndico titular y al suplente, en la forma prevista por el artículo 42 de
la ley. Para cuyo efecto citará a una audiencia a los tres mayores acreedores (con
mayores créditos) para que señalen los nombres del síndico, titular y suplente,
quienes serán designados, salvo que se trate del síndico que le hubiere
correspondido informar la cesión de bienes, conforme al artículo 246.
***Cesión de bienes: poner a disposición del acreedor los bienes del deudor,
evita la ejecución universal, limita la obligación del deudor hasta el monto de los
bienes.
A su turno, el árbitro designado para resolver las cuestiones que se susciten
con motivo del convenio, su aplicación, interpretación, cumplimiento, nulidad o
declaración de incumplimiento, que declare nulo o incumplido el convenio, deberá
remitir de inmediato el expediente a la Corte de Apelaciones respectiva, para que
45
ésta designe al tribunal que deberá declarar la quiebra del deudor, de conformidad
a la ley.
El proceso seguirá substanciándose en el estado en que se encuentra, por
todos los trámites de la quiebra, sirviendo de suficiente llamamiento a los
acreedores el practicado en conformidad a los números 3 y 4 del artículo 246. Ello,
por cuanto el deudor ofrece hacer cesión de bienes está reconociendo su mal
estado.
El modo natural de extinguir las obligaciones dinerarias, es mediante su pago,
por lo que si se recurre a esta forma es porque no se tiene la liquidez necesaria
para pagar esas obligaciones. Siendo así, al igual que en el caso de los convenios si
el deudor ofrece hacer cesión de bienes y esto es rechazado por el juez, debe el
mismo declarar la quiebra ya que se esta frente a una confesión de deuda e
insolvencia de parte del deudor.

16/08/10

Declaración de la quiebra por el tribunal.- La resolución que declara la


quiebra reviste el carácter de una sentencia constitutiva, por cuanto establece una
situación o estado jurídico nuevo, el estado de quiebra del deudor, que no existía
para el deudor con anterioridad.
Lo anterior, aun cuando el juicio de quiebra no es propiamente tal un juicio
entre partes, sino más bien un procedimiento para declararla, pero puede que
nunca existan partes contrapuestas, como ocurre cuando es el propio deudor es el
que solicita la declaración de su quiebra. La controversia se produce, se traba la
Litis con (la solicitud de quiebra no es una demanda en contra del deudor), la
plantea el deudor que ha sido declarado en quiebra al recurrir en contra de la
sentencia, antes le ordena que tiene que escuchar lo que tiene que decir. La
sentencia que declara la quiebra es la manifestación jurídica de un hecho.
En este orden, el artículo 52 de la Ley exige que la resolución que declara la
quiebra de un deudor, contenga además de los requisitos del artículo 169 del
Código de Procedimiento Civil, generales de toda resolución judicial, los requisitos
propios de todo fallo judicial, determinados por el Art. 170 del Código de
Procedimiento Civil, y los requisitos especiales de la resolución que declara la
quiebra del deudor, contemplados por el Art. 52 de la Ley de Quiebras.

Requisitos especiales de la sentencia que declara la quiebra.- La sentencia


que declara la quiebra de un deudor, además de los requisitos generales de toda
resolución judicial y los propios de toda sentencia definitiva, cumplir con los
requisitos del art. 52 LQ.

- En general, el tribunal debe resolver si está o no acreditado el estado de


insolvencia a través de verificar si se cumple con una de las causales, los
hechos que se le exponen al tribunal dan cuenta de la existencia de una de
las causales y por ello el legislador entiende que hay un estado de
insolvencia.
46
- Que el deudor sea o no un deudor calificado, en aquellos casos en que
importa tal calificación, importa solamente en las causales 1 y 2 del art.
43.

Contendrá los siguientes requisitos especiales:


1.- La determinación de si el deudor está comprendido o no en el artículo 41.
Esto es si el deudor es un deudor que ejerce una actividad mercantil, industrial (es
art. 3 CCO una actividad comercial), minera o agrícola, a la fecha en que contrajo la
obligación que motiva la declaración de quiebra.
Ello por la importancia que reviste dicha calificación, en cuanto a sus efectos
y obligaciones. La estructura de la ley se basa en distinguir dos categorías de
deudores, por lo tanto la sentencia debe señalar la actividad que realiza el deudor.
Ahora bien, la referencia del artículo 41 es a la actividad que realiza, no a la
calidad de éste, es decir atiende a un criterio objetivo.
Como se expresó, la calificación debe hacerse referida al momento en que se
contrae la obligación que sirve de base a la declaración de quiebra, si es la causal
número 1 y 2 del artículo 43°. Respecto de otras causales carece de importancia
esta determinación.

2.- La designación (nombre) de un síndico titular y de un suplente, y la


orden de que el síndico se incaute de todos los bienes, los libros y documentos del
fallido, bajo inventario, y de que se le preste (al síndico), para este efecto
(incautación), el auxilio de la fuerza pública por el jefe mas inmediato, con la
exhibición de la copia autorizada de la sentencia que declara la quiebra.

i.- El tribunal no es libre para designar al síndico, tiene dos condicionantes. En


primer término, la designación del síndico recae en síndicos particulares, sometidos
al control de la Superintendencia de Quiebras (no suspendido de la nómina) y hay
que tener ciertas profesiones universitarias y dar un examen periódico ante la
Superintendencia. A este respecto, el Art. 25 de la Ley dispone que el Tribunal junto
con declarar la quiebra, designará al síndico titular y suplente, propuesto por el
acreedor o el que designen los tres principales acreedores, dependiendo de quien
solicitó la declaración de quiebra.
Por su parte, el Art. 23 de la ley sólo autoriza a nombrar en calidad de síndico
de una quiebra a las personas que a la época de solicitarse la respectiva
declaración de quiebra formaban parte de la nómina nacional de síndicos, y que
permanezcan en ella al momento de su designación por el juez o por la junta de
acreedores, que hayan sido propuestas por el solicitante de la quiebra, cuando se
declara por acreedores, él propone al síndico, o bien la propuesta pueden hacerla
los 3 más grandes acreedores.
Al síndico se le notifica para que acepte o no el cargo, debiendo dar
justificación calificada por el tribunal en caso de rechazar el encargo.
Se le designa, por el tribunal, en carácter provisional (puede ser que ese
síndico ejerza su actividad por solo 45 días, otro de los contenidos de la sentencia
es el llamado por el tribunal a la primera junta de acreedores, debe designarse al
síndico en esa primera junta, la designación de ese síndico tiene por objeto que
alguien que no sea el deudor administre los bienes desde la dictación de la
47
sentencia hasta la primera junta de acreedores, porque con la dictación de la
sentencia se ha producido el desasimiento y el deudor ha perdido la administración
de los bienes), porque corresponde a la junta de acreedores en su primera reunión
ratificarlo o designar a otro, salvo en las quiebras cuyo activo realizable no supere
las 1.000 U.F.

ii.- La orden de incautación, tiene por objeto poder dar cumplimiento a la


realización de los bienes en un solo procedimiento.
El tema de la incautación e inventario de los bienes de la quiebra se
encuentra regulado en los artículos 94 y siguientes de la Ley.
Ella se hace tan pronto el síndico asuma oficialmente el cargo, en presencia
del secretario del tribunal o de un notario u otro ministro de fe designado por el
Juez.
La incautación no tiene ningún efecto jurídico sino un acto administrativo de
protección de la masa de bienes que se produce solo una vez que el síndico ha sido
notificado del cargo y aceptado el mismo. Uno puede integrar la nómina de síndicos
a nivel regional o nacional, el que es designado como tal en una sentencia no es
libre de rechazar en el cargo, porque si rechaza sin una causal incurre en
responsabilidad y puede ser sancionado por la Superintendencia. La fuerza pública
está obligada a prestar su auxilio al síndico.

Significa que el síndico debe tomar posesión material y efectiva de los bienes y
papeles del fallido, estando facultado para pedir directamente el auxilio de la
fuerza pública al jefe más inmediato, con la sola exhibición de copia autorizada del
fallo declaratorio de la quiebra, que contendrá la orden para que se preste el auxilio
de la fuerza pública con su sola exhibición.
La incautación es una actuación de resguardo o protección de los intereses de
los acreedores, mediante la cual el síndico asistido por el ministro de fe designado,
procede a recoger todos los bienes, libros y documentos del fallido, para asumir su
resguardo y custodia legal, asumiendo su administración para su posterior
realización, previo al pago a los acreedores.
La incautación constituye tanto una facultad del síndico, como una obligación,
como representante del deudor y de los acreedores, a la vez. Debe hacerse por
inventario a la brevedad posible, la oportunidad estará dada por la circunstancia de
no perjudicar a la masa con su no realización, debe hacerse tan pronto se acepte el
cargo.

La incautación la debe cumplir el síndico, tan pronto acepta el cargo y puede


desempeñarlo, a partir de ella el síndico pasa a ser el custodio y administrador de
los bienes, a tal punto que continúa ejerciendo la actividad.
Ello, debido a que como consecuencia de la declaración de quiebra se
produce el desasimiento de los bienes del deudor, pasando la facultad de
administración al síndico.

3.- La orden de que las oficinas de correo y telégrafos entreguen al síndico la


correspondencia y despachos telegráficos cuyo destinatario sea el fallido.
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El síndico está facultado para abrir la correspondencia referida a los bienes de
la masa del fallido conforme lo previsto por el número 5 del Art. 27 de la Ley de
Quiebras, con intervención del Tribunal y retener las cartas y documentos que
tengan relación con los negocios de la quiebra. La ley no dice nada de la
intervención de un computador.
Le da esa atribución para que el síndico conozca el estado de la quiebra o el estado
patrimonial y financiero del deudor.
Se trata, en todo caso, de una disposición obsoleta que está redactada sobre
la base que el Servicio de Correo de Chile era un servicio público monopólico, por lo
que era una forma de proporcionarle al síndico información sobre bienes y activos
del deudor. En nuestros días, sería mucho más conveniente para el síndico poder
acceder, por ejemplo, a la correspondencia electrónica del deudor.

4.- La orden de acumular al juicio o procedimiento de quiebra todos los juicios


pendientes contra el fallido que estuvieren pendientes ante otros Tribunales de
cualquier jurisdicción, que puedan afectar sus bienes, salvo las excepciones legales.
Esta orden tiene por objeto cumplir con el principio de la universalidad del
juicio de quiebra a que se refiere el artículo 1 de la Ley. Todos los juicios que
pueden afectar los bienes del fallido deben ser conocidos por el mismo tribunal, es
una acumulación de juicios y no de autos, si esos juicios van a afectar el patrimonio
y deudas del deudor tiene que ser el mismo tribunal.
Tres requisitos para que los juicios se acumulen al juicio de quiebra:
a) Que se trate de juicios en los que el deudor fallido tenga el carácter de
demandado;
b) Que esos juicios se encuentren pendientes. Si se dictó sentencia
condenatoria contar el deudor es una deuda y no un juicio pendiente.
c) Que ellos puedan afectar sus bienes, los bienes de la masa.

Se trata de una acumulación de juicios, no de acumulación de autos. Todos


esos juicios continúan tramitándose ante el tribunal que decretó la quiebra del
deudor, salvo las excepciones legales, que dicen relación con acreedores
hipotecarios y prendarios y los que tiene el derecho legal de retención, pueden ser
tramitados independientemente.
***
Los juicios que tiene el fallido contra terceros, el síndico debe actuar en ellos
a nombre del deudor.

5.-La advertencia al público de no pagar ni entregar mercancías al fallido, so


pena de nulidad de los pagos y entregas, y la orden a las personas que tengan
bienes o papeles pertenecientes al fallido, para que los pongan a disposición del
síndico, bajo pena de ser tenidos por encubridores o cómplices de la quiebra.
Esta disposición es consecuencia del desasimiento de los bienes del deudor (la
pérdida de la administración de sus bienes) el cual deja su administración y
disposición, pasando al síndico provisional designado la primera y a la junta de
acreedores la segunda, permite al síndico conocer los bienes afectos a la masa. Si
el deudor perdió la administración de sus bienes no pueden percibir los bienes que
se le adeudan, son bienes del deudor pero perdió la administración y la facultad de
enajenación. Esos bienes tienen que ser puestos a disposición del síndico y si
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entregan los bienes al deudor fallido, en el juicio criminal que califique la quiebra
pueden ser tenidos por el tribunal como encubridores o cómplices de ese acto.
El efecto del desasimiento se produce de pleno derecho, por la declaración de
quiebra (no con la notificación), la notificación que ordena la ley, no paraliza el
desasimiento por lo que quien tiene bienes del deudor no debe entregárselos a él
sino al síndico y lo mismo sucede con los pagos. Los terceros no pueden entregar
bienes al fallido independiente si la sentencia no ha sido notificada o no se ha
inscrito en el Registro Conservatorio.

Analicemos estos dos puntos:


i.- La advertencia al público de no pagar ni entregar mercancías al fallido. De
conformidad con lo dispuesto por el Art. 72 de la Ley, son inoponibles a la masa, los
actos y contratos que el fallido ejecute o celebre después de dictada la sentencia
que declara su quiebra, aun cuando no se hubiere practicado la inscripción en los
registros respectivos del Conservador de Bienes Raíces y otros.
ii.- La orden a las personas que tengan bienes o papeles pertenecientes al
fallido, para que los pongan a disposición del síndico. La entrega de los papeles y
bienes de propiedad del fallido en poder de terceros, debe hacerse dentro del plazo
fatal de tres días, bajo apercibimiento de que serán tenidos como encubridores o
cómplices de la quiebra quienes conserven en su poder documentos y bienes del
fallido. La entrega no es lo mismo que ponerlos a disposición del síndico, porque los
costos involucrados en la actuación del síndico para materializar la incautación son
de cargo de la masa de la quiebra.
Ello, conforme lo previsto por el Art. 221 N° 3 de la Ley, siempre y cuando se
pruebe la intención de retener los documentos o bienes con el propósito de
perjudicar a los acreedores.

6.- La orden de hacer saber a todos los acreedores residentes en el territorio


de la República que tienen el plazo de treinta días, contados desde la fecha de la
publicación de la sentencia, para que se presenten con los documentos
justificativos de sus créditos, bajo apercibimiento de que les afectarán los
resultados del juicio sin nueva citación.
Es el llamado a los acreedores para verificar sus créditos en el procedimiento
de quiebra. Solamente se considerarán en la quiebra los créditos verificados y que
posteriormente se declaren reconocidos.
El Art. 131 de la Ley, dispone que todos los acreedores residentes en el
territorio de la República tienen este plazo de 30 días para verificar sus créditos y
alegar sus preferencias, a contar desde la publicación (notificación) de la
declaración de quiebra en el Diario Oficial, ante el Tribunal que conozca de ella.
Esta orden tiene por objetivo acotar el proceso de verificación de los créditos
del deudor, para determinar o conocer el pasivo del mismo.
Este no es el plazo ordinario de verificación de créditos en la quiebra que es
mayor, al comenzar a correr desde la notificación del fallo hasta que se notifica la
resolución que declaró cerrado el período ordinario de verificación, cumplido éste
término.
Los números 6 y 7 se refieren a la notificación de los acreedores para que
concurran al tribunal a verificar sus créditos y para eso a partir de la notificación de
50
la sentencia mediante extracto en el DO, los acreedores residentes en el país tiene
el plazo de 30 días corridos para concurrir al tribunal a verificar sus créditos y
agregar la preferencia del pago si así procediera. El apercibimiento es que les
afectara los resultados del juicio sin nueva citación, es un llamado a los acreedores
en general, sin identificarlos, concurran o no, no existe otra posibilidad para cobrar
su crédito fuera del juicio, salvo que una obligación del deudor fue garantizada por
una persona distinta del deudor (garantía personal), concurrirá a verificar el crédito
el garante. Con esas excepciones, si el acreedor no concurre al tribunal no podrá
cobrar.
Plazo de 30 días es el ordinario de verificación de créditos, el plazo ordinario
de verificación se extiende desde que se notifica la sentencia que declara la quiebra
hasta que el tribunal mediante resolución declare cerrado el plazo. Un acreedor
puede verificar su crédito incluso antes que sea notificada la sentencia, porque la
sentencia produce efectos desde la dictación. Ese plazo para verificar, la ley me
permite verificar extraordinariamente

7.- La orden de notificar por carta aérea certificada la quiebra a los


acreedores que se hallen fuera de la República y mandarles que dentro del plazo de
30 días más el de emplazamiento, comparezcan al juicio. ¿Qué significa que le
afectarán los resultados del juicio? Que salvo las excepciones legales, el acreedor
no tiene otra forma de cobro.
Esto con la misma finalidad del número anterior, conocer el pasivo del deudor,
el síndico no está obligado a averiguar el pasivo de la quiebra (sólo está obligado a
averiguar el activo), sino los acreedores. Estos acreedores tienen el plazo de 30
días para verificar sus créditos, aumentado con el emplazamiento que corresponda.
Es una forma especial de notificación del fallo a los acreedores extranjeros,
creada especialmente por el Art. 52 de la Ley.
Ordena remitirles una notificación por carta certificada con la finalidad que
ellos concurran dentro del plazo.
En cuanto a los efectos de la notificación y sus consecuencias, ellas son las
mismas que el caso de la notificación por aviso a los acreedores nacionales, aún
cuando los plazos para verificar serán distintos en cada caso, dependiendo del país
del acreedor y su consideración en el plazo de emplazamiento.
Estos dos números anteriores, consagran la verificación de créditos,
concreción de una de las características del proceso de quiebra: Su carácter
universal subjetivo, es decir, que afecta a todos los acreedores del deudor.
La verificación consiste en el llamado que se hace a los acreedores a que
concurran para hacer valer sus créditos, y el que no lo escucha no verificando su
crédito, no será considerado en el repartos de fondos hasta que verifique
extraordinariamente.
El plazo de 30 días más emplazamiento es el ordinario. Donde se halle el
acreedor, se ha entendido el domicilio del acreedor.
Todas las sentencias deben cumplir con estos requisitos.

8.- La orden de inscribir la declaración de quiebra en el Registro de


Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del Conservador de Bienes Raíces del
Departamento en que se hubiere declarado la quiebra y también en el de los
51
Conservadores de Bienes Raíces correspondientes a cada uno de los inmuebles
pertenecientes al fallido, la quiebra se inscribe en el conservador del domicilio del
deudor y en cada uno en que exista un inmueble.
La finalidad de esta obligación es simplemente evitar engaños a terceros y
cualquier acción del deudor para enajenar o gravar tales bienes, los más valiosos de
su patrimonio. No obstante, su incumplimiento no tiene ninguna consecuencia en el
juicio de quiebra, teniendo en cuenta la inoponibilidad dispuesta por el Art. 72 de la
Ley de cualquier acto en tal sentido, en contra de la masa.
Es una medida de publicidad porque los efectos del desasimiento se
produce con la dictación, la inscripción no tiene implicancia jurídica alguna.
Es meramente una medida de publicidad para dar a conocer a terceros la
declaración de quiebra.

9.- La indicación precisa del lugar, día y hora en que se celebrará la primera
junta de acreedores (es la llamada a ratificar o designar a los síndicos de quiebra y
es la junta de organización de cómo se va a administrar la quiebra, cómo se va a
llevar a efecto la administración y enajenación de los bienes de la masa.
Está será la junta de acreedores llamada a ratificar o designar a los síndicos
de la quiebra, de allí su importancia. Se debe realizar no antes de 30 ni después de
45 días hábiles, la junta de acreedores es uno de los órganos más importante de la
quiebra.
Ella se realiza en la sede del Tribunal o en el lugar ad hoc que éste designe en
la sentencia que declara la quiebra, y no antes de treinta días ni después de
cuarenta día hábiles contados desde la publicación de dicha sentencia. En esta
primera reunión se constituye el órgano más importante de la administración de lo
quiebra: la Junta de Acreedores, para conocer de las materias señaladas en el Art.
108° de la Ley.

10.- Cuando la quiebra se declara por la causal señalada en el N° 3 del Art.


43, esto es en el caso de fuga o desaparecimiento del deudor, la sentencia
definitiva deberá además designar un curador especial para que represente al
fallido, conforme lo previsto por el Art. 53 de la Ley. Art. 53, quiebra declarada por
fuga u ocultamiento del deudor establece una exigencia adicional, la situación
especial que motivó la declaración de quiebra, es lo que hace necesario designarle
un curador especial por el tribunal para que proteja los interese por el deudor
fallido.

Características de la sentencia que declara la quiebra.- El Art. 52 de


Capítulo IV del Código de Comercio declara expresamente que el fallo que declara
la quiebra constituye una sentencia definitiva, y por lo tanto ese es su calificación
procesal, pero ella es sólo una calificación que no resuelve en realidad su
naturaleza jurídica “sui generis”.
Se pronuncia en un proceso con características muy propias, que puede ser
controvertido o no, según sea el peticionario de la quiebra, de carácter universal,
52
colectivo, unitario, indivisible, y que además da lugar a efectos muy especiales
distintos de la sentencia judicial, de carácter inmediatos y retroactivos, y que
además no sólo se aplican y afectan a quienes han sido parte en el juicio, sino a
todo interesado.
Así entonces, si bien el legislador la calificó como sentencia definitiva, es una
muy especial sentencia definitiva en todo caso, cuyas principales características
propias son:
a. Es contitutiva, crea un estado o condición nueva, pasa a ser deudor fallido,
la situación de insolvencia que era de hecho, pasa a ser de derecho
b.- A diferencia de las demás resoluciones judiciales, que sólo producen
efectos relativos, la resolución que declara la quiebra del deudor crea un estado o
situación respecto del ahora fallido que es de carácter universal e indivisible.
Sus efectos, así son absolutos, es decir “erga omnes” (universales), afecta no
solo al solicitante de la quiebra ni al deudor.
c.-Ella no sólo origina efectos para el futuro como las otras resoluciones
judiciales, sino que la declaratoria de quiebra produce efectos respecto del pasado,
efectos retroactivos relativos a situaciones ocurridas antes de su dictación (periodo
sospechoso que hoy puede alcanzar), con el propósito de restablecer o reintegrar el
patrimonio del fallido.
d-Los efectos que crea la sentencia que declara la quiebra del deudor nacen
desde que se dicta, aun antes de ser notificada, no ocurre en las demás
resoluciones.
Lo que no ocurre con las demás resoluciones judiciales, que producen efecto
desde que se notifican.
La sentencia que declara la quiebra, además de los requisitos generales
comunes a toda resolución judicial de su tipo (Art. 170 C.P.C.), debe contener las
enunciaciones especiales que exige el Art. 52 y 53 de la Ley.
La ley de quiebra creo un mecanismo especial para dejar sin efecto la
resolución que declara la quiebra, que no procedería según el tipo de resolución de
que se trata. Es el recurso especial de reposición.
*** ¿Cómo se recurre en contra de una sentencia definitiva? La regla general es
mediante el recurso especial de reposición.

Notificación de la sentencia definitiva que declara la quiebra del deudor.-


Conforme lo ordenado por el Art. 54 de la Ley, la declaratoria e quiebra se notifica
al fallido, a los acreedores y a terceros (pueden ser afectados), por medio de un
aviso que se publicará en el Diario Oficial de la República. Todas las resoluciones
salvo excepciones, se notifican por aviso en el DO.
Este aviso, el Art. 6 de la Ley ordena publicar una vez en el Diario Oficial, y
su texto deberá ser aprobado por el Tribunal que la decretó, y contendrá un
extracto de la petición y copia íntegra de la resolución, a menos que la Ley o el
Tribunal dispongan lo contrario. La confección del aviso en cuanto al contenido
sigue las reglas generales de la notificación por aviso.
A los acreedores que no se encuentren en el país, según Art. 52 N° 7, se
deben notificarse, por carta aérea certificada.
A su vez, el Art. 55 de la Ley de Quiebras ordena que inmediatamente de
pronunciada la sentencia que declare la quiebra, el secretario del Tribunal cuidará
53
de que se notifique, a la brevedad posible, al síndico, titular o suplente, por sí o por
medio de otro ministro de Fe.
Al síndico se le debe notificar en forma personal, para que acepte el cargo.
Hasta antes de la última modificación los síndicos cobraban antes, hoy si no
hacen el reparto, no pueden cobrar.

Impugnación de la sentencia dictada en el juicio de quiebra.- Cuando el


Tribunal niega lugar a la declaración de quiebra, el afectado con dicha resolución es
apelable en ambos efectos, según lo dispone el Art. 59 de la Ley.
Cuando el Tribunal declara la quiebra del deudor fallido, dicha resolución sólo
es impugnable mediante la interposición de recurso especial de reposición regulado
por los Art. 56 y siguientes de la Ley, salvo el caso especial establecido por el Art.
252 de la Ley de Quiebra, referido a la quiebra que debe declararse al rechazarse la
cesión de bienes. (Que es apelable)
***Declara la quiebra: reposición
Rechaza la declaración de quiebra: apelación en ambos efectos.

El recurso especial de reposición.- La Ley de Quiebra establece que el deudor


fallido contradice la sentencia de quiebra, puede pedir que se deje sin efecto la
quiebra, se rectifique la manera en que fue declarada, en su Art. 56, como único
medio para impugnar o dejar sin efecto, si fuere procedente, la sentencia definitiva
que declara la quiebra el recurso especial de reposición. El art. 57 regula la
tramitación del recuro, además del titular.

Presenta las siguientes características:


1.-Respecto del Objeto.- Se puede pedir tanto para que se deje sin efecto la
declaratoria de quiebra como que se rectifique la calidad que se le atribuye al
deudor.
En consecuencia, sólo procede en contra de la sentencia que acoge la
declaración de quiebra, no en contra de la que la rechaza.
2.- Persona que puede interponerlo.- Están facultados para interponerlo el fallido,
los acreedores y cualquier tercero interesado. El síndico puede también interponer
el recurso, pero sólo para solicitar la rectificación de la calidad del deudor.
i.-Los acreedores: Cualquier acreedor (haya o no concurrido al juicio) que
tenga interés, aun cuando no hubiere verificado su crédito y no sea parte del
procedimiento, puede recurrir si tiene un interés actual en el resultado del juicio.
Es decir, en el caso de los acreedores pueden interponer el recurso no sólo
aquél que solicitó la quiebra sino todos los acreedores. Es un derecho que nace
para todos. Pueden oponerse a la declaración de quiebra, sea durante el
procedimiento o recurriendo del fallo que la declara o la deniega.
ii.-El Fallido: Puede hacerlo como parte y sujeto pasivo de la acción de
quiebra, y principal interesado en el resultado del juicio.
Cuando es el propio deudor el que ha pedido su quiebra, también puede
recurrir del fallo fundando el recurso en su oposición a la calificación profesional
que se le atribuye en la sentencia, sea como comerciante, industrial, minero o
agricultor.
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iii.-Terceros Interesados: Si bien no son parte en el juicio, están autorizados
para recurrir de la sentencia cuando tienen interés en que no sea declarada la
quiebra, por verse afectados por ese pronunciamiento, sea por el efecto retroactivo
de la declaratoria respecto de las acciones revocatorias o de inoponibilidad o por
su condición de codeudores solidarios o avalistas del fallido.
Por terceros interesado, entonces, debemos entender a aquellas personas
que no tienen la calidad de acreedor del deudor pero no les es indiferente la
declaración de quiebra, porque la declaración de quiebra afecta sus derechos.
Los demás acreedores y terceros que no son parte del recurso, pero que
tienen interés en el juicio, podrán intervenir como coadyuvantes.
Le otorga el derecho recurrir a los terceros interesados por la universalidad,
celebré un negocio con ese deudor dentro del período sospechoso si se declara la
quiebra corro el riesgo de la inoponibilidad.
iv. Síndico: La ley dice que lo único que puede discutir es la calificación del
deudor y eso lo hace guardando los intereses de la masa. Un síndico no va a
impugnar que se declara la quiebra porque a él le dan trabajo por eso.

3.- Plazo de Interposición.- El recurso debe interponerse dentro de diez días hábiles
contados desde la fecha del aviso de notificación de que trata el Art. 54 de la Ley.
Plazo fatal que se suspende durante los días feriados.
Para todos los acreedores el plazo se cuenta a partir desde la publicación en
el DO de la sentencia que declaró la quiebra del deudor, independiente de la forma
de notificación del fallo, a los acreedores del extranjero.
Curador representa al fallido, por lo tanto recurre por él.

20/08/10
Tramitación del recurso.- El recurso especial de reposición se tramita conforme
lo ordenado por el artículo 57 de la Ley de Quiebras, como incidente y se considera
parte de él al que lo interpone, al fallido, el que solicita la declaración de quiebra, si
no es el mismo recurrente, y al síndico.
Los acreedores y terceros interesados podrán actuar como coadyuvantes.
Se ha sostenido, al respecto, que este recurso viene a constituir la etapa del
contradictorio del juicio ejecutivo universal, porque si una de las causas de pedir es
que se deje sin efecto la declaración de quiebra es porque se está impugnando la
causal invocada, por tanto se está impugnando la solicitud de quiebra y la decisión
del tribunal. Se discuten por el deudor fallido los fundamentos de la solicitud de
quiebra, lo más probable es que remita los mismos argumentos que cuando le
solicitaron la quiebra.
Es por ello que se habla de un contradictorio postergado, que se abre recién
luego de declarada la quiebra del deudor.
Las resoluciones que se dicten durante la tramitación del incidente son
inapelables.
La interposición de este recurso es para impugnar la resolución que declara la
quiebra del deudor, si se rechaza la quiebra, la forma de impugnarla es distinta.
La oposición a la quiebra, aun cuando se tramita como incidente, no suspende
el procedimiento de la quiebra, pero podrá decretarse por el tribunal la suspensión
55
del procedimiento u orden de no innovar con motivo de la interposición del recurso.
(Art. 57)
El síndico, aún en estos dos casos deberá realizar los actos de administración
necesarios para la conservación del activo de la quiebra, no paraliza la actividad del
síndico. *** ¿Cuál es la razón de una disposición de esa naturaleza? Por el
desasimiento, la sentencia produjo el desasimiento, por lo tanto la administración
pasó al síndico.
Adicionalmente, durante la tramitación del recurso el síndico podrá enajenar
determinados bienes: Los que estén expuestos a próximo deterioro (declara la
quiebra de una empresa que tiene una cosecha que tiene que levantarse, esos
productos se deterioran, la masa enajena los bienes), y con acuerdo del deudor o
con autorización judicial, en caso de negativa de aquél, podrá vender los bienes
sujetos a desvalorización inminente (obsolescencia, se usa respecto de la
tecnología, si ese bien con el transcurso del tiempo no se va a deteriorar pero el
transcurso del tiempo hace que se desvalorice, por ej. si el deudor importa juguetes
que iba a vender en pascua y declaran la quiebra en noviembre, esos bienes van a
perder su valor después de pascua, el síndico tiene que venderlos; berries) o de
dispendiosa conservación (el síndico está autorizado para enajenarlos), dicen
relación con la protección de los intereses de la masa, o sea, el mismo sentido que
subyace a los actos de administración. Caso de administración de un bien, pago de
contribuciones. Estos tres casos presuponen que el síndico haya incautado los
bienes de la masa, es el acto del síndico por el cual tomaba posesión de los bienes
de la masa. La sentencia debía contener la designación de un síndico y la orden de
incautación, es un acto administrativo del síndico, porque él es el representante del
deudor fallido.
Si la ONI o la suspensión se decreta antes que se produzca la incautación, el
síndico no puede llevar adelante la incautación.
Si la suspensión o la orden de no innovar se conceden antes de la incautación
de bienes. En la resolución que así lo disponga se establecerá que el síndico deberá
actuar como interventor, con indicación de las atribuciones de que estará
premunido, el tribunal lo va a designar y le va a designar las facultades que tiene
para vigilar al deudor fallido.
Sin embargo, el síndico de quiebras no deberá llegar a la realización de los
bienes del fallido, pendiente la resolución del recurso o habiendo sido denegado,
salvo los 3 casos vistos.
Fallando el recurso denegándose lugar a él, la quiebra se mantiene y siguen
los efectos que le son propios del fallo una vez notificada la sentencia, se deja sin
efecto la suspensión y el síndico recupera sus facultades.
Si por el contrario, se acoge el recurso, dejando sin efecto la declaratoria de
quiebra (no alza la quiebra, nunca ha habido quiebra, se corrige el error del tribunal
de declarar la quiebra, incluso podría el deudor demanda indemnización), se deja
sin efecto todo lo obrado durante el juicio porque este recurso de reposición
especial no es un recurso para alzar la quiebra, y si se resuelve favorablemente
significa que la quiebra nunca debía ser declarada y simplemente se corrige el error
incurrido.
56
Recursos en contra de la resolución que resuelve sobre la reposición
especial.- La resolución del Tribunal que resuelve sobre la reposición especial es
apelable.
Si se acoge la reposición (no hubo quiebra), es apelable en ambos efectos,
conforme lo previsto por el Art. 58, inciso 2°.
Si la deniega la reposición, es apelable en el solo efecto devolutivo por
aplicación de la regla del inciso 2° del Art. 5 de la Ley, las resoluciones que
conforme a LQ son apelables, lo son en el solo efecto devolutivo, a menos que la ley
disponga que lo son en ambos efectos.
Además, la jurisprudencia ha resuelto que tanto la resolución que declara la
quiebra como la que la deniega son sentencias definitivas, y que por lo tanto
proceden en su contra los recursos de casación en la forma y en el fondo.

Cuestiones procesales

Orden de no innovar o suspensión del procedimiento.- El artículo 57 de la ley


regula la circunstancia que durante el procedimiento de reposición se decrete orden
de no innovar o suspensión del procedimiento, disponiendo que ello no inhabilita al
síndico para realizar determinadas tareas que se consideran relevantes.
Señalándose como tales las tareas como es el realizar y adoptar medidas
conservativas, manteniendo las facultades de administración e incluso se le permite
enajenar determinados bienes, en los siguientes casos: Los que estén próximos a
deteriorarse (próximo deterioro) y los que estén afectos a desvalorización
inminente o sea de dispendiosa conservación.

Otras cuestiones del juicio de quiebra.- Durante el procedimiento de


quiebra también se suscitan otras cuestiones: El juicio de quiebra es mas un
procedimiento para que los acreedores obtengan el pago de sus acreencias por el
fallido, no es propiamente un juicio, salvo cuando el deudor se opone a la quiebra,
el deudor y sus acreedores son concurrentes u operadores en el procedimiento.

Las resoluciones dictadas durante la tramitación del incidente especial de


reposición de la quiebra son inapelables, conforme lo ordenado por el Art. 58 de la
Ley, inciso 1°, sin perjuicio de la posibilidad de recurrir de queja en contra del Juez
que está conociendo de él.

La Ley de Quiebra, por su parte, contiene diversas reglas de procedimiento,


de carácter general, distintas de las reglas comunes a todo procedimiento,
destacando las siguientes:
a.- Cualquier contienda que se suscite en la quiebra por acreedores, el fallido
y el síndico, entre todos o algunos de ellos, se tramita como incidente, salvo que la
ley de Quiebras señale otro procedimiento, conforme lo ordenado por el Art. 5,
inciso 1° de la Ley, se afecta la regla general.
De lo contrario, tales contiendas deberían tramitarse conforme las reglas del
juicio ordinario, puesto que no tienen la calidad de incidentes del proceso.
En cuanto a los otros procedimientos señalados por la ley de quiebra,
distintos de los incidentes que ordena tramitar la ley, ellos son las siguientes:
57
Juicio Sumario: Art. 81 (tramitación de las impugnaciones para declarar la
inoponibilidad actos y contratos que han tenido lugar antes de la declaración de
quiebra Declarada la quiebra, hay actos jurídicos realizados antes de la declaración
y otros después, los actos realizados por el fallido después de la declaración de
quiebra son inoponibles a la masa, distinta es la situación de actos realizados por el
fallido antes de la declaración de quiebra, son válido pero pueden ser declarados
inoponibles a la mas, hay que seguir un procedimiento sumario en contra del fallido
y la contraparte del fallido) y 213 (acciones de nulidad e incumplimiento de un
convenio del deudor con sus acreedores)
Incidental modificado: Art. 141 (demandas de impugnación de un crédito
verificado por un acreedor, el deudor u otro acreedor puede impugnarlos porque
habrá que pagar más y puede ser preferente, el acreedor tiene un plazo de 10 días
para contestar días para contestar, en lo demás procedimiento incidental) y 31
(impugnación de la cuenta de síndico, el que tiene 10 días para contestar, traslado
de la contestación por 10 días, e informe de la Superintendencia de Quiebras); 198
(acumulación de las impugnaciones, en un solo incidente, cuando se desea la
impugnación a los créditos, todo se reúne en un solo incidente).
Especiales: 187 (Proposición de convenio simplemente judicial: citación a
junta acreedores, es un procedimiento especial, el deudor concurre al tribunal que
conoce de su quiebra y propone un convenio y cita a junta de acreedores); 85
(tercerías de dominio existente a la declaración de quiebra, se siguen tramitando
conforme procedimiento que corresponda).

b.- Las apelaciones se conceden por regla general, en el solo efecto


devolutivo, conforme lo previsto por el Art. 5 inciso 2°, de la ley, a diferencia de la
regla general del Código de Procedimiento Civil.
c.- Los términos de la Ley de Quiebra se suspenden durante los días feriados,
salvo disposición judicial fundada en contrario, conforme lo ordenado por el artículo
5, inciso 3°, de la Ley. Todos son términos de días hábiles.
d.- Notificación por Aviso. (de la sentencia que declara la quiebra). De acuerdo
con el Art. 6 de la Ley, siempre que la Ley o el Tribunal ordenen que una resolución
se notifique por aviso, se entenderá que debe publicarse un aviso en el Diario
Oficial. La regla general es la notificación por aviso y debe hacerse en el DO.

Los efectos sentencia de quiebra.- Es una sentencia constitutiva, constituye


un estado de quiebra. La declaración de quiebra al crear u originar un estado
jurídico nuevo: el estado de quiebra, produce múltiples efectos y consecuencias en
el plano jurídico- económico.
Tales efectos tienen un carácter permanente y definitivo y se producen desde
que se declara la quiebra afectando incluso relaciones jurídicas celebradas por el
deudor con anterioridad. Efectos hacia el futuro y retroactivo.
La ley clasifica dichos efectos atendiendo al sujeto u objeto afectado con la
declaración de quiebra y al factor tiempo, según el caso.
Desde la primera perspectiva, los efectos (inmediatos y retroactivos) de la
sentencia que declara la quiebra pueden ser agrupados en tres grandes grupos:
i.- En relación a los acreedores y sus créditos (inmediatos).
ii.- En relación a la persona y bienes del fallido. Otro efecto inmediato.
58
ii.-En relación a los actos y contratos pendientes. (Dice relación con los
acreedores y deudores, pero también con terceros.) La calificación de pendiente
dice relación con la situación a que ese acto puede ser afectado o no por la
sentencia.
Los dos primeros grupos están comprendidos dentro de los efectos
inmediatos de la quiebra, mientras que el último comprende lo que la ley de
quiebras denomina efectos retroactivos.
No debe perderse de vista, en todo caso, que la quiebra produce efectos
muy amplios y transversales en el derecho, afectando a una serie de actos e
instituciones jurídicas.
En efecto, la quiebra produce efectos sobre la persona del deudor fallido, que
están representados por las inhabilidades que la ley establece respecto del deudor
fallido y por el proceso de calificación de la quiebra, y sobre los bienes del deudor,
entre los cuales deben distinguirse:
Atendido el tiempo en que se producen los efectos de la declaratoria de
quiebra, sus efectos pueden clasificarse en:
i.- Efectos inmediatos, es decir, los que originan con posterioridad a la
resolución que reconoce el estado de quiebra, y
ii.- Efectos retroactivos, que son aquellos que afectan relaciones jurídicas
celebradas con anterioridad a la declaración de quiebra. La sentencia regula
situaciones jurídicas realizadas con anterioridad a la declaración de quiebra.

Efectos Inmediatos.- Quedan comprendidos dentro de los efectos inmediatos de la


declaración de quiebra, los siguientes, se originan con posterioridad a la resolución
que declara la quiebra y se identifican con las siguientes situaciones.
1.-La fijación irrevocable y definitiva de los derechos de los acreedores, según
el Art. 66 de la Ley; Dictada la sentencia de quiebra los derechos de los acreedores
quedan fijos y determinados, un acreedor no puede perjudicar ni mejorar su
situación, salvo excepciones.
2.- El desasimiento, a que se refieren los artículos 64 y 65 de la Ley; El deudor
pierde la administración de sus bienes (pasa al síndico) y la facultad de enajenar
( pasa a la masa).
3.-El derecho del deudor a pedir alimentos, contenido en el Art. 60° de la Ley;
Demandar a la masa pidiendo alimentos.
4.- La exigibilidad anticipada de todas las obligaciones del fallido.(67 y 68); Es
decir, las obligaciones pendientes del fallido pasan a ser exigibles de manera
inmediata, para el solo efecto de concurrir a la quiebra, que si hay un garante de
una obligación, el acreedor solo podrá ser exigible conforme a las reglas generales.
La razón es el principio de universalidad de la quiebra, la idea es que todos los
acreedores estén en la misma situación. Todos los créditos son vencidos por el solo
ministerio de la ley una vez dictada la sentencia de quiebra. Ej. si un acreedor tiene
un crédito que venció y otro tiene uno que va a vencer dentro de 6 meses, ambos
tienen derecho a exigir su crédito, y respecto del segundo, se descontarán los
intereses, puesto que el plazo no ha vencido.
5.- La suspensión del derecho a ejecutar individualmente al fallido (71); Los
acreedores pierden este derecho.
59
6.-La acumulación de juicios (70). Se dicta la sentencia y a partir de esa fecha
ningún otro tribunal puede conocer un juicio que diga relación con los bienes de la
masa.

Efectos Retroactivos.- Corresponde a los referidos a aquellos efectos que:


1.- Los que se originan respecto de los actos celebrados a título gratuito; ej.
donaciones.
2.- Los que afectan los actos jurídicos celebrados a título oneroso, y
3.- Las acciones revocatorias, destinadas a dejar sin efecto ciertos actos
porque se ha perjudicado a la masa.
En todos estos efectos subyace el principio de la igualdad de los acreedores,
que debe mantenerse durante todo el procedimiento de la quiebra, y el principio
de la integridad patrimonial del fallido, mediante el cual se pretende asegurar que
se haga efectiva la realización de los bienes para pagar los créditos del deudor.
Todos los acreedores tienen derecho a actuar sobre un mismo patrimonio.

23/08/10

I.- Efectos de la quiebra sobre los acreedores y sus créditos.- Como cuestión
previa general, debemos señalar que no existen efectos de la quiebra que se
refieren exclusivamente a los acreedores o al fallido, por lo que determina esta
clasificación didáctica en que ellos interesan principalmente al acreedor o al fallido.
La sentencia que declara la quiebra contiene un llamado a los acreedores
para que concurran, con los documentos justificativos, para hacer valer sus
créditos.
Esto es lo que se denomina la “verificación de créditos”, y constituye una
etapa del proceso de quiebra: la etapa declarativa, destinada a determinar quiénes
son los acreedores, el monto de sus créditos y el monto total de los créditos del
deudor, la calidad de los créditos verificados.
Esta etapa del procedimiento de quiebra, comprende tanto el período que
tienen los acreedores para concurrir y hacer valer sus créditos como el período que
nace para poder impugnar los créditos que se hubieren verificado, y como
consecuencia de la verificación y de las impugnaciones deducidas, en definitiva se
llega a determinar, y confeccionar la nómina de créditos reconocidos.

Enumeración de los efectos de la quiebra, en relación a los acreedores y


sus créditos (efectos futuros de la quiebra).- Esa es una calificación didáctica
porque interesan a los acreedores y al fallido incluso a terceros. Estamos
identificando que estos efectos principalmente ser refieren a los acreedores y sus
créditos
Cuando se declara la quiebra de un deudor, existen acreedores de éste a los que
vamos a denominar acreedores concursales porque se ha abierto un concurso de
acreedores, declarada la quiebra, art. 52 n°6 y 7, los acreedores concursales son
todos los acreedores del deudor a quienes la sentencia llama a concurrir al tribunal
60
va a hacer valer sus créditos pero ese llamado que establece un carga para ellos, si
el acreedor no concurre hay dos situaciones:
1. No podrá satisfacer su crédito
2. Concurra extraordinariamente a verificar su crédito
Estos acreedores que tiene derecho a concurrir a la quiebra, si un acreedor
concurre pasa a ser un acreedor concurrente de la quiebra y eso, la presentación
por escrito se conoce como el procedimiento de verificación del crédito, es una
etapa más del procedimiento de quiebra.

La declaración de quiebra, en relación a los acreedores y sus créditos produce los


siguientes efectos:
1.-El llamado a verificar créditos.
2.-Quedan fijados, en forma irrevocable, los derechos de los acreedores.
3.-Se produce el vencimiento anticipado de todos los créditos en su contra.
4.-Se suspende el derecho de ejecución individual de sus acreedores.
5.-Sus acreedores quedan jurídicamente vinculados entre sí.

Examinemos cada uno de estos efectos de la sentencia que declara la


quiebra de un deudor:
1.- La verificación de crédito. Es una etapa declarativa destinada a determinar:
- Quienes son los acreedores
- Monto del crédito, incluyendo capital e intereses hasta la fecha de declaración de
quiebra
- La calidad de los créditos verificados, la preferencia de pago
1. Se inicia con la presentación que hace el acreedor ante el tribunal, haciendo
valer su crédito.
2. A partir de la notificación, se inicia a la etapa de impugnación de los créditos
verificados, es una demanda de impugnación cuyo objetivo es discutir el derecho
del acreedor.
3. La culminación del proceso de impugnación es la resolución del tribunal fijando la
nómina de créditos reconocidos. Vencido el plazo de impugnación, quedan
determinados los derechos de los acreedores, otro efecto de la sentencia que
declara la quiebra es el vencimiento anticipado de los créditos, suspende el derecho
de ejecución individual de los acreedores y además los acreedores quedan
vinculados jurídicamente entre sí. Hasta la sentencia que declara la quiebra no hay
vinculación, a partir de la sentencia todos tendrán que subordinarse a la decisión de
la mayoría en la junta y las decisiones serán colectivos, y no individuales.

Constituye la demanda individual de cada uno de los acreedores y en esta demanda


individual el acreedor no pide que se le pague, porque eso es de la naturaleza
propia del proceso de quiebra, sino que lo que se pide en definitiva es tener por
reconocido su calidad de acreedor, el monto del crédito y la preferencia de que éste
puede gozar.
El acreedor que hace valer su crédito, se denomina acreedor concurrente, si
no soy concurrente no podré participar en la quiebra, con excepción de los créditos
laborales por remuneraciones e indemnizaciones legales: pueden ser pagados
61
desde el expediente, para diferenciarlo de aquellos que siendo acreedores no han
comparecido a la quiebra a verificar su acreencia (acreedor concursal).
Todo acreedor concursal tiene la posibilidad de concurrir y hacer valer su
crédito, teniendo así la posibilidad de ser considerado en la repartición de bienes
como consecuencia de la quiebra.
La verificación de créditos es una carga para los acreedores concúrsales,
incluso para el acreedor que pidió la quiebra, ya que deben realizarla para poder
participar de la repartición de bienes.
Sin embargo, existe una excepción, que está constituida por los trabajadores
en caso de sus remuneraciones insolutas e indemnizaciones, conforme lo previsto
por el Art. 148 de la ley.
Como el proceso de quiebras es un proceso de ejecución universal y que por
ende agrupa a todos los acreedores y el patrimonio del deudor, un efecto propio de
la declaración de quiebra es que los acreedores individualmente considerados no
pueden iniciar ejecuciones individuales en contra del fallido. (Art. 71)
Esto por cuanto existiendo una declaración de quiebra no pueden subsistir
ejecuciones paralelas, por lo que el derecho que tiene el acreedor a cobrar su
crédito individualmente se suspende, conforme lo dispuesto por el Art. 71, inciso
primero, a partir del momento en que el deudor es declarado en quiebra, lo que lo
obliga, necesariamente, si desea cobrar su crédito a comparecer al proceso de
quiebra verificando su crédito ante el tribunal.

Situación de los juicios ejecutivos pendientes.- En relación con los juicios


ejecutivos pendientes es necesario distinguir si en esas ejecuciones pendientes, por
obligaciones de dar, se han opuesto excepciones o no:
Si no se han opuesto excepciones, quiere decir que estamos en la etapa de
realización de bienes, el crédito se encuentra reconocido y no objetado, por lo que a
consecuencia de la declaración de quiebra del deudor, se pone término a la
ejecución (uno de los efectos de la sentencia es suspender las ejecuciones
individuales), y el acreedor ejecutante deberá concurrir al proceso de quiebra a
verificar su crédito. Ese acreedor va a ganar que sea más difícil que se le impugne
su crédito.
Si se opusieron excepciones, y éstas se encuentran pendientes, el proceso
ejecutivo continuará tramitándose hasta que se resuelvan las excepciones y una
vez resueltas éstas si fueran rechazadas, el acreedor deberá concurrir a la quiebra.
Si no han sido falladas se tendrá que seguir tramitando el juicio ejecutivo en contra
del síndico, hasta que se resuelvan las excepciones porque si se rechazan caemos a
la situación anterior, el ejecutante tendrá que concurrir a verificar su crédito.
Si, por le contrario, se acogen las excepciones habrá que determinar de que
excepción se trata: Aquella que ataca la existencia del crédito, negándole la calidad
de acreedor al ejecutante o de las otras que no niegan tal calidad. Si la causal es de
fondo y niega la existencia de la deuda, ese acreedor no tiene título para verificar
crédito, si la excepción es de forma por ej. el crédito no tiene la calidad de título
ejecutivo, existe el crédito, por, lo tanto si quiere ser pagado deberá verificar.
En este último caso, el acreedor deberá concurrir a la quiebra a verificar su
crédito, cuya existencia no ha sido negada, sino solamente su carácter ejecutivo.
62
Forma o tipos de verificación de los créditos.- La ley distingue dos tipos de
verificación: La verificación ordinaria y la verificación extraordinaria.
1.- Verificación ordinaria.- Se realiza dentro del período ordinario de verificación de
créditos. Es aquella verificación que se cumple por los acreedores, a contar desde la
notificación de la sentencia que declara la quiebra y dentro del plazo de 30 días
hábiles, y de 30 días más la tabla de emplazamiento para acreedores residentes en
el extranjero, más el período que transcurra para el tribunal declare cerrado y lo
notifica en el DO. Ese plazo de verificación puede ser mayor porque no es fatal,
vencido el plazo de verificación establecido por la ley, el tribunal dentro de los 15
días sgtes. procederá a declarar cerrado el período de verificación ordinario de
quiebra art. 136.
Plazo de 30 días no fatales dado que el período de verificación ordinaria se
extiende hasta la fecha en que la resolución del tribunal que conoce de la quiebra,
lo declara cerrado, a solicitud del síndico, del propio fallido, de algún acreedor o de
oficio por el juez.(Art. 136)
El Art. 136 de la ley ordena al juez declarar cerrado el período de verificación
ordinaria, dentro de los 15 días siguientes a expirados el plazo legal de verificación
ordinaria. Se notifica por aviso DO. Esa resolución tiene por sentido notificar a los
acreedores que han verificado sus créditos y mientras no se notifique los
acreedores pueden hacer valer sus créditos.
Cuando se declara cerrado el período de verificación ordinaria, esta resolución
debe ser notificada y junto con ella se notifica la nómina de los acreedores que han
verificado sus créditos, el monto de éstos y las preferencias invocadas. (Art. 134)
Mientras no se dicte esa resolución, debidamente notificada por aviso, los
acreedores pueden concurrir a verificar ordinariamente su crédito. Notificada la
resolución con la lista de acreedores concurrentes, fijando la preferencia y monto se
fija el período de impugnación.
El hecho que se haya cerrado el período de verificación ordinaria, mediante la
resolución judicial respectiva, no impide que posteriormente algún acreedor pueda
hacer valer su crédito, verificando extraordinariamente.
Se está, entonces, alterando un principio básico de todo proceso judicial: el
principio de la preclusión, precisamente porque se trata de un proceso muy
especial, en el que concurren intereses muy diversos.

2.- Verificación extraordinaria.-Se produce a partir de la resolución que declaró


cerrado el período de verificación ordinaria. Cualquier acreedor podrá verificar
extraordinariamente su crédito.
El que verifica en este período queda en una situación menos ventajosa de
aquel que verificó en el período ordinario, puesto que serán de su cargo los gastos
de notificación.
No hay plazo dentro del cual se debe verificar extraordinariamente, sino una
condición que es la existencia de fondos suficiente para pagar a los acreedores.
Ello, por cuanto si se han agotados los fondos esa verificación es inoficiosa
dado que quien verifica extraordinariamente no tiene derecho a que los acreedores
que han percibido repartos con anterioridad le cubran la parte que le habría
correspondido en caso de haber verificado oportunamente.
63
Su único derecho es que de los repartos futuros se destine una parte a cubrir
lo que le habría correspondido en caso de haber verificado oportunamente.

Importancia de esta distinción.- Ella tiene relevancia, en dos aspectos:


1.- Gastos de verificación.- En la verificación ordinaria, los gastos que ella implica
son de cargo de la masa. Serán pagados, esos gastos, por el síndico de la quiebra,
con cargo a la 100 U. F. o a los dineros de la quiebra.
En cambio, el acreedor que verificó extraordinariamente su crédito, deberá
soportar los gastos que se produzcan con motivo de ello. Es decir, corre con los
gastos que no serán de cargo de la masa. Cuando los gastos son e cargo de la
masa, esos fondos salen de bienes que haya convertido en dinero el síndico o de las
100 UF que deben consignarse a l tribunal por el acreedor o deudor cuando se
solicita la quiebra.
Los trámites de notificación del crédito, durante la verificación ordinaria son
de cargo del verificante, si se notifica dentro del período ordinario son de cargo de
la masa. Durante el período extraordinario, los gastos que conlleva la notificación so
de cargo del acreedor. La ley no establece plazo de verificación extraordinaria, está
fijado por una condición, cual es que existan fondos suficientes para pagar al
acreedor que verifique extraordinaria, si se agotan los fondos el que alguien
verifique extraordinariamente es inoficioso.

2.- Repartos producidos.- En este proceso de quiebra, una labor esencial es la


realización de los bienes para transformarlos en dinero, para pagar los créditos. El
verificante tardío, extraordinario, tiene derecho a percibir los dividendos futuros a
contra de que su crédito es reconocido, no basta para que se reciba el pago que se
verifique el crédito, sino que tiene que estar en la lista de acreedores reconocidos y
lo estará cuando habiendo verificado ordinario o extraordinario su crédito no ha
sido impugnado o si fue impugnado, esta se rechazó, derecho sobre los futuros
dividendos y se reserve la suma que le hubiera correspondido percibir.
Por lo tanto, las obligaciones de un deudor deben transformarse en
obligaciones dinerarias y para ello hay ciertos plazos que debe cumplir el síndico y
realizar pagos parciales a los acreedores.
Aquel acreedor que verifica extraordinariamente pierde los repartos realizados con
anterioridad a su verificación, no pudiendo pedir que se le entregue la misma
cantidad o porcentaje de dinero ya repartido. No significa que por verificar
extraordinariamente se haya producido el rompimiento del principio de la igualdad,
si bien no tiene derecho a reembolso el acreedor, la ley ordena que en los futuros
dividendos que van a repartirse se destine una parte de ellos a cubrir lo que habría
que repartir en caso de haber verificado extraordinariamente.

Por lo tanto, es una sanción a la desidia, a la morosidad por no actuar


oportunamente, ya que recibe menos que aquellos acreedores diligentes que
verificaron oportunamente sus acreencias.
Se rompe, por culpa de ese acreedor, el principio de la igualdad jurídica entre
los acreedores, no obstante tener los mismos derechos que los otros y encontrarse
en la misma situación jurídica.
64
Si pensamos que la verificación constituye una demanda individual, de cada
acreedor, esta demanda tardía tiene que se notificada y puesta en conocimiento de
los interesados, a los efectos del ejercicio del contradictorio procesal.
Es decir, hay que dar posibilidad de contestar la demanda en términos de la
quiebra, se denomina impugnación de créditos.

La impugnación de créditos.-La verificación de créditos es una especie de


demanda individual en la que existe la posibilidad de impugnar el crédito. Lo
primero que hay que dilucidar, es quién tiene derecho a impugnar o qué puede ser
impugnado.
Puede impugnarse el crédito, es decir si existencia o su cuantía (crédito), y
la preferencia que hubiere invocado el acreedor, en la verificación se identifica el
acreedor, el crédito y su monto y la preferencia.

Legitimados para impugnar:


a.- Los acreedores, para ellos el facultativo impugnar los créditos verificados. (137)
Son los primeros legitimados para impugnar. El impugnar un crédito para ellos es
una FACULTAD.

b.- El síndico, que conforme al artículo 135, tiene la obligación de examinar los
créditos verificados y las preferencias alegadas, investigando su origen, cuantía y
legitimidad. Está OBLIGADO a impugnar, a diferencia de los acreedores.
Si tiene dudas sobre cualquiera de estas tres cuestiones, debe impugnar
obligatoriamente, por mandato del Art. 135, si no lo hace incurre en responsabilidad
y las sanciones del caso.

c.- El propio fallido, pero sólo respecto del crédito, no la preferencia, puesto que
ésta no tiene importancia para el deudor, sino que sólo para los acreedores. A
diferencia de la impugnación de los acreedores y síndico, este solo está facultado
para impugnar la existencia de un crédito o su monto y no puede impugnar un
preferencia legal por un acreedor ***¿por qué será? Porque no tiene interés.

Plazo para impugnar.-


a.- Créditos verificados ordinariamente.- Como la verificación ordinaria se
puede producir a partir de la notificación de la sentencia que declara la quiebra
hasta que se cierra el período de verificación ordinaria (una vez cumplido el plazo
de 30 días) el plazo para impugnar un crédito corre desde que éste haya sido
verificado, aun cuando no haya sido notificada esta verificación de créditos. No
existe una resolución que declare cerrado el período ordinario. A partir de su
publicación en el DO cualquier acreedor puede verificar su crédito, cualquiera de los
legitimados puede impugnar desde que el crédito se agregó al expediente, sin
embargo pese a que no ha empezado a correr el plazo, cualquiera de los
legitimados puede impugnar.
Opera aquí la notificación tácita, porque si un acreedor concurre y ve que hay
otro que se cree acreedor, tiene derecho a impugnar desde ese momento, es decir
desde que toma conocimiento de la verificación efectuada.
65
Se puede impugnar un crédito o una preferencia hasta los 15 días siguientes
contados desde la fecha de notificación de la resolución que declara cerrado el
período de verificación ordinario. (137) Se declaró cerrado y publicó en el DO la
resolución, existen 15 días para impugnar los créditos o preferencia.

b.- Créditos verificados extraordinariamente.- Como dicho crédito debe ser


individualmente notificado, el plazo para impugnarlo es de 15 días contados desde
la fecha de la notificación de la verificación extraordinaria, a costa del acreedor
verificante.
***¿qué situación rara podría ocurrir aquí? En la verificación ordinaria el plazo
es general, en cambio, si alguien impugnó y otro acreedor verifica
extraordinariamente, habrá varios períodos para impugnar respecto de los créditos
incluidos en la resolución respectiva.
Notificación que como sabemos se efectúa a los acreedores y al fallido por el
Diario Oficial, a costa del acreedor que ha verificado extraordinariamente, mientras
al síndico se le debe notificar por cédula.
La impugnación del crédito que puede efectuar cualquier acreedor, el fallido
(con limitaciones) o el síndico, y constituye una demanda. De hecho, el artículo 137
habla de demanda de impugnación.
Impugnaciones que deben tramitarse en cuadernos separados cada una de
las impugnaciones, salvo que proceda la acumulación, cuando se impugna un
mismo crédito. Esta es la razón por la cual suele decirse que en el proceso de
quiebra existen procesos individuales que tienen el carácter de accesorios.
Cuando un acreedor impugna un crédito, esa demanda de impugnación se
dirige al acreedor impugnado, por lo tanto, esa resolución no tiene que notificarse
por aviso, sino que la demanda de impugnación se notifica personalmente al
demandado o de acuerdo al Art. 44 del Código de Procedimiento Civil. El
demandado es el acreedor que verificó el crédito que se está impugnando.
El acreedor demandado, de impugnación, tiene el plazo de 6 días para
contestar la demanda.

Procedimiento de tramitación de las impugnaciones.- Es el establecido en el


artículo 5 de la ley, es decir, se tramita como incidente que constituye la regla
general de todo lo que ocurre dentro del juicio de quiebra.
Al igual de lo que ocurre cuando se solicita la declaración de quiebra,
cualquier sea el tipo de verificación, el acreedor deberá señalar lo que se le deba
de capital, más intereses, debiendo acompañar los antecedentes justificativos de su
crédito y de la preferencia, en su caso.
Termina con la resolución del tribunal.

Nómina de créditos reconocidos.- Resuelta la impugnación existe otro trámite,


o si no se han presentado impugnaciones, el tribunal ordena elaborar esta nómina.
De conformidad con lo ordena por el Art. 143, luego de transcurrido el plazo de 15
días, contados desde la resolución judicial que declaró cerrado el período ordinario
de verificación, se tendrá certeza si hubo o no impugnaciones y cuales créditos
fueron impugnados.
66
Una vez vencido el plazo para impugnar los créditos, si ellos no han sido
impugnados o se ha rechazado la impugnación, por el tribunal, el síndico deberá
elaborar la nómina de los créditos que no hubieren sido impugnados, indicándose
específicamente: Quien es el acreedor. Monto del crédito (incluyendo capital e
intereses), y Preferencia invocada. Nómina que se deberá agregar al proceso de
quiebra, notificándose ello por aviso.
Obviamente, esta nómina deberá ser completada, más adelante, con los
créditos que se reconozcan posteriormente (impugnados y verificados
extraordinariamente) y con los que se hubieren omitido por error.
Cuando existan créditos impugnados y se deban realizar repartos, el síndico
deber hacer una reserva de lo que le correspondería a ese crédito verificado
oportunamente, para el caso de que la impugnación sea rechazada. Para no
perjudicar esos créditos.
Sólo los acreedores que figuren en esta nómina serán los que tengan derecho
a participar en el reparto de fondos que haga el síndico, en su oportunidad.
La nómina de créditos reconocidos es una sola pero puede ser completada
más adelante, con verificaciones extraordinarias o créditos que fueron impugnados
y al momento de elaboración de la nómina la impugnación se encontraba
pendiente.

- Declaración de quiebra
- Verificación de créditos
- Impugnación
- Cerrado período, nómina créditos reconocidos.

Resultado del proceso de verificación.- El resultado del procedimiento de


verificación y alegación de preferencias se denomina: reconocimiento del crédito en
la quiebra.
Así, el Art. 138 dispone que los créditos que no hayan sido impugnados dentro
del plazo legal, se tendrán por reconocidos. El reconocimiento opera de pleno
derecho, por el sólo ministerio de la ley, sin que sea necesario resolución judicial
alguna que así lo declare.
A su turno, tendrán la condición de créditos y preferencias reconocidos
también aquellos que habiendo sido impugnados, en su oportunidad, la misma ha
sido rechazada por sentencia firme.

Nómina de los créditos reconocidos.- Una vez expirado el plazo de 15 días


subsiguientes al cierre del período ordinario de verificación, el síndico deberá
formar una nómina de los acreedores cuyos créditos no hubieren sido impugnados,
con anotación de las preferencias que les correspondan y de lo que se les deba por
capital e intereses.
No se incluirán en esa nómina, los créditos impugnados, ni los créditos
verificados extraordinariamente, como tampoco los créditos de acreedores
extranjeros que gozan de un período mayor para hacer valer sus acreencias.
Esta nómina será completada más tarde, con las mismas formalidades, con
los créditos que se reconozcan posteriormente y con los omitidos por error.
67
27/08/10
Importancia de la nómina.- Su importancia es que conforme lo previsto por el
artículos 143° de la ley, sólo los acreedores que figuren en la nómina del síndico
podrán participar en las distribuciones (repartos de dividendos o de fondos) que
haga el síndico, antes que la misma sea complementada por el mismo síndico.
***¿Cuándo un crédito es reconocido?
Fue verificado o verificado no fue impugnado y se incluye en la nómina, si se
impugnó y rechazó la impugnación también es un crédito reconocido.
Sólo una vez aprobada esta nómina, estableciendo los créditos reconocidos y
cumplidas las formalidades que la ley señala al respecto, se puede comenzar a
hacer reparto con los fondos que existan en la quiebra.
El tribunal en tanto órgano jurisdiccional, solo conoce los créditos cuando se
impugna un crédito, antes, es el síndico el que va a actuar.
Esta nómina de los créditos reconocidos se agregará a los autos y se pondrá
en conocimientos de los acreedores, por medio de aviso. (Art. 143.-

Declarada la quiebra del deudor, se producen una serie de efectos sobre los
acreedores y sus créditos, siendo éstos los siguientes:
1.- El Llamado a verificar créditos.- (Art. 52 N° 6 y 7) Se produce el llamado a todos
los acreedores a verificar sus créditos en la quiebra.

2.- Quedan fijados en forma irrevocable los derechos de los acreedores.- (Art. 66)
Quedan fijados irrevocablemente los derechos de los acreedores en el estado que
tenían el día de la declaración de quiebra. Ello, sin perjuicio de los casos
especialmente previstos por la ley. Dicho efecto se produce a partir de la fecha de
la sentencia, no de su notificación.
En virtud de este efecto, ningún acreedor podrá modificar su situación jurídica
después de la declaración de quiebra.

3.- Se produce el vencimiento anticipado de todos los créditos. (Art. 67) Hay una
caducidad de los plazos, como consecuencia lógica del llamado que hace la
sentencia a todos los acreedores a verificar sus créditos.
Además, el síndico tiene plazos para realizar los bienes del fallido, por lo que
no puede estar sujeto a la existencia de créditos sin vencer al momento de la
quiebra.
Por lo demás, la verificación es una exigencia para poder recibir el pago de
sus créditos, los acreedores, en la quiebra.
Tampoco podría omitirse a ese acreedor, porque se estaría contrariando el
principio de la universalidad de la quiebra.
Resulta perfectamente lógico que dichos créditos sean actualmente exigibles
por la extinción del plazo, como consecuencia de la insolvencia del deudor.
Vencimiento anticipado que sólo afecta al deudor fallido, no a sus codeudores.

Los intereses.- El artículo 67, se pone en los diversos casos en que se ha


aplicado los intereses al crédito a verificar.
Para ello, distingue entre los créditos sujetos a reajustes, los créditos que
devengan intereses, y aquellos créditos que no devengan intereses. Entre los
68
créditos vencidos a la fecha de la declaración de quiebra, y los créditos no vencidos
a la fecha de la declaración de la quiebra.
A pesar que el vencimiento anticipado de un crédito sólo opera respecto del
fallido, el inciso final del Art. 67° se refiere a lo que puede ocurrir con una letra de
cambio o pagaré, estableciendo que “los demás obligados pagarán
inmediatamente”, es decir, el vencimiento anticipado afecta, en este caso, también
a los deudores por garantía, por tanto el portador legítimo no debe esperar el plazo
para cobrarle al deudor por garantía.
Se ha protegido, por el legislador, en este caso, la eficacia del título de
crédito.

4.- Suspende el derecho de ejecución individual. (70) Como consecuencia de la


declaración de quiebra, y por aplicación del principio de la universalidad procesal,
se ven afectados los juicios en contra del fallido.
La ley distingue ente juicios ordinarios y ejecutivos.
Entre los juicios ejecutivos se distingue entre juicios de obligaciones de dar y
obligaciones de hacer. En el caso de obligaciones de dar, hay que distinguir si hay o
no excepciones pendientes.
Los juicios ordinarios.- Es decir los juicios ordinarios propiamente tal y todos
aquellos que no sean juicios ejecutivos continúan tramitándose hasta la sentencia.
Si el fallido es condenado, el síndico puede dar cumplimiento a lo resuelto en
él o bien el demandante que obtuvo sentencia favorable tendrá que concurrir al
procedimiento de quiebra a verificar su crédito, si de ella surgió un crédito.
Si el demandante no obtuvo una sentencia que dio nacimiento a un crédito,
sino que otra obligación, como sería una acción reivindicatoria en que el síndico
debería restituir el bien, allí también deberá concurrir a la quiebra para obtener el
derecho reconocido, pero lo será de una forma distinta que el verificar su crédito.
Ello, debido a que estando el deudor en insolvencia, no puede cumplir con la
obligación a la que fue obligado por la sentencia ordinaria, y ese acreedor debe
también concurrir al proceso de quiebra para lograr dicho cumplimiento.
Los juicios ejecutivos.- Hay que tener presente la naturaleza del proceso de
quiebra, ya que se trata de un juicio ejecutivo. Por lo tanto son inoficiosas las
ejecuciones individuales y contrarias a su objetivo general.
Hay que respetar el principio de la “par condictio creditorum”, por lo que no
es posible obtener pago por juicios ejecutivos individuales, salvo las excepciones
legales autorizadas.
Los juicios ejecutivos pendientes no pueden continuar tramitándose y el
acreedor debe verificar su crédito.
Sin embargo, el artículo 70 establece varias excepciones, es decir juicios que
se tramitan ante jueces que fueren competentes y según las reglas generales y que
no se verán afectados por la declaración de quiebra.
Tales son los juicios posesorios, los de desahucio, de terminación inmediata
del arrendamiento y los juicios arbítrales.
En el caso de obligaciones de dar, hay que tener presente que si hay
excepciones pendientes, el juicio se continúa tramitando hasta que éstas se
resuelvan y luego de eso se verifica el crédito. Si no hay excepciones pendientes o
están resueltas, el juicio no continúa tramitándose.
69
Si se trata de obligaciones de hacer, hay que distinguir si el deudor había
consignado fondos para el cumplimiento de esta operación o no. Si así hubiera
ocurrido, el efecto de la sentencia en este juicio es que se continúa la ejecución
hasta la extinción de los fondos que se hubieren dispuesto para el cumplimiento de
esta obligación. Se considera que esos fondos ya no son del fallido.
En caso contrario, como el fallido está declarado en quiebra, lo que tiene que
hacer el acreedor es obtener el cumplimiento por equivalencia y por tanto, que se
le determinen los perjuicios por incumplimiento y verificar créditos por el monto de
estos perjuicios.
Precisamente por lo que ocurre con los juicios ejecutivo pendientes, es que
las medidas cautelares que pudieren haberse decretado, como embargos,
precautorias, quedan sin efecto, por mandato del artículo 70, inciso final.

5.- Los acreedores quedan jurídicamente vinculados entre sí. Como consecuencia
de la declaración de quiebra y dado el carácter universal del procedimiento de
quiebra, los acreedores quedan jurídicamente vinculados entre sí.
De la individualidad del derecho de cada acreedor se pasa a la colectividad de
los acreedores, los que quedan vinculados mientras exista el proceso de quiebra,
por medio de un órgano denominado junta de acreedores.
Esa junta de acreedores, como órgano de la quiebra, tiene facultades propias y
una organización.
Como es un órgano colectivo que reúne a todos los acreedores cuyos créditos
fueron reconocidos (concurrentes) toman decisiones según el principio de la
mayoría.
Las decisiones de este órgano colectivo se ejecutan a través de otro órgano de la
quiebra, que es el síndico privado, que no sólo tiene como función la de representar
a los acreedores sino que también tienen otras funciones de representación del
fallido, y también funciones propias de auxiliar de la administración de justicia.

II.- Efectos de la quiebra en relación al fallido.-El hecho que una persona sea
declarada en quiebra, implica que no sólo su patrimonio se ve afectado, como
consecuencia de esa declaración de quiebra, sino también la persona del fallido.
Es una sentencia de carácter constitutivo, porque reconoce un estado
permanente para el fallido, incluso hasta después de terminado el proceso de
quiebra.
Ahora bien, esos efectos de la quiebra en relación al fallido dicen relación con
la persona del fallido y con su patrimonio.

En cuanto a la persona.- La sentencia que declara la quiebra del deudor, no


constituye una causal de incapacidad del deudor, pero si le acarrea determinadas
limitaciones.
Es causal de inhabilidad para desempeñar determinados cargos, determinadas
funciones, que en general dicen relación con la administración. Así, no puede ser
curador o tutor, porque significa administrar bienes de terceros, y si no fue buen
administrador de bienes propios, tampoco lo será de bienes ajenos. Por esta misma
razón, tampoco puede ser martillero, director de sociedad anónima, síndico de
quiebras, juez, albacea, etc.
70

En relación a los bienes.- Por el hecho de la declaración de quiebra, se produce


el desasimiento de los bienes del fallido. El desasimiento de los bienes del fallido,
dispuesto por el Art. 64 de la ley, significa que éste pierde las facultades de
administración y disposición de sus bienes afectos a la quiebra.
La facultad de administración pasa al síndico de la quiebra y las facultades
de disposición pasan a la junta de acreedores.
Esto significa, en primer lugar, que no pierde el dominio de sus bienes, ya que
sigue siendo el dueño de su patrimonio pero las facultades del dominio pasan a los
órganos de la quiebra.
En segundo lugar, la pérdida de facultades es equivalente al embargo en el
juicio ejecutivo, pero más drástico ya que aquí ni siquiera tiene la administración.
El desasimiento afecta a todo el patrimonio afecto a la quiebra.
Como se le quitan al deudor estas facultades no tiene sentido mantener los
embargos y medidas precautorias, dictadas en su contra en otros juicios. (Art. 70)
Si bien comparamos al desasimiento al embargo, en cuanto a sus efectos, debe
aclararse que existe una importante diferencia, en la forma como se producen
ambos.
El embargo requiere para su materialización de resolución judicial que así lo
disponga, mientras el desasimiento opera por el sólo ministerio de la ley, como
consecuencia de la declaración de quiebra, por lo que no se requiere que la
sentencia que declaró la quiebra se encuentre notificada, para producir sus efectos.
(Art. 64, inciso primero).
El desasimiento afecta al patrimonio del deudor y no a bienes específicos,
porque no es una medida cautelar sobre bienes determinados, como lo es el
embargo.
Simplemente, este efecto se produce según lo dispuesto por el artículo 52,
números 3 y 8 de la ley, que constituyen menciones de la sentencia que declara la
quiebra del deudor.
En cuanto a los bienes afectos al desasimiento, hay que tener presente el
artículo 64 señala que están afectos a la quiebra todos los bienes presentes del
deudor, salvo los inembargables.
Sobre estos bienes presentes del deudor, hay que separar a aquellos bienes
que pueden estar en poder del deudor, a la fecha de la declaración de quiebra, pero
que no le pertenezcan, y por lo tanto, le corresponderá al dueño de ellos ejercer las
acciones correspondientes para obtener la restitución de los mismos.
El desasimiento, afecta también a los bienes futuros, conforme lo dispuesto
por el artículo 65° de la ley. Como la sentencia que declara la quiebra genera un
estado jurídico para el deudor, también afectará a los bienes que éste adquiera con
posterioridad a la declaración de su quiebra.
Hay que distinguir aquí, según el título por el cual fueron adquiridos esos
bienes, es decir si lo fueron a título oneroso o a título gratuito.
En cuanto a los bienes adquiridos a título oneroso, hay que tener presente
que el deudor no es incapaz, por lo que puede realizar actividades que le generen
ingresos y por tanto adquirir bienes a título oneroso, tanto el fallido persona natural
como jurídica.
71
Estos bienes no se ven afectados por la declaración de quiebra, pero sí
ingresarán a la masa de la quiebra los frutos provenientes de esos bienes.
Los bienes adquiridos a título gratuito, por su parte, ingresarán a la masa
de la quiebra y se destinan a pagar las deudas.
Si esos bienes fueren sujetos a modalidad o carga, deberá cumplirse esa
modalidad o carga por parte del síndico para usar ese bien.

La incautación.- Es obligación del síndico de la quiebra, una vez que ha aceptado


el cargo y jurado, incautarse de los bienes y documentos del deudor fallido. Así se
lo ordena la sentencia, conforme lo dispuesto por los artículos 52, números 2 y 3 y
94 de la ley.
Esta incautación, la deberá realizar el síndico acompañado de un ministro de
fe, normalmente el secretario del tribunal. Para su concreción (de la incautación)
deberá levantar inventario de los bienes que pasan a su cuidado y administración.
La incautación no significa que todo lo incautado pertenezca al patrimonio
del fallido, y que por ende se vea afectado por el desasimiento. En efecto, como
consecuencia de esta incautación, practicada por el síndico, en el inventario pueden
incluirse bienes que no deberían jurídicamente ser incautados, por lo que
corresponderá a los interesados ejercer las acciones necesarias a fin de excluirlos
del inventario e incautación.
Paralelamente, puede haber bienes que pertenezcan al fallido pero que no
estén en su poder al momento de la incautación, sino en manos de terceros. En ese
caso, es obligación del síndico recuperar tales bienes, incluso con el auxilio de la
fuerza pública si fuere necesario, conforme lo dispuesto por el Art. 52, número 2 de
la ley. Siempre y cuando, ese tercero no tenga un justo título para mantener el
bien en su poder, en cuyo caso deberá el síndico ejercer acciones judiciales.
Como consecuencia de esta incautación, y las acciones de terceros para
recuperar bienes indebidamente incautados, que no deben estar en la quiebra del
deudor, se llega a determinar lo que constituye el activo de la quiebra.
Se trata de procedimientos de conservación del activo del fallido, a partir de
la incautación de los bienes del deudor en quiebra, por el síndico.
Incautación que no tiene otro alcance jurídico que el simple apoderamiento
material de los bienes del fallido, incluyendo libros, documentos y demás bienes,
para conservarlos en vista de su futura enajenación.
Ahora bien, la administración del síndico, como se vio, no sólo está destinada
a conservar los bienes del fallido, sino también a incrementarlos.

30/08/10
III.- Efectos de la quiebra en relación los actos y contratos pendientes.- Se
trata de actos y contratos que han tenido efectos antes de la declaración de
quiebra, pendientes de cumplimiento. La respuesta a esta situación la encontramos
en la aplicación de los principios generales del Derecho y de lógica, salvo algunas
normas especiales contenidas en la ley. El deudor fallido antes de la sentencia que
declarara la quiebra ha celebrado actos y contratos comprometiendo su patrimonio,
afectan los derechos de la masa, disminuyendo el patrimonio o aumentando la
carga del mismo. Así se viola el principio de universalidad que debe regir al
procedimiento de quiebra porque hay acreedores que se pueden ver favorecidos.,
72
también puede haber mala fe, en ese período anterior a la declaración de quiebra
perjudicando a los acreedores el deudor se coluda con ciertos acreedores
realizando actos
La regla general es que la declaración de quiebra no afecta los contratos
pendientes, ni constituye una causa de término de los contratos, a menos que se
viole el principio de universalidad o la buena fe.
Eso no significa que por la autonomía de la voluntad, no puede pactarse en un
contrato como causal del término del mismo la declaración de quiebra de una de las
partes. Ej un contrato de suministro con ese deudor, no me interesa seguir, me
interesa que declarada la quiebra se ponga término a mi obligación de suministro.
Existen ciertos contratos, que por su carácter intuito personae (la situación
del deudor es muy importante para los co-contratantes de tal modo que la
declaración de quiebra es suficiente para dar por terminado el contrato), si
terminan por la declaración de quiebra, como por ejemplo, el mandato y la sociedad
de personas, la quiebra pone término a ese contrato salvo que se pacte lo contrario.
Se evitan estas situaciones siguiendo las reglas generales del derecho.
Pero, si bien la regla general es que no es causal de resolución del contrato,
es claro que la declaración de quiebra si afectará el cumplimiento de los contratos
pendientes por parte de ese deudor. Para ello, habrá que ver, en primer lugar, si en
el contrato pendiente el fallido es acreedor o es deudor.
- Si es acreedor, el síndico en representación del fallido tendrá que exigir el
cumplimiento del contrato pendiente, utilizará los medios judiciales o
extrajudiciales del caso.
- Si el fallido es deudor, habrá que determinar si el contrato es beneficioso,
la corresponderá al acreedor verificar créditos, pudiendo pedir
indemnización de perjuicios. (si lo es, la prestación que debe cumplir el
deudor es más beneficiosa para la masa que no cumplirla porque conlleva
un beneficio para la masa) Cuando el cumplimiento no es beneficioso
(pago de un precio pendiente), deberá el acreedor concurrir a verificar
créditos a la quiebra.
- Cuando en un contrato pendiente, el fallido es acreedor y deudor, al mismo
tiempo, la situación se torna más complicada puesto que en tal caso habrá
que resolver si el contrato es o no beneficioso para la masa y de eso
dependerá si el síndico lo cumple o no, lo que hará a su criterio pero con el
apoyo de la junta de acreedores. Para que la ley acepte la compensación
va a depender del momento de adquisición del carácter de fallido.
Sobre el particular, la ley se refiere expresamente a la compraventa de bienes
muebles, la que regula en el artículo 84 ° y siguiente.

Evitar situaciones que perjudican a la masa a través del:


El efecto retroactivo de la quiebra.- El por qué y cómo una sentencia que
declara la quiebra puede afectar actos jurídicos realizados por el deudor antes de la
fecha de declaración de quiebra. Para entender esto, hay que recordar ciertos
principios que se pretenden proteger. La sentencia que declara la quiebra a partir
de su dictación produce efectos retroactivos, afecta la situación de actos y
contratos realizados con anterioridad. El fundamento de esto es proteger la
universalidad y la buena fe o sancionar la mala fe, mediante la posibilidad de
73
revisar actos y contratos realizados por el fallido con anterioridad a la sentencia que
declara la quiebra, no puede ser ilimitado, el límite se da por el período sospechoso.
El deudor es el primero que conoce de su situación e incapacidad de pago,
pudiendo celebrar actos beneficiando a determinados acreedores, negando con ello
el principio de los procedimientos concursales como es la “par condictio
creditorum”
El legislador no puede ignorar que el deudor se puede preparar
sistemáticamente para su quiebra o que se concierten un acreedor y el deudor, en
perjuicio del resto de los acreedores.
De allí que nace la posibilidad de entrar a revisar actos y contratos realizados
con anterioridad a la quiebra, durante el período que se denomina período
sospechoso. Va desde la sentencia que declara la quiebra hacia atrás, durante el
cual existe la posibilidad de ejercer acciones para impugnar actos y contratos
ejecutados por el deudor que disminuyen los bienes o afectan el pasivo. Las
acciones siempre tienen por finalidad el interés general de los acreedores, por eso
que las expensas necesarias se le van a pagar al actor como expensa de la quiebra
y no como créditos en la quiebra. No es lo mismo un crédito “en la quiebra” que un
crédito “de la quiebra”. El acreedor que ejerce una acción para dejar sin efecto un
contrato incurre en gastos que tiene que hacerlos necesariamente para poder
recuperar, por tanto lo que gasté como acreedor para reincorporar el bien a la masa
es un gasto para la masa.

***¿Cuáles son los créditos de la quiebra? Los existentes al momento de la


declaración de quiebra, porque ningún acreedor puede mejorar su situación
crediticia.

Por tanto, a partir de la sentencia que declara la quiebra nace para el síndico,
en el interés general de los acreedores y de cada acreedor en particular, la
posibilidad de ejercer acciones para impugnar actos y contratos ejecutados por el
deudor con anterioridad a su declaración de quiebra.

Estas acciones revocatorias concursales una de las cuales es la acción


pauliana civil, si es revocatoria concursal solo pude tener lugar si existe una
declaración de quiebra, en cambio la acción pauliana no necesita declaración de
quiebra, los acreedores con motivo de la quiebra pueden ejercer la acción pauliana
y las revocatorias concursales. El beneficio de ejercer la acción pauliana que tiene
como requisito el conocimiento del tercero del mal estado de los negocios, lo cual
no es fácil acreditar, en la quiebra no se necesita acreditar el fraude o el
cumplimiento de ese requisito, le da un carácter objetivo, pruebo los presupuestos
y no que el tercero tuvo conocimiento. Se inspiran en los mismos principios, con la
única diferencia que las revocatorias especiales tienen un carácter objetivo, ya que
es más fácil probar los presupuestos que la hacen procedente y tienen un carácter
accesorio, pues para ejercer estas acciones tienen que estar en un proceso de
quiebra.
En efecto, estas acciones revocatorias concursales, como su nombre lo dice,
no pueden ejercerse sin quiebra declarada, a diferencia de la acción pauliana civil
que puede ejercerse independientemente de la quiebra.
74
Nuestro legislador, sigue un criterio casuístico, es decir no establece una regla
general, sino que se refiere a determinadas situaciones en particular, en esas
situaciones permite (dejar sin efecto el acto).

Estructura del ejercicio de las acciones revocatorias concúrsales. Estas


acciones se pueden agrupar en dos tipos:
1.- Acción pauliana civil.
2.- Acciones revocatorias concursales.

1.- Acción pauliana civil. Esta acción tiene aplicación dentro del proceso de
quiebra, pero a diferencia de la regulación que hace el artículo 2.468 del Código
Civil en que se establece un conjunto de requisitos de carácter objetivo y subjetivo
en que debe acreditarse el fraude pauliano, el conocimiento del mal estado de los
negocios cuando esta acción se ejerce dentro del proceso de quiebra se presume,
según el artículo 75, inciso segundo. En la LQ se establece requisitos objetivos pero
que por ejercerse con motivo de la quiebra desaparece la necesidad de acreditar el
fraude pauliano.
Por tanto, la acción pauliana civil se puede ejercer con o sin proceso de
quiebra, por aplicación del artículo 2.468 del Código Civil. Pero, cuando se ejerce
dentro de un proceso de quiebra, el artículo 75 de la ley del ramo, tiene la ventaja
que no tiene que acreditarse un requisito subjetivo de su procedencia, como es “el
conocimiento del mal estado de los negocios”, porque la quiebra es la constatación
jurídica del mal estado de los negocios y porque ese contrato se celebró dentro de
un plazo anterior a la declaración de quiebra.

2.- Acciones Revocatorias Concursales.- En relación al resto de las acciones


concursales, el legislador hace una serie de distinciones o clasificación:
a).- Según al deudor que se le aplica: acciones aplicables sólo al deudor calificado y
otras aplicables a todo deudor. Sobre una base que establece disposiciones para el
deudor calificado y disposiciones casuísticas aplicables a todo deudor que no se
encuentre en la calidad e calificado.
b).- Según la naturaleza del acto impugnado: acciones relativas a actos gratuitos
acciones relativas a actos onerosos.
c).- Según sus efectos: Las que producen la inoponibilidad de pleno derecho (el
juez simplemente las constata, no resuelve si es inoponible o no, la ley dice que son
inoponibles) y las que, en cambio, son facultativas de ejercer (si nadie la ejerce, el
acto permanece válido y no ha sido afectado por la quiebra.

Lo común de todas las acciones revocatorias concursales, es la idea del


fraude y del perjuicio para la masa.
En el caso de los requisitos subjetivos (manifiestos en la acción pauliana civil)
en las acciones revocatorias concursales están pero el legislador en ciertas
ocasiones los presume y no hay que entrar a acreditarlos, facilitando así el ejercicio
de la acción, lo que no significa que no concurren también los requisitos objetivos.
En todos los casos se opera sobre la base de requisitos que acreditados o
presumidos por el legislador a partir de ciertos hechos, tienen el efecto de restituir
los bienes a la masa o dejar sin efecto ciertos contratos.
75

Las acciones revocatorias concursales son acciones de inoponibilidad, no de


nulidad. La ley declara la inoponibilidad de esos actos en la quiebra. Esto es
importante, porque si hablamos de acciones de inoponibilidad es que se impugna
un acto válido y sigue siéndolo a pesar de que se acoja la acción. Sigue siendo
válido, entre las partes que lo celebraron, lo que ocurre es que es inoponible a los
acreedores que han ejercido la acción revocatoria concursal, el bien jamás salió de
la masa, ese tercero no será acreedor de la masa. Se va a resarcir de los perjuicios
que resultaren de ese contrato, acudiendo a los terceros garante.

Período sospechoso.- Las acciones revocatorias concursales se ejercen respecto


de determinados actos realizados durante el período sospechoso. Este es el límite
temporal para verse afectados los actos y contratos ejecutados por el deudor, lo
que es necesario para que exista certeza jurídica. Los actos y contratos realizados
son susceptibles de declarar inoponibles. Afecta solo los actos y contratos que han
tenido lugar con participación del deudor fallido durante el período sospechoso, y su
duración es el límite temporal para ejercer las acciones revocatorias (certeza
jurídica).

Estas acciones, se ejercen para impugnar actos realizados en el período


sospechoso, que antecede a la quiebra.
Este período se encuentra regulado en la ley, distinguiéndose, entre la
quiebra del deudor calificado y del deudor común, no calificado.
El artículo 61, ordena al síndico, dentro del plazo de 60 días corridos, desde
que asumió el cargo, proponer al tribunal la fecha de cesación de pago del fallido, lo
fija el tribunal a propuesta del síndico.
Notificada la propuesta del síndico, por aviso, el fallido, los acreedores y los
terceros interesados, pueden objetar dicha proposición, dentro de los 10 días
contados desde la notificación por aviso de la proposición.
Al término del plazo, si no hay objeciones o resueltas éstas por el tribunal, el
juez fijará la fecha de la cesación de pago, resolución que no es susceptible de
recurso alguno.
El elemento esencial es la cesación de pago, determina si el acto perjudica o
no la masa, elemento objetivo. Para la duración del período se distingue, si estamos
en presencia de un deudor calificado, el período sospechoso que fijará el juez a
proposición del síndico de la quiebra, a fecha de cesación de pago a considerar para
determinar el período sospechoso no puede ser anterior a 2 años, contados hacia
atrás desde la fecha de declaración de la quiebra, de acuerdo a los antecedentes
por él recogidos al asumir el cargo durante el proceso. (Art. 63).

Respecto del resto de los deudores, a la fecha de la cesación de pagos será


aquella en que primero se produjo la exigibilidad de alguno de los títulos ejecutivos
que exista en su contra, no pudiendo en ningún caso ser fijada en un día anterior en
más de 2 años a la fecha de la resolución que declaró la quiebra. (Art. 62)
Le corresponderá al síndico de la quiebra, dentro de los 60 días siguientes a la
fecha en que asumió el cargo proponer al tribunal la fecha de cesación de pagos del
76
deudor. (61-62) La sentencia le ordena al síndico incautar todos los antecedentes
que correspondan.
La propuesta del síndico al juez, que debe ser puesta en conocimiento de los
afectados, es decir, de los acreedores y del fallido, hay otros interesados que son
terceros que pueden no tener la calidad de acreedores.
Los actos deben haber sido ejecutados con terceros, y por ende estamos en
presencia de una actuación que puede afectar a terceros interesados que no tienen
la calidad de acreedores, a los que será necesario notificar también para fijar la
fecha de la cesación de pagos, en la misma notificación por aviso.
Se notifica por aviso, existiendo el plazo de 10 días para impugnar la
propuesta del síndico y aportar los antecedentes del caso, al término del plazo de
10 días si no hay impugnaciones o estas han sido resueltas, el tribunal fijará la
fecha de cesación de pago, resolución que sólo será apelable.

Entre la fecha de cesación de pago y la declaración de quiebra tenemos el


período sospechoso que puede revisado por las acciones revocatorias y paulianas
Por tanto, los actos y contratos ejecutados en este período sospechoso, que
comenzó con la fecha de la cesación de pagos, (que fijo el juez) y termina con la
declaración de quiebra, pueden ser revisados.

Clases de acciones revocatorias.-


1.- Acciones revocatorias aplicables a todo deudor.-
2.- Acciones revocatorias aplicables al deudor calificado.-

1.- Acciones revocatorias aplicables a todo deudor.- Artículos 74 y 75 de la


ley.
Art. 74, referido la inoponibilidad de actos y contratos celebrados durante el
período sospechoso por el deudor fallido a título gratuito.
La acción de inoponibilidad, en todo caso, es de pleno derecho ya que la ley
dice que”son inoponibles”.
Son inoponibles a la masa, los actos o contratos a título gratuito que hubiere
ejecutado o celebrado el deudor desde los diez días anteriores a la fecha de la
cesación de pagos y hasta el día de la declaración de quiebra, si el acto no fuere a
favor de un pariente.
El período sospechoso puede ser de 2 años y 10 días.

Asimismo, son inoponibles a la masa, los actos o contratos a título gratuito


que hubiere ejecutado o celebrado el deudor desde los 120 días anteriores a la
fecha de la cesación de pagos, si el acto fuere a favor de un descendiente,
ascendiente o colateral dentro del cuarto grado, aunque se proceda por
interposición de un tercero. El período sospechoso se entiende hasta 120 días.
Tenemos, que en el caso de los actos a título gratuito el período no se cuenta
desde la fecha de cesación de pagos que fijara el juez, en su oportunidad, sino que
se entiende hasta 10 (tercero no relacionado) o 120 días (tercero pariente del
deudor falido), dependiendo si el acto que se pretende impugnar ha sido realizados
con un tercero o con un pariente, a aquellos parientes a los cuales se refiere la
norma legal del Art. 75.
77
Ello, por cuanto en este caso hay un perjuicio para los acreedores y no
importa el motivo del acto de mera liberalidad, si ha sido declarado en quiebra se
puede ejercer la acción, la que también se puede aplicar sin proceso de quiebra por
aplicación del artículo 2.468 del Código Civil.

Los 2 años es el plazo máximo que se puede fijar la cesación de pago, en ese
caso el período sospechoso va a ser de 2 años más 10 o 120. Si la cesación se
produjo muy rápidamente, a los 6 meses de cesación hay quiebra, el período
sospechoso serán 6 meses, los actos posibles de atacar son los celebrados durante
esos 6 meses más 10 o 120 días.

Art. 75, referido a los actos a título oneroso.


Con respecto a los demás actos (entiéndase los actos a título oneroso, pero
también actos a título gratuito ejecutados fuera del período sospechoso, que antes
señalamos-10/120 días), ejecutados o celebrados por el deudor en cualquier
tiempo (no importa cuándo se celebren, dentro o fuera del período sospechoso),
con anterioridad a la fecha de la declaración de quiebra, se aplica la acción pauliana
civil.
En consecuencia, si hay un acto a titulo gratuito ejecutado fuera del período
sospechoso lo puedo impugnar en virtud del artículo 75, ya que establece que los
actos a título oneroso y también los actos ejecutados fuera del período sospechoso
(sin distinción), pueden ser declarados inoponibles a la masa (en tanto se actúe
dentro del período de prescripción de la acción pauliana civil), todo lo que no cabe
en el art. 74. Se aplica la acción pauliana con el beneficio que no es necesario
probar el fraude pauliano.

Acto gratuito dentro del período sospechoso: art 74, en los demás: título
oneroso o gratuito fuera del período sospechoso se aplica la acción pauliana.

2.- Acciones revocatorias aplicables al deudor calificado.-Artículos 76 y


siguientes de la ley.
Todos estos actos son inoponibles de pleno derecho, ya que el tribunal
constata el acto, en la forma indicada en la norma legal, y éste no produce efecto
respecto de los acreedores.

Art. 76.- Aquí también hay aplicación del período sospechoso.


Son inoponibles (no es necesario declararla)a la masa los siguientes actos o
contratos ejecutados o celebrados por el deudor desde los 10 días anteriores a la
fecha de la cesación de pago hasta el día de la declaración de quiebra:

1).- Todo pago anticipado, sea de deuda civil o comercial sea cual fuere la
manera en que se verifique. Incluyendo el caso del descuento.
El deudor paga una obligación que grava a su patrimonio, pero como renuncio
al plazo ello implica que quiso favorecer a un acreedor (infringe el principio de la
universalidad) en perjuicio de los demás y por eso se puede impugnar.
La deuda se paga como se convino pero se adelanta el pago.
78
2).- Todo pago de deuda vencida, que no sea ejecutado en la forma
estipulada en la convención (se cambió la modalidad de pago por otra, también se
favorece a un acreedor), incluyendo la dación en pago de efectos de comercio,
porque equivalen a pago en dinero, el deudor debió ingresar esos efectos de
comercio a la masa. Se puede impugnar cuando el deudor no paga en la forma
convenida, por ejemplo con dación en pago, ya que se presta a fraude.
Aquí se paga una deuda vencida, pero de manera diferente a la forma
convenida, lo que es cuestionable.

3).- Toda hipoteca, prenda o anticresis (art. 2435 CC) constituidas sobre
bienes del fallido para asegurar obligaciones anteriormente contraídas.
Aquí estamos en presencia de una obligación que nace como un crédito
valista y luego se mejora la condición jurídica del crédito, durante el período
sospechoso. Se infringió uno de los efectos que ningún acreedor puede mejorar su
situación, porque este acreedor si mejoró su situación.

Art. 77.- Son inoponibles a la masa (o podrán se anulados para otros) los
siguientes actos y contratos.
Inciso primero.-Los pagos de deudas vencidas, ejecutadas en la forma
convenida, los actos y contratos a título oneroso ejecutados por el deudor, en el
período sospechoso (a contar desde la fecha de la cesación de pago hasta el día de
la declaración de quiebra) siempre que los acreedores pagados y los que hubieren
contratado con el fallido hubieren tenido conocimiento de la cesación de pago.
Estos actos y contratos válidos jurídicamente, pueden ser impugnados en la
medida que se acrediten ciertos elementos subjetivos, que consisten en que los
acreedores pagados o los terceros que contrataron con el fallido, en su momento,
hubieren tenido conocimiento de la cesación de pagos.
Estos actos son dentro del período de cesación de pago y declaración de
quiebra, hay que probar el hecho subjetivo que tuvieron conocimiento de la
cesación de pago y también probar la fecha del acto o contrato

Inciso segundo.- Son inoponibles a la masa, las compensaciones que hubieren


operado desde la fecha de la cesación de pagos hasta el día de la quiebra, si se
hubieren efectuado con créditos adquirido contra el fallido por cesión o endoso,
con tal que el cesionario hay tenido conocimiento de la cesación de pagos al tiempo
de la cesión o endoso.
No impide la compensación, esta opera de pleno de derecho, se objeta que esa
compensación haya mejorado la situación del acreedor. Yo acreedor y deudor del
fallido, ese deudor no me va a pagar lo que me debe y voy a tener que pagarle yo,
para evitarlo, voy donde otro acreedor y le compró el crédito que tenía, como el
deudor está en insolvencia va a ser un menor valor y después hago la
compensación.
Este inciso se refiere a una forma de compensación, que no es la que opera
de pleno derecho. Y da la posibilidad de impugnarla. Ejemplo: Un deudor del fallido
es una empresa muy solvente: la que le debe $ 10.000.000.Lo que se pretende
evitar es que este deudor solvente extinga su obligación de $ 10 millones, a través
79
de una compensación adquiriendo créditos que existan en contra del fallido, porque
puede producirse un perjuicio para los acreedores.
Compra créditos que sabe que no valen nada y jurídicamente se produce una
compensación, y pasa a ser acreedor también y no ingresa nada al patrimonio del
fallido. El legislador presume que ello es sospechoso.
Si un deudor adquiere un crédito en contra del fallido, por cesión o endoso,
durante el período sospechoso y extingue así su deuda, por compensación, esa
compensación es impugnable.

03/09/10
Art. 78.-Esta disposición contempla una acción revocatoria destinada a dejar sin
efecto el pago que haga el fallido de una letra de cambio o pagaré en el período
sospechoso. Esto es, después de la cesación de pago y hasta la resolución que
declara la quiebra del deudor. Inoponibilidad de los pagos hechos con una letra de
cambio o pagaré dentro del período sospechoso.
Para que esta acción proceda se requiere que la persona que recibió el pago y
contra quien se dirige la acción revocatoria, haya tenido conocimiento de la
cesación de pago, a la fecha en que la letra de cambio fue girada o a la fecha en
que el pagaré fue transferido. El obligado al pago (deudor fallido) y el que ha
tenido conocimiento es el acreedor en la letra cambio.
Se trata de una norma que atenta contra los principios de los títulos de
créditos, pues es un hecho que pueda afectar el pago realizado y frente a eso nadie
va a aceptar un título de crédito de ese deudor si después al sele probado que tenía
conocimiento de la cesación de pago ese tercero tendrá que restituir.

Art. 79.- Es una acción revocatoria vinculada a la constitución de una garantía


hipotecaria.(contratos hipotecarios). Los contratos hipotecarios válidamente
celebrados podrían ser inscritos hasta el día de la declaración de quiebra.
Este artículo trata una situación distinta al número 3 del artículo 76, que
declaraba la inoponibilidad de una garantía constituida para mejorar una obligación
preexistente.
El legislador procurando evitar que en ese período sospechoso un acreedor se
asegure y de un crédito sin garantía termine con uno caucionada con hipoteca.
Las inscripciones hechas después de los 10 días anteriores a la cesación de
pago son inoponibles a la masa si entre la fecha de constitución de la hipoteca y la
de su inscripción hubieran transcurridos más de 15 días, y le entrega 15 días al
acreedor beneficiado para que inscriba su hipoteca.
Sobre la base que durante el período sospechoso el deudor puede contraer
obligaciones y constituir garantías para asegurar el pago de éstas, y por lo tanto,
contraer obligaciones y constituir hipotecas en el período sospechoso es válido, lo
que es distinto a mejorar en el período sospechoso una obligación contraída
anteriormente.
Entonces, se autoriza inscribir los contratos hipotecarios válidamente
celebrados hasta el día de la declaración de quiebra.
Lo que se sanciona en este caso (79°), es la negligencia de las partes del
contrato de hipoteca, pues el derecho real de hipoteca se adquiere por inscripción,
80
lo que se plantea aquí es que si desde la celebración del contrato de hipoteca hasta
la inscripción han transcurrido más de quince días, éstas podrán ser anuladas.
Si esas hipotecas se han inscrito después de los 10 días anteriores a la
cesación de pago (período sospechoso) el plazo de 10 días se debe aumentar a
razón de un día por cada 100 kilómetros de distancia entre el lugar de constitución
de la hipoteca y el de su inscripción (para estar afecto con la inoponibilidad, se
aumenta el período sospechoso)
Se trata de una sanción no basada en la conducta del deudor, sino en la
negligencia del acreedor beneficiario de la hipoteca. Porque la demora en la
inscripción motiva la inoponibilidad, ***si la hipoteca se otorga fuera de ese plazo,
hay que distinguir si se otorgó antes de los 10 días, no sucede nada, el acto es
plenamente válido y no puede ser atacada. Hay otro período, se haya otorgado con
posterioridad a la declaración de quiebra, es inoponible porque no tiene la
administración ni disposición de sus bienes.

Legitimados para ejercer acciones (revocatorias concursales) Estas


acciones revocatorias concursales pueden ser ejercidas, por el síndico o por un
acreedor.
El titular de la acción revocatoria es:
1.- El Síndico.- Para poder ejercer esta acción requiere acuerdo previo de la
junta de acreedores. (81 inc. 1°) A pesar que el síndico debe velar por los intereses
generales de los acreedores, el ejercicio de esta acción no puede ejercerse sin el
consentimiento de la junta de acreedores, la ejerce en vista a los intereses
generales de los acreedores.
Cuando se ejerce una acción revocatoria concursal se puede atacar a un
acreedor y si tiene un poder decisivo en la quiebra no va a dar su voto. Como
requiere acuerdo de la junta se contemplan en el artículo 81 restricciones al
derecho a voto para ejercer esta acción, respecto de acreedores que tengan interés
en el tema, pues la acción se dirigirá en su contra, por lo que evidentemente dicho
acreedor negará su consentimiento para el inicio de la acción, en razón de lo cual la
norma legal lo priva de su derecho a voto y tampoco sus créditos se considerarán
para los efectos de determinar el quórum necesario. Ese acreedor carece del
derecho a voto y su crédito no se considerará para determinar los quórum
necesarios para tomar el acuerdo.

2.- Cualquier acreedor (uno o más acreedores). - El ejercicio de la acción por


cualquier acreedor, es en interés de todos los acreedores, no en interés individual.
En interés de la masa. (Art.81) No necesitan de la aprobación de la junta aún
cuando uno o varios decide entablar una acción no lo hace sino en interés de la
masa.
Estos acreedores si obtuvieren en el juicio tendrán derecho para que se les
indemnice con los ingresos de la quiebra de todo gasto y para que se les abonen los
honorarios correspondientes a sus servicios, los debe soportar la masa.
Es decir reembolso de gastos y honorarios, todos los cuales gozan de la
preferencia de primera clase del artículo 2.472 del Código Civil.
81
En caso de no obtener un ingreso para la masa, soportará solo los gastos, y
no tendrá derecho a remuneración alguna, distinto en el caso del síndico, los gastos
serán para la masa obtengan o no.

Procedimiento.-Las acciones anteriores, por mandato del artículo 81, se


tramitarán con arreglo al procedimiento sumario.
En todo caso, ellas deberán iniciarse antes de cumplirse el plazo de
prescripción de 2 años, contados desde la fecha del acto o contrato que se
impugna. No tiene nada que ver con el plazo para fijar la fecha de la cesación de
pago, el anterior es un plazo de prescripción, la norma anterior era de un año y se
aumentó a 2 años porque un plazo de un año instaba a que si yo soy proveedor de
un deudor que andaba medio mal me aseguro con todo y le digo tengo que sanear
las hipotecas esperando que transcurra el plazo de prescripción, era habitual y se
extendió a 2 años.

Sujeto pasivo de las acciones de inoponibilidad.- Serán legitimados pasivo de


la acción revocatoria concursal (acción de inoponibilidad), el primer lugar, la
persona que celebró el acto o contrato con el deudor sea que es acreedor o un
tercero sin relación en la quiebra por ej. haber celebrado un contrato de
compraventa con el deudor, ahora fallido, ya sea acreedor o un tercero y el deudor
fallido, aun cuando algunos sostienen que el deudor carece de interés en el
ejercicio de esta acción pues en nada cambia su situación, sólo beneficia a la masa,
los bienes van a la masa.
En nuestra opinión, el deudor es también interesado en el resultado de la
acción, por algo realizó el acto o contrato que se está impugnando, más allá que su
resultado económicamente no le afecte, aun cuando eso también es relativo porque
si se trata de un acto legítimo para el tercero, éste se convertirá en un acreedor del
deudor, sin perjuicio del eventual ejercicio de acciones penales en contra del
deudor. Además el desasimiento no priva al deudor del dominio sino de la
administración y por tanto tiene interés y le afecta el resultado de esas acciones.
En nuestra opinión, entonces, el deudor es sujeto pasivo también de la acción
y como tal debe ser emplazado en ella.

Efectos de las acciones revocatorias concursales (de inoponibilidad como


sabemos) Lo primero que hay que tener en cuenta, es que hablamos de acciones
de inoponibilidad frente a actos válidos, por lo que al prosperar la acción no
desparece el acto, pero es inoponible a la masa, respecto de la masa el acto no
existió.
Tiene lugar, el efecto retroactivo pues se trata de una ficción, ya que se
entiende que respecto de la masa de acreedores el acto jamás existió.
Lo que importa, es ¿qué pasa con el tercero en contra de quién se ejerció la
acción de inoponibilidad (el perjudicado real es ese tercero que creyó incorporar a
su patrimonio un bien y como resultado del juicio le dicen que es inoponible, pagó
un precio que ingresó a la masa) cuando ella es acogida por el tribunal? Ejemplo:
Un contrato de compraventa, en el que el fallido vende un bien. Acogida la acción,
se entiende que el bien nunca salió del patrimonio del deudor, por lo que importa
saber es ¿qué pasa con el precio que pagó el comprador?
82
¿Debe restituirse al tercero el precio que se pagó? Lo dado por objeto o causa
ilícita a sabiendas no da derecho a restitución pero si se le reconoce el derecho a
verificar su crédito.

Existen varias posiciones sobre el particular:


1.- El síndico debiera restituir el valor pagado para que el bien reingrese a la
masa. De no hacerlo, habría un enriquecimiento de los acreedores. Habría una
especie de resolución del contrato, retrotrayéndose sus efectos al estado anterior.
2.- El tercero deberá concurrir a la quiebra y verificar crédito, sujetándose a
lo que ocurra con los repartos durante la quiebra. En este caso, hay que reconocer
lo, quedará en una situación absolutamente desmejorada, pues su calidad de
acreedor nace con la sentencia que acoge la acción de inoponibilidad, por tanto,
debe verificar posteriormente. Como consecuencia de ello, pierde repartos
anteriores, y puede que ya no existan bienes.
3.- Si la calidad de acreedor nace con la sentencia que acogió la
inoponibilidad, esta persona sería acreedor pero no tiene derecho a verificar
extraordinariamente, pudo incluso haber perdido los repartos anteriores, entra a ser
un acreedor por su actuación, pero dicha verificación tiene como sanción que son
de cargo del acreedor los gastos de publicación, tendrá que asumirlos, pues no era
acreedor a la fecha de la declaración de quiebra.
4.- Este acreedor no tiene derecho a nada, ni a que se le restituya o se le
devuelva lo pagado, o a verificar porque a la declaración de quiebra ese crédito no
existía, la ley no lo reconoce a excepción de ciertos casos como los ss.pp. Para
afirmar esto, se basan en el artículo 1.468 del Código Civil, que niega el derecho a
repetir lo dado o pagado por causa u objeto ilícito a sabiendas. Estaríamos, para los
defensores de esta postura frente a un acto cuyo objeto o causa es ilícita.

Prescripción de estas acciones.- El artículo 80 de la ley, establece que el plazo


es de 2 años contados desde la fecha del acto o contrato, pero el que el plazo sea
de 2 años es irrelevante pues está en consideración al plazo del período sospechoso
que es máximo de 2 años y 4 meses.
Nace el derecho para ejercer esta acción sólo una vez declarada la quiebra,
pero el plazo de prescripción nace antes de poder ejercerse el derecho ya que se
inicia al celebrarse el acto o contrato atacado, lo que no deja de ser una rareza
jurídica. Un plazo de caducidad del derecho, que comienza a contarse antes de
poder ejercer el derecho, el plazo empieza a correr en mi contra (acreedor) antes
que ejerza la acción.
Plazo de prescripción que se suspende a favor de los acreedores por el lapso
de otros dos años, desde la fecha de la resolución que declara la quiebra.

IV.-EL ACTIVO DE LA QUIEBRA.-


Uno de los objetivos fundamentales para cumplir con los fines del proceso
concursal es determinar el activo de la quiebra, es decir los bienes del deudor que
transformados en dinero servirán para pagar a los acreedores.
83
Para determinar el activo, el síndico como primera actuación luego de aceptar
el cargo debe incautarse de los bienes, documentos y antecedentes del fallido.
El tomar posesión no significa que esos bienes sean los afectados en la
realización de bienes, ya que es posible que este activo (bienes inventariados
originalmente) sufra modificaciones en orden a aumentar o disminuir. Puede ser
que un bien no esté en manos del deudor sino en las de un tercero cuyo dominio
pertenece al deudor
Uno de los objetivos del desasimiento es permitir al síndico determinar el
activo de la quiebra, no solo por la mera incautación, el síndico tendrá facultades
para reivindicar bienes que están en poder de terceros.
Las acciones revocatorias son acciones que tienden al aumento, mediante el
reingreso de bienes que han salido del patrimonio del fallido durante el período
sospechoso.
También es posible que el activo se incremente por otras acciones del síndico,
como las acciones oblicuas y las subrogatorias.
Pero también es posible que terceros ejerzan acciones destinadas a excluir
bienes que estaban en poder del fallido al tiempo de la quiebra, pero que no deben
ser considerados en ella.
Para ello, los artículos 82 y siguientes, regula la reivindicación, resolución y la
retención de bienes, involucrados en una quiebra, cuyo objetivo es conformar
cuáles son los bienes con que cuenta el deudor para pagar a sus acreedores.

El artículo 82 trata de la acción reivindicatoria contra el fallido.


Se autoriza a reivindicar efectos de comercio y cualquier otro documento de
crédito no pagado y existente al tiempo de la declaración de quiebra, en poder del
fallido o de un tercero que los conserve a nombre de aquél, siempre que el
propietario los haya entregado o remitido al fallido por un título no traslaticio de
dominio.

El artículo 83 autoriza a reivindicar, en todo o en parte, mientras puedan ser


identificadas, las mercancías consignadas al fallido a título de depósito, comisión
de venta o a cualquier otro título que no transfiera el dominio.
Si las mercancías han sido vendidas por el deudor fallido, el propietario de
ellas podrá reivindicar el precio o parte del precio que al tiempo de la declaración
de quiebra no hubiere sido pagado o compensado entre el fallido y el comprador.
Para clarificar la situación del pago de las mercancías, el inciso final del
artículo 83° establece que no se entiende pagado el precio por la simple entrega
de documentos de crédito, firmados o transferidos por el comprador a favor del
fallido.
En todo caso, si existieren tales documentos, en poder del fallido el
propietario de las mercancías podrá reivindicar esos documentos. Siempre que
acredite su origen e identidad.

El artículo 84 previene que en ambas situaciones (efectos de comercio o


mercancías) lo precedentemente dispuesto a favor de los propietarios de esos
documentos y bienes, no obsta al derecho legal de retención o al de prenda que
corresponda al fallido, cuando legalmente ellos sean procedentes. (por ejemplo los
84
gastos de cuidado, reparación o manutención de esas mercancías o de cobranza de
los documentos, etc.)

El artículo 85, asimismo, autoriza entablar las acciones reivindicatorias que


procedan en conformidad a las reglas generales del derecho, en los casos no
regulados por los artículos 82 y 83.
Se dispone por el inciso segundo, que las tercerías de dominio que estuvieren
iniciadas al tiempo de la declaración de quiebra continuarán tramitándose en
conformidad al procedimiento que corresponda.

El artículo 86 regula el tema en resolución del contrato de compraventa,


autorizándola por falta de cumplimiento de las obligaciones del comprador fallido,
salvo cuando se trate de cosas muebles que hayan llegado a poder del deudor
fallido.

A su vez, el artículo 87 regula la situación de la cosas muebles vendidas y


remitidas al fallido, en cuyo caso el vendedor no pagado podrá dejar sin efecto la
tradición, recuperar la posesión y pedir la resolución de la compraventa.
El vendedor, también podrá retener las cosas vendidas hasta el entero pago
de su crédito, si éste no estuviere pagado.

El artículo 88 regula la situación de las cosas vendidas durante su tránsito a


un tercero de buena fe, al que se le hubiere transferido la factura, conocimiento de
embarque o carta de porte, en cuyo caso el vendedor no podrá dejar sin efecto la
tradición y recuperar la posesión, ni la resolución de la compraventa.
Pero si el nuevo comprador (aquel que recibió los documentos) no hubiere
pagado el precio antes de la declaración de la quiebra, el vendedor primitivo podrá
demandar su entrega hasta la concurrencia de la cantidad que se le deba.

El Artículo 89 entiende que una cosa mueble está en camino desde el


momento en que las reciben los agentes encargados de la conducción hasta que
queden en poder del comprador fallido o de la persona que lo represente.

El Artículo 90 dispone que en caso de resolución de la compraventa el


vendedor estará obligado a rembolsar a la masa todos los abonos a cuenta del
precio que hubiere recibido del comprador (deudor fallido).

El Artículo 91 por su parte, regula la situación del comisionista que ha pagado


o se ha obligado a pagar con sus propios fondos las mercaderías compradas y
remitidas por orden y cuenta del fallido.
En este caso, el comisionista podrá ejercitar las mismas acciones concedidas
al vendedor, mientras las cosas muebles estén en camino.

El Artículo 92 dispone que aparte de los casos expresamente señalados en las


leyes la retención tendrá lugar siempre que la persona que ha pagado o se ha
obligado a pagar por el fallido, tenga en su poder mercaderías o valores de crédito
que pertenezcan al fallido, con tal que esa tenencia nazca de un hecho voluntario
85
del deudor fallido, anterior al pago o a la obligación, y que esos objetos no hayan
sido remitidos con un destino determinado.

El Artículo 93 faculta al síndico para oponerse a la resolución o retención que


demanda el tercero (vendedor u otro) y exigir la entrega de las cosas vendidas o
retenidas legítimamente, pagando la deuda, intereses, costas y perjuicios, o dando
caución que asegure el pago de ellas.
Ahora bien, como consecuencia de todo este proceso durante la quiebra se
llega a determinar el activo de derecho de la quiebra, que está constituido por los
bienes que deben ser afectados por la quiebra del deudor y que luego de su
realización serán pagados a los acreedores.

Determinación del activo de la quiebra.- Cobra crucial importancia el síndico,


la ley entrega diversas formas para determinar el activo de la quiebra, tanto de
hecho como de derecho.
1.- Acciones del arts. 82 -93.
2.- La primera la encontramos en el artículo 42, números 1 y 2 , que disponen
que el deudor debe indicar sus bienes cuando pide su quiebra o presenta
proposición de convenio preventivo y además debe ponerlos a disposición del
síndico, como lo ordena el artículo 94, también los bienes excluidos de la quiebra.
3.- El síndico, por su parte, tiene atribuciones para averiguarlo a través de la
correspondencia y los libros del fallido, conforme lo dispuesto por el artículo 27,
números 3, 4 y 5. Por esa vía debe realizar las gestiones para averiguar.
4.- El artículo 52, número 5, la sentencia obliga a los terceros que tengan en
su poder papeles y bienes del fallido a ponerlos a disposición del síndico.

De la incautación.- La incautación constituye el acto administrativo, de


conservación (el que el síndico tome posesión de un bien no significa que ingresó a
la masa, como el deudor perdió la capacidad sobre sus bienes, la asume el síndico)
en virtud del cual el síndico, en presencia del ministro de fe designado por el juez o
el secretario del tribunal, procede a recoger los libros, documentos y bienes del
fallido, para ponerlos en un lugar seguro si es necesario para su preservación.
No hay un plazo para efectuarla, la ley ordena al más breve plazo.

***Jurisprudencia (se dio a la incautación un efecto jurídico), la incautación


como acto de administración no produce consecuencias jurídicas, si se omiten
bienes, no hay problema, si se incauta de bienes que no pertenecen al fallido. La
incautación no es el mecanismo para incorporar bienes o créditos al patrimonio del
fallido, si el síndico se incauta de bienes cuyo dominio no pertenece al fallido, el
tercero puede recuperar sus bienes por diversas vías.
¿Cuál es el error que contiene la sentencia? Considerando 11°, el error está
en que confunde la autonomía de los títulos de crédito con la prueba. Deja en claro
que la incautación es una cuestión de administración y no puede dar lugar a una
resolución de fondo, la sentencia no se pronuncia sobre la excepción de
prescripción, es una cuestión que se dilucidaba incidentalmente. Termina diciendo
al síndico que demande al SERVIU para que le entregue los fondos, y ese tribunal va
a resolver.
86
Da cuenta de la naturaleza jurídica de la incautación, esta no puede crear
derechos, el tribunal deja sin efecto la incautación como medio para atraer esos
bienes, reconoce la obligación del síndico de demandar pero no por la vía
incidental, ni siquiera se pronuncia sobre la prescripción.

La incautación es el resultado directo del desasimiento, de quedar inhibido el


fallido de la administración de sus bienes, la que pasa al síndico de pleno derecho.
Lo cual, exige al síndico hacerse cargo material de los bienes del deudor. (Art. 64)
El Art. 52, número 2, dispone que la resolución que declara la quiebra debe
contener la orden de que el síndico se incaute de todos los bienes del fallido, sus
libros y documentos, bajo inventario.
Se trata de todos los bienes que a la época de la declaración de quiebra se
encuentren en poder del fallido.
La incautación constituye una simple ocupación material de los bienes, lo que
permite que conforme al artículo 98, al fallido o acreedores que tengan objeciones
que hacer al inventario de los bienes incautados, las formulen dentro del plazo de
15 días desde su publicación por aviso.
No existe plazo legal para llevar a efecto la incautación, ella simplemente
debe hacerse en el más breve plazo posible, para que sea efectiva. El artículo 94,
número 1, emplea al respecto la expresión: adoptar de inmediato las providencias
necesarias para recogerlos.
¿Cómo puede, entonces, un tercero recuperar un bien incautado por el
síndico que no pertenecía en dominio al fallido? Tres vías, dependiendo del tipo de
reclamo:
i.- La vía administrativa.
ii.- La vía incidental (procedimiento supletorio en materia de quiebra)
iii.- Juicio reivindicatorio.

Un tercero podría concurrir al tribunal a objetar el inventario.


Con todo, esa actuación no causa cosa juzgada, por lo que el bien puede ser
nuevamente incautado y/o discutirse judicialmente su procedencia.
Para el caso, se podrá hacer acompañar de una persona técnica capacitada
para la evaluación técnica de equipos y maquinarias.
La ley otorga derecho a objetar el inventario sólo al fallido y sus acreedores o
a los terceros.(Art. 98°) las que podrán recaer sobre:
i.- Omisión de algún bien del fallido, no comprendido en el inventario;
ii- Exclusión de aquellos bienes del fallido incluidos en el inventario, que
legalmente no están afectos a la quiebra;
iii.- Exclusión de bienes incluidos en el inventario, por no pertenecer al fallido.

06/09/10
V.- LOS ÓRGANOS DE LA QUIEBRA.-
Hemos estado de acuerdo en ver en este procedimiento de quiebra su
carácter ejecutivo, pero con características especiales, por el hecho de ser una
87
ejecución universal. El mismo no tiene la estructura procesal del juicio ejecutivo
común, en la ejecución nos encontramos con que su finalidad es obtener el pago
forzado de una obligación líquida y actualmente exigible, aquí, el pago que se hará
a los acreedores es consecuencia del desarrollo del procedimiento de quiebra, sea
porque lo inicia el acreedor, deudor o el tribunal de oficio.
Siguiendo con esas particulares características de la ejecución universal y
debido a que la sentencia que declara la quiebra (se reconoció jurídicamente la
insolvencia del deudor) de un deudor tiene carácter constitutivo y por lo mismo
afecta tanto a los bienes (embargables) como a las personas (inhabilidades), al
declararse la quiebra e iniciarse este proceso, se hace imprescindible una
organización que haga posible la concurrencia de los diversos intereses
involucrados, para ser compatibilizados y hacer frente a la insolvencia patrimonial
del deudor. Si bien no tienen la estructura del juicio ejecutivo, el juicio ejecutivo el
actor demanda a su deudor, acá no hay una demanda del acreedor a su deudor,
ambos actúan en el procedimiento con el mismo fin: pagar a sus acreedores, no son
parte contrapuesta acreedor y deudor. Concurren con el mismo objetivo todos los
intereses involucrados porque el objetivo de la quiebra es hacer frente a la
insolvencia del deudor ordenadamente. La insolvencia patrimonial del deudor se
enfrenta intentando hacerlo de la mejor manera posible.
*** Los intereses involucrados en la quiebra son: acreedores, deudor (evita los
apremios individuales), colectivo social y los terceros. ¿Cómo se manifiesta en la ley
esos intereses? Particularmente, cómo la ley se manifiesta en la protección
del interés social.

Estos órganos, son los siguientes:


1.- El tribunal.
2.- La junta de acreedores.
3.- El síndico.

1.- El tribunal.- Es el responsable del inicio del procedimiento de quiebra, tiene


lugar a partir de la dictación de la sentencia que declara la quiebra, antes está la
solicitud de quiebra que no da lugar a controversia, tiene que ser puesta en
conocimiento del deudor (art. 45 LQ), solo tiene que escuchar al deudor y deberá
cerciorarse de la efectividad de las causales invocadas, que sean consecuencia de
la insolvencia, ¿qué diferencia esto de la actitud del juez civil? Aquí el tribunal no se
limita a dar traslado de la petición, el tribunal tiene una participación dispositiva
importante. A diferencia de la regla general en los juicios civiles, en este caso el
tribunal de la quiebra está facultado para actuar de oficio, aún cuando en los
hechos haya que requerirle sus actuaciones.
Desde que se solicita la quiebra, lo conduce el tribunal, sin perjuicio de la
intervención del síndico o acreedores, será una mayor o menor participación
dependiendo de por ej, la impugnación de créditos, si se ejercen acciones
revocatorias, pero la intervención del tribunal es una combinación entre facultades
que obligan a actuar de oficio y otras a requerimiento, la determinación de la fecha
de cesación de pago es un elemento esencial.
Ello, por cuanto el juicio de quiebra es algo extraordinario, como se ha dicho.
88
No obstante tener naturaleza jurisdiccional el proceso de quiebra, por otro
lado como se busca satisfacer intereses patrimoniales, resguardando ciertos
principios, la conducción del procedimiento y su ritmo es impuesta por los
acreedores y el síndico.
El juez comienza a actuar en determinadas etapas, pero puede ocurrir que el
proceso sea casi una gestión sin oposición de la contraparte, como si no hay
incidentes, si no se impugnan los créditos, no se ejercen acciones revocatorias, en
cuyo caso la participación del juez será mínima limitándose a declarar la quiebra y
fijar la fecha de cesación de pago.
Este proceso se inicia con la resolución de quiebra, se tramita fuera del
tribunal de allí en adelante, y se vuelve al juez en el caso de incidentes planteados
por la imposibilidad de las partes (acreedores y deudor fallido) de convenir en
diversas cuestiones.

Este juicio se tramita en 2 cuadernos:


(1).- Cuaderno de Quiebra.- En el cual se ventilan todos los asuntos propiamente
judiciales, sentencia que declaró la quiebra, como la nómina de los acreedores que
han verificado sus créditos (acreedores concurrentes), los acreedores reconocidos
(aquella nómina de acreedores que resulte a consecuencia de la verificación, del
proceso de impugnación), etc.

(2).- Cuaderno de administración.- En el cual se lleva a cabo todo lo relativo a la


administración de los bienes de la masa, es decir la determinación de los bienes
(inventario), la incautación de los mismos, su realización, reglas para proceder a la
incautación de los bienes, repartos de los dividendos, etc.

(3).- Además, dentro de este proceso de quiebra pueden surgir diversos procesos,
que tendrán como supuesto la existencia de la quiebra, como por ejemplo los
incidentes, los derivados de la impugnación de los créditos verificados (es una
demanda entablada por quien impugna, acreedor, deudor o síndico en contra del
acreedor cuyo crédito se impugna, es accesorio y se tramita en cuaderno
separado), las acciones revocatorias concursales (juicio sumario, también en
proceso separado entre el actor que la ejerce y el deudor fallido y el tercero), etc. El
tribunal tiene una actitud bastante más activa.
Todos estos últimos, no se tramitan en una de los cuadernos anteriores, sino
que se abren procesos separados, con carátula distinta.
Los artículos 4, 5 y 6 contienen diversas reglas procesales aplicables al
procedimiento de quiebra.

2.- La Junta de acreedores.-Uno de los efectos de la declaración de quiebra es


que la sentencia contiene el llamado a los acreedores para verificar, dentro de un
determinado plazo, sus créditos. La junta está constituida por los acreedores que
concurren al tribunal a verificar sus créditos dentro de los plazos que establece la
ley. Cuando un acreedor concurre a solicitar la verificación de su crédito, al
concurrir al tribunal lo hace consciente que es el único procedimiento que tiene
para ser pagado con cargo a los bienes de la masa, con motivo de esa
comparecencia al proceso, ese acreedor está entregando al todo (junta de
89
acreedores) el poder de decidir en forma colegiada por los acreedores, a partir de la
declaración de quiebra salvo excepciones lo que importa es la decisión de la junta
de acreedores. Tiene la posibilidad de apersonarse para hacer valer sus créditos,
salvo acreedores hipotecarios o titular derecho de retención que pueden actuar
individualmente.

Estos acreedores, dado el carácter universal del procedimiento, por el sólo


hecho de la quiebra quedan vinculados entre sí y deben necesariamente una vez
verificado y reconocido su crédito actuar en forma colegiada, comenzando a regir el
principio de las mayorías.
Si bien los acreedores pueden actuar individualmente, lo hacen siempre en
el interés general de la masa. A este respecto, el artículo 2° de la ley, dispone que
la quiebra produce para el fallido y todos sus acreedores un estado indivisible. A
partir de la quiebra todos los créditos y bienes de la masa pasan a ser objeto del
procedimiento de quiebra, “los acreedores pasan a ser socios en la desgracia”,
pasan a soportar las deudas equitativamente. A partir de la declaración de quiebra,
lo que importa es el interés colectivo, pues la declaración de quiebra como se sabe
implica una incapacidad de pago, y pasan los acreedores a ser socios en la
desgracia y soportar las pérdidas equitativamente.
El órgano principal, entonces, donde se manifiesta la voluntad de la masa de
acreedores, lo constituye la Junta de Acreedores.
Esta Junta de Acreedores es el órgano donde los acreedores expresan su
voluntad en relación con sus intereses y con los fines de la quiebra.
El Art. 101 de la ley, dispone que los acreedores se reunirán en junta de
acuerdo a las disposiciones de la ley.
Se trata de un órgano soberano, donde se manifiesta la voluntad de los
acreedores y donde quedan radicadas por el solo ministerio de la ley las facultades
disposición de los bienes del fallido, por regla general.
Aún cuando en casos excepcionales las facultades de disposición quedan
radicadas en el síndico y no en la junta, como en los casos en que la quiebra no
supere las 1.000 U. F, por una cuestión de economía procesal, pues en este caso
quedan en el síndico las facultades de disposición.
Como estamos frente a un órgano colectivo, se rige por el principio de las
mayorías, es decir, velando por los intereses de los acreedores, con quórum de
constitución y de acuerdos, que varían según la materia.

Siendo un órgano colectivo requiere de una organización, por lo que tiene un


presidente y un secretario.
No todos los acreedores la integran, sólo la integran los acreedores cuyos
créditos estén reconocidos (los que aparecen en la nómina de créditos
reconocidos), y sólo excepcionalmente el juez puede autorizar que en una
determinada junta participen acreedores cuyos créditos no se encuentren aun
reconocidos (un crédito que no ha transcurrido el plazo para impugnar o fue
impugnado), aun cuando sean acreedores del fallido. El juez determina de acuerdo
al informe que le entrega el síndico del porcentaje de la proporción del crédito que
es indubitable, autoriza al acreedor en la parte del crédito indubitable, ese
90
pronunciamiento del tribunal no constituye pronunciamiento previo del juez
respecto de la impugnación.

En la junta, con todo, participa el síndico de la quiebra, con derecho a voz,


pero no a voto, siendo incluso a veces su conductor fáctico, pero las decisiones las
toman los acreedores exclusivamente, pero muchas veces tienen la obligación de
emitir pronunciamiento.
El fallido en la junta, sólo tendrá derecho a voz y a exigir que se deje
constancia de su opinión en acta de la junta.
En la práctica, las juntas con el tiempo se vuelven rutinarias y terminan
siendo manejadas por el síndico, o por algún acreedor más atento e interesado que
por la masa.
La principal atribución de la junta, en cuanto a los acreedores interesa, dice
relación con la disposición de los bienes para pagar a sus acreencias.

Disposición, de los bienes de la masa para pagar los créditos reconocidos de


los acreedores (el objetivo de la junta es obtener bienes para pagar las acreencias y
eso importa, no me importa vender todos los bienes al deudor), no significa
necesariamente enajenar, sino que puede implicar por ejemplo:
(1) decidir continuar con la explotación del giro del fallido, va a ir con una
cierta renuncia a intereses,
(2) acordar con el fallido el pago del pasivo a través de un convenio de pago
que no implique necesariamente enajenar los bienes del deudor, que alce la
quiebra y el deudor va a recuperar la administración de sus bienes pero alguien lo
fiscalizará (interventor),
(3) puede postergarse la realización de los bienes.

Como rige el principio de las mayorías, habrá un quórum de constitución y un


quórum de acuerdos, los que varían según el tipo de junta de que se trate.
El artículo 102 establece el quórum general de constitución, que es muy bajo,
y corresponde a 2 o más acreedores que representen un porcentaje no inferior al
25% de los créditos con derecho a voto, salvo que la ley establezca un quórum
especial. Tienen que cumplirse esos 2 requisitos para que la junta tome acuerdos
válidamente.
Constituida válidamente la junta, los acuerdos, a su vez, se adoptarán con el
voto conforme de no menos de 2 acreedores que sumen mayoría absoluta de los
créditos presentes en la reunión con derecho a voto. En caso de empate, dirime
quien presida la reunión. Este mínimo se aplica cuando la ley no establece un
quórum especial.

En cuando a los acreedores con derecho a participar en la junta, son los


acreedores cuyos créditos estén reconocidos.
Sin embargo, como puede ocurrir y es muy frecuente que a la fecha que
corresponda celebrar una junta puede haber créditos que ya están reconocidos y
otros que están verificados pero aún no se vence el plazo para impugnarlos y otros
verificados pero que están impugnados y esa impugnación se está tramitando.
91
Pues bien, en estos dos últimos casos, el asunto es dilucidar su derecho a
participar de la junta.
Lo primer que hay que reconocer, la imposibilidad de ignorar la existencia de
esos dos créditos, por lo que se establece por la ley un mecanismo para determinar
si estos créditos van a participar plenamente o no en la junta, y en que condiciones.
El artículo 102, resuelve la cuestión disponiendo que el día hábil, que no sea
sábado, inmediatamente anterior al día de la junta, se efectuará una audiencia
verbal, ante el juez, destinada a que el síndico le informe acerca de la verosimilitud
de la existencia y monto de los créditos verificados pero todavía no reconocidos.
El juez, oyendo a los acreedores, resolverá en única instancia cuales créditos
tendrán derecho a participar en la junta, con derecho a voz y voto y por qué monto.
Este pronunciamiento, con todo, no es vinculante para resolver las
impugnaciones, posteriormente.
Aquellos acreedores que han verificado su crédito, pero que no tengan
derecho a voto, pueden participar sólo con derecho a voz en la junta y lo que
quieran hacer constar en la junta, lo deben allí manifestar para su constancia en
documento escrito que se anexará al acta de la junta.

Clases de juntas de acreedores.-Se distinguen cuatro clases de juntas de


acreedores (art. 105):
a.- La junta constitutiva.
b.- La Junta de planificación.
c.- Las juntas ordinarias.
d.- Las juntas extraordinarias.

13/09/10
a.- La junta Constitutiva o primera junta.- Estamos en presencia de la primera
junta de acreedores, que es convocada en la sentencia que declara la quiebra,
indicándose el lugar, día y hora para su realización, según lo previsto por el artículo
52. Arts. 105-109 LQ.
Esta junta constitutiva, es la única que obligatoriamente se realiza en la sede
del tribunal (a menos que éste hubiere designado un lugar ad hoc) y debe
celebrarse no antes de los 30 días ni después de los 40 días hábiles siguientes a la
fecha de la notificaron de la sentencia que declara la quiebra, en el Diario Oficial.
Fija el artículo un plazo de 30 días porque ese es el plazo mínimo establecido
para la verificación de créditos, si los acreedores no verifican sus créditos no
pueden concurrir a la junta, para concurrir a la junta debe tratarse de un acreedor
concurrente y no concursal.
La junta constitutiva es presidida por el juez, y el secretario del tribunal
actuará como ministro de fe, a menos que el juez hubiere designado a otra persona.
Sólo pueden concurrir a la junta quienes hayan verificado créditos, para la
realización de esta junta, se establece un quórum especial, de 2 o más acreedores
con derecho a voto que representen a lo menos 2/3 del pasivo de la quiebra. Es
importante conocer quiénes son los acreedores.
Si no se reúne este quórum, debe citarse a una nueva junta a realizarse no
antes de 5 ni después de 10 días hábiles y en este caso el quórum de constitución
estará dado por los acreedores que asistan.
92

El artículo 108, establece las materias que necesariamente deben tratarse en


esta junta:
i.- Oír la cuenta que debe presentar el síndico provisional, sobre el estado
preciso de los negocios del fallido, de su activo y pasivo, y de la labor por él
realizada. El plazo que tiene el síndico ´para informar se cuenta desde que acepta
el cargo, va a depender cuánto se demoró en aceptar el cargo, para examinar los
antecedentes de la quiebra. Habiendo aceptado el cargo, tiene que presentar su
cuenta del estado de los negocios del fallido y las decisiones adoptadas.
ii.- Ratificación del síndico provisional, titular y suplente, o la designación de
quienes habrán de reemplazarlos, salvo en el caso de quiebras con activos
probablemente inferiores a los 1.000 UF, si no excede tal monto el síndico
provisional se convierte en síndico definitivo. Es provisional porque los acreedores
en esa primera junta deben ratificar la designación del síndico o designar a uno que
lo reemplace.
Si no se celebra esta primera junta por falta de quórum o cualquier razón, o
celebrándose no se toman acuerdos al respecto, el síndico provisional seguirá en
funciones hasta que se designe un reemplazante, conforme lo previsto por el
artículo 108, número 2°, de la Ley.

iii.- Acordar lugar, día y hora de las reuniones ordinarias de acreedores, las
que deberán celebrarse, a lo menos, mensualmente; debiendo la primera de ellas
llevarse a cabo entre los 30 y los 45 días corridos a contar de la fecha de la junta
constitutiva, salvo que la junta y el síndico acuerden otra fecha más allá de los 45
días.

iv.- Designar de entre los acreedores con derecho a voto o sus


representantes, un presidente y un secretario, titular y suplente, para las futuras
reuniones.
Si a la reunión concurrieren menos de 4 personas, sólo se designarán al
presidente y secretario titular.

v.- Cualquier otro acuerdo necesario para el más adecuado cumplimiento de


las funciones que a la junta y al síndico competen. Es un contrasentido, se
contradice el legislador diciendo que es materia de la junta constitutiva cualquier
otra que diga relación con el procedimiento de quiebra y ello no es así.

La función es CONSTITUTIVA, constituye el órgano y toma los acuerdos


necesarios para constitución y adopción de acuerdos en el procedimiento de
quiebra.

b- La Junta de Planificación.- No es más que una junta ordinaria de acreedores


pero celebrada después de la junta constitutiva. La junta siguiente a celebrar es
una junta ordinaria, pero que teniendo este carácter, por ser la primera junta que se
celebra después de la constitutiva, trata de materias especiales, y esa es la razón
por la cual se denomina “junta constitutiva”.
93
En esta primera junta ordinaria, de conformidad con el artículo 111 de la ley,
el síndico deberá presentar:
a.-Un informe completo;
b.-Un programa de realización del activo;
c.-Un plan de pago del pasivo;
d.-Una estimación de los gastos de la administración de la quiebra, que debe
sujetarse a las instrucciones de la Superintendencia de Quiebra (para evitar
eventuales abusos, regular las actuaciones del síndico, evitando gastos excesivos
de éste) . La idea es regular la actuación de los síndicos y velar por su
transparencia, evitando gastos excesivos.
e.- y lo que estimare adecuado, propondrá la continuación efectiva del giro,
total o parcial, de las actividades del fallido o la enajenación de todo o parte del
activo como un conjunto (enajenación como unidad económica), en el sentido de
ser o no conveniente para la masa enajenar como unidad económica, ej.
establecimiento de comercio, podrá dividir cada uno de los bienes pero el art. 111
le dice al síndico que si es más conveniente propondrá que se enajene como un
todo como establecimiento de comercio, o ambas a la vez, el síndico sigue
explotando el giro, se piensa en pagar a los acreedores con el producto del giro.
(Art. 111°).

En esta primera junta ordinaria, de planificación, atendiendo al informe del


síndico del fallido, el síndico está autorizado para hacer dos propuestas, conjunta o
indistintamente:
i).- Continuidad efectiva del giro del fallido, en forma total o parcial. El síndico
debe tomar posesión de los bienes del deudor fallido, en ese momento tiene que
tomar decisiones, cierre del establecimiento comercial o continuar con el giro, si es
un establecimiento comercial, seguirá produciendo. Toma esa decisión hasta que se
realice la junta de planificación.

Son normas de conservación de la empresa con todos los efectos de la


paralización empresarial, efectos sociales.

ii).- Proponer la enajenación de todo o parte del activo como un conjunto o


unidad económica.

Si analizamos las dos posibilidades, encontramos lo que en la legislación


comparada, especialmente en la norteamericana, se encuentra mucho más
desarrollado, sobre la base de la protección de la empresa contra la quiebra, que
privilegia los medios y caminos alternativos a la quiebra buscando la conservación
de la empresa, postergando la realización de sus bienes como última instancia ante
la imposibilidad fáctica de las demás.
Ello, naturalmente por la incidencia social y económica de la empresa en la
sociedad actual.
En ese orden, el proyecto d ley uniforme de la Organización de las Naciones
Unidas, sobre procedimientos concursales, ni siquiera habla de la quiebra, sino de
soluciones colectivas, distintas de la liquidación simple y directa de su patrimonio,
precisamente por las negativas consecuencias que implica tal solución, que sólo
94
favorece (y no siempre) a los acreedores externos (no a los trabajadores y
empresarios)
En esa misma dirección, nuestra legislación, como ocasión del procedimiento
de quiebra, contempla una serie de posibilidades alternativas a aquélla.
Ello, siempre y cuando los acreedores confíen en que la continuidad del giro
generará dinero suficiente para pagar sus créditos.
Así y todo la continuidad de giro que puedan acordar los acreedores es sólo
temporal, porque tiene un plazo de 1 año, y admite una sola prórroga, para llegar
como máximo a 2 años (una sola vez). Una de las normas de transparencia que el
síndico en la prórroga del segundo año debe cambiar el síndico.

c.- Juntas Ordinarias.- Todas las otras juntas que se realizan en la fecha
programada en la junta constitutiva, son juntas ordinarias, y en ellas los acreedores
se van a pronunciar sobre el informe periódico del síndico y acerca de las
propuestas que éste realice a la masa. El síndico es sólo el ejecutor de las
decisiones de la junta.
Las juntas ordinarias, para su realización no requieren de formalidad especial,
salvo la fijación del lugar, día y hora para su realización.
En la práctica a las primeras juntas asisten todos los acreedores, después no.

d.- Juntas Extraordinarias.- Son las juntas convocadas para tratar alguna materia
específica, y se realizarán ya sea porque fue convocada por el juez de oficio o a
petición del síndico, o por requerimiento de la Superintendencia de Quiebras, o por
decisión de los acreedores que representen ¼ del pasivo con derecho a voto, o
bien, porque así se hubiere acordado en una junta anterior ordinaria o
extraordinaria.
Siendo así, en estas juntas extraordinarias sólo se van a tratar las materias
que se indique en la convocatoria respectiva, es el mismo principio de las juntas
extraordinarias de accionistas.
Con todo, existen materias que sólo pueden ser tratadas en una junta
extraordinaria, como por ejemplo, la señalada en el artículo 117 referente a la
revocación del síndico de la quiebra, la junta es soberana para revocar en cualquier
momento al síndico pero esa decisión debe ser tomada en una junta extraordinaria.
La convocatoria a junta extraordinaria se debe hacer mediante publicación del
llamado en el Diario Oficial, con a lo menos 7 días corridos de anticipación a la
fecha fijada para su celebración, conforme lo dispuesto por el artículo 118. La
citación la hace el Síndico de la quiebra. (118)

Libro de actas.- Todo lo que ocurra en una junta de acreedores (de cualquier
clase) debe dejarse constancia en un libro de actas, el que deberá ser suscrito por
el presidente y el secretario, más los acreedores designados para ello por la junta
(art. 119).
El síndico no la firma y no tiene derecho a voto, como se dijo, sino que
simplemente es el órgano ejecutivo, encargado de cumplir las decisiones de los
acreedores en la junta.

3. El Síndico Privado.- Hasta 1982 los síndicos eran funcionarios públicos.


95
El tercer órgano de Quiebra, lo constituye el síndico de la quiebra al cual como se
ha señalado anteriormente, competen las funciones de órgano ejecutivo de la
quiebra.
Se trata de síndico privados, acentuado por el hecho que en la actualidad su
propuesta y designación queda entregada exclusivamente a la decisión de los
acreedores de la quiebra, sin que el tribunal tenga libertad para designarlos.
El síndico de la quiebra, es propuesto y designado por los acreedores, a partir
de una nómina de síndicos privados que está regulada en el título tercero de la ley,
el tribunal no puede designar como síndico a alguien que no haya sido propuesto, si
el deudor pide l quiebra, el tribunal debe llamar a los 3 más grandes acreedores.
El síndico tiene esa calidad mediante decreto supremo del Ministerio de
Justicia y de acuerdo al artículo 16° se les exige alguno de los títulos profesionales
señalados en la norma legal.
Además, debe formarse parte de una nómina nacional de síndicos (Ministerio
de Justicia) y dar un examen de conocimientos ante la Superintendencia de
Quiebras, según lo ordena el artículo 16° (modificación del año 2007). Para
mantenerse en la nómina es necesario aprobar los exámenes periódicos, una
persona que no aprueba los exámenes o incurre en alguna inhabilidad debe ser
excluido por la SQ.
El artículo 17 contempla las inhabilidades, prohibiciones y causales por las
cuales puede ser excluido de la nómina de síndicos y las responsabilidades que
pesan sobre éste.

Funciones del Síndico.- El síndico de la quiebra como órgano ejecutivo,


conductor del proceso de la quiebra tiene una serie de atribuciones y deberes.
En efecto, el síndico tiene diversas y múltiples tareas que pueden agruparse
en cuatro funciones generales, indicadas principalmente en el Art. 27 y 64
(desasimiento) de la Ley:
a).- Funciones representativas.
b).- Funciones administrativas.
c).- Funciones de depositario e interventor.
d).- Funciones de liquidador de bienes.

a).- Las funciones representativas del síndico, son aquellas por las que le
corresponde al síndico representar judicial y extrajudicialmente al fallido (art. 27 n°
1).
Asimismo, el síndico asume la representación judicial de la masa de
acreedores, conforme lo previsto por los artículos 27, inc.1° y N° 1; Art. 64°, inciso
3°; 81, etc., de la Ley. Es el representante judicial de los intereses generales de los
acreedores. Se trata de una representación legal obligatoria, tiene lugar por el solo
ministerio de la ley desde que acepta el cargo. Sólo en cuanto se trata de
cuestiones que inciden en la quiebra, la declaración de quiebra no priva al deudor
de sus atribuciones.
Puede demandar en juicio, impugnar créditos, ejercer las acciones
revocatorias, etc.
96
Esa representación de los intereses de los acreedores por el síndico es de
carácter general, es decir concierne a la masa o conjunto de acreedores y no a uno
o más de ellos en particular.
Esta representación, en ambos casos, no es absoluta puesto que se trata de
una representación en vista de la quiebra, del estado de insolvencia. Es una
representación sólo en cuanto pueda interesar a la masa de la quiebra.
Recordemos que la quiebra no constituye una causal de incapacidad del
fallido, que sigue siendo capaz. Ocurre que se producen ciertas y determinadas
limitaciones, en vista de lo cual es el síndico el que entra a representarlo, en cuanto
puede tener relevancia para el interés general de la quiebra.
Por ejemplo, cuando el síndico ejercita una acción reivindicatoria, una acción
posesoria, cuando demanda a un deudor del fallido, está actuando en
representación del fallido, porque esta acción importa a la quiebra, pero no tendrá
representaron cuando se trate por ejemplo de un tema conyugal o de carácter
penal.
Asimismo, en relación a los acreedores la representación no es velando por
los intereses de un acreedor, o dos sino que de los acreedores en general, en su
conjunto.
Sin embargo, paralelamente a esa representación general la ley autoriza a
cada acreedor para hacer valer individualmente sus derechos, tales como:
i.- Ejercer el recurso de reposición de la sentencia que declaró la quiebra;
ii.- Verificar sus créditos e invocar preferencias;
iii.-Impugnar créditos de otros acreedores;
iv.- Objetar el inventario de los bienes del fallido incluidos en la quiebra; y
v.- Participar en las Juntas, etc.

b).- Las funciones administrativas.- Para analizar estas facultades del síndico,
hay que tener presente el efecto de la sentencia que declara la quiebra: el
desasimiento de los bienes del deudor, lo que implica que este pierde la
administración de sus bienes y ésta pasa de pleno derecho al síndico. Es
consecuencia del desasimiento de los bienes del deudor.
Estas facultades de administración dicen relación con la obligación del
síndico de administrar y conservar los bienes del fallido, conforme lo previsto por
los artículos 64, inciso primero; 27, números 14 al 17, etc. de la Ley.
En efecto, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 64 de la Ley de
Quiebras, la administración de la cual es privado el fallido pasa de derecho al
síndico de la quiebra, pero se trata de una administración muy particular, puesto
que tiene por finalidad: la conservación, incremento y liquidación de los bienes del
fallido, exclusivamente.

- Hasta la primera junta de acreedores, si lo estima conveniente para los


intereses de la masa, el síndico en el ejercicio de esta administración
puede continuar el giro del fallido provisionalmente, en forma total o
parcial.
- También está facultado para celebrar transacciones y compromisos, previo
acuerdo de la junta de acreedores.
97
- También puede contratar crédito para solventar los gastos de la quiebra,
provocar la partición de herencias, la liquidación de sociedades a las que
pertenezca el deudor fallido, para convertir esos derechos en dinero o
comunidades de las que forme parte el fallido, interrumpir prescripciones,
exigir rendiciones de cuentas, cobrar toda clase de títulos de crédito y
requerir su protesto cuando corresponda. Puede endeudar el patrimonio de
la quiebra.
- Puede, asimismo, depositar a interés en un banco los fondos que reciba en
forma separada para cada quiebra y abrir cuenta corriente para
administrar los fondos indispensables para los gastos de la quiebra.

c).- Las funciones de depositario e interventor del síndico, se refieren a los


deberes del síndico en orden a servir de interventor y depositario en ejecuciones
especiales, como en el caso de tramitarse un convenio o en los créditos
hipotecarios (Art. 27 N° 19 y 20). Es depositario en las ejecuciones hipotecarias en
contra del fallido, por hipotecas oponibles a la masa antes de la declaración de
quiebra, los acreedores hacen efectiva su acción fuera de la quiebra. Es interventor:
para poner término a la quiebra se discute dentro del procedimiento, un convenio
judicial, durante su vigencia, el síndico actúa como interventor. Las facultades de
un interventor son de fiscalización.
Según esto, el síndico puede ejercer funciones fuera del proceso de la
quiebra, cuando la ley exige que se debe designar un depositario o interventor.

d).- Las funciones de liquidador de bienes, se refieren a los deberes del síndico
en orden a liquidar el activo de la masa de bienes del fallido incluidos en la quiebra
(Art. 27, números 13 y 16). Esta es la función más específica del síndico.
Hay plazos legales para realizar los bienes, y deben realizarse conforme lo
que haya determinado la junta de acreedores o de acuerdo a las normas legales
supletorias.
En general, del análisis de las facultades del síndico, se desprende que sus
actuaciones no pueden encasillarse en un tipo específico de funciones, sino que
aquél puede actuar en el proceso en dos calidades diferentes, a saber:
1.- En calidad de auxiliar de la administración de justicia, como síndico;
2.- En su calidad de representante legal de la masa;

1.- En calidad de auxiliar de la administración de justicia.- Aquellas encomendadas


por los números 2, 4, 5, 6, 7, 14 y 15 del artículos 27, son propias de un auxiliar de
la administración de justicia y todas ellas tienden a llevar adelante el juicio de
quiebra.
Así, la sentencia contiene la orden de que toda correspondencia sea
entregada al síndico; el síndico propone al juez una fecha de cesación de pago, etc.

2.- En su calidad de representante legal de la masa de acreedores y del fallido (es


la más propia del síndico).- Conforme al inciso 1° del artículo 27, el síndico
representa los intereses generales de los acreedores, en lo concerniente a la
quiebra, en juicio y fuera de él. Con plena representación de ellos, facultándose
98
incluso conforme el Art. 81° para intentar acciones revocatorias en interés de la
masa de acreedores.

Estudio particular de ciertos casos de representación del fallido por el


síndico.-
Las situaciones particulares que analizaremos, son las siguientes:
a.- Transacciones y compromisos.
b.- Sociedades y comunidades.
c.- Gestión de notificación de protesto de cheque.
d.- Absolución de posiciones y citaciones a reconocer deuda.

a.- Transacciones y compromisos. El síndico sólo puede transar o comprometer


negocios del fallido previo acuerdo de la junta de acreedores, cualquiera sea la
cuantía, conforme lo previsto por el Art. 27, N° 11.

b.- Sociedades y Comunidades. Conforme lo prescribe el Art. 27, N° 13, de la


Ley, al síndico le incumbe especialmente ceder a título oneroso los derechos que el
fallido tenga en sociedades, comunidades o asociaciones o pedir su disolución,
liquidación o partición a falta de interesados. La falta de interesados se refiere a la
falta de interesados en la adquisición de los derechos del fallido en esas sociedades
y comunidades.
Al efecto, representará al fallido en los actos y contratos que deban realizarse
u otorgarse, en el nombramiento de árbitros o liquidadores y en los respectivos
juicios de liquidación y partición.

c.- Gestión de notificación de protesto de cheque. La gestión de notificación


debe realizarse notificando al fallido, a los efectos de preparación del juicio criminal,
pudiendo el fallido consignar el valor del cheque con el producto de bienes no
comprendidos en la quiebra.

d.- Absolución de posiciones y citaciones a reconocer deuda en contra del


deudor fallido. Este es uno de los temas más discutidos de la representación del
síndico, tanto por la naturaleza de la acción como por el significado para la masa de
la acción iniciada en contra del fallido.
En todo caso, si la ley de quiebras no contiene una norma de excepción son
perfectamente procedentes ambas acciones procesales.

***La continuidad del giro del deudor fallido, si es definitiva, la decisión de la


junta de acreedores es pagarse con el producido de ese giro, decisión de postergar
el cobro de acreencias para pagarse con cargo al producido de esa continuidad
definitiva. La continuación provisoria, en cambio, declarada la quiebra de un
deudor, el síndico asume el cargo, puede cerrar el establecimiento, toma una
decisión si cierra todo, o bien (restaurant) continuará provisoriamente el giro,
favorece al deudor y a los acreedores.
Esa decisión no la consulta con los acreedores ni al tribunal, el objetivo de
esta continuación provisoria no es el mismo que la definitiva, la provisoria es
instrumental: evitar el perjuicio que significa llegar y cerrar.
99

La designación de los síndicos.- En la sentencia definitiva que declara la quiebra


el Tribunal debe designar un síndico titular y un suplente, en carácter de
provisional.
Si la quiebra la ha pedido un acreedor, éste en la solicitud de declaración de
quiebra señalará el nombre del síndico titular y del suplente, para que el tribunal
proceda a designarlos. En ningún caso el tribunal podrá designar a otra persona
distinta de la señalada por el peticionario de la quiebra como síndico, conforme lo
dispuesto por el artículo 44 de la ley.
En todo caso, las personas propuestas, en uno y otro cargo, deben
encontrarse integrando la nómina nacional de síndicos, conformada mediante
Decreto Supremo del Ministerio de Justicia, tanto al proponerse su nombramiento
como al ser designado por el juez o por la Junta. Arts. 14, 16 y 23 de la Ley de
Quiebras.
Los acreedores reconocidos hasta su realización, en la Primera Junta de
Acreedores, deberán ratificar el nombramiento del síndico provisional o designar
otras personas como síndico de la quiebra de que se trate. (Art. 25)
Además, para ser designado síndico en una determinada quiebra no deben
concurrir respecto de la persona en particular, las inhabilidades especiales de que
trata el artículo 24 de la Ley, esto es:
1.- El cónyuge ni los parientes, hasta el cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad del fallido o deudor, y de los que hayan sido directores
titulares o administradores de la persona jurídica, en los dos años anteriores a la
quiebra.
2.- Los acreedores y deudores del fallido o deudor y todos los que tuvieren un
interés directo o indirecto en la quiebra, convenio o cesión de bienes.
3.- Los administradores de bienes del fallido o deudor que fuere persona
natural y los que hubieren tenido tal calidad dentro de los dos años anteriores a la
declaración de quiebra, como asimismo los trabajadores de los acreedores y
deudores de aquél.
4.- Los síndicos que tengan objetada la cuenta en alguna de sus quiebras,
desde el momento en que se insistiere en uno o más reparos, salvo que tales
objeciones no estuvieren respaldadas por la opinión favorable de la
Superintendencia.
5.- Los síndicos que estuvieren suspendidos por la Superintendencia del
ramo, como sanción por el incumplimiento de las instrucciones que ella hubiere
impartido y las normas que hubiere fijado, o por haber reprobado el examen
periódicos de conocimientos. Art. 24 y 16 de la ley.

Nómina nacional de síndicos.- Se confecciona por Decreto Supremo expedido a


través del Ministerio de Justicia, que debe publicarse en el Diario Oficial, sea general
o particular, conforme lo dispuesto por los artículos 14, 15 y 19 de la Ley.
Para integra esta nómina, los interesados deben solicitarlo al Ministerio de
Justicia, por intermedio de la Superintendencia de Quiebra. Art. 18 de la ley.
En dicha solicitud deberán expresar si desean ejercer en todo el territorio
nacional o en una o más regiones. Art. 18 de la ley Si nada dicen se entenderá que
100
están dispuestos a ejercer en todo el país. Art. 18° de la ley En todo caso, es
obligatorio el ejercicio en la región que el síndico estuviere domiciliado. (Art. 21)
A la solicitud, el interesado debe acompañar los antecedentes que acrediten
el cumplimiento de los requisitos exigidos por la ley para adquirir la calidad de
síndico y una declaración jurada en la que se exprese no estar afecto a ninguna de
las inhabilidades legales. Art. 18 Ley.
Para integrar la nómina, el interesado debe cumplir con los requisitos
establecidos en el Art. 16 y no encontrarse en las situaciones señaladas en el Art.
17 de la Ley de Quiebras.

El Art. 16, exige las siguientes condiciones para ser nombrado síndico e
incluido en la lista de tales:
a.- Estar en posesión del título de ingeniero, con a lo menos 10 semestres de
estudios, o contador auditor o de contador público, otorgado por universidades del
Estado o reconocidas por éste, o de abogado, que hayan ejercido la profesión a lo
menos por 5 años, y
b.- Aprobar el examen de conocimientos ante la Superintendencia. (Art. 16).

Los síndicos que integran la nómina, además, deberán rendir un examen de


conocimientos ante la misma Superintendencia, con una frecuencia no superior a
los tres años.

A su vez, el Art. 17 dispone que no podrán ser síndicos, las personas que:
1.- Hubieren sido declaradas en quiebra o se encuentren en estados de
notoria insolvencia, y las que dentro de los dos años anteriores a la declaración de
quiebra de una persona jurídica, hubieren actuado como directores o
administradores de ella.
2.- Los condenados o procesados por crimen o simple delito.
3.- Los funcionarios públicos o de la administración central, semifiscal,
municipal o autónoma. 4.- Los que tuvieren incapacidad física o mental para
ejercer el cargo.
5.- Los que hubieren dejado de integrar la nómina nacional en virtud de las
causales señaladas en los números 3,4,5,6,7, 8, 10, 11 y 12 del art. 22 de la
Ley. En efecto, el Art. 22 de la Ley de quiebra, dispone que los síndicos
dejarán de formar parte de la nómina en los siguientes casos (entiéndase a
partir de la publicación del decreto que lo excluye de ella):
a.- Por haber sido nombrado con infracción a las normas legales que reglan su
nombramiento;
b.- Por inhabilidad sobreviniente, esto es, haber incurrido en alguna de las
causales del Art. 17, que impiden su nombramiento, con posterioridad a su
inclusión en la nómina;
c.- Por intervenir a cualquier título en quiebras que no estuvieren o hayan
estado a su cargo, salvo las actuaciones que le correspondan en su calidad de
síndico, de acreedor con anterioridad a la quiebra, de representante legal en
conformidad al artículo 43 del Código Civil, y de lo previsto en el artículo 28.
La delegación parcial de funciones establecida en este último caso, deberá
ser conocida y aprobada en la junta de acreedores.-
101
d.-Por adquirir para sí o para terceros cualquier clase de bienes en las
quiebras en que intervengan como síndico;
e.-Por enajenar cualquier clase de bienes de las quiebra en que intervenga
como síndico a su cónyuge, a alguna persona jurídica en que tenga interés
económico directo o indirecto, a los socios o accionistas de sociedades en las
cuales tenga participación, salvo aquellas que se encuentren inscritas en el
Registro de Valores (S.A. abiertas), a las personas con las que posea bienes
en comunidad, con excepción de los copropietarios a que se refiere la ley
19.537, sobre propiedad inmobiliaria; a sus dependientes; a los profesionales
o técnicos que le presten servicios; y a sus ascendientes y descendientes o
colaterales por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive.
f.- Por proporcionar u obtener cualquier ventaja en las quiebras o cesiones de
bienes en que intervenga como síndico.
g.- Por negarse, sin causa justificada, a aceptar una designación.
h.- Por haberse declarado judicialmente, por sentencia firme, su
responsabilidad civil o penal, en conformidad al artículo 38 de la ley.
i.- Por renuncia presentada ante el Ministerio de Justicia, sin perjuicio de las
obligaciones y responsabilidades por las funciones que ya hubiere asumido.
j.- Por sentencia ejecutoriada que rechace la cuenta definitiva que debe
presentar en conformidad a la ley.
k.- Por infracciones reiteradas que en su conjunto constituyan una conducta
grave, o por infracción grave a las disposiciones legales o reglamentarias o a
las instrucciones que imparta la Superintendencia en uso de sus atribuciones.
l.- Por haber sido removido de su cargo por el juez, de oficio o a petición de la
Superintendencia, conforme lo autoriza el artículo 8, número 9° de la ley.
m.- Por reprobar por segunda vez el examen periódico de conocimientos,
exigido por el artículo 16 de la ley.
n.- Por muerte.

Duración de los Síndicos.- El artículo 32 de la ley regula las distintas causales de


término de la designación del síndico en una quiebra determinada, a saber:
1.- Haber cumplido su cometido, sea por que se alzó la quiebra y rinda cuenta de
su gestión, o rinda cuenta final de su quehacer, con la enajenación de todos los
bienes del activo del deudor y pago a los acreedores con su producto.
2.- Por no haberse confirmado su designación en calidad de síndico provisional. La
primera Junta de Acreedores procedió a nombrar a otro síndico distinto del
nombrado provisionalmente por el Tribunal.
3.- Por revocación por parte de la Junta de acreedores.
4.- Por renuncia a continuar como síndico en una quiebra determinada, que debe
ser calificada y aceptada por la junta de acreedores o, en subsidio, por el Juez.
5.- Haber dejado de formar parte de la nómina nacional de síndicos, por cualquier
causa, salvo la renuncia de formar parte de la misma, que sólo produce efectos
futuros.
6.- Por alguna de las causales de inhabilidad contempladas en los números 1, 2 y 3
del artículo 24.
102
El síndico está obligado a dar cuenta al juez de la causa y a la
Superintendencia de la inhabilidad que le afecte. El incumplimiento de la
mencionada obligación será constitutivo de falta grave. Declarada la inhabilidad por
el tribunal el síndico cesará en su argo.
Cuando falta el síndico titular, el Art. 25 de la Ley ordena asumir al síndico
suplente, sea el provisional o definitivo, según el caso.

Estas situaciones corresponden a los siguientes casos:


(a).- Si el síndico titular cesa definitivamente en sus funciones, por cualquier
de las causales legales;
(b).- Si el síndico titular estuviere suspendido por orden judicial en juicio de
remoción;
(c).- En caso de impedimento transitorio, si el síndico titular no hubiere
constituido mandato según el Art. 28 de la Ley, que autoriza al síndico para delegar
parte de sus facultades en mandatarios que figuren en la nómina nacional de
síndicos y que no estén afectos a las inhabilidades especiales del art. 24 de la Ley.
Si falta el síndico suplente, el tribunal o la junta, según el caso, harán la nueva
designación, conforme lo ordenado por el art. 25 inc. 2° de la Ley, pero dicha
designación no es obligatoria en ninguno de los dos casos.

Incumbe especialmente al síndico:


1.- Actuar en resguardo de los intereses y derechos de los acreedores, en juicio y
fuera de él, con plena representación del fallido y de los acreedores.
2.- El síndico hasta la primera junta de acreedores puede y según lo estime
conveniente a los intereses de la masa, continuar el giro del fallido
provisionalmente, en forma total o parcial. Con todo, si hubiere causa grave que lo
justifique puede solicitar autorización al Tribual, para iniciar de inmediato la
continuación efectiva del giro, conforme lo previsto por el artículo 99, inciso
segundo, de la ley.
3.-Durante la administración, el síndico puede celebrar transacciones o
compromisos, previo acuerdo de la junta de acreedores.
4.- Tiene el deber de cobrar los documentos adeudados al fallido, como letras de
cambio, cheques u otros títulos de créditos, y requerir su protesto cuando
corresponda.
5.- Puede, también, contratar empréstitos para solventar los gastos de la quiebra,
provocar particiones, liquidación de sociedades o comunidades, exigir rendiciones
de cuenta, interrumpir prescripciones. Art. 27, número 12, 13 y 14.
6.- Está obligado a depositar a interés en un banco o institución financiera los
fondos que perciba, a nombre de la quiebra y además abrir cuenta corriente con los
fondos necesarios para solventar los gastos.

Remuneración del Síndico.- Antes la remuneración la fijaba libremente el síndico


y designaba libremente a los asesores. La contrapartida del carácter privado de los
síndicos es que se trata de una persona remunerada, con cargo a los bienes de la
masa. En la actualidad la remuneración del síndico está en directa relación con los
repartos de fondos que realice a los acreedores (antes era en relación al volumen
de la masa).
103
Sólo la junta extraordinaria de accionistas puede contratar asesorías
especializadas, en los términos del artículo 36 de la ley, en cuyo caso (y es el único)
tales asesorías serán de cargo de la masa. También pueden aumentar los
honorarios del síndico, pero sólo los acreedores que votaron a favor concurren a
solventar ese aumento.
El tema de la remuneración del síndico se encuentra normado en los artículos
33 a 37 de Libro IV del Código de Comercio.
Con cargo a los honorarios fijados para el síndico, éste deberá costear los
gastos de su oficina, las remuneraciones de sus trabajadores, todo pago de
honorarios a abogados, contadores, asesores, cualquier otra clase de asesores,
profesionales, técnicos y prestadores de servicios que haya contratado para el
cumplimiento de su cometido, y la parte del honorarios del ministro de fe cuando
exceda del arancel notarial.
No obstante, el Art. 36 de la ley dispone que previo acuerdo en junta
extraordinaria de acreedores, por 2/3 del pasivo de la quiebra con derecho a voto,
se autoriza al síndico para contratar, con cargo a los gastos de la quiebra, personas
naturales o jurídicas para que efectúen actividades especializadas debidamente
calificadas como tales por la junta, previo informe fundado del síndico.
El fallido y cualquier acreedor tiene derecho a objetar tales acuerdos, dentro
de los 30 días de celebrada la junta, fundados en que se trata de una actividad que
debe encontrarse incluida dentro de los casos ordinarios de contratación. Se tramita
como incidente y resuelve el tribunal.
Además, el artículo 33 prohíbe al síndico percibir de la quiebra, por sí o por
interpósita persona, cualquier ingreso adicional al honorario legal, salvo en la
relativo a los honorarios correspondientes como administrador de la continuidad del
giro, si fuere nombrado para dicho efecto. Se le permite deducir sus honorarios en
los repartos de fondos.
El Art. 34, dispone que el honorario único legal, será proporcional al monto de
los repartos de fondos que se realicen en la quiebra, salvo lo dispuesto para el
primer tramo, que se calculará sobre los ingresos de la quiebra cuando no hubiere
repartos, o si por su aplicación a los repartos correspondiere al síndico un
honorarios inferior a 15 U. F.
Una quiebra que carece de bienes, cuando se trata de alguien que está
obligado a pedir su propia quiebra, sino puede cometer un delito (quiebra
fraudulenta). Si no hay bienes la razón para declarar la quiebra es evitar el delito de
quiebra fraudulenta, en esos casos el síndico tiene una remuneración fija de 15 UF.
La escala de tramos está fijada en unidades de fomento, comenzando con el
20% de las primeras 2.000 U.F. hasta el 1% sobre la parte que exceda de 1.000.000
de U.F. En todos los repartos de fondos, el síndico deducirá, previamente la
cantidad que le corresponda por honorarios.
Sin perjuicio de lo anterior, la junta de acreedores podrá convenir y fijar un
honorario inferior o superior al de la tabla.
En el caso de aprobarse el pago de honorarios superiores, para acordarlos
bastará el voto favorable de cada uno de los acreedores que aceptan concurrir al
pago excesivo, dejándose constancia de ello en el acta respectiva de la junta, la
que deberá ser firmada por todos los acreedores que han accedido al aumento de
104
los honorarios. Dicha acta constituye título ejecutivo suficiente para efectuar su
cobro a los acreedores.
Además, en junta extraordinaria de acreedores se podrá autorizar al síndico
para cobrar anticipos que no podrán exceder del 10% de los ingresos en dinero
efectivo que se hayan producido hasta el momento, ni del 25 % del honorario que
corresponda según la tabla, para los dos primeros tramos, y del 10% , para los
tramos siguientes. En ningún caso, dichos adelantes excederán del 33% de los
honorarios totales que le correspondan, según tabla.
El artículo 37 de la ley, a su vez, dispone que si la quiebra careciere de bienes
o si éstos fueren insuficientes para el pago de los honorarios del síndico, según la
tabla, aquél solo tendrá derecho a una remuneración de 15 U. F. con cargo a la
Superintendencia, al igual que las notificaciones por aviso que se efectúen en estas
quiebras y la notificación por cédula al síndico de su designación.

Rendición de cuentas del síndico.- El síndico está obligado a rendir cuenta de su


administración a la junta de acreedores y al fallido, mediante presentación ante el
mismo Tribunal que declaró la quiebra.(29) Deberá rendir una cuenta periódica
(durante el procedimiento de quiebra) y una cuenta final de su gestión.

Las cuentas periódicas deberán rendirse cada 6 meses, de acuerdo con las
normas y plazos sobre rendición de cuenta que imparta la Superintendencia de
Quiebras.
El incumplimiento se sanciona con multas a beneficio fiscal por la
Superintendencia, de hasta 15 UF.

La cuenta final, o cuenta definitiva deberá rendirse una vez terminada su


gestión, conforme lo ordenado por el Art. 30 de la Ley, a más tardar a los 30 días
siguientes al vencimiento del plazo fijado por los artículos 109 y 130 para
desempeñar el cometido.
Es decir, vencido el plazo de 6 meses para el caso del procedimiento sumario
de realización, cuando el activo de la quiebra no exceda de las 1.000 UF (109),
vencido el plazo de 15 meses para el caso de las quiebras con activos que excedan
de las 1.000 UF o al vencimiento del término acordado para la continuación efectiva
del giro (enajenación como unidad económica) (130).
Deberá rendirla antes, en caso de haberse agotado los fondos o se hubieren
pagado íntegramente los créditos reconocidos y no haya impugnaciones por
resolver o todos los acreedores hubieren convenido desistirse de la quiebra o
remitir sus créditos. Deberá rendir cuenta, también, cuando hubiere cesado
anticipadamente en el cargo.
También deberá rendir su cuenta, conforme lo ordena el Art. 192, inciso
cuarto, cuando se aprueba un convenio.
La cuenta definitiva se presentará al tribunal de la quiebra, el cual ordenará
notificarla mediante aviso, con copia a la Superintendencia de Quiebras.
Cumplida con la notificación por aviso, el tribunal citará a junta de
acreedores, la que deberá celebrarse al décimo quinto día siguientes a la
notificación. El tribunal deberá informar también a la Superintendencia de Quiebras.
Esta cuenta del síndico, podrá ser aprobada u objetada.
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El Art. 31, dispone que en caso que algún acreedor, el fallido o la
Superintendencia objeten la cuenta del síndico, éste dispondrá de 10 días, contados
desde la última notificación por cédula de la o las objeciones, para contestar las
observaciones.
De esa contestación se dará traslado, por 10 días a los objetantes, para
resolver en definitiva el tribunal, previo informe de la Superintendencia, el que
deberá ser evacuado dentro de 30 días de requerido.

Responsabilidad de los síndicos.- Los síndicos de quiebras en el ejercicio de sus


funciones responden civil y criminalmente de su culpa o dolo, de conformidad con
las reglas generales del Derecho. Sin perjuicio de lo previsto por el Art. 38 de la Ley,
que examinaremos más adelante.
Su responsabilidad civil alcanza hasta la culpa levísima y se persigue en juicio
sumario una vez presentada la cuenta definitiva.
La responsabilidad criminal contempla, además de los delitos comunes, el
delito tipificado por el Art. 38 de la Ley, para casos graves de conducta inmoral del
síndico.

24/09/10

VI.-LA SUPERINTENDENCIA DE QUIEBRAS.-


Es el órgano público autónomo encargado de supervigilar y controlar las
actuaciones de los síndicos, con personalidad jurídica pública propia y sede en
Santiago. Sus principales cometidos se encuentran enumerados en el Art. 8° de la
Ley y ellos comprenden los siguientes:
1.- Fiscalizar las actuaciones de los síndicos, en las quiebras, convenios o
cesiones de bienes, en todos los aspectos de su gestión, sean técnicos, jurídicos o
financieros, así como las de los administradores de la continuación del giro. La
facultad de fiscalizar comprende la de interpretar administrativamente las leyes,
reglamentos y demás normas que rigen a las personas fiscalizadas, sin perjuicio de
las facultades jurisdiccionales que corresponden a los tribunales competentes.
2.- Examinar, cuando lo estime necesario, los libros, cuentas, archivos,
documentos, contabilidad y bienes relativos a la quiebra, convenio o cesión de
bienes. La no exhibición de lo señalado precedentemente, constituye falta grave
sancionable con la remoción del síndico del cargo por el tribunal, a petición de la
Superintendencia. Podrá exigir auditorias externas.
3.- Impartir a los síndicos y a los administradores de la continuidad del giro,
instrucciones de carácter obligatorio sobre las materias cometidas a su control y, en
especial, fijar normas para la presentación de informes, estados de avance y
cuentas provisorias o definitivas que deban presentar los síndicos.
4.- Informar al Ministerio de Justicia de cualquier circunstancia que inhabilite a
una persona para formas parte de la nómina nacional y solicitar su eliminación de
ella si se hubiere configurado alguna causal de exclusión.
5.- Aplicar a los síndicos y a los administradores de la continuación de giro,
sanciones por el incumplimiento de instrucciones impartidas por ella, previa
106
audiencia del afectado. El afectado podrá reclamar de la resolución que lo suspenda
del cargo, ante la Corte de Apelaciones correspondiente a su domicilio.
6.- Objetar las cuentas de administración en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 30° de la ley. Podrá actuar como parte en el procedimiento de objeción,
cuando ésta hubiere sido promovida por los acreedores o el fallido.
7.- Poner en conocimiento del tribunal o de la junta de acreedores cualquier
infracción, falta o irregularidad que observe en el síndico o administrador de la
continuación del giro, y proponer, si lo estima necesario, su remoción. (N° 9) El juez
conocerá de ella como incidente, procediendo a suspender al síndico mientras se
tramita el incidente de remoción, si estima que se ha afectado o se puede afectar la
adecuada administración de la quiebra o considere que hay presunciones graves de
la existencia de las causales invocadas para la remoción.
8.- Informar a los tribunales de justicia, cuando sea requerido por éstos, en
materia de su competencia (N° 10).
9.- Llevar los registros de quiebra, continuaciones de giro, convenios
judiciales y cesiones de bienes, los que tendrán el carácter público, y extender las
certificaciones y copias que procedan. (N° 11).
10.- Asesorar al Ministerio de Justicia en materias de su competencia y
proponer las reformas legales y reglamentarias que sea aconsejable introducir. (N°
12).
11.- Recibir, dentro del ejercicio de sus funciones fiscalizadoras, ls denuncias
que los acreedores, el fallido o terceros formulen en contra del desempeño del
síndico o del administrador de la continuación del giro. (N° 13).
12.- Desempeñar las demás funciones que le encomienden las leyes. (N° 14).
13.- Tener a disposición del público información actualizada, al menos una vez
al año, acerca de: a.- el número de síndicos que integran la nómina nacional;
b.- el número de quiebras que cada uno de ellos tenga a su cargo;
c.- el número de quiebras declaradas en el año;
d.- el número de convenios vigentes, y
e.-toda otra información relevante para el conocimiento público.

SEGUNDA FASE: Parte ejecutiva propiamente tal.- Administración y


Realización de los bienes de la quiebra.-
Se trata de una fase destinada a la realización de los bienes del fallido y al
pago de los acreedores cuyos créditos hayan sido reconocidos, lo que comprende el
desasimiento del fallido, la realización y el pago a los acreedores.
En un juicio ejecutivo, la realización de los bienes ve directa y exclusivamente
el interés del acreedor ejecutante. En la quiebra, en cambio, no sólo se mira el
interés de todos los acreedores sino también se tiene en vista otros intereses, en
razón de lo cual la ley regula este tema en procura de alcanzar los diversos
objetivos pretendidos.
No sólo se busca obtener el mejor precio en la realización de los bienes para
los cuales se privilegian formas de realización destinadas a que el síndico obtenga
el mejor precio posible (como la pública subasta) sino que también se regulan las
facultades que la ley entrega a la junta de acreedores a fin de privilegiar la
conservación de las unidades económicas.
107
La paralización de la empresa o de activos productivos, como resultado de la
quiebra no es social y económicamente bueno, por lo que se busca que la
realización de bienes se efectué en un tiempo acotado (dentro de plazo legales).
Se da la posibilidad de evitar la paralización a pesar de haberse declarado la
quiebra (con la continuidad de giro).
Se da también la posibilidad de que los activos sean vendidos como unidad
económica, de modo de obtener no sólo un mejor precio por la venta como unidad
económica que la venta individual de esos activos, sino también conservar la
empresa.
En síntesis, si bien la quiebra es un juicio ejecutivo, encontramos en ella las
siguientes particularidades:
1.- La fase de realización de bienes (fase ejecutiva) puede ser matizada,
modificada, postergada, por la decisión de la continuidad total o parcial del giro del
deudor.
2.- En cuanto a la realización misma de los bienes, se entrega la posibilidad
de que estos sean vendidos como un todo, como una unidad económica.
3.- Además existe la posibilidad de poner término a ella, mediante la
aprobación de un convenio judicial.
4.- En el enfoque de nuestra legislación de quiebra, está la continuidad y
venta como unidad económica que alteran las reglas de realización de bienes y está
entregada a la decisión de los acreedores, pues mira al interés general de los
acreedores, quienes deciden la continuidad del giro y/o la venta como unidad
económica, sin que le corresponda al juez pronunciarse al respecto.
La realización de los bienes del fallido comprende el conjunto de operaciones
destinadas a convertir en dinero los bienes del deudor en quiebra, con el fin de
pagar a los acreedores.

La incautación de bienes en poder del fallido.- Para que el síndico pueda


transformar los activos en dinero para pagar a los acreedores y dado el
desasimiento el síndico tiene como primera tarea, inmediatamente de asumido el
cargo, el incautarse de los bienes de la quiebra, bajo inventario. El inventario lo
realiza con un ministro de fe, un notario público, generalmente.
Para ello debe tenerse presente que por el sólo hecho de su nombramiento y
aceptación del cargo, el síndico cuenta con el auxilio de la fuerza pública para
realizar dicha incautación.
Este inventario es la primera tarea que debe cumplir el síndico, pero no
significa que los bienes que proceda a incautar en dicha oportunidad sean los
únicos sobre los cuales deba actuar para pagar a los acreedores, toda vez que el
inventario es esencialmente modificable. Es modificable, tanto para agregar nuevos
bienes como para sacar bienes inventariados que al momento de la incautación
estaban en poder del fallido sin pertenecerles, si terceros hacen valer sus derechos
sobre ellos,.
Asimismo, el síndico puede descubrir otros bienes que pertenezcan al fallido
pero que al momento de la incautación no se encontraban en su poder y por ende
en el inventario, los que vendrán a incrementar la masa de bienes de la quiebra.
Sobre el particular, debe tenerse presente que el síndico procede a
incautarse de los bienes del fallido no para privarle a éste de su dominio o discutirlo
108
sino simplemente en razón del desasimiento, del haber perdido aquél la facultad
de administrarlos.
En efecto, dicha facultad de administrar sus bienes pasó al síndico, el cual
cumple una función depositario de los mismos, contando con todas las facultades
legales para administrar y disponer de ellos, en forma legal, respondiendo de su
cuidado y custodia, debiendo rendir cuenta.
Como administrador, nace para el síndico la primera gran decisión en el caso
de una empresa: si la cierra, la paraliza o continúa la explotación total o parcial del
giro.
Decidir continuar con el giro significa tener la convicción o por lo menos creer
que es beneficioso para la masa de acreedores, continuar realizando el giro, y que
se van a obtener mejores resultados económicos en comparación a la paralización
de la empresa.
En este sentido, nuestra legislación establece la posibilidad de que el síndico
decida paralizar o bien que se adopte la continuidad del giro.

Continuidad del giro.- La continuidad del giro puede ser de dos tipos: provisoria o
definitiva (o efectiva). No obstante esta clasificación, ambas son temporales.
La continuidad provisoria, está regulada por el artículo 99° de la ley.
El síndico designado por el tribunal, a propuesta del o los acreedores
solicitantes de la quiebra, o los tres mayores acreedores, según el caso, en carácter
de síndico provisorio, en la sentencia que declara la quiebra del deudor tiene las
alternativas desde que asume el cargo hasta la primera junta de acreedores, de:
i).- Cerrar bajo sello y paralizar las actividades de los establecimientos del fallido o
ii).-Tomar la decisión de continuar con su giro provisionalmente, en forma total o
parcial. Esta continuidad provisoria que adopta el síndico provisorio está enfocada
a la realización de todos los actos que tiendan a facilitar la realización posterior de
los bienes y preparar una liquidación progresiva. Es una continuidad limitada, sólo
para terminar lo que se está haciendo.
Con todo, por causa grave, la norma legal (Art. 99°) autoriza al síndico a
iniciar de inmediato la continuidad efectiva del giro, en cuyo caso requerirá de la
autorización del juez de la quiebra.
Las obligaciones que contraiga el síndico, en esta continuidad provisoria del
giro, se harán efectivas sólo sobre los bienes de la quiebra, sin afectar los derechos
de los acreedores privilegiados e hipotecarios.
La continuidad efectiva, también puede ser acordada por la junta de
acreedores y esa será la norma general.
Ello resulta lógico, en razón de que si el objetivo de la quiebra es la
realización de los bienes del deudor para pagar a los acreedores, sólo ellos pueden
decidir la continuidad del giro para pagarse sobre la base de los beneficios que
genere la actividad del deudor fallido.
Tal decisión supone un juicio de valor por parte de los acreedores, lo que
significa confiar en la viabilidad de la actividad del fallido para salir de su condición
de quiebra.
Esta disposición es manifestación a su vez de la conservación de la empresa,
y constituye una decisión adoptada exclusivamente por los acreedores, únicos
interesados en el tema, sin que tengan nada que decir el juez, el síndico o terceros.
109
Esta continuidad efectiva del giro está regulada por los artículos 112 ° y
siguientes de la ley.
Siendo una decisión que interesa exclusivamente a los acreedores, es
necesario resolver los problemas de intereses contrapuestos entre los propios
acreedores y el de las preferencias que puedan existir entre ellos.
La decisión de continuidad debe hacerse por un determinado quórum, que
debe representar los 2/3 del pasivo de la quiebra con derecho a voto y tendrán
derecho a voto sólo aquellos acreedores con créditos reconocidos (Art. 112°).
Sin embargo, hay que tener en cuenta la posición de los acreedores
hipotecarios, prendarios y retencionarios, cuyos derechos a ejecutar
individualmente sus garantías no se verán afectados por la continuidad del giro, a
menos que consientan expresamente en dicha continuación. (Art. 112°)
Por tanto, acordada la continuidad del giro con el consentimiento de estos
acreedores en la medida que la continuidad del giro incluya bienes entregados en
hipoteca o prenda, o afectados con el derecho legal de retención, no podrán ejercer
el derecho que tienen para ejecutar individualmente al fallido y los bienes sobre los
cuales recae su garantía quedan afectos a dicha continuidad efectiva del giro.
Como la continuidad efectiva del giro, es una decisión de los acreedores, que
mira a su exclusivo interés y requiere de un quórum relativamente alto, se
establece por el Art. 112° la posibilidad de excluir a los acreedores disidentes para
lograr el quórum de aprobación.
A los acreedores disidentes se les excluye de la decisión y de la votación
negativa, mediante el pago de su cuota estimada en la quiebra (como porcentaje
de recuperación) o asegurando el pago de la misma, en consideración al carácter y
preferencia de su crédito y el monto del activo de la quiebra.
No se le paga el 100% de su crédito, sino solamente lo que obtendrían de ser
realizados los bienes del deudor fallido, de acuerdo con la determinación que haga
el tribunal, a falta de acuerdo entre las partes.
Como la continuidad del giro es una decisión que rompe con las finalidades
propias de la quiebra, el artículo 113° establece las exigencias de ella:
1.- Deberá ser fundada. Explicitar las razones de optar por la continuidad y que
ello resulte más favorable que la venta de los bienes del fallido, para el interés de la
masa.
2.- El acuerdo debe contener al menos la determinación del objeto y de los bienes a
que se extiende la autorización. Cuando se acuerda la continuidad ello no implica
que necesariamente se debe mantener o suspender la realización del fallido, ya que
la continuidad puede abarcar sólo una parte de su giro y de sus bienes, los
estrictamente necesarios para cumplir con esa continuidad.
Respecto de los bienes excluidos de la continuidad, se debe continuar con el
proceso de realización normalmente.
3.- La junta deberá designar un administrador, como también decidir las facultades
especiales que se le conceden. El administrador podrá ser o no el síndico de la
quiebra.
Este administrador es mandatario de la junta de acreedores, por lo que no
tiene las mismas facultades que el administrador de la empresa del fallido. No es un
órgano, sino un mandatario, y así deben especificarse sus facultades de
administración.
110
Como mandatario está obligado a rendir cuenta de su labor, pero también
está sujeto a la fiscalización de la Superintendencia de Quiebras.
4.- Deberá indicar el plazo de la administración, el cual no podrá exceder de un
año.
Este plazo podrá ser prorrogado hasta por un año (por una sola vez) con
quince días de anticipación a su término y requerirá la misma mayoría que para
adoptar el acuerdo de continuidad del giro.
A partir de entonces, el síndico designado administrador no podrá continuar
por el periodo de la prórroga desempeñando la función de administrador. Ello, para
evitar que los síndicos transformen en un negocio permanente las quiebras.
Con todo, si los acreedores hubieren acordado la venta de los activos que
componen la continuidad de giro, como unidad económica, podrá prorrogarse la
continuidad hasta la fecha de esa venta, aun cuando se excedan los plazos antes
señalados.

Efectos de la continuidad de giro en la masa (Art. 114°).- Mantener el giro del


deudor declarado en quiebra, implica necesariamente la generación de nuevos
pasivos, como también de activos.
Por lo tanto, hay que dilucidar que pasa con el nuevo pasivo y con los nuevos
activos, producto de la continuidad del giro.

Los nuevos pasivos.- En este tema se parte de la base que los acreedores al
decidir la continuidad de giro conocen el activo y el pasivo del fallido. Recuérdese
que el acuerdo para ello debió ser fundado.
Estos nuevos pasivos que son generados por el deudor sólo podrán seguirse
en los bienes comprendidos en la continuidad y gozarán de preferencia para su
pago sobre los demás acreedores del fallido, pero no alcanzarán a los bienes
hipotecados, pignorados o retenidos a favor de los acreedores que no hubieren
consentido en la continuación del giro.
Los créditos de la continuidad de giro, cuando tales acreedores privilegiados
hubieren consentido en ella, se pagarán preferentemente sobre los de aquéllos,
sólo en el caso que los bienes no gravados comprendidos en la continuidad efectiva
del giro fueren insuficientes para satisfacerlos.
En consecuencia, si los acreedores hipotecarios, prendarios y retenedores
dieron su consentimiento para la continuidad del giro, sólo soportarán el saldo no
cubierto con los demás bienes de la continuidad.
Esta norma da el carácter de patrimonio de afectación a los bienes del la
continuidad, ya que ellos forman parte del patrimonio del fallido pero serán sólo
esos bienes los grabados con los pasivos que se generen con la continuidad del
giro.
Los nuevos acreedores sólo se pueden cobrar con esos bienes y se protege a
los acreedores hipotecarios prendarios y retencionarios, que sólo se verán
afectados en forma subsidiaria, si el resto de los bienes de la continuidad no son
suficientes para pagar a los nuevos créditos generados con ella.
111
Nuevos activos.- Si la continuidad genera ingresos y se pagan los pasivos y aun
así quedan utilidades o excedentes éstos se destinan al pago de todos los demás
créditos, reajustes e intereses.
Se pagan no sólo a los que dieron su consentimiento a la continuidad sino que
beneficia a toda la masa, hasta la concurrencia del crédito total en contra del
deudor fallido.
Si aun así quedara un remanente, éste pertenece al fallido y no a los
acreedores, ya que la continuidad aun cuando es administrada por los acreedores,
corresponde a giro del fallido.

Nombre o razón social del fallido en continuidad de giro.- Como la


continuidad de giro produce un patrimonio de afectación, es necesario identificarlo
claramente frente al resto de los bienes de la masa.
Para ello, el artículo 113°, inciso final, ordena que en todos los actos de
administración que realicen los órganos (el síndico) y las personas (el
administrador) que tengan ingerencia en esa continuidad, deberán dejar constancia
del hecho de existir una continuidad efectiva del giro, mediante la incorporación en
el nombre o en la razón social del fallido de la expresión “en continuidad de giro”,
después de las firmas respectivas.
Si no cumplen, ambos, con dichas exigencias, serán solidariamente
responsables de las obligaciones contraídas.

La realización de los bienes.- Para proceder al pago de las deudas del deudor
declarado en quiebra es preciso proceder a liquidar los bienes incautados,
enajenándolos para obtener el dinero necesario.
En cuanto a la forma de realización de los bienes incautados e inventariados
por el síndico, que constituyen el activo de la quiebra, estos activos deben
realizarse dentro del plazo legal, que es de 6 meses en el caso de los bienes
muebles y de 9 meses para los inmuebles.
Ello, salvo la continuidad del giro ya que en tal caso no se aplican los plazos
para la venta.
La realización de los bienes del fallido comprende el conjunto de operaciones
destinadas a convertir en dinero los bienes del deudor declarado en quiebra, con el
fin de pagar a sus acreedores.
La ley contempla cuatro procedimientos o formas distintas de realización de
los bienes de la masa: 1.- Realización sumaria. 2.- Realización extraordinaria. 3.-
Realización ordinaria. 4.- Realización como unidad económica.

1.- La realización sumaria.- Cuando los activos de la quiebra que informa el


síndico provisorio designado por el juez, en su sentencia, en la primera junta de
acreedores, son estimados en una suma inferior a las 1.000 U. F., conforme lo
previsto por el artículo 109° de la ley, se producen dos consecuencias: El síndico
provisorio pasa a ser síndico definitivo y el síndico tiene plenas facultades para la
realización de los bienes de la masa, de la forma que estima más conveniente para
los acreedores.
112
Por lo tanto, se radican en el síndico las facultades de disposición y
administración de los bienes, siendo que la regla general es que la disposición la
tenga la junta de acreedores.
Esto implica que el síndico no necesitará atenerse a los acuerdos de la junta
de acreedores, ni a las reglas supletorias de la ley, para la realización de los bienes
de la quiebra. Para cumplir con su tarea, en este caso, el síndico tendrá el plazo de
6 meses.
Con todo, el Art. 109° autoriza al fallido o cualquier acreedor que no estuviere
de acuerdo con la estimación del valor del activo presentada por el síndico
provisional, para impugnarla en la primera junta de accionistas. En tal caso,
resolverá el tribunal, pudiendo solicitar informe pericial para el efecto, si lo estimare
necesario. En contra de esta resolución del tribunal no procederá recurso alguno.
Ninguno otro tipo de objeción del valor del activo estimado, ni sobre el
procedimiento de realización sumaria del mismo, será admitida.

2.- La realización extraordinaria.- Esta realización constituye el reconocimiento


de las facultades de la junta de acreedores, reconocida por el Art. 120°, para
aprobar una forma de realización de los bienes de la quiebra distinta a la supletoria
legal, establecida por el artículo 122° de la ley.
En efecto, la junta de acreedores con el quórum especial de más de la mitad
del pasivo de la quiebra con derecho a voto y con el consentimiento del fallido
podrá aprobar una forma de realización de los bienes de la quiebra distinta de la
legal que es sólo supletoria.
Se puede omitir el consentimiento del fallido en la medida que la junta
acuerda la realización de los bienes en pública subasta y al mejor postor, la que
deberá llevarse a cabo ante el juez de la quiebra.
Cuando la junta de acreedores, con o sin el consentimiento del fallido,
acuerda una forma de realización distinta, nace para el síndico el derecho de
oposición a la forma acordada. Dicha oposición del síndico deberá ser fundada y
resolverá el juez dentro del tercer día.
Una de las formas extraordinarias que puede adoptar la junta es la venta
como unidad económica, conforme lo previsto por el artículo 124° de la ley pero
ella no es la única forma distinta de la supletoria legal de realización extraordinaria
del activo.
Es perfectamente posible que la junta acuerde otra forma de realización,
como la venta en licitación privada o venta directa.

3.- La realización ordinaria.- La realización ordinaria de los bienes de la quiebra


es de carácter supletorio legal, pero también es posible que se acuerde en la junta.
El Art. 122° de la ley que regula la materia aplica la forma de realización de bienes
del juicio ejecutivo, distinguiendo su realización según la naturaleza del bien.
Además, contempla normas especiales para el caso de los bienes expuestos a
pronto deterioro, desvalorización inminente o que exijan conservación dispendiosa.
Esta regla del artículo 122° se puede modificar por decisión de los
acreedores, con o sin consentimiento del fallido y dará lugar a una realización
extraordinaria, en tal caso.
113
El procedimiento de realización ordinaria está regulado por los artículos 120°
a 129° de la ley, para los casos en que la junta no acordare una forma distinta de
realización y exceptuados los casos de realización sumaria y de realización como
unidad económica.
Las siguientes son las formas de realización supletorias:
a.- Ventas privadas. (Art.121°) El síndico puede vender en venta privada o al
martillo, en cualquier momento, los siguientes bienes raíces o muebles:
i.-Los bienes expuestos a próximo deterioro.
ii.-Los bienes expuestos a una desvalorización inminente.
iii.-Los bienes de conservación dispendiosa.
iv.-Los créditos de demorosa o difícil realización.
b.- Venta al martillo.(Art. 122°) Deben venderse en esta forma las demás especies
corporales muebles.
c.- Remate en bolsa de valores.-(Art. 122°) Las valores mobiliarios que tengan
cotización bursátil.
d.- Pública subasta o licitación pública.(122°) Todos los demás bienes, distintos de
los anteriormente señalados, sean corporales o incorporales, principalmente
referidos a los bienes inmuebles, deberán venderse en pública subasta ante el juez
de la quiebra, conforme los trámites del juicio ejecutivo o en licitación pública,
cuyas bases deberán ser aprobadas por la junta de acreedores.
La diferencia entre pública subasta y licitación pública, es que en la pública
subasta todas las bases del contrato se encuentran especificadas con anterioridad,
faltando sólo el precio. La oferta más alta gana, sin ninguna otra consideración.
Mientras en la licitación pública el llamado contiene sólo algunas bases
esenciales, dejando las demás condiciones del contrato para ser formuladas en el
contenido de cada propuesta, con lo que el precio no es el único factor de decisión
para determinar la mejor oferta.

4.- Venta como unidad económica.- La materia está regulada por el artículo
124° de la ley, como una forma de realización extraordinaria.
Se trata de una típica forma de enajenación imbuida de los principios que
actualmente gobiernan los estados de insolvencia empresarias, que se orienta al
salvamento de la empresa por sobre el pago inmediato a los acreedores. Forma que
privilegia la sobrevivencia de la empresa sobre la liquidación de ella.
Sin embargo, el legislador no ha definido lo que se entiende por “unidad
económica”, dando elasticidad y permitiendo que sea la junta de acreedores la que
determine que un determinado conjunto de bienes constituye una unidad
económica.
Con todo, la unidad económica debe ser entendida como una universalidad de
hecho, como un conjunto de bienes de distinta naturaleza que están vinculados
entre sí, en vista de una finalidad económica de producción de bienes y de
prestación de servicios.
Para que la junta acuerde esta forma de venta, requiere de un quórum de
más de la mitad del pasivo de la quiebra.
De conformidad con el artículo 124°, el acuerdo de esta forma de venta del
activo de la quiebra, exige que ella sea practicada ante el juez que conoce de la
quiebra y en pública subasta, al mejor postor.
114

Se requiere:
a.- Dos o más acreedores.
b.-Que reúnan más de la mitad del total del pasivo.
c.-Acuerden la enajenación como unidad económica de todo o parte del
activo.
d.-En subasta pública.
e.-Subasta a realizar ante el juez.
Se entrega al síndico un derecho de oposición a esta forma de venta, el que
deberá ejercer dentro del tercer día desde la fecha en que se adoptó el acuerdo
respectivo.
Un fundamento posible del síndico para oponerse a la venta como unidad
económica, es porque no es tal, es decir, porque no son capaces de producir bienes
y servicios.
Otro argumento para oponerse a ella, es que se hayan incluido en la misma
bienes que no forman parte de la unidad económica o que resultan inconducentes a
su razón de ser.
El Art. 125° de la ley, exige que las bases de enajenación como unidad
económica, deban señalar, a lo menos lo siguiente:
1.- Individualización de los bienes que comprenden la unidad económica.
2.- Señalar cuando los bienes que la integran están ubicados en un bien raíz
que o forma parte del activo e indicar a qué titulo ocupa el fallido dicho inmueble.
3.- Cuando entre los bienes que integran la unidad económica, existen bienes
gravados a favor de terceros (prendas, hipotecas, etc.) debe indicarse la proporción
que en el precio de la unidad económica le corresponden a dichos bienes, a fin de
que estos terceros puedan hacer valer sus derechos dentro del proceso de la
quiebra.
4.- El precio mínimo de venta.
5.- Forma de pago.
6.- Garantías.
7.- Plazos.
8.- Otras modalidades y condiciones de la enajenación.
Cuando la junta acuerde esta forma de venta se produce un determinado
efecto: La suspensión del derecho de los acreedores hipotecarios, prendarios y
retencionarios para ejecutar las garantías. (Art. 126°)
El hecho que la junta haya acordado vender como unidad económica y fijar
las bases, en modo alguno garantiza que al ser ofrecida la unidad económica
aparezcan postores interesados en adjudicársela como tal. Frente a la falta de
interesados, se procede a una segunda subasta, caso en el cual el precio mínimo
puede ser rebajado hasta los 2/3 del mínimo inicial. (Art. 127°)
Si se quiere introducir otras modificaciones a las bases, distintas del precio,
como sería el plazo u otras modalidades, será necesario citar a una nueva junta de
acreedores para que apruebe por el mismo procedimiento una modificación a las
bases.
Si pese a ello, no hay interesados en la subasta, deberá acudirse al
procedimiento ordinario de enajenación.
115
La venta como unidad económica se perfecciona, conforme lo ordenado por el
artículo 128° de la ley, por escritura pública, cuyo contenido está señalado por el
artículo señalado.
A su vez, los bienes que integran la unidad económica, se entienden gravados
en hipoteca o prenda sin desplazamiento, según sea la naturaleza de ellos, por el
sólo ministerio de la ley, para cancelar el saldo del precio o el cumplimiento de
cualquier otra obligación que el adjudicatario hubiere contraído para la enajenación.
(Art. 129°)
Salvo que la junta de acreedores, expresamente lo releve de tales
gravámenes.

Plazos para la realización de los bienes.- Cualquiera sea la forma en que se


acordare la realización de los bienes de la quiebra, la ley establece plazos para la
realización. (Art. 130°)
La regla general es que los bienes deben ser realizados en el plazo de 6
meses, desde la primera Junta de Acreedores. Salvo los bienes raíces cuyo plazo
puede extenderse a 9 meses.
Estos plazos pueden prorrogarse por una vez por 6 meses más.
Con todo, estos plazos no tienen aplicación cuando se opte por la continuidad
del giro respecto de los bienes que forman parte de ella, pues en tal caso el plazo
podrá extenderse hasta concretar la venta como unidad económica.
Sin embargo, respecto de los demás bienes que no forman parte de la unidad
económica rigen plenamente los plazos de realización anteriores.

Los reparto de dinero (Pago de los créditos).- Cumplida la realización de


bienes, en la medida que se va efectuando se transforman los activos en dinero y le
corresponde al síndico efectuar repartos de los fondos a los acreedores cada vez
que existan fondos para ello, salvo que la junta acuerde algo distinto.
La forma de distribuir esos dineros entre los acreedores se realiza conforme al
orden de prelación establecido en el Código Civil, por disposición de los artículos
44° y 148° y siguientes de la ley, ampliándose los créditos de primera clase del
Código Civil.
El artículo 151° de la ley ordena al síndico pagar a los acreedores, de manera
parcial, mediante la distribución de dividendos cada vez que se reúnan fondos
suficientes para hacer pagos a los acreedores comunes por una suma no inferior al
5% de los créditos.
El pago de los créditos reconocidos a los acreedores lo realiza el síndico de la
quiebra, conforme lo previsto por el Art. 27° número 18 de la le 18.175, sobre
quiebras, conforme al procedimiento regulado en la propia Ley, artículos 147° y
siguientes.
El artículo precitado, dispone que los acreedores serán pagados en la forma y
orden de preferencia establecidos en las leyes, esto es Código Civil y leyes
especiales que eventualmente establezcan prelaciones de pago distintas. Es el caso
de la Ley de Prenda Industrial, número 5.687 y su Art. 42°.

Créditos de primera clase.- Los créditos de primera clase.- Se pagan tan pronto
haya fondos para repartir, siempre que no hubieren sido objetados esos créditos,
116
conforme lo previsto por el Art. 148° de la ley, en el orden de preferencia que les
corresponda conforme el Art. 2.472° del Código Civil.
Con todo, si se trata de un crédito de primera clase en litigio, deberá reservar
los fondos necesarios para su pago. También, de esos primeros fondos, deberá
reservar lo necesario para atender a los gastos de la quiebra.
Debemos recordar que en virtud de lo ordenado por el artículo 2.373° del
Código Civil estos créditos en caso de no haber lo necesario para cubrirlos
íntegramente prefieren unos a otros en el orden de su numeración cualquiera que
sea su fecha, y los comprendidos en cada número concurren a prorrata.
Comenzará el síndico con el pago a los acreedores de primera clase (Art.
148°) que no hubieren sido objetados, en el orden de preferencias que les
corresponda.
Pagará los créditos reconocidos y si hay créditos en discusión por la
preferencia invocada deberá hacer reserva para pagar estos créditos una vez
resuelta la discusión del privilegio reclamado.
Por evidentes razones de orden social, se autoriza a pagar los créditos
derivados de remuneraciones e indemnizaciones del trabajo, sin necesidad de
verificación, sino de manera administrativa, con cargo a los primeros fondos. (Art.
148°)
Este artículo 148° se refiere a las indemnizaciones convencionales, siempre
que éstas no excedan de un mes por año de servicio, caso en el cual se autoriza al
síndico a pagarlas aun sin necesidad de verificación.
Si bien se faculta al síndico para pagarlas sin verificación, en ningún caso
estos pagos pueden afectar a créditos con mejor derecho.
Los créditos de primera clase del artículo 2.472° del Código Civil, prefieren a
cualquier crédito privilegiado establecido por leyes especiales.
El inciso final del artículo 148°, fue establecido por las discusiones referidas a
prendas especiales que establecían una especie de super preferencia frente a
cualquier garantía. Por tanto, si en una ley especial se establece que una prenda
prefiere a cualquier crédito, cede ante la quiebra. (Si no hay quiebra, se aplica la ley
especial que le otorga esa preferencia.
Por último, este artículo 148° permite a los acreedores laborales, que gocen
de las preferencias de los número 5 y 8 del artículo 2.472° del Código Civil, verificar
condicionalmente sus respectivos créditos con el sólo mérito de la demanda,
debidamente notificada, sin tener que esperar la sentencia.
Créditos asimilados a la primera clase.- Existen dos casos de créditos que la
ley 18.175 asimila a los de primera clase.
A).- Art. 44° inciso segundo.- La cantidad equivalente a 100 unidades de fomento
que debe poner a disposición del tribunal el acreedor solicitante de la quiebra, que
se considera con un crédito del solicitante en contra del fallido, que goza de la
preferencia establecida en el número 4 del artículo 2.472° del Código Civil.
B).- Art. 160° inciso segundo.- Cuando un tercero o acreedor anticipa fondos para la
prosecución de la quiebra, en caso de sobreseimiento temporal estos anticipos
gozan del privilegio concedido por la ley a las costas judiciales, y deben pagarse
con los primeros fondos que se obtengan, y gozan de la preferencia del número 1
del artículo 2.472° del Código Civil, referido a la costas judiciales.
117
Créditos de segunda clase.- Estos créditos, por su parte, pueden ser pagados
sin esperar el resultado del proceso de quiebra, siempre y cuando se encuentre
asegurado el pago de los créditos de primera clase.
Conforme lo previsto por el artículo 149° de la Ley los acreedores de segunda
clase, esto es los acreedores prendarios y los que gocen del derecho de retención
judicialmente declarado, podrán ser pagados sin aguardar las resultas de la
quiebra, siempre que se asegure lo necesario para pagar los créditos de primera
clase si los demás bienes de la masa no parecieren suficientes para satisfacerlos.
Dichos acreedores de segunda clase para obtener el pago de su acreencia
pueden, en definitiva: a).- Iniciar ante el tribunal que conozca de la quiebra los
procedimientos que correspondan para ejecutar la prenda; b).-Continuar ante el
tribunal de la quiebra los juicios ya iniciados ante otros tribunales, o simplemente
c).- Dejar en manos del síndico la realización de los bienes constituidos con prenda
en su favor.

Créditos de tercera clase.- El Art. 150° ordena que los acreedores de tercera
clase se paguen en la forma dispuesta por los artículos 2.477 a 2.480 del Código
Civil, que regulan el concurso de hipotecas cuando hay varios acreedores
hipotecarios y la prelación de pago de los créditos hipotecarios respecto de los
demás acreedores.
Los créditos de esta tercera clase se pagan conforme lo ordenado por el
artículo 150° de la ley, en la forma determinada por los artículos 2.477° a 2.480°
del Código Civil.
Estos acreedores gozan también de los derechos que se le otorgan a los
prendarios, en cuanto a la forma de realización del bien entregado en hipoteca.

Los créditos de cuarta clase.- Pagados los créditos de primera clase, en la


formas antes señalada, y hechas igualmente las reservas del caso, corresponde
pagar los créditos de cuarta clase, que son también de carácter general.
Su pago se realiza en la misma forma prevista para los créditos de primera
clase por el inciso primero del Art. 148° de la Ley.

Créditos valistas.- Finalmente, son pagados los créditos valistas, esto es aquéllos
créditos que no gozan de ninguna preferencia.
Estos son los créditos de quinta clase.- Una vez pagados los créditos de
primera y cuarta clase y con el producto de los bienes del deudor, incluyendo los
eventuales remanente de la realización de los bienes afectos a los créditos de
segunda y tercera clase, si aún existen fondos se pagan los créditos de quinta clase
o valistas, en su totalidad o a prorrata entre ellos, según las normas del Art. 2.489°
del Código Civil.
El acreedor condicional, esto es aquel cuyo crédito está sujeto a la
ocurrencia de un hecho futuro incierto del cual pende el nacimiento de su crédito
(conforme Art. 152°) podrá exigir la consignación de los dividendos que le
corresponderían cumplida la condición o su entrega bajo caución suficiente de
restituirse a la masa, con el interés corriente.
118
Ello, para el caso de que la condición no se verifique y por ende no nazca su
crédito y deba restituir lo recibido, al no tener en definitiva la condición de
acreedor.
Si un acreedor es a la vez deudor del fallido, sin que hubiere operado la
compensación, las sumas que le correspondieren como acreedor se aplicarán al
pago de su deuda, aunque no estuviere vencida. (Art. 153°).
Los acreedores que han verificado extraordinariamente un crédito, tendrán
derecho a ser considerados en los repartos futuros, pero desde ese momento tienen
derecho a exigir el pago de los dividendos que no han sido percibidos y que quedan
en la masa, sin repartir aun.
A los acreedores residentes en el extranjero, el Art. 151° ordena reservarles
lo necesario para el pago del dividendo a que tengan derecho, fondos que el Art.
155° dispone que permanezcan en depósito hasta el vencimiento del duplo del
término de emplazamiento que les corresponda y vencido este plazo, se aplicarán
al pago de los créditos reconocidos.
Si un acreedor no comparece a recibir su dinero, después de 3 meses de la
notificación del reparto, habiendo comparecido a verificar su crédito, el artículo
156° ordena al síndico depositar el importe del dividendo que le corresponda en
arcas fiscales a la orden de dicho acreedor.

Caso de créditos que no requieren verificación para su pago.- El inciso


segundo del Art. 148° de la ley de Quiebras, dispone que los créditos referidos a las
costas judiciales que se causen en el interés general de los acreedores (N° 1 Art.
2.472°), los gastos en que se incurra para poner a disposición de la masa los
bienes del fallido, los gastos de administración de la quiebra, de realización del
activo y los préstamos contratados por el síndico para los efectos mencionados (N°
4 Art. 2.472°), no requieren de verificación para su pago.
Gozan de esta misma preferencia para su pago pero requieren verificarse los
créditos por costas personales del acreedor peticionario y los gastos de la petición
de quiebra, hasta el límite del 2% del crédito invocado si éste no excede de las
10.000 U. F. y del 1% en lo que exceda de dicho valor. El saldo de dicho crédito se
considerará valista.
Además, está el caso de los créditos del número 5 del Art. 2.472° del Código
Civil, referidos a las, remuneraciones de los trabajadores y las asignaciones
familiares serán pagadas con cargo a los primeros fondos del fallido de que se
pueda disponer, administrativamente, siempre que existan antecedentes
documentarios que los justifiquen y aún antes de su verificación.
Igualmente se pagarán los créditos del número 8° del Art. 2.472° del Código
Civil. Estos son los referidos a las indemnizaciones legales y convencionales de
origen laboral que correspondan a los trabajadores, que estén devengadas a la
fecha en que se hagan valer y hasta el límite del equivalente a un mes de
remuneración por año de servicio y fracción superior a seis meses.
Estos créditos se pagan sin necesidad de verificación previa y con cargo a los
mismos fondos que los créditos del número 5, con el sólo mérito de la sentencia
judicial ejecutoriada que así lo ordene.
119
Al realizar el pago de estos créditos de los números 5° y 8° del artículo
2.472° del Código Civil, el síndico deberá cuidar que el monto del saldo de dinero
de la quiebra sea suficiente para asegurar el pago de los créditos de mejor derecho.

VII.- ESTUDIO PARTICULAR DE LOS EFECTOS DE LA QUIEBRA


EN CIERTOS CONTRATOS.-
Se trata de diversos contratos que se encuentran pendientes a la época de la
quiebra, respecto de los cuales la ley establece algunas reglas especiales, sin
perjuicio de las reglas generales aplicables, siempre y cuando no se contradigan
con las especiales de la ley de quiebra, que las modifican o alteran, según el caso,
referidas a los siguientes contratos:
a.- La compraventa, b.- El arrendamiento, c.- La confección de obra material,
d.- El mandato y comisión, e.-La sociedad, f.- Los seguros, g.- Las letras de
Cambio, h.- La cuenta Corriente Bancaria y Cheque, i.- el Contrato de trabajo, j.-
La promesa de contrato, k.- Leasing

La compraventa – (Fallido Comprador).- Cuando el fallido tiene el carácter de


comprador la ley ha establecido las siguientes normas:
1.- Sobre derecho a resolución.- Según lo dispuesto por el artículo 86° de la Ley el
contrato de compraventa puede resolverse por incumplimiento de las obligaciones
del comprador fallido, salvo cuando se trate de cosas muebles que hayan llegado a
poder de éste.
Entonces, sólo excepcionalmente no procede la resolución de la venta por
incumplimiento del comprador fallido cuando ella verse sobre cosas muebles,
requiriéndose, además, que estas cosas muebles se encuentren al momento de la
quiebra en posesión material del fallido.
Procede, por lo tanto, la resolución de la compraventa cuando en la venta sólo
se ha entregado al comprador fallido la cosa vendida por tradición ficta o simbólica.
También procede la resolución cuando se trate de derechos incorporales, se
reputen ellos como muebles o inmuebles, puesto que ellas no son cosas muebles en
los términos utilizados por el Art. 86° de la Ley.
En concreto, la resolución en las compraventas procede cuando el fallido es
comprador moroso, se trate de muebles o inmuebles, salvo respecto a contratos
que versen sobre cosas corporales muebles que han llegado a poder de su dueño.
2.- Situación de los bienes muebles en tránsito.- Se entiende por bienes muebles en
tránsito, según el Art. 89° de la Ley, los que están en camino, desde el momento en
que los reciben los agentes encargados de su conducción, hasta que quedan en
poder del comprador fallido o de las personas que lo representen.
La materia está regulada en los artículos 90° y 91°, facultándose al vendedor
de mercancía en tránsito para dejar por su sola voluntad sin efecto la tradición y
recuperar la posesión sin necesidad de interponer la acción reivindicatoria.
No obstante, si las cosas en tránsito han sido vendidas por el fallido mientras
estaban en camino a un tercero de buena fe, mediante la transferencia de la
factura, conocimiento o carta de porte, el Art. 88° priva al vendedor de los derechos
que le otorga el Art. 87° (recuperar la cosa vendida y pedir la resolución) y sólo le
120
otorga acción para subrogar al fallido contra el nuevo comprador, cobrándole el
precio, si éste no hubiere sido cubierto antes de la declaratoria de quiebra.
3.- Según los artículos 87°, inciso 2°, y 90° de la Ley, el vendedor puede retener las
cosas vendidas hasta el entero pago de su crédito, y declarar la resolución, estando
obligado a restituir a la masa los abonos a cuenta que hubiere recibido.
Estas son repetición de las reglas generales del derecho común.

El derecho del síndico para oponerse a la resolución o retención.- El Art. 93°


del libro IV del Código de Comercio autoriza al síndico para oponerse a la resolución
o retención y exigir la entrega de las cosas vendidas o retenidas, pagando la deuda,
intereses, costas y perjuicios o dando caución que asegure el pago de las mismas.

La compraventa – (Fallido Vendedor).- Se aplica en este caso las reglas


generales que hemos estudiado. No obstante, se ha suscitado problema cuando el
fallido ha vendido un bien raíz por escritura pública anterior a la quiebra, pero que
no se ha inscrito en el Registro de Propiedades del Conservador de Bienes Raíces
antes de la declaratoria de quiebra.
La mayoría de la doctrina se inclina por la negativa para poder inscribir
después la compraventa, por cuanto no ha operado la tradición y el comprador, en
consecuencia, no es dueño y no podrá exigir el cumplimiento forzado de la
obligación.

b.- El arrendamiento.- Cuando el fallido es arrendador se aplican plenamente las


reglas de Derecho Común, pero si el fallido es arrendatario, la ley ha establecido las
siguientes normas de excepción.
De conformidad con el Art. 1.968° del Código Civil la insolvencia declarada del
arrendatario no pone necesariamente fin al arriendo.
El síndico o acreedores podrán sustituirse al arrendatario, prestando fianza a
satisfacción del arrendador.
No siendo así, el arrendador tendrá derecho para dar por concluido el
arrendamiento y le competerá acción de perjuicios con en arrendatario, según las
reglas generales.
En concreto sólo si el síndico como órgano ejecutivo de la masa de acreedores
no ejerce la facultad de sustituirse en los derechos del fallido el acreedor puede
solicitar la terminación del contrato, invocando como causal la quiebra y cobrar los
correspondientes perjuicios en la forma general.
El Art. 71°, inciso final, dispone que durante los 30 días siguientes a la
declaratoria de quiebra, el arrendador no podrá perseguir por los arriendos
vencidos, la realización de los muebles destinados a la explotación de los negocios
del fallido (sobre los cuales en arrendador tiene derecho legal de retención, según
el Art. 1.942°, inc. 2° del Código Civil) sin perjuicio de su derecho para solicitar las
providencias conservativas que le convengan.
Si el arrendamiento hubiere expirado por alguna causal legal, el arrendador
podrá exigir la entrega del inmueble arrendado y entablar las acciones a que haya
lugar en derecho.
121
c.- La confección de obra material.- Este es el contrato por el cual una persona
llamada artífice se obliga, mediante cierto precio, a realizar una obra, según lo
prescrito por el Art. 1.996° del Código Civil.
De acuerdo con la norma precitada, si el artífice proporciona la totalidad de la
materia o la parte principal de ella, el contrato es de venta, que sólo se perfecciona
por la aprobación del que encargó la obra.
Si el que encargó la obra proporciona la totalidad de la materia o lo principal
de ella, el contrato es de arrendamiento.
Si la quiebra del artífice o del que encargó la obra imposibilita el cumplimiento
de sus respectivas obligaciones, el otro contratante podrá pedir la terminación del
contrato cobrando los pertinentes perjuicios.
Ahora bien, si en virtud del contrato de confección de obra, el artífice ha
adquirido obligaciones que no dicen relación con los bienes afectos a concurso, sino
que consisten en meras obligaciones de hacer, que pueden cumplirse con su sola
industria o trabajo, la quiebra en nada afecta el contrato que se regirá por las reglas
generales, estando obligado el fallido a cumplirlo.

d.- El mandato y comisión.- Según lo dispuesto por el Art. 2.163°, número 6 del
Código Civil, el mandato termina por la quiebra del mandante o mandatario, regla
que se aplica también a la comisión mercantil.
El Art. 70° de la Ley, autoriza al fallido a otorgar mandatos válidamente
después de la quiebra, pero ellos estarán referidos sólo sobre bienes excluidos de la
quiebra.
Asimismo, después de la quiebra el fallido puede ser mandatario, no obstante
su condición de fallido, si así se le otorga por un mandante.
Ahora bien, respecto a la comisión o mandato especial mercantil, la ley de
quiebras se ha referido a ella en los siguientes preceptos:
1.- Artículo 83°.- La comisión para vender, esto es cuando al fallido se le ha
encargado la venta de mercaderías, el comitente puede reivindicarlas de la masa
pues le pertenecen.
Además, si las mercaderías han sido vendidas, el comitente puede reivindicar
en la quiebra el precio que el comprador estuviere adeudando.
Si el comprador ha pagado la mercadería, no procede reivindicación pero si el
pago se ha realizado con documentos de crédito firmados o transferidos por el
comprador al fallido y ellos se encuentran en poder de éste, el propietario y
comitente puede reivindicarlos, siempre que acredite su origen e identidad.
2.- Artículo 91°.- Este precepto otorga al comisionista que ha pagado o se ha
obligado a pagar con sus propios fondos mercaderías compradas y remitidas por
orden y cuenta del fallido, las mismas acciones que otorga al vendedor el artículo
87°, ya visto, esto es dejar sin efecto la tradición, adquirir la posesión y pedir la
resolución de la compraventa y también si lo prefiere retener la mercancía hasta el
entero pago de su crédito

e.- El contrato de sociedad.- Los principales problemas a examinar cuando el


fallido es socio de una sociedad son si subsiste o no la sociedad, y si ingresan o no a
la quiebra los derechos sociales.
122
1.- Si subsiste o no la sociedad.- La quiebra de un accionista en las sociedades de
capital, o en general de aquellas en que la persona del socio no es elemento
determinante de la sociedad, no afecta la subsistencia de ésta.
En el caso de las sociedades de personas el Art. 2.106° del Código Civil señala
que expira la sociedad por la insolvencia de uno de los socios, pudiendo no
obstante la compañía continuar con el fallido y en tal caso los acreedores de la
sociedad ejercerán sus derechos en las operaciones sociales.
2.- Si ingresan o no a la quiebra los derechos sociales.- A este respecto los
acreedores sociales no tienen otros derechos que los señalados en el Art. 2.096° del
Código Civil, por lo que no pueden embargar los aportes y derechos de los socios y
rematarlos posteriormente.
De lo contrario podrían introducirse otros socios a la sociedad sin el
consentimiento de los restantes, lo que pugna contra la esencia de la sociedad de
personas.
Tratándose de acciones pagadas de sociedades anónimas y en comandita por
acciones, pertenecientes al fallido, dichas acciones forman parte del activo de la
quiebra con todos sus efectos subsecuentes.
Si se trata de acciones suscritas y no pagadas de estas mismas sociedades,
esas acciones no entran automáticamente a la quiebra, porque no se trata
propiamente de bienes del fallido, sino de derechos y obligaciones del fallido en un
contrato pendiente a la fecha de la quiebra. Obligaciones que el síndico podrá
cumplir si estima que es conveniente el contrato para la masa o abstenerse si no lo
es.
El acreedor social, por su parte, que es la sociedad, podrá ejercer los
derechos que la ley y los estatutos sociales le otorgan como reducir el título,
resolver el contrato con indemnización de perjuicios o exigir su cumplimiento
verificando su crédito en la quiebra.
Los derechos en sociedades de personas vigentes, salvo que la ley o el pacto
establezcan que pueden ellos cederse sin necesidad del consentimiento de los
demás socios no pueden ser enajenados por el síndico o subastados, sin
consentimiento de los demás socios.
En caso contrario sólo ingresará a la quiebra las utilidades producidas por la
sociedad, que corresponderían al socio fallido.

f.- El contrato de Seguros.- El Art. 559° del Código de Comercio dispone que si
quiebra el asegurador pendiente los riesgos el asegurado puede solicitar la
rescisión (resolución) del contrato de seguro o exigir que el concurso afiance el
cumplimiento de las obligaciones del fallido.
El asegurador goza de los mismos derechos en caso de quiebra del asegurado
antes de pagarse la prima.
En ambos casos, si el fallido o el síndico no otorgan fianza dentro de los tres
días siguientes al de la notificación de la demanda de resolución, el seguro queda
resuelto.
Si quiebra el asegurador después de haber ocurrido el siniestro el asegurado
se constituirá en acreedor de la quiebra, debiendo verificar su crédito.
123
Si se declara la quiebra del asegurado después de pagada la prima, el
asegurador no puede solicitar la resolución del contrato sino que sólo le cabe
cumplirlo si ocurre el siniestro asegurado.
En concreto, la quiebra, por regla general, no resuelve ni termina los
contratos de seguros pero en los casos especiales señalados da derecho u opción
de solicitar su resolución.

g.- Letras de Cambio.- La materia está regulada en los siguientes términos:


1.- Quiebra del portador.- El Art. 57° establece que la quiebra del portador o
dueño de la letra es uno de los casos de excepción que permiten prohibir o entrabar
el pago o circulación de la letra; lo que es concordante con la legislación de quiebra
ya que se produce el desasimiento de los bienes del fallido, prohibiéndosele recibir
el pago y enajenarlos, facultades que pasan al síndico.
2.- Quiebra del librado o aceptante.- El Art. 78° dispone que la quiebra del
librado no exonera al portador de la obligación de protesto, entiéndase referido sólo
al protesto por falta de fecha de aceptación.
En el caso del protesto por falta de pago, la letra no se perjudica si no se
protesta, cuando el librado o aceptante ha caído en quiebra antes del vencimiento,
de acuerdo con el Art. 79°, inciso 2°.
La quiebra posterior al vencimiento no exonera al portador de haber realizado
oportunamente el protesto.
En cuanto al protesto por falta de aceptación en relación con la quiebra del
librado o aceptante, que habilita al portador para cobrar antes del vencimiento el
documento, al librador, endosantes y avalistas de ambos, esta diligencia no es
necesaria para realizar el cobro anticipado en los siguientes casos, conforme lo
previsto por los número 2 y 4 del Art. 81° :Quiebra del librado o de cualquiera de los
librados conjuntos y Quiebra antes del vencimiento de alguno de los librados
subsidiarios o del librado subsidiario que otorgó la aceptación.
3.- Quiebra del librador.- Cuando quiebra el librador de una letra de cambio no
aceptada, puede cobrarse la letra anticipadamente sin necesidad de protesto, de
conformidad con lo dispuesto por el número 4 del Art. 81°.
Ello significa que el portador del documento podrá verificar el crédito derivado
de la letra en la quiebra del librador, sin necesidad de esperar el vencimiento de
ella, pero si existen endosantes o avalistas procederá además el cobro anticipado
en contra de éstos.
Sabemos, sobre el particular que se puede cobrar la letra anticipadamente
cuando no se cumple con la garantía de aceptación que ofreció el librador al girar la
letra. Ello se manifiesta normalmente en el protesto por falta de aceptación, pero
cuando cae en quiebra el librador resulta innecesario dicho protesto.

h.- Cuenta Corriente Bancaria y Cheque.- Según lo dispuesto por el art. 9° de la


Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, se aplica a la Cuenta Corriente
Bancaria lo dispuesto en el Art. 611° del Código de Comercio, relativo a la cuenta
corriente mercantil, que dispone en su inciso segundo que la quiebra de cualquiera
de las partes concluye la cuenta corriente.
124
En consecuencia, la declaración que quiebra del banco o del cuenta
correntista produce la terminación del contrato de cuenta corriente bancaria por el
sólo ministerio de la Ley.
Luego los cheques girados por el fallido después de declarada la quiebra
deben ser protestados por el banco por cuenta cerrada o si el banco es el fallido,
por quiebra del banco librado.

i.- Contrato de trabajo.- La legislación laboral no contempla en forma expresa el


caso de la quiebra del empleador como causal especial de expiración del contrato
de trabajo.
En general, en todo caso, no está claro si las remuneraciones y las
indemnizaciones que se devenguen con posterioridad a la declaratoria de quiebra,
están afectadas por la fijación irrevocable de los derechos de los acreedores a la
declaratoria, que establece el art. 60.
Por el contrario, creemos que si el síndico no proporciona al trabajador el
trabajo convenido éste puede demandar la terminación del contrato de trabajo por
incumplimiento de las obligaciones del empleador, con derecho a ser indemnizado,
en cuyo caso deberá verificar su crédito en la quiebra del empleador.
Existe una situación particular, en todo caso referida a los derechos de los
trabajadores que dice relación con el pago de sus créditos que la ley permite
cancelar anticipadamente por el síndico, conforme lo previsto por el inciso segundo
del Art. 148.
En efecto, los créditos por remuneraciones de los trabajadores y las
asignaciones familiares, serán pagados con cargo a los primeros fondos del fallido
de que se pueda disponer, administrativamente, siempre que existan antecedentes
documentarios que los justifiquen y aun antes de su verificación.

j.- Contrato de Promesa de celebrar un contrato.- Los problemas se suscitan


cuando quiebra el promitente vendedor.
Como por la quiebra se fijan irrevocablemente los derechos de los acreedores
al día anterior a la declaratoria y originando la promesa sólo obligaciones de hacer
(celebrar el contrato prometido) el promitente comprador no tendría derecho sino a
requerir la resolución del contrato y regulación de los perjuicios por los cuales
podría participar en la quiebra como acreedor valista.
Pero ¿qué pasa si el promitente comprador pagó el precio junto a la
celebración de la promesa o una parte de él? Deberá simplemente verificar su
crédito en la quiebra, una vez obtenida la sentencia que resuelve el contrato de
promesa por el incumplimiento del promitente vendedor, ahora representado por el
síndico. Síndico que, en todo caso, podría cumplir los contratos si lo estimara
beneficioso para la masa.

k.- Leasing.- El leasing es una operación en que se celebra un arrendamiento a


cierto plazo y se otorga al arrendatario la opción de compra del mismo bien por el
llamado “valor residual”, esto es, el valor comercial del bien menos los arriendos
pagados o por pagar.
Si quiebra el arrendador sin que se haya ejercido la opción de compra el bien
arrendado entra a la masa de la quiebra del arrendador, la cual debe respetar el
125
arriendo, pero no la opción de compra, aun cuando el síndico podrá cumplirla si
considera el contrato beneficioso para masa.

TERCERA FASE: Conclusión o término de la quiebra.-


El síndico que ha efectuado repartos, luego de la realización de bienes, tiene
por cumplido el procedimiento de quiebra. Se ha cumplido con el objeto del
proceso, pero no quiere decir que el proceso concluya con los repartos del síndico.
Por la trascendencia del proceso de quiebra, y por los efectos que la
declaración de quiebra produce en la persona del fallido, frente a sus bienes y
frente a terceros se hace necesario para la debida certeza jurídica un
pronunciamiento que ponga término al proceso, de manera oficia.
Con todo, no debemos confundir el término del proceso de quiebra con
situaciones especiales que pueden producirse dentro del proceso de quiebra, que
son similares al término del proceso pero que no constituyen un termino normal del
mismo. Como por ejemplo, si el fallido deduce el recurso especial de reposición y se
acoge el mismo, desaparece entonces este proceso de quiebra, pues se revocó la
resolución que declaró la quiebra del deudor.
En el mismo sentido, cuando el deudor una vez notificado de la solicitud de
cobro en su contra consigna el monto del crédito, costas e intereses, con lo cual se
aborta este proceso de quiebra por la consignación.
Igualmente, si por razones de economía procesal este proceso queda
suspendido y ello ocurre en los casos a que se refiere el artículo 158°, cuando el
tribunal dicta el sobreseimiento temporal de la quiebra porque no hay bienes o los
bienes no alcanzan para cubrir los gastos de ella.
Como estas causales giran en torno a la base de la inexistencia de bienes el
sobreseimiento quedará sin efecto cuando aparezcan nuevos bienes o no se
decretará si algún interesado proveyere fondos suficientes para financiar los gastos
de la quiebra.
El sobreseimiento constituye una forma de poner término al estado de
quiebra, cuando se dan determinadas circunstancias que así lo ameritan. El
sobreseimiento de la quiebra, conforme al artículo 157° de la ley, puede ser:
Temporal o Definitivo.

El sobreseimiento temporal (157°).- El sobreseimiento temporal suspende


provisoriamente los procedimientos de la quiebra pero no pone término a ella.
El sobreseimiento temporal es la suspensión de este procedimiento de
quiebra, lo que no significa que el fallido deje de ser tal, solamente se estima que
no tiene sentido seguir por una cuestión de economía procesal, y por tanto, el
efecto que produce el sobreseimiento temporal es restituirle a los acreedores el
derecho de ejecución individual.
El sobreseimiento temporal, entonces, deja subsistente el estado de quiebra.
Sólo restituye a los acreedores su derecho de ejecución individual.
El sobreseimiento temporal, deberá ser declarado por el tribunal en los
siguientes casos, conforme lo dispuesto por el artículo 158°:
a.- Exclusivamente a solicitud del síndico (159°) cuando de
conformidad con el Art. 97°, no apareciere ningún bien perteneciente a la masa.
126
b.- De oficio por el tribunal cuando de la cuenta presentada por el
síndico a la primera junta de acreedores, resultare que el producto probable de la
realización del activo no alcanzará para cubrir los gastos de la quiebra, por no
exceder de las 1.000 unidades de fomento y se procediere, conforme lo dispuesto
por el artículo 109° a la realización sumaria del activo.
El sobreseimiento temporal, en todo caso, no puede ser eterno. El
procedimiento de quiebra no puede estar suspendido por siempre, porque es
necesario resolver de manera definitiva la situación del deudor.
El sobreseimiento temporal, entonces, llegará a transformarse en
sobreseimiento definitivo, en los siguientes casos: a.- No aparecen bienes en
determinado plazo, o bien b.- Aparecieron bienes y se siguió el curso normal del
procedimiento de quiebra.
En ninguna de las situaciones anteriores se ha cumplido el proceso de
quiebra en todas sus etapas, ello sólo ocurre cuando se produce el sobreseimiento
definitivo de la quiebra.
Además, mientras no se pronuncia el sobreseimiento definitivo, el fallido,
cualquier acreedor o cualquier persona interesada podrá solicitar que se deje sin
efecto dicho sobreseimiento y se vuelva al estado de quiebra normal en los
siguientes casos (162°), si se acreditare la existencia de valores suficientes, en
dinero o en especies, para atender a los gastos de prosecución de la quiebra, o si
se depositaren, a disposición del tribunal, los fondos suficientes para la prosecución
de la quiebra.
En tal caso, se reponen las cosas al estado que tenían anterior a la resolución
de sobreseimiento, salvo respecto de la pérdida del derecho a reclamar a los
acreedores que hubieren ejecutado individualmente sus créditos, las sumas por
ellos percibidos, pero deberán ver disminuidos el monto de sus créditos en la
quiebra. (163°)
Los efectos del sobreseimiento temporal son dos: en primer lugar
restituir a los acreedores el derecho a ejecutar individualmente sus créditos. (Art.
161°), y en segundo lugar, como subsiste el estado de quiebra, se mantiene el
desasimiento del fallido.

El sobreseimiento definitivo (157°).- El sobreseimiento definitivo pone término


al estado de quiebra, con lo cual concluye de manera definitiva y absoluta el
procedimiento de la quiebra.
A diferencia del juicio ejecutivo, el proceso de quiebra aun cuando puede
tener un carácter de ejecución no concluye con la realización de los bienes que
componen el activo de la quiebra.
Ello en razón la necesidad de certeza jurídica y dado el carácter constitutivo
de la quiebra, y porque ella genera efectos personales y también patrimoniales,
haciendo excepción al efecto relativo de la sentencia, porque además de afectar a
las partes afecta a terceros.
Por eso, el término del proceso de quiebra tiene que producirse a través de
una resolución judicial. Es la resolución del tribunal la que declara el
sobreseimiento definitivo de la quiera.
Más aun, a pesar de que se dicte esta resolución de sobreseimiento definitivo
de la quiebra, aun perdurarán ciertos efectos en el tiempo que deberán concluir
127
posteriormente a través de lo que se denomina la rehabilitación del fallido (que no
es más que un efecto personal de la quiebra).
El supuesto fáctico del sobreseimiento definitivo es como regla general, el
que los acreedores han sido satisfechos de sus créditos o bien que el deudor
superó su estado de insolvencia. En otras palabras: que el proceso de quiebra
cumplió con su objetivo.
El presupuesto de un proceso de quiebra es como se sabe la insolvencia del
deudor, al desaparecer ésta termina el proceso de quiebra, lo mismo si los
acreedores fueron satisfechos en sus créditos.
La ley también considera una situación en que a pesar que no se cumple el
objetivo, o sea, el deudor no supera su estado de insolvencia y por ende los
acreedores no son satisfechos enteramente a través del proceso de quiebra, se
hace procedente poner término al proceso de quiebra.
Aquí opera una razón de certeza jurídica, no puede mantenerse
indefinidamente en el tiempo este estado jurídico de carácter excepcional.
Por tanto, el sobreseimiento definitivo de la quiebra significa que el proceso
concursal cumplió su objetivo, en cuanto que el deudor superó su estado de
insolvencia y excepcionalmente se contempla la posibilidad de decretar un
sobreseimiento definitivo aun cuando tal superación del estado de insolvencia no se
hubiere logrado.
El sobreseimiento definitivo, entonces, pone fin al estado de quiebra (157°).
Así, es posible distinguir dos tipos de sobreseimiento definitivo, dependiendo
de la causal que lo hace procedente: Sobreseimiento Definitivo Ordinario.- Para
referirse a los casos que implican satisfacción plena de los acreedores o superación
del estado de insolvencia del deudor. (Art. 164°) y Sobreseimiento Definitivo
Extraordinario.- Es el caso excepcional en que no se cumplen todos los
presupuestos. (Art. 165°).-

A.- Sobreseimiento Definitivo Ordinario.- Los casos del artículo 164° de la ley,
relativos al sobreseimiento definitivo ordinario reflejan lo que hemos señalado,
puesto que implican la satisfacción de los acreedores o superación de la insolvencia
del deudor.
N° 1, del Art. 164°.- Cuando todos los acreedores convienen en desistirse de la
quiebra o remiten sus créditos. Significa que el fallido dejó de tener pasivo, por
tanto, superó su estado de insolvencia.
Se refiere a los acreedores concurrentes a la quiebra. Los acreedores que han
verificado sus créditos.
No es lo mismo, desistirse de la quiebra, en cuyo caso el acreedor sólo está
renunciando al procedimiento de quiebra, pero conserva sus acciones para ejecutar
individualmente al deudor. Mientras, en el caso de remisión de sus créditos, hay
renuncia a la deuda, la que deja de existir.
N° 2, del Art. 164°.- Cuando el deudor o un tercero por él consigna el importe de
las costas y los créditos vencidos y cauciona los demás créditos a satisfacción de
los acreedores.
Aquí, la idea es que se han pagado los créditos vencidos, incluidas las costas
y los intereses, y se garantizan los créditos no vencidos.
128
El fallido puede valerse de fondos que se encuentran en poder del síndico, por
efectos del desasimiento.
Ahora bien, sólo los acreedores con créditos no vencidos podrán impugnar la
suficiencia de las cauciones ofrecidas, porque son los únicos afectados.
Comentarios de esta causal.- La idea en este caso, del sobreseimiento es medir
en términos reales el objetivo del proceso de quiebra.
El efecto es “ponerse al día” y, además, mejorar la situación de los
acreedores porque garantiza las obligaciones que no estaban vencidas.
La ley exige al deudor dar más de lo que estaba obligado antes de la
declaración de quiebra, porque ahora va a tener que garantizar obligaciones no
garantizadas, y esta garantía debe satisfacer a los acreedores.
N° 3, del Art. 164°.- Cuando todos los créditos hayan sido cubiertos en capital e
intereses con el producto de los bienes realizados en la quiebra.
Esta es la única causal que da cuenta de que los acreedores fueron pagados
con el producto de la realización de los bienes. Esta disposición es restrictiva
porque habla que el pago debe hacerse con la realización.
Por lo tanto, si el deudor paga con el excedente generado en la continuidad
del giro en que no hay realización de bienes, no se estaría configurando la causal de
sobreseimiento definitivo, pero en razón de del objetivo del procedimiento de
quiebra que no es otro que el superar el estado de insolvencia del deudor,
perfectamente podremos entender interpretando extensivamente la norma legal
que el caso se encuentra cubierto por la causal.

B.- Sobreseimiento Definitivo Extraordinario.- A diferencia del anterior, el


sobreseimiento definitivo extraordinario procede aun cuando no se han pagado a
los acreedores íntegramente.
En efecto, el presupuesto es que se realizan todos los bienes de la quiebra sin
que se hubieren pagado íntegramente todos los créditos. Pero a pesar de que no se
pagan todas las deudas, procederá el sobreseimiento definitivo extraordinario, pero
no basta constatar ese hecho sino que además deben concurrir otros requisitos,
para que en su conjunto se configure esta causal.
Procede el sobreseimiento definitivo extraordinario, conforme a lo dispuesto
por el artículo 165°, siempre que concurran los siguientes requisitos:
1.- Que, hayan transcurrido 2 años contados desde que hubiere sido
aprobada la cuenta definitiva del síndico. Se trata de un requisito temporal, que
ordena esperar dos años desde la cuenta del síndico puesto que existe una deuda
pendiente, no pagada.
Sobre el particular, el Art. 30° de la ley ordena al síndico rendir cuenta
definitiva de su gestión, dentro de los plazos establecidos, después de haber
realizado todos los bienes de la masa.
Cuenta que deberá rendir ante el tribunal de la quiebra, teniendo los
acreedores el derecho a objetar esa cuenta, al igual que el fallido y la
Superintendencia.
Dicho artículo regula el procedimiento para el caso de que se objetare la
cuenta, otorgándole al síndico un plazo para responder a la objeción, debiendo
resolver sobre ello el tribunal.
129
En cuanto a este requisito, surge la siguiente interrogante: Si no hay
aprobación de la cuenta, por haber sido ella objetada y en definitiva el tribunal
resolvió acogiendo la objeción ¿Se entiende aprobada la cuenta?
Si no hay aprobación de cuenta, entonces, no se podrá pedir el
sobreseimiento definitivo del fallido, aún cuando él no tenga ninguna
responsabilidad en la mala gestión del síndico que motivó el rechazo de su cuenta.
Lo que resulta absurdo, responsabilizar al fallido de la acción del síndico.
Con todo, alguno autores y profesores entienden que aún en tal caso,
debemos entender que la rendición de cuenta queda definitivamente presentada e
inamovible con la resolución del tribunal, sea rechazando la objeción o acogiéndola.
Por lo que es permitido al fallido el sobreseimiento definitivo extraordinario.
2.-Que, habiendo terminado el procedimiento de calificación de la quiebra,
por sentencia ejecutoriada, haya sido calificada de fortuita.
3.- Que, el deudor no haya sido condenado por alguno de los delitos
contemplados en el artículo 466° del Código Penal.
Este sobreseimiento, en virtud de lo previsto por el inciso final del artículo
165°, extingue las obligaciones del fallido por los saldos insolutos de sus deudas
anteriores a la declaración de quiebra, sin perjuicio de distribuirse entre los
acreedores el producto de los bienes adquiridos con posterioridad y ya ingresados a
la quiebra.

Tramitación del sobreseimiento definitivo.-El Art. 166° ordena notificar la


solicitud de sobreseimiento definitivo por aviso. Dentro del plazo de 15 días,
contados desde la notificación por aviso, pueden deducirse oposición, las que se
tramitan como incidente.
Son parte del incidente, el deudor y el opositor. (166°)
La resolución del Tribunal que resuelve la solicitud de sobreseimiento
definitivo es apelable en ambos efectos, conforme el Art. 166°.

Efectos del sobreseimiento definitivo.- En primer lugar pone término a la


quiebra (167°) desde que la resolución judicial queda ejecutoriada.
En segundo lugar conforme al Art. 168° una vez ejecutoriada la sentencia que
lo declara, cesa el estado de quiebra y se cancelarán las inscripciones que se
hubieren practicado en el Conservador de Bienes Raíces de la resolución que la
declaró.
En tercer lugar, siempre y cuando hubiere terminado por sentencia
ejecutoriada el proceso de calificación de la quiebra, como fortuita y no dolosa, se
hará entrega al deudor de los bienes sobrantes, de sus libros y papeles, y del
remanente, si lo hubiere.En caso contrario, se deberán entregar a la
Superintendencia de Quiebras.
Debe advertirse, en todo caso, que si bien con el sobreseimiento definitivo
cesa el estado de quiebra, eso no significa que se han extinguido todas las
obligaciones en contra del deudor, con la excepción del caso regulado por el
artículo 165°, como el caso de los acreedores omitidos o que no hayan remitido su
acreencia, los que no sólo pueden ejecutar individualmente al fallido sino que
podrán incluso pedir su quiebra.
130
Asimismo, el sobreseimiento definitivo sólo tiene los efectos antes señalados
y por lo tanto no pode término a las inhabilidades que el fallido sufre como
consecuencia de la declaración de quiebra.
Para que ello ocurra, es necesario iniciar un procedimiento de rehabilitación
del deudor.

VIII.- ESTUDIO PARTICULAR DE LAS ACCIONES REVOCATORIAS


CONCÚRSALES.-

I.- Acciones revocatorias concúrsales aplicables a actos celebrados por


todo deudor.- Es necesario distinguir entre actos gratuitos y actos onerosos.-
En el caso de los actos gratuitos.- Conforme lo previsto por el artículo 74°
de la Ley de Quiebras, “Son inoponibles a la masa los actos o contratos a título
gratuito que hubiere ejecutado o celebrado el deudor desde los 10 días anteriores a
la fecha de la cesación de pagos hasta el día de la declaración de quiebra”.
Si el acto o contrato fuere a favor de un descendiente, ascendiente o colateral
dentro del cuarto grado, aunque se proceda por interposición de un tercero, los 10
días señalados se extenderán hasta los 120 días anteriores a la fecha de la
cesación de pagos.
El único requisito establecido por la ley para revocar estos actos es la
existencia de un acto o contrato gratuito celebrado por el deudor en el período
sospechoso antes señalado.
Por lo tanto, probado que el deudor realizó un acto o contrato en estos
períodos, según el caso, el juez sólo debe decretar sin más su revocación, sin
importan la buena o mala fe de las partes.

Características de la acción: Se trata de una inoponibilidad de derecho. Esto es


acreditado los requisitos de procedencia, el juez está obligado a declarar la
revocación del acto realizado en dicho período sospechoso. No se exige la
concurrencia del requisito subjetivo de la buena o mala fe.
A diferencia de la acción pauliana, para cuya procedencia requiere que el
tercero conozca el mal estado de los negocios del deudor, en esta acción
revocatoria por actos a título gratuito no requiere de la concurrencia de fraude
alguno. Basta que él se haya realizado dentro del período sospechoso.
No requiere perjuicio de los acreedores, simplemente se presume que un acto
de tal naturaleza les causa perjuicios.
Abarca todos los actos gratuitos celebrados en le período sospechoso. No
sólo los actos traslaticios de dominio. Incluye también, prendas, hipotecas, etc.
En el caso de los demás actos o contratos, que incluye a los actos onerosos
y los demás actos gratuitos celebrados fuera del período sospechoso, el Art. 75°
señala que “con respecto a los demás actos o contratos ejecutados o celebrados
por el deudor en cualquier tiempo, con anterioridad a la fecha de la declaración de
quiebra, se observará lo prevenido en el artículos 2.468° del Código Civil”.
Agrega la norma legal que “Se presume que el deudor conocía el mal estado
de sus negocios desde los 10 días anteriores a la fecha de cesación de pagos”.
131
Esto es, procede la acción pauliana regulada por la norma señalada que tiene
por objeto la revocación de actos celebrados por el deudor en fraude de sus
acreedores y la restitución a la masa de los bienes que salieron del patrimonio del
deudor, causando con ello perjuicio a los acreedores.

Características de la acción: a.- La acción se puede ejercer para anular los actos
o contratos onerosos celebrados en todo tiempo, aún antes del período sospechoso
y los actos a título gratuito celebrados antes de los 10 días o 120 días de la
cesación de pago. Se trata de una inoponibilidad de derecho y no hay innovación a
las reglas generales de que el juez debe fallar conforme al mérito del proceso. Exige
el cumplimiento de los siguientes requisitos de la acción pauliana:
Requisitos: Hay que distinguir según se trae de actos a título oneroso o a
título gratuito.
a.- Actos a título oneroso.- En ambos casos si el acto se realizó durante
el período sospechoso, para lograr la declaración de inoponibilidad se invocará la
acción revocatoria del artículo 74° de la Ley.
Si el acto se realizó antes del período sospechoso, el acto se deberá impugnar
por medio de la acción pauliana común del art. 2.468°.
1.- Que estén de mala fe ambos contratantes. Esto es que ambos
contratantes conozcan el mal estado de los negocios del deudor. Se presume que,
presunción simplemente legal, que el deudor está en conocimiento del mal estado
de sus negocios desde los 10 días anteriores a la cesación de pago.
2.- Que se acredite perjuicio a los acreedores. Los acreedores deberán
acreditar ante el Tribunal el perjuicio que el acto o contrato les causa, para lograr
que se declare la revocación.
b.- Actos a título gratuito.- Para poder declararse su inoponibilidad,
deben cumplirse los siguientes requisitos: i.- Que se pruebe la mala fe del deudor.
Esto es que el deudor conocía el mal estado de sus negocios, presumiéndose que
aquél conocía el mal estado de sus negocios desde los 10 días anteriores a la
cesación de pago.ii.- Que se pruebe el perjuicio de los acreedores. Los acreedores
deberán acreditar al Tribunal el perjuicio que el acto o contrato les causa, para
lograr que se declare la revocación.

II.- Acciones revocatorias concúrsales aplicables a actos celebrados por el


deudor que ejerce una actividad comercial, industrial, minera o agrícola.-
La Ley ha establecido un sistema revocatorio especial aplicable a este tipo de
deudores, distinguiendo diversos tipos de acciones, a saber:
A.- Actos realizados dentro del período sospechoso (desde 10 días antes de la
cesación de pagos a la declaración), que por el solo hecho de ser realizados en
dicho tiempo son inoponibles a la quiebra. El artículo 76° enumera taxativamente
estos actos inoponibles a la masa.
B.- Demás pagos y actos a título oneroso realizados dentro del período
sospechoso (desde la cesación de pagos a la declaración de quiebra). En cuyo casos
se trata de acciones de nulidades facultativas y exigen la concurrencia del fraude
pauliano, a que se refieren los artículos 77° y 78° de la Ley.
C.- Inscripciones hipotecarias reguladas por el artículo 79°, que da normas
especiales para revocar ciertas inscripciones hipotecarias.
132

Desde otro punto de vista, se clasifican en: 1.- Inoponibilidad de derecho que
debe declararse (Art. 76°) 2.- Inoponibilidad facultativas que pueden declararse
(Art. 77° y 78°) 3.-Inoponibilidad especiales respecto de ciertas inscripciones
hipotecarias (Art. 79°)

A.- Actos realizados dentro del período sospechoso que por el solo hecho de
ser realizados en dicho tiempo deben ser revocados.
Tratadas por el artículo 76° de la Ley, que para su procedencia sólo exige la
concurrencia de dos requisitos, a saber: a.- Que el acto de que se trate se haya
realizado dentro del período sospechoso, que para los efectos de estas acciones
corre desde los 10 días anteriores a la fecha de la cesación de pagos y hasta la
declaración de quiebra, y b.- Que se trate de alguno de los actos que enumera el
artículo 76° de la ley, en forma taxativas, que son los siguientes:
1.- Todo pago anticipado, sea de deuda
civil o comercial, y sea cual fuere la manera en que se verifique. Se entiende que el
fallido anticipa también el pago cuando descuenta efectos de comercio o facturas a
su cargo, y cuando lo verifica renunciando al plazo estipulado a su favor.
El contrato de descuento, es un contrato oneroso, que beneficia a ambas
partes y el es simplemente la compra de un instrumento negociable a plazo.
2.- Todo pago de deuda vencida que no
sea ejecutado en la forma estipulada en la convención. La dación en pago de
efectos de comercio equivale al pago en dinero.
Este caso pretende evitar que se burle a los demás acreedores, dando en
pago por el deudor a su acreedor otra cosa distinta que la debida. Puesto que por
esa vía, podría encubrirse una liberalidad o sustraer a un acreedor de los efectos y
resultados de la quiebra del deudor.
En este caso, como los efectos de comercio, tales como letras, cheques o
pagarés, se utilizan a veces en reemplazo del dinero, se dispone que la dación en
pago de estos efectos equivale al pago en dinero. Entiéndase efectos de comercio
que contienen obligaciones de terceros para con el deudor fallido.
Por tanto, si se debe dinero y se paga con un efecto de comercio, ese pago
no es revocable por esta causal.
3.- Toda hipoteca, prenda o anticresis
constituidas sobre bienes del fallido para asegurar obligaciones anteriormente
contraídas.
La justificación de este caso, está en la circunstancia de que se trata de una
obligación que nació en su momento sin garantía, pero posteriormente,
encontrándose el deudor al borde de la quiebra, constituye hipoteca, prenda o
anticresis a favor de un acreedor, al que automáticamente está colocando en una
situación privilegiada para el pago de su crédito.
Error de incluir la anticresis, que no otorga derechos reales de nuestra
legislación.
Nótese que la inoponibilidad afecta a la hipoteca o prenda constituida sobre
bienes del fallido, no de terceros para caucionar obligaciones del deudor, en cuyo
caso ellas son perfectamente válidas puesto que no afectan a la masa de
acreedores, sino que todo lo contrario.
133
Todos estos actos, dada su propia naturaleza, la ley los considera en perjuicio
de la masa sino fraudulentos, por lo que probada su realización en el período
sospechoso el Juez está obligado a declarar la inoponibilidad a la masa.
El examen de todos estos actos, revela la infracción al principio de la igualdad
entre los acreedores, puesto que en una época en la cual el fallido sabe del mal
estado de sus negocios y que por lo tanto no podrá satisfacer a todos sus
acreedores, privilegia a algunos.
Además, de esta sanción de la inoponibilidad la ley sanciona penalmente
ciertas de estas conductas del fallido.

B.- Demás pagos y actos a título oneroso realizados dentro del período
sospechoso.- Se trata de acciones de nulidades facultativas y exigen la
concurrencia del fraude pauliano, a que se refieren los artículos 77° y 78° de la
Ley.
En este caso la ley crea la facultad de revocar los actos o contratos a título
oneroso, ejecutados o celebrados por el deudor a contar de la fecha de la cesación
de pagos y hasta el día de la declaración de la quiebra del deudor.
Ella abarca todos los pagos, actos y contratos a título oneroso, (no siendo
aplicable a los actos a título gratuito, que quedan comprendidos en el Art. 74°) y los
pagos de deudas vencidas no comprendidos en el caso del número 2 del Art. 76°,
(pago de deudas vencidas ejecutado en la forma estipulada en la convención)
En este caso se trata de nulidades facultativas, es decir el Juez de la causa
puede o no declararla aunque se cumplan todos los requisitos legales de
procedencia.

Requisitos de procedencia: a).- Que se trate de un pago no comprendido en el


número 2 del artículo 76° de la Ley y de un acto o contrato a título oneroso. No
deben ser actos a título gratuito, ni pagos normales ejecutados antes de la cesación
de pagos, ni contemplado en la norma legal precitada; b).- Que este acto o
contrato se haya celebrado por el deudor dentro del período sospechoso, que para
los efectos de esta revocatoria corre desde el día de la cesación de pagos. No existe
el plazo adicional de 10 días que se establece en las revocatorias de los artículos
74° y 76°; c).- Que los acreedores pagados o los que hubieren contratado con el
fallido, hubieren tenido conocimiento de la cesación de pagos. Esto es, que el
acreedor o tercero contratante esté de buena fe, pero como esta se presume, el
interesado estará obligado a probar la mala fe del tercero. No se necesita que se
cauce perjuicio al acreedor; d).- Que el Juez la declare.

Reglas especiales sobre revocación de compensaciones: El Art. 69° de la ley


prohíbe toda compensación que no hubiere operado antes de la declaratoria de
quiebra, entre las obligaciones recíprocas del fallido y acreedores, salvo que se
trate de obligaciones conexas derivadas de un mismo contrato o de una misma
negociación y aunque ellas sean exigibles en diferentes plazos.
Consecuente con lo anterior, el inciso segundo del Art. 77° dispone que las
compensaciones que hubieren operado desde la fecha de la cesación de pagos
hasta el día de la declaración de quiebra, podrán ser anuladas si se hubieren
efectuado con créditos adquiridos contra el fallido por cesión o endoso, con tal que
134
el cesionario haya tenido conocimiento de la cesación de pagos al tiempo de la
cesión o endoso.

Requisitos de procedencia de esta acción: i.- La calidad de deudor del fallido;


ii.- Que se adquiera un crédito en contra del fallido en el período sospechoso.
(cesación de pago a fecha de la declaración de quiebra); iii.- Que el crédito se
adquiera por cesión o endoso; iv.- Que el cesionario tenga conocimiento de la
cesación de pagos al tiempo de la cesión o endoso; v.- En este caso la
compensación puede ser revocada, si así lo dispone el Juez que conozca de la
petición.

Reglas especiales sobre la revocación de los pagos de letras de cambio,


pagarés a la orden y cheques.- El inciso 1° del Art. 78° de la Ley dispone que si
el fallido hubiere pagado letras de cambio o pagarés después de la fecha asignada
a la cesación de pagos y antes de la declaración de quiebra, no podrá exigirse la
devolución de la cantidad pagada sino de la persona por cuya cuenta se hubiere
verificado el pago.
En concreto, el caso es que si el fallido paga una letra o pagaré durante el
período sospechoso (cesación-quiebra), deberá restituir lo pagado la persona por
cuya cuenta se hubiere verificado el pago.
En la letra de cambio que paga el fallido, la persona por cuya cuenta se
realiza el pago es el librador y en el pagaré es el beneficiario. Por lo tanto, no puede
intentarse la acción en contra de endosatarios o dueños por endoso del documento.
Para que el librador quede obligado a restituir debe estar de mala fe, esto es
tener conocimiento del mal estado de los negocios del deudor fallido.
Si esta norma no existiere podría ser revocado todo pago de estos
instrumentos que realice el fallido, afectándose por tanto la circulación de ellos.

C.- Inscripciones hipotecarias reguladas por el artículo 79°.- La norma legal


consagra un principio básico elemental: Las hipotecas válidamente constituidas
sobre bienes del fallido con anterioridad a la quiebra, pueden inscribirse hasta el
mismo día en que se declara la quiebra.
Con todo, las inscripciones hechas después de los diez días anteriores a la
cesación de pagos podrán ser anuladas si hubieren transcurrido más de quince días
entre la fecha del instrumento constitutivo de la hipoteca y la fecha de la
inscripción.
La Ley ordena que este plazo se aumente a razón de un día por cada
kilómetro de distancia entre el lugar en que se hubiere constituido la hipoteca y el
lugar donde deba hacerse la inscripción.
La ley, entonces, permite la revocación de ciertas hipotecas, cumpliéndose los
siguientes requisitos: a.- La inscripción debe haberse realizado en el período
sospechoso, que para estos efectos corre desde los diez días anteriores a la
cesación de pagos a la quiebra. b.- Se requiere que desde la fecha de la escritura
de la hipoteca y la fecha de su inscripción hayan transcurrido más de quince días,
más el aumento señalado. Este requisito reemplaza a la existencia del fraude
pauliano, por lo que no se requiere conocimiento del más estado de los negocios.
135
c.- Que el Juez tenga a bien decretar la revocación. Se trata de una inoponibilidad
facultativa.

El ejercicio de las acciones revocatorias concúrsales.-

Disposiciones comunes a todas las acciones.- El objetivo de las acciones


revocatorias concúrsales es restablecer el patrimonio del deudor al estado anterior
a la celebración del acto o contrato fraudulento, perteneciendo su ejercicio a los
acreedores en conjunto, a través del síndico.
Las acciones revocatorias corresponden a la masa, por estar establecidas en
interés de todos los acreedores, por lo que si la ejerce un acreedor individual el
resultado siempre ira en beneficio de la masa, pero el que ejerce la acción tiene
derecho a ser resarcido de los cados y a cobrar por sus servicios.

Tribunal competente para ejercer las acciones revocatorias concúrsales.-


No existe en la Ley ni el Código Orgánico de Tribunales disposición especial
respecto del Juez competente para conocer de las acciones revocatorias
concúrsales.
Pero lo tanto, por aplicación del Art. 154° del Código Orgánico de Tribunales
que señala que el juez competente en materia de quiebras es del lugar en que el
fallido o deudor tenga su domicilio, como por aplicación de las reglas generales de
competencia del mismo Código, la conclusión general aceptada en que el Tribunal
competente es el mismo que conoce de la quiebra.

Sujetos activos de las acciones revocatorias concúrsales.- El artículo 81°,


inciso primero, de la ley dispone que estas acciones sólo pueden ser entabladas por
el síndico de la quiebra, previo acuerdo de la junta de acreedores, o
individualmente por cualquiera de los acreedores. En ambos casos en interés de
la masa.
Respecto del ejercicio de la acción por el síndico, es claro que éste actúa en
nombre y en beneficio de la masa, porque esa es esa su función.
En el caso de la acción ejercida por algún acreedor tiene lugar una situación
distinta a la general del efecto relativo de las sentencias, en cuanto que todo fallo
judicial sólo beneficia o perjudica a las partes litigantes. En cambio en este caso la
revocación que un acreedor logre no le favorece a él exclusivamente sino también a
toda la masa de la quiebra.
La masa, en todo caso, debe indemnizar con los ingresos de la quiebra, de
todo gasto incurrido por el acreedor que ha ejercido la acción, el que, a demás,
tiene derecho a los honorarios correspondientes a sus servicios, que gozan de la
preferencia de primer grado, del artículo 2.471, número 1, del Código Civil.

Sujeto pasivo de la acción revocatoria concursal.- A diferencia de lo que


ocurre con la acción pauliana común en que el sujeto demandado pasivo es el
deudor y la persona que contrató con él, en el caso de las acciones revocatorias el
sujeto pasivo de la acción es sólo el tercero contratante con el deudor y no el
fallido, habida cuenta que el fallo favorable sólo produce la inoponibilidad del acto
136
incriminado frente a la masa, pero deja subsistente el mismo entre los otorgantes,
con las responsabilidades del caso.

Procedimiento aplicable en el caso de las acciones revocatorias


concúrsales.- El Art. 81, inciso 1° de la Ley dispone que estas acciones se
tramitarán con arreglo al juicio sumario reglamentado en el Código de
Procedimiento Civil.

Prescripción de las acciones revocatorias concúrsales.- De acuerdo con lo


dispuesto por el Art. 80° de la ley las acciones revocatorias concúrsales prescriben
en el plazo de dos años contado desde la fecha del acto o contrato que se impugna.
Por su parte, la acción pauliana común, conforme al Art. 2.468 N° 3 del
Código Civil, prescribe en un año a contar desde la celebración del acto o contrato
impugnado.

Efectos de las acciones revocatorias concúrsales.- El objeto del ejercicio de


estas acciones es declarar la inoponibilidad del acto o contrato impugnado respecto
de la masa, por lo que deberán reintegrarse al activo del fallido los bienes objeto
del acto o contrato respectivo declarado inoponible.
El tema que queda pendiente, es si la masa debe devolver al demandado lo
que éste haya dado o pagado en razón del acto revocado o si afecta a los
subadquirentes la revocación y en que forma y condiciones.
No hay acuerdo en estos puntos, en la doctrina. Nosotros personalmente
seguimos a don Luis Claro Solar, que distingue si el tercero está de buena o mala
fe.
Respecto de la primera pregunta. Si está de buena fe debe restituir hasta el
monto del enriquecimiento injusto, y si se encuentra de mala fe debe restituir hasta
la concurrencia del daño causado.
En relación con la segunda pregunta. Hay que distinguir si procedía o no la
revocación con el primer adquirente y si éste actuó de buena fe.
En caso de proceder la revocación y estar el primer adquirente de mala fe,
vuelve a distinguirse si el subadquirente se encuentra en buena o mala de y aplica
los mismos principios anteriores.

D.- Otras acciones que pueden intentarse contra el fallido.- Los artículos 82°
y siguientes de la Ley regula el ejercicio de las acciones reivindicatorias y
resolutorias y el derecho legal de retención en caso de quiebra.

La reivindicación.- Esta acción se puede intentar contra el fallido, conforme a las


reglas generales, según lo previsto por el Art. 85° de la Ley.
En el caso de las tercerías iniciadas al tiempo de la declaratoria de quiebra,
continúan tramitándose en conformidad con el procedimiento que corresponda.
Existen normas especiales aplicables en el caso de la reivindicación de
efectos de comercio y mercadería consignada al fallido.
a.- La reivindicación de los efectos de comercio.- El Art. 82° prevé que podrán
ser reivindicados los efectos de comercio y cualquier otro documento de crédito no
pagado y existente al tiempo de la declaración de quiebra en poder del fallido o de
137
un tercero que los conserve a nombre del fallido, siempre que el propietario los
haya entregado o remitido al fallido por un título no traslaticio de dominio.
b.- La reivindicación de mercadería consignada al fallido.- El Art. 83° dispone
que todas las especies que el fallido tenga en su poder y de las cuales no es dueño
pueden reivindicarse, siempre que concurran los siguientes requisitos:1.- Que se
trate de mercaderías consignadas al fallido a título de depósito, comisión de venta o
a cualquier otro título no traslaticio de dominio. 2.-Que se trate de mercaderías
identificables. 3.-Que no hayan sido vendidas esas mercaderías por el fallido. En
este último caso, el propietario podrá reivindicar el precio o la parte del precio que
al tiempo de la declaración de quiebra no hubiere sido pagado o compensado entre
el fallido y el comprador.

La acción resolutoria.- Esto es la acción que emana de la condición resolutoria


tácita o del pacto comisorio y en virtud de la cual el contratante cumplidor o
diligente puede solicitar que se deje sin efecto el contrato por incumplimiento de su
contraparte.
El Art. 86° dispone que el contrato de compraventa podrá resolverse por falta
de cumplimiento de las obligaciones del comprador fallido, salvo cuando se trate de
cosas muebles que hayan llegado a poder de éste.
Mientras esas cosas muebles vendidas y remitidas al fallido estén en camino,
el vendedor no pagado podrá dejar sin efecto la tradición, recuperar la posesión y
pedir la resolución de la compraventa, conforme lo establecido por el Art.
87°.Asimismo, el vendedor podrá retener las cosas vendidas hasta el entero pago
de su crédito.
El Art. 88°, por su parte, dispone que si las cosas muebles han sido vendidas
durante su tránsito a un tercero de buena fe, a quien se hubiere transferido la
factura, conocimiento o carta de porte, el vendedor no podrá usar las acciones de
resolución del contrato no cumplido. Ello porque es este caso, también se produjo la
entrega de la cosa que impide su ejercicio, conforme lo previsto por el Art. 86°.
Pero si en esta última situación el nuevo comprador no hubiere pagado el
precio antes de la declaración de quiebra, en vendedor primitivo podrá demandar
su entrega hasta la concurrencia de la cantidad que se le deba.

El derecho legal de retención.- De conformidad con lo dispuesto por el Art. 71°


inciso 4, cuando a algún acreedor corresponda el derecho de retención en los
casos señalados por la ley, no podrá privársele de la cosa retenida sin que
previamente se le pague o se le asegure el pago de su crédito.
La procedencia del derecho legal de retención podrá ser declarada aun
después de la sentencia de quiebra.
Además de los casos en que legalmente procede este derecho legal de
retención, según el artículo 92 siempre que la persona que ha pagado o se ha
obligado a pagar por el fallido, tenga en su poder mercaderías o valores de crédito
que pertenezcan al fallido, con tal que la tenencia no nazca de un hecho voluntario
del fallido, anterior al pago o a la obligación, y que esos objetos no hayan sido
remitidos con un destino determinado.

IX.-LA INEXISTENCIA DE BIENES.-


138
El Art. 97° de la ley, dispone que si no apareciere ningún bien perteneciente
al fallido, se dejará constancia de ello en un acta y el Tribunal, expirado el plazo de
quince días hábiles dado por el art. 98° para objetar el inventario o desechadas las
objeciones formuladas, sobreseerá temporalmente la quiebra, el cual se
comunicará por el Tribunal mediante correo ordinario certificado, al fallido, a los
acreedores y al síndico.
El síndico dispondrá de un plazo de 30 días corridos para presentar la cuenta
con todos los antecedentes, para que se pronuncie la Junta de acreedores sobre su
aprobación o rechazo.

X.-DETERMINACIÓN DEL PASIVO DE LA QUIEBRA.-


Además de los activos de la quiebra será necesario para cumplir con el
objetivo final de la quiebra, el determinar los pasivos del deudor fallido.
En general, la doctrina divide a los acreedores en dos clases: Acreedores
concúrsales y Acreedores concurrentes.
a.- Los acreedores concúrsales son todos aquellos acreedores con derecho a
participar en el concurso.
b.- Los acreedores concurrentes son aquellos que efectivamente hacen valer sus
derechos para ser pagados en el procedimiento de quiebra.
En la quiebra sólo se pagan a los acreedores concurrentes, para lo cual existe
la verificación de créditos y preferencias del caso. Una vez verificados los créditos y
alegadas las preferencias que cada acreedor reclame, surge otra institución, la de
la impugnación de créditos y preferencias.
De la interrelación entre ellas y de la decisión del Tribunal, en su oportunidad,
surge la lista definitiva de acreedores del fallido. Esto es, los créditos en su contra
reconocidos en el juicio de quiebra y susceptibles de pagarse con la realización de
sus bienes.

A.-VERIFICACIÓN DE CRÉDITOS Y ALEGACIÓN DE PREFERENCIAS.- Verificar


créditos y alegar preferencias es simplemente concurrir ante el Juez de la quiebra
haciendo valer el crédito y las preferencias que se crean tener en contra del fallido,
con el fin de ser pagado en el procedimiento concursal.
El tribunal debe poner en conocimiento de los demás acreedores, del síndico
y del fallido toda verificación, para que hagan valer los derechos que les
corresponden, mediante la impugnación.
Si la verificación se realiza dentro de los plazos legales, se le denomina
verificación ordinaria, y si se realiza después de transcurrido el plazo legal, se llama
verificación extraordinaria, y en cada caso sus efectos y tramitación son diversos.

Obligados a verificar: Están obligados a verificar y a alegar sus preferencias, si


desean ser pagados en sus créditos, todos los acreedores del fallido al momento
de la declaratoria, sin excepción alguna, conforme al Art. 52° número 6°, 131° y
132°.

Plazo para verificar: El plazo para que los acreedores verifiquen sus crédito en la
quiebre, es de 30 días contados desde la fecha de notificación de la sentencia que
139
declara la quiebra, mediante su publicación en el Diario Oficial de la República, para
todos los acreedores que residan en el territorio nacional. (de la
República)conforme lo establecido por el Art. 131°.
Los acreedores que se hallen fuera del país, tienen el plazo de 30 días, más
el aumento del emplazamiento que corresponda.
Plazo aplicable al acreedor que se encuentre fuera del país al momento de la
quiebra, no que resida fuera del país, puesto que puede ser posible que el domicilio
de ese acreedor se encuentre en Chile, pero la circunstancia de encontrarse en el
exterior le habilita para ser notificado en la forma antes señalada (por carta
certificada) y gozar del plazo previsto para el caso.
El plazo para verificar los créditos no es fatal, pues el Art. 136° de la Ley de
quiebras exige que el tribunal lo declare cerrado y dicha resolución se notifique por
aviso. A partir de la cual, se cierra el período ordinario de verificación de crédito.
Asimismo, si no se verifica oportunamente un crédito la sanción legal consiste
en que el acreedor sólo podrá verificar extraordinariamente, mientras existan
fondos por repartir, conforme al Art. 140° de la Ley.
Además, la notificación por aviso y por cédula de la verificación será a costa
del acreedor verificante tardío.

Formalidades de la verificación.- Conforme lo previsto por el artículo 133°,


tanto la verificación ordinaria como extraordinaria, deben cumplir con las siguientes
formalidades procésales:
1.- Presentación de un escrito dirigido al Juez de la Quiera, en el que se indique el
crédito en capital e intereses y la preferencia que se pretende hacer valer.
Siendo una presentación judicial, esta debe cumplir con todos los requisitos
generales para actuar en un proceso (abogado, patrocinio, mandatario)
2.- Acompañar los títulos justificativos de sus créditos y de las preferencias
alegadas.
No se requiere que los títulos sean ejecutivos, basta que consten
fehacientemente y se justifique su legitimidad. En definitiva, para que ellos no
sean impugnados por el deudor o los demás acreedores.
3.- Una minuta explicativa de su crédito e intereses. Se verifica el monto del crédito
a su valor actual, no al momento de contraerse la obligación.
La minuta explicativa contiene el desglose numérico del crédito e intereses.
4.- Acompañar dos copias simples de la solicitud de verificación y de la minuta, y
sus anexos.
Estas serán cotejadas por el Secretario del Tribunal, para su remisión al
síndico de la quiebra.

1.- La verificación ordinaria.-La concurrencia del acreedor a la quiebra,


notificando sus créditos y aportando los antecedentes en que el mismo se
fundamenta, dentro del plazo de treinta días fijado por la ley o su aumento, se
denomina verificación ordinaria.
Debe tenerse en cuenta que en una quiebra existen dos grandes grupos de
acreedores:
Aquellos que existen al tiempo de la declaratoria de quiebra, es decir, cuyos
títulos nacen antes de esa declaración de quiebra. Cuyos créditos los contrajo el
140
deudor fallido, y los acreedores cuyos títulos son posteriores a la declaración de la
Quiebra. Se trata de créditos contraídos por el Síndico, inclusive el derecho de
alimentos a favor del fallido, que son los que permiten el actuar el Síndico o la
continuidad del giro, en su caso.
El artículo 131° de la Ley, dispone que todos los acreedores que tenían el
carácter de tales a la fecha de la declaratoria deben hacer valer sus derechos
mediante la verificación de sus créditos, incluyendo los acreedores hipotecarios,
prendarios y privilegiados. No existen acreedores liberados de verificar, en este
caso.
Si un acreedor decide no verificar su crédito, la única sanción que ello le
acarrea es la imposibilidad de pagarse con cargo a los bienes de la quiebra, pero
nada le impedirá ejercer acciones en contra de fiadores, codeudores solidarios y
otros garantes.
Como se expresó anteriormente, el plazo ordinario de verificación es de 30
días contados desde la fecha de la notificación de la resolución de quiebra, o los 30
días más el aumente si se trata de acreedores que se encuentren fuera del país.
Este no es un plazo fatal, puesto que el Art. 136 de la ley preceptúa que una vez
vencido él mismo, el tribunal de oficio o a petición del síndico, el fallido o cualquier
acreedor, declarará cerrado el procedimiento de verificación para los acreedores
residentes en el país.
A falta de esa petición, la declarará el juez cerrado de oficio, dentro de los 15
días corridos siguientes a la expiración del plazo de 30 días.
En definitiva, el plazo de verificación ordinaria no es de 30 días, sino de tantos
días como días transcurran desde que se notifica por aviso, la sentencia que declara
la quiebra hasta que se notifica la resolución que declara cerrado el período de
verificación ordinario.

Notificación de la verificación ordinaria.- Una vez presentada la solicitud de


verificación ordinaria de crédito, el Tribunal debe ordenar su notificación mediante
aviso, a costa de la masa, de acuerdo con lo previsto por el Art. 134° de la Ley.
El aviso de notificación deberá contener el monto de los créditos que se
presentan a la verificación, incluyendo capital e intereses, su origen, la preferencia
alegada en cada caso y la individualización precisa del acreedor. Este aviso puede
ser individual o colectivo.

Cierre del proceso ordinario de verificación.- Conforme lo previsto por el


artículo 136° el procedimiento ordinario de verificación se cierra a solicitud del
síndico, de los acreedores, del propio fallido, o de oficio por el tribunal.
Esta solicitud sólo puede ser hecha una vez transcurrido el plazo legal de
verificación ordinaria, de 30 días, para los acreedores que se encuentran en el
territorio de la República.
Además, dentro de los quince días siguientes al plazo de expiración del
emplazamiento correspondiente a los acreedores que se encuentren fuera del país,
el Tribunal, de oficio o a petición de parte, debe declarar cerrado el período de
verificación ordinario respecto de aquellos.
141
Efectos de la verificación ordinaria: 1.- Los créditos que se hayan verificado
ordinariamente quedan aptos para figurar en la nómina de créditos reconocidos, si
no son impugnados legalmente o impugnados, tal impugnación en definitiva es
rechazada; 2.- La verificación, una vez reconocido el crédito, da derecho al
acreedor a participar en los repartos de la quiebra; 3.- Los gastos de la notificación
por aviso de la solicitud de verificación ordinaria son de cargo de la masa y no
gravan al acreedor verificante.
La resolución que declare cerrado el proceso ordinario de verificación debe
notificarse también por aviso dentro del quinto día.
A partir desde esa notificación ya no pueden hacerse verificaciones ordinarias
de créditos en contra del fallido y corre el plazo de 15 días para impugnar los
créditos y preferencias.
En este caso, debe tenerse presente que la ley autoriza en su Art. 137° al
síndico, a los acreedores y al fallido, para impugnar los créditos verificados, desde
el momento en que se hayan agregados a los autos la respectiva solicitud hasta el
cumplimiento del plazo anterior de 15 días.

Sanciones por la falta de cumplimiento de estas formalidades.- El o los


créditos podrán ser impugnados y por ende quedar sin derecho a participar en los
dividendos de la quiebra, si la impugnación es acogida.
Sin embargo, el acreedor puede rectificar su verificación y cumplir con todos
los requisitos del caso, a partir de lo cual podrá ser considerado como acreedor
reconocido, si ese es el caso, cumpliendo con los demás requisitos del caso.

2.- La verificación extraordinaria.- Si no se verifican créditos y se alegan


preferencias dentro de los plazos ordinarios antes señalados, no significa que el
acreedor queda excluido para siempre de la quiebra.
Aquél puede con posterioridad verificar su crédito en la quiebra, en lo que se
conoce como la verificación extraordinaria o verificación durante el período
extraordinario.
Así lo autoriza el Art. 140°, al permitir la verificación en cualquier tiempo
posterior mientras existan fondos por repartir, para ser considerado en los
dividendos futuros.
Como se ha dicho, esta solicitud de verificación debe cumplir con los mismos
requisitos de la verificación ordinaria, debiendo notificarse al fallido y acreedores
por aviso y al síndico por cédula, a costa del solicitante.

Efectos de la verificación extraordinaria.- Estos acreedores tardíos deben


atenerse a las siguientes reglas:
a.- Si durante la verificación extraordinaria estuviere en trámite un reparto a los
acreedores que han verificado ordinariamente, será necesario reservar una suma
para responder a la verificación extraordinaria, independientemente de si se
impugna el crédito.
b.- No tiene derecho a pedir reembolso de los dividendos ya repartidos, pero si un
pago preferente en futuros dividendos, respecto de lo que le correspondía en esos
dividendos anteriores.
142
En consecuencia, respecto de los repartos ya realizados, el acreedor tardío se
encuentra en dos situaciones distintas:
La primera es que no puede exigir a los acreedores pagados en anteriores
repartos devolución de lo recibido, aún cuando los bienes de la quiebra no alcancen
a cubrir íntegramente sus dividendos insolutos.
La segunda, es que estos acreedores morosos tienen derecho a exigir que los
dividendos que le hubieren correspondido en repartos anteriores sean cubiertos de
preferencia con los fondos no repartidos.

c.- Son de su cargo los costos de la notificación por aviso, a los acreedores y por
cédula al síndico.

B.- La impugnación de créditos y de preferencias.- La única forma de


mantener la universalidad del proceso de quiebra, incluyendo la justicia del proceso
de pago, es mediante un procedimiento que incluye: i.- Verificación, ii.- Alegación
de preferencia iii.-Impugnación.
No basta, con la mera verificación del crédito porque es posible que el crédito
verificado sea impugnado tanto como tal, como respecto de la preferencia alegada.
El legislador ha debido establecer un procedimiento para discutir la existencia
misma del crédito y su monto, como también la preferencia invocada en su
momento. Es la impugnación

Titulares de la acción de impugnación.- (Art. 137) Pueden impugnar un crédito


verificado: 1.- El fallido. 2.- Los demás acreedores 3.- El síndico
Pueden impugnar una preferencia: 1.- Los demás acreedores, 2.- El síndico.
Para los acreedores y el fallido el impugnar un crédito es un derecho,
mientras para el síndico es una obligación, si a su entender los créditos o las
preferencias no se encuentran debidamente justificadas, para cuyo efecto la ley le
ordena efectuar un prolijo examen de los créditos y las preferencias, investigando,
por todos los medios a su alcance, conforme lo ordena el Art. 135° Ley de Quiebras:
i.- Su origen, ii.- Su cuantía, iii.- Su legitimidad.
Para que un acreedor pueda ejercer la acción de impugnación es necesario
que sea parte en el juicio de quiebra, es decir que haya en su oportunidad
verificado un crédito. Un acreedor puede impugnar un crédito de otro acreedor, aun
cuando a su vez su crédito también hubiere sido impugnado.

Plazo para impugnar.- El plazo varía según se trate de un crédito verificado


durante la verificación ordinaria o extraordinaria.( Art. 137°)
a).- Verificación ordinaria.- El plazo comienza a correr desde que se haya
agregado a los autos la respectiva solicitud de verificación, hasta 15 días después
de notificada la resolución que da por cerrado el proceso de verificación.
Este plazo es ampliable, conforme lo previsto por el Art. 138°, inciso segundo,
por otros 10 días adicionales, si el síndico hace reserva respecto de algún crédito o
preferencia, y la ampliación favorece solamente al síndico.
b).- Verificación Extraordinaria.- Según lo previsto por el Art. 140, inciso segundo,
el plazo para impugnar créditos y preferencias hechos valer extraordinariamente es
de 15 días contados desde la notificación de la verificación.
143
Sea por cédula al síndico o por aviso a los demás acreedores.

Tribunal competente para conocer de la impugnación.- El que está


conociendo de la quiebra, y todas las impugnaciones que se deducen se tramitan
en cuadernos separados, sin perjuicio de la acumulación que proceda conforme a
las reglas generales, en virtud de lo previsto por el Art. 141° de la Ley de Quiebras.

Procedimiento de la impugnación.- Como se dijo cada impugnación de un


crédito o de una preferencia, se tramita en cuaderno separado y la demanda de
impugnación se notifica al demandado personalmente o en la forma previsto por el
Art. 44° del Código de Procedimiento Civil.
Mediante la impugnación el actor pretende enervar la existencia del crédito
verificado y/o las preferencias invocadas, sea porque no se justifican ellas al
verificarse el crédito, se encuentren prescritos los créditos, se trate de obligaciones
que adolecen de vicios en su nacimiento que les anulan, etc. Incluso acciones de
fondo, como la nulidad de la obligación o revocatorias concúrsales.
El titular del crédito impugnado tiene el plazo de 6 días fatales, contados
desde la notificación, para contestar la demanda de impugnación.
En lo demás, se aplica el procedimiento incidental, según lo señalado por el
Art. 141° de la Ley de Quiebra. Si el acreedor ha otorgado poder en el juicio, la
notificación se practicará a su apoderado en el expediente.
El síndico, por su parte, puede intervenir como parte coadyuvante en toda
impugnación, cuando no figure en ella como parte principal, y tiene la obligación de
velar porque el procedimiento siga su curso regular sin dilación, debiendo acusar
rebeldías y reclamar fallo oportuno.

C.-Resultado del proceso de verificación.- El resultado del procedimiento de


verificación y alegación de preferencias se denomina: Reconocimiento del crédito
en la quiebra.
Así, el Art. 138° dispone que los créditos que no hayan sido impugnados
dentro del plazo legal, se tengan por reconocidos.
Reconocimiento que opera por el sólo ministerio de la Ley, sin que sea
necesario resolución judicial alguna que así lo declare.
A su turno, constituyen créditos y preferencias reconocidas también aquellos
que habiendo sido impugnados en su oportunidad, la misma ha sido rechazada por
sentencia firme.

Nómina de los créditos reconocidos.- Una vez expirado el plazo de 15 días


subsiguientes al cierre del procedimiento de verificación para los acreedores
residentes en el país o el plazo adicional referido en el Art. 138°, el síndico debe
formar una nómina de los acreedores cuyos créditos no hubieren sido impugnados,
con anotación de las preferencias que les correspondan y de lo que se les deba por
capital e intereses.
No se deben incluir en la nómina los créditos impugnados. Tampoco los que
han verificado extraordinariamente. Y los acreedores residentes en el extranjero
que gozan de un período más prolongado para hacer valer sus derechos.
144
Esta nómina será completada con las mismas formalidades, con los créditos
que se reconozcan posteriormente y con los omitidos por error. (Art. 143°)

La importancia de esta nómina, es que conforme lo previsto por el artículo 143°


sólo los acreedores que figuren en ella pueden participar en las distribuciones que
haga el síndico, antes que la misma sea complementada en su oportunidad.
A su vez, sólo una vez aprobada esta nómina estableciendo los créditos
reconocidos y cumplido con las formalidades que la ley señala al respecto, se puede
comenzar a hacer repartos con los fondos que existan en la quiebra.
La nómina de los créditos reconocidos se agrega a los autos y se pone en
conocimiento de los acreedores por medio de aviso, que la contiene íntegramente,
conforme lo ordenado por el Art. 143°.

XI-LA REHABILITACIÓN DEL FALLIDO.-


Como la quiebra acarrea inhabilidades para ejercer ciertos cargos que no
cesan por el alzamiento de la quiebra, es necesario conforme lo dispuesto por el
Art. 235° la rehabilitación en forma legal.
Solo se puede poner término a las inhabilidades que acarrea la declaración de
quiebra con la rehabilitación.(235°) En efecto, la norma legal citada dispone que la
rehabilitación hace cesar todas las inhabilidades que las leyes imponen al fallido.
(235°)
Para la ley existen tres clases de rehabilitación: a.-La legal b.- La judicial
c.-La judicial especial del fallido no comprendido en el Art. 41°.
A.- La rehabilitación legal.- (236°) Es aquella que se produce por el solo
ministerio de la Ley, sin necesidad de declaración judicial, en todos aquellos casos
en que el procedimiento de calificación de la quiebra concluya sin sentencia
condenatoria por el delito de quiebra culpable o fraudulenta.
Sólo requiere sentencia firme o ejecutoriada que absuelve al fallido o que
sobresee definitivamente en el juicio de calificación.(236°)
B.-La rehabilitación judicial.- (238°) Se aplica respecto del fallido que ha sido
condenado por delito de quiebra ilícita, sea culpable o fraudulenta, y requiere
expresamente de un pronunciamiento del Tribunal.
Para que el fallido pueda solicitar judicialmente su rehabilitación, se requiere
que se reúnan las siguientes exigencias: a.- Que se trate de un fallido culpable o
fraudulento. b.- Debe justificar que ha cumplido las penas que se le han impuesto o
que se le ha indultado. c.- Debe acreditar que ha satisfecho íntegramente sus
deudas.
La demanda de rehabilitación del fallido culpable o fraudulento, se
interpondrá ante el tribunal que haya conocido de la quiebra y se sustanciará con el
Superintendente, conforme lo dispuesto por el Art. 239°.
La demanda de rehabilitación se notificará de la misma forma que la
declaratoria de quiebra (por aviso según el Art. 54° y se sustanciará con arreglo a
los trámites del juicio sumario. 239°.
Podrán también apersonarse en el juicio de rehabilitación los acreedores
cuyos créditos no hubieren sido enteramente pagados. Art. 239°.
C.- Rehabilitación judicial especial del fallido no comerciante, agricultor,
minero o industrial.- (240°) La rehabilitación del fallido no comprendido en el Art.
145
41° de la ley, conforme el Art. 240° de la ley, debe reunir los siguientes requisitos:
a).- Transcurso de un plazo de un año desde la declaratoria de quiebra. b).- Que
no se hayan deducido acciones criminales en su contra dentro de dicho plazo.
(Desde la declaratoria de quiebra), o c).- Que, habiendo sido condenado el fallido
en alguno de dichos juicios criminales, hubiere cumplido las penas y satisfecho
íntegramente las deudas.
La solicitud de rehabilitación del fallido se interpondrá ante el tribunal que
haya conocido de la quiebra, debiendo notificarse por aviso. Se sustanciará con el
Superintendente, conforme lo dispuesto por el Art. 239°.
La demanda de rehabilitación se notificará de la misma forma que la
declaratoria de quiebra (por aviso según el Art. 54° de la ley), y se sustanciará con
arreglo a los trámites del juicio sumario. 239°.
Dentro del plazo de 15 días, desde la notificación, el Superintendente o los
acreedores cuyos créditos no hubieren sido enteramente pagados, podrán deducir
oposición, que se tramitará en juicio sumario, entre el fallido, el Superintendente y
el opositor.
La sentencia, que concede la rehabilitación, por su parte, se publicará en los
diarios que designe el fallido.(240°)

XII.-EL ACUERDO Y CONVENIOS DE LA LEY DE QUIEBRA.-


Como se expresó anteriormente la trata de la quiebra, de la cesión de bienes
del deudor a sus acreedores y de los convenios entre el deudor y sus acreedores.
Los convenios, en general, pueden ser definidos como Un acuerdo de
voluntad entre el deudor y sus acreedores, que versa sobre la forma de solución del
pasivo del primero, adoptado cumpliendo las solemnidades legales establecidas
para ello.
Los convenios pueden servir para evitar que un deudor sea declarado en
quiebra y por lo tanto este acuerdo tendrá un carácter preventivo, como también
en virtud de un acuerdo será posible poner término a un proceso de quiebra sin
necesidad de llegar a su término. Se interrumpe el procedimiento de la quiebra, en
una etapa previa a su término.
Ello, por cuanto la forma normal de terminar un procedimiento de quiebra
que cumple con todas sus etapas procesales y administrativas, es el
sobreseimiento. Sobre la base de superar el estado de insolvencia. Otra forma de
llegar al mismo objetivo, es mediante un acuerdo entre el fallido y sus acreedores.
Así tenemos que los convenios pueden ser: Preventivos, porque su fin es
evitar la declaración de quiebra del deudor o Simplemente judicial, porque tiene
por objeto poner término a una quiebra ya declarada en contra del deudor.
Un segundo enfoque, atendiendo a si existe, en su celebración, intervención
de un órgano jurisdiccional o no, distingue entre: Convenios extrajudiciales, porque
se celebran sin intervención de un órgano jurisdiccional, y Convenios judiciales,
porque se celebran con intervención de un tribunal.
El título XII, nuevo, texto fijado por ley 20.004, del año 2006, regula los
convenios antes señalados, combinando ambas clasificaciones, distinguiendo entre:
a.- Los acuerdos extrajudiciales. b.- El convenio judicial preventivo y c.- El
convenio simplemente judicial.
146
Hay que recordar, asimismo, que fuera del Libro IV del Código de Comercio
sobre Quiebra existen otros procedimientos para aplicar frente a la insolvencia de
ciertos deudores especiales como los Bancos, Compañías de Seguros, las AFP, etc.
En todo caso, si hablamos de un acuerdo, es porque nos estamos refiriendo
antes que nada a que exista un acuerdo de voluntad entre el deudor y sus
acreedores.
Entonces, claramente el convenio, sea judicial o extrajudicial, preventivo o
simplemente judicial, tiene las características de una transacción, en el sentido que
constituye un acuerdo de voluntades cuyo objeto es evitar o poner término a un
proceso.
Así entonces la razón de ser de la intervención del tribunal no es de fondo (de
la esencia) sino meramente formal, atendido que viene a llenar la imposibilidad del
deudor para obligar a todos los acreedores, sin necesidad de la unanimidad.
En tal caso, el consentimiento entre ambas partes se perfecciona en la forma
regulada por la ley: ante un juez, pero en un procedimiento que no tiene el carácter
de juicio.
El cumplimiento de las solemnidades legales del convenio está dado por el
cumplimiento del proceso que se regula y nada más.

A.- Los acuerdos extrajudiciales.- La primera cuestión previa es que las


disposiciones de la ley de quiebra, relativas a los acuerdos extrajudiciales, no serán
aplicables a los convenios regulados por la ley General de Bancos y por la ley sobre
Compañía de Seguros. (Art. 170°)
Este convenio se celebra sin intervención del órgano jurisdiccional y tiene un
carácter exclusivamente preventivo. Se trata de un requisito de procedencia.
Si bien el deudor es libre de firmar acuerdos con sus acreedores, lo podrá
hacer siempre y cuando no se encuentre declarado en quiebra. (Art. 170).
En lo demás, se rige plenamente por los principios contractualistas y por lo
tanto para su celebración se requerirá del consentimiento del deudor y de todos sus
acreedores concurrentes a él.
Mientras exista un acreedor que no suscriba el acuerdo, ese será libre de
solicitar la quiebra del deudor porque no es parte del acuerdo preventivo.
Tal circunstancia no significa que el acuerdo no sea válido, pero el mismo no
puede obligar a los terceros que no han sido parte del mismo. (169°)
En tal caso, los acreedores omitidos tendrán dos derechos: i).-Actuar como si
no existiera ese acuerdo y ejercer sus derechos libremente, o ii).- Incorporarse a él,
para ser considerado parte del mismo, con el acuerdo del deudor y demás
acreedores. Va a depender de las condiciones pactadas por las partes en el
acuerdo original, para solucionar esta situación.

Objetivo general del acuerdo extrajudicial.- Este acuerdo extrajudicial, que


tiene carácter preventivo de la quiebra, tiene por objeto superar el estado de
insolvencia, algo que es común a todos los convenios de la ley de quiebra.

Objetivo específico del acuerdo extrajudicial.-Este acuerdo extrajudicial, de


conformidad con el Art. 169°, puede referirse al pago de las obligaciones del
147
deudor o a la administraron de sus bienes, en cuyo caso también dirá relación con
el pago de las deudas del deudor.

Del número de acuerdos y de acreedores.- Esos acuerdos extrajudiciales los


puede celebrar el deudor a la vez, con uno o más de sus acreedores. (Art. 169°). El
deudor podrá celebrar y firmar cuantos acuerdos extrajudiciales estime necesario o
desee, con uno o varios acreedores a la vez.

Ámbito de aplicación de los acuerdos.- En todo caso, los acuerdos obligan


sólo a quienes son partes de los mimos. A quienes los suscriben. (Art. 169°).

B.- Los convenios judiciales.- Los elementos del convenio judicial son los
siguientes:
(1).- Constituye un acuerdo entre el deudor y la masa de acreedores. El
deudor no puede pactar con uno o varios acreedores, sino con cierto porcentaje de
ellos que fija la Ley, atendiendo a su número y al monto de su capital adeudado. Y
así obligar a todos sus acreedores.
No integran esta institución los acuerdos particulares con uno o varios
acreedores, que pueden existir (en carácter extrajudicial) sujetos a todas las reglas
generales de la normativa contractual.
También se excluyen los actos unilaterales de los acreedores, como sería la
remisión parcial o total de la deuda por parte de algún acreedor.
(2).- El pacto debe versar sobre la forma de solucionar el pasivo del deudor.-
El deudor y sus acreedores son libres para pactar innumerables tipos y clases de
acuerdos, pero sólo si ellos versan sobre la forma de solucionar el pasivo del deudor
son convenios.
(3).- Deben adoptarse con las solemnidades legales. Para su validez se
exige cierta mayoría de acreedores. Se regula por la ley la celebración de las
juntas. Se regula la citación, etc.
(4).- Su objetivo debe ser alzar o impedir la quiebra. Cualquier otro acuerdo o
pacto del deudor y sus acreedores, que no tenga este objetivo no tiene el carácter
de convenio.
(5).- El convenio obliga a todos los acreedores, salvo las excepciones legales.
Aquí la mayoría se impone a la minoría. Los acreedores disidentes u omitidos están
también obligados por el convenio.
Con todo, no están obligados por el convenio judicial, los acreedores
preferentes: Los acreedores privilegiados, hipotecarios, prendarios y los que gocen
del derecho de retención, siempre que ellos no hayan tomado parte en el convenio.
Tampoco están obligados por el convenio judicial, los acreedores de la masa.
Estos convenios judiciales pueden ser de dos clases, como se ha expresado:
Preventivos y Simplemente judicial.

C.- EL CONVENIO JUDICIAL PREVENTIVO.- Este es un acuerdo entre la masa de


acreedores y el deudor que tiene por objeto solucionar el pasivo ante el órgano
judicial.
A diferencia de los acuerdos extrajudiciales el deudor sólo podrá celebrar con
sus acreedores un solo convenio judicial preventivo.
148
Puede ser preventivo, porque evita la declaración de quiebra o bien
simplemente judicial porque alza la quiebra, es decir pone término a la quiebra ya
declarada.

Etapas para la aprobación de estos convenios.- Este convenio en su


celebración pasa por tres etapas distintas, a saber: 1.- La proposición. 2.- La
discusión o deliberación. 3.- La aprobación.

1.- La proposición.- El deudor, en cualquier momento puede hacer una propuesta


de convenio judicial, sea de carácter preventivo, o durante el procedimiento de
quiebra.
El deudor es el único que puede proponer a sus acreedores un convenio
judicial preventivo, pero algunos acreedores tienen derecho a exigir judicialmente
que el deudor les proponga un convenio.
El convenio judicial preventivo, es aquel que el deudor propone, con
anterioridad a la declaración de quiebra, a sus acreedores, respecto de todas las
obligaciones existentes en su contra, a la fecha de las resoluciones que ordena citar
a junta para la designación del experto facilitador y a la que recae en las
proposiciones del convenio judicial preventivo. (Art. 171°)
Sin perjuicio de lo anterior, los siguientes acreedores: a).-El acreedor de un
deudor calificado, que haya cesado en el pago de una obligación mercantil con él,
cuyo título sea ejecutivo (art. 43°, número 1), y b).- El acreedor de un deudor
calificado o no calificado, contra el cual existieren 3 o más títulos ejecutivos y
vencidos provenientes de obligaciones diversas, y estuvieren iniciadas a lo menos 2
ejecuciones, sin que el deudor hubiere presentado bienes bastantes para responder
de la deuda y las costas (Art. 43°, número 2), podrán solicitar al tribunal
competente (para declarar la quiebra del deudor) que ordene: al deudor o a la
sucesión de éste formular proposiciones de convenio judicial preventivo. (Art. 172°)
En tal situación, el deudor o la sucesión en su caso, tendrán el plazo de 30
días, contados desde la notificación personal o en la forma prevista en el artículo
44° del Código de Procedimiento Civil, para formular su proposición de convenio
ante el tribunal. (Art. 172°)

Efectos de la no presentación del convenio por el deudor.- Si el deudor no


presenta el convenio requerido, dentro del plazo de los 30 días, será declarado en
quiebra por el tribunal.

Derechos del deudor.- Dentro de los 5 días contados desde la notificación de la


solicitud, el deudor podrá manifestar que se acoge irrevocablemente al artículo
177° ter, para que se cite a una junta de acreedores a fin de que ella designe a un
experto facilitador.
En este caso, el juez está obligado a acceder a la solicitud, y deberá proceder
a citar a la junta, la que tendrá lugar dentro de los 10 días contados desde la
notificación por aviso de la resolución recaída en la solicitud respectiva.
El derecho del acreedor, para emplazar al deudor a presentar un convenio, no
podrá ser ejercido por las personas que se encuentran en alguna de las situaciones
149
a que se refiere el artículo 100° de la ley 18.045, sobre mercado de valores y por el
titular de la E.I.R.L.
Si la solicitud del acreedor se refiere a la sucesión del deudor, deben
cumplirse los requisitos del artículo 50° de la ley para declarar la quiebra de la
sucesión. (Antes de un año, por deudas anteriores al fallecimiento del deudor).

Efectos de la notificación de la solicitud del acreedor, para que el deudor


presente convenio judicial preventivo.- Una vez notificada en forma legal, ella
(172°) no podrá ser rectificada, ni podrá desistirse de ella. Tampoco puede ser
objeto de transacción de ninguna clase, y cualquier pago hecho al acreedor
solicitante después de presentada su petición será nulo de pleno derecho.

Recursos.- La resolución que ordene al deudor presentar un convenio no será


apelable, sólo será susceptible de impugnar mediante recurso de reposición (172°).
Contra esa resolución que resuelve la reposición no procederá recurso alguno.

Plazo para presentar el convenio judicial preventivo.- Fallada la reposición


por el tribunal el plazo para presentar el convenio judicial preventivo por el deudor
se reduce de 30 a 20 días, contados desde la resolución que la falló (desde la
notificación legal de la resolución) (172°).

El rechazo de la solicitud del acreedor.- La resolución que deseche la solicitud


del acreedor no es recurrible por recurso alguno, pero en ese caso el acreedor
podrá pedir la quiebra del deudor.
El tribunal competente para esa acción será el competente para ello conforme
a las normas de la ley de quiebra, salvo que la petición del acreedor se base en la
misma causal invocada y en idéntico fundamento de hecho, en cuyo caso el tribunal
competente es el que desestimó la solicitud para que se ordene al deudor presentar
un convenio judicial preventivo. (172°)

Reglas generales sobre el tribunal competente.-La proposición de convenio


judicial preventivo que haga el deudor y la solicitud de los acreedores para que el
juez ordene al deudor presentar proposiciones de convenio judicial preventivo,
deberán presentarse ante el tribunal competente para declarar la quiebra del
deudor.
Esto es el tribunal del domicilio del deudor, conforme lo previsto por los
artículos 131°, número 2 y 154° del Código Orgánico de Tribunales.

Contenido proposición de convenio judicial preventivo (Art. 173°).-Las


proposiciones de convenio judicial preventivo deberán ser acompañadas de: (1).-
Todos los antecedentes que determina el artículo 42°, para el deudor que solicita su
propia quiebra, y (2).- El domicilio en Chile de los 3 mayores acreedores, excluidos
el cónyuge, los ascendientes y descendientes y hermanos del deudor o de sus
representantes las personas, naturales o jurídicas, relacionadas a que se refiere el
artículo 100° de la ley 18.045 y el titular de la E.I.R.L. (3).- Una propuesta de
honorarios del síndico. (4).- Una propuesta de pago de sus deudas.
150
2.- La discusión o deliberación.- En el convenio judicial preventivo, el supuesto
es la no existencia de un juicio de quiebra y la resolución que recae sobre la
propuesta de convenio no es un simple traslado (de mero trámite) porque en la
presentación del deudor hay un reconocimiento de su incapacidad de pago; de su
insolvencia.
Estamos frente a una voz de alerta, que compete a todos los acreedores del
deudor. Eso mismo hace que la resolución del tribunal necesariamente deba asumir
esa realidad, disponiendo determinadas medidas para no agravar la situación del
deudor y proteger a la masa de acreedores.

Tramitación.- (173°) Presentada que sea la proposición de convenio por el deudor,


el juez procederá inmediatamente a designar al síndico que nomine el acreedor con
domicilio en Chile con mayor crédito, en el estado de deudas presentado por el
deudor al tribunal, dentro de los 5 días siguientes a ser requerido para ello.
Si dentro de ese plazo, el acreedor mayoritario residente en Chile no hiciere la
nominación del síndico que propone o el secretario del tribunal certificare la
imposibilidad de su notificación en un breve plazo, el tribunal procederá a notificar
al segundo mayor acreedor residente en Chile, para que efectué él la nominación
del síndico.
Si no es posible aplicar el procedimiento anterior, se designará al síndico
mediante sorteo, dejando constancia de ello en el expediente. Al juez no le
corresponde evaluar el mérito o procedencia de la propuesta de convenio del
deudor.

Contenido de la resolución del tribunal.- (Art. 173° y 174°) El tribunal al


proveer la presentación del deudor, resolverá:
1.- Designando al síndico, titular y suplente nominado por el acreedor
correspondiente, por sorteo, en su caso, y en la misma resolución dispondrá:
2.- Que el deudor quede sujeto a intervención del síndico, el cual tendrá las
facultades del interventor judicial, regulado por el artículo 204° del Código de
Procedimiento Civil.
3.- Que el síndico informe al tribunal sobre las proposiciones de convenio,
dentro del plazo de 20 días, prorrogable por una sola vez a solicitud del síndico, por
un máximo de 10 días más.
4.- Que todos los acreedores, sin excepción alguna, se presenten y verifiquen
sus créditos, con los documentos justificativos que corresponda.
Plazo para verificar.- Hasta el día fijado para la celebración de la junta de
acreedores llamada a deliberar sobre la proposición.
Plazo para impugnar.- Hasta el último día del plazo de 5 días, contado desde
la notificación por aviso del acuerdo que aprobó el convenio.
5.- Que los acreedores concurran a una junta, que no podrá tener lugar antes
de vencer los 30 días siguientes a la resolución que los cita, para deliberar sobre las
proposiciones del convenio.
6.- Que se notifique personalmente la resolución al síndico, titular y suplente,
para que acepte y jure el cargo, y por cédula a los tres mayores acreedores
señalados en la proposición de convenio.
151
7.- Que, dentro de tercero día de efectuada la última notificación al síndico y a
los tres mayores acreedores, asistan a una audiencia para pronunciarse sobre la
proposición de honorarios del síndico, que el deudor ha debido hacer en su
proposición de convenio.
Si no existiere acuerdo sobre el monto y forma de pago de los honorarios o
no asistiere ninguno de los citados, los fijará el juez. En caso que se declare la
quiebra, el 50% de esos honorarios gozará de la preferencia del N° 4 del artículo
2.472° del Código Civil. (Crédito de primera clase)

Forma de notificación de la proposición de convenio.- (Art. 173°-175°)


Dependerá de la persona a quien se notifica la resolución. a.- Al síndico se le
notificará personalmente. b.- A los tres mayores acreedores se les notificará por
cédula. c.- A los demás acreedores por aviso en el Diario Oficial.
En este último caso, la notificaron se realizará mediante extracto de la
proposición y copia de la resolución, dentro del plazo de 8 días contados desde la
fecha de la resolución, bajo apercibimiento de tenerse por no presentada la
proposición, si no se notifica dentro de ese plazo.

Responsable de hacer notificar.- El responsable de hacer notificar la


proposición de convenio judicial preventivo es el propio deudor.-

Retiro de la proposición de convenio.- Sólo es admisible hasta antes de la


notificación a los acreedores.

Contenido del informe del síndico.- (Art. 174°) El informe del síndico al tribunal
sobre las proposiciones de convenio, deberá pronunciarse sobre los siguientes
tópicos: a).- La calificación fundada acerca de si la propuesta es susceptible de ser
cumplida, habida consideración de las condiciones del deudor; b).- La apreciación
de si el convenio resultará más conveniente para los acreedores que la quiebra; c).-
El monto probable de recuperación que le correspondería a cada acreedor valista,
en la quiebra, para los efectos de poder ser excluido de la votación, si se
acompaña el vale vista a su orden por a lo menos esa suma mínima.
Si el síndico no presentare el informe dentro del plazo indicado por la ley
(20+10 días) el deudor o cualquiera de los acreedores podrá recurrir al juez para
que le fije un nuevo plazo o para que asuma el cargo el síndico suplente y para que
además fije nuevo día y hora para la realización de la junta llamada a pronunciarse
sobre la propuesta de convenio.
Asimismo, el síndico informante deberá presentar una cuenta final de su
intervención dentro del plazo de 30 días, contados desde que el convenio entre en
vigencia.

Efectos de la presentación del convenio judicial preventivo.- Los efectos de


la presentación por parte del deudor, de sus proposiciones de convenio, son los
siguientes:
a- La tramitación del convenio no limita el ejercicio de ninguna acción de los
acreedores en contra del deudor. (Art. 177°)
152
b.- Sin embargo, se suspende el plazo de 2 años fijado por el artículo 8° de la ley
para la prescripción de las acciones de inoponibilidad de los actos y contratos
celebrados por el deudor (sea calificado o no calificado) durante el período
sospechoso, desde la fecha de la resolución que lo tiene por presentado (el
convenio).
c.- Si la proposición de convenio judicial preventivo se hubiere presentado con el
apoyo de 2 o más acreedores, que representen más del 50% del total del pasivo, no
podrá solicitarse la quiebra del deudor, ni iniciarse en su contra juicio ejecutivo de
cualquier clase o de restitución de los juicios de arrendamiento, durante los 90 días
(fatales e improrrogables) siguientes a la notificación por aviso de la resolución en
que el tribunal cita a junta de acreedores para deliberar.
Durante el mismo período se suspenderán los procedimientos judiciales
señalados, iniciados con anterioridad. (Art. 177° bis) Tampoco correrán los plazos
de prescripción extintiva.
Durante el período de suspensión el deudor no podrá gravar ni enajenar sus
bienes, salvo los expuestos a un próximo deterioro o desvalorización inminente.
Si durante el plazo de 90 días no se acordare el convenio, el tribunal
declarará la quiebra, de oficio.
d.- Con todo, si la proposición de convenio judicial preventivo se hubiere
presentado con el apoyo de dos o más acreedores, que representen más del 66 %
del total del pasivo, tendrá lugar el efecto del numeral precedente, con las
siguientes modificaciones (según lo previsto por el Art. 177° Quater): (i).-El juez
deberá citar a un junta que deberá realizarse a más tardar a los 30 días contados
desde la notificación por aviso de la resolución judicial respectiva. (ii)-El síndico
nombrado por el juez, a propuesta del mayor acreedor con domicilio en Chile, no
tendrá la función de informar sobre las proposiciones del convenio, realizadas por el
deudor. (iii).-La suspensión a que se refiere el artículo 177 bis se mantendrá hasta
el día fijado para la junta de acreedores llamada a pronunciarse sobre las
proposiciones de convenio, sea que se apruebe o rechace el mismo.

3.- El experto facilitador. El artículo 177° ter faculta al deudor para solicitar al
tribunal que sea competente para conocer de la quiebra, que cite a una junta de
acreedores, que tendrá lugar dentro 10 días contados desde la notificaron del aviso
de la resolución recaída en la solicitud, para que designe a un experto facilitador.
Deberán acompañarse a la solicitud, los mismos antecedentes exigidos al
deudor que solicita su propia quiebra: a.- Inventario de bienes. b.- Relación bienes
excluidos de la quiebra. c.- Juicios pendientes. d.- Estado de deudas y acreedores.
e.- Memoria con las causas del mal estado negocios.
El experto facilitador estará sujeto a la fiscalización de la Superintendencia de
Quiebras.
El deudor calificado, que habiendo cesado en el pago de una obligación
mercantil presenta la solicitud de experto facilitador dentro de los 15 días desde la
cesación de pago, obliga a que la notificación de la resolución que cita a la junta de
acreedores, deba hacerse dentro del plazo de 8 días desde la fecha de la
resolución, en cuyo caso el deudor habrá dado cumplimiento a la obligación legal
impuesta por el artículo 41°, en orden a pedir su propia quiebra.
153
Nombramiento de interventor.- La misma resolución del tribunal, designará a
un interventor, para que: a.- Autorice en caso necesario, gravar o enajenar bienes
del deudor, e b.- Informe por escrito acerca de la verosimilitud de la existencia y
monto de los créditos aun no reconocidos.
Este interventor cesará sus funciones el día de la junta, si esta no designa a
un experto facilitador, y si lo designa, el día en que aquél asuma su cargo.

Remuneración del experto facilitador.- La fijará el juez, con cargo al deudor, y


tendrá la preferencia del número 4 del artículo 2.472° del Código Civil.

Obligaciones o deberes del experto facilitador.- El experto facilitador, dentro


del plazo de 30 días, improrrogables, desde la celebración de la junta, deberá:
a.- Comunicar su designación a la Superintendencia de Quiebra, dentro de las
24 horas de notificado, lo que lo incorporará al registro de expertos que llevará
dicha institución.
b.- Evaluar la situación legal, contable, económica y financiera del deudor.
c.- Proponer a los acreedores un convenio que sea más ventajoso que la
quiebra del deudor, o solicitar al tribunal que declare la quiebra del deudor, en su
caso.
En este último caso, el juez estará obligado a declarar la quiebra, sin más
trámite. Si el experto facilitador no diere cumplimiento a su cometido dentro del
plazo de 30 días, el juez dictará de oficio la quiebra del deudor.

Realización de la junta de acreedores.- La junta citada por el juez, tendrá lugar


dentro de 10 días contados desde la notificación por aviso de la resolución recaída
en la solicitud, a fin de que ella designe al experto facilitador.
En ella tendrán derecho a voto los acreedores que aparezcan en el listado
presentado por el deudor, certificado por auditores externos; inscritos en la
Superintendencia de Valores y Seguros.
El experto facilitador se designará con el voto de uno o más de los
acreedores que representan más del 50% del total del pasivo con derecho a voto.
Una vez designado, será notificado de ello por el secretario del tribunal.
Los acreedores hipotecarios y privilegiados no perderán sus preferencias por
el hecho de participar en la junta y votar en ella, pudiendo además impetrar (exigir)
las medidas conservativas que procedan.

Requisitos del experto facilitador.- Cualquier persona natural y capaz,


incluyendo los síndicos, pero en caso de quiebra no podrán ser designados como
síndico de la quiebra en la que han intervenido como experto facilitador.

La remuneración del experto facilitador.- Los pacta el experto facilitador con


el deudor, y en caso de desacuerdo, los fija el juez. Goza junto con sus gastos de la
preferencia del N° 4 del artículo 2.472° del Código Civil, en la parte que
corresponda al 25% del monto resultante de aplicar la tabla de los honorarios
fijados por el artículo 34° de la ley para el síndico.
154
Efectos de la resolución que cita a la junta.- A partir de la notificación por
aviso de la resolución que cita a la junta de acreedores y hasta la celebración de la
junta, si no se designa al experto facilitador o hasta que el experto facilitador
designado solicite la quiebra del deudor o hasta la celebración de la junta de
acreedores citada para resolver sobre la propuesta de convenio judicial preventivo
realizada por el experto facilitador, se producen los siguientes efectos:
a).- Se suspenden los procedimientos judiciales ejecutivos de cualquier clase,
en contra del deudor; b).-Se prohíbe solicitar su quiebra; c).-Se prohíbe iniciar
nuevos juicios ejecutivos o ejecuciones de cualquier clase; d).-No corren los plazos
de la prescripción extintiva; e).-El deudor conserva la administración de sus bienes,
pero no los puede gravar, ni enajenar, salvo las excepciones del Art. 177° bis,
sujeto a la intervención del experto facilitador; f).-A partir de la solicitud del
deudor, para designar un experto facilitador, se amplia el plazo máximo de 2 años
para fijar la fecha de la cesación de pago, a que se refiere el artículo 63° y como
consecuencia el plazo para hacer efectivo los efectos retroactivos de la declaración
de quiebra, en cuantos días cuantos transcurrieren desde la fecha de la resolución
recaída en la proposición de concurso hasta la fecha de la declaración de quiebra.
Es decir, se extiende el período sospechoso que afecta los contratos gratuitos
u onerosos celebrados por el deudor.

Contenido de la proposición de convenio.- La propuesta de convenio judicial


preventivo puede versar sobre cualquier objeto lícito salvo sobre la alteración de
la cuantía de los créditos, fijada para determinar el pasivo.(Art. 178°)
El objeto de la proposición es evitar la declaración de la quiebra del deudor.
El convenio podrá contener una proposición principal y proposiciones
alternativas, debiendo todos los acreedores optar por regirse por una de ellas,
dentro de 10 días contados desde la fecha de la junta que lo acuerde. El convenio
será uno y el mismo para todos los acreedores.
Podrá pactarse que la resolución de cuestiones o diferencias que se
produzcan sean resueltas por un juez árbitro. En ese caso, el pacto será obligatorio
para todos a quienes afecta el convenio.

Determinación de la nómina de acreedores con derecho a voto.- (Art. 179°)


El síndico o el interventor, cuando el deudor solicite la designación de una experto
facilitador, deben presentar la nómina de acreedores con derecho a voto y sus
respectivos créditos, con 10 días de anticipación a la fecha señalada para la junta.
En el cuarto día hábil, que no sea sábado, inmediatamente anterior al día
señalado para la celebración de la junta se efectuará la audiencia verbal llamada
para conocer el informe del síndico sobre la verosimilitud de la existencia y monto
de los créditos aun no reconocidos.
Los acreedores que se hayan presentado con los documentos justificativos de
sus créditos, pero que carezcan de derecho a voto, tienen derecho a concurrir a la
audiencia y dejar constancia escrita de sus observaciones, bajo firma, en
documento agregado al acta.
La exclusión, la inclusión, el aumento o disminución por el síndico de un
crédito en la nómina, sin motivo justificado, será considerado falta grave, pudiendo
ser removido el síndico de sus funciones.
155

Tribunal competente para conocer de las propuestas de convenio judicial


preventivo.- (Art. 173°) Será competente para conocer de la propuesta de
convenio judicial preventivo que haga el deudor, el tribunal ordinario que sería
competente para declarar la quiebra del deudor: esto es, el del domicilio del
deudor.
Las proposiciones de convenio judicial preventivo de una sociedad anónima
abierta y por ende sujeta a la fiscalización de la Superintendencia de Valores y
Seguros, con excepción de las empresas de seguro, deberán ser presentadas ante
el tribunal arbitral correspondiente de acuerdo a la ley. (180°)
El tribunal arbitral, que será unipersonal, conocerá de todo lo necesario para
la tramitación de las proposiciones de convenio judicial preventivo, incluyendo los
incidentes, hasta que la resolución que tenga por aprobado el convenio se
encuentre ejecutoriada. (180°)
Si el convenio fuere rechazado o desechado, el tribunal arbitral lo declarará
así en una resolución inapelable y remitirá de inmediato el expediente a la Corte de
Apelaciones respectiva, para que ésta designe al tribunal que declarará la quiebra
del deudor.
El tribunal arbitral será unipersonal (Art. 181°) designado por el Presidente de
la Corte de Apelaciones del domicilio de la sociedad anónima abierta (el domicilio
fijado en sus estatutos) de entre los abogados que hayan ejercido la profesión por
más de 20 años y que se encuentren inscritos en una lista que llevará la
Superintendencia de Quiebras.
El secretario del tribunal será un notario de la ciudad.
El árbitro será de derecho y la aceptación del cargo deberá efectuarse ante el
secretario de la respectiva Corte de Apelaciones. Sin embargo, podrá otorgarse el
carácter de arbitro mixto, si consiente en ello el deudor y lo acuerdan dos o más
acreedores que representen más del 50% del pasivo total, en el caso den las
sociedades anónimas abiertas, o el 75% del pasivo total, en el caso de cualquier
deudor. (Art. 182°) Este árbitro mixto, será designado en la misma junta de
acreedores, que le de ese carácter, y también deberá aceptar el cargo ante el
secretario de la respectiva corte de apelaciones. Los costos del arbitraje serán de
cargo del deudor proponente del convenio, y tendrán la preferencia del número 1
del artículo 2.472° del Código Civil.

Facultades del tribunal arbitral.- (185°) Los tribunales arbitrales que conocen
de la proposición de convenio judicial preventivo tendrán las siguientes facultades
especiales, respecto de aquéllos: 1.-Podrán: admitir, además de los medios
probatorios establecidos en el Código de Procedimiento Civil, cualquier otra clase
de prueba, y decretar de oficio las diligencias probatorias que estime conveniente,
con citación de las partes; 2.-Tendrán, en todo momento, acceso a los libros,
documentos y medios de cualquier clase en los cuales estén contenidas las
operaciones, actos y contratos del proponente del convenio; 3.-Apreciarán la
prueba de acuerdo con las normas de la sana crítica, debiendo consignar en su fallo
los fundamentos de dicha apreciación.
156
4.- Aprobación e impugnación.- El hecho que se acuerde el convenio no
significa que inmediatamente se entienda aprobado el mismo, atendido que se
aprueba por mayoría es posible que existan acreedores disidentes, u otros que
simplemente no concurrieron a la junta en que se aprobó el convenio propuesto.
Como esta es una materia común a ambos convenios, la examinaremos en conjunto
más adelante.

D.- EL CONVENIO SIMPLEMENTE JUDICIAL.- Es aquel que se propone durante


el juicio de quiebra, es decir, una vez declarada la quiebra del deudor, para ponerle
término (Art. 186°)
El convenio es uno solo para todos los acreedores, salvo acuerdo unánime en
contrario. Puede existir una proposición de convenio principal y proposiciones
alternativas a la principal, correspondiendo a los acreedores, optar por regirse por
una de ellas, en la junta citada para tal efecto, por aviso, para no antes de 30 días.

Su objeto.-Su objeto es el poner término al juicio de quiebra, y por ende, al estado


de quiebra del fallido.
Las proposiciones de convenio simplemente judicial, pueden versar sobre
cualquier objeto lícito, salvo la alteración de la cuantía de los créditos que ha sido
fijada para determinar el pasivo del deudor.

¿Quién puede proponerlo? (187°).- El fallido o cualquier acreedor, que haya


verificado su crédito (aún cuando la ley no lo dice).

Oportunidad.- En cualquier estado del proceso de quiebra, pendiente la misma.


Desde que se declaró la quiebra hasta antes que se ponga término al procedimiento
(187°).

Efectos de la presentación del Convenio Simplemente judicial.- (188°) La


presentación y tramitación de este convenio no embaraza el ejercicio de las
acciones que procedan en contra del fallido.
No suspende los procedimientos de la quiebra. Tampoco suspende los demás
juicios pendientes, en contra del fallido. No obsta, asimismo, a la realización de los
bienes, salvo los siguientes casos: i.- Si se presentare apoyado por a lo menos el
51% del total del pasivo, el síndico sólo podrá enajenar los bienes expuestos a
próximo deterioro o a una desvalorización inminente o los que exigen una
conservación dispendiosa. (Art. 188°), y ii.-Para el cálculo de este pasivo, el
mismo será debidamente certificado por el síndico, excluyéndose para alcanzar el
porcentaje señalado, a los acreedores relacionados confirme al artículo 100° de la
ley 18.045, sobre mercado de valores y al titular de la E.I.R.L. proponente del
convenio o ésta si el proponente es el titular.

Derecho a voto.- Tendrán derecho a voto, en la junta llamada a pronunciarse


sobre las propuestas de convenio, sólo los acreedores (189°) cuyos créditos estén
reconocidos y aquellos acreedores cuyos créditos no se encuentren reconocidos a
los cuales el juez de la quiebra les reconozca el derecho a votar, conforme a la ley.
157
No tendrán derecho a voto, los siguientes acreedores (189°): 1.- El
cónyuge, ascendientes y descendientes y hermanos del deudor y sus
representantes, salvo que se pongan al convenio. 2.- Las personas relacionadas
señaladas en el artículo 100° de la ley 18.045, sobre Mercado de Valores. 3.- El
titular de la E.I.R.L. proponente del convenio o ésta si el proponente es el titular.
Los cesionarios de créditos adquiridos dentro de los últimos 30 días anteriores
a la proposición del convenio, no podrán concurrir a la junta para deliberar y votar
el convenio y tampoco podrán impugnarlo ni actuar en el incidente de impugnación.
No podrán votar, ni sus créditos se considerarán en el monto del pasivo, los
siguientes acreedores: (a).- El cónyuge, los ascendientes u descendientes y
hermanos del deudor, de sus representantes, salvo para oponerse al convenio, en
cuyo caso sus créditos si se incluirán en el pasivo para los efectos del cómputo (Art.
190°-193°); b).- Las personas relacionadas a que se refiere el artículo 100° de la ley
18.045 sobre Mercado de Valores. (190°); (c).- El titular de la E.I.R.L. proponentes
del convenio o la E.I.R.L. si el proponente es su titular. (190°)

E.-LA APROBACIÓN E IMPUGNACIÓN DE UN CONVENIO JUDICIAL.-


De la aprobación de los convenios.- (190°) La deliberación de los convenios se
hace en junta de acreedores.
Si la propuesta es de convenio judicial preventivo la deliberación se hace en
la junta citada por el tribunal para dicho efecto, una vez presentada la proposición
del deudor.
Si la propuesta es de convenio simplemente judicial la deliberación se hará en
la próxima junta de acreedores, ordinaria o extraordinaria.
El convenio preventivo es propuesto exclusivamente por el deudor y el
simplemente judicial, puede ser propuesto por el fallido o por un acreedor, nunca
por el síndico.
La aprobación del convenio sean estos, preventivos o simplemente
judiciales, se produce de la siguiente firma:
Se consideran aprobados cuando cuenten con el consentimiento del deudor y
reúnan, además, a su favor los votos de los 2/3 o más de los acreedores
concurrentes (que han verificado) que representen ¾ partes del total del pasivo con
derecho a voto.
Para obtener las mayorías necesarias para aprobar el convenio, un acreedores
con derecho a voto podrá excluir a otro acreedor acompañando vale vista a su
orden por a lo menos la suma mínima que probablemente aquél recuperaría en la
quiebra como un acreedor valista.
La determinación o apreciación de la suma probable a recuperar, la realizará
el síndico designado en la propuesta de convenio o en la quiebra de que se trate.
Esta consignación deberá practicarse dentro del plazo de 5 días contados desde la
celebración de la junta.
El acreedor excluido o disidente podrá objetar la cantidad, objeción que se
tramitará como incidente. Si se acoge el incidente, se podrá aún excluir al disidente
pagándole la diferencia establecida por el tribunal. Si el acreedor que desea excluir
al disidente no paga el mayor valor fijado por el tribunal, ambos acreedores
figurarán en el convenio por la proporción que a cada uno le corresponda, según el
mondo de su crédito.
158
El convenio simplemente judicial se considerará aprobado en estos casos,
cuando el Secretario del tribunal certifique la consignación oportuna con la que se
obtenga la mayoría que corresponda.
De todo ello se dejará constancia en el acta respectiva, en la que deberá
mencionarse a los acreedores que hubieren votado a favor y a los que hubieren
votado en contra del convenio, dejándose constancia de los créditos que
representan cada uno.
En definitiva, un convenio es para los acreedores valistas puesto que a los
privilegiados les conviene abstenerse de cualquier votación, para no perder tales
privilegios (hipoteca, prenda, derecho de retención), y pasar a tener la calidad de
acreedores valista.

Efectos de la no comparecencia del deudor a la junta.- (194°) Si el deudor no


comparece a la junta citada para deliberar sobre las proposiciones de convenio
(personalmente o representado) se presume que las abandona o las rechaza, salvo
excusa justificada.
Dicha situación tiene distintos efectos en la situación patrimonial del deudor,
dependiendo del tipo de convenio a que se refería la proposición del deudor: i).- Si
la proposición es de convenio simplemente judicial se continua con el
procedimiento de quiebra, dependiendo del estado en que éste se encontraba al
momento de formularse las propuestas de convenio. ii).- Si la proposición es de
convenio judicial preventivo el tribunal declarará la quiebra del deudor.

Situación de los acreedores preferentes (191°).- Los acreedores preferentes


podrán asistir a la junta y discutir las proposiciones de convenio simplemente
judicial y votar (a favor o en contra) siempre y cuando renuncien a la preferencia de
su crédito. La circunstancia que uno de estos acreedores vote importará tal
renuncia.
Sólo para los acreedores que hayan votado en contra del convenio, en caso
de rechazo del mismo, la renuncia a la preferencia tendrá el carácter de
irrevocable. La renuncia puede ser total o parcial, siempre que se manifieste así
expresamente.
Si un acreedor es titular de créditos preferentes y no preferentes, se presume
de derecho que vota por su crédito no preferente, salvo que exprese lo contrario.

La modificación del convenio.- (190°) La modificación de un convenio judicial


deberá acordarse con el mismo procedimiento y mayorías, excluidos los
acreedores cuyos títulos sean posteriores a las proposiciones primitivas. (190°,
inciso final).

Contenido del convenio.- (192°) En primer lugar, una propuesta de pago de sus
deudas, por el deudor fallido.
En el convenio o en instrumento separado podrá estipularse la constitución
de garantías para asegurar el cumplimiento de las obligaciones del deudor. Los
acreedores podrán designar a uno o más de ellos para que los representen (a todos
los acreedores afectos al convenio), para la celebración de los actos necesarios
para la constitución de las garantías.
159
Puede también el convenio estipular el nombramiento de un interventor, que
podrá se o no síndico de la nómina, con las atribuciones que el mismo convenio le
señale. (206°)

Formalización de la aprobación del convenio.- (192°) El acta conteniendo el


texto integro de la junta en que se aprobó el convenio, y la resolución del tribunal
que lo apruebe, con su certificado de ejecutoria, deberá protocolizarse en una
notaria del lugar en que tubo lugar la junta. Desde entonces, el acta y la resolución
valdrán como escritura pública para todos los efectos legales.
Acordado el convenio será notificado por aviso, mediante extracto autorizado
por el tribunal, a los acreedores que no hubieren concurrido a la junta. (195°)

El nombramiento de interventor.- (206°) Como se expresó el convenio podrá


estipular el nombramiento de un interventor, que podrá o no ser síndico de la
nómina nacional de síndicos, y que tendrá las atribuciones y deberes que su
nombramiento señale. Su remuneración, también será fijada en la junta que
determine el convenio.
El interventor sólo podrá ser revocado con el voto de uno o más de los
acreedores que representen más del 50% del total del pasivo con derecho a voto,
con el acuerdo del deudor, y si no se cuenta con este acuerdo del deudor, requerirá
del voto de uno o más de los acreedores que representen a lo menos los 2/3 del
pasivo del derecho a voto.
Sin perjuicio de lo anterior, en el convenio se podrá designar una comisión de
acreedores con las atribuciones y deberes que se señale.
El interventor responderá de la culpa leve y si no son síndicos no estarán
sujetos a la fiscalización de la Superintendencia de Quiebra.

Las atribuciones del interventor.- Las atribuciones del interventor serán las
siguientes, a menos que se acuerde otra cosa en el acto de su nombramiento,
según lo previsto por el artículo 207°: 1.- Imponerse de los libros, documentos y
operaciones del deudor; 2.- Llevar cuenta de las entradas y gastos de los negocios
del deudor; 3.- Visar, en su caso, los pagos a los acreedores; 4.- Cuidar de que el
deudor no retire para sus gastos personales y familiares, otras sumas que las
autorizadas en el convenio; 5.- Rendir trimestralmente la cuenta de su actuación y
la de los negocios del deudor, presentando las observaciones que le merezca la
administración del deudor. Debe remitirse por correo a cada acreedor; 6.- Pedir al
tribunal que aprobó el convenio que cite a junta de acreedores, si lo estima
conveniente o lo pida algún acreedor, para tratar asuntos de interés común; 7.-
Impetrar las medidas precautorias que sean necesarias para resguardar los
intereses de los acreedores; 8.- Representar judicial y extrajudicialmente a los
acreedores para llevar a efecto los acuerdos que tomen en forma legal.

Agravamiento de la intervención.- El artículo 208° autoriza someter al convenio


a una intervención más estricta que la pactada o ser sometido a una intervención
si ésta no se hubiere estipulado, o bien declararse incumplido el convenio, a
solicitud de acreedores que representen la mayoría absoluta del pasivo del
convenio, con derecho a voto.
160
Esta solicitud se tramitará como incidente, ante el tribunal que conoció del
convenio, salvo que exista un pacto compromisorio.

De la impugnación del convenio.- (196°) Todo convenio podrá ser impugnado


por cualquier acreedor a quien éste pudiere afectarlo (concurrente o no
concurrente) sólo si alegare alguna de las siguientes causas: 1.- Defectos en las
formas establecidas para la convocación y celebración de la junta o error en el
cómputo de las mayorías requeridas por la ley;
2.- Falsedad o exageración del crédito o incapacidad o falta de personería
para votar de alguno de los que hayan concurrido con su voto a formar la mayoría,
si excluido este acreedor hubiere de desaparecer tal mayoría;
3.-Inteligencia fraudulenta entre uno o más acreedores y el deudor para votar
a favor del convenio o para abstenerse de concurrir;
4.-Error u omisión en las listas de bienes o de acreedores;
5.-Ocultación o exageración del activo o pasivo;
6.-Por contener una o más estipulaciones contrarias a lo dispuesto en los
incisos primero a quinto del artículo 178°. (Contenga: objeto ilícito, alteración de la
cuantía de los créditos, no sea el mismo para todos los acreedores, salvo que
medie acuerdo unánime)
Podrán también impugnar el convenio, los terceros garantes, personales o
reales del deudor.
Como también podrán impugnar el convenio, los terceros que tenga la calidad
de terceros poseedores de bienes constituidos en garantía de obligaciones
del deudor, siempre y cuando el acreedor respectivo no hubiere votado a favor del
convenio.
Evidentemente, estas personas resultan afectadas por el convenio si el
acreedor garantizado no está de acuerdo con él, en cuyo caso podría perseguirlos
como garantes de su acreencia, peligro que desaparece al haber aceptado la
proposición de convenio aprobada.

Plazo de impugnación.- El plazo de impugnación será de 5 días, contados desde


la notificación por aviso de su aprobación, para todos los interesados, debiendo ser
rechazadas de plano las impugnaciones presentadas fuera de ese plazo, conforme
lo ordenado por el artículo 197°.

Efectos de la impugnación.- Deducida la impugnación al convenio judicial


preventivo, el sindico informante o el experto facilitador, en su caso, tendrán la
calidad de interventor del convenio, hasta que se encuentre ejecutoriada la
resolución que lo tenga por aprobado o desechada la impugnación. (197)

Tramitación de la impugnación (198°).- Las impugnaciones al convenio se


tramitarán en un solo incidente, entre el deudor y el o los acreedores que hayan
formulado la o las impugnaciones o poseedores o terceros garantes, personales o
reales, a que se refiere el inciso final del artículo 196°. Con todo, cualquier acreedor
podrá intervenir como tercero coadyuvante.
La resolución que fallas las impugnaciones se debe notificar por aviso a las
partes. (198°)
161

Entrada en vigor del convenio.- (199°) El convenio entrará a regir desde que: 1.-
Se encuentre vencido el plazo de 5 días para impugnarlo, sin que se hubieren
interpuesto impugnaciones en su contra., o 2.- Si el convenio ha sido impugnado,
desde que cause ejecutoria la resolución que deseche la o las impugnaciones o lo
declare aprobado. Esto atendido que el recurso de casación deducido en contra de
la sentencia de primera o segunda instancia, que desecha las impugnaciones, no
suspende el cumplimiento del fallo aun en el caso que la parte vencida solicite se
otorgue fianza de resultas por la parte vencedora., o bien 3.- En el caso que las
impugnaciones al convenio judicial preventivo no contaren con la adhesión de
acreedores que representen a lo menos el 30% del pasivo con derecho a voto.

Los efectos de la aprobación del convenio.- (200°) Sea que se trate de un


convenio judicial preventivo o simplemente judicial, encontraremos en él cláusulas
de la esencia, de la naturaleza y accidentales.
Las cláusulas de la esencia, naturalmente, deben estar siempre presentes
para hablar de un convenio judicial y tendrá tal carácter la cláusula que en el
primar caso evita la declaración de quiebra, y en el segundo, aquélla que la alza.
El como se evita o alza la quiebra, quedará entregado al acuerdo del fallido
con sus acreedores.
Existirán también innumerables cláusulas accidentales del convenio, en uso
de la libertad contractual de las partes, sin alterar las condiciones de la esencia de
la institución. Como el caso de someter al deudor a garantías adicionales, el
nombramiento de interventor (206°), nombramiento de una comisión de acreedores
(206°),etc.
En todo caso, siempre deberá respetarse el principio de la “par condictio
creditorum”, en cuando que el convenio deberá ser uno mismo para todos los
acreedores, salvo acuerdo unánime.
Por último, las cláusulas de la naturaleza, es decir aquellas que se entienden
incorporadas al convenio sin necesidad de mención expresa, requiriendo dicha
mención precisamente para eliminarlas.
Tales son los casos de la venta como unidad económica de los bienes, los que
van a quedar gravados según la naturaleza de los mismos si el pago del precio es a
plazo, salvo que expresamente se diga lo contrario. El caso de la devolución de los
bienes y documentos del fallido, salvo acuerdo en contrario (291°).
El convenio obliga al deudor y a todos sus acreedores, independientemente
de que hayan o no concurrido a la junta que lo acuerde y hayan o no tenido derecho
a voto, salvo a los acreedores preferentes (hipotecarios, prendarios o retenedores)
respecto de sus créditos por los cuales se hubieren abstenido de votar.
Ello, siempre y cuando se trate de créditos anteriores a la resolución que
declaró la quiebra, si el convenio es simplemente judicial, o que ordena citar a la
junta de acreedores para la designación del experto facilitador, o que recae en las
proposiciones de convenio, en el caso de los convenios judiciales preventivos.
Con la aprobación del convenio simplemente judicial, por su parte, cesa el
estado de quiebra del deudor, debiendo procederse a (201°) a la devolución de sus
bienes y documentos, sin perjuicio de las restricciones establecidas en el convenio
mismo. Salvo el caso de los libros necesarios para la calificación de la quiebra, que
162
no son devueltos al deudor. Se cancelarán también las inscripciones de la
declaración de quiebra del Conservador de Bienes Raíces, y el síndico deberá
presentar la cuenta definitiva de su gestión.
La aprobación del convenio, no paraliza ni impide que continúe el
procedimiento de calificación de la quiebra, y en tal caso si para ello fueren
necesarios los libros del fallido, éstos no se restituirán al deudor, si no que
quedarán en poder del tribunal encargado de la calificación de la quiebra.(201°)
Asimismo, el fallido continúa sujeto a todas las inhabilidades que produce la
quiebra, mientras no sea rehabilitado. (201°)
Los terceros garantes, reales o personales, de deudas del deudor o los
terceros poseedores de bienes constituidos en garantía de obligaciones sujetas al
convenio, como también los demás terceros que pagaren esas obligaciones sin la
oposición del deudor, podrán ejercer los derechos que por vía de subrogación o
reembolso les corresponda, solamente sobre lo que toque al acreedor en el
convenio. (202°).

Radicación de los procesos judiciales (204°).- No obstante la aprobación del


convenio simplemente judicial, el tribunal que declaró la quiebra seguirá
conociendo de todos los procesos agregados en su oportunidad al procedimiento
de la quiebra.

Acreedores no concurrentes.- (295°) Los acreedores cuyos créditos sean


anteriores a la fecha de la resolución recaída en la presentación de las
proposiciones de convenio o a la solicitud de designación de un experto facilitador,
en su caso, pero que no hubieren verificado oportunamente, podrán demandar que
se cumpla el convenio en su favor, mientras no se encuentren prescritas las
acciones que de él resulten. (205°)
Para ello, requerirá ante el tribunal que conoció del convenio de un
procedimiento incidental, salvo que se haya celebrado el pacto compromisorio a
que se refiere el artículo 78°, en cuyo caso conocerá el tribunal arbitral que
corresponda de acuerdo al convenio (205°)
En ese procedimiento podrá actuar como parte cualquiera de los acreedores
que figuran como tal en el convenio (205°).
Cuando el convenio verse sobre ampliación de plazos éste empezará a correr
para todos desde que entre a regir el convenio, cualquiera que sean los
vencimientos particulares de los créditos. (205°)

Del rechazo del convenio.- (209°) Si la junta llamada a resolver rechaza las
proposiciones de convenio (cualquiera que sea su clase) por no haberse obtenido
la mayoría necesaria para su aprobación, o desechado por cualquiera de las
causales señaladas en el artículo 196° (causales de impugnación del convenio) el
fallido podrá reiterarlas cuantas veces lo estime necesario, pero no se dará lugar a
suspender el procedimiento de quiebra.
Rechazo de un convenio judicial preventivo.- Cuando el convenio judicial
preventivo es rechazado o desechado en cualquiera de los casos antes señalados,
el tribunal declarará la quiebra del deudor, de oficio y sin más trámite. En caso
163
que se deseche el convenio judicial preventivo, el tribunal deberá proceder también
a designar los síndicos.
La junta de acreedores que rechace las proposiciones de convenio judicial
preventivo deberá señalar los nombres de los síndicos, titular y suplente, a quien el
tribunal designará como síndico definitivo.
Rechazo de un convenio simplemente judicial.- Cuando el convenio
simplemente judicial propuesto por el fallido para poner término a la quiebra, es
rechazado por la junta de acreedores, simplemente se continúa con el
procedimiento de la quiebra.

De la nulidad e incumplimiento del convenio.- Los derechos y obligaciones que


emanan de un convenio, sea preventivo o simplemente judicial, pueden ser dejados
sin efecto, por dos vías, a saber: a).- La declaración de nulidad. b).- La declaración
de incumplimiento del convenio.

a).- La declaración de nulidad.- El ejercicio de las acciones de nulidad del


convenio está restringido por el artículo 210° de la ley, a las siguientes causales: 1.-
La ocultación del activo; 2.- La ocultación del pasivo; 3.- La exageración del activo;
4.- La exageración del pasivo.

Requisito de procedencia de la acción de nulidad.- Sólo procederán la acción


de nulidad del convenio cuando la causal que se invoca para ello hubiere sido
descubierta después de haber vencido el plazo para impugnar el convenio.
Si por el contrario, la causal se conoce con anterioridad al vencimiento del
plazo de impugnación del convenio, lo que procede es que el interesado impugne el
convenio.

Prescripción de la acción de nulidad.- Las acciones de nulidad del convenio


prescribirán en el plazo de un año a contar desde la fecha en que entró a regir el
mismo. (210°)

Efectos de la resolución que declara la nulidad del convenio.- Además de


los efectos comunes y ordinarios de la nulidad, tratándose de un contrato, la
declaración de nulidad del convenio extingue de derecho las cauciones que lo
garantizan. (210°) Además, procede declarar la denominada segunda quiebra del
deudor, con motivo de pronunciarse la nulidad.(216°)
En efecto, el artículo 214°, dispone que una vez firme la resolución que
declare la nulidad del convenio, el tribunal de primera instancia declarará la
quiebra del deudor de oficio y sin más trámite.

b).- La declaración de incumplimiento del convenio.- El convenio podrá


declararse incumplido, conforme lo previsto por el artículo 211° de la ley, a
solicitud de cualquiera de los acreedores, por inobservancia de sus estipulaciones o
haberse agravado el mal estado de los negocios del deudor, en forma tal que haga
temer un perjuicio para los acreedores, a solicitud de acreedores que representen la
mayoría absoluta del pasivo del convenio, con derecho a voto.
164
Prescripción de la acción de incumplimiento.- La acción de incumplimiento
prescribirá en el plazo de seis meses, contados desde que ella haya podido
entablarse. (211°)

Efectos de la resolución que declara el incumplimiento del convenio.-


(212°) El primer efecto, es la quiebra del deudor en la llamada segunda quiebra.
En efecto, el artículo 214° dispone que una vez firme la resolución que
declare el incumplimiento del convenio, el tribunal de primera instancia declarará
la quiebra del deudor de oficio y sin más trámite.
La declaración de incumplimiento del convenio lo dejará sin efecto, pero no
extinguirá las cauciones que hubieren garantizado su ejecución, total o parcial.
Las personas obligadas por esas cauciones y los terceros poseedores de los
bienes gravados, en garantía, serán oídas en el juicio de declaración de
incumplimiento y podrán impedir la continuación del proceso, pagando los
dividendos pendientes dentro de tres días, desde la citación. (212°).

Determinación monto responsabilidad del garante del convenio. -Para


determinar el monto de la responsabilidad del garante las cantidades pagadas por
el deudor, antes de la declaración de incumplimiento, y las que produzca la
realización del activo de la quiebra, servirán de abono a la deuda en caso de que la
caución se extienda a toda la suma estipulada; pero si comprende únicamente una
parte de ella, sólo les servirá de descargo lo que reste después de cubierta la cuota
no caucionada.(212°).

c).- Las Reglas de procedimiento (común a ambas acciones).- La ley regula


el procedimiento para declarar la nulidad o el incumplimiento del convenio, en sus
artículos 213° y 215°.
Será competente para conocer de ellas el tribunal que tramitó el convenio,
salvo que se hubiere celebrado el pacto comisario que entrega el conocimiento de
esta materia, junto a otras, a un juez árbitro, conforme lo autorizado por el artículo
178° de la ley.
El artículo 215° dispone que ambas demandas deberán señalar (además de
la petición concreta de nulidad o incumplimiento) el nombre del síndico, titular y el
suplente, debiendo el tribunal designar a aquéllos en la sentencia que de lugar a la
demanda y declare la quiebra, sin que se pueda nombrar para tal efecto al síndico
designado en su oportunidad para concretar el convenio judicial preventivo de la
quiebra.
Si las demandas de nulidad o incumplimiento fueren varias, cualquiera de los
síndicos señalados podrá ser designado. En ambos casos, la demanda se sujetará al
procedimiento del juicio ordinario. (213°).

Recursos.- La sentencia que rechaza la demanda de nulidad o incumplimiento,


según el caso, sigue las reglas generales, por lo que es apelable en ambos efectos.
La sentencia que acoja las demandas de nulidad o de declaración de
incumplimiento, por su parte, será apelable en ambos efectos, pero el deudor
quedará de inmediato sujeto a intervención por un síndico que tendrá las facultades
del interventor.
165

F.- LA SEGUNDA QUIEBRA.- (216°-217°) Constituye segunda quiebra, la que se


declara con motivo: 1.- De decretarse la nulidad del convenio.2.- De decretarse el
incumplimiento de un convenio. 3.- Declaración de quiebra, por cualquier otra
causa legal de declaración de quiebra, mientras esté vigente un convenio.
En virtud de lo previsto por el artículo 217° de la ley de quiebra, la segunda
quiebra reintegra a los acreedores anteriores a ella en todos sus derechos respecto
del fallido.
Los acreedores antiguos concurrirán con los nuevos en la distribución del
activo de la quiebra, por el monto del activo de sus créditos, siempre que no
hubieren recibido parte alguna de la estipulada en el convenio.
Si hubieren recibido parte de las sumas estipuladas en el convenio, sólo
podrán concurrir con los nuevos acreedores por la parte del capital de sus
primitivos créditos, que no corresponda a la porción no pagada de la suma
convenida.
En todo caso, tanto los créditos de los acreedores anteriores, en lo que
corresponda, como los de los nuevos deberán ser verificados en la segunda
quiebra, salvo aquellos que la ley expresamente exceptúa de este trámite.
En todo caso, a los actos y contratos celebrados por el fallido en el tiempo
intermedio entre la fecha de la resolución recaída en las proposiciones de convenio
o sobre la solicitud de designación de un experto facilitador, según sea el caso, y la
fecha de la sentencia de la segunda quiebra, le serán aplicables as acciones
revocatorias concursales o paulianas, para reclamar la inoponibilidad de tales actos
y contratos, a la masa.

Extinción del convenio.- Existen diferentes causales por las que puede concluir
un convenio, a saber:
1.- Cumplimiento del convenio.- Este sería el término normal del convenio: El
cumplimiento del deudor de todas y cada una de las obligaciones asumidas en él.
2.- Declaración de nulidad del convenio.- Por alguna de las causales prevista
por el artículo 210° de la ley: ocultación o exageración del activo o del pasivo,
descubiertas después de vencido el plazo para impugnarlo. Siempre que se ejerza
la acción dentro del plazo de 1 año, desde que entró en vigor.
3.- Por declaración de incumplimiento.- De conformidad con el artículo 211°
de la ley, el convenio podrá declararse incumplido a solicitud de cualquiera de los
acreedores, por inobservancia de sus estipulaciones. Siempre que se ejerza la
acción dentro del plazo de 6 meses, desde que hayan podido entablarse. (Desde el
incumplimiento del deudor).
Se deja sin efecto el convenio, pero no se extinguen las cauciones que
hubieren garantizado su ejecución (212°). Ambas acciones se tramitan conforme al
procedimiento del juicio sumario.(213°) ante el tribunal que lo aprobó. Ninguna de
las dos sentencias (de nulidad e incumplimiento) tienen efecto retroactivo. (213°)
Una vez firme la resolución de nulidad o incumplimiento, según el caso, el tribunal
de primera instancia declarará la quiebra, de oficio y sin más trámite. (214°).
4.- Por declaración segunda quiebra en contra del deudor. Constituye
segunda quiebra, conforme lo preceptuado por el artículo 216° de la ley de
Quiebras, tanto la que se declara con motivo de pronunciarse la nulidad del
166
convenio o el incumplimiento de uno, como la que se declara por cualquier otra
causa mientras esté vigente un convenio.
No importa que no haya existido con anterioridad una primera declaración de
quiebra, por tratarse de un convenio judicial preventivo.
La declaración de esta segunda quiebra, es causal de término del convenio,
aún cuando éste estuviere cumpliéndose plenamente por el deudor. El efecto de
esta segunda quiebra es que reintegra a los acreedores anteriores, todos sus
derechos respecto del fallido, debiendo concurrir todos ellos a la nueva quiebra.
5.- Eventuales pactos comisorios.- Adicionalmente a las causales anteriores, las
partes del convenio, en uso de la autonomía de la voluntad, podrán convenir otras
causales de término del convenio.
6.- Prescripción de los derechos de los acreedores.- En caso que las acciones
que emanan del convenio no sean ejercidas por los acreedores para obligar al
deudor a cumplirlo.

XIII.-EL PROCEDIMIENTO DE CALIFICACIÓN o DERECHO PENAL


DE LA QUIEBRA.-
Uno de los efectos derivados de la declaración de quiebra y más aún, de la
distinción entre deudor calificado y no calificado dice relación con los posibles
efectos penales derivados de la declaración de quiebra.
La quiebra no sólo tiene efectos patrimoniales y personales, sino también
puede llegar a constituir un delito y sobre esta materia la legislación de quiebra ha
sufrido una gran evolución.
En sus comienzos la declaración de quiebra era delito. En nuestros días, la ley
establece una distinción entre deudor calificado y no calificado.
Declarada que sea la quiebra, la junta de acreedores podrá acordar denunciar
al deudor fallido o sus cómplices a fin de sancionar a las personas responsables de
cualquiera de los hechos previstos por los artículos 219°, 220° y 221° de la ley,
como quiebra culpable, fraudulenta o cómplices de quiebra culpable (222°)
Asimismo, cualquier acreedor individualmente podrá denunciar o interponer
querella en contra del fallido o sus cómplices. (222°)
Si ninguno de los acreedores, ni la junta, ejerciere al acción penal respectiva,
y la Superintendencia de Quiebras estimare que existe mérito para ello, estará
obligada a denunciar el hecho al Ministerio Público, poniendo en su conocimiento la
declaración de quiebra y los demás antecedentes.(222°) Ello, sin perjuicio de la
facultad del Ministerio Público para iniciar de oficio la investigación criminal (222°)
Es lo que se conoce como procedimiento de calificaron de la quiebra,
regulado en los artículos 222° a 248°.
Respecto del deudor calificado, la quiebra, la quiebra puede ser fortuita,
culpable o fraudulenta. La materia se encuentra regulada en los artículo 218° y
siguientes de la ley, sobre la bases del establecimiento de presunciones legales que
quiebra culpable o fraudulenta.
Esta disposición legal faculta a la junta de acreedores para hacer la denuncia
si estima que se configura alguno de los hechos constitutivos de las presunciones.
También cualquier acreedor está facultado para denunciar el hecho o querellarse en
167
contra del fallido. La Superintendencia también puede denunciar al Ministerio
Público si estima que hay mérito y no lo han hecho los acreedores. Por último, el
Ministerio público puede actuar de oficio.
El deudor no calificado no puede ser denunciado por alguno de los delitos de
quiebra culpable o fraudulenta, pero sí por los delitos del artículo 466° del Código
Penal, salvo que su quiebra hubiere sido declarada por la causal 3° del artículo 43,
esto es la fuga u ocultamiento, dejando oficina o establecimiento cerrados (234°).
Sobre el particular, el requisito para que proceda el sobreseimiento definitivo
extraordinario, es que en el caso del deudor calificado la quiebra sea fortuita, y si
no es calificado que no haya sido condenado por el delito contemplado en el
artículo 466° antes referido, conforme lo dispuesto por el artículo 165°, número 3.
En el fondo, el requisito es la buena fe, que no sea imputable penalmente.
Por eso se dice que el sobreseimiento definitivo extraordinario es un beneficio para
el deudor de buena fe.
Existe, con todo, un problema con esta disposición del artículo 165° de la ley
de Quiebras, en cuanto ella establece como requisito que habiendo terminado el
proceso de calificación, por sentencia ejecutoriada (del juez penal) se declare
fortuita la quiebra.
Por tanto, tendríamos que pensar necesariamente que frente a la declaración
de quiebra de un deudor calificado, hay que abrir un proceso penal para determinar
si la quiebra fue fortuita o no, ya que sería la única forma de cumplir con el
requisito.
¿Qué pasa si se declara la quiebra de un deudor calificado y no hay proceso penal
de calificación? El requisito exige sentencia firme.
Este problema se deriva de que la actual ley recogió esta disposición igual
que en la ley anterior, y en la ley anterior declarada la quiebra de un deudor
calificado se habría necesariamente un proceso de calificación.
El juez civil que declaraba la quiebra de un deudor calificado debía remitir
copia de la sentencia al juez del crimen para que iniciara un proceso de calificación
de oficio, pero hoy para iniciar tal proceso se requiere instancia de parte.
Por tanto, nos podemos encontrar, y en la práctica es frecuente que
tengamos procesos de quiebra de deudores calificados, sin proceso penal, y que
realizados todos los bienes éstos no sean suficientes y no podamos cumplir con
este requisito. Entonces hay que interpretar la disposición para dar solución a la
incomoda situación.
La solución para algunos, es que como en el proceso penal actual éste no se
abre de oficio, sino que está sujeto a la denuncia y supone que el denunciante hace
una estimación de que puede configurarse una de las causales que hacen presumir
la quiebra culpable o fraudulenta.
Así, si no hubo denuncia, hay un juicio de valor emitido por los acreedores en
el sentido de que esa quiebra es fortuita, por tanto, se cumple con el objetivo del
requisito que es la buena fe que antes había que acreditarla con sentencia
definitiva porque siempre había proceso penal.
Para otros, simplemente estamos frente a un accidente jurídico, a una
redacción legal ineficaz que impide al deudor fallido ampararse en esta causal de
sobreseimiento definitivo extraordinario, a menos que tácticamente el propio fallido
procure que se le califique su quiebra.
168
En nuestra opinión, el texto legal es lo suficientemente claro en cuanto que el
requisito es exigible” habiendo terminado el procedimiento de calificación de la
quiebra por sentencia ejecutoriada, haya sido (la quiebra) calificada de fortuita”
Luego si no ha terminado el procedimiento de calificación de la quiebra,
porque éste nunca se inicio, el requisito legal está plena y cabalmente cumplido.
Ello, sin perjuicio que el procedimiento definitivo extraordinario está
establecido a favor del deudor de buena fe, por el efecto que trae el mismo consigo.
Es del caso, que el efecto de todo sobreseimiento (ordinario o extraordinario)
es poner término al estado de quiebra, y así lo establece el artículo 167°.
Sin embargo, respecto del sobreseimiento definitivo extraordinario, además
tiene un efecto especial, por el cual se demuestra que está establecido a favor del
fallido, que consiste en que los saldos insolutos de las obligaciones que no fueron
pagadas por la realización de los bienes se extinguen. Estamos, entonces, ante una
causal de extinción de las obligaciones.
Esto es importante, en el caso de los deudores por garantía del fallido (avales,
fiadores, etc.) ya que no sólo beneficia al fallido, porque al extinguirse la obligación
principal se extinguen las accesorias también.
Artículos 218° y siguientes de la ley, señala que la quiebra de una persona
que ejerce actividades comerciales, industriales, agrícolas o mineras (deudor
calificado) podrá ser fortuita, culpable o fraudulenta..
El artículo 229°, a su turno, sanciona la quiebra culpable, con presidio menor
en cualquiera de sus grados (61 días a 5 años). El mismo artículo 229°, en su inciso
segundo, sanciona la quiebra fraudulenta con presidio medio a presidio mayor en su
grado mínimo (541 días a 10 años).
Ahora bien, para poder iniciar acción penal respecto de estos delitos, es
necesario que previamente se haya declarado la quiebra del deudor, aún cuando
los hechos sancionados se cometen antes de la declaratoria de quiebra.
Con todo, el delito de quiebra ilícita es uno solo que puede ser cometido con
culpa o con dolo, con lo cual varía la sanción, dependiendo del grado de
responsabilidad en el ilícito.

Elementos del delito de quiebra (quiebra fraudulenta o culpable).- Los


presupuestos del delito de quiebra ilícita, son los siguientes:
1.- Que se haya declarado una quiebra. El delito es único, se comete por la
conducta culpable o fraudulenta con que el deudor administró sus negocios.
Conducta que le condujo al estado de quiebra. El delito se entiende consumado a
partir del momento en que la quiebra es declarada judicialmente, a partir de cuyo
momento también empieza a correr el plazo de prescripción de la acción penal.
2.- Que el fallido sea un deudor comprendido en el artículo 41° de la ley de Quiebra.
Es decir, se trate de un deudor calificado: comerciante, agricultor, minero o
industrial.
El deudor, no calificado, que no ejerce alguna de estas actividades, no
comete este delito, conforme lo señalado por el artículo 234° de la ley de Quiebras,
pero queda sometido a las disposiciones del Código Penal, y salvo el caso de la
quiebra declarada en caso de fuga (Art. 43°, número 3).
Con todo, cometen el delito también los gerentes, directores o
administradores de una persona jurídica declarada en quiebra, cuando en la
169
dirección de los negocios sociales y con conocimiento de la situación: (1) Hubieren
ejecutado alguno de los actos o incurrido en alguna de las omisiones a que se
refieren los artículos 219° y 220°, o (2) Cuando hubieren autorizado expresamente
dichos actos u omisiones. (Art. 232°, inciso primero).
Asimismo, los factores o representes del fallido, que sea personal natural,
serán castigados como autores de quiebra, culpable o fraudulenta, si en
representación de su principal o mandante y en conocimiento de la situación de
éste, hubieren ejecutado sin ordenes o instrucciones suyas algunos de los actos o
hubieren incurrido en alguna de las omisiones a que se refieren los artículos 219° y
220°. (Art. 233°, inciso primero).
Por su parte, tampoco cometen este delito de quiebra fraudulenta, el cónyuge
y los ascendientes o descendientes del fallido, que en conocimiento de la quiebra,
hubieren sustraído bienes pertenecientes a ella, pero serán castigados como
responsables del delito de hurto, sin tener en consideración su calidad de cónyuge
o de pariente. (231°)
3.- Que la conducta del fallido sea reprochable en grado de culpa o dolo. La ley no
define la figura tipo de este delito, limitándose a establecer presunciones relativas
al delito de quiebra ilícita, ya sea culpable o fraudulenta.
Así, entonces, acreditado el haber ejecutado alguno de los hechos o el haber
incurrido en alguna de las omisiones de los artículos 219° y siguientes de la ley, se
condena por quiebra culpable o fraudulenta.

La ley establece presunciones de autoría y de complicidad del delito. El


artículo 219°, dispone que la quiebra se presume culpable en los siguientes
casos:1.- Si el deudor ha pagado a un acreedor en perjuicio de los demás, después
de la cesación de pagos; 2.- Si los gastos domésticos o personales del fallido,
hubieren sido excesivos, habida consideración a su capital, a su rango social y al
número de personas de su familia; 3.- Si el fallido hubiere perdido fuertes sumas en
cualquier especie de juego, en apuestas cuantiosas o en operaciones aventuradas
de bolsa; 4.- Si el deudor no hubiere solicitado su quiebra, en el caso del Art. 41° o
si l a manifestación que hiciere no reuniere las condiciones que prescribe el Art.
42°; 5.- Si el deudor fuere declarado en quiebra, por segunda vez, sin haber
cumplido las obligaciones que hubiere contraído en un convenio precedente; 6.- Si
se ausentare o no compareciere al tiempo de la declaración de quiebra o durante el
curso del juicio, o si se negare a dar al síndico explicaciones sobre los negocios; 7.-
Si se hubiere prestado fianzas o contraído por cuenta ajena obligaciones
desproporcionadas a la situación que tenía cuando las contrajo, sin garantías
suficientes; 8.- Si hubiere hecho donaciones desproporcionadas a su situación de
fortuna, considerada en el momento de hacerlas; 9.- Si no tuviere libros o
inventarios o si teniéndolos, no hubieren sido llevados los libros con la regularidad
exigida de tal suerte que no manifestaren la verdadera situación de su activo y
pasivo. Respecto de quienes no estén obligados a llevar libros de contabilidad, se
aplicarán las normas sobre tributación simplificada establecidas por el Servicio de
Impuestos Internos; 10.- Si no se conservaren las cartas que se le hubieren dirigido
con relación a sus negocios; 11.- Si hubiere omitido la inscripción de los
documentos que ordena la ley; 12.- Si agravare el mal estado de sus negocios
170
durante el período a que se refiere el inciso primero del artículo 177° bis
(proposición de convenio judicial preventivo).

El artículo 220° de la ley de Quiebras, por su parte, dispone que la quiebra se


presume fraudulenta, en los siguientes casos, de actos dolosos: 1.- Si hubiere
ocultado bienes; 2.- Si hubiere reconocido deudas supuestas; 3.- Si hubiere
supuestos enajenaciones, con perjuicio de sus acreedores; 4.- Si hubiere
comprometido en sus propios negocios los bienes que hubiere recibido en depósito,
comisión o administraron, o en el desempeño de un cargo de confianza; 5.- Si,
posteriormente a la declaración de quiebra, hubiere percibido y aplicado a sus
propios usos bienes de la masa; 6.- Si, después de la fecha asignada a la cesación
de pagos, hubiere pagado a un acreedor, en perjuicio de los demás, anticipándole el
vencimiento de una deuda; 7.- Si ocultare o inutilizare sus libros, documentos y
demás antecedentes; 8.- Si, con intención de retardar la quiebra, el deudor hubiere
comprado mercancías para venderlas por menos precio que el corriente, contraído
prestamos a un interés superior al corriente de plaza, puesto en circulación valores
de crédito o empleado otros arbitrios ruinosos para hacerse de fondos; 9.- Si,
inmediatamente después de haber comprado mercaderías al fiado, las vendiere con
pérdidas; 10.- Si, antes o después de la declaración de quiebra, hubiere comprado
para sí por interposición de un tercero y a nombre de éste, bienes de cualquier
clase; 11.- Si no resultare de sus libros la existencia o salida del activo de su último
inventario, o del dinero y valores de cualquier otra especie que hubieren entrado en
su poder posteriormente a la facción de aquél; 12.- Si, en estado de manifiesta
insolvencia, hubiere hecho donaciones cuantiosas; 13.-Si hubiere celebrado
convenios privados con algunos acreedores en perjuicio de la masa; 14.- Si se
ausentare o fugare, levándose una parte de sus bienes; 15.- Si el deudor, dentro
del ejercicio en el cual cese en el pago de sus obligaciones o en el inmediatamente
anterior, hubiere omitido, falseado o desvirtuado información de aquélla que ha
debido proporcionar de conformidad a la ley, acerca de su real situación legal,
económica y financiera; 16.- En general, siempre que hubiere ejecutado
dolosamente una operación cualquiera que disminuya su activo o aumente su
pasivo.

A su turno, el artículo 221° de la ley de Quiebras, establece siete casos de


presunciones de complicidad en la quiebra fraudulenta: 1.- Los que, de acuerdo con
el fallido, supusieren crédito o alterares los verdaderos en cantidad o fecha; 2.-Los
que auxiliaren al fallido para ocultar o sustraer sus bienes, sea cual fuere su
naturaleza, antes o después de la declaración de quiebra; 3.- Los que, con
conocimiento de la declaración de quiebra, ocultaren bienes, documentos o papeles
de propiedad del fallido que tuvieren en su poder, o los entregaren a éste y no al
síndico; 4.- Los que, después de la declaración de quiebra, admitieren cesiones o
endosos del fallido; 5.- Los acreedores legítimos que celebraren convenios privados
con el fallido en perjuicio de la masa; 6.- Los que, con conocimiento de la cesión de
pagos, obtuvieren el pago anticipado de todo o parte de su crédito; 7.- Los agentes,
corredores o comisionistas que, después de declarada la quiebra, intervinieren en
cualquier operación comercial del fallido con perjuicio de la masa; 8.- Los demás
171
casos, en que corresponda sancionar la complicidad por aplicación de las reglas
generales que sobre complicidad establece el Código Penal.

No existe, en todo caso, complicidad en la quiebra culposa. Todas las


presunciones precedentemente enumeradas son meras descripciones de tipo o
figuras penales, respecto de las cuales el juez debe proceder a establecer la
responsabilidad criminal según las reglas generales, pero ellas son simplemente
legales.
Por mandato del artículo 230° de la ley, sin perjuicio de la pena que
corresponda con arreglo al Código Penal por alguna de los tipos descritos
anteriormente, la sentencia que condene a una persona como cómplice de una
quiebra fraudulenta, dispondrá, además: 1.- La pérdida de cualquier derecho que
tenga en la masa; 2.- El reintegro a la misma de los bienes, derechos y acciones
sobre cuya sustracción hubiere recaído su complicidad, y 3.- La indemnización de
los perjuicios irrogados a la masa.
Lo anterior, no obsta a la faculta del Ministerio público para iniciar de oficio la
investigación criminal.
La muerte del fallido, durante la tramitación del proceso de calificación, no
obsta a su continuación, a fin de establecer en definitiva el carácter de la quiebra y
perseguir a los demás responsables.

XIV.-LA CESIÓN DE BIENES.-


Los artículos 241° a 255° de la ley regulan el último procedimiento concursal.
El artículo 1.614° del Código Civil define la cesión de bienes como el abandono
voluntario que el deudor hace de todos sus bienes a su acreedor o acreedores,
cuando a consecuencia de accidentes inevitables no se halla en estado de pagar
sus deudas.
Conforme lo previsto por el artículo 241° de la ley, sólo el deudor no
comprendido en el artículos 41° de la ley, puede valerse de la cesión de bienes.
Requisitos.- Los requisitos de procedencia de la cesión de bienes, se
encuentran regulados por los artículos 1.616° y 1.617° del Código Civil, a saber:
1.- Ausencia de culpa del deudor en el mal estado de sus negocios, si sus
acreedores así lo exigen. Con ello, el deudor está entregado al arbitrio de sus
acreedores.
2.- Que se trate de un deudor que no se encuentre en alguna de las situaciones a
que se refiere el Art. 1.617° del Código Civil. Es un deudor no calificado, un deudor
que no es ni comerciante, ni industrial, minero o agricultor.
3.- Podrá dicho deudor hacer cesión de sus bienes siempre y cuando no se
encuentre en alguno de los casos enumerados en el artículo 43° de la ley. Al hacer
la cesión, con todo, deberá dar cumplimiento a las exigencias dispuestas por el
artículo 42° para el deudor que solicita su propia quiebra.

Procedimiento de cesión de bienes.- El procedimiento de la cesión de bienes


difiere, según tenga el deudor un solo acreedor o varios acreedores.
Sólo en el segundo caso existe un procedimiento del tipo concursal, conforme
lo previsto por los artículos 242° a 255° de la ley.
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a.- La cesión de bienes a un solo acreedor.- (242°-245°) El deudor debe presentar
la solicitud al tribunal de su domicilio, la que contendrá los mismos requisitos
exigidos para el deudor cuando solicita su quiebra.(242°)
La solicitud de cesión de bienes al acreedor será puesta en su conocimiento,
para que aquél exprese, en el plazo de 6 días, si la acepta o la rechaza. (242°) La
oposición se tramitará conforme a las reglas del procedimiento sumario. (242°)
Si con anterioridad a esta solicitud, el acreedor solitario hubiere iniciado juicio
ejecutivo en contra del deudor, éste sólo podrá hacer cesión de bienes dentro del
plazo de 6 días contados desde el requerimiento de pago, continuando el
procedimiento conforme lo anteriormente expuesto.
Sin embargo, la cesión no suspenderá los trámites del juicio ejecutivo,
debiendo formarse cuaderno separado para todos los trámites relativos a su
sustanciación. (243°)
Una vez aceptada la cesión de bienes, sea por anuencia del acreedor o por
resolución del tribunal, podrá el acreedor dejar al deudor la administración de sus
bienes y hacer con él los acuerdos y arreglos que estime conveniente para sus
intereses. (244°)
A falta de tal acuerdo, se deberá proceder a la realización de los bienes del
deudor, conforme a las reglas del procedimiento de apremio del juicio ejecutivo.
En el mismo juicio, el depositario será el acreedor (y rendirá cuenta de su
administración), pero adicionalmente tendrá la representación judicial y
extrajudicial del deudor en todos los asuntos que afecten a los bienes cedidos, pero
no podrá celebrar transacciones ni compromisos sin acuerdo del deudor. (244°)
Los fondos que así se obtenga, se aplicarán al pago de la deuda de ese único
acreedor. (244°)
Si el deudor fuere una persona que tuviere la libre administración de sus
bienes, podrá entregar sus bienes directamente al acreedor en pago de sus
obligaciones, valorados de común acuerdo entre ambos. (245°)
El acuerdo deberá contar en instrumento privado o solemne, según sea el tipo
de bienes comprendidos en el acuerdo. (245°).

b.- La cesión de bienes a varios acreedores.- (246°-250) Respecto del deudor


con derecho a la cesión, a la solicitud y el tribunal competente, las reglas son las
mismas.
El tribunal, al proveer en este caso la solicitud del deudor deberá dictar una
resolución muy semejante a la de las proposiciones de un convenio judicial
preventivo.
Así, al dar curso (proveer) a la solicitud, el tribunal dispondrá: 1.- La
designación, en calidad de depositario, de un síndico de quiebra, tal como ocurre
con el deudor que solicita su propia quiebra, para que reciba los bienes y
documentos del deudor, bajo inventario, ante ministro de fe; 2.- Que el síndico, así
designado, informe al tribunal sobre las causas del mal estado de los negocios del
deudor. Para informar, según lo previsto por el artículo 247° el síndico tendrá el
plazo de 15 días desde la notificación de la cesión. La presentación de ese informe,
será notificada a los acreedores por aviso; 3.- Que todos los acreedores residentes
en le país, tienen el plazo de 30 días, para verificar sus créditos; 4.- Que se
despachen las cartas aéreas certificadas para hacer saber la cesión de bienes
173
propuesta a los acreedores del extranjero, para que en el término de
emplazamiento que se le fijará en la carta, verifiquen sus créditos; 5.- Que se
notifique la cesión de bienes al síndico, personalmente, y a los acreedores por
aviso.

La oposición a la cesión de bienes.- Los acreedores, una vez notificados de la


solicitud de cesión de crédito, tienen la facultad, dentro del plazo de 30 días o el de
emplazamiento para los acreedores del extranjero, aumentado en 6 días, de exigir
al deudor que prueba su inculpabilidad en el mal estado de sus negocios o rechazar
la cesión en alguno de los casos señalados por el artículo 1.617° del Código Civil.
(248°)
La oposición de los acreedores, deberá sustanciarse con audiencia del síndico
y del deudor, con arreglo al procedimiento sumario. (250°)
Si los acreedores no ejercen este derecho en el plazo anterior, el tribunal
declarará aceptada la cesión de bienes, mediante resolución que deberá notificarse
por aviso. (249°)

Efectos de la resolución que resuelve la solicitud de cesión de bienes.-


(251°-255°) Son diferentes según se trate de una resolución que rechaza o acoge la
cesión de bienes propuesta por el deudor.
Se trata de disposiciones aplicables a ambos casos de proposiciones de cesión
de bienes, esto es en el caso del deudor con un solo acreedor o con múltiples.

i.- Sentencia que rechaza la cesión de bienes propuesta.- La sentencia que


rechaza la cesión de bienes, declara la quiebra del deudor.
Sin embargo, previo a la dictación de la sentencia antes referida el tribunal
deberá proceder a designar al síndico titular y suplente, no pudiendo recaer el
nombramiento en quien hubiere ejercido el cargo con motivo de la propuesta de
cesión de bienes.
El juicio de quiebra se sigue sustanciando conforme a las reglas propias en el
expediente de cesión de bienes, pero no procederá una nueva verificación ordinaria
de los créditos. No procede una nueva verificación, conforme lo señalado por el
artículo 251° de la ley, bastando el llamamiento a los acreedores practicado para
resolver sobre la cesión.
Esta resolución que rechaza la cesión de bienes no es susceptible de
recurrirse por vía del recurso especial de reposición, pero podrá interponerse en su
contra el recursos de apelación.

ii.-Sentencia que acepta la cesión de bienes.- Esta resolución admitirá el


recurso especial de reposición, que puede ser interpuesto por los acreedores o un
tercero interesado, siendo aplicable las demás reglas propias del juicio de quiebra,
en virtud de lo dispuesto por el artículo 255° de la ley.
En cuanto a las consecuencias jurídicas de la resolución que acoge la
cesión de bienes del deudor, estas son las siguientes: 1.- El deudor queda
liberado de toda apremio personal; 2.- Las deudas se extinguen hasta la cantidad
satisfecha por los bienes cedidos; 3.- Si los bienes cedidos son insuficientes y el
deudor adquiere otros nuevos bienes, está obligado a completar el pago con éstos;
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4.- Las obligaciones del deudor prescribe en 5 años, contados desde la aceptación
de la cesión; 5.- La cesión de bienes no transfiere la propiedad de los bienes
cedidos, por el deudor, a sus acreedores, sino que faculta a éstos para realizarlos y
percibir sus frutos; 6.- Los actos del deudor sobre los bienes cedidos, después de
aceptada la cesión, son nulos. 7.- Los actos del deudor sobre los bines cedidos,
anteriores a la aceptación de la cesión, pueden revocarse por la acción pauliana del
derecho civil.

FIN

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