Critica de Gunasdule

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Semilleros de la Red de Pensamiento Decolonial

FAIA-Analéctica-Humanidades Populares
Auspiciado por la Red de Pensamiento Decolonial

CRÍTICA DEL
GUNASDULE
ARYSTEIDES TURPANA
IGWAIGLIGINYA

Marzo de 2018

Consejo Editorial de la Red de Pensamiento Decolonial


Arysteides Turpana Igwaigliginya
Crítica del GUNASDULE – 1°ed. – Buenos Aires:
Red de Pensamiento Decolonial (RPD), 2018. p. 128; 15,24
x 22,86.
ISBN-13: 978-1986449038
ISBN-10: 1986449033
1. Filosofía 3. Ciencias Sociales

1ra edición: febrero de 2018


Distribución digital en DEYCRIT y en las publicaciones del
Consejo Editorial de la Red de Pensamiento Decolonial
intervinientes en la presente co-edición internacional:

Revista FAIA – Filosofía Afro-Indo-Abyayalense


www.editorialabiertafaia.com

Revista y Casa Editorial Analéctica


www.analectica.org

Humanidades Populares
www.humanidadespopulares.cl

Revista COPALA
www.revistacopala.com

Copyright © 2016. RPD. Red de Pensamiento Decolonial

Fotografía de portada: “El maíz y el amor tiene aroma a mi amada


abuela, Melania” de Duiren Wagua.
Edición: Fernando Proto Gutierrez
Diagramación y diseño: Jael García Sam
Maquetación: Agustina Issa
Presentación de la Red de
Pensamiento Decolonial
I – Sobre la colección
Semilleros es una colección de pensamiento crítico y saberes
ancestrales. Es desde dónde sembramos hoy para propagar y
cosechar en el futuro. Sus tubérculos pluriversos
enriquecerán el mundo donde quepan muchos mundos.

II – La Red de Pensamiento Decolonial


El término “Red Decolonial” fue formulado por Claude
Bourguignon Rougier, Sébastien Lefevre, Enrique Sanchéz
Albarracín, Fernando Proto Gutierrez y Philippe Colin, en el
marco del Colloque d’études décoloniales: déplacements
épistémologiques du pouvoir, de l’être et des savoirs,
realizado en la Université Lumière Lyon 2 – LCE EA-1853,
Maison internationale des langues et des cultures en Lyon,
los días 7 y 8 de diciembre de 2015, fundándose meses
después la Revue d’études décoloniales (ISSN 2551-5896),
con dirección de Claude Bourguignon Rougier. En esta línea,
el día 15 de abril de 2017 es co-fundado el Capítulo
Latinoamericano de la Red de Pensamiento Decolonial
(www.rpdecolonial.com), a partir de los diálogos existentes
entre: Abdiel Rodriguez Reyes, Agustina Issa, Carlos
Manuel Zapata Carrascal, Diana Milagros Rueda de
Aranguren, Eugenio Nkogo Ondó, Fernando Proto Gutierrez,
Ismael Cáceres-Correa, José Javier Capera, Juan Martínez,
Juliana Rosa, Katya Colmenares, Malén Siffredi, Matías
Mattalini, Nadia Heredia y Samuel Méndez.

III – Descripción teórica


La RPD, constituye, entre otras razones, la posibilidad de
reconstruir, formular y legitimar alternativas para generar
pensamiento hermenéutico-crítico que estimule sociedades
más justas y libres, considerando a la vez la relevancia de
evaluar contextos históricos a partir de los que precisar
posiciones epistemológicas, estéticas y ético-políticas que
señalen los marcadores de la región Sur.
En este sentido, la RPD reivindica la deuda histórica que
padece Latinoamérica/Abya-Yala y que se manifiesta en
numerosas formas de injusticia social, así como la
marginación o escisión de los intelectuales con respecto de
su propia cultura.
Luego, asumir a nuestra región con sus valores y plétora de
producción cultural, filosófica y de conocimiento científico
válido, se presenta como una tarea de liberación donde el Sur
se empeña tenazmente en definir su identidad, en, con y desde
sus particularidades y hacia la pluriversalidad, sin desconocer
el riesgo que suscita la emergencia de tipologías de
nacionalismos opresivos y de opresores.
La RPD tiene por objeto establecer fundamentos
epistemológicos emergentes de la experiencia
latinoamericana, en diálogo inter-cultural con los
“condenados de la tierra”, respetando la historia que ha
vivido la región, en reconocimiento y en producción de
formas de resistencia y proyectos socio-existenciales. En este
sentido, la red se ha propuesto ahondar en los debates
provenientes de los diálogos Sur-Sur, en los que se dan una
serie de temáticas, corrientes y líneas críticas de
investigación al interior de las Humanidades y Ciencias
Sociales (Husoc), y desde los movimientos sociales mismos,
así como en los espacios de exterioridad y frontera al
paradigma modern-europeo. De esta suerte, la RPD
sistematiza su trabajo a través de diez líneas de estudio, en
rigor: 1. Migraciones internacionales, racismo e integración
social. 2. Consumo y ciudadanía económica. 3. Territorio,
poder y cultura. 4. Estudios de Género en Humanidades y
Ciencias Sociales. 5. Historia y Socio-Antropología
Latinoamericana. 6. Derechos Humanos, diversidad cultural
e identidades. 7. Currículum y políticas educativas. 8.
Religión, sociedad moderna y política. 9. Estudios
decoloniales y filosofía de la liberación. 10. Perspectiva
filosófico-histórica.

Consejo Editorial de la Red de Pensamiento Decolonial


Abdiel Rodriguez Reyes, Agustina Issa, Carlos Manuel
Zapata Carrascal, Diana Milagros Rueda de Aranguren,
Eugenio Nkogo Ondó, Fernando Proto Gutierrez, Ismael
Cáceres-Correa, José Javier Capera, Juan Martínez, Juliana
Rosa, Katya Colmenares, Malén Siffredi, Matías Mattalini,
Matías Pérez-Ojeda del Arco, Nadia Heredia y Samuel
Méndez
Autores
Arysteides Turpana Igwaigliginya
Nació en la isla Uwargandup, Guna Yala (el País Dule), el 24
de diciembre de 1943. Licenciado en Lengua y Literatura
Francesas. Estudió cine en París y Administración cultural en
Brasil. Escribe tanto en Dulegaya como en castellano. Es un
pensador y poeta Dule. Profesor en la Universidad de las
Américas.

Guillermo Castro Herrera


Nacido en la Ciudad de Panamá en 1950. Licenciado en
Letras en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba.
Graduado de Maestría en Ciencias Sociales en la Facultad de
Ciencias Políticas y Doctorado en Estudios
Latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras ambas
por la Universidad Nacional Autónoma de México. Pensador
crítico de nuestra América y de la Historia ambiental. Asesor
ejecutivo de la Ciudad del Saber
Sumario
Nuestra América: (algunos) puntos de origen, y de
destino
Guillermo Castro Herrera
| 11

Balboa y nosotros los panameños


| 19

Victoriano lorenzo a los 112 años de su fusilamiento


| 23

Cultura dule e identidad


| 35

El bautizo más caro de la historia cristiana.


| 67

Igwasalibler: la hora de los españoles.


| 90

Los Ngäbe – Buglé ante la ignorancia y el racismo.


| 108

Enero 9, 1962.
| 126
NUESTRA AMÉRICA: (ALGUNOS) PUNTOS DE
ORIGEN, Y DE DESTINO

GUILLERMO CASTRO HERRERA

Para el guna Arysteides Turpana, desde el mestizo que soy

En cada uno de sus textos, Arysteides Turpana nos advierte que


siempre es bueno recordar los puntos de origen de los problemas
que hoy encaran los pueblos originarios de nuestra América. En ese
punto de origen, por ejemplo, está el hecho de que en el momento
de la Conquista ibérica no había ni indios ni indígenas en América,
sino una multitud de pueblos y culturas que habían llegado a esta
región del mundo 30 mil años antes, al menos, y se habían
expandido por ella hasta ocuparla por completo, como lo habían
hecho en otras fechas otros grupos humanos en Europa, Asia y
Oceanía, todos provenientes de una matriz común africana. El
indio, en este sentido, es una creación de la Conquista, como el
negro es una creación de la esclavitud.

La población originaria que sobrevivió a la Conquista española y


portuguesa se vio escindida en dos grandes grupos. Uno de ello
estuvo conformado por las etnias que se vieron incorporadas al
sistemade servidumbre en torno al cual fue organizada la economía
en las regiones controladas por las Monarquías ibéricas. Esa forma
de organización de la vida indígena en encomiendas, que
combinaban la propiedad comunitaria del suelo adyacente a las
grandes haciendas señoriales con el pago de tributo en trabajo
gratuito, fue dominante en los altiplanos andino y mesoamericano,
que antes de la Conquista habían albergado las poblaciones más
numerosas y de desarrollo civilizatorio más avanzado.

El otro grupo se vio marginado a las regiones que escaparon al


control directo de las Monarquías, como el litoral Atlántico
mesoamericano, y la mayor parte del Darién – Chocó, la
Amazonía, la Orinoquia, la actual Patagonia argentina, y Chile al
sur del Bío – Bío. La mayor parte de la población originaria

11
panameña proviene de este segundo grupo.
Entre los siglos XVII y XIX, ambos grupos conocieron una
segunda reducción de orden etno cultural, debida al mestizaje y la
aculturación de una parte de sus integrantes, en un marco de lenta
recuperación demográfica que – según estiman diversos estudios –
para mediados del XX había restablecido el número de los
miembros de pueblos originarios a sus niveles de fines del siglo
XV. Las estructuras sociales –y sus expresiones territoriales–
generadas por estos procesos de larga duración demostraron una
extraordinaria resistencia al cambio, antes aún de las guerras de
Independencia. Tal fue el caso, por ejemplo, de las luchas de
resistencia a la Reforma Borbónica, que atentaba contra el lugar y
los derechos de los indígenas y los criollos pobres en el pacto colonial
ibérico.
De esa resistencia provino el comentario a la vez terrible y
esclarecedor de José Martí, en 1891: “El problema de la
independencia no era el cambio de formas, sino elcambio de
espíritu.”Yde allítambién su colofón:
Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el
sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los
opresores. […] La colonia continuó viviendo en la república; y
nuestra América se está salvando de sus grandes yerros – de la
soberbia de las ciudades capitales, del triunfo ciego de los
campesinos desdeñados, de la importación excesiva de las ideas y
fórmulas ajenas, del desdén inicuo e impolítica de la raza aborigen
– por la virtud superior, abonada con sangre necesaria, de la
república que lucha contra la colonia.[1]
El programa de esa lucha de la república contra la colonia, sin
embargo, nunca llegó a un planteamiento definitivo en relación al
llamado “problema indígena”, que a fin de cuentas era el de la
participación de los encomendados de ayer en la vida y el
desarrollo económico, político, social y cultural en aquellas
repúblicas, nacidas de semilla liberal sembrada en un suelo
largamente feudalizado. El propio Martí, el mejor representante del
pensamiento liberal democrático más avanzado y radical de fines
del siglo XIX, planteaba así el problema de la diversidad étnica en
los Estados nacionales formados a partir del ciclo de luchas por
la Independencia, entre 1810 y 1825:

12
Éramos una visión, con el pecho de atleta, las manos de petimetre
y la frente de niño. Éramos una máscara, con los calzones de
Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón norteamericano y la
montera de España. El indio, mudo, nos daba vueltas alrededor, y
se iba al monte, a la cumbre del monte, a bautizar sus hijos. El
negro, oteado, cantaba en la noche la música de su corazón, solo y
desconocido, entre las olas y las fieras. El campesino, el creador,
se revolvía, ciego de indignación, contra la ciudad, contra su
criatura. Éramos charreteras y togas, en países que venían al
mundo con la alpargata en los pies y la vincha en la cabeza. El
genio hubiera estado en hermanar, con la caridad del corazón y con
el atrevimiento de los fundadores, la vincha y la toga; en
desestancar al indio; en ir haciendo lado al negro suficiente; en
ajustar la libertad al cuerpo de los que se alzaron y vencieron por
ella. Nos quedó el oidor, y el general, y el letrado, y el
prebendado.[2]
Las propuestas del liberalismo de entonces, como las del
contemporáneo, nunca fueron más allá de la transformación de la
propiedad comunitaria en propiedad privada, mediante el reparto
de parcelas a la población indígena, y la aculturación acelerada de
las poblaciones originarias mediante el recurso a la educación
necesaria para incorporarla a los escalones más bajos del
capitalismo dependiente, que por entonces pasaba a ser la forma
dominante de inserción de nuestras economías en el mercado
mundial. Más allá de la buena o mala voluntad de los proponentes,
aquel programa hacía parte del interés, más amplio, de crear el
mercado de tierras y de trabajo necesario para el desarrollo de
aquella economía, entonces emergente. Y con esto se llega al
medular de la discusión: ¿pueden subsistir formas no capitalistas
de propiedad en el marco de sociedades capitalistas?
La primera respuesta fue positiva. La proporcionaron las empresas
mineras y de agro negocios que desde la década de 1870
establecieron en la región economías de enclave, cuya rentabilidad
se veía incrementada por la de obra barata proveniente de las
regiones de pueblos originarios, cuyo costo además era subsidiado
por la propia economía indígena. La segunda, sin embargo,
presenta ya otras complejidades. Primero, porque los espacios

13
marginales de ayer son las (últimas) grandes fronteras de recursos
de hoy. Pero, y sobre todo, porque quienes pueblan esos espacios
son mucho más numerosos, están mejor educados, tienen mayor
conciencia de su condición y sus derechos, y están mucho más y
mejor organizados que sus antecesores de ayer.
Los pueblos originarios, en efecto, ya no sólo luchan para no
desaparecer. Lo hacen además, y sobre todo, para culminar el
conflicto entre la república y la colonia, trascendiendo el marco
liberal de origen y planteamiento de esa lucha. Su base territorial
ya no está constituida por zonas marginales sin interés para los
grandes poderes que controlan los Estados de la región, sino por
espacios ganados a lo largo de luchas que les permitieron
constituirse en sujetos políticos de pleno derecho, que pueden y
deben aspirar a recuperar el control de sus vidas y destinos. En
Panamá, Guna Yala dejó hace mucho – desde 1924, al menos -, de ser
la Intendencia de San Blas, como la Comarca Ngöbe dejó de ser la
región del Guaymí, en ambos casos por la creciente resistencia de
sus habitantes, y no por generosa concesión de filántropos
liberales.
Bolivia nos proporciona, ahora, el ejemplo más avanzado y exitoso
de lo que puede ser logrado en esta circunstancia nueva. Y ese
ejemplo práctico de república multinacional con una economía que
crece en términos que reducen la inequidad, vuelve a poner sobre
el tapete el problema de origen: ¿pueden coincidir esas formas de
vida y organización indígena no ya con el capitalismo, sino con su
transformación en una economía y una sociedad distintas?[3]
No se trata de un problema nuevo. Lo enfrentaron en su momento,
con mejor o peor fortuna, los grandes procesos de transformación
re- volucionaria ocurridos en zonas periféricas o semiperiféricas
del mercado mundial, como Rusia a principios del siglo XX, y
China en la segunda mitad del mismo, en las cuales el papel de
las minorías étnicas y las formas de vida económica no capitalistas
fueron objeto de debates muy intensos, como de soluciones a
menudo muy represivas. En nuestra América, fue planteado por
primera vez de manera integral en 1928 por el peruano José Carlos
Mariátegui, en sus 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad
Peruana. Allí dijo aquel que pasaría a la historia de nuestra
cultura como el Amauta[4]:

14
Todas las tesis sobre el problema indígena, que ignoran o eluden a
éste como problema económico-social, son otros tantos estériles
ejercicios teoréticos, y a veces sólo verbales, condenados a un
absoluto descrédito. No las salva a algunas su buena fe.
Prácticamente, todas no han servido sino para ocultar o desfigurar la
realidad del problema. La crítica socialista lo descubre y esclarece,
porque busca sus causas en la economía del país y no en su
mecanismo administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su
dualidad o pluralidad de razas, ni en sus condiciones culturales y
morales. La cuestión indígena arranca de nuestra economía. Tiene
sus raíces en el régimen de propiedad de la tierra. Cualquier intento
de resolverla con medidas de administración o policía, con
métodos de enseñanza o con obras de vialidad, constituye un
trabajo superficial o adjetivo, mientras subsista la feudalidad de
los “gamonales”.[5]
En este campo, al propio tiempo, nuestra América nunca fue –ni
será nunca– el mero espacio en que se reproduzcan otras
circunstancias. Somos realmente un nuevo mundo, surgido de
circunstancias inéditas e irrepetibles, y estamos haciendo una
contribución de singular trascendencia a la creación de un mundo
nuevo. Fue desde nosotros que surgió la teoría del desarrollo –esto
es, de la necesidad de un crecimiento económico capaz de
traducirse en bienestar colectivo y vida en democracia-, que tanto
contribuyó a dar forma visible a la idea martiana de que no
había en nuestra América batalla “entre la civilización y la
barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza”, nutrida y
confrontada a un tiempo por el formidable ciclo revolucionario que
se iniciara en México en 1910 para culminar en Cuba en 1961. Fue
desde nosotros, también, que recibió el mundo a la pedagogía de
la transformación, elaborada a partir de la vida y obra de Paulo
Freire, y la Teología de la Liberación, que ha podido ser universal
por lo auténticamente nuestra que es.
Y ha sido desde nosotros, también, que ha recibido sus impulsos
más vitales la crítica al carácter insostenible del desarrollo que
conocemos, y la necesidad de pasar a formas que hagan sostenible
el desarrollo de la especie que somos. Esas formas, en efecto,
tendrán que ser por necesidad afines al Sumak Kawsay, el buen
vivir k’chwa, que sintetiza de manera tan admirable la experiencia

15
colectiva de nuestros pueblos originarios en una perspectiva ética
y de conocimiento que contradice todo intento de justificar la
destrucción de las fuentes mismas de la vida en aras de la
acumulación incesante de capital.
Lo que ya es evidente es que no hay salida viable a los problemas que
hoy encara nuestra especie – y que afectan de manera tan directa a
los trabajadores manuales e intelectuales, del campo y de la ciudad
– dentro del orden que se nutre de esos problemas. Si deseamos un
mundo distinto, tendremos que culminar el proceso de creación de
una sociedad diferente, que ya ha sido puesto en marcha por los
pueblos de nuestra América. Y tendremos que aprender a hacerlo
como nos lo pidiera Martí: “con todos y para el bien de todos” los
que entienden que es imprescindible llevar a buen término la
batalla de la república contra l colonia – y la de la naturaleza contra
la falsa erudición – si queremos sobrevivir.

Notas:
[1] “Nuestra América”. El Partido Liberal, México, 30 de enero de
1891.Obras Completas. Edito- rial de Ciencias Sociales, 1975. VI, 19.

16
[2]“Nuestra América”. El Partido Liberal, México, 30 de enero de
1891.Obras Completas. Edito- rial de Ciencia Sociales, 1975. VI, 20.

[3] Al respecto, por ejemplo, Steinleger, José: “¡Ah…, qué Evo!”. La


Jornada, México, 14 de agos- to de 2013.
http://www.jornada.unam.mx/2013/08/14/opinion/019a1pol

[4] “Se conoce con el título de Amautas (del quechua: hamawt’a;


‘maestro’, ‘sabio’) a aquellas personas que se dedicaban a la educación
formal de los hijos de los nobles y del Inca. Existieron dos clases de
educación: La primera era una educación dirigida para las clases altas y
la otra una educación para la población en general “Hatunrunas” (hombre
común). Las clases nobles y reales del Imperio inca fueron educados
formalmente por los Amautas (hombres sabios), mientras que la
población general recibía conocimientos de sus familias, las cuales se
transmitían de generación en
generación.”http://es.wikipedia.org/wiki/Amauta

[5] 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana. Biblioteca


Amauta, Lima, 1928. Fuente: La Biblioteca Virtual Universal de
Bibliotecas Rurales Argentinas. Esta Edición: Marxists Internet
Archive, 2000.
http://www.jus.unitn.it/cardozo/Review/2009/Mariategui.pdf

17
18
BALBOA Y NOSOTROS LOS PANAMEÑOS

Atribuyen los intelectuales colonizados ladinopanameños el


“descubrimiento” del Mar del Sur al gamberro español
vAsco Núñez de Balboa, cuya estatua se encuentra en esta
ciudad de Panamá. Este malhechor español llegó a ver el
Océano Pacífico el 26 de septiembre de 1513, es decir, llegó
atrasado históricamente porque los panameños raizales, los
panameños de aquella época, nuestros ancestros, ya
conocían dicho mar, tomando en cuenta, que la arqueología
arroja luces, en el sentido de que el hombre pre-colonial
panameño 17,000 años antes de Cristo ya se había
aposentado en esta patria nuestra que se llama Panamá. Sólo
en la mollera del intelectual colonizado cabe que algo ya
descubierto una vez puede ser “descubierto” dos veces;
para justificar lo injustificable, el intelectual colonizado
argumenta, pues, que un niño puede efectuar dos veces la
primera comunión o que una persona puede morir dos veces
físicamente.

“La colonia continuó en la república”, dice Martí; por ello,


es fácil encontrar en cada esquina de nuestra América a hijos
de esta tierra que tienen sus cabecitas en la España del
coloniaje. Ellos son traidores a nuestra Abya Yala- América-
: ellos son los traidores, y “…de traidores está América
cansada”, sentencia otra vez Martí; por eso es que el
pensamiento colonial continúa viviendo entre nosotros: por
inercia histórica.

Esta inercia histórica es la que nos ha impuesto la


superstición que vAsco Núñez de Balboa fue el
“descubridor” del Mar del Sur, y como loritos domesticados
hemos venido repitiendo en coro tamaña mentira como si
fuese verdad. ¡Qué vergüenza! Por eso mismo, un grupo de
intelectuales ladinopanameños colonizados llega cada 26 de
septiembre en romería hasta la estatua de don vAsco Núñez

19
de Balboa para ofrecerle pleitesía a su dios de bronce: De los
españoles han hecho sus dioses, mejor dicho, del
colonizador y, como temen, también, de que algún día su
dios sea descubierto en su mentira, por eso, a lo largo de los
años, desde esa trinchera alienante que es la escuela, nos han
disparado sus dardos con el mensaje de que don vAsco
Núñez de Balboa era un bondadoso alma de Dios, etcétera.
Se diría que ese opresor de los panameños pre-coloniales era
un ser candoroso, tierno: un serafín. Abel Lombardo Vega,
en su Crónica de la Conquista del Istmo, dice que don vAsco
Núñez de Balboa era un hombre con “ausencia completa de
escrúpulos”.

En aquel tiempo, en el siglo XVI, uno de los tres siglo de


pillajes y genocidio, vivía el cacique Careta,-Dad Galed- (en
dulegaya o el idioma guna), quien apiadándose de dos
castellanos extraviados, nombró capitán de su ejército al que
se llamaba Juan Alonso. Un día, pasó por el país del cacique
Dad Galed (-Careta-, en el dialecto castellano de Panamá-)
don vAsco Núñez de Balboa, a quien le recibieron los dos
castellanos extraviados, diciéndole que allí, en el país de Dad
Galed, había oro en abundancia. Don vAsco Núñez de
Balboa y los dos castellanos se pusieron de acuerdo para
atacar el pueblo de Dad Galed y así lo hicieron, como
veremos a continuación. Don vAsco Núñez de Balboa se
presentó ante el cacique Galed y le exigió oro; el cacique le
dijo que él no tenía. Don vAsco Núñez de Balboa hizo el
papel de alguien que cree tales palabras e hizo mutis; pero el
malhechor vAsco Núñez de Balboa, a quien el intelectual
colonizado ladinopanameño adora todos los 26 de
septiembre, volvió como un buen bandido que era, en la
noche. El cacique Dad Galed estaba lejos de pensar que
el castellano Juan Alonso le pagaría con traición el
hospedaje que le había brindado en su propia casa. En la
noche, el delincuente español don vAsco Núñez de Balboa
atacó el pueblo del cacique Careta. El español y alevoso Juan

20
Alonso “lo sujetó fuertemente hasta que llegaron los
españoles, a los que lo entregó”, nos dice la historiadora
Josefina Oliva de Coll en su brillantísimo La resistencia
indígena ante la conquista.

En sus correrías, el español y criminal, el genocida y


gamberro, don vAsco Núñez de Balboa llegó al país de
Comagre, país que saquearon los depravados españoles,
porque entraron como dice Martí: “entran los españoles a
saco en los templos de oro”. En una de esas camorras propias
que se daban entre los gamberros españoles, el hijo del
cacique Comagre, Panquiaco (Bab Giakwa, en el idioma de
los dule o dulegaya), les dijo a los bandoleros españoles que
al otro lado había un mar, donde vivía el cacique Tubanamá
“que tiene barcas de velas y remos, que bebe en vasos de
oro”. (J .Olivia de Coll).

Esta misma historiadora escribe:

esa fue la primera noticia del fabuloso Perú que habrá


de obsesionar a Vasco Núñez; le hará pedir y obtener
del rey de España los mil hombres indicados y le
habrá de costar la vida .Para avalar su petición manda
el conquistador el quinto al rey, calculado en quince
mil castellanos de oro, suma lo bastante fabulosa para
que haga pasar inadvertida la noticia que en la
campaña se había dado muerte de treinta caciques.1

De otro autor es el siguiente texto:

Inmediatamente balboa despachó mensajeros a


España con la gran noticia y pidiendo mil hombres

1
Josefina Oliva de Coll: La resistencia indígena ante la
conquista. pág.54.

21
para subvertir aquel fabuloso país. Reforzando su
urgencia de auxilio confesaba que habían muerto 30
caciques, y que aún había de matar más, a cuantos
prendiese ya que no restaba otro remedio para suplir
su debilidad en hombre. Expresaba, sin embozo, el
terror y la crueldad como extrema táctica militar2”.

Así era el “bueno” de don vAsco Núñez de Balboa, a quien


el intelectual colonizado ladinopanameño endiosa y adora.
El marrano, así se le llama en la lengua de Cervantes, a los
judíos conversos al catolicismo, don Pedro Arias de Ávila,
quien era suegro a Balboa s, ordenó que le volaran el casco,
hecho que se realizó con toda justicia humana ya que el
gamberro había traicionado al rey y con toda justicia divina
se le decapitó con toda justicia, y sencillamente, porque
como dice Cristo Jesús, así me enseñaron los buenos padres
del colegio religioso donde estudié, que “al que a hierro
mata, a hierro muere”. Vasco Núñez de Balboa, el
seudodescubridor del Mar del Sur, pese a su crueldad,
cretinismo, vanidad, megalomanía, inmoralidad,
truculencia, altanería, iracundia, al menos tuvo la suerte de
morir como un buen cristiano, aunque hubiese pasado por la
espada a miles y miles de panameños, entre ancianos, niños
y gente indefensa, al menos, murió, pues, al amparo de las
palabras de Cristo como dice San Mateo (26: 52) :Omnes
enim, qui acceperint gladium, gladio peribunt ( el que a
hierro mata, a hierro muere). En otras palabras, vAsco
Núñez de Balboa murió sencillamente como se lo merecía.

2
Abel Lombardo Vega: Crónica de la Conquista del Istmo.
pág.51.

22
VICTORIANO LORENZO A LOS 112 AÑOS DE SU
FUSILAMIENTO3

Hace 112 años, en la llamada Plaza de Armas Chiriquí (hoy


Plaza de Francia), durante el gobierno de Facundo Mutis
Durán, Victoriano Lorenza moría a balazos. En aquella
ocasión, la poeta Amelia Denis de Icaza escribió un poema
titulado “A la muerte de Victoriano Lorenzo”. Unos versos
dicen así:

Atado y ¿para qué? Si es una víctima


Que paso a paso a su calvario va.
Lo lleva hasta el banquillo la república
Y con ella en el alma a morir va!

Por su parte Rubén Darío, (1966) en su Victoriano Lorenzo,


el guerrillero de la tierra de los cholos. Panamá: Editorial
Litográfica, nos cuenta la ejecución en estos términos:
(Victoriano Lorenzo) “Sentóse luego y le ataron a la
silla. Lo vendaron con un pañuelo negro.
Doce soldados que componían la escolta avanzaron
de frente hasta ponerse a cinco pasos.
Nadie respiraba. Sólo se oía el choque de las olas
golpeando la muralla algo como un gemido lanzado
por la brisa y allá…a lo lejos, una campana que
tocaba a muerte.
El jefe de la escolta dio la señal con un pañuelo
blanco. Las armas se tendieron, sonó la descarga y
en medio del humo se vio a un hombre que se
estremecía e inclinaba la cabeza sobre el pecho.
La primera fila hizo lentamente un movimiento de
flanco. Habían pasado treinta segundos. Cuando se
3
Intervención de Arysteides Turpana Igwaigliginya el 15 de mayo de
2015 en homenaje a Victoriano Lorenzo frente a su busto en el campus
universitario.

23
oyó la segunda descarga, el ajusticiado levantó la
cabeza y la revolvió con lentitud. Dejóla caer de
nuevo sobre el pecho, inclinada sobre el corazón.
Veinte segundos después sonó la tercera descarga.
Entonces hizo un esfuerzo supremo; intentó
levantarse; sacudió convulsivamente los brazos y
quedó muerto” (p.123).

Desde aquel tiempo hasta los años de 1960, la historia oficial


jugó su papel de bastardo incansable y nos vendió la espuria
idea de que Victoriano Lorenzo era "un cholo analfabeto y
bandolero”. Tres augustos profesores de Historia de esta
nuestra universidad, Araúz, C.A., Gasteazoro, C.M., Muñoz,
P. A. (1980). La historia de Panamá en sus textos. Panamá:
EUPAN. Tomo 1: p: 373), nos dice que Victoriano fue
enjuiciado y condenado a muerte, víctima del revanchismo
militar, ante la mirada atónita de sus compatriotas y la
pasividad cómplice de los liberales panameños.
El 30 de enero de 1966, 63 años después de aquella
ingratitud, la Asamblea Nacional declaró mediante una
Resolución: “que la figura histórica del General Victoriano
Lorenzo es digna de veneración del pueblo panameño por
sus extraordinarias cualidades de dirigente social, por la
lealtad a principios ideológicos que informaron su vida
política y por sus condiciones de hábil guerrillero popular”.
Añadía el mismo texto: “que el proceso y condena del
guerrillero liberal, constituyó una violación del Pacto que
puso fin a la guerra de los Mil días” y “que el proceso verbal
militar, sin fórmula de juicio imparcial, dictó un fallo
condenatorio sin fundamento en Derecho, sin ajustarse a las
comprobadas constancias procesales y en innegable
homenaje a la venganza y traición políticos ”y “que el
proceso y fusilamiento del General Victoriano Lorenzo
constituye una mancha a nuestra tradiciones y virtudes
republicanas ,como nación justa”.
Posteriormente, a los trece días del mes de mayo de 1971,

24
La junta Provisional de Gobierno, mediante el Decreto de
Gabinete Nº 130 declaró a Victoriano Lorenzo, Mártir de la
causa emancipadora del Pueblo Panameño y por consíguete
lo reconoció como héroe de la Revolución Libertaria.
Victoriano Lorenzo siempre estuvo del lado de la justicia. Su
escaramuza con el señor Pedro de Hoyos es muy conocida.
Ello se produjo porque en dos fechas diferentes, el 29 de
diciembre de 1890 y el 27 de abril de 1891, Victoriano
Lorenzo denunció formalmente a este señor corregidor, por
el ilícito e improcedente cobro de diezmos y primicias a la
comunidad nativa de Trinidad. Por estas denuncias, Hoyos
atacó a Victoriano Lorenzo a fin de ultimarlo. En su defensa,
fue Lorenzo quien anonadó a Hoyos. Victoriano mismo se
presentó a las autoridades y fue detenido en la cárcel de
Penonomé, de aquí se le trasladó a las Bóvedas de Chiriquí
(hoy Galería de Artes Visuales Juan Manuel Cedeño, del
Instituto Nacional de Cultura).
Compañeras y compañeros: la figura hercúlea de Victoriano
Lorenzo irrumpió para las páginas de nuestra historia patria
durante los días crudos de la Guerra Civil de los Mil Días.
Nuestro héroe acudió a la contienda atraído por las promesas
de tierra y libertad que constituían una de las consignas de
los liberales, en vista de que los personeros del sistema
gubernamental, apoyados por el conservadurismo del poder
central colombiano, dispensaban a los pueblos originarios el
mismo trato que se les había deparado durante los tres siglos
de pillaje hispánico.

Así, pues, ante las injusticias e iniquidades que perpetraban


los gamonales contra los autóctonos, Victoriano Lorenzo
tomó parte activa en esta acción bélica, en la que organizó,
desató y encabezó el levantamiento de los originarios con el
sueño en el alma de rescatar para la madre patria- la única
madre patria que los decentes reconocemos: Panamá –de
devolverle su arruinada autonomía.

25
En el mes de julio de 1900, los liberales fueron derrotados
en la batalla del Puente de Calidonia. De esta derrota,
Victoriano Lorenzo logró apoderarse de las armas y se
encargó de esconderlas.

Ante este hecho, las tropas del gobierno se movilizaron tras


los raizales y, en octubre de 1900, cayeron sobre el caserío
de El Cacao, que fue arrasado y calcinado por esta horda
conservadora comandada por el coronel Pedro Sotomayor.

A raíz de esta desgracia, desde el 29 de octubre de 1900,


Victoriano y su gente se convirtieron en montañeros y
guerrilleros estelares, hasta tal punto que el 10 de octubre de
1901obligaron al ejército oficial a huir de Penonomé, y,
después de ello, Victoriano Lorenzo y sus luchadores se
situaron en esta ciudad, donde los comercios fueron
requisados y rindieron sus rentas al batallón guerrillero. A
partir de este acontecimiento, las tropas liberales se unieron
a los guerrilleros que siguieron desenvolviéndose de forma
invicta.

Desde sus primeras reivindicaciones de justicia e igualdad,


Victoriano Lorenzo se convirtió en uno de los cabecillas más
peligrosos para el régimen oficial, ya que con su carisma
atraía cada vez más hacia sus filas al resto de los repudiados,
quienes conformaban la capa más gruesa de la sociedad
formada en su mayoría por autóctonos oprimidos. Ante esta
estampa, Victoriano fue nombrado General de División de
las Tropas Liberales.
Aún hoy vemos su fantasma y a su “indiada” (como se dice
en el argot colonial) ocupando los campos de Santa Fe, Río
del Caño, Chigoré, La Pintada, La Vaquilla, y, compañeras
y compañeros, Barro Blanco, porque la pelea es peleando.

26
Así como no se respetó el debido proceso en el fusilamiento
del general Victoriano Lorenzo, los plutócratas vienen a
hablarnos hoy de la Seguridad Jurídica para que sus
inversiones puedan seguir hacia adelante a la sombra de ese
derecho interpretado adulteradamente por su encorajada
monomanía. La Seguridad Jurídica es un principio del
Derecho universalmente reconocido. La seguridad jurídica
es, en el fondo, la garantía dada al individuo por el Estado,
de modo que su persona, sus bienes y sus derechos no sean
violentados y en caso contrario, la sociedad le aseguraría su
protección y reparación. En resumen, la seguridad jurídica
es la «certeza del derecho» que tiene el individuo, de modo
que su situación jurídica no sea modificada más que por
procedimientos regulares y conductos legales establecidos.

Manipular el concepto de Seguridad Jurídica me hace


recordar cómo durante el pillaje de nuestro continente, los
llamados cristianos hispanos gamberros manipulaban el
concepto de La Guerra Justa; ahora, estos nuevos santulones
nos viene con el cuento de la Seguridad Jurídaica de cara a
Barro Blanco.
La fiebre por las hidroelectricas se inició en el año 2006,
cuando el gobierno de Martín Torrijos flexibilizó los
trámites de concesión ( en su administración se otorgaron 27
concesiones) y cedió gratuitamente la mayoría de estos
derechos . Esto atrajo a Carlos Slim e igualmente de esta
dádiva salieron beneficiados los amigos y los allegados de
Martín Torrijos, una de las cuales favoreció a José Guillermo
Navarro, hermano del enontoces primer vicepresidete de la
republica, Samuel Lewis Navarro, otra le fue dispensada a la
familia González Revilla. En el año 2007,el gobierno de
Martín Torrijos otorgó la concesión de Barro Blanco a la
empresa Generadora del Istmo S.A., (GENISA) ,de capital
hondureño.
Pese a las protestas de los gnäbe-buglé, este gobierno del
ingeniero Juan Carlos Varela ha dicho que no piensa detener

27
el proyecto de la hidroeléctrica. Pero es bueno saber que
Barro Blanco en su metamorfosis comenzó como Tabasará
1 y Tabasará 2. El doctor en derecho, Ítalo Antinori, quien
fuera el primer Defensor del Pueblo de la República de
Panamá, dejó dicho que el mentado proyecto violaba el
propio estudio de impacto ambiental, y lo desaconsejaba
desde el punto de vista ecológico, constitucional y legal.
Además afirmó que el proyecto crearía desasosiego o dolor
y un gran problema social en el área. ¡Proféticas palabras!
En medio de todo esto, quienes hemos seguido el desarrollo
de las conversaciones que llevan a cabo el pueblo afectado,
en este caso, la nación ngäbe, el gobierno nacional y la
empresa GENISA , sabemos que hay inquietudes que
todavía no han tenido respuesta. Entre estas inquietudes hay
temas por discutir como son los aspectos hidrológicos, el uso
del agua, la existencia de redes y aguas subterráneas; los
aspectos geológicos por la posible inestabilidad de las
laderas y riesgos de derrumbes; también existen aspectos de
tipos climatológicos y todo lo relacionado con el manejo de
la cuenca y el posible impacto en el bosque de galería.
Muchos alegan que el proyecto se encuentra en una fase muy
avanzada, en un 93%, pero lo que no divulgan es lo que hay
que recordar, y hemos de recordar que este proyecto avanzó
muchísimo, cuando el etnoitaliano y expresidente de la
república don Ricardo Martinelli Berrocal4 militarizó el área
con más de 200 policías- una policía altamente militarizada-
el 16 mayo del 2011, policías que entraron a la región a
sangre y fuego para continuar imponiendo el proyecto
hidroeléctrico, cuyo embalse afectará aproximadamente 7

4
Este pésimo presidente perteneciente a la etnia italiana fundó un partido
político, el CD o Cambio Democrático, con el gobernó el país entre los
años 2009-2014. Durante su gestión el país llegó casi a la quiebra por la
rapacidad y la corrupción comparable sólo al de Calígula con las que
Martinelli lo gobernó Hoy , el sujeto de marras, está preso en un hostal
federal de Miami y varios de sus ministros también lo está, pero aquí en
Panamá.

28
hectáres de un área anexa a la comarca.
La empresa entró pisoteando La Carta Orgánica de la
Comarca , que establece que cuando los proyectos atenten
contra los territorios de la Comarca eso se debe llevar al
pleno del Congreso General y luego el pleno del Congreso
General discute o autoriza un estudio de impacto ambiental
independiente y…GENISA no ha hecho nada de eso.
Los de Barro Blanco no están ni contra el progreso ni
contra la inversión: Inspirados por Victoriano Lorenzo
están contra las violaciones de los derechos humanos y
contra las infracciones de las leyes nacionales. Barro
Blanco, tal como está, beneficia a dos o tres personas pero
perjudica a más de 3000.

Sumado a esto, el dirigente Ricardo Miranda denunció que


el Viceministro de Asuntos Indígenas le había sobornado a
él y al Alcalde de Mole Duima ofreciéndoles dinero para que
se manifestaran en favor del proyecto Barro Blanco. Manolo
Miranda, otro de los dirigentes de la comunidad, dijo el
miércoles 13 de mayo (2015) por Telemetro que GENISA le
había ofrecido dinero en las personas de Julio Lasso,
Wilfredo Arias y el gerente general.

La historia de GENISA en Barro Blanco es una historia


despreciable y desvergonzada: GENISA, la compañía que
trabaja en Barro Blanco, no ha cumplido ni con las normas
nacionales ni con las internacionales, por lo tanto, ha
violado la normativa constitucional y es una de las empresas
que se ha caracterizado por afirmar incoherencias para
confundir a la sociedad panameña. El 9 de febrero (2015), la
Autoridad Nacional del Ambiente (hoy, Ministerio del
Ambiente) le comunicó a GENISA suspender su tarea, sin
embargo, la empresa no ha cesado en su trabajo y ha seguido
realizando su operación, contraviniendo, de esta forma, las
órdenes del Estado Nacional de Panamá.

29
Las naciones aurorales están amparadas no sólo por las
normas de la Seguridad Jurídica, sino también por los
derechos y principios básicos que consagra el Convenio Nº
169 que ofrece los siguientes derechos y principios básicos:

 el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad y


posesión de las tierras que tradicionalmente han ocupado;
 el derecho a que se respete su integridad, sus culturas e
instituciones;
 el derecho a determinar su propia forma de desarrollo ;
 el derecho a participar directamente en la toma de
decisiones acerca de políticas y programas que les
interesen o les afecten.

Amén de ello cuentan también con el apoyo de la


Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas que afirma que los pueblos indígenas
y sus miembros tienen derecho a disfrutar plenamente de
todos los derechos humanos y libertades fundamentales
consagrados en la Carta de Naciones Unidas, en la
Declaración Universal de Derechos Humanos y en las
demás normas internacionales de derechos humanos. En
otras palabras, la Declaración de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas confirma el derecho
a la libre autodeterminación política, económica, social y
cultural de las naciones aurorales; la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas confirma el derecho a conservar y fortalecer sus
propias instituciones políticas, jurídicas, económicas,
sociales y culturales así como a participar plenamente en la
vida política, económica, social y cultural del Estado.
Asimismo, acredita el derecho de los pueblos autóctonos a
las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han
poseído, ocupado, utilizado o adquirido.
Por otra parte, tanto la Carta de las Naciones Unidas como

30
los pactos de derechos civiles y políticos y de derechos
económicos, sociales y culturales y la Declaración y
Programa de Acción de Viena establecieron el derecho de
todos los pueblos a la libre determinación. Uno de esos
principios es el

 Reconocimiento del derecho que tienen (todos los


pueblos) a determinar y a elaborar las prioridades y
estrategias para el desarrollo de sus tierras o territorios y
de los recursos naturales que allí se encuentren; y, agrega
que
 (Todos los pueblos) serán consultados antes de adoptar
decisiones que puedan afectarlos; además señala que
 Se obtendrá su consentimiento (el de los pueblos) antes
de la ejecución de proyectos o planes de inversión que
puedan causar un impacto mayor en su pueblo.

Debo subrayar que los conceptos de propiedad y posesión,


en el caso de los pueblos aurorales, difieren de la concepción
tradicional del derecho a la propiedad privada: para las
naciones autóctonas esto se traduce en términos de una
dimensión colectiva.
Por su parte La Corte Interamericana ha señalado que “entre
los indígenas existe una tradición comunitaria sobre una
forma comunal de la propiedad colectiva de la tierra, en el
sentido de que la pertenencia de ésta no se centra en un
individuo sino en el grupo y su comunidad”. Además ha
remachado que los Estados, para proteger adecuadamente el
derecho a la propiedad de las naciones autóctonas, deben
“respetar la especial relación que los miembros de los
pueblos indígenas y tribales tienen con su territorio”. Por
otra parte llama la atención sobre la estrecha relación que
mantienen con la tierra , la cual debe ser reconocida y
comprendida como la base fundamental de sus culturas, su
vida espiritual, su integridad y su supervivencia económica,

31
pues “para las comunidades indígenas la relación con la
tierra no es meramente una cuestión de posesión y
producción sino un elemento material y espiritual del que
deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado
cultural y transmitirlo a las generaciones futuras”.
Hay que entender que el derecho a la propiedad de las tierras
y los territorios no está desligado de la cuestión del acceso a
los recursos naturales que tradicionalmente han usado las
comunidades indígenas. Estos recursos son mecanismos
vitales e integrales de sus tierras y territorios, ya que son
necesarios para la supervivencia, desarrollo y continuidad de
su modus vivendi. Así, pues, los recursos naturales ligados a
sus culturas son de propiedad comunitaria de las naciones
aurorales y como tales deben ser protegidos.
Uno de los aspectos que hay que ponderar para garantizar la
enérgica protección del derecho a la propiedad de las tierras
y los territorios que los pueblos originarios han ocupado,
poseído o utilizado a lo largo de la historia, es que los
Estados están en la grave obligación de implementar todas
las medidas cardinales para mitigar los impactos sobre el
medio ambiente y sobre los sitios sagrados y culturales de
las naciones raizales. Teniendo en cuenta este aspecto la
Corte Interamericana ha propuesto que antes de otorgar
concesiones se han de realizar estudios de impacto ambiental
y social, por entidades independientes y se debe
salvaguardar y garantizar el derecho de los pueblos
originarios a conservar y proteger la capacidad productiva
de sus tierras, territorios y recursos; e, igualmente ha de
proteger especialmente los recursos naturales existentes en
las tierras y territorios de las naciones indígenas. Ello
implica el respeto al derecho del que disfrutan estos pueblos
a participar en el uso, administración y conservación de
dichos recursos, así como a determinar y elaborar las
prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de
sus tierras o territorios y otros recursos y teniendo en cuenta
que aunque los recursos del subsuelo existentes en las tierras

32
de las primeras naciones sean de propiedad del Estado, los
pueblos autóctonos tienen derecho a ser consultados antes de
autorizar o emprender la prospección o explotación de
dichos recursos e igualmente tienen derecho a participar de
los beneficios de tales actividades ; sin embargo, debe
abstenerse de otorgar permisos o concesiones para realizar
proyectos de desarrollo o inversión a gran escala que tengan
un impacto significativo en el uso y goce de las tierras y
territorios de los pueblos indígenas y tribales si no se cuenta
con el consentimiento libre, previo e informado de dichos
pueblos .A todo esto hay que sumarle el Derecho a la
alimentación y al agua limpia.
Puestas así las cosas, compañeras y compañeros, vemos que
hemos avanzado muy poco. No podemos olvidar que los
Pedro de Hoyos siguen vivos; siguen vivos en cada
terrateniente o en los dueños de los cañaverales que explotan
las manos de obra de los infantes ngäbes en sus zafras, y son
esos párvulos los que producen la riqueza real de estos
ricachones desalmados, y es que la injusticia y esta relación
asimétrica son los pulpos que obligan a las familias gnäbé-
buglés a desplazarse hacia los cafetales costarricenses.
Compañeras y compañeros, no dejemos solos a los
compañeros de Barro Blanco, así como Victoriano no
abandonó nunca a los necesitados. La salida decente a este
caso de Barro Blanco es que las poblaciones campesinas y
raizales no salgan perjudicadas por este proyecto. Nuestra
solidaridad hará que siga viva la consigna de nuestro General
de División Victoriano Lorenzo: la pelea es peleando.

33
CULTURA DULE E IDENTIDAD

Para definir el concepto Cultura, Malinowski5 realizó una


meditación de 253 páginas; para lo mismo, el profesor
J.S.Kahn6 pesquisó las investigaciones de Tylor, Kroeber,
del mismo Malinowski, de White y de Goodenough, y,
luego, nos las entregó en un volumen titulado El concepto de
Cultura: textos fundamentales. Giovanna Benedetti7, (1985,
pág.29), apunta que ya en 1952, Kroeber y Klukholm habían
encontrado más de 150 definiciones de dicho concepto y que
en 1970:

la UNESCO compartió la experiencia cuando, al


convocar a un congreso mundial de expertos en
cultura, les pidió a cada uno de los participantes que
formulasen una definición de ésta; el resultado fue un
coro polifónico de acepciones o conceptos tan
distintos entre sí como distintas eran las voces e
ideologías de los conferencistas (pág.29).

En medio de este babel, ¿qué vamos a entender entonces por


Cultura? Para dar una respuesta adecuada, voy a resumir, en
forma general, las ideas proyectadas por el poeta y ensayista
carioca Gerardo Mello Mourao8 (1984). En la lengua de
Cicerón y César “colo, colui, cultum”, es un verbo transitivo
de la tercer conjugación y significa habitar, morar, vivir,
poner casa, etcétera. Se precisa puntualizar también que
igualmente existe el verbo incolo, incolui, incultum: cuyo

5
Malinowski, B. (1978). Una teoría científica de la cultura. Buenos
Aires: Editorial Sudamericana.
6
Khan J.S. (compilador). (1975). El concepto de cultura: textos
fundamentales. Barcelona: Editorial Anagrama.
7
Benedetti. (1985). El sótano dos de la cultura. Panamá: Editorial
Mariano Arosemena.
8
Mello Mourᾶo, G. (1984). A cultura e a cultura brasileira. Caderno
cinza. Rio de Janeiro: Ano 1.N 1. (pp.6-12).

34
significado es habitar, vivir en; en tanto que incola, incolae,
palabra de la primera declinación, designa al habitante.
Ubicadas así las cosas, dice nuestro autor:

O que chamamos “cultura”, Lo que llamamos cultura,


portanto, é a ciência e a por lo tanto, es la ciencia y
consciência com que o la conciencia con la que el
homem ocupa o espaço e o hombre se posesiona del
tempo de sua morada espacio y del tiempo de su
histórica. E o homem culto morada histórica. Y el
á aquele que cultiva essa hombre culto es aquel que
ciência e essa consciência. cultiva esa ciencia.
(Traducción de A. Turpana
I).

Scheler, (1983) por su parte, formulaba las siguientes


preguntas:
1. ¿Cuál es la esencia de la “cultura”?
2. ¿Cómo se produce la cultura?
3. ¿Qué especies y formas del saber y de conocer
condicionan y determinan el proceso mediante el cual el
hombre se convierte en un ser “culto”9. Él mismo responde:

Cultura es, pues, una categoría del ser, no del saber o


sentir. Cultura es la acuñación, la conformación de
ese total ser humano: pero no-como en la forma de
una estatua o de un cuadro- aplicando el curso a un
elemento material, sino naciendo en la forma del
tiempo una totalidad viviente, una totalidad que no
consiste nada más que en fluencia, procesos, actos.
A este ser del sujeto, así plasmado, corresponde en
cada caso un mundo-un microcosmos-que es
también una totalidad, la cual, en todos sus miembros
y partes, más o menos rica, refleja, como en

9
Scheler, M. (1983). El saber y la cultura. Buenos Aires, págs: 18-20.

35
proyección objetiva, la forma plástica viviente,
fluida, de esta persona y no de otra alguna. No una
región del mundo en cuanto objeto del saber, que el
sujeto posea, o como una resistencia a trabajo y
acción, sino un mundo integral, donde en
estructurada construcción se reproducen todas las
ideas y valores esenciales de las cosas, todas esas
esencias que el gran universo real, uno y absoluto,
realiza un régimen de accidentalidad nunca
plenamente cognoscible por el hombre; ese
“universo”, resumiéndose y resumido en un
individuo humano, es el mundo como
cultura”(págs.18-20).

Pero para la ideología racista del colonialismo interno,


nosotros, los “indios”, somos el súmmum del atraso, es
decir, “los sin cultura”. Uno más de Los Nadies, de Galeano.
La política indigenista panameña está diseñada con la
fórmula genocida española: muerte al “indio”. Sólo que esta
matanza no es de orden físico (aunque se produce de tempo
en tiempo), sino espiritual, y se maneja con parámetros
paternalistas. El paternalismo es la expresión más
animalesca del racismo. Panamá, como todos los países
iberoamericanos, a partir de la década de los `40, empezó a
servirse de una semántica completamente colonialista. A las
pintadas de “civilización y cristianización”, grito de guerra
heredados de la genocida madrastra patria, España, se les
yuxtapuso “asimilación, aculturación, integración,
incorporación”. A la fuerza ni los zapatos entran. Sin
embargo, ninguno de estos hechos sociales se explica sin su
contrario. Según algunos teóricos de la antropología cultural,
la asimilación ocurre durante los contactos que se dan entre
las “culturas iletradas” y la “civilización”. Es preciso
subrayar que la palabra “asimilación” se deriva del latín, de
“asimilare” (un verbo de la primera conjugación: “simular,
fingir, aparentar, hacer semejante, imitar, copiar”). Hay que

36
recalcar y saber que cada pueblo tiene su propia cultura, así
sean pueblos ágrafos o letrados. Pero cuando una nación es
asimilada por otra y comienza reproducir en su seno la otra
cultura y se ve obligada a hablar otro idioma (caso común y
corriente entre los dules escolarizados) entonces la cultura
recipiente es retratada por Mello Mourao10 de la siguiente
forma:

Pratica uma fraude contra o practica un fraude contra su


próprio espírito e contra o propio espíritu y contra su
próprio destino. Basta ouvir propio destino. No se
uma pessoa que imposta a navega en el mar de los
voz. Toda impostação é uma historia a bordo de una
impostura. Não se navega o cultura ajena. Cada cual
mar da história a bordo da debe construir su propia
cultura alheia. Cada um terá nave.
de fazer sua própria canoa.

Allí le ocurre al asimilado lo que dice Voltaire del francés


que, dejando el mundo rico de su cultura, llega a Londres
para encontrar un mundo vacío.
Nietzsche dijo que la lucha por la creación del valor la
constituía la cultura y considerando, además, que la cultura
es la conciencia que tiene el hombre de su hogar histórico,
no en vano, vimos, pues, que los dules denominaron a su
patria Dule Nega, que traducido significa “El hogar del
hombre”. Por otra parte, el verdadero nombre del “indio
cuna” es Dule, es decir, gente, persona, ser humano,
hombre; además, de ello, somos conscientes de que cada una
de nuestras naciones11 se autodenomina así mismo como:

10
Mello Mourᾶo, G. (1984). A cultura e a cultura brasileira. Caderno
cinza. Rio de Janeiro: Ano 1.N 1. (pp.6-12).
11
“Nación es una comunidad estable, históricamente formada y surgida
sobre la base de la comunidad de idioma, de territorio, de vida económica

37
pueblo, nación, gente, persona; es así como Dule significa
todo esto, y, GUNASDULE es el “hijo de mamatierra”, de
allí que tengamos el siguiente cuadro:

DULE NEGA12: El hogar o Santuario del Hombre.


DULE MASI: La comida del hombre (comida típica del
dule).
DULE GAYA: El idioma del hombre (el idioma Dule)
GUNASDULE: el hijo u hombre de la tierra.

Decía Marcuse: “Podríamos definir la cultura como un


proceso de humanización”; en tanto que para Kierkegaard es
el ciclo que recorre el individuo “para alcanzar el
conocimiento de sí mismo”. Fácil es, pues, de entender el
proceso mediante el cual el “mal llamado indio cuna” se ha
encontrado con su ipseidad para autodenominarse Dule, y
por ello acuñó el Dule Daed o la cultura de la gente, que es
sinónimo de Anmar Daed (nuestra cultura); en otras
palabras, Pueblo Dule significa Pueblo con Cultura. En
este sentido, los Dule no se diferencian absolutamente en
nada de los griegos, para quienes los otros pueblos eran
bárbaros o sea extranjeros y eran bárbaros por la sencillísima
razón de que al no hablar griego carecía de cultura, por ello,
eran bárbaramente incultos. No hay etnocentrismo sin
racismo. Ser etnocentrista no es lo mismo que ser narcisista.
El ladinocentrismo, heredero directo del coloniaje y del
racismo español es enfermizamente narcisista porque es
colonial y practica el colonialismo interno. Por inercia
histórica y herencia, el racismo español se aposentó en el
corazón del ladinocentrismo y continúa siendo el eco de
aquel, por lo que, pese a las famosas independencias, en su
propia patria, aún sigue siendo extranjero “el indio” y su

y de psicología, manifestada en la comunidad de cultura”. Stalin: El


marxismo y la cuestión nacional, Tirana, 1979, págs: 16-17.
12
La comarca Dule Nega (Tulenega) fue creada el 29 de abril de 1871,
cuando Panamá era aún un departamento de Colombia.

38
cultura vernácula. La semántica hipócrita y redentorista (“ay
de vosotros, hipócritas y fariseos”) de las naciones
iberoamericanas, a las que aludimos antes, no es más que el
reflejo de su racismo y paternalismo. ¿No está acaso “el
indio” incorporado a su modus vivendi? El ladinocentrismo
del colonialismo interno lo único que busca es que el “el
indio” deje de ser “indio” y se convierta en un ladino de
quinta clase. Pero cuando un hombre nace en el seno de una
cultura amenazada, ese hombre tiene el deber moral de
pelear por la cultura que le amamantó desde su más tierna
infancia: ello es una actitud ética y revolucionara. Ser
“indio” y no ser revolucionario es una contradicción ética y
racial. Giovanna Benedetti (1985) formuló: “cuando una
sociedad logra integrar nacionalmente su peculiar conjunto
idiosincrático de valoraciones intelectuales y artísticas, tiene
la obligación de defender con celo maternal el que otras
culturas en expansión no le arrimen sus fronteras tan cerca
de las suyas que se les instalen dentro” (pág. 77).
La nación dule ha logrado, pese a cinco siglos de coloniaje,
integrar nacionalmente su peculiar conjunto idiosincrático y
es aún más, con ello ha embellecido y engrandecido la gran
cultura nacional de Panamá. Sólo para los miopes (no de
ojos: de cacumen) del IPAT13, una de las instituciones del
colonialismo interno, cuya siglas significan Indios Para
Atraer Turistas, a conciencia y de mala fide, los “indios”
somos exóticos. “Exótico”, en términos de política criolla,
se les llama a la ideología comunista satanizada. ¿Cuál será
la suerte o la desdicha de una persona que la vez sea “indio”
y comunista?

13
El IPAT fue el Instituto Panameño De Turismo. Hoy se llama APT
(Autoridad Panameña De Turismo) y está regentada por el ministro
Salomón Shamah, una persona de la etnia hebrea, de Colombia. Cosas
del etnoitaliano Ricardo Martinelli.

39
Entre los politicastros y el IPAT lo convertirían en chicha de
piña, ya que sería dos veces exótico. “Exótico”, en castellano
castizo, significa “lo que procede de un país extranjero”. Así
serían exóticos, por ejemplo, vAsco Núñez de Balboa y
todos los gamberros que a Panamá llegaron de España.
(España, la madrastra patria, es el Estado nacional que ha
causado la catástrofe más sangrienta y destructora que
conoce la humanidad a través de su historia). Otro ejemplo:
castizamente hablando, la lengua española o el castellano es
una lengua exótica, no así los idiomas vernáculos (ngäbere,
naso, buglere, dulegaya, emberá y wounaan). Otro ejemplo:
la religión cristiana, a la luz de la semántica es “exótica”, no
así las religiones de las naciones raizalmente panameñas.

La alienación cultural es terrible. En una sociedad


multirracial, como es el caso de Panamá, pero que no es
democrática ni soberana, se entiende por cultura nacional la
cultura de la clase dominante y de su etnia; y, las otras
culturas, las de los pueblos minorizados llegan a ser
consideradas como culturas exóticas, tal como lo plantea el
IPAT. Es decir, que son culturas que no se toman en cuenta
para la formación de la identidad nacional, porque los
valores de una sociedad colonial son valores torcidos. En una
sociedad soberana y democrática, las diferentes culturas que
conforma el rostro nacional tiene la misma jerarquía y a
nadie se le endilga lo de “exótico”. Pareciera que Panamá,
por sufrir tantas invasiones, españolas o yanquis: es lo
mismo ha perdido la brújula. Pobre país. Se hace preciso
viajar hacia adentro.

40
Dentro de estos principios de Scheler, podemos hablar de las
cultura abyayalenses en la medida en que los abyayalenses
reproducen ya sea su microcosmos o su macrocosmos total,
acuñando en él una presencia, una presencia de un ser
nacional en el tiempo y en espacio, es decir, en la historia.

La teoría del alemán Scheler puede ser ilustrada con una


leyenda dule titulada Ibelele y sus hermanos, quienes fueron
criados por una rana llamada Mu̅ Buna Gwenibdule. Un día,
los niños se dijeron que cómo siendo ellos tan hermosos
podían ser hijos de una mujer horrible. He aquí, pues, la
conclusión a la que llega Max Scheler: “La cultura es una
cultura del ser”.

Tiempo y espacio: la cultura es la conciencia del hombre que


mora en un lugar determinado y en un tiempo determinado.
El “incola” es el que se halla en un lar que le es propio y de
él tiene una conciencia lúcida: allí cultiva su existencia que
ha de sustentarlo durante toda su vida y la prolonga más allá
de ella: su casa, su gente, sus dioses. Una nación es una
cultura y forma su ipseidad para vivir con su propia identidad
que llega a ser más auténtica y real en la medida en que más
cultiva sus virtudes.

En el caso nuestro en particular, en el caso de los Gunasdule


y en el de los abyayalenses, en general, es decir, de los hijos
de Abya Yala, nos distinguíos de otros pueblos porque
siempre nos autoconsidieramos capaces de crear una cultura.
En Dule Gaya, el idioma de los dule, tenemos la palabra
Daed o más específicamente Dule Daed, la cultura de la
gente, que es lo mismo que decir “la cultura de la nación

41
Dule”. Se puede hablar de la cultura de la Nación Dule
sencillamente porque el Dule Daed es sinónimo de “la
nación que tiene cultura”.

Han sido los antropólogos quienes con más tino han definido
la Cultura, sin embargo, han sido las naciones las que se han
posesionado del tiempo y del espacio y han marcado su
voluntad de existir mediante el soplo y la floración del
espíritu para parir la cultura.

La cultura abyayalense es una realidad. Pero el pensamiento


colonial, inculto y bárbaro, y particularmente el
colonialismo interno, aberrante y estulto, ha querido
borrarlas o negarlas anteponiéndoles una política
descivilizatoria como la “asimilación”, “integración”,
“aculturación”, y demás términos que hoy gozan de mala
fama.

El abyayalense entiende muy bien que él está ubicado entre


dos mundos: en el mundo de la naturaleza y el mundo la
cultura. Para quienes habían mantenido la teoría de la
naturaleza versus cultura, aquí han tenido que tirar por la
borda su propia teoría porque entre los abyayalenses no
existe contradicción entre naturaleza y cultura. La cultura es
el trabajo de espíritu humano, es el resultado de la relaciones
del hombre con la naturaleza, por esta misma razón cada
nación, cada tiempo y cada región tienes sus propias
culturas.
¿Habrá entonces una cultura que se llame “Cultura Dule o
Cultura Abyayalense? Nietzsche dijo: “la lucha por la
creación del valor es la cultura”.
Nuestra cultura está viva y es vivaz. ¿Pero qué pasa en las
escuelas estatales que está en el seno de nuestros territorios

42
comarcales? Poulantzas plantea que las escuelas y las
universidades forman parte de los aparatos ideológicos del
Estado14. En la mayoría de los países hispanoamericanos, la
cultura abyayalense está expulsada de las escuelas que como
aparatos ideológicos de los Estados dependen de la política
educativa del Ministerio de Educación, por lo tanto, están al
servicio de lo colonial y del colonialismo interno. Las
escuelas de los Estados ladinoamericanos que están dentro
de las naciones abyayalenses funcionan a manera de un
laboratorio donde a la inteligencia y al niño de Abya Yala se
le ubica boca arriba para que salgan diplomados de
imbéciles.
Es en el proceso de la educación informal, fuera de las
escuelas estatales, conviviendo con nuestra propia gente y
participando de las actividades comunales donde volvemos
a autodescubrirnos. Durante 300 años, los españoles se
dedicaron a tirarnos cañonazos. Todavía hoy, sus
descendientes, los ladinoamericanos gastan sumas
astronómicas para seguir bombardeándonos la mente a fin
de desindigenizarnos el alma. Es preciso estar bien claros
que es por la gracia de nuestros Dioses que no seamos
descendientes de los gamberros españoles, pero
orgullosamente si somos los hijos de los primeros
anticolonialista y antiimperialistas que nuestra madre patria
Abya Yala pariera de forma generosa.
Es deber de todo abyayalense seguir manteniendo la
autonomía cultural, porque todo lo que dicen las políticas
indigenista oficialistas de los Estados latinoamericanos que
el “el indio” debe “integrarse”, que “el indio debe
asimilarse”, que “el indio debe civilizarse”, no tiene otro
significado que el abyayalense debe ocupar un escalón
dentro del zoológico de los borregos.
El poeta Ricardo Miró escribió: “No sé si soy un indio o soy
un español”. Nosotros, los abyayalenses sí sabemos lo que

14
Nicos Poulantzas: Fascismo y dictadura, México, 1980, pág: 356.

43
somos. No tenemos problemas de identidad, aunque reitero,
una vez más, que el bombardeo por parte de los ladinos
oficialistas para lavarnos el espíritu no cesa.
A propósito del verso de Miró ,paso por alto los comentarios
que se merecen los conceptos de “ indio” y de “español”
que utiliza el poeta ya que el término “ indio” pertenece al
campo racial , en tanto que “español” es un gentilicio, por
lo tanto, son dos categorías diferentes. Si nosotros, los
abyayalenses, tuviéramos la desgracia de caer
precipitadamente en el caótico hemisferio de la no-identidad,
toda Abya Yala (América) caerá en un túnel profundo sin
nombre.
A los ladinoamericanos que viajan a España, a la madrastra
patria, los españoles les hacen sentirse “ indio” por muy
blancos que sean de piel y tengan ojos color de cielo o mar
y el cabello castaño y les dicen :“¿Venís de América?
Luego, sois indios. Nosotros os fuimos a civilizar”. Ante
estas palabras el latinoamericano blanco, católico,
castellanohablante, acostumbrado a desairar al “indio” en
este continente, al verse “rebajado” y rechazado por ser
“indio” por su propia gente, recula y empieza a hablar
entonces de Machu Picchu y de la astronomía maya y con
orgullo se inventa una abuelita “india” y cuando ve a un
“indio” le dice: “yo también soy indio”. En su famoso libro
Peau Rouge, Vine Deloria Jr., escribió: “Todos a los que he
encontrado, excepto uno, ubican su herencia india del lado
de sus abuelos. Si dicen la verdad, obligadamente se puede
deducir que la mayor parte de la tribu no estaban conformada
más que por mujeres, durante los primeros siglos de la
ocupación blanca…Aparentemente nadie quería un
antepasado que fuese indio macho”15. En otras palabras, a
nuestra identidad, buscando refugio, llegan los descarriados
porque saben que somos la reserva de la identidad
americana, somos la ipseidad invicta con lo que estamos

15
Vine Deloria: Peau Rouge, París, 1972, pág: 29.

44
ayudando a la América alienada a buscar su propia raíz. Si
nosotros, los abyayalenses, caemos una gran parte de la
humanidad no tendrá ninguna fuente donde realizar su
anagnórisis y estará tan confuso como el niño que va a la
escuela y aprende que “el perro es el mejor amigo del
hombre”, al mismo tiempo cuando canta “de todos mis
amigos el libro es el mejor”, de tal forma que nunca llega
discriminar cuál es el mejor de los amigos: si el libro o el
perro.
Para no sucumbir, hemos de mantener nuestra autonomía
cultural frente a las supersticiones del colonialismo interno
que embrutecen a los abyayalenses. Es preciso recalcar, por
otro lado, que hay pueblos en plena decadencia y que se
vuelven estúpidos voluntariamente.
Los pensadores más lúcidos vieron siempre un peligro en un
tipo de educación extranjerizante y la educación que
recibimos del colonialismo interno es extranjerizante. Ya lo
dijo Martí: “La historia de América, de los incas acá, ha de
enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes
de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es
nuestra. Nos es más necesaria.” Por su parte, Nietzsche
también dijo que las escuelas de su mundo estaban
organizadas para la mediocridad en el cuerpo de sus
maestros, de sus planes de enseñanza y en las metas, porque
el Estado y la Cultura son antagónicos.
Sólo a partir de nuestra pluralidad racial y cultura se integra
la identidad de los pueblos de Abya Yala (o América), por
lo tanto, no puede haber una cultura en la clandestinidad o
que se le amenace con su desaparición como ocurre con las
culturas abyayalenses en Abya Yala, por ello todo el sistema
educativo debe ofrecer al educando todo el abanico cultural
que el hombre ha creado desde el abuelo de Lucy hasta el
homo sapiens sapiens y la autonomía como una creación ya
que es el hecho cultural más importante a la que nuestras
naciones, las naciones abyayalenses, pueden aspirar y
perfeccionarla: la autonomía cultural y la autonomía per se.

45
46
BAB GIAKWA NO ES PROFETA EN SU TIERRA

Este año (2013) no sé qué se celebra. Cuando era niño, la


historia de Panamá se enseñaba así: Núñez de Balboa tenía
un alano llamado Leoncio y juntos viajaron de Santo
Domingo a San Sebastián de Urabá. Leoncico se alimentaba
de los indios, porque los indios eran belicosos y por cada
indio que comía recibía un salario de capitán como un
conquistador más. Para aquella época, Leoncico para
nosotros era como Rin-tintín-tintín o Lassie, que veíamos en
las matinées de la parroquia después del consabido
catecismo. Así se nos dijo y así aprendimos que Leoncico y
Balboa “habían descubierto” el Océano Pacífico; ahora me
dicen que el fulano “no descubrió” nada, sino que “lo
avistó”, es decir, que primero “lo descubrió” y después “lo
avistó”. Gran problema para mí, porque tengo que resolver
dos problemas: un problema de carácter histórico, y otro
problema de carácter semántico.
Mediante el decreto Ejecutivo Nº 554, de 24 de junio de
2010, el gobierno del señor Ricardo Martinelli declaró lo
siguiente:

MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA
Decreto Ejecutivo Nº 554 De 24 de junio de 2010 "POR EL
CUAL SE DECLARA OFICIAL LA CELEBRACIÓN DEL
QUINTO CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DEL
OCÉANO PACÍFICO, Y SE CREA LA COMISIÓN
NACIONAL PARA LA CONMEMORACIÓN DEL
QUINTO CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DEL
OCÉANO PACÍFICO".

Decreto que Alfredo Belda ha traducido como “maleantes


celebrando a un maleante”, y el maleante es el genocida,
salteador y gamberro español Vasco Núñez de Balboa, o
para decirlo con más cariño: ASCO Núñez de Balboa.
I

47
En 1508, La Corona española inició un plan para continuar
con la conquista y la colonización de nuestro continente;
conquista y colonización de las tierras que Fernando el
Católica, el rey español, había usurpado, para sí, de manos
de los nativos de Abya Yala (América). Con este fin abrió a
concurso la gobernación de una región que estaba ubicada
entre el cabo Gracias a Dios (entre Honduras y Nicaragua) y
el cabo de la Vela (Colombia). Se presentaron dos
postulantes: Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda. La corte
repartió la tierra entre los dos: Veragua al oeste ,y Nueva
Andalucía al este, con límites en el golfo de Urabá,
señalándose como límite cabal la desembocadura del Amuka
Diiwar , (palabra del dulegaya que se tradujo al castellano
como río Atrato, ubicado en la Colombia actual). Esta
capitulación fue firmada en 6 de junio de 1508. Así comenzó
la historia de la balcanización de nuestra patria grande,
nuestra histórica Abya Yala.

48
Alonso de Ojeda llegó a la bahía Calamar. Hubo un
encuentro bélico con los nativos. Al principio el hispano
ganó la batalla, lo que le dio confianza y persiguió a los
originarios hasta tierra adentro, hasta una aldea llamada
Turbaco (palabra del dulegaya, que en algunos otros textos
aparece como Yurbaco), donde fue vencido. Su íntimo Juan
de la Cosa murió perforado por flechas envenenadas, y una
flecha de esa misma categoría casi le hace estirar la pata al
mismo Alonso de Ojeda.

Cuando éste estaba en ese Waterloo, llegó la flota de Diego


de Nicuesa, la cual le sirvió de apoyo. Con las armas y los
soldaos de Nicuesa, Ojeda pudo vencer a los colombianos
Calamar .Según la historia oficial, los aniquiló.

Después de ello, Nicuesa se dirigió a Veragua, lugar que


representaba ser su gobernación; y, Ojeda, al golfo de Urabá,
hacia Danela Diiwar, (palabra del dulegaya), que en algunos
textos aparece como Tarena o Darién, donde fundó el
poblado de San Sebastián de Urabá.

San Sebastián de Urabá fue el primer asentamiento


establecido por los invasores en la actual zona del Urabá, en
Colombia, en lo que hoy es el departamento de Antioquia.
Dicho asentamiento fue fundado en 1510. En realidad era un
fuerte. Fue abandonado por los usurpadores mismos ya que
los nativos lo asediaban frecuentemente debido a los
maltratos que les causaban los forajidos extranjeros
españoles. Los colombianos se defendían con flechas
envenenadas. Urabá es una palabra castellana adaptada del
dulegaya, que proviene de Ur Naba: “donde atracan los
cayucos”. Para cumplir con los requisitos de poblar y seguir
explorando, los extranjeros necesitaban un sitio tranquilo.
San Sebastián de Urabá fue fundada cerca de lo que

49
actualmente es una pequeña ciudad que se llama Necloli:
otra palabra del dulegaya que significa “lodazales”: de
negolliolli (neg-ol-li-ol-li).

Ojeda volvió a Santo Domingo y no regresó a Urabá. Como


no regresaba, los colonos de San Sebastián de Urabá
decidieron irse también a Santo Domingo. En eso estaban,
cuando llegó la flota de Encisco con vAsco Núñez a bordo.
Desesperados los sobrevivientes, y con los refuerzos de
Enciso, aceptaron una idea de vAsco Núñez de Balboa:
trasladarse al lado opuesto, al lado occidental, del golfo de
Urabá.

II

Los acalorados defensores de vAsco Núñez de Balboa, para


presentarlo con cierto grado de pudor, dicen que los
aperreamientos de los panameños aurorales y las traiciones
que entre sí ejecutaban los españoles eran ejercicios
consuetudinarios de la época, de tal forma que nadie debe
escandalizarse ante semejantes brutalidades; por ello, a nadie
debe dolerle el hecho de que este desalmado hubiese metido
al no menos vil de Nicuesa en un barco cargado de bromas
para que desapareciera en el Mar Caribe. Sus fanáticos no
descansan y vuelven de nuevo a la carga, esta vez, para
transformarlo en un héroe mítico (y mítico significa falso) y
como el campeón de la comunicación mundial. ¿Qué clase
de descubridor es aquel que descubre porque el otro le sopló?
He aquí lo que dice el mismo vAsco Núñez de Balboa cómo
tuvo noticias acerca del Océano Pacífico: El 20 de enero de
1513, Balboa le dirigió una carta al rey que en pocas palabras
le dice que gracias a los panameños autóctonos, originarios
y raizales ha sabido “muy grandes y secretos y cosas”,
particularmente de la boca del hijo de un cacique. “Dicen los

50
indios (el extranjeros se refiere a los panameños autóctonos,
originarios y raizales) que está la otra mar de allí tres
jornadas”… “dícenme que la otra mar es muy buena para
navegar en canoas porque está muy mansa a la continua, que
nunca nada brava como la mar de esta banda según los indios
dicen” (…) “dicen que hay muchas perlas en mucha cantidad
muy gordas y que tienen cestas de ellas los Caciques y que
también las tienen todos los indios e indias generalmente”.
La carta se encarpeta con las siguientes palabras que harían
sonreír a cualquier tinterillo: “que Vuestra Alteza mande que
ningún Bachiller en Leyes ni otro ninguno sino fuere de
Medicina pase a estas partes de la tierra firme so una gran
pena que Vuestra Alteza para ello mande proveer, porque
ningún Bachiller acá pasa que no sea diablo y tienen vida de
diablos.”
Don Abel Lombardo Vega hace la siguiente observación:

“Inmediatamente Balboa despachó mensajeros a


España con la gran noticia y pidiendo mil hombres
para subvertir aquel fabuloso país. Reforzando su
urgencia de auxilio confesaba que había muerto 30
caciques, y que aún había de matar más, a cuanto
prendiese, ya que no restaba otro remedio para suplir
su debilidad en hombres. Expresaba, sin embozo, el
terror y la crueldad como extrema táctica militar”16

¡Allí tuvo sui génesis la cultura del juega vivo panameño!


Cuando Balboa entró al mar con la espada y descuartizó la
soberanía panameña como un ancestro del General Cisneros,
usurpándola en nombre de los Reyes Católicos, ese gesto les
pareció una obra de teatro a los panameños raizales, ya que
muchísimo de ellos, por generaciones enteras y de niños,
habían braceado en dichas aguas. Bab Giakwa (más
conocido como Pan Quiako), el gunasdule panameño, le

16
Crónica de la Conquista del Istmo (Panamá: 1979), pág.51.

51
había hablado al extranjero vAsco Núñez de Balboa acerca
de la existencia de dicho mar.
El hispano vAsco Núñez de Balboa vino a nuestra patria
huyendo de la española, donde era perseguido por deudas.
V-Asco Núñez de Balboa, pese a estaba casado con una hija
de don Pedro Arias de Ávila, aquí, en Panamá, vivía con una
barragana. Por este último hecho, sus adláteres panameños
quieren inyectarnos en la crisma que a este tunante, adúltero
y bígamo debemos aceptarlo como compatriota y que los
panameños debemos estar agradecidos al reino de España
por la alocada idea que tuvo por habernos enviado la estatua
de este genocida que se encuentra frente al lote que durante
mucho tiempo albergó las oficinas de la embajada
estadounidense.
La avaricia de los españoles, que en realidad conformaban
una manada de gamberros, y su codiciosa ambición que
floreció perpetuamente a lo largo de los tres siglos del pillaje
ibérico, con mucha frecuencia, terminó en pendencias
internas. En una de dichas disputas, tres bárbaros
abandonaron una nao, y el trío (hay quienes sostienen que
era un dúo) se adentró por el bosque y llegó al lar del cacique
panameño Dad Galen o Galen (o Careta, como aparece en
los textos). Nuestro compatriota acogió a los extranjeros con
caridad y benevolencia, y tomó en calidad de fámulo al que
le pareció ser el menos rufián: un tal Juan Alonso.
Dos años después de este evento, apareció vAsco Núñez de
Balboa envuelto en armas de fuego, puñales y perros como
una tromba infernal, haciendo lo único que sabía hacer:
asesinando, saqueando y masacrando todo lo que le oliera a
Panamá. Tratando de escapar “al hambre provocada por la
destrucción de los autóctonos, penetró en el interior del país”
y así sediento de oro como todos los salteadores que vinieron
de España a pillar Abya Yala llegó, por azar, a la patria del
Cacique panameño Dad Galen o Galen, cuyo colaborador,
como ya hemos dicho, era otro hispano conocido con el
nombre de Juan Alonso.

52
Cuenta Bartolomé de las Casas que el cacique panameño
Dad Galen o Galen no había tomado precauciones ni había
tenido recelos de los cernícalos españoles por guardar una
ciega confianza en su fámulo Juan Alonso, a quien había
hecho grandes favores, y por ello creyó que en un momento
de zozobra su criado podría terciar. Cortesano en su actitud,
el noble panameño decidió recibir a los extranjeros
maleantes españoles en su propio hogar. Al llegar al pueblo,
el sanchopancesco bandido español vAsco Núñez de Balboa
“se presentó con una gran cantidad de hombres, exigiendo
comida y oro”. El cacique panameño Dad Galen o Galen le
dijo al forajido hispano que él no tenía ni comida ni oro. El
obispo de Chiapas describe esta escena de la siguiente
forma:

Dada esta respuesta, dice Juan Alonso a Vasco


Núñez que finja quererse (ir) luego tornar con su
gente al Darién y vuelva aquella noche a dar en ellos
desque estén durmiendo, descuidados, y que él
trabajará de mirar por el cacique para que de sus
manos y prisión no se escapase (…). Vuelve a
medianoche Vasco Núñez con los suyos, y da en el
pueblo por tres partes, dando grita, llamando a
Santiago que en tan buena obra les ayudase. Cuando
la gente con su señor a huir acordaron, estaban ya
muchos dellos desjarretados y otros desbarrigados
con las espadas. El traidor de Juan Alonso tuvo tino
de mirar por el cacique, échale mano abrazándose
con él y llamando que viniesen a le ayudar, porque
allí estaba. Acudieron a las voces aquellos
bienaventurados y hállanle con el cacique abrazado.
Por esta orden fue preso Careta (el Cacique
panameño Dad Galen o Galen), en premio de las
buenas obras que había hecho a los cristianos;
prendieron también dos mujeres suyas e hijos y otras
muchas personas, y mandólos a todos llevar al

53
Darién, robado todo lo que pudieron hallar en su
pueblo y casa; y por esta manera cargó los
bergantines de bastimento y tórnase al Darién (…).
Bien es aquí de considerar, cuán casi semejante fue
aquesta traición de Juan Alonso cometida contra este
cacique Careta (el Cacique panameño Dad Galen o
Galen), su señor, cuyo oficio de capitán había usado,
y viviendo en su casa, y de quien se fiaba, y a quien
tanto agradecimiento él debía por no lo matar, como
pudiera, de la de Judas, o al menos, traición y maldad
fue con muchas circunstancias muy calificada.

De acuerdo con este texto, el cacique panameño Dad Galen


o Galen era un prisionero en su propia patria: Panamá;
cautivo de un aventurero y salteador extranjero, en este caso
del gamberro hispano vAsco Núñez de Balboa. Los
patrioteros han querido vendernos la idea de que hubo una
alianza de hermandad entre el noble panameño Dad Galen o
Galen y el gamberro hispano vAsco Núñez de Balboa. En
estos términos, no podemos tener por aliados al noble
panameño Dad Galen o Galen y al gamberro español vAsco
Núñez de Balboa. Al final de su cita anterior agrega de las
Casas:

Esto es lo que dice Pedro Mártir; de la traición de


Juan Alonso no dice nada, porque tenía vergüenza y
confusión el que aqueste salida de Vasco Núñez y
obra le refirió, declarársela, pero pónela Tobilla
donde arriba fue declarado.

En otra parte de su texto, el clérigo incorpora esta otra


observación: “la costumbre de Vasco Núñez y su compañía
era dar tormentos a los indios que prendían, para que
descubriesen los pueblos de los señores que más oro tenían
y mayor abundancia de comida: iba de noche a dar sobre
ellos a fuego y sangre…” (pág.: 157)

54
Según las palabras de Bartolomé de las Casas, vAsco Núñez
de Balboa llegó para “infestar, turbar, angustiar y robar al
cacique Careta, que nunca le había ofendido”.

Los españoles abandonaron San Sebastián, y en la nueva


zona del golfo, a finales de 1510 y, después de apoderarse
del pueblo indígena, fundaron Santa María la Antigua del
Darién.

III

SANTA MARÍA LA ANTIGUA DEL DARIÉN


Otra de las celebraciones de este año son los 500 años de la
creación de la Primera Diócesis de Tierra Firme Santa María
la Antigua, la Santa Patrona de Panamá. El gobierno del
etnoitaliano Ricardo Martinelli le está rindiendo pleitesía a
un gamberro español, al tal Balboa, pero no hay de su parte
nada que aluda a la patrona de la República de Panamá. ¡Qué
le puede importar eso a los masones! Si ellos, igual que los
maleantes españoles del coloniaje más creen en Gold que en
God.
Cuando los felones fundaron la primera “ciudad” en tierra
firme, ya existían en nuestro continente verdaderas ciudades
como Tenochtitlán, por ejemplo, o Cuzco; sólo por
mencionar a dos de ellas. Tenochtitlán era superior a Madrid
en todos los sentidos de la palabra, hasta tal punto que decía
Cortez que Sevilla era un barrio de Tenochtitlán.
Esta ciudad que fundaron los guanos era en realidad una
aldea. Santa María la Antigua del Darién se levantó a la
desembocadura del Amuka Diiwar, actualmente Río Atrato,
en el golfo de Urabá, palabra que proviene del idioma
dulegaya: Ur Naba, el atracadero de los cayucos, que era
donde los nativos solían llegar.
En el Darién vivía el valiente cacique Cemaco, posiblemente
un jefe emberá, que no tuvo miedo a enfrentarse a los

55
invasores y gamberros de España. Antes de entrar en
combate, los maleantes y salteadores de España, en su
hipocresía, invocaron a la Virgen de la Antigua,
prometiéndole que si ganaban la batalla erigirían la ciudad
en su honor. En efecto ganaron la batalla: y llegó el
acostumbrado saqueo, asesinaron a la gente que había
quedado viva, robaron su Dios que era lo que más adoraban
estos maleantes españoles como eran los objetos de oro y
piedras preciosas.
Entonces vAsco Núñez de Balboa, cumpliendo con su
promesa a la virgen, fundó en agradecimiento la aldea de
Santa María la Antigua del Darién. Sobre las ruinas la casa

del cacique Cémaco y sobre el genocidio se construyó la


primera capilla dedicada a la virgen en tierras colombianas
que es la patrona de Panamá.

IV

BAB GIAKWA: SU PENÚLTIMA APARICIÓN

56
Cuando Bab Giakwa le indica al malévolo vAsco Núñez
dónde está el mar, dice De Las Casas: “Ofrecióse también el
mozo a ir con los españoles…” es lo penúltimo que sabemos
de él. Entretanto, sabemos todo de Balboa, quien
permanentemente realizaba las mismas acciones, sin
cambiar jamás su comportamiento. He aquí lo que dice de
Las Casa: “VAsco Núñez de Balboa salía a inquietar,
escandalizar, robar y cautivar y matar y tomarles su comida
y su oro (a los panameños raizales)”

AN AY AN SI? (AMIGO MÍO, ¿ACASO SOY YO?)

La que está pasando agachada es la tal An-ay-an-si, en


realidad un nombre inventado para un ser ficción. Se dice
que era hija del cacique Careta (Dad Galen o Galen), y por
ello unos faroleros la apodaron “Caretita”. Una de las formas
que usa el castellano para construir el diminutivo es echando
mano a la terminación en “ita” para algunas palabras. Las
lenguas auténticamente panameñas tienen otro estilo.
Esa hembra , como se dice vulgarmente y en castellano, la
barragana anónima de vAsco Núñez de Balboa, que
“traicionó a sus raza y a su sangre”, versión panameña de la
no menos ramera mexicana, La Malinche, según la opinión
de un historiador panameño se llamaba Fulvia
(Lombardo:49).A propósito de esta deshonrada, la
historiadora francesa Marianne Mahn-Lot apunta: “Une
indienne qu’il (vAsco Núñez de Balboa) a fait baptiser” (
“Una india a la que él-VAsco Núñez de Balboa-hizo
bautizar…”)sólo que la investigadora gala no nos dice cuál
fue el nombre cristiano que recibió la meretriz oficial de
Panamá.
La lectura de estos dos textos, el de Lombardo y el Marianne
Mahn-Lot, nos lleva irremediablemente a concluir con
meridiana claridad que en efecto esta chica se llamaba
Fulvia, un nombre pagano para la nueva cretina. Oh, qué
lapsus calami, quise decir la nueva cristiana. En la historia

57
de Roma, Fulvia fue la esposa de Clodio, Scribonio Curio y
de Marco Antonio. En términos históricos las Fulvia han
sido grandes prendas, y Panamá no podía dejar de tener la
suya.
Esa hembra llamada Caretita no aparece como vemos en el
texto de De las Casas. Una hembra, en castellano, no es una
metáfora. Una hembra en castellano es un animal de sexo
femenino. Gregorio Funes, antiguo obispo de Blois,
miembro del Instituto de Francia, escribió: “Así los colonos
españoles pretendían que los indios no pertenecían a la
especie humana”. Así mismo, el historiador mexicano
Edmundo O’ Gorman se apoya en la opinión de Sepúlveda
y de Gregorio de López, cuando ambos afirmaron que los
“los indios eran como animales y parecían bestias”. El
renombrado hispanista Lewis Hanke escribió que los
malparidos españoles veían al abyayalense17 como “perros
cochinos”. Unamuno, que nunca pudo disimular la tirria
irracional contra los pueblos originarios, autóctonos y
raizales de Abya Yala, escribió: “Se mata al toro como un
buen cristiano español de los buenos tiempos mataba a un
perro infiel, de veras”. Reducir la característica del
abyayalense a la categoría zoológica fue una constante de los
mamarrachos españoles. Otro es el punto de vista de un
francés, uno de los regalos de la sofisticada cultura francesa
para el mundo entero, me refiero al pensador y humanista
Michel de Montaigne, quien contra la opinión de los pérfidos
hispanos, sentenció: “creo que nada hay de bárbaro ni de
salvaje en esas naciones, (Abya Yala), según lo que se me
ha referido; lo que ocurre es cada cual llama barbarie a lo
que es ajeno a sus costumbres”. (De los caníbales).

17
Antes de que a nuestro continente se le bautizara con el nombre
colonial de América, ya los gunasdulemar lo llamaban Abya Yala, por
lo tanto, sus habitantes son los Abyador o Abyadola (abyayalense o
abyayalenses, en castellano), y no “indios” como los apodó “el
inestable, avaro y mentiroso” Cristóbal Colón, el príncipe de los
gamberros hispanos.

58
Continuemos con Fulvia o Anayansi o Caretita. El
historiador panameño Abel Lombardo Vega 18anota que
Balboa y Nicuesa dormían en el mismo lecho. ¿Será por este
tipo de comportamiento a lo Ricky Martin de vAsco Núñez
de Balboa la razón por la que la historia no registra que
vAsco Núñez de Balboa y Anayansi como pareja no tuvieran
descendencia?
La Dra. Ana Elena Porras, una de las poquísimas
personalidades brillantes del cuerpo diplomático panameño
en el extranjero (fue embajadora de Panamá en Egipto), y
una de las escasísimas personas serias que en términos
académicos conozco, a propósito de Fulvia o de Anayansi o
de Caretita, comenta:

Sobre el personaje de Anayansi recae la mayor


polémica en torno a la veracidad histórica de su
existencia, entre los historiadores de Panamá. Casi
todas las narrativas recientes sobre este personaje
reconocen que fue rescatado o inventado por una
novela editada en 1940, cuyo autor, Octavio Méndez
Pereira, fue un connotado intelectual y Primer Rector
de la Universidad de Panamá (…). Durante la
presente investigación, se pudo confirmar que este
libro El tesoro del Dabaibe o de Núñez de Balboa no
es más que una lectura obligatoria en las escuelas.
Mientras que la narrativa de Octavio Méndez Pereira
parece haber sido ampliamente aceptada por la
leyenda de Panamá, los libros de historia más
recientes tienden a suprimir la narrativa de
Anayansi19.
Otros autores aseguran:

…para historiar el gobierno de Balboa y luego el de

18
Crónica de la Conquista del Istmo (Panamá: 1979), pág.49.
19
Cultura de la Interoceanidad, (Panamá: 2005), pág.7

59
Pedrarias, sobre los que existe una buena cantidad de
estudios monográficos que van desde la biografía
novelada hasta los trabajos eruditos y completos;
para los primeros sirve el ejemplo de Octavio
Méndez Pereira: El tesoro del Dabaiba (Talleres
gráficos Benedetti, Panamá, 1934), que luego cambió
por el título de Núñez de Balboa (Colección Austral,
Espasa-CALPE, Madrid, No. 166). Otro, de igual
intención que discurre entre la fantasía y la historia
es el de Salvador Calderón Ramírez: Caciques y
Conquistadores, (Imprenta Nacional, Panamá,
1926); fue este escritor quien inventó el nombre de
Anayansi para la concubina india de Balboa, que no
registraron las crónicas de la época, ya que se
limitaron a señalarla como hija del cacique Careta20.

Ante esta evidencia histórica, a la Dra. Porras le sobran


razones por lo que la Caretita o Anayansi no es más que el
engendro de unos patrioteros imberbes.
Fulvia o Caretita o Anayansi o como zambomba se llame, en
todo caso, una joven anónima, inmunda, amiga de vAsco
Núñez de Balboa, jugó un papel nefasto, en un momento en
que la patria panameña había tomado la sagrada decisión de
acicalar el rostro de la soberanía mancillada y ultrajada y
expulsar, de una vez por todas, a todos los extranjeros
maleantes hispanos o como dice Nietzsche: “echar lejos de
él los perros, los perezosos cazurros y toda esa plaga
invasora”.
Que sea Bartolomé de Las Casas, nuestra primera fuente,
quien cuente este macabro, lúgubre y sombrío hecho:

Pero súpose la conjuración desta manera: Vasco


Núñez, de las muchas mujeres que había traído
20
Celestino Andrés Araúz, Carlos Manuel Gasteazoro y Armando
Muñoz Pinzón: La historia de Panamá en sus textos. T. II, 1903-1968,
(Panamá: 1980), págs.354-355.

60
cautivas de por aquella tierra tenía en su casa una por
amiga, de quién hacía tanto caso y tenía tanta estima,
como si su mujer fuera legítima ; ésta tenía un
hermano que mucho la amaba y deseaba en grande
manera verla libre, vasallo del cacique Cémaco ,
señor natural del Darién, y de aquel pueblo o pueblos
o provincias y de los principales privados de su casa,
el cual muchas veces la visitaba secreta y
disimuladamente, so color que era uno de los otros
comunes indios, y una noche vino a ella y díjole:
“Hermana muy amada mía, escucha bien lo que
ahora te quiero decir, y mira que guardes secreto,
porque de ello nos va a todos la libertad y la vida, y
si tú deseas tu bien y el de toda nuestra nación , calla
y está sobre viso. Ya ves cuánta es la maldad de
aquestos cristianos, sábete que ya los señores desta
tierra determinan de más no sufrírsela y así están
concertados cinco señores, fulano y fulano, de con
todas sus gentes, para tal día venir sobre ellos, por
agua y por tierra, y para efecto desto tienen
aparejadas cien canoas y cinco mil indios, con sus
macanas, y mucha comida y bastimento allegado en
la laguna o pueblo llamado Tichiri o Tichirico
(palabra del dulegaya: Di̅ Sičidi); y añadió que ya
habían dividido entre sí aquellos cinco señores de los
que cada uno había de matar de los españoles y hacer
cautivos, y la ropa y despojo de todo lo que tenían
para sí. Hacían la cuenta sin la huéspeda; siempre los
indios, antes que del todo conozcan las fuerzas y
esfuerzo e industria y constancia y armas de los
españoles, se engañaron con verse a sí tantos y a ellos
tan pocos. “Por eso (concluyó su plática el hermano
a la hermana, dijo él) está, hermana mía, sobre aviso
de te esconder o mirar por ti, porque con la prisa y
turbación y furor y revuelta de la gente de guerra, no
mirando en ti que eres mujer, no te maten o maltraten

61
a vuelta dellos.
Partido della el indiscreto hermano, luego ella
descubre a Vasco Núñez todo lo que le había dicho
en secreto o porque amaba a Vasco Núñez, o de
miedo, olvidada de todo bien y salud de su patria,
nación y parentela. Lo cual oído por Vasco Núñez,
ruégale que luego envíe a llamar a su hermano, so
color que quiere tratar de irse. Dicho y hecho: viene
sin tardanza el hermano, préndelo Vasco Núñez, dale
tormento, confiesa por fuerza y por orden todo lo
que, de grado y con vana confianza del secreto, a su
hermana había dicho (…). Oído esto, luego Vasco
Núñez tomó setenta hombres, sin decir nada a nadie,
mandando que le sigan; sólo mandó a Colmenares
que por el río tomase sesenta hombres, en cuatro
canoas, llevando al hermano de la moza por guía, y
fuese al pueblo llamado Tichirí (Dii Sičidi), donde
tenían los bastimentos. Vasco Núñez, con sus
setenta, fue a 3 leguas de allí, donde pensaba hallar a
Cémaco, pero no lo halló, sino a un pariente suyo, el
cual prendió con ciertos hombres y mujeres.
Colmenares hizo más hacienda, porque halló al
capitán general que había de regir el ejército y a
muchos principales señores, con otra gente, bien
descuidados de que los españoles supiesen sus
conceptos artificio. Prendió los más dellos y halló el
pueblo todo lleno de bastimentos, comida y de
muchos vinos. Hizo luego asaetar al capitán general
y ahorcar a los principales todos de sendos palos
delante todos los cautivos, porque ésta fue y es regla
de todos los españoles en estas Indias,
observantísima, que nunca dan vida a ningún señor o
cacique o principal que a las manos les venga, por
quedar sin sospecha señores de la gente y de la tierra,
en los señoríos ajenos durmiendo a pierna tendida,
como dice.

62
Fue de tanto espanto en toda aquella provincia este
inopinable prevenir los españoles a su peligro,
viendo descubierto los indios todo su gran secreto y
desbaratado su artificio, que del todo perdieron la
esperanza de poder prevalecer contra ellos, ni salir de
su opresivo yugo, y así permanecieron en aquel
cautiverio hasta que dellos no quedó ni uno21.

Para la Dra. Porras el imaginario colectivo en procura de un


mito que simbolice la identidad nacional de la Panamá recae
en dos marranos: la ramera Anayansi y el gamberro español
vAsco Núñez de Balboa. Así “se ilumina la nueva nación”
como dicen las notas del Himno Nacional de Panamá, entre
el mito y la historia manipulada. Caretita o Anayansi o como
quieran llamarla es un mito y, mito, en este caso, significa
mentira, por lo tanto, esta identidad nacional, asentada sobre
la ramera y traidora Anayansi y el repugnante gamberro
hispano vAsco Núñez de Balboa no tiene ningún valor para
nosotros que somos panameños raizales y esto también
pueden avalarlo los panameños afrodescendientes y los
panameños ladinos nacionalistas. La ramera y el gamberro
son valores de los panameños étnicos que carecen de valores.
Hago uso el término “étnico” en su acepción castiza, que
siendo de origen griego, significa “pueblo extranjero o
colono”.

PALABRAS FINALES

El gobierno de Ricardo Martinelli ha hechos grandes


esfuerzos para vendernos la figura de un maleante, genocida,
salteador y gamberro como símbolo de la panameñidad, o
como dice el Dr., Omar Jaén Suarez que Balboa es “el héroe
universal panameño” (Revista Nacional de Cultura: Nº 25,
octubre 1992, págs.: 95-100).

21
Bartolomé de Las Casas: Op. Cit., págs.164-166.

63
V-Asco Núñez de Balboa, el seudodescubridor del Mar del
Sur, pese a su crueldad, cretinismo, vanidad, megalomanía,
inmoralidad, truculencia, altanería, iracundia, al menos tuvo
la suerte de morir como un buen cristiano, aunque hubiese
pasado por la espada a miles y miles de panameños, entre
ancianos, niños y gente indefensa, al menos, murió, pues, al
amparo de las palabras de Cristo como dice San Mateo (26:
52) :”Omnes enim, qui acceperint gladium, gladio peribunt
“( “el que a hierro mata, a hierro muere”). En otras palabras,
vAsco Núñez de Balboa murió sencillamente como se lo
merecía.
¿Qué diferencia hay entre el gamberro y genocida hispano
vAsco Núñez de Balboa y el Pocho Cisneros? Si los
adoradores del malhechor quieren justificar las traiciones y
las gamberradas de Balboa, diciendo que el soez español
Balboa nos trajo la religión cristiana, el idioma castellano, la
civilización hispánica y otras bellezas, y que por eso merece
un parque con su nauseabundo nombre y una estatua, con ese
mismo discurso se puede justificar al Pocho Cisneros,
porque gracias a él Panamá se deshizo de 21 años de dictador
militar. ¿No les parece?
Si a los “benefactores” de Panamá hay que honrarlos, pese
a nuestras humillaciones, entonces, erijamos en honor del
Pocho Cisneros un parque con su estatua, porque a pesar de
no haber nacido en Panamá ¿lo amó? Y por eso nos liberó
del gorilato de veintiún años. ¡Esta lógica es tan válida para
defender tanto a vAsco Núñez de Balboa como al Pocho
Cisneros! Un genocida es un genocida, sea hispano, sea
yanqui.
Si se compara fríamente, a la luz de la historia las andanzas
de vAsco Núñez de Balboa y las del Pocho Cisneros, a legua
se nota que éste último, el Pocho Cisneros, en materias de
malicia, felonía y genocidio, es un ángel del Señor
comparado con el mamífero carnicero hispano-cristiano
vAsco Núñez de Balboa.
Según las palabras de Bartolomé de las Casas, vAsco Núñez

64
de Balboa llegó para “infestar, turbar, angustiar y robar al
cacique Careta, que nunca le había ofendido”22.
Una vez, un restaurador de un museo me dijo: estuve en
Guna Yala y vi un nuču grande. No tenía ojos. Le pregunté
al sagla, que por que el nuču no tenía ojos. El sagla me
contestó: sí tiene. Sólo que el mira hacia adentro. Así
debemos de ser nosotros; debemos mirarnos como los nuču,
hacia nuestro interior, para saber cuál es nuestra identidad.
Los ignorantes dicen que si no hubiera sido por Balboa
todavía anduviéramos con estolas entre las piernas. Los
pobres en su estulticia no han comprendido ni la filosofía del
nuču ni la de Sócrates: Conócete a ti mismo; y, mientras no
hayamos interiorizado este pensamiento, Bab Giakwa
seguirá siendo el panameño que no es profeta en su tierra.

22
Ibídem, pág.49

65
El BAUTIZO MÁS CARO DE LA HISTORIA
CRISTIANA

"Enarbolando a Cristo con su cruz,


los garrotazos fueron argumentos
tan poderosos
que los indios vivos
se convirtieron en cristianos muertos”. Neruda

Introducción

Los francohablantes saben que Panamá en francés significa


“le scandale des scandales”, un asunto de corrupción, que se
explica en un libro publicado en Francia en el que se explica
que es porque hubo: “ministros comprados, diputados en
venta o remate, prebendas, gratificaciones, prensa
comprada, publicidad superpagada”, (Les deux scandales de
Panama: 1964: 7), algo nada diferente de lo que se dice del
actual gobierno de Panamá que lideriza el etnoitaliano
Ricardo Martinelli. Dentro de esta perspectiva, desde la
madrastra patria, España, nos llega una noticia que en su
totalidad se puede leer pinchando,
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/mad
rid/abc/2012/11/13/072.html, cuyo título es “Panamá salva
la pila bautismal de Balboa”. En su contenido dice que cinco
siglos después, los panameños no guardan “rencor” al
descubridor extremeño. Muestra de ello es que cuando se
está a punto de cumplirse los 500 años del “descubrimiento”
del Océano Pacífico, nuestro gobierno se puso a financiar la
restauración de la pila bautismal de vAsco Núñez de Balboa.
A cambio de esa donación monetaria, Panamá tendrá
derecho a llevarse una candorosa réplica de la pila y dos de
sus “indios” recibirán el Sacramento del Bautismo en la
misma pila en que Balboa lo recibió. Esa es la intención de
Miguel de la Quadra-Salcedo, director de la Ruta del Quetzal

66
BBVA, quien ha solicitado permiso al arzobispo de Mérida-
Badajoz, Santiago García Aracil, para bautizar a dos
indígena de Panama, una gunasdule y un wounaan, de la
Selva de Darién, que “desean” ser bautizados y hacerse
cristianos. El wounaan panameño recibirá el nombre de
Carlos, el mismo apodo que recibió uno de los primeros
panameños raizales bautizado en Tierra Firme en 1513, en
honor del entonces Príncipe de Asturias. La última vez que
se utilizó la pila de Núñez de Balboa fue en 1726, cuando
fue sustituida por la actual. Sin embargo 287 años, en Jerez
de los Caballeros, en una pila bautismal de granito, un
“indio” a quien apodarán Carlos se acogerá al rito del
bautismo como lo hizo en el siglo XV un rufián conocido
en el mundo entero como vAsco Núñez de Balboa.

El día 5 de marzo, el arquitecto Orlando Costa en el diario


La Estrella de Panamá publicó un artículo en el que nos
hacía saber que La Comisión del V Centenario del
Descubrimiento del Océano Pacífico, órgano oficial del
Estado panameño, que preside la primera dama de la
república, la señora Marta Linares de Martinelli, había
realizado, como parte de esta farsa del “Descubrimiento”, el
lunes 25 de febrero (de 2013) en las ruinas de Panamá Viejo,
un acto para recibir el libro VAsco Núñez de Balboa y los
cronistas de Indias, cuyo precio es de ciento cincuenta
dólares. En dicho evento, sigue diciendo el arquitecto Costa,
que uno de los autores del tomo, el español Luis Blas Aritio,
describió a Balboa como ‘un conquistador más pacífico que
los otros’ (…) ‘para España y Panamá es muy importante la
figura de este señor, que se diferencia de los otros
conquistadores por la enorme visión que tuvo de tratar a los
indígenas de una manera más pacífica’.(…) la ‘única
atrocidad’ que pudo haber cometido (Balboa) es ‘castigar la
práctica de la sodomía que encontró entre algunos
aborígenes de acuerdo a las leyes de la época, que la
consideraban un delito’ (…)VAsco Núñez de Balboa y los

67
cronistas de Indias es ‘un libro profundo y con mucha
información, científico e histórico’.

A la luz de la realidad, existen dos Panama: el Panama de los


fenicios, de los vendepatrias, y el Panamá profundo.

Quien está preocupado por la pila bautismal de vAsco Núñez


es el primer Panamá, el de los fenicios, el Panamá oficial, el
Panamá de quienes nos gobiernan, el Panamá que desde la
presidencia de la república se prepara para celebrar con
fanfarria los 500 años de la llegada de un español llamado
vAsco Núñez de Balboa a los costas del Océano Pacífico, un
mar que los panameños aurorales había descubierto 17.000
años antes de que el mismo Cristo naciera, hecho que los
ignorantes y antinacionalista gobernantes de Panamá no
saben porque ignoran la historia patria . Hay que tener en
cuenta que el actual gobierno panameño está formado por
minorías étnicas millonarias, comenzando por el presidente,
que es etnoitaliano, y sus acólitos que son griegos o hebreos
o burgueses vendepatrias para quienes el país es una
mercancía ya que todo lo están vendiendo a las compañía
internacionales de explotación minera y a las hidroeléctricas
, so pretexto de que todo se va a abaratar y que viviremos
como los señores del primer mundo, como si en el primer
mundo no hubiese homeless o clochards . Aunado a esto,
a estos señores los adornan espléndidamente su complejo de
inferioridad y su servilismo, lo que explica su participación
en la salvación de la pila bautismal de Balboa.

Alfred Adler desarrolló la teoría de la inferioridad y del


complejo de inferioridad que explica el comportamiento del
actual gobierno panameño encabezado por el etnoitaliano
presidente de la república, de cara a los españoles. Para
Adler el inferior es una persona que se siente carente de
autovalía. La minusvalía es su engalanamiento. El inferior,
sigue diciendo Adler, es un neurótico que se caracteriza por

68
su inseguridad, vergüenza, indecisión, cobardía y timidez y
son tan tontos que se vuelven fanfarrones y dictadores de
pacotilla y se sienten más poderosos al cometer crímenes y
ridiculizar a los demás en virtud de su género, raza o
creencias religiosas.

II

Antes de continuar, preciso recalcar que no soy ni occidental


ni cristero, pero entiendo, por cultura general y porque las he
visto en los baptisterios de las iglesias católicas, que las pilas
bautismales son recipientes de agua bendita donde se lleva a
cabo el sacramento del bautismo de los cristianos.

La iglesia católica suele bautizar a sus neófitos desde una


edad muy temprana, en tanto que algunas otras iglesias
realizan este rito con los adultos y por inmersión en el mar o
en el río o en la piscina. El bautismo forma parte del plan de
salvación que incluye la limpieza del pecado original, la
unión con Cristo y con Él se recibe también el don del
Espíritu Santo al ser hijo adoptivo de Dios Padre; por otra
parte, como integrante de la Iglesia el neófito se une a la
comunidad cristiana, por lo tanto, debe observar todos los
mandamientos de Dios.

De esta manera, el cristiano se responsabiliza por observar


el Decálogo que encontramos en Éxodo. El Decálogo es un
conjunto de mandamientos escritos por Dios en persona,
quien se lo entregó a Moisés para que todos sus hijos lo
observaran y practicaran. ¿Balboa, cuya pila bautismal ha
tomado notoriedad gracias al apoyo económico de un país
del tercer mundo, observó y practicó los mandamientos de
Dios tal como sus fanáticos inferiores y enfermizos del
gobierno panameño quieren vendernos su imagen?

Repasemos someramente su historia y su conducta en

69
Panamá, de cara a los Mandamientos de Dios y a la luz de la
lectura de la Historia de las Indias, del historiador español y
dominico fray Bartolomé de Las Casas.

II.1.: En uno de los textos de la Vulgata, podemos escuchar


la voz de Dios que dice: “Non occides” (No mates). Exodus:
20-13. Ante estas palabras de Dios, he aquí lo que en Panamá
realizó vAsco Núñez de Balboa, de quien Bartolomé de Las
Casas observa: “Vuelve a medianoche Vasco Núñez con los
suyos, y da en el pueblo (de Careta) por tres partes, dando
grita, llamando a Santiago que en tan buena obra les ayudase.
Cuando la gente con su señor a huir acordaron, estaban ya
muchos dellos desjarretados y otros desbarrigados con las
espadas…”. Sigue contando el santo: “Escribió Vasco
Núñez al Almirante que había ahorcado treinta cacique y
había de ahorcar cuantos prendiese” y añade: “¡Más, de los
del Consejo (del rey) que eran obligados a lo saber, que
quisiesen castigar a Vasco Núñez por haber sido causa de la
muerte de Nicuesa y de diez u once que perecieron con
él…!”. Sigue acumulando sus observaciones , esta vez en
tierras de Gwarugwa ( Quarequa, según el dialecto
castellano de Panamá) : “Sueltan los españoles ciertas
escopetas de fuego y algunas ballestas que llevaban, de los
tiros de las cuales cayeron muertos luego no sé cuántos, y
como vieron los pobres indios (panameños) salir el fuego y
oyeron el trueno, pensaron que eran rayos y que los
españoles (gamberros) tenían poder para con rayos matarlos;
vuelven aprisa las espaldas, sin quedar uno que huir pudiese,
todos tan espantados, que no creían sino que los nuestros
eran diablos. Van tras ellos, sueltos los perros, como tras una
grey de ovejas o carneros y a cuchilladas , a unos cortaban
las piernas y desjarretaban, a otros los brazos, a otros
alcanzaban y cortaban las nalgas, a otros a estocadas
pasaban de parte a parte, a otros desbarrigaban, y los perros
por su parte desgarraban y hacían a muchos pedazos.”…. .

70
II.2.: Luego dice Dios en Exodus: 20-14: “Non
moechaberis” (No cometas adulterio). Sabe el cristiano, y
cristiano era Vasco Núñez de Balboa, que a los ojos de Dios
el adulterio es un pecado tal como está conceptuado en este
libro. Posteriormente, en el Nuevo Testamento, nos
encontramos con estas serenas palabras de Cristo que se
refieren al mismo delito:

“27 auditis quia dictum est 27


“Ustedes han oído que se
antiquis non dijo: ‘NO COMETERÁS
Moechaberis ; 28 ego autem ADULTERIO.’ 28 Pero Yo
dico vobis les digo que todo el que
Quoniam omnis qui viderit mire a una mujer para
mulierem ad codiciarla ya cometió
Concupiscendum eam iam adulterio con ella en su
moechatus corazón. Mateo 5:27-28.
Est eam in corde suo”. Mateo
5 :27-28

El adulterio es uno de los pecados que se comete con un


atrevimiento muy ligero. En el caso que nos ocupa, la
historia nos dice que Balboa vivía en barraganería con una
hija de Careta y que al mismo tiempo estaba casado con
María de Peñalosa, hija del gobernador, el marrano Pedro
Arias de Ávila. Respecto a esta última realidad, nuestro
cronista, Las Casas, apunta: “Hízose el desposorio con
autoridad del obispo y las demás ceremonias que requerían”.
.

II.3.: Prosigamos con el Exodus 20-15. Allí dice Dios “Non


furtum facies” (No robes), pero Balboa en otro de los
episodios de su vida, cuenta Las Casas, que al llegar a la
patria de Ponca: “…destruyéronle toda la tierra, tomándole
todos los bastimentos que pudieron y el oro que hallaron en
joyas escondidas, y lo demás abrasado dejaron, como
siempre los españoles, dondequiera que llegan, suelen” (p.

71
152). Acota más: “La costumbre de Vasco Núñez y su
compañía era dar tormentos a los indios (a los panameños)
que prendían, para que descubriesen los pueblos de los
señores que más oro tenían y mayor abundancia de comida:
iban de noche a dar sobre ellos a fuego y a sangre, si no
estaban proveídos de espías y sobre aviso” … “Enviaron con
el dicho Valdivia 300 marcos de oro, que son 15000
castellanos o pesos de oro, para que enviasen al Rey los
oficiales desta isla, que le había cabido de su quinto; por
manera que habían los infelices salteadores robado 75000
pesos de oro, de los cuales, sacado 15000, que fue el quinto,
quedaron con ellos los 60000” . Sigamos leyendo: (Al
cacique Abeíba) “Róbanle toda su casa, y los que de su gente
pudieron haber le cautivan, y, hartos de comida, porque allí
hallaron abundancia, tórnense por el río Grande arriba; por
el cual, andando algunas leguas, todas las poblaciones que
topaban hallaban vacías, porque por toda la tierra estaban ya
sus nuevas extendidas, y del evangelio que predicaban y
honra que llamándose cristiano causaba a Jesucristo, tenían
ya larga noticia. Visto Vasco Núñez que no hallaba qué
robar, dio la vuelta el rio abajo…” (p.161)… ( a Rodrigo de
Colmenares) “Vasco Núñez lo favorecía y ayudaba de los
robos que hacían y de los indios vivos que tomaban y hacían
esclavos, llevaba Colmenares, después de Vasco Núñez, la
mejor parte…” (p. 168)… (los otros gamberros españoles)
“acordaron de prender al Vasco Núñez alegando por causa
que no repartía, según los merecimientos de cada uno, el oro
y los esclavos que robaban y cautivaban…”…“Fue
inestimable el gozo y placer que Vasco Núñez recibió verse
ya con autoridad del Rey o de quien su poder tenía, por
capitán general sublimado, porque hasta entonces, por fuerza
y por mañanas tenía la superioridad sobre los españoles
usurpados. Fue lleno su gozo, según sus buenos deseos de ir
a robar e inquietar y sojuzgar las gentes de aquellas
tierras…”. (p.172).

72
II.4.Ahora escuchemos lo que dice Dios en Exodus: 20-17.:

“Non , concupisces “No codicies la casa de tu


domum proximi tui: nec prójimo. No codicies su
desiderabis uxorem eius, mujer, ni sus servidores,
non servum, non su buey o su burro. No
ancillam, non bovem,non codicies nada de lo que le
asinum, nec omnia quae pertenece”.
illius sunt”.”

Pero, una vez más: “Salió luego Vasco Núñez con cien
hombres al campo y anduvo ciertas leguas hacia la provincia
de Cueba, cuyo rey tenía por nombre Careta, donde tenían
nueva que había mucho de aquel cebo del oro que todos
pretendían…”. .
“…hubo Vasco Núñez grande alegría …y sabida las nuevas
que traían (los gamberros españoles) de la tierra y del
aparejo que para prender al rey Careta (…) infórmese muy
en particular de la disposición de la tierra y de la gente della,
y de todo lo que a su propósito y deseos pertenecía(…)
aparejóse muy de propósito para, en siendo venidos, ir a
infestar, turbar y angustiar y robar al cacique Careta, que
nunca le había ofendido. (…) y (Balboa) tomó ciento treinta
hombres, los más sanos y dispuestos, en demanda del rey
Careta, señor de la provincia de Cueba. (…) Llegado Vasco
Núñez con sus ciento treinta apóstoles a la tierra y pueblo y
casa del cacique y señor Careta(…)Vasco Núñez, empero,
no como quien venía a tierra y señorío ajeno , ni a casa de
señor y debajo de cuya jurisdicción según ley natural estaba
y a quien hacer reverencia por la misma ley y razón natural
era obligado, sino como si viniera a su propia casa y a tomar
cuenta a su criado y esclavo, con rostro feroz y mandando,
dice al cacique que haga aparejar comida y bastimentos para
los cristianos, conviene a saber, para llevar al Darién y para
los que allí venían ,responde Careta, que las veces que por
su casa cristianos habían pasado, le había mandado dar los

73
bastimento que tenía liberalmente y que al presente no tenía
qué darles”(p. 149).Sigue contando Bartolomé de Las Casas
que Balboa fingió haberse marchado, pero, “vuelve a media
noche Vasco Núñez con los suyos, y da en el pueblo en tres
partes, dando grita, llamado a Santiago que en tan buena obra
les ayudase. Cuando la gente (los panameños) y su señor a
huir acordaron, estaba ya muchos dellos desjarretados y
otros desbarrigados con las espadas (…). Por esta orden fue
preso Careta, en premio de las buenas obras que había hecho
a los cristianos; prendieron también dos mujeres suyas e
hijos y otras muchas personas, y mandólos a todos llevar al
Darién, robado todo lo que pudieron hallar en su pueblo y
casa (pueblo y casa del panameño Careta); y por esta manera
cargó los bergantines de bastimento y tornóse al Darién, en
esta grande hazaña hecha” .
III

¿Cuánto le cuesta al pueblo panameño bautizar a un “Indio”


en España? Dijo Cristo:

“«19 euntes ergo docete "Vayan, por lo tanto, y


omnes gentes: baptizantes hagan discípulos de gente
eos in nomine Patris , et Filii, de todas las naciones,
et Spiritus sancti: 20 docentes bautizándolos en el
eos servare omnia nombre del Padre y del
quaecumque mandavi vobis: Hijo y del Espíritu Santo,
et Ecce ego vobiscum sum enseñándoles a observar
ómnibus diebus , usque ad todas las cosas que yo les
consummationem saeculi. he mandado. Y, ¡miren!,
.Mateo: 28:19-20. estoy con ustedes todos los
días hasta la consumación
de los siglos". Mateo:
28:19-20.

Ante estas palabras, los ilustres españoles Francisco de


Vitoria, Ginés de Sepúlveda, Francisco Ruiz, frailes todos

74
ellos, y educados en aquello de “amaos los unos a los otros”
(Juan: 13-34) junto a los Fernández de Oviedo, a los López
de Gómara y compañía, invocando las doctrinas de los
padres de la Iglesia, engendraron un adefesio declarando
que el abyayalense (americanos autóctono y no “indios”
como dice la ignorancia) carecía de alma y que por lo tanto
no era digno de ser cristianizado , en otras palabras, Cristo
“podía decir misa”. El hispano Fray Tomás Ortiz, en un
arranque de orgullo y blasfemia, llegó a afirmar: “nunca crió
Dios tan cocida gente en vicios y bestialidades, sin
mezcla de bondad o cortesía”. Sin embargo, en Génesis:
1-27, (una vez más) encontramos este texto: “et creavit Deus
hominem ad imaginem suam: ad imaginem Dei creavit
illum, masculum et feminam creavit eos”. (“Y Dios creó al
ser humano a su imagen: lo creó a su imagen de Dios.
Hombre y mujer los creó”). Si Dios creó al hombre a su
imagen y semejanza, y retomamos el argumento de Fray
Tomás Ortiz llegamos a la conclusión que el Dios judeo-
cristiano del padre Ortiz es un Dios bestial, vicioso, pleno
de villanía y vulgar como él mismo. Esta visión racista y
cretina que tiene el español de nosotros los abyayalenses
continúa hasta nuestros días, hasta tal punto que el satinado
Unamuno (“que no es santo de mi devoción”, reveló
Carpentier, y mío muchísimo menos) llegó a decir: “no se
puede poner el catecismo en guaraní ni azteca sin que
inmediatamente resulte una herejía”.

Se afirma que la historia la escriben los vencedores, y tal vez


sea por ello que cuando se realiza una investigación de tipo
bibliográfico, el investigador se encuentre ante una gran
maraña de informaciones que en vez de aclararle las dudas
lo que hace es conducirlo por las mismas miasmas de la
oscuridad. En otras palabras, la historia es una ciencia
tiernamente manipulable. Ahora, gracias a ese montón de
legajos amarillentos, no sabemos quién fue la primera
persona bautizada en Panamá: si la hija del cacique Careta o

75
el cacique Comogre o su hijo Bab Giakwa. Veamos:

Según la cronología de la invasión a Panamá, Vasco Núñez


de Balboa le hace la guerra al cacique Careta, a quien vence
y una de sus hijas llega a ser la barragana del zampalimosnas
español. Se infiere de la lectura de la historiadora francesa
Marianne Mahn-Lot , que vANúñez de Balboa al hacer
bautizar a una panameña (“une Indienne”, según el texto)
que le servía de intérprete, pero cuyo nombre cristiano
desconocemos, se infiere, repito, que esa panameña es la hija
de nuestro compatriota Careta. Por su parte, el historiador
ladinopanameño don Abel Lombardo Vega sostiene que:
“Careta persuadió al capitán (el salteador español vAsco
Núñez de Balboa) que lo soltase y en agradecimiento le dio
una de sus hijas: Fulvia” . Un equipo de historiadores
formado por Celestino Andrés Araúz, Carlos Manuel
Gasteazoro y Armando Muñoz Pinzón apunta que el escritor
nicaragüense Salvador Calderón Ramírez al escribir su
novela Caciques y Conquistadores inventó el nombre de
Anayansi para la barragana de Balboa, a quien Marianne
Mahn-Lot no le dio nombre, pero si Lombardo Vega: Fulvia.
Le tocó al historiador estadounidense Charles L.G.
Anderson, quien, al no saber el verdadero nombre de la
barragana de Balboa, pero tenía noticias de que era una de
las hijas del panameño Careta, le dio el nombre de Caretita.
¡Cuánta simpleza para escribir historia! Total que para
Mahn-Lot, Fulvia habría sido la primera persona en ser
bautizada según el ritual cristiano en Panamá durante los
siglos de la invasión y el pillaje, durante los siglos de las
cruces y las espadas y los cañones, durante los siglos de los
gamberros y los mastines.

La hipocresía ha estado muy unida a los fariseos, y Balboa


es la encarnación del cristiano hipócrita y fariseo, por
ello, después de que Bab Giakwa le hablara del Océano
Pacífico, en gesto de “agradecimiento” y después de tanta

76
rapiña ordenó bautizar a Comogre. Respecto a este
bautizo, observa Las Casas desde la perspectiva de un
teólogo lo siguiente:

Y aquí no es de callar, sino referir, un desatino y a


un sacrilegio, que cometieron, harto notable,
semejantes al cual se ha hecho en estas Indias (Abya
Yala) hartos: éste fue, que, sin más instrucción y
doctrina de las cosas de la fe que tenían de antes, al
rey Comogre susodicho y a la gente que con él
pudieron haber, bautizaron. Hízose y hácese ofensa y
pecado contra Dios dar el Sacramento del bautismo a
los infieles idólatras, puesto que muestren voluntad
de quererlo y amarlo, sin que primero sean muy
enseñados y examinados si con verdad renuncian sus
ritos y errores con las pompas del diablo, y que sepan
muy bien lo que reciben, y por qué y para qué y qué
les prestará recibiéndolo y dándoselo. Considérese
qué premio recibirán de Dios los que fueron causa
que aquel señor y sus súbditos tornasen, por
ignorancia de no ser informados, a idolatrar después
de bautizados; porque es manifiesto, como habemos
visto por larga experiencia, que cuando a los indios
(abyayalenses) se dice, sin otra información de la fe,
“sé cristiano, o ¿quieres ser cristiano?”, no entienden
sino que les dicen que se llame como cristiano o que
sea amigo de los cristianos. Pusieron por nombre al
cacique y señor Comogre, don Carlos, por amor del
emperador, que por aquel tiempo era príncipe de
España.

Por su parte López de Gómara afirma que Bab Giakwa


(Panquiaco según los textos de historia panameña), el hijo
mayor del cacique Comogre, presenció la camorra que
armaron los endemoniados españoles por unas menudencias
de oro que habían fundido y transformado en barras junto

77
con otra cantidad que habían robado en otros lugares. Al
repartirse el botín, los cristianos montaron una gran bronca,
y ante tan inculto comportamiento el príncipe panameño Bab
Giakwa les habló a los ladrones de España sobre la
existencia del Océano Pacífico y sus riquezas. Cuando Bab
Giakwa terminó su discurso, el jefe de los asaltantes, Balboa,
lo abrazó y le solicitó que se bautizara. Bab Giakwa aceptó,
y le apodaron "Carlos", como el Rey de España.

Desde estas perspectivas, repetimos, no sabemos quién fue


el primer panameño que recibió las aguas bautismales del
rito cristiano, si Fulvia, la hija de Careta ,o Carlos, que según
Las Casas es el cacique Comogre, y según Gómara ,Bab
Giakwa ,o tal vez, padre e hijo recibieron el mismo nombre
en castellano (¿y para que querrían otro nombre y exótico?).

Para festejar el pseudodescubrimiento de los 500 años del


Océano Pacifico, el gobierno del etnoitaliano Ricardo
Martinelli regaló parte de los impuesto del pueblo panameño
al gobierno español con el propósito de que restaurara la
supuesta pila bautismal en la que el futuro seudodescubridor
del Océano Pacífico, Balboa, habría sido cristianizado y
cuyas prácticas cristianas y morales acabamos de revisar. A
cambio de ese aporte, el pueblo panameño recibirá una
cándida réplica de la pila y dos de sus “indios”, una
gunasdule23 y un wounaan recibirán las aguas bautismales
en la misma pila en la que se le limpió el pecado original al
ladrón y gamberro vAsco Núñez de Balboa, el gran cretino
y engañabobos que ha se ha adueñado de la testuz del

23
La señorita gunasdule se llama Rodelis Dennis Roy. Cursa estudios en
el Instituto Cacique Olodebiliginya (ICO), colegio ubicado en la isla de
Usdup, en Guna Yala. Desde hace más de 50 años, los claretianos se
aposentaron en Usdup donde tiene una iglesia y una casa. Ella me
confesó no tener ningún interés en el bautismo, que fue un invento de los
españoles de la Ruta del Quetzal, ya que ella era evangélica. Del
wounaan nunca supimos nada.

78
gobierno panameño y de todas las bestias.

Según la periodista Almúdena Martínez-Fornés: “De hecho,


es casi un milagro que se conserve (la pila bautismal de
Balboa) pues hasta finales de los años 60 se daba por
perdida”. Debo confesar que yo no sabía que existía una
categoría católica llamada “casi milagro”, siempre pensé que
Dios ejecutaba milagros enteros, sólidos y claros. El 4 de
diciembre de 2010, estuve en la ciudad española de Logroño.
Antes, pasé a visitar la catedral de Burgos. Durante la cena
les comenté a mis anfitriones, una simpática familia
española de quien tengo gratos recuerdos, que había visitado
la tumba del Cid en aquel templo. Me quedé desconcertado
cuando mi convidante me dijo:

-¡Hostias! ¡Quién sabe quién carajo está enterrado allí y


dicen que es el Cid!

Ese “casi milagro” y las palabras de mi hospedador me


trajeron recuerdos de la historia del hombre de Piltdown, el
famoso fraude del universo paleo-antropológico que el
medio científico se encargó de desbaratarlo, porque alguien
sembró cráneos por aquí y por allá y los hizo pasar por restos
de una antiquísima humanidad que nunca existió, hasta que
un equipo de paleontólogos, historiadores, antropólogos
arqueólogos y dentistas, demostró científicamente el dolo y
no ofreció explicaciones de tipos espirituales o “casi
milagros”, como en el caso que nos ocupa, salvo que se me
explique a la luz de Descartes que Dios hizo medio milagro
y Martinelli la otra mitad. Quiero pensar que no hay
suficientes religiosos en la provincia de Darién, de donde es
oriundo el jóvenes nativo, y que por ello no ha sido bautizado
hasta ahora, aunque me consta que los claretianos han estado
trabajando en dicha región, donde muchos de ellos viviendo
allí llegaron hasta la ancianidad como el vasco Mauro
Ocharan, por ejemplo, el padre Pascual, el padre Villar, y

79
muchos otros, cuyos nombres se me escapan de la memoria.

Por otro lado, todos los panameños cuando nacemos,


nuestros padres nos inscriben inmediatamente en el Registro
Civil, institución que cuenta con coadjutores hasta en los
más recóndito parajes de nuestra patria. Me parece que el
futuro cristiano Carlos y la señorita gunasdule han estado
indocumentados durante todo este tiempo, porque cuando a
uno se le afilia en el Registro Civil enseguida los padres dan
a conocer los apelativos de los nuevos ciudadano. ¿Será que
por esos designios de Dios, el futuro Carlos ya se llama
Carlos o sencillamente se va a cambiar de nombre? No me
extrañaría que el “indio” panameño a la hora de su bautismo
se llamara Carlos Ricardo: Carlos por el emperador español
y Ricardo por el etnoitaliano presidente de Panamá.

Siendo niño, un día mi padre me entregó un par de tomates


para que fuera a venderlo a las monjas de la Misión. La
madre Clementina, una franciscana alemana, fue la que me
atendió. Cuando le dije que eran 0.50 centavos (de dólar),
me dijo que mis tomates estaban feos, que ella recibía unos
grandes y bonitos todos los jueves que las hermanas le
enviaban por avión desde la metrópoli. Regresé marchito a
mi hogar, porque mi padre me había dicho que me quedara
con el producto de la venta y que con eso me pagara la
entrada al cine. Unos días después, mi madre se dio cuenta
de los tomates. Me dijo que fuera a la casa de las monjas y
se los llevara como regalo. Una vez más me atendió la madre
Clementina. Cuando le dije que esos tomates se los enviaba
mi madre, me dijo ¿eres hijo de Felicia y hermano de
Benilda? La madre Clementina recibió de muy buena
voluntad los mismos tomates que unos días antes los había
calificado de ser harto menudos, pero ahora en calidad de
regalo le pareció soberbios. Los recibió cálidamente y antes
de entrar al convento, me dijo que la esperara. De vuelta, a
cambio de mis tomates, me dio una medalla hecha de una

80
lámina delgada que llamamos lata. Recuerdo esta parte de
mi vida, en estos momentos en que los inferiores se preparan
para homenajear al pseudodescubridor del Océano Pacífico,
y como parte de tales sumisiones dos de nuestros
compatriotas van a ser bautizados en la misma pila
bautismal en la que recibió las aguas bautismales el
pseudodescubridor y gamberro vAsco Núñez de Balboa,
quien vivió en esta nuestra tierras de puro robo y pillaje de
oro, perlas y de otras riquezas, tal como lo atestigua fray
Bartolomé de las Casas, y si nos ponemos a sumar todo el
patrimonio que nos desvalijó vAsco Núñez de Balboa, entre
oro, perlas, vidas humanas, esclavitud, violaciones, tierras y
a ello le integramos la donación hecha por Martinelli de
nuestros impuestos al gobierno español, nos damos cuenta
que el bautismo de los dos compatriotas son los bautismos
“más súper- híper-archí-carísimos” (la gramática no me da
más) de la historia de toda la cristiandad, digna de estar
escrita con tintas de sangre del corazón en el libro de los
Records Guinness. Resulta absurdo y es una estolidez de
marca mayor que paguemos pilas de millonadas por el
simple hecho de que dos personas vayan a ser bautizadas. En
mí pueblo, en Uwargandup, los claretianos no cobran ni un
solo centavo por bautizar a un niño: lo hacen por caridad y
por amor a Dios y así fui yo bautizado: un vasco Jesús Erice
me bautizó; otro vasco Mauro Ocharan me di la Primera
Comunión.

Ya me imagino que el día de esos dos bautizos, un diluvio


de dólares (la moneda corriente de Panamá) transformados
en euros inundarán la calle de la iglesia de San Bartolomé,
de la ciudad de Jerez de los Caballeros. La verdad es que a
pesar de todo, yo quisiera estar allí para gritar al menos como
cuando era niño: “padrino patacón, padrino patacón…”

IV

81
A manera de conclusión

A lo largo de mi vida, me he encontrado con que hay una


mórbida mitomanía por ocultar la verdadera personalidad
destructiva gamberra de vAsco Núñez de Balboa, hasta tal
punto que sus aduladores, que son inferiores según la
expresión de Adler, no han ahorrado esfuerzos para
convertirlo casi en una divinidad benefactora, si no fuera
porque el punto de vista semiótico de la historia se ha
encargado de develar su escasa y esmirriada hidalguía. A los
inferiores se les pueda aplicar lo que decía Alejo Carpentier
24
(1984):

Es en América Latina donde más se afanan algunos


en demoler la “leyenda negra” de la conquista; en
alabar exageradamente las instituciones religiosas y
jurídicas traídas a este continente por adelantados y
encomenderos; en demostrar que más hizo el burrito
hispánico por dignificar la condición del indio
(abyayalense) que todas las ideas liberales o
democráticas del siglo pasado…tras la hispanidad se
oculta un racismo solapado…ni el mito de una
latinidad, de una hispanidad…vendrán a resolver
nuestros problemas agrarios, políticos, sociales.

La persona que mejor conoció a Balboa fue fray Bartolomé


de Las Casas, por lo tanto quién mejor que él para finalizar
el escrito que estoy llevando a cabo:

Todas estas obras, que por aquella tierra Vasco


Núñez y sus compañeros hacían, era disponer
aquellas gentes( abyayalenses) para que amasen el
nombre cristiano y se aficionasen para recibir la

24
Carpentier, A. (1984). La ciudad de las columnas, in Ensayos. La
Habana: Editorial Letras Cubanas, p.56.

82
religión cristiana; bien creo que pensaban los
pecadores (los españoles) que ofrecían a Dios algún
sacrificio agradable, so color que punían o castigaban
los quebrantadores de la ley natural, no advirtiendo
con su ceguedad cuántas más veces ellos a cada paso
la quebrantaban con mayores ofensas de Dios,
destruyendo aquellos reinos y tantas gentes en ellos
y haciendo heder el nombre de Jesucristo entre
aquellas naciones , con sus obras tan detestables,
como dellos dijo San Pablo.

N.B:
1. Antes de poner punto final a esta reflexión quiero agregar
un par de palabras más sobre ciertos aspectos puntuales,
como, por ejemplo, hay, de parte de los inferiores, un interés
mórbido por esconder la crueldad de este gamberro. Según
el Diccionario Enciclopédico Océano, (1996:180) Balboa
“se distinguió por su crueldad”. Bartolomé de Las Casas
supo transmitirnos muy claramente ese comportamiento
enfermizo de este malhechor nacido en Badajoz.

2. En todos los robos de nuestras riquezas que realizaban los


asaltantes, un quinto era destinado al rey de España. Es decir
que el rey español era tan pillo como cualquier otro pillo o
como Balboa. De allí les viene la costumbre a nuestros
gobernantes de robar desde el solio presidencial .El robo
desde el poder es histórico y estructural. En la prosa de Las
Casas es común encontrar los términos secuaces, ladrones y
delincuentes cuando se refiere a los españoles .Intelligenti
pauca.

3. La noticia que nos llega desde la madrastra patria


“Panamá salva la pila bautismal de Balboa” y que en su
totalidad puede ser leída pinchando
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/mad

83
rid/abc/2012/11/13/072.html allí se dice que no hay odio:
Cinco siglos después, los panameños no guardan rencor al
descubridor extremeño. Han financiado la restauración de la
pila bautismal de Balboa y a cambio se llevarán una réplica
y dos de sus indios serán bautizados en esa misma pila.

Como un mentís a esa paparrucha se puede leer el artículo


del ciudadano Guillermo Walker Franco, publicado en el
diario La Prensa de esta ciudad, el día 11 de diciembre de
2012, cuyo título es ´Balboa, un serruchador de piso´.

Otro artículo en este mismo tono es el de Jessica Young:


“Qué descubrimiento ni qué ocho cuartos” que se puede leer
en el siguiente link:
http://blogs.laestrella.com.pa/rquintero/2013/02/24/que-
descubrimiento-ni-que-ocho-cuartos/

4.- En los texto de fray Bartolomé De Las Casas tanto los


sustantivos Balboa y oro como el verbo robar son
frecuentemente usados por este santo varón de la iglesia
católica. Hay otros giros como “cristianos malos”,
“ladrones” y otras semejantes o construcciones enteras
como: “porque matar ni robar indios nunca se tuvo en estas
Indias por crimen”.

5.-Así mismos, aludimos a las palabras del arquitecto


Orlando Costa, quien el día 5 de marzo, de 2013, publicó un
artículo en el diario La Estrella de Panamá sobre una
actividad relacionada con una obra referente a Balboa, y en
la que su editor, el español Luis Blas Aritio, dijo que la
‘única atrocidad’ que pudo haber cometido (Balboa) es
“castigar la práctica de la sodomía que encontró entre
algunos aborígenes de acuerdo a las leyes de la época, que la
consideraban un delito”.

El enunciado “pudo haber cometido” tiene una gran carga

84
dubitativa; sin embargo, cuando Las Casas se refiere a este
acto criminal, su frase se convierte en una oración asertiva.
Pero lo que el librero no dijo es cómo se había realizado ese
“castigo”. Fray Bartolomé de las Casas describe la escena
con estas palabras:

Murió el rey Gwarugwa (Quarequa, según el dialecto


castellano de Panamá), “Prendieron algunos
(panameños) y llegaron al pueblo, donde cautivaron
otros y robaron todo lo que valía algo; no supe qué
cantidad en él hallaron. Entre los presos que allí
tomaron, fue un hermano del mismo señor
(Gwarugwa o Quarequa), y otros, no sé cuántos, que
dizque andaban vestidos de hábito de mujeres, a los
cuales, juzgando que del pecado nefando eran
inficionados, los mandó luego, sin otra indagación ni
juicio, aperrear, conviene a saber, echar a los perros
bravos, que, mirándolos y regocijándose como si
miraran una graciosa montería, en un credo los
despedazaron”. Sigue comentado De las Casas “ Y
que fuera verdad muy bien averiguada que aquellos
que traían aquel hábito mujeril era por aquel pecado,
¿ quién hizo juez a Vasco Núñez, o con qué autoridad
se constituyó alcalde en señorío y jurisdicción ajena,
siendo él súbdito de aquellos naturales señores
(panameño originarios)por estar en su tierra, y que de
justa justicia, por sus tiranía, invasiones y robos tan
universales y por toda ley natural, divina y humana,
dañados, si fuerzas tuvieran, podían hacerlos cuartos
y tajadas?”.

El historiar criollo Abel Lombardo Vega explica que:


“Acaso fue un error. Los chibchas vestían de mujer, como
castigo a los cobardes”. Y sobre este mismo tema y en
relación al pseudodescubridor escribe el mismo autor que

85
pese a la presencia de su barragana, Balboa y Nicuesa
"veinte días estuvieron comiendo y durmiendo en el mismo
lecho”. Si durante el Coloniaje hubiera habido justicia de
verdad, entonces Balboa hubiera sido digno de ser presa de
los mastines. Tal vez por ello le cayó la mano de su suegro
don Pedro Arias de Ávila.

A los oídos de Balboa se puede murmurar estas palabras de


Cristo:

“Hypocrita, eiice “¡Hipócrita! Saca primero la


primum trabem de viga de tu propio ojo…”
oculo tuo…” Mateo:7- Mateo: 7-5.
5.

El monseñor Luis Bambarén, obispo de Lima y de


Chimbote, dijo en público y a la prensa que a los “gays”
había que llamarlos por su propia denominación:
Maricones. ¿Entonces cómo llamaríamos a Balboa y a
Nicuesa que compartieron el mismo lecho durante tres
semanas que pasaron juntos, hasta que un día se cansó
Balboa y lo despachó en un navío completamente
carcomido?

A lo largo de esta consideración hemos retratado el alma de


una persona que se ha convertido en el ídolo de la burguesía
panameña y ese ídolo se llama vAsco Núñez de Balboa, que
por haber llegado hace 500 años al Océano Pacífico ha
desatado la balboalatría , cuyos adláteres son los inferiores
de nuestra patria, inferiores según la semántica de Adler,
quienes aplauden todos sus valores que se expresan en
bigamia , adulterio, asesinatos, actos criminales, robos,
asaltos, homicidios, hasta llegar a ser un mugroso invertido
lo que explica por qué entre Fulvia y el truhán Balboa nunca
hubo tan siquiera un hijo.

86
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Araúz, C., Gasteazoro, C.M., y Muñoz Pinzón, A. (1980). La


historia de Panamá en sus textos. Tomo II: 1903-1968.
Panamá: EUPAN.

Bouvier. (1964). Les deux scandales de Panama France :


René Julliard.

Carpentier, A. (1984). Ensayos. La Habana, Cuba: Editorial


Letras Cubanas.

De las Casas, B. (1986). Historia de las Indias. Tomo III.


Edición, prólogo, notas y cronología de André Saint-Lu.

Lombardo Vega, A. (1979). Crónica de la conquista del


istmo. Panamá: Ediciones INAC.

Mahn-Lot, M. (1974). Marianne. La conquête de l’Amérique


Espagnole. Paris: PUF.

87
IGWASALIBLER: LA HORA DE LOS ESPAÑOLES

I
En el siglo XVI, nuestros clarividentes empezaron a hablar
acerca de unos extranjeros que acaban de desembarcar. Las
noticias corrían: se decía que eran unos individuos que
venían de un país frío, donde había mucha nieve y hielo, y
por esa característica de su gélido país, nuestros ancestros
los llamaron “dambeddule: gente del frio”: Eran blancos de
piel y con “barbas” por todo el cuerpo. Nunca antes los
habían visto hasta cuando se aparecieron bajando desde
América Central.
II
Antes de que Fernando el Católico, rey de España, usurpara
las tierras de Abya Yala (América),y, entre sus muchos
hechos inmorales, repartiera dominios que no eran suyos a
dos de sus secuaces , otorgándole a Alonso de Ojeda la
región de Urabá (Colombia), y a Diego de Nicuesa, el
territorio de Veragua (Panamá), la nación dule era
propietaria de

88
una gran superficie de tierras, que se extendía desde la actual
Chepo (en Panamá) hasta el territorio de Amuka Diwar (Río
Atrato, en la actual Colombia). Así, pues, por la decisión del
rey de los invasores nació una frontera artificial que antes no
existía, porque Dule Nega estaba formada por un solo
territorio.

89
En 1502, al arribo de los extranjeros, la nación dule estaba
gobernada por personalidades como Nele Igwab, Ologana,
Ogeler, Gwani, Niwe, Naluginyapi, Di̅nagbe, Galiler,
Olowiwidur, Ga̅bipiler. Igwasalibler, hijo de Ologana, que
terminaría siendo también un gobernador, y, con quien
terminaremos esta intervención. Para aquella época,
Igwasalibler era apenas un adolescente.

III
Uno de esos extranjeros salió a ver a Nele Igwab. Lo
encontró en su aposento, donde se produjo el siguiente
intercambio de palabras:
Español: ¿Dónde está Dios?
Igwab: En el cielo.
Español: Es también el sol Dios.
Igwab: Si, también los es.
Español: ¿Y la tierra?
Igwab: Es otro Dios.
Español: ¿Cómo es el raudal del río?
Igwab: Es de color rojo, amarillo y negro.
Español: ¿Qué hace que el río tenga esos colores?
Igwab: Ello indica que en su seno hay minas de oro, cobre,

90
que Dios creó.
Español: ¿De dónde viene el arcoíris?
Igwab: Lo creó Dios de un cordón umbilical.
Español: ¿Quién creó la tierra?
Igwab: La creó Dios. La formó de la sangre de su alma y con
trozos femeninos. Al principio la tierra era muy vidriosa, y,
paulatinamente, se fue disolviendo hasta que se abatió por
completo. De su caquéctico cuerpo surgieron unos vapores
en forma de pequeñas bolas de nubes de diferentes colores,
las cuales, poco a poco, se fueron amontonando y formaron
un solo conjunto, que cayó sobre la superficie de la tierra,
donde aparecieron las montañas y toda clase de árboles
férreos, a los que Dios les ordenó que cuidaran la tierra. Pero,
de repente, se desató un huracán espantoso que hizo volar
una gran cantidad de árboles. La tierra comenzó a sacudirse
groseramente. De la faz de la tierra se borraron los árboles
porque fueron sepultados ante los hercúleos sobresaltos y
estando allí Dios los transformó en yacimientos de
minerales. Así se originaron el hierro, el carbón, el cobre y,
por todas partes, sobrevinieron las minas de oro y los
depósitos de petróleo. Es por ello que en cualquier parte de
la tierra se pueden encontrar minas. Más tarde, Dios plantó
unos árboles de maderas blandas, que se usan como leñas.
Todos estos árboles se trasformaron en árboles frutales. En
el desarrollo de sus tareas, Dios creó los animales y
finalmente nos creó a nosotros, a los dule, a los seres
humanos.
Nele Igwab le dijo además al español y a su grupo que antes
de que ellos desembarcaran, él ya sabía que existía otra
gente en otras islas ,es decir, en otro continente, pero que a
él, a Nele Igwab, nunca se le había ocurrido embarcarse e ir
a ese otro rincón de la tierra; y que si ellos, los hispanos,
habían llegado a Abya Yala (a América) era gracias a las
obras del diablo ya que venían sólo a traernos males y nada
más que desgracias. Nele Igwab añadió en su discurso que
Dios había enviado a los demonios a la tierra como un feroz

91
aguacero y que estos demonios se habían alojado en el
cuerpo de los españoles y les había anublado el corazón, y,
de cuyas actuaciones realizadas a su paso por
Centroamérica, él tenía noticias: se apoderaban de las tierras,
expulsaban de ella a sus legítimos dueños, saqueaban sus
valiosas posesiones. Esto es lo que ustedes van también a
ejecutar aquí, dijo.
Después, llegó otro hispano fachento y le dijo a Nele Igwab:
“Esta tierra me pertenece”. Nele Igwab le contestó: “Esta
tierra no te pertenece; le pertenece a Dios”.
Los españoles volvieron a preguntar: “Dinos, dónde está la
mina de oro”. Pero Nele Igwab no quiso decirles. Entonces
los españoles le echaron mano; amarraron sus muñecas con
cadenas de hierro, y le interpelaron un vez más: “Dinos,
dónde está la mina de oro”. Pero Nele Igwab se rehusó a
decir cualquier cosa.
Entonces ellos, los hispanos, viendo que Dada Igwab
rechazaba revelarles las localidades de las minas, le cortaron
las manos. Dada Igwab sangró hasta morir.

92
IV

Sólo con el óbito de Igwab, el pueblo vino a indicarles a los


saqueadores dónde se encontraban las minas, y fueron ellos
mismos quienes los guiaron hasta el punto donde estaban
ubicados los metales preciosos. De esta forma los españoles
levantaron sus fortalezas en Acandi̅, Agla, Gubnadi̅ y Galed
(hoy Carreto).

93
En Galed o Carreto vivía Dada Galen (el Careta, de los textos
oficiales y el padre de la ficticia Anayansi o Caretita,
inventada por los romantiqueros como la esposa de Balboa:
era tan anónima que hasta el nombre se lo inventaron). Así
mismo, los gamberros españoles encontraron todos los
pueblos de la costa. Los muy infelices, en efecto, vieron en
los mencionados lugares una gran cantidad de oro. Entre
todos empezaron a cavar el lugar con azadas. Uno de los
ladrones, en su desesperación por el oro, se golpeó y se hirió
la rodilla, con su propia azada.
V
Durante los tres siglos de pillaje de nuestra relación histórica
con España queda el recuerdo doloroso del hipergenocidio,
piadosamente llamado “leyenda negra”, hipergenocidio que
desarrollaron los rufianes en nuestro continente de Abya
Yala,

94
Panamá, nuestra patria, no fue la excepción de este
exterminio. Los encontronazos que se dieron entre los
invasores españoles y los patriotas panameños siempre
fueron cruentos y encarnizados. Las narraciones de estos
hechos eran las únicas noticias que corrían por nuestro suelo.
Tan pronto como los pandilleros ubicaron las minas,
empezaron a obligar a nuestros ancestros a acarrear pesados
cargamentos y a tratarlos con crueldad. Muchos fueron
utilizados para abrir caminos.

95
Hubo algo peor: los gamberros provocaron refriegas entre
las naciones autóctona y hermanas. Para ello apremiaban a
nuestra gente para que los llevaran a otros pueblos, donde se
dirigían a los vecinos y les amenazaban con estas palabras:
“Si no te sometes, un día tu pueblo será destruido. Mire esas
cigüeñas, esos patos salvajes y todas las demás aves
silvestres, son los espíritus diabólicos que, finalmente, los
van a exterminar a todos ustedes".
Estas visitas las realizaban los vándalos con el fin de
examinar cuidadosamente el pueblo. Al regresar, los
sinvergüenzas se preparaban para salir en la noche. De
madrugada, al cantar el gallo, los camorristas obligaban a
nuestra gente a atacar y a aniquilar por sorpresa a la nación
consanguínea.

96
Esta táctica de actuar como vulpejas noctámbulas era muy
del gamberro español .El pueblo atacado era víctima de una
mortandad salvaje, y los cuerpos de sus habitantes eran
rebanados en pequeñas piezas. Igual ocurría cuando nuestra
gente celebraba alguna fiesta.
Los hampones de España eran expertos en prácticas sádicas
y satánicas. Una de las destrezas que ejecutaban radicaba en
cortar los dedos a toda nuestra gente, un dedo a un tiempo,
y, así, poco a poco, hasta que terminaban de amputarle todos
los dedos. Otro de los hábitos mortales que ensayaban los
cristianos se basaba en despanzurrar con lanzas los
estómagos de nuestra gente. Así mismo, les partían los
vientres a las mujeres para sacarles los niños y tirar sus
cuerpecitos como alimentos a los canes antropófagos que
tenía en manadas; y, a las mujeres las lanzaban en cualquier
sitio con las heridas abiertas. Cuando realizaban
infanticidios, muchas veces, le segaban las entrañas al bebé,
las oreaban y las secaban al sol.

97
Los malhechores venidos de España introdujeron la práctica
del feminicidio en nuestro continente, en Abya Yala, ya que
mataban a las mujeres, reservando solamente a las majas
entre las jóvenes para hacer de ellas sus barraganas o
concubinas o, en su defecto, las vendían cada una al precio
de treinta dólares oro, de aquel tiempo, con el fin de llegar a
ser acaudalados. Otro de sus vicios estribaba en capturar a
las mujeres para desnudarlas y colgarlas de cabeza hacia la
tierra y de esta forma las violaban hasta matarlas.
Otro de los tormentos a los que eran sometidos nuestros
ancestros se basaba en que un hombre y una mujer debían de
colocarse desnudos, frente a frente, y mutuamente tenían que
estar viendo fijamente sus partes genitales. Si uno de ellos
apartaba la vista, se le flagelaba con un látigo caliente. Para
obtener este tipo de látigos, metían la cuerda en agua caliente
y cuando la soga se calentaba, la sacaban y con ella
golpeaban a nuestra gente.
Nuestra gente huía de los gamberros españoles en todas las

98
direcciones. En una de las razias, los facinerosos capturaron
a una persona llamada Nele Di̅gunab. Los gamberros
españoles lo encarcelaron con un corcel. Al día siguiente, le
preguntaron si él había utilizado el animal como mujer, y,
como Nele Di̅gunab les respondiera negativamente, le dieron
grandes y repetidas tundas. Los gamberros hispanos querían
que nuestra gente utilizara la bestia como mujer. Cuando uno
de los paisanos les dijo que lo había hecho, los maleantes se
echaron a reír para mofarse de él. Eso era para los
desalmados un deporte.
Cuando nuestros ancestros se enteraban que habían llegado
los victimarios volaban religiosamente hacia los bosques y
hacia los ríos donde buscaban refugio para estar
remotamente lejos de dichos salteadores de España.
Estos criminales de España cautivaban a nuestros ancestros
y los ataban y luego los tiraban a la basura donde expiraban.
Otras veces cuando arrestaban a algunas parejas las
encadenaban desnudas entre los grandes árboles o les
cortaba las orejas.
Había mucha angustia en aquel tiempo, porque los
barriobajeros de España trataban a nuestros antepasados
como animales. Esta era una tradición consuetudinaria en los
que estaban curtidos estos maleantes de España .Era una
rutina sistemática que ellos echaran el guante sobre nuestra
gente para matarlas en gran número y brutalmente por todo
nuestro país. Nuestros ancestros sufrieron horriblemente con
la presencia de los gamberros, en presencia de los hijos de
España, quienes capturaban a todos nuestros dirigentes y los
cortaban en pedacitos.

99
100
VI

Igwasalibler
A la llegada de los invasores, Igwasalibler era un
adolescente. En su juventud, siempre estuvo enterado de las
infaustas nuevas. Más tarde, cuando llegó a ser sagla25 [sajla]
y le preguntaban por qué los hispanos nos trataban con
salvajismo, Igwasalibler manifestaba: “Estos hampones
españoles cristianos no pertenecen a la raza humana; son los
espíritus de los diablos, son diablos-hombres; no conocen la
palabra de Dios como nosotros”.
E Igwasalibler le manifestaba al pueblo: “¿Ven a esta gente
que viene de otra tierra? Ellos creen que vivimos en tierras
robadas. No, nosotros no le hemos robado ninguna tierra a
nadie: simplemente, vivimos en ella. Estos españoles
malvados acaban de llegar y han venido a robar nuestras
tierras, además, han comenzado a acabar con nuestra gente
una a una”.
E Igwasalibler le manifestaba al pueblo: “Ustedes se dan
cuenta que en nuestra tierra abunda el oro, por eso es que nos
llamamos gungidule [gungjdule]: la gente de la raza de oro,
porque somos una raza de personas virtuosas. Esta es nuestra
tierra: somos los hijos de esta tierra. Nuestros antecesores
nos enseñaron que como hemos nacido aquí, aquí hemos de
permanecer hasta el fin del mundo”.
E Igwasalibler le manifestaba al pueblo: “Ustedes se dan
cuenta de que los españoles no paran de asesinar a nuestros
hermanos. Cada vez que ven a uno de los nuestros lo
cautivan y lo matan…”

25
Jefe espiritual y político.

101
Con estas palabras se dirigía Igwasalibler al pueblo.
Un día, un cura español alcanzó nuestro pueblo y le dijo a la
gente que se volvieran cristianos. Pero uno de nuestros
antepasados tomó una navaja que el padre llevaba consigo y
con esa arma le cortó los escrotos, porque el cura español
decía que él tenía voto de castidad. Nuestra gente lo mató,
no por su voto, sino por ser español y sabían que los
españoles no respetaban a las mujeres. Al fallecer el padre,
muchos de nuestros antepasados huyeron y se escaparon
hacia los ríos, pensando que el padre volvería para vengarse.
En el pasado por cada español muerto, las venganzas eran
crueles y cruentas por parte de los gamberros. Otro día, llegó
otro español. Estaba todo cubierto de cuero. Solo se podía
ver sus ojos. Una de nuestras personas le dijo a la gente
“ustedes no pueden matar a ese hombre porque su
vestimenta es de cuero grueso”. Uno de nuestros hombres se
adelantó, tomó su arco y sus flechas y disparó contra él y le
cortó la testa. Ellos creían que el cura había vuelto para
vengarse. El que le cortó los escrotos al cura vivía a la orilla

102
del rio Gu̅di̅. Más tarde se mudó a Danela Diwar –el río
Tanela- y después al Río Caimán y más tarde a Duargi y de
allí a Nalubnad̅i, donde se quedó. Después de tres años, los
españoles lo encontraron y lo mataron.
…y volvieron las contiendas contra nuestros eternos
enemigos: la gentuza de España.
Igwasalibler creó un cuerpo élite de choque contra los
vándalos de España (piadosamente llamados
“descubridores”, “adelantados” y otros desechos). Este
cuerpo de élite se llamaba los Urrigan. Los Urrigan eran los
más granados arqueros, corredores, conocedores de los
bosques, los que no le tenían miedo a la muerte ni a los
homicidas de España. Los mejores Urrigan vivían por los
alrededores del Amuka Diwar (el río Atrato

en Colombia), porque allí solían llegar los criminales. Los


Urrigan atravesaban la cordillera de mar a mar (y nunca se
reclamaron ser los “Descubridores del Mar del Sur”). Iban y
venían de Amuka Diiwar a Duile Wala (el río Tuira, en
Darién). Ellos abrieron su propia trocha y la llamaron Bila
Igar, el andurrial de los guerreros, que llegaba hasta la
población de Bae. Los Urrigan se enfrentaron a los ladrones

103
y asesinos de España como seres mitológicos. En sus flechas
utilizaban diferentes tipos de venenos de abejas llamada
Igwa Bulu, Molí Bulu y Sen Bulu…Una de esas flechas
envenenadas le ofreció la muerte a Juan de la Cosa, y otra
casi le hace estirar la pata al petulante y famoso Alonso de
Ojeda.
Un joven de nombre José Wagun les dijo a los panameños
raizales: “debemos de robustecer nuestras flechas. Sus colas
son demasiado largas. Los arcos son muy grandes y la
espesura nos impide correr” .Wagun fabricó un tipo de arcos
y flechas mejor adaptados al combate, y otra vez empezaron
las hostilidades…que aún no ha terminado y sus acciones
hoy se desarrollan dentro del teatro del colonialismo interno.
En lo referente a Igwasalibler, no sabemos con certeza cómo
terminó sus días: hay quienes dicen que falleció de muerte
natural; otros dicen que murió combatiendo contra los
gamberros de España. Pero la lucha continuó y España se
preguntó ¿qué hacemos con estos indios? La solución la
encontraron mediante una de las siguientes propuestas:

1: Reducción de los indios.


2: Destierro a otras partes de América.
3: y Genocida total.

El Consejo de Guerra de la madrastra patria, reunido en la


ciudad de Madrid, el 29 de noviembre de 1685, se decidió
por el genocidio total. España, la pseudomadre patria, había
decidido borrar a los dulepanameños tal como ya habían
borrado a la población nativa en cincuenta años en las islas
del Caribe. Aquí la “leyenda negra” se transforma en una
historia verdadera de genocidio... hasta cariz de surrealismo
tiene: porque como dice el dicho que “en guerra avisada no
muere soldado”, por eso, el pueblo condenado al genocidio
sigue de pie y ha apostado por esta patria y está
contribuyendo a su refundación; refundación que debe tener
el molde hecho a nuestra imagen y semejanza: un pueblo

104
multiétnico, plurirracial, intercultural y multilingüe

105
LOS NGÄBE
BUGLÉ ANTE LA IGNORANCIA Y EL RACISMO

Cuando una persona realiza algo que no se espera de ella,


decimos que se le salió el cobre. En estos momentos en que
las naciones Ngäbe-Bugle han salido a defender sus
comarcas y con ellas a todo el ecosistema de la república de
Panamá, un sector de racistas e ignorantes ha saltado para
menospreciar en público a nuestros connacionales. Un
ejemplo de ello lo encontramos en la glosa publicada el
sábado 18 de febrero en el periódico La Estrella de
Panamá.[1] Allí, una persona de nombre Caridad Fernández
negaba toda razón a las demandas del pueblo Ngäbe – Bugle
alegando que

Ahora encima quieren (los panameños originarios)


que se suspenden las hidroeléctricas hasta fuera de
las comarcas. ¿Qué se creen estos indios? Si nosotros
no podemos traspasar su territorio sin pagarles una
cuota porque hasta en eso son unos bellacos, ¿por qué
tenemos que permitirles que vengan a mandar en
Panamá entero? Si quieren vivir con taparrabos y
alumbrarse con guarichas que nos dejen vivir en paz,
son una partida de facinerosos, vagos y borrachines,
abusadores de sus mujeres a las cuales ponen a
trabajar y parir mientras ellos están echados en las
hamacas chupando chirrisco. Vamos hombre que no
hay que cegarse, y esta cacique (Silvia Carrera,
dirigente del pueblo Ngäbe – Buglé) es una atrevida
e irrespetuosa. ¿Qué se cree esta india ignorante de
tratar de tú al mandatario, ella no sabe medirse
cuando habla. La iglesia también no está haciendo
nada por Panamá, solo se limita a escuchar y no le
pone freno a esta señora que ha cogido demasiadas
alas últimamente.

106
Aclaremos todas las vaciedades de la doña Caridad
Fernández.

1: El origen de la palabra Caridad tiene en latín dos formas:


cháritas y cáritas. Cáritas procede de careo, carere, carui,
cariturus, que significa carecer, estar privado de algo. Cáritas
es, por tanto, carestía, directamente relacionado con carus,
cara, que es aquello de lo que se carece. Ergo a Caridad
Fernández se le puede aplicar aquello que decían los
clásicos: “Quod natura non dat, Salamanca no prestat”. En
otras palabras, como doña Caridad Fernández carece de
neuronas, lo único que puede señalar son estulticias.

2: “¿Indios?”, doña Caridad, “¿indios?” Los indios son


originarios de la India, un país de Asia. Es el séptimo país
más extenso y el segundo más poblado del mundo. Limita al
sur con el Océano Índico, con el Mar Arábigo al oeste y con
el Golfo de Bengala al este. La India también limita con
Pakistán al oeste, al norte con China, Nepal y Bután y al este
con Bangladesh y Birmania. Su ciudad capital es Nueva
Delhi y su ciudad más poblada es Bombay.

Entiendo que usted en su estulticia entienda por “indios” a


los panameños raizales, y en esta ocasión particularmente, a
los de la nación Ngäbe. Hay un dicho que reza así: “Donde
tropieza la primera vaca, tropiezan todas las demás”. Esto
viene al caso, por ciertas afirmaciones que hacen los estultos
como usted. Por ejemplo, veamos algunas cosas que se nos
dice de Cristóbal Colon.

Primero, que “descubrió” América (lo cual es una mentira,


porque cuando este esclavista aurífago llegó a Abya Yala- el
verdadero nombre de nuestro continente – ésta ya estaba
descubierta; Segundo, que llamó “indios” a los habitantes de
Abya Yala porque creyó que había llegado a la India. Esto
rotula su perfecta ignorancia, que viajó con él a su tumba

107
porque nunca supo que había llegado a Abya Yala y no a la
India. Así que aquí cabe a la perfección el dicho que pregona
que “Donde la tropieza la primera vaca, tropiezan todas las
demás”.

En este sentido, la lengua de Shakespeare y de James Joyce


es más exacta porque en ella la palabra “indio” aplicado por
los estultos como usted al americano raizal es "Native
American" o sea pueblo originario de Abya Yala, o si usted
lo prefiere, pueblo originario de América. Y a pesar de esto,
no hay que olvidar que en inglés América es Estados Unidos,
y por ello durante mucho tiempo las mentes colonizadas al
referirse a los “gringos” los llamaban “americanos”, y eso se
entiende muy bien en una canción de Piero que lleva por
título casualmente “Los Americanos”.

3: ¿Taparrabos? Mi querida señora, ¡cuán pobre es su


vocabulario! Eso se llama tapahuevos o para decirlo con una
semántica más elegante: estola. Cuando usted utiliza la
palabra taparrabo, me hace recordar a los psicólogos que
recurren a una técnica llamada asociación verbal o semántica
para curar a sus pacientes. Históricamente, esta práctica se
relaciona con la noción de asociación de ideas ya utilizada
por Aristóteles, quien definió sus tres grandes principios: la
contigüidad, la semejanza y el contraste. Esto me lleva a
verla a usted frente a un taparrabo actuando como los
personajes femeninos de las novelas de Henry Miller o del
Marqués de Sade. Tal vez usted es la reencarnación de
Julieta, y por ello habla de dicha estola, ante la cual no se
enceguece, sino que queda asombrada. O tal vez, sea usted
la versión ladinopanameña de Constance Chatterley, el
personaje femenino de D.H.Lawrence. Y agradezca que la
pongo a las alturas de personajes de novelas clásicas, de alto
tono estético y no la remito a las páginas de Playboy o a
Venus TV.

108
4: ¿Guarichas? Permítame ilustrarle, doña Caridad
Fernández. La revista Tareas, (¿la conoce usted?) en su
edición de mayo-agosto de 1995 (como ve usted, del siglo
pasado), publicó un ensayo de la antropóloga francesa
doctora Françoise Guionneau-Sinclair titulado “Los kuna de
Panamá y la Represa del Bayano, 20 años después” (págs:
103-117). En dicho artículo, dice la investigadora gala:

El decreto 123, del 8 de mayo de 1969 autoriza la


construcción de la represa hidroeléctrica, Ascanio
Villalaz, del río Bayano que deberá suministrar
energía eléctrica a la capital del país, situada a 90 km
(…).La construcción se inicia en 1971 y el cierre de
compuertas se efectúa el 16 de marzo de
1976(…).Cuando se planificó la obra, se contempló
la limpieza total del área de inundación. Tarea que
sólo se realizó parcialmente, (…) las aguas perdieron
su calidad por una remineralización de los nutrientes
merced a la descomposición de la biomasa vegetal
inundada. La resultante fue la formación de fondos
anóxicos (falta casi total del oxígeno en un tejido), la
presencia de sulfuro de hidrógeno a diversas
profundidades, la proliferación de la vegetación
acuática, la eutrofización y la reducción de la fauna
macrobentónica (…) El análisis del agua permitió
también observar huellas de los pesticidas utilizados
para la erradicación de las plantas, cuerpos sólidos en
suspensión y su gran corrosión. El resultado del
panorama ecológico presentado aquí es que la
disponibilidad en aguas fue 15% inferior a lo
previsto. Desde el punto de vista epidemiológico, el
impacto ecológico diezmó la población de peces, lo
que propició condiciones óptimas para la
reproducción de mosquitos anófeles (Aedes aegypti)
y otros. La lechuga de agua favoreció su
proliferación así como la de los tábanos. Su densa

109
población es una eterna molestia para los moradores
de la región. La malaria, la encefalitis equina y el
sarampión, letal para los amerindios, son endémicos.
La represa es el lugar de refugio de numerosas
golondrinas, probables vectores de
microorganismos, responsables de histoplasmosis,
criptocócosis y salmonellas. La diversidad y la
biomasa de los micro invertebrados bentónicos
fueron drásticamente diezmadas (…) Así antes de la
inundación, existía 12 especies predominantes, hoy,
sólo quedan dos. La virtual desaparición de
camarones y de los moluscos se debe a la alteración
de su hábitat. Los peces del mar presentaban una
atrofia de los ovarios por lesiones producidas por la
aplicación de herbicidas (…) Antes de la
construcción de la represa, existían 61 especies de
población ictiofáunica, repartidas en 26 familias, de
las cuales sólo sobrevivieron 13, agrupadas en 6
familias. Esto significa una reducción de 79 por
ciento de la ictiofauna nativa (…) En 1971, la
población de la región de Bayano, sitio de la
construcción de la represa, era constituida por
amerindia kuna, emberá y wounana (…) por los
“bayaneros” o “cimarrones”, descendientes de
esclavos africanos (…) y por los “colonos” de origen
indohispano (cholos), campesinos sin tierra que
huyen del hambre de su provincia donde predomina
el latifundio. (…) Los “colonos” llegaron al área de
la actual represa hace unos50 años. (…) Entre 1973
y 1975, se efectuaron negociaciones entre el
gobierno nacional y la población afectada. Dos
soluciones fueron adoptadas. Una se refería a los
amerindios (panameños raizales) que debían ser
relocalizados en la misma región debido a que su
régimen de vida no alteraba el medio ambiente. La
otra aludía a los “bayaneros” y a los colonos

110
(panameños de la etnia ladina, afrodescendientes e
hispanodescendientes), que, al practicar una
ganadería extensiva, fueron considerados como
peligrosos. Se optó por indemnizarlos. Solo un grupo
residual de “colonos” se negó a abandonar la cuenca
del río Bayano. (…)El esquema migratorio de
reinstalación en la región fue el que sigue:

a): Los colonos que se negaron a salir, llamaron


familias de su aldea originaria o trajeron miembros
de su propia parentela); b: los colonos y bayaneros
que accedieron ser indemnizados y a salir del área,
regresaron a invadir la región.(…) La presencia de
población no amerindia [gente de la etnia ladina, at]
crea una presión antrópica de consideración sobre el
área de la represa y sobre las tierras indígenas, objeto
del interés asiduo de los demás moradores que
consideran menos arriesgado invadir el territorio
amerindio [las tierras de los panameños raizales, at]
que las tierras reservadas de la represa, de las cuales
podrían ser más fácilmente expulsados. Así, hoy,
existen seis grupo étnicos en la región: kuna, emberá,
wounana, colonos, bayaneros y colombianos. La
apertura de la panamericana permitió a los
campesinos sin tierra mover la frontera agrícola hasta
los límites de los territorios indígenas del Bayano y
del Darién. (…) En 1990, los kuna no vacilaron en
tomar las armas e incluso tomar de rehén al
gobernador de aquel entonces, para defender sus
justos derechos. Sin embargo, el grupo que los
adversa posee la capacidad de manipular a su favor
las estructuras gubernamentales ya que son alcaldes,
corregidores, representantes e incluso legisladores.
Tienen entonces, el acceso directo a las teclas del
poder político de la sociedad dominante. (…) El otro
problema fundamental que tuvieron que encarar los

111
amerindios [panameños raizales] fue el del lago
artificial. “No hay más peces en los ríos, y si los hay
son tan chicos”, nos comenta el cacique Oller,
Olotiguipiler” entonces, tenemos que comprar peces
de mar a los waga [foráneos, gente de la etnia ladina,
at]. Nuestras tierras no producen sino cosechas
malas. No hay más cacería. Es difícil hoy matar un
pecarí (animal ritual) y el macho monte y los pavos
desaparecieron. Solo nos queda las conservas”(…) Si
antes de la construcción de la represa, kuna, emberá
y wounana practicaban una pesca artesanal, hoy lo
han abandonado no sin consecuencias dramáticas
desde el punto de vista nutricional y ritual(…) Otro
problema se suscitó inmediatamente después de la
inundación. Se trata de la deforestación agresiva del
área de la represa y de las tierras indígenas
adyacentes, por los moradores que se quedaron o
regresaron o invadieron. Estos campesinos sin tierra
[que son nómadas y destructores como me dice mi
amigo el profesor Efridcio Pérez, y a los que el Dr.
Stanley Haeckadon llamó cultores de “La cultura del
potrero”, at] reproducen el patrón cultural de
supervivencia que fue la causa del empobrecimiento
de sus minifundios de sus lugares originarios. Se trata
de crear pastos para una ganadería extensiva y
devastadora ya que estas tierras sólo son aptas para
alimentar una vaca por cada dos hectáreas. Además,
practican una agricultura de subsistencia que los
mantiene en la miseria. Esta estrategia no les asegura
un porvenir estable. Por ende, optan por vender a un
precio irrisorio sus finquitas a un ganadero quien fue,
en general, el que financió el traslado e instalación de
las familias inmigrantes. Esto significa que detrás del
pequeño “colono”, se esconde la temible figura del
terrateniente, todopoderoso y contra quien será muy
difícil luchar. (…) En 1994, 28 por ciento, es decir,

112
100 000 hectáreas del área total de la cuenca del río
Bayano y afluentes, están deforestadas.

Ante esta situación, el panameño raizal enfrenta los


siguientes problemas:

a) al mudar sus conductas nutricionales, se enfrenta


con “problemas biomédicos tales como obesidad,
diabetes, colecistitis, colestasis hepáticas, cáncer del
hígado, entre otros; b): la pérdida de los territorios
ancestrales…simboliza la pérdida de un saber: las
plantas alimentarias y nutricionales desaparecieron o
son mal conocidas, así como materiales de
construcción, etc.…; c): la invasión de sus tierra por
los colonos: pequeños ganaderos, propietarios de
aserraderos, latifundistas propician conflictos
interétnicos constantes; d): frente a la necesidad de
adaptarse a la vida lacustre, los amerindios
[panameños raizales] debieron innovar cambios en
las construcción de las casas, hoy sobre postes y más
chicas…(…) los indígenas [panameños raizales] no
tienen título de propiedad sobre sus tierras y,
obviamente, es una situación que induce al
campesino “hambriento” de tierras , cuya ley es el
alambre de púa, a desconocer el status de las
comarcas.(…) Para entender la envergadura del
desastre ecológico y sociológico que significó la
creación de la represa de Bayano , es preciso
aprehenderla dentro de un sistema complejo que
incluye no sólo el impacto directo causado por la
represa; sino también el impacto indirecto, inducido
por la apertura de una carretera que permitió un
movimiento migratorio sostenido, desordenado y
devastador.(…) Es importante relevar que el discurso
científico es afín al discurso de los caciques: No hay
más peces, no hay más animales silvestres, no hay

113
más plantas medicinales y alimentarias.

Mi cara señora Caridad Fernández, este ensayo es de 1995.


Fue escrito hace 16 años, pero sus puntos de vista no han
perdido vigencia. Los panameños raizales que cedieren sus
tierras para la represa de Bayano en aquel tiempo no tienen
luz eléctrica hasta el día de hoy, lunes 27 de febrero de 2012,
como si de allí no saliera ese destello hacia la ciudad capital.
En casa de herrero, cuchillo de palo. A la luz de la historia,
no hemos sido nosotros, los panameños aurorales, quienes
hemos estado agotándole la paciencia a nadie. Es a nosotros
a quienes se nos tiene que dejar a vivir en paz.

Y algo más. El señor Carlos E. Rangel Martín, jubilado del


Cuerpo de Ingeniero de Estados Unidos, publicó el lunes 20
de febrero en La Estrella de Panamá, el artículo “Óptima
solución a necesidades energéticas”. Allí dice lo siguiente:

La mayoría de los empresarios panameños tiene la


idea totalmente desfasada de que Panamá necesita
seguir construyendo hidroeléctricas para suplir de
suficiente energía eléctrica al país, de forma que éste
continúe creciendo sin problemas energéticos; pero,
especialmente en Europa occidental, la planificación
energética ha cambiado radicalmente desde
principios del presente siglo y ahora prescinde de las
hidroeléctricas. Urge que todos los ingenieros y
empresarios panameños se familiaricen con las
nuevas tecnologías que países más desarrollados,
particularmente los carentes de petróleo, han estado
implementando;(…) Cualquier ingeniero eléctrico
europeo que contemple la polémica en la que estamos
enfrascados, seguramente se preguntará cómo es
posible que tantos panameños todavía no
conozcamos del gran avance que ha experimentado
la planificación energética; pero la razón principal de

114
este desconocimiento es que las autoridades
encargadas de la planificación energética jamás han
hecho un esfuerzo significativo para ilustrar
debidamente a nuestra ciudadanía sobre las nuevas
tecnologías que le dan solución a similares
problemas en Europa, algo que equivale a un
encubrimiento por parte de dichas autoridades. Peor
aún, como resultado de la descomposición de la flora
sumergida en agua, las grandes hidroeléctricas
producen gas metano, contribuyendo a aumentar el
calentamiento global.

5: Sigue usted, mi querida Caridad Fernández, con sus mitos:

son una partida de facinerosos, vagos y borrachines,


abusadores de sus mujeres a las cuales ponen a
trabajar y parir mientras ellos están echados en las
hamacas chupando chirrisco,”.

¡Qué hedonistas! Antes de hacer una afirmación, una simple


afirmación, yo no sé cuánto se documenta usted. Quizás
usted sea una beata y que como tal no conozca Panama y
night, ni sepa que cuando juegan los equipos españoles de
balompié el Barça y Real Madrid las cantinas y otros lugares
de diversión se llenan mientras se vacían los lugares de
trabajo. En los bares, los fanáticos arman pendencias y se
insultan en castellano. En su libro Mi General Torrijos, dice
José de Jesús Martínez:

Recuerdo que una vez llegó el General Torrijos a


Coclesito, en plena mitad de la semana, y uno de los
campesinos que estaba a cargo de un proyecto tenía
olor a guaro. Y en Coclesito el guaro se permite sólo
para las fiestas. “Te estabas emborrachando”, le dijo
el General. “Cuando nosotros los pobres bebemos, se
llama “borrachera”. Pero cuando lo hacen ustedes los

115
ricos, entonces se llama “fiesta”, le contestó el
campesino. (José de Jesús Martínez, Mi general
Torrijos, 1987, pág.74).

Por su parte, el novelista inglés Graham Greene escribió:

Chuchú [José de Jesús Martínez] ya me había


contado de la inusual costumbre de la bebida en
Panamá, una costumbre que incluso el General
[Omar Torrijos] seguía. Somos borrachos- dijo
Chuchú-; los domingos bebemos para
emborracharnos, pero no bebemos entre semana.
Ustedes los europeos son alcohólicos, ustedes beben
todo el tiempo. Me alegra que en los días que
pasamos juntos haya escogido seguir nuestra
costumbre [la europea]”. (Graham Greene: El
General, 1985, pág. 59).

Mi pobre Caridad Fernández, usted ni lee ni conoce a sus


(nuestros) connacionales y mucho menos a los ingleses.
Leíamos líneas arriba lo escrito por la profesora francesa
Françoise Guionneau sobre los peces. He aquí un fragmento
de lo que dice Graham Green en su precitada obra:

En la orilla de esta enorme reserva se había


construido la presa de Bayano con la ayuda de los
yugoslavos…La presa había provocado el
desplazamiento de por lo menos una aldea indígena,
que ahora estaba bajo el agua. Visitamos la aldea que
la había sustituido y fuimos recibido en la cabaña de
reuniones por el jefe, un anciano de una dignidad
inmensa (los) habitantes de la aldea (…) escuchaban
en silencio mientras un intérprete expresaba las
quejas del pueblo contra el gobierno… El gobierno
no había cumplido su promesa: el pago que se le
garantizó por su reubicación llevaba tres meses de

116
retraso y habían sido trasladados demasiado tarde
para cosechar: les hacían falta azúcar y granos, los
animales salvajes que solían servirles de alimento
habían sido ahuyentados por los trabajos de la presa
y todos los peces del río estaban muertos. (Ídem: 80).

Sobre este texto de Graham Green no tengo nada que


comentar. Y como decían los clásicos: “Intelligenti pauca”.

Prosigamos. Usted afirma que nosotros los panameños


raizales explotamos a nuestras mujeres. Pero, ¿dónde está su
investigación? Lea el siguiente informe y entérese en qué
clase de país vive usted: en una investigación titulada
Familia y Jefatura del Hogar se nos dice lo siguiente:

De acuerdo a la información del Censo de 1990


existen en Panamá un total de 526 mil hogares. De
ese conjunto de hogares, más de 117 mil están
dirigidos por una mujer, es decir, un 22,3% del total.
Esta proporción ha ido aumentando ligeramente
desde 1950, cuando se registraban con jefa mujer un
20% de los hogares nacionales. El tamaño de los
hogares dirigidos por una mujer es en términos
generales más reducido que los dirigidos por un
hombre, entre otras razones porque frecuentemente
dirigen su hogar sin cónyuge. En 1990 un 49,3% de
hogares con jefatura femenina tenía más de tres
personas. La mayor parte de las jefas de hogar no
declaran pareja conviviente: en 1990 el 95,5% de
estas mujeres dirigía su hogar sin cónyuge. El perfil
general de dichas jefas es que se trata de personas con
un promedio de edad mayor que el de los jefes
varones, y con una situación socioeconómica más
deteriorada.

Mi estimada señora Caridad Fernández, yo quisiera creer

117
con alma, corazón y vida, que usted puede entender esta
sencilla frase: “El 95,5% de estas mujeres dirigía su hogar
sin cónyuge”. Ahora usted me va a decir que la encuesta se
realizó en la Comarca Ngäbe… ¡No sea tan soez, mi querida
señora!

Veamos el mundo de los drogadictos:

En un estudio realizado con estudiantes de 13, 15 y


17 años de edad, por la Comisión Interamericana
para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) en 7
países de la región, en el año 2003, se señala que
Panamá, junto con Uruguay, es catalogado como un
país de elevado nivel de consumo de drogas ilícitas.

Ahora usted, una vez más, me dirá que esta encuesta se


realizó en la nación Ngäbe… ¡No sea tan ruin! Según usted,
nosotros, los panameños raizales, maltratamos a nuestras
mujeres. Sin embargo, vea usted lo que dice sobre el
feminicidio el periodista Alberto de León de Gracia, en la
edición del 18 de octubre de 2010 de La Estrella de Panamá:

Panamá entre los líderes mundiales de feminicidio

En los últimos años se incrementaron las cifras de


homicidios de mujeres y la falta de efectividad de
las entidades de investigación.

Las estadísticas cada vez son más contundentes, las


denuncias por violencia se han incrementado. Los
números que presentó ayer el Fondo de Población de
las Naciones Unidas nos pone en una posición nada
envidiable. Sin duda, una sociedad donde prevalece
el machismo.

118
Alberto de León de Gracia

PANAMÁ. Los números no mienten, nos llenan de


vergüenza, pero no nos concitan a mejorar esta
tendencia destructiva. ‘El hombre que golpea a una
mujer, pierde esa condición’, decían nuestras abuelas
con marcada frecuencia. Si cada uno de nosotros
hubiera seguido al pie de la letra esta sentencia, hoy
este no sería un tema de análisis, lamentaciones y
tragedia social. Según los especialistas, la violencia
de género contra las mujeres está ligada a la falta de
igualdad entre los sexos, lo que se traduce en una
relación de poder, donde el hombre domina o
controla y la mujer está subordinada o depende de él.
Ese tipo de violencia es producto de ese poder y
control masculino, pero a la vez es un mecanismo
para mantener poder y control sobre las mujeres.
Ayer, representantes del Fondo de Población de
Naciones Unidas en Panamá revelaron a la prensa los
detalles de esta problemática mundial. La situación
de Panamá es lo que más destaca en el dosier
entregado con información relevante sobre la
violencia de género. Nuestro país, según el informe
especializado, ocupa el décimo puesto —
mundialmente hablando— en número de femicidios.
Son 24.58 por cada millón de mujeres. A nivel de
Latinoamérica, le siguen en este ranking negativo: El
Salvador (129), Guatemala (92), Colombia (49),
Honduras (44), República Dominicana (38), Bolivia
(34) y Paraguay en el escaño 27. Estas cifras se
desprenden del Tercer informe internacional de
violencia contra la mujer en las relaciones de pareja
del Centro Reina Sofía de España. Por otro lado,
datos de la Defensoría del Pueblo —recogidos a
través del Observatorio Panameño contra la
Violencia de Género (OPVG) — revelan que durante

119
el primer semestre del presente 2010 se produjeron
40 muertes de mujeres. De ellas 28 (el 70%) fueron
femicidios (asesinato de mujeres por razones
asociadas con su género). Lo más alarmante de estos
datos es que, en los últimos años, el crecimiento de
las cifras de homicidios de mujeres, la falta de
efectividad de las entidades de investigación y
persecución de estos graves delitos y las evidentes
menores penas que reciben los femicidas han hecho
que las organizaciones de mujeres hayan elevado sus
protestas, y en forma más visible desde los años 2003
y 2004. En esta problemática, el país debe elevar el
bagaje educativo y de salud desde el punto de vista
no sexista, penalizar el femicidio como delito
autónomo y crear instancias judiciales específicas
con sus propios jueces y fiscales especialistas en esta
materia; además de promover las políticas públicas
de igualdad en todas las áreas del gobierno,
independientemente del rol del Instituto Nacional de
la Mujer; y consolidar la protección de las féminas,
ya que hoy el país solo cuenta con un albergue
nacional para víctimas de la violencia”.

Doña Caridad Fernández, si usted quiere que los panameños


raizales, a quienes en su ignorancia llama “indios”, la dejen
vivir en paz, puede emigrar de Panamá. Los Fernández
tienen sus orígenes en España, y quizás allí se vería libre de
los facinerosos panameños aurorales, nunca le dirían
“cabecita negra” o sudaca. Nosotros, los panameños raizales,
somos de aquí; aquí estábamos antes de que naciera el
Estado Nacional de Panamá, el 3 de noviembre de 1903 y
aquí vamos a continuar.

Usted afirma que la Cacique General del pueblo Ngäbe-


Bugle, Silvia Carrera, es “una atrevida e irrespetuosa”, que
se atreve a tutear al Presidente de la República y “no sabe

120
medirse cuando habla”. En primer lugar, irrespetuosa es
usted. Aprender a respetar se aprende en el hogar. Nadie da
lo que no tiene. Somos el producto de nuestros propios
hogares, y si allí no le enseñaron a respetar, quizás sea
porque no había quien lo hiciera. La cultura se genera por
medio de una correa de transmisión. “De tal palo, tal astilla”,
o como dijera San Mateo 7:16: “a fructibus eorum
cognoscetis eos”.

Además de ello, la cacica puede tratar de “tú” al presidente


porque están entre pares, y ella no es menos que el
presidente, porque es la representante máxima de la nación
Ngäbe.

8: Quiero terminar con algunos señalamientos de tipo


semántico. Quienes me conocen saben que mi lengua
materna no es el castellano. El castellano lo aprendí en la
escuela a “gramaticazos”, donde nos castigaban
simplemente por hablar el dulegaya, que es mi lengua
materna. Para evitar los “gramaticazos”, aprendí a valerme
del diccionario. Allí se dice que “indígena” es una palabra
latina femenina de la primera declinación y que se utiliza en
castellano como “Originario del país de que se trata”. En este
sentido, usted ofende nuestra nacionalidad, consagrada en el
artículo 9 de nuestra Carta Magna, cuando dice que son
panameños por nacimiento los nacidos en el territorio
nacional: cholos, afrodescendientes, sinodescendientes,
panameños raizales – como usted misma, si es que nació
aquí -, somos en términos castizos, “indígenas”.

A luz de la etimología y de la semántica, nosotros, los


panameños raizales, originarios, autóctonos y auténticos, por
decir lo menos, no somos un mero grupo étnico. La palabra
"etnia" significa "gentil", y proviene del adjetivo griego
ethnikos. Ese adjetivo se deriva del sustantivo ethnos, que
significa gente o nación extranjera. Así que se comete un

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barbarismo lingüístico, cuando a los panameños raizales se
nos cataloga de “grupo étnico”.

En Panamá conviven muchas etnias: la italiana, de Ricardo


Martinelli, Presidente de la República de Panamá; la griega,
de Demetrio Papadimitriu, Ministro de la Presidencia de
Panamá; la hebrea de Salomón Shama, Ministro de Turismo;
la negra, de Lucinda Molinar, Ministra de Educación.
Panamá es, pues, un país etnocrático. Pero los pueblos
originarios son naciones tal como lo explicó Stalin en El
marxismo y la cuestión nacional:

Nación es una comunidad humana estable,


históricamente formada y surgida sobre la base de la
comunidad de idioma, de territorio, de vida
económica y de psicología, manifestada ésta en la
comunidad de cultura.

Por ello, hablar de los panameños raizales en términos


étnicos es una muestra de analfabetismo de marca mayor
tanto a la luz de la etimología así como a la luz de las
Ciencias Políticas, pues los pueblos bribri, buglé, dule,
emberá, naso, ngäbe, wounaan, son naciones panameñas
enmarcadas dentro del Estado Nacional.

Y en cuanto a la Iglesia debo decirle que ella se defiende


sola. Las naciones originarias de Abya Yala tienen mucho
en común con la Iglesia: no se pueden contar las cantidades
de mártires que entre ambos han dado al mundo. Por algo
dijo Cristo en Mateo 11.12: “…regnum caelorum vim
patitur, et violenti rapiunt illud” (el reino de los cielos padece
de violencias y sólo los revolucionarios podrán alcanzarlo).

Mi querida Caridad Fernández, si después de leer este


ensayo, en el mejor sentido de Montaigne, Nietzsche y
Voltaire, usted no ha aprendido algo de latín, geografía,

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historia, sociología, antropología, ciencias políticas,
literatura, cine, semántica y estadística, será porque es la
prueba viviente de la razón del refrán famoso: “Quod natura
non dat, Salamanca non prestat”.

¡Ave cacica, Silvia Carrera, vincituri te salutant!

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ENERO 9, 1962

Comienzan por el catecismo para desindigenizarte el


espíritu
Y luego te enseñan las letras del “Himno Nacional”
escritas en el idioma de los (conquistadores que nunca
lograrás dominar
Y encuentras en tus cursos de Historia a tus supuestos
antepasados
-Blancos y hermosos-
En pleno combate contra los invasores moros
Y llegas a creerte un formidable capitán que conduce una
tropa de Mío Cid

Más tarde desembarcas en una playa americana


Y regalas a diestra y siniestra espejitos rotos y agujas
deslumbrantes
A los “salvajes” propietarios de los metales preciosos
Y te conviertes en un formidable capitán de don Asco
Núñez de Balboa
Y amontonas frescos cuerpecitos de niños indígenas para el
hambre fatal de los canes (fúnebres
Y con Pedro Arias Ávila
Levantas una ciudad armada de cascos hechos con sangre y
huesos y cenizas de los (nativos

Tu vida es heroica como heroico fue el pasado de tus


“ancestros” los españoles
Y de ellos heredas la cultura occidental y cristiana
-La más “acabada y perfecta” de la invenciones humanas-
Y esa manía de perfección química por crear un Estado
Bordar un sudario para llamarlo bandera
Y defender tu derecho a la soberanía vigorosa como un
elefante
Y por todo ello te ganas una nacionalidad confirmada en
una cédula de identidad (personal

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Y te inflas de orgullo e ignoras que eres ciudadano de
tercera categoría

Pero un día descubres que tus verdaderos ancestros son los


hijos bronceados de (Ibeorgun
-Pelo largo y pómulos salientes-
Y que la lengua que hablas es lengua extrañamente europea
Y que la patria que en la escuela te enseñaron a amar y que
amas con paranoico amor
Viene surcando inclemente y tenebrosa como la serpiente
Contra isla Digir 9 de enero 1962
Y ves al pueblo abrir sus puertas a la tortura
Y reclinarse enloquecido ante la muerte
Y a los niños víctimas transparentes de la bandera sombría
transformar sonrisas en (llantos
Y a Temístocles Morales López hecho un navío en su
propia sangre
Entonces atónito descubres
Que eres extranjero hasta en tu propia tierra
Y que la famosa cultura occidental cristiana y capitalista
Te la metieron a cristazos y a Himnazos en el cacumen tal
como se mete un vómito en (un tacho de basura

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