El chisme, ¿el mayor enemigo
laboral?: siete de cada 10 empleados
lo califican como violencia
(Caracas, 26 de mayo. Noticias24)- “Si hay confianza entre los compañeros, no debería
haber chisme”, eso dice la cultura popular, sin embargo, la realidad es otra. El rumor es la
práctica más antigua y es utilizada para aventajar a alguien, dejarle en mal lugar o solo
por diversión. En el ambiente laboral, el chisme se ha convertido en el mayor enemigo. Un
reciente estudio demostró que siete de cada 10 empleados lo consideran como una forma de
violencia laboral.
Los rumores “son proposiciones para ser creídas que se transmiten de persona a persona,
habitualmente de forma oral, sin que existan datos para comprobar su veracidad. Se trata
de especulaciones no confirmadas que se intentan dar por ciertas con un objetivo
determinado, y que condicionan el comportamiento de los demás por encima de la
información objetiva”, así lo definen en la internet.
Recientemente, la empresa Adecco demostró que siete de cada 10 empleados consideran el
chisme como una forma de violencia en el trabajo, afectando el desarrollo natural de la
dinámica labora. Según estos resultados, cinco de cada 10 personas tratan de no
involucrarse en un rumor y solo una de cada 10 sabe que la empresa lleva a cabo planes
para combatirlo.
Otra investigación realizada por la empresa estadounidense Randstad demostró que el
chisme o rumor es la práctica que lidera los centros laborales.
“Si hay una persona que se la pasa hablando mal de los demás eso va a influir directamente
en la relación laboral. Los chismes llevan a los rumores, los rumores al conflicto y el
conflicto al problema general”, señaló el Iván Yánez, trabajador, al ser consultado por el
equipo de Noticias24.
Sam Chapman, investigador y creador del libro “The No Gossip Zone” afirma que las
murmuraciones son herramientas que ciertos empleados utilizan en ocasiones determinadas
para avanzar en su carrera. “Eso es algo nefasto porque el rumor iniciado puede revertirse
a corto o largo plazo en contra de la persona“.
Sergio Castellanos, Licenciado en Psicología Social de la Universidad Metropolitana,
coincidió con Chapman y afirmó que los rumores “son facetas inherentes de la dinámica
comunicacional de los seres humanos” y que son utilizados como medio de información y a
su vez como medio de difamación.
Explicó que los problemas de chismes en todos los entornos se remontan a la niñez de cada
individuo, etapa en la que en algún momento fue sometido a malos tratos o estuvo
involucrado en rumores. “Esta puede ser una de las razones por las cuales esta conducta
sea frecuente”, agregó.
Aclaró que en el campo laboral, factores como la envidia, el odio, el miedo al cambio y la
competitividad son determinantes en el comportamiento de los trabajadores. “En los
trabajos aplica directamente la frase coloquial ‘quítate tú para ponerme yo’, debido a que la
información de un individuo puede ser usada en su contra si ayuda a otro a conseguir lo que
quiere”.
“Los comentarios son más negativos que positivos. Si transformáramos lo negativo en
positivo, la empresa saliera adelante y fuéramos más productivos. Yo hago caso omiso a
los chismes porque sé que de allí no se puede sacar nada bueno y al final no se cosecha
nada”, afirmó Mayra Peláez.
Personas que promueven el chisme
Cuando el chisme se convierte en una acción cotidiana, la rutina laboral se enturbia y
comienzan los conflictos dentro de los equipos de trabajo. Muchas son las maneras de
determinar cuál es el foco que siembra la zozobra, y estos pueden ser algunos de ellos:
- El jefe: los trabajadores concuerdan en que si el jefe es la persona que comienza a
practicar una conducta de rumor dentro del círculo laboral, ellos se sienten con la autoridad
suficiente para desarrollar este tipo de comunicación inefectiva.
- Los conflictivos: Este tipo de personas se caracterizan por demostrar su rabia con ataques
públicos directos, improperios en contra de una persona, insultos y escenarios en donde el
entorno laboral se entera del problema.
- El hipócrita: Este enemigo laboral se caracteriza por dañar la imagen de los compañeros
a través de rumores falsos que van regándose “de boca en boca”.
- El “soplón”: Este tipo de personas mantiene una actitud bajo perfil en el desarrollo de
cualquier situación y ataca cuando una persona comete un error y le cuenta la situación con
detalle al jefe.
- El que “busca aliados”: Este tipo de enemigo se caracteriza por agruparse con un
compañero para atacar. Es un individuo que por medio de críticas profesionales y
personales, busca hacer la vida imposible a un tercero, insultándolo y satanizándolo, no
sólo en la oficina, sino en ambientes neutrales y en actividades de integración.
¿Cómo combatirlo?
Diversos especialistas en esta materia aseguran que mantener una clara comunicación
con los trabajadores es vital para el buen desenvolvimiento del grupo. El jefe debe
promover las prácticas en donde los empleados se sientan incluidos a la dinámica de la
empresa, sin necesidad de insertarlos en los círculos privados de la organización.
Una de las maneras más eficaces es visitar a uno de los miembros del personal o del equipo
de trabajo, debido a que uno de ellos puede verse más tentado a compartir sus
preocupaciones.
Otra forma es “mantener las puertas abiertas” con el equipo ya que los trabajadores se
tornan ansiosos ante las reuniones a puerta cerrada de los jefes. A mayor accesibilidad,
mejor comportamiento.
Es importante “separar la manzana de la discordia”, ya que con esto la persona encargada
de esparcir los rumores negativos es enfrentada y obligada a dejar de llevar a cabo estas
malas prácticas.
Finalmente, el jefe debe “enseñar con el ejemplo” y evitar decir cosas acerca de otros que
no sería capaz de decir personalmente. Asimismo, debe dejar saber a sus empleados que es
lo él esperaría de ellos.