Historia Del Derecho Laboral

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HISTORIA DEL DERECHO LABORAL

ORIGEN DEL DERECHO LABORAL


El Derecho laboral como rama autónoma aparece hacia la mitad del siglo XIX y se desarrolla plenamente con
la terminación de la primera guerra mundial. Sin embargo, antes del surgimiento del Derecho laboral las
relaciones donde estaba de por medio el trabajo humano. Se regulaban por normas del derecho civil.
EL TRABAJO EN LA EDAD ANTIGUA
En esta época la sociedad se dividía en dos grandes grupos: los hombres libres que contaban con todos sus
derechos y para quienes el trabajo manual o mecánico era degradante, y los esclavos quienes no tenían
ningún derecho, y por ende, eran quienes realizaban este tipo de labores.
Por tal razón, los hombres libres se beneficiaban del trabajo realizado por los esclavos, a quien le pertenecía,
ya que para la normatividad de la época, éste era considerado un objeto. Por ellos los frutos por él
producidos, sus bienes, su esposa y sus hijos, eran igualmente de su propiedad.
Si se analizan los orígenes de la esclavitud, se observa que no tiene mucha claridad al respecto; algunas
teorías sostienen que surgió en la prehistoria, en donde la mujer era sometida al hombre y estaba obligada a
realizar los trabajos más penosos. Otras teorías afirman que la esclavitud surgió de la guerra (considerada
como su principal fuente) en donde el vencido le pertenecía al vendedor.
Igualmente existieron otros factores para que surgiera la condición de esclavo, como la insolvencia del
deudor, que lo convertía en esclavo de su acreedor; la condición de esclava de la madre era factor hereditario
para sus descendientes, la condena penal y ordenamiento jurídico de la época.
Pasado el tiempo, se creó la emancipación. Con ella, se concedió al esclavo, la calidad de persona, pero esto
no obstaba para que perteneciera a su ¨amo¨ continuara intacta.
EL TRABAJO EN LA EDAD MEDIA
En esta época surge el feudalismo como organización social, política y económica, que consistía en que el
dueño las tierras se las entregaba a otras personas para que las trabajaran bajo su mando.
Aparece entonces la figura de siervo de la gleba que significa la sujeción del hombre a la tierra. Es decir, que
comparte el destino de la misma. En este orden de ideas, el siervo no tiene derecho trasladarse para otra
parte, pero si tiene derecho a casarse y a percibir una participación de los beneficios que la que la explotación
del feudo traía consigo.
Con los años, al siervo se le concede una mayor capacidad jurídica, otorgándole la calidad de persona libre
(colono) quien tiene la capacidad de explotar la tierra en su beneficio y participar al dueño del feudo, con base
en un contrato celebrado con anterioridad.
En la ciudad surgen los trabajadores por cuenta propia y por cuenta ajena. A su vez se desarrollan los talleres
de artesanos quienes con su expansión hacen surgir las corporaciones o gremios que se ocupan de la
organización del trabajo, dando lugar al sistema gremial, que consistía en la agrupación de trabajadores con
el fin de regular las condiciones de trabajo; si el artesano quería ejercer su profesión, tenía que pertenecer a
un gremio para poder lograrlo.
El trabajador por cuenta ajena que quisiera hacer parte de los talleres de artesanos, se vinculaba a ellos
mediante un contrato de aprendizaje, en el que las partes establecen relaciones de subordinación, al aprendiz
se le enseña el oficio y se le permite trabajar, sin derecho a remuneración, ya que es considerado como parte
de la familia. Luego de aprender el oficio pasa a ser compañero u oficial.
Con los avances científicos de la época y la aparición del maquinismo, las corporaciones entraron en franca
decadencia, ya que no tenían ni la capacidad ni la mano de obra suficiente para competir con lo elaborado en
las grandes fábricas. Además y como reacción al sistema corporativo, se promulgaron 1776 el edicto de
TURGOT, en el que se estipulaba la libertad para ejercer en nuestro reino el comercio, la profesión de artes y
oficios que les plazca y hasta ejercer varias y más adelante, 1971 la ley de Chapelier, que establecía en el
Art.2 A partir del primero de abril próximo será libre para todo ciudadano el ejercicio de la profesión u oficio
que considere conveniente después de recibir una patente y pagar por su precio.

EL TRABAJO EN EL INDIVIDUALISMO LIBERAL


El liberalismo tiene varios componentes que determinaron su nacimiento: la oposición del trabajador
campesino al señor feudal: el monopolio existente de las corporaciones frente los oficios o profesiones; la
aparición de nuevas organizaciones industriales apoyadas en los inventos de la época y el deseo de libertad
del trabajador. Todo ello unido, hace que con el liberalismo surja la libertad de trabajo, de contratación y
elección.
Junto con el liberalismo surge el auge de la maquinaria, por lo que los talleres cedieron ante las fábricas y a
ellas confluyeron los obreros. Por esta razón, comenzó a presentarse una lucha entre la maquinaria y la mano
de obra, logrando la primera desplazar a esta última, creando con ello la desocupación y centro urbanos
pauperizados.
Además con los postulados del liberalismo, no existía intervención estatal en ningún estamento social o
humano puesto que sostenían la premisa laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar), que
propendía por exigir absoluta libertad individual, que acarrearía consigo el libre desarrollo de personalidad.
Por ello se le exigió al estado que solo fuera un simple espectador, especialmente en las condiciones
laborales, y que su única intervención fuese en la exigencia del respeto al principio de libertad y en la no
concurrencia de intermediarios en las relaciones socioeconómicas de los particulares. Para el liberalismo, la
ley de oferta y demanda debe solucionar todos los problemas que llegaren a presentar en el campo laboral,
ya que el trabajo, era considerado como simple mercancía.
El nuevo sistema trajo las siguientes conveniencias:
a) la división del trabajo, con su consecuencia de la especialización, pero no en sentido del sistema
corporativo que hacía el aprendiz a un compañero y, en última instancia, aun maestro, sino adaptada
a la maquina en que debía trabajar y cubriendo una parte del proceso productivo sin necesidad de
emplear largo tiempo para perfeccionarse en el oficio que le correspondía realizar. B) la gran
concentración fabril y, consecuentemente, de los trabajadores alrededor de los lugares de trabajo. C)
por la maquina se aumenta la productividad con menos tiempo de trabajo. D) la producción en serie,
cuan la cual se aumenta la cantidad y disminuyen los gastos generales con respecto a los costos
unitarios; e) para el consumidor existe un abaratamiento de los precios y la elección entre varios
productos, de conformidad con sus calidades y costos.

Como inconvenientes del maquinismo, pueden observarse:


1) por haberse incrementado la concurrencia de trabajadores en las diferentes tareas, hay una fuerte
competencia entre ellos y, por lo tanto, al aumentar en forma considerable la mano de obra, bajan los
salarios y se amplía la jornada de trabajo. 2) el trabajador se convierte en un eslabón más de una
cadena que, por su poca especialización y pronta actitud, fácilmente se le cambia o constituye. 3)
nace la clase social de los asalariados, la cual tiene en el salario su única fuente de entrada y que,
por ser insuficiente hasta el extremo, esta nueva clase vive en la más inhumana miseria; 4) la no
intervención del estado en las relaciones de los particulares, sobre todo en los problemas surgidos
en el trabajo.

En los primeros años del siglo XIX el panorama laboral era muy desalentador, se encontraba por ejemplo
a los trabajadores laborando en condiciones deplorables; los salarios recibidos por estos eran
paupérrimos; era común encontrar mujeres y niños trabajando en condiciones infrahumanas, puesto que
su mano de obra era incluso más barata; los horarios laborales eran extremos; el fin, los abusos de los
empleadores no tenían límites. Todo esto llevo a que se presentaran continuas rebeliones por parte de
los trabajadores buscando una mejoría en sus condiciones.
Todas estas presiones obligaron al Estado a intervenir las relaciones laborales y, como consecuencia de
ello, se protegió inicialmente a los más débiles (mujeres y niños) verbigracia: se les prohibió emplearse
en ciertas actividades que se les acarreara algún tipo de riesgo para su salud o integridad, se les redujo
la jornada de trabajo a los menores y se les limito la edad de admisión a los empleo. Esta intervención
estatal en las relaciones laborales fue generando los pilares para el nacimiento del derecho individual del
trabajo y, además, que desde sus normas se fijaran unas condiciones mínimas de trabajo en favor de los
asalariados.
El avance del derecho del trabajo y la continua lucha por unas mejores condiciones laborales, más allá de
las consagradas en la ley, posibilitaron que los trabajadores concentrados en la fábricas conformaran
asociaciones profesionales, con el fin de obtener una mejoría en sus condiciones de trabajo; de ahí
surgen las huelgas, como forma de presionar al patrono para conseguir estos fines, imponiendo como
medios permitidos por la ley la negociación de los pliegos de peticiones. Estos gremios y uniones de
trabajadores fueron fundamentales para la construcción del derecho colectivo de trabajo.

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