Oraciones de La Manana
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Oraciones de La Manana
Esta noche voy a tratar de explicar el ABC, o sea los elementos básicos que hacen a
la conversión al judaísmo, intentando fundamentar y documentar lo que estamos
diciendo. Vamos a ver cuáles son las condiciones para que un Guiur, es decir, la
conversión al judaísmo, pueda ser realizado y aceptado por la ley judía.
Otro punto más antes de empezar: el tema del Guiur, en Medinat Israel, tiene
implicancias políticas de las cuales, si Dios quiere, no voy a hablar. No quiero
referirme a las alternativas de este tema en Israel ya que todavía no necesitamos
importar los problemas de la política israelí contemporánea. Creo que tenemos de
sobra con nuestros conflictos diaspóricos...
Como vamos a explicar más adelante, está totalmente permitido casarse con una
persona que se convierte al judaísmo, siempre y cuando el proceso de la conversión
ha sido legal y esta conversión es previa al casamiento y no está relacionada con él.
Ahora bien ¿Quién puede ser Guer (=converso)? ¿Hay alguna condición racial o
genética para ser aceptado como judío? ¿Puede ser Guer una persona de raza negra
o asiática? En realidad no existe ninguna exclusión étnica. Todos pueden
ser Guerim (plural=conversos), no existe ningún impedimento, ninguna discriminación,
ni cuestión alguna de sangre o raza. En las fuentes judías no existe la superioridad
espiritual étnica... Los judíos somos un pueblo, no una raza y tenemos nuestros
brazos abiertos para recibir a cualquier persona que quiera abrazar sinceramente
nuestra Torá. Lo que nos hace judíos es la pertenencia a un pueblo que vive en
alianza con Dios. Para participar de nuestro pueblo es necesario entrar en esa
alianza, que es la Torá. Y adoptarla como forma de vida. Y de esa forma quien se
convierte es considerado igual que quien nació judío. Quizás no exista pueblo menos
discriminatorio que el pueblo judío... Es más, cuando nosotros hablamos de aquello
que nos distingue como judíos, ¿de qué hablamos?¿En qué se pone de manifiesto
nuestra Kedushá, es decir, aquello que nos identifica como judíos? Pues Kedushá en
hebreo significa santidad pero también "distinción" ¿en que somos singulares? ¿en
que se manifiesta en el judío el haber sido elegido por Dios? Lo decimos todos lo días,
varias veces por día, en nuestras Tefilot. En cada bendición de las Mitzvot
afirmamos: Asher Kideshanu Bemitzvotav, que Dios nos consagró, nos eligió y nos
hizo singulares a través de las Mitzvot, los preceptos de Su Torá. La singularidad judía
no es una diferencia étnica, es un tema de valores.
La Torá reconoce dos tipos de Guerim, esto es muy importante y pienso que no es
un tema muy conocido. El primero se llama Guer Toshab y el otro Guer Tzedek. En
hebreo Guer significa "extranjero". Al extranjero "residente" se lo llama Guer
Toshab como la palabra Toshab Arai en hebreo moderno, que significa residente
temporario. Toshab es el residente extranjero que tiene derecho a vivir en Israel.
Para entender lo que significa -no solamente la conversión- sino también el judaísmo,
tenemos que pensarlo en su estado natural. ¿Cuál es el estado natural del judaísmo?
El pueblo judío,con su Ley, viviendo de acuerdo a esa Ley, en su propia tierra. En ese
marco habían dos Guerim, el Guer Toshab era como si un extranjero quisiera vivir en
Uruguay como residente, sin llegar a ser ciudadano. Es exactamente lo mismo.
El Guer Toshab era aquel individuo que adoptaba todas las pautas religiosas y
morales que el judaísmo determina para la humanidad, sin necesidad de convertirse al
judaísmo. Me voy a explicar mejor: hay una ley que es para los judíos: la Torá. Esa ley
es nuestra Constitución. Pero el mismo judaísmo afirma que existe una ley universal,
que es para todos los hijos de Noaj (Noe), en hebreo Bnei Noaj, o sea todos los
descendientes de Noe, la humanidad. Esta ley consiste en siete mandamientos nada
más, no seiscientos trece. O sea, que si fuéramos proselitistas los judíos no haríamos
un misionerismo hacia el judaísmo, y ni siquiera hacia los célebres diez
mandamientos, lo que propondríamos sería que quien no es judío cumpla con esos
siete preceptos, que son casi todos, se podría decir lo más parecido a la ley natural.
Los siete preceptos son: 1)no matar, 2)no robar, 3)no cometer incesto, 4)la prohibición
de la idolatría, 5)no maldecir a Dios, 6) tener magistrados de justicia, y 7)no mutilar a
los animales. De acuerdo a nuestra Torá, aquel individuo no judío que lleva a cabo los
siete preceptos de esta constitución universal, cumple con la voluntad del
Todopoderoso según se manifiesta en nuestra Torá y desde la jurisprudencia bíblica
tiene derecho a ser residente en la tierra/estado/ de Israel. De la misma forma que
cualquier estado soberano exige a sus residentes o turistas acatar ciertas leyes. Claro
que aún no se considera judío, no tiene la condición de "ciudadano". Pero tiene el
derecho a residir en Israel. Y no solamente eso, sino que de acuerdo al Talmud este
individuo no judío tiene parte en el mismo mundo por venir (Olam haBá) prometido al
judío. A propósito, de aquí se ve claramente que la diferencia entre un judío y un no
judío consiste en que el judío tiene seiscientas seis obligaciones más que el no
judío. No son más derechos, sino más obligaciones. Como lo dice el profeta “ Sólo
a Ustedes elegí de todas las familias de los pueblos dice el Todopoderoso, por
eso, Efkod Aleijemles voy a reclamar todas las cosas que no hagan bien”. El judío
está en una situación como la de "Nobleza obliga" que describe Ortega y Gasset, un
estado de mayor exigencia.
Pasamos al otro tipo de Guer, que es aquel que quiere ser "ciudadano" (en oposición
a residente) del pueblo de Israel. Aquel individuo no-judío que no sólo desea hacer la
voluntad del Dios de Israel, sino también ser parte del pueblo judío. A éste se lo llama
en la literatura Halájica, Guer Tsedek. Las conversiones actuales pertenecen a esta
segunda categoría. El Guer Tsedek, por lo tanto, adopta ab initio toda la Constitución.
Esa es la gran diferencia con el primero.
Entiéndase bien -y esto lo voy a explicar todo lo que sea necesario- el judaísmo
originalmente no es una religión. La Torá no es un manual de fe. La Torá en el hábitat
natural es laconstitución del pueblo judío. Aquel individuo que pretende ser parte del
pueblo adopta "plenamente" su Ley.
Algo más, aquel que se convierte "legalmente" al judaísmo es judío para siempre,
nunca jamás pierde esa condición. Como ya lo sabrán para la ley judía aquel que
nace de un vientre judío, jamás pierde su condición de judío. Por más que sea el
peor judío, aún si no cree en Dios. Podrá ser un muy mal judío, pero haga lo que
haga, jamás perderá su condición judía. Asimismo, aquel que se convirtió legalmente
al judaísmo nunca pierde esa condición. Algo similar a lo que ocurre con un ciudadano
natural del Uruguay, por ejemplo. Podrá violar toda la Constitución y hasta quemar la
bandera nacional, pero aunque sea el peor ciudadano del país, nunca perderá su
ciudadanía uruguaya.
Resumiendo, definimos dos cosas hasta acá. En primer lugar que la conversión fue
práctica corriente en toda la historia del pueblo judío. Segundo que hay dos tipos de
Guerim (conversos).
Capítulo 5: Incondicionalidad
No vamos a hablar de todas las pautas técnicas que tiene que realizar el Guer como
el Brit Milá (circuncisión) la Mikvé(inmersión ritual) o la presentación ante un Beit Din
que es un tribunal rabínico de admisión. Eso creo que es más conocido y si no lo
dejamos para otro día.
Conceptualmente, las condiciones más importantes son las tres que voy a mencionar
ahora. Estos son los temas más discutidos y críticos. Mi intención es razonarlos con
Ustedes y verificar si estas tres condiciones tienen o no un gran sentido común.
La primera condición que tiene que existir es que la conversión debe ser
"incondicional" ¿Qué significa incondicional? Que uno se convierte "exclusivamente"
para abrazar una forma de vida y un sistema de valores, distinto al que tenía antes.
Para comprender acabadamente este concepto valdría la pena recordar ¿qué es una
conversión en general? En realidad el converso a cualquier religión, al darse cuenta o
al asumir lo inadecuado de su vida previa, se dirige hacia un nuevo sistema de vida y
creencias. Niega un sistema y afirma otro sistema, con nuevos actos y formas de vida.
Solución: Él habla con ella y la convence de hacer la conversión para ser aceptada por
la suegra. "No es difícil", le explica "tienes que hacer un curso, un trámite y nada más".
Y si es sólo eso para evitar un conflicto familiar, ¿Por qué no?
Los padres de él aceptan: si no se puede casar con una chica Idishe, ¡Que al menos
se case por Jupá! Los padres de ella, es otro tema. Creo que no les debe ser nada
fácil protagonizar el casamiento de su hija de acuerdo al rito de otra religión.
Imagínense si fuera al revés. Padres judíos teniendo que entrar con su hija a una
iglesia, pararse junto al altar y escuchar al cura invocando para su hija la bendición en
latín. Sentir que una hija abandonó la fe de sus mayores. Creo -intuyo- que debe ser
muy incomodo y triste para los padres de ella...
Capítulo 6: Conocimiento
Quien se quiere convertir en Israel, como se debe, lo primero que tiene que hacer es
estudiar, y el Ulpán es un curso intensivo de seis meses, o un año. Yo he visto los
programas y les aseguro que son muy intensivos...
¿Qué se enseña en este curso? El ciclo de vida judío, el Brit Milá, el casamiento, el
duelo; las Mitsvot del hombre hacia el hombre, como la Tsedaka, la honestidad, la
justicia y las Mitsvot del hombre hacia Dios (que son las que representan la
singularidad judía) Casher, Shabat, Tefilá etc. Estos temas se enseñan sin complejos
ni prejuicios: el Shabat, no se enseña solamente desde el encendido de las velas, sino
en toda su plenitud y alcance.
Al punto tal que después surge esa paradoja que todo el mundo dice, “Aaa!!, pero la
chica/el muchacho convertida/o sabe y cumple más que su pareja judía". Es verdad.
¿Por qué?
Volviendo a nuestro tema :¿Para que se les enseña todo ésto? ¿Para que se le
enseña, por ejemplo, el Shabat?. Para llevarlo a la práctica, ya que la intención
final es que quien se convierte lleve a la práctica lo que aprende de judaísmo.
Antes de examinar las fuentes, les voy a leer una Teudat Guiur, o sea, un certificado
de conversión. En este documento -que se supone lee, comprende y acepta la
persona que se va a convertir frente a un Tribunal Rabínico de admisión- consta que el
converso se compromete a una observancia plena de las Mitsvot, de todos los
preceptos de la Torá.
¿Por qué se lee frente a un tribunal? Bueno, esto nos empieza a confirmar el concepto
que la conversión no es un asunto "religioso" personal, un cambio espiritual cosmético
o una declaración de fe: es todo un tema formal y legal.
Respecto a este punto dice Maimónides, en el capítulo 14 de Hiljot Isurei Bia: "Un
converso, aunque haya recibido toda la Torá, menos un precepto (una Mitsvá), no se
lo puede aceptar para la conversión"
Ya se que Ustedes me van a decir que hay judíos- y muchos- que tampoco observan
las Mitsvot y por qué exigirle al converso para considerarlo judío lo que no le exigimos
al judío para considerarlo como tal. La clave para entender este punto consiste en
comprender que la condición judía, una vez adquirida nunca se pierde.
Para que entendamos estos puntos tan sensibles de una manera más clara vamos a
tratar de explicarlo con un ejemplo.
Supongamos el siguiente ejemplo: Yo soy argentino y quiero ser uruguayo. Qué pasa
si les digo -y supongamos que sea verdad- que yo me siento muy uruguayo: tomo
mate con bombilla torcida, soy de Peñarol y los domingos paseo por la Rambla. ¿Me
considerarían ya como uruguayo? Lo estoy preguntando con la mayor seriedad...
¿Basta con que yo me identifique con la cultura del país y me sienta ciudadano para
serlo? O ¿ hace falta algo más? Respuesta: Hace falta algo más: carné de salud,
certificado de buena conducta del pais anterior, certificado de trabajo o solvencia
economica, y un montón de trámites más. En el mejor de los casos, una vez que hago
todos los deberes, primero me darían la residencia, y recien más tarde la ciudadanía
legal. Ahora imagínemos que yo hago todos los trámites y el día de mi aceptación
como ciudadano legal, me presento ante el juez y le digo: "Señor Juez yo ya pasé por
todo lo necesario, estudié la historia de Uruguay, sé de memoria el himno nacional e
incluso me aprendí los 332 artículos de la Constitución. Pero ahí tengo un peqeuño
problemita... con los artículos 44 y 45 (es un ejemplo teórico...). Le soy sincero, no voy
a cumplirlos...¿me acepta igual Sr Juez, rebajándome 2 artículos de la
Constitución?" ¿Ustedes creen que un juez honesto me aceptaría? Pienso que NO. Y
qué pasa si le digo: "Señor Juez, conozco muchos uruguayos que no cumplen el 44 y
el 45 . Incluso sé de algunos que no cumplen ni el 46 ni el 47 ni el 126 ni el 127, y
siguen siendo uruguayos. ¿No le parece injusto?
¿Por qué a ellos sí y a mi no? Respuesta: Cuando uno nace en el país es ciudadano
natural. Y esa condición NO se pierde jamás. Haga lo que haga. Podrá ser un muy mal
ciudadano, el peor, y quizás vaya preso, pero NUNCA perderá su condición de
uruguayo. Exactamente lo mismo ocurre con la "ciudadanía judía". Si uno nació judío
nunca pierde esa condición. Jamás. Aunque uno pueda ser el peor de los judíos...
pero quien no nació judío, puede obtener la ciudadanía, únicamente si acepta los 613
artículos de nuestra constitución: la Torá.
Parte del problema conceptual es que hoy desde nuestra aculturación, desde la
asimilación, muchos judíos ven la vida judía plena como algo un poco lejano
o reservado a círculos religiosos... pero queridos amigos un judío que vive como
un judío debería ser lo normal y natural. Es cierto que nadie nos podrá decir que
por no cumplir tal o cual Mitsvá dejamos de ser judíos, eso no es así. Pero cuando
alguien se viene a convertir, ahí, sale a la luz lo que nosotros deberíamos ser
como judíos, y no somos. Esto es lo que genera la confusión para nosotros -judíos
aculturados- respecto a las pautas, aparentemente tan exigentes para realizar o
aceptar la conversión. El problema no es del converso, el problema es el marco:
nuestra desjudaización.
Y otra gran confusión: al final los malos de la pelicula terminamos siendo los que
defendemos y aplicamos la ley. ¿Qué otra "motivación" tiene un Rabino cuando no
acepta una conversión más que su honestidad y su convicción por defender nuestra
eterna y sagrada Constitución?