Antecedentes de La Organización Sindical

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Antecedentes de la organización sindical

El sindicalismo, se origina con la revolución industrial en el último tercio del siglo XVIII, dando lugar
a que la máquina sustituya al trabajador manual, cuando la fábrica ocupa el lugar de taller, cuando
la gran industria suplanta a la economía del artesanado y la producción de mercado local, se
transforma en producción para el mercado mundial.

La introducción de la máquina produce grandes ganancias a los industriales, obtenidas a costa del
sufrimiento del naciente proletariado de las fábricas, la fatiga excesiva, la insuficiencia en la
alimentación, la disciplina imperante, etc. Que debían de soportar los operarios. Tanto la
moralidad, la higiene, la seguridad, salud no causaban ninguna preocupación al empresario,
incluso le regateaba el salario a obrero.

Además, las mujeres y niños eran explotados sin misericordia, se les destinaban los trabajos más
duros y humillantes, exponiendo con ello, sus vidas. En esta época, el trabajador era una verdadera
penuria, un sufrimiento para el trabajador. Es así como el operario se convierte en esclavo de la
máquina y el trabajo del hombre se hace menos valorizado.

Con la Revolución Industrial, se produjo una radical transformación que se operó en e campo de la
industria en Inglaterra, en el último tercio del siglo XVIII, porque fue la invención de la máquina y
su incidencia productora, lo que produjo la verdadera revolución industrial.

Para los trabajadores el Estado les era opositor, más importante y primordial que tiene el obrero
para transformarse en fuerza a la que le asiste un poder, es la unión, es la posibilidad de asociarse,
en densa de sus intereses laborales y esto era justamente a lo que se oponía el gobierno al no
permitir dichas asociaciones. Así las cosas, el obrero estaba a su suerte, incluso si se enfermaba,
situación muy común, al no poder trabajar no cobraba y era rápidamente reemplazado por otro
trabajador, que esperaba una oportunidad en ese sentido.

La revolución industrial, se ubica por el año 1775 y unos años después, en 1789 se produce la
Revolución Francesa, la cual reivindicaría os derechos del hombre. Pero se produce una situación
paradójica, se cree que dado que el hombre es libre, no debe agruparse, ni formar coaliciones de
obreros. Pues ello atenta contra la libertad en general y en contra de la libertad de trabajo en
particular. Es así, como en la Declaración de los Derechos del Hombre y la ley Chapalier de 1791, se
imponen sanciones a todos aquellos que constituyen asociaciones de artesanos, obreros o
jornaleros.

Dada la situación planteada y la imposibilidad legal de que los trabajadores se agrupen en densa
de sus intereses, optan por iniciar el movimiento en la clandestinidad, recogiéndose el sentido
societario de los gremios. Sin embargo, ya entrado el siglo XIX, las masas obreras con sus
movimientos clandestinos y su ideario sindicalista comienzan a expresarse en diversas formas, que
en un principio se manifestó en forma de huelga con características de motín, posteriormente se
da la simple coalición de obreros de una misma fábrica, o diferentes.

La última etapa se concreta con la formación de sociedades de resistencia, con objetivos de


imponer por coacción moral o física al resto de los trabajadores, al paro colectivo de la
especialidad laboral, que culminan con la auténtica aparición del sindicalismo, que se presenta con
una estructura más evolucionada, con una rigurosa diversificación de oficios e industrias, frente a
la estructura social imperante y que busca un lugar legalmente en el conjunto económico-social de
su época.

El sindicalismo en este período existía de hecho, pero no de derecho y su aptitud estaba dirigida a
obtener esa conquista y es a la que se orientaba la masa trabajadora.

Históricamente, el sindicato nació de los patrones que en la edad media se agrupaban para evitar
hacerse la competencia en los precios; se asociaban para colocar los productos agrícolas en los
mercados al mismo precio, denominándose de esta forma, aunque en realidad estaban creando el
monopolio económico.

Los trabajadores aprendieron posteriormente que podían agruparse de manera permanente para
obtener mejores salarios y condiciones de trabajo, lo que los trabajadores organizados tuviesen
dos frentes de lucha: contra los patrones explotadores contra los trabajadores no sindicalizados.

De acuerdo al diccionario de derecho usual Guillermo Cabanellas, Sindicato en el sentido del

Derecho laboral, es “Toda organización o asociación profesional compuesta o integrada por


personas que, ejerciendo oficio o profesión iguales u oficio o profesiones similares o conexas, se
unen para el estudio y protección de los intereses que así compartan”.

El concepto de sindicato ha trascendido al mundo del derecho del trabajo para convertirse en una
institución que hoy por hoy se sale de la fabrica, de la rama económica, de la región y aun del país,
impulso que el propio sistema capitalista de producción le ha dado, sobre todo a partir de la caída
del muro de Berlín y del campo socialista en 1989.

En sentido amplio, se puede decir que sindicato es toda agrupación de personas que tienen unos
intereses comunes, especialmente en el orden económico profesional, pero en sentido mas
restringido, es la asociación de trabajadores que poseen intereses comunes, especialmente en el
orden o profesional.

Hoy, un sindicato es en primer lugar una colectividad, representativa de los trabajadores y


trabajadoras, que participa de la discusión de de temas sociales, que van desde las mejoras en las
condiciones de trabajo en la empresa, hasta las políticas nacionales y supranacionales que afecten
a todos los trabajadores. Tiene, cierto es, dificultades para hacer los ajustes históricos necesarios,
pero sin duda una institución con personería social otorgada por el propio sistema capitalista.

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