La Prenda Sin Desapoderamiento
La Prenda Sin Desapoderamiento
La Prenda Sin Desapoderamiento
La Ley No. 6186 sobre Fomento Agr�cola del a�o 1962 fue promulgada con un
inter�s espec�fico que era incentivar la producci�n agr�cola mediante la facilidad
de
cr�ditos tendientes a la pol�tica agraria en beneficio de los productores.
Cr�dito, que seg�n dicha Ley se otorga, en principio, a trav�s del Banco
Agr�cola de la Rep�blica Dominicana el cual fue creado por la Ley No. 908 de 1945,
como instrumento de la pol�tica agraria del Estado. Pero veremos en el desarrollo
de
este estudio que, en algunos casos y despu�s de diversas modificaciones a dicha Ley
los
dem�s Bancos establecidos y Asociaciones pueden, dependiendo del tipo de pr�stamo,
acogerse a las disposiciones de la indicada Ley.
Es as� como el presente estudio abarca desde el art�culo 148 hasta el 225 donde
abordaremos los siguientes procedimientos: a) La Prenda Universal; b) La Prenda sin
Desapoderamiento y c) El embargo Inmobiliario abreviado; obvi�ndose el Contrato
Colectivo de Pr�stamo contenido en los art�culos 226 al 229 de la referida Ley, en
raz�n
del poco uso del mismo bajo el entendido que solo se utiliza para pr�stamos cuyo
monto
no exceda de RD$300.00 por solicitante
Dentro de lo que son las garant�as encontramos las especiales mobiliarias llamadas
PRENDA que es un contrato por el cual el deudor o un tercero otorgan en garant�a
una
cosa mobiliaria a favor del acreedor para seguridad de que la obligaci�n ha de ser
cumplida, d�ndole la facultad al acreedor de venderla y pagarse preferentemente con
el
producto de la venta, en caso de que el deudor incumpla.
1 Es aquel que tiene como garant�a la prenda com�n de los bienes del deudor. Es el
que no tiene ninguna
garant�a especial para el cobro del su cr�dito.
�Art. 2093.- Los bienes del deudor son la prenda com�n de sus
acreedores, distribuy�ndose el precio entre ellos a prorrata, a
menos que existan entre los mismos causas leg�timas de
preferencia�.
Del indicado texto legal se desprende que la prenda es por la totalidad de la cosa
otorgada en garant�a y cada parte de ella garantiza la totalidad de la deuda. As�
tenemos por ejemplo que el codeudor que ha pagado su parte en la deuda no puede
requerir la liberaci�n del privilegio sobre la prenda, ni a�n en parte, mientras no
se
extinga totalmente la obligaci�n. Aplic�ndose dicha regla tambi�n para el caso de
los
herederos del deudor que paguen la cuota de su deuda creyendo que con eso
conseguir�n liberar la cosa otorgada en prenda.
Lo primero que hay que establecer es que las partes en este contrato deben ser
capaces de disponer, esto as� por que el deudor est� haciendo uso de su poder de
disposici�n sobre la cosa y el acreedor en caso de que haya que poner la cosa en
venta
en p�blica subasta puede resultar adjudicatario de la misma. Adem�s por tratarse de
una
relaci�n contractual deben estar presentes los requisitos de validez contenidos en
los
art�culos 1101 al 1125 y el 1128 del C�digo Civil, muy especialmente el
consentimiento
de las partes, la capacidad para contratar, la causa l�cita y el objeto.
Pero al margen de esto consideramos que podr�a existir un garante real que
otorgue en garant�a la cosa mueble para garantizar un pr�stamo del deudor, ya que
si
bien la ley dispone que el deudor constituir� en garant�a, al no prohibir a un
garante real,
consideramos que si ser�a procedente, tal y como ocurre en materia de hipotecas. De
lo
que se desprende entonces que, si el constituyente es el propio deudor el contrato
de
prenda para �l tiene un car�cter oneroso, pero si el constituyente es un tercero,
para �l
entonces el contrato ser� gratuito.
a) Los mismos cuando est�n pendientes de sus ramas racimos o ra�ces se deben
de considerar inmuebles de conformidad con el art. 520 del C�digo Civil, pero a la
vez
se consideran muebles cuando han sido desprendidos o segados; y
entonces en la forma que prev� la Ley No. 6186 sobre Fomento Agr�cola.
Al referir dicho art�culo �frutos por cosechar�, cabe apuntar entonces que el
legislador ha dejado abierta la posibilidad, en caso de frutos, que se puedan
otorgar en
garant�a bienes futuros.
Es importante saltar aqu� a las disposiciones del art�culo 223 de la Ley 6186, por
considerar que guarda relaci�n con el tema de las cosechas, el cual precept�a:
la ley que lo contiene, solo se pod�a amparar en ella el Banco Agr�cola de la Rep.
Dom.,
despu�s de la modificaci�n a la misma mediante la Ley No. 497/69 del 8 de noviembre
Se advierte adem�s del indicado texto legal que la prenda tiene un car�cter
accesorio, pues el mismo est� destinado a asegurar el cumplimiento de una
obligaci�n
principal, es decir, el cr�dito, sin el cual no puede subsistir.
Por �ltimo y es lo que diferencia, entre otras cosas, este tipo de contrato de la
prenda de derecho com�n, es que el deudor se queda con la posesi�n de la cosa
otorgada
en garant�a, pero con la responsabilidad de cuidar de la cosa gratuitamente, pero
conservando el derecho de usar de la misma conforme a su destino, cuando se trate
de bienes consumibles. En ese sentido se expresa el art�culo 211 cuando establece
que
el deudor puede utilizar los bienes constituidos en prenda en las actividades que
le sean
inherentes en su profesi�n, trabajo o empresa, cuando su uso no altere
sustancialmente
el valor comercial de los mismos.
PRENDA SOBRE PRENDA NO VALE.-
Este tipo de contrato no admite que se pueda hacer de manera verbal, ya que es
el mismo legislador que en el art�culo 204 de la Ley 6186 que manda que se
formalice
por escrito ante cualquier Juez de Paz o Notario P�blico.
1.- De que cuando el acreedor sea el Banco Agr�cola, �ste puede obviar el uso de
un notario o de un juez de paz para la suscripci�n del contrato, traspas�ndole por
as�
decir, dichas funciones a �dos funcionarios de dicha instituci�n�, asunto �ste que
consideramos irracional y por tanto violatorio al Principio de Igualdad contenido
en los
art�culos 39 y 69.4 de nuestra Constituci�n, los cuales disponen:
2.- Adem�s refiere dicho texto que el Banco lo que debe de remitir al Juzgado de
Paz para su inscripci�n es una relaci�n peri�dica de los pr�stamos que otorgue,
cuesti�n
�sta que consideramos improcedente, puesto que lo que debe de inscribir el Juez de
Paz
es el contrato debidamente suscrito por las partes, en el cual no exista duda sobre
la
voluntad de las partes, es decir, donde dicho funcionario judicial pueda constatar
las
firmas tanto del deudor como del acreedor, as� como el monto del pr�stamo y la cosa
que se est� otorgando en garant�a, cuestiones �stas que con una simple relaci�n
firmada
por funcionarios del Banco, que resulta ser una sola parte del contrato, es
imposible que
el Juez de Paz pueda real y efectivamente proceder a la inscripci�n de un
privilegio
sobre unos bienes muebles donde no se le haya presentado el contrato de marras.
Es as� como suscrito el contrato, un original del mismo debe de ser remitido por
ante el Juzgado de Paz del domicilio del deudor, a fin de que se proceda a su
inscripci�n
en un libro (formulario) especial que se lleva en dichos Juzgados al efecto,
haci�ndose
constar al dorso del contrato la referida inscripci�n y procediendo a devolver
dicho
contrato al acreedor dentro de los 5 d�as siguientes a la solicitud de
inscripci�n5.
Y por qu� por ante el domicilio del deudor? Bueno, consideramos que el
legislador fue sabio en ese sentido, ya que cualquier persona f�sica o moral se
puede
amparar bajo esta Ley, como se ha indicado anteriormente, por lo que es l�gico que
en
caso de cualquier negociaci�n con dichas personas, los posibles adquirientes, por
ejemplo de una empresa, hagan las investigaciones pertinentes con miras a verificar
si
los bienes muebles de la misma se encuentran libres de grav�menes, ya sea
solicitando
por ante el Registro de T�tulos certificaciones sobre la situaci�n de los bienes
inmuebles
o certificaciones al secretario del Juzgado de Paz del domicilio del deudor para
investigar si los bienes a adquirir se encuentran gravados mediante la prenda.
En argumento en contrario, hay autores que opinan que por tratarse de un aspecto
que encierra competencia territorial la cual es de mero inter�s privado, consideran
que
nada proh�be que las partes mediante acuerdo convengan una elecci�n de domicilio de
conformidad con la parte in fine del art�culo 59 del C�digo de Procedimiento Civil,
indicando adem�s que las normas del derecho com�n resultan supletorias en este tipo
de
ejecuci�n y que como dicha elecci�n de domicilio no choca con el orden p�blico y
las
buenas costumbres, las mismas podr�an ser derogadas por dicho acuerdo.
Esta convenci�n considero que ser�a pertinente cuando se trate de un deudor que
resida en el extranjero y la prenda se encuentre en nuestro pa�s, pues obviamente
no se
podr�a elegir el tribunal de su domicilio, pero resultar�a m�s prudente entonces al
elegir
el domicilio para la inscripci�n que se designe aqu�l por ante el cual se encuentra
la
prenda. Ya que como sabemos el art�culo 14 del C�digo Civil prescribe que el
extranjero, aunque no resida en nuestro pa�s, podr� ser citado por ante los
tribunales
dominicanos, para la ejecuci�n de las obligaciones contra�das por �l en la
Rep�blica y
con un dominicano.
Por otro lado, como la cosa que se ha otorgado en garant�a, es una cosa mueble,
que puede perecer, entre otras cosas, el legislador ha previsto el caso en el cual
la cosa
se encuentra asegurada, por lo que a continuaci�n se copia la disposici�n en ese
sentido:
Por �ltimo, la Ley que nos ocupa no hace referencia al plazo dentro del cual,
despu�s de suscribirse el contrato de prenda sin desapoderamiento se deba de
proceder a
su inscripci�n por ante el Juzgado de Paz, por lo que, al no existir un plazo
consideramos que lo que debe de hacerse es proceder a su inscripci�n antes de su
vencimiento, pues el art�culo 214 de la referida Ley lo que indica es que para
proceder a
su ejecuci�n se debe de hacer dentro de los 90 d�as en el que mismo se considere
vencido.
Pero hay que recordar que hasta que no se proceda a la inscripci�n del contrato
de prenda sin desapoderamiento, el acreedor no se encuentra protegido en su
cr�dito,
pues lo que le da seguridad al referido privilegio frente a terceros es su
formalizaci�n
por ante el organismo correspondiente, tal y como ocurre en materia de hipotecas,
ya
que el privilegio subsiste aunque no se inscriba frente a su deudor. Pero correr�a
el
riesgo el acreedor que no inscriba el mismo con que la cosa pueda ser embargada por
La Ley en sus art�culos 211 y 212 contiene las obligaciones a cargo del deudor
prendario, dentro de las cuales se encuentran:
Pero si las cosas, por su naturaleza misma necesiten, para ser utilizadas, moverse
de un lugar a otro, podr�n ser trasladadas sin el consentimiento del acreedor,
salvo que
se haya estipulado lo contrario en el certificado comprobatorio de la prenda.
3.- Ponerlos a la disposici�n de la justicia al primer requerimiento que se le
haga, en caso de que deje de pagar la deuda contra�da o cuando deje de cumplir
cualquier otra obligaci�n esencial de la operaci�n.
4.- Pagar la suma prestada con todos sus accesorios a su vencimiento o con
anterioridad.
Son varias las obligaciones que el legislador pone a cargo del deudor prendario
cuyo incumplimiento pueden traer como consecuencia que el acreedor proceda a
solicitar al tribunal competente la ejecuci�n prendaria.
Es el art�culo 213 de la Ley objeto de estudio la que nos remite al art�culo 186
del mismo cuerpo legal, al disponer que:
b) Vencido el plazo que por auto el Juez de Paz le otorg� al deudor para que
hiciera la
entrega voluntaria y �ste no lo hizo, el Juez de Paz al proceder a trasladarse a
los
fines de proceder a la incautaci�n de la cosa se encuentra con que la misma no est�
Por otro lado, como las partes son libres de contratar siempre que no se
transgredan
reglas relativas al orden p�blico, la moral y las buenas costumbres, ellas pueden
contratar por un mismo cr�dito tanto un pr�stamo de prenda sin desapoderamiento y
por
ejemplo tambi�n un pagar� notarial, pero l�gicamente que se debe de ejecutar solo
uno
de los dos, a opci�n de la parte acreedora, en esta hip�tesis surge tambi�n un
asunto
interesante sobre la competencia, y es en ese tenor que la Suprema Corte de
Justicia se
ha pronunciado en el sentido siguiente:
7 S. C. J., Sentencia Civil No.2, del 2 de marzo del 2005, B. J. 1132, p�gs. 200-
208
PROCEDIMIENTO.-
Una vez inscrito el contrato de prenda sin desapoderamiento dentro del plazo
establecido por la ley e incumplida algunas de las obligaciones a cargo del deudor,
el
acreedor si bien la puede recibir como daci�n en pago o quita voluntaria por parte
del
deudor, �ste no puede apoderarse de la cosa o venderla por su cuenta, ya que esto
est�
prohibido en nuestro ordenamiento jur�dico en el art�culo 742 del C�digo de
Procedimiento Civil, el cual si bien se refiere a la ejecuci�n sobre los bienes
inmuebles,
se extiende tambi�n a los bienes muebles, sino que debe de cumplir con el
procedimiento establecido por el legislador al efecto, solicitando la venta en
p�blica
subasta del bien otorgado en prenda para cobrarse del producto de la venta.
3.- En caso de negativa de entrega de la prenda, y previa solicitud del tenedor del
contrato, el juez de paz levanta un acta donde se constata dicha negativa y procede
a la
incautaci�n de la prenda y a fijar la audiencia para la venta.
7.- Auto del juez de paz orden�ndole al alguacil la entrega de la cosa vendida a
la persona que result� adjudicataria, previo pago del precio.
copiar lo que dispone el mismo, a los fines de comentarlos en conjunto para una
mejor
comprensi�n, es as� como el art�culo 221 precept�a:
�El tenedor de un contrato que dejare transcurrir noventa d�as
despu�s del vencimiento del cr�dito o de la pr�rroga, sin
requerir la venta de los objetos que garantizan los cr�ditos,
perder� el privilegio que esta Ley le concede, y quedar� como
acreedor quirografario. Frente al deudor, el acreedor nunca
perder� su garant�a�.
La sanci�n impuesta por la Ley al tenedor del contrato que deje de transcurrir el
plazo de los 90 d�as a partir del momento en que el pr�stamo se puede considerar
vencido es que pierde el privilegio que le concede la Ley (art. 221, el cual por el
art. 214
no se le aplica al Banco Agr�cola), qued�ndose solo como un simple acreedor
quirografario, pero s�lo frente a terceros que pudieran tener ya alg�n derecho
sobre la
cosa, no as� frente a su deudor, ya que si sobre la cosa nadie m�s tiene derecho y
se
inicia la expropiaci�n por el incumplimiento, a�n fuera del plazo de los 90 d�as,
el
tenedor del contrato podr� ejecutarlo sin importar dicho plazo. Diferente ser�a si
ya por
ejemplo se ha trabado un embargo sobre dichos bienes, pues en esa hip�tesis, el
tenedor
del contrato perdi� el privilegio, si dej� de transcurrir los ya indicados 90 d�as
sin
requerir la venta.
En ese sentido somos de opini�n que si cualquier otra persona ya sea f�sica o
moral que sea acreedora prendaria pierde frente a los terceros el privilegio, el
Banco
Agr�cola tambi�n lo debe de perder, ya que esto crea tambi�n un privilegio, que en
este
caso lo considero irritante.
Por otro lado, si bien dicho texto legal establece que el tenedor del contrato
requiere por instancia la venta de los bienes dados en garant�a, m�s bien lo que se
debe
de solicitar al Juez de Paz es que ordene la entrega voluntaria de los objetos para
Requerida por el acreedor al Juez de Paz la entrega del bien otorgado en garant�a
para proceder a su venta en p�blica subasta, dispone el art�culo 215 de la Ley
6186, lo
siguiente:
.
Que exista una de las causas que hagan el mismo exigible, es decir, que
haya un incumplimiento (art. 186) por parte del deudor.
En cuanto a las causas que hacen exigibles el pago del cr�dito y que por v�a de
consecuencia hace posible que se inicie la ejecuci�n sobre la prenda y su
verificaci�n
por parte del Juez de Paz apoderado, nuestra Suprema Corte de Justicia ha decidido
que:
Verificado esto, el Juez de Paz del lugar donde se inscribi� el contrato de prenda
sin desapoderamiento procede a dictar un auto donde le requiere al deudor la
entrega de
la cosa de manera voluntaria al referido funcionario judicial, para lo cual le
puede
otorgar entre uno (1) y cinco (5) d�as, plazo �ste que no es franco, pues el texto
legal
dice que el plazo es ordinario.
Pero es l�gico que el plazo comienza a correr a partir de la notificaci�n que debe
de hac�rsele por un ministerial al deudor ya sea en su persona o en su domicilio.
Notamos como la notificaci�n en manos de un vecino la ley no lo contempla, por lo
que
podr�amos hacernos varias preguntas en ese sentido: �Si una ley especial, que seria
en
este caso la No. 6186, deroga una general, como lo es el C�digo de Procedimiento
Civil,
entonces no ser�a v�lida la notificaci�n en manos de un vecino?; �Ser�a entonces
nula?;
�Pero� no hay nulidad sin agravio� entonces, d�nde est� el agravio?
Vencido el plazo otorgado en el auto del juez, el cual comienza a correr, como
hemos indicado precedentemente, a partir de la notificaci�n del mismo, el art�culo
215
de la Ley sigue estableciendo:
El art�culo est� redactado de forma tal que da la sospecha de que el juez de paz,
constatada la no entrega de la cosa por ante su tribunal, debe de oficio, proceder
a
levantar acta de negativa de entrega y proceder a la incautaci�n, cosa �sta que no
es as�,
ni es lo que se estila en la pr�ctica. Pues el impulso procesal en materia civil
est� a
cargo de las partes, por lo que el juez de paz aunque no le haya sido entregada la
cosa de
manera voluntaria, debe de esperar que el tenedor del contrato le haga la solicitud
por
instancia para proceder a la incautaci�n. Instancia a la cual se le debe de anexar
la
prueba de que el auto de requerimiento de entrega voluntaria fue debidamente
notificado como indica la Ley.
Es as� como hecha dicha solicitud, el juez de paz, una vez constatada la no
entrega de la cosa, puede proceder a trasladarse al lugar donde se supone que est�
la
misma, iniciando su proceso verbal de incautaci�n indicando que la cosa fue
requerida
mediante auto, que dicho auto fue debidamente notificado y que ya ha vencido el
plazo
para la entrega sin que la misma haya tenido efecto, por lo que procede a seguidas
a
trasladarse, por supuesto, con el auxilio de la fuerza p�blica, conforme lo
establece el
art�culo 545, p�rrafo del C�digo de Procedimiento Civil.
�Qu� puede pasar al hacer el traslado el juez de paz? Se pueden presentar varias
situaciones:
5.- Que la cosa otorgada en prenda haya sido objeto de un embargo despu�s de
haberse constituido la misma.
Puede ocurrir que el juez de paz que otorga la comisi�n rogatoria se encuentre
apoderado de incidentes o demandas principales relativas a la ejecuci�n prendaria o
que
guarden relaci�n con la misma, por lo que en este caso, consideramos pertinente que
el
mismo se desapodere tambi�n de dichas demandas en aplicaci�n de los art�culos 28 y
29
de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978.
Si al momento del juez de paz trasladarse procede a incautar los objetos, �ste al
levantar su proceso verbal de incautaci�n debe consignar el estado de la cosa al
momento de la incautaci�n, a la vez que debe proceder a designar �un guardi�n que
tendr� a su cargo conservar la prenda para entregarla en el lugar y el d�a de la
venta�.
Tremendo compromiso! Pues en materia de embargo el legislador le indica al alguacil
qui�n puede o no designar como guardi�n, mientras que la ley objeto de estudio no
dice
nada al respecto, por lo que debemos de concluir que debe de ser una persona de
solvencia moral elegida a discreci�n del juez de paz, que �l considere que puede
cumplir fielmente con la encomienda que se le ha hecho.
Por �ltimo, el p�rrafo II del art�culo 215 de la Ley de marras, establece que
cuando el tenedor del contrato sea el Banco, el juez apoderado percibir� en cada
caso
la suma de RD$1.00 como honorarios por la ejecuci�n del contrato, por lo que en
cuanto al cobro de los traslados, la Suprema Corte de Justicia considero que lo que
hizo
fue aplicarle la indexaci�n de la moneda a la suma de RD$1.00, ya que el cobro de
esa
suma le fue agregado a la Ley en el a�o 1972, es decir, hace 38 a�os, estableciendo
interpretaci�n del art�culo 216 de la Ley, debe de mediar un plazo de por lo menos
8
d�as entre la incautaci�n y la venta, para dar tiempo a que se cumplan con los
requisitos
de publicidad establecidos en la Ley.
El texto legal citado, nada indica en cuanto a las menciones que deben de
contener los avisos, por lo que entendemos que lo esencial es que se indique el
lugar, el
d�a y la hora de la venta, as� como una designaci�n detallada de los bienes a
subastar y
el precio fijado como precio de primera puja.
que puede ocurrir que se trate por ejemplo de animales, cuyo lugar para la venta
sea mas
conveniente en el �rea donde las mismas fueron incautadas, por suponer que tal ves
en
ese lugar haya personas interesadas en ellas, o se trate de maquinarias por ejemplo
de
una empresa de zona franca industrial, donde los posibles licitadores se encuentren
en
ese parque industrial, am�n de que los bienes a vender entran al pa�s libre del
pago de
impuestos pero al ser sacados de la zona franca, aduanas cobrar�a entonces el
impuesto
correspondiente, por lo que resultar�a mas beneficioso realizar la venta en ese
lugar.
Siguiendo con las disposiciones del art�culo 216, notamos que existe otro
privilegio a favor del Banco Agr�cola, el cual consiste en que solo al mismo se le
da la
libertad de fijar libremente el precio de primera puja, no as� a otros ejecutantes,
asunto
�ste que al igual que los dem�s privilegios consideramos que es violatorio al
principio
de igualdad, como hemos referido anteriormente. Pero a la vez observamos que por lo
menos le coloca un m�ximo y es que dicho precio �no podr� ser mayor que el monto de
la deuda en capital e intereses, m�s los gastos en que se haya incurrido para
llegar a la
venta�. Aunque, repetimos, si es as� para el Banco, debe de ser igual para los
dem�s
ejecutantes, ya sean �stos personas f�sicas o morales.
Por otro lado, debemos de examinar la parte final del art�culo 216 al disponer:
�En caso de que no hubiera licitadores, el Juez de Paz declarar� al Banco como
adjudicatario de los bienes incautados�, si razonamos literalmente lo anterior,
llegaremos a la conclusi�n de que tambi�n existir�a aqu� otro privilegio, es decir,
que si
el ejecutante es otra persona, diferente al Banco, �sta no podr�a resultar
adjudicataria,
sino que los bienes deber�an de ponerse en venta nuevamente. Disposici�n tambi�n
inconstitucional por violar el principio de igualdad, adem�s en la pr�ctica, a�n
sin
declararlo inconstitucional, el Juez de Paz declara adjudicatario a falta de
licitadores al
ejecutante a�n en el caso en que �ste no sea el Banco Agr�cola.
5.- NOTIFICACI�N AL DEUDOR PARA LA AUDIENCIA DE VENTA EN
P�BLICA SUBASTA.
de la venta en p�blica subasta, pero consideramos que debe de hacerse con miras a
que
se respeten los principios del debido proceso de ley contenidos en nuestra
Constituci�n
en su art�culo 69. Notificaci�n en la que por tratarse de una citaci�n a comparecer
por
ante el Juzgado de Paz se debe de respetar como m�nimo el plazo de un (1) d�a
franco
conforme al art�culo 5 del C�digo de Procedimiento Civil.
El d�a fijado para la venta en p�blica subasta, el Juez de Paz debe de aperturar
la
audiencia y llamado el rol por el alguacil y requerida las calidades de los
abogados
comparecientes, debe a solicitud del ejecutante dar apertura a la subasta y
declarar
adjudicatario al mayor postor y �ltimo subastador.
En otro orden de ideas, pero siguiendo con lo que puede pasar en la venta, la Ley
le da soluci�n a la situaci�n que se pudiera presentar en el caso de que la venta
produzca
menos de la cantidad necesaria para pagar el monto del pr�stamo y las costas,
indicando
que el tenedor del contrato, es decir, el ejecutante, quedar� siendo acreedor
quirografario por lo no pagado. Incluso consideramos que esta acreencia
quirografaria
de la cual es titular el ex acreedor prendario se le puede solicitar al juez en la
misma
audiencia de la venta, para que indique en su sentencia el reconocimiento de esa
nueva
acreencia, constituyendo la misma entonces para el acreedor, su t�tulo para
perseguir el
cobro de su cr�dito por la v�a que considere.
Advertimos del contenido del texto legal antes citado, que si bien la venta la
realiza el juez de paz, despu�s de que la misma tiene lugar, entra en escena un
alguacil,
el cual presumimos que por una l�gica simple debe de ser el de estrados del
tribunal, el
cual previa orden del Juez de Paz, una vez se haya pagado el precio, es el
encargado de
entregar el bien vendido al adjudicatario mediante el levantamiento de un proceso
verbal.
a) Se debe de pagar primero las costas, es decir, el pago de las costas constituye
un
pago privilegiado, a�n por encima del privilegio del mismo acreedor prendario.
9 B. J. No. 919.1055