Reporte de Lectura Del Contrato Social

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BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

PREPARATORIA EMILIANO ZAPATA

INTRODUCCIÓN AL DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

REPORTE DE LECTURA: EL CONTRATO SOCIAL

ALUMNO: MENDIETA HUERTA ROSENDO

PROFESOR: ROMERO LÓPEZ ALEJANDRO

3°DV

13 DE SEPTIEMBRE DE 2018
INTRODUCCIÓN

Este trabajo fue realizado para la materia de Introducción al Derecho y a las Ciencias
Políticas bajo la enseñanza del profesor Alejandro Romero López y tiene como meta
analizar y explicar las diversas ideas del libro ‘’El Contrato Social’’ del escritor francófono
Jean-Jacques Rousseau, para este análisis me base únicamente en el libro y su contenido,
sabiendo de antemano el contexto histórico que se atravesaba cuando se escribió y publicó
el libro, así como su posterior influencia en la Francia Revolucionaria y, muchos años más
tarde en los Estados Modernos y escritores de renombre como Carlos Marx y Engels.
Rousseau, rival indiscutible de Maquiavelo a la hora de determinar el verdadero
comportamiento del Hombre, bueno por naturaleza, pero corrompido por una sociedad y
bajo el yugo de un monarca absoluto que solo representa un lastre en el progreso de la
civilización. Pero antes que nada veamos el significado general del título de la obra.
Según el diccionario, Contrato social; "es una expresión que se utiliza en la filosofía, la ciencia
política y la sociología en alusión a un acuerdo real o hipotético realizado en el interior de un grupo
por sus miembros, como por ejemplo el que se adquiere en un Estado en relación con los derechos
y deberes del estado y de sus ciudadanos". [https://definicion.de/contrato-social/ Recuperado el
11 de septiembre de 2018]
Esta teoría del contrato social es utilizada para explicar el origen del Estado. Los seres
humanos, con la intención de convivir en sociedad, establecen de manera implícita un
contrato social que les brinda determinados derechos, pero que a cambio les exige dejar
de lado la libertad que tendrían si vivieran en un estado natural ya que deben someterse a
las leyes. Las cláusulas del contrato social, de este modo, establecen los derechos y las
obligaciones de los ciudadanos, siendo el Estado la institución que las personas acuerdan
crear para garantizar el cumplimiento del pacto en cuestión.
Rousseau nos plantea una sociedad en el que volvamos a un estado parecido al que
teníamos en nuestro estado natural. En ‘’El contrato Social’’, se abordarán diversos temas
que, sin duda alguna, actualmente se han tornado relevantes y necesarios. Viviendo una
época tan diferente, en un régimen de gobierno tan distinto y en una sociedad tan dividida,
Rousseau se adelanta a las sociedades de hoy en día, a nuestros propios gobiernos e
incluso, pienso que, nos adelanta nuestros errores, las causas de nuestras crisis y también
de nuestro éxito.
RESUMEN

En ‘’El contrato social’’, Rousseau establece la posibilidad de una reconciliación entre la


naturaleza y la cultura: el hombre puede vivir en libertad en una sociedad verdaderamente
igualitaria. El problema fundamental es “Encontrar una forma de asociación que defienda y
proteja con toda la fuerza común proporcionada por la persona y los bienes de cada
asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos los demás, no se obedezca más que
a sí mismo, y permanezca, por tanto, tan libre como antes”.
La solución reside, según Rousseau, en un contrato social basado en la enajenación de
todas las voluntades, de forma que cada uno recupere finalmente todo lo que ha cedido a
la comunidad. De este modo, dándose cada individuo a todos, no se da a nadie, y no hay
ningún miembro de la sociedad sobre el que no se adquiera el mismo derecho que se cede.
Se gana en equivalencia lo mismo que se pierde, adquiriendo mayor fuerza para conservar
aquello que cada cual posee.
El contrato será, pues, expresión de la voluntad general. La voluntad general es distinta de
la simple voluntad de todos porque no es una mera totalización numéricamente mayoritaria
de las voluntades particulares y egoístas, cuya resultante es siempre el puro interés privado.
La voluntad general, en cambio, es siempre justa y mira por el interés común, por el interés
social de la comunidad, por la utilidad pública. De esa voluntad general emana la única y
legítima autoridad del Estado.
A diferencia de toda monarquía absoluta, o de toda forma de poder autocrático, con el
ejercicio de la voluntad general la soberanía residirá en el pueblo. Esta soberanía es, por
tanto, absoluta, dado que no depende de ninguna otra autoridad política, no estando
limitada nada más que por sí misma; es inalienable, dado que la ciudadanía atentaría contra
su propia condición si renunciara a lo que es expresión de su propio poder; y, finalmente,
es indivisible, ya que pertenece a toda la comunidad, al todo social, y no a un grupo social
ni a un estamento privilegiado.
El pueblo, partícipe de la soberanía, es también al mismo tiempo súbdito, y debe someterse
a las leyes del Estado que el mismo pueblo, en el ejercicio de su libertad, se ha dado. Se
concilian así libertad y obediencia mediante la ley, que no es sino concreción de la voluntad
general y alma del cuerpo político del Estado. La cuestión de quién dicta las leyes la
resuelve Rousseau con la figura del legislador, que será “el mecánico que inventa la
máquina”.
OPINIÓN CRÍTICA

La obra de Rousseau publicada en 1762 reflejó la decadencia evidente de un régimen


absolutista llena de excesos para pocos y miseria para muchos, advierte de las malas
acciones que puede suceder con gobiernos autoritarios, tiranos, autárquicos, quienes al
usurpar el poder rompen, desarrollar las leyes con base a la voluntad particular, de unos
cuantos (aristocracia) o al heredarse (monarquía), provocan las desaparición de este
contrato social rompiendo el pacto entre el soberano y los ciudadanos, los cuales regresan
a su estado natural primitivo no teniendo más la obligación de obedecer a las autoridad.
Según la idea general de los predecesores de Rousseau (Voltaire, Diderot, D`Alembert) el
hombre que más posesiones posea se siente superior, y los demás hombres son lo
suficientemente sumisos como para aceptarlo. Se dejan llevar, y solo forman parte de la
masa, se mantendría así de que la soberanía está en manos de uno solo.
Una forma ideal de asociación seria aquella en la que los hombres estén unidos y cooperen
entre todos, pero que, a su vez, solo se obedezcan a sí mismos y queden tan libres como
antes, no habría nadie que fuera más o menos que otro, y nadie perjudicaría la libertad del
otro, cada uno seria autosuficiente y su propio juez, “todas las cláusulas del contrato social
buscan la enajenación total de cada asociado con todos sus derechos hechos a favor del común”.
[ROUSSEAU, Jean-Jacques, El Contrato Social, Madrid, Alianza Editorial, S.A., 1998, Pg.
19.]
Pero, antes que nada, hay que entender primero el contexto histórico por la que pasaba
media Europa cuando se escribió esta obra, primero, el ocaso de las monarquías
absolutistas principalmente la Francia de Luis XV y del arte rococó que solo exaltaban los
exorbitados modos de vida de la nobleza y el clero, a diferencia de una sociedad
principalmente compuesta del Tercer Estado estaba más hambrienta.
Sin embargo, cabe aclarar que Rousseau solo tomó de ejemplo las monarquías absolutistas
y no alcanzo a ver sus ideales realizados, puesto que murió años antes del estallido de la
Revolución Francesa y la radicalización que alcanzó en el periodo del Terror, cuyos ideales
paradójicamente se basaban en los de Rousseau, pero también sus ideales sirvieron como
base de la Constitución Francesa de 1793, pilar fundamental de la historia de las leyes del
Estado y madre de otras constituciones que perduran hasta nuestros días, y, más tarde
como fuente de varios pensamientos de Carlos Marx y Engels en sus libros ‘’La Capital’’ y
‘’El Manifiesto Comunista’’, así como también sirvió como parte importante de las
democracias actuales.
Ya en el siglo XX quedó demostrado que las ideas políticas de dichas democracias ya
estaban obsoletas, pues el ascenso del Fascismo de Benito Mussolini y el Nazismo de Adolf
Hitler enseñaron al mundo que el autoritarismo y totalitarismo llevaban con mucha ventaja
a las democracias, puesto que contrariamente a las enormes diferencias en el aspecto
político, ambas ideologías compartían bastante en el aspecto social al asegurar de un modo
u otro felicidad al Hombre aun con la condición de no ser totalmente libre aunado al estar
apegado al concepto verdadero de sociedad y apostar por el colectivismo.
CONCLUSIÓN

Rousseau jamás logró ver sus ideales en práctica, puesto que falleció poco antes de la
Revolución Francesa, sin embargo, a pesar de que esta obra se publicó en 1762 describe
de manera tan acertada los temas políticos, sociales y de estados que muchos de ellos son
aplicables a los tiempos actuales.
En el Contrato Social, las ideas de Rousseau tenían un claro carácter subversivo, atentaba
contra las monarquías absolutas imperantes en Europa.
Nadie puede ser sometido a una autoridad cualquiera que sea, la ley obtiene su carácter
obligatorio del pacto social. Admitir que una voluntad particular puede obligar a los
ciudadanos, es someterlos a la voluntad, al dominio del otro hombre.
La visión rousseauniana del origen del poder constituye una culminación en el aspecto
humanístico renacentista, pues desenmascara el carácter ideológico de la consideración
tradicional de que todo poder proviene de Dios.
El sujeto de la soberanía es siempre el pueblo soberano a quienes esta encarga la ejecución
de las leyes y el mantenimiento de la libertad, tanto civil como política. Los individuos, al
pasar al estado civil, no hacen cesión de sus derechos, ni abandonan su libertad. El único
orden social legítimo es un estado parlamentario y liberal.
Sin embargo, sus ideas tienen bastante influencia en la época contemporánea puesto que
la Constitución Francesa de 1793 siguió fielmente la teoría del Estado del Contrato Social
al establecer el sufragio universal directo. Dicha Constitución fue la madre de las siguientes
que hubo en Estados modernos, inclusive el mismo Marx se basó en algunas páginas para
su libro ‘’El Capital’’
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

www.enxarxa.com/biblioteca/ROUSSEAU%20El%20Contrato%20Social.pdf

Recuperado el 11 de septiembre de 2018

Rousseau, Jean Jacques. ‘’El Contrato Social’’, Madrid, España. Edimat Libros, S. A.

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