La danza ha evolucionado desde sus orígenes religiosos en la antigüedad hasta convertirse en una forma de arte compleja. En la Edad Media fue prohibida por la Iglesia pero resurgió en el Renacimiento. En los siglos posteriores, el ballet se desarrolló en Francia e Italia y surgieron danzas populares en toda Europa. En el siglo XX, nuevos estilos como la danza moderna y expresionista revolucionaron la danza rompiendo con la rigidez del ballet clásico.
La danza ha evolucionado desde sus orígenes religiosos en la antigüedad hasta convertirse en una forma de arte compleja. En la Edad Media fue prohibida por la Iglesia pero resurgió en el Renacimiento. En los siglos posteriores, el ballet se desarrolló en Francia e Italia y surgieron danzas populares en toda Europa. En el siglo XX, nuevos estilos como la danza moderna y expresionista revolucionaron la danza rompiendo con la rigidez del ballet clásico.
La danza ha evolucionado desde sus orígenes religiosos en la antigüedad hasta convertirse en una forma de arte compleja. En la Edad Media fue prohibida por la Iglesia pero resurgió en el Renacimiento. En los siglos posteriores, el ballet se desarrolló en Francia e Italia y surgieron danzas populares en toda Europa. En el siglo XX, nuevos estilos como la danza moderna y expresionista revolucionaron la danza rompiendo con la rigidez del ballet clásico.
La danza ha evolucionado desde sus orígenes religiosos en la antigüedad hasta convertirse en una forma de arte compleja. En la Edad Media fue prohibida por la Iglesia pero resurgió en el Renacimiento. En los siglos posteriores, el ballet se desarrolló en Francia e Italia y surgieron danzas populares en toda Europa. En el siglo XX, nuevos estilos como la danza moderna y expresionista revolucionaron la danza rompiendo con la rigidez del ballet clásico.
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LA EVOLUCION DE LA DANZA.
La danza y su historia acompañó al ser humano desde los comienzos de la
humanidad. En un principio, la danza tuvo carácter religioso: alababan al sol, la luna, y otros fenómenos que eran considerados dioses. En el antiguo Egipto, la danza era ceremonial, se representaban la vida, muerte y resurrección del dios Osiris. Los filósofos que viajaban a Egipto llevaron a Grecia esta danza ceremonia y en los rituales en honor a dioses del Panteón surgen las bases del teatro contemporáneo. En 150 a.C. la danza fue prohibida, entonces surgió la pantomima como forma muda de expresión. Durante Edad Media, fue prohibida. Entonces las celebraciones paganas se incorporaron a la Iglesia, reemplazándolas con fiestas cristianas. En el Renacimiento, se crean grandes obras que devuelven a la danza valor social. En el siglo VII nació el ballet y se instaló en Francia la primera Real Academia. Comienzan a proliferar los bailes sociales. En el siglo XX, aparece la escuela rusa revolucionando el ballet y nacen las danzas modernas como reacción a la rigidez de éste. Aparecen también la rumba, la salsa y el chachachá inspirados en ritmos latinos y caribeños, y en los años 50, el rock and roll y el Twist. En los años 70, nace la danza posmoderna en contraposición a la moderna. La evolución, importancia e historia de la danza continúa hasta nuestros días.
La danza medieval tuvo escasa relevancia, debido a la marginación a la que la
sometió la Iglesia, que la consideraba un rito pagano. A nivel eclesiástico, el único vestigio eran las «danzas de la muerte», que tenían una finalidad moralizadora. En las cortes aristocráticas se dieron las «danzas bajas», llamadas así porque arrastraban los pies, de las que se tiene poca constancia. Fueron más importantes las danzas populares, de tipo folklórico, como el pasacalle y la farándula, siendo famosas las «danzas moriscas», que llegaron hasta Inglaterra (Morris dances). Otras modalidades fueron: el carol, el estampie, el branle, el saltarello y la tarantela.2 La danza renacentista tuvo una gran revitalización, debida al nuevo papel preponderante del ser humano sobre la religión, de tal manera que muchos autores consideran esta época el nacimiento de la danza moderna. Se desarrolló sobre todo en Francia –donde fue llamado ballet-comique–, en forma de historias bailadas, sobre textos mitológicos clásicos, siendo impulsado principalmente por la reina Catalina de Médicis. Se suele considerar que el primer ballet fue el Ballet comique de la Reine Louise (1581), de Balthazar de Beaujoyeulx. Las principales modalidades de la época eran la gallarda, la pavana y el tourdion. En esta época surgieron los primeros tratados sobre danza: Domenico da Piacenza escribió De arte saltandi et choreas ducendi, siendo considerado el primer coreógrafo de la Historia; Thoinot Arbeau hizo una recopilación de danzas populares francesas (Orchesographie, 1588).3
La danza barroca siguió desarrollándose nuevamente en Francia (ballet de cour),
donde hizo evolucionar la música instrumental, de melodía única pero con una rítmica adaptada a la danza. Fue patrocinada especialmente por Luis XIV, que convirtió la danza en grandes espectáculos (Ballet de la Nuit, 1653, donde intervino el rey caracterizado de sol), creando en 1661 la Academia real de Danza. Como coreógrafo destacó Pierre Beauchamp, creador de la danse d'école, el primer sistema pedagógico de la danza. Las principales tipologías fueron: minuet, bourrée, polonaise,rigaudon, allem ande, zarabande, passepied, gigue, gavotte, etc. En España también se dieron diversas modalidades de danza: seguidilla, zapateado, chacona, fandango, jota, etc.4 En el siglo XVIII -la época del Rococó- continuó la primacía francesa, donde en 1713 se creó la Escuela de Ballet de la Ópera de París, la primera academia de danza. Raoul-Auger Feuillet creó en 1700 un sistema de notación de danza, para poder transcribir por escrito la diversa variedad de pasos de danza. En esta época la danza comenzó a independizarse de la poesía, la ópera y el teatro, consiguiendo autonomía propia como arte, y formulando un vocabulario propio. Se empezaron a escribir obras musicales sólo para ballet, destacandoJean-Philippe Rameau –creador de la opéra-ballet–, y comenzaron a surgir nombres de bailarines destacados, como Gaetano Vestris yMarie Camargo. A nivel popular, el baile de moda fue el vals, de compás ¾, mientras que en España surgió el flamenco.5 Durante el neoclasicismo el ballet experimentó un gran desarrollo, sobre todo gracias al aporte teórico del coreógrafo Jean-Georges Noverre y su ballet d'action, que destacaba el sentimiento sobre la rigidez gestual del baile académico. Se buscó un mayor naturalismo y una mejor compenetración de música y drama, hecho perceptible en las obras del compositor Christoph Willibald Gluck, que eliminó muchos convencionalismos de la danza barroca. Otro coreógrafo relevante fue Salvatore Viganò, que dio mayor vitalidad al «cuerpo de ballet», el conjunto que acompaña a los bailarines protagonistas, que cobró independencia respecto de estos.6 La danza romántica recuperó el gusto por los bailes populares, las danzas folklóricas, muchas de las cuales sacó del olvido. Surgió el clásico vestuario de ballet (el tutú), aparecido por vez primera en el Ballet de las Monjas de Robert le Diable (1831), de Giacomo Meyerbeer. Se empezó a componer música puramente para ballet, destacando Coppélia (1870), de Léo Delibes. En el aspecto teórico, destacó la figura del coreógrafo Carlo Blasis, principal creador del ballet moderno en cuanto codificó todos los aspectos técnicos concernientes a la danza: en El código de Terpsícore (1820) relacionó la danza con las otras artes, efectuando estudios de anatomía y movimientos corporales, ampliando el vocabulario relativo a la danza, y distinguiendo varios tipos de bailarines según su físico. También introdujo el baile sobre las puntas de los pies, en el que destacaron Marie Taglioni y Fanny Elssler. En bailes populares, continuó la moda del vals, y aparecieron la mazurca y lapolca.7 La danza expresionista supuso una ruptura con el ballet clásico, buscando nuevas formas de expresión basadas en la libertad del gesto corporal, liberado de las ataduras de la métrica y el ritmo, donde cobra mayor relevancia la autoexpresión corporal y la relación con el espacio. Su principal teórico fue el coreógrafo Rudolf von Laban, quien creó un sistema que pretendía integrar cuerpo y alma, poniendo énfasis en la energía que emanan los cuerpos, y analizando el movimiento y su relación con el espacio. Este nuevo concepto quedaría plasmado con la bailarina Mary Wigman. De forma independiente, la gran figura de principios de siglo fue Isadora Duncan, que introdujo una nueva forma de bailar, inspirada en ideales griegos, más abierta a la improvisación, a la espontaneidad. En el período de entreguerras destacaron las escuelas francesa y británica, así como el despuntar de los Estados Unidos. En Francia, el Ballet de la Ópera de París volvió al esplendor de la era romántica, gracias sobre todo a la labor de Serge Lifar, Roland Petit y Maurice Béjart. En Gran Bretaña destacaron figuras como Marie Rambert, Ninette de Valois, Frederick Ashton, Antony Tudor, Kenneth MacMillan, Margot Fonteyn, etc. En Estados Unidos, donde había escasa tradición, se consiguió en poco tiempo llegar a un alto nivel de creatividad y profesionalización, gracias en primer lugar a pioneras como Ruth Saint Denis, Martha Graham, Doris Humphrey y Agnes De Mille. El ruso George Balanchine –surgido de la compañía de Diágilev– se instaló allí en 1934, donde fundó la School of American Ballet, y produjo espectáculos que lo renombraron como uno de los mejores coreógrafos del siglo. En los años 1950 y 1960 destacó la actividad innovadora de Merce Cunningham que, influido por el expresionismo abstracto y la música aleatoria de John Cage, introdujo la danza basada en la casualidad, el caos, la aleatoriedad (chance choreography). Otro gran hito de la época fue el West Side Story (1957) de Jerome Robbins.