Folleto Del Viii Curso Diocesano para Coordinadores Parroquiales de Catequesis
Folleto Del Viii Curso Diocesano para Coordinadores Parroquiales de Catequesis
Folleto Del Viii Curso Diocesano para Coordinadores Parroquiales de Catequesis
PARROQUIALES DE CATEQUESIS
Chilchota Michoacán, México del 23 al 27 de junio de 2014
1.- EVANGELIZACIÓN
OBJETIVO
Reafirmar el conocimiento de que la misión de la Iglesia es evangelizar, para
llevar a cabo el Ministerio de la Catequesis con alegría y con la conciencia de
que catequizar es evangelizar.
Escuchamos el Evangelio:
Lc 1,28 Mc 16,15-20
Mc 1,15 Mt 28,19-20
Mc 3,14
La Encarnación de Dios, va precedida de una alegría, el Motivo de la
Alegría es que Dios está con María, ESTÁ CON NOSOTROS.
Lo primero que dice, lo que anuncia el Señor Jesús es el Evangelio,
Evangelio es la BUENA NOTICIA, una Buena Noticia implica
necesariamente la alegría. La Buena noticia es QUE DIOS ESTÁ YA
CON NOSTROS, ¡EL TIEMPO SE CUMPLIÓ! ¡YA ESTÁ AQUÍ!
El Señor Jesús llama a los que ÉL quiere y los llama para estar con ÉL y
para evangelizar. Es la razón de la llamada: Que anuncien, que transmitan
lo recibido. Hay pues una finalidad determinada por la cual Jesús llamó a
discípulos y por la cual forma la Iglesia, para predicar, para anunciar el
Evangelio, para proclamar la Buena Nueva. Y ESTO IMPLICA LA
ALEGRÍA DEL MENSAJERO, no se puede dar una buena noticia y estar
tristes.
Por la proclamación del Evangelio, según san Mateo, los hombres y las
mujeres han de ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, significa que Dios es nuestro Padre, es nuestro hermano y
en nosotros habita. No estamos solos, Dios está con nosotros todos los
días hasta el fin del mundo, si Dios está con nosotros no podemos estar
tristes, hemos de estar alegres porque Dios está con nosotros y eso hay que
trasmitirlo con alegría.
El verbo evangelizar, dicho de otra manera, la palaba evangelizar tiene su
origen en la palabra evangelio, esta palabra, evangelio, es una palabra griega
que significa buena noticia. En el tiempo de Jesús, y aun antes, se utilizaba esta
palabra, evangelio, para dar buenas noticias.
~2~
En la fe cristiana esta palabra se usará para manifestar la GRANDE BUENA
NOTICIA: DIOS ESTÁ CON NOSOTROS. El Evangelio es la Buena Noticia:
Dios está con nosotros.
Posteriormente Evangelio se usó para designar los Cuatro Libros: Evangelios,
que narran el mensaje salvífico de Jesús, su Evangelio, es decir, los hechos y las
palabras del Señor.
Evangelizar es un verbo que se deriva del Evangelio, evangelizar es, entonces,
realizar la acción de proclamar el Evangelio, esto es los hechos y las palabras de
Jesús, su vida. La finalidad de evangelizar es que haya una conversión y se
reciba el Bautismo por la fe, ya que el Señor dice: conviértanse y crean (Mc 1,14-
15).
Lo que nos enseña el Magisterio de la Iglesia sobre la misión de la Iglesia es:
En la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi (1975) el Papa Pablo VI nos
enseña que evangelizar es la misión esencial de la Iglesia, su “dicha y vocación
propia, su identidad más profunda” (EN 14) y, define esta misión de la
siguiente manera evangelizar es “Llevar la Buena Nueva a todos los
ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro,
renovar a la misma humanidad” (EN 18). Es decir, para poder vivir felices,
tener dicha, tener alegría hay que evangelizar, esa es la manera.
EVANGELIZAR ES UN PROCESO RICO Y COMPLEJO
Entonces, evangelizar, es algo de mucha importancia. Anunciar a la Santísima
Trinidad requiere tiempo, planeación, dedicación, entrega y oración.
Evangelizar es un proceso que comprende etapas, momentos y secuencia.
El Papa beato Juan Pablo II nos enseña en la Exhortación Apostólica Catechesi
Tradendae (1979) que Evangelizar es una sola acción sin división, es un
proceso rico y complejo (CT 18).
Esta riqueza y complejidad se manifiesta en que evangelizar comprende un
conjunto de elementos constituyentes:
1. La renovación de los hombres y mujeres
2. La evangelización de la vida concreta de los hombres y mujeres
3. El testimonio de los cristianos
4. El primer anuncio de Cristo el Salvador
5. La conversión y adhesión del corazón a Jesús y su Evangelio
6. La entrada en la comunidad
7. La acogida de los sacramentos
8. La promoción del desarrollo humano
9. El ejercicio de la caridad (EN 17-24)
Todos estos elementos son complementarios y mutuamente enriquecedores.
~3~
EVANGELIZAR ES UN PROCESO DINÁMICO
Además, la evangelización, es un proceso dinámico que se despliega en tres
etapas que están en mutua relación (DGC 64), son complementarias y se
integran en un conjunto que son mucho más que la suma de todas ellas.
- Primera: EL KERIGMA o primer anuncio, también llamado misionero.
Es la etapa en la que se llama a la fe y se suscita la conversión. Es el
momento en el que se invita que se crea en Jesucristo y creer en ÉL es
creer en el Padre y en el Espíritu Santo. En el kerigma se da la alegría
por el encuentro con Jesús, vivo y resucitado.
- Segunda: LA CATEQUESIS, en donde se madura la fe inicial. Lo que
en un primer momento fue invitación y fue suscitar, ahora es cuestión de
profundizar en la fe en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu santo. Es el
momento que fundamenta toda la vida cristiana. Esta etapa tiene un
carácter de fundamentación y sistematización; El objetivo de esta etapa es
la conversión radical a Jesucristo como sentido de la vida. Es en la
catequesis en donde la alegría se vuelve plena, completa.
- Tercera: LA ACCIÓN PASTORAL. Es donde se comparte la fe y
donde se alimenta la fe de la comunidad cristiana. Esta etapa pastoral
educa de manera permanente en la fe y en la comunión fraterna. La fe en
la Santísima Trinidad se ha de compartir, transmitir que Dios es Padre y
vivir como hijo de Dios; que Dios es Hijo y vivir como hermano de
Jesucristo y que Dios es Espíritu Santo y vivir como templo-casa de Dios.
La acción pastoral es el momento en el que se comparte la alegría.
2.- LA CATEQUESIS
OBJETIVO
Presentar el significado de catequesis para que se adquiera una noción clara
de lo que es catequesis.
La palabra catequesis procede del verbo catequizar y significa: Hacer eco,
resonar, instruir.
CATEQUESIS EN LA SAGRADA ESCRITURA
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
La expresión catequesis no la encontramos como tal en el Antiguo Testamento,
pero si está presente en toda la Historia de la Salvación la acción de enseñar y
educar. El mejor ejemplo lo encontramos en la Torá, la Torá nosotros la
conocemos comúnmente como la Ley, pero en sentido pleno Torá designa una
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enseñanza dada por Dios a los hombres para reglamentar su conducta.
Etimológicamente Torá significa “instrucción” o “enseñanza”. La finalidad de
la Torá es fundamentalmente educar al pueblo. La Torá es la enseñanza de
Yahveh. Pues ÉL es el Maestro del Pueblo, algunos ejemplos son:
CATEQUESIS…
En el Nuevo Testamento encontramos el verbo katejein, con el significado de
“contar”, “instruir de viva voz” (sentido figurado, derivado del sentido físico:
“resonar”). Buscar en la Biblia los siguientes textos que nos traducen el verbo
catequizar:
No tiene una definición de catequesis, pero nos ofrece una visión más que
definición y además, anota que la catequesis tiene como finalidad la intimidad,
la comunión con Jesucristo (DGC 80) y esta finalidad se expresa en la
profesión de fe en el único Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo (DGC 82). La
catequesis lleva por tanto a que se profese la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
~7~
PERO…un catequista que no está con Cristo, que no está apasionado por Cristo,
¿podrá conseguir que otros si lo esté?
~9~
El amor fraterno aglutina todas estas actitudes: Ámense unos a otros como
yo los he amado (Jn 13,34)
6.- La iniciación a la misión
La catequesis está abierta, igualmente, al dinamismo misionero. Se trata de
capacitar a los discípulos de Jesucristo para estar presentes, en cuanto cristianos,
en la sociedad, en la vida profesional, cultural y social. Se les preparará,
igualmente, para cooperar en los diferentes servicios eclesiales, según la
vocación de cada uno.
Las actitudes evangélicas que Jesús sugirió a sus discípulos, cuando les inició en
la misión, son las que la catequesis debe alimentar:
Buscar la oveja perdida; anunciar y sanar al mismo tiempo; presentarse pobres,
sin oro ni alforja; saber asumir el rechazo y la persecución; poner la confianza
en el Padre y en el apoyo del Espíritu Santo; no esperar otro premio que la dicha
de trabajar por el Reino (Mt 10,5-42 Lc 10,1-20).
~ 10 ~
nombre de Jesucristo, es decir, a los Obispos en comunión con el sucesor de
Pedro, el Obispo de Roma.
El Magisterio no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio,
para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la
asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente,
lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone
como revelado por Dios para ser creído.
Los fieles, recordando la palabra de Cristo a sus Apóstoles: "El que a ustedes
escucha a mí me escucha" (Lc 10,16; cf. LG 20), reciben con docilidad las
enseñanzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes formas.
Del Latín Literae encyclicae, que literalmente significa "cartas circulares". Las
encíclicas son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su
enseñanza en materia de gran importancia. Pablo VI definió la encíclica como
"un documento, en la forma de carta, enviado por el Papa a los obispos del
mundo entero".
Debido al peso y la verdad que contienen, todo fiel debe concederle a las
encíclicas asentimiento, obediencia y respeto.
Constitución Apostólica
Estos documentos son la forma más común en la que el Papa ejerce su autoridad
"Petrina". A través de estas, el Papa promulga leyes concernientes a los fieles.
Tratan de la mayoría de los asuntos doctrinales, disciplinares y administrativos.
La erección de una nueva diócesis, por ejemplo, se hace por medio de una
Constitución Apostólica.
Ejemplos:
Exhortación Apostólica
Carta Apostólica
Bula
Historia:
Desde el siglo sexto en adelante, la cancillería papal usó un sello de plomo o de
cera para autentificar sus documentos. La bula era inicialmente un tipo de plato
redondo que se aplicaba a los sellos metálicos que acompañaban ciertos
documentos papales o reales.
Alrededor del siglo XIII, empezó a significar no solo el sello en sí mismo, sino
el documento mismo. Desde ahí hasta el siglo XV, la bula era un término
amplio que designaba la mayoría de los documentos papales.
Motu Proprio
Son documentos papales que contienen las palabras "Motu proprio et certa
scientia". Significa que dichos documentos son escritos por la iniciativa
personal del Santo Padre y con su propia autoridad.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM, LA ALEGRÍA
DEL EVANGELIO
¿Qué es una Exhortación Apostólica?
Primero. Significado de la palabra exhortación.
~ 13 ~
Una exhortación es la acción de exhortar. Exhortar es una plática o sermón
familiar breve. El significado de la exhortación es invitar, mover a alguien con
razonamientos a que crea o a que haga algo.
La Exhortación Apostólica es un documento emitido por el Papa (por eso es
apostólica, porque la exhortación la hace el Papa, sucesor de san Pedro, cabeza
de los Apóstoles), para invitar a la Iglesia a poner énfasis en un aspecto
específico de la vida de fe y por consiguiente a hacer algo concreto a partir de la
fe.
¿De dónde surge?
Una Exhortación Apostólica es parte del Magisterio de la Iglesia y se promulga
generalmente después de la realización de un Sínodo de Obispos. En el caso de
la Exhortación, La Alegría del Evangelio, fueron los días del 7 al 28 de octubre
de 2012, en Roma, cuando fue el Sínodo de los Obispos con el tema “La nueva
evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.
¿Y qué es un Sínodo de Obispos?
El Sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas
regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la
unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayuda al Papa con sus
consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y
fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se
refieren a la acción de la Iglesia en el mundo.
Así, pues, de las conclusiones de los Obispos celebrado en el año 2012, el Papa
Francisco nos ha dado a toda la Iglesia, el 23 de noviembre de 2013, esta
Exhortación: La Alegría del Evangelio.
¿A quiénes se dirige?
La Exhortación Apostólica es un documento emitido por el Papa, dirigido a los
Obispos, a los Presbíteros y a los Diáconos, a las personas consagradas y a los
fieles laicos. Esto indica que es dirigida a toda la Iglesia, a todos los bautizados.
Por tanto nadie estamos exentos de la Exhortación que nos da el Papa.
¿Por qué se llama así?
El título que se le da a un documento del Papa, viene de sus primeras palabras
en latín. Por tanto Evangelii Gaudium son las primeras palabras de la
Exhortación del Papa Francisco y su significado en español es: La Alegría del
Evangelio.
¿Por qué trata el tema de la alegría?
Cada una de las exhortaciones de los Papas, tratan un tema especial y la
finalidad de abordar el tema es porque hay una necesidad o una urgencia de
poner atención en eso que la Exhortación trata.
~ 14 ~
Aquí una lista de algunas Exhortaciones en los últimos 40 años.
Cada uno de estos temas han sido abordados por la necesidad de poner atención
en cada uno de ellos y por la necesidad de vivirlos en la Iglesia.
¿Cómo está organizado el documento?
La Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium está organizada en una
introducción y 5 capítulos en 288 números.
~ 15 ~
Introducción
I. Alegría que se renueva y se comunica
II. La dulce y confortadora alegría de evangelizar
Una eterna novedad
III. La nueva evangelización para la transmisión de la fe
Propuesta y límites de esta Exhortación
LA ALEGRÍA,
ASPECTO FUNDAMENTAL EN LA VIDA DEL SER HUMANO
ACTIVIDAD INICIAL:
1. ________________________ 6. _____________________________
2. ________________________ 7. _____________________________
3. ________________________ 8. _____________________________
4. ________________________ 9. _____________________________
5. ______________________ 10. _________________________
~ 18 ~
Ahora contesta las siguientes preguntas:
¿Para ti qué es la alegría?
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¿Cómo nos damos cuenta cuando una persona es alegre?
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¿Cómo nos damos cuenta cuando una persona es feliz?
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Se dice que la alegría está relacionada de manera directa con la felicidad, desde
tu punto de vista, ¿esto será cierto? SI ______ NO____
Describe, ¿qué cosas haces tú para ser una persona alegre y feliz?
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Escribe, ¿cómo puedes tú influir en la alegría y la felicidad de otras personas?
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¿Qué es la alegría?
La palabra alegría deriva del latín alicer o alecris, que significa "vivo y
animado". Es una de las emociones básicas, junto con el miedo, la ira, el asco,
la tristeza y la sorpresa.
Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bienestar general, altos
niveles de energía y una poderosa disposición. La alegría es una emoción, la
acción constructiva, que puede ser percibida en toda persona, siendo así que
quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos. La
tristeza es la emoción contraria.
También se puede definir como el estado de ánimo más confortable por el cual
se puede pasar, la tristeza es un factor importante, ya que sin ella no se podría
sentir la alegría y según estudios médicos la alegría ayuda al mejoramiento de la
salud.
La alegría también para muchos se compara con optimismo o placer, porque si
hay alegría hay placer y optimismo.
~ 19 ~
¿Cuál es la fuente más importante de la alegría?
Los seres humanos conocemos muy bien el sufrimiento y el dolor, y quienes
han perdido a un ser querido lo han experimentado en toda su profundidad.
Bien, pues así como el ser humano conoce el dolor y el sufrimiento, es capaz de
tener las sensaciones opuestas: bienestar y… ¿Felicidad? Sí, felicidad.
Sin embargo la alegría es distinta del dolor, pues el dolor generalmente tiene
causas externas: un golpe, un acontecimiento trágico, una situación difícil, una
enfermedad, etc. Y la alegría es exactamente al revés, proviene del interior.
Desde el centro de nuestra mente, de nuestra alma, hay un bienestar, una paz
que se reflejan en todo nuestro cuerpo: sonreímos, andamos por ahí cantando o
silbando una tonadita, nos volvemos amables… El cambio es realmente
espectacular, tanto, que suele contagiar a quienes están alrededor de una persona
así.
La alegría surge, en primer lugar, de una actitud, la de decidir cómo
afrontamos las cosas que nos rodean. Quien se deja afectar por las cosas
malas, elige sufrir. Quien decide que su paz es mayor que las cosas externas,
entonces se acerca más a la alegría. Una alegría que viene desde adentro.
Es importante hacer notar que la alegría no depende de las circunstancias
externas: tener más dinero, que las cosas me salgan bien, tener éxito social o
poseer muchas cosas o cualidades. La alegría surge de cómo cada ser humano se
ve a sí mismo, es decir, aunque una persona no tenga una casa propia, o no
tenga trabajo, puede estar alegre, ¿de qué? de estar vivo y sano, o tantas otras
cosas que un ser humano puede descubrir por lo cual estar alegre y agradecido.
En resumen: La felicidad está más determinada por un estado mental que
por los acontecimientos externos.
~ 21 ~
3. ¿Por qué es importante darnos cuenta de los efectos que trae al ser humano el
compararse con otros?
“No es malo comparar, lo malo es comparar sólo contra lo mejor.
La comparación sana es aquella que mira hacia ambos lados”.
Si nos hiciéramos el propósito de enumerar una serie de motivos para no estar
alegres, encontraríamos: levantarse todos los día a la misma hora para ir al
trabajo, a la escuela o para reiniciar las labores domésticas; convivir con las
personas que no son de nuestro agrado; enfrentarse a un jefe que no nos aprecia;
preocuparnos por ajustar nuestro presupuesto para solventar las necesidades
primordiales y además pagar las deudas; estar pendientes de la seguridad y
bienestar de la familia; trabajar exactamente en lo mismo que hicimos ayer, y
todo aquello que de alguna manera se parece a la vida rutinaria. Esto sería lo
mismo que llevar una vida fría y con un gran toque de amargura.
Pocas veces pensamos en el hecho de estar alegres, pues en algunos momentos
la alegría surge de manera espontánea por diversos motivos: una mejor
oportunidad de trabajo, la propuesta para emprender un negocio, el ascenso que
no esperábamos, un resultado por encima de lo previsto en los estudios… y
dejamos que la vida siga su curso, sin ser conscientes que a la alegría no
siempre se le encuentra, también se le construye.
Tampoco es válido pensar que la solución consiste en tomar con poca seriedad
nuestras obligaciones y compromisos para vivir tranquilamente y de esta
manera estar alegres. La persona que busca evadir la realidad tiene una
alegría ficticia, mejor dicho, vive inmerso en la comodidad y en la búsqueda
del placer, lo cual dura muy poco.
Reflexiona:
1. ¿Cuántas veces has pensado que los demás no sufren tanto como tú?
2. ¿Cuántas veces no has apreciado lo que tienes hasta que lo ves perdido?
3. ¿Cuántas veces te ha sucedido que escuchas a una persona que hace que te
des cuenta de lo afortunado que eres?
REFLEXIÓN FINAL:
Lo que necesito comenzar a hacer para ser feliz todos los días, es:
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Psic. Rosario Fátima Diz Ramírez
[email protected]
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Feliz en general es quien está exento de dolor físico o moral. En el A. T., y
luego también en el Nuevo, la felicidad o makanismo es de por sí una alabanza
admirativa.
GÉNERO LITERARIO
Después se convierte en un término técnico de un género literario que consiste
en alabar o felicitar a una persona por la dicha que le ha cabido en suerte,
poniendo al mismo tiempo de relieve el motivo de esa dicha.
Este género literario es propio, y podemos decir casi exclusivo, de los libros
sapienciales.
En el N. T. lo emplean sobre todo los Sinópticos para presentar la predicación
escatológica de Jesús.
En el A. T. aparece 2 veces en Job (5,17; 29,11), 27 veces en los Salmos, 10
veces en los Proverbios, una en el Cantar de los Cantares (6,9), una en el
Eclesiastés (10,17), 3 en la Sabiduría (2,16; 3,13; 18,1), 17 en el Eclesiástico y
una en Baruc (4,4).
En los restantes libros del A. T. sólo se encuentra esporádicamente: Gen 30,13;
Dt 33,29; 1 Rey 10,8; 2 Cron 9,7; Tob 13,14.16; 2 Mac 7,24; Is 3,10
(conjetura); 30,18; 32,20; 56,2; Dan 12,12; Mal 3,12.15.
La felicidad en la Biblia siempre se predica de las personas, nunca de las cosas
o de las situaciones. La única excepción se encuentra en Ecclo 10,17, donde se
declara «dichosa la tierra, cuyo rey es hidalgo»; pero en este caso es evidente
que el autor no se refiere directamente al país en cuanto tal, sino a los súbditos
del rey.
EJEMPLO BIENAVENTURANZAS DEL ECCLO 25,7-11
~ 28 ~
Dichoso el que se alegra con sus hijos, el que no tiene que servir a un
inferior;
dichoso el marido de mujer sensata, el que no tiene que arar con buey y
asno;
dichoso el que vive para ver la derrota de sus rivales, y el que no
resbala con la lengua;
dichoso el que encuentra un amigo, y el que no habla a oídos sordos;
qué grande es quien alcanza sabiduría, pero nadie como quien respeta al
Señor;
el respeto del Señor lo supera todo, el que lo posee es incomparable.
Detallan y especifican los bienes que Dios da a los suyos y que constituyen su
felicidad aquí en la tierra: tener un rey digno de este nombre (Ecclo 10,17), una
mujer juiciosa (Ecclo 25,8), una posteridad numerosa (Gen 30,13; Ecclo 25,7),
belleza corporal (Cant 6,9), abundancia de bienes, riqueza, prosperidad,
honorabilidad, sabiduría y prudencia (Ecclo 25,8-10; lob 29,1-11. 21-25; Is
32,20), longevidad y tumba gloriosa (Job 29, 18-20; 21,30-33).
La descripción mejor y más completa de los bienes y males que pueden
sobrevenir al hombre en esta vida se encuentra en el libro de Job, donde se
contraponen las dos tesis de la prosperidad del malvado y de la desgracia del
justo. Job expone su experiencia presentando para el malvado los mismos
cuadros de dicha tranquila, paz doméstica, abundancia material, posteridad
numerosa y larga vida que los tres interlocutores atribuyen al justo como
recompensa de su virtud (Job 21,7-13.16-21. 23-33).
Al fin estas descripciones corresponden sustancialmente a las que se encuentran
en la literatura babilónica. La muerte prematura, la inseguridad en la vida, junto
con la enfermedad, son los grandes flagelos que, según la teología babilónica,
utilizan los dioses para castigar a la humanidad pecadora.
Todo el interés del hombre babilónico se centra en la vida presente. Una
venerable ancianidad, la ausencia de enfermedades y el bienestar material eran
la suprema aspiración del hombre y el don más excelso que los dioses le podían
regalar: «Que tu cuerpo esté harto, que día y noche goce del placer. Procura
estar diariamente de fiesta; pasa día y noche en danzas y algaradas. Mira al niño
que va cogido de tu mano y a la mujer que se deleita en tu seno» (cfr. O. García
de la Fuente, La prosperidad del malvado..., o. c. bibl., p. 613; ANET, p. 90, lín.
6-13).
~ 29 ~
EL A. T. CRITICA Y SUPERA ESTE CRASO MATERIALISMO.
Entre los bienes que constituyen la felicidad el A. T. menciona con insistencia la
sabiduría (Prov 3,13; Ecclo 14,20; 25,9; 37,24; 50,28), la prudencia, la
moderación y la piedad, que son dones de Dios y condiciones previas para la
dicha (Mal 3,12.15; Bar 4,4.)
Por eso, para comprender el valor y el sentido de ciertas máximas de sabiduría
que no superan la perspectiva terrena y que parecen suponer una concepción
interesada y hedonística de la retribución moral (cfr., p. ej., sal 1,1; 41,2.3;
106,3; 119;1.2; 128,1; Prov 14,21; 20,7; 29,19), hay que situarlas en el contexto
religioso que las vio nacer.
En el interior mismo del A. T. se advierte una clara profundización en el tema.
Detrás de las apariencias externas de prosperidad y bienestar puede ocultarse
una mala conciencia y el pecado (Mal 3,15), y entonces naturalmente no puede
hablarse de verdadera felicidad (Ecclo 14,1-2).
Además, la experiencia demuestra que no hay que juzgar de la felicidad de un
hombre demasiado de prisa; en todo caso, nunca antes de la hora de su muerte
(Ecclo 11,28), ya que sólo entonces se puede proclamar verdaderamente feliz a
quien ha sido justo (Sab 2,16).
EN EL LIBRO DE LA SABIDURÍA
Aclarada ya la dimensión ultraterrena de la vida humana, la virtud adquiere un
valor superior al de los bienes externos en orden a apreciar la felicidad de un
hombre: las estériles y los eunucos serán felices si han vivido sin mancha(Sap
3,13-15).
A través de estas afirmaciones y de otras anteriores en el tiempo se descubre en
qué consiste la verdadera felicidad y por qué el hombre debe afanarse en
conseguirla. Es feliz quien teme a Dios, le ama, le busca y espera en él (sal 2,12;
34,9; 40,5; 84,13; 112,1; Prov 16,20: 28,14; Ecclo 34,15; Is 30,18; Tob 13,14).
Es feliz el pueblo de Israel, porque ha recibido de Dios la Revelación, mantiene
con él una Alianza, ha sido elegido, predestinado y salvado (Dt 33,29; sal 33,12;
65,5; 84,5.6; 89,16; 114,15; 146,5). Son felices quienes han recibido el perdón
de sus pecados (sal 32,1.2), quienes tienen la conciencia tranquila, porque no se
han deslizado con la lengua, fuente de tantas culpas (Ecclo 14, 1-2; 25,8; 28,19).
~ 30 ~
La felicidad en último análisis reside en la comunión con Dios y en Dios en
persona (sal 73,25). El justo tiene la certeza de que hasta en las aflicciones y en
el dolor, y especialmente en el martirio, se puede ser feliz (Dan 12,12; 2 Mach
7,24.36-37).
El sufrimiento es una prueba de Dios y como tal la ven y la aprecian los justos;
por eso, no es de extrañar que se proclame feliz a quien acepta la corrección de
Yahwéh (Job 5,17; sal 94,12; Tob 13,16).
LA LITERATURA APÓCRIFA
Desarrolla estas ideas, viendo en los sufrimientos y en la muerte de los mártires
la suprema felicidad (cfr. 4 Mac 6,11; 7,15; 10,15; 12,1).
NUEVO TESTAMENTO.
La novedad que aporta la revelación de Cristo al concepto de felicidad consiste
principalmente en dos cosas:
~ 31 ~
Expectativas sociales sobre la felicidad de Jesús, varón israelita
En función de las expectativas culturales, sociales y religiosas Jesús cumpliría el
perfil de un hombre feliz en la medida en que conservara (y aumentara) el honor
de su familia de nacimiento (honor dependiente del pasado) y de su familia
propia (honor dependiente del futuro)
Según su edad, en torno a los 30 años, este honor supone su condición de casado
con una mujer de su mismo estatus, y una prole, de varones especialmente, que
lo respetasen.
Debía gozar de salud física pues ésta se interpretaba como bendición de Dios y
garantía de integración normalizada dentro de su entorno.
Jesús tendría un oficio que le permitiría vivir con el mínimo de dignidad él y su
familia;
~ 32 ~
Esta dignidad afecta y queda afectada por la cuestión del honor. Todo lo
deshonroso afecta a la propia conciencia de dignidad (al nombre)
Se considera que la felicidad va unida al sentimiento (la conciencia) del propio
poder, es decir, de la realización creadora de las propias potencialidades.
El perfil feliz de Jesús
La figura de Jesús presentada por el relato de Marcos, muestra un rostro feliz a
pesar de que no parece acomodarse a muchas de las premisas compartidas por la
sociedad y cultura de su tiempo.
Citemos algunas.
• Jesús no aparece referido a ningún padre terreno del que haya recibido
el reconocimiento y la propia dignidad.
• Más bien parece que en sus orígenes hubiera algo poco normalizado
que lleva a sus paisanos a recelar de él apelando a su familia cuando
dicen despectivamente ¿no es el hijo de María? (Mc 6,3) omitiendo el
nombre del padre que se supone hacía honorable dicho origen.
• Sus relaciones con la propia madre muestran una distancia y un
conflicto que más bien apunta a problemas antiguos relacionados
justamente con la propia cultura (cf Mc 3,31-35)
• Tampoco es presentado como un hombre observante de todas las
tradiciones, sino, por el contrario, contestado por las autoridades que
las legitiman (cf Mc 3, 21-30).
• Según lo presenta el narrador Jesús no parece haber formado familia
propia con lazos biológicos y jurídicos a través de la cual él mismo, su
pueblo y sus tradiciones podrían perpetuarse...
• Sus acciones, especialmente sus transgresiones, le acarrean una
creciente hostilidad por parte de los poderes políticos y religiosos que,
a la postre, acabará con su vida.
Cualquier varón de su tiempo, lugar y edad que estuviera en sus condiciones no
presentaría un perfil de felicidad y mucho menos podría proponerse como
modelo y ejemplo de la misma.
Y sin embargo el perfil que va trazando el evangelio muestra a Jesús como
alguien feliz que persigue sus objetivos y los va realizando en compañía de otra
gente que tampoco responde a lo esperado convencionalmente.
~ 33 ~
¿cómo es posible que Jesús sea feliz contraviniendo las expectativas de su
entorno sobre sí y sobre su proyecto, dado el grado de dependencia del sujeto
respecto a su entorno?
ELEMENTOS QUE POSIBILITAN ESTA FELICIDAD
• a) el papel de Dios como aquel que reconoce, valora e impulsa la
realización humano-religiosa de Jesús. Se trata de su experiencia de
confianza básica
• b) Su capacidad para percibir y disfrutar de los gozos de la vida y su
libertad unida a la victoria sobre el miedo.
• c) Su concepto y experiencia del Reino de Dios.
a) El Padre Dios de Jesús.
En el evangelio de Mc, Jesús tiene una experiencia iniciática religiosa que
cambia el rumbo de su vida. La palabra de Dios reconoce a Jesús en toda regla,
tanto en sentido jurídico (filiación) como afectivo (el amado), en un plano
evaluativo y valorativo pre - ético y religioso (en ti me complazco)
El relato del bautismo no incluye más público que el mismo Jesús y el lector/a.
Nada se cuenta sobre los sentimientos que acompañan esta experiencia, pero
cuanto tiene lugar a continuación muestra los efectos de alguien que disfruta de
una sencilla felicidad, la de ser reconocido y valorado por el propio padre
(Padre) como hijo varón.
b) El gozo y disfrute de la vida.
Nada más comenzar el evangelio Jesús rompe con la tradición ascética del
bautista.
El lector espera que saliendo de las filas de Juan Jesús permanezca en su línea,
ascética en el vivir, pesimista ante un mundo ya acabado, de conversión y
confesión de los pecados a la vista de la ruina de un mundo que se desmorona.
El tono catastrofista del Bautista cambia radicalmente en el anuncio de Jesús de
la Buena Noticia de Dios.
La conversión (metanoia) implica el perdón gratuito e incondicional de Dios y
un proyecto de mundo y de vida que llama Reino.
~ 34 ~
Esta predicación aparece luminosa, optimista y vitalizante, propia de alguien
que, feliz, contagia felicidad como se traduce inmediatamente en sus acciones
liberadoras de las trabas que, sobre todo socialmente, impedía a la gente más
tirada alcanzar la felicidad (la integración, la dignidad...)
c) Contraste con el Bautista por la experiencia del reino
Jesús aparece en seguida como alguien que come, bebe y disfruta de la
compañía de personajes mal vistos en el entorno (cf Mc 2,13-17)
Es un personaje que libera sus emociones más profundas (se le removieron las
entrañas) impulsoras de salud y restauradoras de la dignidad (cf Mc 1,41)
Jesús, como hacían los sanadores populares, se vale de su cuerpo físico para
trasmitir la salud: toca, utiliza la saliva, se deja tocar, mira, escucha, habla...
Los sucesivos relatos de la historia van dando cuenta de un personaje al que le
gusta la compañía de gente diversa con la que come y habla, que patea los
caminos, se encuentra con la gente más humilde y se enfrenta con las
autoridades que cuestionan la fuente de su poder.
La victoria sobre el miedo de quien es feliz
Expresan miedo Herodes, la hemorroísa, el Sumo Sacerdote, Pilato, los
ancianos, las mujeres en el sepulcro, el mismo Jesús... El miedo es, según Jesús,
fuente de alteraciones opresivas para los humanos, fuente continua de
infelicidad, una actitud que se opone a la fe y a la libertad, de las que, en
cambio, brota la felicidad porque restauran la dignidad.
Jesús desafía las fronteras creadas y preservadas por el miedo. El miedo crea y
controla la distancia entre persona y persona, entre lo humano y la divinidad.
La felicidad subversiva de Jesús
Jesús para ser feliz no necesita obtener el reconocimiento de las autoridades
sociopolíticas y religiosas (los padres de Israel), en particular cuando ponen en
entredicho su identidad y autoridad.
En cambio disfruta con el reconocimiento de la multitud que despierta en él
fuerza y vitalidad.
Tampoco le es imprescindible para ser feliz someterse ciegamente a las normas
tradicionales, éticas y rituales de su pueblo y religión, pues prefiere la salud, la
~ 35 ~
integración, el bienestar, la liberación de otras personas que implica la
recuperación de una dignidad injustamente arrebatada.
Jesús parece ser feliz cuando puede hacer felices a otros. En esta actividad
desarrolla sus potencialidades y va realizando sus objetivos existenciales y
religiosos.
Como hombre feliz es un crítico del sistema y de la precariedad de las
condiciones de felicidad para la mayoría de sus contemporáneos. El modelo de
su tiempo no brinda felicidad.
Felicidad insuficiente en su tiempo
Las corrientes religiosas contemporáneas no son Buena Noticia para la mayoría.
Su propia experiencia personal de Dios le lleva a proclamar e inventar ese Reino
para todos y todas que crea nuevas condiciones de posibilidad para la felicidad
de una mayoría.
JESUCRISTO Y LA FELICIDAD
La predicación de Cristo opera un cambio radical en el mundo de las ideas sobre
felicidad y desgracia. Su venida deja tras de sí una estela de hombres felices y
desgraciados
Son infelices quienes pasan de largo sin aceptar la buena nueva del evangelio, p.
ej., las ciudades incrédulas (Mt 11,21), los escribas y fariseos que con su
casuística y su apego a las tradiciones de los padres hacían imposible la
observancia de la Ley y ellos mismos la violaban bajo capa de piedad (Mt
23,13-31), el traidor Judas, que entregó al Hijo del Hombre (Mt 26,24).
Son felices, por el contrario, quienes reconocen la suprema intervención de Dios
que por medio de Jesucristo salva a los hombres y se apropian la salvación con
sus obras y su fe:,
~ 36 ~
Simón Pedro, porque el Padre le reveló que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios vivo (Mt 16,17);
los que en el periodo de prueba permanecen vigilantes, esperando la
llegada del Señor (Lc 12,37-38; Apc 16,15);
los siervos fieles y prudentes (Mt 24,46; Lc 12,43);
quienes practican la caridad con los necesitados (Lc 14,14) y
son humildes y serviciales con los hermanos (Jn 13,17);
quienes han soportado la prueba con generosidad y se han hecho
acreedores a la recompensa divina en la lucha por la fe (Sgo1,12.25; 5,11;
1 Pe3,14; 4,14)
Contenido de la felicidad, en los Evangelios
Todo esto se encuentra maravillosamente recapitulado en las Bienaventuranzas,
proclamación solemne de los requisitos para la felicidad cristiana (Mt 5,3-12;
Lc 6,20-26), y en los correspondientes ayes (Mt 23,13-32; Lc 6,24-26).
Las Bienaventuranzas evangélicas señalan el comienzo de una nueva era, una
visión nueva de las cosas, una concepción nueva de la escala de los valores.
Frente a las apariencias falaces del mundo, que promete una felicidad que no
puede dar, Cristo proclama su mensaje de felicidad y nos da su promesa acerca
de dónde se encuentra la verdadera dicha.
Se trata de un cambio radical de los valores tradicionales, de una inversión
paradójica del modo de pensar establecido por los hombres, pues Cristo dice
que no son felices, como pregona el mundo, los ricos, los hartos, los poderosos,
los que ríen, sino los pobres, los afligidos, los perseguidos.
La felicidad que promete será colmada en la eternidad, pero ya desde ahora y
desde aquí comienza su realización en la paz y el gozo del Espíritu. El cristiano
es ya feliz en la esperanza, y aún no se ha manifestado cuánto más lo será
cuando vea a Dios tal como es (1 Jn3,2-3). No se trata, pues, de una vana
esperanza, sino de una consoladora realidad
LAS BIENAVENTURANZAS
Las Bienaventuranzas que transmite S. Lucas son cuatro, las de S. Mateo ocho;
pero no existe entre ellas una diferencia sustancial de contenido. Lucas añade
cuatro maldiciones (6,24-26), que Mateo omite.
~ 37 ~
Las Bienaventuranzas de Lucas parecen anunciar una inversión de situaciones,
sufrimiento en esta vida, gozo en la otra (cfr. Lc 16,25); las de Mateo trazan un
programa de vida virtuosa y recalcan la relación entre la conducta virtuosa y la
recompensa escatológica.
Mateo presenta el discurso de Jesús en tercera persona, Lucas en segunda. En
Lucas Cristo proclama felices a los pobres, a los hambrientos, a los que lloran y
a los perseguidos (Lc 6,20-22); en Mateo, a los pobres, a los mansos, a los que
lloran, a los hambrientos, a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los
pacíficos y a los perseguidos (Mt 5,3-12).
Lucas inculca con energía la primacía absoluta de la vida eterna y la
instrumentalidad de la vida terrena con todos sus bienes; una sola cosa es
necesaria, todo lo demás se ha de ordenar como un instrumento a la consecución
de este valor; así se comprende que la felicidad mayor del cristiano es sufrir por
Cristo: «Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los
cielos» (Lc 6,23).
Mateo recalca en las Bienaventuranzas un carácter más espiritual; los pobres
felices no son los pobres a secas, sino los pobres «en (o de) espíritu»; los
hambrientos son los que tienen hambre «de justicia», no de pan. En Lucas
predomina la dimensión social: la felicidad futura es una recompensa por las
miserias actuales. Mateo apunta más a la actitud interior, se fija en el ideal de la
pobreza.
Pero ambas dimensiones, la interior y la social o externa, están estrechamente
relacionadas; es lógico que, si existe un verdadero espíritu de pobreza,
conducirá necesariamente al desprendimiento efectivo de la riqueza.
LO COMÚN DE LAS BIENAVENTURANZAS
Las Bienaventuranzas comunes -pobreza, hambre, llanto, persecución- ponen de
relieve la felicidad del cristiano que acepta su condición de pobre -el hambre y
las lágrimas son consecuencias de la pobreza y un tributo de la misma- con fe,
esperanza y amor, y ya es por eso mismo ciudadano del Reino de Dios Reino
que ahora se encuentra en situación de lucha, pero que será Reino de felicidad
eterna en la gloria, y ponen de relieve también la felicidad del cristiano
perseguido, que no sólo tiene que aceptar los rigores de una existencia dura y
pobre, sino soportar la opresión y la persecución de los enemigos de Dios y de
la religión, como tuvieron que soportarla el pueblo de Israel, los profetas y sobre
todo Jesucristo.
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Desde que Cristo murió en una cruz, antes de ser glorificado, padecimiento y
gloria, persecución y dicha son ya realidades inseparables.
La pobreza, el hambre y las lágrimas, lo mismo que la persecución, son
situaciones de privilegio para entrar en el Reino de los cielos. Es feliz quien
acepta todos estos males por Cristo y con Cristo; sin que ello signifique una
actitud pasiva, o fatalista, ante los males
Bienaventuranzas propias de Mateo
Las cuatro Bienaventuranzas propias de Mateo -mansedumbre, misericordia,
pureza de corazón y paz- subrayan otras varias disposiciones necesarias, cuya
posesión procura la verdadera felicidad del cristiano.
La mansedumbre se opone a la violencia y a la severidad excesiva (cfr. Mt
11,28-30; 23,4).
La misericordia, que se concreta en practicar obras de caridad con los
desgraciados, asegura la compasión del juez supremo (Mt 25,31-46).
La pureza de corazón es una disposición del alma, no un conjunto de actos
externos, efecto de unas abluciones rituales (Mt 23,25-28).
Los pacíficos son los que, además de poseer en sí mismos la paz, hacen obra de
pacificación entre los hermanos por su actitud conciliante
SAN PABLO hombre feliz
“Estén siempre alegres, oren sin cesar y
den gracias a Dios en toda ocasión; esta
es, por voluntad de Dios, su vocación de
cristianos” (1 Tes 5, 16- 18).
¿Pablo era feliz?
Entendiendo por felicidad, el estado de ánimo que se complace en la posesión
de un bien, la satisfacción, estar contento, alegre.
Carta a los Filipenses: Carta de la Alegría
Nota característica de la Carta a los Filipenses es la alegría: “Alégrense en el
Señor” (Flp 3,1), la fuente de ésta alegría es Jesús, por eso la carta insiste
diciendo:
~ 39 ~
“Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la
bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está
cerca” (Flp 4,4-5).
San Pablo hace pocas afirmaciones sobre el tema de la felicidad, pero las que
hace tienen una gran importancia teológica. Recogiendo un texto del A. T.
La razón de esta alegría es la presencia de Jesús entre nosotros, así se puede
sostener la lucha cotidiana contra la adversidad exterior y las inquietudes
interiores, porque “el Señor está cerca”.
Nuestra seguridad es que Cristo nos concede su paz, que conserva nuestros
corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús. Porque la alegría y la felicidad es
una experiencia profunda que el hombre hace de Dios en Jesús.
La vida cristiana es una vida de libertad vivida con alegría, porque con la venida
de Cristo la ley ha sido superada por la gracia.
Entre los frutos del Espíritu encontramos la alegría en Gálatas. Vemos que está
en segundo lugar, como una de las tres virtudes de la vida interior, luego de la
caridad y la paz.
Pablo nos enseña a aceptar las dificultades de la vida como una realidad que
contribuye al progreso espiritual del cristiano.
Aunque prisionero, cuando escribe la Carta a los Filipenses y con todo lo que le
ha sucedido, Pablo puede todavía alegrarse en el Señor. Llegando al final de la
carta nos dice: “Mientras tanto, hermanos míos, alégrense en el Señor” (Flp 3,1)
y después dice el motivo de esa alegría en el Señor: “Nosotros, en cambio,
somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como
Salvador el Señor Jesucristo” (Flp 3,20).
La espera de la venida del Señor Jesús y la transformación de nuestro cuerpo en
un cuerpo glorioso semejante al suyo es para los cristianos un motivo para
mantenernos llenos de esperanza y alegría.
Así, el mensaje de la Carta a los Filipenses puede sintetizarse en este núcleo
central: estén alegres, y nos invita a vivir una gran alegría.
(Salm 32,1-2), Pablo afirma que es feliz quien ha recibido el perdón de sus
pecados, y la felicidad que le atribuye es una dicha profunda que nace del
saberse uno en posesión de la justificación, es decir, de una pacificación total
con Dios (Rom 4,7-9).
~ 40 ~
En otra ocasión declara feliz a quien no tiene que hacerse a sí mismo ningún
reproche por las decisiones que ha tomado en conciencia en asuntos morales
dudosos (Rom 14,22).
Finalmente, Pablo juzga más feliz a la viuda que no contrae nuevas nupcias,
para poder dedicarse más fácilmente al servicio del Señor, que a la que se casa
otra vez (1 Cor 7,40).
LA TEOLOGÍA DE LA ALEGRÍA CRISTIANA.
La invitación urgente de Pablo a la alegría (cf Flp 3,4) no es una expresión
emotiva suya, una especie de deseo o de felicitación; es un imperativo basado
en un contexto teológico muy concreto.
El punto de partida es la experiencia del AT: cuando uno se acerca a Dios, lo
hace siempre en un contexto de gozo. En Pablo se trata de la cercanía de Cristo,
del contacto con él; allí está el imperativo de su alegría.
Se trata de una cercanía doble. En primer lugar, la escatológica, que relativiza la
vida respecto a la manifestación final de Cristo; en esta perspectiva, la alegría
va unida a la esperanza, y casi se trata de dos palabras sinónimas.
Pero hay además una cercanía inmediata, una concomitancia de Cristo respecto
a la vida que lleva el cristiano: el Cristo acogido por el cristiano tiende y hace
revivir, purifica continuamente de los residuos de pecaminosidad que son los
elementos de la antialegría, mediante la aplicación de la virtualidad de su
muerte.
Además, al hacernos participar activamente de la vitalidad de la resurrección,
Cristo nos da la posibilidad de amar gratuitamente, de "ser para"; y el amor da
gozo
En este contexto, los mismos sufrimientos cambian de signo: se trata de
compartir entonces los sufrimientos de Cristo, con su mismo valor soteriológico
(cf F1p 3.10); y así constituyen, paradójicamente, un don de gracia (cf F1p 1,29).
Animado por este coraje de la alegría, el cristiano sabrá exponer sus
preocupaciones a Dios, en vez de encerrarlas dentro de sí mismo o encerrarse él
en ellas (cf Flp 4,6). La participación en la vitalidad y en el amor de Cristo
resucitado lo impulsará a mirar con una apertura gozosa y constructiva todo el
horizonte de su realidad, sabiendo descubrir y valorar en ella los elementos
positivos (cf Flp 4,8).
~ 41 ~
• El Apocalipsis: Alegría de un pueblo que sufre
El Apocalipsis contiene siete bienaventuranzas y catorce maldiciones que
completan el cuadro que hace el N. T. de la felicidad del cristiano.
– El libro se abre ya proclamando feliz a quien guarde las palabras que
en él se contienen (1,3) y se cierra con una aseveración semejante
que corrobora la primera (22,7).
• Los cinco macarismos o bienaventuranzas restantes se refieren:
~ 42 ~
pueblo; os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador, que es el Cristo
Señor» (Lc 2,10).
La felicidad es la salvación que trae Jesucristo y la salvación consiste en la
identificación con Él, ya en esta vida; ésa es la voluntad de Dios: la perfección o
santidad, que es unión con Dios, caridad, que inicia la felicidad del hombre en
esta vida y se consuma en el cielo.
La felicidad no es, pues, sólo futura, en la otra vida para los que en ésta han sido
desgraciados, sino que es también presente, pero supone esfuerzo y dolor.
De modo que la felicidad eterna en el cielo es sólo para los que son también
felices en la tierra en medio de la lucha y el dolor; el hombre es responsable de
su felicidad, del cumplimiento o no de su vocación
CONCLUSION
En la Anunciación-Encarnación, el ángel invita a María a vivir la alegría
mesiánica: "Alégrate, llena de gracia..." (Lc 1, 28).
María se llena de gozo en el Señor pues el Mesías nacerá de Ella por obra del
Espíritu Santo.
El cántico del Magníficat es una hermosa expresión de alegría humilde, limpia,
transparente, profunda.
María exulta de gozo "en Dios mi salvador porque ha hecho en mí grandes
maravillas" (Lc 1, 47.49).
Cuando María y José presentan al niño en el templo, tanto el anciano Simeón
como Ana se gozan en el Espíritu ante la presencia del Reconciliador (Lc 2, 29-
38).
La alegría es fruto de la presencia de Dios que llena el corazón de la persona por
eso debe de ser una de las características de la vida del cristiano:
DIAGNOSTICO
Califica a tus catequistas… alegres o momias?
¿Por qué es importante la actitud de la alegría en la Iglesia, en los catequistas?
Has visto bostezar al pueblo de Dios?
Has visto bostezar a los evangelizadores?
Síndrome de la amargura
Es un sentimiento prolongado de frustración o resentimiento, es algo fuerte y
pesado que punza hasta lo más profundo del corazón; la amargura es un estorbo;
y la persona amargada, contamina a los demás. es una de las peores clases de
~ 45 ~
sentimientos y emociones, que el ser humano puede experimentar, las personas
que no han podido salir de su amargura, nunca experimentan felicidad, ni paz,
ni amor, ni gozo, ni ninguna fuente de deseo por ser feliz; de hecho, las
personas se alejan de ella.
EVANGELII GAUDIUM
“LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que
se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del
pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre
nace y renace la alegría.
Dice el Papa, “Quiero dirigirme a los fieles cristianos, para invitarlos a una
nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la
marcha de la Iglesia en los próximos años”.
El gran riesgo del mundo actual, con su variada y fuerte oferta de consumo, es
una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la
búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada… Los
creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y
se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una
vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en
el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado”.
“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a
renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar
la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”.
“El Evangelio, que es Buena Noticia, invita insistentemente a la alegría. Bastan
algunos ejemplos: ‘Alégrate’ es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita
de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc
1,41). En su canto María proclama: ‘Mi espíritu se estremece de alegría en Dios,
mi salvador’ (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama:
~ 46 ~
‘Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud’ (Jn 3,29). Jesús mismo ‘se
llenó de alegría en el Espíritu Santo’ (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo:
‘Les he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría sea
plena’ (Jn 15,11). Él promete a los discípulos: ‘Estarán tristes, pero su tristeza
se convertirá en alegría’ (Jn 16,20). E insiste: ‘Volveré a verles y se alegrará su
corazón, y nadie les podrá quitar su alegría’ (Jn 16,22). Después ellos, al verlo
resucitado, ‘se alegraron’ (Jn 20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles
cuenta que en la primera comunidad ‘tomaban el alimento con alegría’ (2,46).
Por donde los discípulos pasaban, había ‘una gran alegría’ (8,8), y ellos, en
medio de la persecución, ‘se llenaban de gozo’ (13,52). Un eunuco, apenas
bautizado, ‘siguió gozoso su camino’ (8,39), y el carcelero ‘se alegró con toda
su familia por haber creído en Dios’ (16,34).
Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de
vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué agarrarse… No me
cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro
del Evangelio: ‘No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran
idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un
nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva’. Ese encuentro –
o reencuentro– con el amor de Dios se convierte en feliz amistad, nos saca de
nosotros mismos y nos lleva a los demás para compartir con ellos nuestra
alegría de haber encontrado a Jesús”.
Esta renovación ha de llegar a la parroquia para que siga siendo “la misma
Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas. Esto supone que
realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se
convierta en una compleja estructura separada de la gente o en un grupo de
selectos que se miran a sí mismos.
Por ello, cabe recordar que desde una actitud evangelizadora, todo
adoctrinamiento ha de realizarse desde la cercanía, el amor y el testimonio para
que pueda despertar la adhesión del corazón. La evangelización tiene como
punto de partida el testimonio, tanto personal como comunitario, y ha de
hacerse desde la cercanía y el cariño.
El deseo de ver frutos inmediatos “hace que los agentes pastorales no toleren
fácilmente lo que signifique alguna contradicción, un aparente fracaso, una
crítica, una cruz”.
Persona a persona
“Hay una forma de predicación que nos compete a todos como tarea cotidiana.
Se trata de llevar el Evangelio a las personas que cada uno trata. Es la
predicación informal que se puede realizar en medio de una conversación. Ser
discípulo es tener la disposición permanente de llevar a otros el amor de Jesús y
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eso se produce espontáneamente en cualquier lugar: en la calle, en la plaza, en
el trabajo, en un camino.
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• A la segunda semana de vida, el recién nacido expresa con la sonrisa el
estado de bienestar por la satisfacción de sus necesidades elementales.
• Durante la quinta o sexta semana, el bebé empieza a sonreír a una serie de
estímulos externos, como la voz de la mamá, un sonido o la cara de
alguien que se le acerca.
• Después de los tres meses, aparecen las primeras risas en voz alta.
• Hacia el quinto mes de vida, el niño empieza a diferenciar entre una cara
familiar y una cara extraña.
• Al octavo mes, ya es capaz de negar la sonrisa a las personas que no
conoce.
Un bebé ríe o sonríe 50 veces en un día. Un adolescente, unas 30 veces, y un
adulto unas 10-20 veces al día.
¿El catequista cuántas veces?
La sonrisa como sacramento: signo que indica una gracia
Hagamos la definición, primero en personal y luego en equipos de 4
La alegría con Amor te ayuda a ver a Dios en todo, sin Amor te hace un bufón.
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