Diseno Sismico de Edificios Bazan y Meli PDF
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DISENO
"
SISMICO
DE
EDIFICIOS
Enrique Bazán
•
Roberto Meli
~UMUSA
NORIEGA EDITORES
8
El texto comienza con una introducción que pretende dar una visión de con-
junto de la problemática de los efectos sísmicos en los edificios y de la manera
de diseñar éstos para resistirlos. Los dos capítulos siguientes contienen los funda-
mentos teóricos del análisis de las estructuras y de su respuesta dinámica, así
como el planteamiento de los métodos de análisis que utilizan los paquetes de
cómputo para diseño sísmico de edificios.
El cuarto capítulo se dedica a la presentación de las principales característi-
cas de los materiales, elementos y sistemas estructurales que influyen en el com-
portamiento de los sismos.
A partir del capítulo 5 comienza la parte que se dedica a presentar las etapas
principales del diseño sísmico. En este capítulo se tratan los principios que con-
ducen a definir el sistema estructural idóneo para los edificios y para identificar
aquellos aspectos que pueden causar problemas de mal comportamiento. En los
tres capítulos siguientes se tratan sucesivamente los métodos de diseño sísmico
estático y dinámico, y los requisitos de dimensionamiento y detallado para que
las estructuras tengan el comportamiento sísmico adecuado. Finalmente, el capí-
tulo 9 se refiere al cuidado de los elementos no estructurales de los edificios,
como los acabados, instalaciones y equipo.
El texto ha sido preparado a partir de diversos escritos que los autores hemos
venido desarrollando a 10 largo de muchos años, y que han servido de base para
cursos, conferencias y artículos técnicos. En este proceso hemos contado con la
participación de un gran número de colaboradores, sobre todo estudiantes. Nos ha
resultado imposible llevar una relación de todos ellos, por 10 que preferimos dar-
les un agradecimiento general para no incurrir en inevitables omisiones.
No queremos, sin embargo, dejar de mencionar la destacada contribución de
Catherine Bazán, Gerardo Aguilar y Leonardo Flores en la preparación de figuras
en formato digital.
ENRIQUE BAZÁN
ROBERTO MELI
Contenido
10
2.4.2 Ejemplo, 82 3.5 Respuesta a temblores de
2.4.3 Edificios con sistemas resistentes sistemas sin torsión, 121
ortogonales, 84
3.5.1 Análisis modal, 121
2.5 Observaciones y comentarios, 89 3.5.2 Modos ortonormales, 123
3.5.3 Estructura tratada en la sección
2.5.1 Métodos aproximados para 3.3.4, 124
marcos, 90
3.5.4 Edificio tratado en la sección
2.5.2 Sistema con muros y 2.4.3, 125
contravientos, 92
2.5.3 Efectos no lineales, 94 3.6 Análisis dinámico tridimensional,
127
2.5.4 Análisis tridimensional con
computadora, 95 3.6.1 Ecuaciones de equilibrio
dinámico, 127
11
4.2.2 Periodo natural de vibración, 148 4.6 Propiedades mecánicas y
4.2.3 Amortiguamiento viscoso, 150 geométricas de los elementos
estructurales para el análisis de
4.2.4 Comportamiento inelástico, 15.1 los edificios, 171
12
6.1.2 Coeficientes y espectros de diseño 7. ANÁLISIS SíSMICO
sísmico, 200 DINÁMICO, 237
6.1.3 Aplicabilidad y procedimiento del
análisis sísmico estático, 205 7.1 Aspectos reglamentarios, 237
13
8.2 Estructuras de concreto 8.3.6 Elementos de contraviento, 296
reforzado, 272
8.4 Estructuras de mampostería, 297
8.2.1 Introducción, 272
8.4.1 Consideraciones generales, 297
8.2.2 Materiales, 272
8.4.2 Mampostería confinada, 297
8.2.3 Requisitos para vigas, 273
8.4.3 Mampostería reforzada, 299
8.2.4 Requisitos para columnas, 279
8.2.5 Uniones viga-columna, 285
8.2.6 Requisitos para losas planas, 287 9. ELEMENTOS NO
ESTRUCTURALES, 303
8.2.7 Requisitos para muros, 289
9.1 Conceptos generales, 303
8.3 Requisitos para estructuras de
acero, 292
9.2 Métodos de diseño, 304
8.3.1 Conceptos generales, 292 9.3 Detalles para aislar elementos
8.3.2 Material, 292 arquitectónicos, 306
8.3.3 Requisitos para vigas, 293
9.4 Equipo e instalaciones, 312
8.3.4 Requisitos para columnas, 295
8.3.5 Requisitos para uniones viga-
columna, 296 BIBLIOGRAFÍA, 313
Capítulo
1
Introducción a la sismología
y a la ingeniería sísmica
16
Elevación
Trinchera
Placa Océanica
Zona de fractura
--- Placa
Continental
---
Figura 1.2 Mapa que muestra la relación entre las principales placas tectónicas y la localización de los epicentros de
terremotos y de los volcanes (de Solt, 1987).
Sismología y peligro sísmico
17
Ma itud No.
4-5 583
5-6 29
6-7 3
7-8 1 • Figura 1.3 Epicentros de sis-
mos ocurridos en México en
1993 (Servicio Sismológico Na-
cional).
18
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15 20 25 30
Tiempo(s)
Figura 1.4 Registro de acelera- Las ondas de cuerpo se propagan a grandes distancias y su amplitud se atenúa
ciones de un sismo en la Es- poco a poco. La velocidad de propagación de las ondas P es mayor que la de las
tación No. 1, Acapulco, México,
el 9 de enero de 1992, obtenido
S, por lo que a medida que nos alejamos del epicentro crece la diferencia de tiem-
en el CENAPRED (Tiempo de po de llegada de los dos tipos de trenes de ondas. Como se aprecia en la figu-
arribo de las ondas P y S, Y ra 1.4 esta diferencia de tiempo se emplea para determinar la distancia entre el
determinación de distancia epi- epicentro y alguna estación sismológica donde se haya registrado el movimiento
central). del terreno y, por tanto, sirve de base para la localización del epicentro.
Las ondas S producen un movimiento del terreno más intenso y de característi-
cas más dañinas para las edificaciones que las ondas P. Por la complejidad de los
mecanismos de ruptura y por la irregularidad de las formaciones geológicas por las
que viajan las ondas y por las múltiples refracciones y reflexiones que sufren durante
su recorrido, el movimiento del terreno en un sitio dado es muy complejo e irregular.
Para medir el tamaño de los sismos se utiliza la magnitud. Lo que se preten-
de cuantificar es la energía liberada por el temblor y su potencial destructivo
global, de manera semejante a lo que se hace con las bombas. La escala de
magnitud más común es la de Richter (más propiamente llamada magnitud local
M L ) , que se basa en la amplitud de un registro en condiciones estándar. Sin embar-
go, debemos tener presente que esta escala fue propuesta para temblores en
California, empleando un sismógrafo particular. Para medir eventos en otras zo-
nas sísmicas, que pueden ser más grandes y lejanos, varios autores han propuesto
escalas basadas en registros de diversos tipos de ondas, siendo las más populares
la magnitud de ondas superficiales M s' y la de ondas de cuerpo m..
Las escalas mencionadas se limitan, no obstante, a temblores de ciertas ca-
racterísticas y se saturan, es decir, dejan de crecer cuando alcanzan valores
alrededor de8 aunque la destructividad del temblor siga aumentando. Por estas
razones, los sismólogos han desarrollado una medida más directa de la energía
Sismología y peligro sísmico
19
disipada por un sismo denominada momento sísmico Mo, el cual es el producto
de la rigidez a cortarite de la corteza terrestre por el área de ruptura y por el des-
lizamiento de la falla que genera el temblor. Así definido, M¿ tiene, de hecho,
unidades de energía. Para relacionar el momento sísmico con las escalas con-
vencionales de magnitud, Hanks y Kanamori (1979) han definido una nueva
escala con la fórmula:
20
Cuadro 1.1 Escala de intensidad Mercalli Modificada (MM).
No es sentido por las personas, registrado por gunas ramas de árboles se quiebran, cambio en
los instrumentos sismográficos. el flujo o temperatura de pozos de agua, grie-
11 Sentido sólo por pocas personas en reposo, tas en terreno húmedo y en taludes inclinados,
especialmente en los pisos superiores, objetos IX Pánico general, construcciones de mamposte-
suspendidos pueden oscilar. ría tipo D totalmente destruidas, daño severo y
III Sentido en el interior de las edificaciones, es- aun colapso de mampostería tipo e, daño de
pecialmente en pisos superiores, pero muchos consideración en mampostería tipo B, daño a
pueden no reconocerlo como temblor, vibra- fundaciones, daños y colapso de estructuras
ción semejante a la producida por el paso de un aporticadas, daños en ensambles y depósitos
de agua, ruptura de tubería cerrada, grietas sig-
vehículo liviano, objetos suspendidos oscilan.
nificativas visibles en el terreno.
IV Objetos suspendidos oscilan visiblemente,
X La mayoría de las construcciones de mam-
vibración semejante a la producida por el paso
postería y a base de pórticos destruidas, al-
de un vehículo pesado, vehículos estacionados
gunas construcciones de madera de buena
se bambolean, cristalería y vidrios suenan,
calidad dañadas, puentes destruidos, daño se-
puertas y paredes de madera crujen.
vero a represas, diques y terraplenes, grandes
V Sentido aun en el exterior de los edificios,
deslizamientos de tierra, el agua se rebalsa en
permite estimar la dirección de las ondas, per-
los bordes de ríos, lagos y embalses, rieles de
sonas dormidas se despiertan, el contenido
ferrocarril deformados ligeramente,
líquido de recipientes y tanques es perturbado
XI Los rieles de ferrocarril deformados severa-
y se puede derramar, objetos inestables son
mente, ruptura de tuberías enterradas que
desplazados, las puertas giran y se abren o
quedan fuera de servicio.
cierran, relojes de péndulo se paran.
XII Destrucción total, grandes masas de roca des-
VI Sentido por todas las personas, muchos
plazadas, las líneas de visión óptica distor-
sufren pánico y corren hacia el exterior, se
sionadas, objetos lanzados al aire.
tiene dificultad en caminar establemente,
vidrios y vajilla se quiebran, libros y objetos
son lanzados de los anaqueles y estantes, los
muebles son desplazados o volcados, el Definición de los tipos de mampostería
revoque y enlucido de mortero de baja cali-
dad y mampostería tipo D se fisuran, cam-
panas pequeñas tañen. Tipo A: buena calidad de ejecución, mortero y dise-
VII Se tiene dificultad en mantenerse parado, ño, reforzada y confinada empleando vari-
percibido por los conductores de vehículos en llas de acero, diseñada para resistir cargas
marcha, muebles se rompen, daños y colapso laterales de sismo.
de mampostería tipo D, algunas grietas en Tipo B: buena calidad de ejecución, reforzada, pero
mampostería tipo e, las chimeneas se frac- no diseñada específicamente para resistir
turan a nivel de hecho, caída del revoque de cargas laterales de sismo.
mortero, tejas, cornisas y parapetos sin ancla- Tipo C: calidad de ejecución media, sin refuerzo y
je, algunas grietas en mampostería de calidad no diseñada para resistir cargas laterales.
media, campanas grandes tañen, ondas en Tipo D: materiales de baja resistencia, tal como
embalses y depósitos de agua. adobe, baja calidad de ejecución débil para
VIII La conducción de vehículos se dificulta, da- resistir cargas laterales.
ños de consideración y colapso parcial de mam-
postería tipo e, algún daño en mampostería El rango de intensidades MM 1 a VI no es relevante en
tipo B; algún daño en mampostería tipo A; términos de riesgo sísmico. El 90% del daño ocasio-
caída del revoque de mortero y de algunas pa- nado por los terremotos corresponde a eventos con
redes de mampostería, caída de chimeneas de intensidad grado VII a IX, expresado en la escala
fábricas, monumentos y tanques elevados, al- Mercalli Modificada.
Sismología y peligro sísmico
21
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Tiempo(s)
que toma en cuenta sólo marginal mente la calidad sismorresistente de los edifi- Figura 1.5 Acelerogramas de
cios que se encuentran en la zona afectada, los tres componentes de un sis-
mo (registrados a 20 km del epi-
centro del sismo de San Fer-
1.1.3 Registros sísmicos -Acelerogramas nando, 1971).
Entre los aparatos para medir los sismos se encuentran los sismógrafos, que se
usan principalmente para determinar los epicentros y mecanismos focales. Para
fines de ingeniería los más importantes son los acelerógrafos que proporcionan la
variación de aceleraciones con el tiempo en el lugar donde están colocados. El
número y la calidad de estos aparatos ha aumentado extraordinariamente en los
años recientes y ha permitido grandes avances en el conocimiento de las carac-
terísticas de la excitación sísmica inducida en las construcciones. Los mismos
aparatos colocados en los edificios permiten determinar la respuesta de éstos a la
acción sísmica.
Los acelerógrafos contienen sensores dispuestos de manera de registrar la
aceleración del terreno en tres direcciones ortogonales (dos horizontales y una
vertical). La figura 1.5 muestra un registro típico. Los parámetros más impor-
tantes para definir la intensidad del movimiento y sus efectos en las estructuras
son la aceleración máxima, expresada generalmente como fracción de la gra-
vedad, la duración de la fase intensa del movimiento, y el contenido de frecuen-
cias. Este último se refiere a la rapidez del cambio de dirección del movimiento
y es importante en cuanto a definir el tipo de estructura que será más afectado.
Este último punto se refleja en la forma del llamado espectro de respuesta y se
examinará más a fondo en el capítulo 3. Por ahora basta decir que mientras más
cercanos sean los periodos dominantes del movimiento del suelo y el periodo
fundamental de vibración de la estructura, más críticos serán los efectos del
sismo.
La figura 1.6 muestra en forma comparativa los acelerogramas de tres mo-
vimientos sísmicos muy diferentes entre sí. El primer caso corresponde a un
Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
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b) San Salvador
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Tiempo(s)
Figura 1.6 Acelerogramas de sismo de magnitud importante, registrado a una distancia moderada del epicen-
tres movimientos sísmicos típi- tro. Se aprecia una aceleración máxima alta (0.16 g), una duración considerable
cos.
(cerca de 50 segundos) y no existe una sola frecuencia definida, pero prevalecen
las frecuencias altas como puede observarse por el número de picos por segundo.
Un movimiento de este tipo es dañino para estructuras de altura mediana o baja
que tienen periodos fundamentales relativamente cortos. El segundo registro co-
rresponde a un sismo de pequeña magnitud (Ms =5.6), pero registrado muy cerca
del epicentro. La aceleración máxima es extraordinariamente elevada (0.68 g),
pero la duración es sólo de algunos segundos y los periodos dominantes son muy
cortos. Un movimiento como éste produce generalmente menos daño que el
primero, aunque su aceleración máxima sea significativamente mayor, debido a
la menor duración que hace que el número de ciclos de vibración inducidos en la
estructura sea menor y así la amplificación que se tenga en la vibración de ésta.
El tercer caso es el de un registro típico de la zona de suelo blando del valle de
México, para un sismo de gran magnitud, pero registrado muy lejos de la zona
epicentral. El acelerograma muestra una aceleración máxima no muy grande, una
extraordinaria duración y periodos muy largos. Un movimiento de este tipo es
poco severo para las estructuras rígidas (de periodo corto), pero muy peligroso
para las estructuras altas y flexibles que tienen periodos naturales de vibración
largos.
En la figura 1.5 se aprecia que la aceleración vertical del terreno es sustancial-
mente menor que las horizontales. Esto sucede en la generalidad de los sismos,
excepto en los registrados muy cerca del epicentro. Por ello la atención se centra
principalmente en proteger a las estructuras del efecto de la aceleración horizontal.
Sismología y peligro sísmico
23
1.1.4 Peligro sísmico
log N=a +b M
100
••••• • •••
10
• .-.....
r-, log N = 1-0.82 (M-4.8)
X
z ~
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0.1
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Figura 1.7 Relación entre mag-
nitud y frecuencia de ocurrencia
de sismos en la zona de sub-
0.01 ducción de la costa del Pacífico
3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5 7 7.5 8 de México, entre Michoacán y
Magnitud (Ms) Guerrero (según Singh, Rodrí-
guez y Esteva, 1983).
Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
24
IX
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Figura 1.8 Relación de ate- ~ V
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nuación de la intensidad del < ...:1
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movimiento del terreno en fun- ~
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ción de la distancia epicentral ~
IV
y de la magnitud del evento. 10 o
En el eje vertical izquierdo se
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o
presenta la atenuación de la Vi
z
~
aceleración máxima del terre- f-<
no, en el eje derecho la ate- ~
nuación de la intensidad ex-
presada en la escala Mercalli
Modificada; la intensidad MM
en función de la aceleración
máxima se tomó de las rela- 10 100 400 1000
ciones dadas por F. Sauter
DISTANCIA AL FOCO (km)
(adaptado de G.W. Housner
and P.C. Jennings, 1982).
evento. Sin embargo, estas relaciones son sumamente erráticas y las ecuaciones
propuestas, llamadas leyes de atenuación difieren significativamente entre sí y
tienen coeficientes de variación elevados.
La figura 1.8 muestra la representación gráfica de una de estas leyes de ate-
nuación. En este caso la intensidad se representa en la escala de Mercalli. Mejor
aproximación se tiene cuando se expresa la intensidad en términos de la acelera-
ción máxima del terreno o de algún parámetro instrumental.
La manera en que se atenúan los efectos sísmicos con la distancia desde la
zona epicentral se aprecia directamernte de las intensidades que se determinan en
distintos sitios. Para los sismos importantes se construyen mapas de isosistas, o
sea líneas de igual intensidad sísmica. Por ejemplo, en la figura 1.9 se muestran
las isosistas del sismo de México del 19 de septiembre de 1985. Se observa que
para una magnitud tan elevada, M, =8.1, se tuvieron intensidades significativas
hasta varios cientos de kilómetros de distancia. Es evidente además, que las iso-
sistas tienen una trayectoria irregular que difiere mucho de la forma circular que
predicen las leyes de atenuación teóricas. La diferencia es debida a irregulari-
dades geológicas y topográficas, principalmente.
El peligro sísmico en un sitio específico depende de su cercanía a fuentes de
eventos de magnitud suficiente para producir intensidades significativas en el
sitio. La figura 1.10 muestra las máximas intensidades que se han presentado en
la república mexicana por los sismos más importantes ocurridos desde 1850. Se
aprecia que las intensidades máximas ocurren en la costa del Pacífico, pero que
existen otras zonas donde se ha llegado a intensidades importantes.
Una forma más racional de expresar el peligro sísmico es en términos proba-
bilistas, en función de la intensidad que tiene una probabilidad prestablecida (y
Sismología y peligro sísmico
25
pequeña) de ser excedida en un lapso comparable a la vida útil esperada de las edi-
ficaciones. En estos conceptos están basadas las regionalizaciones sísmicas que
rigen en distintos países. La figura 1.11 muestra la regionalización sísmica de
México; en ella se ha dividido el país en cuatro regiones de peligro sísmico
creciente, de la A hasta la D. Se aprecia concordancia entre esta regionalización
y la distribución de intensidades máximas de la figura 1.10.
26
ESTADOS UNIDOS
DEAMt:RICA
GOLF J DE MÉXICO
OCCANO
PAcIFICO
terreno en un sitio dado puede diferir radicalmente del que se tiene en la roca
base, por alteraciones de las ondas debidas a efectos geológicos, topográficos y
de rigidez del subsuelo. La importancia de estas alteraciones, llamadas en térmi-
nos generales efectos locales, se reconoce cada vez más en años recientes y ha
conducido a la necesidad de estudios de microzonificación de las áreas de asen-
tamientos humanos para detectar aquellas zonas que presentan problemas espe-
ciales.
Fenómenos locales extremos se tienen en zonas de suelos inestables donde la
vibración sísmica puede provocar fallas de suelo, deslizamiento de laderas o
problemas de licuación. Estas zonas deben identificarse con estudios geotécnicos
específicos.
La presencia de estratos de suelo blando por los que transitan las ondas sís-
micas para llegar a la superficie, altera en forma significativa las características
de las ondas. Se filtran las ondas de periodo corto y se amplifican las ondas de
periodo largo. En general, la intensidad sísmica aumenta en los sitios de terreno
blando y los daños en los sismos importantes han sido sistemáticamente más
graves en estos sitios que en los de terreno firme.
Un área donde los efectos de sitio son extraordinariamente importantes
es el valle de México. Por estar lejos de la costa del Pacífico donde se gene-
ran los sismos de gran magnitud, esta área se ubica en una región de peligro
sísmico moderado (zona B según la regionalización de la figura 1.11). Sin
embargo, condiciones geológicas particulares de esta área producen una
amplificación generalizada de las ondas sísmicas en toda la región, indepen-
dientemente del tipo de terreno. No obstante, el efecto de suelo local más impor-
tante es que las ondas que llegan al valle por la roca base sufren modificaciones
y amplificaciones extraordinarias al transmitirse hacia la superficie a través de
los estratos de arcilla sumamente compresible que existen en las zonas corres-
pondientes a los lechos de los antiguos lagos que hubo en el valle de México.
La importancia del problema se aprecia en la representación de la figura 1.12,
donde se reproducen a una misma escala los acelerogramas registrados en distin-
Sismología y peligro sísmico
27
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Figura 1.12 Corte N-S del valle
Cerro del
Tepeyac Peñón Cerro de
Sn. P.
§ de México en donde se muestra
ª
la Estrella
Atocpan :r: el perfil esquemático de los de-
LAGO DE TEXCOCO LAGO XOCHIMILCO-TLÁHUAC pósitos profundos, las zonas de
lago y algunos acelerogramas
del 25 de abril de 1989.
28
Masa
Amortiguador
Historia de
aceleraciones en el
sistema
Columna con
constante de
resorte
conocida
~
Historia de
aceleraciones en la
base
Modelo
Figura 1.15 Modelo de un sis-
tema de un grado de libertad.
Fuerzas en las
conexiones y en
las columnas
~ill~
Dirección del
movimiento de
la estructura
Figura 1.16 Flujo de fuerzas en + :---"
- <-- Fuerzas en 1a
la estructura debido a la vi- ~ cimentación
bración.
Efectos sísmicos en los edificios
29
1.2 EFECTOS SíSMICOS EN LOS EDIFICIOS
30
1.2.2 Respuesta de los edificios a la acción sísmica
31
1. '~
¡.1,,'11> .
~"F"''''
. 'f,
I ¡'I-;lY"'" Periodo dominante del
movimiento del suelo
Ts=0.8 s
1
Periodo del O
sistema en seg Ts I 0.25 0.5 1.0 1.5 2.0 Figura 1.17 Amplificación del
movimie,nto del terreno en sis-
,.~
1'VI'II'I' Acelerograma registrado en el terreno temas con distinto periodo fun-
damental de vibración.
~ IO~
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AZOTEA .i-> ~ -
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SENSOR DE
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SENSOR DE
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Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
32
Comportamiento frágil
Comportamiento
dúctil
~
F 3 ----.
F2 ----. Colapso
Agrietamiento
_.... --------.
vo = :ER -'- _L...
Figura 1.19 Relación carga- La ductilidad es una propiedad muy importante en una estructura que debe re-
deformación de una estructura. sistir efectos sísmicos, ya que elimina la posibilidad de una falla súbita de tipo frágil
y, además, pone en juego una fuente adicional de amortiguamiento. Volveremos a
ocupamos repetidamente de esta propiedad en este capítulo y en los siguientes.
El comportamiento no lineal está asociado a daño, inicialmente sólo en los
elementos no estructurales y después también en la estructura misma. Evidencias
del comportamiento no lineal, y del daño, son agrietamientos, desprendimientos,
pandeos locales, y deformaciones residuales de la estructura.
La descripción más simple que se puede dar del comportamiento no lineal de
una estructura es mediante la relación que priva entre la carga lateral total apli-
cada (fuerza cortante en la base) y el desplazamiento de la punta del edificio. La
figura 1.19 muestra formas típicas de esta relación para una estructura simple.
Una corresponde a una estructura con ductilidad considerable y la otra a una de
comportamiento frágil. En las curvas se distinguen puntos en los que la rigidez
cambiaría drásticamente y que corresponden a cambios importantes de compor-
tamiento, como la iniciación del agrietamiento de la estructura, la primera fluen-
cia de un elemento estructural, y la pérdida de capacidad de carga que marca el
inicio del colapso. Estos puntos pueden asociarse a estados límite del compor-
tamiento estructural. En el primero puede considerarse que se rebasan las condi-
ciones deseables de servicio de la construcción, en el segundo se llega a daño
estructural significativo y en el tercero ocurre el colapso. '
El comportamiento ilustrado en la figura 1.19 es muy esquemático; cada ma-
terial y sistema estructural presenta variaciones en su respuesta que dan lugar a
diferencias tanto en las cargas como a las deformaciones que se requieren para
alcanzar los distintos estados límite. Una parte importante del diseño sísmico
consiste en proporcionar a la estructura, además de la resistencia necesaria, la
capacidad de deformación que permita la mayor ductilidad posible. Las recomen-
daciones a este respecto se describen en el capítulo 8.
Para ilustrar el efecto del comportamiento inelástico en la respuesta sísmica,
la figura 1.20 muestra la historia de desplazamientos de tres sistemas de un grado
de libertad ante un mismo movimiento de la base, correspondiente a un sismo
severo. Los tres sistemas tienen el mismo periodo de vibración y el mismo por-
centaje de amortiguamiento. El primero posee suficiente resistencia para so-
portar el sismo manteniéndose en su intervalo de comportamiento lineal. El
segundo tiene la mitad de esa resistencia y el tercero la cuarta parte, pero estos
dos últimos poseen suficiente capacidad de deformación para que la respuesta se
mantenga dentro de la zona de fiuencia sin llegar al colapso, con un tipo de corn-
Efectos sísmicos en los edificios
33
portamiento que se denomina elastoplástico. Las historias de desplazamientos de
la figura 1.20 resultan parecidas en lo general y, en particular, el desplazamiento
máximo de los tres sistemas es muy similar.
Trataremos más formalmente el tema de la respuesta inelástica en el capítu-
lo 3, pero del ejemplo mostrado puede inferirse que es posible dar a una estruc-
tura una seguridad adecuada contra el colapso, con una resistencia elevada
aunque no se cuente con mucha ductilidad, o con una resistencia mucho menor
siempre que se proporcione amplia capacidad de deformación inelástica (ductili-
dad). De esta segunda manera se aprovecha el amortiguamiento inelástico para
disipar una parte sustancial de la energía introducida por el sismo. Los pros y con-
tras de las dos opciones se comentarán más adelante.
~Máx = 3.66 cm
2 Modelo 1
VE
2
3
~Máx= 3.21 cm
Modelo 2
~Máx = 4.22 cm
Sistema de un grado
~Máx
de libertad Modelo 3
Periodo = 1.0 seg
Relaciones carga-deformación
Amortiguamiento de 5%
Historia de desplazamientos
de los tres modelos
Efectos sísmicos en los edificios
33
portamiento que se denomina elastoplástico. Las historias de desplazamientos de
la figura 1.20 resultan parecidas en lo general y, en particular, el desplazamiento
máximo de los tres sistemas es muy similar.
Trataremos más formalmente el tema de la respuesta inelástica en el capítu-
lo 3, pero del ejemplo mostrado puede inferirse que es posible dar a una estruc-
tura una seguridad adecuada contra el colapso, con una resistencia elevada
aunque no se cuente con mucha ductilidad, o con una resistencia mucho menor
siempre que se proporcione amplia capacidad de deformación inelástica (ductili-
dad). De esta segunda manera se aprovecha el amortiguamiento inelástico para
disipar una parte sustancial de la energía introducida por el sismo. Los pros y con-
tras de las dos opciones se comentarán más adelante.
LlMáx = 3.66 cm
2 Modelo l
VE
2
3
LlMáx = 3.21 cm
Modelo 2
LlMáx =4.22 cm
Sistema de un grado
LlMáx
de libertad Modelo 3
Periodo = 1.0 seg
Relaciones carga-deformación
Amortiguamiento de 5%
Historia de desplazamientos
de los tres modelos
Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
34
3S
36
Figura 1.25 Volteo de un edi- menos parcialmente imputables a la torsión, como el que se muestra en la figu-
ficio por falla de cimentación. ra 1.27.
Una situación frecuentemente ignorada, pero que ha dado lugar a daños se-
veros en edificios construidos sobre los suelos blandos del valle de México, es el
golpeo entre edificios adyacentes que vibran de manera diferente y entre los
cuales no se ha dejado una separación suficiente. La figura 1.28 muestra un caso
particularmente grave de este tipo de daño.
•
Figura 1.26 Falla de columna
por efecto de cortante y torsión
producida por excentricidad de
la viga longitudinal.
Criterios de diseno sísmico
37
La inte racción entre eleme ntos supues tame nte no
estruc turale s co mo los muros divisorios de mam pos-
tena y las columnas de marcos de concreto produce
conce ntraciones de fuerzas cortantes e n los extremos
libres de col umnas (columnas cortas o cautivas) que
tienden a fallar por cortante en form a frágil, como e n
el caso de la figu ra 1.29.
Finalmente, el diseno sísmico no debe limitarse a la
protección de la es tructura contra el colapso. sino debe
cuidar también que, por lo meno s ante sismos modera -
dos. no se presenten daños en los elementos no estruc-
turales como los elementos divisorios o de fachada, los
recubrimie ntos, los equipos e instalaciones. La figu-
ra t .30 muestra un caso de este tipo de daño s que son la
causa del mayor número de pérd idas económicas debidas
a los sismos, sobre todo en los países más desarrollado s.
A lo largo de los siguientes capítulos se tratarán de
establece r los principios y los proc edi miento s que se
deben seguir en el diseño de los edificios para e vitar la
ocu rrencia de daños como los mostrados e n el peq ueño
grupo de ejemplos aquí presentados.
38
39
a) Estado límite de servicio, para el cual no se exceden deformaciones
que ocasionen pánico a los ocupantes, interferencia con el funcio-
namiento de equipos e instalaciones, ni daños en elementos no estruc-
turales.
b) Estado límite de integridad estructural, para el cual se puede presentar
daño no estructural y daño estructural menor, como agrietamiento en es-
tructuras de concreto, pero no se alcanza la capacidad de carga de los ele-
mentos estructurales.
c) Estado límite de supervivencia, para el cual puede haber daño estructural
significativo, y hasta en ocasiones más allá de lo económicamente repara-
ble, pero se mantiene la estabilidad general de la estructura y se evita el
colapso.
Integridad
estructural Severa 50-100
40
1.3.2 Aspectos principales del diseño sísmico
Para cumplir estrictamente con los objetivos del diseño sísmico expuestos en las
secciones anteriores, deberían realizarse tres diferentes análisis: uno para un sis-
Criterios de diseño sísmico
41
mo moderado en el que se revisarían las condiciones de servicio, considerando
un modelo de comportamiento elástico-lineal; otro para revisar que no se exceda
la resistencia de las secciones críticas (estado límite de integridad estructural)
ante un sismo severo, usando un modelo elástico lineal pero con propiedades
correspondientes a niveles de esfuerzos elevados; finalmente, un análisis en que
se revisaría la seguridad contra un mecanismo de colapso para un sismo de inten-
sidad extraordinaria. Este análisis debe considerar comportamiento plástico (no
lineal) de la estructura.
La secuencia de análisis anterior resulta, obviamente, muy laboriosa y sólo se
emplea para el diseño de estructuras de excepcional importancia (como las insta-
laciones nucleares). Los reglamentos de diseño de edificios tratan de cumplir con
los objetivos establecidos, mediante una sola etapa de análisis. Esto da lugar a
simplificaciones drásticas y no siempre bien fundadas, que son motivo de con-
troversia, ya que no queda claro cómo se deriva el método de análisis, cuáles son
los objetivos y cómo se justifican algunos valores básicos de los parámetros de
diseño.
El procedimiento adoptado por la mayoría de los códigos actuales consiste
esencialmente en un diseño elástico con fuerzas reducidas. Se acepta que parte
de la energía introducida en la estructura por el sismo, se disipe por deforma-
ciones inelásticas y, por ello, las fuerzas que deben ser capaces de resistir las
estructuras son menores que las que se introducirían si su comportamiento fue-
se elástico-lineal. El Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal
(RCDF) especifica un espectro de diseño de referencia para el diseño de estruc-
turas que no pueden tener deformaciones inelásticas significativas, pero permite
que dichas fuerzas se reduzcan por un factor de comportamiento Q, que depende
del tipo de estructura en función de su capacidad de disipación de energía inelás-
tica, o de su ductilidad. Con estas fuerzas reducidas se analiza un modelo lineal
de la estructura y se revisa que no se rebasen estados límite de resistencia de sus
secciones.
Para cumplir con el objetivo de evitar daños no estructurales ante sismos
moderados, el reglamento requiere que se mantengan los desplazamientos late-
rales del edificio dentro de límites admisibles. Se usan los desplazamientos que
se calculan para el sismo de diseño y que por tanto, no corresponden a condi-
ciones de servicio, y se comparan con desplazamientos admisibles que son muy
superiores a los que ocasionan daño no estructural. Por ejemplo, el RCDF acep-
ta desplazamientos relativos de entrepiso de 0.006 y 0.012 veces la altura del
mismo entrepiso, según el edificio tenga o no ligados a la estructura elementos
frágiles. Estas deformaciones son del orden de tres veces mayores que las que son
suficientes para iniciar daños en los elementos no estructurales. Por tanto, eso
implica de manera gruesa, que sólo se pretende evitar daño no estructural para
sismos del orden de un tercio de la intensidad del sismo de diseño.
Por otra parte, el procedimiento de diseño no incluye una revisión explícita
de la seguridad ante el colapso (estado límite de supervivencia). Sólo se supone
que, al obedecer ciertos requisitos de ductilidad, la estructura dispondrá de
capacidad de disipación inelástica de energía suficiente para evitar el colapso.
Se ha ido difundiendo desde hace algunos años un procedimiento de diseño
sísmico originado en Nueva Zelanda y llamado diseño por capacidad. El método
pretende revisar explícitamente las condiciones que se presentan en la estructura
en su etapa de comportamiento no lineal y garantizar que ésta tenga la capacidad
de disipación inelástica de energía.
Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
42
En forma simplificada, se elige un mecanismo de comportamiento inelástico
de la estructura que garantice la ductilidad deseada y se diseñan las secciones crí-
ticas de dicho mecanismo (aquellas donde se desea aparezcan articulaciones plás-
ticas) para las fuerzas que se generan en ellas según el sismo de diseño. Después
se revisa el resto de las secciones para los diferentes estados límite, con las fuer-
zas que aparecen en ellas al formarse el mecanismo y aplicando un factor de se-
guridad adicional para garantizar que no alcancen su capacidad cuando se forme
Pila el mecanismo.
En forma parcial, se han adoptado estos principios para el diseño sísmico de
estructuras de concreto. El capítulo 8 incluye la ilustración de los métodos de di-
seño de vigas y conexiones viga-columna de concreto especificados por el RCDF,
con estas bases.
Un ejemplo simple para explicar el concepto de diseño por capacidad es el de
una pila de un puente, como la mostrada en la figura 1.31. Los efectos sísmicos
a) Esquema de la estructura.
se representan por una fuerza lateral F, en la punta de la pila y el peso de la super-
estructura por una carga vertical W. El mecanismo de falla con mayor disipación
inelástica de energía es el que implica la aparición de una articulación plástica por
flexión en la base de la pila. Para evitar que se presenten modos de falla más
frágiles, como la de cortante en la pila o la falla de la cimentación, conviene pro-
ceder de la siguiente manera.
v ["
a) Obtenida la fuerza F de los requisitos reglamentarios, se diseña la pila por
flexocompresión para el efecto combinado de la fuerza axial más el mo-
mento en la base (M A = F x A).
o
e) Sección transversal
actúa en la sección crítica un momento igual a a M R, en que a es un fac-
tor de seguridad mayor que la unidad. Así por ejemplo, se diseña la
columna para una fuerza cortante.
_ aM
VR - - - R-
H
de la pila.
y se diseña la cimentación para el efecto combinado de la carga axial y del
momento a M R•
Figura 1.31 Fuerzas de diseño
en la pila de un puente.
No se emplean para estos casos (cortante en pila y fuerzas en la cimentación)
los valores que resultan del análisis, sino las fuerzas (bastante mayores) que
aparecen cuando se presenta el mecanismo de falla, multiplicadas por un factor
de seguridad (se suele tomar 1.25).
Operando de esta manera se garantiza que la estructura en caso de sobrepasar
su intervalo de comportamiento lineal, lo hará en la fonna que permite la máxi-
ma capacidad de rotación. Las secciones de fluencia elegidas actuarán como
Criterios de diseño sísmico del RCDF
43
fusibles impidiendo que se introduzcan en las estructuras fuerzas que puedan pro-
ducir otros modos de falla más desfavorables.
Se presentarán aquí, en sus aspectos esenciales, los criterios de diseño sísmico del
RCDP en su versión de 1993. Este Reglamento no tiene modificaciones rele-
vantes en lo relativo a diseño sísmico, con respecto a la versión que fue promul-
gada en 1987.
Como en sus versiones anteriores, el cuerpo principal del Reglamento incluye
solamente requisitos de carácter general. Métodos y prescripciones particulares
están contenidos en las Normas Técnicas para Diseño Sísmico (NTDS). Además,
requisitos específicos para el diseño sísmico de los principales materiales estruc-
turales se encuentran en las Normas Técnicas para Diseño y Construcción de
Estructuras de Concreto, Metálicas, de Mampostería y de Madera, respectiva-
mente.
Los métodos específicos de diseño se describirán con cierto detalle en los
capítulos 6 y 7. En orden de refinamiento estos métodos son el simplificado, el
estático y los dinámicos.
Como índice de la acción sísmica de diseño se emplea el coeficiente sísmico,
e, que representa el coeficiente de cortante basal, el cual define la fuerza cortante
horizontal Vs' que actúa en la base del edificio, como una fracción del peso total
del mismo, W.
v
c=_s
W
El coeficiente sísmico también sirve de base para la construcción de los
espectros de diseño. Este coeficiente varía en función del tipo de suelo y de la
importancia de la construcción.
El suelo de la ciudad se divide en las tres zonas principales identificadas
como I, II y III o de Lomas, de Transición y de Lago (ver figura 1.13). Una parte
de las zonas II y III se denomina zona IV, y para ésta existen algunas limitaciones
en la aplicación de métodos de diseño que incluyen los efectos de interacción
suelo-estructura.
Considerando que es mayor la seguridad que se requiere para construcciones
en que las consecuencias de la falla son particularmente graves o para aquellas
que es vital que permanezcan funcionando después de un evento sísmico impor-
tante, se especifica que el coeficiente sísmico se multiplique por 1.5 para diseñar
las estructuras de construcciones como estadios, hospitales y auditorios, subesta-
ciones eléctricas y telefónicas (es decir, las clasificadas dentro del grupo A).
Los coeficientes sísmicos sirven para construir los espectros de aceleraciones
de diseño que se emplean para análisis dinámicos. De hecho representan cotas
superiores de dichos espectros que corresponden a su parte plana. Para el análisis
estático puede emplearse el coeficiente sísmico e, o un coeficiente reducido
según el valor del periodo fundamental con reglas que se mencionarán más ade-
lante. Los espectros así construidos son "elásticos", y sirven para determinar las
fuerzas laterales para las que hay que diseñar una estructura que no tenga una
Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
44
Figura 1.32 Combinación del capacidad significativa de deformarse fuera de su intervalo elástico lineal. Se
efecto sísmico en dos direc- admiten reducciones en las ordenadas espectrales. Están definidas por un factor
ciones. Q que toma valores entre 1.0 y 4.0, según el tipo de estructuración y los detalles
de dimensionamiento que se hayan adoptado en la estructura.
Los valores especificados para el coeficiente sísmico y para el factor Q se
describen en el capítulo 6, junto con los requisitos que deben satisfacerse para
adoptar cada valor de Q. Estos requisitos son muy generales y deben ir apareja-
dos a la observancia de otros más específicos de sistemas constructivos y mate-
riales particulares.
Debe revisarse la estructura para la acción de dos componentes horizontales
ortogonales del movimiento del terreno. Se considerará actuando simultánea-
mente el valor de diseño de un componente más 30 por ciento del valor de diseño
del componente ortogonal (figura 1.32). Ha sido costumbre considerar que la
acción sísmica se ejerce en forma independiente en cada dirección, o sea, revisar
el efecto de la acción sísmica de diseño en una de las direcciones principales de
la estructura, considerando que las fuerzas sísmicas son nulas en cualquier otra
dirección. La estructura puede presentar además, movimientos de rotación en
cada masa (figura 1.33) y un modelo más completo debe incluir ese grado de li-
bertad mediante resortes de torsión en cada piso. La importancia de las rotaciones
y la magnitud de las solicitaciones que por este efecto se inducen en la estructura,
dependen de la distribución en planta de las masas y de las rigideces laterales.
Figura 1.33 Vibración de un Desde un punto de vista de equilibrio, la fuerza actuante por sismo en cada piso
edificio incluyendo efectos de está situada en el centro de masa, mientras que la fuerza resistente lo está en el
torsión. centro de torsión, o sea, donde se ubica la resultante de las fuerzas laterales que
Marco
Muro Centro de Centro de
t:rSión J x masa J
45
resiste cada uno de los elementos. Si entre esos dos puntos existe una excentrici-
dad, la acción en cada entrepiso estará constituida por una fuerza cortante más un
momento torsionante cuyo efecto debe tomarse en cuenta en el diseño.
Cuando no se lleve a cabo un análisis dinámico que incluya los efectos de
torsión a través de la consideración de un grado de libertad de rotación en cada
nivel, el efecto de la torsión se suele considerar de manera estática super-
poniendo sus resultados a los de un análisis estático o dinámico, de los efectos
de traslación calculados de manera independiente.
Debido al efecto dinámico de la vibración, el momento torsionante que actúa
en cada entrepiso puede verse en general, amplificado y, por tanto, la excentrici-
dad efectiva puede ser mayor que la calculada estáticamente. Por otra parte, el
cálculo del centro de torsión sólo puede efectuarse con pobre aproximación,
porque la rigidez de cada elemento particular puede ser alterada por agrietamien-
tos locales o por la contribución de elementos no estructurales. Por las dos
razones expuestas, el RCDP especifica que el momento torsionante de diseño se
determine con una excentricidad total que se calculará como la más desfavo-
rable de:
e = 1.5ec + 0.1 b
6.12
{J.I~~E
B: muro separado de
estructura. la estructura
El índice más importante para la determinación
y= A. = Distorsión del
de la magnitud de los posibles daños es la distorsión
de entrepiso rjJ, o sea, el desplazamiento relativo entre
dos pisos sucesivos A, dividido entre la altura de
entrepiso H(figura 1.34)
J.¡ E
-71 7f 71
H entrepiso
rjJ=A/H
Hay que recordar que la 'reducción en el coeficiente sísmico por comportamiento Figura 1.34 Distorsiones de
inelástico es válida para determinar las fuerzas para las que hay que diseñar la entrepiso admisibles según el
estructura, pero que las deformaciones que se presentarán en la estructura serán RCDF.
aproximadamente Q veces las que se han determinado con un análisis elástico
bajo esas fuerzas reducidas. Por tanto, antes de compararlas con deformaciones
admisibles, las deformaciones calculadas Ac' deberán multiplicarse por Q.
Introducción a la sismología y a la ingeniería sísmica
46
También debe tenerse en mente que el objetivo es limitar las deflexiones a
valores que no causen daños en elementos estructurales y no estructurales, no
para el sismo de diseño sino para uno de mucho menor intensidad. Para poder
emplear los mismos resultados del análisis ante el sismo de diseño, las distor-
siones admisibles se multiplican en el RCDF por un factor del orden de tres con
respecto a las que realmente se quieren controlar. Así, se encuentra experimen-
talmente que en muros de mampostería y en recubrimientos frágiles de paredes
divisorias se provocan agrietamientos cuando las distorsiones exceden de dos al
millar (0.002); el reglamento en cuestión exige se compare la distorsión calcula-
da con un valor admisible:
l/Jadm =0.006
cuando las deformaciones de la estructura pueden afectar elementos no estruc-
turales frágiles (caso A en la figura 1.34).
Por otra parte, cuando no existen elementos frágiles que pueden ser dañados
por el movimiento de la estructura o cuando éstos están desligados de la estructura
principal (caso B de la figura 1.34) se aumenta al doble la distorsión admisible:
l/Jadm =0.012
En este caso, el límite tiene como fin evitar que la edificación resulte excesiva-
mente flexible y se originen deformaciones que causen molestias y pánico a los
ocupantes y que hagan que se vuelvan importantes los efectos de segundo orden.
Los criterios aquí mencionados y los métodos de análisis que se describirán
en los capítulos 6 y 7, se refieren esencialmente a edificios y estructuras en que
la resistencia a cargas laterales es proporcionada por marcos, arriostrados o no, o
rigidizados por muros. Otras estructuras como los muros de contención y los tan-
ques, se comportan en forma radicalmente distinta y sus métodos de análisis sís-
mico son diferentes y no se tratarán aquí.
Capítulo
2
Edificios sujetos
a fuerzas laterales
49
El producto de una fuerza generalizada por su correspondiente despla-
zamiento generalizado tiene unidades de trabajo. En este ejemplo, los grados de
libertad u3 a U6 son giros (cuyas unidades son radianes) y los demás son desplaza-
mientos lineales; por tanto, las fuerzas generalizadas P3 a P6 son momentos, mien-
tras que las demás son fuerzas lineales.
Por definición, el coeficiente de rigidez Kij' que ocupa el lugar i, j de una
matriz de rigideces K, referida a los grados de libertad u, es la fuerza o momen-
to que se necesita aplicar a la estructura en la dirección del grado de libertad i para
que se produzca un desplazamiento unitario en la dirección del grado de libertad
j. El conjunto ordenado de los valores de K¡j constituye la matriz de rigideces que
es cuadrada, de tamaño igual al número de grados de libertad. De acuerdo con el
teorema de reciprocidad de Betti-Maxwell, K¡j =K¡j y, por tanto, las matrices de
rigideces son simétricas. En vista de que en estructuras lineales se aplica el prin-
cipio de superposición, podemos escribir:
(2.1)
Nótese que U es una cantidad escalar y que las unidades de los elementos de
la matriz de rigideces deben ser tales que todos los productos K¡ju¡uj tengan
unidades de trabajo.
Frecuentemente, interesa referir una matriz de rigideces ya calculada para
ciertos grados de libertad u a otros nuevos grados de libertad v. Llamaremos Kv
a la matriz transformada a los nuevos grados de libertad y sea a la matriz de trans-
formación que permite 'expresar los antiguos grados de libertad en función de los
nuevos, es decir:
u=av (2.2)
50
como se exprese dicha configuración, es decir independiente de la selección de gra-
dos de libertad, escribimos:
Como esta igualdad debe satisfacerse para cualquier conjunto de valores que
asuman los elementos del vector v concluimos que:
(2.3)
Para deducir cómo se expresan las fuerzas, P v' correspondientes a los grados
de libertad v, en términos de las Pu' referidas a u, partimos de que el trabajo efec-
tuado por las fuerzas es igual a la suma de los productos de cada una de ellas por
su correspondiente desplazamiento, independientemente de los grados de libertad
escogidos. Entonces, teniendo presente la igualdad 2.2 escribimos:
(2.4)
(2.5)
51
15 15
n
8= \.0
14 14
....-
N 13 r": ------
ku
k 12
13
[/ ==J~
>.
12 12
"r
11 11
10 I
L
.1 8= \.0
10
9 9
8 8
7 7
8=0.6
---
c--- --- ---
6 6
5 5
4
--- --- --- -- 4
------- ------ - - - -- - -
8=0.2
===:::::: - - - - - - - -- -- ---------------------
2 2
0.05 0.15 0.25 0.35
Con referencia a la figura 2.3, los coeficientes de rigidez son Kij = kij (EIJL), siendo Iv el momento de inercia al centro de la viga.
2.6
Edificios sujetos a fuerzas laterales
52
Es también de interés expresar la matriz de
V s t rigideces de un elemento viga en términos de los
giros y desplazamientos en sus extremos, por ejem-
~I V3 plo, para representar a la columna de la figura 2.5,
de la cual se desprende que:
_ [-l/k l/k 1
a - -l/k l/k O ~]
La matriz de rigideces de la columna K", se
obtiene efectuando la operación aT K II a, es decir,
con la ecuación 2.3 considerando el índice ()en vez
de u. Si la columna es prismática, K II está dada por
la expresión 2.5 y se llega a:
cP = (VI - V2) I h
12/h2 -12/h 2 -6/h
cP
-12/h 2 12/h2 6/h -6/h]
8 1 V3 -
6/h
82 = v4 - cP
Kv=Eljh -6/h 6/h 4 2 (2.7)
[ 6/h
-6/h 2 4
K s=[EAIL]
53
[ 1-1]
A =
área de la sección transversal.
E = módulo de elasticidad.
Kb=EAIL -1 1 (2.8)
a= [e s
OOe s
OO]
donde e =cos {3 y s =sen {3. Usando la expresión 2.3, la matriz de rigideces de la
barra diagonal resulta:
e2 es -e2 - es ]
es s2 -es -s2
K d = EAIL -e2 -es e2 es (2.9)
[
-es -s2 es S2
En forma más completa, los grados de libertad de una columna son seis,
que se obtienen añadiendo los dos desplazamientos verticales V5 Y V6 en la
figura 2.5. Es normalmente aceptable considerar que los efectos de fuerzas
axiales y momentos flexionantes están desacoplados, es decir, se ignoran los
momentos que la carga axial produce en la configuración deformada de la
columna. Entonces, las rigideces correspondientes a deformaciones por fle-
xión (viga) se calculan independientemente de las referidas a carga axial
(barra) y podemos escribir:
donde Kv Y K, están dadas por las expresiones 2.7 y 2.8, respectivamente, y Oes
una matriz de 4 X 2 cuyos elementos son todos nulos. La matriz K, es de 6 X 6
Ysus ceros reflejan el desacoplamiento mencionado.
Edificios sujetos a fuerzas laterales
54
2.2 MARCOS PLANOS
/2 = 2/ H
I~ L
Figura 2.8 Simplificación del
marco de la figura 2.2.
55
Despejando (Jz de la segunda ecuación y remplazando en la primera obte-
nemos:
(2.10)
(2.11)
Las columnas tienen los cuatro grados de libertad mostrados en la figura 2.5
y, como se ignoran las deformaciones axiales, sus matrices de rigideces están
dadas por Kv en la expresión 2.7. Para cada pieza empleamos los momentos de
inercia (lo = I z para las vigas, Iv = I I o I z para las columnas) y longitudes (L o h)
correspondientes.
De acuerdo con los grados de libertad definidos en la figura 2.8, la matriz de
rigideces global, K, de la estructura completa es de 4 X 4. K se obtiene suman-
do los términos de las matrices de rigideces de los elementos en los lugares que
indique la correspondencia entre la numeración de los grados de libertad globa-
les de la estructura y las numeraciones locales de los elementos. En este ejem-
plo, los números locales para la columna de segundo piso (figura 2.5) coinciden
con los globales de la estructura completa (figura 2.8) y todos los coeficientes de
Kv se suman directamente a K. Por otro lado, para la columna del primer piso, los
grados de libertad locales 1 y 3 de la figura 2.5 corresponden a los grados de lib-
ertad globales 2 y 4; por tanto, los coeficientes K I I , K 13 Y K33 de Kv deben
sumarse, respectivamente, en los lugares 22, 24 Y44 de K. Es innecesario utilizar
los coeficientes restantes de Kv porque corresponden a grados de libertad glo-
bales (desplazamiento y giro del apoyo empotrado) que asumen valores nulos. El
giro local de la viga del segundo piso corresponde al grado de libertad global 3 y,
por consiguiente, el valor que arroje la expresión 2.11 se suma en el lugar 33
de K; similarmente, la rigidez de la viga del primer piso se suma en el lugar
44 de K. El resultado es:
Supongamos, por sencillez, que L = 1.5H; como I I =1,I z = 2/, nos queda:
Edificios sujetos a fuerzas laterales
56
(2.13)
(2.14)
Marcos planos
57
Hemos efectuado una partición de la matriz de rigideces global para distin-
guir las partes correspondientes a los grados de libertad laterales. Ejecutando el
producto del primer miembro e igualando al segundo:
(2.15)
(2.16)
(2.17)
(2.18)
(2.19)
K- 1
00
KTIlO =3/(31H) [-7 9]
3 -5
K* = 12EI/(31H3) [ 16 -25]
8c5 -25 72
Edificios sujetos a fuerzas laterales
58
De las expresiones 2.18 y 2.19 deducimos que K *ss 0= P, por tanto o=
[ K *a¡¡ l 1 P, es decir:
{()3}
()4
= PH2/(2108El) {0.13971 PH2IEl}
0.19853 PH2/El
02} {0.16176 H}
{ ()~ = PH2IEl 0.1 ~853
Multiplicando Kv por los desplazamientos obtenemos las fuerzas generali-
zadas correspondientes (momentos M y fuerzas cortantes V). Se llega a:
Marcos planos
59
VI = 24 X 0.16176 P - 12 X 0.19853 P = 1.5P
V2 = -24 X 0.16176 P + 12 X 0.19853 P = -1.5P
M 3 = -12 X 0.16176 PH + 8 X 0.1985;3 PH = -0.35PH
M 4 = -12 X 0.16176 PH + 4 X 0.19853 PH = -1.15PH
3 51 51
--+
@ @
6 51 51 51
@ @ @
® 21 @ 31 @ 41 ® 21 4.0=L
7 51 51 51 51
-
@ @ @ @
9 5/ 51 51 51
-
@ @ @ @
1.66
1.60 1.56 1.57 2.966
1.66 3.16 1.57
Figura 2.11 Momentos flexio- ignoraron las deformaciones axiales de los miembros, para que los resultados
nantes en el marco de la figura fuesen comparables a los de los métodos aproximados, que se presentarán pos-
2.10 según el método de rigi-
teriormente.
deces.
Como resultado del estudio de un gran número de marcos en los que son despre-
ciables los efectos de deformación axiales, resueltos por métodos exactos,
Bowman propuso un método aproximado de acuerdo con las siguientes hipótesis
(Sutherland y Bowman, 1958):
Marcos planos
61
1. Los puntos de inflexión en las vigas
exteriores se encuentran a 0.55 de su
claro, a partir de su extremo exterior
como se ilustra en la figura 2.12. En
vigas interiores, el punto de inflexión
se encuentra en el centro del claro,
excepto en la crujía central cuando el Puntos de inflexión
número de crujías es impar, o en las 0.55/ 0.55/
dos centrales si es par. En estas cru-
jías la posición de puntos de inflexión
r "1 l' "1
en las vigas está forzada por condi-
ciones de simetría y equilibrio. JO.65'
2. Los puntos de inflexión en las colum-
nas del primer entrepiso se encuentran
a 0.60 de su altura, a partir de la base.
En marcos de dos o más, tres o más, o
Jooo.
cuatro o más entrepisos, respectiva-
mente, los puntos de inflexión en las
columnas de los entrepisos último, pe- JO.55h
núltimo y antepenúltimo, respectiva-
mente, se encuentran a 0.65, 0.60 Y
0.55 de la altura correspondiente, a
Puntos de
~0.50h
partir del extremo superior. En edi-
inflexión
ficios de cinco o más entrepisos, los
puntos de inflexión en columnas para
las cuales no se ha especificado la ~0.50h
posición se encuentran en el centro de
su altura. Esto se resume en la figu-
ra 2.12.
3. La fuerza cortante total, V, de cada
entrepiso se distribuye en la forma
siguiente:
En el primer entrepiso, una fuerza
cortante igual a Ve = V (N-0.5)/(N+ 1)
se reparte directamente entre las
columnas del entrepiso proporcional-
mente a sus rigideces. La fuerza cor-
tante restante V, = V - Ve se divide
entre las crujías proporcionalmente a
la rigidez de la viga que las limita en la parte superior. Luego, la mitad Figura 2.12 Localización de
puntos de inflexión según el
de la cortante de cada crujía se asigna a sus dos columnas colindantes. método de Bowman.
En pisos superiores, una fuerza cortante Ve = V (N - 2)/(N+ 1) se dis-
tribuye directamente entre las columnas. La cortante V, = V-Ve se reparte
entre las crujías como se hizo para planta baja.
62
J
M= 1.95 V, = 1.50 M F 3.90 V, = 1.50 M
2.60 m
0.75
V=3 2.20 m •• 0.75 •• 0.75
1.50
0.75 • ,
M= 1.05 M= 2.10 M= 1.05
= 4.90
IM= 3.67
-1 M=3.01 M M = 5.57 M = 3.87 M= 4.72
J
M = 3.67 V, = 2.25 M = 6.86 V, = 2.25 M = 7.34 V, = 2.25 M
3.06
l.R
1.53
, 2.20 m
M. = 2.45 M= 4.58 M= 4.90 M= 2.45 ~
M
M = 8.22
= 5.77 -
V, = 2.40
M = 6.73
M
M = 7.50
= 9.65
M
V, = 2.40
= 7.75
M
M
=
= 7.75
10.59
M
V, = 2.40
M = 3.96 _
= 7.23
M = 8.74 - M
V, = 2.40
= 4.83
M = ,83
2.475 m
1.50 1.88 1.13
1.13 1.20 1.20 1.20 0.75 ]
V= 16 • !dQ. •• !dQ. •• 1.20 • 1.20 !dQ.
2.33 3.90 4.28 3.53 1.95
M
M= 14.6.1
= 9.89
- M
V, = 1.875
= 11.95 M= 10.01
M = 14.06
M= 12.32 M
V, = 1.875 M =
= 12.32
15.96
M
V, = 1.875
= 9.52
M
M
=
= 9.77
12.14 -V, =
M =
1.875
11.94
M= 7.89
3.60 m
Figura 2.13 Aplicación del La figura 2.13 resume la aplicación del método de Bowman al análisis del
método de Bowman al marco marco de la figura 2.10. En la figura 2.14 se muestran algunos pasos intermedios.
de la figura 2.10.
63
Distribución de cortantes
Primer entrepiso Segundo entrepiso
V= 25 ton V= 16 ton
4 - 0.5 4-2
Yc = 4"""+1 X 25 = 17.5 Yc = 4 + 1 X 16 = 6.4
---
4.72 ----
14.61 --- ---
2.400 m
3.600 m
Momentos en ton-m
4.12 X 2.4 = 9.89 2.33 x 2.025 = 4.72
4.12 X 3.6 = 14.83 9.89 + 4.72 = 14.61
14.61 X 1.80n.20 = 11.95
3.90 x 2.095 = 7.9 5.86 x 2.40 = 14.06
14.06 + 7.9 - 11.95 = 10.01
a partir de hipótesis simplificadoras sobre la forma del sistema de fuerzas la- Figura 2.14 Operaciones para
terales. En muros, marcos con contravientos y sistemas similares es indispensable explicar algunos resultados de
la figura 2.13.
tener en cuenta la variación de la carga lateral.
Las fórmulas de Wilbur se aplican a marcos regulares formados por piezas de
momento de inercia constante en los que las deformaciones axiales son despre-
ciables y las columnas tienen puntos de inflexión. La versión que aquí presenta-
mos se basa en las siguientes hipótesis: 1) los giros en todos los nudos de un nivel
y de los dos niveles adyacentes son iguales, excepto en el nivel de desplante, en
donde puede suponerse empotramiento o articulación según el caso; 2) las cor-
tantes en los dos entrepisos adyacentes al de interés son iguales a la de éste. De
aquí resultan las siguientes expresiones:
64
E módulo de elasticidad.
R; rigidez del entrepiso en cuestión.
K tn rigidez (//L) de las vigas del nivel sobre el entrepiso n.
K cn rigidez (//L) de las columnas del entrepiso n.
m, n, o índices que identifican tres niveles consecutivos de abajo hacia arriba.
hn altura del entrepiso n.
65
Las rigideces de entrepiso calculadas por este método se usan con frecuencia
para distribuir la fuerzas cortantes en los entrepisos, donde interesan las rigideces
relativas de un marco con respecto a otro. En el capítulo 6 se explicarán los pro-
cedimientos de diseño que incluyen tales distribuciones de cortantes. Conocida la
fuerza cortante V, se pueden emplear los valores de R para calcular desplazamien-
tos de entrepiso 5, COmO cocientes VIR, aunque la precisión del método para este
fin no ha sido bien estudiada. No obstante, se puede proceder así para una verifi-
cación del orden de magnitud de resultados de métodos más precisos. Para el
marco de la figura 2.10 se obtienen los siguientes desplazamientos de entrepiso, 5:
f--- U3 1U3
R3
f--- Uz 1Uz
Rz
i"-- U¡
1 U¡
R¡
"lo- ",10-
"" ""
a) MarCQ de cortante, b) Modelossimples del marco,
R¡ = i-ésimarigidez de entrepiso
U¡ =desplazamiento lateral del nivelI
Figura2.15 Modelo de un mar-
e) Grados de libertad del Hsimo entrepiso,
co de cortante.
Edificios sujetos a fuerzas laterales
66
porque los desplazamientos de cada uno de sus entrepisos dependen de las fuer-
zas cortantes (y no de los momentos) obrando sobre los mismos. Un edificio o
estructura de cortante es aquella constituida por marcos de cortante. A continua-
ción se derivan algunas propiedades de este tipo de marcos.
Para los grados de libertad locales w, definidos en la figura 2.15c, la matriz
de rigideces local del i-ésimo resorte se escribe:
I
Cotejando los grados de libertad w de cada piso con los del marco completo,
u, que se indican en la figura 2.15b, aplicamos el método directo de rigideces y
encontramos que la matriz de rigideces del marco es:
U¡ = V¡
Uz = U¡ + Vz = V¡ + Vz
U3 = Uz + V3 = VI + Vz + v3
{~} [¡ rn{~}
~]
1 O
a = 1 1
[
1 1
67
Es decir, que las nuevas fuerzas generalizadas correspondientes son las cor-
tantes de entrepiso. Al ser Kv diagonal, la solución del sistema de ecuaciones para
calcular los desplazamientos de entrepiso es inmediata, y los mismos, c<;>mo era
de esperarse, son iguales a la cortante entre la rigidez de entrepiso respectiva.
En muchos casos prácticos, para dar a los edificios rigidez y resistencia suficiente
ante cargas laterales, se recurre al uso de muros de concreto, normalmente com-
binados con marcos (ver capítulo 5). Otras formas de rigidizar marcos son re-
llenarlos con muros de mampostería o colocar elementos diagonales de concreto
reforzado o de acero, y son comunes también los edificios de altura moderada en
los cuales los elementos resistentes son muros de mampostería con distintos tipos
de refuerzo. En esta sección se describen métodos que sirven para analizar estos
tipos de sistemas estructurales ante cargas laterales.
p k
-.-------...,.~---.-
{jet =desplazamiento del punto k obtenido con
el método de elementos finitos.
{jca= desplazamiento del punto k obtenido con
h la expresión
_Ph3 + ..!2!:...
{j - 3EI GO
1. b
.1
1.0lt
.k ~
\
/l,¡ "-
LO
0.5 " 1.0 1.5 2.0
\
\
\ b
0.99 \
\ h
\
I \
\
\
0.98 \
\
-'"
0.97 ~........... ....A
""'.....
............. --
., --
.......
FIgura 2.16 Comparación en- 0.96
tre resultados de los métodos
de elementos finitos y de la
columna ancha.
Sin embargo, para muros empotrados en su base y sujetos a una carga lateral
en su extremo superior P, como se muestra en la figura 2.16, el desplazamiento
lateral del extremo cargado ~, se puede calcular con bastante precisión con la
expresión
69
.!f2.
2
E'jes Muro
~
Columnas
A
n
l
2
Mu ro~ c~ <. n
("
V ~ 1
1 L
"T
,/tm
h¡
,
nI> nl>~
",1m. oo.to m", .",
"'. m", m""~
I W¡
I .J.
J L1
Vigas
a) Esquema de la estructura. b) Marco con columnas anchas.
nomina columna ancha a un miembro así analizado para distinguirlo de las Figura 2.17 Sistema marco-
columnas normales en que sólo son importantes las deformaciones por flexión. muro idealizado con columnas
Para analizar sistemas de muros y muro-marco se considera cada muro como anchas.
una columna ancha con sus propiedades concentradas en su eje centroidal y se
supone que las zonas de las vigas que se encuentran dentro de los muros son
infinitamente rígidas a flexión. Esto se ilustra en la figura 2.17, y tiene la venta-
ja de que los sistemas con muros se idealizan como estructuras esqueletales, lo
mismo que los marcos.
Las deformaciones por cortante en las columnas y las zonas rígidas en las
vigas modifican las respectivas matrices de rigideces. Con referencia a los gra-
dos de libertad y notación mostrados en la figura 2.18, la matriz para las colum-
nas anchas se escribe:
h l. n
~~4~C ~
(l = 12 El
Gil
tI 6
70
12EI/(a h 3 ) simétrica
-12El/(a h 3 ) 12El/(a h 3 )
-6El/(a h 2 ) 6El/(a h 2 ) (4+a)El/(a h)
-6El/(a h 2) 6El/(a h 2) (2-a)El/(a h) (4+a)El/(a h) (2.21)
EA/h
EA/h -EA/h
\
siendo a = 1 + a, y a = 12 El/(Go').
Para las vigas con zonas rígidas en sus extremos:
4 + 12g ( 1+ g) simétrica
2 + 6(g + b)+ 12g b 4 + 12b ( 1+ b)
El/(AL) - 6 (1 + 2 g )/(A L) 6 (1 + 2 b )/(A L) 121(A L)2
6 (1 + 2 g )/(A L) - 6 (1 + 2 b )/(A L) -121(A L)2 121(A L)2
--------
:0:
I
I
pm.-----:-~
I
I i
-Ir---I-- i
delos elásticos a escala de
muros con una hilera central
de huecos. En efecto, el méto-
do es útil en casos de muros
:0: D~
con huecos, sobre todo si se
I I I incluyen los efectos de extre-
------:fzmrj mos rígidos en las columnas y
--------
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
~!!!!:...:...=..:::...:...:....::....:,-I
I
I
I
I
I
I
Algunos ejemplos de idea-
lización posibles se muestran
en la figura 2.19. En ciertos
casos es conveniente que las
zonas rígidas en los extremos
~----------~ tengan forma de codo y no
-
:I
~--------~
I ¡
sean solamente rectas; para
estas situaciones pueden con-
sultarse las publicaciones de
MacLeod (1973, 1990).
71
Existen programas para analizar edificios que incluyen explícitamente defor-
maciones por cortante y zonas rígidas (Wilson y Dovey, 1972, Wilson et al.,
1975). Cuando se usan programas que no incluyan esta última opción, las zonas
rígidas pueden representarse con vigas que tienen momentos de inercia grandes
en comparación con las demás vigas y columnas del conjunto.
(2.22)
l/K¡ = s (l/R¡)
El desplazamiento lateral máximo se estima como P/K¡, y la fuerza cortante
máxima en el marco está dada por 1.3P. El momento de volteo en la base del
muro es aproximadamente igual al momento total menos PH, siendo H la altura
total del muro.
Como ejemplo, consideremos nuevamente el edificio cuyos datos se dan
en la figura 2.20. Las rigideces de entrepiso en ton/m resultan R) = 11414,
R 2 = 7676, R3 = R4 = Rs = 7376, por tanto:
l I
6.00
I 1-
, I~
6.00
I ~ 0.15 II I
I
J J
i
i~ ~ ~
_1~ J_ I
.¡...I----"--I~ Acotaciones en m
6.00 6.00 4.00 6.00 6.00
30 -----...
20 ------.
10 -----...
Fuerzas en ton
73
2.3.3 Marcos contraventeados
74
muro y marco, se ha propuesto (Ba-
zán, 1980) que la diagonal equivalen-
te tenga el mismo espesor t, y módulo
Marcode concreto conmódulo
de elasticidad Ec de elasticidad E m , que el muro, y que
su ancho sea:
4----------------- ~
I
I w = (0.35 + 0.022 Á ) h (2.23)
I
I
I
-J
donde h es la altura entre ejes del
I tablero y Á es un parámetro adimen-
Mamposteria con I
módulode I sional basado en las rigideces relati-
I
cortanteGm
I h vas entre muro y marco, definido en
I la figura 2.23. Para determinar la
A
i--t-----------~
I I
matriz de rigideces de la diagonal se
aplica la expresión 2.8, con A = wt
I I
I I y L = longitud de la diagonal.
I I
I I
Al deducir la fórmula 2.23 se
I I ha considerado que el marco es
I I
continuo (no articulado) en sus
~I
esquinas y que G m = 0.4 E m . Dicha
14 fórmula es aplicable para valores
de Á entre 0.9 y 11 Y para rela-
---'~c:J~c:J~~~
ciones de aspecto ( (ver figura
2.23) entre 0.75 y 2.5. Tales inter-
A
c
Am valos cubren la mayoría de los ca-
sos prácticos.
1 =A c b 212
Otro procedimiento para calcu-
1;, = relación de aspecto = b/h
lar rigidez lateral y elementos
mecánicos de un sistema marco-
muro es considerar que el conjunto
constituye una columna ancha con
lo que es aplicable la expresión
Figura 2.23 Definiciones para 2.21 para valuar la matriz de rigideces. El momento de inercia 1 se consi-
determinar la rigidez de un dera que proviene de la rigidez axial de las columnas y se calcula como se
muro confinado.
indica en la figura 2.23; E; es el módulo de elasticidad del marco y G m el
módulo del cortante del muro. Se adopta para el área de cortante, n, el si-
guiente valor reducido que toma en cuenta la separación entre muro y
marco:
T = M/(zb); e= zM/b
Sistemas con muros
75
siendo z = 1.15 - 0.2~ y b la distan-
cia entre ejes de las columnas. La
fuerza cortante máxima en las co-
1
lumnas es 0.6Y. Estas aproxima-
ciones también están limitadas a los
intervalos de valores de ~ y A que I I I
se indicaron para el uso de diago-
nales equivalentes.
Como ejemplo, consideremos la
estructura mostrada en la figura
I 1.1 1
2.24. Para determinar las diagona- T, 77 n
les equivalentes a los muros de
Columnas de 0.30 x 0.30 m y vigas de 0.25 x 0.50 m de concreto con E¿= 141,000 kg/cm?
mampostería tenemos: área de las
Muros de tabique de barro recocido de 0.15 m de espesor con Gm = 2400 kg/cm-
columnas, A c, igual a 30 X 30 = 900
cm-: área del muro, A m , igual a 15 X 9 Diagonal equivalente
(400 - 40) = 5400 cm"; módulo de
elasticidad de las columnas, E; = 3.0
141,000 kg/cm- y módulo de cor- ~I-------k-----"t--------l---t
tante de la mampostería, G¿ = 2400
3.0
kg/cm-. Con estos valores se calcula
3
el parámetro A como: -I-------k-------'''t--------l---t
3.0
A = (EcAc)/(GmA m) A D
w = (0.35 + 0.022 A ) h = (0.35 + 0.022 X 9.8) 3 = 1.70m. Figura 2.24 Marco con muros
de mampostería.
n= (0.37 - 0.12 X 1.33 + 0.023 X 9.8) (5400 +2X 900) = 3138 cm?
Edificios sujetos a fuerzas laterales
76
294
~
./
~ 6.69
./
1.50
a ) Sin diagonales
1.43
2.90
3.25 2.89
<:» 2.90 -:» <:»
~ t t
2.52 18.48 18.58 2.43
b ) Con diagonales
Figura 2.25 Resultados del Fuerzas en ton y momentos en ton-m
análisis del marco de la figura
2.24.
77
mento, usando el principio de trabajos virtuales. Esta matriz está referida a los
grados de libertad de los nudos del elemento.
La matriz K de rigideces de la estructura completa se obtiene aplicando el
método directo de rigideces descrito al tratar el análisis de marcos; es decir, se
suman los términos de las matrices de rigideces de los elementos en donde les
toque dentro de K, de acuerdo con la correspondencia entre las numeraciones de
grados libertad globales y locales. Los desplazamientos U de los nudos, ante un
sistema de cargas P aplicadas en los mismos, se obtienen resolviendo el sistema
de ecuaciones lineales K U = P. Conocidos los valores de U se pueden calcular
esfuerzos y deformaciones en cualquier punto de cada elemento, esto es, en cual-
quier punto de. interés.
Numerosos autores (Zienkiewickz y Taylor, 1989 y 1991, Cook et al., 1989,
Livesley 1994 y Przemieniecki, 1968 entre ellos) presentan con detalle el método,
en forma orientada hacia el análisis de estructuras. Los muros se pueden modelar
adecuadamente considerando que se trata de un problema de estado plano de es-
Elementos finitos
rectangulares
I I
I I
-----Ó ----
I
6---iO-+--o--{J
I
___- - Nudos
I I
----~----<>-----~---~---<S-~---
: : : : :: ! ¡
I : : : :: 1 I
----Q----0- --- -o--- 0- --0- O-
1 I 1 I 1liT
--- O----..().- ---
: : : : :: ! I
----9----Q-----&---&---0-
I I I I
I ,
I I 1 1
----~----c>----~---<>---<>-
I
I
I
1
1
1
I
1
I
I
-.--Q-.--Ó.----6---6---6-
I
I
I
I
I
I
I
I
I , 1 I
I , I 1 1
1'\ 1 , 1 I
---~----()-··-~·--O---O-
I 1 1 1 I
I I I 1 I
1 1 I 1 I
-·--9-·--Q--·--&---&·--c>-{J---~---<J
I , I I 1
, 1'- I 1 1
I I I I 1
.-.-<>"-.-<>-.---~-.-~---<S-~--.~----&---.
1 I I , 1 I I I
1 I I 1 I I I
1 I I 1 I I I
I I 1 I
78
fuerzos, es decir, aceptando que son nulos los esfuerzos perpendiculares al plano
del muro. Aunque los elementos finitos que permiten tratar este tipo de problema
pueden tener diversas formas, como triángulos o cuadriláteros, dado que las par-
tes de un muro son usualmente rectángulos, es adecuado el uso de elementos
rectangulares (véase por ejemplo Przemieniecki, 1968) como se muestra en la
figura 2.26. Los grados de libertad son usualmente los desplazamientos horizon-
tales y verticales de los nudos, aunque existen elementos que además consideran
como tales las rotaciones nodales.
El método del elemento finito se usa exclusivamente con computadoras y
existen varios programas bastante generales que permiten analizar diversos tipos
de estructuras. Uno de los más difundidos es el desarrollado bajo la dirección de
Wilson (Bathe et al., 1973) del cual se han escrito varias versiones mejoradas para
computadoras personales. En general, los programas modernos, además de ser
numéricamente eficientes, cuentan con herramientas gráficas para preparar datos
y examinar resultados.
En la mayoría de los casos es aceptable suponer que un edificio está formado por
marcos y/o muros como el de la figura 2.17, ligados entre sí por sistemas de piso
los que se consideran indeformables en su plano, o sea que funcionan como dia-
fragmas infinitamente rígidos en planta. Esto implica que los desplazamientos
laterales de cualquier punto en los pisos del edificio se pueden expresar en tér-
minos de dos desplazamientos horizontales y un giro alrededor de un eje vertical
de un punto cualquiera de cada piso, de modo que, cuando las cargas laterales
están aplicadas en los pisos, el problema se puede reducir a uno de sólo tres gra-
dos de libertad por cada nivel.
Consideremos que el edificio bajo estudio se ha dividido en sistemas resis-
tentes planos y que se han determinado las posiciones de los centros de masa de
cada piso. Como las fuerzas sísmicas actúan en dichos centros, conviene escoger
como grados de libertad del edificio completo los dos desplazamientos horizon-
Análisis tridimensional
79
f0
'-+----"+-------4H-----e
- L
e-+--------'--+------4a-+-------..-r------e)
-
e-+--------'--+------4a-+-------..-r------e)
-
e-+--------'--+------4a-+-------..-r------e)
~----e--+------4....-+-------e--+- )
- 2
sistema plano j
en el piso i
80
~i = bjiTU i (2.26)
siendo
cos
sen <p.
j
<p } { Ui}
v·
bji -- {
J
r..
•
'
u-
i -
I
().
JI 1
(2.27)
~l}
D·=
J { ~2
.
•
~L
u=
(2.29)
(L X 3L elementos)
(2.30)
81
d) Se obtiene la matriz de rigideces K del edificio sumando directamente las
K/ puesto que todas están referidas a los mismos grados de libertad. Para
un edificio de n pisos K es cuadrada de orden 3n. Nótese que algunas Kj *
pueden ser más pequeñas que K ya que el sistema plano j puede tener
menos pisos que el edificio completo. Para sumar, se considera que todos
los términos faltantes son ceros.
e) Dado un vector de fuerzas laterales que obran en los centros de masas
de los pisos F, se calculan los desplazamientos V, resolviendo el siste-
ma de ecuaciones KV = F. Obsérvese que F está formado por dos fuerzas
propiamente dichas y un momento torsionante en el centro de masas de
cada piso, en congruencia con los grados de libertad elegidos para el edi-
ficio en conjunto.
f) Conocido el vector V se seleccionan los desplazamientos relevantes para
el sistema plano j y con la expresión 2.27 se calculan sus desplazamientos
laterales Dj" Como vimos en la sección 2.2.1, a partir de ellos se determi-
nan todos los desplazamientos verticales y giros, y luego los elementos
mecánicos de cada pieza de dicho sistema.
d21
e
t
91
Centro de masas - - " " ' 3.00~
5.00 x
5.00
A dll
B
Se trata de un solo piso i =l
Acotaciones en II}
82
2.4.2 Ejemplo
a) Este paso ya está dado, puesto que las matrices de rigideces laterales de
los sistemas planos son de 1 Xl, Y coinciden con las correspondientes
rigideces de entrepiso, es decir:
Las matrices Bj coinciden con las b Tj l porque el edificio tiene un solo nivel.
1.00}
K I* ={ 0.00 [300] < 1.00 0.00 5.00 >
5.00
0.00}
K 2* ={ 1.00 [300] < 0.00 1.00 -5.00 >
-5.00
K 2* =
O }[OOO 0jgg _~.g~]
{-1500
300 0.00
0.00 -1500 7500
Análisis tridimensional
83
LOO}
K 3 * = { 0.00 [200] < 1.00 0.00 -3.00 >
-3.00
K
3
* ={ 2~ } [J.~~
-600
~:~~ --g.~~]
-600 0.00 1800
0.50}
K 4 * = { 0.866 [200] < 0.50 0.866 4.33 >
4.33
l OO } [ 50 86.6 433]
K 4* = 173.2 86.6 150 750
{ 866 433 750 3750
La solución es:
UI =
0.009166 m
VI =-0.001638 m
84
F) = 300 X (0.009544) = 2.8632 ton
F2 =300 X (-D.002016) =-D.6048 ton
F3 =200 X (0.008939) = 1.7878 ton
F4 =200 X (0.003492) =0.6984 ton
Podemos verificar que estos valores equilibran a las cargas aplicadas; en
efecto, las sumas de fuerzas horizontales, verticales y de momentos con
respecto al centro de masas arrojan, respectivamente:
Cuando los sistemas resistentes que conforman un edificio son paralelos en plan-
ta a una de las direcciones de dos ejes perpendiculares de coordenadas, basta una
sola cantidad (X o Y) para definir su posición, haciendo más sencillas algunas
operaciones matriciales del procedimiento propuesto en la sección 2.4.1. Como
Figura 2.30 Edificio con sis- ilustración consideremos el edificio de cinco niveles de la figura 2.30, que está
temas resistentes ortogonales. formado por ocho marcos de cortante con las rigideces de entrepiso asignadas en
W¡ (ton)
90
3
120
3 y
4 150
3 Distancias en m
Rigideces en ton/cm
3
3 150 K=24
2 3X
3
N
e--
..,. '"11
2
180 11 11
:..::
'" 4.0
:..:: K=8 :..::
2X
4 3.5
IX K= 12
71fr nrr 71 fr
Evaluación X Entrepiso 5 X
y
K= 16 K=24
4X
3.5
K=8 K= 12
3X
00
8
11
:..::
'"11
:..::
K=8
'"11
:..::
'"11
00
:..::
4.0 -
00
N
11
:..::
'"11
:..::
K= 12
'"11
:..::
'"11
o-
:..::
2X
3.5
K= 12 K=20
r
IX
2Y X
6.5 I 7.0
Entrepiso 4 Entrepiso 1 a 3
Análisis tridimensional
85
Tabla 2.1 Posición de centros de masas y
de sistemas resistentes en el edificio de la
figura 2.30.
a) Centros de masas
Nivel xi Yi
(m) (m)
1 8.50 6.30
2 9.20 5.50
3 9.20 5.50
4 9.20 5.50
5 6.75 3.25
b) Sistemas resistentes
Sistema Y; Sistema Xj
resistente, j (m) resistente, j (m)
IX 0.0 lY 0.0
2X 3.5 2Y 6.5
3X 7.5 3Y 13.5
4X 11.0 4Y 20.0
IX 0.0 6.30 - 0.00 =6.30 5.50 - 0.00 = 5.50 3.25 - 0.00 = 3.25
2X 0.0 6.30 - 3.50 = 2.80 5.50 - 3.50 = 2.00 3.25 - 3.50 = - 0.25
3X 0.0 6.30 - 7.50 = - 1.20 5.50 -7.50 = - 2.00 3.25 - 7.50 = - 3.25
4X 0.0 6.30 - 11.00 = - 4.70 5.50 - 11.00 = - 5.50 3.25 - 11.00 = -7.75
lY 90.0 0.00 - 8.50 = - 8.50 0.00 - 9.20 = - 9.20 0.00 - 6.75 = - 6.75
2Y 90.0 6.50 - 8.50 = - 2.00 6.50 - 9.20 = - 2.70 0.00 - 6.75 = - 0.25
3Y 90.0 13.50 - 8.50 = 5.00 13.50 - 9.20 = 4.30 13.50 - 6.75 = 6.75
4Y 90.0 20.00 - 8.50 = 11.50 20.00 - 9.20 = 10.80 20.00 - 6.75 = 13.25
=
Xi' Yi coordenadas de los centros de masas (tabla 2.1).
=
Xj • Yj coordenadas de los sistemas resistentes (tabla 2.1).
Edificios sujetos a fuerzas laterales
86
la citada figura, la cual muestra además los ejes cartesianos elegidos. Las coor-
denadas de los centros de masa de los pisos y las de los sistemas resistentes se
dan en la tabla 2.1. Adoptaremos la convención de que los desplazamientos la-
terales de los sistemas resistentes son positivos'de izquierda a derecha y de abajo
hacia arriba, es decir, siguiendo los sentidos positivos de los ejes coordenados.
Los pasos del análisis tridimensional son:
(R¡ + R2) -R 2 O O O
-R 2 (R2 + R3 ) -R3 O O
Kj = O -R 3 (R 3 + R4 ) -R4 O
O O -R4 (R4 + Rs) -R s
O O -R s Rs
40 -20 O O O
-20 40 -20 O O
K¡x= O -20 32 -12 O
O O -12 24 -12
O O O -12 12
256 -128 O O O
-128 256 -128 O O
K 1y = O -128 236 -108 O
O O -108 180 -72
O O O -72 72
192 -96 O O O
-96 192 -96 O O
O -96 182 -86 O
O O -86 86 O
O O O O O
87
y
Xj
t...
=
B
'"
'o;
~
Centro de masas
del piso i
EB os
8
.E v,
V,l
Sistema resistente
--.. r ij = v, -Y¡
Y¡
Figura 2.31 Distancias entre
las proyecciones de sistemas
x resistentes ortogonales y el
centro de masas.
b1j¡ O O O O
O b1j2 O O O
O O b1j2 O O
B,= O O O b1j4 O j = IX,... , 4Y
J
O O O O b1j5
Edificios sujetos a fuerzas laterales
88
Cada Bj tiene 5 X 15 elementos. Obsérvese que se completan con ceros las
matrices de los sistemas resistentes que tienen menos niveles que el edificio.
e) Podríamos ahora emplear la fórmula 2.30 para transformar las matrices
K j a los grados de libertad de los centros de masas. Sin embargo, para
identificar mejor los efectos de dicha transformación, reordenaremos tales
grados de libertad colocando primero los desplazamientos horizontales de
todos los pisos, luego los verticales y finalmente los giros. Las columnas
de las matrices Bj se deben reordenar de manera congruente. Volviendo a
los sistemas IX y 1Y se tiene:
u= < UI u2 u3 U4 Us VI ~ V3 V4 Vs 81 82 83 84 8s >
1 O O O O O O O O O 6.30 O O O O
O 1 O O O O O O O O O 5.50 O O O
B lx = O O 1 O O O O O O O O O 5.50 O O
O O O 1 O O O O O O O O O 5.50 O
O O O O 1 O O O O O O O O O 3.25
O O O O O 1 O O O O -8.50 O O O O
O O O O O O 1 O O O O -9.20 O O O
0000000100 O O -9.20 O O
0000000010 O O O -9.20 O
00000000010 O O O -fJ.75
Bj x = [1 O Y]
Bj y = [O 1 X]
O
ir o K¡.Y ]
Y~xY
K*=X [K
1 YK1X o
O
K' = [:O K KXo ]
1Y X I{jyX
X I{jy
Observaciones y comentarios
89
Los ceros revelan que los desplazamientos en un eje están desacopla-
dos de los del eje perpendicular.
d) La matriz de rigideces lateral, K, del edificio se obtiene sumando las K/.
En este ejemplo el resultado es la siguiente matriz de 15 X 15:
90
a una estructura con precisión similar a la de un método "exacto". De allí que,
cuando se satisfacen sus condiciones de aplicabilidad, los métodos aproximados
son una valiosa herramienta para constatar la precisión de métodos exactos.
Otra ventaja de los métodos aproximados es que se basan en condiciones
fundamentales de equilibrio y en comprender cómo se comporta una estructura
ante cierto sistema de cargas. Por tanto, su uso facilita la visualización de la in-
teracción entre las piezas que conforman la estructura, de trayectorias de carga
y de configuraciones deformadas. El examen de estos conceptos es parte impor-
-----..
F
~----t---~
tante del diseño estructural y debe efectuarse desde el inicio de todo proyecto.
p =I (IIL)JI (IIL)e'
91
en cuestión tendrán puntos de inflexión. Cuando un marco tiene una variación pau-
latina de las rigideces de vigas y columnas, basta calcular p para el entrepiso más
cercano a la mitad de la altura del marco. Aunque este índice ha sido deducido para
marcos regulares, da una idea sobre la posible aparición de puntos de inflexión en
las columnas de marcos irregulares, valuándolo en diferentes entrepisos.
Cuando las columnas son robustas en comparación con las vigas, p es usual-
mente menor que 0.1, sobre todo en los entrepisos inferiores; tal es frecuente-
mente el caso de edificios a base de losas planas. El caso extremo, para el cual p
vale cero, es el de un muro aislado que se deforma sin ningún punto de inflexión,
como se aprecia en la figura 2.32b. A fin de aclarar la influencia de las cargas la-
terales en la rigidez de entrepiso hemos colocado una fuerza lateral F en un piso
intermedio del marco y del muro de la.figura 2.32, de modo que las cortantes en
entrepisos por encima de F son nulas. Los desplazamientos relativos de dichos en-
trepisos son también aproximadamente cero y por tanto las R no están determi-
nadas; para calcularlas necesitamos aplicar cargas en los pisos superiores a fin de
eliminar divisiones cero sobre cero. Ocurre que para marcos que satisfacen la
condición propuesta por Blume, los resultados son muy parecidos para fuerzas
laterales que actúan en el mismo sentido. Por el contrario, en el muro los des-
plazamientos por encima de F son apreciables a causa de la rotación en el nivel
donde actúa dicha fuerza, y, en consecuencia, las rigideces. de entrepiso son nulas
para este sistema particular de cargas. Cuando aplicamos fuerzas sobre todo el
muro las R serán mayores que cero, pero, manteniendo la misma fuerza cortante,
los resultados dependen de la distribución de cargas, puesto que los despla-
zamientos en cada nivel tienen una influencia importante de los giros en pisos
inferiores, los que a su vez dependen de los momentos flexionantes.
Como ilustración del criterio de Blume, para el segundo entrepiso del marco
de la figura 2.10; como las vigas de los pisos primero y segundo son iguales,
usando unas u otras obtenemos:
(5 + 5 + 5 + 5)14
p = (3.375 + 4.5 + 5.625 + 3.375 + 2.25)/4.5 = 1.18
Para el tercer entrepiso, considerando las vigas del segundo piso, .resulta
= (5 + 5 + 5 + 5)/4 = 1.82
p (2 + 3 + 4 + 2)14
Y si se emplean las vigas del tercer piso, se llega a
p = (5 + 5 + 5 )/4 = 1.36
(2 + 3 + 4 + 2)/4
En todos los casos p > 0.1, por lo que se formarán puntos de inflexión en las
columnas de estos entrepisos y son aplicables los métodos que suponen la apari-
ción de tales puntos.
En décadas pasadas, tuvieron difusión entre los ingenieros estructurales mé-
todos manuales más precisos aunque también apreciablemente más laboriosos,
como el de Cross y el de Kani, cuyos resultados son exactos sólo cuando son
despreciables los efectos de cargas axiales en las columnas. Estos métodos ten-
drían que modificarse substancialmente para incorporar deformaciones por cor-
tante y nudos con dimensiones finitas (zonas rígidas) y han caído en desuso
debido a la amplia disponibilidad de computadoras para aplicar procedimientos
que no están sujetos a las limitaciones citadas.
Edificios sujetos a fuerzas laterales
92
2.5.2 Sistemas con muros y contravientos
93
3
~c:::Jc:::J
0===
===
CJc:::J~
Rigidez infinita
3.50 ' - - - - a flexión
c:::J c::::JCJ
c:::J c:::J c:::J
c:::Jc:::J c::::JCJ
c:::Jc:::J~
2
-
1E?c:::J~~c:::J
E= 1.0
0==E= 1.0
~c:::J~
Sección =0.5 x 0.5
3.50
Espesor =0.15
'"
c:::J c::::JCJ
===
===0 c:::J c:::J c:::J
3.75
Columna ancha
c::::J c:::JCJ
===
===0 c:::J c:::J c:::J
Tm7.77T
14 5.00
.1. 5.00
.1 [ 2.50
J. 5.00-0.5/2
]
Acotaciones en ID 7.25
1.001--------+--.::>....,......-----+---------+--__
0.99
0.98
94
2.5.3 Efectos no lineales
M= Vh + wa
Vh = kah - wa = kh [1 - W/(kh)] a
o también:
v = [k - W/h] a = k [1 - O] a
donde el parámetro O = W/(kh) se llama coeficiente de estabilidad (Bernal,
1985). Se aprecia que el efecto neto de la carga axial es reducir la rigidez late-
ral en un monto W/h, o en una fracción igual a O. El término W/h se conoce
como rigidez geométrica, y refleja la naturaleza no lineal del problema porque
depende de la carga axial. Nótese que es posible que la rigidez se anule com-
pletamente cuando la' carga axial alcanza el valor crítico kh, produciendo
inestabilidad del sistema.
Dentro del contexto del método de elementos finitos, se han desarrollado pro-
cedimientos muy generales para calcular la denominada matriz de rigidez geomé-
trica, K g de una estructura de varios grados de libertad con cualquier tipo de
elementos. K g depende de la magnitud y distribución de cargas axiales y las ecua-
ciones de equilibrio ante un vector de cargas P se escriben [K - K g] u = P. K g
sirve también para determinar las cargas críticas que causan estabilidad en la es-
tructura. Los detalles escapan el alcance de este texto y se pueden consultar en
varias publicaciones sobre análisis estructural y el método de elementos finitos
(véanse, por ejemplo Przemieniecki, 1968 y Chajes, 1993).
Observaciones y comentarios
95
La segunda manifestación importante de comportamiento inelástico es denomi-
nada no linealidad del material que tiene lugar cuando las curvas carga-deformación
de los materiales que constituyen los miembros estructurales son sensiblemente no
lineales, reflejando además estados de falla como agrietamientos y fluencias que
causan cambios bruscos en dichas curvas. Como veremos en el capítulo 4, esta for-
ma de no linealidad es característica de prácticamente todos los materiales estruc-
turales que se usan en edificios. Los reglamentos de construcción así lo reconocen
y muchas de sus prescripciones promueven ciertos tipos deseables de compor-
tamiento inelástico ante eventos sísmicos severos y aún moderados.
Desde el punto de vista de análisis, la no linealidad del material invalida el prin-
cipio de superposición, lo cual obliga a conocer las fuerzas y momentos debidos a
las cargas permanentes que obran previamente sobre la estructura (cargas muertas
y vivas) antes de determinar los efectos de cargas laterales. En vista de que ante car-
gas permanentes deben prevenirse fenómenos no lineales de importancia, es decir,
que las resistencias de los elementos estructurales deben ser apreciablemente
mayores que las demandas provenientes de dichas cargas, en el paso inicial del
análisis ante acción sísmica se considera que el edificio se encuentra aún dentro de
su intervalo de comportamiento elástico. Se aplican luego paulatinamente las
fuerzas laterales que representan al sismo hasta que en alguna sección crítica de
algún elemento se alcanza la resistencia y ocurre una falla local, típicamente
fluencia o agrietamiento. Esto modifica las características de rigidez de tal elemen-
to y, por ende, de la estructura para cargas adicionales, aunque no necesariamente
implica colapso. Con las rigideces modificadas se continúan aplicando las cargas
laterales hasta que ocurre otra falla local con los consiguientes cambios de rigidez.
Se procede de esta manera hasta que la estructura colapsa, obteniéndose así su
resistencia a cargas laterales estáticas. Este tipo de análisis se emplea muy rara-
mente en el diseño sísmico de edificios y aun así con simplificaciones, no sólo por
ser laborioso sino porque las cargas sísmicas son dinámicas y no estáticas.
• número de pisos, aunque sus alturas son comunes a todos los sistemas
y forman parte de los datos generales;
Edificios sujetos a fuerzas laterales
96
• propiedades de vigas: módulo de elasticidad, momentos de inercia y
coeficientes de rigidez (no se necesitan áreas en congruencia con la
hipótesis de diafragmas rígidos), peraltes (para nudos de dimensión
finita);
• propiedades de columnas: módulo de elasticidad, áreas, momentos de
inercia, áreas y módulo de cortante (particularmente importantes en co-
lumnas que representan muros) y peraltes;
• propiedades de diagonales: áreas y módulo de elasticidad.
97
pueden calcular como la diferencia de las cortantes entre dos entrepisos conse-
cutivos de cada sistema resistente.
Cuando sea inapropiado suponer que los pisos son infinitamente rígidos en
planta, se tiene que recurrir a programas completamente tridimensionales de ele-
mentos finitos con los que los pisos se pueden representar con elementos placa o
con marcos y/o armaduras horizontales. Los detalles rebasan el alcance de este
texto y se encuentran en publicaciones como las citadas en la sección 2.25 y en
las de MacLeod (1971, 1990).
Capítulo
3
Conceptos de dinámica
estructural
En este capítulo se presentan brevemente los conceptos básicos del análisis diná-
mico de edificios, en los que se fundan los métodos dinámicos de diseño sísmico
estipulados en la mayoría de los reglamentos modernos de construcción, los cuales
son materia del sexto capítulo de este texto. Los conceptos fundamentales y procedi-
mientos numéricos relacionados con el análisis dinámico se describen mediante su
aplicación a estructuras sencillas, para evitar que un excesivo trabajo numérico obs-
curezca la presentación. Aunque gran parte de los ejemplos se resuelven manual-
mente, los algoritmos o sus variantes son válidos para sistemas más complejos, una
vez que se instrumentan en programas de computadoras. También presentamos aquí
algunas fórmulas para verificar los resultados más importantes de edificios más
complejos. El lector interesado en presentaciones más detalladas de procedimientos
de análisis dinámico puede consultar varios textos sobre el tema, entre ellos los de
Weaver y Johnson (1987), Humar (1990), Clough y Penzien (1993) y Craig (1981).
Desde el punto de vista dinámico, interesan los grados de libertad en los que se ge- Figura 3.1 Grados de libertad
neran fuerzas generalizadas de inercia signi- estáticos y dinámicos.
ficativas; es decir, fuerzas iguales a masa por
aceleración o momento de inercia por ace-
leración angular. Por ejemplo, en la figura 3.1
se muestra un marco que, de acuerdo con la
sección 2.2.1 y con la figura 2.2, tiene 12 gra-
dos de libertad estáticos. Sin embargo, si las
fuerzas de inercia importantes son solamente
las que generan las masas mi Ym2 al moverse 10 h. 12
lateralmente y las deformaciones de los pisos ~6
100
restantes giros y desplazamientos se anulen, sino que, aunque asuman valores dis-
tintos de cero, no generan fuerzas de inercia de consideración.
Como se ha explicado en la sección 2.4.1, en edificios es generalmente acep-
table suponer que los pisos son diafragmas rígidos en su plano, lo que permite
expresar el movimiento lateral de cualquier punto del piso en términos de tres
grados de libertad: dos desplazamientos horizontales y un giro alrededor de un eje
vertical. Si un marco o muro está ligado a un piso rígido, su desplazamiento late-
ral en este nivel depende solamente de los valores que adquieran estos tres gra-
dos de libertad, como se muestra en la figura 2.27. Por otro lado, en vista de que
la mayor parte de las masas están directamente soportadas por los pisos, es tam-
bién aceptable suponer que todas las masas están concentradas en los mismos, de
manera que las fuerzas de inercia generadas por desplazamientos laterales se
pueden expresar como productos de la masa en cada piso por sus aceleraciones
lineales (en dos ejes horizontales perpendiculares) y del momento de inercia de
dicha masa por la aceleración angular alrededor del eje vertical que pasa por el
centro de masas. Esto permite efectuar el análisis dinámico de un edificio con
modelos que tienen tres grados de libertad por piso.
Cuando por simetría los pisos no rotan alrededor de ejes verticales, el edifi-
cio o sus componentes se pueden modelar como un sistema de un grado de liber-
tad (desplazamiento lateral) por piso. Nótese que la hipótesis de que los pisos son
diafragmas rígidos implica que las vigas no tienen deformaciones axiales: tal
sería el caso del marco de la figura 3.1. Recuérdese que la matriz de rigideces de
este marco, que es de 12 X 12, se puede transformar a una matriz de rigideces la-
teral de 2 X 2, expresada en función de los grados de libertad 1 y 2, mediante el
proceso de condensación estática (véase la expresión 2.19). De esta manera, las
matrices de rigideces y de masas corresponden a los mismos grados de libertad.
101
Tabla 3.1. Aplicación del Método 13 de Newmark (13 = 1/4) al sistema de la figura 3.2.
t u Resultados numéricos
(Seg) Exacta u v a ~s* ~u ~v ~a
102
El punto sobre una cantidad significa derivación con respecto al tiempo. Con-
siderando que x = s + u, la ecuación anterior se escribe
ü+2(wit+w2 u = - s (3.2)
donde
(3.4)
103
"
A exp(-!; 0l"J)
mite relativamente alto, la ecuación 3.3 da W a ::::: 0.995 w; de aquí se colige que
en casos prácticos la influencia del amortiguamiento en la frecuencia de vibración
es pequeña, siendo su efecto más importante disminuir la amplitud de dicha
vibración conforme avanza el tiempo, según lo expresa el término exponencial de
la ecuación 3.5 y se ilustra en la figura 3.3.
Esta expresión hace ver que, como en el caso de vibraciones libres, las dos
propiedades de un sistema de un grado de libertad que determinan su respuesta
ante un movimiento prescrito del terreno son su frecuencia natural y su fracción
de amortiguamiento crítico. La velocidad y la aceleración de la masa se calcu-
lan derivando sucesivamente u(t) con respecto al tiempo, y otras respuestas de
. interés, como la fuerza en el resorte, se pueden obtener en términos del despla-
zamiento y sus derivadas. Para fines de diseño, interesan normalmente sólo los
valores máximos absolutos de tales respuestas.
Un acelerograma real no es una función algebraica del tiempo, sino una serie de
valores numéricos de la aceleración para diferentes instantes; usualmente a in-
Conceptos de dinámica estructural
104
tervalos constantes de tiempo At, que varían entre 0.005 y 0.02 segundos. Para
duraciones normales de temblores, entre 20 y 60 segundos, se tienen unos pocos
millares de valores de la aceleración. La figura 3.4 muestra el acelerograma re-
gistrado en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de la Ciudad de Méxi-
Figura 3.4 Aceleraciones, ve- co, durante el temblor del 19 de septiembre de 1985, incluyendo las historias de
locidades -. y desplazamientos velocidad y desplazamiento que se obtuvieron integrando sucesivamente dicho
del registro de la Secretaría de acelerograma. Los valores máximos de aceleración, velocidad y desplazamiento
Comunicaciones y Transportes de terreno son 168 cm/segs, 60.5 cmlseg y 22 cm, respectivamente.•
del temblor del 19 de septiem-
bre de 1985.
Dada la manera en que se expresan los acelerogramas, en vez de calcular alge-
braicamente la integral 3.6, es conveniente resolver numéricamente las ecuaciones
-300
-200
~ -lOO
~
e
:g
O
~
"
;:¡
Cj
« lOO
200
300
O 20 40 80 lOO 120 140 160
-80
--{i0
~
e¡¡
.. -40
-20
~
'g o
'O
"g 20
~ 40
60
80
105
de equilibrio dinámico con la ayuda de computadoras. Para este fin existe una
amplia variedad de métodos consistentes en calcular la solución para t + dt a par-
tir de la solución ya conocida en t. Estos métodos, denominados paso a paso,
pueden aplicarse tanto a estructuras lineales y no lineales de cualquier número de
grados de libertad, y están incorporados en una gran cantidad de los programas
comerciales de análisis estructural. En esta sección presentamos uno de los méto-
dos más populares, originalmente propuesto por Newmark (1962); aunque nos
limitamos a sistemas de un grado de libertad, ve-remos posteriormente que los con-
ceptos expuestos se aplican al análisis paso a paso de estructuras más complejas.
Considérese el sistema de la figura 3.2, cuya ecuación ele movimiento es 3.1,
que escribiremos ahora como
ma + cv + k u = -m s (3.7)
m da + e dv + k du = -m (SI - s) (3.9)
de 3.10 obtenemos:
dv = 2 (du/!:!..t - v) (3.15)
4 (du - v!:!..t)/dt2 = a + al = al - a + 2 a
da = al - a = 4 (du - v dt)/dt2 - 2 a (3.16)
Conceptos de dinámica estructural
106
Empleando las ecuaciones 3.15 y 3.16 para substituir ~v y ~a en 3.9, ~u
queda como la única incógnita que se despeja con el resultado siguiente:
~u = ~s*lk* (3.17)
donde
k* = k + 2 el ~t + 4 mI~t2 (3.18)
al = a + ~a
VI = V + ~v
UI = u + ~u
Para comenzar, se toma en cuenta que, usualmente, antes del temblor la masa
está en reposo, es decir que cuando t = O tenemos v = u = O. Como 3.7 se debe
satisfacer en todo momento, en el primer paso el equilibrio dinámico requiere que
a = - seO), con lo que se conocen los valores iniciales de las tres incógnitas.
Para ilustrar el método y apreciar su precisión, consideremos el sistema de la
figura 3.2 vibrando libremente luego de un desplazamiento inicial unitario, con
velocidad inicial nula; supongamos que m y k también asumen valores unitarios
y que el amortiguamiento es 5 por ciento de crítico. La aplicación del método de
Newmark se presenta en la tabla 3.1, para los seis primeros segundos con un
intervalo ~t = 0.1 segundos. Se presentan los resultados parciales obtenidos en
los pasos b.l a b.3. En este caso, por tratarse de vibraciones libres, s = O en to-
dos los pasos, y en el paso inicial u = 1, v = OYde la ecuación 3.7 se deduce que
a = - u = - 1.0. Se han incluido en la tabla citada los desplazamientos calcu-
lados con la solución analítica dada por la ecuación 3.5, y se observa concordan-
cia de tres cifras significativas con los valores numéricos. Se puede lograr mayor
precisión con intervalos menores de integración, aunque es normalmente sufi-
ciente usar el intervalo en el que se da el acelerograma o uno tal que ~tlT < 0.1,
donde T es el periodo fundamental de sistema.
Muchos programas de computadora emplean el método de Newmark con
{3 = 1/4, debido a su sencillez y precisión, a que se aplica fácilmente a estructuras
de múltiples grados de libertad, y a que su autor demostró que con esta elección
el método es incondicionalmente estable, es decir que no lleva a resultados espú-
reamente altos como consecuencia de las aproximaciones numéricas, indepen-
dientemente del valor de ~t.
Sistemas lineales de un grado de libertad
107
3.2.5 Espectro de respuesta elástico
2000
1800
2%
1600 5%
10%
1400
1200
~
~
os 1000
'"
800
600
400
200
Figura 3.5 Espectros de pseu-
o doaceleraciones del registro de
o 2 3 4 5 la Secretaría de Comunicacio-
Periodo (seg) nes y Transportes del temblor
del 19 de septiembre de 1985.
Conceptos de dinámica estructural
108
periodos (alrededor de dos segundos en este caso) para los que la
respuesta es sensiblemente mayor que para los demás. Una ca-
racterística adicional de estos espectros es que cuando T = 0,
S¿ es igual a la aceleración máxima del terreno, es decir al valor
máximo de s(t).
Figura 3.6 Sistema de tres gra- Consideremos el sistema de tres grados de libertad mostrado en la figura 3.6,
dos de libertad dinámicos. cuyos apoyos tienen un movimiento s(t) y cuyas masas mI' mz Y m3 tienen
desplazamientos UI' Uz Y u3' respectivamente. Las fuerzas de inercia en este caso
son ml(ül + s), mz(üz + s) Ym3(ü3 + s). Las fuerzas en los elementos elásticos se
calculan como el producto de la matriz de rigidez lateral K por los desplaza-
mientos laterales, es decir
donde kij = kj i
donde el punto denota derivación con respecto al tiempo. Veremos más adelante
que en general no es necesario calcular e y que el efecto del amortiguamiento se
toma en cuenta en los espectros de diseño.
Sistemas lineales de varios grados de libertad sin torsión
109
Para cada masa la suma de todas las fuerzas debe ser cero. Así se llega a que
las ecuaciones de equilibrio dinámico son:
M=
mI
O mz
O O]
O
[
O O m3
Mü+Ku=O (3.21)
Ahora bien, toda estructura elástica puede vibrar libremente en forma tal que
el desplazamiento de cada una de sus masas con respecto a su posición de equi-
librio estático es igual al producto de una función de la posición de la masa con-
siderada por una función del tiempo, que es la misma para todas las masas. En
otras palabras, los desplazamientos se pueden expresar como
U1 (t)}
u = Uz (r)
{
u3 (t)
Se dice que una estructura de esta manera vibra en sus modos naturales; el
conjunto de valores Zj (que son constantes independientes de t) se denomina
forma del modo y el periodo de la función del tiempo q(t), en caso de existir, se
llama periodo natural.
Derivando la ecuación 3.22 se obtiene ü(t) = Z ti (t) y sustituyendo en 3.21
"
llegamos a:
MZ ij+KZq=O (3.23)
por sencillez se han omitido los (t). Para la masa i el desarrollo de la última ex-
presión da
110
de donde
ij = I¡ k¡¡ Zi
q m.x,
q+w2q=O
cuya solución es
q = a sen W (t - T) (3.25)
q= - w2 a sen W (t - 1") = - w2 q
(K - w2M)Z=O (3.26)
O (3.27)
111
a) Ortogonalidad con respecto a la matriz de masas,
(3.30)
la de cada modo, aunque el cociente del segundo sobre el prime- W¡ =Peso del piso
ro se mantiene constante y es igual al cuadrado de la frecuencia del i,en ton
modo en cuestión.
3.3.4 Ejemplo
O
M=
[ m,
~ mz
O 1,] k¡ = 200
K =
[k, - +kzk, .- kz
kz + k3 _Ok 3
]
O - k3 k3
Figura 3.7 Sistema tratado en
el ejemplo de la sección 3.3.5.
El valor de cada masa es igual a W/g (g es la aceleración de la gravedad),
entonces:
I
y la ecuación 3.27, K - w Z M I =O, se escribe:
5.0 - 0.407750 A - 2.5
0.0]
[
- 2.5 3.5 - 0.407750 A - 1.0 =O
0.0 - 1.0 1.0 - 0.203875 A
Conceptos de dinámica estructural
112
donde A = w2/80. El desarrollo de este determinante conduce a la siguiente
ecuación cúbica:
0.321
-1.969
0.853 0.803
1.0
[
(40ü-122X0.407750)
-200
-200
(280-122xO.407750)
-80
0.0]
-80
(80-122XO.203875)
{ZlI}
z21
z31
- {O}
O
O
0.0
ZI = {ZII}
Z21
Z31
= {1.000}
1.751
2.541
113
1.000}
0.853
{
-1.969
0.4~0775 o
0.40775
1.751 2.541 } [
O O.20t75 ]
400 -200
- 20g 280 - 8g]
[ - 80 80
Z?K = { 1.00 1.751 2.541 }
{49.8 87.0 63.2}
Este método, propuesto por su autor en 1943, está basado en el proceso de itera-
ción de Stodola- Vianello (Rosenblueth y Esteva, 1962). En la forma en que a con-
Conceptos de dinámica estructural
114
Tabla 3.2 Método de Newmark.
K
(ton/cm) 200 200 200
Renglón
M
--vvv VV'v-¡-O VV'v~
0.408 0.408 0.204
( ton-seg 2 )
cm
115
b) Obténgase la fuerza de inercia en cada masa correspondiente a la confi-
guración supuesta. Estas fuerzas serían M X w 2 ; como se desconoce w 2,
se calculan los productos M X = F/w 2, que forman el segundo renglón
de la tabla.
e) A partir de las fuerzas de inercia calcúlense las fuerzas cortantes en los
entrepisos, también divididas entre w2; esto es, se calcula V/w2, como se
anota en el tercer renglón de la tabla.
el) Dividiendo las fuerzas cortantes entre las rigideces de entrepiso, obtén-
ganse las deformaciones de entrepiso también divididas entre w2. Esto se
presenta en el renglón cuarto de la tabla como D.Y/w2 •
e) Acumulando deformaciones de entrepiso determínese una nueva confi-
guración de los desplazamientos de las masas Y/w 2 (quinto renglón de
la tabla).
f) Obténgase w2 para cada masa, como los cocientes X/(Y¡!w2); así se llega al
sexto renglón de la tabla. Si la configuración X supuesta es la correcta, resul-
tará el mismo valor para todas las masas; en caso contrario, es necesario
repetir todos los pasos empezando con una forma de modo proporcional a
Y/w2 hasta que se obtengan valores de w2 suficientementeparecidos en todas
las masas. Así se obtiene una convergencia en general bastante rápida.
La tabla 3.2 incluye tres iteraciones, que llevaron a una aproximación sufi-
ciente. Los valores de X en cada iteración se normalizaron de manera que la masa
del primer piso tuviese un desplazamiento unitario, lo cual permite apreciar cómo
se va modificando de una iteración a otra la forma del modo. Para calcular la
frecuencia se pueden promediar los valores del último ciclo o, mejor aún, deter-
minarla con el cociente de Schwartz (que es una forma del cociente de Ray-
leigh), como sigue:
w2 = ¡¡ (F/w2)(Y/w2)
¡¡ F¡ (Y/w2)2
116
d) Por equilibrio determínese la fuerza cortante en el segundo resorte
F 2 =V¡ - F¡.
e) übténgase la deformación de este último, áX2 = F 2 / K 2 .
f) Calcúlese la amplitud del desplazamiento de la segunda masa, X2 = X¡ +
áX2, y la fuerza de inercia en la misma, F2 = M2 w 2 X2 .
g) Repítanse los pasos (d) a (j) con el tercer resorte y la tercera masa.
h) Continúese el proceso hasta llegar a la última masa. Si se satisface el equi-
librio entre la fuerza cortante del último resorte y la fuerza de inercia de
la masa aludida, la frecuencia escogida y las amplitudes calculadas corres-
ponden a un modo natural de vibración. Por lo general, tales fuerzas no
son iguales y su diferencia constituye un residuo.
K
(ton/cm) 200 200 80
w2
Supuesta -vvv -o-- ~
<:>
;:,:
'"
~
'l:::
M
0.408 0.408 0.204
( ton;::g2 )
-,-:')
lO""
200 X 1 + 29.7 X 0.149 + 225.2 X 2.815 = 562.5 (ec. 3.31)
__ 563 X --==...:.-.:.....:.......:....=..:..:.....:..:....::..:..::....:.:.......:..-=='---=-=e.:..::-_
229.7 X 1 + 195.5 X 0.851 + 225.6 X 1.964
Cálculo numérico de modos y frecuencias de vibrar
117
+300
Residuo
+200
+100
30
O
1000
-44 ro2
-100
-200
-300
(3.31)
La tabla 3.3 resume los cálculos hechos para el segundo modo del edificio de
la figura 3.7. Las operaciones se han hecho con mayor precisión en el último
ciclo, y los resultados finales, wi = 562.5/seg 2, y forma modal (1.000, 0.851,
-1.964), difieren de los de la sección 3.3.4 sólo en la cuarta cifra significativa.
La gráfica de los residuos versus w2 se muestra en la figura 3.9, la cual
incluye también puntos correspondientes a la frecuencia del tercer modo de
vibrar. El valor calculado para w3 2 es 1372/seg2 que difiere del de la sección 3.3.4
en menos de 0.3 por ciento.
KZ=w2MZ (3.32)
Conceptos de dinámica estructural
118
Los pasos a seguir son:
KY =X' (3.33)
YTX'
w2 - - - - (3.34)
YTMY
K'=K-JLM
En este caso los valores de Y convergen a la forma del modo cuyo valor de
w2 sea más cercano a JL y el cociente de Rayleigh (ecuación 3.34) proporciona el
valor de (w 2 - JL), así que para calcular w 2 se debe usar la expresión:
YTX'
w2 = JL+ YTMY (3.35)
como ejemplo, hemos aplicado este método otra vez a la estructura de la figura
3.7, recordando que, en unidades de t, m y seg, las matrices de masas y de rigide-
ces son
[ 0.40775 O
M= O 0.40775
O O 0.2g388 ]
-~O]
[ 400 -200
K = -~OO 280
-80 80
Cálculo numérico de modos y frecuencias de vibrar
119
Tabla 3.4 Método de interación inversa (primer modo).
Grado de
libertad 1 2 3
Nota: Los valores de X, salvo para la primera iteración, son proporcionales a los de Y
de la iteración anterior.
X'=MX
y = K-l X'
yTX'
W2 = yTMY
W2 = 122 seg-2
Los cálculos de varias iteraciones hechas para obtener el primer modo se pre-
sentan en la tabla 3.4. Para este tipo de estructura conviene, como en el método
de Newmark, suponer como valores iniciales de X cantidades proporcionales al
número de orden del grado de libertad (numerados de abajo hacia arriba).
En el paso e) se necesita resolver el sistema de ecuaciones siguiente:
-200
280
-80
La solución es:
En la tabla 3.5 se muestran los cálculos para el segundo modo. Para esto se
adopta en la expresión 3.35 J.L =490.5, entonces la convergencia será al valor de
w2 más cercano a dicha m. En modos superiores al primero, y aun en éste, con-
viene suponer que los valores iniciales de Xi son todos iguales a la unidad, a me-
Conceptos de dinámica estructural
120
Tabla 3.5 Método de interación inversa (segundo modo).
Grado de
libertad J 2 3
Nota: Los valores de X, salvo para la primera iteración, son proporcionales a los
de y de la iteración anterior.
nos que se tenga una mejor aproximación a la forma modal buscada. La matriz
K' resulta entonces:
200 -200
K' =K - J.L M = [ - 20g 80
-80
200 -200
[ -2og
80
-80
Haciéndolo se obtiene:
121
Puede notarse que el método de iteración inversa da, para el primer modo, los
mismos resultados que el método de Newmark. De hecho, en este ejemplo en que
consideramos un edificio de cortante, ambos procedimientos son equivalentes al
de Stodola- Vianello (Rosenblueth y Esteva, 1962). Sin embargo, tal como lo
hemos presentado, el método de iteración inversa se puede aplicar cualesquiera
que sean las matrices de masas y rigideces y no sólo a sistemas sencillamente
acoplados; además, como hemos visto, empleado con corrimientos, sirve para
calcular cualquier modo de vibrar. Por tales motivos, dicho método constituye
la base de varios algoritmos, como el de iteración de subespacios y el de búsque-
da del determinante, apropiados para computadoras. Bathe y Wilson (1976),
Weaver y Johnston (1987), Humar (1990) y Clough y Penzien (1993) tratan con
más amplitud este método y sus variantes, y describen cómo incorporarlos en
programas para computadoras.
122
Zj = j-ésimo vector modal en el que el término zij es amplitud del desplaza-
miento de la masa mi.
Z = matriz modal cuyaj-ésima columna es el modo Z
¡ expresa suma sobre todos los modos de vibrar.
Sustituyendo u (r) en la ecuación 3.20 obtenemos:
ZTMZ = M*
ZTKZ = K*
como los términos fuera de la diagonal de las matrices transformadas son nulos,
la filaj del sistema de ecuaciones diferenciales 3.39 resulta:
(3.40)
m/ = Z/MZj
c/ = Z/C Zj (3.41)
k/ = Z/KZj
Ü + 2 gW ü + w 2 u = - s(t)
123
(3.43)
:rm¡Zij
(3.44)
:rm¡zl
(3.45)
(3.46)
o también:
(3.47)
El que los modos puedan tener una escala arbitraria significa que podemos mul-
tiplicar todos los elementos de cualquier vector modal Zj por una constante sin
afectar ninguna otra de las propiedades modales. En particular, en la ecuación
3.47 el valor de uit) es independiente de la escala que se adopte para los zij puesto
que si los mismos se multiplican por un factor arbitrario a, aparecerá a 2 en el
numerador y en el denominador, sin alterar el resultado final.
Es muy conveniente, sin embargo, escalar los modos de manera que
todas las masas generalizadas m/ sean iguales a la unidad. Se dice entonces
que los modos se han normalizado con respecto a la matriz de masas o que
son ortonormales. Supongamos que conocemos el modo Zj en una escala
cualquiera que lleva en general a m/ =_Z/ M Zj i= 1. Para obtener el modo
ortonormal debemos dividir Zj por V;;;/; hecha tal operación, de 3.41 dedu-
cimos que:
Conceptos de dinámica estructural
124
Z/MZj = 1
Z/C Zj= 2 Wj ~ (3.48)
Z/KZj = wl
Las fórmulas para el factor de participación se simplifican a:
(3.49)
(3.50)
La cortante en la base V¡, en este modo es la suma de las fuerzas en todas las
masas:
WI 2 =
122.0 rad/seg-; wi = 562.4 rad/seg- W2 3 = 1375.0 rad/seg-
TI = 0.569 seg T2 = 0.265 seg T 3 = 0.169 seg
125
Podemos ahora remplazar cada Zj por su correspondiente forma ortonormal
dividiéndolo por la respectiva V;;;¡;, arribando a los siguientes resultados:
Consideremos el edificio de la figura 2.30. Los datos necesarios para obtener sus
periodos y modos de vibrar en dos direcciones ortogonales se presentan en la
tabla 3.6; donde, para uso posterior, se añaden las dimensiones a y b, de las
plantas y la inercia rotacional de las masas J. Con tales datos obtenemos las si-
guientes matrices de masas (en t-seg-/m) y de rigideces laterales (en t/m) para
cada dirección de análisis, las tres de tamaño 5 X 5:
9.174 o O O O
O 12.232 O O O
O O 15.291 O O
M= O O 15.291 O
O
O O O O 18.349
4400 -4400 O O O
-4400 8800 -4400 O O
O - 4400 11200 -6800 O
Kx = O O - 6800 13600 -6800
O O O -6800 13600
g = 9.81 m/seg'',
Conceptos de dinámica estructural
126
Tabla 3.7 Periodos y modos de vibrar del edificio de la figura 2.30.
a) dirección X
Modo (j) 1 2 3 4 5
Periodo
(segundos) 0.9652 0.3820 0.2400 0.1900 0.1639
b) dirección Y
Modo (j) 1 2 3 4 5
Periodo
(segundos) 0.5116 0.1967 0.1312 0.1005 0.0855
13300 -13300 o o o
-13300 33900 -20600 O O
O -20600 44200 -23600 O
O O -23600 47200 -23600
O O O -23600 47200
127
3.6 ANÁLISIS DINÁMICO TRIDIMENSIONAL
El análisis de una estructura ante excitación sísmica debe tener en cuenta todos
los grados de libertad necesarios para representar completamente los posibles
modos de deformación y las fuerzas de inercia significativas que puedan gene-
rarse en tres dimensiones. Bajo la hipótesis de comportamiento elástico, existe
una variedad de programas basados en el método del elemento finito, que facili-
tan el análisis dinámico de modelos tridimensionales con cualquier distribución
de masas y rigideces. Las ecuaciones de movimiento tienen esencialmente la
forma de la expresión 3.38, aunque las matrices de masas y rigideces contienen
usualmente muchos más elementos y ninguna de ellas tiene que ser necesaria-
mente diagonal. Siempre que las suposiciones simplificatorias para disminuir la
cantidad de grados de libertad o para emplear subestructuras sean inaceptables,
deben usarse estos programas con la ayuda de computadoras personales o esta-
ciones de trabajo. La presentación del método del elemento finito para problemas
dinámicos y su instrumentación en programas para computadora rebasan el alcan-
ce de la presente publicación; por otro lado, en la literatura técnica se encuentra
un número abundante de textos y artículos que los presentan con amplitud y de-
talle (véase por ejemplo, Przemieniecki, 1968, Weaver y Johnston,1987 y Bathe
y Wilson, 1976).
No obstante, aun cuando se disponga de los recursos de computadora
apropiados para analizar un edificio mediante un modelo completamente
tridimensional de elementos 'finitos, no debe perderse de vista que es mayor
el esfuerzo que demandan la preparación de datos y la interpretación de resul-
tados, acrecentando la posibilidad de incurrir en problemas numéricos y en
errores humanos. Además, es innecesario refinar mucho un modelo elástico
que sólo representa de manera aproximada a una estructura que se espera que
incursione en comportamiento no lineal para la intensidad del sismo de dise-
ño. Por tales motivos es conveniente usar solamente tantos grados de libertad
como sean realmente necesarios para representar las deformaciones y fuerzas
relevantes.
Por lo anterior, en el diseño de edificios, así como se hace en el análisis estáti-
co, se emplea también en el análisis dinámico tridimensional la hipótesis de que
los pisos son diafragmas rígidos. De esta manera el problema global se reduce a
uno de tres grados de libertad dinámicos por nivel: dos desplazamientos laterales
y un giro alrededor de un eje vertical. Este enfoque se describe en lo que resta de
esta sección.
128
de inercia, la suma de todas las fuerzas o momentos debe ser cero. Así llegamos
a las ecuaciones de equilibrio dinámico siguientes:
mI O O O O O
O mI O O O O
O O JI O O O
M=
O O O mn O O
O O O O mn O
O O O O O Jn
Otra diferencia con el caso sin torsión es que mientras las aceleraciones de los
pisos ocurren en las dos direcciones horizontales y tienen un componente rotacio-
nal, las aceleraciones del terreno existen sólo en la dirección de análisis. Por esta
razón, se ha insertado el vector R, que contiene unos en los lugares correspondien-
tes a los grados de libertad orientados en la dirección aludida y ceros en los demás
lugares, en el segundo miembro de la expresión 3.51. De esta manera, el acelero-
grama s(t) aparece solamente en las ecuaciones correspondientes a la dirección del
movimiento de la base, como se ilustra en los ejemplos de secciones subsiguientes.
En la matriz M, a los desplazamientos laterales les corresponde la masa tras-
lacional del nivel en cuestión y al giro alrededor del eje vertical le corresponde la
inercia rotacional de la masa con respecto a dicho eje. Tratándose de fuerzas sís-
micas que obran en los centros de masas de los niveles, es conveniente que los
ejes verticales pasen por tales centros. Los métodos para valuar las masas y sus
momentos de inercia son bastante conocidos y no se trataran aquí. Cuando la
masa está distribuida de manera más o menos uniforme en planta, se puede calcu-
lar su momento de inercia como J = m r 2, donde m es la masa del piso y r el radio
de giro del área de la planta. Por ejemplo, r = V (a 2 + b 2) / 12 para una planta rec-
tangular de dimensiones a y b.
Los pormenores del procedimiento para determinar la matriz de rigidez late-
ral cuando los pisos se modelan como diafragmas rígidos, fueron materia de la
sección 2.4. En el capítulo 7 describiremos cómo se suele incorporar el amorti-
guamiento en el cálculo de la respuesta a temblores.
129
equilibrio dinámico dadas por la expresión 3.51 sigue
los pasos descritos en la sección 3.5.1 para estruc-
turas con desplazamientos en una sola dirección ho-
rizontal, a las que corresponden las ecuaciones de la
expresión 3.20. La única diferencia entre 3.20 y 3.51
es la presencia del vector R en lugar del vector 1, lo
cual afecta solamente la fórmula para calcular el
coeficiente de participación del modo j, que ahora se
escribe:
(3.52)
tk~-
coeficientes de participación y su suma también
proporciona la masa total del edificio. Se mantie-
nen sin cambios las expresiones para determinar
los desplazamientos modales.
M~U m~2/6
O
m
O ]
[ 2.5 k O O.2Sk. ]
1.12~ k a
K- O 2.0 k
0.25 k a O 2
130
(2.5 k- w2 m) o 0.25 k a
IK -w2MI = O (2.0 k- w2 m) O =0
0.25 k a O (1.125 k a2 - w2 ma 2/6)
TI = 4.44 v;Jk
T2 = 4.04 v;Jk
T3 = 2.40 v;Jk
Para encontrar las formas modales hay que introducir cada frecuencia en el
sistema de ecuaciones siguiente:
Empleando wl 2 obtenemos:
Z - 1O } Z - 1O }
3 - { -0.3459/a 3 - { 17.3459/a
Volviendo al edificio de la figura 2.30, consideraremos ahora los giros de los pi-
sos alrededor de un eje vertical como grados de libertad, obteniendo un total de
15 desplazamientos generalizados y matrices de rigideces y de masas de 15 X 15.
Si al ordenar los grados de libertad se colocan primero los cinco desplazamientos
de los centros de masas en X, luego los cinco desplazamientos en Y, y finalmente
los cinco giros, la matriz de masas es:
Análisis dinámico tridimensional
131
o
M
O
donde Oes una submatriz llena de ceros y M Y J son submatrices diagonales que
contienen las masas de los pisos y sus momentos de inercia, respectivamente. En
la tabla 3.6, para cada piso, hemos calculado J como la masa correspondiente por
r 2 = (a 2 + b2)112. M se da explícitamente en la sección 3.5.4 y J viene a ser:
18~.34
JJ
O O O
531.09 O O
J= O O 663.86 O
[ O O O 663.86
O O O O
Modo 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Piso Desplazamientos en X
Piso Desplazamientos en Y
Piso Giros
132
Tabla 3.9 Periodos tridimensionales del edificio de la figura 2.30.
En las secciones que anteceden, hemos visto que en el análisis modal la respuesta
de un sistema de varios grados de libertad, con o sin torsión, se expresa en térmi-
nos de funciones ep), cada una de la cuales es el desplazamiento relativo de la
masa de un sistema de un grado de libertad de igual periodo y amortiguamiento
que los del modo j. Las ep) pueden calcularse con cualquier método analítico o
numérico, como los expuestos en la sección 3.2, por ejemplo, mediante la integral
3.6. Sin embargo, hemos señalado también la conveniencia de resolver numérica-
mente las ecuaciones de equilibrio dinámico mediante métodos paso a paso, como
el f3 de Newmark (ver sección 3.2.4). Procediendo de tal manera, se determinan
las ep) y sus derivadas para tantos instantes como puntos tenga el acelerograma,
y las sumas que arrojan la respuesta total del sistema de varios grados de libertad
(expresiones 3.47, 3.50 o similares) se ejecutan en cada uno de dichos instantes.
Por otro lado, los métodos paso a paso se pueden emplear para resolver direc-
tamente las ecuaciones de movimiento de sistemas de varios grados de libertad,
sin necesidad de extraer periodos ni modos de vibración. Siguiendo los pasos
descritos en la sección 3.2.4, a partir de la ecuación 3.51 se llega a:
M a + e v + K u = - M Rs(t)
y también:
M da + e dv + K du = - M R {s¡(t) - s(t)}
133
Como ilustración, supongamos que se conocen los vectores a, v y u en el
instante t, empleando el método de Newmark con f3 = 1/4, sus valores en t + !i.t
se calculan como sigue:
al = a +!i.a
VI = V +!i.v
u l = u +!i.u
Nuevamente, para comenzar el proceso se toma en cuenta que antes del tem-
blor la masa está en reposo, es decir que cuando t = O los vectores de desplaza-
mientos y velocidades son nulos (v = u = O). Para satisfacer equilibrio dinámico
en el primer paso se requiere que a(O) = - R s(O), con lo que se conocen todos los
valores iniciales necesarios.
Entre las ventajas de la aplicación directa de integración numérica a ecua-
ciones de sistemas de varios grados de libertad se cuentan que no hay que resol-
ver el problema de valores característicos y que la matriz de amortiguamientos
no está restringida a ser diagonalizable bajo la transformación modal, como se
requiere en el análisis modal. En cambio, las operaciones llevadas a cabo con
matrices de tamaño n son bastante más numerosas que n veces las operaciones
con cantidades escalares, sobre todo porque es común que en edificios de va-
rios pisos se requieran intervalos !i.t pequeños de integración para lograr una
precisión aceptable, ya que en general es preciso asegurar que !i.t/T < 0.1,
donde T es esta vez el mínimo periodo que tiene una participación significativa
en la respuesta estructural. Esta dificultad se puede aliviar en el análisis modal
usando diferentes intervalos !i.t para cada modo, de acuerdo con su correspon-
diente periodo.
134
Conviene estudiar el problema considerando primero las diferencias en el
movimiento del terreno que provienen de la rigidez del sistema estructura-cimen-
taci6n como si no tuviera masa, lo cual se denomina interacci6n cinemática, por-
que es causada fundamentalmente por la geometría y rigidez de la cimentaci6n
(Whitman y Bielak, 1980, Roesset, 1981). Las diferencias consisten en general en
un filtrado de los componentes traslacionales del movimiento en cuestión (dis-
minuci6n de su amplitud en el intervalo de frecuencias altas y medias) y en la mo-
dificaci6n de componentes rotacionales y torsionales. Estos efectos parcialmente
motivan que en los reglamentos se estipulen excentricidades accidentales, que
generan torsiones en planta aun en edificios completamente simétricos.
En un segundo paso se consideran las fuerzas de inercia que se generan por
la vibraci6n de las masas de la cimentaci6n y de la estructura, que da lugar no
s610 a elementos mecánicos dentro de los distintos miembros que las componen,
sino también a tres fuerzas y tres momentos referidos a dos ejes horizontales y
uno vertical en la base. Si el suelo no es muy rígido, tales fuerzas y momentos
producen deformaciones que modifican el movimiento en la cimentaci6n. Se ha-
bla en este caso de interacci6n inercial. Una manera de tomar en cuenta este tipo
de interacci6n consiste en modificar las características dinámicas de la estruc-
tura. Aquí presentamos brevemente este enfoque cuyos detalles se tratan más
ampliamente en varias publicaciones, por ejemplo Roesset et al. (1973), Bielak
(1976), Wolf (1985, 1987), Gazetas (1991a) y Avilés et al. (1992).
135
u=o h
-
k
m u
k h I
I
I
I
I
: kh k k,+kh 2
k, : ( ---..
U---"
k
(
, - Ux
kx
Ux =1
,=0
a) Sistema. b) Grados de libertad. e) Coeficientes de rigidez.
Suponiendo que las columnas son inextensibles y que, por tanto, m gira lo
mismo que mx , el momento de inercia 1,.. asociado al giro (J, es el debido a las ma-
sas cuando giran con respecto al eje de rotaci6n en la base, obteniéndose:
MÜ+KU=-MRs (3.52)
136
Para distinguir mejor los efectos de distintas fuentes de deformaciones en
estudios sobre interacción suelo-estructura, conviene emplear como grados de li-
bertad el producto clJh y el desplazamiento relativo de la masa de la estructura con
respecto a la de la cimentación. Los elementos del nuevo vector de desplaza-
mientos, V, son:
V3= h u3
Vz = Uz
VI = UI - Uz - h U3
UI = VI + Vz + 1-'3
Uz = Vz
U3 = v3/h
1I~
1
1
O ]
K a
[ -kk
-k
k + k;
-kh
kh
-kh kh kr + kh z ][~ 1
1
O l~h ]
aT aTK K*
[: O
1
O I] U -k
k,
O
-~h
k,lh
]
O
U kl,]
kx
O
M a
Sistemas suelo-estructura
137
aT a™ M*
In n[: ••
o
[:
O m
1
O [: mx
O
m w m,
m
{i}
a™ aTMR
O O]
[: mx
O
O
Ir
{m :m,}
Todos los componentes del sistema tienen el amortiguamiento interno propio
de los materiales correspondientes. En adición, el suelo disipa energía mediante
radiación de ondas, dando lugar al llamado amortiguamiento geométrico. Ambas
formas de disipación de energía se representan usualmente mediante amortigua-
dores viscosos ubicados en paralelo con los elementos elásticos. Suponiendo que
los coeficientes de amortiguamiento asociados a la velocidades traslacionales de la
estructura y la cimentación ya la velocidad rotacional de esta última son e, e, y c,.,
respectivamente, las tres ecuaciones diferenciales del sistema amortiguado son:
M* V + c* V + K* V = - aT M R s (3.53)
138
de la estructura bajo estudio. En la práctica, el impacto de la flexibilidad del suelo
en el comportamiento dinámico de un edificio se percibe de manera más acen-
tuada en el modo fundamental, cuya frecuencia se puede estimar mediante el mé-
todo de iteración inversa, ejecutando los siguientes pasos:
Supongamos que el vector inicial (empleando los grados de libertad Vi) es:
3m/k }
Y - 3m/kx
{ 3m h 2/k
r
w2 = -YTX
--' = - - - - =1- - - - - - (3.54)
YT M Y m (l/k + l/kx + h
2/k
r )
1/k }
Z - l/kx
1 - { h 2/k
r
Se constata que esta aproximación coincide con la deformación estática del sis-
tema suelo-estructura sujeto a una fuerza horizontal unitaria en la masa superior.
Partiendo de la fórmula 3.54, el periodo estimado del sistema con interacción,
T' = 2'TT'/w, puede expresarse en función del periodo fundamental de la estructura
cuando el suelo es indeformable, T = 2'TT'....;;;}i;, como sigue:
Esta aproximación fue propuesta por Bielak. (1971), quien desarrolló también
una expresión para valuar el amortiguamiento efectivo que incluye la disipación de
energía por radiación de ondas en el suelo. Como en la derivación de T' se igno-
Sistemas suelo-estructura
139
ran algunas masas, en general se subestima el periodo fundamental, aunque los
errores son despreciables, particularmente si se comparan con incertidumbres en
el cálculo de los términos que representan la deformabilidad del suelo. Esta ma-
nera de considerar la interacción o alguna variante se adopta en versiones recien-
tes de varios reglamentos de construcción (NTOS-RCDF, 1995, FEMA, 1992)
como parte de sus pautas para calcular ordenadas espectrales o coeficientes sís-
micos y deformaciones adicionales debidas a la flexibilidad del suelo.
Varios investigadores, entre ellos Bielak (1971), Roesset (1980), Novak (1987),
Pais y Kausel (1985, 1988) Y Gazetas (1991a y b), han determinado valores de
las rigideces equivalentes para diversas formas de cimentaciones rígidas suje-
tas a excitaciones armónicas. Se ha encontrado que las rigideces ante cargas
dinámicas, llamadas también impedancias, dependen de la frecuencia del mo-
vimiento y son cantidades complejas cuyas partes imaginarias reflejan el amor-
tiguamiento. No obstante, los resultados correspondientes a cargas estáticas
(algunos de ellos conocidos desde hace varias décadas) brindan precisión sufi-
ciente para la mayoría de los casos de interés en el análisis sísmico de edificios. A
continuación reproducimos las fórmulas propuestas por Pais y Kausel (1985,
1988) para cimentaciones sobre un semiespacio elástico, que se basan tanto en
resultados de los proponentes como en los previos de otros autores.
Para cimentaciones circulares enterradas como se muestra en la figura 3.13:
4GR
K=
v [1 + 0.541]]
1 - JI
8GR
K=
x [1 + 1]]
1 - JI
8 GR3
K=
r [1 + 2.3 + 0.58 ~]
3(1 - JI)
16 GR3
K=
t [1 + 2.67 1]]
3
Conceptos de dinámica estructural
140
en estas fórmulas G y v son los módulos de cortante y de Poisson del suelo, res-
pectivamente, R es el radio de la cimentación y TI, el cociente de la profundidad
de enterramiento entre R.
Para cimentaciones rectangulares enterradas como la de la figura 3.14:
GB
K; = - - [6.8 ÁO.65 + 2.4] [1 + {0.33 + 1.34/(1 + Á)} ~.8]
1- v
Figura 3.13 Cimentación ente-
rrada de planta circular. Ky = «, + 0.8 G B [Á - 1] [1 + {0.33 + 1.34/(1 + Á)} ~.8]
GB3
K rx = - - [3.2Á + 0.8] [1 + TI + 1.6/(0.35 + Á )} 'lf]
1- v
GB3
Kry = - - [3.73 Á2.4 + 0.27] [1 + TI + 1.6/(0.35 + Á4)} 'lf]
1- v
141
análisis que incorporan nolinealidades, así como el impacto de las
mismas en la respuesta sísmica. f(u)
v
m
3.8.1 Ecuaciones de movimiento ..,...
7
Cuando se consideran efectos no lineales, las ecuaciones de equi-
librio dinámico adquieren la forma:
ü+w2u=a
u y = a/w2 = a (l - cos W t l )/ W 2
Conceptos de dinámica estructural
142
de donde t) = 7T/(2w). Luego de este instante, la pendiente de la curva carga de-
formación es plana para desplazamientos crecientes, la fuerza en el resorte se
mantiene constante en su nivel de fluencia y la ecuación de movimiento se con-
vierte en:
mü+fy=ma (3.57)
Hasta aquí hemos considerado que la aceleración del terreno s(t) es constante,
mientras que en un acelerograma real s(t) varía continuamente. A fin de ilustrar
los efectos de un cambio en la aceleración, supongamos que s(t) se anula cuando
t = t2 = 2t) = ttior; a partir de este momento, el segundo término de la ecuación
3.57 es cero, y, por tanto, ü = fimo Integrando dos veces y calculando las cons-
tantes de integración de manera que el desplazamiento y la velocidad en t = t2
sean los mismos que al final del tramo anterior, se llega a:
u = uy [2.5 + COSWT]
Esto indica que la masa está sujeta a movimiento armónico alrededor del
punto 2.5 u y. Tanto la ecuación como su solución son válidas mientras la fuerza
en el resorte se mantiene en la misma rama de la curva fuerza-deformación o
hasta que cambia la aceleración del terreno.
143
descritos para estructuras elásticas en la sección 3.2.4, aunque con el requisito
adicional de conocer de antemano las curvas carga-deformación de los elementos
resistentes y la necesidad de constatar que las fuerzas en dichos elementos se
apeguen a la curva que les corresponde.
Una manera sencilla de incorporar la nolinealidad en los métodos paso a paso
consiste en usar la formulación para sistemas lineales considerando para cada
paso de integración la rigidez tangente k t • definida como el cociente entre los in-
crementos de fuerzas en el resorte y de desplazamientos en dicho intervalo. De
esta manera, la ecuación 3.9 se convierte en:
m ~a + c ~v + k¡ ~u = -m (SI - s) (3.58)
m ~a + c ~v + kp ~u = -m (SI - s)
144
En forma más general,
>V' l.l para edificios de varios pisos,
uf
]u
la ductilidad se toma como el
8. desplazamiento máximo glo-
'"'"~ 0.9 J.L=1 bal entre el correspondiente al
~ límite elástico. Aunque el lí-
-E=
0.8
mite aludido es difícil de
O
0.7 definir, el concepto de ducti-
lidad se emplea en los re-
0.6 glamentos de construcción
para modificar los espectros
0.5
elásticos tomando en cuenta
0.4 la capacidad que poseen las
estructuras de disipar energía
0.3
mediante deformaciones ine-
0.2
lásticas.
Varias investigaciones ana-
0.1 líticas sobre sistemas de un
grado de libertad (Bielak,
O
O 2 3 4 1966, Bazán y Rosenblueth,
Periodo (seg)
1974, Ridell y Newmark, 1979,
entre otros) muestran que para
una excitación sísmica (un
Figura 3.16 Espectros elasto- acelerograma) dada y una relación de amortiguamiento prescrita, la ductilidad
plásticos del registro de la depende del periodo inicial del sistema, Ti' o viceversa, que la fuerza de fluencia
Secretaría de Comunicaciones F y , que debe tenerse para no exceder una ductilidad deseable, depende de dicho
y Transportes del temblor del 19
periodo. Con base en esta observación, se elaboran espectros inelásticos que sumi-
de septiembre de 1985.
nistran F; como función de Ti' Se acostumbra a dibujar la relación F/W, en vez
de E; donde Wes el peso del sistema; de manera que el espectro proporciona el
coeficiente sísmico inelástico. El amortiguamiento crítico se calcula con la rigi-
dez inicial.
La figura 3.16 muestra los espectros elastoplásticos del acelerograma regis-
trado en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México durante el
temblor del 19 de septiembre de 1985, correspondientes a un amortiguamiento de
5 por ciento del crítico, para ductilidades de 1, 2, 3 Y 4. J.L = 1 representa com-
portamiento elástico. Se observa que para reducir la ductilidad se debe aumentar
el coeficiente sísmico, y que este último se mantiene sin cambios para periodo
cero, independientemente de la ductilidad.
145
dades inerciales y de rigideces de edificio, en el entendido de que los espectros
de diseño sísmico ya han sido modificados (ensanchados) para tener en cuenta
incertidumbres en los periodos de vibración que resulten de la variabilidad de
tales propiedades y de inexactitudes en los métodos de análisis. La sección 4.6
de este texto se ocupa del cálculo de propiedades mecánicas y geométricas de
los elementos estructurales para fines de análisis sísmico; el cálculo de masas es
más directo, y sólo hacemos notar que los reglamentos de construcción, incluyen-
do el del Distrito Federal, estipulan cargas vivas para diseño sísmico menores que
las máximas especificadas para diseño por cargas gravitacionales, ya que es muy
poco probable que las mismas estén presentes simultáneamente en todo el edifi-
cio durante un sismo.
La posibilidad de encontrar dificultades numéricas es mayor en análisis
dinámico que en estático porque el número y complejidad de operaciones a efec-
tuar es apreciablemente mayor. Por ello, la solución numérica de problemas diná-
micos ha sido materia de investigación en años recientes, habiéndose desarrollado
métodos bastante especializados como los que se describen en Weaver y Johnson
(1987), Humar (1990) y Clough y Penzien (1993). Una contribución reciente para
hacer más eficiente y preciso el análisis modal es el uso de los llamados vectores
de Ritr, los cuales se derivan de manera que satisfacen las propiedades de orto-
gonalidad con respecto a las matrices de masas y de rigideces, sin ser necesaria-
mente modos de vibrar. Wilson et al. (1982) han propuesto un procedimiento para
calcular vectores de Ritz teniendo en cuenta la distribución espacial de las cargas
dinámicas de manera que se logran resultados más precisos que si se usa el
mismo número de vectores modales convencionales. Es aconsejable el empleo de
programas de computadora que incorporen estos métodos. En todo caso, el resul-
tado individual más importante del análisis modal es el periodo fundamental de
vibración cuyo valor puede verificarse comparándolo con los que arrojan fórmu-
las sencillas como las que presentamos en la sección 4.2.2.
Un problema frecuente acontece cuando existen sistemas secundarios como
tanques, pretiles, equipo electromecánico, etc., que se apoyan en diversas partes
de un edificio, y cuyas características de inercia y rigidez pueden ser bastante
diferentes de las de la estructura principal. Una situación parecida es la de masas
concentradas en puntos intermedios de vigas que se apoyan sólo en sus extremos.
Si se incluyen estos sistemas secundarios en el modelo dinámico del edificio pue-
den ocurrir problemas numéricos o es posible que aparezcan entre los primeros
modos de vibrar, a veces hasta como modo fundamental, configuraciones defor-
madas en las que predominan desplazamientos locales alrededor de tales sis-
temas. En estas circunstancias, en la solución global aparecen modos y periodos
locales, que tienen una masa efectiva muy pequeña. Los reglamentos de cons-
trucción contienen prescripciones especiales, como las que trataremos en capítu-
los posteriores, para efectuar el análisis sísmico de estos sistemas sin incluirlos
en el modelo dinámico global. Varios autores (por ejemplo Villaverde y New-
mark, 1980, Villaverdé, 1986 y Gupta, 1990) han desarrollado métodos para
calcular con mayor precisión la respuesta dinámica de sistemas secundarios a
partir de los modos y periodos de vibrar de la estructura principal (sin apéndi-
ces) y los del sistema secundario considerándolo como apoyado en su base. Se
recomienda el uso de estos métodos cuando los sistemas secundarios revistan
importancia, porque se previenen problemas numéricos y es posible reanalizar un
sistema secundario cuando cambien sus propiedades, sin necesidad de repetir el
análisis del edificio.
Conceptos de dinámica estructural
146
El análisis dinámico de sistemas suelo-estructura requiere, además de rigide-
ces equivalentes del suelo, de coeficientes de amortiguamiento equivalentes que
representen la disipación de energía que ocurre en suelo, con las consiguientes
modificaciones fracciones de amortiguamiento crítico del sistema. En rigor los
parámetros equivalentes son funciones de la frecuencia de vibración. Para edifi-
cios comunes, en general es suficiente considerar el impacto en el periodo funda-
mental de vibración y en los desplazamientos laterales de las rigideces estáticas
calculadas con fórmulas como las expuestas en esta sección. Usualmente, se yerra
del lado de la seguridad si se supone que la fracción de amortiguamiento del sis-
tema suelo-estructura es la misma que la de la estructura sobre una base rígida.
Cuando sea necesario incorporar explícitamente el amortiguamiento del suelo, se
pueden emplear fórmulas sencillas como las propuestas por Pais y Kausel (1985),
Gazetas (1991a y b) YAvilés et al. (1992). El trabajo de Gazetas incluye también
fórmulas para estimar las rigideces de pilotes que tienen que considerarse en ci-
mentaciones piloteadas. Cabe notar que cuando interacción suelo-estructura es
relevante, adicionalmente a los coeficientes de rigidez y amortiguamiento que
representan el suelo, cobran importancia la masa y momentos de inercia de la
cimentación y ciertas propiedades geométricas como los radios de giro de las ma-
sas, la relación de aspecto (definida como altura del edificio sobre dimensión de
la base) y la relación de la profundidad de la cimentación a altura del edificio. En
cualquier caso, no se justifican refinamientos excesivos en el análisis dinámico
cuando existen incertidumbres significativas en las propiedades de suelos, efec-
tos de estructuras adyacentes, contacto entre suelo y cimentación, naturaleza de
las vibraciones sísmicas, etc.
Hemos visto que los efectos P-d pueden incorporarse en programas para el
análisis dinámico introduciendo la matriz de rigideces geométrica en las ecuacio-
nes diferenciales de movimiento. El impacto en la respuesta sísmica es generalmen-
te de menor cuantía para estructuras elásticas de edificios normales, reflejando más
que nada los efectos de un pequeño incremento del periodo fundamental de vibra-
ción (Bernal, 1985). Sin embargo, cuando se considera el comportamiento inelás-
tico, los efectos P-d pueden dar lugar a inestabilidad dinámica que se manifiesta
como un incremento abrupto de la respuesta sísmica para valores relativamen-
te bajos de la resistencia de fluencia. Por lo común los edificios son suficientemente
robustos y resistentes para prevenir este tipo de inestabilidad; cuando se sospeche
lo contrario, pueden consultarse las publicaciones de Bernal (1990, 1991) quien ha
identificado las combinaciones de la intensidad de un temblor y la resistencia es-
tructural de un edificio que podrían dar lugar a inestabilidad dinámica y ha desa-
rrollado un modelo de un grado de libertad para determinar las condiciones que
producen dicha inestabilidad en edificios de varios pisos. No se busca llevar a cabo
análisis de inestabilidad complicados sino más bien diseñar los edificios de manera
que tengan factores de seguridad holgados contra este tipo de falla.
Capítulo
4
Propiedades de materiales y
sistemas estructurales
4.1 ALCANCE
148
4.2.2 Periodo natural de vibración
T= 0.1 n
149
para estructuras muy flexibles. Esta fórmula aproximada, y las siguientes, están
pensadas para estructuras sobre suelo firme. Para terreno blando las deforma-
ciones relativas entre la estructura y el suelo suministran significativamente el
periodo fundamental. Para edificios altos en la zona del lago del Distrito Federal,
este incremento suele ser entre 20 y 30 por ciento.
Fórmulas un poco más refinadas toman en cuenta el tipo de sistema estruc-
tural y hacen depender el periodo de la altura del edificio, H en metros. Entre las
más usadas están las siguientes (NHRP, 1988):
T= aH 3/4
Para tener un cálculo inicial preciso del periodo fundamental del edificio aún
si es irregular, sin resolver el problema de valores característicos, conviene usar la
fórmula de Schwartz, como se ha ilustrado en los ejemplos de la sección 3.4. Se
obtiene también una excelente aproximación con el "método del peso" presentado
en el texto de Wakabayashi, 1985. El método consiste en calcular la deflexión en
la punta de la estructura sujeta a fuerzas laterales iguales en cada piso al peso de
dicho piso. El periodo, en segundos, se obtiene como
T= ~lnI5.5
(4.1)
150
Sismo, mediante el mapa que se
reproduce en la figura 4.2.
Se debe actuar con mucha
precaución y con mucho buen
juicio al adoptar una recomen-
dación como la anterior. Si por
3.0 una parte el periodo dominante
del suelo en un sitio dado tiene un
valor bastante bien definido y que
puede determinarse con un mar-
gen de error razonablemente pe-
queño, no sucede lo mismo con
respecto al periodo de la estruc-
tura. Este último depende de la
masa de la construcción, que se
4.0 puede estimar con cierta preci-
sión y de la rigidez lateral de la
estructura, que es una propiedad
que varía significativamente con
el nivel de esfuerzos en los ma-
teriales y en cuya estimación
pueden cometerse errores sustan-
ciales. Además, en la determi-
~~~3.0 nación del periodo de estructuras
n
2.0 sobre terreno blando deben in-
cluirse los efectos de los movi-
1.0 mientos de la base, ya descritos en
/1 el subcapítulo 3.7.
11 Por las razones anteriores, el
I' [ ] Estrella
1.0 intervalo de periodos establecido
en la ecuación 4.1 es muy amplio
y aun así es posible cometer
errores en la estimación de los
periodos involucrados, que exce-
dan de la amplitud del intervalo.
Figura 4.2 Periodos domi-
nantes del movimiento del suelo 4.2.3 Amortiguamiento viscoso
en el valle de México (Ts en
segundos).
Examinando la ecuación 3.2 se advierte que el amortiguamiento viscoso es otra
característica estructural que influye en la respuesta sísmica. Esta característica
se expresa normalmente como una fracción ( del amortiguamiento crítico. Para
tener una idea cuantitativa de la importancia del amortiguamiento, obsérvense los
espectros de respuesta mostrados en la figura 3.5. Se aprecia que la magnitud de
las ordenadas espectrales disminuye rápidamente al aumentar (, para un amplio
intervalo de periodos (salvo para periodos muy cortos o muy largos en que la dis-
minución es menos apreciable).
El tipo de amortiguamiento así considerado toma en cuenta fuentes de disi-
pación de energía como fricciones internas, fricciones en los apoyos y en elemen-
tos no estructurales, etcétera. La magnitud de estos efectos es difícil de cuantificar
con precisión. Los espectros estipulados en los reglamentos corresponden aproxi-
Características de los edificios que definen la respuesta a sismos
151
madamente a amortiguamientos del cinco por ciento del crítico, y en algunos re-
glamentos se advierte que, a menos que medie una justificación proveniente de es-
tudios especiales, no deben hacerse reducciones adicionales a los espectros por
este concepto. En realidad es difícil justificar reducciones. Por el contrario, en cier-
tas estructuras que tengan pocos elementos estructurales y no estructurales, como
torres de tipo tubular, el amortiguamiento podría ser menor y convendría au-
mentar las ordenadas espectrales; en estos casos el factor de incremento puede
calcularse mediante la relación (Arias y Husid,1962).
F =(O.OSfC)0.4
La tabla 4.1 muestra valores recomendados por una norma de los EE.UU. para los
amortiguamientos de distintos tipos de estructuras.
El amortiguamiento varía significativamente con la amplitud de las vibraciones
que experimenta la estructura. Reconociendo lo anterior, la norma referida re-
comienda un amortiguamiento para vibraciones moderadas y otro para vibraciones
intensas como las que se prevé pueden presentarse en el sismo de diseño. Se apre-
cia que el amortiguamiento de S por ciento prescrito por los reglamentos de cons-
trucción es representativo de la mayoría de los casos.
Poco puede hacerse en la etapa de diseño para aumentar el amortiguamiento
de la estructura, al menos por lo que respecta a su etapa elástica de compor-
tamiento. En años recientes se han desarrollado dispositivos de diversa índole que
colocados estratégicamente en el edificio le proporcionan fuentes significativas
de amortiguamiento. Algunos de estos dispositivos se han empleado ya en edifi-
cios de la ciudad de México, donde su uso es particularmente indicado porque la
vibración de los edificios se debe esencialmente a fenómenos de amplificación
por resonancia.
Porcentaje del
amortiguamiento crítico
Tipo de estructura
Niveles bajos Niveles altos
de respuesta de respuesta
Concreto reforzado 4 7
Concreto presforzado 2 5
Acero con conexiones de soldadura o
de pernos de fricción 2 4
Acero con conexiones de tomillos o remaches 4 7
Mampostería 4 7
Madera 4 7
Propiedades de materiales y sistemas estructurales
152
disipar gran parte de la energía introducida por el sismo. Al proceder de esta
manera se permite que las estructuras se diseñen para resistencias muy infe-
riores a las que requerirían si se les quisiera mantener en su intervalo elástico-
r:
Frágil
Carga lineal.
Por lo anterior,es importante que la estructura tenga un comportamiento inelás-
tico adecuado, para lo cual debe poseer ante todo la habilidad de mantener su
capacidad de carga para deformaciones muy superiores a la de fluencia. En la figu-
ra 4.3 se ilustra la diferencia entre un comportamiento dúctil y uno frágil (caracte-
rizado por una pérdida intempestiva de resistencia).
Deformación Debido a que el sismo introduce en la estructura varios ciclos de solicita-
ciones en diversas direcciones, interesa el comportamiento ante repeticiones
de cargas alternadas. Éste se representa mediante las curvas carga-deforma-
Figura 4.3 Comportamiento ción obtenidas de ensayes ante cargas alternadas; estas curvas tienen la
dúctil y comportamiento frágil. forma de lazos de histéresis como los mostrados en la figura 4.4. El área in-
cluida en estos lazos representa un índice de la capacidad de disipación de
energía que equivale a un amortiguamiento adicional muy importante para la
estructura.
Carga
a ) Lazo de histéresis con gran b ) Comportamiento con deterioro de e ) Comportamiento con deterioro
disipación de energía. capacidad de disipación de energía. de resistencia.
Figura 4.4 Lazos de histéresis Debe procurarse que las estructuras que se construyan en zonas sísmicas
típicos de diferentes modalida- sean capaces de desarrollar lazos de histéresis con un área incluida muy grande
des de comportamiento estruc-
tural.
y que además sean estables en ciclos sucesivos, como los mostrados en la figu-
ra 4.4.a. Es menos deseable un comportamiento como el representado en la
figura 4.4.b, en que la rigidez y el área incluida se reducen en ciclos poste-
riores al primero, lo que conduce a una reducida capacidad de disipación de
energía. Sobre todo deben evitarse casos como el de la figura 4.4.c, en que la
capacidad de la estructura se reduce con la repetición de ciclos, lo que repre-
senta un deterioro progresivo de la resistencia, que no sólo reduce la capaci-
dad de disipación de energía de la estructura, sino que deja afectada su
resistencia para futuros eventos sísmicos. Más adelante en este capítulo, pre-
sentaremos brevemente las características del comportamiento inelástico de
los materiales y elementos estructurales más comunes en el contexto de su
comportamiento sísmico.
La respuesta inelástica de una estructura en su conjunto depende de las
propiedades de los elementos estructurales que la componen, y éstas a su vez
del comportamiento de las secciones transversales y de los materiales corres-
pondientes. Sin embargo, dependen también del número de secciones que
incursionen en el rango inelástico y de la secuencia de formación del meca-
nismo de falla. El comportamiento de sistemas completos se analizará breve-
mente en el subcapítulo 4.5.
Características de los materiales
153
4.3 CARACTERíSTICAS DE LOS MATERIALES
Esfuerzo Compresión
4.3.1 Propiedades relevantes
madera. 200
100
4.3.2 Concreto OIL.----L---'----_--'-_------''-- __
2 4
E (°/00)
La forma de la curva esfuerzo-deformación del concreto
simple es bien conocida y se ilustra en la figura 4.5. Se
observa que el comportamiento es frágil, tanto en compresión como en tensión Figura 4.6 Relación esfuerzo-
y que la resistencia en tensión es muy limitada (del orden de 10 por ciento de deformación de concretos de
la resistencia en compresión). El módulo de elasticidad inicial depende de la diferente resistencia.
calidad de los agregados, del peso volumétrico del concre-
to y de la velocidad con que se aplica la carga. El tramo de
comportamiento lineal es reducido, ya que para esfuerzos Velocidad de
de compresión mayores del 40 por ciento del máximo fe, kg/cm? deformación 1%/seg
resistente T; ocurre un micro agrietamiento que reduce la
rigidez del material. El esfuerzo máximo en compresión se
300
alcanza para deformaciones unitarias cercanas a 0.002 y la ---
falla por aplastamiento para deformaciones de entre 0.003
y 0.004. 200
Para un tratamiento detallado de las variables que
afectan la curva esfuerzo-deformación, véase, por ejem-
plo, el texto de González y Robles, 1995. La curva esfuer- 100
zo-deformación se vuelve más frágil para concretos de
mayor resistencia (figura 4.6). Cuando la solicitación se 0"--_ _-'--_ _-'--_ _'-- _
aplica muy rápidamente, como en el caso de un sismo, la 2 3
E, ('100)
curva esfuerzo-deformación muestra incrementos en el
módulo de elasticidad y en la resistencia que son del orden
de 15 por ciento, como se aprecia en la figura 4.7. Estos incrementos suelen Figura 4.7 Relación esfuerzo-
ignorarse en el diseño sísmico por ser poco significativos y por depender de deformación del concreto para
la frecuencia de vibración de la estructura. distintas velocidades de apli-
cación.
Las repeticiones de esfuerzos de compresión no causan modificaciones signi-
ficativas en la curva esfuerzo-deformación cuando el esfuerzo máximo excede de
Propiedades de materiales y sistemas estructurales
154
0.7 r: Para esfuerzos mayores de 0.85 t;
300,---------,-------,-------.-----,
las repeticiones de ciclos de carga deterio-
fe. kg/cm?
ran rápidamente la resistencia y la rigidez,
como se aprecia en la figura 4.8.
200 I-------,t----+++------I-+--+-+-==----+-----j
En las estructuras de concreto refor-
zado se puede reducir o eliminar el com-
portamiento frágil propio del concreto
simple, si se mantienen bajos los esfuerzos
de compresión en el concreto y si se dise-
4 6 8
ñan y refuerzan los elementos estructurales
E. (0/00)
de manera que su capacidad está regida
por la resistencia del acero de refuerzo.
Figura 4.8 Degradación del concreto ante car- Otra forma muy efectiva de proporcionar ductilidad al concreto
gas repetidas con alto nivel de esfuerzos. es mediante confinamiento. La aplicación de esfuerzos transver-
fe. kg/cm2
i
600 lil'
sT
t
~
400 s=4cm
8
200
1.6
O
5 10 8 16
E. (0/00) E. (°/00)
Figura 4.9 Efecto del confinamiento por refuer- sales de compresion no sólo aumenta sustancialmente la
zo transversal en la curva esfuerzo-deformación resistencia en compresión axial del concreto, sino que incremen-
del concreto. ta hasta en varios órdenes de mag-
nitud la capacidad de deformación
fe' kglcm' (figura 4.9). Un estado similar de
1200 confinamiento se puede lograr en los
elementos de concreto en compre-
1000
288
sión mediante un refuerzo transver-
sal a base de zunchos o mediante
800 combinaciones de refuerzo longitu-
28 dinal y transversal (figura 4.10). En
600 Presión lateral
confinante. kg/cm? la sección 8.2 se describen los requi-
sitos de refuerzo transversal para
400
proporcionar ductilidad a elementos
200 ~ Concreto sin confinar
de concreto en compresión.
E. (0/00)
4.3.3 Acero
2 3 4 5 6
cido).
La figura 4.11 muestra curvas típicas
esfuerzo-deformación para aceros de distintos grados. Obsérvese que los fac- Figura 4.11 Curvas esfuerzo-
tores de ductilidad (deformación de ruptura entre deformación de fluencia) son deformación del acero de re-
siempre grandes y exceden de diez, aun para los aceros menos dúctiles. La fuerzo.
deformación de ruptura llega a ser del orden de 20 por ciento para los aceros
más dúctiles. Para velocidades altas de cargas, como las que ocurren en un
sismo, el esfuerzo de fluencia aumenta del orden de 5 por ciento, mientras que
el módulo de elasticidad y la deformación última no se modifican
significativamente. Por ello la curva obtenida para cargas estáticas se
adopta sin modificación para el análisis de efectos sísmicos. La curva Esfuerzo
esfuerzo-deformación es prácticamente la misma en tensión y en
compresión, si se impide el pandeo del espécimen.
Bajo la aplicación de cargas alternadas que exceden a la fluencia, se
reduce la zona en que los esfuerzos son proporcionales a la deformación
y la curva se vuelve más redondeada (efecto Bauschinger); sin embar-
go, los ciclos son muy estables, con lazos de histéresis muy amplios y
sin evidencia de deterioro, por lo que la capacidad de disipación de
energía es muy elevada y el comportamiento se puede idealizar como
elastoplástico sin deterioro (figura 4.12).
Existe cierta polémica sobre las ventajas del empleo de aceros de
alta resistencia, tanto en estructuras de acero estructural como en las de concre- Figura 4.12 Lazos de histére-
to reforzado. Las desventajas de los aceros de alta resistencia (con esfuerzo de sis para el acero estructural y de
fluencia superior a 42QO kg/cm-) residen no tanto en su reducida ductilidad, sino refuerzo.
en que se vuelven críticos los problemas de pandeo y soldabilidad en estructuras
de acero estructural, mientras que en acero de refuerzo de estructuras de concre-
to son críticos los problemas de adherencia con el concreto.
4.3.4. Mampostería
4.3.5 Madera
L-
Las principales reservas sobre el empleo de estructuras de
madera están asociadas a su inflamabilidad que se vuelve crítica
/
// por los incendios que se suelen generar a raíz de los sismos. La
/
/
protección adecuada se logra mediante recubrimientos y mate-
/
'/ riales aislantes.
De las curvas típicas esfuerzo-deformación de la figura 4.14 se
aprecia que el material es más resistente en tensión que en com-
presión. Además, su módulo de elasticidad y su resistencia se in-
Deformación unitaria crementan sustancialmente cuando las cargas se aplican a altas
velocidades.
Comportamiento de los principales elementos estructurales
157
M
bd 2f c
0.4
q =0.45
dI~A~
.. A,
q' =0.30 _b~
( Refuerzo de tensión)
q =0.30 A,
q =
bdfc
0.2 q' =0.15 (Refuerzo de compresión)
Figura 4.15 Re-
q=0.15 , A's laciones momen-
q = bdfc
to-curvatura para
O'"----
'1' =Curvatura secciones de con-
.l..- .l..- .l..- .l...- _
creto reforzado
5 10 15 20 sujetas a flexión
'I'EJ d pura.
159
Para mayores detalles sobre el comportamiento sísmico de estos elementos
estructurales y de los otros de concreto reforzado puede verse el texto de Paulay
y Priestley (1992) o el de Wakabayashi (1986).
e T
e --+=*l====:o:=t- T
( ) T --+=#====:=::=.¡.- e
Carga
lateral
------
--
a) b) e) d)
Flexión. Tensión diagonal. Cortante Levantamiento de
horizontal. la cimentación.
Figura 4.23 Modos de falla de muros esbeltos. Figura 4.24 Lazos de histéresis de un muro esbel-
to de concreto reforzado con falla de flexión.
Comportamiento de los principales elementos estructurales
161
4.4.4 Vigas y columnas de acero estructural
---- 'oG
OAB Plastificación
sin pandeo.
o '----- -----------------~
CURVATURA
Figura 4.26 Relaciones mo-
mento-curvatura de columnas
de acero.
En estructuras sujetas a sismo deben evitarse los
fenómenos mencionados, no sólo dentro del inter-
_
Relación teórica sin
valo lineal elástico del comportamiento de la estruc-
tura, sino también después de que se ha alcanzado la
fluencia en partes del elemento y se ha reducido
'_'_r L~f::S~~~~:
I Sin pandeo lateral o local
sustancialmente la rigidez. La ocurrencia de fenó- I - _ .....
menos de pandeo inelástico, aunque no afecte la
capacidad de carga del elemento, impide se desa-
rrolle íntegramente la capacidad de deformación de
/.r,': torsional
162
b)
a) Figura 4.29 Modos de falla
Pandeo del alma. Distorsión por cortante del alma. de conexiones viga-columna de
acero.
p Po H H
A B
a) b) e) d) e)
Defonnaci6n del Defonnaci6n de Lazo de Lazo para
tablero contraventeado. las dos diagonales. histéresis del defonnaci6n máxima
conjunto. constante.
Propiedades de materiales y sistemas estructurales
164
de histéresis ante una deformación máxima constante
no tienen prácticamente área incluida.
Cuando los contravientos son a base de elementos
robustos capaces de tomar cargas de compresión, el com-
portamiento es más complejo, pero la capacidad de di-
sipación de energía es sustancialmente mayor.Ésta depende
de la relación de esbeltez de los miembros. Los lazos de
histéresis muestran generalmente algún deterioro por el
pandeo repetido de los elementos de compresión (figura
4.32). Debe cuidarse el diseño de la conexión entre los
contravientos y el marco, la que puede fallar frágilmente
por la repetici6n de ciclos de carga.
20 -4
.so
a) Muro de tabique macizo como b ) Muro de bloque hueco de concreto con
diafragma de un marco robusto cantidad moderada de refuerzo interior.
Figura 4.33 Lazos de histére- de concreto.
sis para muros de mampostería.
Comportamiento de sistemas estructurales
165
con degradación si la mampostería está formada por piezas huecas de paredes
delgadas.
La modalidad de uso de muros de mampostería más usual en México y en
otros países latinoamericanos es la llamada mampostería confinada en que se co-
locan, en los extremos de los muros y en sus intersecciones, elementos delgados
de concreteo reforzado que tienen la función de ligar los muros y de evitar el
colapso de los mismos cuando éstos se agrietan diagonalmente. El comporta-
miento ante ciclos de carga repetida muestra una disipación de energía limitada,
pero dista de corresponder a una falla frágil.
En los países más industrializados se emplea para zonas sísmicas la mam-
postería reforzada, en donde mediante refuerzo en el interior de los muros, en las
juntas y en los huecos de las piezas, se logra un comportamiento similar al de
los muros de concreto reforzado. Para ello es necesario que todos los huecos
de las piezas se hayan rellenado con mezcla de concreto de alto revenimiento
(grout) y que el refuerzo se encuentre perfectamente anclado y que sea conti-
nuo. Para las bajas cuantías de refuerzo que se colocan usualmente en estos
muros en nuestro medio, el comportamiento es frágil por la falla por cortante,
como se muestra en la figura 4.33b. Ha sido además frecuente encontrar de-
fectos de colocación del refuerzo y huecos de las piezas sólo
parcialmente llenados de mezcla, por lo que esta modali-
dad de refuerzo requiere de especiales cuidados en la eje- P(kN)
120
cución de la obra. El comportamiento y diseño sísmico de
muros de mampostería según la práctica de los EE.UU. y 80
166
en forma importante de la manera en que estos elementos se encuentran integra-
dos y conectados para formar la estructura en su conjunto.
Es particularmente importante estudiar el comportamiento en la etapa no li-
neal de la estructura y relacionarlo con la respuesta local de las secciones yele-
mentos. El mecanismo de comportamiento no lineal de la estructura depende del
tipo y número de secciones que sobrepasen la etapa lineal. Mientras mayor sea
el número de secciones que participen de la deformación no lineal y mientras más
dúctil sea el comportamiento de estas secciones, mayor ductilidad tendrá el sis-
tema en conjunto.
Para un sistema dado, el mecanismo de deformación inelástica que se llegará
a presentar depende de las resistencias relativas de las secciones para cada posi-
ble modo de falla. Por tanto, en la etapa de diseño se puede influir en
el mecanismo de deformación inelástica de la estructura, al decidir la
Configuración original resistencia que deben tener las distintas secciones para los diferentes
modos de falla. Un aspecto esencial del diseño sísmico consiste en pro-
porcionar a las diferentes partes de la estructura resistencias tales que
hagan que en conjunto se desarrolle la máxima ductilidad posible. Este
es el principio del criterio de diseño por capacidad que se ha esboza-
do en el capítulo 1 y para el cual se ilustrarán algunas aplicaciones
prácticas para estructuras de concreto, en el capítulo 8.
Configuración
deformada
4.5.2 Medidas de la respuesta no lineal de sistemas
y=MH
167
En términos generales, para que se desarrolle cierto factor de ductilidad de
conjunto, se requiere un factor de ductilidad local mucho mayor. Esto se ilustrará
a continuaci6n con algunos ejemplos representativos y es un aspecto importante
para estimar el grado de ductilidad que puede llegar a desarrollar una estructura.
Por lo anterior
168
Por tanto,
4.2
Para valores usuales de la relación peralte a longitud de viga (hJ1v < 114), se
aprecia que para lograr un factor de ductilidad dado en la viga, se requiere un fac-
tor de ductilidad significativamente mayor para la sección. Por ejemplo, para una
viga con relación hfl; = 114 , se tiene
~y = 4Jy 1}/6
Figura 4.39 Mecanismo de
en que le es la altura de entrepiso. falla de un entrepiso por colum-
Se identifican dos mecanismos básicos de deformación inelástica; el de nas débiles vigas fuertes.
columnas débiles-vigas fuertes en el que las articulaciones plásticas se presentan
en los extremos de las columnas (figura 4.39a), y el de columnas fuertes-vigas
débiles en que las articulaciones plásticas se presentan en los extremos de las vi-
gas (de momento negativo en una cara de la columna y de momento positivo en
la otra, figura 4.40a).
El cálculo puede hacerse aislando una columna del entrepiso (figura 4.39b).
El desplazamiento de colapso vale
Para h!le = 114, JL!1 = 1 + 3/4 (JL,¡, -1). Figura 4.40 Mecanismo de
falla de un entrepiso por colum-
Para h!le = 118, JL!1 = 1 + 3/8 (JL,¡, -l). nas fuertes vigas débiles.
Nuevamente, aislando una columna interior y el nudo con las vigas, se aprecia
de la figura 4.4üb, que entre la rotación de la articulación plástica de las vigas (}T!'
y la rotación de la columna se da la relación
Por lo que
l/2
JLll. = du = 1+ dp = 1+ (cPp - cPy ) Ic = 1+3 lp (JL - 1)
dy dy cP)ll6 lc .p
para t, = hj2
~y = n cf>y 1?/6
Lo anterior implica que para que una estructura de 12 pisos desarrolle un fac- Figura 4.41 Mecanismo de
tor de ductilidad de 4 se requiere que localmente, en las columnas del entrepiso falla de entrepiso de un marco
donde se forman las articulaciones plásticas, se presenten rotaciones inelásticas por columna débil.
que corresponden a un factor de ductilidad de curvatura de 97. Esto excede total-
mente la capacidad de rotación de las columnas, por lo que este mecanismo de
columnas débiles-vigas fuertes es altamente indeseable.
Con relación al otro mecanismo de columnas fuertes-vigas débiles, para
que la estructura en su conjunto llegue al colapso se requiere que se formen ar-
ticulaciones plásticas en todos los pisos y además en la base de las columnas, en
la forma mostrada en la figura 4.42. Para esta condición la relación entre la duc-
tilidad de conjunto y la ductilidad local es aproximadamente la misma que se
determinó para un entrepiso aislado.
Se concluye que el mecanismo de columnas débiles-vigas fuertes debe evitarse
mediante el diseño adecuado de la resistencia relativa entre las vigas y columnas que
concurren a un mismo nudo, de manera de favorecer que se formen articulaciones Figura 4.42 Mecanismo de
plásticas en las vigas y no en las columnas con el mecanismo llamado de columnas falla de entrepiso de un marco
por columna fuerte viga débil.
fuertes-vigas débiles. La manera de lograrlo se ilustra en el capítulo 8. Otro aspecto
a considerar es que para obtener cierto factor de ductilidad global de la estruc-
tura, se requiere desarrollar ductilidades locales en las secciones críticas varias
veces superiores a dicho valor.
172
en el valle de México y que tienen un peso volumétrico bajo y un elevado con-
tenido de polvos.
Para valuar las propiedades geométricas de columnas de concreto reforzado
se puede considerar la sección bruta, pensando que las mismas, por estar sujetas
generalmente a compresiones altas, no tendrán mucho agrietamiento.
En vigas de concreto reforzado que no estén coladas monolíticamente con las
losas, es razonable usar el momento de inercia de la sección agrietada transforma-
da, el cual, para secciones rectangulares con porcentajes usuales de refuerzo, vale
alrededor del 60 por ciento del momento de inercia de la sección bruta. Si las vigas
están coladas monolíticamente con la losa, entonces, en las zonas de momentos
positivos, existen patines que dan lugar a una sección T cuyo momento de inercia
vale de 1.5 a 2 veces el de la sección rectangular. Este efecto tiende a compensarse
con el de la reducción debida al agrietamiento, y parece adecuado en estos casos
emplear el momento de inercia de la sección rectangular bruta (sin considerar la
reducción por agrietamiento, ni el aumento por la contribución de la losa).
Cuando el marco por analizar es una idealización de un sistema a base de losas
planas (aligeradas o macizas) y columnas, se recomienda, de acuerdo con resulta-
dos experimentales, considerar que el ancho efectivo de la losa es e + 3h, donde
e es el ancho de la columna (perpendicular al plano del marco) y h el peralte total
de la losa plana. Si la losa es aligerada, entonces conviene considerar un momen-
to de inercia promedio entre el de los apoyos (donde hay una zona maciza) y el de
la zona central (donde se deben descontar los huecos de los casetones).
Para edificios de acero, el módulo de elasticidad tiene un valor muy conocido,
2000000 kg/cms, independiente del tipo de acero. Las propiedades de las sec-
ciones transversales vienen tabuladas en varios libros y manuales, o, en caso de no
ser así, se pueden calcular con base en las dimensiones nominales de diseño.
Con frecuencia se busca que losas de piso de concreto reforzado trabajen en
conjunto con las vigas de acero en que se apoyan, dando lugar a las llamadas sec-
ciones compuestas. Esto requiere que entre losa y vigas exista la capacidad para
resistir los esfuerzos cortantes que implica este trabajo solidario, para lo cual es
generalmente necesaria la utilización de conectores, especialmente diseñados. En
este caso, en las zonas de momentos positivos debe considerarse el momento de
inercia de la sección compuesta (dividiendo el área de concreto entre la relación
de módulos de elasticidad), y en las zonas donde los momentos son negativos, de-
be usarse sólo el momento de inercia de la sección de acero. Parece razonable
emplear un promedio de dichos momentos de inercia, como un valor constante
para toda la viga.
Como puede inferirse de las correspondientes matrices de rigidez, para
analizar sistemas con muros es necesario conocer los módulos de elasticidad y de
cortante, el momento de inercia, el área axial y el área de cortante de cada muro.
En el caso de diagonales se deben conocer módulos de elasticidad y el área de
sección transversal de cada una de ellas. Es aceptable considerar que el concreto
es un material isótropo, con un módulo de Poisson de aproximadamente 0.2, lo
cual implica que su módulo de cortante Gc' es igual a EcI2.4.
Para estos muros se acostumbra calcular el momento de inercia con base en
su sección bruta, incluyendo el aporte de columnas o muros perpendiculares en
los extremos, que trabajan como si fuesen patines y dan lugar a secciones de los
tipos T, L, C o similares. El área de cortante de secciones de formas distintas se
deriva de consideraciones de resistencia de materiales. Los valores para algunas
secciones comunes se muestran en la tabla 4.2. En estos casos, si un muro que
Propiedades mecánicas y geométricas de los elementos estructurales
173
Tabla 4.2. Área de cortante de algunas secciones.
funge como patín tiene un espesor t, su ancho efectivo puede considerarse igual
a 6t, a menos que el ancho real sea menor. La contribución de estos anchos efec-
tivos también puede incluirse en el área de la sección transversal que interviene
en el cálculo de las deformaciones axiales, pero debe excluirse al valuar el área
de cortante, la cual es igual al área del muro que hace las veces de alma.
De acuerdo con la norma correspondiente, las propiedades mecánicas de la
mampostería se calculan a partir de su resistencia nominal a compresión f* m'
sobre el área bruta. f* m se puede determinar a partir de ensayes de pilas, o de
la resistencia nominal de las piezas y el mortero; sin embargo, para cuando no
se realicen determinaciones experimentales, se da allí una tabla de valores
indicativos de f* m' en función de los tipos de pieza y de mortero, la cual se
reproduce aquí como tabla 4.3.
De acuerdo con las normas, para cargas de corta duración como las sísmi-
cas, el módulo de elasticidad Em es igual a 600 f* m' si la mampostería es de ta-
biques o bloques de cemento, e igual a 400 f* m' para mampostería de tabique
de barro.
Las propiedades geométricas de muros de mampostería, como momentos
de inercia o áreas de cortante, se pueden determinar con los criterios que se
dieron para muros de concreto en párrafos anteriores, con la aclaración de que,
aun cuando se trate de piezas huecas, hay que basarse en la sección bruta, ya
que así está previsto al estipular las propiedades mecánicas en la norma res-
pectiva.
Esfuerzo en kglcm 2.
r; y v:' son esfuerzos nominales de diseño, no esfuerzos permisibles.
Propiedades de materiales y sistemas estructurales
174
Cuando se trata de diagonales de acero el módulo de elasticidad es 2 000 000
kg/cm-, y es práctica común considerar sólo la diagonal en tensión, debido a
que la de compresión, por tener una relación de esbeltez muy alta, se pandea
ante esfuerzos pequeños.
Si las diagonales son de concreto reforzado, el valor de EA depende del
nivel de esfuerzos; un procedimiento detallado para calcular EA cuando exis-
ten esfuerzos de tensión que agrietan el concreto se describe en Rosenblueth y
Esteva (1962). Una simplificación aceptable es considerar solamente la diago-
nal en compresión, que es la que tiene mayor rigidez, empleando el área de su
sección bruta y el módulo de elasticidad del concreto; en todo caso para la dia-
gonal en tensión se puede usar solamente el área de acero con el módulo de
elasticidad de dicho material.
Capítulo
5
Criterios de
estructuración
Es frecuente en la práctica que la mayor parte del tiempo que se dedica al diseño
estructural de un edificio se invierta en los procesos de análisis y dimensiona-
miento, y que se examinen sólo con brevedad los aspectos de diseño conceptual y
de estructuración. Desde el punto de vista del diseño sísmico esta costumbre es
particularmente peligrosa, puesto que no se puede lograr que un edificio mal
estructurado se comporte satisfactoriamente ante sismos, por mucho que se re-
finen los procedimientos de análisis y dimensionamiento. Por el contrario, la
experiencia obtenida en varios temblores muestra que los edificios bien conce-
bidos estructuralmente y bien detallados han tenido un comportamiento adecua-
do, aunque no hayan sido objeto de cálculos elaborados, y, en ocasiones, aunque
no hayan satisfecho rigurosamente los reglamentos.
En este capítulo se proponen recomendaciones para la selección de la correcta
configuración estructural de un edificio. En esto se incluye la forma de la construc-
ción, en planta y en elevación, así como la distribución y arreglo de los elementos
estructurales que constituyen el esqueleto resistente del edificio.
Es evidente que la configuración estructural queda en buena parte definida
por el proyecto arquitectónico. Es por ello que en esta etapa es esencial la inter-
acción entre el responsable del proyecto arquitectónico y el del proyecto estruc-
tural. El segundo debe hacer consciente al primero de las necesidades mínimas de
rigidez, resistencia y regularidad que requiere la estructura y de las consecuencias
que tienen algunas deoisiones arquitectónicas en el comportamiento estructural.
Es cierto que la mayoría de las recomendaciones de estructuración para
zonas sísmicas tienden a lograr edificios regulares y robustos; por ello limi-
tan fuertemente la posibilidad de llegar a formas atrevidas y originales y
limitan también la libertad del uso del espacio interno del edificio. Constituye,
por tanto, un reto para los proyectistas conjugar las necesidades arquitectónicas
y estructurales y lograr un proyecto a la vez funcional, seguro y estéticamente
atractivo.
Criterios de estructuración
176
Los lineamientos establecidos en este capítulo para la configuración estruc-
tural no constituyen en general requisitos tajantes. No obstante, en lo posible se
debe evitar salir de los límites recomendados; de no ser así, el edificio debe ser
materia de análisis más refinados que los usuales, para tomar en cuenta los efec-
tos desfavorables de la forma o configuración especial de la estructura. Se encon-
trará que en ciertos casos el mismo análisis indicará la inconveniencia del sistema
adoptado y la necesidad de cambiarlo.
En el resto del capítulo señalaremos primero las razones por las que deben
evitarse ciertas formas del edificio y ciertas configuraciones estructurales. Se pro-
pondrán límites para algunos índices de regularidad del edificio y se expondrán
diversos casos de configuraciones estructurales inconvenientes. Analizaremos
después, las ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales más comunes y
se darán algunas recomendaciones sobre la selección del sistema de cimentación.
Se hará referencia a las condiciones de regularidad que establecen las Normas
Técnicas de Diseño por Sismo del Reglamento de Construcciones para el Distrito
Federal (NTDS). Aunque no es obligatoria la observancia de las condiciones
establecidas en el capítulo 6 de dichas Normas, la sección 4.1 indica que, cuando
no se cumplen estas condiciones, debe reducirse el factor de comportamiento sís-
mico a 80 por ciento, lo que equivale a diseñar para fuerzas sísmicas 25 por cien-
to mayores.
Como lectura adicional sobre criterios de estructuración y sobre la relación
entre el proyecto arquitectónico y el estructural, recomendamos el libro de Ar-
nold y Reitherman (1987).
5.2.1 Peso
177
L\
--11'--
cr
x.
D
CM
D
a) b) e)
Distribución apropiada de elementos Separación en cuerpos Vigas de liga entre Figura 5.3 Posibles remedios
rigidizantes para hacer coincidir centro simétricos mediante salientes. para eliminar los problemas ele
de masa y centro de torsión. juntas sísmicas. plantas asimétricas.
Criterios de estructuración
178
conexión que son necesarios para permitir el paso entre uno y otro cuer-
po. Otra forma de remediar los problemas de la asimetría de la planta es
Zona de
./concentración mediante elementos estructurales exteriores que liguen las distintas partes
del edificio y que lo vuelvan más simétrico (figura 5.3c).
Otro aspecto que hay que evitar en la planta del edificio es la presencia
de alas muy alargadas como en los casos que se ilustran en la figura 5.4.
Esto tiende a producir que las alas vibren en direcciones diferentes, con lo
que se producen fuertes concentraciones de solicitaciones en las esquinas
interiores de la planta (figura 5.5). Para remediar estos problemas puede
recurrirse nuevamente a la subdivisión de la planta en cuerpos indepen-
dientes y cortos o debe proporcionarse gran rigidez a los extremos de las
alas y reforzar cuidadosamente las esquinas interiores, como se muestra
esquemáticamente en la figura 5.6.
También es recomendable procurar que las plantas no sean muy
alargadas. Mientras mayor es la longitud del edificio, mayor es la pro-
Figura 5.5 Vibración en direc-
ciones diferentes de alas de
edificios.
9J a)
179
I~--~I
a) Movimiento diferente del suelo en b) Deformación de la planta del edificio.
distintos apoyos. Figura 5.7 Problemas en edifi-
cios muy alargados en planta.
!a A
B
I lA x~
. B 4
EVitar: T >
A > 1; Área vano Figura 5.8 Límites recomenda-
Evitar -
a Área planta
>0.25 dos para los lados de la planta
de un edificio.
I 11 I I
~X<
a) Separación con
juntas sísmicas.
OIIIJ I
b) Distribución uniforme de elementos e) Reforzar zonas débiles,
resistentes transversales y sistema en particular las esquinas.
de piso rígido en planta.
Figura 5.9 Posibles remedios
para plantas muy alargadas.
'
r---
Zona de amplificación
IH,..!:.J. ~T
de la vibración
JI!
I
Zona de
8
concentración n
Figura 5.11 Reducciones brus- f) de esfuerzos
cas indeseables de las dimen-
siones de la planta en pisos
superiores de edificios.
1~l I~ Ji •I
h
181
5.2.4 Separación entre edificios adyacentes
sl~2aHl
r Lindero con I
H ! predio vecino lflI !
-¡SI-
j r Figura 5.14 Separación entre
edificios adyacentes para evitar
choques (Requisitos de las
a) Separación de colindancias. b) Separación de cuerpos del mismo conjunto. Normas del RCDF).
182
e) Hay que evitar las amplificaciones de las vibraciones, las concentraciones
de solicitaciones y las vibraciones torsionales que pueden producirse por
la distribución irregular de masas o rigideces en planta o en elevación.
Para tal fin conviene que la estructura sea lo más posible
i) sencilla
ii) regular
iii) simétrica
iv) continua
-: son los sistemas estructurales básicos con que se cuenta para propor-
-: ,'"
:>V
,
V
,""
V
,
"" cionar la resistencia a cargas laterales de los edificios.
El marco tridimensional (figura 5.15) es el que está formado por
:>k
"" ,"" :>
columnas y vigas en dos direcciones, conectadas entre sí de manera de
permitir la transmisión de momentos flexionantes y proporcionar
Figura 5.15 Marco tridimensional. rigidez lateral a la estructura.
183
son, sin embargo, los sistemas básicos sobre los que se concentrarán las reco-
mendacionesde estructuración. Posteriormente comentaremos sobre las ventajas y
limitaciones de estos sistemas.
Losa en una
A dirección
A Falta de vigas en
la dirección
transversal
Corte A-A
El edificiode la figura5.18 tienemarcos en una soladirección, ya que el sistema Figura 5.18 Edificio estructura-
de piso es a base de una losa trabajando en una sola dirección en la que no existen do con marcos en una sola
dirección.
vigas. El edificio adolece obviamente de falta de resistencia lateral en la dirección
~!Vlgas ~Vigas
( Contraviento
Planta N o muro de
rigidez
--- Con respecto al requisito de simetría del sistema estructural, el propósito es li-
mitar al mínimo la vibración torsional del edificio, la cual introduciría solicitaciones
adicionales y significativas en la estructura. Aunque estas solicitaciones se pueden
I
calcular con los procedimientos especificados por las Normas, es conveniente que
la distribución de elementos resistentes sea tal que se reduzca al mínimo la excen-
tricidad entre el centro de masas y el de torsión. Ejemplos extremos de estruc-
turaciones asimétricas se ilustran en la figura 5.22, en que los elementos más
rígidos se concentran en un solo lado de la planta. La Norma Técnica para Dise-
T
B
.
' Baricen
si ~ o~ > 0.1
A B
la estructura no es regular
A -1 l-
I---ex -----l
A -1
.
EVItar
ex
A
ey
o 13 > 0.2
185
rigidez de los marcos contraventeados de la fachada izquierda es equilibrada
por los marcos rellenos con l?uros de mampostería de la fachada derecha. Po-
demos suponer que en el intervalo elástico la estructura responda en forma
simétrica. Sin embargo, para grandes deformaciones laterales, la rigidez de los
muros diafragma de mampostería se reduce mucho más drásticamente que la de
los marcos contraventeados, por lo que el edificio puede comenzar a vibrar en
forma asimétrica. La sección 8.6 de las NTDS llama la atención sobre este
problema, aunque no da indicaciones cuantitativas específicas. Por la dificultad
de tomar en cuenta este efecto en forma explícita es recomendable evitar que la
simetría de la estructura dependa del equilibrio de rigidez de sistemas con ca-
racterísticas diferentes de comportamiento inelástico. Conviene, por ende, equi-
librar la rigidez de marcos con la de otros marcos, la de muros de concreto con
otros muros de concreto, etcétera.
El siguiente aspecto que hay que cuidar es la continuidad en elevación del sis-
tema estructural. Los cambios bruscos de rigidez y resistencia con la altura llevan
a diversos problemas que se ilustran esquemáticamente en la figura 5.25. En el
caso a) la interrupción de elementos muy rígidos a partir de cierta altura produ-
ce una concentración de solicitaciones en el piso inmediatamente superior a la
interrupción; es deseable una disminución más gradual. Un efecto similar, aunque
menos grave, se produce cuando la sección de las columnas se reduce drásti-
camente en los pisos superiores, como en el caso b), Ycuando la altura del entre-
piso varía significativamente entre uno y otro nivel, como en el caso e).
La causa más frecuente de irregularidad en elevación del sistema estructural
es la que se muestra esquemáticamente en el caso d), y que se denomina de "plan-
ta baja débil". Por las necesidades de su uso, en la planta baja de edificios se
requieren frecuentemente grandes espacios libres, por lo que se opta por eliminar
en ese nivel los muros de rigidez y de relleno y los contravientos. Esto produce,
por una parte, una discontinuidad marcada en rigideces, pero sobre todo un piso
I
IlB
x
x
x
.><
::x
x
BB I I
x >< II 1
a) Interrupción de elementos b) Reducción brusca de
muy rígidos. tamaño de columnas.
186
F=:::::W==W==lF===i/ Marco
~Eje de columnas ~ r\-
t=.,~¡t');:;;;-:u¡-""""---===~ excéntrico
A
<,ltJ
Planta Planta
Vi~ ~
Columna
a) Falta de alineamiento b ) Vigas excéntricas. Detalle A
de marcos.
Figura 5.26 Discontinuidades más débil que el resto en el que se concentrará, en caso de un sismo de gran inten-
en planta de la configuración sidad, la disipación inelástica de energía. En dicha disipación no participarán los
estructural. pisos superiores que permanecerán esencialmente en su intervalo elástico-lineal
de comportamiento. Esta situación debe evitarse con particular atención, ya que de-
bido a las altas cargas axiales, no se puede contar mucha ductilidad y se acentuarán
los efectos de segundo orden.
Finalmente, el caso e) corresponde a discontinuidad en la posición de los ele-
mentos rigidizantes, la cual requiere, para su correcto funcionamiento, la trans-
misión de fuerzas elevadas en la losa, las vigas y las columnas. Deberán revisarse
cuidadosamente estos elementos cuando se emplee una configuración estructural
de este tipo.
La NIDS permite considerar que una estructura es regular, cuando las rigide-
ces de entrepisos sucesivos no difieren en más de cien por ciento.
Altas concentraciones de esfuerzos que, además de acentuar la posibilidad de
fallas locales, tienden a reducir la ductilidad global de la estructura, se producen
por discontinuidades entre los elementos estructurales, tales como falta de alinea-
miento entre vigas o entre columnas y especialmente cuando para la transmisión
de momentos entre uno y otro elemento se requiere de la generación de elevados
esfuerzos cortantes o de torsión. La figura 5.26 ilustra casos de marcos no alinea-
dos y vigas excéntricas que dan lugar a la situación antes anotada y que son deci-
didamente desaconsejables en zonas sísmicas. En la figura 5.27 se presentan
casos en que la distinta altura de columnas produce diferencias drásticas de ri-
Figura 5.27 Diferencia de ri- gidez entre ellas, por lo que las fuerzas que absorben las más cortas son muy
gidez entre columnas del mismo superiores. Aunque es teóricamente posible equilibrar las rigideces variando las
nivel por su distinta altura libre. secciones de las columas, esto no suele lograrse en la práctica por razones de fun-
Panel cerrado
r----¡v....----n- Columna
corta
Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales básicos
187
DDc=J D
DDc=J D
DDc=J D
DDc=J D
DDc=J D
n Figura 5.28 Estructuraciones
a) Vigas cortas que rigidizan b) Vigas de acoplamiento de que implican concentraciones
las columnas centrales. muros. de fuerzas cortantes en vigas.
--- ~ ~
188
Dado que el comportamiento ante cargas laterales de un marco está regido
por las deformaciones de flexión de sus vigas y columnas, el sistema presenta una
resistencia y rigidez a cargas laterales relativamente bajas, a menos que las sec-
ciones transversales de estos elementos sean extraordinariamente robustas. Los
edificios a base de marcos resultan en general considerablemente flexibles y en
ellos se vuelve crítico el problema de mantener los desplazamientos laterales den-
tro de los límites prescritos por las normas.
La alta flexibilidad de los edificios a base de marcos da lugar a que su perio-
do fundamental resulte en general largo. Esto es favorable cuando el espectro de
diseño tiene ordenadas que se reducen fuertemente para periodos largos, como el
que es típico de edificios desplantados en terreno firme. Por otra parte, llega a ser
desfavorable cuando hay que diseñar para espectros de diseño cuyas ordenadas
crecen para periodos largos como en la zona de terreno blando del valle de
México. Aun en el primer caso resulta difícil cumplir con los requisitos de limi-
tación de desplazamientos en edificios de gran altura, por lo que el campo de
aplicación de los edificios estructurados a base exclusivamente de marcos se li-
mita a edificios de altura baja o mediana, a menos que se recurra a marcos espe-
ciales, particularmente robustos como los que se describen en la sección 5.5.4.
Las muchas variantes que existen de marcos rigidizados con contravientos o con
muros (figura 5.16) constituyen uno de los sistemas más eficientes para resistir
fuerzas sísmicas. Mediante una atinada distribución de elementos rigidizantes es
posible mantener las ventajas de la estructura a base de marcos en lo relativo a
libertad del uso del espacio y a ductilidad, a la vez que se obtiene una estructura
con mucho mayor rigidez y resistencia ante cargas laterales.
Sin embargo, deben cuidarse algunos aspectos que pueden hacer que el com-
portamiento sísmico de estos sistemas sea inadecuado. Por la extrema diferencia
en rigidez que existe entre las zonas rigidizadas y el resto de la estructura, las
fuerzas laterales se concentran en dicha zonas y así se transmiten a áreas concen-
tradas de la cimentación. Pueden producirse, además, solicitaciones excesivas en
los elementos que conectan al resto de la estructura con las zonas rigidizadas.
Cualquier irregularidad de los elementos rígidos en elevación implica la transmi-
Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales básicos
189
·
• • I I -
·
· . . · • . . ·
• E-H-l • • CJ • O
· . . · . • • •
a) Localización concentrada de elementos rigidizantes. b) Distribución más uniforme de elementos rigidizantes.
sión de fuerzas muy elevadas. Particularmente crítica resulta la transmisión de Figura 5.30 Distribuciones
las fuerzas a la cimentación, especialmente en estructuras desplantadas en suelos concentrada y uniforme de ele-
mentos rigidizantes.
compresibles.
Por lo anterior, hay que evitar en estos sistemas concentrar la rigidez en un
pequeño número de elementos (figura 5.30a), y hay que procurar distribuir de
manera uniforme en la planta de la estructura el mayor número posible de ele-
mentos rígidos (figura 5.30b). Con ello se eliminan algunas de las ventajas del
sistema, ya que la obstrucción al uso del espacio interno puede ser significativa.
•
•
I
lidad o la gran mayoría de las fuerzas sísmicas en un solo núcleo central, tiene el
inconveniente de producir un fuerte momento de volteo en la base del núcleo con
• ··. •
190
Muchas son las va-
riantes en que pueden
aprovecharse las fa-
chadas para rigidizar
al edificio, con la ven-
DD mizar la transmisión
de esfuerzos a la cimen-
DD
tación, así como de
permitir el libre uso
del espacio interior.
Las soluciones van des-
Marcos interiores
de usar marcos muy
robustos en la fachada
Marco dúctil de fachada por las proporciones de
sus miembros, como en
la figura 5.32, o por el
espaciamiento muy ce-
rrado de las columnas,
como en la figura 5.33.
t En el primer caso hay
Figura 5.32 Estructuración con que cuidar que las rela-
marcos robustos en fachada y Planta ciones claro a peralte
muros interiores flexibles. de las vigas y columnas
no sean tan pequeñas
Marcos
interiores
• • •
• • •
•
• ··
:
Planta
Figura 5.33 Estructuración con que hagan que la falla por cortante prevalezca sobre la de flexión. En el segun-
fachada rigidizada por colum- do, no es posible usualmente cumplir con el concepto de vigas débiles-colum-
nas poco espaciadas. nas fuertes, ya que la resistencia en flexocompresión de estas últimas resulta
crítica en el modo de falla. Sin embargo, por el número elevado de columnas en
los marcos de fachada, las cargas axiales sobre cada una resultan moderadas,
Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales básicos
191
CJ
CJ
o D o Cinturón
CJ
CJ
D DD
CJ
CJ
O DO
CJ
CJ
O DO
CJ
CJ
O DO
CJ O O
a) Marcos y muros acoplados. b) Muro perforado. e) Muro con cinturón superior.
por lo que es posible dimensionarlas para obtener un comportamiento razo- Figura 5.34 Edificios rigidiza-
nablemente dúctil. En las dos situaciones anteriores la fachada funciona como dos con muros de concreto
un gran tubo que envuelve al edificio y le proporciona alta resistencia y rigidez acoplados.
a cargas laterales.
La rigidización de la fachada puede lograrse también mediante combinación
de marcos y crujías con contravientos o con muros de rigidez. Una forma muy
eficiente de rigidizaci6n es mediante el uso de macro-marcos en los que los mu-
ros de rigidez, o contravientos, están acoplados por elementos horizontales de
toda la altura de entrepiso. El conjunto forma un marco equivalente de grandes
proporciones. Las figuras 5.34 y 5.35 muestran algunos ejemplos para estructu-
ras con contravientos y con muros de rigidez, respectivamente.
El máximo aprovechamiento de la fachada es mediante una rigidización
total con contravientos, de manera que se forma una gran armadura vertical que
envuelve al edificio. Aunque no es fácil llegar a soluciones estéticas y funcional-
Criterios de estructuración
192
rViga rígida
Sombrero
x
X
X
)<
)<
k-...."¡;;:----:~--"I.;:--.,,.¡~ Cinturón
X
X
X
X
)<
><
»
a) Marco contraviento. b) Contravientos acoplados. e) Contraviento con cinturón.
Figura 5.35 Edificios rigidiza- mente aceptables, se han logrado edificios altos muy bien resueltos con este
dos con contravientos. sistema. Algunos ejemplos esquemáticos se muestran en la figura 5.36.
Fuerzas de inercia
Fuerzas en
columnas
Fuerzas en la
~~ r: cimentación
7-/
~
Dirección de la [
fuerza sísmica Diafragmas
horizontales
Figura 5.37 Transmisión de
J.; fuerzas de inercia en la estruc-
tura.
Criterios de estructuración
194
Sistema de piso de vigas
paralelas con cubierta flexible
~
El marco del eje Ctoma las fuerzas
de inercia que se generan en su área
LLl.-L...l-L.l....J:l....l-L tributaria, independientemente de la
rigidez relativa de los cuatro marcos
Figura 5.38 Distribución de las A BCD
5:
fuerzas de inercia cuando el sis-
tema de piso no constituye Dirección de la
diafragma rígido. fuerza sísmica
5.7 CIMENTACIONES
Figura 5.40 Distorsión en el
El cometido de una cimentación durante un sismo es proporcionar al edificio una
plano ante fuerzas sísmicas en
dirección diagonal, cuando el base rígida capaz de transmitir adecuadamente las acciones que se producen por
sistema de piso no constituye la interacción entre el movimiento del suelo y el de la estructura, sin que se
un diafragma rígido. generen fallas o deformaciones excesivas en el suelo de apoyo.
Cimentaciones
195
~
a su rigidez
Hueco
Criterios de estructuración
196
• •
• • •
• • •
• •
a) Losa plana. b) Losa de cimentación con
contratrabes invertidas.
• •
(figura 5.44). Salvo que se disponga de un mejor criterio, estos elementos de liga
deben poder resistir al menos 10 por ciento de la mayor carga vertical de las
columnas adyacentes.
Las principales acciones que derivan de las fuerzas sísmicas producidas en la
estructura son cargas axiales por los momentos de volteo y fuerzas cortantes. Los
momentos de volteo usualmente no constituyen un problema para el edificio en
su conjunto, a menos que éste sea muy esbelto; sin embargo, sí pueden ser críti-
cos los momentos en la base de muros que tomen la mayor parte de las cargas
laterales. En estos casos debe ponerse cuidado especial en que las presiones ver-
Cimentaciones
197
--
Emp uje lateral
--
-
DDD -1iiiiiiIiI
FReacción
del suelo
I I ) ) 1) IJ
I
I
a) Por empuje pasivo del suelo sobre b) Por pilotes inclinados. e) Por flexión en pilotes
la cimentación. verticales (poco eficiente).
ticales no excedan de los valores permisibles del terreno o la capacidad de carga Figura 5.44 Mecanismos para
de los pilotes que constituyen el sis~~~-d~~i~entacfÓn~ Las cargas axiales de- resistir cargas laterales impor-
bidas al momento de volteo pueden, en edificios esbeltos, generar fuerzas de ten- tantes en cimentaciones pilo-
teadas.
sión que excedan las compresiones debidas a las fuerzas de gravedad. Deberán en
este caso diseñarse pilotes o anclas que puedan absorber dichas tensiones.
El otro aspecto, con frecuencia olvidado por los diseñadores, es que la cimen-
tación debe poder transmitir las cortantes basales al terreno. En cimentaciones
superficiales es usual suponer que la mayor parte de la capacidad de resistir la
fuerza cortante en la base la proporciona la fricción entre el suelo y la cimen-
tación. Así, la resistencia total al movimiento de la estructura puede tomarse igual
al producto de la carga muerta más la carga viva media de la estructura, multipli- Figura 5.45 Deformación de
cado por el coeficiente de fricción correspondiente. pilotes por efecto de la carga
Las cimentaciones profundas normalmente constan de un cajón, cuya resis- lateral.
tencia y rigidez naturales son útiles para distribuir las
fuerzas sísmicas en el suelo, evitando los desplazamientos
diferenciales (figura 5.43). Para transmitir las fuerzas cor-
tantes se cuenta en este caso también con las presiones
pasivas del suelo en las partes laterales del cajón, aun- Muro
que para aprovechar esta acción deben tomarse medidas
adecuadas, como cuidar que el suelo esté bien compacta- I •
I I I
do, y que los muros estén adecuadamente diseñados para '" -, T-r=rr-:-~~~-=-F"T-r
resistir dichas presiones pasivas (figura 5.44a). En el caso
- I l·
,; .: ,-, ~ ',' ,- \ \
\ \
de dimensiones grandes pueden necesitarse muros inte- .... ....- ...... - "'.....
-. . . . -I \ _....
.... /
- »Ó»;
/
-, I ~\
- -.... .... .-
1/,
.....
gidez y resistencia á la cimentación. El uso de pilotes , . .: ' I.\~:. . ""- . . .
\ /
\-' ~ Terreno
, 1,, blando
inclinados es muy efectivo para resistir las fuerzas late- I '1 1/,:1,
,./"",
r \ l. / / ,1 1,
..::..
<. • t
I
/ ....
/
rales inducidas por el sismo, sin embargo tiende a con- - / / » ;: \- \ -e-. I \ / \ <, .\ \.
centrar en los pilotes con mayor inclinación las fuerzas /' \. 1.... I /' .. - 1/- .... r - /
'" /
Criterios de estructuración
198
suelo. En consecuencia, los pilotes se flexionan, gene-
,-Muro
rándose en ellos fuerzas cortantes y momentos flexionan-
Contratrabe transversal
tes, además de las cargas axiales (figura 5.45). El diseño de
estos elementos debe considerar tales acciones. La parte
más difícil es determinar la magnitud de los elementos
mecánicos citados. Davisson y Robinson (1965) proponen
un procedimiento de análisis para pilotes de distintas lon-
~---- Pilotes
gitudes en suelos cohesivos y no cohesivos.
No se recomienda, por las razones expuestas en el
Dado
Contratrabe
párrafo anterior, el uso de pilotes o pilas sin refuerzo lon-
gitudinal. Se suele especificar un refuerzo nominal mí-
nimo de 0.25 a 0.5 por ciento, o de 4 varillas del número
Planta 5. Además, existe la tendencia en sismos severos a la for-
mación de articulaciones plásticas en las cabezas de los
pilotes, por lo que es apropiado confinar estas zonas me-
Figura 5.46 Esquema de ci- diante refuerzo transversal, de la manera como se hace en columnas. Se previenen
mentación de muros de rigidez. o mitigan así fallas que serían de muy difícil reparación.
Es usual en el análisis de las estructuras considerar que los elementos verti-
cales están empotrados a nivel de cimentación. Sin embargo, las rotaciones en la
base de columnas y muros desplantados en cimentaciones no totalmente rígidas,
pueden alterar significativamente la distribución de fuerzas en la estructura y los
desplazamientos laterales de la misma. Particularmente significativos son los mo-
vimientos que pueden presentarse en la base de muros o crujías con contravien-
tos, los que atraen grandes fuerzas laterales que generan altos momentos de
volteo en su base. A menos que se cuente con un apoyo sumamente rígido con
cimentación superficial sobre un suelo muy firme o con pilotes profundos sobre
estratos muy resistentes (figura 5.46), se tendrán rotaciones en la base de estos
muros que disminuirán radicalmente su eficiencia para rigidizar la estructura
y modificarán la distribución de fuerzas.
Para fines de resistencia a fuerzas sísmicas los pilotes de punta son mucho
más efectivos que los de fricción (figura 5.45), ya que proporcionan un apoyo más
firme para absorber las cargas axiales inducidas por el momento de volteo. En la
zona de suelo blando de la ciudad de México se han preferido tradicionalmente
los pilotes de fricción, ya que éstos pemiten que el edificio siga el hundimiento
regional del suelo. Sin embargo, en el sismo de 1985 fueron frecuentes los casos
en que estos pilotes no pudieran soportar las cargas axiales debidas al momento
de volteo y penetraron en el suelo en forma asimétrica, dejando al edificio incli-
nado. Existen algunas soluciones que tratan de reunir las ventajas de los dos tipos
de pilotes, como los de pilotes de control.
Capítulo
6
Análisis sísmico
estático
200
diseño sísmico; en particular, el capítulo VI, se titula Diseño por Sismo y en sus
cláusulas se establecen las bases y requisitos de diseño para que las estructuras ten-
gan adecuada seguridad ante la acción sísmica. Este capítulo está formado por los
artículos 202 a 212 y hace referencia a las NTOS. Este último documento contiene
11 secciones y un apéndice dividido a su vez en las secciones Al a A7.
Zona Descripción
I Lomas Formada por rocas o suelos generalmente firmes que fueron deposi-
tados fuera del ambiente lacustre, pero en los que pueden existir, su-
perficialmente o intercalados, depósitos arenosos en estado suelto o
cohesivos relativamente blandos. Es frecuente la presencia de oque-
dades en rocas y de cavernas y túneles excavados en suelos para
explotar minas de arena.
III Lacustre Integrada por potentes depósitos de arcilla altamente comprensible, se-
parados por capas arenosas con contenido diverso de limo o arcilla. Es-
tas capas arenosas son de consistencia firme a muy dura y de espesores
variables de centímetros a varios metros. Los depósitos lacustres sue-
len estar cubiertos superficialmente por suelos aluviales y rellenos arti-
ficiales, el espesor de este conjunto puede ser superior a 50 m.
.
Aspectos reglamentarios
201
terrenos más blandos o de Lago. Una parte de las zonas Il y In se denomina Tabla 6.2. Valores de Ta, Tb Y r.
zona IV y para ella existen algunas limitaciones en la aplicación de métodos
Zona Tu Tb r
de diseño que incluyen efectos de interación suelo-estructura. De acuerdo con
el RCDF, la zona a que corresponde un predio se determina a partir de inves- 1 0.2 0.6 112
tigaciones que se redicen en el subsuelo del mismo, tal y como lo establecen
las Normas Técnicas para Diseño de Cimentaciones. Cuando se trata de cons- 11* 0.3 1.5 213
trucciones ligeras o medianas cuyas características se definen en dichas
m- 0.6 3.9 1
Normas, puede determinarse la zona mediante el mapa incluido en las mis-
mas, que hemos reproducido en la figura 1.13, si el predio está dentro de la
porción zonificada. Los predios que se encuentren a menos de 200 m de las • No sombreada en la figura 6.1.
fronteras entre dos zonas se supondrán ubicados en la más desfavorable. + y parte sombreada de la zona II en la figura 6.1.
Grupo Descripción
202
BOSQUE DE
CHAPULTEPEC
203
salvo que, siguiendo las Tabla 6.4. Requisitos de regularidad para una estructura.
NTDS, en la parte sombreada
de la zona II en la figura 6.1
(figura 3.1 de las NTDS) se 1. Planta sensiblemente simétrica en masas y elementos resistentes con respecto a dos
ejes ortogonales
tomará e = 0.4 para las estruc-
turas del grupo B y e = 0.6 2. Relación de altura a menor dimensión de la base menor de 2.5.
para las del A.
Sería impráctico diseñar 3. Relación de largo a ancho de la base menor de 2.5.
edificios para que resistan
4. En planta no tiene entrantes ni salientes cuya dimensión exceda de 20 por ciento
sismos severos manteniendo
de la dimensión de la planta medida paralelamente a la dirección que se considera de
comportamiento elástico; por la entrante o saliente.
tanto, los reglamentos de cons-
trucción prescriben materiales 5. Cada nivel tiene un sistema de techo o piso rígido y resistente.
y detalles constructivos tales
que las estructuras pueden 6. No tiene aberturas en sus sistemas de techo o piso cuya dimensión exceda de 20
por ciento de la dimensión en planta medida paralelamente a la dimensión que se
incursionar en comportamiento
considere de la abertura. Las áreas huecas no ocasionan asimetrías significativas ni
inelástico y disipar la energía difieren en posición de un piso a otro y el área total de aberturas no excede en
impartida por un temblor fuerte ningún nivel de 20 por ciento del área de la planta.
mediante histéresis. Como
hemos visto en capítulos pre- 7. El peso de cada nivel, incluyendo la carga viva que debe considerarse para diseño
sísmico, no es mayor que el del piso inmediato inferior ni, excepción hecha del
vios, esto permite reducir las
último nivel de la construcción, es menor que 70 por ciento de dicho peso.
fuerzas elásticas de diseño
sísmico mediante factores 8. Ningún piso tiene un área, delimitada por los patios exteriores de sus elementos
que reflejan la capacidad del resistentes verticales, mayor que la del piso inmediato inferior ni menor que 70 por
sistema estructural para de- ciento de ésta. Se exime de este último requisito únicamente al último piso de la
formarse inelásticamente ante construcción.
fuerzas laterales alternantes
9. Todas las columnas están restringidas en todos los pisos en dos direcciones orto-
sin perder su resistencia gonales por diafragmas horizontales y por.trabes o losas planas.
(ductilidad). En el caso del
RCDF, las fuerzas para análi- 10. La rigidez al corte de ningún entrepiso excede en más de 100 por ciento a la del
sis estático y las obtenidas del entrepiso inmediatamente inferior.
análisis dinámico modal se
11. En ningún entrepiso la excentricidad torsional calculada estáticamente, es' excede
pueden reducir dividiéndolas del 10 por ciento de la dimensión en planta de ese entrepiso medida paralelamen-
entre el factor Q' que depende te a la excentricidad mencionada.
del factor de comportamien-
to sísmico Q. Para estructuras
que satisfacen las condiciones de regularidad que fija la sección 6 de las NTDS,
Q' se calcula como:
204
Tabla 6.5. Factor de comportamiento sísmico, Q.
Factor Q Requisitos
4 1. La resistencia en todos los entrepisos es suministrada exclusivamente por marcos no contraventeados de acero o
concreto reforzado; por marcos contraventeados o con muros de concreto reforzado en los que en cada entrepiso los
marcos son capaces de resistir, sin contar muros ni contravientos, cuando menos 50 por ciento de la fuerza sísmica
actuante.
2. Si hay muros ligados a la estructura en la forman especificada en el caso 1 del artículo 204 del Reglamento, éstos
se deben tener en cuenta en el análisis, pero su contribución a la capacidad ante fuerzas laterales sólo se tomará en
cuenta si estos muros son de piezas macizas, y los marcos sean o no contraventeados, y los muros de concreto
reforzado son capaces de resistir al menos 80 por ciento de las fuerzas laterales totales sin la contribución de los
muros de mampostería.
3. El mínimo cociente de la capacidad resistente de un entrepiso entre la acción de diseño no difiere en más de 35
por ciento del promedio de dichos cocientes para todos los entrepisos. Para verificar el cumplimiento de este requi-
sito, se calculará la capacidad resistente de cada entrepiso teniendo en cuenta todos los elementos que puedan con-
tribuir a la resistencia, en particular los muros que se hallen en el caso 1 a que se refiere el artículo 204 del RCDF.
4. Los marcos y muros de concreto reforzado cumplen con los requisitos que fijan las normas técnicas correspon-
dientes para marcos y muros dúctiles.
5. Los marcos rígidos de acero satisfacen los requisitos para marcos dúctiles que fijan las normas técnicas corres-
pondientes.
3 Se satisfacen las condiciones 2, 4 Y5 para Q = 4, Y en cualquier entrepiso dejan de satisfacerse las condiciones I
ó 3, pero la resistencia en todos los entrepisos es suministrada por columnas de acero o de concreto reforzado con
losas planas, por marcos rígidos de acero, por marcos de concreto reforzado, por muros de este material, por com-
binaciones de éstos y marcos o por diafragmas de madera contrachapada. Las estructuras con losas planas deberán
además satisfacer los requisitos de las normas técnicas para estructuras de concreto.
2 La resistencia a fuerzas laterales es suministrada por losas planas con columnas de acero o de concreto reforzado,
por marcos de acero o de concreto reforzado contraventeados o no, o muros o columnas de concreto reforzado que
no cumplen en algún entrepiso lo especificado por Q = 4 ó 3, o por muros de mampostería de piezas macizas con-
finados por castillos; dalas, columnas o trabes de concreto reforzado o de acero que satisfacen los requisitos de
las normas complementarias respectivas, o diafragmas construidos con duelas inclinadas o por sistemas de muros
formados por duelas de madera horizontales o verticales combinados con elementos diagonales de madera
maciza. También se usará Q = 2 cuando la resistencia es suministrada por elementos de concreto prefabricado
o presforzado con las excepciones que marcan las normas técnicas para estructuras de concreto.
1.5 La resistencia a fuerzas laterales es suministrada en todos los entrepisos por muros de mampostería de piezas hue-
cas, confinados o con refuerzo interior, que satisfacen los requisitos de las normas técnicas respectivas, o por com-
binaciones de dichos muros con elementos como los descritos para Q = 4 ó 3, o por marcos y armaduras de madera.
La resistencia a fuerzas laterales es suministrada al menos parcialmente por elementos o materiales diferentes de los
antes especificados, a menos que se haga un estudio que demuestre, a satisfacción del Departamento, que se puede
emplear un valor más alto.
adopten, como se explica en la tabla 6.5 que refleja la sección 5 de las NTDS.
Esta sección también estipula que en todos los casos se usará para toda la
estructura en la dirección de análisis el valor mínimo de Q que corresponde a
los diversos entrepisos de la estructura en dicha dirección. Además se nota que
Q puede diferir en las dos direcciones ortogonales en que se analiza la estruc-
tura, según sean las propiedades de ésta en dichas direcciones.
Valuación de fuerzas sísmicas sin estimar el periodo fundamental del edificio
20S
6.1.3 Aplicabilidad y procedimiento del análisis sísmico estático
Según el primer párrafo de la sección 8 de las NTDS, las fuerzas cortantes sís-
micas en los diferentes niveles de una estructura pueden valuarse suponiendo un
conjunto de fuerzas horizontales que obran sobre cada uno de los puntos donde
se supongan concentradas las masas. La fuerza actuante donde se concentra una
masa i es igual al peso de la misma, W¡, por un coeficiente proporcional a la altura
h, de la masa en cuestión sobre el desplante (o nivel a partir del cual las defor-
maciones estructurales pueden ser apreciables), sin incluir tanques ni apéndices.
El factor de proporcionalidad es tal que la relación V,¡wo, siendo Vo la fuerza cor-
tante basal y W o el peso total de la construcción, sea igual a e/Q, donde e y Q se
determinan como hemos descrito en la sección 6.1.2.
(6.1)
206
los valores de Q son distintos en las dos direcciones, porque hemos supuesto
que las estructuraciones respectivas son diferentes. Consideremos además que
la estructura está ubicada en la zona de terreno altamente compresible (IlI) y
que se trata de una construcción que por su importancia se clasifica como del
grupo A.
Empleando los datos anteriores y siguiendo la sección 6.1.2, se encuentra que
e = 0.40 X 1.5 = 0.60. Por tanto, en la dirección X: c1Q = 0.60/4 = 0.15, Yen la
dirección Y: c1Q = 0.60/2 = 0.30. A partir de esta información hemos elaborado
la tabla 6.6 donde se presentan en forma sistematizada las operaciones para
obtener en ambas direcciones, las fuerzas actuantes en cada piso Pi' las cortantes
en los entrepisos Vi' así como su posición en planta. Hemos supuesto que las ma-
sas están uniformemente distribuidas en planta y que, en consecuencia, P, obra en
el centro de gravedad del área del piso correspondiente, salvo en el primer piso
donde se ha adoptado un punto de aplicación diferente para Pi' El formato de la
tabla 6.6 es apropiado para una hoja electrónica de cálculo.
a) Dirección X
b) Direcci6n Y
207
W5
n I
W¡
(ton)
400
K¡
(ton/cm)
lOO
3.0m 2 400 200
W4 3 400 200
4 400 lOO
5 300 lOO
6 5
3.0m 7 10
W3 W¡ Peso de la masa ¡
W2
K2
r, W¡
3.0m
K¡ 3.0m
W
"" '" Figura 6.2 Elevación esque-
mática de un edificio con
apéndices.
debemos aplicar la sección 8.4 de las NTDS, según la cual se supondrá actuando
sobre el mismo la misma distribución de aceleraciones que le correspondería si
se apoya directamente en el terreno, multiplicada por (l + 4e'/e) donde e' es el
factor por el que se multiplica el peso del nivel de desplante del apéndice cuando
se valúan las fuerzas sobre toda la construcción, sin afectarlo por el factor Q,
puesto que el mismo ya ha sido incluido en el cálculo de dichas fuerzas.
Estrictamente, en edificios con apéndices, no se aplica la fórmula 6.1 y
para valuar las fuerzas en los pisos debemos emplear textualmente las
NTDS. Para ilustrar los cálculos necesarios, consideremos el edificio de la
figura 6.2; supóngase Q = 4 Y que se trata de una construcción del grupo B,
desplantada en terreno firme (zona 1). Con tales datos determinamos que
e = 0.16, con lo que V/WO debe ser igual a 0.16/4 = 0.04, estando incluidos
en Vo y en Wo las fuerzas laterales y los pesos de los apéndices respecti-
vamente.
Las fuerzas sísmicas en los pisos 1 a 5 son proporcionales a los productos de
los pesos W¡ por las alturas h¡, sea a la constante de proporcionalidad, entonces
P5 =a W5 h5 = 300 X 15 a = 4500 a
P4 =a W4 h4 = 400 X 12 a = 4800 a
P3 =a W3 h 3 = 400 X 9a = 3600 a (6.2)
P2 = a W2 h: = 400 X 6a = 2400 a
PI = a W¡ b, = 400 X 3a = 1200 a
Análisis sísmico estático
208
Si los apéndices estuviesen apoyados en el suelo, suponiendo que su sistema
resistente a cargas laterales es tal que es apropiado Q = 2, tendrían unas fuerzas
sísmicas iguales a
p
I
6 = 0.08 X W6 = 0.08 X 5 = 0.40 ton
(6.3)
p
I
7 = 0.08 X W7 = 0.08 X 10 = 0.80 ton
Para el apéndice que pesa W6 , e' es el factor por el cual se multiplica W¡ para
obtener la fuerza P ¡; es decir, según las expresiones 6.2, e'¿ = a h¡ = 3a. Análo-
gamente, para el apéndice que pesa W7 se tiene e/7 = a h s = l5a. Las fuerzas de
la expresión 6.3 tienen que multiplicarse por (1 + 4e'/e), como sigue:
P7 = 2.14, V7 = 2.14
Ps = 20.16, V7 = 22.30
P4 = 21.50, V4 = 43.80
P3 = 16.13, V3 = 59.93
P2 = 10.75, V2 = 70.68
P 6 = 0.53, V6 = 0.53
P, = 5.38, VI = 76.59 = Vo = cortante basal;
Tabla 6.7. Fuerzas sísmicas en el edificio de la figura 6.2 sin considerar apéndices.
Nivelo W¡ h¡ W¡h¡ r, V¡
entrepiso (ton) (m) (ton) (ton)
209
Tabla 6.8. Estimación del periodo fundamental del edificio de la figura 2.30.
a) Dirección X
W¡ p¡ V¡ K¡ VIK¡ d¡ W¡d? P¡d¡
Nivel (ton) (ton) (ton) (ton/cm) (cm) (cm)
b) Dirección Y
W¡ r, V¡ K¡ VIK¡ d¡ W,d? PA
Nivel (ton) (ton) (ton) (ton/cm) (cm) (cm)
210
V7 = 2.18 ton
Vs = 22.91 ton
V4 = 45.02 ton
V3 = 60.60 ton
V2 = 72.65 ton
Vs = 0.54 ton
Vs = 78.72 ton
6.3.1 Procedimiento
La sección 8.2 de las NTDS permite usar fuerzas cortantes reducidas siempre que
se tome en cuenta el valor aproximado del periodo fundamental de vibración del
edificio T, calculado en segundos con la fórmula siguiente:
Los ejemplos siguientes ilustran las opciones mencionadas. Cabe notar que
en un par de casos los periodos que se calculan son altos para el número de pisos
considerado, pero hemos mantenido tales valores a fin de incluir todas las posi-
bles situaciones sin trabajo numérico excesivo.
211
tró que e = 0.6; además, según la tabla 6.2, para la zona III, T¿ Y Tb valen 0.6 y
3.1 segundos, respectivamente. Los cálculos para obtener T en las dos direcciones
de análisis empleando la fórmula 6.6, se incluyen en la tabla 6.8, partiendo de va-
lores de las rigideces dados en la figura 2.30 y de las fuerzas obtenidas en la
tabla 6.6.
En cuanto a los requisitos de regularidad que marcan las NTDS (véase la
tabla 6.4) por inspección de la figura 2.30 verificamos que todas las plantas son
sensiblemente simétricas con respecto a los ejes ortogonales X, Y tanto en masas
como en elementos resistentes. La relación de altura a la dimensión menor de la
base es 16/11 = 1.45 Y la de largo a ancho de la base es 20/11 = 1.82, ambas
menores que 2.5. Ninguna planta tiene entrantes, salientes ni aberturas, y supon-
dremos que todos los pisos son suficientemente rígidos y resistentes. El peso de
cada nivel no es mayor ni menor que 70 por ciento del peso del piso inmediato
inferior; y todos los pisos, a excepción del último, tienen la misma área. Aunque
no damos detalles sobre las columnas, supondremos que están restringidas en to-
dos los pisos en dos direcciones ortogonales por diafragmas horizontales y por
trabes o losas planas. Las rigideces de entrepiso se listan en la tabla 6.7 y en
ningún entrepiso dicha rigidez excede a la del entrepiso inmediatamente inferior.
Las excentricidades torsionales es en las direcciones de análisis se calculan pos-
teriormente en la tabla 6.12 y se encuentra que sus valores no exceden del 10 por
ciento de la dimensión en planta del entrepiso correspondiente, medida paralela-
mente a la excentricidad, salvo en el cuarto entrepiso en la dirección X donde la
excentricidad es 22 por ciento mayor que el límite requerido (1.34 versus 1.10
metros). Por tratarse de un sola violación a un amplio número de condiciones,
relacionada con disminución de dimensiones en el último piso que siempre se
trata como una excepción en otros requisitos, consideraremos que el edificio es
regular, y que es innecesario reducir Q'.
En la dirección X resulta T = 0.97 segundos, menor que Tb ; entonces se apli-
ca el primer párrafo de las sección 6:3.1 que permite usar las fuerzas calculadas
sin estimación del periodo, escaladas de modo que VjWo en la base igual sea a
aIQ'. Siguiendo la sección 6.1.2, como Ta < T < Tb , tenemos a = e y Q' = Q. En
consecuencia, V jWo = e/Q, que es el mismo valor que cuando no se estima el
periodo, indicando que las fuerzas sísmicas en esta dirección no pueden reducirse
por este concepto.
En la dirección Y encontramos que T = 0.51 segundos, también menor que
Tb , por lo que nuevamente podemos emplear las fuerzas obtenidas sin estimar
el periodo, reduciéndolas para que la relación V jWo sea igual a alQ'. Esta vez
T < Ta , por lo cual, recordando que en esta dirección Q = 2, tenemos
Con las fuerzas P iy calculadas en la tabla 6.6, V jWo en la base vale 0.30
(igual a e/Q). Para que dicha relación sea 0.288 hay que multiplicar las Piy por
0.28810.30 = 0.96 y se obtienen así las fuerzas reducidas buscadas. Esta reduc-
ción no modifica las posiciones de las cortantes determinadas en la tabla 6.5,
porque todas las fuerzas se multiplican por el mismo factor reductivo.
Análisis sísmico estático
212
Tabla 6.9. Estimación del periodo fundamental del edificio de la figura 6.2.
Para estimar el periodo de este edificio usaremos las cortantes calculadas em-
pleando el factor a en la sección 6.2.2, ignorando las fuerzas y pesos de los
apéndices. En la tabla 6.9 se resumen los cálculos que conducen a T = 1.17
segundos, considerando los datos de la figura 6.2. Supondremos que el edifi-
cio satisface los requisitos de regularidad dados en la tabla 6.4 sin que sea nece-
sario multiplicar Q' por 0.8. Recordemos que e = 0.16 Y que para la zona 1, la
tabla 6.2 indica Tb = 0.6 segundos y r = Ih. Ya que T> Tb se aplica el párra-
fo 11 de la sección 6.3.1, que requiere emplear los factores k l y kz dados por las
expresiones 6.7 y 6.8.
Necesitamos previamente determinar a/Q' que es cuanto debe valer Vo/Wo;
siguiendo la sección 6.1.2, cuando T > Tb, a = q e siendo q = (Tb/Dr, pero a
no será menor que c/4. Haciendo operaciones resulta q = (0.6/1.17) Ih =0.72 y
a = O.72c que es mayor que c/4, por lo que usaremos a = 0.72 X 0.16 = 0.1146.
En adición, Q' = Q = 4 y, en consecuencia, VJWo = 0.1146/4 = 0.02865.
La obtención de las fuerzas reducidas se muestra en la tabla 6.10; en par-
ticular, la cortante en la base ha disminuido de 75.03 a 54.42 ton por haberse
estimado el periodo fundamental de vibración del edificio. Como verificación
VJWo = 54.42/1900 = 0.02864, valor prácticamente idéntico al requerido en el
párrafo anterior. Las fuerzas en los apéndices se pueden modificar procediendo
como en la segunda parte del ejemplo de la sección 6.2.2.
Una vez determinadas las fuerzas sísmicas que obran en cada piso de un edificio,
tenemos que distribuirlas entre los diferentes elementos resistentes verticales
(marcos y/o muros y/o contravientos). En este paso del análisis sísmico hay que
tener en cuenta que debido a los efectos dinámicos de la vibración, el momento
torsionante que actúa en cada entrepiso se ve en general amplificado y la excentri-
cidad efectiva puede ser mayor que la calculada estáticamente. Por otra parte, la
Distribución de las fuerzas sísmicas entre los elementos resistentes del edificio
213
determinación del centro de torsión sólo puede efectuarse con pobre aproximación
ya que la rigidez de cada elemento particular se altera por agrietamientos locales,
fluencias o por la contribución de elementos no estructurales. Por las dos razones
expuestas, los reglamentos de construcción modernos especifican excentricida-
des de diseño que, según lo que sea más desfavorable, amplifican o reducen la
excentricidad directa para incorporar la naturaleza dinámica de las torsiones sísmi-
cas en cálculos estáticos. Además, se añade o substrae una excentricidad acciden-
tal que considera principalmente incertidumbres en la estimación de masas y
rigideces y las componentes rotacionales de los temblores ignoradas en el análisis.
Para construcciones en el Distrito Federal, el párrafo 8.6 de las NTDS especi-
fica que el momento torsionante será igual a la fuerza cortante de entrepiso por la
excentricidad que para cada sistema resistente resulte más desfavorable entre:
1.5 es + 0.1 b, o es - 0.1 b, donde es es la excentricidad directa en el entrepiso
considerado y b es su máxima dimensión en planta medida perpendicularmente a
la dirección del movimiento del terreno que se esté analizando. Además, la ex-
centricidad de diseño en cada sentido no será menor que la mitad del máximo
valor de es para los entrepisos que se hallan abajo del que se considera, ni se to-
mará el momento torsionante de ese entrepiso menor que la mitad del máximo
calculado para los entrepisos que están arriba del considerado.
También debemos tener presente que los dos componentes horizontales or-
togonales del movimiento del terreno ocurren simultáneamente, aunque es muy
improbable que ambos tengan a la vez su máxima intensidad. El párrafo 8.8 de
las NTOS considera estos conceptos estipulando que cada sección crítica de un
edificio debe resistir la suma vectorial de los efectos (desplazamientos y fuerzas
internas) de un componente del movimiento del terreno con 0.3 de los del otro,
en adición a los efectos de fuerzas gravitatorias.
Presentamos a continuación dos métodos para efectuar la distribución de cor-
tantes sísmicas siguiendo las pautas anteriores. El primero se limita a estructuras
cuyos elementos resistentes están ubicados en dos direcciones ortogonales y hace
uso del concepto de rigidez de entrepiso; tiene la ventaja de que se puede incorpo-
rar fácilmente en una hoja de cálculo electrónica y hasta puede aplicarse ma- Figura 6.3 Elementos resis-
nualmente con una calculadora de escritorio. En el segundo método, que emplea tentes ortogonales y centro de
operaciones matriciales, es innecesaria la definición de rigideces de entrepiso y torsión.
los elementos resistentes pueden estar orientados en cualquier
dirección, pero requiere el empleo de computadoras. Ambos
métodos se basan en la hipótesis de que los pisos son diafrag- y t _ IR¡, X¡ IR¡x y¡
mas rígidos en su plano. I x, - IR¡y • y, = IR¡x
214
Tabla 6.10. Fuerzas sísmicas del edificio de la figura 6.2 reducidas por estimación de su periodo fundamental.
W¡ h¡ W¡h¡ W¡h¡z /; r, V¡
Nivel (ton) (m) (ton) (ton)
e = 0.16 q = 0.716
r = 0.50 a = qc = 0.1146
Tb = 0.60 segundos k¡ = 0.070756
Q'=Q=4 kz = 0.001650
T = 1.17 segundos /; = k¡ W¡h¡ + kz W¡h?
Vo = (a/Q') I W¡ = 54.42 t
P¡ = Vof¡IIj¡
!'(Rjy Xj)
X=
t (6.9)
!,R jy
(6.10)
(6.11)
(6.13)
(IRjx yj, + IRjy x}r)
En las expresiones anteriores Vx es la cortante en el entrepiso considerado
en la dirección X; Xjl' Yj¡ son las distancias del elemento resistente j al res-
pectivo centro de torsión; M¡ es el momento torsionante de diseño, igual al
producto de Vx por la más desfavorable de las siguientes excentricidades:
el = 1.5 es + 0.1 b
Yj¡ = Yj - Y¡·
Las posiciones de las cortantes, definidas por las coordenadas x, o Yv' deben
referirse al mismo sistema de coordenadas, incluyendo el signo correspondiente.
Análisis sísmico estático
216
Entonces las excentricidades directas se valúan con los signos que resulten, como
las diferencias:
e sx = Yv - Yt;
6.4.2 Ejemplo
Entrepiso 5
Eje Rjx Yj RjxYj Yjt RjxYjt RjxYj? cd ct
Ix 12 0.0 0.0 -4.73 -56.73 268.17 0.273 -0.00912
2x 8 3.5 28.0 -1.23 -9.82 12.05 0.182 -0.00158
3x 24 7.5 180.0 2.77 66.55 184.51 0.545 0.01070
Suma 44 208.0 464.73 1.000 O
Xt = 208/44 = 4.73 m
218
Obsérvese que Cd Y C¡ forman parte de las expresiones 6.12 y 6.13, respectiva-
mente, y permiten expresar las contribuciones debidas a la cortante actuando en
el centro de torsión y al momento torsionante como:
(6.16)
(6.17)
Tabla 6.12. Excentricidades y momentos torsionantes de diseño en los entrepisos del edificio de la figura 2.30.
a) Dirección X
es = Yv - y¡
Nivel v, Yv Y¡ b es el eZ e3 M¡ M4 e4
5 23.77 3.75 4.73 7.5 -0.98 -2.22 -0.23 -0.670 -23.29 0.00 0.00
4 49.52 4.66 6.00 11.0 -1.34 -3.11 -0.24 -0.440 -66.36 -11.65 -0.24
3 74.28 4.94 5.82 11.0 -0.88 -2.42 0.22 -0.385 -65.37 -33.18 -0.45
2 91.61 5.05 5.82 11.0 -0.77 -2.26 0.33 -0.315 -70.54 -33.18 -0.36
1 103.50 5.19 5.82 11.0 -0.63 -2.05 0.47 0.000 -65.20 -35.27 -0.34
a) Direcci6n Y
es = Xv - x¡
Nivel Vy Xv x¡ b es el eZ e3 M¡ M4 e4
5 46.54 6.75 5.78 13.5 0.97 2.80 -0.38 -0.455 45.14 0.00 0.00
4 99.04 8.02 8.93 20.0 -0.91 -3.37 1.09 -0.110 -90.13 22.57 0.23
3 148.56 8.42 8.64 20.0 -0.22 -2.33 1.78 -0.040 -32.68 -45.06 -0.30
2 183.23 8.56 8.64 20.0 -0.08 -2.12 1.92 -0.040 -14.66 -45.06 -0.25
1 207.00 8.56 8.64 20.0 -0.08 -2.12 1.92 0.000 -16.56 -45.06 -0.22
219
Tabla 6.13. Cortantes sísmicas en los elementos resistentes del edificio de la figura 2.30.
a) Entrepiso 5
V el ez Mtl = Vel M t2 = Vez MIO
Sentido (ton) (m) (m)
b) Entrepiso 4
V el ez Mtl = Vel M t2 = Vez MIO
Sentido (ton) (m) (m)
220
Tabla 6.13. Cortantes sísmicas en los elementos resistentes del edificio de la figura 2.30. (Continuación.)
e) Entrepiso 3
V el e2 Mtl = Vel Mt2 = Ve2 MIO
Sentido (ton) (m) (m)
221
4x
Centro
¡de
torsión 3x
Posición
calculada
de la fuerza
e2•
I
~
b = 11 ro
cortante
sísmica
/
• el -
es
2x
/ y,
yv
Posiciones
de diseño Figura 6.4 Posiciones de la
de la cortante cortante sísmica para calcular
Ix momentos torsionantes de di-
seño (los valores numéricos
yv = 4.66, y, = 6.00, es = y, - yv = 1.34
el = 1.5 es + O.lb = 3.11 corresponden al entrepiso 4 de
e2 = es - -O.lb = 0.24 la figura 2.30).
las cortantes originadas por torsión suman cero. Obsérvese también que la adi-
ción de las cortantes de diseño (Vxy l en este caso), siempre supera a la cortante
de entrepiso como consecuencia de que las cortantes más desfavorables por tor-
sión para distintos elementos resistentes corresponden a diferentes excentri-
cidades.
La forma tabular en que hemos organizado las operaciones de este ejemplo,
incluyendo el tratamiento de signos, es apropiada para hojas electrónicas de cálcu-
lo. Sin embargo, la excentricidad más desfavorable para cada elemento resistente se
puede identificar examinando la planta del entrepiso, teniendo en mente que los
giros son con respecto al centro de torsión. Por ejemplo, como se aprecia en la figu-
ra 6.4, para los elementos Ix y 2x del entrepiso 4, en los cuales el efecto de torsión
se suma al de traslación, rige el; en cambio para los sistemas 3x y 4x, en que ambos
efectos son opuestos, rige e2'
Para que las hipótesis de análisis se cumplan, es necesario que la losa
sea capaz de resistir como diafragma las fuerzas que actúan sobre ella como
consecuencia de su participación transmitiendo la fuerza sísmica a los ele-
mentos resistentes. Tales fuerzas se pueden encontrar por estática; en el sis-
tema ly, por ejemplo, las fuerzas cortantes en los entrepisos 3 y 4 son 99.33
y 70.01 ton; la fuerza que la losa transmite en el nivel 3 es, por tanto, la dife-
rencia 19.32 ton.
222
Como paso previo, derivaremos la manera de calcular los momentos torsio-
nantes y excentricidades que generan un conjunto de cargas sobre un edificio.
Considérese que la matriz de rigidez lateral del edificio K, y el vector de fuerzas
están partidos en la forma:
(6.18)
(6.19)
se conocen el vector de fuerzas P.5, los giros (que son nulos) y las incógnitas (des-
plazamientos 50 y los momentos M, que es como hemos llamado a Po). M con-
tiene los momentos torsionantes requeridos para anular los giros, La solución de
6.19 es:
0 0 = KsjP¡¡ (6.20)
M = K~ooo (6.21)
(6.22)
(6.23)
(J = (JI
Esto muestra que los momentos torsionantes en los pisos generados por el sis-
tema de fuerzas laterales P.5 están dados por - K.5~ P.5' Sumando dichos momen-
Distribución de las fuerzas sísmicas entre los elementos resistentes del edificio
223
tos de arriba hacia abajo obtenemos los momentos de entrepiso. En cada entrepiso, el
cociente del momento torsionante entre la cortante proporciona la excentricidad con
respecto a centro de masas. La ventaja de calcular desplazamientos laterales en los
pisos como acabamos de exponer reside en que, antes de resolver el sistema 6.22, el
vector - M de momentos torsionantes puede multiplicarse por cualquier factor de
amplificación o reducción, según lo requieran los reglamentos de construcción.
6.4.4 Ejemplo
K =
550.0
86.6
[ 1333.0
86.6
450.0
1333.0
-750.0
J
-750.0 20550.0
K
1)1)
= [550.0
86.6
86.6]
450.0
P = {1O.0}
1)0.0
ji = { 0.018750}
o -0.003608
Análisis sísmico estático
224
la parte de la matriz K que acopla desplazamientos y giros es:
p _
\- {27.700O
O}
1) = { 0.005045}
\ -0.004007
0\ = {-0.001821}
-0.015230}
1) = 0.052197
{ 0.002893
p = {20.0
0.0} 1) = {-0.007217}
s o 0.045833
M = [-43.995]
0.0 }
p _ 0.0
\ - { 43.995
1) = {-0.008073} 0\ = {0.002893}
\ 0.006364
225
6.4.5 Distribución matricial de fuerzas sísmicas
Una vez conocidos los giros y desplazamientos de los centros de masas de los
pisos correspondientes a las cortantes y momentos torsionantes de diseño, se
calculan los desplazamientos laterales de los elementos resistentes y los corres-
pondientes elementos mecánicos, como explicamos en la sección 2.4.1.
Supongamos que se ha calculado la matriz de rigidez lateral del edificio por
analizar, siendo los grados de libertad dos desplazamientos horizontales en las
direcciones de las fuerzas sísmicas y un giro alrededor del eje vertical que pasa
por el centro de masas de cada piso. Entonces, de acuerdo con las NTDS, el análi-
sis sísmico en cada dirección se puede efectuar como sigue:
(6.25)
(6.26)
(6.27)
{~} = j = 1,2
226
Combinación Desplazamientos Giros
(6.29)
2
(6.30)
Este método es una variante del método estático, aplicable a estructuras a base de
muros de carga, de baja altura, planta rectangular, con una distribución sensible-
mente simétrica de muros, y en los pisos tienen rigidez suficiente para transmitir
las fuerzas sísmicas a los muros paralelos a la dirección del movimiento del te-
rreno. Los muros resistentes a cargas laterales pueden ser de mampostería, de
concreto o de madera. Su empleo más generalizado es en edificios de vivienda
unifamiliar o multifamiliar de interés social, en que los muros son de bloque de
concreto o de ladrillo y los sistemas de piso y techo son losas de concreto co-
ladas en sitio o parcialmente prefabricadas.
Este método permite ignorar los efectos de flexión y los de la torsión sísmi-
ca, así como concentrar la atención en la revisión de la fuerza cortante. Dicha re-
visión se basa en la hipótesis de que la suma de las resistencias de todos los muros
alineados es la dirección de análisis. Para tomar en cuenta que los muros muy cor-
tos, y por tanto muy flexibles, pueden no alcanzar su resistencia antes de que los
más rígidos pierdan su capacidad, su contribución se afecta por un factor reduc-
tivo que depende de las dimensiones del muro en su propio plano.
Método simplificado de análisis sísmico
227
Para el cálculo de la fuerza cortante en cada entrepiso se siguen los mismos
principios del método estático, con la simplificación de que los efectos del perio-
do de vibración y de la reducción por factores de comportamientos sísmico se han
incorporado en los coeficientes sísmicos, los cuales se multiplican directamente
por el peso total para obtener la fuerza cortante basal.
6.5.2 Ejemplo
La figura 6.5 muestra esquemáticamente las plantas, alturas y pesos de una cons-
trucción de dos pisos, con pisos y techo formados por losas de concreto. Obser-
vando las plantas se aprecia que más del 75 por ciento de las cargas verticales
Análisis sísmico estático
228
Tabla 6.14. Coeficientes sísmicos reducidos para el método simplificado, correspondientes a
estructuras del grupo B.
* Diafragmas de duelas de madera inclinadas o sistemas de muros formados por duelas de madera verticales u horizontales
arriostradas con elementos de madera maciza.
Los coeficientes sísmicos se multiplicarán por 1.5 para construcciones del grupo A.
229
y t-· ---------·n¡.-·
4.5
3.0 3.5
----1
2.0 A
1.0
6.0
o
:2
4.0
l. 12.0
Acotaciones en m
.1
W2 = 60 ton
Los muros de carga son de tabique
de barro recocido y se supone
3.0 un esfuerzo cortante nominal
W¡ = 72 ton de 3.5 kglcm 2.
'- .. ••
habitación (grupo B) y se
construirá sobre terreno
firme (zona 1).
Figura 6.5 Edificio para ilustrar
el método simplificado de aná-
lisis sísmico.
W¡ h¡ W¡h¡ p¡ V¡
Nivel (ton) (m) (ton) (ton)
230
(2400 x 1.5 + 100 X 0.66 + 100 X 0.17) 14 = 51490 kg = 51.49 ton
que es mayor que 11.62 ton. Como la planta alta es igual a la baja, es in-
necesario revisarla, puesto que la fuerza cortante actuante es menor.
Como hemos indicado anteriormente, el segundo objetivo básico del diseño sís-
mico, consistente en evitar daños ante temblores moderados, se trata de cumplir
limitando los desplazamientos laterales de la estructura. El índice más importante
para determinar la magnitud de posibles daños es la distorsión del entrepiso t/J, de-
finida como el desplazamiento relativo entre dos pisos sucesivos, d, dividido
entre la altura del entrepiso H, es decir:
t/J = d/H
231
6.6.1 Requisitos reglamentarios
La sección S.7 de las NTDS especifica que deberán tenerse en cuenta efectos de
segundo orden (también conocidos como efectos de esbeltez) cuando la defor-
mación total de un entrepiso dividida entre su altura, medida de piso a piso,
exceda O.OS veces la relación entre la fuerza cortante del entrepiso y las fuerzas
verticales debidas a acciones permanentes y variable que obren encima de éste.
Se entiende por análisis de segundo orden el que suministre las fuerzas internas
y deformaciones adicionales provocadas por las cargas verticales al actuar en la
estructura desplazada lateralmente.
Cuando las relaciones de esbeltez de las columnas son menores que 100, uno
de los procedimientos aproximados que aceptan las Normas Técnicas para estruc-
turas de concreto y estructuras metálicas consiste en multiplicar los momentos en
las columnas y los desplazamientos debidos a carga lateral, obtenidos con un
análisis convencional, por el factor de amplificación:
6.6.2 Ejemplo
A continuación revisamos por este concepto el entrepiso cuarto del edificio mos-
trado en la figura 6.2. Ignorando los apéndices, según lo descrito en la forma op-
cional presentada en la sección 6.2.2 (ver tabla 6.7) se tiene:
Puesto que la rigidez de entrepiso (figura 6.2) vale 100 ton/cm, el desplazamien-
to lateral Ll, es 42.S4/1 00 = 0.43 cm; este resultado debe multiplicarse por el factor
de comportamiento sísmico, 4 en este caso, lo cual resulta en 0.43 X 4 = 1.72 cm.
Obran sobre este entrepiso W = 300 + 400 = 700 ton de carga vertical. Para decidir
si tenemos que considerar explícitamente los efectos de segundo orden hay que com-
parar l/J = LlIh = 1.72/300 = 0.00573 con O.OS V/W = O.OS X 42.S41700 = 0.0049.
Como 0.00573 excede a 0.00490, la respuesta es afirmativa.
Análisis sísmico estático
232
Usaremos la fórmula 6.31 con Wu = 1.1 X 700 = 770, entonces
fa = 1 + (770/300)/(100/4 - 1.2 X 770/300) = 1.12
Los desplazamientos de cada marco de este entrepiso se tomarán iguales a
1.12 veces los obtenidos en el análisis sin considerar los efectos de esbeltez. Los
momentos en las columnas también deben multiplicarse porj, y los momentos en
las vigas tienen que corregirse proporcionalmente a sus rigideces angulares para
que se satisfaga el equilibrio de momentos en cada nudo.
La distorsión lateral es l/J = 1.72 X 1.12/300 = 0.0064, prácticamente
igual al menor de los límites prescritos por el RCDF, por lo que las deformacio-
nes calculadas son aceptables, independientemente de cómo se liguen elementos
no estructurales a la estructura.
233
Tabla 6.16. Momentos de volteo reducidos para el edificio de la figura 2.30.
5 0.00 0.0 0.0 16.00 1.000 1.000 0.0 0.0 1.000 0.0
4 23.77 71.3 71.3 13.00 0.813 0.963 68.6 71.3 1.000 71.3
3 49.52 148.6 219.9 10.00 0.625 0.925 203.4 212.2 0.965 212.2
2 74.28 222.8 442.7 7.00 0.438 0.888 392.9 408.5 0.923 408.5
1 91.61 274.8 717.5 4.00 0.250 0.850 609.9 630.5 0.879 630.5
O 103.50 414.0 1131.5 0.00 0.000 0.800 905.2 940.5 0.831 940.5
ambas direcciones), las reducciones permitidas en cada nivel son iguales a las
calculadas en la dirección X. En consecuencia, los factores j' se pueden emplear
para reducir los momentos de volteo en cada elemento resistente, luego de haber
distribuido las cortantes sísmicas que obran sobre el edificio completo en am-
bas direcciones entre dichos elementos.
6.8 COMENTARIOS
234
entrepisos (Aranda el. al, 1982). Debemos en estos casos recurrir al análisis di-
námico.
La mayor parte del esfuerzo adicional que se requiere para estimar el perio-
do fundamental de un edificio es el cálculo de sus desplazamientos laterales,
que de todos modos debe hacerse para revisar que no sean excesivos. Por tal
motivo, es aconsejable la opción de usar fuerzas sísmicas reducidas en razón
de haber evaluado el periodo natural, con lo cual pueden lograrse reducciones
importantes si los periodos son relativamente cortos o largos.
En los ejemplos presentados en este capítulo, la combinación de los efectos
de un componente del movimiento del terreno con 30 por ciento de los del com-
ponente ortogonal se ha realizado a nivel de fuerzas cortantes. Esto brinda
resultados adecuados para el diseño de miembros que trabajan esencialmente en
el plano en el que están actuando dichas cortantes, como vigas y muros. Para
las columnas o elementos similares, que tienen flexiones importantes en dos
planos verticales ortogonales, no es fácil determinar qué combinación de los
efectos de los componentes del temblor es la que rige el diseño, y es en rigor
necesario analizar todo el edificio para el sismo actuando en una dirección y
luego, separadamente, para el sismo actuando en la dirección perpendicular. La
combinación de los efectos de uno y otro componente se realizará en cada ele-
mento mecánico, cuidando de proceder coherentemente. Por ejemplo, en el di-
seño de una columna a flexocompresión biaxial, en el que participan la carga
axial y los momentos flexionantes en dos direcciones, si para la combinación
de cargas considerada la fuerza axial proviene de 100 por ciento del sismo en
X y 30 por ciento del sismo en Y, los momentos flexionan tes corresponderán a
los mismos porcentajes, y no sería apropiado tomar junto con dicha carga axial,
momentos que resulten de 30 por ciento del sismo en X con 100 por ciento del
sismo en Y.
Cabe destacar que el método simplificado de análisis sísmico implica la
hipótesis de que el sistema de piso debe constituir un diafragma horizontal rígi-
do, capaz de transmitir las fuerzas de inercia generadas por la vibración sísmica,
a los muros rígidos alineados en la dirección de análisis. En consecuencia, no es
aplicable a casos en que los pisos o techos sean a base de vigas paralelas no con-
traventeadas, por ejemplo. De cualquier manera esta situación debe evitarse, ya
que los elementos de techo transmiten empujes perpendiculares a los planos de
los muros y tienden a voltearlos.
El factorfa para incorporar efectos de esbeltez lleva a resultados muy precisos
cuando se considera comportamiento elástico, aunque para elementos muy esbel-
tos el RCDP exige la aplicación de métodos más refinados. Sin embargo, a pesar
de que no lo exigen las NTDS, es recomendable proporcionar al edificio lateral
rigidez suficiente para que la relación citada sea menor que 0.08; en cualquier
caso debe evitarse que dicha relación exceda de 0.20; de lo contrario los proble-
mas de esbeltez pueden ser muy serios y no es confiable determinar sus con-
secuencias con los procedimientos de las Normas Técnicas, ni aún con métodos
dinámicos refinados que incluyan explícitamente tanto los efectos de segundo
orden como comportamiento inelástico.
Es probable que el procedimiento matricial presentado en la sección 6.4.3
para calcular momentos torsionantes directos en edificios no esté incorporado en
programas comerciales de análisis de edificios. Sin embargo, existen varios pro-
gramas que hacen uso de la hipótesis de que los pisos constituyen diafragmas
rígidos horizontales, y permiten calcular los dos desplazamientos y el giro en los
Comentarios
235
centros de masas de cada piso para cualquier sistema de cargas estáticas, aunque
no calculan la posición de los centros de torsión. Sugerimos que, cuando éste sea
el caso, la excentricidad directa se calcule como sigue. Supóngase que, debido a
la acción de fuerzas sísmicas aplicadas en los centros de masas en la dirección X,
en el i-ésimo piso resultan un desplazamiento U¡ y un giro O¡. El desplazamien-
to en dicha dirección de un punto ubicado a una distancia y (o sea en una línea
perpendicular al eje X) de su centro de masas es (u¡ + (J¡ y). Considerando las mis-
mas fuerzas, se analiza nuevamente el edificio restringiendo ahora los giros de los
diafragmas horizontales, obteniéndose para el piso en cuestión un desplazamien-
to u'¡. Para el centro de torsión ambos desplazamientos son iguales; por tanto, la
excentricidad buscada es el valor de y para el cual se cumple u'¡ = (u¡ + O¡ y), es
decir:
ex = (u'¡ - u¡)/(J¡
7
Análisis sísmico
dinámico
DEFINICiÓN DE
Espectro de Acelerogramas
LA EXCITACiÓN
diseño elástico reales o simulados
SíSMICA
COMPORTAMIENTO Elástico
Inelástico Inelástico
ESTRUCTURAL lineal
Análisis sísmico dinámico
238
explícitamente información ignorada, o a lo más indirectamente considerada, en
el análisis estático. Por otro lado, conviene tener presente que la precisión de un
análisis más refinado depende también de la certidumbre con que se conozcan los
datos adicionales requeridos.
La gran mayoría de los reglamentos de construcción contienen cláusulas
que permiten la aplicación de los métodos que se muestran esquemáticamente
en la figura 7.1 de la página anterior. La diferencia entre uno y otro método
reside en cómo se considera el posible comportamiento inelástico, la forma en
que se define la excitación sísmica de diseño, y en la manera de efectuar los
cálculos necesarios. No hemos incluido en este esquema procedimientos que
efectúan el análisis en el llamado dominio de las frecuencias, usando trans-
formadas de Fourier y funciones de transferencia. Todos estos métodos se
explican en detalle en varios textos de dinámica estructural (véase, por ejem-
plo, Humar, 1991).
Para el Distrito Federal, la sección 2.1 de las NTDS especifica que cualquier
estructura podrá analizarse mediante uno de los dos métodos dinámicos que se
describen en su sección 9, que se denominan análisis modal y cálculo paso a paso
de respuestas ante temblores específicos. Es imprescindible emplear alguno de
estos procedimientos cuando no se satisfacen las limitaciones prescritas para apli-
car el método estático.
Este capítulo trata en su mayor parte el análisis modal, que con más propiedad se
llama análisis modal espectral, ya que implica el uso simultáneo de modos de vi-
Análisis modal espectral
239
brar y espectros de diseño, como lo ilustra la figura 7.1. El cálculo paso a paso de
la respuesta sísmica de edificios también puede ser modal, es decir, podría hacer-
se encontrando en primer lugar los modos y periodos de vibrar, aunque la exci-
tación sísmica se define mediante acelerogramas de temblores reales o simulados
en vez de espectros.
Los espectros de temblores reales, como los de la figura 3.5 tienen forma irregu-
lar y presentan variaciones bruscas en la respuesta máxima en función del perio-
do natural. Por tanto, es posible que dos estructuras que tengan casi las mismas
características dinámicas, respondan de manera bastante distinta a un sismo dado.
En la práctica este hecho tiene menos importancia de la que parece a primera
vista, gracias a la influencia del amortiguamiento que hace menos bruscas las va-
riaciones de los espectros, a que no se conoce con certeza el periodo natural por
las incertidumbres que existen en el cálculo de masas y rigideces, y a que las in-
cursiones de la estructura en el intervalo inelástico, así como la interacción suelo-
estructura, modifican el periodo fundamental de vibración.
Por lo expuesto, para fines de diseño, los reglamentos de construcción pres-
criben espectros suavizados en los que se ensanchan los picos y se eliminan los
valles. En la sección 6.1.2 hemos descrito los espectros especificados por las NIDS
para el Distrito Federal, así como los conceptos que entran en el cálculo de la
ordenada espectral para un edificio dado, que son: la zona en que se ubica la es-
tructura (1 a III), el grupo de construcción al que pertenece la misma (A o B) y el
factor de comportamiento sísmico, Q. Con estos factores podemos definir una
curva que muestra la variación de la aceleración espectral de diseño con el perio-
do T, usando las fórmulas y pautas dadas en la sección 6.1.2.
Con base en las ecuaciones correspondientes, la figura 7.2 muestra espectros
elásticos para construcciones del grupo B en las tres zonas que se definen en las
0.5
C>()
~
~ Zona III
=
u
~ 0.4
"
¡Q
-g
e
"
'E
O 0.3
0.2
0.1
240
NTDS. En la figura 7.3 se
0.5
presentan los espectros ya
.. reducidos para Q = 2, 3 Y 4
en la zona III; nótese que
f
Q= 1.0
entre T = O Y T = Ta , los
~ 0.4 espectros reducidos no siem-
" pre varían linealmente con el
I 0.3 Q= 1.5
periodo, como los espectros
elásticos. Es pertinente re-
marcar que, así definidos,
Q=2.0
los espectros de diseño
0.2
toman en cuenta varios as-
Q=3.0
pectos de la respuesta sísmi-
ca de edificios, entre ellos las
0.1
incertidumbres en la valua-
Q=4.0
ción de periodos, los efectos
de temblores de distintos orí-
O
O
genes, la influencia del amor-
2 4
Periodo (seg) tiguamiento y de los distintos
tipos de suelo, y el compor-
Figura 7.3 Espectros de diseño tamiento inelástico; en con-
inelásticos para construcciones secuencia, no deben sufrir reducciones adicionales a las marcadas por las
del grupo B en la zona 111. NTDS.
7.2.2 Requisitos
241
Como ya hemos mencionado, para determinar la participación de cada modo
natural en las fuerzas laterales que actúan sobre la estructura se usan las acele-
raciones espectrales descritas en la sección 6.1.2 de esta publicación. Los desplaza-
mientos laterales así calculados habrán de multiplicarse por Q para calcular efectos
de segundo orden, así como para verificar que la estructura no alcanza ninguno de
los estados límite de servicio a los que se refieren los artículos 209 a 211 del RCDF.
242
7.3.2 Combinación de respuestas modales máximas
(7.2)
R = Y':r2 . (7.3)
7 J
Esta estimación es adecuada para sistemas cuyos periodos sean bastante dis-
tintos. Por tal motivo, se la ha adoptado en la sección 9 de las NTDS siempre que
los periodos de los modos naturales en cuestión difieran al menos 10 por ciento
entre sí, condición que se cumple normalmente cuando en el cálculo de modos de
vibración no se consideran como grados de libertad los giros de torsión en plan-
ta ni las deformaciones de apéndices.
Cuando los periodos modales son muy cercanos entre sí, se tiene que tomar
en cuenta el acoplamiento entre ellos al combinar sus contribuciones a la respues-
ta sísmica. Una manera de lograrlo es el criterio propuesto por Rosenblueth y
Elorduy (1969) según el cual la respuesta máxima se estima con la siguiente ex-
presión:
(7.4)
en donde
, ,
_ _ w-,¡_-_w-,,-i_
¡;;.. = (7.5)
IJ g~ W¡ + gj Wj
243
Husid ha sugerido que tal duración se determine a partir de la medida de intensi-
dad, lA' propuesta por Arias (1969), la cual, dado un acelerograma s(t), es pro-
porcional a la integral del cuadrado del acelerograma:
siendo T la duración total de s(t). Husid considera la integral 11-2 de s2(t) entre los
°
instantes tI y t 2 tales que < tI < t 2 < T, lapso en el que se juzga que el temblor
es más intenso. De esta definición se desprende que el cociente 11_ilA es siempre
menor que la unidad. Típicamente, tI y t 2 se definen de manera que las integrales
en cada uno de los intervalos (O, tI) Y (t2, T) arrojen cinco por ciento de lA-
Para el Distrito Federal, Rosenblueth (1979) ha propuesto adoptar t* igual a
20, 30 Y 40 segundos según se trate de construcciones en las zonas 1, II o III
respectivamente, y sugiere t* = 50 segundos para terrenos que no estén clasifi-
cados con base en información sobre las propiedades locales del suelo.
En lo que toca a otros elementos de la fórmula 7.5, Esteva (1980) sugiere
considerar que la fracción de amortiguamiento crítico implícita en los espectros
de diseño de edificios, g, es 0.05, aplicable a todos los modos de vibrar, a menos
que se justifique otro valor. La ordenada espectral es siempre positiva, pero r¡ o
rj' y por tanto su producto, pueden ser positivas o negativas de acuerdo con el
signo que les corresponda en los cálculos modales. De allí resulta que los térmi-
nos de la doble suma 7.4 no siempre son aditivos.
Examinando las expresiones 7.4 Y 7.5 se colige que si los periodos de dos
modos están suficientemente alejados, es decir si w¡ y Wj son bastante diferentes,
el valor de Eij es grande y más aún su cuadrado, lo cual minimiza la contribución
del sumando que contiene el término cruzado r¡ rj; además, como el caso en que
i = j, E¡j = 0, concluimos que, bajo estas circunstancias, la fórmula 7.4 da resul-
tados similares a los de la regla 7.3.
Wilson et al. (1981) han desarrollado otro criterio para combinar las respuestas
modales cuando las frecuencias son cercanas entre sí, considerando los temblores
como procesos estocásticos estacionarios cuya duración es grande comparada con
los periodos del edificio, que consiste en la siguiente combinación de tipo cuadráti-
co completo:
(7.6)
8 g2 (1 + r) r 312
Pij = - - - = - - - - ' - - - - ' - - - - (7.7)
(1 - r 2)2 + 4 g2 r (1 + r)2
donde r = w;IWj.
La aplicabilidad de este criterio ha sido verificada por sus autores comparando
sus resultados con los de análisis paso a paso y empleando varios acelerogramas
simulados y el registro del temblor de 1952 en Kern County, California, obtenido
en Taft, en sistemas que incorporan los giros en planta de los pisos de un edificio
como grados de libertad dinámicos. Nótese que cuando i = j, r = 1 Y Pu = 1;
en cambio, si las frecuencias son muy diferentes r es grande y p¡j pequeño, por lo
cual la expresión 7.6 se acerca a la 7.3.
Análisis sísmico dinámico
244
7.3.3 Estructura tratada en la sección 3.3.4
Z
I
= {I.~}
1.751
2.541
Z
2
= { I.~}
0.853
-1.969
Z
3
= { I.~}
-0.803
0.321
T¿ = 0.2 seg
Tb = 0.6 seg
r = 1/2
245
espectrales de aceleraciones y los factores de reducción por comportamiento sís-
mico quedan:
al = a2 = e = 0.240
Q'I = 0'2 = Q = 4
246
Las diferencias entre los periodos naturales de dos modos cualesquiera son
mayores que 10 por ciento, por tanto es adecuado estimar la respuesta combinada
de todos los modos con la fórmula 7.3. Para las cortantes Vi' y los desplazamien-
tos relativos 5¡. en cada entrepiso i, obtenemos:
UI = 0.2675 X 4 = 1.07 cm
U2 = 0.4666 X 4 = 1.87 cm
u3 = 0.6781 X 4 = 2.71 cm
81 = 0.2675 X 4 = 1.07 cm
~ = 0.2006 X 4 = 0.80 cm
83 = 0.2218 X 4 = 0.89 cm
Con apego a las NTDS, el análisis sísmico de todo edificio debe considerar dos
direcciones ortogonales del movimiento del terreno. Para cumplir tal requisito,
cuando en el método dinámico se opta por ignorar los giros de los pisos, se tiene
que seguir el procedimiento de análisis modal espectral independientemente para
cada dirección del sismo, desde el cálculo de periodos y modos de vibración, has-
ta la determinación de las fuerzas cortantes de entrepiso.
La siguiente etapa consiste en distribuir tales cortantes de la misma manera
que en el análisis estático con uno de los procedimientos presentados en la sec-
ción 6.4 u otro similar. En particular, las excentricidades directas y accidentales
se combinan como lo indican la expresiones 6.14 y 6.15, Yse consideran los efec-
tos simultáneos de 100 por ciento del componente del sismo en una dirección con
30 por ciento de los de la componente ortogonal. En rigor, este enfoque de análi-
sis es híbrido: las cortantes sísmicas se determinan dinámicamente, pero los efec-
tos de torsión se incorporan por métodos estáticos.
7.4.2 Ejemplo
248
segundos en X y 0.5116 segundos en Y) prácticamente coinciden con los valores
obtenidos posteriormente en la tabla 6.8 (0.97 Y0.51 segundos, respectivamente)
usando el cociente de Schwarz, mostrando la alta precisión de tal fórmula que,
como vimos en el capítulo anterior, ha sido adoptada por las NTDS para estimar
el periodo fundamental como una opción en el método estático. En cuanto a los mo-
dos superiores, según los criterios de las NTDS en este caso basta incluir tres
modos en cada dirección de análisis puesto que los demás modos tienen perio-
dos mayores que 0.4 segundos.
Los factores de participación Pj' de todos los modos valuados con la fórmu-
la 3.49, así como sus masas efectivas (iguales a pj) y las fracciones m', de la masa
total que constituyen dichas masas, se presentan en la tabla 7.1, en la cual tam-
bién comprobamos que la suma de las masas efectivas en cada dirección da la
masa total. Las m' muestran que en ambas direcciones los tres primeros modos
involucran más de 99 por ciento de la masa total, confirmando que es innecesa-
rio incluir modos más altos.
Para definir los espectros de diseño, recordemos que el edificio está clasifi-
cado en el grupo A y se ubica en la zona I11, y que los factores de comportamiento
sísmico son Q = 4 en la dirección X y Q = 2 en la dirección Y. Siguiendo las
pautas de la sección 6.1.2, a partir de esta información hemos determinado las or-
denadas espectrales reducidas por comportamiento sísmico aJO', y las acelera-
ciones espectrales Aj , para cada modo contenidas en la tabla 7.1.
Los desplazamientos totales correspondientes a los tres primeros modos en la
dirección X se han determinado con la expresión 7.1, de la misma manera que en
249
Tabla 7.2. Desplazamientos dinámicos del edificio de la figura 2.30 en
la dirección X
a) Desplazamientos totales, u
Modo,j 1 2 3 RCSC
Piso, i Uij
b) Desplazamientos relativos, o
Modo,j 1 2 3 RCSC
Entrepiso, i °ij
(7.8)
(7.9)
Sumado las fuerzas de arriba hacia abajo se obtienen las cortantes máximas
en los entrepisos en el modo j. Así hemos procedido con los tres primeros modos de
Análisis sísmico dinámico
250
Tabla 7.3. Desplazamientos dinámicos del edificio de la figura 2.30 en
la direccion Y.
a) Desplazamientos totales, u
Modo,j 1 2 3 RCSC
Piso, i Uij
b) Desplazamientos relativos, o
Modo,j 1 2 3 RCSC
Entrepiso, i l)ij
251
Tabla 7.5. Fuerzas de inercia y cortantes de entrepiso
del edificio de la figura 2.30 en la direccion Y.
a) Fuerzas de inercia en los pisos (ton)
En cada dirección debemos revisar que las cortantes basales sean mayores
que Vmín = 0.8aWjQ'; esta vez Wo = 690 ton y, para los respectivos modos
fundamentales, en la tabla 7.3 leemos a/Q' =0.150 en la dirección X y 0.288
en la dirección Y; entonces V rnínx = 0.8( 0.150 X 690 )= 82.8 ton y Vmíny = 0.8
(0.288 x 690) = 159.0 ton. Ambos límites son menores que las correspondien-
tes cortantes de 89.98 y 172.37 ton obtenidas en el entrepiso inferior en las
tablas 7.4 y 7.5, por lo cual se mantienen sin modificación los resultados logra-
dos anteriormente.
Las tablas 7.6 y 7.7 comparan las cortantes que calculamos mediante el análi-
sis estático en el capítulo 6, con y sin estimación del periodo fundamental, con
las del análisis modal espectral que acabamos de obtener. Podemos apreciar que
el análisis estático es conservador en relación con el análisis modal, aun cuando
se reduzcan las cortantes estáticas mediante estimación del periodo fundamental.
Tabla 7.6. Comparación de cortantes sísmicas del edificio de la figura 2.30, direc-
ción X.
252
Tabla 7.7. Comparación de cortantes sísmicas del edificio de la figura 2.30, direc-
ción Y.
Cortantes en toneladas.
T = periodo fundamental.
t Cortante reducida = 0.96 cortante sin reducir.
Esto refleja el predominio del primer modo de vibrar en los resultados combina-
dos del análisis modal, y en vista de que este modo excita su correspondiente
masa efectiva, la relación entre las cortantes modales y estáticas, que constituyen
la última columna de la tabla comparativa, es aproximadamente igual a la frac-
ción que la masa efectiva es de la masa total (véase el valor de m'para el primer
modo en la tabla 7.1), sobre todo en la base.
La distribución de estas cortantes dinámicas entre los elementos verticales
se puede efectuar de la misma manera que en el análisis estático, incorporando
las combinaciones de excentricidades directas y accidentales y los efectos de
dos direcciones ortogonales de movimiento del terreno actuando simultánea-
mente, tal como lo demandan las NTDS. En este ejemplo bastaría con intro-
ducir los cambios apropiados en las tabla 6.6 para determinar la posición de las
cortantes en planta, en la tabla 6.12 para valuar las combinaciones de excen-
tricidades y momentos torsionantes, y en la tabla 6.13 para llevar a cabo la
distribución.
7.5.1 Descripción
253
en las dos direcciones horizontales y tienen además un componente rotacional.
Esto se tiene en cuenta mediante el vector R en la fórmula para calcular el coe-
ficiente de participación del modo j cuando se emplean modos ortonormales
(expresión 3.52), la cual repetimos a continuación:
M~ []
O
m
O ma1]
ZI~U} Z, ~ { -0.345L}
Con los modos así escogidos las masas modales generalizadas m*j = Z/ M Zj
resultan:
254
Para ortonormalizar los modos, los dividimos por la raíz cuadrada de su co-
rrespondiente m*j obteniendo:
y por tanto,
O
p¡= m
<O O
P2 =
< 0.990176/V;;¡ o (-0.3425,vm;;» [g ~
P2 = 0.990176V;;¡
Similarmente obtenemos P3 = 0.139827V;;¡.
Las masas efectivas son:
m'l =O
m'2 = (0.990176V;;¡)2 = 0.9804 m
m'3 = (0.139827V;;¡)2 = 0.0196 m
Üj = PjA j Zj (7.11)
Uj = Pj Aj Z/w2 j (7.12)
255
Para el primer modo los resultados son nulos por ser PI = O. Con el segundo
modo obtenemos:
0.990176f\,1;}
0.990176 A 2x vr,;; O
{ -0.3425/(avr,;;)
Ü2 = 0.980449 A 2x
()2= -0.33937 Aafa
U2 = 0.40623 m Aafk
()2 = - 0.14052 m Aaf(ka)
Ü3 = 0.019552 A 3x
¡j3 = 0.339140 A 3ja
U3 0.002860 m A 3jk
=
()3 = 0.049607 m A 3j(ka)
Como los periodos de los modos 2 y 3 son bastante diferentes entre sí, la res-
puesta debida a la combinación de modos se puede estimar como la raíz cuadrada
de la suma de cuadrados. Supongamos que estamos en la zona plana del espec-
tro, es decir A 2x = A 3x = A x' entonces la combinación da:
Vx = 0.9806 m A x
Tx = - 0.0799 m a Ax-
R =
y
{~}O
Repitiendo los pasos anteriores, los coeficientes de participación resultan
PI = vr,;; y P2 = P3 = O; Y las masas efectivas, m'¡ = m y m'2 = m'3 = O.
Análisis sísmico dinámico
256
Entonces:
Ü, U¡ = O
Ü2 A¡y
1), 1)¡ / w2¡ = m A¡/2k
O, 1=0
V,y = mA¡y (cortante en Y, modo 1).
R 2 = rTLr (7.13)
257
cada elemento, la combinación más desfavorable de los efectos de 100 por cien-
to de una componente del sismo con 30 por ciento de los de la componente
ortogonal.
1 O
1 O
1 O
1 O
1 O
O 1
O 1
Rx = O Ry = 1
O 1
O 1
O O
O O
O O
O O
O O
258
Tabla 7.8. Características modales tridimensionales del edificio de la figura 2.30.
,
Modo Periodo Px P" mx m'y Ax Ay
(seg)
P = factor de participación.
m' = masa efectiva como fracción de la masa total.
A = aceleración espectral de diseño (fracción de g).
Tanto los factores de participación como las masas efectivas indican la re-
levancia de cada modo en cada dirección de análisis. Así, de la tabla 7.8 inferi-
mos que los modos 1, 3 Y 5 son significativos en la dirección X, mientras que
los modos 2, 4 Y 9 son los más importantes en la dirección Y. Por tanto, es
innecesario considerar modos superiores al noveno, los que por otra parte,
tienen periodos más largos que el límite de inclusión marcado por las NTDS,
0.4 segundos.
Las aceleraciones del piso i vibrando en el modo j se determinan con la ex-
presión 7.8, la cual esta vez arroja tanto aceleraciones lineales, correspondientes
a los desplazamientos modales, como angulares, asociadas a los giros modales.
Multiplicando dichas aceleraciones por la masa o por e! momento de inercia del
piso, obtenemos las fuerzas y momentos sísmicos aplicadas en los pisos. Su-
mando estas fuerzas y momentos de arriba hacia abajo, se llega a las cortantes y
momentos torsionantes de entrepiso. Los resultados de estas operaciones se re-
sumen en las tablas 7.9 y 7.10 para la componente enX del movimiento de! terreno,
y en las tablas 7.11 Y7.12 para la componente en Y.
Se incluyen en las tablas 7.10 y 7.12 las combinaciones de resultados de
todos los modos con la regla de la raíz cuadrada de la suma de cuadrados, que se
ha juzgado apropiada porque las diferencias entre los periodos de dos cuales-
quiera de los modos relevantes en cada dirección excede de 10 por ciento. Esto
refleja que, en este ejemplo, los modos dominantes en una dirección están prác-
ticamente desacoplados de los que controlan la dirección perpendicular. Cabe
resaltar que se han calculado primero las cortantes y momentos de entrepiso en
cada modo y se ha aplicado luego la regla combinatoria.
Análisis modal tridimensional
259
Tabla 7.9. Fuerzas sísmicas dinámicas tridimensionales del edificio de la figura 2.30 cuando el sismo actúa en la
dirección X.
Modo 1 2 3 4 5 6 7 8 9
p -7.739 0.009 -2.708 -0.496 1.545 -0.143 0.543 0.405 -0.003
A 1.472 1.472 1.472 1.472 1.472 1.472 1.472 o 1.472 1.472
Piso Fuerzas en X
5 18.33 -0.00 -6.72 -0.06 2.87 -0.06 -1.10 0.22 -0.00
4 22.18 0.00 -3.52 -0.41 -1.60 0.11 1.86 -0.62 0.00
3 21.75 0.00 5.07 0.10 -5.04 -0.05 -0.60 1.26 -0.00
2 15.82 0.00 8.18 0.40 0.76 -0.06 -1.01 -1.58 -0.00
1 10.05 0.00 7.78 0.33 6.51 0.09 .28 0.96 0.00
Piso Fuerzas en Y
5 -0.07 0.02 0.34 -0.37 0.19 -0.37 0.26 -0.00 0.01
4 0.02 0.03 -0.17 0.13 -0.02 -0.15 0.17 -0.01 -0.01
3 0.03 0.03 -0.23 0.23 -0.11 0.21 -0.14 0.00 -0.01
2 0.02 0.02 -0.18 0.20 -0.14 0.42 -0.36 0.00 0.00
1 -0.00 0.01 -0.04 0.06 -0.07 0.42 -0.40 0.02 0.01
Piso Momentos torsores
5 1.05 -0.00 -4.41 3.52 -0.11 -0.30 0.31 0.23 0.01
4 2.38 -0.00 -10.41 9.21 -2.01 -0.24 1.39 0.12 0.00
3 2.19 -0.00 -10.17 9.81 -3.21 -0.36 1.87 -0.11 0.00
2 1.50 -0.00 -7.22 7.25 -2.84 -0.28 1.49 -0.49 0.00
1 0.87 -0.00 -4.70 4.64 -2.33 -0.23 0.97 -0.54 0.00
p = factor de participación
A = aceleración espectral de diseño (mlseg 2)
Fuerzas en ton y momentos en ton-m
Tabla 7.10. Cortantes sísmicas dinámicas tridimensionales del edificio de la figura 2.30 cuando el sismo actúa en la
dirección X.
Modo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 RCSC
Piso Cortantes en X
5 18.33 -0.00 -6.72 -0.06 2.87 -0.06 -1.10 0.22 -0.00 19.77
4 40.51 -0.00 -10.24 -0.46 1.27 0.05 0.76 -0.40 0.00 41.81
3 62.26 0.00 -5.17 -0.37 -3.76 0.00 0.17 0.86 -0.00 62.60
2 78.08 0.00 3.01 0.03 - 3.00 -0.06 -0.85 -0.72 -0.00 78.21
1 88.13 0.00 10.79 0.36 3.51 0.03 0.43 0.24 0.00 88.86
Piso Cortantes en Y
5 -0.07 0.02 0.34 -0.37 0.19 -0.37 0.26 -0.00 0.01 0.71
4 -0.05 0.05 0.17 -0.24 0.17 -0.52 0.43 -0.01 0.00 0.76
3 -0.02 0.07 -0.05 -0.02 0.06 -0.31 0.29 -0.01 -0.01 0.44
2 -0.00 0.09 -0.23 0.18 -0.08 0.11 -0.06 -0.00 -0.00 0.34
1 -0.01 0.10 -0.27 0.24 -0.15 0.53 -0.46 0.01 0.01 0.81
Piso " Momentos torso res
5 1.05 -0.00 -4.41 3.52 -0.11 -0.30 0.31 0.23 0.01 5.76
4 3.43 -0.00 -14.81 12.73 -2.12 -0.54 1.70 0.35 0.01 20.03
3 5.62 -0.00 -24.98 22.53 -5.33 -0.90 3.57 0.24 0.02 34.72
2 7.12 -0.00 -32.20 29.78 -8.17 -1.18 5.06 -0.25 0.02 45.48
1 7.99 -0.01 -36.90 34.42 -10.50 -1.41 6.03 -0.79 0.02 52.53
Fuerzas en ton y momentos en ton-m
RSCS = raíz cuadrada de suma de cuadrados
Análisis sísmico dinámico
260
Tabla 7.11. Fuerzas sísmicas dinámicas tridimensionales del edificio de la figura 2.30 cuando el sismo actúa en la
dirección Y.
Modo 1 2 3 4 5 6 7 8 9
p -0.001 7.792 0.069 -0.325 -0.065 -2.517 -0.579 0.024 -1.474
A 2.943 2.825 2.619 2.492 2.315 2.197 2.178 2.099 2.001
Piso Fuerzas en X
5 -0.00 -0.09 0.30 -0.06 -0.19 -1.59 1.74 0.02 -0.15
4 -0.00 0.01 0.16 -0.45 0.11 3.02 -2.94 -0.05 0.19
3 -0.00 0.09 -0.23 0.11 0.33 -1.31 0.94 0.11 -0.04
2 -0.00 0.10 -0.37 0.44 -0.05 -1.57 1.60 -0.13 -0.01
1 -0.00 0.09 -0.35 0.36 -0.43 2.24 -2.02 0.08 0.02
Piso Fuerzas en Y
5 0.00 35.06 -0.02 -0.42 -0.01 -9.84 -0.41 -0.00 4.20
4 -0.00 41.50 0.01 0.15 0.00 -3.85 -0.27 -0.00 -3.59
3 -0.00 43.29 0.01 0.25 0.01 5.57 0.22 0.00 -5.50
2 -0.00 31.56 0.01 0.22 0.01 10.98 0.56 0.00 1.64
1 0.00 20.11 0.00 0.06 0.00 11.06 0.63 0.00 7.59
Piso Momentos torso res
5 -0.00 -0.12 0.20 3.90 0.01 -7.85 -0.49 0.02 8.39
4 -0.00 -4.58 0.47 10.21 0.13 -6.39 -2.19 0.01 0.71
3 -0.00 -2.19 0.46 10.87 0.21 -9.40 -2.95 -0.01 1.8:
2 -0.00 -1.04 0.33 8.03 0.19 -7.46 -2.35 -0.04 3.34
1 -0.00 -0.70 0.21 5.14 0.15 -5.97 -1.54 -0.05 2.55
p = factor de participación
A = aceleración espectral de diseño (m/seg-)
Fuerzas en ton y momentos en ton-m
Tabla 7.12. Cortantes sísmicas dinámicas tridimensionales del edificio de la figura 2.30 cuando el sismo actúa en la
dirección Y.
Modo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 RCSC
Piso Cortantes en X
5 -0.00 -0.09 0.30 -0.06 -0.19 -1.59 1.74 0.02 -0.15 2.39
4 -0.01 -0.08 0.46 -0.51 -0.08 1.43 -1.21 -0.03 0.04 2.00
3 -0.01 0.01 0.23 -0.41 0.25 0.12 -0.26 0.07 -0.00 0.61
2 -0.01 0.11 -0.14 0.04 0.20 -1.45 1.34 -0.06 -0.02 1.99
1 -0.01 0.20 -0.49 0.40 -0.23 0.79 -0.68 0.02 0.01 1.26
Piso Cortantes en Y
5 0.00 35.06 -0.02 -0.42 -0.01 -9.84 -0.41 -0.00 4.20 36.66
4 0.00 76.57 -0.01 -0.27 -0.01 -13.69 -0.68 -0.00 0.62 77.79
3 0.00 119.85 0.00 -0.02 -0.00 -8.12 -0.46 -0.00 -4.89 120.23
2 0.00 151.41 0.01 0.20 0.01 2.86 0.10 -0.00 -3.24 151.47
1 0.00 171.52 0.01 0.26 0.01 13.92 0.73 0.00 4.35 172.14
Piso Momentos torso res
5 -0.00 -0.12 0.20 3.90 0.01 -7.85 -0.49 0.02 8.39 12.15
4 -0.00 -4.71 0.67 14.11 0.14 -14.24 -2.68 0.03 9.10 22.69
3 -0.00 -6.90 1.13 24.99 0.35 -23.64 -5.63 0.02 10.95 37.20
2 -0.00 -7.94 1.45 33.02 0.54 -31.10 -7.99 -0.02 14.28 48.90
1 -0.00 -8.64 1.66 38.17 0.69 -37.08 -9.52 -0.07 16.84 57.30
261
Tabla 7.13. Parámetros modales necesarios para la combinación cuadrática
completa según Rosenblueth en el edificio de la figura 2.30.
, g¡,
Modo, i T w¡ W¡ g¡,w
(seg)
1 0.9662 6.503 6.495 0.0562 0.365
2 0.5119 2.274 2.259 0.0533 0.654
3 0.3857 6.289 6.269 0.0525 0.854
4 0.3185 9.729 9.705 0.0520 1.026
5 0.2401 6.170 6.137 0.0515 1.349
6 0.1967 1.941 1.901 0.0513 1.637
7 0.1892 3.217 3.175 0.0512 1.701
8 0.1641 8.293 8.245 0.0510 1.955
9 0.1325 7.425 7.365 0.0508 2.411
T= periodo
w = frecuencia natural = 2'TTIT
g= fracción de amortiguamiento crítico = 0.05
( = g + 21(w t*), donde t* = 40 seg
Tabla 7.14. Matriz de correlacion L para la combinación cuadrática completa según Rosenblueth en el edificio de la figu-
ra 2.30.
Modoj 1 2 3 4 5 6 7 8 9
W'j 6.495 12.259 16.269 19.705 26.137 31.901 33.175 38.245 47.365
,
Modo i w¡
~ 0.365 0.654 0.854 1.026 1.349 1.637 1.701 1.955 2.411
1 6.495 0.365 1.000 0.031 0.016 0.011 0.008 0.006 0.006 0.005 0.005
2 12.259 9. 654 0.031 1.000 0.127 0.050 0.021 0.014 0.013 0.010 0.008
3 16.269 0.854 0.016 0.127 1.000 0.234 0.048 0.025 0.023 0.016 0.011
4 19.705 1.026 0.011 0.050 0.234 1.000 0.122 0.046 0.040 0.026 0.015
5 26.137 1.349 0.008 0.021 0.048 0.122 1.000 0.214 0.160 0.070 0.031
6 31.901 1.637 0.006 0.014 0.025 0.046 0.214 1.000 0.874 0.245 0.065
7 33.175 1.701 0.006 0.013 0.023 0.040 0.160 0.874 1.000 0.345 0.078
8 38.245 1.955 0.005 0.010 0.016 0.026 0.070 0.245 0.345 1.000 0.188
9 47.365 2.411 0.005 0.008 0.011 0.015 0.031 0.065 0.078 0.188 1.000
Análisis sísmico dinámico
262
guisa de ilustración, consideremos el cortante en la base generado por el compo-
nente X del sismo, en cuyo caso el vector T lo forman los nueve valores modales
dados para el piso 1 en la tabla 7.10, es decir:
Tabla 7.15. Matriz de correlación L para la combinación cuadrática completa según Wilson et al. en el edificio de la
figura 2.30.
Modoj 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Modoi ~. 6.503 12.274 16.289 19.729 26.170 31.941 33.217 38.293 47.425
wi '
1 6.503 1.000 0.031 0.016 0.011 0.008 0.006 0.006 0.005 0.005
2 2.274 0.031 1.000 0.127 0.050 0.021 0.014 0.013 0.010 0.008
3 6.289 0.016 0.127 1.000 0.234 0.048 0.025 0.023 0.016 0.011
4 9.729 0.011 0.050 0.234 1.000 0.122 (H>46 0.040 0.026 0.015
5 6.170 0.008 0.021 0.048 0.122 1.000 0.214 0.160 0.070 0.031
6 1.941 0.006 0.014 0.025 0.046 0.214 1.000 0.874 0.245 0.065
7 3.217 0.006 0.013 0.023 0.040 0.160 0.874 1.000 0.345 0.078
8 8.293 0.005 omo 0.016 0.026 0.070 0.245 0.345 1.000 0.188
9 7.425 0.005 0.008 0.011 0.015 0.031 0.065 0.078 0.188 1.000
Análisis modal tridimensional
263
Tabla 7.16. Excentricidades estáticas y dinámicas del edificio de la figura 2.30.
Entrepiso V Md ed ee (ee+ed)lee
(ton) (ton-m) (m) (m)
Entrepiso V Md ed e, (ee+ed)lee
(ton) (ton-m) (m) (m)
de que las cortantes dinámicas son bastante similares, constituyen una aproxi-
mación precisa para la excentricidad generada por las dichas cortantes. Por otra
parte, como los grados de libertad están definidos en los centros de masas y no
en los de torsión (los cuales en general se desconocen), las excentricidades
dinámicas se deben sumar con las estáticas. Los cocientes (ee + ed)/ee incluidos
en la tabla 7.16 se pueden interpretar como factores de amplificación dinámi-
ca de la excentricidad estática, que el RCDF estipula como 1.5 para análisis
estático o cuando el análisis dinámico se hace considerando sólo desplazamien-
tos como grados de libertad. Nótese que resultan cocientes mayores que 1.5,
sobre todo en la dirección Yen la que se llega hasta 5.0; sin embargo esto ocurre
cuando la excentricidad estática es muy pequeña y los momentos torsionantes no
son realmente excesivos.
Un problema común a todas las reglas cuadráticas de combinación de res-
puestas modales es que se pierde el signo de la respuesta combinada; aunque
para ciertas cantidades esto no constituye una seria dificultad porque el signo
apropiado es obvio o irrelevante, en otros casos el signo es parte indispensable
de la respuesta correcta. En este ejemplo cobra interés el signo del momento
torsionante en relación con el de la fuerza cortante, ya que el cociente de estas
dos respuestas constituye la excentricidad dinámica, cuyo signo se tiene que
incluir en la distribución de las fuerzas y momentos sísmicos entre los elemen-
tos resistentes. En rigor, dicha distribución debe llevarse a cabo para cada
modo, considerando los signos que tengan los desplazamientos y rotaciones mo-
dales, y luego se combinan las fuerzas que resulten en cada nivel de cada ele-
mento resistente.
En general es aceptable considerar que las cortantes y momentos tienen el
signo que les toca en el modo que más contribuye al valor combinado. Así, exa-
Análisis sísmico dinámico
264
minando las tablas 7.10 Y7.12, se concluye que las fuerzas cortantes del edificio
bajo estudio pueden tomarse como positivas porque provienen esencialmente de
un solo modo (el primero para la dirección X y el segundo para la dirección Y) en
el cual tienen todas signo positivo. La tabla 7.10 también muestra que a las cor-
tantes positivas en X están asociados momentos torsionantes en los que predomina
ligeramente el signo negativo, aunque la decisión no es tan clara como en el caso
de las fuerzas. En la tabla 7.12 se pueden examinar de manera similar los signos de
las cortantes y momentos torsionantes vinculados a la componente Y del sismo.
En congruencia con el análisis modal unidimensional, un criterio para definir
el signo de las excentricidades dinámicas (es decir de los momentos torsionantes
dinámicos) es asignarles el signo de las respectivas excentricidades estáticas. Así
hemos procedido en la tabla 7.16.
En general, como ocurre en el edificio aquí analizado, las excentricidades di-
námicas tienen magnitudes diferentes de las estáticas, y no se puede concluir
inmediatamente cuáles son más o menos conservadoras si se tiene en presente
que las torsiones sísmicas son desfavorables para ciertos elementos resistentes y
benéficas para otros, dependiendo de su posición en planta y del signo de la ex-
centricidad de diseño.
Finalmente, otra opción para incluir la torsiones accidentales en el análisis
modal tridimensional consiste en mover los centros de masas de los pisos su-
mando y restando distancias iguales a las excentricidades accidentales. En el
caso que nos ocupa, se tendría que hacer el análisis cuatro veces con las posi-
ciones modificadas de los centros de masas que se listan en la tabla 7.17. Cabe
aclarar que se obtendrán periodos y modos ligeramente diferentes con cada
Posición Dimensiones
calculada de la planta
Piso Xi Yi a b
(m) (m) (m) (m)
Posiciones en el análisis
Sismo en la Sismo en la
dirección X dirección Y
Piso Yl Y2 Xl X2
(m) (m) (m) (m)
265
nueva posición, pero en la práctica las diferencias no son significativas, y el
efecto más notable es que se modifican las contribuciones estáticas de las ex-
centricidades. Dependiendo de la cercanía de los periodos es posible que se
tenga que recurrir a reglas cuadráticas para combinar las respuestas modales, y
persisten las observaciones hechas anteriormente en relación con los signos de
las respuestas modales.
266
Por lo expuesto, el análisis dinámico paso a paso está reservado a ciertas
estructuras con no linealidades localizadas, como las que emplean aisladores sís-
micos en la base o contienen elementos especiales para disipar energía, mante-
niendo la mayor parte del edificio en el intervalo de comportamiento elástico. En
estos casos se recomienda ejecutar estudios experimentales y analíticos que
respalden tanto las leyes constitutivas de los elementos inelásticos como los
acelerogramas de diseño seleccionados.
Por otro lado, existen ciertas estructuras que a pesar de ser lineales no
se pueden analizar con los métodos modales presentados en este capítulo
porque sus modos de vibrar no diagonalizan la matriz de amortiguamiento.
Esto suele ocurrir en sistemas donde se representa explícitamente la interac-
ción suelo-estructura mediante amortiguadores viscosos que tienen fracciones
de amortiguamiento crítico muy diferentes a las de la superestructura. Otro
caso es el de estructuras que contienen mecanismos locales de disipación de
energía, que, aunque se modelen aceptablemente con amortiguadores visco-
sos, producen matrices de amortiguamiento no diagonalizables debido a sus
marcadas diferencias con el resto de la estructura. Se han extendido los con-
ceptos de análisis modal para incluir este tipo de sistemas mediante el uso de
periodos y modos de vibrar complejos, pero es usualmente más práctico anali-
zarlas con métodos paso a paso para estructuras lineales como el que se des-
cribió en la sección 3.6.5. La excitación sísmica se puede representar con
acelerogramas simulados o de temblores reales cuyos espectros de respuesta
combinados proporcionen una envolvente al espectro de diseño que estipule el
reglamento.
267
desplazamiento horizontal y más aún por el giro de la cimentación, particular-
mente cuando se verifican posibles golpeteos con estructuras adyacentes y efec-
tos de segundo orden.
Por lo anterior, el apéndice A7 de las NTDS, acepta que, como una aproxi-
mación a los efectos de interacción suelo-estructura será valido incrementar el
periodo fundamental de vibración y los desplazamientos calculados en la estruc-
tura bajo la hipótesis de que ésta se apoya rígidamente en su base, de acuerdo con
la expresión siguiente, propuesta por Bielak (1971):
268
Tabla 7.18. Valores de K,K> Kry Kv (tabla A7.1 de las NTDS).
En la zona II
Profundidad de Kx Kr(2) Kv Kv
desplante'í) losa zapata
En la zona UI
Profundidad Kr
de s; Kv
desplantes') Sobre el Sobre pilotes Sobre pilotes
terreno de jricción(3) de punta(4)
,
3 ,1
$lm 7GRx 6 GRr3 7 GRr3 12GRx
6 GRr + 1143 GR,3 + 1IKp
1 Para profundidades de desplante intermedias entre l y 3 m, interpólese linealmente entre los valores de la tabla.
2 Para estructuras cimentadas sobre pilotes o pilas en la zona Il, supóngase K, infinita.
3 Si éstos son capaces de resistir por adherencia con el suelo circundante, al menos la mitad del peso bruto de la construcción incluyendo el
de sus cimientos. Cuando tienen menos de esta capacidad, interpólese linealmente entre los valores consignados en la tabla.
4 K p se calculará teniendo en cuenta los pilotes de punta que contribuyan a resistir el momento de volteo, calculando la rigidez de estos ele-
mentos ante fuerza axial como si su punta no se desplazara verticalmente.
Tópicos adicionales
269
Figura 7.4 Valores de H en me-
tros (figura A7.1 de las NTDS).
,
\
50
40
30
20
30
o 1 2
I I I
Km
Análisis sísmico dinámico
270
dicho sitio, que se determina a partir de estudios locales de mecánica de suelos o,
si éstos son insuficientes, se toma de la figura 7.4. En los sitios donde no se
conoce el valor de G, si G no' se determina experimentalmente, se adoptará el
valor que resulte más desfavorable entre los límites de 400 y 900 ton/m-.
8
Dimensionamiento
y detallado
de los elementos
estructurales
8.1 ASPECTOS GENERALES
272
8.2 ESTRUCTURAS DE CONCRETO REFORZADO
8.2.1 Introducción
8.2.2 Materiales
273
energía, redundando en una menor ductilidad del conjunto. Con tal objeto el
concreto debe dosificarse por peso y con procedimientos que garanticen que la
desviación estándar de la resistencia no exceda de 35 kg/cm-.
Una situación peculiar de la fabricación del concreto en el valle de
México ha dado lugar a la especificación de dos clases de concreto (l y 2).
Los agregados disponibles en estado natural en el valle son de mediocre ca-
lidad por su alta porosidad, bajo peso volumétrico y gran contenido de
polvos. Por ello, dan lugar a concretos de bajo módulo de elasticidad y muy
propensos a sufrir agrietamientos por contracción y grandes deformacio-
nes por flujo plástico. Por ello, la Norma de Concreto limita ahora el uso de
estos concretos a las estructuras de menor importancia. Para las más impor-
tantes (Grupo A y Grupo B 1) se requiere el uso de concretos fabricados con
agregados de alta calidad provenientes de la trituración controlada de roca.
Estos concretos (de Clase 1) alcanzan los módulos de elasticidad y niveles de
flujo plástico normalmente especificados en la literatura técnica.
Las Normas no ligan los valores pe Q que se pueden adoptar a la clase de
concreto. Se considera que aun con los concretos de Clase 2 se puede alcan-
zar la ductilidad necesaria; sin embargo, cuando se especifique esta clase de
concreto, deberán considerarse en el diseño los valores menores de módulo
de elasticidad (del orden de 60% de los usuales), así como los requisitos más
severos de flujo plástico que especifican las Normas para este caso.
En lo que respecta al acero de refuerzo, las Normas en su parte general
admiten aceros hasta con esfuerzo nominal de fluencia de 6,000 kg/cm-
(Acero Grado 60). Éstos pueden emplearse como refuerzo longitudinal; sin
embargo, para estribos se requiere que el esfuerzo nominal de fluencia no
sobrepase 4,200 kg/cms (Grado 42).
Para refuerzo de estructuras en que el factor de ductilidad excede de dos,
se especifican requisitos adicionales que eliminan la posibilidad de usar
aceros de grado superior al 42. Aun para los aceros grado 42 se requiere de
comprobar el cumplimiento de algunos requisitos no contemplados por las
especificaciones técnicas del material. Estos requisitos son que el acero
muestre una fluencia definida, que la relación entre el esfuerzo máximo y el
de fluencia sea por lo menos 1.25, y que el esfuerzo de fluencia real no exceda
al nominal en más de 1,300 kg/cm-. Se pretende con ello que puedan formarse
articulaciones plásticas con gran capacidad de rotación para momentos de
fluencia que no excedan significati vamente a los considerados en el diseño,
de manera que no lleguen a incrementarse tampoco las otras fuerzas internas
que podrían disparar modos de falla de tipo frágil.
Los requisitos que aquí describimos se aplican a elementos que trabajan esen-
cialmente en flexión, lo que incluye las vigas y aquellas columnas con cargas
axiales muy bajas, que no excedan de 0.1 Agf~, en que A g es el área de la sec-
ción bruta de la columna. Los requisitos se refieren a las dimensiones de la
sección y a su refuerzo longitudinal y transversal, así como al dimensiona-
miento. Se presentarán en forma comparativa los que corresponden a todo
tipo de estructura y los más estrictos que deben observarse para vigas de mar-
cos dúctiles.
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
274
---Columna
¡ Viga
I I Columna
Viga
t --...'\
ih
I
,
a) Requisitos generales
L-'--1r--'----'
IY
1.. b .. I
l'
!
!
Lon~itud
libre
d~ la
viga
lIb ::5 35 !1 .. I
"1
htb s: 4 e
Figura 8.1 Requisitos geométri- a) Requisitos geométricos. La figura 8.1 resume en forma comparativa estos
cos para vigas de marcos de requisitos. Los relativos a las relaciones longitud/ancho (l/b) Y peral-
concreto.
te/ancho (h/b) tienen como objetivo evitar que la ductilidad de la viga se
vea limitada por problemas de pandeo lateral derivados de la excesiva
esbeltez del alma; los de ancho mínimo, además de estar vinculados tam-
bién con los problemas de pandeo lateral, persiguen que en marcos dúc-
tiles la sección de la viga tenga una zona de compresión en que se logre
un núcleo confinado que pueda proporcionar elevada ductilidad. El requi-
sito que prohíbe que en marcos dúctiles las vigas tengan un ancho supe-
rior al del lado de la columna con que se conectan, pretende asegurar que
la transmisión de momentos entre viga y columna pueda realizarse sin la
aparición de esfuerzos importantes por cortante y torsión. Para tal objeto,
se requiere que el refuerzo longitudinal de las vigas cruce la columna por
el interior de su núcleo confinado. El requisito que limita la excentricidad
que el eje de la viga puede tener con respecto al de la columna, al igual que
los anteriores, tiene como objetivo lograr una acción franca de marco,
mediante la transmisión directa de momentos entre la viga y la columna.
Numerosos han sido los casos de fallas de marcos con vigas excéntricas
por efectos de las cortantes y torsiones que se generan en la trasmisión de
momentos entre vigas y columnas.
b) Requisitos de refuerzo longitudinal. La figura 8.2 ilustra los principales
requisitos para las vigas de marcos dúctiles y para las vigas en general. La
primera diferencia se encuentra en que para los marcos dúctiles se re-
quiere de un refuerzo mínimo en ambos lechos y en toda la longitud de la
viga. Para el caso general, el refuerzo mínimo es necesario sólo en aque-
llas zonas donde, según el análisis, aparecen tensiones para alguna com-
Estructuras de concreto reforzado
275
I I r- As
1
{ ~
I I ~A~ I
l.
l. 2d
:!
Requisitos generales
binación de acciones de diseño. Sin embargo, es recomendable que en Figura 8.2 Requisitos para el
todos los casos se coloque el refuerzo mínimo en ambos lechos. refuerzo longitudinal de vigas
La ductilidad que es capaz de desarrollar una sección de concreto de marcos de concreto.
reforzado es mayor a medida que la sección es más subreforzada, es decir,
cuando menor es la relación entre su área de refuerzo y la que corresponde
a la falla balanceada. Es por ello que se prescribe limitar la cuantía máxi-
ma de refuerzo en ambos lechos a 75 por ciento de la que corresponde a
falla balanceada, calculada con los criterios expuestos en la sección 2.1.2
de las Normas. Hay que considerar que dicha expresión proporciona un
valor conservador de la cuantía balanceada, igual aproximadamente a 80
por ciento del valor esperado, por lo que el área de acero máxima permi-
tida es del orden de 0.6 veces el de la cuantía balanceada, calculada por
ejemplo con el procedimiento que especifica el Código ACI. En este últi-
mo se limita la cuantía máxima de refuerzo a 50 por ciento de la cuantía
balanceada. Es también recomendable no exceder un máximo absoluto de
2.5 por ciento en la cuantía de refuerzo en cualquier lecho, para evitar con-
gestionamiento del refuerzo.
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
276
2d
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I
r 1
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1
I
I
jjr-----..
~5cm
-.1---
»,
se
Requisitos generales
SIY S2 s dl2 en las zonas donde la fuerza cortante excede de la que resiste el concreto.
Estribos # 2 o mayores.
SI s
¡8 diámetros de la barra longitudinal mayor
24 diámetros del estribo
30cm
dl4
Además, al menos una de cada dos barras longitudinales de la periferia deberá estar abrazada por la esquina de un estribo.
Fuera de 11 habrán estribos a una separación S2 s d12.
Figura 8.3 Requisitos para La distribución de los momentos flexionantes a lo largo de la viga
refuerzo transversal de vigas de varía considerablemente durante un sismo y puede diferir significativa-
marcos de concreto. mente de la que resultó del análisis. Es por ello que en marcos dúctiles se
requiere que en ningún lecho la cuantía de refuerzo sea menor que la que
proporciona un momento resistente igual a una cuarta parte del máximo
momento resistente que se tenga en los extremos de la viga. Por motivos
semejantes se requiere proporcionar en los extremos de las vigas un
momento resistente positivo, por lo menos igual a la mitad del resistente
negativo en la misma sección.
Los traslapos y cortes de barras introducen tensiones en el concreto
que reducen su resistencia a cortante. Por ello, éstos no se admiten en las
zonas donde se pueden formar articulaciones plásticas; como los extremos
de las vigas en una longitud de dos peraltes medidos a partir del paño de
la columna. Fuera de esas zonas, cuando se requieran traslapos deberán
colocarse estribos cerrados a una separación no mayor de 10 cm, ni de un
cuarto del peralte de la viga.
Es importante que el refuerzo longitudinal esté colocado con el recu-
brimiento y la separación entre barras que permitan una fácil colocación
Estructuras de concreto reforzado
277
del concreto y una adecuada trasmisión de esfuerzos de adherencia al con-
creto. El requisito de no admitir paquetes de más de dos barras tiene como
finalidad evitar concentraciones de esfuerzos de adherencia y favorecer
una distribución uniforme del refuerzo longitudinal, que proporcione buen
confinamiento al concreto.
c) Requisitos de refuerzo transversal. Los estribos cumplen las funciones de
fijar la posición del refuerzo longitudinal y de proporcionar resistencia a
tensión en el alma de la viga evitando una falla frágil por cortante. Adi-
cionalmente, una distribución adecuada de estribos cerrados incrementa
sustancialmente la ductilidad de las secciones de concreto en flexión al
proporcionar confinamiento al concreto del núcleo y al restringir el pan-
deo de las barras longitudinales en compresión. El suministro de estribos
cerrados a una separación no mayor de medio peralte es requisito para
vigas de marcos dúctiles y es recomendable en cualquier viga con una
importante función estructural.
Los requisitos ilustrados en la figura 8.3 se refieren esencialmente a
los estribos de confinamiento en las zonas de posible formación de articu-
laciones plásticas. Éstos deben ser cerrados, de una pieza y rematar con
dobleces a 135°, como se indica en la figura 8.4. El remate a 135° es ne-
cesario para impedir que el estribo se abra al ser sometido a la presión
producida por la expansión del concreto del núcleo interior, con lo cual
perdería su función de proporcionar confinamiento. La ejecución de estos
dobleces en obra presenta ciertas dificultades, por lo que el detalle es fre-
cuentemente objetado por los constructores. Sin embargo, se trata de un
requisito importante que debe ser respetado. Otras normas como el Código
ACI admiten estribos de dos piezas como el indicado en la figura 8.4b.
Los estribos de confinamiento en los extremos de las vigas deben tener
características similares a los de las columnas en cuanto a que deben res-
tringir el pandeo de las barras longitudinales. De allí que se requieran estri-
bos de ramas múltiples como los que se ilustran en las figuras 8.4c y d.
d) Requisitos para fuerza cortante. Como se explicó en la sección 1.3.3, la
filosofía de diseño sísmico de marcos dúctiles pretende evitar que se pre- Figura 8.4 Estribos para confi-
sente una falla prematura por cortante que impida que lleguen a for- namiento (del código ACI).
~<=i=;z=d=e=e=xt~"""~
~/ de extensión
(~ ;~
ñ
ti ti
~ ~<.?"W <.?"W
• la • • • • • •
a) Estribo cerrado b) Estribo cerrado e) Estribos cerrados ti) Estribos cerrados
con remate a 135°. de dos piezas. dobles. con pieza de remate.
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
278
L
Mecanismos de
falla por efecto
de fuerzas
laterales en
una y otra
dirección
= =
ro
Cortante por
cargas verticales ~t
+ ID ID
tM - + M.+
¡ 'D
Cortante por
fuerzas sísmicas
L
Figura 8.5 Determinación de marse las dos articulaciones plásticas por flexión en los extremos de la
las fuerzas cortantes de diseño viga. Por tanto, la viga tiene que ser capaz de soportar las cortantes que
para vigas de marcos dúctiles
se presentan cuando se forma el mecanismo de falla aceptado, que con-
de concreto.
siste en la aparición de una articulación plástica de momento negativo
en un extremo y, posteriormente, de una articulación plástica de momen-
to positivo en el otro extremo o cerca de él. Los momentos flexionantes
respectivos se calculan a partir del refuerzo longitudinal que resulte en
las secciones extremas, para el cual el esfuerzo de fluencia se tomará
igual a 1.25 el valor nominal, ya que en este caso es más desfavorable
que el acero de refuerzo tenga una resistencia mayor que la especifica-
da. La determinación de las fuerzas cortantes que se originan en esta
situación se ilustra en la figura 8.5.
Considerando que el cálculo de la cortante de diseño con el proce-
dimiento anterior puede resultar poco familiar a muchos proyectistas,
las NTC-RCDF admiten como opción diseñar para las fuerzas cortantes
que resulten del análisis, con la combinación de cargas más críticas pero
adoptando un factor de resistencia Fg , igual a 0.6 en lugar de 0.8. Con
esto se busca tener un factor de seguridad sustancialmente mayor con-
tra falla por cortante que contra falla de flexión, de manera que la se-
gunda sea la que rija. Con este segundo procedimiento puede llegarse a
resultados poco conservadores con respecto al primero, si el refuerzo
longitudinal que se coloca en las vigas es significativamente superior al
requerido. Por tanto, es preferible hacer una revisión explícita de las re-
sistencias relativas a flexión y cortante en los extremos de la viga, de
acuerdo al primer método.
Adicionalmente, se prescribe ignorar la contribución del concreto
a la resistencia al cortante, cuando la cortante de sismo domine sobre la
carga vertical. Esto es para tomar en cuenta que la repetición de ciclos
de carga alternada producidos por el sismo puede llegar a degradar el
Estructuras de concreto reforzado
279
mecanismo con el cual el concreto contribuye a la resistencia a cortante,
después de que se han llegado a formar grietas de tensión diagonal.
La aplicación de estos requisitos se ilustra en el ejemplo 8.1.
e
~
J L
Requisitos generales
cl' c2;;'" 20 cm
cl/c2:5 4
c¡lc2:5 2.5
Vc:5 15
l r
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
280
refuerzo longitudinal tiene el propósito de evitar que el acero fluya para
cargas inferiores a la de fluencia teórica, a causa del flujo plástico del
concreto que causa una transferencia de esfuerzos entre el concreto y
el refuerzo. También pretende proporcionar a la columna una resistencia
mínima a flexión.
El límite superior tiende, principalmente, a evitar el congestionamien-
Figura 8.7 Requisitos de re- to del refuerzo en la columna y en su intersección con las vigas. También se
fuerzo para columnas de marco trata de una forma indirecta de evitar que la sección se vea sujeta a esfuer-
de concreto. zos promedio de compresión muy elevados.
En la porción de la columna
que atraviesa la unión con la
viga debe colocarse el mismo
refuerzo transversal que en le.
Si hay vigas en los cuatro
costados puede aumentarse al
doble la separación.
Refuerzo longitudinal
Requisitos generales
20
-
fy
:s p :s 0.06.
Zona
confinada le
=lSI
l II
I
281
¡Me = Mes + Mel> es la suma de los momentos flexionantes que deben ser
capaces de resistir los extremos de las columnas (superior e
inferior) que llegan a dicho nudo.
Al igual que en vigas, se limita a dos el número de barras que se Figura 8.8 Procedimiento para
pueden juntar para formar un paquete, con el fin de disminuir los proble- la revisión de la capacidad de
f1exocompresión de columnas
mas de adherencia con el concreto y propiciar una distribución de las
de marcos dúctiles de concreto.
barras lo más uniforme posible en el perímetro de la sección. De esta
manera se logra un mejor confinamiento del concreto del núcleo.
Los traslapos sólo son aconsejables para barras de diámetro hasta
# 8 Y deben realizarse en la mitad central de la columna para evitar que
sus extremos se vean afectados por las tensiones que se generan por la
trasmisión de esfuerzos en el traslapo. Esta limitación no rige cuando se
emplean uniones soldadas o con dispositivos mecánicos en los que no
se tienen estos problemas.
c) Resistencia en flexocompresión. El refuerzo longitudinal en columnas
debe proporcionar la resistencia en flexocompresión necesaria para que
las secciones de los extremos de las columnas permanezcan en su inter-
valo de comportamiento lineal, mientras que se forman articulaciones
plásticas en los extremos de las vigas. Para ello se pide que se revise que
las columnas sean capaces de resistir un momento superior en 50 por
ciento al que le corresponde por equilibrio del nudo cuando se forman dos
articulaciones plásticas en los extremos de las vigas que concurren a dicho
nudo. La figura 8.8 aclara el procedimiento a seguir. Se requiere además
que el momento flexionante resistente se determine para una carga axial
igual a la ocasionada por las cargas gravitacionales más el doble de la que
se ha obtenido 'del análisis por las cargas laterales debidas a sismo. Este
incremento obedece a que, en el intervalo de comportamiento no lineal de
la estructura, las cargas axiales sobre las columnas pueden incrementar-
se notablemente arriba de las determinadas en el análisis que supone com-
portamiento lineal.
Se permite omitir la revisión de la capacidad en flexocompresión de
las columnas para el mecanismo de falla con articulaciones plásticas en
los extremos de las vigas y diseñar con los diagramas de fuerzas internas
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
282
A = 'Tr[)4
Mínimo seis barras longitudinales g 4 h
{~6
A = 'Trd'2
le <?
e 4
60 cm
1.. .1
D
Figura 8.9 Requisitos para determinadas de un análisis elástico, si se emplea un factor de resistencia
columnas zunchadas. inferior (0.6 en lugar de 0.8). Con este factor de seguridad adicional en
las columnas se supone que se puede garantizar la formación del meca-
nismo de falla de columnas fuertes-vigas débiles. Es recomendable en es-
tructuras importantes seguir el primer procedimiento, ya que el factor de
seguridad adicional prescrito puede ser insuficiente para lograr el propósi-
to deseado.
d) Requisitos de refuerzo transversal. Los requisitos al respecto tienen como
función primordial proporcionar alto confinamiento a los extremos de las
columnas, donde pueden requerirse rotaciones importantes. La longitud
de las zonas donde se requiere de confinamiento especial se determina en
la forma indicada en la figura 8.7. En la misma figura se definen los prin-
cipales requisitos del refuerzo transversal en columnas.
La forma más apropiada para dar confinamiento al concreto es me-
diante un zuncho de refuerzo helicoidal (ver figura 8.9) que restrinja la
expansión lateral del concreto cuando éste se vea sujeto a esfuerzos de
compresión cercanos al máximo resistente. Sin embargo, el refuerzo helicoi-
dal es práctico de usarse sólo en columnas circulares y en ocasiones en
Estructuras de concreto reforzado
283
~35
Remate de
IOd v
el
las cuadradas. En el resto de los casos, la forma más práctica de pro- Figura 8.10 Requisitos de dis-
porcionar confinamiento es mediante estribos de varias ramas o combi- tribución de refuerzo en colum-
naciones de estribos y grapas poco espaciados. En la figura 8.10 se nas de estribos.
ilustran los requisitos de distribución de refuerzo longitudinal y transver-
sal, así como la forma de cumplir con el requisito de que la cuantía de
refuerzo transversal debe ser igual a la que se denomina "cuantía balan-
ceada de refuerzo helicoidal". En la figura 8.11 se muestra cómo lograr
confinamiento con combinaciones de estribos y grapas.
Hay que tener en mente que el arreglo de estribos debe procurar
reducir al mínimo la longitud de las ramas de cada estribo, para evitar que
éstas se flexionen hacia afuera por la presión que ejerce el concreto del
núcleo al tratar de expandirse y que debe cumplir el requisito general
siguiente:
"Habrá estribos cerrados formando un ángulo no mayor de 135° alrededor
de al menos una de cada dos barras longitudinales y de todas las barras de
esquina; ninguna barra longitudinal no soportada por la esquina de un es-
tribo distará más de 15 cm de otra barra que sí esté soportada."
Extensión de 10 d b
Extensión de 6 db
284
El principal objetivo de este requisito es impedir que las barras lon-
gitudinales se pandeen hacia afuera una vez que se pierda el recubri-
miento. Nuevamente hay que recordar la importancia de que los remates
de los estribos sean en dobleces con un ángulo de 135 0 hacia el inte-
rior del núcleo confinado para evitar que estos remates se abran al
desprenderse el recubrimiento y el estribo pierda su anclaje.
En la figura 8.12 se ejemplifican algunos arreglos convenientes del
refuerzo longitudinal y transversal en columnas de estribos. Obsérvese
que el refuerzo longitudinal se distribuye lo más uniformemente posible
en el perímetro de la sección para que proporcione de manera más efecti-
va el confinamiento al núcleo.
e) Requisitos de resistencia a fuerza cortante. Debe proporcionarse una
resistencia a cortante suficiente para que puedan desarrollarse las articu-
laciones plásticas en los extremos de las vigas; por tanto, se requiere di-
señar para las cortantes que se determinan de un mecanismo simplificado
de equilibrio del nudo (figura 8.13), tomando un factor de seguridad de
1.5 con respecto a la resistencia en flexión de las vigas y suponiendo que
el momento de desequilibrio se distribuye en partes iguales entre la
columna superior y la inferior. Nuevamente se admite el procedimiento
Figura 8.12 Arreglos admisi- optativo de diseñar con las cortantes el resultado del análisis elástico, pero
bles de refuerzo en columnas adoptando un factor de resistencia de 0.5. Para columnas sujetas a car-
de marco dúctiles de concreto. gas axiales moderadas, debe ignorarse la contribución del concreto a la
¡... XI
"1
IITJ[ ITI
Estructuras de concreto reforzado
285
Mes +Me1
Ve
H
'---- - 1 - -
Ve
Figura 8.13 Procedimiento
para la revisión de la capacidad
por cortante de las columnas de
marcos dúctiles.
286
a) Anclaje con gancho b) Cartela en extremo de la e) Viga con saliente para d) Anclaje
extremo. viga para aumentar la proporcionar la longitud mecánico.
longitud de anclaje con de anclaje necesaria.
respecto a la sección
crítica.
Figura 8.14 Anclaje del refuer- no sea suficiente para proporcionar la longitud de anclaje al refuerzo de la
zo longitudinal en vigas extre- viga. En ese caso debe optarse por emplear barras de menor diámetro, o en-
mas de marcos dúctiles. sanchar la columna, o proporcionar algún anclaje mecánico al refuerzo (ver
figura 8.14).
En las conexiones interiores el problema es el que se ha descrito en la sec-
ción 4.4.2, es decir, la posible falta de longitud suficiente de la conexión para
permitir el cambio de signo de los esfuerzos en el acero longitudinal, desde tensión
en una cara de la columna hasta compresión en la otra. Los requisitos al respecto
tratan de evitar que pérdidas locales de adherencia den lugar a rotaciones inelás-
ticas excesivas en la conexión y que las barras de refuerzo que deberían estar en
compresión permanezcan con esfuerzos de tensión para poder proporcionar
anclaje, originando así que el concreto esté sujeto a esfuerzos de compresión
mayores que los previstos. Para tal objeto se establece en marcos dúctiles una
relación mínima de 20 entre el ancho de la columna o viga y el diámetro de las
barras longitudinales que le atraviesan (ver figura 8.15). Se admite reducir dicho
límite a 15 para columnas con cargas axiales elevadas en cuyas barras es poco
:v ~
be
20, si la carga axial sobre la
columna es tal que:
probable que se tengan que desarrollar esfuerzos elevados de torsión y también
para estructuras en que la mitad o más de las fuerzas laterales sean resistidas por
Pu
Ag[~ <0.3 otros elementos más rígidos que los marcos, como muros de concreto o con-
travientos, en cuyo caso la demanda de deformación inelástica para la estructura
h; . Pu
d ~ 15, SI: Ag[' ~ 0.3 es menor.
be e
Como se aprecia de los resultados del ejemplo 8.1, estas restricciones son
Ambos límites se reducen a 15
si más del 50% de las cargas
muy severas en determinar el tamaño de las columnas y vigas de un marco.
laterales son resistidas por muros El tercer aspecto que hay que revisar en el comportamiento sísmico de las
o contravientos. uniones viga-columna es que su capacidad por cortante sea suficiente para que se
desarrollen articulaciones plásticas de signos contrarios en los extremos de las
Figura 8.15 Dimensiones míni-
mas de vigas y columnas en vigas que llegan a la conexión.
uniones interiores de marcos La situación se ilustra en la figura 8.16, con base en las fuerzas que inter-
dúctiles de concreto. vienen en el equilibrio del nudo. Nuevamente se debe considerar un esfuerzo de
Estructuras de concreto reforzado
287
/¡
fluencia incrementado en 25 por ciento. Para evitar que en la unión se presenten Figura 8.16 Revisión por cor-
grietas diagonales que puedan progresar rápidamente, se requieren estribos en la tante de las uniones viga-
porción de la columna que atraviesa la unión, de refuerzo longitudinal lo más uni- columna de marcos dúctiles de
concreto.
formemente distribuido en el perímetro de la columna, y que se mantenga pe-
queño el esfuerzo cortante promedio en la conexión. La presencia de vigas en las
cuatro caras de la conexión es muy favorable para la resistencia en cortante y así
lo reconocen las expresiones para el esfuerzo cortante permisible en las cone-
xiones, las cuales se consignan en la figura 8.16.
288
b¡ h
"1 1" 11
00 D~O 00
00 00
O / Columna
O í~~' O L ~ 2.5h
O OLj OO B S; h/2
s S; dl3
b , ~ 25 cm
b2~ 20cm
00 D O 00 b¡ ~ 10 cm
"1
~---'1/-~
B 1-
e 1.5h
.. l
en la otra habrá un refuerzo similar
Figura 8.17 Refuerzo en la marcos en dos direcciones, las que se analizan como marcos convencionales.
conexión losa plana-columna. La ocurrencia de rotaciones concentradas en la unión viga-columna desde
niveles bajos de carga, hace aconsejable adoptar hipótesis conservadoras acer-
ca de la rigidez de las vigas equivalentes. Las Normas de Concreto del RCDP
indican que debe considerarse efectivo únicamente un ancho de losa igual al
de la columna más vez y media el peralte de la losa a cada lado de la misma,
para fines del cálculo del momento de inercia de la viga equivalente (ver figu-
ra 8.17). Métodos más refinados y más racionales implican la consideración de
marcos equivalentes que incluyen barras adicionales cuya rigidez torsional
representa la rotación local en la unión losa-columna (véase Park y Gamble,
1980).
Estructuras de concreto reforzado
289
El RCDP castiga severamente estos sistemas mediante la especificación de
factores de comportamiento sísmico (Q) bajos que reflejan la poca capacidad
de disipación de energía en campo inelástico. Se acepta Q = 3 en estructuras muy
regulares y de pocos pisos, o en aquellas en que la mayor parte de las cargas la-
terales sea resistida por muros de concreto que cumplen con los requisitos de
ductilidad que se describen en la sección siguiente. En caso de que no se cumplan
tales condiciones se debe adoptar Q = 2.
Para asegurar una correcta transmisión de los momentos y esfuerzos cor-
tantes que se generan por efecto de las fuerzas laterales en la unión entre la
losa y las columnas, se exige una serie de requisitos que se resumen en la figu-
ra 8.17 y que consisten esencialmente en que debe existir una nervadura ancha
sobre el eje de .columnas, que aloje la mayor parte del refuerzo necesario para
resistir efectos sísmicos; además se requiere una zona de concreto sólido de buen
tamaño en la cual exista refuerzo por cortante para evitar la falla frágil por pun-
zonamiento. Este refuerzo por cortante consistirá generalmente en un par de vigas
cruzadas formadas por la nervadura de columnas y el refuerzo adicional necesario
para resistir las fuerzas sísmicas, unidas por estribos de varias ramas con un espa-
ciamiento mínimo de un tercio del peralte efectivo.
290
f. •
Figura 8.19 Refuerzo en los deben cumplir requisitos similares a los de las columnas de marcos. De hecho
extremos de muros de concreto. es conveniente que el muro termine en una columna propiamente dicha en la
cual el refuerzo longitudinal necesario pueda distribuirse en forma adecuada y
confinarse con un refuerzo transversal cerrado. La figura 8.19 muestra diversas
opciones para confinar los extremos de los muros.
Otro aspecto que hay que cuidar para prevenir comportamiento frágil de los
muros es su falla por cortante. A tal prop6sito obedecen los diversos requisitos de
refuerzo mínimo horizontal y vertical en el alma del muro, que se resumen en la
figura 8.18.
Es frecuente que sea necesario dejar aberturas en los muros para permitir el
paso o para alojar duetos. Esto origina concentraciones de esfuerzos en las es-
quinas de los huecos en los que se requiere colocar refuerzo especial. Si los hue-
cos son de grandes dimensiones, es deseable colocar columnas embebidas en el
espesor del muro, como se indica en la figura 8.20.
Un modo de falla que se ha presentado con cierta frecuencia, sobre todo en
muros bajos, es el de deslizamiento de la base por efecto de la fuerza cortante,
como se coment6 en la sección 4.4.3. Para eliminar este tipo de falla, es nece-
sario, además de cuidar la continuidad del concreto en las juntas de colado, que
haya una cuantía mínima de refuerzo cruzando la junta para que se desarrolle la
fricci6n que proporciona la resistencia a fuerza cortante.
En muros que rellenan crujías rodeadas por vigas y columnas es importante
que el refuerzo vertical y horizontal del muro quede anclado en los elementos pe-
riféricos para lograr una distribuci6n uniforme de fuerzas entre el marco y el muro
y evitar que haya altas concentraciones de esfuerzos con las esquinas del muro.
Como se mencion6 en la sección 4.4.3, las vigas que acoplan a dos muros
están sujetas a una.condición muy severa de solicitaciones. Cuando la relaci6n
claro a peralte de estas vigas de acoplamiento es pequeña, los efectos de cor-
tante dominan sobre los de flexi6n y se requiere de un esfuerzo especial que
evite la falla frágil por cortante. Es recomendable colocar un refuerzo diago-
nal como el indicado en la figura 8.21 cuando la relaci6n claro o peralte de la
viga sea menor que dos.
Estructuras de concreto reforzado
291
J1
.---.
c·
•
•
c.
L ..JI
<l-
A-A
Figura 8.21 Refuerzo de viga de acoplamiento que une muros de cortante (para Uh -s 2).
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
292
8.3 REQUISITOS PARA ESTRUCTURAS DE ACERO
Las estructuras de acero diseñadas de acuerdo con los códigos modernos poseen
características muy favorables de capacidad de disipación de energía que las
hacen muy idóneas para resistir los efectos sísmicos. Esto ha sido demostrado por
el buen desempeño que en general estas estructuras han tenido durante sismos
importantes. Por esta razón, los requisitos especiales que se imponen para las
estructuras de acero en zonas sísmicas no son muy numerosos.
Sin embargo, hay que poner atención en que la ductilidad intrínseca de este
material no se anule por la ocurrencia de algún modo de falla frágil, como falla
frágil en soldadura o por concentraciones de esfuerzos, fallas por pandeo local o
global de un elemento (por carga axial o inestabilidad lateral) y fallas locales en
conexiones. A estos aspectos se refieren esencialmente los requisitos reglamen-
tarios para estructuras en zonas sísmicas. Las Normas Técnicas para Estructuras
Metálicas (NTEM) del RCDF incluyen el capítulo 11 relativo a requisitos para
estructuras dúctiles, los que deben observarse para aquellas estructuras a base de
marcos, solos o con contravientos, en los que se adopte Q = 4 ó Q = 3. En los in-
cisos siguientes se presentan algunas recomendaciones generales, así como los
requisitos reglamentarios.
8.3.2 Material
Los aceros para fines estructurales poseen todos características adecuadas de duc-
tilidad; conviene en la verificación de calidad de estos materiales poner especial
atención a los siguientes aspectos:
293
respecto, además de las buenas propiedades del material, es esencial
ejercer un estricto control sobre la calidad de la ejecución de la soldadu-
ra. Para los requisitos sobre este punto puede consultarse, por ejemplo, el
Manual de Construcción en Acero (!MCA, 1993).
a) Requisitos geométricos
Las relaciones de esbeltez de los miembros y las proporciones de las secciones de-
ben ser tales que se eviten problemas de pandeo lateral o local, aun para grandes
deformaciones inelásticas. Para ellas las secciones deben cumplir con los requi-
sitos correspondientes a secciones Tipo 1 (compactas y con gran capacidad de ro-
tación inelástica, véase capítulo 2 de las Normas). Los principales requisitos son
los siguientes.
i) Las vigas deben ser de sección transversal loen cajón, que tengan dos
ejes de simetría.
ii) Los patines deben estar conectados en forma continua al alma.
Los dos requisitos anteriores limitan los tipos de sección a utilizarse
a aquellos que puedan desarrollar grandes rotaciones sin problemas de
pandeo local. Se elimina la posibilidad de emplear secciones de alma
abierta o de lámina delgada.
iii) El claro libre de las vigas no será menor que cinco veces el peralte de su
sección transversal, ni el ancho de sus patines mayor que el ancho del
patín o el peralte del alma de la columna a que se conecten. De esta mane-
ra se pretende evitar vigas muy cortas en que predominan los efectos de
cortante sobre los de flexión y vigas más anchas que las columnas en que
no hay una trasmisión adecuada de momentos entre los dos elementos.
iv) La excentricidad entre el eje de la viga y el de la columna no debe ex-
ceder de una décima parte de la dimensión de la columna en la direc-
ción normal a la viga.
Este requisito es similar al establecido para marcos de concreto y
pretende evitar que por la acción de marco se presenten torsiones y cor-
tantes elevados en las vigas y columnas.
v) La relación ancho a grueso de los patines de secciones 1, H ó T o de sec-
ciones en cajón no excederá de 460/ F y, Yla de patines de secciones en
cajón y de atiesadores no excederá de 1600lFy •
Con esto se limita la posibilidad de pandeo local de los patines cuan-
do éstos estén sometidos a compresión.
vi) La relación ancho a grueso del alma no excederá de 3500/ Fy-
294
b) Requisitos para fuerza cortante
e) Soporte lateral
Las secciones de las vigas en que puedan formarse articulaciones plásticas deben
estar soportadas lateralmente para evitar la posibilidad de pandeo lateral, no sólo
en el intervalo de comportamiento lineal sino aun en campo inelástico. En gene-
ral se considerará que las articulaciones plásticas se forman en cada extremo de
las vigas en una longitud igual a un peralte de la viga, medida a partir del paño
de la columna. La distancia entre puntos de soporte lateral en las zonas de ar-
ticulaciones plásticas no debe exceder de Lp = 12501Fy •
Hay que considerar que no es suficiente proporcionar soporte lateral al patín
superior de la viga, lo cual se da usualmente al estar éste restringido por una losa de
concreto u otro elemento de piso. Debido a que el mecanismo de falla postulado con-
sidera la aparición de articulaciones plásticas de momento positivo en los extremos
de las vigas, también el patín inferior de éstas debe estar soportado lateralmente para
evitar su pandeo local. Esto puede lograrse por medio de atiesadores verticales de
Figura 8.22 Soporte lateral del rigidez adecuada soldados a los patines y al alma de la viga, o a través de puntales
patín inferior de vigas. conectados a los elementos vecinos, como se ilustra en la figura 8.22.
tt
Viga Secundaria
Atiesador a cada lado
Viga Secundaria
Viga Principal Viga Principal J
a) Requisitos geométricos
Al igual que en vigas, se requiere que las secciones cumplan con los requisitos
para secciones compactas con gran capacidad de rotaci6n inelástica (TIpo 1) Y
que la esbeltez sea reducida para no propiciar la falla por pandeo de la columna.
Los requisitos se resumen en los siguientes incisos.
Al igual que para marcos dúctiles de concreto, aquí también se imponen requisi-
tos para procurar que en el mecanismo de falla no intervengan deformaciones
inelásticas por falla en flexocompresión o cortante de las columnas y que se
cumpla la condición de columna fuerte-viga débil.
La capacidad en flexocompresión de los extremos de las columnas se revi-
sará con las condiciones de equilibrio del nudo cuando se presentan articu-
laciones plásticas de signos opuestos en los extremos de las vigas que concurren
a dicho nudo. En este caso dicha condición se expresa con la siguiente relación:
en que IZc y IZv son las sumas de los módulos de sección plásticos de las colum-
nas y de las vigas que concurren al nudo en el plano del marco en estudio, fa es
el esfuerzo normal en las columnas, producido por la fuerza axial de diseño y F yc
y FyV' son los esfuerzos de fluencia del acero de las columnas y de las vigas,
respectivamente.
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
296
Nuevamente se admite la opción de dimensionar las columnas con las fuer-
zas internas provenientes del análisis, pero con un factor de reducción de resisten-
cia de 0.7.
De manera congruente con lo anterior, la fuerza cortante para el dimensio-
namiento de cada columna debe determinarse por equilibrio de la misma, su-
poniendo que en sus extremos obran momentos del mismo sentido y de magnitud
igual a los momentos resistentes de las columnas. También aquí se admite la op-
ción de dimensionar con las cortantes provenientes del análisis y con un FR = 0.7.
La conexión debe diseñarse para las fuerzas que se introducen al formarse las
articulaciones plásticas en los extremos de las vigas, considerando que los mo-
mentos de fluencia de las vigas se incrementan en 25 por ciento. Los requisitos
detallados se describen en la sección 5.8 de las NTEM. Los aspectos principales
se ilustran en la figura 8.23 y en términos cualitativos, se resumen en lo si-
guiente:
Alma de la
columna
Columa Atiesador
Viga
Atiesador
Placa de unión
Sección A-A
Columna
Panel de
unión
Figura 8.23 Conexión típica Sección B-B
viga-columna para marco dúctil.
a) Conectar ambos patines de las vigas a los de las columnas para que los
primeros puedan desarrollar su esfuerzo de fluencia.
b) Colocar atiesadores en la columna en coincidencia con los patines de las
vigas, para que resistan 1.25 veces la fuerza de fluencia de los patines.
e) Conectar el alma de las vigas a los patines de la columna, de manera de
poder trasmitir la fuerza cortante total.
d) Revisar la resistencia a cortante del alma de la columna en el tablero de la
junta para la fuerza que se introduce al formarse las articulaciones plás-
ticas.
297
limitada si los elementos de contraviento son incapaces de
resistir compresión. Por ello, en estructuras de edificios que se
diseñan con factores de comportamiento sísmico elevados
(Q = 4 ó Q = 3) es importante que los contravientos tengan
una capacidad en compresión significativa. Para ello, el Có-
digo ATC-3 recomienda, por ejemplo, que la capacidad en
,
compresión del contraviento sea al menos igual a la mitad de (
Este tipo de estructura se caracteriza por los elementos de concreto que rodean
los paneles de mampostería, y que se conocen como castillos y dalas. La norma
Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales
298
V
V Dala en todo extremo de
muro y a una distancia
/' nomayorde3m
L..- ......L..L.... ---'I::...-...J
-
/ Castillo H~3m
mampostería
-
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
~-----------------------
299
Techo
/
t t
"'....IOE@ 5cm
4m
L~ { 1.5 H
Estribos
20 cm
.,. @20cm
s~
j
1.5C¡
1.5 C 2
E@s ¡
¡;
As;:e: 0.2 1; C¡ C 2
Cadena de
cimentación
"lOE @5cm
<,
t t
a ) Refuerzo mínimo de la sección. b ) Refuerzo transversal recomendado.
Los estribos de dalas y castillos sirven principalmente para armar, o sea, man- Figura 8.26 Refuerzo mínimo
tener en su posición el refuerzo longitudinal; su separación garantiza una contri- de dalas y castillos.
bución a la resistencia a fuerzas cortantes. Resulta conveniente que los extremos
de los castillos posean una resistencia significativa a fuerzas cortantes para sos-
tener la capacidad de carga del muro, una vez que éste se agrieta diagonalmente.
Por tal razón, es recomendable que en los dos extremos de cada castillo, en una
longitud de por lo menos 50 cm, los estribos se coloquen a una separación de no
más de la mitad del peralte de la sección.
Para un correcto trabajo integral del castillo y el muro es importante que haya
una buena adherencia entre estos elementos. Deben tomarse medidas en la cons-
trucción para lograrlo, como dejar una superficie irregular del borde de muro que
va a estar en contacto con el concreto de los castillos.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, que las cuantías mínimas de refuer-
zo longitudinal especificadas para los castillos pueden ser muy inferiores a las
necesarias para resistir los momentos flexionantes que resultan de un análisis
sísmico refinado de la estructura. Por ello, es conveniente en estructuras de va-
rios pisos hacer estimaciones, aunque sean aproximadas, de los momentos de
volteo en los muros y calcular el refuerzo necesario en los castillos para resistir
dichos momentos.
300
301
Refuerzo en la junta
/
)4 - - -
11
11
11
I I
-+-1-----
11
11
11
11
11
...--------- Refu erzo vertical
li~
11
11
11
11
11
) Pieza especial para
Piezaespecial para colocación de refuerzo
refuerzo horizontal horizontal
• •
'", Hueco vertical colado con
concreto con resistencia de
lechada
Para que esta mampostería tenga usos estructurales importantes, como su- Figura 8.28 Modalidades de
cede en otros países, es necesario contar con las piezas adecuadas, capacitar a colocación del refuerzo horizon-
los obreros para su adecuada construcción y contar con una estricta supervisión tal en mampostería confinada.
para garantizar el correcto colado de los huecos y la apropiada posición del
refuerzo.
Capítulo
9
Elementos no
estructurales
Gran parte del daño económico causado por sismos importantes que han afectado
centros urbanos se debe a costos de reparación o reposición de aquellos elementos
de las construcciones que se considera no forman parte de su estructura resistente.
Entre éstos pueden distinguirse, por una parte, los equipos e instalaciones alojados
por la construcción y, por otra, los elementos arquitectónicos como paredes divi-
sorias, puertas, ventanas, recubrimientos, fachadas, plafones, etcétera.
Uno de los dos objetivos fundamentales de un correcto diseño sísmico es-
tablece que debe procurarse evitar el daño no estructural causado por sismos
moderados que pueden presentarse varias veces durante la vida útil de la cons-
trucción. Para cumplir dicho objetivo, los códigos estipulan desplazamientos la-
terales admisibles para el sismo de diseño. Los valores que fijan los códigos para
los desplazamientos admisibles son de manera ficticia muy superiores a los que la
mayoría de los elementos no estructurales son capaces de soportar sin daño. Lo
anterior obedece a que no se pretende que dichos elementos toleren sin daño
alguno el sismo de diseño, sino que se busca que no haya daño no estructural A: muro integradoa la estructura
sólo para sismos de intensidad muy inferior a la de diseño; en lugar de definir B: muro separadode la estructura
un sismo de menor intensidad para el cual deben revisarse las deformaciones la- '1' = ~ = Distorsión del entrepiso
terales, se incrementan las deformaciones admisibles bajo el sismo de diseño.
'1'adm =0.006 Caso A
Para limitar las deflexiones laterales a los valores admisibles, debe propor-
cionarse rigidez lateral suficiente a la construcción en su totalidad y '1'adm =0.012 Caso B
cuidar que la forma y los detalles de la estructura sean tales que no den
lugar a amplificaciones locales de las deformaciones. En la figura 9.1 se
ilustran los desplazamientos laterales que hay que controlar.ast como
las dos situaciones qué considera el RCDF: el caso A en que hay ele-
mentos no estructurales ligados a la estructura de manera que están obli-
gados a seguirla en su deformación y el caso B en que los elementos no
estructurales están conectados a la estructura de manera que ésta pue-
de vibrar y deformarse libremente sin introducir distorsiones en los
elementos no estructurales, en este caso representados por un muro
divisorio. El reglamento admite en el primer caso un desplazamiento re- Figura 9.1 Distorsiones admisi-
lativo t)J =0.006 y en el segundo t)J =0.012. bles de entrepiso.
Elementos no estructurales
304
Además de la revisión de los desplazamientos laterales de la estructura, el
cuidado de los elementos no estructurales debe incluir:
------------------------------------,
Estructura
principal
Apéndice
+
lA!
r·vv....
,VinAt vY¡iA ....
I T
Movimiento de la
base del apéndice Espectro de pise
H
h¡
t~
•NAY"1 VyA6 "V'.•••
"0
T
Movimiento de la Espectro de diseño
base del edificio para estructura
desplantada sobre
Figura 9.2 Vibración de un el terreno
apéndice.
Métodos de diseño
305
modelo de la estructura principal y realizando un análisis dinámico del conjunto.
Debido a que el apéndice tiene usualmente masas mucho menores que las de la es-
tructura, la solución del modelo conjunto suele presentar dificultades numéricas.
Además, es frecuente que en la etapa de diseño no se conozcan en detalle las
características del apéndice. Por tanto, cuando la masa del apéndice es despre-
ciable con respecto a la de la estructura, es preferible realizar primero el análisis
de ésta ignorando el apéndice, o a lo más incluyendo su masa en la del piso en que
se apoya. De esto se obtiene el movimiento de la base del apéndice, sea en fun-
ción de una aceleración máxima, de un acelerograma, o de un espectro de ace-
leraciones. Este resultado se usa como excitación para un modelo del apéndice
que se analiza por separado.
Para evitar las complicaciones que implican los procedimientos anteriores, los
reglamentos aceptan que para edificios comunes, el diseño sísmico de los apén-
dices se realice con coeficientes sísmicos fijados en forma convencional y que,
multiplicados por el peso del apéndice, proporcionan una fuerza lateral estática
equivalente que se considera aplicada en el centro de gravedad del apéndice.
El RCDF fija un procedimiento que toma en cuenta en forma simplificada
los factores que definen la acción sísmica en el apéndice. En la sección 8.2
de las Normas de Diseño por Sismo se especifica que debe determinarse la dis-
tribución de fuerzas que actuaría en el apéndice si éste estuviera apoyado direc-
tamente sobre el suelo; si el apéndice se puede idealizar como un sistema de una
masa concentrada en su centro de gravedad, esta fuerza vale:
1 + 4c'
C
en que c' es el coeficiente por el que se multiplican los pesos a la altura de des-
plante del apéndice cuando se calculan las fuerzas en la estructura principal. En
un análisis estático, se obtiene en general
Elementos no estructurales
306
, e (¡ W¡)h¡
e =--
o: (¡ W¡h¡)
D Ca Wap
tifica un valor mayor cuando
su estructura sea claramente
dúctil.
/
~ I
h
los efectos sísmicos a los que
estos elementos no estructu-
/
/ rales van a estar sujetos. Hay
( I I que prever que, aunque di-
chos elementos se designen
11 11 como no estructurales, pueden
w"p = peso del muro sufrir solicitaciones durante
Ca =
+4c'
e;, -l- -l - -
un sismo, debidas por una par-
c) Muro divisorio (revisión de volteo). Qap e te a las fuerzas de inercia que
se generan por su propia masa
Detalles para aislar elementos arquitectónicos
307
y por otra, a las deformaciones inducidas por la estructura con la que están en
contacto al desplazarse por efectos del sismo.
En general, se tienen dos opciones en cuanto a la protección sísmica de los
elementos arquitectónicos: una consiste en desligarlos de la estructura principal
de manera que las deformaciones de ésta no les afecten, y la otra en ligarlos a la
estructura, pero limitando los desplazamientos de ésta a valores que no produz-
can daños en los elementos no arquitectónicos; sin embargo, ambas opciones pre-
sentan dificultades apreciables.
Al desligar un elemento no estructural (muro, recubrimiento, ventana, etcé-
tera) de la estructura principal, deben preverse detalles que aseguren su estabili-
dad ante los efectos del sismo y ante otras acciones como cargas vivas o viento
que pueden producir vibraciones molestas en dichos elementos desligados.
Además, deben cuidarse otros requisitos de funcionamiento de la construcción
como el aislamiento térmico y acústico, la estanqueidad y la apariencia. Con fre-
cuencia resulta costoso cumplir simultáneamente todas estas condiciones.
Cuando no se desligan los elementos arquitectónicos, hay que revisar, por
una parte que su presencia no afecte de manera desfavorable el comportamiento
de la estructura al interactuar con ella, y por otra, que los desplazamientos que
ésta sufra no sean excesivos. En general, esta solución es conveniente para estruc-
turas con alta rigidez lateral que no se ve alterada por la interacción con los ele-
mentos no estructurales y que da lugar a bajos desplazamientos laterales.
A continuación se mencionan las precauciones más convenientes para algu-
nos elementos usuales.
a) Muros divisorios
Estos elementos son los que han causado mayores problemas en edificios de cier-
ta altura y que presentan mayores dificultades para encontrarles una solución ade-
cuada.
La modalidad más frecuente en nuestro medio es todavía la de construir las
paredes divisorias y de colindancia a base de muros de mampostería de tabi-
que, bloque de concreto u otras piezas de características semejantes. Por una par-
te, esta mampostería da lugar a muros muy rígidos que tienden a trabajar
estructuralmente y absorber una fracción importante de las fuerzas sísmicas; por
otra parte, se trata de materiales en general muy frágiles que sufren daños para
deformaciones pequeñas. Es necesario tomar precauciones especiales con los
muros de este material. Otros materiales que se emplean cada vez con mayor fre-
cuencia en edificios son a base de armazones metálicas o de madera y de
recubrimientos de yeso o de triplay; estas paredes son mucho más flexibles y
ofrecen mejores posibilidades de ser protegidas contra daños por sismo.
Cuando se opta por integrar los muros a la estructura y éstos son de mate-
rial rígido (como la mampostería), es necesario considerarlos como elementos
estructurales. En el capítulo 2 se han especificado procedimientos para consi-
derar la interacción entre estos muros y la estructura principal. Deberá revisarse
que las deformaciones laterales de la estructura queden dentro de los límites
tolerables para este caso (~ = 0.006) Y que los esfuerzos que se inducen en la
mampostería no excedan su resistencia. Un problema que presenta esta opción
es que la localización de los muros puede ser poco favorable para la respuesta
sísmica de la estructura, y dar lugar a excentricidades en planta muy elevadas
que inducen torsiones importantes en la estructura principal y en los muros mis-
Elementos no estructurales
308
mos. Esto es particularmente grave cuando existen muros de colindancia en
edificios de esquina.
Otro problema que debe preocupar al proyectista es la posibilidad de remo-
ción o de cambio de posición de los muros durante la vida de la construcción.
Como estos elementos son considerados generalmente no estructurales, los pro-
pietarios o usuarios del inmueble proceden con frecuencia a redistribuciones del
espacio interior de los distintos pisos, las que dan lugar a posiciones de muros que
pueden resultar en distribuciones de efectos sísmicos radicalmente distintas de las
que se consideraron en el diseño.
La integración de los muros divisorios a la estructura es más apropiada cuan-
do se trata de estructuras rígidas (ya sea marcos robustos de pocos pisos o estruc-
turas con muros de rigidez de concreto o con arriostramientos). En este caso la
respuesta sísmica es poco sensible a la presencia de los muros divisorios y sus
desplazamientos laterales son pequeños y no provocan daños en dichos muros.
Un problema especial de la integración de los muros a la estructura se presenta
cuando el muro no abarca la altura total de entrepiso; aquí el muro rigidiza al
marco haciendo que este elemento absorba una porción importante de la fuerza
sísmica; esta fuerza tiene que ser resistida totalmente por la parte descubierta de
la columna, provocando con frecuencia su falla por cortante (figura 9.4). Se
recomienda en estos casos proteger las columnas con abundante refuerzo por cor-
tante. Resulta mucho más conveniente, sin embargo, separar estos muros de la
estructura principal, evitando la interacción tan desfavorable.
Cortante en la
columna corta
Fuerza lateral _
Zona crítica
de la columna
Cuando las paredes que se pretenden integrar a la estructura son de tipo fle-
xible, su interacción con la estructura es menos crítica, pero debe seguirse cuidan-
do que los desplazamientos laterales no las afecten. Una solución que presenta
ventajas es la de detallarlas para que fallen en zonas locales controladas, de ma-
nera que sean fácilmente reparables; un ejemplo se muestra en la figura 9.5.
'Para aislar los muros de la estructura es necesario proporcionar una holgura
generosa entre el muro y
la estructura principal; es
recomendable una separa-
ción mínima del orden de
Figura 9.5 Una manera de colo- 2 cm. Debe haber separa-
car una pared flexible junto a Recubrimiento remplazable ción tanto con respecto a
elementos estructurales. las columnas y otros ele-
Detalles para aislar elementos arquitectónicos
309
Paño de losa
Terraza o marquesina
Holgura
Refuerzo
del castillo
Refuerzo de esquina
Refuerzo de esquina
El problema principal de estas soluciones es que las holguras que se dejan entre
muro y losa y entre muro y columna deben sellarse para proporcionar aislamiento
térmico y acústico, y a la vez permitir colocar los recubrimientos o acabados ade-
cuados. Cuando se trate de muros de mampostería, lo más indicado es el relleno de
la junta con un material a la vez muy flexible y aislante; el material más apropiado
al respecto es probablemente la espuma de poliestireno. Otros materiales frecuen-
temente empleados son demasiado rígidos o se vuelven rígidos con el tiempo.
Para muros divisorios ligeros con armazón y recubrimiento, así como para
canceles, existen detalles relativamente sencillos que dependen de la forma cons-
tructiva particular empleada. Algunos ejemplos se muestran en la figura 9.9.
b) Recubrimientos y ventanas
e) Falsos plafones
Soporte fl~xible
d) Anaqueles y mobiliario
Conviene que los muebles altos que estén adosados a las paredes se fijen a
las mismas para evitar su volteo. También deben restringirse contra el volteo los
anaqueles altos, como los que se usan en bibliotecas. En estas últimas resulta sen-
cillo ligar entre sí varios anaqueles en su parte superior por medio de ángulos
metálicos u otros elementos rígidos.
Particulares precauciones deben tenerse para proteger los objetos de arte
expuestos en museos, tanto en lo relativo a la protección de los muebles en
que están colocados como en lo que respecta a su fijación dentro del mueble.
Elementos no estructurales
312
9.4 EQUIPO E INSTALACIONES
Desviación para
absorber deformaciones
Perforación
I I
para el dueto
Tramo de material
flexible y con capacidad
de deformación axial
Junta de construcción
PLANTAS
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