Depresión y Suicidio - Herencias Del Mundo Modernoc
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Existe una gran preocupación en el sector salud ya que cada año aumentan los casos de depresión y suicidio de una
manera alarmante sin poder determinar con precisión los motivos.
La depresión es una condición incapacitante que afecta a millones de personas provocando un grave desequilibrio emocional.
Es una enfermedad silenciosa que puede destruir la vida a muchos niveles, convirtiendo a la persona que la padece
en temerosa, ansiosa e impotente, alterando seriamente su vida cotidiana.
La incapacidad y las alteraciones mentales y emocionales pueden ser tan graves que la persona requiera
hospitalización. Muchos casos de suicidio –la mayoría- han tenido su origen en la depresión. El 15% de las
personas deprimidas se suicidan. Sienten que su vida –de esa manera- no tiene sentido, el sufrimiento es demasiado
y deciden quitarse la vida.
Es difícil medir el riesgo suicida de una persona, por lo tanto es necesario tomar precauciones en todos los casos
de depresión, especialmente si ésta es severa.
En los últimos años la depresión se ha vuelto tan frecuente que ya muchas personas utilizan la palabra depresión
para describir sus estados de tristeza o preocupación. Es común –especialmente en gente joven- decir “estoy en la depre”
o “amanecí con la depre”… sin embargo, es muy importante distinguir el sentimiento de tristeza o soledad de una depresión.
■ Es más prolongada
■ Interfiere con la funcionalidad cotidiana. La persona se siente incapaz de realizar las tareas más sencillas, aún cuando
las lleve a cabo.
■ Implica una serie de problemas en la interacción social, en la conducta y el funcionamiento mental y biológico. Por lo
tanto, requiere atención médica y psicoterapéutica.
Todavía a principios del siglo XX se trataba a los enfermos deprimidos como “melancólicos”. Alrededor de 1950 se empiezan
a usar los primeros antidepresivos y hasta 1970 se tuvo el conocimiento pleno de lo que era la bioquímica de la depresión.
Es entonces cuando aparecen las primeras publicaciones científicas del padecimiento.
Unas cuantas décadas más tarde, la depresión parece ser una epidemia, a pesar de que muchas personas con depresión
no han sido aún diagnosticadas.
En los textos de psicopatología y en las diferentes obras que existen acerca de depresión encontraremos
diferentes clasificaciones. Para los especialistas lo mejor es acudir al DSM-IV-TR, mas para tener una idea completa no
tan técnica, creo que la siguiente puede ser útil.
La depresión se clasifica tomando en cuenta los factores que la originan:
I La depresión endógena u orgánica que, como su nombre lo indica, tiene como origen un desorden físiológico
Hay distintos tipos de depresión endógena:
• Depresión mayor: se origina por una disfunción bioquímica del cerebro y contiene un elemento genético, es
hereditaria. Cuando se explora el árbol genealógico de la persona es común encontrar una larga historia de depresión
y suicidio. Se presenta en forma de episodios de depresión, como crisis, alternados de períodos de aparente normalidad.
• Distimia o depresión crónica: La persona está todo el tiempo deprimida aunque no tan severamente como en los
episodios de depresión mayor. Cuando una persona ha tenido este estado depresivo por dos años o más se le
diagnostica como distímica o depresiva crónica.
• Depresión bipolar, también conocida como neurosis maniaco-depresiva: Es una forma cíclica en donde el paciente
tiene períodos de euforia e hiperactividad cuando está en estado de manía seguidos de períodos de profunda depresión.
• Depresión tóxica: tiene un origen externo como el uso o abuso de ciertos fármacos, abuso de alcohol o secuela
de enfermedades virales como la hepatitis.
• Depresión post parto: esta puede aparecer el tercer o cuarto día después del parto y durar de un día a una
semana; desaparece sin necesidad de tratamiento, pero los síntomas aparecen desde el primer día del alumbramiento y
existe una predisposición hereditaria o padecimientos afectivos previos, es necesario tener un tratamiento de inmediato.
II Depresión psicógena:
http://www.logoforo.com/anm/templates/default.aspx?a=12&template=print-article.htm (2 of 6) [17/04/2007 03:19:00 p.m.]
Artculo de www.Logoforo.com - 2005-2007 Todos los Derechos Reservados
A diferencia de la depresión orgánica, tiene su origen en conflictos psicológicos, carencias de infancia, eventos
traumáticos, etc.
• Reactiva: Surge a partir de una causa que es evidente, como la pérdida de un ser querido o de algo considerado valioso
-trabajo, casa, ciudad-, etc. La depresión que se vive en el proceso de duelo es de tipo reactivo. Se presenta con
menos síntomas físicos que la de origen orgánico. Comúnmente no hay pérdida considerable de memoria, ni
malestares gastrointestinales, o dolores de cabeza. A veces se le clasifica como psicógena -aunque su origen no es
interno- para no incluirla en los tipos orgánicos.
• La depresión de origen psicológico se deriva de experiencias tempranas en la vida de la persona como son las pérdidas,
el abandono, padres emocionalmente distantes, atmósfera hogareña hostil o francamente agresiva, abuso sexual y/
o emocional.
Existen factores actuales que pueden precipitar un estado depresivo latente como una pérdida importante, una decepción
o pérdida de un sueño, enfermedad física, estrés prolongado, crisis o eventos traumáticos, cambios de residencia, etc.
Los síntomas de la depresión tienen algunas variaciones dependiendo del tipo que se presente. Pero los síntomas
más comunes son:
1.Sentimientos de profunda tristeza y desesperanza
2.Pérdida de interés e incapacidad para experimentar placer
3.Pérdida de apetito (anorexia) o aumento considerable del apetito
4.Insomnio o hipersomnia
5.Fatiga, energía baja
6.Sentimientos de inutilidad, incapacidad y culpa
7.Incapacidad para concentrarse
8.Baja autoestima
9.Miedo persistente sin saber a qué o por qué
10.Pérdida de sentido en la vida
11.Pensamientos recurrentes de muerte y suicidio
El mayor éxito en el tratamiento de las depresiones anteriores es el que incluye fármacos -que deben ser recetados por
un psiquiatra- y tratamiento psicoterapéutico.
El hombre de las sociedades modernas va del estrés de una vida acelerada a la ansiedad y el aburrimiento del tiempo
libre. Muy conocida es la “neurosis del domingo” en que las personas se enfrentan al vacío de una vida sin sentido que
“se aparece” sin remedio en el tiempo libre.
El ritmo acelerado de la semana es, en ocasiones, un vano intento de autocuración o evasión de la frustración existencial.
Es frecuente que ese ritmo lo lleve también al fin de semana a través del deporte extremo o del “festejo extremo”.
Cuanto menos conoce el hombre la meta de su vida, cuanto más acelera su ritmo.
Es cuestionable entonces, que la satisfacción de las necesidades básicas lleve a la anhelada felicidad. Los países del
primer mundo, que han creado sociedades que “protegen” a sus individuos atendiendo prácticamente todas sus
necesidades básicas, son precisamente los países con un mayor índice de suicidios.
La Logoterapia fundada por Víktor Frankl es una psicoterapia centrada en el sentido de la vida que aborda los
temas existenciales como el cuestionamiento hacia el sentido, el vacío existencial, la libertad personal – a pesar de
las limitaciones-, la responsabilidad hacia una vida más significativa y hacia el bienestar personal, el sentido del dolor
humano, etc…Se conoce también –por lo anterior- como una psicoterapia existencial-humanista.
Sus herramientas son de gran utilidad para trabajar con la persona que padece una depresión por falta de sentido y
para aquellas que sufren de una depresión orgánica y/o psicógena, ya que ellas requieren también encontrar respuestas
para aprender a vivir con su depresión y para hacer con su situación de vida lo más significativo posible.
Estadísticas de Suicidio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que:
• En los últimos 45 años los índices de suicidio han aumentado en el mundo en un 60%. El suicidio se encuentra
actualmente entre las tres primeras causas de muerte entre la población de 15 a 44 años de edad en ambos sexos.
• Un millón de personas al año se suicidan en el mundo
• Cada 40 segundos se consuma un suicidio.
• A pesar de que los índices de suicidio entre la población de hombres adultos han sido tradicionalmente los más altos,
los índices de la población joven han aumentado de tal forma que ahora se consideran el grupo de más alto riesgo en un
tercio de todos los países.
La depresión –en sus distintos tipos- y el abuso de sustancias tóxicas están asociados con más del 90% de todos los
casos de suicidio. Sin embargo, el suicidio es el resultado de de factores psico-socio-culturales complejos y es más
probable de ocurrir durante períodos de crisis individual, familiar y/o socioeconómica.
• Estado depresivo
• Pérdida de un ser querido o de algo importante como trabajo, casa,etc.
• Abandono de sí mismo (la persona no se asea ni se arregla, no le interesa atenderse, comer, etc.)
• Comportamiento temerario
• Regalar posesiones de valor monetario o estimativo (arreglar testamento, poner en orden los pendientes, etc.)
• Cambio drástico de comportamiento, actitud o apariencia.
• Abuso de drogas y/o alcohol
Evaluar el riesgo suicida es algo muy complejo. El suicidio no se puede predecir, sin embargo podemos tomar en
cuenta diferentes aspectos que nos dan una idea más clara acerca de qué tan posible es que alguien pueda llegar al suicidio.
Mientras más elementos de la siguiente lista encontremos en una persona y en su circunstancia mayor el riesgo suicida:
Antecedentes:
Abuso sexual o físico
Historia de abuso emocional
Historial familiar de depresión, suicidio y/o violencia
Fallecimiento de un familiar o amigo íntimo
Separación o divorcio
Despido del trabajo o problemas laborales
Pobre rendimiento académico, próximos exámenes o resultados de los mismos.
Procesos legales inminentes
Encarcelamiento reciente o próximo
Fuertes problemas de pareja (celos)
Conductas:
Comportamiento irreflexivo
Peleas y/o llanto frecuente
Infracciones a la ley
Herirse a sí mismo
Intentos de suicidio previos
Lecturas y escritos acerca de la muerte
Impulsividad
Comportamientos extremistas
Hablar con frecuencia sobre muerte y suicidio
Cambios físicos:
Falta de energía
Falta de apetito
Enfermedades frecuentes
Disminución del interés sexual
Dificultades para dormir
Desinterés en la apariencia personal
Pensamientos y emociones:
Pensamientos recurrentes de muerte y suicidio
Pensamientos negativos y visión estrecha
Soledad (falta de red de apoyo familiar y social)
Rechazo (sentirse marginado)
Profunda tristeza
Ansiedad
Pérdida de auto estimación
Sentimientos de inutilidad y de vacío existencial
Las personas que planean el suicidio están convencidas de que no les queda alternativa. Para ellas, en ese momento,
la muerte es su mundo y es necesario comprender la profunda desesperación que las lleva a contemplar el suicidio
como último recurso. Es para ellas casi imposible pensar que el suicidio es a menudo la solución permanente a un
problema pasajero o con solución.
La mayor parte de las personas que consideraron seriamente el suicidio y no lo llevaron a cabo, después se alegran de
estar vivas, y hasta entonces comprenden que en ese momento solo deseaban acabar con un dolor o que no encontraban
la forma de resolver un problema o de pedir ayuda
Cuando una persona está sumida en tal desesperación y/o depresión no debe intentar arreglárselas sola, es
indispensable que pida ayuda. Si no cuenta con apoyo de familia o amigos, es necesario que acuda de preferencia a
un profesional de la salud, a un centro de intervención en crisis, grupo de auto ayuda, o centro de salud.
Las señales de alarma que manda una persona que está al borde del suicidio son formas desesperadas de pedir
ayuda porque lo último que en verdad quisiera es la muerte. La decisión de morir la toma, comunmente, cuando no
encontró respuesta a sus señales.
La primera ayuda psicológica puede ser ofrecida por un familiar, amigo, maestro, trabajador social, compañero, etc.. y ha
de incluir una profunda escucha. Una persona deprimida y desesperada necesita de un oído atento. No necesita oir
consejos, opiniones, casos de otros y mucho menos juicios o reclamos.
Necesita también alguien que le acepte aun con sus “pensamientos raros”, alguien en quien poder confiar. Necesita que no
se le deje sola en su mundo caótico.
Será más fácil entonces que busque ayuda profesional o que se le pueda acompañar con un especialista que pueda
atenderle integralmente devolvéndole su derecho a una vida digna y significativa.