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FUERZA
Concepto y Definición. Manifestaciones de la Fuerza
Desde la visión física mecánica, la fuerza se manifiesta por una acción que posibilitaría
la generación de cambios en el estado de un cuerpo, modificando la situación del
mismo; pudiendo modificar o detener su movimiento, desplazarlo si está quieto, o bien
deformarlo (González Badillo y Ribas, 2003).
Desde la visión fisiológica, la fuerza es una capacidad motora que se manifiesta por la
acción conjunta y coordinada del sistema nervioso y muscular para generar tensión y así
producir fuerza (Siff y Verkhoshansky, 2000; Bosco, 2000). Esta fuerza “fisiológica” se
manifestaría como la capacidad de los músculos para deformar un cuerpo, modificar la
aceleración del mismo, comenzar o detener su movimiento y variar su dirección
(González Badillo y Ribas Serna, 2003; Naclerio, 2007). Desde el punto de vista físico
la fuerza es el resultado de la masa por la aceleración, pero en relación al movimiento
humano, al aplicar fuerza desde el sistema neuromuscular a un elemento, la manera en
que ésta se transmite puede adquirir distintas características, estando esto sujeto a la
magnitud del elemento a movilizar (peso, tamaño, forma), como la aceleración y la tasa
o ritmo a la cual la fuerza es aplicada (Nigg, 2000; Siff y Verkhoshansky, 2000). Así es
que Verkhoshansky (2002), expresa que la fuerza del sistema neuromuscular podrá
manifestarse de distintas maneras, que estarán influenciadas por los siguientes factores:
Magnitud de la tensión generada por el sistema neuromuscular.
Ritmo de desarrollo de la fuerza o tensión.
Tiempo durante el cual se aplica un cierto nivel de fuerza o tensión.
Se deben evaluar también otras características del deporte (como los requerimientos de
resistencia cardiovascular, velocidad, agilidad y flexibilidad).
Con este fin resulta importante realizar el cuestionario de preparación para la actividad
física PAR Q, en donde el alumno auto-reporta información relacionada con su salud
proporcionando información sobre indicadores que se utilizan para decidir si el alumno
requiere consentimiento médico o no. Estos indicadores son de suma importancia, ya
que si le cliente responde “si” a alguno de ellos, se debe referir al el alumno al médico
especialista antes de participar de cualquier programa de actividad física Junto con los
aspectos médicos que surgen de los cuestionarios, los otros dos aspectos más
importantes dentro del diagnóstico son:
Earle y Baechle (2007), realizaron una propuesta para la clasificación inicial de las
personas, según el nivel de entrenamiento, donde se realizan una serie de preguntas en
las cuales se valora la experiencia y el dominio de ejercicios de entrenamiento de
fuerza. Las preguntas realizadas son las siguientes:
A partir de las respuestas obtenidas en las preguntas anteriores, Earle y Baechle (2007),
proponen clasificar a los sujetos en forma estimada de la siguiente manera.
Este método de clasificación constituye solo una propuesta que posiblemente no pueda
aplicarse a todas las personas, no obstante, en última instancia la decisión sobre el nivel
de rendimiento de cada sujeto depende de la experiencia y el criterio de cada entrenador
(Naclerio, 2007). Luego de este estadio de diagnóstico y análisis del sujeto se deberían
aplicar pruebas de aptitud y valoración física que implican la evaluación de la fuerza,
flexibilidad, potencia, velocidad, resistencia muscular localizada, composición corporal,
resistencia cardiovascular, etc. En este punto, el análisis de las necesidades se centra en
la valoración de la fuerza muscular que permita obtener datos pertinentes y fiables que
puedan ser utilizados de forma efectiva para desarrollar un programa de entrenamiento
de la fuerza adecuado. Las pruebas elegidas deben estar relacionadas con la especialidad
de cada deportista, en consonancia con el nivel del deportista y ser realistas en función
del material disponible. El resultado del análisis del movimiento comentado
anteriormente es el que marca la dirección en la selección de las pruebas. Normalmente,
en las baterías de pruebas se incluyen los principales ejercicios del tren superior (p. ej.,
el press de banca y el press militar) y los ejercicios que imitan los movimientos de salto
en diferentes niveles (p. ej., cargada, sentadilla, prensa). Después de haber realizado las
diferentes pruebas, se deben comparar los resultados con parámetros normativos o
descriptivos para determinar las fortalezas y debilidades del alumno/deportista. En
función de esta valoración y del análisis de las necesidades del deporte, se puede
desarrollar un programa de entrenamiento para mejorar las deficiencias, mantener los
aspectos fuertes o desarrollar más las cualidades fisiológicas que pueden permitir al
deportista responder a las exigencias del deporte (Baeche T, Earle R, Wathern, 2008).
Según plantean algunos autores (Kutnesov, 1989; Naclerio, 2001 y 2004), uno de los
elementos que pueden condicionar el éxito en el desarrollo de los programas de
entrenamiento de fuerza se encuentra en que las modificaciones inducidas en el
organismo por el entrenamiento, coincidan con los objetivos previamente determinados.
Así es que los objetivos principalmente planteados por los entrenamientos de fuerza
pueden ser en dos direcciones:
REFERENCIA: G-se.com