Libro de Valores 2018
Libro de Valores 2018
Libro de Valores 2018
De igual manera la honestidad es armonizar las palabras con los hechos, es tener
identidad y coherencia para estar orgulloso de sí mismo. La honestidad es una forma de
vivir congruente entre lo que se piensa y lo que se hace, conducta que se observa hacia
los demás y se exige a cada quien lo que es debido.
Y, como siempre, Fer se aprovechaba de que los dos eran iguales para conseguir que
Pablo se llevara el castigo sin merecerlo.
Un fin de semana que fueron de acampada con el colegio, Fer hizo muchas trastadas.
-Voy a esconder por el campo las mochilas de todos los niños. ¡Me voy a reír un montón
cuando despierten y se den cuenta! -pensaba Fer mientras hacía una de las suyas.
La profesora se enfadó y avisó de que el responsable se iba a llevar un gran castigo, pero
Fer volvió a echar las culpas a su hermano:
-¡Oh, Oh! Puede ser que mi hermano Pablo las haya escondido, porque resulta que es
sonámbulo y se levanta por las noches a hacer cosas como esta -explicó Fer.
-Sí, seguro, porque me pareció verlo salir de la tienda -comentó otro niño.
Fer se salió con la suya y todos creyeron que había sido su hermano, pero Pablo estaba
tan harto que pensó en un plan. Esperó a que Fer hiciera alguna de las suyas y se
escondió en unos matorrales con una cámara de vídeo para grabarlo.
Fer gastó otra broma sin gracia a todos y se dedicó a colgar las zapatillas de los niños en
los árboles.
-¡Mirad dónde están nuestras zapatillas! ¡Seguro que ha sido Pablo otra vez! -dijeron
todos muy enfadados por la mañana.
Un fin de semana de acampada-¡No he sido yo! ¡Lo prometo! ¡Mi hermano siempre me
culpa a mí, pero tengo la prueba que os demostrará que soy inocente! -dijo Pablo.
Y así fue. Pablo mostró el vídeo a todos y pudieron ver la mancha de la mano de Fer. Fer
se avergonzó muchísimo y, por primera vez, se dio cuenta de lo gamberro e injusto que
era.
Todos se enfadaron un montón y lo pasó tan mal que aprendió la lección. Desde
entonces, nunca más se aprovechó de que él y su hermano eran iguales para hacer esas
cosas tan malas y librarse del castigo.
Para niños más pequeños, este juego ofrece un concepto simple de honestidad. Ayuda
tener un frasco de galletas y encontrar una con uno de los participantes. Primero,
comienza contándole a un niño una historia acerca de un frasco lleno de galletas, pero
cuando alguien (introduce el nombre de una persona o usa en su lugar "mami" o "papi")
va a tomar una galleta, ve que no quedan más. Luego canta "¿Quién tomó la galleta del
frasco de galletas? Papi las tomó. ¿Quién? ¿Yo? Sí, tú. No puede ser. Entonces ¿quién?"
Sigue repitiendo usando los nombres de los niños e incorporándolos a la canción y
respondiendo a la canción diciendo "¿Quién? ¿Yo?" y "No puede ser". Una vez que el
niño produce la galleta, recompénsalo con una galleta u otro premio.
AMISTAD
– ¡Está claro que algo tengo que hacer! Por culpa de esa caradura me quedo muchos
días sin probar bocado y no me parece justo. Yo me paso horas buscando comida y ella
no hace nada en todo el día y luego se come lo mío ¡Tiene un morro que se lo pisa!
Su querido colega el guepardo tuvo una idea que al león le pareció brillante.
Contuvo la respiración aguardando a que ella pasara casi rozándole para colarse en la
cueva pero desgraciadamente, esa parte del plan falló. En vez de acercarse, la zorra se
quedó a un par de metros de distancia y el falso difunto escuchó que decía:
– ¡Uy, parece que el león ha fallecido! Bueno, no puedo estar segura hasta que no se tire
tres pedos, porque por todos es sabido que es lo que hacen los leones cuando mueren.
La zorra se aseguró de hablar bien alto para que el león la oyera y él, que era bueno e
ingenuo, cayó en la trampa. Se concentró y sin mover ni un pelo de los bigotes, se tiró
tres enormes y apestosos pedos.
– ¡Ja, ja, ja! ¡Está claro que sabes tirarte pedos como bombas fétidas, amigo, pero lo que
está todavía más claro es que tú estás más vivito y coleando que yo!
El león se sonrojó y bastante enfadado se levantó de golpe, pero la zorra ya había puesto
en pies en polvorosa y le gritaba desde lejos:
– ¡Ay, león, mucho tienes que espabilar para poder coger a una zorrita lista como yo!
El felino tuvo que admitirlo: ¡esa granuja era difícil de atrapar y no le quedaba otra que
perfilar un plan mejor!
– ¡Soy viejo pero no tan tonto como tú te crees! ¡Ten por seguro que algún día te atraparé!
Resignado, entró en la cueva y se puso a pensar en una nueva y original estrategia para
conseguir que cayera en sus redes.
Se dice que se paren al frente por lo menos 3 parejas de mejores amigos. La persona
elegida como moderador deberá hacerle algunas preguntas planeadas a un uno de cada
pareja y los otros deberán salir de la habitación, mientras el otro grupo responde. Luego
sale el grupo que respondía y entra el otro y se les hace las mismas preguntas a ver que
tanto se conocen y si en verdad son amigos. Se deberá escribir cada respuesta en un
papel, de modo que cuando se estén comparando las mismas se haga más animado el
juego. La pareja con más puntos gana un premio. ¡Asegúrese de que el premio sea algo
que puedan compartir ambos!
EL AMOR
El amor es considerado como la unión de expresiones y actitudes importantes y
desinteresadas, que se reflejan entre las personas capaces de desarrollar virtudes
emocionales.
– Tú, Nube Azul, tendrás que subir la altísima montaña donde anidan los halcones y
buscar el más fuerte y hermoso de todos. Cuando lo encuentres, atrápalo con la ayuda de
una red y con muchísimo cuidado para no hacerle daño. Después esperarás en la cima
hasta que salga la luna llena, y tres días más tarde, bajarás al poblado y me lo traerás
sano y salvo.
La joven asintió.
– Tú, Toro Bravo, escalarás la escarpada y peligrosa montaña donde anidan las águilas
para encontrar la más robusta y valiente de todas. Como Nube Azul, sólo llevarás una red
y también esperarás en la cumbre hasta que la luna llena asome en el firmamento. Tres
días después, regresarás aquí con el águila sana y salva.
Toro Bravo y Nube Azul se abrazaron y cada uno tomó un camino distinto. Los dos
estaban dispuestos a llevar a cabo la difícil misión para preservar su amor.
Pasaron los días acordados y los jóvenes se reencontraron en el camino de entrada al
poblado. Cada uno regresaba con un ave enorme bajo el brazo: ella con el más hermoso
halcón que pudo encontrar y él con el águila más fuerte que jamás se había visto por
aquellos territorios.
Cuando se presentaron ante el anciano estaban nerviosos y muy intrigados. Toro Bravo,
de nuevo, fue el primero en hablar.
– Aquí estamos, señor. Díganos qué tenemos que hacer con estas aves ¿Quiere que nos
las comamos? ¿Debemos soltarlas o quizá regalárselas a alguien?
– No, no, nada de eso. Lo único que tenéis que hacer es atarlas una a la otra por las
patas y observar.
La pareja no entendía nada pero obedeció la orden. Nube Azul cogió un trozo de cuerda
y, con ayuda de Toro Bravo, ató la pata derecha del halcón a la pata izquierda del águila
asegurándose de que el nudo fuera resistente. Después, se cogieron de la mano y se
quedaron mirando cómo las dos aves trataban de volar y no podían. Por mucho que
batían y batían las alas les resultaba imposible levantarse un palmo por encima del suelo
y mucho menos desplazarse por el aire.
De tanto intentarlo y debido a la angustia de verse inmovilizados, los animales se pusieron
muy nerviosos y empezaron a atacarse entre ellos a golpe de picotazos.
El anciano miró las caras asustadas de Toro Bravo y Nube Azul y les dijo:
– Como veis es imposible volar cuando uno está amarrado a otro. En el amor sucede lo
mismo. Si queréis amaros eternamente, volad juntos, acompañaos siempre, pero nunca
os sintáis atados. Tenéis que ser personas independientes para sentiros libres y poder
dar lo mejor de vosotros mismos. Éste es, por tanto, mi consejo: compartid vuestra vida
pero jamás os sintáis prisioneros el uno del otro. Sólo así lo lograréis.
Sin decir nada más, el gran jefe se agachó, cortó la cuerda, y dejó en libertad al águila y al
halcón.
EL NIÑO VERDE
Era el primer día de curso en Villanormal, un pueblo normal y
corriente en el que nada ni nadie destacaba sobre lo demás.
Y es que en Villanormal existía una ley de normalidad, en la
que se decía cómo tenían que ser las cosas para que fueran
normales.
A la mañana siguiente, Tito se pasó por casa de la bruja, que lo convirtió en un niño
verde. Y así se fue el niño al colegio, tan contento y como si no pasase nada raro.
Otro niño se levantó gritando que él quería ser rojo, y luego otro diciendo que quería ser
violenta, y otro diciendo que quería tener la piel de lunares.
Tito, muy satisfecho, le dijo a su padre:
- Me parece papá, que vas a tener que eliminar la ley de normalidad, porque si no este
pueblo se va a quedar sin niños.
Ese día el alcalde cambió la ley y, desde entonces, lo normal en Villanormal es que cada
uno elija ser como quiera y que todos se acepten tal y como son.
La que no para de trabajar es la bruja, que ahora es la persona más importante del
pueblo.
EL REY SABIO
Hace muchos, muchos años en una ciudad de Irán
llamada Wirani, hubo un rey que gobernaba con
firmeza su territorio. Había acumulado tanto poder
que nadie se atrevía a cuestionar ninguna de sus
decisiones: si ordenaba alguna cosa, todo el
mundo obedecía sin rechistar ¡Llevarle la contraria
podía tener consecuencias muy desagradables!
Podría decirse que todos le temían, pero como
además era un hombre sabio, en el fondo le
respetaban y valoraban su manera de hacer las
cosas.
En Wirani solo había un pozo pero era muy grande
y servía para abastecer a todos los habitantes de
la ciudad. Cada día centenares de personas
acudían a él y llenaban sus tinajas para poder beber y asearse. De la misma manera, los
sirvientes del rey recogían allí el preciado líquido para llevar a palacio. Así pues, el pobre
y el rico, el rey y el aldeano, disfrutaban de la misma agua.
Sucedió que una noche de verano, mientras todos dormían, una horripilante bruja se
dirigió sigilosamente al pozo. Lo tocó y comenzó a reírse mostrando sus escasos dientes
negros e impregnando el aire de un aliento que olía a pedo de mofeta ¡Estaba a punto de
llevar a cabo una de sus maquiavélicas artimañas y eso le divertía mucho!
– ¡Ja, ja, ja! ¡Estos pueblerinos se van a enterar de quién soy yo!
Debajo de la falda llevaba una bolsita, y dentro de ella, había un pequeño frasco que
contenía un líquido amarillento y pegajoso. Lo cogió, desenroscó el pequeño tapón, y dejó
caer unas gotas en el interior del pozo mientras susurraba:
– Soy una bruja y como bruja me comporto ¡Quien beba de esta agua se volverá
completamente loco!
– ¡Qué delicia!… ¡El agua del pozo está hoy más rica que nunca!
– ¿Os habéis dado cuenta de que nuestro rey está rarísimo? ¡Yo creo que se ha vuelto
majareta!
– ¡Sí, sí, está como una cabra!
– ¡Tenemos que expulsarlo y que gobierne otro!
Imagínate un montón de personas fuera de control, totalmente enloquecidas, que de
repente se convencen de que las chifladas no son ellas, sino su rey. Tanto revuelo se
formó que el monarca puso el grito en el cielo.
– ¡¿Pero qué demonios está pasando?! ¡Todos mis súbditos han perdido el seso y
piensan que el que está loco soy yo! ¡Maldita sea!
A pesar de la difícil papeleta a la que tenía que enfrentarse, decidió mantener la calma y
reflexionar. Rápidamente, ató cabos y sacó una conclusión que dio en el clavo:
– Ha tenido que ser por el agua del pozo… ¡Es la única explicación posible! Sí, está claro
que todos han bebido menos yo y por eso me he salvado… ¡Apuesto el pescuezo a que
esto es cosa de la malvada bruja!
Mientras cavilaba, vio de reojo a un alfarero que llevaba una jarra de barro en la mano.
– ¡Caballero, présteme la jarra!
– ¡Aquí tiene, majestad, toda suya!
El monarca la agarró por el asa, apartó a la gente a codazos y dando grandes zancadas
se plantó frente al pozo de agua sin ningún tipo de temor. Los habitantes de Wirani se
apelotonaron tras él conteniendo la respiración.
– Así que pensáis que el loco soy yo ¿verdad? ¡Pues muy bien, ahora mismo voy a poner
solución a esta desquiciante situación!
El rey metió la jarra en el pozo y bebió unos cuantos sorbos del agua embrujada. En
cuestión de segundos, tal como había sentenciado la bruja, enloqueció como los demás.
Y… ¿sabes qué pasó? Pues que los perturbados ciudadanos comenzaron a aplaudir
porque pensaron que al fin el rey ya era como ellos, es decir… ¡que había recobrado la
razón!
El papá de Fran habló con la directora del colegio y con su tutora para que todos los
cuidadores del comedor y la cocina lo tuvieran en cuenta. Fran pasó la mañana muy
nervioso y apenas escuchó lo que explicó la profesora en las clases de mates y lengua.
Además, cuanto más nervioso se ponía más sensación de hambre tenía y eso que había
llevado su bocadillo de pan sin gluten y su trozo de queso. Su mejor amigo, Carlos, no se
quedaba al comedor, pero le decía que estuviera tranquilo que además era una suerte
poder quedarse después de comer una hora a jugar en el patio con muchos niños que se
quedaban y que seguro que hacia amigos nuevos y las profes lo atendían con cariño.
Cuando llegó la hora de pasar al comedor Fran se quedó sorprendido. Una educadora lo
sentó en una mesa, le presentó y además le dijo que no se preocupara que también había
otros niños que tenían intolerancia al gluten. El otro niño que también tenía dieta especial
le saludo y luego mientras llegaba la comida ya empezaron en la mesa a hablar de otras
cosas entre todos.
CFran no puede comer cerealesuando llegó la comida, todo estaba bien, era parecido a lo
que comida que tenía en casa. Cuando le trajeron el segundo plato otra educadora vino a
hablar con él para ver cómo se encontraba y Fran le dijo que ya más tranquilo que había
tenido mucho miedo de que lo miraran como un bicho raro, de que la comida le sentará
mal o que no le pudieran traer diferente comida. La educadora le tranquilizó y le dijo que
hace unos años los niños que tenían esta dificultad era más difícil porque no se hacía
mucha comida sin gluten pero que ahora casi podían comer de todo porque ya se tenía en
cuenta y había muchos supermercados que tenían comida diferente y muy rica.
Fran se sintió tranquilo, se lo paso muy bien en el recreo del comedor y cuando vino su
papá a buscarlo ya le dijo que estaba contento de repetir al día siguiente.
EL RESPETO (DINAMICA)
1. Enseñe a los alumnos tres frases respetuosas para convivir en el salón de clases: por
favor, gracias y lo siento. Ponga ejemplos de situaciones en las que se utilizan.
2. Divida al grupo en tres equipos.
3. Entregue a cada equipo un cartelón hecho por usted de una de las frases y pida que
decoren los cartelones.
4. Una vez listos explique a los equipos que usted contará una historia y ellos deberán
estar atentos para alzar el cartelón y decir la frase respetuosa que corresponda de
acuerdo a la narración. Por ejemplo: Juan abrió la puerta del salón pero no se dio
cuenta de que María estaba detrás de la puerta y le pegó… (en este momento el
equipo “lo siento” deberá alzar el cartelón y decir la frase respetuosa).
5. Lleve un registro de las veces que acierta cada equipo.
6. Al final de la narración verifique cuál equipo acertó más veces y nómbrelo el equipo
respetuoso de la semana.
SINCERIDAD
La sinceridad es la cualidad de obrar y expresarse con verdad, sencillez y honestidad, sin
fingimientos o segundas intenciones. La palabra, como tal, proviene del latín sincerĭtas,
sinceritātis.
La sinceridad es una cualidad moral de gran valor. Se fundamenta sobre el respeto y el
apego a la verdad como valor esencial en nuestra relación con los demás e, incluso, con
nosotros mismos.
Una persona sincera es aquella que dice y actúa conforme a lo que piensa o cree. No
tiene dobleces, ni intenciones ocultas, no busca intrigar ni perjudicar a nadie.
LA BOLSA DE MONEDAS
Hace mucho tiempo, en una ciudad de Oriente, vivía un
hombre muy avaro que odiaba compartir sus bienes con
nadie y no sabía lo que era la generosidad.
En una ocasión, paseando por la plaza principal, perdió
una bolsa en la que llevaba quinientas monedas de oro.
Cuando reparó en ello se puso muy nervioso y quiso
recuperarla a toda costa.
– ¡Buenos días! Encontré su bolsa tirada una esquina de la plaza ayer por la tarde
¡Tenga, aquí la tiene!
El avaro, que también era muy desconfiado, la observó por fuera y vio que era igualita a
la suya.
Echó las monedas sobre la mesa y, pacientemente, las contó. Allí estaban todas, de la
primera a la última.
El chico respiró aliviado y le miró esperando recibir la recompensa prometida, pero el
tacaño, en uno de sus muchos ataques de avaricia, decidió que no le daría nada de nada.
El muy caradura encontró una excusa para no pagarle.
– Sí, es mi bolsa, no cabe duda, pero siento decirte que en ella había mil monedas de oro,
no quinientas.
– Señor ¡eso no es posible! Yo sería incapaz de robarle y presentarme aquí con la mitad
de sus monedas ¡Tiene que tratarse de un malentendido!
– ¿Malentendido? ¡Aquí había mil monedas de oro así que lo siento pero no te daré
ninguna recompensa! ¡Ahora vete, te acompaño a la puerta!
¡El pobre muchacho se quedó helado! No había robado nada, pero no podía demostrarlo.
Se puso su sombrero y se alejó triste y desconcertado. El avaro, desde la puerta, vio
cómo desaparecía entre la niebla y después regresó al comedor con aire de chulería.
El muy fanfarrón le dijo a su esposa:
– ¡A listo no me gana nadie! He recuperado la bolsa y encima he dejado a ese
desgraciado sin el premio.
La mujer, que era buena persona, le contestó indignada.
– ¡Eso no se hace! A nosotros nos sobra el dinero y él merecía la gratificación que habías
prometido ¡Podía haberse quedado con el dinero y no lo hizo! Id juntos a ver al rabino
para que os dé su opinión sobre todo esto.
Al avaro no le quedó más remedio que obedecer a su mujer ¡Estaba tan enfadada que
cualquiera le decía que no!
Buscó al chico y acudieron a pedir ayuda al rabino, el hombre más sabio de la región y el
que solía poner fin a situaciones complicadas entre las personas. Aunque ya era muy
anciano, los recibió con los brazos abiertos; Seguidamente, se sentó en un cómodo
asiento a escuchar lo que tenían que contarle.
El tacaño respondió:
– ¡Sólo había quinientas, señor!
– ¡No hay más que hablar! Si tú perdiste una bolsa con mil monedas y ésta tiene sólo
quinientas, significa que no es tu bolsa. Dásela a él, pues no tiene dueño y es quien la ha
encontrado.
– Pero yo me quedaré sin nada!
– Sí, así es. Tu única opción es esperar a que un día de estos aparezca la tuya.
Y así fue cómo, gracias a la sabiduría del rabino, el avaro pagó sus mentiras y sus
calumnias quedándose sin su propia bolsa.
ROBERTO
El pequeño Roberto asistía a la primaria y la maestra les encargó una
tarea: “investigan qué es la fe en Dios”.
Lo hizo.
“¡Hazlo!” Le respondió “Estaré junto a ti para que no temas. Así que tranquilo”.
En un acto de valor, dio el siguiente paso ¡Ya no tocaba tierra! Sin embargo, flotó en el
mar gracias al chaleco. Se sintió emocionado ante la experiencia y feliz.
Roberto quedó maravillado con la explicación de su tío y le dio las gracias. Cabe
mencionar que la maestra quedó impresionada con la tarea y sacó la nota más alta de la
clase.
EL RELOJ DE MAEL
Mael siempre llegaba tarde a todos los sitios. Por
eso sus padres le regalaron un reloj. Mael estaba
muy contento con su reloj, que era la envidia de
todos sus amigos.
Al principio coló el truco, hasta que un día a Mael se le olvidó volver a poner el reloj en
hora en todo el día, con lo que el retraso que se acumuló al día siguiente fue de media
hora. Todo el mundo se dio cuenta del truco y Mael se llevó un buen castigo.
Al día siguiente, con el reloj en hora, Mael volvió a llegar tarde a clase y a todas las citas
del día. Los padres de Mael llamaron a su hijo para tener una de esas charlas serias.
-No sé por qué os enfadáis tanto conmigo -le dijo un día Mael a su padres-. Yo siempre
salgo cinco minutos antes.
-Mael, hijo -le dijo su madre-, pero no a todos los sitios se tarda en llegar solo cinco
minutos. Al colegio, por ejemplo, tardas casi diez minutos andando.
Mael puso una alarma diez minutos antes. Al principio funcionó, pero con el tiempo Mael
se fue relajando y empezó a caminar más despacio, convencido de que llegaba a tiempo.
Antes siempre iba muy deprisa, porque se daba cuenta de que llegaba tarde. Pero
ahora.... El caso es que Mael volvió a ser el último en llegar, y encima llegaba tarde.
Una tarde, cuando Mael llegó, se quitó el reloj y lo dejó en su mesita de noche, como
siempre, y se fue a merendar, su padres se colaron en su cuarto. Mael los pilló saliendo
de allí, pero no dijo nada.
Al día siguiente, Mael llegó puntual a clase nadie se lo creía, ni siquiera él. Mael también
llegó puntual a todas las citas del día. Al día siguiente pasó lo mismo, y al siguiente
también.
Todo un misterio para todos, incluso para Mael, que estaba haciendo lo mismo de
siempre.
El reloj de MaelComo estaba siendo tan puntual, los padres de Mael le prepararon una
pequeña sorpresa para celebrar sus tres días seguidos de puntualidad.
Pero en la fiesta, Mael se dio cuenta de que su reloj no marcaba la misma hora que otros
relojes que había por ahí.
-Sin que te dieras cuenta -confesó su madre-, adelantamos tu reloj cinco minutos. De esa
manera, saldrías cinco minutos antes sin darte cuenta.
Desde entonces, Mael lleva el reloj siempre un poco adelantado. Aunque sabe realmente
lo que pasa, no ha vuelto a llegar tarde. De hecho, suele llegar un poco antes, porque la
satisfacción de llegar puntual le hace sentir muy bien.
DRAMATIZACION
Con niños de esta edad puedes hacer una dramatización es decir un niño hace de papa
otro de niño-a y otro de profesora o bien también lo puedes hacer con láminas de dibujos
o con marionetas. Lo que interesa que interioricen el concepto de puntualidad es decir
llegar a tiempo para ello a través de esas distintas actividades van a entenderlo. También
puedes usar un muñeco que este en la cama durmiendo, suena el despertador sigue
durmiendo luego se despierta, dice me he dormido voy a llegar tarde al colegio .Entonces
con otro muñeco que hace de mama va al colegio y se encuentra que está cerrado porque
lo pone en el cartel no se puede entrar después de las 9 de la mañana con lo que el
muñeco se va a su casa con su mama triste porque como no llego puntual se encontró
con la puerta cerrada. Luego eso mismo lo pueden hacer los niños y siempre explicamos
que por no llegar puntual se quedó sin poder entrar al colegio. Lo mismo lo puedes hacer
con ir al cine al zoo, a coger el autobús que por no llegar puntual se nos pasó y toca
esperar al siguiente. Es cuestión de buscar escenas que los niños-as suelen vivir para
que entiendan el concepto variando la forma por ejemplo lo del autobús lo puedes hacer
buscando imágenes o haciendo unas láminas en las que se vea como el autobús se va,
los niños esperando por otro y luego cuando viene el autobús pues están puntuales
sentados en la parada esperando. Luego los niños pueden dibujar en el cuaderno lo que
entienden por ser puntuales pero siempre al final del proceso para ver si lo han entendido.
CONFIANZA
La confianza, entendida como la seguridad que cada persona tiene en sí misma, es una
cualidad de gran valor en todos los ámbitos de la actividad humana. Es fundamental en la
escuela, el trabajo, los negocios, así como en el medio empresarial, comercial, artístico o
académico.
La confianza nos ayuda a seguir adelante con nuestros propósitos pese a los reveses, el
desánimo o las dificultades. En este sentido, implica la convicción de que, valiéndonos de
nuestras fortalezas y virtudes, seremos capaces de lograr lo que nos propongamos.
– ¡Uy, esa zorra viene a por mí! ¡Tengo que ponerme a salvo!
ESTATUAS (DINAMICA)
Se formarán parejas de manera aleatoria con el objetivo de que les toque trabajar de
manera conjunta a personas que no se conozcan mucho entre sí.
Una de ellas adoptará el rol de estatua y el otro, deberá taparse los ojos con una
venda.
Cuando ya se los haya tapado, el que hace de estatua tomará una postura. Su
compañero, deberá tocarlo con el objetivo de adivinar la postura que ha tomado y,
posteriormente, imitarlo.
Lo imitará sin que su compañero quite la postura y cuando crea haber terminado, el
facilitador le quitará la venda de los ojos para que por sí mismo pueda comparar el
resultado.
Se repite el ejercicio, pero cambiando de roles.
Evaluación: preguntar a las parejas qué rol les ha parecido más fácil, si se han sentido
cómodos con el contacto físico entre compañeros, etc.
Variación: en vez de por parejas, hacerlo por pequeños grupos (de 3 o 4 personas) y
que sólo uno haga de estatua. Así, los demás pueden hablar entre ellos y comentar.
De esta manera, la comunicación sería otra dimensión que se tendría en cuenta en la
evaluación.
OBEDIENCIA
La obediencia es una actitud responsable de colaboración y participación, importante para
las buenas relaciones, la convivencia y las tareas productivas. La nin_obe_jl5 acción de
obedecer es aquella en la que se acatan normas, órdenes, reglas y comportamientos.
Aunque el aprender a obedecer parece un valor a inculcar solamente en los niños, toda
persona puede, y debe, procurar su desarrollo. La obediencia no se determina por el
afecto que puedas tener hacia la persona que autoriza, manda o pide, se concentra en
realizar la tarea o cumplir el encargo que se te encomienda, sin pedir nada a cambio.
- ¡¡Lo tengo!!
Todos le miraron con interés, pero en lugar de hablar, Alex se acercó a la mesa.
Reordenó las letras y al final acercó la foto de los padres de Toni.
- O... B... D.. C..... ¡obedece a tus padres! - gritaron todos a la vez.
Y aunque no hubo millones de golosinas, todos estaban dispuestos a seguir aquel gran
consejo. ¡¡Cómo no iban a hacerlo, si se trataba del mismísimo tesoro del pirata Barba
Iris!!
RELEVO DE OBEDIENCIA
Los niños pueden dividirse en equipos. Un miembro del primer equipo correrá hacia la
maestra y recibirá un mandato y OBEDECERÁ el mandato mientras regresa al próximo
miembro del equipo. Los mandatos pueden ser el saltar en una pierna, hacer saltitosde
una pierna a otra, saltar alto, gatear, etc. regresando al equipo. Cada miembro del equipo
recibirá un mandato diferente. Luego lo hará uno del segundo equipo. Se turnarán de ahí
en adelante.
AGRADECIMIENTO
El agradecimiento es una actitud de reconocimiento por algo que se ha recibido, un
beneficio, un gesto o un favor. La gratitud es una emoción positiva estudiada por la
psicología tradicional, que expresa aprecio a otra persona de quien se recibió ayuda.
Agradecimiento no implica devolver el favor con otro similar, sino recordar el acto de
generosidad de la otra persona. La gratitud pondera la amabilidad del gesto del otro, más
que la utilidad misma del favor o servicio recibido.
LA LOTERIA
Había en la isla de Cuba un campesino muy
aficionado a jugar a la lotería. Cada semana
compraba un boleto con la esperanza de que le
tocara, pero nunca tenía suerte. Aun así, estaba
convencido de que algún día el número ganador
sería el suyo.
Sucedió que una mañana de verano salió
temprano de su casa para comprar el boleto y tuvo
el presentimiento de que por fin le iba a tocar. La
corazonada era tan fuerte que en vez de una
papeleta compró diez del mismo número para que
las ganancias fueran diez veces mayores. Se
quedó sin dinero en los bolsillos pero le daba igual
¡Su sueño de riqueza estaba a punto de cumplirse!
Regresó a su hogar más contento que unas castañuelas y le dijo a su esposa:
– Mañana es el sorteo y quiero estar en la ciudad cuando digan el número ganador. Si me
ves regresar en un coche lujoso significará que somos ricos y podrás tirar todos los
muebles y trastos que tenemos en esta casa porque nos construiremos una mucho más
grande y elegante.
– Te veo muy convencido, querido ¡Ojalá no te equivoques y mañana podamos llenar
nuestra bañera de monedas y billetes!
Esa noche el campesino no pudo dormir de los nervios que sentía en el estómago. En
cuanto asomaron los primeros rayos de sol se fue a la ciudad a paso ligero, con una
sonrisa de oreja a oreja e imaginando cómo sería su nueva vida.
– Tendré zapatos de charol, criados que me hagan reverencias, daré grandes banquetes
en casa y viajaré por todo el mundo ¡Va a ser genial!
La mujer, contagiada de ilusión, se quedó en el hogar aguardando impaciente ¡El tiempo
de espera se le hacía eterno! Cada cinco minutos salía a la puerta para ver si veía venir a
su marido en un buen coche tal y como le había dicho. Nerviosa, se decía a sí misma:
– Por favor, por favor, que se cumplan nuestro sueños ¡Que venga en coche, que venga
en coche y no caminando!
Pasadas las cuatro de la tarde, la campesina vio a lo lejos una pequeña humareda de
polvo y tras ella, un cochazo rojo descapotable impresionante, de esos que sólo los ricos
se pueden permitir. En él venía su marido agitando con fuerza los brazos, haciéndole
señales y gritando algo que no alcanzaba a escuchar.
– ¡Oh, es increíble! ¡Mi marido viene en un coche de lujo y chillando como un loco! ¡Nos
ha tocado la lotería, somos millonarios!
La buena mujer empezó a saltar de alegría y entró corriendo en la casa presa de la
emoción. Sin pensárselo dos veces, comenzó a romper todas las cosas feas y viejas que
tenía: la vajilla, los espejos, las estanterías, las ollas de barro que usaba para cocinar…
– ¡Hala, todo a la basura, que ya no lo necesito! A partir de ahora tendré una mansión y
cosas bonitas por todas partes ¡Qué harta estoy de todos estos cachivaches anticuados!
Todos los objetos de la casa quedaron esparcidos por el suelo hechos añicos y la mujer
contempló el destrozo con una sonrisa.
– ¡Uf, qué a gusto me he quedado! Será genial decorar mi nueva casa con porcelanas
chinas y manteles de seda ¡Hasta pienso comprar copas de plata para deslumbrar a los
invitados! ¡Esa es la vida que yo me merezco!
La esposa del campesino rebosaba felicidad, pero esa felicidad duró muy poco tiempo.
Estupefacta, vio cómo su marido aparecía en el comedor acompañado de un distinguido
caballero al que no conocía de nada. El elegante señor olía a perfume del caro y lucía
ropas dignas de un ministro, pero su esposo llegaba con las piernas llenas de golpes y
apoyado en dos palos a modo de muletas para poder caminar. En décimas de segundo,
su sonrisa se congeló.
– ¡¿Pero qué te ha pasado?! ¡Parece como si te hubiera atropellado un coche!
El campesino, gimiendo de dolor, le contestó muy compungido:
– ¡Tú lo has dicho! ¡Regresaba caminando de la ciudad cuando este señor me atropelló
sin querer y me partió las piernas!
– ¡Ay, madre! ¿Y por qué chillabas y hacías aspavientos desde el coche? ¡Pensaba que
venías gritando de felicidad porque nuestros boletos había resultado premiados!
– ¡¿De felicidad?! ¡Qué dices! Yo sólo te gritaba: ¡No tires nada, no tires nada, que no nos
ha tocado la lotería y vengo con las piernas rotas!
La mujer se dejó caer en una silla como un saco de patatas. Miró a su alrededor y vio con
todas las cosas que ella misma había destruido. Desolada, se dio cuenta de que el ansia
de riqueza y la impaciencia le habían jugado una mala pasada.
El matrimonio jamás volvió a jugar a la lotería y jamás se hizo rico. Gracias al desgraciado
incidente los dos aprendieron a vivir la vida intentando ser felices con lo que tenían.
Procedimientos:
1. Decir que vas a hacer una dinámica pero que antes vas a repartir unos dulces.
2. Comienza a repartir los dulces de esta manera:
- # 1 dejas escoger el dulce
- # 2 le das una cajita de chicle
- # 3 le das dos manies
- # 4 le das un bombón de menta y una cajita de chile
- # 5 le das un maní
- # 6 le das un bombón de menta
- continua repartiendo según creas
* No accedas a cambiar los manies ni a que lo escojan. (el maní representa aquello que
no deseamos).
3. Preguntar:
-¿Qué se siente el que no pueda escoger lo que se quiere?
-¿Qué se siente el que se le dé algo que no le gusta?
-¿Qué se siente el que se le dé algo que le gusta?
4. Permita a las personas expresarse.
PAZ
La paz es la capacidad de los seres humanos de vivir en calma, con una sana convivencia
social. También tiene que ver con un adecuado manejo de los conflictos, para no llegar a
situaciones más problemáticas.
Todos y cada uno de nosotros debemos de entender que para lograr la paz debemos de
tomar decisiones propias. No podemos esperar a que los demás generen la paz para
poder nosotros empezar a generarla y buscarla.
-Cariño, sus abuelitos o sus antepasados vinieron de lugares donde el señor sol quemaba
mucho y su piel se oscurece para protegerles, por eso tu pensabas que tu amiguita era de
chocolate.
-Gracias mami, mañana le daré muchos besitos a mi nueva amiga, le pediré perdón y
jugaremos juntas.
Necesitamos dos tarros o dos cajitas, en donde colocaremos dos letreros "Me gusta" y
"No me gusta". También necesitaremos un bloc de notas y lápiz.
EL BALON DE DAN
Dan se despertó esa mañana dispuesto a ir al colegio, como
todas las mañanas. Pero ese día tardó un poco más de lo
normal. Su cuarto era un desastre. Siempre lo tenía
desordenado y le costaba muchísimo encontrar las cosas.
-Ya sabes que me niego a entrar en tu cuarto mientras siga así de desordenado -
respondió su madre.
Al final Dan tuvo que irse al colegio sin haber encontrado el balón. Sus compañeros, al
enterase, se sintieron muy decepcionados.
-El problema que he tenido ha sido no acordarme de dónde lo dejé -dijo Dan-. Es un
problema de memoria, en serio.
Dan estuvo buscando el balón durante días. Pero no solo no lo encontró, sino que
también desaparecieron los libros que tenía que devolver a la biblioteca, la capucha de la
cazadora y sus calzoncillos favoritos.
-Si me ayudas a ordenar mi cuarto prometo no volver a dejarlo así -dijo Dan.
-No sé yo si creerte, hijo -dijo su madre-. Con esos problemas de memoria que tienes es
probable que se te olvide. ¡Ah, espera! Como se te ha olvidado las siete veces anteriores
que me has pedido lo mismo.
-Esta vez no me olvidaré, mami -dijo Dan-. Necesito el balón y… mis calzoncillos de la
suerte.
-Esta bien, pero esta vez yo te digo lo que tienes que hacer y tú lo haces -dijo su madre-.
A ver si colocándolo tú mismo conseguimos algo.
DEl balón de Danan colocó la habitación siguiendo las instrucciones que su madre le
daba desde la puerta. Tras tres horas de intenso trabajo, Dan encontró el balón, los libros,
la capucha, los calzoncillos y varios calcetines. También aparecieron un par de camisetas,
algún que otro cromo y un montón de pequeñas piezas que necesitaba para completar
una maqueta que llevaba tiempo queriendo terminar.
-Pues repetirás esto todos los sábados por la tarde, jovencito -dijo su madre-. Así que
más te vale ser cuidadoso durante la semana si quieres salir a jugar con tus amigos.
Dan no se volvió ordenado de la noche a la mañana, pero con tal de no repetir aquello un
sábado más se esforzó bastante para que la tarea de ordenar fuese menos dura. Y nunca
más volvió a perder el balón ni sus preciados calzoncillos.
Materiales: tarjetas con diferentes momentos del día de un niño. Cada una de estas
tarjetas contienen una acción que se realiza en el día: cepillarse los dientes, levantarse, ir
a la escuela, almorzar, jugar, cenar, etc.
El objetivo de este juego es darle al niño las tarjetas desordenadas y que él las ordene
según el orden correcto.
PERSEVERANCIA
La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar
soluciones a las dificultades que puedan surgir, un valor fundamental en la vida para
obtener un resultado concreto.
Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil
y lo cómodo. El estudio siempre implica paciencia y perseverancia para su conclusión. Por
esto es muy importante que los niños aprendan a ser perseverantes. Les brindará de
estabilidad, confianza en sí mismos y madurez.
UGA LA TORTUGA
¡Caramba, todo me sale mal!, se lamenta constantemente
Uga, la tortuga.
Y es que había optado por no intentar siquiera realizar actividades tan sencillas como
amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas de camino
hacia la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.
- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis
compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
- No es una gran idea, dijo una hormiguita. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el
trabajo en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo mejor que sabes,
pues siempre te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren tiempo y
esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te
quedarás con la duda de si lo hubieras logrados alguna vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La
constancia y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos;
por ello yo te aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.
- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba: alguien
que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía
porque era consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.
Necesitarás
Las láminas adjuntas, material para pintar y colorear como lápices, ceras, papeles de
colores, etc.
El salmón
“Este pez es un salmón. En verano, remonta los ríos de agua dulce para poner huevos y
tener sus hijitos. Llegado este momento, gracias a su agudo sentido del olfato, el salmón
es capaz de volver al lugar exacto donde nació, a pesar de que dicho lugar puede
encontrarse a miles de kilómetros aguas arriba, desde la desembocadura del río.”
“Cuando los salmones llegan agotados de tanto luchar contra la corriente del río,
preparan el nido para que las hembras puedan poner los huevos. Ellas después de
desovar, que así se llama el poner los huevos, los cubren y los dejan bien resguardados
para que nazcan los salmoncitos y ellos, los padres, vuelven a recorrer el largo camino
pero ahora de regreso al mar.
“En este gran esfuerzo algunos de ellos mueren, pero otros logran llegar al lugar donde
nacieron, pues es sólo allí donde pondrán sus huevos.”
Pregunta a tu hijo:
¿Crees que este animalito es perseverante?” Deja que el niño responda y explica qué es
perseverar:
“Perseverar es una cualidad muy buena, que permite mantenerse constante para obtener
el fin que se persigue. La persona o animalito perseverante lucha frente a obstáculos y
dificultades con tal de obtener el resultado esperado, es algo así como cuando el
corredor, corre mucho para llegar a la meta, así como lo hizo la tortuga del cuento, y el
salmón para poner sus huevos y tener hijitos.”
SOLIDARIDAD
La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, que se define como la
colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas
unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencian experiencias difíciles. Se
encuentra muy ligada al amor.
LA LEYENDA DE LA ARAÑA
La princesa Uru era la heredera al trono del Imperio
Inca. Su padre la adoraba y deseaba que en un
futuro, cuando él dejara de ser rey, ella se convirtiera
en una gobernante justa y querida por su pueblo. Por
esta noble causa se había esmerado en educarla de
forma exquisita desde el día de su nacimiento,
siempre rodeada de los mejores maestros y asesores
de la ciudad.
Los primeros días la nueva reina puso cierto interés en escuchar a sus ayudantes y actuó
con responsabilidad, pero una semana después estaba más que aburrida de dirigir el
imperio. Harta de reuniones y de tomar decisiones importantes, comenzó a comportarse
como verdaderamente era: una mujer frívola que solo rendía cuentas ante ella misma.
– ¡Todo esto me da igual! Yo no quiero pasarme el día dirigiendo este imperio ¡Es el
trabajo más aburrido del mundo! Yo he nacido para viajar, lucir hermosos vestidos y
asistir a fiestas ¡De los asuntos de estado que se preocupe otro porque yo lo dejo!
Fueron muchos los que intentaron hacerla entrar en razón, entre ellos el consejero real.
– Señora, eso no es posible… ¡Usted debe comportarse como una reina madura y
responsable! ¿Acaso no se da cuenta de que su pueblo la necesita? ¡No puede
abandonar sus tareas de gobierno!
La reina Uru se giró apretando los puños y sus ojos se llenaron de rabia.
– ¡A todos los que estáis aquí os digo que sois unos insolentes! ¡¿Cómo osáis cuestionar
mi decisión?! ¡Yo soy la reina y hago lo que me da la gana!
La reina apretó los dientes y levantó el brazo derecho, pero cuando estaba a punto de
proceder, se quedó completamente paralizada como una estatua.
– ¡¿Pero qué demonios me está pasando?! ¡No puedo bajar el brazo! ¡No puedo
moverme!
Todos los presentes se miraron unos a otros sin saber qué hacer, pero su sorpresa fue
aún mayor cuando, sobre sus cabezas, apareció una majestuosa diosa cubierta con un
manto de oro.
La divinidad permaneció unos segundos suspendida en el aire y fue descendiendo
levemente hasta posarse frente a la paralizada reina Uru. Ante el asombro de los que
estaban allí, habló. Sus palabras fueron demoledoras.
– ¡Eres una mujer malvada y egoísta! En vez de gobernar el reino con sabiduría y bondad
prefieres humillar a tus súbditos y tratarlos con desprecio. A partir de ahora perderás tu
belleza y todos los privilegios que posees ¡Te aseguro que sabrás lo que es trabajar sin
descanso por toda la eternidad!
El suelo tembló y alrededor de la reina se formó una gran nube de humo gris. Cuando el
humo se evaporó, en su lugar apareció una araña negra y peluda ¡La diosa había
convertido a Uru en un arácnido feo y repugnante!
Uru no pudo protestar ni quejarse de su nueva condición. Su única opción fue echar a
correr por los baldosines del palacio para no morir aplastada de un pisotón. Para su
fortuna consiguió ocultarse en un rincón y, como todas las arañas, empezó a fabricar una
tela con su propio hilo.
Cuenta la leyenda que, aunque han pasado varios siglos, Uru todavía habita en algún
lugar del palacio imperial. Hay quien incluso asegura que la ha visto tejer sin parar
mientras contempla con tristeza cómo la vida sigue su curso en el que un día muy lejano,
fue su hogar.
DINAMICA SOLIDARIDAD
PROPÓSITO:
Que los alumnos experimenten los sentimientos y necesidades de otras personas, como
una expresión de solidaridad.
PROCEDIMIENTO
1. Previamente, dibuje caritas de niños y niñas con diferentes expresiones: alegría,
miedo, tranquilidad, enojo, tristeza y péguelas en el salón de clases.
2. Pida a los alumnos que inventen un nombre y una historia para cada uno de los
dibujos y la compartan con el grupo: María está enojada porque su hermanito
rompió su tarea etc.
3. Cuando todos los muñequitos hayan tenido una historia, pídales que compartan
situaciones en las que se hayan sentido de la misma manera.
4. Hágales entender que comprender cómo se siente otra persona es el primer paso
para la solidaridad.
5. Pídales que piensen en alguien de la comunidad o de la escuela que esté pasando
por un momento difícil y entre todos hagan un plan para apoyarlo.