Francisco Curt Lange, La Música en Villa Rica (Revista Musical Chilena, 1966)
Francisco Curt Lange, La Música en Villa Rica (Revista Musical Chilena, 1966)
Francisco Curt Lange, La Música en Villa Rica (Revista Musical Chilena, 1966)
1 LANGB, FRANCISCO CURT: La Música en Minas Gerais. Un Informe. en BLA'M, Tomo VI,
Rio de Janeiro, 1946, pp. 408-494.
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llazgos bien posteriores, del Pero, Alto Perú (Bolivia), Cuba y Venezuela.
No pennitía siquiera un cotejo con el imponderable movimiento creado
por los Jesuítas en su Provincia del Paraguay. Para culminación, se produjo
en Minas Gerais un proceso sin precedentes en la Historia musical de todos
los tiempos: cantantes, instrumentistas, directores de conjuntos y composi-
tores fueron en su casi totalidad hombres híbridos, es decir, personas de
piel obscura: mulatos. Para muchos estudiosos y más aún para el lego, la
definición "mulato" es equiparable a pobreza, ignorancia, estrato primitivo,
inferioridad de condiciones dentro de una sociedad colonial finnemente es-
tablecida. No dudo que este hecho haya producido en el público, e inclusive
en profesionales, una mayor confusión, una especie de consternación ante
hechos aparentemente inexplicables e incongruentes, y en algunos una abier-
ta desconfianza hacia mis aseveraciones.
Para justificar la exacta valoración de este proceso musical no se puede
prescindir de la apreciación histórica de la cultura musical portuguesa, del
proceso de culturización del Brasil a través de sus primeros núcleos urbanos
en el Nordeste (Recife, Pernambuco y Salvador, Bahía), y menos aún de
la extraña y violenta fonnación social y económica que tuvo por escenario
Minas Gerais. El público brasileño dotado de reflexión y conocimientos geo-
gráficos queda atónito cuando traslada su mente a la salvaje región mon-
tañosa de Minas Gerais en los comienzos del siglo xvrn y al siempre difícil
acceso durante y después del establecimiento de sus numerosos núcleos ur-
banos. En una palabra, no encuentra asidero para emprender deducciones
lógicas, cuando quiere imaginar tina vida musical llegada a un gra_n apogeo
entre 1780 y 1790, en una región aislada del resto del Brasil y distante
miles de leguas de la cultura europea, que los compositores de esa región
supieron emular.
La razón fundamental reside en la negación categórica, por la historio-
grafía musical brasileña, de toda actividad musical seria dentro del período
colonial que abarca, desde lSSO, fundación definitiva de Bahía y capital
del Brasil por más de doscientos años, el apreciable período de dos siglos y
medio. Las Historias musicales del Brasil fueron elaboradas en su gran ma-
yoría por aficionados carentes de inquietud investigadora, coordinando so-
lamente la infonnación existente, dada ya por otros en libros, revistas y
comentarios sueltos, espigando apenas lo impreso. Estos autores, absorbidos
por el interés musical capitalino y secundados por una prensa musica1 de
actitud semejante, incurrió en una grave falta al sostener, enfáticamente,
que el Brasil colonial carecía de condiciones para cultivar música artistica
de valor, que el portugués inmigrante no podía ser portador de una tradi-
ción musical seria por haber sido aventurero y por tanto rudo, y que Por-
tugal no representa, en medio de las manifestaciones musicales de Europa
una producción que revele "originalidad" (Renato Almeida). No falta quien
sostuviera, aún en 19S6, a los 12 años de descubierta la escuela de compo-
sitores de Minas Gerais, que el arte musical del Brasi:! comienza en el siglo
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2 Me re.ponsabilizo enteramente al declarar que los primeros capitulos del estudio pu-
blicado por el Profesor Luiz-Heitor Correa de Azevedo, en el número 81-62 de esta pres-
tigiosa revista, intitulado "Música y Cultura en el Brasil en el siglo xvm", deben ser lei..
dos con mucha prevención porque contienen conceptos muy anticuados y además diversos
errores, algunos graves.
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lizar una investigación in situ que confirmara mi sospecha por !lna actividad
musical digna de ese medio.
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Proprium, habría que separar las fiestas dispuestas por el Senado entre las
de fechas fijas y las de fechas eventuales (m6viles).
Si en los primeros tiempos, los servidos de música oficiales fueron otorga-
dos por un convenio llamado de obrigafáo (trato directo entre e! Senado
de la Cámara y e! director de conjunto responsable), más tarde, por moti-
vos que son desconocidos hasta ahora, se impuso e! régimen de remates pú-
blicos de esos servicios por el lapso de un año, siendo otorgados al mejor
postor, es decir, al que ofreciese un costo menor por tales obligaciones co-
rrespondientes a las fiestas de fecha fija. Existía además un requisito previo
y otro posterior. El director de conjunto tenía que presentar al Senado de
la Cámara, antes de la fecha de! remate, una lista de los componentes, -can-
tantes e instrumentistas, incluyéndose a sí mismo por participar e! director,
según costumbre de la época, con su voz o con determinado instrumento.
Esta lista o ROl dos Músicos fue hallado por mí s610 en Minas Gerais, al
menos hasta ahora, de suerte que no se sabe si se trata en este caso de una
modalidad local o de la continuaci6n de una costumbre implantada en el
Nordeste. La segunda obligaci6n consistía en una garantía que tenía que
presentar e! director de conjunto que ganara el remate, llevando al Senado
a un colega, quien se comprometía por escrito, ante Escribano público, a
responder al compromiso contraído en caso de empedimento del titular del
convenio, aceptado por ambas partes, e! Senado por un lado y el director
de conjunto por otro. Este sistema democrático, de dar acceso a tales fun-
ciones a los que estaban profesionalmente capacitados para hacer frente a
las exigencias por un esmerado servicio musical, se prolong6 en Minas Ge-
rais más allá del siglo XVIII. La tradicional demora en cobrar 'los emolumen-
tos estipulados en octavas de oro y a ser repartidos entre "os meus compan-
heiros", como rezaba no pocas veces la petici6n por pago del director,
--que era generalmente también compositor-, se arrastraba algunas veces
más allá de un año. Esta espera se hallaba posiblemente contrabalanceada
por el hecho de que un servicio anual de música oficial representaba una
especie de distinci6n, a la cual debe sumarse el hecho de que los músicos
de Minas Gerais tuvieron, en los tiempos de apogeo del ciclo de mineraci6n,
abundante trabajo que les permitía esperar hasta que la pesada organiza-
ci6n administrativa resolviera pagarles.
La Opera de Villa Rica, puesta en funciones desde comienzos de la for-
maci6n de la Capitanía, se encontr6 siempre en manos particulares de em-
presarios, arrendatarios de la Casa da Opera, desconociéndose la organizaci6n
previa en los primeros decenios, cuando teatro y 6pera eran representados
en espacios libres, sobre tarimas o palcos improvisados, o erectos especial-
mente para ese fin.
En las fiestas oficiales mayores de júbilo público eran incluidas en la
sucesi6n de diversiones, aparte de toros, cabalgatas, danzas, iluminaci6n de
casas públicas y particulares, representaciones de comedias, dramas y 6peras.
En este caso se procedía a una contrataci6n por obligaci6n, al igual que en
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... De mis trabajos sobre la música colonial argentina cito aquí lo esencial: LANGE, FRAN-
CISCO CURT: La música eclesiástica argentina en el periodo de la dominación hispánica.
Una investigación en REM, N. 7, Mendoza, 1954, pp. 15-171; La música religiosa en el
área de Rosario de Santa Fe y en el Convento San Lorenzo, durante .1 perlado aproxi·
modo d. 1770 a 1820, Ed. Cursos Libres de Portugués y Estudios Brasileños, Rosario
(Santa Fe), 1956; La música eclesiástica en Córdoba durante la dominación hispánica,
en RUNC, Año XLIr, Nos. 2-5, y Año XLnr, Nos. 1-2, Córdoba, 1955-56; La música ecle·
siástica en Santa Fe y Corrientes durante la dominación hispánica, en UNIV, NQ 34, San-
ta Fe, 1957; La construcción de órganos y la actividad musical eclesiástica en los Con·
ventos Franciscanos de La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero, en "MERID, Año 1,
No<· 2-4, Catamarca, 1954; Orgelbauten in Franziskanerk/ostern wiihrend der Kolonial-
periode A rgentiniens, en 'ÜDA", Año v, He!t 4, Buenos Aires, 195!}, pp. 358-64; Organos
y organeros durante el periodo colonial argentino, en BI>I", N. 50, Washington, D. C., no·
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gera al decir que Minas Gerais albergó en e! período de 1710 a 1800 más
de mil profesionales del arte de la música.
El músico de! período colonial era muy curioso y aplicado y la distancia
de Europa le hizo crear recursos propios. En e! Arraial do Tejuco hubf? un
padre, posiblemente formado en e! ingenioso arte de la construcción de
órganos o al menos inteligente y aplicado, que entregó dos instrumentos, de
acuerdo con los contratos establecidos con las respectivas hermandades, de
los cuales 'consta que fue autor. Al parecer fabricó otros salidos de sus
manos. Y no faltarían padres que tuviesen excelentes conocimientos de or-
ganería. En el Brasil había abundancia de padres organistas y entre éstos
se hallarían quizá algunos organeros, pero a estos los deberíamos buscar en
los numerosos conventos y monasterios ubicados a lo largo de la extensísima
faja costera de! Atlántico. Siendo prohibida la entrada de r~gulares a la
Capitanía de Minas Gerais --en e! primer cuarto de! siglo XVTII fueron ex-
pulsados, entre los muchos que entraron ilegalmente al territorio, cuatro
Regulares, músicos y organistas--, la posibilidad de contar con ayuda com-
petente en e! caso de deterioro, disminuía considerablemente.
He podido localizar los lugares donde fueron instalados órganos, entre por-
tátiles y fijos, siguiendo a través de los libros de contabilidad de las herman-
dades la nómina de organistas y la relación de gastos por reparaciones. Al
igual que en la Argentina, nunca se podrá saber con exactitud cuanto tiempo
ha estado un órgano en condiciones defectuosas o totalmente paralizado,
porque en general, se recurría en tales casos al clave, siguiéndose normal-
mente con el pago de! sueldo del organista. De la frecuente reparación de
los fuelles se pasaba en Minas Gerais al lavado periódico, con vino blanco
portugués, de las flautas, seguramente porque e! agua podía perjudic,!rlas.
Se trataría sin duda de una receta traída de las iglesias y catedrales lusitanas.
También resulta difícil llegar a conclusiones sobre la competencia de los
organistas. En algunos casos se recurrió a músicos dedicados, hasta la fecha
de instalación, a otro instrumento, supuestamente al clave; en otros es evi-
dente que nos hallamos frente a organistas profesionales. En el Arraial do
Tejuco, lugar de residencia de José Joaquim Emerico Lobo de Mesqui!,!, y
quizá también de nacimiento, siendo por antonomasia e! punto más lejano
del territorio en e! que se desenvolviera gran actividad musical, encontramos
una cierta tradición organística, quizá por la radicación, en esa villa, del
mencionado compositor, e! más importante o uno de los más importantes
del periodo colonial de Minas Gerais. El era específicamente organista, si-
guiéndole en esta tarea cronológicamente varios más. Nos resulta imposible,
viembre 1965, pp. 3-15; La mú,ica en Mendoza durante la ,egunda mitad del ,iglo XVIII
y la primera del ,iglo XIX, en uNIV. Nos. 70 y 71, enero-marzo y abril-junio de 1967.
Véase también mi prólogo y revisi6n de la segunda edición de GRENON, S. J., PEDRO J.:
Nuestra primera música instrumental. Datos hist6ricos, en REM, Nos. S¡'6 y 7, Mendoza,
1950-54, pp. 11-96 Y 173-220. Trabajos mayores sobre la música en el periodo jesuitico
del Paraguay permanecen aún inéditos.
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Volviendo a los contactos directos con las pocas fuentes existentes y como
resultado de mis investigaciones, puede sostenerse que en aquel período, las
representaciones en Villa Rica fueron muy frecuentes, justificadas sin duda
por la erección de una nueva Casa da Opera, abierta en sustitución de la
vieja en 1770. Sólo me fue posible ubicar referencias de las temporadas de
representaciones correspondientes al último decenio del siglo,. pero los títulos
que figuran en una relación de abonos a un camarote de un famoso argen-
tario de Villa Rica, son suficientemente evidentes como para ver que se dió
preferencia a obras del repertorio universal de Metastasio, Voltaire y otros,
incluyendo, naturalmente, autores portugueses, en los cuales se percibe una
buena porción de libretos dedicados a asuntos históricos y mitológicos. No se
usaban traducciones al portugués, fieles según los libretos originales, sino que
se procedía con cierta libertad, más bien con carácter de adaptación "al
gusto portugués", ag.regándose con frecuencia algunas figuras adicitmales y
en particular, las cómicas. Otras óperas fueron de auténtico cuño portugués,
en su letra y su música, así por ejemplo, O mundo da Lua, de Pedro Anto-
nio Avondano, del cual me cupo desoubrir una segunda ópera Dido aban-
donada, desconocida hasta ese entonces.
Por referencias se sabe que el ciudadano de aquellos tiempos sentía pasión
por el teatro. No extraña por tanto la frecuencia de las representaciones,
ante todo con motivo de festejos ofkiales, durante los cuales la interpreta-
ción de tres óperas era normal, inolusive en poblaciones pequeñas, donde la
quietud del lugar ayudaba para que los aficionados cultivaran muy bien el
gusto por e! teatro y la ópera, seoundados por músicos profesionales. Tam-
bién queda demostrado que en Río de Janeiro y Minas Cerais se dejó de
lado e! tabú de entregar los papeles femeninos a los hombres. En Vi.Jla Rica,
con motivo de las óperas y los dramas reales, representados en 1786 con
motivo del doble enlace entre las Casas de Portugal y España, hubo quien
enseñara solfa y letra a mulatas que tuvieron a su cargo papeles representa-
tivos en las respectivas óperas. De los manuscritos incompletos de la ópera
(o de! drama con números de canto) intitulado Zára, que viene a ser la
Zaira de Voltaire, se desprende idéntico hecho de haber confiado los papeles
femeninos a mujeres. Y en materia organística, al ocupamos de la emanci-
pación de la mujer en el campo de la música, cabe al Brasil posiblemente la
primacía en haber tenido la primera organista femenina, una mujer ciega,
Ana María dos Mártires, que actuó como sucesora de José Joaquim Emerico
Lobo de Mesquita en el Arraial do Tejuco.
Durante muchos años no me sentí con suficiente coraje para emprender
una defensa de la posibilidad de ha·ber escrito los autores de Minas Gerais
música para la escena lírica, y música incidental, con algunos trechos voca-
les, para comedias y dramas. Sin embargo, deberían haber existido para los
compositores '¡ocaies momentos muy propicios. Las distancias tan enormes y
el propósito de incluir en los festejos oficiales del Gobierno ó.peras y dramas
reales -(reales en el sentido de destacar que las festividades se hacían por
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varios transbordos y travesías por tierra, con el constante peligro de caer esas
caravanas en emboscadas preparadas por indios, de las cuales pocos esca-
paban con vida.
Al comentar el propio juez estos espectáculos en una relación que se guar-
da en el Instituto Histórico e Geográfico de Sao Paulo, refiriéndose a Zaira,
de V oltaire, le llamó la atención la abundancia de arias, reciltativos y duetos,
cantados con letra original de la obra, "siendo impropias" en ella, según
observa el mismo, pues era conocedor del drama. ¿Quién podía haber escrito
música para esta representación estrictamente hablada? ¿Alguien en Portu-
gal, o un ~ompositor en Río de Janeiro, MIDas Gerais o el Nordeste? La
ópera Zára ya mencionada, se representó, según manuscritós incompletos en
mi poder, el 18 de noviembre de 1778 en Río de Janeiro y también en ella
existían, romo se observa en las partes instrumentales, arias y duetos. Así
como este material pudo haber caminado en dirección a Cuyabá, también
alguien en esa ciudad, considerándose compositor, podía haber escrito esas
versiones cantadas. Todavía comenta Toledo Lara Ordonhes que en esos
días habia llegado un músico profesional muy competente desde lejos, para
radicarse en esa capital, que existia una trompa que intervenía en las repre-
sentaciones, serenatas y cortejos, que la música era abundante y que le lla-
maron la atención "las bellas sonatas" que frecuentemente ejecutó la orques-
ta (posiIXemente como preludios e interludios). Menciono estos hechos para
que el lector acompañe, un poco espantado, la proliferación de la música y
de las representaciones teatrales oon música en el interior más lejano que es
posible imaginar 1.
Si es relativamente fácil sostener que el compositor de O Parnaso obse-
quiosopudo haber sido Theodoro Gonc;alves de Mello, por haber estado viI,-
culado al Gobernador, Conde de Valladares, dUl"ante los fastuosos festejos
que el Gobernador General Luis da Cunha Meneses ordenó para 1786, co-
mo ya se dijo más arriba, se representaron tres óperas y dos dramas reales,
constando que para una de estas obras escribió expresamente música Flo-
rencio José Ferreira Coutinho, otro de los miembros de la prominente "Es-
cuela de Compositores" de esa región. Se recurría, como se ve, al creador
local cuando se hacía necesario escribir música para I"epresentaciones cuyo
estreno no podía ser demorado.
En fecha muy reciente, gracias al descubrimiento de un gran archivo de
música en el Museo Archidiocesano de Mariana, se vino a consolidar un
poco más mi presunción que la música escrita para piezas teatrales o para
óperas propiamente, constituía labor normal. En 1789 compuso Ignacio
Parreiras Neves una Oratoria ao Meni.no Deus para a Noite de Natal, una
confirmación de mis convicciones de que la prodigiosa productividad de los
1 COSTA SIQUEIRA, JOAQUIM dA: Chronicas du Cuyabá, ver por Notas sobre Pestas em
Cuyabd no s'culo passado, en RIHGSP, Vol. VI, Sáo Paulo 1893-99, pp. 219-242. (El ma'
nUlcrito se conserva en la misma instituci6n).
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A claraciones finales
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DOCUMENTO A
Codex 45
1741-1754
(Fojas 57)
Livro de Termos de Obriga~óes (Libro de Contratos de Obligaciones)
1744
TI"" de obriga~ que faz o L',do Antonio de Souza Lobo da Muúca que
ha de fazer as duas festas de Sam Sebastiáo e Corpo de Deoz e Arma.¡iío tudo
por pre.¡o e qta de secenta oitavas de ouro.
Aoz onze dias do Mes de Janeyro de mil e sete Centoz corenta e coatro
annoz nesta Villa Rica do ouro Preto noz Passoz do Concelho dell.a honde
prezentes se achauao o Juis vereadores e Procurador do dito Senado Comigo
ezcriuáo delJe ao di ante nomeado e sendo ahy apaTe.¡eo prezente o Lecenciado
Antonio de Souza Lobo para efeito de acestir a Muzica das duas festas de
Sam Sebastiáo e Corpo de Deos / adeministrados por este Sennado, e pello
dito Lecenciado Antonio de Souza Lobo foi / dito e declarado que elle de
sua Hure vontade e sem constrangimento algúm se obrigaua sobre sua pesoa
e bens a fazer a Muzica das duas festas de Sam Sebastiáo e Corpo de Deos
a saber a de Sam Sebastiáo com az vozes, e Instromentoz seg'ez Arpa, Rebe-
cao, duas Rebecas, tiple, contra alto, tenor e bayxa, e para a de Corpo de
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La música en Villa Rica / Revista Musical Chilena
DOCUMENTO B
Codex 95
1771-1787
(1772-1787 )
Livro de Arrematafóes (Libro de Remates: 1. Remate de la música anual;
2. Lista de los músicos; 3. Fianza).
Fojas 41 verso y 42
1775
Auto de Remata¡;ao que se faz a Manod Lopez da Rocha das Muzicas nas
festas annuaes desta Camara pela qtia de ................................ 70/8·".
Anno do Nascimento de Nosso Senhor Jesus christo de mil settecentos set-
tenta e cinco aos oito dias do mez de Janeyro do dito anno nesta Villa Rica
de Nossa Senhora do Pillar do Ouro preto nos Passos do Conselho e Caza
da Camara della aonde foram vindos o Doutor Juiz Prezidente Vareadores
e Procurador da mesma Comigo Escrivao ao diante nomeado para effeito
de se proceder a Remata~an da Muzica nas festas annuaes desta Camara na
forma do estilo por tempo de hum anno que terá principio o primeyro de
Janeyro ocorrente mez ehade findar em trinta e Hum de Dezembro, e sendo
ahi. deu fee o Porteyro dos Auditorios desta villa Gon~aUo de Passos Vieyra,
Haver tra:¡Jido a pregam na Prassa publica da mesma os días da Ley e estillo
a dita Muzica nas festas annuaes desta Camara em voz alta e preceptivel
que de todosbem se deixava entender para se rematar a quem por menos
fizesse e que depois de varios Lan¡;os que na dita Muzica tivera finalmente
Lanr,;ara ManoeJ Lopes da Rocha,settenta oitavas de ouro Com as Vozes
e instrumentos constantes de Hum rol que apresentava e ao diante se re-
gistara E por nam Hauer quem mais nelle lan~ar quizesse Mandaram os
ditos Officiaes ao referido Porteyro que afrontasse e rematasse, o que por
elle fora satisfeito afrontando as pessoas que na dita Pra¡;a se achavam e as
mais que o ouviam dizendo as palavras da Ley e fazendo as mais Solemni-
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Revista Musical Chilena / Francisco Curt Lange
dades delIa e metendo Hum ramo Verde na man do Lan~ador lhe Houve
por rematada a dita M~ca por tempo de Hum anno como retro se declara
a cuja satisfa~ao asinaria'termo de fian~a o Capitan Caetano Rodriguez da
Sylva por elle rematante offertado e por esta Camara aceito E para Constar
o referido lavro este Auto de Remeta~am em que assinam com os ditos offi-
daes, o Rematante e Porteyro eu Antonio Joze Velho Coelho Escrivam da
Camara que o escrevy .',
Pintos Salda Lana(Lara?) Arualho(Carvalho?)
Manoel Lopes da Rocha
G. de Passos va
Fojas 42 Y 42 verso
Fojas 42 verso
Termo de fian~a, pelo quaI se obriga o Capitan Caetano Roiz: da S' pelo
seu fiado Manoe! Lopes da Rocha a apromptar na falta deste todos os instru-
mentos e vozes constantes do rol supra e Retro registado para as festas an-
nuaes desta camara na forma da sua Remao •
Aos nove días do mez de Janeyro de mil settecentos settenta e cinco annOl
nesta Villa Rica de Nossa Senhora do Pillar do auro preto em cazas de mo-
rada de mim Escrivao ao diante nomeado appareceu o Capitam Caetano
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La música en Villa Rica / Revista Musical Chilena
DOCUMENTO C
Codex 110
1779-1780
Livro de Receita e Despeza, (Libro de Ingresos y Gastos, Senado da Cámara
de Villa Rica)
(Fojas 29)
1779 8b!"" 21 Ignacio Parreyras pelo producto da Arremata,<áo que por
esta Camara se lhe fes no presente anno da Muzica para as festividades
annuaes da mesma recebeo do referido Tezoreyro a sua total importancia de
sessenta, e quatro mil, e oito Centos reis = a dlinr" (N° 4) 64$800
InCO ParI""' Anto Joze Velho Coelho
(Fojas 40)
(Fojas 40)
~rremata,<áo que por esta Camara se lhe fes da Muzica para as festas, que
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Revista Musical CMena I Francisco Curt Lange
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La mú";ca en Villa Rica / Revista Musical Chilena,
* * *
BIBLlOCRAFlA DEL AUTOR SOBRE MINAS CERAIS NO CITADA EN EL TEXTO
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Revista Musical Chilena / Franci.co Curt Lange
Mesquita, Arraíal do Tejuco, 1787; Hymno (Mari,. Mater Gratiae), de Marcos Coelho
Netto, Villa Rica, \'189; Novena de Nossa Senhora do Pilar, de Francisco Gomes da Ro-
cha, Villa Rica, 1789. Ed. Departamento de Musicologia, Universidad Nacional de Cuyo,
Mendoza, 195·1 (agotado).
Musikmanuskrípte des 18. Jahrhunderts ín der Capitania de Minas Cerais, en "Südame-
rika", 1. Jahrgang, Nummer 12, Buenos Aires, Juni 1951, pp. 866-871, il.
La música en Minas Gerais durante el siglo XVIII, en "Cuadernos Brasileños", Centro de
Estudos Brasileiros, Buenos Aires, Septiembre 1956.
Die Musik von Minas Gerais. Brasilianische Kulturdokumente des 18. Jahrhunderts, en
"Musica", Heft 7-8, Kasse!.Wilhelmshohe, Juli-August, 1957, pp. 375~, H.
A Música "barroca", en "Hist6ria Gerald da Civiliza~ao Brasileira", Vol. 1/2.
A :epoca colonial. Ed. Difusao Européia do Livro, Sio Paulo, 1960, pp. 121-144, il.
Religiose Musik des 18. Jahrhunderts in Minas Ceraí., en "Südamerika", 7. Jahrgang,
Nummer 3, Buenos Aires, Mlirz 19~7, pp. 207-12, il.
La música en Minas Gerais durante el siglo XVIII, en "Revista de Estudios Americanos",
NOI. 57-58, Sevilla, 1956.
Música religiosa de Minas Gerais, en MEC, Año 11, NQ 11, Ministério da Educa~ño 8 Cul~
tura, R!o de Janeiro, Maio-Junho 1958, pp. 19-24.
La música en Minas Gerais durante ~iglo XVllI, en "SODRE", NQ 5, Montevideo, 1957,
pp. 47-74.
La Música en Minas Gerais durante el siglo XVIII, en uGazeta Musical", Lisboa, Año VII,
Números 7'6, 77 y 78, de Janeiro, Fevereiro y Mar~o de 1957, pp. 38-42, 50-!>4 y 65-69,
respectivamente, il.
La Música en Minas Gerais, en "Schola Cantorum", Morelia (Michoacán), Año XXI,
N°s· 2H, 242, 243 Y 244, Morelia, Enero-Abril de 19!>9. Publicado en forma de Suple-
mento de la Revista.
Sobre las diflci/es hueUas de la música antigua del Brasil: La "Missa abreviada" (1823),
del Padre José Mauricio Nunes Carcia, en "Yearbook" (Anuário), Vol. 1, Inter-American
Institute for Musical Research, Tulane University, New Orleans, La., pp. 15-40, il.
A organÍZllfíio musical durante o perlcdo coloHial brasileiro. Vol. IV, en "Actas do v
ColÓQuio Internacional de Estudos Luso-Brasileiros", Universidad de Coimbra, Coimbra,
1966, il.
A música erudita na Reglncia e no 1mpério, en "Hist6ria Geta! da Civi~o Brasilei-
ra", Vol. u/v,: Brasil Monárquico, Ed. Difus¡¡o Européia do Livro, Sao Paulo, 1967,
* 54 *
La música en Villa Rica I Revista Musical Chilena
Discografla
* * *
ABREVIATURAS DE PUBUCACIONES PERIODICAS
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