Rol Del Mediador
Rol Del Mediador
Rol Del Mediador
Durante la reunión: Mantenga nueva información acerca de Ud. mismo en una amplia
perspectiva
Neutralice
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REGLAS ÉTICAS DEL MEDIADOR.
Su perfil
Habrá afortunadamente una amplia gama de perfiles en los mediadores, que
se situarán mejor según la personalidad de las partes. A veces se buscará el
mediador que se ajuste mejor a la descripción del conflicto: más restringido o
más amplio, más evaluativo o más facilitativo; ajustado a un proceso más
formal, y normativo; otras veces se requerirá uno más flexible o más
participativo. Y sobre todo ante la mediación de instancia obligatoria, o si no
fueran elegidos por las partes, los mediadores deberán advertir con qué
matices actuarán sin apartarse de su rol y para mejor servicio en su tarea
facilitadora, conforme las características personales de los integrantes en el
conflicto.
Para desentrañar el problema hay que facilitar la narración de la historia. Y
sincero es aceptar que no todas las personas tienen la misma habilidad para
que su relato sea reconocido, por los otros involucrados. Si a esto sumamos los
gestos y los diferentes significados que las personas damos a las mismas
palabras, nos encontraremos con que a efectos de igualar el acceso al proceso
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narrativo, los mediadores se colocarán como participantes activos en la co-
construcción de esa narrativa: …‖necesariamente tienen que ajustar sus
intervenciones para informar de la naturaleza de la interacción narrativa‖… para
evitar, aun cuando se logre acuerdo, que se perpetúen las desigualdades,
permanezcan o se agudicen los conflictos subyacentes.1
Su rol y función
a- Rol
Facilitar el paso de la discusión
Dialéctica al pensamiento
creativo –Alternativo.
Trabajar con las emociones
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Sara Cobb Ob. Cit. ―Hacia un nuevo discurso para la mediación. Una crítica sobre la neutralidad‖. The Social
Construction of Neutrality – The Fund for Research in Dispute Resolution.
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b- Función.
I- El mediador conduce a las partes a:
Tomar conciencia de los propios: intereses y necesidades
(Empowerment)
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Busca compatibilidades
Sus condiciones
Mucho se dijo sobre el rol y el perfil del Mediador. Ahora sus condiciones.
Generalmente se enrola al mediador en cantidad de cualidades cuya lectura
provoca variadas sensaciones.
En realidad ese capítulo, muchas veces pasado ligeramente en la preparación
de los mediadores, cobra hoy envergadura.
Es que no se trata de cualidades sino de aptitudes, que como tales se
aprenden para ser puestas en práctica. Aquí el punto.
El sentimiento fortalecedor del ―empowerment‖2 atrapa, a veces más al
mediador que a las partes, y con él podemos quedar, allí, en la cúspide del
―poder‖; y olvidar las demás aptitudes que optimizan la función.
Ya no cuenta la flexibilidad y menos la voluntad. El mediador entrenado para
persuadir se persuade sobre ―su‖ estilo tomándolo como único y válido.
Ello puede no impactar negativamente si trabaja solo: sin co-mediador sin
letrados. Sólo con las partes.
Lo cierto es que el mediador puede ―en-rolarse‖ en una postura; siendo ella la
antedicha, su trabajo debe desarrollarse en escenarios en los que esté seguro
que no participarán más que las partes; en el que podrá también invitar a co-
mediadores o a letrados o a quien disponga.
Pero, en contextos regidos por otras reglas de juego, de orden superior como la
norma que preserva principios, ella debe respetarse. De suerte tal que, si la ley
invoca, como principio general, la voluntariedad, ese principio es el rector. Y no
sólo el mediador sino quienes lo reglamentan están obligados a no desvirtuarlo.
Las distintas personas o realidades de los intervinientes harán que el perfil del
mediador se adecue a cada caso, no sólo porque cada problema y las
personas involucradas necesitarán diferentes abordajes técnicos, sino —y es
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Apoderamiento - re-apoderamiento - volver a apoderarse.
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vital— porque necesitarán de la acabada comprensión y de la expresión de esa
comprensión, manifestada por el mediador. Habrá una amplia gama de perfiles
en los mediadores, que se ajustarán mejor según la personalidad de las partes.
A veces, con criterio doctrinario más restringido o más amplio; más evaluativo o
más facilitativo; ajustado a un proceso más formal y normativo; otras veces se
requerirá uno más flexible o más participativo.
El mediador ayuda con la definición del conflicto y puede despertar la
conciencia sobre otros existentes, reduciéndose muchas veces su función, al
traslado positivo de las señales que indican voluntad de cambio y que pudieron
no ser advertidas por la otra parte o por ninguna. Con esa finalidad atiende
especialmente los gestos conciliatorios sinceros; protegiendo la imagen de las
partes para evitar que los indicios conciliatorios se recepten como señal de
debilidad; tratando de aislar las trampas, la falta de seriedad y de compromiso
verdadero.
De esta actividad suya puede depender el rumbo que siga el diferendo, sobre
todo cuando las partes están en situación de ambigüedad y desconfianza; no
receptan los gestos conciliatorios, los ignoran, los connotan negativamente o
alguna de ellas está comprometida con la continuación coercitiva. En tales
condiciones el mediador toma a su cargo la consecución del diálogo entre los
involucrados imponiendo, con sutilidad, la confianza en su tarea. Las partes
internamente anhelan el éxito del mediador y necesitan de sus habilidades. A
veces esperan demasiado de ellas, por cuanto la iniciación de un proceso de
terminación de conflictos exitoso sigue siendo altamente incierto para las
partes.
Será el mediador entonces, el responsable de conducir hacia la terminación del
conflicto, a través de un proceso por el cual el comportamiento conflictivo
coercitivo se diluya permitiendo a las partes una coexistencia alejada del
enfrentamiento, al menos por el momento. Aunque el acuerdo sea parcial pero
temporalmente estable o que implique un impasse o tregua, su función
mediadora se habrá cumplido. (Sin perjuicio que algunos involucrados le resten
mérito a su intervención).
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Actitudes y aptitudes del mediador
La actitud hace a la imagen del mediador. La primera impresión es definitiva.
No hay otra oportunidad. El fallido, el error en el hacer o en el decir; el ánimo, la
prestancia del conductor del proceso en el primer minuto del primer encuentro,
determina cómo proseguirá. Cómo se presente a las partes, su soltura,
aspecto, los ritos propios de la presentación, lo posicionarán frente a ellas. En
sus acciones más que en sus palabras, se espejan los participantes.
La aptitud está vinculada con la idoneidad. Con la preparación y experticia: su
calificación para analizar los elementos del conflicto; el manejo adecuado de
técnicas de comunicación y de negociación, no sólo de mediación. Su
intervención dará cuenta de eficacia en la medida que permita apreciar
isomorfismo entre la teoría y su práctica.
Actitud y aptitud están relacionadas. El mediador apto sabe manejar su actitud.
Sabe subir al escenario de la mediación y desciende cómodamente, a pesar de
las contingencias.
El perfil influye, sin dudas, en ambos
extremos. La profesión originaria
condiciona y beneficia a la vez a su
portador. Si los condicionamientos son
mayores, quizá aún su aptitud no esté
suficientemente alcanzada y ello se
refleje en sus actos al mediar.
Se distingue una marcada diferencia entre el abogado litigante, el abogado
negociador y el abogado mediador.
El primero, es letrado de parte, por ende en ese rol se perfila y ubica como
luchador a ultranza porque su escenario es el litigio y en la lucha no hay reposo
(quizá sí, tregua). Es experto en estrategias legales de fondo y procesales.
El abogado negociador, es también letrado parcial. Su función es obtener a
través del intercambio el mayor beneficio para su cliente y para sí. Es experto
en análisis de conflictos, en el manejo de las relaciones y en modelos de
estrategias de negociación. Diferencia al litigio como método típico de otro
escenario y tomándolo como parámetro. Aún el negociador más duro, jamás se
comporta como litigante en el campo de la negociación. No olvida que la
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mediación, es para él un escenario de negociación, o sea de intercambio
productivo.
El abogado mediador, sabe litigar y sabe negociar. Por eso mismo no lo hace
en el proceso que está conduciendo como mediador3. Su actitud es la
imparcialidad-multiparcialidad y, de acuerdo a su formación alcanzará la aptitud
necesaria para desandar cada conflicto.
CREATIVO
PERCETIVO
CONOCEDOR DEL CONFLICTO
IMAGINATIVO
NEUTRAL
IMPARCIAL
EMPÁTICO
FLEXIBLE
PACIENTE Y PERSEVERANTE
ENÉRGICO Y PERSUESIVO
CON BUEN HUMOR
HONESTO
HÁBIL PARA LA COMUNICACIÓN HUMANA
POSEE UNA SERIA INTENCIÓN DE AYUDAR
SIGILOSO(respeta la confidencialidad y las normas
Éticas que le impiden violar el secreto)
CONFIABLE
CONCILIADOR
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Sin perjuicio que se trate de mediador elegido o sorteado, tendrá claro su rol de imparcialidad.
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CONOCE TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTO PARA
CONDUCIR LA GESTIÓN DE UN CONFLICTO.
EFICAZ PARA CERRAR ACUERDOS
OYENTE ACTIVO