Ensayo Cultura de Paz
Ensayo Cultura de Paz
Ensayo Cultura de Paz
Cultura de Paz
1051 palabras 5 páginas
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Considerando que la libertad, justicia y la paz en el mundo
tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de
los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana.
1. Busque el significado de las Palabras:
Libertad: capacidad que tiene el ser humano de poder según su
propia voluntad a lo largo de su vida.
Justicia: es dar a cada quien el derecho que se le corresponde;
lo que merece y necesita. Es practicar la igualdad,
oportunidades y la equidad en el trato con todos los miembros
de la familia.
Paz: Es un estado activo de toda sociedad para dividir un
ambiente justo.
Dignidad: Hace referencia al valor inherente al ser humano en
cuanto a ser racional.
Intrínseco: Corresponde a un objeto o …ver más…
R= Se refiere al reconocimiento de la dignidad de todos los
miembros de la familia humana.
A. Prefacio
Written by Peter Newton Evans
El propósito de la presente obra es el de desmentir la creencia popular de que el
conflicto, la agresión y la violencia dependen de la naturaleza humana, y
establecer que más bien constituyen meras opciones que han llegado a ser
predominantes en ciertas culturas, particularmente la occidental que se ha
impuesto actualmente a nivel mundial. Se propone que la raíz de esta cepa cultural
se halla en la Europa medieval, que se apoderó del resto del mundo mediante la
conquista, colonización y hegemonización cultural a lo largo de cinco
centurias. Veremos cómo los argumentos justificatorios y legitimadores de esa
cultura han llegado a construir –desde la ciencia, la filosofía, la religión y las artes–
todo un mito en torno a la naturalidad e inevitabilidad de la contienda, lucha y
guerra entre los seres humanos, y cómo este mito ha ido institucionalizándose en
las estructuras sociales del mundo de hoy.
1. Algunos Conceptos
La situación predominante de hoy – caracterizada por divisionismo y
discriminación, conflicto y competencia, lucha y pugna, agresión y violencia,
guerras y relaciones antagonistas – puede describirse como ‘agónica’ o ‘agonista’,
que significa “caracterizado por la lucha o pugna”. Proviene del vocablo griego
‘agon’ (αγων) que significa contienda, combate, concurso o lucha, del cual se
desprende agōnistēs(αγωνιστής): combatiente, concursante o rival. Constituye la
raíz de otras palabras en castellano como ágora (lugar de debates públicos) y
antagonismo (relación de oposición u hostilidad).
Siendo un vocablo poco común y confundido por muchos con ‘agonizar’ (luchar
con la muerte), algunos autores prefieren hablar en términos de una cultura de
conflicto, de contienda, de violencia, de guerra, de adversarialismo,1 etc. Sin
embargo y aunque puedan ser más conocidos, estos términos resultan menos
precisos, por lo que con la venia del lector, emplearemos el término ‘Cultura
Agonista’ y ‘Cultura de Agonismo’ para los fines del presente estudio, para
referirnos a una disposición psicocultural de percibir el mundo en términos de
conflicto y competencia, unida a configuraciones socioestructurales basadas en las
relaciones de tipo ganar-perder o suma cero.
Se incluye además una nutrida bibliografía, que constituye una parte importante
de la investigación, por cuando pretende servir de orientación para quienes desean
profundizar más en estos temas. Las referencias son separadas por sección y, en
algunos casos, subsección, a fin de facilitar la labor del investigador, aunque
algunas fuentes se podrían citar en más de una sección. Los extractos tomados de
aquellas obras cuyos títulos constan en inglés en la bibliografía, han sido
traducidas extraoficialmente al castellano por el presente autor, y vice-versa.
3. Tesis y Objetivos
En suma, se propone que la agresión y violencia, el egocentrismo y acaparamiento,
el conflicto y la competencia, la pugna y guerra, tienen raíces más culturales que
biológicas y por tanto son susceptibles a ser superados y reemplazados por una
cultura de ternura, entrega, cooperación, mutualismo y paz. Mediante el presente
estudio, se espera que el lector concluya con nosotros las siguientes tesis:
4. Aclaraciones en Descargo
Cabe una aclaración, para los escépticos. Al hablar de justicia, unidad y paz no nos
referimos a los “modelos de harmonía” que anteponían los acuerdos a la justicia,
ni a aquel “organicismo” que pretendía defender el status quo como un ‘orden
natural’, desconociendo la diversidad y divergencia, ni tampoco a la “retórica del
consenso” que evitaba todo tratamiento de la pluralidad. Si bien se sostiene que
no puede haber paz sin unidad, ésta no implica la uniformidad, sino la vinculación
y articulación de la rica diversidad que caracteriza a la raza humana. Y tal unidad
no es posible sin la justicia en el sentido más amplio de la palabra, incluyendo el
respeto por los derechos humanos de todos. Acota Karlberg:
El presente estudio no pretende ser una obra totalmente original. El “pensar por sí
mismo” no existe, pues la generación del conocimiento constituye una actividad
social por excelencia. Cada individuo (como dice Peter Russell en “El Cerebro
Global”) es como una neurona en el cerebro de la sociedad planetaria. Así como
una sola neurona no puede funcionar solo sino como parte de un todo, así mismo
los seres humanos no hacemos ciencia solos; sólo en tanto y cuanto sociedad
logramos realmente pensar.
Aquí el propósito más bien es el de buscar una mayor comprensión del problema
de raíz que impide lograr el cambio sociocultural que aspiramos. Si en el
transcurso de este análisis se describe alguna alternativa, su propósito es
meramente ilustrativo, a fin de generar un contraste con la situación actual no
deseada y la esperanza de que es posible y factible cambiarlo. Las soluciones en sí
las están dando y seguirán dando la multitud de expertos en las diversas ramas
del saber y hacer, que hoy trabajan afiebradamente – solos o en forma
interdisciplinaria – por dar respuestas a los problemas de corto, mediano y largo
plazo.
La cultura de paz pone en primer plano los derechos humanos , el rechazo a la violencia en
todas sus formas y la adhesión a los principios de libertad, justicia, solidaridad y tolerancia , así
como la comprensión entre los pueblos, los colectivos y las personas.
La cultura de paz fue definida por resolución de la ONU siendo aprobada por la Asamblea
General el 6 de octubre de 1999 en el Quincuagésimo tercer periodo de sesiones, Acta 53/243.