Antiácidos

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Universidad Nacional de Loja

Facultad de la Educación, el Arte y la Comunicación


Químico Biológicas
Tercer ciclo
Nombre: Gabriela Elizabeth Granda Vivanco
Fecha: 18 de julio del 2018
Docente: Dr. Mauricio Puertas
Asignatura: Química Inorgánica

En el campo de la medicina o la química, hablamos de antiácidos para hacer referencia


a sustancias o productos basados en una composición alcalina (básica), la cual se utiliza
para luchar contra la acidez de estómago producida por los ácidos que generan las
glándulas parietales. Así, los antiácidos actúan haciendo que se alcalinice el medio
estomacal, consiguiendo incrementar el valor del pH. Se suelen distinguir dos tipos:
1. Sistémicos: La parte catiónica de la molécula sufre absorción, por lo que puede
producirse alcalosis sistémica. Acción rápida pero poco duradera, con posible
efecto rebote.
2. No sistémicos: Al reaccionar con el ácido clorhídrico, la parte catiónica forma
una sal que no se absorbe. Acción más lenta y sostenida, por lo general sin efecto
rebote.
ANTIÁCIDOS
NO SISTÉMICOS SISTÉMICOS
Sales de Aluminio
Bicarbonato Sódico
Sales de Magnesio
Sales de Calcio*
Las sales de calcio se clasifican como no sistémicas pero pueden sufrir absorción parcial (10%), produciendo hipercalcemia y alcalosis.
También estimulan la producción de jugo gástrico. Muchos autores desaconsejan su empleo. Debe procurarse no administrar más de
160 mEq (8 g de carbonato cálcico) al día, para minimizar los riesgos derivados de la acumulación sistémica del pH.
Los antiácidos más conocidos comúnmente son el bicarbonato sódico y cálcico, así como
los hidróxidos de aluminio y/o magnesio. Existen otras sustancias utilizadas como
antiácidos, como por ejemplo los inhibidores de las bombas de protones o los productos
cicloprotectores.
Los antiácidos se usan desde hace muchísimos años, incluso siglos, para tratar a personas
que sufrían afecciones como la dispepsia, es decir, trastornos asociados a las secreciones
gástricas, así como para el tratamiento de la acidez de estómago. Antes de la existencia
de los conocidos como antagonistas de receptores H2, los antiácidos eran los únicos
tratamientos existentes para este tipo de enfermedades.
Las sustancias antiácidas se encuentran formadas por bases de tipo débil, por lo cual
trabajan esencialmente a través de un mecanismo de reacciones que consisten en la
neutralización del ácido estomacal al entrar en contacto con éste, para dar lugar a la
formación de agua y sal. Por lo tanto se dice, que los antiácidos se encargan de actuar a
modo de un tampón para los ácidos gástricos, los cuales cuentan con un pH en torno a los
0.8, el cual suele variar al ingerir alimentos, pudiendo llegar a incrementarse, rozando los
valores de pH de 2, por lo cual se sabe que disminuyen la acidez presente en el estómago.
Cuando el HCl llega a la innervación de la mucosa en el tracto gastrointestinal, al sistema
nervioso central le llega una señal de dolor. Dicha sensación nada agradable e incluso
dolorosa, tiene lugar cuando los nervios se encuentran expuestos a la posible acción de
los ácidos gástricos, llegando a poder dar lugar a la formación de úlceras de tipo péptica.
El ácido del estómago puede llegar a zonas como el esófago o el duodeno, provocando
daños en ellos.
El mecanismo general que sigue un antiácido en el estómago es:
HCl + antiácidos (base) → H2O + CO2 + formación de una sal.
Ciertas de las reacciones de neutralización que se conocen mejor, con la participación de
sustancias antiácidas, son por ejemplo la reacción del hidróxido de aluminio, donde
vemos como la ecuación se presenta como:
3HCl + Al (OH)3 → AlCl3 + 3H2O
La reacción que tiene lugar con el bicarbonato sódico, es conocida debido a la liberación
de CO2 al exterior:
NaHCO3 + HCl → NaCl + CO2 + H2O
A pesar de que la principal función que tiene un antiácido es la neutralización de la acidez
en el estómago, también se hace posible que sirvan para despertar los sistemas defensivos
de la mucosa, gracias a la estimulación de la aparición de prostanglandinas.
La industria farmacéutica busca disminuir los efectos secundarios derivados de la ingesta
de antiácidos, pues en algunos casos producen estreñimiento, o el efecto contrario.
USOS TERAPÉUTICOS DE LOS ANTIÁCIDOS

Ulcera péptica
Su función terapéutica esencial es reducir el dolor asociado a la úlcera duodenal (muchos
especialistas desaconsejan msu uso en cuadros de úlcera gástrica), ingiriéndolos en
función de las necesidades de cada paciente. Las formas líquidas (suspensiones) son más
efectivas y rápidas que las sólidas (comprimidos).
Dispepsia

En realidad, dispepsia es un término clínicamente mal definido. Habitualmente es


utilizado para describir cualquier tipo de molestia abdominal, como regurgitación del
contenido del estómago, sabor desagradable de la boca, ardor de estómago, sensación de
plenitud o henchimiento del abdomen, producción de eructos o "ruidos" en el intestino.
También se la conoce como "indigestión" o "digestión pesada". Existen algunas medidas
preventivas, como evitar las comidas copiosas o muy grasas, el exceso de bebidas
gaseosas y acostarse inmediatamente después de la cena.

La dispepsia no asociada a ningún otro síntoma u enfermedad orgánica no suele precisar


de ningún tratamiento específico, pudiendo ser aconsejable el control de los síntomas más
molestos, como el ardor o la sensación de plenitud, mediante el empleo de algunos
fármacos, siempre de forma temporal (no más de una semana). Los antiácidos y los
antisecretores gástricos son más útiles en los cuadros en los que predominen síntomas
relacionados con una hipersecreción ácida y/o reflujo gastroesofágico.
Hay datos clínicos contrastados que avalan el uso de fármacos antagonistas H2 y
procinéticos en la llamada dispepsia no ulcerosa. Por lo que se refiere, a los inhibidores
de la bomba de hidrogeniones y a las sales de bismuto, también hay un efecto terapéutico
neto, pero sólo levemente superior al placebo. Los antiácidos ni el sucralfato son
estadísticamente superiores al placebo. La utilidad de las terapias de erradicación del
Helicobacter pylori en la dispepsia no ulcerosa es cuestionable, ya que los datos clínicos
tienen indican una significación estadística marginal. En cualquier caso, el efecto parece
ser bastante modesto.
Reflujo gastroesofágico

Los antiácidos incrementan el pH del contenido gástrico y, por ello, mejoran los síntomas
de ardor epigástrico. Las preparaciones líquidas presentan la ventaja de que ayudan a
"lavar" la pared del esófago de los restos ácidos del contenido gástrico regurgitado.
Actúan de forma rápida (en menos de 15 minutos), pero sus efectos son poco persistentes
(menos de una hora, en la mayoría de los casos). Algunos especialistas prefieren la
utilización de preparados mixtos de antiácidos con alginatos, ya que estos últimos
producen una capa viscosa conteniendo una parte del antiácido en forma de espuma que
flota sobre el contenido gástrico y penetra en el esófago cuando se produce el reflujo. Hay
poca evidencia clínica de que esta combinación produzca mejores resultados que los
antiácidos solos.
Neumonitis por aspiración.- Los antiácidos han constituido el tratamiento
preventivo de elección en los pacientes sometidos a internamiento en UCI y
durante la inducción de anestesia quirúrgica. Sin embargo, algunas formulaciones
antiácidas con tamaño grueso de partícula pueden resultar dañinos para el tejido
pulmonar si son aspiradas. Este hecho junto con la mayor solvencia de la
evidencia de eficacia clínica, han ido desplazando paulatinamente a los antiácidos
de esta indicación, a favor de los antagonistas H2.
EFECTOS SOBRE LA MOTILIDAD INTESTINAL

Las sales de aluminio y calcio son astringentes. Las sales de magnesio son laxantes
(tienden a producir diarrea osmótica). La mayoría de los preparados son mezclas de sales
de aluminio y magnesio y el efecto sobre la motilidad es difícil de predecir.
EFECTOS SECUNDARIOS EN UTILIZACIÓN PROLONGADA

Bicar bonato sódico y carbonato cálcico pueden producir alcalosis sistémica (posible
afectación renal) y retención de fluidos. El abuso de antiácidos cálcicos puede provocar
hipercalcemia y cálculos renales. El síndrome "lechealcalinos" puede aparecer cuando se
ingieren antiácidos con alto contenido en sodio junto con grandes cantidades de calcio,
bien sea como antiácido o en forma de leche. En pacientes con inuficiencia renal pueden
producirse intoxicaciones debidas al magnesio y al aluminio. Las sales de aluminio (salvo
los fosfatos) pueden ocasionar depleción de fosfatos, ocasionando un síndrome similar a
la osteomalacia. Junto con sus efectos necesarios, un medicamento puede causar algunos
efectos deseados. Cuando se usan antiácidos en las dosis recomendadas, los efectos
secundarios que requieren atención médica usualmente no ocurren.
Efectos secundarios que usualmente no requieren atención médica.
Estos posibles efectos secundarios pueden desaparecer durante el tratamiento; sin
embargo, si continúan o son molestos, consulte con su médico, enfermera o
farmacéutico.
Más comunes  Sabor a yeso
Menos comunes  Estreñimiento (leve); diarrea o efecto laxante; aumento de
sed; puntos o decoloración blancuzca de las heces; retortijones del estómago
Otros efectos secundarios no listados arriba también pueden ocurrir en algunos
pacientes. Si nota cualquier otro efecto, consulte con su médico, enfermera o
farmacéutico.

INTERACCIONES
Los antiácidos, especialmente los de carácter no absorbibles, son capaces de interferir con
la absorción digestiva de un buen número de medicamentos. En general, se trata de
interacciones poco significativas desde el punto
RECUERDE.- Use con precaución los antiácidos en casos de insuficiencia renal. Puede
producirse acumulación de cationes Al, Ca o Mg. ¡Atención al contenido en sodio!

ANTES DE USAR
Si está tomando este medicamento sin receta, lea y siga cualquier advertencia en la
etiqueta cuidadosamente.
Debe ser especialmente cuidadoso si usted... es alérgico a cualquier otro medicamento,
ya sea recetado o no; está embarazada, piensa quedar embarazada o está dando el pecho;
está tomando cualquier otro medicamento recetado o no, especialmente fosfato sódico
de celulosa, fluoroquinolonas (medicamento para la infección), ketoconazol,
mecamilamina, metenamina, poliestireno sulfonato sódico o tetraciclinas (medicamento
para la infección) tiene cualquier otro problema médico, especialmente apendicitis (o
señales de), edema (hinchazón de los pies y de la parte baja de las piernas), enfermedad
del corazón, ileostomía, bloqueo del intestino, enfermedad del riñón, enfermedad del
hígado o toxemia de embarazo. Si tiene alguna pregunta, consulte con su médico,
enfermera o farmacéutico.
USO APROPIADO
 Para el uso seguro y efectivo de este medicamento:
 Siga las instrucciones de su médico si este medicamento fue recetado.
 Siga las indicaciones del fabricante en el paquete si se está tratando por su
cuenta.
 Para los pacientes que están tomando este medicamento para una úlcera del
estómago o del duodeno:
 Tómelo tal como le indicaron y por el plazo completo del tratamiento como le
mandó el médico para obtener el máximo alivio de sus síntomas.
 Tómelo 1 y 3 horas después de las comidas y a la hora de dormir para los
mejores resultados, a menos que su médico le haya indicado lo contrario.
 Si su médico le ha dicho que tome este medicamento en un horario regular y se
le pasa una dosis, tómela lo antes posible. Sin embargo, si es casi hora para su
próxima dosis, deje pasar la dosis olvidada y vuelva a su horario regular de
dosificación. No use doble cantidad.
Para guardar este medicamento: Guarde fuera del alcance de los niños. Alejado del
calor y la luz directa. No guarde las cápsulas o las tabletas de este medicamtnto en el
baño, cerca del lavaplatos en la cocina o en otros sitios húmedos. El calor o la humedad
pueden deteriorar el medicamento. Evite la congelación del líquido o gel de este
medicamento. No conserve medicamentos cuya fecha haya expirado o que no necesita
más. Asegúrese de desechar sus medicamentos en un sitio fuera del alcance de los
niños.
PRECAUCIONES
Si este medicamento ha sido mandado por su médico y usted lo va a tomar en dosis
grandes o por un período largo, su médico debe evaluar su progreso mediante visitas
regulares.
No tome este medicamento:
 Si tiene cualquier señal de apendicitis o inflamación del intestino (tal como
dolor, retortijones, o hinchazón del estómago o la parte baja del abdomen,
náuseas o vómitos). En vez, consulte con su médico lo antes posible.
 A la hora ó 2 ó más de tomar otro medicamento por boca. El hacerlo puede
impedir que el otro medicamento funcione correctamente.
 Por más de 2 semanas a menos que su médico le haya indicado lo contrario. Los
antiácidos se deben usar sólo para el alivio ocasional.
 Algunos antiácidos contienen una cantidad grande de sodio. Si tiene alguna
pregunta acerca de esto,consulte con su médico o farmacéutico.
 Si el antiácido no ayuda con su problema de estómago o si sigue volviendo,
consulte con su médico.
 El usar antiácidos que contienen magnesio demasiado frecuentemente o en dosis
altas puede producir un efecto laxante. Esto ocurre con cierta frecuencia y
depende de la sensibilidad del individuo al medicamento.

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