Los Empeños de Una Casa

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Los empeños de una casa

(Comedia famosa)
Sor Juana Inés de la Cruz (Jer.)

Festejo de Los empeños de una casa


Loa que precedió a la comedia que se sigue

PERSONAJES

LA DICHA.
LA FORTUNA.
LA DILIGENCIA.
EL MÉRITO.
EL ACASO.
MÚSICA.

MÚSICA Para celebrar cuál es


de las dichas la mayor,
a la ingeniosa palestra
convoca a todos mi voz.
¡Venid al pregón; 5
atención, silencio, atención, atención!
Siendo el asunto, a quién puede
atribuirse mejor,
si al gusto de la Fineza,
o del Mérito al sudor, 10
¡venid todos, venid, venid al pregón
de la más ingeniosa, lucida cuestión!
¡Atención, silencio, atención, atención!

(Salen el MÉRITO y la DILIGENCIA, por un lado; y por otro, la FORTUNA y elACASO.)

MÉRITO Yo vengo al pregón; mas juzgo


que es superflua la cuestión. 15
FORTUNA Yo, que tanta razón llevo,
a vencer, no a lidiar voy.
ACASO Yo no vengo a disputar
lo que puedo darme yo.
MÚSICA ¡Venid todos, venid, venid al pregón 20
de la más ingeniosa, lucida cuestión!
¡Atención, silencio, atención, atención!
MÉRITO Sonoro acento que llamas,
pause tu canora voz.
Pues si el asunto es, cuál sea 25
de las dichas la mayor
y a quién debe atribuirse
después su consecución,
punto que determinado
por la natural razón 30
está ya, y aun sentenciado
(como se debe) a favor
del Mérito, ¿para qué
es ponerlo en opinión?
DILIGENCIA Bien has dicho. Y pues lo eres 35
tú, y yo parte tuya soy,
que la Diligencia siempre
al Mérito acompañó:
pues aunque Mérito seas,
si no te acompaño yo, 40
llegas hasta merecer,
pero hasta conseguir, no
(que Mérito, a quien, de omiso,
la Diligencia faltó,
se queda con el afán, 45
y no alcanza el galardón);
pero supuesto que ahora
estamos los dos,
pues el Mérito eres tú
y la Diligencia yo, 50
no hay que temer competencias
de Fortuna.
FORTUNA ¿Cómo no,
pues vosotros estrechar
queréis mi jurisdicción;
mayormente cuando traigo 55
al Acaso en mi favor?
MÉRITO ¿Pues al Mérito hacer puede
la Fortuna oposición?
FORTUNA Sí; pues ¿cuándo la Fortuna
al Mérito no venció? 60
DILIGENCIA Cuando al Mérito le asiste
la Diligencia.
ACASO ¡Qué error!
Pues a impedir un Acaso,
¿qué Diligencia bastó?
DILIGENCIA Muchas veces hemos visto 65
que puede la prevención
quitar el daño al Acaso.
ACASO Si se hace regulación,
las más veces llega cuando
ya el Acaso sucedió. 70
MÉRITO Fortuna: llevar no puedo,
que quiera tu sinrazón
quitarme a mí de la Dicha
la corona y el blasón.
Ven acá. ¿Quién eres para 75
oponerte a mi valor,
más que una deidad mentida
que la indignación formó?
Pues cuando en mi tribunal
los privo de todo honor, 80
se van a ti los indignos
en grado de apelación.
¿Eres tú más que un tirano
tan bárbaramente atroz,
que castiga sin delito 85
y premia sin elección?
¿Eres tú más que un efugio
del interés y el favor,
y una razón que se da
por obrar la sinrazón? 90
¿No eres tú del desconcierto
un mal regido reloj,
que si quiere da las veinte
al tiempo de dar las dos?
¿No eres tú de tus alumnos 95
la más fatal destrucción,
pues al que ayer levantaste,
intentas derribar hoy?
¿Eres más...?
FORTUNA ¡Mérito, calla;
pues tu vana presunción, 100
en ser discurso se queda
sin pasar a oposición!
¿De qué te sirve injuriarme,
si cuando está tu furor
envidiando mis venturas, 105
las estoy gozando yo?
Si sabes que, en cualquier premio
en que eres mi opositor,
te quedas tú con la queja
y yo con la posesión, 110
¿de qué sirve la porfía?
¿No te estuviera mejor
el rendirme vasallaje
que el tenerme emulación?
Discurre por los ejemplos 115
pasados. ¿Qué oposición
me has hecho, en que decir puedas
que has salido vencedor?
En la destrucción de Persia,
donde asistí, ¿qué importó 120
tener Darío el derecho,
si ayudé a Alejandro yo?
Y cuando quise después
desdeñar al Macedón,
¿le defendió de mis iras 125
el ser del Mundo Señor?
Cuando se exaltó en el trono
Tamorlán con mi favor,
¿no hice una cerviz real
grada del pie de un pastor? 130
Cuando quise hacer a César
en Farsalia vencedor,
¿de qué le sirvió a Pompeyo
el estudio y la razón?
Y el más hermoso prodigio, 135
la más cabal perfección
a que el Mérito no alcanza,
a un Acaso se rindió.
¿Quién le dio el hilo a Teseo?
¿Quién a Troya destruyó? 140
¿Quién dio las armas a Ulises,
aunque Ayax las mereció?
¿No soy de la paz y guerra
el árbitro superior,
pues de mi voluntad sola 145
pende su distribución?
DILIGENCIA No os canséis en argüir;
pues la voz que nos llamó,
de oráculo servirá,
dando a nuestra confusión 150
luz.
ACASO Sí, que no Acaso fue
el repetir el pregón:
MÚSICA ¡Atención, atención, silencio, atención!
MÉRITO Voz, que llamas importuna
a tantas, sin distinguir: 155
¿a quién se ha de atribuir
aquesta ventura?
MÚSICA A una.
FORTUNA ¿De cuáles, si son opuestas?
MÚSICA De éstas.
DILIGENCIA ¿Cuál? Pues hay en el teatro... 160
MÚSICA Cuatro.
ACASO Sí; ¿mas a qué fin rebozas?
MÚSICA Cosas.
FORTUNA Aunque escuchamos medrosas,
hallo que van pronunciando 165
los ecos que va formando:
MÚSICA A una de estas cuatro cosas.
MÉRITO Mas ¿quién tendrá sin desdicha...?
MÚSICA La Dicha.
FORTUNA Si miro que para quien... 170
MÚSICA Es bien.
MÉRITO ¿A quién es bien que por suya...?
MÚSICA Se atribuya.
DILIGENCIA Pues de fuerza ha de ser tuya;
que juntando el dulce acento 175
dice que al Merecimiento...
MÚSICA La Dicha es bien se atribuya.
ACASO ¿Se dará, sin embarazo...?
MÚSICA Al Acaso.
ACASO ¿Y qué pondrá en consecuencia? 180
MÚSICA Diligencia.
ACASO Sí; mas ¿cuál es fundamento?
MÚSICA Merecimiento.
ACASO Y lo logrará oportuna...
MÚSICA Fortuna. 185
ACASO Bien se ve que sólo es una,
pero da la preeminencia...
MÚSICA Al Acaso, Diligencia,
Merecimiento y Fortuna.
MÉRITO Atribuirlo a un tiempo a todas, 190
no es posible; pues confusas
sus cláusulas con las nuestras,
confunden lo que articulan.
Vamos juntando los ecos
que responden a cada una, 195
para formar un sentido
de tantas partes difusas.
FORTUNA Bien has dicho, pues así
se penetrará su obscura
inteligencia.
ACASO Con eso 200
podrá ser que se construya
su recóndito sentido.
DILIGENCIA Pues digamos todas juntas
con la Música, ayudando
las cláusulas que pronuncia: 205
TODOS y A una de estas cuatro cosas
LA MÚSICA la Dicha es bien se atribuya:
al Acaso, Diligencia,
Merecimiento y Fortuna.
MÉRITO Nada responde, supuesto 210
que ha respondido que a una
se le debe atribuir,
con que en pie deja la duda;
pues no determina cuál.
FORTUNA Sin duda, que se reduzca 215
a los argumentos quiere.
ACASO Sin duda, que se refunda
en el Acaso, es su intento.
DILIGENCIA Sin duda, que se atribuya,
pretende a la Diligencia. 220
MÉRITO ¡Oh qué vanas conjeturas,
siendo el Mérito primero!
FORTUNA Si no lo pruebas, se duda.
MÉRITO Bien puede uno ser dichoso
sin tener Merecimiento; 225
pero este mismo contento
le sirve de afán penoso:
pues siempre está receloso
del defecto que padece,
y el gusto le desvanece, 230
sin alcanzarlo jamás.
Luego no es dichoso, más
de aquel que serlo merece.
MÚSICA ¡Que para ser del todo
feliz, no basta 235
el tener la ventura,
sino el gozarla!
FORTUNA Tu razón no satisfaga:
pues antes, de ella se infiere
que la que el Mérito adquiere 240
no es ventura, sino paga;
y antes, el deleite estraga,
pues como ya se antevía,
no es novedad la alegría.
Luego, en sentir riguroso, 245
sólo se llama dichoso
el que no lo merecía.
MÚSICA ¡Que para ser del todo
grande una Dicha,
no ha de ser esperada 250
sino improvisa!
ACASO Del Acaso, una sentencia
dice que se debe hacer
mucho caso, pues el ser
pende de la contingencia. 255
Y aun lo prueba la evidencia,
pues no se puede dar paso
sin que intervenga el Acaso;
y no hacer de él caso, fuera
grave error: pues en cualquiera 260
caso, hace el Acaso al caso.
MÚSICA ¡Porque, ordinariamente,
son las venturas
más hijas del Acaso
que de la industria! 265
DILIGENCIA Este sentir se condena;
pues que es más ventura, es llano,
labrarla uno de su mano,
que esperarla de la ajena.
Pues no podrán darle pena 270
riesgos de la contingencia,
y aun en la común sentencia
se tiene por más segura;
pues dice que es la ventura
hija de la Diligencia. 275
MÚSICA ¡Y así, el temor no tiene
de perder dichas,
el que, si se le pierden,
sabe adquirirlas!
MÉRITO ¡Aunque, a la primera vista, 280
cada uno (al parecer)
tiene razón, es engaño:
pues de la Dicha el laurel
sólo al Mérito le toca,
pues premio a su sudor es. 285
MÚSICA ¡No es!
MÉRITO ¡Sí es!
FORTUNA No es, sino de la Fortuna,
cuya soberbia altivez,
es la máquina del orbe
estrecha basa a sus pies. 290
MÚSICA ¡No es!
FORTUNA ¡Sí es!
DILIGENCIA No es, sino condigno premio
de la Diligencia; pues
si allá se pide de gracia,
aquí como deuda es. 295
MÚSICA ¡No es!
DILIGENCIA ¡Sí es!
ACASO No es tal; porque si el Acaso
su causa eficiente es,
claro está que será mía,
pues soy yo quien la engendre. 300
MÚSICA ¡No es!
ACASO ¡Sí es!
MÉRITO Baste ya, que esta cuestión
se ha reducido a porfía;
y pues todo se vocea
y nada se determina, 305
mejor es mudar de intento.
FORTUNA ¿Cómo?
MÉRITO Invocando a la Dicha;
que, pues la que hoy viene a casa
se tiene por más divina
que humana, como deidad 310
sabrá decir, de sí misma,
a cuál de nosotros cuatro
debe ser atribuida.
FORTUNA Yo cederé mi derecho,
sólo con que ella lo diga. 315
Mas ¿cómo hemos de invocarla,
o adónde está?
DILIGENCIA En las delicias
de los Elisios, adonde
sólo es segura la Dicha.
Mas ¿cómo hemos de invocarla? 320
ACASO Mezclando, con la armonía
de los coros, nuestras voces.
DILIGENCIA Pues empezad sus festivas
invocaciones, mezclando
el respeto a la caricia. 325

(Cantan y representan.)

MÉRITO ¡Oh Reina del Elisio coronada!


FORTUNA ¡Oh Emperatriz de todos adorada!
DILIGENCIA ¡Común anhelo de las intenciones!
ACASO ¡Causa final de todas las acciones!
MÉRITO ¡Riqueza, sin quien pobre es la riqueza! 330
FORTUNA ¡Belleza, sin quien fea es la belleza;
MÉRITO sin quien Amor no logra sus dulzuras;
FORTUNA sin quien Poder no logra sus alturas;
DILIGENCIA sin quien el mayor bien en mal se vuelve;
ACASO con quien el mal en bienes se resuelve! 335
MÉRITO ¡Tú, que donde tú asistes no hay desdicha!
FORTUNA En fin ¡tú, Dicha!
ACASO ¡Dicha!
DILIGENCIA ¡Dicha!
MÉRITO ¡Dicha!
TODOS ¡Ven, ven a nuestras voces;
porque tú misma
sólo, descifrar puedes 340
de ti el enigma!

(Dentro, un clarín.)

MÚSICA ¡Albricias, albricias!


TODOS ¿De qué la pedís?
MÚSICA De que ya benigna
a la invocación 345
se muestra la Dicha.
¡Albricias, albricias!

(Córrense dos cortinas, y aparece la DICHA, con corona y cetro.)

MÉRITO ¡Oh, qué divino semblante!


FORTUNA ¡Qué beldad tan peregrina!
DILIGENCIA ¡Qué gracia tan milagrosa! 350
ACASO ¿Pues cuándo no fue la Dicha
hermosa?
MÉRITO Todas lo son;
mas ninguna hay que compita
con aquésta. Pero atiende
a ver lo que determina. 355
DICHA Ya que, llamada, vengo
a informar de mí misma,
y a ser de vuestro pleito
el árbitro común que lo decida;
y pues es la cuestión, 360
a quién mejor, la Dicha,
por razones que alegan,
de los cuatro, ser debe atribuida:
el Mérito me alega
tenerme merecida, 365
como que equivalieran
a mi valor sagrado sus fatigas;
la Diligencia alega
que en buscarme me obliga,
como que humana huella 370
pudiera penetrar sagradas cimas;
la Fortuna, más ciega,
de serlo se acredita,
pues quiere en lo sagrado
tener jurisdicciones electivas; 375
y el Acaso, sin juicio
pretende, o con malicia,
el que la Providencia
por un acaso se gobierne y rija.
Y para responderos 380
con orden, es precisa
diligencia advertiros
que no soy yo de las vulgares dichas:
que ésas, la Diligencia
es bien que las consiga, 385
que el Mérito las gane,
que el Acaso o Fortuna las elijan;
mas yo mido, sagrada,
distancias tan altivas,
que a mi elevado solio 390
no llegan impresiones peregrinas.
Y ser yo de Fortuna
dádiva, es cosa indigna:
que de tan ciegas manos,
no son alhajas dádivas divinas. 395
Del Mérito, tampoco:
que sagradas caricias
pueden ser alcanzadas,
pero nunca ser pueden merecidas.
Pues soy (mas con razón 400
temo no ser creída,
que ventura tan grande,
aun la dudan los ojos que la miran)
la venida dichosa
de la excelsa María 405
y del invicto Cerda,
que eternos duren y dichosos vivan.
Ved si a Dicha tan grande
como gozáis, podría
Diligencia ni Acaso, 410
Mérito ni Fortuna, conseguirla.
Y así, pues pretendéis
a alguno atribuirla,
sólo atribuirse debe
tanta ventura a su grandeza misma, 415
y al José generoso,
que, sucesión florida,
a multiplicar crece
los triunfos de su real progenie invicta.
Y pues ya conocéis 420
que, a tan sagrada Dicha,
ni volar la esperanza,
ni conocerla pudo la noticia,
al agradecimiento
los júbilos se sigan, 425
que si no es recompensa,
de gratitud al menos se acredita.
MÉRITO Bien dice: celebremos
la gloriosa venida
de una dicha tan grande 430
que en tres se multiplica.
Y alegres digamos
a su hermosa vista:
¡Bien venida sea
tan sagrada Dicha, 435
que la Dicha siempre
es muy bien venida!
MÚSICA ¡Bien venida sea;
sea bien venida!
FORTUNA Bien venida sea 440
la excelsa María,
diosa de la Europa,
deidad de las Indias.
ACASO Bien venido sea
el Cerda, que pisa 445
la cerviz ufana
de América altiva.
MÚSICA ¡Bien venida sea;
sea bien venida!
MÉRITO Bien en José venga 450
la Belleza misma,
que ser más no puede
y a crecer aspira.
MÚSICA ¡Bien venida sea;
sea bien venida! 455
FORTUNA Y a ese bello Anteros
un Cupido siga,
que sus glorias parta
sin disminuirlas.
DICHA Porque de una y otra 460
casa esclarecida,
crezca a ser gloriosa,
generosa cifra.
FORTUNA Fortuna a su arbitrio
esté tan rendida, 465
que pierda de ciega
la costumbre antigua.
MÚSICA ¡Bien venida sea;
sea bien venida!
MÉRITO Mérito, pues es 470
tan de su familia,
como nació en ella,
eterno le asista.
MÚSICA ¡Bien venida sea;
sea bien venida! 475
DILIGENCIA Diligencia siempre
tan fina le asista,
que aumente renombres
de ser más activa.
MÚSICA ¡Bien venida sea; 480
sea bien venida!
ACASO El Acaso, tanto
se esmere en servirla,
que haga del Acaso
venturas precisas. 485
MÚSICA ¡Bien venida sea;
sea bien venida!
FORTUNA En sus bellas damas,
cuya bizarría,
de Venus y Flora, 490
es hermosa envidia,
MÚSICA ¡bien venida sea;
sea bien venida!
MÉRITO Y pues esta casa,
a quien iluminan 495
tres soles con rayos,
un alba con risa,
ACASO no ha sabido cómo
festejar su Dicha
si no es con mostrarse 500
de ella agradecida,
DILIGENCIA que a merced, que en todo
es tan excesiva
que aun de los deseos
pasa la medida, 505
FORTUNA nunca hay recompensa,
y si alguna hay digna,
es sólo el afecto
que hay a recibirla:
MÉRITO que al que las deidades 510
al honor destinan,
el Mérito dan
con las honras mismas;
ACASO y porque el festejo
pare en alegría, 515
los coros acordes
otra vez repitan:
MÚSICA ¡Bien venida sea
tan sagrada Dicha,
que la Dicha siempre 520
es muy bien venida!
DICHA ¡Y sea en su Casa,
porque eterna viva,
como la Nobleza,
vínculo la Dicha! 525
FORTUNA Y porque a la causa es bien
que estemos agradecidas,
repetid conmigo todos:
TODOS ¡Que con bien su señoría
ilustrísima haya entrado, 530
pues en su entrada festiva,
fue la dicha de su entrada
la entrada de nuestra Dicha!
MÚSICA ¡Fue la dicha de su entrada,
la entrada de nuestra Dicha! 535
Letra que se cantó por «Divina Fénix, permite»...
Divina Lysi: permite
a los respetos cobardes
que por indignos te pierden,
que por humildes te hallen.

No es ufano sacrificio 5
el que llega a tus altares;
que aun se halla indigno, el afecto,
de poder sacrificarse.

Ni agradarte solicita;
que no son las vanidades 10
tan soberbias, que presuman
que a ti puedan agradarte.

Sólo es una ofrenda humilde,


que entre tantos generales
tributos, a ser no aspira, 15
ni aun a ser parte integrante.

La pureza de tu altar
no es bien macular con sangre,
que es mejor que arda en las venas
que no que las aras manche. 20

Mentales víctimas son


las que ante tu trono yacen,
a quien hieren del deseo
segures inmateriales.

No temen tu ceño; porque 25


cuando llegues a indignarte,
¿qué más dicha, que lograr
el merecerte un desaire?

Seguro, en fin, de la pena,


obra el amor; porque sabe 30
que a quien pretende el castigo,
castigo es no castigarle.

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