Los Trabajos de Hercules
Los Trabajos de Hercules
Los Trabajos de Hercules
OBSERVACIONES MEDITATIVAS
E INDICACIONES HACIA UNA PROFUNDIZACION DEL
ARTE DE CURAR
02/04/12
Curso de Navidad
8 conferencias, Dornach 2-9 Enero 1924
Curso de Pascua
5 conferencias, Dornach 21-25 Abril 1924
“Colección-Medicina Antroposófica”
Traducción castellana
José-Ramón Blanco Sánchez
Carlos Cardona Z
Julio 20 - 2011
Email- [email protected]
ÍNDICE
CURSO DE NAVIDAD
CURSO DE PASCUA
CURSO DE NAVIDAD
PRIMERA CONFERENCIA
Dornach, 2 de Enero de 1924
11/26/2014
01/04/12
Ilusión de la representación del hombre con contornos definidos. El
hombre-agua, campo de acción del cuerpo etérico; el hombre-aire,
campo de acción del cuerpo astral. El hombre de calor, instrumento del
Yo, penetra todo el organismo. La vida psíquica resuena en los órganos
através del éter de calor. La organización humana implica la
posibilidad de la enfermedad. La curación a partir de los procesos
naturales y su acción sobre los elementos constitutivos suprasensibles.
Las ciencias naturales deben apelar a nuevas ideas a partir del estudio
de la vida en relación con el cosmos. Ejemplo de las hormigas y papel
del ácido fórmico. Ejemplo de la maduración del higo y del proceso
azúcar. La conveniencia de desarrollar en si mismo un sentido de la
naturaleza. El microscopio, fuente de ilusiones, cómo remediarlo.
Lección extraída de la colmena.
Sin estas nociones nunca podrán hacerse una idea del hombre sano, y,
por consiguiente, del hombre enfermo. Consideremos un órgano
cualquiera, por ejemplo un hígado o un riñón, que en el estado llamado
normal recibe de determinada manera los impulsos de la organización
del Yo, impulsos que se ejercen en primer lugar sobre el organismo de
calor para luego alcanzar al órgano concreto, hígado o riñón, etc. @Esta
influencia de la organización del Yo por intermedio del organismo de
calor puede desviarse de su comportamiento habitual, puede
intensificarse, sometiendo entonces al hígado o al riñón demasiado
fuertemente a su influencia. Este dispositivo del organismo necesario
para que la organización del Yo pueda manifestarse ahí, cuando
funciona mal, cuando, por decirlo así, está dislocado, hace posible la
enfermedad. Si Ustedes se imaginan el organismo tal como lo
representan los anatomistas y los fisiólogos, no puede caer enfermo,
pues ¿de dónde procedería entonces la enfermedad? Es necesario que
haya en alguna parte del organismo una posibilidad de que la
enfermedad se instaure. Ahora bien, @la influencia de la organización
del Yo debe, por ejemplo, ejercerse intensamente en el corazón, por
intermedio, por supuesto del organismo de calor. Si, por una
determinada circunstancia, lo que debería actuar en el corazón a
través del organismo de calor, desvía su acción hacia el riñón o el
hígado, se constata entonces que lo que debería desarrollarse
normalmente se altera y se desplaza, abriendo paso a la enfermedad.
Tengamos en cuenta también cómo se pueden observar tales
desviaciones en la naturaleza exterior.
Esto les muestra que no basta con aprender a conocer los órganos
concretos, sino también los procesos humorales, tanto del exterior, en
el cosmos, como del interior del hombre, y esto hasta en sus menores
detalles. El hombre puede observar ciertos procesos que él provoca en
la naturaleza, pero su significado escapa a la interpretación científica.
He aquí un fenómeno muy simple: en las regiones meridionales crecen
las higueras; las hay silvestres y las hay también cultivadas de una
manera particularmente refinada para producir higos dulces. Veamos
cómo se procede: los cultivadores se las ingenian para que una
determinada especie de avispas pongan sus huevos en un higo corriente.
Se desarrolla así una larva que se transforma en crisálida. Este proceso
es entonces acelerado por el cultivador, de forma que la joven
generación de avispas es inducida a efectuar en el mismo año una puesta
(cosa que no habría tenido lugar normalmente hasta la primavera del
año siguiente. Ndt.). Los higos en los cuales han sido depositados los
huevos se vuelven claramente más azucarados. Para obtener este
resultado, los meridionales escogen dos higos casi maduros, higos que
han hecho picar por las avispas, y los atan a las ramas (de la higuera que
se desea mejorar. Ndt.). Por haber sido cortados, su maduración se
acelera considerablemente, y la primera generación de avispas se
desarrolla muy rápidamente. Tras la eclosión, estas abejas hacen su
puesta en los demás higos, que se vuelven más dulces. Este es, queridos
amigos, un proceso muy importante, pues se produce reduciendo la
sustancia en vistas a la transformación del higo, lo mismo que cuando
la abeja liba la flor y almacena la miel en la colmena. En efecto, la
actividad que despliega la abeja en el espacio, desde la flor en la que
succiona el néctar hasta la elaboración de la miel en la colmena, es
idéntica a la que se desarrolla de manera sintetizada en el higo.
Haciendo que la joven generación de avispas pique los higos, el
meridional suscita un proceso melífero. Estamos así ante una
metamorfosis de dos procesos naturales, de los cuales uno se desarrolla
desplegado en el espacio y el otro en el árbol mismo, en el que han sido
suspendidos los higos que maduran más rápido para dar nacimiento a la
segunda generación de avispas cuya picadura hace que los demás higos
se vuelvan más dulces. Tales procesos deben ser estudiados, pues son
los verdaderamente importantes. Procesos así se desarrollan en el
hombre, y la anatomía y la fisiología no tienen la menor idea de ellos
porque no extienden sus consideraciones a los procesos naturales como
éstos que he puesto como ejemplos. Es importante observar estos
procesos sutiles de la naturaleza para alcanzar un conocimiento real del
hombre.
Pero esto, queridos amigos, sólo es posible si se posee un verdadero
sentido interior de la naturaleza, una visión de conjunto de los
fenómenos del calor, de las corrientes aéreas, del calentamiento y del
enfriamiento del aire, del vapor de agua de la atmósfera, del maravilloso
juego del rocío matinal en las flores y en las plantas y de los admirables
procesos que se desarrollan, por ejemplo, en las agallas4, que se forman
por la introducción de un huevo tras la picadura de un insecto. Todo
esto debe ser envuelto con una mirada macroscópica, lo que exige un
sentido de la naturaleza, cosa que brilla por su ausencia cuando todo
depende, como sucede hoy día, de lo que hay encerrado en la
preparación observada al microscopio. En este caso se aísla al objeto
de la naturaleza, lo cual es una terrible ilusión. ¿Qué se busca con
ayuda del microscopio? Se quiere ver lo que es invisible para el ojo
desnudo. Agrandando enormemente un objeto se cree que tendrá el
mismo efecto que tiene a más pequeña escala, pero lo que observamos
es un objeto totalmente ficticio, un objeto engañoso. El microscopio
sólo tiene razón de ser si tienen Ustedes un sentido de la naturaleza
suficientemente aguzado como para que les permita transformar
interiormente el objeto en cuestión en la medida de su pequeñez.
Entonces todo es diferente y Ustedes verán alguna otra cosa. Cuando
observen un objeto agrandado deben poderlo simplificar en su fuero
interno, cosa que habitualmente se olvida.
Es esta manera de ver que nos revela que la colmena tiene un alma la
que es preciso reintroducir en nuestro sentido de la naturaleza, manera
de ver que, conducida por un verdadero sentido de la naturaleza,
podemos entonces aplicar a muchas otras cosas. Sólo ella permite
abordar, penetrar en el hombre sano o enfermo en virtud de una visión
macroscópica de los hechos. Eso es lo que haremos en los próximos
días, queridos amigos, a la luz de lo que desearía calificar como moral
del estudio y de la ciencia médica.
04/04/12
07/02/12
11/26/2014
SEGUNDA CONFERENCIA
Dornach 3 de Enero de 1924
Queridos amigos:
Hoy querría, para seguir con el tema de ayer, exponerles algunas
particularidades de los elementos constitutivos del hombre. Ayer les
señalé que hay que considerar al hombre constituido en primer lugar
por un cuerpo físico formado por todo aquello que aparece en forma
de contornos precisos. Comprende a continuación lo que yo llamaría
un “organismo agua”, impregnado por las fuerzas etéricas, fuerzas
que actúan desde todas partes, viniendo de la periferia. A continuación
tenemos el cuerpo astral, del que es imposible hacerse una
representación espacial y que hay que considerar bajo un aspecto
puramente cualitativo; concebirlo de manera cuantitativa no nos
llevaría a ninguna parte. Hay que representárselo como perteneciente a
un mundo que no es nuestro mundo espacial tal como lo conocemos, a
un mundo exterior al nuestro. Esto es aún más cierto en lo que
concierne a la organización del Yo.
Organización astral....Enfermedad
Organización física……….Nutrición
13/02/12
TERCERA
CONFERENCIA
02/03/12
Queridos amigos:
De aquí a mañana reflexionen en las preguntas que deseen hacerme, a
fin de que a lo largo de las próximas conferencias pueda responderles
teniendo en cuenta sus deseos.
Hoy día se considera lo que nos ocupa como algo que tuviera que ver
con algunos de los setenta u ochenta elementos que existen en la tierra7,
con las fuerzas que se relacionan con ellos, fuerzas de atracción y de
repulsión, etc..., con esas fuerzas que se expresan mediante las
valencias, mediante los números atómicos, etc... Se llega a
determinadas leyes físicas y se intenta sacar una conclusión a partir de
ellas. A continuación, partiendo de estas fuerzas diversas cuyo origen
se busca en las sustancias, se construye un fantasma que se cree que
es el hombre. Pero éste no es el caso. Tanto en su estructura general
como en las fuerzas que aseguran su nutrición y su crecimiento, @el
hombre no está sometido únicamente a las influencias que emanan de
las sustancias terrestres. Partiendo del cuerpo etérico hemos visto que
éste sufre absolutamente la influencia de las fuerzas que surgen de la
periferia del cosmos. Consideren ahora estas dos especies de fuerzas,
las que emanan de las sustancias y las que brotan del cosmos; es
necesario que entre ambas se establezca, para cada órgano, un
equilibrio, una compensación, una armonización. Los diferentes
sistemas orgánicos del hombre se distinguen realmente por la manera
en que este equilibrio se establece.
Consideren bajo este ángulo la cabeza del hombre. Aquí debo llamar
la atención —lo he hecho ya en repetidas ocasiones- sobre la manera en
que el peso del cerebro —sometido como todo cuerpo terrestre a la
gravedad- es en gran parte anulado por el hecho de que este órgano
flota en el liquido cefalorraquídeo. El cerebro constituye la principal
masa de la cabeza humana y pesa entre 1300 y 1500 gramos. En razón
de la presencia del líquido cefalorraquídeo que fluye por el canal
raquídeo, no pesa más que unos veinte gramos como mucho. ¿Por qué
esto es así? Porque, por el principio de Arquímedes, el cerebro recibe
un empuje igual a la masa del líquido desplazado. Así, de su peso no
quedan más que unos 20 o 25 gramos. Sí el cerebro presionara con toda
su fuerza hacia abajo, el sistema arterial situado en su base no podría
existir, pues seria aplastado. Nosotros no vivimos con nuestro cerebro
en función de la gravedad terrestre, sino en razón de que se aleja de la
tierra por la fuerza de ascensión que se opone a la gravedad. El
cerebro está sometido a la gravedad por un peso de veinte gramos como
mucho. Con nuestra cabeza sufrimos la gravedad levemente.
13/03/12
CUARTA
CONFERENCIA
14/03/12
Queridos amigos:
En las tres conferencias anteriores hemos intentado esbozar una
concepción que pueda servir de base al médico, esbozo breve en razón
del tiempo disponible. Para entrar en detalles haría falta mucho tiempo,
tiempo evidentemente disponible para los estudios médicos.
Pero los estudios médicos —Uds. deben ser conscientes de ello- tienen
un carácter muy particular que conlleva exigencias muy especiales; son
estudios en los cuales no puede hacerse abstracción de los resultados de
la investigación espiritual. @No puede haber medicina en ausencia de
los fundamentos de la Ciencia Espiritual. El caos que reina en este
terreno es el resultado de una orientación de los estudios y de los
conocimientos absolutamente inadaptada a la medicina. Nuestros
conocimientos actuales de la naturaleza convienen a las necesidades
de la técnica, pero no a un conocimiento del hombre. Esto es
igualmente cierto tanto para la teología como para la medicina. Una
verdadera ciencia médica tiene unas particulares exigencias, que Uds.
podrán comprender cuando les diga cómo se forma el hombre.
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9 Es necesario que les diga algo que les podrá parecer totalmente
paradójico, pero tendrán que aprender a aceptar las paradojas. Miren
Uds., se me ha dicho muchas veces que si podría llegar a ser necesario
proteger los remedios que preparamos en nuestro laboratorio
farmacéutico con el fin de que no los puedan imitar. Yo he respondido
que apenas temía las imitaciones sí logramos introducir verdaderos
impulsos esotéricos en nuestra corriente. Entonces se reconocerá que
nuestros remedios están preparados con un plano de fondo esotérico, y
que no es indiferente que sean preparados así —con todo lo que vive en
el esoterismo-, o imitados por cualquier fábrica. Esto les puede parecer
paradójico, pero sin embargo es bien cierto.
12RudolfWirchow: 1821-1902.
Paracelso: Philippe Bombast von Hohenheim, 1493-1541. Alquimista
y medico suizo. Sus doctrinas médicas se basan en una correspondencia
entre el mundo exterior y las diferentes partes del organismo.
Variedad de granito formado durante el pérmico, período geológico
del que deriva su nombre.
‘Relativa al bazo.
También llamado codeso.
Espíritus sanadores,
Vosotros os unís
Al sulfúrico bienhechor
Del perfumado éter;
Vosotros os vivificáis
En el impulso de Mercurio,
En la perla de rocío
De todo lo que se encuentra
En crecimiento, en devenir.
Vosotros os inmovilizáis
En la sal de la tierra
Que en el suelo
Nutre a la raíz 17.
21/03/12
2/4/2015
onix
QUINTA
CONFERENCIA
06/04/12
Dornach, 6 de Enero de 1924
06/04/12
2/11/2015
El camino hacia lo espiritual debe responder a un impulso interior. La
vía esotérica es una vía difícil. Las fuerzas cósmicas en relación con la
planta y el organismo humano, y en particular con la cabeza. Estos
conocimientos han de ser vividos interiormente. Relación con los
impulsos morales. El proceso de meditación. Organización de la
sección médica del Goetheanum.
Queridos amigos:
A la salida de la conferencia de la víspera estudié sus preguntas; todas
ellas están en evidente relación con el tema de ayer. Una primera
categoría de preguntas testimonia una cierta angustia. A algunas de
ellas se les dará respuesta a lo largo de las conferencias. A otras, todas
más o menos parecidas, no se las puede responder de manera teórica,
sino solamente a través de lo que se desprenda de este curso. En suma,
estas preguntas tienen todas que ver con la vía médica a la cual buscan
adherirse los participantes después de este curso. Hablaremos de ello
hoy, entre las consideraciones esotéricas de ayer y las de mañana, y
veremos cómo puede continuar actuando este impulso, que sólo he
podido presentar de forma precaria dada la brevedad del curso. La
persistencia real de este impulso deberá servir de base a las
consideraciones esotéricas que abordaremos mañana.
¿ qué hace hoy día la ciencia? He aquí cómo procede: procede como
haría un investigador que les abordara mientras estuvieran
contemplando la Madona sixtina y les dijera: “vamos, anda; la
Madona sixtina no es en resumidas cuentas más que una impresión
exterior”, después sacara a la Madona de su marco, la cortara en
trozos cada vez más pequeños hasta reducirla a átomos y finalmente
dijera: “Aquí está, Uds. tienen ahora el verdadero conocimiento de la
Madona”. Pero esto es falso. Si se quiere adquirir un verdadero
conocimiento de la Madona, en primer lugar hay que investigar lo
que nos enseña la religión, después la espiritualidad que Rafael le ha
transmitido —esto es lo principal- y muchas más cosas todavía. Así es
como hay que tratar de percibir las intenciones de los dioses, de las
entidades espirituales, intenciones que se disimulan tras la apariencia
fisica. Esto es lo que el segundo curso debe aportar al hombre, cosa
que no es posible más que poniéndose frente a la realidad.
@Se plantea enseguida la cuestión del karma. Quien desea curar debe
evidentemente tener una íntima relación con el karma. Hablaré de
ello a lo largo de las próximas conferencias. No se puede curar contra
el karma, no se puede curar más que en el sentido del karma. Pero el
karma no es algo a lo que podamos referirnos cínicamente: ¡si alguien
está enfermo debe seguir estándolo, es su karma! Y cuando se
recupera la salud: ¡es el karma el que le ha sanado! No está permitido
juzgar así. La manera en que actúa el karma en la vida humana es un
tema que exige una profundización auténticamente cósmica. Son
preguntas cuyas respuestas, si las buscan, les vendrán de Dornach.
@
Fuego =.........voluntad operante
Aire = ............coraje
Agua = ..........sentimiento
Tierra = .........pensamiento
08/04/12
SEXTA CONFERENCIA
Dornach, 7 de Enero de 1924
09/04/12
El conocimiento del sistema óseo mediante el pensamiento, del hombre-
agua mediante la imaginación, de los órganos internos mediante la
inspiración y de hombre-calor mediante la intuición. Las dos especies
de calor. Aire y luz. Metamorfosis de la luz. El quimismo está ligado al
elemento-agua. Elemento-tierra y vida. Pensamiento médico y
terapéutica.
Queridos amigos:
Por razones que ahora no voy a exponer, reservaré la exposición más
esotérica, que tenía intención de desarrollar, para el final de este curso.
Hoy voy a conversar con Uds. sobre otros temas. En relación con lo que
fue dicho ayer, puede sorprendernos el hecho de tener que encontrar —
si deseamos aproximarnos a las realidades- detrás de las apariencias de
lo sólido, de lo terrestre, lo relativo al pensamiento, y, detrás de las del
aire, el coraje. Ahora bien, dirigir su atención a esta correspondencia
entre lo sólido, lo terrestre, que se percibe por sus contornos, y el
pensamiento, tiene una cierta significación médico-histórica. Ninguna
de las circulaciones del organismo humano —la humoral, entre otras-
puede vincularse al pensamiento; no podríamos encontrar ahí el
pensamiento como telón de fondo. Tampoco lo encontraríamos en el
elemento aéreo o calórico. Hemos visto cómo deben ser considerados
en el cosmos lo aéreo y lo calórico. Pero en el hombre todo existe bajo
una forma particular. @En el hombre sólo puede ser captado por el
pensamiento lo que aparece limitado por un contorno, incluido
aquello que se nos aparece con carácter sólido aunque sea blando. De
igual manera, lo espiritual que intentamos captar tras la apariencia fisica
del elemento líquido, tiene el carácter del sentimiento. Este elemento
afectivo del organismo humano debe ser examinado de cerca. Pues
cuando hablamos habitualmente de la afectividad tenemos en cuenta el
sentimiento subjetivo que el hombre experimenta por su constitución
psico-corporal. Pero en el hombre el sentimiento no es solamente lo que
se experimenta de forma inmediata; en el hombre, el sentimiento es
edificador. El organismo-agua, por ser una forma particular del
elemento fluido universal del cosmos, contiene ya en su esencia el
elemento afectivo. Es necesario darse cuenta de que lo que actúa en
este organismo-agua, este impulso eterico, ha de ser igualmente objeto
de conocimiento, pero no puede ser captado como un objeto exterior al
hombre, pues todo lo que se nos presenta como sustancia o proceso en
el organismo humano se modifica en relación con el exterior. Hay que
ser conscientes de que las fuerzas de conocimiento aplicables al
mundo físico exterior no son adecuadas para la comprensión cuando
se aborda el organismo-agua, cuando se estudia todo lo que circula en
el organismo, sea a través del canal de los vasos o asociado a un
órgano cualquiera.
09/04/12
SÉPTIMA
CONFERENCIA
Dornach, 8 de Enero de 1924
10/04/12
5/31/2016
Respuestas a preguntas: sobre el magnetismo médico, sobre las
relaciones entre el corazón y el útero, sobre la descomposición del
cadáver, sobre la autopsia, sobre la iridoscopia, la grafología, etc.
influencia del conocimiento del proceso de curación sobre la propia
curación. Reflexiones sobre el libro: La Filosofía de la Libertad.
Imaginación y actividades musculares. Inspiración y vida de los
órganos internos. Esbozo de un plan de estudios médicos según la
Ciencia Espiritual. Aspecto espiritual de la enfermedad; ejemplo de la
viruela.
Queridos amigos:
Dedicaremos la primera parte de nuestras conversaciones de hoy a las
preguntas no incluidas en la pregunta general de la que he hablado y de
la que seguiré hablando. Luego reanudaremos nuestra tema de ayer,
para terminar mañana nuestras consideraciones esotéricas.
Lo que sucede ha de mirarse aún desde otro ángulo. @El hecho es que
la curación tiene siempre como punto de partida el cuerpo astral, bien
sea el del paciente o el del magnetizador. En la terapia medicamentosa
se desarrolla un proceso inverso. En ésta, Uds. no hacen más que
introducir sustancias en el cuerpo fisico, las cuales actúan en
conformidad, por una parte, con las fuerzas internas, y por otra con
el ritmo del cuerpo fisico, influyendo así en el cuerpo etérico del
paciente. La curación emana siempre del cuerpo etérico. Por un lado,
Uds. actúan sobre el cuerpo etérico a partir del astral; ésta es la
curación psíquica, de la que forma parte el magnetismo médico, que
tiene algo de problemático o bien, podríamos decir, un lado
humanitario o social, un lado que se refiere a la relación hombre a
hombre. Por otra parte tienen Uds. la terapia racional, que debe pasar
obligatoriamente por el medicamento, cuya ácción llega al cuerpo
eterico a través del fisico. Pero la curación debe emanar siempre del
cuerpo eterico. Es completamente ilusorio creer que el cuerpo fisico
enfermo puede suscitar ningún tipo de curación. En efecto, el cuerpo
fisico porta en sí la tendencia a la enfermedad, pero la curación es
siempre obra del cuerpo eterico.
@Hay una cierta similitud entre el estudio de los cabellos, del iris y la
quiromancia. Ahí también es indispensable la inspiración, y no las
reglas superficiales que se dan habitualmente. Para examinar las
lineas de la mano es necesaria una predisposición particular, que
algunos suelen tener. Es verdad que las líneas están estrechamente
ligadas al carácter de la evolución de una persona. Para convencerse
de ello basta con comparar las líneas de la mano izquierda con las de
la derecha. En la vida cotidiana esta diferencia se manifiesta en el
hecho de escribir con la mano derecha y no con la izquierda. En lo que
concierne a las lineas de la mano, las de la izquierda revelan al
inspirado todo el karma; las de la derecha, la actividad, la asiduidad
que manifiesta la persona en la existencia presente. Su destino ha
estructurado su existencia actual; su actividad, la conducta hacia el
futuro. Todo esto tiene fundamento, pero es extraordinariamente
peligroso airear estas nociones en público, pues abordamos aquí un
terreno donde la seriedad y la charlatanería están demasiado
próximas. De nuestras próximas consideraciones se extraerán por sí
solas otras ideas.
Por eso, en los estudios médicos hay que proceder así: un primer curso
trataría de lo que he expuesto en las tres primeras conferencias: crear
una base a partir de una ciencia de la naturaleza y del hombre, una
base de conocimientos cósmicos y humanos. A continuación, un
segundo curso: profundización esotérica de la dinámica médica;
considerar la medicina como he expuesto en la cuarta conferencia y
como haré mañana. Por fin, un último curso trataría principalmente
de las relaciones entre la terapéutica y la verdadera aptitud moral
médica. Pues la una debe llevar a la otra. Y si se lleva a cabo un curso
así moralmente cualificado, las enfermedades se convertirán realmente
para el médico en lo contrario de lo que son para el enfermo. Llegarán
a ser para él un objeto de amor, pues la enfermedad no alcanza su
objetivo hasta que es sanada. ¿Qué significa esto?
12/04/12
OCTAVA
CONFERENCIA
12/04/12
Orientación del médico en función del Karma. La voluntad de curar.
Fuerzas lunares y fuerzas de Saturno en la edificación del hombre. El
alma pertenece al reino de la luz y el cuerpo al reino de la gravedad.
Meditación sobre el oro; relación con el Sol. Tema de meditación sobre
la luz y la gravedad. Efectos de la Euritmia curativa.
Queridos amigos:
Las nociones de las que deben impregnarse no pueden serles
presentadas más que con ayuda de aforismos, sin perjuicio de
desarrollarlos posteriormente, con ocasión de una nueva serie de cursos
organizados aquí en relación con la sección médica del Goetheanum.
@Insisto en el hecho de que no se puede evidentemente curar en
oposición al karma. El médico debe ser consciente siempre de ello.
Cuando se trata de curar, el médico debe orientarse en dos
direcciones. Una es la invencible voluntad del karma. Esta voluntad
kármica es, en un primer momento, indispensable para el propio
médico, pues ya han visto Uds. que lo que el médico utiliza para las
enfermedades pierde en cierta forma su eficacia para él mismo. Es
verdad que esto puede transformarse a su vez para él en eficacia, pero,
de momento, con lo que les he dicho es suficiente. @Por supuesto, el
médico permanece sometido al karma en cuanto a su salud y sus
enfermedades. Pero precisamente, cuando existe la actitud interior de
la que he hablado, cuando el saber terapéutico penetra el alma en
profundidad, la conciencia kármica se transforma cada vez más en
pura manifestación del karma. El karma tiene dos caras. Deben
considerar el kanna de forma que relacionen su destino actual con la
última de las encamaciones sucesivas. Pero es necesario que tengan
también a la vista la quinta o la sexta encarnación posteriores a la
actual; lo que se efectúa actualmente se convertirá entonces en
acontecimiento y Uds. tendrán entonces el resultado final. Si llevan este
pensamiento hasta su último término, concebirán claramente que el
kanna es también un devenir, que lo que se lleva a cabo ahora le
añade alguna cosa. Es una gran verdad que el karma, en cierta
medida, se modifica con nuestros actos. Quien comprenda el karma
jamás será fatalista. El conocimiento del karma confiere firmeza y
seguridad en la vida, ofrece una base sólida.
Mira en tu alma
Su fuerza de luz
Siente en tu cuerpo
El poder de la gravedad
En el poder de la gravedad
Toma fuerza el Espíritu de Dios
Pero no es conveniente
Que la fuerza de luz
Se impregne
De fuerza de gravedad
Pero no es conveniente
Que la fuerza de luz
Se impregne
De fuerza de gravedad
Ni que
La fuerza de gravedad
Penetre
La fuerza de luz
Como digo, estas palabras deben ser recibidas con la mayor seriedad,
con una seriedad tal que ellas formen su cuerpo, que les permitan
realmente considerar al hombre bajo el aspecto de la fuerza de luz y del
poder de la gravedad, y que despierte en Uds. el sentimiento de que
ambas son antagonistas cuando se interpenetran. Esto es lo que sucede
en la enfermedad. @Cuando es la fuerza de luz la que se impregna del
poder de la gravedad se producen las llamadas enfermedades mentales.
Reflexionen sobre esto, consideren que el Espíritu de Dios vive en el
cuerpo, y que si la fuerza de luz se impregna del poder de la gravedad
el hombre se apropia indebidamente de Dios: Dios en él.
Reflexionando sobre todo esto, sintiéndolo, experimentándolo con el
impulso moral adecuado, aprenderán progresivamente a considerar los
elementos y los procesos del mundo, y hallarán la manera de separar la
fuerza de luz cuando se haya impregnado del poder de la gravedad;
encontrarán cualquier medio, una sustancia exterior o un proceso
humano capaz de llevar socorro al cuerpo eterico por medio del astral.
Miren Uds., @si su alma se impregna por completo de estas cosas,
también sabrán ver de golpe lo que cura en la Euritmia curativa. Pues
lo que en ella cura reposa principalmente en las fuerzas cósmicas.
Cuando hace ejercicios con las consonantes están Uds. en el seno de
las fuerzas lunares; con las vocales, en las de Saturno. Practicando la
Euritmia curativa nos sentimos, a través de estas dos fuerzas, en pleno
cosmos. Pongamos un ejemplo: supongan que constatamos —es un
diagnóstico, pero sin diagnóstico válido no hay terapéutica, y lo que
importa en medicina es la terapéutica- supongan que constatamos en un
ser humano un exceso de estructuración, que este ser no puede triunfar
sobre los procesos de estructuración de las sales o de los hidratos de
carbono. Si Uds. constatan realmente los efectos sutiles en la
organización —los síntomas pueden ser discretos-, la Euritmia curativa
mediante vocales, que se opone a la estructuración, tendrá una notable
eficacia. O este otro: cuando percibimos que un niño tiene una ligera
tendencia a la tartamudez —ciertamente, no quiero hablar
superficialmente de la tartamudez; podemos estar en presencia de las
lesiones más variadas-, puede que estas lesiones de la tartamudez
entrañen un predominio de las fuerzas estructurantes, por lo que se le
hará practicar ejercicios de Euritmia curativa basados en vocales. Se
llevarán a cabo en orden natural, en ese orden en el que el ser humano
se manifiesta correctamente. Así, a los niños con tendencia a
tartamudear se les hará practicar los ejercicios de Euritmia curativa
en el orden habitual de las vocales A, E, I, 0, U, y, con suficiente
paciencia y amor, es posible alcanzar excelentes resultados.
Pues, miren, en principio sólo unas pocas personas —no pueden ser más
que jóvenes- son capaces de tender un puente entre lo que Dornach
quiere en el plano espiritual y aquello que, en el mundo, detenta el poder
materialista. No puede ser más que un pequeño número, y, a decir
verdad, sólo jóvenes que estén cursando estudios. ¿Por qué? Si lo que
se dice de Dornach en los terrenos más variados fuera verdad, sería una
locura. Tuve que hacer una exposición ante un circulo de estudiantes
sobre el tema de la terapéutica. Todos los estudiantes de la facultad
estaban presentes, así como un profesor, un verdadero profesor. Yo me
daba cuenta de que éste no había venido más que para confirmar lo que
pensaba: que mi exposición no podía ser más que un parloteo de
aficionado médico. También pude observar una verdadera
metamorfosis en él. Por una parte tenía el aspecto de estar cada vez más
indignado, y por otra parte estaba sorprendido. Efectivamente, estaba
obligado a admitir que no se trataba de parloteo, pero no podía,
evidentemente, dar su asentimiento a aquello que contradecía
totalmente lo que él había considerado desde años como la verdad. Es
evidente que lo máximo que se le podía exigir -esto se desprende de una
conversación que yo tuve luego con él- era que dijese: “prefiero guardar
mis distancias”. Ciertamente, no habría tenido necesidad de distanciarse
si lo que reconoció hubiese sido una estupidez. En este caso le hubiera
sido fácil disparar las flechas habituales. El pensaba que le habría sido
fácil, pero fue incapaz de ello. También, el máximo que se podía exigir
de la dignidad profesoral eran estas palabras: “prefiero guardar mis
distancias”. No se podía pedir más. Pero un joven toma necesariamente
una actitud completamente distinta. Todavía no está atestado de
prejuicios. Es también capaz de aceptar estas nociones por el bien de la
humanidad. Y si es el caso, queridos amigos, es posible que la
espiritualidad del Goetheanum impregne la medicina probablemente
más rápido de lo que se podría imaginar.
17/04/12
@
Mira en tu alma
Su fuerza de luz
Siente en tu cuerpo
La fuerza de gravedad
En la fuerza de luz
irradia el Yo-Espintu
En la fuerza de gravedad
Toma fuerza el Espíritu de Dios
Pero no está permitido
Que la fuerza de luz
Se impregne
De la fuerza de gravedad
Ni que
La fuerza de gravedad
Penetre
La fuerza de luz
Pues si la fuerza de luz se impregna
De la fuerza de gravedad
Y la fuerza de gravedad penetra
La fuerza de luz
Se ligan entonces en universal locura
Alma y cuerpo
En la corrupción.
CURSO DE PASCUA
PRIMERA
CONFERENCIA
17/04/12
Queridos amigos:
A lo largo de la reunión que se mantuvo aquí a continuación del curso
de Navidad, dejamos actuar en nosotros una € profundización de la
medicina mediante el exoterismo. Evidentemente, en razón de la
brevedad de esa reunión, era necesario intentar una penetración tan
intensa como fuera posible en el exoterismo médico, adaptado, nos
parece, a esta juventud médica llena de impulso. onixHemos asimilado
diferentes fórmulas con vistas a trabajarlas posteriormente, fórmulas
adecuadas para permitir que nazca una actitud interior médica idónea,
basada en la necesidad en la que hemos insistido. Me atrevo a pensar,
queridos amigos, que están Uds. dedicados a este trabajo interior. Yo
no veo este trabajo como algo que se efectúa de manera teórica, tras
instalarse en sus mesas, sino cuando la necesidad se hace notar. Se deja
entonces que estas cosas actúen en el alma y que se desarrollen. Ahora
bien, cuando hemos llevado a cabo el conocimiento de estas cosas se
han revelado hechos precisos, significativos, creo, para nuestra reunión
actual. En razón de la densidad de los elementos esotéricos
comunicados han aparecido algunas dificultades, de diferentes grados
en unos y otros. El exoterismo no se ofrece para hacer la vida lo más
fácil posible; en un sentido sería más bien lo contrario. Estaría destinado
más bien a hacernos la vida más dificil, a suscitar dificultades en la
manera de comprender y de sentir al mundo y al hombre. Pero a través
de estas dificultades seguimos una vía diametralmente opuesta a esa tan
superficial que caracteriza a nuestra civilización. Sólo dirigiendo la
atención a las dificultades que surgen entre el mundo exterior y el
individuo pueden dar un giro en sí mismos. También, la mejor conducta
a observar consistirá en reflexionar en estas dificultades interiores y en
exponerlas, a fin de hacer de ellas un objeto de discusión. Yo también
les pediré que me informen de las dificultades interiores o exteriores
con las que se han tropezado. Tanto el practicante como el estudiante
habrán encontrado dificultades. Algunos de Uds. acaban sus estudios y
encuentran dificultades muy particulares. Puesto que pueden ser
resueltas, intentaremos resolverlas. Todos Uds. han recibido la primera
circular y habrán constatado, en razón de preguntas concretas, que hay
mucho que decir. Desearía saber si se plantea alguna pregunta, precisa
o imprecisa; nos permitirá progresar. Así la exposición será menos
doctoral y más viva.
Hay otra que no va unida a las grandes fases lunares, sino a las fases
lunares cotidianas: las mareas. El flujo y el reflujo eran sincrónicos con
los procesos lunares. Ahí también ha habido una separación. La Luna
sigue su propio curso; la marea, el suyo. Estos factores son igualmente
determinantes para el efecto mántrico. El efecto mántrico de las
fórmulas era antiguamente idéntico a los procesos cósmicos;
habiéndose producido la separación, hay que encontrar la buena
orientación. Si buscamos este apoyo en el exterior, debemos decirnos
en primer lugar: lo que ha de producirse en el exterior está inscrito en
el cosmos. Pero cuando se medita, tenemos que poder ser interiormente
independientes de los procesos cósmicos. No es, pues, indispensable,
para la acción de un mantram, tener en cuenta las constelaciones. El
ciclo menstrual ya no se guía por la posición exterior de la Luna, porque
se ha convertido en el reflejo de la naturaleza. Igualmente, el camino
mántrico interior está actualmente emancipado de los procesos
cósmicos exteriores. Esto es lo que caracteriza la diferencia entre
esoterismo oriental y esoterismo occidental, como ya he expuesto en
otros ámbitos. El oriental parte del punto de vista de que el hombre ha
salido del cosmos y debe volver a él, religarse a él. Piensen en la postura
de Buda; es una vuelta hacia estados pasados. Se desprende de la
postura de Buda, del cruce de las piernas para excluir los miembros. La
posición de los brazos también niega todo vínculo con la tierra. Lo que
se ha emancipado del cosmos es neutralizado. Se ve la manera en que
el hombre se reintegra al cosmos, retorna a él. Este es el fondo de todo
el exoterismo oriental; es una vía retrógrada. Nuestro exoterismo
occidental no puede ser más que una marcha hacia delante, una
creciente emancipación. Por eso es interiormente menos confortable,
más aún cuando se aplica a determinados ámbitos particulares.
Evidentemente, cuando están Uds. en presencia de algunos casos
patológicos y constatan que los fenómenos se han manifestado con
precisión, digamos, respecto a una oposición Luna-Saturno, esto tiene
una determinada significación. Prescriben entonces un tratamiento
mediante Saturno-Luna, en lenguaje terrestre mediante plomo y plata
(Saturno = plomo, Luna = plata), y se dicen: utilizo el plomo cósmico
en la forma en que se ha hecho cósmico en la Tierra, y utilizo la plata
terrestre intentando pulverizarla, disolverla, modificándola, por tanto,
en un sentido telúrico. Así suscito la misma constelación que la que se
expresa en el cielo por oposición a la Luna, y curo así en el sentido de
las fuerzas cósmicas. Pero de este modo Uds. reconducen a su paciente
a un estado evolutivo atrasado. Por el contrario, si parten sencillamente
de las circunstancias terrestres, de la relación del hombre con el plomo
y con la plata, están Uds. ya en una situación de emancipación y no se
girarán hacia el pasado sino hacia el futuro. En este caso realizarán, sin
duda, algo similar, pero partiendo del interior debido a que aprenden a
conocer la naturaleza del plomo y de la plata, sabiendo que el plomo
actúa sustancialmente y que la plata actúa debido a que es destruida,
disuelta, reducida al estado atómico. Lo comparan a la naturaleza
humana emancipada, no al cosmos. Así es como tienen que guiar su
actitud. Por esta razón, el hecho de reflejar a una constelación real puede
aportar ayuda, pero tendrán que dirigir todas sus fuerzas hacia los
impulsos interiores de su propia alma, dejando actuar las fórmulas
mántricas dentro de sí, buscando en sí mismos.
Pregunta: cuando medito, ¿qué debo hacer desde el punto de vista del
Yo?
Quiere Ud. decir desde el punto de vista del Yo... Bien, he aquí en qué
consiste la meditación: como hombre moderno tiene Ud. el sentimiento
de que toda frase debe ser comprendida. Esta es una actividad típica del
Yo en la encamación presente. Toda ocupación intelectual es una
actividad característica del Yo. En la encamación actual domina el
intelecto, y todo lo demás está enmascarado por el Yo; se manifiesta,
como mucho, de manera inconsciente, como un sueño. Pero meditar
significa excluir esta tendencia del intelecto y recibir antes que nada el
contenido de la meditación tal como es dado, en su pureza, en su
contenido verbal, diría. También, cuando aborda el contenido de la
meditación de manera intelectual, pone a su Yo en movimiento
reflexionando sobre ello; este contenido se mantiene externo. Si, por el
contrarío, deja Ud. este contenido, tal como es dado, simplemente estar
presente en el campo de su conciencia, sin reflexionar en él, ya no será
el Yo de la presente encamación el que actuará, sino el de la anterior.
Ud. impone silencio a su intelecto; se abandona Ud. al contenido verbal,
lo escucha interiormente, no exteriormente, y mientras se abandona así
al contenido de la meditación su interior trabaja en él; su interior, que
no es el de la encamación presente. Así, el contenido de la meditación
no apela a la comprensión, sino que actúa y trabaja en Ud. hasta el punto
de que llega a darse cuenta de que ha llevado a cabo una experiencia
interior que no hubiera podido vivir antes. Tome, por ejemplo, un
contenido meditativo sencillo que he indicado frecuentemente: “la
sabiduría vive en la luz”. Ciertamente, si se reflexiona en él no se
pueden extraer conclusiones formidablemente sabias; en cambio, se
pueden decir tantos disparates. Este contenido: “la sabiduría vive en la
luz”, se da para ser escuchado interiormente. Algo en Ud. se vuelve
atento cuando lo escucha interiormente, algo que no procede de la
encamación actual, algo que Ud. ha traído de una existencia antenor,
que piensa y siente en Ud. Después de algun tiempo algo se despierta
en Ud., algo de lo que no era consciente antes, algo a lo que no podía
acceder mediante el pensamiento intelectual. Ud. está interiormente
más avanzado que su intelecto, que no contiene más que un pequeño
extracto de lo que está presente.
Luna, fuera de ésta. Así, hasta la separación del Sol, las fuerzas
cósmicas que hoy son exteriores a la Tierra —en el Sol y en la Luna-
actuaban en la naturaleza humana. Ellas actuaban en el hombre porque
éste pertenecía a esos mundos. Hubo a continuación un período
evolutivo a lo largo del cual el Sol y la Luna ya son externos.
Para el materialista será muy fácil, verdad, decir que todo esto no son
más que tonterías; se ve fácilmente que los niños se parecen a sus padres
y a sus antepasados no sólo hasta la segunda dentición, sino después
también. Esto es una estupidez. De hecho, el más débil se da forma
según las fuerzas hereditarias y construye así un segundo hombre más
parecido al modelo; pero es él mismo, al seguir al modelo de más cerca,
quien lo causa. Por el contrario, otras personas llegan a ser muy
diferentes de como eran antes del cambio de dentición. Entre estos
últimos la entidad espiritual-psíquica pre terrestre es más fuerte y se
atiene menos al modelo. Es importante establecer una correcta relación
entre los hechos. Esto se consigue observando que todo lo que el niño
ha de absorber debe ser transformado interiormente, lo que requiere con
contacto íntimo del Yo y del cuerpo astral con los alimentos. Más tarde
esto ya no es necesario. Pasados siete años el hombre ya no vuelve a
tener la necesidad de una elaboración autónoma en conformidad
estrecha con el modelo. Durante esta primera septena está obligado a
transformar en su Yo y en su cuerpo astral todo lo que absorbe, a fin de
hacer con ello una réplica del modelo. Es un proceso que hay que
superar, y esto es lo que hace la naturaleza al llevar la leche lo más cerca
posible a la formación etérica. La leche es una sustancia que posee
todavía una especie de cuerpo etérico. Cuando se le da al niño ejerce un
poder de organización que se remonta hasta el etérico, lo que permite al
cuerpo astral captarla. Así se produce en el niño un contacto íntimo
entre los alimentos absorbidos y la organización astral-espiritual
interior. Ahora es preciso que Uds., como médicos, asimilen estas
importantes indicaciones. Se ve muy bien, en la manera en que mama
el niño, cómo captan leche su cuerpo astral y su Yo. Pueden realmente
verlo. Por un lado, mediten con ayuda de los mantrams, déjenles actuar
en Uds. para liberar sus fuerzas psíquicas; por otro, mediten
simplemente en el niño. Represéntense la manera en que lo espiritual-
psíquico desciende y ataca, primero sin tener en cuenta el modelo, a los
alimentos fisicos; represéntense lo que sucede entre los alimentos y lo
espiritual-psíquico, que se guía por las formas del modelo. Si se lo
representan claramente, la actividad demasiado intensa de los
espiritual-psíquico les aparecerá de manera concentrada en la imagen
de la escarlatina. Su actividad demasiado débil, su asustado retroceso
ante el modelo, les aparecerá en la imagen del sarampión. Al
representarse esto convierten la meditación ordinaria en meditación
médica. Querer captarlo todo con la razón es espantoso. En realidad, en
medicina no se puede captar nada con la razón. La razón permitiría,
como mucho, comprender las enfermedades de los minerales, pero éstos
no son objeto de tratamiento. Todo lo que tiene que ver con la medicina
ha de ser captado mediante la visión imaginativa directa facultad que
hay que desarrollar en primer lugar. Esto no lo pueden observar en el
adulto.
SEGUNDA CONFERENCIA
Dornach, 22 de Abril de 1924
Queridos amigos:
Desearía que me dijeran lo que albergan en su corazón, para que la
discusión pueda responder a sus deseos.
Para hacer una comparación que puede parecer banal, yo diría que es
bueno que Ud. no sepa fabricar relojes, pues conseguiría que, aunque
estuvieran montados según todas las reglas del arte, se negaran a
funcionar. Una hipertrofia de la voluntad en una u otra dirección
permitirá la adquisición de las facultades correspondientes, pero no
conduce a un desarrollo sano de la naturaleza humana. El saber curar
no debería existir sin la voluntad de curar, y Ud. debería hablar de forma
completamente distinta: “Estudio medicina desde hace poco, y
experimento una indomable voluntad de curar. Debo retenerme, para
que esta voluntad surgida del conocimiento no estalle y me lleve a
querer curar a los sanos”. No digo esto para bromear: es la voz de lo
retenido la que debería hablar. No debería ser posible decir: “he
aspirado al conocimiento de la curación, pero no tengo voluntad de
curar”. Pues un saber tan real no puede ser disociado de la voluntad; es
absolutamente imposible.
Otro participante: “Creo que lo que ha dicho la señorita X es sobre todo
consecuencia de los estudios médicos actuales, el resultado final de diez
o doce semestres de estudios. Toda la ciencia médica está centrada en
un conocimiento que no desemboca en la terapéutica. A lo largo de los
cursos no se oye hablar más que de diagnóstico, y en la enseñanza
clínica, cuando el enfermo ha sido despedido y el profesor no sabe qué
hacer mientras espera la llegada del siguiente, suelta algunas palabras
sobre terapéutica de las que no se puede extraer nada práctico...
.Esto me lleva a plantear una pregunta en relación con esta actitud fu-
.damentai de la ciencia actual, fuente de conflicto para los jóvenes,
especialmente para los jóvenes médicos... Me he preguntado si era
bueno, y sobre todo si. era necesario, adherirse a estos métodos que
adquieren un carácter monstruoso, por ejemplo en la investigación
ginecológica, y que no guardan relación con lo que de ellos resulta en
el plano terapéutico. ¿Es necesario sufrir todo esto? Tengo el
sentimiento de que apaga en nosotros el instinto de curación. Un colega
me decía que había conocido a un curandero de las montañas bávaras,
tan célebre por sus dones que un profesor le invitó a su cllnica de
Munich y le pidió que le mostrara su manera de proceder. Desde el
mismo día en que el curandero se instaló en la clínica perdió su don y
se volvió incapaz de curar. Mi pregunta también es: ¿Debemos
asociarnos a los métodos de la medicina científica o, por el contrario,
evitar participar en ellos?
Así planteada, la pregunta es de una extrema importancia. Tiene Ud.
toda la razón, y yo no quería hablar de las particularidades de la señorita
X, sino caracterizar una consecuencia ineluctable de la forma de los
estudios actuales. Los estudios médicos en consonancia con la
naturaleza no llevarían al estudio de los estados patológicos o de los
métodos terapéuticos sin estar animados por la voluntad de curar. La
mayor parte de lo que aprende actualmente un estudiante de medicina
—hay que decirlo- no tiene absolutamente nada que ver con la curación,
y no es más que una sobrecarga de la memoria con las nociones más
imposibles. Es un poco como si se le exigiese a un escultor que
empezara por aprender las propiedades fisicas y químicas del mármol o
de la madera. Esto no le concierne. 1 cosas se enseñan en los tratados y
se practican en clínica que no tienen nada que ver con la medicina!
Desde el instante en que pasan de la descripción de los síntomas fisicos
al cuerpo etérico, casi todo lo que encuentran en los tratados pierde su
significado. Pues el hecho de pasar al cuerpo etérico les da una
orientación completamente diferente en relación a los órganos. Desde
el momento en que pasan del cuerpo fisico al cuerpo eterico ya no
pueden proceder sólo con el intelecto. Cuando aprenden a esculpir lo
que necesitan son más bien la habilidad manual y el sentido del espacio.
Pueden aprender mucho más sobre el cuerpo astral aplicando las
nociones musicales. La manera en que el organismo se estructura a
partir del cuerpo astral les aportará una rica cosecha de conocimientos.
El hombre que pasa a la acción es construido es realidad como una
escala musical. Aquí, hacia atrás, en esta dirección, comienza la prima;
pasa luego a la segunda; después, con el antebrazo, a la tercera Y
encontrarán Uds. dos terceras, igual que hay dos huesos. Se les revelan
asi horizontes completamente nuevos que desembocan en un verdadero
conocimiento humano, y la enseñanza médica debería ser muy diferente
de lo que es actualmente. Esta enseñanza, como se desprende de lo que
ha dicho la señorita X, es consecuencia del nihilismo terapéutico, no
solamente del de la escuela médica de Viena, pues este nihilismo se ha
introducido por doquier. Y debo reconocer que entre los médicos y los
profesores y docentes de las disciplinas científicas había al menos gente
seria; eran científicos por causa de su “miopía”, pero había sin embargo
cierta seriedad. Pero con quienes enseñan terapéutica termina la
seriedad; ellos mismos no creen en fo que enseñan. Allí donde las cosas
deberían ser realmente serias, cuando se aborda la terapéutica, cesa la
seriedad. ¿De dónde debe nacer entonces la voluntad de curar? En el
ciclo de los estudios médicos se desarrollaba tal como lo esbocé, en el
orden indicado, en la serie de conferencias de Navidad. Pero esto es
completamente diferente de la manera en que se procede actualmente,
incapaz de desembocar en una ciencia del remedio. El médico en
ejercicio está obligado a adquirir con gran esfuerzo algo de experiencia.
Esto no es fácil, pues todo aquello de lo que se ha atiborrado su espíritu
no es solamente inutil, sino dañino. Es incapaz de captar el verdadero
proceso patológico, pues tiene en la cabeza todo tipo de cosas. Este es
uno de los aspectos de la cuestión.
Lo saben Uds. bien, no son los únicos que se expresan así. Muchos
médicos piensan como Uds., pero les falta precisamente lo que aquí se
ofrece. Siendo razonables podemos, como médicos, criticar los estudios
médicos oficiales; los hemos cursado y sabemos lo que les falta. Pero
esto no adquiere ninguna eficacia en tanto no seamos capaces de
proponer una solución alternativa. Esta es la otra cara del problema.
Tampoco tomen lo que yo les he dicho como una incitación a abandonar
sus estudios. Por dolorosa que sea, la prueba ha de ser pasada. No es
posible una mejora progresiva de las condiciones más que a través del
conocimiento de lo que no debe ser.
Hay mucho que hacer en este sentido. Creo habérselo contado ya: un
grupo de médicos de Zurcí me pidió una conferencia. A ella asistía un
profesor de ginecologia. Me di cuenta de que había venido con la idea
de escuchar esas “burradas” para poder demgrarlas con conocimiento
de causa. Estaba encantado con la idea de burlarse de las burradas. Pero
su actitud se fue haciendo cada vez más extraña. Le era
extraordinariamente desagradable constatar que no se trataba de
burradas, que no podía decir: “Eso es absurdo”. Eso me divirtió
mucho. Me dirigí a él: “Señor profesor, ha experimentado Ud. una
curiosa impresión”. El dijo entonces: “Sí, son cosas de las que no se
puede hablar; el punto de vista es diferente”. Ya es un progreso
conseguir que la gente piense que el punto de vista difiere. ¿Qué ha
obtenido, pues, la medicina no oficial, dominada de cabo a rabo por la
medicina cientifica? Yo sé que los profanos han realizado importantes
progresos; pero esto no significa nada. El mando automático de la
máquina de vapor fue inventado por un muchacho que se aburría. No
podemos decir de él que fuera constructor de máquinas porque hiciera
este descubrimiento. Los que más critican actualmente la medicina
oficial no están autorizados a hacerlo, pues hablan de lo que no
conocen. Primero hay que adquirir esos conocimientos, para no
confundir lo que la Antroposofia aporta a la medicina con lo que ya
existe. Cuando se adquieran esos conocimientos, cuando esto sea
tomado en seno por quienes se conviertan en adalides, se habrá dado un
gran paso.
Queridos amigos:
Querría ahora decir algunas palabras sobre las frases escritas ayer en la
pizarra al finalizar la conferencia. Comienzan así:
Cuando dirigen su mirada hacia los mundos del éter, pueden decirse: es
como si nos perdiéramos constantemente en esos mundos del éter. El
astral, que también es no-espacial, viene constantemente a nuestro
encuentro, pero al aproximarse a nosotros actúa como si proviniera de
la periferia del universo. Ahora supongan que se están ocupando, en
alimentación, de la albúmma vegetal. Esta albúmina vegetal primero es
grávida; luego, como albúmina, tiende hacia el cosmos. Si la introducen
en el organismo humano, las otras dos fuerzas —las que provienen de
todas las direcciones y tas que emanan de la organización del Yo-
vienen inmediatamente a su encuentro y actúan, en suma, de manera
no-espacial sobre esta albúmina. Supongan ahora, por grotesco que les
parezca, que todo lo que actúa así en el hombre no pueda hacer de él
más que una bola, que le confiere un cuerpo redondo. Esta forma
resultante de la acción conjugada de estas fuerzas —las que irradian
desde la Tierra y las que irradian hacia la Tierra- la encontrarán de
hecho en el huevo. Es en él donde las fuerzas cobran forma. ¿Cómo es
posible, entonces, que de este huevo no surja otra forma ovoide, sino
una estructura muy diferente? ¿A qué se debe esto? Si no hubiera más
que lo que dibujo en este momento, el desarrollo no iría más allá del
huevo, más allá de la terminación del huevo. Y, sin embargo, el pájaro
es un ser dotado de una configuración muy particular —lo que digo aquí
del pájaro sirve también para el hombre-, que adquiere en primer lugar
por el hecho de que la Luna gira alrededor de la Iierra. Pero si sólo
girase la Luna, todavía no seria un pájaro lo que se formaría; se
produciría esto: la cáscara se ablandaría y caería, pero sería todavía un
ser esférico e) que se formaría, un ser constituido principalmente de
albúmina. Pero éste no es el caso; la Luna no es la única que gira
alrededor de la Tierra. En el espacio se encuentran las más diversas
constelaciones, constelaciones ante las cuales pasa la Luna,
modificando allí las fueizas que emanan de ellas. Así, cuando la Luna
pasa delante de Las Pléyades, el huevo se expone a las fuerzas de Las
Pléyades modificadas por el paso de la Luna, y de esta influencia se
forma, a partir del huevo, por un lado, la cabeza del pájaro, que dibujo
esquemáticamente. También se puede decir que la cabeza del pájaro se
forma a partir del cosmos, como resultado de la acción conjugada de un
“planeta” y de las estrellas fijas que actúan en razón de su disposición
particular en Las Pléyades. A continuación la Luna sigue su ruta y viene
a situarse en Libra, en oposición a su situación anterior. Son entonces
las fuerzas de Libra las que son modificadas por la Luna. La relación de
fuerzas es diferente; además, si la Luna fuera Luna Llena a su paso por
Las Pléyades, al pasar por Libra sería Luna Nueva. La Luna actúa de
forma diferente ante Libra que ante Las Pléyades, y su efecto sobre el
huevo indu á a la formación de la cola. Los demás efectos son
intermedios. Así, si quieren estudiar la estructura del pájaro, deben
estudiar cómo se desplaza la Luna ante lo que se extiende por el
universo. ¿Qué puede decir del hombr de cualquier ser vivo quien se
atrinchera exclusivamente en los factores terrestres? Se limitará a decir:
sí, el águila tiene esta forma, el buitre esta otra, el canguro esta otra, etc.
¿De dónde adquieren esta forma? Si se quedan Uds. en los factores
terrestres, como hace la ciencia, no encontrarán más que una sola
respuesta: la han heredado de sus padres. No hay otra respuesta en toda
la extensión del pensamiento. Es como si se dijera: la pc procede de la
indigencia. Pero esto no explica absolutamente nada. Tienen que ir
siempre más lejos. Los padres recibieron su forma de ascendientes más
antiguos, y encontrarán, a fin de cuentas, su punto de partida. Hay que
llegar a las fuerzas cósmicas, a las constelaciones, si se desea
comprender el proceso formativo.
La tercera dice:
Así, podemos decir: lo que nos agrieta, lo que nos abre como organismo
fisicos para hacer sitio a lo espiritual, debe hallarse también en el
plomo; las fuerzas que han hecho nacer el plomo son fuerzas de
escisión. Si introducimos plomo en el organismo se producen fisuras.
Si estas fisuras fueran necesarias porque el hombre está
insuficientemente deconstruido, habrá que administrarle plomo de
alguna manera. En caso contrario, cuando el hombre no consigue
estructurarse y se vuelve como esponjoso, será la plata —dicho de otra
manera, el complejo de las fuerzas lunares- la que será activa, las
mismas fuerzas lunares que en otro tiempo se sabía que irradiaron en
un pasado lejano en el que sólo ocurrían formaciones minerales. Así,
las fuerzas de la plata son las que introducen la estructuración en lo que
es esponjoso. La plata respalda las fuerzas lunares. Todo el sistema
planetario está en relación con esos escogidos remedios:
Saturno = plomo;
Júpiter = estaño;
Marte = hierro;
Sol = oro;
Venus = cobre;
Mercurio = mercurio,
Luna = plata.
Esto es lo que tenía que decirles y que pueden Uds. llevarse consigo
como un viático. Encontrarán detalles más amplios en otras partes. Sin
embargo, sólo a través de las consideraciones que hemos hecho podrán
captar cómo obran en el organismo humano esos detalles. No importa
qué prontuario médico les diga cuál es el efecto del plomo, sino la razón
de dicho efecto, que Uds. encontrarán en nuestras consideraciones.
Estas tienen, por otra parte, puesto que proceden del mundo espiritual,
la particularidad de tener que apelar mucho menos a la memoria que lo
que se recibe del mundo fisico. Lo que estudiamos, ciertamente, es un
poco arbitrario; pero lo que aprendemos por otro lado y se inscribe por
sí mismo en nuestra memoria, es lo que recibimos de la manera
susodicha. A este respecto constatarán algo singular: si lo que les es
comunicado de esta manera no se convierte en objeto de una
experiencia meditativa repetida, saldrá rápidamente de su memoria. Las
verdades espirituales tienen la particularidad de que tienen menos
posibilidades de convertirse en verdades reales de la memoria de las
que tienen Uds. de poder conservar en su organismo lo que han comido
la semana anterior. El rumiante puede, pero solamente por poco tiempo.
En el rumiante se trata de la reproducción orgánica de un esbozo fisico
de lo que existe solamente en el cuerpo etérico en forma de memoria.
En cuanto a las verdades espirituales, es necesario rehacer
constantemente la experiencia de ellas; deben convertirse en un hábito
para Uds., y no solamente en un contenido mnemónico, en una imagen
que se guarda. Este es precisamente el sentido de la meditación; es
invocar lo que, en principio, sólo existe en la primera infancia. El niño
pequeño no tiene memoria imaginativa y olvida lo que acaba de
experimentar. Vive en una memoria de hábitos. Es a ella a la que hay
que volver si queremos asimilar las verdades espirituales; si no, las
perderemos rápidamente.
Pienso que si Uds. dejan actuar en su alma lo que hemos debatido con
tanta seriedad, podrán llevarse algo de este demasiado corto encuentro.
CUARTA CONFERENCIA
Dornach, 24 de Abril de 1924
Queridos amigos:
Completaré el tema de ayer abordándolo desde otro lado, lo que
permitirá responder a sus preguntas.
El curso general de su destino les ha llevado hacia la medicina, hacia la
profesión médica. Esta profesión comporta actualmente una
determinada corriente a la que Uds. se han asociado no sin una cierta
repugnancia, enteramente justificada. Esta repugnancia tiene causas
objetivas que se les revelarán cuando comprendan que la corriente
médica actual es, bajo muchos aspectos, un cuerpo extraño en nuestra
civilización europea, occidental. Esto se comprende mejor si sabemos
que nuestra ciencia, al igual que muchos aspectos de la vida espiritual
moderna, ha nacido bajo el impulso de notables personalidades que son
reencarnaciones de individualidades procedentes de la cultura árabe-
mahometana. Estas cuestiones han sido abordadas a menudo, en los
últimos tiempos, en el Goetheanum, en referencia a lo que atraviesa
actualmente el movimiento antroposófico. Son muy importantes
también para el médico. En diferentes lugares he dicho lo necesario que
es dirigir nuestra mirada hacia ese centro de cultura que floreció en una
época en la que en Europa, bajo Carlomagno, reinaba aún una vida
espiritual muy pnmitiva. Lejos de ahí, en Oriente, florecía entonces una
cultura que dirigía Harun al Rachid”. Había reunido en su corte a un
gran número de sabios, de los cuales muchos eran médicos. Tengan en
cuenta que en la época de la que hablamos el cristianismo ejercía ya su
influencia desde hacía varios siglos. Ahora bien, el cristianismo se ha
extendido por el mundo de forma muy paulatina y sólo ha podido ser
comprendido poco a poco; mirado superficialmente —no
interiormente- puede parecer extraño que hasta ahora la humanidad no
haya sido penetrada de los aspectos profundos del cristianismo. El
cristianismo ha penetrado en el mundo como un hecho objetivo, y las
facultades humanas —la receptividad- eran insuficientes para permitir
que su contenido se desarrollara en todas direcciones. El cristianismo
vive, subconscientemente, en todas partes, pero los hombres lo han
alterado completamente desde hace tres o cuatro siglos; éste es el curso
objetivo de las cosas. Los hombres, con su saber, su intelecto y su
consciencia, han alterado el cristianismo. En estos últimos tiempos
reina en nuestras universidades una espantosa superficialidad.
Tradicionalmente había antiguamente cuatro facultades: las de
filosofla, teología, derecho y medicina. Las que se han añadido lo han
sido en virtud del más sombrío de los malentendidos. Una facultad de
ciencias políticas o una facultad de economía política son
Esto es así para el hombre entero. Recuerden ese hecho sobre el que he
insistido repetidamente: el cerebro no manifiesta su verdadero peso;
retirado del cuerpo pesa más o menos 1500 gramos, y en el cuerpo no
pesa más que alrededor de 20. Esto es a causa del Principio de
Arquímedes, que postula que un cuerpo pierde un peso igual al del
volumen del líquido desplazado. Así, el cerebro que flota en el líquido
cefalorraquídeo experimenta un impulso igual al peso del liquido
desplazado y sólo ejerce sobre la base una presión aproximada de 20
gramos. Así sucede con todo. La presencia de las fuerzas cósmicas es
necesaria, pues ellas anulan en el grado necesario la gravedad de las
sustancias de las que el hombre es portador. El peso ha de ser regulado,
y la regulación por el cosmos del peso de las sustancias constituye el
tercer factor. Así, cuando Uds. examinan si un elemento sustancial se
manifiesta bajo la influencia de su propio peso o si un peso se integra
en el peso del cosmos, están examinando el orden divino del universo
en función del peso, lo que conduce a la tercera formulación:
16 arcángel Gabriel.
17 FübJe in des Fiebres Afass
Des Safurns Geistesgabe.
Fühle in des Pulses Zahi
Der Sonne Seelenkrafl.
Feble in des Stoffes Gewichi
Des Mondes Formenmachi.
Dan schauest du in deinem Heiien
transformación de las sustancias alimenticias que, como tales, no
penetran en la organización cefálica, ni siquiera en el sistema nervioso.
Hay un límite preciso que no debe ser franqueado. Pero ¿por qué no
debe ser franqueado? Miren Uds., lo que actúa más intensamente en la
organización cefálica desde el comienzo de la vida humana son las
fuerzas que provienen de vidas anteriores, fuerzas que se han
conservado entre la muerte y un nuevo nacimiento. La fuerza de
individualidad de un niño emana de la cabeza, pero no debe extenderse
al resto del organismo sin ser filtrada. De ahí la necesidad de un filtro,
de un estrato intermedio que no es exteriormente visible, pero que existe
en la organización. Nada desciende sin ser filtrado. No conviene que el
pulmón o el hígado, como elementos orgánicos, se sometan a la
influencia inmediata de las fuerzas que proceden de las encarnaciones
anteriores; no lo soportarían y desencadenaría algo horroroso. En el
período entre la muerte y un nuevo nacimiento, esta individualidad
humana metamorfosea las fuerzas del puhnón, parcialmente también las
del hígado, y las del sistema rítmico en organización cefálica. La
organización del metabolismo y del movimiento se le incorpora desde
el exterior. No le está permitido a la individualidad humana —ella es
eterna- penetrar ahí hasta después de la muerte, cuando su sustancia
fisica ha sido desechada. Si durante la vida la individualidad penetrara
indebidamente en estos órganos, se producirían lesiones.
Abordando algunos estados patológicos con cierta devoción se podrá
decir: la individualidad que procede de la existencia antenor, carente de
una separación correcta, actúa sobre tal órgano, que debería
experimentar únicamente la influencia de la existencia actual. Esta
individualidad, que debería exteriorizarse solamente en el terreno
moral, kármico, que debería atenerse a lo que el hombre hace y
expermienta y no debería tocar a la organización de la parte
pnncipalniente terrestre del hombre, esta individualidad actúa en parte
en su sistema metabólico-motor, en parte en su sistema rítmico, y en
parte en su sistema nervioso porque el límite se ha vuelto defectuoso.
Saber que la individualidad actúa en el pulmón modifica nuestra actitud
frente a un ser humano. La presencia de un tuberculoso despertará en
mí una compasión muy concreta por el hecho de que nuestra época
materialista desvía al hombre de su karma, le impide vivir su destino y
le conflna moralmente a una existencia corporal desprovista de
espiritualidad. En lugar de orientarla hacia el terreno moral, nuestra
época inhibe a la individualidad, que acomete entonces contra los
órganos, principalmente el pulmón, girando esa parte, normalmente
orientada hacia el exterior, hacia el interior del sistema metabólico-
motor. La corporalidad sufre inmediatamente la influencia del yo de la
individualidad que procede de encarnaciones anteriores. En esto no es
tanto el aspecto histórico lo que importa como el hecho de sumirse en
este estado anímico. Así nacerá esa voluntad de curar que responda a la
necesidad de curación del hombre. En nuestra época de cultura
materialista, el que cura está muy claramente separado del que busca la
curación. El contacto no se establece, pues requeriría de un sentimiento
comprensivo para con lo que es eterno en el hombre. Es a partir de este
sentimiento como se desarrolla la justa relación entre el terapeuta y el
enfermo; se aprenderá entonces a individualizar, pues cada ser humano
tiene su propio karma. Es necesario individualizar el proceso
terapéutico.
Queridos amigos:
Hoy completaré las consideraciones anteriores y después abordaré el
tema general al que se refieren sus preguntas. Es bueno no considerar
lo que diré ahora más que después de haber tenido conocimiento de lo
que he expuesto anteriormente. Las verdades de orden general no deben
situarse al comienzo de la exposición. Hasta después de cierta
preparación no se puede pasar a lo general, que cobra así su verdadero
sentido. Representémonos los cuatro elementos constitutivos del
hombre; cada uno tiene su estructura particular. El cuerpo fisico y el
etérico tienen una estructura espacial-temporal; el cuerpo astral y el Yo,
una estructura puramente espiritual. Podemos representar esto diciendo:
esta última estructura no es ni espacial ni temporal; el espacio y el
tiempo han desaparecido. Sin embargo, puedo hacerme una imagen de
esta estructura espiritual, tener una representación de ella, gracias a la
conciencia imaginativa. Recuerden, no obstante, que tenemos, por una
parte, una estructura fisico-etérica totalmente separada de la estructura
espiritual- psíquica durante el sueño, y por otra, esta estructura
espiritual-psíquica.
- el periodo embrionario-
He aquí un precepto que pueden utilizar, como los que les di ayer y
durante el primer curso. Sen embargo, sean Uds. conscientes de que la
conciencia imaginativa no se adquiere sin esfuerzos. No la pueden
obtener mágicamente, sino que la han de conquistar mediante un
intenso trabajo.
Por eso sería bueno que los grupos aislados que se han formado en el
movimiento juvenil antroposófico, fueran sostenidos precisamente por
los médicos. Es necesario, evidentemente, tener en cuenta las realidades
kármicas. Así, el grupo de Tübingen, que lleva a cabo un trabajo
pedagógico, se beneficiaría enormemente de la presencia de un médico
que aportara sus conocimientos en el plano médico. Este grupo de aquí
está temporalmente dirigido por un médico, lo que será provechoso. Por
otro lado sería bueno, si tienen Uds. la posibilidad, que colaboraran con
el trabajo pedagógico en el movimiento antroposófico. Si el impulso es
serio, no hay ningún impedimento. No se le puede dar a todo el mundo
la enseñanza que se imparte en el seminario pedagógico de la escuela
Waldorf, pero si alguien se interesa por ello seriamente nada impide que
se le den a conocer los cursos de este seminario, a condición de que
dicha enseñanza sea enfocada desde el ángulo médico y se impregne de
la idea de que, en el pasado, curación y educación estaban
estrechamente emparentadas.
Queridos amigos:
En otro tiempo,
En las almas de los iniciados,
Vivía, llena de fuerza, la idea
De que todo hombre está enfermo por naturaleza.
Se sentía que educar al niño
Era igual que una curación,
Dándole a la vez madurez y salud
Para un destino humano consumado.
VIII En una carta hay dos líneas, una en dirección al raquis y otra
descendiendo desde la cabeza hacia el hueso hioides, el arco maxilar, el
cartílago tiroideo y la región lateral de las costillas. ¿Cuál es el
significado de la dirección de estas líneas?
XIII En las heridas que han tenido contacto con la tierra, es eficaz
Belladona D3OfHyosciamus D15 incluso si sólo se pone una inyección.