Marco V. Carrillo Velarde - Deontología Jurídica y Principios Constitucionales (2010, Casa de La Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión") PDF
Marco V. Carrillo Velarde - Deontología Jurídica y Principios Constitucionales (2010, Casa de La Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión") PDF
Marco V. Carrillo Velarde - Deontología Jurídica y Principios Constitucionales (2010, Casa de La Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión") PDF
DEONTOLOGÍA JURÍDICA Y
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
PRESIDENTE:
Esc. Gabriel Cisneros Abedrabbo
VOCALES:
Ing. Guillermo Montoya
Arq. Msc. Ximena Idrobo
Sr. Gustavo Meythaler
Dr. Daniel Escobar
Dra. Jacqueline Costales
Mat. Iván Pazmiño
Tlga. Ivonne Ronquillo
Ing. Cristian Aguirre
COORDINACIÓN: www.culturaenecuador.org
Ing. Anahí Cárdenas Oleas
DIAGRAMACIÓN:
Wilson Trujillo B
IMPRESIÓN:
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Deontología Jurídica y los Abogados
Dedicatoria
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Dr. Marco V. Carrillo V.
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Deontología Jurídica y los Abogados
Presentación
“Los libros te enseñarán, y no te avergonzarán.” Asegura un refrán y
otro dice: “La pluma es lengua del alma”.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
las prácticas de corruptela; pide que: “Ayudemos a cambiar actitudes”. Y
en mi opinión se torna magnánimo al afirmar que: “Estamos llamados a
decir la verdad, a defender el derecho y principalmente la justicia.” Porque
en otra frase que resulta célebre, es del pensamiento que: “La verdadera
justicia alcanzaremos con moral y ética, en la práctica con comportamien-
tos que brinden a la sociedad la suficiente confianza.”
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Deontología Jurídica y los Abogados
indispensable –propone- ser en todo sentido honrados.
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ción para discutir asuntos que se nos encomienda.
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Deontología Jurídica y los Abogados
garantías constantes en los textos constitucionales y legales, se constitu-
yan en la brújula para una verdadera convivencia social justa, que reflejará
en una verdadera democracia.”
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Deontología Jurídica y los Abogados
Introducción
Para establecer en clara forma el papel del Abogado o Jurisconsul-
to y su relación con la sociedad, es lógico que debamos situarnos en el
mundo contemporáneo, dentro de los diversos órdenes de la vida social,
en que la capacidad creativa, la actitud y principios morales, no pueden
encontrarse fuera del intrínseco del comportamiento profesional.
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Deontología Jurídica y los Abogados
un mínimo listado de principios constitucionales y legales considerando
que con básicos, que creo permite no solo al abogado sino al ciudadano en
general, ilustraciones que conociendo y que empoderado de los mismos,
podamos exigir el cumplimiento de las normas constitucionales y legales;
de tal forma que los derechos que nos asiste, no se constituya en letra
muerta ni mucho menos, y que el debido proceso sea la piedra angular en
el desarrollo cualitativo de la acciones judiciales.
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apoyándose en la experiencia histórica y filosófica, que ha desarrollado la
humanidad, pero con espíritu crítico y una razón activa, evitando idealiza-
ciones irracionales o fantásticas; para lograr esto se requiere de hombres
y mujeres que labremos y trabajemos en hechos de beneficio de la huma-
nidad.
El autor
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Deontología Jurídica y los Abogados
DEONTOLOGÍA JURÍDICA
Y LOS ABOGADOS
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Dr. Marco V. Carrillo V.
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Deontología Jurídica y los Abogados
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Deontología Jurídica y los Abogados
cada día engrandecer, han obtenido por la “tutela” de amistades, compa-
drazgos o por la comparecencia a “seminarios de dos días” que avalan la
obtención de ese título, que por mil glorias debe ser honrada, justamente
por la adecuada preparación que debe obtener en su carrera universitaria
y aquilatada en la vida profesional. ABOGADO es el sustantivo y no el
adjetivo, que contemporáneamente se pone de manifiesto, debe tener el
significado de profesional lleno de moral, ávido de justicia, tolerante, cor-
dial, altruista, en definitiva un verdadero profesional. De manera que ese
sustantivo dicho en líneas anteriores, sea el identificador de un hombre o
mujer de bien, de un ser de ciencia, ciudadano culto, que impone respeta-
bilidad, justo, que profesa de manera imperativa el bienestar social.
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litis, que tenía un sabor a un incorrecto y cuestionable negocio, antes que
ser un verdadero ejercicio de una correcta profesión que se la lleva con
nobleza; y, en la misma línea de comportamiento con la sabiduría de Cons-
tantino, se conoce que como castigo contra un Abogado incorrecto se daba
la pena con la pérdida del ejercicio de su profesión, cuando usaba en su
beneficio, esa cuota litis; ejemplos éstos que ameritan reflexiones para los
profesionales del derecho cuando se actúa en el libre ejercicio.
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Deontología Jurídica y los Abogados
2.- Ética y Profesión.-
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Deontología Jurídica y los Abogados
portamiento de respeto hacia todo lo positivo, determinado por nuestros
semejantes o desde la perspectiva personal. En el caso de la profesión jurí-
dica que nos interesa, la ética como es lógico se centra en las reglas de con-
ductas morales que han de acatarse con motivo del ejercicio profesional
del derecho. En consecuencia trata de las normas de conducta que rigen el
comportamiento del abogado, en su relación con el cliente, su deber para
con los tribunales de justicia y demás autoridades, su relación con la con-
traparte y naturalmente su responsabilidad con la sociedad. La Enciclo-
pedia Omeba dice “Hablar del abogado, implica, forzosamente, hablar de
ética profesional. Por ser tal el abogado debe ajustarse a normas de conduc-
ta ineludibles, que al par que regular su actuación enaltecen y dignifican la
profesión...El alto ministerio social que cumple, los intereses de todo orden;
la libertad, el patrimonio, la honra que le son confiados y el respeto que debe
guardar a sí mismo y al título universitario que ostenta, exigen del abogado
el cumplimiento fiel de las normas de ética consagradas por la tradición”
(Omeba 1980: Tomo XI, 259).
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Dr. Marco V. Carrillo V.
poráneamente no pueden escasear a pretexto de que a lo mejor mayor
fuerza tiene el utilitarismo que la ciencia, el interés personal que el social,
el derecho de pocos por la justicia para todos; la esperanza que nunca lo
perdemos, avizora para nuestra alegría, mejores horizontes.
Desde hace varios años a esta fecha, las profesiones vienen siendo
cuestionadas por la falta de un verdadero comportamiento en lo concer-
niente a la actitud que se asume en la práctica en las relaciones profe-
sional-cliente; una de las más criticadas si cabe por decir lo menos, es la
profesión de ABOGADO, increpadas con justa razón en algunos casos y ele-
vadas en otros a la categoría de un verdadero apostolado particularmente.
Se dice que del abogado hay que tener cuidado, apartarse y desconfiar,
pero esas manifestaciones se ha generado justamente porque hemos dado
pretexto para que el vulgo, tenga esa lamentable impresión adversa a la
que prometimos cuando a voz en cuello manifestamos que llevaremos con
orgullo, ética y moral, LA TOGA.
Estado.
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Deontología Jurídica y los Abogados
aquellos simuladores que ostentan decir ser abogados sin serlo y con ello
han desprestigiado a tan noble actividad profesional. De allí es menester
poner en práctica las normas deontológicas, fomentar y profundizar en
las universidades, sabias decisiones en la correcta formación del futuro
profesional del derecho, gravando con caracteres permanentes ese cono-
cimiento y luego en su práctica profesional.
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variados campos de acción en el cumplimiento de sus objetivos: en el cam-
po del jurista, le corresponde profundizar la ciencia del derecho desde el
punto de vista de la doctrina, ya que el derecho es vivencia misma en las
relaciones humanas y a él le corresponde o le pertenece la clara explica-
ción del espíritu y sentido de la ley; en tanto que al abogado, está encar-
gado de defender la correcta aplicación de la ley, ya sea en el campo de las
relaciones públicas y privadas para que efectivamente impere el derecho.
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utilitarista, sin mirar los medios que emplea para conseguir sus “anhelos
legales” a como de lugar, incluso violentando procedimientos con el úni-
co afán de satisfacer sus caprichos económicos principalmente y adquirir
“fama” profesional a costa de esquilmar a su cliente.
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Ahora bien, uno de los principales principios en las que se funda
la verdadera democracia en nuestro país, no puede ser otro que el de in-
dependencia de la Función Judicial, basado en el propósito justamente
de quienes tienen que ver con la Administración de Justicia, no contami-
ne con la ingerencia de ninguna otra Función del Estado, así el legislador
constitucional aprobó en la ciudad de Montecristi,
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Deontología Jurídica y los Abogados
cicio de abogado encontramos de manera similar en la independencia
tan necesaria como la imparcialidad del operador de justicia dentro de
un Estado constitucional de derechos y justicia como acabo de indicar; la
dignidad que con prerrogativa de profesional del derecho, ha de actuar
frente a la sociedad, esa obligación de informar a su cliente de su posición
jurídica respecto a los distintos valores que se ponen en juego tanto en
sus acciones u omisiones, acrecentando sus cualidades en la defensa téc-
nica, sin presión alguna, con libertad e independencia de conocer, formar
criterio demostrando esa honradez, probidad, rectitud, lealtad, diligencia
y con veracidad, virtudes estas que debemos portar los profesionales del
derecho; son causas y claras consecuencias de las necesarias relaciones de
confianza entre el abogado y el cliente, son base del honor y dignidad de
la profesión; integridad sinónimo de incorrupción, actitud prevalente en
las actuaciones frente a su cliente y de respeto a la contraparte, guardando
el secreto en tanto concierne por razón de la profesión, caso contrario la
actuación adversa a este principio de manera individual afecta al honor y
dignidad de toda la profesión; la diligencia, la honestidad, son requeridos
exigidos por la sociedad a la abogacía, el ciudadano precisa del abogado
para conocer lo trascendente de sus actos, ya que el abogado se convierte
en custodio de la intimidad personal del cliente; de allí que ese secreto
profesional y la confidencialidad son deberes que ineludiblemente ha de
cumplir el abogado, es decir se constituye en hechos concretos de los de-
rechos consagrados en las normas legales y constitucionales que son base
del ordenamiento jurídico y reconocen a los clientes y de defensa propios
de un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático,
soberano, independiente, etc; de allí la actitud de servicio, mantener el
secreto profesional, la libertad de defensa e independencia, son principios
básicos que no puede dejar de ser parte de nuestra propia piel.
10.- Lo Moral.-
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Deontología Jurídica y los Abogados
LA JUSTICIA.
11.- Lo Social.-
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ción Judicial cuyo fin es garantizar el pleno e igual acceso a la justicia de las
personas que, por su estado de indefensión o condición económica, social o
cultural, no puedan contratar los servicios de defensa legal para la protec-
ción de sus derechos.
Debiendo indicar que, los abogados que presten sus servicios a éste
órgano del Estado, no puede dejar aún lado el observar normas éticas y
morales, pues la ciudadanía que será beneficiada por el auspicio de los
profesionales del derecho, deberán exigir fiel cumplimiento en las accio-
nes legales encomendadas. A esto se suma la participación de profesiona-
les del derecho contratados por el Ministerio de Justicia y derechos Hu-
manos.
Ahora bien, cuando hablamos de una de las normas éticas y que des-
de la perspectiva de la deontología nos orienta, es justamente la honra-
dez, cuya cualidad siendo reflexiva de toda persona, es de respeto de su
misma dignidad, tanto más que su conducta ha de entenderse como un
servidor de la justicia y un directo colaborador de esa administración; no
puede contrastar su conducta con improbidad, deslealtad, desinterés res-
pecto de su cliente, inobservancia a la normatividad, a la misma moral, es
decir no puede dejar de ser un Abogado.
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Deontología Jurídica y los Abogados
fensa técnica, guardando de manera rigurosa ese secreto profesional. De
tal forma que ese comportamiento y cuidado de su responsabilidad, será
mirado con honores. La honradez puesta como norma de comportamiento
si bien es cierto no es completa seguramente para nuestro lector, es la mo-
tivación para el cumplimiento del ejercicio profesional de manera digna
y conciente, es decir son directrices generales que debemos impartirlas a
diario a fin de demostrar la sinceridad y evitar errores de conducta o de
faltamiento a la moral, sin ello carecerían de sentido y eficacia.
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nificado en el proceso del desarrollo económico-social del país, echando
prácticamente a la calle, profesionales que a la corta o a la larga, se pres-
tarán para malas practicas profesionales o a alimentar las filas de miles de
desocupados con título. La clara conciencia con la que ha de actuar el abo-
gado, los valores morales propios de su actividad profesional, constituyen
verdaderas garantías que la sociedad exige de este sector profesional; por
el contrario sin conciencia social, ha de constituirse en el abogado instiga-
dor del dolo, cómplice del fraude, encubridor de actos reñidos con la ley;
es claro que sin normas morales no sirve ser un versado jurídico ya que
cae en lo inútil, incluso en lo nocivo.
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Deontología Jurídica y los Abogados
lento alguno, formulaciones inexactas, efectuar escritos con afirmaciones
tendenciosas e incompletas, contrarias a la verdad, es decir alejadas de
toda ética. Nuestros alegatos sean verbales o escritos, deben ser siempre
moderados y precisos, con adecuada energía, sin exigencias sino más bien
con petitorios, solicitudes fundamentadas y ligados a bases legales, es de-
cir sin expresiones violentas que puedan desdecir vuestra personalidad.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
hablando del estilo, que debe reflejar en las expresiones sean verbales o
escritas, en la que se debe tratar de decir todo lo necesario y nada más que
ello en el patrocinio, aunque existan fallos adversos al interés profesional
o actos de magistrados que conlleven nuestra oposición; se ha de actuar
con respeto, abstenerse de expresiones violentas y que al igual frente al
colega adversario, personalizar hechos constituyen faltas contra la solida-
ridad profesional y error de técnica del patrocinio; la parte contraria debe
ser objeto de consideraciones, pero si hay la necesidad de tratar con seve-
ridad por las exigencias en la actuación judicial, el abogado se ajustará al
verdadero rol de defensor técnico, evitando toda expresión vejatoria que
es inútil, impropia a nuestra actividad profesional.
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Deontología Jurídica y los Abogados
des de los demás, no pueden prestarse para legislar.
Esta es la hora en que todos los que ejercemos esta noble profesión,
no queremos ser barridos del porvenir inminente, debemos sin hipocre-
sías realizar el respetivo examen de conciencia y preguntarnos sobre que
títulos que sea de utilidad común podremos fundar nuestro derecho a
existir mañana en una sociedad mejor que la que hoy vivimos. Responde-
remos entonces que el mejor título indiscutible es el cumplimiento celoso
de la funciones sean públicas o no, la colaboración permanente y de ma-
nera eficiente al progreso del derecho hacia una más justa organización
social; el abogado no puede olvidar jamás su misterio, la búsqueda de la
justicia. Nadie mejor que nosotros podemos conocer las injusticias y las
fallas de la organización social, de las malas prácticas en la administración
de justicia “apoyados” por el interés de quienes son económicamente fuer-
tes, de las influencias políticas, económicas y familiares; nadie más indi-
cado que el abogado para contribuir a combatir esas taras sociales indica-
das, a atenuarlas o extirparlas, ya sea mediante acciones directas que nos
concede las normas constitucional y legales para llegar hacia el legislador,
que en nuestro diario ejercicio profesional con clara compresión de su sig-
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Dr. Marco V. Carrillo V.
nificado, estaremos dando nuestro aporte, poniéndonos los abogados a la
altura justamente de nuestra noble profesión.
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Deontología Jurídica y los Abogados
4.- Defender a una parte después de haber defendido a la otra, en
procesos relacionados entre sí;
5.- Autorizar con su firma escritos o minutas elaborados por otra
persona;
6.- Ser defensor en las causas en que hubiese sido juez o conjuez. Para
este efecto forman unidad la causa y los actos preparatorios;
7.- Intervenir en las causas cuando esto motivare la escusa del juez o
conjuez;
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mento presto a buscar la prevalencia de la justicia, con sacrificio, tesón,
con respeto, pero insobornable ante cualquier maniobra que sugiera do-
blegarse a la verdad.
Desde luego que la misión que debe cumplir el abogado, genera de-
beres y obligaciones múltiples, consigo mismo, frente al cliente, frente a
los administradores u operadores de justicia ante la cuales concurre en
representación de su defendido respecto a los colegas; en definitiva frente
a la propia profesión; no se diga a la sociedad en la cual regidos como nos
encontramos por normas, como medio de salvaguarda de derechos del
hombre frente al Estado y a las Funciones Ejecutiva, Legislativa, Electoral,
Transparencia y Control Social y Judicial particularmente.
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Deontología Jurídica y los Abogados
cuando ingresamos como colegiados.
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De la misma manera es parte intrínseca a la misión del abogado,
como depositario de los secretos de su cliente, la de garantizar esa con-
fidencialidad, obligándose a negar ante cualquier persona, autoridad
a responder cualquier cuestión o interrogatorio que viole ese principio
del secreto profesional; se halla obligado a respetar ese secreto respecto
a cualquier información confidencial que le sea trasmitida a él por parte
de su asesorado o cliente, refiérase al cliente o a terceras personas, de la
misma manera se ha de obligar a guardar el secreto profesional haciendo
respetar a la persona que colabore con él, dentro de su actividad profe-
sional, secreto éste que no tiene tiempo limitado, salvo los casos en que
el abogado se vea avocado a demandar a su cliente por honorarios y por
su trabajo realizado que se halla garantizado en la Constitución Política y
en la Ley de nuestra Federación; cuando sea víctima de ataques que sin
justificación lo haga el cliente o en tratándose de la intencionalidad de que
su cliente tenga el cometimiento de un ilícito penal, con el propósito de
prevenir el hecho caso contrario se vería avocado a lo señalado en el Art.
12 del Código Penal sustantivo.
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Deontología Jurídica y los Abogados
los medios lícitos porque los nombramientos de los administradores de
justicia de todos sus niveles, se deba exclusivamente a su aptitud para el
cargo y no por consideraciones políticas, apadrinamientos, palanqueos o
similares y porque los jueces se dediquen a sus actividades para las que
son nombrados, sin que se contaminen y sean privados de imparcialidad
en el cumplimiento de sus funciones; a presentar quejas cuando exista
verdadero fundamento en contra de un funcionario o empleado judicial;
a cuestionar cuando un abogado deje de desempeñar la judicatura u otro
puesto público, que acepte el patrocinio de asunto del cual conoció con
su carácter oficial, peor aún aquel que fuere semejante a otro en el cual
expresó opinión adversa durante el desempeño de su cargo.
Creo que ningún abogado debe permitir que se usen sus servicios
profesionales o su nombre a fin de facilitar el ejercicio profesional por
quienes no estén legalmente autorizados para ejercerla, ya que ello cau-
sa disminución del decoro cuando se firma escritos en cuya redacción no
intervino, la respetabilidad de su firma debe impedir que la preste; no de-
bemos ejercer influencia sobre el juzgador, apelando vínculos políticos o
de amistad, utilizando recomendaciones o recurriendo a cualquier otro
medio para “congraciarse” con el operador de justicia.
Las actuaciones de buena fe, con probidad, lealtad y veracidad ante
los órganos jurisdiccionales, en declaraciones o manifestaciones, deben
ser elementos que contribuyan con el respeto en nuestras intervenciones,
incluso colaborando en el cumplimento de los fines de la administración
de justicia; el respeto que nos exigimos de la misma manera como es ló-
gico deber ser recíproco comportamiento ante los profesionales del de-
recho. El promover y cumplir con el principio de legalidad, como consta
tanto en el Art. 76.3 de la Carta Constitucional vigente que dice:
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ta por la Constitución o la ley. Sólo se podrá juzgar a una persona ante un
juez u autoridad competente y con observancia del trámite propio de ada
procedimiento.”
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Deontología Jurídica y los Abogados
rios realizada en forma maliciosa o fraudulenta en lo referente a honora-
rios o condiciones económicas de un colega; no puede producirse actos
de “viveza” del abogado, cuando ha sido propuesto cambio de abogado
por parte de un ciudadano, esto quiere decir que no puede engañar para
“tomar”a cargo la defensa, señalar que la acción que se le solicita se haga
cargo es “pan comido” y que para ese abogado el “juicio es ganado” según
éste, lo que pecaría de inmoral y de una ilegalidad que se halla prohibida
en la Código Orgánica de la Función Judicial que habla entre otras, de las
PROHIBICIONES en sus numerales; pero es necesario anotar en esta parte
lo consignado en el Art. 54 del texto constitucional vigente, inciso segun-
do dice:
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obligaciones propias de su carrera con empeño, cultura, con revestimiento
interior y exterior de dignidad que debe poseer cada profesional.
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un Abogado, que un colega viole nuestras propias normas, es lógico que
debemos hacer conocer a nuestro gremio. Por ello la probidad, honradez,
discreción eficiencia, desinterés, veracidad y lealtad son deberes que no
podemos dejar de observar y practicarlas.
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Deontología Jurídica y los Abogados
piezas procesales que constan de los expedientes respecto a los asuntos
que aún no tienen sentencia y se hallan ejecutoriados por el ministerio de
la ley; a menos que sea necesario para la corrección de conceptos cuando
la justicia y la moral lo exijan. Una ves concluido el proceso, el abogado
puede publicar documentos y actuaciones, así como comentarios exclu-
sivamente científicos, publicaciones que versen y se rijan en principios
profesionales de la ética; y, como es lógico se omitirán nombres propios
si la publicación puede perjudicar a alguien en su honor y su buena fama,
peor aún utilizar los medios de comunicación para amenazas o forzar con-
venios.
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proceso.
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Deontología Jurídica y los Abogados
está precedida por la abstención de aceptar un encargo cuando no se crea
en la razón de él o no es competente; convencimiento que se debe llegar
mediante una verdadera investigación. Los deberes de los abogados se
confunden casi con frecuencia con los deberes éticos del magistrado ya
que toca a ambos determinar en el recta razón el objeto y fundamento de
la controversia, tomando en cuenta que el objetivo común debe ser el des-
cubrimiento y comprobación de la verdad porque mientras el abogado de-
dica su existencia a asistir a los que no están en condiciones de defenderse
por si mismos, el magistrado debe declarar el derecho en el caso concreto.
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15.- Funcionarios Judiciales.-
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Deontología Jurídica y los Abogados
abiertos de meritos y oposición, la calidad y transparencia de esos concur-
sos, así como la confianza en la administración de justicia. La participación
ciudadana por medio de veedurías y bajo el control de los organismos per-
tinentes, justipreciarán esas nominaciones en tratándose de los funciona-
rios judiciales que prestan o van a prestar sus servicios.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
y servidoras judiciales se dice el Código Político:
Se ha dicho que existen jueces pocos por cierto, que de alguna ma-
nera tienen una relación de dependencia “por amistad”generada para
su nombramiento, con grupos políticos e incluso con sectores económi-
camente poderosos; de allí que la referida independencia de la adminis-
tración de justicia se ve opacada, impidiéndole al juez con esa “relación”
sea realmente juez y se convierta en un burócrata más al servicio de la
administración judicial. El sistema de reclutamiento de los jueces esto
es a través de los llamados concursos de méritos, fundamentados en los
exámenes tipo escogencia múltiple, buscando un perfil funcional, forma-
tivo y profesional, es lo que el Estado requiere para ocupar dichos cargos;
pero del contenido de esas pruebas, así como de la orientación política-
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Deontología Jurídica y los Abogados
ideológica subyace en ellas, se infiere que al Estado no le ha interesado
incorporar jueces con capacidad argumentativa y dotados de una sólida
formación jurídico-filosófico, sino obsecuentes obedientes de intereses
contrarios a la función que deben cumplir.
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En lo referente al concurso para llenar estas designaciones de Voca-
les del Consejo de la Judicatura habla el Art. 180 en su parte final y dice:
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Deontología Jurídica y los Abogados
Debemos orientar nuestra acción para que nos formemos como
hombres y mujeres en el campo del derecho, con carácter y voluntades
propias, porque precisamente estamos llamados a responder con entere-
za y energía en nuestros actos y emitir nuestras ideas; a realizar hechos y
ejecutar obras con cordura, modestia y moderación que es la base sobre la
que descansan nuestras relaciones con la sociedad.
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Principios Constitucionales y Legales
PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES Y LEGALES
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Principios Constitucionales y Legales
Los principios en términos generales descubre y formula a partir
del examen inductivo las distintas instituciones sean penales, civiles, la-
borales, etc., ampliadas y consolidadas a veces por el derecho comparado,
en una aplicación y observancia correcta; son inferencias generales que
los juristas y profesionales del derecho efectúan como culminación de sus
análisis, a manera de conclusiones, a fin de mostrar los criterios supremos
en que descansa la legislación en todas las materias. Los principios recto-
res son, en fin, pautas superiores y abstractas, generales e inductivas, en
que descansan las distintas normas e instituciones del derecho y que los
doctrinantes han propuesto como guías para interpretación de las mis-
mas.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
la Instituciones o novelas o nuevas constituciones. En el caso del Código
Justiniano consta lo siguiente: 1.- Interpreta la ley el que lo hizo; Si el actor
no prueba, el reo es absuelto; 3.- El error de los defensores no pueden per-
judicar a los litigantes; 4.-El dolo no se presume y debe probarse ante los
Tribunales; 5.- Es derecho evidentísimo, que es lícito a los litigantes recu-
sar a los jueces; 6.- El litigante ha de sujetarse a la jurisdicción (ubicación)
de la cosa; 7.- Es ley general, nadie debe ser juez así mismo, ni declarar
derecho para sí: 8.- Nadie puede ser obligado a demandar, ni a acusar; y,
9.- La jurisdicción es improrrogable, la competencia es prorrogable.
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Principios Constitucionales y Legales
de libertad, por ello es que constituyen y adquieren el rango de derechos
como de garantías fundamentales, por manera que si estamos obligados a
observarlos, no podemos tomar como simples aforismos, refranes o sim-
ples pensamientos, que tomados a la ligera, ya que en estos principios es-
tán encerrados como se indica en verdaderas defensas de los derechos.
Principio de Inmediación
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Dr. Marco V. Carrillo V.
el juez y las partes procesales, ya que el titular del órgano jurisdiccional,
no ha de dirigir sólo los actos procesales de prueba principalmente; pues
el contacto directo con las partes o terceros que intervienen de una u otra
manera en el proceso es lo valedero. Es la relación directa del juzgador con
las partes y con los actos procesales que estructura de manera fundamen-
tal el proceso, eso no quiere decir que en el caso de procesos penales el
Fiscal deje de observar este principio, ya que las diligencias investigativas
que son percibidas directamente por este funcionario, serán de manera
oportuna expuestas en sus dictámenes y en lo posterior en las audiencias
de juzgamiento serán dadas a conocer, cuando haga presencia en su teoría
del caso ante el juzgador y las partes procesales, que se lo hace de manera
ininterrumpida, ya que con ello se evita la práctica de pruebas ante otros
jueces que no sea el que va a dictar sentencia, con lo que se rompería jus-
tamente este principio.
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Principios Constitucionales y Legales
“Los dignatarios elegidos por votación popular, los delegados o re-
presentantes a los cuerpos colegiados de las instituciones del Estado y los
funcionarios y servidores públicos en general, estarán sujetos a las sancio-
nes establecidas por comisión de delitos de peculado, cohecho, concusión
y enriquecimiento ilícito. La acción para perseguirlos y las penas corres-
pondientes serán imprescriptibles y, en estos casos los juicios se iniciarán
y continuarán aun en ausencia de los acusados.”
Principio de Preclusión
Principio de Oficialidad
El Art. 219 del texto constitucional del año 1998 establecía justa-
mente, que el “Ministerio Público” como se llamaba, prevendrá el conoci-
miento de las causas, a más de que dirigirá y promoverá la investigación
preprocesal y procesal, obligado además a impulsar la acusación en la sus-
tanciación de los juicios penales.
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Principios Constitucionales y Legales
tancias anteriores, concomitantes y posteriores a la comisión de un injus-
to penal que la ley franquea al fiscal u operador de justicia, tendrá como
resultado la verdad integral, total, de manera imparcial e indiscriminada
ayudando a la administración de justicia; de manera independiente y sin
estímulo de las partes que se encuentran en el proceso se ha de buscar se-
riamente la verdad, sin considerar si favorece o no a una de ellas, llevando
a la etapa de juicio los hechos que han de servir para extinguir, eximir o
atenuar responsabilidad penal del imputado.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
los servidores y servidoras de la función judicial (fiscales), mismas que
han de ser observadas de manera correcta a fin de no ser sancionados,
esto es cumpliendo con clara imparcialidad, disposición que está contem-
plado en el Art. 103.
Por ello para que se dicte una sentencia se exige que la prueba obra-
da en la etapa de juicio, le dé certeza para justipreciar la misma, certe-
za ésta que se logra ejerciendo plenamente el derecho a la contradicción
como elemento fundamental del derecho de defensa. El principio de con-
tradicción ha sido definido por la doctrina como “el fundamento lógico y
metafísico que establece, como uno de los criterios de la verdad, la impo-
sibilidad absoluta de ser o no ser algo propio tiempo, en el mismo lugar y
con identidad completa de las demás circunstancias”.
Principio de Celeridad
Principio de Concentración
Principio de Legalidad
82
Principios Constitucionales y Legales
dice: “Nadie puede ser reprimido por un acto que no se halle expresamen-
te declarado infracción por la ley penal, ni sufrir una pena que no esté en
ella establecida” y, continúa “La infracción ha de ser declarada, y la pena
establecida con anterioridad al acto” y, el Art. 2 del Código de Procedi-
miento Penal, de la misma manera consolida este principio.
Art. 10.- Nadie será condenado por actos u omisiones que en el mo-
mento de cometerse no fueron delictivos según el derecho nacional o in-
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Dr. Marco V. Carrillo V.
ternacional. Tampoco se impondrá pena grave que la aplicable en el mo-
mento de la comisión del delito.
Art. 15.- Nadie será condenado por actos u omisiones que en el mo-
mento de cometerse no fueran delictivos según el derecho nacional e in-
ternacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del
delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se
beneficiará de ello.
Principio de Publicidad
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Dr. Marco V. Carrillo V.
o a lo mejor sea absuelto por ese mismo colectivo.
En el texto constitucional del año 1998 se encontraba consignado
este principio en el Art. 195, decía así: “Salvo los casos excepcionales se-
ñalados en la ley, los juicios serán públicos, pero los tribunales podrán
deliberar reservadamente. No se admitirá la trasmisión de las diligencias
judiciales por los medios de comunicación, ni su grabación por personas
ajenas a las partes y a sus defensores”; y, en el texto constitucional vigen-
te, se encuentra señalado en el Art. 168 numeral 5, y dice “En todas sus
etapas, los juicios y sus decisiones serán públicos, salvo los casos expresa-
mente señalados en la ley”.
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Principios Constitucionales y Legales
Se ha dicho y así se confirma que toda persona tiene derecho a ser
oída por el juez que establece la ley quien conoce acerca de la litis con
antelación, lo constituye una verdadera garantía del juez natural; lo que
conlleva a establecer que ninguna persona puede ser juzgada por parte
de una comisión, juez ad-hoc o a lo mejor por un tribunal de excepción
que se crea posteriormente a la comisión del delito o injusto penal, ni por
cualquier órgano jurisdiccional aunque haya sido creado con anterioridad
al injusto penal. De lo señalado se establece que toda persona se encuen-
tra amparada por la garantía de que ha de ser juzgado por el juez natural.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
virtud de la unidad jurisdiccional, ninguna autoridad de las demás funcio-
nes del Estado podrá desempeñar funciones de administración de justicia
ordinaria, sin perjuicio de las potestades jurisdiccionales reconocidas por
la Constitución”.
Principio de Inocencia
Este bien jurídico, parte inherente al ser humano desde que nace
hasta el día que muere como ya indicamos anteriormente, no puede ser
“manoseado” por quienes hacen justicia en los distintos órganos de la fun-
ción judicial en particular en materia penal, con manifestaciones inqui-
sitivas superadas en el contexto del nuevo sistema penal oral acusatorio.
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Por ello, cuando en la situación jurídica de inocencia que se encuen-
tra reconocida por la Ley Madre así como en la ley secundaria, impone al
actor, demandante, querellante o similar, la carga de la prueba en el pro-
pósito de destruir en hechos concretos, esa situación de inocencia que le
ampara al sujeto pasivo y que se encuentra garantizada por la Constitu-
ción, determina que el supuesto causante del hecho delictivo no deje de
llevar los elementos de convicción o pruebas tendentes a establecer su
inocencia, lo que obliga que tanto el representante de la Fiscalía como al
propio operador de justicia, investigar en cumplimiento del principio de
objetividad, la verdad de los hechos; significando en consecuencia que es
al Estado a través de sus funcionarios y los órganos autorizados, a demos-
trar la responsabilidad penal, investigar las circunstancias eximentes o
atenuantes de responsabilidad que el imputado pueda invocar en su de-
fensa y a su favor.
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Principios Constitucionales y Legales
cana, en el Art. 8.2 al hablar del estado de inocencia dice: “Toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mien-
tras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda
persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías míni-
mas...”.
Principio de la Motivación
“El procesado tiene derecho a intervenir en todos los actos del pro-
ceso que incorporen elementos de prueba y a formular todas las peticio-
nes y observaciones que considere oportunas. Si el procesado está priva-
do de la libertad, el encargado de su custodia debe trasmitir acto seguido
al juez de garantías penales, al tribunal de garantías penales de la causa o
a la Fiscalía, las peticiones u observaciones que formule”.
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Dr. Marco V. Carrillo V.
de otros que puedan respaldar su situación jurídica, a la oposición de in-
troducción de elementos o actos procesales que se pueda considerar que
son ilegales.
Art. 7.- Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las
razones de su detención y sin demora, del cargo o cargos formulados en
su contra”.
Art. 8.2 dice: “a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente
por el traductor o intérprete...” en el literal b)” comunicación previa y deta-
llada al inculpado de la acusación formulada”; c) “Concesión al inculpado
del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa”;
d) “derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido
por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con
su defensor”; e)“Derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor
proporcionado por el estado, remunerado o no según la legislación inter-
na, si el denunciado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor
dentro de un plazo establecido por la ley”; f)”derecho de la defensa a inte-
rrogar a los testigos presentes en el tribunal y a obtener la comparecencia,
como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre
los hechos”.
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Principios Constitucionales y Legales
Siendo inviolable el derecho de defensa que tiene todo ciudadano,
hace que el juez natural respete los derechos por ejemplo en materia pe-
nal, del imputado hoy procesado; y, de esa manera se está haciendo efecti-
va las garantías constitucionales que le están reconocidas.
Principio Dispositivo
De manera que al existir una relación jurídica, que es objeto del pro-
ceso, lógico es suponer que su titular pueda disponer de ella, si esa rela-
ción es de derecho privado; es decir el proceso es dispositivo porque las
relaciones sustanciales las partes tienen libre disponibilidad. Significando
entonces que dispositivo significa disponer, ordenar, mandar.
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Principios Constitucionales y Legales
Principio de la Oralidad
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Principios Constitucionales y Legales
que permite el control público de los actos de la Función Judicial.
Principio de Oportunidad
Este principio se dice que tiene una vigencia que data de hace mu-
cho tiempo, bajo el razonamiento que cuando la persecución del hecho
punible le corresponde a la persona ofendida, no hay fundamento para
contrastarlo con el principio de legalidad; el Estado en su calidad de per-
secutor y sancionador, la sociedad incluso planteó para el legislador hoy
asambleísta el problema di si todos los hechos punibles sin excepción de-
ben perseguirse o a lo mejor dependía de cada caso del arbitrio del acusa-
dor particular o estatal.
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Principios Constitucionales y Legales
NO SE PUEDE JUZGAR A UNA PERSONA DOS
VECES POR EL MISMO HECHO.
NON BIS IN IDEM
Toda persona que haya sido sujeto pasivo de una acción judicial, sin
que haya sido objeto de una sentencia o culminado con sentencia definiti-
va, considero particularmente que, no puede ser perseguida nuevamente,
de forma alguna, no puede duplicarse el procesamiento o juzgamiento ya
que incluso entraría en acción, la excepción de litis pendencia.
Por manera que la cosa juzgada procede para las sentencias así
como para providencias interlocutorias que ponen fin a un proceso, en la
que se manifiesta la voluntad de la ley; por ello se dice que está prohibida
que una persona que haya sido sobreseída definitivamente, pueda ser ac-
cionada nuevamente por un mismo hecho.
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El Código de Procedimiento Penal en el Art. 5 habla del Único Proce-
so y dice: ”Ninguna persona será procesada ni penada, más de una vez por
un mismo hecho”, lo que en la práctica prohíbe que existan procesos pena-
les paralelos o a lo mejor posteriores que se den inicio por un mismo he-
cho contra la misma persona, ya que ello constituye una amenaza contra el
sujeto o persona que se pretenda someter a un juzgamiento, entrañando
injusticias y dando paso a cuestionables revanchismos y animadversiones
entre las personas; en definitiva lo que prohíbe con este principio de ga-
rantía constitucional y legal, de seguridad jurídica, es que ningún ciuda-
dano sea perseguido procesalmente de manera indefinida más de una vez
por un mismo hecho.
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Art. 424 constituye en el centro o rectoría en su aplicación de los demás
principios que se anota en las siguientes líneas:
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sivo que disminuya, menoscabe o anule injustificadamente el ejercicio de
los derechos.”
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El de la Incondicionalidad que se encuentra establecido en el Art.
11, numeral 3, inciso segundo constitucional; no puede el juez personal o
pluripersonal exigir condiciones o requisitos que no se hallen estableci-
dos en el texto constitucional o en la ley que están reconociendo los dere-
chos y garantías.
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la norma jurídica que contenga derechos o garantías para que sea aplicada
en la forma que favorezca a su vigencia efectiva, esto es, para que tanto las
garantías como los derechos sean otorgados la tutela jurídica efectiva y
expedita, de manera imparcial, conforme lo exige el Art. 75 constitucional,
que habla de los Derechos de Protección.
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LOS MANDAMIENTOS DEL
ABOGADO
Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres conflicto el derecho
con la justicia, lucha por la justicia.
Leal para tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es in-
digno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal con
el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú dices; y que, en cuanto al
derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invoques.
Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la
tuya.
Eduardo J. Couture
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BIBLIOGRAFIA:
Manuel Práctico de Derecho Penal. Dr. Paúl Carvajal Flor. Primera Edi-
ción febrero 2008.
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