Johann Sebastian Bach Es El Quinto Evangelista
Johann Sebastian Bach Es El Quinto Evangelista
Johann Sebastian Bach Es El Quinto Evangelista
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en un mundo en el que siempre hubiesen hecho desde la infancia.
decepcionaría su profundo deseo de Está inscrito en la naturaleza que
armonía y de elevación. Lo trágico a menudo es necesario colaborar con
para este tipo de personas es que la personas que viven y piensan de
vida 'inferior' no puede integrar la vida forma totalmente diferente a uno
'superior'. En la práctica esto quiere mismo. Bach también tuvo que contar
decir que Bach comprendía bien a los con esta clase de dificultades, desilu-
que se esforzaban por alcanzar una siones y golpes del destino, que le
perfección menor, pero que no purificaron y le ayudaron a profundizar
sucedía a la inversa. Por lo tanto, en su sentimiento religioso que se fun-
siguió siendo un enigma para ellos y damentaba en el estricto protestantis-
también lo fue para él mismo en mo luterano de sus antepasados.
muchos aspectos.
COPIABA AL RESPLANDOR DE LA
SU CASA SIEMPRE ESTABA ABIERTA LUNA O DE UNA VELA
* Director de coro.
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Un día se quejaba: ¡si el número de tos bíblicos relacionados con la músi-
entierros en los que debía tocar dismi- ca ejecutada en tiempos del rey
nuyese, por consiguiente, sus recur- David.
sos bajasen, significaría que el aire de Debemos tener en cuenta que el
Leipzig era verdaderamente 'demasia- pietismo estaba en contra de la músi-
do bueno'! En un canto que compuso ca en la iglesia. El clero protestante de
para su segunda esposa, asoció el la época se dividía en dos grupos:
amor y la muerte de una curiosa ortodoxos y pietistas. Éste era, por
manera: ejemplo, el caso de Arnstadt donde
Bach había sido organista. Los pietis-
Si permaneces a mi lado, tas encontraban que el marco musical
Voy con alegría hacia la muerte de las ceremonias religiosas presen-
Y hacia mi descanso. taba todas las características de una
¡Oh, cuán maravilloso sería mi final fiesta pomposa que sólo era una des-
Si tus bellas manos viación, una exteriorización y un aleja-
Cerrasen mis fieles ojos! miento de la religión. Por ello, prohi-
bieron las grandes composiciones ins-
En otro canto en modo menor trumentales y los coros. No obstante,
comparó la vida humana con la fragili- Bach consideraba que su música con-
dad de una pipa de fumar, pipas de
tribuía a la vida religiosa. «En honor
largo tallo hechas de barro que se ven
del Dios altísimo», escribió encima de
en muchos cuadros de esa época.
una composición coral para órgano y,
al comienzo de muchas de sus otras
¿PERO DE DÓNDE VIENE SU INSPIRA-
obras, escribió: «Soli Deo Gloria (Glo-
CIÓN?
ria al único Dios)».
En su herencia se encontraron, en
particular, «Conversaciones de sobre-
mesa» de Martín Lutero y los «Sermo- El pietismo, que apareció en el siglo
nes» del místico Tauler, un edificante XVII con el predicador alemán Philipp
Jakob Spener, quería que en el protes-
conjunto de ochenta escritos que
tantismo se diese una mayor importan-
muestran que el aspecto religioso cia a la vida del alma y se mantuviese
Preludio nº 7 ocupaba intensamente el espíritu de
de la segunda una piedad efectiva, como reacción
Bach. Las notas de su Biblia, que evangélica contra el intelectualismo y
parte del
Clave bien según parece leía a menudo, mues- el formalismo dominantes en las igle-
temperado de tran que intentaba validar su tarea de sias luterana y calvinista.
Bach. músico religioso por medio de los tex-
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Como Bach partía de este pensa- ban aburrida y agobiante. Incluso Zel- «Canon triplex»
miento, no debe sorprendernos que ter y Gœthe se burlaban de sus obras que figura en la
pintura que fue
haya mantenido contactos con los pie- «de las que se elevaba la fe como una hecha a Bach
tistas. Su destino le condujo a Leipzig, espesa humareda». Técnicamente cuando entró en
uno de los centros más importantes hablando, otros compositores han la Sociedad de
del protestantismo en el centro de superado verdaderamente ciertos Mizler.
Europa. Allí, cada domingo, atraía a aspectos de su música. Por ejemplo,
2000 oyentes en las dos principales los cantos a varias voces de los com-
iglesias: Santo Tomás y San Nicolás. positores del Renacimiento, a menu-
En los círculos musicales, era muy do, son de estructura más compleja e
apreciado, pero sólo un reducido ingeniosa.
grupo de músicos y entendidos en la ¿Pero no es precisamente este
materia era capaz de apreciar el pro- inconfundible toque de melancolía,
fundo valor de sus composiciones. que cubre como un velo toda la obra
de Bach, lo que la hace tan cautivado-
«A LOS INOCENTES, LAS MANOS ra? ¿Esta seriedad, este respeto, que
LLENAS» constituye su verdadera fascinación,
lo 'sebastiniano', es fruto de una inspi-
Al final de su vida, el espíritu de ración religiosa? Incluso cuando Bach
los tiempos había cambiado y todo el hacía música puramente profana y se
mundo buscaba la música ligera de la esforzaba por ser alegre, no conse-
ópera. La música evangélica de Bach guía el frescor y la alegría de vivir de
se oponía, cual verdadero baluarte, a la música de Vivaldi o de Albinoni, por
tal decadencia. Se lamentaba de que ejemplo, a los que apreciaba mucho,
muchos de sus coristas, que con tan- o la de su amigo Telemann que era
tas dificultades había formado, prefi- mucho más célebre que él.
rieran emplear las cualidades adquiri-
das y su talento en el ámbito profano,
es decir, en la ópera.
La música de Bach pasaba de
moda y, a veces, sus hijos le califica-
ban de 'vieja peluca'. El propio Bach
bromeaba sobre la música de sus
hijos. De Carl Emmanuel decía: «Es
azul prusia desteñido» y de Cristián:
«Mi Cristián es estúpido, ¡pero a los
inocentes les sonríe la fortuna!» Este
último se hizo famoso y se le conoció
como el 'Bach milanés' y el 'Bach lon-
dinense' porque su música ligera y, a
menudo, superficial se armonizaba
con el estilo rococó.
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22. Según los cabalistas, el significa-
do de estos nombres tiene relación En una partición asimétrica de un
con todo lo que pasa y ha pasado en segmento, la proporción áurea
el mundo. Se debe añadir que, desde corresponde a la relación entre la
la caída, el hombre no puede superar parte más pequeña y la más gran-
de, que es igual a la relación que
la cifra 9.
existe entre la más grande y la
En tiempos de Bach, todavía se
totalidad: (a/b = b/[a+b]).
usaban algunos sistemas gemátricos.
Existían alfabetos 'poligonales' en los
que los valores numéricos se eleva-
tema, su nombre numéricamente
ban progresivamente de letra en letra.
codificado.
Así, en el alfabeto trigonal, A = 1, B =
En 1747, Juan Sebastián Bach fue
3, C = 6, D = 10, etc. En el octogonal,
admitido como decimocuarto miembro
la secuencia numérica aún crece más
de la «Sociedad de los Sabios Músi-
progresivamente, A = 1, B = 8, C = 21,
cos» de Lorenz Christoph Mizler
D = 40. En los sistemas milesiánicos,
(1711-1778). Se ha dicho que la razón
los números crecen desde la letra
era que esta milésima contenía el
undécima en decenas y, desde la 'T',
número 14. Poco antes de su muerte,
en progresiones de cien.
estando ciego y enfermo, dictó su últi-
ma composición, un preludio para
DICTADO DE SU ÚLTIMA COMPOSICIÓN órgano para el coro Vor deinen Thron
Parece que Bach sólo empleó el tret ich Hiermit1 (Me presento ante Tu
sencillo alfabeto latino de 24 letras (en trono). La última línea comprende 14
el que la I y la J son confundidas así notas y la melodía 41. ¿Es por azar?
como la U y la V) numerándolas del 1 Estos últimos años, un grupo de
al 24. El nombre «Bach» da así el especialistas ha hecho investigacio-
número 14: B = 2, A = 1, C = 3, H = 8. nes intensivas sobre la obra de Bach
Añadiendo las iniciales de sus nom- con la esperanza de encontrar estruc-
bres, el valor es 41 porque la J es la turas fundadas en la gematría. Y han
novena letra y la S la decimoctava (9 descubierto cosas que nos han deja-
+ 18 + 14 = 41). En su cuadragésimo do estupefactos. Así los autores de
primer aniversario, Bach comenzó a Bach en het getal (Bach y los núme-
mostrar su obra. Su testamento musi- ros)2 han encontrado que Bach había
cal, el Arte de la Fuga, magnífica codificado el nombre de Cristián
demostración de su conocimiento Rosacruz y de los axiomas de la
contrapuntístico, comprende 14 movi- Fama Fraternitatis R.C. (La Llamada
mientos, formados por 16 fugas y cua- de la Fraternidad de la Rosacruz del
tro cánones, todos sustentados sobre siglo XVII). Los autores suponen que
el mismo tema. Aparentemente, el incluso conocía la fecha de su muerte
decimocuarto no lo ha acabado de muchos años antes y que la codificó
forma deliberada. Esta obra es la en el Arte de la Fuga.
única en la que Bach ha usado, como Según las últimas investigaciones,
obras puramente profanas como las
seis Partitas y las Sonatas para violín,
El número perfecto es un número parecen incluir elementos espirituales
entero igual a la suma de sus divi- por medio de códigos obtenidos por la
sores. Entre los de una cifra se gematría y en parte también por
encuentra el 6, suma de 1, 2 y 3; melodías para coros no cantados que
entre los de dos, el 28, suma de 1,
servían de acompañamiento a solos
2, 4, 7 y 14; entre los de tres, el
de violín. De esta forma, incluso
496, suma de 1, 2, 4, 8, 16, 31, 62,
habría introducido la triple fórmula:
124 y 248.
«Ex Deo nascimur. In Jesus morimur.
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Arriba: Textos
del templo
funerario de
Cristián
Rosacruz
transformados
en música por
Bach.
Abajo:
Estructura
simétrica de
las obras de
Bach.
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Mizler, en su mano tiene una hoja de
papel rayado en el que figura un con-
trapunto en forma de adivinanza, un
contrapunto triple para 6 voces, el lla-
mado canon del enigma. La voz de en
medio es la de J.J. Froberger y la voz
de bajo la de G.F. Hændel. ¡Este con-
trapunto ofrece la posibilidad de 480
variantes que atañen a la entrada de
las voces y sus diversas combinacio-
nes! Además, el canon contiene sím-
bolos bíblicos. Pero toda esta «adivi-
nanza» era demasiado complicada
para los miembros de la sociedad en
cuestión, y no fue hasta en el siglo XX
cuando se descubrieron el «código» y
las diferentes combinaciones posi-
bles4.
Bach no se limitaba a codificar
algunos nombres sino que también
utilizaba números importantes extraí-
dos de la Biblia, como el «numerus
electorum» 153 y los «numeri perfec-
ti» 6, 28 y 496. Las palabras inscritas
en sus composiciones y los motivos y
viñetas dibujadas en las líneas y en el
margen del Arte de la Fuga pueden
tener un significado especial.
¿Por qué Bach se molestó en inte-
grar los códigos en su música? Sin
toda esta numerología, ¿hubieran ponden con las relaciones fundamen-
tenido sus composiciones el mismo tales de la naturaleza, por lo tanto, tam-
impacto sobre sus oyentes? Para res- bién con las del cuerpo humano. Pont-
ponder a ello es necesario saber que vik, psicólogo sueco especialista en
seguía la tradición de Leibnitz, el cual música, se concilió con esta antigua
había seguido la de Pitágoras. Para ciencia en su libro El hombre sonoro,
Leibnitz, la música era «vida incons- en el que explica que los órganos del
ciente del alma. Ésta no se daba cuerpo están relacionados mutuamen-
cuenta de lo que percibía, sin embar- te de la misma forma que las relacio-
go lo percibía aunque de forma nes establecidas en el universo. Que
inconsciente.» uno sienta dicha o sufrimiento cuando
escucha música corresponde a «ten-
RELACIONES FUNDAMENTALES DE LA siones o distensiones de los múscu-
NATURALEZA
los», piensa el médico y erudito Lorenz
Christoph Mizler (1711-1778). Pictagoras
El alma, escuchando la música, Bach, Hændel y Telemann eran, a musice inven-
penetra «una forma puesta en movi- decir verdad, hombres demasiado tor, talla en
miento por medio de los sonidos», una prácticos como para consagrarse ver- madera de
serie de estructuras sonoras complica- dadera y seriamente a la filosofía y a Jörg Syrlin
(1469-1474),
das y sencillas que, alternativamente, las ideas científicas de la sociedad fun-
coro de la
suscitan tensión y sosiego como si uno dada por Mizler. Pues Carl Philipp catedral de
se moviese con ellas en el espacio. Las Emmanuel escribía más tarde con rela- Ulm,
relaciones entre los sonidos se corres- ción a su padre: «No se aventuraba en Alemania.
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consideraciones teóricas profundas fección en la expresión artística,
sobre la música y no era aficionado al según los criterios habituales de la era
árido tema de las matemáticas». No de Piscis que desaparece. Sin embar-
obstante, Bach parece haber sostenido go, la era de Acuario está destruyen-
los esfuerzos de Mizler para hacer de do las estructuras establecidas en
la música una ciencia exacta como la todos los campos de la vida social.
aritmética, la astronomía y la geo- Esto explica también la razón por la
metría, lo que rechazaban los 'filósofos que el arte ya no responde a ningún
de la naturaleza', es decir, los científi- criterio. Practicar la música de Bach
cos 'ilustrados' de la época. representa la persistencia de cierta
orientación hacia el pasado y una
ABANDONO DE LOS CRITERIOS apetecible mirada hacia uno de sus
TRADICIONALES más bellos frutos. Una época que, en
medio de una desintegración rápida y
En este comienzo de la era de radical de los valores, desaparece en
Acuario, la música de Bach todavía se la bruma y llega a ser inaccesible para
guarda como un monumento de per- muchos. La sociedad materialista
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«moderna», se aleja a grandes pasos sigo misma, tal como ha debido pasar
de la música clásica. Incluso puede en el corazón de Dios hasta antes de
incomodar a personas que se encuen- la creación del mundo. También a mí
tren en cierto estado psíquico: se me ha turbado interiormente y me he
aprovecha, por ejemplo, para expulsar vuelto a encontrar como si ya no estu-
a los drogadictos y a los traficantes de viera en posesión ni tuviese necesi-
drogas de las estaciones y de los cen- dad de oídos, ni siquiera de ojos y, a
tros comerciales: ¡no soportan la continuación, de ningún otro sentido»,
música clásica que se difunde por los escribió Gœthe en una carta a Zelter.
altavoces! Para escribir semejante música, el
De hecho, en tiempos de Bach, su alma debe estar muy armonizada y
música ya había envejecido. Sus permanecer en un equilibrio perfecto.
modelos venían del pasado, como su Dicho de otra manera, es inevitable
seriedad frente a su arte. Sus compo- que su calidad sea fuertemente ini-
siciones son tan armoniosas y tan per- gualable, como en las obras de Hæn- Muzyka,
fectas que dan la impresión de que del, por ejemplo. Para medir los efec- Lucien Simon,
únicamente esta solución sea la tos de la utilización consciente de 1895, Galería
Rogalinska
correcta. Cada sonido y cada acorde algunas leyes de la armonía, debe-
Edwarda
ocupan su lugar en el conjunto de mos preguntarnos cuáles son los lími- Raczynskiego,
forma perfecta, inigualable. «Como si tes de la experiencia sensorial cons- Poznan,
la armonía eterna se mantuviese con- ciente. Según las investigaciones Polonia.
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científicas, los dos hemisferios cere- primer lugar, la de Las Pasiones, ¿no
brales se intercambian alrededor de ha contribuido a fijar en la conciencia
2.000 millones de señales por minuto. de sus contemporáneos las ideas
¿Cuáles son los efectos? En cada teológicas y dogmáticas de su tiem-
caso, el número de datos transmitidos po? ¿No presenta una narración alte-
conscientemente es extremadamente rada de la vida del Cristo del que hace
bajo. El cerebro registra muchas más un personaje histórico que sufrió un
señales (señales muy diferentes de espantoso martirio? En cierto sentido,
las sensoriales), lo que se ha demos- sí. Pero señalemos que el puro sím-
trado científicamente. Los mecanis- bolo crístico, no la imagen deformada
mos de elección y de restricción que y falsa que dan los teólogos, mantiene
son necesarios para la orientación despierta en la conciencia humana la
consciente del hombre, constituyen esperanza de una vida mejor y supe-
una parte de la investigación del cere- rior. En este sentido, Bach asume un
bro. trabajo preparatorio. Pues cuando la
humanidad pueda superar los ásperos
ASIMILACIÓN DE EXPERIENCIAS DE LA razonamientos teológicos, encontrará
VIDA el puro cristianismo interior, que la
colocará en el camino de la liberación
En los ancianos, los recuerdos interior, patrimonio de la humanidad
lejanos parecen imponerse a los más de las almas inmortales.
recientes. A menudo, son capaces de Los pasajes de la Biblia que Bach
describir acontecimientos de su juven- ha trabajado para utilizarlos en sus
tud con una exactitud sorprendente composiciones dan testimonio de la
como, por ejemplo, el modelo de posibilidad de esta liberación interior,
alfombra sobre la que jugaban en su unen a la vida interior y al impulso
más tierna infancia. Por el contrario, crístico que toca a la humanidad.
olvidan rápidamente impresiones En las Pasiones, en las que resue-
recientes que no pueden volver a na la excitación de la multitud, el esti-
recordar. Una cámara registra extre- lo en el que Bach tradujo las escenas
madamente rápido los detalles que bíblicas, incluso el de los coros, es tan
sólo se ven si son aumentados de poco teatral que el oyente puede
tamaño; de la misma forma, alguien escucharlas con total serenidad inte-
puede percibir en un flash mucho más rior.
de lo que es consciente. Por ejemplo,
impresiones 'inconscientes' de su
entorno, interacciones con otros seres
vivos. Estas detalladas informaciones
son puestas a su disposición poste-
riormente, tras la asimilación de las
experiencias de la vida. 1. L. Prautzsch, Vor deinem Thron tret ich
Ocurre lo mismo cuando se escu- Hiermit, Figuren und Symbole in den letzten
cha música. En parte, la armonía Werken J.S. Bachs, Neuhausen-Stuttgart,
entre las combinaciones sonoras se 1980. (Me presento ante Tu trono, Figuras y
percibe conscientemente y, en parte, símbolos en las últimas obras de J.S. Bach)
se asimila inconscientemente. Ésta es 2. K. van Houten y M. Kasbergen, Bach en
het getal, 1985, De Walburg Pers, Zutphen.
la razón por la que la música de Bach
(Bach y los números)
es imperecedera. Las relaciones entre
3. Cuadernos de Cöthen sobre Bach, Vol.7,
los diferentes motivos y las estructu- artículo La sonata para violín en sol menor,
ras sonoras son perfectas. Incluso los BWV 1001, El canto de alabanza codificado,
fragmentos animados dan la impre- Helga Thoene.
sión de una serenidad interior total. 4. Friedrich Smend, Bach llamado por su
La música espiritual de Bach y, en nombre, Kassel, 1950.
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