Coran Bilingue
Coran Bilingue
Coran Bilingue
EL CORÁN
Edición bilingüe comentada
Un especial agradecimiento para mi Sra. Hend Ani Meri,
quien no ha escatimado ningún esfuerzo en la búsqueda de
términos en los muchos libros a los que tuve que recurrir para
poder comprenderlos y trasmitirlos a los hispanoparlantes.
Su ayuda y colaboración han sido esenciales par que esta obra
viera la luz.
Dirección Editorial:
Mohammed Bahige Mulla Huech
Coordinación editorial y Dirección de Producción:
Manel Díaz
Maquetación
Jordi Güell-NGareagrafica
Imprime:
Especialidades Graficas para Editoriales, S.A.
Editado por:
CONSESTRUC-EDITIONS
Angels, 22 -08187 Santa Eulalia de Ronçana
(Barcelona-SPAIN)
ISBN: 84792.31 / D.L. : 2497-2013
Exegesis:
Notas propias y otras basadas en varias obras, de diferentes autores y
fuentes. Entre otras, en la edición, publicada por la editorial Didaco,S.A.,
con el titulo de El Coran 5 volumenes.
El Corán I Créditos
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PRÓLOGO 9
APUNTES PARA LA COMPRENSIÓN DE EL CORÁN 13
Todos estos factores contribuyen, sin duda, a ofrecer a la traducción del Corán al español innegables
ventajas de las que carecen otras lenguas. La mencionada convivencia multisecular del árabe y el
castellano y la corriente de préstamos de vocablos y conceptos, que no se dan en otros idiomas,
permite mejores niveles de comprensión.
Ahora bien, el Corán no es una obra religiosa, mística, jurídica o poética junto a otras más.
Para los creyentes, el Corán, siendo un Libro Revelado, tiene un origen divino. Su vocabulario, sus
conceptos y su expresión literaria no han surgido del brillante espíritu de Muḥammad, sino que
fue Dios mismo quien se los transmitió a su Profeta. Aunque redactados en una lengua concreta, el
árabe clásico del siglo VII cristiano, están absolutamente por encima de cualquier creación humana,
y así lo afirma en repetidos pasajes el propio Corán. Es, pues, evidente que ninguna traducción a
otra lengua, por muy esmerada que se la suponga, puede alcanzar el grado de perfección absoluta
del idioma original.
A pesar de este infranqueable desnivel, la vocación de religión universal del Islam convierte
en obligatoria la tarea de traslado del mensaje coránico a las lenguas de otros pueblos. En la
perspectiva de las instancias religiosas islámicas, la índole excepcional del Libro exige de sus
traductores, además de los habituales requisitos de conocimiento de las lenguas de partida y de
llegada, y de la historia, la cultura, las normas jurídicas y las costumbres de la sociedad a la que
el Profeta dirigió sus palabras, otras cualidades específicas para poder conseguir una traducción
fiable. Entre estas condiciones ocupa un lugar destacado la exigencia de una identificación sincera
El Corán I Prólogo
10
con el contenido del Corán. Resulta, en efecto, difícil que quien considere este Libro como una
simple obra humana, sin duda de altísimo valor teológico, jurídico y literario, pero no de origen
divino, posea la suficiente sensibilidad, afinidad y finura de espíritu para captar en todo su alcance
la profundidad del mensaje.
Quien traduzca el Corán debe poseer, además, en razón de la elevada calidad literaria del árabe
original, un excepcional conocimiento de esta lengua y de sus innumerables y muy importantes
matices. En la práctica, este dominio solo está al alcance de quienes tienen el árabe como lengua
materna y ha dedicado buena parte de su tiempo a su cultivo. Esta segunda condición es igualmente
exigible ―y por las mismas razones― para la lengua de llegada. Quien redacte en esta lengua
el mensaje coránico debe ser capaz de recorrer todos los registros de sus recursos literarios. Y,
también aquí, únicamente lo consiguen quienes la tienen y cultivan como lengua materna.
Solo en contadas ocasiones se dan cita estos requisitos en una misma persona. En el terreno de los
hechos, es aconsejable distribuir la tarea entre varios colaboradores. Un primer traductor musulmán,
con el árabe como lengua materna y amplios conocimientos de la lengua de llegada, vierte a esta su
comprensión del Corán. Un segundo traductor, versado en los conceptos coránicos y con la lengua
de llegada como lengua materna, revisa la primera traducción y asegura la pureza de su estilo.
Estos han sido los criterios seguidos por el grupo de traductores de esta versión castellana. El Dr.
Bahiŷe Mulla Ḥuech, sirio de nacimiento, es un destacado conocedor de los secretos del árabe y un
acreditado traductor y asesor de cursos de esta lengua. Mantiene, además, amplios y permanentes
contactos con las culturas occidentales, y más en particular con la española.
Esta obra se ha editado en dos versiones. En su primera versión, del año 2007, participaron
los señores Marciano Villanueva, profesor de Lengua, Historia y Literatura Semita y autor y
traductor de varias obras sobre estas materias, y Alberto Castro, especialista en lenguas semíticas,
colaborador en varios proyectos de investigación llevados a cabo en el Instituto de Filología del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas y coautor de diversas publicaciones dentro del
mismo. Ambos compulsaron cuidadosamente con el original árabe la versión española ofrecida por
el Dr. Mulla, buscaron las equivalencias más acordes con el genio del idioma y procuraron alcanzar
la calidad y la pulcritud literaria castellana exigidas por el alto nivel estilístico del Corán.
Alberto Castro asumió la tarea de la cuidadosa y uniforme transcripción de las grafías árabes
de acuerdo con los patrones más avanzados. En este capítulo de las transcripciones, y en lo que
respecta a las grafías de los personajes que aparecen también en la Biblia hebrea, se han preferido
las formas que, en virtud precisamente de la persistente tradición bíblica de la cultura española,
se han convertido ya en familiares y incorporándose como propias al torrente del idioma. Se
escribe, pues, Aarón, Abrahán, David, Isaac, Ismael, Jacob, Jesús, Job, Jonás, José, Lot, María,
Moisés, Noé o Salomón (por citar algunos de los casos más ilustres). Sus equivalencias árabes
(Hārūn, Ibrāhīm, Dāwūd, Isḥāq, Ismāᶜīl, Yaᶜqūb, ᶜĪsa, Ayyūb, Yūnus, Yūsuf, Lūṭ, Maryam,
Mūsā, Nūḥ, Sulaymān) le resultan extrañas al lector medio español e, incluso, a veces, son de
difícil identificación. Se ha exceptuado la grafía de Muḥammad (Mahoma) por los profundos
sentimientos de amor y veneración que el nombre del Profeta (Dios le dé paz), suscita en los
creyentes en su fonética original.
De entre las diversas pautas a que puede atenerse una traducción, el equipo se ha impuesto como
criterio, siempre dentro de la insoslayable fidelidad al sentido genuino del original, utilizar un
lenguaje moderno, al alcance de las actuales generaciones. Para aclararlo con algunos ejemplos,
se ha traducido el concepto de zakāt o azaque por «contribución fiscal», por entender que así se le
transmite al hombre de nuestros días una idea del sentido coránico de este vocablo más cabal que la
El Corán I Prólogo
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La índole del Corán, que antes de su consignación escrita tuvo una primera etapa de comunicación
de viva voz del Profeta, así como la distancia lingüística, histórica y cultural entre la sociedad
árabe a la que Muḥammad dirigió su mensaje y las generaciones actuales exigen que, para la mejor
comprensión del texto, el traductor tenga que introducir a veces algunas palabras aclaratorias. En
la presente traducción, para distinguir nítidamente el texto coránico de las adiciones interpretativas,
se ponen estas últimas entre paréntesis.
En esta segunda versión, se han corregido y mejorado para su comprensión todos aquellos apartados
del texto coránico en los que, a través de estos años, hemos ido observando que existían diferencias
de opiniones. También se ha sintetizado la parte compuesta por los comentarios ―procurando
siempre mantener el mismo espíritu― centrándonos en los pasajes más importantes, con el fin
de conseguir una estructuración más amena y manejable con el objetivo de presentarlo en un solo
volumen.
Los detallados comentarios al texto proceden de la pluma de los más afamados comentaristas del
Corán, tanto antiguos como modernos. Dada la indisoluble unidad entre la traducción de un texto
y su interpretación, el equipo traductor, y más en concreto y con mayor frecuencia el Dr. Mulla, ha
añadido sus propios comentarios. Cuando así se ha hecho, se deja constancia expresa. Esta faceta
ha sido supervisada por los profesores Manuel Feria García y Juan Pablo Arias. Ambos cuentan con
una dilatada trayectoria como traductores y como investigadores sobre la traducción.
Merecen, en este capítulo, una mención especial Rubén Sáez y Deborah Álvarez, por el incansable
esfuerzo con que han desempeñado la tarea de picaje y corrección, y en la recuperación de archivos
y la revisión de nuevos textos.
Llegados al final de esta laboriosa tarea, nos conforta la esperanza de haber prestado un servicio
útil a la cada vez más numerosa comunidad musulmana residente en regiones de habla hispana y a
todos los interesados en el conocimientos del Islam.
Apuntes para la
comprensión del Corán
Aunque el Corán es un mensaje universal proyectado hacia el Más Allá y dotado de
validez supratemporal y supraespacial, su lectura debe realizarse a la luz del contexto
socio–histórico del tiempo de la Revelación, es decir, entre el 610 y el 632 d.C.
La Revelación es la Palabra textual de Dios, comunicada al profeta Muḥammad por medio
del arcángel Gabriel. La Revelación no fue transmitida o entregada de una sola vez –como
en el caso de las Tablas de Moisés, según el relato bíblico– sino de forma fraccionada
y paulatina, a lo largo de 23 años. Cada vez que el Profeta recibía un pasaje revelado
lo recitaba en público para que fuera retenido por la memoria colectiva y lo dictaba,
además, palabra por palabra, a sus 40 secretarios o escribas, indicándoles el lugar exacto
donde debían situarlo en el conjunto de la «Obra». Quedaba así excluida toda posibilidad
de olvido, errores o manipulaciones en ninguno de los pergaminos originales. Más aún,
el Profeta conservaba en su casa una «copia matriz» del texto revelado, ordenada y
clasificada de acuerdo con las instrucciones que él mismo había impartido a sus escribas.
Cuando la Revelación llegó a su fin, el Profeta y el arcángel repasaron por dos veces la
totalidad del texto en su forma definitiva, en el mes del ramadán que precedió a la muerte
del Profeta. Desde entonces no hubo más revelaciones, excepto la aleya 2:281, que el
Profeta recibió unos días antes de su muerte (632 d.C.).
El año siguiente, el primer sucesor (califa), Abu Bakr, recuperó todas las copias que los
escribas del Profeta habían tenido en su poder, convocando a todos los que recitaban el
Corán de memoria por haberlo escuchado directamente de la boca del Profeta, comparó lo
escrito en los pergaminos con lo conservado en la memoria de los ḥuffāẓ y, tras comprobar
que ambos eran idénticos, conservó la copia matriz en la casa del «Jefe del Estado».
El tercer califa, Otman, unificó el tipo de escritura y envió una copia idéntica a la original
a las grandes ciudades del ya vasto territorio islámico, que se extendía desde la India hasta
Marruecos, para contrarrestar la variedad de acentos propios de los múltiples pueblos
recién incorporados al Islam.
Con esto, Dios nos llama la atención sobre el hecho de que el musulmán debe basar su
cultura en la lectura de su entorno, descifrar sus secretos y basar su educación en estudiar,
comprender y analizar los textos de referencia, tanto de las Obras Divinas como del
patrimonio de las otras civilizaciones, poniéndolo todos al servicio del ser humano.
Fue el propio Profeta quien daba sus instrucciones sobre la clasificación del texto coránico
en azoras (suras o capítulos) y ayas (aleyas o versículos); en cambio la designación del
título de cada capítulo fue obra de los discípulos del Profeta, quienes basaron su criterio en
el principal tema tratado en cada capítulo, o bien en el texto de la primera aleya del mismo.
Así, el título de la segunda azora es «La vaca de los israelitas» porque, precisamente, su
tema principal es la actitud que tomaban ante su Profeta con respecto a la «vaca milagro».
La azora 50 («Qāf»), en cambio, recibe el título de la primera letra de la misma.
de esta revelación mequí están dedicados al culto pagano. Hay también una serie de
relatos y anécdotas sobre el comportamiento y el destino de los pueblos precedentes, que
rechazaron los sucesivos mensajes divinos y se rebelaron contra ellos, y un conjunto de
directrices éticas.
El rasgo más destacado del contenido mequí del Corán es su insistencia en seguir la vía
pacífica y no responder a la agresión, proceda de donde proceda.
La segunda y definitiva parte de la revelación tuvo como escenario la ciudad de Medina, la
primera metrópolis del Estado Islámico (del 622 al 632 d.C.), es decir, desde el momento
en que los musulmanes abandonaron sus hogares, sus familias y sus pertenencias en La
Meca para salvar su fe y sus vidas y emigraron a aquella ciudad, hasta la muerte del
Profeta. A esta parte del Corán se la denomina la parte medinense. Abarca el 11/30 de la
totalidad (unos 24 capítulos o azoras). Su contenido se distingue por su carácter legislativo
y organizativo, aunque sin omitir, en ningún caso, la insistencia en cimentarlo todo sobre
la sólida base de la fe.
El tema fundamental y la piedra angular del Corán es la unicidad de Dios –Allāh–, es decir,
que Dios es Uno y Único, el Creador, el que gobierna, dirige y conduce todo. Dicho de otro
modo, el unitarismo es el eje de la fe, tal como lo es en todas las religiones monoteístas.
Vemos así que la idea de la unicidad es omnipresente, bien de manera directa o bien
mediante el recurso de destacar los atributos de Dios al final de muchas aleyas, algo así
como una llamada de atención, una invitación a no olvidarse nunca de la unicidad de Dios.
Revelación y legislación
En Medina convivían musulmanes, pseudomusulmanes o hipócritas, judíos y un pequeño
grupo de paganos que en conjunto formaban una pequeña ciudad-Estado basada en la
ciudadanía consensuada. Existía una verdadera libertad de culto y una dualidad legislativa
(una para los musulmanes y otra para los judíos), siempre bajo el supuesto de que fuera
respetado el convenio firmado por todos.
La revelación de la época medinense se prolongó durante diez años y se concentró en la
parte legislativa (Šarīᶜa), que garantiza y cimenta la buena aplicación de los principios
del derecho y de la justicia. En tan sólo 228 aleyas (versículos), han quedado fijadas las
El Corán I Apuntes para la comprensión
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directrices básicas del Derecho musulmán: 70 aleyas sobre el Derecho Civil, 10 sobre el
Financiero, 10 sobre el Constitucional, 25 sobre el Internacional, 70 sobre el Familiar-
Hereditario, 13 sobre el Procesal y 30 sobre el Derecho Penal. El resto de la revelación
medinense se ocupa de temas relacionados con el culto formal y supererogatorio y de la
dialéctica con los conciudadanos judíos y con la oposición organizada, trayendo una y
otra vez a la memoria colectiva de la nueva sociedad naciente anécdotas de las conocidas
historias de los pueblos precedentes, mencionadas a título de ejemplos reales en el curso
de las controversias surgidas entre los musulmanes y los seguidores de otras creencias.
No puede entenderse en todo su alcance y con todos sus detalles la sección legislativa del
Corán independientemente de la Sunna (es decir la Norma y las Máximas del Profeta) y de
la interpretación de los juristas, ya que el texto jurídico de algunas aleyas ha tenido varias
interpretaciones y su aplicación práctica está condicionada por la previa existencia de los
requisitos que permiten su ejecución. (Así, por ejemplo, el segundo califa, Omar, congeló,
el año de la hambruna, la aplicación de la Ley penal contra los que cometían hurtos.)
No obstante, el Texto prima siempre frente a la Sunna y a todas las restantes fuentes del
Derecho musulmán, siendo el origen de toda legislación islámica.
Por otra parte, algunas normas de tipo secundario y de vigencia transitoria (de 15 a 20 aleyas)
fueron abolidas y sustituidas por otras de carácter definitivo (4:15). Hubo prescripciones de
carácter «revolucionario», como la prohibición de bebidas alcohólicas, que fueron impuestas
de forma gradual para evitar choques socio-económicos en una población acostumbrada
al consumo abundante y a la comercialización del vino y productos similares (v. 2:219,
4:43 y 5:90). Una consecuencia, sumamente importante, de lo aquí expuesto es que para
la correcta interpretación del auténtico sentido coránico de las normas de la Šarīᶜa nadie
puede sacar una conclusión definitiva sin disponer de notas explicativas que interpretan y
precisan la aplicación de los preceptos.
En la primera ciudad-Estado islámica no existían instituciones estatales propiamente dichas
responsables del buen funcionamiento del «Estado». La sociedad se regía por un conjunto
de principios y directrices éticas en virtud de las cuales, y previa disposición legal, los
individuos vigilaban el cumplimiento de la ley y participaban en la solución de los conflictos
sociales. Puede mencionarse como ejemplo concreto de esta ética el hacerse cargo de los
huérfanos y discapacitados o el imperativo de promover el bien y hacer frente al mal.
Lo más característico de una sociedad musulmana es su pluriconfesionalidad y su
plurietnicidad. La Šarīᶜa (el Derecho islámico), con su amplio sentido social, trata al
ciudadano como sujeto y objeto del Derecho, admite la coexistencia de varias comunidades
con diferentes creencias, garantiza y protege el ejercicio de los derechos religiosos de cada
una y hace patente que sociedad, teología y derecho están íntimamente relacionados.
La proyección político-social de la Doctrina islámica se deriva de la igualdad de sus
conciudadanos ante la ley y el Derecho Común.
El Derecho Penal
La Sharía es la fuente y la referencia de la ley y de la jurisprudencia. El 90% de sus
preceptos son de contenido ético-espiritual. Esta parte del Derecho Penal se denomina,
según la terminología islámica, Haq Allah (el Derecho de Dios), algo así como el Derecho
Público por tratarse de preceptos que se refieren al deber cívico. El control del buen
cumplimiento de esta parte del Derecho corresponde, en primer lugar, a la conciencia del
propio musulmán. El 10% restante corresponde a las disposiciones jurídico-legales y está
relacionado con los derechos de los miembros de la sociedad y se denomina Haq Al Nas
(el Derecho del ser humano).
Hay que dejar claro que la Sharía no considera que todo desacato constituya un delito
penado, aunque todo delito es un acto de desobediencia o desacato a la ley y, por lo tanto,
debe ser sancionado conforme a la ley vigente.
El Corán I Apuntes para la comprensión
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Conceptos y definiciones
Islam: Creer en Dios y confesar en público la fe islámica; es la obediencia y la disponibilidad al
cumplimiento de preceptos legislativos.
Imán (fe): Entrega a la voluntad de Dios y firme creencia en Él; reconocer a Sus ángeles, Sus libros,
Sus Mensajeros y el Día Final, y creer en el destino, ya sea éste positivo o negativo.
Munafeq (hipócrita): Es quien finge ser musulmán (pseudomusulmán) o quien tiene una fe
titubeante.
Ahl Al Dhimma: Son los ciudadanos no musulmanes. Se trata de un colectivo aforado que se
autogobierna por sus propias leyes espirituales en materia de Derecho Familiar. Sus miembros
adultos y en posesión de sus plenas capacidades físicas y mentales tienen el privilegio de no
participar en actos bélicos pero, si lo hacen, están exentos de abonar el tributo per cápita. No
pagan impuestos por sus rentas anuales, a cambio de una cantidad determinada. Las mujeres no
trabajadoras, los niños, los ancianos y los discapacitados también están exentos de toda carga
física. Al igual que el reto de sus conciudadanos, gozan todos de los derechos derivados de la
cobertura de la Seguridad Social.
Satanás (Shaitán): Nombre propio del ser que se rebeló contra Dios.
Diablo (Shaitán): Etimológicamente, procede del verbo «Satta», que significa «alejarse de». Es
todo ser que transgrede, confunde o corrompe a otros y, por lo tanto, es expulsado de la providencia
de Dios y de Su misericordia. El déspota y el opresor forman parte del colectivo de los diablos,
según el concepto islámico del término.
Kafer: Del verbo «kafara», que significa «cubrir, rechazar, resignar». Se refiere a todo ser que
rechaza el conocimiento de una creencia o doctrina determinada. Como concepto islámico, un
kafer es igual a un no musulmán o a quien se resigna a ser musulmán. También designa a un ingrato.
Wallí: Tiene doble sentido. El primero revela el estatus de una persona que trabaja al servicio
de otra (el compinche o afiliado). El segundo, el contrapuesto, se refiere al confidente, aliado,
protector, patrono, al que vela por otros.
El Corán I Apuntes para la comprensión
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Insán (ser humano): Es el ser racional, el único ser con voluntad y libertad para elegir libremente
el camino de su vida.
Cultos (ibadat): Es la expresión de gratitud hacia Dios, siendo un acto externo o interno, preceptivo
o voluntario. El acto cultual es de tres tipos:
― Culto físico: las oraciones preceptivas o el ayuno de los días del mes del Ramadán.
― Culto financiero: Se refiere al azaque o zakat. Impuestos sobre el patrimonio, la renta y el
tributo voluntario o sadaka (limosna).
― Culto físico y financiero: El hajj o peregrinación a La Meca una vez en la vida para quien
está capacitado física y financieramente.
Otra clasificación del culto sería la siguiente:
― Culto prescrito: el fard o deber u obligación, como las cinco oraciones diarias prescritas.
― Culto voluntario o superrogatorio: Por ejemplo, defender el derecho de los demás.
En todo caso, hay un culto a Dios y un culto en Dios. El primero es un acto de gratitud a Dios,
mientras que el segundo es un acto cívico que agranda a Dios
Fasqu: cometer lo prohibido.
Asa: desatender lo preceptuado.
Salam: Paz externa o interna.
As Salam Alaikum («zalemu»): Es un saludo y una expresión amical que infunde un sentimiento de
confianza y una declaración de que la paz reina sobre todos. Equivale a «Pax vobiscum», «que la
pez reine entre nosotros» o «la paz sea contigo».
Zina (contubernio): Todo acto sexual completo y consumado fuera de las relaciones conyugales.
Si los implicados son solteros, se denomina «fornicación»; si hay algún casado implicado, recibe
el nombre de «adulterio».
Fi sabil Allah (por la causa de Dios): Es todo acto patriótico o cívico con objetivos nobles. También
significa cumplir con los deberes espirituales y cívicos que Dios ha preceptuado.
Hudud: Es el límite permitido en el ámbito de la legalidad. Según el contexto, también se refiere a
una sanción codificada en el Derecho Penal y contenida en la fuente jurídica islámica. Normalmente,
se refiere a grandes crímenes o delitos.
Yihad: Es todo esfuerzo invertido para lograr un bien, tanto en el sentido bélico como en el cívico,
constructivo y desinteresado, por ejemplo en el desarrollo social, educativo, económico, etc.,
siempre en favor de la sociedad, de la familia o de uno mismo. Según el Corán, el yihad puede ser
obligatorio u optativo.
Nosotros: La forma plural mayestática se refiere a Dios. El musulmán utiliza esta fórmula cuando
se refiere a Dios, y el Creador la emplea muchas veces en el texto coránico para referirse a sí mismo.
Realmente, es un recurso estilístico muy común en épocas anteriores (p. ej., «Nos, el Rey»).
Yisia: Tributo compensatorio. Es el impuesto per cápita de todo ciudadano no musulmán, adulto
y capacitado económicamente a cambio de no participar en actividades bélicas como lo hacen sus
conciudadanos musulmanes. En caso de participar, los no musulmanes estarían exentos del pago
de dicho tributo. Las mujeres no trabajadoras, los niños y los discapacitados están exentos del
mismo de por vida. Dicho tributo da al contribuyente y a sus familias el derecho a beneficiarse de
la Seguridad Social y de todos los derechos de un ciudadano.
Sabemos, por la Historia Social, que la solidaridad y la identidad tribal eran los valores más
defendidos por los árabes en la época en que nació el Islam, de tal manera que una ofensa dirigida
contra uno era una ofensa contra todo el colectivo (tribu), y viceversa. Cualquier otro colectivo
étnico, cultural o confesional era considerado ajeno a la sociedad y, por lo tanto, no podía gozar de
los derechos de que disfrutaban los miembros de la tribu, lo que era una causa frecuente de guerras
y venganzas.
En base a esta filosofía, los árabes paganos de entonces, amos absolutos de la Península Arábiga,
El Corán I Apuntes para la comprensión
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rechazaron el judaísmo y el cristianismo al considerar a sus miembros como una minoría extranjera,
exiliada y autoaislada. La sociedad pagana era una sociedad estamental y dominante que impedía
toda posibilidad de interculturalización.
El Islam, ha rechazado la filosofía del «yo» y el «otro». Su historia social muestra que ha dirigido
su atención a las condiciones estructurales que posibilitan el cambio social, sin omitir que la
historia se despliega en la dialéctica entre estructura y personas. Podemos decir que el Islam ha
dado un vuelco total tanto a la forma de pensar del individuo como a la estructura sociopolítica, de
tal manera que el tribalismo, el despotismo y el sacerdocio han sido desmantelados a favor de la
Soberanía de Dios, delegando a autoridad nacional en manos de los representantes legítimamente
designados por el pueblo. El sistema social no queda ya sujeto a los caprichos del gobernante de
turno, sino al «contrato social»: ya hay «algo nuevo bajo el Sol».
En lo que se refiere al musulmán, el Islam le ha dotado de una identidad nueva, de una cultura y
un pensamiento que le distinguen del resto de la sociedad en la que reside. Le ha provisto de las
condiciones y las cualidades necesarias para sentirse libre, pensativo, mesurado, humano, moral,
racional y crítico, pudiendo descubrirse a sí mismo y autovalorarse como un proyecto humano no
concluido aún. Repasando periódicamente su obra, el significado de su existencia y las creatividades
que habitan en él, el musulmán se fija y se pone en camino.
Sociedad y estado
La idea de organizarse en un estado multiconfesional (con pleno derecho de exteriorizar los ritos
religiosos por parte de cada confesión monoteísta y el reconocimiento de la libertad de creencia
y de ejercer su culto públicamente), multicultural (con derecho a exteriorizar as manifestaciones
culturales distintas a las de a mayoría social) y multiétnico, con su lengua, tradiciones y costumbres
en el marco de la cociudadanía supone, sin duda, la primera experiencia humana de este tipo en
toda a Historia. En el Islam, no tiene cabida el lema «Quien vive entre nosotros debe profesar el
credo de Rey», sino más bien «Todos sois hijos de Adán y Adán no era más que un puñado de
tierra». El concepto del «otro» choca frontalmente con la «Hermandad Universal» que proclama
el Islam.
El texto coránico y las enseñanzas del Profeta no dejan lugar a dudas: los componentes de la
sociedad son iguales ante la ley, todos gozan de los mismos derechos de ciudadanía y los colectivos
sociales gozan de total autonomía legislativa en lo que concierne al Derecho Familiar. Así, no ha
dejado una razón de ser para la formación de una «mentalidad de grupo» frente a la «mentalidad
del estado», sino que, más bien, ha emparejado la pertenencia al grupo con la del estado o la nación,
englobando esta en aquella.
Para que la sociedad musulmana se consolide y pacifique, la Revelación ha optado por una sociedad
consensuada, evitando así el sentimiento de intolerancia mutua o enemistad entre los distintos
grupos sociales a favor de una convivencia basada en la responsabilidad común. En definitiva, el
Islam no considera a la sociedad una mera masa de súbditos, sino una sola comunidad nacional.
Errores de comprensión
Los errores de comprensión del Texto surgen cuando se intenta sacar conclusiones
basándose en un pasaje coránico desconectado del conjunto de su «contexto textual y/o
de su contexto histórico» (J. Badawi). La comprensión del contexto textual requiere un
conocimiento de la semántica del vocabulario coránico en tiempos de la Revelación, así
como de la diacronía (evolución de los hechos lingüísticos en el tiempo: 610-633 d.C.)
(véase, por ejemplo, el significado de kafirūn que abarca a: ingratos, disimuladores, ateos,
politeístas, paganos, no musulmanes, monoteístas que niegan el Islam como religión e
incluso a musulmanes que niegan un precepto divino, según el texto de cada aleya); y
requiere también una lectura universal y sistematizada del conjunto del Texto atendiendo
El Corán I Apuntes para la comprensión
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a los principios y valores inherentes a la enseñanza islámica. Así pues, la aleya 2:193 no
tiene valor fuera del conjunto del texto (2:190-194).
El contexto histórico, en cambio, al tratarse de situaciones excepcionales bien definidas
y circunscritas a un individuo o a un grupo social reo de un acto delictivo o limitadas o
condicionadas por el factor tiempo-lugar, requiere una lectura circunstancial dirigida a
sacar lecciones de unos acontecimientos frecuentes y repetibles en cualquier sociedad. En
el caso de la sociedad de Medina, los grupos sociales que la componían fueron objeto de
alabanzas o condenas coránicas sin extender tales alabanzas o condenas al conjunto del
colectivo al que pertenecía tal o cual grupo ni a su creencia, por supuesto. Ver versículos
3:113-115,173,188, 5:51 y 82, 6:159, 9:96-97 y 123, 46:12 y 61:2 y 14.
Una interpretación comparativa entre unos versículos circunstanciales y la mayoría de
los otros versículos del mismo tema nos da una visión clara e inequívoca de los valores
y principios que defiende la enseñanza islámica, a partir de los cuales debemos juzgar la
actitud a adoptar en nuestra vida cotidiana.
forzoso, condenado por la ley islámica (2:256; 10:99 y 42:48). Sin embargo, el
intercambio intercultural conlleva exponer el tema religioso de forma real y fidedigna.
– Las relaciones interhumanas se basan en el principio de igualdad universal
El objetivo de toda relación interhumana, desde una perspectiva islámica, es el
conocimiento mutuo y el intercambio de ideas e intereses (49:13) en un marco de
respeto y bondad (49:8-9 y 55:60).
Dicho esto, la exposición del Islam ante los no musulmanes se convierte en un deber
comunicativo al servicio del mejor entendimiento intercomunitario y a las mejores
relaciones internacionales. Sean cuales fueren los canales de comunicación, la
exposición del Mensaje Islámico debe basarse en el diálogo respetuoso llevado a
cabo mediante un lenguaje adecuado y comedido: «Invita a la Doctrina del Señor
con buenos modales y plática cortés. Dirige tu diálogo con ellos en los términos más
amables y provechosos» (Corán 16:125).
«No discutáis sobre cuestiones religiosas con los judíos ni con los cristianos, sino con
los más refinados modales» (Corán 29:46).
La exposición del Mensaje termina respetando la postura del contrario. Ver: 34:24-
26.
– La justicia es un valor universal
La primacía de la justicia es la piedra angular de la enseñanza islámica y su aplicación
por igual a todos los seres humanos está ligada íntimamente a la fe 4:58 y 135, 5:8,
6:152 y 42:15. Ninguna decisión jurídica tomada en el pasado por un líder en el
nombre del Islam podrá formar parte de las Fuentes del Derecho musulmán ni de su
jurisprudencia si no está ajustada al criterio legal de la Ley.
– La misericordia es la esencia del Mensaje Divino
Así lo afirman todos los profetas y, si Abraham, Moisés, Mahoma u otros profetas
recurrieron algunas veces a la «violencia», fue para proteger la fe y a los fieles
agredidos. (V. 3:159, 16:89 y 21:107.).
– La paz y los medios pacíficos
Representan la vía normal en las relaciones internacionales, mientras que el
enfrentamiento es lo excepcional, algo a lo que no se puede recurrir antes de agotar
todos los medios pacíficos posibles para detener una agresión inminente. Para impedir
una confrontación entre dos grupos musulmanes o entre uno musulmán y otro no
musulmán, el Corán advierte que:
- Está prohibida la agresión de un musulmán o de un colectivo musulmán contra
otro, musulmán o no (7:55-56).
- La injusticia cometida contra musulmanes no justifica responder con la misma
arma (5:8).
- Hay que aprovechar cualquier señal positiva mostrada por el adversario para
abortar una confrontación (8:61-62).
- La confrontación armada está permitida en defensa propia y en la medida en que
puede repeler la agresión (2:190 y 192 y 49:9-13).
Uno de los requisitos indispensables para cualquier exegeta es saber distinguir entre
una disposición jurídica (acto jurídico legislativo) y un reglamento coránico (acto no
legislativo), en el sentido de conocer cuál de las disposiciones es de carácter general y
de obligada aplicación en todos sus elementos (precepto) y cuál es de la competencia
de las autoridades temporales para elegir la forma y los medios de su aplicación (ley
marco).
El exegeta debe saber también si el precepto en cuestión es de aplicación temporal
o atemporal, vigente o abrogado, común, de alcance universal o de unos concretos
destinatarios; y cuál de los preceptos ha sido detallado, explicado o codificado por
parte del Profeta y cuáles son sus campos de aplicación precisa en concordancia con
la idiosincrasia social.
El Corán I Apuntes para la comprensión
24
Por último, un intérprete de las disposiciones legales debe saber y conocer el criterio
de prioridad y sus aplicaciones, guiándose por la norma jurídica: «Prevenir una lacra
prevalece sobre tratar de conseguir un provecho».
del año 2000, aprobaban las normas propuestas en un informe del trabajo presentado por
el departamento de traducción de la Academia Rey Fahd, del que nos complace citar a
continuación las siguientes directrices:
Los ulemas mencionan dos posibles tipos de traducción del significado del
Corán a otras lenguas; la literal y la perifrástica (...). Sobre la traducción literal,
el respetable Muḥammad Ibn Ṣāliḥ Al-ᶜAṯīmīn dice lo siguiente:
«Son numerosos los doctores que no aceptan que el Corán se traduzca de forma literal,
porque en este tipo de traducción no se pueden cumplir una serie de condicionantes,
como son la existencia de: a) términos en la lengua a la que se traduce que tengan
correspondencia con el uso peculiar de partículas propias de la lengua original; b)
conceptos, expresiones o ideas equivalentes o semejantes en la lengua de llegada frente
a la original; c) equivalencia de ambas lenguas en cuanto a la situación o colocación
de las palabras en el contexto de la frase en el tema de la relación atributiva, la rección
nominal o rección de genitivo».
Algunos ulemas admiten que la traducción literal podría encajar en algunas
aleyas, pero incluso en este caso se ha de evitar, pues no ofrece el sentido
completo de las mismas ni puede producir en el fiel el efecto que ofrece el
Corán árabe. Por tanto, si se desea una traducción con sentido y significado,
debe rechazarse la traducción literal. Queda, pues, prohibida, salvo que alguien
en un determinado momento traduzca una palabra concreta o especial con el fin
de que se comprenda, sin necesidad de traducir toda la estructura en la que dicho
término se encuentra.
La traducción perifrástica, o traducción del significado, ofrece una explicación
de las palabras y aclara su sentido en otro idioma. Por eso consideramos que es la
mejor solución para la versión del Sagrado Corán a otra lengua que no sea el árabe.
Al-Zarqānī dice: «Este tipo de traducción del Corán equivale a la traducción
de la interpretación hecha en árabe. El intérprete transmite al público, según su
opinión, comprensión y capacidad, que puede ser errónea o acertada, el mensaje
divino, aunque debe siempre tenerse en cuenta que de ninguna manera podrá
reflejar con absoluta exactitud todo el mensaje de Dios. Primeramente hace una
interpretación desde el punto de vista árabe y luego hace la traducción de la
interpretación. La traducción final será también una obra de interpretación del
Corán, incluso en el caso de que el traductor no cite sus fuentes».
El Dr. al-Flahabī dice: «Se puede autorizar sin ningún reparo una traducción
perifrástica del Corán. La interpretación del Sagrado Corán en otra lengua
diferente de aquella en la que fue revelado es la mejor fórmula posible».
Dado que hablamos de una traducción del significado y no de una traducción literal, el
traductor se ve obligado a consultar las principales obras de interpretación para averiguar
el sentido de las sentencias. En esta traducción concreta hemos recurrido, entre otros, al
Diccionario de vocabulario y términos islámicos (Dr. Bahiŷe Mulla Ḥuech, 2013), a Al-
Šiᶜrawī para vocablos y aclaraciones, Al-Rāǵib Al- Iṣfahānī para vocablos y expresiones
del Corán, Dīn Al-Ḫaḍrāwī con el Diccionario de Términos Islámicos, Al-Zuḥaylī con el
Tafsīr al-Waŷīz. Así mismo a los trabajos de Al-Burwasawī, Al-Qurṭubī, Ibn Kaṯīr y fiafwat
Al-Tafāsir al-Muyassar de la Academia Rey Fahd, obras de referencia del Ministerio de
Asuntos Religiosos Egipcio, para concretar aspectos de la interpretación, así como a Ibn
Masᶜūd en lo referente a los aspectos de la revelación, ᵓĀyāt Al-ᵓAḥkām para cuanto se
refiere a legislación, y Al-Ẓilāl para reajustar el entorno general de las aleyas.
Se han consultado también diversas enciclopedias y diccionarios especializados y
otras traducciones ya existentes del Sagrado Corán en español, inglés y francés. Cabe
mencionar, entre ellas, la traducción en inglés de Yūsuf ᶜAlī y Dār Šāhin, en francés de
Ḥamīd Allah, y Nūr Al-Dīn Ibn Maḥmūd, en español de Juan Vernet y Julio Cortés, y
traducciones procedentes de la Academia del Rey Fahd en las tres lenguas.
El Corán I Apuntes para la comprensión
26
Introducción a la Azora 1
AL-FÂTIḤA
EL PREFACIO
E sta azora, compuesta por siete aleyas, lleva el título de Prefacio o Capítulo de Apertura y está
considerada, con razón, como la esencia del Libro. Nos enseña la oración perfecta, pues si
podemos orar debidamente significa que tenemos algún conocimiento de Dios y de sus atributos, de
su relación con nosotros y con su creación, en la que estamos incluidos. Significa, en definitiva, que
barruntamos la fuente de la que venimos y aquella meta última hacia la que caminamos.
La oración es la esencia de la religión y de la fe. Pero, ¿cómo debemos orar? ¿Qué palabras podemos
elegir, qué pueden nuestros pobres e ignorantes corazones manifestar a Quien todo lo sabe? ¿Es digno
de Él o de nuestra naturaleza espiritual pedir naderías o centrarnos en las necesidades materiales,
como el pan de cada día? El Enviado de Dios nos enseña aquí una oración que resume toda nuestra
fe, nuestra esperanza y nuestro anhelo de las realidades verdaderamente importantes.
Esta azora fue una de las primeras que le fueron reveladas al profeta Muḥammad y, por tradiciones
auténticas, nos consta que fue la primera que recibió su forma completa.
Un atento análisis de su contenido descubre que la posición de la azora en el connjunto del Corán no
responde a la función de introducción de un libro sino que es, realidad, una oración y una respuesta a
esta oración. Algo así como si nuestro Creador y Conservador nos dijera: «Ésta es la forma con que
debéis dirigiros a Mí en vuestras oraciones».
La azora ha recibido diversos nombres, entre ellos los de Fātiḥatu-l-Kitāb (Apertura o Prefacio de la
divina Escritura),ᵓUmmu-l-Kitāb (Madre o Esencia de la divina Escritura), Sūratu-l-Ḥamd (La azora
de la Alabanza), Asāsu-l-Qurᵓān (El Fundamento del Corán) y algunos otros. Según Al-Buḫārı, fue
el propio Profeta quien la denominó ᵓUmmu-l-Kitāb, porque contiene, de forma sucinta, todos los
principio básicos de que trata el Corán: el principio de la unicidad y la singularidad propias de Dios
en cuanto Creador y Conservador del Universo; el principio de la fuente de la misercordia vivificante,
el del Uno y Único ante el que deben responder todos los hombres; el Poder único que es capaz de
dirigir y auxiliar; el incitador a las buenas obras en esta vida («Condúcenos por el recto sendero»);
el principio de la vida después de la muerte y de las consecuencias que la conducta y la actitud
del hombre le acarrean («día del Juicio»); el principio de la recta guía a través de los transmisores
de la revelación divina (expresado mediante la referencia a «aquellos a quienes has agraciado» y,
derivado de éste, el principio de la línea de continuidad de todas las religiones verdaderas (insinuado
en la alusión a los hombres que vivieron en el pasado en el error). Y, finalmente, el principio de
la necesidad de la autoentrega libre y espontánea a la voluntad del Excelso, del Único que merece
adoración. Por todas estas razones, esta azora ha sido formulada como oración que los creyentes
deben repetir y sobre la que deben meditar incesantemente (Asad).
El Corán I Azora 1
28
Azora 1
1
AL-FÂTIḤA
EL PREFACIO
2
1. En el nombre de Dios3, el
Clemente, el Misericordioso4.
3. El Clemente, el Misericordioso.
1 El Corán se divide en 30 partes (ŷuzᵓ), de una longi- 2 Fātiḥa: Prefacio o Capítulo de Apertura. Según
tud aproximadamente igual. Se trata de una división la opinión común, esta azora está al comienzo del
puramente formal, es decir, que no depende del con- Corán porque sintetiza con palabras maravillosa-
tenido. (N. del T.). Los capítulos del Corán reciben mente expresivas y omnicomprensivas la relación
el nombre de azoras, palabra que significa «pelda- de piedad y de oración que une al hombre con Dios.
ño» o «paso». Las azoras son, pues, peldaños por En nuestra piedad, nuestras primeras palabras han
los que vamos ascendiendo en nuestra comprensión de ser de alabanza. Cuando la alabanza brota de
religiosa. En ocasiones se revelaron azoras enteras; nuestro más profundo interior, nos pone en sintonía
otras, solo por partes, que más tarde fueron agrupa- con la voluntad de Dios. Entonces, nuestros ojos
das, de acuerdo con su contenido, bajo la vigilancia descubren por doquier bondad, paz y armonía. Des-
del Profeta. Hay azoras largas y azoras cortas, pero aparecen el mal, la rebelión, la discordia. Entonces
bajo todas ellas fluye un hilo lógico. Cada uno de conocemos mejor los atributos divinos (aleyas 2-4)
los versos que componen las azoras se denomina y tal conocimiento nos traslada a un estado de de-
«aleya» (ᵓāya, plural ᵓāyāt). Dependiendo del con- voción (aleya 5). Y llega, en fin, la petición de guía
texto, el termino ᵓāya se puede traducir como «fra- y la reflexión sobre lo que esta guía significa (ale-
se», «señal», «prodigio», «maravilla», «prueba» o yas 6-7). No debemos olvidar, con todo, que Dios
«demostración», «ejemplo» o «modelo». La aleya no necesita nuestras alabanzas. Está por encima
es la unidad real del Corán (Yūsuf ᶜAlī). de toda alabanza. Y tampoco necesita la oración,
El Corán I Azora 1
29
pues conoce nuestras necesidades mejor que noso- manente e ininterrumpida en todo tiempo y lugar.
tros mismos: sus dones alcanzan a todos, justos y Desde el dominio absoluto de Dios sobre todo se
malhechores, sin necesidad de plegaria. La oración comprende la unidad absoluta divina, el monoteís-
está destinada a nuestro personal despliegue espiri- mo estricto del Islam. (Quṭb).
tual, a nuestro consuelo y fortaleza. Por eso se nos
han regalado en esta azora las palabras tal y como 6 Si reconocemos en nuestro espíritu el amor y la pro-
debemos pronunciarlas. Si alcanzamos la visión videncia de Dios, su gracia, su omnipotencia y su
espiritual, brotarán espontáneamente de nuestros justicia (como dueño del día del Juicio), la conclu-
labios. (Yūsuf ᶜAlī). sión inmediata es que nos inclinamos en un acto de
adoración y reconocemos tanto nuestras deficiencias
3 «En el nombre de Dios» (en árabe: bismi-llāh) son como su omnipotencia. Cuando decimos «solo a Ti
las primeras palabras que le fueron reveladas al servimos y solo a Ti nos encomendamos», se afirma
profeta Muḥammad (la paz esté con él). He aquí el no solo que adoramos a Dios y solicitamos su auxi-
punto de partida del Islam: «Recita en el nombre de lio, también que solo a Él lo adoramos y a Él solo
tu Señor...» (96:2). Con estas palabras (bismi-llāh) acudimos en busca de ayuda. El plural «nosotros»
iniciamos todos nuestros quehaceres, hoy como significa que nos unimos a todos cuantos buscan a
cuando fueron reveladas, hace 1.400 años. (Quṭb). Dios, para afianzarnos mutuamente y para fortalecer
la comunidad de todos los creyentes (Yūsuf ᶜAlī).
4 Las palabras «raḥmān» y «raḥīm», traducidas
respectivamente por «Clemente» y «Misericor- 7 Si erramos y andamos descarriados, el primer paso
dioso», aluden a diversos aspectos de la divina sensato es encontrar el buen camino. A menudo se
misericordia. La misericordia puede significar trata de un camino estrecho y empinado que mu-
compasión, magnanimidad, paciencia y perdón. chos temen (90:11) y critican al tiempo que alaban
De todo ello está necesitado el pecador y Dios, el el tortuoso. Para distinguirlos debemos pedir la
totalmente misericordioso, se lo concede a rauda- guía divina (Yūsuf ᶜAlī). Esta suplica, por otra par-
les. Pero hay una misericordia concedida incluso te, es un reconocimiento de que con la sola ayuda
antes de ser necesitada: la gracia, siempre dispo- de la razón el hombre no puede, por muy sabio que
nible, que brota de Dios, el Omnibenevolente, sea, hallar el camino recto, ni tampoco es capaz de
y se derrama sobre toda su creación, la protege, avanzar por él usando únicamente su esfuerzo. Ha
la conserva, la guía y la dirige a la clara luz y sido solo Dios quien, por medio de su Enviado, ha
a la vida superior. El término «raḥmān» se utili- mostrado a la humanidad el camino recto y quien,
za únicamente en referencia a Dios, mientras que en virtud de su gracia divina, los guía derechamen-
raḥīm puede aplicarse también a los hombres. Para te a su fin. Con estas pocas palabras se nos recuerda
traer a nuestra consideración estos ilimitados dones que el profetismo y la guía divina son indispensa-
divinos, la frase «En el nombre de Dios, el Clemen- bles para una vida recta. (Siddiqui).
te, el Misericordioso» figura al comienzo de todas
las azoras del Corán (a excepción de la novena). 8 El texto habla de dos clases de personas: las que
No existe unanimidad sobre si esta frase debe ser se encuentran en las tinieblas de la ira y las que
propiamente considerada una aleya. Sin embargo, están descaminadas. Los primeros violan delibera-
existe la creencia generalizada de que sí forma par- damente la ley de Dios. Los segundos se descarrían
te del Corán. Parece, pues, preferible numerarla en por inadvertencia o descuido. Ambos grupos son
la primera azora y, en las siguientes, considerar- responsables de sus acciones o sus omisiones. En
la un mero encabezamiento y dejarla sin numerar. contraste con ellos se encuentran los que partici-
(Yūsuf ᶜAlī). pan de la guía divina, pues los previene de reali-
zar a sabiendas obras injustas y de extraviarse por
5 Cuando leemos «señor de los mundos» se quiere los senderos de la tentación y de la inadvertencia
significar que a Dios le compete el dominio absolu- (Yūsuf ᶜAlī). Grandes pensadores islámicos (como
to sobre la creación entera, no solo sobre los hom- Al-Ǵazālī y Muḥammad ᶜAbdūh) han defendido
bres. Es este uno de los enunciados esenciales de que incurren en el desamor de Dios los que, a pe-
la ontología islámica. Y es asimismo esencial, en sar de tener clara conciencia del divino mensaje,
este contexto, la idea de que Dios no se ha limita- lo rechazan. Por el contrario, por descarriados se
do a crear las cosas para abandonarlas luego a sus entienden los que no han alcanzado la verdad, o la
propios recursos, antes bien conserva la creación han encontrado bajo una forma tan deformada que
entera, la mantiene y la alimenta y vela por ella. La resulta difícil reconocerla (Asad. Véase también
vinculación entre el Creador y la creación es per- Al-Manār).
El Corán I Azora 2
31
Introducción a la Azora 2
AL-BAQARA
LA VACA
Mientras que la azora de El Prefacio sintetiza en siete magníficas aleyas la esencia del Corán, esta azora 2
resume en 286 aleyas toda la enseñanza coránica. Presenta una secuencia de ideas que busca sobre todo una
exposición fácilmente comprensible.
Resumen
La azora se ocupa al principio (aleyas 1-29) de tres clases de personas -los creyentes, los no creyentes y los
hipócritas- y describe cómo percibe cada una de ellas el mensaje de Dios.
Sigue la historia de la creación del hombre (30-39), de su muerte y de la esperanza que se abre de nuevo para
él. La narración sobre los israelitas y sobre los privilegios que les fueron concedidos y de los que abusaron
(40-86) nos sitúa de nuevo ante una parábola de la historia universal de la humanidad. El relato empalma
con noticias y tradiciones de Israel. A través de la vida de Moisés y de Jesús advertimos cómo los profetas
tuvieron que enfrentarse a este pueblo rebelde, cómo los poseedores de la Escritura falsearon las revelaciones
que se les hicieron y cómo finalmente, empujados por su desmedida soberbia, no quisieron reconocer a
Muḥammad, aunque figuraba en la serie de los profetas verdaderos (87-121).
Los judíos invocaban las virtudes del patriarca Abrahán: Fue, sin duda, un auténtico guía religioso, pero no
fue sólo el antepasado de la línea de Israel, sino también de la de Ismael (es decir, de los árabes). Y fue
precisamente Ismael quien construyó, junto con el patriarca, la Caaba, fundando así el centro espiritual de la
religión, de validez y amplitud universal, del Islam (122-141). Desde entonces, la Caaba estaba llamada a ser
el centro de la adoración a Dios y el símbolo de la unidad islámica (142-167).
Tras haber fijado los principios fundamentales de la ᵓumma (= comunidad pluriestatal), con su centro y su
símbolo inequívocos, siguen preceptos para la convivencia de esta comunidad. Aquí tiene validez el postulado
de que la religión no consiste en formalidades absurdas (y en su observación), sino en la fe, la bondad, la oración,
la beneficencia, la honradez y la paciencia en las adversidades. Los preceptos se refieren a los alimentos, al
azaque o contribución fiscal, al ayuno, a la ŷihād (es decir, el celo por la causa de Dios y por el bien común), a
las bebidas alcohólicas (y todo tipo de substancias embriagantes, incluidas las drogas), a los juegos de azar y al
trato con los huérfanos y las mujeres (168-242).
Para eliminar las erróneas intelecciones de la ŷihād, se vuelve de nuevo sobre este tema a propósito de las
historias de Saúl, Goliat y David, comparadas con la de Jesús (243-253).
Se nos hace ver así claramente que la verdadera virtud humana se halla en los hechos valerosos, sostenidos
por la fe y la bondad auténticas (254-283), mientras que la aleya del trono (255), de una singular belleza, nos
recuerda los atributos de Dios.
Azora 2
AL-BAQARA
LA VACA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Las letras A. L. M. se encuentran al comienzo de seis azo- lita las facultades espirituales. (Yūsuf ᶜAlī) V. también
ras (2, 3, 29, 30, 31 y 32). También A. L. M. S. Aparece en 74:10.
la azora 7 y A. L. R., en la 10, 11 y 12. Se trata de letras
enigmáticas cuyo significado más comúnmente aceptado 6 V. también 6:25, 7:100 y 9:93. (N. del T.)
es que, al haber coincidido su revelación con el apogeo de
la literatura árabe, representan un desafío a los árabes para 7 La frase se refiere en primer término a los hipócritas de
que produzcan un texto de la belleza del Corán. (Mullá) Medina. Pero como ocurre siempre que el Corán alude a
acontecimientos históricos, estas aleyas tienen también una
2 Lit.: «para los temerosos de Dios». V. también 47:17 y significación general. (Asad)
74:56. (Yūsuf ᶜAlī)
8 Como parece que su malicia ha tenido un éxito momen-
3 Se refiere a los fieles que creen en lo que le ha sido revela- táneo, están cada vez más firmemente persuadidos de
do a Muḥammad y a los profetas que lo precedieron. Estos su utilidad y se consagran a ella con renovadas fuerzas.
fieles están asimismo convencidos de la existencia de una (Mawdūdī)
vida futura. De esta convicción brota la responsabilidad del
hombre por sus obras. (Quṭb) 9 Históricamente este pasaje alude a los jefes tribales árabes
paganos con los que estaban secretamente aliados los hipó-
4 Son bienaventurados en la vida ultraterrena y también en la critas. (Mawdūdī)
terrena, porque la certidumbre de vivir en armonía con Dios
implica felicidad y conciencia limpia. (N. del T.) 10 Nótese que, a veces, el final de una frase no coincide con el
final de la aleya; en estos casos, hemos optado por iniciar
5 La incredulidad es rechazo deliberado a la fe, lo que es la aleya siguiente con minúscula como continuación de la
posible por la libertad humana. La incredulidad debi- frase de la aleya precedente. (Mullá)
El Corán I Azora 2
34
Dios es omnipotente.
11 Al contrario que la Tora, solo destinada al «pueblo elegi- dos tienen su propia y peculiar importancia. Son una
do», el mensaje del Islam se dirige a la humanidad entera. prueba más de la unidad —que se manifiesta a través de
(N. del T.) una inconmensurable diversidad— del universo; una uni-
dad que brota asimismo de una fuente única. (Yūsuf ᶜAlī)
12 Estas falsas divinidades pueden presentarse bajo la forma
de estatuas e imágenes, pero también de ídolos, supersticio- V. también 7:155. (N. del T.)
nes, el propio yo o incluso cosas en sí mismas admirables,
como la poesía, el arte, la ciencia, cuando se las cultiva o 15 Las aleyas 26 y 27 forman una sola frase y se las debe leer
se las disfruta de tal modo que se las idolatra. Y puede asi- juntas. La «impiedad» se nos define como «ruptura del
mismo tratarse del orgullo racial o de la altivez por un linaje pacto» (o de la alianza) con Dios por culpa de la cual se
distinguido, por las riquezas, la posición, el poder o la sabi- escindió la comunidad única que deberían haber formado
duría. (Yūsuf ᶜAlī) los hombres. El pacto tiene una significación específica y
otra general. La específica se refiere a la tradición judía y a
13 Este desafío aparece varias veces en el Corán, tanto en La la alianza con el patriarca Abrahán. La significación general
Meca como en Medina. El Corán es incomparable y los apunta a que, en sentido figurado, todas y cada una de las
hombres son incapaces de imitarlo. (Mawdūdī) criaturas de Dios han concertado una alianza parecida.
14 La palabra árabe aquí traducida por «mosquito» es la de- 16 Lit.: «en siete cielos». Debe recordarse que en árabe, y en
nominación que se reserva para las criaturas más insig- otras lenguas semíticas, el número siete equivale a menudo
nificantes. En 29:41, aleya revelada con anterioridad a a «varios». Por tanto, el concepto de «siete cielos» pue-
esta, se utiliza la comparación de la araña, y en 22:73 la de equivaler a «una multiplicidad de sistemas cósmicos».
de la mosca. Para Dios, todos y cada uno los seres crea- (Asad)
El Corán I Azora 2
36
17 Usado adecuadamente, el libre albedrio proporciona al un nivel totalmente distinto, con una existencia espiritual
hombre cierto dominio sobre su destino y sobre la natu- plena de felicidad y de inocencia. Tal vez no existían allí
raleza que lo acerca a la esencia divina. Cabe pensar que ni el tiempo ni el espacio y deban entenderse el jardín y el
los ángeles no tienen voluntad propia e independiente árbol en sentido simbólico. (Yūsuf ᶜAlī)
y carecen de sentimientos. Como resultado, solo veían
los males que podrían derivarse del uso deficiente de la 23 Los comentaristas piensan que el «árbol prohibido» no era
naturaleza humana, dominada por los sentimientos; tal el «árbol del conocimiento», pues en aquel estadio de per-
vez, no entendiendo en su totalidad la esencia de Dios, fección al hombre se le había concedido un saber mucho
expresaron estos temores con humilde sumisión a la vo- más profundo que el actual (2:31). Se trataría, más bien, del
luntad divina. No debemos imaginar en esta escena ni la «árbol del mal». (Yūsuf ᶜAlī)
más mínima sombra de envidia, puesto que los ángeles
no tienen sentimientos. Y como el misterio del amor está El árbol parece simbolizar lo prohibido. Las prohibiciones
más allá de su capacidad de comprensión, se les dice desempeñan en esta vida una importante función ya que, si
que «no saben», y ellos, por su parte, admiten (en 2:32) no las hubiera, no podría ponerse a prueba la fidelidad al
que sus conocimientos son incompletos. (Yūsuf ᶜAlī) pacto con Dios. (Quṭb)
18 El Islam considera a Adán nuestro antecesor y también el Esta anécdota revela que Dios ha provisto al ser humano de
primer profeta de Dios. (N. del T.) voluntad y libertad de elección, pero no sin antes iluminarle
el camino. (Mullá)
19 Esta capacidad de dar nombre a las cosas creadas y de
comprenderlas es la clave del hombre en cuanto que repre- 24 El imperativo plural se refiere a Adán, bien a Adán, su mu-
sentante de Dios en la tierra, porque la comprensión de las jer y Satán. Al contrario que el Antiguo Testamento, el Co-
cosas confiere poder sobre ellas. Los ángeles no necesitan rán no hace a la mujer responsable de la falta de Adán.
esta capacidad para el desempeño de su misión y, por con-
siguiente, tampoco se les ha conferido el correspondiente 25 «Seréis enemigos» alude a la hostilidad permanente entre el
conocimiento. (Quṭb) hombre y Satán. (Siddiqui)
En esta aleya se basa la convicción de que el hombre es 26 Las aleyas 30-36 constituyen el fundamento de la concep-
superior a los ángeles (Bayḍāwī). ción islámica del hombre y de su relación con el medio
ambiente. El hombre es señor de la tierra. Por él y para
V. también 7:11. (N. del T.) él ha sido creado todo y él es la criatura más valiosa. Por
otra parte, el hombre tiene la fuerza activa. Esto contra-
20 Cuando Adán dice a los ángeles los nombres y las cualida- dice la visión materialista que afirma que el hombre está
des de las cosas, prueba que está mejor capacitado que ellos marcado por su entorno y por los «medios de produc-
para ser el representante de Dios en la tierra. (Asad) ción». (Quṭb)
21 Se llama Satán (Satanás o Iblís, «El decepcionado») al «ge- 27 El concepto de pecado original es totalmente ajeno al Islam,
nio» (ŷinn) que no obedeció a Dios. No es un poder abstrac- porque tanto la falta como el arrepentimiento tienen una
to del mal, sino un ser con propia personalidad, igual que naturaleza puramente individual y no pueden ser expiados
los hombres. (Mawdūdī) por nadie más. (Siddiqui)
22 ¿Ocupó el jardín del Paraíso un espacio físico en la tierra? 28 La transición del plural «nosotros» del principio de esta ale-
Evidentemente, no. En 2:36 se dice que tras la caída en el ya al singular «yo» tiene gran importancia. Se acentúa de
pecado, vino la sentencia: «Bajad a la tierra». Debemos este modo la estrecha vinculación, absolutamente personal,
imaginar que, antes de su pecado, el hombre habitaba en entre la bondad divina y los creyentes. (Siddiqui)
El Corán I Azora 2
38
29 Los judíos ocuparon siempre una posición destacada en la mente íntima y fuerte, buscaba una y otra vez ayuda en la
esfera religiosa. En la época de la expansión del Islam, el oración. (Quṭb)
«paganismo árabe» había llegado a un compromiso con el
judaísmo y había asumido muchas de sus tradiciones y en- 33 El principio de responsabilidad individual del hombre por
señanzas. (Daryabādī) sus obras es uno de los enunciados básicos del ordenamien-
to islámico del universo. (Quṭb)
30 Esta y las siguientes exhortaciones van directamente di-
rigida a Israel, pero son aplicables a todos los hombres. 34 Furqān, traducido por «discernimiento» en este contexto,
(Mawdūdī) se refiere al conocimiento de la religión gracias al cual los
hombres pueden discernir entre lo verdadero y lo falso.
31 La contribución varía según la clase y el volumen de las (Mawdūdī)
propiedades: en la mayoría de los casos se sitúa en torno a
una cuadragésima parte, es decir, el 2,5%. (Daryabādī) 35 Según 7:155, Moisés tomó consigo a 70 jefes del
pueblo de Israel y les mostró las tablas de pie-
32 La oración es la conexión inmediata entre el creyente y dra con los preceptos divinos, pero estos se negaron
Dios, una conexión de la que el corazón extrae fortaleza. a reconocerlos como revelación divina sin antes ver a Dios.
Incluso el Profeta, cuya unión con Dios fue tan singular- (Mawdūdī)
El Corán I Azora 2
40
36 Su ingratitud consistió en que no obedecieron a Moisés. gos y romanos. Finalmente, fueron dispersados por el mundo,
porque rechazaron la fe, persiguieron y mataron a los envia-
37 El texto alude a las doce tribus israelitas descendientes de dos de Dios y transgredieron las leyes. (Yūsuf ᶜAlī)
Jacob. (Yūsuf ᶜAlī)
41 Se trata probablemente de una comunidad árabe que se ale-
38 Generalmente traducido por «ajos». (N. del T.) jaron de los cultos idolátricos y abrazaron la religión mono-
teísta originaria. Hemos añadido «aconfesionales» para dar
39 Quiere decir: solo pensáis en comer y no en la libertad ad- a entender que no se adscribían a una confesión determina-
quirida. (Quṭb) da. (Quṭb y Mullá)
40 Llegaron a la «tierra prometida», pero continuaron rebelán- 42 Aquí se le entregaron a Moisés los mandamientos y la ley.
dose contra Dios. Por eso fueron conducidos a la esclavitud Por eso se la llama hoy día «Monte de Moisés» (Yabal
por los asirios y siguieron bajo el dominio de los persas, grie- Mūsā). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 2
42
43 122. Lit.: «Vosotros». (Quṭb) mos nosotros como la mayoría, que negocian con la Palabra
de Dios». (Daryabādī)
44 Los judíos de Medina. (Quṭb)
46 En sus reuniones, los judíos se amonestaban entre sí a no
45 No es solo el Corán el que acusa a los judíos de haber fal- revelar a los musulmanes los pasajes de sus Escrituras san-
sificado sus libros sagrados. En el A.T. (Jeremías 23:36) se tas que confirmaban a Muḥammad (la paz este con él) como
dice: «Porque trastornáis las palabras del Dios vivo». Y en Profeta y ponían al descubierto la falsedad de su actitud.
el N.T. leemos en la Segunda carta a los corintios: «No so- (Mawdūdī)
El Corán I Azora 2
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47 La fe verdadera debe manifestarse a través de las buenas 50 «El Santo Espíritu» (rūḥ al-qudus) puede referirse a las
obras. Los que nos llamamos musulmanes debemos es- revelaciones, al ángel Gabriel que se las transmitió a los
tar plenamente convencidos de que la fe no es nada si no profetas o al «alma santa» de Jesucristo creada pura por
brotan de ella buenas obras. En realidad, estas personas no Dios. El concepto rūḥ se emplea en el Corán también en
tienen fe, no recibirán ninguna recompensa divina ni en- el sentido de inspiración (v. 16:2; 40:15; 42:52; 58:22, y
contrarán ningún valedor ante su castigo, por mucho que 97:4). Salvo el nombre, este «santo espíritu» del Corán
insistan en la nobleza de sus propósitos. (Quṭb) no tiene nada que ver con el «Espíritu Santo» o terce-
ra Persona de la «Santísima Trinidad» del cristianismo.
48 Lit.: «del Jardín». (N. del T.) (Siddiqui)
Dios es omnipotente.
El Corán I Azora 2
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58 Esta aleya complementa las aleyas 101 y 102, en que se esto no significa que cambien los principios básicos de va-
acusa a los judíos de haber rechazado el auténtico Libro lidez permanente. (Yūsuf ᶜAlī)
de Dios, en tanto que lo han sustituido por la magia y la
hechicería. (Siddiqui) 61 Esta aleya alude al hecho de que los judíos perdieron su pri-
vilegiada posición como heraldos de la fe divina en benefi-
59 En este pasaje revela el Corán la verdadera razón de la ac- cio de los musulmanes. Se les recuerda aquí que solo a Dios
titud hostil de los judíos frente el profeta Muḥammad (la compete el dominio sobre el cielo y la tierra y que puede,
paz este con él). Cegados por su orgullo racial, no pueden en todo momento, privar a una comunidad cualquiera de su
aceptar que ni el profetismo ni la revelación son privile- gloriosa función y transferirla a otra. (Siddiqui)
gios exclusivos de un determinado grupo, raza o nación,
sino que Dios omnipotente se lo concede a quien Él elige. 62 Moisés se vio constantemente atosigado por las preguntas
(Siddiqui) capciosas de su propio pueblo. Los musulmanes no deben
imitar este mal ejemplo. (Yūsuf ᶜAlī)
60 El texto admite varias interpretaciones, entre ellas: a) No
derogamos una norma coránica ni la omitimos sin aportar 63 En 2:95 se habla de las malas obras hechas en el pasado,
otra más idónea o, al menos, parecida; b) si no proveemos a aquí, en cambio, de las buenas. Se personifican, pues, nues-
un profeta con un milagro parecido al de sus antecesores, o tras acciones para que sean nuestros testigos a favor o en
si un milagro profético deja de tener vigencia con el tiempo, contra. (Yūsuf ᶜAlī)
entonces aportamos un nuevo milagro, tan palmario o más
que los precedentes; c) actualizar leyes anteriores. (Mullá) 64 Se expresa aquí claramente el principio básico islámico de
la retribución por las buenas y las malas obras: solo la en-
En conjunto, es seguro que el mensaje de Dios se ha con- trega sumisa a la voluntad de Dios y las buenas obras serán
servado básicamente idéntico de generación en generación, recompensadas, y la incredulidad y la malas obras preci-
aunque su forma ha podido experimentar modificaciones pitan a la perdición. Estas aleyas (111 y 112) guardan una
de acuerdo con las exigencias de las diferentes épocas. Pero estrecha conexión con la 80 y la 81. (Quṭb)
El Corán I Azora 2
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65 V. 5:48. (N. del T.) lutamente alejado de todo parecido con cualquier ser, ani-
mado o inanimado, de la creación. (Asad)
66 En La Meca había quienes intentaban impedir la entrada
de los musulmanes árabes en la Caaba, el lugar del culto 70 La tarea más difícil fue la exigencia de sacrificar a su propio
universal a la divinidad, a pesar de que ellos mismos la de- hijo por amor a Dios. (Siddiqui)
nominaban «Casa de Dios». (Yūsuf ᶜAlī)
71 Lit.: «imam», «imán». En su sentido originario, «iman»
67 Todos cuantos, sea en sentido literal o figurado, atribuyen a o maestro modélico es «el que está delante». Tiene los si-
Dios descendencia. (N. del T.) guientes significados: 1) guía en las cuestiones religiosas;
2) recitador de las oraciones en los actos de culto de la co-
68 Lit.: «descendiente, hijo». (N. del T.) munidad; 3) modelo; 4) maestro. (Yūsuf ᶜAlī)
No fueron únicamente los cristianos quienes atentaron con- 72 Se rechaza así la pretensión de los «hijos de Israel» de ser
tra la unidad absoluta de Dios. También los judíos conside- «el pueblo elegido de Dios» por la simple y única razón de
raron a ᶜUzayr como hijo de Dios, y los asociadores creían ser descendientes de Abrahán. En el Corán se afirma cla-
que los ángeles eran hijos de Dios. (Quṭb) ramente que la posición eminente del patriarca no implica
automáticamente una parecida posición para sus descen-
69 La expresión subḥānahu («Loado sea»), que solo se aplica dientes carnales y quedan positivamente rechazados quie-
referida a Dios, significa que es sumamente excelso, abso- nes sean impíos. (Asad)
El Corán I Azora 2
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73 La Caaba, la Casa de Dios. Su construcción se remonta a 77 Así pues, Abrahán e Ismael recibieron la jefatura de la
Abrahán. Tenía y sigue teniendo varias funciones: centro ᵓumma muslima, es decir, de la comunidad de los en-
de reunión y de culto, lugar de refugio y de oración donde tregados a Dios. La Caaba es, por tanto, la casa de
aún hoy se encuentra el lugar en el que, según la tradición, los pertenecientes a esta comunidad, hacia la que se vuel-
oró el patriarca. Es un lugar que debe conservarse en toda ven, al hacer sus oraciones, como a la primera y originaria
su pureza bajo todas las circunstancias. (Yūsuf ᶜAlī) alquibla. V. 2:125. (Quṭb)
74 Se enumeran aquí cuatro ritos, que hoy se han convertido en 78 Es decir, enséñanos como debemos realizar el culto. (N. del T.)
conceptos estables: 1) ṭawāf, dar vueltas alrededor de la Caa-
ba; 2) iᵓtikāf, retiro espiritual; 3) rukūᵓ la inclinación del cuer- 79 Era asimismo misión del Profeta purificar los corazones de
po para la oración; 4) suŷūd, la prosternación. (Yūsuf ᶜAlī) los hombres de todos sus malos deseos y pensamientos y
desplegar en ellos tan altas calidades que les permitieran
75 La raíz salama de la palabra Islam incluye, entre otras, la proclamar el Islam y convertirlo en realidad. (Siddiqui)
idea de la paz y la seguridad. Si, pues, La Meca es la ciudad
del Islam, es la ciudad de la paz. (Yūsuf ᶜAlī) 80 El texto se refiere a las extraordinarias pruebas de sumisión
y entrega incondicional de Abrahán a Dios: por un lado,
Por consiguiente, en La Meca está prohibido, según el Is- cuando con plena confianza en su Creador, cruzó por el fue-
lam, matar, cazar, talar árboles o tener altercados. (N. del T.) go (21:68-71; 29:24) y, por otro, cuando se mostró dispues-
to a sacrificar a su propio hijo (37:100-111). (Siddiqui)
76 Se corrige así la concepción, muy difundida en Occidente,
de que Muḥammad es el fundador del Islam. Dios es quien 81 Esta escena en el lecho de muerte se encuentra también en
ordena a todos los profetas, en este caso a Abrahán, some- la tradición judía. (Yūsuf ᶜAlī)
terse a Él, esto es, hacerse musulmán y proclamar esta su-
misa entrega, a saber, el Islam. El Islam es, pues, la religión 82 Adviértase bien que se trata de una comunidad de creyen-
primigenia de todos los hombres. (N. del T.) tes, es decir, de una comunidad musulmana, que no se ha
formado a partir de una raza o una nacionalidad, sino que
Islam es: creer en Dios y confesarlo en público; es la acep- se fundamenta única y exclusivamente en sus postulados de
tación consciente y la adquisición de un compromiso, por fe espiritual. (Quṭb)
libre voluntad, mediante el cual el musulmán se compro-
mete a acatar leyes y normas jurídicas y espirituales provi- 83 La frase alude a la comunidad judía. (Al-Ŷalālayn)
nientes de la Autoridad Suprema, representada por el Poder
Legislativo; supone una obediencia y disponibilidad totales 84 Se refiere tanto a la idea de la existencia de un pueblo elegi-
a la hora de cumplir con las prescripciones y preceptos. do como a la doctrina del pecado original. V. también infra,
(Mullá) aleya 141, y la nota 279. (Asad)
El Corán I Azora 2
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85 Esta unidad universal de todas las revelaciones y de 88 La alquibla es la dirección hacia la que los musulmanes se
todos los profetas es el punto de partida de la filosofía dirigen en la oración. Al principio oraban en dirección a
islámica. Gracias a ella, la comunidad musulmana es la Jerusalén, ciudad santa de judíos y cristianos. Más adelante,
genuina heredera y custodia de la religión de Dios en la 16 meses y medio después de la hégira, Dios fijó la alquibla
tierra. (Quṭb) en dirección a la Caaba. (Yūsuf ᶜAlī)
86 El Corán alude aquí al hecho de que el concepto de «ju- 89 La nueva norma pone en entredicho la superioridad del pue-
daísmo» es muy posterior a la época de los patriarcas y de blo judío y subraya las coincidencias con los antiguos profe-
Moisés, y a que la idea de la «cristiandad» era totalmente tas, y más en particular con Abrahán, constructor de la Caaba.
desconocida en tiempos de Jesús y responde a una evolu- Se señala así la continuidad del mensaje de Dios. (Quṭb)
ción tardía. (Asad)
90 Esta aleya fue revelada, según la tradición, mientras el Pro-
87 Abrahán y sus descendientes, por tanto, no fueron ni judíos feta presidía la oración del mediodía en casa de Bišr ibn al-
ni cristianos, sino creyentes sumisos a Dios, es decir, mu- Baraᵓ. En mitad de la plegaria recibió la orden de cambiar
sulmanes. (N. del T.) de dirección. Al instante, se orientó hacia la Caaba y los
demás siguieron su ejemplo. (Mawdūdī)
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91 Es decir, para que los judíos, por ejemplo, no puedan afir- 94 Dos pequeñas elevaciones contiguas a la Mezquita Sagra-
mar: «El Profeta rechaza nuestra religión, pero a pesar de da. La distancia entre ambas, de 493 pasos, debe ser reco-
todo sigue nuestra alquibla (en dirección a Jerusalén)», o rrida siete veces durante la peregrinación y la ᵓumra (visita
los asociadores puedan decir: «Invita a seguir la religión de ritual). Se hace así en recuerdo de Agar, madre de Ismael,
Abrahán, pero no su alquibla». (Al-Ŷalālayn) que corrió entre ambos montículos en busca de agua para su
hijo, cuando estaba sola y abandonada en mitad del desier-
92 V. supra, aleya 45. La paciencia no es pasividad. La palabra to. (Daryabādī)
árabe sabr significa también perseverancia y autocontrol.
(Yūsuf ᶜAlī) 95 Ḥaŷŷ es la peregrinación a la Caaba durante los días pres-
critos del mes de ḏu-l-ḥiŷŷa (duodécimo mes lunar); ᵓumra
93 «Morir por la causa de Dios» debe entenderse en el sentido (o «peregrinación menor») es la visita ritual a la Caaba en
de una muerte arrostrada por una causa suprema, por ejem- cualquier tiempo. (Mawdūdī)
plo por la fe, la patria, la propia vida o la ajena, los bienes,
el honor, etc. (Mullá)
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96 En el Islam, Dios no es celoso o vengativo. V. Josue 24:19 encanto de la naturaleza, a cuyo reconocimiento nos exhor-
«No podréis servir a Yahveh, porque es un Dios santo, es ta una y otra vez el Corán, radica en que refleja la voluntad
un Dios celoso, que no perdonará ni vuestras rebeldías ni del planificador, pues todas las manifestaciones naturales
vuestros pecados». (Daryabādī) nos incitan a percibir la realidad espiritual. (Siddiqui)
97 La execración no es mera cuestión de palabras. Es una te- 101 Ya no hay idólatras inteligentes que adoren raíces o piedras,
rrible situación espiritual, totalmente opuesta al estado de sino los «becerros de oro» de nuestros días. (Yūsuf ᶜAlī)
gracia. (Yūsuf ᶜAlī)
102 Cuando los propios ídolos se alejen de sus adoradores.
98 En este estado de execración. V. la nota precedente. (Yūsuf ᶜAlī)
(N. del T.)
103 Los pueblos anteriores se desviaron del buen camino por-
99 Se rechaza inequívocamente el concepto cristiano de la Tri- que siguieron falsos guías. De aquí deben extraer los cre-
nidad, el dualismo del zoroastrismo y la multiplicidad de yentes sus propias lecciones. (Mawdūdī)
divinidades de las religiones politeístas. (Daryabādī)
104 El Islam no predica la auto negación y la mortificación, sino
100 Los admirables signos del universo hablan un lenguaje elo- que invita a sus seguidores a disfrutar, dentro de los límites
cuente cuando permiten descubrir, a través de la múltiple fijados, de los dones de Dios. (Siddiqui)
diversidad de la naturaleza, la unidad del orden. El singular
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105 El término designa al animal que no ha sido sacrificado se- 109 Esta aleya debe ser leída e interpretada en el contexto de la
gún la ley de la šarīᶜa. (Siddiqui) disposición sobre el cambio de orientación en la oración.
(Quṭb)
Está permitido el pescado, aunque no haya sido sacrifica-
do ritualmente. Pero esta excepción no alcanza a los peces 110 El concepto de «ley del talión» es una traducción frecuente,
muertos antes de ser pescados. (Yūsuf ᶜAlī) pero no enteramente satisfactoria del árabe qisās. Se trata,
en realidad, de una «ley de la equidad» en la ejecución del
106 Se prohíbe la carne del cerdo y todo producto porcino. castigo. (Yūsuf ᶜAlī)
(Bayḍāwī)
111 Lit.: «su hermano». Se trata de un concepto muy genérico,
V. también 5:3. (Asad) porque en el Islam todos los hombres son hermanos/herma-
nas. (Yūsuf ᶜAlī)
107 A los musulmanes les está prohibida la carne del animal
sacrificado al altar de los dioses y en cuyo sacrificio se ha 112 El homicidio no es tanto un delito contra el Estado cuanto
pronunciado un nombre distinto del de Dios, no porque sea una agresión contra la familia del asesinado. Surge de aquí
perjudicial para la salud física, sino porque es nociva para el derecho de los familiares ―en el caso de no quieran que
la pureza de su espíritu. (Quṭb) se ejecute la pena de muerte― a fijar una suma adecuada en
concepto de indemnización. Estas estipulaciones abren un
V. 5:4-5 y 6:121. (N. del T.) espacio tanto para el castigo estricto como para la justicia
reparativa. (Daryabādī)
108 Se permite el consumo de alimentos ilícitos bajo tres con-
diciones: 1) En caso de necesidad, es decir, cuando se corre 113 La ley de equidad garantiza la seguridad de la comunidad y,
el peligro de morir de hambre o de sed o cuando una enfer- al tiempo, ofrece la oportunidad de traducir a hechos reales
medad amenaza la vida y solo se dispone como remedio de las nobles inclinaciones humanas a la bondad y al perdón.
alimentos prohibidos; 2) no es lícito alimentar el deseo de (Siddiqui)
actuar contra los preceptos divinos; y 3) no se debe tomar
ni un gramo ni una gota más de lo estrictamente necesario.
(Mawdūdī)
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114 Se permite la declaración expresa de la última voluntad, 116 Treinta o veintinueve días, pues el ramadán es un mes lunar,
pero también se espera del testador que sea justo con sus es decir, el tiempo que transcurre entre la primera aparición
herederos y que no se aparte de lo que se considera ade- de la luna nueva y el día en que esta vuelve a aparecer.
cuado. De aquí que se establezcan asignaciones exactas (v. (Daryabādī)
4:11) que marcan ciertos límites a la libertad de decisión
del testador, aunque no la suprimen. Entre los descendien- 117 Los términos literales de enfermedad y viaje deben ser
tes los hay (por ejemplo, sobrinos huérfanos, si hay hijos entendidos en su sentido amplio. Cualquier enfermedad y
supervivientes) que de suyo no tienen derecho a la heren- cualquier viaje permiten romper el ayuno, siempre bajo el
cia, pero por los que el testador podría tener un particular supuesto de que el enfermo recuperará los días no ayunados
interés. Puede asimismo haber personas no pertenecientes apenas recobre la salud y el viajero, apenas alcance su resi-
a la familia respecto de las cuales podría el testador sentir dencia habitual. (Quṭb)
alguna especial preocupación. Los juristas sustentan la opi-
nión de que el testador puede libremente disponer de hasta 118 Esta norma debe interpretarse como una concesión, no
un tercio de su hacienda para estos casos. Pero no puede como una prescripción. Quien está enfermo o de viaje, así
nombrar uno o más herederos único en perjuicio de todos como las embarazadas y lactantes, pueden aplazar el ayuno
los restantes, ni intentar privar a los creyentes de la parte hasta después del ramadán, pero no están obligados a ello.
que les corresponde. Si abrigara este propósito, los testigos No obstante, a las mujeres en periodo menstrual o en puer-
de oído de esta última voluntad pueden intervenir de una perio les está categóricamente vedado el ayuno. Después,
doble manera. Pueden intentar conseguir que el testador deberán ayunar los días perdidos. (Daryabādī)
modifique el testamento antes de morir. Y pueden también,
después de fallecido, reunir a las partes afectadas y pedirles 119 La concesión es asimismo aplicable a los ancianos y a las
que concierten una solución razonable. Salvo este caso ex- personas en situaciones existenciales singularmente difí-
cepcional, la violación de la última voluntad es un delito y ciles, aunque existen diferentes opiniones en cuanto a los
así lo sustancia la legislación actual. (Yūsuf ᶜAlī) detalles concretos. (Yūsuf ᶜAlī)
115 No debe olvidarse que el ayuno no es un castigo, ni se le 120 Hay quien interpreta esta aleya en el sentido de que el Co-
debe imaginar como una carga insoportable, antes bien es rán fue extraído y trasladado íntegro, durante el Ramadán
un medio para enseñar la moderación y la disciplina espi- (el 9º mes lunar), desde el Libro Matriz, en lo más alto del
ritual. Todo aquello a lo que el hombre debe renunciar du- Cielo, hasta el cielo terrestre, para que luego fuese revelado
rante el ayuno, como la comida, la bebida y las relaciones en pasajes paulativamente. (Mullá)
sexuales, le está permitido una vez concluido este tiempo.
No se trata, en modo alguno, de reprimir totalmente los de- 121 Antes de la revelación de esta aleya los musulmanes, du-
seos naturales, sino tan solo de mantenerlos saludablemente rante el mes del ayuno, solían abstenerse de mantener re-
dentro de ciertos límites. Es parte constitutiva del ayuno laciones sexuales por la noche, lo que les resultaba espe-
que el musulmán se guarde de manera singularmente espe- cialmente arduo a los matrimonios jóvenes. Se daban, pues,
cial de las conversaciones inconvenientes, de la mentira y «transgresiones secretas», seguidas de remordimientos de
de las acciones reprobables. Todo esto crea una atmósfera conciencia. (Siddiqui)
de piedad religiosa y de entrega a Dios en la comunidad
musulmana. (Siddiqui) 122 De acuerdo con una tradición sobre el comportamiento mis-
mo del Profeta, se admite que la frase significa «hasta la
Un mes lunar suele tener 29,5 días, y el año lunar 354 días. puesta del Sol». (Yūsuf ᶜAlī)
(Mullá)
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123 Llamado iᵓtikāf. Se trata de una forma no obligatoria de alimentan prejuicios frente al Islam cometen un grave error
ejercicio devoto. Consiste en retirarse a una mezquita para cuando interpretan esta aleya como justificación de las ma-
dedicarse enteramente a la oración y la meditación, además tanzas indiscriminadas de no creyentes. (Siddiqui)
de los ejercicios religiosos obligatorios. (Mawdūdī)
129 Intentar que alguien reniegue de la religión es un golpe que
124 En el texto se mencionan otras dos modalidades de codicia hiere lo más sagrado del ser humano. Tanto da que esta tenta-
menos evidentes. La primera consiste en utilizar los propios ción consista en simples amenazas, en daños reales o en per-
bienes para sobornar a otros. La segunda es dilapidar los vertir y alejar a los musulmanes de la senda de Dios. (Quṭb)
bienes, propios o ajenos, en frivolidades. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 22:39, 60:8 y 4:9.
125 Los novilunios estuvieron y siguen estando asociados con
concepciones supersticiosas que debemos ignorar. (Yūsuf 130 En la época de la revelación de esta aleya la Ciudad Santa
ᶜAlī) estaba todavía en manos de árabes paganos, que no permi-
tían a los musulmanes peregrinar a ella. (Siddiqui)
126 Existía entre los árabes la supersticiosa costumbre de entrar
en sus casas por la puerta trasera cuando se encontraba en 131 Se tiene en muy alta estima la inviolabilidad de los cuatro
estado de consagración para la peregrinación o la umrah. meses de tregua anual, muḥarram, raŷab, ḏu-l-qaᵓda y ḏu-
(Yūsuf ᶜAlī) l-ḥiŷŷa, siempre que la otra parte haga lo mismo. Pero si no
lo hace y ataca, los musulmanes tiene el derecho y el deber
127 Solo se permite la guerra defensiva y en ningún caso deben de defenderse con todas sus fuerzas. (Siddiqui)
verse afectados las mujeres, los niños, los enfermos y los
ancianos. No deben talarse los arboles ni se deben arrasar 132 V. supra, aleyas 178-179. (N. del T.)
los campos. No deben rechazarse los tratados de paz cuan-
do el enemigo se rinde. (Yūsuf ᶜAlī) 133 De numerosas tradiciones auténticas se desprende que los
que están impedidos, por fuerza mayor, de participar en la
128 Si se tiene en cuenta la aleya anterior, la orden «eliminadles ḥaŷŷ, ya iniciada, sacrifican ―suponiendo que dispongan
doquier los encontréis» solo puede entenderse en el con- de recursos suficientes― una oveja, una cabra o algo equi-
texto de operaciones bélicas ya en marcha. Los críticos que valente y reparten la carne. (Asad)
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134 Existen diversas opiniones acerca de cuál es este «lugar 139 El momento culminante de la peregrinación es la agrupa-
de destino». Según la Escuela de Abū Ḥanīfa, la ofrenda ción de todos los peregrinos en el monte ᵓArafāt, al Este de
(o su equivalente en dinero) debe enviarse a en La Meca. La Meca, el día 9 de ḏu-l-ḥiŷŷa. Los creyentes se detienen
Según el imán Malik y el imán Šāfiᶜī, la ofrenda debe hacer- aquí sumidos en el recuerdo de Dios desde el mediodía has-
se en el punto en que se encuentra la persona impedida de ta la puesta del Sol. (Siddiqui)
llevar a cabo el ḥaŷŷ. (Mawdūdī)
140 Los coraixíes estaban tan orgullosos de ser los custodios
135 Y se ve, por tanto, obligado a rasurarse la cabeza, o a cortar- de la Caaba que consideraban ofensivo para su dignidad
se simplemente algo de cabello, antes de haber transcurrido viajar con los restantes peregrinos hasta ᵓArafāt y quedar-
el plazo prescrito. (Daryabādī) se con ellos en Muzdalifa. El Corán ataca este orgullo y
prescribe que todos los musulmanes se mantengan juntos,
136 Una tradición (Muslim, Kitābu-l-Ḥaŷŷ) dice que el Profeta pues todos los seguidores del Islam son iguales. (Siddi-
ordenó que, en tal caso, debe ayunarse tres días o dar de qui)
comer a seis necesitados un día o, como mínimo, sacrificar
una cabra o una oveja. (Mawdūdī) 141 Los árabes paganos solían reunirse en Mina al finalizar
su ḥaŷŷ para ensalzar las hazañas de sus antepasados.
137 Son los meses de šawwāl (décimo) ḏu-l-qaᵓda (undécimo) (Mawdūdī)
y ḏu-l-ḥiŷŷa (duodécimo). (Yūsuf ᶜAlī)
142 Los peregrinos deben consumir en Mina los tres días si-
138 Se permiten negocios honrados en beneficio de los negocian- guientes al 10 del ḏū-l-ḥiŷŷa en oración y alabanza a Dios.
tes y de los peregrinos. No es lícito dejarse arrastrar por el (Yūsuf ᶜAlī)
afán de ganancias y menos recurrir a engaños. (Yūsuf ᶜAlī)
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143 En sentido trasladado incluye, en definitiva, todos los es- 146 Estas palabras aluden especialmente a los musulmanes ex-
fuerzos humanos. (Asad). patriados de La Meca, que tuvieron que soportar situacio-
nes de hambre y pobreza. (Daryabādī)
144 Algunos señalados comentaristas opinan que estas palabras
no están dirigidas tanto a los musulmanes como a los judíos 147 Se debe dar cuanto es bueno y valioso: dinero o bienes, una
y a los cristianos. (Asad) mano tendida, un buen consejo, etc. Su destinatario debe
ser quien más lo necesite. Debemos hacerlo como si nos ha-
145 La revelación coránica afirma que Dios manifestó la verdad lláramos en presencia de Dios, con toda humildad. (Yūsuf
al primer hombre, Adán, y lo guió por el camino recto, lo ᶜAlī)
que se opone a la teoría según la cual los hombres eran
primigeniamente politeístas. Los descendientes de Adán 148 En el Islam solo se permite la lucha armada cuando es in-
siguieron este camino, pero luego se desviaron. Entonces evitable. Es absolutamente natural que los musulmanes de
Dios les envió profetas para devolverlos al camino origina- aquella época, perseguidos, empobrecidos y poco numero-
rio. (Mawdūdī) sos, no se sintieran particularmente deseosos de cruzar sus
espadas con las de sus poderosos adversarios. (Daryabādī)
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149 V. supra, aleya 191. (N. del T.) Por «vino» se entienden todas las bebidas y drogas em-
briagantes. Por juego de azar, todo juego lucrativo ilícito
150 Dios permite que los musulmanes expuestos a indecibles basado en la suerte y/o en el engaño. Los seguros no entran
penalidades dejen de practicar el culto externo. Pero en su en esta categoría, siempre que se suscriban sobre una base
interior permanecen unidos al Islam. (Quṭb) comercial, ya que en ellos el riesgo se calcula estadística-
mente y los asegurados pagan las primas correspondientes
151 Por indicación del Profeta, los musulmanes de la primera al riesgo asumido. (Yūsuf ᶜAlī)
época de La Meca emigraron a Medina para poder vivir allí
su fe en paz. (Asad) 154 Antes del Islam era frecuente que a quienes se les confiaba
la custodia de los bienes de los huérfanos los añadieran a
152 La palabra ŷihād no es, en modo alguno, sinónimo de «gue- los suyos propios para negociar con ellos y atender con los
rra santa». Es muŷāhid todo el que se empeña en conseguir beneficios al sustento de sus pupilos. Pero no siempre se
una meta con los medios a su alcance, incluso con su propia hacía sin perjuicio para los huérfanos.(Quṭb)
vida. A la lucha de un hombre así se la denomina ŷihād. El
ŷihād no debe entenderse en general como una guerra de 155 Dado que la fe desempeña una función de vital importancia
aniquilación contra los infieles. (Mawdūdī) en la vida de ambos cónyuges, es oportuno que ambos estén
de acuerdo en lo más esencial para la existencia y la convi-
153 Cuando se trataba de las costumbres heredadas de los ante- vencia. (Yūsuf ᶜAlī)
pasados se procedió con mucha cautela y solo lentamente
se fueron introduciendo modificaciones. Tal fue el caso del 156 Algunos opinan que aquí se refiere al «siervo de Dios»,
vino y los juegos de azar. De ahí la indicación de que el como sinónimo de «creyente», con independencia de que
vino es de alguna utilidad, pero que son mayores sus incon- sea esclavo o libre. (Asad)
venientes. (Quṭb)
157 El Corán considera la menstruación un padecimiento y una
Esta fue la primera prescripción sobre bebidas embriagantes contaminación; pero lo que se considera «contaminado» es
y juegos de azar. Al principio se anunció su desaprobación, el órgano sexual femenino, no todo el cuerpo de la mujer.
preparando así el terreno para su supresión. El siguiente Por tanto, los musulmanes pueden comer y beber con sus
paso consistió en prohibir la oración a los musulmanes si esposas, abrazarlas y besarlas durante estos días. Solo se les
estaban ebrios. Y, al fin, se prohibieron categóricamente las prohíben las relaciones sexuales, tanto por razones médicas
bebidas alcohólicas y los juegos de azar. (Mawdūdī) como higiénicas. (Siddiqui)
El Corán I Azora 2
72
158 Varios biógrafos fidedignos nos han transmitido las si- Talāq (divorcio a petición del marido), aquí traducido por
guientes palabras del Profeta: «Si alguien hace un jura- divorcio, significa literalmente «exoneración de deberes»,
mento solemne (de dejar de hacer una determinada cosa) pero, en ningún caso, como a menudo se traduce errónea-
y luego considera que hay otro comportamiento que sería mente, «repudio». (N. del T.)
mejor, debe hacer lo más acertado: romper su juramento y
hacer penitencia por ello.» (Asad) 161 El plazo de espera se entiende como el tiempo que ha de
transcurrir antes de que se pueda contraer nuevo matrimo-
159 Mientras que por el quebrantamiento de un juramento se nio. Este plazo sirve para constatar un posible embarazo y
prescribe como penitencia dar de comer a diez necesitados o permite a los cónyuges aclarar sus sentimientos. El esposo
proporcionarles vestido, o liberar a un esclavo o, si se carece tiene el deber de atender al sustento de su esposa durante
de los medios, tres días de ayuno, para el juramento hecho de estos meses. (Quṭb)
forma irreflexiva no se prevén sanciones, aunque obviamen-
te el musulmán creyente sabe que debe evitarlos. (Siddiqui) 162 La responsabilidad económica del marido hace que los
derechos y deberes del hombre sean mayores. En 4:34 se
160 Los cónyuges tienen un plazo máximo de separación de establece el deber del marido de mantener a su esposa. Con
facto de cuatro meses, tiempo suficiente para que el espo- esta salvedad, varón y mujer tienen los mismos derechos.
so ponga a prueba sus sentimientos. Pasado el plazo, debe (Yūsuf ᶜAlī)
reanudar una vida matrimonial razonable o disolver el ma-
trimonio mediante el divorcio. (Quṭb) 163 Se refiere a los árbitros (del divorcio) o los responsables de
la pareja. (Daryabādī)
Sin embargo ―según una sentencia del Profeta― el divor-
cio es, de entre todas las permitidas a los ojos de Dios, la 164 Si la mujer desea disolver el contrato matrimonial y el ma-
más execrable. En estas circunstancias, Dios excusa, pues rido no tiene culpa alguna, ella deberá devolver su regalo
conoce bien las tribulaciones de ambas partes y escucha la nupcial, una parte del mismo o una suma acordada (si el
petición de ayuda de quienes las padecen. (Yūsuf ᶜAlī) regalo nupcial ya ha sido satisfecho). (Asad y Mullá)
El Corán I Azora 2
74
165 Cuando el periodo de espera posterior al divorcio llega a 169 Lo que significa que también se permite poner fin a la lac-
término, la divorciada tiene derecho a recibir el regalo nup- tancia antes de esa fecha. (Siddiqui)
cial y contraer matrimonio con otro hombre, si así lo desea.
O bien, puede reconciliarse con su ex-marido mediante un 170 Es decir, si el padre muere, recae sobre el heredero el deber
nuevo contrato matrimonial, ya sea en los mismos términos de cuidar del niño. (Daryabādī)
que el anterior o con clausulas nuevas. (Mullá)
171 El plazo de cuatro meses y diez días deja de tener efecto
166 Se entiende por regalo nupcial, según la jurisprudencia is- si la mujer se encuentra embarazada. En este caso, el
lámica, la suma de valores o la propiedad transferida por periodo de espera finaliza con el fin de la gestación. El
el novio a favor de la novia, pero no a la inversa. El regalo tiempo de espera de la viuda es mayor que el de la di-
nupcial simboliza que la carga económica de la familia es vorciada por respeto a los sentimientos de la viuda por
responsabilidad exclusiva del marido. Por otra parte, el re- el fallecido y para fortalecer los vínculos conyugales.
galo nupcial puede ser una especie de «póliza de seguro» (Siddiqui)
frente a un hipotético divorcio. En este supuesto, la esposa
dispondría de recursos para llevar una vida en condiciones Con anterioridad a la revelación de este versículo coránico
dignas. El arreglo económico exigido cuando es la esposa el periodo de espera era de un año. (Mullá)
la que opta por la disolución del matrimonio pretende evitar
supuestos de matrimonios contraídos con la intención por El sustento de la viuda durante el tiempo de espera corre a
parte de la esposa de disolver el matrimonio en breve apro- cargo de la herencia del difunto. (Yūsuf ᶜAlī)
piándose del regalo nupcial acordado. (Mullá)
172 No es decoroso hablar abiertamente de una nueva unión du-
167 Con otro hombre o con su anterior marido si ambos rante el plazo de espera por respeto al duelo de la mujer, por
cónyuges están de acuerdo en reanudar el matrimonio. no herir los sentimientos de la familia del fallecido y porque
(Daryabādī) así la mujer puede cerciorarse de si está embarazada. Con
todo, no se prohíbe al varón hacer insinuaciones o alimentar
168 En cualquier caso una actitud conciliadora es siempre pre- en su interior el deseo de desposarse con la viuda una vez
ferible al divorcio. (Villanueva-Castro) transcurrido el plazo de espera. (Quṭb)
El Corán I Azora 2
76
173 Su cuantía depende de la capacidad económica de los 176 Es decir, en la postura que en ese momento sea posible, por-
contrayentes y puede consistir sencillamente en un regalo que lo que importa es hacer la oración en el tiempo fijado,
simbólico. La mención del regalo nupcial es un elemento aunque no pueda observarse la dirección exacta o solo por
indispensable del contrato matrimonial. (Asad) medio de gestos puedan indicarse la inclinación y la pros-
ternación. (Daryabādī)
174 La ruptura de una unión antes de haberse hecho realidad
es psíquicamente dolorosa para la mujer. Por ello, el novio 177 Se trata del profeta Samuel y del rey Saul, v. 1 Samuel
debe ofrecer una compensación, acorde con sus medios, que 8:5-20. (Mullá)
constituye en cierto modo una especie de disculpa. (Quṭb)
178 Se alude a que varios pueblos, entre ellos los filisteos, amo-
175 La mayoría de los especialistas entienden que se refiere a rreos, amalecitas y otros semitas y no semitas, invadieron
la de la media tarde (ᵓasr), aunque no faltan quienes opinan Palestina y regiones limítrofes. (Asad)
que se trata de la oración de la primera hora de la mañana.
(Siddiqui) 179 V. también 1 Samuel 13:6-7. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 2
78
180 Los enemigos de los israelitas saquearon sus santuarios y se ran una tribu concreta, una nación o toda una generación, o
apoderaron del arca de la alianza. El retorno del arca, con que se propongan dirigir para siempre a toda la humanidad.
su contenido, transportada por ángeles, fue un gran milagro Desempeñaba asimismo una importante función el conte-
que dio a los israelitas confianza en su lucha contra los ad- nido del mensaje, que unas veces pretendía únicamente dar
versarios. (Quṭb) a conocer a Dios y otras incluía además reglas de conducta
para todos los ámbitos de la existencia. (Quṭb)
181 Se nos expone aquí, en síntesis, la concepción islámica de
la historia según la cual ningún pueblo puede dominar por Sus enviados tienen la misión de exhortar a los hombres a
tiempo ilimitado a los pueblos restantes, ya que el poder avanzar por el buen camino, pero no de obligarles a ello.
pasa incesantemente de unos a otros, para que puedan de- Las discordias surgieron porque los hombres abusaron de
mostrar así si son dignos de él. Esta concepción del ascenso su libertad y se adentraron por sendas distintas de las reve-
y la decadencia de los Estados explica también la función ladas por Dios. (Mawdūdī)
de la yihad en el Islam. Todo esfuerzo acometido con el
propósito de deponer a los gobernantes corruptos y poner Los infieles de La Meca afirmaban que seguían el mensaje
en su lugar a los temerosos de Dios posee una dimensión de Abrahán, los judíos de Medina tenían en gran estima la
espiritual y atrae sobre sí la recompensa divina. (Siddiqui) religión de Moisés y los cristianos invocaban las enseñan-
zas de Jesús. Pero todos estos grupos se habían distanciado
V. también 22:40. (Asad) tanto de los orígenes de sus mensajes (que esencialmente
contenían las mismas verdades) que ya resultaba imposible
182 En Muḥammad concurren, entre otras, las cualidades de encontrar puntos de acuerdo. (Quṭb)
Moisés, David y Jesús. (Yūsuf ᶜAlī)
V. también 5:47-53 y 42:13-15. (N. del T.)
Los diversos rangos de los profetas tienen como fundamen-
to la clase de su mensaje, según que sus destinatarios fue-
El Corán I Azora 2
80
184 De su dominio único y universal se desprende que es ini- 187 Esta aleya fue revelada a propósito de la presión que un
maginable la idea de que pueda haber, junto a Dios, hijos o musulmán de Medina ejercía sobre sus dos hijos cristianos
socios con iguales derechos cuya intercesión sería favora- para convertirlos al Islam. (Mullá)
blemente acogida por Él. Dios y hombre son dos conceptos
que no se pueden mezclar. (Quṭb) 188 Del texto se deduce que el personaje innominado es un
rey, que algunos comentaristas identifican con Nemrod.
185 Los Yerran cuando dicen: «Él es Todo». Debe decirse: (Asad)
«Todo le pertenece». (Yūsuf ᶜAlī)
189 Este anhelo no tiene nada que ver con la firmeza de la fe,
186 V. 10:3. (N. del T.) sino que brota del deseo del espíritu de alcanzar un conoci-
miento más profundo de la creación divina. (Quṭb)
Dios conoce bien la obra del hombre, tanto la que ya ha
realizado como la que va a realizar hasta el momento de su
muerte. (Mullá)
El Corán I Azora 2
82
190 A partir de esta aleya, y hasta poco antes del final de la 193 Exterioriza sus donativos para hacer creer que es un hom-
azora, el texto expone el sistema socioeconómico del Is- bre de bien, pero, ante la menor prueba, se queda al descu-
lam. Es un sistema basado en la solidaridad y la concordia. bierto. (Mullá)
(Quṭb)
194 Quien no ha hecho nada bueno durante su vida en la tierra
Las cifras siete, setenta, setecientos, etc., no deben enten- llegará el día en que se verá tan desamparado como este
derse literalmente, sino que expresan simplemente la idea hombre, ya viejo, cuyos hijos son aún demasiado pequeños
de multitud o abundancia. (Mullá) para prestarle ayuda. (Mawdūdī)
191 Los donativos y contribuciones están sujetos a elevadas 195 El Islam rechaza decididamente todo bien adquirido por
normas éticas: 1) Deben hacerse en cumplimiento de la vo- medios ilícitos. Ni siquiera las obras de beneficencia elimi-
luntad de Dios; 2) no se debe esperar recompensa alguna nan la injusticia. (Yūsuf ᶜAlī)
por ellos en este mundo; 3) no deben ir acompañados de
reproches; 4) no se les puede echar más tarde en cara al 196 El donativo (ᵓinfāq) puede revestir la forma de zakāt (azaque)
receptor. (Yūsuf ᶜAlī) o de sadaqa (limosna), que es la limosna voluntaria. (Quṭb)
El voto es una promesa solemne, religiosamente vinculante,
192 Cuando alguien da dinero, no hace sino transmitir el don de hecha a Dios, que se formula para alcanzar el cumplimiento
Dios y Dios le recompensará por ello. Si llegara a implan- de un deseo. Si este deseo es legítimo, se ha presentado
tarse por doquier en la sociedad humana esta actitud, nin- únicamente ante Dios y solo a Él se le ha hecho la promesa,
gún donante tendría sentimientos de superioridad ni ningún debe ser cumplido, bajo cualquier circunstancia. Su incum-
receptor los tendría de inferioridad. (Quṭb) plimiento es pecado. (Siddiqui)
El Corán I Azora 2
84
197 En el contexto de las obras de caridad esto significa que de- 201 Para el azaque o contribución fiscal. V. supra, aleya 43.
bemos ayudar a todos cuantos verdaderamente lo necesitan, (N. del T.)
sin tener en cuenta que sean buenos o malos, que sea mu-
sulmanes o no lo sean. La motivación capital de las obras Los intereses aportan a la humanidad desequilibrios y
benéficas ha de ser conseguir el agrado de Dios y nuestro descontento. En cambio las aportaciones consolidan la
bien espiritual. (Yūsuf ᶜAlī) cohesión social y proporcionan a los contribuyentes paz
y felicidad interna y la esperanza de que Dios les otorgará
198 Se trata de las personas verdaderamente necesitadas, que se a cambio recompensa y bendición. La contribución fiscal
avergüenzan de extender la mano para pedir limosna y se es la base de las sociedades bien estructuradas que no ne-
refugian bajo la apariencia de contento y seguridad. (Quṭb) cesitan percepción de intereses para sostener su economía.
(Quṭb)
199 El Profeta condenó con las más enérgicas palabras la prácti-
ca de dar y recibir intereses, incluso la consignación por es- 202 Esta declaración de guerra contra los usureros no es exclu-
crito de tan reprobables negocios. Estas transacciones dan siva del Corán. En Ezequiel 18:13 consta similar condena,
impulso a numerosos males éticos, sociales y económicos y el Talmud añade el siguiente comentario: «El prestamis-
y son contrarias al espíritu de fraternidad. De esta práctica ta es comparable al homicida». En la Mishna, que es la
surge, en el ámbito social, una clase de personas parasita- parte fundamental del Talmud, se enumera a los usureros
rias, que viven del sudor y del trabajo ajeno y se desentien- en la lista de los que no pueden testificar en un juicio.
den por completo de las necesidades y las preocupaciones (Daryabādī)
de los demás. (Siddiqui)
203 En otros lugares del Corán se autoriza al prestatario en difi-
V. también 30:39. (Asad) cultades a pagar sus deudas con el dinero que pudiera per-
cibir del fondo de las contribuciones. V. 9:60. (Quṭb)
200 Según una tradición de autenticidad verificada, el Profeta
habría dicho: «Sea cual fuere el aumento que puedan pro- 204 Según Ibn ᶜAbbās, y nadie le contradice, esta aleya fue
ducir los intereses, al final acaban siempre en empobreci- la última revelación concedida al Profeta antes de morir.
miento». (Siddiqui) (Asad)
El Corán I Azora 2
86
205 Todo tipo de préstamo se realiza sin interés. Si el préstamo por la prenda empeñada. Si, por el contrario, la prenda es un
se da a plazo fijo, se llamará «Dein»; en caso contrario, re- animal de silla o de carga que produce leche, estas utilida-
cibe el nombre de «Querda». (Mullá) des revierten al prestamista, ya que también corren a su car-
go los cuidados y la alimentación. (Mawdūdī) (Mawdūdī)
206 Porque padece algún impedimento físico o no domina el
lenguaje en que está redactado el documento. «Discapacita- 210 En esta frase se consignan otros dos artículos de fe. El pri-
dos o incapacitados» pueden ser tanto los menores de edad mero, que cada individuo tiene su personal responsabilidad
como los ancianos que ya no son dueños de sus facultades y que deberá dar cuenta a Dios de sus actos. Y el segun-
mentales. (Asad) do, que el Ser supremo ante quien el hombre ha de rendir
cuentas tiene conocimiento perfecto de todo, sea oculto o
207 El dato debe atribuirse a que de ordinario las mujeres esta- manifiesto. (Mawdūdī)
ban menos habituadas a los negocios que los hombres, por
lo que pueden incurrir más fácilmente en un error. (Asad) 211 V. también 2:136 y 2:253.
208 Para garantizar la neutralidad plena en la consignación de Se desprende que el hombre será recompensado por sus
una deuda se pide prudentemente la presencia de un terce- buenas obras y solo será castigado por las acciones que eje-
ro. Como cabría temer que, al dictar la cuantía, el acreedor cute con plena conciencia de su maldad. (Siddiqui)
pudiera concederse ciertas ventajas, con perjuicio del deu-
dor, se encomienda a este segundo la tarea. Es tarea de los 213 El texto alude a la pesada carga ritual que la ley de Moisés
testigos ponerse del lado de la verdad y la justicia si son impuso a los israelitas y a la negación del mundo que Jesús
llamados a ello. Por último, el intento de ejercer presión recomienda a sus seguidores. (Asad)
sobre los testigos se considera un atentado contra las leyes
de Dios. (Quṭb) 214 Debe tenerse presente que estas aleyas fueron reveladas
con ocasión del viaje a Jerusalem y su posterior ascensión
209 Si el bien dado en prenda genera beneficios (puede tratarse, al cielo del Profeta, aproximadamente un año antes de su
por ejemplo, de una casa que se alquila), estos deben ser emigración a Medina. Por aquella época había llegado a su
entregados al que lo ha pignorado y deducirlo de la deuda, punto culminante la lucha entre el Islam y los paganos y la
pues de no ser así no habría ninguna diferencia entre el co- persecución de los creyentes había alcanzado sus formas
bro de intereses y la percepción de la ganancia producida más rudas. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 3
89
Introducción a la Azora 3
ĀLI IMRĀN
LA FAMILIA DE IMRĀN
Esta azora está emparentada con la 2, pero los temas se analizan ahora desde una perspectiva diferente. Las
alusiones a Badr (ramadán del año 2 de la hégira; 625 d.C.) y Uḥud (šawwāl del año 3, 626 d.C.) permiten
extraer algunas conclusiones sobre la época en que fue revelada.
Al igual que la 2, también esta azora 3 se inicia con una visión general de la historia religiosa de la humanidad,
con especial referencia al pueblo de los poseedores de la Escritura, continúa con una descripción del nacimiento
del nuevo pueblo del Islam y de sus prácticas religiosas, acentúa la necesidad de tomar partido por la causa de
la verdad y de combatir por ella y exhorta finalmente, a quienes han sido bendecidos con el Islam, a mantenerse
firmes en la fe, orar por la recta guía y conservar intactas sus expectativas espirituales acerca del futuro.
1. Invitación a los cristianos a reconocer la nueva fe; el discurso se refiere aquí específicamente a ellos,
mientras que la azora anterior tenía como destinatarios a los judíos; 2. lecciones que la comunidad musulmana
debe extraer de las batallas de Badr y Uḥud; 3. responsabilidad de la comunidad ante sí misma y en sus
relaciones con los demás.
Resumen:
Tras haber revelado Dios su Libro y confirmado en él las revelaciones precedentes, ahora nosotros debemos
acatarlo y asumirlo, esforzándonos por comprender su significado y analizar los móviles que impiden a los no
musulmanes aceptar la verdad (3:1-20).
El pueblo de la Biblia sólo tenía una parte del Libro. Si ahora no quieren admitirlo en su totalidad, el pueblo
de los creyentes debe tomar su propio rumbo y su caso queda cerrado (3:21-30).
La historia de la familia de ᶜImrān nos lleva desde el ordenamiento legislativo mosaico a los acontecimientos
maravillosos relacionados con el nacimiento de Jesús y su misión (3:31-63).
Se han producido sucesivas revelaciones divinas y ahora todos los hombres están invitados a aceptar que
en el Islam han llegado a su plenitud. Se exhorta a los musulmanes a mantener la concordia y la armonía.
A cambio, se les promete apoyo frente a los ataques de sus enemigos y se les aconseja cultivar la amistad entre
los miembros de sus propias filas (3:64-120). La batalla de Badr había enseñado que Dios ayuda y protege a
los valientes y que la paciencia, la firmeza y la disciplina conducen al éxito. La lección que debe extrarse de
la batalla de Uḥud es, por el contrario, que no se debe ceder a la desesperación sino que es preciso empeñarse
con mayor valor aún, despreciando el dolor e incluso la muerte (3:121-148).
El adverso resultado de la batalla de Uḥud debe atribuirse, como queda dicho, a la falta de disciplina de unos,
a la indecisión y el egoísmo de otros y a la cobardía de los hipócritas. No obstante, ningún enemigo es capaz
de malograr la causa de Dios (3:149-180).
No debe prestarse atención a las burlas de los enemigos, sino que debemos dirigir nuestras sinceras oraciones a
Dios, que puede deparar a sus servidores éxito y bienestar (3:181-200). La revelación coránica ha confirmado
punto por punto la Ley de Moisés y el Evangelio de Jesús. Es la recta guía de Dios y habla a la razón. Debemos
comprenderla correctamente, venerarla, creer firmemente en su verdad sin permitir que siembren en nosotros
dudas quienes niegan la fe. Nuestra recompensa consiste en la complacencia divina, que podemos conseguir
mediante nuestra perseverancia, paciencia, disciplina y bondad y ofreciendo a los demás la «Buena Nueva»
que hemos recibido. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 3
90
Azora 3
ĀLI IMRĀN
LA FAMILIA DE IMRĀN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 V. la nota 1 de la azora 2. Las letras podrían indicar en 8 Esta idea es clave para entender el Corán, cuyas ense-
este caso que esta revelación divina se compone de letras ñanzas son de dos clases interrelacionadas: 1. Las ale-
y palabras como el resto de libros divinos admitidos por yas explícitas, el núcleo o «madre del Libro», y 2. Las
los «seguidores del Libro», a quienes va especialmente otras, cuyo sentido es figurado. Las segundas son tan
dirigida esta azora. (Quṭb) genuinamente espirituales que el lenguaje humano no al-
canza a expresarlas, aunque grandes sabios han llegado
2 Con ello, las concepciones religiosas del Islam se separan a vislumbrarlas. En estas cuestiones nunca se puede ser
de las de otras religiones, y en consecuencia, sus estilos dogmático, porque solo Dios conoce su verdadero alcan-
de vida. Las nociones de la eternidad y la inmutabilidad ce. Las aleyas explícitas, por el contrario, contienen los
de Dios nos alejan de las creencias paganas árabes y de preceptos categóricos de la šarīᶜa (o Ley), los principios
las creencias judías y cristianas, ya que los judíos decla- en que se fundamentan los ordenamientos jurídicos y la
raban que ᶜUzayr (Esdras) es hijo de Dios y los cristianos esencia del mensaje divino. Aunque las aleyas explícitas
adoran a Dios como una divinidad trina. (Quṭb) se entienden sin dificultad, debe ahondarse en su signifi-
cado cuanto sea posible. Así pues, el lenguaje coránico
V. también la nota 576 de 2:255. incluye mensajes directos y mensajes alegóricos, como
puede comprobarse en 11:1 y 39:23. En realidad, cada
3 Según esta aleya, todos los libros recibidos por los en- aleya es un símbolo: tiene parte de aplicación inmediata
viados de Dios tienen el mismo origen: el Dios Único y y parte de significación eterna. Pero hay una esencia que
Eterno. Dios ha revelado el Corán del mismo modo que subyace a todo el Libro. (Yūsuf ᶜAlī)
antes reveló a Moisés la Torá y a Jesús, el Evangelio.
Todos estos escritos tienen el mismo objetivo: guiar a los 9 Solo los frívolos, cuyos escasos conocimientos juzgan
hombres por el camino recto. Pero el Corán, el último de enormes, se jactan de saberlo todo. Con sus escasas luces
ellos, está además llamado a convertirse en el «Criterio» interpretan la Palabra de Dios a su capricho. Los auténti-
que hace relucir la verdad que contienen los libros divi- cos sabios son modestos y aceptan que la mente humana
nos precedentes y pone de manifiesto las deformaciones no abarca todas las verdades. Su natural honestidad in-
introducidas en ellos por sus antiguos seguidores. (Quṭb) telectual los hace confiar en la verdad que brota de las
palabras de Dios. (Quṭb)
4 O: «quienes niegan los signos de Dios». (N. del T.)
10 Solo el corazón creyente aprecia la senda recta y aban-
5 Lit.: «Dios es Señor de la venganza», es decir, le asiste el dona el camino descarriado. Sabe que aquélla es un don
derecho a imponer premios y castigos. (N. del T.) de Dios y teme desviarse. Quien ha sufrido la confusión
aprecia la paz interior de la fe profunda. (Quṭb)
6 La mención del misterio de la procreación prepara para
el milagro y el misterio del nacimiento de Jesús, del que 11 Cuanto más sabe un ser humano, más comprenden lo
empieza a hablarse a partir de 3:41. (Yūsuf ᶜAlī) poco que ahonda en la verdad. Pero tiene fe y ruega a
Dios que no lo despoje de esa chispita de luz con que lo
7 Lit.: «Señales». (N. del T.) ha honrado. Saben que un día volverán a Dios y se disi-
parán todas sus dudas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 3
92
12 El Corán desvela que la obsesión por el dinero y por la su represión. Solo es preciso disciplinarlos y controlar-
descendencia devora la vitalidad espiritual y moral de los los. (Quṭb)
incrédulos. Más les valdría no olvidar que un día nada de
eso les servirá y que les aguarda la suerte reservada a Fa- 17 Lit.: «bajo el que fluyen...». (N. del T.)
raón y a su pueblo y al resto de los incrédulos. (Siddiqui)
18 Tanto el Corán como el Profeta recomiendan a los fieles
Ante Dios, el único medio válido de intercesión y de sú- en especial, la oración «antes del rayar del amanecer».
plica es la fe sincera. (Quṭb) En ella se siente a Dios tan cerca que se acrecienta el
yo espiritual. La palabra aquí empleada para referirse al
13 La sentencia recae sobre los que permanecen hostiles al amanecer puede significar también «lo más hondo del co-
Islam. El pasaje puede referirse tanto a los paganos de razón» (Siddiqui)
La Meca, derrotados en la batalla de Badr, como a los
judíos de Medina. El vaticinio contradecía por completo 19 Sin embargo, los seguidores de la Biblia creen sin vacila-
la relación de fuerzas de la época. (Daryabādī) ciones en Dios pero le asocian un hijo o un partícipe, in-
cluso los politeístas. Si a todos ellos se les recuerda que es
14 Se suele entender este pasaje como una alusión a la bata- Dios mismo quien testifica su unicidad, podrían rectificar.
lla de Badr (625 d.C.). En ella, unos 300 musulmanes mal (Quṭb) Ningún hombre reflexivo puede negar la unicidad
armados, bajo la dirección del Profeta, vencieron a un de Dios, su excelsitud y su sabiduría. (Yūsuf ᶜAlī)
ejército bien equipado de La Meca. Fue la primera batalla
librada entre los coraixíes paganos y la joven comunidad 20 Islam es entrega, sumisión y seguimiento a Dios. (Quṭb)
islámica de Medina. (Asad)
El único mandamiento de vida correcto es obedecer solo
15 En clave actual entenderíamos que se trata de automóvi- a Dios y reconocerle como Señor único. Él ha revelado la
les, yates, etc. (Yūsuf ᶜAlī). forma de hacerlo a través de sus enviados. Este modo de
pensar y de vivir se llama «Islam». (Mawdūdī)
16 Entregarse sin freno a los deseos impide a los hombres
dedicarse a más nobles pensamientos. Pero dado que es- 21 Los enviados de todas las épocas no anunciaban sino el
tos instintos son innatos, es decir, destinados por el Crea- «Islam». Pero con el tiempo los hombres falsificaron es-
dor a la conservación de la especie, el Islam no aconseja tas revelaciones por intereses personales. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 3
94
22 Este es el elemento esencial de Islam: el acatamiento to- ciones que muchos se preguntaban por qué los incrédulos
tal de la voluntad de Dios. Lit. se lee: «He sometido mi y desobedientes gozan del máximo bienestar, mientras
rostro a Dios», que significa «Me he hecho musulmán». que los siervos obedientes sufren hambre y adversidades.
(Daryabādī) En estas aleyas se da la respuesta: Dios, dueño de todas
las riquezas, las da a quien le place. Los creyentes no
23 V. la nota 97 de 2:61 (N. del T.) deben afligirse, pues las riquezas no son la medida de la
estima o la amistad. Dos aleyas después se les dice a los
24 Fueron Profetas injustamente asesinados Abel, Zacarías fieles que no tengan por amigos a infieles acaudalados.
(v. Nuevo Testamento Mateo 23:34-35) y Juan Bautista (Mawdūdī)
(Nuevo Testamento, Mateo 14:1-12). (Yūsuf ᶜAlī)
29 El «bien» es la voluntad de Dios. El musulmán debe es-
Puede tratarse de una alusión a los judíos, aunque tam- forzarse por conocerla. Este conocimiento lo protegerá
bién a las autoridades del Imperio Romano que, aunque como un muro y no podrá alcanzarle mal ninguno. El mal
se declaraban cristianas, asesinaban a miles de seguido- no es lo opuesto a la voluntad divina. Consciente de ello,
res de otras confesiones cristianas monoteístas que afir- el musulmán no se rebelará contra lo que le causa dolor y
maban que Jesús fue realmente hombre, no Dios. Ma- preocupación. Nada acontece al azar. Y aunque no pode-
taron, pues, a personas que exhortaban a la verdad y a mos comprender del todo la voluntad divina, sí poseemos
la rectitud. De todas formas, el texto puede referirse a la fe inquebrantable de que todo es y será como debe ser.
muchos otros. (Quṭb) (Yūsuf ᶜAlī)
25 En realidad, solo hay un Libro de Dios, del que la Torá 30 El curso de las noches y los días, y la sucesión de la vida
de los judíos y el Evangelio de los cristianos son la parte y la muerte, apuntan a la obra de Dios. ¿Qué hombre afir-
preliminar. A los musulmanes se les ha revelado, final- maría que estos misteriosos ocurren al azar o que él los
mente, el Libro entero. (Quṭb) controla? (Quṭb)
26 Como se consideraban los elegidos de Dios creían que 31 Algunos creyentes de Medina mantenían relaciones de
entrarían en el Paraíso, fueran cuales fueren sus obras. alianza o confidenciales con los paganos de La Meca.
O que, en el caso de que tuvieran que pasar por el fuego, Esto ponía en peligro la cohesión y la fuerza de la comu-
sería solo por poco tiempo, pues les está reservado el Pa- nidad islámica. (Quṭb)
raíso eterno. De ahí que cometieran las peores iniquida-
des, sin inquietarse por las consecuencias, y acabaron ne- 32 Los musulmanes pueden relacionarse con los paganos si
gando la verdad, sin el menor temor a Dios. (Mawdūdī) estos no abrigan sentimientos hostiles. Las alianzas con
Estados no musulmanes no podrán dañar los intereses de
27 Estas palabras encierran una amenaza latente que pende los países islámicos. (Siddiqui)
sobre todos: los politeístas, los impíos, los judíos y los
cristianos, y también sobre quienes afirman ser musulma- 33 Esta aleya debe interpretarse en relación con la anterior.
nes, pero no ponen en práctica el Islam. (Quṭb) Por ello, la indicación de que Dios conoce también los
pensamientos ocultos estaría especialmente destinada a
28 Cuando se reveló esta azora (año 3 de la hégira), el Profe- los creyentes que desean en secreto mantener lazos de
ta y sus seguidores estaban sometidos a tan duras tribula- amistad con los paganos. (Paret)
El Corán I Azora 3
96
34 El Enviado es Muḥammad, comisionado para enseñar de una niña se dirigió en tono de disculpa a Dios, pues
a la humanidad que dar culto a Dios es entregarse a Su pensaba que no podría servir a Dios como un varón.
voluntad como el Profeta lo hizo en la manera en que él (Quṭb)
predicó. Adorar a solo Dios es la meta suprema de la vida
humana. Y el hombre conoce cómo hacerlo a través de la 37 Zacarías era el tío de María por línea materna, pues era el
revelación transmitida al Enviado. (Daryabādī) esposo de la hermana de Ana. (Daryabādī)
35 A partir de este punto se narra la historia de Jesús. Se Dios se la confió a Zacarías como recompensa a su entre-
narra el nacimiento de María, su madre, y el de Juan Bau- ga. Creció colmada de dones divinos, lo cual asombraba
tista, hijo de Zacarías. María e Isabel, madre del Bautis- al propio Zacarías, que era profeta. (Quṭb)
ta, descienden de ᶜImrān, cuya ascendencia se remonta a
Moisés y Aarón. (Yūsuf ᶜAlī) 38 María crecía bajo la especial protección de Dios, que le
procuraba sustento material y espiritual, y «la hizo crecer
El tema básico de esta azora es la unicidad de Dios. En con gran belleza». Según algunos evangelios apócrifos,
estas aleyas se rechaza la idea de que Jesús sea el Hijo de hasta los doce años se crió como una paloma en el Tem-
Dios. Se presenta de forma sencilla la historia de María plo. (Yūsuf ᶜAlī)
y de su nacimiento, así como el de Jesús, su misión y
los acontecimientos relacionados con ella. Jesús fue un 39 Zacarías no tenía descendencia y, ante una joven tan pia-
hombre que formó parte de la larga cadena de los profe- dosa y sumisa como María, creció en él el deseo de tener
tas, entre quienes los musulmanes no hacen distingos. El también un buen hijo. (Mawdūdī)
texto menciona a Adán y a Noé como personas concretas,
y a ᶜImrān y Abrahán, en cambio, como fundadores de 40 Se refiere a Juan Bautista, hijo de Zacarías. V. Nuevo
una estirpe (v. 2:124). El profetismo y sus bendiciones Testamento, Lucas 1:13-14. (Daryabādī)
no se heredan pues de padres a hijos, sino por pertenecer
a una misma confesión. (Quṭb) 41 En 3:59 se afirma que Jesús fue creado milagrosamente.
Dios dijo «hágase», y fue hecho. (Yūsuf ᶜAlī)
36 La madre de María hizo voto de consagrar a su hijo al
servicio del Templo, por lo que al ver que se trataba
El Corán I Azora 3
98
42 El objetivo es aclarar a los cristianos su error cuando con- palabra niega a su vez la divinidad de Jesús. ¿Cómo se
sideran que Jesús es hijo de Dios. El nacimiento extraor- le puede considerar Dios, Hijo y partícipe de la divinidad
dinario de Juan Bautista en el seno de la misma familia del Creador, si él mismo ha sido creado mediante una
no legitima una posible naturaleza divina y, por tanto, orden divina? (Siddiqui)
deslegitima la posible divinidad de Jesús (Mawdūdī).
47 Mesías (en árabe Masīḥ) es la forma hebrea y árabe
43 El término «elegido» aparece dos veces en esta aleya, y del griego khristos (Cristo), es decir, el Ungido. (Yūsuf
por buenas razones. Se refiere, en primer lugar, a María, ᶜAlī)
cuya infancia transcurrió al servicio de Dios en el Tem-
plo, a quien Dios sustentó, también de inusual manera, y 48 Con la fórmula «hijo de María» se subraya su condición
que estuvo exenta de todo tipo de faltas, tanto corporales humana. El Corán refuta constantemente tanto la divi-
como espirituales. Además, María fue elegida para tener nización cristiana de Jesús como las acusaciones judías
un hijo sin cohabitar con varón. Véase en el Nuevo Tes- contra él. (Daryabādī).
tamento Lucas 1:28. (Siddiqui). También en este pasaje
se inicia la preparación de María para su excepcional mi- 49 Al decir que será «uno de los predilectos» se afirma
sión de virgen y madre. que tampoco bajo este aspecto es Jesús un caso sin par.
(Daryabādī)
44 A pesar de todos sus magníficos dones, María es una cria-
tura mortal. María no es ni una diosa ni una semidiosa ni 50 La misión divina de Jesús duró tres años y a los treinta y tres
la madre de Dios. (Daryabādī) fue supuestamente crucificado. No obstante, en el Nuevo
Testamento (Lucas 2:46) se dice que de niño discutía con
45 Al quedar María huérfana del sumo sacerdote Yehoya- los letrados en el Templo y algunos evangelios apócri-
qim (Joaquín), los sacerdotes discutieron quién la toma- fos hablan de sus enseñanzas siendo aún niño de pecho.
ría bajo su protección. Zacarías (la paz esté con él) recla- (Yūsuf ᶜAlī)
mó este derecho, pero los demás se opusieron. Se decidió
echarlo a suertes con las cañas. Lanzaron al Jordán cañas, 51 Es decir, a Jesús. (Asad)
cada una con un determinado pasaje de la Torá. Todas
las cañas se hundieron, o fueron desviadas por la co- 52 Por «escritura» debe entenderse aquí la capacidad de leer
rriente, excepto la de Zacarías, que navegó aguas arriba. y escribir. (Quṭb)
(Daryabādī)
53 El milagro del pájaro de arcilla se cita en algunos evan-
La narración del Profeta de un acto desconocido, no des- gelios apócrifos. Adviértase que esta declaración brota
crito ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento, de- de los propios labios de Jesús. Jesús afirma aquí explí-
muestra la autenticidad de la revelación divina. (Quṭb) citamente que todos y cada uno de «sus» milagros son
milagros de Dios. (Quṭb)
46 El nacimiento de Jesús fue prueba visible de la infinita
omnipotencia divina, pues bastó la palabra «sé» para que 54 Jesús invita a los creyentes, pues, a adorar a Dios ―Se-
fuera concebido sin necesidad de varón. Pero esa misma ñor de él y de ellos― y no a él mismo. (Quṭb)
El Corán I Azora 3
100
55 Jesús también necesita quienes se alcen con él para pro- musulmanes, que lo consideran un Profeta, y los que lo
clamar la fe y para dejarla en herencia a las generaciones niegan. (Asad)
futuras. (Quṭb)
61 Los que hablan mal de Jesucristo y rechazan su santa
56 Según Asad —y lo han confirmado los rollos del Mar misión, así como los que maquinan intrigas contra él.
Muerto— es muy probable que en aquella época se lla- (Siddiqui)
mara así a los esenios, comunidad religiosa judía que
vivió en Palestina en tiempos de Jesús y a la que proba- 62 Es decir, que ambos tienen la misma esencia. Se rechaza,
blemente él mismo pertenecía. (Siddiqui) pues, el dogma cristiano de la divinidad de Jesús. V. tam-
bién 18:37; 22:5; 30:20; 35:11 y 40:67. (Asad)
57 V. la nota 238 a 2:128.
63 Así como Adán fue creado sin concurso de padre y ma-
Daryabādī trae aquí un comentario muy acertado del Dr. dre, con la simple orden «¡Sé!», así también fue creado
J. H. Bridges a esta aleya: «La fe de los musulmanes se Jesús, sin el concurso de un padre. (Siddiqui)
sintetiza en una sola palabra: Islam, que significa acata-
miento, sumisión y entrega de nuestra propia voluntad 64 Una vez disipadas todas las dudas acerca del nacimiento
a la voluntad suprema de Dios. Muḥammad aplicó este de Jesús, Dios indica a su Profeta que ponga fin a las dis-
término no solo a sus seguidores sino también a sus pre- putas sobre el tema. Debe ahora incitar a los poseedores
decesores judeo-cristianos. No existe mejor palabra para de la Escritura a suplicar, junto con los musulmanes, la
la religión de la humanidad». (N. del T.) maldición de Dios sobre los mentirosos. (Quṭb)
58 El creyente no solo proclama que cree en Dios y que ca- 65 En teoría, todos los seguidores de la Escritura están de
mina por la senda que Él ha señalado, sino también que acuerdo en estos tres principios. Las divergencias se pro-
toma como guía y modelo los dichos y hechos de su En- ducen en la práctica. Aparte de la errónea concepción
viado. Esta idea reaparece una y otra vez en la presente sobre la unidad de Dios, destaca el problema del sacerdo-
azora. (Quṭb) cio (muy importante entre los judíos), hombres que —en
calidad de sumos sacerdotes, papas, párrocos o brahma-
59 Este pasaje debe leerse en conexión con 4:157 y 158, nes— reclaman una posición de privilegio, fundada en su
donde se dice que Jesús no murió crucificado, sino que sabiduría o en su vida ejemplar, que les permite mediar
fue elevado hasta Dios. (Yūsuf ᶜAlī) entre Dios y los hombres. También entra en este capítulo
la veneración de los santos. Pero por muy piadosas que
60 El veredicto que afirmará la verdad sobre las disputas algunas personas sean, nadie, excepto Dios, puede prote-
entre quienes adoran a Jesús como «Hijo de Dios», los gernos ni reclamar dominio sobre nosotros. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 3
102
66 Judíos y cristianos entablaron interminables disputas jaban pasar una oportunidad para sacar provecho de tan
acerca de si la religión de Abrahán fue la judía o la cris- favorable disposición de ánimo. Proclamaban al inicio
tiana. (Siddiqui) del día su fe en el Islam, para negarla cuando el día toca-
ba a su fin. Los paganos y los recién conversos acababan
Dios se pronuncia contra la pretensión de los seguidores con la impresión de que algo no marchaba bien en esta
del Libro de ser los únicos herederos legítimos del pro- religión, pues gente tan ilustrada la abandonaba. (Siddi-
fetismo de Abrahán. De hecho, el profeta Muḥammad qui)
(la paz esté con él) seguía de todo corazón la religión de
Abrahán. (Quṭb) 71 En la época del Profeta, la paz esté con él, los judíos afir-
maban que no era pecado engañar a los gentiles ignoran-
67 V. 2:135 y las notas correspondientes. (N. del T.) tes y que incluso «su» Dios recomendaba que lo hicieran.
(Quṭb)
68 Muchos de los más instruidos seguidores de la Biblia
reconocieron en el fondo que Muḥammad (la paz esté 72 La ética islámica se apoya en el principio de que el mu-
con él) era aquel Profeta que sus antepasados habían sulmán tiene obligaciones, principalmente, frente a Dios.
preanunciado, y así lo confesaron abiertamente. Por eso Por ello procura, con la observancia de sus preceptos,
se les acusa repetidas veces en el Corán de ocultar la ver- conseguir su favor y evitar su enojo. Esto significa que
dad. (Mawdūdī) las normas morales, que deben poseer una perfección ab-
soluta, no pueden derivarse de los usos y costumbres de
69 V. también 2:42. la comunidad, porque estos podrían ser erróneos. Muy al
contrario, las directrices éticas deben proceder de Dios.
70 Los judíos hostiles, que gozaban de altísima reputación (Quṭb)
entre los árabes por sus conocimientos religiosos, no de-
El Corán I Azora 3
104
73 El profeta Muḥammad, la paz esté con él, siempre se con- 78 El Islam no pide nada excepcional ni ajeno a la condición
sideró un hombre sometido a Dios. Al igual que los profe- humana. Pide únicamente que vivamos de acuerdo con
tas que le precedieron, jamás se atribuyó atributos divinos. nuestra propia esencia y que armonicemos nuestra vo-
También es impropio del profeta inducir a los hombres a luntad con la voluntad divina. Su mensaje es universal.
divinizar a otros profetas o a los ángeles. (Quṭb) (Yūsuf ᶜAlī)
74 Todo este pasaje es una refutación de la doctrina cristia- 79 Incluso en el caso de que los hombres nieguen la verdad
na de la Trinidad. Jesús, la paz esté con él, jamás pudo y escapen al castigo en este mundo perecedero, ¿podrán
enseñar a los hombres, en su condición de profeta, que le hacerlo eternamente? ¡Qué necios quienes se imaginen
adoraran ni que le compararan bajo ningún aspecto con tal cosa! Todos ellos retornarán, sin excepción ninguna,
Dios. (Daryabādī) a Dios, y entonces serán castigados por su deslealtad.
(Siddiqui)
75 Y con él sus seguidores. (Daryabādī)
80 Se rechaza aquí la cómoda teoría de que todas las reli-
76 El texto se refiere inequívocamente al último Enviado de giones son iguales. Solo hay una línea recta entre dos
Dios, Muḥammad (la paz esté con él), pues ha sido él puntos. De igual modo, solo hay una religión verdadera.
quien ha dado testimonio de los profetas anteriores, ha (Daryabādī)
consumado su misión y ha dado fe de la veracidad de sus
mensajes. (Siddiqui) 81 El Islam no se limita a la confesión de los dos artículos
de su fe. La afirmación de que no hay ningún dios fuera
77 Entre Dios y sus enviados se ha establecido el pacto que de Dios debe ser seguida de su traducción en hechos,
describimos a continuación. Cada enviado o profeta cree- esto es, de la convicción de la unicidad de Dios. Asi-
rá cuanto Dios le transmita; lo confirmará otro enviado mismo, la afirmación de que Muḥammad es el Enviado
posterior, que apoyará a sus predecesores y seguirá su de Dios debe ser complementada con una vinculación
religión. Los enviados se obligan ante Dios a seguir la al camino de vida, esto es, la šarīᶜa que él ha traído, y
verdad y a no apartarse de ella, por lo que constituyen la fidelidad al Libro que ha dado a los hombres. Y todo
un modelo. Así se fue difundiendo la llamada de Dios ello ha de reflejarse en la vida cotidiana de las personas
entre todos los pueblos. En virtud de este acuerdo, la re- y en el orden social. Esto es el Islam, tal como Dios
ligión de Dios se halla a cubierto de la subjetividad, el lo quiere. Quien, tras haber experimentado el Islam tal
fanatismo o el nacionalismo. Desde este punto de vista, como Dios lo quiere, no se pliega a él, pasará a engro-
el pueblo de la Escritura incumplió su deber de creer en sar, en la vida futura, el bando de los desventurados.
el último Profeta (la paz esté con él) y de apoyarle. Al (Quṭb)
quebrantar su alianza con Dios, se opusieron al orden
global de la existencia. La religión de Dios es única. Es 82 Se refiere, una vez más, a que los letrados judíos que vi-
la religión seguida y transmitida por los profetas. Tam- vían en Arabia en la época de Muḥammad testificaron
bién es única la alianza que Dios concluyó con todos sus que era Profeta y que sus enseñanzas se identificaban con
enviados. Quien se aparta del Islam se aparta de todas las las de los profetas anteriores. Pero, a pesar de ello, lo
religiones verdaderas y rompe la alianza divina. (Quṭb) negaron y lo combatieron. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 3
106
83 El Islam mantiene siempre abierta la puerta de la conver- judíos que al principio todos estos alimentos eran lícitos.
sión en esta vida. Solo tienen que llamar y, si mantienen Cuando, pues, Dios permite estos alimentos a los musul-
su promesa de hacer el bien, habrá quedado demostrado manes, se retorna a la situación de origen. (Quṭb)
que su arrepentimiento es sincero. (Quṭb)
87 La construcción originaria de la Caaba se remonta a
84 Porque no sienten remordimiento y tienen profundamen- Abrahán e Ismael (v. también 2:125 y ss..), por lo que es
te enraizada su incredulidad. Es inaceptable el arrepenti- muy anterior a la del Templo de Salomón en Jerusalén.
miento de los que siguen rechazando con obstinación la Por tanto, la institución de La Meca como alquibla para
fe. (Daryabādī) los seguidores del Corán no significa en modo alguno
una ruptura con la tradición abrahámica, antes bien, el
85 Para probar que la caridad es sincera se debe dar lo que se restablecimiento de la vinculación directa con el patriar-
tiene en gran estima. Cuando alguien sacrifica la propia ca. (Asad)
vida por una buena causa, entrega lo máximo que puede
dar. Cuando una persona emplea todas sus energías en fa- La Caaba es la primera Casa alzada en la tierra para el
vor de algo, cuando pone todos sus conocimientos al ser- culto de Dios. (Quṭb)
vicio de otros, hace la segunda mayor ofrenda posible. Si
alguien da sus posesiones, también hay aquí un donativo 88 Aunque construida en un lugar yermo, Dios ha provisto
auténtico, pues son muchos los que aprecian estas cosas pródigamente a sus moradores de todas las cosas nece-
por encima de todo lo demás. No hay ni una sola acción sarias para la vida. Desde su construcción hasta la pro-
desinteresada, por insignificante que pueda parecer, que clamación del Islam, el lugar fue un remanso de paz y
pase desapercibida a los ojos de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) de seguridad, mientras que en todo el territorio arábigo
imperaban las turbulencias. Se había estipulado, además,
El Corán advierte a los fieles que no cabe pensar que su en toda Arabia, que durante cuatro meses al año no se
fe en Dios sea perfecta si no tienen los ojos abiertos para librarían combates en la Caaba y su entorno. (Mawdūdī)
ver las necesidades materiales de su prójimo. (Asad)
89 Dios no necesita ni la fe ni la peregrinación de los hom-
V. también 2:167. bres. Creer y servir a Dios es cosa que redunda exclusi-
vamente en interés humano. (Quṭb)
86 Antes de la revelación de la Torá los israelitas podían con-
sumir todo tipo de alimentos, salvo los que Israel —es de- La peregrinación es una de las cinco columnas del Islam.
cir, Jacob, la paz esté con él— se vedó por voluntad propia (Siddiqui)
durante una convalecencia al prometer a Dios que renun-
ciaría voluntariamente a sus viandas preferidas, a saber, la 90 Él es testigo de todas las acciones humanas, de todos
leche y la carne de camello, a cambio de recuperar la salud. nuestros sufrimientos, de todas nuestras motivaciones. Si
Dios aceptó su promesa y sus descendientes lo secundaron. no es el amor a Él, al menos el temor y la conciencia de
Otros alimentos fueron vedados a los israelitas como cas- su omnipresencia deberían movernos a llevar una vida
tigo por su desobediencia. En este pasaje se recuerda a los acorde con la dignidad humana. (Daryabādī)
El Corán I Azora 3
108
91 Alude al intento de los judíos y los cristianos de «demos- Pero, en la práctica, esto solo es posible con el auxilio de
trar» que Muḥammad ha copiado de la Biblia las ideas un poder social. (Siddiqui)
fundamentales del Corán, aunque fuera de contexto para
convertirlas en cimiento de sus propios y «ambiciosos» El poder del Estado es el que debe asumir esta tarea. Está
planes. (Asad) al alcance de cualquier individuo llamar a la salvación,
pero ordenar y prohibir solo puede hacerlo la autoridad
92 V. también 2:109. (N. del T.) suprema de un país. (Quṭb)
93 En persona mientras vivió en la tierra y en espíritu, des- 98 La sociedad musulmana ideal es feliz porque exhorta al
pués de su muerte, a través de sus dichos y sus hechos, la bien, ordena lo que es recto y prohíbe lo que es falso.
Sunna. Es imposible volver a una religión falsa mientras (Yūsuf ᶜAlī)
existan el Corán y la Sunna. Muy al contrario, todos los
hombres deberían querer convertirse en musulmanes rec- 99 Se refiere a las comunidades que recibieron de los en-
tos y justos. (Daryabādī) viados de Dios enseñanzas claras, pero, al cabo de cierto
tiempo, se dividieron en sectas y se enzarzaron en deba-
94 Lit: «Temed a Dios como es debido». tes carentes de sentido. (Mawdūdī)
El temor y la sumisión a Dios son los dos pilares en los En la sociedad islámica son inimaginables los enfrenta-
que descansa la comunidad islámica. (Quṭb) mientos sobre las doctrinas fundamentales del Islam. No
obstante, el Islam alienta la diversidad en cuestiones de
95 El vínculo con Dios es el género de vida por Él prescrito. detalle, pues ofrece a los entendidos estímulo para que
Es un vínculo, porque mantiene a los fieles unidos con analicen cuestiones no contempladas en el Corán y la
Dios y, al mismo tiempo, agrupa y cohesiona a la comu- Sunna. El Profeta (la paz esté con él) prometió una re-
nidad. (Mawdūdī) compensa a quien se dedique a esta tarea, incluso si sus
conclusiones no son acertadas. (Siddiqui)
96 El texto se refiere a la terrible situación en que se encon-
traban los árabes y de la que fueron rescatados por el Is- 100 Dios nunca es injusto con los hombres y por eso les señala el
lam. En la época anterior a la predicación de Muḥammad camino recto y les previene por anticipado de que se les pe-
las tribus estaban divididas en bandos enfrentados y no dirán cuentas. Por tanto, si alguien, después de ser amones-
sentían respeto por la vida humana. (Mawdūdī) tado, sigue sendas descarriadas, es injusto consigo mismo.
(Mawdūdī) No hay nada de caprichoso, sino justicia absoluta
97 Mientras que las aleyas 101 a 103 hablan a los musul- en el hecho de que Dios castigue a sus criaturas. (Daryabādī)
manes de sus responsabilidades islámicas como indivi-
duos, esta lo hace de su responsabilidad social. No pue- 101 V. 2:210.
den alcanzarse los objetivos perseguidos por el Islam si
la sociedad no es temerosa de Dios y libre de abusos y Esta aleya tiene una significativa cohesión con las pre-
corruptelas. Abū Hurayra cuenta que el Enviado de Dios cedentes. Desde la aleya 104 a la 107 se describen los
(la bendición y la paz estén con él) dijo: «Si alguno de éxitos y la felicidad de los creyentes y el fracaso y la
vosotros nota un acto deplorable, debe cambiarlo con sus frustración de los incrédulos. En la aleya 108 Dios afirma
propias manos; si le resulta imposible, entonces con la que Él no trata injustamente a sus criaturas, pero que és-
palabra; si tampoco así puede, debe rechazarlo en su co- tas cometen tales faltas que deben ser castigadas según la
razón: y ésta es la forma más débil de la fe». (Muslim) ley. (Siddiqui)
El Corán I Azora 3
110
102 La comunidad islámica debe reconocer su misión y su tirse al Islam. Él le contestó: «Has abrazado el Islam con
posición. También debe ser siempre capaz de ofrecer a todas las virtudes que antes habías practicado». (Muslim)
las demás comunidades lo que ella posee: una fe, un sis- (Siddiqui)
tema, una moral y un conocimiento rectos. (Quṭb)
108 A quienes no creen en el profeta Muḥammad (la paz y
Sobre la comunidad musulmana recae la responsabilidad la bendición de Dios estén con él) se les recuerda que
de la salud moral de toda la humanidad. La distinción rechazan la verdad solo movidos por sus intereses ma-
meramente platónica entre el bien y el mal no tiene para teriales y los de sus hijos, pero no deben olvidar que el
el Islam ningún valor. Del musulmán se espera siempre día de la Resurrección nada de ello les servirá de ayuda.
que promueva lo justo y erradique lo falso para que la (Siddiqui)
humanidad pueda vivir en paz. (Siddiqui)
109 La esencia de la limosna es la fe y el amor. Esperas que
103 (Los judíos) solo contarán con el amparo de otras comu- obras falsamente caritativas den fruto, pero la helada des-
nidades cuando retornen a la concepción de Dios como truye tus esperanzas. En tu desesperación acusas al ciego
Señor de toda la humanidad y renuncien a la idea (que destino, incluso a Dios. Mas las calamidades no proceden
levanta una barrera entre ellos y todos los demás mono- de Dios, sino de ti mismo. (Yūsuf ᶜAlī)
teístas) de que son «el pueblo elegido de Dios». (Asad)
110 Algunos comentaristas piensan que se refiere a los no
104 V. 3:21. (N. del T.) musulmanes, pero ello estaría en claro desacuerdo con
60: 8-9, donde se permite expresamente a los fieles man-
105 Lit.: «Es una comunidad leal»: alusión a los seguidores tener relaciones de amistad con no musulmanes que no
de la Biblia que son verdaderos creyentes (v. aleya 110). sean hostiles al Islam. En realidad alude a quienes mues-
(Asad) tran un comportamiento hostil frente al Islam y la comu-
nidad islámica. (Ṭabarī)
106 ¡Qué imagen tan luminosa de los verdaderos creyentes
seguidores de la Escritura! Su fe era sincera. Creían en 111 El musulmán se protege de la perfidia, pero no actúa pér-
Dios y en el Último Día y se esforzaban por mantenerse fidamente. Se muestra precavido frente al odio, pero no
a la altura de esta fe. También, al igual que los musulma- odia a nadie, salvo cuando combaten su religión o inten-
nes, prescribían el bien y rechazaban el mal, y buscaban tan apartarle de la senda de Dios. En estos casos se le
la conducta recta. (Quṭb) exige luchar (Quṭb)
107 Hakim b. Hizam cuenta que preguntó al Enviado de Dios 112 V. 3:23 y 2:14.
(la paz y la bendición de Dios estén con él) qué ocurría
con las buenas obras que había realizado antes de conver-
El Corán I Azora 3
112
113 Esta aleya se refiere a la batalla de Uḥud, dura prue- 115 El agradecimiento a Dios no se mide con palabras. Debe
ba para la joven comunidad islámica. Marcharon so- demostrarse en la conducta. Si los musulmanes hubieran
bre Medina casi 3.000 paganos seguros de la victoria. entonces extraído de la victoria de Badr la lección correc-
El Profeta quiso mantenerse al abrigo de la muralla y ta, los arqueros no habrían abandonado sus puestos en la
adoptar una actitud defensiva. Pero los musulmanes más batalla de Uḥud. (Yūsuf ᶜAlī)
jóvenes insistían en salir al encuentro de las fuerzas in-
vasoras. Apenas salieron de los muros de Medina, los 116 Lit.: «Cortar una franja de los paganos». La frase puede
hipócritas (unos 300 en total) desertaron de las filas de significar que los jefes de los asociadores de La Meca
los musulmanes y otras dos divisiones más comenzaron que habían acudido con tanta seguridad a aniquilar a los
a vacilar. El Profeta decidió tomar posiciones al pie del musulmanes tuvieron que regresar con las manos vacías.
monte Uḥud. En las primeras horas de la mañana del 7 Su abyecta conducta abrió los ojos a algunos de los que
de šawwāl del año 3 de la hégira (enero del 625 d.C.) habían combatido en el bando de los mequíes, que descu-
habían ocupado ya sus puestos de combate entre 700 y brieron entonces su verdadera catadura. Alguno abrazó el
1.000 musulmanes. Los enemigos comenzaron a ceder. Islam y llegó a ser un célebre caudillo musulmán. (Yūsuf
Pero entonces, en contra de las órdenes recibidas, los ᶜAlī)
arqueros musulmanes apostados en los pasos abandona-
ron sus puestos para participar en la persecución de los 117 Con esta aleya se restablece la referencia a Uḥud, in-
enemigos que huían. El enemigo se aprovechó del vacío terrumpida en la aleya 120. El Profeta se sentó, herido,
creado y los hombres de La Meca hicieron valer su su- se limpió el rostro cubierto de sangre y reflexionó triste-
perioridad numérica. Cayeron muchos musulmanes. En- mente sobre el destino que le esperaba a su pueblo des-
tre los caídos estaba el valeroso Hamza, tío paterno del obediente, y dijo: «¿Cómo puede prosperar una comuni-
profeta. El Enviado de Dios fue herido. A pesar de ello, dad que trata así a su profeta que clama a su Señor?». Y
al día siguiente contraatacó acompañado por otros mu- entonces le fue revelada esta aleya. (Daryabādī)
chos musulmanes, también heridos, pero enardecidos
por su ejemplo. Ante tan firme determinación, el ejército Uḥud encierra una lección de aún mayor importancia en
mequí emprendió la retirada. Medina se había salvado nuestros días. Si tenemos fe, somos obedientes y nues-
y los musulmanes aprendieron una lección de fe y de tra conducta está inspirada por un espíritu recto, nunca
perseverancia. (Yūsuf ᶜAlī) nos faltará la ayuda de Dios. Pero nuestros adversarios y
quienes creemos que lo son también deben gozar de esta
La idea que subyace a esta aleya es que los malévolos misericordia, pues acaso haya en ellos un bien que Él ve
planes de los enemigos no prevalecerán sobre los musul- y nosotros no. (Yūsuf ᶜAlī)
manes si estos se muestran firmes frente a las dificultades
y cumplen sus deberes para con Dios. (Siddiqui) 118 V. también 2:275. La causa principal de la derrota de
Uḥud fue el ansia de riquezas. La codicia del botín do-
114 La batalla tuvo lugar el 17 de ramadán del año 2 de la minó a los musulmanes y, en vez de perseguir la victoria
hégira (11 de marzo del 624 d. C.) (Siddiqui) completa, se precipitaron sobre los bienes de los enemi-
gos abatidos. (Mawdūdī)
La ayuda de Dios fue portentosa. Los asociadores con-
taban con cerca de 1.000 hombres fuertemente armados, 119 Algunos afirman que esta aleya solo prohíbe la multi-
dispuestos a defender sus riquezas, y ansiosos por vengar plicación de los intereses, pero no el interés moderado
su orgullo herido. Los musulmanes no pasaban de 300, (entendiendo por tal del 4,5% al 8%). Pero la alusión a la
ligeramente armados, que no habían salido con el propó- multiplicación es aquí un simple recurso estilístico. Tam-
sito de librar una batalla, sino para interceptar el paso a bién la aleya 2:275 prohíbe categóricamente todo tipo de
una caravana. (Quṭb) cobro de intereses. (Quṭb)
El Corán I Azora 3
114
120 El imán Rāzī ofrece la mejor explicación de la conexión 124 Aquí se refuta la doctrina cristiana según la cual el poder
de esta aleya con el tema tratado en las aleyas prece- de perdonar los pecados está en manos de Cristo y de los
dentes: los politeístas de La Meca habían empleado sacerdotes de la Iglesia. (Daryabādī)
los recursos obtenidos mediante la usura en el equi-
pamiento de una poderosa fuerza de combate. Tal vez 125 La religión islámica es consciente de las debilidades hu-
esta conducta podía mover a los musulmanes a seguir manas. No excluye a los infractores de la gracia divina
su ejemplo. Para cortar de raíz la tentación, el Corán re- cuando realizan una acción vergonzosa, mientras perma-
pite aquí de nuevo la prohibición del cobro de intereses. nezca en ellos una chispa de fe. El pecador no está perdi-
(Siddiqui) do si piensa en Dios, se somete a Él y no se rebela contra
la voluntad divina. (Quṭb)
121 Los hombres rectos se dan generosamente a sí mismos y
comparten sus bienes cuando sus negocios prosperan y, 126 Tras la espléndida victoria de Badr, un revés tan inespe-
también, cuando atraviesan una situación difícil. No se rado provocó una auténtica convulsión. (Quṭb)
inquietan en los infortunios ni sienten acritud si otros se
portan mal o si fracasan sus proyectos. Al contrario, re- 127 Con las pruebas a que somete Dios a los fieles a través de
doblan sus esfuerzos, porque la generosidad y las buenas las alternancias de prosperidad y adversidad quiere ense-
obras son más necesarias aún en tiempos calamitosos. ñarles a conocerse mejor. (Quṭb)
(Yūsuf ᶜAlī)
128 El término šuhadāͻ (sing. šāhid) significa mártir y, tam-
122 Los hombres rectos no hacen reproches. Incluso cuando bién, «testigo». (Asad)
el reproche está justificado y es necesaria una corrección,
perdonan y disculpan las faltas ajenas. (Yūsuf ᶜAlī) Dios quiere mostrar así a la humanidad cómo los que son
sinceros están dispuestos a entregar la vida por la causa
Solo bajo el influjo del temor y del amor de Dios es posi- divina. Y Dios los distingue con el privilegio del marti-
ble dominar la ira. La ira es un peso que oprime el cora- rio. (Siddiqui)
zón. El perdón lo libera de este peso y trae la paz interior.
Dios ama a los magnánimos. (Quṭb) 129 El Profeta (la paz y la bendición de Dios estén con él) no
pretendía enfrentarse al enemigo fuera de la protección
123 El Corán quiso someter a la comunidad musulmana a un de Medina, pero algunos de sus compañeros, que no ha-
proceso de saneamiento del alma. Por eso, entre otras co- bían tomado parte en el combate de Badr, lo presionaron
sas, prohíbe la usura, fomenta el tributo social voluntario para que presentara batalla en campo abierto. En esta ale-
y anima a reprimir la ira, a realizar buenas obras, a la ya se les recuerda que su poder y sus éxitos no dependen
purificación de los pecados y a la súplica constante de de su voluntad de autosacrificio, sino de la fortaleza de su
perdón. (Quṭb) fe en Dios. (Daryabādī)
El Corán I Azora 3
116
130 Durante la batalla de Uḥud se propagó el rumor de que el 134 La derrota de Uḥud proporcionó a los negadores, los hi-
Enviado de Dios había muerto. Cuando, ocho años más pócritas y los judíos hostiles de Medina terreno abonado
tarde, el Profeta falleció de muerte natural, Abū Bakr re- para sus intrigas. (Quṭb)
cordó al pueblo con esta aleya que Dios, cuyo mensaje él
había transmitido, vive eternamente. (Yūsuf ᶜAlī) 135 Ante tal situación, algunos musulmanes indecisos aca-
riciaban la idea de solicitar la amnistía. Pero se les re-
El apóstata se daña a sí mismo al apartarse del camino cuerda que Dios es el mejor de los auxiliadores y el más
recto y tendrá que cargar con una secuela de aflicciones. poderoso de los protectores. (Siddiqui)
(Quṭb)
136 Se refiere a la medrosa conducta del ejército mequí. Tras
131 A cada persona se le ha concedido un tiempo de vida li- su aparente victoria en Uḥud, en vez de marchar sobre
mitado. Ni el temor a la muerte puede prolongar la exis- Medina, se apresuraron a retroceder a La Meca. De he-
tencia ni el valor la puede acortar. (Quṭb) cho, fueron los musulmanes quienes los persiguieron.
El ejército «victorioso» en retirada perseguido por los
Lo que debe preocuparnos no es cómo evitar la muerte, musulmanes derrotados y heridos debió proporcionar sin
sino cómo emplear del mejor modo posible el tiempo que duda un espectáculo insólito. (Daryabādī)
se nos ha concedido en este mundo. (Mawdūdī)
137 Se refiere a la fase inicial de la batalla de Uḥud, cuando
132 El ejemplo citado tiene validez general. Pretende expli- los musulmanes llevaban ventaja, los coraixíes comen-
car a los musulmanes la conducta de otros creyentes que zaron a ceder y era previsible la victoria de los fieles.
les han precedido para mostrarles que en todas las reli- (Siddiqui)
giones las duras pruebas fueron la norma. (Quṭb)
138 Se refiere a los arqueros a los que les había encomenda-
133 Estas palabras reflejan la humildad de los compañeros do el Profeta la tarea de vigilar los pasos de la montaña.
del Profeta. Estos abandonaron los puestos que el Profeta (Siddiqui)
les había señalado con la expresa indicación de no aban-
donarlos bajo ninguna circunstancia. Lo hicieron cuando V. también 3:121. (Yūsuf ᶜAlī)
creyeron que los suyos habían alcanzado una clara victo-
ria y ya no tenían por qué seguir vigilando. Su error causó 139 Aquel descuido habría significado la derrota total de los
un grave daño a todo el ejército. Ellos confesaron su falta y musulmanes, si Dios no les hubiera perdonado. Los co-
suplicaron a Dios que les concediera perdón por su pecado. raixíes se retiraron, a pesar de su victoria, sin razón apa-
(Siddiqui) rente. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 3
118
140 Tras el abandono de los arqueros, los musulmanes retro- conduce a él. En caso contrario no existiría libre albedrío.
cedieron y buscaron refugio en la montaña renunciando (Asad)
al botín y poniendo en peligro sus vidas. (Yūsuf ᶜAlī)
146 Podría tratarse de una alusión a la debilidad de los ar-
141 Los hipócritas habían abandonado el campo de bata- queros. Pero, al mismo tiempo, debe considerarse este
lla. Probablemente formaban parte del grupo que había pasaje como una descripción general del alma pecadora
aconsejado defender Medina desde las murallas en vez que, expuesta a tentaciones, es camino despejado para el
de salir osadamente a enfrentarse al enemigo en campo diablo. (Quṭb)
abierto. (Yūsuf ᶜAlī)
147 Nada acontece sin la aquiescencia divina. Si Dios quie-
142 Los hipócritas no estaban dispuestos a asumir respon- re que mueras, no te librarás de la muerte quedándote
sabilidades morales por los acontecimientos de Uḥud y en tu casa. Si es su voluntad que sigas viviendo, el peli-
afirmaban no haber participado en la planificación de la gro a que te expones por una causa justa te dará gloria.
batalla. Hacían, pues, responsable al destino. (Siddiqui) Si es su voluntad que en este peligro pierdas la vida,
puedes afrontarlo serenamente porque: 1) Morir en el
143 La batalla de Uḥud permitió distinguir a los musulmanes cumplimiento de tu deber es un medio para conseguir la
sinceros de los hipócritas, clarificación particularmente misericordia divina; 2) el creyente sabe que no va a un
necesaria en aquellas circunstancias, pues los hipócritas país desconocido, sino que viaja hacia las cercanías de
suponían una amenaza constante en el seno de la comuni- Dios; 3) va a «reunirse» ante Dios con otros, es decir,
dad islámica. Además, aquellos sufrimientos purificaron va al encuentro de los seres que ama en la fe. (Yūsuf
los corazones de los musulmanes y se vio claramente que ᶜAlī)
es en la adversidad donde se demuestra el temple de las
personas y se pone a prueba su sinceridad. (Siddiqui) 148 Nótese el hermoso matiz literario: a primera vista sería
de esperar la segunda persona («cuanto habéis podido
Dios conoce los secretos del corazón y desea descubrir- amasar»). Pero adviértase que mientras que la primera
los, en especial, a sus propios dueños, pues incluso ellos parte de la oración alude a los creyentes, la tercera per-
los ignoran hasta que algo sucede y se desvelan. (Quṭb) sona de la segunda mitad concierne solo a los incrédulos.
(Yūsuf ᶜAlī)
145 Esta aleya ilustra una importante enseñanza coránica que
puede resumirse del siguiente modo: el «influjo satáni- Quien muere por la causa de Dios obtiene una recompen-
co» no es, en términos estrictos, la verdadera causa de sa mucho más valiosa que los beneficios materiales que
los pecados del hombre. El pecado está condicionado por podría tal vez haber acumulado en el curso de una vida
una previa disposición anímica en los individuos, que los más prolongada en la tierra. (Siddiqui)
El Corán I Azora 3
120
149 El carácter extraordinariamente afable de Muḥammad le aplicar la misma medida que a una criatura inferior. 4) A
granjeaba el amor de todos. Entre los calificativos que los ojos de Dios hay personas de diferente rango y debe-
se le aplican figura el de «una misericordia para toda la mos aprender a conocer y respetar esta jerarquía. Si con-
creación». Nunca fue tan valiosa esta misericordia con fiamos en una personalidad dirigente no podemos poner
las debilidades humanas como en los momentos adver- en duda su honorabilidad sin graves razones para ello. Y
sos. (Yūsuf ᶜAlī) si no es una persona honorable, no debe ocupar puestos
dirigentes. (Yūsuf ᶜAlī)
El Profeta jamás golpeó a nadie en toda su vida. Jamás
fue el primero en retirar la mano a nadie. Fue el más cui- 154 El imán Aḥmad narra que el Profeta envió a un hombre
dadoso protector de sus protegidos, el hombre más afable a cobrar la contribución fiscal. A su regreso, este dijo:
y agradable en la conversación. Quien le veía se sentía «Esto es para vosotros y esto otro me lo han regalado
súbitamente henchido de un sentimiento de veneración; a mí». Entonces el Profeta (la paz esté con él) subió al
quien se acercaba a él lo amaba. (Daryabādī) púlpito y dijo: «¿Qué está pasando con algunos recauda-
dores? Los enviamos a recaudar y vuelven diciendo: Esta
150 Con esta frase lapidaria el Corán define el principio bá- parte es vuestra y esta otra me la han reglado a mí. Que
sico de todo buen gobierno. Uno de los pilares de la so- se quede en su casa, a ver si recibe algún regalo». Este
ciedad islámica es la sura (deliberación). La plasmación ḥadīṯ y otros parecidos, además de la aleya coránica
concreta de la sura depende de las circunstancias y de aquí comentada, ejercieron una profunda influencia en la
las condiciones sociales. (Quṭb) comunidad islámica y multiplicaron las conductas admi-
rables. (Quṭb)
151 Todos los comentaristas competentes están de acuerdo en
que esta prescripción, aunque dirigida en primer término 155 El privilegio de que Dios suscite un profeta «de entre los
al Profeta, se puede aplicar a todos los musulmanes de vuestros» solo puede atribuirse a la sobreabundancia de
todos los tiempos. De su formulación concluyen algunos la gracia divina. Siendo el Enviado «de su estirpe», la re-
eruditos que, si bien los dirigentes de las comunidades lación de los creyentes con el Profeta es de alma a alma.
tienen el deber de recabar consejo, gozan de libertad para (Quṭb). V. también 2:151. (Yūsuf ᶜAlī)
seguirlo o rechazarlo. Sin embargo, según un ḥadīṭ trans-
mitido por ᶜAlī ibn ͻAbī Ṭālib, cuando se le preguntó por 156 Esta aleya encierra un vasto contenido ya explicado en
el sentido del término ᶜazm («tomar una decisión acerca la azora 2, pero es justamente en este contexto donde co-
del curso de una acción») en el texto anterior, respon- bra sentido la función del Profeta como Enviado de Dios.
dió: «Consultar con personas bien informadas y seguir su La mejor demostración de la gracia de Dios en favor de
consejo». (Asad) la humanidad es haber enviado al género humano un Pro-
feta que la ha conducido desde las tinieblas de la ignoran-
152 El verdadero agente es Dios, quien vincula los efectos a cia a la luz de la fe en Dios. (Siddiqui)
sus causas según su voluntad. Por esta razón pide a los
hombres que cumplan su deber y, en la medida en que lo 157 Esta aleya pretende superar el desconcierto que la derrota
hacen, Él determina las consecuencias. El hombre actúa de Uḥud había sembrado en el ánimo de los musulma-
de acuerdo con su capacidad, pero el resultado de sus nes sencillos, que creían que los paganos jamás podrían
acciones depende de la voluntad de Dios, que no necesa- vencerlos, porque el Profeta estaba a su lado y contaban
riamente está sometido a la ley de causa-efecto. (Quṭb) con la ayuda divina. Aquí se les dice que fueron ellos los
culpables del desastre: «Es el resultado de vuestras debi-
153 Por encima de las circunstancias históricas, revisten va- lidades y vuestras faltas; no habéis mostrado paciencia;
lor permanente los principios insertos en este episodio: habéis hecho cosas contrarias la piedad; no habéis obe-
1) Los hombres sumisos a Dios no actúan por motivos decido las órdenes de vuestros jefes; habéis sido víctimas
viles. 2) Quien lo hace, por su vileza, no obtendrá ganan- de la codicia y os habéis dispersado. ¿Y aún preguntáis
cia alguna; 3) A una persona sumisa a Dios no se le puede de dónde viene este desastre?». (Mawdūdī).
El Corán I Azora 3
122
158 Los hipócritas invocaban precaución, cuando lo suyo era 161 Algunos especialistas opinan que las aleyas 172-175 re-
simple cobardía. No buscaban el bien de la comunidad, cuerdan el fracaso de la expedición de Ḥamrāͻu-l-Asad
sino su propio provecho. Proclamaban ser musulmanes, el día siguiente de la batalla de Uḥud; otros ven aquí una
pero estaban en realidad más cerca de los infieles. Si no alusión a otra expedición del Profeta conocida como «el
les movía la piedad, habrían podido al menos contribuir a Pequeño Badr»; y hay, en fin, quienes entienden que la
la defensa de Medina, luchando, como todo buen ciuda- aleya 172 se refiere a la primera de estas dos expedicio-
dano, para proteger sus hogares. (Yūsuf ᶜAlī) nes y las aleyas 173-175 a la segunda. (Asad)
159 Además de quedarse atrás, después de la batalla intenta- 162 Sin haberse visto afectados por el mal moral derivado del
ron sembrar tribulación entre los familiares y amigos de debilitamiento de la fe: alusión a lo que les había aconte-
los mártires. Convertían su deserción en sabiduría. Más cido a muchos musulmanes en Uḥud. (Asad)
aún: pretendían poner en duda la concepción islámica de
la determinación divina y de la inevitabilidad de la muer- 163 Una de las preocupaciones principales del Profeta era
te. (Quṭb) que los hipócritas pudieran entorpecer, con sus cons-
tantes manipulaciones, el avance del Islam. Esta aleya
160 Es un hermoso pasaje sobre los mártires por la causa de aquieta sus temores. (Daryabādī)
la verdad. No están muertos: viven, y viven en un sentido
más sublime y profundo, pues la suya es la vida verda- 164 La aleya quiere decir: «Como esta gente se inclina
dera. Nuestra vida terrena se sustenta de alimentos ma- a rechazar la verdad, la libertad de acción que les he-
teriales, pero aquella lo hace de la inefable presencia y mos concedido no les producirá provecho sino que, por
cercanía de Dios. V. también 2: 154. (Yūsuf ᶜAlī) el contrario, hará que aumente su inclinación al pecado».
V. también 14:4. (Asad)
El Corán I Azora 3
124
165 Someter a prueba a los rectos a través de las adversidades burlaba y le decían: «Así que Dios es pobre y nosotros
y a los malvados a través del disfrute es parte del plan ricos». (Yūsuf ᶜAlī)
universal basado en el libre albedrío. (Yūsuf ᶜAlī)
171 Acerca de la expresión «injustamente asesinados»,
166 El hombre ha sido creado para ser el representante de v. también 3:21 y 3:112. (Yūsuf ᶜAlī)
Dios en la tierra y para eso no precisa conocer lo que le
ha sido ocultado. Para comunicar al hombre lo que debe 172 V. 2: 95. (Yūsuf ᶜAlī)
hacer y sacarle de las tinieblas, Dios eligió a sus profetas.
(Quṭb) Qurban: ofrenda sacrificial. Si es un animal, se denomi-
nará «sacrificio»; si es un objeto vegetal, se denominará
Los hipócritas decían: «Si Muḥammad es profeta, debe «oblación»; si es una bebida o líquido alimenticio se de-
decirnos quién cree sinceramente y quién no». En res- nominará «libración». (Mullá)
puesta a este reto, Dios declara que nadie, salvo Él, co-
noce plenamente lo oculto. Hay, no obstante, unos pocos 173 Los holocaustos tuvieron una gran importancia en la ley
elegidos por medio de los cuales comunica su «volun- mosaica, pero no es cierto que esta prescriba como prue-
tad». (Siddiqui) ba de la credibilidad de un profeta el que haga descender
fuego del cielo sobre la víctima del sacrificio. Para los se-
167 Nótese la universalidad del Islam: incluso aquí se reco- guidores de Jesús y de Muḥammad ya no son necesarios
mienda creer en los profetas (en plural) y no solo en el los sacrificios en su sentido mosaico. (Yūsuf ᶜAlī)
último de ellos. (Daryabādī)
174 En la época en que Juan Bautista y Zacarías fueron eje-
168 Se descubre aquí otra cualidad negativa de los hipócritas: cutados, cuando Jesús clamaba: «¡Jerusalén, Jerusalén,
aman las riquezas y las posesiones terrenas y las amasan la que mata a los profetas y apedrea a los que le son en-
en vez de emplearlas en la causa de Dios. Su pecaminosa viados!» (Mateo 23:37), todavía estaba en pie el segundo
actitud brota de una concepción distorsionada del mun- Templo y los holocaustos formaban parte de los ritos co-
do. El universo entero, con todo cuanto encierra, pertene- tidianos; por consiguiente, los judíos no podían negar a
ce a Dios; por tanto, todas las riquezas que los hombres los profetas argumentando que no cumplían lo prescrito
poseen son un bien que Dios les ha confiado. (Siddiqui). en la ley mosaica. (Asad)
169 A las riquezas o posesiones materiales solo se las puede 175 Nótese que en el Islam la muerte es un fenómeno tan na-
considerar propiedad nuestra en el breve curso de nuestra tural como la vida. La muerte existía en la tierra mucho
existencia terrena: luego pasan a nuestros herederos y a antes de que apareciera el hombre en ella y no tiene nada
los herederos de nuestros herederos o, si no los hubiera, que ver con el «pecado original» de Adán. (Daryabādī)
a manos del Estado. Por esta vía, todo lo que se nos da es
un bien que se nos confía y que, al final, retorna a Dios, a 176 Esta sentencia encierra un doble mensaje de consuelo y
quien pertenece todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. de advertencia. El creyente se siente consolado porque se
(Yūsuf ᶜAlī) le recuerda que se acabarán todas sus preocupaciones y
gozará de las delicias del Paraíso. Pero para los paganos
170 Cuando el Profeta recogía donativos para cubrir las nece- encierra una advertencia: serán castigados por las trasgre-
sidades de la comunidad musulmana había gente que se siones que cometieron en su vida en la tierra. (Siddiqui)
El Corán I Azora 3
126
177 No son las riquezas y las posesiones (o su ausencia) los 179 El sacerdocio privilegiado manipula la verdad toman-
únicos medios para someternos a prueba. También lo es do de ella lo que le place e ignorando el resto. (Yūsuf
nuestra fe: debemos soportar en silencio numerosas veja- ᶜAlī)
ciones vertidas por quienes no la comparten. (Yūsuf ᶜAlī)
180 V. también 2:164.
178 Deuteronomio 4:9, Salmos 78:4, Mateo 10:27. (Daryabādī)
El Corán nos dirige infatigablemente a mirar al libro
La aleya alude también al hecho de que la venida del abierto de la creación, cuyas páginas pasan sin cesar, de
profeta Muḥammad estaba vaticinada en el Antiguo y el modo que en cada una de ellas se distingue una maravi-
Nuevo Testamento y se pedía a los seguidores de la Bi- llosa señal inspiradora. (Quṭb)
blia que hicieran públicas estas profecías en vez de ocul-
tarlas. (Asad)
El Corán I Azora 3
128
181 El Corán entiende que también las obras son un acto del 184 En la biografía de Muḥammad se cuenta que el Profeta
culto tributado a la divinidad. Las considera fruto de la recitó las aleyas 190-195 cuando se le acercaron algunos
adoración. Se aceptan de las manos de todos, hombres no musulmanes y le dijeron: «Todos los profetas traían
y mujeres, sin distinción de sexos, pues todos son seres alguna señal portentosa. Moisés, por ejemplo, podía
humanos, iguales ante Dios. (Quṭb) mostrar la vara milagrosa y la mano resplandeciente, y
Jesús curó a ciegos y leprosos. Dinos, por favor, qué se-
182 «A mis ojos todos los hombres sois iguales y os juzgo ñal aportas como prueba de que eres profeta». Fue en-
a todos según las mismas normas de justicia. Los varo- tonces cuando recitó estas aleyas y añadió: «Ya os la he
nes no deben olvidar que las mujeres ostentan la misma aportado». (Mawdūdī)
dignidad humana que ellos. No establezco ninguna dife-
rencia entre el varón y la mujer, el señor y el esclavo, el 185 El profeta Muḥammad (la paz esté con él) ha dicho:
negro y el blanco, el alto y el bajo». (Mawdūdī) «Comparada con la vida futura, la vida en el mundo ac-
tual es como si uno de vosotros mete un dedo en el mar:
183 Buḫarī y Muslim cuentan que se acercó al Enviado de ved cuánta agua puede sacar». (Daryabādī)
Dios un hombre y le preguntó: «¿Crees que, combatien-
do por la causa de Dios tenazmente, sin abandonar el 186 Hubo entre la gente de la Escritura quienes creyeron en
campo de batalla, y con el único objetivo de obtener la toda la Escritura y en el Enviado de Dios. (Quṭb)
complacencia divina, si muero en el combate, perdonará
Dios mis pecados?». El Enviado de Dios (la paz y la ben- 187 Falāḥ (bienaventuranza, prosperidad, éxito) debe enten-
dición de Dios estén con él) respondió: «Sí». (Siddiqui) derse aquí y en otros pasajes en el más amplio sentido,
esto es, como éxito en nuestros asuntos terrenos y tam-
V. también 2:218. (Asad) bién como progreso espiritual. En ambos casos se halla
implícita la felicidad y la satisfacción de nuestros deseos,
La «causa de Dios», repetidamente mencionada en el Co- purificados por el amor de Dios. (Yūsuf ᶜAlī).
rán (la Ley) y en la Sunna (la Norma) es todo esfuerzo,
físico o moral, llevado a cabo en pro del bien común.
(Mullá)
El Corán I Azora 4
131
Introducción a la Azora 4
AN-NISĀ
LAS MUJERES
E sta azora tiene una estrecha relación cronológica con la precedente azora 3. Gira en torno a los
problemas sociales a que tuvo que hacer frente la comunidad islámica inmediatamente después
de Uḥud. Aquella particular y apremiante coyuntura hizo necesarias medidas de emergencia, cuyos
principios fundamentales han condicionado de forma perdurable y a lo largo del tiempo la legislación
musulmana y su actitud social.
La azora consta de dos partes esenciales. La primera se ocupa de las mujeres, los huérfanos, las
herencias, los matrimonios y el derecho familiar general. La segunda está dedicada a los miembros
recalcitrantes de la comunidad de Medina, a saber, los hipócritas y gente de esta calaña.
Resumen:
La azora se inicia con una llamada a la solidaridad entre todos los hombres, seguida de la declaración
de los derechos de las mujeres y los huérfanos y de las implicaciones nacidas de los vínculos
familiares, entre las que se incluye la justa distribución de la herencia a la muerte del testador
(aleyas 1-14).
Deben mantenerse en vigor, en la vida familiar, las normas dictadas por el decoro, se debe respetar
a las mujeres y reconocer sus derechos en los ámbitos del matrimonio, la propiedad y la herencia.
Este principio básico de bondad y justicia debe ampliarse hasta abarcar a todos los seres vivientes,
grandes y pequeños (aleyas 15-42).
Los grupos de población de Medina que aún no formaban parte de la comunidad musulmana no
debían correr tras las falsas divinidades, sino reconocer y seguir la autoridad del Enviado. Se les
concedía así el privilegio de sumarse a una comunidad mayor y victoriosa (aleyas 43-70).
Los fieles deben organizarse para la autodefensa contra sus enemigos y precaverse frente a las
conjuras insidiosas y las intrigas de los hipócritas. Se prescribe la conducta a seguir con los traidores
(aleyas 71-91).
Se previene frente a los homicidios, se recomienda abandonar los lugares hostiles al Islam; se
recuerdan los deberes religiosos en el curso de los enfrentamientos bélicos (aleyas 92-104).
Se traza la conducta a seguir frente a la traición y las seducciones del mal (aleyas 105-126).
Debe tratarse con el debido respeto a las mujeres y los huérfanos. Los frutos de la fe han de ser la
justicia, la honradez y el recato en las palabras (aleyas 127-152).
Y se describe, en fin, cómo el pueblo de la Escritura ha caminado siempre, con escasas excepciones,
de error en error (aleyas 153-176). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 4
132
Azora 4
AN-NISĀ
LAS MUJERES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
5. (¡Musulmanes!) No entreguéis a
los derrochadores los bienes8 cuya
administración Dios os ha confiado para
(asegurar) vuestro sustento9. No obstante,
proporcionadles alimentos y vestido y
habladles con delicadeza.
El Corán I Azora 4
133
1 De entre los múltiples y diferentes significados del con- tratarlas equitativamente (solo) con una», lo que significa
cepto nafs, la mayoría de los comentaristas clásicos eligen que el número de esposas ―sean libres o esclavas― no
el de «ser o esencia humana», que aquí se refiere a Adán. puede pasar de cuatro. Así interpreta la aleya Muḥammad
Con todo, Muḥammad ᶜAbdūh rechaza esta interpretación ᶜAbdūh. Esta explicación cuenta con el apoyo de la aleya
y prefiere la de «género humano», para destacar así el ori- 25 de esta azora y con el de 24:32, donde se habla de los
gen común y la fraternidad universal de la especie humana matrimonios con esclavas. En contra de la opinión popu-
(de acuerdo con la indudable intención de esta aleya), pero lar y de la práctica de muchos musulmanes de los siglos
sin vincularlo con el relato bíblico de la creación de Adán pasados, ni el Corán ni el ejemplo personal del Profeta
y Eva. (Asad) legitiman las relaciones sexuales extramatrimoniales con
esclavas. (Asad)
2 Arḥām es el plural de «seno materno», o también de
«parentesco». La palabra incluye una referencia directa Tras el nacimiento de un hijo, mejora la situación de la
a la elevada posición de la madre y la esposa en el Is- esclava. Su hijo goza de los mismos derechos que los te-
lam. Nótese que tiene una vinculación etimológica con nidos por su marido con esposas libres y, a la muerte de su
Dios (Raḥmān). El parentesco es una de las más impor- esposo, adquiere automáticamente la libertad. (Siddiqui)
tantes instituciones sociales de la comunidad islámica.
(Daryabādī) 7 La ley no prescribe la cuantía del regalo nupcial acordado,
sino que depende del acuerdo entre ambas partes. (Asad).
3 Se recomienda la justicia frente a los huérfanos y se men-
cionan tres de las principales tentaciones a que están ex- En su sentido simbólico, el regalo nupcial significa el re-
puestos los tutores: 1. No se debe retrasar la entrega a los conocimiento público de que se asume el coste de la vida
pupilos de toda su hacienda cuando se ha cumplido el pla- de la futura familia, incluida la esposa. Por otra parte, el
zo, aunque respetando siempre la aleya 5 (v. infra). 2. La regalo nupcial acordado («Sidaq» o «Mahr») podría re-
propiedad que se entrega debe tener el mismo valor que presentar una garantía material frente a una posible diso-
la recibida. 3. Cuando la hacienda ha sido administrada lución del matrimonio. Con esta garantía, la mujer no teme
en común o ha sido imprescindible consumir mercancías encontrarse algún día en la calle, despedida y desampara-
perecederas, es necesaria la más estricta rectitud a la hora da.(Mullá)
de la separación (o de la restitución). V. también 2:220.
(Yūsuf ᶜAlī) «Kubar» → «kabair» (delitos mayores). El regalo nupcial es propiedad exclusiva de la novia, no,
por ejemplo, de sus padres. El regalo nupcial no tiene ab-
En el caso de que los bienes de los huérfanos hayan sido solutamente nada que ver con la inmoral costumbre de
bien administrados y haya aumentado su valor y/o su «compra de mujeres» existente en la Arabia preislámica
cuantía, la reintegración de los mismos deberá incluir el y en otros muchos pueblos hasta nuestros mismos días.
capital más las ganancias. (Mullá) (Siddiqui)
4 La ocasión inmediata de la revelación de esta aleya fue 8 Se refiere a los huérfanos, aunque la formulación es muy
tras la batalla de Uḥud, cuando la comunidad musulma- genérica. (Yūsuf ᶜAlī)
na tuvo que enfrentarse al problema de numerosas viudas,
huérfanos y prisioneros de guerra. La conducta frente a es- Mientras dure su incapacidad, recae sobre su tutor una res-
tos grupos debe estar regida por los principios de la mayor ponsabilidad aún mayor que la que se le exige por sus pro-
afabilidad y equidad posibles. (Yūsuf ᶜAlī) pios bienes, porque no puede obtener ningún provecho de
ello, salvo el caso de que sea pobre, pues entonces puede
5 El ideal es la monogamia. La poligamia se permite úni- asignarse una compensación por su trabajo, aunque siem-
camente para impedir situaciones sociales peores. Estas pre dentro de los límites de lo justo y razonable. (Yūsuf
prescripciones matrimoniales, frecuentemente menciona- ᶜAlī)
das, no pretenden introducir la poligamia, sino limitarla.
(Daryabādī) 9 La palabra qiyām aquí empleada indica que el tutor debe
invertir los bienes en negocios lucrativos, de modo que
6 La frase, en su conjunto, tiene el siguiente sentido: «Po- pueda mantenerse él mismo y afrontar los gastos de la tu-
déis casaros con dos, tres o cuatro; pero si teméis no poder tela. (Siddiqui)
El Corán I Azora 4
134
10 La edad núbil coincide con la mayoría de edad. (Yūsuf ros legitimarios. 2) Solo se procede a la distribución de
ᶜAlī) la herencia tras haber satisfecho los legados y deudas
(incluidos los gastos del sepelio). 3) No pueden hacer-
11 A los huérfanos se les deben entregar sus bienes en pre- se legados en favor de herederos legales. 4) En general
sencia de testigos fiables, de modo que quede formalmente ―aunque no siempre― los herederos varones reciben el
legalizada la transmisión. (Siddiqui) doble que las mujeres de su misma categoría. (Yūsuf ᶜAlī)
12 Este es el principio básico por el que hace ya catorce si- Esta norma no implica preferencia de un sexo frente al
glos concedió el Islam a la mujer el derecho fundamen- otro. Se trata, más bien, de preservar el principio de igual-
tal a la herencia y respetó asimismo los derechos de los dad entre las cargas de los hombres y las de las mujeres.
menores de edad, que habían sido ignorados en la época En efecto, cuando un hombre contrae matrimonio, recae
preislámica. (Daryabādī) sobre él el deber de proveer el sustento de su mujer y sus
hijos, tanto si la mujer vive con él como si está separada.
13 Esto es, personas que no pueden plantear ninguna recla- La mujer, en cambio, solo debe cuidarse de sus necesida-
mación legal sobre la herencia, pero que, a pesar de todo, des personales, ya que estas son atendidas por un hombre,
deben ser tenidas en cuenta. (Asad) tanto antes como después del matrimonio. En todo caso,
ella está exenta del deber de satisfacer las necesidades ma-
14 Es decir, de la parte de la herencia que corresponde a los teriales de su marido o de sus hijos. (Quṭb)
adultos. Esta invitación es solo una recomendación, no
una obligación. (Daryabādī) 16 No pueden hacerse legados en favor de los herederos for-
zosos. Por otra parte, la cuantía de estos legados no pue-
15 Los fundamentos del derecho sucesorio son: 1) El testa- de superar el tercio de la suma total de la herencia, para
dor puede disponer libremente de un tercio de la heren- garantizar que el testador no perjudica a los herederos.
cia; los otros dos tercios se distribuyen entre los herede- (Quṭb)
El Corán I Azora 4
136
17 Mientras que la aleya anterior abordaba la participación 22 Para proteger el honor de las mujeres se exige la declara-
de los padres y de los hijos en la herencia, aquí se legisla ción de cuatro testigos de cargo, en lugar de los dos habi-
la participación en la misma del esposo o la esposa del tualmente requeridos. Otro tanto cabe decir para el caso de
difunto y de sus parientes colaterales. Los hijos y los adulterio (v. 24:4). (Yūsuf ᶜAlī)
padres supérstites tienen siempre derecho a una partici-
pación, cuya cuantía depende de la existencia y del nú- Hay que recordar que es imposible reunir cuatro testigos
mero de otros herederos de su misma categoría. (Yūsuf oculares de un acto tan deplorable y, de hecho, nunca se
ᶜAlī) ha demostrado este delito mediante testigos en toda la his-
toria del Islam. (Mullá)
18 Se trata de parientes colaterales, con o sin viuda (o viu-
das). De existir esta(s) recibirá(n) la parte que le(s) corres- 23 Quienes identifican este delito con el adulterio entienden
ponde, antes de iniciarse la distribución entre los parientes que se alude aquí al castigo de 100 azotes mencionado en
colaterales. (Yūsuf ᶜAlī) 24:2. En nuestra opinión hasta que no se tome una deter-
minación exacta, el castigo es el consignado en la aleya
19 Hermanos nacidos de la misma madre, pero no del mismo siguiente para los varones.
padre, contrariamente al caso de los hermanos y hermanas
del mismo padre, pero de diferentes madres. De estos se 24 En este contexto, y leído en conexión con 24:2, la
habla en la última parte de la azora. (Yūsuf ᶜAlī) expresión se refiere claramente a un comportamiento
inmoral que puede ser borrado mediante sincero arre-
20 Esta igualdad de la parte asignada a los hombres y las mu- pentimiento (en contraposición al adulterio comproba-
jeres constituye una excepción a la regla general que otor- do). En todos los supuestos de trasgresiones sexuales
ga a los primeros el doble que a las segundas. (Daryabādī) el Corán exige la declaración directa de cuatro testigos
oculares (en lugar de los dos de los casos ordinarios)
21 En caso de que la herencia no alcance a cubrir las deudas, como conditio sine qua non para que una acusación
se hacen cargo de ellas los hijos, la sociedad o, en último pueda prosperar. Para sus implicaciones jurídicas v.
término, el Estado. (N. del T.) 24:4. (Asad)
El Profeta prohibía que los legados en favor de terceros 25 Como el Profeta mismo ha explicado, la expresión indica
superaran el tercio de la herencia si existían herederos le- aquí «antes de la llegada de la hora de la muerte». Así lo
gales. En caso contrario, el testador puede disponer libre- destaca la siguiente aleya. (Siddiqui)
mente de la totalidad de sus bienes. (Asad)
El Corán I Azora 4
138
26 En la época preislámica existía la costumbre de que, a la 33 La «madre» incluye a la abuela (paterna y materna), a la
muerte de un hombre, su pariente más cercano echara su bisabuela, etc. La «hija» incluye a la nieta (nacida del hijo
manto sobre la viuda y la considerara su propiedad. (Quṭb) o de la hija), la biznieta, etc. «Hermana» se refiere tanto a
la de padre y madre como a las hermanastras. La «herma-
27 Hombres sin escrúpulos y codiciosos de la época preislá- na del padre» incluye a las hermanas de los abuelos, etc.
mica tiranizaban a menudo y sin limitaciones a sus muje- y la «hermana de la madre» a las hermanas de la abuela.
res y las tenían encerradas para impedir que abandonaran (Yūsuf ᶜAlī)
el hogar. Este procedimiento les permitía apoderarse del
regalo nupcial o de la herencia de su esposa. Aquí se pone 34 El «parentesco de colactancia» desempeña un importante
fin a aquella miserable situación. (Daryabādī) papel en el derecho islámico y se le atribuye el mismo va-
lor que al «parentesco de consanguinidad» [en materia de
28 Si a través de las declaraciones de cuatro testigos se de- impedimentos de matrimonio]. Debe, por tanto, suponerse
muestra que la mujer ha tenido una conducta adúltera, al que en los grados de parentesco prohibidos, además de las
marido le asiste el derecho a exigir, cuando concede el nodrizas y las hermanas de colactancia, debe incluirse a
divorcio, la devolución de una parte o de la totalidad del las hermanas de la nodriza, etc. (Yūsuf ᶜAlī)
regalo nupcial acordado. En el caso de que no se hubiera
entregado la totalidad del regalo nupcial en el momento de 35 En el concepto de «hijos» se incluyen a los nietos, pero
la boda, el esposo queda liberado de su compromiso una no a los «hijos» adoptivos ni a las personas tratadas como
vez comprobado el adulterio de la esposa. (Asad) hijos. (Yūsuf ᶜAlī)
29 La insistencia en la equidad y la afabilidad en el trato con 36 La prohibición de estar casado con dos hermanas a la vez
las esposas es uno de los distintivos del derecho matrimo- incluye también el caso de la tía y la sobrina, pero no a la
nial islámico. (Daryabādī) hermana de la esposa fallecida. (Yūsuf ᶜAlī)
30 El divorcio es la medida más extrema que puede tomarse 37 Si las relaciones de las prisioneras de guerra musulmanas
para eliminar un mal social, y solo debe recurrirse a ella con sus maridos no creyentes quedaron disueltas antes de
cuando no queda otro remedio. El Profeta decía que de llegar al mundo islámico, no se las considera casadas y
entre todas las cosas permitidas el divorcio es la que más por consiguiente está permitido contraer matrimonio con
desagrada a Dios. (Mawdūdī) ellas, previa comprobación de que no están embarazadas.
(Quṭb)
31 Es decir, acusándolas falsamente de conducta indecorosa
con la esperanza de recuperar el regalo nupcial que les 38 La celebración del matrimonio debe cumplir las debidas
disteis. V. también la aleya 19. (Asad) formalidades jurídicas: contar con al menos dos testigos,
que exista consentimiento por parte de los contrayentes
32 Si alguien, por ejemplo, antes de esta prohibición, se había y la firme intención de contraer matrimonio con afán de
casado con su madrastra, no es lícito declarar ilegítimos continuidad. (Siddiqui)
a los hijos nacidos de esta unión y excluirlos, por consi-
guiente, de su parte en la herencia. (Mawdūdī) 39 Disminuyendo o suprimiendo enteramente el donativo.
(Al -Manār)
V. también supra, 4:19. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 4
140
40 El texto se refiere a las mujeres hechas prisioneras en la 46 «Mediante acuerdos» significa que las negociaciones de-
guerra, v. supra, aleya 24. Si una esclava da a luz a un hijo ben concluirse mediante convenios libremente concerta-
de su dueño, dicho hijo es libre (N. del T.). dos, no bajo presión o con engaño. (Mawdūdī)
41 El Corán no llama «dueños» a aquellos en cuyo poder se 47 Es decir, quien lo hace con dolo. (Daryabādī)
encuentran, sino tutores o custodios, y determina que el
regalo nupcial es para la mujer, no para su señor, de modo 48 No existe una regla fija para marcar la diferencia entre
que el regalo nupcial pasa a ser propiedad legal de la es- pecados graves y leves. Debemos a Mawlana Mawdūd
clava. En consecuencia, el regalo nupcial escapa a la regla importantes reflexiones sobre esta materia. Este entien-
general de que las ganancias del esclavo pertenecen a su de que toda acción que viola los derechos de Dios, de
amo. El regalo nupcial no es una ganancia sino un derecho los padres o de otras personas, incluso los propios, se
que le pertenece a ella si se une a un hombre. (Quṭb) considera pecado grave. Son, además, gravemente peca-
minosos todos los actos que destruyen la cohesión sobre
42 Este enunciado establece claramente que las relaciones la que se fundamenta la paz de la existencia humana.
sexuales con esclavas solo son lícitas en el marco del ma- (Siddiqui)
trimonio y que, en este aspecto, no existe ninguna dife-
rencia entre ellas y las mujeres libres. Queda, por tanto, 49 Esta aleya alude a una antigua costumbre árabe en virtud
excluido el concubinato. (Asad) de la cual se establecían alianzas de hermandad que permi-
tían a los pactantes heredarse entre sí. Aquí se revoca esta
43 Al hallarse las esclavas insertas en una situación social costumbre preislámica y se ordena la distribución de la
más débil, están más expuestas a la tentación que las mu- herencia según los preceptos dados por Dios. Pero en vida,
jeres libres. (Asad) el donante puede dar a estas personas lo que le plazca.
(Mawdūdī)
44 El Corán no parece recomendar los matrimonios con es-
clavas, con la intención de suprimir lo que de atractivo 50 Con ocasión de la emigración de La Meca a Medina
tiene la esclavitud femenina y fomentar por esta vía su se formaron entre los emigrantes y los auxiliadores
desaparición. (Siddiqui) pactos de hermandad que incluían la participación en
las herencias. Cuando más adelante se reanudaron los
45 La última parte de la aleya alude a las enseñanzas religio- contactos entre ambos, quedaron consolidados los de-
sas del pasado que procuraban alcanzar la armonía entre rechos de los parientes consanguíneos mequíes y de
la naturaleza física del hombre y sus necesidades espiri- los auxiliadores medinenses con los que se habían con-
tuales, una armonía que se destruye cuando se promueve cluido las mencionadas alianzas de fraternidad. (Yūsuf
la ascesis como alternativa única al desenfreno (v. 2:143). ᶜAlī)
(Asad)
El Corán I Azora 4
142
51 La idea subyacente es que hombres y mujeres se comple- «¿Le resulta a alguien realmente posible pegar a su mujer
mentan y que la preferencia de los unos no significa des- como si fuera una esclava y por la noche ir adonde ella?»
ventaja para los otros, pues ambos están inseparablemente (Buḫārī y Muslim).
unidos. (Siddiqui)
57 Se trata de una excelente estrategia para la eliminación de
52 La familia es el fundamento de la vida humana. Dios ha las disputas familiares, sin necesidad de lavar en público
creado a los seres humanos de ambos sexos como socios los trapos sucios ni tener que enfrentarse a los embrollos
y piedras angulares del edificio de la existencia. Entre las jurídicos. (Yūsuf ᶜAlī)
tareas asignadas a la mujer se encuentra la de llevar en su
seno el fruto de su unión con el varón, traerlo al mundo, No se dice a quién corresponde la elección de los árbitros;
cuidarlo y criarlo. Es una tarea vasta y de extremada im- por tanto, si los cónyuges desean superar sus desavenen-
portancia. De ahí que sea más que justo que se cargue so- cias, cada uno de ellos puede nombrar a uno de los suyos,
bre el varón la segunda mitad de la responsabilidad, a sa- pero también pueden tomar la iniciativa los jefes de am-
ber, la aportación de los medios de subsistencia, de modo bas familias. En cuanto a la autoridad de estos árbitros
que ella disponga de tiempo y recursos para la realización las opiniones difieren. Esta se puede limitar a proponer
de sus funciones. No debe imponérsele, pues, la tarea de medidas conciliatorias o legar a decretar la separación.
trabajar para ganarse el sustento. (Quṭb) (Mawdūdī)
53 La obediencia a Dios es mucho más importante que la 58 Se refiere a la atribución de poderes divinos o cuasi-di-
obediencia al marido y prevalece sobre esta segunda. Es, vinos a personas o cosas. Dicho de otra forma, se alude
pues, deber de la esposa negarse a obedecer al marido a la veneración de los santos y otras prácticas parecidas.
cuando este exige algo contrario a los preceptos divinos. (Asad)
(Mawdūdī)
59 Se incluyen aquí los prisioneros y los esclavos, las perso-
54 El término nušūz [traducido aquí como «rebelde»] des- nas sujetas a una relación de dependencia y también los
cribe la conducta deliberadamente malévola de una mu- animales domésticos. Todos son criaturas de Dios y me-
jer hacia su marido o del marido hacia su mujer, que hoy recen nuestra compasión y nuestro servicio activo. (Yūsuf
suele denominarse «crueldad mental». En el caso del ma- ᶜAlī)
rido también se habla de «malos tratos», «brutalidad» o
«violencia física» frente a la mujer (v. la aleya 128 de esta Se suele interpretar aquí una oposición a la esclavitud
azora). En este contexto, la conducta malévola de la mujer (Al-Manar V,94). V. también 9:60, donde se afirma ex-
significa incumplimiento constante y premeditado de sus presamente que el dinero de la contribución fiscal debe
deberes conyugales. (Asad) emplearse para el rescate de esclavos. (Asad)
55 No es posible entender el texto legislativo coránico sin 60 Bajo la forma de bienes materiales o espirituales.
recurrir a la Sunna (norma profética), ya que el compor- (Daryabādī)
tamiento del Profeta es una fuente del Derecho islámico.
Gracias a ella sabemos que el Profeta consideró improce- 61 V. 2: 268. (Siddiqui)
dente la advertencia física contra la mujer por considerarla
un trato vejatorio que hiere la sensibilidad de la mujer y 62 Todo el bien que hacemos, hasta su brizna más insignifi-
daña su dignidad y su autoestima. cante, procede de la pureza de nuestro corazón. En virtud
de la gracia y de la misericordia divinas se multiplica su
56 Son numerosas las máximas del Profeta de las que se eficacia en el mundo. Y de Dios nos viene una recompensa
desprende claramente que le repugnaba profundamen- infinitamente mayor, a saber, su beneplácito, que nos acer-
te la idea de pegar a la esposa. Más de una vez declaró: ca a Él. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 4
144
63 El vocablo aquí empleado puede significar embriaguez 68 V. 3:78. (N. del T.)
o también el sopor provocado por agentes embriagantes.
(Yūsuf ᶜAlī) 69 V. 2:88. (Asad)
No fue el Corán el primero en acusar a escribas judíos 73 Es decir, los judíos, que se consideran el «pueblo elegido de
de adulterar sus escritos. Ya Justino, a comienzos del Dios» y los cristianos, que creen en la «expiación vicaria»
siglo II después de Cristo, les echaba en cara «comportar- de Jesús por los pecados de la humanidad. Existe una evi-
se inmoralmente y haber eliminado de sus libros muchas dente conexión entre esta observación y la referencia a la
cosas favorables al cristianismo». Otros autores cristianos idolatría de la aleya anterior, porque judíos y cristianos
de épocas posteriores insistieron en esta misma acusación. ―aunque no creen expresamente en la existencia de otras
(Daryabādī) divinidades junto a Dios― atribuyen no obstante a deter-
minados seres humanos, y en diverso grado, propiedades
67 V. 2:104. (Yūsuf ᶜAlī) divinas o cuasi-divinas: (v. sobre esta materia 9:31).
El Corán I Azora 4
146
74 Se alude a que algunos clanes se habían aliado con los manes deben transmitir la antes mencionada prenda que
idólatras de La Meca contra Muḥammad, pero esto no les les ha sido confiada, es decir, el mensaje y las verdades
reportó ninguna ayuda. No obstante, la validez del mensa- reveladas, a quienes «tienen un derecho sobre ella», esto
je es universal. (Yūsuf ᶜAlī) es, a la humanidad entera. Esta afirmación no se limita a
la responsabilidad moral, sino también, y sobre todo, al
75 Se critica aquí a los judíos porque tienen envidia del Pro- ejercicio del poder político por parte de la comunidad mu-
feta y de sus seguidores a causa del don (de profecía) que sulmana o de los Estados islámicos, como se destaca en la
Dios concedió a Muḥammad y que ellos reclaman en ex- aleya siguiente. (Asad)
clusiva para sí. Sus celos hacia el Profeta les indujeron a
tomar partido a favor de los idólatras y en contra de los 82 El concepto de «gobernantes» no se refiere solo —como a
musulmanes. (Mawdūdī) menudo se supone― a los gobernantes de los Estados islá-
micos, sino que incluye a todas las fuerzas dirigentes de la
76 Los hijos de Abrahán incluyen, obviamente, y por un comunidad musulmana que ejercen influencia en sus asun-
igual, a Ismael y a Isaac. (Daryabādī) tos. Siempre que estas «fuerzas vivas» obedezcan a Dios
y a su Enviado, es deber de los musulmanes secundarlas.
77 La expresión «vasto dominio» se refiere a la superioridad Pero si entran en conflicto con los mandamientos de Dios y
sobre otras naciones. Si este privilegio de la familia de de su Enviado, deben negarles su obediencia. (Siddiqui)
Abrahán es la causa de la honrosa posición de los judíos,
¿por qué deben ahora inquietarse cuando se transfieren es- 83 Leída en conexión con 3:26, donde se designa a Dios
tos mismos privilegios al Profeta, que desciende de Abra- como la fuente última de toda autoridad moral y política,
hán, como todos los profetas de Israel? (Siddiqui) esta sección formula una norma de conducta fundamental
para los creyentes y crea una base conceptual para el go-
78 La envidia es como un fuego interior, que lleva en sí su bierno de los Estados islámicos. El poder político es una
propio infierno. (Yūsuf ᶜAlī) de las «prendas» que Dios confía. La fuente auténtica de
toda soberanía es la voluntad divina, tal como se expresa
79 Quien rechaza al profeta Muḥammad como enviado de en la ley del Corán. (Asad)
Dios y no cree en lo que Dios le ha revelado, deberá en-
frentarse a las mismas consecuencias que aquellos que re- 84 El texto se refiere directamente a los hipócritas de Medina,
chazaron a los profetas de épocas anteriores. (Siddiqui) pero la formulación tiene validez universal. (Yūsuf ᶜAlī)
86 En nuestros días, debería observarse la siguiente línea de 89 Se destacan cuatro niveles jerárquicos: 1) El rango supre-
conducta: ser tolerantes con ellos, tratarlos con amabili- mo es el de los profetas y enviados, que reciben la revela-
dad, exhortarlos sin cesar y enseñarles con palabras que ción de Dios y enseñan a los hombres mediante preceptos
lleguen directamente hasta el fondo de su espíritu y que- y ejemplos. 2) Les siguen quienes se han distinguido por
den ancladas en sus corazones. (Quṭb) su honradez y sinceridad. Muestran y testifican la verdad
con su propia vida y con todos los recursos de que dis-
87 La Sunna (normativa) del Profeta está constituida por el ponen. En este rango se sitúan algunos compañeros del
conjunto de los preceptos de Muḥammad formulados bajo Profeta especialmente señalados, por ejemplo, Abū Bakr
el influjo de la inspiración divina, para esclarecer el men- Ṣiddīq. 3) Viene a continuación el excelso ejército de los
saje del Corán y facilitar a los creyentes su aplicación a las testigos, que dan fe de la verdad. Este testimonio puede
situaciones concretas. Si su autenticidad queda asegurada, significar el martirio, pero puede también brotar de los la-
la Sunna posee la misma fuerza jurídica vinculante que el bios de un predicador o de la pluma de un sabio entregado
Corán. V. la aleya 80 de esta misma azora. (Asad) a Dios o de la vida de una persona consagrada al servicio
divino. 4) Está, finalmente, la gran comunidad de los hom-
88 La referencia al sacrificio de la propia vida en defensa de bres rectos, de las personas normales que se dedican a sus
la fe y de la libertad contiene una alusión a la larga sección actividades cotidianas con un proceder honrado y justo.
que se inicia en la aleya 71, dedicada al tema de la lucha (Yusuf ᶜAlī)
por la causa de Dios. (Asad)
El Corán I Azora 4
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90 La lucha por la causa de Dios se propone poner fin a la si indagamos la causa inmediata, advertiremos que apenas
opresión de los hombres por los hombres, porque todos podemos reclamar merecimientos propios. Todo bien des-
ellos son criaturas de Dios y nadie posee el derecho de cansa en las manos de Dios (3:26). Por otro lado, debemos
esclavizar a otros ni de imponerles leyes arbitrarias. atribuir nuestros fracasos a nosotros mismos, pues Dios
jamás nos inflige ni la más mínima injusticia (v. 4:77 entre
91 En la gran persecución que precedió a la conquista de La otros muchos pasajes). (Yūsuf ᶜAlī)
Meca, todos cuantos se mantuvieron firmes en la fe tuvie-
ron que padecer indescriptibles tormentos y opresiones. 96 Cuando al musulmán le alcanza una desgracia dice: «Esta-
Fueron ultrajados, y agredidos. Los que estaban a merced ba escrito» o «Dios es grande». Esta doctrina, que atribuye
de sus enemigos fueron encarcelados y al resto se le exclu- todo al Uno y Único, ha llevado en todos los tiempos con-
yó de la vida económica y social. Tras la emigración, arre- suelo y fortaleza a millones de personas. (Daryabādī)
ciaron aún más las persecuciones contra los esclavos, las
mujeres y los niños creyentes. Pero su oración suplicando 97 El «mal» a que alude esta aleya se refiere al mal en el sen-
un protector fue atendida cuando Muḥammad restableció tido moral de la palabra, es decir, al sufrimiento derivado
en La Meca la paz y la libertad. (Yūsuf ᶜAlī) de las acciones y la conducta de las personas. Solo a sí
mismo puede achacar el hombre este tipo de padecimien-
92 El texto manifiesta su sorpresa ante la conducta seguida tos, pues «Dios no priva a nadie injustamente ni de un
por un grupo de musulmanes de La Meca que, enfrenta- ápice de sus merecimientos» (4:40). (Asad)
dos a múltiples torturas y vejaciones, solicitaron permiso
para defenderse con las armas de los idólatras, lo cual en 98 El texto se refiere a los hipócritas de Medina, pero tam-
principio no se les concedió. Más tarde, y ya en Medina, bién, a todos los «admiradores» hipócritas y a los tibios
recibieron la orden de entrar en combate. seguidores del Islam de todos los tiempos. (Asad)
93 Para la contribución v. 2:43. (N. del T.) 99 Se refiere al Corán, cuya unidad es manifiestamente supe-
rior a la de todos los restantes escritos sagrados y solo pue-
94 En la época preislámica los hombres se hallaban envueltos de explicarse a partir de la unidad del plan y de la meta de
en interminables contiendas. De ahí que, cuando abraza- Dios. Visto con objetividad, cabría descubrir en él nume-
ron el Islam, se les exhortara a renunciar a las luchas y rosas discordancias, pues el Enviado que lo ha transmitido
a buscar la pureza interior mediante la oración y el des- no era un letrado, un rabino o un filósofo; su transmisión
prendimiento. Pero cuando más adelante se les invitó a se llevó a cabo en diversas épocas y está dirigido a perso-
combatir, estos mismos hombres dieron claras pruebas de nas de las más diversas clases. Sin embargo, todas y cada
cobardía y debilidad. (Mawdūdī) una de sus secciones concuerdan entre sí hasta en los más
mínimos detalles, a pesar de que no están ordenadas según
95 El hombre crítico moderno sencillamente niega el Cielo y una estricta secuencia cronológica. Los únicos que toma-
se atribuye directamente todo el mérito, cuando no invoca ron parte en el proceso fueron el Revelador y el receptor
el azar, sobre todo si lo que tiene que explicar son sus «fra- de la revelación. (Yūsuf ᶜAlī)
casos». Pero si buscamos con seriedad la primera causa de
todas las cosas, descubriremos que todo viene de Dios. Y V. también 25:32 y 39:23. (Asad)
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100 El texto alude a un episodio histórico relativo a un grupo 103 Existen muy diversos pareceres respecto de la identifica-
de soldados en un campamento islámico que todavía no se ción histórica de estos hipócritas. Algunos comentaristas
había habituado al orden ni había comprendido la capaci- entienden que se trata de los hipócritas medinenses de los
dad perturbadora de un rumor ni las consecuencias que de primeros años posteriores a la hégira. Otros consideran
él pueden derivarse. (Quṭb) que se trata de alguna gente de La Meca que ya antes de
la hégira habría abrazado externamente el Islam, aunque
101 Para movilizar a los musulmanes al combate se le enco- en secreto seguían apoyando a los coraixíes paganos. A mi
mienda al Profeta que marche a la lucha por la causa de entender su sentido puede tener validez universal. (Asad)
Dios, si es preciso incluso en solitario y confiando única-
mente en su propia persona. Pero debe además incitar a los 104 En tiempos del Profeta, todo el que declaraba ser musul-
fieles al combate. (Quṭb) mán pero prefería quedarse a vivir entre los enemigos del
Islam, a pesar de tener abierta la posibilidad de emigrar
102 En el Islam, las expresiones «la paz esté con vosotros», a Medina, era tenido por musulmán fuera de la tutela del
«la paz y la misericordia de Dios estén con vosotros» Estado de Medina. (Siddiqui)
o «la paz, la misericordia de Dios y la bendición divina
estén con vosotros» constituyen fórmulas de saludo. Debe 105 Se refiere a los hipócritas que abrazaban el Islam pero lue-
emplearse la segunda fórmula como respuesta a la primera go no solo renegaban de su confesión sino que se unían a
y la tercera, como respuesta a la segunda. A esta tercera se los que declaraban guerra abierta a la comunidad musul-
debe responder repitiendo la fórmula. Así lo ha transmiti- mana. (Siddiqui)
do el Profeta.
106 El Islam practica la tolerancia frente a los seguidores de
Tal como se desprende del contexto, se invita aquí a los otras religiones pero no tiene la misma indulgencia con el
musulmanes a tener un comportamiento amistoso y cortés grupo de hipócritas que, aun declarándose musulmanes,
con los que no comparten su religión, incluso en el caso de eligieron permanecer en el territorio de los adversarios y
que las relaciones estén tensas. (Siddiqui) ayudaron a los enemigos de la causa islámica. (Quṭb)
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107 En la sociedad islámica la vida humana es absolutamente 110 Es mejor dejar escapar a un incrédulo que matar por error
inviolable. Pero a veces se cometen errores. Por ejemplo, a un creyente. (Mawdūdī)
en el combate de Uḥud perecieron algunos musulmanes
erróneamente tenidos por enemigos. A sus familiares debía 111 La ŷihād es el esfuerzo en favor de la causa de Dios en
pagárseles una indemnización (en cumplimiento de la jus- todos los niveles. El qital (la lucha, la guerra) es solo uno
ticia reparadora ―Diya―), salvo que renunciaran espontá- de los aspectos de este esfuerzo. (Siddiqui)
neamente a ella. Se estableció, además, que el responsable
liberara a un esclavo creyente. Si carecía de recursos para 112 En tiempo de ŷihād, a los hombres que lo arriesgan todo,
liberar a un esclavo o para abonar el «precio de la sangre», incluida su propia existencia, por la causa común, se los
debía dar a entender, mediante una acción de severa auto- debe tener por más relevantes que los que se quedan sen-
rrenuncia (por ejemplo, ayunar durante dos meses segui- tados en sus casas, aunque no les falte buena voluntad y
dos), que era plenamente consciente de la gravedad de su presten alguna pequeña ayuda. (Yūsuf ᶜAlī)
acción y que su arrepentimiento era sincero. (Yūsuf ᶜAlī)
113 El concepto hiŷra (hégira; lit.: emigración) se emplea en
108 Si un musulmán mata por error a un creyente cuyos fami- el Corán con una doble significación. En su sentido histó-
liares viven en zona de guerra y participan activamente en rico, se refiere a la emigración del Profeta y de sus compa-
los combates contra los musulmanes, está obligado en estas ñeros de La Meca a Medina; en su sentido ético señala la
circunstancias a liberar un esclavo creyente pero no debe «emigración» del hombre del mal a Dios, lo que no impli-
pagar el «precio de la sangre», porque esta indemnización ca necesariamente una salida física de la patria. (Asad)
sería utilizada en la lucha contra los musulmanes. (Asad)
114 La misericordia divina tendrá en cuenta esta debilidad y la
109 Ayuno según el modo prescrito para el ramadán perdonará, a condición de que sea real y no simple pretex-
(v. 2:183-187). La norma puede tener aplicación también to. (Yūsuf ᶜAlī)
en nuestros días. (Asad)
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115 La emigración por la causa de Dios es un deber que solo 117 El término «lluvia» se emplea a menudo en el Corán en el
admite tres excepciones: 1) Un musulmán se decide a sentido de «dificultad». Si aceptamos este principio podría
permanecer en el seno de una comunidad no islámica aplicarse a otras situaciones. (Asad)
con el firme propósito de consagrar todos sus esfuerzos
a modificarla de acuerdo con los esquemas del Islam. 118 El texto alude a la expedición de Ḥamrāͻu-l-Asad el día
2) Se trata de una persona débil que no puede emprender de la batalla de Uḥud. (Siddiqui)
la senda de la emigración. 3) Las sociedades islámicas no
tienen capacidad para garantizar un refugio a los musul- 119 Los comentaristas afirman que esta sección alude a Ṭaᶜima
manes desvalidos. (Siddiqui) Ibn Ubayraq, quien aparentaba ser musulmán, pero que en
realidad formaba parte del grupo de los hipócritas. Se sos-
116 En tiempos de paz, la oración durante los viajes pasa pechaba de él que había robado una partida de armas y que
de cuatro rakᶜāt a dos; en tiempo de guerra y con ac- las escondió en casa de un judío, donde fueron más tarde
ciones bélicas en curso pueden reducirse aún más. La descubiertas. El judío acusó a Ṭaᶜima, pero este contaba
oración es un deber, sean cuales fueren las circunstan- con las simpatías de algunos miembros de la comunidad
cias, pero en cuanto a su forma debe tenerse en cuenta musulmana porque confesaba —de labios afuera— su fe
lo siguiente: La oración debe hacerse en común, pero en el Islam. El caso fue llevado ante el Profeta que declaró
si las circunstancias no lo permiten se lleva a cabo in- inocente al judío. (Yūsuf ᶜAlī)
dividualmente. Si no existe la posibilidad de orientarse
hacia la alquibla, el orante puede elegir cualquier otra 120 El Corán califica la malversación de un bien espiritual o
dirección. Si no es posible detenerse y apearse para la social de autoengaño, del mismo modo que describe de
oración, se puede hacer cabalgando (o en un vehículo) ordinario a las personas que cometen deliberadamente pe-
o también mientras se camina a pie. Si es preciso aban- cados o faltas como alguien que «peca contra sí mismo»,
donar el puesto durante la oración, puede hacerse sin o «es injusto consigo mismo», pues todo pecado intencio-
interrumpirla. (Mawdūdī) nado daña espiritualmente al pecador. (Asad)
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121 En las aleyas 110-112 se contemplan tres casos: 1. Si todo, tres casos en los que se recomienda una discreta re-
hacemos el mal y nos arrepentimos, Dios nos perdona. serva: 1. Cuando el tema gira en torno a limosnas y obras
2. Si hacemos el mal y no nos arrepentimos, dando por de caridad. 2. Cuando procede una desagradable interven-
supuesto que podremos ocultarlo, cometemos una grave ción de la ley. 3. Cuando el asunto debatido contiene un
equivocación porque no podemos sustraernos a nuestra alto grado de sensibilidad para las partes cuya reconcilia-
responsabilidad personal. 3. Si hacemos el mal y echamos ción se intenta. (Yūsuf ᶜAlī)
la culpa a otros sigue en pie nuestra responsabilidad per-
sonal, pero nos ponemos al cuello el dogal de la mentira y 126 Los árabes preislámicos creían que los ángeles eran hijas
transformamos hasta la más minúscula transgresión en un de Dios. Hacían imágenes de ellas y les daban nombres fe-
gran pecado. (Yūsuf ᶜAlī) meninos: Lāt, ᶜUzza, Manāt. Las adoraban esperando que
por este medio podrían acercarse a la divinidad. También
122 La falta o error puede tratarse de una acción tanto inten- al demonio se le tributaba adoración bajo diversas formas.
cionada como no intencionada cuyas repercusiones recaen Según el poeta árabe Kalbī, algunas tribus veneraban a los
ante todo sobre su autor, mientras que en el delito nos ŷinn (genios). (Quṭb)
hallamos ante una acción deliberada que no solo daña a
su autor sino que socava los fundamentos morales de la 127 Satán obtuvo permiso de Dios para tentar a los hombres.
sociedad. (Siddiqui) Es esta una de las implicaciones del libre albedrío con que
Dios quiso adornar a los seres humanos. (Yūsuf ᶜAlī)
123 Con estas tres afirmaciones (aleyas 110-112) fija el Corán
el criterio de la justicia en virtud del cual cada individuo 128 Una de las costumbres supersticiosas practicadas por los
debe asumir la carga de sus actos. (Quṭb) antiguos árabes consistía en cortar —tras el nacimiento de
su quinto o su décimo hijo— las orejas de una camella
124 Es decir: Incluso aunque hubieran logrado engañarte en joven, consagrarla a su divinidad y eximirle en adelante
este pleito mediante falsos informes, consiguiendo así una de todo tipo de trabajo. (Mawdūdī)
sentencia favorable a sus intereses, no te habrían dañado
a ti, sino que se habrían dañado a sí mismos, porque los 129 Son diabólicas aquellas modificaciones en virtud de las
responsables ante Dios serían ellos, no tú. (Mawdūdī) cuales el hombre abusa de las criaturas actuando o en con-
tra de su función natural o en contra de la naturaleza hu-
125 El Islam recomienda que las negociaciones y las inicia- mana. Entrarían en este capítulo la sodomía, la ascesis ex-
tivas se lleven a cabo «con luz y taquígrafos». Hay, con cesivamente rigurosa y otras cosas parecidas. (Mawdūdī)
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130 Se insiste una y otra vez en la responsabilidad personal tender, yatāma an-nisāͻ significa «huérfanos de las muje-
como uno de los fundamentos del Islam. (Yūsuf ᶜAlī) res», es decir, los hijos de las mujeres cuyos maridos sucum-
bieron en el campo de batalla de Uḥud, confiados ahora a los
A propósito de esta aleya, Abū Bakr preguntá al Profeta (la cuidados de la comunidad islámica. (Yūsuf ᶜAlī)
paz esté con él): «Enviado de Dios, ¡cómo es posible la sal-
vación si, según esta aleya, todos nosotros seremos casti- 135 V. la aleya 3 de esta azora. (Asad)
gados por nuestras malas acciones?». Le respondió: «Dios
te perdona, Abū Bakr. ¿No te encuentras a veces enfermo, «Sulḥ»: acuerdo de conformidad. (Mullá)
cansado, triste o en apurada situación?». «Sí», respondió
Abū Bakr. Y entonces, el Profeta añadió: «Todo esto son 136 El Islam valora positivamente la fortaleza, pero impone al
cosas con las que se compensan los pecados». (Yūsuf ᶜAlī) mismo tiempo a los poderosos una firme y solícita preocu-
pación en el trato y providencia en favor de los débiles
131 Este es el enunciado básico de la doctrina islámica sobre la y los oprimidos en todos los sentidos: en el derecho de
retribución. Dios acepta las buenas obras de los creyentes, propiedad, en los derechos sociales y en el derecho a las
sean hombres o mujeres. (Siddiqui) posibilidades del desarrollo. (Yūsuf ᶜAlī)
«Mu´min»: creyente y practicante; de fidelidad incondi- 137 El pasaje alude a los derechos de los huérfanos de 4:1-14.
cionada. (Mullá) (Mawdūdī)
132 La teología islámica otorga a Abrahán el título honorífi- 138 El texto contempla el caso de la poligamia. Dado que el
co de «dilecto, caro, confidente» de Dios. En él tienen su esposo no puede albergar los mismos sentimientos hacia
fuente las tres grandes corrientes del pensamiento religio- todas sus esposas, la igualdad de trato exigida se refiere
so que más tarde hallarían su expresión en Moisés, Jesús y únicamente a su comportamiento externo. Pero si se tiene
Muḥammad. (Yūsuf ᶜAlī) en cuenta que, a largo plazo, sus sentimientos condicio-
narán su comportamiento, esta aleya —leída en conexión
133 De acuerdo con el sistema seguido en todo el Corán, a con la consideración final de la aleya 3— puede verse de
una larga sección de cuestiones puramente éticas le siguen hecho como una restricción moral de la poligamia. (Asad)
—como en este caso— aleyas referidas a la legislación
social, con el objetivo de poner de relieve la estrecha co- 139 La condición para permitir la poligamia de dispensar a
nexión entre la vida espiritual del hombre y su conducta en todas las esposas un trato justo es casi de imposible cum-
el seno de la sociedad. (Asad) plimiento. Si un hombre —animado por la esperanza de
poder satisfacer esta condición— se ve arrastrado a esta
134 Ya en 4:2-3 se fijaban las normas relativas a las viudas, los situación imposible, lo único justo y permitido es no me-
huérfanos, las herencias, el regalo nupcial y la celebración nospreciar a ninguna de las esposas y cumplir con todas
del matrimonio. Ahora se añaden nuevos detalles. A mi en- ellas al menos sus deberes externos. (Yūsuf ᶜAlī)
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140 La justicia es un atributo divino. Ponerse de parte de ella laciones pasadas en su forma actual, pues como el Corán
significa dar testimonio en favor de Dios, incluso en el afirma repetidas veces, los textos primitivos han sufrido
caso de que vaya en detrimento de nuestros personales in- múltiples alteraciones. (Asad)
tereses (tal como nosotros los entendemos) o de los seres
queridos. (Yūsuf ᶜAlī) 142 V. 3:28.
143 Es una llamada de advertencia a los fieles para que no 148 Nótese la insistencia del Corán en el carácter universalista
emprendan el camino de los hipócritas. Es de todo punto de la religión. (Daryabādī)
evidente que la sociedad islámica de aquella época nece-
sitaba este toque de atención, pues todavía existían estre- 149 V. también 2:285. (N. del T.)
chos vínculos entre algunos musulmanes y los judíos de
Medina y había, además, quienes tenían familiares entre 150 Lit: «la gente de la Escritura». (N. del T.)
los coraixíes. (Quṭb)
151 Como los teócratas judíos estaban convencidos de que la
V. también 4:139. (Asad) revelación divina solo podía tenerlos a ellos como des-
tinatarios, entiendo que tiene más sentido la traducción:
144 Aquí, al igual que en 2:158 y en otras secciones del Corán, «te piden que hagas bajar del cielo un libro para ellos».
se aplica a Dios la denominación de Šākir (el Agradecido (Asad)
o Remunerativo). (Yūsuf ᶜAlī)
152 V. 2:55. Véase también 2:51, que habla de la adoración del
145 Esta aleya prohíbe la maledicencia bajo todas sus formas becerro de oro.
y la manifestación y difusión de afirmaciones que pueden
difamar a otras personas —con independencia de que su 153 Durante su salida de Egipto fueron testigos de cómo el
contenido sea verdadero—, salvo que exista una causa jus- Faraón perecía ahogado ante sus propios ojos y de otros
tificada. (Daryabādī) muchos maravillosos sucesos. Debían, pues, saber perfec-
tamente que era Dios, el Señor de los mundos, quien los
146 Este método educativo sitúa en un nivel superior tanto a había librado de la tiranía del Faraón. (Mawdūdī)
los creyentes concretos como a la sociedad islámica en su
conjunto. (Quṭb) 154 El texto alude probablemente a los nueve signos mila-
grosos mencionados en 17:101. También el Antiguo
147 Según las concepciones islámicas, el rechazo de alguno o Testamento (Éxodo caps.7-12) describe esta capacidad
de todos los enviados de Dios es un pecado casi tan grave taumatúrgica con que Dios dotó a Moisés. (Villanueva-
como el rechazo del mismo Dios. (Asad) Castro)
El Corán I Azora 4
166
155 Esta aleya presenta tres ejemplos de desobediencia de los significa la exaltación de Jesús hasta el dominio o la esfera
israelitas, ya mencionados en la azora 2: 1) La ruptura de de una especial gracia de Dios, una bendición de la que to-
la alianza que habían concluido al pie del monte Sinaí, que dos los profetas participan, por ejemplo Idris, mencionado
Dios había elevado por encima de sus cabezas (2:63); 2) la en 19:57. (Asad)
arrogancia que desplegaron al entrar en la ciudad, cuando
se les había exigido humildad (2:58), y 3) la violación del 161 No existe una opinión unánime entre los antiguos comen-
sábado (2:65). (Yūsuf ᶜAlī) taristas sobre la significación exacta del inciso «antes de
su muerte». Para algunos quiere decir: «No hay entre los
156 En la aleya 160 se habla del castigo por estas transgresio- seguidores de la Escritura ninguno que no crea en Jesús
nes. (Asad) antes de su muerte (es decir, de la de Jesús)». Otra inter-
pretación entiende que «no hay entre los seguidores de la
157 V. 3:21. (Yūsuf ᶜAlī) Escritura ninguno que no crea en Jesús antes de morir»
(esto es, antes de la muerte del individuo). Me inclino por
158 Las calumniosas acusaciones contra María le atribuían un esta segunda explicación. (Quṭb)
comportamiento deshonesto. V. sobre este punto 19:27-
28. (Yūsuf ᶜAlī) 162 V. 4:41. (Yūsuf ᶜAlī). V. también 5:116-117. (Mawdudi)
Estas calumniosas imputaciones han hallado un eco es- 163 V.6:146. La ley ritual de los judíos prohíbe comer carne
pecial en el libro judío medieval Toledoth Jeshu (Las ge- de camello, de conejo y de liebre (Levítico 11, 4-6) y la
neraciones de Jesús) y están ya insinuadas en el Talmud grasa de buey, de cordero o cabra (Levítico 7, 23). La ley
(Daryabādī). era también muy severa en otros aspectos. (Yūsuf ᶜAlī)
159 Una de las afirmaciones dogmáticas básicas de las grandes 164 Es decir, la contenida en la ley de Moisés. (Daryabādī)
Iglesias cristianas es que Jesús fue crucificado, muerto y
sepultado y que resucitó al tercer día con su propio cuerpo 165 V. Éxodo 22, 24 y Levítico 25, 35-37. (Daryabādī)
y sus llagas visibles, que se apareció en varios lugares, que
habló y comió con sus discípulos y que a continuación fue 166 El pasaje se refiere probablemente a la prohibición de de-
corporalmente aceptado en el cielo. El Corán afirma que terminados alimentos de que se habla en 6:146. (Mawdūdī)
Jesús no fue crucificado y muerto por los judíos, aunque
un conjunto de circunstancias produjo a sus enemigos la 167 Si proceden así, advertirán fácilmente que las enseñanzas
ilusión de haberlo hecho. Afirma, en fin, que Dios lo elevó del Corán coinciden con las que han proclamado sus pro-
a su lado (v. también la aleya siguiente). (Yūsuf ᶜAlī) fetas y podrán, por tanto, creer sinceramente en las dos.
(Mawdūdī)
160 No hay en ningún pasaje del Corán indicación de que Dios
haya aceptado la presencia corporal de Jesús en el cielo 168 V. 2:43. (N. del T.)
aún en vida. La expresión «lo elevó hasta Sí» de esta aleya
El Corán I Azora 4
168
169 Nótese que aquí se está hablando de revelaciones, no ne- 178 La «gente de la Escritura » son aquí, en primer lugar, los
cesariamente de un libro. (Yūsuf ᶜAlī) cristianos, que hicieron a Jesús Hijo de Dios, y en segundo
lugar, los judíos, que se negaron a creer que Jesús es hijo
170 V. 2:136 y 3:84. de María e insistieron en su falsa acusación contra su ma-
dre inmaculada y en su afirmación, asimismo falsa, de que
171 Es decir, los profetas de las tribus de Israel. (Daryabādī) Jesús era un «embustero» renegado.
172 La revelación no es algo nuevo, sino que numerosos pro- 179 Aquí se condena la actitud cristiana que concede a Jesús
fetas anteriores a Muḥammad la recibieron bajo la misma naturaleza divina y, en algunos casos, llega casi a divinizar
invisible forma con que él la recibe ahora. Dado que se también a María, que atribuye a Dios un hijo corporal y ha
trata de una experiencia espiritual de un género especial, desarrollado una doctrina trinitaria que está en total con-
que solo perciben los profetas y los enviados, no pueden tradicción con la razón. Los musulmanes debemos preca-
compartirla las personas comunes. (Siddiqui) vernos de tales excesos, ya sean doctrinales o formalistas.
(Yūsuf ᶜAlī)
173 Aunque en el Salterio bíblico, en su forma actual, existen
añadidos, un estudio a fondo del mismo descubre que se 180 Es Dios quien ha llamado a Jesús, mediante su mandato, a
trata de auténticas revelaciones de Dios. Lo mismo cabe la existencia humana, como se dice en otro lugar del Co-
decir de los Proverbios de Salomón y del Libro de Job. Apar- rán’. «Dios crea lo que quiere, pues cuando decreta algo
te estos escritos, la mayor parte de los 17 libros proféticos del dice: ‘Sé’. Y es» (3:47). Dio a María esta orden creadora y
Antiguo Testamento son revelaciones auténticas, en especial así creó a Jesús, sin el concurso de un padre corporal, del
los de Josué, Jeremías, Ezequiel y Amós. (Mawdūdī) mismo modo que creó a Adán sin la mediación de proge-
nitores humanos. (Quṭb)
174 Dios habló a Moisés en el Sinaí (v. Éxodo 34, 5). De ahí
que la teología islámica lo llame Kalīm Allah: el que ha 181 En esta aleya, que acentúa la naturaleza puramente hu-
hablado con Dios. (Yūsuf ᶜAlī) mana de Jesús y rechaza la fe en su divinidad, el Corán
destaca que Jesús fue, al igual que todos los demás seres
V. Éxodo 33,11. (Mawdūdī) humanos, un «alma creada por Él». (Asad)
175 La razón con que Dios ha dotado a los hombres es un ins- 182 Es decir, creed en Dios como en el Único y aceptad a todos
trumento incapaz por sí solo de descubrir el camino recto, sus enviados, incluido el Mesías. (Mawdūdī)
y que necesita la ayuda y la dirección de adecuadas ins-
trucciones. La tarea de la inteligencia consiste en recibir 183 Mediante la introducción de la doctrina del Logos, los
y entender el mensaje. El enviado, por su parte, tiene la cristianos han intentado conciliar el dogma de la divinidad
misión de transmitir y explicar a los hombres las instruc- de Jesús con el monoteísmo que el mismo Jesús procla-
ciones divinas. Aquel a quien le llega el mensaje debe se- mó. En esta labor teológica se han propuesto múltiples
guirlo y obedecer las instrucciones apenas comprenda su explicaciones doctrinales y se han producido numerosos
sentido.(Quṭb) enfrentamientos. Es evidente que no se ha dado ninguna
solución al problema, porque nadie es capaz de demostrar
176 V. Salmos 81,12-13. (Daryabādī) que son tres las personas que participan de la divinidad
y que, al mismo tiempo, Dios sea un ser único y sin par.
177 Nótese la universalidad de la misión del Profeta. El discur- (Mawdūdī)
so se dirige a la totalidad del género humano, no al pueblo
árabe en exclusiva. (Daryabādī)
El Corán I Azora 4
170
184 Esta aleya fue revelada mucho después del texto prece- 185 Se completa así la regulación hereditaria en el caso de los
dente de la azora y algunos comentaristas consideran in- kalāla. Si el difunto no tenía ni padres ni hijos, pero sí una
cluso que es el último verso cronológico del Corán. Según hermana o hermanastra por línea paterna, esta recibe la
una cita auténtica del Profeta, su revelación aconteció el mitad de la herencia. Si muere la hermana, sin padres y sin
año 9 de la hégira, cuando ya se recitaba la azora como hijos, el hermano que la sobrevive hereda la totalidad. Si
una unidad. Por esta razón, no fue clasificada dentro del son dos hermanas de la misma categoría, reciben entre las
bloque de las dedicadas a los temas hereditarios, sino que dos las dos terceras partes de la herencia. Si los hermanos
se la colocó al final, a modo de apéndice. (Mawdūdī) (varones y mujeres) son más de dos, se procede de acuer-
do con el principio de que la porción hereditaria masculina
Cuando se le formuló a Abū Bakr la pregunta acerca de los es el doble que la femenina. (Quṭb)
kalāla, respondió: «Digo mi parecer: es la persona que no
tiene ni padres ni hijos». (Al-Manār)
El Corán I Azora 5
173
Introducción a la Azora 5
AL-MĀ IDA
EL BANQUETE
A l igual que en las azoras precedentes, también en ésta se analizan cuestiones de diversa índole, aunque
todas ellas coordinadas entre sí en virtud de un objetivo común para cuyo cumplimiento ha sido revelado
el Corán, a saber, el de formar una comunidad, construir un Estado y organizar una sociedad basados en una
confesión especial, unas determinadas concepciones y una estructura nueva. (Quṭb)
Mediante una concisa reiteración, la azora rememora las repetidas recaídas de judíos y cristianos y su
persistente distanciamiento respecto de la pureza de su religión, de la que el Islam es la medida y la piedra
de toque.
Como lógica consecuencia de la adulteración de las anteriores religiones divinas, se exponen de nuevo los
preceptos prácticos del Islam en lo concerniente a los alimentos, la limpieza, la justicia y la lealtad. (Yūsuf
ᶜAlī)
Uno de los rasgos característicos de esta azora es que en ella alcanzan su expresión firme y definitiva algunos
principios y prescripciones que tal vez en otras azoras se presentan bajo una forma diferente. (Quṭb)
En la aleya tercera figura la notable declaración divina: «Hoy os he acabado de perfeccionar (la legislación
de) vuestra religión», revelada el año 10 de la hégira, con ocasión de la última peregrinación del Profeta a La
Meca. Se trata, pues, cronológicamente, de la última aleya revelada. (Yūsuf ᶜAlī)
En este pasaje se afirma, más allá de toda duda, que esta religión y esta legislación tienen carácter eterno y
que esta ley revelada para aquella época debe ser tenida por válida para todos los tiempos. Éste es, en efecto,
el último mensaje a los hombres, completado y llevado a su plenitud por Dios y aprobado como religión
divina. (Quṭb)
Resumen:
Tras una invocación introductoria que insta al cumplimiento de todos los deberes frente a los hombres y
frente a Dios, la azora se centra en prescripciones concretas respecto de los alimentos, con la mirada puesta
en la promoción de una vida social equilibrada, sin supersticiones, sin prejuicios y sin rencores (aleyas 1-6).
La limpieza del cuerpo, la justicia y la conducta sincera son los valores más próximos a la piedad (aleyas
7-12). Judíos y cristianos se han apartado de la verdad y han quebrantado su alianza, pero ya han sido
amonestados por su transgresión (aleyas 13-29).
Del mismo modo que Abel fue asesinado por su hermano Caín, así también los justos tienen que sufrir a causa
del comportamiento de los envidiosos. Dios castiga a los culpables y el justo no debe sentirse entristecido
(aleyas 30-46). Los musulmanes deben practicar la justicia con imparcialidad, pero deben también, a la vez,
proteger a la comunidad y sus creencias frente a las injurias y las mofas. Han de saber apreciar la piedad, la
humildad y otras buenas cualidades de los cristianos (aleyas 47-89).
Deben disfrutar, con espíritu agradecido, de todo cuanto es bueno y está permitido, pero tienen al mismo
tiempo que precaverse frente a los excesos. Se condenan las blasfemias, las bebidas embriagantes, los
juegos de azar, la profanación del santuario y del estado de consagración al culto, la superstición y todos los
tipos de falso testimonio (aleyas 90-111).
La azora finaliza con los milagros de Jesús y señala el mal uso que hacen de ellos quienes se llaman cristianos
(aleyas 112-123). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 5
174
Azora 5
AL-MĀ IDA
EL BANQUETE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 No están permitidos los animales carnívoros. Así lo decla- nombre de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
ró también específicamente el Profeta. Tampoco es lícita
la carne de las aves de presa o carroñeras. (Mawdūdī) 10 Altares de piedra colocados, en la época preislámica, al-
rededor de la Caaba y sobre los que los coraixíes paganos
2 Por ejemplo, animales muertos y sangre. V. aleyas 3 y 4. ofrecían sacrificios a sus ídolos.
(Al-Manār)
La prohibición de ciertos alimentos no se explica solo des-
3 Se mencionan aquí las excepciones a la regla general y, de la vertiente de la salud física sino también por conside-
en primer lugar, la prohibición de cazar en la situación de raciones morales y espirituales. Hay cosas que se prohíben
ͻiḥrām o «estado sacro de consagración» propia de quie- porque son nocivas para la pureza, la moral y la fe. Todo lo
nes hacen la peregrinación a La Meca. En tal estado es in- que no las daña está permitido. (Mawdūdī)
admisible ningún género de violencia contra ninguna clase
de vida. (Quṭb) 11 Aquí se alude a una especie de rifa practicada por los árabes
preislámicos en la que se sorteaban las diferentes partes de
4 Lit.: «los preceptos». Aquí, por «preceptos», debe enten- un animal mediante flechas marcadas. (Yūsuf ᶜAlī)
derse cuanto está relacionado con la peregrinación, bajo
todo lo cual subyace un simbolismo ético y espiritual. V. En la época preislámica se utilizaba el juego de flechas
2:158 y 2:194-200. (Mullá) también para predecir el futuro. Como ocurre de ordina-
rio en las alusiones históricas del Corán, la prohibición
5 El mes de la peregrinación, o también los cuatro meses se extiende a todos los intentos por averiguar el porvenir.
sagrados, a saber, raŷab (mes séptimo), ḏū-l-qaᶜda (undé- (Asad)
cimo), ḏū-l-ḥiŷŷa (duodécimo, el mes de la peregrinación)
y muḥarram (el primer mes del año). En todos ellos están Esta aleya fue revelada el viernes, 9 de ḏū-l-ḥiŷŷa (día
prohibidos los enfrentamientos armados. Salvo el mes de cumbre de la peregrinación), en ᶜArafat, el año 10 de la
raŷab, los tres restantes van seguidos. (Yūsuf ᶜAlī) hégira, cuando el Profeta, acompañado de 120.000 fieles
seguidores, llevó a cabo su peregrinación de despedida.
6 El año 6 de la hégira, los idólatras negaron a los mu- (Daryabādī)
sulmanes el acceso a la Mezquita Sagrada. Cuando
los seguidores de Muḥammad recuperaron La Meca, al- 12 De este modo, y mediante la clausura de la cadena profé-
gunos de ellos propusieron excluir a los no musulmanes o tica, ha llevado Dios su religión a la más excelsa cumbre
impedirles la peregrinación. Aquí se condena esta actitud. de perfección y la ha declarado vinculante en todos los
No se debe devolver mal por mal. Si debemos defendernos lugares y para todos los tiempos. (Quṭb)
frente al mal, lo haremos sin odio o malevolencia, siempre
con justicia y rectitud. (Yūsuf ᶜAlī) Se trata, cronológicamente, del último verso legislativo
del Corán y señala el fin de la misión de Muḥammad en
7 Es decir, la carne de animales muertos por causas natura- la tierra. (Yūsuf ᶜAlī)
les. (Mawdūdī)
13 El genuino fundamento de toda religión verdadera es la
8 V. 2:173, donde se explica el alcance y el sentido de esta entrega sumisa (Islam) del hombre a Dios. Esta entrega
prohibición. (Yūsuf ᶜAlī) humilde se expresa en la fe y en el obediente acatamiento
de sus preceptos. Así se explica que la proclamación de la
9 Se entiende que su carne no es comestible porque su san- perfección del mensaje coránico esté situada en el centro
gre se ha coagulado antes de abandonar el cuerpo. Pero de una aleya que contiene las últimas instrucciones jurídi-
el caso es otro si todavía fluye la sangre y el animal se cas reveladas al Profeta. (Siddiqui)
inmola de acuerdo con las normas y bajo la invocación del
El Corán I Azora 5
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14 La frase se entiende de ordinario en el sentido de «hambre nes han abrazado el Islam pueden contraer matrimonio, sin
extrema». Pero también alude a otras situaciones en las restricción ninguna, con mujeres (o, en su caso, hombres)
que un poder externo e irresistible obliga al hombre a ha- creyentes. (Yūsuf ᶜAlī)
cer algo que de ordinario el Islam prohíbe, por ejemplo, el
consumo de sustancias estupefacientes o de embriagantes. A la esposa judía o cristiana no se le exige que renuncie a
(Asad) su fe. (Daryabādī)
15 Si el cazador llega a la presa cuando esta todavía vive, es 18 Todas estas prescripciones dependen de la fe. Su cumpli-
entonces, al rematarla, cuando debe invocar el nombre de miento es testimonio de una fe sincera.
Dios. En caso contrario, basta con la invocación hecha al
soltar a los animales amaestrados. Otro tanto cabe decir 19 A la disposición del alma debe añadirse necesariamente la
respecto de la caza con armas de fuego. (Mawdūdī) pureza del cuerpo. A esa necesidad responden las ablucio-
nes prescritas. (Quṭb)
16 Distinto es el caso de los sacrificios idolátricos paganos.
(Yūsuf ᶜAlī) 20 V. 4:43.
17 Un musulmán puede desposarse con una mujer de otra re- 21 Las abluciones y los baños no son una simple purificación
ligión bajo las mismas condiciones con que se desposaría corporal. El elemento predominante es la pureza del alma,
con una mujer musulmana. Las mujeres musulmanas no tal como se desprende de la situación en que no puede
pueden, en cambio, casarse con no musulmanes, porque emplearse el agua. (Quṭb)
podría verse dañado su estatus de mujer musulmana allí
donde la situación social se orienta por la del varón. Quie- 22 V. 4:135. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 5
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23 Se han propuesto varias interpretaciones para este verso. 27 V. Jeremías 5:3. (Daryabādī)
Probablemente se refiere a quienes, el día de Hudaybiya,
estaban tramando engañar y atacar por sorpresa al Envia- 28 V. también azora 4:46. (Asad).
do de Dios y a sus seguidores. Pero Dios hizo que cayeran
prisioneros de los musulmanes, como se expone detalla- 29 Su omisión más grave ha sido su abandono del mono-
damente en la azora 48 (Al-Fatḥ, «La victoria»). (Quṭb) teísmo absoluto, sustituido por la doctrina de la Trinidad.
(Daryabādī)
24 V. 2:63 y Éxodo 19:7-8. (Yūsuf ᶜAlī)
30 Así lo decidió el emperador romano Constantino y expul-
25 Se eligió un jefe de cada una de las 12 tribus (v. azora 2:60 só a los partidarios de otras confesiones, y en especial a
y las aleyas 22-29 de esta azora). (Yūsuf ᶜAlī) los que creían en la divinidad única del Creador y en la
naturaleza humana de Jesús. (Quṭb)
26 Véase, entre otros pasajes, Levítico 26:14-39; Deuterono-
mio 28:15-68 y Josué 23:12-16. (Daryabādī)
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31 El concepto de «hijos de Dios» aparece repetidas veces en 35 Aquí, el término «rey» significa hombre libre, que ejerce
la Biblia, por ejemplo, en Job 38:7; Génesis 6:2 y Salmos el dominio sobre sí mismo, administra sus negocios y lle-
29, o como «amados» en Salmos 127. Estas y otras pare- va el estilo de vida que le place. (Al-Manār)
cidas expresiones se refieren, en sentido figurado, al amor
de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) 36 V. Éxodo 19:5. (Yūsuf ᶜAlī)
32 Se rechaza con decisión la teoría de la filiación di- 37 V. Números 13:32-33 y 14. (Asad)
vina, porque judíos y cristianos son, exactamente
igual que el resto de los hombres, criaturas de Dios. 38 V. Números 14:6-10. (Daryabādī)
(Quṭb)
39 V. Números 14:5. En el Corán, a diferencia del relato bí-
33 Los cerca de seiscientos años transcurridos entre Jesús y blico, se nos informa de que Moisés y su hermano se dis-
Muḥammad fueron, en el más auténtico sentido de la pa- tanciaron de los rebeldes. (Yūsuf ᶜAlī)
labra, la «edad oscura del mundo». (Yūsuf ᶜAlī)
40 V. Números 14:22-23 y 29-33. (Daryabādī)
34 V. Deuteronomio 1:6 y ss. (Daryabādī)
41 Porque su corazón no era puro. (Daryabādī)
Se reanuda la historia de los israelitas a la que aludían las
aleyas 12 y 13. La narración que sigue tiene una conexión 42 La virtud no consiste en ponerse a disposición del asesi-
directa con el versículo anterior (19), pues Moisés habla no o en renunciar a la autodefensa. Pero un hombre vir-
aquí a los israelitas en su condición de «portador de la tuoso prefiere que sea el enemigo el agresor. (Mawdūdī)
buena nueva y amonestador». (Asad)
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43 La expresión «prescribimos a los israelitas» no reduce, por 51 No puede entenderse bien la severidad de este castigo si
supuesto, el alcance universal de este principio, sino que no se tiene en cuenta el principio fundamental de la ley
simplemente lo enuncia en su forma histórica primitiva. islámica, a saber, que no se les pueden imponer a los hom-
bres deberes si no se les conceden al mismo tiempo los
44 Encontramos en este texto la clara afirmación de la supre- correspondientes derechos. En este contexto, el concepto
ma inviolabilidad que el Islam otorga a la vida humana. de «deber» incluye a la vez la idea de que se ha alcanzado
(Siddiqui) la mayoría de edad y la correspondiente responsabilidad
penal. Entre los derechos irrenunciables de todo miembro
45 A los israelitas. (Daryabādī) de la sociedad islámica ―sea musulmán o no lo sea―
figura el de la protección (en todos los sentidos del tér-
46 Ciertos hombres fueron al encuentro del Profeta y abraza- mino) a través de la comunidad. A todos los ciudadanos
ron el Islam. Después, apostataron, mataron y mutilaron les asiste además el derecho a participar de los recursos
cadáveres, saltearon caminos y violaron mujeres y niñas. económicos de la sociedad y a disfrutar de la seguridad
Esta aleya le fue revelada al Profeta cuando meditaba qué social.
pena correccional imponer por tales crímenes. El Profeta
los castigó de acuerdo con la gravedad de sus delitos y no Sobre este telón de fondo de la seguridad ciudadana garan-
quiso perdonarlos en contra de lo que solía hacer. El casti- tizada debe contemplarse la amputación de la mano como
go como elemento de disuasión sigue siendo hasta nuestros castigo disuasorio para los robos. En una comunidad que
días parte de la política practicada por numerosos Estados. garantiza a todos sus miembros plena seguridad y justicia
social, cualquier tentativa por conseguir ganancias fáciles
47 La mano derecha y el pie izquierdo. (Yūsuf ᶜAlī) a costa de los restantes miembros debe ser tenida y casti-
gada como un ataque a la totalidad del sistema.
48 El castigo de estos crímenes puede consistir también en
condena a prisión. (Daryabādī) Es, de todas formas, importante tener siempre en cuenta la
correspondencia entre derechos y deberes de las personas.
49 Este arrepentimiento no implica que se deba, en todos los Si la sociedad no puede cumplir sus deberes frente a todos
casos, declarar al transgresor inocente de todos sus delitos y cada uno de sus miembros, tampoco tiene el derecho
pasados. Al contrario, deberá ser llevado ante los tribuna- a aplicar todo el rigor de las leyes contra los infractores.
les para responder de los crímenes cometidos. El arrepen- (Asad)
timiento les garantiza el perdón de Dios, pero los poderes
de los Estados son más restringidos. (Siddiqui) Se parte del supuesto de que el valor del bien robado su-
pera un mínimo y de que dos testigos de fama irreprocha-
50 La prosperidad se entiende aquí en sentido espiritual. ble confirman el robo, o que el mismo ladrón lo confiesa.
(Yūsuf ᶜAlī) (Daryabādī)
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52 No es suficiente con que el transgresor renuncie a la co- El texto se refiere especialmente a los juristas y jueces
misión de nuevos delitos. Es de todo punto necesario que que prestan oído a las declaraciones de falsos testigos y
repare su acción mediante un comportamiento activo y emiten sentencias injustas a favor de quienes los sobor-
que la conciencia se sienta sacudida y conmocionada para nan o de aquellos de quienes esperan obtener ganancias
no caer de nuevo del lado del mal. (Quṭb) ilícitas. (Mawdūdī)
53 Esta aleya fue seguramente revelada en los primeros 57 La mayoría de los comentaristas admite que esta sección
años después de la hégira, cuando todavía moraban los se refiere a asuntos jurídicos que los judíos de Medina pre-
judíos en Medina. En aquel periodo, sus constantes in- sentaron al Profeta. Pero a la vista del principio coránico
trigas contra los musulmanes contaban con el apoyo de según el cual toda referencia histórica tiene también, a la
los hipócritas. Ambos grupos se enredaban y hundían vez, una significación general, entiendo que en esta sen-
cada vez más en la incredulidad, lo que entristecía a tencia se está tomando una decisión acerca de hasta qué
Muḥammad. Dios consuela aquí a su Enviado, descubre punto sus artículos de fe son verdaderos o falsos, según
a la comunidad islámica las verdaderas intenciones de que estén confirmados o rechazados por el Corán. (Asad)
estos dos bandos y señala al Profeta la conducta a seguir Aquí se deja a la libre voluntad del Profeta sentenciar o
con ellos. (Quṭb) no en pleitos entre judíos, de donde cabe deducir que esta
decisión se remonta a una fase temprana, ya que más tarde
54 Aunque esta aleya puede dirigirse en primer término al se implantó la legislación islámica como autoridad vincu-
Profeta, concierne a todos los seguidores del Corán y lante. (Quṭb)
es, por tanto, válida para todos los tiempos. Y, del mis-
mo modo, aunque solo se cita en términos expresos a los 58 Es inevitable preguntarse cuáles eran los verdaderos mo-
hipócritas y los judíos, el texto denuncia a todos cuantos tivos que inducían a los judíos a presentar sus pleitos al
alimentan prejuicios contra el Islam. (Asad) Profeta. Lo hacían: 1) para burlarse de la sentencia, 2)
para engañarle acerca de los hechos y conseguir así un
55 Dieron instrucciones a quienes fueron comisionados veredicto favorable, aunque contrario a la justicia. Pero
para solicitar el dictamen del Profeta sobre el caso de Muḥammad observó una conducta inflexiblemente im-
un hombre y una mujer de su comunidad que habían parcial. (Yūsuf ᶜAlī)
cometido adulterio y a quienes no deseaban lapidar,
tal como su ley les prescribía: «Si Muḥammad os permi- 59 Esto no significa que el Corán considere que la Torá, tal
te cambiar la lapidación por azotes, aceptad su veredicto, como existía en tiempos del Profeta, ofrecía la revelación
pero si no lo permite guardaos de aceptarlo ni aprobarlo». de Dios en su pureza original. Pero incluso en su forma
Cuando llegaron donde el Profeta, este les preguntó qué actual, no ha perdido la totalidad de su contenido de ver-
castigo preveía la Torá para aquel delito y ellos contes- dad y hay en ella algunas secciones que conservan las
taron: «Serán desnudados y azotados». Pero al consultar genuinas enseñanzas de Dios. (Siddiqui)
la Torá, uno de ellos ocultó con el dedo la línea acerca de
la lapidación y leyó solo la línea anterior y la posterior. 60 El hecho de que rechazaran el Libro que habían recibido
ᶜAbdullāh Ibn Salam, que era letrado judío, le ordenó le- y al que ellos mismos tenían por Escritura divina y se di-
vantar la mano y entonces apareció la línea en cuestión y rigieran a Muḥammad, a quien no consideraban profeta,
confesaron que el Profeta (la paz esté con él) había dicho la indica que su fe en la Torá era vacía. Tal conducta indica,
verdad. Y de este modo quedaron al descubierto su mentira además, que no creían en otro cosa sino en sus personales
y su abuso de la palabra y de la ley de Dios. (Al-Manār) intereses. (Mawdūdī)
61 La Torá, en la forma en que fue revelada por Dios, es un con los cuatro Evangelios canónicos admitidos por la Igle-
libro divino, que ha llegado para guiar a los israelitas y sia, sino que se refiere al «Evangelio» originario, tal como
para iluminarles en su camino hacia Dios. Trajo consigo la fue proclamado por Jesús. (Yūsuf ᶜAlī)
fe monoteísta y las leyes. (Quṭb)
68 El Corán confirma la verdad de las revelaciones anterio-
62 Esto implica que la ley mosaica estaba destinada a los is- res. (Daryabādī)
raelitas y no poseía validez universal. (Asad)
Merece la pena observar que aquí se utiliza la palabra
63 La interpelación se dirige a los letrados, doctores y sacer- kitāb (libro). Se quiere de esta forma subrayar que el Co-
dotes judíos. (Daryabādī). rán y todos los restantes escritos sagrados que Dios ha
revelado en las diferentes lenguas y en las diversas épocas
64 V. Deuteronomio 27:26. (Daryabādī) son un mismo y solo «Libro», de un mismo autor y con un
mismo objetivo. Transmiten a la humanidad los mismos
65 «Quisas»: desagravio por otro similar o responder con las conocimientos, con la única diferencia de que han sido re-
mismas armas, sin excederse. En el Islam no hay cabida dactados en diversos idiomas y han recurrido a diferentes
para la Ley del Talión. (Mullá). La ley del talión aparece métodos para poder transmitir en términos inteligibles el
mencionada en tres pasajes del Pentateuco: Éxodo 21:23- mensaje a sus destinatarios. (Mawdūdī)
25; Levítico 24:18-21 y Deuteronomio 19:21. Cada uno de
ellos ofrece una formulación distinta, pero en ninguno aflo- 69 En su condición de última religión revelada, el Corán es,
ra una llamada a la clemencia, como ocurre en el Corán. por así decirlo, la última instancia decisoria respecto de
Nótese que en Mateo 5:38 Jesús cita la ley antigua «ojo los estilos de vida y de los sistemas jurídicos humanos.
por ojo», etc., pero modificándola en dirección al perdón. (Quṭb)
De todas formas, el Corán presenta una orientación más
práctica. Incluso si el perjudicado perdona, el Estado o la 70 El vocablo šarica (Ley) designa literalmente el «camino
sociedad tienen autoridad para tomar las medidas que ga- hacia la aguada». En el Corán se emplea para designar un
ranticen el derecho y el orden, ya que el crimen tiene una sistema legal necesario para el bienestar social y espiritual
dimensión que trasciende los intereses de los individuos de la comunidad. El término minhāŷ (Doctrina) significa
concretos y afecta a la comunidad (v. 5:35). (Yūsuf ᶜAlī) «calzada abierta», en sentido abstracto, es decir, «norma
de vida». El campo de significación de estas dos palabras
Si alguien, guiado por buenas intenciones, renuncia a la es más restringido que el de dīn, ya que esta última abarca
ley del talión, borra muchas de sus faltas personales. El no solo las leyes específicas de una determinada religión
Profeta lo explicó en los siguientes términos: «Si alguien sino también las verdades fundamentales, inmutables, que,
es perjudicado y renuncia a la retribución se le remiten según las enseñanzas coránicas, han proclamado todos los
sus pecados en una medida proporcional a su perdón». enviados de Dios. El corpus legal especial (šarica) y la
(Mawdūdī) correspondiente norma de vida (minhāŷ) varían según las
necesidades de los tiempos y el nivel de desarrollo cultural
66 V. Mateo 5:17-18. (Daryabādī) de cada comunidad concreta. El Corán destaca a menudo
esta «unidad en la variedad» (v. por ejemplo 2:148; 21:92-
De donde se desprende que Jesús no fundó una nueva reli- 93; o 23:52 y ss.). En virtud de su universal capacidad
gión, sino que vino a confirmar lo que ya habían anuncia- de aplicación y de su inmutabilidad, los textos del Corán
do todos los profetas que le precedieron. El Corán remite representan el punto culminante de la revelación y abren
una y otra vez al hecho de que todos los mensajeros que el camino definitivo y perfecto hacia la plenitud espiritual.
Dios ha enviado a las diversas partes del mundo confir- Esta singularidad del mensaje coránico no excluye de la
maban el mensaje de todos los profetas anteriores. No vi- gracia de Dios a los seguidores de las anteriores orienta-
nieron para refutar a los precedentes e imponer su propia ciones de fe. (Asad)
concepción del mundo, del mismo modo que Dios no ha
revelado sus escritos sucesivos para rebatir los anteriores. 71 Es decir, «para comprobar, por medio de los diferentes
(Mawdūdī) sistemas religiosos que se os han impuesto, quién de voso-
tros está preparado para entregarse a Dios y obedecerle»
67 Del mismo modo que la Torá no se identifica con el actual (Zamaḫšarī, Rāzī), «y para posibilitaros el crecimiento
Antiguo Testamento, tampoco el «Evangelio» menciona- espiritual y social de acuerdo con la ley de la evolución
do en el Corán se identifica con el Nuevo Testamento ni querida por Dios». (Asad)
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72 No se refiere únicamente al tiempo anterior a la venida 76 Mientras la situación se mantuvo indecisa, los hipócritas
del profeta Muḥammad sino, en general, a las situaciones aparentaban estar de parte de los musulmanes, aunque de
caracterizadas por falsa sensibilidad moral y por el some- hecho se habían aliado con sus enemigos. Cuando Dios
timiento de todos los asuntos personales y comunitarios al concedió la victoria al Islam, su posición se hizo penosa.
criterio único de la «utilidad», es decir, exclusivamente a No solo fueron rechazados por los musulmanes, sino que
la consideración de si una acción o unos objetivos espe- estos podían echar en cara a sus enemigos: «¿No son estos
cíficos son beneficiosos o dañosos para los intereses de los que os habían prometido solemnemente su amistad?
la persona o de la comunidad afectadas. Esta «ley de la ¿Dónde están ahora?». (Yūsuf ᶜAlī)
utilidad», opuesta a las concepciones morales enunciadas
por todas las altas religiones, es calificada por el Corán 77 Su lealtad con los judíos no les reportó ningún beneficio:
como «ley de la ignorancia». (Asad) sospechosos por igual para judíos y musulmanes, los hi-
pócritas fueron tenidos en todas partes por gente en la que
El camino del Islam se apoya en la certidumbre transmi- no se podía confiar. (Daryabādī)
tida por Dios, que posee el conocimiento de toda verdad.
(Mawdūdī) 78 Ŷihād (esfuerzo, lucha) por o en el camino de Dios se apli-
ca a los creyentes que se esfuerzan por la causa de Dios,
73 Este texto alude a casos y sucesos ocurridos en la sociedad no por su interés personal ni el de su pueblo, su patria o su
islámica de Medina, y a la especial relación que mantenían raza. (Quṭb)
entre sí los hipócritas y los judíos. (Daryabādī)
79 Esta promesa de éxito viene inmediatamente después
74 Este hombre actúa injustamente contra sí mismo, contra de la explicación de los fundamentos básicos de la fe, a
la religión de Dios y contra la sociedad islámica. En con- saber, la lealtad para con Dios, sus enviados y autorida-
secuencia, se le cuenta entre los judíos y los cristianos y des y los fieles, y de la exhortación a no entablar estre-
Dios no le dirige a la verdad. (Quṭb) chas relaciones de inferioridad con los no musulmanes.
Dios quiere que los fieles solo se sometan a Él porque
De todas formas, tal como se declara explícitamente en es lo mejor para ellos, y no por el deseo de victorias o
60:7-9 (e implícitamente en la aleya 69 de la presente azo- de éxitos terrenos. Estos son los frutos que cosecha-
ra), esta prohibición de «alianza moral» con los no musul- ron en aquel tiempo y que siguen cosechando también
manes no implica que se prohíban las relaciones amistosas ahora, para dar firmeza a esta religión en la tierra de
normales con quienes albergan sentimientos afables hacia acuerdo con la determinación divina. No obstante,
los creyentes. (Asad) Dios pudo también prometerles éxito para afianzar sus
determinaciones, pues cuando los hombres están segu-
75 Ponen en duda que Dios ayude a los musulmanes y que ros de los resultados de sus obras crece en su ánimo la
la comunidad islámica tenga futuro, e intentan, por tanto, fortaleza para afrontar y superar las más duras pruebas.
precaverse frente a todas las eventualidades. (Siddiqui) (Quṭb)
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80 Es una advertencia a los hipócritas. Se les exhorta a des- conciencia del deber de prescribir el bien y proscribir el
echar todos sus temores y recelos y a vivir como sinceros mal. (Quṭb)
musulmanes, que solo temen a Dios. (Siddiqui)
87 Esta actitud no se circunscribe a los judíos, que se lamen-
81 Su propia conducta demuestra que carecen de capacidad taban por la pérdida de su grandeza nacional y acusaban
de comprensión. A ninguna persona sensata se le ocurrirá a Dios de avaro. También los miembros de otras comuni-
nunca hacer burla de los actos del culto de una comunidad dades religiosas, en cuanto les acaece una desgracia, en
creyente. (Mawdūdī) vez de volverse a Dios, expresan en voz alta estos y otros
parecidos insolentes reproches. (Mawdūdī)
82 Hay en esta aleya y en la siguiente una punzante ironía:
Vosotros, poseedores de la Escritura, ¿nos odiáis acaso 88 Es probable que los judíos de Medina, a la vista de la po-
porque creemos en Dios y no solo en nuestros escritos sino breza de los musulmanes, se burlaran de su pretensión de
también en los vuestros? ¿O nos odiáis tal vez porque obe- que luchaban por la causa de Dios. Esta expresión des-
decemos a Dios, mientras que vosotros os rebeláis contra cribe, por tanto, su actitud frente al Islam y los musulma-
Él? ¿Por qué nos odiáis? (Yūsuf ᶜAlī) nes: «Si fuera cierto que hacéis la voluntad de Dios, Él os
habría colmado de poder y riquezas, pero vuestra misma
83 V. 2:65 y Mateo 8:28-32, donde se habla de personas po- pobreza y debilidad contradicen esa pretensión vuestra».
seídas por los demonios. Expulsados por Jesús, entraron De todas formas, el significado de la frase desborda las
en una piara de puercos. Es probable que las palabras circunstancias históricas concretas; define, en efecto, una
«monos» y «cerdos» deban entenderse aquí en sentido actitud de espíritu que confunde erróneamente las riquezas
alegórico. Quien falsea los escritos de Dios se torna tan y el poder terrenos con la marcha «por el camino recto».
anárquico y veleidoso como los monos, y quien se entrega (Asad)
a la inmundicia, la glotonería y la indecencia es como un
puerco. (Yūsuf ᶜAlī) 89 V. 5:14, donde se mencionan las interminables disputas
de las confesiones cristianas entre sí y con los judíos.
84 Se refiere a los judíos. Véase este mismo reproche en sus El pasaje se refiere a todos los poseedores de la Es-
propias escrituras, por ejemplo, Isaías 59:7. (Daryabādī) critura, judíos y cristianos, a sus desavenencias inter-
nas y a sus discusiones, debates y contiendas públicas.
85 V. por ejemplo Miqueas 3:10-11 e Isaías 1:23. (Daryabādī) (Yūsuf ᶜAlī)
86 Resuena aquí la voz del amonestador dirigida a los se- 90 Si hubieran temido a Dios y se hubieran mantenido ale-
guidores de todas las religiones. La rectitud o la per- jados de los pecados y los vicios, como les ordena la ley.
versidad de una comunidad depende, en efecto, de la (Daryabādī)
tenacidad de los custodios de la ley de Dios y de su
El Corán I Azora 5
192
91 Se refiere a la puesta en práctica de estos escritos según su revelado» habría sido la aceptación de la religión anunciada
espíritu originario, sin deformaciones caprichosas, como por Muḥammad. (Quṭb)
la idea de que son «el pueblo elegido» en los judíos, o las
doctrinas cristianas relativas a la divinidad de Jesús y a su 96 V. 2:62. (Yūsuf ᶜAlī)
«expiación vicaria» en favor de sus seguidores. (Asad)
97 La aleya afirma que sea cual fuere la religión a que se per-
92 «Comer» (ͻakala) es una palabra de muy vasto campo de tenece, todo el que cree en Dios y en el último Día tiene
significados, con el sentido genérico de disfrutar de algo, un derecho a la salvación. (Quṭb)
disfrute que puede ser de naturaleza física, social, o también
moral y espiritual. (Yūsuf ᶜAlī) Puesto que el mensaje de Dios es único, el Islam reconoce
la fe verdadera también bajo otras formas, siempre en el su-
93 La palabra de la verdad debe proclamarse de tal modo que no puesto de fe sincera, apoyada en la razón y acompañada de
deje resquicios ni para la más mínima duda. Ha de ser anun- buenas obras. (Yūsuf ᶜAlī)
ciada en su totalidad y con determinación, sin que importe
nada lo que sus adversarios puedan hacer o decir. (Quṭb) 98 V. 2:87. (Yūsuf ᶜAlī) V. Mateo 23:34. (Daryabādī)
94 Esta promesa no significa que el Profeta sea inmune a cual- 99 Al enviarles, movido por su misericordia, un nuevo profeta.
quier tipo de daño, sino que su vida está asegurada contra (Daryabādī)
aquella clase de males que podrían impedirle el cumpli-
miento fiel y total de su misión. Segun Ṭabarī, esta protec- Dios liberó a los judíos de la cautividad de Babilonia por
ción no se limitaba a la vida del Profeta, sino que le mante- medio de Ciro, rey de los persas, y les dio la oportunidad de
nía también a salvo de los pecados y errores habituales entre establecerse de nuevo, y de honrosa manera, en Palestina.
los hombres de su tiempo. (Siddiqui) (Siddiqui)
95 Debe recordarse que la Biblia contiene textos de muy 100 V. Salmos 94:9. (Daryabādī)
diversa índole. Algunas de sus secciones han sido aña-
didas. El Corán no exige que se sigan estos añadidos. 101 Para los cristianos ortodoxos Jesús es igual a Dios en esen-
Pero hay también otras, como los diez mandamientos o cia y cuanto mayor es la contradicción lógica de esta afirma-
las sentencias de Moisés, de Jesús y de otros profetas, para ción más honda es la sensibilidad interior con que aceptan la
las que el Corán pide obediencia, porque no se dan diferen- insondable maravilla de este misterio. (Daryabādī)
cias esenciales entre ellas y las enseñanzas coránicas. Si los
judíos y cristianos de la época del profeta Muḥammad los 102 V. Mateo 4:10 y Lucas 18:19. Jesús nunca se designó a
hubieran puesto en práctica, no habrían percibido el Islam sí mismo como Hijo de Dios. No puede retrotraerse has-
como algo extraño, sino como la prolongación de la senda ta el mismo Jesús la fórmula bautismal trinitaria, y así
por la que habían venido avanzando. (Mawdūdī) lo reconocen todas las críticas textuales independientes.
(Daryabādī)
La consecuencia lógica del cumplimiento de las instruccio-
nes de la Torá y del Evangelio y de lo que «Dios les había V. Marcos 12:29-30. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 5
194
103 Los que confiesan la Trinidad, una vez que se les ha hecho pueden apreciar las virtudes de los musulmanes. Así ocu-
ver la incoherencia de sus opiniones. (Daryabādī) rrió con los abisinios, a cuyo territorio emigraron los se-
guidores del Profeta en los tiempos de persecución en La
No se requiere ningún sacrificio vicario expiatorio para la Meca. Declararon: «Nosotros somos cristianos, pero com-
redención del género humano. El hombre puede alcanzar prendemos bien vuestro punto de vista y sabemos que sois
el perdón si se vuelve arrepentido a Dios. (Siddiqui). personas honestas». Quienes albergan tales sentimientos
son de hecho musulmanes, sea cual fuere su denomina-
104 No era Dios, ni el Hijo de Dios, ni la encarnación de Dios. ción. (Yūsuf ᶜAlī)
Entre los primeros grupos cristianos había algunos, como
los ebionitas, que solo le reconocían naturaleza humana. En su «Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las
(Daryabādī) religiones no cristianas» (n° 3) el Concilio Vaticano II dice
lo siguiente: «La Iglesia mira también con aprecio a los mu-
105 Ningún enviado, por muy excelsa o sobresaliente que haya sulmanes, que adoran al único Dios, viviente y subsistente,
sido su personalidad, ha pretendido nunca ser, en ningún misericordioso y todopoderoso, Creador del cielo y de la
sentido y bajo ningún concepto, Dios o una parte de Dios. tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios
Todos los profetas han sido simples seres humanos morta- procuran someterse con toda el alma, como se sometió a
les. (Daryabādī) Dios Abrahán, a quien la fe islámica mira con complacencia.
Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como
106 Jamás reclamó para sí el título de madre de Dios. Fue una Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también
mujer piadosa y ejemplar. (Yūsuf ᶜAlī) la invocan devotamente. Esperan, además, el día del Juicio,
cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados.
107 V. 4:171. Tanto este verso como los precedentes están cla- Por tanto, aprecian la vida moral y honran a Dios, sobre todo,
ramente dirigidos a los cristianos cuyo amor a Jesús les con la oración, las limosnas y el ayuno. Si en el transcurso
había empujado a «sobrepasar los límites de la verdad» al de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistad
adscribirle una categoría divina. (Asad) entre cristianos y musulmanes, el sagrado concilio exhorta a
todos a que, olvidando lo pasado, procuren sinceramente una
108 Puede tratarse de una alusión a las naciones de muy ele- mutua comprensión, defiendan y promuevan unidos la justi-
vado nivel cultural, pero politeítas, como Grecia y Roma, cia social, los bienes morales, la paz y libertad para todos los
muchas de cuyas concepciones supersticiosas o impías hombres». (N. del T.)
han pasado a la Iglesia. (Siddiqui)
113 No creen, pues, que la revelación de Dios sea un don ex-
109 Los salmos de David contienen numerosas imprecacio- clusivamente reservado a los israelitas, como los judíos
nes contra los malvados. V., entre otros, Salmos 78:21-22, afirman. Sus sacerdotes y monjes les enseñan que la hu-
109:17-18, 69: 22-28 y 5:10. ( Yūsuf ᶜAlī) mildad es la esencia de toda fe verdadera. El Corán no
enumera a los cristianos entre los que «atribuyen la di-
110 V. Mateo 23:33 y 12:34. (Yūsuf ᶜAlī) vinidad a algo que no es Dios», porque si bien al divini-
zar a Jesús se han hecho culpables del širk (asociación de
111 Es decir, si los judíos que se aliaron con los paganos otros seres con Dios), los cristianos no adoran conscien-
hubieran creído de verdad en Dios, en el profeta al que temente a una pluralidad de dioses. Su teología postula,
afirmaban seguir (esto es, en Moisés), y en lo que le fue en efecto, la fe en un solo Dios, entendido como alguien
revelado como recta guía y como iluminación divina, no que se manifiesta en tres personas. Y aunque ciertamente
habrían recurrido a la ayuda y la protección de los paga- esta doctrina está en total contradicción con las enseñan-
nos. (Al-Manār) zas coránicas, su širk no se fundamenta en un propósito
deliberado, sino que se produce como consecuencia de su
112 Esto no significa que se limiten a declararse cristianos, «exagerada» veneración de Jesús. V. sobre esta cuestión
sino que lo son efectivamente y con tal sinceridad que 4:171, 5:77 y 6:23. (Asad)
El Corán I Azora 5
196
114 El emperador (Negus) abisinio proporciona un exce- 117 Ibn ᶜAbbās informa: la gente se negaba las comidas
lente ejemplo de los cristianos a que se alude en este agradables, el vestido y el matrimonio. Pero cuando
verso. Cuando Ŷaᶜfar, primo del Profeta y portavoz de llegaron las palabras: «Vosotros, los que creéis, no os
los musulmanes emigrados a Abisinia, le informó de privéis de las cosas buenas que Dios ha permitido...»,
los admirables cambios que había experimentado el dijeron: «¿Qué hacemos ahora con vuestros votos?».
curso de su vida a consecuencia de su fe en el carácter Y entonces fue revelada esta aleya. (Quṭb)
profético de Muḥammad y del seguimiento de sus en-
señanzas, el emperador manifestó deseos de saber algo 118 Liberando de la esclavitud o de la cárcel a un creyente
de aquella revelación divina. Entonces Ŷaᶜfar recitó (hombre o mujer). (Daryabādī)
los versos introductorios de la azora María (azora 19),
donde se informa del nacimiento de Jesús. Al oírlo, el 119 V. 2:219 y 5:3. (Yūsuf ᶜAlī)
emperador y los obispos de su comitiva rompieron a
llorar, y el emperador exclamó: «Me parece que estas 120 Es bien conocida la estrecha conexión entre el alcoholis-
palabras y las que le fueron reveladas a Jesús son ra- mo y la delincuencia. Los juegos de azar generan, además,
yos de luz que proceden de la misma fuente». (Siddi- con frecuencia, otros vicios. (Daryabādī)
qui)
121 Se nos exhorta aquí a seguir los mandamientos divinos
115 El mismo Jesús anunció la venida del profeta Muḥammad, (que siempre están en armonía con la razón) en vez de
a quien designó con el nombre de «espíritu de la verdad»: entregarnos a la superstición (que es irracional), a la pro-
«Cuando venga él, el espíritu de la verdad, os guiará hasta vocación de sensaciones artificiales mediante sustancias
la verdad completa, pues no hablará por su cuenta, sino estupefacientes o al intento de ganar dinero injusto en
que hablará lo que oiga y os explicará lo que ha de ve- juegos de azar. Pueden proporcionar un placer pasajero
nir...» (Juan 16:13). (Siddiqui) o excitaciones nerviosas, pero no llevan ni a la auténtica
felicidad ni a los éxitos verdaderos. (Yūsuf ᶜAlī)
116 Dios no quiere que renunciemos, como los monjes, a las
cosas placenteras de la vida que Él nos has permitido, pero 122 V. 5:67. El Enviado no puede obligar a los hombres a
tampoco quiere que demos excesiva importancia a los go- abrazar la fe ni es, por tanto, responsable si se niegan.
ces terrenos. (Siddiqui) (Asad)
El Corán I Azora 5
198
123 La mayoría de los comentaristas opina que el pasaje alu- minar qué animal doméstico debe sacrificarse como com-
de a los musulmanes antes de esta prohibición de bebidas pensación. (Asad)
alcohólicas. Pero a mi entender el texto posee una signi-
ficación mucho más vasta, que incluye todas «las cosas 129 Es decir, para repartirlo entre los pobres. En este contexto,
buenas para la vida» que Dios no ha prohibido y que, por la Caaba significa, metonímicamente, toda la zona sagrada
consiguiente los fieles no tienen por qué negarse (v. supra, de La Meca, no solo el santuario en sentido estricto. (Rāzī)
aleyas 87 y 88). (Asad)
130 Esta última posibilidad solo se les concede a quienes ca-
124 La enumeración de estos sencillos preceptos cotidianos, recen de medios para utilizar los dos primeros modos de
como la prohibición de ciertos alimentos o la veneración indemnización. Debe añadirse, de todas formas, que las
de los lugares y de las instituciones sacras, debe explicar- opiniones de los comentaristas están muy divididas en esta
se en el contexto de los deberes superiores del hombre. materia. (Yūsuf ᶜAlī)
Bayḍāwī los articula, muy acertadamente, en tres cate-
gorías: deberes para con Dios, deberes para con uno mis- 131 Es decir, antes de esta revelación, o antes de la prohibición
mo (de autoconservación) y deberes para con las restan- de cazar durante la peregrinación. (Daryabādī)
tes criaturas de Dios. Las reglas físicas más simples, por
ejemplo, las relativas a la pureza, los alimentos y cosas 132 «Pesca» alude a los seres que normalmente moran en el
parecidas, deben ser referidas a estos aspectos superiores. agua, es decir, en el mar, los ríos, fuentes, lagos, etc., aun-
Si nos alimentamos mal, nos perjudicamos a nosotros mis- que puedan abandonar este hábitat por cortos períodos de
mos, molestamos a nuestro prójimo y desobedecemos a tiempo, como los cangrejos o las tortugas marinas. No fi-
Dios. (Yūsuf ᶜAlī) guran, por tanto, en este grupo las aves marinas, porque
para ellas el agua es solo su fuente de alimentación, no su
125 Al comienzo de esta azora se les prohibía a los fieles ca- elemento vital. Así lo afirma el imán Šāfiᶜī. (Al-Manār)
zar durante el período de su consagración y profanar los
ritos de Dios y el mes sagrado (aleyas 2-3), pero no se 133 A todos, sean peregrinos o no lo sean, les está vedada la
establecían castigos para los transgresores: sencillamente caza de todo tipo en las proximidades de la Caaba, es de-
se declaraba que su incumplimiento era pecado. Aquí se cir, en la ciudad de La Meca y su entorno (Casa Sagra-
prescribe el castigo bajo la forma de expiación. (Quṭb) da), porque es un lugar de seguridad para todos los seres
vivientes. En la azora 2:125 y ss. se explica su especial
126 V. 2:196. (Yūsuf ᶜAlī) relación con Abrahán. Al parecer, el constructor de la Caa-
ba ―que, desde la época de Abrahán, ha sido reconstruida
Está prohibido cazar y ayudar a otros ―de la manera que varias veces, pero conservando siempre la misma estruc-
sea― a hacerlo. Tampoco se le permite al peregrino comer tura original― eligió con deliberada intención la forma
una pieza expresamente abatida para él. Pero si otro, que conceptualmente más simple de un edificio tridimensio-
no está haciendo la peregrinación, la ha abatido para sí y nal. (Rāzī).
luego se la regala al peregrino, este puede comerla. Pue-
den matarse, por supuesto, en todo tiempo, los animales 134 V. 5:2. (Yūsuf ᶜAlī)
que suponen una amenaza para la vida, como serpientes o
escorpiones. (Mawdūdī) 135 Las marcadas como ofrenda para Dios. (Daryabādī)
127 De la última frase de esta aleya se deduce con claridad que 136 Una atenta reflexión sobre la sabiduría contenida en la
«matar intencionadamente» solo puede referirse a casos santidad de la Caaba y en las restricciones vinculadas
aislados, no a la caprichosa y permanente «violación de los al viaje de peregrinación y las ventajas que de aquí se
límites marcados», castigada en la aleya anterior. (Asad) derivan lleva a la convicción de que, al establecer es-
tas prescripciones, Dios sabe a fondo en qué consiste la
128 Estas dos personas entendidas deben calcular el valor felicidad de sus criaturas y cuáles son sus necesidades.
aproximado del animal abatido y, sobre esta base, deter- (Mawdūdī)
El Corán I Azora 5
200
137 Esta aleya introduce un nuevo sistema de valores, nos es obligatorio en la medida de nuestra capacidad.
radicalmente distinto de aquellos otros que juzgan (Asad)
solo según las apariencias. No es la cantidad ni el
número lo que determina el valor de una cosa ―por 140 Puede traducirse de dos maneras. La primera, que está
ejemplo del dinero― sino la pregunta de si ha sido ad- confirmada por la sentencia del Profeta, dice: «Dios ha
quirido por medios lícitos o ilícitos. El sabio se conten- pasado en silencio algunas cosas por compasión hacia
ta con lo que está permitido, aunque parezca pequeño vosotros y no por olvido. Por tanto, no preguntéis por
e insignificante, y nunca intenta alzarse con lo prohibi- ellas». La segunda interpretación es que en virtud de
do, por muy seductor y espléndido que pueda parecer. su inmensa misericordia y benignidad Dios os perdona
(Mawdūdī) las preguntas acerca de lo acontecido antes de la pro-
hibición, de acuerdo con lo que se dice en otro pasaje
138 Una vez, el Profeta dijo: «Hombres, se os ha prescrito del Corán: «Dios perdona lo que ya ha sucedido». (Al-
la peregrinación». Entonces se levantó uno y pregun- Manār)
tó: «¿Una vez al año, Enviado de Dios?». El Profeta se
apartó de él, pero el hombre insistía: «¿Una vez al año, 141 El pasaje alude a un cierto número de costumbres su-
Enviado de Dios?» Muḥammad inquirió: «¿Quién es persticiosas de los árabes paganos. En su universo
ese que habla?» «Es Fulano de tal», le respondieron. conceptual atribuían algunos de los fenómenos de la
Entonces dijo: «Por aquel en cuya mano está mi alma, naturaleza que superaban su comprensión a la cólera
si hubiera dicho que sí, os lo habría convertido en un divina, lo que les provocaba un terror supersticioso que
deber, y si lo hubiera convertido en un deber sería algo influía en la totalidad de sus vidas. Los ejemplos con-
superior a vuestras fuerzas, y si hubiera superado vues- cretos aquí mencionados remiten a una verdad de vali-
tras fuerzas os habríais alejado de la fe». Y fue entonces dez general: que la superstición se basa en la ignorancia
cuando Dios reveló esta aleya. y que, por consiguiente, rebaja al hombre y ofende a
Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
Esta aleya está directamente relacionada con la 99, donde
se dice que la única misión del Enviado es proclamar su 142 Los árabes preislámicos o paganos consagraban a sus
mensaje. En conexión con la frase «hoy os he acabado de divinidades a las camellas que hubieran tenido 5 crías.
perfeccionar (la legislación) de vuestra religión» del verso Entonces se les hendía la oreja y se las soltaba para que
3 de esta azora, esta sentencia significa que los creyentes pastaran en libertad. Cuando morían, solo los varones
no deben intentar introducir mandamientos «adicionales» podían comer su carne, que estaba vedada a las muje-
aparte los claramente expuestos en el Corán o las disposi- res. (Daryabādī)
ciones fijadas por el Profeta, porque «esto podría crearos
dificultades, es decir, podría imponeros cargas suplemen- 143 Camello consagrado a la divinidad, de ordinario en
tarias». Basándose en esta aleya, algunos de los más gran- cumplimiento de un voto. Se le dejaba suelto para que
des sabios del Islam han sacado la conclusión de que la pastara libremente, sin emplearlo en ningún tipo de tra-
ley coránica, considerada en su conjunto, no consiste sino bajo. (Daryabādī)
en los mandamientos inequívocos que surgen del texto li-
teral claro y patente del Corán y de las disposiciones del 144 Se denomina waṣīla a todo animal doméstico que en
Profeta, y que es inadmisible, en consecuencia, ampliar el el séptimo parto alumbra dos crías, macho y hembra.
alcance de estos preceptos mediante métodos deductivos (Daryabādī)
de índole subjetiva. Es cierto que este punto de vista no le
impide a la sociedad islámica desarrollar, llegado el caso, 145 Camello garañón que, tras haber procreado diez veces,
y de acuerdo con el espíritu del Corán y las enseñanzas es dejado en libertad. (Daryabādī)
proféticas, leyes adiciones condicionadas por el tiempo.
Pero debe destacarse claramente que estas leyes no han En síntesis: se trata de animales domésticos que, a causa
de ser tenidas, en sí mismas, como parte constitutiva de la de ciertas concepciones supersticiosas, eran separados
ley islámica. (Asad). y eximidos de trabajos útiles para los hombres. En esto
concuerdan todos los comentaristas, aunque existen al-
139 La sharía se apoya en los siguientes principios: lo que gunas divergencias en aspectos concretos. El hecho de
el Profeta no ha mencionado ―ni para mandarlo ni que se las mencione en este lugar (y también, implíci-
para prohibirlo― está permitido (mubāh), es decir, tamente, en 6:138-139 y 143-144), ilustra, en conexión
ni está prohibido ni es obligatorio. Lo que ha orde- con los versos anteriores, el carácter caprichoso de las
nado, es obligatorio (farḍ), y lo que ha prohibido nos invenciones de ciertos preceptos y prohibiciones su-
está vedado (ḥarām). Lo que nos ha recomendado puestamente «religiosos». (Asad)
El Corán I Azora 5
202
146 En primera línea. El deber más inmediato para todas y Existe un precedente de la época misma del Profeta: un
cada una de las personas es salvar su propia alma, y no hombre de Medina falleció mientras estaba de viaje. Antes
preocuparse de una manera desmedida de los demás. V. de morir, confió sus mercaderías a dos amigos, con el en-
sobre este punto la Carta a los gálatas 6:4-5: «Examine cargo de llevárselas a sus herederos en Medina. Pero ellos
cada cual su propia conducta y entonces tendrá en sí sustrajeron una valiosa vasija de plata. Cuando se descu-
solo motivos de gloriarse, y no en otros, pues cada uno brió su delito, se pidió juramento a quienes conocían la
lleva su propia carga». (Daryabādī) realidad de los hechos y se restableció la justicia. (Yūsuf
ᶜAlī)
147 Hay quienes tienen constantemente ante los ojos los errores
de los demás, para criticarlos. En este pasaje se les exhorta 150 Se trata sin duda de los medios más adecuados para indu-
a centrar la atención en sus propios actos, sus concepcio- cir a los testigos a declarar conforme a la verdad. En efec-
nes morales y sus convicciones de fe en vez de inmiscuirse to, si tienen que pronunciar un juramento inmediatamente
en los asuntos de los demás. Si una persona es obediente a después de la oración y a la vista del público, se esforzarán
Dios, cumple sus obligaciones para con Él y con el prójimo por reproducir con la máxima fidelidad posible y sin modi-
y avanza por la senda de la virtud y de la honradez, practica ficaciones lo que se les ha confiado, ya sea por reverencia
el bien y elimina el mal, no le podrán causar ningún daño la a Dios y temor a su castigo o por la esperanza de que Él los
malicia y la iniquidad de los otros. No se pretende con ello recompense. Y si estas razones no son bastantes, entonces
afirmar que cada individuo concreto deba ocuparse única y simplemente por el temor a que se les siga una situación
exclusivamente de su salvación y que no deba cuidarse de embarazosa si cometen un delito y es rechazado su testi-
la reforma de los demás. Abū Bakr Al-Ṣiddīq rechazó esta monio. (Al-Manār)
errónea concepción en un discurso en el que afirmó: «Vo-
sotros os ponéis delante este verso y le dais una falsa inter- 151 Se nos ofrece aquí una escena del día del Juicio que des-
pretación. Yo mismo he oído decir al Profeta: ‘Si un pueblo cribe tanto la responsabilidad como los límites de los
es tan indiferente que ve el mal y no intenta atajarlo, o ve hombres que Dios envió para anunciar el mensaje divino,
que un hombre injusto comete injusticias y no intenta apar- aquí con una especial referencia al mensaje de Jesús. Los
tarlo de esta conducta, Dios puede castigar a todos ellos’. enviados tenían la misión de proclamar la verdad. Pero no
Os aseguro, en nombre de Dios, que vuestro deber consiste podían ni tan siquiera imaginar las fantásticas formas que
en imponer el bien y rechazar el mal; de lo contrario, Dios ha revestido su mensaje a consecuencia de las reacciones
os entregará al peor de todos los pueblos, que os oprimirá. de los hombres. (Yūsuf ᶜAlī)
Entonces, los que son buenos de entre vosotros elevarán sus
oraciones, pero Él no las aceptará». (Mawdūdī) V. supra, la aleya 102. El deber de un enviado se reduce
a la transmisión de su mensaje, pues no puede, en efecto,
148 V. 5:48. (Yūsuf ᶜAlī) ni forzar a los hombres a caminar por la senda recta ni
conocer lo que hay en sus corazones. V. también 4: 41-42.
149 Otros dos y, además, ahora de entre los herederos contra (Asad)
cuyos intereses actuaron clara y declaradamente los ante-
riores albaceas. (Daryabādī)
El Corán I Azora 5
204
152 En una solemne escena del Juicio Final se invita a Jesús 160 Es decir, también la fe de los discípulos fue un don de la
a que enumere todos los favores y los dones de la gracia gracia de Dios a Jesús; por sí solo no habría tenido poder
que Dios le ha concedido, para que quienes falsificaron bastante para llevar ni a una sola persona al buen camino.
su mensaje se avergüencen de su ingratitud por haber de- (Mawdūdī)
formado sus palabras cuando tantas ventajas podían haber
obtenido de su pureza y su verdad espiritual. La argumen- 161 Esto es: musulmanes. (N. del T.)
tación aquí iniciada se prolonga hasta el final de la azora.
(Yūsuf ᶜAlī) V. también 3:52. (Yūsuf ᶜAlī)
153 V. 2:87, 3:46, 3:48 y 3:59. (Yūsuf ᶜAlī) Los primeros discípulos no creyeron en Jesús como hijo
de Dios sino como enviado de Dios, del mismo modo que
154 Aunque la Torá es una revelación anterior, se dice aquí creían en la unicidad de Dios y en el carácter profético de
que le fue enseñada a Jesús porque su misión profética se sus enviados, de total acuerdo con las concepciones islá-
fundamentaba en la ley mosaica que el Evangelio vino a micas. (Siddiqui)
confirmar, no a abolir (v. Mateo 5:17-19). (Asad)
162 Se advierte una considerable diferencia entre ellos y los
155 V. 3:49. (Yūsuf ᶜAlī) compañeros del profeta Muḥammad. Los discípulos a
quienes Dios inspiró la fe en Él y en Jesús, de modo
156 V. 3:49 y, para el sentido traslado, también 6:122.(Asad) que no solo creyeron, sino que fueron testigos de su
sumisión, pedían, a pesar de haber visto con sus pro-
157 Nótese que las palabras «con mi permiso» se repiten en pios ojos los prodigios que hacía, que realizara un nue-
cada uno de los milagros, para subrayar que no se produ- vo milagro para tranquilizar sus corazones, adquirir la
cían por el poder o la voluntad de Jesús, sino por el poder certeza de que les había dicho la verdad y poder trans-
y la voluntad de Dios y con su autorización, porque Él está mitir su testimonio a la posteridad. Los compañeros de
por encima de Jesús y de todos los demás mortales. (Yūsuf Muḥammad, en cambio, una vez que abrazaron el Is-
ᶜAlī) lam, no pidieron ni un solo milagro. Tenían, en virtud
de su fe, seguridad en sus corazones, de modo que ya
158 Ya mucho antes de su propósito de crucificar a Jesús ha- no necesitaban nuevas pruebas. Creían en él, sin que
bían intentado los judíos arrebatarle la vida; v. Lucas 4: hubiera hecho ningún milagro salvo el milagro en sí de
28-29. También su proyecto de crucificarlo concluyó en este Corán. (Quṭb)
fracaso, v. 4:157. (Yūsuf ᶜAlī)
Este episodio de los alimentos celestes no aparece men-
159 Según Lucas 11:15, tras haber expulsado Jesús al diablo cionado en los Evangelios en su redacción actual, ni en
de un hombre, se le acusó de arrojar a los demonios por el otros escritos cristianos. No obstante, todavía se percibe
poder de Belcebú, es decir, de practicar la magia negra. En en los Evangelios «canónicos» la resonancia de esta co-
el Corán no se menciona este milagro ni tampoco se nos mida milagrosa, aunque bajo una forma modificada, por
pide que creamos en posesiones diabólicas de este tipo. ejemplo, la que ofrece Mateo 15:32-38. Hay versiones
Pero lo cierto es que Moisés, Jesús y Muḥammad fueron parecidas en los restantes Evangelios (v. Marcos 6:31-44;
acusados de magia y hechicería por quienes no querían Lucas 9:10-17; Juan 6:1-13). (Quṭb)
descubrir otra explicación para el ejercicio del poder divi-
no. (Yūsuf ᶜAlī) 163 Las palabras de Jesús indican claramente que no secunda
los deseos de sus discípulos, porque encierran un afán in-
Es realmente curiosa la mentalidad de los hombres cuan- genuo de milagros como prueba de la benevolencia divina.
do dirigen mal sus pasos. Si comprueban que hay en un (Siddiqui)
hombre algún efecto o alguna eficacia divina, o bien lo
divinizan o bien lo denigran y rebajan al nivel de la bruje- 164 El texto literal de esta oración parece aludir a la Última
ría, rechazando así, como magia, las maravillas visibles a Cena. Véase también la visión de Pedro en los Hechos de
través de su persona. (Siddiqui) los apóstoles 10: 9-16. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 5
206
165 El término kafir no significa solamente «ser incrédulo», es 168 Jesús se siente muy afectado por la actitud blasfema de
decir, «ser un renegado» tras haber creído, sino que se pue- algunos de sus seguidores. Existen profundas diferencias
de traducir también por «ser ingrato», en oposición a šakir entre la «religión cristiana» y la religión de Jesús, entre
«ser o mostrarse agradecido». Se previene así a quienes no la estructura dogmática construida sobre suelo judío con
cumplen con su deber de gratitud ante tan claras señales de materiales extraídos de la filosofía griega y lo que Jesús
Dios. (Daryabādī) personalmente creía. (Daryabādī)
166 Al aludir al día del Juicio la aleya mantiene una conexión 169 Se rebate aquí, de forma definitiva, la doctrina cristiana de
lógica con los versos precedentes. La demanda de mila- que la esencia de Jesús se identifica con la esencia de Dios.
gros denuncia una fe deficiente. En esta aleya se aborda (Daryabādī)
la actitud que llevó a la adoración de Jesús y María como
divinidades junto a Dios, a pesar de que ninguno de los 170 V. 5:75. (Yūsuf ᶜAlī)
dos planteó jamás esta pretensión sino que, por el contra-
rio, invitaron a los hombres a servir únicamente a Dios. V. Mateo 4:10: «Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él
(Siddiqui) darás culto». (Daryabādī)
Dios sabe muy bien lo que Jesús ha dicho a los hombres. 171 En tiempo de Jesús no existía ni el dogma de la filiación
Pero aquí se describe un interrogatorio en aquel Día terri- divina ni el de la Trinidad. (Daryabādī)
ble. El verdadero destinatario de la pregunta no es aquel a
quien se le formula. (Quṭb) 172 Puesto que eres su Creador y Señor, puedes tratarlos como
mejor te plazca. Tal vez sea preferible verter aquí la pala-
167 Aquí no se trata de una «falsa concepción de la Trinidad», bra ᶜabd por «criatura» y no, como hacen habitualmente
sino del hecho real de la cristolatría, que es parte oficial las traducciones, por «servidor» o «siervo». (Daryabādī)
constitutiva de la doctrina de todas las grandes confesio-
nes cristianas, enérgicamente rechazada en numerosos pa- 173 Se rechaza en este verso la doctrina cristiana de la expia-
sajes del Corán (v. las aleyas 75, 76 y 77 de esta azora; ción vicaria. Solo Dios es el Juez, y nadie más, ni siquiera
también 3:49 y 51 y otros muchos lugares) y de la mario- sus enviados, incluido Jesús. (Siddiqui)
latría. (N. del T.)
174 Así lo declara Dios, Señor de los mundos, como conclu-
El título de «Madre de Dios» fue inicialmente acuñado sión del interrogatorio, en el escenario del universo, al
por algunos teólogos de Alejandría. Aunque encontró gran pronunciar la sentencia definitiva: los sinceros obtienen
resonancia en el pueblo, la Iglesia no se mostró en un pri- provecho de su sinceridad. (Quṭb)
mer momento inclinada a aceptarlo y declaró que la vene-
ración mariana era herética. Finalmente, en el concilio de 175 Esta aleya ofrece una excelente conclusión de la azora. Se
Éfeso del 431, la expresión fue formalmente asumida por iniciaba con la exhortación a cumplir las promesas hechas
las autoridades eclesiásticas. A continuación, sus efigies a Dios. Su tema central era la unicidad de Dios, su divini-
adornaban todas las iglesias y fue universalmente vene- dad, su autoridad como legislador y la negación de todas
rada, adorada e invocada. Se consideraba que la mayor las restantes divinidades, incluida la de Jesús. Este último
fuente de seguridad cristiana consistía en obtener la ayuda verso sintetiza el poder y la gloria de Dios y anuncia una
y la protección de María. Aunque después de la Reforma vez más a los hombres, con palabras penetrantes, que solo
el culto mariano fue enérgicamente combatido por los pro- Él es el Señor del universo, el único que merece adora-
testantes, se mantiene vivo en el seno de la Iglesia Católi- ción. Quien se aparta del camino recto no podrá escapar a
ca. (Mawdūdī) su poder. (Siddiqui)
El Corán I Azora 6
209
Introducción a la Azora 6
AL- AN ĀM
LOS REBAÑOS
E sta azora procede de la época tardía de La Meca. La mayor parte fue revelada sin interrupción.
Su lugar en el ordenamiento tradicional obedece a consideraciones de índole lógica. Ya hemos
oído hablar de la historia espiritual de la humanidad; se ha descrito la pérdida o desfiguración de las
revelaciones primitivas. Se ha regulado la vida externa de la nueva comunidad y se han subrayado
los puntos a los que judíos y cristianos no consiguieron llegar, para preservar la doctrina central del
Islam: la unidad de Dios. El próximo paso será contraponer la doctrina islámica a la Arabia pagana.
Resumen:
Primero se explica la esencia de Dios y declara cómo se ha revelado y se pone al descubierto la debilidad
del politeísmo. (Aleyas 1-30)
El vacío de la vida mundana se contrapone al testimonio del gobierno maravilloso de Dios en toda la
creación. A Él pertenecen las claves de lo invisible y de todos los misterios que percibimos. (Aleyas 31-60)
La acción de Dios en su mundo, su providencia continua y su gobierno deberían probar su unidad, como
sucedió en el caso de Abrahán, cuando discutía con quienes adoraban a dioses falsos. (Aleyas 61-82)
La sucesión de profetas, desde Abrahán, mantuvo viva la llama de la verdad de Dios hasta el Corán.
¿Cómo puede el hombre no comprender la majestad y la bondad de Dios, cuando reflexiona sobre la
esencia divina y su mensaje a los hombres? (Aleyas 83-110)
Los hombres obstinados y rebeldes se engañan a sí mismos. Deberían abandonar ese camino. Aun cuando
se apoyen entre sí, les sorprenderá el justo castigo. (Aleyas 111-129)
A pesar de todos los crímenes y de todas las supersticiones de los ateos, se realizará el plan de Dios.
(Aleyas 130-150)
Lo mejor es caminar por el camino recto, la senda de Dios tal y como ha sido mostrada por el Corán, en
la unidad y la plena entrega de nuestras vidas. (Aleyas 151-165). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 6
210
Azora 6
AL- AN ĀM
LOS REBAÑOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Se le dio esta esperanza al Profeta poco antes de su emi- de un humano, y entoces dirían: «¿quién nos constata que
gración a Medina. (Ṣiddiqī) es un ángel? Luego, seguirán debatiendo en su mar de
confusiones». (Mullá)
2 Los enemigos del Profeta son invitados aquí a reflexionar
sobre el destino de las naciones del pasado. Estas fueron 6 Esta prueba, la «vida terrestre», se puede producir solo
poderosas y su civilización alcanzó un nivel considerable si lo «invisible» permanece invisible. Tan pronto como
pero perecieron a causa de sus prevaricaciones morales. lo invisible se hace visible, el periodo de prueba expira
Si estas no pudieron mantener de forma indefinida su po- inmediatamente. (Mawdūdī)
der, ¿cómo los árabes paganos podrían detener la expan-
sión del Islam? (Ṣiddiqī) 7 Los ángeles pertenecen a una categoría de la creación di-
ferente de la de los hombres, de la que solo sabemos lo
3 Hay que notar que la lluvia significa también aquí bendi- que su Creador nos ha comunicado al respecto: que no
ciones espirituales. (Ṣiddiqī) pueden aparecer en la tierra con la forma en que Dios los
ha creado. No obstante, poseen la capacidad de asumir
4 Qirṭās podía significar en la época del Enviado solo per- forma humana cuando deben cumplir un deber relativo a
gamino, que desde el siglo segundo antes de Cristo se la vida de los hombres, por ejemplo, transmitir un men-
utilizaba habitualmente en Asia Occidental como mate- saje. (Quṭb)
rial de escritura. (Yūsuf ᶜAlī)
8 Véase 2 Crónicas 36,16. (Daryabādī)
5 Véase también 17:89-95. Los árabes admitían la existen-
cia de los ángeles. Por ello, exigían a Dios que mandase 9 Él es el Señor indiscutible, pero ha decidido, como fa-
uno de ellos a su Enviado. V. 53:19-28. (Mawdūdī) vor y beneficio especiales, imponerse a sí mismo la cle-
mencia como ley. La clemencia de Dios se extiende a
«Que se personifique el ángel ante nosotros y que nos todas sus criaturas —sobre ella se basa su existencia y su
acredite la profecía de Muḥammad». Pero, en el supues- vida— y resulta claramente visible en toda la creación y
to de acceder a su petición, lo enviaríamos bajo la figura en la vida de la criatura.
El Corán I Azora 6
212
10 A los politeístas, para afirmar la doctrina de la unicidad 17 Véase 2:146. (Yūsuf ᶜAlī)
de Dios. (Daryabādī)
Se advierte muchas veces en el Corán que los pueblos del
11 La cuestión de tomar a Dios como protector, con todo lo Libro -judíos o cristianos- tienen conocimientos exactos
que esta palabra encierra, es la cuestión nuclear de la fe. sobre el Corán y la misión de Muḥammad. Ellos nega-
Esto implica tomarle como Dios y como protector adora- ron este Corán, aunque el pueblo del Libro lo reconociera
do, someterse sola y únicamente a su señorío. (Quṭb) de la misma manera que se reconoce a sus propios hijos.
Y si la mayor parte de ellos no creyeron en él, fue porque
12 El primer musulmán (es decir: quien se entrega a Dios) sus espíritus estaban tan confundidos que no pudieron
de mi tiempo. (Daryabādī) aceptar la fe. (Quṭb)
13 Lit.: «Y que yo no sea». (Asad) 18 Lit.: «quien niega sus signos». «Signos de Dios» son to-
dos los signos que conciernen al hecho de que solo hay
14 En la aleya 14 puede objetar el interlocutor: «Nosotros te- un Dios al que todos sirven. Estos signos están disemina-
nemos otros intereses en la vida distintos de Dios». «No», dos por todo el universo. Se encuentran en el interior de
dice el temeroso de Dios, «mi creador es el solo y único los seres humanos, en el carácter y en los grandes hechos
Señor». En la aleya 15 se objeta: «¡Disfruta de la vida, de los profetas, así como en las Escrituras reveladas. Por
porque es corta!». La respuesta es: «La vida futura es para eso es tan grave el crimen de aquellos que, a la vista de
mí más verdadera». En la aleya 19 expone al adversario todos los demás signos, atribuyen a otros seres propieda-
su último argumento: «¿Cómo puedes tú probar esto?» des divinas. (Mawdūdī)
La respuesta es: «Sé que es verdad, porque la voz de Dios
está en mí. Y aquí está el Libro de la Revelación. Dios es 19 Lit.: «Estos asociados, cuya existencia presumís». Se tra-
único y no hay otro dios fuera de Él». (Yūsuf ᶜAlī) ta de entes reales o imaginarios, o de fuerzas a las que
se atribuye una participación en la divinidad de Dios:
15 Dios mismo es el testigo del hecho de haber designado a ideas santas, aunque abstractas, como propiedad, estatus
Muḥammad como nuncio suyo y de que lo que este diga social, poder, nacionalidad, etc., a las que se atribuye un
lo hace por encargo divino. (Mawdūdī) influjo objetivo sobre el destino humano. (Asad)
22 El Corán subraya que los incrédulos no niegan la ver- 26 Los árabes paganos eran tan materialistas como supersti-
dad porque les haya faltado la confirmación de la misma, ciosos. Tal vez su mayor obstáculo para abrazar el Islam
sino por su propia falsedad personal. Todo el universo, fuese la doctrina de la resurrección. (Daryabādī)
con su variada fenomenología, les muestra la verdadera
esencia de la gran realidad. Si aún así no pueden testificar 27 El momento de la resurrección y, también, la hora de la
la verdad, ¿qué otra cosa podrá acercarles a la recta fe? muerte del hombre. (Daryabādī)
(Ṣiddiqī)
28 El Más Allá es invisible. La fe en él constituye un ensan-
23 Los dirigentes de los coraixíes temían el influjo del Co- chamiento de la capacidad de comprensión y una eleva-
rán sobre sí mismos y sus subordinados. Por esto, no ción del intelecto. (Daryabādī)
bastaba simplemente con decir que se trataba solo de
cuentos de los antepasados, sino que fueron más allá y 29 No debemos olvidar que esta azora fue revelada para
prohibieron a sus súbditos que los oyeran. Ellos mismos atraer al Islam a los idólatras de La Meca y para discutir
se mantuvieron alejados por el temor de oír y de tener con ellos sobre el monoteísmo, el profetismo y la resu-
que asentir. (Quṭb) rrección. (Al-Manār)
24 Conocían la verdad, pero estaban dominados por el or- 30 El propósito de Dios no es forzar a cada hombre singular,
gullo y el egoísmo. Cuando se hacen patentes las conse- de la forma que fuere, a caminar por la vía recta. Dios
cuencias temibles de su actitud, desearían volver a la vida pretende mostrar al hombre la verdad razonablemente.
terrestre. (Ṣiddiqī) El creó al hombre como persona responsable y le dotó de
libertad de acción para probarle. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 6
216
31 Véase Marcos 8,12-13. (Daryabādī) Esto sucede de acuerdo con el plan de Dios. Él ofrece
a cada uno la ocasión de seguir el camino recto. Cuan-
32 Ignoran que Dios —como se afirma en la aleya siguien- do alguien, por orgullo, cierra su razón a la verdad, Dios
te― se manifiesta permanentemente a sí mismo por me- permite que camine en el error. (Ṣiddiqī)
dio de las maravillas de su creación, incesantemente re-
novadas. (Asad) 37 En estas aleyas encontramos el ejemplo frecuentemente
repetido de muchos pueblos que tacharon a sus enviados
33 Se trata del concepto coránico de lo que nosotros enten- de mentirosos. Dios les castigó con calamidades y desgra-
demos como ley natural. (Asad) cias en sus bienes y en sus personas. Un ejemplo concreto
es la historia del Faraón y de su pueblo y de la calamidad
34 Se han dado diversas explicaciones sobre el significado que le afligió —que relata el Corán Santo—. (Quṭb)
del concepto de «escritura» en este contexto. Algunos
comentadores son de la opinión de que se trata de una 38 Siempre por medio de sus profetas. (Daryabādī)
tabla en la que está grabado el plan de la creación. Otros
piensan que se trata del Corán, que es desde todos los 39 Entre los pueblos aniquilados por Dios se mencionan los
puntos de vista perfecto. (Ṣiddiqī) de Noé, Hūd, Ṣālih y Lot. También los faraones, los grie-
gos y los romanos fueron tratados según el mismo rasero.
35 Tanto hombres como animales. (Daryabādī) En uno y otro caso, en el surgimiento y decadencia de su
cultura se oculta la decisión de Dios. (Quṭb).
36 V. 14:4. (Asad)
40 Véase 2:7 (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 6
218
41 Los enviados de Dios no son como los adivinos, que pre- 46 Las personas influyentes que no fueron preferidas a los
tenden descubrir verdades ocultas, adivinar el futuro o discípulos pobres y sencillos, pero sinceros, fueron ten-
ser esencialmente distintos del resto de los hombres. Su tadas respecto de su discernimiento espiritual. (Yūsuf
significado va todavía más allá: los enviados de Dios ad- ᶜAlī)
ministran los tesoros de la verdad divina, pero estos no
les pertenecen a ellos sino a Dios. Están hechos de carne 47 Es Dios quien mejor sabe quién cumple sus deberes para
y hueso y la penetración de sus enseñanzas nace de la con Él y quién no. Él conduce a cada persona según lo
gracia de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) merezca. Esta capacidad moral no tiene nada que ver con
la pobreza o la riqueza. (Daryabādī).
42 Sino un hombre normal. (Daryabādī)
48 La palabra salām «paz» se relaciona etimológicamente
43 Esto quiere decir: ¿Pueden aquellos que se comportan con la palabra «Islam». Además, se les prometió en vida
ciega y sordamente contra el mensaje de Dios encontrar una gracia especial de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
su camino tan bien como aquellos que han alcanzado la
verdad a través de la revelación de Dios? (Asad) 49 El Profeta debe consolar a aquellos de sus partidarios
que cometieron graves pecados antes de su conversión
44 Por el contexto aparece claro que esta aleya se refie- al Islam, dándoles la seguridad de que Dios perdona a
re a los seguidores de las Sagradas Escrituras —judíos aquellos que se arrepienten. (Mawdūdī)
y cristianos—, que comparten con los seguidores del
Corán la fe en una vida tras la muerte, así como a los 50 El Corán no se ocupa solo de mostrar la verdad, para
agnósticos que no tienen creencias expresas, pero admi- hacer visible al creyente la senda de la fe, sino que con-
ten la posibilidad de que exista una vida tras la muerte. sidera igualmente importante hacer patente la falsedad,
(Asad) para que se revelen también los caminos de los malvados.
(Quṭb)
45 El motivo de la revelación de esta aleya fue que algunos
árabes de prestigio rechazaron seguir la convocatoria del 51 Los idólatras exigían al Profeta que aprobase su reli-
Islam, argumentando que el Profeta era visitado por po- gión y ellos harían lo mismo con la que él proclamaba.
bres que portaban vestidos viejos y malolientes. La posi- (Quṭb)
ción social de esa gente no les permitía sentarse al lado
de los nobles curaixíes y en su compañía. Los nobles re- 52 Véase 13:6. (Yūsuf ᶜAlī).
clamaron al Profeta que no los recibiese. Pero él rechazó
tal petición. (Quṭb) Véase también, 8:32. (Asad)
El Corán I Azora 6
220
53 Quiere decir: si Dios me hubiese dado el poder, sería para designar a los profetas comisionados por Dios para
cuestión de decidir entre yo y vosotros. En tal caso, hu- enseñar a la humanidad. (Yūsuf ᶜAlī)
biera aniquilado a los injustos, que se oponen a mi men-
saje y alejan a los hombres del mismo. (Al-Manār) 59 Solo Él decide y pide cuentas. Y su decisión y su castigo
no se hacen esperar. La rendición de cuentas, la retribu-
54 La fe en lo «oculto» es uno de los pilares de la fe is- ción y la sentencia en el día del Juicio dependen de las
lámica. El Corán establece aquí que hay algo más allá acciones que el hombre ha realizado en esta vida. Solo
cuya clave solo conoce Dios, y que lo dado a conocer al se le pedirán cuentas por lo que ha hecho a partir de una
hombre constituye solo una parte mínima de la totalidad. ley divina, de la que se desprende lo que está permitido y
Dios prescribe a los creyentes, en diversos pasajes del prohibido. (Quṭb)
Corán, que crean en lo «oculto» y hace de esto uno de los
atributos fundamentales de la fe; por ejemplo, en 2:285 y 60 Que no os alcance castigo inmediato alguno no quiere
72:26-27. (Quṭb) decir que sigáis irreflexivamente vuestro camino, sino
que deberíais gozar del aplazamiento, aprovecharos de
55 Este es el registro místico, el plan arquetípico, la ley los signos que se os han brindado, reconocer la verdad y
eterna, bajo la que se rige todo lo visible y lo invisible. seguir la vía recta. (Mawdūdī)
(Yūsuf ᶜAlī)
61 Dios ordena a su Enviado que se distancie de su pueblo, con
56 V. también azora 39:42. (Asad) la advertencia de que no es su tutor ni está autorizado a diri-
gir sus corazones. Esto no pertenece a la tarea de un profeta.
57 Luego sobreviene el otro sueño: la muerte y a renglón Una vez que ha anunciado la verdad que ha recibido, se ha
seguido, la resurrección y el juicio, cuando veremos ante acabado la cuestión pendiente entre él y los otros. (Quṭb).
nuestros ojos todo con claridad y esta es la realidad defi-
nitiva. (Yūsuf ᶜAlī) 62 V. 4:140. Cuando se ridiculiza la verdad en una asamblea,
no nos está permitido participar en ella. Si estábamos ya
58 Lit. «los enviados», aunque la mayoría de las veces se presentes cuando observamos este hecho debemos aban-
traduce como «ángeles». La misma palabra se utiliza donarla inmediatamente. (Yūsuf ᶜAlī).
El Corán I Azora 6
222
63 Cada hombre es responsable de su conducta. Pero los jus- pectos de la realidad, que pueden ser concebidos senso-
tos tienen dos deberes: 1) protegerse a sí mismos contra rial o conceptualmente por los seres creados. (Asad)
el contagio, y 2): anunciar el mensaje de Dios, porque in-
cluso en las circunstancias más inverosímiles es posible 72 También parece haber sido conocido bajo otros nombres,
que tenga eficacia. (Yūsuf ᶜAlī) cuyo origen y significación se ignoran. Así, se le llama
Zahra en algunas narraciones del Talmud, mientras Euse-
64 La frase puede ser entendida de dos maneras: 1) Ellos bio Pánfilo le atribuye el nombre de Athar. Es posible que
han hecho juego y burla de la religión, o, 2) han con- el nombre ͻAzar (que solo aparece una vez en el Corán)
vertido el juego y la burla en su religión, a saber, en la sea una forma preislámica, arabizada, de Athar o Zahra.
finalidad de su vida. La última traducción me parece más (Asad)
verosímil, ya que resalta el hecho de que muchos de los
que «están seducidos por la vida de este mundo» persi- Algunos intérpretes opinan que Azar es el sobrenombre
guen lo que el Corán describe como «placer pasajero», de Teraj, el padre de Abrahán. Otros opinan que Azar
inclusive las comodidades que puede acarrear el poder y (Teraj) no es el progenitor directo de Abrahán, sino su
el dinero. (Asad) tío. (Mullá)
65 No debemos olvidar nunca nuestra responsabilidad per- 73 Hay que advertir que la fe de Abrahán era particularmen-
sonal ni tampoco engañarnos por la ilusión de una expia- te importante, pues casi todos los árabes lo consideraron
ción vicaria. (Yūsuf ᶜAlī) su guía y modelo. Especialmente los coraixíes estaban
orgullosos de descender de él y de ser guardianes de la
66 La palabra se refiere a todas las penalidades de los mal- Caaba que había erigido. Por ello es importante la refe-
hechores en la vida futura. (Asad) rencia a su fe en la unidad de Dios y su rechazo del poli-
teísmo y su enfrentamiento con su pueblo. (Mawdūdī)
67 Este imperativo aparece una y otra vez en esta azora con
la función de recalcar que solo a Dios le asiste el poder 74 La religión babilónica era una mezcla de animismo, culto
de dar órdenes y que el Profeta debe anunciar y advertir idolátrico y adoración de la naturaleza. Cada ciudad tenía
por orden de su Señor. (Quṭb) sus propios dioses protectores ―la mayoría de las veces
antropomorfos― relacionados con fenómenos naturales.
68 V. 2:14, 14:22 y 15:17. (Asad) Las principales divinidades eran la Luna, los astros y el
Sol. (Daryabādī)
69 Aquí se afina el argumento y se establece —simultánea-
mente— una transición al gran ejemplo de Abrahán, el 75 Los caldeos, entre quienes vivió Abrahán, poseyeron un
cual no se detuvo en las maravillas de la naturaleza, sino conocimiento profundo de las estrellas y de otros cuerpos
que se remontó «desde la naturaleza hasta el Dios de la celestes. Él, sin embargo, vio que detrás del mundo físico
naturaleza». (Yūsuf ᶜAlī) se ocultaba el mundo espiritual. Este fue el primer paso,
pero Dios lo llevó más allá. Mostróle con certidumbre las
70 Es indiferente que se trate de la palabra por medio de la fuerzas espirituales que se ocultaban detrás de las fuerzas
cual la creación es llamada a la existencia («¡Hágase!» y las leyes que rigen el universo físico. (Yūsuf ᶜAlī)
y se hizo), o por medio de la cual ordenó que el hom-
bre se someta solo a Él, o por la que le comunicó sus 76 El mensaje de Abrahán no solo atacaba de raíz el culto
mandamientos. En todas estas cosas su palabra es verdad. a los dioses, sino también la veneración tributada a la
(Quṭb) dinastía real, el estatus de los sacerdotes y nobles y en
general la vida social de todo el territorio. Por ello, su
71 Aš-šahāda (literalmente: «lo que se ha atestiguado» o predicación tenía implicaciones muy extensas. Promovía
«puede ser atestiguado») constituye en este contexto, al una subversión total de la estructura social existente y
igual que en otros pasajes, la antítesis directa de ͻal-ǵayb su nueva configuración sobre la base del monoteísmo.
(«lo que se encuentra fuera de la capacidad de percepción (Mawdūdī)
de las criaturas»). De esta manera se reiteran los dos as-
El Corán I Azora 6
224
77 En la antigua Mesopotamia el Sol era venerado desde 80 Aquí se mencionan cuatro hombres que debieron afron-
tiempo inmemorial. (Daryabādī) tar durante su vida grandes calamidades pero persevera-
ron en el camino de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
78 Que el discurso de Abrahán sea descrito aquí como un ar-
gumento propio de Dios hace que tenga validez también 81 El profetismo es la única fuente de guía directa de Dios.
para los seguidores del Corán. (Asad) No es una cualidad que se puede conseguir sino una gra-
cia especial que concede Dios a quien considera digno de
79 El tercer grupo no menciona hombres de acción, sino la misma. (Ṣiddiqī)
predicadores de la verdad, que vivieron en soledad. Se
les conoce con el sobrenombre de «los justos». 82 Si «los tuyos» (los árabes idólatras) rechazan el Libro, la
autoridad de Dios y el profetismo, la verdadera religión
Se trata de los profetas místicos y forman un grupo alre- de Dios no los necesitará y le bastará con el noble grupo
dedor de Jesús. Zacarías fue el padre de Juan el Bautista, que sí cree. (Quṭb)
el precursor de Jesús (v. azora 3:37-41). Según el relato
bíblico (Mateo 11,14) Jesús describió a Juan el Bautista
como otro Elías. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 6
226
83 Con esta función yo no obro a impulso de intereses pro- 91 El día del Juicio. (Daryabādī)
pios. (Daryabādī)
92 Aquellos de quienes habéis afirmado que habrían inter-
84 El mensaje de Muḥammad es la culminación de todos cedido por vosotros, a los que habéis hecho participar
los mensajes transmitidos por los anteriores profetas. Su en vuestra vidas y propiedades, y de quienes afirmas-
enseñanza es, por tanto, la formulación definitiva de la teis que eran vuestros mediadores ante Dios (v. azora
voluntad de Dios. Pero hay una diferencia fundamental 39:3). En este número se cuentan sacerdotes o líderes,
entre él y los profetas precedentes: ellos vinieron para ídolos, demonios y ángeles, estrellas y otros cuerpos
conducir a sus propios pueblos encomendados hacia el celestes, que aluden simbólicamente a «falsos dioses».
camino recto, mientras que Muḥammad ha venido como (Quṭb)
enviado para toda la humanidad y para todos los tiempos,
con un mensaje universal. (Ṣiddiqī) 93 La simiente y los huesos de dátil han sido seleccionados
como variedades del reino vegetal, para mostrarnos en
85 Esta afirmación de los idólatras de La Meca en el tiempo qué medida nuestro ser físico depende del mismo. La si-
de su ignorancia es válida para todos los tiempos. Quien miente que germina es un pequeño ejemplo del orden y
afirma esto, no conoce verdaderamente a Dios, su bon- de la justicia de Dios, que se mencionan en la siguiente
dad, su misericordia y su justicia. (Quṭb) aleya. (Yūsuf ᶜAlī)
97 Las meras observaciones de estos hechos no pueden, sin 103 Se trata de una alusión a las creencias de los árabes preis-
embargo, ayudar a los hombres a extraer conclusiones lámicos, que consideraban a los ángeles hijas de Dios
correctas sobre Dios. Solo se puede arribar a la verdad a (como tales trataban también a algunas de sus diosas).
través de una sabiduría que sintonice con la verdad que Pero hay así mismo una alusión a la creencia cristiana de
recibe el hombre por medio de la revelación religiosa. Jesús como «hijo de Dios». Véase también 19:92. (Asad)
(Ṣiddiqī)
104 La idea de una «limitación» significa la posibilidad de
98 Esto subraya la unidad de la familia humana. Las diver- una equiparación: Dios, sin embargo, es singular. «Nada
sas razas humanas, por mucho que se diferencien entre es igual a El» (v. 42:11 y 112:4). Querer limitarle, a Él o
sí, poseen el mismo origen y el mismo árbol genealógico. a sus atributos, constituye una imposibilidad lógica y ―
(Quṭb) desde el punto de vista ético― un pecado. (Asad)
99 Los hombres dotados de razón pueden descubrir signos 105 Puesto que solo Dios ha creado el mundo, Él es su único
de la realidad absoluta en la creación de la humanidad, propietario. Por consiguiente, Él es el único proveedor.
en los diversos papeles del hombre y de la mujer para Él cuida de las criaturas de su propiedad, de la que nadie
la propagación de la especie y en los diversos estadios puede participar. De estas tres cosas, creación, propiedad
de la vida humana, desde el nacimiento hasta la muerte. y providencia, debe también deducirse que solo Él posee
(Mawdūdī) las propiedades divinas y a Él se debe la adoración con
todos sus elementos concomitantes: obediencia, sumi-
100 Aplicad esta alegoría a los hombres, cuyos frutos espi- sión y entrega. (Quṭb)
rituales pueden ser también sumamente variados pero
igual de valiosos. (Yūsuf ᶜAlī) 106 V. 6:6. (Yūsuf ᶜAlī)
101 V. la frase final de las aleyas 97 y 98. (Yūsuf ᶜAlī) 107 Ṣiddiqī relaciona el verso con el reproche al Profeta de
haber extraído su mensaje de fuentes cristianas y judías,
102 Literalmente: ŷinn. ¿Qué son los ŷinn? En muchos pa- reproche que se viene repitiendo hasta el día de hoy. En
sajes se mencionan a los ŷinn y a los hombres conjun- las biografías del Profeta, escritas por orientalistas se su-
tamente. En 55:14-15 se dice que el hombre fue creado braya este punto reiteradas veces.
de barro, mientras que los ŷinn lo fueron a partir de la
llama del fuego. Sin querer ser dogmático, tras un intenso 108 Debe dedicarse preferentemente a aquellos que lo han
estudio de secciones análogas del Corán, opino que el oído y acogido. Los otros merecen ser marginados y des-
concepto significa simplemente «espíritu» en el sentido atendidos, una vez que han sido exhortados suficiente-
de fuerza oculta o invisible. (Yūsuf ᶜAlī) mente y se les ha hecho conscientes de ello. (Quṭb)
El Corán I Azora 6
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109 El plan divino es hacer que ―en colaboración con la vo- 115 V. 2:15. (Yūsuf ᶜAlī)
luntad humana― surja el conocimiento de Dios y de sus
relaciones con nosotros. Esta es la respuesta a la obje- 116 Que les informen de la vida tras la muerte. (Asad)
ción: «Si él es Todopoderoso ¿por qué existe el mal en
el mundo? ¿No podría Él suprimirlo?». Ciertamente que 117 Al decidir deliberadamente rechazar la verdad y aceptar
podría, pero su plan es otro. (Yūsuf ᶜAlī) la mentira, la sola posibilidad de que se convirtiesen esta-
ría en que Dios les forzase. Para ello, Él debería cambiar
110 Dios podría hacer de cada hombre un ser que sigue la ver- su carácter, arrebatándoles sus pensamientos y su libertad
dad. Pero no fue esta la finalidad perseguida en su crea- de acción y convirtiéndoles en criaturas que no son res-
ción. La verdadera finalidad ha sido conferir al hombre la ponsables de lo que hacen. Esto estaría en contradicción
facultad de optar entre verdad y mentira. (Mawdūdī) con la verdad y el objetivo que se había fijado para el
hombre. (Mawdūdī)
111 Esta prohibición de ultrajar algo que es sagrado para
otros hombres ―incluso aunque contradiga al funda- 118 Cuando toda la creación y la parte física de su propia per-
mento de la unicidad de Dios― está formulada en plural sona se rinden al mandato del Todopoderoso, cuán falsa
y, por ello, está dirigida a todos los creyentes. (Asad) resulta ser su desobediencia frente a Dios cuando hacen
uso de libertad de acción. (Ṣiddiqī)
112 Los signos, milagros o como se les quiera llamar, no se
realizan nunca por la acción de los profetas, sino por 119 Dios permite estas cosas en su plan y no podemos objetar
medio del poder de Dios. El profeta los utiliza solo por nada. Nuestra fe debe ser probada y debemos sufrir esa
encargo de Dios, como prueba de la veracidad de sus prueba constantemente. (Yūsuf ᶜAlī)
pretensiones. Un milagro no es otra cosa que una in-
tervención en el orden natural ―tal y como nosotros lo 120 Según algunas tradiciones auténticas, citadas por Ṭabarī,
conocemos en la experiencia diaria―, realizada por el se preguntó al Profeta: «¿Hay satanes entre los hom-
Creador de la naturaleza. Pero ni siquiera tales mensajes bres?». Él respondió: «Sí. Y estos son peores que los que
extraordinarios pueden ser descritos como «sobrenatura- hay entre los seres invisibles». (Asad)
les». Al ser expresados estos mensajes extraordinarios,
habitualmente por medio de personas dotadas de singu- 121 Estos demonios no pueden ocasionar, con sus propias
lares características y elegidas por Dios, se dice de ellas fuerzas y poder, daños al Profeta y a sus seguidores, por-
a veces que «hacen milagros». . Véase también azora que están protegidos por Dios. Él somete a prueba a quie-
17:59 (Asad) nes le aman, para probar su paciencia en el cumplimiento
de la tarea que les ha confiado. Si superan esta prueba,
113 Cuando los incrédulos son obstinados, nada les conven- Él hace que sus enemigos ya no posean la capacidad de
ce. Ninguna historia está más llena de milagros que la de causar más daños que los que Dios ha determinado pre-
Jesús. Sin embargo, en esta misma historia se cuenta que viamente para ellos. (Quṭb)
Jesús dijo: «Este pueblo malo y rebelde busca una señal,
y no se le dará otra que el signo de Jonás» (Mateo 16,4). 122 Las palabras van dirigidas a aquellos seguidores suyos
que reclamaban una señal milagrosa. El Profeta debe
114 Allí donde no hay sino obstinación y desprecio contra la hacerse aquí la pregunta siguiente: «¿Debo buscar una
fe, el corazón del prevaricador se endurece y sus ojos se autoridad superior a la de Dios, que realice un milagro tal
cierran, de forma que ya no puede ver lo que es visible a que fuerce a los incrédulos a reconocer la veracidad de su
un mortal corriente. Con ello se acelera más aún su hun- Profeta?». (Ṣiddiqī)
dimiento en la falsedad. (Yūsuf ᶜAlī)
123 Parece que la formulación anterior alude al conocimiento
En la medida en que permanezca ciego para aceptar la instintivo de algunos judíos y cristianos de que el Corán
verdad ―a causa de su contumacia―. Esto se refiere a procede efectivamente de la revelación divina. (Asad)
las relaciones naturales entre causa y efecto que Dios ha
prescrito a sus criaturas. (Asad)
El Corán I Azora 6
232
124 El término kalima (literalmente: palabra), referido a 130 Aquellos que extravían a los hombres hacen que los cre-
Dios, se usa frecuentemente en el Corán en el sentido yentes sencillos consideren las supersticiones y, los ritua-
de «prometer». En este caso se refiere de forma paten- les artificiales como la meta de la religión y desprecian
te a la promesa bíblica del Deuteronomio 18, 15-18, de los valores espirituales hacia los que debe dirigirse la
que Dios ha suscitado entre los árabes «un Profeta como verdadera fe. (Ṣiddiqī)
Moisés». (Asad)
131 La mención del nombre de Dios es la expresión de la fe
125 De la misma manera que su Sunna (su norma) no puede en Él y del agradecimiento hacia Él. (Ṣiddiqī)
ser modificada, tampoco sus palabras pueden ser altera-
das. (Al-Manār) 132 Para el concepto de šayāṭīn véase 4:14 y 14:22. Los se-
ductores de entre los descreídos incitan a sus amigos a
126 El método correcto para quienes buscan la verdad no es disputar con el Profeta, haciéndole la siguiente pregunta:
imitar a la mayoría de los hombres, ya que estos se incli- ¿Por qué el animal sobre el que no se ha pronunciado el
nan más hacia las especulaciones que hacia la sabiduría. nombre de Dios no puede ser consumido, mientras que
Las únicas formas de vida que obtienen el beneplácito de otro, sobre el que se ha proferido el nombre de Dios, es
Dios son aquellas que Dios mismo ha enseñado. Esta es puro y permitido? (Ṣiddiqī)
la forma de vida que quien busca la verdad debería acep-
tar y mantener, aun cuando se encuentre solo. (Mawdūdī) 133 También es idolatría reconocer a Dios y a la vez se-
guir las decisiones de quienes se han apartado de Dios.
127 Tales especulaciones conducen a reglas arbitrarias de (Mawdūdī)
conducta y a prohibiciones a las que se refiere el Corán
en las aleyas 118 y 119. (Asad) 134 Se trata de una alegoría del hombre bueno, con un man-
dato divino, y del hombre malo, con el mandato de obrar
128 El objetivo de este verso y de los siguientes no es ― el mal. El primero era como un muerto, antes de ser resu-
como podría parecer a primera vista― una repetición de citado a la vida espiritual. En el lado opuesto está el que
las ya mencionadas leyes relativas a la alimentación, sino rechaza la luz de Dios, que vive en lo profundo de las
un recordatorio para que la observancia de esas leyes no tinieblas y conspira contra todo lo bueno. (Yūsuf ᶜAlī)
se convierta en un ritual. (Asad)
135 Esta luz es el mensaje divino. (Ṣiddiqī)
129 La necesidad permite comer animales prohibidos.
(Daryabādī) 136 La oscuridad de la incredulidad y del ateísmo. (Daryabādī)
El Corán I Azora 6
234
137 El profetismo es un tema existencial en el que la volun- 143 Hay diversas opiniones sobre si los ŷinn (seres enigmá-
tad eterna y constante de Dios se une con el movimiento ticos) han sido llamados como enviados para guiar a su
de una criatura, la plenitud absoluta entra en contacto propio pueblo. Según otra opinión no debe haber habido
con el mundo de los hombres limitados, el cielo con la enviados absolutamente separados para los ŷinn y hom-
tierra. Solo Dios sabe a quién puede imponer esta tarea. bres. Algunos comentaristas piensan que hasta la llegada
(Quṭb) de Muḥammad, los ŷinn habían tenido sus propios envia-
dos, pero que él fue el Enviado último, tanto para los ŷinn
138 No se fuerza a los hombres a seguir caminos errados. como para los hombres. (Ṣiddiqī)
Solo se estrecha el pecho de aquellos que abrigan rencor
frente a la verdad y consideran esto como una dura ascen- 144 En el libro abierto del ser hay numerosos signos de Dios.
sión que ni pueden ni quieren acometer. (Ṣiddiqī) Por ello, la tarea de los enviados y de sus mensajes fue de-
purar esta inclinación de los influjos extraños acumulados
139 Por todos los sacrificios que ha padecido en esta vida, y liberar la razón de desviaciones. Los hombres se hacen
Dios le garantizará la paz en la futura. (Ṣiddiqī) acreedores a castigos cuando, tras todos estos signos y
advertencias, permanecen en la incredulidad. (Quṭb)
140 Véase 6:100. (Yūsuf ᶜAlī)
145 Hay una serie de peldaños para los creyentes, unos más
141 El final del plazo, que siempre hemos negado y ridiculi- elevados que otros. También para los demonios hay pel-
zado. (Daryabādī) daños, pero en sentido descendente, a tenor de los hechos
acumulados y registrados. (Quṭb)
142 Salvo que posteriormente Él quisiera otorgarles su gra-
cia. V. también el verso 12 de esta azora. Algunos cono- 146 Con vuestra desobediencia no le ocasionáis a Él ningún
cidos teólogos musulmanes concluyen de este y de otro daño ni tampoco le añade nada vuestra obediencia. Él no
enunciado semejante en 11:107 (también de una afirma- necesita ni vuestra obediencia ni vuestra ofrenda. De he-
ción auténtica del Profeta), que ―a la inversa de la bien- cho, Él derrama su misericordia sobre vosotros sin pedi-
aventuranza del paraíso, que es de duración ilimitada― ros contraprestación alguna. (Mawdūdī)
el sufrimiento de los pecadores será limitado en la vida
futura por la gracia de Dios. (Asad) 147 Se refiere, en primer término, a los hombres de la genera-
ción del Profeta. (Daryabādī)
El Corán I Azora 6
236
148 Dirigida a los idólatras, la expresión constituye un desa- 154 A saber, para aquellos que sirven a las divinidades y per-
fío. Podemos entender estas palabras en un sentido vá- tenecen al sexo masculino. (Daryabādī)
lido para todos los tiempos. Dejad que los malos obren
de la peor forma. Dejad que los creyentes hagan todo lo 155 El ganado consagrado a las divinidades paganas esta-
que es posible a sus capacidades y a sus oportunidades. ba exento a veces de todos los trabajos útiles. (Yūsuf
Al final, Dios juzgará sobre ello, como juez verdadero y ᶜAlī)
justo. (Yūsuf ᶜAlī)
156 El infanticidio estaba muy difundido, incluso en la Gre-
149 Los árabes preislámicos consagraban una parte de sus co- cia o la Roma antiguas. Por ello, la reforma islámica fue
sechas y ganados a sus dioses y otra parte a Dios, al cual una reforma de alcance mundial. (Daryabādī)
consideraban un primus inter pares. (Asad)
157 No son solo enemigos de sus propios hijos, sino también
150 En muchos pueblos, incluido el árabe, se admitía que las de sí mismos cuando se vedan cosas que Dios les ha per-
divinidades reclamaran sacrificios humanos. (Yūsuf ᶜAlī) mitido. (Ṣiddiqī)
151 Los árabes preislámicos enterraban vivos en el desierto a 158 Véase 6:98 (Yūsuf ᶜAlī).
los hijos no deseados, sobre todo a las hijas. (Asad)
159 En estado salvaje. (Asad)
152 «Su religión» significa la verdadera religión de Abrahán y
de Ismael que ellos deberían haber seguido. (Daryabādī) 160 Véase 6:99. (Yūsuf ᶜAlī).
153 Declarar como tabúes ciertos alimentos constituye un 161 Este deber de entregar una parte de la cosecha a los in-
medio frecuente para que los sacerdotes reserven para sí digentes no se identifica con la contribución establecida
determinadas cosas. Suele realizarse con el pretexto de para los pobres (zakāt) ya que el azaque fue promulgado
que Dios lo ha prohibido a los otros. (Yūsuf ᶜAlī) después de la hégira. (Quṭb)
El Corán I Azora 6
238
162 Porque os prohibís por superstición lo que Dios ha per- 171 Según la ley judía (Levítico 11,3-6), estaba permitido,
mitido a los hombres. Todas las referencias a los tabúes «cualquier animal de pezuña partida, hendida en dos mi-
preislámicos de las aleyas 138-140 y 142-144 subrayan tades, y que rumia, pero no están permitidos el camello,
que está permitido todo alimento no prohibido expresa- los conejos y las liebres, porque no tienen pezuñas hen-
mente por Dios. (Asad) didas». Estos tres animales, prohibidos para los judíos,
están permitidos en el Islam. Véase 4:160. (Yūsuf ᶜAlī)
163 La superstición peculiar, a la que se refiere este verso y el
siguiente, es probablemente idéntica a la que se mencio- 172 Véase Levítico 7,23. (Yūsuf ᶜAlī)
na en 5:103. (Asad)
173 Véase 3:93 (Asad). La prohibición de ciertos alimen-
164 Los métodos introducidos por el Corán para llevar al ab- tos a los israelitas, a tenor de su desobediencia, apare-
surdo las prácticas supersticiosas se pueden aplicar a la ce mencionada en tres pasajes del Corán, en las azoras
superstición de todo tipo, en todo el mundo y, más en es- 2:93, 4:160 y aquí. los judíos asumieron frente a su ley
pecial, allí donde se establecen tabúes sobre los alimen- una actitud de rechazo y rebeldía. Se convirtieron en sus
tos por causas irracionales y se discrimina a las personas. propios legisladores y, mediante una serie de sutiles razo-
(Mawdūdī) namientos, declararon prohibidas muchas cosas. Dios los
castigó dejándoles sumergidos en este error. (Mawdūdī)
165 Lit.: «de los camellos dos y de los bueyes dos», com-
pletando así las ocho especies mencionadas en la aleya 174 Es decir, respecto de la afirmación del Corán (en la aleya
anterior; o sea, cuatro parejas de reses. (Asad) 145), de que Dios solo ha prohibido unos pocos alimen-
tos claramente definidos. El pronombre «ellos» se refiere
166 ¿Cómo puede ser posible que un animal macho de la mis- tanto a los judíos como también a los árabes paganos, que
ma especie esté permitido para algunos hombres, mien- son mencionados en los aleyas anteriores. (Asad)
tras que la hembra o su cría esté prohibida para otros?
Una creencia tal sobre lo ḥalāl (permitido) y ḥarām (pro- 175 Este argumento introducido por los idólatras es falso,
hibido) no puede basarse ni en la razón ni en la revela- pues significaría: 1) Que los hombres no tienen respon-
ción. (Ṣiddiqī) sabilidad personal. 2) Que son víctimas de un determi-
nismo al que han sido entregados impotentes. y 3) Que,
167 ¿Estuvisteis presentes cuando Dios ordenó esto? Porque por esa misma razón, pueden hacer en adelante lo que les
la mayoría de vosotros no cree en la transmisión por me- plazca. (Yūsuf ᶜAlī)
dio de ángeles y de profetas. (Daryabādī)
176 A saber, negar que Dios ha dado al hombre la posibilidad
168 El Profeta confirma y detalla esta normativa en varios de elegir entre justicia e injusticia. (Asad)
«Hadices». (Mullá)
177 Si Dios hubiese querido, habría podido crear, desde el
169 A causa de hambre y necesidad extremos. (Daryabādī) principio, al hombre de tal modo que estuviese forzado a
seguir la vía recta. Sin embargo, quiso probarle, dándole
170 La construcción de la frase indica que esta prohibición se la facultad de elegir. Pero Él ayuda, a quien se decide por
refiere específicamente a los judíos, y no a los creyentes la rectitud, a recorrer el camino correcto. Al que elija el
de épocas posteriores. (Asad) extravío, le dejará hundirse cada vez más profundamente
en el mismo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 6
240
178 Argumento que explica la verdad y la introduce en el to en general y es un ataque al derecho a la vida misma.
corazón. Dios no desea forzar al hombre a que siga Su (Quṭb)
voluntad, porque entonces se coartaría aquella libertad
de acción que Dios le ha conferido para su educación es- 185 «Para que toméis conciencia de Sus preceptos», es decir,
piritual. Dios conduce a los hombres ―por medio de la tened a Dios siempre presente, no olvidéis nunca Sus pre-
persuasión y de la argumentación lógica― a la senda de ceptos y tened conocimiento pleno de los mismos, censu-
la rectitud, así como hacia todo aquello que es útil para rad todo acto que pueda conducir a cometer uno de estos
su evolución espiritual. (Ṣiddiqī) crímenes y obrad con rectitud hacia el prójimo. (Mullá)
179 La primera prohibición es la de la idolatría en cualquiera 186 Las abundantes y con frecuencia vehementes admonicio-
de sus formas. (Quṭb) nes del Corán se refieren a su situación precaria y pro-
híben tocar su patrimonio, aunque sea de una forma que
180 Estos derechos de los padres están repetidas veces reco- les resulte útil, hasta que estén en plena posesión de sus
mendados en el Corán inmediatamente después de los fuerzas físicas y mentales. (Quṭb)
derechos de Dios, lo que indica claramente que los de-
rechos paternos vienen a continuación de los divinos y 187 En el sentido de la edad en la que se alcanza la plenitud
tienen prioridad sobre los restantes derechos humanos. de facultades. (Al-Manār)
(Mawdūdī)
188 Dios no espera que el hombre ejercite la justicia con pre-
181 El infanticidio es uno de los delitos más horribles, porque cisión matemática, pero sí espera que haga cuanto esté en
niega uno de los atributos de Dios, el de Conservador su mano para alcanzar este ideal. (Asad)
Providente de la humanidad. (Ṣiddiqī)
189 En opinión de Rāzī, el enunciado «cuando emitís una
182 A la inversa de lo que Malthus y sus seguidores han su- sentencia» se refiere a las opiniones vertidas, conciernan
puesto, aquí se encierra la promesa divina de que la po- estas personalmente a alguien o no. Sin embargo, la sub-
blación mundial no es mayor de lo que permiten los me- siguiente referencia a los parientes cercanos subraya la
dios de subsistencia. Cada crecimiento de la población posibilidad de que este mandamiento se refiera a declara-
implica que hay que alimentar más bocas, pero implica ciones de testigos en casos de pleito. (Asad)
así mismo que hay más manos para trabajar. (Daryabādī)
190 Estos diez mandamientos le fueron dados a Abrahán y
183 Se alude específicamente a la relación sexual extramatri- más tarde a Moisés. Se señala así que los fundamentos
monial. (Quṭb) de la religión, tal y como fueron anunciados por todos los
profetas, son los mismos. (Ṣiddiqī)
184 La idolatría, las relaciones sexuales extramatrimoniales
y el asesinato son mencionados en el Corán frecuente- 191 La revelación que recibió Moisés se ocupaba de los deta-
mente como actos prohibidos, porque todos ellos son una lles de la vida humana y sirvió como pauta para los judíos
manera de matar. En el primer caso se trata de la muerte y más tarde para los cristianos. El mensaje impartido por
de la disposición natural humana a creer en la unicidad Jesús se ocupaba solo de los fundamentos generales, no
de Dios; véase también la aleya 122 de esta azora. El de detalles. El mensaje del Islam contenido en el Corán
siguiente acto significa matar a la comunidad, porque una será la norma siguiente, plena, después de la ley mosaica.
sociedad impregnada de inmoralidad está amenazada de (Yūsuf ᶜAlī)
ruina. El tercer crimen, finalmente, constituye el asesina-
El Corán I Azora 6
242
192 Se trata aquí del Corán, que contiene en sí la suma y la 202 «La religión de Abrahán» es sinónimo de «religión per-
substancia de todos los mensajes religiosos que se han manentemente verdadera». Ha sido preferida a la expre-
anunciado a la humanidad antes del último Enviado. sión «religión de Moisés» o «religión de Jesús» porque
(Ṣiddiqī) sus partidarios convirtieron esta confesión en «judaís-
mo» y «cristianismo». Además, Abrahán es reconocido
193 A saber, la Tora y el Evangelio. (Ṣiddiqī) como verdadero profeta tanto por los judíos como por los
cristianos. (Mawdūdī)
194 Los judíos y los cristianos. (Daryabādī)
203 Se trata de una alabanza absoluta de la unicidad de Dios
195 No lo podíamos estudiar porque no conocíamos su lengua y de la entrega total a Él. En ella se unen la plegaria, los
y la mayoría de nosotros éramos analfabetos. (Al-Manār) ritos religiosos, la vida y la muerte. (Quṭb)
196 Aunque esta sección se refiera ―en primer término― 204 Aquí la relación del hombre con Dios, que se ha men-
a los contemporáneos árabes del Profeta, su mensaje cionado en las aleyas anteriores, nos remite más lejos. Si
se refiere a todos los pueblos de todos los tiempos, que se la obediencia respecto del mandato de Dios está inscrita
niegan a creer en una revelación de la que ellos mismos en el corazón de la criatura, es irracional querer aceptar
no sean los destinatarios. (Asad) a otro como Señor cuando Dios ha establecido libertad
de acción, para mostrar su superioridad sobre las demás
197 Véase también 2:210 (Ṣiddiqī). criaturas en su libre entrega a Dios. (Ṣiddiqī)
198 Si cayera el velo del mundo invisible, la fe perdería su 205 Aquí aparece de nuevo la doctrina de la responsabilidad
significado, porque solo tiene sentido la fe frente a las personal. (Yūsuf ᶜAlī)
realidades invisibles. (Ṣiddiqī)
206 Esta afirmación, que encontramos también en las azoras
199 La fe sin buenas obras es sinónimo aquí de fe deficiente. 17:15, 35:18, 39:7 y 53:38 rechaza categóricamente la
(Asad) doctrina cristiana del «pecado original» y de la «expia-
ción vicaria.» En lo que concierne a otras implicaciones
200 Véase también la aleya 162 de esta azora. (Yūsuf ᶜAlī) éticas de esta afirmación, ver azora 53:38, donde esta
aparece por vez primera en la secuencia cronológica de
201 Algunos comentaristas antiguos son de la opinión de que la revelación. (Asad)
aquí se menciona al pueblo de la Escritura porque sus
miembros han hecho de la religión de Moisés, Abrahán y 207 Véase 2:113. (Asad)
Jesús diversas religiones y estas se han escindido en va-
rias sectas. Otros mencionan a los herejes y grupúsculos 208 Véase 2:30 (Asad)
islámicos, que han quebrantado la unidad del Islam. Las
dos interpretaciones son correctas. (Al-Manar)
El Corán I Azora 7
245
Introducción a la Azora 7
AL- A RĀF
LAS ALTURAS
E sta azora se halla en estrecha conexión con la anterior tanto desde el punto de vista cronológico
como temático. Pero en ella se explica la doctrina de la revelación y la historia espiritual de la
humanidad mediante ilustraciones que comienzan con Adán y continúan a través de la historia de
Moisés, hasta culminar en los tiempos del profeta Muḥammad con la revelación de Dios.
Resumen:
«Aprended de la historia», reza el antiguo axioma. La oposición entre el bien y el mal se pone de
manifiesto en la historia de Adán y de Iblῑs. La arrogancia lleva a la rebelión; el tentador es envidioso
y conduce al hombre a la tentación, incluso cuando aún se encuentra en estado de naturaleza, por lo
que éste es advertido frente al engaño y a toda clase de excesos. (Aleyas 1-31)
Al desprecio de esta advertencia se le asignan futuros castigos, mientras que las ventajas, las
bendiciones y la paz que esperan a los justos se expresan tanto en una descripción de la vida futura
como en el poder y la bondad de Dios en el mundo visible de nuestro entorno. (Aleyas 32-58)
Las historias de Noé y el diluvio, y de Hūd, Ṣāliḥ, Lot y Šuᶜayb enseñan a todos que los profetas han
sido rechazados y condenados.
Pero luego trinfó la verdad, y el mal fue vencido, pues el plan de Dios no falla nunca. (Aleyas 59-99)
La historia de Moisés se narra con más detalle, y no sólo en lo que se refiere a su lucha con el faraón,
sino también a la preparación para su misión y a su confrontación con la rebeldía de su propio
pueblo. Ya desde el tiempo de Moisés existen alusiones a la venida del Profeta enviado a los que no
tenían Escritura. (Aleyas 100-157)
El pueblo de Moisés abandonó una y otra vez la Ley que le había sido transmitida y quebrantó la
alianza con Dios, por lo que fue diseminado por toda la tierra. (Aleyas 158-171)
Los hijos de Adán se multiplicaron, pero muchos de ellos rechazaron la verdad, yendo paso a paso
hacia su ruina sin comprender cómo ni por qué. Los justos escuchan el mensaje de Dios y le siguen
con humildad. (Aleyas 172-206) (Yūsuf ᶜAlī)
Las azoras Al-ᵓAnᶜām y Al-ᵓAᶜrāf giran en torno a la «confesión». Mientras que en Al-ᵓAnᶜām se
trata esta materia con la intención de oponerse a los árabes paganos de entonces y en general a todos
los hombres ignorantes, la azora Al-ᵓAᶜrāf sigue a este respecto otro camino. Analiza el tema en la
perspectiva de la larga historia de la humanidad y de su paso por las diferentes épocas, desde su
nacimiento hasta su retorno definitivo. Pero no se limita a narrar esta historia en términos poéticos,
sino que la presenta en forma de lucha contra la ignorancia. El Corán no narra ninguna historia sin
pretender al mismo tiempo oponerse a una situación perversa, y tampoco afirma verdades si no es
con el propósito de corregir falsedades. En este sentido, sus relatos no se quedan en el mero placer
cultural. (Quṭb)
El Corán I Azora 7
246
Azora 7
AL- A RĀF
LAS ALTURAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1
1. .
1 Véase azora 2:1. 4 Es decir, súbitamente, cuando la gente se sentía del todo
segura y descansada. (Asad)
La letra adicional ṣād se añade aquí y en la azora 19, y se
encuentra sola en azora 38. El factor común a estas tres 5 Se inicia aquí la historia espiritual y moral de la huma-
azoras es que se centran en las historias de los profetas. nidad con una constatación preliminar. Algunas ciudades
En esta azora hallamos historias de Noé, Hūd, Ṣāliḥ, Lot, fueron aniquiladas porque sus habitantes se habían com-
Šucayb y Moisés, que nos conducen hasta Muḥammad, y portado de modo criminal. Dios les envió mensajeros y
en la azora 38 las historias de David, Salomón y Job, que maestros que hicieron todo lo posible para conducirlos al
culminan igualmente en la historia de Muḥammad. La recto camino. Sin embargo, ellos no les hicieron caso y
azora 19 está casi enteramente dedicada a tales historias. mantuvieron con arrogancia su falsa conducta hasta que
¿Podemos deducir que ṣād se halla aquí en lugar de qiṣaṣ los sorprendió la catástrofe. Entonces se dieron cuenta de
(historias)? En la presente azora se narra también la his- la gravedad de sus crímenes, pero ya no quedaba tiempo
toria espiritual de la humanidad, principio, medio y fin, para convertirse. (Ṣiddiqī)
que puede representarse simbólicamente por ͻalif, lām,
mīm, ṣād. Si ello es así, esta azora trata del principio, el 6 Véase azora 18:103-105. (Mawdūdī)
medio y el fin de la historia espiritual de la humanidad,
ilustrada por medio de las historias de los profetas. Pero 7 Esto se refiere a todas las cosas materiales que son nece-
no debemos dogmatizar con respecto a estos símbolos. sarias para conservar, mejorar y ennoblecer la vida, así
Debemos aceptarlos como símbolos con significado mís- como a todas las cualidades, fuerzas y posibilidades que
tico. (Yūsuf ᶜAlī) se requieren para elevar el nivel de vida y preparar al
hombre para su alto fin espiritual. (Yūsuf ᶜAlī)
2 V. azoras 15:97 y 11:12. (Mawdūdī)
8 Nótese el paso del «vosotros» en la primera frase a
3 Este es el tema fundamental de esta azora. Llama al segui- «Adán» en la segunda; Adán y la humanidad son equi-
miento de las normas que Dios ha transmitido a los hom- valentes. A partir de la aleya 14, pasa el Corán al uso del
bres por medio de sus mensajeros, pues solo así puede el plural. (Yūsuf ᶜAlī)
hombre adquirir y experimentar un conocimiento verda-
dero sobre sí mismo y sobre el universo, lo que constituye V. También azora 2:30-36.
el sentido y la finalidad de toda su vida. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 7
248
9 «Desciende de este lugar»: podría referirse al Paraíso, 18 Satán juega así con los deseos profundos del hombre. El
que se encontraba en un lugar elevado. También podría hombre quiere ser inmortal. Y querría también tener un
ser que indicara su descenso del rango de los ángeles poder que no quedara circunscrito a causa de una limita-
buenos al que inicialmente pertenecía. (Al-Manār) da y corta existencia. (Quṭb)
10 Los soberbios y arrogantes no tienen cabida en el Paraí- 19 Su sentimiento de vergüenza, como expresión sensible
so, véase también azora 7:40. (Ṣiddiqī) de la conciencia moral del hombre, recibió a través de
su desobediencia un notable choque emocional. (Ṣiddiqī)
11 Lo que le faltó a Iblīs no fue conocimiento o fe sino obe-
diencia y humildad. (Quṭb) 20 Puesto que en el fondo amaban a Dios, reconocieron de
inmediato el verdadero alcance de su acción e intentaron
12 Satán se negó a obedecer el mandato de Dios, y tam- subsanar el daño que se habían infligido a sí mismos. Se
bién Adán cometió un pecado contra el mandato de su trataba de un honrado intento de compensar su acción.
Señor, pero existe una diferencia fundamental entre Después de tal intento, que era simple expresión de su
el comportamiento de ambos después de su pecado. pureza de corazón, pidieron sinceramente a su Señor per-
Adán sintió arrepentimiento y pidió con toda since- dón por su pecado. (Ṣiddiqī)
ridad y humildad perdón a su Señor. Por eso Dios lo
perdonó. Por el contrario, Satán, no contento con su 21 El Corán rechaza la versión corriente de esta historia se-
arrogante desobediencia, ni siquiera se arrepintió de gún la cual Satán habría seducido primero a Eva para lue-
su comportamiento. Se mostró soberbio y engreído, go conducir a Adán al error. El Corán afirma que Satán
pretendiendo incluso competir con su Señor. Por eso los sedujo a ambos y que ambos fueron engañados. Por
pidió a Dios que le concediera tiempo y ocasión para des- trivial que pueda parecer, esta divergencia tiene impor-
carriar a los hombres y poderle demostrar que son infe- tantes implicaciones. La primera versión ha jugado un
riores. (Ṣiddiqī) notable papel en la degradación moral, jurídica y social
de la mujer. (Mawdūdī)
13 Esto indica absoluta pertinacia en el mal. No se trata,
pues, de una actitud irrelevante o pasajera, sino delibera- Esta es la cualidad del hombre que lo une a su Señor y
da e intencionada. (Quṭb) le abre el camino hacia Él: confesar su error y arrepen-
tirse para pedir perdón, reconocer su propia insuficiencia
14 Con Satán y sus secuaces. (Daryabādī) y debilidad y suplicar la misericordia de Dios, en la cer-
teza de que no existe para él ningún otro poder o ninguna
15 El Corán no describe ni define la naturaleza de este «ár- otra fuerza fuera de la ayuda de Dios y Su misericordia,
bol», pues determinar a qué especie pertenece no apor- sin la que estaría perdido. (Quṭb)
ta nada que explique el sentido de la prohibición. Esto
permite suponer que la prohibición tenía sentido en sí 22 En la medida en que Dios prohíbe al hombre «acercarse a
misma. Dios les permitió el disfrute lícito y les mandó este árbol», le posibilita actuar de modo incorrecto, pero
abstenerse de lo prohibido. Es necesario que existan pro- implica que también puede actuar de modo correcto. Así,
hibiciones que enseñen al hombre a respetar sus límites adquirió la libertad moral que lo distingue de todos los
y a dominar sus pasiones, de modo que sea él quien los demás seres vivientes. (Asad)
controla y no a la inversa. Esta es la característica del
hombre que lo distingue de las bestias. (Quṭb) 23 Aquí la formulación es idéntica a la de la azora 2:35 y 36,
a pesar de que todo el tema se trata desde un punto de vis-
16 V. azoras 2:35 y 20: 120. (Asad) ta distinto. La adaptación al contexto es en ambos casos
perfecta. En la azora 2 se trataba del origen del hombre.
17 Adviértase que es Satán quien les insinúa a ambos la idea Aquí se trata de una introducción a la historia del hombre
del pecado. Esto implica que el mal no es elemento cons- en la tierra, que tiene su desarrollo lógico en la siguiente
titutivo de la naturaleza humana, sino algo producido por sección sobre los hijos de Adán, con los que se conecta
influjo externo. (Daryabādī) con la historia de los diversos profetas. La verdad es una,
pero su adecuada exposición en palabras humanas puede
El hombre ha nacido limpio, inocente e incontaminado asumir diversas formas de acuerdo con la diversidad de
de toda sombra de mal. (Ṣiddiqī) contextos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 7
250
24 Lit.: «como plumaje»: expresión metafórica derivada de 31 La religión no tiene nada que ver con ritos y prácticas sin
la belleza del plumaje de las aves. (Asad) sentido. (Mawdūdī)
25 Las prendas de vestir cubren la vergüenza del hombre La sinceridad para con Dios es la suma y substancia de
y realzan su cuerpo físico; contribuyen así a mostrar su toda religión y el más preciado obsequio que el hombre
modestia y un aspecto digno en lo que respecta a lo ex- puede ofrecer a Dios. (Ṣiddiqī)
terior del hombre. Pero lo verdaderamente importante es
el vestido de la piedad que ha de adornar su ser interior 32 La dirección está a disposición de todos. Pero algunos la
y ennoblecerlo espiritual y moralmente. El vestido de siguen, mientras que otros se cierran el acceso a ella al
la piedad interior se teje con el hilo del temor de Dios aliarse conscientemente con el mal. Y tienen bien mere-
y con el delicado sentido de la modestia y la humildad. cido haber errado de este modo el camino, pues han to-
La importancia de este vestido interior puede verse en el mado voluntariamente su decisión, aun cuando pretendan
hecho de que el vestido material y exterior se diseña por justificarse tomando el pecado por virtud y el mal por el
ese patrón. Un hombre piadoso ha de vestir de un modo bien. (Yūsuf ᶜAlī)
modesto y decente. (Ṣiddiqī)
33 La palabra zīna (también significa «adorno», «belleza».
26 La historia de Adán constituye aquí una introducción a la Zīna no alude únicamente a la vestimenta que realza
posterior historia espiritual de la humanidad. El engaño la belleza de una persona, sino también al cuidado y la
de Satán los despojó en el Paraíso de la túnica de la dig- limpieza corporal, a los cabellos y otros detalles per-
nidad y la inocencia. En esta vida, pretende, a un nivel sonales que ningún hombre ni ninguna mujer deben
aún más profundo, arrebatarnos también la vestidura de descuidar. ¡Cuánto más importantes son estas cosas
la honestidad. (Yūsuf ᶜAlī) cuando nos preparamos para presentarnos ante Dios,
aunque Él esté siempre presente en todas partes! Pero
27 El peligro se acrecienta cuando no se sabe de dónde pro- al mismo tiempo se nos previene frente al exceso y
cede. Por eso, lo que aquí se impone es estar especial- la inmoderación. Un asceta sucio, descuidado y ha-
mente atentos. (Al-Manār) rapiento no puede ser en el Islam un modelo a imitar.
(Yūsuf ᶜAlī)
28 Yo traduzco: «Hemos asignado fuerzas satánicas (de
todo tipo) a quienes no creen (de verdad)». (Asad) 34 Un ejemplo a este respecto es la prohibición pagana de
dar vueltas en torno a la Caaba estando vestidos con una
29 El texto se refiere a la práctica de los árabes preislámicos indumentaria comprada fuera de la Meca. (Quṭb)
de obligar a quienes no compraban la indumentaria de
la peregrinación a la Meca a dar vueltas totalmente des- 35 No constituye una parte integrante de la piedad renunciar
nudos alrededor de la Caaba y lo explicaban como una a las cosas buenas de la vida. El Corán rechaza toda for-
acción religiosa ordenada por Dios. (Mawdūdī) ma de ascetismo hostil a la vida, de renuncia al mundo y
de mortificación. (Ṣiddiqī)
30 Mientras que la desnudez en sí misma era considerada
por ellos como vergonzosa. A pesar de la mencionada 36 Dios no rechaza el uso de las cosas buenas de la vida,
práctica, un árabe honrado jamás se habría presentado pero sí su uso abusivo y su derroche. De igual modo que
desnudo en una asamblea pública, en el mercado o en el un aspecto descuidado tampoco es una virtud, por poner
círculo de sus parientes. El Corán argumenta del modo solo un ejemplo, dar excesiva importancia a lo externo.
siguiente: «Consideráis la desnudez como indigna; ha de (Ṣiddiqī)
ser por tanto falsa vuestra idea de que es Dios quien lo ha
mandado. O, si vuestra religión exige tal cosa, esa reli-
gión no puede venir de Dios». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 7
252
37 Esta clase de preguntas constituyen un método típica- clase de actuaciones insensatas. Al ignorar los preceptos
mente coránico de refutar falsas opiniones religiosas. de su verdadero Señor, el hombre comete transgresiones
El argumento que aquí se halla implícito es el siguiente: y crímenes de todo tipo bajo el pretexto de que se lo han
Puesto que es Dios mismo quien ha creado todas las co- permitido o mandado los asociados a Dios. (Ṣiddiqī)
sas bellas, buenas y útiles y las ha puesto a disposición de
sus siervos, no puede ser voluntad suya prohibírselas. Por 42 Aquí comienza la historia de la humanidad en la pers-
consiguiente, cuando un sistema religioso, moral o social pectiva de su nueva vida y de su responsabilidad. Adán
prohíbe tales cosas, las desprecia o las considera como un y Eva han sido conminados a abandonar el Paraíso y a
impedimento para el desarrollo espiritual, resulta eviden- morar en la tierra, pero esto no supone para los hombres
te que ese sistema no puede venir de Dios. (Mawdūdī) una pérdida, pues en la vida futura podrá conseguir el
Paraíso todo el que se haya mostrado digno de él moral y
38 En la medida en que el Corán declara permitidas a los espiritualmente. El lapso de tiempo que la humanidad ha
creyentes todas las cosas buenas y hermosas de la vida, de permanecer en el mundo material corresponderá exac-
condena todas las formas de despego ascético del mundo tamente al tiempo necesario para que se ponga a prueba
y de mortificación. Mientras que en la vida terrena todos su dignidad. Por otra parte, Dios no ha abandonado al
estos dones de Dios se hallan de igual modo al alcance hombre a sus propias fuerzas. Les ha enviado mensajeros
de buenos y malos, en la vida futura no podrán disfrutar con guía y dirección celestes, y quien las siga no saldrá
de ellos los desagradecidos (véanse también las aleyas derrotado de esta prueba. (Ṣiddiqī)
50-51 de esta azora). (Asad)
43 Lo que se dice aquí aparece en el Corán siempre que se
39 Dios manifiesta aquí a la humanidad que su actitud con menciona que Adán y Eva descendieron del Paraíso a la
respecto al uso de las cosas buenas de la vida tiene am- tierra (véanse azoras 2:38-39 y 20:123-124). (Mawdūdī)
plias repercusiones. Quien se impone a sí mismo mesura
en este aspecto, consigue éxito y salvación. Por el con- 44 Los ángeles de la muerte, cuando ha transcurrido su pla-
trario, quien exagera —tanto por derroche como por aus- zo de vida. (Daryabādī)
teridad— se perjudica a sí mismo. (Ṣiddiqī)
45 Tal confesión en el instante de la muerte o en el día de la
40 V. también 6:151-153. (Mawdūdī) Resurrección ya no sirve. (Daryabādī)
41 Entre todas estas acciones pecaminosas existe una cohe- 46 A los cabecillas y a los principales ideólogos de la infide-
sión lógica. La raíz de todo mal es que el hombre pier- lidad. (Daryabādī)
de la conciencia de sus límites e intenta ser como Dios,
constituyéndose en medida del bien y del mal, de lo ver- 47 Es decir: «Habéis elegido, lo mismo que nosotros, el fal-
dadero y lo falso, de lo lícito y lo ilícito. Así, sobrepasa so camino por decisión propia, tenéis por tanto la misma
los límites de su condición de siervo de Dios e invade el responsabilidad que nosotros». Otra posible interpreta-
ámbito de lo divino. Sus elevadas ambiciones, unidas a ción sería esta: No estáis en mejor situación que noso-
su precario conocimiento, lo llevan a adorar a ídolos y tros, pues no habéis aprendido nada de nuestros errores.
a poner al lado de Dios rivales a los que atribuye toda (Asad)
El Corán I Azora 7
254
48 Lit.: «hasta que (ḥattā) una soga arrollada pase por el ojo de los justos. En este contexto resulta irrelevante que
de una aguja». Sin duda, en este contexto resulta confu- tales acciones sean premiadas o no en la tierra: toda la
so traducir la palabra ŷamal por «camello». El hecho de atención se orienta a la incomparable recompensa del
que aparezca una frase semejante en la versión griega de cielo. En el Sermón del Monte esta promesa se hace a los
los Evangelios sinópticos (Mateo 19:24, Marcos 10:25 y «pobres de espíritu» (Mateo 5:3). (Yūsuf ᶜAlī)
Lucas 18:25), en nada cambia lo aquí expresado. Baste
recordar que los Evangelios fueron concebidos origina- 52 Como se narra en diversas tradiciones, la gente que
riamente en arameo, la lengua de Palestina en tiempos se encuentra en los lugares elevados —barrera de sepa-
de Jesús, y que estos textos arameos han desaparecido. ración entre el Paraíso y el Infierno— es un grupo de
Es muy verosímil que, a causa de la ausencia de signos personas que se hallan equidistantes del bien y del mal
vocálicos en la escritura aramea, el traductor griego to- y, por tanto, ni son suficientemente buenas para el Pa-
mara la palabra, compuesta únicamente por consonantes, raíso ni tan malas que merezcan el Infierno. Desde su
como «camello» un error que, a partir de aquí, han trasla- posición intermedia, ponen su esperanza en la gracia y
dado a esta aleya del Corán tanto los musulmanes como misericordia de Dios. Reconocen a los moradores del Pa-
los orientalistas occidentales. (Asad) raíso por sus rasgos distintivos, que quizás consistan en
sus resplandecientes rostros o en la luz que irradian. Pero
49 Nunca es difícil hacer el bien. (Daryabādī) también reconocen a los moradores del Infierno por sus
rasgos distintivos, es decir, por sus sombríos rostros o por
50 El mutuo rencor que hayan podido albergar en esta vida los estigmas de su comportamiento en este mundo (véase
será reemplazado por amor pleno y amistad. En este as- azora 68:16). Ahora dirigen su saludo de paz a los mora-
pecto existe un fuerte contraste entre los moradores del dores del Paraíso y esperan que Dios les permita pronto
Paraíso y los del Infierno cuyo interior está lleno de envi- reunirse con ellos. (Quṭb)
dia, odio y rencor. (Daryabādī)
53 Este es el saludo usual entre musulmanes. (Daryabādī)
51 V. Mateo 5:4, cuando Jesús anuncia en el Sermón del
Monte: «Bienaventurados los mansos, porque ellos po- 54 La frase puede traducirse también como interrogativa:
seerán en herencia la tierra». Aquí se nos dice: benditos ¿De qué os ha servido vuestra abundancia material o
los justos, porque ellos heredarán el reino de los cielos. vuestra acumulación de riquezas de este mundo de las
El acento recae aquí en las auténticas acciones prácticas que tan orgullosos estabais? (Ṣiddiqī)
El Corán I Azora 7
256
55 «Vedado» no en sentido moral o jurídico, sino en sentido soberanía de Dios sobre todas sus criaturas. Hay que re-
absoluto. Es absolutamente imposible para los morado- saltar que en los siete casos en los que el Corán dice que
res del Infierno lograr los goces del Paraíso. No están Dios «se sienta en el trono de su omnipotencia» (azoras
ya en situación de hacerse acreedores a tal bendición. 7:54; 10:3; 13:2; 20:5; 25:59; 32:4; y 57:4), esta expre-
(Daryabādī) sión va ligada a la afirmación de que Él ha creado el uni-
verso. (Asad)
56 V. azora 6:70. (Asad)
64 Esta es otra variante de la expresión «se sentó en el tro-
57 Cuando, a pesar de todas las advertencias y amonesta- no». Dios no es solo el Creador, sino también el Con-
ciones, el hombre ignora voluntariamente la vida futura, servador del universo. Después de la creación ni entregó
¿cómo puede esperar que lo acepte aquel Dios que él ha su dominio a otro ni dejó que la creación o una parte de
negado? (Yūsuf ᶜAlī) ella se independizara, sino que mantuvo bajo su poder
todo su funcionamiento. El día y la noche no se suce-
58 Lit.: «Escritura». (Daryabādī) den por propia iniciativa, sino por ley divina, y solo Él
puede cambiar el actual sistema o puede destruirlo por
59 V. también azora 6:155. (N. Del T.) completo. Tampoco el Sol, la Luna y las estrellas tienen
poderes propios, sino que se hallan sometidos al imperio
60 El cumplimiento efectivo de las promesas expresadas en y el servicio de Dios. (Mawdūdī)
el Corán. (Daryabādī)
65 Con ocasión de un viaje de los fieles, el Enviado de Dios
61 Véanse también las azoras 6:27-28; 14:44-45; 32:12-13; les dijo: «Vosotros, hombres, haceos las cosas más fáci-
35:37; 39:56-59 y 40:11-12. (Mawdūdī) les. No estáis llamando a un sordo o a un ausente, sino
que invocáis a un Oyente cercano y que está con voso-
62 Naturalmente, la creación en seis días ha de entenderse tros». (Quṭb)
en sentido metafórico. Los «días de Dios», no se refieren
tanto al tiempo cuanto al crecimiento en sentido espiritual. 66 El hombre no comenzó su vida sobre la tierra en situa-
En 22:47 se nos dice que un día ante Dios es como mil ción de ignorancia, barbarie, idolatría, rebelión e inmo-
años de nuestro cómputo del tiempo, y en 70:4 se habla ralidad para ir luego mejorando lentamente, sino que su
hasta de 50.000 años. En la historia de nuestra tierra ma- vida comenzó con paz y orden, posteriormente alterados
terial podemos distinguir seis grandes períodos de desa- por la ignorancia y la injusticia. Por eso envió Dios a sus
rrollo. El significado del número seis se trata en conexión mensajeros a fin de eliminar el desorden y restablecer de
con 10:3. (Yūsuf ᶜAlī) nuevo la armonía original. Este es el mensaje que nunca
se cansaron de proclamar a los hombres. (Mawdūdī)
La mención de los seis días de la creación tiene la fun-
ción de señalar su perfecta planificación y el lento proce- 67 Temor a su ira y su castigo. Esperanza y anhelo de su
so de creación y desarrollo del universo. (Ṣiddiqī) beneplácito y su recompensa. (Quṭb)
63 Con respecto al término ᶜarš (lit.: «trono» o «residencia 68 El Corán establece una conexión entre la vida que se pro-
real»), todos los comentaristas musulmanes, tanto clási- duce en la tierra por voluntad de Dios y la resurrección de
cos como modernos, coinciden unánimemente en afirmar la vida futura, realizada también gracias al imperio de la
que su uso metafórico en el Corán expresa la absoluta voluntad divina. (Quṭb)
El Corán I Azora 7
258
69 En el Corán y en el hadiz, un buen corazón se compara Aram, hijo de Sem. Este pueblo habitaba un amplio te-
con frecuencia con la buena tierra, y, por el contrario, el rritorio de Arabia meridional, desde Omán, en el golfo
mal corazón con la mala tierra. (Quṭb) Pérsico, hasta Ḫaḍramawt y Yemen en el extremo sur del
mar Rojo. Probablemente los extensos desiertos de are-
70 Por medio de estas parábolas y alegorías. (Daryabādī) na de su territorio eran regados por medio de canales (v.
46:21). Sus dignatarios abandonaron al Dios verdadero y
71 Los agradecidos son quienes reciben gozosos el mensaje oprimieron al pueblo. Cayó sobre ellos una hambruna que
de Dios y responden a él con un comportamiento justo. duró treinta años, pero no quisieron hacer caso de la ad-
(Yūsuf ᶜAlī) vertencia. Finalmente, los aniquiló una horrible tormenta
que devastó el país. Pero se salvó un pequeño resto, los
72 Tradiciones semejantes a la historia de Noé existen tam- segundos «aditas» o «tamudeos». (Yūsuf ᶜAlī)
bién en la literatura de griegos, egipcios, indios y chinos.
Materiales parecidos se han transmitido además, desde 76 Hūd debió ser el primer profeta árabe. Es probable que
muy remotos tiempos, en relatos de Birmania, Malasia, se identifique con el bíblico cEber, antepasado de los he-
Australia, Nueva Guinea y diversas partes de Europa y breos (v. Génesis 10:24-25), que —como la mayoría de
América. (Mawdūdī) las tribus semitas— probablemente proceden de la Arabia
meridional. El antiguo nombre árabe Hūd se evidencia
Nótese, asimismo, la existencia dentro de la propia litera- también en el hijo de Jacob, Judá (en hebreo Yahudah),
tura semítica, del poema épico de Gilgameš, cuya última del que se deriva la denominación «judío». El nombre
versión fue escrita en doce tablillas y en acadio, la prin- ᶜEber significa, tanto en hebreo como en su forma arábiga
cipal lengua semítica de la antigua Babilonia y Asiria. ᶜAbir, «alguien venido de otra parte» (de un territorio a
(Villanueva-Castro) otro). Quizás se encuentre aquí un eco bíblico del hecho
de que su tribu «pasó» de Arabia a Mesopotamia. (Asad)
73 El texto puede referirse aquí al día de la Resurrección o
bien al diluvio. (Asad) 77 Véase más arriba la aleya 63. (Daryabādī)
74 V. Génesis 6:15. (Ṣiddiqī) 78 El pueblo de cAd solo distaba unas pocas generaciones
del pueblo de Noé. (Daryabādī)
75 Los aditas y su profeta Hūd son mencionados en muchos
pasajes, particularmente en 26:123-140 y 46:21-26. Su Era el pueblo numéricamente más poderoso entre todos
historia forma parte de la tradición de la península Arábi- los descendientes de Noé. «Y hemos multiplicado vues-
ga. Su patronímico cĀd pertenecía a la cuarta generación tras facultades y vuestros talentos naturales». Esto último
de los descendientes de Noé como hijo de ͻAus, hijo de tiene también el significado de «poder». (Asad)
El Corán I Azora 7
260
79 Lo que vosotros adoráis junto a Dios no tiene consisten- 83 Hijo de Obayd, hijo de Asif, hijo de Masag, hijo de Ab-
cia alguna. Son simples nombres que os habéis inven- ded, hijo de Gader, hijo de Ṯamūd. Hubo dos profetas de
tado. Ni es algo que viene de Dios ni es Él quien lo ha este mismo nombre, pero el importante fue Ṣāliḥ, hijo de
autorizado. Ni ellos tienen poder ni vosotros pruebas a Obayd. Fue probablemente su tumba la que dio el nom-
favor de vuestras afirmaciones. (Quṭb) bre de Ṣāliḥ al valle situado en el extremo oriental de la
península del Sinaí. (Daryabādī).
80 Hūd regresó luego a Ḫaḍramawt y a su muerte fue ente-
rrado en las cercanías de Hasiq, donde se conserva hasta Ṣāliḥ es llamado aquí agnado de los tamudeos porque
el día de hoy una pequeña localidad llamada Qabr Hūd pertenecía a su estirpe. (Asad)
(Tumba de Hūd). (Daryabādī)
84 En opinión de Rašīd Riḍā, la expresión «camella de Dios»
81 La destrucción tuvo lugar —como se describe en 69:6-8— significa simplemente que este animal no era propiedad
por medio de una imponente tormenta de arena que se de nadie, por lo que estaba confiado a la protección de
prolongó sin interrupción durante siete días. (Asad) todo el pueblo, de igual modo que la expresión «tierra de
Dios» en la misma aleya es una ilustración del hecho de
82 Los tamudeos eran herederos de la cultura y la civiliza- que todo le pertenece a Él. El particular énfasis que Ṣāliḥ
ción de los aditas (véase más arriba, aleya 65). Se halla- ponía en que se tratara bien a la camella —recurrente en
ban emparentados con ellos. Su historia también forma diversos pasajes del Corán— se dirigía claramente a la
parte de la tradición árabe. El antepasado al que deben arrogancia de este pueblo que, como observamos en las
su nombre, Ṯamūd, debió de ser hijo de ᶜAbir (herma- siguientes aleyas, era violento y despreciaba y oprimía
no de Aram), hijo de Sem, hijo de Noé. Su territorio a los débiles. En otras palabras, su comportamiento con
se hallaba en el ángulo noroccidental de la Península el indefenso animal estaba destinado a ser «signo» de su
Arábiga (la Arabia Pétrea) entre Medina y Siria. Com- cambio de actitud. (Asad)
prendía terrenos montañosos (véase 15:80) y la amplia
franja fértil de Qura, que comienza inmediatamente al 85 Es una alusión a los edificios y las tumbas que los tamu-
Norte de Medina. Cuando, en el año 9 de la hégira, el deos cincelaron artísticamente en las rocas, adornándo-
Profeta se dirigió con sus compañeros hacia Tabūk en las con esculturas de animales e inscripciones, todo lo
campaña bélica contra la invasión bizantina, debieron cual testimonia, en parte hasta nuestros días, el poder y
de cruzar un territorio con restos arqueológicos de los el desarrollo relativamente alto de su civilización. Estas
tamudeos. La, hace relativamente poco tiempo, desen- edificaciones en las rocas conservan hasta hoy en lengua
terrada ciudad de Petra, en las cercanías de Ma’an (en árabe su denominación de Madāͻin Ṣāliḥ (ciudades de
la actualidad Jordania) probablemente se remonta a los Ṣāliḥ). (Asad)
tamudeos, si bien muchos de los elementos estilísticos
de su arquitectura se hallan ligados a las culturas egipcia 86 Parece ser ley de Dios que los primeros en responder
y romana, que se superponen a lo que los autores euro- positivamente a la voz de los profetas sean siempre
peos denominan cultura nabatea. Los nabateos eran una los pobres y oprimidos. No les resulta difícil obedecer.
antigua tribu árabe que desempeñó un importante papel En cambio, los ricos y poderosos suelen rechazar toda
en la historia después de entrar en conflicto con Antígo- llamada, pues no quieren someterse a nadie. No están
no I, el año 312 a. C. Su capital era Petra, y su territorio dispuestos a cumplir los mandamientos ni a poner freno
se extendía hasta el Éufrates. El año 85 a. C., bajo su al despilfarro ni a mantener las propias apetencias dentro
rey Harita (Aretas en la historia romana) se apoderaron de los límites que marca la justicia. (Al-Manār)
de Damasco. Mantuvieron durante cierto tiempo alianza
con los romanos y dominaron la costa del mar Rojo. En 87 El contenido de su mensaje les pareció motivo suficiente
el año 105 d. C. fueron sometidos por Trajano, que se para aceptarlo sin ninguna otra clase de «pruebas». Esta
anexionó su territorio. Los nabateos eran descendientes sencilla confesión de fe tiene un significado que trans-
y herederos culturales de los tamudeos de la tradición ciende con creces la historia de los tamudeos. Es una in-
árabe. Los tamudeos son mencionados por su nombre vitación a los escépticos que no están dispuestos a creer
en una inscripción del rey asirio Sargón, del 715 a. C., en el origen divino de los mensajes religiosos para que
como un pueblo que habitaba en la Arabia oriental y me- los contemplen desde el punto de vista de sus contenidos
ridional. Debido al progresivo desarrollo de su cultura y no hagan depender su aceptación de pruebas extraordi-
material, el pueblo de Ṯamūd se hizo ateo y arrogante, narias que, por lo demás, resultan objetivamente impo-
hasta terminar destruido por un terremoto. Su profeta y sibles, pues solo el contenido del mensaje garantiza su
amonestador fue Ṣāliḥ. (Yūsuf ᶜAlī) veracidad y obligatoriedad. (Asad)
El Corán I Azora 7
262
88 Probablemente, el terremoto aquí mencionado se debió a entre los habitantes de Sodoma y conocía perfectamente
una erupción volcánica que afectó al territorio habitado sus costumbres e inclinaciones. (Ṣiddiqī)
por los tamudeos y cuyas consecuencias todavía son vi-
sibles en los extensos campos ennegrecidos por la lava en 90 La historia de Lot nos descubre una especial forma de
la zona norte de Ḥiŷāz. (Asad) desviación de las inclinaciones naturales. Esta historia se
aparta así de las precedentes, cuyas enseñanzas se refie-
89 Es el Lot de la Biblia. Los relatos se corresponden, pero ren a la unicidad de Dios. Pero en el fondo existe una
la historia narrada en el Corán omite ciertos rasgos ver- estrecha conexión entre ellas en el sentido de que la fe en
gonzosos que afean la versión bíblica (véase Génesis Dios conduce a la observancia de su ley, cosa que no hizo
19:30-36). Se trataba de un sobrino de Abrahán enviado la gente de Lot. (Quṭb)
como profeta para amonestar a los habitantes de Sodo-
ma y Gomorra, dos ciudades que luego serían comple- 91 El Corán deja claro que la mujer de Lot se quedó atrás
tamente destruidas a causa de sus inconfesables vicios. por propia iniciativa, pues estaba de acuerdo con el pue-
Hoy en día ya no es posible localizarlas con certeza, blo y no creía en su marido. (Asad)
pero cabe suponer que se encontraban en algún lugar
de la ribera oriental del mar Muerto. La historia de su 92 Como dice expresamente el Corán en 11:82, se produ-
destrucción se narra en Génesis 19. Dos ángeles con as- jo una lluvia de piedras. En 15:73-74 se afirma además
pecto de jóvenes bien parecidos se presentaron por la que hubo también una explosión o espantoso estruendo.
tarde en casa de Lot y pernoctaron allí como huéspedes. Si tenemos en cuenta ambos pasajes, junto con Génesis
Los habitantes de Sodoma, arrasados por su deseo anti- 19:24, pienso que podríamos hablar de «una lluvia de
natural, intentaron entrar en la casa de Lot, pero fueron lava». (Yūsuf ᶜAlī)
rechazados. A la mañana siguiente, los ángeles apremia-
ron a Lot y a su familia a que abandonaran la ciudad. 93 Véase Génesis 19:24-25. (Daryabādī)
(Yūsuf ᶜAlī)
94 Se refiere probablemente al Madián bíblico. El Antiguo
La historia de Lot se reproduce con mayor detalle en Testamento menciona con frecuencia a Madián y los ma-
11:69-83. (Asad) dianitas, aunque el episodio que aquí se narra pertenece
más a la tradición árabe que a la judía. Los madianitas for-
De acuerdo con la secuencia cronológica que, por lo de- maban parte del universo árabe, pero, debido a su vecin-
más, se sigue en esta azora, debería haberse mencionado dad, se hallaban muy mezclados con los cananeos. Eran
antes el nombre de Abrahán, pero ha sido omitido porque una tribu nómada. José fue vendido como esclavo a merca-
su pueblo no sufrió el exterminio por catástrofes natura- deres madianitas que lo llevaron a Egipto. (Yūsuf ᶜAlī)
les como aconteció en el caso de los demás profetas aquí
mencionados. Lot abandonó Irak junto con su tío Abra- 95 Aquí no se menciona —como en la historia de Ṣāliḥ— en
hán y se estableció en Sodoma para cumplir allí su mi- qué consistía esta prueba. Sin embargo, el texto indica
sión profética, que ya había ejercido durante algún tiem- que existió un signo en apoyo del mensaje del profeta.
po en Siria, Palestina y Egipto. Hay que observar que (Quṭb)
aquí Lot no es llamado «su hermano», pues, a diferencia
de los profetas antes citados, el pueblo al que había sido 96 Véase también la aleya 16 de esta azora, donde se atribu-
enviado no era el suyo. Sin embargo, vivió largo tiempo ye a Satán una expresión semejante. (Asad)
El Corán I Azora 7
264
97 La sentencia de Dios puede cumplirse de algún modo en 102 Detalles adicionales se mencionan en 26:189, donde se
esta vida, ya sea en la misma generación, ya en las si- habla del «castigo de unas tinieblas que sobrevinieron en
guientes, de acuerdo con la lógica de los acontecimientos medio del día», lo cual puede interpretarse como alusión
externos. En cualquier caso, se realiza espiritualmente en a una lluvia de lava y ceniza. (Yūsuf ᶜAlī)
un plano superior cuando los justos alcanzan el consuelo,
mientras que los pecadores se encuentran ante la eviden- 103 El exterminio de los madianitas se halla reflejado en las
cia de sus propios pecados. (Yūsuf ᶜAlī) escrituras de los pueblos vecinos. Por ejemplo, en Salmos
83:5-11 e Isaías 10:24-26. (Mawdūdī)
98 Esto no significa que Šucayb hubiera seguido alguna vez
su religión, pues un profeta no puede ser idólatra en nin- 104 Cada una de estas historias lleva inserta una referencia al
gún momento de su vida. (Daryabādī) profeta Muḥammad —Dios le dé paz— y a su pueblo,
los coraixíes. En todas existen dos interlocutores, el
99 Aquí se expresa la repugnancia que debe sentir un cre- profeta y su pueblo. Los mensajes del profeta, su enseñan-
yente cuando se le proponen la incredulidad y la infideli- za y sus advertencias se corresponden siempre con toda
dad. (Daryabādī) exactitud hasta en los detalles. Y, por el otro lado, tam-
bién los distintos pueblos se hallaban sumidos en la misma
100 No deberíamos pasar por alto esta frase, sino reflexio- superstición, inmoralidad y obcecación, y sus dirigentes
nar sobre sus implicaciones. Los dirigentes de los ma- coincidían también en su rechazo del mensaje. Puesto que
dianitas querían persuadir a su pueblo de lo siguiente: los coraixíes mostraban idéntico comportamiento con el
Si aceptamos y practicamos los principios fundamentales Profeta, estas historias suponían para ellos una advertencia
de la honradez, la rectitud, la sinceridad y la moral, eso indirecta sobre las consecuencias de su actitud. (Mawdūdī)
supondría nuestra ruina. Es indudable que nuestras acti-
vidades comerciales no nos reportarán ganancia alguna 105 Dios no persigue a sus criaturas con infortunios por auto-
si las sometemos a estos principios e intentamos hacer complacencia o para satisfacer su sed de venganza, como
negocios limpios. Además, si no aprovechamos nuestra cuentan de sus dioses las leyendas paganas. Él —el Al-
posición geográfica en la encrucijada de las vías comer- tísimo— lo hace para avivar la disposición natural del
ciales, dejando libre tránsito a las caravanas y tratándolas hombre en la que todavía late un destello del bien, a fin
como ciudadanos pacíficos, se habrán acabado nuestras de que vuelvan sumisos a Él y le sirvan. En el momento
ventajas políticas y económicas. Y entones perderíamos en que los hombres se someten a Dios, quedan liberados
también influjo y respeto con respecto a los países veci- de la tiranía de otros. Se liberan de la esclavitud de Satán,
nos. Este miedo a la «ruina» no es específico del pueblo de sus pasiones y apetitos. Esa es la razón por la que la
de Šucayb. Los pueblos corruptos han tenido en todas voluntad divina decreta castigos para los pueblos que re-
las épocas idénticos temores y miedos en su confronta- chazan a sus mensajeros, a fin de que el dolor despierte el
ción con la verdad, la justicia y la honradez. Su punto de bien que duerme en sus corazones. (Quṭb)
vista ha sido siempre que, sin mentira, deshonestidad e
inmoralidad, no se pueden desarrollar satisfactoriamen- 106 Atribuyen a mera casualidad la suerte y la desgracia.
te actividades económicas, políticas u otras semejantes. «Estas cosas suceden en todas las épocas. Nuestros an-
(Mawdūdī) tepasados tuvieron experiencias parecidas y también las
tendrán nuestros descendientes. Son cosas de la vida».
101 V. aleya 78. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 7
266
107 La discusión vuelve así a su punto de partida del comien- el caso de Moisés, el enemigo exterior era el Faraón y los
zo de la azora (aleya 4-5). La ruina que espera a toda egipcios, que se vanagloriaban de la antigüedad y supe-
comunidad que vive de espaldas a las auténticas verdades rioridad de su cultura. El caso del profeta Muḥammad
morales no es otra cosa que autodestrucción. (Asad) fue parecido al de Moises. A pesar de la actitud rebelde
de su pueblo, Moisés lo condujo hasta la Tierra prome-
108 Con esto se concluyen los relatos referidos a los profetas tida. Y Muḥammad consiguió, con su constancia y con
que, aunque rechazados por su propio pueblo, mantuvie- la ayuda de Dios, superar las resistencias internas de su
ron intacta su fidelidad al mensaje de Dios, pudiendo así pueblo. Lo que en el tiempo de la revelación de esta aleya
salvar a los que creyeron. En cada caso concreto se daban era solo un rayo de esperanza se convirtió en realidad al
circunstancias especiales y pecados y vicios predominan- final de su actividad terrena. (Yūsuf ᶜAlī)
tes. Los pueblos que se resistieron en su conjunto al men-
saje de Dios desaparecieron. (Yūsuf ᶜAlī) 113 Hay que advertir que, al dirigirse al Faraón y a los egip-
cios, Moisés no habla de su Dios o del Dios de su pueblo,
109 Con estas advertencias en el Corán no se propone Dios sino de «vuestro Dios» y del «Soberano de los mundos».
sembrar en el hombre una inseguridad que lo haga vivir El espíritu de esta versión es totalmente distinto del que
en constante miedo a ser sorprendido por la ruina. Lo aparece en la narración del Antiguo Testamento (Éxodo
que Dios quiere es más bien mantener viva la vigilia y su 1-15). En Éxodo 3:18 se dice: «... y tú irás con los ancia-
santo temor en las personas y motivarlas para que ejer- nos de Israel donde el rey de Egipto, y le diréis: El Señor,
zan el autocontrol y tengan en cuenta las lecciones de la el Dios de los hebreos, se nos ha manifestado...». (Yūsuf
humanidad y de la historia. (Quṭb) ᶜAlī)
110 Las historias hasta aquí narradas deben servir de adver- 114 Véase Éxodo 5:1. (Daryabādī)
tencia a las generaciones presentes y a las futuras. (Yūsuf
ᶜAlī) La misión de Moisés ante el Faraón era doble: En primer
lugar, exigirle que se sometiera a Dios. En segundo lu-
111 Rāǵib interpreta el término ᶜahd («alianza», «pacto», gar, pedirle que liberara a los israelitas de la esclavitud.
«promesa») como «adhesión interior a lo justo». Tam- El Corán menciona ambas misiones, una veces juntas
bién Rašīd Riḍā defiende esta interpretación, y además y otras por separado, de acuerdo con las exigencias del
explica el término como facultad instintiva del hombre contexto. (Mawdūdī)
para distinguir entre lo verdadero y lo falso y para seguir
los dictámenes de la propia conciencia. Véase también 115 Al declarar Moisés que el señorío de los mundos co-
2:27. (Asad) rresponde al único Dios, el Faraón y sus magnates
no dejan de advertir que aquí se encierra un principio de
112 La historia de Moisés se menciona en diversos lugares destrucción de su poder. Aprovechan, por tanto, la ocasión
del Corán, y en cada uno de ellos trata de transmitir una de que Moisés afirma ser enviado de Dios sin aducir prue-
nueva enseñanza según el contexto. En la azora 2:49-71 bas, para presentarlo como un simple embustero. (Quṭb)
es una llamada a los judíos desde su propia Escritura,
y pretende mostrarles su verdadero puesto en la histo- 116 La serpiente jugaba un importante papel en la mitolo-
ria religiosa de la humanidad y cómo han incurrido en gía egipcia. La victoria del dios solar sobre la serpiente
la pérdida de esta elevada posición. Aquí se establece Apofis representa la victoria de la luz sobre las tinieblas.
un instructivo paralelismo con la historia de la misión Muchos de los dioses y diosas egipcios eran ofidimorfos
de Muḥammad: en primer lugar, ambos tuvieron que para infundir miedo en sus enemigos. La vara de Moi-
enfrentarse con un enemigo exterior poderoso, injusto, sés en forma de serpiente causó un impacto directo en
impío y supersticioso; en segundo lugar, con un enemigo los egipcios. Su inicial desprecio se convirtió en miedo.
de iguales características dentro de su propio pueblo. En (Yūsuf ᶜAlī)
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268
117 El segundo signo que les mostró Moisés fue aún más de qué son capaces sus propios magos. Véase también
desconcertante para los egipcios. Sacó su mano de de- Éxodo 7:11. (Daryabādī)
bajo de la túnica a la altura del pecho, y esta se había
vuelto blanca e irradiaba como una luz divina. Esto re- 120 V. Éxodo 7:12: «Echó cada cual su vara, y se trocaron
futaba cualquier sospecha de intervención del mal que en serpientes...» El Corán no sostiene la idea de que las
hubiera podido suscitar la serpiente. Esto no era obra del cuerdas y varas de los magos se convirtieran realmen-
mal (magia negra o ilusión). Su mano se había transmu- te en serpientes. Admite simplemente que los magos
tado por una luz que ningún mago egipcio podía invocar. «encantaron» o alucinaron los ojos de los espectadores.
(Yūsuf ᶜAlī) (Daryabādī)
V. Éxodo 4:6-8. (Daryabādī). 121 Lo que el Corán quiere decir es que la vara, al conver-
tirse en serpiente, devoró la falsa magia que ellos ha-
Como se desprende de las azoras 20:22, 27:12 y 28:32, bían realizado. Esto significa simplemente que la vara
la mano de Moisés estaba «blanca sin sombra alguna», convertida en serpiente destruyó totalmente los efec-
es decir, con una luz resplandeciente como signo de su tos de la magia, de modo que los bastones y cuerdas
dignidad profética, y no de lepra como afirma la Biblia. dejaron de parecer reptiles y se mostraron como lo que
(Asad) realmente eran. (Mawdūdī)
118 Es decir, a Aarón, quien —como se menciona en nu- 122 Este pronombre puede referirse a Dios o a Moisés; con
merosos pasajes del Corán— acompañaba a Moisés todo, una formulación semejante en las azoras 20:71 y
en el cumplimiento de su misión. (Asad) 26:49 indica que aquí se trata de Moisés. (Asad)
119 El Faraón se halla en cierto modo impresionado. Pero, 123 V. 20:71, donde Faraón echa en cara a los magos que
antes de decidir qué valor atribuir a este signo, quiere ver Moisés es su jefe y maestro. (Quṭb)
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124 La chispa divina había prendido, y la silenciosa lucha Mientras que atribuían al propio esfuerzo lo bueno,
espiritual debió de mantenerse viva desde entonces, por achacaban lo malo que les sucedía al influjo de Moisés y
más que la historia, que reseña casi exclusivamente los los suyos. En realidad, cuanto les ocurría tenía un único
acontecimientos externos, silencie el lento y paulatino origen, la disposición divina. A ella se debe lo bueno y
proceso de transformación de la religión egipcia. Par- también lo malo como castigo y como prueba que pueda
tiendo de un caótico panteón de animales y divinidades servirles de advertencia. Pero la mayoría de ellos no esta-
zoomorfas, de la adoración del Sol y de otros cuerpos ban dispuestos a reconocerlo. (Quṭb)
celeste y de la veneración del Faraón como encarnación
del poder, los egipcios fueron descubriendo poco a poco 128 Ṭūfān: enorme catástrofe, que ocasiona destrucción y gran
la unicidad y misericordia del Dios verdadero. Después número de víctimas. Podría tratarse de una inundación, un
de numerosos acercamientos al monoteísmo en el propio tornado o una epidemia que afectara a personas y ganados.
Egipto, les llegó el Evangelio de Jesús y finalmente el Quizás se trataba de esto último, interpretar este pasaje
Islam. (Yūsuf ᶜAlī) a la luz del Antiguo Testamento (Éxodo 9:3-15 y 12:29).
(Yūsuf ᶜAlī)
125 V. Éxodo 5:6-9. (Daryabādī)
También podría tratarse de una extraordinaria tempestad
La condena que Faraón había dictado contra los magos como la narrada en Éxodo 9:23-26. (Daryabādī)
era sin duda drástica, pero sus consejeros no estaban aún
satisfechos. ¿Qué iba a pasar ahora con Moisés y los is- 129 V. Éxodo 10:15. (Daryabādī)
raelitas? Parecían haber salido victoriosos, y serían ahora
aún más peligrosos que antes. Así pues, apelaron a la so- 130 V. Éxodo 10:15. Otros autores en lugar de «tizón» en-
berbia, superstición y autoritarismo de Faraón y dijeron: tienden «tábanos», o también «piojos», animales especial-
«¿Dónde queda tu poder si los dejas en libertad? Van a mente odiosos para las costumbres egipcias. (N. del T.)
poner en peligro tanto la autoridad de tus dioses como
la tuya». La reacción de Faraón no se hizo esperar. En 131 V. Éxodo 8:1. Una de las divinidades egipcias, Hika,
su fuero interno estaba impresionado por el manifiesto tenía cabeza de rana. Podemos suponer que la rana era
poder de Moisés y no se atrevía a proceder abiertamente un animal sagrado que no se podía matar. ¿Cómo seguir
contra él. Pero ya antes del nacimiento de Moisés había considerando a las ranas como animales sagrados des-
dictado la previsora orden de exterminar a los hijos de pués de esta odiosa plaga? Toda la doctrina de la zoolatría
los israelitas. Con la ayuda de las parteras (véase Éxodo debió de sufrir un duro golpe cuando el animal sagrado
1:14) había que matar a todos los niños varones, dejando Hika, símbolo de la fecundidad y fertilidad, se convirtió
que vivieran las niñas para los egipcios. Así se acabaría en algo repulsivo. (Daryabādī)
con el pueblo de Israel. Tal ley seguía vigente, y debía
servir para que el pueblo se extinguiera por completo o 132 V. Éxodo 7:20-21. El hecho de que esta plaga afectara
fuera absorbido. Pero de nada sirvió la maldad y perfidia precisamente al sagrado río Nilo debió de producir en sus
de los egipcios frente al plan que Dios tenía para sus fie- devotos una sensible conmoción. El Nilo, que constituía
les. Véase la aleya 129. (Yūsuf ᶜAlī) la mayor bendición para Egipto, se convertía ahora en
una maldición. (Daryabādī)
126 V. también Éxodo 5:20-21. (Daryabādī)
133 En 17:101 se habla de nueve signos claros: 1) la vara
En este contexto, nos hallamos ante el primer indicio de (véase aleya 107), 2) la mano resplandeciente (véase
la inconstancia y debilidad en la fe que el Corán reprocha aleya 108), 3) los años de hambre y sequía (véase aleya
con frecuencia a los israelitas. Esto, más lo que se deduce 130), 4) las malas cosechas (véase aleya 130), y las cinco
de las aleyas 138-140, 148 y ss., es la razón por la que se plagas mencionadas en esta aleya, es decir, 5) peste en
añade aquí la historia de Moisés a las historias de los an- personas y animales, 6) las langostas, 7) los piojos, tába-
teriores profetas cuyas advertencias fueron desoídas por nos o rizón, 8) las ranas, 9) el agua convertida en sangre.
sus respectivos pueblos. (Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
127 El Faraón y sus consejeros tergiversaban los hechos. 134 Éxodo 11:10. (Daryabādī)
El Corán I Azora 7
272
135 V. Éxodo 8:15. (Daryabādī) 142 Esta sección contiene una notable enseñanza mística y,
a la vez, expone el paralelismo entre Israel y el Islam.
136 Cuando finalmente el Faraón no alcanzó a los hijos de Is- Los cuarenta días de la estancia de Moisés en la presen-
rael, estos no eligieron la vía principal hacia Canaán, que cia de Dios pueden compararse con los cuarenta días
seguía la costa del Mediterráneo pasando por Gaza, pues que Jesús ayunó en el desierto antes de comenzar su
iban desarmados y se hallaban expuestos a una resisten- predicación (véase Mateo 4:2) y con los cuarenta días
cia inmediata, sino que siguieron el camino a través del de la preparación de Muḥammad. En los tres casos, el
desierto del Sinaí. Tuvieron que cruzar la pantanosa pun- enviado vivió en solitario, retirado de su pueblo, antes de
ta norte del mar Rojo, donde, en su persecución, quedó recibir su misión. (Yūsuf ᶜAlī)
sumergido el Faraón con todo su ejército. Véase también
2:50. (Yūsuf ᶜAlī) 143 Directamente y no por medio de un ángel. (Daryabādī)
137 De Palestina. Se refiere aquí a la tierra al Este y al Oeste 144 V. Éxodo 33:18. (Daryabādī)
del Jordán, que constituye el nervio vital de todo el país.
(Daryabādī) 145 Dios responde con misericordia y comprensión hasta
nuestras peticiones más insensatas. Incluso el reflejo de
138 A Palestina se la llama «bendita» porque es la tierra en la la gloria de Dios es excesivo para la grosera materia. El
que vivieron Abrahán, Isaac y Jacob y en la que surgieron monte sobre el que irradió se convirtió en polvo, y Moi-
numerosos profetas. (Asad) sés pudo sobrevivir al perder el conocimiento. Cuando
se recuperó de su desmayo, reconoció la verdadera reali-
139 V. Aleyas 128 y 129. (Asad) dad y la inadecuación entre los torpes sentido corporales
y la verdadera gloria del poder de Dios. Inmediatamente
140 El Corán no ofrece un compendio histórico, pues no es tornó a Dios lleno de arrepentimiento y confesó su fe.
su propósito la reconstrucción de la historia. Cuando el Deslumbrado por tal exceso de gloria, ya no podía ver
Corán recurre a acontecimientos del pasado —ya sean con sus ojos. Pero, mediante la fe, pudo recibir un atisbo
transmitidos por la Biblia o por la tradición árabe— solo de realidad, y se apresuró a confesarlo. (Yūsuf ᶜAlī)
lo hace para destacar elementos relevantes para su ense-
ñanza ética. (Asad)
146 V. Éxodo 32:15-16. (Daryabādī) aquí el contraste entre el intenso encuentro espiritual de
Moisés en el monte y la simultánea degradación en la
V. también Éxodo 31:18 y Deuteronomio 5:6-22. (Mawdūdī) que está cayendo el pueblo durante su ausencia. (Yūsuf
ᶜAlī).
147 Adviértase el paso del «nosotros», que indica autoridad
(plural mayestático), al «yo», que muestra protección V. también Éxodo 12:35-36. (Daryabādī)
personal e indica que es el mismo Dios quien guía a los
justos. (Yūsuf ᶜAlī) 155 El hecho de que el becerro pareciera mugir se menciona
también en el Talmud, pero no en la Biblia. (Daryabādī)
148 La frase tiene dos significados, uno literal y otro figu-
rado. En sentido literal, las casas y moradas de los mal- El becerro de oro de los israelitas era sin duda fruto de si-
vados, tanto individuos como pueblos, quedaron vacías, glos de influjo egipcio. En Menfis adoraban los egipcios
como en el caso de los egipcios, los aditas o los tamu- al toro sagrado Apis, al que consideraban una encarna-
deos. En sentido figurado, la «casa» es un estado interior ción del dios Ptaḥ. Se creía que renacía siempre un nue-
del hombre. Si te turba o intranquiliza el éxito exterior vo Apis en el momento en que moría el viejo, y que en el
de los impíos, analiza su angustia interior y su inseguri- reino de los muertos el alma de este se integraba en Osiris
dad, y agradecerás a Dios sus beneficios. (Yūsuf ᶜAlī) para ser posteriormente venerado como Osiris-Apis. El
mugido que emitía el becerro de oro era probablemente
En el curso de vuestra marcha dejaréis atrás ruinas de producido por efectos sonoros del viento, como ocurría
pueblos que habían rechazado la ley de Dios, que no le con algunas de las altas figuras egipcias erigidas en los
quisieron servir, fueron desobedientes y se obstinaron templos. (Asad)
en seguir el camino del error. Cuando veáis estas cosas,
comprobaréis cómo acaban quienes se comportan de ese 156 V. Éxodo 32:4 y 32:8. (Daryabādī)
modo. (Mawdūdī)
157 Lit.: «cuando se cayó de sus manos». (Asad)
149 Quienes se comportan orgullosamente en la tierra y ni
siquiera creen teniendo delante todos los signos, y quie- 158 La aleya 149 es una inclusión que se refiere a un momen-
nes no siguen el camino de la rectitud que están viendo, to posterior, pues el arrepentimiento del pueblo de Israel
serán apartados de Su providencia, en el sentido de que no se produjo hasta que volvió Moisés del monte Sinaí,
no sacarán de ellos provecho alguno ni reaccionarán ante tal como dice la aleya siguiente. (Asad)
ellos. Estos signos se encuentran tanto en las cosas visi-
bles, como en la Escritura y han sido revelados a los pro- 159 Después de los cuarenta días en el monte en intenso diá-
fetas, pero el soberbio los desprecia y los declara falsos. logo con el Omnipotente. (Daryabādī)
En modo alguno es propio de un siervo de Dios compor-
tarse con altivez en la tierra. La grandeza es una cualidad 160 En las palabras de Moisés se esconde una ligera ironía.
exclusiva de Dios. (Quṭb) También hay aquí un juego de palabras: ᶜiŷl («becerro»)
y ͻaᶜŷila («precipitarse»). Detalles como estos escapan a
150 Lit.: «del encuentro» (liqāͻ). (Asad) cualquier traducción. (Yūsuf ᶜAlī)
151 Estas acciones son hueras, porque no cumplen las dos 161 V. Éxodo 32:19. (Daryabādī).
condiciones que confieren valor y dignidad a los actos
humanos. En primer lugar deben ser acciones en conso- Tiró las tablas. El texto no dice que rompió las tablas, de
nancia con la ley divina. En segundo lugar, su objetivo la aleya 154 se deduce que las tablas quedaron intactas.
debe ser el bien en la vida futura, y no únicamente el En ellas se contenía el mensaje de Dios. La idea de que el
éxito en este mundo. (Mawdūdī) enviado de Dios rompiera las tablas en un arrebato de ira,
como se desprende del relato veterotestamentario, supo-
152 Aquí termina el inciso comenzado con la frase «os mos- ne cierta falta de respeto, por no decir una ofensa a Dios.
traré cómo ha quedado la tierra de los depravados». (Yūsuf ᶜAlī)
(Asad)
162 Moisés era solo un ser humano. Teniendo en cuenta la
153 En ausencia, cuando se encontraba en el monte. misión y las instrucciones que había dado a Aarón (véase
(Daryabādī) la aleya 142), estaba con razón horrorizado ante el giro
que habían tomado los acontecimientos. Pero no descar-
154 El becerro de oro y su adoración por los israelitas gó su ira en las tablas de la Ley, sino reprendiendo a su
se menciona en 2:51 y se explica con más detalle en hermano, que era el responsable. Este se apresuró a ex-
20:85-97. Hay que resaltar que la formulación se adap- plicar lo sucedido. (Yūsuf ᶜAlī)
ta en cada caso concreto al contexto general. Nótese
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276
163 Al contrario del relato bíblico (Éxodo 32:1-5), el Corán 171 Antes de que me acompañaran a este lugar. (Daryabādī)
no reprocha a Aarón una participación activa en la fabri-
cación o la adoración del becerro de oro. Su culpa con- 172 V. azora 2:26. (Yūsuf ᶜAlī)
sistía simplemente en haber permanecido pasivo ante la
idolatría de su pueblo por miedo a ocasionar una división 173 La misericordia divina lo abarca todo y está presente en
del mismo (véase 20:92-94). (Asad). todas partes, mientras que su justicia y su castigo se re-
servan para quienes se oponen a sus planes. (Yūsuf ᶜAlī)
164 Una vez que Moisés se convenció de la inocencia de su
hermano, su ira se tornó en mansedumbre. Y suplicó per- V. también 6:12 y 6:54. (Asad)
dón para sí mismo y para su hermano: para sí mismo por
su ataque de ira, y para su hermano porque no había sido 174 Se utiliza el pronombre «Yo» en lo concerniente a la gra-
capaz de apartar a su pueblo de la idolatría. (Yūsuf ᶜAlī) cia y la misericordia personales, mientras que se reserva
el plural mayestático «nosotros» para la ley impersonal,
165 La teología rabínica considera que después del pecado en virtud de la cual colaboran los signos de Dios en su
original, la adoración del becerro de oro es el pecado que universo. (Yūsuf ᶜAlī)
peores consecuencias ha tenido para el pueblo de Israel.
«Israel no ha sufrido ninguna calamidad que no suponga 175 Esta aleya pone en boca de Moisés una profecía de la ve-
de algún modo un castigo por la adoración del becerro de nida del último de los profetas, Muḥammad. Hay predic-
oro» (The Jewish Encyclopaedia). (Daryabādī) ciones en la Torá y en los Evangelios. En la forma de la
Torá aceptada hoy por los judíos (Deuteronomio 18:15),
166 La sentencia es aplicable a todos los que, hasta el día del dice Moisés: «El Señor tu Dios suscitará, de en medio de
Juicio, hacen afirmaciones falsas sobre Dios o atribuyen ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien escu-
a seres distintos de Dios propiedades divinas, cualquiera charéis». El único profeta que, como Moisés, trajo una
que sea el pueblo al que pertenezcan. (Quṭb) Ley fue Muḥammad, perteneciente a la descendencia de
Ismael, hermano de Isaac, patriarca de Israel. En la ver-
167 Las tablas de la Ley, y no sus fragmentos. Esto significa sión del Evangelio aceptada hoy por los cristianos, Jesús
que, al tirar las tablas, no las rompió. (Daryabādī) promete un nuevo «Consolador» (Juan 14:16). (Yūsuf
ᶜAlī)
168 Se refiere a los mandamientos que guían al hombre por el
recto camino que conduce hasta la misericordia de Dios. Otros ejemplos que remiten al profeta Muḥammad en el
(Daryabādī) Antiguo Testamento:
169 Sobre el motivo de la elección de los setenta represen- - Deuteronomio 33:2. Después de Moisés (del monte Si-
tantes existen diversas tradiciones. Probablemente de- naí) y de Jesús (de Seír), se alude al monte Parán, cerca
bían testimoniar el arrepentimiento y pedir perdón por de la Meca, donde nació el profeta Muḥammad. Él fue
los pecados que los israelitas habían cometido. En 2:54 quien finalmente entró victorioso con 10.000 de los su-
se menciona la penitencia que les fue impuesta: que los yos en la ciudad, con «rayos de sol fulgurante en su dies-
obedientes mataran a los culpables. El pueblo acató la tra».
orden y comenzó a ejecutarla hasta que Dios mandó inte-
rrumpir la matanza y aceptó su penitencia. (Quṭb) - Génesis 49:10. Solo con la venida de este Enviado,
tomado del pueblo ismaelita, concluyó el profetismo en
170 La mayoría de los comentaristas opina que raŷfa signi- Israel, y bajo él se agruparon las naciones.
fica aquí «terremoto», como sucede, sin duda alguna, en
otros pasajes del Corán (por ejemplo en las aleyas 78 - Salmos 45:18. «Muḥammad» significa literalmente «el
y 91 de esta azora). Pero hemos de tener en cuenta que Alabado». Su nombre, junto con el de su Creador, es
este término puede referirse a cualquier «sacudida vio- invocado cinco veces al día en todas las mezquitas del
lenta». Puesto que no hay fundamento para pensar que mundo.
aquí se trata de un seísmo, podemos suponer que la vio-
lenta sacudida que sorprendió a los setenta ancianos fue - Isaías 42:1-4. Aquí se trata de Muḥammad, el «siervo
un temblor provocado por el arrepentimiento y el miedo de Dios», su elegido (Mustafa), que «dictará ley a las na-
al castigo de Dios. (Asad) ciones». (Daryabādī)
El Corán I Azora 7
278
176 Otros ejemplos que remiten al profeta Muḥammad en el nernos más tiempo en verdades fragmentarias. Ahora
Nuevo Testamento: no se trata de liberar a Israel de la esclavitud, de enseñar
a los madianitas la ética en el comercio, de apartar al
- Mateo 21:42-44. Se trata de los descendientes de Is- pueblo de Lot de las perversiones sexuales, a los tamu-
mael, tanto tiempo despreciados por judíos y cristianos. deos de su sueño de grandeza y de su abuso del poder
Sería precisamente un ismaelita quien conseguiría al fin y a los aditas de su arrogancia y su culto a los antepa-
el supremo honor. sados. A nosotros se nos confronta sencillamente con el
problema de la vida y la muerte, con el mensaje a toda
- Lucas 24:49. Después de la venida del Profeta, la vene- la humanidad del Dios único y omnipresente. (Yūsuf
ración hasta entonces tributada a Jerusalén fue transferi- ᶜAlī)
da a la Caaba de La Meca.
179 El término «iletrado», aplicado aquí y en la aleya 157
- Juan 1:19-25. Las autoridades religiosas de Israel inte- al Profeta, tiene tres significados especiales: 1) Carecía
rrogaron a Juan el Bautista, y de la respuesta de este se de formación en las ciencias humanas, pero estaba do-
deduce claramente que, además de Elías y Jesús, espera- tado de gran sabiduría y de portentosos conocimientos
ban a otro profeta, tan conocido que bastaba designarlo de las Escrituras sagradas de épocas anteriores. Ambas
como «el Profeta». cosas eran signo de su inspiración. Había aquí un milagro
de primera magnitud, un «signo» que cualquiera podía
- Juan 7:40-41. Otra clara alusión al «Profeta». entonces y puede hoy verificar críticamente. 2) Todo sis-
tema organizado del saber humano tiende a una «cimen-
- Juan 14:16; 15:26; 16:8-13. Todas estas descripciones tación» y a asumir el estilo o la línea de una determinada
del «Consolador» son perfectamente aplicables al profeta escuela de pensamiento. El Maestro entre los maestros ha
Muḥammad. Este último Profeta trajo un mensaje perma- de estar libre de tales líneas y tendencias, pues sin una ta-
nente que dio testimonio de la verdad de Jesús y «condu- blilla limpia no se puede grabar con claridad un mensaje
jo hasta la verdad completa». Retransmitió la palabra de de especial importancia. 3) En 3:20 y 62:2 se denomina
Dios tal como la había recibido. (Daryabādī) así a los árabes paganos, pues antes de la aparición del
Islam eran iletrados e incultos. El último y mayor de los
177 Se refiere a los numerosos y complicados ritos y obli- profetas debía surgir entre ellos, y su lengua convertirse
gaciones, establecidos en la Ley mosaica, así como a la en vehículo de la nueva luz universal: también esto tiene
tendencia al ascetismo expresada en las enseñanzas de especial significado. (Yūsuf ᶜAlī)
los Evangelios. Estas «cargas» o «cadenas», impuestas
como disciplina espiritual a diversas comunidades en de- 180 Se insinúa que, a pesar de que el erróneo comportamien-
terminados estadios de desarrollo de la humanidad, son to de algunos provoca a menudo la ruina a comunidades
declaradas inútiles por el Corán en el momento en que enteras, Dios juzga a los hombres uno por uno y no de
ha llegado a su consumación el mensaje de Dios a los modo colectivo. (Al-Manār)
hombres. (Asad)
181 V. azora 2:57. (Yūsuf ᶜAlī)
178 Esta azora nos ha presentado hasta aquí a diferentes
profetas cuyos mensajes se dirigían a sus respectivos 182 Como en 7:19, también aquí «comer» puede interpretar-
pueblos. Cada una de estas historias contiene una cierta se, en sentido más amplio, como «disfrutar de las cosas
previsión de la vocación del profeta Muḥammad. Ahora buenas de la vida». (Yūsuf ᶜAlī)
se nos pide escuchar la llamada del último Profeta, que
se dirige a toda la humanidad. Ya no necesitamos dete- 183 V. 2:58-59. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 7
280
184 V. también 2:65. (Yūsuf ᶜAlī) gían y advertían que era inútil dar consejos a declarados
infractores de la ley. Y, en fin, los que tenían honradez su-
También los profetas veterotestamentarios criticaron in- ficiente para no tolerar tan manifiestas infracciones de la
sistentemente el comportamiento de los hijos de Israel ley de Dios. Estos incitaban a los transgresores a corregir
con respecto al sábado. Véase Jeremías 17:21-27; Eze- su comportamiento y a renunciar al mal, en la esperanza
quiel 20:12-24 y otros pasajes. (Mawdūdī) de que volverían al recto camino. Cuando el castigo cayó
sobre la ciudad, fueron estos últimos quienes salieron in-
Este es el resultado de querer atenerse únicamente a la demnes. (Mawdūdī)
letra de la ley mientras va desapareciendo del corazón el
temor de Dios. Lo que preserva la ley no es la fidelidad a 189 V. 2:65. (Yūsuf ᶜAlī)
la letra, sino el corazón temeroso de Dios. (Quṭb)
Muŷāhid piensa que quiere decirse que sus corazones se
185 Puesto que el Corán no menciona el nombre de la ciu- volvieron como los de los monos, que no son capaces de
dad ni el período histórico en el que se produjeron los distinguir la verdad. (Al-Manār)
hechos, podemos suponer que este episodio, varias veces
mencionado en el Corán, constituye una ilustración ge- «Como un mono» o «simiesco» se utiliza con frecuencia
neral de la tendencia, tan evidenciada por los israelitas, a en el árabe clásico para designar a una persona que es
quebrantar su ley por motivos de lucro material. Aunque, incapaz de controlar su apetito y sus pasiones. (Asad)
según la doctrina islámica, la ley mosaica ha sido abro-
gada, el Corán alude con frecuencia a la función que ha 190 V. Deuteronomio 11:28 y 28:49. (Yūsuf ᶜAlī)
desempeñado en la historia de las religiones monoteístas,
acentuando a la vez su importancia (provisional) como 191 V. Levítico 26:17; Deuteronomio 28:33 y 28:48-51.
medio para fortalecer la disciplina espiritual de los hijos (Daryabādī)
de Israel. Sus repetidas y voluntarias infracciones de la
ley mosaica son presentadas como signo de su actitud Advertencias de este tipo se han dirigido una y otra vez
rebelde frente a esta disciplina y, en general, frente a los al pueblo de Israel a partir del siglo VIII antes de la era
preceptos de Dios. (Asad) cristiana, como lo atestiguan especialmente los libros de
Isaías, Jeremías y otros profetas posteriores. También Je-
186 Siempre hay quienes se preguntan —sin duda con sús las utilizó con frecuencia en sus predicaciones. Y el
sinceridad— de qué sirve pretender aconsejar a los mismo Corán repite idéntica advertencia. (Mawdūdī)
malvados. He aquí la respuesta: 1) todo el que ve
algo malo debe expresar su desacuerdo: esto constituye 192 La simple herencia de una Escritura o el culto que se que-
un deber para con Dios; 2) siempre existe alguna posi- da en simples palabras no pueden convertir en justo a un
bilidad de que los avisos y advertencias sean eficaces pueblo. Véase también azora 2:80 y 2:8. (Yūsuf ᶜAlī)
y, por tanto, de salvar a algunas personas. Este pasaje
tiene especial aplicación a la época en que el profeta 193 V. Éxodo 23:8. (Daryabādī)
Muḥammad predicaba en La Meca sin éxito aparente.
Pero también puede aplicarse a cualquier otra época. Fiados de la pretensión de ser el pueblo elegido por Dios
(Yūsuf ᶜAlī) y de que esta cualidad les da derecho al perdón, ni siquie-
ra se avergüenzan de sus malas acciones ni sienten arre-
187 Pues es deber del hombre para con Dios incitar al bien y pentimiento alguno por ellas. Incluso, llegada la ocasión,
disuadir del mal. (Quṭb) no tienen reparo en volver a cometer errores parecidos.
(Mawdūdī)
188 Es patente que en la ciudad había tres clases de personas.
En primer lugar, los que se oponían de forma abierta y 194 V. Éxodo 19:5-8, 24:3 y 34:27, entre otros pasajes.
voluntaria a los preceptos divinos. Luego, los que, si bien (Yūsuf ᶜAlī)
no quebrantaban expresamente las leyes, aprobaban con
su silencio lo que otros hacían: decían a quienes corre- 195 No pueden aducir ignorancia. (Daryabādī)
El Corán I Azora 7
282
196 El término «aferrarse» es una forma gráfica de expresión los hombres. Que este impulso al conocimiento del Dios
que de algún modo sensibiliza y visualiza una realidad. único y a someterse a Él forma parte de la razón humana.
Agarrar con todas las fuerzas denota simbólicamente (Daryabādī)
celo y fortaleza. En este sentido literal, agarrar referido a
los deberes del culto divino adquiere un especial sentido: 202 En su gran misericordia, Dios pide cuentas a sus siervos
que es preciso aplicar este Libro a la vida humana para con respecto a esta alianza original y a su razón solo des-
preservar en ella el orden debido. Al mismo tiempo, para pués de haberles enviado sus mensajeros, con abundantes
conseguir el crecimiento espiritual del hombre es nece- signos, a fin de rescatar su condición natural (alma), en-
sario cumplir los deberes del culto religioso. (Quṭb) torpecida y desviada de la verdad. (Quṭb)
197 Se refiere probablemente a un terremoto que se produjo 203 Los comentaristas no se ponen de acuerdo a la hora de
en el monte Sinaí en el momento de la revelación de las determinar si esta historia o parábola se refiere a un per-
tablas de la ley. (Asad) sonaje concreto y, en caso afirmativo, a quién. Por eso,
parece más indicado interpretar esta parábola en sentido
198 V. azora 2:63. (N. del T.) general. Existen personas con cualidades y madurez que
les abren grandes posibilidades espirituales, que, sin em-
199 Esta azora pone fin aquí a la historia de los hijos de Israel. bargo, no utilizan. Satán aprovecha la ocasión y los atra-
De acuerdo con el método coránico, esta historia consti- pa en sus redes. En lugar de progresar en el mundo del
tuye un ejemplo del que han de aprender todos los creyen- espíritu, son expulsados de él por sus impulsos egoístas y
tes, independientemente de la comunidad o la época a las mundanos. (Yūsuf ᶜAlī)
que pertenezcan. Por eso, la siguiente sección habla de los
«hijos de Adán», es decir, de toda la humanidad. (Asad) No se menciona su nombre, para no desviar innecesaria-
mente la atención hacia él, en perjuicio de la finalidad del
200 El texto se refiere a la descendencia de los hijos de Adán, relato. Ni en el Corán ni en las sentencias del Profeta se
es decir, a la humanidad entera, sin limitación temporal suelen citar por su nombre quienes dan malos ejemplos.
alguna ni distinción entre los ya nacidos y los que vendrán (Mawdūdī)
después. La descendencia de Adán prolonga la existencia
de este primer hombre y es portadora de su herencia espi- 204 Especialmente cuando hace calor, el perro lleva la len-
ritual. La aleya precedente se refería a la alianza o contra- gua afuera, tanto si está cansado o es perseguido como si
to con el pueblo judío. Aquí nos hallamos ante una alianza se lo deja tranquilo. Es algo propio de su naturaleza. Lo
implícita o contrato con la humanidad entera, pues la mi- mismo sucede con el hombre que rechaza a Dios. Tan-
sión del profeta Muḥammad fue universal. (Yūsuf ᶜAlī) to si se le amonesta como si se le deja a su suerte, solo
maquina maldades. Sus injusticias se vuelven contra su
201 Queda así sellada la alianza. Reconocemos que Dios es propia alma. Su mal ejemplo puede contagiar a otros, por
nuestro creador y conservador, y con ello admitimos tam- eso debemos protegerlos. Nunca debemos abandonar la
bién nuestra vinculación con Él. El hecho de que demos esperanza de que se convierta, por lo que no hemos de
ante nosotros tal testimonio nos hace conscientes de esa cansarnos de amonestarlo e invitarlo a reflexionar. (Yūsuf
vinculación. (Yūsuf ᶜAlī) ᶜAlī)
Esta alianza no estaba grabada en tablas de piedra como 205 Al rechazar la revelación de Dios, se infligen grave daño
la de los hijos de Israel, sino impresa en los corazones de a sí mismos. (Daryabādī)
El Corán I Azora 7
284
206 Esto no significa que algunos hombres y algunos ŷinn causa, han de tener consecuentemente un principio y un
hayan sido creados para ser arrojados al fuego. La for- fin. Y, por otra parte, puesto que el universo no es eterno
mulación aquí utilizada expresa intenso pesar, como el en el sentido de carente de principio, y tampoco ha salido
caso de una madre que llora a su hijo caído en el campo «por sí mismo» de la nada, pues la nada no es otra cosa
de batalla: «¡Ay! Lo he criado para que se convirtiera en que una ficción irreal, es preciso concluir que existe una
carne de cañón». Naturalmente, no quiere decir que lo Causa Primera, más allá de los límites de nuestro ámbito
haya criado con tal finalidad. (Mawdūdī) experiencial. (Asad)
207 V. 2 Pedro 2:12-13 e Isaías 1:3. (Daryabādī) 212 Dios no les priva de su libertad de acción ni les coacciona
para seguir el buen camino. (Daryabādī)
208 La expresión «los epítetos (o atributos) más sublimes»
aparece cuatro veces en el Corán, concretamente, en esta Véase también 2:6 y 14:4. (Asad)
aleya y en 17:110, 20:8 y 59:24. Puede traducirse tam-
bién por «propiedades de la perfección», concepto que se 213 V. también azora 34:7. (Quṭb)
reserva únicamente para Dios. (Asad)
214 V. Mateo 24:36. (Daryabādī)
209 De igual modo que en la aleya 179 se indicaban las cua-
lidades de los destinados al Infierno, se indican también 215 Aquí no se trata específicamente de la hora de la Resu-
aquí las cualidades de «algunas de nuestras criaturas», rrección, sino de lo oculto en general. El conocimiento
las destinadas al Paraíso. (Al-Manār) de lo oculto es exclusivo de Dios. Solo a quien Él elige
le hace saber algo al respecto, y solo en la medida que
V. aleya 159, donde se afirma lo mismo de los justos del Él quiere y en el tiempo elegido por Él. Por tanto, los
pueblo de Moisés. La afirmación se extiende aquí a los siervos de Dios no pueden sacar de aquí ni ventajas ni
justos de todos los tiempos y de todos los pueblos. (Asad) desventajas. (Quṭb)
210 No reparan en que nadie conoce el momento de su muer- 216 Si yo conociera los acontecimientos futuros nunca habría
te para poder hacer el mejor uso posible del plazo que le sufrido daño alguno, pues habría podido prevenir esas
ha sido asignado. (Mawdūdī) situaciones, y en lugar de daños habría podido lograr be-
neficios. No es, por tanto, razonable que tratéis de poner
211 Puesto que, en el universo que contemplan los sentidos a prueba mi competencia de profeta con tales preguntas.
y percibe la razón, todas las cosas tienen claramente una (Mawdūdī)
El Corán I Azora 7
286
217 V. 4:1. (Yūsuf ᶜAlī) como la rectitud de intención, la sinceridad y otras cuali-
dades. (Daryabādī)
218 El sentido de la pareja matrimonial consiste en que am-
bos cónyuges encuentren en ella descanso, satisfacción, 223 Dios consuela a su Enviado y le señala tres formas funda-
amor y calor humano. Y en este afecto ha de prepararse a mentales de comportamiento: 1) perdonar las ofensas, el
los hijos para que cumplan su tarea de transmitir y seguir rechazo y la persecución; 2) ser perseverante en la confe-
desarrollando la civilización. (Quṭb) sión de su fe y adoptar una actitud consecuente respecto
a todos, tanto amigos como enemigos; 3) no prestar aten-
219 El término ṣāliḥ (sano) incluye salud de cuerpo y espí- ción a los insensatos que difunden dudas y dificultades,
ritu, honradez y buenas disposiciones morales. (Yūsuf que lanzan amenazas y reproches o se confabulan contra
ᶜAlī) la verdad; hay que ignorarlos y olvidarlo, y no entrar en
controversias inútiles ni establecer compromisos con
220 V. 1 Reyes 18:26 y Salmos 115:4-7. (Daryabādī) ellos. (Yūsuf ᶜAlī)
221 Hay aquí una promesa general de que Dios protegerá a 224 Aquí se reanuda el tema de los incrédulos, que se había
las personas honradas. (Daryabādī) interrumpido en la aleya 198, para exponer cuál ha de ser
nuestro comportamiento ante los elementos malignos.
222 No seas excesivamente crítico con el comportamiento de Las fuerzas del mal nunca ceden en su lucha por arrastrar
los incrédulos, sino acepta lo que hay de bueno en ellos, a sus «cofrades» a la más profunda miseria. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 7
288
225 Los idólatras no cesaron nunca de pedir milagros al Pro- 226 Esta azora concluye, lo mismo que había comenzado
feta. (Quṭb) (aleya 2), con la mención del Corán.
Al interrumpirse durante un tiempo la revelación del 227 «Evoca la palabra de tu Señor» puede significar «realiza
Corán, los idólatras exigían que el Profeta se inventara la oración» y también «ten presente a Dios, con pala-
alguna. (Al-Manār) bras o sin ellas». «Al amanecer y al anochecer» significa
«constantemente». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 8
289
Introducción a la Azora 8
AL- ANFĀL
EL BOTÍN DE GUERRA
L as siete primeras azoras, que forman algo menos de la tercera parte del Corán, esbozan la primitiva historia espiritual de la humanidad y
conducen hasta el nacimiento de la nueva comunidad del profeta Muḥammad. Hemos visto cómo cada azora nos introduce un paso más en
la doctrina del Islam. Aquí comienza otra gran sección, que trata de la consolidación de la comunidad islámica y de las diversas fases de la vida
comunitaria. En esta azora se extraen enseñanzas de la batalla de Badr: 1) en la cuestión del reparto del botín; 2) sobre las virtudes necesarias
para un combate justo; 3) sobre la victoria frente a una gran potencia; 4) sobre la mansedumbre y el respeto al bando propio y a los vencidos en el
momento de la victoria. Cuanto al botín, debe insistirse en que nunca ha de constituir nuestro objetivo en una guerra. Es sencillamente un efecto
concomitante. Ningún combatiente o soldado tiene un derecho inherente al botín. La guerra justa es una cuestión comunitaria, y cualquier eventual
ganancia material derivada de la misma pertenece a Dios, o bien a la comunidad y a su causa. Deben fijarse criterios justos para el empleo de esas
ganancias y para su distribución, a fin de contrarrestar la avaricia humana y el provecho individual. Una quinta parte debe ponerse a disposición
del mando o de la autoridad responsable para que haga de ella un adecuado uso según su criterio: para resarcir los gastos, atender a las necesidades
de los pobres y enfermos, y también de los huérfanos y las viudas (véase azora 8:41). En tiempos del Profeta, las otras cuatro quintas partes no
se repartían sólo entre los directamente implicados en el combate, sino también entre quienes habían colaborado de cualquier otra forma, jóvenes
o viejos, en la medida en que hubieran cumplido con sus tareas correspondientes. Deben evitarse las disputas, pues perturban la armonía interna
y la disciplina. Estos principios tienen aplicación en el derecho de guerra de todos los pueblos civilizados. Con respecto a las virtudes militares,
que en lo substancial se reducen a las virtudes normales de la vida, el análisis de los acontecimientos de Badr nos muestra cómo actúa la ayuda
de Dios cuando el hombre se entrega a Su causa y no a sus propios intereses inmediatos. En este contexto, se dan también indicaciones sobre el
tratamiento de los prisioneros de guerra y sobre la conservación de la solidaridad dentro de la comunidad musulmana. (Yūsuf ᶜAlī)
La mayor parte de esta azora fue revelada durante la batalla de Badr e inmediatamente después de ella; sólo unas pocas aleyas son de fecha
posterior. Puesto que en esta azora se trata casi en exclusiva de una valoración de los acontecimientos de esta batalla, se hace necesaria una breve
exposición histórica. En el mes de šaᶜbān del año segundo de la hégira tuvieron noticia los musulmanes de la vuelta de Siria de una gran caravana
comercial que debía pasar por el sur de Medina. Teniendo en cuenta que, desde la huida de los musulmanes a Medina, reinaba entre ellos y La
Meca un abierto estado de guerra, el Profeta comunicó a sus seguidores la idea de atacar a la caravana. Cuando le llegaron al jefe de ésta, ᵓAbū
Sufyān, en Siria, rumores de las intenciones de Muḥammad, empleó las semanas de que disponía para reclutar en La Meca un fuerte ejército,
al mando de ᵓAbū Ëahl, enemigo mortal del Profeta. El hecho de que el Profeta, contra su costumbre habitual, diera a conocer sus planes con
tanta anticipación apoya la hipótesis de que el supuesto ataque a la caravana no era otra cosa que una simple maniobra táctica, mientras que su
verdadero objetivo era una confrontación con el ejército de La Meca. Como ya se ha dicho, los coraixíes de La Meca se hallaban ya en guerra
con la comunidad musulmana de Medina. Con todo, no se había producido todavía una confrontación definitiva, y los musulmanes vivían bajo la
constante amenaza de una invasión procedente de La Meca. El Profeta quería probablemente poner fin a tal situación e infligir a los coraixíes una
derrota que permitiera gozar de mayor seguridad a la todavía débil comunidad musulmana. Si su intención real hubiera sido atacar a la caravana,
le habría bastado con esperar, sin grandes preparativos, a que estuviera a su alcance. De este modo, ᵓAbū Sufyān no habría dispuesto de tiempo
para solicitar ayuda armada de La Meca.
Mientras la caravana se dirigía a La Meca dando un gran rodeo, se presentaron los coraixíes en el valle de Badr. Eran unos mil guerreros provistos
de armadura, con setecientos camellos y más de cien caballos. Al mismo tiempo salía el Profeta de Medina con unos trescientos musulmanes,
escasamente armados, que sólo contaban con setenta camellos y dos caballos. Al avistar de improviso el poderoso ejército de La Meca, se
detuvieron para deliberar. Algunos opinaban que el enemigo era demasiado fuerte y que lo mejor era replegarse hacia Medina. Pero la gran
mayoría, y entre ellos ᵓAbū Bakr y ᶜUmar, se pronunciaron a favor de una confrontación inmediata. Después de los duelos individuales de acuerdo
con la costumbre árabe, se desencadenó la batalla. El ejército de La Meca sufrió una aplastante derrota y en el curso del combate murieron algunos
de sus jefes más prominentes, entre ellos ᵓAbū Ëahl. Éste fue el primer enfrentamiento abierto entre los paganos coraixíes y la joven comunidad
musulmana, y su resultado mostró con toda claridad a los coraixíes que el movimiento suscitado por Muḥammad no era un simple sueño idealista,
sino el comienzo de un nuevo poder político y de una nueva era, algo totalmente distinto de lo hasta entonces sucedido en toda la historia árabe.
Los temores despertados en los habitantes de La Meca con la huida a Medina del Profeta y de los musulmanes quedaron confirmados en Badr. Si
bien pasaron todavía algunos años hasta el definitivo quebranto del poder del paganismo árabe, su derrota era ya evidente a partir de este momento
histórico. También para los propios musulmanes supuso Badr un cambio histórico. Podemos suponer con cierta seguridad que hasta entonces
pocos seguidores del Profeta eran plenamente conscientes de las implicaciones políticas del orden islámico. Para muchos de ellos, la huida a
Medina no significaba probablemente otra cosa que un seguro refugio frente a las persecuciones a las que se hallaban expuestos en La Meca.
Después de la batalla de Badr, todos debieron comprender que se hallaban en vías de un nuevo orden social. Del espíritu de sacrificio pasivo,
característico de los primeros tiempos, se pasaba ahora a una disposición para el sacrificio activo. La doctrina de la “acción” como elemento
creador fundamental de la vida no se circunscribía, quizás por vez primera en la historia de la humanidad, a unos pocos privilegiados, sino que
se extendía a una comunidad entera. (Asad)
El Corán I Azora 8
290
Azora 8
AL- ANFĀL
EL BOTÍN DE GUERRA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Esta azora fue revelada a propósito del botín de la batalla 7 No tenían nada claro que todo el asunto respondiera a un
de Badr. (Yūsuf ᶜAlī) planteamiento verdadero y correcto. En su opinión, de
aquí no cabía esperar sino un desastre seguro: se veían ya
2 Que «el reparto del botín es competencia de Dios y de abocados a la muerte. (Yūsuf ᶜAlī)
Su Enviado» significa que no puede ser reivindicado por
los individuos aislados: es propiedad pública que, según 8 Inmediatamente antes de Badr (la primera batalla librada
las instrucciones del Corán y las enseñanzas del Profeta, contra los paganos de la Meca), los musulmanes de Medina se
ha de ser utilizada o repartida por la autoridad responsa- enfrentaban a dos posibilidades. Una de ellas era sorprender
ble a favor del Estado islámico. En la aleya 41 de esta a la caravana de los coraixíes que regresaba de Siria cargada
azora se dan normas concretas. (Asad) de mercancías con la sola protección de cuarenta hombres
(y así podrían recuperar parte de sus bienes que les habían
3 El simple uso del término ͻanfāl («lo prestado más allá sido expropiados en La Meca). Según cálculos puramente
del deber», en lugar de ǵanāͻim, «botín de guerra») mundanos, esta era la empresa más segura y lucrativa. La
indica ya el cambio de actitud moral con respecto a la otra posibilidad, que al fin fue seguida a instancias del Pro-
concepción de la guerra. Los musulmanes no combaten feta, era la confrontación con el ejército coraixí de La Meca,
por las ganancias materiales, sino contra las injusticias que contaba con mil combatientes. Los musulmanes solo
morales y sociales del mundo, y solo recurren a la fuerza disponían de unos trescientos hombres mal armados. Si
cuando el adversario les impide hacer justicia a través de conseguían derrotar al ejército enemigo, lograrían romper
las advertencias y las enseñanzas. (Mawdūdī) la hegemonía de los que gobernaban La Meca. (Yūsuf ᶜAlī)
4 Véase Jeremías 5:22 y Apocalipsis 15:4. (Daryabādī) 9 Se advierte aquí que la campaña del ejército de La Meca
constituía un reto del paganismo al sistema islámico. Dios
5 En el Paraíso. Rāzī opina que aquí se trata de un giro quería que los musulmanes aceptaran este reto y libraran una
que se refiere a los «gozos espirituales que se derivan del batalla decisiva por la supervivencia del Islam en Arabia. Si
conocimiento de Dios, del amor a Él y de la entrega a los musulmanes no hubieran utilizado esta oportunidad, ha-
su servicio». Según esta interpretación, se trata de la re- brían perdido la posibilidad de sobrevivir. (Mawdūdī)
compensa espiritual de la fe, perceptible ya en esta vida.
(Asad) 10 Se ha dicho que esta aleya fue revelada en respuesta a
una súplica del Profeta, en la que este debió de recitar una
6 Esta referencia a los preparativos de la batalla de Badr se aleya revelada anteriormente, a saber, la 54:45. También
halla relacionada con el llamamiento de la aleya 1: «Obe- en la batalla de ͻUḥud se prometió ayuda mediante án-
deced a Dios y a su Enviado», y también con el recuerdo geles. La naturaleza espiritual de esta ayuda se evidencia
de la aleya 2 de que el verdadero creyente pone toda su en las palabras mismas del relato: «Dios no lo hizo sino
confianza en Dios. (Asad) como buena nueva ...» (v. 3:124-125). (Asad)
El Corán I Azora 8
292
11 Nada más romperse las hostilidades, el ejército de La 18 Al comenzar el combate, el Profeta se puso en oración y
Meca tomó los pozos de Badr para cerrar a los musul- arrojó un puñado de polvo o arena contra sus enemigos,
manes el acceso al agua. La sed llevó a algunos de ellos para indicar simbólicamente que corrían a ciegas hacia su
hasta el borde de la desesperación (expresada aquí como destino. Esto produjo un fuerte impacto psicológico. Se
«sugestiones de Satán»), y súbitamente comenzó a caer atribuyen a Dios cada uno de los acontecimientos de esta
abundante lluvia, que les permitió aplacar su sed y reali- batalla, pues su razón de ser era defender la causa divina
zar sus abluciones. y obedecer su mandato. (Yūsuf ᶜAlī)
12 Y los pies aseguran su paso al afianzarse el arenoso suelo 19 Antes de la batalla, los idólatras se habían asido a los
con la lluvia. (Quṭb) mantos de la Caaba y suplicado: «¡Oh Dios, concede
la victoria a la mejor de las partes!». Especialmente
La lluvia ocasionaba además dificultades al enemigo, ͻAbū Ŷahl invocó la decisión de Dios diciendo: «¡Oh
pues su ejército acampaba en la parte profunda del valle, Dios, concede la victoria a la parte más justa y aniqui-
donde se concentraban las aguas convirtiendo el suelo en la a los agresores!». Dios escuchó estas oraciones al
pantanoso y el barro entorpecía los pies de los comba- pie de la letra y concedió la victoria a los musulma-
tientes. (Mawdūdī) nes, pues ellos eran «la parte mejor» y «la más justa».
(Mawdūdī)
13 La expresión «Yo estoy con vosotros» se dirige a los cre-
yentes (por medio de los ángeles), pues el fin y objeto de 20 El llamamiento se dirige a los creyentes después de ha-
estas palabras era alejar de ellos el miedo: en definitiva, berles descrito los acontecimientos de Badr y mostrado
eran los musulmanes y no los ángeles quienes sentían te- cómo intervino Dios en ellos. Apartarse de Él después
mor ante los enemigos de la verdad. (Asad) de todo esto sería realmente necio y execrable. Nadie
en su sano juicio se atrevería a hacer cosa semejante.
14 También estas palabras se dirigen a los creyentes. La ale- (Quṭb)
ya 10 de esta azora muestra que la ayuda de los ángeles
era espiritual, y de ningún pasaje del Corán se deduce 21 V. 2:93. (Yūsuf ᶜAlī)
que participaran físicamente en el combate. En su co-
mentario a esta aleya, Rāzī subraya reiteradas veces este V. también 4:46. El llamamiento se dirige aquí a todos los
hecho; entre los comentaristas modernos, Rašīd Riḍā re- hombres que han oído y entendido el mensaje del Corán,
chaza con especial decisión la idea legendaria de que los pero no lo han tenido en cuenta. (Asad)
ángeles lucharan realmente en esta o en cualquier otra
batalla del Profeta. (Asad) 22 Los que no prestan atención a la voz de la verdad.
(Daryabādī)
15 Se trata quizás de una indicación para reducir al enemigo.
(Daryabādī) 23 Los que rehúsan decir la verdad. (Daryabādī)
16 El discurso se dirige ahora de pronto a los paganos, y se V. también 2:18. (Yūsuf ᶜAlī)
habla del castigo que tienen merecido. (Mawdūdī)
24 Se niegan a reflexionar sobre la verdad y a comprenderla.
17 La lección moral contenida en esta aleya no se circuns- (Daryabādī)
cribe al contexto de aquellos hechos históricos, sino que
tienen validez permanente. (Asad)
El Corán I Azora 8
294
25 «Buena disposición» indica aquí la voluntad o disposi- exige el desprecio de los afectos terrenos como condición
ción de creer y el deseo de la verdad. (Daryabādī) para la salvación, sino que se limita a pedir al hombre que
no se deje desviar por ellos en su aspiración a los valores
26 Puesto que los hipócritas no poseían amor alguno a la morales. (Asad)
verdad ni sentían el deseo de luchar por ella, en el campo
de batalla habrían aprovechado la más mínima situación 32 V. 2:53 y 2:185. La batalla de Badr es denominada
crítica para emprender la fuga, incluso contando con la furqān («discernimiento») en la teología islámica por-
ayuda de Dios para cumplir el mandato de combatir. Su que constituye la primera prueba de fuerza de la histo-
presencia hubiera sido en todo caso más perjudicial que ria musulmana entre los poderes del bien y del mal. El
beneficiosa. (Mawdūdī) mal fue vencido, y los verdaderos creyentes se distinguie-
ron, fueron «discernidos», de los que no eran lo bastan-
27 El antídoto eficaz contra la hipocresía es la fe en Dios te fuertes como para sacar las oportunas consecuencias.
y en la vida futura. Quien está firmemente persuadido V. también 8:41. (Yūsuf ᶜAlī)
de que ha de encontrarse con Dios, que lo sabe todo,
incluso sus más íntimos deseos, planes y pensamientos, 33 El texto alude a planes del tiempo en que los coraixíes
y que al fin deberá comparecer ante Él, hará todo lo po- advirtieron que el Profeta iba a emigrar a Medina. Si lo
sible para evitar el comportamiento hipócrita. Por eso lograba, se pondría fuera de su alcance. En consecuen-
insiste con reiteración el Corán en esas dos verdades de cia, sus dirigentes principales celebraron un consejo de
fe. (Mawdūdī) urgencia. ͻAbū Ŷahl propuso que se eligiera de cada
familia un joven fornido, para que luego todos cayeran a
28 La desgracia y el castigo no alcanzan solo a quienes co- la vez sobre el Profeta y lo mataran. De este modo, la res-
meten a ciencia y conciencia acciones criminales, sino ponsabilidad por la sangre derramada recaería por igual
también a quienes permanecen indiferentes ante los vi- en todos los clanes. Pero la noche en que debía llevarse a
cios y crímenes de su entorno y no procuran influir posi- cabo el atentado el Profeta abandonó indemne la ciudad,
tivamente en los malvados. (Daryabādī) y el plan fracasó. (Mawdūdī)
37 En la época de la revelación de esta azora, La Meca se rito, Dios establece aquí como criterio de esta sinceridad
encontraba todavía en poder de los coraixíes, que prohi- su aceptación de la ley divina sobre la distribución del
bían el acceso a ella a los musulmanes. En cuanto des- botín. (Quṭb)
cendientes de Abrahán e Ismael, los coraixíes se creían
con derecho a custodiar la Caaba, que había sido erigida 43 La quinta parte perteneciente al Profeta es la que pertene-
por el patriarca como primer santuario dedicado al culto ce a Dios y no una adicional. En este contexto, el Profeta
del Dios único. El Corán rechaza esta pretensión, como es el jefe de los creyentes y representa el bien común.
también la de los israelitas de ser el pueblo elegido por Hoy se diría que esta quinta parte corresponde al Estado.
Dios por el simple hecho de que descienden de Abrahán. Según el imán Šāfiᶜī, ha de emplearse en cubrir los gastos
Véase en este contexto 2:124. (Asad) públicos, como reparar los daños de la guerra, financiar
la investigación y la enseñanza y otras cosas semejantes.
38 No son conscientes de su incompetencia. (Daryabādī) (Daryabādī)
39 En el presente contexto la expresión «silbidos y palmas» Las otras cuatro partes se reparten entre los combatientes
parece empleada metafóricamente para indicar el vacío porque, en aquellos tiempos, eran ellos quienes compra-
espiritual de los ritos. (Asad) ban la cabalgadura y las armas, sin recibir ni paga ni ayu-
da. (Mullá)
Los coraixíes no se comportaban como guardianes de la
Casa, sino como sus dueños, pues impedían que la vi- 44 Ibn Ŷarīr afirma: «Se trata de los familiares del Profeta,
sitaran los que no eran de su agrado. Su mismo ritual a quienes no les está permitido recibir limosnas». (Ibn
solo consistía en ruidos insensatos, sin elevar la mente Kaṯīr)
a Dios y sin nada de lo que el verdadero culto requiere.
(Mawdūdī) Puesto que el Profeta ya no está entre nosotros, deja de
ser relevante la cuestión de su parte personal y la de sus
40 El castigo consistió en la derrota que los musulmanes les familiares. (Daryabādī)
infligieron en Badr. (Quṭb)
45 Los «parientes próximos y huérfanos» designan a los pa-
41 V. 2:193. Debe afirmarse que, en términos generales, el rientes de los caídos en combate. (Asad)
Islam es la religión de la paz y el mutuo entendimiento.
Pero eso no quiere decir que pueda pactar con la injusti- 46 El poder de Dios se explicita aún más en las tres aleyas
cia y la deslealtad. (Yūsuf ᶜAlī) siguientes, en las que se habla del modo en que los mu-
sulmanes consiguieron una completa victoria sobre los
42 Existen indicios que permiten conocer la sinceridad de la paganos coraixíes. (Yūsuf ᶜAlī)
fe. Aunque los combatientes de Badr tienen elevado mé-
El Corán I Azora 8
298
47 Badr se halla situada en una llanura cercana a Medina. El 52 Esta aleya ofrece una hermosa descripción de las virtudes
Profeta y sus compañeros eligieron la vertiente próxima, musulmanas. Su carencia acarrea humillación y fracaso.
por delante del pozo de Badr. (Mullá) (Yūsuf ᶜAlī)
48 Ni aun concertando el encuentro se habría producido con 53 Se pone ante los ojos de los musulmanes este mal ejem-
tal exactitud. (Yūsuf ᶜAlī) plo para que eviten tal comportamiento, pues su fe les
pide que sean honestos y que sus fines sean buenos y
49 También se podría traducir la frase de este modo: «... nobles. Este principio no es aplicable solo a aquellos
para que se mostrara la infidelidad (kufr) de los incrédu- tiempos, sino que vale también para nuestros días y
los y la fe de los creyentes», o bien: «... deja que el que para el futuro. Soldados y oficiales son en general una
rechaza la verdad la siga rechazando incluso después de personificación de la arrogancia y la vanidad, y los
esta clara expresión (de la voluntad de Dios), y que el que políticos alardean a porfía de poseer el mayor poderío
ha llegado a la fe siga creyendo». (Asad) militar. Especialmente malvados son también sus ob-
jetivos bélicos. Los políticos proclaman solemnemente
50 V. aleya 42. Puesto que en el momento del choque real que solo buscan el bien de la humanidad, pero persiguen
los musulmanes no podían tener ya dudas con respecto a en realidad objetivos bien distintos. Hacen guerras para
la fortaleza de sus adversarios, solo cabe interpretar en apoderarse de las materias primas y de las fuentes de
sentido figurado la frase: «Él los mostró ante vuestros energía del mundo, puestas por Dios al servicio de to-
ojos como poco numerosos». En aquel momento, los se- dos los hombres, las monopolizan en favor de la propia
guidores del Profeta estaban tan llenos de valor que les nación y someten a los demás pueblos. Por eso previene
pareció insignificante el enemigo. Los coraixíes, a su el Corán que no deben seguirse tan nocivos ejemplos.
vez, estaban tan persuadidos de su propia fuerza que los (Mawdūdī)
musulmanes les parecieron despreciables, craso error que
les costó la derrota. (Asad) 54 V. 2:10. (Yūsuf ᶜAlī).
51 En diversos pasajes del Corán se mencionan varios ejem- 55 Esta era la opinión de los hipócritas de Medina: «Esta
plos de este constante recuerdo, tomados de la historia de gente, con su exagerado entusiasmo por su religión, se
las campañas musulmanas. V. 7:126 y 2:250. (Quṭb) está encaminando directamente a la muerte». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 8
300
56 En contraposición con las burlas que padecen los que 63 El texto alude a tratados entre la comunidad musulmana y
confían en Dios, los que ridiculizan la fe recibirán un es- grupos políticos no musulmanes. Aunque este párrafo se
pantoso castigo en la vida futura. (Yūsuf ᶜAlī) refiere en primer término al Profeta, el «tú» afecta aquí a
cualquiera que sea seguidor del Corán y, por tanto, a la co-
57 La mayoría de los comentaristas supone que este párra- munidad musulmana de todas las épocas. En esta aleya se
fo se refiere especialmente a los coraixíes paganos que retoma la cuestión de las confrontaciones bélicas con los
murieron en la batalla de Badr; sin duda alude a ellos, incrédulos, que constituye el tema central de la azora. La
pero en mi opinión no existe fundamento alguno para referencia a la «violación de los pactos» por los no musul-
restringir el significado a este acontecimiento histórico manes incluye dos cosas: en primer lugar, que no solo es
concreto, sobre todo si se tienen en cuenta los párrafos lícito establecer tratados (es decir, coexistir pacíficamente)
que siguen hasta el fin de la aleya 55, que apuntan cla- con no musulmanes, sino que tales tratados son deseables
ramente a todos los que «tienen inclinación a rechazar la (véase aleya 61); en segundo lugar, que los musulmanes
verdad». (Asad) solo pueden declarar la guerra cuando sus contrarios se
muestran claramente hostiles hacia ellos. (Asad)
58 Se insiste en la idea islámica de la justicia de Dios frente
a las concepciones de divinidades arbitrarias en las re- 64 El «motivo para temer su traición» no ha de apoyarse tan
ligiones politeístas, e incluso frente a la idea veterotes- solo en sospechas o conjeturas, sino que debe ser claro y
tamentaria de un Dios «celoso», por ejemplo, en Éxodo objetivamente fundado. (Asad)
20:5. (Daryabādī)
65 El responsable del estado musulmán ha de comunicar a
59 Lo que sucedió a los idólatras en la batalla de Badr res- su adversario que, debido a su incumplimiento, no puede
ponde exactamente a lo ocurrido en todos los tiempos a ya considerarse vinculante el tratado. No es lícito em-
los idólatras, ilustrados aquí con el ejemplo del pueblo de prender acciones bélicas sin esta información previa.
Faraón, que rechazó el mensaje de Dios y tuvo que sufrir (Daryabādī)
las consecuencias de su comportamiento. (Quṭb)
El Profeta advierte a los creyentes que no sean deslea-
60 V. también 13:11. (Asad) les ni siquiera con quienes son desleales con ellos. Por
este motivo, protestaba enérgicamente ᶜAmr ᶜAnbasah,
61 Se citan aquí estas palabras, tomadas del discurso de los compañero del Profeta, contra el proceder de Mucāwiya,
ángeles de la aleya 52, para iniciar el comentario siguien- cuando este concentró sus tropas en la frontera del Impe-
te. Adviértase que en la aleya 52 se trata de personas que rio Romano de Oriente para caer sobre el territorio ape-
rechazaron los signos de Dios y fueron castigadas por nas expirado el tratado. Este principio puede aplicarse
ello; aquí se trata de individuos que declaran falsos los en nuestros días a los ataques sin previa declaración de
signos, por lo que son exterminados: a mayor grado de guerra, como sucedió, por ejemplo, en la Segunda Guerra
culpa corresponde mayor grado de castigo. (Yūsuf ᶜAlī) Mundial. Si se puede disculpar tal proceder con cualquier
pretexto, también podrían aducirse pretextos para justifi-
62 V. 8:22. Dicho en términos positivos, la fe en valores éti- car cualquier otra acción criminal. (Mawdūdī)
cos depende de la disposición para considerarlos desde el
punto de vista de sus posibilidades positivas y para acep- 66 El Islam aspira a que la humanidad progrese hacia el bien
tar la verdad de todo lo que, en buena ciencia y concien- y sea virtuosa. Por eso no permite que, mientras lucha por
cia, coincide con otras verdades empíricas o intuitivas. los más elevados y nobles ideales, se emplee la traición
(Asad) para conseguir la victoria. (Quṭb)
El Corán I Azora 8
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72 En igualdad de condiciones y circunstancias, los musul- 77 La gracia de Dios permitía así a los musulmanes tomar
manes, apoyados en su fortaleza en la fe, podían hacer botín de guerra, incluido el dinero del rescate, cosa hasta
frente a una potencia diez veces superior. Pero cuando su entonces censurada, mientras que era prohibida por las
organización y armamento son precarios, como acontecía otras religiones. (Quṭb)
en Badr, se les facilitan las cosas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 8
304
78 Lejos de someter a los prisioneros a amenazas, el Profeta es- Ambos grupos contrajeron en Medina hermandad espiritual
peraba ganarlos para el Islam con su simpatía y con un trato bajo la dirección del Profeta y se relacionaron entre sí como
amistoso. (Daryabādī) parientes consanguíneos. Al haberse distanciado de la propia
familia, adquirían incluso el estatus de parientes con derecho
79 Hay aquí un consuelo para los prisioneros de guerra. de herencia. (Yūsuf ᶜAlī)
A pesar de su anterior hostilidad, Dios se declara dispuesto a
perdonarlos si encuentra algo bueno en sus corazones, 87 Los creyentes tienen derecho a ayuda y apoyo en asuntos
y a darles cosas mejores que todo lo que han perdido. Esto religiosos. Pero cuando no están dispuestos a emigrar por la
sería, en su sentido pleno, la bendición del Islam, pero inclu- causa de Dios y a sacrificarse, como lo han hecho sus herma-
so en sentido material les espera gran felicidad, como ocu- nos en la fe, difícilmente pueden pretender su ayuda política
rrió en el caso de cAbbās. (Yūsuf ᶜAlī) o militar. (Yūsuf ᶜAlī)
80 Incluso en este mundo. (Daryabādī) 88 El texto incluye también la ayuda cuando son perseguidos a
causa de su religión. (Asad)
81 Aunque estas palabras se dirigen sobre todo a los prisioneros
de la batalla de Badr, reflejan la actitud islámica ante todos 89 Puesto que en tal caso una intervención armada del Estado is-
los enemigos capturados por los musulmanes. Sobre los pri- lámico en favor de los ciudadanos musulmanes del Estado no
sioneros de guerra, véase además 47:4. (Asad) musulmán supondría una ruptura del tratado, no puede el
Estado islámico intervenir por la fuerza. La solución de los
82 Ya han sido infieles a Dios al asociarle otros seres, pues problemas habrá que buscarla a ser posible mediante nego-
así han roto el pacto original del hombre con Dios (véase ciaciones entre ambos Estados, o bien con la emigración de
7:172). Si ahora, mientras son sus prisioneros, se comportan los musulmanes perseguidos. (Asad)
traidoramente con el Profeta, que piensen en las consecuen-
cias de su primera traición, que los precipitó en la cautividad. 90 Las causas que forzaron a los musulmanes a emigrar se pro-
(Quṭb) longaron hasta la conquista de La Meca. Luego ya no hubo
emigraciones, aunque, como dijo el Profeta, sí abnegado tra-
83 Él los ha puesto en vuestras manos, y no hay motivo de te- bajo y entrega en favor de la religión. (Quṭb)
mor. De igual modo que os socorrió en Badr, os socorrerá
también si os traicionan. (Daryabādī) Los que se unieron posteriormente a la comunidad musulma-
na son hermanos en la fe en el pleno sentido de la palabra.
84 V 2:218. El concepto se refiere históricamente a los mu- De todos modos, lo que, debido a las circunstancias excep-
sulmanes de La Meca que emigraron con el Profeta cionales, se ha reservado para los primeros mártires de la
a Medina. Sin embargo, lo que sigue indica que las defini- causa de Dios, ya no puede aplicarse a quienes no se encuen-
ciones y preceptos expresados en esta aleya tienen alcance tran en aquellas especiales circunstancias. (Yūsuf ᶜAlī)
general y son vinculantes para todos los tiempos. Ante todo
ello, hay que observar que la hégira aquí mencionada tiene 91 También ellos pertenecen a la fraternidad del Islam en la que
sobre todo el significado de emigración física de un país no el vínculo decisivo entre los creyentes lo constituye la fe co-
musulmán a otro en el que rige la ley islámica. (Asad) mún. (Asad)
85 V. 2:218. Con estos versos, todo el que en La Meca expre- 92 Los comentaristas clásicos opinan que esta frase se refiere a
saba su confesión de fe, se desligaba de la lealtad a su fami- las auténticas relaciones familiares, a diferencia del paren-
lia, a la estirpe y clan y a las autoridades coraixíes. Luego, tesco espiritual en el que se funda una comunidad en la fe.
el Profeta hermanó entre sí a los diversos miembros de la Según ellos, esta aleya derogaría el uso habitual de los primi-
nueva religión y los convirtió en una nueva comunidad, tivos musulmanes, consistente en que los «colaboradores» de
substituyendo los lazos de sangre y familia por los de la fe. Medina contraían individualmente hermandad simbólica con
(Quṭb) los «emigrantes» de La Meca. Estos últimos llegaban con fre-
cuencia a Medina carentes de todo y, a través de este pacto de
V. también 4:95. (N. del T.) hermandad, recibían parte en la propiedad de los «colabora-
dores» e incluso el derecho a heredarlos a su muerte. (Asad)
86 Se alude sobre todo a los «colaboradores» de Medina, es
decir, a los ciudadanos de esta ciudad que habían hallado La primera fase de construcción de la vida islámica tenía
el camino del Islam poco antes y que prestaron a los «emi- sus propias leyes y obligaciones. La pertenencia a la religión
grantes» de La Meca protección y ayuda. Pero, lo mismo se equiparaba a todos los efectos con los vínculos de san-
que sucede con el sentido amplio de hégira o emigración y gre, incluida la herencia. Pero al irse consolidando el Islam,
«emigrantes», también el término«colaboradores», más allá se fueron suprimiendo las excepciones que tan importante
de su significado histórico, se refiere a todos los creyentes papel habían desempeñado en aquel período extraordinario.
que ofrecen ayuda y consuelo «a los que se distancian del Las herencias y las responsabilidades mutuas volvieron de
mal». (Asad) nuevo a encuadrarse en el parentesco de sangre. (Quṭb)
El Corán I Azora 9
307
Introducción a la Azora 9
AL-TAWBA
EL ARREPENTIMIENTO
E sta azora continúa la argumentación lógica de la anterior y puede ser considerada como parte de la misma, a pesar de que medie
entre ambas un lapso cronológico de siete años. Como hemos visto, la azora 8 se ocupa en su mayor parte de cuestiones como las
que suelen plantearse al comienzo de la vida de una comunidad o de la nueva organización de una nación: Normas de comportamiento
para la propia defensa, reparto del botín de guerra, virtudes necesarias para la actuación comunitaria, así como indulgencia y respeto
para con la propia gente y para con el adversario en caso de victoria. En esta azora se abordan las siguientes cuestiones: ¿Qué hacer
cuando el enemigo quebranta los acuerdos o comete traición? Ningún pueblo puede mantener un tratado si la otra parte lo infringe a
sabiendas; con todo, se establece aquí que es preciso conceder un plazo de cuatro meses para la denuncia del tratado, garantizando
durante este tiempo una cierta seguridad; además, ha de mantenerse siempre abierta la posibilidad de conversión y de reconciliación
con el pueblo de Dios. Cuando todo esto fracasa y se hace inevitable la guerra, es necesario emprenderla con absoluta determinación.
Éstos son los principios generales que se derivan de la presente azora. El motivo inmediato de su anuncio puede estar relacionado
con el momento cronológico de su revelación. Cuanto a la secuencia temporal, en las aleyas 1-29 se trata de una declaración política
del mes šawwāl del año 9 de la hégira, expuesta por ᶜAlῑ dos meses más tarde con ocasión de la peregrinación, para extender su
conocimiento todo lo posible. El resto de la azora, aleyas 30-129, fue revelado algo antes, hacia el ramadán del año 9, y compendia
las enseñanzas derivadas de la expedición del Profeta a Tabūk el verano del mismo año. Tabūk se halla no lejos de la frontera con el
Imperio bizantino, hacia el Sur de la punta suroeste de Palestina, por donde hoy pasa el ferrocarril del Ḥiŷāz, unos 500 kilómetros al
Noroeste de Medina. Había allí entonces una fortaleza y un manantial de agua potable. Debido a fuertes y reiterados rumores de un
plan bizantino de invadir Arabia y de la llegada con ese mismo fin del Cesar del Imperio Romano de Oriente, reunió el Profeta el mejor
ejército posible y avanzó sobre Tabūk. No se produjo la invasión bizantina, pero el Profeta aprovechó la ocasión para afianzar las
posiciones musulmanas en aquella dirección y para establecer alianzas con determinados grupos de judíos y cristianos asentados en las
cercanías del golfo de ᶜAqaba. A su regreso a Medina hubo de revisar de nuevo toda la situación. Durante su ausencia le traicionaron
los hipócritas, y fue necesario cambiar, tanto para musulmanes como para no musulmanes, la política seguida hasta entonces de libre
acceso al Sagrado Centro del Islam, pues sus enemigos estaban abusando de ella. Esta azora es la única que no se inicia con la fórmula:
bismillāhi-r-raḥmāni-r-raḥῑm. Fue una de las últimas reveladas, y aunque el Profeta había indicado que se la colocara después de la
azora 8, no quedaba claro si era una azora distinta o más bien formaba parte de ésta última. Hoy se la considera como una azora aparte,
pero no va encabezada por la bismillāh porque no existe fundamento para afirmar que el Profeta haya pronunciado estas palabras antes
de la recitación de esta azora. La azora misma es conocida bajo diferentes epígrafes; los más usuales son dos: tawba (arrepentimiento
o conversión), con referencia a la aleya 104, y barāᵓa (denuncia, rescisión), coincidiendo con la primera palabra de la azora.
Resumen:
Se rescinden los tratados con los idólatras que infringen sus condiciones, aunque concediendo un plazo de cuatro meses para dar lugar
a una eventual reparación. A los idólatras les queda vedado el acceso a la Sagrada Mezquita. (Aleyas 1-29)
Los poseedores de la Escritura han desfigurado la ley de Dios, pero debe restablecerse su verdad en toda su plenitud. Hemos de estar
dispuestos a entregarnos al servicio de la fe que habita en nuestro interior, pues de lo contrario nos haremos indignos de representar la
causa de Dios, y Él pondrá a otro pueblo en nuestro lugar. (Aleyas 30-42)
Los hipócritas y sus intrigantes serán descubiertos. Su castigo es tan seguro como la bendición para los justos. (Aleyas 43-72)
Es preciso resistir a todo mal hasta que cese. La mentira no se contenta con la infidelidad, sino que se burla de todo lo bueno: no hay
que envidiarlos, sino que hay que evitarlos. (Aleyas 73-99)
El beneplácito de Dios acompaña a todos los que son leales y se sacrifican por su causa. Él perdona a los que comenten errores y
luego se arrepienten y convierten, pero no a quienes son deliberadamente injustos y siembran entre los creyentes la incredulidad y la
discordia. Dios se acerca con su gracia a quienes vuelven finalmente a Él, incluso aunque no hayan cumplido sus deberes o lo hayan
hecho de forma deficiente. (Aleyas 100-118)
Los creyentes debían mantenerse al lado de los justos y honrados, y, junto con ellos, cumplir activamente sus deberes. Cuando la
comunidad emigra, una parte de ella debería permanecer en el lugar y estudiar a fondo la religión a fin de instruir, a su regreso, a los
hermanos en la fe. Toda azora hace crecer la fe de los creyentes, mientras que sólo consigue aumentar las dudas en quienes tienen un
corazón enfermo. (Aleyas 119-129) (Yūsuf ᶜAlī)
Esta azora carece del encabezamiento bismillāhi-r-raḥmāni-r-raḥῑm, lo mismo que en el Corán de Otman, ejemplar por el que se rigen
todas las ediciones del Corán. Cuenta Tirmiḏῑ que Ibn ᶜAbbās decía: «Pregunté a ᶜUṯmān Ibn Affan: ¿Qué te ha movido a yuxtaponer
la azora al-ᵓanfāl —que contiene menos de cien aleyas— y la azora al-barāᵓa, con sus mucho más de cien aleyas, sin poner entre ellas
el bismillāhi-r-raḥmāni-r-raḥῑm, asociando a las dos juntas con las siete azoras largas? ᶜUṯmān respondió: Siempre que le era revelada
al Profeta una aleya del Corán llamaba a escribientes y les decía: Poned de esta o aquella forma esta aleya en la azora. La azora al-
ᵓanfāl fue una de las primeras en ser revelada, y la azora al-barāᵓa una de las últimas. Sus relatos son tan semejantes entre sí que yo
sospechaba que deberían ir unidas. Pero el Profeta murió sin decirnos si al-tawba formaba parte de al-ᵓanfal. Por eso las he yuxtapuesto
sin intercalar el bismillāhi-r-raḥmāni-r-raḥῑm. Además coloco a las dos juntas al lado de las siete azoras largas».
El Corán I Azora 9
308
Azora 9
AT-TAWBA
EL ARREPENTIMIENTO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Las aleyas 1-28 de esta azora contienen la regulación 7 La conversión del enemigo al Islam es una de las formas
definitiva de las relaciones entre la comunidad islámica, de «renunciar a su agresión» pero no la única y la alusión
establecida en Medina y en el resto del territorio de la Pe- a ella en esta aleya y en la 11 en modo alguno establece
nínsula Arábiga, y quienes todavía practicaban el culto pa- la alternativa «conversión o muerte», como pretenden
gano, tanto los que habían roto una alianza contraída con el ciertos críticos hostiles al Islam. Las aleyas 4 y 6 amplían
Profeta como los que habían firmado un tratado, temporal la explicación de la actitud que han de adoptar los fieles
o indefinido, y habían cumplido sus cláusulas. (Quṭb) frente a los no musulmanes que no se comportan hostil-
mente con ellos. Véase en este contexto también 60:8-9.
2 Véase también la aleya 4, que se refiere a los idólatras que (Asad)
cumplen los acuerdos pactados con los creyentes. (Asad)
8 Lit.: «déjale ser tu vecino»: expresión metafórica que
3 Estas palabras se refieren a los idólatras que habían trans- indica petición de protección y asilo y que se apoya en
gredido intencionadamente los tratados establecidos entre el antiguo uso árabe (confirmado expresamente por el
ellos y los musulmanes, y con ellas se declaran anuladas Islam) de honrar y proteger por todos los medios a los
las obligaciones contractuales de estos últimos. (Asad) vecinos. (Asad)
4 No existe acuerdo en las traducciones con respecto a 9 Se trata de una nueva confirmación del principio corá-
si «el gran día de la peregrinación» se refiere al día de nico «en materia de religión no cabe coacción» (2:256).
cArafāt o al día del rito del sacrificio. Es más correcto (Asad)
afirmar que se trata de este último. (Quṭb)
10 Las tribus no musulmanas que habían cumplido sus
5 Tras esta rescisión básica de todos los acuerdos contrac- compromisos eran los Banū Ḥamza y los Banū Kināna.
tuales con los idólatras, surge esta excepción con respec- Firmaron un pacto con los musulmanes en la Mezquita
to a los tratados establecidos por tiempo limitado. El Is- Sagrada y se atuvieron a él. Su fidelidad debía ser plena-
lam garantiza su fidelidad a quienes han cumplido con su mente recompensada, aunque hubieran traicionado a las
parte. No les daba un plazo de cuatro meses como a todos tribus vecinas. (Asad)
los demás, sino que cumplía con sus tratados hasta expi-
rar el tiempo para el que se habían establecido, teniendo 11 V. también aleya 4. El tratado al que aquí se alude es el
en cuenta, entre otras cosas, que no habían apoyado a los de Ḥudaybiyya, celebrado el año 6 de la hégira entre
enemigos de los musulmanes. (Quṭb) el Profeta y los coraixíes paganos, que constituyó (y
debería seguir constituyendo) un modelo de autocon-
6 En conexión con las aleyas anteriores, y con 2:190-194, trol y tolerancia, llamado a convertirse en pauta de
esta orden se refiere a un conflicto bélico ya existente con relaciones entre los creyentes y los paganos que no
quienes, infringiendo un tratado, han lanzado un ataque. mantienen con ellos una actitud de abierta hostilidad.
(Asad) (Asad)
El Corán I Azora 9
310
12 Después de introducir en la aleya 7 un inciso de excepcio- 20 La misericordia de Dios no tiene límite. El fin del conflicto
nes, se pasa ahora a la norma general a seguir con las tri- trae ciertamente paz para quienes se hallaban comprometi-
bus paganas y al comportamiento con estas. (Daryabādī) dos en la lucha por la justicia, pero posiblemente también
para quienes, de acuerdo con los designios de Dios, se
Los lazos de parentesco eran tan fuertes entre los árabes unen en el Islam a la hermandad de la paz. (Yūsuf ᶜAlī)
que se consideraban casi inquebrantables. Los árabes pa-
ganos no tenían, sin embargo, inconveniente en romper- 21 V. 2:155. (N. del T.)
los con sus familiares y parientes musulmanes, llegando
incluso a infringir los tratados establecidos con los mu- 22 V. también 3:142. (Asad)
sulmanes. (Yūsuf ᶜAlī)
23 La pregunta está dirigida a los musulmanes que dudaban en
13 V. también 2:41. (N. del T.) combatir contra las gentes de su misma tribu. (Daryabādī)
14 No solo eligen el error para ellos mismos sino que tratan 24 Es evidente que no pueden asumir la responsabilidad de
también de desviar a otros del recto camino. (Mawdūdī) tales lugares personas que asocian otros seres a la esencia
de Dios. También se menciona con el propósito de des-
15 V. aleya 8. (Daryabādī) poseer a los idólatras de su función de responsables de la
Sagrada Mezquita de La Meca para dársela en el futuro a
16 V. aleya 5. (Asad) quienes adoran al Dios Uno. (Mawdūdī)
17 Se refiere al tratado de Ḥudaybiyya, roto por los co- 25 Algunos comentaristas deducen de esta aleya que «quie-
raixíes paganos, lo que dio motivo a los musulmanes para nes asocian otros seres a Dios» no deben entrar en nin-
recuperar La Meca en el año 8 de la hégira. (Asad) guna mezquita. Pero esa conclusión en modo alguno
es sostenible ante el hecho de que el año 9 de la hégira
Cuando los idólatras rompen los juramentos que han —después de la revelación de esta aleya— el Profeta
hecho y ridiculizan el Islam, es preciso luchar contra mismo recibió en la mezquita de Medina a una delega-
ellos para que puedan redescubrir el buen camino. ción de los paganos de Banū Ṯaqīf. (Asad)
(Quṭb)
26 Sobre el azaque, véase 2:43. (N. del T.)
18 La expulsión de La Meca, que dio lugar a la emigración
(hégira) a Medina. (Asad) 27 Muchos comentaristas ven en esta aleya una alusión a la
pretendida superioridad de los paganos coraixíes, con an-
19 Dios os convierte en signo de su poder y en instrumento terioridad a la toma de La Meca por los musulmanes, por
de su voluntad. Véase Éxodo 23,31. (Daryabādī) su cargo de guardianes de la Sagrada Mezquita. (Asad)
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28 V. 2.218 y 4:97. (Asad) Ṭaqīf pudieron reunir solo 4.000 hombres, mientras que los
musulmanes contaban con más de 10.000. La batalla tuvo lugar
29 Se usa aquí el termino ŷihād. La ŷihād fundamentalmente con- en Ḥunayn. (Yūsuf ᶜAlī)
siste en dos cosas: 1) una fe sincera que se concentra en Dios
hasta el punto de anular todo interés terreno; 2) serios y cons- 36 Por primera vez en su historia, en Ḥunayn los musulmanes eran
tantes esfuerzos y actuaciones que incluyen —si es necesario— superiores a sus enemigos. Sin embargo, la vanguardia de los
la entrega de la propia vida y hacienda por la causa de Dios. musulmanes cayó en una trampa. Muchos cayeron muertos y
La simple lucha y utilización de la fuerza se hallan en abierto otros muchos emprendieron la huida. (Yūsuf ᶜAlī)
contraste con el verdadero espíritu de la ŷihād, mientras que
quizás puedan prestar la más preciosa contribución a la misma 37 V. también 48:26, 9:40, 48:4 y 48:18. (N. del T.)
la pluma del sabio, la voz del predicador o las aportaciones del
acaudalado. (Yūsuf ᶜAlī) 38 Se trata de la Caaba y por extensión, del territorio sagrado de La
Meca. (Asad) (Mawdūdī)
30 A quienes se entregan a la causa de Dios y se sacrifican por
ella se les promete como suprema recompensa, la presencia y 39 No obstante, el paganismo desapareció de Arabia y la corriente
cercanía de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) de peregrinos de todo el mundo hizo el resto. (Yūsuf ᶜAlī)
31 La lealtad a parientes y etnia —cuando estos prefieren la infide- 40 V. también 24:32-33 y 4:130, donde se habla especialmente
lidad a la fe— es, en efecto, una forma de idolatría incompati- de angustias existenciales relacionadas con la fundación de
ble con la fe. (Quṭb) una familia o con el divorcio, y Dios promete Su ayuda y pro-
tección. (N. del T.)
32 A los creyentes. (Daryabādī)
41 Se trata de un impuesto exigido a quienes, sin abrazar el Islam,
33 V. también 8:28. (N. del T.) querían vivir bajo la protección del Estado islámico. La canti-
dad exigida era variable y existían excepciones a favor de los
34 Hay aquí un principio general, ilustrado en el caso de los fieles pobres, las mujeres, los niños, los esclavos, los sacerdotes y
que siguieron la llamada del Enviado de Dios, abandonaron la los monjes. Puesto que el impuesto se exigía principalmente a
comodidad de sus casas de La Meca para emigrar a Medina y hombres adultos y sanos, se consideraba también como presta-
renunciaron a sus negocios y propiedades para trabajar y luchar ción substitutoria del servicio militar. (Yūsuf ᶜAlī)
por la causa de Dios, con frecuencia contra sus propios parientes y
compañeros de tribu que se oponían al Islam. Otros, por el contra- 42 De acuerdo con el principio básico de que todas las
rio, no estaban dispuestos a tal sacrificio, pero su negligencia no afirmaciones y todos los preceptos del Corán se complementan
fue capaz de detener la realización del plan de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) y, por tanto, no pueden entenderse correctamente sino como
partes integradas en un todo, también esta frase ha de entender-
35 Inmediatamente después de la toma de La Meca, el año 8 se en el marco del precepto coránico fundamental de que solo
de la hégira, los idólatras de las tribus de los Hawazim y los se permiten las guerras defensivas (véase 2:190-194). (Asad)
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43 Pocos saben en nuestros días que algunos judíos llama- 53 Se alude a los sacerdotes y escribas judíos y a los sacer-
ban a ᶜUzayr «Hijo de Dios». El hecho es que entre los dotes y monjes cristianos. (Daryabādī)
Libros Sagrados de los judíos existe uno con el nombre
de Esdras (en hebreo ᶜEzra). En él se dice que era un 54 Así lo ilustra la historia de la Europa medieval. Algunos
escriba versado en la Ley de Moisés. La circunstancia sacerdotes se enriquecían vendiendo indulgencias y dis-
de que el Corán mencione esta creencia prueba que era pensas y abusaban de su ministerio utilizándolo para con-
admitida y propagada al menos por algunos judíos, y más seguir poder. Los conventos, cuyos miembros profesaban
en concreto por los de Medina. (Quṭb) el voto de pobreza, adquirían tan amplias propiedades
que llegaron a resultar escandalosas para la sociedad de
44 Masīḥ significa literalmente «El Ungido». El Corán no su tiempo. (Yūsuf ᶜAlī)
cuestiona nunca este título, sino que se limita a rechazar
la doctrina de su divinidad, tanto en el sentido de Hijo de 55 Uno de los motivos de la Reforma de Martín Lutero fue
Dios como en el de Dios hecho hombre. (Daryabādī) el llamado «tráfico de indulgencias»: mediante un ade-
cuado donativo a la Iglesia para la construcción de la ba-
45 V. 5:78. (Yūsuf ᶜAlī) sílica de San Pedro en Roma, se compraba el perdón de
los pecados. A esa práctica alude el dicho: «Tan pronto
46 ͻaḥbār: doctores de la Ley. Véase también 5:47, donde como las monedas suenan en el cepillo, sale el alma hacia
son identificados con los rabinos. (Yūsuf ᶜAlī) el cielo». (N. del T.)
47 La vida monástica constituye una invención en la doctri- 56 Es como si el oro y la plata incandescentes contribuyeran
na cristiana, surgida por influjo de las palabras de Jesús a activar las llamas del infierno y como si nos marcaran
sobre la continencia y la renuncia al mundo. (Al-Manār) con fuego los costados (el vientre se considera sede de la
codicia) y la espalda (sede de la estabilidad y la fuerza)
48 Pues los consideran tan infalibles como el mismo Dios. para mostrar que la riqueza, que habría podido contribuir
De hecho, la Iglesia católica declara infalible al papa y, a nuestra estabilidad y fortaleza, se ha convertido, por
según el dogma, «fuera de la Iglesia no hay salvación». el abuso, en causa de inseguridad y debilidad. (Yūsuf
La Iglesia, asistida por el Espíritu Santo, no puede errar ᶜAlī)
en cuestiones de fe. (Daryabādī)
57 V. la alegoría paralela de 3:180, donde se trata de los su-
V. 3:64. (Asad) frimientos que esperan en la vida futura a los mezquinos
y avaros. (Asad)
49 V. aleya 30. (N. del T.)
58 Se trata así de poner fin a la caprichosa costumbre con la
50 V. 6:100. (Yūsuf ᶜAlī) que los árabes preislámicos elevaban el año a 13 o 14 me-
ses, alterando a capricho las fechas de las celebraciones
51 Este texto muestra que la genuina religión a que alude la religiosas. (Mawdūdī)
aleya 29 es el mensaje que Dios ha dado a su último Envia-
do. En términos generales por genuina religión se entiende 59 V. también 2:194. (Mawdūdī)
servir solo a Dios y cumplir sus mandamientos. Esta es la
base de todas las religiones que vienen de Dios. (Quṭb) 60 Con respecto a las circunstancias en las que se permite
a los musulmanes declarar la guerra a no musulmanes,
52 Véase también 48:28 y 61:9. Dīn no solo significa «re- véase la primera parte de esta azora, especialmente las
ligión», sino también sumisión. Por eso ha de referirse aleyas 12-13, y también 2:190-194, donde se exponen los
solo a Dios. (Quṭb) principios generales para los enfrentamientos armados.
(Asad)
V. también 3:19. (Asad)
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61 Los árabes tomaron de la religión de Abrahán e Ismael 66 Por un pueblo que cumpla la voluntad de Dios.
el uso de prohibir la lucha durante cuatro meses del año (Daryabādī)
lunar para garantizar la seguridad de la peregrinación y
de su lugar de destino. Pero con el tiempo se cambiaron 67 Es decir, el Profeta a ͻAbū Bakr. (Daryabādī)
las ceremonias de la peregrinación y también los meses
antes considerados santos. (Al-Manār) 68 Esta frase se refiere a ͻAbū Bakr, pues el Profeta se man-
tuvo sereno en todo instante. (Al-Manār)
Los cuatro meses de tregua inviolable son el séptimo, el
undécimo, el duodécimo y el primero del calendario lunar. V. 9:26. (Yūsuf ᶜAlī)
(Mullá)
69 Ibn ᶜAbbās decía: «La palabra de los idólatras es el po-
62 Una alusión a la forma arbitraria en que los árabes liteísmo, y la palabra de Dios es lā ͻilāha ͻillā-llāh (No
preislámicos intercalaban un mes en los años tercero, hay Dios sino Dios)». (Ibn Kaṯīr)
sexto y octavo en cada ciclo de ocho años. (Asad).
(Quṭb) 70 Para llegar a Tabūk, a 700 km de Medina, se necesitaban
catorce días de penosa marcha. (Asad)
63 La ley divina estableció el calendario lunar en vez del
solar para el cumplimiento de los deberes religiosos. Los 71 El Profeta queda liberado de toda responsabilidad moral
musulmanes obtienen así diversos beneficios espirituales, por su errónea —aunque humanamente comprensible—
entre ellos, habituarse a cumplir los preceptos de Dios aceptación de las peticiones de quienes querían excusar
en todas las estaciones del año y en toda clase de circuns- su participación en la expedición. (Asad)
tancias. (Mawdūdī)
72 Aquí se alude a los musulmanes que tenían motivo justi-
64 Hay un conocido aforismo que dice: «A quien se ayuda, ficado para quedarse en casa. (Daryabādī)
Dios le ayuda». La pereza y la apatía tienen funestas con-
secuencias. Dios no necesita al hombre, pero el hombre 73 La presente aleya puede también interpretarse en el si-
sí necesita a Dios. Cuando se le concede la gracia a un guiente sentido: Quienes creen en Dios y en el día del
pueblo y este se muestra indigno de ella, se pone en su Juicio no te habrían pedido que los dispensaras del com-
lugar a otro pueblo, como atestigua ampliamente la his- bate para así poner a salvo su vida y hacienda, sino que
toria. Podemos tomarlo como una especial advertencia a te habrían seguido valerosamente tan pronto como se lo
los pueblos musulmanes. (Yūsuf ᶜAlī) pidieras. (Al-Manār)
65 Ya en este mundo. (Daryabādī) 74 Véase al respecto aleya 36. (N. del T.)
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75 No debían tomar parte en el combate por la causa de Por eso, ni se exalta en el éxito ni se desanima cuando
Dios si no tenían recta intención y decidida voluntad. algo no le sale bien. Piensa que en definitiva éxito y fra-
(Mawdūdī) caso vienen de Dios y que también las pruebas vienen de
Él. Su esfuerzo no será ignorado por Dios. (Mawdūdī)
76 Así sucedió a la llegada del Profeta a Medina, y antes de
que Dios le hiciera prevalecer sobre sus enemigos. Ante 79 A quienes, en la confrontación entre el Islam y la ido-
la victoria de la verdad de Dios, no les quedó más reme- latría, no se decidieron, sino que esperaban a ver si el
dio que doblegarse. (Quṭb) Profeta volvía de su expedición a Tabūk victorioso o era
aniquilado por el poderoso ejército bizantino, se les dice
77 Fitna, como queda explicado en 8:25, puede significar aquí que ambos resultados serían necesariamente buenos
tanto prueba o tentación como perturbación, división y para los musulmanes. (Mawdūdī)
guerra civil. Los comentaristas suelen preferir el primero
de estos significados y explican que algunos hipócritas 80 Los hipócritas, que intrigaban en secreto contra el Islam,
solicitaron que se les dispensara de alistarse en la campa- hacían ocasionalmente ostentosas aportaciones a su cau-
ña militar de Tabūk, aduciendo que no podrían resistir los sa para guardar las apariencias. (Yūsuf ᶜAlī)
encantos de las mujeres sirias. (Yūsuf ᶜAlī)
81 V. también 2:264 y 4:38. (Asad)
78 V. también la aleya 129 de esta azora. (N. del T.)
82 V. 3:176-178. (Yūsuf ᶜAlī).
En este párrafo se establece una distinción entre el hombre
cuya orientación se centra en el mundo y el que la tiene 83 En este contexto conviene observar que la palabra árabe
puesta en Dios. Todo lo que hace el hombre orientado al munāfiq, que traducimos por «hipócritas» a falta de un
mundo lo hace por amor a sí mismo. Se enorgullece cuan- término mejor, se refiere tanto a los hipócritas conscien-
do se cumplen sus objetivos terrenos, y se hunde en la tes, que parten del supuesto de que engañan a sus seme-
depresión cuando fracasa en su intento. Por el contrario, jantes, como a quienes se engañan a sí mismos a causa
quien pone su meta en Dios, lo hace todo por agradarle, de su propia inseguridad. Véase a este respecto 29:11.
confía en Él en lugar de en los propios medios y fuerzas. (Asad)
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84 Los hipócritas de Medina se sentían preteridos en el re- que trata de expresar la idea de que Dios es el fin único
parto de donativos y acusaban al Profeta de realizarlo de toda actuación humana. El deber de los creyentes de
injustamente. (Mawdūdī) seguir las enseñanzas del Profeta solo se funda en que es
el encargado de transmitir a los hombres el mensaje de
85 V. aleya 58. (Asad) Dios. Véase al respecto 4:80 y 3:31. (Asad)
86 En este contexto hay que mencionar que el Profeta decla- 92 Aunque los hipócritas no creían en Muḥammad como
ró ilícito para sí mismo y para su familia recibir dinero de Enviado de Dios, estaban convencidos por su experiencia
estos fondos. Por tanto, no recibía compensación alguna de los últimos nueve años de que poseía poderes sobrena-
por su contribución a la tarea de recoger y distribuir las turales, con los que quizás podría descubrir y publicar sus
limosnas. (Mawdūdī) secretos pensamientos. (Mawdūdī)
87 Personas recién llegadas al Islam y que se hallan necesi- 93 Durante la expedición de Tabūk algunos hipócritas ha-
tadas de apoyo y ayuda económica. (Daryabādī) blaban del Profeta con desprecio. Pero, al pedirles expli-
caciones, le responden que no han hablado en absoluto de
Este dinero puede utilizarse también para ganar para la él y de sus compañeros, sino que se limitaban a pasar el
propia causa a personas implicadas en actividades anti tiempo en conversaciones banales. (Asad)
islámicas, o para contar con la ayuda de otras que perte-
necen al bando enemigo. (Mawdūdī) 94 V. aleya 64. (Asad)
88 Para comprar su libertad. (Daryabādī) 95 Esta frase expresa la enseñanza coránica de que, en el
Juicio Final, Dios tiene en cuenta todo lo que pasa por
89 En opinión de algunos juristas, la única excepción la el corazón de un pecador y no condena a todos los trans-
constituyen personas derrochadoras o que han contraído gresores por igual, sino que distingue cuándo alguien cae
deudas por su participación en actividades ilegales. Tales en el error por debilidad o por incapacidad para superar
personas solo pueden ser ayudadas si cambian de com- sus dudas, sin inclinación expresa al mal. Véase también
portamiento. (Mawdūdī) 4:98. (Asad)
90 Puesto que el Profeta escuchaba a todo el que le decía 96 Adviértase que esta aleya y las siguientes se refieren a los
abiertamente lo que pensaba, los hipócritas le reprocha- hipócritas conscientes, mencionados en la última frase de
ban su credulidad. (Mawdūdī) la aleya anterior, y no a los indecisos, cuya hipocresía
es consecuencia de su inseguridad interior y sus miedos.
91 Así se evidencia en la expresión: «que busquen su be- (Asad)
neplácito», una forma elíptica muy típica en el Corán,
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97 Están excluidos de la misericordia de Dios. (Quṭb) 101 Los mensajeros de Dios les advirtieron sobre las conse-
cuencias de su forma de vida y les mostraron el camino
«Execración» significa aquí y en otros pasajes la exclu- de la salvación. Pero persistieron en el camino emprendi-
sión de la gracia y misericordia divinas, que los incrédu- do, hasta que llegaron a su «fin inevitable». (Mawdūdī)
los se han merecido al rechazar a Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
102 Pues se habían conjurado para atentar contra la vida
Mientras que el castigo del fuego es corporal, este es un del Profeta a su vuelta de la expedición de Tabūk.
castigo del alma. (Al-Manār) (Daryabādī)
98 Ya disfrutaron de lo que les tocó en este mundo. 103 Los comentaristas clásicos consideran que el texto alude
(Daryabādī) a un atentado contra la vida del Profeta a su regreso de
Tabūk. Sin pretender cuestionar la validez de esa inter-
99 La historia de Noé se narra detalladamente en 7:59-64; pretación histórica, creo que esta alusión tiene un signi-
la de los aditas en 7:65-72; la de los tamudeos en ficado mucho más profundo: la imposibilidad existencial
7:73-79; la de Abrahán en diversos pasajes, especial- de alcanzar la paz interior sin el convencimiento de que
mente en 6:74-82; la de los madianitas en 7:85-93; la la vida del hombre tiene un sentido y un fin. Hallamos
de Lot y las ciudades aniquiladas, en 7:80-84. (Yūsuf una indicación indirecta en 96:5 (Asad)
ᶜAlī)
104 Tenemos aquí un ejemplo de la ingratitud que la aleya 74
100 Las ciudades de Sodoma y Gomorra, a cuyos habitantes reprocha a los hipócritas. Han roto el pacto con Dios que
intentó Lot, sin éxito, apartar de la inmoralidad. Véase los obligaba a ofrecer donativos cuando Dios les dotara
7:80-84. (Yūsuf ᶜAlī) de medios. (Mawdūdī)
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105 Donativos a favor de la causa de Dios. Véase también la 112 V. aleya 55. (Daryabādī)
aleya 58. (Asad)
113 Se repite aquí el contenido de la aleya 55.
106 Cuando hace falta apoyar económicamente la causa
de Dios, cada musulmán contribuye con lo que puede. V. también 3:178 y 8:28. (Asad)
Quien puede colaborar con cantidades importantes se
siente satisfecho de poderlas ofrecer por su propia ini- 114 Los ricos solicitan quedarse en casa. (Daryabādī)
ciativa, e incluso los pobres contribuyen con sus modes-
tas posibilidades o con el trabajo de sus manos. (Yūsuf 115 Con los imposibilitados para el combate. (Daryabādī)
ᶜAlī)
Es decir, con aquellos a los que no se les puede pedir que
107 En la vida futura. (Daryabādī) vayan a la guerra, como las mujeres y los niños, o bien
los imposibilitados por edad, enfermedad o invalidez.
108 Al parecer, el Profeta trataba de interceder por los des- (Asad)
carriados con la esperanza de que Dios los perdonara.
Pero el destino de esta gente ya estaba decidido por Dios. 116 V. 2:7 y 7:100-101. (Asad)
(Quṭb)
117 Nótese el paralelismo con la aleya 72 de esta azora.
109 En la expedición de Tabūk. (Daryabādī) (Yūsuf ᶜAlī)
110 La expedición de Tabūk debía emprenderse de inmediato 118 Ahora no se trata ya de los hipócritas de Medina, sino
y en medio del calor estival, pues la invasión de los bi- de los del desierto, y más en concreto de las tribus de
zantinos parecía ser inminente. Los musulmanes partie- los ͻAsad y los Gatafan los que querían liberarse de la
ron de Medina en el mes de septiembre u octubre según expedición de Tabūk. (Daryabādī)
el calendario solar. (Yūsuf ᶜAlī)
119 El mensaje de Muḥammad no podía afianzarse en Ara-
111 Con quienes no tienen más remedio que quedarse, como bia mientras no tuviera asegurado el apoyo de estos gue-
los niños, inválidos y ancianos. (Daryabādī) rreros nómadas y seminómadas que constituían la mayor
parte de la población de la península Arábiga. (Asad)
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120 Algunos de ellos, a pesar de su creencia islámica, se ha- gio. Quien deja pasar tal ocasión no sabe lo que pierde.
llaban indecisos a causa de las dificultades de la campaña (Yūsuf ᶜAlī)
y de la perspectiva de tener que enfrentarse con las ague-
rridas tropas del Imperio Bizantino. (Yūsuf ᶜAlī) 126 Pero sus temores eran infundados, pues a su vuelta de
Tabūk, el Profeta no quiso tomar medidas de castigo con-
121 En aquellos tiempos no existían aún fondos públicos, de tra quienes no habían participado en la expedición. (Asad)
modo que cada uno de los participantes en una campaña
bélica tenía que proveerse de armamento y cabalgadura 127 V. también 49:14. (N. del T.)
con sus propios recursos. (Asad)
Mostraban especial resistencia a las ideas de comprometer
122 Si, por lo demás, su fe y su actitud son sinceras. su vida y propiedades a favor de la causa de Dios de acuerdo
(Daryabādī) con las exigencias del Islam, pues estaban acostumbra-
dos a emprender campañas bélicas únicamente por moti-
123 Cuando no existen medios públicos a disposición, quien vos de botín. (Mawdūdī)
se ofrece voluntariamente a luchar por una causa ha de
procurárselos por sí mismo, y si no puede conseguirlos 128 Se trata aquí de las contribuciones regulares para fines
se ve obligado a quedarse en casa, por sincero que sea su sociales, que son una institución específica del Islam.
compromiso. (Yūsuf ᶜAlī) (Yūsuf ᶜAlī)
124 Véase también las aleyas 86-87. (Asad) 129 Estaban a la espera de que los idólatras y los judíos ven-
cieran a los musulmanes. Pero, al no suceder tal cosa,
125 Sacrificarse personalmente en defensa de la causa de deseaban la muerte del Profeta, persuadidos de que esta
Dios no es un simple deber, sino un verdadero privile- muerte supondría el fin del Islam. (Al-Manār)
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130 Se menciona en primer lugar a los muhāŷirūn, que aban- su Enviado y para el resto de los creyentes. Y finalmente,
donaron sus hogares en La Meca y emigraron a Medina, en el día del Juicio, el hombre volverá a Aquel que conoce
incluido el Profeta, que fue el último en alejarse del lugar lo oculto y lo manifiesto, que ve las intenciones interiores
del peligro. Vienen a continuación los ͻanṣār, los ciuda- lo mismo que ve el comportamiento exterior. (Quṭb)
danos de Medina que les recibieron y ayudaron y con-
tribuyeron al nacimiento de la nueva comunidad. A ellos 138 Se han enumerado tres clases de personas cuya fe, puesta
hay que añadir a todos los que siguen el ejemplo de sus a prueba por la expedición de Tabūk, no dio muestras de
buenas acciones: no solo los héroes de la primera etapa is- suficiente firmeza: 1) Los hipócritas pertinaces que, al ser
lámica y los hombres y mujeres normales que acompaña- descubiertos inventaron excusas para evitar el desprecio
ron al Profeta o le conocieron, sino también los hombres y son incorregibles (aleya 110); 2) quienes han cedido
y mujeres de todas las épocas que llevan una vida noble al mal, pero no son interiormente malos; reconocen su
y digna. Después de todos sus sacrificios y sufrimientos, equivocación, se convierten y son aceptados (aleyas 102-
pueden contar con el beneplácito divino. (Yūsuf ᶜAlī) 105); 3) los casos dudosos, sobre los que Dios decidirá
(aleya 106). En la aleya 107 se menciona un cuarto gru-
131 La ciudad se llamaba en sus orígenes Yaṯrib, pero des- po, que explicaremos a continuación. (Yūsuf ᶜAlī)
pués de la emigración de Muḥammad, recibió el nombre
de «la ciudad del Profeta». (Asad) 139 El texto alude a un cuarto grupo de personas inicuas. Se
trató de los hipócritas de la tribu de Banu Ǵanam que cons-
132 Aunque aquí se trata en primer término de los musulma- truyeron en Qubā una «mezquita de la oposición», con
nes indecisos que rehusaron participar en la expedición la intención secreta de sembrar la discordia entre los mu-
de Tabūk, el texto abarca, en un sentido amplio, a todos sulmanes. (Yūsuf ᶜAlī)
los que cometen errores, pero los reconocen espontánea-
mente y se arrepienten. (Asad) 140 Con anterioridad a la expedición a Tabūk, los hipócritas
invitaron al Profeta a orar en su mezquita a modo de con-
133 Véase aleya 58. Puesto que el jefe de un Estado o de una sagración de la misma. Pero Muḥammad puso la disculpa
comunidad había de reconocer como musulmán en sen- de su inminente viaje y les dijo que lo intentaría al regre-
tido coránico a todo el que diera el azaque, el Profeta so. Cuando ya estaba en el camino de vuelta a Medina,
se negaba a tomarlo de quienes mostraban un compor- antes de llegar a Qubā, el ángel Gabriel le trajo la reve-
tamiento hipócrita. Con todo, esta aleya lo autoriza (e lación de esta aleya y puso al descubierto sus intrigas.
indirectamente también a las autoridades islámicas de (Al-Manār)
todos los tiempos) a aceptarlo de quienes muestren su
arrepentimiento con sus palabras y obras. (Asad) 141 Un monje de los Ḫazraŷ, llamado ͻAbū cĀmir, que fue
uno de los cabecillas de la batalla de ͻUḥud y desempeñó
134 Aquí se acentúa que ningún hombre, ni siquiera el Profe- un importante papel en la organización del ejército que
ta, tiene poder para absolver a nadie de su culpa. (Asad) avanzó sobre Medina y ocasionó la «matanza del pozo».
En todas las confrontaciones bélicas siguientes intervino
135 Solo a Dios puede dirigirse el hombre para pedir perdón de incitando a los idólatras en contra del Islam. Cuando al
sus pecados y alcanzar su misericordia. El perdón depende fin comprendió que no había poder en Arabia capaz de
exclusivamente del arrepentimiento del pecador y de la contener la expansión islámica, abandonó la península y
omnímoda misericordia de Dios. (Daryabādī) advirtió al Emperador bizantino del «peligro de Medi-
na». Todas estas maquinaciones indujeron al Emperador
136 V. 6:73. (Asad) a iniciar los preparativos para la invasión de Arabia, lo
que dio lugar a la expedición de Tabūk. (Mawdūdī)
137 El camino islámico es un camino de profesión de la fe y de
obras que confirman la realidad de la fe. Por tanto, la pie- 142 A su regreso de Tabūk, Muḥammad mandó destruir esta
dra de toque que testifica que el arrepentimiento es verda- «mezquita de la oposición». ͻAbū cĀmir murió al poco
dero es la obra visible. Visible para todos, para Dios, para tiempo en Siria. (Asad)
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143 La mayoría de los comentaristas consideran que aquí se mación que enseña que es otro quien ha tenido que pagar
trata de la «Mezquita de la piedad» de Qubā. Pero, según por nuestros pecados. (9:112). (Yūsuf ᶜAlī)
algunas tradiciones, el Profeta habría dado también esa
denominación a la posterior mezquita de Medina. Puede, 147 Cuando Dios quiere alabar al verdadero creyente lo ca-
pues, suponerse razonablemente que tal denominación es lifica como alguien «que se convierte una y otra vez», y
aplicable a toda mezquita dedicada por sus constructores no como alguien «que nunca comete un error». Esta es la
al culto de Dios Uno. La aleya siguiente apoya también más excelsa obra que un ser humano es capaz de realizar.
esta opinión. (Asad) La conversión es mencionada aquí especialmente para
animar a quienes, después de abrazar el Islam, han caído
144 V. Deuteronomio 6,5 y Deuteronomio 30,6. (Mawdūdī) en diferentes pecados. (Mawdūdī)
145 V. Mateo 19,29, Mateo 5:10 y Mateo 10:39. (Mawdūdī) 148 Dios perdonó al Profeta y a sus compañeros las faltas in-
voluntarias cometidas en el contexto de la expedición de
146 Entregamos a Dios nuestras personas y bienes, y Dios Tabūk. Su error consistió en dispensar de la ŷihād a per-
nos concede la salvación, es decir, la liberación eterna sonas que estaban en condiciones de participar en ella.
de la servidumbre de este mundo. El Islam rechaza cual- (V. aleya 43)
quier otra teoría de la redención, especialmente la defor-
El Corán I Azora 9
332
149 Los comentaristas clásicos suponen que este último gru- tas que, al encontrarse mezclados con los musulmanes,
po lo formaban tres personas, Kacb Ibn Mālik, Marāra constituían un peligro para la comunidad. De ellos se ha-
Ibn Ar-Rabic y Hilāl Ibn ͻUmayya (todos ellos Compa- bla en la aleya 73, que da comienzo a toda esta cuestión.
ñeros del Profeta), que no participaron en la expedición, (Mawdūdī)
por lo que el Profeta y sus compañeros evitaron su com-
pañía hasta la revelación de esta aleya. (Asad) 152 Todos los años sucede algo que pone a prueba su afirma-
ción de que tienen fe. (Mawdūdī)
150 En la aleya 97 se critica a los beduinos por su ignoran-
cia en materia religiosa, lo que de algún modo motivó su 153 Ni tienen en cuenta tales acontecimientos ni creen que
hipocresía. Aquí se ofrece una posible solución al proble- merezca la pena dedicarles tiempo. (Daryabādī)
ma. No es necesario que todos los beduinos abandonen su
hogar para venir a instruirse a Medina. Basta con que ven- 154 Se hacen señas secretas para abandonar, sin llamar la
gan algunos de cada asentamiento, para luego transmitir atención, la reunión con el Profeta. (Daryabādī)
a su tribu los conocimientos adquiridos. Este mandato era
en aquellos momentos de suma importancia para el robus- 155 V. también 8:55. (Asad)
tecimiento de la comunidad islámica, pues la gente abra-
zaba en masa el Islam sin conocerlo a fondo. (Mawdūdī) 156 Un hombre como vosotros, no dotado de ningún tipo de
cualidades sobrenaturales, sino simplemente elegido por
151 Si leemos esta aleya en el contexto de los párrafos si- Dios para transmitiros Su mensaje. Véase también 50:2.
guientes, veremos claramente que se refiere a los hipócri- (Asad)
El Corán I Azora 10
335
Introducción a la Azora 10
YŪNUS
JONÁS
A través de toda esta azora se trata de confirmar los principios del monoteísmo y de condenar el
politeísmo. Se ofrecen además pruebas de la misión profética, de la resurrección y de la retribución,
refutando de paso las objeciones contra estas verdades. (Al-Manār) Desde el punto de vista cronológico,
se halla en estrecha conexión con las cinco azoras siguientes (11, 12, 13, 14 y 15). Todas ellas fueron
reveladas en la época tardía de La Meca, cuando estaba ya cerca el gran acontecimiento de la hégira. Pero
no tiene especial importancia su secuencia temporal.
Ateniéndonos ahora únicamente a la azora 10, constatamos que su tema central destaca que la maravillosa
creación de Dios no puede ser considerada como simple creación, ya acabada y cerrada, de cosas
materiales. Más maravilloso aún es que Dios se revele al hombre a través de mensajeros y escritos. Estos
mensajeros fueron rechazados y los escritos desmentidos hasta agotar el tiempo de conversión; pero
incluso este rechazo, cuando va seguido de conversión, no impide la actuación de la gracia y misericordia
divinas, como se muestra en el caso de Jonás y su pueblo, una actuación que supera cuanto la inteligencia
humana es capaz de comprender.
Resumen:
La maravillosa actuación que el espíritu divino realiza mediante el hombre en la revelación es considerada
por los hombres como magia. Sin embargo, podrían descubrir signos y mensajes de Dios en el Sol y la
Luna, y también en los cambiantes, a la vez que regulares, fenómenos de la naturaleza. De ellos debería
extraer el hombre no pocas enseñanzas con respecto a la fe y a la perseverancia. (Aleyas 1-20)
Todo lo bueno y lo bello que el hombre puede encontrar en su vida y su entorno procede de Dios. Pero
está ciego y no quiere comprender. (Aleyas 21-40)
De igual modo que todas las cosas y todos los seres proceden de Dios, a Él han de volver, y Él es la
eterna verdad. ¿Por qué se muestra el hombre desagradecido y se construye irreales fantasmas en lugar
de alegrarse de la buena nueva que Dios le envía? (Aleyas 41-70)
Dios se reveló a través de Noé, pero su pueblo le rechazó y, en castigo, fue aniquilado. Y también habló
por medio de Moisés a el Faraón, pero éste se mostró pertinaz y arrogante y, cuando recapacitó, ya era
demasiado tarde. (Aleyas 71-92)
La falta de fe precipita constantemente a los hombres en el abismo de la ruina. Con todo, el pueblo de
Jonás se convirtió, y Dios le salvó con su gracia. De igual modo salva a los creyentes. Cuando llega
la verdad de Dios, síguela y sé perseverante, pues Dios es el más justo de los Jueces. (Aleyas 93-109)
(Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 10
336
Azora 10
YŪNUS
JONÁS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
He aquí otras aleyas del infalible Corán.
1 Los árabes habían conocido a Muḥammad en otros mo- de Dios y que solo es posible restablecer la relación nor-
mentos y circunstancias, y cuando sus palabras transmi- mal a través de la mediación de Jesús, que se ha entrega-
tían tan poderoso mensaje —un mensaje lleno de una sabi- do a sí mismo como precio del rescate. (Daryabādī)
duría y fuerza que sobrepasa todas las capacidades huma-
nas, y más todavía de las de quien carece de formación— V. 2:255. (Asad)
sobrecogidos de admiración, solo eran capaces de atri-
buir el fenómeno a la hechicería y a la magia. No com- 6 Símbolo del severo castigo que espera a quienes se rebe-
prendían que la hechicería y la magia son meras proyec- lan contra Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
ciones de la fantasía, mientras que aquí se trataba de la
fiable y permanente verdad de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) 7 La Luna no tiene luz propia, sino que refleja la que re-
cibe del Sol. Por eso, dependiendo de su posición con
Esto enlaza con el final de la azora anterior, concreta- respecto a este último, cambia su apariencia de acuer-
mente con la frase: «Ya tenéis al Enviado. Es uno de los do con la superficie iluminada que nosotros percibimos.
vuestros» (9:128). (Asad) (Daryabādī)
2 V. 7:54. (Yūsuf ᶜAlī). 8 Tal orden, regularidad y exactitud, en los que no falla ni
un solo movimiento, en modo alguno pueden ser fruto de
3 Puesto que, según la concepción islámica, Dios trans- la mera casualidad o del paso del tiempo. Todo tiene un
ciende toda materia, su «Trono» no puede calificarse en sentido. Las pruebas que lo testifican son claras, firmes y
modo alguno como «Su lugar de residencia» o «su sede». eternas. (Quṭb)
Es más bien símbolo de autoridad, gloria, majestad y san-
tidad. (Daryabādī) V. 3:191. (Yūsuf ᶜAlī)
12 Mientras que los anteriores argumentos en favor de una siempre amenazando con la ira de Dios, pero, ¿por qué
vida más allá de la muerte se apoyaban en reflexiones ra- se hace esperar?» (Mawdūdī)
cionales, el que ahora nos ocupa se apoya en la experien-
cia. Lo que aquí solo se insinúa encuentra ulterior desa- 15 Quienes no esperan en el futuro ninguna clase de bienes
rrollo en otros pasajes del Corán. Ni los individuos ni los espirituales solo se preocupan por las ventajas tempora-
grupos humanos pueden adoptar una actitud correcta ante les. En su ceguera, desafían al Profeta a que haga venir
la vida si no han asumido la enseñanza de su responsabi- de inmediato el castigo sobre ellos (v. también 8:32), re-
lidad frente a Dios. Así lo atestigua ampliamente la expe- tando así a Dios, en quien no creen. Si Dios les toma por
riencia. Sin embargo, parecen existir personas que recha- la palabra, no tendrían ya más posibilidades. Su destino
zan la fe en una vida después de la muerte y fundan su estaría sellado. Pero ni siquiera sacan provecho del plazo
moral filosófica en el ateísmo o el materialismo, y al mis- que se les concede. Véase también 2:15. (Yūsuf ᶜAlī)
mo tiempo practican altas normas éticas y se distancian
del mal. La fuerza impulsora del utilitarismo es sin duda De acuerdo con la ley de su misericordia (v. 6:12), Dios
muy limitada, pues no es capaz de suscitar en el hombre no castiga sin tener en cuenta las circunstancias de los
algo más que una simple idea de utilidad. Quien sostenga malhechores y sin concederles tiempo para su conver-
tal teoría, solo considerará algo como virtud mientras sea sión. (Asad)
útil para él mismo, para su familia, su sociedad y otros in-
tereses concretos; pero dejará de serlo tan pronto como se 16 V. aleya 7, relacionada con esta. (Asad)
persuada de que perjudica sus objetivos inmediatos. Por
eso, el utilitarismo no cree en valores éticos absolutos. 17 V. 2:15. (Daryabādī)
13 Esta aleya contiene una clara afirmación de que la entra- 18 El Corán utiliza con frecuencia estas tres expresiones
da en el Paraíso depende de la verdadera fe junto con las metafóricas para designar las diversas situaciones en que
buenas obras. De hecho, la fe siempre va acompañada puede encontrarse un hombre. V. también aleyas 22-23,
por buenas obras, salvo el caso de quienes mueren inme- así como 6:40-41. (Asad)
diatamente después de recibir la fe, y por tanto sin tiempo
para practicarlas. (Al-Manār) 19 V. 6:131-132. (Asad)
14 Para entender adecuadamente lo que sigue es preciso ex- 20 El hombre ha de comprender que es un simple sucesor,
plicar su contexto histórico: Poco antes de la revelación en un reino heredado de generaciones precedentes, y que
de estas aleyas concluían en La Meca varios años de una también desparecerá cuando le llegue la hora. Sus días
hambruna que tenía acobardados a los arrogantes co- en la tierra están contados, y constituyen una prueba para
raixíes. Aquel infortunio había frenado la idolatría y movi- sus propias acciones, de las que tendrá que dar cuenta.
do a los hombres, en su desvalimiento, a invocar la ayuda (Quṭb)
de Dios, hasta el punto de que el mismo ͻAbū Sufyān se
vio obligado a suplicar al Profeta que pidiera a Dios el fin 21 Como vosotros le atribuís al Profeta. (Daryabādī)
de este azote. Pero, tan pronto como cesó la hambruna, los
enemigos del Islam reanudaron su comportamiento hostil 22 Si estas revelaciones no vinieran de Dios, y fuera yo
a los musulmanes. Se aborda también, al mismo tiempo, quien las ha inventado haciéndolas pasar como revela-
que los idólatras solían plantear al Profeta cuando les ciones divinas, entonces yo sería el mayor de los crimi-
advertía las consecuencias de su conducta: «Nos estás nales. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 10
340
23 Interceden por nosotros ante Dios, aunque no son dioses. la plegaria del Profeta, siguieron acusándole de usurpa-
(Daryabādī) ción de ministerio profético. (Daryabādī)
24 Creer en una mediación ante Dios no autorizada se equi- Este mismo fue el comportamiento del pueblo de Faraón
para aquí a negar la omnisciencia divina, que conoce de en tiempos de Moisés. Cada vez que se abatía sobre ellos
antemano todas las circunstancias del pecador y todos una plaga, prometían comportarse con justicia en el futu-
sus crímenes. (Asad) ro. Pero, tan pronto como experimentaban la misericor-
dia de Dios, interpretaban falsamente los signos divinos
25 V. 2:213. La humanidad ha sido creada como un todo único, y los tergiversaban. (Quṭb)
y el mensaje que Dios le envía es también único en lo esen-
cial, es el mensaje de la unidad y la verdad. (Yūsuf ᶜAlī) 31 En este punto, el relato pasa abruptamente de la forma direc-
ta «vosotros» a la tercera persona del plural («ellos»): una
26 V. también 6:115; 9:40 y 9:171. (Yūsuf ᶜAlī) construcción que muestra claramente el carácter alegórico
del pasaje que sigue, dándole la dimensión de una enseñanza
27 El hecho de que la «realidad» escape a los sentidos pone de valor general. (Asad)
a prueba al hombre para que la descubra con su razón,
inteligencia, conciencia e intuición. Existe hasta nues- 32 V. aleya 12, que halla en esta una ulterior explicación.
tros mismos días gran confusión sobre el origen de las (Asad)
diversas religiones, cada una de las cuales pretende ser la
única verdadera. No se verá cumplido el deseo humano 33 Destruido por la tempestad, la helada o cualquier otra
de que sea Dios mismo quien manifieste y explicite la cosa semejante. (Daryabādī)
verdad de modo que podamos atenernos a ella en esta
vida, pues el hombre ha de decidir personalmente, guiado 34 La parábola es una advertencia para quienes, obcecados
por su razón e inteligencia. La vida terrena constituye a con su aparente «éxito» en esta vida terrenal, descuidan
este respecto una prueba. (Mawdūdī) totalmente la vida futura.
28 Se responde así no solo a la pregunta de por qué Son comparados con los terratenientes que parten del fal-
Muḥammad no ha hecho «milagros» ante ellos, sino so supuesto de que está en sus manos llevar a buen térmi-
también al motivo por el que Dios le eligió como profeta. no el crecimiento y la maduración de las plantaciones. Se
Véase en este contexto 2:105 y 3:73-74. (Asad) muestran tan seguros como si ya tuvieran la cosecha en
sus graneros, sin tener para nada en cuenta la decisión de
29 Es decir: «Si no queréis creer hasta haber visto con vues- Dios, que puede aniquilar en un momento todas sus es-
tros propios ojos lo que deseáis, esperad el juicio de Dios peranzas. De igual modo, quien descuida su preparación
sobre vosotros y sobre mí». (Ibn Kaṯīr) para la vida futura, habrá de constatar, mal que le pese,
que todo cuanto ha hecho para disfrutar de este mundo
30 Los habitantes de La Meca habían sufrido una larga ham- era para la vida futura como una cosecha súbitamente
bruna. Pero, apenas les liberó Dios del castigo, gracias a arruinada. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 10
342
35 V. también 5:18. Evidentemente, la expresión «Morada los que permiten al hombre perfeccionarse y adquirir un
de la paz» no es solamente un estado de ilimitada feli- conocimiento fundamental. (Al-Manār)
cidad en la vida futura, sino también el estado espiritual
que poseen en este mundo los verdaderos creyentes: un 43 V. 3:27, 6:95 y 30:19. (Yūsuf ᶜAlī).
estado de seguridad interior, de paz con Dios, con el en-
torno y consigo mismos. (Asad) 44 V. 2:7 y 8:55. (Asad)
37 V. también 41:50. (Asad) En sentido amplio, ser trata del proceso cíclico, estable-
cido por Dios, de nacimiento, muerte y regeneración, ob-
38 La falta de luz que caracteriza a la noche expresa aquí servable en toda la naturaleza viva. (Asad)
metafóricamente la ausencia de alegría y felicidad. La
«densa tiniebla nocturna» añade además una dimensión 46 V. 5:75. (Asad)
de intensidad. (Yūsuf ᶜAlī)
47 Revelando un Libro, mandando un Enviado, dando un
39 Lit.: «vosotros y vuestros asociados». Véase también sistema o ley inmutable que amoneste a los hombres y los
6:22. (Asad) conduzca a la verdad, llamando la atención hacia los signos
presentes en la creación y en uno mismo, despertando los co-
40 Quienes han atribuido naturaleza divina a otros seres dis- razones dormidos y, finalmente, poniendo en movimiento
tintos de Dios serán separados de los objetos de su anti- las facultades espirituales inactivas. (Quṭb)
guo culto. Esta imagen trata de ilustrar a los primeros la
idea de que nunca ha existido un vínculo existencial entre 48 Puesto que la idea de «encontrarse en el recto camino» no
ellos y los objetos de su devoción. Véase también 6:24; puede aplicarse a ídolos o estatuas inertes, se trata aquí
10:30; 11:21; 16:87 y 28:75. (Asad) evidentemente de personas —vivas o difuntas— a las que
se atribuye indebidamente una «participación en la divi-
41 El Corán aclara así que los profetas y virtuosos que, una nidad de Dios», es decir, de santos, profetas o ángeles a
vez muertos, han sido divinizados por sus seguidores, no quienes el pueblo atribuye propiedades divinas, llegando
pueden ser declarados culpables (v. 5:116-117). Incluso incluso hasta considerarles como manifestaciones o en-
los objetos inanimados que ellos adoraban negarán sim- carnaciones de Dios en la tierra. La guía divina se expresa
bólicamente toda relación con sus adoradores. (Asad) ante todo en la capacidad del pensamiento racional y de
la intuición humana, de las que Dios ha dotado al hombre
42 Dios señala especialmente estos dos sentidos porque son para posibilitarle el cumplimiento de Sus leyes. (Asad)
El Corán I Azora 10
344
49 La gente de la que se habla aquí (y también en la ale- Y lo que vosotros hacéis responde a vuestras mentiras y
ya 53) son los agnósticos, indecisos entre la verdad y la vuestra idolatría, es decir, a propagar el mal y a cometer
mentira. Algunos de los más destacados juristas islámicos injusticias. (Al-Manār)
—particularmente Ibn Hazm— fundan en esta aleya su
rechazo del argumento de analogía como medio de de- 58 Cuando se rechaza a un siervo de Dios y se le acusa de
ducción de leyes religiosas que, aunque no se hallen ex- insinceridad, no por eso va este a abandonar su deber,
plícitamente en el Corán, pueden hallarse implícitas en sino que continúa anunciando su mensaje. Quizás po-
el mismo o en las enseñanzas del Profeta. Véase también dría responder a quienes le acusan: «Ocupaos de vues-
5:104-105. (Asad) tros propios asuntos. Si vuestro reproche es justificado,
ya responderé ante Dios. Pero si me limito a cumplir mi
50 A causa de su incomparable doctrina y belleza de expre- deber y a realizar mi misión, vuestro rechazo no me hace
sión. (Daryabādī) responsable de vuestra maldad; vosotros mismos tendréis
que responder ante Dios». (Yūsuf ᶜAlī)
51 Este párrafo encierra un doble significado: 1) La sabi-
duría que contiene el Corán excluye toda posibilidad de 59 Esta clase de gente que oye lo que se les dice pero no es
que este Libro haya podido ser concebido por un hombre. capaz de entenderlo ha sido siempre numerosa en todas
2) El mensaje coránico está destinado a confirmar y ex- partes. (Quṭb)
plicar las verdades eternas transmitidas a los hombres a
través de una larga serie de misiones proféticas: verdades 60 V. 6:25, 36 y 39 con sus notas correspondientes. Los hi-
corrompidas posteriormente por falsas interpretaciones, pócritas van a ver y escuchar a grandes maestros, pero de
voluntarias omisiones e interpolaciones, o por pérdidas, nada les sirve, pues no buscan sinceramente la verdad.
parciales o totales, del texto original. (Asad) Son como ciegos, sordos o mentecatos. No se les puede
guiar porque no se dejan guiar. (Yūsuf ᶜAlī)
52 V. 2:23. (Yūsuf ᶜAlī)
61 Esta aleya y la siguiente se dirigen al Profeta para que
53 Pedid ayuda a vuestros mejores poetas. (Daryabādī) reprenda a quienes no prestan atención alguna al men-
saje de Dios. Solo escuchaban el sonido de las palabras,
Es un error generalizado considerar el reto de concebir un pero no se preocupaban por entender el significado de las
libro como el Corán, o incluso una sola azora, únicamente mismas. El prejuicio que tenían contra él no les dejaba
en relación con su singularidad literaria. Tal error ha sur- aceptar nada de lo que decía, por razonable que fuera.
gido naturalmente de la forma en que se ha argumentado Estaban tan preocupados en satisfacer sus deseos que no
para demostrar el carácter milagroso del Corán. Es en sí mostraban el menor interés en descubrir si su comporta-
mismo un libro incomparable, con independencia de su miento era justo o injusto. (Mawdūdī)
depurado estilo literario. Aunque también en este aspecto
es incomparable, el verdadero fundamento de esta preten- 62 El Profeta nada puede hacer por estas personas. Sus sen-
sión y este reto es su temática y su doctrina. (Mawdūdī) tidos y sentimientos han perdido toda relación con el co-
nocimiento. Se han vuelto inútiles. Solo Dios, y no el
54 Se trata de las naciones desobedientes de épocas pasadas, Profeta, puede hacer que recuperan la visión y el oído.
que han sido aniquiladas por completo. (Daryabādī) Pero, puesto que son ellos mismos quienes han inutiliza-
do los dones que Dios les dio para guiarlos a la verdad,
55 Quienes no creen en el Corán son calificados aquí como ya no merecen, de acuerdo con la ley divina, que les sea
corruptores, pues su negativa no se apoya en motivos concedido de nuevo tal posibilidad. (Quṭb)
convincentes, sino en egoísmo y prejuicios, y alejan a
otros de la fe. Pero Dios los conoce bien, pues todo lo Quien permanece intelectual y anímicamente insensible
sabe. No pueden engañar a Dios diciendo que rechazan ante lo que ve es como si realmente fuera ciego. (Al-
el Corán con la mejor de las intenciones. (Mawdūdī) Manār)
56 Son corruptores quienes se niegan a creer. No hay mayor 63 Estas últimas aleyas tratan de consolar la Profeta por el
corrupción en la tierra que alejar a los hombres de la fe y rechazo de la verdad que él les mostraba. Dios confirma
del servicio exclusivo a su Señor. (Quṭb) que tal cosa no se debe ni a negligencia por parte del Pro-
feta ni, menos aún, a inadecuación de la verdad misma,
57 Lo que yo hago responde a mi misión de transmitir el sino únicamente a la sordera y ceguera de aquella gente.
mensaje de Dios, amonestar, predecir y conducir al bien. (Quṭb)
El Corán I Azora 10
346
64 Les parecerá. (Daryabādī) Y cerraremos cuentas con ellos cuando llegue la segunda
parte del castigo. La frase también podría significar que
65 Desde la perspectiva de la eternidad, nuestra vida terrena en ambos casos, tanto en vida del Profeta como después
parece solo una minúscula parte de un día. Lo mismo de su muerte, el destino de esta gente solo estará en ma-
acontece con el lapso de tiempo que media entre nuestra nos de Dios. (Al-Manār)
muerte y la comparecencia en el Juicio. (Yūsuf ᶜAlī)
71 Aquí se asegura al Profeta que los malos no tienen nin-
Entonces verán la insensatez que han cometido al arries- gún motivo para alegrarse por el mero hecho de que se
gar la vida eterna por los caducos placeres terrenos. les conceda un plazo o de que incluso logren imponerse
(Mawdūdī) durante algún tiempo. Y los justos no han de desanima-
se, pues las promesas de Dios son ciertas y se cumplen.
V. también 6:94, donde se describe a la luz del Juicio la Con todo, es posible que en esta vida la justicia solo se
situación de quienes han negado la verdad: «Compare- restablezca parcialmente. La retribución definitiva tendrá
céis ante Nosotros desnudos y sin nada, como cuando os lugar el día del Juicio. (Yūsuf ᶜAlī)
hemos creado», y se añade que se han roto todos los lazos
entre ellos (y su vida terrena). (Asad) Esta azora va dirigida, en su sentido amplio, a todos los
creyentes que pueden sentirse perplejos ante el hecho
66 Les parecerá que su permanencia en la tierra ha durado de que el sufrimiento de por vida es con frecuencia la
justamente el tiempo de conocerse. (Al-Manār) suerte de los justos, mientras que muchos malhechores y
negadores de la verdad parecen gozar tranquilamente de
67 En su vida terrena no quisieron dejarse guiar. (Daryabādī) la vida. El Corán resuelve este aparente conflicto acla-
rando que la vida de este mundo es como un instante en
Se olvidaron de que un día habrían de rendir cuentas a comparación con la vida futura, y que solo entonces se
Dios. (Mawdūdī) verá cuál es el destino del hombre. Véase también 3:185.
(Asad)
68 Lit.: «algo de lo que les prometimos» o «con lo que les
amenazamos», es decir, la inevitable retribución que con Dios es testigo de lo que han estado haciendo, pero no
frecuencia acontece ya en este mundo. (Asad) solo después de la muerte del Profeta, sino en todo tiem-
po. El contexto de esta afirmación es que los negadores
69 Antes de que suceda esto. (Daryabādī) de la verdad estaban esperando la muerte de Muḥammad
para quedar al fin tranquilos. Dios les advierte que, en
70 Al fin siempre brillará la verdad, y todos verán claramen- cualquier caso, el castigo los alcanzará de modo inevita-
te cuáles son las consecuencias de las malas acciones. ble. (Al-Manār)
(Daryabādī)
El Corán I Azora 10
347
72 La palabra ͻumma no solo significa «comunidad» o «na- suficiente conciencia de la distinción entre le bien y el
ción», sino que aquí incluye también todos los pueblos y mal. (V. 6:131-132). (Asad)
generaciones a los que se dirige el mensaje de un envia-
do de Dios, aunque este no se encuentre ya entre ellos. 75 Se trata de desafiar al Profeta a que haga descender el
Mientras sus enseñanzas conserven toda su pureza y sean castigo. Lo mismo hicieron los pueblos anteriores que
accesibles a todos, ese colectivo puede calificarse como rechazaron a sus mensajeros. (Quṭb)
su ͻumma. (Mawdūdī)
76 V. 7:188. (Yūsuf ᶜAlī)
73 Cada pueblo, generación y nación tienen su mensaje y su
mensajero: de una u otra forma, Dios se les ha revelado. 77 «Nunca he dicho que voy a someteros a juicio e impone-
Tanto si este mensaje ha sido ignorado o rechazado como ros castigos, y tampoco estoy en condiciones de predecir
si ha sido profanado o corrompido, llegará el día del Jui- cuándo se cumplirá lo que Dios ha anunciado, pues, de
cio en el que quedará plenamente restablecida la justicia igual modo que es Él quien lo ha anunciado, será también
y saldrá a la luz toda la verdad. Ya pueden burlarse los Él quien lo cumpla». (Mawdūdī)
incrédulos preguntando: «Si esto es así, ¿cuándo llegará
ese día?». El Enviado les responderá: «Llegará a su tiem- 78 Aquí se repite la misma expresión que en 7:34, pero su
po, y nadie puede retrasarlo ni adelantarlo. Si pensáis significado varía de acuerdo con el contexto. En este pa-
que voy a traer castigos sobre vosotros porque me habéis saje se da respuesta a las burlas con las que los incrédu-
maltratado, sabed que esto está únicamente en manos de los trataban de desafiar al Profeta, mientras que 7:34 se
Dios. Él hará resplandecer totalmente la justicia. Incluso refiere al castigo por el comportamiento injusto en gene-
en lo que a mí respecta, todo el bien o mal que pueda ral: La injusticia no siempre será castigada de inmediato,
acontecerme depende del poder de Dios». (Yūsuf ᶜAlī) sino que a cada pueblo y a cada generación se le concede
una oportunidad. Solo una vez pasado el plazo tiene lugar
74 Esta aleya subraya dos cosas: 1) la continuidad de la re- el ajuste definitivo. (Yūsuf ᶜAlī)
velación religiosa a través de la historia de la humanidad,
junto con el hecho de que, a largo plazo, ningún pueblo 79 Este plazo, que se apoya en una justa decisión de Dios,
o cultura han sido privados de la luz profética; 2) la en- puede durar siglos. Pero, una vez concluido, Dios pro-
señanza de que Dios nunca castiga a una comunidad por nuncia su sentencia. Tampoco este momento puede ade-
su injusticia mientras sus miembros no han adquirido aún lantarse ni retrasarse. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 10
348
80 Las burlas de los incrédulos se convierten en pánico opinan muchos comentaristas que ͻasarra debe expresar
cuando Dios descarga contra ellos su ira. Esto puede aquí lo contrario de su normal significado, es decir, «ma-
acontecer súbitamente, de día o por la noche, cuando me- nifestarán su pesar». Pero, puesto que existen razones
nos se espera. Entonces ya no tienen ganas de que «se lingüísticas en contra, piensa Zamaḫšarī que la frase ha
acelere el castigo». (Yūsuf ᶜAlī) de entenderse en el sentido de que ocultan involunta-
riamente su pesar, pues son incapaces de manifestarlo.
81 El castigo de Dios es terrible, y debería mover a los hom- (Asad)
bres a evitarlo en vez de pedir que se acelere. Se acentúa
así la enormidad de semejante petición. (Asad) El pánico del momento queda impreso en sus rostros y,
aunque los sobrecoge el arrepentimiento y el pesar, sus
82 Cuando la amenaza ha dejado ya de ser advertencia para labios no articulan un solo sonido. (Quṭb)
convertirse en realidad, y cuando ya de nada sirve creer.
(Daryabādī) 92 Con la partícula ͻalā («en verdad», «escuchad», «sa-
bed») se anuncia en tono amenazador el poder de Dios
83 Por coacción. (Al-Manār) sobre cielo y tierra. Quien ostenta tal poder, tiene fuerza
bastante para realizar lo anunciado. Nada será capaz de
Es decir, cuando es demasiado tarde. (Asad) oponerse a Él e impedirlo. (Quṭb)
84 ¡Lo queríais acelerar con vuestras desafiantes burlas! 93 Lo dudan y lo niegan precisamente porque son ignoran-
(Daryabādī) tes. (Quṭb)
85 Se trata de la sentencia definitiva que ellos mismos han 94 Quien dispone de la vida y la muerte, tiene también el
buscado. Aquí se analiza y pone al descubierto la psi- poder de resucitar al hombre y llamarlo a rendir cuentas.
cología de los descreídos. La argumentación comienza (Quṭb)
en la aleya 47 y concluye en la 53. Parte de la constata-
ción general de que cada comunidad ha sido advertida y 95 V. 11:123: «todo cuanto existe vuelve a Él». (Asad)
amonestada por un profeta. Este será un testigo decisi-
vo el día del Juicio, cuando se falle la cuestión con toda 96 Los corazones de quienes obran mal constantemente pa-
justicia. Luego sigue un diálogo. Los incrédulos exigen decen una enfermedad que acaba por causarles la muerte
en son de burla que se les adelante el castigo, y se les espiritual. En su misericordia, Dios les muestra su vo-
responde que ya llegará a su debido tiempo. Se invita a luntad para guiarlos en la vida y curar su enfermedad del
los creyentes a que esperen y contemplen la reacción de espíritu. Cuando crean mostrará el remedio su eficacia:
los injustos cuando les sorprenda súbitamente el castigo. serán guiados y conducidos por Dios y recibirán su per-
¿Acaso no les parece todavía bastante rápido? Cuando dón y su gracia. (Yūsuf ᶜAlī)
realmente les sobrevenga, su pánico será indescriptible,
y apenas podrán dar crédito a sus ojos. (Yūsuf ᶜAlī) Esta admirable doctrina os ha sido comunicada por Dios
en el Libro sobre el que tanto dudabais. Ha venido para
86 O bien: «¿Se os ha retribuido con algo distinto de lo que devolver la vida a vuestros corazones y curaros de todas
habéis merecido?» (Asad) las falsas ideas, dudas, desviaciones y temores que os
aquejaban. (Quṭb)
87 «Ellos», los incrédulos que, en su agnosticismo, se mos-
traban dubitativos y —como se indica en la aleya 36— 97 Y, por extensión, toda la humanidad. (Daryabādī)
solo se guiaban por conjeturas. (Asad)
98 Los fieles han de alegrarse de esta bondad y misericordia
88 El objeto de su pregunta es la resurrección y el día del que Dios regala a sus siervos. De eso es de lo que tienen
Juicio. (Ibn Kaṯīr) que alegrarse, y no del dinero ni de los gozos pasajeros
de este mundo. Esta es la suprema alegría, pues libera el
Y siento tal respeto por su divinidad que nunca podría alma de la codicia y orienta la mirada a los fines superio-
jurar falsamente en Su Nombre. Solo juro en Su Nombre res. (Quṭb)
con seriedad y convicción. (Quṭb)
99 Si es sobreabundante la bondad de Dios para con todas
89 En este caso, por haber calumniado al Profeta y rechaza- sus criaturas, mayor aún es la que muestra a quienes tie-
do el mensaje del Corán. (Asad) nen fe. De igual modo, su misericordia todo lo abarca,
pero se manifiesta muy especialmente con los creyentes.
90 V. 3:91. (Asad) (Al-Manār)
91 Ante las numerosas afirmaciones del Corán en el sentido El Islam es una religión de altos ideales, pero muestra
de que el día del Juicio los malvados no solo no oculta- al mismo tiempo el camino práctico para alcanzarlos.
rán su pesar, sino que lo manifestarán de modo especial, (Daryabādī)
El Corán I Azora 10
350
100 La palabra «cuidado», «recurso» o «sustento» puede Siendo el hombre criatura de Dios, ¿cómo va a dictar
entenderse tanto en sentido literal como en sentido figu- disposiciones para sí mismo en contra de los preceptos
rado. En sentido literal, ¡cuántas cosas buenas y bellas divinos? ¿Qué pensar de un siervo que se arroga el dere-
ha puesto Dios a nuestra disposición en la tierra, el mar cho de decidir sobre las cosas que le han sido confiadas,
y el aire, en el reino vegetal, animal y mineral! Gente sin consultar con su señor, por no hablar del siervo que
de mentalidad estrecha ha inventado rebuscados impedi- ni siquiera reconoce que tiene un señor, y que las cosas
mentos para su utilización. En sentido figurado, ¡de cuán que le han sido confiadas no le pertenecen a él, sino a su
maravillosas áreas de conocimiento y superación espiri- señor? (Mawdūdī)
tual disponemos en nuestra vida individual y colectiva!
¿Y quién está autorizado para decirnos que unas son líci- 102 La pregunta interpela a quienes se arrogan el derecho a
tas, mientras que otras son ilícitas? No se pueden atribuir disponer autónomamente sobre los que su Señor les ha
a Dios restricciones arbitrarias ni andar buscando impe- confiado. De este modo, se han puesto en una penosa si-
dimentos pseudorreligiosos contra su uso. (Yūsuf ᶜAlī) tuación. Muy distinto sería el caso si su comportamiento
hubiera contado con la autorización de su Señor. No sien-
Se empalma aquí con la afirmación de la aleya 67, en do así, se les puede achacar un doble delito: rebelión y
el sentido de que el Corán constituye una perfecta guía fraude. (Mawdūdī)
y orientación para que le hombre se comporte correcta-
mente y se realice espiritualmente en esta vida y consiga 103 Quienes establecen falsas doctrinas religiosas o inven-
la felicidad en la vida futura. El término rizq («sustento», tan falsos dioses y cultos, ¿tienen realmente conciencia
véase 2:3) designa exclusivamente a medios positivos y del día del Juicio, en el que se les pedirán cuentas y ha-
saludables, y nunca a cosas o realidades moralmente re- brán de responder de su comportamiento? (Yūsuf ᶜAlī)
probables y perjudiciales para el bienestar individual o
social. (Asad) 104 Él no castiga de inmediato, sino que concede un plazo
para la reflexión y la conversión. (Daryabādī)
101 Esta aleya se posiciona explícitamente contra las prohi-
biciones arbitrarias establecidas por los hombres o «de- 105 Desdichadamente son muchos los siervos desagradeci-
rivadas» artificiosamente del Corán o de la Sunna. En su dos por los dones de su Señor: Él les instruye sobre el
sentido amplio, se refiere a quienes no quieren dejarse modo de vivir en Su casa, de comportarse con Sus cosas
guiar por la revelación, y prefieren seguir sus propias y de alcanzar Su beneplácito. (Mawdūdī)
conjeturas (v. aleya 36). (Asad)
Dios es bondadoso, compasivo y magnánimo en toda cla-
El reconocimiento de que Dios es nuestro Creador y se de dones, tanto materiales como espirituales. Pero los
Conservador nos obliga a reconocer igualmente que solo hombres no parecen entenderlo. Son tan desagradecidos
Él es nuestro Señor, al que hemos de servir y al que co- que se olvidan de su Benefactor y rinden culto a falsos
rresponde decidir en todos los asuntos humanos. Y, entre dioses y valores. (Yūsuf ᶜAlī)
ellos, el uso del sustento que Él ha dado a los hombres.
(Quṭb)
El Corán I Azora 10
351
106 «Cualquiera que sea el pasaje de este (Escrito) que re- deleble. Es totalmente independiente del tiempo, lugar y
cites» o «cualquier discurso (qurͻān) de él que pronun- circunstancias externas. (Yūsuf ᶜAlī)
cies». (Asad)
Se mencionan estas cosas para consolar al Profeta y ad-
Se trata aquí tanto de las tareas privadas del Profeta como vertir a sus enemigos. A él se le dice: «Dios ve todo lo que
de los asuntos generales de la comunidad de los que haces para anunciar con paciencia y firmeza el mensaje
había de ocuparse, concretamente de llamarles a volverse de la verdad, lo mismo que tus esfuerzos por corregir a
a Dios, amonestando y advirtiendo, de palabra y de obra. los hombres. Él no te ha abandonado después de confiarte
(Al-Manār) tan importante misión. De igual modo que ve lo que tú
haces, ve también lo que hacen contra ti tus enemigos».
107 Lit.: «seamos testigos», en correspondencia con el plural Y se dice a los adversarios: «Que no os pierda la ilusión
mayestático «Nosotros». La especial mención del Profeta de que nadie ve cómo rechazáis al Mensajero de la ver-
y de su lectura del Corán, en la primera parte del párrafo dad. Dios ve el mal que hacéis y las trampas que ponéis
(con el sujeto del discurso en singular), subraya la impor- en su camino. Todo queda registrado. Guardaos del día
tancia de la revelación divina en el conjunto de la vida en que seáis llamados a rendir cuentas». (Mawdūdī)
humana. Luego, el discurso en plural va dirigido a toda
la humanidad. (Daryabādī) 109 La vida del hombre no está exenta de miedo y dolor, y nadie
puede librarse de ese destino. Pero los piadosos están más
La providencia divina vela por todas las criaturas. capacitados para aceptarlo con paciencia, porque tienen la
(Daryabādī) honda convicción de que todo ello son pruebas de Dios para
elevar al hombre a un destino superior. (Al-Manār)
108 Nada de cuanto hace el hombre pasa inadvertido a Dios.
Nosotros podemos estar tan absorbidos por una cosa que La omnipresente sabiduría de Dios y la constante providen-
en ese momento olvidemos todo lo demás. Pero el co- cia con la que vela por todas sus criaturas quizás den miedo
nocimiento de Dios no solo abarca todas las cosas sino a los malos, pero no a quienes han sido agraciados con su
que percibe cada una de ellas con igual claridad. Nada amor y amistad, ni en esta vida ni en la futura. (Yūsuf ᶜAlī)
hay oculto para Él. Su conocimiento tiene, además, otra
propiedad que lo distingue totalmente del saber humano. ¿Cómo van a estar tristes o angustiados quienes temen a
Este se va difuminando con el paso del tiempo, mientras Dios, sabiendo que siempre está con ellos en todo cuanto
que el conocimiento de Dios es como una inscripción in- hacen? (Quṭb)
El Corán I Azora 10
352
110 ¿Cómo van a angustiarse o entristecerse, si están cerca La palabra ᶜizza significa «superioridad», «poder», y
de Dios y han recibido su promesa para este mundo y el también «honor». El modo de traducirla a otra lengua
futuro? (Quṭb) depende del contexto. A veces —como en este caso— la
traducción requiere dos palabras. (Asad)
111 La fe enraíza en el corazón y fructifica en las buenas
obras. Las buenas obras consisten en cumplir lo que Dios 115 Santos, ángeles y profetas le sirven humildemente.
ha ordenado y en omitir lo que Él ha prohibido. Este es el (Daryabādī)
auténtico significado de la cercanía de Dios. (Quṭb)
116 ¿Tienen acaso en cuenta las exigencias de la razón y de
112 «Este» se refiere a la felicidad que Dios ha anunciado a la lógica? ¿Están quizá siguiendo su propia luz interior?
los creyentes para esta vida y la futura. No existe mayor ¿Hay, si no, algún Libro sagrado que les sirva de justifi-
felicidad. (Al-Manār) cación? (Daryabādī)
113 Las expresiones y ofensas de los injustos pueden mortifi- Lit.: «asociados» a Dios. El Corán rechaza esta idea idó-
car a veces o entristecer al justo, pero no hay motivo para latra al señalar que todo ser racional, sea hombre o ángel,
la ira o la tristeza: Ni tienen poder ni pueden deshonrar a pertenece a Dios, es decir, depende de Él, como todo el
nadie, pues todo poder y todo honor vienen solo de Dios. resto del universo. No poseen propiedades ni poderes
(Yūsuf ᶜAlī) divinos, por lo que es insensato adorarlos como dioses.
(Asad)
114 Superioridad, fuerza y dignidad son propiedades que
Dios concede a alguien de acuerdo con los designios de 117 Estos dioses asociados son simple fruto de la fantasía,
su voluntad, y por tanto también puede privarle de ellas. y no verdaderos socios de Dios. Sus seguidores no tie-
En modo alguno van ligadas a la mayoría, pues con fre- nen a este respecto más que conjeturas sin fundamento.
cuencia un pequeño número puede, con la ayuda de Dios, (Quṭb)
vencer a otro muy superior. (Al-Manār)
El Corán I Azora 10
353
118 Nuestra vida física —y también nuestra vida superior en 122 V. 2:116 nota 210. (Asad).
cuanto vinculada a ella— se mantiene a través del cam-
bio de vigilia y reposo. El condicionamiento adecuado Este giro árabe se utiliza con frecuencia como signo de
a este mundo físico es la alternancia de día y noche. El admiración ante algo aparentemente inexplicable. Signi-
día «nos revela las cosas», bello símbolo no solo con fica literalmente: «Dios es puro y sin defecto». Aquí se
respecto al trabajo físico que realizamos durante el día, hallan presentes ambos significados. (Mawdūdī)
sino también en relación con las actividades superiores
ligadas a la visión, la percepción y la investigación. Qui- 123 El Corán afirma: «Dios está exento de carencias. Es autó-
zás la intuición supere este círculo, pues también puede nomo y no está sujeto a debilidad alguna». Añade además
acontecer de noche, cuando las otras actividades reposan. que todos los seres en el cielo y la tierra le pertenecen, y
(Yūsuf ᶜAlī) que ninguno de ellos tiene con Él una relación especial que
permita calificarlo como su Hijo o como su «Hijo unigé-
V. también 14:32-33 y 27:86. (Asad) nito». Aunque Dios tenga una especial predilección por al-
gunos de sus siervos, eso no significa que pasen de su con-
119 Signos de la singularidad tanto de su esencia como de sus dición de siervos de Dios. La mayor dignidad que un ser
atributos. (Al-Manār). humano puede alcanzar es la de amigo de Dios. (Mawdūdī)
120 Para quienes escuchan y meditan sobre lo oído. El Co- 124 Esas doctrinas ni podéis demostrarlas ni fundamentarlas
rán recurre con frecuencia a los fenómenos del universo racionalmente. (Quṭb)
para ilustrar los problemas de la divinidad y la adoración.
Mediante su existencia y sus variados fenómenos, el uni- 125 Lo que no habéis constatado a través de un sólido y con-
verso testimonia con toda claridad la fuerza creadora de cluyente proceso cognoscitivo. (Daryabādī)
Dios. (Quṭb)
La pregunta encierra reproche y censura. (Al-Manār)
121 La doctrina de la filiación divina no es específica-
mente cristiana. La teología y la mitología politeísta 126 El mentiroso no solo se priva a sí mismo del «éxito»
abundan en tales representaciones, y la religión árabe en todos los sentidos, sino que su falsedad no puede en-
preislámica no constituye una excepción en este punto. gañar a Dios: será inevitablemente puesto al descubierto.
(Daryabādī) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 10
354
127 Un breve placer en una vida ya de por sí corta. (Daryabādī) muerte, podría al menos ver con sus propios ojos quién
escuchaba su mensaje y quién no. Quería que expresa-
128 Aquí se hace una breve referencia a la historia de Noé ran franca y libremente su opinión, pues ya nada temía.
para explicar un punto concreto. Hallamos una exposi- (Yūsuf ᶜAlī)
ción más amplia en 11:25-48 y en algunos otros pasa-
jes, como 7:59-64; 13:23-32; 16:105-122 y 37:75-82. En ͻamr significa en este contexto «modo de proceder».
cada uno de ellos se resalta un aspecto especial. Aquí se (Asad)
trata de la vida y la actuación de Noé en su pueblo y del
rechazo de que fue objeto por parte de este. Pero no se 132 Estas palabras contienen un desafío implícito: «Cual-
dejó vencer por el miedo, confió en Dios, llevó a cabo su quier cosa que hagáis contra mí no me va a impedir con-
mensaje y se salvó del diluvio. (Yūsuf ᶜAlī) tinuar proclamando mi mensaje, pues tengo en Dios mi
confianza». (Mawdūdī)
129 Como proclamador de la unicidad de Dios. (Al-Manār)
133 Puesto que no os he pedido recompensa alguna por mi
Aquí la historia de Noé enlaza con la aleya 47 y a la vez esfuerzo en amonestaros y guiaros, nada pierdo por el
con el tema central de esta azora. (Asad) hecho de que me deis la espalda. De nada os va a servir.
(Al-Manār)
130 Dios tiene poder para protegerme de todas vuestras intri-
gas. (Daryabādī) 134 Es decir: «Mi Dios, que me ha enviado a vosotros, será
quien me recompense por haberos advertido y amones-
Solo en Él pongo mi confianza, pues me basta con su ayu- tado, independientemente de que creáis o rechacéis la
da. Esta perseverancia del Enviado constituye un ejem- verdad». (Al-Manār)
plo para todos los que invocan a Dios. Solo en Él han
de confiar frente a la opresión, la injusticia y las oscuras No os anuncio estas cosas por propio interés. No preten-
maquinaciones de donde quiera que vengan. (Quṭb) do conseguir de vosotros ningún tipo de ventaja, sino
que confío única y exclusivamente en Dios. (Daryabādī)
131 Firmemente persuadido de la verdad divina, Noé declaró
sin ambages a su pueblo que, aunque le condenaran a
El Corán I Azora 10
355
135 Sucesores y herederos de quienes perecieron en las 139 En mi opinión, esto significa que, a lo largo de las ge-
aguas. (Daryabādī) neraciones, se ha ido transmitiendo un cierto influ-
jo espiritual, tanto entre los incrédulos como entre los
V. también 2:30. El término ḫalifa (derivado del verbo creyentes. En el curso de la historia podemos observar
ḫalafa «él sucedió») significa «sucesor» o «representan- los mismos problemas espirituales en diferentes épocas:
te». (Asad) negación de la gracia divina, recusación de la ley y del
mensaje de Dios. Tales influjos conducen a que queden
136 V. 7:64. (Yūsuf ᶜAlī) sellados los corazones de los desobedientes, haciéndose
insensibles a la verdad. Véase 2:7 y sus notas. (Yūsuf
El Corán no habla explícitamente, como la Biblia, de un ᶜAlī)
diluvio universal. Se limita a decir que perecieron quie-
nes rechazaron el mensaje de Noé. Véase Génesis 6:7. V. 7:101 y sus notas. (Asad)
(Daryabādī)
140 Como consecuencia de su voluntario rechazo de la ver-
137 Los que habían sido advertidos sobre el veredicto de dad divina. (Daryabādī)
Dios pero no quisieron escucharlo. (Daryabādī)
Quienes se hallan tan pegados a sus prejuicios que son
Se invita a cuantos quieran recapacitar a tener en cuenta insensibles a cualquier reflexión racional. Puesto que se
el fin de los negadores de Dios. Quien se deje amonestar, cierran a todo consejo y a toda corrección, atraen sobre
sacará su propia lección de la historia de los que se salva- sí la ira de Dios y pierden la capacidad para encontrar el
ron. (Quṭb) buen camino. (Mawdūdī)
138 Cada uno de estos mensajeros presentó a su pueblo las 141 La historia de Moisés, Aarón y el Faraón se narra de-
pruebas de la autenticidad de su misión y vocación, de talladamente en 7:103-137 y es mencionada en otros
acuerdo con sus posibilidades de entenderlas y aceptar- muchos pasajes del Corán. Aquí se trata de resaltar
las. (Al-Manār) cuán arrogantes y pertinaces son los malvados en su
falsa conducta, hasta el punto de preferir el engaño a
Lit.: «Hemos mandado mensajeros a sus (propios) pue- la verdad. No sienten el mínimo recato en atribuir a los
blos». Se salude así a que, antes de Muḥammad, cada mensajeros de Dios, que trabajan desinteresadamente
uno de los diferentes pueblos había recibido sus propios por los demás, intenciones viles, de acuerdo con las que
mensajeros. Muḥammad fue el primero y último Profeta ellos tendrían para actuar en circunstancias parecidas.
portador de un mensaje universal dirigido a la humanidad (Yūsuf ᶜAlī)
entera. (Asad)
El Corán I Azora 10
356
142 En la Biblia no se dice que Moisés y Aarón fueron en- Lo que se califica aquí como «magia» solo es capaz de
viados a los egipcios como mensajeros de Dios. Solo el producir fenómenos pasajeros sin valor espiritual alguno,
Corán recuerda este hecho. Es también inimaginable que y no puede prevalecer frente a las leyes de la naturale-
Moisés, como mensajero de Dios, no reprochara la irreli- za, denominadas en su conjunto por el Corán «norma de
giosidad de los egipcios. (Daryabādī) Dios» (sunnatu-llāh). Se narra con más amplitud la his-
toria de Moisés y de los magos egipcios en las azoras 7 y
Eran arrogantes a causa de su riqueza y de su poder. Por 20, reveladas en la misma época. (Asad)
eso reaccionaron con soberbia al mensaje, en lugar de
aceptarlo con sumisión. (Mawdūdī) 145 El verdadero motivo de su rechazo era el miedo. Y más
en concreto el miedo a la desaparición de la fe tradicio-
143 En este contexto, es preciso advertir que la misión de las nal, que sustentaba todo su sistema político y econó-
profetas Moisés y Aarón no consistía únicamente, como mico. Era también miedo a perder su hegemonía, de-
suele suponerse, en liberar a los israelitas de la esclavitud rivada de su ideología elitista. Estos han sido siempre
egipcia. Si tenemos en cuenta el contexto en que se men- los motivos para luchar contra los mensajeros de Dios.
ciona aquí esta historia, vemos claramente que la misión (Quṭb)
que tenían que cumplir era idéntica a la encomendada
a los demás profetas, desde Noé hasta Muḥammad. El 146 Achacan a los mensajeros de Dios motivaciones intere-
tema central de esta azora no es otro que este: «Adorad a sadas, como la codicia y el ansia de poder. Eso es lo que
Dios como vuestro Señor único, pues Él es Señor del uni- han de superar los mensajeros. Estos mismos reproches
verso entero. Creed en la vida más allá de la muerte, en la se le hicieron a Muḥammad. (Yūsuf ᶜAlī)
que habréis de comparecer ante Dios y rendir cuentas de
vuestros actos». (Mawdūdī) Juzgaban las intenciones de los profetas de acuerdo con
lo que ellos solían hacer. (Daryabādī)
Juran que los signos que atestiguan la verdad del mensaje
de Moisés no eran otra cosa que hechicería. La magia Si se hubiera tratado únicamente de la liberación de los
no era para ellos más que una serie de trucos falaces, en israelitas no habría podido hablarse de un peligro para
los que, curiosamente, eran muy expertos. ¿Cómo iban a el imperio egipcio. El auténtico peligro lo constituía el
seguir a alguien que pretendía disputarles su posición de mensaje que les pedía someterse a la verdad, porque
poder? (Al-Manār) socavaba aquel sistema construido sobre el culto a los
ídolos, del que dependía la autoridad del Faraón y de sus
144 La magia es precisamente lo opuesto a la verdad, pues magos y sacerdotes. (Mawdūdī)
consiste en el engaño o en juegos ilusionistas de los po-
deres del mal. Pero su aparente éxito nunca podrá ser du- 147 La forma dual del discurso se refiere a Moisés y Aarón.
radero, pues al fin se impondrá la verdad. (Yūsuf ᶜAlī) (Asad)
El Corán I Azora 10
357
148 A sus funcionarios. (Daryabādī) 152 Estas palabras revelan la confianza del creyente, la ilimi-
tada confianza en que su Señor no va a permitir el triunfo
149 Para contrarrestar los supuestos poderes utilizados por de la magia sobre la verdad. (Quṭb)
Moisés y Aarón. Los egipcios parecían creer que sus
magos eran capaces de realizar toda clase de prodigios. 153 Las de quienes inducen a los hombres al error por medio
(Daryabādī) de ilusiones mágicas y las de los poderosos que convo-
caron a los magos para sembrar confusión y perpetuar el
150 Como parece desprenderse de las azoras 7 y 20, Moisés error.
pronunció estas palabras después de que le dejaran elegir
entre arrojar su vara antes o después de ellos. Decidió 154 Expresada a través de su palabra creadora. Dice «¡sea!»,
reservarse el acto final, para aprovechar así la ocasión es. (Quṭb)
de hacer brillar la verdad frente a la mentira y el engaño.
(Al-Manār) Las palabras y órdenes de Dios tienen poder y son efica-
ces, mientras que los trucos mágicos solo pueden produ-
Lanzad lo que queráis y como queráis. (Daryabādī) cir ilusiones ópticas. (Yūsuf ᶜAlī)
V. también 7:116, se donde se deduce que influyeron en Dios cumple sus promesas. (Daryabādī)
la visión de los espectadores, haciéndoles creer que las
varas se habían convertido en serpientes. Véase también La voluntad creadora divina, se manifiesta tanto en las le-
20:66. (Asad) yes impresas en la naturaleza como en la revelación que
ha comunicado a sus mensajeros. Expresiones parecidas
151 Magia e ilusión, y no la verdad esencial que yo os he se encuentran también en 8:7 y 42:24. (Asad)
anunciado. (Daryabādī)
El Corán I Azora 10
358
155 Pero, incluso después de la derrota de los magos y la vic- 158 Por tanto, los temores del pueblo no eran infundados.
toria de Moisés y, mediante él, de la verdad, el Faraón y (Daryabādī)
los suyos siguieron rechazando con obstinación el men-
saje de Moisés. (Al-Manār) 159 Pertenecía al grupo de los que suelen traspasar los límites
de la misericordia y de la justicia. (Al-Manār).
156 La expresión no se refiere solo a creer, sino a confesarlo
públicamente, he traducido: «... solo unos pocos con- No conocía límite alguno. Hay personas que no dudan
fesaron su fe en Moisés». Por lo que atañe a ḏurriyya en emplear los más perversos medios para lograr sus fi-
(lit.: «descendientes», «sucesores»), este término se uti- nes, que cometen toda clase de crueldades sin el menor
liza de ordinario en el sentido de «un pequeño grupo de remordimiento con tal de realizar sus propósitos, y eli-
un pueblo». Teniendo en cuenta que el Corán menciona minan todas las barreras para poder seguir sus instintos.
(7:120-126) que también algunos egipcios creyeron en (Mawdūdī)
el mensaje de Moisés y confesaron públicamente su fe,
es sensato pensar que la expresión «su comunidad» no 160 Moisés pretendía de ese modo animar a los israelitas a
alude solo a los israelitas, sino, genéricamente, al pueblo ser valientes: «Si de verdad os habéis entregado a Dios,
en el que vivía Moisés, es decir, a israelitas y egipcios. como confesáis, no temáis al Faraón, sino poned única-
Tal suposición se confirma con la parte siguiente de esta mente en Dios toda vuestra esperanza». (Mawdūdī)
aleya, donde «sus subordinados» se refiere claramente a
los egipcios. (Asad) 161 Quienes siguieron el llamamiento de Moisés, y no el pue-
blo israelita como tal. (Mawdūdī)
Solo unos pocos jóvenes de su pueblo siguieron a Moisés:
Durante el penoso tiempo de persecución, solo unos pocos 162 Ya han quedado aclarados en las notas a 8:25 los diver-
hombres y mujeres jóvenes tuvieron fuerza moral para re- sos significados del término fitna. En esta plegaria se
conocer al mensajero y para entregarse a su causa. El Co- pide protección para los justos, todavía débiles, frente
rán menciona esta circunstancia porque también en tiem- a la opresión y persecución del poderoso enemigo. La
pos de Muḥammad le ocurrió algo parecido al Profeta. Al debilidad incita a los poderosos a la opresión, por lo
principio no le siguieron las personas de cierta edad, sino que en este caso les supondría una tentación. (Yūsuf
solo unos pocos jóvenes valerosos. Los primeros musul- ᶜAlī)
manes resistieron la persecución y tuvieron que padecer
múltiples dificultades por la causa del Islam. (Mawdūdī) 163 El hecho de que insistan por segunda vez su invocación
a Dios no contradice en este caso su confianza en Él. El
157 La mayoría no confesó públicamente su fe porque tenían creyente no desea la tentación, aunque se mantiene firme
miedo. (Asad) cuando es tentado. (Quṭb)
El Corán I Azora 10
359
164 Como respuesta a la petición de auxilio de los israelitas. 168 La palabra árabe baššir significa en este contexto: «llé-
(Daryabādī) nalos de esperanza y valor dándoles la buena nueva
de un feliz éxito con la ayuda de Dios». En aquellos
165 Podemos suponer que se les dio esta instrucción cuan- momentos lo necesitaban de modo apremiante, pues
do quedaron confundidos los magos, y algunos egipcios les invadía la desesperación, el miedo y el desánimo.
abrazaron la fe. Moisés tenía que permanecer todavía al- (Mawdūdī)
gún tiempo en Egipto para que su mensaje pudiera seguir
actuando antes de que los israelitas abandonaran el país. 169 La súplica de Moisés, a la que también se unió Aarón,
Debían convertir sus casas en lugares de oración (qibla), puede resumirse así: «Señor, sabemos que no hemos de
pues probablemente el Faraón no les permitiría construir envidiar a los egipcios por su esplendor y boato, pues se
lugares de oración pública. (Yūsuf ᶜAlī) trata únicamente de cosas perecederas de esta vida. Más
bien, son un peligro, ya que su orgullo por las posesiones
166 Qibla significa, según la tradición de Ibn ᶜAbbās, lugar terrenas los engaña a ellos e induce al error a otros. ¡Que
de oración. Muyahid opinaba: «Los israelitas temían que su soberbia se convierta en su perdición! Convierte sus
el Faraón y sus esbirros los mataran a todos juntos en el riquezas en amargura y endurece sus corazones, pues te
lugar de oración. Por eso se les ordenó construir sus casas rechazan a Ti, y no creerán mientras no vean el castigo de
para poder orar en ellas en secreto». su conducta». (Yūsuf ᶜAlī)
Lit.: «un lugar de oración» (qibla). Esta metáfora pre- 170 Las riquezas del Faraón podrían descarriar a los hombres
tende grabar en los hijos de Israel la idea de que su úni- de su camino hacia Dios de dos formas: mediante la efi-
ca salvación consiste en la conciencia de la presencia de caz seducción que suponen para las almas de personas
Dios y en la constante oración. El significado original menos favorecidas, o bien mediante el poder que adquie-
de miṣr —normalmente traducido por Egipto— es «ciu- ren los ricos para oprimir y corromper a otros. (Quṭb)
dad» o «metrópoli». (Asad)
En opinión de la mayoría de los comentaristas clásicos,
167 Con respecto a esta aleya, existen diversas opiniones en- la partícula li seguida del verbo yuḍillū («descarrían»)
tre los comentaristas. Una profunda reflexión sobre la re- indica una consecuencia, y no, como en otros lugres, una
dacción y otras circunstancias concomitantes me permite intención («para que», «de modo que»).
concluir que Moisés recibió la orden de conseguir algu-
nas casas que pudieran servirles como lugares de oración 171 Moisés dirige a su Señor esta incisiva oración, una vez
para así poder orar en común. Esta circunstancia era es- perdida toda esperanza de descubrir en ellos un rastro de
pecialmente importante porque los israelitas y los cre- bondad o un indicio de conversión.
yentes egipcios habían tenido que abandonar la oración
comunitaria a causa de la persecución. Puesto que esto 172 Cuando ya es demasiado tarde. En esta oración se pide
había contribuido a su desintegración y al debilitamien- una pronta aniquilación de los injustos, a fin de que su
to de su fe, era necesario restablecer la oración común, conducta no pueda ocasionar más daño. Con indepen-
pues ayuda de forma notable a la revitalización del espí- dencia de la oración de Moisés, el final de Faraón era
ritu y del sentido comunitario y robustece la comunidad. inevitable, pues se oponía pertinazmente a la voluntad de
(Mawdūdī) Dios. (Daryabādī)
El Corán I Azora 10
360
173 Es decir, Dios. (N. d. T.) 178 V. Éxodo 1-14, donde se describe detalladamente la his-
toria de Moisés y Faraón, la tiranía y crueldad de este
174 Manteneos firmes en vuestro recto camino hasta que se último y la liberación de los hijos de Israel. Hemos de
cumpla el plazo establecido por Dios. (Quṭb) tener siempre en cuenta que toda referencia del Corán a
acontecimientos históricos o legendarios —tanto si es-
En esta aleya, Dios pone en guardia a Moisés y a sus tos proceden de la Biblia como de la tradición oral de la
seguidores contra un error muy extendido en estos casos. Arabia preislámica— intenta ilustrar una doctrina ética
Quien desconoce la realidad y no comprende la sabiduría concreta, y no obedece a mero interés histórico. A ello
de Dios, puede concluir del aparente éxito de los ene- se debe la forma fragmentaria con que se exponen los
migos de Dios que es voluntad divina dejar el poder en sucesos. (Asad)
sus manos. De igual modo, la debilidad de los creyentes
llevaría a la conclusión de que Dios no va a hacer que 179 Es decir, en el único Dios verdadero. Fue una conversión
prevalezca la verdad en su confrontación con la mentira, en el último aliento, pero arrancada por el pánico de la
por lo que parece insensato comprometerse en su realiza- catástrofe. Véase en este contexto 4:18. Por eso no podía
ción. Lo sensato sería, por consiguiente, contentarse con ser plenamente aceptable. Su cuerpo fue rescatado del
la religiosidad que el imperio del mal les permita. Contra mar y probablemente embalsamando de acuerdo con la
esta tentación previene Dios a Moisés y a los suyos, or- costumbre egipcia, y se tributaron a su momia las últimas
denándoles cumplir fielmente su misión. (Mawdūdī) honras del ritual funerario. Se ha conservado su historia
para ilustrar la actuación de Dios y mostrar su miseri-
175 Atrapados entre el desierto y el mar después de su cordia con los suyos y su justo castigo de los opresores.
salida de Egipto, los israelitas se hallaban en una situa- (Yūsuf ᶜAlī)
ción desesperada, pero Dios los salvó haciendo que cru-
zaran indemnes el mar Rojo. (Daryabādī) 180 ¡El Dios en el que creía el pueblo al que él había oprimi-
do durante tan largo tiempo! (Daryabādī)
176 Obsérvese la rápida sucesión de los acontecimientos en
este relato. Difícilmente podría expresarse de un modo La Biblia no menciona esta confesión del último instan-
más sucinto y preciso. (Yūsuf ᶜAlī) te, pero, según la tradición talmúdica, Faraón debió de
exclamar antes de ahogarse: «¡Quién de entre los dioses
177 Cuando ya se veía abocado a la muerte. (Daryabādī) puede igualarte, oh Dios!». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 10
361
181 ¿No es ya demasiado tarde? Véase también 4:18. (Asad) La presente aleya pone fin a esta historia. Es una cla-
ra advertencia para quienes, obcecados por su poder,
182 Lit.: «Te salvaremos en cuanto al cuerpo». Es una proba- número y riquezas, se oponían al profeta Muḥammad
ble alusión a la antigua costumbre egipcia de embalsamar con todas sus fuerzas. En todo caso, el Faraón era más
los cuerpos de los reyes y de los altos dignatarios, con- poderoso que ellos. Existe un paralelismo entre ambas
servándolos así para el futuro. Algunos egiptólogos su- historias tanto en su desarrollo como en su fin. (Al-
ponen que el faraón de la época de Moisés era Ramsés II Manār)
(ca. 1324-1258 a. C.), mientras que otros lo identifican
con su infortunado predecesor Tutankamón o incluso con 186 El texto se refiere a que los israelitas se apartaron de la
Tutmosis II, que vivió en el siglo XV a. C. Con todo, ley de Dios e inventaron nuevas doctrinas. Se les repro-
tales «identificaciones» son puramente especulativas y cha su abandono del buen camino a pesar de que Dios les
no tienen ningún valor histórico. En este contexto, baste había dotado de conocimientos suficientes para distinguir
observar que «Faraón» no era un nombre propio, sino el lo verdadero de lo falso. (Mawdūdī)
título de los reyes de Egipto. (Asad)
187 El conocimiento de los preceptos de Dios, primero a
183 Posiblemente como momia en algún museo, a la vista del través de sus propios profetas y, finalmente, mediante el
público. (Daryabādī) último Enviado. (Daryabādī)
184 No utilizan ni el corazón ni la razón para comprender los 188 En su comentario a esta aleya, afirma Rāzī: «El pueblo
signos de Dios presentes en su entorno y dentro de ellos de Moisés conservó una única convicción religiosa y
mismos. (Quṭb) mantuvo, sin fisuras, una misma opinión hasta que em-
pezó a estudiar la Torá. Entonces empezaron a surgir
185 Tras prolongadas peregrinaciones, los israelitas se asenta- diferencias en cuanto a planteamientos y a deberes, con
ron en Canaán, tierra de la que se decía que manaba leche la consiguiente diversidad de opiniones (con respecto a
y miel (v. 3:8). Tenían ya un fértil país, y contaban tam- su interpretación). Dios da a entender (en esta aleya del
bién con el alimento espiritual, pues Dios les había envia- Corán) que esta diversidad de opiniones es inevitable, y
do hombres encargados de transmitirles Su mensaje. No se producirá una y otra vez en esta vida». Este agudo
tenían, pues, motivos para la discordia ni para divisiones comentario psicológico coincide perfectamente con la
sectarias, pero se dejaron inducir a ellas. Esta conducta reiterada afirmación del Corán de que la tendencia a las
era tanto más injustificada cuanto que Dios les había dota- diferencias intelectuales constituye un rasgo permanente
do de abundantes dones. Sus divisiones surgieron a causa del carácter humano. Véase también 2:213; 2:253; 23:53
del egoísmo y la arrogancia, pero Dios decidirá entre ellos el y sus notas respectivas. (Asad)
día del Juicio. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 10
362
189 Es normal en lengua árabe expresar una duda, cuya acep- 192 V. 3:60. (Yūsuf ᶜAlī)
tación es luego negada categóricamente. Así se deduce,
por ejemplo, de 5:116, donde se dice: «Jesús... ¿Fuiste tú 193 Estas palabras van dirigidas a quienes albergaban dudas
quien dijo a la gente: “Adoradme a mí y a mi madre como sobre el mensaje. Judíos y cristianos conocían sus Escri-
dos divinidades junto a Dios?”. “Si yo lo hubiera dicho, Tú turas, mientras que los árabes no tenían nada parecido,
lo habrías sabido’...» Al afirmar Jesús que si él lo hubiera por los que les resultaba extraño el lenguaje del Corán.
dicho, Dios lo habría sabido, da a entender que no lo ha Además, era de esperar que sabios sinceros y temerosos de
dicho. También aquí se trata de expresar que el Profeta no Dios, del ámbito de las precedentes religiones del Libro,
abrigaba duda alguna sobre las cosas que Dios le revela en testimoniaran que en este Escrito se trataba de lo mismo
la historia de Moisés. (Al-Manār) que en el caso de los anteriores profetas. (Mawdūdī)
190 La verdad de Dios es siempre la misma, y el hombre since- 194 Dios siempre había advertido a lo largo de milenios con-
ramente religioso reconoce esa unidad aun en medio de las tra el mal y la incredulidad, utilizando para ello signos y
diferentes y variadas formas de expresión. Por eso, judíos revelaciones, siendo estas últimas de carácter más directo
sinceros como ᶜAbdullāh Ibn Salam y cristianos sinceros y personal. Quienes despreciaron estas advertencias tuvie-
como Waraqa o el monje nestoriano Bahira no tuvieron ron al final que reconocer, en propio perjuicio, la verdad,
dificultad en reconocer la misión del profeta Muḥammad. y se perdieron. Los negadores pertinaces de la verdad solo
«El Libro» significa en este contexto la revelación en ge- entran en razón cuando se ven confrontados con las conse-
neral, incluidas las revelaciones preislámicas. (Yūsuf ᶜAlī) cuencias, como le sucedió al Faraón. Véase 10:90. (Yūsuf
ᶜAlī)
Pregunta a los judíos y los cristianos. «Leer» signi-
fica aquí «creer», y concretamente en la Biblia, pues A quienes no buscan la verdad, Dios no les obliga a creer.
—independientemente de que su texto haya sufrido varian- (Mawdūdī)
tes en el transcurso del tiempo— sigue aún conteniendo
claras alusiones a la aparición del profeta Muḥammad, e 195 Signos perceptibles a simple vista, como los de Moisés,
indirectamente al mensaje divino por él transmitido. En además de los signos contenidos en el Corán, que mues-
su sentido amplio, esta aleya se refiere a la ininterrumpida tran que solo pueden venir de Dios. (Al-Manār)
continuidad de la experiencia religiosa del hombre y a la
realidad, constantemente subrayada en el Corán, de que 196 Esa fe del último instante ya no sirve, pues no nace de una
cada uno de los mensajeros de Dios ha anunciado siempre libre decisión, además de que ya no es posible refrendar-
una misma verdad fundamental. Véase en este contexto la con la conducta posterior. Hallamos un ejemplo en este
5:43 y notas correspondientes. (Asad) sentido en la historia del Faraón narrada en aleyas anterio-
res de esta azora: solo se mostró dispuesto a creer cuando
191 Lo verdadero tanto en sus aspectos totales como parciales. se veía morir ahogado. (Quṭb)
(Daryabādī)
El Corán I Azora 10
363
197 La partícula law-lā («si no hubiera sido» o «a no ser») El Corán señala en muchos pasajes que ningún profe-
se utiliza a veces como sinónimo de hal-lā, y podría ta fue nunca reconocido inmediatamente como tal por
traducirse como «por qué no» o algo semejante. En tal el conjunto de su pueblo, y que algunas comunidades
caso, ni la traducción literal ni la forma interrogativa fueron destruidas por su obstinación en rechazarlos. La
reproducirían exactamente el sentido. Este solo se des- única excepción al respecto es el pueblo de Nínive, que
cubre claramente si recordamos que law-lā, además de —después de haber rechazado una primera vez a su
su significado fundamental, es una partícula que expresa profeta Jonás, el cual «se marchó irritado» (v. 21:87)—
persistencia. Cuando le sigue un verbo en futuro expre- siguió unánime su llamamiento y se salvó. Véase tam-
sa urgente advertencia, pero si el verbo está en pasado, bién 21:87-88; 37:139-148 y las notas correspondien-
como en nuestro caso, entonces significa reproche por tes. Hay una exposición más amplia de la historia, que
algo que no se ha hecho, y que hubiera debido hacerse. no contradice las afirmaciones del Corán, en el Libro
Son matices que difícilmente pueden expresarse en una de Jonás, de la Biblia. Aquí se menciona el pueblo de
traducción. (Asad) Jonás para advertir a los oyentes y lectores del Corán
que un perverso rechazo de su mensaje sellaría su desti-
198 Entre los muchos que fueron advertidos y amonestados. no espiritual y les acarrearía el castigo en la vida futura.
(Daryabādī) (Asad)
199 La historia de Jonás es narrada con mayor detalle en 200 El profeta Jonás abandonó airado la ciudad cuyos habi-
37:139-148, y allí se ofrece su comentario. Bástenos aquí tantes lo habían rechazado. Dios perdonó a los asirios
indicar que Nínive era una antigua ciudad, hoy desapare- cuando estos, ante los signos del castigo que los amena-
cida del mapa. Se supone que se encontraba donde ahora zaba, recapacitaron y se convirtieron. Se cumplían una
hay dos colinas, frente a Mosul en la ribera del Tigris. Una vez más las disposiciones divinas, a las que constante-
de estas colinas es denominada «Sepulcro del profeta Jo- mente se refiere el Corán. Dios nunca castiga a un pueblo
nás». Los arqueólogos no han emprendido aún excavacio- sin antes darle a conocer su mensaje. (Mawdūdī)
nes sistemáticas al respecto, pero se ha comprobado que se
trata de un asentamiento sumerio, posiblemente anterior 201 El nuevo plazo concedido a la ciudad consistía en su per-
al 3500 a. C. Nínive era la capital del imperio asirio, que manencia en este mundo como comunidad urbana. Esto
llegó a ser una de las grandes potencias del Asia occidental no significa que ciertos hombres concretos no sufrieran
y de la que era tributaria Babilonia. El segundo imperio las consecuencias espirituales de su comportamiento, en
asirio surgió hacia el 745 a. C. y fue destruido hacia el la medida en la que, al no convertirse, no pudieron alcan-
612 a. C. por los escitas (los llamados medos). Si supo- zar la gracia de Dios ni el perdón. (Yūsuf ᶜAlī)
nemos que Jonás vivió en torno al 800 a. C., sería entre el
primer imperio sirio y el segundo cuando estuvo a punto Lit.: «por un tiempo», es decir, el plazo de su vida natu-
de ser destruida la ciudad a causa de su corrupción. Pero su ral. (Asad)
conversión le valió una nueva oportunidad. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 10
364
202 De no haber sido voluntad de Dios dotar al hombre de tades. Se trata de la necesaria secuencia de causa y efecto
una cierta libertad de elección, habría podido, en su in- y, en el lenguaje del Corán, Dios es el Autor de toda esta
finito poder, crearlos a todos iguales. Así habrían sido normativa. (Yūsuf ᶜAlī)
todos creyentes, pero esa fe no habría sido una virtud.
En las condiciones reales de nuestro mundo, el hombre 205 Riŷs tiene varios significados posibles, por ejemplo:
dispone de posibilidades y capacidades que le permiten 1) sordidez, impureza, como en 9:95; 2) acciones impu-
superarse e investigar y también ponerse de acuerdo con ras, comportamiento perverso, crímenes, como 5:93; 3)
la voluntad de Dios. La fe se convierte así en una con- castigo por los crímenes, como en 6:125 y en este pasaje,
quista moral y el rechazo de la fe en un craso error. Los aunque aquí quizás se trate también de castigo en general;
creyentes no han de impacientarse ni irritarse en su con- 4) inseguridad, inquietud interior, como en 9:125.
frontación con la incredulidad. Han de evitar sobre todo (Yūsuf ᶜAlī)
la tentación de obligar a los otros a creer, ya sea por coac-
ción física u otras formas de violencia como la presión 206 Que no hacen el debido uso de su libertad. (Daryabādī)
social, la oferta de bienes materiales y otras ventajas, ya
por otros parecidos recursos de persuasión. Una fe forza- Cuando el hombre no usa su razón para conocer la realidad,
da no es verdadera fe. Los creyentes deben influir espi- Dios le da lo peor, a saber, la vergüenza moral. (Quṭb)
ritualmente y dejar que actúe el plan de Dios de acuerdo
con los designios de Su voluntad. (Yūsuf ᶜAlī) V. 8:22 y 8:55. La incredulidad es presentada aquí como
consecuencia de la negación fundamental a usar la razón
203 Se planea la pregunta para negarla de inmediato, pues la para comprender el mensaje de Dios, tanto si este se ex-
coacción no es compatible con la fe. (Quṭb) presa directamente a través de las revelaciones proféticas
como si se manifiesta mediante los fenómenos de la na-
Esto no quiere decir que el Profeta pretendiera coaccio- turaleza. (Asad)
nar a los hombres a creer y que Dios se lo prohibiera. El
Corán emplea aquí para enseñar a los hombres el mismo 207 Observar Su creación y reflexionar sobre ella conduce en
método que en otros muchos pasajes, es decir, utilizar definitiva a reconocer Su unicidad. (Daryabādī)
palabras, dirigidas aparentemente al Profeta, pero que en
realidad están destinadas a interpelar a los hombres en 208 Si la fe es el resultado del empleo activo de nuestras fa-
general. (Mawdūdī) cultades espirituales y de nuestra razón, se entiende fácil-
mente que, si permitimos que se atrofien estas facultades,
204 Tratándose de criaturas dotadas de voluntad libre, la fe dejemos de sentirnos interpelados y de comprender los
surge por participación activa de esta voluntad. Pero no signos de Dios presentes en la creación y en la palabra de
hemos de tener la arrogancia de pensar que eso basta. Dios transmitida por los profetas. (Yūsuf ᶜAlī)
El hombre es débil y, como tal, necesita la gracia y la
ayuda de Dios. Cuando estamos sinceramente dispuestos La palabra nuḏur («amonestador») es el plural tanto de
a comprender, Dios ayuda a nuestra fe. Pero cuando no naḏīr («exhortador») como de ͻinḏār («exhortación»).
somos sinceros, por todas partes surgen dudas y dificul- (Al-Manār)
El Corán I Azora 10
365
209 V. también 10:20 y sus notas. La temática de la revela- 213 Es decir: «Si dudáis de la verdad de la religión que os
ción se iniciaba en las aleyas de principios de la azora anuncio o de mi perseverancia en proclamarla, y esperáis
con la misma exhortación a esperar con que se concluye apartarme de ella...». (Al-Manār)
aquí. (Yūsuf ᶜAlī)
214 Por lo que habréis de rendir cuentas el día del Juicio. El
Sin duda los negadores de la verdad han oído hablar de hecho de que se emplee el pronombre allaḏīna en la ex-
las leyes con que Dios trató a quienes negaron a sus ante- presión «aquellos a los que adoráis» muestra que el texto
riores mensajeros y del castigo que les sobrevino: que no se refiere a seres racionales, y no a imágenes u objetos
esperen ellos otra cosa. (Al-Manār) inanimados. (Asad)
210 Esta frase es un ejemplo sumamente gráfico del inimi- «... yo nunca adoraré a ninguno de los que vosotros ado-
table modo elíptico de expresión propio del Corán. En ráis en lugar de Dios, sea rey, hombre, astro, árbol o pie-
este procedimiento, se menciona solamente una parte dra». (Al-Manār)
de un principio general, derivado en su conjunto de
una historia narrada anteriormente. Según esta regla, 215 La sola mención de que sea solo Dios quien dispone
la frase completa tendría el tenor siguiente. «Nues- la muerte del hombre debería instarles a pensar en las
tra norma es siempre la misma: Enviamos profetas consecuencias de sus actos y en lo que les espera... (Al-
a sus pueblos, que los llaman a convertirse a Dios y Manār)
les muestran pruebas irrefutables. Mientras que unos
creen, otros se obstinan en su rechazo de la fe. Final- Solo Dios tiene poder sobre la vida y la muerte. ¿Por qué
mente, destruimos a los incrédulos. Pero concedemos adorar, pues, o venerar a alguien fuera de Él? (Mawdūdī)
la salvación a los enviados y a quienes les siguen».
(Al-Manār) 216 La adoración del Dios Uno no es invención del Profeta,
sino un mandato expreso que él ha de transmitir a todos
211 Rasid Rida califica con toda razón este párrafo como uno los hombres. (Yūsuf ᶜAlī)
de los más relevantes ejemplos del modo elíptico de ex-
presión propio del Corán. (Asad) 217 La fe individual es buena, pero está llamada a perfeccio-
narse y robustecerse, al unirse todos para formar una co-
212 Rāzī explica las palabras ḥaqqan ᶜalayna (lit.: «como es munidad justa en la que pueda cada uno progresar y de-
Nuestro deber») en el sentido de una necesidad lógica, es sarrollarse. El Islam nunca ha sido una religión de ascetas
decir, la inevitable realización de lo que Dios se ha pro- y eremitas. Siempre ha resaltado la importancia de los
puesto, pero no en el sentido de un «deber» que vincule a deberes sociales, que ponen a prueba y educan de múlti-
Dios mismo. (Asad) ples formas el carácter de las personas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 10
366
218 Sigue de modo consecuente el camino de la fe verdadera 220 Si el hombre pone la causa, el bien o el mal son un efecto
y excluye todo falso culto. (Daryabādī) inevitable de acuerdo con las disposiciones divinas. Si
Dios descarga sobre ti el mal, de acuerdo con el curso de
219 No seáis en modo alguno de los que asocian con Dios sus normas, ningún hombre podrá apartarlo de ti, a no ser
a alguien o a algo, ni en cuanto a su esencia y atributos que tú mismo elimines las causas, cuando las conoces.
ni en cuanto a sus derechos y poder, y tampoco pongáis Pero, si no las conoces, acude a Dios para que él te ayude
en Su lugar al propio Yo, a otro hombre o a un grupo de a descubrirlas y evitarlas. Y si Él te visita con el bien
hombres, a un ángel o espíritu, o a cualquier ser, material como fruto de tus actos, tampoco podrá nadie impedir tal
o imaginario. Esta aleya exige la adoración de solo Dios favor. (Quṭb)
(tawḥīd), una vez en forma positiva («entrégate comple-
tamente a Dios»), y otra vez en forma negativa («no aso- 221 Esta es la última proclamación y la palabra decisiva.
cies con Él a nadie»). Queda, pues, prohibida la idolatría Cada uno puede escoger lo que quiera, una vez que Dios
en la fe y en la práctica, en la vida individual y en la ha dado a conocer suficientemente la verdad. (Quṭb)
comunitaria, en la religión, el derecho, la política y las
actividades económicas. (Mawdūdī) 222 Para su propio provecho. (Daryabādī)
El Corán I Azora 10
367
223 Se busca su propia ruina. (Daryabādī) 226 En este mundo o en el futuro. (Daryabādī)
224 Dios nos ha dado la capacidad de discernir entre lo ver- Entre tú y quienes niegan tu mensaje. (Al-Manār)
dadero y lo falso. Cuando aceptamos la recta doctrina no
estamos haciendo un favor a quien nos la ha transmitido. 227 Pues Él juzga únicamente desde la verdad. Cualquier otro
Los profetas se sacrifican desinteresadamente por noso- podría juzgar según una ley falsa, bien por no conocer la
tros a fin de que aprovechemos su enseñanza en propio ley correcta, bien por ser arrastrado caprichosamente a
beneficio. Pero, si no queremos dejarnos guiar ni orien- actuar contra ella. (Al-Manār)
tar, tanto peor para nosotros. Disponemos de suficiente
libertad de elección, y somos nosotros, y no los mensa- Cuando, a pesar de los esfuerzos de los enviados de Dios,
jeros de Dios, los verdaderos responsables del uso que los hombres no aceptan la verdad y parece triunfar tem-
hacemos de ella. (Yūsuf ᶜAlī) poralmente el mal, hemos de esperar con paciencia y ser
fuertes. Pero de ningún modo hemos de abandonar la
225 Soporta sus persecuciones. (Daryabādī) esperanza ni ceder en nuestra lucha. Solo así podremos
colaborar a la realización del plan de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 11
369
Introducción a la Azora 11
HŪD
HŪD
E n su conjunto, esta azora fue revelada después de la azora 10, y ésta, a su vez, después de la 17
ᵓAl-ᵓIsrāᵓ (El Viaje Nocturno). La revelación sucedió en un momento extremadamente difícil y
crítico para el Profeta y para su misión, pues poco antes habían muerto, primero su tío y luego su
mujer, a los que los idólatras profesaban gran respeto. Estos últimos se envalentonaron, sobre todo
después del suceso del viaje nocturno del Profeta, que fue objeto de sus burlas. La lucha declarada
contra él y sus seguidores se hizo tan insoportable que ya casi nadie estaba dispuesto a unirse al
Islam. De ahí que el año de la muerte de su tío y de su mujer fuera calificado por el Profeta como el
«Año del Luto». Las tres azoras reveladas en este tiempo, la 10, 11 y 17, narran hasta dónde llegaron
los coraixíes en sus desafíos y sus abusos. Los temas y la atmósfera de estas azoras hacen desfilar
ante nuestros ojos los acontecimientos de épocas antiguas, que se proponen sobre todo apoyar y
consolar al Profeta y a quienes, con él, seguían la verdad. Por eso esta azora revive la historia de
todas las confesiones de fe desde Noé hasta Muḥammad. También aquí se constata que todas ellas
parten del mismo principio: honrar y servir sólo a Dios, con exclusión de cualquier “asociado”.
Cuanto a la secuencia cronológica, esta azora se halla estrechamente ligada a la anterior y a las
cuatro siguientes. Véase la introducción a la azora 10. Esta azora 11 completa el contenido de la
anterior. En ésta, el punto central era la forma de actuación de Dios con el hombre en la perspectiva
de la gracia, mientras que aquí el centro está en la justicia y el castigo, una vez que la gracia ha sido
rechazada.
Resumen:
La desinteresada humildad con que Noé transmitió a su pueblo el mensaje de Dios fue despreciada por
los incrédulos, que ridiculizaron y rechazaron su mensaje. Pero él construyó el arca, por indicación
divina, se salvó, y Dios le concedió paz y bendición, mientras que sus enemigos perecieron. (Aleyas
25-49)
El profeta Hūd predicó al pueblo ᶜadita el mensaje de Dios contra los falsos dioses, y el profeta Ṣāliḥ
echó en cara a los tamudeos su crimen de atentar contra el símbolo de los abundantes dones divinos.
En ambos casos fueron rechazados los signos de Dios y destruidos sus enemigos. (Aleyas 50-68)
Lot amonestó a su pueblo, y Abrahán intercedió por él, pero ellos siguieron hundiéndose cada vez
más en sus vicios, hasta recibir finalmente su castigo. El pueblo de Šuᶜayb, los madianitas, fueron
reprendidos por su deshonestidad y su injusticia, pero ellos despreciaron a su profeta y fueron aniquilados.
(Aleyas 69-75)
Jefes arrogantes, como el Faraón, inducen al error a los hombres y se precipitan ellos mismos en la
ruina. Pero Dios es justo. El castigo por todas estas injusticias es seguro y duradero; evita, por tanto,
toda injusticia y sirve a Dios de todo corazón. (Aleyas 96-123) (Yusuf ´Ali)
El Corán I Azora 11
370
Azora 11
HŪD
HUD
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 La palabra árabe kitāb no solo significa «libro» o «algo En el libro de las decisiones divinas. (Daryabādī)
escrito», sino también «prescripción» o «precepto».
(Mawdūdī) 9 V. 7:54. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Esta es la característica esencial del Islam, a diferencia de En la azora 10:3 se hablaba de la creación de cielos y tie-
todas las formas de politeísmo, dualismo y otras concep- rra. Se vuelve aquí de nuevo sobre esta idea para mostrar
ciones del mundo. (Daryabādī) la interdependencia entre el orden que sustenta al cosmos
y el que sustenta a la vida humana. (Quṭb)
3 El mensaje del profeta Muḥammad —como el de los
demás mensajeros de Dios— tiene la misión de prevenir 10 Su soberanía y poder ordenador. (Daryabādī)
del mal y llevar la buena nueva de la misericordia y la
gracia divina a todos los que la reciben con fe y confianza 11 Es científicamente correcto afirmar que toda vida
en Dios. Este doble mensaje se ilustra en esta azora de procede del agua. Hallamos esta afirmación también
forma especialmente persuasiva. (Yūsuf ᶜAlī) en la azora 21:30 del Corán. En sentido metafórico,
el trono de la autoridad divina está sobre las aguas,
4 Mientras que, en mi opinión, la provisión de todo bien es decir, Dios rige y domina todo lo viviente. En mi
por un plazo establecido se refiere a la vida terrena, la opinión, este significado místico se halla también
abundancia de gracia que aquí se menciona es una re- en conexión con Génesis 1,2. Cuando se dice en pa-
compensa espiritual superior que, si bien actúa ya en este sado que su trono «estaba» sobre las aguas, se está
mundo, solo alcanzará su consumación en la vida futura. haciendo referencia al tiempo anterior al nacimien-
(Yūsuf ᶜAlī) to de formas estables de vida en la tierra. (Yūsuf
ᶜAlī)
5 Los enemigos del Islam en La Meca. (Daryabādī)
12 Estas palabras explican el sentido de la creación. Dios ha
6 En La Meca había hombres que, aunque no mostraban en creado cielo y tierra para dar al hombre medios de vida,
público su enemistad con el Profeta, sentían una secreta y ha creado a los seres humanos para someterlos a prue-
aversión al mensaje, por lo que rehuían la confrontación. ba, confiriéndole especiales poderes como representantes
Al carecer de valor para enfrentarse a la verdad, adopta- suyos en la tierra y responsabilizándole del uso o abuso
ban la táctica del «avestruz», que esconde la cabeza en la de los mismos. Sin tal finalidad, la creación carecería de
arena y cree que, por el hecho de no verla, ha desparecido objeto y de sentido. (Mawdūdī)
la realidad. (Mawdūdī)
13 La reiterada mención que hace el Corán de esta sarcás-
7 El término dābba designa todo lo que se mueve en la tica pregunta pretende mostrar que la actitud de espíritu
tierra, como hombres, bestias, reptiles e insectos. (Quṭb) en que se funda no se limita a casos históricos puntuales,
sino que es sintomática en todos los que rechazan la ver-
8 V. 6:59 y 10:61. (Yūsuf ᶜAlī) dad. (Asad)
El Corán I Azora 11
372
18 Esta advertencia al Profeta contiene a la vez una prohi- 26 Las aleyas anteriores trataban de los hombres materialistas
bición y una desautorización. Aunque es un mortal más, que rechazaban con distintos pretextos el mensaje del Co-
no puede ceder a ciertos impulsos, naturales en el común rán. Aquí se contraponen a ellos quienes ya han descubierto
de la gente, de introducir añadiduras o recortes en la re- signos claros de Dios e indicios de la vida futura en su
velación de Dios. Véase también 16:127; 7:1; 18:6; 26:1. propio interior y en todo el universo, y ahora los encuen-
(Al-Manār) tran testimoniados en el Corán, de igual modo que es-
taban ya atestiguados en los Escritos de Moisés. Al no
19 Ibn ᶜAbbās, al interpretar esta aleya, comenta que al- poder cerrar los ojos antes estos convincentes indicios,
gunos jefes paganos de La Meca decían: «Muḥammad, creen en el mensaje. (Mawdūdī)
haz que estos montes de La Meca se conviertan en oro si
realmente eres un enviado de Dios», mientras que otros 27 Se trata de las poderosas comunidades religiosas de la
le pedían: «Haz que se nos aparezca un ángel para que época, por ejemplo, los judíos. (Daryabādī)
podamos testimoniar que eres un profeta». Entonces fue
revelada esta aleya. (Asad) 28 Esta frase interpela al lector. (Daryabādī)
El Corán I Azora 11
374
29 Esos testigos son los ángeles, los enviados y los creyen- 40 La respuesta de los arrogantes nobles del pueblo de Noé
tes, o bien la humanidad en su conjunto. (Quṭb) es casi idéntica a la de los jefes coraixíes de tiempos de
Muḥammad. Como todos los que ostentan elevadas po-
30 V. 7:45. (Yūsuf ᶜAlī) siciones en su comunidad, se obcecaron con su alto rango
en la tierra. (Quṭb)
31 Según Ṭabarī y otros, el sentido es el siguiente: Mientras
que es posible que el castigo de Dios alcance a los injus- 41 Como se manifiesta en las historias de todos los profe-
tos ya en la tierra, en la vida futura los alcanzará con toda tas, especialmente en la de Jesús y, posteriormente, la de
seguridad. Véase también 3: 185. (Asad) Muḥammad, la mayoría de sus seguidores pertenecían
a las clases sociales marginadas, como los pobres y los
32 V. también 7:38. oprimidos, a los que el mensaje divino les prometía un
orden social más justo en la tierra y la esperanza de la
33 Véase también 2:7 y 7:179. (Asad) bienaventuranza en la vida futura. Era precisamente el
carácter revolucionario de la misión profética lo que pro-
34 Aquí termina la exposición iniciada en la aleya 20. vocaba la hostilidad de las capas sociales privilegiadas y
de quienes querían mantener a cualquier precio el orden
35 Los creyentes y quienes rechazan la Escritura sagrada. establecido. (Asad)
(Asad)
42 No nos aventajáis ni en riquezas ni en influencia.
36 V. aleya 20 y también 2:7 y 7:179. (N. d. T.) (Daryabādī)
37 V. también 3:59. (Asad) 43 Se trata aquí de la enseñanza básica del Corán de que
«en materia de religión no cabe coacción» (v. 2:256), y
38 V. 7:59-64. (Mawdūdī) también de la repetida afirmación de que un profeta no es
más que un amonestador y transmisor de la buena nueva,
39 Como en 7:59, puede referirse tanto al inminente diluvio es decir, que su misión solo consiste en anunciar el men-
como al día del Juicio. (Asad) saje revelado. (Asad)
44 El profeta Muḥammad hubo de vivir idénticas experien- 51 El relato se interrumpe aquí con una aleya que muestra
cias con los jefes coraixíes los primeros años de su actua- la historia de Noé como una parábola del tiempo y la
ción entre ellos. Ibn Kaṯīr refiere numerosas tradiciones misión del profeta Muḥammad. La historia es sin duda
sobre este tema en su comentario a 6:52. (Asad) vigorosa e incisiva. Por eso el adversario se revuelve
diciendo: «¡Es puro invento suyo!» La respuesta es
45 En la resurrección, y entonces Dios los recibirá honrosa- muy otra: «No, se trata de la auténtica verdad de Dios.
mente. ¿Cómo voy yo a rechazar a las personas a las que Quizás vosotros estéis acostumbrados a mentir, pero
honra mi Señor? (Daryabādī) yo digo siempre la verdad». El orden de esta aleya es
parecido al que sigue la aleya 49 que concluye esta sec-
46 Noé comienza por negar que sea un hombre rico o que ción. Muchos comentaristas la refieren también a Noé,
posea el poder de enriquecer a otros. (Quṭb) cosa que personalmente no descarto, pues todos los
profetas tuvieron experiencias parecidas. (Yūsuf ᶜAlī).
V. 6:50. (Yūsuf ᶜAlī)
52 V. Génesis 6,14-16. (Daryabādī).
47 V. 5:50 y 7:188. (Asad)
53 Cuando le ha sido transmitido el mensaje de un profeta a
48 Noé no cierra su argumentación sin antes salir en defensa su pueblo y este lo ha rechazado, Dios le concede un pla-
de los creyentes, despreciados por los ricos por el simple zo, mientras existe todavía la posibilidad de que alguien
hecho de carecer de bienes terrenos. (Yūsuf ᶜAlī) lo acepte. Pero una vez desaparecida tal posibilidad, no
hay ya lugar para nuevos plazos. (Mawdūdī)
49 Véase también 71:5-6. Ha sido ya descrita en 10:71 la
creciente aversión que los hombres de aquella genera- 54 Se mofaban de él por intentar construir un barco en un
ción sentían por Noé. (Asad) lugar tan alejado del mar. (Daryabādī)
50 Algunos comentaristas clásicos suponen que esta aleya for- 55 Puesto que es más que sorprendente que un enviado de
ma parte de la historia de Noé y su pueblo. Ante el súbito Dios ridiculice a otra gente, podíamos interpretar esta
tránsito de la forma de pasado en las aleyas precedentes y frase en el sentido siguiente: «Si nos tratáis como igno-
siguientes a la forma de presente en esta aleya, esta opinión rantes por lo que hacemos y creemos, también nosotros
parece bastante improbable. La única explicación esclare- os consideramos ignorantes por negaros a reconocer
cedora se encuentra en Ṭabarī y Ibn Kaṯīr, según los cuales la verdad, prefiriendo exponeros al castigo de Dios».
toda la aleya 35 es un inciso referido al profeta Muḥammad, (Asad)
que, partiendo de la historia de Noé tal y como la relata el
Corán, termina refiriéndose al Corán mismo. (Asad) 56 Todos los indicios sugieren que se trataba de una inmensa
El Corán I Azora 11
378
inundación provocada por intensos aguaceros (v. 54:11), 63 Véase también Génesis 7,12. (Daryabādī)
que se extendió rápidamente por todo el territorio de la
actual Siria e Irak, convirtiéndose en el gran diluvio del 64 Mi hijo pertenece a mi familia a la que has prometido
que hablan la Biblia y el Corán, así como los mitos de los salvar, y tu promesa es verdadera... Noé esperaba que
antiguos griegos, de los sumerios y los babilonios. (Asad) Dios cumpliría la promesa de salvar a toda su familia.
(Quṭb)
57 Algunos comentaristas lo entienden también como «dos
parejas de cada especie». (Yūsuf ᶜAlī) 65 Cuando aquí se dice al profeta Noé: «Tu hijo no perte-
necía a tu familia», no se trata en modo alguno de negar
58 Más adelante se menciona a un hijo desobediente de Noé que fuera realmente hijo suyo de carne y de sangre, sino
(aleyas 42-43 y 45-46). (Yūsuf ᶜAlī) que no merece ser tratado como miembro de su honrada
familia, pues se había hundido en la depravación mo-
59 Los creyentes que no formaban parte de la familia de ral. No se trataba, pues, de distinguir entre miembros de
Noé. (Quṭb) familias, sino únicamente entre justos e injustos. (Al-
Manār)
60 Teniendo en cuenta que el Corán dice expresamente que
el profeta Noé fue enviado a un pueblo muy concreto, no 66 Se trata del conocimiento de los secretos designios de
hay motivo para pensar que pudiera tratarse de un diluvio Dios y del destino definitivo de los seres humanos en la
universal. Quizás su misión se extendiera a todo el mundo vida futura. Responder a esos «por qué» o «cómo» sobre-
entonces habitado, pero en modo alguno a todo el mundo tal pasa los límites de la comprensión humana. (Asad)
como hoy lo conocemos. Por catastróficas que fueran sus
consecuencias, el diluvio quedó circunscrito a la patria 67 Para que no te conviertas en uno de esos ignorantes que
de Noé. Una inundación de esas características ha sido piden a Dios que cambie Sus decisiones de acuerdo con
confirmada por los hallazgos arqueológicos. (Daryabādī) lo que a ellos les conviene. (Asad)
Según el relato bíblico (Génesis 6,8; 7,7-9 y 9,19) solo 68 Noé temblaba, como corresponde a cualquier persona pia-
se habrían salvado del diluvio Noé con sus tres hijos y dosa, ante el solo pensamiento de haber cometido un pecado
sus mujeres. El Corán contradice en diversos pasajes esta contra su Señor. Por tanto, se refugió en Él y le pidió
información y afirma que, además de los miembros de perdón. (Quṭb)
sus familias, se salvaron también unos pocos creyentes.
El Corán califica a las generaciones que siguieron a Noé 69 Esta historia constituía también una advertencia para los
como «descendientes de los que albergamos en el arca» coraixíes de tiempos del profeta Muḥammad, que se
(17:3). (Mawdūdī) consideraban inmunes al castigo divino por ser descen-
dientes de Abrahán y tener por intercesores a numerosas
61 V. Génesis 7,20. (Daryabādī) diosas y dioses. Es también una amonestación para judíos
y cristianos, que albergan creencias parecidas, e incluso
62 Según Génesis 7,24, después de cumplirse el castigo, las para algunos musulmanes, que creen que sus santos y an-
aguas cubrieron la tierra durante 150 días. (Daryabādī) tepasados justos les van a guardar de las consecuencias
de la justicia divina. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 11
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70 Que se alejarán de la verdadera religión. (Daryabādī) lo hicieran los habitantes de La Meca con Muḥammad.
Aquí se acentúa un punto distinto: la obstinación de los
71 V. 2:126. (Yūsuf ᶜAlī) aditas en aferrarse a sus falsos dioses incluso después de
haberles sido anunciado el Dios verdadero; la condescen-
72 En la vida futura. (Daryabādī) dencia de Dios para con ellos y, finalmente, la justicia
con la que Dios hizo caer sobre ellos el merecido castigo,
En definitiva, la gracia de Dios no es patrimonio social mientras que los creyentes se salvaron. (Yūsuf ᶜAlī)
ni familiar. Todo pueblo y todo individuo deben poner su
esfuerzo personal por conseguirla. (Yūsuf ᶜAlī) 76 Puede referirse a un aumento de la población, como su-
ponen algunos comentaristas. Con todo, el concepto aquí
73 Aunque los árabes ya tenían noticia de la historia de Noé expresado es de alcance general. Si obedecían a Dios y
en sus líneas generales antes de la venida del Profeta, ni cumplían la norma de la justicia, su honradez los haría
ellos ni el mismo Muḥammad conocían sus pormenores aún más poderosos. (Yūsuf ᶜAlī)
como se relatan en el Corán. Y esto no solo es aplicable
a la historia de Noé, sino también a las de otros profetas, 77 V. 7:195. (Yūsuf ᶜAlī)
narradas a continuación. En este contexto, no será ocio-
so advertir una vez más que la intención del Corán no A Hūd no le quedaba ya aquí otro remedio que provocar-
es «narrar historias». La única finalidad que se persigue los y recurrir a Dios poniendo solo en Él su confianza.
es el esclarecimiento de una verdad moral. Puesto que Les hizo todavía una última advertencia antes de abando-
un mismo acontecimiento tiene con frecuencia diversos narlos a su suerte. (Quṭb)
aspectos con sus consiguientes implicaciones morales,
recurre el Corán una y otra vez a las mismas historias, 78 Lit.: «Él tiene asido el mechón»: este giro árabe se refiere
desplazando ligeramente el acento hacia uno u otro as- a la crin del caballo. Quien sujeta así a la cabalgadura la
pecto de las verdades que constituyen el fundamento de tiene totalmente a su merced. Véase también 96:15-16.
la revelación coránica. (Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
74 V. 11:35. Los justos que se entregan a la causa de Dios 79 Con toda vuestra capacidad de hacer el mal solo os perju-
y de sus semejantes serán con toda seguridad insultados, dicáis a vosotros mismos. (Daryabādī)
perseguidos y maltratados. Pero también estarán asisti-
dos por la gracia de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) 80 En contraste con la impotencia de los falsos dioses.
(Daryabādī)
75 V. 7:65-72 y notas correspondientes. (Asad)
81 Sobre la destrucción de los aditas por una terrorífica
En 7:65-72 el tema básico es que otros pueblos se ha- tempestad, véase 54:19 y, más detalladamente, 69:6-8.
bían comportado con sus profetas de la misma forma que (Asad)
El Corán I Azora 11
382
82 Aunque solo se les había mandado un enviado, este les La historia de los tamudeos se menciona en nueve azoras,
había transmitido el mismo mensaje que los mensajeros 7, 11, 15, 26, 27, 51, 53, 54 y 91. Cada una de ellas contie-
de las distintas épocas habían transmitido a las distintas ne su propia enseñanza y advertencia, por lo que ninguna
comunidades. Por eso, la desobediencia a uno de ellos de estas historias suprime o substituye a otra. (Al-Manār)
equivalía a desobedecerlos a todos. (Mawdūdī)
85 A través de substancias orgánicas que extraen sus nu-
83 El Islam supone, por una parte, obediencia a los pro- trientes —y con ellos su capacidad de desarrollo, repro-
fetas, en cuanto ello significa obediencia a Dios, y, ducción y evolución— directa o indirectamente de la tie-
por otra, rechazo de todo tipo de tiranos. Y en esto rra. Este es también el sentido de la sentencia coránica de
consiste cabalmente la diferencia entre la fe en los que el hombre ha sido hecho de tierra. (Asad)
mensajes y en los enviados, y la incredulidad. Y en
esto consiste también la dignidad del hombre en 86 V. 2:186. (Asad)
cuanto tal. (Quṭb)
Con esta frase refuta el Corán un error que ha provocado
84 La historia de Ṣāliḥ y los tamudeos se narra en 7:73-79 constantemente en los hombres el nacimiento de falsas
desde otro punto de vista. La historia es fundamental- creencias. Pensaban que Dios se hallaban muy lejos de
mente la misma, aunque se resaltan nuevos puntos y par- ellos y era inaccesible, lo mismo que sus reyes y sobera-
ticularidades para ilustrar los nuevos temas. Mientras que nos de la tierra. De igual modo que solo es posible acceder
el pecado fundamental de los aditas era su arrogancia y hasta estos últimos gracias a la mediación de un intercesor
obstinación, el delito de los tamudeos era la opresión de o valedor, también debía ser necesario un intermediario
los pobres, como se muestra en la prueba y el símbolo para comunicarse con Dios y recibir respuesta a las oracio-
de la camella (v. 7:73). Todos los crímenes se deben en nes. Estos errores dieron lugar a un ejército de «mediado-
cierto sentido a la arrogancia y la obstinación, aunque res». Al mismo tiempo, la institución de una jerarquía sa-
asumen formas variadas de acuerdo con las circunstan- cerdotal incapacitó a los seguidores de tales creencias para
cias. (Yūsuf ᶜAlī) llevar a cabo acciones religiosas personales. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 11
383
87 Antes de que comenzaras a anunciar esta nueva religión. y parábolas del Corán— tiene una dimensión general e
(Daryabādī) intemporal. Todo el acento recae aquí en la fundamental
incompatibilidad entre la fe en el Dios Uno, cuya om-
88 La vida de Ṣāliḥ había transcurrido en su pueblo con nisciencia y omnipotencia abarca todo lo existente, y la
una honradez semejante a la que más tarde evidencia- divinización de otros seres, a los que se atribuyen pro-
ría el profeta Muḥammad. Habría podido ser nombrado piedades y funciones divinas. La argumentación cruza-
su jefe o rey si hubiera tolerado sus ideas supersticiosas da entre los tamudeos y Ṣāliḥ se refiere a las posiciones
y apoyado su injusto sistema. Pero estaba llamado a un religiosas que responden al deseo de «aproximar a Dios
ministerio más alto, el de anunciar la verdad y la justicia, a los hombres» mediante la idea de unos mediadores.
luchar consecuentemente contra todo privilegio egoísta y En las religiones primitivas, esta «interconexión» con-
defender los derechos de los hombres sobre la libre tierra dujo a la divinización de diversas fuerzas naturales y,
de Dios, mediante el símbolo de la camella. Véase tam- consiguientemente, a creencias en divinidades imagina-
bién 7:73. (Yūsuf ᶜAlī) rias que actuaban desde el trasfondo de la vaga percep-
ción de un impreciso poder superior. En concepciones
89 En esto fundaban su politeísmo. Mientras que los se- religiosas más avanzadas, la exigencia de la mediación
guidores del Islam apoyan sus razonamientos en el sano adoptaba la forma de manifestaciones personificadas de
juicio, los argumentos de los ignorantes se limitan a una Dios mediante divinidades subordinadas o a través de
ciega imitación. (Mawdūdī) supuestas encarnaciones de Dios bajo forma humana.
Otra idea que pretende una «aproximación entre Dios
90 Recordemos que los árabes preislámicos consideraban a y el hombre» es el de una jerarquía de santos, vivos o
sus dioses, y también a los ángeles (presentados como difuntos, cuya mediación es buscada incluso por gente
«hijas de Dios»), como legítimos mediadores entre el que se proclama «monoteísta». (Asad)
hombre y Dios, cuya existencia no negaban. Por consi-
guiente, les producía gran inquietud la exigencia del pro- 93 O «la camella de Dios». Esta expresión ha dado pie a di-
feta de que abandonaran el culto de estos supuestos seres versas interpretaciones fantásticas. Pero, como subraya
divinos o semidivinos. (Asad) Rašīd Riḍā, indica el simple hecho de que no era pro-
piedad de nadie en concreto, por lo que se hallaba bajo
91 También puede entenderse: «Me ha concedido su miseri- la protección de todo el pueblo. En la misma aleya halla-
cordia». mos una expresión semejante, «tierra de Dios», que no es
sino una forma de subrayar que todo pertenece a Dios. (Asad)
92 Aunque este diálogo transcurre entre Ṣāliḥ y los jefes ta-
mudeos, su significado —como el de todas las historias V. también 7:73. (N. d. T.)
El Corán I Azora 11
384
94 V. aleya 58. (Yūsuf ᶜAlī) En la frase coránica que comentamos, el anuncio de que
le nacerá un hijo viene después de la afirmación de que
95 Es posible que esté estruendo describa la sacudida subte- ella se echó a reír. (Asad)
rránea que con frecuencia precede o acompaña a un terre-
moto, o bien el estrépito de una erupción volcánica. Pero 105 V. Génesis 18,11-11. (Daryabādī)
el repetido uso de esta expresión también nos hace supo-
ner que se trata en general de un «golpe del castigo» o del 106 Literalmente: «gente de la casa». Se trata de una forma
golpe definitivo que, como en 50:42, anuncia el instante cortés de dirigirse a la esposa y los miembros de la fami-
del Juicio Final. (Asad) lia. La bendición alcanza aquí a toda la familia. (Yūsuf
ᶜAlī)
96 V. 7:78. (Yūsuf ᶜAlī)
107 Se reproducen aquí estos acontecimientos del pasado
97 V. aleya 60. (Yūsuf ᶜAlī) para advertir a los coraixíes que se equivocan al pensar
que no les va a alcanzar el castigo que les anuncia el Co-
98 Con el anuncio del nacimiento de su hijo Isaac. rán, debido a su condición de descendientes de Abrahán,
(Daryabādī) de responsables de la protección y conservación de la
Caaba y también a su hegemonía religiosa, económica
99 Los ángeles se había presentado ante Abrahán bajo apa- y política en Arabia. Creían que el profeta Abrahán in-
riencia humana, sin descubrirle su verdadera identidad. tercedería por ellos, sus descendientes, ante Dios y los
Por eso los tomó por forasteros de paso y los agasajó salvaría. A eso se debe la pormenorizada descripción del
como era debido. (Mawdūdī) destino del hijo de Noé. Pero la historia de Abrahán trata
todavía de esclarecer algo más. Los coraixíes habían ol-
100 Los ángeles no comen, por supuesto, viandas propias de vidado que la norma de la justicia divina seguía conser-
seres terrenos. (Quṭb) vando su vigencia, como podía apreciarse en su propio
entorno. Por una parte, tenían el ejemplo de Abrahán,
101 El asomo de miedo que sintió ante ellos, al considerarlos que se había visto obligado a abandonar su patria por de-
enemigos solapados por negarse a compartir su comida, fender la verdad, estableciéndose en una tierra extraña,
queda superado en la frase siguiente. (Mawdūdī) en la que, al parecer, no contaba con poder alguno. Sin
embargo, Dios le recompensó con su hijo Isaac y su nie-
102 «El pueblo de Lot» significa el pueblo al que Lot había to Jacob, cuyos descendientes, los israelitas, dominarían
sido enviado, es decir los moradores de las ciudades ne- siglos más tarde la tierra de Palestina, en la que se había
fandas, Sodoma y Gomorra. (Yūsuf ᶜAlī) aposentado como extranjero. Por otra parte, contaban
con la historia del pueblo al que había sido enviado Lot,
103 Sara, la primera mujer de Abrahán. (Daryabādī) que vivía casi en la abundancia y el lujo, y que se volvió
tan insensato y arrogante que terminó hundiéndose en
104 Se rió al darse cuenta de que los ángeles eran enviados de los vicios más degradantes y olvidándose del juicio de
Dios, de los que ella y Abrahán nada tenían que temer. Esto Dios, sin hacer caso de las advertencias de Lot. Actuó,
se opone a la afirmación bíblica: «Ella se echó a reír, pen- al mismo tiempo, la justicia de Dios, cuando Abrahán
sando para sí: ¿Después de haber envejecido he de cono- recibió la buena nueva y aquel pueblo fue borrado de la
cer el placer y también mi marido viejo?» (Génesis 18:12). tierra. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 11
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109 Aparecieron bajo la forma de hermosos y apuestos jóve- 116 V. 7:85-93. A diferencia de la enseñanza de la azora 7,
nes, que despertaron los antinaturales apetitos de aquella aquí se pone el acento en la actuación de Dios con los
gente. (Daryabādī) hombres y en el extravío de estos. (Yūsuf ᶜAlī)
110 Cuando Lot advirtió la amenaza que se ceñía sobre sus 117 Fe en un único Dios y justicia en todas las relaciones
huéspedes, intentó despertar en ellos el instinto sano y humanas se yuxtaponen aquí como dos exigencias de la
natural llamando su atención hacia el sexo femenino. honradez. Esta versión de la historia de Šucayb pretende,
(Quṭb) como sucede siempre en el Corán, esclarecer principios
éticos de valor universal. Aquí se establece que es impo-
111 «Nuestras hijas» no significa necesariamente que se tra- sible ser justo ante Dios si se es injusto en las relaciones
tara de las hijas del mismo Lot, sino de otras muchachas humanas, tanto en sentido moral como social. (Asad)
solteras de la ciudad. (Daryabādī)
118 V. también 18:46 y 19:76. (Asad)
112 No se había dado cuenta de que el apoyo poderoso ya
estaba allí. (Yūsuf ᶜAlī) 119 Las personas egoístas y materialistas suelen burlarse de
las cosas espirituales, como la oración y los actos de cul-
113 La expresión significa claramente que han de cortarse to, y además reivindican sus propios derechos de propie-
todos los lazos con la ciudad nefanda, sin siquiera permi- dad como si no hubiera otros derechos mayores y más
tirse una mirada atrás. (Asad) importantes. (Yūsuf ᶜAlī)
114 La mujer de Lot no compartía con su marido la obedien- 120 La insistencia en que Dios le ha dado lo necesario para
cia al mandato de Dios y, por ende, miró atrás y compar- vivir pretende recordar a los compatriotas de Šucayb que
tió el destino de los viciosos habitantes de la ciudad. Véa- no son intereses personales de ningún tipo lo que le mue-
se también 66:10. Según el relato bíblico, se convirtió en ve a predicarles la justicia en las relaciones con sus seme-
estatua de sal (Génesis 19,26). (Yūsuf ᶜAlī) jantes. (Asad)
El Corán I Azora 11
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121 No es mi intención privaros de ninguno de vuestros dere- 127 V. aleya 67. (Asad)
chos. Se trata de una alusión al contenido de la aleya 85.
(Asad) 128 La historia de Moisés y el Faraón figura en muchos
pasajes del Corán, aunque cada vez ligada a un tema
122 No dejéis que os descarríe el despecho que sentís hacia especial que se trata de ilustrar. Aquí el punto central
mí. (Daryabādī) es que la actuación de Dios con respecto al hombre
es justa siempre y en todas partes. Por el contrario, el
123 Si Šucayb pertenecía a la cuarta generación después de hombre persiste una y otra vez en seguir a falsos guías,
Abrahán, no se hallaba cronológicamente muy distante cuyas ideas le llevan sin remedio a la ruina. (Yūsuf
de Lot. Y tampoco era grande la distancia geográfica en- ᶜAlī)
tre Sodoma y Gomorra y el lugar en el que vivía Šucayb.
(Yūsuf ᶜAlī). La lección que podemos extraer de estas cuatro aleyas
sobre la historia de Moisés es que, a diferencia de lo que
124 Semejante afirmación no se apoyaba en que Šucayb les acontece en los relatos anteriores, aquí el demoledor cas-
hablara, por ejemplo, en una lengua extraña o con com- tigo no cae sobre todo el pueblo. En este caso, solo el
plicados discursos, pues empleaba un lenguaje llano y, Faraón y los nobles de su pueblo fueron entregados al
además, en su propio idioma. Pero ellos no querían en- exterminio. (Al-Manār)
tender. Este principio es igualmente aplicable a todos los
que se han convertido en víctimas de sus propios prejui- 129 Se trata de nuevos signos, mencionados en la azora 17 y
cios: no entienden nada que vaya en contra de sus opinio- explicados en otras azoras. (Al-Manār)
nes preconcebidas. (Mawdūdī)
130 Faraón es el tipo de falso guía, arrogante y egoísta, que
125 El tono pasa aquí de la burla a la amenaza. (Daryabādī) tiene la osadía de pretender competir con Dios. Tal acti-
tud parece impresionar a la gente inculta, que suele ser
Cuando fue revelada esta historia se daban en La Meca fácil presa de su engaño, a pesar de las enseñanzas y
unas circunstancias parecidas. Y muy semejante a la advertencias de los enviados de Dios y de las múltiples
respuesta de Šucayb fue también la reacción de profeta fuerzas morales y espirituales que invitan al hombre a
Muḥammad ante la sed de sangre que mostraban los co- acogerse a la gracia divina. (Yūsuf ᶜAlī)
raixíes. (Mawdūdī)
131 V. aleya 18, así como aleya 60, que emplea la misma ex-
126 V. 11:66 y 11:58. (Yūsuf ᶜAlī) presión para referirse al pueblo cadita. (Asad)
El Corán I Azora 11
390
132 Cualquiera que estudie la historia con la conciencia de se atienen por costumbre a los falsos valores heredados del
que no es una simple sucesión de acontecimientos, sino que pasado, siguiendo por consiguiente normas éticas falsas.
obedece a unas leyes y permite, por tanto, establecer Tal actitud conduce inevitablemente —como se muestra
conclusiones lógicas, constatará que el florecimiento y la en la última frase de esta aleya— al castigo, ya sea en esta
decadencia de comunidades y naciones se han producido vida, ya en la futura, o en ambas a la vez. (Asad)
con una cierta regularidad. Podrá comprobar igualmen-
te que en todo ello han intervenido determinadas causas 136 Pues tendrá lugar el día del Juicio. (Daryabādī)
morales. Se advierte así que el hombre se halla subordi-
nado a una autoridad superior que gobierna el universo a 137 V. 11:109, con cuyo contenido se enlaza aquí, retoman-
través de una normativa ético-racional. (Mawdūdī) do la característica expresión «retribuir cumplidamente»,
que da paso en las aleyas siguientes a la advertencia de
133 Lit.: «el cielo y la tierra». Algunos teólogos musulmanes que es preciso actuar con coherencia y seguir la nueva
llegan a la conclusión de que los castigos mencionados revelación del recto camino. (Yūsuf ᶜAlī)
en este contexto no son eternos, pues tampoco lo son el
cielo y la tierra que nosotros contemplamos, y, por otra 138 Se le ordena aquí al Profeta que sea consecuente y cum-
parte, no parece proporcionado el castigo eterno por ac- pla con firmeza su deber. (Daryabādī)
ciones de una vida pasajera. Pero la mayoría rechaza esta
opinión. Argumentan que el cielo y la tierra aquí mencio- El Profeta quedó tan sobrecogido ante estas palabras que
nados no son los que nosotros conocemos, sino otros de se le oyó decir: «La azora Hūd ha encanecido mis cabe-
duración infinita. Coinciden en que la voluntad de Dios llos». (Quṭb)
no está sujeta a variaciones, y que Él ya ha determinado
que el premio y castigo del día del Juicio serán eternos. 139 Los interpelados son aquí el Profeta y quienes le siguen y
(Yūsuf ᶜAlī) se convierten. No deben fiarse de los inicuos ni mostrar-
les ninguna clase de simpatía, pues son tiranos que utili-
134 La sentencia es eterna en sí misma, aunque sometida a la zan su poder en la tierra para sojuzgar a las criaturas de
divina voluntad. (Daryabādī) Dios. Tal cosa equivaldría a colaborar con la injusticia.
(Quṭb)
135 Se interpela aquí en primer término a los árabes paganos,
que —al igual que los hombres inicuos mencionados en 140 Según Zamaḫšarī, esta palabra no expresa sucesión tem-
párrafos anteriores— rechazaban el mensaje de Dios con poral («entonces», «después»), sino que trata de indicar
el pretexto de que era contrario a las creencias de sus ante- que, por ello, es imposible que consigan la ayuda de
pasados. Por extensión, se refiere también a todos los que Dios. (Asad)
El Corán I Azora 11
392
141 Se mencionan así todas las oraciones preceptivas, aunque 146 V. 7:18 y 7:179. (Yūsuf ᶜAlī)
sin establecer ni su forma ni el tiempo exacto de hacer-
las, aspectos que serán precisados en la Sunna (Tradición 147 En el Corán, las historias de los profetas tienen una tri-
del profeta Muḥammad). Puesto que esta aleya acentúa ple función: 1) enseñan la suprema verdad espiritual;
la extraordinaria importancia de la oración, es razonable 2) aconsejan, guían y amonestan sobre la forma en que
suponer que no solo se refiere a las cinco oraciones pre- hemos de conducir nuestra vida; 3) despiertan nuestra
ceptivas, sino también a mantener viva la presencia de conciencia y nos recuerdan la actuación de los designios
Dios en cada instante de nuestra vida. (Asad) divinos en los asuntos humanos. Así queda patente en la
historia de José de la azora siguiente. (Yūsuf ᶜAlī)
142 «Las prácticas meritorias»: en este contexto cuentan ante
todo como tales la oración y la meditación, y también 148 V. 11:93 y 6:135. (Yūsuf ᶜAlī)
los buenos pensamientos, palabras y acciones. Mediante
ellas alejamos de nosotros el mal, tanto pasado como pre- 149 Los creyentes esperaban, de acuerdo con la promesa de
sente o futuro. (Yūsuf ᶜAlī) Dios, la victoria de su religión y el castigo de los contu-
maces. (Al-Manār)
143 La perseverancia forma parte de las buenas acciones, al
igual que la práctica de la oración en los tiempos prescri- V. 11:93 y 10:102. (Yūsuf ᶜAlī)
tos y la paciencia con quienes niegan la verdad. Dios no
se olvida de remunerar a quienes hacen sinceramente el 150 En nuestro mundo, o en la creación, ni lo visible ni lo
bien. (Quṭb) oculto son independientes de la voluntad y del plan de
Dios. Todas las cosas se deben a la decisión divina; por
144 La ponderación es una virtud o cualidad estable que resiste eso hemos de servirle y depositar en Él nuestra confianza.
la hostilidad de las fuerzas externas; equilibrio interior y (Yūsuf ᶜAlī)
armonía propias de la virtud, que no se deja inquietar por los
caprichos y seducciones de este mundo, ni disuadir por el 151 Finalmente, Dios amonesta a los representantes de la in-
miedo a condenar el mal, aunque este se haya puesto de credulidad y consuela a los creyentes, anunciando que
moda o convertido en costumbre. Unos dirigentes ador- nada de cuanto hacen unos y otros escapa a su atenta
nados con tales cualidades podrían preservar a las nacio- vigilancia. Aun cuando todavía conceda un plazo a los
nes de la ruina y la destrucción. (Yūsuf ᶜAlī) malvados, tendrán que responder ante Él de la injusta
persecución que han desencadenado contra los anun-
145 Es decir, quienes, acogiendo la gracia divina, utilizan la ciadores de la verdad, de su siembra de discordia y de
capacidad que Dios les ha concedido para conocer Su su pretensión de obstaculizar la realización del bien.
existencia (v. 7:172), y reconocen al mismo tiempo la (Mawdūdī)
enseñanza y orientación que Él ofrece a la humanidad a
través de sus enviados. (Asad)
El Corán I Azora 12
395
Introducción a la Azora 12
YŪSUF
JOSÉ
Para el orden cronológico de esta azora y el desarrollo general de las ideas de la azora 10 a la 15, véase la introducción a la azora 10. El
tema de toda esta azora es la historia de José (es más una recapitulación que una narración), el segundo hijo más joven de los doce del
profeta Jacob. Se considera la más bella de las historias (azora 12:3) por diversos motivos:
La azora se abre con tres versos introductorios que caracterizan al Corán y a su modo propio de narrar un hecho. Sigue, hasta el verso
100, la historia de José. La azora finaliza con 10 versos que contienen la confirmación del último mensaje como conclusión. Esta azora
complementa la historia de los profetas de la azora anterior. Mientras que la azora Hūd informa sobre un buen número de profetas y sus
pueblos, esta azora trata de la historia de un único enviado de Dios: José, que creció lejos de su pueblo, en un entorno extraño y, ya en edad
adulta, recibió el encargo de transmitir el mensaje de Dios. Pasa de ser esclavo a insigne señor en un poderoso país. Cumplió su tarea de
forma ejemplar y llegó a ser un modelo para la humanidad, no sólo en la ejecución de su objetivo como enviado de Dios, sino también en
su comportamiento en todos los aspectos de la vida, en especial ante sus padres y hermanos. Por eso era importante revelar la azora como
un todo. (Al-Manār)
- El amor paterno hacia José y su hermano Benjamín, por un lado, y hacia los demás hermanos, por el otro.
- Los celos y la envidia entre los hermanastros.
- La astucia y la malicia en sus distintas formas.
- La pasión y su arrebato.
- El arrepentimiento en algunas de sus manifestaciones, el perdón en el momento adecuado y la alegría del reencuentro tras largos años de
separación. Todo ello en el conocido e impresionante modo expresivo de las narraciones coránicas. (Quṭb)
Resumen:
La vida es como un sueño o una visión que debe aclararse por medio de historias y parábolas, tal y como se desarrolla en el Corán con
brillantez. La verdad que José, hombre de Dios, observa en su visión es insoportable para sus hermanastros, por lo que se conjuran contra
él y le venden como esclavo, por unas pocas monedas, a un mercader (aleyas 1-20).
El mercader lleva a José a Egipto, donde es comprado por un alto dignatario de la corte real (ᶜAzῑz) que le trata como a un hijo.
Su mujer intenta en vano inducir a José a los placeres del amor terrenal. Su resistencia le ocasiona la ignominia y la prisión, pero incluso
en la cárcel proclama la verdad y es conocido por su buen proceder. Uno de sus compañeros de prisión, a quien José había interpretado un
sueño, sale en libertad y es tomado como escanciador bajo la protección del rey (aleyas 21-42).
El rey tiene un sueño y, gracias a la intervención del escanciador, José tiene la posibilidad de interpretarlo.
José exige que todo el escándalo que se urdió contra él sea rectificado públicamente. Es rehabilitado y llamado por el rey a ser ministro.
A causa de una escasez de víveres, sus hermanastros van a Egipto y son tratados amablemente por José, al que no reconocen. José les pide
que vuelvan con su hermanastro, Benjamín, el más pequeño (aleyas 43-68).
José retiene a su hermano Benjamín y con una artimaña hace ver a sus hermanastros su propio odio y el crimen que cometieron con él. José
les perdona y les envía para que traigan a Jacob y a toda la familia de Canaán a Egipto (aleyas 69-93).
Israel (Jacob) llega y es consolado. Se establece en Egipto. El nombre de Dios será ensalzado. La verdad de Dios permanece siempre y Su
plan se revelará plenamente en la vida futura (aleyas 94-111).
El Corán I Azora 12
396
Azora 12
YŪSUF
JOSÉ
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 Para la comprensión de estas letras iniciales, véase la in- 9 Jacob espera que su hijo José sea escogido por Dios
troducción de la azora 10. (Yūsuf ᶜAlī) para recibir esta bendición y continuar en él la estirpe de
Abrahán. (Quṭb)
2 Aunque estos versos se orientan, sobre todo, a los con-
temporáneos árabes del profeta, se dirigen también a 10 Benjamín era hermano de padre y madre de José y mucho
todos los hombres, de cualquier procedencia, que entien- menor que él. La madre murió en el parto de Benjamín.
dan la lengua árabe. V. 13:37 y 14:4. (Asad) Por eso Jacob se dedicó a sus dos hijos huérfanos de ma-
dre con un especial cuidado. (Mawdūdī)
3 Tú eras uno de los muchos analfabetos de tu pueblo, de
aquellos que no tenían ningún interés en estudiar atenta- 11 Para entender esto correctamente no debemos perder de
mente esta historia. (Quṭb) vista las condiciones de vida de las familias de aquella
época. Mientras no hubo otra forma de gobierno, cada
4 El José bíblico (1910-1800 a.C.) era un enviado de Dios familia llevaba una vida independiente de las demás.
e hijo de Jacob. (Daryabādī) La fuerza de la tribu dependía del número de hijos, nie-
tos, hermanos y sobrinos capaces de defender la vida,
5 Aquí se le muestra una visión de su historia futura. Él el honor y la propiedad. Por eso, el jefe del clan ponía
debía elevarse por encima de sus once hermanos (las es- mayor interés en sus hijos adultos que en los niños y
trellas) y sus padres (la Luna y el Sol). Tal y como cuen- mujeres de su familia. Ya que Jacob era, en este caso, el
ta la historia en su transcurso posterior, nunca perdió la cabeza de familia, sus hijos esperaban ser sus preferidos.
cabeza por ello, sino que respetó siempre a sus padres y (Mawdūdī)
ofreció el perdón a sus hermanos. (Yūsuf ᶜAlī)
12 V. Génesis 37, 21-22. (Daryabādī)
6 V. 11:42. (Asad)
13 El pozo que buscaron para ese fin estaba seco, por lo que
7 V. Génesis 37,8. (Daryabādī) no suponía un peligro inmediato de muerte. V. Génesis
37, 24. (Daryabādī)
8 La expresión árabe usada aquí no solo expresa «los sig-
nificados de los sueños» como se entiende de un modo 14 En este punto se diferencia la historia coránica de la bí-
general. Es más amplia y también significa: Dios te ben- blica o la del Talmud, donde los hermanos no le piden a
decirá para que comprendas los problemas de la vida y su padre que mande a José con ellos, sino que es el propio
sus soluciones y te dará entendimiento para descubrir la padre el que lo envía con un encargo a Šikem, donde los
realidad. (Mawdūdī) hermanos guardan el rebaño de su padre. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 12
398
15 En efecto, esto se cumplió cuando José fue gobernador 22 V. Génesis 37, 28. (Daryabādī)
de Egipto y sus hermanos acudieron a él para solicitar
su ayuda sin saber que aquel era el hermano que habían 23 La Biblia y el Talmud confirman que Putifar apreció
traicionado. V. 89 (final) y 58. (Yūsuf ᶜAlī) mucho a José. Según la historia del Talmud, debía haber
dicho: «No parece un esclavo, y me temo que ha sido
16 Ni la Biblia ni el Talmud mencionan que Dios consolara sacado a la fuerza de su país». Por eso no lo trató como
a José por medio de una revelación. (Mawdūdī) a un esclavo, sino que lo nombró administrador de los
bienes del Estado. Esto último lo dice también la Biblia.
17 Fue poco hábil llevar a cabo la fechoría justamente a (V. Génesis 39,6). (Mawdūdī)
la mañana siguiente, después de haber sido advertidos.
Además, Jacob comprendió de forma intuitiva que nin- 24 V. Génesis 39, 7 y 37, 10-12. (Daryabādī)
gún lobo había devorado a José, sino que sus hijos habían
tendido una trampa a su hermano. (Quṭb) 25 V. Génesis 39, 8-9. (Daryabādī)
18 V. Génesis 37,31. (Daryabādī) 26 «La advertencia del Señor» significa la inspiración divi-
na que despierta su conciencia y le dice que no corres-
19 También la reacción de Jacob tras la noticia de la muerte ponde a su dignidad el ceder a la seducción. Este verso
de José es diferente de la descripción de la Biblia o el también aclara lo que significa la afirmación de que los
Talmud. (V. Génesis 37,34). (Mawdūdī) profetas están libres de pecado. De hecho no significa
que el profeta sea infalible sino que, aunque tiene pasio-
20 V. Génesis 37, 25. (Daryabādī) nes, sentimientos y deseos como cualquier otro hombre,
es tan virtuoso y consciente de su unión con Dios que
21 V. Génesis 37, 25-28. (Mawdūdī) nunca albergará malas intenciones. Y cuando cede invo-
luntariamente a sus emociones, Dios le avisa y le muestra
Deducimos del orden de la narración que los que venden de nuevo el buen camino. (Mawdūdī)
a José son los viajeros de la caravana. Por el contrario, en
la historia bíblica parece que fueron los propios herma-
nos los que lo vendieron. (Al-Manār)
El Corán I Azora 12
400
28 Según la Biblia, el esposo cree las falsas acusaciones de 35 Encerraron a José en la cárcel para no perder la honra,
su esposa (Génesis, 39, 12-20). después de haber percibido claramente que era inocente.
En su opinión, no había otra alternativa para suavizar el
29 Esta opinión no procede del Islam. (Daryabādī) escándalo, que se extendía rápidamente. (Mawdūdī)
30 A pesar de esa falta, el amo no intentó separar a su mujer 36 V. Génesis 39,19-20. (Daryabādī)
del joven. Y se retornó a la rutina diaria. (Daryabādī)
37 Uno era el escanciador y el otro el panadero del rey.
31 ᶜAzīz significa el gobernador de Egipto. (Mullá) V. Génesis 40, 2-2. (Daryabādī)
32 Para invitarlas a un banquete. Debe tratarse de damas de 38 Según el informe del Talmud habían sido condenados
alta posición a las que era conveniente que invitara la porque, durante un banquete, se había encontrado arena
mujer de un dignatario. (Daryabādī) en el pan y una mosca en el vino. (Mawdūdī)
41 Que los dos presos confirmen la honradez y bondad de 45 Mientras interpreta los sueños y manifiesta afabilidad
José muestra que éste gozaba en la cárcel de un gran con sus compañeros de prisión, José no habla nunca de sí
prestigio. De lo contrario no se hubieran dirigido a él con mismo. Solo después, cuando el sueño del escanciador se
el ruego de interpretar sus sueños. No solo los presos, cumpla y sea liberado y repuesto en su cargo, nos pode-
sino también los funcionarios de la cárcel veían en José mos imaginar cómo se despidió de José y le preguntó si
a un hombre honrado y tenían completa confianza en él. podía hacer algo por él. José no necesitaba ningún favor,
Esto lo confirma también la Biblia (Génesis 39:22-23). y menos del rey o de la corte. Le bastaba la gracia divina.
(Mawdūdī) Pero tenía una gran misión, que no podía cumplir en pri-
sión, ante Egipto y ante todo el mundo. Si el escanciador
42 V. última frase de la azora 30:30. (Asad) mencionara a José frente al rey, no como recomendación
sino como justicia, ya que la equidad del rey estaba pues-
43 V. Génesis 40, 12-13. (Daryabādī) ta en entredicho al mantener a un inocente en la cárcel,
el asunto era de interés para el rey y para Egipto. Por eso
44 V. Génesis 40, 18-19. (Daryabādī) dice José: «Mencióname ante el rey». (Yūsuf ᶜAlī)
44 Aquí aparece José por primera vez como promulgador de V. Génesis 40:14-15. (Daryabādī)
la verdadera fe. Aquí también desvela por primera vez su
identidad. Antes había soportado pacientemente todo lo 46 V. Génesis 41, 1-8. (Daryabādī)
que le había pasado, sin hablar ni una sola vez de su pa-
rentesco con Abrahán y los otros profetas, a pesar de que 47 José no solo predice lo que va a pasar, sino que también
eran reconocidas personalidades cuyos nombres podía propone medidas para superar la desgracia. Durante siete
haber utilizado para su provecho. Sin embargo, desvelar años resultará la cosecha abundante. Con un cultivo bien
su identidad es aquí imprescindible para el cumplimien- planificado se puede conseguir una enorme cosecha de la
to de su cometido, divulgar la misma verdad que habían que solo deben utilizar los egipcios lo necesario para su
anunciado sus antepasados profetas. sustento y dejar lo restante en las espigas para almacenar-
lo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 12
404
49 En la Biblia y en el Talmud no se menciona esta parte 57 Después de que la falta de víveres se extendiera por Pa-
tan notable de la historia, en la que José rehúsa aban- lestina y Siria. V. Génesis 41:54. (Daryabādī)
donar la cárcel antes de ser completamente rehabilitado.
(Mawdūdī) 58 V. Génesis 42, 5-6. (Daryabādī)
50 V. aleya 31 de esta azora. (Daryabādī) Aparentemente tenía reglamentado el tema de forma que
ningún extranjero pudiera comprar grano sin poseer un
51 V. 75:2 (Yūsuf ᶜAlī) permiso especial de él. Por ello sus hermanos, tras su lle-
gada a Egipto, se presentaron ante él para conseguir el
52 Con estas palabras da a conocer su fe en Dios. (Quṭb) intercambio de mercancía. (Mawdūdī)
61 V. Génesis 42, 15. (Daryabādī) 67 Al parecer, José repartía a los compradores extranjeros
una carga de camello de grano por persona. (Asad)
62 V. Génesis 42, 25. (Daryabādī)
68 Inmediatamente antes de su marcha. (Daryabādī)
63 Para el plan de José era extremadamente importante que
volvieran. Y cuando regresaran no podrían hacerlo sin 69 Que también era utilizada de medida para el grano.
Benjamín, tal y como él les había dicho. Como reclamo (Daryabādī)
adicional, les devolvió el precio de adquisición del gra-
no para que pudieran descubrirlo en su regreso a casa. 70 V. Génesis 44, 1-2 (Daryabādī)
(Yūsuf ᶜAlī)
71 V. Génesis 44, 3-6. (Daryabādī)
64 V. Génesis 42, 32-34 (Daryabādī)
72 José quería ponerles en una situación comprometida con
65 V. Génesis 43, 4-9 (Daryabādī) un doble propósito. Primero deberían avergonzarse. Por
otro lado, esto serviría de excusa para mantener a Ben-
66 V. Génesis 42, 35 (Daryabādī) jamín a su lado y para traer a Egipto a su anciano padre.
(Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 12
408
73 Queda aquí visible el resultado del plan de José, que 78 El odio de los diez hermanos contra José y Benjamín sale
Dios le había sugerido. Conforme a la religión de Jacob, de nuevo a la luz. (Yūsuf ᶜAlī)
el ladrón quedaba como preso o garantía en compensa-
ción a lo robado. Puesto que estaban convencidos de su 79 Ahora son sabedores de la mala situación en que se en-
inocencia, declararon estar preparados a aceptar el jui- cuentran y se acuerdan del juramento que le hicieron a
cio de la ley contra quien resultara ser el ladrón. (Quṭb) su padre. Por eso, por su anciano padre, acuden ahora a
despertar la compasión de José. (Quṭb)
V. Génesis 44, 9. (Daryabādī)
80 V. Génesis 44, 17. (Daryabādī)
74 Mientras los diez hermanos estaban muy contentos inte-
riormente con su «pronunciamiento», se adaptaban, sin 81 V. aleya 66. (Daryabādī)
saberlo, al plan de José. (Yūsuf ᶜAlī)
82 Hasta que mi padre me autorice a volver junto a él.
75 V. Génesis 44, 11-12. (Daryabādī) (Daryabādī)
76 V. Génesis 44, 12. (Daryabādī) 83 Debía esperar la decisión de su padre y permanecer allí,
como había jurado, hasta que Dios no le mostrara otro
77 Según la ley de Egipto la pena para un ladrón sería la de camino. (Yūsuf ᶜAlī)
ser azotado o pagar el doble del valor de lo robado pero,
en ningún caso, el mantenerlo preso. (Al-Ŷalālayn)
El Corán I Azora 12
410
84 Con la mirada de la fe vio claramente la inocencia de 90 Así volvieron a Egipto por tercera vez. Ahora estaban se-
Benjamín, aunque no pudiera percibir con todo detalle lo riamente señalados por los efectos de la carestía. Ya no
que realmente había pasado. (Yūsuf ᶜAlī) tenían nada de dinero y la mercancía que les quedaba para
poder cambiar por grano era de muy mala calidad. (Quṭb)
Los acusa de conspiración contra él, como antes en el
caso de su hijo José. (Ibn Kaṯīr) 91 Inconsecuentes en lo referente al bien y el mal. (Asad)
85 Estas mismas palabras había pronunciado cuando le lle- 92 No solo admitieron su culpa, sino que también confesaron
gó la noticia de la desaparición de José (V. aleya 18 ante- que Dios había distinguido a José con una mejor fisono-
rior). Pero esta vez están asociadas a la esperanza de que mía, un mejor carácter, mayor fortuna y poder, una conduc-
Dios le devuelva tanto a José como al hijo pequeño y al ta mejor y, finalmente, con el don de la profecía. (Ibn Kaṯīr)
otro que, voluntariamente, se había quedado atrás.
93 José es muy generoso y en el gran momento de la recon-
86 Quizá regresarían sus tres hijos perdidos José, Benjamín ciliación no quiso que ellos se mortificaran largo tiempo
y Judá. (Yūsuf ᶜAlī) con reproches. Un anciano y amado padre se consume en
Canaán por la nostalgia de José. Debe ser informado y
87 Él sabe donde están mis tres hijos y me los traerá de vuel- consolado inmediatamente. (Yūsuf ᶜAlī)
ta a su debido tiempo. (Daryabādī)
94 Recordemos que ellos habían intentado encubrir su cri-
88 Estuvo todo el tiempo convencido de que verdaderamen- men manchando con sangre la túnica de José y simulan-
te volvería a ver vivo a José. (Al-Ŷ alālayn) do que lo mató un lobo (v. aleya 17-18). José les entregó
otra túnica para que pudieran llevarla como prueba de su
89 Le deben informar del sufrimiento de su padre y apelar historia. La primera túnica ocasionó la tristeza de Jacob,
a su compasión para que, así, quizá libere a Benjamín. ésta le llevaría alegría. (Yūsuf ᶜAlī)
Hablarán tanto de la honda pena de su padre como de
la preocupación general, compartida por todos, que les 95 En contraposición a ello, en el Génesis 45:26-27 se relata
causa la carencia. (Yūsuf ᶜAlī) que, en un principio, el padre no cree la información que
le dan los hijos y da por muerto a José. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 12
412
98 Según la tradición oriental, el lugar de honor de una re- 101 Ninguno viene del cielo. (Daryabādī)
cepción pública es un asiento más elevado. Para demos-
trar su respeto a los padres, José les dejó que se sentaran 102 ¿No habéis visto en vuestros viajes los restos de la cultu-
en el asiento de honor o trono. (V. aleya 4) (Yūsuf ᶜAlī) ra pagana anterior? (Daryabādī)
El Corán I Azora 12
414
103 Como en la historia de José, Dios da a los malos mucho 104 Esto es, tanto la historia de José como la de los restantes
campo libre hasta que Sus enviados sienten que la exhor- profetas. (Yūsuf ᶜAlī)
tación no tiene sentido y que ellos mismos serían tildados
de mentirosos en una sociedad no creyente. Después se 105 El Corán en su totalidad. El siguiente pasaje conecta con
llega al punto crítico y la ayuda de Dios alcanza rápida- las aleyas 102-105. (Asad)
mente a Sus Servidores, que son salvados de la persecu-
ción y el peligro, mientras que la cólera de Dios cae sobre 106 Todo lo que el hombre necesita para su bienestar espiri-
los malos sin que de ningún modo la puedan soslayar. tual. V. 10:37. (Asad)
(Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 13
415
Introducción a la Azora 13
AR-RA D
EL TRUENO
En esta azora se trata en especial de cómo Dios se da a conocer al hombre y cómo se comporta con él
bajo el aspecto de marcados contrastes que aquí serán resaltados. Se da una revelación dirigida a los
profetas, realizada en forma de palabras que tienen presente el lenguaje de los hombres afectados, y,
paralelamente a ella, la revelación o los signos que se dan en las leyes inmutables de la naturaleza
exterior, vigentes sobre la tierra y el cielo visible. Ya en el mundo exterior y visible se da una
oposición entre la vida, que se crea una y otra vez, y la muerte: ¿Por qué deberían los hombres
rechazar una vida después de la muerte? Se burlan de la idea de un castigo por el hecho de que éste
se retrase temporalmente: No ven que el bien perdura y el mal desaparece como la espuma. No sólo
en los milagros, sino en el transcurso rutinario del mundo se muestran el poder y la misericordia
divinos ¿Qué significa el castigo en esta vida comparado con el de la futura? También aquí hay
señales de como actúa Su Ley: a los hombres les gusta hacer planes e intrigar de acuerdo con sus
deseos, pero al final la voluntad divina alcanza su meta. Esto ya quedó aclarado en la azora anterior
con la historia de José.
Resumen:
Los justos mueren en gracia de Dios y encuentran la paz. Los malvados rompen Su ley, luchan y
rechazan las creencias; la ira de Dios les sorprenderá, pero a Su tiempo. (Aleyas 19-31)
Así ocurrió con los primeros enviados: fueron objeto de burla, pero los burladores cayeron mientras
que los honrados triunfaron y obtuvieron éxito. (Aleyas 19-31). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 13
416
Azora 13
AR-RA D
EL TRUENO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 V. 2:1 (Yūsuf ᶜAlī) palmeras que crecen de una o varias raíces y, ocasional-
mente, de modo solitario. (Yūsuf ᶜAlī)
2 V. 10:1. (Yūsuf ᶜAlī)
8 Si es posible una creación, ¿dónde reside la dificultad que
3 Aunque, según las apariencias, no se puede percibir que hace imposible una nueva creación? (Yūsuf ᶜAlī)
tales cuerpos celestes tengan apoyos, sí que hay una
fuerza inmutable e invisible que no solo mantiene en 9 V. 7:157 (Yūsuf ᶜAlī)
su lugar y órbita adecuados a cada uno de esos cuerpos
gigantescos, entre ellos el planeta Tierra en el que vivi- 10 V. 6:57-58 y 8:32. (Asad)
mos, sino que también cuida de que no choquen entre sí.
(Mawdūdī) 11 V. 10:11. (Asad)
4 «Un término predeterminado» puede referirse al fin del V. 6:12 y 7:156. (N. del T.)
mundo o a «las estaciones» a través de las que discurren,
en el espacio y en el tiempo, el Sol, la Luna y todos los 12 V. Mateo 12, 39. (Daryabādī)
demás cuerpos celestes. (Asad)
Ni siquiera un milagro convencería a los que quieren ne-
5 V. 10:3. (N. del T.) gar la verdad. V. 6:7, 6:111, 10: 96-97 y 13:31. (Asad)
15 Él es responsable si Dios, siguiendo la inmutabilidad de 17 En este momento, el lector u oyente del texto árabe debe
Su ley, lo castiga o le recompensa. Esto no es solamen- efectuar una postración. (N. del T.)
te una responsabilidad, sino también un honor para los
hombres, ya que sus hechos son considerados como ins- 18 V. 5:79. (Yūsuf ᶜAlī)
trumentos de la voluntad divina. (Quṭb)
19 Es un sarcasmo frente a esa gente, haciéndoles ver que
16 Con esta aleya se vuelve al tema con el que se comenzó todo ha sido creado por Dios y que los dioses que ellos
la azora (aleyas 2-4), es decir, el plan acordado cuyo sen- veneran no pueden producir una creación, ya que ellos
tido se halla en toda la naturaleza y, por consiguiente, en mismos han sido creados. (Quṭb)
la existencia de Dios. (Asad)
20 V. 3:91 y 10:54. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 13
420
21 Esto se refiere a todo tipo de relaciones entre personas; Esta es la contestación a su pregunta. No se encuentran
esto es, relaciones familiares, responsabilidad para con en el camino erróneo por falta de señales milagrosas, sino
los huérfanos y pobres y deberes recíprocos de los veci- que carecen del deseo propio de aspirar al buen camino.
nos, así como los nexos físicos y morales que perduran Dios no obliga a nadie a llevar el camino recto cuando
entre todos los que se han integrado en la gran familia se aparta de él intencionadamente. Él deja a ese hombre
universal (v. 8:75). seguir su camino. Incluso lo que sirve al buscador de la
verdad para su orientación se le oculta al que se aferra a
22 El cumplimiento de las oraciones es válido como parte su desvío. (Mawdūdī)
del cumplimiento de la alianza con Dios y es su piedra
angular. Es la expresión de un total regreso a Él y la 27 Encuentran tranquilidad y confianza en el sentimiento de
unión visible entre el siervo y su Señor. (Quṭb) que están siempre unidos a Dios, están a salvo a Su lado
y seguros en Su protección. Están libres del miedo a la
23 Cuando alguien se comporte con ellos de forma inicua, soledad y a la desorientación en el camino. Admiten las
ellos se comportarán de forma íntegra. (Mawdūdī) pruebas con paciencia y se muestran serenos en la des-
gracia. (Quṭb)
24 Dios ofrece los medios para el sustento correspondientes
a Su plan universal sin atender al beneficio de algunos 28 Esto solo lo conocen los que tienen ideas verdaderas en
seres en particular, lo que significa que el bienestar mate- sus corazones. Es algo interior, algo en las facultades sen-
rial en este mundo no implica la gracia divina en el otro. sitivas, en el corazón o en el alma. Depende de las ex-
(Daryabādī) periencias espirituales internas del hombre. Cuando un
hombre se dirige a Dios llega a esa luz y a esa experiencia.
25 V. 9:38. (Yūsuf ᶜAlī) Cuando no lo hace, Dios no le obliga a ello. (Yūsuf ᶜAlī)
26 Y este es el precursor de su buena conducta, es decir, 29 Ṭūbā es un estado interior de felicidad, una alegría inte-
su vuelta a Dios llena de arrepentimiento. Se hace digno rior, difícil de describir con palabras y que refleja en la
de ser conducido hacia Él. Con ello queda claro que los vida de un hombre tanto sus momentos buenos como los
que no están preparados para esta conversión tampoco se difíciles, en cualquier situación. Además hay una defini-
merecen ser conducidos. Es única y exclusivamente la tiva meta a la que deben dirigirse sus ojos después de ha-
preparación del corazón y su anhelo lo que ocasiona que ber concluido la lucha de la vida. Esta meta es el propio
Dios guíe rectamente a los hombres. (Quṭb) Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 13
422
35 V. la segunda parte de la azora 10:18. (Asad) 45 Que el mensaje del Corán es universal, es decir, que no
se limita a los árabes, se subraya claramente en muchos
36 V. 7:186 y 14:4. (Asad) lugares, como, por ejemplo, en la azora 7:158. (Asad)
El Corán I Azora 13
424
46 Esta aleya fue revelada como respuesta a quienes cri- fica. En el siguiente, Dios perfecciona una parte mientras
ticaban al profeta por sus múltiples matrimonios. (Al- que confirma el resto. De hecho, en el Corán están reco-
Ŷalālayn) gidos todos los libros anteriores. (Ibn Kaṯīr)
Exceptuando a uno, todos los profetas de los que tene- 50 Esto contesta a la pregunta relativa a la revelación del
mos conocimiento detallado tuvieron mujer e hijos. La Corán. Fue necesaria porque habían variado las escritu-
única excepción es Jesús, el hijo de María. Su vida fue ras anteriores. Por eso, Dios las derogó y pidió seguir la
incompleta y su actividad duró solo tres años. Nosotros nueva revelación. (Mawdūdī)
le honramos igual que a los demás profetas, pero eso no
significa que su mensaje se aplique de forma general a 51 Antes de que encuentren el castigo. (Daryabādī)
todos los ámbitos de la vida, como ocurre con el profeta
Muḥammad. (Yūsuf ᶜAlī) 52 Esto debe consolar al Profeta, que no debe preocuparse
por el destino de los que niegan obstinadamente la ver-
47 Esto es un claro rechazo de la idea cristiana de que la pro- dad. Por el contrario, debe continuar transmitiendo su
creación de hijos es un obstáculo para la vida espiritual. mensaje y dejar a Dios el ajuste de cuentas. (Mawdūdī)
Según Pablo, es preferible el celibato a la vida conyugal,
ya que el matrimonio y la relación matrimonial serían, 53 Muchos comentaristas opinan que esta frase se refiere a
por decirlo así, impuros. En muchas religiones, en es- los enfrentamientos de la primera comunidad musulma-
pecial en el budismo y en el cristianismo, hay órdenes na con los idólatras de La Meca y ven aquí una predic-
cuyos miembros viven célibes. (Daryabādī) ción de la progresiva expansión del Islam por Arabia.
(Asad)
48 V. 6:109. (Asad)
54 V. 3:54. (Yūsuf ᶜAlī)
49 Al-Ḍaḥak Ibn Muzahim solía interpretar esta frase: Cual-
quier libro revelado por Dios tiene una duración especí- 55 V. 6:135. (Asad)
El Corán I Azora 14
427
Introducción a la Azora 14
IBRĀHĪM
ABRAHÁN
Temáticamente esta azora es una continuación del final de la precedente, donde se aclara cómo, a
pesar de la oposición de los hombres egoístas, se propaga la revelación divina. Estas circunstancias
se ilustrarán a través de las historias de Moisés y Abrahán.
El rezo de Abrahán para la ciudad de la Meca supone la parte esencial de esta azora.
Resumen:
La revelación guía a los hombres por las tinieblas a la luz. Llega a cada pueblo en su propio idioma
y conforme a sus condiciones de vida. Así fue el caso de Moisés y otros enviados. Se llegó a un
conflicto entre el bien y el mal y el mal fue aniquilado. La parábola del árbol bueno. (Aleyas 1-17)
¿Por qué el hombre no está preparado para aceptar la indulgencia divina? ¿Por qué se decide por
la senda del pecado? Abrahán rezó para la protección de los no-creyentes, para él mismo y sus
descendientes, rezó por La Meca, la ciudad a la que debería llegar la nueva revelación. Los buenos
y los malos encuentran la correspondiente retribución y se realizará el plan divino de la unidad.
(Aleyas 28-52).
El tema central de esta azora es, como el de todas las azoras mequías, la confesión de los grandes
principios. Revelación, envío, monoteísmo, resurrección, responsabilidad y recompensa. Pero, a su
vez, tiene características propias que la diferencian de las demás azoras. Aunque contiene numerosas
verdades de gran importancia, hay que mencionar entre ellas dos que destacan notablemente.
La primera es la unidad de todos los mensajes y enviados, así como la unidad de su misión. La
segunda verdad básica es las gracias y los beneficios que Dios depara a los hombres y que se pueden
incrementar a través del agradecimiento. (Quṭb)
El Corán I Azora 14
428
Azora 14
IBRĀHĪM
ABRAHÁN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
3 Cuando el Corán dice que «Dios deja que los hombres se 9 V. Salmo 136,1-26. (Daryabādī). (Asad)
extravíen» debe ser entendido como en la azora 2:26-27,
es decir, el extravío del hombre es la consecuencia de sus 10 La Biblia (Deuteronomio) contiene una descripción lar-
propias inclinaciones, no es el resultado de una «predes- ga y detallada sobre este tema, donde Moisés, antes de
tinación» arbitraria. (Asad) su muerte, recuerda a los hijos de Israel todos los acon-
tecimientos importantes de su historia, repite todos sus
4 Hay una lección en el modo en que Nosotros hemos salva- mandamientos fundamentales y les recuerda que serán
do de las manos del Faraón a los hijos de Israel. (Ibn Kaṯīr) recompensados con creces si se atienen a los manda-
mientos de Dios, pero serán castigados si adoptan la pos-
5 A pesar de que estos signos siempre existen, solo pue- tura de los desobedientes. (Mawdūdī)
den aprender de ellos quienes se mantienen firmes en las
pruebas y aceptan agradecidos la misericordia divina. 11 Se menciona aquí a Moisés para advertir a los mequíes de
Los hombres desagradecidos y superficiales evidente- las consecuencias de la ingratitud que consiste en negar
mente no pueden aprender ninguna lección de estos sig- el mensaje del profeta Muḥammad. Deberían, por el con-
nos incluso si pueden entender su significado. (Mawdūdī) trario, extraer una enseñanza de la historia de los hijos de
Israel, que se rebelaron contra los dones de la gracia y se
6 V. 2:30. (Asad) mostraron desagradecidos. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 14
430
12 El discurso directo del profeta Moisés concluye en la 17 Somos seres humanos, igual que vosotros, pero el profe-
aleya 8. Aquí se interpela directamente a los idólatras tismo no es irreconciliable con la condición humana, tal y
mequíes. (Mawdūdī) como sostenéis en vuestra ignorancia. Es el mayor regalo
de Dios para sus siervos escogidos. (Daryabādī)
13 V. aleya 14. (Asad)
18 Según la idea islámica, un milagro es siempre una acción
14 V. 11:62. (Yūsuf ᶜAlī) divina, y no de los profetas, aunque ocurra a través de
ellos. (Daryabādī)
15 Con la entrega a Dios se consigue el perdón de todos los
pecados anteriores. (Al-Ŷalālayn) 19 Los que buscan la verdad deben dirigirse al contenido
del mensaje divino que les ha sido anunciado (v. 7:75 y
16 Para las personas, este lapso de tiempo se refiere o bien a 13:43). (Asad)
la vida terrenal o bien al día de la Resurrección. El «lap-
so» para los pueblos y las comunidades, es decir, su as- 20 Tal y como remarca Zamaḫšarī, la promesa divina de esta
censo u ocaso, será determinado según su comportamien- aleya corresponde al mensaje de la azora 7:128, que reza
to colectivo. A modo de ejemplo, cuando una sociedad que «el futuro les pertenece a los temerosos de Dios».
sana se degenera antes del fin de su vida natural, entonces (Asad)
el lapso se reduce y la sociedad se descompone. Por el
contrario, cuando una sociedad incrédula se orienta al 21 El pus que sale de una herida o el líquido repulsivo que
bien, su lapso se alarga. (Mawdūdī) fluye de un cadáver. (Asad)
El Corán I Azora 14
432
38 Si evocamos la posición en que se encontraba la comuni- 46 Abrahán aceptaba así la sentencia de Dios (V. 2:124) so-
dad musulmana de La Meca inmediatamente antes de la bre sus descendientes inicuos. (Asad)
hégira, podemos imaginar cuánta fortaleza y consuelo ne-
cesitaban los musulmanes, que recibieron por las enseñan- 47 Quien no me siga, lo dejo en tus manos (lo que hagas con
zas, la fe y el constante ejemplo del Profeta. (Yūsuf ᶜAlī) él). (Quṭb)
39 En secreto, para que la dignidad del que recibe y la since- 48 Se refiere, evidentemente, a Ismael y a sus descendientes.
ridad del donante se salvaguarden. (Quṭb) (Quṭb)
40 Todos los comentaristas clásicos están de acuerdo en que 49 El valle de La Meca está circundado por todas partes por
Dios ha puesto los fenómenos de la naturaleza al servicio montañas, a diferencia de Medina, que está rodeada de
del hombre. (Asad) zonas fértiles. Pero es precisamente ese aislamiento lo
que la hace adecuada como centro de oración y exalta-
41 Él pone a vuestra disposición todo lo necesario para ción de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
vuestra vida, su desarrollo y su evolución. (Mawdūdī)
50 Esta oración parece haber tenido lugar tras la construc-
42 Mientras que en las aleyas anteriores se mencionan los ción de la Caaba. (Ibn Kaṯīr)
copiosos dones que Dios concedió a toda la humanidad,
este párrafo contiene una referencia a los particulares do- 51 Se refiere a la peregrinación a La Meca. (Asad)
nes de Dios a los coraixíes: deben recordar que Abrahán
asentó a sus antepasados junto a la Caaba y que hizo de 52 Dios escuchó el ruego de Abrahán y desde el tiem-
la ciudad de La Meca una «ciudad de paz», y que Dios po en que se reveló esta azora, ha habido siempre
bendijo a los coraixíes como respuesta a la oración de hombres de Arabia e incluso de todo el mundo que
Abrahán. Deben, por consiguiente, ser agradecidos y vienen a La Meca para cumplir la peregrinación. Por
convertirse. (Mawdūdī) eso hay suficiente alimento en todas las estaciones
del año, aunque el valle es totalmente estéril y ni
43 La ciudad de La Meca. (Daryabādī) siquiera puede producir alimento para los animales.
(Mawdūdī)
44 Con estas palabras Dios se vuelve contra los ciudadanos
politeístas de La Meca y les recuerda que este lugar sa- 53 Los descendientes del hijo menor crearon la religión ju-
grado fue construido, en primer lugar, para servir a Dios. día y cristiana; los del hijo mayor perfeccionaron la fe
(Ibn Kaṯīr) más universal del Islam, la fe de Abrahán. (Yūsuf ᶜAlī)
45 V. 2:125-129. Abrahán construyó (junto con Ismael) la 54 Esto no solo se refiere a los hijos de Israel que, a través
Caaba y pidió bendición para su trabajo y perdón por de Isaac, descienden de Abrahán, sino también a la rama
cualquier recaída en la idolatría que pudieran cometer arábiga (islámica) de los pueblos de Abrahán, de los que
eventualmente las dos ramas de su familia. (Yūsuf ᶜAlī) los coraixíes deben provenir. (Asad)
El Corán I Azora 14
436
55 El padre de Abrahán era un idólatra (v. 43:26 y 6:74), por 59 Deben saber que Dios ha cumplido su promesa ante pro-
eso persiguió la fe de la unicidad de Dios y amenazó a Abra- fetas anteriores. Así mismo cumplirá Su promesa frente
hán con la lapidación y el destierro (v. 19:46) y dejó que al profeta Muḥammad, la paz esté con Él. (Mawdūdī)
fuera arrojado al fuego para que se abrasara (v. 21:52). Aún
así, Abrahán tenía un corazón lleno de amor y pidió perdón 60 Ibn Masᶜud dice: «La tierra será reemplazada por otra, y
para su padre porque se lo había prometido (v. 4:114). Sin sobre ella no será derramada sangre ni se cometerá peca-
embargo, abandonó el país de sus antecesores. (Yūsuf ᶜAlī) do». (Ṣafwat al-Tafāsīr). (Yūsuf ᶜAlī)
56 Cuando los malvados se dan cuenta de su situación que- 61 Ese día todas las criaturas se levantarán de sus tumbas y
dan como obnubilados. Sus ojos miran fijos e inexpre- se colocarán ante el juez justo. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
sivos y no se mueven del sitio. Su cuello se estira y su
cabeza, llena de temor, se levanta a lo alto ante el Jui- 62 De acuerdo con lo que el hombre se ha ganado en esta
cio; sus corazones están vacíos, sin esperanza. En estas vida a través de sus acciones, tanto las buenas como las
condiciones acuden en masa al encuentro del Juicio. malas. (Yūsuf ᶜAlī)
(Yūsuf ᶜAlī)
63 La meta principal del mensaje es que los hombres sepan
57 Aplaza nuestro castigo y mándanos de vuelta al mundo. que Dios es Uno. Esta es la base principal de la religión
(Daryabādī) de Dios. Naturalmente no se trata del mero saber, sino de
guiar la vida según ese saber; el sentido de la vida consis-
58 Su trágico destino debería haber sido un aviso para voso- te en servir a Dios, ya que, excepto Él, no hay otro. Solo
tros. (Asad) Él tiene derecho a ser el Señor. (Quṭb)
El Corán I Azora 15
439
Introducción a la Azora 15
AL-ḤIŶR
EL PUEBLO DE ḤIŶR
É sta es la última de las seis azoras que componen la serie (azoras 10-15). Cronológicamente
pertenece a la época mequí tardía, situándose aproximadamente a mediados de dicha época.
Véase la introducción a la azora 10, donde también se menciona el contenido general de esta serie
en el contexto completo de la enseñanza coránica.
Resumen:
A pesar de las críticas de los incrédulos, Dios preserva su revelación; Él es el origen de todas las
cosas; Él conoce a su comunidad y los reúne en torno a sí mismo. (Aleyas 1-25).
De la soberbia de Iblis surge la maldad, a la que se concede un cierto plazo; por el contrario,
carecerán de maldad y no tendrán miedo aquellos que acepten el mensaje divino. (Aleyas 26-50)
La misericordia divina frente a Abrahán se anunciará por medio de los mismos mensajeros que
destruyeron a los perversos incrédulos del pueblo de Lot; la maldad muestra sus consecuencias
incluso ante los habitantes de los bosques (ᵓAyka) y los moradores de las montañas rocosas (Ḥiŷr).
(Aleyas 51-84)
El Corán y sus azoras te enseñan a cantar alabanzas a Dios y a aprender la humildad y el servicio a
Dios a lo largo de toda la vida. (Aleyas 85-99)
En tanto que la azora ᵓAr-Raᶜd recuerda, temáticamente, a la azora ᵓAl-ᵓAnᶜām, ésta se asemeja a la
azora ᵓAl-ᵓAᶜrāf.
Esta azora se puede dividir en cinco partes. La primera trata de la irrefutable ley divina en relación
a Su mensaje, con la consiguiente aceptación o rechazo.
La segunda muestra los signos divinos en el universo, en el cielo y la tierra y en el espacio intermedio. La
tercera se ocupa de la historia de la humanidad y el origen del buen y del mal camino, así como del
extravío y el destino a que conducen.
La cuarta parte cuenta el ocaso de los pueblos precedentes, como el de Lot, el de Šuᶜayb y Ṣāliḥ.
La quinta y última parte descubre la verdad escondida en la creación, que se comprueba el día del
Juicio. (Quṭb)
El Corán I Azora 15
440
Azora 15
AL-ḤIŶR
EL PUEBLO DE ḤIŶR
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 Este momento llega antes o después, en esta vida, tras la 8 Ningún otro libro ha persistido, de forma semejante, du-
muerte o en el día del Juicio, pero siempre llega. Por pro- rante tanto tiempo. Las variantes que se puedan observar
pio interés, el hombre debe abrirse a la verdad antes de que en la lectura de algunas palabras, a las que se refieren
sea demasiado tarde para el regreso a Dios. (Yūsuf ᶜAlī) ocasionalmente algunos comentaristas clásicos, se deben
a diferencias insignificantes en los signos diacríticos o de
2 V. 7:34. (Yūsuf ᶜAlī) vocalización y, por regla general, no influyen en el signifi-
cado del texto. (Asad)
Es decir, cada comunidad ―y, en un sentido más amplio
del concepto, cada civilización― tiene un tiempo de vida 9 Los verdaderos enviados de Dios vienen para unificar a to-
deseado y organizado por Dios y es semejante a los seres dos esos pueblos, pues proclaman el mensaje de la unidad.
vivientes, que crecen, maduran y finalmente, mueren. Para Así quiso también el profeta Muḥammad reunir a numero-
el significado ético de la ley natural y de los párrafos si- sos grupos fragmentados de judíos, cristianos y paganos.
guientes, véase 7:34. (Asad) Sin embargo, se burlaron de su mensaje, igual que les ocu-
rrió a sus predecesores. (Yūsuf ᶜAlī)
3 Los idólatras mequíes. (Daryabādī)
10 V. 6:10 y 13:32. (N. del T.)
4 V. 6:8-9. (Yūsuf ᶜAlī)
11 V. 26:200. (N. del T.)
5 Los ángeles solo han sido enviados a los pueblos anterio-
res cuando su plazo ha prescrito. (Quṭb) 12 V. 6:10. (Asad)
6 Si los ángeles se presentan ante los descreídos es que 13 Las sectas, las escisiones y los sistemas ideados por el
el Juicio divino es inminente y no habrá aplazamiento. hombre son pasajeros, pero la verdad pura y la unicidad
(Yūsuf ᶜAlī) de Dios permanecen inamovibles. El análisis profundo de
la historia así lo demuestra. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 6:8. (Asad)
14 Tras presentar el mal como una inclinación
7 La forma gramatical utilizada en árabe indica una revela- del alma, este párrafo nos ofrece descripción
ción progresiva («paso a paso») durante un arco temporal de la pureza y la belleza de la creación divina.
concreto. (Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 15
442
«Toda abominable fuerza diabólica» se refiere a la pre- 22 V. 3:59 y 6: 2. (N. del T.)
dicción del futuro por medio de la astrología, práctica
duramente condenada en el Islam. La expresión «Los El Corán menciona a menudo que el hombre fue creado
hemos salvaguardado» significa, evidentemente, que Él a partir de «barro» o «polvo», con lo que se hace referen-
ha hecho imposible conseguir un verdadero conocimien- cia tanto al origen biológico más primordial del hombre
to del cielo con ayuda de la astrología u otras «ciencias como al hecho de que su cuerpo se compone de diferen-
ocultas», pues ello está fuera de la percepción humana. tes sustancias orgánicas e inorgánicas como las que se
(Asad) encuentran en otros compuestos o en su forma más ele-
mental en la tierra. (Asad)
16 V. 13:3. (N. del T.)
23 V. 6:100. Se afirma aquí que las fuerzas ocultas o invisi-
En un lenguaje sumamente poético se describe la Tierra bles fueron creadas del fuego. (Yūsuf ᶜAlī)
afirmando que se extiende como un tapiz que las intem-
porales montañas fijan, como pesos, para mantenerla es- V. 55:15. (Asad)
table. (Yūsuf ᶜAlī)
24 V. 2:34 y 7:11. (N. del T.)
V. 16:15 y 31:10. (N. del T.)
25 En realidad, estos son reflejos de los rasgos divinos que
17 Es decir, todas las criaturas —plantas o animales— que le fueron otorgados al cuerpo humano y por los que el
reciben un sustento sin recibir atención humana. En un hombre fue elevado a la posición de delegado de Dios
sentido más amplio, esta frase acentúa que todas las cria- en la Tierra. Solo de este modo se convirtió en un ser
turas, además del hombre, son objeto del cuidado divino. digno ante el que hasta los ángeles debían postrarse.
V. 11:6. (Asad) (Mawdūdī)
18 Todo lo existente, ya sea agua, luz, calor, frío, minerales, 26 V. otros pasajes donde también se habla de la creación de
plantas, animales o energía, tiene una «determinada me- Adán: 2:30 y 7:11-25. (Yūsuf ᶜAlī)
dida», con la que se crea el equilibrio en la totalidad del
universo, de lo que se deduce que todo debe haber sido 27 V. 7:11; 2:34 y 20:116. (N. del T.)
previsto por un creador sabio. (Mawdūdī)
28 V. 2:34. (Yūsuf ᶜAlī)
19 Dios es el que ha originado la creación a partir de la nada
y luego la deja morir para volver a avivarla el día de la 29 La arrogancia de Iblis se debe a que el hombre ha sido
Resurrección. (Ibn Kaṯīr) creado de barro, mientras que él mismo procede del fue-
go, y a su afán de desobediencia (Yūsuf ᶜAlī)
20 V. 3:180. (Yūsuf ᶜAlī)
30 V. 7:12 y 17:61 (N. del T.)
Según todos los comentaristas clásicos, esto quiere decir
que Dios permanecerá después de que toda la creación
haya pasado. (Asad)
El Corán I Azora 15
444
31 V. 38:77. (N. del T.) 37 V. 14:22, donde, el día del Juicio Final, Satán hace enten-
der a los que le seguían que el único poder que tiene sobre
32 V. 21:104. (Yūsuf ᶜAlī) ellos es el de tentarles. (Asad)
La maldición perdurará hasta el día de la Resurrección. 38 De Satán y de todos los que le siguen. (Al-Ŷalālayn)
Después vendrá el castigo. (Mawdūdī)
39 El profeta dijo: «Una parte de los moradores del Infierno
33 Satán pidió una prórroga hasta el día de la Resurrección, tendrán fuego hasta los talones, otros hasta la cintura y los
pero no para arrepentirse o subsanar su error y obtener el terceros hasta el cuello, según el grado de sus pecados».
perdón, sino para vengarse de Adán y de sus descendientes (Ibn Kaṯīr)
como represalia por su expulsión y la maldición divina.
Culpó a Adán del origen de la maldición de Dios y no a sus 40 Se les anunciará: «Permaneceréis sanos y nunca enfer-
propios errores. (Quṭb) maréis; saborearéis la vida eterna y no moriréis jamás;
seréis siempre jóvenes, nunca envejeceréis; os quedaréis
34 V. 38:70-85; 7:14 y 17:62. (N. del T.) para siempre en el Paraíso y nunca lo abandonaréis».
(Mawdūdī)
35 Los que se entregan única y exclusivamente a Dios.
(Daryabādī) 41 Se refiere a los ángeles que le anunciaron el nacimiento de
un hijo: V. 11: 69-73. La aparición de esos dos extraños, con
V. 14:22 y 15:42. (Yūsuf ᶜAlī) apariencia anormal y que se negaron a disfrutar de la desin-
teresada hospitalidad de su anfitrión, fue lo que provocó la
36 El Corán deja claro que Satán, a pesar de su tenaz rebelión desconfianza y el temor de Abrahán. (Yūsuf ᶜAlī)
contra Dios, posee una clara función en el plan divino: es
el tentador constante que posibilita a los hombres utilizar 42 Es decir, Isaac. Su nombre se menciona en la azora 11:71.
su libre albedrío. V. 19:83, 2:34, 7:24. (Asad) (Mawdūdī)
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43 Abrahán toma en principio como imposible el hecho de 51 Como se desprende de la azora 11:81, debió dirigirse a sus
tener un hijo a una edad tan avanzada. También su mujer conciudadanos antes de saber que aquellos jóvenes eran
era mayor y además estéril, como se menciona en distintos mensajeros de Dios. (Ibn Kaṯīr)
puntos del Corán. (Quṭb)
52 Con vuestras bestiales costumbres e inclinaciones. (Daryabādī)
44 El pueblo de Sodoma. (Asad)
53 A los ojos de mis huéspedes. (Daryabādī)
45 V. 11:81. (Yūsuf ᶜAlī)
54 V.11: 78. (Yūsuf ᶜAlī)
V. también 7:83; 66:10. (Asad)
Lot no les ofreció a sus hijas para prostituirlas, sino para
46 Él mismo vive como un extraño entre su pueblo, ya que mostrarles el camino natural, tal y como él lo había acep-
son gente perversa. Por eso expresa su sorpresa de que tado. (Quṭb)
vengan a una ciudad con tan mala fama. (Quṭb)
55 Ibn ᶜAbbās informa: «Ninguna de las criaturas de la crea-
47 V. 22:18. (Yūsuf ᶜAlī) ción divina es, ante Él, más noble que Muḥammad. La
salvación y bendición de Dios están con él. Nunca he oído
48 V. 11:81. (Asad) que Dios haya jurado por la vida de algún hombre que no
sea él». (Ibn Kaṯīr)
49 V. Génesis 19, 20-22. (Daryabādī)
56 V. 11:82. (Yūsuf ᶜAlī)
50 V. aleya 72. (Yūsuf ᶜAlī)
57 Las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron totalmente
V. 7:80-81, 11:77-79. (Asad) destruidas y no se puede conocer con seguridad su verda-
dero emplazamiento. (Yūsuf ᶜAlī)
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58 Es posible que «los habitantes del bosque» sean los ma- 63 Por las «siete aleyas más habitualmente repetidas» en-
dianitas o, por lo menos, que estaban establecidos en las tendemos las aleyas de la azora introductoria ͻAl-Fātiḥa,
inmediaciones. (Yūsuf ᶜAlī) que sintetizan la enseñanza global del Corán. (Yūsuf
ᶜAlī)
V. 7:85-93 y 1184-95. (Asad)
64 Aquel que reciba las siete aleyas mencionadas y el gran-
59 Al norte de Medina. V. 7:73. (Yūsuf ᶜAlī) dioso Corán no dirigirá su mirada a los pasajeros goces de
esta tierra y no sufrirá por ello. (Quṭb)
Encontramos detalladamente la historia de Ṭamūd en la
azora 7:73-79. (Asad) 65 Al igual que hicieron los judíos y los cristianos con las
escrituras, tomando algunas como ciertas y otras como
60 V. 7:74. (Asad) meras invenciones del Profeta. (Asad)
Cuando el profeta pasó, en su camino hacia Tabuk, delante 66 V. 7:6, 2:134. (N. del T.)
de las casas, inclinó la cabeza, apresuró a su cabalgadura
y le dijo a sus acompañantes: «Debéis entrar llorando en 67 Se les pedirá cuentas a aquellos que, de alguna manera, se
las casas del pueblo castigado para evitar que os caiga el burlan de la Sagrada Escritura. (Yūsuf ᶜAlī)
mismo castigo». (Ibn Kaṯīr)
68 Abū cUbayda narra: «El Profeta actuaba en privado hasta
61 V. 7:78. (Yūsuf ᶜAlī) que le fueron reveladas estas palabras. Pero, a partir de
entonces, él y sus seguidores actuaron en público». (Ibn
62 V. 10:5. (Yūsuf ᶜAlī) Kaṯīr)
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Introducción a la Azora 16
AN-NAḪL
LAS ABEJAS
E sta azora —quizá con la excepción de 16:110 y algunas otras que le siguen—, pertenece, como
las seis precedentes a la época tardía de La Meca. El orden cronológico no tiene importancia.
Temáticamente, resume desde una nueva óptica el comportamiento de Dios con respecto a los
hombre, su autorrevelación y el significado de los enviados y sus mensajes en cada una de las fases
de la creación y de la vida humana. El nuevo punto de vista es que la naturaleza remite a su Creador.
En esta azora aparecen los diversos matices de la gracia divina, además del agradecimiento hacia
la misma.
Esta azora también se denomina «Al-Niᶜam» (los beneficios) porque en ella se expone la multiplicidad
de los dones divinos. (Al-Qurṭubῑ)
Resumen:
El hombre nunca debe perder de vista su objetivo, que es el bien, y no debe luchar contra los grandes
maestros que han sido enviados a los pueblos para conseguir la concordia. Todas las criaturas son
servidores de Dios. (Aleyas 26-50)
Aquí se enumeran los dones divinos y la ingratitud de los hombres. Sus signos son visibles en las
nubes que traen la lluvia, en el ganado que da leche, en las abejas, en las maravillosas relaciones
humanas en la familia y en la sociedad, y en las conquistas de la civilización. (Aleyas 51-83)
Los mensajeros de la verdad son testigos contra todos los hombres que la rehúsan. Dios nos juzgará
según nuestra fe y nuestras acciones. (Aleyas 84 -100)
El Corán es verdadero. Guía y anuncia la buena nueva: Creed y organizad vuestra vida en todos los
aspectos, bajo el lema del bien y la rectitud. Seguid el ejemplo de Abrahán: Él era sincero y honrado
en su fe. Haced el bien (aleyas 101-128). (Yūsuf ᶜAlī)
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Azora 16
AN-NAHL
LAS ABEJAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 V. 10:50, 7:150, 5:52 y la aleya 33. (N. del T.) 7 V. 18:37, 76:2, 80:17-19 y otros muchos lugares. (N. del T.)
2 Referente a la provocación de los no creyentes ver 6:57- 8 Si el hombre recordara los humildes orígenes de su naci-
58, 8:32 y 10:50-51. (Asad) miento, debería meditar a fondo antes de comportarse de
un modo arrogante ante su Creador. (Mawdūdī)
El Juicio de Dios llega según sus leyes y su voluntad: nin-
gún afán lo puede apresurar y ninguna esperanza lo puede 9 Ya que la moral humana está vinculada con la libertad de
aplazar. Ya está dada la orden divina del castigo o la del elección entre el bien y el mal que Dios le ha otorgado, Él
Juicio Final. (Quṭb) no obliga al hombre a seguir Su buen camino, sino que le
deja que lo acepte o lo rechace. (Asad)
3 De todos los atributos humanos que le atribuye el politeís-
mo. (Quṭb) 10 V. 56:68-70. (N. del T.)
4 Se refiere a los profetas. (Ibn Kaṯīr) 11 El que reflexiona comprende la sabiduría que esto encierra
y encuentra una conexión entre los fenómenos exteriores
5 En este mensaje se resume la esencia del profetismo. que observa en la tierra y las leyes que han sido otorgadas
(Mawdūdī) para su existencia. Con ello toma conciencia del creador y
de la unicidad de la existencia. (Quṭb)
6 V. 15:85. (Yūsuf ᶜAlī)
12 V. 14:33. (Asad)
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17 Hay aquí, como en la aleya 21, una alusión a hombres rec- 22 Es decir, aquellos que han muerto en un estado de rebeldía
tos fallecidos cuyos seguidores les han atribuido caracte- frente a Dios de modo que en realidad fueron injustos con
rísticas divinas o semidivinas. (Asad) sus propios espíritus. (Yūsuf ᶜAlī)
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23 En esta aleya, al igual que en la 32 y en otros muchos 27 También puede referirse a los ateos. (Daryabādī)
puntos del Corán, se indica que tras la muerte se da un
estadio intermedio. En las afirmaciones del Profeta a me- 28 Para separar las almas de sus cuerpos. (Daryabādī)
nudo se utiliza, metafóricamente, la palabra «tumba» para
esta forma de existencia. Con ello se alude al estadio por 29 V. 8:10. (Asad)
el que irremediablemente pasan las almas tras la muerte y
donde permanecen en espera del día de la Resurrección. 30 Esta objeción ignora el libre albedrío humano. Dios otorga
La muerte ocasiona únicamente la separación de alma y al hombre la posibilidad de conocer y entender las cosas
cuerpo, pero no destruye la primera que continúa viviendo pero Él no lo obliga, ya que ello forma parte de su respon-
con la misma personalidad con la que se formó en la vida sabilidad personal. (Yūsuf ᶜAlī)
terrenal. (Mawdūdī)
31 V. 2:256 y 4:60.
24 No se alude necesariamente a bienes materiales, sino, en
primera instancia, a la felicidad y el sentimiento de segu- Este mandato engloba todos los mandamientos y prohibi-
ridad espirituales, que se nutren con la convicción de la ciones y es base del inmutable mensaje que está contenido
presencia de Dios. (Asad) en todas las religiones. (Asad)
26 El camino a la salvación transcurre a través de las accio- 33 V. aleya 38. (Yūsuf ᶜAlī)
nes. (Daryabādī)
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34 V. 2:218 y 4:97. (Asad) 42 Esto les ocurrió a los mequíes durante los ocho años
que el Profeta permaneció en Medina. La recuperación
35 Entre ellos están los primeros musulmanes que emigraron de La Meca tuvo lugar sin derramamiento de sangre, ya
a Abisinia, los que emigraron a Medina antes de que lo que el poder de los oponentes se había agotado. (Yūsuf
hiciera el Profeta y los que le siguieron. (Yūsuf ᶜAlī) ᶜAlī)
36 Con esto deben ser consolados los que emigraron a Abi- 43 «Todo ser vivo en el cielo y en la tierra» incluye todas las
sinia, que habían sufrido terribles persecuciones en La cosas creadas. Las criaturas se clasifican de tres formas:
Meca. (Mawdūdī) objetos inanimados, seres vivos corrientes y ángeles. Ni
siquiera los ángeles más elevados son arrogantes, pues se
37 Los enviados de Dios eran hombres corrientes y no ánge- postran y sirven a su Señor. (Asad)
les. (Yūsuf ᶜAlī)
44 Deben obedecer los impulsos que Dios ha implantado en
38 Este pasaje persigue un doble objetivo: en primer lugar se ellos, de acuerdo con su disposición natural y, por lo tan-
relaciona con la aleya 36, donde se menciona que los envia- to, no están en situación de cometer «pecados». En este
dos de Dios han aparecido en todas las épocas y, en segundo aspecto el hombre es distinto, ya que posee una voluntad
lugar, responde a los reproches que tan a menudo los des- libre en el sentido moral del término. (Asad)
creídos dirigieron a Muḥammad de que «era solo un hom-
bre» y por ello, no podía ser un enviado de Dios. (Asad) 45 Con ello se rechaza el dualismo en cualquiera de sus for-
mas. En épocas tempranas muchos hombres creían en
39 V. 3:184. Al igual que los pertenecientes a religiones es- la existencia de una pluralidad de divinidades o en dos
critas precedentes habían recibido «pruebas claras» y es- principios espirituales, uno bueno y uno malo, que se en-
critos inspirados, también ahora, con el Corán, llegó el contraban en conflicto en el universo. Sin embargo hoy,
mensaje divino a Muḥammad. (Yūsuf ᶜAlī) para nosotros, es algo irracional, como el politeísmo.
Las ciencias naturales han demostrado la total unidad de
40 Por encima de todo debía mostrar la posición, ante cual- la naturaleza. Lo bueno y lo malo forman parte de un
quiera que la negara o apartara, de que era un digno trans- todo y se someten con regularidad a un único sistema.
misor de la sagrada escritura y de que debía guiar a los cre- El universo material y espiritual, como dijo Espinoza,
yentes con su propio ejemplo, para que pudieran ser, ante está formado por una y la misma sustancia, y Dios, en
toda la humanidad, una sociedad ejemplar. (Mawdūdī) parte visible y en parte latente en la naturaleza, es Único.
(Daryabādī)
41 Se menciona a aquellos que, en la reunión del consejo,
planeaban apoderarse del Profeta para matarlo o desterrar- 46 V. 6:40-41. (Asad)
lo. (Al-Ŷalālayn)
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48 Los árabes preislámicos creían que las diosas Al-Lāt, Al- Es decir, hijas. (Asad)
ᶜUzzā y Al-Manāt (V. 53:19-23) así como los ángeles, a
los que se imaginaban como seres femeninos, eran hijas 54 Pueden volver a la unidad a partir de la verdad que trans-
de Dios. (Asad) mite el Corán. Aquellos que creen en él encontrarán el
recto camino y Dios les hará don de su gracia y bendición.
49 Aquellos árabes preislámicos que afirmaban que Dios te- (Mawdūdī)
nía hijas aborrecían tenerlas ellos mismos. Llevaban su
herejía tan lejos que enterraban vivas a las hijas recién na- 55 Cuando parece que la tierra y su manto vegetal están se-
cidas o las dejaban vivir en situación humillante. Indepen- cos y muertos, una intensa lluvia caída del cielo ofrece
dientemente de su sexo, cada persona tiene un valor pleno una nueva vida. Esto es un símbolo para la vida espiritual.
ante Dios y la mujer es la compañera del hombre y es, Cuando parece que el mal casi ha matado el alma, una
por así decirlo, su «otra mitad», tal y como corresponde al fecunda lluvia de revelación divina le otorga una nueva
precepto islámico. (Quṭb) vida. (Yūsuf ᶜAlī)
59 El Islam exige que a los que dependen de los demás se les 62 V. 2:3. (Asad)
concedan las mismas oportunidades. El Profeta describe a
los esclavos como «hermanos». Sin embargo, a veces el 63 V. aleya 60. (Yūsuf ᶜAlī)
hombre olvida cumplir esta responsabilidad mostrándose
ingrato con el don divino. (Asad) 64 El primero es igual a la divinidad imaginaria que aceptan
los hombres y el segundo describe la posición de Dios, al
60 ¿Cómo puede ser que coloquéis a Su lado a otros seres y que pertenece el poder de todo en el cielo y sobre la tierra.
les demostréis gratitud por los dones divinos? Esos seres (Yūsuf ᶜAlī)
no poseen poder para entregar nada y no tienen derecho a
vuestra veneración». (Mawdūdī) 65 Del mismo modo, no es posible equiparar una figura inani-
mada o una piedra con Dios, el Elevado, Todopoderoso y
61 Vuestras mujeres son de la misma especie que vosotros, Omnipotente. (Quṭb)
son una parte de vosotros mismos y no algo de género
inferior. (Quṭb) 66 Se refiere al momento del Juicio Final, conocido solo por
Dios. (Asad)
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67 Según la idea islámica el hogar debe ser un lugar de paz y ella que recibió su mensaje. El Profeta del Islam, es, por
de seguridad donde el hombre pueda descansar. (Quṭb) eso, un testigo universal. (Daryabādī)
68 La totalidad de la humanidad reconoce el valor de las ben- En esta pequeña frase Dios ha presentado los tres pila-
diciones de que disfruta, pero al no obedecer a su Creador, res de los que depende el estado de una comunidad sana.
los malos dan a conocer su gran ingratitud. (Yūsuf ᶜAlī) El primero es la equidad o justicia, que posee dos aspec-
tos: por un lado deben tomarse disposiciones para que
69 No pueden pedir perdón de nuevo a su Señor, ya que la no se perjudiquen los derechos de nadie. Por otro lado,
oportunidad para la conversión ha terminado. (Mawdūdī) es importante que cada uno reciba lo que se ha ganado.
El segundo es la benevolencia y significa obrar bien,
70 Los ídolos dirán: «Es una pura mentira pensar que noso- ser generoso, compasivo y tolerante, perdonar, colabo-
tros podíamos escuchar vuestros ruegos y ayudaros en rar, actuar desinteresadamente, etc. El tercero es el trato
vuestras dificultades. Sois responsables de vuestra idola- cordial para con los parientes. Significa que no solo hay
tría, ¿por qué nos pasáis las culpas?». (Mawdūdī) que atenderlos bien, compartir alegrías y preocupaciones,
sino también compartir con ellos las riquezas según las
71 Es decir, el profeta Muḥammad, la paz sea con él. propias posibilidades y las necesidades de los parientes.
(Daryabādī) (Mawdūdī)
72 Es decir, cualquiera que te haya negado. (Muntaḫab Al- 74 Se refiere a todo lo que es inmoral, vulgar o sucio y que
Tafāsīr) no debe ser exhibido públicamente como, por ejemplo, el
adulterio, el exhibicionismo, el robo, el hurto, el alcoho-
73 ¿Cuál es el pueblo de ese Profeta? Se refiere inequívoca- lismo, los juegos de azar, el lenguaje vulgar y cosas seme-
mente a toda la humanidad, o, por lo menos, a la parte de jantes. (Mawdūdī)
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75 Este mandato encierra todos los convenios, acuerdos, pro- 79 El castigo en esta vida, ya que el incumplir un contrato
mesas, etc., siempre que no estén invalidados por la ley lleva irremediablemente a la pérdida de confianza, y, con
islámica. (Daryabādī) ello, a la desintegración del sistema social. (Asad)
V. 13:20. (Asad) 80 V. 28:60, 20:131 y 42:36 entre otros. (N. del T.)
V. 5:1. (N. del T.) 81 Que tenga el mismo final que en la aleya anterior supone
el mismo efecto que un estribillo en poesía o la repetición
76 Lit.: «En los que habéis puesto a Dios como garante» (o de un tema musical. (Yūsuf ᶜAlī)
bien: «Habéis invocado a Dios como garante»). (Asad)
82 V. 2:106. (Yūsuf ᶜAlī)
77 El Islam enseña a los individuos y a las naciones una ética
mejor. Un contrato debe ser tomado como un asunto serio. 83 Dios ha revelado su mensaje por partes porque la in-
Debe ser aceptado y cumplido con intenciones sinceras y teligencia y la capacidad receptiva del hombre son
debe ser de obligado cumplimiento. (Yūsuf ᶜAlī) limitadas y no puede comprenderlo todo de una vez.
(Mawdūdī)
78 V. 10:19. (Asad)
Los creyentes que lo seguían recibían las instrucciones ne-
Si Dios lo hubiese querido, habría quitado al hombre la cesarias para resolver los problemas cotidianos a medida
libertad de elección. En este caso todos los hombres ha- que se iban presentando. (Mawdūdī)
brían sido creyentes, obedientes e incapaces de pecar.
(Mawdūdī) 84 Solo a Dios le compete, en un determinado lugar y para
satisfacer un objetivo, cambiar una ley por otra que vaya
V. 5:51. (N. del T.) mejor con la nueva situación. (Quṭb)
El Corán I Azora 16
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85 En este contexto se nos han transmitido los nombres de 89 Se refiere a los creyentes que emigraron a Abisinia.
varias personas que supuestamente habrían instruido al (Mawdūdī)
Profeta. En todos los casos se trataba de no árabes. Como
base de esta acusación se aducía el hecho de que todos 90 El bien será recompensado mas allá de lo estrictamente
ellos leían la Torá y el Evangelio. (Mawdūdī) merecido y el mal será castigado según su maldad o tal vez
menos. (Daryabādī)
86 Los idólatras y los que se enfrentan a la revelación divi-
na no pueden ni quieren entender cómo unas palabras tan 91 Una situación comparable a la de La Meca. Dios se había
maravillosas puedan fluir de los labios del Profeta. Por hecho construir allí una casa y había convertido a la ciu-
ello suponen que detrás hay un autor o maestro humano. dad en un lugar sacro e inviolable. Los hombres disfru-
(Yūsuf ᶜAlī) taban allí de seguridad y disponían de copioso sustento,
a pesar de que vivían en un valle absolutamente estéril.
87 Se relata que los idólatras capturaron y torturaron a Y, en fin, Dios les envió incluso un profeta de su propia
ᶜAmmar Ibn Yāsir hasta que consiguieron su propósito. estirpe a quien conocían como una persona sincera y digna
Después comentó sus sufrimientos al Profeta, y este le de confianza, destinado a ser una misericordia para aque-
preguntó: «¿Cómo se encuentra tu corazón?». Él contestó: lla ciudad y para el mundo entero. Proclamaba la religión
«Está firme en sus creencias». Entonces dijo el Profeta: de Abrahán, que había sido el constructor de la «Casa».
«Si lo vuelven a hacer, haz lo mismo». Esto se entendió ¡Cuán injustos fueron, pues, cuando tacharon al Profeta de
como un permiso. (Quṭb) mentiroso, le atribuyeron cosas falsas y lo persiguieron!
(Quṭb)
88 En mi opinión esta aleya se refiere a los hombres que pri-
mero fueron idólatras pero después se unieron al Islam, 92 Hay una alusión al «hambre» que azotó durante años toda
soportaron las persecuciones y el exilio y lucharon por la aquella zona y al temor constante de los idólatras de que
causa de Dios con constancia y firmeza. Su pasado sería sus días estaban contados. El bienestar y la paz quedaron
perdonado y olvidado. (Yūsuf ᶜAlī) restablecidos cuando el Profeta se apoderó de la ciudad.
(Yūsuf ᶜAlī)
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93 Una persona cuya biografía conocían perfectamente y de quien reconoce la ley de Dios como la autoridad suprema
cuya integridad y rectitud ellos mismos eran los primeros puede deducir de ella si un determinado caso o una acción
testigos. (Daryabādī) concreta son lícitos o no lo son. (Mawdūdī)
94 Se prohíbe lo que es nocivo para el cuerpo, como la carro- 98 V. 6:146. (Yūsuf ᶜAlī)
ña, la sangre y la carne de cerdo, o para el espíritu y la fe,
como lo que, en el momento de ser inmolado, se ofrece a 99 Como consecuencia de su constante oposición a los envia-
seres distintos de Dios. (Quṭb) dos de Dios. (Daryabādī)
95 Esta religión intenta facilitar las cosas a los creyentes, no 100 V. la aleya 110. (Yūsuf ᶜAlī)
dificultarlas. Si alguien se ve en peligro de muerte o en
riesgo de caer enfermo, puede consumir la cantidad de 101 Abrahán era un modelo que dirigía hacia el bien y fue el
estas cosas necesaria para alejar el peligro. No puede, por guía espiritual de la comunidad. (Quṭb)
supuesto, hacerlo con la intención de incumplir el pre-
cepto, ni tampoco puede superar la cantidad requerida. 102 El mensaje de la unicidad de Dios ha sido en todas las
(Quṭb) épocas la piedra angular de la verdad espiritual. En este
aspecto, Abrahán fue el modelo para toda Asia occidental
96 Los hombres tienden, ya sea por superstición o, a menudo, y para sus descendientes espirituales, esparcidos hoy por
por motivos egoístas, a crear tabúes e imponerlos en nom- todo el mundo. Abrahán pertenecía a un pueblo que ado-
bre de la religión. No hay nada más rechazable. (Yūsuf raba los astros. Se hallaba entre ellos pero no era de ellos.
ᶜAlī) Sufrió persecuciones, abandonó su patria y a su familia y
se estableció en Canaán. (Yūsuf ᶜAlī)
97 A nadie, fuera de Dios, le asiste el derecho a declarar qué
cosas están permitidas y cuáles otras prohibidas. Quien 103 V. 3:33; 2:130; 6:87 y 19:58. (N. del T.)
tome decisiones en este punto por propia voluntad des-
borda el campo de sus competencias. Pero por supuesto, 104 V. 2:130. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 16
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105 Como el Corán afirma repetidas veces, su arrogancia es- 110 Se insiste con mayor énfasis aún en la invitación a man-
piritual fue castigada por Dios al imponer a los israelitas tenerse firmes en la paciencia. Precisamente porque la pa-
severas restricciones y rituales, uno de los cuales prohíbe ciencia exige un gran autodominio y un control de los sen-
todo tipo de trabajo el sábado. (Asad) timientos irascibles, la vincula el Corán con Dios y alaba
sus resultados. (Quṭb)
V. también los pasajes bíblicos en los que se menciona
el sábado, entre otros Éxodo 20,8-11; 23,12-13; 31,1-17; 111 El profeta demostró su paciencia y su autodominio incluso
35,23 y Números 15,32. Se menciona en muchos lugares en situaciones de provocación extrema. En los límites de
la transgresión del sábado, por ejemplo en Jeremías 17,21- su sabiduría es posible que se preguntara alguna vez si la
27 y en Ezequiel 10,18-24. (Mawdūdī) paciencia y la contención no serían debilidades humanas:
si no tenía el deber, tanto él como su pueblo, de defenderse
106 V. 2:113. (Yūsuf ᶜAlī) frente a las persecuciones del enemigo. Aquí se le hace
saber que aquellos temores carecen de fundamento. La
107 Con buenos modales y plática cortés significa que no hay que paciencia (y la firmeza) en aquellas circunstancias coin-
contentarse solo con desarrollar una argumentación convin- cidían con el mandato de Dios. Tampoco debía sentirse
cente, sino que debe intentarse también llegar hasta el fondo entristecido porque los idólatras rechazaran el mensaje de
de los sentimientos y despertar en las personas que intervie- Dios: el deber del Profeta se limitaba a proclamarlo en
nen en el diálogo amor hacia los principios islámicos. Las ex- público. (Yūsuf ᶜAlī)
hortaciones deben hacerse en tales términos que el interlocu-
tor sienta que se le tiene una gran consideración. (Mawdūdī) 112 Contra el Islam y contra los musulmanes. (Daryabādī)
108 V. 29:46. La insistencia en la amabilidad y en el tacto y, 113 La azora concluye con el más alto consuelo que pueden
con ello, el recurso a la razón en las discusiones religiosas recibir los justos: la seguridad de que Dios está con ellos.
con los seguidores de otras creencias concuerda plena- (Yūsuf ᶜAlī)
mente con el principio: «en materia de religión no cabe
coacción» (2:256). (Asad) 114 Dios está del lado de quienes le temen, porque se man-
tienen cuidadosamente alejados de todo mal y obser-
109 Se admite la licitud del desquite cuando un adversario ha van siempre el comportamiento adecuado, pues saben
herido nuestros sentimientos de autoestima, pero por lo bien que sus acciones no están determinadas por el
que se añade a continuación se deduce claramente que es mal que los otros les causan sino por su propio sen-
éticamente preferible renunciar a ello y soportar con pa- tido de la justicia. Y así, responden al mal con bien.
ciencia los ataques. (Asad) (Mawdūdī)
El Corán I Azora 17
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Introducción a la Azora 17
AL- ISRĀ
EL VIAJE NOCTURNO
S i dirigimos una mirada retrospectiva a las enseñanzas espirituales del Corán expuestas hasta ahora, encontraremos que en las siete
primeras azoras se esboza una idea general, desde la más temprana historia espiritual del hombre hasta la recién creada comunidad
del Islam. Las azoras 10 a 16 forman una nueva serie que se ocupa de la formación y el mantenimiento de la nueva comunidad, así como
de las acciones divinas en relación a los hombres, entendidos como comunidad y en el marco de sus relaciones sociales como un grupo
organizado. (V. la introducción a las azoras 8, 10 y 16). Ahora comienza una nueva serie (azoras 17-29) que puede dividirse en tres partes.
Las azoras 17 a 21 comienzan con una referencia, que más adelante se ampliará detalladamente, del viaje del Profeta al cielo, y se continúa
con el mensaje espiritual cuyo punto esencial es el hombre individual y no la nación. Aquí sale a la luz la historia de épocas pasadas y de
profetas anteriores, todo bajo dicho punto de vista. Las azoras 22-25 se refieren a la peregrinación, el culto, la oración, la honestidad, la
esfera privada, etc., todo ello en relación al crecimiento espiritual del hombre individual. Las azoras 26-29 vuelven temáticamente a las
historias del pasado y de los profetas anteriores, e ilustran el crecimiento del individuo en su relación con la comunidad y la reacción de
la comunidad ante la forma de vida de sus más elevadas personalidades.
Nos referiremos ahora de forma individual a la azora 17: Comienza con la visión mística del viaje del Profeta al cielo: fue trasladado
en una sola noche, de la «mezquita sagrada» (de La Meca) a la «mezquita lejana» (en Jerusalén) y pudo ver algunos signos divinos.
La mayoría de los comentaristas interpretan de forma literal este viaje nocturno, pero también hablan de otras ocasiones en las que se
produjeron viajes o visiones. Si se acepta que el viaje ocurrió físicamente se tendrá que admitir que el cuerpo se transformó con una
sutileza casi espiritual. En la literatura de los ᵓaḥādῑṭ encontramos detalles de ese viaje, cuyo estudio nos ayuda a comprender su místico
sentido. El Profeta fue llevado primero al escenario de las anteriores revelaciones en Jerusalén y conducido después, a través de las siete
esferas celestes, hasta el excelso trono y fue iniciado en los misterios espirituales del alma humana y de la lucha que debe mantener en
el espacio y tiempo. El profesor Miguel Asín, de la Universidad de Madrid, ha señalado que esta literatura miᶜrāŷ, ha ejercido una gran
influencia en la literatura europea de la Edad Media, en especial en la Divina Comedia de Dante.
La referencia a la gran historia mística del miᶜrāŷ es una adecuada introducción para el viaje que debe cumplir el alma humana para
lograr su crecimiento espiritual a lo largo de la vida. En tal crecimiento la primera etapa debe transcurrir a través de conductas morales,
el respeto de los derechos de los padres e hijos, la bondad ante el prójimo, el valor y la firmeza en momentos de peligro y la conciencia
de la responsabilidad personal y la presencia de Dios a través del rezo y la alabanza.
El miᶜrāŷ debió tener lugar la vigesimoséptima noche del mes de raŷab (según otras tradiciones, y a modo de ejemplo, el 17 de rabῑᶜu-l-
ᵓawwal) del año de la hégira. Esto sirve de punto de apoyo para determinar el momento de la revelación de la aleya inicial, a pesar de que
partes de esta azora pudieron se reveladas con anterioridad.
Esta es una de las azoras mecanas cuya atención se dirige a los fundamentos de la fe, aquí a los artículos de fe sobre la unicidad de
Dios y la Resurrección. Su parte más sobresaliente es la que se dedica a la personalidad del Profeta y a los milagros y demostraciones
convincentes que señalan su veracidad. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
La azora contiene diversos temas. La mayoría de ellos se dedican a los artículos de fe, otros a las reglas de comportamiento de los
individuos y la comunidad. Otros contienen narraciones sobre los hijos de Israel, que relacionan el objetivo del viaje nocturno con la
mezquita de Al-ᵓAqṣā. (Quṭb)
Resumen:
Se explican las experiencias espirituales de las personalidades proféticas para que los hombres puedan entender los signos divinos:
El hombre es seducido al mal y debe ser guiado hacia el sentimiento de la responsabilidad personal. (Aleyas 1-22)
Se muestra que servimos a Dios en nuestras relaciones con el prójimo, en la bondad frente a los padres, parientes y desconocidos que se
encuentren en estado de necesidad, en la amabilidad con los niños, en la pureza de las relaciones sexuales, en la justicia y el respeto de
la vida humana, en la protección de los huérfanos, en la honradez en todas las acciones y en la represión de la arrogancia. (Aleyas 23-40)
La arrogancia provocó la caída de Iblis, pero los hijos de Adán fueron elevados por encima de otras criaturas. Se les pedirán cuentas
por sus acciones. La oración en momentos determinados y por la noche es buena para el hombre, y el Corán la ofrece como medio de
salvación y misericordia. (Aleyas 61-84)
La revelación (del Corán) es un signo de la gracia divina, y los hombres deberían aceptarla sin excusas. Sed modestos en la oración y la
alabanza. (Aleyas 85-111)
El Corán I Azora 17
476
Azora 17
AL- ISRĀ
EL VIAJE NOCTURNO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Se la denominaba «mezquita lejana» porque, en la época 5 Posiblemente «dos veces» es un giro que significa «más de
del Profeta, era el lugar de rezo más al este que conocían una vez». (Yūsuf ᶜAlī)
los árabes. Jerusalén era, tanto para los judíos como para
los cristianos, una ciudad santa. El gobierno de esta región 6 Se refiere a Nabucodonosor y a los babilonios. Eran sier-
estaba en manos de los cristianos. (Yūsuf ᶜAlī) vos de Dios en el sentido de ser instrumentos de la ira
divina que debía desbocarse contra los judíos desobedien-
2 Este viaje nocturno desde la «Mezquita Sagrada» a la tes, los cuales fueron conducidos al cautiverio. V. Isaías:
«Mezquita Lejana» crea un lazo de unión entre las gran- 3:16-26. (Yūsuf ᶜAlī)
des religiones monoteístas desde Abrahán e Ismael hasta
Muḥammad, la paz sea con él. Así se cierra el círculo del 7 Alrededor del 520 a. C. los judíos salieron de la opresión
mensaje divino de la unidad. (Quṭb) babilónica y comenzaron una vida nueva. Reconstruye-
ron el templo. Entretanto sus opresores anteriores, los
El Profeta primero viajó a Jerusalén, donde oró en com- babilonios, cayeron en poder del imperio persa. Los per-
pañía de otros profetas. Después fue llevado a esferas más sas, a su vez, fueron vencidos por Alejandro. Todo el este
elevadas, donde coincidió con uno de los más grandes pro- asiático había sido helenizado, incluso la nueva escuela
fetas hasta que, finalmente, alcanzó el lugar más elevado judía, que tenía su centro más importante en Alejandría,
del cielo y se encontró ante Dios. Durante su viaje se le lo fue. Los judíos se comportaron de forma terca y dis-
mostró el Paraíso y el Infierno. Sobre este viaje unos dicen tante con los enviados de Dios, sobre todo en tiempo de
que tuvo lugar en un sueño, otros opinan que el Profeta Jesús, y en el año 70 d. C., llegó el irremediable castigo
estaba totalmente despierto y que el viaje se realizó físi- en forma de destrucción total del templo a manos de Tito.
camente, mientras que otros piensan que se trató de una (Yūsuf ᶜAlī)
visión mística. (Mawdūdī)
8 V. Ezequiel 2,64-65. (Daryabādī)
3 Los seguidores de Moisés debían reconocer a Dios por
encima de cualquier otra cosa existente: «Tú no debes co- 9 V. 10:108. (N. del T.)
locar otros dioses al lado mío. No debes crearte imágenes
o hacer símiles, ni de lo que está arriba, en el cielo, ni de 10 Se refiere a la segunda destrucción del templo a manos de
lo de abajo, en la tierra, ni tampoco de lo que se encuentra Tito en el año 70 d. C. (Asad)
en el agua, bajo la tierra: No les reces y no les sirvas....»
(Éxodo 20,3-6). Esto es el Islam y el viaje al cielo del Pro- 11 El motivo de ese castigo fue que habían repudiado al pro-
feta debe indicar que esta era, desde hace tiempo, la ense- feta Jesús. (Yūsuf ᶜAlī)
ñanza divina que se vio quebrantada por quienes deberían
hacerse responsables de ella. (Yūsuf ᶜAlī) 12 Entramos ahora en la época del último Profeta. (Yūsuf
ᶜAlī)
4 Aparentemente esta aleya no tiene ninguna conexión con
la anterior. No obstante, debemos considerar esta azora 13 La referencia alegórica a la historia de los judíos en co-
como una advertencia a los incrédulos de La Meca: debéis nexión con el significado místico del viaje al cielo del Pro-
aprender de la historia de los hijos de Israel que, de igual feta describe la constante lucha del alma individual contra
modo, negaron el Libro de Dios y fueron castigados por el mal. (Yūsuf ᶜAlī)
ello. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 17
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14 Esto se refiere a la honradez ética y a la vida de bondad das en un libro que se abrirá ante nosotros el día del Juicio.
humana, tanto social como individualmente. El Corán re- (Yūsuf ᶜAlī)
toma aquí el tema fundamental por el que Dios ha ofrecido
siempre a los hombres el buen camino a través de su reve- 19 En el día del Juicio, el hombre ve la realidad de su vida pasa-
lación y sus profetas. (Asad) da. Se dan alegorías parecidas en distintos puntos del Corán,
como por ejemplo en 37:19, en 39:68 o en 50:22. (Asad)
15 En un ḥadīṯ se dice: «No pidáis contra vuestra salud o
bienes, pues Dios podría en un instante oír y concederos 20 Aquí se rechaza el concepto de la expiación vicaria. Nadie
vuestros deseos». (Ibn Kaṯīr) puede llevar las cargas de otro; sería injusto. Cada uno
debe cargar con su responsabilidad personal. V. 6:164.
16 Es una respuesta a la petición que los mequíes incrédulos (Yūsuf ᶜAlī)
dirigían al Profeta para que acelerara la venida del castigo
con que los amenazaba. Se da así una estrecha conexión 21 V. 5:16. Dios ha creado la conciencia para que los hom-
con la aleya anterior. bres, con su ayuda, se guíen. (Mawdūdī)
La aleya contiene también la advertencia para los musul- 22 V. 7:56-64 y 11:25-49. (N. del T.)
manes que pedían el castigo de los incrédulos que los per-
siguieron y rechazaron el mensaje divino. También entre La advertencia está dirigida a los coraixíes no creyentes que
estos hubo algunos hombres que aceptaron el Islam y lu- acusaron al profeta Muḥammad de mentiroso. (Ibn Kaṯīr)
charon de tal modo por él que se hicieron mundialmente
famosos. (Mawdūdī) 23 La aspiración al bien de la vida futura supone la creencia
en Dios y el conocimiento de la responsabilidad frente a
17 La responsabilidad individual es una de las enseñanzas Él. La fe se refiere en este contexto al reconocimiento de
básicas del Corán. Es el hombre quien, con sus decisiones la absoluta unicidad divina, así como a la disposición a
personales, fija su destino. (Villanueva-Castro) aceptar el buen camino que Él ha ordenado a los hombres
por medio de la revelación profética. (Asad)
18 Nuestras acciones, las buenas y las malas, están registra-
El Corán I Azora 17
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24 En dones terrenales, sin considerar si los destinatarios son 30 V. 2:177. Se alude a los viajeros que se encuentran lejos
buenos o malos. La riqueza y el poder no son un criterio de su hogar, especialmente aquellos que no disponen de
para el acercamiento del hombre a Dios. (Daryabādī) suficientes medios de sustento. En un sentido más amplio
designa a una persona que no puede, temporal o definiti-
V. 16:71. (N. del T.) vamente, regresar a su patria, como por ejemplo los refu-
giados políticos o exiliados. (Asad)
25 El elevado rango de los que aspiran a la vida futura no se
expresa en la superioridad de las cosas materiales, sino que 31 Muŷāhid dice: «Si alguien gasta todas sus riquezas por
se encuentra en un plano totalmente distinto. Saborean la causa justa no se le considera un derrochador. Pero el que
honra verdadera y el afecto que les queda denegado a los gasta inapropiadamente un mudd (medida de capacidad =
tiranos y a los poderosos. Todo lo que adquieren en la tie- 18 l.), ese sí es un derrochador». No depende de la can-
rra lo hacen de forma honrada, mientras que otros utilizan tidad derrochada, sino de la intención con que se hace.
métodos ilegales y brutales. Lo gastan razonablemente y (Quṭb)
con fines honrados, cumplen con sus obligaciones frente
a los demás, dan limosna a los pobres y necesitados para 32 Si tú actualmente no tienes los medios para ayudar a los
obtener el agrado de Dios, mientras que los otros derro- demás y tienes que aplazar la prestación de auxilio hasta
chan sus medios en el vicio, la corrupción y otras irregu- que Dios pueda aliviar tu propia situación. (Daryabādī)
laridades. Por eso los temerosos de Dios son ejemplares
bajo todos los aspectos y especialmente exaltados por ello. 33 De este principio se deduce finalmente el mandato de pa-
(Mawdūdī) gar el azaque («impuesto en favor de los pobres») y la
ṣadaqa (limosna voluntaria). Se definen los derechos de
26 La desigualdad en el Más Allá es más grande que la de la los huérfanos así como la tradición de que en cada casa se
tierra. Mientras que unos se lamentan en el nivel más bajo debe alojar a un viajero por espacio de tres días. Se origi-
del Infierno, los otros disfrutan del escalón más elevado nan así sentimientos de solidaridad mutua que llegan tan
del Paraíso. Así como hay muchos niveles en las profundi- lejos que los hombres, por iniciativa propia, cumplen con
dades del Infierno, el Paraíso también contiene cientos de sus obligaciones morales, aunque no estén obligados a ello
escalones. (Ibn Kaṯīr) legalmente. (Mawdūdī)
27 En las aleyas siguientes se expondrán los principios bási- 34 Lit.: «Tener la mano encadenada a la nuca» perífrasis para
cos sobre los que el Islam fundamenta la estructura total la tacañería y especialmente para la negativa de ayudar a
de la vida humana. (Mawdūdī) los demás. (Asad)
28 Esta no es solo una orden que se refiere al conocimiento 35 Si leemos juntas las aleyas 27 y 29 queda claro que el Co-
religioso y a la práctica individual, sino que sirve como rán exhorta a los hombres a seguir el áureo camino medio.
fundamento del sistema moral, cultural y político, tal y Deben aprender a comportarse de manera equilibrada, de
como se llevó a cabo en Medina el Profeta. Su principio modo que gasten el dinero en lo adecuado pero no de-
más elevado es que solo Dios es el Soberano y el Legisla- rrochándolo. Esta norma se extiende a la sociedad en su
dor. (Mawdūdī) conjunto. De hecho, en el Estado islámico de Medina se
prohibieron muchas formas de lujo y extravagancia y se
29 Cuando los padres eran fuertes y los niños estaban desva- establecieron reformas sociales para impedir las costum-
lidos eran los padres los que los colmaban con su ternura; bres que llevaron a tales extremos. La obligación de pagar
ahora que el niño ha crecido y los padres son mayores y el azaque contribuyó a eliminar la avaricia. Se creó una
débiles, ¿no debería dispensárseles un cuidado análogo? tendencia moral según la cual, hasta hoy en día, los avaros
(Yūsuf ᶜAlī) son reprendidos y los generosos son respetados en todos
los sitios. (Mawdūdī)
V. 15:88 y 26:215. (N. del T.)
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36 V. 13:26. (N. del T.) 43 V. 6:152 y 2:220 donde se habla de los derechos de los
huérfanos. (Yūsuf ᶜAlī)
37 V. 17:17, 17:96, 35:31 y 42:27 . (N. del T.)
44 Esto no es únicamente un deber moral para las perso-
38 El texto puede aludir a la costumbre de los árabes preislá- nas individuales sino que, en el seno del Estado islá-
micos de enterrar vivas a las niñas recién nacidas no desea- mico, este es un principio que guía todos los asuntos,
das (V. 81:8). Este mandamiento tiene una validez eterna, internos o externos, de la comunidad y del gobierno.
ya que también se refiere al aborto por «miedo al empobre- (Mawdūdī)
cimiento», es decir, por puros motivos económicos. (Asad)
45 Este término tiene en el Corán, sin excepción, un signi-
39 La fornicación es vergonzosa, destruye la armonía entre ficado espiritual o moral. Por tanto no solo se refiere a
el respeto propio y el ajeno y conduce a calamidades ma- los procesos económicos, sino a las relaciones humanas
yores; destroza los principios de la vida familiar, está en en general. (Asad)
contra de los intereses de los niños nacidos o por nacer;
puede causar asesinatos, querellas, pérdida de la honra y 46 Solo debemos escuchar a las personas conocidas por su
riquezas así como romper los lazos sociales para siempre. bondad y formalidad. (Yūsuf ᶜAlī)
(Yūsuf ᶜAlī)
47 V. 31:18, 40:75 y 57:23. (N. del T.)
V. 4:22. (N. del T.)
48 Los responsables del Estado islámico deberían ser del
40 Esto no solo significa que no está permitido matar al pró- todo ajenos a la tiranía y a la arrogancia. Deben ser
jimo, sino que también está prohibido el suicidio, que es modestos en su comportamiento, vestimenta y morada.
otra forma de homicidio. (Mawdūdī) (Mawdūdī)
V. 6:151 y 4:92. (N. del T.) 49 Se dirige a los idólatras mequíes, que concedían gran im-
portancia a los hijos varones. (Daryabādī)
41 A los parientes de la víctima les corresponde el derecho a
solicitar la ejecución del asesino o, en su lugar, a aceptar 50 V. 16:57-59. (Yūsuf ᶜAlī)
un precio por la sangre derramada o renunciar totalmente
al castigo. (Quṭb) 51 Porque niega la pureza y la unicidad absoluta de Dios.
(Daryabādī)
42 El defensor de los derechos de la víctima no debe ordenar
el castigo contra ningún otro que no sea el asesino auténti- 52 V. 35:42 y 25:60. (N. del T.)
co. (Asad)
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53 Alude especialmente a los idólatras de La Meca. de forma que quedan excluidos de la gracia divina. (Yūsuf
(Daryabādī) ᶜAlī)
56 Este párrafo enlaza con la aleya 41. (Asad) El Profeta no puede conocer ese momento específico.
(Quṭb)
57 Algunos coraixíes respetados escucharon el Corán pero se
esforzaron para no recibirlo en su corazón. Inmediatamen- 62 V. 16:125 y 29:46. (Asad)
te Dios creó barreras invisibles entre ellos y el enviado.
(Quṭb) 63 Cuando notéis, en la conversación con vuestros oponen-
tes, que la ira se apodera de vuestro ánimo, debéis enten-
V. 41: 4, 31:7 y 36:9 y notas. (N. del T.) der al instante que Satán os provoca para dañar vuestro
discurso, puesto que utiliza a los hombres para sembrar la
58 V. Isaías 6, 9-10. (Daryabādī) cizaña entre ellos. (Mawdūdī)
Con otras palabras, se condena la influencia de los malos V. 7:22. (N. del T.)
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486
64 Dios contesta con esta aleya a dichos reparos al decir que 72 Esta frase elíptica contiene una importante declaración
Él conoce bien a todas las criaturas en el cielo y sobre sobre la significación del Corán. En muchos puntos del
la tierra y sabe quién de ellos es digno de ser profeta. Corán se acentúa el hecho de que el profeta Muḥammad,
(Mawdūdī) la paz sea con él, no realizaba milagros semejantes a los
de los profetas. Su único milagro fue el Corán en sí, un
V. 27:15 y 2:253 y notas. (N. del T.) mensaje que es perfecto en su claridad y en su fuerza de
expresión ética, que es válido para todas las épocas y para
65 Los dones espirituales de los profetas pueden ser de di- todas las sociedades y, además, debe permanecer inmuta-
ferentes tipos, según las necesidades de su tiempo y del ble. Los pueblos que vivieron con anterioridad al Profeta
entorno en que viven, tal y como Dios ha decidido en Su no estaban aún preparados para creer conscientemente.
infinita sabiduría. Como ejemplo sobresaliente se mencio- Por ello, los profetas necesitaron signos y milagros con
na aquí el don de David para el canto. V. 4:163. (Yūsuf los que los hombres pudieran entender la verdad interna
ᶜAlī) del mensaje. Por otro lado, el mensaje del Corán fue mani-
festado en una época en la que la humanidad (y en especial
66 Incluso los mayores profetas y los ángeles. (Asad) los habitantes de aquellas regiones herederos de la tradi-
ción religiosa judeocristiana) podía entender en el futuro
67 No tiene ningún sentido el adorar a hombres, héroes, pro- una enseñanza religiosa sin la ayuda de signos o milagros.
fetas y ángeles ya que estos viven en la esperanza de la (Asad)
gracia divina y, a pesar de que, debido a su esencia, se
supone que están a salvo de la ira de Dios, son solo criatu- 73 V. 7:73 para un informe detallado de la historia. (Yūsuf
ras sujetas a la ley de la responsabilidad personal. (Yūsuf ᶜAlī)
ᶜAlī)
74 Algunos comentaristas opinan que esto se refiere al viaje
68 Incluso profetas, santos y ángeles esperan la gracia de al cielo del Profeta (v. aleya 1); otros estiman que se trata
Dios, temen Su ira y compiten unos con otros para poder de otras visiones espirituales, consideradas como mila-
estar cerca de Él. (Mawdūdī) gros. (Yūsuf ᶜAlī)
69 En la vida futura. (Daryabādī) 75 Se refiere al zaqqūm, el árbol que crece en el fondo del
Infierno y que lo simboliza. V. 37:62-65 y 56:52. (Yūsuf
70 Según decisión de Dios, el día de la Resurrección llegará ᶜAlī)
cuando no quede vida sobre la tierra. Algunas de las ciu-
dades recibieron su castigo con anterioridad. (Quṭb) 76 Después de la experiencia del viaje al cielo quedó minada
la credibilidad del Profeta ante quienes tenían una fe dé-
71 Es decir, en armonía con las leyes inamovibles que Dios bil, mientras que quienes albergaban una fe firme en Dios
ha establecido para Su creación. (Asad) afianzaron sus creencias en el mensaje del Corán. (Asad)
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77 V. 7:11-18. (Yūsuf ᶜAlī) 84 Esto aclara de nuevo que, según el concepto islámico, Sa-
tán no es un tipo de «divinidad maligna». El hombre ad-
78 La historia pretende aclarar a los incrédulos que su com- quiere, a través de su debilidad, la costumbre de cometer
portamiento arrogante e indiferente ante Dios es el mismo fallos. En este sentido la influencia de Satán se limita a la
que adoptó Satán. (Mawdūdī) persuasión. (Daryabādī)
79 Su reproche encubre la envidia que siente frente a Adán, 85 V. 2:164. (Yūsuf ᶜAlī)
por lo que menciona el barro y calla el soplo divino que le
dio vida. (Quṭb) 86 V. 10:22-23. (Yūsuf ᶜAlī)
[80 El poder del mal sobre los hombres se atribuye a la libre 87 V. 10:22. (N. del T.)
voluntad del hombre. Este se entrega por sí mismo a la
maldad. El mal no tiene ningún poder frente a los que sir- 88 La palabra ͻimām tiene varios significados, véase a modo
ven fielmente a Dios. Así se menciona en la aleya 65 y en de ejemplo la azora 2:124. Los comentaristas defienden
otros puntos. (Yūsuf ᶜAlī) distintas opiniones sobre su sentido en esta frase. Algunos
lo entienden como que cada grupo de personas aparece
81 La maldad pone muchas trampas al hombre en forma de con su correspondiente guía, que es el testigo de sus vir-
voces y tentaciones individuales que hacen confundir el tudes y sus delitos; v. 16:84. Desde otro punto de vista,
mal con el bien. (Yūsuf ᶜAlī) ͻimām se refiere a su revelación, es decir, a su Escritura
sagrada. Una tercera opinión es que ͻimām es un listado
82 El asalto poderoso de los malos está aquí representado con de sus acciones, que es de lo que trata la siguiente frase.
la imagen de la caballería e infantería. Cuando fracasan (Yūsuf ᶜAlī)
otras artes de seducción, se recurre a la fuerza de las ar-
mas. (Yūsuf ᶜAlī) 89 El informe en el que están detalladas todas sus acciones.
(Daryabādī)
83 V. 4:120. (Asad)
V. 69:19 y 84: 7. (Asad)
V. 14:22. (N. del T.)
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90 El día del Juicio los justos recibirán el listado de sus ac- 100 El rezo matutino se destaca especialmente pues la mañana
ciones y agradecerán a Dios su gracia. Los injustos; por el es una «hora santa», en la que, después de la tranquilidad
contrario, deberán descubrir que cuanto más avanzan más de la noche, existen notables influencias espirituales en el
alejados se encuentran de su camino. (Yūsuf ᶜAlī) alma. (Yūsuf ᶜAlī)
94 Un año después de la revelación de esta azora, el Profeta V. Salmo 121,8. (N. del T.)
emigró de La Meca. Tras ocho años volvió allí como triun-
fador y, dos años después, toda Arabia quedaba libre de la 103 V. 8:8, 21:18 y 42:24. (N. del T.)
idolatría. (Mawdūdī)
104 En el momento de esta revelación se alcanzó el punto álgi-
95 La predicción se cumplió casi dos años más tarde cuando do de las persecuciones. Muchos musulmanes emigraron a
los jefes de los coraixíes fueron abatidos en la batalla de Abisinia y los que se quedaron sufrieron indecibles penu-
Badr. (Asad) rias, por lo que la vida del Profeta estaba constantemente
en peligro. Por ello los incrédulos se burlaron especial-
96 La ley de Dios no puede ser modificada individualmente, mente de esta anunciación. La predicción de la victoria
sino que es eterna e inevitable. (Quṭb) fue cierta como se comprobó cuando, diez años después,
el Profeta volvió a La Meca y destrozó los ídolos de la
97 V. 3:137, 8:38, 48:23, 33:62 y 35:43. (N. del T.) Caaba. (Mawdūdī)
98 Los primeros cuatro rezos son: «ẓuhr», inmediatamente 105 V. 10:57. (N. del T.)
después de que el Sol ha alcanzado su cenit; «ᶜaṣr» por la
tarde, «maǵrib» inmediatamente después de la puesta de 106 En la revelación divina hay cura para nuestras almas des-
Sol; y «ᶜišāͻ» después que la luz crepuscular disminuya y trozadas, esperanza en un futuro espiritual y alegría por el
llegue la noche. (Yūsuf ᶜAlī) perdón de nuestros errores. Solo el que se rebela contra
la ley divina sufre perjuicios. Cuanto más obstinadamente
99 Se engloban aquí las dos oraciones nocturnas. (maǵrib e obren contra la verdad más hondo caerán en la miseria.
ᶜišāͻ). (Daryabādī) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 17
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107 V. 11:9-10. (Asad) 114 V. por ejemplo, 82:1 y aleyas siguientes, o, 25:25, en las
que se habla del hundimiento del firmamento como signo
108 Por medio de la gracia divina la revelación ha permane- de una catástrofe mundial a causa de las absurdas exigen-
cido en el corazón del Profeta y en el de sus seguidores. cias de los escépticos. (Yūsuf ᶜAlī)
(Ṣafwat al-Tafāsīr)
115 V. 2:55 y 4:153, que comentan el deseo de los hijos de
109 A pesar de que esta aleya está dirigida al Profeta, también Israel de ver a Dios cara a cara, y 6:8-9, donde tendrían
se dirige a los incrédulos que consideran el Corán como que descender los ángeles para convencer a los hombres.
obra del mismo Profeta o de otro hombre. Se les dice aquí (Yūsuf ᶜAlī)
que es la palabra de Dios. El Profeta no posee capacidad
para crear un libro así, sino que depende de la revelación. 116 V. 6:35. (Yūsuf ᶜAlī)
(Mawdūdī)
117 El único milagro que Dios otorgó al profeta Muḥammad,
110 V. 2:23, 10:37-38, 11:13, 6:93 y 8:31. (N. del T.) la paz sea con él, fue exclusivamente el Corán en sí (v.
aleya 59 de esta azora). (Asad)
111 La prueba a favor del Corán reside en su belleza y en su
naturaleza, así como en las circunstancias bajo las que fue 118 Debido a que la mayoría de los hombres no pueden en-
proclamado. Se le ha lanzado al mundo el reto de crear un tender el verdadero valor de su condición humana y la
libro parecido, pero no lo ha logrado. Es el único Libro dignidad de la que disfrutan junto a Dios consideran im-
revelado cuyo texto permanece hoy en día puro e inalte- posible que un hombre sea enviado de Dios. Tampoco son
rable. (Yūsuf ᶜAlī) capaces de entender que, al no adaptarse su naturaleza a
las condiciones de vida terrenales, no puede haber ánge-
112 V. 2:60. (Yūsuf ᶜAlī) les sobre la tierra. Dios tendría que haberlos creado seme-
jantes a hombres, lo que haría difícil reconocerlos como
Como Moisés. (Asad) ángeles. (Quṭb)
119 Los enviados de Dios no solo transmiten un mensaje, sino temporáneos de la Revelación. Tienen que confirmarlo
que deben reformarlo de acuerdo con las circunstancias de sobre la base de sus propias escrituras. (Asad)
los hombres. Deben adecuar los principios del mensaje a
las características que rodean la vida de los hombres. Si 124 V. 6:109. (Asad)
un ángel fuera el enviado, podría ciertamente anunciar el
mensaje divino, pero no podría vivir entre los hombres 125 Moisés podía hablar con autoridad, ya que las plagas que
y compartir sus problemas para, así, poder reformarles. asolaban Egipto no podían ser ocasionadas por magia o
Solo un hombre es apropiado para cumplir ese encargo. actuación humana. (Mawdūdī)
(Mawdūdī)
126 Esta historia se relata de forma completa en la azora 7.
V. 6:8 y 15:7. (N. del T.) La ira divina cae sobre el Faraón y sobre los que le se-
cundaban tanto física como espiritualmente. Los egipcios
120 Aquí se repite la frase de la aleya 49. (Yūsuf ᶜAlī) que encontraron el camino de la conversión sufrieron la ira
del Faraón, pero se salvaron de la ira del Señor (V. 7:121-
Negar el poder de Dios de resucitar a los muertos significa 120). (Yūsuf ᶜAlī)
igualmente la negación de que sea todopoderoso y, con
ello, de Su esencia. Todo esto se deduce de las palabras de 127 V. 7:137. (Asad)
la última aleya: «sordos, ciegos y mudos». (Asad)
128 Los israelitas se asentaron en Palestina. Allí fundaron su
121 Se dirige directamente a los judíos, que no podían enten- reino. Pero su conducta los hizo indignos de la gracia di-
der cómo era posible que los no judíos alcanzaran la re- vina y Dios les pidió cuentas, como a otros hombres y
velación y el buen camino. La gracia divina es universal pueblos, conforme a la ley de responsabilidad personal.
y Él reparte ampliamente sus dones entre los hombres. (Yūsuf ᶜAlī)
¿Sois avaros espirituales que queréis retener la totalidad
del mensaje divino? (Yūsuf ᶜAlī) 129 Se refuta así, evidentemente, la idea de que los hijos de
Israel, debido a que descienden de Abrahán, sean «el
122 Se le concedieron nueve señales claras que el Faraón y sus pueblo elegido», y que, a priori, están predestinados a
seguidores negaron todos a una. (Quṭb) la gracia divina. El Corán rechaza esta reivindicación a
la vez que afirma que el día del Juicio toda la humanidad
123 A los judíos de los tiempos actuales, es decir, a los con- será juzgada y nadie tendrá un lugar privilegiado. (Asad)
El Corán I Azora 17
496
130 Está dividido en partes y descendió a lo largo de veintitrés combatido por los árabes paganos (V. 25:60 y 21:36) y por
años. (Al-Ŷalālayn) eso se acentúa en el Corán. (Yūsuf ᶜAlī)
131 Esta aleya se refiere tanto al hecho histórico de que el Co- 135 Son muy numerosos los bellos nombres de Dios. En los
rán fue revelado de un modo escalonado como a que cons- ͻaḥādīṯ se cuentan 99 nombres que traen la memoria de
tituye un todo integrado y, por tanto, solo puede ser en- Dios. Respecto a este tema hay muchos comentarios y es-
tendido cuando se le considera en su totalidad. V. 20:114. tudios. (Yūsuf ᶜAlī)
(Asad)
136 V. 7:205. Los rezos deben ser dichos con fervor y modes-
132 Puede tratarse de una alusión a las numerosas predicciones tia, tanto si se trata de rezos individuales como comunita-
de la llegada del profeta Muḥammad, la paz sea con él, de rios. Naturalmente la llamada al rezo debe ser alta, pero
la Biblia, en especial en el Deuteronomio 8,15 y 18. (Asad) las recitaciones del Corán no deben ser ni tan altas que
atraigan la atención de los adversarios ni tan bajas que no
133 Cuando se lee o se escucha el texto árabe, a este punto puedan ser oídas por toda la comunidad. (Yūsuf ᶜAlī)
sigue una postración. (N. del T.)
137 Es decir, Él está libre de la imperfección que supone la
134 V. 7:180. Podemos llamar a Dios o bien por su simple necesidad de tener un hijo para prolongar su propia exis-
nombre, el que abarca todos Sus atributos, o (según la filo- tencia. Esta explicación no solo no acepta la enseñanza
sofía sufí) por el que se eleva sobre todos sus atributos, o cristiana del Hijo de Dios, sino que acentúa la lógica im-
bien con uno de los nombres que designa cada uno de los posibilidad de un concepto semejante. (Asad)
atributos, a través de los cuales intentamos, con nuestro
limitado entendimiento, aclarar Su existencia. El atributo 138 Con ello se rechazan todas las enseñanzas del politeísmo.
de la clemencia o compasión, raḥmān, fue especialmente (Daryabādī)
El Corán I Azora 18
499
Introducción a la Azora 18
AL- KAHF
LA CAVERNA
Resumen:
El Corán es una guía y una advertencia. Esta vida es corta y está llena de peligros. Nuestra apreciación
del tiempo es imperfecta, tal y como se deduce de la historia de los jóvenes de la caverna. Tenían
fe, lealtad, perseverancia y otras virtudes. Pero su vida era un misterio en el que sólo unos pocos
podían profundizar. (Aleyas 1-22)
Para Dios la sabiduría es: Permanecer alerta ante todas las presunciones carentes de fundamento y
las falsas esperanzas.
Aprende del hombre de la parábola del Corán, que estaba orgulloso de sus bienes terrenales y luego
lo perdió todo. (Aleyas 23-44)
Esta vida es insegura y voluble: La bondad y la virtud son mejores y más apetecibles. El Día en que
se rendirán cuentas se acerca con misericordia e ira. (Aleyas 45-59)
En su ansia de sabiduría Moisés olvida sus límites. Fue exhortado a la paciencia y a la fe y lo aceptó
como aclaración a las contradicciones de la vida. (Aleyas 60-82)
Ḏū-l-Qarnayn tenía un imperio enorme. Castigaba a los culpables, recompensaba a los buenos y
protegía a los débiles de los sin ley. Pero él era creyente y valoraba la guía divina. Dios es Uno y el
servicio divino es honradez. (Aleyas 83-110)
La parte predominante de esta azora se compone de narraciones que integran 71 de las 110 aleyas
que la forman. Las pocas aleyas restantes se refieren, o bien a notas aclaratorias de las narraciones
o bien a algunas escenas del día del Juicio. Además, hay algunos ejemplos de la vida que ilustran
ciertos conceptos o pensamientos. Lo que enlaza todas estas historias, y es el eje en el que gira toda
la temática, es una toma de posición adecuada en las afirmaciones, las ideas y las opiniones. En la
primera y la última aleya se propone una actitud razonable para las afirmaciones. Ambas aleyas
proclaman la unidad de Dios, niegan la idolatría y corroboran la revelación. También durante el
transcurso de la azora se mencionan con frecuencia otros temas como, por ejemplo, la historia de
los habitantes de la caverna y su desenlace, o la historia de los dos jardines y el final de la misma,
así como la descripción de la escena del día de la Resurrección. (Quṭb)
El Corán I Azora 18
500
Azora 18
AL- KAHF
LA CAVERNA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Algunos hombres piensan que un libro sagrado debe estar caparon de Éfeso con un perro, se escondieron en una cue-
lleno de misterios: alusiones oscuras, expresiones ambi- va para poder vivir de acuerdo con sus creencias y allí pa-
guas, palabras tan alejadas del lenguaje humano que pue- saron un largo espacio de tiempo sumidos en un raro sueño.
den referirse a todo o a nada. (Yūsuf ᶜAlī) Cuando, finalmente, despertaron (sin saber durante cuánto
tiempo habían dormido) mandaron a uno de sus compa-
Nada dentro de él es tan confuso o impenetrable que esté ñeros a la ciudad para comprar alimentos. En el tiempo
por encima del entendimiento humano. Tampoco hay nada transcurrido la situación había cambiado radicalmente. No
en él que se desvíe del camino recto y que pueda originar sólo se había dejado de perseguir el cristianismo, sino que
dudas o inseguridad en el interior de las gentes que amen se había convertido en la religión oficial del imperio roma-
la verdad. (Mawdūdī) no. La moneda antigua (de la época de Decio) con la que
el joven quería pagar sus compras despertó la curiosidad
2 La recompensa que se ha anunciado a los creyentes está de la gente. Comenzaron a preguntar al desconocido y, de
ligada a la condición de un evidente testimonio de fe, a ese modo, salió a la luz la historia de los jóvenes en la
saber, la realización de obras buenas. (Quṭb) cueva y su extraño sueño. Sin embargo, parece que la ver-
sión cristiana de la leyenda («Los siete jóvenes de Éfeso»)
3 La «recompensa» no es una cosa material o que se limite al es una reposición de una leyenda mucho más antigua que
espacio o al tiempo. Es un estado de felicidad. (Yūsuf ᶜAlī) viene de fuentes precristianas y judías. Podemos aceptar
con toda seguridad que la leyenda de los moradores de la
4 Clara alusión a los cristianos. (Daryabādī) caverna tiene, realmente, orígenes judíos. Si reducimos la
historia a sus características esenciales nos encontramos
Esto se refiere a los árabes paganos que afirmaban que ante una notable alegoría de los esenios, que vivieron en
Dios tenía hijos. (Mawdūdī) el siglo anterior a la llegada de Jesús, y en especial a aque-
lla rama que vivió en retiro voluntario en los alrededores
5 Que Dios pudiera tener un hijo no tiene ningún fundamen- del mar Muerto y que, en los últimos tiempos, después del
to ni en la realidad ni en la lógica. Es únicamente una «pa- descubrimiento de los rollos del mar Muerto, fueron cono-
labra» o una «afirmación» pronunciada sin reflexión. No cidos como «comunidad de Qumran». La expresión «Al-
es ni siquiera un dogma fundado en la razón o que pueda Raqīm» en la aleya antes mencionada (traducida por mí
aclarar que lo dicho está conforme con la naturaleza espiri- como «inscripción») apoya esta teoría. Después de Ṭabarī,
tual de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) algunas de las más antiguas autoridades consideraron esta
expresión como sinónima de marqūm («algo escrito»). Ya
6 Esta aleya interpela, en primera instancia, al Profeta, en- que está probado históricamente que los miembros de la
tristecido por la hostilidad de la gente de La Meca a su comunidad de Qumran se dedicaban plenamente al estu-
mensaje y por el destino espiritual que les espera. Pero se dio, la copia y la conservación de las sagradas Escrituras y
dirige también a todos los que, convencidos de verdad de puesto que eran admirados por su total pureza, es más que
las exigencias éticas, se desaniman más tarde por la indife- probable que su modo de vida tuviera una fuerte influencia
rencia con la que reacciona su entorno social. (Asad) en la fantasía de sus correligionarios más mundanos, por lo
que, poco a poco, se convirtieron en la leyenda de la «gente
7 Un análisis profundo de este párrafo indica que el motivo de la caverna». Sea cual fuere el origen de esta leyenda,
real de la negativa del hombre a creer el mensaje divino permanece el hecho de que en el Corán se utiliza en un
reside casi siempre en la dependencia exagerada y ciega sentido puramente alegórico, es decir, como ilustración del
de los bienes de este mundo, unida al falso orgullo sobre lo poder divino, para crear la muerte (el «sueño») y la vida (el
que considera como propio. (Asad) «despertar»); y, en segundo lugar, como símil de la piedad
que provocan los hombres que abandonan un mundo mal-
8 La mayoría de los comentaristas se inclinan a opinar que vado para mantener pura su creencia, y el reconocimiento
esta historia se remonta a la fase inicial del cristianismo, en por parte de Dios, de esa creencia, en cuanto que Él les ha
el siglo III, durante las persecuciones de los cristianos por concedido un «despertar» espiritual que sobrevive al tiem-
el emperador Decio. Según el relato, algunos cristianos es- po y a la muerte. (Asad)
El Corán I Azora 18
502
9 En los primeros tres siglos después de Cristo, junto a las ma pregunta y se da la misma contestación. La evidente
divinidades paganas se extendía también el culto al empe- igualdad en cuanto a la pregunta y a la respuesta en ambos
rador del Imperio Romano. El templo de Diana (Artemisa) puntos no es, evidentemente, una casualidad. Señala, de un
en Éfeso era una de las maravillas del mundo antiguo. La modo selectivo, la identidad de la idea fundamental que se
ciudad tenía un gran puerto y era la capital de Asia Me- expresa en ambas alegorías: es decir, el poder de Dios de
nor. Pablo predicó allí durante tres años, fue atacado y tuvo crear nueva vida, dejarla pasar y volverla a crear. Además
que, finalmente, abandonar la ciudad (Hechos de los Após- esta aleya se refiere al carácter engañoso y apegado a la
toles 19:1-41). (Yūsuf ᶜAlī) tierra de la concepción humana del «tiempo». (Asad)
10 Ellos no eran unos enviados a un pueblo que hubiera de- 14 El tiempo que transcurrió entre el «sueño» y el «despertar»
cidido enfrentarse a la recta fe, sino sencillamente jóve- no tenía realidad propia ni sentido. Lo mismo pasa con la
nes que, en una sociedad injusta e incrédula, reconocían el muerte de un hombre y su resurrección (V. 17:52). (Asad)
buen camino. Por lo tanto, entendieron que para ellos sería
imposible continuar viviendo en su pueblo. (Quṭb) 15 Es decir, que pueda comerse lícitamente, porque no ha sido
ofrecido a los ídolos. (Daryabādī)
11 El calor del Sol no podía molestarles. Ésta es mi opinión
acerca de una de las muchas referencias coránicas a la fe- 16 Creían que el mundo no habría cambiado y que las terribles
licidad que los justos encuentran en la «permanente som- persecuciones que habían conocido se seguían llevando a
bra» del Paraíso. V. 4:57. (Asad) cabo y que el hombre, si no aceptaba la adoración a los
ídolos paganos, debía pagar su fe con la vida. (Yūsuf ᶜAlī)
12 En la tradición el perro se llamaba Qitmir y estaba tumba-
do en la puerta para vigilar pero, como los demás, también 17 En este punto la historia se interrumpe (ya que, como sabe-
fue sumido en el sueño. (Ibn Kaṯīr) mos, el Corán no se ocupa de meras historias) y continúa
como una alegoría de la muerte, la resurrección y la relati-
13 V. 2:259 donde, en la parábola del hombre al que Dios dejó vidad del tiempo tal y como se manifiesta en la conciencia
morir y al que despertó cien años después, se hace la mis- del hombre. (Asad)
El Corán I Azora 18
504
18 El Corán da un gran salto en el tiempo para abordar la 21 Poned sencillamente un muro en la entrada de la caverna y
próxima escena. Ahora suponemos que los habitantes de la dejadlos como están. (Ibn Kaṯīr)
ciudad eran creyentes, de modo que aceptarían con alegría
a los hombres de la caverna cuando supieran que, debido a 22 Según el estilo de judíos y cristianos, que construían sobre
sus creencias, tuvieron que huir mucho tiempo. (Quṭb) las tumbas de sus profetas monumentos conmemorativos,
un ejemplo que a menudo siguieron los musulmanes, a pe-
19 Según la leyenda siria, el propietario de la tienda sospechó sar de que el Profeta lo había rechazado decididamente.
que el joven había encontrado parte de un antiguo tesoro (Quṭb)
y lo llevó ante sus gobernantes. Del interrogatorio resul-
tó que los jóvenes habían encontrado refugio en la cueva 23 Las aleyas 23 y 24 están intercaladas. (Yūsuf ᶜAlī)
hacía siglos. La noticia de su sueño y su despertar se di-
vulgó rápidamente por la ciudad y una gran muchedum- 24 Según la opinión de la mayoría de los comentaristas estas
bre se encaminó hacia la cueva. De ese modo averiguaron dos aleyas intercaladas se dirigen, en primera instancia,
el tiempo que habían dormido. Después de saludar a sus al Profeta, quien, al ser preguntado por algunos coraixíes
hermanos cristianos se acostaron de nuevo y murieron. paganos con relación a los acontecimientos reales de la
(Mawdūdī) cueva, tuvo que decir: «Mañana contestaré vuestras pre-
guntas», pensando que, por el simple hecho de solicitar a
20 Según la leyenda siria, por aquel tiempo se dieron en Éfeso Dios la respuesta a lo que los paganos preguntaron, Él se lo
acalorados debates sobre la resurrección y la vida tras la devolverá en el acto. Después de esto, como señal de repri-
muerte. A pesar de que el pueblo aceptó el cristianismo, menda, se le retuvo por algún tiempo la revelación divina.
persistían aún huellas de una idolatría pre-romana y la fi- Además esta exhortación expresa un principio general que
losofía griega no había perdido su influencia. A pesar de es válido para todos los creyentes. (Asad)
su fe cristiana, había gente que no creía en la resurrección
o, al menos, se mantenía escéptica. Además, la secta ju- 25 Lit.: «ellos». (N. del T.)
día de los saduceos, que componían un núcleo importante
de la población, la negó en público, basándose en la Torá, 26 Después de la discusión sobre la historia de los durmientes
mientras que los eruditos cristianos no podían aducir nin- comienza una descripción de la situación de los musulma-
gún contraargumento de peso. El sueño de los jóvenes y su nes en La Meca en los tiempos de la revelación de esta
despertar fue una señal. (Mawdūdī) azora. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 18
506
27 Se dice que esta aleya fue revelada cuando los nobles co- Los moradores del Paraíso estaban adornados con bra-
raixíes pusieron como condición al Profeta para abrazar al zaletes de oro, como los reyes de épocas antiguas. Esto
Islam la expulsión de los creyentes pobres, o que al menos muestra que serán honrados como a reyes de este mundo
les asignara sitios separados. (Quṭb) mientras que se humillará a un rey no creyente y malvado.
(Mawdūdī)
28 Es decir, no los cambies a favor de los ricos y poderosos.
(Ibn Kaṯīr) 33 Como en todas las descripciones coránicas de los acon-
tecimientos de la vida futura, la anterior referencia a los
29 La dignidad del Islam no depende de la riqueza o influen- «adornos» de los creyentes con oro, joyas y seda (v. 22:23,
cia de quienes lo abrazan, sino de su grandeza moral y es- 35:33 y 76:21) y los sitiales en los que se sentaban son,
piritual. (Daryabādī) evidentemente, una alegoría. (Asad)
31 Se establece una expresiva contraposición entre los tor- 36 V. 3:59 y 23:12. (Asad)
mentos del Infierno y las delicias del Paraíso de la aleya
siguiente. (Quṭb) 37 Estos son los tres estadios de creación del hombre: primero
de polvo y tierra que han surgido de la nada, luego la gota
32 Como siempre, se vuelve a insistir que a los justos se les de semen (y la célula receptora); y, por último, se le inspira
recompensa por sus méritos. V. 28:84 y 30:39. Todas sus el alma y el hombre está concluido. V. 87:2 y 15: 28-29.
buenas acciones son tenidas en cuenta y la gracia divina (Yūsuf ᶜAlī)
borra sus errores. (Yūsuf ᶜAlī)
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38 V. 10:98. (Asad) 44 Todos los hombres que un día vivieron se reunirán, del pri-
mero al último, el día de la Resurrección. (Mawdūdī)
39 «Viñedos», «arrasados», «retorcerse las manos», todas es-
tas expresiones deben ser entendidas tanto en sentido lite- 45 V. 6:94. (Asad)
ral como metafórico. (Yūsuf ᶜAlī)
46 El Libro de los Hechos en el que están descritas todas las
40 En este caso su propio yo y las riquezas son los rivales de acciones. (Daryabādī)
Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
47 V. 2:34. (Yūsuf ᶜAlī)
A pesar de que nunca pronunció directamente la palabra
idolatría, colocó los valores terrenales por encima de la fe. 48 V. 6:100. No es un ángel caído. (Yūsuf ᶜAlī)
(Quṭb)
49 Iblis es el padre de los ŷinn. Los ángeles no tienen descen-
41 Todo lo demás no tiene sentido y es únicamente una pér- dencia. (Al-Ŷalālayn)
dida de tiempo. La única y verdadera esperanza reside en
Dios. Otros beneficios o éxitos son meras ilusiones: el me- En realidad no necesitamos entender literalmente esta des-
jor beneficio y el mayor éxito vienen de Él. (Yūsuf ᶜAlī) cripción. Todos sus seguidores son sus descendientes, in-
cluso lo son los malos pensamientos que nacen en el hom-
Con estas palabras se consuela a los creyentes pobres y se bre por el influjo de Satán. (Yūsuf ᶜAlī)
reprende a los incrédulos arrogantes. (Daryabādī)
50 Es decir: «Ya que son seres creados y no son iguales a mí, 57 También los incrédulos actuales tienen un plazo estableci-
¿cómo podéis hacerlos vuestros señores?». (Asad) do. (Daryabādī)
51 El día del Juicio Final. (Ibn Kaṯīr) 58 La siguiente parábola de Moisés y su búsqueda de sa-
biduría (aleyas 60-82) se ha convertido, a lo largo del
52 V. 6:22. (Asad) tiempo, en el núcleo de innumerables leyendas. Según
una leyenda, Moisés fue, en un principio, reprendido por
53 En referencia al ancho abismo que separa a cada idólatra Dios por describirse a sí mismo, en cierta ocasión, como
de los productos blasfemos de su fantasía, o también al el hombre más sabio. En una revelación se le comunicó
abismo que los separa de los hombres santos que ellos han que un «siervo de Dios» que vivía «en la confluencia de
divinizado, a pesar de que nunca han reclamado el estatus dos mares» era mucho más sabio que él. Cuando Moisés
divino. (Asad) manifestó su deseo de encontrar a este hombre, Dios le
indicó que «llevara un cesto con un pez» y caminara
54 El Corán no ha omitido ninguna posibilidad de aclarar hasta que el pez desapareciera. Su desaparición sería
la verdad. Se utilizan de la mejor manera posible argu- una señal de que había alcanzado su meta. Esta leyenda
mentos, parábolas, símiles y todos los métodos capaces de es, sin duda, una introducción de la parábola coránica.
conmover al corazón humano. Si después de todo lo que (Asad)
se le ha brindado no quiere aceptar la verdad, sólo la ira
divina podrá aclararle su error. (Mawdūdī) Los orientalistas han intentado «investigar» las «fuentes»
de esta historia. Han propuesto tres fuentes principales: 1)
55 El mensaje de los profetas se enjuicia por su contenido, La epopeya de Gilgamés. 2) La leyenda de Alejandro, y, 3)
su veracidad no depende de sucesos exteriores, como los La leyenda judía de Elías y Rabbi Yehošūᶜa ben Levi. Sin
milagros o el castigo divino en este mundo. (Daryabādī) embargo estas teorías tienen poca base y son insostenibles.
(Mawdūdī)
Un profeta no trae el castigo divino sobre los hombres,
sino que les enseña a evitarlo. (Mawdūdī) 59 Según la tradición, aquí se trata de Josué quien, después
de la muerte de Moisés, sería el guía de los israelitas.
56 V. párrafos similares en 16:61 y 35:45. El «término prefi- (Asad)
jado» significa, en este contexto, el final de la vida terrenal
o, como en la siguiente aleya, el punto desde el que ya no V. Números 11,28. (Daryabādī)
es posible regresar. (Asad)
El Corán I Azora 18
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60 El acompañante vio con sus propios ojos el pez nadando tú no posees ningún conocimiento, al igual que tú sabes de
en el mar, sin embargo «olvidó» transmitírselo a su señor. cosas que yo desconozco. (Ibn Kaṯīr)
Este «olvido» se considera más que un olvido. La pereza le
ha impedido notificar esta importante noticia. La pereza en El saber de este hombre no era humano y conseguido de
estos casos es casi tan grave como la obstinación activa, el un modo normal, sino que es una ciencia otorgada direc-
impulso de Satán. Los saberes nuevos y los espirituales no tamente por Dios gracias a una intuición mística. Por lo
sólo se pierden a través de la ignorancia, sino, a veces, por tanto se iba haciendo cada vez más complicado para Moi-
la despreocupación culpable. (Yūsuf ᶜAlī) sés el mostrar paciencia en vista del comportamiento de
este hombre, a pesar de que era un profeta y un enviado de
61 La desaparición del pez señala el lugar en el que debe ter- Dios. Ya que este comportamiento, según las apariencias,
minar la búsqueda. (Asad) contradice la lógica racional, se debe conocer primero la
sabiduría oculta que le subyace, pues de lo contrario es in-
62 Su nombre no se cita en el Corán pero la tradición lo deno- comprensible. (Quṭb)
mina Ḫiḍr. Una serie de narraciones populares pintorescas
se refieren a su persona, aunque nosotros aquí no queremos 64 Lit.: «lo que tú, con (tu) experiencia (ḫubran), no has com-
ocuparnos de ellas. Ḫiḍr significa «verde»: su sabiduría es prendido»: Según Rāzī es una referencia a que un profeta
siempre fresca y verde y proviene de las fuentes de la vida como Moisés no puede entender plenamente, de una sola
misma, ya que proviene de Dios. (Yūsuf ᶜAlī) vez, la realidad interna de las cosas o comprenderlas del
todo. La apariencia y la realidad no siempre se correspon-
No hay motivos para identificarle con Elías, tal y como, den; además, la historia se basa, de un modo sutil, en la
debido a la influencia de la tradición judía, se cree a menu- verdad fundamental de que el hombre realmente no puede
do. Esta suposición no sólo es errónea, ya que contradice entender, ni siquiera imaginar, lo que no está en correspon-
la aclaración del profeta, sino que, además, es absurda por- dencia (o al menos algunos de sus componentes) con su
que el profeta Elías nació varios siglos después de Moisés. propia e intelectual experiencia. Ahí reside el motivo por
(Mawdūdī) el que el Corán hace uso, en muchas ocasiones, de símiles
y alegorías para señalar cosas a las que la percepción de las
63 Dispongo de un saber que Dios me ha otorgado y del que criaturas no tiene acceso. (Asad)
El Corán I Azora 18
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65 A diferencia de las ciudades modernas, los pueblos no la esencia de esos mandatos?». Esto es importante por-
disponían de hoteles y restaurantes y, según los principios que Ḫiḍr obra por mandato divino, como él mismo dice.
morales de este tiempo, los habitantes estaban obligados Que él no obre motu propio, sino que fuera movido por
a atender a los forasteros y a ofrecerles su hospitalidad. la gracia divina lo atestigua el mismo Dios al decir: «Le
(Daryabādī) dimos Nuestra Propia sabiduría». La pregunta de la esen-
cia de los mandamientos permanece, sin embargo, abierta,
66 El buen servidor no sólo no les recrimina por su falta de puesto que, obviamente, no eran conforme a derecho ya
hospitalidad sino que les responde con una buena acción. que ninguna ley divina, ni tampoco las bases del Corán,
(Daryabādī) permiten matar a alguien sin pruebas de su culpa. Así que
debemos admitir que estos mandamientos pertenecen a
67 Fue un daño bastante más pequeño que el que se hubiera aquellas decisiones de Dios análogas a aquellas por las
producido si un soberano déspota y belicoso hubiera con- que un enfermo se recupera mientras que otro muere. En
fiscado el barco. (Quṭb) estos casos debemos llegar a la conclusión de que Ḫiḍr era
un ángel, o criatura parecida, de Dios que no estaba some-
68 El cambio del singular habitual «yo» al plural mayes- tida a las leyes que son válidas para los hombres. Ya en
tático señala plena deliberación y fuerza de convicción. este sentido, no se puede plantear a un ángel la pregunta de
(Daryabādī) justicia o injusticia, puesto que obedece a mandatos divi-
nos careciendo de poder propio. Tampoco un hombre pue-
69 Todo lo que él había hecho sucedió bajo el impulso de la de contravenir la ley debido a una inspiración o intuición,
más alta verdad y constituye el conocimiento místico que y nadie puede alegar que la invoca por una inspiración.
le reveló la realidad tras su aspecto externo y que le hacía Este principio es aceptado por los jurisconsultos islámicos
participar del plan desconocido de Dios. Esto también lo sufíes. (Mawdūdī)
aclara el plural «nosotros» en las aleyas 80-81, así como
la directa intervención de una concreta acción humana por 71 Lit.: «El bicorne», el rey con dos cuernos o el soberano
la voluntad divina, según figura en la primera parte de esta de las dos épocas. ¿Quién era? ¿En qué tiempo y dónde
aleya 82. (Asad) vivió? El Corán no nos proporciona material sobre el que
poder fundamentar una respuesta positiva. Tampoco es ne-
70 Esta historia presenta un grave problema: Dos de las tres cesario, puesto que aquí la historia tiene la función de una
acciones de Ḫiḍr atentan claramente contra los manda- parábola. La creencia popular identifica a Ḏū-l-Qarnayn
mientos que están en vigor desde la creación del hom- con Alejandro Magno o con un rey prehistórico de los
bre. Ninguna ley da derecho a nadie a causar daños en ḥimiyaritas. (Yūsuf ᶜAlī)
los bienes ajenos o a matar a un inocente; ni aunque, por
revelación, se supiera que un tirano confiscaría un deter- Esta historia enlaza con las dos anteriores, la de los dur-
minado barco o que un cierto joven se vería arrastrado por mientes de la caverna y de Ḫiḍr, en el sentido de que las
el ateísmo y la rebelión. Así, aunque contestemos que Ḫiḍr tres son respuestas a las preguntas desafiantes de los ciu-
había cometido estos actos por mandato divino, no resol- dadanos de La Meca que, después de consultar a cristia-
veríamos el problema, puesto que la pregunta no es «¿con nos y judíos, querían «probar» al profeta de esta manera.
qué mandato hizo Ḫiḍr estas acciones?» sino «¿cuál era (Mawdūdī)
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72 La posibilidad de elegir entre las dos opciones, además de 76 Se alude a los dos pueblos en la Biblia (Génesis 10, 2; 1
representar el libre albedrío otorgado por Dios al hombre, Crónicas 1, 5; Ezequiel 33, 2 y 39, 6; Apocalipsis de Juan
justifica el principio jurídico del «istiḥsān» (búsqueda de la 20, 8). La mayoría de los comentaristas clásicos los identi-
mejor posibilidad realizable) que permite a un gobernante fican con los mongoles o los tártaros. (Asad)
optar por la decisión más beneficiosa para la sociedad. Ésta
es la primera «enseñanza» de esta historia. (Asad) 77 Conforme a sus piadosos principios rechazó su ofreci-
miento de rendirle tributo. En lugar de eso les construyó
73 A pesar de ser un rey poderoso, recuerda que su poder un muro desinteresadamente. (Quṭb)
es exclusivamente humano y que proviene de Dios. Sus
medidas de castigo eran sólo transitorias, para conservar 78 Todas estas medidas de precaución humanas resultan ser
el equilibrio de esta vida durante el tiempo que él pudie- inútiles en el transcurso del tiempo. Finalmente se desha-
ra mantenerlo. Incluso aunque se tratara de una pena de cen en polvo. Del tercer episodio aprendemos lo siguiente:
muerte, esto no era comparable con las consecuencias es- Tomad todas las medidas posibles de precaución y haced
pirituales de un crimen contra la inapelable justicia divina. todo lo que podáis para protegeros del mal. Sin embargo,
(Yūsuf ᶜAlī) ninguna protección es total mientras que no busquéis la
ayuda y la gracia en Dios. La mejor medida de protección
74 En el Infierno. (Al-Ŷalālayn) se desmorona cuando llega el Día establecido. (Yūsuf ᶜAlī)
75 Él nunca dijo como el Faraón: «Soy yo vuestro altísimo 79 Con esta aleya finaliza la historia de Ḏū-l-Qarnayn, que es
señor» (v.79). Por el contrario, sus medidas de castigo fue- válida como modelo absoluto del gobernante pío y virtuo-
ron modestas en consideración a que no eran definitivas, y so. (Quṭb)
dio más importancia al bien que él podía hacer en favor de
quienes llevan una vida normal de fe y honradez. No hizo 80 Aquí tiene lugar la descripción del día que Ḏū-l-Qarnayn
mal uso de su poder imponiéndoles duras obligaciones, menciona en la anterior aleya. (Quṭb)
sino que dio a ricos y pobres la posibilidad de llevar a cabo
sus buenas disposiciones. Esta enseñanza espiritual está ex-
traída del primer episodio de esta historia. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 18
518
81 Claramente visible. (Daryabādī) 83 La expresión «mis siervos» quiere enfatizar la total depen-
dencia de estas criaturas frente a su Creador. (Daryabādī)
Los hombres se han burlado de la fe de una vida futura,
pero ahora se les abrirán los ojos y verán la terrible reali- Esto no sólo se refiere a la veneración de seres creados o
dad. (Yūsuf ᶜAlī) fuerzas naturales, sino también a la extendida opinión de
que los santos vivos y muertos pueden interceder ante Dios
82 ¿Siguen manteniéndose firmes en sus prejuicios después por alguien que Él ha rechazado. (Asad)
de que han oído todo esto y siguen creyendo que su com-
portamiento les puede ser útil? Aquí comienza el párrafo 84 Es decir, aquellos que en esta vida estaban orgullosos de
que pone fin a la azora completa, y que está unido no sus obras pero que ahora tienen que reconocer que eran in-
sólo con la historia de Ḏū-l-Qarnayn, sino con toda la útiles. Su pérdida es tanto mayor cuanto que pusieron toda
temática que se dijo al principio (aleyas 1-8): El profeta su confianza en sus acciones o cuando situaron «interceso-
debía pedir a su pueblo; 1) que renegara de la idolatría res» o «protectores». Dios es el único protector; cualquier
y que se dirigiera al único Dios; 2) que acabara con la otra protección es ineficaz. (Yūsuf ᶜAlī)
esclavitud en el mundo y que creyera en la vida futura.
(Mawdūdī) 85 Nunca tendrán el deseo de estar en otro sitio, ya que no
encontrarán otro lugar que pueda ser mejor. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 19
521
Introducción a la Azora 19
MARYAM
MARÍA
M ientras que en la azora 17 se describe el crecimiento espiritual del hombre como individuo
partiendo de los primeros principios del comportamiento moral y en la azora 18 se trata de
nuestra percepción de la brevedad y los secretos de la vida y del uso adecuado del poder, como en
la historia de Ḏū-l-Qarnayn, nos dirigimos ahora a las historias de algunos profetas de Dios y su
relación personal con el entorno en que vivieron: Yaḥya (Juan) con su padre Zacarías, Jesús con
su madre María, Abrahán y su incrédulo padre, Moisés y su hermano Aarón, Ismael y su familia e
Idrῑs en la elevada posición a la que fue llamado. En contraste con la forma en la que estos grandes
servidores de Dios se adaptaron a sus circunstancias vitales, se reprende al hombre por su defectuosa
fe o por su caída en la superstición, y se le previene frente al Más Allá. (Yūsuf ᶜAlī)
Como todas las azoras de La Meca, también ésta gira en torno a la unicidad de Dios y la negación
de la existencia de un hijo asociado a Dios. Pero su contenido lo forman las historias de los profetas,
comenzando por Zacarías y concluyendo con Adán y Noé. Estas historias abarcan dos tercios de la
azora.
Todos los comentaristas están de acuerdo en la opinión de que esta azora fue revelada en La Meca.
Aunque algunos la sitúan al final de este período, existen irrefutables pruebas históricas de que no
pudo ser revelada más tarde del quinto año después de la llamada del Profeta, es decir, siete u ocho
años antes de la hégira. Era ya conocida entre los correligionarios que formaron parte, en esa época,
de la segunda emigración a Abisinia. A modo de ejemplo se informa que Yaafar Ibn Abi Talib,
el primo del Profeta y guía del primer grupo de emigrantes, se la comunicó al Negus para aclarar el
comportamiento islámico frente a Jesús. (Asad)
Resumen:
Zacarías anhelaba un heredero que, en este mundo lleno de injusticia, pudiera continuar su tarea a
favor de la causa divina. Fue bendecido con Juan. (Aleyas 1-15)
María, madre de Jesús, fue reprendida por sus parientes, pero Jesús la consoló y fue bueno para ella.
(Aleyas 16-40)
Debido a sus creencias, Abrahán fue perseguido por su pueblo y por su incrédulo padre. Se apartó
de ellos y le fue concedida la bendición divina. Moisés obtuvo ayuda a través de su hermano Aarón.
Ismael educó a toda su familia en el temor a Dios. Idrῑs fue sincero y en su elevada posición siempre
tuvo presente a Dios. Todos ellos fueron modelos. Sin embargo, los hombres no quisieron aprender
de ellos ni se decidieron por una buena conducta. (Aleyas 41-65)
El hombre no debe negar el Más Allá ni manchar su fe con falsos conceptos de Dios. (Aleyas 66-98).
(Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 19
522
Azora 19
MARYAM
MARÍA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 Esta es la única azora que comienza con esta serie de letras. 6 En este caso el «libro» es la Torá. Los profetas velaban por
V. 2:1. Estas letras son símbolos cuyo significado solo es ella, a partir de ella formulaban sus enseñanzas y basándose
conocido por Dios. (Yūsuf ᶜAlī) en ella emitían sus sentencias. Juan heredó esta tradición de
su padre y continuó su encargo. (Quṭb)
2 V. 3:38-41. Según los Evangelios, a los que el Corán no se
opone, la mujer de Zacarías fue Isabel, una prima de María, 7 Se rechazan las falsas acusaciones de rebelión y amotina-
la madre de Jesús (v. Lucas 1,36). (Asad) miento del pueblo, que las autoridades presentaron contra
él en la época de Herodes. (Daryabādī)
3 Juan el Bautista. V. Lucas 1,13. (Daryabādī) y Lucas 1,61.
(Mawdūdī) V. formulaciones semejantes en la aleya 22, donde se habla
de Jesús y de su madre. (N. del T.)
4 V. Lucas 1,7 y 1,18. (Daryabādī)
8 V. también la historia de María en 3:42-51. (Yūsuf ᶜAlī)
5 V. Lucas 1,5-22. Los tres días en silencio de Zacarías se
describen como un voto de silencio, una forma de culto
practicada en aquellos tiempos. (Mullá)
El Corán I Azora 19
524
9 Los intérpretes del Corán opinan que se le apareció en for- Aarón». De un modo semejante su prima Isabel, la mujer de
ma humana para que ella pudiera oírlo y ganarse su confian- Zacarías, es designada, en Lucas 1,5, como «de las hijas de
za y no lo rechazara, como habría ocurrido si se le hubiera Aarón». (Asad)
aparecido como una criatura extraña. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
12 En abierta contradicción con algunos pasajes del Nuevo
10 En relación con la anunciación de un hijo para María, Testamento que dejan entrever que Jesús era indiferente o
el Corán dice en la azora 3:47 que Dios, cuando deci- frío frente a su madre; v. Mateo 12,46-50; Marcos 3,31-35
de una cosa, le basta decir «sé» y es. Pero toda espe- y Lucas 3,19-21. (Daryabādī)
culación sobre el «cómo» de estos acontecimientos se
quedan fuera del campo de visión de un comentario del «Con mi madre»: Una referencia más a que Jesús no tenía
Corán. (Asad) padre. Por ello en todo el Corán se le denomina «Jesús, el
hijo de María». (Mawdūdī)
11 Puesto que María procedía de la familia sacerdotal (v. 3:35),
y con ello de Aarón, sería denominada como «hermana de 13 V. 2:116. (Asad)
El Corán I Azora 19
526
14 V. 3:51 y 43:64. (Asad) 18 Moisés fue un profeta (nabīͻ) porque recibió revelaciones
y un enviado de Dios, un mensajero (rasūl), ya que trajo un
15 ṣiddīq designa a alguien que es honrado y que, por encima de todo, libro revelado y dirigió una sociedad organizada (ͻumma) a
ama la verdad. Se acentúa aquí este rasgo porque en la Biblia se la que aportó leyes. (Yūsuf ᶜAlī)
habla de su falta de sinceridad en dos ocasiones. (Daryabādī)
19 V. 20:9-86; y Éxodo 8,1-18 y 4,17. (Yūsuf ᶜAlī)
16 V. 6:74-82. (Asad)
20 «Hablamos con él directamente, sin intermediarios».
17 V. 9:114. (Yūsuf ᶜAlī) (Quṭb)
El Corán I Azora 19
528
21 V. 20:25-36. (Yūsuf ᶜAlī) Idrīs era el abuelo de Noé y el primer enviado después de
Adán. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
22 Ismael era el hijo mayor de Abrahán y padre del tronco ará-
bigo septentrional y, por ello, del profeta Muḥammad, de la 25 Al leer u oír el texto arábigo en este punto se hace una pos-
tribu de Qurays. (Asad) tración. (N. del T.)
23 Cuando Abrahán le transmitió la orden divina de sacrifi- 26 Palabras de paz y consuelo. El Paraíso es el lugar de la tran-
carle, se ofreció voluntariamente y no vaciló en su decisión quilidad, libre de cualquier maldad y vicio. (Daryabādī)
hasta que el sacrificio fue sustituido por Dios por el de un
carnero. (Yūsuf ᶜAlī) 27 Taqiyy se traduce habitualmente por «temeroso de Dios» y
abarca además «cuidadoso», «prudente», «cumplidor de la
24 Nombrado en el Corán también en 21:85, junto a aque- ley», «atento frente a la maldad». (N. del T.)
llos que fueron pacientes y constantes. La identifica-
ción con el Ḥenok bíblico, «el que anduvo con Dios» 28 Es la respuesta de Gabriel a la queja del Profeta, que espe-
(V. Génesis 5,21-24), puede ser correcta. (Yūsuf ᶜAlī) raba impacientemente cuando se producían grandes inter-
valos de una revelación a otra. (Daryabādī)
El Corán I Azora 19
530
29 V. 18:46. Los frutos de las buenas acciones son duraderos, 31 Dios ha permitido que las fuerzas satánicas sean activas
y las acciones en sí poseen mucho valor ante Dios y aportan entre los hombres y ha confiado a la libre voluntad huma-
abundantes réditos. (Asad) na aceptar o rechazar las malas influencias o impulsos. V.
14:22, donde Satán señala no poseer ningún poder sobre
30 V. 10:28-30, donde los ídolos niegan tener conocimiento los hombres, sino que él los llama y ellos contestan a su
alguno de su veneración y los dejan de lado; y 5:119, don- llamada. V. 15:41. (Asad)
de Jesús rechaza que haya pedido a los hombres su vene-
ración y ha dejado al buen criterio divino la misericordia
o el castigo para sus falsos adoradores. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 19
532
32 O «un permiso». No existe, según el concepto islámico, un Dios es único y «nada es igual a Él» (v. 112:4 y 6:100). La
mediador que interceda por alguien excepto a quien Dios le idea de una «descendencia» implica además una cierta im-
haya dado permiso previo. (Mullá) perfección antes de la «reproducción» (o «encarnación»).
La idea del estado imperfecto niega la idea de Dios, in-
33 Los cristianos. (Daryabādī) cluso aunque el concepto de «descendencia» exprese tan
solo uno de los diversos «aspectos» de la unicidad de Dios
34 Así de terrible es vuestra blasfemia. En un Evangelio apó- (tal y como reivindica el dogma cristiano de la Trinidad).
crifo Jesús rechaza a sus seguidores con las palabras: «Mar- (Asad)
chaos de aquí, fanáticos, ya que temo que la tierra pueda
abrirse y, a causa de vuestras terribles palabras, pueda tra- 36 V. 13:15 y 16:48-49. (Asad)
garnos a vosotros y a mí». (Daryabādī)
37 Ya que el hombre no está en situación de entender la «pala-
35 La idea de que Dios pudiera tener un «hijo» ―en el senti- bra» misma de Dios, se le ha revelado en su propio lenguaje
do real o metafórico de la palabra― supone un cierto gra- (v. 14:4) y ha sido explicada, con ideas comprensibles para
do de semejanza entre el «padre» y el «hijo». Sin embargo el entendimiento humano. (Asad)
El Corán I Azora 20
535
Introducción a la Azora 20
ṬĀ HĀ
E l orden cronológico de esta azora es importante, ya que está relacionado con la enseñanza que encierra. Juega un papel notable en la
dramática escena que concluye con la conversión de ᶜUmar, aproximadamente siete años antes de la hégira. Ibn Hišām ha descrito
esta escena con todos sus dramáticos detalles. ᶜUmar era, en principio, uno de los mayores enemigos y perseguidores del Islam. Cuando
se enteró de que algunos de sus parientes cercanos iban a abrazar el Islam, planeó, junto con sus sanguinarios afines, los coraixíes,
asesinar al Profeta. Su hermana Fátima y el marido de ésta, Saᶜῑd, se habían convertido al Islam, pero, por estar en época de persecuciones,
habían ocultado sus creencias. Cuando ᶜUmar se aproximó a su casa oyó como leían una copia de esta azora. Pudieron esconder la copia
a tiempo. ᶜUmar agredió a su hermana y a su marido, que soportaron su arrebato de ira con ejemplar paciencia, y confesaron además
su fe. ᶜUmar quedó tan impresionado por su honradez y firmeza que les pidió que le mostraran las hojas que leían. Se las enseñaron y
quedó tan conmovido interiormente que no sólo abrazó la fe, sino que se convirtió en su mayor protector y predicador. La hoja contenía
parte de esta azora, probablemente la introducción. Según la más antigua tradición, las letras místicas Ṭā Hā del principio de la azora
forman una interjección dialéctica que significa: «¡Oh, hombre!». Si fuera así, el título es especialmente adecuado por dos motivos:
1) Es un mensaje directo y personal dirigido a un hombre en estado de gran excitación que, debido a su temperamento, había sido
inducido al mal, pero había sido invitado, por la gracia divina a modo de llamamiento personal, a mirar a los ojos de la realidad, ya que
Dios conocía sus más íntimos pensamientos (Aleya 7). Dios envió Su revelación de gracia y misericordia (V. aleya 5). 2) Vuelve al tema
de la última azora, la del hombre como ser espiritual y lo ilustra con más detalles.
Cuenta la historia de Moisés durante su crisis vital, cuando fue llamado por Dios, la personal relación con su madre, cómo ocurrió
que llegara a la corte del Faraón y cómo adquirió, para utilizarlos en favor del servicio divino, todos los conocimientos disponibles en
Egipto. También se menciona su relación con el Faraón, que juega el papel de padre adoptivo (V. 18:9).
Posteriormente se informa de un alma caída que llevó a los israelitas a la idolatría y recuerda cómo Satán, el enemigo mortal de los
hombres, provocó este hecho. La oración y la alabanza a Dios son necesarios al hombre para sanar su ceguera espiritual y para facilitarle
la adecuada percepción de la revelación divina. (Yūsuf ᶜAlī)
Esta azora, igual que todas las de La Meca, persigue los mismos objetivos, es decir, afirmar los principios la fe, como la de la unicidad
de Dios, existencia de profetas y la resurrección. (Ṣafwat al-Tafāsῑr)
La azora comienza y concluye con una interpelación directa al profeta Muḥammad. Remarca su misión y los límites de sus deberes. La
parte central de la azora describe detalladamente la historia de Moisés, desde su envío, hasta la adoración del ternero por los israelitas.
Se menciona brevemente la historia de Adán. Se trata especialmente el perdón divino y la buena guía concedidos a Adán. Además se
relatan algunas escenas del día del Juicio. (Quṭb)
Ṭā Hā es también un sobrenombre del profeta Muḥammad, la paz sea con él. Quizá de este hecho resulte un aspecto para el entendimiento
posterior de esta azora, sobre todo en el contexto de la predicción del Deuteronomio 18:18-20, donde Dios dice a Moisés: «Quiero
para ellos un profeta como tú, que estimule a sus hermanos y que se haga eco de mis palabras; él debe decirles todo lo que yo ordene.
Si alguien no quiere escuchar las palabras que él dice en Mi nombre, seré yo quien se lo exija. Cuando un profeta sea tan arrogante
que hable en nombre de otros dioses, ese profeta debe morir». «Un profeta como tú» significa: un profeta que traiga la ley y funde una
comunidad; estas dos peculiaridades son características del profeta Muḥammad, la paz sea con él, y ahí reside un especial paralelismo
con Moisés, cuya historia se vuelve a contar aquí detalladamente. Uno de los aspectos principales es la misericordia divina y, en este
sentido, se da una conexión lateral: El profeta Muḥammad es denominado en el Corán como especialmente «misericordioso para el
mundo» (V. 21:107). Se da otra analogía en la relación de ambos profetas con sus respectivas comunidades – una posibilidad para los
musulmanes de aprender de esta historia. (N. del T.)
Resumen:
La revelación divina (el Corán) no es motivo de aflicción, sino un don de la misericordia de Dios, el Misericordioso. (Aleyas 1-8)
Cómo fue, en un principio, elegido Moisés y cómo, en compañía de su hermano Aarón, fue encargado del mensaje para el Faraón.
(Aleyas 9-36)
Cómo se ordenó a la madre de Moisés que abandonara a su pequeño hijo en el río para que, bajo la vigilancia personal de Dios, creciera
en la corte del Faraón, y estuviera, por ello, en situación de anunciar, posteriormente, la gloria divina. (Aleyas 37-76)
Cómo Moisés fue instruido para guiar a su pueblo y reprimir su espíritu rebelde y cómo este espirítu fue de nuevo soliviantado por el
samaritano. (Aleyas 77-104)
El día del Juicio se exigirán cuentas personalmente y triunfará la verdad divina. El hombre deberá tener cuidado con Satán, su enemigo,
deberá evitar la vanidad, purificarse por medio de la oración y la alabanza a Dios y deberá esperar el llamamiento a Dios. (Aleyas 105-135)
El Corán I Azora 20
536
Azora 20
ṬĀ HĀ
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1. Ta. Ha1.
2. (¡Muḥammad!) No te revelamos el
Corán para que te mortifiques2,
1 Letras abreviadas parecidas a las que encabezan otras 7 V. Éxodo 3,2. (Daryabādī)
azoras (v. 2:1, nota 1), aunque según algunos comentaris-
tas es una palabra que significa «¡Oh, hombre!» (Asad) Con referencia a la alegoría del «fuego» ―la «zarza ar-
o «¡Estate tranquilo!» (Daryabādī). diendo» de la Biblia― v. 27:7-8. (Asad)
2 El Corán pone a disposición del hombre la facultad de 8 Aquí comienza la historia espiritual de Moisés. Todo el
realizar sus capacidades y no obliga a nada de lo que no párrafo está lleno de significado místico que en el origi-
sea capaz. Tampoco debes sentirte resentido porque los nal árabe está expresado en cortas aleyas rimadas. (Yūsuf
hombres no crean en él. (Quṭb) ᶜAlī)
La disciplina ética ordenada por el Corán amplía la fe- 9 V. Éxodo 3,5 y Josué 5,15. (Daryabādī)
licidad vital del hombre gracias a un profundo conoci-
miento de lo bueno y lo malo. (Asad) El Islam permite rezar calzado cuando se está sobre tierra
desnuda, pero no en una mezquita o en un lugar donde se
3 V. 7:54. (Asad) V. 10:3. La autoridad divina no es como disponga de alfombras y esterillas. (Mawdūdī)
la terrenal, que puede ponerse en duda o puede extinguir-
se. Está «fuertemente establecida». (Yūsuf ᶜAlī) 10 Para algunos comentaristas Ṭā es el nombre del «valle
sagrado»; por contra, Zamaḫšarī sostiene que su signifi-
4 De nada, pues, sirven las confesiones falsas ni es necesa- cado es «dos veces» ―es decir, «valle doblemente sagra-
rio alzar la voz cuando lees la palabra de Dios o Le rezas. do»― acaso porque la voz de Dios era audible y porque
(Yūsuf ᶜAlī) Moisés fue llamado allí a ser profeta. (Asad)
Salvo dos referencias a Moisés en azoras reveladas con 13 Se refiere a las obras hechas con plena deliberación, ex-
anterioridad (53:36 y 87:19), esta es la información más cluyendo a las realizadas bajo coacción y a los olvidos
antigua de la historia de Moisés en el Corán. (Asad) involuntarios, sean buenos o malos. V. 53:39. (Asad)
El Corán I Azora 20
538
El milagro de la transformación de la vara en una ser- 20 En la niñez de Moisés, que se recuerda en las aleyas 38-
piente tiene un especial significado en Egipto, ya que allí 40. V. también 28:3-21, donde se relatan otros detalles de
las serpientes son seres divinizados. (Daryabādī) esta etapa de su vida. (Asad)
16 V. Éxodo 4, 6. (Daryabādī). Aquí la mano blanca no es 22 Faraón era enemigo de Dios, ya que era arrogante y
señal de lepra: la mano mejora y resplandece gracias a la blasfemaba al autoproclamarse dios, y enemigo de
luz divina. Moisés niño, puesto que oprimía a los israelitas y que-
ría mandar asesinar a todos los niños varones. (Yūsuf
17 Sobre los delirios de grandeza de Faraón v. 79:24 (Yūsuf ᶜAlī)
ᶜAlī) o su exigencia de ser adorado como Dios v. 27:10.
(Asad) 23 Fue adoptado en la casa real y educado de la mejor ma-
nera posible en lo material además de, por disposición
18 El Talmud ofrece una absurda explicación para la dificul- divina, amamantado por su madre, y estuvo unido duran-
tad de lenguaje de Moisés quien, de niño, se había que- te su crecimiento a los sentimientos del pueblo de Israel.
mado la lengua con carbón incandescente para escapar (Yūsuf ᶜAlī)
del castigo de Faraón. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 20
540
24 María, la profetisa de la Biblia (v. Éxodo 15,20). circunstancias semejantes, fue «hablar de un modo suave
(Daryabādī) para que él, quizá, entrara en razón». (Asad)
31 Ya que cada historia del Corán quiere destacar una ver- 37 Lit.: «os ha puesto la tierra como cuna». (Quṭb)
dad eterna o aclarar un principio de comportamiento
universal, queda claro que la orden divina de Moisés en 38 V. 13:3. (Asad)
relación a este malhechor, válida en cualquier época para
El Corán I Azora 20
542
42 V. aleya 104. «Ellos quieren destruir vuestras muy 48 V. 7:120-126. (Yūsuf ᶜAlī)
apreciadas instituciones», es decir, la religión y la
magia que os han transmitido vuestros antepasados. 49 En la Antigüedad, esta era una brutal forma de castigo
(Yūsuf ᶜAlī) que llevaba a la muerte de un modo lento y doloroso.
(Mawdūdī)
El Corán I Azora 20
544
50 Pruebas evidentes: Los milagros, la personalidad del 59 Aquí se pasa por alto el paso por el mar Rojo hasta llegar
enviado divino, la lógica de los acontecimientos que se al monte Sinaí. Este episodio aparece en la azora 7:133-
desarrollaron y la luz del convencimiento interno sobre la 147. (Mawdūdī)
propia conciencia. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 2:49-50; 7:141 y 14:6. (N. del T.)
51 V. 7:126. (Yūsuf ᶜAlī)
60 V. 19:52. (Yūsuf ᶜAlī)
52 Es decir, eterno. V. 55:26-27. (Asad)
V. 2:63 y 83 para la alianza divina con los israelitas.
53 Por la comparación de los conceptos «culpable» (muŷrim) (Asad)
de la anterior aleya y «creyente» de esta, el primero se re-
fiere a alguien que durante toda su vida ha negado cons- 61 V. Éxodo 16,13-15 y Números 11,8-9. (Mawdūdī)
ciente y constantemente a Dios. (Asad)
V. 2:57 y 7: 160. (N. del T.)
54 V. 9:72. (N. del T.)
62 Aquí se interpela a los judíos coetáneos del Profeta. (Al-
55 Aquí se omiten los detalles de los acontecimientos que Ŷ alālayn)
ocurrieron durante la estancia de Moisés en Egipto a
raíz de esta historia. V. 7:130-147; 10:83-92; 40:23-50 y 63 «Tawba» («arrepentimiento, retorno, conversión») ne-
43:46-56. (Mawdūdī) cesita de cuatro condiciones: 1) Arrepentimiento. 2) Fe
honesta en Dios, en sus enviados, en la Escritura y en
56 V. Éxodo 14,16. (Daryabādī) la vida futura. 3) Buenas acciones 4) Buena conducta.
(Mawdūdī)
V. 26:63-66 (Asad)
64 V. 2:51. Moisés había dejado a los ancianos de Israel con
57 V. Éxodo 14, 6-23. (Daryabādī). Aarón. V. Éxodo 24,14. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 2:50 y 10:90-92. (Mawdūdī) Moisés no había debido abandonarlos sin su guía per-
sonal en un estadio tan temprano de su libertad. De este
58 V. Éxodo 14,26. (Daryabādī) modo elíptico el Corán se refiere al hecho psicológico de
que una comunidad que, después de años de esclavitud,
Hay aquí una discreta advertencia a los guías de los in- ha conseguido su libertad social y política, todavía sufre,
crédulos mequíes que condujeron a su pueblo al extravío, durante mucho tiempo, una influencia demoledora de su
como ocurrió en la época de Faraón. (Mawdūdī) pasado, y no es capaz de desarrollar de inmediato una
disciplina espiritual y social. (Asad)
El Corán I Azora 20
546
65 Induciéndolos a fundir el becerro de oro. Obsérvese que 71 V. nota 66. Si no se acepta el origen egipcio del nom-
aquí no es el profeta Aarón sino otro el que se hace res- bre, puede servir la acepción hebrea de la palabra Somer
ponsable de esta idolatría. (Daryabādī) («vigilante»), equivalente árabe de «samara» («hacer
guardia de noche»). Este Sāmirī era, posiblemente, un
66 Es posible que el samaritano aquí mencionado fuera un guardia o tenía ese sobrenombre. (Yūsuf ᶜAlī)
egipcio convertido que siguió a los israelitas en su mar-
cha de Egipto. Esta suposición se apoya en el hecho de 72 V. Éxodo 32,9. (Daryabādī)
que él llevó a cabo el culto del becerro de oro, una remi-
niscencia del culto egipcio a Apis. (Asad) 73 La historia bíblica hace culpable a Aarón, lo que no es
compatible con su posición de sacerdote de Dios y mano
En la lengua del antiguo Egipto, encontramos la palabra derecha de Moisés. V. 7:150. La versión que aparece aquí
semer: un «extraño». Podría tratarse de un hebreo egip- es coherente y aclara la influencia subliminal del culto
cio con este sobrenombre, nombre habitual entre los is- egipcio a Osiris. (Yūsuf ᶜAlī)
raelitas (v. 1 Reyes 16,24). (Yūsuf ᶜAlī)
74 En este contexto, el relato bíblico se contradice V. Éxo-
67 V. aleya 80 y 2:63. (Yūsuf ᶜAlī) do 32,27-29; allí Moisés ordena matar a todos los que
hubieran tomado parte en la veneración del becerro. Si
68 Según Zamaḫšarī: «¿Os parece muy largo el tiempo de realmente Aarón hubiera sido el iniciador del culto al
mi ausencia?». (Asad) becerro se le habría dado muerte también. (Mawdūdī)
69 Lit.: «¿O bien habéis decidido que el castigo de vuestro 75 En hebreo la relación entre hermanos se expresa de esta
Señor debe cumplirse?». Es decir, ¿estáis decididos a ig- determinada forma. (Daryabādī)
norar las consecuencias de vuestras acciones? (Asad)
76 V. 7:150. (Yūsuf ᶜAlī)
70 Según el Éxodo 12,35, los israelitas, antes de su salida de
Egipto, «tomaron prestadas» de los egipcios joyas de oro V. Éxodo 32,19. La barba, en el antiguo Israel, era sím-
y plata. Mientras que el Antiguo Testamento no condena bolo de virilidad. Cortar o arrancar a alguien la barba era
esta injusticia, parece ser que los israelitas fueron pronto signo de deshonra. (Daryabādī)
conscientes del alcance de su delito y, por lo tanto, deci-
dieron deshacerse de las joyas adquiridas de esta irregu- 77 V. 7:150. (Mawdūdī)
lar forma. (Asad)
El Corán I Azora 20
548
78 ͻAbū Muslim Al-Isfahanī interpreta así esta frase: «Yo carácter relativo. En árabe el número «diez» se refiere, a
he conocido lo que ellos (la parte restante del pueblo) menudo, a «poco». (Asad)
no reconocieron, es decir, que algunas de tus creencias,
oh Moisés, eran falsas». Evidentemente Sāmirī tenía ob- 86 En la escatología del Corán «el fin del mundo» no signi-
jeciones contra las ideas de un Dios trascendente y no fica el exterminio del universo físico, sino una sucesión
perceptible, y opinaba que el pueblo necesitaba algo de fenómenos dramáticos acompañada de una transfor-
«palpable» en lo que pudiera creer. (Asad) mación en algo que el hombre no se puede imaginar. Esto
se manifiesta en muchas alegorías del Juicio Final, por
79 Serás considerado como un leproso (v. las severas re- ejemplo en 14:48, donde se habla de un día «en el que
glas en Levítico 13,45-46) o bien proscrito socialmente. en la tierra se transformará en otra tierra, y lo mismo le
(Mawdūdī) pasará al cielo». (Asad)
80 De la ira divina. V. 89:25 y, en esta azora, la aleya 81. V. 84:3; 82:3; 81:6; (Mawdūdī)
(Yūsuf ᶜAlī)
87 Gabriel llama cuando Isrāfīl ha hecho sonar la trompeta
81 V. el símbolo de fe judío («Escucha Israel») en Deutero- del Juicio Final. (Yūsuf ᶜAlī)
nomio 6,4 y siguientes. (N. del T.)
El ángel Isrāfīl. (Al-Ŷ alālayn)
82 V. 6:31. Quien se aleja del Corán y rechaza el buen cami-
no solo se daña a sí mismo, no a Dios ni a sus enviados. 88 V. la aleya «del Trono» (2:255). Otros traducen: Nadie
Esta advertencia es válida para cualquier pueblo, cual- podrá interceder a excepción de aquellos a los que Dios
quier país o cualquier época. (Mawdūdī) les ha dado el permiso y cuya palabra (de intercesión) es
aceptable por Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
83 Por el ángel Isrāfīl. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
89 V. 10:3. (Asad)
84 Con ojos que no tienen un color normal, que están turbios
o ciegos. (Yūsuf ᶜAlī) Según esta aleya, la intercesión no está plenamente ex-
cluida. A los hombres justos se les permite mostrar su
Como si los ojos estuvieran velados con una película simpatía para con otros hombres tal y como han hecho en
azulada u opaca. (Asad) este mundo, pero, para ello, necesitan el permiso divino
y solo pueden interceder en casos equitativos. V. 78:38;
85 Esta aleya (v. también 2:259; 17:52 y 18:19) alude al ca- 21:28 y 53:26. (Mawdūdī)
rácter ilusorio de la percepción humana del tiempo y su
El Corán I Azora 20
550
90 «ẓulm» significa habitualmente injusticia o delito. Aquí 96 Encontramos el correspondiente mandato divino ―o el
esta palabra se utiliza como antítesis del «creyente» de aviso― en la aleya 117. (Asad)
la siguiente aleya y significa «incredulidad» e «injusticia
contra sí mismo». (Daryabādī) V. 11:30-39; 7:11-27; 15:28-42; 17:61-65 y 18:51-52.
(Mawdūdī)
91 V. 3:27 o 39:10. (Yūsuf ᶜAlī)
97 V. 2:30-34. (Asad)
V. 16:96-97. (Asad)
98 V. 7:12; 38:75 y 15:33. Satán no se dio por satisfecho
92 V. 12:2; 13:37; 14:4; 19:97. (Asad) declarándose superior, sino que indicó abiertamente que
podía demostrar su afirmación de superioridad seducien-
93 «La Soberanía Absoluta». (Asad) do a Adán (v. 7:16-17; 15:36-42; 17:62-66 y 38:82-83).
(Mawdūdī)
94 Lā tacŷal bihi (no intentes apresurarte por ello): No lo re-
cites hasta que no lo hayas entendido. O bien: No intentes 99 «Asá» renuncia a cumplir con lo que se le había ordena-
acelerar su envío. (Quṭb) do. (Mullá). En esta aleya se habla de que Satán sedujo
en primer lugar a Adán y no a Eva. Según la azora 7:20
95 Esta parte de la azora es una de las revelaciones más tem- los dos cayeron en la tentación y fueron sus víctimas. Se
pranas. En otros puntos del Corán se dan exhortaciones descubre aquí una contradicción con la narración bíblica
semejantes, v. 75:16-19 y 87:6. (Mawdūdī) del Génesis 3,1-9, donde Satán sedujo primero a la mujer
y esta, luego, al hombre. (Mawdūdī)
A pesar de que esta exhortación se refiere al Profeta, sin
duda se dirige también a todos los hombres. Ya que el 100 Puesto que no había sido desobediente de modo intencio-
Corán es una revelación divina, todos sus componentes nado o porque no había persistido en la desobediencia.
forman un todo integrado (v. la última frase de la azora Después de haber reconocido su error pidió clemencia a
25:32). Si alguien quiere entender realmente el mensaje Dios. V. 7:23. (Mawdūdī)
del Corán, debe renunciar a hacerlo de modo precipita-
do y abrirse a la posibilidad de que todo el Corán se le
manifieste en su entendimiento antes de que él empiece a
interpretar aspectos aislados de su mensaje. (Asad)
El Corán I Azora 20
552
101 La enemistad a la que se alude es la disputa eterna entre vados disponen de un plazo para poder encontrar el retor-
el hombre y Satán, entre nuestra mejor naturaleza y el no. (Yūsuf ᶜAlī)
mal. (Yūsuf ᶜAlī)
108 Todos los hombres buenos deben soportar paciente-
102 Una vida de tribulación no significa necesariamente una mente la maldad que perciben. Esto no significa que
vida mísera. Significa que un hombre así no consigue la deban permanecer callados y no hacer nada para
paz interior ni la verdadera dicha aun cuando pueda obte- combatir el mal. Deben rezar a Dios y permanecer en
ner el éxito terrenal. (Mawdūdī) unión con Él para que su fe y su paciencia se forta-
lezcan y estén en disposición de enfrentarse al mal.
103 Podría referirse a la capacidad visual tanto espiritual (Yūsuf ᶜAlī)
como física. (Ibn Kaṯīr)
109 La tentación en forma de riqueza y de una vida de abun-
104 Sobre las situaciones que experimentarán los injustos en dancia amenaza constantemente a los creyentes. Esto fue
la vida futura, v. 50:22; 4:42-43; 17:13-14. (Mawdūdī) especialmente peligroso para los primeros musulmanes,
cuya vida transcurría en una gran pobreza y necesidad.
105 De La Meca. (Daryabādī) De ahí la advertencia. (Daryabādī)
106 Se refiere, en primera instancia, a las viejas naciones de 110 La oración no puede ser interpretada como un tipo de
Arabia, como Ād y Ṭamūd. (Daryabādī) tributo para un «Dios celoso» (como el del Antiguo Tes-
tamento), sino solo como provecho espiritual para el
107 Él no castiga a nadie antes de que haya pruebas contra él. hombre que ora. (Asad)
(Ibn Kaṯīr)
111 La obtención del sustento no debe apartarte del rezo,
V. 10:19 y 11:10. En el plan divino todos reciben una puesto que vuestro sustento nos corresponde a nosotros.
oportunidad, tanto los justos como los injustos. Los mal- (Qurṭubī)
El Corán I Azora 20
554
112 V. 6:109 y otros ejemplos de que los que niegan la verdad 114 V. 6:131; 15:5; o 26:208-209, donde se resalta que Dios
hacen depender de «milagros» su fe en el mensaje del nunca castiga a un hombre por un error que haya cometi-
Corán. (Asad) do por ignorancia. (Asad)
113 Esta pregunta retórica contiene una referencia a la pre- 115 V. 9:52. (Yūsuf ᶜAlī)
dicción de la llegada de Muḥammad en una Escritura sa-
grada anterior, como por ejemplo en Deuteronomio 18,15 116 El día de la Resurrección. (N. del T.)
y 18 y en Juan 14,16; 15,26 y 16,7, en la que Jesús habla
del «consolador» que vendrá tras él. V. 61:6. (Asad)
El Corán I Azora 21
555
Introducción a la Azora 21
AL- ANBIYĀ
LOS PROFETAS
La azora anterior trataba individualmente de la historia espiritual de Moisés y Aarón, y la contraponía al
desarrollo del mal en individuos como el Faraón y Sāmirῑ. Concluía con una advertencia frente a la maldad
y la exhortación a purificar el alma por medio de la oración y la alabanza a Dios. Esta azora comienza con
los obstáculos externos que el mal coloca en el camino de tal purificación y nos garantiza que Dios posee
el poder de ayudar al hombre. Esto se ilustra con la historia de la lucha de Abrahán contra la idolatría, el
enfrentamiento de Lot contra los vicios perversos, la pelea de Noé contra los incrédulos, la lucha de David
y Salomón contra la injusticia y la adoración deficiente a Dios (que debe librarse mediante la utilización
de las fuerzas y capacidades humanas dadas por Dios), la batalla de Job contra la impaciencia y la falta
de confianza en sí mismo, la lucha de Ismael, Idrῑs y Ḏū-l-Kifl contra la falta de constancia y firmeza, la
de Ḏū-n-Nūn frente a la ira prematura, la de Zacarías contra el aislamiento espiritual y la de María frente
a los apetitos de este mundo. En cada una de estas referencias se da una especial mención al tema de la
purificación del alma. Es común a todas ellas el que los profetas sufrían tribulaciones, en contra de lo
que supone la creencia popular. Todos ellos deben superar, paso a paso, los planteamientos que en todo
momento les impone el mal. (Yūsuf ᶜAlī)
Como en todas las azoras de La Meca, también en ésta el tema principal es la fe, pues describe las leyes
que rigen la existencia y los vínculos con la fe, ya que la fe no es, en efecto, otra cosa que una parte de la
estructura de la existencia y también está sujeta a sus leyes.
La primera está introducida con una firme sacudida para arrancar a los hombres de su descuido y
monotonía. Se llama la atención sobre el cercano y amenazador peligro del Juicio y se cita el ocaso de
pueblos anteriores como ejemplo para los que pasan ante las señales divinas sin hacerles ningún caso.
La segunda parte se dirige a los infieles que con burla y desprecio se oponen al Profeta a la vez que se trata
de una grave cuestión que debería requerir toda su atención y cuidado.
En la tercera parte se menciona una serie de profetas. Se revela la unidad de todos los mensajes y religiones.
Finalmente, en la cuarta parte, se muestra, en una de las escenas más emocionantes del Juicio Final, el fin
y el resultado definitivo.
La azora concluye tal y como ha comenzado, con una fuerte sacudida y una clara exhortación. (Quṭb)
Resumen:
El hombre, tal y como ha hecho siempre, trata con burla y desprecio las cosas más importantes de la vida.
Pero al final llega el Juicio y la verdad triunfa. (Aleyas 1-29)
Cómo Abrahán consiguió la victoria frente a los ídolos y cómo los otros elegidos de Dios se imponen
frente a las distintas formas del mal. (Aleyas 51-93)
Obrad bien mientras haya tiempo para ello, ya que el Juicio llega y sólo los justos tienen éxito. (Aleyas
94-112). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 21
556
Azora 21
AL- ANBIYĀ
LOS PROFETAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 No está lejos la hora de la Resurrección. La llegada 6 No en el sentido artístico de un escritor de versos métricos,
del profeta Muḥammad debe ser un signo de que la sino de un poeta embelesado, influido por poderes invisi-
humanidad ha entrado en la última fase de su historia. bles y que pronuncia fórmulas mágicas, exhortaciones o
(Mawdūdī) profecías. (Daryabādī)
2 Los incrédulos de La Meca, que niegan el día de la Resu- 7 V. Deuteronomio 29, 2-4 y Mateo 13, 11-15. (Daryabādī)
rrección. (Al-Ŷ alālayn)
8 V. 16:43. (Yūsuf ᶜAlī)
3 Lit.: «Los injustos consigo mismos». (Daryabādī)
9 Lit.: «Los partidarios del recuerdo», es decir, de la Torá y
4 Lit.: «En un estado en el que (de hecho) veis (que se trata de el Evangelio, que en su forma original e invariable era un
magia)». (Yūsuf ᶜAlī) recuerdo de Dios para los hombres. (Asad)
V. 74:24, donde se alude a esta que podíamos llamar «elo- 10 En contraposición a los ángeles, que no necesitaban ni co-
cuencia cautivadora». (Asad) mida ni bebida, los profetas no poseían ningún tipo de ca-
pacidad sobrenatural. V. 5:75 y 13:38. (Asad)
5 «Mi Señor se ocupará de vosotros, ya que a Él todo le per-
tenece y Él todo lo sabe». (Mawdūdī) 11 V. la explicación de Jesús en Mateo 3,7: «Vosotros, mala
ralea, ¿quién os ha enseñado que estaréis a salvo de la inmi-
V. 2:33. (N. del T.) nente ira?». (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 21
558
12 El Corán no dice de quien son estas palabras: los ángeles, 16 Es decir, los diversos tipos de falsas divinidades e ídolos,
para burlarse de ellos. (Al-Ŷ alālayn) o la voz despectiva y fuerzas de la naturaleza, hombres divinizados y, finalmente,
autoacusadora de su propia conciencia. (Asad) ideas abstractas como la riqueza o el poder. (Asad)
13 V. 78:40. (Yūsuf ᶜAlī) 17 Nadie excepto Dios puede traer a los muertos a la vida. El
milagro en la historia de Jesús ocurrió con «el consenti-
14 Aquí se niega la enseñanza hindú de Lila de que todo ha miento divino» (v. 3:49 y 5:113). (Yūsuf ᶜAlī)
sido creado para el juego y para el divertimento. Dios no
juega con sus criaturas. (Yūsuf ᶜAlī) 18 La afirmación de que Dios posee hijos tenía, en la época
pre-islámica, varias figuras. Los árabes paganos creían que
V. 10:5. (Asad) los ángeles eran hijas de Dios, y los judíos que ᶜUzayr (v.
9:30) era el hijo de Dios. Los cristianos veían en Jesús al
15 V. 6:100. (Asad) hijo de Dios (v. 19:92). (Quṭb)
El Corán I Azora 21
560
19 Según el Ṣaḥīḥ de Muslim y otras fuentes fidedignas, los mento ―el agua― lo que resalta el plan unificado en el que
ángeles intercederán por los creyentes el día de la Resurrec- se basa toda creación y, por ende, la unidad del Creador. V.
ción, solicitando ante Dios el perdón de las acciones en esta también aleya 92. (Asad)
vida. (Qurṭubī)
21 V. 16:15. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 20:109, 19:87 y 10:3. (Yūsuf ᶜAlī y Asad).
22 V. 13:2. (Asad)
20 No tiene sentido hacer que la explicación del Corán depen-
da de los «hallazgos científicos». Creemos que el Corán 23 V. aleyas 7 y 8, donde se resalta que todos los enviados de
es la verdad absoluta porque ha sido revelado por Dios, no Dios eran hombres mortales, y 39:30. (Asad)
porque coincida con los descubrimientos y las teorías cien-
tíficas. (Quṭb) 24 V. 3:185. (Yūsuf ᶜAlī)
27 V. 6:10. (Yūsuf ᶜAlī) 31 Los tres tipos de «temor», en grado descendente, nombrados
en las aleyas 48-49 son: 1) taqwā o el temor a actuar contra
28 De la represalia cuando esta llegue. (Daryabādī) la voluntad divina; 2) ḫašya, el temor a Dios; y 3) el temor
ante las consecuencias del día del Juicio (išfāq). (Yūsuf ᶜAlī)
29 Considerado de un modo social y geográfico, el Islam
se extiende paulatinamente desde las fronteras exterio- 32 Rušd: comportamiento recto; una forma de proceder que
res hacia el interior. En los inicios, los grupos sociales corresponde a la característica interna de un hombre que se
marginados, como los pobres y los esclavos, fueron los define como ḥanīf (constante y honrado en sus creencias).
primeros que se sumaron al Islam así como las zonas (Yūsuf ᶜAlī)
geográficamente lejanas como Medina. Esta afirmación
es válida para todas las épocas: la verdad divina en- 33 De ahí también el título «amigo de Dios» de Abrahán.
cuentra eco primero entre los pobres y los humildes. (V. 4:125). (Yūsuf ᶜAlī)
(Yūsuf ᶜAlī)
34 V. 19:42-49 donde se trata de la relación de Abrahán con su
30 V. 2:53, donde se aclara el término furqān. (Yūsuf ᶜAlī) padre. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 21
564
35 No rompió la figura más grande y destruyó las otras como medios para deshacerse de Abrahán pero él, por medio de
si hubiera ocurrido una lucha entre ellas y la grande hubiera la gracia divina, fue liberado. La ruptura definitiva llegó
golpeado a las demás. (Yūsuf ᶜAlī) cuando fue madurando y pudo hablar con su padre de igual
a igual. Entonces abandonó su patria (v. 19:41-48) y emi-
36 V. aleya 36 donde, con palabras parecidas, se dice que el gró a Siria y Canaán. Años después construiría, con su hijo
profeta Muḥammad (la paz sea con él) había hablado mal Ismael, la Caaba. (Yūsuf ᶜAlī)
de los ídolos paganos. (N. del T.)
39 V. Génesis 12, 4. (Daryabādī)
37 Lit.: «Fueron puestos cabeza abajo», una expresión
idiomática para una «vuelta de campana de las ideas». V. 29:26. (Mawdūdī)
(Asad)
40 Bendecida temporal y espiritualmente. Siria era el país
38 En la tradición este acontecimiento se menciona en co- de los ríos y jardines y el país de los enviados y profetas.
nexión al rey Nemrod (v. 2:258). Se consideraron diversos V. Josué 5,6; Génesis 12,5 y Génesis 13,1-5. (Daryabādī)
El Corán I Azora 21
566
41 Abrahán sobrevivió a sus nietos. Ismael será posteriormen- mientras que el dueño del rebaño, durante ese tiempo, de-
te mencionado de modo especial (v. aleya 85) y jugará un bía trabajar en el campo dañado, hasta que se repusiera su
papel muy especial para el Islam. (Yūsuf ᶜAlī) productividad, después de lo cual tanto el rebaño de ovejas
como el campo serían devueltos a sus dueños originarios.
42 Los términos ḥukm e ᶜilm significan aquí respectivamen- De este modo el demandante sería recompensado totalmen-
te capacidad de juicio, sabiduría, prudencia y autoridad te por su pérdida sin que el acusado perdiera por ello su
de Dios frente al manifiesto conocimiento de la verdad. sustento vital. David reconoció que la solución propuesta
(Mawdūdī) por su hijo era mejor que la suya y, conforme a eso, la varió.
(Asad)
43 Sobre la historia de Lot, v. 7:80-84; 11:77-83 y 15:58-76.
(Asad) 47 V. nota 44. Según esta aleya si dos jueces llegan en un juicio
a dos sentencias distintas, ambas deben ser consideradas
V. Génesis 13,13. (Daryabādī) como justas, aunque solo una de ellas pueda ser la correcta.
El Profeta ha explicado claramente este mismo principio:
44 Es necesaria esta acentuación del carácter ejemplar de Lot «Cuando un juez realiza lo más adecuado para encontrar la
para contradecir los reproches que se le hacen en la Biblia decisión correcta, recibe una remuneración doble, por un
(Génesis 19,30-38), que serán todavía más detallados en la lado por su esfuerzo, y por el otro por su justa decisión, y
literatura rabínica. (Daryabādī) cuando su sentencia no es la adecuada, una única remune-
ración, es decir, solo por su esfuerzo». (Mawdūdī)
45 V. 11:25-48. (Yūsuf ᶜAlī)
48 David era conocido por sus salmos en alabanza a Dios, que
«Calamidad» puede referirse aquí bien a llevar una vida cantaba con una hermosa voz.
miserable junto a hombres malvados, bien al diluvio.
(Mawdūdī) En cierta ocasión el Profeta dijo de ͻAbū Mūsa Al-Asacri,
quien leía en voz alta el Corán con una voz extremadamen-
46 Para una aclaración de la historia a la que se refiere esta te bella: «A este hombre le ha sido otorgado algo de la me-
aleya, solo podemos recurrir a los compañeros del Profeta. lodía de David». (Mawdūdī)
Según estos, una noche un rebaño de ovejas corrió hacia
un campo y arrasó la cosecha. Se presentó el caso para que 49 V. 34:10-11. (Yūsuf ᶜAlī)
el rey David decidiera. Para compensar los daños que se
habían producido por el descuido del dueño de las ovejas, Los resultados de las exploraciones arqueológicas e históri-
David adjudicó todo el rebaño, cuyo valor equivalía a la co- cas confirman estos datos. La Edad del Hierro coincide con
secha destruida, como indemnización al dueño del campo. el tiempo en que se sitúa el gobierno del rey David (1004-
El hijo de David, Salomón, consideró la sentencia como 965 a.C.). En esta época pasó a ser de general conocimiento
demasiado severa, sobre todo porque las ovejas constituían el bien guardado secreto de la arte de la fundición y forja
el capital del condenado, mientras que los daños eran de del hierro que pasó a usarse tanto en la fabricación de armas
carácter pasajero y no se elevaban más allá de un año de como de objetos de uso cotidiano. (Mawdūdī)
cosecha, es decir, los ingresos de un año. Por lo tanto, pro-
puso a su padre que variara la sentencia: al dueño del cam- 50 Otra interpretación: «Nosotros le enseñamos a elaborar
po se le debía adjudicar el aprovechamiento durante un año ropaje (del temor de Dios, v. 7:26) para vosotros, que os
del rebajo de ovejas (leche, lana, corderos nacidos, etc.), fortaleciera contra todo lo que os causara temor». (Asad)
El Corán I Azora 21
568
52 V. 19:54 y 19:56, respectivamente. (Yūsuf ᶜAlī) 57 Zacarías, su mujer y Juan. (Yūsuf ᶜAlī)
53 V. 38:48. Ḏū-l-Kifl significa literalmente «Poseedor o da- 58 María, madre de Jesús. (Yūsuf ᶜAlī)
dor de una doble contribución o una doble retribución», o
«alguien cuyo ropaje es el doble de grueso». Entendemos 59 A través del ángel Gabriel. (Daryabādī)
Ḏū-l-Kifl como forma arabizada de Ezequiel (Yūsuf ᶜAlī)
aunque puede que fuera un profeta de los Israelitas o uno Esta expresión alegórica, que aquí se utiliza con relación a
de los justos. (Quṭb) la concepción de María, se entendió más adelante, de modo
equivocado, como específicamente referido al nacimiento
54 Ḏū-n-Nūn, «el del pez», v. 10:98 y 37:139-148. (Yūsuf ᶜAlī) de Jesús. De hecho, y respecto a la creación de los hombres
en general, el Corán utiliza la misma expresión en otros tres
55 Según un ḥadīṯ transmitido por Ṯirmiḏī y Nasaͻi, no puede puntos, en 15:29; 38:72 y 32:9. El último párrafo nombrado
negarse una solicitud a un musulmán que comienza su peti- aclara en especial que Dios inspira Su espíritu a todos los
ción con estas palabras. (Ibn Kaṯīr) hombres. (Asad)
El Corán I Azora 21
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60 V. 18:94. (Yūsuf ᶜAlī) tea dogmas que solo podrían ser aceptados con fe ciega.
3) A diferencia de todas las demás escrituras sagradas de la
Apocalipsis 20,7-8. (Daryabādī) historia del mundo, el Corán ha permanecido invariable, en
su significado literal, durante más de mil cuatrocientos años,
61 V. 14:42-45. (Asad) y así permanecerá en adelante, ya que el texto se ha difun-
dido ampliamente conforme a la promesa divina en 15:9 de
62 V. 7:158. La universalidad del mensaje coránico se basa que Él lo protegería de cualquier alteración. Debido a estos
en tres cosas: 1) Se dirige a todos los hombres, sin tener tres factores, el Corán forma la conclusión de todas las re-
en cuenta su procedencia o su entorno cultural. 2) Se diri- velaciones divinas y el Profeta que lo ha transmitido es el
ge exclusivamente a la inteligencia del hombre y no plan- último («el sello») de todos los profetas (v. 33:40). (Asad)
El Corán I Azora 22
573
Introducción a la Azora 22
AL-ḤAŶŶ
LA PEREGRINACIÓN
A diferencia de las cinco azoras anteriores, que trataron el tema de los enviados y de las diferentes
formas bajo las que llegaron con el fin de anunciar la verdad y vencer al mal, esta nueva serie
de cuatro azoras, tratan el tema del entorno y la forma en que es capaz de contribuir a nuestro
desarrollo espiritual. Véase también la introducción a la azora 17.
Esta azora fue revelada parte en La Meca y parte en Medina, deduciéndose fácilmente del contenido
de las aleyas dónde fue revelada cada una de ellas. Las aleyas que contienen el permiso para la lucha
(38-41) o, análogamente, las que tratan del castigo (aleya 60), son con seguridad de origen medinés,
ya que fue en Medina donde por primera vez se permitió la lucha a los musulmanes.
Anteriormente el Profeta (la paz esté con él), cuando los habitantes de Yaṯrib concertaron con él el
asunto de ᶜAqaba, tuvo que negarse a su oferta de atacar a los incrédulos de Minā. Les dijo: «No me
encargaré de ello». Sin embargo, cuando Medina se convirtió en la sede del Islam, los musulmanes
tuvieron necesariamente que luchar para resistir los constantes ataques idólatras y garantizar su
libertad. (Quṭb)
Hay que considerar de La Meca las aleyas que comienzan con «¡Oh, vosotros, hombres!» o
«vosotros mortales», mientras que las que se inician con «¡Oh, vosotros, creyentes!» son fácilmente
reconocibles como medinesas. Gaznawi dijo: «Esta es una de las azoras más sorprendentes. Fue
revelada tanto de día como de noche, de viaje y durante las paradas, en la ciudad, tanto en La Meca
como en Medina, y tanto en época de paz como de guerra. Además contiene tanto mandamientos que
prescriben, como otros derogados». (Qurṭubī)
Esta azora recibe su nombre para conservar la memoria de Abrahán cuando concluyó la construcción
de la noble Casa e hizo un llamamiento para la visita a la Ciudad Sagrada. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
Resumen:
La importancia de un futuro espiritual y la necesidad de ser firme en la fe: ayuda para la verdad y
castigo para la maldad. (Aleyas 1-25)
Pureza, oración, modestia y fe son factores incluidos en la peregrinación; con los sacrificios
solemnes demostramos nuestro agradecimiento y veneración a Dios así como también nuestro deseo
de compartir el alimento con los pobres; la ambición y la lucha para la defensa de la verdad son
necesarias como prueba de la propia preparación para el sacrificio. (Aleyas 26-48)
La influencia del mal es capaz de impedir la obra de los enviados de Dios, pero el bien se impondrá
finalmente, y la verdad y la misericordia divina se harán realidad; servid a Dios con sumisión y Él
os protegerá y socorrerá. (Aleyas 49-78) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 22
574
Azora 22
AL-ḤAŶŶ
LA PEREGRINACIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 El temor a Dios también incluye la aversión al mal y el interpretan siempre calaqatin como «sangre coagulada».
amor a la verdad y la honradez. V. Isaías 8,13 y Lucas (N. del T.)
12,5. (Daryabādī)
5 Esto se refiere a los diversos estadios de desarrollo de un
2 Al primer toque de trompeta tendrá lugar un general des- embrión. (Asad)
concierto; al segundo toque morirán todos y en el tercer
toque serán devueltos a la vida y llevados ante el trono 6 Para impedir los abortos espontáneos. (Quṭb)
divino. Al desconcierto general del primer toque de trom-
peta, la tierra comenzará a agitarse y a cambiar su sentido 7 Alusión a la disminuida capacidad de memoria en la vejez.
de rotación, de modo que el sol saldrá por el oeste. V. 56:4- (Daryabādī) El Profeta solía recitar la siguiente oración:
6; 69:13-14; 73:14-18; 79:6-7 y 99:1-3. (Mawdūdī) «¡Oh, Dios! Protégeme de la avaricia. ¡Oh, Dios!, proté-
geme de la cobardía. ¡Oh, Dios! protégeme de ser arrojado
3 ]Históricamente esto se refiere a Naḏr Ibn Al-Ḥāriṯ, que a la miserable época de la vejez y protégeme de la prueba
negaba la resurrección y afirmaba que los ángeles eran hi- de la vida y del sepulcro». (Qurṭubī)
jas de Dios (Daryabādī), pero la formulación es totalmente
universal. (Yūsuf ᶜAlī) V. 16:70. (Asad)
4 Por la falta de conocimientos exactos acerca de los pro- 8 «Ilustre tratado»: Información que procede de la revela-
cesos intrauterinos, los primeros intérpretes y traductores ción divina, escritura revelada. (Mawdūdī y Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 22
576
9 Algunos comentaristas lo refieren a AbūIbn cAbbāshl, 2) Los adoradores de los cuerpos celestes, que seguían las
pero la formulación es totalmente universal. (Yūsuf ᶜAlī) enseñanzas de los profetas Šīṯ e Idrīs, según las cuales los
elementos estaban gobernados por los planetas y estos, a
10 Lit.: «Se vuelve sobre su rostro». (Asad) Es decir, abando- su vez, por los ángeles. Su centro estaba en Haran y se ex-
na su religión y regresa a la incredulidad. (Ibn Kaṯīr) tendieron por todo Irak. Eran reconocidos por sus conoci-
mientos filosóficos, científicos y médicos. Probablemente
11 V. 14:18. (Asad) aquí se refiere al primer grupo. (Mawdūdī)
12 Otras interpretaciones de esta aleya traduciendo samāͻ V. 5:72 y 2:62, los musulmanes son nombrados, conjunta-
con su habitual significado de «cielo»: Si los enemigos mente con los judíos, cristianos y sabeos, como hombres
del Profeta se irritan porque él recibe ayuda celestial, en- que obtenían la ayuda y la protección divinas, es decir,
tonces deberían lanzar una cuerda hacia el cielo y ver si, como verdaderos creyentes. Sorprende un poco que tam-
de ese modo, pudieran impedir la ayuda. (Yūsuf ᶜAlī) Si bién se enumere a los politeístas, pero el argumento es que
alguien piensa que Dios no le puede ayudar ni en esta vida los hombres no deben inmiscuirse en las tendencias reli-
ni en la futura, entonces debería, por cualquier (otro) me- giosas que sean sinceras. Nuestro deber es la tolerancia
dio, alcanzar el cielo y, de ese modo (intentar) prosperar. dentro de los límites adecuados, es decir, mientras que no
(Asad) se compongan de presiones, injusticias y persecuciones.
(Yūsuf ᶜAlī)
13 Es decir, la irritación de sentirse desamparados y sin ayu-
da. (Asad) 17 Alusión a los seguidores de Zoroastro o Zaratustra, sa-
cerdote iranio que vivió aproximadamente en la mitad
14 V. 14:4. (Asad) del primer milenio antes de Cristo, y cuyas enseñanzas se
consignan en el Zend-Avesta. A pesar de que su religión
15 Los creyentes de cualquier época que crean en los en- enseñaba una filosofía dualista, su base es la creencia en
viados divinos y en las Sagradas Escrituras, hasta llegar Dios como Creador del universo. (Asad)
al profeta Muḥammad, la paz esté con él. Están inclui-
dos tanto los musulmanes sinceros como los veleidosos. Consideran al fuego como el elemento más puro y noble
(Mawdūdī) y lo veneran como el símbolo adecuado para Dios. (Yūsuf
ᶜAlī)
16 En la Antigüedad había dos grupos que eran conocidos
bajo el nombre de sabeos: 18 V. 13:15, 16:48-49 y 21:79. (Mawdūdī y Asad)
1) Los seguidores del profeta Juan, que vivió en el norte de 19 En este punto, el lector o el oyente del texto árabe realiza
Irak y llevó a cabo bautizos; una postración. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 22
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20 En el infierno. V. Mateo 13, 49-50 y 25,41; Marcos 9, «¿Y cómo les llegará mi voz?». Dios dijo: «Tú llama y
43-46. (Daryabādī) a Mí me corresponde transmitirlo». Entonces Abrahán se
subió a la montaña «ͻAbī Qubay s» y gritó: «¡Oh, voso-
21 V. 6:70; 14:50 y 73:12-13. (Asad) tros, hombres!, Dios os ha ordenado hacer peregrinación
a la Casa para otorgaros el Paraíso como recompensa y
22 Alusión, en primera instancia, a los coraixíes. Alejaron a para que quedéis exentos del fuego del Infierno. Así pues
los hombres de la religión de Dios y, como ocurrió en el peregrinad». Y todo el que pertenecía al género humano,
año de Hudaybiya, impidieron a los musulmanes la pere- contestó: «labbaik ͻallahumma labbaik» («Seguimos Tu
grinación y la visita a la Sagrada Mezquita.(Quṭb) mandato, Oh, Dios Nuestro»). Desde ese momento este
llamamiento se convirtió en una tradición integrada en la
23 En este contexto, los juristas se han formulado dos pre- peregrinación. (Qurṭubī)
guntas: 1) ¿Qué significa la «Sagrada Mezquita?» ¿Es la
Mezquita en sí o la totalidad de la sacrosanta ciudad de V. 2:196-203. (Asad)
La Meca? 2) ¿Qué significa «los mismos derechos para
los habitantes y los de fuera?». Según la opinión de algu- 26 Es decir, creciente conciencia de la presencia divina a
nos juristas el término «Sagrada Mezquita» se refiere solo través de la visita a la Casa bendecida por Él, así como
a ella y dicen que por «los mismos derechos» se refiere también la conciencia de formar parte de una hermandad
solo a los derechos al servicio religioso. Por el contrario, que engloba a todos los creyentes. Sin tener en cuenta
otros piensan que la «Sagrada Mezquita» se refiere a todo estos beneficios espirituales y otros materiales, la peregri-
el lugar sagrado (v. 2:196 y 217). Argumentan que la pe- nación anual a La Meca ofrece la posibilidad de conocer
regrinación no solo se extiende a la Sagrada Mezquita, diversidad de problemas sociales a que se enfrentan las
sino también a Minā, Muzdalifa, cArafāt y otras ciudades. diferentes partes de la sociedad geográficamente separa-
Además se refiere a los mismos derechos no solo en la das. (Asad)
oración en la Sagrada Mezquita sino también a los demás
derechos en La Meca. Cualquiera puede permanecer allí, 27 Los tres días especiales de la peregrinación son el octavo,
donde le plazca, y nadie puede prohibírselo. (Mawdūdī) el noveno y el décimo de ḏū-l-ḥiŷŷa, así como los dos o
tres días siguientes. V. 2:197. Sin embargo, también pode-
24 La zona de La Meca fue concedida a Abrahán y a su hijo mos incluir en ḏū-l-ḥiŷŷa los primeros diez días. (Yūsuf
Ismael como lugar de oración, que debía ser puro (sin ído- ᶜAlī)
los; todas las oraciones debían estar dirigidas al único y
verdadero Dios) y universal, y no reservado a un pueblo 28 El día del gran sacrificio, recuerdo del sacrificio de Ismael
(como, por ejemplo, en tiempos posteriores, el Templo de (v. 37:102-107), es el décimo de ḏū-l-ḥiŷŷa. La carne de
Salomón). (Yūsuf ᶜAlī) los animales sacrificados debe ser comida y repartida entre
los pobres. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 2:125. (Asad)
Habitualmente un tercio de la carne se consumía en la
25 Cuando Abrahán acabó de construir la Casa, se le orde- casa, otro se entregaba a parientes y vecinos y el tercero se
nó que llamara a los hombres a la peregrinación. Dijo: repartía entre los pobres. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 22
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29 Los rituales de peregrinación que todavía les quedaban, 35 Según un Ṣaḥīḥ, el Profeta (la bendición divina esté con
como el corte de pelo, la lapidación simbólica de Satán y él) dijo: «Los peores de todos los pecados son: venerar a
la eliminación de la suciedad corporal. (Qurṭubī) divinidades asociadas, la rebeldía frente a los padres, tes-
tificar en falso y decir falsedades». (Qurṭubī)
Ṭabarī entiende esta frase como sigue: «Después se con-
cluyen los actos del servicio divino (manāsik) que han 36 De la peregrinación. (Asad)
sido obligatorios durante la peregrinación». (Asad)
37 La atención a la santidad de los símbolos es una mues-
30 El espíritu de la peregrinación no se consigue a través de tra de que en los espíritus está presente el temor divino.
la realización de rituales externos. El peregrino debe tam- (Mawdūdī)
bién pensar en cumplir su voto de servicio y aspiración
espiritual. (Yūsuf ᶜAlī) 38 El sacrificio no tiene lugar en la Caaba, sino a siete u ocho
kilómetros de distancia de Mina, donde acampan los pere-
31 V. 2:125. (Asad) grinos. (Yūsuf ᶜAlī)
La vuelta aquí nombrada (ṭawāf) es la segunda de las tres. 39 Dios ha establecido un rito de sacrificio para cada comu-
La primera se realiza tras la llegada (ṭawāfu-l-qudūm), la nidad, pero todas estas variadas formas tienen un objetivo
segunda tras el regreso del monte ‘Arafat (ṭawāfu-l-ifāda). común. También otros mandamientos y prohibiciones son
La tercera es la despedida (ṭawāfu-l-wadāc). (Qurṭubī) comunes a todas las religiones reveladas y señalan al úni-
co Dios. (Mawdūdī)
32 Esto se nombra aquí por dos motivos: 1) Con ello deben re-
chazarse las costumbres de los coraixíes y, por consiguien- 40 Solo a Él, sin segundas intenciones. (Daryabādī)
te, los argumentos supersticiosos de considerar como tabú
a ciertos animales; 2) A diferencia de lo que opinaban los 41 Tanto dar limosna como recibirla está vinculado a valores
coraixíes, no está prohibido comer carne mientras están en éticos. Se rechazan las peticiones de limosna arrogantes
vigor las limitaciones de la peregrinación. (Mawdūdī) y exigentes. Las limosnas no deben ser entregadas para
causar buena impresión externa, o para deshacerse de pe-
33 V. 2:173; 5:4-5; 6:121 y 138-146. (Yūsuf ᶜAlī) ticiones desagradables. (Yūsuf ᶜAlī)
34 El término ͻawṯān (lit.: «ídolos») no se refiere únicamente 42 Los que necesitan ayuda, pero no piden limosna.
falsas divinidades, sino también a todo lo que está unido a (Daryabādī)
ideas religiosas, prácticas y tendencias falsas, a «venerar»
valores falsos. (Asad) 43 Los animales de sacrificio. (Asad)
El Corán I Azora 22
582
44 Un sacrificio no sirve de alimento para Dios. Verdades aquí, donde las pequeñas comunidades musulmanas no
así deben ser subrayadas debido a los numerosos y enor- solo debían luchar por su existencia contra los coraixíes,
mes malentendidos y corrupciones blasfemas. V. Levítico sino también por la existencia de la fe en un único Dios.
17,11; Carta a los Hebreos 9,22. (Daryabādī) (Yūsuf ᶜAlī)
45 En la época pre-islámica era tradición embadurnar la Casa 49 Así pues, la defensa de la libertad de creer era el motivo
de Dios con sangre. Los musulmanes quisieron imitarlo, principal de la resistencia armada (v. 2:193). (Asad)
lo que les fue prohibido en esta aleya. (Qurṭubī)
50 Estas son las verdaderas e ideales características de
46 Un sacrificio solo es aceptable para Dios cuando se consu- un gobernante musulmán. En lugar de explotar y opri-
ma respetando sus ritos. (Mawdūdī) mir a sus «súbditos», o de seguir sus más bajos instin-
tos, es una personificación de virtud y temor a Dios.
47 Estos son los antecedentes de las luchas armadas, cuyo (Daryabādī)
objetivo eliminar las situaciones contrarias a la digni-
dad humana, no la venganza contra los perseguidores. 51 V. 7:64. (N. del T.)
(Mawdūdī)
52 V. 7:65-72 para la historia de cĀd y 7:73-79 para la de
Esta es la primera referencia en el Corán al problema de Ṯamud. (N. del T.)
la guerra en sí. Para el principio de lucha para la defensa
propia v. 2:190-193. (Asad) 53 V. 6:64-84 para la historia de Abrahán y 7:80-84 para la de
Lot. (N. del T.)
48 V. 2:251, donde se utiliza la misma expresión pero con
relación a la guerra de David contra los filisteos. El permi- 54 V. 15:78. (Yūsuf ᶜAlī)
so para los hombres honrados de oponerse a los hombres
violentos y perversos está plenamente justificado, y más 55 Lit.: «corazón para advertir». (Quṭb)
El Corán I Azora 22
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56 V. 6:57; 8:32; 13:6. (Asad) 59 De esta aleya se desprende erróneamente para algunos co-
mentaristas que Satán se inmiscuyó en la proclamación de
57 V. Salmos 90,4 y 2 Pedro 3,8. (Daryabādī) un texto del Corán y pervirtió su sentido. Según la leyen-
da, sin base alguna, el Profeta debía presentar un día en La
V. 70:4. (Asad) Meca las aleyas 19 y 20 de la azora 53 y, por impulso de
Satán, se sumó a una declaración que contenía una conce-
58 Según la mayoría de los comentaristas, el término rasūl sión a tres divinidades femeninas. V. 17:73-75. (Mawdūdī)
(«enviado») se refiere al portador del mensaje divino que
aporta una enseñanza o una ley nuevas, mientras que el 60 Lit.: «Y Dios aclaró sus signos en y por Sí mismo». V.
término nabī («profeta») designa a alguien que ha recibido 11:1. (Asad)
el encargo divino de explicar los principios éticos que se
basan en una ley ya existente, o bien los principios divi- 61 V. 2.218. (Asad)
nos comunes a todos los sistemas legales. Por ello, cada
enviado es también un profeta, pero no todo profeta es un 62 El martirio es el sacrificio de la propia vida en favor de la
enviado. (Asad) causa de Dios. Su recompensa es mayor que la que corres-
ponde a una vida buena normal. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 22
586
63 Debe actuar solo en defensa propia y no perjudicar al normales sería una grave injusticia, pues son ellos los que
adversario más de lo que este le ha hecho sufrir a él. V. han sufrido constantes agresiones (v. aleya 39). (Asad)
16:126. (Asad)
66 Él sabe lo que está oculto en el corazón del hombre. Sin
64 De esta aleya Iman Šaficī concluye que la «represalia» por embargo Él, en su inconcebible sabiduría, permite que las
un homicidio debe ser ejecutada en las mismas condicio- tinieblas de la injusticia se extiendan a costa de la luz de la
nes que el homicidio cometido. Para los hanafíes, por el libertad, y, por otra parte, posibilita a la luz para que venza
contrario, la pena de muerte por asesinato debe ejecutarse a las tinieblas: un ciclo constante que domina la vida del
de un modo fijo y tradicional, sin considerar cómo se llevó hombre (v. 3:26-27). (Asad)
a cabo el asesinato. (Mawdūdī)
67 De tal sutileza que puede captar los secretos más escondidos.
65 Mientras que la primera frase de la aleya acentúa el prin-
cipio de la defensa propia como única justificación para V. 12:100, 6:103 y 42:19. (Yūsuf ᶜAlī)
las acciones bélicas (v. 190 y 192-193) bajo la reserva
de que la represalia no debe superar los males recibidos, 68 Es decir, la comunidad de cada profeta. (Mawdūdī)
la última frase de la aleya significa que en caso de agre
siones repetidas y no provocadas, el creyente está auto- 69 «Mansak» significa: ley, deberes religiosos y camino.
rizado a emprender la guerra con el objetivo de aniquilar (Ṣafwat al-Tafāsīr)
el poderío militar del adversario. Ya que una guerra así
parece estar en contraposición a los principios de la re- V. 5:48 (Asad)
presalia limitada, el Corán dice aquí que Dios, en estos
casos, perdona a los creyentes lo que en circunstancias 70 Es decir, no participes en debates absurdos. (Asad)
El Corán I Azora 22
588
71 Los profetas y los ángeles, como criaturas creadas, no tie- 75 El Corán se refiere una y otra vez al Islam como la religión
nen participación en Su omnisciencia y, por ello, no tienen de Abrahán por tres razones: 1) Los primeros a los que se
derecho a una veneración divina. (Asad) dirigió el mensaje del Corán fueron los árabes, que cono-
cían a Abrahán mejor que a cualquier otro Profeta y, por
72 Con ello tendréis éxito: en sentido espiritual, tanto en esta ello, le respetaban; 2) Abrahán era la única personalidad
vida como en la futura. (Yūsuf ᶜAlī) que fue reconocida unánimemente como profeta por los
judíos, cristianos, musulmanes e incluso por los idólatras
En este punto, el lector u oyente del texto árabe original árabes; 3) Cuando el Corán exige a todas las comunidades
llevará a cabo una postración. (N. del T.) existentes seguir la religión de Abrahán, de hecho afirma
que estas religiones, en su forma actual, provienen de la
73 Los esfuerzos para los asuntos divinos (ŷihād) engloban época de este patriarca, aunque contradicen en muchos ca-
tanto la lucha contra los enemigos externos como también sos a las rectas enseñanzas. (Mawdūdī)
contra el propio ego interior, así como contra la injusticia
y el mal. En cuanto al ŷihād en el sentido más estricto, v. 76 El pronombre se refiere a Dios y no a Abrahán. (Daryabādī)
2:190-191. (Quṭb y Yūsuf ᶜAlī )
Es decir, Abrahán. (Qurṭubī)
74 El Islam carece de dificultades por diversos factores:
1). Está libre de todo tipo de dogmas u opiniones místicas 77 El término «musulmán» se refiere a alguien «que se ha
que dificultan el entendimiento de la enseñanza coránica entregado a Dios». Este término se ha utilizado en el Co-
o que pueden chocar con el entendimiento humano; 2). rán para todos los que creen en el único Dios y comple-
Evita complicados rituales o tabúes que impondrían al mentan esta fe creyendo y aceptando todos los mensajes
hombre, en su vida diaria, innumerables restricciones; revelados. Puesto que el Corán es el último y definitivo de
3). Rechaza todo tipo de mortificaciones y ascetismo los mensajes revelados, con él se exhorta a los creyentes
exagerado, que, inevitablemente, choca con la verdadera para que sigan la buena guía de sus enviados y sean un
naturaleza del hombre (v. 2:143); y 4). Tiene en cuenta ejemplo para toda la humanidad. (Asad)
el hecho de que el hombre ha sido creado débil (v. 4:28).
(Asad) 78 El azaque (el impuesto de los pobres), v. 2:43. (Quṭb)
El Corán I Azora 23
591
Introducción a la Azora 23
AL-MU MINŪN
LOS CREYENTES
Esta azora trata de las virtudes que son la base de la fe, especialmente en un ambiente en el que se
rechaza la verdad y sus defensores son ofendidos y perseguidos. Sin embargo, la verdad es única y,
finalmente, debe imponerse. Quien obre injustamente se colmará de inútiles lamentaciones cuando
ya sea demasiado tarde para la conversión.
Resumen:
Los justos y los enviados de Dios forman una única hermandad. Con todo, también los que provocan
la escisión y se niegan a creer reciben numerosas pruebas de la verdad, bondad y soberanía divinas.
(Aleyas 51-92)
Se debe salir al encuentro del mal con bondad y fe en Dios, pues la vida futura es segura, y quien sea
incrédulo deseará una oportunidad cuando sea ya demasiado tarde. (Aleyas 98-118). (Yūsuf ᶜAlī)
El nombre de esta azora indica su contenido. Se la puede designar como la azora de la fe, ya que se
detallan todos los principios de la fe, sus marcas de identidad y sus características. (Quṭb)
El Corán I Azora 23
592
Azora 23
AL-MU MINŪN
LOS CREYENTES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
5. mantienen la abstinencia,
1 Para entender bien esta promesa es importante el trasfon- para pobres» obligatorios: es una purificación, para el cora-
do histórico. Por una parte, estaban los dirigentes de La zón y los bienes, de la avaricia y el egoísmo. (Quṭb)
Meca, opulentos, plenos de éxito y enemigos del Islam,
cuya ocupación principal consistía en disfrutar de la vida. 5 Un musulmán debe cuidarse de la perversión y los abusos
Por otra, los musulmanes que habían visto esfumarse sus sexuales. Las relaciones sexuales naturales y legítimas es-
propiedades en los conflictos con los adversarios del Islam. tán limitadas al matrimonio, donde se cumplen los derechos
La expresión con la que comienza este párrafo informa a de un modo conveniente para ambos cónyuges. (Yūsuf
los incrédulos de que sus criterios para el éxito y el fracaso ᶜAlī)
se basan en falsas ideas. Los seguidores del Profeta, a los
que consideraban fracasados, experimentaron realmente la El celibato voluntario no es una señal de elevada espiritua-
felicidad al aceptar la invitación al buen camino, el ver- lidad, sino que más bien hay que considerarla como algo
dadero éxito tanto en este mundo como en la vida futura. anormal. (Daryabādī)
(Mawdūdī)
6 V. 4:25. (Yūsuf ᶜAlī)
2 La ley islámica ha descrito determinadas formas de com-
portamiento durante la oración. Así, se menciona no estar 7 Esto engloba el adulterio, así como la homosexualidad y la
permitido mirar alrededor ni andar de un lado a otro; hay prohibición del matrimonio temporal (mutca). (Mawdūdī)
que permanecer sosegado y mirar hacia el lugar donde uno
se postra sin, por ejemplo, jugar con la ropa. Tampoco es 8 Esto se refiere a los pactos y contratos, explícitos e implí-
correcto pronunciar demasiado deprisa la oración. A este citos, tanto entre personas individuales como también entre
respecto, y para que corazón y lengua estén en perfecta ar- comunidades, así como con la alianza con Dios (Yūsuf ᶜAlī
monía, durante la oración hay que evitar distraerse o pensar y Quṭb)
en cosas irrelevantes. (Mawdūdī)
9 V. 21:105, donde se dice que los justos heredarán la tierra.
3 V. 25:72. Un creyente se mantiene riguroso y consciente (Yūsuf ᶜAlī)
de su responsabilidad en esta vida, se ocupa en desarrollar
conceptos puros y un gusto exquisito. Se aleja de lo vulgar, 10 La expresión «creados de arcilla» debe señalarnos que
desarrolla humor sano y no se ocupa de burlas sin sentido, nuestro cuerpo se compone de diversas sustancias inorgáni-
tonterías o chistes obscenos. (Mawdūdī) cas, tal y como estas se encuentran en la tierra. (Asad)
4 El zakāt o azaque va más allá del pago de los «impuestos 11 V. 22:5. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 23
594
12 El texto puede referirse a las siete órbitas de los planetas En estas dos aleyas Dios instruye a sus siervos sobre lo que
visibles, o, tal y como aceptaron los comentaristas clásicos, tienen que decir tanto a la entrada y salida de un medio de
de los «siete cielos», es decir, del sistema cósmico del que transporte como al poner el pie en sus casas. (Qurṭubī)
habla en repetidas ocasiones el Corán. En ambos casos la
cifra siete es utilizada en sentido figurado y designa una 15 Posible alusión al pueblo de ᶜĀd y al de Ṭamūd.
diversidad. (Asad) (Daryabādī)
13 V. 7:59-64; 10:71-73; 11:25-48; 17:3 y 21:76-77. (Mawdūdī) 16 Si aquí hay una referencia a un profeta determinado y no
una más que probable referencia a todos los enviados de
14 Lit.: «el mejor de los lugares para el desembarco de los Dios, puede tratarse de Hūd, enviado al pueblo de ᶜĀd o
(hombres)», es decir, de su meta real. (Asad) también de Ṣāliḥ, enviado al de Ṭamūd. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 23
596
22 V. 21:92-93. Todos los profetas anuncian la misma verdad cualquier desacuerdo dentro de la sociedad islámica.
fundamental, sin tener en cuenta las diferencias en rituales (Asad)
o particularidades legales que se hayan efectuado debido a
necesidades relativas a su época o por el desarrollo social 24 Un ejemplo de esta competencia por las buenas acciones es
de sus seguidores. V. 5.44. (Asad) realizar las oraciones desde su principio. (Qurṭubī)
23 Aunque esto se refiere, en primera línea, a los seguidores 25 V. 2:236 (Yūsuf ᶜAlī)
de una u otra revelación anterior que en el transcurso del
tiempo se reunieron en diversas organizaciones, abarca 26 El registro de todas las acciones humanas. (Daryabādī)
también a los futuros seguidores del profeta Muḥammad
y constituye, pues, una condena y una prohibición de V. 18:49. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 23
600
27 V. 6:90; 10:72; 11:29 y 51; 12:104 y 36:21. (Mawdūdī) como advertencia para retornar de nuevo a Dios. (Yūsuf
ᶜAlī)
28 La expresión alude a una grave sequía padecida en La
Meca y que los incrédulos achacaron a la presencia del 30 «La razón» (lit.: «corazón»). Aquí se entiende «corazón»
Profeta que predicaba contra sus dioses. (Yūsuf ᶜAlī) como el asentamiento de los sentimientos y de la inteli-
gencia. (Yūsuf ᶜAlī)
29 Algunos comentaristas interpretan la frase como una re-
ferencia a la batalla de Badr, aunque es mejor referirla, en 31 Otra interpretación: «Él ha sacado a la luz vuestras cualida-
general, al castigo que los incrédulos no quieren entender des», o bien «Él os ha otorgado identidad». (N. del T.)
El Corán I Azora 23
602
32 En esta aleya se expresa un rechazo general a la idea de 35 Sobre la petición de una segunda oportunidad que no se
que Dios tenga uno o varios hijos (en el ideario preislámico concederá v. 6:27-28; 7:53; 14:44-45; 26:102; 35:37;
los ángeles eran «hijas de Dios»). Ningún motivo lleva a 39:58-59; 40:10-12 y 42:44. (Mawdūdī)
concretar que sea una referencia única al dogma cristiano
de que Jesús es hijo de Dios. (Mawdūdī) 36 Detrás de ellos se encuentra la barrera de la muerte y ante
ellos se encuentra el estado intermedio hasta el Juicio defi-
33 V. 17:42. (Yūsuf ᶜAlī) y 6:100. (Asad) nitivo. (Yūsuf ᶜAlī)
37 Con ello se refiere a los socialmente débiles dentro del tas, y no una liberación de la existencia o una anulación de
colectivo de los creyentes, como Bilal, Habbab y Suha- la conciencia. (Daryabādī)
yb, de los que se burlaron ͻAbū Ŷahl y sus seguidores.
(Qurṭubī) 39 Compárese este rezo con la aleya 109. Aquí se le exige al
Profeta decir el mismo rezo, como si se quisiera decir: «Tú
38 Esto se opone tanto a la enseñanza cristiana de la aniquila- (y tus seguidores) debéis pedir a Dios con el mismo ruego,
ción como a la budista de la disolución. La meta del alma de modo que los que se burlan solo dispongan de pruebas
humana es el regreso a Dios en el definitivo ajuste de cuen- contra ellos mismos». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 24
607
Introducción a la Azora 24
AN-NŪR
LA LUZ
L as influencias de nuestro entorno y sociedad, que a menudo hacen peligrar nuestros ideales
espirituales, tienen que ver con la sexualidad y, en especial, con su uso inadecuado, bien sea
en forma de comportamientos irregulares, falsos reproches, escándalos o bien como infracción de
los modales apropiados y del ámbito privado de la vida personal y doméstica. Si aquí conseguimos
reprimir plenamente todas estas transgresiones, estaremos en situación de alcanzar las más elevadas
regiones de la luz divina y de la naturaleza creada por Dios, descrita en una parábola mística. Esta
temática continuará en la siguiente azora.
Ya que la crítica por la difamación de las mujeres (aleyas 10-20) está unida a una experiencia vivida
por ᶜĀᵓiša en el año 5-6 después de la hégira, es seguro que esta azora se reveló en Medina.
Resumen:
Los delitos sexuales se sancionan duramente, pero también se exigen rigurosas pruebas para el
veredicto de culpabilidad y se castiga severamente la difamación en este campo. (Aleyas 1-26)
Hay que respetar la esfera privada y hay que mostrar buenos modales en la vestimenta y en el
comportamiento. (aleyas 27-34)
La parábola de la luz y de las tinieblas: El orden y la obediencia de la naturaleza aluden a los deberes
espirituales del hombre. (Aleyas 35-57)
El comportamiento familiar y en la vida pública y social contribuyen a las más altas virtudes y son
una parte de nuestros deberes espirituales, los que nos conducen a Dios. (Aleyas 58-64)
Esta azora encierra las instrucciones sobre la moral y la ética que sirven de base a una sociedad
ordenada. Sin esta moral y esta ética el hombre descendería al escalón más bajo entre los animales.
(Ṣafwat Al-Bayān)
El incomparable comienzo de esta azora señala la importancia que tiene, para el Corán, el elemento
moral en la vida humana. De ahí que proclame, con toda nitidez, que las aleyas que encierra esta
azora han sido establecidas por Dios. Además, esta azora se refiere a la educación del hombre,
con métodos severos, que llegan hasta el castigo legal, pero que es al mismo tiempo sensible y
comprensiva, para llenar el corazón del hombre con la luz divina. (Qurṭubῑ)
El Corán I Azora 24
608
Azora 24
AN-NŪR
LA LUZ
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 El número de testigos a la hora del castigo se deja inten- 4 El Islam exige pureza sexual tanto a hombres como muje-
cionadamente abierto. Con ello se señala que el castigo se res en todo momento, antes, durante y tras la ruptura de un
llevará a cabo públicamente, pero no como si se tratara de matrimonio. (Yūsuf ᶜAlī)
un espectáculo. (Asad)
En la sociedad árabe pre-islámica había una cierta clase de
2 V. 4:15. Los azotes son el castigo tanto para los hombres mujeres que ejercían la prostitución para incrementar sus
como para las mujeres que no viven bajo el refugio del ingresos. El Islam lo condenó categóricamente. (Daryabādī)
matrimonio. La condición previa para ello es que sean li-
bres (no esclavos), musulmanes y en plena posesión de sus 5 La severidad del castigo en este caso, así como la nece-
facultades psíquicas. (Quṭb) Los azotes no deben causar sidad de presentar cuatro testigos, en lugar de los dos ha-
heridas. (Al-Qurṭubī) bituales para otros casos legales, se basa en la obligada
necesidad de erradicar del mundo las calumnias y difa-
Si, a pesar de la toma de las medidas de precaución que el maciones. Los testimonios deben ser directos y el testigo
Islam instituye, se realiza un hecho reprobable, se aplaza debe estar en situación de demostrarlo de un modo satis-
el castigo si es que se ve una solución. Esto se deduce factorio frente a un tribunal competente. Puesto que una
del ḥādīṯ del Profeta que dice: «Evitad el castigo si existe demostración tan palpable es casi imposible, el objetivo
esa posibilidad. Que el que haya cometido el delito ten- del mandato coránico anterior consiste en la exclusión en
ga la posibilidad de quedar libre. Pues es mejor para un las acusaciones de terceros de toda referencia a las relacio-
juez (imān) equivocarse en un indulto que en un castigo». nes sexuales ilegítimas y en hacer depender la acusación
(Quṭb) de adulterio de la confesión, voluntaria y motivada por la
fe, por parte de los culpables. (Asad)
3 En este contexto cobra significado especial el término «ley
o camino de Dios». De él se deduce que el «camino di- 6 Cuando, una vez que ha tenido lugar el castigo, se retractan
vino» no se compone exclusivamente de oración, ayuno, públicamente de sus acusaciones, aquel queda limitado a la
limosna para los pobres y peregrinación, sino que también prohibición de actuar como testigo en el futuro. (Asad)
están incluidas en él las normas sociales. El derecho pe-
nal islámico persigue tres objetivos: 1) Debe hacer ver al 7 Puesto que este procedimiento no deja jurídicamente acla-
delincuente lo dolorosa que resulta la comisión de delitos rada la culpabilidad, ambos bandos deben perdonar las
contra otras personas o contra la sociedad; 2) Debe impe- consecuencias legales que de lo contrario se darían tanto
dir que el delito se cometa de nuevo. 3) Debe intimidar a por motivo del adulterio como por las falsas acusaciones.
los demás. (Mawdūdī) La única consecuencia es, en este caso, la disolución del
matrimonio. (Asad)
El Corán I Azora 24
610
8 El suceso aquí relatado ocurrió a la vuelta de una expedi- 9 La expresión «Gloria a Ti» acentúa la obligación moral de
ción a Bani Mustaliq en el año 5 ó 6 de la hégira. Cuando los creyentes de recordar a Dios cuando se produce una
se ordenó la salida, ᶜĀͻiša no iba en la litera de su came- tentación y se oye o se hace circular una difamación, y
llo, sino a pie para buscar una valiosa cadena que había cada rumor debe ser tratado como calumnia hasta que no
perdido. Nadie se dio cuenta que no se hallaba dentro se demuestre legalmente su contenido de verdad. (Asad)
hasta que el grupo llegó a la siguiente parada. Ella espe-
ró a que alguien viniera a recogerla y llegada la noche se 10 La fe verdadera implica un elevado nivel ético en el que
quedó dormida. A la mañana siguiente se encontró con no hay sitio para habladurías y difamaciones. (Daryabādī)
Safwan, un integrante de la retaguardia que la sentó en
su camello y la llevó hasta el campamento donde la ca- Un comportamiento adecuado sería impedir la expansión
ravana había pernoctado. Esto dio a los enemigos del de una difamación, a la vez que se la ignora o, por lo me-
Islam, encabezados por el principal hipócrita, ᶜAbdullāh nos, negarse a contribuir a su difusión. (Yūsuf ᶜAlī)
Ibn ͻUbay, motivos para un malicioso escándalo. (Yūsuf
ᶜAlī) 11 El castigo nombrado en la aleya 4 de esta azora. (Asad)
El Corán I Azora 24
612
12 En general se acepta que esta aleya se refiere a ͻAbū Bakr, siguiendo las costumbres prescritas, a las miradas desde
que quiso denegar la ayuda a su pariente pobre porque ha- el exterior, las escuchas y la lectura de cartas de otros. No
bía difamado a su hija. Pero tampoco queda ninguna duda está permitido insistir desconsideradamente o permanecer
de que la enseñanza ética de esta aleya es atemporal. El tercamente ante la puerta cuando no se ha otorgado el per-
requerimiento de «olvidar y tener paciencia» concuerda miso. (Asad)
plenamente con el principio del Corán de contrarrestar el
mal con bien (v. 13:22). (Asad) 15 Aunque la casa parezca desocupada, nadie tiene el dere-
cho de entrar sin el consentimiento del dueño de la mis-
Como dijo el enviado de Dios: «No se concederá miseri- ma. Se debe esperar, llamar dos o tres veces y marchar-
cordia al que no la conceda primero». (Al-Qurṭubī) se cuando no se produce invitación para entrar. (Yūsuf
ᶜAlī)
13 En algunas traducciones también aparece: «Las esposas
malas son para los malos hombres y los malos hombres 16 Lit.: «Controlar (algo) su mirada y guardar la esfera
son para las esposas malas, las buenas esposas son para íntima». La última expresión puede entenderse tanto
los buenos hombres y los buenos hombres para las esposas en un sentido literal, debiendo llevar ropas decentes,
buenas...». (N. del T.) o bien en un sentido figurado como «ocultación de las
tendencias sexuales», limitándose a lo que es legítimo,
14 El derecho a una vida privada protegida se refiere no es decir, a las relaciones matrimoniales (v. 23:5-6).
solo a la entrada de personas extrañas en una casa sino, (Asad)
El Corán I Azora 24
614
17 Para unos comentaristas, entre las normas que contribuyen 24 A causa de su avanzada edad, enfermedad, deficiencia
a conservar el pudor se incluye, la prohibición de exhibir mental u otro motivo, además de encontrarse en situación
ante extraños las joyas y maquillaje que realzan la belleza de subordinación. (Ibn Zayd)
femenina. (Al-Qurṭubī)
25 Es decir, niños hasta los 11 o 12 años. (Mawdūdī)
Para otros, las joyas y cosas similares que se ven en la cara
y manos pueden permanecer también visibles en público 26 Como en 4:25, esta aleya prohíbe todo tipo de concubina-
(Quṭb) to. (Asad)
18 Aunque los intérpretes tradicionales de las leyes islámi- 27 Esta aleya nos expresa la idea, muchas veces repetida en
cas se inclinan a que esta delimitación se refiere a la cara, los discursos del Profeta, de que tanto desde un punto de
manos y pies, e incluso lo limitan aún más, nosotros pode- vista ético como social es preferible el matrimonio a la
mos suponer con seguridad que este significado es mucho soltería. (Asad)
más amplio y que la intencionada imprecisión de la forma
de expresarlo deja espacio para todas las evoluciones que 28 La intención de esta frase es reprimir los miedos y las con-
llevan consigo los tiempos y que son necesarias para el ductas especulativas por parte de los padres de la mucha-
desarrollo moral y social del hombre. (Asad) cha como a los del varón. Los primeros no deben rechazar
a un pretendiente que sea temeroso de Dios y virtuoso por
19 El sustantivo ḫimār (plural ḫumur) se refiere a la cober- el solo hecho de que sea pobre. Los padres del varón no
tura de la cabeza que como adorno utilizaban las mujeres deben aplazar el matrimonio porque él todavía no sea un
honradas tanto antes como después de la llegada del Islam. miembro respetable de la familia o porque no posea su-
Sin embargo, aquí no se hace referencia necesariamente al ficientes ingresos. También a los hombres jóvenes se les
uso del ḫimār en sí, sino a la aclaración inicial de que el pide que no vacilen con respecto al matrimonio porque
pecho de una mujer no pertenece a lo «que (decentemente) tengan que esperar «tiempos mejores», sino que deben
puede permanecer visible». (Asad) confiar en Dios. (Mawdūdī)
20 «Ascendientes», es decir, los padres, que incluye también 29 Es decir, un documento escrito que posibilita al esclavo
a abuelos y bisabuelos tanto por parte paterna como ma- a comprar su libertad a cambio de una cierta cantidad de
terna. Lo mismo ocurre con el suegro y los abuelos del dinero. (Daryabādī)
marido. (Mawdūdī)
No es necesario que el esclavo pague de inmediato y al con-
21 Por «hijos» se entiende también los nietos y bisnietos tado. También puede obtener su libertad a la vez que consi-
de los descendientes tanto masculinos como femeninos. gue su propiedad gracias a un servicio especial. (Mawdūdī)
(Mawdūdī)
30 Este requerimiento obliga tanto al amo del esclavo como
22 Compañeras o sirvientas, tanto musulmanas como no. a todos los musulmanes a dar parte del azaque al esclavo
(Ṣafwat Al-Bayān) que quiera obtener la libertad a fin de que pueda comprar-
la. (Al-Qurṭubī)
Todas las mujeres. (Mawdūdī)
Ante Dios, la puesta en libertad de esclavos es una buena
23 Solamente las esclavas que una mujer posee, independien- acción (v. 50:13). (Mawdūdī)
temente de sus ideales religiosos, y no a los esclavos mas-
culinos. (Mawdūdī) 31 Tras la revelación de este mandato el Profeta aclaró: «En
el Islam no hay lugar para la prostitución». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 24
616
32 Aparece esta maravillosa parábola de la luz que contiene dos divinos que anuncian la verdad de Dios: están ilumi-
muchas verdades alegóricas sobre los más profundos y es- nados por la luz divina y se convierten en seres iluminados
pirituales secretos. Ninguna nota al pie puede aclarar su que expanden la luz divina y, con ello, impregnan la vida
total significado. (Yūsuf ᶜAlī) humana. (Yūsuf ᶜAlī)
33 La luz física es solo un reflejo en el mundo real de la ver- La «lámpara» es la revelación que Dios manda a Sus pro-
dadera luz, y la verdadera luz es Dios. (Yūsuf ᶜAlī) fetas y que se refleja en los corazones (la «hornacina») de
los creyentes una vez que la han recibido y la han acogi-
La palabra «luz» es utilizable para Dios en su sentido ab- do. (Asad)
soluto, es decir, solo Él es, en este universo, la verdadera y
originaria «causa de manifestación», sin la que no habría 36 No proviene ni del este ni del oeste, es universal, y así ocu-
más que tinieblas. Todo lo que brilla e ilumina otras cosas rre con la luz divina. Un árbol que está en una llanura libre o
tiene Su luz. El término luz también se utiliza para el sa- en la cima de una colina está iluminado, durante todo el día,
ber. También en este sentido Dios es luz absoluta, ya que por los rayos solares; madurará mejor y sus frutos y aceite
el saber sobre la realidad y el buen camino solo lo consi- tendrán una calidad suprema. La luz divina no depende del
gue Él; sin el acceso a Su luz, no hay más que las tinieblas lugar ni es inmadura: es perfecta y universal. (Yūsuf ᶜAlī)
de la ignorancia y la consiguiente maldad en el mundo.
(Mawdūdī) 37 O bien: «Dios lleva a Su luz a quien Él quiere». Ambas
traducciones son sintácticamente admisibles. (Asad)
34 V. Juan 1,5. (Daryabādī)
38 Ya que en esta azora se trata principalmente del refina-
35 El cristal no ilumina por sí mismo. Sin embargo, cuando la miento de la vida doméstica, se puede referir tanto a mez-
luz está dentro, brilla como una estrella. Así son los envia- quitas como a las casas de los creyentes. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 24
618
42 Dios les concederá poder y seguridad y les facilitará hacer Esta frase contiene tanto una garantía de seguridad políti-
frente a sus necesidades terrenas. Esta alusión a la prome- ca tras un periodo inicial de debilidad y peligro, como una
sa de Dios contiene una referencia a la ley divina de la que promesa de sensación de seguridad individual que carac-
depende el auge o la caída de una nación, en función de teriza al verdadero creyente. (Asad)
sus cualidades morales. (Asad)
45 El término kufr (traducido habitualmente por «incredu-
43 Como a los creyentes israelitas, a los que se les permi- lidad») también significa aquí ingratitud y rechazo de la
tió erigir en Canaán un Estado floreciente y desarrollado. verdad. (Mawdūdī)
(Daryabādī)
46 V. 11:20. (Asad)
44 Esta aleya fue revelada durante el tiempo de la conocida
como «guerra del foso», y tuvo lugar en los años 4-5 des- 47 Esto es válido para todos los niños, sean de la familia o no.
pués de la hégira. Podemos imaginar el alivio que supuso (Asad)
para los musulmanes que habían sido asediados en Medi-
na por un ejército diez veces más poderoso que ellos. V. 48 V. 33:59. (Mawdūdī)
33:9-20. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 24
622
49 Este enunciado quiere salir al paso de diversas ideas su- 51 Otro posible significado: «No creáis que la intercesión del
persticiosas de los antiguos árabes: 1) De los ciegos, tulli- Profeta es como un ruego habitual vuestro. Solo se da para
dos o enfermos que, se suponía, se atrajeron la ira divina, asuntos importantes y será aceptada por Dios». (Yūsuf
por lo que no serían aptos para tomar parte en una comida ᶜAlī)
conjunta. 2) No se considera recomendable el comer en
casa de parientes cercanos. 3) También se rechaza una su- 52 Esta es una característica más de los hipócritas. Cuando
perstición semejante con relación a las casas que posee- se les solicita que se reúnan para un asunto colectivo,
mos pero que no habitamos. 4) Si alguien opina que no reaccionan de este modo porque desean que se les con-
se debe facilitar a los conocidos la concesión de favores, sidere como a los musulmanes. Sin embargo, solo están
el principio no se aplica a los amigos íntimos. 5) Tanto la presentes de mala gana y se escabullen a la menor ocasión.
superstición de comer solo, tal y como se ha extendido en (Mawdūdī)
la India, como la que dice que solo se debe comer acom-
pañado, son falsas. (Yūsuf ᶜAlī) 53 Según el imán Ŷaᶜfar Ṣadīq, «tribulación» significa aquí
«dominio de los injustos». Cuando los musulmanes se
50 Incluso si, por motivos serios, se concede semejante per- niegan a seguir los mandatos del Profeta son víctimas de
miso en los asuntos importantes de interés común, debe tiranos y de gobernantes deshonestos. También pueden
considerarse como una dejación de las obligaciones del darse otras tribulaciones como, por ejemplo, la escisión en
interesado. Por lo tanto, es necesario solicitar para él el sectas, guerras civiles, decaimiento moral, desintegración
perdón, ya que debemos a Dios un perfecto cumplimiento de la vida social, caos interno, degeneración del orden po-
de los deberes. (Yūsuf ᶜAlī) lítico, el sometimiento a otros, y muchas más. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 25
625
Introducción a la Azora 25
AL-FURQĀN
EL CRITERIO
E sta azora amplía la idea del contraste entre la luz y las tinieblas, convertido ahora en símbolo
de la oposición entre el conocimiento y la ignorancia, el progreso espiritual y su estancamiento,
la justicia y la injusticia, y concluye con una definición de las acciones que caracterizan a los hombres
justos en su entorno terreno.
El texto suscita la impresión de que toda la azora, en su conjunto, es un estímulo, una incitación y
un consuelo concedidos al Profeta y un fortalecimiento de su posición en su enfrentamiento con los
coraixíes paganos. Se la puede dividir en cuatro secciones.
La primera se inicia con la alabanza a Dios y la confesión de su unicidad, seguidas del rechazo de
toda atribución de paternidad o filiación a Dios. La segunda comienza con la insolente afirmación
de los incrédulos de que nunca se encontrarán con Dios y, dando un paso más, se pronuncian en
contra del modo como ha sido revelado el Corán. La sección tercera describe algunos escenarios del
cosmos y la creación del hombre a partir del agua. La sección cuarta y última presenta a los «siervos
del Clemente».
Se mantiene abierta la puerta de la conversión para todos cuantos quieran recorrer la senda de estos
siervos. (Quṭb)
Resumen:
La distinción suprema con que Dios ha agraciado al hombre ha sido el don del discernimiento
entre lo verdadero y lo falso (furqān) mediante la revelación divina, que nos enseña la genuina
significación de nuestro futuro, un futuro que se prolonga hasta la eternidad. (Aleyas 1-20)
Quien no utilice esta capacidad de discernimiento se arrepentirá el día del Juicio, pues Dios no ha
cesado de amonestarnos en todo tiempo. (Aleyas 21-44)
A través de la oposición entre las sombras y la luz del sol, entre la noche y el día, la muerte y la vida
y en todo el orden de la creación divina puede el hombre extraer conocimientos sobre Dios. Las
virtudes de los justos son su respuesta a la providencia de Dios con ellos. (Aleyas 45-77)
El Corán I Azora 25
626
Azora 25
AL-FURQĀN
EL CRITERIO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
13 Poner junto a Dios otras criaturas, rechazar al profeta y ne- 16 V. 2:55. También los israelitas pidieron, en la época de
gar la vida futura, todo esto es ẓulm (injusticia, oscuridad). Moisés, poder ver a Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
(Mawdūdī)
17 El día de la Resurrección, aunque otros opinan que se re-
14 En el plan universal de Dios todo tiene sentido. Fueran fiere al día de la muerte, cuando los ángeles les comuni-
cuales fueren nuestras experiencias con nuestro prójimo, quen la noticia del fuego del Infierno. (Ibn Kaṯīr)
debemos procurar siempre corregirnos espiritualmente,
mejorar con su ayuda y contribuir tal vez también a su
enmienda. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 25
630
18 Maqīl es, en árabe, el lugar de la siesta de la tarde y, en problemas de la correspondiente situación social y política.
general, del descanso del mediodía. (Ṣafwat Al-Bayān) (Asad)
19 V. 2:14; 15:17 y 14:22, en las que se explica el concepto de 21 Lit. «para fortalecer tu corazón». (Yūsuf ᶜAlī)
«Satán». (Asad)
22 La concisa frase rattalnāhu tartīlan encierra tanto la idea
V. también, por ejemplo, 7:22, en el que se califica a Sata- de «recopilación de elementos según un orden estable-
nás de «enemigo declarado» del género humano. (N. del T.) cido» como la de «asignación de una cohesión interna».
El hecho de que el Corán presente un orden de armonía
20 En la circunstancia de que el Corán ha sido revelado paso perfecta y la ausencia de contradicciones internas es una
a paso creyeron ver los adversarios del Profeta un nuevo clara indicación de que se trata de un mensaje revelado.
argumento en favor de su sospecha de que fue el mismo Aquí se encuentra la razón más profunda de su revelación
Muḥammad quien lo «compiló» para dar respuesta a los paulatina y progresiva. (Asad)
El Corán I Azora 25
632
23 V. 20:29 y ss. (Yūsuf ᶜAlī) 27 La palabra ṭahūr (aquí traducida por «refinada») podría
también entenderse en el sentido de «para purificar»
24 V. 26:106-159. (Yūsuf ᶜAlī) (v. 8:11). (Al-Qurṭubī)
25 Los comentaristas no dan informaciones precisas sobre la 28 Esta aleya quiere grabarnos en el alma que el admirable
«gente del Pozo». Puede que se trate del nombre de un sistema de la lluvia es ya en sí una prueba de la existen-
lugar o de una ciudad: el pueblo de Šucayb (v. 26:176-190 cia de Dios. Alude también a la vida tras la muerte, pues
y 11:84-95) o un oasis llamado Naŷd, en el centro de la pe- todos ven claramente cómo, año tras año, la lluvia revi-
nínsula arábiga, a medio camino entre La Meca y Basora. vifica la tierra inerte, lo que indica de forma inequívoca
(Yūsuf ᶜAlī) que Dios tiene poder para devolver la vida a los muertos.
(Mawdūdī)
26 V. 7:57. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 25
634
29 ŷihād (a menudo traducido por «guerra») significa propia- 34 V. 10:3. (Yūsuf ᶜAlī)
mente esfuerzo, fatiga, diligente empeño. (Daryabādī)
35 En la recitación del texto árabe, tras estas palabras hay una
30 Otra interpretación: «a partir del agua». El protoplasma, prosternación. (Mawdūdī)
base y fundamento de toda la materia viva en el universo
físico, se compone en su máxima parte de agua. V. tam- 36 Otra interpretación: «Caminan con humildad por la tie-
bién 24:45 y 21:30. (Yūsuf ᶜAlī) rra». (Mawdūdī)
31 A veces se ha sacado del texto literal de este versículo la 37 Salām (aquí traducido por «urbanidad y buenos moda-
conclusión —errónea— de que el único deber de un pro- les») admite múltiples interpretaciones. Según otros su
feta es proclamar su mensaje. Se olvida aquí que el Corán significado es: «Vuestra salvación es la nuestra», que es
mismo insiste repetidas veces en que el profeta no es simple la respuesta que el musulmán debe dar a los necios. (Al-
nuncio de una buena nueva ni mero amonestador, sino tam- Qurṭubī)
bién maestro, legislador, juez y guía de los hombres, que pu-
rifica su conducta moral y les sirve de ejemplo. (Mawdūdī) A quienes lo único que quieren es discutir, no es pre-
ciso responderles con aspereza, sino que basta con
32 V. 23:72-74. (Mawdūdī) decirles: «Paz», es decir, «que todo te vaya bien» o
«que Dios me dé paz en todas las discusiones». (Yūsuf
33 V. 7:54. (Yūsuf ᶜAlī) ᶜAlī)
El Corán I Azora 25
636
38 V. 32:16; 51:17-18 y 38:9. (Mawdūdī) igual a Dios, matar a los hijos por miedo a no tener con
qué sustentarlos y cometer adulterio con la mujer del pró-
39 Ibn ᶜAbbās cuenta: «Quien gasta cientos de miles en una jimo». (Mawdūdī)
causa justa, no dilapida, y quien gasta aunque sea un solo
centavo en algo indebido, dilapida». (Al-Qurṭubī) 42 Puede también entenderse en el sentido de que su dignidad
no les consiente vivir en una sociedad o en ámbitos en los
El Profeta dijo: «Es señal de sabiduría mantenerse en el que tienen que contemplar tales falsedades. (Quṭb)
áureo camino medio en lo que concierne al sustento de la
vida». (Mawdūdī) 43 No se condena solo el engaño de hecho o la participación
en él, sino también las acciones insensatas, como por
40 V. también 6:151 y 17:33. (N. del T.) ejemplo las conversaciones ociosas, las bromas de mal
gusto, la jactancia inútil y cosas parecidas. Si una persona
41 Según la tradición, cuando le preguntaron al Profeta cuá- recta se ve envuelta en una de estas situaciones, debe reti-
les eran los peores pecados, respondió: «Hacer a alguien rarse de una manera discreta. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 26
639
Introducción a la Azora 26
AŠ-ŠU RĀ
LOS POETAS
Se inicia aquí una nueva serie de cuatro azoras dedicadas a ilustrar el contraste entre el espíritu del
profetismo y la luz espiritual y la reacción frente a ellos de las comunidades en que tuvo lugar. Se
remontan, pues, hasta los antiguos profetas y la historia de épocas pasadas.
En esta azora se nos narra la historia de Moisés, su enfrentamiento con el Faraón y la aniquilación del
soberano egipcio. Se mencionan, además, otros profetas, concretamente Abrahán, Noé, Hūd, Ṣāliḥ,
Lot y Šuᶜayb. De donde se deriva la enseñanza de que el Corán es la continuación y la culminación
de anteriores revelaciones. Es la verdad pura, en oposición a las declaraciones inventadas por poetas
sin escrúpulos.
En cuanto a la cronología, esta azora se sitúa en la etapa media de La Meca, cuando el contacto de
la luz profética con el ambiente pagano de esta ciudad puso a prueba la soberbia extrema de sus
moradores.
La azora toma su nombre del hecho de que aborda el tema de la poesía. El Corán replica así a la
afirmación de los idólatras de que el profeta Muḥammad era un poeta y de que todo lo que exponía
se reducía a una especie de composición poética (aleyas 221-226). (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
Resumen:
Tampoco el pueblo de Abrahán obtuvo ningún provecho de su resistencia a la verdad que su profeta
anunciaba y el pueblo de Noé fue arrastrado a la perdición por su incredulidad. (Aleyas 70-122)
Hūd amonestó a su pueblo frente a la excesiva confianza que depositaban en sus recursos materiales
y Ṣāliḥ al suyo por sus ataques a cosas sacras. En ambos casos sufrieron los malvados un grave
correctivo. (Aleyas 123-159)
Lot tuvo que enfrentarse a nefandos vicios y Šuᶜayb a la falsedad y la maldad. Sus enseñanzas
fueron rechazadas, pero sus enemigos fueron aniquilados. (Aleyas 160-191)
Cuando llegó a La Meca el espíritu del profetismo, los seguidores del mal se negaron a admitirlo.
Pero la verdad no es una composición poética y acaba finalmente por alzarse con el triunfo. (Aleyas
192-277)
El Corán I Azora 26
640
Azora 26
AŠ-ŠU RĀ
LOS POETAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
9. Ciertamente, tu Señor es el
Omnipotente, pero también es el
Misericordioso.
1 V. 2:1, donde se ofrece una explicación de estas abrevia- las señales del universo, que también se encuentran dentro
turas de letras. Este grupo especial encabeza también la de ellos mismos. Si a lo largo de este camino llegan a la con-
azora 28. vicción de que el mensaje del Profeta es verdadero, deben
estar dispuestos a renunciar al engaño y pasarse al lado de
2 V. 5:15 (Yūsuf ᶜAlī) y 12:1. (Asad) la verdad. Esta fe voluntaria es lo que Dios pide al hombre.
Por eso le ha concedido la libertad de elección y decisión y
Es decir, el Corán presenta todas sus enseñanzas con tal la posibilidad de avanzar por la senda elegida. (Mawdūdī)
nitidez que no puede ser producto de la capacidad creado-
ra de un poeta o de la fantasía de un mago. (Mawdūdī) 5 V. 7:103-137; 10:75-92 y 20:9-79. (Mawdūdī)
4 Ha sido voluntad divina hacer del Corán el único milagro 7 V. Éxodo 4,14-16 (Daryabādī) y azora 20:25-34. (Asad)
de este mensaje. (Quṭb)
8 V. también Éxodo 3,12. (Daryabādī)
Dios quiere que los hombres utilicen su razón para buscar y
descubrir la verdad en las aleyas de la sagrada Escritura y en 9 V. Éxodo 3,9-10. (Daryabādī)
El Corán I Azora 26
642
10 Lit.: «hiciste el hecho que hiciste», un giro que implica la 13 En la religión del antiguo Egipto el rey era considerado
más enérgica condena de aquella acción. (Asad) como una divinidad. Ponerlo en duda era, por tanto, un
desafío a la totalidad del sistema religioso imperante y, de
11 Como se desprende de la azora 28:15-16, tras haber dado paso, el sistema político. (Asad y Mawdūdī)
muerte al egipcio, Moisés advirtió de pronto el enorme
alcance de la falta que había cometido. (Asad) 14 V. 7:107-108 (Yūsuf ᶜAlī) y 20:22; 27:12; 28:32. (Asad)
16 V. 7:116 y 20:66-67. (Asad) mados a disfrutar en Palestina los hijos de Israel tras los
padecimientos de Egipto. (Asad)
17 V. 7:127-135; 10:83-89; 40:23-46 y 43:46-56. (Mawdūdī)
22 A los israelitas. V. para este relato Éxodo 14, 9-30.
18 V. Éxodo 12, 42. (Daryabādī) (Daryabādī)
19 Lit.: «un grupo pequeño, un pequeño número», como ex- 23 V. 20:77. (Asad)
presión de desprecio. (Asad)
24 A los coraixíes. (N. del T.)
20 La movilización general decretada por el Faraón hizo que
los mandatarios egipcios abandonaran su patria y llegaran Los asociadores de La Meca afirmaban que eran herederos
al lugar en que perecieron ahogados con todas sus tropas. de Abrahán y que seguían su antigua religión. Pero pusie-
(Mawdūdī) ron ídolos en la Casa sagrada construida por el patriarca
exclusivamente para adorar al Dios único y verdadero.
Así les privó Dios de su bienestar y sus comodidades. Debe, pues, recordarles esta historia para que reconozcan
(Daryabādī) la verdad. (Quṭb)
21 La frase aquí intercalada refleja la alusión —expresada en V. 2:258-260; 6:75-83; 19:41-50; 21:51-70; 37:83-113 y
7:137— a la época de bienestar y gloria que estaban lla- 60:4-5. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 26
646
25 Rāzī destaca en este contexto que este versículo aporta una de ver y entender las cosas como son en realidad, de
de las más firmes indicaciones coránicas de que toda imi- modo que podamos valorar su auténtico contenido».
tación sin previo examen encierra en sí ciertos elementos (Mawdūdī)
de inmoralidad, también, y sobre todo, cuando se trata de
la imitación acrítica de concepciones y prácticas religiosas 28 Lit.: «Concédeme un discurso de verdad entre los demás»
fundamentadas en la fe ciega en la autoridad de maestros o o «entre los posteriores». Es decir, otórgame la capacidad
dirigentes religiosos. (Asad) de dar a conocer la verdad también entre los que vienen
después de mí. (Asad)
26 V. 19:81-82. (Mawdūdī)
29 V. 19:47-48 (Asad) y 9:114. (Mawdūdī)
De la mano del ejemplo de Abrahán enseña el Corán que,
cuando está en juego la fe, no hay espacio para manifesta- 30 Al hacer que tenga que ver a mi padre entre los condena-
ciones de cortesía, ni siquiera hacia los padres y parientes. dos. (Asad)
(Quṭb)
31 Respecto de los secuaces de Satanás, v. 15:17; 19:68 y
27 Es decir, sabiduría, capacidad de discernimiento, com- 19:83. (Asad)
prensión. Conocemos del profeta Muḥammad una
oración parecida: «Señor nuestro, danos la capacidad 32 V. 7:38; 33:67-68 y 38:60-61. (Asad)
El Corán I Azora 26
648
35 V. 7:59-64; 10:71-73; 11:25-48; 17:3; 21:76-77; 23:23-30 38 El Corán menciona otros dos casos en los que se ame-
y 25:37. Hay detalles sobre la historia de Noé en 29:14-15; naza a un profeta con la muerte por lapidación: el de
37:75-82; 54:9-15; además de la azora 71, llamada justa- Abrahán (en 19:46) y el de Šucayb (en 11:91). (Yūsuf
mente azora de Noé. (Mawdūdī) ᶜAlī)
36 Otra traducción: digno de confianza. (Yūsuf ᶜAlī) 39 El Corán describe en varios pasajes al pueblo de cĀd:
7:69-70; 89:6-8; 41:15; 11:59. (Mawdūdī)
37 La respuesta de Noé encierra uno de los principios básicos
de la ética coránica y, con ello, de la ley islámica: a nadie
El Corán I Azora 26
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40 Según el relato del Corán, las gentes de cĀd fueron aniqui- 41 V. 7:73-79 (Yūsuf ᶜAlī) y 11:61-68. (Asad)
ladas por una formidable tempestad. El pueblo fue barrido
como paja y solo quedaron las ruinas de sus viviendas para 42 O «con soberbia y altivez». (N. del T.)
dar testimonio de su temible destino. El fértil país de las
gentes de cĀd se convirtió en un desierto. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 26
652
43 Para los árabes no podía haber un desafío mayor, porque 48 V. 11:81; 22:57 y 29:32-33. Se trata de la mujer de Lot,
una de las causas principales de sus interminables hostili- que era natural de Sodoma y prefirió quedarse con los su-
dades eran los enfrentamientos por los derechos del agua. yos en vez de acompañar a su marido, a quien traicionó
Sin la conciencia de contar con la ayuda de un poder espe- con este comportamiento (v. 66:10). (Asad)
cial, nadie se atrevería a lanzar tal reto. (N. del T.)
49 V. 15:78 y 7:86. (Yūsuf ᶜAlī)
44 O «la desjarretaron». (N. del T.)
Los comentaristas divergen sobre si los madianitas y los
45 V. 11:65, donde se menciona un plazo de tres días, pasado aika se identifican o se trataba de dos pueblos diferentes.
el cual los Ṯamūd fueron aniquilados por un terremoto. Parece que eran dos tribus de un mismo pueblo, descen-
(Mawdūdī) dientes de Abrahán y de su tercera mujer, Qeṭūra (Génesis
25,1), a las que se pudo enviar un solo profeta. V. Números
46 V. 7:80-84 (Yūsuf ᶜAlī) y 11:69-83. (Asad) 25,1-5 y 31,16-17. (Mawdūdī)
47 V. 29:29. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 26
654
50 Asaltaban, asesinaban y saqueaban las caravanas. (Ṣafwat 56 Podría también referirse al profeta Muḥammad. (Al-
Al-Bayān) Qurṭubī)
51 Probablemente una lluvia de piedras igníferas como con- 57 Fueron muchos los doctores judíos, entre ellos ᶜAbdullāh
secuencia de una erupción volcánica. Si se trataba del pue- Ibn Salam y Muhayriq, que reconocieron que Muḥammad
blo de los madianitas, hubo también un terremoto. (Yūsuf había sido enviado por Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
ᶜAlī)
La razón de que en este contexto solo se mencione a los
52 Con este estribillo que se repite a lo largo de estas aleyas doctores judíos, y no a los cristianos, es que mientras que
concluye el ciclo de los siete relatos, que muestran que la la Torá ha existido siempre —aunque bajo diversas for-
verdad espiritual ha sido siempre inaceptable para la gran mas—, la revelación originariamente dirigida a Jesús se ha
mayoría de los hombres. (Asad) perdido en su totalidad y no puede, por consiguiente, ser
aducida como material de prueba a favor de la identidad
53 «El espíritu de la lealtad y de la verdad». (Yūsuf ᶜAlī) esencial entre las enseñanzas cristianas y las coránicas.
(Asad)
V. 2:97. (Mawdūdī)
58 «El mensaje cruza, sin ser escuchado, a través de los cora-
54 Lit.: «en tu corazón», sede de los sentimientos, los recuer- zones de los incrédulos», es decir, no echa raíces en ellos.
dos y la razón. (Yūsuf ᶜAlī) (Asad)
61 Entre esta frase y la anterior hay una laguna que el lector 64 Igual que un ave cobija bajo sus alas a sus polluelos.
puede fácilmente detectar. Retaban al castigo, porque no V. 17:24 y 15:88. (Yūsuf ᶜAlī)
creían que llegaría. Confiaban en poder seguir viviendo
en paz y prosperidad. Por eso se les replica: «Incluso en 65 Según Muŷāhid, el sentido es: «dondequiera estés».
el caso de que de momento tengan razón y no irrumpa de (Asad)
inmediato el castigo sobre ellos, de modo que puedan dis-
frutar de larga vida, tal como esperan, sigue en pie la pre- 66 Entran aquí los hechiceros, adivinos, astrólogos y cultiva-
gunta: ¿de qué les sirven estos pocos años de vida terrena, dores de artes ocultas, que se presentan como capaces de
cuando llegue el día en que caerá sobre ellos la sentencia influir en el destino de los hombres. (Mawdūdī)
del castigo o tengan que enfrentarse a la muerte inevita-
ble?». (Mawdūdī) 67 También estos tienden a engañarse a sí mismos. Hay,
además, una alusión al hecho de que los árabes paganos
62 Toda la sección interpela a la humanidad en su conjunto. consideraban el Corán como un producto de la fantasía
(Asad) poética de Muḥammad. V. 36:69. (Asad)
Otros, en cambio, opinan que las palabras están dirigidas En la antigua Arabia los poetas no solo proporcionaban
al Profeta. Esta segunda interpretación cuenta con el apo- entretenimiento sino que difundían noticias y, en definiti-
yo de la aleya siguiente. (Al-Qurṭubī) va, también rumores. Eran, bajo todos los aspectos, lo que
hoy denominamos «los medios de comunicación». (N. del
63 No hay en la religión de Dios una situación especial en T.)
favor de la persona del Profeta ni de la de sus seguidores
y familiares. Cada cual será juzgado según sus mereci- 68 Son, en cambio, recomendables la poesía y el arte que
mientos y a nadie se le otorgarán ventajas ni preferen- brotan de actitudes creyentes. Entre los poetas dignos de
cias basadas en el origen o en las afinidades. La respon- encomio de la época del Profeta merecen una mención es-
sabilidad por la vida futura incumbe a todos por igual. pecial Ḥasan y Labid, este último ya célebre en tiempos
(Mawdūdī) preislámicos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 27
659
Introducción a la Azora 27
AN-NAML
LAS HORMIGAS
E n esta azora se abordan temas similares a los de la precedente y las dos siguientes. También en
el aspecto cronológico forman todas ellas un grupo, que puede fecharse en la época media de
La Meca.
Abundan en el texto los simbolismos místicos. Las maravillas del mundo físico son tan solo alegorías
de maravillas aún mayores del mundo del espíritu. Y así, aparecen el fuego, la mano blanca y la
vara en la historia de Moisés, las aves parlantes, el encuentro de las multitudes de hombres y de
ŷinn con una humilde hormiga, la abubilla y la reina de Saba en la historia de Salomón, el fracaso
de la conjura de los nueve malvados en la historia de Ṣāliḥ y los vicios nefandos en la historia de
Lot. Todos estos elementos transmiten enseñanzas sobre el culto verdadero y el falso y sobre los
prodigios de la gracia y de la revelación divina.
La afirmación central de esta azora se refiere al conocimiento que Dios tiene de todo lo visible y lo
invisible en general y de lo oculto en especial, y al que ha comunicado a David y Salomón.
Resumen:
La revelación es tan maravillosa como el fuego que vio Moisés y que no era sino una chispa de la
gloria de Dios, tan admirable como las señales divinas que se les comunicaron a quienes, a pesar de
haber recibido la luz, rechazaron la fe. (Aleyas 1-14)
Salomón conocía el lenguaje de las aves y tenía a su disposición un gran número de hombres y
de ŷinn, pero la humilde hormiga fue capaz de protegerse frente a ellos. La abubilla no acudió a
la llamada del monarca, aunque estaba a su servicio; la reina de Saba gobernaba un reino, pero se
sometió por su propio convencimiento a la sabiduría de Salomón y al imperio de Dios. (Aleyas
15-44)
Los insensatos descargan sobre Dios la responsabilidad de las calamidades que les afligen, como
en la historia de ṣāliḥ, o se enredan con los ojos abiertos en las trampas de sus vicios, como en la
historia de Lot. Pero Dios reduce a la nada su ira y sus conjuras. (Aleyas 45-58)
La gloria y la bondad de Dios abarcan la creación total. En el ajuste definitivo de los valores, la
incredulidad tendrá que doblegarse ante la fe. Seguid, pues, la revelación, servid a Dios y confiad
en Él. (Aleyas 59-93)
El Corán I Azora 27
660
Azora 27
AN-NAML
LAS HORMIGAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
3 Para zakāt v. 2:43. (N. del T.) 9 V. 7:133 (Quṭb) y Éxodo 7,1-3. (Daryabādī)
5 Lit. «los que están en el fuego». La mayoría de los comen- 11 V. 10:76. «Dijeron»: el Faraón y los magnates del reino.
taristas opinan que no se trataba de un fuego físico, sino (Asad)
El Corán I Azora 27
662
V. 1 Reyes 2,1-12 y 1 Crónicas 29,23. (Daryabādī) 23 La reina de Saba, llamada Bilqis en la tradición árabe, era al
parecer originaria del Yemen, pero mantenía relaciones con
18 En la Biblia no se dice explícitamente que Salomón enten- Abisinia, donde es probable que también reinara o ejerciera
diera el lenguaje de las aves y de otros animales, pero sí al menos su influencia. (Yūsuf ᶜAlī)
aparece citada esta capacidad en varios relatos de la tradi-
ción judía. (Mawdūdī) 24 O bien: «equipada con todos los medios». (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 27
664
25 Llegados a ese pasaje, los lectores u oyentes del texto origi- 28 Solo aprecian las cosas materiales y no tienen ni la menor
nal árabe hacen una postración. Quieren con este gesto ex- idea de los valores del espíritu. (Asad)
presar su voluntad de alejarse de toda idolatría y de dirigirse
en exclusiva al Dios único. (Mawdūdī) 29 Ibn Isḥaq nos ha conservado la siguiente tradición: «Cuan-
do regresaron los mensajeros con esta respuesta de Salo-
26 Una exhortación de este mismo género se remitió, en món, ella dijo: «¡Por Dios! No es un rey como los demás,
tiempos de Muḥammad, a los Estados y gobiernos. y, por lo tanto, no tenemos poder para resistirle. Además,
(Mawdūdī) enfrentarnos a él no nos aportará ningún beneficio».
27 Hay en esta frase una crítica radical a los imperialismos. La Y entonces le hizo saber que ella y los dirigentes de su pue-
conquista de otros países y la violencia de los vencedores blo irían a verlo para recibir informaciones claras sobre su
sobre los vencidos nunca aportan beneficios a estos últi- religión». (Ibn Kaṯīr)
mos, sino que desembocan en el control y la explotación de
los recursos que Dios mismo ha concedido al país sometido Debemos partir del supuesto (al igual que en la aleya 31) de
y lo debilitan de tal modo que le resulta imposible defen- que aquí es Dios quien previene, por medio de su profeta, a
derse contra los explotadores y exigir sus derechos. Para los habitantes de Saba, de que Él los castigará, si no aban-
garantizar su sumisión, los dominadores aniquilan todos los donan su impía actitud. (Asad)
medios que el país necesita para conseguir bienestar, po-
der, gloria y respeto de sí mismo e inculca a los dominados 30 No se sabe quién era esta persona, de qué conocimientos
una mentalidad de esclavos, que llega al punto de hacerles especiales disponía ni a qué Escritura alude el texto. Algu-
sentir desprecio por su propia cultura. Se incita, además, nos comentaristas piensan que se trata de un ángel, otros
con facilidad a unos grupos de la población contra otros. que de un hombre sobre cuya identidad no hay una opinión
(Mawdūdī) unánime. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 27
666
31 Hay un relato de esta visita de la reina de Saba, de un tenor 36 Porque les faltó la lluvia y tuvieron que pasar hambre. (Al-
totalmente diferente, en 1 Reyes 10,1-13. (Daryabādī) Ŷ alālayn)
43 Esta aleya enseña a los musulmanes cómo deberían iniciar 49 V. 10:34. (Yūsuf ᶜAlī)
sus conversaciones, a saber, con una alabanza a Dios y con
deseos de bendición para Sus servidores sinceros. (Mawdūdī) Se requiere un Creador omnisciente no solo para poner en
marcha por vez primera este proceso, sino también para
44 Se incluyen aquí, indirectamente, no solo los seres o los po- mantenerlo en movimiento. (Mawdūdī)
deres naturales divinizados, sino también las normas sociales
o morales falsas, a las que la reiterada práctica les ha añadido 50 A los idólatras que habían interrogado al Profeta acerca del
una significación poco menos que religiosa. (Asad) momento de la resurrección. (Al-Qurṭubī)
45 V. 42:9; 29:63 y 10:31. Esta pregunta y las que vienen a 51 Al-gayb: «la realidad oculta». (Asad)
continuación rechazan el ateísmo y todas las formas de po-
liteísmo. (Mawdūdī) El Profeta repetía este último versículo siempre que
alguien le preguntaba: «¿Cuándo tendrá lugar la resu-
46 V. 25:53. (Yūsuf ᶜAlī) rrección? Hay sequía en nuestra región: ¿Cuándo ven-
drán las lluvias? Mi mujer está embarazada: ¿será niño
47 V. 6:165. (Yūsuf ᶜAlī) o niña? Sé donde he nacido, pero ¿dónde moriré?».
(Mawdūdī)
La frase encierra aquí dos significados: 1) Hace que surja
una generación tras otra; 2) os da poder y capacidades para
gobernar la tierra. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 27
670
52 V. 16:127. (Yūsuf ᶜAlī) cribe como muerte, porque los muertos no pueden sentir
nada, y en otras ocasiones sordera, porque los sordos no
53 La cadena de causas y efectos es segura e inequívoca. Nos pueden oír, y ceguera, porque los ciegos no pueden ver a
mantenemos en pie o caemos de acuerdo con nuestros he- quien les llama. (Quṭb)
chos. (Yūsuf ᶜAlī)
58 En numerosas sentencias del Profeta se habla del animal
54 El concepto de «israelitas» abarca aquí tanto a los judíos mencionado en este pasaje, pero ninguna de ellas ofrece
como a los cristianos. (Asad) una descripción detallada. (Quṭb)
55 Las diferentes opiniones de las diversas sectas solo pueden Este «animal» es, según todos los indicios, una parábola de
ser superadas mediante la decisión divina, que puede llegar: la actitud «terrena» del hombre. «Dice» al hombre que su
1) bajo la forma de una revelación, como ocurrió en el Co- enmarañamiento en un sistema de valores exclusivamente
rán; 2) en virtud de la lógica de los acontecimientos, pues materialista —lo que implica su autodestrucción— tiene su
cientos de aquellas sectas han desaparecido en el curso del origen en su falta de fe en Dios. (Asad)
tiempo; 3) mediante la sentencia definitiva de Dios el día
del Juicio. (Yūsuf ᶜAlī) 59 Noche y día, descanso y luz: tanto en sentido literal como
figurado. (Yūsuf ᶜAlī)
56 Es decir: «lo que tú crees es la verdad manifiesta». (Asad)
V. 10:67 o 40:61. (Asad)
57 Al endurecimiento de los corazones, la insensibilidad del
alma y el embotamiento de los sentidos, el Corán los des-
El Corán I Azora 27
672
60 V. 6:73; 23:101; 39:68 y 69:13. (Mawdūdī) 63 Lit. «el Señor de esta ciudad»: del único Dios verdadero,
que santificó la ciudad en los tiempos de Abrahán. (Yūsuf
61 Abu Darr ha narrado la siguiente anécdota: «Rogué al En- ᶜAlī)
viado de Dios que me diera un consejo. Me dijo: “Teme a
Dios y deja que una mala obra sea seguida por una bue- V. 3:96. (Asad)
na que la disuelva”. Entonces yo dije: “¿Forma lā ͻilāha
ͻillā-llāh parte de las buenas obras?”. “Esa es la mejor”, V. 106:3, donde se designa a Dios como «Señor de esta
contestó el Enviado». (Al-Qurṭubī) casa». También los árabes cristianos de la Península Ará-
biga aplicaban a Dios, en la época del Profeta, estas dos
62 El castigo solo se aplica en la exacta medida en que se lo denominaciones. Este uso lingüístico es un indicio de que
ha merecido el hombre por su comportamiento real en esta el Islam se entendió a sí mismo, desde un primer momento,
vida. (Yūsuf ᶜAlī) como religión universal. (N. del T.)
Introducción a la Azora 28
AL-QAṢAṢ
LAS ANÉCDOTAS
E sta azora empalma temáticamente con la anterior. También ella se ocupa de la revelación y
de la reacción que provoca en los pueblos. Pero aquí se pone el acento en un aspecto nuevo:
cómo, por un lado, se prepara al receptor de una revelación para el desempeño de su gran misión
incluso en el curso de su vida cotidiana habitual y cómo, por el lado contrario, la arrogancia o la
envidia de individuos concretos o de grupos enteros provoca una actitud de rechazo. Se establece
una contraposición entre el destino de quienes niegan la verdad y la recompensa de los hombres
rectos.
Esta azora fue revelada —tal vez a excepción de unos pocos versos— en la época tardía de La Meca,
poco antes de la hégira.
Resumen:
El Faraón fue arrogante e injusto, pero el plan de Dios se proponía fortalecer a los débiles. Moisés
fue preparado para esta tarea ya desde los días de su niñez. En su juventud se confió a su Señor y fue
guiado por Él. En el exilio encontró ayuda y amor. Y cuando finalmente recibió la llamada, Dios le
brindó protección. (Aleyas 1-42)
De esta misma manera fue equipado el profeta Muḥammad (Dios le dé paz) por la gracia de Dios
con alimentos espirituales. Su proclamación fue aceptada por quienes conocían las revelaciones
anteriores. El mensaje llegó a un antiguo centro sacro para invitar a la reflexión y al recuerdo a
cuantos se habían dejado seducir por la vida de este mundo. (Aleyas 43-60)
El futuro pertenece a quienes se convierten, creen y practican el bien, pues de Dios procede toda
misericordia y toda verdad. (Aleyas 61-76)
Quienes, como Qārūn, se jactan de sus riquezas, tendrán un mal fin, mientras que los hombres rectos
alcanzarán la gracia de Dios. (Aleyas 76-88) (Yūsuf ᶜAlī)
Esta azora de La Meca fue revelada cuando los musulmanes eran una pequeña minoría oprimida.
Con su revelación se perseguía el objetivo de poner en claro las verdaderas leyes del poder y de
los valores. En ella se declara que el único poder realmente existente en esta vida es el de Dios y
que el único valor que cuenta es el de la fe. Quien tiene de su parte el poder de Dios debe desechar
todo temor. Pero quien lo tiene en contra no encontrará descanso ni seguridad, aunque cuente con el
apoyo de todos los poderes restantes. Y lo mismo cabe decir respecto del valor de la fe. Para quien la
posee todo es ganancia, para quien le falta todo son pérdidas. Sobre esta base se asientan la historia
de Moisés y el Faraón al comienzo de la azora y la de Qārūn y su gente (que también pertenecían
al pueblo de Moisés) al final de la misma. Mientras que la primera de estas historias se refiere a la
fortaleza del dominio y del poder, la segunda describe el valor de las riquezas y del conocimiento.
La azora concluye con la promesa de Dios al Profeta de que, aunque será expulsado de La Meca y
perseguido por los asociadores, llegará el día en que retornará a su patria y se alzará con la victoria
sobre los idólatras. (Quṭb)
El Corán I Azora 28
676
Azora 28
AL-QAṢAṢ
LAS ANÉCDOTAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 V. 26:1. (Yūsuf ᶜAlī) ministro del rey persa Jerjes (485-464 a. de C.). También
puede aceptarse que sea la forma arabizada de Ha-men
2 V. 27:1. (N. del T.) con que se designaba el cargo de los sacerdotes egipcios
de Amón. (Yūsuf ᶜAlī)
3 V. 2:47-59; 7:103-141; 10:75-93; 11:96-109; 17:101-111;
19:51-53 y 20:9-39, entre otros. (Mawdūdī) 10 El hundimiento de su imperio. (Daryabādī)
A diferencia de todos los restantes lugares en otras muchas 11 V. también Éxodo 2,3. (Daryabādī)
azoras, la historia de Moisés se inicia aquí con la mención
de su nacimiento. (Quṭb) No se menciona en ningún lugar de la Biblia el aspecto
más importante de todo este episodio, a saber, que la ma-
4 Se refiere, sin duda, a que Faraón los dividió en «clases dre de Moisés hizo todas estas cosas por inspiración divina
altas» y «clases bajas», un procedimiento severamente y que Dios le había prometido que actuando así no solo se
condenado por el Corán. (Asad) salvaría el niño sino que lo recuperaría, de modo que en un
futuro lejano llegaría a ser enviado de Dios. (Mawdūdī)
No se dice quién fue, concretamente, aquel Faraón, porque
el objetivo de las narraciones coránicas no es reseñar suce- 12 Como se desprende de la aleya que sigue y de 66:11, fue
sos históricos, sino enriquecer su significado. (Quṭb) descubierto por la mujer del Faraón. (Asad)
5 Es decir, a los israelitas. (Daryabādī) 13 No su hija, en contra de lo que afirma la Biblia. (Daryabādī)
17 La madurez corporal y espiritual se alcanza normalmente pertenencia al pueblo, sin tener ideas claras sobre quién
en torno a los treinta años. (Quṭb) tenía razón. A continuación, tuvo que reconocer que había
cometido un delito al matar a un hombre y que la acti-
18 Esta afirmación, que coincide casi al pie de la letra con tud que subyacía bajo su acción hoy podría calificarse de
12:22 (aquí referida a José), subraya la suprema bendición racismo o nacionalismo. El Profeta ha denunciado esta
divina de una conciencia espiritual (ᶜilm en su más honda moral: «Quien proclama la parcialidad tribal, no es de los
significación), unida a la facultad del pensamiento racio- nuestros; quien lucha por partidismo tribal, no es de los
nal, expresada a través del concepto ḥukm («capacidad de nuestros; quien muere a causa de la parcialidad tribal no
juicio o decisión»). (Asad) es de los nuestros». A la pregunta de qué quería dar a en-
tender con la parcialidad tribal, respondió: «Prestar ayuda
19 Probablemente Memfis. (Daryabādī) a los miembros de tu tribu en una causa injusta». (Asad)
20 Lit.: «partido». Un israelita de su misma nación y religión. 24 Lit.: «te has apartado del camino». (Asad)
(Daryabādī)
25 V. Éxodo, 2, 13-14. (Daryabādī)
21 Un egipcio, un miembro del pueblo de los opresores.
(Daryabādī) 26 V. Éxodo 2,15. (Daryabādī)
22 Por descuido, sin haber querido causarle la muerte. V. 27 Madián es la ciudad de Šucayb, a ocho días de camino de
Éxodo 2,11-12. (Daryabādī) Egipto. Se llamaba así por el nombre de uno de los hijos
de Abrahán. (Al-Ŷ alālayn)
23 Las aleyas 16-17 parecen sugerir que quien actuaba in-
justamente no era el egipcio, sino el israelita. Moisés acu- Los habitantes de Madián (llamado Midian en la Biblia)
dió en ayuda de este último en virtud del sentimiento de eran árabes del grupo de los amorreos. (Asad)
El Corán I Azora 28
680
28 También aquí el Corán corrige a la Biblia cuando dice que 33 Podemos extraer de este episodio una doble lección: 1) Un
las hijas eran dos, y no siete, como se afirma en Éxodo hombre destinado a ser enviado de Dios sigue siendo un
2,16. (Daryabādī) hombre y debe cruzar, como los demás, por todos los alti-
bajos de la existencia; 2) las hermosas relaciones del amor
29 Circulan entre los musulmanes varias tradiciones sobre el y del matrimonio pueden ser en sí mismas una preparación
padre de las muchachas, según las cuales se trataría del para la elevada meta espiritual que le espera a un enviado
profeta Šucayb, pero en el Corán no existe ninguna alu- de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
sión a esta circunstancia. (Mawdūdī)
34 V. Éxodo 4,20. (Daryabādī)
30 V. Éxodo 2,17. (Daryabādī)
35 V. 20:10 y 27:7-8. (Asad)
31 De este episodio puede extraerse la lección de que un tutor
puede proponer a su pupila en matrimonio a un joven, y 36 V. Éxodo 3,2 y la azora 27:7. (Yūsuf ᶜAlī)
también que la propuesta puede partir de la mujer. (Al-
Qurṭubī) 37 V. 19:52; 20:10-12 y 74:39. (Asad)
32 De esta aleya se desprende que era lícito concertar un ma- 38 V. 27:10: «Mis enviados no deben sentir miedo en mi pre-
trimonio mediante contraprestación. (Al-Qurṭubī) sencia». (Asad)
El Corán I Azora 28
682
39 Lit.: «En tu pecho». (N. del T.) 47 Esta misma actitud y mentalidad erróneas se expresaban
en la Rusia comunista, cuando enviaba al espacio exterior
40 V. 20:22. (Yūsuf ᶜAlī) satélites y sus astronautas afirmaban que «no habían en-
contrado allá arriba ningún Dios». (Mawdūdī)
41 V. 20:24 y 27:10. (Mawdūdī)
48 V. 7:130-136. (Yūsuf ᶜAlī)
42 V. 20:29-30 y 26:12-13. (Asad)
49 La denominación de «modelo» o «arquetipo del mal» que
43 V. Éxodo 7,2-5. (Daryabādī) este pasaje aplica a Faraón alude al hecho de que el falso
orgullo y la arrogancia son auténticas «actitudes satáni-
44 V. 6:135. En este caso, no cabe más argumento que la in- cas», que el Corán describe a través de la revuelta simbó-
vocación divina y el futuro definitivo. Ambas cosas exigen lica de Iblís contra Dios (v. 2:34; 15:31), y que acarrean la
fe. (Yūsuf ᶜAlī) destrucción del potencial espiritual del hombre. (Asad)
45 Cada Faraón se consideraba la encarnación de los princi- 50 La Torá es luz y guía (v. 6:91) y guía y misericordia (v.
pios divinos supremos y exigía ser venerado por el pueblo 6:154). (Yūsuf ᶜAlī)
como el «señor altísimo» (v. 79:24). (Asad)
Para que recapaciten: v. Éxodo 20, 2-3, el inicio del de-
46 O «Quiero subir hasta el Dios de Moisés». En cualquiera cálogo: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te ha sacado de
de los dos sentidos, se trata de una burla. (Asad) la esclavitud del país de Egipto. No tendrás otros dioses
junto a Mí». (N. del T.)
El Corán I Azora 28
684
51 Desde los tiempos de Ismael y Šucayb no había vuelto a anteriores sistemas jurídicos estaban condicionados por el
aparecer en Arabia ningún profeta, aunque los habitantes nivel conceptual y espiritual de los pueblos destinatarios y
de aquellas regiones tenían noticia de las enseñanzas de por las necesidades de su tiempo. (Asad)
Moisés, Salomón y Jesús (Dios les dé paz a todos ellos).
(Mawdūdī) 53 Torá o Corán. (Asad)
52 El milagro del Corán es diferente y más duradero que 54 A quienes dimos la Torá y el Evangelio antes que el Co-
la vara y la mano resplandeciente de Moisés. (Yūsuf rán. Se alude a los judíos y cristianos. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
ᶜAlī)
55 Hubo judíos y cristianos que vieron en el Islam una pro-
Aquí han creído ver, tanto sus contemporáneos como los longación natural y consecuente de las revelaciones divi-
críticos posteriores, un argumento para poner en duda nas de épocas anteriores y reclamaron para sí haber sido
la autenticidad del Corán. Ignoran deliberadamente el desde siempre «musulmanes». En este sentido, fueron mu-
hecho, repetidas veces afirmado en el Corán, de que los sulmanes Abrahán, Moisés y Jesús. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 28
686
56 Paciencia y perseverancia por la causa del Islam. Aquí se 58 Lit.: «Somos los herederos», es decir, Dios permanece
entiende ͻislām («sumisa entrega a Dios») como actitud cuando todo lo demás pasa. V. 15:23. (Asad)
interior, que incluye el control de los impulsos y de las pa-
siones y la rectitud en la religión en esta y en la otra vida. 59 V. 6:130-132. (Asad)
(Quṭb)
60 V. 11:117. (Asad)
Firmeza frente a las persecuciones y las dificultades.
(Daryabādī) 61 V. 6:22-23. (Asad)
Se han opuesto a todo tipo de prejuicios racistas, nacio- Entran los hombres cuyas doctrinas siguieron otros en
nalistas o de cualquier otro tipo y han avanzado con paso lugar de los mandamientos divinos, guías falsos a los
firme por el camino de la fe. (Mawdūdī) que se venera y obedece como solo corresponde a Dios.
(Mawdūdī)
57 Alusión a la oración con que Abrahán suplicaba seguridad
para la región en torno a la Caaba (v. 2:126; 14:35-41) y a 62 Dicho de otra forma, rindieron culto exclusivamente a
la respuesta de Dios. (Asad) sus pasiones, que proyectaron en realidades exteriores.
V. 34:41. (Asad)
El Corán I Azora 28
688
63 Algunos comentaristas clásicos interpretan: «Es Él quien Del mismo modo que el Faraón encarna la tiranía políti-
decide, ellos no tienen ninguna elección...». Propongo se- ca y Hamán, en cuanto falso sacerdote, la ideología que
gún el tenor del Corán en su conjunto: «... tu Señor crea justifica las injusticias, Qarún es el tipo de la explota-
lo que quiere; y elige (para los hombres) lo mejor para ción económica y de la arrogancia. A los tres hace frente
ellos». (Asad) Moisés como profeta y como transmisor de la ley divina.
(N. del T.)
64 V. 4:41 y 2:111. (Yūsuf ᶜAlī)
67 De una hacienda mal empleada se derivan tres males in-
Puede ser un profeta o también alguna personalidad rec- mediatos: 1) El propietario cae en la avaricia y olvida lo
ta y justa de entre los seguidores de un profeta que haya que necesitan él mismo y las personas de su entorno. 2)
cumplido el deber de proclamar la verdad en la comunidad Pasa por alto las necesidades de los pobres y también las
correspondiente. (Mawdūdī) causas justas a las que debe prestar apoyo. 3) Gasta su di-
nero de forma inadecuada, causando males y daños. Qarún
65 V. 6:24 (Yūsuf ᶜAlī); 7:53; 10:30; 11:21 y 16:87. (Asad) tenía estas tres lacras. (Yūsuf ᶜAlī)
66 A Qarún se le identifica con el Coré bíblico, v. Números 68 V. 17:26-30. (N. del T.)
16,1-35. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 28
690
69 Los que conocían el verdadero sentido de las promesas de 74 Se dice que esta aleya fue revelada en la ruta de La
Dios sobre la vida futura. (Al-Ŷ alālayn) Meca a Medina durante la hégira. «Al lugar prometido»
puede entenderse: 1) La Meca; 2) el «lugar del retor-
70 Los ingresos o el sustento, tanto en sentido literal como no» de la resurrección, cuando serán restablecidos todos
trasladado: riqueza y bienes materiales en la vida y todo los valores verdaderos, por mucho que se hayan visto
cuanto alimenta nuestras facultades superiores y espiritua- distorsionados en esta vida bajo la influencia del mal.
les. (Yūsuf ᶜAlī) (Yūsuf ᶜAlī)
71 La arrogancia es el polo opuesto de la sumisión 75 Algunos árabes envidiosos habían esperado poder llegar a
―ͻislām― a la voluntad de Dios. La siembra de corrup- algún tipo de componendas con el Profeta mediante recí-
ción se contrapone a las buenas obras, que son el fruto de procas concesiones. Este versículo pone punto final a estas
la justicia. Serán, al fin, los justos quienes alcanzarán el falsas expectativas. (Daryabādī)
éxito. (Yūsuf ᶜAlī)
76 55:26-27. (Asad)
72 V. 27:89. (Asad)
77 Suyo es el dominio. O también: solo para Él es el dominio,
73 V. 6:160. (Asad) porque solo a Él le compete. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 29
693
Introducción a la Azora 29
AL- ANKABŪT
LA ARAÑA
E s la última de la serie que se inicia en la azora 17 y cuyo centro de interés se sitúa en el progreso
del hombre espiritual como individuo concreto. Este progreso tiene su más perfecta expresión
en la paulatina preparación de los grandes enviados de Dios para la recepción de su encargo y el
cumplimiento de su misión, así como en la naturaleza misma de la revelación, siempre acorde
con el entorno en que debe ser anunciada. Véase también la introducción a la citada azora 17. La
presente azora 29 empalma asimismo con el subgrupo que comienza en la azora 26, dedicado a la luz
espiritual y a la reacción frente a ella en determinados periodos de la historia del espíritu. V. sobre
este punto la Introducción a la citada azora 26.
La azora anterior concluía con una referencia a la doctrina del retorno definitivo del hombre a Dios
(maᶜād). Aquí, y en las tres azoras que siguen (todos ellas iniciadas con las letras ᵓAlif, Lām, Mῑm),
se lleva adelante esta temática.
Se insiste de forma especial en la necesidad de establecer una estrecha conexión entre la aceptación
de la revelación divina y la conducta real. En este contexto, se vuelve de nuevo sobre la historia de
Noé, Abrahán y Lot de entre los profetas, y de Madián, los de ᶜĀd, los de Ṯamūd y el Faraón entre
los enemigos de la revelación divina. Se contrapone la vida en este mundo a la futura.
En cuanto a la cronología, la sección principal de esta azora debe fecharse en la etapa media de La
Meca, pero la datación temporal solo tiene importancia en cuanto que ilustra cómo ya desde mucho
tiempo antes de la hégira era clara la visión del futuro del Islam, siempre preocupado por el ideal de
la fraternidad. (Yūsuf ᶜAlī)
Resumen:
La fe se acredita a través de las pruebas de la vida y en la conducta práctica. Aunque Noé vivió
y actuó a lo largo de 950 años, su pueblo se negó a creer. El pueblo de Abrahán, por su parte, le
amenazó con condenarle a la hoguera. (Aleyas 1-27)
El pueblo de Lot no solo rechazó el mensaje de Dios sino que, arrastrado por sus lacras, se opuso
al profeta de manera pública y patente. Los de ᶜĀd y los de Ṯamūd tenían un elevado nivel de
inteligencia, pero hicieron mal uso de ella. A Qarún, el Faraón y Hamán su arrogancia les acarreó
la ruina y tuvieron que comprobar por sí mismos que su poder terreno eran tan frágil como una
telaraña. (Aleyas 28-44)
El Corán, en cuanto revelación, habla por sí mismo y es en sí mismo un admirable prodigio: enseña
a distinguir lo verdadero de lo falso y muestra la trascendencia y la belleza de la vida futura. (Aleyas
45-69). (Yūsuf ᶜAlī)
Esta azora es de La Meca. Algunas tradiciones afirman que las once primeras aleyas fueron reveladas
en Medina y aducen como prueba que figuran en ellas los conceptos de ŷihād y munāfiqūn (hipócritas).
Pero es más probable, a mi entender, que toda ella tenga su origen en La Meca. Sabemos, en efecto,
que la aleya 8 fue revelada cuando Saᶜd Ibn Waggas abrazó la fe, y es indudable que este suceso tuvo
lugar en dicha ciudad. Como la temática de la azora gira en torno a la resistencia a las tentaciones,
el término ŷihād alude al esfuerzo requerido para mantenerse firme y rechazarlas. De igual modo,
la voz munāfiqūn (hipócritas) se explica por el hecho de que se trata de una característica humana
general siempre presente. (Quṭb)
El Corán I Azora 29
694
Azora 29
AL- ANKABŪT
LA ARAÑA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
12 A este propósito, el profeta Muḥammad (Dios le dé paz) Mediante la repetición de los datos bíblicos sobre la edad
dijo: «Quien llama a otros al buen camino recibe una recom- destaca el Corán que la duración de la actividad de los
pensa igual a la de todos cuantos le han seguido hasta el día profetas no tiene nada que ver con el éxito o el fracaso,
del Juicio, sin que se reduzca en nada la de sus seguidores. Y pues «la (auténtica) guía es la guía de Dios» (v. 3:66).
quien llama a otros al camino falso soporta una carga igual a (Asad)
la de todos los que le han seguido hasta el día del Juicio, sin
que por eso disminuya la de estos últimos». (Asad) 15 V. 21:51-72 y 19:41-49. (Yūsuf ᶜAlī)
13 Esta sección enlaza con la aleya 3: «Habíamos puesto a 16 V. Salmos 139,7-8 (Mawdūdī) y azora 55:33. (Mawdūdī)
prueba a sus predecesores». La historia de Noé y sus inúti-
les esfuerzos por hacer volver a su pueblo al camino recto 17 V. supra, la aleya 18, con la que empalma esta, tras la in-
figura en varios pasajes del Corán; el relato más detallado tercalación de las aleyas 19-23. (Daryabādī)
se encuentra en 11:25-48. (Asad)
18 V. 21:60-70. Abrahán fue arrojado al fuego, pero salió ile-
14 V. Génesis 9,28-29, donde se da la cifra de 950 años, de so en virtud de la gracia de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
ellos 350 después del diluvio. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 29
698
19 La divinidades tribales o nacionales persiguen con fre- Cada uno de estos hijos de Abrahán fue antepasado de
cuencia el objetivo de forjar y mantener en pie la unidad y importantes profetas. Isaac y Jacob fueron ascendientes
la solidaridad del pueblo. (Daryabādī) de Moisés e Ismael de Muḥammad. (Yūsuf ᶜAlī)
20 La vida comunitaria que habéis construido en este mun- 23 Se trata concretamente de la Torá, el Evangelio y el Corán,
do sobre concepciones falsas no puede mantenerse en todos de un mismo origen como los profetas. (Al-Qurṭubī)
el mundo futuro. V. también 43:67; 7:38 y 33:67-68.
(Mawdūdī) 24 V. por ejemplo 7:80-84; 11:69-83 y 15:58-79. (Mawdūdī)
21 Lit.: «emigro a mi Señor». (N. del T.) 25 Ángeles en forma humana. (Daryabādī)
«Emigro por amor a mi Señor e iré a donde Él me guíe». 26 V. 11:69-76. (Yūsuf ᶜAlī)
(Mawdūdī)
27 V. 7:85 y 11:84-95. (Asad)
V. Génesis 12,1. (Daryabādī)
28 Sus principales prevaricaciones fueron los fraudes y
22 Después de Ismael, que había nacido algunos años antes. las falta de honradez en sus transacciones comerciales.
V. 21:72. (Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
30 V. 7:65-72 y 73-79. (Yūsuf ᶜAlī) la oración sino que tiene un alcance mucho más vasto.
Cuando una persona ayuna, da limosna y hace cualquier
31 V. 28:76-82. (Yūsuf ᶜAlī) buena acción, recuerda inevitablemente a Dios y cuando
se le presenta la ocasión de llevar a cabo una acción inicua
32 Los hombres con frecuencia se consideran inexpugnables pero no lo hace, es también el resultado de su recuerdo de
porque confían en las riquezas, el poder, la sabiduría, la Dios». (Mawdūdī)
sociedad, el Estado y cosas parecidas, es decir, en la fuer-
za externa. Todos estos falsos poderes y valores son aquí Abū Al-cAliya declaró: «En la oración confluyen tres ele-
confrontados con el poder de Dios: son débiles y frágiles mentos: la fidelidad, la humildad y el recuerdo de Dios.
como una telaraña. (Quṭb) La fidelidad le pide al hombre acciones convenientes,
el temor de Dios le mantiene alejado de lo rechazable y el
33 Debe leerse este versículo en conexión con la afirmación recuerdo de Dios ―el Corán― le impone mandatos y
de que el Corán es «una guía recta para los temerosos de prohibiciones. La oración que no incorpora todos estos
Dios», «que creen en lo oculto...» (v. 2:2-3). (Asad) elementos no es oración». (Ṣafwat al-Tafāsīr)
34 La recitación (tilāwa) del Corán implica: 1) Recitarlo, 36 El debate debe discurrir por cauces razonables y con
exponerlo y proclamarlo en el mundo; 2) leerlo; 3) estu- lenguaje adecuado y comedido, de modo que se lle-
diarlo, para que lo entendamos como debe ser entendido gue hasta el corazón del interlocutor. V. 16:125; 41:34;
(v. 2:121); 4) meditarlo para sintonizar con él nuestros co- 23:96 y 7:199-200. Debe tener como punto de arranque
nocimientos, nuestra vida y nuestros deseos. Cuando se las enseñanzas comunes, no las diferencias. Debe recor-
consigue, se convierte en oración y llena de Dios nuestra darse que tanto los seguidores de las antiguas religio-
conciencia. (Yūsuf ᶜAlī) nes de la Escritura como los musulmanes confiesan al
Dios único y creen en la revelación y en el profetismo.
35 La frase admite varios sentidos: 1) El recuerdo de Dios (Mawdūdī)
(en la oración) es de un valor muy superior: no solo aparta
del mal sino que mueve a los hombres a comportarse con 37 A estas personas debe tratárselas con mano firme y sin
equidad y a superarse en buenas obras; 2) pensar en Dios concesiones. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
es la mejor acción de cuantas se pueden llevar a cabo; 3)
que Dios os recuerde a vosotros es más importante que A estos tales no les alcanzan los razonamientos amistosos.
vuestro recuerdo de Él (v. 2:152). Hay, además, otra po- En estos casos, deben evitarse, ya de entrada, las discusio-
sible significación: «El recuerdo de Dios no se limita a nes. V. 16:125. (Asad)
El Corán I Azora 29
702
38 Se trata, en sentido estricto, de «la gente de la Escritura». 41 Esta aleya fue revelada con el propósito de incitar a
(Mawdūdī) los fieles de La Meca a emigrar de esta ciudad. (Al-
Qurṭubī)
39 Los judíos y cristianos sinceros vieron en el Profeta el
cumplimiento y la plenitud de su religión. V. 26:197. La tierra ofrece innumerables posibilidades a la existencia
humana, de modo que no hay disculpa por «olvidarse de
40 Una de las características específicas del Corán es que Dios bajo la presión de las circunstancias». Donde y cuan-
Dios lo ha protegido frente a todo tipo de modificaciones do resulta imposible el servicio al Dios único, el creyente
o deformaciones por una doble vía: 1) mediante su redac- está obligado a «abandonar la región del mal» (v. también
ción por escrito; 2) mediante su conservación en la memo- 4:97) y «emigrar a Dios», es decir, a lugares donde sea
ria de los musulmanes, lo que lo diferencia de otros textos, posible vivir de acuerdo con la fe. (Asad)
solo conservados en forma escrita. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
El Corán I Azora 29
704
42 Según la tradición, cuando el Profeta ordenó a los providencia divina tiene el mismo fundamento en el Evan-
fieles abandonar La Meca y trasladarse a Medina, gelio y el Corán. (Mawdūdī)
estos le dijeron: «¿Cómo podemos dirigirnos a una
ciudad en la que carecemos de todo sustento?». Y fue 44 V. 13:26. (Yūsuf ᶜAlī)
entonces cuando se reveló esta explicación. (Rūḥ Al-
Maᶜānī) 45 V. 6:21. (Yūsuf ᶜAlī)
43 V. también Lucas 12,24; Job 38,41; Salmos 147,9 46 «Se comprometen a favor de Nuestra causa». (Yūsuf
(Daryabādī) y Mateo 6,24-34. Esta doctrina acerca de la ᶜAlī)
El Corán I Azora 30
707
Introducción a la Azora 30
AR-RŪM
LOS BIZANTINOS
C
omo ya se ha indicado en la Introducción a la azora anterior, también esta azora 30 aborda, desde diversas perspectivas, el
tema del maᶜād, del fin último de todas las cosas. En la azora 29 hemos visto que existe una vinculación entre la revelación
por un lado y la vida y la conducta por otro y que el concepto del tiempo (tanto en su proyección hacia el futuro como
respecto al pasado) pone de manifiesto la fragilidad de la vida presente. En esta azora aparece en el primer plano el tema del
tiempo y su misterio en su relación con la historia humana, sobre el telón de fondo de la evolución del cosmos bajo todos sus
aspectos. Las deformaciones producidas por los hombres son eliminadas por Dios, cuyo plan universal remite a la vida futura.
Más adelante (en las azoras 31 y 32) se analiza este mismo tema desde otros puntos de vista. Las cuatro (29-32) comienzan con
las letras ᵓAlif, Lām, Mῑm, que son, a mi entender (y sin la más mínima pretensión dogmática), símbolos del pasado, del presente
y del futuro. En esta azora tiene mucha importancia la secuencia cronológica. Fue revelada en el año 6 ó 7 antes de la hégira, que
corresponde a los años 615-616 del calendario cristiano, cuando el Imperio persa lanzaba oleadas de ataques contra el Imperio
Romano de Oriente y le arrebataba extensos territorios. Los cristianos de Bizancio habían perdido Jerusalén a manos de los persas
y la cristiandad había sufrido una profunda humillación. Por aquellas fechas parecía estar fuera de las posibilidades humanas
invertir la situación, y mucho menos dentro de un espacio de tiempo relativamente corto, de 8 a 9 años, sobre todo si se tenía bien
en cuenta la verdadera relación de fuerzas entre los ejércitos de ambas potencias. Los coraixíes paganos, que simpatizaban con los
persas, celebraron como propio del triunfo de éstos últimos y redoblaron sus burlas y sus persecuciones contra el Profeta, cuyo
mensaje era, en realidad, una renovación del anunciado por Jesús en Jerusalén. Tales eran las circunstancias imperantes cuando
fueron reveladas las aleyas 1-6 de esta azora, que preanunciaban la derrota clara y definitiva de los persas como preludio, por así
decirlo, de la aniquilación total de su Imperio. No existen dudas en lo que atañe a esta profecía y a su cumplimiento. Empujados
por la soberbia, los idólatras de La Meca hicieron una apuesta con Abū Bakr. Y la perdieron.
Pero el ascenso y ocaso de imperios tan poderosos como el persa y el bizantino son tan solo pequeños incidentes en el gran tablero
de los tiempos comparados con aquel movimiento, mucho más poderoso, que tuvo sus inicios con la difusión del Islam. Desde
el año 7 ó 6 antes de la hégira hasta uno o dos años después de la misma, el Islam luchaba por su supervivencia en el mundo,
como una voz todavía apenas perceptible en la conciencia de la humanidad. Apenas nadie le prestaba atención cuando afirmaba
su origen divino. Fue injuriado, atacado, perseguido, boicoteado y (a juzgar por las apariencias) reprimido. Al Profeta todavía le
restaba enfrentarse a los padecimiento de Ṭaif (dos años antes de la hégira) y a las conjuras urdidas para darle muerte. Pero nadie
puede desbaratar el plan de Dios. La jornada de la batalla de Badr (el año 2 de la hégira = 624 d. de Cristo), calificada con razón
como el Día de la decisión, introdujo un giro decisivo en los sucesos externos de la historia del Islam primitivo, justamente por
las mismas fechas en que la batalla de Issus producía un cambio en la relación de fuerzas entre los persas y los bizantinos. Pero
aún estaban por llegar acontecimientos de más hondo calado. A través del Islam se forjaba un nuevo mundo interior y aquella
revolución espiritual significaba un evento de una trascendencia infinitamente mayor en la historia universal. El derrocamiento del
poder del sacerdocio y de la adoración de falsos dioses, el restablecimiento de la sencillez en la fe y en la vida, la rehabilitación de
esta vida como primer paso hacia la comprensión de la vida futura, la eliminación de la superstición y de las disputas teológicas
sin contenido real y su sustitución por el espíritu de la investigación científica racional y por el convencimiento de que lo divino
no se reduce al ámbito aislado denominado «religión», sino que abarca la totalidad de la vida, de la mente y de los sentimientos.
Todo esto era y es el mensaje del Islam y en esto consiste su misión. Se mantienen y siguen adelante sus esfuerzos y su lucha, pero
no sin hondas repercusiones, como puede comprobarse en el curso de los siglos de la historia universal. (Yūsuf ᶜAlī)
Resumen:
La revelación de esta azora está vinculada a una circunstancia histórica concreta, a saber, la victoria de los persas sobre los
bizantinos. Por aquella época, éstos últimos profesaban la fe cristiana, mientras que los persas seguían las creencias mazdeístas,
es decir, eran politeístas. Aquella victoria significaba, según los paganos de La Meca, la superioridad del politeísmo sobre el
monoteísmo y daba pábulo a su esperanza de que la antigua religión a que ellos se aferraban prevalecería sobre la nueva. Ésta era
la situación cuando llegaron las primeras aleyas de esta azora, con la alegre nueva de que los poseedores de la Escritura de las filas
bizantinas conseguirían, al cabo de pocos años, alzarse con la victoria, una victoria que debe llenar de alegría a todos los fieles,
para quienes lo más valioso es que obtengan el triunfo los adoradores del Dios único. (Quṭb)
Los flujos y reflujos del poder terreno —aquí simbolizados en el conflicto de las grandes potencias de Bizancio y Persia— son
solo fenómenos extrínsecos. El sentido profundo se encuentra en la función del universo creado por Dios, en cómo el bien y el mal
llegan sus destinos definitivos. (Aleyas 1-19)
Los cambios físicos, morales y espirituales y la multiplicidad en la creación de Dios apuntan, por encima de toda esta diversidad, a
la unidad de la naturaleza y de la religión. El hombre no debería excluirse de esta unidad, sino glorificar al Dios único y sin igual.
(Aleyas 20-40)
Las manos de los hombres han causado ruina y depravación, pero Dios purifica tanto el universo moral como la naturaleza física,
fortaleciendo a los débiles y derrocando a los poderosos cuando les llega su hora. Aguardad, pues, con paciencia y perseverancia
y no os desaniméis. (Aleyas 41-60)
El Corán I Azora 30
708
Azora 30
AR-RŪM
LOS BIZANTINOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
3 Los coraixíes paganos celebraron exultantes la derrota de 7 Se traen aquí a colación dos nuevos argumentos en favor
los bizantinos, gente de la Escritura, porque esperaban que de la vida futura: 1) El universo ha sido creado objetiva-
también el fastidioso movimiento islámico acabaría por des- mente para cumplir una función, no es algo absurdo y sin
aparecer bajo la presión de las persecuciones. (Yūsuf ᶜAlī) sentido. 2) Nada es inmortal. Todas las fuerzas que actúan
en el universo son limitadas y solo conservan su eficacia
4 Como ocurrió tras la victoria bizantina de Issus (622 d. de durante un cierto tiempo. (Mawdūdī)
Cristo) y el avance de Heraclio hasta el corazón del Impe-
rio persa dos años después. (Yūsuf ᶜAlī) 8 Después de la muerte. (Mawdūdī)
5 Según algunos comentaristas, hay aquí una predicción de 9 Es la respuesta al argumento de quienes consideran que el
la batalla de Badr, que tendría lugar ocho o nueve años mero progreso material es señal de la rectitud de un pue-
más tarde, en el mes de ramadán del año 2 de la hégira blo. (Mawdūdī)
(enero del 624 d. de Cristo). (Asad)
El Corán I Azora 30
710
10 Los hay de tres clases: 1) Ángeles, profetas, santos, már- sica. Solo se distinguen por algunas características físicas
tires y hombres rectos y justos, a los que se les atribuyen y psíquicas. Ha establecido entre ellos una armonía plena
propiedades y poderes divinos y se les ha tributado la ve- para que se complementen mutuamente. (Mawdūdī)
neración correspondiente. 2) Cosas inanimadas, como el
Sol, la Luna, los planetas, árboles, piedras, animales y co- 16 V. 7:189. (Yūsuf ᶜAlī)
sas parecidas. 3) Los archidemagogos que, mediante frau-
de y engaño o con métodos violentos, obligan a los siervos Este término designa una comunión y un amor mutuos que
de Dios a servirles, por ejemplo, Satanás, los falsos diri- va mucho más allá de la mera satisfacción de las necesi-
gentes religiosos, los tiranos y los déspotas. (Mawdūdī) dades sexuales. Con él se describe la relación de hombre y
mujer en el matrimonio según las concepciones islámicas.
11 Las horas en que debemos recordar a Dios de una mane- La esposa no es sierva de su marido, sino su compañera
ra especial están distribuidas de tal modo que abarcan la de por vida y con igual dignidad. Entre el varón y la mujer
totalidad de las actividades de nuestra vida. De esta idea debe establecerse una relación de afecto mutuo, de armo-
arrancan las horas asignadas a las cinco oraciones canó- nía y felicidad. (Daryabādī)
nicas, que más tarde fueron detalladamente explicadas en
Medina. V. 11:114; 17:78-79 y 20:130. (Yūsuf ᶜAlī) 17 V. 13:2. (N. del T.)
12 V. 10:31. El poder creador de Dios está constantemente en 18 Las diferencias de lenguas y de pigmentaciones cutáneas
acción y hace que mantenga una transformación constante son signos de la sabiduría de Dios, de Su providencia y de
de la vida en muerte y de la muerte en vida. (Yūsuf ᶜAlī) Su poder creador, no motivo de tensiones, de falsas ideo-
logías como el racismo o el nacionalismo, o de guerras
13 V. 2:164. (Yūsuf ᶜAlī) y de los sistemas imperialistas que generan. V. también
49:13. (N. del T.)
14 V. 23:12 (Quṭb) y 3:59, donde se hace esta misma afirma-
ción respecto de Jesús. (Asad) 19 De ordinario, dormimos por la noche y trabajamos durante
el día. Pero puede ocurrir que el descanso y el sueño sean
15 V. 4:1. (Asad) necesarios durante las horas diurnas y tal vez haya ocasio-
nes en que tengamos que trabajar por la noche. El trabajo
Dios ha creado al género humano con dos sexos, ambos para ganarnos el sustento puede transformarse en trabajo
del mismo rango y dignidad y con idéntica estructura bá- al servicio de una causa más alta. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 30
712
20 Porque de ordinario tras el relámpago viene la lluvia. 24 El precepto de orar en unas horas determinadas se pro-
(Quṭb) mulgó en La Meca, en un momento en que un puñado de
musulmanes estaba sometido a dura persecución. Nada in-
V. 13:12. (Yūsuf ᶜAlī) dicaba por aquel entonces que pudiera surgir en el futuro
una sociedad musulmana, y mucho menos aún un Estado
21 V. 10:4. (Asad) islámico. Se rechaza, por tanto, la opinión, ampliamente
difundida, de que el precepto de la oración solo es obli-
22 Lit.: «Vuelve con sinceridad tu rostro a la religión». gatorio para los musulmanes que se encuentran dentro de
(N. del T.) Estados islámicos. (Mawdūdī)
37 En estas aleyas se establece una conexión entre el envío 42 Lo mismo ocurre también en el ámbito del espíritu: el hom-
de los vientos como nuncios de buenas nuevas y la misión bre puede morir, pero también puede ser resucitado por la
de los profetas que vienen con claras señales, y entre la gracia divina si se pone en manos de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
salvación de los creyentes por medio de los profetas y la
caída de la lluvia vivificante. (Quṭb) La humanidad moral y espiritualmente muerta despierta,
mediante la revelación divina, a nueva vida y produce vir-
V. 7:57 y 25:48. (Yūsuf ᶜAlī) tud y grandeza moral. (Mawdūdī)
38 Quien sepa utilizar estos beneficios divinos de los vientos 43 V. 11:9. (Asad)
tendrá éxito. Y otro tanto acontece en el universo del espí-
ritu: Dios ha enviado mensajeros de la buena nueva. Quie- 44 Dios los califica de muertos, de seres sin vida, que vege-
nes supieron obtener provecho del mensaje consiguieron tan. (Quṭb)
ganancias espirituales. (Yūsuf ᶜAlī)
45 Lit.: «los sordos», quienes han cerrado sus oídos y su cora-
39 A los que son ciegos ante estas señales divinas y se obsti- zón a tal punto que aunque pueden oírlo todo no entienden
nan en rebelarse contra Dios. (Mawdūdī) nada. (Mawdūdī)
40 Esta ayuda puede parecer a veces que se retrasa según 46 V. 27:80-81. (Asad)
los cálculos humanos, pero la voluntad divina es siempre
lo mejor y su elección del momento, la más adecuada. 47 La endeblez a que alude este versículo tiene múltiples sig-
(Quṭb) nificados: debilidad física, debilidad de la substancia de la
que ha sido hecho originariamente el hombre, a saber, del
41 También aquí tienen los «vientos» una significación sim- barro o la arcilla, y la debilidad del ego humano enfrenta-
bólica, a saber, de vida y esperanza espiritual. (Asad) do a sus tendencias y pasiones. (Quṭb)
El Corán I Azora 30
718
48 Los que poseen la verdadera sabiduría y la fe auténtica. los géneros literarios y recurre a todos los medios, con el
(Quṭb) propósito de despertar los sentimientos y la razón. Puede
así interpelar a todos los corazones y a todas las mentes
49 Esta frase puede traducirse también de la siguiente ma- en cualquier ambiente y situación y dialogar con el alma
nera: «... no se les dará oportunidad de convertirse». Han humana en todas las circunstancias y bajo todas las condi-
perdido toda posibilidad de arrepentimiento, de fe y de ciones. (Quṭb)
buenas obras y han malgastado el plazo de prueba que se
puso a su disposición. (Mawdūdī) V. 39:27. (Asad)
Introducción a la Azora 31
LUQMĀN
LUQMĀN
S e prolonga aquí, desde otra perspectiva, el curso de las ideas en torno a la meta definitiva de
todas las cosas. ¿Qué es la sabiduría?
¿Dónde encontrarla? ¿Nos descubrirá los misterios del tiempo y de la naturaleza y de aquel mundo
superior al del universo físico que nos acercan a Dios? La respuesta es: Sí, si siguiendo el consejo de
Luqmān, la sabiduría humana se guía por la sinceridad y la veneración de Dios y saluda, con ánimo
amistoso, toda manifestación vital, sin falsas negligencias y sin complacencias contrarias a la ley
divina; esto es, dicho con fórmula concisa, si sigue el «áureo camino medio». (Yūsuf ᶜAlī)
La temática indica que esta azora fue revelada en una época en la que se estaba intentando reprimir,
por todos los medios, el movimiento islámico. Así se advierte claramente sobre todo en las aleyas
14-15, donde se les previene a los jóvenes que habían abrazado el Islam que si bien es verdad que
a los padres se les debe tributar el mayor respeto, no se les debe obedecer cuando intentan apartar a
sus hijos de la religión islámica y encauzarlos hacia la idolatría. Una temática parecida encontramos
en la azora 29, de donde podemos deducir que ambas se sitúan en el mismo tramo temporal. No
obstante, un análisis atento del estilo y de la temática general permite descubrir que esta azora 31
fue revelada con anterioridad, porque aquí los musulmanes no estaban todavía expuestos a las duras
persecuciones de la época de la azora 29. (Mawdūdῑ)
Es una azora de La Meca y, como todas las reveladas en esta ciudad, gira en torno a los tres
fundamentos de la fe, a saber, la unicidad de Dios, el profetismo y la resurrección. Se inicia con la
mención del Libro de la sabiduría, el signo milagroso de Muḥammad, que es una señal permanente.
En el punto siguiente, el texto centra la atención de los politeístas en las pruebas de la omnipotencia
y la unicidad de Dios desparramadas por todo el universo. Y concluye con la amonestación ante
el día del temblor, cuando no servirán de ayuda ni las riquezas ni los numerosos descendientes.
La azora toma su nombre de la historia de Luqmān, en la que se pone de relieve la altísima estima
concedida a la sabiduría y a la rectitud de las obras. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
Resumen:
Quien se esfuerza seriamente por seguir una conducta honrada será guiado por Dios, al contrario de
quienes buscan lo insensato y perecedero. Así lo testifica la creación entera. La sabiduría, tal como
la ha enseñado Luqmān, consiste en el verdadero servicio a Dios y en la moderación. (Aleyas 1-19)
La verdadera sabiduría es firme y duradera, descubre las leyes divinas en los procesos de su creación
y medita sobre el objetivo último de todas las cosas, cuyo secreto solo Dios conoce. (Aleyas 20-34)
El Corán I Azora 31
722
Azora 31
LUQMĀN
LUQMĀN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 V. 2:1. (Yūsuf ᶜAlī) sirvas a Dios como si le estuvieras viendo, porque aun-
que tú no lo ves a Él, Él sí te ve a ti». (Quṭb)
2 «El Libro sabio» o «Libro infalible» es uno de los títulos
honoríficos del Corán. (Yūsuf ᶜAlī) 5 V. 2:2-5; 3:101; 3:130; 3:200; 5:35; 5:90; 6:21; 7:7-8;
7:157; 9:88; 10:17; 16:116; 22:77; 23:117: 24:51 y 30:38.
V. también 10:1. (Asad) (Mawdūdī)
3 En este pasaje, el concepto de zakāt parece referirse más 6 Se cuenta que, en vida del Profeta, un cierto Nadr Ibn Al-
a las «limosnas» en su sentido general que a la «contri- Harit importaba novelas caballerescas persas, prefería su
bución fiscal» (v. 2:43), sobre todo porque esta sección lectura a la del Corán y se esforzaba por persuadir a los
tiene ciertas semejanzas con 2:2-4, donde entre las carac- demás de que esta clase de literatura era más valiosa que
terísticas de los temerosos de Dios se enumera la de «dar la revelación de Dios. (Daryabādī)
de lo que Nosotros les hemos dado». (Asad)
Hay aquí una alusión a los juegos conceptuales pseu-
4 Se les aplican aquí a las personas honradas tres rasgos dofilosóficos y a las disquisiciones metafísicas sin
que se sintetizan en el concepto al-muḥsinīn («los que sentido ni contenido (v. 23:67). En contra de lo que
hacen el bien»): 1) se esfuerzan por llegar a la cercanía de algunos comentaristas sostienen, el texto no se refie-
Dios mediante el cumplimiento de sus deberes, el amor y re a personajes históricos concretos sino que describe
la oración; 2) aman a sus prójimos y les sirven, compar- un tipo humano y tiene, por tanto, validez universal.
tiendo con ellos sus bienes; 3) consiguen la paz interior (Asad)
merced a su esperanza en el futuro fundamentada en una
firme convicción. (Yūsuf ᶜAlī) 7 V. 13:2. (Yūsuf ᶜAlī)
Actuando así alcanza el hombre aquel nivel de sinceri- 8 V. 16:15. (Yūsuf ᶜAlī)
dad (ͻiḥsān) que el Profeta describía con las siguientes
palabras: «ͻiḥsān (hacer el bien sinceramente) es que tú 9 V. 2:164. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 31
724
10 Luqmān es el prototipo de sabio que renuncia a los ho- 16 V. también 46:15. De estas aleyas se derivan algunas nor-
nores y las ventajas terrenales en favor de su anhelo de mas jurídicas relativas al parentesco de leche. V. 2:233.
perfección interior. Ya en la época preislámica fue el foco (Mawdūdī)
de numerosos relatos que hablaban de su sabiduría y su
madurez espiritual. (Asad) 17 También es posible el siguiente significado: Se trata de
cosas que exigen valor y determinación. (Mawdūdī)
11 Una persona agradecida está en su más profundo interior
convencida de que todo cuanto tiene es don de Dios. Su 18 El contexto indica que aquí no puede tratarse de rapi-
lengua proclama los beneficios divinos y procura, en la dez o lentitud, porque ninguna de estas dos cosas es
vida práctica, seguir Sus mandamientos. (Mawdūdī) moralmente reprensible. El texto pretende, más bien,
modificar la actitud interior que hace que una perso-
12 V. 14:8. El fundamento de la ley moral sirve al provecho na vaya de un lado para otro con ánimo altanero o
del hombre, no al provecho de Dios, que está por encima que finja con artificio modales humildes y modestos.
de toda necesidad y es «digno de toda alabanza». (Yūsuf (Mawdūdī)
ᶜAlī)
19 El «áureo camino medio» es la filosofía de Luqmān y
13 A partir de aquí, y hasta la aleya 15, el texto es una inter- también del Islam. Sé mesurado en todas tus cosas. Si
polación en el discurso de Luqmān, por medio de la cual tienes paciencia, sacarás de ella firmeza y determinación
es Dios mismo quien explica el sentido de las palabras para resistir los embates de la vida. Si tienes humildad, te
del sabio. (Mawdūdī) preservará de la jactancia, sin que disminuya tu valor y tu
justa determinación. (Yūsuf ᶜAlī)
14 Para el precepto de honrar a los padres v. 6:151 o 17:23.
(Quṭb) 20 El texto no quiere decir que deba hablarse siempre en voz
queda. El tono de la voz depende de las circunstancias. El
15 Cuenta la tradición que un hombre llevó a espaldas a su reproche se dirige más bien a quienes dan grandes voces
madre para dar las vueltas a la Caaba. Y luego preguntó para amedrentar a otros o para producir una determinada
al Profeta: «¿He saldado mi deuda?». El Profeta contes- impresión. (Mawdūdī)
tó: «No. No has pagado ni tan siquiera uno de sus gemi-
dos». (Quṭb) 21 V. 14:32-33. (Asad)
El Corán I Azora 31
726
22 Para el concepto de Satán, v. 15:17. Como en otros pa- 24 V. 23:84-89 y 29:61. (Yūsuf ᶜAlī)
sajes coránicos, también en este se condena la imitación
acrítica. V. sobre esta materia 26:74. (Asad) 25 V. 22:61. (Yūsuf ᶜAlī)
Introducción a la Azora 32
AS-SAŶDA
LA PROSTERNACIÓN
Esta corta azora cierra la serie de las que comienzan con las letras ᵓAlif, Lām, Mῑm, iniciada en la
azora 29. Su tema central es el misterio de la creación de Dios, el misterio del tiempo y el misterio
del maᶜād o fin último, contemplados a la luz de la revelación divina. En cuanto a la cronología,
pertenece a la etapa media de La Meca, lo que significa que fue revelada un poco antes que la
anterior. De todas formas, la secuencia temporal carece aquí de importancia.
En esta azora mequí hallamos un ejemplo típico del modo como el Corán interpela, con el tema de
la fe, a los corazones humanos, para despertar su disposición natural y anclarla en esta fe. Se recorre,
pues, aquí, un camino distinto del de la azora de Luqmān.
Hallamos al principio la indicación de que la revelación del Libro está compuesta con las letras
normales del alfabeto y se rechaza toda duda posible sobre esta revelación.
Se presenta, finalmente, una escenografía del último Día. Se menciona la historia de Moisés para
confirmar que existe una conexión entre su misión y la del profeta Muḥammad.
La azora concluye con la instrucción al Profeta para que se aparte de los negadores y los abandone
a su inevitable destino. (Quṭb)
Ibn ᶜAbbās nos ha conservado la tradición de que el Profeta recitaba esta azora todos los viernes
como oración de la mañana.
Ŷābir Ibn ᶜAbdullāh informa que «el Profeta nunca se iba a dormir por la noche sin antes haber leído
las azoras As-saŷda y Tabā raka». (Al-Qurṭubῑ)
Esta azora toma su nombre de la aleya 15, en la que se menciona una reacción característica de los
creyentes. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
Resumen:
Solo a través de símbolos externos conoce el hombre los misterios de la creación, del tiempo y
del final de todas las cosas. La revelación trae fe y humilde adoración y es una bendición, como la
lluvia, que da nueva vida a la tierra inerte. (Aleyas 1-30) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 32
732
Azora 32
AS-SAŶDA
LA PROSTERNACIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
3. Dicen: «¡(Muḥammad) lo ha
inventado!»3. Pero si es la pura Verdad4
revelada por tu Señor para que
adviertas5 a un pueblo que nunca ha
tenido un amonestador antes que tú6 y a
fin de que emprendan el recto camino.
1 V. 2:1 (Yūsuf ᶜAlī) de los siglos IV y V d. C. señalan que por aquellos años
había existido una religión monoteísta cuyos seguido-
2 En tiempos del Profeta los escritos sagrados revelados res veneraban al Dios único bajo las advocaciones de
en épocas anteriores habían sido distorsionados o erró- Ar-Raḥmān (el Misericordioso) y rabbu-s-samāͻi wa-l-
neamente interpretados, o sencillamente se habían perdi- ͻardi. (Señor del cielo y de la tierra). (Mawdūdī)
do. La revelación coránica procede directamente de Dios
y no se compone de opiniones humanas ni es la recons- 7 V. 7:54 y 41:9-12. «Día» no significa aquí el día de nues-
trucción de una filosofía en la que siempre hay espacio tras medidas temporales. En la siguiente aleya 5 se com-
para las dudas y la discordia. V. 2:2. (Yūsuf ᶜAlī) para un día con mil años de nuestras estimaciones y en
70:4 se habla de 50.000 años. Estas cifras deben ser en-
3 Tal imputación es absurda porque: 1) los coraixíes sabían tendidas como épocas, edades o «eones». (Yūsuf ᶜAlī)
que era un hombre sincero y honrado; 2) Muḥammad no
sabía leer ni escribir y aquel Libro superaba con mucho 8 V. 10:3. (Yūsuf ᶜAlī)
las posibilidades de un árabe inculto, salvo que se lo hu-
biera revelado Dios; 3) se daba una razón concreta para 9 V. 2:255. (N. del T.)
su revelación, a saber, que hasta entonces los árabes no
habían recibido ningún profeta. (Yūsuf ᶜAlī) 10 La creación de Dios es buena en sí: es bella, armoniosa
y adecuada a su función. No hay en ella maldad ni des-
V. 10:38. (Asad) orden. Cuando se deja sentir la presencia de la maldad
o del desorden, debe ser atribuida a la voluntad humana.
4 Es la verdad que responde plenamente a la disposición (Yūsuf ᶜAlī)
natural del hombre y que le diseña un género de vida
perfecto, que no es injusta con nadie ni en esta vida ni en V. Génesis 1:31. (Daryabādī)
la futura, ni reprime las fuerzas internas humanas, ni sus
pensamientos y sus impulsos vitales. (Quṭb) 11 Como en 15:29 y 38:72, «algo del espíritu de Dios» es
una descripción del don divino de la vida y de la con-
5 Se dirige al Profeta. (Daryabādī) ciencia o del «alma». (Asad)
6 Siempre vivieron en la Arabia preislámica personas con- 12 V. 13:5. El razonamiento en contra de esta afirmación de
cretas que rechazaron la idolatría y confesaron al Dios los materialistas y escépticos de todos los tiempos es: si
único. Sus concepciones procedían de los elementos que Dios pudo producir por vez primera esta admirable crea-
todavía quedaban en pie de las doctrinas de los antiguos ción, ¿por qué no ha de poder crearla de nuevo? (Yūsuf
profetas Moisés, David, Salomón y Jesús. Inscripciones ᶜAlī)
El Corán I Azora 32
734
13 Si así lo hubiera querido, Dios podría haber dejado 18 Cuando se lee o se escucha este texto en su original
abierto al alma humana un solo camino, a saber, el de árabe, tras esta aleya se hace una inclinación. (N. del
la recta guía, pero Dios quiso que el hombre tuviera una T.)
naturaleza propia, de modo que puede elegir ―pero
también rechazar― la senda correcta. (Quṭb) 19 Para recordar a Dios. Se trata casi siempre de las oracio-
nes voluntarias durante la noche. Hay sobre este tema
14 V. 11:119 y 7:18. (Yūsuf ᶜAlī) numerosos ͻaḥādīṯ. Uno de ellos ha sido transmitido
por Huwad Ibn Ŷabal: «¿No debo acaso señalarte los
15 Los ŷinn o genios son, en este contexto, malos espíritus caminos de la beneficencia? Estos son: el ayuno, que es
que ponen tentaciones a los hombres. (Yūsuf ᶜAlī) una protección, la limosna, porque extingue los pecados
como el agua extingue el fuego, y la oración a media
V. 18:50, donde se califica a Satanás de ŷinn. (N. del T.) noche». (Al-Qurṭubī)
21 El concepto de la Palabra (lit.: «los signos de su Se- 23 El vocablo árabe ͻaͻimma (plural de ͻimām) significa
ñor») abarca señales de todo tipo que pueden ser agru- «jefe», «dirigente», y también «modelo». Todo dirigen-
padas en seis clases: 1) Los signos que hay en todas las te, ya sea político o religioso, debe dar también ejemplo
cosas, desde la tierra al universo. 2) Los signos en la en las cuestiones morales. (N. del T.)
creación del hombre y en su constitución corporal. 3)
Los signos en la intuición, el subconsciente y las con- 24 Una serie de jueces, profetas y reyes guiaban al pueblo
cepciones éticas humanas. 4) Los signos a lo largo de de Israel de acuerdo con la ley de Dios cuando acredita-
las experiencias de la historia humana. 5) Los signos ban su fe y su perseverancia. Si no ocurría así, Dios les
en las catástrofes telúricas y cósmicas que irrumpen retiraba su favor, el pueblo se escindía en grupos encon-
sobre la humanidad. 6) Y, sobre todo, las revelaciones trados y sufría en la práctica una decadencia nacional.
que Dios hace llegar a los hombres por medio de sus (Yūsuf ᶜAlī)
enviados. (Mawdūdī)
25 Según esto, también el Corán debe proporcionar guía y
22 En esta sección la línea argumental vuelve sobre el tema luz, a condición de que los dirigentes de la comunidad
ya abordado al principio de la azora, a saber, sobre el ori- islámica soporten con fortaleza las tribulaciones y se
gen divino de la revelación enviada a Muḥammad que, mantengan consecuentemente firmes en su fe. (Asad)
como aquí se destaca, tiene el mismo origen que la que
le fue concedida a Moisés. (Asad) 26 Otra interpretación: «Déjalos en paz. No te preocupes
por ellos». (Daryabādī)
Otra interpretación: Muhamad, no dudes de que te vas a
encontrar con Moisés en la otra vida. (Mullá) 27 V. 6:158 y 7:71. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 33
739
Introducción a la Azora 33
AL-AḤZĀB
LOS ALIADOS
Cerrada ya, con la azora precedente, la serie de las de contenido místico iniciada en la azora 29, retornamos ahora al suelo de las
duras realidades cotidianas. Son dos, básicamente, los temas tratados: 1) el intento de destruir, por la fuerza bruta, la verdad; 2)
el intento por envenenar, mediante calumnias o conductas indecorosas, las relaciones entre hombres y mujeres. Por lo que hace
al primero de estos temas, se expone la historia de los aḥzāb o aliados, que pusieron sitio a los musulmanes de Medina con el
propósito de destruirlos. Se describen las pérfidas intrigas de los diferentes grupos enemigos, entre ellos los coraixíes paganos,
los judíos (los Banu Nadir, que ya habían sido expulsados con anterioridad de Medina por su traidora conducta), la tribu árabe de
los‚ aṭafān y la tribu judía de los Banu Qurayza de Medina. Era una alianza funesta contra el Islam. Pero aunque pudieron causar
muchas tribulaciones y padecimientos a los musulmanes asediados, el Islam superó victoriosamente la prueba y salió de ella más
fortalecido que nunca.
En La Meca, los coraixíes acosaron con persecuciones, boicot, ofensas y ataques físicos de todo tipo a los musulmanes, hasta el
punto de que algunos decidieron refugiarse en Abisinia y otros, más tarde, optaron por emigrar a Medina. El primer enfrentamiento
armado se registró en el mes de ramadán del año 2, en Badr, y finalizó con la derrota de los coraixíes (v. 3:13 y su nota).
Los vencidos provocaron al año siguiente un choque, con ánimo de desquite. La batalla tuvo lugar en Uḥud, y aunque los
musulmanes sufrieron fuertes pérdidas, Medina se salvó del ataque y los coraixíes tuvieron que retirarse a La Meca sin haber
alcanzado sus objetivos. Comenzaron entonces a tejer una red de intrigas y alianzas y en los meses de šawwāl y ḏū-l-qaᶜda del
año 5 de la hégira pusieron sitio a Medina, con un ejército de 10.000 hombres. A este asedio hacen referencia las aleyas 9-27. Se
prolongó durante dos semanas o, según otras tradiciones, durante 27 días. El hambre, el frío, los constantes tiros de los arqueros y
los ataques sin tregua causaron grandes sufrimientos. Pero al final, los aliados fueron derrotados y se acrecentó el poder del Islam.
El ataque fue vigoroso y bien organizado, pero los musulmanes habían tomado precauciones para resistirle. Entre ellas se contaba
la excavación de un foso en torno a la ciudad, llevada a cabo por indicación del Profeta, bajo la supervisión de Salmān Al-Farsῑ.
Aquella estrategia desconcertó a los atacantes. Tanto el asedio como la batalla han pasado a la historia con el nombre de «Guerra
del foso» o también «Guerra de los aliados».
Por lo que respecta al puesto y a la dignidad de las esposas en el hogar del Profeta y, en general, de las mujeres musulmanas, se
fijan principios básicos que preservan su honor y las protegen frente a las ofensas y las imputaciones calumniosas. Las mujeres
del Profeta desarrollaron una intensa actividad en tareas sociales y en el campo de la instrucción femenina, gracias a la cual las
creyentes recibieron una esmerada educación para el desempeño de funciones al servicio de la comunidad. Dos de ellas (las dos
Zaynab) se dedicaron al cuidado de los pobres. En aquellos tiempos de constantes luchas, revestían singular importancia las
atenciones a los heridos en el campo de batalla. Sabemos que cuando el Profeta cayó herido en la batalla de Uḥud, fue cuidado
por su hija Fátima. Mujeres musulmanes acompañaban a los tropas en campaña para socorrer a los heridos.
Una parte de la azora sintetiza las enseñanzas que pueden extraerse de la Guerra del foso y debió, por consiguiente, ser revelada
algún tiempo después. Aquel mismo año se celebró el matrimonio del Profeta con Zaynab del que se habla en la aleya 37. Es
probable que algunos apartados (por ejemplo la aleya 27) fueran revelados el año 7, después del arbitraje de ˜aybar. (Yūsuf ᶜAlī)
Una buena parte de la azora abarca el largo período de la comunidad islámica que se extiende desde poco antes de la batalla de
Badr hasta poco antes de la tregua de ·udaybiyya. Esta sección se centra enteramente en los acontecimientos históricos y en las
reformas exigidas por la comunidad musulmana en constante expansión. Todos estos sucesos y reformas guardan una estrecha
conexión con la fe en Dios y con la sumisión a sus predeterminaciones. A ello se alude al principio de la azora y con esta
indicación se cierran también algunas disposiciones de naturaleza social. (Quṭb)
La azora procede de Medina y, como todas las de esta época, una parte de ella está dedicada a las normas jurídicas que rigen las
actividades tanto sociales como privadas de la sociedad islámica, y más en especial a las que conciernen a la convivencia en el
marco del hogar. Podemos articular los temas de la azora en tres grandes apartados: 1) los usos y las orientaciones islámicos;
2) las prescripciones y la legislación divinas; 3) relatos sobre las dos campañas militares, esto es, contra los Aḥzāb y los Banū
QurayΩa. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
Resumen:
Deben eliminarse en la convivencia interhumana las costumbres paganas y deben concedérseles a hombres y mujeres el respeto
y la dignidad exigidos por sus relaciones naturales y su rango espiritual. (Aleyas 1-8)
La Guerra del foso y sus enseñanzas: los hipócritas y sus recelos. Deben seguirse la verdad y los buenos ejemplos. (Aleyas 9-27)
Profundo respeto y conducta adecuada en lo relativo a las mujeres del Profeta. No deben prolongarse, en virtud de falsas
consideraciones, los matrimonios desdichados (como el de Zaynab). A las mujeres del Profeta debe dárseles un trato afable y
atento. (Aleyas 28-52)
El Profeta y su familia merecen respeto. Deben evitarse y castigarse las calumnias y las maledicencias. Cuida tus palabras y ten
siempre presente tu responsabilidad. (Aleyas 52-73)
El Corán I Azora 33
740
Azora 33
AL-AḤZĀB
LOS ALIADOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Teme a Dios como has venido haciendo hasta ahora. riores a la Revelación, Zayd había caído prisionero de un
(Daryabādī) hombre llamado Tuhāma. Llegados a La Meca, Tuhāma
se lo vendió a un sobrino de Ḫadīŷa, que se lo regaló a su
2 El año 5 de la hégira fue, desde el punto de vista de la his- tía, quien a su vez se lo regaló a Muḥammad. El Profeta le
toria externa del Islam, una etapa crítica y esta azora debe concedió la libertad y lo adoptó como hijo. (Al-Qurṭubī)
leerse sobre el telón de fondo de los sucesos de aquel tiem-
po. Los aliados contra los musulmanes habían puesto cerco 7 Con este versículo se declaraba además abolida la super-
a la ciudad de Medina, aunque su iniciativa tuvo un desen- chería de presumir de un padre que no era el verdadero.
lace inesperado, pues el único vínculo que mantenía unidos (Mawdūdī)
a aquellos grupos heterogéneos, su odio común contra el
Islam, quedó destruido por el curso de los acontecimientos. 8 En el universo de las relaciones espirituales se le debe al
(Yūsuf ᶜAlī) Profeta más respeto y afecto que a los parientes de carne y
sangre. En algunas lecturas del Corán figuran incluso las
3 «Y pon tu confianza en Dios». V. 4:81. (Yūsuf ᶜAlī) palabras: «y él es un padre para ellos y sus mujeres (del
Profeta) son sus madres». (Yūsuf ᶜAlī)
4 «Dos corazones en un pecho»: dos actitudes contradicto-
rias, por ejemplo, querer servir a la vez a Dios y a Mam- Con esta aleya revisaba Dios algunas de las decisiones to-
món, a la verdad y la superstición, o aparentar una cosa y madas en la primera etapa del Islam, por ejemplo, aquella
ser otra. (Yūsuf ᶜAlī) según la cual el Profeta (Dios le dé salvación y paz) no pro-
nunciaba la oración fúnebre por nadie que hubiera muerto
5 En la época pagana, cuando un hombre decía a su mujer endeudado. Cuando, más tarde, le llevaban limosnas, decla-
«eres para mí como la espalda de mi madre» quedaban rotas ró: «Yo me hago más responsable de cuidar a los creyentes
y prohibidas las relaciones sexuales con ella, como si fuera, que ellos mismos. Así pues, si alguien muere y deja deudas,
en efecto, su madre. Semejante práctica colocaba a la mu- es mi deber cancelarlas. Y si alguien deja una herencia, yo
jer en una situación indefinida, porque no era ni divorciada la repartiré». Este ḥadīṯ ha sido transmitido por Buḫārī y
―lo que le habría permitido casarse con otro hombre― Muslim. (Al-Qurṭubī)
ni tampoco esposa del primer marido. El Islam consideró
prioritario eliminar esta humillante situación: la madre es 9 Se anula la regulación del hermanamiento, normativa in-
madre y la esposa, esposa, y las palabras no pueden alterar troducida por el Profeta después de la hégira para aliviar la
la naturaleza de estas relaciones. (Quṭb) situación de los emigrados que habían dejado en La Meca
sus bienes y haciendas y la de los nuevos musulmanes de
V. 58:1-4. (Asad) Medina que, al abrazar el Islam, rompían los lazos con su
familia. Se trató de un acontecimiento excepcional en la
6 Los impedimentos jurídicos matrimoniales se refieren a los historia de la solidaridad entre los seguidores de una misma
hijos ―y, por analogía, a las hijas― carnales, pero no a fe, pues venía a sustituir el parentesco de sangre e incluía
los adoptivos. (Asad) los derechos hereditarios y todos los deberes que brotan de
las relaciones de parentesco. (Quṭb)
Los entendidos están de acuerdo en que esta aleya se refie-
re a Zayd Ibn Ḥāriṯa, conocido por Zayd Ibn Muḥammad V. 8:75. (Asad)
hasta que fue revelado en 33:5: «... y llámalos por el nom-
bre patronímico de sus progenitores». Durante un enfren- 10 Los legados pueden alcanzar un máximo del tercio del total
tamiento bélico en Siria en los años inmediatamente ante- de la herencia. (N. del T.)
El Corán I Azora 33
742
11 Las aleyas 1-8 deben leerse en conexión con las 36-41 de Qurayzā, que se hallaban a su retaguardia, habían roto el
esta misma azora. (Mawdūdī) pacto que los unía con ellos. A partir de este momento no
tenían ninguna seguridad de que no serían atacados por es-
12 Las aleyas 9-27 giran en torno a la Guerra del foso, el ase- tos últimos, dentro mismo del foso de protección. (Quṭb)
dio a Medina de un ejército de unos 10000 hombres, y a
la campaña contra los Banū Qurayzā y fueron reveladas al 15 El Profeta había preanunciado la difusión del Islam por
final de esta última. (Mawdūdī) toda la península Arábiga y por los imperios persa y bizan-
tino. (Asad)
13 Tras 2-4 semanas de asedio, durante las cuales los enemi-
gos iban perdiendo cada vez más el ánimo, se desencadenó 16 Yaṯrib es el antiguo nombre de Medina. (Daryabādī)
una helada tormenta del Este que desgarró las telas de las
tiendas de los sitiadores, apagó las hogueras y les azotó el 17 Aunque los choques armados se desarrollaron básicamente
rostro con lluvia y arena. Todas estas señales sembraron el en el sector septentrional, todo el perímetro del foso estaba
pánico en sus filas y emprendieron la retirada. (Yūsuf ᶜAlī) estrechamente vigilado. (Yūsuf ᶜAlī)
14 La máxima preocupación de los musulmanes durante el 18 Habían hecho esta promesa en dos ocasiones: antes de la
asedio de los politeístas fue la noticia de que los Banū Guerra del foso y antes de la batalla de Badr. (Al-Qurṭubī)
El Corán I Azora 33
744
19 Dios juzga las acciones humanas no según las aparien- nes de represalia de los sitiados. Pero al cabo de 25 días de
cias externas sino de acuerdo con su sinceridad. Si no van asedio tuvieron que rendirse a los musulmanes y perdieron
acompañadas de buenas intenciones no tienen ningún valor. la totalidad de sus bienes. (Asad)
(Mawdūdī)
24 Se rindieron bajo la condición de que sería Sacd Ibn Mucāẓ,
20 Aunque aquí se interpela en primer término a los de- jefe de los aws, con quien habían mantenido buenas relacio-
fensores de Medina, exhortándolos a armarse con la nes, el que determinara su destino. (Yūsuf ᶜAlī)
fe, el valor y la firmeza del Profeta durante este episo-
dio, la frase es atemporal y su significación es aplica- 25 En su sentencia, Sacad aplicó el castigo más benigno con-
ble a todas las situaciones y circunstancias. (Asad) templado en la legislación del Antiguo Testamento (Deute-
ronomio 20:10-18). De acuerdo con esta norma, todos los
21 Parece aludir a 29:2 (probablemente una de las últimas re- varones de los Banū Qurayzā fueron pasados por las armas,
velaciones de La Meca), 2:155 y 2:214 (una de las primeras sus mujeres fueron vendidas como esclavas y su territorio
revelaciones de Medina). (Asad) repartido entre los emigrantes. (Yūsuf ᶜAlī)
22 Este versículo alude a algunos compañeros del Profeta que, 26 Posible referencia a la campaña de Ḫaybar de otoño del año
en la época de las primeras campañas, juraron combatir a su 7 de la hégira, fértil región al norte de Medina, refugio de
lado hasta la muerte. Pero en su sentido general se extiende judíos hostiles. (Yūsuf ᶜAlī)
a todas las empresas que exigen grandes sacrificios por la
causa de Dios. (Asad) Para otros, se trata de los territorios persas y bizantinos,
incluido el Yemen. Incluso todos los países que los musul-
23 Tras la retirada de los sitiadores, los Banū Qurayzā busca- manes conquisten, hasta el día del Juicio Final. (Rūḥ Al-
ron el amparo de sus fortalezas, pues eran de esperar accio- Maᶜānī)
El Corán I Azora 33
746
27 Muḥammad se casó con Ḫadīŷa quince años antes de su 31 Este precepto no significa que no puedan salir nunca a la
vocación profética. El matrimonio se prolongó durante 25 calle. Se trata de una amable indicación a hacer de su casa
años y su mutuo afecto y respeto fue considerado modélico el centro y refugio de su vida. (Quṭb)
tanto desde el punto de vista espiritual como social. Mien-
tras vivió Ḫadīŷa, no tuvo ninguna otra esposa y habría pre- 32 ŷāhiliyya («ignorancia») no es solo la época preislámica
ferido no volver a casarse, si no le hubieran inducido a lo sino también la idea de la desaparición o de la obnubilación
contrario. de la conciencia, con independencia de la época histórica y
del entorno social. V. 5:50. (Asad)
28 Con anterioridad a la revelación de esta aleya, algunas de
las mujeres del Profeta se habían quejado por el género de 33 El término ḏikr («recordar») admite una triple interpreta-
vida tan modesto que llevaban. (N. del T.) ción: 1) Recordad el favor que Dios os dispensa cuando
hace que se os presenten Sus signos y Su sabiduría. 2)
El cumplimiento de estos deseos habría entrado en colisión Traed a vuestra memoria los signos de Dios, meditadlos y
con uno de los principios básicos del Profeta: que el nivel sacad las lecciones pertinentes. 3) Aprendedlo de memoria.
de vida de su familia no podía ser más alto que el de los (Al-Qurṭubī)
creyentes más pobres. (Asad)
34 Todas las cualidades resumidas en este versículo favorecen
29 Apenas hubo recibido el Profeta la revelación de estas dos la evolución progresiva del alma de los musulmanes. Son
aleyas las expuso a sus mujeres, pero todas ellas rechazaron concretamente la sumisión a Dios, la fe, la obediencia, la
la idea del divorcio y declararon que habían optado «por sinceridad, la paciencia, la humildad, la generosidad, el
Dios, su Enviado y la vida futura». (Asad) ayuno, la castidad y el recuerdo constante de Dios. (Quṭb)
30 La razón de este doble premio o castigo reside en el hecho 35 El hecho de que en esta aleya se cite siempre, y caso por
de que las personas a quienes Dios concede un puesto ele- caso, junto a los hombres a las mujeres, pretende insistir
vado en la sociedad se convierten en guías de sus conciuda- de forma especial en la idea de que sus acciones tienen el
danos, de donde se deriva que el mal o el bien que hacen no mismo valor y que el rango de las mujeres está a la misma
se circunscribe a ellos mismos. (Mawdūdī) altura que el de los hombres. (Quṭb)
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36 Se inician aquí las aleyas centradas en el matrimonio del Se rechaza la errónea idea de que la descendencia física
Profeta con Zaynab. (Mawdūdī) del Profeta pueda implicar méritos o derechos especiales a
favor de sus descendientes. (Asad)
37 Zayd Ibn Ḥāriṯa fue uno de los primeros seguidores del
Islam. Era un esclavo a quien el Profeta ―que le amaba 40 De donde se sigue que debe considerarse su mensaje ―el
como a un hijo― le había concedido la libertad y a quien Corán― como la cumbre suprema y el punto final de todas
le propuso casarse con una prima del propio Muḥammad, las revelaciones proféticas. V. 5:48; 7:158 y 21:107. (Asad)
llamada Zaynab. Pero no fue un matrimonio feliz. (Yūsuf
ᶜAlī) 41 V. 24:35-40 y 2:257. (N. del T.)
38 No existía ninguna otra posibilidad de abolir aquella cos- 42 El Profeta es «testigo» desde varios puntos de vista. 1) Da
tumbre preislámica supersticiosa salvo por la iniciativa con sus palabras testimonio de la verdad y de los funda-
personal del Profeta. Había que demostrar que los únicos mentos de la religión de Dios. 2) Da testimonio práctico a
impedimentos matrimoniales son los derivados de relacio- través de las obras de su propia vida. 3) En la vida futura
nes biológicas reales entre padres e hijos. (Asad) el Profeta testifica que ha transmitido a los hombres, en su
integridad y sin modificación, la revelación de Dios, tras
39 Muḥammad es el «padre» espiritual de toda la comunidad, haberla vivido en su propia conducta, de obra y de palabra.
no de una persona o de un grupo específico de personas. (Mawdūdī)
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43 V. 2:228. El plazo de espera dura tres ciclos menstruales o, 50 Aquí se encuentra la razón de las excepciones en favor
si no es posible determinarlos, tres meses. V. 65:4. (Yūsuf del Profeta. Recordemos que Muḥammad se casó con
ᶜAlī) Ḫadīŷa y que llevó con ella, durante 25 años, una vida
feliz y armoniosa. A su muerte, se casó con Saudah, que
44 Algunos comentaristas entienden que el hombre obsequia- fue, durante cuatro años, su única esposa. Sus sucesivos
rá a la mujer con un regalo que se añade a la mitad de la matrimonios, cuando contaba con más de 50 años, obe-
dote (regalo novicial previamente acordado) que le corres- decen a que el Profeta tenía que acometer la empresa de
ponde a la mujer según 2:237. Si no se ha acordado nin- transformar, mediante una educación global, a un pueblo
guna cuantía, probablemente el regalo deberá ser mayor e rudo e inculto. Para alcanzar este objetivo era indispensa-
incluir el obsequio de que se habla en 2:236. (Yūsuf ᶜAlī) ble la educación de las mujeres. En una vida social regida
por la prohibición de las reuniones libres de hombres y
45 Sin causarles problemas en lo más mínimo y sin coaccionar- mujeres, la única alternativa que se le ofrecía era casarse
las para que no contraigan nuevo matrimonio. (Quṭb) con mujeres de diferentes edades y facultades espiritua-
les y prepararlas para la formación y educación de otras
46 El derecho matrimonial islámico están consignado bási- mujeres. En algunos casos, aquellos matrimonios fueron
camente en las azoras 2:221-235; 4:3-4; 4:19-25; 4:34-35; necesarios para poner fin también a las hostilidades en-
5:5. Aquí se introduce una nueva excepción y se aclaran los tre los diversos grupos de población, como ocurrió con
puntos en que, en razón de las especiales circunstancias, los ͻUmm Ḥabība, cuyo padre, ͻAbū Sufyān, no volvió ya
matrimonios del Profeta se distinguen de los del común de a emprender acciones bélicas contra los musulmanes.
los musulmanes. (Yūsuf ᶜAlī) (Mawdūdī)
47 V. 2:190 y 8:67. Al contraer matrimonio, la esclava alcanza- 51 Según un relato transmitido por cĀͻiša, el Profeta repar-
ba la condición de libre, lo que se consideraba como equi- tía sus atenciones por un igual entre sus esposas y luego
valente a la entrega de dote. (Asad) rogaba en la oración: «Dios mío, hago cuanto puedo; no
me castigues, pues, por algo que escapa a mis posibili-
48 Se menciona aquí a las primas que no están incluidas en dades». Aludía a los sentimientos de su corazón y a su
los grados de parentesco de los matrimonios prohibidos inclinación, no siempre igual, hacia sus mujeres. (Asad)
(v. 4:23-24) en conexión con una limitación específica:
ninguna de ellas podía casarse con el Profeta si no había 52 Esta revelación tuvo lugar el año 7 de la hégira. A partir
emigrado con él. (Yūsuf ᶜAlī) de entonces, el Profeta no contrajo ningún nuevo matri-
monio, salvo el caso de la egipcia, María, que le habían
49 Algunos comentaristas entienden que nunca se dio de he- enviado en señal de amistad interestatal, como era cos-
cho este caso, pero otros, a los que me sumo, opinan que tumbre. Fue la madre de Ibrahim, que murió a muy corta
ocurrió con Zaynab Bint Ḫuzayma, llamada «madre de los edad. (Yūsuf ᶜAlī)
pobres». (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 33
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53 Ya antes de la revelación de esta aleya había propuesto cU- 58 ŷilbāb, plural ŷalābīb: un sobretodo, una prenda larga que
mar, a la vista del gran número de personas que acudían al cubre todo el cuerpo; un manto que tapa el cuello y el pe-
Profeta para exponerle sus asuntos, tomar medidas que pro- cho. (Yūsuf ᶜAlī)
tegieran a sus mujeres de la importunidad de los visitantes.
A este pasaje se le conoce como «la aleya del velo» y, tras 59 V. sobre esta cuestión 24:31. (Asad)
su revelación, se colocaron cortinas en las puertas de la casa
del Profeta. (Mawdūdī) No deben confundirse estas normas con las dictadas en 1
Corintios 11,3-16, donde el precepto de que la mujer lleve
54 Esta señal de respeto fue plenamente observada en la histo- la cabeza cubierta por un velo se justifica por su estatus
ria real. (Yūsuf ᶜAlī) de inferioridad frente al varón. En la normativa coránica
el principio básico de que se parte es el de respeto y alta
55 Se refiere a las mujeres del Profeta. (Asad) estima. (N. del T.)
56 Los comentaristas incluyen también, en esta lista, a los tíos, 60 La deliberada imprecisión de la exigencia de que las muje-
sean paternos o maternos. «Las mujeres» incluye a todas res «se cubran con su indumentaria» pone en claro que este
las que pertenecen a la comunidad musulmana. V. 24:31, versículo formulaba una directriz moral que debe ser obser-
donde se da una lista parecida, referida a todas las mujeres vada en el contexto de los siempre cambiantes trasfondos
musulmanas. (Yūsuf ᶜAlī) temporales y sociales. (Asad)
63 El Corán previene en numerosos pasajes frente a la imita- claró a Moisés inocente de todas las acusaciones vertidas
ción maquinal e invita a la responsabilidad personal. V. por contra él y perdonó finalmente a sus dos hermanos. (Yūsuf
ejemplo 7:72-:173; 9:31 o 28:41. La norma por la que debe ᶜAlī)
juzgarse a los dirigentes y a los modelos humanos son Dios
y Su Revelación. (N. del T.) 65 La expresión qawlan sadīdan señala aquí un modo de ha-
blar verdadero, importante y acertado. (Asad)
64 Los israelitas se rebelaron en numerosas ocasiones contra
Moisés, murmuraron contra él y se opusieron a su ley. Este 66 Los comentaristas clásicos explican el concepto ͻamāna
pasaje parece aludir en especial a Números 12,1-13, donde como «razón», «intelecto» o «libertad de elección», es de-
incluso [sus hermanos] Aarón y Miriam se pronuncian en cir, como la facultad de discernir entre el bien y el mal y de
su contra, porque se había casado con una etíope. Dios de- adoptar la conducta consecuente. (Asad)
El Corán I Azora 34
757
Introducción a la Azora 34
SABĀ
LOS SABEOS
Se inicia aquí una serie de seis azoras, a saber, de la 34 a la 39, que recapitulan algunos de los
rasgos fundamentales del mundo del espíritu. Esta azora 34 pone el acento en la misericordia, el
poder y la verdad de Dios. En la siguiente, la azora 35 (Fāṭir), se nos indica que los ángeles son
una manifestación del poder divino y se nos descubre la enorme distancia que se da entre el bien
y el mal, entre la verdad y el engaño. La 36 (Yā Sῑn) está dedicada al Profeta y al Corán revelado
por su medio. En la azora 37 (ᵓAṣ-Ṣaffāt) se destacan las argucias del mal. La azora siguiente, la 38
(Ṣād), señala que el mal es vencido por la sabiduría y el poder, como ocurrió en los casos de David
y Salomón, y por la paciencia y la firmeza, como en el caso de Job. En la azora 39 (ᵓAz-Zumar),
finalmente, se habla del juicio último de Dios: entonces se establecerá la separación definitiva entre
la fe y la incredulidad y cada cual recibirá la retribución merecida.
Resumen:
El bien y la verdad nunca pierden. El poder y la prosperidad humanos son pasajeros, mientras que el
poder y la justicia de Dios permanecen por siempre y exigirán, el día del Juicio, cuentas individuales
y por separado a cada uno de los seres humanos. (Aleyas 1-30)
La fe y la incredulidad ocuparán al fin el lugar que les corresponde y serán juzgadas según su
auténtico valor. El engaño no tiene ningún poder: la verdad está en Dios. (Aleyas 31-54)
Sabāᵓ es el nombre de una ciudad que estaba situada en lo que hoy es el Yemen. Sus monarcas
y sus habitantes gozaban de dicha y prosperidad. Habían sido agraciados con magníficas viviendas y
espléndidas verdes plantaciones, pero a causa de su ingratitud y su incredulidad su territorio quedó
sepultado bajo la avalancha de ᶜArim.
La azora se remonta a la época de La Meca y vuelve una vez más sobre el tema de la fe unitaria,
exponiendo sus fundamentos, a saber, la unicidad y la singularidad de Dios, el profetismo, la
resurrección y el día del Juicio.
Comienza con la alabanza a Dios, el Excelso, que lleva a su plenitud, gobierna y dirige la creación.
Nada en el cosmos, por muy grande o muy pequeño que sea, escapa al conocimiento y al poder
divinos.
La historia de los profetas David y su hijo Salomón expone cómo Dios les concedió a ambos poder
y capacidades sobrehumanas y cómo puso a su servicio el viento, las aves y los animales.
El aspecto prevalente de la última parte de la azora es la firme insistencia en la verdad coránica del
retorno de los hombres y su agrupación para rendir cuentas el día del Juicio Final en respuesta a los
testigos. (Quṭb)
El Corán I Azora 34
758
Azora 34
SABĀ
LOS SABEOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 La alabanza a Dios sirve de obertura a cinco azoras del 6 Los coraixíes eran plenamente conscientes de que re-
Corán, (1, 6, 18, 34 y 35). En este pasaje se subraya el as- sultaba en extremo difícil persuadir a las masas de que
pecto de que su sabiduría y su misericordia abarcan todas Muḥammad era un embustero, pues todos sabían que era
las cosas del tiempo y del espacio. (Yūsuf ᶜAlī) un hombre absolutamente fiable. De ahí que le acusaran
de enajenación mental. (Mawdūdī)
2 Igual que en esta. (Daryabādī)
7 Lit.: «En un error lejano». V. 12:8 y 95. (Asad)
3 V. 4:40. (N. del T.)
La expresión puede también significar que dado que los
4 V. 8:4. (Asad) incrédulos no quieren admitir la otra vida, no solo están
en el error sino también ya en el castigo. Quienes no creen
5 Así lo advierten aquellos a quienes se les dieron las ante- en el Más Allá viven de hecho inmersos en hondo tormen-
riores sagradas Escrituras. (Daryabādī) to espiritual, sin esperanza de justicia o de recompensa.
(Quṭb)
El texto alude en primer término a los seguidores de las
antiguas religiones de la Escritura, que saben bien que el 8 V. 16:45. (Yūsuf ᶜAlī)
Corán es la verdad y conduce al camino del Excelso, el
Alabado. Se refiere también a quienes ―con independen- 9 V. 26:187. (Yūsuf ᶜAlī)
cia del tiempo y del lugar, del país o de la generación―
han recibido el conocimiento y saben que el Corán es la
llave de todas las verdades del universo. (Quṭb)
El Corán I Azora 34
760
10 V. 21:79-80. (Yūsuf ᶜAlī) tiempo nadie advirtió su muerte. Los ŷinn que realizaban
para él trabajos forzados siguieron desempeñando, pues,
11 En su sentido literal se refiere a cotas de malla, pero pue- sus tareas. Una termita fue royendo el cayado hasta con-
de ser también una alusión a su fina sensibilidad por la vertirlo con el tiempo en carcoma. Entonces el cuerpo,
belleza, tal como se expresa en los Salmos, y también a falto de apoyo, se desplomó en el suelo. Esta historia ha
su amabilidad y su humildad. (Yūsuf ᶜAlī) sido utilizada, según todas las probabilidades, como un
símil de la fragilidad y la insignificancia de la vida hu-
Es también una alusión a su fina sensibilidad por la be- mana y de la caducidad y la vacuidad de la grandeza y el
lleza, tal como se expresa en los Salmos, y también a su poder terrenos. (Asad)
amabilidad y su humildad. (Asad)
Esta alegoría aclara que los espíritus no tienen poder para
12 V. 21:81-82 y 38:36-38. (Yūsuf ᶜAlī) desvelar el futuro, y que al musulmán, de ninguna manera le
está permitido consultar hechiceros o futurólogos. (Mullá)
13 V. 2 Crónicas 3 y 4, donde se describen los diversos ma-
teriales preciosos con que fue construido el templo de 17 Deberían haber advertido, en efecto, que había llegado
Salomón, así como los vasos, lámparas y otros utensilios a su fin el dominio que Salomón tenía sobre ellos. En la
de que fue dotado. (Yūsuf ᶜAlī) forma elíptica característica del Corán se subrayan aquí
las limitaciones del conocimiento empírico y la imposi-
Algunos comentaristas defendían la interpretación literal bilidad de valorar correctamente la conducta adecuada en
de este fragmento: «hicimos manar para él la fuente de una situación dada. El conocimiento empírico no puede
bronce fundido». (Mawdūdī) proporcionar orientaciones éticas mientras no esté acom-
pañado y complementado por la recta guía divina. (Asad)
14 El término miḥrāb (plural maḥārīb) puede aplicarse a
toda estructura arquitectónica elevada y de armoniosas 18 V. 27:22. (Yūsuf ᶜAlī)
proporciones. (Yūsuf ᶜAlī)
19 Provocado por la ruptura del dique de Maarib, que em-
15 Se han derivado de aquí algunas erróneas concepciones, balsaba las aguas de la vertiente oriental de las montañas
admitidas por cierto número de comentaristas, según del Yemen, formando un inmenso lago. No puede fijarse
las cuales Salomón habría mandado construir estatuas. con exactitud la época de esta catástrofe, pero hubo ya
(Mawdūdī) una primera rotura en el siglo II de la era cristiana. Algu-
nos pocos decenios antes de la aparición del Islam el gran
16 Según este relato, Salomón falleció cuanto estaba sen- dique se desplomó de nuevo, y esta vez para siempre.
tado en el trono, apoyado en un cayado, y durante cierto (Asad)
El Corán I Azora 34
762
24 V. 17:62. Empujado por la arrogancia, Satanás declaró: 29 V. 6:19; 7:158; 21:107; 20:1. El profeta Muḥammad
«Voy a poner a sus descendientes (de Adán) bajo mi po- dijo: «Antes de mí, cada profeta era enviado especial-
der, salvo unos pocos». (Yūsuf ᶜAlī) mente a su propio pueblo; pero yo he sido enviado a la
humanidad entera». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 34
764
30 V. 7:187, donde se da una respuesta a esta irónica pregun- 33 El término mutraf designa a «alguien que vive según el
ta. (Asad) principio del placer», es decir, excluyendo todas las con-
sideraciones éticas. (Asad)
31 En el intercambio de recriminaciones entre los seducto-
res y los seducidos hay por ambas partes una pizca de 34 V. sobre esta materia, 6:123; 7:60; 7:75; 7:88; 7:90; 17:16
verdad. Pero las dos se hicieron por un igual culpables, y 23:33-34. (Mawdūdī)
porque no asumieron con lealtad sus propias responsabi-
lidades. (Yūsuf ᶜAlī) 35 El Corán rechaza en numerosos pasajes esta errónea idea
de los individuos de mentalidad materialista. V., entre
V. sobre este punto 7:38-39; 14:21; 28:63; 33:66-68; otros, 2:126; 2;212; 9:55; 13:26; 18:34-43; 19:73-77;
40:47-48 y 41:29. (Mawdūdī) 20:131. (Mawdūdī)
32 Como han destacado los comentaristas clásicos en su in- 36 Y consideran, erróneamente, que la riqueza y la pobreza
terpretación, por ejemplo, de 13:5 o de 36:8, las cadenas son signos respectivamente del agrado o del desagrado
que llevan los hombres inicuos son una metáfora para de Dios. (Asad)
describir la esclavización de sus almas frente a los falsos
valores a los que se someten y el sufrimiento que esta
sujeción les acarrea. (Asad)
El Corán I Azora 34
766
39 V. 74:24 que es, cronológicamente, el primer pasaje en 44 El sentido evidente de estas aleyas es que el destino del
que figura esta expresión. (Asad) hombre en la vida futura es consecuencia directa de su
actitud espiritual y de su estilo de vida durante su ante-
40 V. 30:35, donde se expresa una idea parecida. (Asad) rior estancia en la tierra y está determinado por ellos.
(Asad)
41 Una mentalidad de masas no es el mejor presupuesto para
la percepción de las verdades espirituales. Para esto últi- 45 En esta afirmación de que es imposible que vean cumpli-
mo es necesario que el alma se recoja en sí con absoluta dos sus deseos ―sean positivos o negativos― se sinteti-
sinceridad, como quien está en la presencia inmediata de zan, en cierta manera, sus sufrimientos en la vida futura.
Dios. Es indispensable la reflexión interna, si queremos (Asad)
llegar a captar verdades superiores. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 35
769
Introducción a la Azora 35
FĀṬIR
EL CREADOR
Véase también la Introducción a la azora anterior. Esta azora se centra en el misterio de la creación
y de su conservación mediante el concurso de diferentes fuerzas, representadas a modo de las alas
de los ángeles. Tanto si consideramos la naturaleza exterior como si reflexionamos sobre el ser
humano, la misericordia de Dios proclama Su gloria y protege a sus siervos frente al mal.
Resumen:
Las fuerzas que mantienen en movimiento la creación —representadas por los ángeles— han sido
creadas por Dios, el único digno de toda alabanza. Todo lo demás es nada. (Aleyas 1-26)
De Dios procede todo bien: ¿quién querrá, pues, elegir el mal y arrostrar sus consecuencias? (Aleyas
27-45)
Esta azora de La Meca tiene parecido, cuanto al estilo y la temática, con ͻAr-Raᶜd (la azora del
trueno). Descarga, desde el principio hasta el fin, como golpes de martillo, sobre el alma humana.
El texto sacude vigorosamente y conmociona con impresionante energía la conciencia del hombre
para arrancarle del letargo de su indiferencia con tal abundancia de estímulos que despiertan su
atención para que observe la perfección plena de su entorno y la admirable acción de su Señor y
perciba su calor, su sentido y su orden armónico. Y así es como siente el hombre la mano de Dios y
su providencia generosa y permanente para con todos los seres de su creación.
El Corán I Azora 35
770
Azora 35
FĀṬIR
EL CREADOR
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
4. Si te desmienten (Muḥammad, no
serás el primero), pues también los
anteriores Enviados fueron tachados
de mentirosos. Sin embargo, todo
asunto terminará en manos de Dios.
1 Alabar a Dios significa que hemos adquirido conciencia de rentes poderes. Tienen diversos grados de rapidez y efi-
que ha empleado su poder y su gloria para el bien de su crea- cacia, de acuerdo con los diferentes servicios que deben
ción. Esta es la temática de la presente azora. (Yūsuf ᶜAlī) prestar. (Mawdūdī)
2 El término fāṭir aquí empleado alude a la creación de la 5 La frase puede entenderse también en el sentido de:
protomateria, en la que Dios debe insertar nuevos procesos «Añade a la creación lo que Él quiere». La creación no se
creadores. (Yūsuf ᶜAlī) ha cerrado y concluido en algún impreciso momento del
pasado, sino que está actualmente en marcha, pues Dios
3 Los ángeles son mensajeros de Dios, que traen a la tierra dispone del poder total y su misericordia se sigue derra-
las revelaciones divinas a los servidores por Él elegidos. mando generosamente sobre todas sus criaturas. (Yūsuf
Hallamos nuevas afirmaciones sobre los ángeles en 21:19; ᶜAlī)
7:206 y 66:6. (Quṭb)
6 «Recurso» abarca en el lenguaje coránico todo cuanto
4 Los ángeles son seres que encarnan cualidades o fuerzas, contribuye a conservar y desarrollar cualquier aspecto de
designadas aquí con el término «alas». No debemos figu- la vida, tanto en el ámbito de la materia como del espíritu.
rarnos estas a modo de miembros corpóreos formados por (Yūsuf ᶜAlī)
músculos y plumas. (Yūsuf ᶜAlī)
7 V. 31:33. (Yūsuf ᶜAlī)
La mención de dos, tres o cuatro pares de alas indica que
los diferentes ángeles han sido dotados por Dios de dife-
El Corán I Azora 35
772
18 V. 3:184. (Yūsuf ᶜAlī) 22 La relación de Dios con sus fieles leales y sinceros no es la
de un amo mezquino que reprende a sus criados por el más
19 V. 22:44 y 34:45. (Yūsuf ᶜAlī) mínimo descuido. Dios es magnánimo. Pasa por alto las
faltas de sus servidores fieles y tiene en alta estima todos
20 V. 16:13, donde se menciona la multiforme variedad de la los servicios que le prestan. (Mawdūdī)
naturaleza como señal del poder creador de Dios. (Asad)
23 Este «más tarde» encierra el énfasis de lo definitivo. El Co-
21 Quien no teme a Dios es en este campo un ignorante, rán es el último escrito revelado. (Yūsuf ᶜAlī)
aunque posea toda la formación que puede alcanzarse
en este mundo. En este sentido, el término culamāͻu 24 A la muerte del Profeta, los musulmanes han pasado a ser
«sabios» no designa simplemente a los especialistas los herederos del Corán y se les ha encomendado la tarea
religiosos expertos en las ciencias del Corán y del de seguirlo, custodiarlo y proclamarlo, para que su mensa-
derecho y la teología islámicos, sino que se trata de je pueda llegar a toda la humanidad en todos los tiempos.
un concepto que solo puede aplicarse con propie- Aunque no todos los musulmanes hayan sido fieles al man-
dad a quienes, además, temen a Dios en su interior. dato recibido, tal como podemos comprobar en nuestros
(Mawdūdī) mismos días. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 35
776
31 V. 6:157. La afirmación se refiere en primer término a los 32 Contra el Islam y contra el Enviado de Dios. (Daryabādī)
coraixíes. Su actitud frente a los seguidores de las prece-
dentes religiones monoteístas se basaba en un complejo de 33 V. 30:9. (Yūsuf ᶜAlī)
superioridad o de disculpas insinceras. Reprochaban a los
judíos y los cristianos haberse apartado de la luz de sus re- 34 V. 16:61. (Yūsuf ᶜAlī)
velaciones; en cuanto a sí mismos, afirmaban no haber re-
cibido ninguna revelación directa de Dios, pues de haberla 35 Es decir, hasta el final de su existencia terrena. (Asad)
tenido habrían sido singularmente disciplinados y habrían
dado pruebas más que suficientes de obediencia a las leyes
divinas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 36
781
Introducción a la Azora 36
YĀ , SῙN
YĀ , SῙN
Véase también la Introducción a la azora 34. Nos hallamos ante un capítulo especial, enteramente
dedicado al Profeta y a la revelación que nos ha traído. Esta azora ha sido calificada de «corazón
del Corán», porque desempeña un papel central en las enseñanzas coránicas y expone la doctrina
fundamental acerca de la revelación y de la vida futura. Dado que su temática gira en torno a esta
vida ultraterrena, se recurre a ella en las lecturas de las ceremonias fúnebres.
En 37:130 (texto que se remonta a la misma época) aparece la palabra il yāsῑn.
Resumen:
El Corán está henchido de sabiduría y son desdichados quienes no aciertan a extraer utilidad de
él: así lo indica la parábola de la ciudad que —salvo unos pocos de sus habitantes— rechazó a los
mensajeros de la gracia y de la misericordia que le fueron enviados. (Aleyas 1-32)
Al igual que todas las restantes azoras de La Meca, ésta tiene como objetivo la descripción de la
fe y su anclaje en la conciencia de los musulmanes. Aquí se trata, más en especial, de las escenas
del día de la Resurrección, de la aniquilación de los pueblos calumniadores y de las múltiples
señales de Dios en la naturaleza: la tierra, vivificada por la lluvia; la noche, que aporta la oscuridad
al declinar el día; el Sol, que se precipita a su punto final; la Luna que recorre varias fases hasta
llegar a parecerse al viejo y reseco tallo de la palmera, y otras de este tenor. Junto a estas escenas
de la naturaleza figuran otras del mundo del espíritu que producen una profunda impresión. Son, en
concreto, la de los negadores, cercados por arriba, por abajo y por los costados, de modo que ya no
pueden ver nada; la de las almas humanas sujetas a la vigilancia divina estricta y constante y la de la
creación mediante el solo imperativo de Dios: «Sé» y es. Todas ellas provocan hondas repercusiones
en los corazones humanos. (Quṭb)
El Corán I Azora 36
782
Azora 36
YĀ , SῙN
YĀ , SῙN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 V. 2:1. Algunos comentaristas explican yā como partícula 5 Ni aprenden de la historia ni reflexionan sobre las futuras
vocativa y sīn como abreviación de ͻinsān (hombre), es de- consecuencias de su conducta. Sus prejuicios los han cer-
cir, «¡Oh hombre!». El «hombre» aludiría, en este contexto, cado por todas partes y se han cegado hasta tal punto que
a Muḥammad, en quien está centrada esta azora. (Yūsuf ᶜAlī) ya son incapaces de percibir las verdades más evidentes,
que son patentes para cualquier persona honrada y sin
2 El Corán está impregnado de una infalible sabiduría. El Co- prejuicios. (Mawdūdī)
rán tiene un «alma» o un espíritu (rūḥ) y otras propiedades
de los seres vivos que vivifican los corazones y despiertan 6 V. 35:18. (Yūsuf ᶜAlī)
amor. Todo ser humano, sea cual fuera su nivel espiritual,
se siente interpelado e impresionado por él. (Quṭb) 7 Según Muslim, el Profeta (Dios le bendiga) dijo: «Quien
en su vida como musulmán lleva a cabo una acción ejem-
¿Por qué Dios jura por sí mismo o por sus criaturas? ¿Ne- plarmente buena, recibe tanto la recompensa de su acción
cesita Él jurar para que el hombre tenga fe en lo que está como la de quienes la imitan, sin menoscabar por ello la
diciendo? Los árabes pre-islámicos se acostumbraron a de estos últimos. Y quien, de entre los musulmanes, co-
jurar por las personas más queridas. Dios, así, ha querido mete una mala acción, tendrá la carga tanto de su acción
hacerles saber que el texto coránico es un texto árabe ge- como la de cuantos la imitan, aunque sin reducir la carga
nuino. Sin embargo, es inimitable (V. 36:1 y 2). Al mismo de estos últimos». Los compañeros del Profeta vieron en
tiempo, Dios, con Su juramento, ha querido poner ante los este ḥadīṯ el comentario de esta aleya. (Ibn Kaṯīr)
ojos de los idólatras la prodigalidad de Su obra creacional
y la soberanía y majestuosidad de Su poder, invitándoles a 8 V. 17:13-14. (Yūsuf ᶜAlī)
meditar y reflexionar sobre lo que tiene al alcance de la vis-
ta (V. 37:1 y 53:1). A veces jura de forma negativa, dicendo 9 A los idólatras de La Meca. (Daryabādī)
«No juro por» (V. 76:1), con el fin de matizar una verdad,
como si dijera «No hay por qué jurar por». (Mullá) 10 El Corán no menciona ni el nombre de la ciudad ni el de
sus habitantes. Las tradiciones difieren sobre este punto.
3 Hasta entonces no se les había enviado a los coraixíes Muchos de los comentaristas clásicos han asumido que
ningún profeta. Por esta razón fue elegido uno de los su- se trata de Antioquía. (Quṭb)
yos como portador del mensaje universal a todo el género
humano. (Yūsuf ᶜAlī) 11 Otra interpretación: varios enviados de Dios. (Daryabādī)
12 Este mismo argumento esgrimían contra el Profeta los saron al Profeta, mientras que los habitantes de Medina y
idólatras de La Meca. V. 25:7 y 21:3. (Mawdūdī) de su entorno lo acogieron, creyeron en él y lo protegie-
ron de múltiples maneras. (Yūsuf ᶜAlī)
13 Nótese la contradicción en que incurren cuando también
ellos conceden a Dios el título de «Compasivo», aunque Se trasluce aquí claramente la reacción de un hombre sin-
sea en tono irónico. (Yūsuf ᶜAlī) cero frente a la proclamación. Ha escuchado el mensaje
y, tras llegar al conocimiento de su contenido de verdad,
14 V. 6:91 y 34:31. Referencia a las personas que se consi- le ha dado una respuesta positiva. Una vez que su cora-
deran «creyentes», pero que no están dispuestas a permi- zón ha aceptado la verdad de la fe, esta misma fe le em-
tir que esta «fe» repercuta en los asuntos prácticos de su puja sin descanso, porque se ve impelido a confesarla pú-
vida. Y lo justifican asignando a la religión una simple blicamente y a exhortar a los demás a aceptarla. (Quṭb)
y vaga función emocional y negando todo tipo de reve-
laciones, porque esto significaría que se proclaman —y 18 Los profetas no buscan su propio provecho. Sirven a
deben observarse— valores éticos absolutos. (Asad) Dios y a la humanidad. Depositan su confianza en el be-
neplácito divino y se consagran a su servicio. V. 10:72 y
15 El mismo reproche lanzaban contra el Profeta los des- 12:104. (Yūsuf ᶜAlī)
creídos y los hipócritas de Arabia. V. 4:77. (Mawdūdī)
19 El creyente no experimenta en su corazón sentimien-
16 Ninguna persona es un mal presagio para otra. El destino tos de venganza contra su pueblo, aunque acaban de
de cada individuo cuelga de su propio cuello. Si alguien darle muerte, sino que desea su bien. A través de este
topa con desventuras, es él mismo quien se las causa, y relato se les está diciendo a los habitantes de La Meca:
si con venturas, son producto de sus méritos personales. «De parecida manera, también el Profeta y sus compa-
(Mawdūdī) ñeros quieren vuestro bien. A pesar de vuestras perse-
cuciones, no os guardan rencor por vuestra conducta.
17 Con mucha frecuencia, los marginados y los que gozan No son enemigos de vuestras personas sino solo de
de buen raciocinio son los que aceptan el mensaje y están vuestros errores. El único motivo de su enfrentamiento
dispuestos a empeñar incluso su propia vida por su causa. con vosotros es que debéis caminar por la recta senda».
Los dignatarios, en cambio, se empecinan obstinados en (Mawdūdī)
su rebeldía y sellan su propia destrucción. De parecida
manera, en Arabia los altivos jefes de los coraixíes expul- 20 V. 11:67. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 36
786
21 Todos los hombres son «siervos» de Dios. Esta frase re- desde la Tierra, todo el cielo es oscuro, salvo desde el
mite al día del Juicio, llamado en 11:3 «día de un castigo hemisferio que está en frente del Sol. Pero apenas, en
terrible», y al hecho, muchas veces destacado en el Co- virtud del constante giro de la Tierra, una zona se sale
rán, de que la mayoría de los hombres se enfrentan a la de este ámbito iluminado, es como si se le arrancara la
voz de la verdad como sordos, con lo que provocan su luz diurna y se hunde de nuevo en las tinieblas del cielo
propia muerte espiritual. (Asad) circundante. (Quṭb)
24 Quien medite, libre de prejuicios, la admirable secuencia 28 cUrŷūn: la panícula de los dátiles o la parte interna de
la vida vegetal, tendrá que conceder que este proceso no una panícula. Cuando envejece, se torna amarillenta y
puede surgir por sí mismo sino que obedece a un sabio reseca, se agosta y arruga y adquiere forma de hoz. Por
plan que solo puede ser obra del Dios único. (Mawdūdī) eso se la compara aquí con el disco falciforme de la Luna.
(Yūsuf ᶜAlī)
25 «No tienen ningún conocimiento» se refiere claramente
a cosas o fenómenos todavía inexplorados pero que se 29 El arca del profeta Noé. Todos los hombres nacidos des-
encuentran potencialmente dentro del ámbito de las rea- pués de él son sus descendientes. (Mawdūdī)
lidades perceptibles. (Asad)
30 V. 16:8. En ambos pasajes se presenta la capacidad in-
26 La expresión coránica para designar la secuencia de los ventiva humana como una manifestación directa del po-
días y las noches es muy peculiar, pues, en efecto, visto der creador de Dios. (Asad)
El Corán I Azora 36
788
31 Dado que el término ͻāya, que aparece con frecuencia en peta (o corneta). La trompeta es mencionada en varios
esta sección, significa también «mensaje», podría igual- pasajes, entre otros, 6:73 y 78:18. (Yūsuf ᶜAlī)
mente traducirse «siempre que les llega un mensaje de su
Señor». (Asad) 36 Los moradores del Paraíso se encuentran en el mejor de
los ambientes. Conversan, en una atmósfera de exquisita
Son innumerables los signos de Dios, ya sea en la natu- cortesía, con compañeros de su misma edad. (Ibn Kaṯīr)
raleza exterior, en el interior de los corazones humanos o
en las revelaciones transmitidas por los enviados. (Yūsuf 37 ͻazwāŷ: los consortes, esposos y esposas. (N. del T.)
ᶜAlī)
38 «Fruta» tiene aquí el significado de felicidad unido a un
32 El Corán destaca una y otra vez la significación ética de sabor singularmente exquisito. Dicho de otro modo, se
la limosna y ha instituido el azaque como impuesto obli- trata de aquella suprema especie de dicha que se funda-
gatorio en favor de los pobres. (Asad) menta más en las sensaciones internas que en las circuns-
tancias externas. (Yūsuf ᶜAlī)
33 Los incrédulos no solo tienen obnubilado el entendi-
miento sino embotada la sensibilidad ética. No adoptan 39 Llegamos aquí al nivel más excelso de la felicidad, al
la actitud correcta ni frente a Dios ni frente a su prójimo. saludo místico «paz» de parte de Dios. V. 10:10. (Yūsuf
Reaccionan rechazando toda amonestación y se atrinche- ᶜAlī)
ran tras una concepción de la vida acorde con su conduc-
ta. (Mawdūdī) Se sabe que los árabes no se saludaban con «la paz sea
contigo», sino con «disfruta del día». Para la nobleza, el
34 La resurrección irrumpe súbitamente, mientras los hom- saludo era el siguiente: «Tú estás exento de toda imper-
bres se afanan en los negocios de cada día y no cuentan fección». El Islam, al ser una religión de paz, ofrece un
con la venida de la hora del Juicio. El Profeta lo descri- saludo nuevo: «la paz sea contigo». (Mullá)
be detalladamente como sigue: «La gente camina de un
lado para otro por las calles como de costumbre, com- 40 La expresión «hijos de Adán» quiere poner especialmen-
pran y venden en los mercados y discuten sus negocios te de relieve que fue Satán quien expulsó del Paraíso a los
en sus reuniones, cuando de pronto resuena la corneta. primeros antepasados de los hombres. (Quṭb)
(Mawdūdī)
41 V. 2:172; 4:117; 9:31; 18:52; 19:42 y otros pasajes.
35 Según la tradición, será Israfil el ángel que toca la trom- (Mawdūdī)
El Corán I Azora 36
790
42 Los hombres no deben renunciar nunca a sus decisiones ceptibles, por ejemplo, ídolos o personas divinizadas,
morales, pues son criaturas privilegiadas justo en la me- como conceptos abstractos, tales como el poder, la ri-
dida en que disponen de capacidad de decisión y de un queza o la «felicidad», a los que no se adora de forma
cierto margen de libertad. Pero tampoco deben olvidar consciente, pero a los que se tributa un culto idolátrico.
que «el hombre es débil por naturaleza» (v. 4:28) y que lo (Asad)
será más aún en su edad avanzada, de modo que dispone
de poco tiempo. (Asad) 46 Un viejo proverbio árabe dice: «En cada árbol hay un
fuego», aludiendo evidentemente a la transformación de
43 El texto empalma aquí con las primeras aleyas de la azo- las plantas verdes en combustible. (Asad)
ra, que hablan del origen del Corán. Se rechaza la acusa-
ción lanzada contra Muḥammad de que era un poeta y el 47 Aún más antiguo que el uso del pedernal o del acero es
Corán un libro compuesto por él. (Quṭb) el método de encender fuego mediante frotamiento de
las ramas de un árbol. En la antigua Arabia se empleaba
V. 26:224. La «poesía» tiene aquí el sentido de ficción, de para este fin un instrumento de madera, llamado zand, pl.
narraciones imaginarias y de falsedad, mientras que el Co- zinād, compuesto de dos partes que se frotaban entre sí.
rán es guía práctica, verdadera e inequívoca. (Yūsuf ᶜAlī) (Yūsuf ᶜAlī)
45 El texto abarca tanto los objetos adorados visibles y per- 49 V. 16:40 y otros pasajes parecidos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 37
793
Introducción a la Azora 37
AṢ-ṢAFFĀT
LOS ALINEADOS
C omo ya se ha explicado en la Introducción a la azora 34, ésta es la cuarta de una serie en la que
se manifiestan, de diversas maneras, los misterios del mundo del espíritu, con el propósito de
rechazar y finalmente destruir el mal. La victoria sobre el mal está siempre vinculada a la revelación.
El texto ilustra la lucha disciplinada mediante una alusión a los ángeles en el cielo y a los profetas de
las primeras etapas de la historia humana, desde Noé a Jonás. En cuanto a su cronología, esta azora se
encuadra en los inicios de la época media de La Meca.
El texto de esta azora presenta varias semejanzas con la anterior en cuanto a la brevedad de las aleyas,
la rapidez del ritmo, las múltiples y cambiantes escenas, las imágenes y los matices y la poderosa
impresión que producen en el espíritu. Como todas las restantes azoras mequíes, persigue la finalidad de
anclar firmememente la fe verdadera en el corazón de los musulmanes.
Su propósito es erradicar las supersticiones paganas y, en general, todas las erróneas concepciones y,
más en especial, las que establecen algún tipo de parentesco o entroncamiento familiar entre los ŷinn y
Dios (excelso y alabado sea) o afirman que los ángeles son hijas nacidas de un matrimonio entre Dios
y los ŷinn. La azora denuncia la insensatez y la falta de consistencia de estas concepciones y de otras
similares de los idólatras sobre Dios.
Resumen:
La azora demuestra la unicidad de Dios de la mano de sus signos en el universo y presenta escenas del
día del Juicio en las que serán refutadas todas las falsas afirmaciones de los idólatras y les alcanzará de
lleno el castigo con que fueron amenazados por su idolatría.
El texto habla de la revelación de Dios a su enviado Muḥammad y describe, en este contexto, las
revelaciones concedidas a los profetas anteriores. Se mencionan las historias de Noé, de Abrahán y sus
hijos, de Moisés y Aarón, de Elías, Lot y Jonás, y se señala cómo llega siempre el fin inevitable, en el
que los enviados de Dios y sus fieles seguidores encuentran la salvación y los impíos la aniquilación.
Se narra la historia de la prueba a que fue sometido Abrahán y su superación como ejemplo de auténtica
fidelidad y de absoluta obediencia del siervo de Dios.
La azora comienza con un juramento de Dios en presencia de los poderosos ángeles que le alaban
sin cesar. Se menciona a continuación a los poderosos demonios que intentan, en vano, averiguar los
secretos celestes.
Se concluye con una reafirmación de la excelsitud divina, una súplica en favor de todos sus enviados y
un canto de alabanza a Dios. (Quṭb)
Cruza, a través de todos los misterios del cielo y de la tierra, una línea divisoria entre el bien y el mal:
se establece una contraposición entre sus diferentes objetivos. (Aleyas 1-74)
En su enfrentamiento con el mal, Noé, Abrahán, Moisés, Aarón, Elías y Lot consiguieron la victoria y
la paz. (Aleyas 75-138)
Lo mismo aconteció en el caso de Jonás, cuando glorificó a Dios. Los hombres, en cambio, atribuyen
a Dios cosas indignas de Él. Los enviados de Dios le ensalzan y obtienen el triunfo definitivo. (Aleyas
139-182). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 37
794
Azora 37
AṢ-ṢAFFĀT
LOS ALINEADOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
7. y lo preservamos infranqueable
a todo demonio rebelde6,
1 Es posible que se pongan en fila para la oración, o que mašāriq (de todos los puntos sobre los que sale el Sol).
estén preparados, con las alas desplegadas, para ejecutar V. expresiones parecidas en 7:137; 70:40 y 55:17.
las órdenes de Dios. (Quṭb) (Yūsuf ᶜAlī)
Según un ḥadīṯ de Muslim, ͻAbū Daͻūd y Nasaͻī, el La insistencia en los «diversos puntos de la salida del
Profeta (Dios le bendiga) dijo: ««¿No os queréis alinear Sol» subraya el contraste entre la infinita variedad de las
como se alinean los ángeles?». Los compañeros pregun- cosas creadas y la unicidad y singularidad del Creador.
taron: «¿Y cómo se alinean?». Él dijo: «Forman hileras (Asad)
compactas en las primeras filas y están unos al lado de los
otros en la fila sin espacios intermedios». (Ibn Kaṯīr) 6 V. 15:17. (Asad)
2 Algunos entienden que las tres aleyas se refieren a seres 7 V. 15:18. (Yūsuf ᶜAlī)
angélicos, mientras que otros opinan que en las aleyas 2
y 3 el texto se refiere a personas justas y rectas que sirven En tiempos del Profeta existían augures que predecían el
a Dios y se empeñan por su causa. (Yūsuf ᶜAlī y Alousi) futuro mediante la invocación de los demonios que les
transmitían, supuestamente, todo tipo de información.
3 O recitan el Corán y otros escritos sagrados. (Quṭb) Cuando Muḥammad comenzó a difundir el mensaje que
había recibido del ángel Gabriel, se le comparó con estos
4 El mensaje de Dios se sintetiza en el mensaje de la unici- adivinos. A esta acusación replica aquí Dios que a los
dad divina, sobre la que se insiste aquí con especial énfa- demonios les es imposible espiar el cielo y obtener una
sis. (Yūsuf ᶜAlī) correcta información. (Mawdūdī)
5 Esta unidad abarca todo lo que existe: los cielos y 8 V. entre otros 6:2; 7:12 y 32:7. (Yūsuf ᶜAlī)
la tierra y cuanto hay entre ellos. Es el Señor de los
El Corán I Azora 37
796
9 V. 36:29, 49 y 53. (Yūsuf ᶜAlī) Del mismo modo que Iblīs sedujo a nuestros primeros
padres en el Paraíso. (N. del T.)
10 El día del Juicio es el día de la separación. Se procederá a
la separación definitiva entre el bien y el mal. (Yūsuf ᶜAlī) 14 Los seductores. (Daryabādī)
11 En opinión de la mayoría de los comentaristas el térmi- 16 La arrogancia egoísta fue la célula germinal de la injusti-
no ͻazwāŷ significa aquí «gente que sigue una conducta cia y la rebelión. V. en 2:34 Satanás y en 28:39 el Faraón.
igual a la suya». (Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
12 Así hablan los seducidos a los seductores. (Daryabādī) 17 Debemos recordar que esta afirmación se refiere a las en-
señanzas básicas, que han sido siempre las mismas en
13 Lit.: «Venís hacia nosotros con la derecha». (N. del T.) todas las religiones, y no a las leyes, condicionadas por
el tiempo y las circunstancias, de los anteriores códigos
La expresión «con la derecha» equivale, más o menos, a religiosos. (Asad)
«dando un consejo éticamente bueno», o también «alguien
que sale al encuentro con poder y autoridad». (Asad)
El Corán I Azora 37
798
18 Lit.: «Fruta» (exquisita): V. 36:57. (Yūsuf ᶜAlī) 22 La expresión šaŷaratu-z-zaqqūm, alegoría del Infier-
no, puede traducirse por «árbol de venenosos frutos»
19 V. 15:47. (Asad) y se identifica con el «árbol maldito» mencionado en
17:60. Simboliza el hecho de que los sufrimientos del
20 V. 52:23 y 76:17. (Mawdūdī) Infierno son tan solo los «frutos», es decir, la conse-
cuencia lógica de las malas obras en la vida presente.
21 Lit.: «Como huevos ocultos». Es un antiguo giro lingüís- (Asad)
tico árabe, extraído de la costumbre de los avestruces, que
entierran sus huevos en la arena para protegerlos. (Asad)
El Corán I Azora 37
800
23 V. 21:76-77 (Yūsuf ᶜAlī) y 54:10. (Mawdūdī) porque la azora se centra en el tema «No se haga mi vo-
luntad sino la Tuya». (Yūsuf ᶜAlī)
24 Hay aquí una alusión al diluvio. V. 11:25-43. (Yūsuf
ᶜAlī) 26 Lit. bi-qalbin salīm: con un corazón sano, un corazón
puro, libre de todo mal moral y de toda debilidad en la fe.
25 Hay nuevos detalles sobre esta historia en 21:51-73, pero V. también 2:135, donde se califica a Abrahán de ḥanīf y
aquí figura por vez primera el episodio de su disposición, 26:89. (Yūsuf ᶜAlī)
y la de su hijo, a someterse a esta expresión suprema de
autoinmolación (v. más adelante, las aleyas 102-107), 27 V. 6:76-78. (Asad)
El Corán I Azora 37
802
28 En esto consiste, hablando en términos estrictos, la hégi- 34 En la tradición judía, el hijo que figura en el relato es
ra (emigración, separación, alejamiento del mal). Debe Isaac quien nació cuando Abrahán tenía ya 100 años,
acontecer en el interior del espíritu, antes de poder pasar mientras que cuando nació Ismael tenía 86 (v. Génesis
a ser emigración en el espacio. Significa renuncia a los 21,5 y 16,16). Así, pues, Ismael era 14 años mayor que
padres, al pueblo, a todas las cosas con que el hombre se su hermano, y durante estos catorce años fue hijo único
siente unido en este mundo. La hégira auténtica no es un de Abrahán. En Génesis 22,2 se califica, en cambio, a
acontecimiento único y aislado sino un proceso constante Isaac, de hijo único. Este lapsus indica que una versión
y permanente. (Quṭb) más antigua ha sido recubierta por otra más reciente en
beneficio de una religión tribal. (Yūsuf ᶜAlī)
29 Este hijo es, según la tradición islámica el primogénito de
Abrahán, es decir, Ismael. Su nombre se deriva de la raíz 35 Más allá de la probabilidad de que este término se re-
samiᶜa («escuchar»), porque Dios escuchó la plegaria fiera al carnero que Abrahán sacrificó finalmente en lu-
de Abrahán (v. la anterior aleya). Según Génesis 16,16, gar de Ismael, alude al sacrificio que llevan a cabo todos
Abrahán tenía 86 años cuando nació Ismael. (Yūsuf ᶜAlī) los años los creyentes durante el viaje de peregrinación
en memoria de este episodio de la historia de Abrahán.
30 ḥalīm «dispuesto a soportar y ser paciente». En 9:114 (Asad)
y 11:75 se le aplica este mismo calificativo a Abrahán.
(Yūsuf ᶜAlī) 36 Abrahán es el antepasado de muchos profetas, y también
de esta umma de los musulmanes que consideran la reli-
«De carácter apacible». (Quṭb) gión abrahámica como su herencia. Así lo ha preestable-
cido Dios para ella y ha cargado sobre sus hombros la
31 Lit.: «cuando había alcanzado la (edad) de correr (o de responsabilidad de conducir a la humanidad a la religión
trabajar) con él». El texto alude al momento en que tenía de Abrahán. Ella es la «descendencia» de Abrahán hasta
edad suficiente para comprender y compartir la concep- el día de la Resurrección. (Quṭb)
ción de fe y los objetivos de su padre. (Asad)
37 Con esta sentencia rechaza el Corán la jactanciosa pre-
32 Esta visión tuvo lugar cerca de La Meca. A veces se iden- tensión de los judíos de que, en razón de su línea genea-
tifica el lugar con el valle de Mina, a unos 10 km al Norte lógica, que se remonta hasta Abrahán, Isaac y Jacob, son
de dicha ciudad, donde, en el contexto de los ritos del un «pueblo elegido» por Dios. Dicho de otro modo: que
viaje de peregrinación, se celebra cada año, el 10 del mes Dios conceda su bendición a un profeta o a un hombre
de ḏū-l-ḥiŷŷa, un sacrificio en recuerdo de este episodio. santo no implica un estatus especial en favor de sus des-
(Yūsuf ᶜAlī) cendientes. (Asad)
33 Toda esta historia es simbólica. Dios no necesita la car- Después de ellos vinieron sus hijos y los hijos de sus hi-
ne y la sangre de los animales (v. 22:37) y mucho menos jos, que son sus herederos. No se trata aquí de herencias
la de los seres humanos. Pero sí nos pide, en cambio, entre parientes próximos y lejanos sino de la herencia
que le entreguemos todo nuestro ser. Y para expresar de la religión y del camino de la vida. Quien sigue este
esta exigencia a través de símbolos se nos dice que re- camino es justo, quien recorre senderos desviados es un
nunciemos a cualquier cosa, por muy querida que nos impío a quien de nada le sirve el parentesco, sea próximo
sea, cuando así lo exige el cumplimiento del deber. o lejano, con el Profeta. (Quṭb)
(Yūsuf ᶜAlī)
38 V., entre otros, 28:4-43 y 20:77-98. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 37
804
47 Según Jonás 1,10-15, fue el propio Jonás quien les con- ber escapado, «como un esclavo huido», de la presencia
fesó que «había huido de la presencia de su Señor». Era de su Señor, intentando eludir su misión profética. (Asad)
aquel delito el que los ponía ahora a todos en peligro de
muerte. Por consiguiente, lo arrojaron por la borda y se 50 Jonás es enviado de nuevo a los ninivitas. Nínive era una
calmó la tempestad. (Asad) gran ciudad (v. Jonás 3,3 y 4,11). (Yūsuf ᶜAlī)
48 En los ríos de Mesopotamia hay peces enormes. En ma- 51 V. 10:98. (Yūsuf ᶜAlī)
res septentrionales podía haber sido una ballena. El Co-
rán no menciona el lugar. El Antiguo Testamento dice 52 V. 16:57-59 y 6:100. (Asad)
que Jonás subió a bordo en el puerto de Jope (la actual
Jaffa, en el mar Mediterráneo, v. Jonás 1,3), que se en- V. 4:117; 17:40; 43:16-19 y 53:21-27. (Mawdūdī)
cuentra casi a 900 km de distancia de Nínive. Es más
probable el Tigris, mencionado por algunos de nuestros 53 La mayoría de los comentaristas entiende que la palabra
comentaristas. (Yūsuf ᶜAlī) ŷinn se refiere, en este contexto, a los ángeles. Pero, a mi
parecer, este versículo alude a las fuerzas no perceptibles
49 El vientre o «interior» del pez que «se tragó» a Jonás de la naturaleza, a las que no tiene acceso la observación
simboliza las profundas tinieblas de la desesperación es- directa y que, por consiguiente, solo pueden ser conoci-
piritual de que se habla en 21:87: desesperación por ha- das por sus efectos. (Asad)
El Corán I Azora 37
808
54 Esto dicen los que «se han puesto en fila», con lo que sorpresa lanzado desde la montaña. Los supervivientes
volvemos de nuevo a la idea con que comenzó esta azo- se encuentran, por la mañana, en una miserable situación.
ra. Los que se colocan en fila para rendir culto a Dios en Su pesadumbre es aún mayor si fueron previamente avi-
común —ya se trate de ángeles o de hombres que sirven sados y desoyeron la advertencia. (Yūsuf ᶜAlī)
a Dios— se sienten contentos al ocupar su puesto y cum-
plir las tareas que tienen encomendadas. (Yūsuf ᶜAlī) 57 Estas tres últimas aleyas ofrecen la más atinada conclusión
de los temas analizados a lo largo de toda la azora. (Quṭb)
55 Lit.: «Un recuerdo (ḏikr) de los anteriores». (Asad)
Según la tradición, el Profeta (alabado sea) dijo: «Cuan-
56 Se propone aquí el símil de un campamento enemigo en do pedís la paz para mí, la pedís para todos los enviados
la llanura, destruido mediante un ataque nocturno por de Dios, porque yo soy uno de ellos». (Ibn Kaṯīr)
El Corán I Azora 38
811
Introducción a la Azora 38
ṢĀD
LA LETRA ṢĀD
Para lo concerniente al puesto que esta azora ocupa en la serie de las seis dedicadas a algunos de los
misterios del mundo espiritual véase la Introducción a la azora 34.
La azora presente empalma, tanto en razón de la cronología como de la temática, con la precedente
azora 37 y avanza a lo largo de la misma línea argumentativa. De todas formas, en esta azora 38 el
acento recae sobre la eficacia del poder terreno comparado con el poder espiritual y se señala que
éste segundo es mucho más importante y más real. Para ilustrar esta idea se introducen sobre todo
las historias de David y Salomón, que fueron a un mismo tiempo reyes y profetas, y se traza un
paralelo con las actividades públicas desarrolladas por el profeta Muḥammad: Dios le dé paz.
Resumen:
También Salomón amó a su Señor más que a todos los poderes terrenales, que son buenos, pero de
los que individuos inicuos pueden abusar. De igual modo, Job y otros hombres influyentes y de claro
entendimiento prefirieron el camino que conduce a la felicidad al sendero que lleva a la miseria.
(Aleyas 27-64)
Otro tanto ocurre en el caso del último Enviado de Dios: su buena nueva de la unidad debe prevalecer
—en la medida en que Dios lo permite— frente a todo tipo de envidia y arrogancia. (Aleyas 65-88)
La azora analiza tres importantes temas: la unicidad de Dios, la vocación y revelación del profeta
Muḥammad (Dios le dé paz) y el juicio de Dios. La primera parte describe el asombro y el rechazo
de los habitantes de La Meca ante el hecho de que Dios hubiera elegido para profeta y enviado
justamente a Muḥammad, que no era ni jefe de la tribu ni especialmente acaudalado. Y, ¿por qué
deberían sus múltiples dioses confluir y sintetizarse en definitiva en un solo Dios? Dios les recuerda
las historias de David y Salomón, a quienes Él dotó de ambas cosas, es decir, del profetismo y del
poder terreno. Él sabe quién de sus siervos merece Su favor y quién anunciará mejor Su mensaje. La
historia de Job aporta consuelo a los profetas atribulados y a sus seguidores.
A continuación la azora nos pone ante los ojos una escena del día del Juicio Final que, por un lado,
describe la felicidad de los piadosos que, durante su vida terrena, no se contaron entre los ricos y
poderosos y, por el otro, la gran miseria de los impíos, que fueron altivos en la tierra y se burlaron
de los creyentes débiles. En el siguiente paso se introduce la historia del profeta Adán y, en este
contexto, se subraya que fueron la soberbia de Iblῑs y su envidia a Adán (que disfrutaba del favor
divino) la causa de su expulsión del reino de Dios. La azora concluye con las palabras con que
el Profeta debe instar a su pueblo: no os pido recompensa por transmitiros el mensaje de Dios ni
pretendo añadir nada por mi parte. Es una exhortación dirigida a todo el mundo y vosotros mismos
veréis y experimentaréis lo que acontecerá dentro de no mucho tiempo. (Quṭb)
El Corán I Azora 38
812
Azora 38
ṢĀD
LA LETRA ṢĀD
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1. ¡ 1
, Yo (Dios, juro) por el Corán, el de
gran nombradía,
1 Según Ibn ᶜAbbās y Ḍaḥḥāq, Ṣād sería la abreviación de Meca para alzarse con el poder en la ciudad. (Yūsuf
ṣadaqa Muḥammad («Muḥammad [Muḥammad] —Dios ᶜAlī)
le dé paz— dice la verdad»). (Mawdūdī)
6 Muchos comentaristas entienden la expresión al-millati-
2 Esta misma idea aparece en 16:22 y 2:106. V. también l-ͻaḫirati como referida a la última religión revelada an-
96:6-7. (Asad) tes del Islam, es decir, el cristianismo, que, a causa de su
doctrina trinitaria, se habría distanciado del monoteísmo
3 Se refiere en primer lugar a los árabes paganos. puro. (Yūsuf ᶜAlī)
(Daryabādī)
7 V. 37:75-82; 7:65-73; 7:103-137 y 7:80-84. (Yūsuf ᶜAlī)
4 Esta crítica alcanza una significación atemporal: ilustra
la tendencia de muchas personas a conceder una impor- 8 Lit.: «el señor de las estacas», título dado al Faraón para
tancia determinante sobre la vida humana a un sinnúmero indicar su poder y arrogancia, en el siguiente sentido: 1)
de cosas o circunstancias afortunadas, como la riqueza, Las estacas sostienen la tienda y son símbolo de firmeza
la felicidad, la posición social y otras parecidas, y a otor- y estabilidad. 2) Muchas estacas señalan un gran cam-
garles, por tanto, una condición cuasidivina, en vez de pamento y, por tanto, un ejército numeroso y una gran
reconocer en todo su entorno los universales signos que capacidad de combate. 3) Empalar a alguien es un castigo
remiten al Dios uno y único. (Asad) atroz, frecuentemente practicado por los soberanos arro-
gantes, como el Faraón. (Yūsuf ᶜAlī)
5 En los inicios de la proclamación del Islam, el Envia-
do de Dios y sus seguidores fueron perseguidos por 9 V. 7:73-79; 11:61-68; 26:141-159 y 27:45-53.
los idólatras. Los enemigos más declarados del nuevo (Yūsuf ᶜAlī)
movimiento presionaron a ͻAbū Ṭālib, tío del Profeta,
para que se distanciara de su sobrino, por el que sen- 10 V. 7:80-84; 11:70-83; 15:55-57; 21:74-75 y 26:160-175.
tía un gran afecto. Al fracasar este plan, los dirigentes (Yūsuf ᶜAlī)
coraixíes ensayaron una nueva estrategia de descrédito
del Islam mediante calumnias. Afirmaban, entre otras 11 El pueblo de Šucayb. (Quṭb)
cosas, que las verdaderas intenciones del Profeta con-
sistían en destruir el influjo personal de los jefes de La V. 15:78. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 38
814
12 David estaba dotado de una extraordinaria fuerza física. visión para poner a prueba su calibre moral y espiritual.
Siendo todavía muy joven dio muerte al gigante filisteo Por muy poderoso que fuera como rey y muy justo como
Goliat. V. 2:249-252. Antes de aquel combate singular, juez, en el momento en que consideraba con autocompla-
no solo sus enemigos sino hasta sus propios hermanos se cencia estas cualidades echaba a perder todos sus méri-
burlaban de él. Pero puso en Dios su confianza, alcanzó tos. En definitiva, era un hombre como todos los demás.
la victoria y fue, al fin, coronado rey. (Yūsuf ᶜAlī) (Yūsuf ᶜAlī)
16 Al contrario que el Antiguo Testamento, el Corán des- trataba de un castigo por su erróneo comportamiento y se
cribe a Salomón como rey justo, no como idólatra. (v. volvió, arrepentido, a su Señor. (Alousi y Quṭb)
1Reyes 11,6). (Yūsuf ᶜAlī)
20 Un reino espiritual que nadie podía heredar y que, por
V. 2:102; 21:78-82; 27:15-44 y 34:12-14, con sus notas. tanto, tampoco podía ser víctima de envidias o intrigas.
(Mawdūdī) (Asad)
17 En el Antiguo Testamento no se menciona este episodio. Pedía un reino absolutamente especial en el que se pu-
Entiendo este pasaje en el sentido de que, al igual que diera reconocer al instante que en él estaban presentes las
su padre David, también Salomón procuraba, con gran maravillas de Dios. (Quṭb)
escrupulosidad, que no se mezclaran en sus altas me-
tas espirituales bastardas intenciones egoístas. (Yūsuf 21 V. 21:82 y 34:12-13. (Yūsuf ᶜAlī)
ᶜAlī)
22 Tanto en el Ṣaḥīḥ de Buḫārī, como en el de Muslim, se
18 La palabra árabe ḫayr que aparece en el texto se utili- narra que Dios (alabado y excelso sea) preguntó al profeta
za para designar tanto grandes riquezas como caballos. Muḥammad si quería ser siervo y enviado de Dios o pre-
Como Salomón los destinaba a las luchas por la causa de fería tal vez vivir en la tierra como rey y profeta. «Elijo la
Dios, se les designa aquí con este término. (Mawdūdī) primera opción, porque en la vida futura esto supone un
nivel más alto junto a Dios», contestó. (Ibn Kaṯīr)
19 Una posible interpretación sería que estuvo durante al-
gún tiempo tan enfermo que no pudo despachar desde el 23 Para toda esta sección, v. 21:83-84 (Yūsuf ᶜAlī) y 4:163
trono los negocios del reino. Reconoció entonces que se y 6:84. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 38
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24 El diablo susurró a la mujer de Job que si verdaderamente 27 Lit.: «casa», «hogar». Se quiere así insistir en la idea de
Dios le amara lo habría liberado ya desde mucho antes que este mundo no es la verdadera patria del hombre,
de aquellos sufrimientos. Cuando se lo dijo a su marido, sino solo una estación de tránsito, que tendrá que aban-
este sintió una honda tristeza y juró que, cuando se curara, donar inapelablemente. (Mawdūdī)
le aplicaría en castigo cien azotes. Pero una vez recupe-
rada la salud, se arrepintió de su precipitado juramento, 28 V. 37:101-107. (Yūsuf ᶜAlī)
porque advirtió que aquella «blasfemia» no era sino ex-
presión de su amor y su compasión por él. Se le comunicó 29 V. 6:86. V. también 1Reyes 19,15-21 y 2Reyes, 2-13.
a continuación que podía cumplir su juramento mediante (Mawdūdī)
una acción simbólica, es decir, golpeándola con un mano-
jo de yerba compuesto por cien tallos. (Quṭb y Asad) 30 V. 21:85. (Mawdūdī)
La historia de Job nos enseña que decidir ejecutar un acto 31 V. 36:57. (Yūsuf ᶜAlī)
injusto, aun jurando hacerlo, no impide retractarse y arre-
pentirse mediante una expiación. (Mullá) 32 Esta referencia alegórica a los goces del Paraíso figura
tres veces en el Corán, a saber, aquí —cronológicamen-
25 Algunos juristas opinan que se trata, en este caso, de una te el pasaje más antiguo— y en 37:48 y 55:56. (Asad)
solución personal solo válida para Job. Pero otros entien-
den que se abre aquí la posibilidad de aplicarla en benefi- 33 V. 14:29. (Yūsuf ᶜAlī)
cio también de otros. Basándose en tradiciones auténticas,
consideran justificado que, cuando una persona débil o 34 V. 78:25. (N. del T.)
enferma ha merecido un determinado número de azotes,
puede cumplir el castigo de esta manera simbólica. (Asad) 35 Así hablan los seducidos a los seductores. (Daryabādī)
63. (de los que, con craso error por nuestra parte)
hacíamos burla?37 ¿O es que (están aquí con
nosotros pero) escapan a nuestra vista?».
37 El texto alude a los profetas y los hombres justos que el sentido empalma con la afirmación de 2:31 según la
—como el Corán destaca en varios pasajes— han sido cual Dios enseñó a Adán «los nombres de todas las co-
siempre en este mundo blanco de las burlas de quienes se sas», es decir, ha dotado a los hombres de la facultad del
hallaban atrapados en las redes de la vida terrena y fueron conocimiento conceptual y, con ello, de la capacidad de
inaccesibles a todas las exhortaciones morales. (Asad) discernir entre el bien y el mal. Y puesto que el ser huma-
no posee esta capacidad, no tiene excusa alguna para no
38 En el Corán aparece seis veces (en 2:30-34; 7:11ss.; conocer y confesar que Dios es el Único: justamente el
15:23-44; 17:61-65; 18:50 y aquí) la alegoría de la crea- importante mensaje de la sección anterior. (Asad)
ción del hombre, del mandato de Dios a los ángeles de
postrarse ante este nuevo ser y de la negativa de Iblīs a 39 V. 7:18 y 7:179. (Yūsuf ᶜAlī)
obedecer la orden. Cada uno de estos pasajes destaca un
aspecto especial. En esta azora, sin duda la más antigua, 40 V. entre otros 25:57 y 26:109. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 39
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Introducción a la Azora 39
AL-ZUMAR
LAS CUADRILLAS
E sta es la última de una serie de azoras que comenzó con la azora 34 y que trata de los secretos del
mundo espiritual, incluida la vida futura y el encuentro con Dios. Véase también la introducción
a la azora 34. Temáticamente trata de cómo la creación, en toda su diversidad, se divide en grupos
y clases que siguen un plan único y que son mantenidos por el único Dios, el que el día del Juicio
separará lo bueno de lo malo.
Cronológicamente esta azora pertenece a la época mequí tardía, pero su orden cronológico no tiene
ninguna relevancia.
Resumen:
La diversidad de la creación remite a una planificación unificada: solo hay un Dios; a Él le corresponde
toda veneración y de Él proviene toda justicia y gracia. (Aleyas 1-21)
Hay una unidad en la revelación y el buen camino procede solo de Dios, pues todo lo demás es vano.
(Aleyas 22-52)
La misericordia de Dios es universal: no dudéis, aspirad a ella antes de que sea demasiado tarde,
puesto que, con toda seguridad, el juicio y la justicia llegarán. (Aleyas 53-75)
El Corán I Azora 39
824
Azora 39
AL-ZUMAR
LAS CUADRILLAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
3. La verdadera Fe es la Prístina (y el
verdadero culto a Dios es el voluntario y
sincero acatamiento a Sus mandamientos).
En cuanto a los que adoptan a sus ídolos
por intercesores ante Él, alegando: «Les
rendimos culto para que nos acerquen
a Dios (adulterando Su Unicidad)2», Él
se pronunciará sobre la controversia
al respecto entre estos y los creyentes
sinceros. Dios no ilumina al embustero ni
al conocido por su ingratitud.
1 Servir a Dios significa adorarlo solo a Él, seguir Su 7 V. 6:143-144. Las cuatro especies —machos y hembras—
buen camino y obedecer de modo solícito Sus mandatos. que Dios ha entregado a los hombres para su provecho son:
(Mawdūdī) ganado bovino, ovino, camélido y caprino. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Aquí se rechaza la idea de la existencia de seres — 8 V. 22:5. Las tres cavidades que cubren al hijo no nacido
ángeles o personas— que pueden mediar entre los son: el saco amniótico, el útero y el vientre de la madre.
hombres y Dios. Esta idea proviene de concepciones (Yūsuf ᶜAlī)
supersticiosas y son imitación de creencias anteriores.
(Mawdūdī) Otra interpretación de las tres cavidades oscuras sería la
formada por bolsa amniótica, en cuyo interior está el feto,
3 Afirmar que Dios tiene un hijo es una blasfemia. Si ese y el líquido amniótico, que es la más interna, la membrana
fuera el caso, entonces Él tendría que tener una compañera coriónica que envuelve la anterior, y el endometrio, que
(v. 6:101) y Su hijo sería de la misma clase que Él, mien- reviste la cara interna del útero (la membrana más exter-
tras que Dios es único e incomparable y no hay nada que a na). Las tres membranas o capas, juntamente con la pla-
Él se equipare (v. 112:4). (Yūsuf ᶜAlī) centa, acompañarán el feto hacia el exterior en el momen-
to del parto. (Mullá)
4 V. 6:73 (Yūsuf ᶜAlī) y 10:5. (Asad)
9 Otra interpretación: os dejáis desviar de la verdad. (Asad)
5 V. 13.2. (Asad)
10 Esta afirmación aparece en el Corán otras cuatro veces:
6 V. 4:1. (Yūsuf ᶜAlī) 6:164, 17:15, 35:18 y 53:38. (Asad)
El Corán I Azora 39
826
12 El pronombre posesivo « Mis» se refiere a Dios y no al 17 La palabra ṭāǵūt significa rebelión. Cualquier divinidad,
Profeta. (N. del T.) a excepción de Dios, cualquier fuerza seductora de mal-
vadas ambiciones, será así designada ya que adorarla y
13 V. 29:57. Nosotros no podemos alegar que nuestras cir- servirla supone una rebelión contra Dios. V. 2:256; 4:60 y
cunstancias existenciales nos atan las manos. Si en nues- 76, 27:36. (Mawdūdī)
tra tierra no podemos actuar según nuestras creencias
debemos contar con ser perseguidos o tener que emigrar. 18 Los comentaristas entienden qawl de dos modos: 1)
(Yūsuf ᶜAlī) una «palabra» cualquiera, entonces significa que los
hombres buenos escucharan todo aquello que se les
14 Aquellos que valientemente soportan penurias y persecu- diga y escogerán lo mejor, lo que es correcto y verda-
ciones de todo tipo y sirven a Dios constantemente reciben dero. 2) «la palabra de Dios», entonces significa que
innúmeras recompensas. Esto engloba a los que emigran ellos la escuchan con respeto; allí donde una interpre-
y, en países extraños y a causa de su religión, sufren penu- tación tranquilizante sea posible para los que no son
rias, y a los que soportan persecuciones y penalidades en lo suficientemente fuertes, los que están dotados de
su lugar de origen. (Mawdūdī) más profundo conocimiento, deberían aplicarse solo a
sí mismos la interpretación más rigurosa. (Yūsuf ᶜAlī)
15 V. 6:14. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 39
828
20 V. 25:53. (Yūsuf ᶜAlī) 23 Del principio al final, el Corán anuncia el mismo obje-
tivo, la misma creencia y el mismo sistema para ideas y
21 Lit. «a quien Dios le ha abierto o ensanchado el pecho acciones. Cada parte confirma y comenta temáticamen-
al Islam», lo que significa que no le queda ni un ápice te las otras, y en sentido y estilo existe plena armonía.
de duda, desconfianza, preocupaciones o miedos. Decla- (Mawdūdī)
ra con plena alegría que eso es la verdad y no le queda
otra opción que seguirla. Acepta la revelación divina y la Con respecto a la coherencia interna del Corán, v. 4:82 y
sunna de Su enviado como si fueran voces de su propio 25:32. (Asad)
interior. Cuando renuncia a cosas prohibidas no siente nin-
guna presión, ya que está convencido de que no le van a 24 V. 16:26. (Yūsuf ᶜAlī y Asad)
aportar nada; sería una pérdida mayor la de la gracia divi-
na. (Mawdūdī) 25 V. 18:1 (Yūsuf ᶜAlī); 12:2; 13:37; 14:4 y 41:44. (Asad)
El Corán I Azora 39
830
26 En la teología cristiana esto se tilda como «pecado contra 32 V. 11:93. (Yūsuf ᶜAlī)
el Espíritu Santo» (V. Mateo 12,31-32). (Yūsuf ᶜAlī)
33 V. 6:60. El sueño es el hermano gemelo de la muerte.
27 Esto no solo se refiere a las divinidades falsas en sentido Mientras dura nuestras almas se liberan de la cárcel del
estricto, sino también a los santos, a conceptos abstractos a cuerpo. Dios las toma para sí temporalmente. Si, según
los que las ideas populares atribuyen fuerza carismática y la voluntad divina, debemos cumplir todavía otro lap-
a todos los valores falsos que influyen en los pensamientos so de vida, entonces el alma regresa al cuerpo y nues-
y sentimientos del hombre. (Asad) tras funciones vitales se reanudan nuevamente. (Yūsuf
ᶜAlī)
28 V. 29:61; 23:85 (Yūsuf ᶜAlī) y 31:25. (Asad)
34 Dios quiere, con ello, que nos demos cuenta de que nues-
29 V. 33:17. (Yūsuf ᶜAlī) tra vida y nuestra muerte están plenamente en Su mano.
(Mawdūdī)
30 V. 12:67 y 14:12. (Yūsuf ᶜAlī)
35 Con respecto a «intercesión» o «mediación» v. 2:255;
31 V. 11:121. (Yūsuf ᶜAlī) 10:3; 20:109; 21:28. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 39
832
42 V. 6:73; 14:48; 18:99; 20:102-103; 22:1 y 27:87. Seguramente aquí el término «testigos» significa el des-
(Mawdūdī) pertar de una nueva conciencia humana que obliga, el día
del Juicio, a prestar testimonio contra sí mismo. V. 6:130.
43 La tierra, el día de la resurrección, se convertirá en una (Asad)
nueva tierra, así como también el cielo. Encontramos una
referencia más amplia de este cambio en 20:105-107. 46 De aquí el título de la azora. Cuando un hombre no se
(Asad) atiene a sus propias convicciones o busca la verdad por su
propia cuenta será incluido en el conjunto de aquellos a
44 V. 17:13-4 y 18:49. (Asad) quienes espera la aniquilación. (Yūsuf ᶜAlī)
45 Entre los testigos no solo se encuentran hombres. También 47 Estas son las palabras introductorias de la primera azora
hay ángeles, e incluso los miembros del cuerpo humano. y describen una atmósfera de plena dicha en el cielo, en
V. 17:14; 24:24; 36:65 y 41:20. (Mawdūdī) la luz ante su Señor, el Señor todopoderoso de todos los
mundos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 40
837
Introducción a la Azora 40
GĀFIR
EL PERDONADOR
Esta azora se llama también ᵓal-Muᵓmin («el creyente») por la historia de un único creyente entre la gente
del Faraón, que confesaba su fe y tenía en cuenta el futuro (aleyas 28-45). La azora 23, que se titula ᵓal-
Muᵓmin («los creyentes»), trata, temáticamente, del poder colectivo de la fe y la virtud. Esta azora trata
de los testimonios de fe y virtud del hombre individual y, también, de su triunfo final. Aquí se inicia una
serie de siete azoras (40-47) que comienzan por las letras ḥā mῑm. Cronológicamente, todas pertenecen a
la misma época, la mequí tardía, y se suceden una a la otra. No hay una explicación autorizada sobre el
significado concreto de las letras abreviadas ḥā mῑm. Si mῑm posee un significado semejante a ᵓAlif lām mῑm
(v. 2:1 y notas), entonces significa el final de todas las cosas, el Juicio Final, y todas estas azoras llaman
nuestra atención en tal sentido. El enfático sonido gutural ḥā puede indicar, en contraposición al suave
sonido aspirado de ᵓAlif, que el principio solo figura en razón del final, el presente en razón del futuro y para
acentuar el elemento escatológico de la fe. Sin embargo, esto solo es una suposición y no debe ser tenido
demasiado en cuenta. Temáticamente toda la serie trata de la confrontación entre la fe y la incredulidad, la
revelación y el rechazo, lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso. Queda claro que en todas estas parejas
el primer elemento es el verdadero amigo, colaborador y protector del hombre, mientras que el segundo es
su enemigo. La palabra ḥamῑm (protector...) se utiliza en el mismo sentido que en 40:18 y 41:34, a la vez
que existen palabras utilizadas en otras azoras con un significado semejante, como por ejemplo waliyy o
naṣῑr (42:8, 31), qarῑn (43:36, 38), mawlā (45:41) y la forma plural de waliyy en 45:19 y 46:32, y el de naṣῑr
en 45:34 . ¿Puede admitirse una conexión entre las letras abreviadas ḥā mῑm. y esta idea, tal y como queda
expresado en el término ḥamῑm?
Otra posible interpretación es que ḥā aparezca en lugar de Ḣayy, y mῑm por Qayyūm. Estos son dos nombres
de Dios y significan: 1) El Pleno de vida y 2) El Eterno que se sostiene por Sí Mismo. Uno señala a la vida y a
la revelación, y el otro a la vida futura y la eternidad. La azora introducida con ḥā mῑm. trata, temáticamente,
de estas dos esferas. También esto es una mera suposición y no debe ser dársele excesiva importancia.
(Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
La azora comienza con la descripción de las características de Dios, Sus actos visibles y espirituales y Sus
signos en el universo. Siguen algunas escenas sobre el fin de los tiranos, ninguno de los cuales escapa del
castigo divino. En esta agitada atmósfera transcurre la calmada y cordial escena de los portadores del trono
de Dios, de cómo alaban sinceramente a su Señor y piden perdón para los creyentes. La historia del conflicto
entre la fe y la tiranía se manifiesta con el ejemplo del pronunciamiento de Moisés ante el poderoso tirano
Faraón y su grupo. El Faraón, con su poder y arrogancia, quiere aniquilar a Moisés y a sus seguidores por
miedo a que la nueva creencia destruya su prestigio y poder. Un creyente del pueblo, que había ocultado su
fe, toma la palabra para, siempre de un modo cuidadoso y diplomático, explicar clara y directamente la causa
de Dios. La historia concluye con la aniquilación en el mar del Faraón y sus secuaces. El proclamador de la
verdad y sus seguidores, los creyentes, se imponen y son respetados. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
Resumen:
La fe siempre se justifica, puesto que Dios perdona; pero el mal lleva consigo inevitables consecuencias, ya
que Dios sabe y es justo. (Aleya 1-20)
En la historia, la maldad siempre ha encontrado un mal final. Tal vez en medio de la maldad se ignore la
protesta de la fe, pero Dios la protege, mientras que el mal pasa. (Aleyas 21-50)
No hay duda con respecto al Juicio Final; se manifestará el poder divino, la bondad y la justicia; ¿pondrá el
hombre esto en duda o aceptará las señales antes de que sea demasiado tarde? (Aleyas 51-85)
El Corán I Azora 40
838
Azora 40
GAFIR
EL PERDONADOR
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
2 Según la idea islámica, el perdón se basa en el arrepenti- La comunidad de creyentes es la verdadera comunidad
miento de los culpables por una parte y en la misericordia que une a las criaturas divinas y terrenales. (Mawdūdī)
divina y la disposición para el perdón por la otra. (Quṭb)
10 Los compañeros del bien, sus seres queridos y parientes
3 El término kufr está utilizado aquí con un doble sentido: tienen participación en su bondad y en su felicidad, siem-
«Negación de la verdad» e «ingratitud». Con el primer pre que intenten ir por el mismo camino. Y la gracia de
significado la frase expresa: solo se comportan así los Dios surte efecto siempre para todos. (Yūsuf ᶜAlī)
que se han apartado de la verdad y están decididos a no
aceptarla. (Mawdūdī) V. 13:23 y 52:21. (Mawdūdī)
4 Un oponente malintencionado no quiere entender, y 11 Líbranos del mal de todo tipo. (Daryabādī)
mucho menos facilitar el entendimiento de los demás.
Lo que quiere es humillar y desprestigiar a su contrin- La palabra sayyiͻāt se utiliza con tres significados distin-
cante. Por ello no se preocupa en plantear la verdadera tos que son aquí válidos: 1) Creencias falsas, moral ter-
problemática, sino que se detiene en puntos irrelevantes. giversada y malas acciones; 2) Las consecuencias de los
(Mawdūdī) errores y las malas acciones; y 3) Calumnia, infortunio y
aflicción en este mundo, en los estadios intermedios o en
5 V. 3:197. (Yūsuf ᶜAlī) el día de la Resurrección. (Mawdūdī)
22 V. Éxodo 9,20. (Daryabādī) 26 Dios solo permite que se extravíen aquellos que posean
una de estas tres características: 1) Los que, con sus ma-
23 V. 38:11-13. (Yūsuf ᶜAlī) las acciones, sobrepasan todos los límites y desarrollan
el gusto de rechazar cualquier tipo de exhortación. 2) Su
24 Puede ser una alusión al día del Juicio. (Yūsuf ᶜAlī) constante comportamiento frente al Profeta se caracteri-
za por su desconfianza y sospecha. 3) Intentan enfren-
25 Se recuerda aquí la misión de José en Egipto (v. azora tarse a la revelación divina con argumentos dudosos no
12). Los egipcios sacaron mucho provecho de él gracias basados en la razón ni en cualquier escritura sagrada.
a los beneficios materiales que les trajo, pero fueron es- (Mawdūdī)
cépticos frente a las verdades espirituales que él les anun-
ciaba. (Yūsuf ᶜAlī) 27 V. 28:38. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 40
844
29 El culto al rey solo era uno de los tipos de blasfemia egip- 32 V. 39:71. Los infelices seducidos se dirigen ahora a los án-
cia, pero incluía otros muchos aspectos, como la vene- geles que vigilan el Infierno y les piden que recen por ellos e
ración de héroes, animales, fuerzas naturales buenas y intercedan. Pero los ángeles deben vigilarlos y no interceder
malas e ídolos de todo género. (Yūsuf ᶜAlī) por ellos. En su disculpa, les preguntan: «¿No habéis reci-
bido advertencias de los enviados de Dios en vuestra vida
30 En esta aleya se trata del castigo en su fase intermedia, pasada, de hombres como vosotros mismos?». (Yūsuf ᶜAlī)
descrito por la tradición como «castigo de la sepultura».
A la resurrección le sigue el gran y definitivo castigo. Esto es quizá también una representación alegórica de la
(Mawdūdī) conciencia que se ha despertado en los culpables. (Asad)
El Corán I Azora 40
846
33 Para la función de la Torá v. 3: 48,50,65,93; 5:43-46,66- igual manera, en polvo después de la muerte, y, por lo
68,110; 7:157; 9:111; 48:29; 61:6 y 62:5 (N. del T.) tanto, tendrán el mismo destino. Esto contradiría a la ra-
zón y la justicia, y sería inútil y falto de todo valor ético.
34 El término ḏanb significa un error involuntario. Referido (Mawdūdī)
a una personalidad profética, designa una acción imper-
fecta, que en sí no es criticable pero que es indigna de su 40 Que uno se dirija sumiso y lleno de esperanza a Dios y
elevado rango. (Daryabādī) que Lo invoque con la oración es un don divino. Una gra-
cia adicional es que Dios escuche estos ruegos. (Quṭb)
35 La alabanza de Dios es el único medio a través del que
aquellos que laboran a favor de Su causa reúnen la fuerza 41 V. Isaías 55,6; y Lucas 21,36. (Daryabādī)
necesaria para superar las dificultades. (Mawdūdī)
V. 2:186. (Asad)
36 La frase alude al autoengaño que lleva a muchos agnósti-
cos a la errónea conclusión de que el hombre no depende 42 Según diversos relatos el Profeta dijo: «La oración es la
de Dios, y de que no tiene por qué aceptar que es respon- esencia del servicio divino» y «Dios se irrita con quien no
sable ante un poder superior. V., en este contexto, 96:6-7, Le pide nada». Aquí se hacen a menudo objeciones sobre
así como la aleya 35 de la presente azora. (Asad) la inutilidad del rezo, ya que Dios guía el destino de los
hombres. Sin embargo, esta aleya muestra que el destino
37 Con la acentuación del hecho de que el hombre es solo no es algo que tiene atadas las manos de Dios y le impi-
una parte ínfima e insignificante del universo, el Corán de escuchar la oración. Sin duda alguna, las criaturas no
señala que la imagen antropocéntrica del mundo, de la tienen ningún poder de cambiar la decisión divina pero
que habla la aleya anterior, es totalmente absurda. (Asad) Él tiene el poder de cambiar Su decisión, cuando oye los
ruegos de Sus siervos. Por otro lado, sea escuchado o no,
38 Lit. «al ciego con el vidente». (Quṭb) el rezo posee otras utilidades: El hombre es consciente de
su plena dependencia y de su posición como siervo frente
39 Este es un argumento a favor de la necesidad de una vida a Él, y esto es, en sí, un servicio divino. (Mawdūdī)
futura. No creer en una vida futura significaría que uno
se basa en que los buenos y los malos se desharán, de 43 V. 27:86. (Asad)
El Corán I Azora 40
848
44 Un lugar de tranquilidad, un lugar de estancia tempo- Realidad, pues esto es lo que significa el Islam: postrarse
ral, una época de prueba a la que sigue la patria eterna. ante Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
(Yūsuf ᶜAlī)
49 V. 22:5 (Yūsuf ᶜAlī) y 23:12. (Asad)
45 V. 7:10. Esto se refiere tanto a la forma y complexión
física del hombre como también a sus facultades innatas 50 El tiempo establecido por la voluntad divina para voso-
morales y espirituales. (Yūsuf ᶜAlī) tros. (Daryabādī)
46 Todo lo que es necesario para el crecimiento y desarrollo, 51 V. 13:5; 34:33 y 36:8. (Asad)
tanto en sentido físico como moral y espiritual. (Yūsuf
ᶜAlī) 52 Dios no niega a nadie Su gracia, a no ser que 1) La per-
sona en cuestión encuentre placer intencionado en las co-
47 Una vida real y autosubsistente solo existe a Su lado. sas falsas y sin sentido; 2) Conscientemente rechace toda
V. 2:255. (Yūsuf ᶜAlī) verdad. (Yūsuf ᶜAlī)
48 Si Dios es la única realidad, debemos aceptar Sus normas 53 V. 39:72. (Yūsuf ᶜAlī)
y Sus revelaciones y estar en plena armonía con la única
El Corán I Azora 40
850
55 Sobre las absurdas peticiones de milagros de los mequíes 61 Por un lado, a causa de que esta fe tardía no puede cam-
incrédulos, v. 11:12; 15:7; 17:90-93 y 25:21 (Mawdūdī) biar el pasado, y, por otro lado, porque no puede contri-
y 6:109. (Asad) buir más a su desarrollo espiritual, pues no poseen una li-
bre voluntad de decisión, sino que están obligados, por así
56 V. 16:5-8. (Yūsuf ᶜAlī y Asad) decirlo, por el trauma de la inevitable desgracia. (Asad)
Introducción a la Azora 41
FUṢṢILAT
TEMAS DETALLADOS
E sta es la segunda de una serie de siete azoras que comienzan con las letras abreviadas ḥā mῑm,
tal como se explicó detalladamente en la introducción a la azora 40. Para evitar confusiones con
otras azoras de esta serie, a menudo se le ha incorporado al título la palabra saŷda («postración»),
resultando ḥā mῑm as-Saŷda. Este doble título es necesario ya que otra azora también lleva el título
Saŷda (azora 32). Para eludir el doble título está azora es denominada habitualmente como fußßilat
(siguiendo la aleya 3 de esta azora).
Con respecto al significado de ḥā mῑm véase la introducción a la azora 40, donde también se encuentra
una observación sobre el orden cronológico y la temática de las siete azoras.
En esta azora en particular se trata, temáticamente hablando, de que el poder y la bondad de Dios
son la base de la fe y de la revelación; los frutos de ambas suponen la justificación y la salvación
del hombre.
Resumen:
¿Qué es revelación y fe? ¿Cuál es el comportamiento de los hombres frente a ellas y cuáles son las
consecuencias? (Aleyas 1-32)
El envío del Corán, que incluye una gran cantidad de pruebas sobre la majestad divina, Su poder y
Su gracia, que beneficia a todas las criaturas, tanto creyentes como incrédulas.
Las revelaciones, el mensaje y el carácter humano de los Profetas y enviados, como hombres
elegidos y guiados por Dios.
Escenas de la creación del hombre, la creación del universo, del cielo y la tierra y lo que se encuentra
entre ambos, como incentivo para la profunda reflexión y la meditación sobre el Creador.
Escenas del terrible final de los incrédulos de la mano del ejemplo de pueblos anteriores que
dispusieron del poder y de una extensa cultura. (Ṣafwat Al-Tafāsῑr)
El Corán I Azora 41
854
Azora 41
FUṢṢILAT
TEMAS DETALLADOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 La mención del Compasivo, del Misericordioso en unión 6 Los comentaristas entienden que en los cuatro días que
al envío del Libro señala la principal característica de este se nombran en la aleya 10 están incluidos estos dos
envío. Sin duda constituyó una misericordia divina para días, de modo que la suma total es de seis días como
toda la humanidad, para los creyentes que han sostenido se afirma en 7:54 o 32:4. En los dos primeros se crea
estas enseñanzas y para otras personas que se aprovechan la materia informe de la tierra y en los dos siguientes
de la cultura y sabiduría islámica. (Quṭb) se lleva a cabo el desarrollo de las formas de la tie-
rra, sus montañas y mares, de la vida vegetal y animal,
2 fuṣṣilat («han sido explicadas detalladamente») es tam- así como de todo tipo de recursos. V. 15:19-20. (Yūsuf
bién otro título de esta azora; V. introducción. (N. del T.) ᶜAlī)
4 No hagáis vuestros a otros dioses; ni les sirváis ni les re- 8 V. 13:3 y 16:15. (Yūsuf ᶜAlī)
céis; no os dirijáis a otros en busca de ayuda. (Mawdūdī)
9 Por influencias marxistas esta última frase se ha traduci-
5 Llama la atención que aquí, en una aleya revelada en La do a menudo por: «Igual para todos los que piden». De
Meca, se hable del zakāt (contribución fiscal). Su signifi- ello se ha querido deducir que Dios ha puesto a dispo-
cado en este punto ha sido muy discutido por los comenta- sición de todos los hombres la misma provisión de bie-
ristas. Ibn ᶜAbbās opina que la palabra zakāt está utilizada nes. Por tanto, un estado islámico debe ocuparse de que
aquí con un sentido de purificación interior que se lleva a a todos los hombres se les reparta la misma ración de
cabo a través de la fe en la unidad divina y la obediencia alimento. Pero aquí se pasa por alto que aquellos «que
frente a Él. Otros comentaristas, como Qatāda o Ḥasan piden» no solo son hombres, sino también un número
Baṣrī, entienden la palabra en el sentido de «tributo so- incontable de plantas y animales que necesitan de ali-
cial». Por lo tanto la aleya significaría: «¡Ay de los que mento. (Mawdūdī)
no respetan los derechos de los hombres al no practicar la
limosna!». (Mawdūdī) 10 Posiblemente hidrógeno, que los físicos consideran como
la materia original de la que se formaron y se siguen for-
El término zakāt, que casi siempre va ligado a salāt (ora- mando los restantes elementos. (Asad)
ción), confirma el carácter tridimensional de la Fe: Dios, so-
ciedad, individuo. El objetivo de mencionar insistentemente 11 Con ello se diferencia el poder creativo de Dios del
este término desde el principio de la Revelación es preparar proceder de los hombres. Mientras que el hombre tiene
al musulmán para cumplir con los deberes fiscales hacia el que fatigarse y debe tener a su disposición herramien-
futuro Estado islámico y, por consiguiente, hacia la Socie- tas y materiales, Dios solo necesita expresar Sus deseos.
dad, en caso de ausencia de una autoridad estatal. (Mullá) (Mawdūdī)
El Corán I Azora 41
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12 V. 7:54. Los «días» se refieren a las fases del desarrollo de 15 V. 7:65-79 y 26:123-158. (Asad)
la naturaleza física. Al parecer, en la explicación bíblica de
la formación del cosmos (Génesis 1 y 2:1-7) el esquema 16 La frase anterior puede ser entendida de una forma más
debe ser entendido de un modo literal. Nuestra opinión se directa: Los enviados de Dios llamaron la atención de los
diferencia en: 1) Dios no descansa ni necesita descansar. injustos por lo que evidentemente se «traían entre manos»;
V. 2:255; 2) La obra de Dios nunca termina. Él continúa es decir, por su comportamiento totalmente falso en cues-
actuando. V. 32:5 y 7:54; 3) En nuestro sistema el hombre tiones terrenales y sociales y en sus ideas éticas, y de lo in-
no aparece de forma simultánea a los animales, sino mu- sensato de su rechazo contra la vida después de la muerte
cho después. 4) En nuestra concepción, las fases no están y el juicio divino. (Asad)
profundamente diferenciadas. Los seis estadios de la idea
coránica son los siguientes: 1) Separación de nuestro pla- 17 V. 15:7 y 6:8-9. (Yūsuf ᶜAlī)
neta de la materia cósmica; 2) Enfriamiento y compresión;
3) y 4) Formación de la vida vegetal y animal; 5) y 6) 18 V. 54:19 (Yūsuf ᶜAlī) y 69:6-9. (Asad)
Paralelamente formación de otros sistemas estelares y de
nuestro sistema solar. (Yūsuf ᶜAlī) 19 Ruido ensordecedor como de truenos o de un terremoto.
V. 7:78. (Yūsuf ᶜAlī)
13 Un gran número de sistemas cósmicos. V. 2.29. (Asad)
20 También puede entenderse: ante Él. (Daryabādī)
14 Los idólatras árabes. (Daryabādī)
21 V. 36:65. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 41
858
22 Ḥasan Baṣrī aclara la aleya de la siguiente forma: «La 26 La realización del mensaje «Dios es nuestro Señor» no se
postura y el comportamiento de cada hombre se determi- circunscribe a las ideas y la conciencia, sino que se expre-
nan según sus pensamientos e ideales, obtenidos de Dios. sa también a través de la paciencia y la constancia en los
El comportamiento de un creyente honrado es adecuado momentos difíciles. (Quṭb)
porque sus ideales con respecto a su Señor son adecuados,
y el comportamiento de un hipócrita o de un injusto es 27 Los ángeles. (Daryabādī)
falso ya que el concepto que tiene de su Señor es falso».
28 V. Salmos 34,7-8. (Daryabādī)
23 «Compañeros de alma» o también «sus (propios y malos
impulsos como) un segundo yo». V. 4:38 y 43:36. (Asad) 29 Sobre responder al mal con bien v. 23:96; 28:54 (Yūsuf
ᶜAlī) y 13:22. (Asad)
24 ŷinn: V. 6:100. (Yūsuf ᶜAlī)
30 El estándar moral nombrado en la última aleya solo se
25 El eco de la aleya 23, que vuelve a aparecer aquí, completa puede alcanzar cuando se practica la paciencia extremada
el curso de las ideas desde otro punto de vista. (Yūsuf ᶜAlī) y el autocontrol. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 41
860
31 Cuando se recita el texto árabe, ahora sigue una postra- mismo había redactado el Corán. También a esto tuvieron
ción, pero hay diversidad de opiniones sobre si dicha que enfrentarse los anteriores profetas. (Asad)
postración se ha de hacer aquí o después de la aleya 37.
(Mawdūdī) 35 En esta frase se diagnostica la enfermedad espiritual de
los idólatras mequíes. Dudan frente al Corán y al profeta
32 A pesar de que la referencia a la revivificación de la tierra Muḥammad, la paz sea con él, pero esta duda les causa
en el Corán sirve a menudo como símil para la definitiva miedo y confusión porque, en el fondo sus corazones, es-
resurrección de los muertos, parece ser, en este contexto, tán convencidos de que el Corán es la única palabra, que
una explicación del poder divino, que otorga vida espiri- nunca pudo ser antes redactada por ningún literato o poeta.
tual a los corazones cerrados. (Asad) (Mawdūdī)
33 Aquellos que rechazan el Corán lo hacen a causa de falta 36 No intentéis, pues, descubrir el momento exacto de la cita
de capacidad para entenderlo, y no debido a faltas del pro- con la resurrección, sino sed cuidadosos y tened en cuenta
pio Corán. (Daryabādī) las consecuencias de vuestras acciones. Así contestó tam-
bién el Profeta a la pregunta sobre el momento del día del
34 Hay aquí una alusión a las exigencias de milagros que Juicio: «En cualquier caso, llega. ¿Cómo te has preparado
planteaban los enemigos del Profeta, que afirmaban que él para ello?» (Mawdūdī)
El Corán I Azora 41
862
37 El hombre se afana por las cosas agradables de esta vida: 40 V. 17:83. (Yūsuf ᶜAlī)
el bienestar, la prosperidad, la salud, los hijos, etc. (Yūsuf
ᶜAlī) 41 La promesa de Dios se ha confirmado en cuanto que
a lo largo de los 14 siglos transcurridos desde entonces
38 V. 11:9. (Asad) ha mantenido abiertas algunas de sus revelaciones. Des-
de entonces, y a través de la investigación, la humanidad
39 Esto se debe a mi propio mérito y capacidad. (Daryabādī) ha hecho grandes descubrimientos en el campo físico y
el psíquico. Y en el camino del avance material y de la
Tengo el derecho a recibir todo esto. (Mawdūdī) razón no son pocas las personas que han redescubierto la
fe. (Quṭb)
El Corán I Azora 41
864
El Corán I Azora 42
865
Introducción a la Azora 42
AŠ-ŠURĀ
LA DELIBERACIÓN
É sta es la tercera de las siete azoras que componen la serie ḥā-mῑm. V. sobre este punto la
Introducción a la azora 40. En su aspecto temático describe cómo la maldad y la impiedad
pueden ser superadas por la misericordia y la guía divinas que nos llegan a través de la revelación.
Se invita a los hombres a solucionar por medios pacíficos sus divergencias mediante deliberaciones
o consultas (v. la aleya 38, de donde se toma el título de la azora).
Resumen:
La contradicción entre la impiedad y las disputas por un lado y la revelación, la unidad y la fe por el
otro, que se apoyan en los signos y la misericordia de Dios. (Aleyas 1-29)
El mal procede de las acciones de los hombres, que no pueden evitar las consecuencias de sus actos,
mientras que la recta guía brota de la gracia y la revelación de Dios. (Aleyas 30-53).
Como en todas las azoras mequíes, el interés se centra en la recta fe. Aquí se habla sobre todo de
la verdad de la religión y de la llamada que se le ha dirigido a un enviado de Dios en favor de los
hombres. Como temas concomitantes, la azora expone también detalladamente la unicidad de Dios y
la certeza de la resurrección y describe escenas de la vida futura. Puntualiza, además, las cualidades
y el carácter de los creyentes. Se aborda asimismo el tema del sustento vital que Dios concede en
unos casos con abundancia y en otros con sobria escasez. Y explica, en fin, la conducta del hombre
cuando, puesto a prueba, las cosas unas veces le resultan bien y otras mal. (Quṭb)
El Corán I Azora 42
866
Azora 42
AŠ-ŠURĀ
LA DELIBERACIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
2.
1 Se revela a aquellos a los que su sabiduría ha elegido. Todos 8 O también «a aquellos que quieren». Esta frase de doble
los enviados a quienes Dios ha comunicado su revelación sentido es muy frecuente en el Corán. (Asad)
forman, junto con sus seguidores, una sola nación. (Quṭb)
9 Esta frase persigue una triple finalidad: 1) quiere instruir
2 Es decir, por medio de palabras y proposiciones construidas al Profeta para que no se sienta triste o preocupado ante la
con letras como estas, le llegó la revelación a Muḥammad obstinación de los paganos de La Meca. Dios ha concedi-
—la paz esté con él— y a todos los restantes profetas. Y do a todos los seres humanos libre capacidad de acción y
de esta manera es como pueden los hombres percibirla y quien quiera empeñarse en la senda equivocada debe poder
entenderla. (Quṭb) hacerlo. 2) La frase se dirige también a los que se sienten
desorientados ante la diversidad de las concepciones de fe
3 V. 40:7. (Quṭb) entre los hombres. Estas disparidades deben ser atribui-
das a la voluntad divina, que quiso otorgar a los hombres
4 La misión de los profetas se limita a señalar a los hombres suficiente espacio de juego libre y una especial responsa-
el camino recto. El destino posterior de las personas escapa bilidad. V. 6:148-149; 10:99; 11:118-119. 3) A quien no
a su control y no son, por tanto, responsables de su suerte. reconozca la realidad de la libertad concedida por Dios al
(Mawdūdī) hombre le asaltarán dudas ante los lentos avances de sus
esfuerzos y deseará que algún acontecimiento sobrenatural
5 V. 14:4. (Asad) venga a influir en el corazón de los hombres. Y no falta-
rán ocasiones en que sucumbirá a la tentación de intro-
6 V. 6:92. (Yūsuf ᶜAlī) ducir reformas con métodos ilícitos. V. 13:31 y 16:91-93.
(Mawdūdī)
La Meca ocupa esta posición singular porque en ella se alza
la «más antigua casa» de Dios. Por decreto divino, esta ciu- 10 En los temas de la fe. (Daryabādī)
dad estaba llamada a ser el centro del último mensaje de
Dios. (Quṭb) 11 Dios es el juez auténtico de todas las cuestiones sobre las
que los hombres están divididos. Él emitirá su sentencia sea
7 V. 5:48. Entre las señales de Dios se cuenta esta de haber- en esta vida o en la futura, de modo que todos puedan ver
nos creado distintos, de modo que podamos ser sometidos a quién tiene razón. (Alousi)
prueba en el ejercicio de nuestra libertad. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 42
868
V. 3:19; 3:85; 21:92 y 23:52. La mayoría de los comentaris- 21 Hay en esta aleya una magnífica descripción de las tareas
tas entiende la afirmación como una inequívoca referencia a confiadas al Islam: 1) Cuanto más imperan en el mundo la
la unidad ecuménica de todas las religiones, fundamentada discordia y el sectarismo, tanto más necesario se hace el
en la fe en un solo Dios, sin que importen las diferencias en mensaje de la unidad. 2) Este mensaje debe avanzar con
lo concerniente a los preceptos y prácticas concretas que perseverancia a lo largo de su camino. 3) Nunca debe dejar-
se han ido promulgando y estableciendo en las diferentes se desviar por objetivos profanos o políticos. 4) Debe estar
comunidades de acuerdo con sus circunstancias temporales directa e inmediatamente vinculado con Dios y con su reve-
específicas. (Asad) lación. 5) En cuanto religión de la paz y la unidad, debe ser
la instancia decisoria entre las partes contendientes. (Yūsuf
15 Todos los profetas han anunciado la misma verdad. Las ᶜAlī)
escisiones pueden producirse por varias causas: 1) por la
introducción de elementos ajenos a la religión; 2) por el 22 Esta proposición encierra varios significados: 1) Debo
olvido de factores religiosos constitutivos esenciales; 3) por comportarme con absoluta imparcialidad, sin ningún
la deformación de los fundamentos de la religión en virtud tipo de prejuicios a favor o en contra de una u otra secta;
de erróneas interpretaciones; 4) por considerar esenciales mantengo la misma relación de igualdad y justicia con
ciertos aspectos secundarios, y a la inversa. Este tipo de todos los hombres. 2) Yo no gozo de una posición privi-
escisiones aparecieron primero bajo la forma de cuestio- legiada. 3. Debo hacer prevalecer la justicia en el mundo.
nes debatidas en las comunidades de los profetas y luego se (Mawdūdī)
fueron consolidando como confesiones diferentes entre sí.
Estas escisiones no tienen nada que ver con las diferencias 23 Se añaden nuevas pinceladas a la descripción de las tareas
de opinión —lícitas y razonables— que se producen como del Islam: 6) El Dios de que habla el Islam no es exclusivis-
resultado del estudio serio y sincero de los escritos sagrados ta, sino que es el Señor de todos los hombres, cualesquiera
y de la jurisprudencia. (Mawdūdī) que sean sus creencias. 7) Nuestra fe no es cuestión de pa-
labras; lo determinante son las obras y cada uno de nosotros
16 A los idólatras árabes de La Meca y de su entorno, que re- asume la responsabilidad personal de sus actos. 8) No exis-
clamaban para sí el título de descendientes de Abrahán, les te motivo ninguno para discusiones cuando anunciamos la
resultaba singularmente difícil aceptar este nuevo y rectilí- unidad, la verdad y la vida futura. 9) Si surgen dudas, el
neo mensaje. (Quṭb) juez definitivo es Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 42
870
24 Dios nos ha enviado la Escritura y la justicia y las ha con- 28 Es decir, que incitan a dedicarse con afán a metas mera-
vertido en criterio único de decisión. Debe, pues, implan- mente materialistas que no complacen a Dios y tornan a los
tarse la Sarfa (la ley de Dios) como norma de la justicia. hombres indiferentes frente a los valores éticos y espiritua-
Y esta justicia es a su vez la norma, la «balanza» con que les. (Asad)
pesar lo que es recto y con que medir las acciones y las
conductas. (Quṭb) Únicamente Dios, Creador de todo el universo, tiene poder
para promulgar las adecuadas normas de vida y la correcta
V. 57:25. (Asad) concepción existencial. Solo así se puede vivir en armonía
con toda la creación, y no contra ella. (Quṭb)
25 Quien está dispuesto a convertirse debe hacerlo de inmedia-
to, sin perder el tiempo imaginando que la hora del juicio 29 Otra interpretación: «La única recompensa que os pido es
está aún muy lejos. (Mawdūdī) que, a través de esta proclamación, avivéis el deseo de acer-
caros a Dios». V. 25:57. (Mawdūdī)
En esta aleya se establece una relación directa entre la ver-
dad y la justicia del Libro revelado y la Hora. «La Hora» 30 V. 10:82. (Asad)
es, en efecto, el punto del tiempo en el que se implanta la
justicia y se le dará a cada criatura lo que le es debido. Pero 31 La conversión significa arrepentimiento por el mal que se
los hombres no quieren saber nada de ello. (Quṭb) ha hecho y propósito de alejarse de él en el futuro. Debe,
además, intentarse la reparación o indemnización de las
26 Con todos, lo obedezcan o no. (Daryabādī) malas acciones y, donde no es posible, pedir perdón a Dios
y redoblar los esfuerzos por acrecentar el bien y por la puri-
27 V. Carta a los Gálatas 6,8. (Daryabādī) ficación interior. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 42
872
32 El Corán insiste una y otra vez en que solo en la vida futura 35 Este inciso es, a mi entender, una alusión en forma de pa-
podrá comprenderse en toda su amplitud la «respuesta» de rábola a las tres posibilidades de la vida futura: progreso
Dios, tanto para los justos como para los injustos, pero no espiritual y felicidad (simbolizados en la nave que avanza
en la vida terrena, un corto estadio temporal en la existencia airosa y libremente); estancamiento (el navío inmóvil sobre
humana. (Asad) la lámina del agua) y hundimiento (expresado en el naufra-
gio). (Asad)
33 Esta sentencia, muchas veces repetida, refleja la insisten-
cia coránica en las acciones y las actitudes conscientes del 36 Para atender a sus negocios y actividades comerciales, los
hombre en este mundo y quiere subrayar el hecho de que coraixíes realizaban frecuentes viajes al continente africa-
son «los frutos» o la «cosecha» de su talante espiritual y no, a cuyas costas arribaban a través del mar Rojo, de donde
que ejercen una influencia determinante en la calidad de se sigue que comprendían fácilmente, en virtud de su propia
la vida futura. El posterior crecimiento espiritual y la feli- y personal experiencia, la comparación que les ofrece Dios
cidad humana (y del mismo modo también, y a la inversa, en este pasaje. (Mawdūdī)
las tinieblas del espíritu y los sufrimientos, todo ello expre-
sado bajo los símbolos del Paraíso y el Infierno) dependen 37 El Corán alaba en varios pasajes esta característica, v.
de lo que el hombre haya «merecido» en la etapa anterior. 3:134 y 3:159. cĀͻiša informa: «El Enviado de Dios nun-
(Asad) ca se vengó de nadie; solamente cuando alguien profanaba
algo que Dios había mandado santificar imponía el perti-
34 V. 29:22. (Yūsuf ᶜAlī) nente castigo». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 42
874
38 «Deliberación» es la palabra clave de esta azora. Esta ca- cimientos y los dictados de su conciencia. 5) Cuando una
racterística específica de los verdaderos creyentes —que propuesta cuenta con el apoyo unánime de los consejeros o
los compañeros del Profeta consideraban tan importante de la mayoría de la población debe ser atendida y puesta en
que titularon con su nombre esta azora— encierra una do- práctica, pues de lo contrario el principio de la deliberación
ble significación: 1) Tiene la misión de recordar a los segui- pierde todo su sentido. (Mawdūdī)
dores del Corán que deben mantenerse unidos en el seno
de una única comunidad. 2) Establece el principio de que 39 Pueden producirse cuatro situaciones. Una persona tiene
todos los asuntos comunes deben ser regulados mediante que alzarse contra un opresor para: 1) defender sus propios
deliberación. (Asad) derechos; 2) amparar los derechos de personas que le son
conocidas, o cuando 3) una comunidad tiene que proteger
V. también 3:160. El principio del asesoramiento mutuo tie- sus derechos, o 4) los derechos de otros. Los puntos 2, 3
ne cinco supuestos previos: 1) Los participantes en la deci- y 4 son tenidos por todos como dignos del mayor respeto,
sión deben tener libertad plena para expresar sus puntos de aunque son pocos los que tienen el valor de situarse a tan
vista y se les debe mantener al corriente de todos los datos alto nivel. El punto 1 da pie, con demasiada frecuencia
y acontecimientos relevantes. Deben poder manifestar su y excesiva facilidad, a los abusos del egoísmo humano.
oposición cuando detectan un fallo, y si no pueden intro- (Yūsuf ᶜAlī)
ducir ningún cambio hacia lo justo y recto, deben contar
con autoridad suficiente para destituir al gobernante o a los 40 En ningún caso es lícito buscar una indemnización superior
políticos responsables. 2) Las personas a las que se les con- al daño recibido. V. 2:190 y ss. (Asad)
fía el gobierno de los asuntos públicos deben ser elegidas
mediante el consenso del pueblo sin presiones ni engaños. La conducta ideal no consiste en saciar la sed de venganza,
Solo puede ocupar la jefatura del Estado quien ha sido de- sino en conseguir una reconciliación, en transformar, me-
signado en elecciones libres. 3) También los consejeros diante el perdón y el amor, el odio en amistad. V. 41:34 y
del jefe del Estado deben gozar de la confianza del pueblo. 23:96. (Yūsuf ᶜAlī)
4) Los asesores de los jefes de Estado tienen el deber de
exponer su opinión libremente, según el nivel de sus cono- 41 V. 6:27-28. (Asad)
El Corán I Azora 42
876
Introducción a la Azora 43
AZ-ZUḤUF
EL OROPEL
E s la cuarta de la serie de siete azoras que comienzan con las letras Ḥā Mīm Para su secuencia
cronológica y su campo temático general v. la introducción a la azora 40.
Resumen:
La Escritura arroja clara luz sobre las cosas, incluso cuando hombres insensatos e ignorantes pasan
por alto los signos de Dios o se burlan de ellos. Estos escritos permanecerán por siempre, mientras
que quienes los niegan perecerán. (Aleyas 1-25)
Jesús fue un siervo de Dios, pero entre las sectas de sus seguidores estallaron disputas sin sentido
sobre su persona. De todo ello tiene cabal conocimiento Dios, cuya verdad irradiará por encima de
toda incredulidad. (Aleyas 57-89)
El Corán I Azora 43
880
Azora 43
AZ-ZUḤUF
EL OROPEL
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 V. 42:7 (Yūsuf ᶜAlī) y 12:1-2. (Asad) 6 Esta proposición encierra dos significados: 1) que por
medio de estas sendas naturales podemos encontrar el
2 El escrito originario. Lit.: «la madre [o matriz] del Li- camino y llegar a la meta; y 2) que a través de la obser-
bro». (N. del T.) vación de estas obras del Omnipotente alcanzamos que
estas realidades de la naturaleza no han podido surgir
V. 3:7; 13:39 y 85:22 (la «tabla perfectamente conserva- por simple azar, sino que existe un Creador omniscien-
da»), la esencia de la revelación, el principio originario, te que lo ha hecho todo para el bien de sus criaturas.
el documento base de la ley eterna y universal de Dios. (Mawdūdī)
(Yūsuf ᶜAlī)
7 V. 15:21-22; 23:18-20. (Mawdūdī)
3 Una escritura henchida de dignidad y de sabiduría.
(Daryabādī) 8 V. 35:9 (Yūsuf ᶜAlī) y 16:65-67; 22:5-7; 27:60; 30:19.
(Mawdūdī)
4 V. 29:61 y 31:25. (Yūsuf ᶜAlī)
9 Estas palabras se recitan como fórmula de oración, cuan-
5 V. 20:53. Las «sendas» ilustran gráficamente la idea de la do se utiliza un medio de transporte. (N. del T.)
comunicación e incluyen todos los tipos de rutas, terres-
tres, marítimas o aéreas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 43
882
15 En un sentido amplio, este inciso indica que Dios nunca des riquezas se sienta inclinado a dejar de lado todas
pide cuentas a un pueblo por una mala acción sin antes las consideraciones morales y a comportarse de una
haberle dado una clara oportunidad de distinguir entre el manera plenamente egoísta, codiciosa y despiadada.
bien y el mal. V. 6:131-132. (Asad) (Asad)
16 Son incapaces de conseguir algo por sí mismos ni de ase- 20 «Galas», «adornos», «oropel»: son las palabras claves de
gurarse el sustento en este mundo, y mucho menos aún esta azora. Todo el falso resplandor y el ornato de este
pueden disponer de la divina misericordia. (Quṭb) mundo carecen de valor. De ordinario, más perjudican
que ayudan. (Yūsuf ᶜAlī)
17 El ideal islámico no es el hombre autárquico que no ne-
cesita nada ni a nadie, sino el que vive inserto en una 21 La expresión se refiere a un impulso malévolo que llega a
comunidad y cuya vida está caracterizada por los actos convertirse en un segundo yo, en una especie de segunda
de dar y recibir. (N. del T.) naturaleza. V. 41:25. (Asad)
18 Todos, justos e injustos, buenos y malos, pueden partici- 22 Es decir, una distancia infinita. (Yūsuf ᶜAlī)
par de los bienes terrenos. Pero la misericordia, la bendi-
ción y la guía divinas pertenecen a otra categoría. Dios se 23 V. 30:52-53. (Yūsuf ᶜAlī)
las concede a quienes están capacitados para recibirlas y
cumplen determinadas condiciones. (Quṭb) 24 Esta pregunta retórica lleva implícita una respuesta nega-
tiva. V. 35:22. (Asad)
19 Dado que el hombre es una «criatura débil» (v. 4:28),
apenas tiene ante la mirada la perspectiva de gran-
El Corán I Azora 43
886
25 V. 8:30. Esta sentencia solo puede ser bien entendida en que se eleva —como si fuera Dios— por encima de su
el contexto de su trasfondo histórico. Durante la etapa pueblo oprimido y explotado y se opone con obstinación
medinense los incrédulos maquinaron repetidas veces y arrogancia a la fe en la unidad. (Quṭb)
atentar contra el Profeta. Pero incluso en el caso de que
sus intrigas hubieran tenido éxito, no habrían conseguido 28 V. Éxodo 8,4-8; 8,24 y 9,27-28. (Daryabādī)
bloquear el proyecto divino, y el castigo habría sobreve-
nido de forma inexorable. (Yūsuf ᶜAlī) 29 V. Éxodo 8,15 y 9,34-35. (Daryabādī)
26 Ḏikr: recuerdo, mensaje, recurso mnemotécnico, exhor- 30 Hay aquí una clara referencia al sistema de regadío, que
tación para las siguientes generaciones. (Yūsuf ᶜAlī) tuvo sus orígenes en Egipto y estaba sujeto al severo con-
trol real. (Asad)
27 V. 7:103-137. (Yūsuf ᶜAlī)
31 Este modo de inducir a un pueblo a tomar decisiones
Para confirmar al Profeta —la paz y la salvación estén insensatas no constituye un caso aislado. Han sido nu-
con él— y amonestar a sus adversarios, el Corán, trae merosos, en épocas posteriores, los pueblos que se han
a colación un pasaje de la historia de Moisés y el Fa- dejado engañar por sus dirigentes. Pero esta seducción
raón que describe una situación paralela a la del profeta solo es eficaz cuando ya el pueblo ha adoptado una
Muḥammad: de nuevo un enviado de Dios proclama la conducta inicua, no avanza por el camino recto ni se
unidad de la fe y una guía que intenta liberar a los hom- atiene a la guía divina ni aplica los criterios de la fe.
bres de la tiranía y de la incredulidad, y de un déspota (Quṭb)
El Corán I Azora 43
888
32 Jesús fue un simple ser humano y uno de los más grandes 36 La mayoría de los comentaristas refieren el pronombre
profetas surgido en el seno de Israel, aunque rechazado hu a Jesús, pero hay algunos que lo relacionan con el Co-
por su propio pueblo. Los árabes paganos situaban a Je- rán y entienden la oración en el siguiente sentido: «Este
sús en la misma categoría que a sus dioses. (Yūsuf ᶜAlī) (escrito divino) es de hecho un medio para saber (que) la
última hora (llegará con toda seguridad)». (Asad)
33 Su razonamiento era: el Corán afirma que Jesús es un
simple hombre, pero los cristianos, a quienes este mismo 37 El hombre Jesús vino para reunificar a las sectas divididas
Corán designa como «seguidores de las antiguas escri- de los israelitas y su auténtica doctrina coincide con la que
turas», lo han divinizado. ¿No tenemos, por tanto, razón se enseña, en forma ampliada, en el Islam. (Yūsuf ᶜAlī)
para adorar a nuestros ángeles, cuya naturaleza es supe-
rior a la humana? (Asad) 38 Según Ṭabarī, la expresión «una parte» se refiere al ám-
bito de la fe y de la moral. (Asad)
34 Dado que el Corán condena expresamente en numerosos
pasajes la divinización de Jesús, no puede utilizarse esta 39 V. 3:50-51; 4:170-171; 5:72; 5:116-117 y 19:30-36.
divinización, que también Jesús rechaza, como argumen- (Mawdūdī)
to para la adoración pagana de los ángeles, en contra de
las prescripciones coránicas. (Asad) 40 En lo relativo a la naturaleza de Jesús y la total ilicitud de
adorar a otros seres como Dios. (Asad)
35 Esto significa no solo que Jesús no tiene una naturaleza
supranatural sino que también los ángeles son esencias 41 La palabra azwāy empleada en el árabe original significa
creadas, con una existencia limitada y que se hallan, por «cónyuges» y también «compañeros», «camaradas cer-
tanto, muy lejos de tener condición divina. (Asad) canos». (Mawdūdī)
El Corán I Azora 43
890
Introducción a la Azora 44
AD-DUḪĀN
LA HUMAREDA
P ara la secuencia cronológica y la temática general de las azoras de la serie Ḥā Mīm, de la que
ésta es la quinta, véase la introducción a la azora 40. Por lo que respecta a las materias tratadas,
esta azora 44 analiza especialmente el tema de la humillación a que se ven sometidos el orgullo y el
poder terrenos cuando se oponen a las fuerzas del espíritu y de la asignación definitiva del lugar que
en realidad les corresponden al bien y al mal en la vida futura.
Resumen:
Aunque se le concedan a un pueblo todas las bendiciones imaginables, puede ser infiel al depósito
que se le confía. Así ocurrió de hecho con el pueblo de Israel. ¿Serán los coraixíes capaces de extraer
de aquí la pertinente lección en lo concerniente al bien y el mal? (Aleyas 30-59)
La exposición breve, rimada, plástica y finamente matizada de esta azora de La Meca actúa sobre
los espíritus como un batir de golpes de martillo. Ya se trate de escenas del Juicio Final o de la
aniquilación de pueblos del pasado, de imágenes del universo o de un diálogo directo sobre la fe
en la unicidad, sobre el mensaje o sobre la resurrección - todo confluye al mismo objetivo, a saber,
despertar a los hombres y alertar su razón para que experimenten vivamente y puedan aceptar la
realidad de la fe. Ésta es la metodología didáctica que el Corán suele emplear para influir en los
corazones. (Quṭb)
El Corán I Azora 44
894
Azora 44
AD-DUḪĀN
LA HUMAREDA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 La revelación del Corán es una continuación de todas las 6 Al término «humareda» de este versículo se le han dado
anteriores revelaciones divinas y el punto culminante de varias interpretaciones. Algunos comentaristas creen que se
todas ellas. Su objetivo consiste en ser una llamada de refiere a un azote de hambre en la ciudad de La Meca, tan
advertencia de Dios a los hombres para que no se dejen grave que sus habitantes tenían delante de los ojos una espe-
enredar en ambiciones materialistas ni pierdan de vista los cie de neblina cuando miraban al cielo. El año 8 de la hégira
valores del espíritu. (Asad) se dirigió Abū Sufyān a Muḥammad para rogarle que pidiera
en sus oraciones el fin de aquel azote, porque los paganos
2 Se la sitúa de ordinario en la noche 23, 25 o 27 de ra- lo atribuían a una maldición del Profeta. En 23:75 se hace
madán y recibe la denominación de «noche del poder referencia también a un período de hambre. (Yūsuf ᶜAlī)
divino» o «la noche más digna» (v. también 97:1-2).
(Yūsuf ᶜAlī) 7 Los habitantes de La Meca. (Daryabādī)
3 Según Abū Muslim al-Iṣfahānī, el significado es: «debe- 8 V. 16:103 y 25:4. (Asad)
rías saberlo, solo con que desearas tener certeza interior y
la pidieras en tus oraciones». (Asad) 9 V. 15:6. (Yūsuf ᶜAlī)
4 El pasaje alude a los coraixíes, pero en el fondo de las 10 Dios abre a sus criaturas —por muy rebeldes que sean—
sentencias coránicas subyace siempre un sentido más am- todas las posibilidades. Las somete a pequeñas pruebas, a
plio, que afecta a todos los hombres de todos los tiempos. veces de tipo físico o económico, para ver si de este modo
(Yūsuf ᶜAlī) encauzan su voluntad en la dirección correcta. A los que
son aun incapaces de aprender la lección les concede una
5 Aunque puede referirse al día del Juicio, de la aleya 15 de última oportunidad pero, una vez más, hay quienes se con-
esta azora se puede también desprender que se trata de una vierten y quienes se empecinan. En el comportamiento de
catástrofe en un plazo no muy lejano, tal vez a una época los coraixíes puede seguirse claramente esta actuación de
de hambre. (Yūsuf ᶜAlī) la gracia divina. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 44
896
11 Según Ibn Masᶜūd, este golpe se refiere a la batalla de después del Faraón. Qatāda opina que se refiere a otros
Badr, en la que los enemigos del Islam sufrieron una pueblos, porque los historiadores no mencionan que los
aplastante derrota. Según Ibn ᶜAbbās este pasaje alude al israelitas retornaran nunca a Egipto. V. también 26:57-59.
castigo del último Día. (Ṣafwat al-Tafāsīr) (Mawdūdī)
12 Hay más detalles sobre la argumentación de Moisés en 18 Ibn ᶜAbbās dice que cuando un fiel muere, le lloran los lu-
7:104-108; 7:120-126 y 7:128-137. (Yūsuf ᶜAlī) gares en que hizo sus oraciones. Pero como los opresores
no cumplieron ninguna de estas dos cosas, ni el cielo ni la
13 Según Muyahid: «Liberad (vosotros, egipcios) al pue- tierra hacen llanto por ellos. (Ṣafwat al-Tafāsīr)
blo de Israel de vuestro yugo y vuestra opresión». (Ibn
Algāwsī) 19 Para adorar únicamente a Dios, cultivar y practicar sus en-
señanzas y transmitirlas a los hombres. (N. del T.)
Para otros comentaristas: «Atended mi petición, siervos
de Dios», es decir, como una llamada dirigida a los egip- 20 Según opinión unánime de los comentaristas, fue elegido
cios para que acepten el mensaje divino. (Asad) de entre todos los pueblos de aquella época, porque solo él
adoraba al Dios único, de ahí las frecuentes alusiones a su
14 Es decir, todos los fieles, tanto los israelitas como los egip- liberación de la esclavitud. (Asad)
cios que creían ya desde la época de José o que abrazaron
la fe movidos por los prodigios de Moisés. (Mawdūdī) 21 Entre las señales o «prodigios» que se le dieron al pueblo
de Israel se encuentran la revelación recibida en tiempos
15 V. 20:77 y 26:52. (Mawdūdī) de Moisés, el fértil país de Canaán, el brillante reino de
David y Salomón, sus profetas y maestros de la verdad
16 La clase dominante de Egipto. (Yūsuf ᶜAlī) y la venida de Jesús, para recuperar a los que se habían
perdido. (Yūsuf ᶜAlī)
17 Hasan Al-Baṣrī entiende que este «otros» alude a los is-
raelitas, a quienes Dios dio en herencia el país de Egipto
El Corán I Azora 44
898
22 Los himiaritas eran un pueblo muy antiguo. Es probable 28 V. 18:31. (Yūsuf ᶜAlī)
que durante algún período extendieran su dominio sobre
toda Arabia e, incluso, hasta la orilla opuesta del África 29 Para el significado de la frase siguiente, v. también 38:52;
Oriental. Su religión más antigua fue el sabianismo o ado- 52:20; 55:72; 56:22 y 78:33. (N. del T.)
ración de los cuerpos celestes. Tal vez en etapas posterio-
res abrazaron el judaísmo o el cristianismo. (Yūsuf ᶜAlī) 30 No deben entenderse estas palabras simbólicas en el sen-
tido de realidades físicas. Es vida, pero vida liberada de
V. 50:14. (Asad) las imperfecciones terrenales. Los hombres y las mujeres
procedentes de esta vida en la tierra alcanzan por igual en
23 V. 21:16. (Yūsuf ᶜAlī) la otra una indescriptible felicidad. (Yūsuf ᶜAlī)
Introducción a la Azora 45
AL-ŶĀṮIYA
EL COLECTIVO ARRODILLADO
E s la sexta de la serie de las azoras Ḥā Mīm. Para su temática general y su secuencia cronológica
véase lo dicho en la Introducción a la azora 40.
Resumen:
Las ideas fundamentales de esta azora están perfectamente expresadas en su título, «El colectivo
arrodillado», tomado de la aleya 28. A pesar de todas las señales de Dios y de todas sus muestras de
bondad, los hombres se obstinan en esta vida en su incredulidad y se burlan de la fe. Pero al final
tendrán que hincar las rodillas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 45
902
Azora 45
AL-ŶĀṮIYA
EL COLECTIVO ARRODILLADO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1.
1 Este razonamiento tiene como trasfondo las objeciones 3 Todo cuanto atribuyen a influencias cuasi-divinas en su
de los mequíes paganos contra las enseñanzas del Profe- vida, sean falsas divinidades o valores falsos, por ejem-
ta, y más en concreto contra su doctrina del Dios Uno. A plo, la riqueza, el poder, la posición social y cosas pare-
este propósito, se dice aquí que el cosmos está lleno de cidas. (Asad)
señales que testifican que es obra del Dios Uno, su Dueño
y Señor. (Mawdūdī) 4 V. 17:66-67 y 30:46. (Mawdūdī)
6 No le compete al hombre tomarse la justicia por su mano, 9 Porque fueron el único pueblo monoteísta de aquella
ni siquiera cuando defiende una causa justa. Es Dios época. (Asad)
quien adjudica los premios por el bien y los castigos por
el mal, de acuerdo con su sabiduría y su justo plan y a 10 Relacionadas con la verdadera religión. (Daryabādī)
su debido tiempo. Tampoco se permite que unos deter-
minados grupos de personas se autodeclaren campeones Toda fe auténtica es, primero, el conocimiento y recono-
de la justicia y se entreguen, bajo la capa de este lema, cimiento de la existencia de Dios y de la responsabilidad
a toda suerte de excesos. Los hombres están sujetos a la del hombre ante Él y, segundo, la formación de la con-
permanente inclinación de poner aquí en juego motiva- ciencia de la dignidad humana como elemento positivo
ciones privadas inspiradas en la envidia y el odio. Estas —y necesario— del proyecto creador divino en virtud
motivaciones deben ser ajenas a toda ŷihād justa, dirigida del cual el hombre alcanza la libertad frente a todo tipo
por un imán (jefe de Estado) irreprochable. Lo que aquí de supersticiones y temores irracionales. Finalmente, la
se prohíbe es la venganza privada, no la contribución a la fe debe explicar de forma nítida a los hombres que todo
lucha contra el mal, siempre que sea posible. (Yūsuf ᶜAlī) cuanto hacen, bueno o malo, redunda en su beneficio o en
su perjuicio. (Asad)
7 Algunos intérpretes opinan que el tiempo de validez de
esta norma se limitaba a la época de La Meca, es decir, 11 V. 10:93. (Yūsuf ᶜAlī)
aquella etapa en que aún no se les había permitido a los
musulmanes la lucha armada. Pero un cuidadoso análisis 12 Solo existe una alternativa: o bien la šarīᶜa de Dios, es
del tenor literal del texto demuestra que esta interpreta- decir, la legislación divina, o bien los intereses y los ape-
ción no es correcta. Los fieles, aun contando con la capa- titos de los hombres. (Quṭb)
cidad de tomarse el desquite, deben renunciar a castigar
las tropelías de la gente y ponen el asunto en las manos Te hemos llevado por un camino que conduce al objetivo
de Dios especialmente cuando tienen que vivir en el seno de la fe. V. supra, aleya 17, notas 43. V. también 5:48 y
de una sociedad que no teme a Dios y están expuestos sus notas. (Asad)
a todo tipo de persecuciones. El versículo no contradice
aquellos otros pasajes en los que se les permite a los mu- 13 Este es el argumento moral en pro de la existencia de la
sulmanes la lucha armada. (Mawdūdī) vida futura. V. también 10:4; 11:106; 16:38-39; 30:7-8:
30:14-15 y 38:28. (Mawdūdī)
8 Como ocurre en otros pasajes, debe entenderse tanto en
sentido físico y directo como metafórico y trasladado. 14 V. también 2:18; 6:25; 7:100; 9:87; 9:93; 10:74; 13:27;
(Yūsuf ᶜAlī) 16:108 y 17:46. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 45
906
15 O también: «el destino». (Daryabādī) 17 «Doblar las rodillas» es la expresión clave de esta azora
y de ella toma su título. V. 19:72. (Yūsuf ᶜAlī)
O «el paso del tiempo» (Yūsuf ᶜAlī)
18 V. 43:80. (Yūsuf ᶜAlī)
16 V. 44:36. (Yūsuf ᶜAlī)
19 V. 7:51. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 46
909
Introducción a la Azora 46
AL- AḤQĀF
LA ZONA DE AL-AḤQĀF
E s la séptima de las azoras de la serie Ḥā Mīm. Para la temática general y la secuencia cronológica
v. la introducción a la azora 40. Reciben el nombre de aḥqāf las amplias y ondulantes dunas
arenosas características de la región de ᶜĀd, en la frontera con Ḥaḍramawt y el Yemen. V. también
7:65 y sus notas. Probablemente los aditas habían habitado en una región fértil y bien regada pero,
como se dice en la aleya 24, sus delitos provocaron la catástrofe definitiva de todo el país. De esta
azora extraemos la lección de que la verdad responde de forma adecuada a todos los desafíos y acaba
por imponerse.
Resumen:
Hay en la creación entera un sentido y una finalidad: la verdad y la revelación prevalecerán y quien
las cuestione se verá desbaratado por sus propias maquinaciones. Los justos, por su parte, deben
esperar con paciencia y firme perseverancia. (Aleyas 1- 35)
El Corán I Azora 46
910
Azora 46
AL- AḤQĀF
LA ZONA DE AL- AḤQĀF
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1. 1
1 Con la mención del nombre de estas letras se quiere llamar hecho de vuestras facultades (v. 41:20-23). Si divinizáis a
la atención de los oyentes sobre el hecho de que, aunque hombres justos, o a profetas, por ejemplo, os abandonarán
este admirable Corán se compone de letras por todos co- (v. 5:116). También los ángeles se apartarán de vosotros si
nocidas, su estilo le distingue de todos los escritos de los los divinizáis (v. 34:40-41). (Yūsuf ᶜAlī)
hombres. (Quṭb)
6 V. 35:14-15. (Asad)
2 La mención del «plazo» que Dios ha marcado a todas las
cosas creadas quiere destacar que la creación tiene límites, 7 V. 37:12-15 (Yūsuf ᶜAlī); 74:24 (Asad) y 21:3. (Mawdūdī)
tanto espaciales como temporales, que se contraponen a la
atemporalidad y la infinitud divinas. (Asad) 8 A Dios no se le oculta la realidad y sabe distinguir perfec-
tamente lo verdadero de lo falso. Aunque el mundo entero
3 Es decir, se niegan a tener en cuenta la amonestación de acuse a un hombre de mentiroso, si, según el conocimiento
que no deben atribuir propiedades divinas a seres o pode- de Dios, es una persona honrada, obtendrá un veredicto
res que no son Dios. (Asad) favorable. (Mawdūdī)
V. 6:73; 10:5-6; 14:19; 15:85; 16:3; 21:16-18; 23:115; 9 La frase tiene también el sentido de: «Quiera Dios perdo-
29:44 y 30:8. (Mawdūdī) naros y concederos la gracia de Su recta guía». (Asad)
4 La aceptación acrítica de una doctrina de fe basada en algo 10 «No anuncio nada que no haya sido enseñado ya antes por
que solo se conoce de oídas, sin una reflexión profunda y todos los enviados de Dios que me han precedido». Esta
sin comprobaciones exhaustivas, es una insensatez estre- lectura subraya la enseñanza coránica de la identidad de
mecedora que influye en la totalidad de la conducta huma- los principios éticos proclamados por todos los enviados
na y destruye su futuro. (Mawdūdī) de Dios. (Asad)
5 Las falsas divinidades son leños y piedras inertes que ja- 11 Con esta frase se rechazan las suposiciones que los pa-
más podrán responder a las plegarias que se les dirigen. ganos de La Meca se habían forjado sobre el Profeta, a
Si divinizáis vuestro propio yo, os veréis forzados a dar saber, que poseía poderes sobrenaturales, que podía hacer
testimonio contra vosotros mismos del mal uso que habéis milagros o predecir el futuro. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 46
912
22 Este «diálogo» en parábolas no pretende tan solo escla- Con este nombre se conoce especialmente la parte sudoc-
recer el conflicto generacional —siempre recurrente e in- cidental del desierto Arábigo, totalmente deshabitada. Allí
evitable— sino que indica también que la transmisión de se encuentra la legendaria tumba del profeta Hūd. A quien
las convicciones religiosas es la misión más importante contemple la situación actual de esta zona le resultará casi
y, con ello, uno de los elementos básicos de la sociedad. imposible imaginar que hubo un tiempo en que cobijó a
(Asad) un pueblo poderoso, creador de una espléndida cultura.
(Mawdūdī)
23 V. 7:65. El dato aquí relevante es que el amonestador en-
viado a los aditas no era un extranjero, sino un miembro 25 V. 7:65-72; 11:50-60; 23:31-41; 26:123-140; 29:40 y
de su propia tribu. (Yūsuf ᶜAlī) 41:13-18. (Mawdūdī)
26 V. 45:33. (Yūsuf ᶜAlī) Ḫadiŷa. El Profeta se vio forzado a buscar una y otra vez,
y en vano, el amparo de alguna de las numerosas tribus de
27 V. también 72:1-15. A partir de este y otros textos del Co- Arabia para poder proclamar con algún margen de seguri-
rán sabemos que existe una cierta clase de criaturas llama- dad el mensaje de Dios. En cierta ocasión fue tan maltra-
das ŷinn. Están hechas de fuego (v. 18:50; 38:73; 55:15). tado y tan cruelmente apedreado por niños y sirvientes sin
Pueden ver a los hombres, pero no los hombres a ellas (v. compasión que tuvo que recorrer con las piernas ensan-
7:27). Sabemos también que viven, al igual que los hom- grentadas el largo camino de regreso a La Meca. Y no hizo
bres, aunque no se nos han comunicado datos más preci- otra cosa sino encomendarse, en una piadosa plegaria, a la
sos sobre los lugares en que habitan (v. 2:36 y 38). Los misericordia de su Dios. (Quṭb)
ŷinn ayudaron a Salomón a llevar a cabo algunos de sus
trabajos en la tierra. (Quṭb) 30 Todos los trabajos espirituales progresan cuando llega
el tiempo de su sazón. Nunca debemos sentirnos impa-
28 V. 2:255 (la aleya del Trono). (Yūsuf ᶜAlī) cientes a la espera de sus resultados o por el retraso del
castigo de quienes se oponen a ellos o desean estorbarlos.
29 Esta instrucción tiene como primer destinatario al Profeta, (Yūsuf ᶜAlī)
que tuvo que soportar y padecer numerosos ultrajes, burlas
y persecuciones de parte de su propio pueblo y cuya vida 31 Con este lenguaje metafórico alude el Corán a la ilusoria
estuvo sembrada de múltiples privaciones. Huérfano de concepción del «tiempo» tal como lo experimentan los
padre y madre, cuando ya desempeñaba su misión profé- hombres, una concepción que no tiene nada que ver con
tica, la muerte le arrebató en un solo año la protección de la realidad última, tal como se desarrolla en la vida futura.
su tío ͻAbū Ṭālib y el afecto y el consuelo de su esposa, (Asad)
El Corán I Azora 47
919
Introducción a la Azora 47
MUḤAMMAD
MUḤAMMAD
H emos analizado el orden actual de las azoras desde perspectivas temáticas y con independencia
de su secuencia cronológica y hemos llegado a la conclusión de que existe entre ellas una
conexión lógica. Con esta azora se han recorrido ya las cinco sextas partes del Corán. La sexta y
última parte restante se compone de azoras cortas, que también se agrupan por temas.
El primero de estos grupos consta de tres azoras (azoras 47-49), dedicadas a la organización de
la comunidad islámica tanto en lo concerniente a su defensa exterior como en lo que atañe a sus
relaciones internas. Esta azora 47 expone la necesidad de rechazar con decisión los ataques de los
enemigos exteriores. Surgió en los primeros años después de la hégira, cuando pendía sobre
los musulmanes la amenaza de aniquilación a consecuencia de una invasión procedente de La Meca.
(Yūsuf ᶜAlī)
Resumen:
Es preciso enfrentarse con diligencia a las agresiones hostiles contra la fe y la verdad. Dios nos
guiará. (Aleyas 1-19)
Se condenan la cobardía y la indecisión. Se traza una clara línea de separación entre quienes aceptan
las fatigas y quienes las rehúyen. (Aleyas 20-38)
El Corán I Azora 47
920
Azora 47
MUḤAMMAD
MUḤAMMAD
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Este versículo enlaza con el último de la precedente azora tencia que determinados individuos sean ejecutados. Así
46. (Asad) ocurrió después de la batalla de Haybar y tras la conquista
de La Meca. Pero incluso entonces, debe suspenderse la
2 La frase puede significar «se mantuvieron alejados del ca- ejecución si mientras tanto los prisioneros han abrazado
mino de Dios» o también «mantuvieron a otros alejados el Islam o han pasado de la custodia del Estado a manos
del camino de Dios». (Mawdūdī) privadas. No se permite nunca la flagelación de los cauti-
vos. 4) Pueden pasar, en condición de esclavos, a manos
3 La liberación de las preocupaciones y la feliz quietud son privadas (con las inherentes posibilidades de conseguir la
dones divinos de muy alto rango que, en la jerarquía de los manumisión o de ser rescatados con los fondos del azaque,
valores y de sus repercusiones, se sitúan inmediatamen- N. del T.). 5) Mientras los prisioneros se encuentren bajo
te a continuación de la fe en Dios. Cuando no se tienen la custodia del Estado, las autoridades tienen el deber de
preocupaciones, los sentimientos y los pensamientos son proporcionarles un trato correcto y alimentos, vestido y
rectos. Con el corazón y la conciencia tranquilos, los ner- atenciones médicas si están heridos o enfermos. 6) Está
vios distendidos y el alma contenta, se ha llegado al mejor prohibido obligar a los prisioneros de guerra a realizar tra-
estado que es dable imaginar y desear. (Quṭb) bajos forzados. 7) Los prisioneros de guerra pueden ser
puestos en libertad, sin ningún tipo de contraprestaciones,
4 Se insiste aquí en «lo revelado a Muḥammad», porque y seguir viviendo en el Estado islámico, acogidos a las
después de su llamada para profeta, la fe en Dios y en sus normas de protección de las minorías no musulmanas.
escritos revelados es incompleta si no se cree también en Así lo hizo el Profeta, por ejemplo, con los prisioneros
las enseñanzas que este mensajero nos ha traído. Se hacía de Haybar. 8) Después de la batalla de Badr, se liberaba
necesaria esta aclaración porque después de la emigración a los prisioneros previo pago del rescate o a cambio de
los musulmanes entraron en contacto con personas que la prestación de ciertos servicios. 9) Hay asimismo varios
aceptaban todos los principios de la fe, pero se negaban ejemplos, de la época del Profeta, de intercambio de pri-
a admitir que Muḥammad (la paz esté con él) fuera un sioneros. (Mawdūdī)
enviado de Dios. (Mawdūdī)
7 Al contrario que las obras de los paganos, las de los márti-
5 Es decir, con los que alejan a otros del camino de Dios. res nunca se pierden. Siguen mostrando su eficacia incluso
Se enlaza aquí con la aleya 1 y se ponen los cimientos después de su muerte, tanto en el seno de la comunidad
que determinan la licitud de la lucha armada, es decir, la islámica como en su vida personal ultraterrena. (Quṭb)
emprendida en defensa de la fe y de la libertad (v. en este
contexto 2:190), que es un deber. Esta aleya fue revelada 8 El imán ͻAḥmad cuenta en su Musnad que el Profeta (la
en una fecha posterior a la azora 22:39-40, que es donde paz esté con él) dijo: «El mártir tiene garantizadas seis
se habla por vez primera de la lucha armada. (Asad) ventajas: Con la primera gota de sangre derramada se le
perdonan todos los pecados, contempla su puesto en el
6 El Islam ha promulgado una normativa precisa acerca del mundo celeste, se desposa con las hermosas vírgenes del
trato que debe dispensarse a los prisioneros de guerra que Paraíso, se mantiene tranquilo e imperturbado en el día
puede sintetizarse: 1) El objetivo real de un ejército islá- del gran espanto, no experimenta ninguna penalidad en
mico en acción consiste en privar al enemigo de su capa- la tumba y es adornado con las espléndidas vestiduras de
cidad combativa. 2) Se debe dejar libres a los prisioneros la fe firme». (Quṭb)
o sin contraprestaciones o mediante el pago de un rescate.
Esto implica que bajo ninguna circunstancia se les pue- 9 Siguiendo Su ley, que señala un género de vida perfecto y
de ejecutar. 3) En ocasiones especiales de traición, puede establece las normas divinas, y haciéndola realidad en su
ocurrir que, tras un juicio justo, se declare mediante sen- existencia cotidiana. (Quṭb)
El Corán I Azora 47
922
10 Incluso en el caso de que se trate de «buenas obras». sus imágenes de la vida futura son puramente alegóricas.
(Asad) (Asad)
11 Cuando en la batalla de ͻUḥud el profeta, herido, se retiró 15 V. 37:66-68 (Yūsuf ᶜAlī) y 6:70. (Asad)
a un desfiladero para recuperar fuerzas, Abū Sufyān gritó:
«Nosotros tenemos a ᶜUzza y vosotros no». A lo que el 16 V. 6:25 y 36; 10:42-43. (Asad y Yūsuf ᶜAlī)
Profeta y sus compañeros replicaron: «Nuestro protector y
auxiliador es Dios, y vosotros no tenéis ni auxiliadores ni 17 V. 43:66 y 12:107. (Yūsuf ᶜAlī)
protectores». Esto mismo se dice, en términos análogos,
en esta aleya. (Mawdūdī) 18 Si tenemos en cuenta la época en que fue revelada esta
azora, inmediatamente después de la hégira, advertire-
12 Es una certera comparación. El ganado come hasta hartar- mos que ya para entonces existían indicios suficientes de
se y no tiene otros intereses superiores. Así come también que los planes de los asociadores para destruir el Islam se
esta clase de gente, sin pasar de ahí a valores o ideales más hundirían en el fracaso. La hégira demostró que había en
elevados. (Yūsuf ᶜAlī) Medina un número considerable de personas dispuestas a
recibir y apoyar al Enviado de Dios. También en La Meca
13 Cuando el Profeta se vio obligado a abandonar su ciudad contaba con numerosos seguidores. En la batalla de Badr
natal dijo: «La Meca, tú eres la ciudad más amada a los pudo comprobarse que eran capaces de medirse con fuer-
ojos de Dios y la que yo más amo de entre todas las ciuda- zas tres veces superiores. (Yūsuf ᶜAlī)
des de Dios. Si los asociadores no me hubieran expulsado,
yo jamás te abandonaría». (Mawdūdī) 19 Una vez que ha sonado la Hora, ¿de qué les sirve ya el tar-
dío reconocimiento de sus pecados y su arrepentimiento?
14 Según Zamaḫšarī y Rāzī, la descripción en parábola del (Asad)
Paraíso es una interpolación. Se advierte al lector que
El Corán I Azora 47
924
20 Esto no significa en modo alguno que el Profeta haya co- 23 V. también 59:11. (Yūsuf ᶜAlī)
metido con intención deliberada faltas cuyo perdón deba
suplicar ahora. El sentido correcto es que ni al más desta- 24 Los primeros que se opusieron a la revelación de
cado de todos los siervos de Dios le está permitido abrigar Muḥammad fueron los judíos de Medina. Tramaron desde
en su corazón la más mínima brizna de sentimientos de el primer día conjuras contra él, porque eran demasiado
autojustificación o de soberbia sobre sus propios logros, cobardes para combatirlo cara a cara. Se les sumaron en
sino que a pesar de todos sus importantes o sobresalientes sus conjuras los hipócritas. Los enfrentamientos entre los
servicios debe confesar siempre ante Dios sus errores y judíos y Muḥammad fueron en aumento, hasta que el Pro-
debilidades. Con esta conciencia suplicaba el Profeta, se- feta los expulsó de Medina. (Quṭb)
gún la tradición, el perdón «cien veces al día». (Mawdūdī)
25 El texto alude al castigo en el estadio intermedio entre la
21 Como luego sucedió. V. 22:39-40. (Asad) muerte y la resurrección. (Mawdūdī)
22 Casi todos los comentaristas interpretan esta expresión 26 Ya simplemente a través de este tono, y aunque no haya
como una alusión a las caóticas circunstancias de la Ara- otros signos visibles, descubren los verdaderos creyentes
bia preislámica, pero la aleya tiene, al igual que la tota- la hipocresía. (Asad)
lidad de la sección a la que pertenece, un alcance supra-
temporal. (Asad)
El Corán I Azora 47
926
27 El sentido de esta aleya es atemporal Todos cuantos re- 31 El deseo de poseer es innato y la religión lo conduce por
chazan a ciencia y conciencia el mensaje y se oponen por cauces útiles tanto para los individuos como para las co-
todos los medios a su difusión y se enfrentan de cualquier munidades, sin suprimirlo ni menospreciarlo. (N. del T.)
modo al Profeta no causan a Dios ni el más mínimo daño y
todos sus esfuerzos quedan reducidos a nada. Es un asunto 32 Hay en estas palabras una severa advertencia para quienes
ya sentenciado. Si los fieles sufren una derrota pasajera, han gustado el sabor de la verdadera fe, que es un inmenso
es tan solo una prueba para purificarse y para clasificarse don en este mundo. Comparado con ella, todo cuanto el
para la victoria final. (Quṭb) hombre puede poseer apenas tiene valor. De ahí que esta
amonestación sea la más temible de cuantas un creyente
28 La eficacia y la utilidad de las acciones depende totalmen- puede escuchar de su Señor. (Quṭb)
te de que hayan sido realizadas en obediencia a Dios y a su
Enviado. (Mawdūdī) En las últimas aleyas de la azora el discurso se dirige so-
bre todo a la comunidad musulmana. Se la enfrenta a su
29 La afirmación no debe entenderse en el sentido de que misión histórica de quebrantar el poder de la tiranía y de
los musulmanes no deban entablar nunca negociaciones liberar a los oprimidos. En su interior, el hombre ha de
de paz. Lo que se prohíbe es hacerlo desde una situa- temer a Dios. Deben implantarse por doquier la paz, la
ción de debilidad, porque entonces el enemigo se crece. seguridad y la justicia. Para el cumplimiento de esta tarea,
(Mawdūdī) la comunidad islámica debe combatir con determinación
y aceptar muchos sacrificios. Durante largo tiempo se
Estas palabras de advertencia y estímulo están dirigidas a verá privada de muchas cosas. Algunos de sus miembros
los musulmanes a quienes les resultaba demasiado pesada fracasarán. Pero solo se dañan a sí mismos. Los demás
la carga de los combates y anhelaban la paz para eludir deberán resistir con firmeza. Serán generosamente recom-
aquellas dificultades. Podría, además, darse el caso de que pensados por su Señor en la vida ultraterrena. Incluso en
algunos de ellos tuvieran familiares o intereses materia- esta vida se registra al final una gran victoria. Pero si la
les entre los enemigos. A estos musulmanes se los exhorta comunidad, considerada en su conjunto, no resiste, si re-
aquí a informarse mejor y a purificar sus almas. (Quṭb) trocede, si abandona su misión, ya nada ni nadie podrá ve-
nir en su ayuda. Se traspasará la difícil tarea a otro pueblo.
30 V. 6:32 y 29:64. (Yūsuf ᶜAlī) (N. del T.)
El Corán I Azora 48
929
Introducción a la Azora 48
AL-FATḤ
LA VERDADERA VICTORIA
Como ya se ha explicado en la Introducción a la azora 47, se trata de la segunda de la tríada de azoras de
Medina. Su datación queda fijada por el hecho de que se menciona en ella la tregua de Ḥudaybiyya, firmada
en el mes de ḏū-l-qaᶜda del año 6 después de la hégira ( = febrero del 628. V. también 9:13 y sus notas).
Ḥudaybiyya es una llanura, a un día corto de viaje, al norte de La Meca y algo al oeste de la ruta entre esta
ciudad y Medina seguida en la época del Profeta. Habían pasado ya seis años desde el día en que Muḥammad
se había visto forzado a abandonar aquella su amada ciudad natal, ahora bajo el poder de la autocracia
pagana. Pero durante aquellos seis años el Islam se había fortalecido. Su alquibla se hacía ya en dirección
a la Caaba. Los asociadores habían intentado repetidas veces aniquilar la nueva religión, pero sus ataques
fueron infructuosos. De acuerdo con las costumbres de la época, todos los árabes tenían derecho a visitar el
santuario, a condición de hacerlo desarmados. Durante los meses sagrados estaban prohibidos los combates
(v. 2: 194 y sus notas). Uno de estos meses era el de ḏū-l-qaᶜda. Fue justamente este mes del año 6 después
de la hégira cuando el Profeta tomó la decisión de llevar a cabo la ᶜumra o peregrinación menor (v. 2:196 y
sus notas), junto con sus compañeros, todos desarmados. Se le unieron de mil cuatrocientos a mil quinientos
hombres. A los autócratas paganos de La Meca les desagradó profundamente aquella iniciativa. Alarmados,
y pasando por alto los usos árabes, comenzaron a estorbar el pacífico desarrollo de la ejecución de los ritos
de la peregrinación. Atacaron a un grupo desarmado. El Profeta se alejó un poco hacia el Oeste de la ruta
y acampó en Ḥudaybiyya, donde se llevaron a cabo las negociaciones. Por un lado, no estaba dispuesto a
proporcionar a los hombres de La Meca ni el más mínimo pretexto para recurrir al empleo de la violencia en
una zona sagrada. Por otro lado, los coraixíes sabían demasiado bien, por la amarga experiencia de los seis
últimos años, que su poder se desmoronaba por doquier, mientras que iban en aumento el Islam y sus fuerzas
morales y espirituales, tal como se estaba comprobando allí mismo a través de su capacidad de organización
y resistencia. El entusiasmo con que aquella masa de gente, aglutinada por su amor a su jefe, suscribió,
bajo el árbol, en Ḥudaybiyya (v. 48:18), la tregua demostraba la gran fuerza de que Muḥammad disponía,
también en el sentido profano del término, cuando los coraixíes acordaron con él las cláusulas del convenio.
Así se cerró el tratado de paz conocido bajo la denominación de Tregua de Ḥudaybiyya. Se estipulaban las
siguientes condiciones: 1) Se decretaba una tregua de diez años entre ambos bandos. 2) Todas las tribus y todos
los individuos concretos gozaban de libertad para afiliarse a uno de los dos o para establecer alianzas con ellos.
3) Toda persona (varón o mujer) coraixí sujeta a tutela que, sin consentimiento de su tutor, hubiera seguido
al Profeta, debería ser devuelta a La Meca; pero en el caso contrario no debía ser devuelta a Medina. 4) El
Profeta y sus acompañantes no podrían entrar aquel año en La Meca, pero sí podrían hacerlo al año siguiente.
El punto 3 del tratado fue objeto de vivas discusiones en el campo musulmán, pero en realidad tenía una
importancia secundaria. Era evidente que los musulmanes sometidos a la tutela y devueltos a La Meca no
renunciarían a la bendición del Islam, mientras que los que permanecían en esta ciudad se convertirían en
centros de difusión islámica, de modo que resultaba más útil que se quedaran allí en vez de ser devueltos
a Medina. Una recaída en el paganismo era absolutamente inimaginable. Los musulmanes cumplieron
escrupulosamente los compromisos adquiridos en las negociaciones. Al año siguiente llevaron a cabo la
peregrinación menor. De hecho, fueron los hombres de La Meca quienes violaron más adelante la tregua
cuando una de las tribus aliadas con ellos, los Banū Bakr, atacaron por sorpresa a los Banū Huza`ah, aliados
de los musulmanes. Aquel episodio propició la conquista de La Meca y la supresión del dominio pagano. Con
el correr del tiempo pudo advertirse que la tregua de Ḥudaybiyya había sido una gran victoria, tanto moral y
social como política. En esta azora se exponen las lecciones que deben extraerse de aquel acontecimiento, del
mismo modo que la azora 3:121-129 describe las derivadas de la batalla de Badr, y 3:149-180 las obtenidas
en la batalla de ͻUḥud. (Yūsuf ᶜAlī)
Resumen:
Como se desprende de los sucesos de Ḥudaybiyya, la victoria se consiguió gracias a un valor frío y osado, a la
entrega sumisa, la fe y la paciencia. Es, pues, preciso dar gracias a Dios y seguir a su Enviado. (Aleyas 1-29)
El Corán I Azora 48
930
Azora 48
AL-FATḤ
LA VERDADERA VICTORIA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Este texto alude a la tregua de Ḥudaybiyya. En ella se 3 Se mencionan aquí tres resultados de la tregua que supo-
estipulaba que, tras largos años de ininterrumpidas rela- nen un «indiscutible triunfo»: 1) El perdón; 2) el reco-
ciones conflictivas con el Islam, los coraixíes de La Meca nocimiento de la misión profética, y 3) la apertura de un
reconocían a los musulmanes plena igualdad de derechos. camino derecho hacia el Islam, simbolizado en la peregri-
Trasladada a la práctica, esta cláusula dejaba vía libre a nación del año siguiente a La Meca, centro del universo
la expansión del Islam por Arabia y, a partir de aquí, por islámico. (Yūsuf ᶜAlī)
todas las regiones de la tierra. (Yūsuf ᶜAlī)
4 Sakīna significa tranquilidad, paz, certidumbre, contento,
Cuando tras la firma de la tregua de Ḥudaybiyya se ha- firmeza, confianza y adhesión que Dios deposita en el co-
bló de «victoria», fueron muchos los que se mostraban razón de los fieles. (Quṭb)
extrañados y desconcertados. En Medina se oía decir:
«¿Qué victoria? Se nos ha impedido el acceso a la Casa El contento divino en el corazón, en una situación donde
de Dios, el Profeta ha tenido que dar media vuelta desde lo normal habría sido verse arrastrados por sentimientos
Ḥudaybiyya y, como consecuencia de este pacto, hemos de ira y de frustración ante un convenio que les parecía
tenido que resignarnos a que sigan en manos de sus opre- desigual. (Daryabādī)
sores nuestros hermanos». Cuando el Profeta oyó estas
palabras, dijo: «Es una protesta muy injusta. De hecho, se 5 Esta aleya es una de las que señalan que la fe no es una
trata de una gran victoria. Habéis llegado hasta el centro situación estática incapaz de crecer, sino que tanto pue-
mismo de los idólatras y para conseguir que os volvie- de progresar y aumentar como retroceder y disminuir.
rais han tenido que prometer que podréis hacer la pere- (Mawdūdī)
grinación el año que viene. Ellos mismos han expresado
el deseo de poner fin a las hostilidades y de firmar la paz 6 En el Corán se promete la recompensa a los fieles me-
con vosotros por diez años, aunque tenéis demasiado bien diante un término colectivo global, sin mencionar por
conocida su maldad y la enemistad que os profesan. Dios separado a varones y mujeres. Pero como en este con-
os ha dado predominio sobre ellos». Se dice que, más ade- texto podía surgir la impresión de que esta promesa solo
lante, algunos de los compañeros del Profeta afirmaron: es aplicable a los primeros, se añaden específicamente
«La gente cree que la victoria estuvo en la conquista de las mujeres, como acompañantes de los hombres, porque
La Meca, pero nosotros entendimos que la verdadera vic- incitaron a sus maridos a la lucha y durante su ausen-
toria se alcanzó en la tregua de Ḥudaybiyya». (Mawdūdī) cia en la guerra tuvieron bajo su cuidado y protección
sus propiedades y sus familias. Aunque «se quedaron
2 V. 40:55 y 47:19. (Yūsuf ᶜAlī) en casa», les corresponde la misma recompensa por la
ŷihād. (Mawdūdī)
Tras la revelación de esta azora, en la que Dios le co-
munica la buena nueva de que le perdonaba sus pecados, 7 Se repiten aquí las palabras del verso 4, para confirmar
permaneció durante la noche tanto tiempo orando en pie de nuevo que las fuerzas físicas visibles en el mundo no
que tuvo una grave hinchazón de piernas. Cuando su mu- son las únicas que toman parte en la batalla y con las que
jer, cĀͻisa, le preguntó: «¿Por qué te esfuerzas tanto, si se lleva a cumplimiento el plan de Dios. En Ḥudaybiyya
Dios ya te ha perdonado los pecados?», su respuesta fue: las invisibles fueron más determinantes que las visibles.
«¿Acaso no debo hacerlo, como siervo agradecido de (Yūsuf ᶜAlī)
Dios?». (Quṭb)
El Corán I Azora 48
932
8 Con ocasión de las negociaciones de Ḥudaybiyya, cuan- 11 Esto no es un pretexto válido: todos los hombres tienen
do aún no se sabía qué acogida dispensarían los coraixíes ocupaciones y familia. Si se acepta como suficiente esta
al mensajero que el Profeta les había enviado a La Meca, razón, no se encontrará quien luche por la fe y la defienda.
una oleada de profundos sentimientos compartidos agi- (Quṭb)
tó el campamento de los 1500 musulmanes. Se acer-
caron henchidos de entusiasmo al Profeta y le juraron 12 Dios emite su sentencia a partir del conocimiento que tie-
fidelidad, con un apretón de manos. El gesto era ya en ne de vuestros actos. Si merecéis ser castigados por ellos,
sí mismo una impresionante demostración de fortaleza mi súplica de perdón no podrá evitarlo. Y si no habéis
moral y material, una verdadera victoria, conocida en la merecido el castigo, en nada os dañará mi negativa a pe-
historia islámica como Bayᶜat Ar-Riḍwān («el juramento dir perdón por vosotros. Todo está en manos de Dios, no
de fidelidad del contento divino»). Pusieron sus manos en las mías. Y no podéis engañarlo con palabras vacías.
sobre las manos del Profeta, pero sobre las de todos ellos (Mawdūdī)
estaba la mano de Dios. Y fue Dios quien recibió su ju-
ramento. El Profeta (la paz esté con él) ha venido para 13 No es un fenómeno exclusivo de los árabes de aquel tiem-
crear una conexión directa entre los hombres y Dios y po, pues se da en todas las épocas y en todos los pueblos
para establecer entre ellos una alianza permanente. que opinan que los creyentes saldrán mal librados porque
(Yūsuf ᶜAlī y Quṭb) son menos numerosos o porque no tienen tanto poder, ha-
cienda y posesiones como los enemigos de Dios. (Quṭb)
9 Más allá de la evocación histórica, esta aleya tiene la sig-
nificación de que la fe en el Enviado de Dios se identifica 14 Hay aquí una alusión a 8:1: «El botín pertenece a Dios y a
con la declaración de fe en el mismo Dios y, a la inversa, su Enviado». Ningún combatiente puede reclamar para sí
que la disposición a obedecer a Dios en todas las cosas y a título individual botín de guerra. La lucha por razones
implica también la obediencia a su Enviado. (Asad) de botín es contraria a los principios básicos de la «guerra
por la causa de Dios», que solo puede emprenderse en
10 Se trataba de las tribus de los Gifar, Muzayna, Guhayna, defensa de la fe y de la libertad. V. 2:193. (Asad)
’Asga, Aslam y Dayl, que mantenían una alianza externa
con el Profeta y habían abrazado el Islam, pero que se 15 Las palabras aw yuslimūn pueden significar dos cosas: 1)
negaron con diversas excusas a acompañarle en su viaje a que aceptan el Islam; 2) que se someten al dominio islá-
La Meca. (Asad) mico. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 48
934
16 Los hombres pueden estar dispensados de la ŷihād por 22 Poco antes de la firma de la tregua un pequeño grupo
dos motivos: 1) cuando no tienen la fuerza física necesa- de coraixíes atacó el campamento del Profeta, pero los
ria para soportar las fatigas de las campañas militares, por musulmanes los redujeron e hicieron prisioneros. Tras la
ejemplo, los niños, las mujeres, los enfermos, los ciegos y firma del tratado los dejaron en libertad, sin haberles cau-
los incapacitados; 2) cuando por otras razones les resulta sado ni el más mínimo daño. (Asad)
difícil entrar en combate, como es el caso de los que no
pueden adquirir las armas y el equipamiento necesario, 23 La Caaba, cuyo acceso tuvieron prohibido los musulma-
tienen deudas o padres o hijos que dependen de su ayuda. nes hasta el año 7 de la hégira. (Asad)
En este contexto, debe señalarse que a nadie le está per-
mitido participar en la lucha sin el permiso de sus padres 24 Los musulmanes de Medina llevaban ofrendas de ganado
musulmanes. (Mawdūdī) para el sacrificio y se habían vestido el hábito de peregri-
nos (v. 2:197 y sus notas), pero no se les permitió entrar
17 Se refiere a cuantos, físicamente incapacitados para la lu- en La Meca, aunque tenían derecho a ello según 2:196.
cha, apoyan plenamente en su espíritu a los combatientes. En consecuencia, hicieron los sacrificios en Ḥudaybiyya.
(Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
18 Se hizo este juramento de fidelidad cuando el Profeta es- 25 Había por aquel tiempo en La Meca hombres y mujeres
taba sentado bajo un árbol, en la llanura de Ḥudaybiyya. creyentes, pero sus correligionarios de Medina no los
(Yūsuf ᶜAlī) conocían. Si estallaba la lucha en la ciudad era inevita-
ble que en el curso de los combates se diera muerte, sin
19 V. supra, la aleya 4. (Yūsuf ᶜAlī) quererlo, a musulmanes desconocidos. Con la tregua se
pretendía evitar este riesgo. (Yūsuf ᶜAlī)
20 La mayoría de los comentaristas refieren este pasaje a la
campaña de Haybar, que tuvo lugar pocos meses después 26 Dios actúa de acuerdo con su santa y sabia voluntad y no
de la conclusión de la tregua de Ḥudaybiyya. Pero es muy según lo que, en la excitación de la vida humana, parece-
probable que su campo de significación sea más amplio y ría ser el curso natural de las cosas. Al impedir la lucha,
que se refiera también a la conquista de La Meca, el año salvó muchas preciosas vidas humanas, no solo de mu-
8 de la hégira, a la difusión del Islam por Arabia y, en fin, sulmanes, sino también de otros que más tarde hallaron
a la expansión de la comunidad de pueblos islámicos bajo el camino del Islam y defendieron su causa. Concede su
los sucesores inmediatos del Profeta. (Asad) gracia siguiendo normas de más alto rango que las que
los hombres pueden conocer desde su limitado horizonte.
21 Se enumeran nuevas ventajas, que suelen interpretarse (Yūsuf ᶜAlī)
como alusión a las posteriores campañas victoriosas del
Islam. Pero no podemos limitarnos a los aspectos políti- 27 Esto significa, en un sentido amplio, que el hombre nunca
cos y materiales, sino que es preciso tener en cuenta tam- sabe si su prójimo merece la gracia o el castigo de Dios.
bién, y sobre todo, la marcha ascendente del Islam como (Asad)
poder moral y espiritual. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 48
936
28 En este contexto, se narra el siguiente episodio: El Profeta de su poder político en amplias regiones de la tierra y de
comenzó a dictar a ᶜAlī el texto de las cláusulas acorda- la decadencia generalizada del poder musulmán. Esta reli-
das: «Escribe: “En el Nombre de Dios, el Clemente, el gión es fuerte en sí misma y por su propia naturaleza. Está
Misericordioso”...». Pero Suhayl, representante de los co- en sintonía con la condición humana y con las leyes bási-
raixíes, le interrumpió diciendo: «Jamás hemos oído esa cas que rigen la creación. Tiene en cuenta todas las nece-
expresión: “el Clemente”. Escribe solo lo que sabemos». sidades del alma. Acepta y promueve las estructuras cultu-
Entonces el Profeta dijo a ᶜAlī: «Escribe, pues: “En tu rales y el progreso científico y técnico. Se adapta a todos
Nombre, Dios”...». Así lo hizo ᶜAlī, y el Profeta prosi- los ambientes. Todo aquel que estudie sin prejuicios esta
guió: «Se ha acordado lo siguiente entre Muḥammad, el religión reconocerá la sinceridad y la energía que encierra
Enviado de Dios, y la gente de La Meca». Pero Suhayl y advertirá su capacidad para guiar a la humanidad por
volvió a interrumpir: «Si fueras realmente un enviado sendas razonables y para satisfacer todas sus necesidades
de Dios (tendríamos que reconocer que) te hemos trata- a lo largo de una evolución en permanente avance. (Quṭb)
do injustamente». Entonces, el Profeta a ᶜAlī: «Escribe,
pues: “Se ha acordado lo siguiente entre Muḥammad, hijo 34 V. 9:128 (Yūsuf ᶜAlī) y 5:54. (Asad)
de ᶜAbdullāh, hijo de ᶜAbd Al-Muṭṭalib, y la gente de La
Meca”...». (Asad) 35 El pasaje no se refiere a las marcas externas que les que-
dan a algunas personas cuando tocan el suelo con la frente
29 V. supra, aleya 4. (Yūsuf ᶜAlī) durante la oración, sino a la expresión de sus rostros. El
rostro de las personas rectas y justas muestra ya la luz y la
30 Poco antes de emprender el viaje que finalizaría con la gracia de Dios. Son rostros suaves, amistosos, indulgen-
tregua de Ḥudaybiyya, el Profeta había visto en sueños tes, que ayudan, infunden confianza en Dios y poseen una
que visitaba la sagrada Mezquita de La Meca. (Yūsuf paz interior. (Yūsuf ᶜAlī)
ᶜAlī)
36 V. Números 16,22. (Yūsuf ᶜAlī) y Deuteronomio 18,15 y
31 V. 2:196. (Asad) 18; 33,3. (Mawdūdī)
32 V. supra, aleya 18. (Yūsuf ᶜAlī) 37 V. Marcos 4,27-28. Con esta misma comparación anunció el
Profeta el Islam. Adviértase cómo el Corán ha completado
33 La religión de la verdad supera a todas las restantes re- y perfeccionado esta parábola. Se describe en ella con bellas
ligiones en virtud de su capacidad de convicción y expresiones la mentalidad de los sembradores: se sienten in-
de su ritmo de expansión, incluso después del retroceso vadidos por la admiración y la alegría. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 49
939
Introducción a la Azora 49
AL-ḤUŶURĀT
LA RESIDENCIA PRIVADA
E s la tercera del grupo de las tres azoras medinenses que se iniciaba con la 47. V. también la
introducción a esta última.
Resumen:
Todas las comunidades deben ser respetuosas con sus dirigentes. Las disputas están fuera de lugar y
deben ser zanjadas, la conducta es fruto de la moral y el respeto y la confianza mutuos son un deber
y un privilegio en el Islam. (Aleyas 1-18)
El Corán I Azora 49
940
Azora 49
AL-ḤUŶURĀT
LA RESIDENCIA PRIVADA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Se resumen aquí tres significados: 1) No llaméis la aten- 9 de la hégira, cuando llegó hasta él una delegación de
ción, ni con vuestras palabras ni con vuestra conducta, los Banī Tamim. Uno de ellos proponía a Muḥammad que
cuando estéis en la presencia de Dios (por ejemplo, en nombrara emir a un candidato, mientras que el otro se in-
una mezquita, en la oración o en las asambleas religio- clinaba por otro y siguieron discutiendo a grandes voces.
sas). 2) No os anticipéis ni de palabra ni de obra a lo que A continuación reveló Dios esta aleya. ͻIbn Al-Zubayr
vuestro dirigente (el Enviado de Dios) hace o dice. 3) No añade: «Desde entonces, cUmar solo hablaba en presencia
seáis impacientes intentando acelerar el curso de las co- del Profeta cuando este le pedía su opinión». De Abū Bakr
sas. (Yūsuf ᶜAlī) se cuenta que dijo al Profeta. «Enviado de Dios, a partir de
ahora solo te hablaré en susurros». (Quṭb)
Estas palabras no se refieren tan solo a los asuntos indi-
viduales de los musulmanes sino también a su conducta 4 ḥuŷurāt las habitaciones interiores privadas de las casas.
social. Ningún Gobierno islámico, ningún tribunal, nin- (N. del T.)
gún parlamento puede permitirse ignorar este principio.
Se cuenta, en este contexto, que cuando el Profeta envió a Aunque el texto se refiere el primer término al Profeta, es
Mucad Ibn Ŷabal como juez al Yemen, le preguntó: «¿En aplicable a todos los dirigentes de las comunidades, pues
qué bases fundamentarás tus sentencias?». Él respondió: son sucesores del Profeta y gobiernan en su nombre, es
«En el escrito de la revelación de Dios». «¿Y si no encuen- decir, de acuerdo con la ley islámica. En opinión de algu-
tras en él el pertinente precepto?», siguió preguntando el nos pensadores musulmanes, esta aleya incluye la prohibi-
Profeta. «Según la sunna (las costumbres de la vida) del ción de hablar en voz alta cuando se visita el sepulcro de
Enviado de Dios», respondió. El Profeta insistió: «¿Y si Muḥammad. (Asad)
tampoco aquí encuentras la solución?». «Entonces —dijo
Mucad— me esforzaré por hallar una solución por mí mis- 5 La mayoría de los comentaristas afirman que el texto alude
mo». El Profeta le puso la mano en el pecho y le dijo: a Walīd Ibn cUqba, que fue enviado a los Banū-l-Mustaliq,
«Alabado sea Dios, que ha ayudado al delegado de su En- una vez que estos habían abrazado el Islam, para recolectar
viado a descubrir un comportamiento que complace a su el dinero del azaque. Cuando estaba ya cerca del territorio
Enviado». (Mawdūdī) de esta tribu, le acometió tal temor que regresó a Medina
contando que se habían negado a pagar el impuesto y que
2 El pasaje tiene una significación literal y otra trasladada. intentaron incluso acabar con su vida. El Profeta se irritó
En su sentido literal se aplica a los contemporáneos del y decidió enviar contra ellos una expedición de castigo.
Profeta, en el trasladado a todos los creyentes de las épo- Pero, mientras tanto, llegó a Medina el jefe de la tribu,
cas posteriores: las opiniones e inclinaciones personales Harit Ibn Dinar (padre de Guwayriya, mujer del Profeta),
no pueden abolir los preceptos inequívocos o las normas que declaró: «¡Por Dios! Ni siquiera hemos visto a ese
éticas proclamadas por el Profeta. V. 4:65. (Asad) Walīd, ni mucho menos discutido con él ni nos hemos ne-
gado a pagar el azaque, y no digamos ya querer asesinarlo.
3 La descortesía frente al Profeta equivale a falta de respeto Nos mantenemos firmes en la fe y no tenemos intención
al mismo Dios. (Mawdūdī) de retener la contribución debida». A continuación vino la
revelación de esta aleya. Un falso informe puede provocar
Según un ḥadīṯ transmitido por ͻIbn ͻAbi Malik, ͻAbū enormes catástrofes. A partir de este principio se ha de-
Bakr y cUmar estuvieron muy cerca de la perdición cuan- sarrollado la investigación y comprobación crítica de los
do alzaron sus voces en presencia del Profeta. Era el año textos de las tradiciones. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 49
942
6 Los musulmanes no deben permitir que el agresor lle- 10 El Profeta dijo: «Ninguno de vosotros es verdadero cre-
ve adelante sus ataques ni deben ponerse de su parte. Si yente si no desea para sus hermanos lo que desea para sí».
fracasan todos los intentos por restablecer la paz entre los Y también: «Ofender a un musulmán es una acción malva-
contendientes, deben averiguar quiénes son los culpables da y combatirle es una rebelión contra Dios». (Daryabādī)
y apoyar a los inocentes. Se trata en este caso de una lu-
cha justificada, impuesta por Dios, de una verdadera ŷihād. La comunidad islámica debe esforzarse por suavizar los
(Mawdūdī) choques y llevar a los hermanos a posiciones razonables.
Toda injerencia militar por parte de no beligerantes deberá
7 De donde se desprende que esta lucha no está concebida ser extremadamente ponderada y finalizar apenas los dos
como una medida punitiva contra el agresor, sino que se bandos combatientes den signos de estar dispuestos a la
guía por la intención de devolverle a la obediencia de Dios. reconciliación. (Quṭb y N. del T.)
(Mawdūdī)
11 Son mofa no solo las palabras burlonas sino también las
8 No se trata de alcanzar una paz cualquiera, sino una paz imitaciones caricaturescas o los motes despectivos, los sar-
justa. (Mawdūdī) casmos y las observaciones punzantes. En este comporta-
miento se refleja siempre el sentimiento de superioridad y
9 Esta afirmación configura la base de todos los análisis en el desprecio a los demás y se hiere la sensibilidad del próji-
el contexto de las disputas entre diversos grupos musul- mo. El hecho de que se mencionen por separado a hombres
manes: a) Si los dos grupos combatientes pertenecen a la y mujeres no significa que los hombres puedan mofarse de
misma unidad estatal, es función del Gobierno reconci- las mujeres o estas de aquellos. (Mawdūdī)
liarlos o, respectivamente, obligar al agresor a asumir una
conducta justa. b) Si se trata de dos bandos poderosos o 12 Todas las conjeturas que provocan desconfianza injustifi-
de dos Gobiernos islámicos, los creyentes concretos deben cada frente a las intenciones ajenas. V. 24:19. (Asad)
guardarse de tomar parte por uno de ellos y deben exhortar
a las partes enfrentadas a temer a Dios y poner fin a los 13 «Acechar», «espiar», «fisgar» implica una conducta aún
combates. c) Si uno de los dos bandos mencionados en b) más reprobable porque los seres humanos poseen una dig-
es claramente el agresor y no se inclina a la paz ni se aviene nidad y una libertad que no tolera las injerencias ajenas en
a razones, los creyentes deben tomar partido por aquellos a los asuntos propios. (Quṭb)
quienes les asiste el derecho. d) Si uno de los bandos es un
grupo que se ha rebelado contra el Gobierno, debe investi- La prohibición no alcanza solo a las personas privadas sino
garse la causa de la rebelión. El Gobierno está legitimado también a los poderes públicos de los regímenes islámicos.
para actuar contra rebeldes que no tienen ningún motivo (Mawdūdī)
válido que justifique su actitud y, en estas circunstancias,
los fieles deben apoyar a los gobernantes. Son muchos los 14 Se le preguntó al Profeta: «¿Y qué ocurre, si lo que digo
analistas que sostienen el parecer de que es siempre ilícito acerca de otros es verdad?». Él respondió: «Si es verdad,
rebelarse contra un Gobierno que garantiza la paz y la esta- es gība («maledicencia»), si es mentira, es calumnia». Lo
bilidad del país, tanto si se trata de un régimen justo como dicho es aplicable también al caso de personas ya difuntas.
si no lo es, pero esta opinión no es correcta. No es rebelión Solo están justificadas las excepciones cuando así pueden
alzarse contra un dominador injusto. Podría incluso darse evitarse graves daños o cuando se trata de precaver a algu-
el caso de que, en determinadas circunstancias, tal alza- nas personas frente a las malévolas intenciones de otras.
miento sea para los musulmanes un deber. (Mawdūdī) (Mawdūdī)
El Corán I Azora 49
944
15 El Enviado de Dios dijo: «Todos sois hijos de Adán y Adán 18 De este versículo se desprende que ser creyente configu-
fue creado de la tierra». (Quṭb) ra un peldaño superior al de ser musulmán. Así se deduce
también del ḥadīṯ transmitido por Bujari, según el cual
La igualdad del origen biológico tiene su reflejo en la Ŷibrīl (la paz con él) interrogó al Profeta (la paz esté
igualdad de la dignidad humana, común a todas las perso- con él), en presencia de sus compañeros, acerca de los
nas. (Asad) conceptos de islām, imān e iḥsān. Islām —someterse a
Dios— es el primer peldaño; a continuación viene imān:
16 Se condenan, por tanto, todos los prejuicios de componen- creer en Dios, en sus ángeles, sus libros, sus enviados,
te racista o nacionalista. (Asad) el Último Día y la predestinación. Y, por último, iḥsān,
dedicar a Dios todas las buenas obras de todo corazón.
17 El pasaje se refiere en concreto a los Banū ͻAsad, que abra- (Ibn Kaṯīr)
zaron el Islam con ocasión de una gran carestía, para poder
participar del azaque. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 50
947
Introducción a la Azora 50
QĀF
QĀF
L legamos ahora a un grupo de siete azoras de La Meca (azoras 50-56), dedicadas a la revelación
de Dios en la naturaleza, la historia y a través de las palabras de los profetas, todo ello con una
clara orientación a la vida futura. Como ya se ha indicado, las tres azoras precedentes (azoras 47-49)
se centran en el tema de las relaciones internas y externas de la naciente ͻumma. En la serie que aquí
se inicia nuestra atención se dirige a los aspectos escatológicos, es decir, al futuro, situado delante
de nosotros, cuando nuestra vida alcance su punto final.
Esta azora se remonta a la primera etapa de La Meca. Tras una alusión a la naturaleza y al destino
de los pueblos inicuos del pasado, en la aleya 22 se descorre, por así decirlo, el velo del futuro, más
allá de la muerte.
Resumen:
Los escépticos deberían lanzar una mirada al cielo sobre sus cabezas, a la naturaleza que los circunda
y al destino de los malvados en el curso de la historia: ¿es que también ellos dudarán de la revelación
de Dios cuando se descorra el velo? (Aleyas 1-20)
Sigue una exposición del día de la retribución, el día de la realidad. (Aleyas 20-45)
Esta azora esclarece, más en particular, la cercanía —la cercanía absoluta, inmediata— de Dios
al hombre. La cercanía de sus señales, que pueden abarcarse con la mirada: con una mirada hacia
arriba, que nos habla del poder, la perfección, la belleza de Su creación en el cielo. Y una mirada a la
vida que nos circunda en la tierra, con su indescriptible variedad de plantas útiles y ornamentales,con
sus bellos y esbeltos árboles y palmeras, que indica cómo ha llenado y sigue llenando con organismos
vivientes toda la superficie del planeta. Ésta es la cercanía que barruntamos. La otra —que esta azora
explica y describe con pinceladas singularmente expresivas— es la de Su compañía, Su protección
y Su registro de todas y cada una de las acciones de todas y cada una de las personas. Esta última
tarea es desempeñada, con singular precisión, por los ángeles, a lo largo de toda la vida del hombre.
Al morir, ve todo lo que hasta entonces había permanecido oculto a su mirada. Cuando llegue aquel
gran Día quedará demostrada la verdad de todo cuanto Dios ha venido anunciando por medio de sus
enviados. (Quṭb)
Esta azora es la primera del Mufassal, es decir, de la séptima y última parte del Corán cuando,
como solían hacer los compañeros del Profeta, se lee el libro entero en siete días. mufassal significa
«detalladamente explicado». (ͻIbn Kaṯīr)
El Corán I Azora 50
948
Azora 50
QĀF
QĀF
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1. Qāf1.
1 V. 2:1. La qāf solo figura aquí, como letra aislada, y en 4 Como rechazan a priori todo lo relacionado con la idea
42:2, en combinación con otras letras. (Yūsuf ᶜAlī) de la vida futura se encuentran desorientados acer-
ca del «por qué» y el «para qué» de la vida humana.
La qāf es la primera letra de la palabra Corán. (Quṭb) (Asad)
2 El término maŷīd expresa en árabe dos cosas: en pri- 5 V. 13:3 y 15:19. (Yūsuf ᶜAlī)
mer lugar, el rango o dignidad de una persona, y luego
también su benevolencia y magnanimidad. Ambos sig- 6 V. 11:25-48; 25:38 y 26:123-158. (Yūsuf ᶜAlī)
nificados son aplicables al Corán. (Mawdūdī)
7 V. 26:123-140; 2:49-50; 7:80-84; 15:59-84 y 44:37.
3 V. 37:16. (Yūsuf ᶜAlī) (N. del T.)
El Corán I Azora 50
950
8 Aquí se encuentra, según las concepciones islámi- piensa en sus nefastas consecuencias. Atrae sobre sí la
cas, la auténtica vinculación entre Dios y el hombre. ira de Dios, hasta que retorna a Él. (Quṭb)
Dios, el Gran Otro, no es un ser lejano e inaccesi-
ble y mantiene estrecha relación con sus criaturas. 10 Lit. «La embriaguez de la muerte». (N. de la ed. esp.)
(Daryabādī)
11 El término ḫayr se utiliza en árabe para significar tanto
9 Todas las palabras pronunciadas por los hombres son el bienestar como la bondad. Si partimos de la primera
consignadas. El imán ͻAḥmad Ibn Ḥanbal trae en su significación, la frase indica que el acusado se negó a
Musnad, un ḥadīṯ, según el cual el Profeta (la paz esté compartir su próspera situación con su prójimo. Según
con él) dijo: «En verdad, un hombre dice una palabra la segunda, no solo se mantuvo alejado del sendero
que agrada a Dios y no piensa en la gran bendición de la bondad, sino que impidió a otros caminar por él.
que esto le acarrea. Gracias a esta palabra, Dios está (Mawdūdī)
contento con este hombre hasta que retorna a Él». Y
un hombre dice una palabra que desagrada a Dios y no 12 El demonio. (Alousi)
El Corán I Azora 50
952
13 V. 36:11 y 35:18. (Yūsuf ᶜAlī) 19 Antes del viaje nocturno del Profeta (ͻisrāͻ) había dos
oraciones diurnas obligatorias: una antes de la salida
14 V. Mateo 11,15: «El que tenga oídos, que oiga». (Yūsuf del sol (faŷr) y otra antes del ocaso (ᶜaṣr). Existió ade-
ᶜAlī) más, también con carácter obligatorio durante un año,
tanto para el Profeta (la paz esté con él) como para sus
15 Los judíos afirmaban que Dios creó el mundo en compañeros, la oración de la noche. (Ibn Kaṯīr)
seis días y que el séptimo (el sábado) descansó. El
Corán contradice esta invención judía y declara 20 Se designaría con estas palabras la contemplación y
que Dios no experimentó ni la más mínima fatiga. el recuerdo de Dios según las oraciones rituales. Si se
(ͻIbn Kaṯīr) quiere entender toda esta sección como relacionada
con las oraciones canónicas, el texto de esta aleya alu-
16 Desde el punto de vista cronológico es esta la primera de a oraciones voluntarias y a alabanzas a Dios con la
vez que el Corán hace referencia a la creación en «seis mención de su nombre. (Yūsuf ᶜAlī)
edades» o «etapas». En este contexto debe recordarse
que entre los árabes antiguos el término yawm («día») Son medios a través de los cuales el hombre recibe la
no designaba un espacio temporal de veinticuatro ho- fuerza y la energía que le permiten llevar adelante sus
ras, sino cualquier lapso de tiempo, sea largo o corto. esfuerzos en pro de la causa de la verdad con plena
(Asad) determinación, incluso cuando parecen ser estériles o
estar condenados al fracaso. Entran aquí también —
17 En lo referente a la supuesta «imposibilidad» de la re- más allá de las oraciones rituales— las invocaciones y
surrección. (Asad) el recuerdo de Dios. Nada puede haber aquí mejor que
hacerlo todo al modo como nos ha enseñado nuestro
18 En Bujari, Muslim y Aḥmad cuenta Garir Ibn Abdullāh: Profeta. Pero no es menos importante que entendamos
«Estábamos sentados (los compañeros) junto al Pro- y expresemos con clara conciencia el contenido de
feta cuando él, mirando la luna llena, dijo: “Estaréis nuestras oraciones. (Mawdūdī)
delante de vuestro Señor y le veréis como veis ahora
la luna, sin que su visión os estorbe, si conseguís no 21 V. 36:49-53. (Yūsuf ᶜAlī)
olvidaros de ninguna oración antes de la salida y de la
puesta del sol.”» (ͻIbn Kaṯīr) 22 V. 84:1-4. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 51
955
Introducción a la Azora 51
AḎ-ḎĀRIYĀT
LOS VIENTOS
E s una de las azoras de la primera época de La Meca y la segunda del grupo dedicado al tema de
la resurrección y de la vida futura. V. también la introducción a la azora 50.
Esta azora 51 incita a los hombres a cultivar, sin más dilaciones, una vinculación permanente con
Dios. Nada en su vida debe impedírselo ni desviarlos de esta meta. Ni siquiera la preocupación por
el sustento cotidiano debe retraerlos del servicio divino. Es Dios mismo quien les garantiza este
sustento, para que puedan dedicarse a su servicio de todo corazón. Deben ser desprendidos y dar
limosna con generosidad. Dios se lo compensará y les concederá una magnífica recompensa.
Resumen:
Las señales de Dios en el cielo y la tierra y la historia de los pueblos del pasado confirman lo que
Dios ha revelado a su Profeta.
Quienes alimentan dudas injustificadas acabarán al final y para siempre en el Infierno. Los hombres
avisados, en cambio, que procuran recordar a Dios con frecuencia para practicar el bien según su
divina voluntad y suplican día y noche su perdón, serán espléndidamente recompensados. Así lo
promete Dios, el Omnipotente, y sus promesas se cumplen siempre. Se harán realidad, sin la más
mínima duda.
El Corán I Azora 51
956
Azora 51
AḎ-ḎĀRIYĀT
LOS VIENTOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Dīn (muchas veces traducido por «religión» y aquí por 3 Que andan conjeturando sobre lo que no se puede afirmar
«Juicio») significa que cada cual recibe exactamente lo con seguridad, es decir, cosas que caen fuera del campo de
que le corresponde. Esta es la idea que encierran los con- la percepción humana. (Asad)
ceptos de juicio y justicia. (Yūsuf ᶜAlī)
4 Lit.: «sumidos en un abismo». (Yūsuf ᶜAlī)
2 Aquel cuya razón y cuyas opiniones están pervertidas, es
decir, el que tiende a priori a engañarse a sí mismo. Se 5 La auténtica generosidad no tiene solo en cuenta a los
afirma, pues, de forma indirecta, que la fe en Dios y en necesitados que piden ayuda sino también a quienes, por
la vida futura es consustancial al sentimiento y al espíritu las razones que fueren, no pueden solicitarla. V. 2:177 y
humano y que la desviación es el resultado de una errónea 2:273-274. (Yūsuf ᶜAlī)
evolución intelectual. (Asad)
6 41:53 (Yūsuf ᶜAlī) y 45:4. (Asad)
El Corán I Azora 51
958
7 V. 11:69-73 y 15:51-56. Eran ángeles que adoptaron de 11 En la destrucción total de Sodoma y Gomorra. (Asad)
pronto forma humana (Yūsuf ᶜAlī)
12 V. 44:17-31. (Yūsuf ᶜAlī)
8 Adornado con el don de la profecía. V. 15:53. (Asad)
13 V. 46:21-26. (Yūsuf ᶜAlī)
9 La noticia le pareció a Sara tan increíble que estalló en
una gran carcajada (v. 11:71) al tiempo que se golpeaba el 14 V. 7:73-79. (Yūsuf ᶜAlī)
rostro. (Yūsuf ᶜAlī)
15 Habían ya transgredido el precepto de proteger a la ca-
10 Al pueblo de Lot. (Daryabādī) mella que representaba simbólicamente los derechos del
común del pueblo, v. 11:64-65. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 7:80-84; 11:74-83; 15:58-79. (Mawdūdī)
16 V. 7:59-64. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 51
960
Introducción a la Azora 52
AṬ-ṬŪR
EL MONTE
Es la tercera de un grupo de siete de La Meca sobre el que se han dado más amplios detalles en la
introducción a la azora 50.
Al igual que la precedente, también esta azora se remonta a la primera etapa mequí. En ella se
destaca especialmente que esta revelación está siempre, al igual que los restantes escritos revelados
de épocas anteriores, en sintonía con todas las señales de Dios, que la vida futura llega de forma
inevitable y que debemos prepararnos para ella.
El Corán nos habla de realidades de gran trascendencia, a las que los hombres deberían prestar suma
atención y sobre las que deberían mantenerse más vigilantes si no quieren verse dolorosamente
sorprendidos el día del Juicio Final. En cambio, a los temerosos de Dios les esperan las más
agradables sorpresas y las más hermosas experiencias. El profeta Muḥammad (la paz esté con él)
debe proseguir su tarea sin la menor desviación, debe exhortar y amonestar sin prestar oídos a las
absurdas acusiones de quienes niegan la revelación. Dios le protegerá y le apoyará. (Quṭb)
Resumen:
Todas las señales de Dios -incluidos los escritos revelados del pasado- aluden a las inevitables
consecuencias de todas las acciones, de las malas y de las buenas: ¿Cómo, pues, pueden los hombres
ignorar o negar el mensaje de la revelación? (Aleyas 1- 49). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 52
964
Azora 52
AṬ-ṬŪR
EL MONTE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 En este contexto, el monte es símbolo de la revelación. Puede también tratarse de una profecía según la cual el Co-
(Asad) rán se extendería por toda la superficie de la tierra. (N. del T.)
En el caso de Moisés estuvo tipificado en el Sinaí. En 4 De ordinario se entiende que la «casa muchas veces visita-
Jesús se trata del monte de los Olivos, v. 95:1 y Mateo da» es la Caaba. Pero podemos suponer que se trata de cual-
24,3-51, donde Jesús previene a los hombres ante la in- quier lugar dedicado al culto del Dios Único. (Yūsuf ᶜAlī)
minente llegada del juicio de Dios. En Muḥammad se
trata del monte de la Luz, donde la revelación divina lo La Caaba terrenal y, además, la celeste, diariamente visi-
unió con el universo del espíritu. (Yūsuf ᶜAlī) tada por miríadas de ángeles. (Daryabādī)
2 Lit. «escrito». Para Daryabādī el libro en el que están 5 V. 78:20. (Yūsuf ᶜAlī)
consignadas las obras de los hombres. (N. del T.)
6 El acceso al Paraíso es una gran dádiva de Dios y es
3 Se refieren a la colección de escritos sagrados que po- también una inmensa gracia ser librados del Averno.
seían los seguidores de las antiguas religiones «del Li- (Mawdūdī)
bro». Están «abiertos» en el sentido de que no caían en el
olvido, sino que estaban al alcance de todos (Mawdūdī) o 7 V. también la descripción simbólica del Paraíso en 37:40-
al alcance de la comprensión humana. (Asad) 49. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 52
966
9 V. 44:54. (Yūsuf ᶜAlī) 15 Este desafío no tiene como destinatarios solo a los co-
raixíes de aquel tiempo sino a cuantos se niegan a creer.
El aspecto más placentero lo constituyen las compañeras Hay quienes entienden mal el reto y replican que también
y esposas creyentes, creadas de nuevo por Dios y destina- es imposible imitar el estilo de Homero, Rūmī, Goethe,
das a ser vírgenes por siempre. Son para sus esposos, de Shakespeare, Tagore o ͻIqbal. No se trata aquí de seme-
su mismo rango, el más agradable de los esparcimientos. janzas estilísticas, sino de las características que convier-
En la vida terrestre fueron las esposas creyentes de hom- ten al Corán en un escrito prodigioso: 1) Es el modelo
bres justos. (N. del T.) de literatura más perfecto de la lengua en que ha sido
revelado. 2) Es el Libro que más influencia ha ejercido
10 Lo que significa que la rectitud de los hijos aumenta los en las ideas, la ética y la cultura de la humanidad. 3) La
méritos de sus padres. (Asad) temática que desarrolla es omnicomprensiva y se ocupa
de este universo y de su Creador, del puesto del hombre,
Por lo que respecta a los niños que fallecieron antes de al- de su género de vida, de su perfección y del entramado de
canzar la edad adulta, es decir, cuando aún no tenían capa- las relaciones interhumanas. 4) No es un escrito redacta-
cidad para elegir entre la fe o la incredulidad, entre la obe- do de una vez y presentado a continuación al mundo, sino
diencia o la desobediencia, entrarán automáticamente en el que tuvo un lento proceso de formación y provocó un
Paraíso, donde serán por siempre consuelo de sus padres. movimiento de reforma del que su propio guía declaró no
(Mawdūdī) ser el autor. 5) El desencadenante de este movimiento vi-
vió entre la gente de su tierra, fue conocido por los suyos
11 Tampoco los padres rectos y honrados pueden eximir a y se distinguía por su notoria probidad y su credibilidad.
sus hijos de su responsabilidad individual. (Asad) 6) Los conocimientos contenidos en este Libro no están
al alcance ni siquiera de los hombres cultos del siglo
12 V. 37:46 y 56:19. (Asad) XXI, y mucho menos aún, por supuesto, de los árabes,
los romanos o los persas de aquella época. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 52
968
16 V. 6:50. (Yūsuf ᶜAlī) imaginar que al cabo de muy pocos años la situación ex-
perimentaría un vuelco total. (Mawdūdī)
17 V. 16:57-58. El mensaje de la unidad es inconciliable con
la atribución de hijos o hijas a Dios. La superstición pa- 20 El castigo en esta vida se hizo palpable realidad en la
leoárabe, según la cual los ángeles son hijas de Dios, es batalla de Badr a través de la gran multitud de muertos y
particularmente ofensiva para la divinidad, porque aque- prisioneros y de la humillante derrota, y en los siguientes
llas tribus menospreciaban a las hijas y las consideraban combates, que finalizaron con la conquista de La Meca
una humillación. (Yūsuf ᶜAlī) por el Profeta y sus seguidores. (ͻIbn Kaṯīr)
Introducción a la Azora 53
AN-NAŶM
LAS ESTRELLAS
E s una azora de La Meca. Habla de la revelación a Muḥammad y del mundo oculto sobre el
que se le permitió lanzar, en dos ocasiones diferentes, una rápida mirada. En la primera de
ellas se le apareció el arcángel Gabriel, en su apariencia propia, sobre el horizonte, se aproximó
hasta muy cerca de él y le transmitió las palabras de Dios. La segunda vez le acompañó en su viaje
nocturno y se le manifestó, también bajo su figura propia, en el supremo cielo. Así, pudo saber
Muḥammad con total certeza y seguridad de dónde le llegaba la revelación. En esta perspectiva se
advierte bien, por contraste, la total deformación de las concepciones que sobre Dios y los ángeles
albergaban los paganos de La Meca. Deberían mostrarse agradecidos porque, por medio del Corán
y de Muḥammad, Dios les saca de las tinieblas de la ignorancia y está dispuesto a perdonarles sus
pecados. (Quṭb)
Resumen:
La impresión que recibe el Profeta durante la revelación no es ni una errónea interpretación por
su parte ni un engaño provocado por otros, ni habla tampoco guiado por intenciones egoístas. La
revelación procede clara e inequívocamente de Dios, que no es el ser que la fantasía de los hombres
se imagina. Él es Todo en todo, el Primero y el Último, el Señor de todas las cosas, siempre dispuesto
al perdón. (Aleyas 1-32)
Los que se apartan son hombres de miras cortas, ignorantes, que no saben que Dios es el principio
y el fin de todo cuanto existe —en el universo humano, en la naturaleza y en los sucesos de la
historia—. Servidle, pues, solo a Él. (Aleyas 33-62)
El Corán I Azora 53
972
Azora 53
AN-NAŶM
LAS ESTRELLAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 naŷm significa también la lenta evolución de algo que se va 8 Es decir, el jardín del Paraíso. En otra lectura del Corán se
mostrando poco a poco. De ahí que se haya recurrido desde interpreta la palabra ŷanna como si fuera una forma verbal.
el principio a este término para referirse a las secciones del En este caso, el sentido sería: «Allí fue Muḥammad oculta-
Corán reveladas paso a paso y, con ello, al lento proceso de do y protegido». (Alousi)
la revelación en sí. Lo mismo puede decirse de 56:75. (Asad)
9 Ningún lenguaje humano es capaz de expresar adecuada-
2 A diferencia de la inspiración —un despertar espiritual que mente esta gloria. (Mawdūdī)
se produce en el interior del hombre— la revelación proce-
de del exterior. Para poder recibir una revelación, el profeta 10 V. 17:1. Este pasaje se refiere a la misma experiencia místi-
debe ser un instrumento de Dios apto y bien preparado, de ca. (Asad)
modo que su personalidad no genere distorsiones ni pertur-
baciones. (Daryabādī) 11 El santuario principal de Al-Lāt estaba en Ṭāͻif. (Quṭb)
3 V. 81:19-23. (Mawdūdī y Yūsuf ᶜAlī) Varias inscripciones nabateas la denominan «madre de los
cielos». En sus orígenes fue probablemente una divinidad
4 En su sentido más profundo la frase significa que ni siquiera solar. (Daryabādī)
a su Profeta elegido ha descubierto Dios plenamente el mis-
terio último de la existencia, de la vida y de la muerte, ni el 12 ᶜUzza se deriva de ᶜizza («gloria») y significa «la Venera-
objetivo para el que ha creado el universo. (Asad) da», «la Respetada». Fue una divinidad de los coraixíes a la
que se tributaba culto sobre todo en Hurad, entre La Meca
5 El corazón del Profeta. (Daryabādī) y Ṭāͻif. (Quṭb)
6 El Corán afirma claramente que la visión del Profeta no fue Es posible que en sus orígenes ᶜUzza se identificara con
una ilusión, sino una auténtica experiencia espiritual. Pero Venus. (Daryabādī)
justamente por esta razón solo puede ser transmitida bajo la
forma de símbolos y alegorías que los escépticos despachan 13 El santuario principal de Manāt se hallaba en Qudayd, entre
con excesiva precipitación como fantasías. (Asad) La Meca y Medina, y era venerada, entre otros, por las tri-
bus medinenses. (Quṭb)
7 Gabriel se manifestó por vez primera en una visión cuando
Muḥammad tuvo su primera revelación. La segunda fue el Era una divinidad paleoárabe del destino, y más en especial
viaje nocturno del Profeta. (Yūsuf ᶜAlī) de la muerte. (Daryabādī)
El Corán I Azora 53
974
14 V. 16:57-59 y 52:39. (Yūsuf ᶜAlī) 20 Se entiende que son los que chocan frontalmente con los
mandamientos de Dios y que son castigados en esta vida o
15 V. 6:116. (Yūsuf ᶜAlī) en la eterna. V. 4:31. (Mawdūdī)
16 V. 20:109 y 21:28. (Yūsuf ᶜAlī) 21 Las no premeditadas, y aquellas de las que hay un rápido
arrepentimiento. (Asad)
17 A saber, de la verdadera función de los ángeles. El pronom-
bre sufijo de tercera persona -hi en bi-hi puede referirse 22 Que nadie se jacte de su pureza. Sed humildes y recor-
también a Dios, y en tal caso la proposición diría: «sin saber dad que Dios purifica «a quien quiere» (v. 4:49). (Asad)
nada de Él». (Asad)
Bujari, Muslim, ͻAbu Dawd e ͻIbn Maga cuentan que
18 Las personas de actitudes básicamente materialistas, cuyos un hombre alabó a otro en presencia del Profeta. Enton-
deseos se limitan a la sexualidad y a las ganancias terrena- ces, el Profeta dijo: «¡Ay de ti! Has roto el cuello de tu
les, son incapaces de superar este marco. (Yūsuf ᶜAlī) hermano». Lo repitió varias veces y añadió: «Si alguno
de vosotros quiere alabar a otro, debe decir: “Pienso
19 Todas las acciones, buenas o malas, arrastran sus conse- que él —pero Dios le conoce mejor y yo no puedo mo-
cuencias. Pero, en contra de lo que en filosofía opinan los dificar ni en lo más mínimo el juicio de Dios— es así y
deterministas o como quiere hacernos creer la doctrina del así”, hasta donde alcanzan sus conocimientos». (ͻIbn
karma, no se trata de leyes inmutables. Mientras vivimos Kaṯīr)
en la tierra siempre hay espacio para el arrepentimiento y la
conversión. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 53
976
23 Este principio ético básico figura en el Corán en 6:164; 26 Para los aditas, v. 7:65; para los de Ṯamūd, 7:73. Para Noé,
17:15; 35:18; 39:7 y aquí, que es, cronológicamente, el pa- que pereció en el diluvio, v. 7:59-64 y 11:25-49. (Yūsuf
saje más antiguo. Implica tres cosas: 1) Un rechazo cate- ᶜAlī)
górico de la doctrina cristiana del «pecado original». 2) Un
rechazo de la doctrina de que alguien pueda ser «redimido» 27 V. 11:77-83. (Yūsuf ᶜAlī)
de sus culpas en virtud del sacrificio expiatorio de un santo
o de un profeta. 3) Indirectamente, la negación de la posibi- 28 En cuanto revelación última de Dios, el Corán y la voca-
lidad de una «mediación» entre el hombre y Dios. (Asad) ción de Muḥammad forman parte de las señales de la Hora
y se configuran, por tanto, como una apremiante amonesta-
24 V. también la afirmación del Profeta: «Las acciones serán ción. Según el imán Ahmad, el Profeta dijo: «Yo y la Hora
juzgadas según las intenciones deliberadas de quien las somos como estos dos», y mostraba sus dedos índice y me-
hace y a cada individuo se le exigirán cuentas por lo que ha dio. (Ibn Kaṯīr)
buscado conscientemente». El concepto de «acción» inclu-
ye también las omisiones conscientes de actos —sean bue- 29 En la recitación del texto original árabe, al llegar a este pa-
nos o malos—, así como todo cuanto un hombre expresa a saje se hace una prosternación. (Mawdūdī)
través de sus obras o de sus palabras. (Asad)
Todas las tradiciones concuerdan en que el Profeta leyó esta
25 Sirio, en los inicios del año solar, entre enero y abril, apare- azora poco después de haberle sido revelada, cerca de la
ce nítidamente en el firmamento. Es la más brillante de las Caaba, y que, en respuesta a la exhortación final, todos los
estrellas y su azulada luz provocaba en los paganos senti- oyentes, musulmanes y no musulmanes, se postraron en el
mientos de admiración y temor. (Yūsuf ᶜAlī) suelo, salvo un anciano, llamado Walīd Ibn Al- Mugira, que
cogió un puñado de polvo en la palma de la mano y se res-
Vuestro destino no depende de esta estrella, sino del Señor tregó con él la frente. (Quṭb)
de ella. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 54
979
Introducción a la Azora 54
AL-QAMAR
LA LUNA
E s una de las azoras de la primera época de La Meca, y la quinta de una serie que gira fundamentalmente
en torno a las ideas del juicio y de la verdad de la revelación. V. también la introducción a la azora 50.
El tema está explicitado en la reiterada interrogación: «¿Hay alguien que se deje amonestar?», que aparece
al final de cada uno de los relatos sobre los pecados y el rechazo de las advertencias de los hombres de
épocas pasadas y sobre la sencillez del Corán.
Resumen:
La hora del Juicio está cerca, pero los hombres la olvidan o no aceptan el mensaje, como hicieron, ya
antes que ellos, la generación de Noé, las de ᶜĀd y de Ṯamūd, el pueblo de Lot y el Faraón. ¿Dónde están
los dotados de capacidad deductiva? (Aleyas 1-55)
Esta azora pone ante los ojos de los coraixíes, a modo de apremiante exhortación, el terrible fin de cinco
pueblos de tiempos anteriores que rechazaron el mensaje de Dios y tildaron de mentirosos a sus enviados.
Pero la azora aporta también, al mismo tiempo, al Enviado de Dios y a sus leales seguidores, serenidad
de espíritu, firmeza y certeza de la victoria final.
El Corán I Azora 54
980
Azora 54
AL-QAMAR
LA LUNA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 En Bujari leemos que Anas ‘Ibn Mālik informó que los 4 Dusur, plural de disār, señala las fibras de palmera em-
mequíes habían pedido una señal milagrosa al Profeta pleadas para mantener unidas las diferentes partes de las
y que él les mostró la Luna hendida de tal modo que el embarcaciones. De aquí se deriva el concepto de «punta»
monte Hira estaba entre sus dos mitades. (ͻIbn Kaṯīr) o «clavija» (con que se clavan los tablones para que la
nave ofrezca una sólida estructura). (Yūsuf ᶜAlī)
Las alusiones coránicas a la «cercanía» de la última Hora
y de la resurrección nunca tienen por base los cálculos del 5 Lit.: «bajo nuestros ojos». (N. del T.)
tiempo de los hombres. (Asad)
6 V. 29:15, donde se define el arca como una señal para
2 V. 20:108-111. (Yūsuf ᶜAlī) todos los pueblos. (Yūsuf ᶜAlī)
3 V. 11:25-48. (Yūsuf ᶜAlī) 7 El estribillo se repite seis veces en esta azora. V. también
la introducción. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 54
982
18 La frase puede entenderse también en el sentido de que, a 23 La mayoría de los comentaristas relacionan este pasaje
consecuencia de sus perversas intenciones y sus degene- con la batalla de Badr, librada muy poco después de esta
radas costumbres, Dios permitió que perdieran el sentido revelación (v. 8:10), aunque esta aleya tiene una significa-
de la moralidad (v. 36:66) y los entregó a los tormentos en ción supratemporal. (Asad)
esta y en la otra vida. (Asad)
24 V. 33:66 y 25:34. (Asad)
19 V. Génesis 19,9-11. (Mawdūdī)
25 La creación de Dios no es producto del azar. Todo tiene
20 V. 10:75-90. (Yūsuf ᶜAlī) unas determinadas leyes. Todo lo que se necesita es saber
mirar con atención y reflexionar para ver las señales de
21 Lit.: «Los agarramos con la garra de un Poderoso», es de- Dios. (Quṭb)
cir, de un modo que solo Dios puede hacer para exigirles
cuentas. (Asad) 26 El plan de Dios, su ejecución y sus consecuencias con-
figuran un solo acto. Y se nos propone como ejemplo el
22 Con otras palabras, quienes negaban la verdad se apoya- abrir y cerrar de ojos, el más corto espacio de tiempo que
ban únicamente en la seguridad de que representaban el el hombre se puede imaginar. (Yūsuf ᶜAlī)
parecer mayoritario, un autoengaño fundamentado en una
concepción puramente materialista de la vida. (Asad) V. 2:117; 3:47; 16:40;19:35; 36:82 y 40:68. (Asad)
El Corán I Azora 55
987
Introducción a la Azora 55
AR-RAḤMĀN
EL COMPASIVO
L a mayoría de los comentaristas consideran que esta azora pertenece a la primera época de La Meca, si bien algunos se
inclinan a pensar que la última parte podría proceder de Medina. En todo caso, su sección principal es mequí. La azora
se eleva a altas cimas poéticas y en sus 78 aleyas se repite hasta 31 veces el estribillo: «¿Cuál de los dones de vuestro Señor
podréis negar?». Es la sexta de una serie de siete azoras centradas en la resurrección, la gracia de Dios y la vida futura.
V. también la introducción a la azora 50. El estribillo remite a la temática general. La rima conserva en la mayoría de los
casos la forma gramatical dual. La línea argumentativa discurre de tal modo que aunque las cosas figuran como creadas
por parejas, subyace bajo todas ellas una unidad fundamental derivada de la unicidad de su Creador y de los dones que Él
otorga, así como del objetivo básico al que todo tiende. (Yūsuf ᶜAlī)
El simbolismo
El estilo de esta azora de La Meca es abiertamente singular. Es una proclamación de los signos de la gracia de Dios,
patentes y fascinantes, que se manifiestan en la belleza de todo cuanto Él crea y hace, en la plenitud de sus bendiciones,
en la perfección de su plan, en la respuesta siempre acertada a las súplicas de sus criaturas. Presenta el cosmos total como
testigo que da fe ante los hombres y los «ŷinn», a los que también se interpela en esta azora. Se invita a ambos grupos, una
y otra vez, a que expliquen, en presencia de todos los seres creados, cuál de los favores de Dios aquí enumerados pretenden
negar, tanto en esta vida como en la venidera. ͻar-raḥmān, «el absolutamente Compasivo», una aleya compuesta por una
sola palabra que sitúa en el primer plano la misericordia y hace resonar la proclamación. A partir de ella, toda la azora es
ya una enumeración y exposición de las gracias y los favores del totalmente Misericordioso. Se cita, como el primero de
todos ellos, la doctrina del Corán. Ésta es la gran dádiva de Dios a los hombres y se la nombra, por tanto, incluso antes
de la creación del género humano. Ya dentro del contexto de la creación del hombre, se menciona la más singular de las
facultades de que está dotado, a saber, la capacidad de expresarse. Se van pasando a continuación, una otra otra, las páginas
del libro de la creación: el Sol y la Luna, los arbustos y los árboles, el alto cielo y la balanza, de tan singular importancia
para el hombre, la tierra con todos sus frutos, las palmeras, los cereales, las plantas aromáticas... Los «ŷinn» y los hombres,
los dos orientes y los dos occidentes, las dos masas de agua separadas por una invisible barrera y de las que los hombres
extraen perlas y corales. Tras estos grandiosos cuadros de la creación sigue la escena del fin y de la destrucción de todas las
cosas existentes: ya solo queda la faz poderosa y excelsa de Dios. En la secuencia de la destrucción absoluta del cosmos y
de la existencia única e infinita del Omnipotente (alabado y excelso sea), llega la terrorífica amenaza y el desafío universal
a los «ŷinn» y a los hombres: «Seremos francos con vosotros, con vuestros dos importantes grupos. ¿Cuál de los beneficios
de vuestro Señor queréis vosotros dos negar? Vosotros, `ŷinn´ y hombres, aquí agrupados, si podéis recorrer las regiones
todas del cielo y de la tierra para escapar a mis medidas, pues bien, ¡intentadlo! No lo conseguiréis, si no contáis con una
autorización. Y, ¿quién os la concedera? ¿Cuál de los beneficios de vuestro Señor queréis negar? Se derramarán sobre
vuestras cabezas ardientes llamas y amarilla humareda y no sabréis hallar remedio. ¿Cuál, pues, de los beneficios de vuestro
Señor queréis negar?». Se nos pone luego ante los ojos la escena del Juicio Final y del día de la Resurrección. El cielo se
funde como rojizo metal. Y a continuación se describe, con todo detalle, el castigo de los malvados y la recompensa de los
justos que han buscado refugio frente a la ira de Dios. Para concluir, tras la enumeración de los beneficios de Dios, viene la
proclamación definitiva: «Bendito sea el Nombre de tu Señor, lleno de gloria y majestad». (Quṭb)
En el capítulo de la descripción de la situación de la vida ultraterrena se citan dos ḥadīṯ transmitidos por la tradición. Según
el primero de ellos, el Profeta (Dios le bendiga y guarde) dijo: «En vuestra vida futura tendréis cosas que solo de nombre se
parecen a las de la tierra». En el segundo afirmó: «En el Paraíso hay cosas que el ojo no ha visto, ni el oído escuchado ni el
corazón del hombre ha barruntado». (N. del T.) ¿Cuál sería la mejor manera de revestir con lenguaje humano nuestras ideas
acerca del Paraíso? Se trata de una realidad independiente del tiempo, del espacio y de todas las circunstancias externas.
Nadie es capaz de imaginar la dicha que en él nos espera (v. 32:17). Pero nos vemos obligados a recurrir a conceptos
que están sujetos precisamente a las tres mencionadas condiciones y solo podemos expresarnos a través de imágenes y
comparaciones. Con todo, si nos permiten captar su esencia nos serán de gran utilidad. La comparación más sencilla
y al mismo tiempo la de más vasto alcance es la del jardín (v. 5:65 y otros lugares). En todas las lenguas de los pueblos
musulmanes la voz ŷannat («jardín» está vinculada a la idea del Paraíso. En las líneas que siguen se analizarán algunos de
los conceptos vinculados a esta palabra.
El Corán I Azora 55
988
Azora 55
AR-RAḤMĀN
EL COMPASIVO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1. El Compasivo.
1 La revelación es la mayor de las señales de la misericor- todos los asuntos de su vida, y ello no solo respecto de
dia divina. (Yūsuf ᶜAlī) los demás, sino también respecto de sí mismo y de su
obediencia a la ley de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
Dios, en su misericordia, no abandona al hombre a su
suerte, sino que pone a su disposición, a través de este Así pues, quien se comporta injustamente en el ámbito en
Libro, los conocimientos que necesita para encontrar la que ejerce su influencia, actúa en contra de la armonía del
recta guía en este mundo. (Mawdūdī) universo. (Mawdūdī)
2 bayān: lenguaje inteligente, expresiones nítidas, capaci- 6 La palabra anām designa todos los seres vivientes. Según
dad para conocer y explicar de forma clara los contenidos Hasan Basri, incluye también a los hombres y a los ŷinn.
y sus contextos. (Yūsuf ᶜAlī) Este versículo ha sido utilizado a veces para extraer la
conclusión —carente de base— de que el Corán aboga
El lenguaje es, en realidad, el símbolo de la inteligencia, por la socialización de la tierra. (Mawdūdī)
de la libertad y de la autoridad del hombre. (Mawdūdī)
7 V. 15:26 (Yūsuf ᶜAlī)
3 Toda la naturaleza sirve a Dios. V. 22:18; 13:15 y 16:48-
49. (Yūsuf ᶜAlī) En lo que concierne a la creación del hombre, v. 3:59;
32:7; 37:11; 38:71-72; 4:1 y 22:5. (Mawdūdī)
Hay quien traduce Naym como «toda planta sin tallo ni
tronco». (Mullá) 8 V. 37:5. (Yūsuf ᶜAlī) y 70:40. (Asad)
4 Junto a este poderoso y excelso espacio, creado por Dios, El hecho de que los puntos por donde sale y se pone el
se encuentra la balanza de la justicia, asimismo creada e Sol sean distintos en el verano y el invierno implica una
implantada por Él. Se mantiene firme, inquebrantable e alusión a la gracia de Dios, en el sentido de que existen
infalsificable para que los hombres puedan emitir juicios diferentes zonas climáticas en la tierra y diversas estacio-
correctos. Dios la ha depositado en la constitución innata de nes en cada una de ellas, lo que promueve su biodiversi-
todos los hombres normales y en las pautas contenidas en dad y posibilita su desarrollo. (N. del T.)
todos los mensajes divinos, y en especial en el Corán, para
que la ley que domina en el cielo impere también entre los «Ambos orientes» se refieren al lugar de la salida del Sol
hombres bajo la forma de relaciones justas y rectas. (Quṭb) y de la Luna, y «ambos ponientes» a su desaparición en
el horizonte. (Mullá)
V. 42:17 y 57:25. (Asad)
9 Lit.: «ambos mares». (N. del T.)
5 La expresión debe ser entendida tanto en sentido literal
como trasladado. El hombre debe ser leal y honrado en V. 25:53. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 55
990
11 El término literal «rostro» equivale aquí a la personali- 15 Serán los propios miembros de cada persona quienes den
dad, a la esencia íntima, al Yo y a todos los atributos per- testimonio contra ella (v. 24:24). Ya antes del juicio, el
fectos que asociamos al nombre de Dios. V. 2:112; 7:180 juez lo sabe todo, pero, con la intención de conceder una
y 17:110. (Yūsuf ᶜAlī) oportunidad a los acusados, se les presentan los informes
de sus actos (v. 69:19 y 18:48), para que puedan defen-
V. 28:88. (Asad) derse (7:53). Quienes se obstinaron en sus pecados se
encontrarán en aquel momento totalmente perdidos (v.
12 En Buḫārī, Ibn Magah e Ibn Hibban se ha transmitido, a 28:66). (Yūsuf ᶜAlī)
través de Abū-l-Dardaa, un ḥadīṯ según el cual el Profeta
(Dios le bendiga y guarde) declaró, a propósito de esta 16 Es una alusión a su humillación y su afrenta. Cuando los
aleya: «Entre sus asuntos entra perdonar pecados, elimi- árabes deseaban expresar el sometimiento pleno de un
nar necesidades, ensalzar a un pueblo y humillar a otro». hombre a otro decían: «Lo tiene agarrado por el copete».
(Alousi) V. 96:15-16. (Asad)
24 V. supra, aleya 56. (Yūsuf ᶜAlī) 25 V. supra, aleya 54. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 56
997
Introducción a la Azora 56
AL-WĀQI A
EL MAGNO ACONTECIMIENTO
Es —como ya se ha dicho en la introducción a la azora 50— la última de una serie de siete azoras
dedicadas en primer término a los temas de la revelación y de la vida futura.
Su contenido gira en torno a las ideas de la certeza total del día del Juicio y del restablecimiento,
en este Día, de los valores auténticos (aleyas 1-56), del poder, la bondad y la gloria de Dios (aleyas
57-74) y de la verdad de la revelación (aleyas 75-96).
Resumen:
Cuando llegue el día del Juicio, el mundo por nosotros conocido se convulsionará hasta sus más
hondos cimientos. Los hombres serán entonces clasificados en tres grupos: los que están junto a Dios
y que ahora son elevados a la felicidad; los compañeros de la derecha y su dicha, y los compañeros
de la izquierda y su miserable situación. (Aleyas 1-56)
El poder y la bondad de Dios, de los que la revelación es una señal, deberían impulsar a los hombres
a aceptar Su mensaje y a rendirle alabanzas. (Aleyas 57-96)
El Corán I Azora 56
998
Azora 56
AL-WĀQI A
EL MAGNO ACONTECIMIENTO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 V. 74:39. Algunos comentaristas entienden que se trata 4 Niños que han muerto antes de alcanzar la edad de saber
de personas que llegaron a un género de vida recto solo distinguir entre el bien y el mal o los hijos de los politeís-
paso a paso y con muchas faltas y errores. Aunque no tas, según los comentaristas. (Mawdūdī)
ascendieron al mismo nivel de perfección, alcanzaron al
final la misma situación de plenitud espiritual que todos 5 V. 37:47. (Yūsuf ᶜAlī)
los restantes. (Asad)
6 V. 44:54 (Yūsuf ᶜAlī); 52:20 y ss.; 38:52. (Asad)
2 Son los que han superado al común de los mortales en
virtud, amor a la verdad y buenas obras y escucharon y 7 Las muchachas que murieron siendo todavía niñas serán
siguieron sin demora la llamada de Dios y de su Enviado. nuevamente creadas por Dios (alabado y excelso sea) en
Fueron igualmente los primeros en comprometerse por la la vida futura con una pureza y una hermosura incompa-
causa de Dios. (Mawdūdī) rables y ofrecerán a los moradores del Paraíso compañía
y exquisitas atenciones. Pero puede tratarse también de
3 V. 15:47. (Asad) una alusión a las mujeres justas y piadosas del grupo de
los «distinguidos». (Alousi)
El Corán I Azora 56
1000
12 Lit.: «Elevados cojines». (N. del T.) 15 Como la idolatría o la incredulidad. (Daryabādī)
13 Hay un ḥadīṯ de Abū-l-Qāsim Al-Tabaranī, en el que 16 Se trata del «árbol maldito» mencionado en 17:60. V.
se narra que Umm Salama (que en paz descanse) in- también 37:62 y 44:43-46. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 56
1002
17 El texto se refiere tanto a los espermatozoides masculinos 21 Este versículo alude a que cuando contemplamos las es-
como a los óvulos femeninos. (Asad) trellas no las estamos viendo tal como son ahora, sino
como eran hace muchísimo tiempo. Los rayos luminosos
18 La única respuesta racional a esta pregunta es que el que cada una de las estrellas nos envían necesitan años
hombre es una simple criatura de Dios y no tiene el más para llegar hasta nosotros. Lo que nosotros vemos es, por
mínimo derecho a proclamarse independiente de Él ni a tanto, el lugar en que se encontraban en un pasado remo-
servir a otros seres fuera de Él. (Mawdūdī) to (en árabe: mawāqica), cuando emitieron la luz que hoy
llega a nuestros ojos. (N. del T.)
19 O el fuego debería recordar a los hombres que Dios es la
luz del cielo y de la tierra. V. 24:35. (Asad) 22 Se refiere a la Tabla perfectamente conservada (lawḥ
maḥfūẓ) o Escritura originaria, inaccesible a los hom-
20 El término muqwin («nómada») tiene también un sentido bres, que existía ya antes de la revelación. (Mawdūdī)
metafórico. En este caso se refiere a personas solitarias,
infelices y extraviadas, hambrientas de calor humano y
de luz espiritual. (Asad)
El Corán I Azora 56
1004
23 Algunos comentaristas han entendido esta aleya como 24 V. supra, aleyas 11-26. (Yūsuf ᶜAlī)
una prohibición: «Ningún impuro puede tocarlo». Pero
esta interpretación no concuerda con el contexto en 25 V. supra, las aleyas 27-38. (Yūsuf ᶜAlī)
que se encuentra el versículo, ya que toda la sección
está dirigida a los descreídos y se refiere al Escrito ori- 26 En la aleya 26, supra, el saludo «paz» iba dirigido a los
ginario, que permanece oculto. No obstante, de acuer- que están cerca de Dios. Aquí advertimos que se da este
do con varios Aḥādīt, quienes están impuros deben mismo saludo de bienvenida a los compañeros de la de-
abstenerse de tocar el Libro, también aquí, en la tierra. recha. Ambos grupos se encuentran en los jardines de la
(Mawdūdī) felicidad, si bien los primeros tienen un grado de digni-
dad más elevado que los segundos. (Yūsuf ᶜAlī)
Otra interpretación: solo las personas de corazón puro
pueden sacar verdadero provecho. (Asad) 27 V. supra las aleyas 51-55. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 57
1007
Introducción a la Azora 57
AL-ḤADῙD
EL HIERRO
L legados a este punto, ha quedado ya explicado el contenido de las nueve décimas partes del
Corán. Hemos comprobado que las azoras no están colocadas en nuestro texto al azar, sino
que siguen un cierto orden lógico, que resulta de más ayuda para nuestra comprensión que una
simple secuencia cronológica. Alcanza aquí su conclusión el plan general para la estructuración
de la nueva ᵓumma o fraternidad y para su significación espiritual. La décima parte restante del
Libro puede agruparse, a grandes rasgos, bajo dos aspectos: la primera parte contiene 10 azoras (de
la 57 a la 66), reveladas en Medina, cada una de las cuales expone un punto concreto de especial
importancia para la nueva vida de la comunidad. La segunda parte (azoras 67 a 114) se compone de
cortas composiciones poéticas de La Meca, dedicadas a aspectos específicos de la vida espiritual y
formuladas en un lenguaje místico de singular belleza.
La azora interpela sobre todo a los nuevos musulmanes, que no habían alcanzado aún el alto nivel
de sus hermanos, que habían abrazado y practicado la fe desde algunos años antes. Deben, poniendo
toda su confianza en Dios, que ha creado todo cuanto poseen y lo dirige todo según un plan, dar
generosamente parte de lo que Él les ha concedido. No deben circunscribir sus esfuerzos tan solo a
metas terrenas. Al contrario, deben tener presente, de forma adecuada, la vida futura. Se amonesta,
además, con palabras acuciantes, a los hipócritas mediante una impresionante descripción del mundo
ultraterreno y se incita de nuevo, con apremio, a los que poseen los primeros escritos revelados
(ͻahlu-l-kitāb), a temer a Dios y a seguir a su Enviado, para recibir de Él una doble recompensa y
ser por Él guiados y favorecidos. (Quṭb)
Resumen:
El poder y la sabiduría de Dios se extienden sobre todas las cosas: seguid directamente su luz, con
humildad, generosidad y fe, no con dudas y vacilaciones, ni tampoco mediante un género de vida
solitario y apartado del mundo. (Aleyas 1-29)
El Corán I Azora 57
1008
Azora 57
AL-ḤADῙD
EL HIERRO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Esta idea establece una conexión entre esta azora y la idólatras como meros espectadores. A estos últimos en
anterior; v. la aleya 96 de la azora 56. (Yūsuf ᶜAlī) especial van dirigidas estas palabras. (Mawdūdī)
2 Él es la causa trascendental de todo cuanto existe y es, 7 Se han registrado pactos expresos entre Dios y los mu-
al mismo tiempo, inmanente a todos los fenómenos de sulmanes en virtud de los cuales estos se obligaban a dar
su creación. Puede entenderse también que Dios se hace culto a Dios y ser leales al Profeta: los dos pactos de cA-
visible y perceptible a través de los resultados de sus ac- qaba (v. 5:7) y la tregua de Ḥudaybiyya (48:10). (Yūsuf
ciones, aunque su esencia misma no está al alcance de ᶜAlī)
nuestros sentidos. (Asad)
En el instante inicial de la creación, de modo que tenéis
3 V. 41:9-12 y 7:54. (Yūsuf ᶜAlī) grabados en lo más hondo de vosotros mismos los argu-
mentos a favor de la fe. (Daryabādī)
4 V. supra, aleya 2, donde esta afirmación se refiere al do-
minio de Dios sobre la totalidad del universo exterior. 8 V. 2:257. (N. del T.)
Este mismo enunciado se aplica ahora a su señorío total
sobre el universo de los pensamientos y de las realidades ¿Qué es lo que les impide creer —de forma recta y sin-
abstractas. (Yūsuf ᶜAlī) cera— cuando el Enviado de Dios vive entre ellos y los
llama a la fe? (Quṭb)
5 El texto se refiere en primer lugar a los musulmanes que
han abrazado la fe y se han incorporado a las filas de los 9 El texto conserva un sentido muy amplio y debemos
fieles, pero que no han cumplido las exigencias del Islam comprender también su significación universal. Las per-
ni se comportan como auténticos creyentes. (Mawdūdī) sonas que se empeñan con todas sus fuerzas por la causa
de Dios son dignas de alabanza, pero merecen una distin-
6 Había personas pudientes que, aunque profesaban el ción singular quienes lo hacen cuando la causa divina es
Islam, asistían a la pugna entre los musulmanes y los perseguida y está necesitada de ayuda. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 57
1010
10 V. 2:245. (Yūsuf ᶜAlī) 15 Según Zamaḫšarī, Rāzī e Ibn Kaṯīr, hay aquí una alusión
metafórica a la reviviscencia del temor de Dios en los
11 V. 29: 11. (Asad) corazones que habían muerto a causa de la autocompla-
cencia y el falso orgullo. (Asad)
12 V. 31:33. (Asad)
16 ṣadaqa es la limosna dada con espíritu sincero y con rec-
13 El texto se refiere en primer término a los judíos y los ta intención, para conseguir el agrado divino, es decir,
cristianos. De todas formas, la enseñanza de esta senten- sin ruido y tampoco con el propósito de hacer un favor al
cia es de más vasto alcance. (Yūsuf ᶜAlī) destinatario, sino única y exclusivamente como servicio
a Dios. (Mawdūdī)
14 En consecuencia, ahora actúan en contra de las prescrip-
ciones éticas de su religión. El objetivo de toda fe verda- 17 V. supra, aleya 11. (Asad)
dera consiste en hacer al hombre humilde y consciente de
la presencia de Dios. La autocomplacencia y la pérdida 18 V. 4:69. (Yūsuf ᶜAlī)
de la humildad llevan inevitablemente aparejada la dege-
neración moral. (Asad)
El Corán I Azora 57
1012
19 V. 3:186. (Yūsuf ᶜAlī) 22 Se sabe que el hierro es producto de los impactos de los
meteoritos espaciales sobre la superficie de la Tierra (si-
20 V. 3:134. (Yūsuf ᶜAlī) deritos), y que en el 4º milenio a.c. el hierro meteórico
fue utilizado ―sin elaborar― en Mesopotamia; solo se
21 Lit. «la balanza», una balanza material con la que llevar a empezó a fabricar en el 3er milenio. En Mesopotamia, el
cabo las transacciones, y una balanza espiritual o sabidu- hierro se denominaba «el metal del cielo», y en Egipto
ría a la que recurren los jueces para dirimir las querellas. recibía el nombre de «cobre negro del cielo». No obstan-
(Al-Manār) te, el dominio de la fabricación de utensilios de hierro no
llegó hasta el año 1200 a.c. en Palestina. (Mullá)
El Corán I Azora 57
1014
23 Los rasgos esenciales del Evangelio son la humildad y la profeta Muḥammad. Otros ven una amonestación a los
renuncia al mundo. Las primeras bienaventuranzas del musulmanes a no contentarse con las confesiones de fe
Sermón del monte están dirigidas a «los pobres de espíri- puramente verbales, sino a tener una fe sincera y verda-
tu», a los que lloran y a los «humildes» (v. Mateo 5, 3-5). dera. Ambos puntos de vista cuentan con apoyos en otros
Jesús exhortó a sus discípulos a no preocuparse por el día pasajes del Corán (v. 28:52-54 y respectivamente 34:37).
siguiente (Mateo 6, 34). (Yūsuf ᶜAlī) (Yūsuf ᶜAlī)
24 La actitud ascética extrema fue uno de los rasgos típi- 26 Dado que estas palabras afectan a los cristianos, tal
cos del cristianismo primitivo, rechazado por el Islam. vez tenga para ellos un interés especial la sentencia de
(Asad) Jesús en Juan 12, 35-36. La luz del Evangelio se ex-
tinguió rápidamente y la Iglesia quedó envuelta en ti-
El reino de Dios pide que los hombres vivan entre los nieblas, pero luego vino la luz del Islam. Se les exhorta
hombres, de modo que puedan mantener los valores de la ahora a creer en esta luz y a caminar según ella. (Yūsuf
verdad frente a todas las hostilidades exteriores. (Yūsuf ᶜAlī)
ᶜAlī)
Con esta luz del conocimiento que os permite reconocer
25 Algunos comentaristas entienden el pasaje como una ex- con claridad cada paso del camino recto y distinguirlo del
hortación a los seguidores del profeta Jesús a creer en el camino tortuoso de la ignorancia. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 58
1017
Introducción a la Azora 58
AL-MUŶĀDALA
LA ARGUMENTACIÓN
Es la segunda de la serie de diez azoras medinenses de las que se habló en la introducción a la azora
57. El tema gira en torno a la demanda presentada por una mujer en una cuestión que la afectaba
personalmente. El texto rechaza asimismo todo tipo de secretos enredos y de intrigas en el seno de
la sociedad islámica. En cuanto a la cronología, esta azora 58 debe situarse cerca de la azora 33, es
decir, entre los años 5 y 7 de la hégira.
Resumen:
Se condenan todos los excesos, y más en especial los que mancillan la dignidad de la mujer, así
como los embrollos e intrigas entre los hombres a través de los cuales se propagan la falsedad, la
maldad y las discusiones. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 58
1018
Azora 58
AL-MUŶĀDALA
LA ARGUMENTACIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Hawla Bint Ṭalaba, que había sido repudiada por su testificado en las tradiciones auténticas del Profeta.
marido ͻAws Ibn Samit mediante una fórmula conocida (Asad)
como ẓihār, en la que se pronunciaban las siguientes pa-
labras: «Tú eres para mí como las espaldas de mi madre» 2 En la época actual, con la esclavitud más o menos aboli-
(v. 33:4). Aunque en principio el Profeta había declarado da, la expresión podría entenderse en el sentido de liberar
válido el divorcio mediante la fórmula del ẓihār, tras la a una persona de las deudas o de la pobreza que la escla-
revelación de esta azora, abolió aquella vergonzosa cos- vizan. (Asad)
tumbre. (Yūsuf ᶜAlī)
3 V. 4:92. (Yūsuf ᶜAlī)
El divorcio a iniciativa de la mujer (ḥull) cuenta con
una perfecta cobertura legal a tenor de 2:229 y está bien
El Corán I Azora 58
1020
4 El saludo de Dios es salām: «¡Paz!». Pero los enemigos vida decorosa, sobre todo en favor de los miembros más
deformaban a menudo las palabras y pronunciaban sām débiles y más necesitados de la comunidad. (Asad)
(«muerte», «aniquilación») expresando de manera encu-
bierta su oposición. (Yūsuf ᶜAlī) 7 «Levantaos (para llevar a cabo vuestras buenas obras)».
La mayoría de los comentaristas clásicos están de acuer-
5 Es señal de descortesía que dos personas susurren algo do en admitir esta intercalación, en especial Ṭabarī, que
entre sí en presencia de un tercero que podría sentirse cita a Qatāda: «Cuando se os invita a comprometeros a
ofendido. La descalificación alcanza también al caso de favor de buenas obras, responded a la llamada». (Asad)
dos personas que emplean, sin necesidad, una lengua que
no entiende el tercero. (Mawdūdī) 8 V. la sentencia del Profeta: «La ventaja de un sabio frente
a un siervo de Dios normal es parecida a la de la Luna
6 De ordinario se parte aquí de la hipótesis de que el texto llena en el cielo nocturno frente a las restantes estrellas».
se refiere a las reuniones con el Profeta pero, en sentido (Asad)
trasladado, hacerse sitio los unos a los otros significa que
nos concedemos mutuamente las posibilidades de una 9 Algunos judíos de Medina. (Mullá)
El Corán I Azora 58
1022
10 El artículo determinado ͻal antepuesto a kāḏibūn quiere 12 Los vínculos de sangre y parentesco llegan a su fin en la
dar a entender que las personas aquí descritas han alcan- frontera de la fe. Si se produce un enfrentamiento entre
zado el grado supremo del autoengaño. (Asad) el partido de Dios y el partido del mal, dejan de tener
vigencia los deberes de los hijos respecto de sus padres
11 El texto incluye a todos cuantos tomaron parte activa en infieles. (Yūsuf ᶜAlī)
las hostilidades contra el mensaje de Dios o contra las
enseñanzas y la persona del Profeta. En lo que se refiere a 13 V. 2:87 donde se dice que Dios fortaleció a su profeta
las relaciones con los descreídos que no combaten de for- Jesús con el espíritu santo. Aquí se nos hace saber que
ma directa el Islam, el Corán las permite expresamente conforta con este mismo espíritu a los hombres rectos y
y nos exhorta en numerosos pasajes a mantener un com- justos. (Yūsuf ᶜAlī)
portamiento amistoso con ellos. V. 60:8-9. (Asad)
El Corán I Azora 59
1025
Introducción a la Azora 59
AL-ḤAŠR
LA AGRUPACIÓN
E s la tercera de una serie de diez cortas azoras de Medina, cada una de ellas centrada en un
aspecto concreto de la vida comunitaria.
V. también la introducción a la azora 57. Aquí se explica sobre todo que son los enemigos del
Islam los únicos responsables de su traidora conducta frente a la umma, mientras que la cohesión
entre los diversos grupos musulmanes fortalece a la comunidad. Así lo ilustra el episodio de la
expulsión de la tribu judía de los Banū Nadir, el año 4 de la hégira. Queda así fijado el orden
cronólogico de la azora.
Resumen:
La expulsión de los judíos traidores de los alrededores de Medina se llevó a cabo sin necesidad de
choques ni enfrentamientos.
Pudo así comprobarse cuán vana había sido la confianza que esta tribu había depositado en sus
fortalezas y en la ayuda de sus aliados. Se consolidaron, en cambio, los lazos internos de la ͻumma.
Todo ello responde a la sabiduría de Dios, el Señor de los más hermosos nombres. (Aleyas 1-24)
El Corán I Azora 59
1026
Azora 59
AL-ḤAŠR
LA AGRUPACIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Este versículo introductorio repite el de la precedente 5 Se declara explícitamente en este pasaje que las destruc-
aleya 57:1. En ambos, el tema gira en torno a la maravi- ciones exigidas por la táctica o la estrategia militar no son
llosa eficacia del plan y de la providencia de Dios. (Yūsuf caprichosas. «Derrama, en cambio, la calamidad sobre la
ᶜAlī) tierra» el ejército que invade una región y, sin necesidad,
tala los árboles, incendia las cosechas o destruye las ca-
2 La palabra ḥašr significa en este contexto una agrupación sas. (Mawdūdī)
de individuos dispersos, y también un reclutamiento. A
nuestro entender, la traducción que mejor responde al 6 Dado que este botín se obtuvo sin combate, su distribu-
sentido del texto es: «en el primero de todos los recluta- ción se rigió por otros criterios. Se le reservó al Profeta
mientos de tropas». (Mawdūdī) una parte, que él empleo repetidas veces, durante toda
su vida, al servicio de los intereses comunes. A su muer-
3 Alude a la tribu judía de los Banū Nadir que mantenía te, toda su hacienda pasó al erario público. (Quṭb)
contactos secretos con los idólatras de La Meca y los
hipócritas de Medina. El Profeta convocó a los fieles 7 V. 8:41 donde se habla del botín obtenido en el curso de
para combatirlos y puso sitio a sus fortalezas. Tras 26 las operaciones militares. Allí se establece que una quinta
días de asedio, los judíos se rindieron y abandonaron sus parte se reserva para los cinco grupos antes menciona-
asentamientos. Se les autorizó a llevarse consigo cuan- dos. (Asad)
tos bienes pudieran transportar, excepto las armas. La
mayoría buscó refugio en Siria, mientras que otros se 8 Es esta una de las más importantes instrucciones del Co-
unieron a sus hermanos en la fe de Haybar. (Yūsuf ᶜAlī rán acerca de los principios básicos que regulan la polí-
y Quṭb) tica económica de las comunidades y de los regímenes
islámicos. Debe circular una corriente de bienestar entre
4 De este ejemplo pueden aprender quienes combaten deli- todos sus miembros. Los gobiernos islámicos deben uti-
beradamente contra la verdad en este mundo y depositan lizar sus medios financieros de tal modo que impidan la
su confianza en las riquezas, la influencia y el poder, cre- formación de grupos poderosos e influyentes que se alcen
yendo que estas cosas pueden preservarlos del castigo de con el monopolio de los recursos económicos, pues estos
Dios. (Mawdūdī) han de mantenerse en constante circulación. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 59
1028
9 Los que abandonaron los dominios del mal. (Asad) plio, atemporal, que persigue la intención de poner de
relieve la inutilidad de todo tipo de alianzas con personas
10 El texto se refiere, en primer término, a los ͻanṣār («au- que se oponen a la verdad, o con individuos indecisos,
xiliares») de Medina. Pero, en un sentido amplio, abarca que ni están dispuestos a comprometerse a favor de una
a la totalidad de los fieles sinceros de todos los tiempos causa, ni tienen la fortaleza moral necesaria para confe-
que viven, en libertad y seguridad, en el ámbito del Islam sar su falta de fe. (Asad)
y están dispuestos a recibir con los brazos abiertos a quie-
nes se ven obligados a abandonar su patria para poder 13 Como no creen en Dios o, a lo sumo, solo creen a medias,
vivir de acuerdo con los postulados de su fe. (Asad) les producen más temor los peligros palpables, visibles y
materiales de este mundo como la determinación y el va-
11 Hay aquí una referencia directa a los que llegaron a Medi- lor de los creyentes que la idea del Último Juicio divino.
na más tarde o a los que —comparados con los emigran- (Asad)
tes— abrazaron el Islam en una fase posterior. Pero, en-
tendido en un sentido general, el texto incluye a cuantos 14 Idólatras, hipócritas y judíos hostiles aspiraban a con-
se integran en el Islam en épocas ulteriores. (Yūsuf ᶜAlī) solidar su propio poder y ninguno de ellos actuaba con
sinceridad. Al contrario, existía tal clima de enemistad
Aquí vemos que el sistema económico islámico no deja entre ellos que ni siquiera eran capaces de apaciguar sus
de lado el derecho de las generaciones venideras en lo hostilidades mutuas. (Mawdūdī)
que a la riqueza del Estado se refiere, sino que más bien
lo invierte en el desarrollo sostenible. (Mullá) 15 Referencia a la tribu judía de los Qaynuqa, condenados
al destierro un mes después de la batalla de Badr. (Yūsuf
12 Los que mantienen ocultos sus verdaderos sentimientos. ᶜAlī)
Toda esta sección puede ser entendida en un sentido am-
El Corán I Azora 59
1030
16 V. 8:48 y 14:22. (Asad) Es difícil traducir con un solo término la inmensa gama
de matices y toda la capacidad expresiva de estos atribu-
17 Se ponen de relieve los dos aspectos de la taqwà. «Que tos que nos dan a conocer la bondad y el poder de Dios y
vuestras almas teman hacer el mal y se esfuercen por toda su capacidad creadora. (Yūsuf ᶜAlī)
obra buena, pues Dios observa vuestras acciones y vues-
tras intenciones y en Su sistema todas las cosas tienen 23 Y también «salud, salvación». (Asad)
consecuencias». (Yūsuf ᶜAlī)
24 «El Santo». (Yūsuf ᶜAlī)
18 Quienes en esta vida se han olvidado de Dios y han roto
los vínculos que los unen a Él olvidan también su propio 25 «El Garante de la fe y de la seguridad». (Yūsuf ᶜAlī)
pasado y no hacen previsiones para el futuro. (Quṭb)
26 «El Protector».(Yūsuf ᶜAlī)
19 Hay personas indiferentes que, cuando leen o escuchan
el Corán, permanecen tan inmutables como las piedras 27 Hace que una situación que ha degenerado en ruptura,
inertes e insensibles, de modo que se diría que ni oyen ni enfermedad o miseria recupere el orden primitivo y su-
entienden. (Mawdūdī) pere el mal. (Asad)
20 ᶜUmar Ibn Al-Ḫaṭṭāb se sintió tan desbordado y conmo- 28 El acto creador ofrece varias perspectivas (v. 2:117;
vido cuando leyeron en su presencia la azora Aṭ-Ṭūr (El 6:94; 6:98). Al autor de toda la creación se le denomina
monte) que tuvo que apoyarse en la pared para no caer al-ḫāliq. Cuando se quiere hablar de un proceso de for-
desplomado, se fue a su casa y estuvo indispuesto un mación a partir de una materia preexistente se emplea
mes, visitado por los amigos. Tal es la inmensa eficacia al-bāriͻ. En el sentido de dar forma o color, de modo
de los versículos del Corán. (Quṭb) que el resultado final sea la producción o fabricación
de algo que sirve para una concreta finalidad, se aplica
21 V. 6:73. (Asad) al-muṣawwir. (Yūsuf ᶜAlī)
Introducción a la Azora 60
AL-MUMTAḤANA
LA INVESTIGADA
E s la cuarta de la serie de diez azoras de Medina centradas cada una de ellas en un tema concreto
de la vida de la comunidad.
Aquí se analiza el punto siguiente: ¿Qué clase de relaciones sociales es posible mantener con
los infieles? Hay que distinguir entre los que persiguen a los musulmanes y su fe e intentan borrarlos
de la faz de la tierra y los que no abrigan estas hostiles intenciones. Para este segundo grupo está
abierta la puerta de la misericordia y del perdón. Se analiza también el tema de las mujeres y de los
matrimonios mixtos.
En cuanto a la cronología, esta azora debe situarse en una fecha posterior a la ruptura, por parte de
los idólatras, de la tregua de Ḥudaybiyya (v. sobre esta materia la introducción a la azora 48), es
decir, hacia el año 8 de la hégira, no mucho antes de la conquista de La Meca.
Resumen:
Los enemigos de tu fe, que desean aniquilar esta fe y a ti con ella, no merecen tu amor: sigue aquí
el ejemplo de Abrahán. Pero con los infieles que no dan muestras de hostilidad, debes mantener un
trato amistoso y leal. Se aborda el tema de los matrimonios entre creyentes e infieles. (Aleyas 1-13)
El Corán I Azora 60
1034
Azora 60
AL-MUMTAḤANA
LA INVESTIGADA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Según Buḫarī y Muslim, cuando los idólatras de La 2 Más allá del marco histórico concreto, el texto alude a
Meca rompieron la tregua de Ḥudaybiyya, Muḥammad todas las posibles persecuciones a que pueden someter
proyectó en secreto la conquista de esta ciudad. Solo en todos los tiempos a los fieles los «negadores de la ver-
un puñado de sus compañeros estaba al tanto de sus dad», es decir, los que rechazan las convicciones religio-
planes, entre ellos Ḫaṭib Ibn ͻAbibaltan, que era uno sas. (Asad)
de los que habían emigrado de La Meca y participado
en la batalla de Badr. Escribió una carta, en que la que 3 Del episodio histórico de Ḫaṭib se han deducido varios
revelaba a los idólatras las intenciones del Profeta, y se principios básicos (v. supra, nota 1). 1) En el Islam no
la confió a una mujer de La Meca que había acudido a hay lugar para leyes que permitan a las autoridades de-
Medina en busca de amparo. Los musulmanes descu- tener a una persona por simples sospechas o juzgarla a
brieron la carta y se la entregaron al Profeta. Cuando puerta cerrada. 2) Los compañeros del Profeta no estaban
cUmar se enteró de lo acontecido, dijo a Muḥammad: libres de faltas. Podían, por flaqueza humana, incurrir en
«Este hombre nos ha traicionado. Deja que lo mate». El errores. 3) Nadie puede ser condenado solo por las apa-
Profeta preguntó a Ḫaṭib qué le había movido a realizar riencias externas de una acción, sino que debe también
aquel acto, a lo que respondió: «Mi fe en Dios y en su tenerse en cuenta la conducta pasada y el carácter del
Enviado no ha cambiado lo más mínimo. Solo quise ha- transgresor y las posibles eximentes. 4) Del hecho de una
cer un favor a los de La Meca con la esperanza de que, a acción de espionaje no se debe deducir que el culpable
cambio, Dios no permitiría que ellos persiguieran a mis sea apóstata, infiel o hipócrita. Para llegar a este vere-
parientes de esta ciudad». A lo que el Profeta contestó: dicto se requieren más pruebas. 5) A un creyente no le es
«Ha dicho la verdad. Vosotros solo debéis decir cosas lícito, bajo ninguna circunstancia, espiar a favor de los
buenas». Pero cUmar insistió: «Nos ha traicionado. infieles por muy graves que sean los peligros que se cier-
Deja que lo mate». El Profeta replicó: «Tú no sabes. nen sobre su vida, sus bienes o sus familiares. (Mawdūdī)
Puede ocurrir que Dios haya prometido a los compa-
ñeros de Badr perdonar sus pecados». Entonces cUmar 4 V. 9:114. (Yūsuf ᶜAlī)
rompió a llorar y dijo: «Dios y su Enviado saben mejor
las cosas». (Quṭb) 5 V. 19:47-48 y sus notas. (Asad)
El Corán I Azora 60
1036
6 La justicia y la honradez son, en términos absolutos, un El concepto de la dote en el derecho matrimonial islá-
deber en el trato con las criaturas de Dios, con indepen- mico es la suma de bienes muebles y/o inmuebles entre-
dencia de las convicciones religiosas que se puedan pro- gados o prometidos a la novia por parte del marido, ante
fesar. (Daryabādī) testigos, y que deben constar en el contrato matrimonial
antes de consumar el matrimonio. En este sentido, todo
7 Según las cláusulas de la tregua de Ḥudaybiyya, las mu- lo pagado o prometido por el hombre a su futura esposa
jeres sujetas a tutela y las casadas con coraixíes que ha- es, a todos los efectos legales, un regalo acordado sin que
bían huido a Medina en busca del amparo del Profeta de- haya ningún derecho a recuperarlo, salvo que la mujer se
bían ser devueltas a La Meca. Tras la revelación de esta «divorcie» del marido. (Mullá)
aleya, no se las podía obligar a regresar, porque se con-
sideraba que quedaba disuelto el matrimonio de mujeres 9 En vida del Profeta solo se registraron seis casos de apos-
creyentes con hombres paganos, salvo que estos últimos tasía (todos ellos antes de la conquista de La Meca, el año
abrazaran el Islam. (Yūsuf ᶜAlī) 8 de la hégira) y en todos ellos se indemnizó a los mari-
dos musulmanes, por orden de Muḥammad, con fondos
Pero dado que siempre existía la posibilidad de que hu- de la caja común. (Asad)
biera mujeres que se pasaban al Profeta por motivaciones
terrenales, se pide aquí a los musulmanes que comprue- 10 Robar significa en este contexto, según Rāzī, todo tipo de
ben su sinceridad. De ahí que el Profeta les exija que de- adquisición o apropiación mediante engaño o a través de
claren, bajo juramento, que se han separado de sus ma- cualquier otro medio ilícito. (Asad)
ridos solo por amor a Dios y a su Enviado. La respuesta
positiva de la mujer se debe tener por jurídicamente sufi- 11 Como hacían a menudo los árabes paganos, que enterra-
ciente a favor de su sinceridad. Según esto, mientras no ban vivas a las niñas recién nacidas. V. 6:151. (Asad)
se demuestre lo contrario, basta la confesión de fe de toda
persona adulta para que la comunidad deba aceptar a este El texto incluye también el aborto. (Mawdūdī)
hombre o esta mujer como musulmán. (Asad)
Introducción a la Azora 61
AṢ-ṢAFF
EN FILAS COMPACTAS
Es la quinta de la serie de diez cortas azoras de Medina que se inició en la azora 57. Su interés se
centra en la necesidad de la disciplina, del trabajo práctico y del autosacrificio en favor de la ͻumma.
La datación es incierta. Probablemente fue revelada muy poco después de la batalla de ͻUḥud, en el
mes de šawwāl del año 3 de la hégira.
Resumen:
La gloria divina se refleja en toda la creación. Pero, ¿por medio de qué género de disciplina podéis
corroborar con hechos vuestras palabras? ¿Qué lecciones sacáis de las biografías de Moisés y de
Jesús? Comprometeos a favor de la causa, y la ayuda de Dios llegará con espléndidos resultados.
(Aleyas 1-14)
El Corán I Azora 61
1040
Azora 61
AṢ-ṢAFF
EN FILAS COMPACTAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
9. Es Él Quien ha enviado a Su
Mensajero con el Libro Guía9 y
la recta Fe que, a despecho de los
incrédulos, prevalecerá sobre todas
las creencias10.
1 En un sentido general, esta sección se refiere a todos «abogado»), con el que se designa al que toma el parti-
aquellos que proclaman estar dispuestos a llevar a cabo do de alguien, le defiende, es amigo afectuoso. Nuestros
cuanto los Escritos revelados declaran deseable, pero eruditos objetaron que esta voz parakletos es una defor-
luego no ponen empeño en el cumplimiento de sus afir- mación de paraklytos y que en la primitiva sentencia de
maciones. (Asad) Jesús se hablaba de nuestro Profeta, llamándole ͻAḥmad.
Pero incluso en el supuesto de que el texto original ha-
2 En el Islam, junto a la educación de cada persona con- blara del parakletos, el pasaje es igualmente aplicable al
creta, se concede gran importancia a la colaboración sin profeta Muḥammad, que es «una misericordia para todo
tacha en la comunidad de la fe. el mundo» (v. 21:107) y «amable y misericordioso para
los fieles» (v. 9:128). (Yūsuf ᶜAlī)
3 V. 2:67-71; 4:153; 5:20-26; 20:86-89, 33:69. También en
la Biblia se citan numerosos incidentes; v. Éxodo 5,20- 7 Es decir, el Corán. V. 74:24-25. (Asad)
21; 14,11-12; 16,l2-3; 17,3-4; Números 11,1-15; 14,1-10.
(Mawdūdī) 8 La aleya, pues, afirma: «Cuando vino el Profeta prome-
tido por Jesús y mostró las patentes señales de su misión
4 Según las leyes divinas, quienes quieran extraviarse pue- profética, los israelitas y los cristianos calificaron de en-
den hacerlo. Dios ha otorgado a los hombres la libertad gaño y mentira su pretensión de ser profeta». (Mawdūdī)
de elegir. La coacción, en este campo, sería contraria al
proyecto de prueba del hombre y de su responsabilidad 9 A saber, con el Corán. (Daryabādī)
ante Dios. (Mawdūdī)
10 Solo hay una religión verdadera: la entrega sumisa a
5 V. Mateo 5,17. (Yūsuf ᶜAlī) la voluntad de Dios o «Islam». Esa fue la religión que
anunciaron Moisés y Jesús. Fue la religión de Abrahán,
6 ͻAḥmad o Muḥammad («el Alabado») es la traducción de Noé y de todos los profetas, fueran cuales fueren sus
casi exacta del término griego periklytos (= perínclito). nombres. (Yūsuf ᶜAlī)
En el Evangelio de Juan (v. Juan 14,16; 15,26 y 16,7)
figura el término parakletos («consolador», «defensor», V. 3:19. (Asad)
El Corán I Azora 61
1042
11 El texto alude a la victoria espiritual del mensaje del Co- 13 Es decir, a todos cuantos creen en Jesús como envia-
rán y a su difusión entre los pueblos que antes no lo ha- do de Dios y precursor, por tanto, del último Profeta,
bían entendido. (Asad) Muḥammad —Dios le dé paz—, cuyo mensaje confirma
y complementa el de Jesús. (Asad)
12 V. 3:53. (Yūsuf ᶜAlī y Mawdūdī)
El Corán I Azora 62
1045
Introducción a la Azora 62
AL-ŶUMU A
EL VIERNES
E s la sexta de la serie de diez azoras medinenses que se inicia en la sura 57. La temática gira
aquí especialmente en torno a la necesidad de la cohesión en el seno de la comunidad tanto
para el culto divino como para la comprensión mutua. En efecto, el espíritu del mensaje tiene como
destinatarios a todos los hombres, doctos e ignorantes, para que reciban instrucción y alcancen la
sabiduría.
La datación no tiene en este caso especial importancia. Es probable que se sitúe en la primera etapa
medinense, entre los años 2 y 5 de la hégira.
En esta azora, al igual que en la precedente, se inicia a los fieles que se adhirieron al Profeta en su
papel de anunciadores y custodios del mensaje y de la doctrina de Dios. Este encargo los convierte
en sucesores de los precedentes poseedores de las Escrituras (de los judíos y los cristianos) que, en
su gran mayoría, no estuvieron a la altura de su misión. (Quṭb)
Resumen:
Azora 62
AL-ŶUMU A
EL VIERNES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Al calificar al Profeta como un hombre «de su propia estir- 6 La precedente comparación es aplicable a todos —inclui-
pe» se pretende subrayar la circunstancia de que también él dos los musulmanes de nuestros días— cuantos han reci-
pertenecía al círculo de los iletrados (v. 7:157-158). (Asad) bido en depósito una verdad de fe y no se han mostrado
dignos, a través de su comportamiento, del bien que se les
2 Fue el arcángel Gabriel quien reveló el Corán al Profeta, ha confiado. (Quṭb)
poco a poco, con ocasión de unos problemas concretos o
de unas determinadas circunstancias. Siempre que reci- 7 V. 2:94-96. (Yūsuf ᶜAlī)
bía una revelación se la comunicaba a los fieles. Ordenó
a algunos escribientes que las consignaran por escrito y 8 V. 6:73. (Asad)
los creyentes se las aprendían de memoria. En su oración
hacia la Caaba acostumbraba recitar en voz alta algunas 9 La idea subyacente al viernes islámico es distinta a la del
aleyas coránicas. Los versículos coránicos que el Profe- sábado judío o el domingo cristiano. Se nos invita a hacer
ta recitaba abrían los corazones y fueron muchos los que un alto en las actividades cotidianas y seguir, con la máxi-
abrazaron el Islam tras escucharlos. (N. del T.) ma seriedad, la llamada a la oración, a rezar en común, a
aprender y aconsejarnos todos juntos, para luego separar-
3 De este modo fue atendida la plegaria que Abrahán dirigió nos y regresar cada uno a su trabajo. (Yūsuf ᶜAlī)
a Dios (v. 2:129). (Quṭb)
10 Así sucedió una vez, efectivamente, en Medina. Duran-
4 Quedan aquí incluidos tanto los descendientes árabes como te la oración del viernes llegó una caravana y una buena
los pueblos no árabes que han abrazado el Islam. (Quṭb) parte de los asistentes abandonó la reunión para salir a su
encuentro. (Daryabādī)
5 Los israelitas fueron elegidos para ser portadores especiales
del mensaje de Dios. Pero cuando sus descendientes lo de- Estas palabras se dirigen en primer término al Profeta.
formaron y se hicieron culpables de delitos contra los que Pero, en un sentido amplio y atemporal, la aleya se refiere
intentaron prevenirlos con acuciantes amonestaciones sus a la debilidad humana de pasar por alto los deberes religio-
propios profetas, fueron como bestias de carga, que trans- sos en favor de ventajas perecederas. (Asad)
portan a lomos la erudición y la sabiduría, pero sin entender
nada de ellas ni sacar ningún provecho. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 63
1049
Introducción a la Azora 63
AL-MUNĀFIQŪN
LOS HIPÓCRITAS
Es la séptima de la serie de diez cortas azoras de Medina, cada una de ellas centrada en un rasgo
específico de la vida comunitaria de la hermandad. En esta el tema se centra en las arbitrariedades
y la malevolencia que subyacen bajo el elemento de hipocresía que se da en todas las comunidades, y
en la necesidad de precaverse frente a ellas y frente a las tentaciones que se cruzan en el camino de
los fieles.
La batalla de Uḥud (šawwāl del año 3 de la hégira) puso al desnudo a los hipócritas; v. también 3:167
y sus notas. Es probable que esta azora haya sido revelada poco después de los acontecimientos
mencionados en ella, tal vez el año 4 o 5 de la hégira, si las palabras citadas en la aleya 8 fueron
dichas en el curso de la expedición contra los Banū Mustaliq.
Resumen:
Los hipócritas juran en falso. Solo buscan objetivos egoístas. Los fieles deben precaverse frente a sus
caprichos y comprometerse siempre, y con espíritu consecuente, por la causa de Dios. (Aleyas 1-11)
El Corán I Azora 63
1050
Azora 63
AL-MUNĀFIQŪN
LOS HIPÓCRITAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 V. 58:16. (Yūsuf ᶜAlī y Asad) eran muy pobres. La propuesta fue, obviamente, recha-
zada por los ͻanṣār. (Asad)
2 Carecen de firmeza de carácter y no ofrecen soporte fia-
ble a los demás. (Yūsuf ᶜAlī) 5 «Los más dotados» ᶜAbdullāh Ibn Ubbay y su camarilla;
«los más débiles», los emigrantes mequíes. (Yūsuf ᶜAlī)
3 A los habitantes de Medina, los anṣār. (Daryabādī)
6 A través de este tipo de expresiones, tales como «de Dios
4 ᶜAbdullāh Ibn Ubbay, jefe de los hipócritas de Medi- es la magnificencia», «de Dios son los tesoros», «de Dios
na intentó convencer a sus conciudadanos para que hi- es el poder» y otras parecidas, que aparecen con frecuen-
cieran valer su superioridad material y obligaran a los cia en el Corán, descubrimos la significación auténtica,
muhāŷirūn a abandonar la ciudad, argumentando que atemporal, de las precedentes alusiones históricas. (Asad)
El Corán I Azora 64
1053
Introducción a la Azora 64
AT-TAĠĀBUN
EL DÍA DE LOS DESENGAÑOS
E s la octava de las diez cortas azoras medinenses, cada una de ellas centrada en un aspecto
específico de la vida comunitaria.
El tema concreto que se aborda en esta azora es el de las ganancias y pérdidas de bien y de mal de
la vida presente, comparadas con las de la vida futura.
La azora se remonta a la primera época de Medina, hacia al año 1 de la hégira. Es incluso posible
que haya sido revelada en la etapa de La Meca, inmediatamente antes de la emigración.
Resumen:
Todos los hombres, tanto los creyentes como los incrédulos, han sido creados por el único Dios
verdadero, que ha hecho todas las cosas y las conoce todas. ¿Por qué, entonces, ha de considerarse
que se alzan con el triunfo en las ganancias terrenas la incredulidad y la maldad, cuando en la vida
futura serán patentes tanto sus pérdidas como las ganancias de los creyentes? (Aleyas 1-18)
Azora 64
AT-TAĠĀBUN
EL DÍA DE LOS DESENGAÑOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 En su omnipotencia, Dios ha dejado a la libre decisión ticia tendrán que comprobar que de nada les han servi-
del hombre la posibilidad de elegir entre la fe y la incre- do sus esfuerzos. Por el lado contrario, quienes en esta
dulidad. (Quṭb) vida fueron débiles y despreciados, conseguirán en la
vida futura gloria y dignidad, y los justos que sufrieron
2 V. 40:64. (Yūsuf ᶜAlī) persecuciones alcanzarán la felicidad eterna. (Yūsuf
ᶜAlī)
3 Es el tercer pasaje del Corán en el que se insta al Enviado
a jurar, por su Señor, que las cosas serán así. V. 10:53; Cuando alguien comete en este mundo una injusticia
34:3. (Mawdūdī) contra otra persona o maltrata a un animal, en el día del
Juicio deberá indemnizarlo con sus buenas obras hasta
4 El día del Juicio es realmente el Día de «los desenga- que se acaben, luego cargará con una parte de las malas
ños», tal como insinúa el título de esta azora. Quienes obras de la parte perjudicada y a continuación irá al fue-
se imaginaban haber acumulado grandes riquezas, vol- go. (N. del T.)
verán a verse pobres en el Reino de Dios. Y quienes
pensaban que podrían hacerse ricos a través de la injus- 5 V. 57:22-23. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 64
1056
En el ḥadīṯ de Buḫārī y Muslim se dice: «Es admirable 7 Si os guardáis de las tentaciones que traen consigo las
el carácter de los creyentes. Todo cuanto Dios les destina propiedades terrenas y los hijos y subordináis vuestro
les reporta provecho. Si les acontece una desgracia, la amor a ellos al amor a Dios. (Mawdūdī)
soportan con serenidad y son recompensados por ello; si
son dichosos, dan gracias a Dios y también en este caso 8 V. 3:102 y 2:286. Dios no exige de los hombres una res-
reciben su recompensa. Una cosa así solo les ocurre a los ponsabilidad que desborde sus capacidades. Aquí se invi-
fieles». (Quṭb) ta a todos los creyentes a poner por obra, empeñando en
la tarea lo mejor de sí mismos, los mandamientos de Dios
6 El imán ͻAḥmad nos ha transmitido el siguiente ḥadīṯ: y a respetar sus prohibiciones. (Mawdūdī)
«Estaba en cierta ocasión el Profeta —Dios le dé paz—
pronunciando un discurso cuando vio que sus dos nietos, 9 Las limosnas deben servir de provecho a las personas que
Al-Ḥasan y Al-Ḥusayn tropezaban y avanzaban trompi- las reciben. Pero encierran también un gran valor sub-
cando. Se bajó de la tarima, los cogió, los sentó delante jetivo para quienes las dan, pues purifican sus almas y
de él y a continuación declaró: “Es cierto lo que Dios y su benévola inclinación hacia los demás es útil para su
su Enviado dicen: Vuestros bienes y vuestros hijos son progreso espiritual. (Yūsuf ᶜAlī)
solo una tentación. He visto cómo estos dos niños tro-
pezaban y avanzaban trompicando y no he tenido más 10 V. 59:9. (Yūsuf ᶜAlī)
remedio que interrumpir el discurso para sostenerlos”.
Así se comportó el Profeta con los hijos de su hija. Es, 11 V. 2:245. (Yūsuf ᶜAlī)
por tanto, absolutamente natural que Dios, que conoce
las debilidades de sus criaturas, nos prevenga frente a los 12 V. 14:5; y 35:30. (Yūsuf ᶜAlī)
excesos de nuestro afecto y de nuestra indulgencia hacia
nuestros hijos». (Quṭb)
El Corán I Azora 65
1059
Introducción a la Azora 65
AṬ-ṬALĀQ
EL DIVORCIO
E s la novena de la serie de diez cortas azoras medinenses dedicadas a la vida social de la comunidad.
Su tema específico es el divorcio y la necesidad de tomar medidas preventivas contra los abusos.
Las relaciones entre los sexos son un importante factor de la vida social, algunos de cuyos aspectos
concretos se analizan en este capítulo y en el siguiente. «De todas las cosas que la ley permite»
-dijo el Profeta- «el divorcio es la que Dios más aborrece». La inviolabilidad del matrimonio es, por
un lado, el fundamento esencial de la vida familiar pero, por otro lado, la incompatibilidad de los
caracteres individuales y la debilidad de la naturaleza humana piden soluciones y vías de salida para
situaciones en las que aquella inviolabilidad podría convertirse en fetiche ante el que se sacrifica
la vida humana. De ahí que el problema del divorcio aparezca vinculado en esta azora al de la
impiedad, la falta de respeto y el castigo.
En cuanto a la cronología, esta azora debe ser fechada en torno al 6 de la hégira, aunque su datación
temporal carece de importancia.
Resumen:
En caso de divorcio, deben tomarse las medidas necesarias para la protección y el mantenimiento de
las mujeres divorciadas. La impiedad y la falta de respeto serán siempre castigadas. (Aleyas 1-12)
El Corán I Azora 65
1060
Azora 65
AṬ-ṬALĀQ
EL DIVORCIO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 «De todas las cosas permitidas, el divorcio es la que Dios dos y los dos deben convivir, dejando así abierta la puer-
más aborrece», declaró el Profeta. Hay normas generales ta de la reconciliación. (Mawdūdī)
sobre el divorcio en 2:228-232; 2:236-237; 2:241; 4:35.
(Yūsuf ᶜAlī) 3 De acuerdo con la tradición auténtica, el término faḥiša
significa, en este pasaje, adulterio, ofensas repetidas a
2 Es decir, durante el plazo de espera. Durante este tiempo los cuñados o pertinaz rebeldía frente al marido. (Ibn
recae sobre el marido la total responsabilidad del man- Kaṯīr)
tenimiento de la mujer de la que se separa, a la que debe
garantizar el mismo nivel de vida que tuvo durante el 4 «De los vuestros», es decir, personas que tienen ade-
matrimonio. (Asad) cuado conocimiento de las circunstancias que rodean el
caso. (Asad)
Ni al marido le es lícito despedirla en un acceso de có-
lera ni ella debe apresurarse a marcharse, empujada por 5 A hombres y mujeres. Lo mismo cabe decir de las si-
la irritación. Durante el plazo de espera la casa es de los guientes aleyas 5 y 11. (Asad)
El Corán I Azora 65
1062
6 Queda, pues, prohibida la separación definitiva hasta el 8 El versículo indica que, a través de su comportamien-
nacimiento del niño. Si tampoco después del alumbra- to personal y de su carácter, Muḥammad ofrecía una
miento se reconcilian los consortes, recae sobre el padre imagen viviente del Corán revelado. Así lo descri-
la obligación de proporcionar a la madre los alimen- bió cĀͻiša, cuando dijo: «Su carácter es el Corán».
tos y las atenciones que necesita para poderse dedicar (Quṭb)
al cuidado del recién nacido, tema sobre el que ambos
progenitores deben deliberar sinceramente y proceder de 9 V. 23:17. (Yūsuf ᶜAlī)
mutuo acuerdo. (Yūsuf ᶜAlī)
10 «Otros tantos» no significa que Dios haya creado tantas
7 Debemos confiar en Dios y no atemorizarnos frente a las tierras como cielos. «Terrestres» indica que del mismo
dificultades. Dios nos facilitará la tarea y nos proporcio- modo que la tierra es la cuna de los seres que la habitan,
nará soluciones si actuamos con honradez y sinceridad. Dios ha dispuesto otras tierras, en el universo, que son
(Yūsuf ᶜAlī) otras tantas cunas para sus moradores. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 66
1065
Introducción a la Azora 66
AT-TAḤRῙM
LA AUTOPROHIBICIÓN
E s la décima y última de la serie de cortas azoras medinenses que se inició en la azora 57 (v. su
introducción). Se explica en ella hasta qué punto la abstinencia en el ámbito de la sexualidad
o la oposición entre los sexos o la falta de armonía entre ellos es perjudicial para los intereses más
elevados de la sociedad.
Resumen:
Los fallos del sexo débil no deberían impedir a los hombres llevar una vida social normal. Hay que
aprender y practicar las relaciones armoniosas y la confianza mutua. La bendición de Dios desciende
sobre las personas virtuosas, aunque estén insertas en la misma situación que los malvados. (Aleyas
1-12)
La familia es la piedra angular de la sociedad musulmana. Las mujeres deben de ser — exactamente
igual que los hombres— virtuosas y rectas, obedientes a Dios y a su Enviado. Cada persona es
responsable de sus actos. De nada le sirve a un cónyuge que su consorte goce de gran prestigio y
tenga una elevada posición ante Dios, si su corazón es impuro y trama conjuras contra Él y contra
sus fieles servidores. Se incita a la comunidad musulmana a poner todo su empeño en que todos
sus miembros, hombres y mujeres, se salven del atormentador castigo del fuego del Infierno. La
salvación radica en el sincero arrepentimiento y en la firme vinculación al Profeta. (Quṭb)
El Corán I Azora 66
1066
Azora 66
AT-TAḤRῙM
LA AUTOPROHIBICIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
2. (¡Musulmanes!) Mediante la
expiación, Dios os ha prescrito
la forma de anular vuestros
juramentos (cuando son ilegales
o perjudiciales). Él es Vuestro
Valedor, Él es el Omnisciente, el
Juicioso.
1 Según los aḥādīṯ, el Profeta habría jurado no volver a de algo así como una «sucesión apostólica», sino que
probar una clase de miel que solía enviarle una de sus la dejaba abierta a la libre elección de la comunidad,
esposas (Zaynab Bint Ŷahaš). Y lo hizo así porque otras de acuerdo con los principios básicos fijados en 42:38.
dos (cĀͻiša y Hafsa) afirmaban que el aroma de esta miel (Asad)
las molestaba, aunque en realidad actuaban así impulsa-
das por los celos. (N. del T.) 3 V. 33:28-34. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Comentaristas clásicos opinaban que la noticia transmi- 4 Como ocurría de hecho en el caso de las esposas de
tida por el Profeta se refería al anuncio de que su sucesor Muḥammad. Solo cĀͻiša era virgen cuando se casó con
sería Abū Bakr. La confidente de esta información habría ella. Dos (Zaynab y Umm Ḥabība) estaban divorciadas y
sido Hafsa, que se la comunicó a cĀͻiša, hija de Abū todas las restantes eran viudas. Hay aquí una alusión in-
Bakr. Si esta interpretación es correcta, explicaría por directa a que aquellas mujeres poseían todas las virtudes
qué el Profeta «relató una parte de la información que aquí enumeradas. (Asad)
Dios le había desvelado, omitiendo la otra», porque no
quería otorgar a la sucesión de Abū Bakr la categoría 5 V. 57:12. (Yūsuf ᶜAlī y Asad)
El Corán I Azora 66
1068
6 V. 9:73. (Yūsuf ᶜAlī y Asad) 9 La tradición la conoce bajo el nombre de cĀͻiša. Es una
de las cuatro mujeres perfectas. Las otras tres son María,
Se trata aquí de proteger a la sociedad islámica frente a madre de Jesús, Hadiya, mujer de Muḥammad, y Fátima,
las conjuras y los ataques del interior y del exterior. En hija del Profeta. Se trata probablemente de aquella mis-
este combate a vida o muerte nuestros agresivos adversa- ma mujer que salvó la vida del pequeño Moisés. V. 28:9.
rios, que persiguen el objetivo de destruir nuestra comu- (Yūsuf ᶜAlī)
nidad, no deben hallar en nosotros ni signos de debilidad
ni muestras de misericordia. (Quṭb) 10 V. 21:91. Dio a luz a Jesús conservando la virginidad.
(Yūsuf ᶜAlī)
7 V. en 11:36-48 la historia de Noé. (Yūsuf ᶜAlī)
11 El hecho de que no aparezca el término qānitīn («humil-
8 V. 11:81 y 7:83. (Yūsuf ᶜAlī) des») en su forma femenina significa que la suprema dig-
nidad espiritual es independiente del sexo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 67
1071
Introducción a la Azora 67
AL-MULK
EL DOMINIO
L legados aquí, quedan ya atrás las cuatro quintas partes del Corán. Su recorrido nos ha permitido
seguir paso a paso la evolución de sus ideas para la edificación de la ͻumma o hermandad
islámica.
En este punto se produce una fractura lógica. La quinta parte restante se compone de cortos textos
líricos espirituales, en su mayor parte de la época de La Meca, que abordan en primera línea los
temas de la vida interior del hombre y sus aspectos individuales.
Se les puede comparar, de una manera más o menos aproximada, con los salmos y los himnos de
otros escritos religiosos.
Pero estas breves composiciones coránicas ofrecen una belleza, sublimidad y contenido místico
único e incomparable, junto a una firme gravedad, como corresponde a épocas de persecución. Desde
su origen en las supremas regiones celestes, su luz penetra hasta en las más oscuras profundidades
de la vida, en los hechos concretos que a menudo se toman por la realidad total, aunque son tan solo
fragmentos pasajeros, insignificantes y superficiales. En el lenguaje y las ideas de estas azoras se
registra la presencia de múltiples elementos simbólicos, gracias a los cuales se describe el universo
espiritual con conceptos que nos resultan comprensibles.
Estos textos centran nuestra atención en el contraste entre las sombras de la realidad terrena y la
autenticidad de la realidad eterna, entre el mundo superficial y el mundo interior que subyace en el
fondo.
Esta azora, que consta de 30 aleyas, se sitúa en la época media de La Meca, inmediatamente antes
de las azoras 69 y 70. En ella se menciona a Dios con sel nombre de ͻar-Raḥmān (el Clemente), del
mismo modo que en la azora 19 se le dan los de rabb (Señor y Conservador) y raḥmān.
El Corán I Azora 67
1072
Azora 67
AL-MULK
EL DOMINIO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 mulk significa dominio, reino, soberanía, derecho a im- modo que recibían noticias del mundo invisible y podían
poner su voluntad y llevar a cabo cuanto Le place. (Yūsuf predecir el destino de los hombres. De ahí que el Corán
ᶜAlī) subraye en varios pasajes que los demonios no tienen
ninguna posibilidad de escalar el cielo y espiar lo que en
2 V. 65:12. (Yūsuf ᶜAlī) él ocurre. (Mawdūdī)
3 ruŷūm: literalmente, asteroides, meteoritos, proyectiles. 5 La expresión bi-l-ġayb («a escondidas», «sin ser vistos»)
(N. del T.) indica temor ante Dios, al que no se puede ver, y también
temor (reverencial) a Dios, incluso cuando nadie observa
4 Los árabes creían que sus adivinos podían controlar a los a la persona que actúa. (Quṭb)
demonios o entablar estrechas relaciones con ellos, de
El Corán I Azora 67
1074
6 V. 17:68 y 29:40. (Yūsuf ᶜAlī) por algo que vaya más allá de sus intereses terrenos in
mediatos y les asemeja a un gusano que «se arrastra sobre
7 V. 22:42-44. (Yūsuf ᶜAlī) su cara». (Asad)
8 La afirmación es válida no solo para las aves sino para 10 Dios es el verdadero hontanar y el origen de todas las
todos los seres que pueblan la tierra. (Mawdūdī) formas de vida. Debemos esforzarnos por conseguir su
gracia y su misericordia. Su sabiduría y su clemencia son
9 Se trata de una comparación para señalar el embota- como manantial de agua fresca. (Yūsuf ᶜAlī)
miento espiritual que impide a los hombres preocuparse
El Corán I Azora 68
1077
Introducción a la Azora 68
AL-QALAM
EL CÁLAMO
E sta revelación se remonta a una etapa muy temprana de La Meca. La opinión prevalente entre
los musulmanes es que en la secuencia temporal de la revelación una gran parte de esta azora
68 fue la segunda, mientras que la primera estaría representada por las aleyas 1-5 de la azora 96.
Una vez que en la azora precedente se ha establecido una contraposición entre los falsos valores
de los hombres y la verdadera realidad, se ilustra aquí este mismo tema de la mano de algunos
ejemplos históricos. El Profeta ha sido el más inteligente y el más sabio de cuantos hombres han
existido y existirán. Pero hubo quienes fueron incapaces de comprenderle y le tacharon de loco o
de poseso. Esta actitud se repite en todos los tiempos: a la verdad se la califica de engaño y a la
sabiduría de necedad, mientras que, por el lado contrario, se glorifica a la avaricia como prudente
preplanificación y a la arrogancia como poder. Se pone aquí de relieve la oposición entre estos dos
tipos de personas y su verdadero valor intrínseco. (Yūsuf ᶜAlī)
Resumen:
Los hombres rectos y justos deben llevar adelante su trabajo a pesar de todos los improperios de los
malvados. Todos han de tener presente el recuerdo de Dios, ante cuyo tribunal tendrán que rendir
cuentas. Quien piensa a menudo en Dios, se inclina en su corazón a favor de los pobres y disfrutará
en la vida futura de una espléndida recompensa. (Aleyas 1-33)
De Dios, no de las falsas normas y tablas de valores de los hombres, procede el dictamen definitivo.
(Aleyas 34-52)
El Corán I Azora 68
1078
Azora 68
AL-QALAM
EL CÁLAMO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 nūn (N) es el nombre de una letra árabe. V. 2:1. Es, cro- 6 Lit.: «Rechaza nuestras aleyas», es decir las señales con
nológicamente, la primera vez que aparece una de estas que Dios nos llama. (Yūsuf ᶜAlī)
letras, antepuestas a un cierto número de azoras del Co-
rán. Para algunos comentaristas en este pasaje la letra 7 V. 6:25. (Yūsuf ᶜAlī)
nūn representa al sustantivo que tiene esta misma pro-
nunciación y que designa un gran pez, o también un fras- 8 «¿Por qué les van tan bien las cosas a los malos?». Esta
co de tinta. (Asad) es la pregunta una y otra vez replanteada en todos los
tiempos. La respuesta no es fácil y en ella deben tenerse
2 V. 96: 3-5 y sus notas. (Asad) en cuenta los siguientes elementos: 1) el libre albedrío
del hombre; 2) su responsabilidad moral; 3) la necesidad
3 Por los apuntes que los hombres escriben. (Yūsuf ᶜAlī) de sintonizar la voluntad humana con la voluntad divina;
4) la paciencia y la magnanimidad de Dios, que concede
Los ángeles consignan por escrito el consejo divino. el más amplio espacio de juego posible 5) a su gracia; y
(Daryabādī) 6) la naturaleza del castigo espiritual, que es un proceso
largo y lento en el que en cada fase se ofrece ocasión para
4 El término ḫuluq designa el «carácter» y también el «com- el arrepentimiento y la conversión. Todos estos puntos se
portamiento».Cuando, muchos años después de la muerte ilustran de excelente manera en la parábola de los dueños
del Profeta, su esposa Aisa hablaba de él, subrayaba que su del jardín. (Yūsuf ᶜAlī)
género de vida (ḫuluq) había sido el Corán. (Asad)
V. también 18:32-44. (Mawdūdī)
5 Se dice que el pasaje se refiere a Walid Ibn Muġīra,
por cuya causa fue revelada también la azora 74:11-26.
(Quṭb)
El Corán I Azora 68
1080
9 Esta es, cronológicamente, la primera vez que aparece en 10 Los idólatras no pueden apoyarse en una especial alianza
el Corán la palabra muslimūn «hombres que se entregan con Dios que los situaría por encima del resto de los mor-
(sumisamente) a Dios». Debemos tener en cuenta en este tales. Se condena asimismo la concepción judía de ser «el
punto que el uso «institucionalizado» de este término pueblo elegido». (Yūsuf ᶜAlī)
—es decir, su aplicación exclusiva a los seguidores del
profeta Muḥammad— es una evolución postcoránica 11 Lit.: «cuando se descubre la pierna». (N. del T.)
que las traducciones del Corán deberían evitar. (Asad)
Es decir, cuando se revelen todos los secretos. La
ͻal-muslimūn podría también significar: difundir la paz. pantorrilla es símbolo del más oculto secreto. (Yūsuf
(N. del T.) ᶜAlī)
El Corán I Azora 68
1082
13 V. 52:40. El texto se refiere en primer término al Profe- 15 V. 21:87-88 y 37:139-148. (Yūsuf ᶜAlī)
ta, pero es también posible una interpretación general. El
hombre recto no pide recompensa por sus exhortaciones
o su ejemplo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 69
1085
Introducción a la Azora 69
AL-ḤĀQQA
EL DÍA INDEFECTIBLE
E sta azora se remonta a la primera época de la etapa media de La Meca y desarrolla ideas escatológicas.
La verdad absoluta no puede fracasar, sino que acabará por imponerse. Nadie debe, pues, dejarse
engañar por las falsas apariencias de esta vida.
Azora 69
AL-ḤĀQQA
EL DÍA INDEFECTIBLE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
11 V. 13:5; 34:33 y 36:8. (Asad) mentar a través de la intuición, del instinto y de la voz de
la conciencia. Se nos exhorta a buscar por estos medios
12 V. 107:3 y 89:18. (Yūsuf ᶜAlī) la verdad. (Asad)
13 La palabra de Dios es la quintaesencia de la verdad. Da 14 Lit.: «Le habríamos agarrado por la derecha», mano de
testimonio de Dios tanto lo que conocemos del mundo la fuerza y de la destreza, para impedirle actuar. (Yūsuf
visible como lo que del mundo invisible podemos experi- ᶜAlī)
El Corán I Azora 70
1091
Introducción a la Azora 70
AL-MA ĀRŶ
LA SUBLIMIDAD
E s también una azora escatológica, estrechamente enlazada con la temática de la azora anterior.
La paciencia y el misterio del tiempo señalan los caminos que llevan al cielo. El mal y el bien
llegarán al fin a su correspondiente destino.
En cuanto a la cronología, se sitúa en los inicios de la etapa media de La Meca, tal vez muy poco
después de la azora 69. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 70
1092
Azora 70
AL-MA ĀRŶ
LA SUBLIMIDAD
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 En el terreno de los hechos históricos concretos la pre- 5 El hermoso cielo azul se funde y se desvanece. (Yūsuf
gunta pudo ser formulada por Nudar Ibn al-Harit o por ᶜAlī)
Abū Ŷahl. (Daryabādī)
Cambia continuamente de color. (Mawdūdī)
2 macāriŷ: «gradas», «peldaños», «caminos de subida», de
ahí «Señor de los caminos ascendentes». (Yūsuf ᶜAlī) 6 En este pasaje la oración no significa solo un simple nú-
mero de ritos formales. Significa entrega plena a Dios. Se
3 Para recibir las órdenes divinas, presentar informes sobre trata, pues, de una seria aproximación al conocimiento
sus propias obras y las de Sus siervos, dialogar con Él y de la presencia divina («perseverancia en la oración»);
suplicar el perdón en favor de los creyentes que viven en significa obras de beneficencia, intento por orientar la
la tierra. (Quṭb) vida presente hacia la futura, búsqueda del beneplácito
divino y deseo de evitar su ira; es castidad, sinceridad y
4 La idea del «tiempo» carece de contenido cuando se apli- veracidad; es salvaguarda de la santidad de Su presencia.
ca a Dios, que es atemporal e infinito. V. 22:47. (Asad) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 70
1094
11 La afirmación es aplicable también a las promesas, Del flujo de semen que ellos conocen perfectamente.
tanto a las hechas a Dios como a nuestros semejantes. (Quṭb)
(Mawdūdī)
15 V. 37:5 (Yūsuf ᶜAlī) y 55:17. (Asad)
12 V. supra aleya 22. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 71
1097
Introducción a la Azora 71
NŪḤ
NOÉ
E s una azora de La Meca, cuya secuencia cronológica carece de importancia. Su tema es que,
dado que el bien toma partido por la causa de la verdad y la justicia, deberá en algún momento
ser definitivamente separado del mal, para impedir que éste siga desarrollando su corrosiva labor.
Así aparece sintetizado en la oración de Noé antes del diluvio. La historia de los sufrimientos
de Noé es casi una parábola de la época de las persecuciones contra Muḥammad en La Meca.
(Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 71
1098
Azora 71
NŪḤ
NOÉ
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
8. Les he proclamado la Fe
abiertamente,
1 Son muchos los pasajes coránicos que mencionan la acti- nacimiento, desde el niño pequeño hasta el adulto vigo-
vidad de Noé. V. especialmente 11:25-49. (Yūsuf ᶜAlī) roso para pasar al débil anciano. (Quṭb)
2 Es posible otra interpretación de carácter simbólico. Sus 4 V. 23:17 (Quṭb) y 67:3. (Yūsuf ᶜAlī)
«vestidos» son sus perversas costumbres, prácticas y tra-
diciones y sus normas e intereses superficiales. (Yūsuf 5 V. 25:61 (Yūsuf ᶜAlī) y 10:5. (Asad)
ᶜAlī)
6 V. 20:55. (Yūsuf ᶜAlī)
3 En diversas y admirables fases, desde el semen hasta el
embrión viviente formado en el seno materno, y, tras el 7 V. 20:53. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 71
1100
8 Al dios Wadd (lit.: «amistad», «inclinación afectuosa») 11 Yaᶜūq debió de ser el dios de la tribu de Hamdan o de la
se le representaba bajo la figura de un hombre y simboli- de Muad, o tal vez la de ambas. Tenía figura de caballo y
zaba el vigor varonil. (Daryabādī) representaba la rapidez y la velocidad. (Daryabādī)
9 Suwāc exhibía una forma femenina y representaba la 12 Nasr o dios águila era la divinidad de los himyari-
agilidad y la belleza. Tenía un santuario cerca de Hu- tas. Simbolizaba la agudeza visual y la perspicacia.
dayl y se supone que se trataba de una divinidad lunar. (Daryabādī)
(Daryabādī)
13 La oración de Noé no es una petición de venganza. Sig-
10 Un dios león vinculado a todo lo relacionado con el poder nifica simplemente: «¡Corta las raíces de todo mal!».
y la fortaleza. (Daryabādī) (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 72
1102
El Corán I Azora 72
1103
Introducción a la Azora 72
AL-ŶINN
LOS ESPÍRITUS
E sta azora se sitúa en la última etapa de La Meca. Se la puede fechar, con relativa seguridad,
dos años antes de la hégira, cuando el Profeta, despreciado y perseguido en su ciudad natal, se
trasladó a Ṭaͻif para proclamar su doctrina a los habitantes de este oásis. Pero éstos le dispensaron un
cruel trato y estuvieron a punto de causarle la muerte. Lo que más dolor le causó fueron los ultrajes
a que se vieron sometidas las personas humildes y creyentes que le habían acompañado. Ṭabarī
nos ha transmitido la oración, henchida de fe y de humildad, que, en medio de sus sufrimientos,
pronunció en su camino de regreso a La Meca. Se le concedió entonces una gloriosa visión, en la
que poderes espirituales ocultos se ponían de su parte y hombres que él no conocía aceptaban su
mensaje, mientras que su propio pueblo se obstinaba en rechazarle. Al cabo de dos meses llegaron
dos desconocidos de Medina, que mantuvieron una conversación privada con el Profeta. En aquel
encuentro se sentaron las bases de la hégira, que estaba llamada a influir en el destino de Arabia y
en el curso de la historia universal. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 72
1104
Azora 72
AL-ŶINN
LOS ESPÍRITUS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 V. 6:100 donde se explica el concepto de ŷinn. Nosotros 4 Los árabes preislámicos creían que los parajes en despo-
los entendemos como seres que de ordinario son invisi- blado se hallaban sujetos al control de ciertos ŷinn que —
bles. (Yūsuf ᶜAlī) si previamente no se aseguraba su ayuda— podían causar
daños a quienes se detenían en ellos. Los ŷinn creyen-
V. 46:29-32. (Asad) tes declaran aquí que el hombre no tiene ningún motivo
para temerlos ni para buscar refugio en ellos en vez de
V. también la azora 55, que tiene como destinatarios a los acudir a Dios. Y añaden que esta es la razón de que los
ŷinn y a los hombres. (Mawdūdī) ŷinn se muestren aún más arrogantes y más perversos.
(Mawdūdī)
2 qurͻān significa «lo que debe leerse una y otra vez». Es
probable que los ŷinn hayan empleado aquí esta palabra Quienes creen que el contacto con espíritus misteriosos
precisamente en este sentido, y no como término técnico puede liberarlos de la lucha y del esfuerzo de su vida in-
para designar el libro mismo del Corán. (Mawdūdī) dividual y de la realidad cotidiana cometen un gravísimo
error. (Yūsuf ᶜAlī)
3 «Profieren mentiras acerca de Dios» en cuanto que in-
ducen a sus adoradores a fomentar nociones fantásti- 5 V. 15:17-18 y 67:5. (Yūsuf ᶜAlī)
cas acerca de la esencia y los atributos divinos y sus
relaciones con el universo creado. Así se echa de ver 6 Como muestra la secuencia, el texto se refiere a todos
en todas las religiones mistéricas, en los diversos siste- los intentos por predecir el futuro mediante la astrología
mas gnósticos y teosóficos o en el judaísmo cabalístico. o cálculos esotéricos, o por influir en él mediante artes
(Asad) ocultas. (Asad)
El Corán I Azora 72
1106
7 Con esta declaración llega a su culmen la «confesión de 10 Los coraixíes paganos. (Yūsuf ᶜAlī)
fe» de los ŷinn. Del contexto se desprende con suficiente
claridad que su «discurso» es una parábola de la recta Los ŷinn. (Quṭb)
guía que el Corán ofrece a cuantos tienen «conciencia de
lo que es justo». (Asad) 11 La aleya se refiere a quienes rechazan la invitación a
aceptar la doctrina de Dios anunciada por el Enviado y
8 Lit.: «agua». (N. del T.) siguen rindiendo culto a los ídolos. (Mawdūdī)
El agua ha sido siempre y desde siempre símbolo de una 12 V. 3:180. (Yūsuf ᶜAlī)
vida venturosa. (Quṭb)
Introducción a la Azora 73
AL-MUZAMMIL
EL ARREBUJADO
L a revelación de esta azora es, desde el punto de vista cronológico, una de las más antiguas. La
primera fue la 96:1-5, unos 12 años antes de la hégira, cuando el Profeta había alcanzado los
cuarenta años de edad. A continuación se produce un intervalo (fatra), cuya duración no puede fijarse
con exactitud porque no se registraron por aquella época acontecimientos históricos relevantes. De
ordinario se estima que se mantuvo durante seis meses, aunque tal vez pudo prolongarse por un año,
o incluso dos. Es probable que la segunda azora, en la secuencia cronológica, sea la 68 (al menos
en su mayor parte), inmediatamente después del citado intervalo. Por aquel mismo tiempo fueron
reveladas también esta azora 73, la 74 y el resto de la 96. A grandes rasgos, podemos situar la azora
73 en torno al año 11 o el 10 antes de la hégira.
Azora 73
AL-MUZAMMIL
EL ARREBUJADO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 muzzammil: algunos comentaristas entienden que esta yo humano. 2) Se trata de un medio eficiente para que el
palabra señala a alguien que «está adecuadamente vesti- corazón y la lengua sintonicen entre sí, porque en estas
do para la oración» o «se arrebuja en una tela como signo horas nocturnas nadie se interpone en la relación entre
de renuncia a la vanidad del mundo». Es uno de los títu- Dios y su siervo. 3) Es un método eficaz para conseguir la
los del profeta Muḥammad. (Yūsuf ᶜAlī) concordia entre el exterior y el interior del hombre, por-
que quien en la soledad de la noche renuncia al descanso
El Dios misericordioso lo llama con este nombre para y se levanta para rendir culto a Dios solo puede hacerlo
tranquilizar a su siervo elegido Muḥammad e infundirle impulsado por la sinceridad. 4) Esta modalidad desarro-
confianza. (Quṭb) lla la firmeza de carácter del hombre, lo que le permite
avanzar con mayor determinación por el camino de Dios
El pasaje puede entenderse también en sentido traslada- y soportar con mayor tenacidad las dificultades de este
do, como aplicado a alguien «cercado por el sueño» o camino. (Mawdūdī)
«recogido en sí mismo». Se trata en cualquier caso de
una invitación a prestar una profunda atención espiritual. 4 V. 20:105-107. (Asad)
(Asad)
5 Respecto del Faraón v. 10:75-92. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Por aquel entonces solo se habían revelado las azoras 96
y 68, además de la azora de apertura y tal vez también Esta es, probablemente, la más antigua referencia del Co-
la azora 74. El precepto reviste una importancia especial rán a los profetas anteriores, a la continuidad histórica de
para nosotros, que tenemos el Corán completo. Debe la experiencia religiosa de la humanidad y, con ello, al
leerse el Corán lenta y claramente, con la atención cen- hecho de que el Corán no enseña una «nueva» fe, sino
trada en su significado. (Asad) que expone la afirmación fundamental y definitiva de que
ante Dios la única religión verdadera es la entrega sumisa
3 1) Estar levantado y hacer largas oraciones por la noche a Él (v. 3:19). (Asad)
es un ejercicio que controla y disciplina eficazmente este
El Corán I Azora 73
1112
6 Se le da aquí a la lectura del Corán poco menos que la 8 Esta es la primera vez que se menciona el azaque. (Asad)
misma importancia que a la oración y a la adoración reli-
giosa. (Yūsuf ᶜAlī) V. 2:43. (N. del T.)
7 No puede sostenerse la opinión de que la referencia a la 9 V. 2:245 y 57:18. V. también la expresión bíblica «amon-
ŷihād indica que esta aleya no fue revelada hasta la épo- tonar tesoros en el cielo» (Mateo 6,20). (Yūsuf ᶜAlī)
ca de Medina. Aquí la frase está inequívocamente cons-
truida en futuro y se debe interpretar, por consiguiente, 10 Se insiste así en la necesidad de la gracia divina. (Yūsuf
como un preanuncio de circunstancias posteriores. En ᶜAlī)
su conjunto, la aleya insiste en la idea de que no deben
llevarse a límites extremos la adoración y la veneración. El Profeta —Dios le dé paz— ha dicho: «Pedid perdón a
(Asad) Dios. Yo se lo suplico cien veces al día». (N. del T.)
El Corán I Azora 74
1115
Introducción a la Azora 74
AL-MUDDAṮIR
EL ARROPADO
Esta azora se remonta a la misma época que la anterior. También su temática es parecida: la oración,
la alabanza a Dios y la necesidad de ser pacientes y perseverantes en tiempos de opresión espiritual.
Los hombres inicuos, que ahora causan sufrimientos y preocupaciones, se verán, en la vida futura,
sumidos en la desesperación. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 74
1116
Azora 74
AL-MUDDAṮIR
EL ARROPADO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
5. Rehúye lo abominable4.
1 Rāzī refiere este concepto a la inclinación que sentía 4 La abominación abarca todos los tipos de inmundicia, ya
Muḥammad, antes del inicio de su misión profética, por sea en las creencias, los pensamientos, la moral y el com-
retirarse a la soledad: debe renunciar a ella, para actuar y portamiento o en el cuerpo, los vestidos y el género de
amonestar en público. (Asad) vida. (Mawdūdī)
En la vida de todas las personas rectas se producen situa- 5 Lit.: «Déjame a solas con....» (N. del T.)
ciones parecidas a la descrita; para ellas ofrece la vida del
Profeta un ejemplo de validez general. (Yūsuf ᶜAlī) El sentido general de la frase es: «Déjame a Mí la deci-
sión de lo que le acontecerá a quien ha olvidado que Yo
2 En este universo solo a Dios le compete la verdade- soy su Creador y Conservador». Se les prohíbe, pues, a
ra grandeza. Aquí radica la singular importancia que los hombres tomar la iniciativa de castigar a quienes nie-
tiene para el Islam la exclamación Allāh Akbar (Dios gan la verdad. (Asad)
es el más grande). Con esta invocación se inicia la
llamada a la oración y la oración misma. (Mawdūdī) 6 Alusión a Walīd Ibn al-Muġira, quien tuvo 12 hijos.
(Mawdūdī)
3 Lit.: «Mantén limpia tu ropa». (Asad)
7 «Se destruye a sí mismo». (Asad)
El Corán I Azora 74
1118
8 Esta es la primera vez que aparece el concepto saqar Lit. «Aquellos cuyo corazón está enfermo». (Yūsuf
(«fuego del Infierno»), una de las siete denominaciones ᶜAlī)
metafóricas que emplea el Corán para describir los sufri-
mientos de la vida futura. (Asad) 11 Esta exhortación y este recuerdo se dirigen a la humani-
dad entera. (Yūsuf ᶜAlī)
9 V. 66: 6. (Yūsuf ᶜAlī)
12 Otra interpretación: el objetivo de las aleyas del Corán,
10 Los indecisos que, a pesar de su capacidad de discernir cuyo origen divino era puesto en duda por los idólatras.
con acierto entre el bien y el mal, se inclinan a la incre- (N. del T.)
dulidad. (Asad)
13 V. 56:8; 56:27-38 y sus notas. Lit.: «Los compañeros de son la oración, la limosna, la seriedad y la fe en Dios.
la derecha», es decir, los hombres justos o los que se- (Yūsuf ᶜAlī)
rán bendecidos en la vida venidera. Sus merecimientos
El Corán I Azora 75
1123
Introducción a la Azora 75
AL-QIYĀMA
LA RESURRECCIÓN
Es una azora de la etapa temprana de La Meca, aunque su fecha cronológica exacta es muy posterior
a la de las dos azoras precedentes.
Su temática se ocupa de la resurrección desde el punto de vista del hombre (más en concreto, y por
así decirlo, del hombre en su «estado natural», tal como es ahora y como será en el futuro) y de su
historia interna y psicológica. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 75
1124
Azora 75
AL-QIYĀMA
LA RESURRECCIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
8. la Luna, eclipsada,
1 Nuestros doctores distinguen en los estadios del progre- aumentan, por tanto, su recompensa ultraterrena. Por
so del alma humana las siguientes etapas: 1) ͻammara ejemplo, las fundaciones de caridad, los trabajos cien-
(v. 12:53), cuando existe una inclinación al mal que — tíficos o la descendencia justa, así como la oración de
si no es controlada— lleva al hombre a la perdición; 2) súplica, según palabras del Profeta —Dios le dé paz—.
lawwāma es la persona que (como en nuestro caso) tie- (Quṭb)
ne conciencia del mal y le ofrece resistencia, suplica la
gracia y el perdón de Dios e intenta repararlo todo, con- 4 V. 24:24; 36:65 y 41:20-22. (Asad)
fiando siempre en su salvación; 3) muṭmaͻinna (v. 89:27)
es el nivel supremo, en el que se alcanzan la dicha y el 5 En 20:114 se nos exhorta a no sacar conclusiones ex-
sosiego plenos. (Yūsuf ᶜAlī) cesivamente precipitadas de un solo versículo o de una
frase aislada del Libro sagrado, porque solo el estudio
2 O bien porque ambos astros pierden su luz o bien porque del mensaje en su conjunto puede proporcionarnos una
la Luna colisiona con el Sol. (Asad) visión correcta. Este apartado acentúa la necesidad de re-
cibir la revelación divina lenta y pacientemente, de medi-
Todavía no podemos comprender en todo su alcance mu- tar a fondo cada frase y de evitar las prisas que convierten
chas de las cosas aquí mencionadas. (Mawdūdī) nuestra lectura en una tarea mecánica y hacen, además,
que el lector o el oyente se den por satisfechos con el
3 Hay ciertas obras buenas de los hombres piadosos que hermoso sonido rítmico exterior, sin prestar atención al
siguen repercutiendo incluso después de su muerte y que contenido. (Asad)
El Corán I Azora 75
1126
6 Si se lee el Corán con la debida atención encierra ya en 8 Lit.: «se ponga una pierna junto a la otra». (N. del T.)
sí —en opinión de Muḥammad Abduh— su propio co-
mentario. (Asad) 9 V. 22:5. (Yūsuf ᶜAlī)
Introducción a la Azora 76
AD-DAHR O AL- INSĀN
EL SER HUMANO
La revelación de esta azora tuvo lugar, probablemente, en la primera época de La Meca, a excepción,
tal vez, de algunas aleyas.
El tema analizado es el contraste entre dos clases de hombres, los que se deciden por el bien y los
que eligen el mal, con especial referencia a los primeros. (Yūsuf ᶜAlī)
Esta azora contiene una cordial invitación a la obediencia frente a Dios, una exhortación a buscar
refugio en Él y a vivir del modo que a Él le agrada. Describe la hermosa recompensa de los justos
que piensan a menudo y con reverencia en Dios y en el día del Juicio. (Quṭb)
El Corán I Azora 76
1130
Azora 76
AD-DAHR O AL- INSĀN
EL SER HUMANO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Inexistente incluso como hipótesis. (Asad) Solo deben cumplirse las promesas que sintonizan con
los mandamientos divinos. Tampoco deben hacerse pro-
Es un dato comprobado que el universo físico existe mu- mesas acerca de cosas de las que no se dispone o que no
cho antes de que se pudiera ni tan siquiera imaginar la se pueden cumplir. El Profeta desaconsejó expresamente
presencia del hombre sobre la tierra. (Yūsuf ᶜAlī) las promesas relacionadas con la continencia irracional o
que incluyen el compromiso de entregar la totalidad de sus
Como una célula germinal, tan minúscula que solo se la bienes a los pobres. (Mawdūdī)
puede ver con ayuda de potentes microscopios. (Mawdūdī)
6 V. 2:177 y 90:14-16. El «sustento» incluye todo tipo de
2 V. 86:6-8. (Asad) ayuda. (Asad)
3 Lit. el «oído» y la «vista». (Mawdūdī) Existen además las siguientes posibles interpretaciones:
«Aunque les gusta el alimento, y lo necesitan, lo destinan
4 El alcanfor es una especia que, mezclada con vino puro, a la ayuda de otros», o: «lo hacen por amor de Dios», que
no emborracha (v. 56:18-19). El alcanfor es frío y refres- es la que juzgamos preferible. (Mawdūdī)
cante y su uso está muy difundido en la medicina oriental
como tónico sedante. El término se aplica para denominar 7 ͻasīr señala también, en sentido figurado, a quien es «pri-
todo cuanto es beneficioso y placentero. (Yūsuf ᶜAlī) sionero de circunstancias externas que lo convierten en
una persona sin recursos». Así, por ejemplo, el Profeta de-
5 Se trata del voto o promesa del servicio espiritual, que in- claró: «El deudor es tu prisionero; compórtate, pues, con
cluye en sí el servicio a la humanidad mencionado en la él amablemente». El precepto abarca por igual a musulma-
aleya siguiente. Las promesas y los votos paganos, hechos nes y no musulmanes. (Asad)
con la intención de «sobornar» a los poderes superiores,
no responden a la concepción islámica. (Yūsuf ᶜAlī) 8 V. 22:23 (Yūsuf ᶜAlī) y 18:31. (Asad)
El Corán I Azora 76
1132
9 Como el Profeta —Dios le dé paz— dijo, hay en el Paraí- 13 Sé paciente y perseverante. (Quṭb)
so objetos propios de una vida agradable que ni el ojo ha
visto, ni el oído ha escuchado ni el hombre ha imaginado 14 Quien alaba el Nombre de Dios espera ver un día Su rostro
en sus sueños. (Quṭb) y experimentar la bendición de Su cercanía. (Yūsuf ᶜAlī)
10 El jengibre se utiliza en la medicina oriental para mantener 15 El hombre es de por sí débil: debe buscar la gracia de
caliente el cuerpo y como aperitivo. En sentido trasladado Dios. Sin ella no puede hacer nada, con ella lo puede todo.
es un término empleado para describir los banquetes re- (Yūsuf ᶜAlī)
gios, como los que se evocan en este pasaje. (Yūsuf ᶜAlī)
V. 81:28-29. (Asad)
11 V. 56:17-19. (Yūsuf ᶜAlī)
Introducción a la Azora 77
AL-MURSALĀT
LOS ÁNGELES EMISARIOS
Esta azora pertenece a la primera época de La Meca, muy cerca, cronológicamente, de la azora 75.
La temática es parecida.
Describe el terrible castigo que aguarda en la vida futura a quienes niegan la verdad. El estribillo
«¡Cuán desdichados serán entonces quienes negaban...!», que se repite hasta diez veces en quince
aleyas, descubre el motivo dominante de la azora. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 77
1136
Azora 77
AL-MURSALĀT
LOS ÁNGELES EMISARIOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
9. el firmamento se resquebraje,
1 Esta azora, de elevado contenido místico es de difícil tra- Una tercera interpretación entiende que «los enviados»
ducción, pero de fácil comprensión, si recordamos que son huracanes. (Mullá)
por las aleyas 1-7 discurre una triple veta de alegorías.
Las cinco cosas a que aquí se hace referencia pueden ser 2 V. 69:14; 73:18; 81:2-3 y 82:2. (Yūsuf ᶜAlī)
aplicadas: 1) al viento del mundo físico, 2) a los ángeles
del mundo del espíritu, y 3) a los profetas del mundo 3 V. 39:69 (Yūsuf ᶜAlī) y 4:41-42; 5:109 y 7:6. (Asad)
humano o a los versos de la revelación. (Yūsuf ᶜAlī)
4 V. 37:21 y 44:40. (Yūsuf ᶜAlī)
Otra interpretación de las aleyas 1 a 6 es la siguiente:
1) yo, Dios, juro por los ángeles emisarios enviados con 5 V. 32:8. (Yūsuf ᶜAlī)
una misión bien definida, 2) la que destruye la faz de
la tierra, 3) resucita a los muertos de sus tumbas, 4) se- 6 V. 23:13. (Yūsuf ᶜAlī)
parando claramente a los creyentes de los incrédulos,
5) les recuerde la prometida Resurreción, 6) de las ale- 7 La expresión qadarin maclūmin no significa únicamente
gaciones de los negadores y la admonición del Corán que se ha fijado un plazo, sino también que solo Dios
contra ellos. sabe cuánto tiempo permanecerá allí el niño. (Mawdūdī)
El Corán I Azora 77
1138
8 Hay aquí una alusión al ciclo incesantemente repetido de 10 Otra interpretación: «Como amarillas cuerdas retorci-
nacimiento, crecimiento, decadencia y muerte en toda la das», donde el amarillo es el color del fuego. (Asad)
creación del ser humano, y también, por tanto, a la exis-
tencia del Creador, que «saca lo vivo de lo muerto y lo 11 «Comer» es, por supuesto, símbolo de todas las cosas
muerto de lo vivo». V. 3:27; 6:95; 10:31 y 30:19. (Asad) agradables de la vida terrena. (Yūsuf ᶜAlī)
De la azora 78 a la 114
E sta parte trigésima del Corán tiene un matiz especial. Todas sus azoras, excepto dos, la 98
(ͻAl-Bayyina) (La prueba clara) y la 110 (ͻAn-naṣr) (La victoria), fueron reveladas en La Meca.
Aunque tienen muy diversa extensión, todas ellas son cortas.
Más importancia tiene el hecho de que forman un grupo unitario, que desarrolla aproximadamente el
mismo tema. Se caracterizan por unos mismos rasgos en cuanto al nivel de la exposición, el lenguaje
figurado, los contenidos conceptuales y el estilo general.
Son a modo de claros y repetidos aldabonazos, una llamada diáfana, con el propósito de sacudir a
quienes se encuentran amodorrados o sumergidos en profundo sueño, o han perdido la conciencia
a causa de la embriaguez, o pasan, en fin, su tiempo en clubes nocturnos entregados a bailes y
diversiones. Tras el aldabonazo viene la exhortación: ¡Despertad! ¡Mirad a vuestro alrededor!
¡Reflexionad! ¡Meditad! ¡Hay un Dios! Hay un plan al fondo de todas las cosas, una prueba, una
responsabilidad, una rendición de cuentas, una recompensa, un severo castigo y una eterna felicidad.
Es la misma amonestación, una y otra vez. Una mano poderosa sacude sin cesar a los hombres.
Se diría que abren los ojos, contemplan un momento adormilados el entorno y vuelven a hundirse
en la inconsciencia. La firme mano insiste, los agita de nuevo, se repiten, cada vez más altos, los
aldabonazos y las exhortaciones. Ahora los durmientes se despiertan una o dos veces, pero solo para
formular un «no» recalcitrante. Desearían cubrir de injurias a quien les amonesta y volver de nuevo
a la somnolencia. Con todo, la mano insiste y los despierta una vez más.
Éstas son las impresiones que siento en mi interior cuanto leo esta parte del Corán. Resuenan sones
que llegan hasta las fibras más hondas de mi corazón. Se abordan tanto los procesos del universo
exterior como los que discurren en el ámbito del alma humana, y también ciertos acontecimientos
que se producirán el día de la sentencia final. Me llama la atención cómo se repiten, una y otra vez,
bajo formas siempre renovadas, lo que da a entender que su repetición es intencionada. (Quṭb)
Introducción a la Azora 78
AN-NABĀ
EL ANUNCIO
E sta bellísima azora de La Meca describe, mediante una serie de alusiones al universo sin
límites creado por Dios, su amorosa providencia en favor de sus criaturas y nos lleva, como
conclusión final, a la promesa del futuro, cuando todo el mal será aniquilado y se alce con la
primacía el bien. Invita al mismo tiempo a todos cuantos tienen buena voluntad a buscar refugio
en su Señor. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 78
1142
Azora 78
AN-NABĀ
EL ANUNCIO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 La pregunta que ha ocupado y preocupado desde siempre 2 Alusión a la pluralidad de los sistemas cósmicos. V. 2:29.
a los hombres —a saber, si existe una vida después de la (Asad)
muerte— ha recibido diferentes respuestas a lo largo de
los siglos que oscilan entre la aceptación y la negación. 3 Todas las descripciones coránicas de lo que acontecerá
La concepción coránica de la vida futura postula una en el último Día se expresan forzosamente a través de
pervivencia sin limitaciones de la personalidad y de la formas simbólicas. Lo mismo cabe decir de las descrip-
conciencia individuales y la consideración de la muerte ciones sobre la situación -dichosa o desdichada- del hom-
y la resurrección como estadios de un acto positivo de bre en la vida futura. (Asad)
la recreación de la personalidad humana total, sea cual
fuere la forma en que se produce. (Asad)
El Corán I Azora 78
1144
4 En sentido alegórico, «heladas tinieblas» del espíritu 6 Bajo una triple perspectiva, el día del Juicio está muy cerca:
que, unido a la «desesperación que abrasa el alma», des- 1) Muchos de nuestros pecados y de nuestras malas obras
cribe los tormentos en la vida futura de los pecadores no reciben su castigo ya en esta vida. 2) Cuando el castigo
arrepentidos. (Asad) en esta vida no es visible ni perceptible, debe considerarse
la muerte como el peldaño previo al juicio individual. La
5 Tal vez sea preferible entender la frase en un sentido muerte puede alcanzar en cualquier momento a cualquier
más amplio, es decir, como referida no solo a Gabriel hombre, de modo que debemos estar siempre preparados.
sino a las almas de los hombres colectivamente, cuan- 3) Y viene, por último, el Juicio Final, cuando dejará de
do sean congregadas ante el tribunal de Dios. (Yūsuf existir el tiempo tal como ahora lo conocemos. Cincuenta
ᶜAlī) mil años serán como un día (v. 70:4). (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 79
1147
Introducción a la Azora 79
AN-NĀZI ĀT
LOS INCAUTADORES
T ambién esta azora pertenece a la primera etapa de La Meca, por las mismas fechas que la
precedente. En ella se nos expone el aspecto místico del Juicio Final. Describe, a través del
ejemplo del Faraón, el orgullo y su ruina. En el instante mismo en que dijo: «Yo soy vuestro señor
supremo», sucumbió a una con todos sus seguidores. (Yūsuf ᶜAlī)
Como acontece muy a menudo en esta Parte 30, también esta azora remite a los hombres a la
realidad de ultratumba y les hace ver claramente que se trata de algo temible e inevitable, que debe
ser afrontado con extremada seriedad. (Quṭb)
El Corán I Azora 79
1148
Azora 79
AN-NĀZI ĀT
LOS INCAUTADORES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Según Ṭabarī y Baǵawī, estos versos se refieren a los se en velocidad y 5) cumplen así el encargo (del Crea-
cuerpos celestes, incluidos el Sol y la Luna, y a sus des- dor)». (Asad)
plazamientos en el universo. Según esto, se diría: «1)
Reflexionad sobre aquellas (estrellas) que surgen para 2 sāhira es la tierra lisa, blanca y resplandeciente, el lugar
hundirse de nuevo; 2) que se desplazan incesantemente de la asamblea tras la resurrección. (Quṭb)
(siguiendo sus órbitas); 3) que cruzan nadando rápida-
mente el espacio cósmico; 4) que compiten por superar- 3 V. 20: 9-79. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 79
1150
Introducción a la Azora 80
AL-A`MÀ
EL CIEGO
E sta azora de la primera etapa de La Meca alude, en las aleyas de entrada, a un incidente cuya
mención en el texto revelado refleja a la perfección la sinceridad sin reservas del Profeta. Hay
aquí, en efecto, una crítica al celo excesivo —aunque perfectamente comprensible según las pautas
humanas— del Enviado de Dios. Este celo le hizo dar, en su labor predicadora, un paso en falso que,
visto desde su propia y elevada atalaya ética, estaba fuera de lugar.
Estaba en cierta ocasión Muḥammad explicando con gran empeño a los jefes de los coraixíes paganos
el Corán, cuando fue interrumpido por ᶜAbdullāh ibn ᶜUmmī-Maktūm que, además de ciego, era tan
pobre que nadie le prestaba la menor atención.
También él quería informarse sobre el Libro sagrado. Al Profeta le desagradó, como es obvio, la
interrupción y se dejó dominar por la impaciencia. ᶜAbdullāh se sintió herido. El Enviado de Dios,
cuyo sensible corazón estaba siempre abierto e inclinado a los pobres y los afligidos, recibió una
revelación a propósito de aquel incidente y no dudó ni un instante en darla a conocer. Acto seguido,
acogió con gran reverencia al ciego.
Sayyid Quṭb escribe en este contexto: «El Corán utiliza aquí, como en otras muchas ocasiones,
un caso concreto como ejemplo, para formular a continuación un principio de validez general».
El principio que el Corán expone en este lugar es que los hombres deben deducir sus tablas de
valores a partir exclusivamente de las instrucciones divinas, no de los datos de la vida cotidiana,
que están marcados y condicionados por conceptos tales como rango, poder, riquezas, etc. El Islam,
en cambio, afirma: «El más piadoso de entre vosotros, ése es el más noble». Deja de lado todos
los valores materiales y los sustituye por valores nuevos, que han sido fijados por Dios y a Él nos
devuelven.
Se trata tan solo de un episodio aislado. Tras explicar el principio permanente de la revelación
divina, se describen en esta azora las múltiples muestras de la gracia de Dios para con los hombres y
se señalan las consecuencias que la vida recta o inicua en esta tierra tienen para el mundo espiritual
del futuro. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 80
1154
Azora 80
AL-A`MÀ
EL CIEGO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
3. (¡Muḥammad!) ¿Acaso tú
sabes su propósito? Tal vez (fue
informarse de la manera de)
profundizar en la Fe
5. (¡Muḥammad! No es procedente
que a aquel que (basándose en
su elevada posición social) da a
entender que puede prescindir
(de la Fe)
7. sabiendo que no es
responsabilidad tuya que la
abrace o no.
10. tú lo desatiendes3.
1 Las primeras aleyas de esta azora, que contienen una 3 En los años posteriores, el Profeta se dirigía a menudo a
severa reprensión a Muḥammad señalan, en primer tér- ᶜAbdullāh con el siguiente saludo:
mino, que lo que en el caso de una persona normal no
habría pasado de ser una descortesía sin mayor trascen- «Sea cordialmente bienvenido aquel por cuya causa mi
dencia, adquiere el carácter de falta grave y merece la Conservador me ha reprendido». (Asad)
reprensión divina cuando se trata de la acción del Profe-
ta. Se ponía a prueba, en segundo lugar, por este medio, 4 Se confirma aquí que el Islam es una llamada que merece
la objetividad absoluta de la revelación coránica. Es, en la máxima atención, porque invita al bien. Por otra parte,
efecto, evidente que cuando Muḥammad dio a conocer, no necesita la ayuda de nadie. Se dirige tan solo a quie-
a la vista de todos, la reprensión divina, no lo hacía por nes, basándose en las ventajas que encierra, lo recono-
gusto: v. 53:3. (Asad) cen y abrazan voluntaria y gustosamente. No desempeña
aquí ningún papel la posición social de los interesados.
2 Así ocurrió de hecho, porque el ciego ᶜAbdullāh ibn (Quṭb)
Ummī-Maktūm fue un musulmán leal y verdadero y
llegó incluso a desempeñar el cargo de gobernador de 5 «Excluido de la misericordia divina sea». (ͻAsad)
Medina. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 80
1156
6 Por «sepultura» puede entenderse el lapso temporal que 8 Era preciso reflexionar sobre el alimento porque es la ne-
media entre la muerte física y el estado de inmortalidad. cesidad más perentoria de la vida humana. Lo tenemos
A este lapso intratemporal se le denomina barzaḫ o se- día tras día a nuestro alcance, pero este simple hecho
paración. (Yūsuf ᶜAlī) constituye ya de por sí un verdadero prodigio no menos
admirable que la misma creación del hombre. (Quṭb)
7 Considerada en su conjunto, la humanidad nunca ha cum-
plido realmente los mandamientos de Dios. Así lo decla-
ran las palabras árabes elegidas en este pasaje. (Quṭb)
El Corán I Azora 81
1159
Introducción a la Azora 81
AT-TAKWῙR
EL COLAPSO
E sta azora se remonta a una etapa muy temprana de La Meca y es, tal vez, la sexta o la séptima
cuanto al orden cronológico.
Comienza con una serie de metáforas místicas sobre la desintegración del cosmos que nosotros
conocemos y con una alusión a la plena responsabilidad personal de las almas individuales. Sigue un
pasaje místico acerca de la veracidad del Corán, revelado por medio de Gabriel, es decir, no surgido
de la exaltada inspiración poética de un poseso. La revelación está al servicio de la recta guía de los
hombres. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 81
1160
Azora 81
AT-TAKWῙR
EL COLAPSO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Lit.: «se enrolle como un turbante». (Paret) 6 En la sociedad preislámica de Arabia estaba muy difun-
dida la costumbre de enterrar vivas a las niñas recién na-
2 Las camellas preñadas son para los árabes la posesión cidas, bien por vergüenza o por temor a la pobreza. En el
más preciada, pero aquel día se producirán acontecimien- Corán se menciona y se condena esta práctica para po-
tos de tal trascendencia que nadie se ocupará de ellas. nernos ante los ojos la crueldad y la ignorancia de aquella
(Quṭb) época en la que estaba totalmente fuera del alcance de las
posibilidades femeninas obtener una posición respetable,
3 Cuando este orden mundial llegue a su fin, los leones acorde con su dignidad como personas. Solo al Islam de-
se reunirán con los corderos y no existirán diferencias ben las mujeres su respetada situación actual. Hombres
entre los lugares habitados y las regiones selváticas. y mujeres tienen una idéntica dignidad porque a todos
(Yūsuf ᶜAlī) ellos les ha sido insuflado por un igual el espíritu divino.
(Quṭb)
4 Al primer toque de corneta, los mares se precipitarán los
unos sobre los otros para formar un solo océano. A conti- 7 Al conjurar como testigos a los fenómenos de la natu-
nuación se inflamarán y estallarán en llamas. (Daryabādī) raleza a que los hombres están habituados se pretende
subrayar el hecho de que en lo que llamamos «leyes de la
5 El emparejamiento de los mortales puede significar que naturaleza» no hay otra cosa sino los elementos visibles
cada uno se unirá con sus iguales, como en 56:7, donde de la planificación y de la creación de Dios. Por consi-
se habla de tres grupos, el de los distinguidos, el de los guiente, la Sagrada Escritura de que se le hizo partícipe a
de la derecha y el de los de la izquierda. Pero esta aleya Muḥammad —Dios le dé paz— es para él tan «natural»
también puede significar que en la resurrección las almas como cualquier otro fenómeno del ámbito de la creación
volverán a unirse a sus cuerpos. (Quṭb) de Dios. (Asad)
El Corán I Azora 81
1162
8 Lit.: «por la mañana, cuando respira». (Pickthal) La Meca es un símbolo de que los peregrinos arrojan de
sí, clara y definitivamente, todo lo que es malo y perver-
9 El concepto coránico de «trono» —que, en la secuencia so. (Yūsuf ᶜAlī)
cronológica de las revelaciones divinas, figura aquí por vez
primera— se refiere siempre y sin ninguna excepción a la 12 Dios es el Conservador de todos los mundos, del univer-
soberanía absoluta y a la omnipotencia de Dios. (Asad) so entero, y el Señor de la gracia y de la misericordia. Su
guía está abierta a todos cuantos tienen la voluntad de
10 V. 53:5 y ss. (Asad) servirse de ella. Pero es preciso hacer que esta voluntad
sintonice con la divina. Esta sintonía es lo que expresa
11 El término raŷīm significa literalmente «expulsado me- el Islam. Deben condenarse por igual las dos posiciones
diante lapidación», apedreado y, por tanto, echado fuera extremas, a saber, la del determinismo inamovible y la
de la más humillante manera. El rito de la lapidación del de una libertad de decisión absolutamente imprevisible y
demonio en el valle de Mina al final de la peregrinación a caótica. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 82
1165
Introducción a la Azora 82
AL-INFIṬĀR
LA FRACTURA
E n razón de los temas abordados, esta azora está emparentada con la anterior. No obstante, en
cuanto a su cronología algunos comentaristas entienden que fue revelada mucho después, en
una fase tardía de La Meca. Su línea argumentativa insiste en lo ya dicho en la azora 81:13 acerca
de 1) el día del Juicio Universal, 2) el día del Juicio particular o individual, en el momento en que
el hombre muere, y 3) la iluminación de la luz interior en el alma, que puede acontecer en cualquier
momento y debe ser considerada como la hora de la desaparición de las falsedades de esta vida y
del renacimiento de la auténtica realidad espiritual. ¡Cuán firme y sólido es el orden que mantiene
unido y cohesionado el universo material que nos rodea! Y, sin embargo, tendrá que desvanecerse
ante aquella realidad a cuya luz verá el hombre su pasado y su futuro en la perspectiva correcta.
A Dios debe su vida y todo cuanto de bueno le acontece. ¿Es que no quiere advertir que su futuro se
construye sobre las bases de la justicia y el derecho? La rectitud hallará su recompensa, y también
la discordia y la rebeldía recibirán su merecido. Llegará el día en que toda desavenencia cesará y
dominará en todo y sobre todos la paz de Dios y Sus preceptos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 82
1166
Azora 82
AL-INFIṬĀR
LA FRACTURA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
7. Es Él Quien te creó, te
configuró, te perfeccionó
1 Alusión a la última hora, cuando el mundo, tal como el 3 Física, intelectual y espiritual. (Yūsuf ᶜAlī)
hombre lo conoce, llegue a su fin. (Asad)
4 Los comentaristas clásicos opinan que se trata de los
2 La frase puede referirse a lo que se ha hecho y consegui- ángeles protectores que consignan por escrito —en
do y también a lo que se ha abandonado. Pero también sentido alegórico— las obras de los hombres. Pero
puede tratarse de las obras realizadas y de las huellas que también podría entenderse que el custodio asignado
han dejado tras de sí. Y puede, en fin, referirse a cosas a cada hombre es su conciencia, que consigna en el
o valores a los que se concedió la primacía y a aquellas subconsciente todas sus acciones y motivaciones.
otras que fueron relegadas. (Yūsuf ᶜAlī) (Asad)
El Corán I Azora 83
1169
Introducción a la Azora 83
AL-MUṬAFFIFῙN
LOS DEFRAUDADORES
L a revelación de esta sura aconteció en una fecha cercana a la inmediatamente anterior (82) y a la
siguiente (84). Se condena en ella, con los términos más enérgicos, el fraude bajo todas sus formas, ya sea
en los sucesos cotidianos de la vida, en los asuntos religiosos o en las cuestiones concernientes a la vida
espiritual superior. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 83
1170
Azora 83
AL-MUṬAFFIFῙN
LOS DEFRAUDADORES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Esta azora pertenece a la época de La Meca. El texto el período intermedio entre su muerte y el día del Juicio
nos permite lanzar una ojeada a los auténticos motivos Universal. Otros entienden que significa el lugar en el
que se ocultaban al fondo de la obstinada hostilidad al que se guardan los registros de las acciones humanas;
Islam de la clase superior de aquella ciudad. La nueva fe y otros creen que es la denominación de estas mismas
implicaba necesariamente un nuevo género de vida que consignaciones escritas. (Yūsuf ᶜAlī)
ponía en peligro su posición dominante y sus intereses
materiales. Son los defraudadores tiránicos quienes más 4 Lit. «dejaron en su corazón algo parecido a una herrum-
temen la ascensión del Islam y la implantación de sus bre» que solo mediante el arrepentimiento y el perdón
justas formas existenciales. (Quṭb) puede borrarse. Estas impurezas le impiden conocer la
verdad. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Defraudan en el más amplio sentido de la palabra. En
las aleyas siguientes se advierte con claridad que lo que 5 cilliyyūn,el polo opuesto de siŷŷīn, significa literal-
se condena es la injusticia bajo todas sus formas: dar mente «sitios elevados». Tal vez deba entenderse en
demasiado poco y exigir en demasía. (Yūsuf ᶜAlī) el sentido del lugar en que se guardan los archivos en
que están registradas las obras de los justos. (Yūsuf
3 Algunos comentaristas opinan que la palabra siŷŷīn se ᶜAlī)
refiere al lugar en que están retenidos los malvados en
El Corán I Azora 83
1172
6 El «vino puro» (o néctar) de la vida ultraterrena tiene «el 7 Quiere decirse que quien no tiene fe no tiene tampoco
sello», es decir, la aprobación de Dios, porque «ni produ- ningún derecho a criticar la fe de sus prójimos. (Asad)
ce dolor de cabeza ni emborracha» (37:47). Algunos de
los grandes místicos musulmanes interpretan este «vino 8 En las azoras coránicas de La Meca no se menciona el
puro» como una alusión a la visión espiritual de Dios. triunfo en esta vida como consuelo y acicate para la per-
(Asad) severancia. Los seguidores del Profeta solo deben aspi-
rar a la vida venidera y al beneplácito de Dios. (Quṭb)
El Corán I Azora 84
1175
Introducción a la Azora 84
AL-INŠIQĀQ
EL DESGARRAMIENTO
T ambién la secuencia cronólogica de esta sura sigue de cerca a la anterior. En cuanto a la temática, tiene
más semejanzas con las suras 82 y 81, con las que debe ser comparada. A través de una serie de metáforas
místicas se expone ante nuestra mirada el hecho de que el mundo presente y sus fenómenos naturales no
tienen una duración permanente y de que el juicio divino llegará con absoluta certeza. El hombre debe, por
tanto, dedicar todos sus esfuerzos al mundo de los valores verdaderos y eternos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 84
1176
Azora 84
AL-INŠIQĀQ
EL DESGARRAMIENTO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Es decir, con todos los justos, fuera cual fuere la época decretado para vosotros, del mismo modo que están pre-
en que han vivido. (Yūsuf ᶜAlī) determinados los estadios del universo, es decir, el cre-
púsculo, la noche, la luna llena, hasta que se produce el
2 Lit.: «cabalgaréis de etapa en etapa», es decir, de una si- encuentro con Dios. Se trata de una de las comparaciones
tuación de sufrimiento a la siguiente, tal como ha sido estilísticamente más deslumbrantes del Corán. (Quṭb)
El Corán I Azora 85
1179
Introducción a la Azora 85
AL-BURŪŶ
LAS CONSTELACIONES
E s una de las primeras azoras de La Meca, revelada después de la 91 («El Sol»). Se ocupa de las
persecuciones que sufren quienes se han entregado a Dios. Dios mantiene una atenta mirada
sobre los suyos y seguirá en el futuro con sus enemigos la misma conducta que ha tenido en el
pasado. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 85
1180
Azora 85
AL-BURŪŶ
LAS CONSTELACIONES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Otra posible traducción sería: «Por el cielo y sus for- 4 Este versículo encierra un gran consuelo para los cre-
talezas», donde las fortalezas podría referirse a los po- yentes y una severa advertencia para sus altivos opreso-
derosos cuerpos celestes que aparecen a la vista como res. Dios es testigo y su testimonio basta. Los creyentes
grandes castillos o palacios. (Quṭb) tienen, pues, la certeza de la recompensa divina y del
castigo de sus enemigos. (Quṭb)
2 El testigo puede ser el Profeta (3:81), Dios (3:81 y
10:61), los ángeles que consignan las obras de los hom- 5 V. 79:15-26 y 7:73-79. (Yūsuf ᶜAlī)
bres (50:21), los miembros de los hombres utilizados
para practicar el mal (24:24), el registro de los hechos 6 La frase puede también significar: «Y no advierten que
(17:14) o los pecadores mismos (17:14). (Yūsuf ᶜAlī) Dios tiene pleno y cabal conocimiento de lo que ellos
ocultan». El poder y la sabiduría divinas abarcan, en
3 Los comentaristas han propuesto para la interpretación efecto, todos los tiempos y lugares. (N. del T.)
de este pasaje toda una serie de leyendas sumamente
contradictorias: las experiencias vividas por Abrahán con 7 Es el único pasaje coránico en que figura esta des-
sus contemporáneos idólatras (v. 21:68-70); la leyenda cripción. Aunque algunos comentaristas toman la
bíblica de Nabucodonosor, que ordenó quemar vivos a frase al pie de la letra y entienden que hay un Libro
tres piadosos varones israelitas; las narraciones apócrifas (lit.: una «tabla celeste» real), en la que está consig-
sobre el monarca zoroástrico que condenó a la hoguera nado por escrito y para siempre el texto del Corán,
a los súbditos contrarios a su edicto según el cual esta- otros lo entienden en sentido alegórico, es decir,
ría permitido por Dios el matrimonio entre hermanos y como alusión al carácter indestructible e imperece-
hermanas; o la persecución desencadenada contra los dero de la Escritura divina. Ṭabarī, Ibn Kaṯīr y otros
cristianos de Naŷrān por el rey del Yemen en el siglo VI. opinan que se refiere a la promesa divina de que el
Pero el «foso de fuego» es una alegoría de las persecu- Corán no será nunca falsificado y se mantendrá a
ciones que por causa de la fe se siguen registrando bajo salvo de todo tipo de añadidos, supresiones o modi-
diversas formas hasta nuestros días. (Asad) ficaciones textuales. V. 15:9. (Asad)
El Corán I Azora 86
1183
Introducción a la Azora 86
AṬ-ṬĀRIQ
EL LUCERO
E sta azora se remonta a la primera época de La Meca. Probablemente fue revelada muy poco
antes o muy poco después de la azora anterior. Su temática gira en torno a la protección que se
les concede a todas y cada una de las almas incluso en los momentos más oscuros de su evolución
espiritual. Tal vez la constitución física del ser humano sea un elemento accidental, pero el alma de
que Dios ha dotado al hombre debe luchar por un futuro glorioso. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 86
1184
Azora 86
AṬ-ṬĀRIQ
EL LUCERO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Algunos comentaristas opinan que Ṭāriq (lit.: «el que 2 La paciencia, la aceptación confiada de la existencia
viene por la noche») alude a la estrella matutina. Otros lo del mal, es una prueba de que nos sometemos a Dios
entienden como referido a «la estrella» en cuanto géne- y a su plan, que nunca puede ser desbaratado. Esto no
ro. En la expresión coránica es una alegoría del consue- significa que debamos apoyar el mal o que no tengamos
lo celeste o la iluminación que se les concede a veces a que combatirlo en la medida de nuestras posibilidades.
quienes se encuentran sumergidos en la tribulación o en (Yūsuf ᶜAlī)
la incertidumbre. (Asad)
El Corán I Azora 87
1187
Introducción a la Azora 87
AL-A LÀ
EL ALTÍSIMO
E s una de las más antiguas azoras de La Meca, tal vez la octava en la serie cronológica, claramente
a continuación de la azora 81. Nos pone ante los ojos que el hombre es capaz de desarrollarse
en el plano del espíritu con pasos plenamente equilibrados y que la revelación divina puede llevarle
cada vez más cerca de la purificación y la perfección. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 87
1188
Azora 87
AL-A LÀ
EL ALTÍSIMO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Otra traducción: «Alaba el Nombre de tu Señor que te 3 V. 2:106. (N. del T.)
protege». (Yūsuf ᶜAlī)
4 El camino del Islam es sencillo y fácil y a nadie se le
2 En el caso de las realidades racionales, la guía se lleva plantean desmesuradas exigencias. Cuando el Profeta
a cabo a través del entendimiento y de las revelaciones; tenía que hacer una elección, se decidía siempre por la
en las no perceptibles por la razón, a través del instinto. alternativa más sencilla. Y cuando se hallaba en la inti-
Lo dicho es también aplicable a las facultades espiritua- midad de la familia era el más amable de los hombres,
les específicas del hombre. (Daryabādī) siempre sonriente y amigo de bromas. (Quṭb)
El Corán I Azora 88
1191
Introducción a la Azora 88
AL-ĠĀŠIYA
EL DÍA DESASTROSO
E sta azora fue revelada probablemente a mediados de la época de La Meca. Su tema central gira en
torno a las trascendentales consecuencias del bien y del mal para la vida ultraterrena: - para el día en que
será restablecido de nuevo el auténtico equilibrio. Las señales divinas que ya se nos han concedido aquí, en
la tierra, deberían recordarnos incesantemente el día en que tendremos que rendir cuentas, porque Dios es
bueno y justo y ha asignado a su creación el adecuado objetivo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 88
1192
Azora 88
AL-ĠĀŠIYA
EL DÍA DESASTROSO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
3. abatidos y fatigados,
1 Que cubre o reduce a los hombres a la impotencia. 3 Ibil también significa las nubes cargadas del agua de la
(Yūsuf ᶜAlī) lluvia. En este contexto se puede entender como alusión
al admirable y reiterado curso circular del agua. (Asad)
2 Este género de comidas y bebidas infernales son alego-
rías para expresar la desesperación absoluta y la humi-
llación total. (Asad)
El Corán I Azora 89
1195
Introducción a la Azora 89
AL-FAŶR
EL ALBA
E s una de las primeras azoras reveladas, tal vez la décima en el cómputo de la secuencia cronológica.
Su mensaje místico se expresa a través de contraposiciones tomadas tanto de la naturaleza como
de la dilatada historia de la humanidad. Exhorta, por este procedimiento, a «quienes comprenden» a
creer en la vida ultraterrena. La historia del género humano y las tradiciones legendarias muestran
que la grandeza no es duradera y que la soberbia será derribada. Para poner de relieve las verdades
espirituales y éticas tan buena es la más rigurosa historiografía como las leyendas. De hecho, también
la historiografía habilidosamente expuesta es leyenda, porque siempre es entendida y desarrollada
desde un determinado punto de vista.
El hombre se desalienta con excesiva facilidad ante los cambiantes azares del destino y es incapaz
de extraer de ellos la lección de la paciencia y de la tolerancia con los demás que deben llevarle, en
definitiva, a un sitial de honor en la vida futura. Cuando todo aquello a que su corazón ha estado
apegado en la tierra sea aniquilado, entonces conocerá la verdadera gloria y poder, el amor y la
belleza de Dios, que configuran la luz del jardín del Paraíso. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 89
1196
Azora 89
AL-FAŶR
EL ALBA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
13. (A tenor de su
comportamiento), el Señor
descargó sobre ellos un
castigo que no era más que
una salpicadura (comparado
con) el verdadero suplicio
(que les espera).
1 O las diez primeras noches del mes de muḥarram, o tam- las profundas tinieblas por la admirable luz de Dios ―su
bién las noches de los diez últimos días del ramadán. (Quṭb) revelación― a la fe, la más luminosa luz del sol del día
espiritual. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Todos estos símbolos místicos dirigen, a modo de con-
juros, nuestra atención al gran misterio de nuestra vida 3 Los «ingresos» pueden entenderse tanto en sentido literal
interior: cómo somos llevados desde lo más hondo de como trasladado. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 89
1198
4 O bien: «Devoráis la herencia». Se puede hacer mal uso herederos han de recordar que la herencia es un legado
de la herencia de una doble manera: 1) Los tutores y fi- sacro. Deben dedicarla a los fines y las tareas que han he-
duciarios de los bienes heredados por menores de edad o redado a una con los bienes. No tienen ningún derecho a
por personas incapacitadas para gestionar sus intereses derrochar la herencia entregándose a la holganza. (Yūsuf
deberían administrar la hacienda que se les confía con ᶜAlī)
mayor escrupulosidad aún que la suya propia. 2) Los
El Corán I Azora 90
1201
Introducción a la Azora 90
AL-BALAD
LA SANTA METRÓPOLIS
E s una revelación de la primera época de La Meca, que describe la vinculación mística del
Profeta con esta ciudad. Muḥammad nació en un lugar considerado desde tiempos inmemoriales
como sacro. Allí creció y pudo moverse libremente por sus calles y plazas, porque pertenecía a una
familia de noble alcurnia, en cuyas manos estaba la vigilancia y custodia de los lugares santos. Pero,
por otro lado, era un niño huérfano y la suerte de los huérfanos era particularmente dura en aquellos
tiempos. Se entregó a los temas divinos y se opuso a la idolatría dominante y a las costumbres
pecaminosas, lo que le acarreó la persecución de los mequíes y, finalmente, la expulsión de la
ciudad. Hizo entonces de Yaṯrib su ciudad -Madīnatu-nnabī, ‘la ciudad del Profeta’, llamada hasta
el día de hoy Medina. De ella se dice que es la «hija» del Profeta. Pero Muḥammad profesó siempre
un gran amor a su ciudad natal, y cuando el tiempo llegó a su sazón hizo una entrada triunfal en ella,
la purificó de todos los ídolos y abominaciones y restableció en su lugar la adoración del único Dios
verdadero. Eliminó a los autócratas codiciosos y materialistas y puso de nuevo el cetro en manos de
hombres rectos.
Se cuidó de la liberación de los esclavos y de los derechos de los pobres y de los oprimidos. Todo
ello supuso una admirable transformación para aquella ciudad, convertida así en símbolo de la
historia espiritual de este mundo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 90
1202
Azora 90
AL-BALAD
LA SANTA METRÓPOLIS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
9. de lengua y de labios?2
1 Podría haber aquí una alusión específica a Abrahán e Ismael licitar información, buscar la recta guía y, en fin, alabar a
(Dios les dé paz). (Quṭb) Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
Según Ṭabarī, el versículo alude a la paternidad y la 3 Esta liberación no se limita a la esclavitud legal. Existe la
filiación, es decir, a todo el género humano, desde el esclavitud política, la industrial y la social y los esclavos de
principio hasta el fin. El término «engendrar» abarca las convenciones, de la ignorancia, de la superstición, del
aquí tanto el componente masculino como el femeni- dinero, el poder o las pasiones. El hombre recto se esfuerza
no. (Asad) por liberar a los hombres, mujeres y niños de su cautiverio.
Pero su primera tarea consiste en liberarse de su propia es-
2 Los ojos nos dan la facultad de ver, tanto en sentido literal clavitud. (Yūsuf ᶜAlī)
como figurado. A través de la lengua podemos percibir los
sabores y, junto con los labios, nos permite hablar, para so- 4 Tanto físico como espiritual. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 91
1205
Introducción a la Azora 91
AŠ-ŠAMS
EL SOL
E s una revelación de la época temprana de La Meca. Se inicia con una espléndida descripción de
la naturaleza, hace ver al hombre que tiene que asumir su responsabilidad espiritual y advierte,
por último, frente a las terribles consecuencias que tendrán que asumir quienes no temen el día del
Juicio Final. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 91
1206
Azora 91
AŠ-ŠAMS
EL SOL
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
Introducción a la Azora 92
AL-LAYL
LA NOCHE
E sta azora forma parte del grupo de las diez primeras reveladas. Puede situársela entre la azora
89 y la 93. Obsérvese que en las tres se subraya el misterio y la oposición entre la noche y el
día, para aportar consuelo a las añoranzas espirituales de los hombres. En esta azora se nos dice que
debemos tender a Dios con todas las fuerzas de que somos capaces. Entonces, Él nos concederá su
ayuda y dará satisfacción a nuestros anhelos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 92
1210
Azora 92
AL-LAYL
LA NOCHE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
9. y niega la Fe,
1 Los hombres rectos se distinguen por tres características: 4 Pueden hacerse donativos para fines caritativos, o para
1) por una generosa disposición al sacrificio por la causa finalidades útiles, como la promoción de la ciencia y de
de Dios y de los hombres; 2) por el temor de Dios, que los conocimientos, o también por razones idealistas. Por
tiene su reflejo en las acciones justas; y 3) por la since- «bienes» no debe entenderse solo el dinero o cosas ma-
ridad y la honradez, que los lleva a reconocer e impulsar teriales, sino todas las ventajas o las oportunidades con
todo lo que tiene un valor ético. (Yūsuf ᶜAlī) que cuenta un hombre y puede poner a disposición de su
prójimo. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Tres son las características que definen al hombre inicuo:
1) cegado por la avaricia, niega a otros lo que en derecho 5 Es una satisfacción que llena el corazón y el alma del
les pertenece; 2) es altivo y piensa que se basta a sí mis- creyente, que vivifica todo su ser e irradia a su alrededor.
mo; y 3) pisotea deliberadamente la verdad. (Yūsuf ᶜAlī) Se sentirá satisfecho con su religión, con su Señor y con
su destino, sea cual sea. No estará desorientado ni le do-
3 El castigo del fuego afectará solo a quienes han pecado minarán malos pensamientos. No se sentirá preocupado
deliberadamente desoyendo la voz de su conciencia y han ante la idea de que se le pongan cargas más pesadas de lo
rechazado la verdad de Dios. También en el cristianismo que puede soportar o de que queden demasiado lejos las
se encuentra la misma idea en Mateo 12,31. (Yūsuf ᶜAlī) metas que persigue. (Quṭb)
El Corán I Azora 93
1213
Introducción a la Azora 93
AḌ-ḌUḤĀ
LA MAÑANA
S e cuenta que, tras la revelación de la azora 89, se produjo una interrupción durante la cual no
se le concedieron al Profeta nuevas revelaciones. Sus enemigos de La Meca vieron aquí una
oportunidad para burlarse de él, afirmando: «Tu Señor te ha abandonado y te aborrece». Y acto
seguido se le reveló esta azora. Se acepte o no esta anécdota, no del todo segura, el hecho cierto
es que este texto —aunque dirigido en primer término al Profeta— tiene un alcance mucho más
general. Afecta, en efecto, y aporta consuelo a todos los creyentes, hombres y mujeres, que tienen
que enfrentarse a preocupaciones y necesidades que con tanta frecuencia afligen también a los
inocentes y que dan pie a que incluso personas rectas pongan en duda la justicia de Dios. (Asad)
El Corán I Azora 93
1214
Azora 93
AḌ-ḌUḤĀ
LA MAÑANA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
3. que tu Señor no te ha
abandonado ni te ha
aborrecido (Muḥammad),
7. no estabas desconcertado
con respecto a la Fe y te
encaminó,
8. necesitado y te hizo
totalmente independiente?3
1 También puede entenderse: «El final será para ti mejor que (v. 6:94), y el día de la Resurrección tendrán que presen-
el principio». (N. del T.) tarse también así, uno a uno y por separado, ante Dios.
(v. 19:95). (Asad)
Para quienes se entregan sin reservas al servicio de Dios,
cada nuevo instante es mejor que el anterior. (Yūsuf ᶜAlī) 3 El Profeta no heredó posesiones y era pobre. El amor autén-
tico de su esposa Ḫadīŷa no solo lo liberó de las necesida-
2 Puede tratarse de una alusión al hecho de que des terrenales sino que lo convirtió en un hombre rico desde
Muḥammad nació algunos meses después de la muerte el punto de vista de los bienes materiales, de modo que en
de su padre y que su madre falleció cuando él conta- los años siguientes pudo consagrarse por entero al servicio
ba apenas seis años de edad. Pero esto aparte, todos los de Dios. (Yūsuf ᶜAlī)
seres humanos son huérfanos en el sentido de que han
sido creados aislados los unos de los otros y en soledad 4 Ayuda material o conceptual, incluido el consejo. (Asad)
El Corán I Azora 94
1217
Introducción a la Azora 94
AŠ-ŠARḤ
LA DISTENSIÓN
E sta breve azora encierra un mensaje de esperanza y de estímulo en una época de oscuridad
y dificultades. Le fue revelada al Profeta poco después de la precedente (AḌ-ḌUḤĀ), cuyas
enseñanzas complementa. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 94
1218
Azora 94
AŠ-ŠARḤ
LA DISTENSIÓN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
2. ¿No te habíamos
desembarazado de las
preocupaciones
3. que te agobiaban?
1 Lit.: «ensanchado el pecho». El pecho es, simbólicamen- 3 O: La solución o el desahogo no aparecen después de
te, el asiento del conocimiento y de los sentimientos su- las dificultades, sino a una con ellas: son simultáneas.
premos del amor y del afecto. La naturaleza humana del (Yūsuf ᶜAlī)
Profeta fue purificada, ensanchada y elevada para que pu-
diera convertirse en misericordia para toda la humanidad. 4 O: cuando estás libre o te has desembarazado. La fra-
(Yūsuf ᶜAlī) se puede significar: cuando hayas dado fin a tu tarea
actual, a saber, la de predicar a los hombres, atacar
2 Lo hemos encumbrado y hemos unido indisolublemente su el pecado e incitar a la honradez. O también: cuando
nombre al de Dios en la confesión de fe de los musulmanes: te liberes de las dificultades a que ahora te enfrentas.
«No hay dios sino Él y Muḥammad es su Enviado». (Quṭb) (Yūsuf ᶜAlī)
Hoy, en todas las mezquitas del mundo resuena, cinco 5 Solo a tu Señor debes dedicarte con todas tus fuerzas
veces al día, con ocasión de la llamada a la oración, el y nunca debes alejarte de Él. No permitas que te des-
nombre de Muḥammad y todo musulmán pide la bendi- víen los hombres a los que tú llamas al camino divino.
ción para él cuando se menciona su nombre. (Pickthal) (Quṭb)
El Corán I Azora 95
1221
Introducción a la Azora 95
AT-TῙN
LA HIGUERA
T ambién esta azora se remonta a una época muy temprana de La Meca. Invoca los símbolos más
sagrados para mostrar que el hombre ha sido creado para lo mejor, pero que también es capaz de
hundirse en la más profunda iniquidad si no tiene fe ni lleva una vida ordenada. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 95
1222
Azora 95
AT-TῙN
LA HIGUERA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 La higuera se puede entender como símbolo del destino mento (v. Mateo 24,3-4), Jesús hizo una descripción del
humano. Bien cultivada, produce frutos deliciosos pero día del Juicio por venir. (Yūsuf ᶜAlī)
en estado silvestre, granos incomestibles. Cristo maldijo
a una higuera que no producía frutos (v. Mateo 21,18- Es también posible entender estos frutales, en sentido
20). Hay más parábolas centradas en higueras en Mateo figurado, como las enseñanzas proclamadas por los pro-
24, 32-35 y Jeremías 24,1-10. (Yūsuf ᶜAlī) fetas abrahámicos, que alcanzó su punto culminante en el
último de los profetas judíos, Jesús. (Asad)
El monte de las Higueras se refiere al lugar donde Jesús
recibió la Revelación en Palestina. Algunos exégetas hacen 3 El «monte Sinaí» acentúa en especial la misión de
otra lectura del texto: el monte de los Olivos e Higueras, Moisés, porque fue en esta montaña donde recibió
donde Jesús daba sus discursos. Hay también quien afirma la revelación de la ley divina, vigente hasta la veni-
que el monte de la Higuera es el lugar de congregación da de Muḥammad y vinculante también para Jesús.
universal de los resucitados en Palestina para ser juzgados. (Asad)
Por último, hay quien interpreta el texto de la primera aleya
afirmando que se refiere a las dos frutas (higos y aceitu- 4 Así pues, las aleyas 1-3 centran nuestra atención en la
nas), por ser de gran valor alimenticio. (Mullá) unidad ética básica común a todas las enseñanzas ―las
enseñanzas verdaderas― de las tres fases históricas de
2 Posible alusión al monte de los Olivos en Jerusalén las religiones monoteístas, metonímicamente personifi-
(52:1), porque es el lugar en que, según el Nuevo Testa- cadas en Moisés, Jesús y Muḥammad. (Asad)
El Corán I Azora 96
1225
Introducción a la Azora 96
AL- ALAQ
LA MÓRULA EMBRIONARIA
Azora 96
AL- ALAQ
LA MÓRULA EMBRIONARIA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Esta azora fue revelada en La Meca cuando el Islam fue 4 Se cuenta que ͻAbū Ŷahl amenazó en cierta ocasión con
proclamado en público por primera vez. (Mullá) arrogancia al Profeta que le pondría los pies en la nuca
si volvía a encontrarlo en oración. Pero ocurrió que la
El significado textual del imperativo «lee» ( Iqrá): repite lo próxima vez que se hallaba el Profeta en actitud orante.
que lees pronunciándolo y articulándolo reposadamente. (Daryabādī)
2 Creó al hombre de sangre coagulada. (Quṭb) La significación de este episodio desborda el alcance de
su situación histórica concreta. Se alude en él a todos los
3 El hombre posee la facultad ―exclusiva de su especie― intentos, en todos los tiempos y lugares, por negar la reli-
de transmitir mediante textos escritos sus pensamientos o gión y su legítimo derecho a modelar la vida social. Estos
experiencias, de donde se sigue que toda la ciencia humana intentos pueden tener su origen en la convicción de que
tiene carácter acumulativo. Y como todas las personas pue- la religión es un «asunto privado», que no tiene nada que
den participar, en mayor o menor grado, en este proceso de hacer en el ámbito público, o de la ilusión de que el hom-
incesante acopio de conocimientos, se dice que aprenden, a bre está por encima de toda necesidad de guías metafísicas
través de Dios, cosas que por sí solas no saben ni pueden (Asad)
llegar a conocer. Esta instrucción que Dios ofrece al hom-
bre significa, además, una revelación de verdades espiritua- 5 «Póstrate (con humildad)». (Quṭb)
les y de pautas éticas a través de los profetas que no se po-
drían obtener solo mediante las experiencias y la capacidad
deductiva humana. Hay en este concepto una descripción
del fenómeno de la revelación en cuanto tal. (Asad)
El Corán I Azora 97
1229
Introducción a la Azora 97
AL-QADR
LA NOCHE MÁS DIGNA
E sta azora aborda el tema de la noche mística de la «omnipotencia», noche en la que llega a este
mundo, hundido en tinieblas, la revelación (tal vez al concedérsela a un individuo concreto y
transformar sus conflictos internos, nacidos de falsas acciones, en paz y armonía). Sucede así con
la ayuda de las escuadras angélicas, que representan la fuerza espiritual de la misericordia divina.
(Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 97
1230
Azora 97
AL-QADR
LA NOCHE MÁS DIGNA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Es la noche de la unión perfecta entre este mundo y el 2 El Profeta nos invita a pasar todos los años su aniversario
superior, la noche de la «omnipotencia». En esta noche en oración y adoración. Ha dicho: «Busca la noche de la
tuvo su inicio la revelación del Corán, el suceso que con “omnipotencia” en las diez últimas noches del ramadán.
mayor claridad expone el destino y el orden de la vida A quien pase en oración la noche de la “omnipotencia”
humana. (Quṭb) desde la fe auténtica y profunda y desde la entrega sumisa
y sincera, a este se le perdonarán los pecados pasados».
Puede admitirse que fue una de las diez últimas ―tal (Quṭb)
vez la vigesimoséptima― del mes de ramadán, trece
años antes de la emigración del Profeta de La Meca a
Medina. (Asad)
El Corán I Azora 98
1231
Introducción a la Azora 98
AL-BAYYINA
LA PRUEBA CLARA
E s, tal vez, en cuanto al orden cronológico, la primera azora de Medina, pero también es posible
situarla en la última etapa de La Meca. Continúa y prolonga las ideas de la azora anterior. La
noche mística de la revelación divina está henchida de bendiciones.
Pero a quienes rechazan la fe les es inaccesible el mensaje de Dios, por muy claras que sean las
pruebas en que se apoya. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 98
1232
Azora 98
AL-BAYYINA
LA PRUEBA CLARA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
8. Su premio, a la vera de su
Señor, será vivir perpetuamente
en los paraísos de las Delicias,
por donde corren los arroyos.
Dios está complacido con ellos
y (en virtud de Su generosa
remuneración) ellos le estarán
extremadamente agradecidos.
Así (será el destino de) quien
haya tenido al Señor siempre
presente6.
1 Alusión a los judíos y los cristianos, que han recibido sus claramente la verdadera significación de lo justo y lo in-
escritos de la misma cadena de profetas a que pertenece justo (v. 6:131-132 y el último inciso de 17:15). De donde
también Muḥammad. Aquellos escritos deberían haber se sigue que la «prueba clara» no se refiere solo al Corán
servido de preparación para la venida del último y mayor y al profeta Muḥammad sino que incluye a todos los pro-
de los enviados de Dios: «Yahvéh tu Dios te suscitará, fetas y todas las revelaciones precedentes (v. 42:13) de las
de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como que el Corán es la última y más perfecta. (Asad).
yo; a él escucharéis» (Deuteronomio 18,15); Juan 14,16:
«Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté 3 Habría que acumular varios conceptos más para poder
con vosotros para siempre»; Juan 15,26: «Cuando venga traducir el contenido pleno del adjetivo qayyim: «recto»,
el Paráclito, que yo os es enviaré de junto al Padre, el «de validez general», «de validez permanente». (Asad y
Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testi- Yūsuf ᶜAlī)
monio de mí»). Pero cuando este Profeta vino de hecho,
en la persona de Muḥammad, lo negaron porque tampoco 4 El término zakāt tiene aquí una significación mucho más
ellos buscaban la verdad. (Yūsuf ᶜAlī) amplia: entregar algo por caridad, hacer el bien. (Asad)
2 Según Ibn Taymiyya puede traducirse este pasaje por «no 5 Estar dotado del don del discernimiento entre lo justo y
estuvieron abandonados en la estacada», es decir, no fue- lo injusto y negar luego la verdad y el derecho es la peor
ron condenados por Dios hasta que no les llegó un profeta clase de insensatez que una criatura que dispone de libre
enviado por Él que les señaló el camino que ellos se nega- voluntad puede llevar a cabo. (Yūsuf ᶜAlī)
ron a seguir. Esta traducción coincide plenamente con de-
claraciones muchas veces repetidas en el Corán según las 6 Lit.: «De quien haya temido». El temor de Dios consiste
cuales Dios nunca pide cuentas a nadie por sus erróneas en el miedo a quebrantar su santa ley, a hacer algo con-
creencias y sus malas obras sin antes haberle expuesto trario a su sagrada voluntad. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 98
1234
El Corán I Azora 99
1235
Introducción a la Azora 99
AZ-ZALZALA
EL SEÍSMO
E sta azora fue revelada aproximadamente por las mismas fechas que la precedente. Nos habla
de la inmensa convulsión que se producirá cuando desaparezca el actual orden universal y
sea sustituido por un mundo espiritual nuevo, donde reinarán la justicia y la verdad. El símbolo
empleado para expresar estas ideas es el del terremoto, que sacude hasta sus más hondos
cimientos este nuestro mundo material y su aspecto exterior. Son extremadamente notables los
conceptos místicos con cuya ayuda se presenta el seísmo, tanto en razón de la fuerza expresiva
del vocabulario como por su capacidad descriptiva. Con el terremoto salen a la luz todos los
secretos ocultos. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 99
1236
Azora 99
AZ-ZALZALA
EL SEÍSMO
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
E s una de las primeras azoras de La Meca. Nos describe el poder y la sabiduría irresistibles del
espíritu, contrapuestos a la ingratitud, la insignificancia, el desvalimiento y la ignorancia
de los hombres corrompidos por el pecado. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 100
1238
Azora 100
AL- ĀDIYĀT
LOS CORCELES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
8. y de su apasionada codicia
hacia todos los bienes del mundo.
1 En estas primeras cinco aleyas hallamos como mínimo tres que se han dejado cautivar y dominar por el campamento
distintos niveles de significados místicos: 1) ¿El hombre del mal. (Yūsuf ᶜAlī)
incorregible en sus pecados manifiesta acaso la misma
lealtad a su Señor que las monturas (sean caballos o ca- 2 De acuerdo con las aleyas 6 y ss. aquí las cabalgaduras
mellos) a sus dueños en medio del fragor de la batalla? jadeantes significan las almas humanas que avanzan en di-
No, su ingratitud a Dios es total. 2) En sentido simbólico, rección equivocada y se hallan poseídas por toda clase de
puede interpretarse la arrojada lealtad del corcel de batalla apetitos falsos y egoístas sobre los que se precipitan sin el
como alegoría de la fiabilidad de los hombres valerosos freno de la conciencia o la razón, contra los que se estrellan
que mantienen en alto el estandarte de Dios y lo llevan a cegadas por las nubes de polvo de erradas y desordenadas
la victoria, en oposición a la cobardía y a las cortas miras inclinaciones, se arrojan a problemas insolubles y se entre-
de los pecadores. 3) Todo el combate, la lucha y la victoria gan de este modo y por su propia voluntad a la aniquilación
pueden ser aplicados a la estrategia espiritual contra los del espíritu. (Asad)
El Corán I Azora 101
1239
E sta azora de La Meca describe el día del Juicio Final como día de lamentación (o de calamidad),
cuando el hombre se verá atormentado por la angustia y este mundo perezca, pero en el que
toda acción será cuidadosamente pesada y medida de acuerdo con su verdadero valor. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 101
1240
Azora 101
AL-QĀRI A
EL DÍA DEL GRAN GOLPE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
E sta azora, probablemente revelada en una fecha temprana de la etapa de Medina, es una
amonestación frente a la codicia, es decir, frente a la pasión por acaparar y amasar ya sean
bienes materiales o cuanto la megalomanía humana es capaz de imaginar, sin dejar ya tiempo
ni posibilidad para dedicarse en la vida a ocupaciones más elevadas. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 102
1242
Azora 102
AT-TAKĀṮUR
LA JACTANCIA DE PERTENENCIAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Tendremos que responder a preguntas acerca de todas las la parte que les corresponde o si las hemos utilizado ex-
cosas: cómo las hemos conseguido, cómo las hemos em- clusivamente en nuestro propio provecho. También se nos
pleado, si hemos acudido a fuentes lícitas, si las hemos interrogará sobre nuestra porfía por acaparar y acumular
repartido de forma adecuada o no. Si hemos dado gracias riquezas y sobre todas las cosas de que tan orgullosos nos
a Dios por sus beneficios, si hemos entregado a los pobres sentíamos. (Quṭb)
El Corán I Azora 103
1243
E sta temprana azora de La Meca contiene una instrucción que, desde la perspectiva islámica,
abarca la totalidad de la vida humana. Expone, en términos claros y sumamente concisos,
los conceptos fundamentales de la fe y ofrece, además, una síntesis de la sociedad islámica en
su conjunto mediante la descripción de las cualidades más destacadas del pueblo musulmán.
Tal elocuencia, en tan resumidas formas, solo es posible para Dios. El hecho radical que esta
azora confirma es que a lo largo del curso total de la historia humana solo ha habido una senda
que merezca la pena recorrer y sea digna de nuestra confianza: la que esta misma azora enseña.
Todas las demás llevan inevitablemente a la perdición. (Quṭb)
El Corán I Azora 103
1244
Azora 103
AL- AṢR
EL DÍA DEL GRAN GOLPE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 ᶜaṣr puede significar: 1) Tiempo dilatado por milenios o 2 Esta azora nos mentaliza sobre el valor del tiempo: no
durante inmensos periodos. 2) Las horas ya avanzadas de tenemos que perderlo en actividades superfluas. (Mullá)
la tarde, de las que toma su nombre la oración obligatoria
del ᶜaṣr. Si emprendemos una carrera con el tiempo, siem-
pre perderemos la apuesta. Solo el componente espiritual
que hay en nosotros nos permite vencerlo. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 104
1245
Azora 104
AL-HUMAZA
LOS DIFAMADORES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Es decir, todos cuantos se proponen, con maligna inten- yendo que así conseguirán la inmortalidad. Este cuadro de los
ción, hacer del dominio público las faltas, reales o inventa- avarientos cínicos, que intentan alzarse con el poder mediante
das, de otros. (Asad) sus haciendas, se contrapone a los humillados y miserables,
arrojados al «Destrozador» donde todos ellos serán reducidos
2 Lit. «el Destrozador».(Quṭb) a escombros a una con su orgullo. A este instrumento de cas-
tigo se le denomina «fuego de Dios», para significar algo in-
3 Se nos pone ante los ojos la amonestación bajo la forma de finitamente más espantoso que cuanto nos podemos imaginar.
una escena que describe con trazos sumamente expresivos Este fuego se desplomará sobre los corazones, que es donde
los tormentos físicos y espirituales del Infierno. Se establece tuvieron su origen los sarcasmos, las difamaciones, las menti-
una estrecha conexión entre el crimen y su castigo: tenemos, ras y las ostentaciones. Las columnas de fuego rodearán de tal
por un lado, a los calumniadores y difamadores, dedicados a modo a los condenados que nadie podrá salvarlos y hará que
ridiculizar a los otros, al tiempo que amasan riquezas, cre- se hundan y desaparezcan en el olvido. (Quṭb)
El Corán I Azora 105
1247
E sta temprana azora de La Meca alude a un incidente ocurrido el año del nacimiento del
Profeta, hacia el año 570 de la era cristiana. Abraha, gobernador cristiano del Yemen,
región por aquella época sujeta al dominio de Abisinia, había ordenado construir una gigantesca
catedral en Sanᶜā , con la esperanza de poder desviar hacia esta ciudad la corriente anual de
peregrinos árabes que se dirigían al santuario de la Caaba, en La Meca. Como no se cumplieron
sus expectativas y los peregrinos no emprendieron el camino hacia su templo, decidió destruir
la Caaba. A la cabeza de un gran ejército, que contaba con un cierto número de elefantes de
guerra, y empujado por el afán de poder y por el fanatismo religioso, emprendió la marcha
contra La Meca. Se trataba de algo hasta entonces nunca visto, que provocó entre los árabes
gran admiración. De ahí que tanto los contemporáneos como los historiadores posteriores hayan
dado a este año el nombre de «año del elefante». Todo el ejército de Abraha fue aniquilado
como por milagro, sin que los protectores de la Caaba tuvieran necesidad de ofrecer resistencia.
El propio Abraha murió en el camino de regreso a Sanᶜā . (ᶜAsad/Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 105
1248
Azora 105
AL-FῙL
EL ELEFANTE
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
3. desencadenando sucesivas
bandadas de aves2 contra ellos,
1 Se trata de las tropas del abisinio Abraham, que atacó La concretamente la viruela. El suceso fue milagroso porque
Meca al frente de un gran ejército que incluía algunos aportó a los moradores de La Meca una salvación súbita
elefantes. (Yūsuf ᶜAlī) y totalmente inesperada. (Asad)
2 El término ṭayr (criaturas que vuelan) se refiere a aves 3 V. 11:82 y 15:74. (Yūsuf ᶜAlī)
o a insectos que provocaron una enfermedad infecciosa,
El Corán I Azora 106
1249
Azora 106
QURAYŠ
LA TRIBU DE QURAYŠ
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Los coraixíes eran la más distinguida de las tribus de 2 Hacia el Yemen y hacia Siria, respectivamente. (Asad)
Arabia. A ella pertenecía el Profeta. Su dominio sobre La
Meca, sede de la Caaba, les aportaba tres ventajas: 1) Les 3 Así lo hizo ᶜAbdul-Muṭṭalib, abuelo del Profeta y jefe
garantizaba una influencia determinante sobre las restantes de los coraixíes, cuando Abraha marchó con su ejército
tribus. 2) La situación céntrica de la ciudad facilitaba de contra La Meca y amenazaba con destruir el santuario.
forma decisiva los intercambios comerciales, de donde se No recurrió a la protección de los ídolos, sino que se
les derivaban prestigio y beneficios materiales. 3) Ya que limitó a decir: «Yo soy solo dueño de (mis) camellos,
la región de La Meca era considerada inviolable, gozaban pero la Casa tiene su Señor que ciertamente la protege-
de absoluta seguridad. (Yūsuf ᶜAlī) rá». (Quṭb)
El Corán I Azora 107
1251
E sta azora — o al menos su primera mitad— pertenece a la primera época de La Meca. Gira en
torno a la importancia del verdadero culto divino, que exige fe, amor activo en favor de los
necesitados, sincera entrega a Dios y obras de caridad sin alardes ni ostentaciones. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 107
1252
Azora 107
AL-MĀ ŪN
LA AYUDA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 La negación puede referirse también al día del Juicio Final. 3 V. 4:141. (Yūsuf ᶜAlī)
(Yūsuf ᶜAlī)
4 ͻal-mācūn incluye todas las numerosas pequeñas necesi-
2 La fe auténtica no consiste en simples palabras, sino en una dades de la vida diaria y las ocasionales muestras de ama-
modificación radical de todo el ser y en el impulso hacia las bilidad que consisten en ayudar en estas situaciones a los
buenas obras en favor del prójimo necesitado de cuidados y demás. En un sentido amplio abarca todo tipo de «ayuda» o
de protección. (Quṭb) «apoyo» en cualquier dificultad. (Asad)
El Corán I Azora 108
1253
E sta breve azora de la primera etapa de La Meca sintetiza bajo el concepto místico de kawṭar
(plenitud, abundancia) la doctrina de la riqueza espiritual derivada de la sumisión y la disposición
al sacrificio. Su significado opuesto es estar invadido por sentimientos de odio que hacen que
resultan fallidas todas las esperanzas tanto en esta vida como en la futura. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 108
1254
Azora 108
AL-KAWṮAR
LA PLENITUD DEL BIEN
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 El término naḥr aquí empleado significa, en su estricto todo bien», interpretada por otros como el «estanque de
sentido, el sacrificio de animales. Pero en el fondo subyace agua kawṯar», donde el Profeta da a beber a todo creyente
un profundo sentido espiritual: con la carne de la víctima el Día del Juicio. (Mullá)
sacrificada se da de comer a los pobres y el sacrificio en sí
es símbolo de la autoentrega de nuestro corazón. En 22:37 2 Los paganos de La Meca dieron palpables y evidentes
se dice que «no es su carne ni su sangre lo que llega hasta muestras de su aversión personal y de su odio al Profeta
Dios. Es nuestra piedad la que Lo alcanza». (Yūsuf ᶜAlī) cuando lo escarnecieron con ocasión de la muerte de
los hijos varones de su matrimonio con Ḫadīŷa. (Yūsuf
La interpretación que acreditamos en esta traducción es la ᶜAlī)
que da a la palabra kawzar el significado de «plenitud de
El Corán I Azora 109
1255
S e trata, también en este caso, de una azora de la primera etapa de La Meca. Describe la actitud
que debe adoptarse frente a quienes niegan la fe. Cuando está en juego la verdad, no podemos
admitir componendas. Tampoco existe, por otro lado, ninguna razón para que persigamos a alguien
o nos burlemos de él a causa de su fe y de sus convicciones. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 109
1256
Azora 109
AL-KĀFIRŪN
LOS PAGANOS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Algunos dirigentes paganos de La Meca propusieron al 2 Nuestra religión se apoya en el monoteísmo absoluto. Sin
Profeta un compromiso entre el Islam y la fe tradicio- esta radical separación, seguirán existiendo la confusión
nal tal como ellos la interpretaban. Según este acuerdo, y las deformaciones. Con esta nitidez se difundió el Islam
Muḥammad debería conceder un puesto de honor a los desde el principio. (Quṭb)
ídolos, lo que aquí el Corán rechaza. (Daryabādī)
El Corán I Azora 110
1257
E sta revelación, recibida en Mina, durante la peregrinación de despedida del Profeta, el año
10 de la hégira —es decir, aproximadamente dos meses ante de su muerte— es, sin duda, la
última azora completa transmitida al mundo. Fue precedida, un día antes (el viernes, noveno día del
mes de la peregrinación), por la revelación de las palabras: «Hoy he completado vuestra religión,
he llevado a su plenitud mi gracia en vosotros y os he elegido el Islam, (la entrega sumisa a Mi
voluntad) como vuestra religión» (5:3). Dado que estas palabras fueron reveladas inmediatamente
antes de la presente azora An-Nasr, algunos de los compañeros del Profeta dedujeron que había
llegado a su fin su misión y que su muerte estaba próxima (Buḫārī). De hecho, la única revelación
posterior es la contenida en la aleya 281 de la azora 2: «Temed el día en que seréis devueltos a
Dios. Entonces cada alma recibirá lo que ha merecido y a nadie se le tratará con injusticia». (Asad)
El Corán I Azora 110
1258
Azora 110
AN-NAṢR
LA VICTORIA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Suplicar perdón en el momento mismo del triunfo trae de un tirano. El vencedor comprende que ha actuado
a la conciencia del hombre el recuerdo de su imperfec- no por su propio poder, sino por mandato de Dios: el
ción y de su debilidad. Hay aquí, al mismo tiempo, una triunfo solo corresponde a Dios y a Él debe retornar.
garantía para los vencidos de que nunca serán víctimas (Quṭb)
El Corán I Azora 111
1259
A unque esta azora de la primera etapa de La Meca arranca de un episodio concreto, en el curso
de una persecución cruel e implacable, nos transmite una enseñanza de validez universal, a
saber, que la tiranía acaba por provocar su propia perdición. Quien arde de ira contra lo sagrado,
se abrasa, al fin, en su propia cólera. Sus manos, instrumento de sus acciones, perecerán como
perecerá él mismo. Ninguna riqueza —de la que solía jactarse— ni ningún rango social podrán
salvarle. Las mujeres, inclinadas por su propia naturaleza a más delicados sentimientos, atizan
aún más, en la medida de lo posible, la sacrílega cólera cuando avanzan por la senda falsa, pero
solo lo hacen para su propio daño. Pues, efectivamente, las fibras que retuercen para formar una
soga se enredarán en torno a su cuello y les producirán terribles dolores. La experiencia cotidiana
muestra que los hombres se pierden a causa precisamente de aquello con lo que intentan provocar
la perdición de otros. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 111
1260
Azora 111
AL-MASAD
LA SOGA
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 ͻAbū Lahab, «el de la llama», recibió este apodo porque Badr consumido por la ira y por un abrasador fuego interior.
se encolerizaba con mucha frecuencia y por el subido color (Yūsuf ᶜAlī)
rojizo de su cara. Fue uno de los más acérrimos enemigos
del Islam de la primera época. Cuando el Profeta congregó 2 O «la acarreadora de leña», expresión idiomática para des-
a los coraixíes y a sus familiares para que escucharan su ex- cribir a la mujer que lleva chismes y calumnias de una a otra
hortación, en un arrebato de ira le espetó: «¡Caiga sobre ti la parte «para atizar la llama del odio entre ellos». Esta mujer
perdición!». Pero ni su maldición tuvo consecuencias ni su se llamaba ͻArwā ͻUmm Ŷamīl Bint Ḥarb Ibn ͻUmayya.
poder le sirvió de nada: Abū Lahab falleció tras la batalla de Era hermana de ͻAbū Sufyān. (Asad)
El Corán I Azora 112
1261
E sta azora de la primera época de La Meca sintetiza en unos pocos versos la unicidad de Dios,
que los hombres confiesan muy a menudo pero que en las creencias populares aparece con
frecuencia mezclada con concepciones supersticiosas. (Yūsuf ᶜAlī)
Son muchas las tradiciones que informan que el Profeta calificó a esta azora como «equivalente a
un tercio de todo el Corán». (Asad)
El Corán I Azora 112
1262
Azora 112
AL- IḪLĀṢ
EL MONOTEÍSMO SIN FISURAS
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 ͻaṣ-ṣamad: la causa increada de todo ser. Ni aun re- 2 Queda, pues, excluida toda posibilidad de describirlo
curriendo para su traducción a varios conceptos a la o definirlo. Se explica así por qué toda tentativa por
vez es posible transmitir una idea aproximada de la «describir» a Dios, aunque sea solo a través de re-
significación plena de esta palabra, que solo aparece presentaciones figurativas o de símbolos abstractos,
una vez en el Corán y se aplica exclusivamente a debe ser conceptuada como una negación blasfema
Dios. (Asad) de la verdad. (Asad)
El Corán I Azora 113
1263
E sta temprana azora de La Meca nos protege contra la superstición y el temor, al enseñarnos a
buscar refugio en Dios contra todos los males que pueden descargar sobre nosotros, ya sean
provocados por nuestro entorno social, por la naturaleza o por las maquinaciones y la envidia de
nuestros semejantes. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 113
1264
Azora 113
AL-FALAQ
EL ALBOR
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 La palabra falaq significa escisión. Puede aludir tanto a la 2 De toda hechicería, aunque en este verso se habla de un
irrupción de la luz matutina como a la eclosión de las semi- tipo especial, practicada en aquella época por las mujeres,
llas y los granos cuando germinan las plantas. (Quṭb) consistente en envolver los nudos (o los nudillos de los de-
dos) con hilos y soplar sobre ellos para atraer maldiciones.
El término es utilizado también muchas veces en sentido fi- (Quṭb)
gurado para describir «la aurora de la verdad tras un tiempo
de inseguridad o de ignorancia». (Asad)
El Corán I Azora 114
1265
E sta azora, que se remonta a una etapa primitiva de La Meca, complementa la anterior y pone fin
al Corán exhortándonos a depositar nuestra confianza en Dios, no en otros hombres o criaturas,
porque solo Él es nuestro firme y seguro protector y conservador. Nos previene en especial contra la
nocivas insinuaciones que pueden deslizarse en nuestro corazón. (Yūsuf ᶜAlī)
El Corán I Azora 114
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Azora 114
AN-NĀS
LOS HOMBRES
En el nombre de Dios,
el Clemente, el Misericordioso.
1 Dios es su Señor, su Creador y Conservador, el que 4 El poder del mal puede ser Satanás o sus malvados
lo cuida y lo salvaguarda. (Yūsuf ᶜAlī) cómplices, o también los hombres inicuos o las per-
versas inclinaciones humanas. (Yūsuf ᶜAlī)
2 Tiene el poder de dirigir el comportamiento de los
hombres y de llevarlos por el camino que más les 5 Inspira a los hombres los propósitos más detestables
conviene. Y les ha dado, además, instrucciones para y tentadores. (Daryabādī)
el camino. (Yūsuf ᶜAlī)