SCP 0811 2013

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0811/2013

Sucre, 11 de junio de 2013

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Efren Choque Capuma
Acción de amparo constitucional

Expediente: 02789-2013-06-AAC
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 7 de febrero de 2013, cursante de fs. 167 a 170 vta.,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por
Richard Rafael Villaca Torrico en representación legal de Ner Rodas López
contra Sara Fuentes Coca y Jesús Efraín Camacho Córdova, Jueces
Técnicos del Tribunal Quinto de Sentencia Penal; y, Sandra Parra Flores y
Rosario Butrón Vildoso, actual y ex Juezas respectivamente del Juzgado
Primero de Instrucción en lo Penal, todos del departamento de
Cochabamba.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 14 de diciembre de 2012, cursante de fs. 81 a 87 vta.,


el accionante a través de su representante expuso los siguientes fundamentos:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 11 de junio de 2011, junto con su hermano, fueron aprehendidos por


funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) como
sospechosos de la muerte de José Álvaro Gamboa Jáuregui; a consecuencia de
este hecho, el representante del Ministerio Público le imputó por el presunto delito
de homicidio y posteriormente fue detenido preventivamente en el recinto
penitenciario “El Abra”.

El 28 de diciembre de 2011, el Fiscal presentó ante la Jueza que ejerce el control


jurisdiccional de la investigación, acusación formal en su contra por el presunto
delito precedentemente citado que se le atribuyó, por su parte, el querellante
presentó acusación particular, señalándose al efecto audiencia conclusiva.

El 8 de marzo de 2012, en la audiencia conclusiva, en ejercicio del derecho a la


defensa interpuso incidente de extinción de la acción penal e incidentes de
exclusiones probatorias de las pruebas “MP-3, MP-D4 y MP-D5” codificadas por el
Ministerio Público; sin embargo, fueron rechazadas mediante resolución de la fecha
señalada, motivo por el cual interpuso recurso de apelación incidental contra
aquella determinación, recurso que aún no fue resuelto.

Concluida la audiencia conclusiva, la Jueza demandada de manera ilegal remitió


ambas acusaciones ante el Tribunal de Sentencia de turno, sin considerar que se
tenía pendiente de resolución la apelación que interpuso, dichos antecedentes
recayeron en el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, donde los Jueces Técnicos
ahora codemandados por decreto de 12 de septiembre de igual año, radicaron la
causa y le otorgaron el plazo de diez días para que asuma defensa ofreciendo
prueba de descargo.

El 19 de septiembre de 2012, ante el Tribunal de Sentencia antes referido presentó


incidente de “actividad procesal defectuosa” solicitando se deje sin efecto el
decreto de radicatoria y de disponga la devolución de los antecedentes al juzgado
de origen, porque no debieron de remitirse las acusaciones hasta que se resuelva
la apelación promovida; sin embargo, los Jueces Técnicos codemandados
desestimaron aquella pretensión mediante proveído de 21 de ese mes y año, bajo
el argumento de que no existiría norma jurídica que determine que el trámite de la
causa deba paralizarse hasta que se resuelva la apelación planteada, disposición
que fue objeto del recurso de reposición el mismo que fue rechazado,
vulnerándose de esta forma sus derechos y garantías.

I.1.2. Derechos y garantía supuestamente vulnerados

Alega como lesionados sus derechos al debido proceso y a la defensa, citando para
el efecto los arts. 115.II y 119.I de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela impetrada, disponiendo la “anulación” (sic) de la


providencia de radicatoria de 12 de septiembre de 2012, la disposición que rechazó
el incidente de actividad procesal defectuosa y la resolución que resolvió el recurso
de reposición, ordenándose la remisión de los pliegos acusatorios al juzgado de
origen, para que dicho juzgado que ejerce el control jurisdiccional “no remita los
mismos hasta que se resuelva la apelación interpuesta” (sic).

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías


Celebrada la audiencia pública el 7 de febrero de 2013, según consta las actas
cursantes de fs. 165 a 166 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la demanda

La parte accionante mediante su abogado ratificó los fundamentos de la acción de


amparo constitucional.

I.2.2. Informe de las personas demandadas

Sara Fuentes Coca, Jueza Técnica del Tribunal Quinto de Sentencia Penal,
presentó informe cursante a fs. 148 y vta., en el que refirió: a) El 6 de septiembre
de 2012, fue remitida por el Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal la
acusación pública y particular más los antecedentes contra el accionante y otro a
su despacho, mereciendo la radicatoria de 12 de igual es y año, por el que se
ordenó la notificación del acusador público y particular así como de los acusados,
conforme prevé el art. 340 del Código de Procedimiento Penal (CPP), a efectos de
que los acusados asuman defensa y ofrezcan pruebas de descargo; b) El 19 del
citado mes y año, el accionante solicitó “corrección de procedimiento”
manifestando la existencia de actividad procesal defectuosa, debido a que en
audiencia conclusiva planteó recurso de apelación contra la resolución que rechazó
las excepciones e incidentes que interpuso, que aún no se había resuelto, motivo
por el cual solicitó devolver al juzgado de origen los antecedentes; sin embargo, se
rechazó aquella pretensión, toda vez que, el art. 323 del CPP faculta al Juez que
ejerce el control jurisdiccional una vez resuelta la audiencia conclusiva remitir los
antecedentes ante el Tribunal de Sentencia de turno, por otro lado, no existe
norma jurídica que permita establecer que ante una apelación pendiente, el
trámite de la causa deba suspenderse; y, c) Contra ésta determinación el
representado interpuso recurso de reposición el mismo que fue rechazado.

Jesús Efraín Camacho Córdova, Juez Técnico del Tribunal Quinto de Sentencia
Penal, no asistió a la audiencia y tampoco presentó informe escrito, pese a su
notificación cursante (fs. 93).

Sandra Parra Flores, Jueza Primera de Instrucción en lo Penal, presentó informe


cursante a fs. 149 y vta. en el que indicó que, las presuntas vulneraciones
aducidas por el accionante, se realizaron en el periodo donde aún no asumió el
cargo de Jueza del señalado juzgado.

Rosario Butrón Vildoso, ex Jueza Primera de Instrucción en lo Penal, presentó


informe cursante de fs. 163 a 164, manifestando que se ratifica en las resoluciones
que emitió.
I.2.3. Resolución

La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,


constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 7 de febrero de
2013, cursante de fs. 167 a 170 vta., por la que denegó la tutela solicitada, ante
la concurrencia del principio de subsidiariedad, debido a que el representado tras
su notificación con el decreto de radicatoria de 12 de septiembre de 2012 emitido
por el Tribunal Quinto de Sentencia en lo Penal, presentó en la vía incidental
“corrección de procedimiento” en la etapa de preparación de juicio oral, “cuando
dicha pretensión “…correspondía ser planteado en el momento procesal previsto
en el Art. 345 del CPP…” (sic), aspecto que no fue observado por el accionante.

II. CONCLUSIONES

Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las siguientes


conclusiones:

II.1. El 28 de diciembre de 2011, dentro del proceso penal seguido por el


Ministerio Público a instancia de José Gamboa Lizárraga contra Ner Rodas
López -ahora accionante- y otro, la autoridad Fiscal presentó
ante la Jueza Primera de Instrucción en lo Penal acusación formal contra el
ahora último de los nombrados como presunto autor del delito de homicidio
previsto y sancionado por el art. 251 del Código Penal (CP), y solicitó al
órgano jurisdiccional señalar día y hora de audiencia conclusiva (fs. 3 a 5).

II.2. El 8 de marzo de 2012, ante el Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal,


se celebró audiencia conclusiva, donde el accionante interpuso “incidente
de extinción de la acción del Ministerio Público” (sic) e incidentes de
exclusiones probatorias de las pruebas documentales ofrecidas por el
Ministerio Público codificadas como MP-1, MP-2, MP-3, MP-4, MP-5 y MP-6,
así como el muestrario fotográfico E-1. Incidentes que fueron rechazados
por la jueza de la causa mediante resoluciones de la misma fecha (fs. 12 a
23).

II.3. El 12 de marzo de 2012, el accionante mediante memorial de la fecha,


interpuso recurso de apelación incidental contra las resoluciones que
rechazaron los incidentes que interpuso (fs. 29 a 40).

II.4. El 1 de junio de 2012, Rosario Butrón Vildoso, entonces Jueza primera de


Instrucción en lo Penal -ahora demandada- remitió ante el Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba el testimonio del recurso de
apelación incidental promovido por el accionante (fs. 53).

II.5. El 10 de septiembre de 2012, la ex Jueza precedentemente nombrada


mediante nota remitió la acusación fiscal así como los actuados pertinentes
del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el accionante y
otro, ante el Tribunal de Sentencia de Turno, aclarando que los actuados
relativos a la apelación incidental, respecto de resoluciones pronunciados en
audiencia conclusiva, se encontrarían radicados en la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba (fs. 56 y vta.).

II.6. Por decreto de 12 de septiembre de 2012, los Jueces del Tribunal Quinto de
Sentencia en lo Penal -ahora codemandados-, radicaron la causa
disponiendo notificar al representante del Ministerio Público, acusación
particular así como del acusado a efectos de que el último de los nombrados
asuma defensa y ofrezca prueba de descargo, en el plazo de diez días (fs.
57).

II.7. El 19 de septiembre de 2012, ante el Tribunal Quinto de Sentencia en lo


Penal, el accionante presentó incidente de actividad procesal defectuosa
solicitando dejar sin efecto el decreto de radicatoria y, en consecuencia
disponer la corrección de procedimiento dejando sin efecto el proveído de
12 del mismo mes y año y en consecuencia se dispone la devolución de los
antecedentes al juzgado de origen, debido a que -según aduce- no debieron
remitirse las acusaciones ante ese Tribunal de Sentencia porque aún no fue
resuelto por el Tribunal de alzada el recurso de apelación incidental
promovido por su parte. Incidente que fue rechazado mediante decreto de
21 de igual mes y año, bajo el argumento de que no existe norma jurídica
que determine que el trámite de la causa debe paralizarse ante la
eventualidad de una apelación pendiente de resolución (fs. 59 a 62).

II.8. El 25 de septiembre de 2012, el accionante interpuso recurso de reposición


contra la determinación de 21 de igual mes y año, la misma que fue
rechazada por Resolución de 27 del mismo mes y año (fs. 66 a 70).

II.9. El 29 de octubre de 2012, los Jueces Técnicos codemandados, emitieron el


Auto de apertura de juicio, fijando audiencia de celebración de juicio oral
público para el 21 de febrero de 2013, a horas 9:30, así como audiencia de
sorteo de jueces ciudadanos y la constitución de los mismos (fs. 142 a 143
vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso y a la


defensa, toda vez que la entonces Jueza Primera de Instrucción en lo Penal
después de sustanciar la audiencia conclusiva remitió al Tribunal de Sentencia de
Turno las acusaciones del Ministerio Público y particular, sin aguardar el resultado
del recurso de apelación incidental interpuesto por su representado, recayendo la
misma ante el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, donde presentó incidente de
actividad procesal defectuosa bajo los argumentos señalados, solicitando corregir
el procedimiento, procediéndose con la “anulación” (sic) del decreto de radicatoria
y en consecuencia la devolución de los antecedentes al juzgado de origen; sin
embargo, los Jueces Técnicos codemandados rechazaron aquella pretensión, lo
que habría ocasionado la lesión a sus derechos. Consiguientemente, corresponde a
éste Tribunal analizar en revisión, si los hechos denunciados son evidentes y sí en
el caso concreto se vulneraron los derechos del accionante.

III.1. Sobre los principios ético morales de la sociedad plural y los


valores que sustenta el Estado boliviano

Antes de entrar a la consideración sobre la resolución y antecedentes de la


acción tutelar elevada en revisión, en principio, es pertinente referirse a
algunos aspectos inherentes a la Constitución Política del Estado
promulgada el 7 de febrero de 2009, donde se señala el horizonte en el que
se habrá de erigirse el nuevo Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario, fundado en la pluralidad y pluralismo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del
país; para luego, referirnos a la acción de amparo constitucional instituida
en la Ley Fundamental, con relación, particularmente a su naturaleza de la
institución jurídica constitucional.

En ese contexto, está dicho que la nueva institucionalidad del Estado


Plurinacional debe superar con creces la estructura colonial y debe, en base
al esfuerzo individual y colectivo, en cada estructura organizacional y en
todos los órganos e instituciones del poder público, concretar un Estado
como el proclamado, principalmente en el Órgano Judicial que a través de
sus jurisdicciones y en la función judicial ejercida por sus autoridades en las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, se considerará los
valores que sustenta el Estado como unidad, igualdad, inclusión, dignidad,
libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía,
transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de
género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social,
distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir
bien, como señala el art. 8.II de la CPE.

Por otra parte, refiriéndose a la nueva institucionalidad del Estado


Plurinacional, cabe mencionar que el art. 8.I de la CPE, alude a los principios
ético morales de la sociedad plural que el Estado asume y promueve, como:
suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida
buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble),
así como ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas
mentiroso ni seas ladrón), estos últimos, mandatos de restricción que
pudiendo ser de orden imperativo para cada individuo, en cada hogar de las
bolivianas y los bolivianos, es también esencia de un pensamiento colectivo
enraizado en las naciones y pueblos.

Se ha dicho y reiterado en la jurisprudencia constitucional que conforme al


mandato de los arts. 178 y 179 de la CPE, la justicia es única; en tanto que
la potestad de impartir emana del pueblo boliviano y se sustenta en los
principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, pluralismo
jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación
ciudadana, armonía social y respeto a los derechos, entre otros. En ese
mismo orden, respecto a los principios procesales que rige la justicia están,
también entre otros, la verdad material y el debido proceso.

En torno a la administración de justicia, o dicho desde una perspectiva,


respecto a impartir justicia, no puede soslayarse el hecho que ésta debe
sustentar las decisiones en el análisis e interpretación, no sólo limitada a la
aplicación de formas y ritualismos establecidos en la norma sino como el
hacer prevalecer principios y valores que permitan alcanzar una justicia
cierta, accesible que este a lado del estado y la población, con miras al vivir
bien (suma qamaña).

III.2. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional

El art. 128 de la Ley Fundamental, define la naturaleza jurídica de la acción


de amparo constitucional, como una acción de defensa que tiene por
finalidad restablecer derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la ley, que fueren restringidos, suprimidos
o amenazados de restricción o supresión por actos ilegales y omisiones
indebidas por parte de servidores públicos, o de persona individual o
colectiva. En el mismo sentido, el art. 51 del Código Procesal Constitucional
(CPCo), refiriéndose al objeto del mismo señala que: “La Acción de Amparo
Constitucional, tiene el objeto de garantizar los derechos de toda persona
natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la
Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los
servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir”. A su vez el art. 129.I de la CPE, resalta que: “La
Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea
afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o
tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para
la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos
o amenazados”.

La acción de amparo constitucional, en consecuencia, es un mecanismo


constitucional por el que la Ley Fundamental del ordenamiento jurídico
establece un procedimiento de protección, cuyo objeto es el
restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un procedimiento
sencillo, rápido y expedito, frente a situaciones de lesión provenientes de la
acción u omisión de servidores públicos o particulares; siempre que el
ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y expedito para
reparar la lesión producida.

III.3. La resolución que resuelve incidente de nulidad o actividad


procesal defectuosa, es susceptible de apelación incidental

El derecho de impugnar las resoluciones se halla consagrado por el art. 8.2


inc. h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) o
Pacto de San José de Costa Rica, que establece sobre el: “Derecho de
recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”, principio universal recogido
por la Constitución Política del Estado en su art. 180.II que refiere: “Se
garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales”.

Al respecto la jurisprudencia constitucional señala que: “…el Tribunal


Constitucional en la SC 0636/2010-R de 19 de julio, -cambió la línea
jurisprudencial contenida en las SSCC 1083/2006-R y 0721/2007-R, entre
otras- y entendió que la resolución que resuelve un incidente por
actividad procesal defectuosa, en una interpretación extensiva del
art. 403. Inc. 2) del CPP, es recurrible en apelación incidental en la
etapa preparatoria y a través de la apelación restringida en la fase
del juicio oral, emergente de un caso en el que los Vocales
codemandados no ingresaron a considerar la apelación incidental
contra la Resolución que resolvió el incidente de nulidad por
actividad procesal defectuosa interpuesta dentro del juicio con el
argumento que dicha impugnación sólo era admisible considerarla
en apelación restringida, generando el siguiente precedente
constitucional:

“El derecho a recurrir se halla establecido en el art. 394 del CPP,


adicionando las dos limitaciones que lo caracteriza, una objetiva y otra
subjetiva. Por la primera, no todas las resoluciones son recurribles, sino
aquellas 'en los casos expresamente establecidos…'. Por la segunda el
derecho a recurrir corresponderá a quien le sea expresamente permitido por
Ley, incluida la víctima aunque no se hubiera constituido en querellante. No
obstante lo anotado, en relación a la primera cabe precisar que el art. 8 de
la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, más conocida como
'Pacto de San José de Costa Rica', lo incluye como un derecho fundamental,
que ahora es recogido por la Constitución Política del Estado vigente en su
art. 180.II que señala: 'Se garantiza el principio de impugnación en los
procesos judiciales', de donde se deduce que la limitación objetiva a su vez
no es absoluta.

De otro lado el Capítulo IV del Título I del Libro Primero de la Segunda Parte
del Código de Procedimiento Penal, tiene como nomen juris Excepciones e
incidentes, cuyo procedimiento se rige por el art. 314 y ss. del CPP,
precisando: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos de las partes
(…), por ello dentro un sentido amplio de interpretación de las normas
analizadas, encontramos en el art. 403 inc. 2) del mismo cuerpo legal, el
derecho a impugnar resoluciones que resuelvan incidentes al
incluirse su trámite dentro de las excepciones e incidentes, dado
que sujetarnos a la enunciación que hace dicho precepto,
correspondería a una interpretación restrictiva en desmedro de
una norma internacional y de la propia Constitución. Este
razonamiento implica un cambio de la línea asumida al respecto por las
SSCC 0731/2005-R, 0265/2006-R, 0537/2006-R y 0721/2007-R, entre otras.

(…)

Concluyendo más adelante que '…todos los incidentes son objeto de


apelación, cuyo trámite y medios de impugnación admitidos se
equiparan a las excepciones, por ser ambas cuestiones accesorias
que surgen al interior del proceso o con motivo de él, (…).

Luego, mediante la SC 1465/2011-R de 10 de octubre, el Tribunal


Constitucional exhortó a la Asamblea Legislativa Plurinacional para que en
apego a sus atribuciones, complemente la norma procesal penal contenida
en el art. 403.inc. 2) del CPP, y de esta forma pueda concordarse con su
aplicación efectiva el alcance al que se refiere el art. 394 del mismo Código,
que establece que, las resoluciones judiciales serán recurribles, únicamente
en los casos establecidos en el Código de Procedimiento Penal.

(…).

Los defectos absolutos (defectos procesales no subsanables ni


convalidables) y que retrotraen el proceso hasta el punto original en que se
produjo el vicio por la afectación esencial a derechos fundamentales y
garantías constitucionales a través de la nulidad de obrados, estableció que
es facultad de la autoridad judicial calificar a través de una resolución
debidamente fundamentada sobre si la actividad procesal defectuosa
denunciada se trata de defectos procesales absolutos o relativos.

(…) por otro lado, de la regulación de la actividad procesal defectuosa se


tiene que no cualquier defecto es necesariamente invocable, sino sólo
aquellos que causen perjuicio o agravio a la parte interesada. A esto debe
añadirse que las formas procesales precautelan el ejercicio de los derechos
de las partes y las garantías constitucionales; en consecuencia, no se
puede decretar la nulidad, sino sólo cuando hay un defecto que por
haber causado una afectación a un derecho o garantía es absoluto;
es decir, la nulidad no deriva sólo del quebrantamiento de la forma,
pues es necesario que ese quebrantamiento haya afectado los
derechos de alguna de las partes y que ésta haya demostrado el
agravio para poder solicitar la anulación del acto defectuoso” (SCP
0530/2012 de 9 de julio) (las negrillas son nuestras).

III.4 Sobre la tutela judicial efectiva

Sobre el tema, el Pacto de San José de Costa Rica, al referirse a las


garantías judiciales en el art. 8.1, señala: “Toda persona tiene derecho a ser
oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez
o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral y fiscal o de cualquier otro carácter”.

Por su parte el art. 25.1 del mismo instrumento legal al señalar sobre la
protección legal: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido
o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de
sus funciones oficiales”.

Al respecto la jurisprudencia constitucional señaló: “El respeto a los


derechos humanos constituye un límite a la actividad estatal, lo cual vale
para todo órgano o funcionario que se encuentre en una situación de poder,
en razón de su carácter oficial, respecto de las demás personas. Es, así,
ilícita, toda forma de ejercicio del poder público que viole los derechos
reconocidos por la Convención. Esto es aún más importante cuando el
Estado ejerce su poder sancionatorio, pues éste no sólo presupone la
actuación de las autoridades con un total apego al orden jurídico, sino
implica además la concesión de las garantías mínimas del debido proceso a
todas las personas que se encuentran sujetas a su jurisdicción, bajo las
exigencias establecidas en la Convención” (párrafo 68) (SCP 0140/2012 de 9
de mayo).

En la misma línea la SC 1044/2003-R de 22 de julio, reiterado a su vez por


la SCP 1867/2012 de 12 de octubre, señaló: “…la garantía de la tutela
jurisdiccional eficaz, entendida en el sentido más amplio, dentro del
contexto constitucional referido, como el derecho que tiene toda persona de
acudir ante un juez o tribunal competente e imparcial, para hacer valer sus
derechos o pretensiones, sin dilaciones indebidas…”.

III.5. Del análisis de caso concreto

De la documentación que informa los antecedentes del expediente se


evidencia que, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a
instancias de José Gamboa Lizárraga contra Ner Rodas López ahora
accionante, por el presunto delito de homicidio previsto y sancionado por el
art. 251 del CP, la autoridad Fiscal presentó ante el órgano jurisdiccional
acusación formal contra el accionante como presunto autor del delito
atribuido, habiendo la Jueza codemandada señalado audiencia conclusiva,
en la que resolvió rechazar los incidentes interpuestos por el último de los
nombrados, mediante Resolución de 8 de marzo de 2012, resolución que
fue objeto del recurso de apelación incidental por parte del accionante, la
misma que aún no fue resuelta por el Tribunal de alzada, posteriormente, la
Jueza demandada mediante nota de 10 de septiembre de igual año, remitió
la acusación pública y actuados pertinentes ante el Tribunal de Sentencia en
lo Penal de Turno, la que recayó ante el Tribunal Quinto de Sentencia Penal,
donde los Jueces Técnicos demandados mediante decreto de 12 de ese mes
y año, radicaron la causa disponiendo la notificación a la autoridad fiscal y al
querellante, así como del acusado ahora accionante a efectos de que el
último asuma defensa y ofrezca prueba de descargo; sin embargo, el
representado del accionante el 19 del citado mes y año, ante el Tribunal
Quinto de Sentencia en lo Penal, presentó incidente de actividad procesal
defectuosa solicitando dejar sin efecto el decreto de radicatoria y, en
consecuencia disponer la devolución de los antecedentes al juzgado de
origen, debido a que -según aduce- no debió remitirse las acusaciones ante
el Tribunal de Sentencia porque aún no fue resuelto por el Tribunal de
alzada el recurso de apelación incidental que promovió. Incidente que fue
rechazado por providencia de 21 del indicado me y año, contra esta
determinación el accionante interpuso recurso de reposición, la misma que
fue rechazada por Resolución de 27 de igual mes y año.

En el caso de examen, la ex autoridad co-demanda Rosario Butrón Vildoso,


al haber dispuesto mediante oficio de 10 de septiembre de 2012 la remisión
de la acusación fiscal, así como los actuados pertinentes ante el Tribunal
Quinto de Sentencia en este caso previo el sorteo del sistema “IANUS”,
aclarando que los actuados relativos a la apelación incidental, respecto de
resoluciones pronunciados en audiencia conclusiva, se encontrarían
radicados en la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, en ese sentido se violentó el derecho de impugnar las
decisiones judiciales y el debido proceso en su elemento a la tutela judicial
efectiva y acceso a la justicia, emergente del recurso de apelación a una
excepción de extinción de la acción penal y sobre actividad procesal
defectuosa, que fue declarado improcedente por la referida ex jueza; en
consecuencia, corresponde brindar la tutela en ejercicio de una
interpretación exacta tanto de la norma constitucional como de los
antecedentes expuestos, por cuanto el Tribunal Quinto de Sentencia Penal,
al haber tenido conocimiento de una apelación incidental pendiente de
resolución por el Tribunal de alzada, debió haber devuelto antecedentes al
Juzgado de origen conforme a lo que determina el inc. 1) del art. 396 del
CPP, los recursos: “Tendrán efecto suspensivo, salvo disposición contraria”;
es decir, hasta tener un resultado de dicha apelación, esta situación no se
dio cumplimiento pese al pedido del accionante; sin embargo, radicaron la
causa, aspecto que no es coherente con lo desarrollado en los Fundamentos
Jurídicos III.3 y 4 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
máxime si tomamos en cuenta que conforme a lo establecido por el art. 203
de la CPE, por el carácter vinculante de las decisiones de este Tribunal
Constitucional Plurinacional, sus fallos revisten este carácter y son de
cumplimiento obligatorio.

En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela solicitada, no obró


correctamente.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de
Bolivia y el art. 44.2 del Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve:

1º REVOCAR la resolución de 7 de febrero de 2013, cursante de fs. 167 a 170


vta., pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal departamental de
Justicia de Cochabamba; y, CONCEDER la tutela solicitada.

2º DISPONER la anulación de la providencia de radicatoria de 12 de septiembre


de 2012, la providencia de 21 del señalado mes y año señalado, que declaró
improcedente la solicitud de corrección de procedimiento y el Auto que rechazó
el recurso de reposición de 27 de igual mes y año, ordenándose la devolución
de los pliegos acusatorios al juzgado de origen, para que en ejercicio del
control jurisdiccional, una vez conocido de la resolución de la apelación
interpuesta por el accionante, remita los mismos si el caso amerita al Tribunal
Quinto de Sentencia Penal del departamento de Cochabamba.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional
Plurinacional.

Fdo. Efren Choque Capuma


MAGISTRADO

Fdo. Soraida Rosario Chánez Chire


MAGISTRADA

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