Conclusión Control de Plagas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

CONCLUSIÓN 1

La humanidad ha girado su vista hacia el planeta porque se ha percatado de la


contaminación que ha causado y sus consecuencias al ecosistema. Fue así que
surgió la conciencia y la necesidad de mantener habitable el planeta. Esta
necesidad ha propiciado la búsqueda de alternativas para limpiar el planeta, así
como de métodos de producción industrial y agropecuaria.

El uso de microorganismos para controlar a las plagas agrícolas es una de estas


alternativas. Los microorganismos de biocontrol sustituirán de manera creciente a
los agroquímicos, especialmente a los pesticidas sintéticos que no se degradan en
el medio ambiente y por lo tanto se acumulan causando daños al ecosistema y a la
salud humana y animal por su toxicidad.

El uso de organismos antagonistas competidores para controlar las poblaciones de


los insectos plaga se conoce como control biológico o biocontrol y se basa en que
los insectos se vuelven plaga cuando su población aumenta más allá del umbral
ecológico, debido a la desaparición de sus enemigos naturales.

Al disminuir la población del insecto que se ha convertido en una plaga, disminuye


también la población de sus enemigos naturales y se establece un equilibro. Los
enemigos naturales de una especie de insectos son muy específicos para esa
especie.

Algunos hongos conocidos como hongos entomopatógenos son muy efectivos para
el control de plagas agrícolas como moscas, mosquita blanca, áfidos, langostas,
chapulines, broca, barrenadores, escarabajos, gorgojos, picudos y termitas. Existen
productos en el mercado formulados con esporas de estos hongos. Las esporas
germinan cuando están en contacto con el insecto, lo penetran y se reproducen en
el interior del insecto, usándolo como fuente de alimento, posteriormente, si
condiciones como la humedad son adecuadas, el hongo emerge del insecto. La
actividad de estos hongos es limitada ya que son altamente específicos. Algunos de
los hongos entomopatógenos más utilizados para el biocontrol pertenecen a los
géneros Beauveria, Metarhizium, Paecilomyces, Verticillium y Langenedium, entre
otros.

También se utilizan microbios para controlar a los microorganismos patógenos de


plantas, estos últimos llamados fitopatógenos, impidiendo el ataque de los
fitopatógenos a las plantas.

Todos estos organismos y microorganismos se pueden producir in vitro, es decir,


en reactores en una fábrica para obtener productos comerciales. La producción de
éstos en México tiene la ventaja de que se utilizan tecnologías desarrolladas en el
país, con menores costos de producción, además de la creación de empleos y la
utilización de organismos nativos adaptados a las condiciones ambientales de las
regiones donde fueron aislados. De esta forma se evita introducir al ecosistema
organismos aislados de otros ecosistemas y de otros países.

Con la finalidad de que la industria del biocontrol se desarrolle en nuestro país será
necesaria la continua vinculación entre biotecnólogos, bioingenieros, entomólogos,
fitopatólogos y agrónomos.
CONCLUSION 2

En control biológico por medio de la importación, incremento y/o conservación de


los enemigos naturales, puede proveer una regulación de especies de plagas a
largo plazo, asumiendo que se dé un apropiado manejo cultura de los
agroecosistemas (descartando prácticas agrícolas destructivas e incrementando la
diversificación de los sistemas de cultivo), garantizando así un ambiente apropiado
para incrementar la abundancia y la eficacia de predadores y parásitos. Bajo estas
condiciones, el control biológico puede convertirse en una estrategia potencialmente
autoperpetuante, garantizando un control a bajo costo y con un mínimo o inexistente
impacto ambiental (Flint y Roberts, 1989).

La agricultura comercial a gran escala que involucra cultivos con complejos


problemas de plagas, requiere inicialmente de la integración de métodos de control
químico y cultura, asociado a un uso cuidadoso de enemigos naturales. Para
convertir estos sistemas a otro totalmente dependientes del control biológico, se
requerirá de un proceso escalonado de conversión agroecológica que incluye, el
uso eficiente de pesticidas (IMPM), la sustitución de insumos (el reemplazo de
insecticida químicos por insecticidas botánicos o microbiológicos),finalizando con el
rediseño del sistema agrícola diversificado, que deben proveer la condiciones
medioambientales necesarias para el desarrollo de enemigos naturales,
permitiendo el agro ecosistema auspiciar su propia protección natural como plagas
(Altieri, 1994).

Sistemas de cultivo diversificado, como los basado en policultivos, agroforestería o


uso de cultivos de cobertura en huertos frutales, han sido el tópico principal de
muchas investigaciones recientes. Este se relaciona con la amplia evidencia que ha
emergido en la actualidad, de que estos sistemas de cultivo son más sustentables
y conservan mejor los recursos naturales (Vandermeer, 1995). Muchos de estos
atributos de sustentabilidad están asociados con los altos niveles de biodiversidad
funcional (incluyendo enemigos naturales) inherentes a los sistemas complejos de
cultivo. La clave es identificar el tipo de biodiversidad que es deseable para
mantener o incrementar, de manera de auspiciar los servicios ecológicos deseados,
y determinar así las mejores prácticas que se podrían implementar para incrementar
los componentes de biodiversidad.

Son muchas las prácticas y diseños que tiene una gran potencia para modificar la
biodiversidad funcional. La idea es implementar un manejo. La idea es implementar
un manejo eficaz de las prácticas agrícolas con el objeto de incrementar y regenerar
el tipo de biodiversidad que pueda subsidiar la sustentabilidad de los agro
ecosistemas, a través del mejoramiento de la eficacia del control biológico de
plagas.

También podría gustarte