El Realismo Mágico
El Realismo Mágico
El Realismo Mágico
Es una corriente literaria que se caracteriza por la narración de hechos insólitos, fantásticos e
irracionales en un contexto realista. Surgió en Latinoamérica entre 1930 y 1940, y llegó a su
auge en las décadas de 1960 y 1970.
En los cuentos mágico realistas suelen estar presentes los siguientes elementos:
Elementos mágicos o fantásticos que los personajes perciben como parte de la
normalidad
El narrador presenta hechos improbables e ilógicos de manera natural, sin asombrarse
por ellos ni darle al lector una explicación como si pertenecieran a la realidad.
El tiempo no es lineal sino cíclico, es decir, da cuenta de una repetición sucesiva de la
historia. Además, se distorsiona el tiempo: el presente se repite o se parece al pasado.
Los personajes pueden morir y luego volver a vivir
Transformación de lo común y lo cotidiano en experiencias “sobrenaturales o
fantásticas”
El realismo mágico es un género profundamente latinoamericano ya que intenta contar o
describir una realidad americana que ante ojos extranjeros resultaba sorprendente o fabulosa.
Debido a la extrañeza que las cosas que veían en sus viajes provocaban en los exploradores, en
las crónicas de ésa época abundan las descripciones de cosas absolutamente maravillosas.
Alejandro Carpentier fue un escritor que introdujo el concepto de lo “real maravilloso”
haciendo referencia al misterio y la esencia mágica que poseía el continente americano.
Carpentier sintetiza el realismo mágico en tres puntos:
Como una literatura maravillosa de origen europeo con referencias a eventos
sobrenaturales
La realidad maravillosa es más maravillosa que esa literatura por lo cual se habla de
“maravilloso americano”
Lo “real maravilloso” de América podrá trasladarse a la literatura siempre que los
escritores tengan fe en que esa América es maravillosamente real.
El realismo mágico en “Un señor muy viejo con unas alas enormes” de Gabriel García
Márquez
En el cuento, el autor hace uso del realismo mágico ya que se presentan personajes o
elementos mágicos dentro de un contexto realista sin que el autor de una explicación de ello.
Es el caso del hombre muy viejo con alas grandes que aparece en el patio de Pelayo y Elisenda.
El “ángel” presentaba rasgos reales (era un hombre) mezclados con fantásticos (las alas que
llevaba en su espalda) Sin embargo, con el transcurso del tiempo, los personajes terminan por
aceptar al ángel como parte de su cotidianidad, es decir, se transformó en algo “normal” para
ellos.
Los lugareños, por su parte, creen en los ángeles y aceptan que esa es la naturaleza del
hombre con alas. Sin embargo tiene algunas características que no se condicen con ese
espíritu celestial (su mal olor, no puede volar, nadie entiende su idioma, tiene las alas sucias,
etc.)
Por otro lado, hay otros personajes que presentan una mezcla de lo real con lo imaginario
como la mujer que se había convertido en araña por desobedecer a sus padres. La razón de su
condición es también mágica: la niña había salido a bailar sin permiso y, cuando regresaba, un
trueno abrió el cielo en dos mitades y salió un relámpago de azufre que la convirtió en araña.
Los enfermos que visitaban al ángel en busca de un milagro también forman parte del realismo
mágico empleado por el autor: una mujer que desde niña contaba sus latidos y ya no le
alcanzaban los números, un hombre que no podía dormir por el ruido de las estrellas y un
sonámbulo que deshacía de noche lo que había hecho despierto.
Boom latinoamericano
A partir de 1960, ocurrió un fenómeno inesperado: apareció un grupo de escritores jóvenes,
narradores y novelistas. Algunos fueron críticos literarios que hacían valoraciones y críticas de
las obras de sus compañeros. Al mismo tiempo surgieron una gran cantidad de lectores que
leían las novelas de estos escritores.
En este período la novela cobró un papel importante tanto para América como para Europa.
Las características de ésta novela son:
Desaparecieron las formas tradicionales de la novela y se trataron nuevas técnicas con
las que el lector se convirtió de un lector pasivo a un lector “cómplice”
El autor comenzó a utilizar un lenguaje variado a través del cual se podía denotar las
distintas clases sociales y la diversidad de lugares y regiones. Los personajes y
narradores pasaron a ser “hablantes” simultáneos
La novela como ficción total: los nuevos escritores hicieron uso del realismo mágico a
través de la invención de lugares, nombres y personajes.
Se denomina “boom latinoamericano” a una serie de escritores de la segunda mitad del siglo
XX que fueron promocionados desde Barcelona por la editorial “Seix-barral” y que
actualmente son lo más valioso de la literatura escrita en castellano.
McOndo
Es una corriente de Hispanoamérica que surgió en la década de los 90 como reacción contra el
realismo mágico. Se caracteriza por describir escenarios realistas, sin exagerar un supuesto
exotismo y colorido latinoamericano sino que prefiere ambientes urbanos con referencias a la
cultura pop y a la vida cotidiana de América Latina de fines del siglo XX. Los rasgos de la
narrativa de McOndo son:
Se muestran historias en un contexto urbano, en las periferias empobrecidas de las
grandes ciudades latinoamericanas sujetas a la influencia de la cultura urbana en todas
sus manifestaciones (auge de la televisión, mayor libertad sexual, delincuencia, etc)
dejando de lado el ambiente campesino característico del realismo mágico.
Surgen cuadros de violencia extrema y brutal en la vida cotidiana relacionada con la
delincuencia o el narcotráfico en centros urbanos que eran temas desconocidos en el
realismo mágico
Suelen mostrar la sexualidad de hombres y mujeres en forma mucho más explícita que
en el pasado, sin recurrir al erotismo, sino mostrando las conductas sexuales de modo
realista. Surgen temas como la homosexualidad, prostitución, promiscuidad, etc.
Ausencia de ideología política específica. Las obras del estilo McOndo son mayormente
apolíticas y muestran desencanto ante los discursos ideológicos de todo tipo.
Trabajo práctico. El eclipse. Augusto Monterroso
El Eclipse es un cuento realista porque sus personajes son presentados como seres
reales y sencillos, narra hechos verosímiles y los ambientes son reconocibles para el
lector (lugares y tiempo bien determinados)
Está narrado en tercera persona y se desconoce la identidad del narrador por lo cual es
anónimo. El tipo de narrador es omnisciente porque sabe todo lo que va a pasar y
conoce lo que sienten y piensan los personajes y lo que hicieron en el pasado.