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Cromoblastomicosis.

Presentación de dos casos 


Dra.  María  del  Carmen  Padilla  D,*  Dra.  Virginia  Martínez  E,**  Dra.  Josefina  de  Peña,**  Dra. 
Josefa  Novales,***  Dr.  Alberto  Ramos  Garibay,****  Dra.  Clara  Emilia  Márquez  P,*****  Dra. 
Cora María Siu Moguel***** 
RESUMEN 
La cromoblastomicosis o cromomicosis, es una micosis profunda subcutánea, producida por varias especies de hongos 
dimórficos negros, del género Hyphomycetos y de la familia Dematiacea, cuyo hábitat en su vida saprofitaria es el suelo, 
en restos vegetales. En los países latinoamericanos las especies más frecuentes son: la Fonsecaea pedrosoi en áreas 
endémi- cas de ambiente tropical y subtropical húmedo, y la Cladophialophora carrionii en climas secos de vegetación 
xerofítica. 
Palabras clave: Cromoblastomicosis, cromomicosis. 

ABSTRACT 
The disease is a deep subcutaneous mycosis, which is caused by different black dymorphic fungi species from 
the Hypomycetos gender and Dematiacea family. These organisms live as saprophytes in the soil. In Latin 
American countries the most frequent species found are Fonsecaea pedrosoi in tropical endemic and humid 
subtropical areas; and Clamidophora carrionii in dry climates where xerophytic vegetation predominates 
Key words: Chromoblastomycosis, chromomycosis. 
El término cromoblastomicosis fue usado por primera vez por Terra y cols., en Brasil en el año de 1922,1 para 
desig- nar a una micosis profunda de localización subcutánea, predominantemente en miembros inferiores observada 
por primera vez en 1911 por Pedroso en Brasil.2 Esta denominación es porque los hongos productores de la afección 
no producen esporas, ni formación de yemas (blastosporas) en su vida parasitaria. En 1915 Lane y Medlar 
publicaron el primer caso en Estados Unidos, aunque desde 1910 Carini, en Brasil, encontró las célu- las fumagoides 
en el pulmón y los riñones de una rana.3 El nombre de cromomicosis viene del griego cromos (color), término que 
no se refiere al color de las lesio- nes sino al pigmento que poseen los elementos parasi- tarios llamados células 
fumagoides (sclerotic cells o 
* Jefa del Laboratorio de Micología Centro Dermatológico 
Pascua, (CDP). ** Dermatóloga del CDP. *** Jefa del Laboratorio de Dermatopatología, CDP. **** Dermatopatólogo del 
CDP. ***** Residentes de 2o año Dermatología, CDP. 

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Artemisa medigraphic 
en línea 
sclerotic  bodies).  Estas  células  son  redondas,  de  mem-  brana  gruesa,  se  dividen  por  tabicamiento  y  tienen  co-  lor 
marrón.  Los  cultivos  dan  origen  a  hongos  dematiá-  ceos,  es decir, de pigmento oscuro que va del marrón al negro y 
aspecto  velloso.  Al  microscopio  se  pueden  ob-  servar  cuatro  tipos  diferentes  de  reproducción:  Fonse-  caea, 
Phialophora,  Cladosporium  y  Rhinocladiella.  La  presencia  de  uno  o  varios  de  estos  tipos  de  reproduc-  ción 
distinguen a los géneros y especies.4,5 
Es  una  micosis  que  afecta  piel  y  tejido  celular  subcu-  táneo  localizada  de  preferencia  en  miembros  inferiores 
(80%),6 con predominio en el pie,7,8 de evolución cróni- ca y asintomática. 
Se  caracteriza  por  nódulos  eritematosos  o  del  color  de  la  piel,  agrupados  en  placas  verrugosas  o  vegetan-  tes 
cubiertas  de  escama,  que  pueden  ulcerarse  y  dar  lugar  a  masas  tumorales  papilomatosas  que  presentan  un  aspecto 
característico  colifloriforme,  de  bordes  acti-  vos,  puede  haber  atrofia  central,  el  tamaño  es  variable.  A  veces  son 
superficiales  o  de  aspecto  pseudotumoral.  En  general  son  unilaterales  y asimétricas, las cuales inician a partir de un 
traumatismo.6,9 
 
Figuras 1 y 2. Topografía en ex- tremidad inferior derecha. 
Figura 3. Placas de aspecto verrugoso de forma y tamaño variado. 
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La  complicación  más  frecuente  es  la  infección  bac-  teriana,  linfoestasis  y  elefantiasis,6,10  se  ha  reportado 
carcinoma espinocelular sobre lesiones crónicas ulce- radas. 
SUSTRAÍDODE-M.E.D.I.G.R.A.P.H.I.C 
:ROP ODAROBALE FDP 
VC ED AS, CIDEMIHPARG 
ARAP 
ACIDÉMOIB ARUTARETIL :CIHPARGIDEM 
Es  una  enfermedad  predominantemente  de  regiones  tropicales  y  subtropicales,11  de  todos  los  continentes, 
principalmente en islas: Las Antillas en América, Mada- gascar en África, Ceilán en Asia. 
En  México  ocupa  el  tercer  lugar  (6%)8,10  entre  las  micosis  subcutáneas  después  del  micetoma  y  la  espo- 
rotricosis.  Aquí  hay  zonas endémicas; la más importan- te es la Huasteca que incluye el sur de Tamaulipas, Norte de 
Veracruz,  Sureste  de  San  Luis  Potosí,  Noreste  de  Hidalgo  y  una  parte  de  Puebla.  Otras  áreas  con  carac-  terísticas 
similares  a  la  Huasteca son los márgenes de los ríos Papaloapan y Coatzacoalcos, Sur de Veracruz, Norte de Oaxaca 
y la costa de Chiapas entre la Sierra Madre del Sur y el Océano Pacífico.10 
El agente causal son hongos, Hyphomycetes clasifi- cados en la familia de los Dematiaceous,12 denomina- dos por 
Borelli “cromomicetos”, por ser de color negro y que ocasionalmente puede diseminarse por vía linfáti- 
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ca les, México o pulmones sanguínea, es Fonsecaes y cerebro. afectando pedrosoi La ganglios especie cuya 
linfáticos más forma frecuente de regiona- repro- en 
ducción  típica  es  Fonsecaea  (cadenas  cortas  y  ramifi-  cadas  de  conidios).  No  obstante,  pueden  manifestarse 
cualquiera  de  los  otros  tipos.  En  Venezuela,  Australia  y  Sudáfrica  el  agente  causal  más  común  es  Cladospo-  rium 
carrionii. 
Estos  hongos  se  comportan  como  dimorfos  ya  que  se  presentan  en forma micelial en el medio ambiente y en los 
medios de cultivo; y en su fase parasitaria, como células fumagoides. 
 
Figura 5. Cultivo células fumagoides. 
Son  hongos  saprófitos,  habitan  en  el  suelo,  vegeta-  les,  plantas  e  incluso  en  madera  transportada  a  otros  sitios 
deferentes  al lugar de origen; penetran a través de una solución de contigüidad con material contami- nado y a los 40 
días aparecen las lesiones con desarro- llo local y extensión por contigüidad; rara vez por vía linfática o hematógena. 
Figura 4. Examen micológico, al examen directo se obser- van células fumagoides. 

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Figura  6.  Imagen  histológica.  Se observan células fumagoi- des de color café oscuro en un microabsceso de polimorfo- nucleares 
(H-E 40x). 
Figura 7. Dermatosis localizada a extremidad superior derecha. 
Figura 8. Constituida por 2 placas de aspecto verrugoso. 
 
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El  factor  genético  predispone  a  padecer  esta  enfer-  medad  en  personas  con  antígenos  de  histocompatibili-  dad 
HLA-A29.13 
Respecto  a  la  clasificación  clínica  Carrión  y  Silva  dis-  tinguen  5  tipos:  nodular,  tumoral,  verrugosa,  en  placa  y 
cicatrizal.  Bopp  y  Lavalle  reconocen  la  tumoral  o  nodu-  lar  y  en  placa;  por  último  Castello,  Carrión,  Río  y  Tres 
Palacios describen 4 tipos: verrugosa o papilomatosa, tuberculoide, gomosa y psoriasiforme.8 
El diagnóstico es básicamente clínico, la confirma- ción del diagnóstico se realiza con el estudio micológico de 
secreciones, escamas donde se observan estructu- ras esféricas de 4 a 10 micras de diámetro de color marrón, 
paredes gruesas solas o agrupadas denomi- nadas células fumagoides.14 El cultivo se realiza en agar Sabouraud y 
Micosel; se obtienen después de 7 a 10 días colonias vellosas, aterciopeladas, de color verde oscuro o negro. En la 
biopsia y con la tinción de hema- toxilina eosina se observan las células fumagoides ca- racterísticas. 
SUSTRAÍDODE-M.E.D.I.G.R.A.P.H.I.C 
Es importante remarcar que hay una serie de pade- cimientos :ROP ODAROBALE similares con FDP 
los  que  se  debe  diferenciar,  de  los  que  sobresalen:  tuberculosis  (verrugosa),  leishma- 
niasis, VC ED dermatitis AS, CIDEMIHPARG 
crónica, coccidioidomicosis, miceto- ma y esporotricosis. ARAP 
A  pesar  de  lo limitado de esta micosis, no se cuenta con un tratamiento de elección y existe una serie de opciones 
ACIDÉMOIB terapéuticas, ARUTARETIL desde :CIHPARGIDEM 
físicas  como la cirugía o los antimicóticos orales. La decisión terapéutica depen- de 
de  una  serie  de  condiciones  como  son:  extensión  y  tipo  de  lesiones,  topografía  clínica,  agente  etiológico  y 
condiciones del paciente. 
En  lesiones  pequeñas  y  de  corta  evolución  se  logra  con  frecuencia  la  curación  completa  con  extirpación 
quirúrgica  y  posteriormente  si  se  justifica  se  puede  apli-  car  injerto.  La  electrocoagulación,  disecación,  nitróge- no 
líquido, radiación, iontoforesis, calor local (42° a 50°, láser localizadas CO 

, también y como se complemento ha usado en del lesiones tratamiento pequeñas, sisté- mico. La anfotericina 
intralesional puede ser efectiva pero es dolorosa y no se recomienda en lesiones extensas; tópicamente se ha 
utilizado ácido salicílico, resorcina, podofilina, fenol. 
Para  el  tratamiento  sistémico  se  usa  itraconazol  a  dosis  de  200  a  300  mg/día  por varios meses, terbinafi- na 500 
mg/día  por  6  a  12  meses,  fluconazol  400  mg  IV  el  primer  día  seguido  de  200  mg/día,  la  5  fluorcitosina  150 
mg/kg/día  no  menos  de  6  meses  (No  disponible  en  México)  permiten  la  curación  en  la  mayoría  de  los  ca-  sos. 
También se han utilizado: yoduro de potasio, vita- 
mina D2, anfotericina B endovenosa, tiabendazol, keto- conazol.15 
CASO CLÍNICO 1 
Paciente  femenino  de  59  años  de  edad,  viuda,  anal-  fabeta,  dedicada  a  la  agricultura,  con  antecedente  de  VIH 
diagnosticada  en  enero  2005,  originaria  y  resi-  dente  de  Cececamel,  Municipio  de  Orizatlán,  Hidal-  go,  acudió  a 
consulta al Centro Dermatológico Pas- cua en junio 2006. 
Presentaba una dermatosis localizada a extremidad inferior derecha de la que afecta dorso de pie, cara pos- terior y 
lateral-interna de pierna y muslo (Figuras 1 y 2). Se constituía por múltiples placas de aspecto verru- goso de forma 
y tamaño variable, la menor de 3 cm y la mayor de 20 cm (Figura 3). 
Inició  su  padecimiento  hace  24  años  y  las  lesiones  de  muslo  se  diseminaron  en  el  último  año.  Antecedente  de 
traumatismo con un leño. 
En resto de piel y anexos no se encontraron datos patológicos. 
Al  interrogatorio  refirió  haber  iniciado  hace  25  años,  con  una  “bola” en el pie, relacionado con traumatismo con 
un  leño,  durante  24  años  aparecieron  lesiones  si-  milares  en  el  resto  de  la  pierna  y  en  el  transcurso  del  último 
aparecieron en el muslo. 
Hace  un  año  se  diagnostica  infección  por  virus  de  inmunodeficiencia  humana,  actualmente  se  encuentra  en 
tratamiento antirretroviral. 
En  el  examen  médico  general  no  se  hallaron  datos  de  importancia  para  el padecimiento actual, así mismo en los 
antecedentes heredofamiliares. 
Se  planteó  el  diagnóstico  presuntivo  de  tuberculosis  verrugosa  versus  cromoblastomicosis  y  se  inició  el  si- 
guiente protocolo de estudio: 
Estudio micológico, en el examen directo se visuali- zaron células fumagoides (Figuras 4 y 5) cultivo micoló- gico 
donde se observó la presencia de Fonsecaea pe- edigraphic.com 
drosoi perqueratosis El estudio (Figura histopatológico paraqueratósica 6). 
reportó epidermis con hi- focal y acantosis irregu- lar marcada abarcando dermis superficial y media. Infil- trado 
denso de tipo granulomatoso además de microabscesos de polimorfonucleares dentro de los cua- les se advierten 
algunas células fumagoides (Figura 7). Con el análisis de los datos anteriores se estable- ció el diagnóstico definitivo 
de cromomicosis por Fon- secaea pedrosoi. Se inició tratamiento con terbinafi- na 500 mg/día; aún continúa en 
tratamiento por nuestro Servicio. 
 
Figura 9. Al examen directo se visualizan células fumagoides. 
Figura 10. Cultivo. 
CASO CLÍNICO 2 
Hombre  de  45  años  de  edad,  casado,  campesino,  origi- nario y residente de Tetzacuatl, Huejutla; Hidalgo. Acudió a 
consulta al Centro Dermatológico Pascua en abril 2006. 

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Presentaba una dermatosis localizada a miembro superior derecho del que afecta tercio medio de cara posterior de 
antebrazo, constituida por dos placas ova- ladas, de aspecto verrugoso, de 2 y 4 cm, que conflu- yen (Figuras 7 y 8). 
En resto de piel y anexos no se encontraron datos patológicos. 
Al interrogatorio refirió haber iniciado hace 4 años, con una “bolita” en el brazo derecho, posterior a mordi- da de 
un burro. 
El crecimiento de las placas fue lento. En el examen médico general no se hallaron datos de importancia para el 
padecimiento actual, así mismo en los antecedentes heredofamiliares. 
Se  planteó  el  diagnóstico  presuntivo  de  cromoblas-  tomicosis  y  se  inició  el  siguiente  protocolo  de  estudio: 
Estudio  micológico,  en el examen directo se visualiza- ron células fumagoides; cultivo micológico donde se observó 
la  presencia  de  Fonsecae  pedrosoi;  (Figuras  9  y  10)  y  en  el  estudio  histopatológico  reportó  presencia  de  células 
fumagoides. 
Con  el  análisis  de  los  datos  anteriores  se  estable-  ció  el  diagnóstico  definitivo  de cromomicosis por Fon- secaea 
pedrosoi. Se inició tratamiento con itracona- zol 200 mg/día aún continúa en tratamiento por nuestro Servicio. 
DISCUSIÓN 
La  importancia  de  estos  casos  es  observar  el  proceso  evolutivo,  siendo  en  el  caso  1  crónico,  progresivo  y  asin- 
tomático,  coincidiendo  la  diseminación  hacia  el muslo con la inmunosupresión y el diagnóstico de SIDA; en el caso 
2 la evolución ha sido lenta, progresiva y asintomática. 
No  se  encontró  diferencia  significativa  en  el  número  de  células  fumagoides  en  el examen directo, sin embar- go 
en  el  caso  1  se  encontraron  células  fumagoides  fila-  mentadas.  Esta  es  una  característica  interesante  ya  que 
normalmente se encuentra en un pequeño porcentaje de pacientes. 
La respuesta al tratamiento es más lenta en el pa- ciente inmunosuprimido que en el inmunocompetente. 
Se  ha  encontrado  una  baja  asociación  de  cromomi-  cosis  y  SIDA,  siendo  el  primer  caso  observado en el Centro 
Dermatológico “Dr. Ladislao de la Pascua”. 
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