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ABSTRACT
The disease is a deep subcutaneous mycosis, which is caused by different black dymorphic fungi species from
the Hypomycetos gender and Dematiacea family. These organisms live as saprophytes in the soil. In Latin
American countries the most frequent species found are Fonsecaea pedrosoi in tropical endemic and humid
subtropical areas; and Clamidophora carrionii in dry climates where xerophytic vegetation predominates
Key words: Chromoblastomycosis, chromomycosis.
El término cromoblastomicosis fue usado por primera vez por Terra y cols., en Brasil en el año de 1922,1 para
desig- nar a una micosis profunda de localización subcutánea, predominantemente en miembros inferiores observada
por primera vez en 1911 por Pedroso en Brasil.2 Esta denominación es porque los hongos productores de la afección
no producen esporas, ni formación de yemas (blastosporas) en su vida parasitaria. En 1915 Lane y Medlar
publicaron el primer caso en Estados Unidos, aunque desde 1910 Carini, en Brasil, encontró las célu- las fumagoides
en el pulmón y los riñones de una rana.3 El nombre de cromomicosis viene del griego cromos (color), término que
no se refiere al color de las lesio- nes sino al pigmento que poseen los elementos parasi- tarios llamados células
fumagoides (sclerotic cells o
* Jefa del Laboratorio de Micología Centro Dermatológico
Pascua, (CDP). ** Dermatóloga del CDP. *** Jefa del Laboratorio de Dermatopatología, CDP. **** Dermatopatólogo del
CDP. ***** Residentes de 2o año Dermatología, CDP.
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Artemisa medigraphic
en línea
sclerotic bodies). Estas células son redondas, de mem- brana gruesa, se dividen por tabicamiento y tienen co- lor
marrón. Los cultivos dan origen a hongos dematiá- ceos, es decir, de pigmento oscuro que va del marrón al negro y
aspecto velloso. Al microscopio se pueden ob- servar cuatro tipos diferentes de reproducción: Fonse- caea,
Phialophora, Cladosporium y Rhinocladiella. La presencia de uno o varios de estos tipos de reproduc- ción
distinguen a los géneros y especies.4,5
Es una micosis que afecta piel y tejido celular subcu- táneo localizada de preferencia en miembros inferiores
(80%),6 con predominio en el pie,7,8 de evolución cróni- ca y asintomática.
Se caracteriza por nódulos eritematosos o del color de la piel, agrupados en placas verrugosas o vegetan- tes
cubiertas de escama, que pueden ulcerarse y dar lugar a masas tumorales papilomatosas que presentan un aspecto
característico colifloriforme, de bordes acti- vos, puede haber atrofia central, el tamaño es variable. A veces son
superficiales o de aspecto pseudotumoral. En general son unilaterales y asimétricas, las cuales inician a partir de un
traumatismo.6,9
Figuras 1 y 2. Topografía en ex- tremidad inferior derecha.
Figura 3. Placas de aspecto verrugoso de forma y tamaño variado.
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La complicación más frecuente es la infección bac- teriana, linfoestasis y elefantiasis,6,10 se ha reportado
carcinoma espinocelular sobre lesiones crónicas ulce- radas.
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:ROP ODAROBALE FDP
VC ED AS, CIDEMIHPARG
ARAP
ACIDÉMOIB ARUTARETIL :CIHPARGIDEM
Es una enfermedad predominantemente de regiones tropicales y subtropicales,11 de todos los continentes,
principalmente en islas: Las Antillas en América, Mada- gascar en África, Ceilán en Asia.
En México ocupa el tercer lugar (6%)8,10 entre las micosis subcutáneas después del micetoma y la espo-
rotricosis. Aquí hay zonas endémicas; la más importan- te es la Huasteca que incluye el sur de Tamaulipas, Norte de
Veracruz, Sureste de San Luis Potosí, Noreste de Hidalgo y una parte de Puebla. Otras áreas con carac- terísticas
similares a la Huasteca son los márgenes de los ríos Papaloapan y Coatzacoalcos, Sur de Veracruz, Norte de Oaxaca
y la costa de Chiapas entre la Sierra Madre del Sur y el Océano Pacífico.10
El agente causal son hongos, Hyphomycetes clasifi- cados en la familia de los Dematiaceous,12 denomina- dos por
Borelli “cromomicetos”, por ser de color negro y que ocasionalmente puede diseminarse por vía linfáti-
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ca les, México o pulmones sanguínea, es Fonsecaes y cerebro. afectando pedrosoi La ganglios especie cuya
linfáticos más forma frecuente de regiona- repro- en
ducción típica es Fonsecaea (cadenas cortas y ramifi- cadas de conidios). No obstante, pueden manifestarse
cualquiera de los otros tipos. En Venezuela, Australia y Sudáfrica el agente causal más común es Cladospo- rium
carrionii.
Estos hongos se comportan como dimorfos ya que se presentan en forma micelial en el medio ambiente y en los
medios de cultivo; y en su fase parasitaria, como células fumagoides.
Figura 5. Cultivo células fumagoides.
Son hongos saprófitos, habitan en el suelo, vegeta- les, plantas e incluso en madera transportada a otros sitios
deferentes al lugar de origen; penetran a través de una solución de contigüidad con material contami- nado y a los 40
días aparecen las lesiones con desarro- llo local y extensión por contigüidad; rara vez por vía linfática o hematógena.
Figura 4. Examen micológico, al examen directo se obser- van células fumagoides.
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Figura 6. Imagen histológica. Se observan células fumagoi- des de color café oscuro en un microabsceso de polimorfo- nucleares
(H-E 40x).
Figura 7. Dermatosis localizada a extremidad superior derecha.
Figura 8. Constituida por 2 placas de aspecto verrugoso.
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El factor genético predispone a padecer esta enfer- medad en personas con antígenos de histocompatibili- dad
HLA-A29.13
Respecto a la clasificación clínica Carrión y Silva dis- tinguen 5 tipos: nodular, tumoral, verrugosa, en placa y
cicatrizal. Bopp y Lavalle reconocen la tumoral o nodu- lar y en placa; por último Castello, Carrión, Río y Tres
Palacios describen 4 tipos: verrugosa o papilomatosa, tuberculoide, gomosa y psoriasiforme.8
El diagnóstico es básicamente clínico, la confirma- ción del diagnóstico se realiza con el estudio micológico de
secreciones, escamas donde se observan estructu- ras esféricas de 4 a 10 micras de diámetro de color marrón,
paredes gruesas solas o agrupadas denomi- nadas células fumagoides.14 El cultivo se realiza en agar Sabouraud y
Micosel; se obtienen después de 7 a 10 días colonias vellosas, aterciopeladas, de color verde oscuro o negro. En la
biopsia y con la tinción de hema- toxilina eosina se observan las células fumagoides ca- racterísticas.
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Es importante remarcar que hay una serie de pade- cimientos :ROP ODAROBALE similares con FDP
los que se debe diferenciar, de los que sobresalen: tuberculosis (verrugosa), leishma-
niasis, VC ED dermatitis AS, CIDEMIHPARG
crónica, coccidioidomicosis, miceto- ma y esporotricosis. ARAP
A pesar de lo limitado de esta micosis, no se cuenta con un tratamiento de elección y existe una serie de opciones
ACIDÉMOIB terapéuticas, ARUTARETIL desde :CIHPARGIDEM
físicas como la cirugía o los antimicóticos orales. La decisión terapéutica depen- de
de una serie de condiciones como son: extensión y tipo de lesiones, topografía clínica, agente etiológico y
condiciones del paciente.
En lesiones pequeñas y de corta evolución se logra con frecuencia la curación completa con extirpación
quirúrgica y posteriormente si se justifica se puede apli- car injerto. La electrocoagulación, disecación, nitróge- no
líquido, radiación, iontoforesis, calor local (42° a 50°, láser localizadas CO
2
, también y como se complemento ha usado en del lesiones tratamiento pequeñas, sisté- mico. La anfotericina
intralesional puede ser efectiva pero es dolorosa y no se recomienda en lesiones extensas; tópicamente se ha
utilizado ácido salicílico, resorcina, podofilina, fenol.
Para el tratamiento sistémico se usa itraconazol a dosis de 200 a 300 mg/día por varios meses, terbinafi- na 500
mg/día por 6 a 12 meses, fluconazol 400 mg IV el primer día seguido de 200 mg/día, la 5 fluorcitosina 150
mg/kg/día no menos de 6 meses (No disponible en México) permiten la curación en la mayoría de los ca- sos.
También se han utilizado: yoduro de potasio, vita-
mina D2, anfotericina B endovenosa, tiabendazol, keto- conazol.15
CASO CLÍNICO 1
Paciente femenino de 59 años de edad, viuda, anal- fabeta, dedicada a la agricultura, con antecedente de VIH
diagnosticada en enero 2005, originaria y resi- dente de Cececamel, Municipio de Orizatlán, Hidal- go, acudió a
consulta al Centro Dermatológico Pas- cua en junio 2006.
Presentaba una dermatosis localizada a extremidad inferior derecha de la que afecta dorso de pie, cara pos- terior y
lateral-interna de pierna y muslo (Figuras 1 y 2). Se constituía por múltiples placas de aspecto verru- goso de forma
y tamaño variable, la menor de 3 cm y la mayor de 20 cm (Figura 3).
Inició su padecimiento hace 24 años y las lesiones de muslo se diseminaron en el último año. Antecedente de
traumatismo con un leño.
En resto de piel y anexos no se encontraron datos patológicos.
Al interrogatorio refirió haber iniciado hace 25 años, con una “bola” en el pie, relacionado con traumatismo con
un leño, durante 24 años aparecieron lesiones si- milares en el resto de la pierna y en el transcurso del último
aparecieron en el muslo.
Hace un año se diagnostica infección por virus de inmunodeficiencia humana, actualmente se encuentra en
tratamiento antirretroviral.
En el examen médico general no se hallaron datos de importancia para el padecimiento actual, así mismo en los
antecedentes heredofamiliares.
Se planteó el diagnóstico presuntivo de tuberculosis verrugosa versus cromoblastomicosis y se inició el si-
guiente protocolo de estudio:
Estudio micológico, en el examen directo se visuali- zaron células fumagoides (Figuras 4 y 5) cultivo micoló- gico
donde se observó la presencia de Fonsecaea pe- edigraphic.com
drosoi perqueratosis El estudio (Figura histopatológico paraqueratósica 6).
reportó epidermis con hi- focal y acantosis irregu- lar marcada abarcando dermis superficial y media. Infil- trado
denso de tipo granulomatoso además de microabscesos de polimorfonucleares dentro de los cua- les se advierten
algunas células fumagoides (Figura 7). Con el análisis de los datos anteriores se estable- ció el diagnóstico definitivo
de cromomicosis por Fon- secaea pedrosoi. Se inició tratamiento con terbinafi- na 500 mg/día; aún continúa en
tratamiento por nuestro Servicio.
Figura 9. Al examen directo se visualizan células fumagoides.
Figura 10. Cultivo.
CASO CLÍNICO 2
Hombre de 45 años de edad, casado, campesino, origi- nario y residente de Tetzacuatl, Huejutla; Hidalgo. Acudió a
consulta al Centro Dermatológico Pascua en abril 2006.
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Presentaba una dermatosis localizada a miembro superior derecho del que afecta tercio medio de cara posterior de
antebrazo, constituida por dos placas ova- ladas, de aspecto verrugoso, de 2 y 4 cm, que conflu- yen (Figuras 7 y 8).
En resto de piel y anexos no se encontraron datos patológicos.
Al interrogatorio refirió haber iniciado hace 4 años, con una “bolita” en el brazo derecho, posterior a mordi- da de
un burro.
El crecimiento de las placas fue lento. En el examen médico general no se hallaron datos de importancia para el
padecimiento actual, así mismo en los antecedentes heredofamiliares.
Se planteó el diagnóstico presuntivo de cromoblas- tomicosis y se inició el siguiente protocolo de estudio:
Estudio micológico, en el examen directo se visualiza- ron células fumagoides; cultivo micológico donde se observó
la presencia de Fonsecae pedrosoi; (Figuras 9 y 10) y en el estudio histopatológico reportó presencia de células
fumagoides.
Con el análisis de los datos anteriores se estable- ció el diagnóstico definitivo de cromomicosis por Fon- secaea
pedrosoi. Se inició tratamiento con itracona- zol 200 mg/día aún continúa en tratamiento por nuestro Servicio.
DISCUSIÓN
La importancia de estos casos es observar el proceso evolutivo, siendo en el caso 1 crónico, progresivo y asin-
tomático, coincidiendo la diseminación hacia el muslo con la inmunosupresión y el diagnóstico de SIDA; en el caso
2 la evolución ha sido lenta, progresiva y asintomática.
No se encontró diferencia significativa en el número de células fumagoides en el examen directo, sin embar- go
en el caso 1 se encontraron células fumagoides fila- mentadas. Esta es una característica interesante ya que
normalmente se encuentra en un pequeño porcentaje de pacientes.
La respuesta al tratamiento es más lenta en el pa- ciente inmunosuprimido que en el inmunocompetente.
Se ha encontrado una baja asociación de cromomi- cosis y SIDA, siendo el primer caso observado en el Centro
Dermatológico “Dr. Ladislao de la Pascua”.
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