REVISTA PERUANA DE ARBITRAJE No. 9 2009 PDF
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2009
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Presentación
vii
Doctrina
Breves notas sobre el Arbitraje de Inversión
ARIF HYDER ALI (EE.UU.) 3
Expediente Nº 39979-2007
Demandante: Perú Holding de Turismo S.A.A.
Demandado: Centr o de Conciliación y Arbitraje Nacional e
Internacional de la Cámara de Comercio de Lima,
miembros del Tribunal Arbitral, Michele Lettersten
Materia: Acción de Amparo 177
Agradecimientos 199
Doctrina
Doctrina
(5) Tokio Tokeles v. Ukraine, Caso CIADI Nº ARB/02/18, Decisión sobre jurisdicción, 29
Abril de 2004.
(6) TSA Spectrum de Argentina S.A. v. República Argentina, Caso CIADI Nº ARB/05/5,
Decisión sobre jurisdicción, 19 Diciembre de 2008.
habría que ver si un tribunal haría cumplir una cláusula de este tipo),
la exigencia de un control extranjero efectivo sobre la inversión, o la
inclusión de cláusulas denegatorias de beneficios, que permitan al Es-
tado receptor excluir de la aplicación del tratado a una entidad regis-
trada en el otro Estado contratante que no tenga conexión efectiva
con ese último Estado. El Tratado sobre la Carta de la Energía, el Tra-
tado de Libre Comercio de América del Norte o el Tratado Bilateral
Modelo de los Estados Unidos incluyen este concepto de la denega-
ción de beneficios, uno de los conceptos más enigmáticos que se pre-
senta actualmente y que va a ser objeto de mucha discusión en el futu-
ro. En este sentido, la decisión sobre jurisdicción del caso Plama v.
Bulgaria(7) es un ejemplo de las dificultades que conlleva la interpreta-
ción de la denegación de beneficios.
La interpretación de “inversión” también es muy controvertida.
Por ejemplo, recientemente, en el caso Malaysian Historical Salvors(8),
un comité del CIADI, por mayoría de votos, anuló un laudo arbitral
que excluyó de la jurisdicción del CIADI inversiones que representan
contribuciones históricas y culturales para el Estado receptor, alegando
que estas no serian significativas como es requerido por el Convenio
del CIADI. La mayoría del tribunal decidió que el arbitro había excedi-
do sus poderes al no tomar en cuenta la amplia definición de inversión
contenida en el tratado entre el Reino Unido y Malasia y, también, por-
que el propio Convenio no limita su jurisdicción a contribuciones mo-
netarias o al monto de la inversión. Por otro lado, el árbitro disidente
señaló que la definición del Convenio del CIADI tiene supremacía so-
bre la definición del tratado y que la decisión del árbitro limitando la
definición de inversión no constituye un exceso de poder.
Con respecto al fondo de las disputas de inversión, los inversio-
nistas con frecuencia basan sus disputas en cláusulas que garantizan que
el Estado receptor no va a: (1) expropiar (directa o indirectamente) su
inversión sin compensación pronta, adecuada y efectiva; (2) tratarlos
(7) Plama Consortium Ltd. (Cyprus) v. Bulgaria, Caso CIADI Nº ARB/03/24, Decisión
sobre jurisdicción, 8 Febrero de 2005.
(8) Malaysian Historical Salvors v. Malasia, Caso CIADI Nº ARB/05/10, Anulación del
laudo, 14 Abril de 2009.
(10) Enron Creditors Recovery Corporation y Ponderosa Assets, L.P. v. República Argentina,
Caso CIADI Nº ARB/01/03, Decisión sobre la solicitud de la República Argentina de
mantener la suspensión de la ejecución del laudo, 7 Octubre de 2008.
(11) Compañía de Aguas del Aconquija S.A. y Vivendi Universal S.A v. República Argentina,
Caso CIADI Nº ARB/97/3, Decisión sobre el pedido de continuación de la suspensión
de la ejecución, 4 de Noviembre de 2008.
(12) Duke Energy International Peru Investments Nº 1 Ltd. v. Gobierno del Perú, Caso CIADI
Nº ARB/03/28, Decisión sobre el pedido de suspensión de la ejecución, 23 Junio de 2009.
(*) Socio de Quevedo & Ponce, Ecuador. Profesor de Derecho Procesal y Derecho Civil en
la Facultad de Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Árbitro
del CIADI. Miembro del Grupo Ecuatoriano de la Corte Permanente de Arbitraje de la
Haya. Conjuez Permanente de la Corte Superior de Justicia de Quito (1988-1992, 2000-
2004). Director de Asesoría Jurídica de la Presidencia de la República (1985-1987).
(1) Los artículos 897 a 923 del Código de Procedimiento Civil del Ecuador regulan los
procesos cautelares.
(4) ARRARTE ARISNABARRETE, Ana María, “Apuntes sobre las medidas cautelares en el sistema
arbitral peruano”, en: Revista Peruana de Arbitraje, Nº 7, p. 126.
(5) Maffezini v. Reino de España, 28 de octubre de 1999 y Víctor Pey Casado y Fundación
Presidente Allende v. República de Chile, 25 de septiembre de 2001.
(6) Cfr. SCHREUR, Christoph, “The ICSID Convention: A Commentary”, Cambridge
University Press, 2005, p. 747.
(7) BORN, Gary B., “International Commercial Arbitration”, en: Transnational Publishers
Inc. and Kluwer Law International, The Hague, 2001, p. 920.
(8) ROMERO SEGUEL, Alejandro y José Ignacio, DÍAZ VILLALOBOS, El arbitraje interno y
comercial internacional, Lexis-Nexis, Santiago de Chile, 2007, pp. 206 y 207.
(9) AYLWIN AZÓCAR, Patricio, El juicio arbitral, 5ta. Edición, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago de Chile, 2005, p. 415.
(10) OSSA GUZMÁN, Felipe, “La jurisdicción cautelar en el arbitraje comercial internacional”,
en: PICAND ALBÓNICO, Eduardo (coordinador), Estudios de Arbitraje (Homenaje a
Patricio Alwyn Azócar), Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 2006, p. 657.
(11) Caso CIADI Nº ARB/98/2, 25 de septiembre de 2001, 6 ICSID Reports, 2004, pp. 373 - 397.
(12) The Electricity Company of Sofia and Bulgaria, Corte Permante Internacional de Justicia,
Medidas Provisionales de Protección, Orden, Series A/B, Número 79, 5 de diciembre
de 1939.
(13) Land and maritime boundary between Cameroon and Nigeria (Provisional Measures)
case, (1996) at 21 (para. 35), citado por ROSENNE, Shabatai, “The Law and Practice of
the International Court, 1920, 1996”, Martinus Nuhoff Publishers, Volume III, The
Hague, p. 1420. Se citan, además, varios otros casos en similar sentido.
(14) RAU, Allan Scout, “Provisional relief in arbitration: How things stand in the United
States”, en: El Arbitraje en el Perú y el Mundo, Instituto Peruano de Arbitraje, Lima,
2008, p. 462.
(15) Caso CIADI Nº ARB/06/21.
(16) Luego del descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo en la amazonía
ecuatoriana en 1968, durante la dictadura militar iniciada en febrero de 1972 se impuso
una fórmula contractual y un esquema tributario que alejó posibles nuevas exploraciones,
por lo cual, al restablecerse la vigencia del Estado de Derecho en 1979, se propició, ante
la ausencia de un crecimiento de los ingresos, mediante la aprobación de una nueva Ley
en 1982, el ingreso de inversiones hacia el sector, por lo que entre 1984 y 1988 el Ecuador
firmó varios contratos de prestación de servicios con importantes compañías
multinacionales, proceso que se detuvo entre 1988 y 1992. Reformas legales de 1993
(23) El gobierno del Ecuador había reglamentado, a través del Presidente de la República, la
Ley Nº 2006 – 42; y el Tribunal Constitucional, sin pronunciarse sobre caso concreto
alguno, había declarado que las razones expuestas por terceros (no por City Oriente)
para demandar la inconstitucionalidad de la ley no existían.
(24) “The ICSID Convention: A Commentary”, Cambridge University Press, 2001, pp. 751-757.
(25) Decreto Ejecutivo Nº 662, Registro Oficial Nº 193, 18 de octubre de 2007.
(26) El artículo 257 –reformado– del Código Penal, sanciona al peculado con pena de
reclusión. Considera a éste, en síntesis, como la desviación de dineros públicos por
parte de funcionarios públicos o bancarios.
(48) Vale la pena destacar, con respecto a esta aseveración del Tribunal que, en realidad, el
principio general del Derecho ecuatoriano, aplicable a contratos privados y públicos,
pues la esencia de los contratos es el mismo, es el que en tanto en cuanto la parte que
solicita el cumplimiento del contrato no se encuentre en una situación de incumplimiento,
puede exigir el cumplimiento o la resolución del contrato, a su elección. El Estado
ecuatoriano también, en ocasiones, ha escogido elegir por exigir el cumplimiento del
contrato, como en el caso de Tribunal de lo Contencioso Administrativo, Primera Sala,
17 de Julio de 2003, Junta de Defensa Nacional v. Panamerican Organization Properties
Inc., en: Revista de Jurisprudencia (Fundación Antonio Quevedo), Nº 12, pp. 145-165.
(49) Párrafos 40 a 46.
(50) Párrafos 47 a 54.
(51) Párrafos 55 a 59.
(52) Párrafo 57.
que comporta que City Oriente tenga derecho a que se mantenga, se-
gún lo convenido en el contrato, el status quo durante el proceso arbi-
tral, lo que “no prejuzga en absoluto cuál de las dos partes prevalecerá
en su día cuando se juzgue el fondo, y si fueran las tesis de las Deman-
dadas las que triunfaran, y la Ley hubiera válidamente creado obligacio-
nes a cargo de City Oriente, el laudo podrá ordenar el pago de las can-
tidades devengadas durante la tramitación del procedimiento”(53). Aña-
de sobre este punto específico, que existe un “derecho al mantenimiento
del status quo ante”(54).
40. Ante la posición del Ecuador y de Petroecuador de que no
existe un principio general que justifique, ipso iure, el otorgamiento de
medidas provisionales por agravarse la situación, si es que no hay un
derecho de fondo que exija ser tutelado, el Tribunal señala que no com-
parte la argumentación de las Demandadas por los siguientes razones:
“(a)…porque ha llegado a la conclusión de que, al menos prima facie, el
Derecho ecuatoriano otorga al contratista, para el caso de incumpli-
miento por la Administración, el derecho de pedir el cumplimiento de
lo convenido; y es precisamente esta acción de cumplimiento la que
City Oriente viene ejercitando en el arbitraje. Sin las Medidas Provisio-
nales, las Demandadas podrían cobrar coactivamente cantidades no pre-
vistas contractualmente, o incluso declarar extinto el Contrato por ca-
ducidad. En tal caso, no es que la disputa se agravase, sino que se pon-
dría fin al derecho de la Demandante a reclamar el cumplimiento del
Contrato, y todo hipotético laudo a su favor se tornaría de ejecución
imposible o ilusoria. (b) …Ante el alegado incumplimiento de la con-
traparte, City Oriente bien podría haber ejercido la condición resolutoria
tácita prevista en el art. 1505 C.c. pretendiendo en este arbitraje la con-
firmación de su declaración resolutoria más la indemnización que co-
rrespondiera. En tal caso, las Demandadas hubieran tenido razón: la
Demandante, en el mejor de los casos, únicamente tendría derecho a la
restitución de su prestación más daños, y el principio de que el agrava-
miento de obligaciones pecuniarias en general no justifica medidas pro-
visionales hubiera encontrado aplicación. Pero en la realidad de los he-
chos, City Oriente no se decantó por la opción resolutoria, sino por la
según los hechos de ese caso, en criterio del Tribunal que lo conocía, no
constituían una reparación urgente y necesaria, aparte de que ya se ha-
bía dispuesto, antes, la medida provisional consistente en la paraliza-
ción de todos los procedimientos judiciales “que pudieran afectar el
cumplimiento del laudo o agravar la disputa existente”; mientras que en
este caso, si las medidas no se mantuvieran, la Demandante sufriría da-
ños irreparables y el cumplimiento del laudo hipotético sería ilusorio(61).
Con referencia al segundo, estimó que no tenía aplicación, por relacio-
narse con distintos argumentos fácticos y jurídicos, provenir de un tri-
bunal de otra naturaleza y tener una fecha remota. De igual modo, en
cuanto al tercero y cuarto precedentes invocados por el Ecuador y
Petroecuador, el tribunal consideró que ellos eran arbitrajes de inver-
sión en los cuales las actoras reclamaban el pago de daños y perjuicios,
mientras que el caso City Oriente tenía como objetivo exigir que el con-
trato se cumpliera y, por ello, las decisiones en ellos tomadas eran irre-
levantes y no desvirtuaban las conclusiones del tribunal(62).
44. En cuanto al argumento de la República del Ecuador y de
Petroecuador de que el no revocar las medias provisionales constituiría
acoger anticipadamente las pretensiones de la Demandante, el tribunal
reiteró su respeto a las decisiones soberanas y al derecho de disponer de
los recursos públicos de acuerdo con las leyes ecuatorianas y consideró
que las medidas no afectaban el ejercicio de tales potestades, pues “lo
único que se establece es que, provisionalmente, mientras se dirime el
impacto de una legislación sobrevenida, los recursos naturales se conti-
núen explotando en los términos de un Contrato que los Poderes pú-
blicos ecuatorianos en su día otorgaron, considerándolo entonces ins-
trumento válido y eficaz para disponer de sus recursos naturales. Si las
Demandadas entienden que City Oriente les adeuda determinadas can-
tidades, el presente arbitraje es el vehículo apropiado para plantear tal
pretensión”(63). Añadió que, en modo alguno, existía un prejuzgamiento
sobre la decisión final y que tampoco las medidas provisionales habían
acogido íntegramente las pretensiones de City Oriente, pues éstas se
(1) DEL ÁGUILA RUIZ DE SOMOCURCIO, Paolo, “Arbitraje institucional o arbitraje ad-hoc
¿He ahí el dilema?”, en: Revista Peruana de Arbitraje, N° 1, Editora Jurídica Grijley,
Lima, 2005, p. 235.
(2) ALONSO PUIG, José María, “El Arbitraje Institucional”, en: Comentarios a la Ley de
Arbitraje, cuyos compiladores son DE MARTÍN MUÑOZ, Alberto y Santiago HIERRO
ANIBARRO, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A., Madrid, 2006, p. 680.
(3) Por ejemplo, el Reglamento de Arbitraje del Centro de Arbitraje de la Cámara de
Comercio de Lima.
(4) Ley 60/2003, del 23 de diciembre de 2003.
(5) MERINO MERCHÁN, José F. y José María CHILLÓN MEDINA, Tratado de Derecho Arbi-
tral, Tercera Edición, Editorial Aranzadi, S.A., Navarra, 2006, pp. 958-960.
(6) ALONSO PUIG, José María, El Arbitraje Institucional, op. cit.; p. 685.
(7) Un reglamento de arbitraje muy conocido, elaborado de manera especial para arbitra-
jes ad hoc, es el que la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional (conocido como CNUDMI o UNCITRAL) aprobó el 28 de abril de
1976 y cuya utilización fuera recomendada por Resolución 31/98, del 15 de diciembre
de 1976, de la Asamblea General de Naciones Unidas, que se encuentra disponible en
www.uncitral.org.
–que podría ser una persona natural y, por lo tanto, no poder ser recono-
cido como institución arbitral–, la administración del arbitraje. Sin em-
bargo, en este supuesto no estaríamos ante un arbitraje institucional sino
ante uno ad hoc, por ausencia, justamente, de una institución arbitral(9).
Antes de analizar las ventajas y desventajas que presenta el arbitraje
institucional en su comparación con el arbitraje ad hoc, creemos oportu-
no precisar que la Ley peruana de Arbitraje establece como regla general
que, a falta de designación de una institución arbitral, se entenderá que el
arbitraje es ad hoc. Igual regla a favor del arbitraje ad hoc se aplicará,
conforme lo contempla el apartado 3 del artículo 7° del Decreto Le-
gislativo N° 1071 y salvo que las partes hubieran pactado expresamen-
te lo contario: i) cuando exista designación que sea incompatible o
contradictoria entre dos o más instituciones; ii) cuando se designe a
una institución arbitral inexistente; y, iii) cuando la institución desig-
nada no acepta el encargo.
En cuanto a la interrogante que surge al momento de redactar un
convenio arbitral, en el sentido de qué es preferible, si un arbitraje
institucional o uno ad hoc, debemos señalar que no hay una respuesta a
priori ni unívoca en la doctrina, pues las ventajas reconocidas al arbitra-
je (tales como su flexibilidad, su rapidez, la especialización de los árbi-
tros o la confidencialidad del proceso, por mencionar algunas) las po-
demos encontrar tanto en el arbitraje institucional como en el ad hoc.
(9) ALONSO PUIG, José María, El Arbitraje Institucional, op. cit.; p. 688.
(10) CORDÓN MORENO, Faustino, El Arbitraje de Derecho Privado, Editorial Aranzadi, S.A.,
Navarra, 2005, pp. 81 y 82.
(11) Léase:
DEL ÁGUILA RUIZ DE SOMOCURCIO, Paolo, Arbitraje institucional o arbitraje ad-hoc
¿He ahí el dilema?, op. cit.; pp. 234-263.
ALONSO PUIG, José María, El Arbitraje Institucional, op. cit.; pp. 690-692.
REDFERN, Alan, Martín HUNTER, Nigel BLACKABY y Constantine PARTASIDES, Teoría y
práctica del Arbitraje Comercial Internacional, Editorial Aranzadi S.A., Navarra, 2006,
pp. 116-120.
MERINO MERCHÁN, José F. y José María CHILLÓN MEDINA, Tratado de Derecho Arbitral,
op. cit.; pp. 932-960.
sobre todo si una de las partes es un órgano estatal que, por ser parte del
Estado, muchas veces requiere mayor tiempo para lograr la aprobación
de decisiones de cierta importancia. Si bien no es infrecuente que en tales
casos la institución o el tribunal arbitral concedan una prórroga de los
plazos, ello implica tener que solicitarla desde el inicio del arbitraje, lo
que, sin lugar a dudas, no es la mejor forma de empezar(14).
En cuanto a las ventajas que ofrece el arbitraje ad hoc, hay que men-
cionar que, sin lugar a dudas, las principales son: una mejor confidencialidad
y una mayor flexibilidad, de forma que se pueda diseñar un procedimien-
to que resulte más justo para las partes(15). Ello genera que muchas ve-
ces los arbitrajes en los que participa el Estado se opte por un arbitraje
ad hoc y no por uno institucional. Obviamente, el arbitraje ad hoc supo-
ne una mayor atención en su estructuración, por lo que la cláusula arbi-
tral deberá ser redactada con mucho cuidado; además, de mucha imagi-
nación para evitar los efectos de situaciones imprevisibles.
Su principal desventaja es que, en gran medida, para la plena efec-
tividad del arbitraje ad hoc se va a requerir la cooperación de las partes y
sus abogados, además del respaldo de un óptimo ordenamiento jurídico
en el lugar del arbitraje; toda vez que, como señalan REDFERN, HUNTER,
BLACKABY y PARTASIDES, de manera general: “Es fácil negarse a designar
un árbitro, o recusar a uno de los árbitros por razones de imparcialidad,
o plantear cuestiones jurisdiccionales y así demorar el proceso arbitral.
Si una de las partes se comporta de manera difícil u obstinada al co-
mienzo del proceso cuando no hay un tribunal arbitral constituido y si
no hay reglamento aplicable, será difícil resolver la situación. En estos
casos será preciso recurrir a las disposiciones legales disponibles para
obtener el respaldo necesario. En caso que una de las partes no se aten-
ga a cumplir su función en el proceso, el arbitraje ad hoc sólo podrá
realizarse de manera tan fluida como un arbitraje institucional si existe
un tribunal arbitral y se ha establecido un reglamento adecuado”(16).
(14) REDFERN, Alan, Martín HUNTER, Nigel BLACKABY y Constantine PARTASIDES, Teoría y
práctica del Arbitraje Comercial Internacional, op. cit.; p. 118.
(15) Es como confeccionar un vestido a la medida y no comprar uno en serie.
(16) REDFERN, Alan, Martín HUNTER, Nigel BLACKABY y Constantine PARTASIDES, Teoría y
práctica del Arbitraje Comercial Internacional, op. cit.; p. 120.
(17) Como lo han hecho notar CANTUARIAS SALAVERRY y CAIVANO, la Ley peruana de Arbi-
traje contiene un error en el apartado 3 de su artículo 30°, cuando indica: “Si en cual-
quier momento, los otros árbitros deciden continuar con el arbitraje (…)”, cuando lo
que debería decir es: “Si en cualquier momento, los otros árbitros no deciden continuar
con el arbitraje (…)”. CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando y Roque J. CAIVANO, “La Nueva
Ley de Arbitraje Peruana: Un nuevo salto a la modernidad”, en: Revista Peruana de
Arbitraje, N° 7, Magma ediciones, Lima, 2008, pp. 3 y 64.
(18) MERINO MERCHÁN, José F. y José María CHILLÓN MEDINA, Tratado de Derecho Arbitral,
op. cit.; p. 956.
Consecuencias de la anulación
de un laudo arbitral
(*) Socio de Rodrigo, Elías & Medrano - Abogados. Profesor de Derecho Civil en la Pon-
tificia Universidad Católica y en la Universidad de Lima. Miembro de la Comisión de
Reforma del Código Civil y miembro de número de la Academia Peruana de Derecho.
1. INTRODUCCIÓN
El Decreto Legislativo Nº 1071 que aprobó una nueva Ley de
Arbitraje (en adelante LA) ha aportado interesantes novedades al siste-
ma arbitral peruano, recogiendo las experiencias de poco más de dos
lustros de vigencia de la anterior legislación arbitral conocida como Ley
General de Arbitraje –Ley Nº 26572 de 1996 (en adelante LGA)– que,
en los hechos, ha sido la más aplicada (en sentido de utilizada) en la
historia legal del Perú. En efecto, la LGA sucedió y adaptó a la efímera
(pero reconstituyente) normativa arbitral del Decreto Ley Nº 25935 de
1993 y aunque el régimen legal del arbitraje del Código de Procedi-
mientos Civiles gobernara durante cerca de 80 años, su impacto en este
tema fue casi nulo, casi diré que simbólico o testimonial.
La LGA fue, si cabe el símil, una legislación juvenil. No adoles-
cente y –a su manera– protestante como la del Decreto Ley Nº 25935,
pero sí fue un ordenamiento esperanzador, ya algo asentado y maduro.
El Decreto Legislativo Nº 1071 - LA parte de esas bases; se ha nutrido
no sólo de las experiencias internacionales, de cuyas leyes modelos o
regímenes positivos ha tomado información y detalles, sino también de
las circunstancias nacionales, quiero decir, de los numerosos acciden-
tes, conductas, detalles y modos de ver y aplicar las reglas arbitrales y
ejecución de los laudos desde 1993.
Las leyes, como los seres humanos, tienen vida. Y la vida, natural-
mente, es dinámica, variable. De modo que la LGA expuso sus circuns-
tancias vitales a partir de las cuales ha sido construida la nueva regula-
ción de la LA. Regulación que, de seguro, tarde o temprano dejará ver
sus imperfecciones.
A continuación algunos apretados comentarios sobre las conse-
cuencias de anulación de laudos, según la causal o vicio.
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
Como explica BARRAGÁN ARANGO(1), “[p]or muchos años se ha
considerado que el laudo arbitral es la expresión de los árbitros, en vir-
tud de la cual finaliza la disputa que se ha puesto en su conocimiento”.
En otras palabras, haciendo un paralelo con el Poder Judicial, tradicio-
nalmente se ha considerado que el Poder Judicial solo emite una sen-
tencia y el árbitro solo dicta un laudo.
Sin embargo, imaginemos que en un arbitraje se discute acerca del
ámbito de responsabilidad contractual de una de las partes y, además,
que la prueba acerca del daño causado es costosa y tomará tiempo. ¿No
es acaso conveniente, por no decir lógico, que los árbitros se pronun-
cien en primer lugar acerca de si existe responsabilidad y respecto al
(2) V IDAL RAMÍREZ, Fernando, Manual de Derecho Arbitral, Gaceta Jurídica,Lima, 2003,
p. 125.
(3) Ver, por ejemplo, Ley inglesa de Arbitraje (artículo 47.1), Ley de Derecho Internacio-
nal Privado de Suiza (artículo 188), Código Judicial belga (artículo 1699), Ley españo-
la de Arbitraje (artículo 37.1), Código Procesal Civil holandés (artículo 1049), Ley de
Arbitraje de Suecia (artículo 29). En Francia aún cuando su legislación arbitral no lo
menciona, se reconoce esta facultad en los árbitros.
2. DEFINICIÓN DE LAUDO
REDFERN, HUNTER, BLACKABY y PARTASIDES(4) informan que
“[n]o hay una definición del término ‘laudo’ aceptada internacional-
mente, tal como lo demuestra el hecho que no se la incluya en ninguna
de las convenciones internacionales sobre arbitraje, como los tratados
de Ginebra, la Convención de Nueva York o la Ley Modelo”. Es más,
MONTERO MURIEL(5) identifica que “el concepto de laudo arbitral ha
sido, y es objeto todavía, de un debate controvertido. Por esta razón
la Ley Modelo, las legislaciones de derecho comparado, los regla-
mentos de las principales instituciones arbitrales, así como los trata-
dos y convenios internacionales han optado por no incluir una defi-
nición de laudo”.
En efecto, cuando se discutió el contenido de lo que hoy es la
Ley Modelo de UNCITRAL, se propuso definir al laudo de la siguiente
manera: “El término ‘laudo’ hace referencia a un laudo final que deci-
de cada uno de los puntos sometidos a consideración del tribunal ar-
bitral y a cualquier otra decisión del tribunal arbitral que determine
una cuestión de fondo, o por la que se expida sobre su jurisdicción o
sobre cualquier otra cuestión procesal aunque, en este último caso,
sólo se tratará de un laudo si el tribunal denomina de tal manera a la
decisión que adopte”.
Sin embargo, al final se optó por no incluir definición alguna(6),
debido a que no existió consenso acerca del concepto “laudo” y del
(4) REDFERN, Alan, Martín HUNTER, Nigel BLACKABY y Constantine PARTASIDES, Teoría y
Práctica del Arbitraje Comercial Internacional, 4ta. edición; La Ley, Buenos Aires, 2007,
pp. 497 y 498.
(5) MONTERO MURIEL, Félix J., “Artículo 37. Plazo, forma, contenido y notificación del
laudo”, en: Comentarios a la Ley de Arbitraje de 2003, ARIAS LOZANO, David (Coordi-
nador), Thomson-Aranzadi, Navarra, 2005, p. 351.
(6) UNITED STATES COMMISSION ON INTERNATIONAL TRADE LAW; en:
Analytical Commentary on Draft Text of a Model Law on International Commercial
(11) UNITED NATIONS CONFERENCE ON TRADE AND DEVELOPMENT, Course on Dispute Settle-
ment -International Commercial Arbitration, 5.6. Making the Award and Termination
of Proceedings, Nueva York y Ginebra, 2003, p. 7. “The terminology in regard to the
categories of awards is not used consistently”.
(12) BARRAGÁN ARANGO, Luis Alfredo, El laudo arbitral, op. cit.; p. 663. “Legislaciones como
las de Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y España establecen que, salvo que las partes
pacten lo contrario, la controversia podrá ser resuelta mediante uno o varios laudos
separados”. FOUCHARD, GAILLARD, GOLDMAN, en: International Commercial Arbitra-
tion, op. cit.; p. 741. “In the absence of an agreement between the parties on this matter,
the arbitrators are responsible for deciding whether it is appropriate to decide by way
of partial awards”.
(13) VÁRADY, Tibor; John J. BARCELÓ III y Arthur T. VON MEHREN; International Com-
mercial Arbitration, op. cit.; p. 508.
(14) REDFERN, Alan, Martín HUNTER, Nigel BLACKABY y Constantine PARTASIDES, Teoría y
Práctica del Arbitraje Comercial Internacional, op. cit.; p. 496.
(15) Ibídem; p. 521. “(…) se acostumbra reservar el término ‘laudo final’ para hacer referen-
cia a los laudos que ponen fin a la misión del tribunal arbitral”.
(21) UNITED NATIONS CONFERENCE ON TRADE AND DEVELOPMENT, Course on Dispute Sett-
lement -International Commercial Arbitration, 5.6. Making the Award and Termina-
tion of Proceedings, op. cit.; p. 5.
(22) Ver artículo 48 de la L.A.
(23) El fallo del Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito Federal se ubica en XXV
Yearbook Commercial Arbitration, p. 1152. En cambio, en el caso Resort Condomi-
niums International Inc. (USA) v. Ray Bolwell and Resort Condominiums (Australa-
sia) Pty. Ltd. (Australia); la Corte Suprema de Queensland, Australia, se negó a aplicar
la Convención de Nueva York a un “laudo cautelar” dictado por un tribunal arbitral
con sede en los Estados Unidos, afirmando que dicha decisión no era en realidad un
laudo. Esta decisión se ubica en XX Yearbook Commercial Arbitration, p. 628.
(24) MANTILLA-SERRANO, Fernando, Ley de Arbitraje, op. cit.; p. 209.
(25) Leer también a: REDFERN, Alan, Martín HUNTER, Nigel BLACKABY y Constantine PAR-
TASIDES, Teoría y Práctica del Arbitraje Comercial Internacional, op. cit.; p. 523.
(26) Leer también a: UNITED NATIONS CONFERENCE ON TRADE AND DEVELOPMENT, Course
on Dispute Settlement -International Commercial Arbitration, 5.6. Making the Award
and Termination of Proceedings, op. cit.; p. 8.
(27) Ibídem; p. 10.
(28) Ibídem; p. 8.
SUMARIO: 1. Tema introductorio: ¿Los señores Árbitros y los señores Jueces, que
expiden los Laudos y resuelven los Recursos de Anulación, respectiva-
mente, son Especializados? 2. Análisis de la Doctrina y de algunas
Legislaciones relacionadas al Laudo Parcial. 3. Reconocimiento de
Laudos Parciales por distintos Centros de Arbitraje. 4. Materias sobre
las cuales se puede expedir un Laudo Parcial. 5. Nuestra definición de
Laudo Parcial. 6. El momento para plantear el Recurso de Anulación
contra los Laudos Parciales. 7. Modificaciones Urgentes a la Nueva
Ley de Arbitraje del Perú. 8. A manera de conclusión.
(*) Socio del Área de Litigios, Arbitrajes y Solución de Controversias del Estudio Olaechea.
Profesor de Derecho Procesal Civil en la Universidad de Lima (1998-2002), Magistra-
do suplente (Vocal Superior) de la Corte Superior de Lima, 1998.
(1) En la Exposición de Motivos de la Nueva Ley de Arbitraje, Decreto Legislativo Nº
1071, se señala que el Estado Peruano se ha comprometido en el Acuerdo de Promo-
ción Comercial suscrito con Estados Unidos a promover y facilitar el desarrollo del
(2) El Decreto Legislativo Nº 1071, Ley de Arbitraje, establece en sus Artículos 22, inciso
3, y 23, inciso b, lo siguiente:
“Artículo 22.- Nombramiento de los Árbitros (…)
3. Los árbitros serán nombrados por las partes, por una institución arbitral o por cual-
quier tercero a quien las partes hayan conferido el encargo (…)”.
“Artículo 23.- Libertad de procedimiento de nombramiento.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos d y e de este artículo, las partes podrán
acordar libremente el procedimiento para el nombramiento del árbitro único o de
los árbitros o someterse al procedimiento contenido en un reglamento arbitral,
siempre que no se vulnere el principio de igualdad. A falta de acuerdo, se aplicarán
las siguientes reglas:
b. En caso de tres árbitros, cada parte nombrará un árbitro en el plazo de quince (15)
días de recibido el requerimiento para que lo haga y los dos árbitros así nombrados, en
el plazo de quince (15) días de producida la aceptación del último de los árbitros,
nombrarán al tercero, quien presidirá el tribunal arbitral”.
(3) Código de Ética del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima, artículo 3,
sobre Principios Fundamentales.
– Especialidad Constitucional(5),
– Especialidad Civil,
– Sub - Especialidad Comercial(6),
– Especialidad de Familia: Materia Civil,
– Especialidad de Familia: Materia Tutelar - Penal,
(4) El Decreto Supremo Nº 017-93-JUS, Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, establece en sus artículos 17 y 18 lo siguiente:
“Artículo 17.- Especialidad del Magistrado
La especialidad de los Magistrados debe mantenerse durante todo el ejercicio de su
cargo, a menos que soliciten su cambio expresamente y previas las evaluaciones co-
rrespondientes.
Con el ingreso a la Magistratura, se adquiere el derecho a mantener la misma especiali-
dad, a postular a los diversos cargos en la misma o superior jerarquía judicial, sin que la
especialidad pueda ser considerada en su perjuicio.
Artículo 18.- Excepción a la especialidad por razón de carga procesal.
Por necesidad del servicio y en razón de la carga procesal el Consejo Ejecutivo del
Poder Judicial puede encomendar a los Magistrados, procesos de materias afines a su
especialidad, con las limitaciones que la ley impone”.
(5) Por Resolución Administrativa Nº 319-2008-CE-PJ, del 17 de diciembre de 2008, se
instauró la Especialidad Constitucional en la Corte Superior de Justicia de Lima.
(6) Por Resolución Administrativa Nº 006-2004-SP-CS, del 30 de setiembre de 2004, se
creó la Sub-Especialidad Comercial dentro de la Especialidad Civil.
– Especialidad Penal,
– Especialidad Laboral,
– Especialidad Contenciosa Administrativa,
– Sub - Especialidad Previsional(7).
Lo antes mencionado, es perfectamente válido, ya que en un mun-
do globalizado y moderno como el que vivimos no caben jueces
“todistas” y, en consecuencia, es necesario que el Poder Judicial cumpla
lo que establece su Ley Orgánica.
Lamentablemente, se aprecia en el día a día que a muchos magis-
trados los trasladan de una especialidad a otra, lo que no debe ocurrir.
Frente a este gran éxito, que podría haber servido para ir cam-
biando la percepción negativa que tiene la ciudadanía sobre el Poder
Judicial, de manera incomprensible, al inicio del 2007, se desarticuló
completamente a la Justicia Comercial al disponer que los Juzgados
Civiles les remitan 9,000 expedientes en ejecución de sentencia.
A la fecha, se sigue trabajando arduamente para recomponer la
Justicia Comercial en el Distrito Judicial de Lima y para ello se han
creado nuevos Juzgados Comerciales de Primera Instancia.
Por otro lado, y a fines de 2007, el Poder Legislativo le delegó en el
Poder Ejecutivo la facultad de legislar sobre diversas materias relaciona-
das con la implementación del Acuerdo de Promoción Comercial Perú-
Estados Unidos de América, al que se le conoce usualmente como TLC(10).
A mediados del año siguiente, el Poder Ejecutivo, y de acuerdo a
las facultades delegadas, expidió tres normas importantes para mejorar
la Administración de Justicia en Materia Comercial y la Nueva Ley de
Arbitraje, materia de comentario en este artículo(11).
En lo que respecta a este tema, la Nueva Ley de Arbitraje(12) ha
establecido las dos funciones que tiene el Poder Judicial en relación al
arbitraje, y que son la de colaboración y la de control.
(16) FORTÚN COSTEA, Alberto, Comentarios a la nueva Ley de Arbitraje, Difusión Jurídica y
Temas de Actualidad S.A. Barcelona, 2004, pp. 183 y 184.
(17) MONTERO MURIEL, Félix J., Comentarios a la Ley de Arbitraje de 2003, Editorial Aran-
zadi S.A., Navarra, 2005, p. 352.
(18) CORDERO CUTILLAS, Iciar, Comentarios prácticos a la Ley de Arbitraje, Editorial Lex
Nova, Valladolid, 2004, p. 593.
(22) CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando, Arbitraje comercial y de las inversiones, Fondo Edi-
torial de la UPC, Lima, 2007, p. 297.
(23) MONTOYA ALBERTI, Ulises, El Arbitraje Comercial, Cultural Cuzco S.A. Editores, Lima,
1988, p. 130.
(24) CARNACINI, Tito, Arbitraje, Traducción de Santiago Sentís Melendo, Ediciones Jurídi-
cas Europa-América, Buenos Aires, 1961, p. 153.
(25) Ibídem.
(33) Boletín Económico de ICE Nº 2626, del 6 al 12 de setiembre de 1999, donde comentan
Sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, haciendo referencia
al Asunto C-126/97, Eco Swiss China Ltd./Benetton International NV.
(34) HIERRO HERNÁNDEZ-MORA, Antonio y Rafael HINOJOSA SEGOVIA, op. cit.; p. 393.
(…)
(b) In addition to a final award, the arbitrator may make other decisions, including
interim, interlocutory, or partial rulings, orders and awards. In any interim, interlocu-
tory, or partial award, the arbitrator may assess and apportion the fees, expenses, and
compensation related to such award as the arbitrator determines is appropriate”.
(43) El Reglamento de la Corte de Arbitraje de la Cámara Oficial de Comercio e Industria
de Madrid, en su artículo 8, inciso 1, señala que:
“Artículo 8. Revisión prima facie de la existencia de convenio arbitral
1. En el caso de que la parte demandada no contestase a la solicitud de arbitraje, se
negase a someterse al arbitraje o formulara una o varias excepciones relativas a la exis-
tencia, validez o alcance del convenio arbitral, podrán darse las siguientes alternativas:
(…)
La decisión de los árbitros adoptará la forma de Laudo parcial y deberá ser adoptada en
un plazo máximo de 30 días desde la aceptación de los árbitros”.
(44) El Reglamento de la Corte de Arbitraje de la Cámara Oficial de Comercio e Industria
de Madrid, en su artículo 39, inciso 1, señala que:
“Artículo 39. Forma, contenido y comunicación del laudo
1. Los árbitros decidirán la controversia en un solo laudo o en tantos laudos parciales
como estimen necesarios. Todo laudo se considerará pronunciado en el lugar del arbi-
traje y en la fecha que en él se mencione (…)”.
1. Salvo acuerdo en contrario de las partes, los árbitros podrán, a instancia de cualquie-
ra de ellas, adoptar las medidas cautelares que estimen necesarias respecto del objeto
del litigio. Los árbitros podrán exigir caución suficiente al solicitante.
2. A las decisiones arbitrales sobre medidas cautelares, cualquiera que sea la forma
que revistan, les serán de aplicación las normas sobre anulación y ejecución forzosa
de laudos”.
(52) Ver Nota Nº 29.
(53) La Ley de Arbitraje de España Nº 60/2003, en su artículo 22, establece lo siguiente:
“Artículo 22. Potestad de los árbitros para decidir sobre su competencia.
1. Los árbitros estarán facultados para decidir sobre su propia competencia, incluso
sobre las excepciones relativas a la existencia o a la validez del convenio arbitral o
cualesquiera otras cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia. A
este efecto, el convenio arbitral que forme parte de un contrato se considerará como
un acuerdo independiente de las demás estipulaciones del mismo. La decisión de los
árbitros que declare la nulidad del contrato no entrañará por sí sola la nulidad del
convenio arbitral.
2. Las excepciones a las que se refiere el apartado anterior deberán oponerse a más
tardar en el momento de presentar la contestación, sin que el hecho de haber designado
o participado en el nombramiento de los árbitros impida oponerlas. La excepción con-
sistente en que los árbitros se exceden del ámbito de su competencia deberá oponerse
tan pronto como se plantee, durante las actuaciones arbitrales, la materia que exceda de
dicho ámbito.
Los árbitros sólo podrán admitir excepciones opuestas con posterioridad si la demora
resulta justificada
3. Los árbitros podrán decidir las excepciones de que trata este artículo con carácter
previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su decisión relativa al fondo del
asunto. La decisión de los árbitros sólo podrá impugnarse mediante el ejercicio de la
acción de anulación del laudo en el que se haya adoptado. Si la decisión fuese desesti-
matoria de las excepciones y se adoptase con carácter previo, el ejercicio de la acción de
anulación no suspenderá el procedimiento arbitral”.
(54) Ver Nota Nº 51.
el 23.2, permiten concluir que los árbitros deben dictar laudos parciales
en estos casos, con base en la remisión expresa al ejercicio de la acción
de anulación que contienen”(55).
Frente a ello, el artículo 47 de la Nueva Ley de Arbitraje del
Perú(56), referente a las medidas cautelares, señala que una Decisión
Cautelar será toda medida temporal, contenida en una decisión que
tenga o no forma de laudo y que contra ella se podrá formular una
Reconsideración(57). Es interesante esta norma, por cuanto al expedir
la decisión que otorga la cautelar solicitada, ésta puede tener una for-
ma de laudo, pero que en el fondo no lo será, ya que esa Resolución
sólo podrá cuestionarse por una Reconsideración y no por un Recur-
so de Anulación. Encontramos sustento para esta decisión en la esen-
cia de lo que es una Medida Cautelar, que es una medida temporal y no
definitiva en un proceso.
Luego de haber comentado diversos Laudos Parciales que se pue-
den emitir sobre materias de forma, evidentemente también se podrán
expedir todos los Laudos Parciales que sean necesarios sobre materias
de fondo en el desarrollo de un Proceso Arbitral.
(55) HIERRO HERNÁNDEZ-MORA, Antonio y Rafael HINOJOSA SEGOVIA, op. cit.; p. 392.
(56) El Decreto Legislativo Nº 1071, en su artículo 47, incisos 1, 2 y 3, establece que:
“Artículo 47.- Medidas Cautelares
1. Una vez constituido, el tribunal arbitral, a petición de cualquiera de las partes, podrá
adoptar las medidas cautelares que considere necesarias para garantizar la eficacia del
laudo, pudiendo exigir las garantías que estime conveniente para asegurar el resarci-
miento de los daños y perjuicios que pueda ocasionar la ejecución de la medida.
2. Por medida cautelar se entenderá toda medida temporal, contenida en una decisión
que tenga o no forma de laudo, por la que en cualquier momento previo a la emisión del
laudo que resuelva definitivamente la controversia, el tribunal ordena a una de las par-
tes (…)
3. (…) Ejecutada la medida podrá formularse reconsideración contra la decisión”.
(57) El Decreto Legislativo Nº 1071, en su artículo 49, inciso 1, establece que:
“Artículo 49.- Reconsideración
1. Las decisiones del tribunal arbitral, distintas al laudo, pueden ser reconsideradas
a iniciativa de una de las partes o del tribunal arbitral, por razones debidamente
motivadas (…)”.
(60) HINOJOSA SEGOVIA, Rafael, “La impugnación del laudo en la Ley de Arbitraje española de
2003”, en: Revista Peruana de Arbitraje, N° 3, Editorial Grijley, Lima, 2006, p. 375.
(61) Ver Nota Nº 53.
(62) Ver Nota Nº 51.
(63) FORTÚN CORREA, Alberto, op. cit.; pp. 184-185.
(64) El Decreto Legislativo Nº 1071, en su artículo 62, establece lo siguiente:
“Artículo 62. Recurso de anulación.
1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso consti-
tuye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez
por las causales taxativamente establecidas en el artículo 63.
2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido
bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido
Esto quiere decir que conforme a la Ley del Perú podrían existir
tantos Recursos de Anulación como Laudos Parciales y Laudo Final se
expidan en la tramitación de un mismo Proceso Arbitral y que ante la
Sala correspondiente de la Corte Superior se inunden de Recursos de
Anulación que provengan de ese mismo Proceso Arbitral.
Opinamos que ese no es el espíritu de la Ley; es decir, en un Proceso
Arbitral sólo podrá interponerse un solo Recurso de Anulación contra el
Laudo Final y donde se podrá incluir lo resuelto en los Laudos Parciales.
8. A MANERA DE CONCLUSIÓN
En base a lo desarrollado a lo largo de este artículo, presentamos
las conclusiones siguientes:
Wong Abad,
1ª Sala Comercial 1ª Sala Comercial ODICMA ODICMA 6ª Sala Civil
Julio Martín
Ruiz Torres,
1ª Sala Comercial 1ª Sala Comercial 8ª Sala Civil 8ª Sala Civil 8ª Sala Civil
Gustavo Guillermo
Lama More,
2ª Sala Cont-Adm 2ª Sala Cont-Adm 1ª Sala Comercial 1ª Sala Comercial 7ª Sala Civil
Héctor Enrique
R EVISTA P ERUANA
DE
La Rosa Guillén, Vocal de la Corte Superior Vocal de la Corte Superior 1ª Sala Comercial 1ª Sala Comercial 1ª Sala Comercial
Lucía María de Justicia de Santa de Justicia de Santa
Soller Rodríguez, Vocal de la Sala Mixta de la Vocal de la Sala Mixta de la 8ª Sala Civil 8ª Sala Civil 1ª Sala Comercial
Jesús Manuel Corte Superior de Junín Corte Superior de Junín
Niño Neira Ramos, Vocal de la Corte Superior Vocal de la Corte Superior Vocal de la Corte
A RBITRAJE N° 9
6ª Sala Civil 1ª Sala Comercial
María Leticia de Junín de Junín Superior de Junín
LAUDO PARCIAL Y EL MOMENTO PARA IMPUGNARLO VÍA EL RECURSO DE ANULACIÓN
109
110
ANEXO 2
R EVISTA P ERUANA
Conformación de la Segunda Sala Comercial que fue creada en mayo de 2009,
DE
y una referencia a los cargos que los Magistrados han ocupado con anterioridad
MANUEL VILLA-GARCÍA NORIEGA
A RBITRAJE N° 9
Inicios A partir de mayo
Magistrado/Año 2005 2006 2007 2008
del 2009 de 2009
Rossell Mercado, Sala B Penal 6ª Sala 2ª Sala Transitoria 5ª Sala Civil 4ª Sala 2º Sala
Juan Manuel Especial Penal Cont-Adm Cont-Adm Comercial
Martel Chang, 15º Juzgado 15º Juzgado 15º Juzgado 15º Juzgado 2º Sala
Rolando Alfonso Civil de Lima Civil de Lima Civil de Lima Civil de Lima Comercial
L AUDO A RBITRAL N ACIONAL
LAUDO
ÍNDICE
I. CLÁUSULA ARBITRAL
VII. EXCEPCIONES
XXI. LAUDO.
Resolución Nº 49
En Lima, a los 17 días del mes de noviembre del año dos mil ocho, el Tribunal Arbitral,
integrado en la forma señalada, luego de haber realizado las actuaciones arbitrales de
conformidad con la ley y las normas establecidas por las partes, actuada la prueba,
escuchado los argumentos sometidos y deliberado en torno a las pretensiones plantea-
das en la demanda y en la reconvención contenida en la contestación de la demanda,
por mayoría, dicta el laudo siguiente:
I. CLÁUSULA ARBITRAL
4. Los árbitros designados por las partes, doctores Walter Rivera Vílchez y Jorge
Bustamante Romero, no habiéndose puesto de acuerdo en la designación del Presiden-
te del Tribunal Arbitral, mediante carta de fecha 5 de diciembre de 2007 suscrita por
ambos, solicitaron a la Oficina de Conciliación y Arbitraje Administrativo del Consejo
• PRETENSIONES
• FUNDAMENTOS DE HECHO
exoneró del proceso de selección del proveedor para la adquisición de dicho material,
convocándose al proceso de Adquisición por Exoneración Nº 001-2007-DIRLOG-PNP.
11. Con fecha 19 de julio de 2007, COMBINED ofertó los productos señalados en
las bases administrativas por un monto total de US $ 3´220,600.00 (Tres millones dos-
cientos veinte mil seiscientos y 00/100 Dólares Americanos) y obtuvo la Buena Pro del
proceso de exoneración con fecha 20 de julio de 2007.
12. Con fecha 10 de agosto de 2007, una vez que COMBINED cumplió con remitir
la información requerida por la Entidad contratante, se firmó el Contrato Nº 043-2007-
DIRLOG-PNP (en adelante simplemente el Contrato).
13. A fin de dar inicio a la vigencia y ejecución del Contrato ya suscrito, el MININ-
TER solicitó (y COMBINED aceptó a través del Banco de Toronto en Estados Unidos) la
Carta de Crédito emitida por el Banco de la Nación del Perú por el valor del contrato,
conforme se había pactado en las Bases del Proceso de Selección, al amparo de la
quinta cláusula del Contrato, en calidad de garantía del pago de los bienes.
20. Considera COMBINED que el MININTER no podía declarar la nulidad del pro-
ceso de selección, pues el artículo 57º del Texto Único Ordenado de la Ley de Contra-
taciones y Adquisiciones del Estado – D. S. Nº 083-2004-PCM (en adelante la Ley)
establece que se podrá declarar la nulidad del proceso hasta antes de la suscripción del
Contrato, precisando que la declaración de nulidad de oficio sólo procederá cuando se
incurra en alguno de los supuestos establecidos por el artículo 9º de la Ley, situaciones
en las cuales no se encontraba COMBINED.
26. MININTER solicitó se declaren Infundadas las pretensiones formuladas por COM-
BINED en todos sus extremos, por los siguientes fundamentos:
33. No es cierto, según el MININTER, que la resolución del Contrato sea aplicable
a partir de la fecha de resuelto el Contrato, pues al no haber cumplido COMBINED con
estar inscrito conforme a ley, el Contrato no tiene vigencia ni validez desde su naci-
miento mismo. Así, Mediante Carta Notarial de fecha 01 de octubre de 2007, MININ-
TER cumplió con requerir a COMBINED subsane las observaciones de CONSUCODE
en la Resolución Nº 007-2007-CONSUCODE.
34. Según el MININTER, si el Contrato fue resuelto porque nació nulo, todo el pro-
ceso no puede haberse convalidado si no se ha llevado a cabo de acuerdo a ley por
causa imputable a COMBINED, quien no contaba con el requisito de ley, es decir, no
contaba con su inscripción en el RNP.
36. MININTER planteó reconvención contra COMBINED para que cumpla con re-
sarcir los daños y perjuicios causados al Estado Peruano hasta por la suma de S/.
3´527,900.00 (Tres millones quinientos veintisiete mil novecientos y 00/100 Nuevos
Soles), en los siguientes términos:
– Por Daño Moral: hasta por la suma de de S/. 1´000,000.00 (Un mi-
llón y 00/100 Nuevos Soles).
– Por Daño Emergente: hasta por la suma de 3´527,900.00 (Tres millo-
nes quinientos veintisiete mil novecientos y 00/100 Nuevos Soles).
38. La resolución del Contrato materia del arbitraje ha ocasionado –según el MI-
NINTER– que la PNP se vea privada de contar con las herramientas necesarias para
una efectiva acción de sus funciones.
VII. EXCEPCIONES
39. Con fecha 27 de marzo de 2008, MININTER dedujo –entre otras– la excep-
ción de representación defectuosa de la demandante, pues COMBINED no había
acreditado fehacientemente que don Jacob Kravel sea su representante legal, que a
la vez tenga facultades para interponer la demanda en el presente arbitraje y para
otorgar poder de representación o delegación de facultades a favor de Jack Hananya,
Cecilia Isabel Ruiz Morales y Julio César Roca Fernández. Para la entidad, según lo
señalado por el artículo 72º y artículo 75º del Código Procesal Civil se requiere que
esta facultad esté expresamente delegada o por lo menos se debe contar con poder
especial de manera literal.
41. En tal sentido, MININTER señaló, que la demanda no tiene claridad en el peti-
torio ya que ésta se interpone contra el MININTER / Policía Nacional del Perú en forma
solidaria siendo que la PNP no es Titular de la Resolución del Contrato sino que ésta
fue resuelta por Resolución Ministerial y no por acciones de la PNP.
46. Mediante escrito s/n ingresado de fecha 17 de abril de 2008, COMBINED ab-
solvió el traslado de las referidas excepciones en los siguientes términos:
48. En tal sentido, la representación legal que ejerce Jacob Kravel y el otorgamiento
de poder realizado a favor de Jack Hananya, Cecilia Isabel Ruiz Morales y Julio César
Roca Fernández, es totalmente legal y válido, teniendo de esta manera, las facultades
necesarias para poder desempeñarse dentro del proceso arbitral y defender los dere-
chos e intereses de COMBINED.
52. Mediante escrito s/n ingresado de fecha 30 de abril de 2008, COMBINED ab-
solvió el conocimiento de la contestación de la demanda y del traslado de la recon-
vención, bajo los siguientes argumentos:
56. Acto seguido se dio reinicio a la Audiencia. El Presidente del Tribunal Arbitral
invitó a las partes a un acuerdo conciliatorio que les permita concluir con las contro-
versias materia de este presente proceso arbitral. Las partes no negaron la posibilidad
de un acuerdo conciliatorio y el Tribunal Arbitral reiteró su invocación a que la contro-
versia se resuelva por conciliación y prosiguió con la Audiencia.
57. En este contexto, el Tribunal Arbitral, contando con la anuencia de las partes,
estableció como puntos controvertidos del presente proceso arbitral los siguientes:
62. En este estado, el Presidente del Tribunal Arbitral procedió a abrir el respecti-
vo pliego interrogatorio, el cual fue debidamente firmado e inserto a autos. Asimis-
mo, el Presidente exhortó al declarante a decir la verdad y contribuir al mejor cono-
cimiento de los hechos, a partir de lo cual se llevó a efecto la declaración del men-
cionado testigo.
65. En este acto, el Presidente del Tribunal Arbitral otorgó el uso de la palabra a los
representantes de ambas partes para que procedan a su exposición. Asimismo, se otor-
gó el derecho de réplica y duplica a ambas partes. Los árbitros integrantes del Tribunal
tuvieron la oportunidad de formular a las partes las preguntas aclaratorias que creyeron
conveniente las que fueron debidamente contestadas por las partes.
• PRETENSIONES
• FUNDAMENTOS DE HECHO
72. COMBINED aceptó, a través del Banco de Toronto en Estados Unidos, la Carta
de Crédito emitida por el Banco de la Nación del Perú, por el valor total del Contrato,
en cumplimiento de la Quinta Cláusula del mismo.
73. COMBINED inició, de acuerdo a los plazos de entrega pactados, con enviar los
productos antimotines adquiridos por la PNP, mediante Guías Nº 30730474065,
30730474032, 30730474043, bienes que a la fecha se encuentran en los almacenes
de ADUANAS. Con fecha 27 de septiembre de 2007, COMBINED, mediante fax Nº
15167777898, informó a la Jefatura de División de Abastecimiento de la PNP que ya
habían llegado los bienes materia de adjudicación y contratación.
84. Ante ello, el Presidente del Tribunal y el cóarbitro Walter Rivera Vílchez pro-
cedieron a informar. En ese sentido, el Presidente del Tribunal voluntariamente infor-
mó de las razones por las cuales había conocido en el colegio en Arequipa, cuando
cursaba la primaria, al árbitro Bustamante Romero y había mantenido relaciones de
trabajo en el pasado por los cargos públicos que tanto él como el árbitros Bustamante
Romero, así como la ausencia de amistad y conocimiento con el árbitro Rivera Víl-
chez a quien había conocido a propósito del presente arbitraje. Por su parte el coár-
bitro Walter Rivera Vilchez negó haber mantenido anteriormente cualquier tipo de
relación de trabajo profesional con el doctor Jorge Santistevan de Noriega e incluso
con el doctor Jorge Bustamante Romero.
87. Ninguno de los temas aludidos es materia del presente arbitraje ni cae bajo la
competencia del Tribunal. Ello explica que en el análisis que a continuación realiza el
Tribunal no se encuentre referencia a tales temas. Este Tribunal tiene competencia exclu-
sivamente para conocer las controversias derivadas del contrato que le sometan las par-
tes y no puede extender el ámbito de sus facultades a alegaciones periféricas que, si bien
se han efectuado tangencialmente, no han sido planteadas como puntos controvertidos.
88. En este sentido el Tribunal confía en que las investigaciones y acciones que se
encuentren en curso a cargo de las autoridades competentes del Congreso Nacional o
del control interno del MININTER o eventualmente de la Contraloría General de la
República diluciden las acusaciones que en su ámbito se planteen pues las conclusio-
nes a las que alega el Tribunal en el presente laudo se circunscriben a las consecuen-
cias legales del Contrato suscrito entre las partes y a la vigencia de las obligaciones que
su ejecución entraña.
bles sobre las cuales las partes tienen facultad de libre disposición. En cuando a lo
primero (determinable) para el Tribunal no hay duda de que la pretensión de indemni-
zación por daños y perjuicios es una materia determinable(1), pues así lo han hecho en
sus pretensiones cada una de las partes. Tampoco tiene dudas el Tribunal en relación al
segundo elemento de arbitrabilidad señalado en el mencionado artículo 1º de la Ley
Nº 26572 pues la pretensión de indemnización por daños es una sobre la cual las
partes tiene libertad de disposición, pueden reclamarla (como lo han hecho ambas en
este caso) o no reclamarla sin que haya fuerza legal imperativa que obligue a activar u
omitir esta pretensión. Cumplidos los dos requisitos de la ley el Tribunal concluye que
la pretensión de indemnización por daños y perjuicios es perfectamente arbitrable.
93. Dilucidado este tema, corresponde determinar si estas pretensiones sobre in-
demnización por daños y perjuicios pueden ser o no sometidas a arbitraje por las
partes a la luz del convenio arbitral aplicable al presente caso.
(1) Conforme al Diccionario de la Real Academia Española, determinable significa (i) que se
puede determinar; (ii) que se pueden fijar los términos. (www.rae.es).
(2) “Artículo 23º.- Inaplicabilidad del arbitraje
Las decisiones que emita la Contraloría General, en el ejercicio de las atribuciones de
autorización previa a la ejecución y pago de presupuestos adicionales de obra y a la aprobación
de mayores gastos de supervisión, no podrá ser objeto de arbitraje, en concordancia con lo
dispuesto en el numeral 4 del Artículo 1º de la Ley Nº 26572, Ley General de Arbitraje.
Asimismo, tampoco se podrá someter a arbitraje, las controversias que versan sobre materias
comprendidas en los alcances de las atribuciones previstas en el literal k) del Artículo 22º de la
Ley, las que no pueden ser sustraídas al pronunciamiento que compete a la Contraloría General.”
(3) “Artículo 22.- Atribuciones
(…)
k) Otorgar autorización previa a la ejecución y al pago de los presupuestos adicionales
de obra pública, y de las mayores prestaciones de supervisión en los casos distintos a los
adicionales de obras, cuyos montos excedan a los previstos en la Ley de Contrataciones
y Adquisiciones del Estado, y su Reglamento respectivamente, cualquiera sea la fuente
de financiamiento.”
95. Así las cosas, la pretensión de daños y perjuicios se deriva en el presente caso
de la ejecución contractual (se podría decir de la inejecución contractual alegada por
COMBINED) de donde resulta que no es admisible separar dicha pretensión de la dis-
puta que ha surgido sobre el contrato pues éste es la fuente de aquélla. De aquí que,
para este Tribunal, resulta claro que –bajo la redacción del convenio arbitral que se ha
reproducido en la introducción del presente laudo– la pretensión sobre indemnización
por daños y perjuicios que pretende se le reconozca COMBINED es una cuestión que
tiene relación directa con la ejecución del Contrato ya que proviene del alegado in-
cumplimiento de las obligaciones de la entidad. Por ello, el Tribunal concluye que la
pretensión de indemnización por daños resulta ser una materia válidamente sometida
a arbitraje y sobre cuya resolución la competencia del Tribunal está fuera de discusión.
98. Por estas consideraciones, el Tribunal estima que las pretensiones sobre indem-
nización por daños y perjuicios son perfectamente arbitrables conforme a ley y al con-
venio arbitral suscrito por las partes y que la excepción planteada por el MININTER
carece de fundamento.
101. Al haberse cumplido con el requisito, entre otros, de contar el proveedor del
Estado con el RNP válido y la constancia de no tener impedimento para contratar con
el Estado, mediante Oficio Nº 523-2007-DIRLOG/PNP-DIVABA-SEC, el Jefe de Divi-
sión de Abastecimiento, Coronel Armando Mendoza García comunicó a COMBINED
que le había sido otorgada la Buena Pro para la adquisición de agentes químicos y
municiones no letales. Ante ello, solicitó a COMBINED concurra con su representante
a las oficinas de la Dirección de Logística de la PNP para suscribir el respectivo Contra-
to, para lo cual debía presentar la documentación que en tal oficio se detallaba. Los
documentos solicitados a COMBINED eran: (i) Copia certificada del poder del repre-
sentante legal de la empresa; (ii) Copia del Documento de Identidad del representante
102. Satisfechos los requisitos legales establecidos, con fecha 10 de agosto de 2007,
el MININTER y COMBINED suscribieron el Contrato Nº 043-2007-DIRLOG-PNP para
la adquisición de agentes químicos y municiones no letales. Asimismo, se dio inicio a
la ejecución contractual derivada del pacto suscrito lo que se materializó en los si-
guientes actos propios realizados por ambas partes: (a) por parte del MININTER se
solicitó la Carta de Crédito emitida por el Banco de la Nación y aceptada por el Toron-
to-Dominion Bank que desencadenó la entrada en vigencia del Contrato y el cumpli-
miento de éste por parte de proveedor; y (b) por parte del COMBINED, sobre la base
del cumplimiento inicial efectuado con la Carta de Crédito, se dio inicio al cronograma
de envíos de material en ejecución del Contrato. Ambas conductas de cumplimiento,
realizadas por las dos partes contratantes, son enmarcadas por el Tribunal en el ámbito
de la ejecución contractual de buena fe a que convoca el artículo 1362º del Código
Civil(5). Al respecto, cabe destacar que, la doctrina civil como la doctrina administrati-
va, considera la buena fe como un principio esencial en las relaciones jurídicas y, en
particular, de aquellas que se derivan de la relación contractual. Jiménez Vargas-Ma-
chuca “la asocia con la rectitud, honradez, buen proceder, buena intención en la ver-
dad de un acto jurídico, etc. Teniendo una connotación loable, sana, socialmente acep-
table y deseable”(6). En la misma línea, De la Puente y Lavalle proclama “la buena fe ha
de cumplirse en consecuencia no sólo por los imperativos éticos que le son inherentes
sino, fundamentalmente, porque es una obligación que impone a las partes en la eje-
cución de los contratos el artículo 1362º del Código Civil”(7).
ción de las relaciones hasta el perfeccionamiento del acto que les de vida y en las
reacciones frente a los posibles defectos del acto (…)”(8).
105. Con fecha 1 de octubre de 2007, COMBINED fue notificada por el MININTER
vía fax con la Resolución Nº 007-2007-CONSUCODE-DPS, mediante la que se decla-
ró nulo el acto de levantamiento de la suspensión de inscripción de COMBINED, pues
CONSUCODE habría cometido un error en dicho trámite, lo que equivalía a un retiro
del Registro Nacional de Proveedores realizado con posterioridad al inicio de la ejecu-
ción del Contrato suscrito por el MININTER con COMBINED.
(8) MORÓN URBINA, Juan Carlos. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General.
Lima: Gaceta Jurídica, 2003, p. 37-38.
108. Por su parte, el MININTER señala que los fundamentos de COMBINED no tie-
nen sustento legal, pues el Contrato ha sido resuelto debidamente mediante Resolu-
ción Ministerial, al no haber cumplido COMBINED con lo dispuesto por artículo 8º de
la Ley, según el cual “(…) para ser postor se requiere estar inscrito en el Registro Nacio-
nal de Proveedores y no estar sancionado e impedido para contratar con el Estado”. En
ese sentido, a juicio de la entidad, al no contar COMBINED con inscripción jurídica-
mente válida en el RNP al momento de suscribir el Contrato, y en aplicación de la
cláusula décimo tercera del Contrato, correspondía que el MININTER resuelva el
Contrato. Asimismo, la entidad señala que COMBINED, faltando a la verdad, mani-
festó que era un proveedor extranjero no domiciliado en el Perú y que no contaba
con representante legal o apoderado en el Perú para efectos de la inscripción en el
RNP, siendo que COMBINED ya había acreditado ante CONSUCODE su representa-
ción en el Perú al iniciar anteriormente su trámite de inscripción en el RNP, situación
que había ocultado al MININTER. Esta circunstancia, según el MININTER, recién
salió a la luz después de suscrito el Contrato cuando CONSUCODE, mediante Reso-
lución Nº 007-2007-CONSUCODE/DPS de fecha 27 de setiembre de 2007, declaró
la nulidad de pleno derecho del acto de levantamiento de la suspensión de la inscrip-
ción de COMBINED, acto que fue ratificado mediante Resolución Nº 016-2007-CON-
SUCODE del 30 de octubre de 2007.
109. Conforme a lo alegado y probado por ambas partes, el Tribunal Arbitral puede
advertir que la decisión del MININTER para resolver el Contrato y declarar nulo el
proceso de selección se basa fundamentalmente en el hecho de que COMBINED no
contaba con inscripción válida en el RNP al momento de suscribir el Contrato. Ante
ello, el Tribunal analiza la parte resolutiva de la mencionada Resolución Ministerial,
que al respecto señala textualmente:
110. De la lectura de la citada parte resolutiva, este Tribunal Arbitral deduce que la
única razón que motivó al MININTER a declarar resuelto el Contrato fue la emisión de
la Resolución Nº 007-2007-CONSUCODE/DPS del 27 de setiembre de 2007. Por ello,
este Colegiado considera conveniente proceder a analizar los efectos que la legisla-
ción le otorga a dicha resolución.
113. Los procesos de inscripción en el RNP, son para el Tribunal un ejemplo claro de lo
que son los procesos de aprobación automática que, por su propia naturaleza, se en-
cuentran sujetos a la fiscalización posterior por parte de la Entidad. Por ello conforme al
inciso 3 del artículo 10º de la LPAG dicha inscripción podría ser declarada nula si, efec-
tuada la verificación posterior de los documentos, se advirtiera que los actos por los que
se adquiere facultades o derechos son contrarios al ordenamiento jurídico o fueron obte-
nidos sin que se cumplan los requisitos, documentación o trámites esenciales para su
adquisición. Sin embargo, para el Tribunal, más allá de discutir el fondo de la Resolución
de CONSUCODE, que no es competencia de este Colegiado, es claro que CONSUCO-
DE tenía la facultad de declarar la nulidad del procedimiento de levantamiento de ins-
cripción si realizada la fiscalización posterior advertía alguna causal de nulidad prevista
en la LPAG. Pero, sin perjuicio de reconocer dicha atribución de CONSUCODE, este
Tribunal se pregunta ¿qué efectos o consecuencias tiene la emisión de esta Resolución de
CONSUCODE con respecto al Contrato suscrito entre el MININTER y COMBINED?
118. Para este Tribunal es claro que los derechos adquiridos por COMBINED como
empresa no domiciliada respecto al Contrato suscrito con el MININTER, son dere-
chos adquiridos de buena fe que se corresponden con los actos propios cumplidos
por el proveedor para ejecutar el contrato una vez que el MININTER ejecutó las
prestaciones iniciales a su cargo, a los que no se les puede aplicar de manera retroac-
tiva los efectos de la Resolución Nº 007-2007-CONSUCODE/DPS, pues la suscrip-
ción del Contrato ocurrió ex ante la emisión de la mencionada Resolución de CON-
SUCODE y generó derechos adquiridos que la Resolución de CONSUCODE no pue-
de afectar retroactivamente .
119. En este contexto, el Tribunal toma en cuenta que quien solicitó la inscripción de
COMBINED en el RNP fue el MININTER. Consecuentemente, la relación administrati-
va destinada a la inscripción de COMBINED en el RNP se generó entre el MININTER
como administrado y el CONSUCODE como administración, siendo COMBINED un
tercero beneficiado por dicho trámite de aprobación automática.
121. Sin perjuicio de lo mencionado líneas arriba, este Tribunal, sobre la base de las
pruebas aportadas por ambas partes, tiene en consideración que:
122. Por estas consideraciones, para este Tribunal es claro que conforme a lo
dispuesto por el inciso 12.1 del artículo 12º de la Ley del Procedimiento Adminis-
trativo General(10) no pueden retrotraerse los efectos de la Resolución Nº 007-
2007-CONSUCODE/DPS sobre los derechos adquiridos anteriormente por un ter-
cero en el procedimiento de RNP como consecuencia de la suscripción del Contra-
to Nº 043-2007-DIRLOG-PNP.
126. En la misma línea, el Tribunal aplica –en tanto sea congruente con las normas
de rango legal– el Reglamento que es particularmente relevante en cuando a la resolu-
ción del contrato(13), las causales para proceder a ello(14) y al procedimiento previsto
para que dicha resolución tenga lugar(15).
127. Para el Tribunal, la resolución contractual como institución jurídica que ataca
el incumplimiento de obligaciones de alguna de las partes contratantes sólo se confi-
gura frente a un contrato válido y por causal sobreviniente a su celebración, al amparo
de lo dispuesto por el artículo 1371º del Código Civil(16).
128. Siendo así, el Tribunal debe verificar si, en el presente caso, estamos frente a un
contrato válido o inválido y si la causal que ha originado que el MININTER declare la
resolución del Contrato ha sido una causal sobreviniente a su celebración o, por el
contrario, se encontraba presente en el momento de su celebración.
129. De las pruebas aportadas y de lo manifestado por el propio MININTER, es
claro para este Tribunal que: (a) estamos frente a un contrato válido pues a su cele-
bración COMBINED contaba con todos los requisitos legales y solicitados por el
demandado para la suscripción del Contrato, incluida la inscripción en el RNP, pues
la Resolución de CONSUCODE que declaró inválida esta inscripción fue posterior a
la suscripción del Contrato; (b) de no haber contado con todos los requisitos de ley el
MININTER no hubiese podido proceder a la suscripción del Contrato. Además, con
relación a este punto, este Tribunal descarta la posición asumida y defendida por el
MININTER por contradictoria. En efecto, no es congruente que esta Entidad haya
pretendido al mismo tiempo: de una parte, (i) resolver el contrato bajo el entendido
de que, conforme a ley, se trataba de un contrato válido; y, de la otra, (ii) pretender la
nulidad del proceso de selección que da origen al Contrato que jurídicamente nunca
habría existido, bajo el argumento de que COMBINED nunca contó legal y válida-
mente con su inscripción en el RNP.
130. ¿Cómo explica entonces que la Entidad que ha suscrito el mencionado Contra-
to pretenda a la misma vez resolverlo si, conforme alega, la causal que motivó dicho
acto es una causal surgida después de la suscripción del Contrato? Como no hay una
respuesta lógica a esta pregunta fundamental, no es jurídicamente posible que se mo-
tive dicho acto administrativo (emisión de la Resolución Ministerial) bajo el supuesto
de una resolución del contrato, pues conforme lo hemos señalado y se desprende del
artículo 224º del Reglamento, esta institución jurídica sólo puede ser accionada cuan-
do se trate de contrato válido y por causal sobreviniente a su celebración, no por
causal precedente como se pretende en este caso.
134. Sin perjuicio de lo anterior, este Tribunal considera necesario desvirtuar cada
una de las causales de resolución contractual establecidas por el Reglamento en su
artículo 225º:
136. En este orden de ideas, este Tribunal estima que el MININTER no cumplió con
efectuar un requerimiento previo de imputación a COMBINED y por ello no se encuentra
141. Dicha preclusión está puesta de manifiesto por la diferenciación de dos grandes
etapas que por su propia naturaleza son perfectamente diferenciables (una primera
administrativa y una segunda contractual con elementos administrativos y de Derecho
Civil) y por lo tanto preclusivas: (a) el proceso de selección del contratista, el que se
rige por normas exclusivamente administrativas y tiene como mecanismo de solución
de conflictos las impugnaciones administrativas que en última instancia, en esta sede,
son conocidas por el Tribunal Administrativo del Consejo Superior de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado (conocido como Tribunal de CONSUCODE); y (b) el proceso
de ejecución contractual que tiene lugar desde el momento en que se suscribe el contra-
to con el Estado hasta su finalización con la liquidación del contrato, que está marcado
por las normas contractuales aplicables que pueden llegar a remitirnos al Código Civil y
que tiene como método de solución de controversias la conciliación o el arbitraje.
142. Se trata de etapas distintas, que precluyen y se excluyen por lo que para el
Tribunal: (a) la pretendida nulidad de un aspecto en la etapa administrativa de selec-
ción del contratista no puede incidir en la etapa de ejecución contractual; y (b) la
ejecución contractual no puede verse contaminada por la pretendida nulidad acaecida
en la etapa administrativa pues se trata de compartimientos estancos así concebidos en
la Ley y en la práctica de la contratación con el Estado.
144. Por lo demás, dicha preclusión no resulta caprichosa ni ajena a las necesidades
públicas de la contratación con el Estado y por ello está demarcada por la diferencia en
la metodología de solución de controversias: (a) en sede administrativa durante la etapa
administrativa de preparación del contrato con el Estado mediante las impugnaciones
administrativas que la ley prevé, bajo el marco de la norma especial de adquisiciones
146. Sobre la base de los artículos antes citados, este Tribunal advierte que si bien
el MININTER podía haber declarado nulo el proceso de selección, ante el supuesto
incumplimiento por parte de COMBINED de lo dispuesto por el artículo 8º(19) de la
Ley respecto de la inscripción en el RNP, esta declaración sólo podía haberse efec-
tuado antes de la celebración del Contrato. Así lo prevé, contundentemente, el artí-
culo 57º de la Ley cuando señala que el titular de la Entidad podrá declarar de oficio
la nulidad de un proceso de selección sólo si lo hace antes de la celebración de los
respectivos contratos.
147. La única posibilidad que prevé la Ley para declarar la nulidad después de ha-
berse celebrado los contratos, es la relación de las ocho causales previstas en el artícu-
lo 9º de la Ley que se refieren a la incompatibilidad para ser postores o contratistas de
quienes ejercen determinados cargos públicos o sus familiares o empresas con las que
tengan vinculación (incisos a) hasta h), de quienes han sido objeto de sanción adminis-
(18) DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge y Richard MARTIN TIRADO. Consecuencias de la ejecución tardía o
parcial por causa imputable al contratista. En: Actualidad Jurídica. Número 138. Lima: Gaceta
Jurídica, Mayo 2005. pp.19 y 20.
(19) Texto Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado – Decreto
Supremo N° 083-2004-PCm
“Artículo 8°.- (…) Para ser postor se requiere estar inscrito en el Registro Nacional de
Proveedores (RNP) y no estar sancionado e impedido para contratar con el Estado”. (el
énfasis es agregado)
trativa (incisos f) y g) y de quienes se puedan ver afectados por conflicto de interés por
haber participado previamente en la fase preparatoria de la contratación (inciso h).
Ninguna de estas excepciones al principio de preclusión son aplicables a las circuns-
tancias que tiene que dilucidar este Tribunal para resolver la presente controversia.
148. Luego de haberse desarrollado descriptivamente cada uno de las aristas más
importantes de la Resolución Ministerial que declaró al mismo tiempo resuelto el Con-
trato y nulo el proceso de selección correspondiente, este Tribunal considera necesario
verificar si estos supuestos se circunscriben a las causales de nulidad de resoluciones
dispuestas por el artículo 10º de la LPAG.
149. Los actos administrativos según lo previsto por el artículo 1º de la Ley Nº 27444
son declaraciones de las entidades destinadas a producir efectos jurídicos sobre los
intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación con-
creta. En ese sentido, corresponde determinar si la Resolución Ministerial se encuentra
o no incursa en alguna de las causales de nulidad previstas por la LPAG.
150. Para verificar esto último el Tribunal recurre a las causales de nulidad reguladas
por el artículo 10º(20) de la Ley Nº 27444 para comprobar si: (i) en primer término, la
Resolución Ministerial, como se ha señalado en párrafos anteriores, es contraria a la
Ley, el Reglamento y el Contrato suscrito por las partes; si (ii) en segundo lugar, la
Resolución Ministerial materia de controversia no contiene todos los requisitos de va-
lidez previstos por el artículo 3º de la Ley Nº 27444, pues el MININTER, conforme se
ha señalado, no tenía competencia para declarar la nulidad del proceso de selección;
y si (iii) en tercer lugar, no le son aplicables las causales referidas a actos de silencio
administrativo positivo, aprobación automática o constitutivos de infracción penal.
en el presente arbitraje, al no contar dicha Resolución con todos los requisitos esencia-
les para la validez de acto administrativo y al estar incursa dentro de las causales de
nulidad que dispone la LPAG ya que en puridad se trata de un acto administrativo nulo
y a nivel jurídico resultan sus efectos inaplicables al contrato que pretendió resolver.
154. En relación al Contrato, éste tiene total validez y plena vigencia pues, conforme
lo advertido por este Tribunal, al suscribirse el Contrato COMBINED cumplió con
todos los requerimientos legales y contractuales exigidos por el MININTER.
155. Además de ello, este Tribunal toma en consideración que la única razón por la
cual el MININTER decidió declarar resuelto el Contrato es la emisión de la Resolución
de CONSUCODE que declaró la nulidad de pleno derecho del acto de levantamiento
de la suspensión de la inscripción de COMBINED, es decir, que consideró como no
inscrito en el RNP a COMBINED. Sin embargo, para este Tribunal este hecho, confor-
me lo dispone la Ley y el Reglamento –y ha sido materia de análisis previo en este
laudo–, no se enmarca dentro de ninguna de la causales de resolución de contrato
establecidas por Ley y no ha cumplido con el procedimiento previo para que sea de-
clarado resuelto, por lo cual el Contrato goza de plena validez legal y vigencia para
que continúe su ejecución.
156. Lo anterior supone –y así deberá ordenarlo el Tribunal– que las obligaciones
recíprocas entre las partes derivadas del Contrato válidamente suscrito queden restitui-
das a plenitud para que el Contrato despliegue sus efectos legales y para que la entidad
pública logre con ello el objeto de interés público que está implícito en la contratación
con el Estado. En este contexto, el Tribunal valora de especial modo que el proceso de
selección haya sido objeto de una exoneración especial por motivos de emergencia en
158. El objeto del Contrato, conforme a la cláusula segunda del Contrato era la ad-
quisición de: (i) 35,000 Unidades de Granada Lacrimógena Presentación 3 cuerpos
por el monto de US$ 1 750,000.00; (ii) 50,000 Unidades de Cartucho Lacrimógeno
Presentación 3 cuerpos por el monto de US$ 1´400,000.00; y (iii) 20,000 Unidades de
Cartucho Cal. 12 ga. Munición de Goma por el monto de US$ 70,600.00. Por lo cual,
el monto total de estos bienes era de US$ 3´220,600.00.
159. Es conveniente precisar que conforme a la cláusula quinta la vigencia del Con-
trato corría partir de la confirmación, por parte del contratista, de recibida la Carta de
Crédito hasta la emisión de la conformidad por las entregas parciales o totales de los
bienes. Por ello, los bienes objeto del contrato estaban sujetos a un cronograma de
entrega, según el cual:
160. Conforme se advierte del expediente fue mediante Carta de Crédito emitida por el
Banco de la Nación y aceptada por el Toronto-Dominion Bank de fecha 12 de setiembre
de 2007 que entró en vigencia el Contrato, por ello los bienes objeto del mencionado
Contrato debían ser entregados conforme al cronograma dispuesto por las partes.
161. En esa línea, se verifica que mediante Guías Aéreas Nºs 030730474043,
030730474032 y 030730474065 del 22 de setiembre, 29 de setiembre y 6 de octubre
de 2007, respectivamente, COMBINED cumplió con enviar aproximadamente el 44%
de los bienes objeto del Contrato. COMBINED cesó de ejecutar las prestaciones a su
cargo debido a que, con fecha 15 de octubre de 2007, tomó conocimiento de la Reso-
lución Ministerial que pretendió declarar resuelto el Contrato y nulo el proceso de
selección lo que ha activado el presente arbitraje
162. Según lo dispuesto en la cláusula cuarta del Contrato: “los pagos se [realizarían]
con cartas de crédito documentarias después de entregada la cantidad parcial o total
por parte del contratista según lo establecido en el artículo 237º del Reglamento de la
Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, para tal efecto el responsable de dar
la conformidad de la recepción de los bienes deberá hacerlo en un plazo que no exce-
derá de diez (10) días de entregados los productos, a fin de permitir que el pago se
realice dentro de los diez (10) días siguientes”.
164. En conclusión, COMBINED ha cumplido con entregar bienes hasta por el mon-
to de US$ 1´416,328.00 (Un millón cuatrocientos dieciséis mil trescientos veintiocho y
00/100 dólares americanos) según se desprende de las Guías Aéreas y facturas obran-
tes en el expediente y que no han sido materia de objeción ni tacha por el MININTER.
165. Habiendo el Tribunal Arbitral verificado que, conforme a las guías aéreas y
factura, COMBINED ha entregado bienes objeto del Contrato por la suma de US$
1´416,328.00 (Un millón cuatrocientos dieciséis mil trescientos veintiocho y 00/100
dólares americanos), considera correspondiente se proceda conforme a la cláusula
quinta del Contrato. A tal efecto el MININTER deberá proceder a dar la conformidad
por las entregas parciales efectuadas y al pago respectivo por el monto antes señalado
de conformidad con la cláusula cuarta del Contrato.
167. El Tribunal estima necesario analizar si válidamente se han constituido los ele-
mentos esenciales de responsabilidad civil indemnizatoria.
168. La responsabilidad por daños se basa en los siguientes elementos que han de
considerarse para declarar fundada una pretensión de esta naturaleza: (i) antijuricidad
o ilicitud del acto que da lugar a la reclamación; (ii) daños efectivamente causados y
probados como consecuencia de dicho acto; (iii) la relación o nexo de causalidad
entre el acto ilícito que provoca el daño y los daños efectivamente probados; y (iv) la
imputabilidad o el factor de atribución que responsabiliza a quien los ha causado y le
obliga a indemnizarlos, factor que se define por medio del dolo o la culpa con el que
actúa el causante.
tensión indemnizatoria ya que, como lo ha mencionado, basta que uno de los elemen-
tos constitutivos de la responsabilidad por daños no se cumpla para que no se genere la
obligación de indemnizarlos.
172. Respecto al cálculo de los intereses, es necesario dejar indicado que la prohibi-
ción recogida en el Código Civil de toda capitalización, salvo en los supuestos previs-
tos de manera excepcional en los artículos 1249º y 1250º(22). A juicio del Tribunal,
esta prohibición alcanza, sin distinción alguna, a todas las clases de interés, incluyen-
do los intereses legales. No obstante, el Banco Central de Reserva del Perú fija la tasa
correspondiente al interés legal en términos efectivos, lo que implica considerar nece-
sariamente la capitalización de intereses, lo que resulta contrario a lo prescrito por el
Código Civil. El hecho de que el Banco Central de Reserva tenga atribuida la función
de fijar la tasa de interés legal, no lo autoriza a determinarla con prescindencia de lo
173. Por cuestiones de orden, el Tribunal Arbitral resolverá este punto en el acápite
XIX de este laudo denominado de los Gastos Arbitrales.
177. Dado que la medida cautelar resulta accesoria a lo que se resuelva en este
laudo, el Tribunal determinará la vigencia de ésta al momento de resolver, pues de
resuelto el principal de la demanda en definitiva y restablecida la vigencia del Contra-
to, el mantenimiento de la contracautela ofrecida queda cancelada de pleno derecho.
A este se avocará el Tribunal en la parte resolutiva del presente laudo por economía de
actuaciones arbitrales y flexibilidad propia del arbitraje, ya que tal medida no importa
violación alguna del principio de congruencia. A tal efecto, la parte interesada deberá
formular la solicitud correspondiente a la Secretaria del Tribunal.
XXI. LAUDO
Por las consideraciones que preceden, de conformidad con las disposiciones legales
que han sido citadas y de acuerdo con lo establecido por la Ley General de Arbitraje
– Ley Nº 26572, los árbitros por mayoría y en Derecho LAUDAN DECLARANDO:
OCTAVO: ORDENAR que los costos que cada parte ha efectuado en su defensa sean
asumidos por cada una de ellas y que el MININTER asuma el 80% de los costos comu-
nes del arbitraje.
ANTECEDENTES
I. DEMANDA
PRIMERA PRETENSIÓN.-
PAGO DE INTERESES.-
En marzo de 2008, el Procurador, Dr. Emilio Arce de la Torre Bueno, con las facultades
conferidas por R.M. Nº 0919 y R.D. 022, deduce excepciones, contesta la demanda y
formula reconvención.
EXCEPCIONES.-
CONTESTACIÓN A LA DEMANDA.-
CONSIDERACIONES DE HECHO
III. FUNDAMENTOS
VOTO SINGULAR
Por los fundamentos expuestos, el árbitro que suscribe opina que las excepcio-
nes formuladas por el MI son improcedentes; y que la demanda de CS contra el MI es
infundada, en toda sus partes y, por esta causa, CS debe asumir los costos pertinentes
que señala el art. 70 del D. Leg. 1071, que norma el arbitraje.
ARBITRAJE AD-HOC
Combined Systems INC / Ministerio del Interior
Resolución Nº 54
CONSIDERANDO:
(1) “Artículo 55.- Aclaración del laudo. Dentro del mismo plazo señalado en el artículo anterior,
cualquiera de las partes puede solicitar de los árbitros con notificación a la otra parte, una
aclaración del laudo.
La aclaración se efectuará por escrito dentro de los cinco (5) días siguientes a la recepción de
la solicitud, prorrogables por acuerdo de las partes. La aclaración forma parte del laudo.”
La doctrina arbitral es, incluso, más estricta al calificar las facultades de los
árbitros de aclarar su laudo.
Entonces, se puede aclarar sólo la parte resolutiva del laudo arbitral o, excep-
cionalmente, la parte considerativa, en cuanto tenga que ser entendida para la ejecu-
ción adecuada de lo ordenado. Una solicitud de aclaración de los fundamentos que
disfrace un pedido de revisión o reconsideración de la evaluación de las pruebas o del
razonamiento es evidentemente improcedente y, como tal, debe de ser desestimada.
(2) HINOJOSA SEGOVIA, Rafael. “El recurso de anulación contra los laudos arbítrales (Estudio
jurisprudencial)”. Editorial Revista de Derecho Privado – Editoriales de Derecho Reunidas
S.A. Madrid. España. 1991. Págs. 336 y 337.
(i) En uno se establece la plena vigencia del Contrato y dispone que las
obligaciones de las partes queden restituidas de pleno derecho en tan-
to que en el otro se declara fundada en parte la demanda y ordena el
pago de US$ 1’ 416,328.00 “como consecuencia de la ejecución del
Contrato como consecuencia de la ejecución parcial del Contrato rea-
lizado hasta el momento en que surgió la presente controversia”;
(ii) Asimismo, en su primer otrosí digo solicita se disponga la correc-
ción, integración y/o aclaración, pues señala no se ha cumplido con
señalar el motivo por el cual el coárbitro Jorge Bustamante Romero
no habría firmado el laudo.
(iii) En su segundo otrosí digo solicita se sobrecarte el plazo de 10 días
desde la notificación con el laudo para su cumplimiento en tanto no
se notifique con la resolución que aclara, corrige o integra lo solici-
tado en el principal y primer otrosi digo.
Respecto al pedido descrito en (iii) para que se sobrecarte el laudo, este Tribu-
nal considera no ha lugar lo solicitado pues las aclaraciones, correcciones o integra-
ciones forman parte integrante del laudo por lo cual éste será ejecutable a partir de
las resoluciones –como la presente– que resuelva dichos recursos, siempre y cuando
así lo soliciten la partes, como ha sucedido en el presente caso. En consecuencia, al
Tribunal no le cabe la menor duda de que el laudo al que se refiere la presente
resolución será ejecutable únicamente a partir de la notificación de la presente según
lo dispone el artículo 83º de la Ley General de Arbitraje pues en ese momento el
laudo quedará ejecutoriado.
NINTER surge como consecuencia del hecho de que una vez entre-
gados los bienes por parte de COMBINED SYSTEMS de acuerdo a las
bases administrativas, el MININTER se niega a otorgar la conformi-
dad de la recepción de bienes.
En relación con (i) primer punto de su solicitud, este Tribunal considera con-
veniente precisar que lo dispuesto en este punto resolutivo del laudo guarda directa
relación con lo solicitado por la demandante en su pretensión principal, la cual a la
letra señala: “Solicitamos dejar sin efecto legal la Resolución Ministerial Nº 0816-
2007-IN/0101 que resuelve el Contrato Nº 043-2007-DIRLOG-PNP, y como conse-
cuencia de ello se reconozca la validez del proceso de compra Exoneración Nº 001-
2007-DIRLOG-PNP y del Contrato Nº 043-2007-DIRLOG-PNP debiéndose ejecutar-
se de manera inmediata.” Pronunciarse de manera distinta, yendo más allá del petito-
rio transcrito, implicaría emitir un laudo ultra petita que ocasionaría incurrir en una
de las causales de anulación de laudo.
Decisiones
Constitucionales
y Judiciales
QUEJA Nº 1876-2009
LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL
SS.
TICONA POSTIGO
SANTOS PEÑA
MIRANDA MOLINA
MAC RAE THAYS
ARANDA RODRÍGUEZ
Expediente : 39979-2007
Demandante : Peru Holding de Turismo S. A. A.
Demandado : Centro de Conciliación y Arbitraje Nacional e
Internacional de la Cámara, miembros del Tribunal
Arbitral, Michele Lettersten.
Materia : Acción de Amparo.
RESOLUCIÓN: DOCE.
Lima, Treinta de Diciembre del dos mil ocho.-
SENTENCIA
AUTOS Y VISTOS: Resulta de autos que a fojas 91 a 119 Perú Holding de Turis-
mo S.A.A. (Antes Perú Real Estate S.A.) Interpone demanda de amparo contra los Árbi-
tros señores Lorenzo Zolezzi Ibarcena, Fernando Vidal Ramírez y José Talavera Herre-
ra, así como contra la señora Michele Lettersten Golidman y el Centro de Conciliación
y Arbitraje Nacional e Internacional de la Cámara de Comercio de Lima, y con las
copias que obra a fojas 197 a 200 en los seguidos por Perú Holding de Turismo S.A.A.
con Michele Lettersten Golidman sobre Anulación de Laudo Arbitral ante la Primera
Sala Civil Superior Subespecializada en materia del Comercial de Lima, sosteniendo
que se ha incurrido en violación de la tutela efectiva, del debido proceso, en agravio
de la demandante en el Laudo Arbitral recaído en la causa asignada con el Nº 840-
095-2003 que obra en copias a fojas 248 a 252 seguidas por Perú Holding de Turismo
S.A.A. Contra la señora Michele Lettersten Golidman sobre obligación de dar suma
de dinero. Expresa la demandante que las irregularidades en que se ha incurrido son
las siguientes: 1) Se ha expedido el Laudo sin que los arbitros hayan deliberado,
transgrediendo el derecho Constitucional plasmado en el inciso 5 del artículo 139º
mer párrafo del artículo 119º de dicha ley. Que finalmente, la misma Sala dejo señala-
do que no se había probado cómo la supuesta falta de deliberación, habría violentado
el debido proceso; b) Respecto a la supuesta contravención a la normatividad sobre
aclaración de resoluciones, la parte demandada sostiene que ante un escrito de Perú
Holding de Turismo S.A.A. presentado al Tribunal Arbitral, este emitió la resolución Nº
46 y que el Tribunal Arbitral en ningún momento pretendió realizar integración alguna,
sino que ante un pedido de la demandante al emitir la resolución respectiva efectuó
diversos comentarios que en nada afectan al debido proceso, siendo falso que el Tribu-
nal Arbitral pretendiera irregularmente aclarar o integrar el laudo mediante las resolu-
ciones Nº 46, 47 y 48; c) Sobre la presunta emisión del Laudo Arbitral sin las mayorías
requeridas, señala que los artículos 46º y 47º de la Ley General de Arbitraje prescriben
que: salvo las reglas particulares establecidas por las partes, las decisiones de los árbi-
tros se dictan por mayoría y, en caso no hubiese acuerdo mayoritario decide el Presi-
dente del Tribunal Arbitral; que en caso que los árbitros Vidal y Zolezzi los votos fueron
similares, concluyendo, por mayoría, que no correspondía que la demandada Michele
Lettersten Golidman pagara suma a Perú Holding de Turismo S.A.A. que la Ley no
exige que los laudos consten en un solo documento requiriendo el artículo 49º de la
Ley General de Arbitraje que el laudo conste por escrito con el voto de los árbitros; que
en el supuesto caso que los votos de los tres árbitros fueron distintos, resultaría aplica-
ble la regla de los artículos 46º y 47º de la Ley General de Arbitraje; según los cuales en
caso de no obtenerse acuerdo mayoritario decide el Presidente del Tribunal; que ello
es coincidente con el artículo 31º del Reglamento Procesal de Arbitraje del Centro de
Conciliación y Arbitraje Nacional e Internacional De La Cámara de Lima; d) Sobre la
presunta transgresión al deber de motivación de las resoluciones, no resulta cierto lo
expuesto por la demandante en el sentido que el arbitro Vidal Ramírez no se hubiera
pronunciado completamente sobre el primer punto controvertido que hace alusión a
las tres condiciones suspensivas pactadas en el contrato; que puede verse en el consi-
derando quinto del laudo que se ha hecho alusión a las tres condiciones suspensivas
pactadas en el contrato y en el noveno considerando el voto del doctor Vidal Ramírez,
se indica que al no haber cumplido Perú Holding de Turismo S.A.A con obtener el
préstamo a que se había obligado, no correspondía la devolución de la suma de dine-
raria entregada a la demandada, no habiendo resultado necesario para definir la litis al
analizar el cumplimiento o incumplimiento de la segunda o tercera condición suspen-
siva; e) sobre la presunta emisión del Laudo Arbitral fuera del plazo, la Sala Superior ha
señalado que el plazo máximo para laudar quedó fijado para el 31 de enero del 2006
y el voto del arbitro Zolezzi Ibarcena fue suscrito el 6 de enero, el voto del arbitro Vidal
Ramírez fue reubicado el 27 de enero y el voto del arbitro Talavera Herrera el 30 de
enero del 2006, siendo notificadas a las partes el 2 de febrero del mismo año. Por
resolución de fojas 353 se dio por contestada la demanda respecto de los otros code-
mandados; por resolución once de fojas 362 a 364, se declararon infundadas las ex-
cepciones de incompetencias y prescripción y/o caducidad interpuestas por la code-
mandada Michele Lettersten Golidman por escrito de fojas 294 a 299; habiendo llega-
do la oportunidad para emitir sentencia; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que la de-
manda de amparo de fojas 91 a 119; pretende se declare sin efecto jurídico el Laudo
Arbitral recaído en la causa Nº 840-095-2003 iniciada por la misma demandante con-
tra la señora Michele Lettersten Golidman ante el Centro de Conciliación y Arbitraje e
46, 47 y 48 en forma irregular; DECIMO: Que como surge del expediente arbitral, el 16
de febrero del 2006, luego de emitido el Laudo Arbitral, la parte demandante presento
un escrito en el cual solicito que el Tribunal Arbitral emitiera una certificación en el
sentido que la ultima resolución que aparecía en el expediente eran 3 resoluciones
emitidas cada una de ellas por un arbitro, con las fechas 6, 27 y 30 de febrero del 2006
(sic) y que no se había emitido un laudo con las mayorías requeridas por la ley, entre
otros argumentos; UNDECIMO: Que dicho escrito dio lugar a la emisión de una reso-
lución Nº 46 de fecha 27 de febrero del 2006, en cuyos considerándos los árbitros, por
unanimidad, dejaron señalado que no cabía duda que los votos emitidos por los árbi-
tros constituían el Laudo Arbitral y que expresan el acuerdo mayoritario de los árbitros;
DUODECIMO: Que por resolución Nº 47 de fecha 27 de marzo del 2006, el Tribunal
Arbitral declaro infundado el recurso de reconsideración planteado por la demandante
contra la resolución Nº 46 y, posteriormente, por resolución Nº 48 de fecha 21 de abril
del 2006, al proveer el escrito presentado por la demandante con fecha 5 de abril del
mismo año, el Tribunal Arbitral se ratifico en los fundamentos que sustentan las resolu-
ciones Nº 46, 47; DECIMO TERCERO: Que, de acuerdo a lo reseñado, es la propia
parte demandante la que ha dado lugar a los pronunciamientos sucesivos del Tribunal
Arbitral que se plasmaron en las resoluciones Nº 46, 47 y 48, por lo que mal puede
reclamar por la emisión de dichas resoluciones que proveyeron escritos presentados
por ella misma; no siendo posible admitir que ello haya implicado una transgresión al
derecho al debido proceso; DECIMO CUARTO: Que en cuanto al tercer fundamento
de la demandante en su demanda de amparo, esta consiste en que se ha emitido un
laudo sin las mayoras por la ley y, con ello, se habría transgredido el inciso 3 del
artículo 139º de la Constitución, pues no ha existido pleno respeto al debido proceso;
DECIMO QUINTO: Que esta denuncia constituye una clara e inadmisible reiteración
de los fundamentos del recurso de anulación del Laudo tramitado ante la Primera Sala
civil Superior Subespecializada en Materia Comercial de Lima, por lo que no puede ser
materia de acción de amparo de acuerdo al principio señalado en los considerados
tercero y quinto de la presente resolución, habiendo ya recaído pronunciamiento ex-
preso por parte de la citada Sala Civil; DECIMO SEXTO: Que adicionalmente a ello
cabe señalar que el fundamento esgrimido por la parte demandante en este punto no
tiene sustento valido, si se tiene en cuenta que de modo expreso los artículos 46º y 47º
de la ley 26572 regulan la manera como se forma el voto mayoritario de los árbitros al
emitir los Laudos y la situación de falla de acuerdo mayoritario, en cuyo caso decide el
Presidente DECIMO SEPTIMO: El propio Tribunal Arbitral en los considerados de su
resolución Nº 46, emitida por unanimidad, ha dejado claramente señalado que se pro-
dujo una votación por mayoría lo que fácilmente puede cotejarse con los votos indivi-
duales emitidos por los árbitros, sin que sea legalmente necesario que los 3 votos ha-
yan tenido que obrar en un solo documento; DECIMO OCTAVO: Que el cuarto susten-
to de la demanda de amparo consiste en que se ha transgredido el derecho Constitu-
cional referido a la motivación de las resoluciones contenido en el inciso 5 del artículo
139º de la Constitución, concordante con el artículo 118º de la Ley 26572; DECIMO
NOVENO: Que el argumento que se esgrime en este punto consiste en que el voto del
arbitro el doctor Fernando Vidal Ramirez no habría resuelto la controversia, al no ha-
berse pronunciado sobre el primer punto controvertido relativo al incumplimiento de
la señora Michele Lettersten Golidman de las 3 condiciones suspensivas pactadas en el
Noticias Arbitrales
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Cabe destacar que los árbitros peruanos miembros del Grupo Latino-
americano de la CCI son los doctores: Felipe Osterling Parodi, Alfredo Bullard
González, Fernando Cantuarias Salaverry y Carlos A. Soto Coaguila.
(Argentina), Alexis Mourre (Francia), José María Alonso (España), Claus von
Wobeser (México), Eduardo Silva Romero (Francia), Yves Derains (Francia),
entre otros.
Los temas de estudio serán convenio arbitral, tribunal arbitral, sede del arbi-
traje, actuaciones arbitrales, laudo y ley aplicable, anulación y ejecución de laudos,
arbitraje comercial internacional, arbitraje de inversiones y arbitraje con el Estado.
Agradecimientos
Agradecimientos
Agradecimientos
Santistevan de
Montezuma abogados
Noriega Abogados
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comentarios, noticias, artículos, laudos arbitrales o decisiones judiciales a la siguiente dirección: Av. Pardo
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El Comité Editor agradece todo envío sin comprometerse a su publicación.
La REVISTA PERUANA DE ARBITRAJE no comparte necesariamente las opiniones vertidas por los autores en
el presente número.
Índice
Índice General
General
ÍNDICE GENERAL
Contenido ............................................................................................................ v
Presentación ........................................................................................................ vii
DOCTRINA
Consecuencias de la anulación
de un laudo arbitral
GUILLERMO LOHMANN LUCA DE TENA (Perú)
1. Introducción .............................................................................................. 56
2. Sobre las causales de la anulación y sus consecuencias ........................... 56
2.1. Vicisitudes del convenio arbitral (Artículo 63.1[a]
en relación con artículo 41.1 de la LA) ........................................... 57
2.2. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales,
o no ha podido por cualquier otra razón hacer valer sus
derechos (Artículo 63.1° [b] LA) .................................................... 60
2.3. “Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones
arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al
reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o
disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este
Decreto Legislativo o de la que las partes no pudieran apartarse
o, en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han
ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo”
(Artículo 63.1°[c] LA). .................................................................... 64
2.4. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no
sometidas a su decisión. (Artículo 63.1°[d] LA) .......................... 65
2.5. Que, tratándose de arbitraje nacional, el tribunal ha resuelto
sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, (Artículo 63.1[e] LA) ............................ 66
2.6. Que, tratándose de arbitraje internacional, el tribunal ha
resuelto sobre materias que, según las leyes peruanas, no son
susceptibles de arbitraje, o se violenta alguna norma de orden
público internacional (Artículo 63.1[f] LA) .................................. 67
2.7. Que se ha expedido el laudo fuera del plazo pactado por las
partes o previsto en el reglamento arbitral o establecido por
el tribunal (Artículo 63.1[g] LA) .................................................... 67
DECISIONES CONSTITUCIONALES
Y JUDICIALES
Expediente Nº 39979-2007
Demandante: Perú Holding de Turismo S.A.A.
Demandado: Centro de Conciliación y Arbitraje Nacional e
Internacional de la Cámara de Comercio de Lima,
miembros del Tribunal Arbitral, Michele Lettersten
Materia: Acción de Amparo ............................................................ 177