Barbieri - Los Ambitos de Accion de Las Mujeres
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Los ambitos de acci6n de las mujeres*
M. TERESITA DE BARBIERI
A Lucas
[203]
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204 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Para el desarrollo de esta secci6n me baso en los trabajos que analizan en Mexico la vida coti-
diana y el trabajo domEstico en distintas categorias de mujeres: Blanco (1986), Goldsmith (1986; 1989),
Sanchez y Martini (1987), Selva (1984) y en mis propias investigaciones.
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 205
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206 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Una de las primeras ideas con que emerge el movimiento feminista dice que
"lo personal es politico", que hay que "romper el silencio", expresar el malestar
individual en formulaciones colectivas a ser debatidas por la opini6n publica en
la esfera publica. Paralelamente cobra importancia un nuevo objeto de estudio
academico: el de la participaci6n social y politica de las mujeres. El analisis versa
sobre el d6nde, cuindo, c6mo, por que y para qu6 las mujeres se organizan, esta-
blecen objetivos de lucha, salen a la calle, los resultados obtenidos en sus acciones
y la cultura politica que se genera en la acci6n.
Las motivaciones de la organizaci6n de las mujeres pueden resumirse muy su-
cintamente en tres: a) por malestares en lo privado relacionados directamente con
los papeles domesticos de las mujeres: desde el agua, la energia el6ctrica, la escuela
para los hijos, el acceso a servicios de salud y de anticoncepci6n, hasta la vida
misma del esposo, los hijos, los nietos desaparecidos por el terrorismo de Estado;
b) como trabajadoras, por demandas surgidas en los lugares de trabajo, en las ocu-
paciones dominadas por mujeres: maestras, costureras, trabajadoras de la salud,
etc; c) por propuestas de cambio en las relaciones de subordinaci6n de las muje-
res: en el caso de Mexico, contra la violaci6n y la violencia sexual, y a favor del
aborto.
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 207
Las dificultades para ubicar la accion femenina en una u otra esfera de la socie-
dad, se hacen mas claras cuando en afnos recientes y principalmente en los paises
centrales, se comienza a analizar la relaci6n de las mujeres con el Estado, a partir
del estudio de las politicas sociales. En este sentido, el articulo de Hernes (1989)
me parece paradigmatico. En un esfuerzo de sistematizaci6n riguroso, la autora
sefiala distintas facetas de esta relaci6n. El Estado como empleador de mujeres,
caracteristico de la ampliaci6n de funciones del EB: a) Los sistemas educativos, de
salud y seguridad social ocupan a mujeres profesionales (maestras, educadoras,
profesoras, enfermeras y trabajadoras de salud en general, trabajadoras sociales,
etc.). b) El Estado como proveedor de servicios que consumen principalmente las
mujeres en la medida en que son las beneficiarias directas (salud, pensiones, o
compensaciones y primas), o las intermediarias (educacion de los hijos, guarderias
y estancias infantiles,jubilaciones de esposos, padres, etc.). c) El Estado como inter-
locutor de la accion colectiva en el cumplimiento de sus funciones de empleador y
otorgante de servicios. Es decir, las organizaciones y acciones femeninas que ejer-
cen presi6n al Estado para que cumpla con las funciones que el ordenamiento
juridico le confiere en materia de servicios sociales.
La autora muestra que estos espacios publicos son heterogeneos, tienen normas
y logicas de funcionamiento distintas, que obligan a acciones tambien diferentes.
Pero pese a ello, y por eso lo considero paradigmatico, los engloba en la esfera de
lo puiblico.
Tal vez mas que culpar a las feministas y a las estudiosas de los generos de l
insuficiencias de la dicotomia, valdria la pena una mirada un poco mas desa
sionada acerca de la historicidad de la representacion de lo publico y lo privad
Las feministas y estudiosas de la condici6n femenina no la inventamos; estaba a
ya desarrollada en el pensamiento social. El derecho, la economia, la filosofia y
ciencia politicas y la sociologia han caracterizado y analizado estas dos esferas
la sociedad.
En las ciencias juridicas se distingue entre el derecho puiblico y el privad
primero rige las relaciones entre gobernantes y gobernados. Para que algo s
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208 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
su competencia, requiere que la ley lo determine expresamente. Las ramas del de-
recho publico son el constitucional, el administrativo y el penal. El derecho pri-
vado, por su parte, es el que norma las relaciones entre iguales, las personas fisicas
y morales. La ley fija las lineas generales de los actosjuridicos; el Estado s61o actua
como garante en algunos actos formales y en los casos en que los acuerdos entre los
particulares no se cumplen. Son ramas del derecho privado el civil y el comercial.
En los manuales de introducci6n al derecho se sefiala que hay otras ramas que
estin a medio camino entre el publico y el privado: el denominado derecho so-
cial. Lo integran el derecho laboral y el agrario, que surgen como producto de las
transformaciones sociales acaecidas desde fines del siglo XIX y durante el siglo xx.
En si mismas las relaciones de compra y venta de trabajo son propias del derecho
privado; pero a partir del surgimiento del EB y de la profundizaci6n del Estado
como garante y promotor de los derechos individuales, las relaciones de trabajo se
han vuelto cada vez m;is objeto de la vigilancia del Estado. Se supone que de esta
manera se protege a importantes sectores de la poblaci6n desfavorecida desde el
punto de vista socioecon6mico y se asegura la paz social. Objetivo ultimo que el Es-
tado se propone salvaguardar. Algo similar ocurre con el derecho agrario referido
a las clases trabajadoras en el campo y la propiedad de la tierra, uso de los cursos
de agua, bosques, etcetera.
En economia, la distinci6n publico-privado pasa por la titularidad de la propie-
dad de los bienes econ6micos, incluido el dinero. Es publica la actividad economica
que ejerce el Estado sobre los bienes nacionales, cuya administraci6n le corres-
ponde. Ambito privado de la economia lo constituyen todas las actividades de las
personas fisicas y morales. Con el crecimiento de la actividad del Estado, el ambito
econ6mico estatal tambien se expandi6, en ciertas ramas y actividades en las que
su 16gica de funcionamiento es similar a la de la economia privada o de los par-
ticulares. De ahi que se emplee el concepto de economia paraestatal o economia
semipublica para estos campos de la acci6n del Estado.
En la sociologia, la ciencia politica y la filosofia politica, la distinci6n entre
publico y privado tiene varias acepciones, que recogen posiciones teoricas y cam-
pos de analisis diferentes. En una primera acepci6n, lo publico y lo privado siguen
a la economia y al derecho. Es publico lo referido al ambito y la propiedad estata-
les, y privado lo que acontece en la esfera no estatal. Por ejemplo, en las teorias del
desarrollo de los afios cincuenta y sesenta y mis recientemente en los anAlisis de las
politicas sociales, es frecuente encontrar el thrmino publico como sin6nimo de
competencia y acci6n del Estado.
Una segunda acepci6n parece provenir de un origen anterioi. Siguiendo la
representaci6n espacial del medioevo (Duby, 1988), lo publico hace referencia
a los espacios, bienes, servicios, funciones, actividades que son de uso e interns
colectvo, principalmente en las ciudades y conjuntos humanos especificos: pla-
zas, calles, mercados, caminos, costas, playas, corrientes de agua, bosques, etc. Su
creaci6n, conservaci6n y empleo exigen responsabilidades individuales que estAn
sometidas a control colectivo. Una parte importante de los gobiernos municipales
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 209
y locales tiene a su cargo el cuidado de esos bienes colectivos. Fuera de estos espa-
cios y actividades, todo lo demats es privado, es decir, competencia de las familias,
hogares e individuos.
Una tercera acepci6n es la que seiala Ortega y Gasset en La rebelion de las ma-
sas, quien distingue el publico de la masa. Mas concretamente para este autor, el
publico es ese conjunto humano que participa de manera pasiva en la recepci6n de
mensajes de los medios de comunicaci6n, espectAculos, lectura de libros y peri6di-
cos, etc. Es, por lo tanto, un agregado de personas mis acotado que la masa. Mien-
tras en esta ultima priva el anonimato y la indiferenciaci6n, en el publico hay un
primer nivel de individualizaci6n.
Pero el nucleo duro de la distincion entre publico y privado parece encon-
trarse en la teoria del contrato social. Subyace a la elaboraci6n conceptual que
cuestiona el ordenamiento feudal y posibilita la constituci6n de la democracia bur-
guesa, la aparici6n del individuo libre -ciudadano en quien descansa la soberania
de la nacion y del Estado moderno. El ser libres e iguales (todos hijos del mismo
Dios) les posibilita contratar y acordar entre ellos. Es decir, eliminar el sistema de
estatus adscrito por nacimiento, relacionarse a traves de la propiedad y acordar las
normas y funcionamiento del gobierno. Asi se constituye la sociedad civil, cono
la suma de los individuos-ciudadanos. Publico y privado son las esferas en que
se divide la sociedad civil. En la primera, que fue objeto de reflexicn de los con-
tractualistas, acontecen las actividades propias de la ciudadania. La privada, en
cambio, no es politica por definici6n. Segun Pateman (1988) la dicotomizaci6n de
la sociedad civil entre publico y privado se acompana de otras dicotomias en la re-
presentaci6n de la sociedad tales como civil/natural, varon/mujer, como veremos
posteriormente.
La esfera publica es el espacio "minimo" al decir de I-abermas (1986), donde los
ciudadanos (propietarios) acuerdan las reglas que aseguren la autonomia privada,
y en especial la libre concurrencia del mercado. La accion de control del Estado
que tiene lugar en lo publico se realiza mediante la libre circulacion de las ideas.
Es por lo tanto el espacio de la generaci6n de la opini6n publica (ibid.).
Los cambios en el derecho y la elaboracion en el pensamiento social se corres-
ponden con procesos sociales mas amplios que han tenido lugar desde el siglo
XVIII. Vale la pena dirigir la mirada hacia alii, puesto que tienen concreciones y
significados distintos para varones y mujeres.
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210 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 211
ahora fuera de sus miradas; se les induce a vigilar los cuerpos propios y los de
los hijos e hijas, y a incorporar habitos de higiene en la vivienda y los quehace-
res domesticos. Hausen (1978) muestra que desde fines del siglo XVIII y todo a lo
largo del siguiente, se produce la creaci6n discursiva en Alemania de los "caracte-
res de g6nero" (Geschlechtcharakteren), "una mezcla de biologia, destino y esencia".
Actividad y racionalidad como atributos masculinos, pasividad y emocion como
atributos femeninos, combinados de multipes formas, resultan en la definici6n de
los roles de genero y una interpretaci6n de la realidad, que predestina a las muje-
res confundiendolas con la familia y lo privado; en tanto los varones se identifican
con la eficiencia necesaria para la competencia en el mundo puiblico.
Otros autores han puesto en evidencia la extension, en ese mismo tiempo, del
sentimiento del amor maternal (Badinter, 1981) y la aparici6n del amor romlntico
en la formacion de las parejas (Shorter, 1977), que justifican y refuerzan la ads-
cripci6n de las mujeres a la esfera privada. Es decir, existe evidencia hist6rica como
para sostener que lo publico como masculino, y lo privado como femenino, dos
esferas de la sociedad separadas y con asignaciones de g6nero, no son un invento
feminista ni de la investigaci6n sobre las mujeres. Es una representaci6n social
construida en el proceso de la modernidad, que arraig6 muy profundo en las
mentalidades hasta la segunda mitad del siglo xx (Hausen, 1976). Es una repre-
sentaci6n que ademAs, al asignar a la esfera publica la exclusividad de la poliica,
naturaliz6 y despolitizo las relaciones sociales que tienen lugar en la esfera privada.
Para entender la conformaci6n de dicha representaci6n hay que considerar el
interes de la burguesia en garantizar la igualdad de los ciudadanos frente al Es-
tado. Este solo debia guardar la integridad de las fronteras nacionales, vigilar el
orden interno mediante la policia y eljuicio a los delincuentes y captar los impues-
tos previamente establecidos.
El ordenamiento interno de los hogares, la divisi6n del trabajo dentro de ellos,
las responsabilidades y las lineas de autoridad eran cuesti6n privada. Privados
tambien eran los capitales y los patrimonios, el uso y el abuso a que se sometia la
fuerza de trabajo contratada libremente.
Pero se corria un serio peligro en una sociedad de iguales, que no estaban
separados ya estamentariamente por el nacimiento. Los negocios podian peligrar
y los patrimonios desvanecerse. En las fAbricas y talleres el contrato de trabajo
celebrado entre iguales, subordina a trabajadores(as) durante el tiempo diario en
que venden su fuerza de trabajo. En este lapso no es libre de producir, moverse
ni actuar sino que debe someterse a lo que el empleador disponga, como bien lo
analiz6 Marx. En los hogares, habia que crear mecanismos para que el contrato
matrimonial asegurara a la vez al esposo el acceso sexual exclusivo al cuerpo de la
esposa, la paternidad de los hijos y el cuidado del patrimonio domestico. Contrato
celebrado entre seres libres, debia sin embargo subordinar a una de las partes
(Pateman, 1988).
Por un lado las mujeres no accedieron a la ciudadanfa. Por el otro, se crea-
ron representaciones sociales fuertes, complejas, que reforzaron yjustificaron la
no ciudadania femenina. De este modo, se generaron barreras insalvables den-
tro de lo humano. Las jerarquias sociales a partir de las diferencias sexuales se
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212 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 213
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214 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 215
referente al Estado y al gobierno. Son las que luchan por incidir en el poder y
la gesti6n estatal. Se encuentran aqui las organizaciones que integran el sistema
politico existente en un momento dado: partidos y otras organizaciones con cierto
grado de estabilidad y cierta trayectoria, que compiten por la conquista del poder
del Estado, por permanecer en el gobierno o llegar a el. Es una actividad regulada
por la legislacion politica. En segundo lugar, a las organizaciones que no confor-
man el sistema politico, que no tienen entre sus objetivos apropiarse del poder del
Estado ni estar representados en 61, pero que cuestionan, proponen y demandan
al Estado y al gobierno desde muy distintas formas de acci6n. Pueden ser organiza-
ciones permanentes o no; este es el campo de acci6n de los distintos movimientos
sociales. La normatividad juridica es mfis laxa en este ambito.
En el sistema politico y en los movimientos sociales se gesta una parte impor-
tante de la opini6n publica, pero para su expresi6n se requiere, ademas, de es-
pacios institucionales de generaci6n de informaci6n y de trasmisi6n. De ahi el
lugar destacado que ocupan las instituciones acad6micas y de investigaci6n y los
medios de comunicaci6n en la generaci6n, anAlisis, difusi6n y trasmisi6n de la in-
formaci6n, las ideas, las propuestas, las criticas sobre la sociedad, el gobierno y el
Estado.
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216 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 217
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218 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
3 Conslderar el mundo del mercado de trabajo como un ambito especifico, diferente del publico,
para nada quiere decir que me despreocupe del problema de la desregulaci6n, proceso por el cual se
busca aumentar las tasas de explotaci6n de la fuerza de trabajo, cargar los costos de la produccidn a
los(as) trabajadores(as) y en la medida de lo posible, llevar el espacio laboral al domicilio como manera
de evitar las posibilidades de interacci6n, germen o primer nivel necesario para la protesta, la critica
y el movimiento social.
El proceso de domiciliarizaci6n de los procesos de trabajo replantea el caracter del contrato de tra-
bajo. Ahora ya el empleador no ejerce el control directo del proceso de trabajo sobre el/la trabajador(a)
y por lo tanto se diluye aparentemente el sometimiento del cuerpo durante el lapso que contrata a la
fuerza de trabajo. La subsunci6n formal del trabajo al capital aparece asf desdibujada.
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 219
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220 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
algunos de los temas que requieren de ser analizados con profundidad. Por otra
parte, la investigaci6n reciente muestra cambios en los patrones de organizaci6n
de la vida familiar, que no se pueden perder de vista. Asimismo los procesos mis
recientes de desregulaci6n laboral y disminuci6n y achicamiento del EB se orientan
a fortalecer y refuncionalizar la esfera dom6stica.
Llegamos finalmente a la esfera de lo intimo, lo personal, espacio de la liber-
tad individual, del afecto y las pulsiones. El lugar del sujeto con sus derechos y
garantias, con sus compromisos y responsabilidades. Ambito donde se expresan
las determinaciones biol6gicas, socioculturales y psiquicas en permanente reaco-
modo, con sus potencialidades y limitaciones. Son conocidos los fuertes intentos
exitosos por parte del Estado y otras instituciones sociales y econ6micas para nor-
mar y regular la conducta, limitar las potencialidades de pensamientc y acci6n. Es
en los sujetos, las personas, los individuos donde toman cuerpo las construcciones
simbolicas e imaginarias que dan sentido a la acci6n social.
"Lo personal es politico" expresa -justamente- las determinaciones y pre-
siones que ejercen el Estado y las instituciones sobre las mujeres (y tambien sobre
los varones) para moldear sujetos obedientes y adaptados: consumidoras(es), tra.
bajadoras(es) con y sin remuneraci6n, ciudadanas(os) madres y padres de familia
disciplinados(as) que permitan el maximo de consenso con el minimo de coerci6n
posible.
En los ultimos treinta afios han tenido lugar acciones colectivas y movimien-
tos sociales muy variados que reivindican la esfera intima como campo de lucha:
los movimientos feministas, los homosexuales, los que se articulan en torno a los
derechos reproductivos, los partidarios de la eutanasia, losj6venes y los viejos(as).
Mucho se ha escrito acerca de ellos. Pero mSs alla de sus diversidades y heteroge-
neidades, es posible ver en estos movimientos el afianzamiento de los principios
plasmados en la Declaracion de los Derechos Humanos vigente hoy en dia. Estos
enarbolan la defensa de la autonomia personal en la orientacion del deseo y las
pulsiones, de la integridad del cuerpo, de la autodeterminaci6n de la vida ante
los poderes mayores y menores que en funcion de sus intereses, imponen practicas
etica yjuridicamente inaceptables. El reforzamiento de la esfera intima y personal
obliga a la vez a ampliar la tolerancia y el reconocimiento de la otredad tanto desde
las instituciones, las corporaciones y el Estado como desde las personas.
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 221
entre las generaciones tambien fueron redefinidas y ubicadas en los imbitos mayo-
res de representacion. Los principios de igualdad y libertad se disefiaron para los
individuos-ciudadanos-jefes de familia-propietarios, varones adultos. Quienes no
tuvieron esas caracteristicas biologicas y sociales quedaron excluidos(as) de parti-
cipar de la esfera publica y de dominar en la privada. Para ejercer la dominaci6n
legitima entre las y los excluidos(as) fue necesario producir discursos, crear este-
reotipos, ficciones juridicas, identidades y principios morales de menor nivel de
generalidad y en los que pudieran verse reflejados(as). Asi se gener6 obediencia
automatica entre los seres humanos muy diversos que no l1egaban a la condici6n
de sujetos.
Pero al expandirse el valor, la divisi6n social del trabajo, la asalarizaci6n y la bu-
rocratizaci6n de las sociedades, se generaron contradicciones entre los principios
fundamentales de igualdad y libertad y las condiciones de existencia de los y las
subordinados. La dominaci6n burguesa masculina adulta debi6 ceder derechos y
espacios sucesivamente a las distintas categorias: trabajadores, mujeres, jovenes,
nifias y niiios. Estos reconocimientos de nuevos sujetos, redefinieron aquella do-
minaci6n, mas no acabaron con ella.
Las declaraciones de las garantias individuales y los derechos humanos que
tienen lugar a lo largo de los siglos XIX y xx amplian las categorias de ampara-
dos(as) y de la ciudadania. En cada uno de estos cambios, la esfera privada se
erosiona, se vuelve cada vez mas controlada y segmentada. Deja de ser sin6nimo
de lo domestico. Lo privado, espacio de la autonomia personal, sejuega en todos
los ambitos de la interacci6n social, dentro y fuera del domicilio: en las relaciones
afectivas y familiares, en el consultorio medico y en los centros hospitalarios de
propiedad estatal y privada, en el lugar de trabajo, en las transacciones comerciales
cotidianas, en las organizaciones sociales y las acciones colectivas. Su preservacion
exige estar alerta y permanentemente a la defensiva y como contrapartida, de
mecanismos eficaces para la salvaguarda y la denuncia de las arbitrariedades.
Puiblico y privado son ya hoy, como tantos autores lo han sefialado y anali-
zado, inoperantes; restringen y confunden el conocimiento sobre las sociedades
y la comprension de sus actores. Parece entonces necesario representar a las so-
ciedades actuales con otros imbitos, de manera de dar cuenta de la diversidad en
que transcurre la vida social. Metodologicamente, desde el punto de vista de la
investigaci6n sobre las mujeres y los generos, he tratado de recuperar las tramas
de relaciones, las normatividadesjuridicas y culturales, los actores e interlocutores
en los espacios por donde se mueven.
Como resultado de esta busqueda he propuesto seis espacios principales: el de
la accion y competencia estatales; el de la esfera puiblica; el de la sociedad civil con
ciertos niveles de organizaci6n; el econ6mico o del mercado (mercado de bienes
y servicios, por un lado; el de fuerza de trabajo, por el otro); el ambito domestico;
el intimo o personal.4
4 La fil6sofa feminista Nancy Fruser (1989) propone tres esferas que llama "politica", "econ6mica",
"dom6stica". Puesto que el inter6s central de su articulo no es lo piblico y lo privado, no ofiece una
fundamentaci6n extensa sobre su propuesta.
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222 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Los sujetos, varones y mujeres, participan en todos ellos y en sus vidas coti-
dianas interactuan sucesiva y a veces concomitantemente en unos y otros. En el
proceso largo de la modernidad y el desarrollo capitalista, la construcci6n social de
los generos ha variado y con ella la asignaci6n generica de ambitos de sociabilidad.
No obstante, la dominacion y la hegemonia social y politica sigue siendo mascu-
lina. Baste recordar que en las cupulas decisorias del sistema financiero mundial y
de las naciones y de los aparatos militares (~qui6n niega que en ellos estA la maxima
concentraci6n del poder en las sociedades contemporaneas?), la presencia feme-
nina es nula o casi nula y no tienen cabida las perspectivas politicas que cuestionan
la subordinaci6n de genero. Esta hegemonia masculina se observa tambien en la
division social del trabajo, en la que pese a las transformaciones y cambios, se ha
redefinido sobre la base de la descalificacion de las ocupaciones femeninas o que
se feminizan.
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LOS AMBITOS DE ACCION DE LAS MUJERES 223
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1986.
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224 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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