Es La Patrona de Bolivia
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TITO YUPANQUI
Desde los primeros días de la Conquista del
Collao por los hermanos Pizarro, hacia el 1538, se
comenzó a predicar el Evangelio.
Esta misión difícil en esos momentos la tomaron los
religiosos de la Orden de Santo Domingo.
En la proximidad de uno de los centros de civilización
más antiguos de América y donde por siglos enteros
recibieron especial culto las falsas deidades de los collas,
quiso María Santísima establecer su trono de amor y
misericordia.
A fin de conquistar para su Hijo a los numerosos
indígenas que poblaban las márgenes del lago navegable
más alto del mundo
Para confirmar la evangelización ya iniciada en el
vasto altiplano, la Divina Providencia inspiró a un indio
de sangre real la confección de una imagen de la
bienaventurada Virgen María.
Francisco Tito Yupanqui, nieto de Huayna Cápac e
hijo de Cristóbal Vaca Túpac Inca, en cuyo escudo
familiar concedido por el Emperador Carlos V tenía
grabado el lema «Ave María»,nació en la península de
Copacabana a mediados del siglo XVI.
En aquella época llegaban al lugar los primeros frailes
dominicos, quienes erigieron una pequeña iglesia
dedicada a Santa Ana, la abuela materna de Nuestro
Señor Jesucristo.
Desde muy niño Tito Yupanqui debió asistir
regularmente al catecismo y a las misas dominicales,
absorto con aquellas narraciones y prédicas, brotando en
él una acendrada devoción por la Santísima Virgen.
Así, ya adulto concibió el proyecto de labrar con sus
propias manos una imagen mariana para su pueblo.
Pero la hechura de barro le salió tan tosca que un
sacerdote, el bachiller don Antonio Montoro, mandó
retirarla de la iglesia y colocarla en un rincón de la
sacristía.
Profundamente apenado, decidió entonces
perfeccionar su arte y se trasladó a Potosí donde
conoció al maestro Diego de Ortiz, de quien aprendió
las técnicas del tallado y pintura.
Antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una Misa en
honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su
obra la bendición divina.
En la Villa Imperial tomó como modelo una imagen de la
Candelaria venerada en el templo de Santo Domingo,
iniciando el trabajo que acompañó de afectuosas
oraciones y ayunos el 4 de junio de 1582.
Algunos meses después, cuando ya estaba bastante
avanzada la imagen, le fue presentada al obispo de la
Plata como ejemplo de su arte una pintura en lienzo
de Tito Yupanqui, lo que significó un nuevo motivo de
aflicción para éste.
El prelado llegó a decir que era más a propósito para
pintar monas que imágenes de Nuestra Señora.
Humillado, acudió a la iglesia para pedirle al Señor
acierto en el policromado de la imagen.
Con ella regresó a la ciudad de La Paz y se ofreció
como ayudante del maestro Vargas, quien estaba
dorando el retablo de la iglesia de San Francisco.
Tito Yupanqui le contó su historia y el dorador prometió
ayudarle.
Resolvieron entre ambos traer la imagen a escondidas al
taller.
Y mientras trabajaban de día en el retablo, por la noche
hurtando horas al sueño se entretenían en dorar la
imagen, hasta que quedó terminada.
Como suele suceder, el demonio desencadenó una
controversia entre los indios de Copacabana, que se
resistían a admitir una imagen que no fuera obra de
español.
Llegaron hasta proponerle a Tito Yupanqui que vendiera
la suya, para lo cual no faltaban interesados.
LA VIRGEN ATRAE
A LOS INDIOS CON
LA LLUVIA
Entre los primeros milagros que obró la imagen fray
Alonso Ramos nos describe éste.
Para atender el culto de la Virgen determinaron los
indios Anansayas sembrar una chacra.
A esta sementera no acudieron los Urinsayas, que se
habían manifestado más reacios a la devoción, alegando
la sequedad del tiempo:
“No obstante todo esto los Anansayas, no sé con qué actos
de fe se fueron a la parte donde la sementera se había de
hacer, y tomando sus tacllas o arados comenzaron a
romper la dura tierra, ablandándola con el sudor de sus
rostros, que por ellos corría con gran prisa a regar el áspero
suelo.
Y estando el aire muy sereno, apenas hubieron comenzado
cuando les cubrió una espesa nube, que defendiéndoles del
riguroso calor, con que casi tenían tostadas las
entrañas, les regó la tierra tan a medida de su deseo,
que dejó envidiosos a los otros indios, pues sólo se dejó
caer en el sitio que para la chacra o sementera de la
Virgen estaba señalada”.
Más tarde el prodigio se volvió a repetir, durante la
sequía que afectó a la comarca en 1587, fecundando
la lluvia las tierras de los devotos Anansayas.
CREACIÓN DEL
TEMPLO MAYOR
Por pergamino Real de Felipe II, del 7 de enero de
1588, se ordenó que se levante un templo para
morada de la Virgen.
El cerro El Calvario está ubicado en una colina, que está en medio de la ciudad
de Copacabana, Bolivia, a orillas del Lago Titicaca.
Unas gradas permiten subir siguiendo las 14 estaciones de la Vía Crucis y alcanzar la cima.
Vale la pena seguir este sendero al finalizar la tarde a fin de apreciar el atardecer desde la
cima. Durante el ascenso, los visitantes pueden comprar camiones y casas en miniatura,
hechas de yeso o plástico, rezar pidiendo a la Virgen que les beneficie con una casa o camión
de verdad, dependiendo de sus deseos y fe.
Tipo Basílica
Uso
Arquitectura
Construcción 1601-1619
Estilo Renacentista
arquitectónico
Índice
[ocultar]
1Historia
2Distinciones
3Véase también
4Enlaces externos
Historia[editar]
Alberga la escultura de la famosa "Virgen de la Candelaria o Virgen Morena", Reina coronada
de Bolivia, tallada hacia el año 1580 por el artista indígena Francisco Tito Yupanqui, nieto del
Inca Túpac Yupanqui.
.
La Basílica posee una imponente belleza y una gran colección de objetos religiosos. El templo
fue construido en estilo renacentista entre los años 1601 y 1619, por el arquitecto Francisco
Jiménez de Siguenza, y concluido junto con el atrio y posas que lo rodean el año 1640. A decir
de los historiadores, Dn. José de Mesa y Teresa Gisbert, lo más extraordinario del conjunto de
Copacabana es que conserva la Capilla Abierta o Capilla de Indios, que se puede ver adosada
a la nave del templo.
Las Capillas Abiertas servían para oficiar el culto al aire libre dada la enorme cantidad de fieles
que llegaban a estos lugares y porque los indígenas estaban acostumbrados a tener
ceremonias religiosas al aire libre. Hoy esta capilla no se ve muy bien, sus arcos están
tapiados y está rodeada de construcciones modernas, pero se la puede ver desde su lado
oeste. Con el paso de los tiempos, el templo de Copacabana fue quedando pequeño para
albergar a la creciente cantidad de peregrinos durante tiempos coloniales.
En 1651 se terminó la ampliación de la Capilla Mayor en lo que es la nave actual, contando
para ese entonces con la Nave, la Sacristía, el Atrio y las Torres. A la par que se iba
remodelando la arquitectura de la basílica, se van mejorando los altares y retablos.
Bajo la orden de los franciscanos, desde 1910 hasta 1913, se levantó el actual Camarín de la
Vírgen. Desde entonces y hasta 1971 se han hecho una serie de refacciones, pintados,
reposición de materiales y otros, que concluyeron en la Basílica que vemos hoy. En nuestros
días la Basílica es centro importante de peregrinaje tanto para bolivianos como para peruanos
y católicos de otros lugares, por devoción a la Virgen de Copacabana.
IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE
COPACABANA
La Iglesia Nuestra Señora de Copacabana se encuentra
ubicado en la cuadra 4 del jirón Chiclayo, en el distrito de El
Rímac.
BASÍLICA DE COPACABANA
La Basílica de Copacabana ubicada en la Plaza 2 de Febrero fue construida con un estilo
renacentista, el año 1550 y reconstruida entre los años 1610 y 1651.
La Virgen de Copacabana es una de las más antiguas imágenes de la Virgen María en América. Su
fiesta se celebra el 2 de febrero y el 5 de agosto en Copacabana. Fue declarada “Reina de la
Nación” en 1925.
ATRACTIVOS
Observar la Basílica de Copacabana desde la plaza ya es una bella experiencia, pues se ven
los autos decorados con flores de los devotos de la Virgen de la Candelaria estacionados
esperando su turno para recibir la bendición; con este acto se aprecia un sincretismo bastante
curioso: el sacerdote católica luego de orar bendice el automóvil rociando con agua bendita y
seguidamente un indígena realiza la bendición rociando con alcohol bebible o cerveza y hojas
de coca.
Al traspasar el hermoso muro que rodea la Basílica se puede gozar de la arquitectura tipo
árabe del Templo, es un deleite incluso observar el piso. En la explanada se puede observar
un imponente Calvario en donde se puede observar a numerosos devotos orando en este
sitio.
A penas uno ingresa al Templo queda uno anonadado ante tan espectacular retablo decorado
casi totalmente con láminas de oro. Es importante desplazarse lentamente para gozar de cada
detalle del retablo y de las imágenes. Finalmente puede uno detenerse a orar a la Virgen
Morena con un atuendo muy característico de la zona andina.