Funciones y Caracteristicas Del Suelo - Docxquimica Trabajo 2
Funciones y Caracteristicas Del Suelo - Docxquimica Trabajo 2
Funciones y Caracteristicas Del Suelo - Docxquimica Trabajo 2
Por ello, el papel del suelo en la producción alimentaria y forestal y la regulación del
clima son áreas de investigación clave en un contexto de crecimiento de la población
humana mundial y de cambio en los patrones climáticos y de usos del territorio. La
degradación edáfica como resultado de actividades antrópicas afecta a amplias zonas
del mundo e impacta directamente sobre las funciones de los suelos, impulsando tanto
la necesidad de prevenir la degradación mediante la adopción de prácticas de gestión
sostenibles como la mejora de las tecnologías de restauración de suelos degradados.
Calidad del suelo: Analizamos las propiedades edáficas de tipo físico, químico y
biológico.
Ecología del suelo: Evaluamos la diversidad taxonómica y funcional de las redes
tróficas formadas por vegetales, fauna y microorganismos en ecosistemas
forestales, arbustivos y agrícolas.
Ciclos de nutrientes: Valoramos el almacenamiento de carbono, el intercambio
gaseoso suelo-atmósfera y el ciclo de nutrientes: valoramos especialmente el
nitrógeno y el fósforo, en suelos naturales y en suelos afectados por contaminantes
y por perturbaciones antrópicas de tipo climático.
Recuperación de terrenos degradados: Estudiamos cómo crear tecnosuelos a
partir de sustratos minerales de desecho y residuos orgánicos.
Suelos contaminados y remediación: Hacemos un diagnóstico para definir la
necesidad y / o la intensidad de las actuaciones y su eficacia en el tiempo.
Ecotoxicología: Evaluamos la ecotoxicología de contaminantes y residuos a partir
de bioensayos estandarizados (ISO, OECD) basados en microorganismos, plantas e
invertebrados.
Residuos orgánicos: Valorizamos residuos orgánicos para la mejora de la fertilidad
del suelo o para su descontaminación, así como los post-tratamientos que mejoran
su eficiencia.
Descripción morfológica y de idoneidad de usos: Describimos la diversidad y
génesis de los suelos de una determinada zona, y sus principales limitaciones de
uso.
Impactos de servicios ecosistémicos: Evaluamos cómo las actividades antrópicas
(cambios de usos, contaminación, cambio climático o episodios climáticos
extremos) afectan a las propiedades fisicoquímicas y las redes tróficas del suelo, y
deterioran la provisión de servicios ecosistémicos.
Funciones ecológicas
• Producción de biomasa (alimento, fibra y energía)
• Reactor que filtra, regula y transforma la materia para
proteger de la contaminación el ambiente, las aguassubterráneas y
la cadena alimentaria
• Hábitat biológico y reserva genética de muchas plantas, animales y
organismos, que estarían protegidos de la extinción
Que el suelo como substrato del desarrollo vegetal, da cuenta de la “función ecológica
para la producción de biomasa”. El suelo como entidad geológica y manto transmisor de
agua, da cuenta de la “función ecológica de filtro”, así como de las humanas de “soporte
de estructuras y fuente de materias primas”. Finalmente, el suelo como manto
estructural y componente del ecosistema lo hace con la función ecológica de hábitat
biológico-reserva genética, así como con la humana de herencia cultural.
El suelo está formado por varios componentes como rocas, arena, arcilla, humus
(materia orgánica en descomposición), minerales y otros elementos en diferentes
proporciones. Podemos clasificar los componentes del suelo en:
Características físicas
Textura
Un horticultor principiante no puede hacer un análisis tan detallado de su suelo. Así que,
le tiene que bastar con saber que la mayor parte de los suelos son aptos para el cultivo
y que, a veces, los suelos con exceso de elementos gruesos pueden dificultar el
desarrollo de aquellos cultivos cuya parte comestible se desarrolla bajo tierra como las
zanahorias o los rábanos por ejemplo, en cuyo caso es posible que podamos retirarlos
con rastrillos o cribas. Por otro lado, los suelos demasiado arcillosos suelen dar
problemas de compactación y encharcamiento. En ese caso, podemos aportar al suelo
arena de río lavada o materia orgánica que tarde mucho en descomponerse, como la
turba, para mejorar el suelo.
Si la tarea es muy dificultosa o el suelo es, a todas luces, muy poco apto para el cultivo,
siempre podemos aportar una capa suficiente de tierra de procedencia externa, a ser
posible, de unos 30 cm.
Estructura
La estructura es la forma en que se agregan las partículas que componen el suelo entre
sí y de la distribución de la materia sólida, el agua y el aire que lo componen. Un suelo
de buena estructura es aquel que mantiene una estabilidad en esta distribución y
permite mantener a lo largo del ciclo de cultivo sus características físicas.
Para mantener en buen estado la estructura del suelo y mejorarla, además de mantener
un buen nivel de materia orgánica con aportes de abonos orgánicos, es importante, por
ejemplo, no realizar prácticas de laboreo en condiciones de exceso de agua, ya que
podemos provocar una compactación que la dañe.
PH del suelo
La acidez o alcalinidad del suelo de nuestro huerto viene indicada por su pH. El suelo es
ácido por debajo de pH 7 y básico o alcalino si es superior. Podemos saber el pH de
nuestro suelo a partir de la medición del líquido resultante de la mezcla de agua
destilada y tierra o substrato de nuestro huerto. Una manera fácil de medirla es con el
denominado papel tornasol cuya escala de colores nos indica el pH de la solución en la
que introducimos esta tira de papel.
Uno de los efectos adversos de un suelo alcalino es el bloqueo del hierro en el suelo y la
consecuente aparición de deficiencias de este mineral en las plantas. Se manifiesta con
un amarilleamiento de las hojas más jóvenes en las zonas internervales. Esta afección se
suele solucionar con aportes de hierro en forma de quelato. El quelatado es un proceso
natural en el que la molécula mineral de hierro queda protegida y accesible a las raíces
de las plantas.
Esta característica es un factor limitante cuando los niveles altos de salinidad en el suelo
hacen inviable el desarrollo de las plantas. El nivel de salinidad del suelo se cuantifica
conociendo la conductividad eléctrica (CE) de extracto saturado del suelo. El valor de la
salinidad es óptimo por debajo de 2 mmhos/cm y empieza a dar problemas por encima
de valores de 4 mmhos/cm.
Estos parámetros son difíciles de valorar sin la maquinaria adecuada, pero podemos
observar un efecto clásico de salinización del suelo en la falta de turgencia de las hojas,
a pesar de que el suelo esté húmedo, como si le faltase agua. Este efecto se produce
muchas veces cuando nos excedemos en los aportes de fertilizantes, que no debemos
olvidar que no dejan de ser sales. La solución a un suelo salino son aportes abundantes
de agua que arrastren las sales a niveles inferiores del subsuelo donde las raíces de las
plantas no se vean afectadas.
Características químicas
Capacidad de
intercambio: Se trata de la
capacidad que tiene el suelo
de poder intercambiar arcilla
y humus, cediendo nutrientes
a las plantas por medio de la
captación de partículas
minerales.
Fertilidad: Es la cantidad de
nutrientes que están
disponibles para las plantas.
pH: la acidez, la neutralidad o
alcalinidad del suelo. Luego
más adelante veremos cómo
cambiar los niveles de pH de
un suelo.
Características biológicas
Tipos de suelo
El tipo de roca mediante la cual el suelo se originó, las características topográficas del
área, el clima, el tiempo y los organismos vivos que habitan en él son los cinco factores
principales que determinan los tipos de suelos.En función de estos factores formadores
del suelo, tenemos estos tipos de suelo distribuidos por todo el mundo:
Suelos arenosos
Suelos calizos
Suelos humíferos
Suelos pedregosos
Suelos mixtos
El pH del Suelo
Se refiere a la acumulación de sales solubles en agua en el suelo. Las sales que se pueden
encontrar en un nivel freático salino se transportan con el agua a la superficies del suelo
mediante ascenso capilar y una vez que el agua se evapore se acumulan en la superficie
del suelo. La salinización suele ocurrir con manejo de riego inapropiado sin tomar en
consideración el drenaje e lixiviación de los sales por fuera de los suelos. Las sales
también se pueden acumular naturalmente o por la intrusión de agua marina. La
salinización elevada en el suelo lleva a la degradación de los suelos y la vegetación. Las
sales más comunes se encuentran en combinaciones de los cationes de sodio, calcio,
de magnesio y de potasio con los aniones de cloro, sulfato y carbonatos.
El carbonato de calcio, CaCO3, es una sal poco soluble que se encuentra naturalmente
en varias formas y en varios grados de concentración en el suelo. Su presencia juega un
papel fundamental en la estructura del suelo si se encuentra en concentraciones
moderadas. Se utiliza como enmienda para neutralizar el pH de suelos ácidos y para
suministrar el nivel de Calcio (Ca) para la nutrición de las plantas. Sin embargo, puede
resultar problemático si su concentración llega a exceder la capacidad de adsorción en
el suelo formando complejos insolubles con otros elementos. Estos componentes son
difíciles de asimilar por las plantas llevando a su acumulación. Cantidades excesivas de
calcio puede por ello restringir la disponibilidad de fósforo, boro y hierro para las
plantas.
Los silicatos y los óxidos del hierro y el aluminio se descomponen con mucha lentitud y
apenas se lixivian*. Cuando algunos de estos productos se ponen en contacto con el
aire del suelo, tienen lugar reacciones químicas como, en partícular la oxidación, que
provoca la formación de sustancias químicas más solubles o más frágiles que las
originales. En consecuencia, se aceleran los procesos de meteorización, aumenta
la lixiviación* de las sustancias químicas y se producen otros cambios en la composición
química del suelo.
Cuando los suelos anegados que contienen sulfuros ferruginosos (piritas) se exponen
al aire, como por ejemplo, durante la construcción de estanques, éstos pueden
convertirse en suelos ácido-sulfáticos de agua dulce (véase la Sección 1.8), lo que
provoca la oxidación de las piritas y la acidificación del suelo. El agua del estanque
puede entonces hacerse demasiado ácida para la piscicultura (véase la Sección 4.2).
Los suelos pueden tener una reacción ácida o alcalina, y algunas veces neutral. La
medida de la reacción química del suelo se expresa mediante su valor de pH. El valer
de pH oscila de O a 14, y el pH = 7 es el que indica que el suelo tiene una reacción
neutra. Los valores inferiores a 7 indican acidez y los superiores a 7 alcalinidades.
Mientras más distante esté la medida del punto neutro, mayor será la acidez o la
alcalinidad.
El método de mayor precisión para la determinación del pH del suelo es el que se realiza
mediante un contador eléctrico del pH, que ofrece una lectura directa del valor de pH
cuando los electrodos de vidrio se introducen en una solución que se obtiene mezclando
una parte de la muestra del suelo y dos partes de agua destilada. Los equipos de esa
índole se pueden encontrar en los laboratorios de análisis de suelos.
Como indicación general del pH del suelo, se pueden utilizar sobre el terreno el papel
de tornasol y los indicadores cromáticos. El papel de tornasol que adquiere un color rojo
en condiciones ácidas y azul en condiciones alcalinas, es relativamente poco costoso y,
por lo general, se puede comprar en farmacia. Dicho papel se sumerge parcialmente en
una suspensión de suelo que se obtiene mezclando una parte de suelo y dos partes
de agua destilada o, si fuese necesario, de agua de lluvia pura recogida directamente en
un recipiente limpio. También se pueden adquirir equipos para ensayos de campo,
incluidos diversos indicadores cromáticos.
El pH de las capas de suelo que más tarde constituirán los diques y el fondo de sus
estanques influirá considerablemente en su productividad. En agua ácida, por ejemplo,
el crecimiento de los microorganismos que sirven de alimento a los peces puede
disminuir marcadamente. Cuando la acidez o la alcalinidad son extremas, podría hasta
verse en peligro la salud de sus peces, lo que afectarla a su crecimiento y reproducción.
Para lograr buenas condiciones productivas, el valor del pH del suelo del estanque no
debe ser demasiado ácido ni demasiado alcalino. Es preferible que el pH esté dentro
de la gama de 6,5 a 8,5. Los suelos que tienen un pH inferior a 5,5 son demasiado ácidos
y los que tienen un pH superior a 9,5 son demasiado alcalinos. Ambos casos
requieren técnicas de ordenación especiales que aumentan considerablemente el costo
de la piscicultura. Este tema se tratará en un próximo manual de la Colección FAO:
Capacitación. Si el pH del suelo es inferior a 4 o superior a 11, debe considerarse como
un suelo no apto para la construcción de diques de estanque o para su utilización como
fondo de estanque.
Los suelos ácido - sulfaticos reales no son frecuentes. Se pueden identificar fácilmente
en un perfil de suelo si se tienen en cuenta dos características importantes:
Los suelos ácido-sulfáticos potenciales son mucho más frecuentes (véase la página 25).
Se definen como material edáfico no consolidado y anegado, que se convertiría en
ácido-sulfático de someterse a drenaje y exponerse al aire. Su pH vana de 5 a 6
aproximadamente. Sin embargo, la oxidación química y biológica provoca la
acidificación del suelo y el pH Nega a 4 o incluso menos en cuestión de pocos meses.
Nota: Es importante mantener húmeda la muestra de suelo para asegurar una elevada
actividad bacteriana y una acidificación más rápida. En las muestras secas, el pH
mínimo no se obtendrá hasta que hayan transcurrido varíos meses.
https://www.jardineriaon.com/caracteristicas-tipos-suelos.html
http://www.creaf.cat/es/funcionamiento-de-los-ecosistemas/funciones-de-los-suelos-
y-su-restauracion
http://www.fitoralia.com/el-suelo-y-sus-caracteristicas-generales/
http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2006/05/09/21576
http://www.fao.org/resources/infographics/infographics-details/es/c/294325/