Confederación Perú Boliviana

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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE LOS ANDES

FACULTAD DE CINCIAS JURÍDICAS, CONTABLES Y SOCIALES


ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

Confederación Perú-Boliviana

La Confederación Perú-boliviana fue un estado confederado de vida corta que existió en


América del Sur entre los años 1836 y 1839. Este Estado confederado estaba conformado por
la unión de tres Estados, a saber, El Estado Nor - peruano, el Estado Sud-peruano y el estado
de Bolivia. Su primer y único jefe de estado, Titulado Supremo Protector, Fue el presidente de
Bolivia, Mariscal Andrés de Santa Cruz.

La Confederación peruano-boliviano era una unión débil entre los estados del Perú (que fue
dividida en una República del norte del Perú y una República del sur del Perú, y la Republica
de Bolivia. La Confederación se desintegro después de haber sido derrotada por un ejército
combinado de chilenos, peruanos y argentinos.

EL GRAN SUEÑO UNIFICADOR


Tras quince años de cruenta guerra emancipatoria, los países latinoamericanos habían logrado
su independencia, pero inmediatamente les correspondería emprender la segunda y más dura
batalla, como era conseguir su independencia política, social y económica; y el arma más eficaz
que encontraría el Libertador Simón Bolívar para lograr tal objetivo, fueron los principios de
aquella ciencia que mucho más tarde se conocería como «integración». Una vez expulsado en
los campos de Ayacucho el último reducto del ejército español, con los auspicios de la victoria
obtenida por las armas, Bolívar decide convocar a una Asamblea General de las nacientes
Repúblicas, que de hecho estuvieron confederadas bajo la imposición colonial, con el propósito
de definir una alianza que eternice las relaciones de amistad e intereses comunes que las
identificaban. El fundamento de esa comunidad era consolidar un gran cuerpo político que rija
con uniformidad de criterios su política en el ámbito internacional.
En 1822, Bolívar cuando ejercía la presidencia de Colombia, ya había invitado a los gobiernos
de México, Perú, Chile y Buenos Aires, a conformar una gran Confederación que sirviese de
«consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel
intérprete de los tratados públicos, cuando ocurran dificultades, y de conciliador, en fin, de
nuestras diferencias». Pocos meses después, Colombia celebraría un tratado de alianza y
confederación con el Perú, comprometiéndose ambas naciones a interponer sus buenos oficios
para conseguir que los gobiernos de la América antes española, ingresen al mismo pacto; y al
año siguiente, por su parte, Colombia suscribiría con México un acuerdo con idéntico propósito.
Mientras se aguardaba la accesión de las demás Repúblicas, Bolívar al mando de la
presidencia vitalicia del Perú, a fin de no dilatar la convocatoria que debía promover alguno de
los tres países contratantes, toma la iniciativa sugiriendo el Itsmo de Panamá, como centro del
globo, para que se verifique tan augusta reunión.
La circular que dirigiera a los gobernantes americanos, concluye con esta reflexión: «El día que
nuestros plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se fijará en la historia diplomática de
América una época inmortal. Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen
de nuestro derecho público y recuerde los pactos que consolidaron su destino, registrarán con
respeto los protocolos del itsmo. En él encontrarán el plan de las primeras alianzas, que
trazarán la marcha de nuestras relaciones con el universo. ¿Qué será entonces el Itsmo de
Corinto comprobado con el de Panamá?». Y en efecto, si el Congreso Anficiónico hubiera
alcanzado los resultados esperados por el Libertador, aquella Confederación se hubiera
convertido en «la liga más vasta, más extraordinaria y más fuerte que haya aparecido hasta el
día sobre la tierra», en sus mismas palabras.
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Pero poco después, por la inconsecuencia de las naciones, el Libertador vería disolverse como
un sueño su gran proyecto unificador. Sin embargo, el día de hoy se puede recordar al genio
visionario de Bolívar, como al principal artífice del ideario de la integración, esa ciencia que ha
cobrado tanta vigencia en nuestros días; y, por tanto, como verdadero precursor de la
Organización de Estados Americanos (O.E.A.), la Comunidad Europea (C.E.E.) y la misma
Organización de Naciones Unidas (O.N.U.), donde los representantes de la comunidad
internacional dialogan y dirimen sus problemas, a la manera de las antiguas anfictionías
griegas.

Antecedentes de la confederación Perú-boliviana


Durante la época colonial, el territorio que comprende la Audiencia de Charcas, También
conocido como Alto Perú, Actual Bolivia, era un territorio integrante del Virreinato del Perú
desde su creación. En 1776 la región del Alto Perú fue separada administrativamente y se
convirtió en una provincia del recién creado Virreinato del Río de la Plata. Sin embargo, por
razones geográficas e históricas siempre se mantuvo más cerca de Lima que a su capital
administrativa, Buenos Aires, En la actual Argentina. La Confederación Perú-boliviana fue el
único intento eficaz para unir dichos territorios.
El territorio del Alto Perú (actual Bolivia) se
independizó del gobierno español en 1826. En
este tiempo una unión con el Perú recibía un
amplio apoyo. Sin embargo, el Libertador Simón
Bolívar y en especial su comandante Antonio
José de Sucre quienes liberaron el territorio y
destruyeron a los últimos vestigios del ejército
español, no estaban de acuerdo, y se instó a la
creación de un estado separado e
independiente. Así, fue creada la nueva
República de Bolivia (Nombrada en honor de
Simón Bolivar) nació con Bolívar como su
primer presidente. La inestabilidad política y
disturbios obligaron a Bolívar a regresar a
Colombia muy poco después, dejando a Don
Antonio José de Sucre a cargo. Sin embargo, el
plan para reunir a Perú y Bolivia no se
desvanecieron.

NACE LA CONFEDERACIÓN PERÚ - BOLIVIANA


Todo parecía estar dispuesto para la unión de ambos países, pero el destino quiso que el
Libertador no culminara su propósito. Al abandonar el gobierno del Perú (muriendo pocos años
después), Bolívar había confiado a uno de sus más leales colaboradores, el Mariscal Andrés
de Santa Cruz y Calahumana, que fuera Jefe de Estado Mayor en sus campañas libertarias, la
difícil tarea de continuar el camino hacia la integración de ambos países. Tal tarea no se
concretaría de inmediato, por la labor de organización política y administrativa que requerían
ambos países; pero si tras incesante batallar una década más tarde, luego de haber ocupado
de manera sucesiva las presidencias del Perú y de Bolivia.
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El supremo Protector de la Confederación, Perú Boliviana, se había propuesto formar un solo


Estado con Bolivia y el Perú, mucho antes que las circunstancias fueran propicias. Entre ambas
naciones existían ya innumerables lazos de hermandad, sangre e historia compartida a través
de los siglos; pues como el mismo sentenciara, en todo el continente americano no se daban
tantos factores y elementos naturales tan coincidentes e integradores, como los que unían a
estos pueblos; de ahí que se propusiera llevar adelante una confraternidad y complementación
mucho mayor, al más puro estilo del ideario bolivariano.
Siguiendo el mandato del Libertador, Santa Cruz consideraba que la unión entre ambas
naciones significaría una motivación para la unidad continental, y que frente a la grandeza del
imperio brasileño, las otras naciones formarían bloques para llegar al gran acuerdo
confederativo. De reestablecerse la «Gran Colombia», integrada por Venezuela, Colombia y
Ecuador; la alianza entre Argentina, Uruguay y Paraguay; y la posible unión de Pero y Bolivia
con Chile, avizorada por Bolívar; el mapa geopolítico latinoamericano habría conseguido un
equilibrio natural de fuerzas, que no solamente garantizara su independencia política, sino
también neutralizaba la ingerencia e influencia ya creciente de otras potencias.
Las causas que motivaron el fracaso de tan vasto plan son conocidas. En un tiempo en que la
tendencia generalizada por parte de las potencias era la de dividir y fragmentar los territorios
de la dilatada geografía latinoamericana, todo afán integrador por pequeño que fuera, no podía
menos que herir su susceptibilidad y moverlos a sembrar la semilla de la discordia entre ellos.
En medio de la anarquía reinante, el Mariscal había logrado sentar las bases de la organización
política, administrativa y jurídica de las dos naciones, consolidando luego una unión que
despertaba simpatía hasta en la otra orilla del océano, al ver en la Confederación a su principal
aliado en el campo comercial y económico. Pero al mismo tiempo, esa expectable condición,
sería la causa de su ruina. Pronto los países vecinos terminaron viendo un peligro en la figura
del Mariscal, repitiendo la acusación que en su tiempo se lanzara contra el Libertador, al
considerarlo como un Alejandro o Napoleón americano.

GUERRA A LA CONFEDERACIÓN
El primer vecino en reaccionar sería el que menos se esperaba, el propio Chile con el que el
Mariscal abrigaba la esperanza de lograr acuerdos de integración. Allí circulaba la versión de
que Santa Cruz, siendo boliviano se había enseñoreado del Perú y no tardaría en amenazar su
integridad territorial. Chile consigue aliarse con Argentina y Ecuador en su afán de destruir la
Confederación; Ecuador desiste a último momento de su propósito, por considerar al Mariscal
co Libertador de su territorio en la batalla de Pichincha; pero mientras tropas chilenas al mando
de Blanco Encalada atacan la costa peruana, el dictador Rosas ordena la invasión de Bolivia.

Los máximos generales de la Confederación; Otto Felipe Braun y Francisco Burdett O'connor
resisten el embate en Tarija y hacen retroceder las tropas argentinas hasta el extremo sur de
Catamarca. Mientras el ejército confederado avanza victorioso, los diversos pueblos los
aclaman y piden su anexión a la Confederación, pero en vez de quedar ocupando esos
territorios, reciben órdenes de repliegue, como una muestra más de la política de buena
vecindad y respeto a la integridad territorial que propugnaba el espíritu crucista. Idéntica actitud
tomaría frente a las tropas chilenas, que derrotadas en Paucarpata, firman su rendición y un
Tratado de no agresión permanente. El Mariscal, les devuelve sus pertrechos de guerra y les
despide con honores en sus barcos; sin embargo, el Congreso chileno desconoce los Tratados
de Paucarpata y poco después autoriza una nueva excursión, al mando de Bulnes. Los ejércitos
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atacan por el norte del Perú y, en una conjura con caudillos peruanos movidos por apetitos
personales, derrotan al Mariscal en Yungay.
Cuando Santa Cruz se dispone a llevar refuerzos desde Lima, en esa capital lo habían
traicionado y, paralelamente, en Bolivia estallaría un movimiento insurreccionario en su contra.
Al ver los interventores el rápido fortalecimiento de la Confederación y el poderío de sus
ejércitos adiestrados en la causa libertaria, la única manera que encontraron para destruirla,
fue la de aprovechar su fuerza interna, sembrando cizaña en ella. Santa Cruz es perseguido
por igual en el Perú como Bolivia; declarado indigno, puesto al margen de la ley, humillado y
vejado; y luego de algunos años en la clandestinidad, es apresado en el Perú y entregado
prisionero a Chile, firmando ambos países junto con Bolivia un Tratado Tripartito para deportarlo
a Europa, prohibiéndole volver a pisar tierras americanas.
Así, el hostigamiento a la Confederación, que se prolongó por más de dos años, terminaría
fragmentando dicha unión y asestando un certero golpe al movimiento de la unidad
latinoamericana, que pese a contar con mayor antigüedad que la europea, aun no consigue
avanzar en sus propósitos.

Convulsión política en Bolivia


El Mariscal Antonio José de Sucre fue elegido presidente de Bolivia en 1826, pero la agitación
interna y presión política del Perú, imposibilitaron organizar a el nuevo estado. Al año siguiente,
un levantamiento armado en Chuquisaca fue utilizada rápidamente por el Perú como una
excusa para invadir Bolivia. El General Agustín Gamarra marchó con un ejército de cerca de
5.000 soldados peruanos, tenía dos órdenes claras: exigir el retiro de las fuerzas del ejército
colombiano y promover la creación de una nueva constitución para ese país.
El Ejército peruano ingreso en La Paz, Bolivia el 28 de mayo de 1828. En estas circunstancias,
Sucre se vio obligado a dimitir en septiembre, dejando el país para siempre. El Mariscal Andrés
de Santa Cruz fue elegido presidente de Bolivia en 1829 para reemplazarlo, un cargo que
mantendría por los próximos diez años. Tanto Agustín Gamarra como Andrés de Santa Cruz
estaban de acuerdo en que la separación de Perú y Bolivia fue un error que debía corregirse.
Su plan incluía una federación, o por lo menos una confederación.

Guerra entre la Gran Colombia y Perú


Bolívar no estaba de acuerdo con los planes de Gamarra y de Santa Cruz, ya que el contaba
con su propio proyecto de federación para unir a la mayor parte de las antiguas colonias
españolas "Federación de los Andes". El Libertador furioso por la noticia en Bolivia, decidió
declarar la guerra al Perú el 3 de junio de 1828. El Mariscal José de Sucre fue nombrado
comandante del Ejército gran colombino pero poco después fue asesinado. Después de la
muerte de Bolívar en 1830, las tropas colombianas se retiraron y la guerra llegó a su fin.
Durante la guerra, y con el ejército peruano deteniendo la ofensiva de Colombia, Agustín
Gamarra depone al presidente peruano José de la Mar y se proclamó el nuevo jefe de Estado.
Un Parlamento fue reunido y con una mayoría de los miembros a favor de su gobierno, fue
capaz de legalizar su situación. Su gobierno fue difícil, ya que las revueltas armadas en todo el
país desafiaban su autoridad.

La anarquía en el Perú: Conflictos entre Gamarra, Orbegozo y Salaverry


Un nuevo parlamento fue formado en 1833, pero esta vez era hostil hacia Gamarra. Dado que
su mandato como presidente ya había terminado y no había tiempo para convocar a elecciones,
se resolvió que una Convención Nacional elija a un Presidente provisorio, la presidencia fue
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dada al general Luis Orbegoso. Agustín Gamarra no reconoció al nuevo gobierno, y se preparó
para desafiar al gobierno de Orbegoso, sin embargo, la opinión popular y la mayoría del ejército
se unieron contra él, y él se vio frustrado en su intento de hacerse con el poder de nuevo.
El General Orbegoso también tuvo que lidiar con la rebelión de Felipe Salaverry que acabo con
su gobierno en 1835 y se proclama presidente de la Republica. Orbegoso, sin embargo, no
perdió el apoyo del sur de Perú y llamó en su ayuda al presidente de Bolivia Andrés de Santa
Cruz. Era la oportunidad que el mariscal Santa Cruz, él mismo había sido un ex presidente del
Perú, estaba esperando. El ejército boliviano rápidamente procedió a invadir el Perú.
Con la ayuda de Boliviana proporcionada por Andrés de Santa Cruz, el General Orbegoso
recuperó rápidamente su liderazgo en todo el país y Santa Cruz ordeno el fusilamiento de Felipe
Salaverry en la ciudad de Arequipa, ya que este había declarado una guerra a muerte a los
bolivianos. Como recompensa por el apoyo que había recibido de Santa Cruz, accedió a la
formación de la Confederación Perú-Boliviana. El Mariscal Andrés de Santa Cruz asumió el
protectorado supremo de la Confederación y Orbegoso mantuvo únicamente la presidencia de
la recién creado Estado Nor-Peruano.

El nacimiento de la Confederación Perú-Boliviana


El Mariscal Andrés de Santa Cruz promovió un ambicioso proyecto de reunir a estos dos
territorios sobre la base de una confederación. La Confederación Peruano-Boliviana fue un plan
que trató de reunir a el Alto Perú ("Alto Perú", hoy Bolivia) y la republica de Perú en una sola
entidad política y económica. Esta integración no sólo se basó en datos históricos, culturales y
razones étnicas, también en sólidos motivos económicos. La Confederación de Perú Bolivia
estaba tratando de restablecer las rutas comerciales antiguas y promover una política de
mercados abiertos.
En el Perú, se comenzó por dividir al Perú en dos Estados, se proclama la creación de la
República del Estado Sur-peruana el 17 de marzo de 1836, seguido el 11 de agosto de 1836
por un anuncio similar de la República Nor-peruana. En cada Estado se eligió un presidente
con plenos poderes bajo la protección del Mariscal Andrés de Santa Cruz.
Después del anterior periodo de agitación política, la Confederación Perú-Boliviana fue
proclamada el 28 de octubre de 1836. El Mariscal Santa Cruz se convirtió en su protector
supremo de cada uno de los estados del Perú y presidente de la República de Bolivia.

La confederación Perú -Boliviana se componía por tres estados: Estado Nor-peruano, Estado
Sur-peruano y el Estado de Bolivia, y su capital fue la ciudad de Tacna, en el sur del Perú. La
creación de esta nueva nación fue muy bien recibido en el sur de Perú, ya que esta área fue
capaz de beneficiarse plenamente del levantamiento de las restricciones comerciales
anteriores, pero fue rechazada por la elite de Lima y el norte del Perú, que se había
Tradicionalmente beneficiado de una estrecha relación comercial con Chile.

Estructura de la Confederación Perú-Boliviana


En cada uno de los Estados de la Confederación había, desde 1837 hasta la disolución, un
Presidente provisional en virtud del mariscal Andrés de Santa Cruz, quien era el Supremo
protector de la Confederación de acuerdo con la Constitución de 1837

1. Estado Nor-peruano (También conocida como República del Norte del Perú)
Esta Republica estaba conformada por los antiguos departamentos La Libertad, Amazonas,
Lima y Junín y su capital fue la ciudad de Lima. Tenía fronteras al norte con la Republica de
Colombia y República del Ecuador y al este con el Imperio del Brasil.
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− Primer presidente: General Luis Orbegoso (21 agosto de 1837 hasta 30 julio de 1838)
declaró la secesión del Estado Nor-Peruano para la formación de la Confederación
Perú-Boliviana.
− Segundo presidente: General José de la Riva Agüero (1 agosto de 1838 hasta el 24
enero de 1839)
El Estado Norperuano heredó los símbolos oficiales de la República del Perú.

2. Estado Sur-peruano (También conocido como República del Sur del Perú)
Esta Republica sureña estaba conformada por los antiguos departamentos de Arequipa,
Cusco, Ayacucho y Puno. La capital fue establecida en la ciudad de Tacna.
− Primer presidente: General Ramón Herrera Rodado (17 de septiembre de 1837 hasta el
12 de octubre de 1838)
− Segundo presidente: Juan Pío de Tristán y Moscoso (12 de octubre de 1838 hasta el 23
de febrero de 1839)

3. Estado de Bolivia (República de Bolivia)


La República de Bolivia, estuvo conformado por su territorio completo en ese entonces. Estaba
dividido en los antiguos departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Potosí y Santa
Cruz, y la capital fue la ciudad de Sucre. Este Estado heredó mantuvo sus símbolos patrios.
Presidente: Mariano Enrique Calvo Cuellar

Los conflictos y la situación internacional


Sin embargo, la Confederación Perú-Boliviana genero resistencia entre varios grupos en ambos
países, que resentían la dilución de las identidades nacionales, y también entre los países
vecinos. Un número importante de militares políticos peruanos no estuvo de acuerdo con la
formación de la Confederación y huyeron a Chile, donde recibieron el apoyo, y esto condujo a
las Guerras contras la Confederación.

Guerras contra la Confederación Perú-Boliviana


La creación de la Confederación Perú-boliviana por el mariscal Andrés de Santa Cruz causó
gran alarma en los países vecinos. La fuerza de esta confederación despertaba la oposición de
la Argentina y, sobre todo, de Chile, debido no sólo a su gran extensión territorial, sino también
a la amenaza que significaba la creación de un estado tan rico en reservas de todo tipo en la
zona.
Diego Portales, podría decirse que el estadista chileno más importante del siglo XIX, quien en
ese momento ejercía un poder detrás del presidente José Joaquín Prieto, se preocupó mucho
de que la nueva Confederación rompería el equilibrio de poder regional e incluso ser una
amenaza para la independencia de Chile, y es así como se convirtió de inmediato en un
enemigo de la Confederación.
Pero eso fue sólo una de las razones detrás de la guerra. En un nivel más profundo, ambos
países se encontraban en una acalorada competencia por el control de las rutas comerciales
en el Pacífico, los problemas económicos se centran en la rivalidad entre los puertos de Callao
y Valparaíso. Por el norte, la Confederación también había sido vista como una amenaza grave
para sus intereses económicos.
El conflicto directo entre la Confederación Perú-Boliviana y Chile comenzó con desacuerdos
arancelarios, y continuó cuando el ex presidente chileno General Ramón Freire logró obtener
pequeños buques de guerra del gobierno de la Confederación para equipar una fragata y tratar
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de derrocar al gobierno de Joaquín Prieto. Tras el fracaso de la expedición, el gobierno chileno


se convirtió abiertamente hostil hacia la Confederación.

Consecuencias y disolución de la Confederación


Investido de poderes considerables, Santa Cruz tratado de establecer en el Perú el mismo tipo
de orden autoritario que se había impuesto en Bolivia, emitió un Código Civil, un Código Penal,
un Reglamento de Comercio y un Reglamento de Aduanas, y reorganizó los procedimientos de
recaudación de impuestos para permitir un aumento en los ingresos del Estado, mientras que
los gastos se restringieron a lo necesario.
La primera expedición militar chileno contra Santa Cruz y la Confederación fue dirigida por
Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, quien fracasó y tuvo que someterse a la firma del
Tratado de Paucarpata, el 17 de noviembre de 1837.
El gobierno chileno se organizó una segunda expedición, ayudado por tropas peruanas (
Agustín Gamarra, Ramon Castilla, etc)que se oponían al nuevo régimen, que derrotó a el
Supremo Protector de la confederación Perú-Boliviana en la Batalla de Yungay el 20 de enero
de 1839 y obligó a la disolución de la Confederación peruano-boliviano. El 25 de agosto 1839
el General Agustín Gamarra, después de asumir la presidencia del Perú, declaró oficialmente
la disolución de la Confederación y la fusión de las Repúblicas Sur peruano y Norperuana en
una sola para ser llamada de nuevo Perú, Separada de Bolivia.
La derrota de la Confederación provoco el exilio del Supremo Protector Andrés de Santa Cruz,
primero en Guayaquil, Ecuador, luego a Chile, y finalmente a Europa, donde murió.

Referencia bibliográfica
Arduz Ruiz, Marcelo (1999). Confederación Perú- Boliviana. hito en la integración
latinoamericana. La Paz - Bolivia

Dr. Marco Antonio Ibarra Contreras


Escuela Profesional de Contabilidad-UTEA
Historia crítica de la realidad peruana

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