Bendiciones e Intercambio de Cristo en La Cruz II
Bendiciones e Intercambio de Cristo en La Cruz II
Bendiciones e Intercambio de Cristo en La Cruz II
cruz II
OBJETIVOS
- Que el estudiante entienda la obra de Cristo en la cruz y la importancia que ésta
tiene en su vida como creyente.
- Que conozca los otros 5 aspectos del intercambio divino ocurrido en la cruz, y se
apropie de ellos.
Analizamos cinco de las bendiciones básicas que la cruz provee para todo cristiano:
Ahora veamos cinco bendiciones adicionales desatadas a través de la cruz del calvario,
que nos ofrecen la herencia que como hijos de Dios nos corresponde.
Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la
abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová
contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él
pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. Deuteronomio 28:47-48
La pobreza es una maldición que trae consigo hambre, sed, desnudez, y carencia de
cosas. La gran comisión que nos dejó Jesús nos manda llevar el evangelio del Reino y el
mensaje de la cruz a todos los rincones de la tierra. Esto incluye ir a predicarles a los
pobres.
“Jesús experimentó la pobreza, pues supo lo que es sentir hambre y sed, murió
desnudo y fue sepultado con una manta que no era suya y en una tumba prestada”
Dar sin que nadie tenga que forzarlo indica que, quien da, ha adquirido al menos en esa
área el carácter de Cristo, cuya naturaleza es dar. Lastimosamente, cuando se vive en el
nivel de insuficiencia o suficiencia, muchas veces usted no puede dar, solamente puede
recibir. Sin embargo, Dios ya ha provisto la abundancia para usted, para que le alcance
incluso para sembrar en otros. No me malentienda, no estoy diciendo que todos los
creyentes deben ser millonarios, pero sí creo que el nivel de provisión con el que Dios
desea bendecimos es el de la abundancia. Él quiere que paguemos todas nuestras
cuentas, y aun nos sobre para toda buena obra.
Declare esto en voz alta:"Jesús llevó nuestra pobreza para que nosotros podamos
compartir Su abundancia". Si lo cree, hoy usted comenzará a tener un cambio
permanente en su vida.
Los soldados no sólo azotaron a Jesús, no sólo le pusieron una corona de espinas y lo
escupieron, sino que además lo dejaron totalmente desnudo. Así permaneció durante
horas, ante la burla de los soldados y de la gente que pasaba cerca. ¿Por qué tuvo Jesús
que pasar todo esto, siendo el Hijo de Dios?
1- Cuando los padres no saben expresar su amor. Tengo la firme convicción que cada
bebé viene al mundo con el deseo de ser amado. El amor debe ser abiertamente
expresado; si se ama en secreto o en silencio no produce el efecto deseado,
especialmente en los niños.
3- Cuando hay rompimiento en la familia. Muchas veces los hijos de una familia que
atraviesa por un divorcio se sienten culpables de la desintegración del hogar, y
adquieren espíritu de rechazo. Ese espíritu desata una cadena de maldición que arrastra
tanto a hombres como a mujeres. Muchos se casan demasiado jóvenes tratando de suplir
su falta de amor con sexo, pero a cambio reciben repudio, abuso y más rechazo. Él llevó
el rechazo nuestro para que podamos obtener Su aceptación.
Mucha gente —incluso en las iglesias—, sufre rechazo porque no conoce esta verdad.
Jesús quiere liberarlo ahora mismo del rechazo. ¡Reciba por fe la gracia de Dios y Su
aceptación, ahora!
9- Jesús fue separado del Padre por la muerte, para que podamos ser uno con Dios.
Cuando José de Arimatea fue a pedirle a Pilato el cuerpo de Jesús para sepultarlo,
cuando finalmente muriera, Pilato se sorprendió al saber que Jesús ya había muerto (vea
Marcos 15:44), pues la crucifixión era una muerte muy lenta. ¿Qué destrozó el corazón
de Jesús? La separación del Padre y Su silencio. El desamparo es el más cruel de todos
los abandonos. Jesús clamó y en medio de Su agonía dijo, "Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?" (Mateo 27:46). Esta frase refleja el peso de todos los
pecados de la humanidad y el real abandono que sufrió por parte de Su Padre (vea 2
Corintios 5:21; Gálatas 3:13).
Por primera vez en la historia del universo Jesús oró y no obtuvo respuesta. Después
gritó otra vez y entregó Su espíritu, muriendo. Cuando Jesús expiró el velo del templo
se partió en dos, de arriba abajo (Mateo 27:51) como demostración que era obra de
Dios.
El velo era lo que separaba al hombre pecador de un Dios Santo, y cuando Jesús murió
el velo de separación se rompió, dejando libre la senda que nos da pleno acceso a la
presencia del Padre. Otra de las profecías de Isaías que vino a cumplimiento con Jesús,
es ésta que probablemente generó los peores comentarios en su época: "Por cárcel y
por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de ¡a
tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido" (Isaías 53:8).
Sin embargo, Dios Padre tenía todo previsto, porque el mismo profeta explica unos
versos más adelante que, "Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá
linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho" (Isaías 53:10-11).
10- Nuestro viejo hombre fue ejecutado para que el nuevo hombre pueda vivir en
nosotros.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sin-amos más al pecado. Romanos 6:6
De acuerdo a la Escritura, todos los que hemos sido bautizados en Cristo, hemos sido
bautizados en Su muerte, a fin de que como Cristo resucitó por la gloria del Padre, así
también nosotros tengamos vida nueva (Romanos 6:3-4). Al hacer pública nuestra
decisión de seguir a Cristo, al bautizarnos, reconocemos que morimos a lo viejo.
Un intercambio de vidas
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos
del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios
4:22-24. El viejo hombre es corrupto o viciado de pecado, corrompido por "los deseos
engañosos".
Como podemos ver, el nuevo hombre es una persona con la naturaleza incorruptible de
Jesús para que pueda adoptar el carácter de Cristo. Dicha naturaleza incorruptible es la
simiente de Dios que es la que capacita al creyente para que viva como nuevo hombre.
Esto no significa que un cristiano nacido de nuevo jamás peca, sino que en cada
creyente hay una naturaleza divina que es capaz de no pecar; ésta es la naturaleza de
Jesús.
Dice la Palabra que "todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la
simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar" (1 Juan 3:9). En la primera carta
escrita por el apóstol Pedro, él declara que somos "renacidos, no de simiente
corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para
siempre" (1 Pedro 1:23).
Entonces, ¿qué es lo que determina el fruto que producimos en nuestra vida? La manera
en que vivimos. Si crucificamos el viejo hombre diariamente viviremos una vida de
victoria. El hacer morir al viejo hombre es un proceso continuo, una decisión diaria, que
se tiene que hacer en cada una de las áreas de nuestra vida.
1- Él recibió todo el castigo por nuestros pecados, para que nosotros recibamos su
perdón.
2- Llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, para que seamos sanados
ahora.
3- Se hizo pecado, para que seamos justificados con Su justicia.
4- Murió nuestra muerte, para que podamos recibir Su vida
5- Se hizo maldición, para que recibamos Su bendición.
6- Soportó nuestra pobreza, para que podamos recibir Su prosperidad.
7- Llevó nuestra vergüenza y culpabilidad, para que podamos recibir Su gloria.
8- Soportó nuestro rechazo, para que podamos obtener Su aceptación.
9- Fue separado del Padre por la muerte, para que podamos ser uno con Dios.
10- Nuestro viejo hombre fue ejecutado, para que el nuevo hombre pueda vivir en
nosotros
ACTIVACIÓN:
1- El maestro orará para que los estudiantes reciban la revelación de lo que sucedió en la
cruz, y del intercambio divino hecho por Jesús para darnos acceso a recibir Sus
bendiciones.
2- Guiará a los estudiantes a renunciar: al viejo hombre (vieja mujer), a las maldiciones,
al rechazo, a la pobreza y la vergüenza, y a comprometerse ante Dios para crucificar al
viejo hombre, diariamente, en cada área de su vida, por la gracia de Dios.