La Clausula
La Clausula
La Clausula
1. DEFINICIÓN DE CLÁUSULA.
2. EL PREDICADO EN LA CLÁUSULA.
3. EL SUJETO EN LA CLÁUSULA.
3.1. Definiciones no adecuadas de sujeto.
3.2. La concordancia del sujeto con el predicado
3.3. El sujeto y las preposiciones.
4. MODIFICADORES CLAUSALES.
5. COMPLEMENTO DIRECTO O IMPLEMENTO.
5.1. Caracterización formal.
5.2. Complemento directo con verbos de medida, peso, duración y precio.
5.3. Complemento directo con la preposición a.
5.4. Pronombre personal tónico como complemento directo.
5.5. Posición del complemento directo.
6. COMPLEMENTO INDIRECTO O COMPLEMENTO.
6.1. Caracterización formal.
6.2. Diferenciación del complemento directo.
6.3. Diferenciación del complemento circunstancial.
7. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL O ADITAMENTO.
7.1. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE LUGAR.
7.1.1. Clasificación semántica.
7.2. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE TIEMPO.
7.2.1. Los adverbios ya, aun y todavía.
7.3. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE MODO.
7.4. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE FINALIDAD.
7.5. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE CAUSA.
7.6. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE INSTRUMENTO.
7.7. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE COMPAÑÍA O COMITATIVO.
7.8. OTROS POSIBLES COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES.
8. COMPLEMENTO PREPOSICIONAL O SUPLEMENTO.
8.1. Caracterización del suplemento.
8.2. Tipos de suplementos.
8.3. Confusión con el circunstancial y compatibilidad con el directo.
8.4. Evolución del término.
8.5. Listado de verbos con suplemento.
9. COMPLEMENTO AGENTE.
10. ATRIBUTO.
10.1. Tipos de atributo.
10.2. Las copulativas especulares o reversibles.
11. COMPLEMENTO PREDICATIVO.
11.1. Complemento predicativo frente a atributo.
11.2. Complemento predicativo frente a complemento circunstancial.
11.3. Complemento predicativo de CD frente a modificador de frase.
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1. DEFINICIÓN DE CLÁUSULA.
Según Guillermo Rojo “la cláusula se caracteriza por presentar una estructura de elementos
funcionales agrupados en torno a un predicado”. El predicado está “constituido en los casos más claros por
un verbo en forma personal”. “Independientemente de la composición interna de sus miembros, habrá
cláusula siempre que encontremos un esquema de esta clase”. Es decir, la cláusula en su versión más básica
es el equivalente de la oración simple de la gramática tradicional y únicamente es necesaria para su
existencia la presencia de un PREDICADO. En torno a él y a su mismo nivel se agrupan el resto de
funciones, no como la oración simple que requiere un SUJETO y un PREDICADO dentro del cual aparecen sus
complementos.
La cláusula puede aparecer sola, dentro de una frase, de otra cláusula o de una oración. A grandes
rasgos, la equivalencia de esta unidad con las de la gramática tradicional es:
2. EL PREDICADO EN LA CLÁUSULA.
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3. EL SUJETO EN LA CLÁUSULA.
El SUJETO es una función primaria que se puede caracterizar como exigido por las desinencias
personales del verbo que desempeña la función PREDICADO. Aunque es necesario advertir que excluyen la
función SUJETO: 1º) las formas no personales del verbo (infinitivo, gerundio y participio), aunque pueden
desempeñar la función PREDICADO, y 2º) ciertos verbos como los meteorológicos (tronar, llover, nevar…) y
los impersonales, por ejemplo, del verbo haber.
Con frecuencia se ha definido y se sigue definiendo el SUJETO como “la persona o cosa que realiza la
acción del verbo”. Esta definición, que apunta más a un sujeto lógico que gramatical, no es adecuada por las
razones siguientes:
- Según esta definición, no habría SUJETO en oraciones cuyo verbo no fuera de acción, como ser, estar,
parecer, etc.
- Con muchos verbos y también en las estructuras pasivas, el SUJETO no es la persona o cosa que
realiza la acción del verbo, sino la persona que la padece o sufre.
Dicha definición vale para la noción de agente, que es función semántica, frente a la noción de
SUJETO, que es función sintáctica. Por ello, no es adecuado intentar detectar el SUJETO de una oración
preguntando al verbo sólo ¿quién? ya que los SUJETOS de cosa responden a la pregunta ¿qué?
Por otra parte, definir el SUJETO sólo como “la persona o cosa de la cual se dice algo” puede apuntar al
tópico o tema pero no al sujeto gramatical. Con esta definición se confundiría la función sintáctica de SUJETO
con la función informativa de tema o tópico. En efecto, en las dos oraciones siguientes hay el mismo tema
pero distintos sujetos:
El SUJETO de una cláusula u oración es todo elemento (sustantivo, pronombre, grupo nominal,
cláusula) que concuerda con el verbo del PREDICADO en número y persona.
Para detectar qué componente oracional desempeña la función SUJETO, hay que cambiar de número
el verbo personal NÚCLEO de la frase verbal que cumple la función de PREDICADO (si está en singular, se
pasa a plural; y si esta en plural, a singular); y, si es preciso, se cambia también el verbo de persona. Si al
proceder de esta manera, el verbo se ve afectado en el número y, en su caso, en la persona, es que los dos
componentes concuerdan, no sólo coinciden.
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La pelota la tiró el niño. > Las pelotas las tiró el niño.
En este caso, las frases nominales la pelota y el niño están en singular y en tercera persona al igual que
el verbo tiró. Pero sólo el niño concuerda con el verbo:
Si el componente que funciona como SUJETO no se puede cambiar de número porque no admite
plural, es conveniente sustituirlo por algún pronombre para poderlo convertir en plural. Si se trata de
pronombres neutros (esto, eso, aquello...), la conversión a plural se ha de realizar con el grupo nominal
equivalente estas cosas (esas, aquellas cosas...).
Las frases capacitadas para desempeñar la función SUJETO son la frase sustantiva (siendo su NÚCLEO
un nombre propio o un pronombre María llamó / Ella llamó / Alguien llamó / ¿Quién llamó?) y la frase
nominal: (Aquella chica llamó). El SUJETO nunca puede ser desempeñado por una frase preposicional.
Aunque comentario aparte merecen las preposiciones hasta y entre.
a) La preposición hasta en la cláusula Hasta los alumnos de COU lo saben está transcategorizada: ha
adquirido un valor de adverbio con el significado de incluso. En ese caso (hasta) los alumnos es una frase
sustantiva cuyo MODIFICADOR es la preposición transcategorizada, no es por lo tanto una frase
preposicional cuyo DIRECTOR sea hasta como en Viajaré hasta París.
Hay que tener en cuenta que, en contra de lo que sucede con las preposiciones, la palabra entre se
combina con las formas tónicas tú y yo. Además, en estos casos no parece que enlace nada, y a veces se
puede eliminar sin que se resientan ni la estructura ni el significado de la cláusula.
Si se considera que la secuencia encabezada por entre es un SUJETO, parece claro que, entonces, tal
palabra es un adverbio (equivalente a conjuntamente), aunque sea átona y carezca de autonomía sintáctica,
desempeñando la función de MODIFICADOR de una frase, nominal o, incluso de la construcción coordinada.
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4. MODIFICADORES CLAUSALES.
Emilio Alarcos Llorach hablaba ya en 1980 de unos elementos que no podían ser considerados como
COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES. Si bien son, como los CIRCUNSTANCIALES, no argumentales (su
aparición es opcional), no modifican al PREDICADO, sino a toda la secuencia, sea ésta una cláusula (y será
llamado, por lo tanto, MODIFICADOR CLAUSAL) o una oración (MODIFICADOR ORACIONAL). Constituyen una
unidad fónica independiente, separada del resto de la cláusula u oración por una pausa o incrustada entre
pausas a modo de inciso.
Algunos autores como Alcina y Blecua denominan esta función adverbial “comentario oracional
periférico”. Alarcos propone el nombre de “atributo oracional”. Estos MODIFICADORES no determinan el
contenido léxico del verbo, como hacen los adverbios CIRCUNSTANCIALES, sino que afectan a la cláusula u
oración en su totalidad, introduciendo comentarios relativos a elementos externos, de ahí el carácter
marginal o periférico que se les atribuye.
Comparten ciertos rasgos con los adverbios y locuciones adverbiales de función textual. Así, desde el
punto de vista distribucional, se desplazan libremente por la oración; y fónicamente, van entre pausas:
Frente a:
La presencia de una pausa, representada por una coma, es básica para su distinción de los
circunstanciales:
Pueden considerarse también MODIFICADORES CLAUSALES otro tipo de unidades que nada tienen que
ver con los adverbios, sino con las frases:
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Guillermo Rojo propone la siguiente representación:
Cláusula
MODIFICADOR NÚCLEO
Esta propuesta atribuye a la cláusula en su primer nivel funciones propias de las frases endocéntricas y
no cumple el criterio de respetar la alternancia de unidad / función en el análisis. Hay que tomarlas como
excepciones necesarias para conseguir reflejar el hecho de que el MODIFICADOR afecta a la unidad completa
no sólo a una parte de ella.
Cláusula
MODIFICADOR NÚCLEO
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Además de adverbios y frases puede darse el caso de que en el MODIFICADOR aparezca una cláusula.
Cláusula
MODIFICADOR NÚCLEO
Frase preposicional
Cláusula Cláusula
Prepos. Verbo Adverbio Artículo Sustantivo Pron. Verbo Conj. Art. Sust. Verbo Adv.
Para no complicar más las cosas, te diré que la novela acabó mal.
Es el elemento que modifica en primer lugar al verbo. Su existencia está vinculada a la noción de
transitividad que se entiende como la propiedad semántica por la cual un verbo expresa una acción o
proceso que, partiendo de un agente u origen, pasa o se dirige a un paciente o término. La denominación de
implemento (así como cada una de las que aparezcan en segundo lugar en los demás complementos) fue
añadida por el funcionalista Emilio Alarcos Llorach en 1968.
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5.1. Caracterización formal.
a) Pronominalización.
La palabra, grupo sintáctico o cláusula que desempeñe la función de COMPLEMENTO DIRECTO puede
ser sustituida, cuando está determinado, por un pronombre personal átono de 3ª persona: lo, la, los y las. El
pronombre adopta siempre el género y el número de sus referentes:
Una variante de esta prueba consiste en la tematización del COMPLEMENTO DIRECTO, que, al colocarse
delante del verbo, exige un pronombre átono anafórico:
Los fenómenos de leísmo, laísmo y loísmo provocan que esta prueba no sea siempre inequívoca.
b) Conversión a pasiva.
Es COMPLEMENTO DIRECTO en una cláusula activa toda palabra, sintagma o cláusula que en una
construcción pasiva pasen a la función de SUJETO paciente:
Lanzaron una piedra al lago. > Una piedra fue lanzada al lago.
CD SUJETO
Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay verbos con COMPLEMENTO DIRECTO que no admiten la
pasiva:
Hace frío. Hay alumnos. Tengo la sal.
En estos casos, debe acudirse al procedimiento de la sustitución por los pronombres átonos:
c) Interrogación.
Transformación de la cláusula en una interrogativa mediante ¿qué?, ¿qué es lo que? o ¿a quién?, cuya
respuesta es el complemento directo:
¿Qué es lo que visitaron los Reyes? > La exposición.
Pueden surgir problemas cuando el sintagma se refiere a personas (rasgo + humano) ya que es válido
responder también con el COMPLEMENTO INDIRECTO.
a) Como verbos de acción: en estos casos, el COMPLEMENTO DIRECTO admite tanto la sustitución
pronominal como la conversión a pasiva:
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b) Como verbos de no acción: su complemento admite la pronominalización del complemento directo,
pero no la pasiva:
Este comportamiento lo presentan también los complementos de los verbos de duración y precio:
tienen sólo un rasgo de COMPLEMENTO DIRECTO, la pronominalización, pero no su conversión a pasiva:
La reunión duró seis horas. Las duró. *Seis horas fueron duradas por la reunión.
La compra costó 10 euros. Los costó. *Diez euros fueron costados por la compra.
Para muchos autores, la pronominalización no es razón suficiente para que puedan ser considerados
verdaderos COMPLEMENTOS DIRECTOS. Alegan que esto mismo puede hacerse con el verbo copulativo
estar, cuyo carácter transitivo es difícil de defender:
Estuvo tres años en la cárcel. Los estuvo.
Por eso es más conveniente asegurar que estamos ante COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES.
La presencia del COMPLEMENTO DIRECTO no siempre es obligatoria para la viabilidad del enunciado,
aunque el verbo sea transitivo:
Javier estudia en la Facultad.
Ayer escribí a mi familia.
En español no es posible identificar el CD de otro modo ya que, frente a otras lenguas, no posee una
marca formal específica. A esto se le suma el hecho de que pueda aparecer con o sin preposición que
depende en líneas generales de la presencia o ausencia del rasgo + humano.
La única preposición que puede aparecer delante de un COMPLEMENTO DIRECTO es a. Y ello ocurre en
los siguientes casos:
Busco al policía (se sabe qué policía es). frente a: Busco ayudante. = Busco un ayudante.
b) Los nombres propios de persona o animal llevan también la preposición a, pues son consabidos:
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e) Se usa la preposición a para evitar ambigüedades:
Sin embargo, y también para evitar una posible ambigüedad, a veces se suprime la preposición a del
COMPLEMENTO DIRECTO por entrar en conflicto con otro complemento que también exige a:
Cuando el COMPLEMENTO DIRECTO está desempeñado por un pronombre personal tónico, que debe
ir precedido de a, debe repetirse con la forma pronominal átona correspondiente al margen de la posición
que aquél adopte:
Sin embargo, el pronombre personal átono no exige la aparición de la forma tónica. Esta puede aparecer
bien por necesidades expresivas, bien porque se quiera establecer una oposición con otra persona diferente.
Ejemplos:
Tú (a mí) no me insultas. Me insultaron (a mí [no a ti]).
Ahora bien, por razones expresivas o informativas puede colocarse delante del verbo. En estos casos,
es obligado repetirlo con el pronombre personal átono correspondiente siempre que se refiera a personas o
cosas determinadas o consabidas, pero no en los demás casos:
pero:
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6. COMPLEMENTO INDIRECTO O COMPLEMENTO.
Según el Esbozo de la gramática tradicional “se designa con el nombre de complemento u objeto
indirecto el vocablo que expresa la persona, animal o cosa en quien se cumple o termina la acción del verbo
transitivo ejercida ya sobre el acusativo”. En los manuales de gramática española suelen aportarse dos
criterios formales para la identificación de este complemento:
a) reconocible porque siempre va precedido por la preposición a y, a veces, también para. Es una
caracterización insuficiente porque estas preposiciones pueden preceder también a ciertos COMPLEMENTOS
DIRECTOS e, incluso, CIRCUNSTANCIALES.
b) su expresión o conmutabilidad mediante un pronombre personal átono. Pueden aparecer en la misma
oración pleonásticamente junto al COMPLEMENTO INDIRECTO propiamente dicho: Le mandé una carta a
Roberto. Sin embargo, tampoco es un criterio decisivo debido a los fenómenos del leísmo, laísmo y loísmo
que también afectaban al COMPLEMENTO DIRECTO.
Porto Dapena define el INDIRECTO como: “todo complemento representado o conmutable por un
pronombre átono de dativo y con carácter argumental, esto es, exigido por el propio significado del verbo o
sintagma verbal”. Estudiemos esta definición:
a) Argumento interno ligado a verbos que exigen tal complemento: Convenir a alguien.
b) Introducido por la preposición a, nunca para. Recuérdese que a también introduce CD cuando
poseen el rasgo semántico “animado”:
En la conmutación pronominal del CI, le / les sólo nos informan del número y son invariables en cuanto
a género (obsérvese que en el CD el pronombre marca género y número). En el caso del alomorfo se queda
incluso neutralizada tal oposición.
María escribe....
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d) El COMPLEMENTO INDIRECTO es capaz de ser duplicado por el pronombre catafórica y
anafóricamente. Esta posibilidad de duplicación permite distinguir CD y CI, puesto que el CD sólo la admite
anafóricamente.
Como puede observarse, su identificación no es sencilla, pero quizá el mayor problema sea el de su
diferenciación del COMPLEMENTO DIRECTO cuando los dos poseen el rasgo + humano porque en los dos
casos van precedidos de la preposición a. La distinción puede establecerse mediante la transformación en
pasiva, dado que únicamente el DIRECTO puede pasar a SUJETO. Pero el problema surge en algunas
ocasiones en que también el INDIRECTO parece que admite la misma transformación en SUJETO, cosa que
ocurre cuando acompaña a verbos como preguntar, servir, obedecer, avisar, enseñar, aplaudir. Así, estos
ejemplos:
Pero estas pasivas no son del todo correctas. Lo que ocurre es que estos verbos admiten dos
construcciones transitivas: con CD de cosa y CI de persona (El estudiante preguntó la duda al profesor.), y
con tan sólo CD de persona (El estudiante preguntó al profesor.), y es exclusivamente en este último caso en
el que la persona puede pasar a SUJETO de la construcción pasiva. Es decir, la única construcción activa
válida para la pasiva: El profesor fue preguntado, sería: El estudiante preguntó al profesor.
Por lo tanto las anteriores deberían transformarse a pasiva del siguiente modo:
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6.3. Diferenciación del complemento circunstancial.
En la cláusula Tu padre le compró a Raúl la bicicleta para su ahijado, se puede advertir la frase
preposicional introducida por la preposición para no es un argumento del verbo (no es una función sintáctica
regida por él) sino una variable (una pieza de aparición opcional). La gramática tradicional consideraba que
la frase para su ahijado desempeñaba la función de COMPLEMENTO INDIRECTO (ambas funciones tienen
algo en común ya que expresan el mismo contenido semántico: el destinatario). Como ha probado la
gramática funcionalista es imprescindible distinguir forma y función, sintaxis y semántica. Por lo tanto, la
frase preposicional para su ahijado, de naturaleza opcional, desempeñará una función sintáctica no
argumental. Algunos autores la denominan dativo; otros (así lo expresa, por ejemplo, en su Gramática
didáctica del español el gramático funcionalista Leonardo Gómez Torrego) la consideran COMPLEMENTO
CIRCUNSTANCIAL DE BENEFICIARIO O DESTINATARIO.
Se impone, por lo tanto, una exclusión de la preposición para para introducir COMPLEMENTOS
INDIRECTOS. Los argumentos para defender tal tesis son:
d) “Para + frase” no puede desempeñar la función CI puesto que no se comporta como tal admitiendo
doble manifestación.
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7. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL O ADITAMENTO.
Como ocurre con tantos otros conceptos gramaticales, el de COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL surge
en la gramática francesa. Sus primeras apariciones de cierta resonancia en gramáticas escolares se producen
hacia 1850. En España aparece por primera vez en la edición de 1917 de la Gramática de la Real Academia
Española en la que todos los complementos son definidos desde una perspectiva semántica. Se bautiza como
COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL “al vocablo, modo adverbial o frase que determina o modifica la
significación del verbo, denotando una circunstancia de lugar, tiempo, modo, materia, contenido, etc.” El
punto de vista tradicional es un auténtico “cajón de sastre” que cataloga como CIRCUNSTANCIAL todo
complemento no identificable como DIRECTO o INDIRECTO.
Una de sus características fundamentales es que se trata de un elemento opcional tanto sintáctica
como semánticamente, elementos marginales ajenos a las exigencias del verbo que gozan de gran movilidad
posicional, de manera que su adición no afecta en nada a la estructura ni a la viabilidad de la cláusula.
Aunque el primero de esos dos ejemplos aporta más información, se trata de la misma cláusula.
Otra característica típica es la posibilidad de estar representado o poder conmutar con un adverbio:
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7.1.1. Clasificación semántica.
a) Situacionales o posicionales, que sitúan la acción o evento bien sea en coincidencia con un lugar u objeto
(Juan vive en Málaga) o en relación con él (Vive cerca del Ministerio).
b) Direccionales, indicando un movimiento, orientación o perspectiva a quo o de origen (Los veo desde la
ventana), ad quem o de destino (Se fue a Barcelona) e intermedia o de lugar por donde (Van por la calle).
c) Extensionales, que expresan la delimitación o amplitud de un espacio más o menos grande (España se
extiende desde Los Pirineos al estrecho de Gibraltar).
Parece adecuado hablar de locuciones solamente en los casos en que la construcción en cuestión no pueda
funcionar sola, esto es, sin el elemento respecto al cual se establece la relación.
También este CIRCUNSTANCIAL puede estar representado por sintagmas adverbiales, sintagmas
preposicionales o cláusulas. Sirva como ejemplo esta variedad de expresiones temporales:
Caso aparte son los adverbios de tiempo ya y aún o todavía, que se comportan de diferente modo
que un típico COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL TEMPORAL, pues ni son conmutables por un sintagma
preposicional ni responden a la pregunta ¿cuándo? o ¿cuánto tiempo? Su función consiste más bien es
expresar una idea de ruptura o continuidad temporal en relación con una situación anterior. Así pues, más
que el tiempo, lo que expresan es un aspecto en el desarrollo de la acción verbal lo que los sitúa más cerca
de los nexos supraoracionales (conectores textuales) que de los adverbios.
Ciertos adverbios y expresiones temporales como de repente, de pronto, de golpe, inmediatamente o de
inmediato, al instante, se encuentran a medio camino entre la expresión del tiempo y del modo. Pueden
incluso ser respuesta a la pregunta ¿cómo?:
Nos contestó al instante.
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7.3. COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE MODO.
Así llamado por expresar el modo o manera en que se lleva a cabo lo expresado por el verbo o
sintagma verbal. Formalmente se caracteriza por admitir la sustitución por ¿cómo? o ¿de qué modo, forma o
manera? en las correspondientes oraciones interrogativas.
Puede estar desempeñado por adverbios, locuciones adverbiales, sintagmas preposicionales y hasta
por cláusulas. Éstas a su vez pueden ser introducidas por como, cual, según o constituidas por un gerundio:
Lo recibió amablemente.
Habla con seguridad.
Lo hemos medido a ojo.
Escribe como habla.
Lo hizo según le mandó su padre.
Lo dijo gritando.
Desde el punto de vista semántico pueden expresar una característica de la acción representada por
el verbo: Juan escribe muy bien. (La escritura de Juan es muy buena). O una característica del SUJETO de la
oración: Lo despidió con lágrimas en los ojos. Y pueden describir la acción, normalmente ayudándose del
gerundio: Los ladrones entraron forzando la cerradura.
La diferencia del CIRCUNSTANCIAL DE MODO con el COMPLEMENTO PREDICATIVO es clara. Se trata
de PREDICATIVO cuando existe un elemento nominal (sustantivo o adjetivo), y de CIRCUNSTANCIAL cuando
hay un adverbio o expresión equivalente:
Lo esperó tranquilo.
Lo esperó tranquilamente.
Una característica común que une al resto de los circunstanciales que vamos a tratar es que en
ningún caso pueden venir representados por adverbios, sino tan sólo por sintagmas preposicionales o,
excepción hecha del de compañía, por toda una cláusula.
El complemento de finalidad se caracteriza por venir introducido por la preposición para (y a veces a
o por) seguida de un sustantivo o expresión sustantivada:
Se está entrenando para la carrera.
Iremos a Galicia a pasar las vacaciones.
Lo mandó por tabaco.
Se expresa mediante las preposiciones por y con. También se usan locuciones como a causa de,
debido a, gracias a, por culpa de y si el complemento es una cláusula u oración, se introduce generalmente
mediante porque:
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Debido a la coincidencia en la preposición es posible la confusión con el COMPLEMENTO AGENTE,
pero su diferenciación es fácil. El AGENTE se caracteriza semánticamente por ser animado (si es inanimado
es capaz de llevar a cabo la acción expresada por el verbo) y formalmente por la posibilidad de actuar como
SUJETO en la correspondiente construcción activa. El CAUSAL, además de carecer de estas características
admite la conmutación de la preposición por la locución a causa de o de otra equivalente:
Se incluyen en él no sólo los que indican instrumento propiamente dicho, sino también el medio
adoptado, intermediario, materia utilizada, etc. Las preposiciones encargadas de hacerlo son, sobre todo,
con, por y mediante, o las locuciones por medio de, a través de, con el auxilio de u otra equivalente.
Hay que añadir que este y el anterior pueden adoptar la forma negativa, mediante la preposición sin,
para expresar justamente la falta, ausencia o carencia del instrumento o compañía que se cita:
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8. COMPLEMENTO PREPOSICIONAL O SUPLEMENTO.
SUPLEMENTO es toda frase preposicional constituyente del predicado, con carácter argumental, no
integrable (Porto Dapena). Veamos qué quiere decir esta definición:
a) Frase preposicional. El tipo de unidad que desempeña la función de SUPLEMENTO es la frase preposicional
(ésa es la razón por la que también se denomina COMPLEMENTO PREPOSICIONAL).
c) No integrable: el SUPLEMENTO es una función no integrable (no puede ser sustituido por un pronombre
átono sino por la preposición y el pronombre tónico) frente a CD y CI, sí integrables (sustituibles por los
pronombres átonos lo, la, los, las / le, les, se).
Además, en la primera caracterización del término hecha por Alarcos no se contempla ni la compatibilidad
con el CD en la misma cláusula, ni su sustitución por el adverbio.
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8.2. Tipos de suplementos.
a) Los clarísimos que no se pueden eliminar porque el verbo exige (rige) preposición:
Aspira al primer premio.
No se atuvo a las consecuencias.
Consta de varias partes.
Aspirar, atenerse y constar necesitan de las preposiciones para completar su significado, porque está
incompleto si sólo se dice: Aspira, No se atuvo, Consta. Son los SUPLEMENTOS prototípicos.
Todo esto viene a demostrar que cuando se habla de obligatoriedad hay que entender esta palabra
desde el punto de vista exclusivamente semántico, y no confundirla con la idea de carácter regido o rección
que es de tipo sintáctico. A saber, estos verbos rigen ciertas preposiciones, pero no otras:
Recurrir a...; confiar en...; dudar de... // * Recurrir de...; * confiar por...; * dudar a ...
Pero no todo es tan sencillo puesto que se plantean muchos casos intermedios entre el SUPLEMENTO
y el COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL:
- Complementos verbales de carácter obligatorio, pero sustituibles por adverbios: Residen en Madrid
> Residen aquí. Este es un caso especialmente problemático porque ni el criterio de suprimirlo, ni el criterio
de conmutarlo proporcionan respuestas claras. Todo se complica con otro ejemplo del mismo verbo: La
clave de ese problema reside en el planteamiento donde son posibles la conmutación propia de los
suplementos (...reside en él) y la de los circunstanciales (...reside ahí).
- La situación contraria, complemento no obligatorio que no admite el cambio por un adverbio: Fui al
cine con Teresa.
- Verbos que admiten al mismo tiempo el DIRECTO y el SUPLEMENTO. Este problema fue
ampliamente estudiado por Bosque que aporta varios ejemplos que contradicen el criterio de Alarcos:
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En vista de la situación, Alarcos modificó sus planteamientos iniciales aceptando por una parte la
compatibilidad con el CD dentro de una misma oración, y, por otro, la posibilidad de conmutación por un
adverbio.
Así las cosas, todavía Guillermo Rojo se esfuerza por establecer una distinción clara entre
SUPLEMENTO y CIRCUNSTANCIAL aportando un mayor número de criterios que Emilio Alarcos, y que
sistematiza en la siguiente tabla:
Aditamento Suplemento
Marginalidad al predicado. + -
Posible eliminación sin alteración de la estructura. + -
Libertad posicional. + -
Conmutabilidad por adverbio. + -
Rección de la preposición. - +
Así como Alarcos, después de las críticas recibidas, considera el carácter obligatorio como el
fundamental de sus criterios para identificar un SUPLEMENTO, también Rojo se inclina por los dos últimos
como los básicos para diferenciar un SUPLEMENTO de un CIRCUNSTANCIAL.
La diferencia salta a la vista. Rojo se opone a Alarcos en que no admite como SUPLEMENTOS los
conmutables por adverbios, es decir, Residen en Madrid no sería un SUPLEMENTO para él. Lo que sí admite
es la conmutación por un adverbio del término de la frase preposicional que funciona como SUPLEMENTO
(Proceder de Francia /...de allí; Surgir de la oscuridad /...de ahí) la permanencia de la preposición indica que
se trata de un SUPLEMENTO, no de un CIRCUNSTANCIAL.
Y se opone a Bosque en que considera a todos los SUPLEMENTOS regidos por la preposición, cuando
aquél habla de que unos la rigen y otros sólo la seleccionan. Sin embargo, en una clasificación posterior
concede que su segundo criterio “posible eliminación sin alteración de la estructura” (innegablemente
vinculado al criterio de la rección) lleve en la casilla correspondiente al SUPLEMENTO los dos signos +/-. Lo
que supone admitir en cierto modo la idea de Bosque de unos suplementos más propios que otros.
En conclusión, y como resumen a todas estas enmiendas de uno a otro investigador, cuando aparece
una frase preposicional, que no puede ser considerada DIRECTO ni INDIRECTO, y es obligatoria, es decir,
exigida por el verbo, seguro que se trata de un SUPLEMENTO.
Es Hortensia Martínez quien se aventura establecer una lista de verbos que rigen SUPLEMENTO.
Aunque las listas que se hagan siempre son parciales porque dependen del corpus con el que se trabaje,
siempre pueden servir de mera indicación:
Abjurar de, abogar por, abstenerse de, abundar en, abusar de, acceder a, acertar a/con, acogerse a,
acordarse de, acusar de, adecuar(se) a, admirarse de, adolecer de, adueñarse de, afianzarse en, ajustarse a,
alardear de, alegrarse de, alejar(se) de, aludir a, amenazar con, animarse a, anticiparse a, apartar(se) de,
apechugar con, apercibirse de, apoderarse de, aprovecharse de, arremeter contra, arrepentirse de,
arriesgarse a, asistir a, asombrarse de, aspirar a, atañer a, atender a, atenerse a, atreverse a/con, avenirse
a/con, avergonzarse de, basarse en, bastar con, beneficiarse de, brindarse a, burlarse de, caer en, calificar
de, carecer de, cejar en, ceñirse a, cifrarse en, colegir de, compadecerse de, complacerse en, comulgar con,
concordar con, conducir a, confiar en, confluir en, consistir en, constar de, contar con, contribuir a,
convencerse de, convenir en, convertir en, cooperar a, corresponder a, creer en, cuidar(se) de, cumplir con,
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dar por/en, darse a, dedicar(se) a, defenderse de, definirse por, demorarse en, depender de, descolgarse con,
desconfiar de, desembocar en, desesperar de, deshacerse de, desistir de, despedirse de, dignarse a, discrepar
de, disfrutar de, disponer de, disponerse a, distar de, dolerse de, dudar de, emanar de, empujar a,
encariñarse con, encontrarse con, entenderse con, enterarse de, entrar en, entretenerse en/con, equivaler a,
estribar en, extrañarse de, faltar a, fiarse de, fijarse en, fundarse en, gozar de/en/con, hacer de, hacerse con,
huir de, impulsar a, incitar a, incurrir en, inducir a, inferir de, influir en, informar(se) de/sobre, iniciarse en,
insistir en, instar a, interceder por, interesarse por, invitar a, ir para/de, jactarse de, liberarse de, librarse de,
llegar a , llenarse de, llevar a, mandar en, meter(se) en, mirar por, necesitar de, negarse a, obligar(se) a,
obstar para, obstinarse en, ocuparse de/en, ofrecerse a, padecer de, partir de, pasar por, pecar de, pensar
en, perecer a, persistir en, persuadir(se) de, pertenecer a, preciarse de, preocuparse por, prescindir de,
preservar(se) de, prestarse a, presumir de, privar(se) de, proceder a/de, propender a, prorrumpir en,
provenir de, pugnar por, quedar en/de, quejarse de, rayar en, recelar de, recurrir a, reducirse a, redundar en,
referirse a, relacionar(se) con, relegar(se) a, renegar de, renunciar a, repercutir en, residir en, resignarse a,
resistirse a, romper con, servir de, someterse a, sonar a, sospechar de, tachar de, tener por, tildar de,
transformar(se) en, tratar de/con, trocar(se) en, ufanarse de, usar de, vacilar en/ante, vanagloriarse de,
versar sobre.
9. COMPLEMENTO AGENTE.
Es una función sintáctica habida en oraciones con verbos transitivos en construcciones pasivas que
muestra al productor de la acción: el COMPLEMENTO AGENTE es el SUJETO semántico (de ahí su nombre:
agente), pero no sintáctico.
Como se deduce de lo anteriormente dicho, es una función sintáctica primaria que es exigida por
aquellos verbos transitivos en construcción pasiva, aunque, como ocurre con el SUJETO, puede ser omitida.
Ha de advertirse que el CD, el CI y el SUPLEMENTO, son funciones sintácticas exigidas por el carácter
semántico del verbo; sin embargo, el AGENTE es exigido, no por una característica léxica, sino gramatical: el
hecho de que el verbo transitivo esté en voz pasiva.
La única unidad capacitada para desempeñar esta función primaria es la frase preposicional cuyo
director sea la preposición por (en el pasado el español admitía de, hoy de uso arcaico y restringido).
Puede aparecer en la construcción pasiva con ser o estar y con la llamada pasiva refleja, aunque con
menos frecuencia:
Es una persona muy querida por (=de) sus compañeros.
Se firmó la paz por las naciones contendientes.
Este complemento puede plantear problemas de delimitación, sobre todo cuando el término de la
preposición presenta el rasgo – animado, es decir, se refiere a una cosa, ya que en este caso puede tratarse
también de un CIRCUNSTANCIAL DE CAUSA o MEDIO. Es el contexto significativo o referencial el que
determina en cada caso concreto si se trata de un COMPLEMENTO AGENTE o meramente CIRCUNSTANCIAL:
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10. EL ATRIBUTO.
Todos los subtipos de frase pueden desempañar la función de ATRIBUTO, como se puede advertir en
el ejemplo: la frase nominal, la frase sustantiva, la frase adjetiva, la frase adverbial, la frase preposicional e
incluso cláusulas.
María es una niña.
María es mujer.
María es hermosa.
María es así.
María es de Judea.
María es inmolarse por los demás.
Cuando cumple la función de ATRIBUTO una frase nominal, sustantiva o adjetiva, se vinculan SUJETO,
PREDICADO y ATRIBUTO mediante la marca formal de la concordancia. En estos casos, un infalible método
de reconocimiento de las funciones SUJETO y ATRIBUTO es alterar el verbo a fin de someter a la oración a la
prueba de la concordancia.
En cambio, este método probatorio resulta inoperante cuando desempeñan la función de ATRIBUTO
los restantes subtipos de frases (Este alumno es de Caracas / Estas alumnas son de Caracas). Para estos
casos existe la prueba de la pronominalización como hábil método de reconocimiento (a pesar de que la
pronominalización sea aceptada estrictamente por los verbos copulativos: ser, estar y parecer):
La pronominalización es también un buen método para detectar las funciones de ATRIBUTO y SUJETO
en aquellas cláusulas que los gramáticos denominan especulares o reversibles.
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10.2. Las copulativas especulares o reversibles.
Son especulares aquellas cláusulas atributivas en las que la función predicado enlaza dos frases
nominales o sustantivas, siendo problemático dilucidar qué frase funciona de SUJETO y cuál de ATRIBUTO.
Todo parece indicar que la estructura de estas cláusulas está constituida por SUJETO + PREDICADO +
ATRIBUTO. El criterio que quizá nos lleva a ese primer análisis superficial es considerar la frecuencia en que
aparece en español el SUJETO en posición anterior, antes de las otras funciones primarias en terminología de
André Martinet. No obstante, si las oraciones atributivas simples fuesen:
Yo soy el tesorero.
Liaño es el portero del Deportivo.
Aquél es el asesino.
nuestro análisis no variaría. Si pronominalizamos la función ATRIBUTO llegaremos a una cláusula gramatical,
mientras que si erramos pronominalizando la función SUJETO construiremos una cláusula agramatical:
Al margen del lugar que ocupen en la secuencia sintagmática, Yo, Liaño y Aquél desempeñan la
función SUJETO como demuestra la pronominalización.
Es la función sintáctica habida en el interior de una cláusula predicativa caracterizada por presentar
cualidades del SUJETO o el CD. Es un complemento del PREDICADO y, simultáneamente, del SUJETO o del
CD. No es un complemento argumental del verbo, no es exigido por él. Por el hecho de no estar afectado por
la transitividad, es una función sintáctica prescindible: una variable.
Tranquilo guarda relación con el SUJETO, El niño, porque concuerda en género y número, además de
expresarnos una cualidad de él; y con el verbo, durmió, porque lo modifica semánticamente, nos dice cómo
durmió. Igual ocurre con muy contento, pero concordando en género y número con el COMPLEMENTO
DIRECTO a mi hermano.
Lleva las medias sucias. // Lleva la gabardina sucia. // Lleva los calcetines sucios. // Lleva el abrigo
sucio.
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11.1. Complemento predicativo frente a atributo.
a) El ATRIBUTO aparecerá en cláusulas atributivas mientras que el PREDICATIVO en cláusulas predicativas (de
ahí su nombre):
Los perros están inquietos. Los perros ladraron inquietos.
ATRIB. CPVO.
Adviértase el cambio de significado del verbo si el ATRIBUTO no aparece: ya no es un verbo atributivo sino
un verbo predicativo (‘permanecer’).
El PREDICATIVO es prescindible. Admite además la paráfrasis:
c) El ATRIBUTO afecta únicamente al SUJETO, mientras que el COMPLEMENTO PREDICATIVO puede afectar
tanto al SUJETO como al CD:
Este disco suena horrible, El concejal habló muy claro, Este helado sabe divino son cláusulas que
presentan una función sintáctica que puede ser considerada, erróneamente, COMPLEMENTO PREDICATIVO,
cuando en realidad horrible, muy claro y divino desempeñan la función de COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL
DE MODO.
a) No existe la marca formal de la concordancia, como ocurre cuando estamos ante un PREDICATIVO:
b) No es posible desglosar la doble predicación tal y como ocurre con el COMPLEMENTO PREDICATIVO:
Este disco suena horrible. no significa Este disco suena. Este disco es horrible.
c) Los tres adjetivos son sustituibles por sus correspondientes adverbios terminados en -mente:
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11.3. Complemento predicativo de CD frente a modificador de frase.
Existen casos en los que el COMPLEMENTO PREDICATIVO referido al CD (C.PVO de CD), dadas las
relaciones secuenciales, puede ser malinterpretado como modificador de la frase que funciona de CD.
a) La pronominalización del CD excluye al adjetivo: Lo vio abierto / La vieron preocupada, por lo tanto, no
forma parte del CD.
c) Interpretación semántica: ¿Existe una maestra cuya cualidad sea estar permanentemente preocupada?
BIBLIOGRAFÍA
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