Sexualidad Humana

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Sexualidad humana

Problemas de la página

Capacidad de sentir experiencias


eróticas y de responder a ellas.

La sexualidad humana es la capacidad


de sentir experiencias eróticas y de
responder a ellas. Representa el conjunto
de comportamientos que conciernen la
satisfacción de la necesidad y el deseo
sexual. Al igual que los otros primates,
los seres humanos utilizan la excitación
sexual con fines reproductivos y para el
mantenimiento de vínculos sociales, pero
le agregan el goce y el placer propio y el
del otro. El sexo también desarrolla
facetas profundas de la afectividad y la
conciencia de la personalidad. En
relación a esto, muchas culturas dan un
sentido religioso o espiritual al acto
sexual, así como ven en ello un método
para mejorar (o perder) la salud.

Egremy define a la sexualidad como la


"Construcción bio-socio-psicológica que
nos permite establecer relaciones con
los demás desde el eje sexo-genérico".

La OMS define como "sexualidad es un


aspecto central del ser humano presente
a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las
identidades y los papeles de género la
orientación sexual, el erotismo, el placer,
la intimidad y la reproducción. La
sexualidad se vivencia y se expresa a
través de pensamientos, fantasías,
deseos y creencias, actitudes, valores,
conductas, prácticas, papeles y
relaciones interpersonales. La sexualidad
puede incluir estas dimensiones, no
obstante no todas ellas se vivencían o se
expresan siempre. La sexualidad está
influida por la interacción de factores
biológicos, psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales, éticos,
legales, históricos y espirituales".

Aunque existen componentes


característicos a todos los seres
humanos que conforman la sexualidad,
no se puede hablar de una sexualidad
única, sino que existen tantas
sexualidades como seres humanos en el
mundo porque cada uno de nosotros
posee una construcción individual de su
sexualidad.

La complejidad de los comportamientos


sexuales de los humanos es producto de
su cultura, su inteligencia y de sus
complejas sociedades, y no están
gobernados enteramente por los
instintos, como ocurre en casi todos los
animales. Sin embargo, el motor base del
comportamiento sexual humano siguen
siendo los instintos, aunque su forma y
expresión dependen de la cultura y de
elecciones personales; esto da lugar a
una gama muy compleja de
comportamientos sexuales. En la
especie humana, la mujer lleva
culturalmente el peso de la preservación
de la especie.

En la sexualidad humana pueden


distinguirse aspectos relacionados con
la salud, el placer, legales, religiosos, etc.
El concepto de sexualidad comprende
tanto el impulso sexual, dirigido al goce
inmediato y a la reproducción, como los
diferentes aspectos de la relación
psicológica con el propio cuerpo
(sentirse hombre, mujer o ambos a la
vez) y de las expectativas de rol social.
En la vida cotidiana, la sexualidad
cumple un papel muy destacado ya que,
desde el punto de vista emotivo y de la
relación entre las personas, va mucho
más allá de la finalidad reproductiva y de
las normas o sanciones que estipula la
sociedad.

Khajuraho.
Términos y etimología
El término sexo deriva del latín sexus, por
sectus, "sección", "separación"; del griego
genos (del cual deriva también
genitalidad), y aparece usado por primera
vez en De inventione I, de Cicerón.

Orientación e identidad
sexual
Además de la unión sexual y emocional
entre personas de diferente sexo
(heterosexualidad), existen relaciones
emocionales y sexuales entre personas
del mismo sexo (homosexualidad o
androfilia y genofilia) que —aunque
tengan una larga tradición (ya existían en
la antigua Grecia y en muchas otras
culturas)— en algunos sectores siguen
siendo valoradas en la actualidad
negativamente y son incluso motivo de
discriminación social.

La identidad sexual es la conciencia


propia e inmutable de aprender del
propio sexo, es decir, el saber conocerse
e integrarse dentro del espectro sexual.
En la definición de la identidad sexual
están implicados multitud de factores,
entre los que podemos destacar el
psicológico, social y biológico y -dentro
de este último- el gonadal, cromosómico,
genital y hormonal. En realidad hay 78
factores distintos que se diferencian en
sentido masculino o femenino en
cualquier persona.

En la mayoría de las ocasiones, los


hombres nacen con genitales
masculinos y los cromosomas XY,
mientras que las mujeres poseen
genitales femeninos y dos cromosomas
X. Sin embargo existen personas que no
pueden ser clasificadas por estos
factores, ya que poseen combinaciones
de cromosomas, hormonas y genitales
que no siguen las definiciones típicas
que se han relacionado con el hombre y
la mujer. De hecho, algunas
investigaciones sugieren que uno de
cada cien individuos puede nacer con
rasgos intersexuales, o lo que
vulgarmente se conoce como
hermafrodita.

Véanse también: Heterosexualidad, Homosexualidad,


Bisexualidad, Pansexualidad y Asexualidad
(demasiados parámetros en {{VT}}) Wikipedia.

Instinto
Durante siglos se consideró que la
sexualidad en los animales y en los
humanos era básicamente de tipo
instintivo. En esta creencia se basaron
las teorías para fijar las formas no
naturales de la sexualidad, entre las que
se incluían todas aquellas prácticas no
dirigidas a la procreación.
Hoy, sin embargo, se sabe que también
algunos mamíferos muy desarrollados
como los delfines, e incluso aves como
los pingüinos, presentan un
comportamiento sexual diferenciado,
que incluye además de formas de
aparente homosexualidad, variantes de
la masturbación y de la violación.
[cita requerida] La psicología moderna
deduce, por tanto, que la sexualidad
puede o debe ser aprendida.

El psicoanálisis diferencia la noción de


instinto para el ser humano y considera
la sexualidad en un sentido más amplio
que el genital ya que el deseo sexual
humano no se superpone con el instinto
de reproducción.

Expresiones y desarrollo del


comportamiento sexual

Dibujo de Leonardo da Vinci de una pareja


hemiseccionada durante el coito
En el límite de las formas ampliamente
aceptadas de conductas sexuales, se
encuentran las llamadas expresiones del
comportamiento sexual; como la
masturbación, homosexualidad, éstas
hasta no hace poco tiempo eran
consideradas parafilias o perversiones
de personas degeneradas o moralmente
degradadas en gran parte por la
influencia religiosa en la sociedad. La
evolución en los usos y costumbres y el
ensanchamiento del margen de
tolerancia ha hecho que estas conductas
se admitan como válidas en el marco de
los derechos hacia una sexualidad libre.
Sólo en los casos de malestar o de
conflicto del propio individuo con sus
tendencias, o en aquellos en los que se
pone en riesgo la integridad física y
moral de terceros, podemos hablar de
trastornos sexuales y en estos casos se
encuentra la necesidad de tratamiento
psicoterapéutico e incluso
farmacológico.

La mayor parte de las culturas tienen


normas sociales sobre la sexualidad. Por
ejemplo, muchas culturas definen la
norma sexual como una sexualidad que
consiste únicamente en actos sexuales
entre un hombre y una mujer casados.
Los tabúes sociales o religiosos pueden
condicionar considerablemente el
desarrollo de una sexualidad sana desde
el punto de vista psicológico.

Religión y sexo
El Cristianismo afirma que, reducida a la
genitalidad, la sexualidad degrada a la
persona; que debe abarcar a toda la
persona y no sólo a una parte de la
misma. Que la sexualidad es una
realidad positiva creada por Dios como
expresión de amor y unión entre un
hombre y mujer. Que se encarna dentro
del acuerdo matrimonial.

Su visión es polémica, ya que no suele


reconocer o no suele enfrentarse a otros
aspectos de la sexualidad, como la
homosexualidad, la masturbación o el
uso del preservativo.

Prácticas sexuales
Masturbación

Es la estimulación que, con objeto de


conseguir excitación y placer sexual o
incluso el orgasmo, realiza un individuo
en su propio cuerpo o en el de otro, sobre
todo en los órganos sexuales.

Coito
Coito.

Se define como coito la introducción del


pene en la vagina o en el ano de otra
persona, llamándose coito vaginal o
coito anal respectivamente.

Sexo oral

El sexo oral es una práctica sexual en la


que una o más personas estimulan los
órganos genitales de otra con los labios
y con la lengua. Suele llamarse
cunnilingus, si es en la vulva; felación, si
es en el pene, y anilingus, si es en el ano.

Sexo anal

El sexo anal es una práctica sexual que


involucra la introducción del pene o de
juguetes sexuales en el propio ano o en
el ano de otra persona.

Frot y tribadismo

El frot es una práctica sexual no


penetrativa entre varones, en la que
ambos se rozan los penes erectos uno
contra otro y se masturban mutuamente
con sus penes en contacto,
generalmente estando abrazados
mientras se acarician y besan frente a
frente, aunque pueden adoptarse otras
posiciones.

En el tribadismo, práctica sexual no


penetrativa, las mujeres presionan y
restriegan sus vulvas una contra la otra,
estimulándose el clítoris y otras partes
erógenas hasta alcanzar el orgasmo.

Sexo tántrico

El sexo tántrico es una forma de


enseñanza budista e hindú que considera
el sexo una forma de expansión y
exploración de la espiritualidad.

Infecciones de transmisión
sexual

Las infecciones de transmisión sexual


(ITS), también llamadas enfermedades
de transmisión sexual (ETS) y antes
llamadas enfermedades venéreas
(término este último que técnicamente
ya no se considera adecuado) son las
adquiridas por la vía sexual. Se
transmiten debido al contacto íntimo y
pueden contagiarse durante el coito, por
los besos, a través del contacto de la piel
con una zona infectada o con úlceras y a
través de pequeños desgarros en la boca
o el ano o en los genitales mediante la
práctica del sexo oral, anal o genital, esto
debido a los microorganismos que se
pueden adherir a la superficie de los
epitelios uretral, endocervical, vaginal,
rectal o faríngeo.

Si no reciben tratamiento, algunas de


ellas pueden producir daños
permanentes (esterilidad, hipoacusia,
problemas cardiovasculares, cáncer del
cuello uterino o incluso, en algunos
casos, la muerte (VIH/SIDA). También
son transmitidas de la madre el hijo
durante el embarazo o durante el trabajo
de parto.

El uso del preservativo por temor al


contagio del VIH/SIDA ha disminuido la
incidencia de las ETS, pero continúan
existiendo en todas partes del mundo y
son un problema de salud pública.[1]

Los agentes productores de las


infecciones de transmisión sexual
incluyen bacterias, virus (como el del
herpes), hongos e incluso parásitos,
como el ácaro llamado arador de la
sarna (Sarcoptes scabiei) o los piojos
llamados "ladillas" (Pedículus pubis).

Reproducción
El ser humano utiliza la reproducción
sexual heterogámica. En ella, los
gametos se diferencian tanto
morfológica como fisiológicamente. Uno
de ellos -el espermatozoide- es diminuto
y móvil, y se le llama también gameto
masculino o microgameto, mientras que
el otro -el óvulo- es grande y sedentario y
se denomina gameto femenino o
macrogameto.

Control de la natalidad

Generalmente basado en la planificación


familiar y determinado por las prácticas
de una pareja que tengan por fin el
control de la cantidad de hijos utilizando
anticonceptivos.

Además, cumple con la función de


satisfacción sexual, es decir, la búsqueda
del placer de uno mismo y del otro, con
lo que se logra que la sexualidad sea
indispensable para la vida de los seres
humanos, en cuanto a su armonía entre
lo físico y lo emocional.

Véanse también: Aborto inducido, Diferencias


biológicas hombre-mujer, Aparato reproductor
masculino y Aparato reproductor femenino.

Sexología
La sexología es el estudio sistemático de
la sexualidad humana y de las
cuestiones a ella referidas. Abarca todos
los aspectos de la sexualidad.

Informe Kinsey

A partir de los años 30, comenzó a


realizarse la investigación sistemática de
los fenómenos sexuales. Posteriormente,
la sexología, rama interdisciplinar de la
psicología, relacionada con la biología y
la sociología, tuvo un gran auge al
obtener, en algunos casos, el respaldo de
la propia sociedad, promovidos por los
movimientos de liberación sexual de
finales de los años 60 y principios de los
años 1970.

Los primeros estudios científicos sobre


el comportamiento sexual corresponden
al informe Kinsey.

Alfred C. Kinsey y sus colaboradores


presentaron una recopilación de datos
estadísticos que reflejaban los modelos
de la conducta sexual en los Estados
Unidos desde 1938 hasta 1952. Su
trabajo se realizó mediante entrevistas
de interrogatorio directo y abrió las
puertas para la investigación de la
respuesta sexual humana que,
posteriormente, realizaron William
Masters y Virginia Johnson. El trabajo de
Kinsey era de investigación sociológica y
no interpretaba la respuesta fisiológica ni
psicológica a la estimulación sexual.[2]

En el Informe Kinsey se observaron


grandes diferencias entre el
comportamiento deseable exigido
socialmente y el comportamiento real.
Asimismo, se observó que no existe una
clara separación entre el
comportamiento heterosexual y el
homosexual ya que, según encuestas de
esa época, el 10 % de las mujeres y el
28 % de los hombres admitían tener
comportamientos homosexuales, y un
37 % de los hombres estar interesados
en la homosexualidad.

Masters y Johnson

En la década de los años sesenta, los


doctores William Masters y Virginia
Johnson investigaron por primera vez en
un laboratorio los procesos biológicos de
la sexualidad, y elaboraron un estudio
acerca de la llamada respuesta sexual
humana. Su objetivo era establecer los
fundamentos de una información
científica básica que permitiera dar
respuesta a problemas multifacéticos de
la conducta sexual humana. Su interés
radicaba en conocer qué reacción física
se desarrolla cuando el varón y la mujer
responden a una estimulación sexual
efectiva y de qué manera se comporta
cada uno frente a la misma. Para eso
utilizaron la técnica de la observación
directa. Un cierto número de varones y
mujeres adultos aceptaron ser
examinados en el laboratorio de biología
de la reproducción en el Departamento
de Ginecología y Obstetricia de la
Escuela de Medicina de la Universidad de
Washington, primero y, más tarde, bajo
los auspicios de la Reproductive Biology
Research Foundation. De estas
observaciones realizadas durante diez
años y del interrogatorio psicosexual
posterior se sacaron las conclusiones
que finalmente se publicaron.[2]

Publicaron sus estudios en un libro


titulado The Human Sexual Response
(véase Respuesta sexual humana).

Además, escribieron un polémico


artículo donde se afirmaba que, según el
estudio realizado, las relaciones sexuales
con las personas del mismo sexo
resultaban tan placenteras y relajantes
como tener sexo oral y anal a la vez; en el
caso de las mujeres, una doble
penetración las lleva a encontrar el
clímax.

Erotismo
El erotismo denota todo lo relacionado
con la sexualidad y no simplemente con
el acto sexual físico sino también todas
sus proyecciones, de modo que puede
observarse en combinación con la libido.
El erotismo trata de todo aquello que
emana de nuestra zona libídica y está
relacionado con el sexo y con el amor
erótico. El adjetivo erótico nos indica que
el tema a tratar está relacionado con el
sexo dependiendo del sustantivo al que
califica, por ejemplo, la pintura erótica o
la moda erótica.

Véanse también: Erótica, Pornografía y Kama sutra.

Legislación

Una ilustración del Kama sutra.

La edad de consentimiento sexual es la


edad por debajo de la cual, para
propósitos criminales, la violencia se
presume legalmente en las relaciones
sexuales, sin importar la existencia de
cualquier violencia real. Si un adulto tiene
relaciones sexuales con un menor que
todavía no alcanza la edad de
consentimiento sexual, el acto es
considerado estupro o violación,
dependiendo de la edad del menor y del
país.

Véanse también: Abuso sexual, Violación, Sexo


prematuro, Incesto y Explotación sexual.

Véase también
amor antro sexua solitar
libre pologí l io
andro a huma (taoís
filia comp no mo)
ortam cultiv eyacu
iento o en lación
femen sexua relaci sexo
ina l ón oral
Fideli liberta sexua sexo
dad d l segur
matri sexua religió o
monia l ny sexua
l mastu sexua lidad
juego rbació lidad
sexua
sexua n revolu lidad
l orgas ción en la
Jugar mo sexua Roma
a los l antigu
polia
médic mor sexo a
os sexo Shung
punto
juguet G grupal a
e
zona na
eróge

Referencias
1. Gonzalo Eymin y Félix Fich.
«Enfermedades de Transmisión Sexual» .
Escuela de Medicina de la Pontificia
Universidad Católica de Chile.
2. William H. Masters y Virginia E.
Johnson (1967). Respuesta sexual
humana. Buenos Aires, editorial
Intermédica. OCLC 20211222 .

Más información
Estupinyá, Pere (2013, noviembre). Una
aventura de sexo y ciencia: Una mirada
a la investigación científica de la
sexualidad humana y sus
sorprendentes resultados. ¿Cómo ves?,
Año 15, núm. 180, pp. 10-14. Dirección
General de Divulgación de la Ciencia.
UNAM. ISSN 1870-3186. (Datos
científicos acerca de aspectos
diversos del comportamiento sexual
humano)

Enlaces externos
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o sobre sexo .

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