Tomaso Estructura

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Revista de la Asociación Geológica Argentina 62 (3): 355-365 (2007) 355

ESTRUCTURA DEL TRIÁSICO DE LA REGIÓN NORTE


DEL MACIZO NORDPATAGÓNICO (40º-41ºS, 67º30´-69º45´O)
RÍO NEGRO
Raúl GIACOSA1,2, Hebe LEMA1, Alicia BUSTEROS1, Mario ZUBIA1,2, Rubén CUCCHI1 e Inés DI TOMMASO1

1
Instituto de Geología y Recursos Minerales - Servicio Geológico Minero Argentino;
Departamento de Geología - Universidad Nacional de la Patagonia.
2

E-mail: [email protected]

RESUMEN
Se describen las características geométricas y cinemáticas de las estructuras que se observan en la región de Los Menucos, en la parte norte
del macizo nordpatagónico, caracterizada por extensos afloramientos de rocas volcánicas e intrusivas y sedimentarias del Triásico. Estas
estructuras son fallas de rumbo O-E, cuyas longitudes superan los 120 km, y que presentan evidencias de desplazamientos dextrales de al
menos 7 kilómetros.
Es posible establecer claras relaciones genéticas entre la evolución geométrica y cinemática de las fallas y algunos componentes del com-
plejo volcánico, tales como lavas andesíticas, domos dacíticos y venas epitermales; asimismo, la ubicación de sedimentitas clásticas grue-
sas sugiere un control por parte de las fallas. Por el contrario, las rocas más jóvenes, como las sedimentitas del Cretácico y las sedimenti-
tas y flujos basálticos del Terciario, no se observan afectadas por este fallamiento.
Las relaciones entre volcanismo y fallamiento y la falta de cizallamiento en rocas más jóvenes, sugieren que la deformación habría ocurri-
do principalmente en el Triásico tardío, en tanto que algunas de las fallas principales, tienen la misma orientación que fallas y estructuras
penetrativas que caracterizan al basamento paleozoico de la región. Esta característica, en conjunto con la distribución de rocas paleozoi-
cas y triásicas, permite inferir una morfología de tipo rift para el borde norte de la cuenca durante el Triásico.
Desde el punto de vista de la deformación regional, la geometría y la cinemática de las fallas, sugieren una dirección de extensión oblicua
regional NNE-SSO a NE-SO, en acuerdo con las relaciones entre vetas mineralizadas y fallas, que permite establecer características espe-
cíficas de la deformación al momento de la formación de las vetas (régimen transtensional dextral).

Palabras clave: Fallas transcurrentes, tectónica, volcanismo, vetas mineralizadas.

ABSTRACT: Structure of the Triassic in the northern region of the Northpatagonian Massif. This paper describes the geometry, kinematic and geolo-
gic relationships of the structures of the Los Menucos region, in the northern part of the Northpatagonian Massif that is characterized
for the extensive outcrops of Late Triassic volcanic rocks accompanied by intrusive and sedimentary rocks. Their structure are characte-
rized by large (>120 km) W-E dextral strike-slip faults that show evidence of kilometric displacements (> 7 km).
Rocks associated with the Triassic volcanism as clastic sediments, andesitic flows, dacitic domes and extensional epithermal veins, show
geometric and kinematic relationships with the faults. Younger rocks, including Cretaceous and Cenozoic sedimentary rocks and Tertiary
flow basalts, are not deformed.
Our interpretation of the relationships between faulting and volcanism, sedimentation and mineralization and the lack of the signifi-
cant post-Triassic shearing, suggest that the age of the deformation was mainly Late Triassic, and some faults would be the shallow expres-
sion of Paleozoic basement structures. In this framework it is possible to infer a rift morphology for the northern border of the basin.
Faulting shows geometric and kinematic relationships that allow inferring a NNE-SSW to NE-SW regional oblique extension direction. It
is consistent with the relationships between hydrothermal veins and faults, which suggest a specific type of the deformation regime at the
time of vein formation (dextral transtension).

Keywords: Strike-slip faults, tectonic, volcanism, mineralized veins.

INTRODUCCIÓN como integrantes de la cuenca de Los Me- lletti 2001), habiéndose señalado su afinidad
nucos (Kokogian et al. 1999) o bien como petrogenética con las plutonitas del batolito
En la región de Los Menucos aflora un ex- parte del plateau ignimbrítico del macizo de la Patagonia Central y su desvinculación
tenso complejo eruptivo con intercalacio- nordpatagónico (Llambías et al. 1984). Su de la provincia volcánica mesojurásica de la
nes sedimentarias del Triásico medio a tar- evolución tectomagmática fue relacionada Patagonia (Rapela et al. 1996). Dalla Salda et
dío, cuyas rocas constituyen uno de los re- con el rifting del Gondwana (Uliana y Biddle al. (1991), en su interpretación tectomag-
gistros de esa edad más extensos de la Pa- 1987) o con procesos de trasarco sobre el mática de la asociación plutónico-volcánica
tagonia. Los mismos han sido considerados margen protopacífico del Gondwana (Spa- triásica de la región de Chasicó-Mencué,
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señalaron un modelo de formación por cal- ya que se interpreta que existen relaciones tonitas, en tanto que las plutonitas pertene-
deras en un ambiente de extensión y fusión entre algunas estructuras y elementos del cientes al ciclo eruptivo gondwánico (Llam-
cortical. complejo eruptivo que contribuyen a carac- bías et al. 1984) tienen edades del Neopa-
Los afloramientos ocupan la parte centro- terizar estructuralmente al Triásico medio- leozoico hasta el Triásico (Fig 1).
norte del macizo nordpatagónico, en cerca- tardío. En esta región está incluido el sector estu-
nías del borde septentrional, región que du- Los datos fueron obtenidos durante el rele- diado, ubicado entre los 40º- 41ºLS y los
rante el Triásico tardío estuvo enmarcada vamiento regional a escala 1:100.000 de las 67º30´ - 69º45´ LO, con una superficie de
por procesos de subducción sobre el mar- hojas 4169-17 y 18 (Cerro Abanico y Co- 20.000 km2 (Fig. 2). Sus antecedentes geoló-
gen protopacífico ubicado al oeste. El basa- lonia Ganzu Lauquen) por cuenta del gicos están en las hojas geológicas Piedra
mento pre-triásico, situado en cercanías del SEGEMAR - IGRM en el marco del pro- del Águila (Cucchi et al. 1998) y Los Me-
curso del río Limay, separaba el borde norte yecto GEOSAT-AR (Lema et al. 2004, nucos (Cucchi et al. 2001). En este sector,
del macizo nordpatagónico del sector sur Busteros et al. 2005). Algunos datos e inter- las rocas más antiguas son las metasedimen-
de la cuenca marginal neuquina. Esta es- pretaciones preliminares ya fueron dados a titas de bajo grado de la Formación Colo
tructura habría constituido un borde geo- conocer recientemente por los autores Niyeu (Labudía y Bjerg 1994) que por co-
tectónico de primer orden en la organiza- (Giacosa et al. 2005). rrelación con rocas similares de Valcheta se
ción tectonoestratigráfica del norte de la asignan al Eopaleozoico. Las eruptivas
Patagonia (Franzese y Spalletti 2001), en un GEOLOGÍA REGIONAL gondwánicas, cuyas edades alcanzan al Triá-
período que marca el fin del ciclo gondwá- sico temprano, están constituidas por varios
nico y los prolegómenos del desmembra- La región centro-norte del Macizo Nord- plutones reunidos en los Complejos La Es-
miento del Gondwana. patagónico, al norte de la meseta de So- peranza (Llambías y Rapela 1984) y Cayupil
El objetivo de este trabajo es contribuir a la muncurá (Fig. 1), se caracteriza por aflora- (Cucchi 1992).
caracterización tectónica de la región, apun- mientos de rocas ígneas y metamórficas Desde Fita Ruín al oeste y hasta Sierra
tando a sustentar interpretaciones tecto- paleozoicas. Del Paleozoico inferior afloran Colorada al este, cubriendo un área de
magmáticas y geodinámicas más detalladas, metamorfitas de grado bajo a medio y plu- 9.000 km2, apoyan sobre el basamento pale-

Figura 1: Mapa geológico regional de la región centro-norte del macizo nordpatagónico (tomado del mapa geológico de la provincia de Río Negro).
Referencias: M/Pz (metamorfitas paleozoicas); P/Pz (granitoides paleozoicos); E/Mz (eruptivas y sedimentitas del Mesozoico inferior); S/K (sedimenti-
tas del Cretácico); S/Cz (sedimentitas del Cenozoico) y B/Cz (basaltos cenozoicos).
Figura 2: Mapa estructural de la región de Mencué, Los Menucos y Sierra Colorada. Ubicación en figura 1. Referencias: 1) sistema de fallas Planicie Baja, 2) fallas La Esperanza; 3) falla Loma
Blanca; 4) fallas del sistema Piche; 5) sinforme Piche; 6) falla Lenzaniyeu; 7) falla Cerro La Laja; 8) falla Cerro La Laja norte; 9) falla Lagunitas; 10) falla Choique; PAP) pull-apart Piche; PUC) push-
up Caledonia. Adviértase que las fallas afectan exclusivamente a rocas pre-cretácicas.
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ozoico, rocas volcánicas del Triásico acom- estas variaciones de rumbo están vinculadas por una falla de rumbo O-E de más de 50
pañadas por sedimentitas clásticas e intru- con sistemas de fallas que interactúan for- km de longitud, que controla el contacto
siones someras. Éstas, fueron referidas mando zonas dilatantes y antidilatantes, con entre los granitoides neopaleozoicos y las
como Formación Los Menucos, Formación depresiones tectónicas y altos estructurales, rocas triásicas, y un grupo de fallas menores
Sierra Colorada y sedimentitas continenta- respectivamente (Fig. 2). Las fallas se obser- subparalelas y diagonales. El desplazamien-
les con Dicroidium (Stipanicic et al. 1968), van claramente en las imágenes satelitales to de las rocas indica una cinemática dex-
como Formación Garamilla (Nullo 1978), como lineamientos kilométricos, presenta- tral. Una de las estructuras diagonales, la fa-
como Grupo Los Menucos (Labudía et al. do muchas de ellas, evidencias de una im- lla Sierra Blanca, de rumbo NO, tiene evi-
1995) y como Complejo Los Menucos (Cu- portante componente de transcurrencia dencias de cinemática dextral (Fig. 2).
cchi et al. 2001). En el área de Los Menucos dextral. Fallas de La Esperanza: Son tres fallas subpa-
y Sierra Colorada se reconocen varias litofa- Las fallas afectan a los metasedimentos eo- ralelas de rumbo O-E y cinemática dextral.
cies (Lema et al. 2005): (a) facies de ignim- paleozoicos, a los granitoides gondwánicos La deformación involucra principalmente al
britas, (b) facies de sedimentitas y volcani- y a las rocas del Complejo Los Menucos. basamento granítico de La Esperanza y en
clastitas, (c) facies lávicas a subvolcánicas, Las sedimentitas del Cretácico inferior y ro- menor medida a vulcanitas e intrusivos triá-
(d) cuerpos epizonales a subvolcánicos de cas más jóvenes no muestran evidencias de sicos, sector donde puede estimarse un des-
dioritas/monzonitas y leucogranitos y, (e) deformación cizallante. Se presentan como plazamiento de rumbo de al menos 2 km.
facies de diques riolíticos. Sobrepuestas a la fallas individuales o como asociaciones de Al igual que el sistema Planicie Baja, estas
mayoría de estas litofacies hay extensas zo- fallas genéticamente vinculadas conforman- fallas no afectan a las sedimentitas cretáci-
nas de alteración con mineralización, rela- do sistemas de fallas. Las principales son cas ubicadas al pie de la altiplanicie de El
cionadas con los episodios hidrotermales (Fig. 2): el sistema de fallas Planicie Baja, las Cuy.
tardío-volcánicos. fallas de La Esperanza, la falla Loma Blan- Falla Loma Blanca: Esta estructura fue seña-
La edad de este complejo está acotada por ca, el sistema de fallas Piche, las fallas Cerro lada y nominada por Corbella (1975). Tiene
la presencia de una flora de Dicroidium ex- La Laja y Cerro La Laja Norte y la falla una longitud de 120 km, alcanzando hacia el
tensamente distribuida en la facies de sedi- Lagunitas. Estructuras relacionadas con el oeste el cañadón Fita Ruín. Afecta rocas de
mentitas intercaladas en las rocas volcani- fallamiento son, entre otras, el pull-apart Pi- los Complejos La Esperanza y Cayupil, del
clásticas, y además, por una edad isotópica che, el push up Caledonia y el sinforme Pi- Complejo Los Menucos y de Vulcanitas Lo-
Rb-Sr de 222 ± 2 Ma, en ignimbritas dacíti- che. Por su longitud, la falla Loma Blanca, ma Blanca, aunque se observan sus mejores
cas ubicadas a 23 km en dirección N40°O el sistema de fallas Piche y la falla Lagunitas evidencias en un plutón del Granito Calvo
de la localidad de Los Menucos (Rapela et son regionalmente las más importantes, (Fig. 2). Está cubierta por los basaltos de
al. 1996). Este valor coincide con el piso adquiriendo relevancia ésta última dado que Pillahuincó y de Bajo Hondo. No presenta
cortaderitiano en el que Spalletti (2001) ubi- a ella se vinculan numerosas áreas de altera- muchas evidencias de campo, aunque a
ca la zona florística. ción hidrotermal. unos 2 km al este de la ruta 8, en un sector
Entre las rocas atribuidas al Jurásico, aflo- Las evidencias de fallamiento en el terreno de 30-40 m de ancho, afloran brechas de fa-
ran andesitas y basandesitas; hacia el límite -con excepción de algunas áreas de altera- lla asociadas a un conjunto de fallas secun-
norte del área comienzan a ser importantes ción- son muy escasas. La inclinación gene- darias de rumbo E-O.
los afloramientos de sedimentitas jurásicas ral de los mantos volcánicos oscila entre 15 Se reconoce una falla principal y fallas se-
y especialmente de rocas cretácicas de ori- y 25º (Fig. 3b), alcanzando mayores valores cundarias situadas a bajo ángulo con aqué-
gen continental y marino de la cuenca neu- en sectores próximos a las fallas importan- lla; las ubicadas al sur de la traza principal
quina. tes, como el caso de la serranía cercana a la podrían corresponder a cizallas P, en tanto
Las rocas terciarias están representadas por estancia La Caledonia (45º/50º al SSO) o en que algunas ubicadas al norte, podrían in-
varias unidades sedimentarias de naturaleza inmediaciones de la falla sur del sistema terpretarse como cizallas R1 (ambas sintéti-
continental y marina cuyas edades van des- Piche (35º/45º al E-ESE), resultando fre- cas con la cinemática de la falla principal; cf
de el Paleoceno hasta el Mioceno y por nu- cuentes las modificaciones en los rumbos Giacosa et al. 2005, Fig. 2). La falla tiene una
merosas intercalaciones de flujos basálticos, en las inmediaciones de las fallas (Fig. 3a). cinemática dextral y, en el sector del plutón
así como por las intrusiones subvolcánicas Finalmente, se mencionan otras estructuras granítico ubicado sobre la ruta, su desplaza-
alcalinas de la sierra de Queupuniyeu. citadas en la literatura, como las fallas de la miento medido como componente de rum-
sierra de Queupuniyeu y el lineamiento bo es de 7 kilómetros.
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Aguada de Guerra-Sierra Colorada (Ro- Sistema de fallas Piche: Son varias estructuras
senman 1975, Corbella 1975). de rumbo dominante O-E, que a lo largo de
El rasgo estructural más notorio de la zona unos 40 km delimitan la depresión estructu-
de estudio y de la región, es una intensa GEOMETRÍA DE LAS ral denominada por Corbella (1973) graben
fracturación, en la que son dominantes las FALLAS del cerro Piche. Son dos fallas principales
fallas de rumbo O-E y, en menor medida, que en la parte más ancha de la depresión,
de rumbos ONO y ENE a NE. Algunas de Sistema de fallas Planicie Baja: Está formado al este de la ruta 8, distan 4 km entre sí, en
Figura 3: A. Mapa estructural de las hojas Cerro Abanico y Colonia Ganzú Lauquén (geología en Lema et al. 2004 y Busteros et al. 2005). Ubicación en figuras 1 y 2; referencias de las fallas
igual a la figura 2. Referencias: LM (localidad de Los Menucos), MCC (meseta Caita-Co), SQ (sierra Queupuniyeu), LL (bajo Las Lagunitas), SC (serranías en alrededores de estancia
Caledonia), CM (cerro La Mina), CL (cerro La Laja), C (prospecto Cuyas), CC (prospecto Choique Mahuida o cerro Choique), LB (prospecto La Brecha), CG (cerro Guacho). En el sector
NO fueron señaladas las vetas La Bienvenida y La Casual, ambas citadas en el texto, otras vetas están señaladas con la letra V. Nótese: a) la ubicación de las zonas de alteración silíceas (Si) y
arcillosas (K) en relación con el trend estructural O-E controlado por las fallas Cerro La Laja y Lagunitas; b) afloramientos de lavas y aglomerados andesíticos en los planos de fallas y en
algunos bajos estructurales y, c) la relación espacial de algunas vetas con las fallas. B. Proyección estereográfica de polos de estratificación en el Complejo Los Menucos; nótese que las mayo-
res concentraciones corresponden a planos de estratificación de ángulos bajos a intermedios. C. Diagrama de rumbos de las vetas ubicadas en la zona comprendida en la figura 3A.
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tanto que hacia el oeste, en proximidades


del cerro Piche, tienden a unirse en una sola
zona de falla. La traza se interrumpe en la
meseta de Coli Toro para reaparecer al oes-
te en los afloramientos de granitos pérmi-
cos y continuar hasta los 69º 30´O, en inme-
diaciones del cañadón Fita Ruín, (Fig. 2). La
sierra de Queupuniyeu interrumpe la obser-
vación de este sistema hacia el este, pero
podría inferirse su continuación en el sector
norte del bloque de ignimbritas de la sierra
de La Caledonia. Con estas evidencias se
Figura 4: Clasificación
puede estimar una longitud mínima de 100/ del rumbo de fallas
120 kilómetros. menores con respecto al
Las fallas afectan a rocas plutónico-volcáni- hundimiento de las
estrías, para estructuras
cas de varios complejos: La Esperanza, Ca-
localizadas en canteras
yupil y Los Menucos, y en el oeste, a aque- cercanas a fallas mayo-
llas del basamento metasedimentario. En el res. Varias de ellas se
bloque norte, diques graníticos de rumbo encuentran ilustradas en
la figura 6.
NE, intrusivos en la granodiorita Prieto, se
encuentran curvados (en sentido horario) la falla Piche (sur) generado como conse-
en inmediaciones de la falla norte, lo que cuencia de la componente de inclinación
sugeriría arrastre durante la transcurrencia. durante la extensión oblicua.
Regionalmente, el sistema de fallas Piche, Falla Lenzaniyeu: Esta falla se expresa como
junto con la falla Loma Blanca, separan un un lineamiento N20ºO de unos 15 km de
ambiente de rocas plutónicas gondwánicas longitud, que constituye el límite occidental
intruidas por diques y stocks del Complejo de un bloque de basamento con metamor-
Los Menucos, de un sector sur con un do- fitas de la Formación Colo Niyeu intruidas
minio de las rocas extrusivas y sedimenta- por granitoides del Neopaleozoico (Fig. 2).
rias de este complejo, junto con sus princi- La relación angular con la falla sur del siste-
pales zonas de alteración y mineralización. ma de fallas Piche (80º), estructura con la Figura 5: Construcción de McCoss (1986)
Los cambios de rumbo originan zonas dila- cual se relaciona, induce a considerarla una para la veta Don Gregorio. Referencias: (X)
tantes (pull apart Piche) y de levantamiento falla sinistral (cizalla antitética, R2), en tanto dirección de mayor extensión, (S) vector de
desplazamiento (dirección de apertura de la
(push-up Caledonia). que las consecuencias estratigráficas que fractura de extensión).
Aunque los sedimentos cuaternarios ocul- produce al exponer la base de la secuencia
tan en gran medida a los depósitos del pull volcánica triásica, apoyando en discordancia oeste o bien interactúa con una falla de
apart Piche, se advierte que dentro y sobre sobre el basamento, sugiere una componen- rumbo N60º-70ºO de 18 km de longitud
los bordes de la depresión afloran conglo- te de inclinación. (Fig. 3a). Sus últimos movimientos son cla-
merados y andesitas triásicas (Corbella Falla Cerro La Laja: Es una falla de rumbo ramente posteriores a la alteración de las
1973, Cucchi et al. 2001), posiblemente rela- O-E con desplazamiento dextral, de unos ignimbritas y sobre su traza se ubican pe-
cionados con la evolución de la depresión 35 km de longitud, cuyas evidencias cine- queños cuellos volcánicos basálticos, indi-
estructural. máticas son claras en el cerro La Laja (Figs. cando su reactivación por presión magmáti-
Los flujos ignimbríticos y andesíticos del 2 y 3a), donde el desplazamiento de rumbo ca en el Cenozoico.
Complejo Los Menucos ubicados al sur del en las tobas y andesitas del Complejo Los Falla Lagunitas: Esta falla, de 75 km de lon-
pull apart Piche, tienen una disposición es- Menucos es cercano a 1 km. Cizallas secun- gitud, tiene un diseño convexo hacia el nor-
tructural caracterizada por inclinaciones ha- darias sintéticas se hallan en el sector oeste te (Fig. 3a); al norte del cerro Abanico tiene
cia el E, que progresivamente cambian al del cerro La Laja (Figs. 3a y b). La presen- un rumbo N80ºE y hacia el O se asocia a
SE y SO, en inmediaciones del borde sur de cia de rocas con foliación de flujo en las una falla de rumbo N90ºE. Entre ambas li-
la depresión (Fig. 3a). Esta estructura bu- inmediaciones de su traza sería un indicio mitan la depresión estructural de Las Lagu-
zante al SE (Figs. 2, 5), y denominada sin- de actividad durante el desarrollo del cam- nitas. Al oeste de cerro Abanico, la falla tie-
forme Piche (Giacosa et al. 2005), fue atri- po volcánico. ne ramas de rumbo N70º-80°E, en tanto que
buida a efectos de arrastre durante la trans- Falla Cerro La Laja Norte: Ubicada 2 km al el segmento principal sigue un rumbo N115°.
currencia. Sin embargo, podría tratarse tam- norte de la anterior, tiene un rumbo O-E Todo este sistema queda cubierto por ba-
bién de un sinclinal en el bloque de techo de por unos 20 km y luego continúa hacia el saltos oligocenos en la meseta Caitá-Có.
Estructura del Triásico de la región norte del macizo ... 361

Figura 6: a a d: Canteras
Cerro La Laja. a). Zona de
falla dextral paralela a la
falla Cerro La Laja; So
estratificación de las tobas.
b) Detalle de la zona de
falla, integrada por una bre-
cha de atricción (Br) y ciza-
llas de Riedel sintéticas (R1)
y antitéticas (R2). c) Falla
de componente normal que
desplaza a un dique riolítico
intrusivo en las tobas riolí-
ticas. d) Zona de falla con
cinemática normal. Nótese
que las dos fallas normales
son paralelas a la falla
Cerro La Laja. e) Canteras
Zanón en cerro La Mina.
Zona con transtensión
caracterizada por un caballo
de roca, limitado por planos
de falla con estrías subhori-
zontales (Lsh) y de inclina-
ción (Li). f y g). Cantera
Equivocada (caolín) ubicada
en la intersección de la falla
Lagunitas con una falla
secundaria de orientación
ENE. f) Planos de falla
subverticales a verticales
con estrías subhorizontales
(Lsh), se señala la ubicación
de la fotografía g. g). Zona
de falla con componente de
inclinación (cinemática
g indeterminada).

Las principales evidencias del fallamiento nas lineales de silicificación en el cerro Ban- ubicación y génesis de la veta extensional
son los rasgos lineales de su traza, el arras- dera (Fig. 3a, LB) Evidencias cinemáticas de Don Gregorio. En algunos sectores afloran
tre provocado en los mantos volcánicos de desplazamiento dextral, son la curvatura andesitas alineadas según el plano de falla,
la zona de cerro Abanico, e importantes zo- por arrastre en los mantos ignimbríticos y la en tanto que continuando hacia el este, sus
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Sierra Colorada, de unos 250 km de longi- caballos (Fig. 6e) limitados entre fallas de
tud, que en gran parte coincide con el traza- inclinación y de desplazamiento lateral
do de la ruta 23. En superficie, no se obser- (Figs. 6f y g), lo que sugiere (véase discu-
van evidencias geológicas que permitan a- sión) partición de la deformación a escala
valar la presencia de una falla de tal magni- mesoscópica.
tud, aunque parcialmente puedan observar- Vetas: La gran mayoría de las mineralizacio-
se sectores, como aquel entre cerro Aba- nes de la región, son vetas con F, Au-Ag,
nico y Los Menucos, que sugerirían la pre- Mn, Cu, Pb y Ba, incluidas en el Distrito
sencia de una discontinuidad estructural. Minero Los Menucos y serían parte del ci-
Allí afloran ignimbritas dacíticas y basaltos clo metalogenético Paleozoico superior-Ju-
neógenos al sur de la ruta 23 e ignimbritas rásico (Malvicini y Vallés 1984).
riolíticas de la zona de alteración y minera- Muchas de estas manifestaciones vetifor-
lización cerro La Mina-cerro Abanico-A- mes están relacionadas con estructuras ma-
guada Guerra, al norte. Asimismo, en dicho yores, como por ejemplo las vetas de fluori-
tramo, el relevamiento aeromagnetométri- ta localizadas sobre la falla que limita por el
Figura 7: Bosquejo interpretativo para el co, señala una marcada anomalía lineal de norte el pull apart Piche (Fig. 3a). Otro con-
Triásico, que representa el borde norte de la rumbo NE, ubicada un poco más al SE de junto de mineralizaciones y de zonas de
cuenca Los Menucos y su posible relación la ruta (cf Giacosa et al. 2005, Fig. 1). alteración tiene una estrecha relación espa-
con el basamento paleozoico a través de fallas
Fracturas en ignimbritas: Las ignimbritas cial con una franja tectónicamente domina-
normales E-O y N-S.
que afloran al sur de la ruta 23, entre las lo- da por las fallas Cerro La Laja y Lagunitas y
últimos 20 km delimitan por el norte una calidades de Sierra Colorada y Los Menu- sus estructuras subsidiarias (Fig. 3a). En es-
depresión estructural ubicada al SO de la cos, se caracterizan por una gran densidad ta franja, zonas de silicificación como La
meseta Caitá-Có (Figs. 2 y 3a). de fracturas (Fig. 3a), de rumbo dominante Brecha, se ubican directamente sobre la fa-
Falla Choique: Es una falla de 45 km de lon- NE, algunas de varios kilómetros de longi- lla Lagunitas, en tanto que zonas de caolini-
gitud que aflora al sur del cerro Choique, tud. Estas fracturas no alteran el ordena- zación (canteras de caolín) están en la in-
donde tiene un rumbo aproximado O-E. miento estratigráfico porque generalmente tersección de dicha estructura con otra de
Hacia el este se bifurca en dos ramas, una están restringidas a alguna unidad de flujo y segundo orden.
de las cuales (muy rectilínea), con rumbo podrían interpretarse como una fractura- Con respecto a la relación entre vetas y es-
N75°E y cinemática dextral, finaliza cubier- ción relacionada al enfriamiento de los flu- tructuras frágiles, varias vetas se ubican so-
ta por las basaltos de la meseta Caitá-Có. jos. bre el plano de estas fallas, en tanto que
Investigaciones anteriores señalaron la pre- otras lo hacen en inmediaciones de la mis-
sencia de lineamientos en coincidencia con ESTRUCTURAS SECUNDARIAS ma, más específicamente en la denominada
la morfología de la sierra de Queupuniyeu y zona de daño de la pared (véase Kim et al.
del trazado rectilíneo de la zona atravesada Fallas mesoscópicas: Además de las fallas se- 2004); en otro grupo minoritario de vetas
por la ruta nacional 23. La relación entre la cundarias cuya longitud supera el kilómetro, no se observan evidencias que permitan
naturaleza lineal de la sierra de Queupu- hay muchas otras cuyo tamaño oscila entre vincularlas directamente con fallas mayores.
niyeu y fallas o fracturas de rumbo meridia- la centena y la decena de metros. Son comu- La mayoría de las vetas de F-Qz se forma-
no o submeridiano, fue apuntada por Ro- nes en las inmediaciones de las fallas Cerro ron por relleno de fracturas extensionales a
senman (1975), en tanto que Corbella La Laja (canteras del cerro La Laja) y La- híbridas, o bien en zonas dilatantes ubica-
(1975) enfatizó la vinculación entre falla- gunitas (canteras Zanón). En el primer ca- das dentro de fracturas de cizalla. Los rum-
miento gravitacional y volcanismo alcalino so, la mayoría corresponde a estructuras de bos dominantes son O-E y, en menor medi-
de intraplaca. Si bien ambos autores señala- desplazamiento lateral de rumbos N30ºE a da NNE, (Fig. 3C). Aunque algunos siste-
ron la presencia de fallas diagonales y trans- N90ºE (Figs. 4 y 5), en tanto que otras tie- mas, como el cateo Cerro Abanico (Fig. 3a),
versales a la sierra, nuestras observaciones nen una componente de inclinación con un tienen individualmente diseños vetiformes,
no permitieron determinar deformaciones buzamiento de 45º a 60º (Fig. 4). La zona de en conjunto constituyen un sistema de stock-
tangenciales relacionadas con estructuras falla puede ser muy delgada o puede pre- works abiertos de grandes dimensiones.
O-E. Si bien no es posible cartografiar fa- sentar zonas de hasta 60 cm de ancho con
llas, nuestra interpretación apunta a la intru- brechas tectónicas (Figs. 6a, b), lateralmen- RELACIONES GEOLÓGICAS
sión de los cuellos volcánicos de basaltos a te confinadas por planos de fricción y ja-
lo largo de una o más fallas de rumbo N-S boncillo de falla. Entre las fallas de inclina- Con el objeto de precisar la edad de la de-
coincidentes con la morfología de la sierra ción las hay con cinemática normal, algunas formación y su influencia en los eventos ge-
(véase discusión). de las cuales desplazan diques riolíticos in- ológicos del Triásico, se describirán de ma-
Estos autores también señalaron un linea- truidos (Fig. 6c) en las epipiroclastitas del nera separada las relaciones observadas en-
miento regional entre Aguada de Guerra y cerro La Laja. Es común la presencia de tre las fallas, el volcanismo, la intrusión de
Estructura del Triásico de la región norte del macizo ... 363

diques y cuerpos subvolcánicos, la sedimen- de caolín y prospectos auro-argentíferos tensional N-S (350º/0º - 170º/180º) y b)
tación y la mineralización y alteración. como Choique, se en-cuentran en la inter- fracturación extensional ONO-ESE (280º/
Volcanismo: Se destaca la presencia, en el ce- sección de estas fallas con otras estructuras 290º - 100º/110º).
rro La Laja, de lavas andesíticas y rocas con asociadas, especialmente donde aquéllas
foliación de flujo según el plano de la falla cambian su rumbo. DISCUSIÓN
Cerro La Laja; de lavas en los bajos estruc- Por otro lado, ciertas vetas cercanas a las fa-
turales asociados con zonas dilatantes como llas presentan compatibilidad geométrica y En un reciente trabajo sobre la estructura
en el interior del pull apart Piche (Corbella cinemática con respecto a distintos estadios de la región (Giacosa et al. 2005), se descri-
1973) y en Las Lagunitas; de lavas andesíti- de la evolución progresiva de las principales bieron muchas de las características geomé-
cas según el plano de la falla Lagunitas (sec- fallas de rumbo. Tal el caso de vetas de fluo- tricas aludidas previamente, enfatizando la
tor oriental) y de aglomerados volcánicos rita como Don Gregorio en relación a la fa- vinculación entre la actividad de las fallas de
en sus cercanías (Fig. 3a). lla Lagunitas y de La Casual y La Bienvenida desplazamiento de rumbo y algunos ele-
Intrusiones: Se observan domos dacíticos en con respecto a las fallas del sistema Piche, mentos del complejo eruptivo triásico, ca-
el extremo oeste de la falla Lagunitas (Fig. estas últimas en el sector NO del área de racterizando de esta manera un marco tec-
3a), en tanto que la geometría radial a hemi- estudio (Fig. 3a; véase también mapa geoló- tónico transcurrente para el Triásico tardío.
rradial de los enjambres de diques riolíticos gico en Corbella 1973). Sin embargo, algunos aspectos tales como
(de longitudes kilométricas), sugiere que su Don Gregorio es una veta extensional ver- la relación entre las fallas de desplazamien-
intrusión estaría relacionada a fracturas ex- tical con fluorita, de 2 km de longitud y to lateral y ciertas litofacies, como la ignim-
tensionales causadas por el campo de es- rumbo N80ºE, ubicada en inmediaciones brítica, que constituye los mayores volúme-
fuerzos, durante el emplazamiento de intru- de la falla Lagunitas, y se localiza en un sec- nes del complejo, no pudieron ser profun-
siones subvolcánicas. tor donde esta falla comienza a cambiar de dizados.
Sedimentación: Se ha mencionado entre las rumbo; entre la veta y la falla hay un ángu- Si bien los desplazamientos de rumbo son
sedimentitas clásticas, depósitos de conglo- lo de 10º. Con estos datos es posible cono- muy evidentes, no es menos cierto que las
merados dentro del pull apart Piche (Fig. 2, cer la naturaleza del régimen tectónico al fallas separan las rocas triásicas de su basa-
Corbella 1973). momento de formación de una fractura ex- mento, lo que indica una importante com-
Mineralización y Alteración: Los episodios de tensional asociada a una estructura mayor, ponente de inclinación. Por lo tanto, es im-
alteración y mineralización hidrotermal de utilizando la metodología propuesta por portante discutir qué rol le cupo a las fallas
la región (pertenecientes al distrito minero McCoss (1986). Esta construcción geomé- transcurrentes en el contexto de la forma-
Los Menucos), están relacionados con el trica aplicada a la veta Don Gregorio (ángu- ción de la cuenca Los Menucos, y, si éstas
desarrollo del volcanismo triásico. Franco et lo Â: 153º; Fig. 5), indica que en inmedia- actuaron solas, o asociadas con otro tipo de
al. (1999) proponen un modelo de altera- ciones de la falla, al momento de la forma- fallas en un régimen tectónico mixto.
ción-mineralización de tipo epitermal aurí- ción de la veta, el régimen tectónico domi- A pesar de que no hemos observado en el
fero de alta sulfuración, donde las extensas nante (deformación infinitesimal) fue trans- campo fallas normales de tamaño cartogra-
zonas de alteración estarían relacionadas tensional (elipsoide oblado), con un vector fiable, otros elementos que citaremos a
con intrusiones de domos riolíticos subya- de desplazamiento (dirección de apertura continuación sugieren su presencia: a) fallas
centes a las vulcanitas. Para Gimeno et al. de la fractura) hacia el SSO (S: N187º). normales mesoscópicas en las canteras cer-
(2000), el sistema de cerro Choique tiene También es posible conocer la orientación canas a las fallas Cerro La Laja y Lagunitas
características de sistema de baja sulfura- en planta, de los ejes -horizontales- princi- (Figs. 6c, d); b) el rumbo de las vetas exten-
ción con una mineralización asociada a los pales máximo y mínimo de stress (σ1 y σ3) sionales, en dos direcciones casi ortogona-
procesos de silicificación. Independiente- y las direcciones de máximo (Z) y mínimo les (Fig. 3c), sugiere fracturación extensio-
mente del modelo correcto, la relación con (X) acortamiento: σ1, Z: N80ºE; σ3, X: nal bidireccional (cf. Angellier 1994); c) fa-
la estructura puede constatarse de dos S10ºE). llas como la del borde sur del sistema Piche
maneras. En primer término, por la ubica- La Casual es una veta extensional vertical de y las del sistema de Planicie Baja, además de
ción de sectores con fuerte alteración hi- fluorita de rumbo N80ºE, ubicada en la fa- poseer una componente dextral muy mar-
drotermal en las zonas de intersección de lla que limita el borde norte del pull apart cada, limitan un bloque norte con rocas de
fracturas, con un incremento de la fractura- Piche. La construcción geométrica indica basamento de un bloque sur con volcanitas
ción y la formación de zonas dilatantes. Así, que el régimen dominante fue de extensión triásicas (Figs. 1 y 2); d) de manera similar,
las principales zonas de alteración y minera- plana hacia el SSE (azimut vector S: N170º; el diseño cartográfico (cóncavo hacia el sur;
lización no vetiforme (Cerro La Mina, Ce- cf. McCoss 1986). Figs. 2 y 3a) de las fallas Lagunitas y del sis-
rro Abanico, Cuyas y La Brecha, entre El análisis de los rumbos dominantes de las tema Piche, sugieren fallas que inclinan con
otras) caracterizadas por una fuerte silicifi- vetas extensionales (Fig. 3c) indica dos di- alto ángulo al sur; e) la sierra de Queupu-
cación y argilitización, se ubican en una faja recciones azimutales dominantes de fractu- niyeu, formada por numerosas intrusiones
O-E, asociadas a las fallas Lagunitas, ración extensión regional al momento de la ubicadas en una franja N-S a lo largo de
Choique y Cerro La Laja (Fig. 3a). Canteras formación de las vetas: a) fracturación ex- más de 50 km (Fig. 1), separa rocas del
364 R . G I AC O S A , H . L E M A , A . BU S T E RO S, M . Z U B I A , R . C U C C H I E I . D I T O M M A S O

basamento al oeste de rocas volcánicas al incluyen el hundimiento del denominado sálticos en la sierra de Queupuniyeu, como
este y uniría el sistema de fallas Planicie graben Piche y elevaciones diferenciales del se mencionó anteriormente, estas intrusio-
Baja (al norte) con el sistema Piche (al sur), bloque norte. Nuestras observaciones so- nes habrían sido canalizadas por una o más
por lo que inferimos la presencia de una o bre las rocas cenozoicas ubicadas a ambos fallas de rumbo norte-sur, que interpreta-
más fallas N-S, coincidentes con la sierra. lados de la depresión estructural en inme- mos como fallas normales reactivadas.
Por lo tanto, inferimos la presencia de una diaciones del cerro Piche, indican que los
importante componente normal en las fa- estratos están dispuestos horizontalmente y CONCLUSIONES
llas citadas y que las mismas habrían tenido a la misma altura topográfica. A esto se a-
un rol significativo en el control de la depo- grega que todas las fallas de rumbo O-E es- En la evolución tectónica del Triásico me-
sitación del Triásico. Fallas normales con tán claramente cubiertas por los basaltos dio a tardío en el sector centro norte del
una dirección de extensión N-S, combina- oligocenos de las mesetas de Coli Toro y macizo nordpatagónico, se destacan los si-
das con fallas transcurrentes dextrales O-E, Caitá-Có. Otra evidencia que sugiere ausen- guientes aspectos:
pueden asociarse en un régimen transten- cia de deformaciones tangenciales impor- a) Una marcada tectónica transcurrente de
sional con extensión regional de dirección tantes durante el Cenozoico es el hecho de fallas dextrales de rumbo O-E y desplaza-
NE-SO (Fig. 7). Un intervalo estratigráfico que las fallas del sistema Piche no desplazan mientos kilométricos.
similar al aquí tratado, pero en la cuenca a las rocas basálticas y sedimentarias de la b) Se infiere que esta tectónica estuvo aso-
Neuquina, ubicada al noroeste, representa sierra de Queupuniyeu. Tampoco se reco- ciada con extensión con una dirección prin-
un rift del Triásico tardío, causado por el nocieron fallas en los extensos afloramien- cipal cercana a NE-SO durante el Triásico,
colapso extensional del orógeno permo- tos de sedimentitas cretácicas del NO de la conformando un régimen de extensión
triásico, período durante el cual la dirección hoja Los Menucos (Fig. 1), ni en las rocas oblicua (transtensión).
principal de extensión regional fue NE-SO del Cretácico superior de la Formación Coli c) Este sistema puede interpretarse (al me-
en una cuenca muy influenciada por estruc- Toro que afloran en el borde oriental de la nos en la parte norte) como un rift que con-
turas de basamento (Vergani et al. 1995). meseta de Coli Toro (Cucchi et al. 2001). troló un depocentro con unos 2 km de es-
Se propone, como hipótesis, que el borde Ahora bien, la falla que limita por el norte el pesor mínimo de rocas volcánicas.
norte de los afloramientos tal como se se- pull apart Piche muestra en las imágenes d) Los integrantes del complejo volcano-
ñala en la figura 7, puede considerarse un satelitales, geoformas triangulares que incli- sedimentario y especialmente las minerali-
depocentro en el marco de una configura- nan hacia el centro de la depresión y que zaciones y alteraciones que conforman una
ción de tipo rift. Esto no sólo está basado en podrían interpretarse como facetas triangu- faja mineralizada de rumbo O-E, están rela-
la configuración rectilínea de fallas que po- lares, lo que podría ser indicativo de algún cionadas con esta tectónica.
nen en contacto las rocas triásicas con el ba- tipo de reactivación tectónica de esta depre-
samento, sino que además incluye la consi- sión, característica que fuera señalada por AGRADECIMIENTOS
deración de un espesor muy importante de Corbella (1973).
rocas volcánicas en la intersección de las Las relaciones apuntadas entre las fallas y Las investigaciones que dieron lugar al pre-
fallas Lenzaniyeu y Piche sur (Figs. 2 y 3a). algunos elementos del complejo triásico, sente artículo fueron financiadas por el Ins-
Recientemente Lema et al. (2005) mencio- nos sugieren que la deformación tiene es- tituto de Geología y Recursos Minerales del
naron en una estimación muy conservado- trecha relación temporal con el desarrollo Servicio Geológico Minero Argentino. Se a-
ra, un espesor mínimo de 2 km, valor algo del Complejo Los Menucos, que como se gradecen las valiosas sugerencias de los ár-
mayor que los 1.600 m medidos por Mi- mencionó al comienzo, es del Mesotriásico bitros, la Dra. M. S. Japas y el Dr. J. M.
randa (1966). Si bien no hemos constatado tardío a Neotriásico temprano. Nuestra Cortés.
procesos de inversión tectónica positiva, si conclusión es que las estructuras descriptas
se considera la altura topográfica de la re- fueron activas durante este intervalo y hasta TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO
gión (mayor a los 1.000 m s.n.m.) y su pro- la finalización de la actividad hidrotermal,
ximidad a los Andes, es posible suponer además en zonas de fuerte alteración, como Angelier, J. 1994. Fault slip analysis and paleos-
que haya tenido influencias de la compre- la del cerro La Mina y otras, un gran núme- tress reconstruction. En Hancock, P. (ed.)
sión andina. Una zona para investigar posi- ro de fallas postminerales afectan a las Continental Deformation, 4: 53-100, Perg-
bles evidencias de inversión, podría situarse zonas caolinizadas. amon Press.
en inmediaciones de la falla Lenzaniyeu, La presencia de cuellos volcánicos basálti- Busteros, A., Lema, H., Giacosa, R., Dalponte,
sobre cuyo bloque oriental se encuentra cos asignados al Oligoceno-Mioceno (Cor- M., Espejo, P. y Zubia, M. 2005. Hoja Geo-
expuesto unos de los mayores espesores de bella 1973, Cucchi et al. 2001) en algunos lógica 4169 - 18, Ganzu Lauquén (prov. de
volcanitas triásicas. tramos de las fallas o bien en intersecciones Río Negro). Instituto de Geología y Recursos
En su estudio sobre los basaltos del cerro entre las mismas, indica una reactivación de Minerales - Servicio Geológico Minero
Piche, Corbella (1973) ubicó, con posterio- las fallas, por presión magmática, lo que Argentino, inédito, 58 p., Buenos Aires.
ridad a los depósitos danianos, varios episo- implica fracturación extensional local. En el Corbella, H. 1973. Basaltos nefelínicos asociados
dios de reactivaciones gravitacionales que caso de la alta concentración de cuellos ba- al graben del cerro Piche, Macizo Nordpa-
Estructura del Triásico de la región norte del macizo... 365

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