20 Obras Literarias Guatemaltecas
20 Obras Literarias Guatemaltecas
20 Obras Literarias Guatemaltecas
La novela comienza en El Portal del Señor, lugar donde se reunían los mendigos de la
ciudad. El Pelele, uno de los mendigos se enloquece y mata a uno de los favoritos del
presidente, el coronel Parrales. Este asesinato encoleriza al Sr. Presidente y ordena que se
lleve a cabo una investigación para vengar la muerte de quien fue uno de sus “mejores
amigos”, pero decide al mismo tiempo vengarse de sus enemigos por lo que decide culpar
por el asesinato del coronel a sus enemigos Canales y Carvajal. Eusebio Canales y Abel
Carvajal, son sospechosos de conspirar contra el gobierno por lo que el presidente ordena
que se capture a Canales para vengarse él. Desde este momento se comienza a sentir el
clima de terror que domina en la obra, el cual emana de la fatal presencia del dictador.
Por otra parte Cara de Ángel, “bello y malo como Satán”, quien es la mano derecho del
presidente, fue mandado por el mismo a avisar a Canales de su aprensión, y así poder
matarlo aplicándole la ley de fuga. Cara de Ángel ignora esto ya que le comunica a Canales
las órdenes recibidas y aprovecha las circunstancias para raptar a la bella hija de Canales,
Camila. Para raptar a Camila, le pide ayuda a Vásquez (miembro de la policía secreta) y a
la Mazacuata (dueña de la taberna donde planifican todo). Vásquez le cuenta a su amigo
Rodas el plan que tenía Cara de Ángel de ayudar al coronel Canales a escapar y el de raptar
a la bella Camila. Rodas a su vez, le contó el plan a su esposa Fedina. Llegó el día
planeado, tanto la fuga y el rapto de Camila tienen éxito. Para proteger a Camila la
esconden en la taberna, donde la Mazacuata puede cuidarla y Canales pasa la frontera.
Fedina es capturada tratando de avisarle a Canales sobre el rapto pero la policía la captura y
le quita a su hijo, el cual muere de hambre en sus manos. Fedina es torturada para que
hablara, después es vendida a un prostíbulo. Esto hace que enloquezca y el ambiente de
inseguridad y terror se extienda cada vez más en la obra.
Se puede ver en la obra como el autor plasma la realidad de la manera que él la percibe: una
realidad cruel, una sociedad con miedo. Esto lo plasma con varios acontecimientos que
transcurren en la obra en donde se da a conocer este miedo que se tenía y las injusticias que
eran cometidas no solo por el Sr. Presidente si no por todos sus allegados. Al mismo tiempo
le da a la realidad un estilo de surrealismo, en donde al contar la historia, por más real que
parezca hay relatos mágicos tras de ellos. Esto hace que la obra de Miguel Ángel Asturias
sea tan aclamada y reconocida ya que creó una obra maestra.
2 HOMBRES DE MAÍZ POR MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS
Miguel Ángel Asturias fue un abogado, periodista y escritor guatemalteco, nacido en la ciudad de
Guatemala el 19 de octubre de 1899. Ganador de el Premio Nobel de Literatura en el año 1967,
este escritor viajó por varias partes de Europa pero jamás olvido sus raíces guatemaltecas,
escribiendo su primera obra, Leyendas de Guatemala, en el año de 1930. Luego, en el año de 1946
escribe uno de sus libros más famoso, El Señor Presidente, para luego escribir Hombres de Maíz,
libro que es considerado como parte del movimiento literario conocido como realismo mágico. La
historia narra la creencia del pueblo Maya-Quiché que el hombre viene del maíz, tal y como lo
indica el Popol Vuh.
«—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de llora le roben el sueño de los ojos.
—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le boten los párpados con hacha…
—El Gaspar Ilóm deja que a la tierra de Ilóm le chamusquen la ramazón de las pestañas con las
quemas que ponen la luna color de hormiga vieja… El Gaspar Ilóm movía la cabeza de un lado a
otro. Negar, moler la acusación del suelo que estaba dormido con su petate, su sombra y su mujer
y enterrado con sus muertos y su ombligo, sin poder deshacerse de una culebra de seiscientas mil
vueltas de lodo, luna, bosques, aguaceros, montañas, pájaros y retumbos que sentía alrededor del
cuerpo.»
De esta forma inicia el primer capítulo del libro Hombres de Maíz. De las primeras tres líneas se
puede observar, que habla de la tierra en forma de queja, es por eso que luego se puede leer en
dichas líneas a Gaspar Illóm moviendo la cabeza en forma de negación. Así mismo, en estas líneas
se observan muchas referencias de la naturaleza, como el bosque, la serpiente, los pájaros, entre
otros, esto por la razón que los mayas adoraban a la naturaleza y a los dioses que anidaban en ella.
Hombres de Maiz portada 2 - Resumen del libro Hombres de Maíz por Miguel Ángel AsturiasLa
primera historia, denominada “Gaspar Ilóm” centra su historia en la lucha del pueblo maya y el
pueblo ladino o “maicero” como lo llama el autor. Esta lucha se da ya que para Gaspar Ilóm y para
su pueblo, el maíz y la tierra, como se dijo anteriormente, es sagrado. Pero los maiceros talaban
los árboles y destruían la naturaleza para la siembra de maíz con el fin de lucrar. Gaspar, al
observar esta conducta de querer lucrar con tan sagrado bien como es el maíz, inicia una lucha
contra los ladinos para frenar esta conducta. Durante la lucha entre el pueblo y los ladinos,
encabezados por el Coronel Gonzalo Godoy, la policía extermina al pueblo de Gaspar, este,
aparentemente derrotado, decide ir al río y tirarse en él. Esto, para los humanos es un fracaso,
pero para Gaspar Illóm es una victoria ya que entraría al mundo de los Dioses mayas. Esta victoria
se logra, posteriormente, y de forma representativa por el hijo que carga la esposa de Illóm, el cual
vuelve a darle su valor sagrado al maíz.
En camino, Machajón es quemado por las luciérnagas, como castigo por el crimen de su padre y
aparece entre llamas en los maizales ardiendo, de forma irónica.
“El Venado de las Siete-Rozas”, tercera historia del libro, cuenta la historia de un curandero que
guía a Nicho Aquino, personaje que se considera tiene un “nahual” o segunda personalidad
representada en un animal, según las costumbres mayas. Así mismo, el curandero tiene su doble
personalidad como Venado, tal y como lo indica el nombre del capítulo, y, según la cultura maya,
el venado es un símbolo de la desaparición. El capítulo termina con la muerte del venado, el yo
animal de este curandero. En este capítulo, también se cuenta la historia de los hermanos Tecún,
quienes tenían el afán de vengar a la Nana Yaca, quien representa a la Madre Tierra, quien tiene
grillos en el estomago y solo la muerte de la familia Zacatón, ocho hermanos, podía curar. Es por lo
tanto que los hermanos Tecún matan a toda la familia aliviando el hipo de la Nana Yaca.
El señor Don Nepo Rojas era amigo de Anastasia él le daba las sobras de la comida de la granada.
Don Nepo tenía un nieto llamado Damiancito, este hombre tenía una bicicleta.
Don Nepo Rojas comenzó a contar que él se iba a casar con una mujer de clase pero ya no pudo y
la mujer se terminó casando CON Lester cujubul en eso Don Sixto se rio sobre lo que había dicho
don Nepo y el Papa Verde (Geo Maker Thompson).
Dijo que los americanos no se casaban con bestias, el papa verde iba a tener las acciones de la
“Tropical Platanera S.A”.
Don sixto comentó en la Fonda de Don Marcos Consunsino que le quería hacer mal a Don Nepo,
en eso se enteró Rojas y se encerró
En un cuarto y empezó a soñar cosas raras en eso un hombre llega a donde esta Don Nepo y abrió
el cuarto Rojas con temor le repetía una y otra vez que no le hiciera Daño este hombre le dijo que
el no le iba a ser daño en eso iniciaron a platicar comprándose cigarrillos de camel sobre las tierras
bananeras y del hermano de Anastacia, Don Nepo le dijo al hombre ya la soñé a usted gritando
¡Adelante Pueblo! En una carroza el hombre le dijo amigo ojala eso sea un triunfo para que todo
vaya bien.
Con Los ojos de los enterrados, Miguel Ángel Asturias ponía punto y final a la llamada Trilogía
bananera, narrando el levantamiento general de julio de 1944 que derrocó, por un lado, la
dictadura de Jorge Ubico, y por otro, aligeró la opresión asfixiante de la United Fruit Company,
pues instauró en Guatemala una breve y saludable democracia. Pero Los ojos de los enterrados es
mucho más que un relato de aquellos acontecimientos históricos. Es un colosal retrato, por
momentos calenturiento y pútrido, por momentos deslumbrante de esperanza, de toda una
nación, Guatemala, con una prosa frondosa e irrepetible, la misma que, con su gran hallazgo, el
«realismo mágico», granjeó a Miguel Ángel Asturias el Premio Nobel de Literatura en 1967. Por
todo ello, Los ojos de los enterrados es una novela insoslayable e irrepetible en la historia de la
literatura hispánica.
4 “EL DINOSAURIO” DE AUGUSTO MONTERROSO
La historia transcurre en un presente alternativo donde los dinosaurios existen y gobiernan el mundo,
mientras los seres humanos somos sus esclavos y su principal alimento. El protagonista se llama
Augusto (al igual que el autor) es un esclavo del sector de producción de carnes procesadas que trabaja
en el palacio imperial. Está enamorado de una chica llamada Johana, que trabaja en el sector de textiles.
En el segundo capítulo vemos que hay una rebelión secreta en contra de la tiranía de los dinosaurios.
Existe un plan para acabar con su líder, el supremo Tiranosaurio Rex. Augusto se ve involucrado en esta
conspiración al intentar hablar con Johana. Cómo está enamorado, y a pesar de ser un completo cobarde,
no puede rechazar la posibilidad de participar en la conspiración.
Para los conspiradores Augusto es una oportunidad única, pues llevan meses intentando infiltrarse en el
palacio, así que se ven obligados a confiar en él. Entre la planeación sin sentido Augusto es la primera
oportunidad real de acercarse al dictador. Johana es una de las figuras claves de la resistencia, una mujer
fuerte, fría e inteligente. Su única razón para interesarse por Augusto es su cercanía al dictador, pues esto
materializaría su sed de venganza ( los padres de Johana fueron fusilados por orden expresa del T.
Rex) Sin embargo su opinión personal de él es bastante despectiva, y sabe que de tener éxito él tendrá
pocas posibilidades que de sobrevivir.
En el tercer capítulo hay una breve remembranza del pasado de Augusto y de Johana, que nos enseña
como el régimen de los dinosaurios permite a los humanos vivir, crecer y morir. Descubrimos que estos
humanos no son producto de la selección natural, sino de un cuidadoso proceso de crianza, cruce y
diseño genético. Por ello Augusto no es cobarde por determinación propia, sino a consecuencia de su
diseño de cocinero, pues para su oficio no necesita ningún grado de valentía. La rebeldía de Johana en
cambio sí parece un acto de individualidad o mutación.
En el quinto capítulo Augusto tiene pesadillas donde ve a Johana torturada una y otra vez. Las
pesadillas lo atormentan cada noche, así que decide regresar a la capital. Allí descubre que Johana sigue
viva y que sus sueños fueron clarividentes. También descubre que su cabeza tiene un precio, entonces
decide entregarse. Es condenado a muerte en un juicio público, pero en la noche logra escapar del
calabozo e infiltrarse en la habitación del dictador gracias a un plan de los miembros que quedan de la
resistencia. Augusto intenta una lucha cuerpo a cuerpo con el dictador, armado de una lanza y un escudo
improvisados. El dictador logra herirlo gravemente, pero alguien ataca al dictador justo cuando augusto
pierde el conocimiento.
La frase final del texto “Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” no aclara si el dictador
está vivo o muerto, tampoco aclara quien lo atacó por la espalda ni la suerte final de Augusto.
Los críticos lo consideran un final abierto perfecto por la incertidumbre que genera en el lector.
“Obras completas (y otros cuentos)” es un conjunto de once relatos en los que se abunda en esta
situación de minuciosa deconstrucción de los procedimientos civilizatorios y moralizantes. Pero no
aburre a pesar de su recurrencia al mismo punto. Y esto, en pocas palabras, se debe a la increíble
pericia del autor en el manejo de la prosa narrativa, así como de las diferentes experiencias con el
cuento (desde unas pocas palabras o líneas, hasta relatos de diez o doce carillas). Del mismo
modo, la experiencia con las voces narrativas se vuelve de un crisol tal, que es difícil abandonar la
lectura o caer en el tedio monotemático. Porque por otra parte, la recurrencia de la que hablaba
no es hacia un tema o situación en específico, sino a una preocupación, a un objetivo o una
obsesión, y eso es parte del estilo personal del autor, un sello que no pudo ni quiso abandonar.
El primer cuento del volumen es “Míster Taylor” y en él se narra que en un pueblo semitribal
amazónico se comienzan a exportar cabezas reducidas, siguiendo la técnica de los jíbaros, a EEUU,
donde comienza a ser furor el negocio con cabezas hispanoamericanas.
“Uno de cada tres” se centra en el envío de una carta al protagonista, por la cual se lo invita a
participar de un extraño programa de radio, caracterizado por la queja existencial continua.
Narrado en segunda persona formal (“usted”) y con un consciente sentido de la musicalidad en la
prosa.
En “Sinfonía concluida” un organillero guatemalteco, tras un intenso trabajo investigativo y
reflexivo, concluye la “Sinfonía inconclusa” de Schubert. Este cuento es, sobre todo, una gran
experiencia técnica, al estar compuesto sin una sola coma y sin un solo punto a lo largo de sus tres
carillas de duración, valiéndose del estilo indirecto libre y otras habilidades.
“Primera dama” expone la vida de la mujer del presidente, que busca cualquier evento social para
participar con lo que ella cree que es su vocación: la recitación de poemas. Se pone en evidencia
un juego triple de poderes: el machista, el estatal y el internacional.
En “El eclipse” Fray Bartolomé Arrazola, perdido en la selva guatemalteca, es sacrificado sin
compasión por los guerreros aztecas en el marco de un rito, pese a su creencia de poseer una
cultura superior que le permitirá salvarse.
“Diógenes también” es un relato alucinatorio narrado por los tres personajes (padre, madre y
niño), en busca de reconstruir la dolorosa historia familiar, cuya punta de madeja es la muerte del
perro Diógenes.
“El dinosaurio”, microrrelato debido al cual han corrido ríos de tinta crítica, fue por largo tiempo el
relato más breve del mundo escrito en español (hasta que Luis Felipe Lomelí publicó “El
emigrante”, quizás de mejor calidad, por otra parte).
“Leopoldo (sus trabajos)” narra la historia de Leopoldo Ralón, un escritor que hace años promete
una gran obra cuyo eje central es la pelea entre un perro y un puercoespín. Este cuento puede
leerse como una parodia al realismo extremo (Monterroso gusta de la alegoría y la fábula, que son
géneros por definición antirrealistas), así como, en términos más generales, una sátira al
esnobismo del mundillo literario.
“El concierto” es un cuento de solamente cuatro carillas, en el que muy magistralmente
Monterroso desenvuelve por completo los pensamientos y los sentimientos de un exitoso
empresario, justo en el momento en que su hija, reconocida concertista de piano, está por salir al
escenario a dar uno de sus conciertos.
“El centenario” cuenta la historia del sueco Orest Hanson, que a fines del siglo XIX es el hombre
más alto del mundo, con dos metros cuarenta y siete centímetros de altura, y su fama es cada vez
más amplia, hasta que su ambición terminó por liquidarlo. Digna de una película de Tod Browning.
“No quiero engañarlos” es un cuento en el cual, en medio de la instancia inaugural de un festival
de cine, una actriz se sincera con el público y da un memorable discurso.
“Vaca” es un microrrelato humorístico en el que se narra la sorpresa de un hombre que viaja en
tren al mirar por la ventanilla y ver una vaca muerta, percibiendo el hecho como una especie de
epifanía.
Por último, en “Obras completas”, Fombona es una eminencia en materia literaria y su séquito de
jóvenes lo admira e idolatra. Pero Fombona irá descubriendo, paulatinamente, que uno de sus
discípulos, Feijoo, comenzará a descollar con respecto al resto. Entonces, Fombona lo apadrinará
especialmente.
Para cerrar, nada mejor que la transcripción completa de “Vaca”.
Cuando iba el otro día en el tren me erguí de pronto feliz sobre mis dos patas y empecé a
manotear de alegría y a invitar a todos a ver el paisaje y a contemplar el crepúsculo que estaba de
lo más bien. Las mujeres y los niños y unos señores que detuvieron su conversación me miraban
sorprendidos y se reían de mí pero cuando me senté otra vez silencioso no podían imaginar que yo
acababa de ver alejarse lentamente a la orilla del camino una vaca muerta muertita sin quien la
enterrara ni quien le editara sus obras completas ni quien le dijera un sentido y lloroso discurso
por lo buena que había sido y por todos los chorritos de humeante leche con que contribuyó a que
la vida en general y el tren en particular siguieran su marcha.
Comienza entonces la novela cuando el narrador conoce a Carazamba, y desde ese momento la
manera de describirla es como una mujer con una belleza única, una mujer con una mezcla de
culturas y de razas pero que por azares del destino la conoce en Livingston, Izabal. El narrador
empieza a estar en la vida de Carazamba y se adentra ella conociendo todos sus secretos. Tales
eran pues que era una mujer que había tenido varios amantes pero que poseía un tipo de
maldición que la seguía tanto a ella como que a los hombres con los que estaba.
Todos los hombres que habían tenido algún tipo de relación con Carazamba, terminaban en la
desgracia. Ya sea muertos, perdidos en algún tipo de vicio, o incapacitados mentalmente y sin el
uso de la razón. Es por eso que muchos rumoran que el destino de Míster Burguess sería el mismo,
ya que al principio de la novela era el actual amante de Carazamba. Burguess era un inglés
contrabandista, que celaba mucho a su amante, Carazamba, y es por esto que no era del agrado
del narrador.
Llevado por el enojo y por haber estado tomando en la cantina, el narrador dispara tres veces a
Burguess, causándole la muerte. Carazamba se encontraba en el lugar y al momento de presenciar
el acto ayuda al narrador a escapar. Es por esto que junto con Pedro, deciden los tres huir a
México, para esto deben de pasar por las selvas y ríos de Petén, mientras que las autoridades los
persiguen. En la huida los personajes se dejan llevar por sus pasiones, las cuales el autor describe
con tanta efusión. Estando muy cerca de cruzar la frontera las autoridades atrapan a los tres
fugitivos, disparándole a Carazamba y encarcelando a los otros dos. Al final de la trama, el
narrador logra ponerle a la tumba de Carazamba su nombre.
«En la confluencia de la Pasión y el Santa Mónica, hay una tumba anónima y solitaria, con una
tosca cruz. Llevaré un nombre con letras de bronce para incrustarlo en ella y que dure
eternamente. ¡Será breve y sencillo! Dirá solamente: ¡María!»
Virgilio Rodríguez Macal una vez más logra representar en su novela en un género de literatura tan
nuestro, la riqueza de las tradiciones guatemaltecas como también de sus lugares, su flora y fauna,
dejando así un legado para nuestra cultura.
¡Hoy no viajo ya en busca de placeres!… Voy en busca de horizontes nuevos, en donde mi espíritu
pueda ensancharse más, a donde pueda gozar de mi pasado tranquilamente, pues es el pasado lo
único real que nos pertenece. El presente es susceptible de cambios, voluntarios o no. El futuro es
incierto e invisible. ¡Sólo el pasado es nuestro, y yo quiero contemplar el mío desde un lejano
horizonte!»
Logra Francisco salvar a Velasco de la muerte, por lo que sólo lo condenan a prisión, llevándolo al
Castillo de San Felipe a cumplir su condena, en donde logra escapar y termina sus días en la selva.
Francisco por el momento sigue trabajando en pro de su promesa y con el pesar de haber perdido
a su amada Teresa Mallén.
Una novela, como varias novelas de Milla, llenas de suspenso, romance y desgracias que hacen
que cada uno de sus personajes se manifiesten de una manera tan única en su libro. Se puede ver
entonces con esta gran novela que Milla da una gran importancia al costumbrismo, ya que se ve
plasmada en ella, varias costumbres de la época, que lo hacen tan propio del autor, tan de
Guatemala.
Las abejas, que, aunque mujeres, defendían su propiedad con heroísmo, temieron a pesar de todo
ser vencidas por los zánganos, a los que les era difícil negar también todo derecho.
Acordaron, pues, someter la cuestión al arbitraje de una avispa, por añadir ésta a las
preeminencias de raza la cualidad de un desinterés indiscutible: había abandonado el oficio de
confitero por la carrera de las armas. La avispa desenvainó su aguijón y habló así a los
contendientes.
-Pónganse unos a un lado y otras en otro, y fabriquen cada cual dos panales de cera y miel; que a
la vista de la habilidad y del resultado yo diré a quién pertenecen los de adentro.
Excusado es decir que las abejas los hicieron en seguida, y que los zánganos no los han empezado
todavía.
Ni es de creer que empiecen.
Para Pérez de Antón que las demás provincias del Reino llamaran chapines a los
guatemaltecos por ser los más generosos a la hora de recaudar un impuesto, era algo “angelical”,
explica en su investigación. Sobre todo cuando pensaba que se trataba de un impuesto.
Así que no satisfecho continuó la búsqueda del verdadero significado de chapín. Y visitó un pueblo
de Madrid, España, llamado Chapinería.
Cuenta que aparte del nombre solo encontró que Chapinería fue un pueblo especializado en la
fabricación de los chapines para damas de la Villa y Corte.
Tampoco encontró indicios en el barrio de Jerez, llamado Rompechapines. Hay quienes atribuyen
el nombre de este lugar al mal estado de las calles.
Pero al no encontrar mayores indicios con la similitud del nombre nuevamente busca en algo más
en los zapatos de moda. Encuentra entonces que los crujidos y la altura de ese calzado tenían
otras propiedades que más adelante le permitieron llegar a otras conclusiones.
En su investigación explica que los chapines eran de tal alto que las damas tenían literalmente
bajarse o subirse de ellos. Dicen que los zapatos chapines eran muy ruidosos.
No cabe duda que los chapines tenían una denotación de “altura” social, eran caros. Y su uso tenía
que ver también con el statu quo y también con la estatura. Era obvio que las poblaciones menos
favorecidas hacían un sacrificio para poder lucirlos.
Pero solo esto aún solo da indicios del origen de la palabra chapín. Se cree que la palabra chapín
sufrió cambios con el tiempo. Puede ser incluso que en el camino fue víctima de una
transformación completamente diferente de su significado original.
La palabra chapín como tal viene de la onomatopeya chap-chap, que era el ruido producido por el
calzado de tacón de corcho y suela de madera.
Esto se originó en España, en el siglo XIV, y más tarde pasó al francés con el nombre de eschapín.
El Diccionario Etimológico dice que chapetón –término utilizado para definir al europeo recién
llegado a América- viene del vocablo chapín.
Y al relacionar esa información se encuentra que en Guatemala eran los chapetones los que en
realidad usaban los chapines, los descendientes de españoles, ósea las españolas
quienes usaba este calzado en Santiago de Guatemala.
Pero Pérez de Antón recurrió a otra etimología para desenredar mejor el asunto. Encontró la
posibilidad de ligar chapín, chapetón y guachapín, la última es la forma despectiva par apodar a los
españoles en México y Centroamérica.
Las palabras son mutantes, afirma el escritor. De modo que pensó que “si de guachapines a
gachupines solo hay una u de diferencia y en España a toda persona que luego de enriquecerse de
aires de noble se le llamaba así, nada tendría de extraño que en las provincias del Reino de
Guatemala se llamaran guachapines, a los españoles y criollos de Santiago de Guatemala.
Bajo esta explicación dedujo que venía como anillo al dedo repetir que, siendo aquellos criollos y
españoles los más ricos del Reino, eran también los únicos que podían comprar chapines a sus
señoras”.
El cuento que le da nombre al libro, la oveja negra, trata de una oveja que vivió en un país lejano
hace muchos años. Esta oveja fue fusilada y muchos años después, el rebaño, arrepentido, le hace
una estatua en el parque. Durante muchos años pasó lo mismo, cada vez que nacían ovejas negras,
eran rápidamente fusiladas para que las ovejas comunes y corrientes pudieran hacer su estatua.
Como se puede observar, estos cuentos narran historias de la vida cotidiana, como lo es cómo
reaccionan las personas frente a conflictos, como el león y el conejo, o como el mono, al no ser lo
que los otros animales esperaban se alejan de él o las ovejas negras que años después son alabadas.
Esta magnífica colección de cuentos, con una literatura sencilla y humilde, hacen que leer este libro
sea entretenido y sumamente rápido.
Inicia esta corta novela cuando el detective Abel Rosanegra y el comisario Héctor Mendoza
tratan de resolver el asesinato de Octavio Cardona. Aparece entonces una escena
perfectamente dibujada “un hombre asesinado en un restaurante y su tráquea atravesada
por una varilla en un orden intenso como la misma puntería del asesino”. Este hombre que
es asesinado es un ladrón de invocaciones religiosas que según dice el autor es capaz de
abrir puertas al infierno, las cuales deja caer en manos de un señor viejo y perverso el cual
provoca el disgusto de uno de sus enemigos en el tráfico de drogas y maleficios, en especial
de la droga llamada Lup-66 la cual se dice que es barata y de fácil distribución, y todo
quien la consume cree que se ha transformado en un animal carnívoro.
La novela está llena de varios elementos, entre ellos los mágicos, como la droga
mencionada antes, contiene humor y sátira, así como elementos de terror y hasta el
elemento musical del heavy metal. Como en la mayoría de novelas y tramas en esta
también el bien triunfa sobre el mal pero en este caso pareciera que el mal se castiga así
mismo, los malos se matan entre ellos y no se muestran casos en donde los malos dañan a
los buenos de manera irreversible.
Logra Byron Quiñonez crear una novela policiaca con la cantidad perfecta de misterio y
terror, al igual de situaciones sobrenaturales que parecerían pasar mientras leemos su obra.
Su obra se caracteriza por ser muy guatemalteca, ya que de la manera que nos cuenta la
historia pareciera que está siendo contada a personas que conocen bien la manera que se
habla en Guatemala, de una manera muy chapina
Este interesante libro se divide en cincuenta y ocho ejemplos, en los cuales el autor explica
palabras que se utilizan en el español de Guatemala y que utiliza Don Miguel de Cervantes
en su libro. Tal es el caso del primer capítulo en el cual se explica el por qué al
guatemalteco se le conoce como Chapín. Chapín, en el libro del Quijote, se entiende como
un zapato, tal y como lo dice la esposa de Sancho Panza cuando este trata de casar a su hija
con una persona de una esfera social más alta. Los Chapines, zapatos, eran zapatos altos y
ruidosos, de suela de madera y forrado de seda. El autor explica así mismo, que el termino
chapín quedó arraigado para los guatemaltecos ya que, en época de la colonia, se
denominaba de forma despectiva a los españoles que emigraban a América y, al momento
de la independencia, se les siguió denominando Chapines a los criollos (españoles en
América), término que acuñaron creyendo que les daba estatus y jerarquía.
Otra expresión muy usada en Guatemala es “canilla”, el cual significa pierna. En el libro
del Quijote, este las menciona cuando habla con un cura y el barbero refiriéndose a los
gigantes y sus piernas. Cabe mencionar que canillas en Guatemala se usa para referirse a las
piernas, como ya se mencionó, pero también la utilizan en freses tal como: “le quemo la
canilla” refiriéndose a una infidelidad, ya sea amorosa o que una persona se va a la
competencia o con el rival.
Un capitulo (por así llamarlo) muy interesante es el denominado “como decir sí, diciendo no”. En
este ejemplo, el autor explica un frase que se utiliza en el libro de Don Quijote y que se utiliza muy
constantemente en Guatemala; dicha frase es el “como no”. Esta frase, tal y como explica
Francisco Pérez de Antón puede significar un sí:
«El “cómo no” del chapín viene a ser expresión vaga, soniquete ambiguo, fórmula
verbal de relleno que puede significar casi cualquier cosa. En apariencia es
asertivo, quiere decir sí, a pesar del no, pero si le agrega la palabra Chon al final,
puede significar también vete al diablo o eso no se lo cree ni tu abuela.»
Otro tema que genera mucho interés por el “morbo” como lo indica el mismo autor es el
denominado “palabras con mala reputación”. En dicho capítulo se habla de las palabras
ofensivas y vulgares, palabras que comunmente usamos los chapines. La palabra por la cual
el autor menciona este capítulo es por “puta”. El autor da una explicación muy detallada de
cómo se utiliza en Guatemala pero esta palabra se utiliza en texto de Don Quijote, tal y
como lo cita el mismo autor indicando que:
«-¡Hijo de puta-dijo la dueña, toda ya encendida en cólera-, si soy vieja o no, a
Dios daré la cuenta, que no a vos, bellaco, harto de ajos! (II,31)»
Otra palabra muy utilizada en Guatemala es “pisto” como sinónimo de dinero. El autor
entra a conocer esta palabra indicando que él considera que el termino pisto, acuñado como
dinero, no tiene una explicación etimológica o base para denominar pisto al dinero, pero se
arriesga a indicar que su origen puede ser en el Quijote. Esto último porque:
«Cervantes no se burla, sin embargo, del escudero que imposta sus hartazgos. Por
el contrario, se lamenta de lo que está obligado a hacer para esconder su pobreza
y de la situación de quien se ven obligados a disimular en la calle las carencias
que padecen. «Darse pisto», en tal contexto, sería presumir de dinero y
bienes(…)»
Así como estos ejemplos, Francisco Pérez de Antón logra con un lenguaje sencillo y
natural, explicar cómo ciertas palabras que utilizó Miguel de Cervantes en su libro, Don
Quijote de la Mancha, siguen usándose en el día a día en Guatemala, dándole un sentido
único y especial a una obra que de por sí solo no necesita presentación.