Seminario 14 RADIOISOTOPOS PDF

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UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES

FACULTAD DE MEDICINA
CURSO DE FISICA BIOLOGICA
SEMINARIO 13
RADIOISOTOPOS Y SU IMPORTANCIA MEDICA
Radioactividad
El término radiactividad se encuentra bastante extendido en la sociedad. Se habla
de residuos radiactivos, datación de restos arqueológicos usando isótopos
radiactivos (Como el Carbono 14), bombas nucleares, aplicaciones médicas... El
debate sobre los beneficios e inconvenientes de la energía nuclear como fuente de
energía frente a las otras alternativas (petróleo, carbón y gas natural por un lado y
la energía solar, eólica, hidroeléctrica. por el otro) también es y seguirá siendo un
asunto candente en los próximos años.
Sin embargo, realmente es poco lo que se conoce del tema. Hace falta conocer
los beneficios que genera, los alcances científicos y las precauciones que se debe
tener con el manejo de la radiactividad, además es interesante informarse sobre el
porqué ocurren, más sabiendo que todos los seres vivos están involucrados, se
quiera o no con ella, no importando el lugar en donde se encuentren, ya sea en la
casa, en la oficina, en el campo, en la calle, o en el colegio.

1.- DESCUBRIMIENTO DE LA RADIACTIVIDAD

Los antiguos griegos propusieron que la materia no podía ser dividida


indefinidamente, de tal forma que supusieron que ésta debía estar compuesta por
unidades indivisibles a las que llamaron átomos (de palabras griegas que
literalmente significan: sin división). Los griegos supusieron que las diversas
formas que los átomos tenían -los cuales eran sólidos- determinaban las
características de las diferentes sustancias.

Después vino la idea de los elementos, la cual suponía que diferentes elementos
estaban constituidos por diferentes clases de átomos. John Dalton (1766-1844)
mostró que cada elemento estaba formado de átomos que diferían en masa de los
átomos de otros elementos. Por ejemplo, el carbón tiene una masa relativa de 12,
el oxigeno de 16, siendo la unidad el átomo de hidrógeno, el cual es el más ligero
de todos los átomos.

También se creía a finales del siglo XIX, que los componentes básicos de la
materia conocida eran estables, siempre iguales, inmutables. Se pensaba que
cuando un material no recibe influencia externa alguna (no se calienta, no se
parte, no se tiñe, etc.), permanecerá igual a través del tiempo, sus átomos no
cambiarán: es decir desde un lenguaje más científico se creía que las moléculas
podían sufrir transformaciones, recombinándose para formar otras, pero los
átomos se mantenían siempre inalterados.

Pero, en 1896 Becquerel informó a la comunidad científica un fenómeno que no


encajaba con esta idea de la inmutabilidad de los materiales...

A. HENRI BECQUEREL

Poco después de que se descubriera los rayos X, en 1895;


Antoine Henri Becquerel (1852-1908) mostró un fenómeno
que no era explicable de acuerdo con el modelo inmutable
que se tenía de los átomos. Había observado repetidas
veces que unas placas fotográficas envueltas en papel negro
junto a un cierto mineral (que luego sería denominado
pecblenda), se habían ennegrecido (se habían velado). Esto
sucedía de un día para otro, es decir en un tiempo
relativamente cortos, lo que hacía suponer que el cambio se
debía a un agente externo. No podía entrar luz a las placas, y éstas no habían
sido calentadas. Tampoco podían haber sido afectadas por algún agente químico.
Al revelar la placa apareció que algún rayo emitido por el mineral debía haber
penetrado a través del papel.

Pero, ¿cómo había sucedido esto? El peso de la evidencia, tras mucho repetir la
operación, llevó a la conclusión que existía "algo" producido o emitido por la
pecblenda, que atravesaba la gruesa protección de las placas fotográficas de la
época y las impresionaba igual que cuando se sacaba una fotografía
exponiéndolas a la luz visible común. De este modo Becquerel descubrió la
radiactividad. Posteriormente, mostraría que los rayos provenientes del uranio
podían ionizar el aire y también eran capaces de penetrar a través de láminas
metálicas delgadas.

B.-MADAM CURIE

En 1898, Marie Sklodowska Curie (1867-1934), con su esposo


Pierre Curie (1859-1906), dirigió sus investigaciones a la
radiactividad. En poco tiempo el matrimonio Curie descubrieron
dos elementos nuevos, el polonio y el radio, ambos radiactivos.
Para confirmar su trabajo sobre el radio, procesaron una
tonelada de residuos de pecblenda, para obtener 0.1 g de
cloruro de radio puro, que usaron para efectuar más estudios
sobre las propiedades del radio y determinar su masa atómica.
Marie Curie, dos años después de él descubrimiento de Becquerel, en 1898, le dio
a este fenómeno el nombre de radiactividad.
C. ERNEST RUTHERFORD

Ernest Rutherford, en 1899, comenzó a investigar la


naturaleza de los rayos emitidos por el uranio. Encontró dos
tipos de rayos, a los que llamó rayos alfa y beta. Pronto se
dio cuenta que el Uranio, al emitir estos rayos, se
transformaba en otro elemento. A la altura de 1912 se
conocían ya más de 30 isótopos radiactivos y hoy se
conocen mucho más. Paul Villard descubrió en 1900, los
rayos gamma, un tercer tipo de rayos que emiten los
materiales radiactivos y que es semejante a los rayos X. De
acuerdo con la descripción del átomo nuclear, Rutherford se atribuyó el fenómeno
de la radiactividad a reacciones que se efectúan en los núcleos de átomos

2.- ISOTOPOS

Como hemos dicho, los núcleos de los átomos están formados por partículas
llamadas nucleones que son de dos tipos: los protones (partículas eléctricamente
positivas) y los neutrones (que como su nombre lo indica son eléctricamente
neutras). Todos los átomos de un mismo elemento tienen la misma cantidad de
protones y por tanto, la misma cantidad de electrones. Esto hace que tengan
similares propiedades químicas. (El comportamiento químico de un átomo está
asociado al número atómico.)

Pero, existen átomos que teniendo el mismo número de protones, tienen diferente
cantidad de neutrones. Se denominan los isótopos de ese elemento. Así como el
número atómico caracteriza a elementos diferentes, el número másico, que es la
suma de protones y neutrones que hay en el núcleo, caracteriza isótopos
diferentes.

El núcleo del átomo de oxígeno tiene 8 protones (esto es imprescindible para que
sea oxígeno), pero se encuentran en la naturaleza en forma estable núcleos con 8
neutrones (99,756 %), con 9 neutrones (0,039 %) y con 10 neutrones (0,205 %).

Resumiendo: Los isótopos de un mismo elemento son las distintas variedades


existentes de núcleos que tienen la misma cantidad de protones, pero distinto
número de neutrones. Para definir completamente de qué núcleo se trata,
deberemos entonces decir cuántos protones y cuántos neutrones tiene. Para un
mismo elemento de la tabla periódica, existe una gran cantidad de diferentes
isótopos. Esto hace que el número de núcleos posibles sea enorme. Todos los
isótopos de un mismo elemento se deben colocar en el mismo lugar de la tabla
periódica (De ahí el nombre de isótopos). Hay elementos que tienen hasta 20 ó 30
isótopos diferentes.

El análogo a la tabla periódica, pero considerando todos los posibles isótopos de


cada elemento se conoce como la Carta Nuclear:
A cada uno de estos núcleos diferentes los llamamos "nucleidos". La cantidad total
de nucleidos identificados hasta el presente es muy grande, próxima a los 2000.

Se diseñó una carta o tabla de nucleidos para sistematizar la información sobre


ellos. Se ordenan en casilleros: en distintas filas de acuerdo a la cantidad de
protones y en distintas columnas de acuerdo a la cantidad de neutrones.

Así encontraremos que en la fila 8 están los nucleidos que tienen 8 protones, es
decir, encontraremos a todos los isótopos del oxígeno. De la misma forma, en la
fila 92 estarán todos los isótopos del uranio.

Dentro de cada casillero de la tabla de nucleidos se incluye normalmente


información sobre el nucleido en particular, de utilidad para los científicos
nucleares. Una información relevante es si el nucleido en cuestión es estable o
inestable. Para ello, además de datos numéricos, es común dar a cada casillero
un color particular. En nuestra carta de nucleidos hemos pintado de negro los
casilleros de los nucleidos estables, mientras que los inestables tienen otro color.

Entre los nucleidos de la carta solo algunos (pocos) son llamados estables, es
decir que no se transmutan por sí solos en otros isótopos y por lo tanto no se
alteran con el paso del tiempo. Los otros, inestables, emiten radiaciones: son los
isótopos radiactivos o radioisótopos.
Lo primero que nos asombra es ver que los casilleros negros son muy pocos, hay
muchísimos más nucleidos inestables que estables. Sin embargo es mucho más
fácil encontrar nucleidos estables que con nucleidos inestables, ya que aquellos
tienen una vida "eterna" mientras que los segundos se van transformando en otros
nucleidos.

En la carta de los nucleidos, la curva que forman los casilleros negros es llamada
"línea de estabilidad", como si se pudiera trazar. A la derecha de la línea de
estabilidad se ubican los isótopos radiactivos que tienen más neutrones que los
isótopos estables (color celeste). A la izquierda se ubican los isótopos radiactivos
que tienen menos neutrones que los estables (color rosa).

Los isótopos que están fuera de la línea de estabilidad, emiten radiaciones, dando
como resultado otro nucleido más cercano a la línea de estabilidad. En la zona
celeste se emiten partículas negativas, normalmente electrones, que constituyen
la radiación (beta -). Se dice que el nucleido ha tenido entonces un "decaimiento
beta". La pérdida de una carga negativa en el núcleo puede interpretarse como
que un neutrón se transformó en un protón, por lo que el nuevo nucleido está una
fila más arriba y una columna más a la izquierda que el nucleido original,
acercándose a los casilleros negros.

En la zona rosa en cambio, las partículas emitidas son positivas (positrones). Aquí
sucede a la inversa: en el "decaimiento beta más", todo pasa como si un protón
perdiera su carga y se transformara en un neutrón, por lo que el nucleido hijo se
encuentra una fila más abajo y una columna más a la derecha que el original,
también acercándose a los casilleros negros.
En líneas generales se comprueba que los nucleidos que están más alejados de la
línea de estabilidad son los más inestables. Esto significa que muy rápidamente
desde que son creados (ya sea directamente o bien como consecuencia de algún
decaimiento) emiten alguna radiación, mientras que los cercanos a los casilleros
negros tardan más en hacerlo.

Además de la emisión beta, en el caso de los nucleidos muy pesados es común la


emisión de partículas alfa. Casi siempre el decaimiento de un nucleido mediante la
emisión de una partícula cargada (alfa, beta), es acompañada además por la
emisión de radiación gamma.

3.-TIPOS DE RADIACIONES

Son muchas las radiaciones que existen: rayos ultravioleta, infrarroja, luz visible,
ondas de radio, microondas, rayos alfa, beta y gamma ... La descripción y
comprensión de las mismas no fue la obra de una sola persona, sino el producto
del aporte de muchos científicos durante fines del siglo XIX y todo el siglo XX,
tarea que aún continúa. Se destacan en los primeros tiempos Rutherford y
colaboradores, que investigaron en detalle la naturaleza de las radiaciones
emitidas logrando identificar tres:
 ALFA - Resultaron ser núcleos de helio (o sea átomos del gas noble helio
despojados de sus únicos dos electrones).
 BETA - Resultaron ser electrones(Beta menos) o positrones (Beta más)
muy rápidos,
 GAMMA - Consisten en Radiación Electromagnética (similar a otras
radiaciones que nos son más familiares como la luz visible o los rayos X),
pero con la diferencia de ser mucho más energéticos
Mientras que las partículas alfa y beta tienen alcances definidos en la materia, los
rayos gamma experimentan una atenuación exponencial (si se pasa por alto la
acumulación que resulta de la dispersión dentro de un material) a medida que
atraviesan la materia. Cuando puede prescindirse de la acumulación, la
atenuación de los rayos gamma viene dada por la característica de la masa El
coeficiente másico de atenuación depende de la energía de los rayos gamma y del
material con el que interactúan los rayos gamma.

PENETRACION DE LAS RADIACIONES IONIZANTES EN LA MATERIA


Las Partículas Alfa de los materiales radiactivos son detenidas fácilmente por un
pedazo de cartón.
Las Partículas Beta penetran el cartón pero son detenidas por una lámina de
aluminio.
Los Rayos Gamma logran atravesar la lamina de aluminio, pero acaban siendo
absorbidos por un bloque grueso de plomo.
Los Neutrones producidos por ejemplo en reactores de fisión, logran atravesar
incluso el plomo, pero no un bloque grueso de hormigón.

4.- VIDA MEDIA DE LOS ELEMENTOS RADIACTIVOS

Cada núcleo radiactivo se desintegra según la intensidad o rapidez específica


constante, siendo distinta para cada especie. Así, por ejemplo, mientras que unos
isótopos radiactivos se desintegran en menos de un segundo, otros tienen una
vida mucho más larga, de hasta miles de años.

Para caracterizar estos tiempos, se usa el concepto de vida media. La vida media
(t1/2) es el tiempo necesario para que se desintegre la mitad de una determinada
cantidad de un núcleo radiactivo. Como hemos dicho, las semividas de los
elementos alcanzan, desde una fracción de segundo, hasta miles de millones de
años. Un núcleo estable puede considerarse, por tanto, como un núcleo con una
vida media infinita. Por ejemplo, el 23892 U tiene una semivida de 4.5 x 109 años, el
226 15
88Ra tiene una semivida de 1620 años y el 6C tiene una semivida de 2.4s.
226
Como ejemplo, si hoy se tuviera 1.0g de 88Ra, al cabo de 1620 años se tendrían
0.5 g de 22688Ra; al final de otro período de 1620 años, quedarían 0.25 g y así
sucesivamente.

Las vidas medias de los radioisótopos del mismo elemento son distintas. En la
tabla siguiente, aparecen las de algunos isótopos del Radio, Carbono y Uranio.

Vida Media de isótopos del Radio, Carbono y Uranio

Isótopo Semivida Isótopo Semivida

Ra 223 11.7 días C 14 5668 años

Ra 224 3.64 días C 15 24 segundos

Ra 225 14.8 días U 235 7.1 x 108 años

Ra 226 1620 años U 238 4.5 x 109 años

Ra 228 6.7 años

5.- RADIACTIVIDAD NATURAL

La radiactividad no es nada nuevo. Existe desde que se formó la Tierra hace 4500
millones de años. No se puede percibir por el olfato, el gusto, el tacto, el oído ni la
vista. Sólo en los últimos años se ha aprendido a detectarla, medirla y controlarla.

Al contrario de la creencia popular, la radiación no sólo se produce en las


centrales nucleares o en las bombas atómicas (que en realidad deberían llamarse
bombas nucleares). En efecto, un 87% de la dosis de radiación que recibimos
proviene de fuentes naturales. La radiactividad está en todas partes: en las casas,
en el aire que respiramos, en los alimentos que tomamos; incluso nuestro propio
cuerpo es radiactivo. La Tierra es radiactiva por naturaleza y expone a los
habitantes a la radiación proveniente de las rocas superficiales y el suelo.
La radiación natural en la tierra y las rocas, da una dosis promedio de 60 mrem
(rem es la unidad para medir la dosis de radiactividad) por año. Estos materiales
forman parte de las viviendas, dado que se utilizan estas rocas en los materiales
de construcción, añadiendo cantidades apreciables de radiación. Por ejemplo, el
habitar en una casa de ladrillo o piedra, el hombre se expone a 7 mrem más por
año que si se habita en una casa de madera. Todos los edificios de granito emiten
radiaciones y el vivir sobre granito añade cantidades apreciables de radiación. El
gas radón, que surge del radio natural contenido en los materiales de
construcción, también está presente en las casas y oficinas y emite más radiación.
Incluso el dormir junto a otra persona puede aumentar nuestra dosis anual de
radiación, ya que cada cuerpo contiene potasio radiactivo, que existe normalmente
junto con el potasio normal que es esencial a la vida, dando una dosis de radiación
interna.

La radiactividad natural también se introduce en el cuerpo y estas radiaciones


internas llegan a la mayoría de los tejidos corporales, en una cantidad aproximada
de 18 mrem por año. Tanto el alimento como el agua y el aire, contienen niveles
bajos de radiactividad natural y esto ha sido así desde el comienzo del mundo.

Las fuentes naturales de radiación son típicas de la manera actual de vivir. El arar
la tierra libera gas radón a la atmósfera. Los materiales radiactivos naturales se
introducen en la cadena alimentaria, el aire que se respira, y el agua que bebemos
y los materiales de construcción: el concreto, la piedra y el ladrillo emiten radiación
natural
Gráfico: Serie de desintegración de 23892U a 20682Pb, las flechas indican las
transformaciones que se inician en el uranio y terminan en el plomo las flechas
horizontales indican emisión de partículas ß y las diagonales partículas alfa.

También cuando se viaja en avión, uno se expone a recibir una radiación mayor,
ya que hay menos protección contra los rayos cósmicos. Un pasajero que viaje en
avión a una altitud normal recibe en una hora, una dosis de radiación cuatro veces
mayor, que la que recibe de toda la industria nuclear en un año.

6.- EVOLUCIÓN

La evolución de vida en la tierra según las teorías más aceptadas es fruto de las
mutaciones genéticas. La presencia de una cantidad relativamente importante de
Uranio en nuestro planeta convierte a la superficie terrestre en una zona con un
importante contenido de radiación natural. La vida no solo ha sido capaz de
desarrollarse a pesar de estar sometida a esta radiacion, sino que a base de
mutaciones aleatorias de los genes debidas a estas radiaciones ionizantes ha ido
evolucionando guiada por la selección natural (supervivencia de las mutaciones
beneficiosas). En un planeta con una menor cantidad de radiactividad natural, la
evolución de la vida hubiese sido mucho mas lenta o incluso inalcanzable. Por
tanto, la humanidad, como cabeza de la cadena evolutiva, debe gran parte de su
desarrollo a la radiactividad.
6.1.- DATACIÓN. EL Carbono 14

El carbono 14 se produce de manera contínua en la atmósfera, cuando neutrones


de alta energía del espacio, chocan contra el nitrógeno 14

Al igual que el carbono 14, se produce contínuamente por este proceso, se


descompone en forma continua al emitir partículas beta con el transcurso de los
años, estos dos procesos opuestos, han alcanzado casi equilibrio, por lo que la
cantidad de 146C presente en la atmósfera, permanece aproximadamente
constante.

El carbono 14 artificial, que está actualmente en circulación por la Tierra, alcanza


aproximadamente una tonelada y representa aproximadamente el 1% de la
abundancia total natural. Durante los últimos siete años, el hombre lo ha producido
a un ritmo considerablemente mayor que el resultante del proceso natural,
mediante el cual se forma por la acción de los neutrones de los rayos cósmicos.
La mayoría está todavía en la atmósfera combinado en dióxido de carbono. En los
organismos vivientes se ha elevado el contenido de carbono 14, hasta el 10% por
encima de lo normal, esta situación puede confundir a los futuros arqueólogos.

6.2.- APLICACIONES MEDICAS

Dentro del uso de la radiactividad en las


actividades humanas, la más conocida es la de
sus aplicaciones médicas. El uso de la radiación
en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades
se ha convertido en una herramienta básica en
medicina. Con ella se ha podido realizar
exploraciones del cerebro y los huesos, tratar el
cáncer y usar elementos radiactivos para dar
seguimiento a hormonas y otros compuestos
químicos de los organismos.
Tabla
Algunos isótopos radiactivos, sus vidas medias y sus aplicaciones médicas
como marcadores en el cuerpo humano.

Núcleo Vida media Área del cuerpo que se estudia


131
I 8.1 días Tiroides
59
Fe 45.1 días Glóbulos rojos
99
Mo 67 horas Metabolismo
32
P 14.3 días Ojos, hígado, tumores
51
Cr 27.8 días Glóbulos rojos
87
Sr 2.8 horas Huesos
99
To 6.0 horas Corazón, huesos, hígado, pulmones
133
Xe 5.3 días Pulmones
24
Na 14.8 horas Sistema circulatorio

Ejemplos de Aplicaciones Médicas:

Se emplean los trazadores radiactivos normalmente en el diagnóstico médico. Al


respecto de cómo se debe detectar la radiactividad fuera del cuerpo, generalmente
se escogen isótopos radiactivos (radionúclidos) emisores de rayos gama.
También, el trazador debe ser efectivo a bajas concentraciones y debe tener una
semivida corta para reducir la posibilidad de daños al paciente. Se emplea el yodo
radiactivo (I 131) para determinar la función tiroidea, que es donde el organismo
concentra al yodo. En este proceso, se ingiere una pequeña cantidad de yoduro
radiactivo de sodio o de potasio. Se enfoca un detector a la glándula tiroides y se
mide la cantidad de yodo en la glándula pudiendo luego comparar con el de una
tiroides normal para detectar cualquier diferencia.

También Se puede emplear el yodo 131 para el tratamiento del hipertiroidismo.( El


mal funcionamiento de la glándula tiroides desarrolla el bocio en las personas y
causa muchos trastornos en el metabolismo). La dosis terapéutica es mayor que la
que emplea en el diagnóstico. La glándula tiroides concentra selectivamente al Y
131. La sección de la glándula que es hiperactiva quedará expuesta a una gran
dosis del isótopo y será la que se destruya específicamente.

Los médicos pueden examinar la eficiencia cardiaca en el bombeo y verificar la


evidencia de una obstrucción en las arterias coronarias mediante el barrido
nuclear. El radionúclido Tl 201, al inyectarse en el flujo sanguíneo, se aloja en el
tejido sano del corazón. El talio 201 emite radiación gama, que se detecta
mediante un dispositivo especial llamado cámara de centelleo. Los datos
obtenidos se traducen simultáneamente en cifras mediante una computadora. Con
esta técnica se puede observar si el tejido cardiaco ha muerto, después de un
ataque al corazón y si la sangre fluye libremente a través de los conductores
coronarios.

Una de las últimas aplicaciones de la química nuclear es el uso de la tomografía


de emisión de positrones (PET) en la medida de procesos dinámicos en el
organismo, como el uso de oxígeno o el flujo sanguíneo, y en oncología Para esta
aplicación, se fabrica un compuesto que contiene un núclido emisor de positrones,
como C 11, O 15 ó N 13. Se inyecta el compuesto en el organismo y se coloca al
paciente en un instrumento que detecta las emisiones de positrones. Una
computadora produce una imagen tridimensional de la zona. Los barridos de
emisión de positrones también se han empleado para localizar las zonas del
cerebro relacionadas con los ataques epilépticos. El cerebro emplea la glucosa a
velocidad distinta del tejido normal.

7.- PELIGROS

La radiactividad puede ser peligrosa y sus riesgos no deben tomarse a la ligera.


Puede dañar las células del organismo y la exposición a altos niveles, puede ser
nociva e incluso fatal si se trata de manera inadecuada, por eso lleva un largo
proceso de investigación y descubrimientos abriéndose las puertas de la era
nuclear.

Después de muchos años de investigación, desarrollo y aplicaciones industriales,


hoy se puede afirmar que existen soluciones tecnológicas bastante seguras para
manejar adecuadamente los desechos radiactivos. Estos no solo provienen de los
reactores que generan electricidad, sino también de los hospitales, la industria, la
agricultura y la investigación, como ya se estudió en los apartados anteriores
donde se conocieron las aplicaciones de la radiactividad en esos campos.

7.1.- Residuos Radiactivos

La desventaja principal de las plantas nucleares es que producen desechos


altamente radiactivos, algunos de los cuales tienen semividas de miles de años.
Hasta ahora, no se ha logrado un consenso sobre cómo almacenar con seguridad
de tales productos radiactivos.
Aproximadamente una vez al año, se extrae una parte del combustible nuclear
colocado dentro del reactor nuclear de fisión y se sustituye por uno nuevo. El
combustible gastado es muy radiactivo y debe aislarse por miles de años con
mucho cuidado, de lo contrario causaría daños irreparables a las personas y al
ambiente. Es extraído del reactor por manos mecánicas y colocado en piscinas
con agua para enfriarlo y aislarlo por poco tiempo, mientras es llevado al depósito
permanente. También se almacena en contenedores de hormigón o acero
mientras se les da el lugar definitivo.

Este uranio gastado también se reutiliza en la actualidad, Francia, Reino Unido y


la Federación Rusa, cuentan con plantas de reelaboración a nivel industrial y
mundial para la obtención de uranio y plutonio, en el proceso químico. Este tipo de
desecho representa un 95% ya que una planta típica nuclear de generación
eléctrica produce 30 toneladas anuales de uranio gastado, esta cantidad puede
reducirse a 3 m3 de desecho radiactivo.

También se cuentan, con desechos radiactivos sólidos, líquidos y gaseosos. Entre


los sólidos se cuentan toallas, papel, vidrio metales y otros materiales usados en
la central. Cada uno tiene su manera de ser tratados para evitar problemas.

Los sólidos altamente radiactivos se sellan en recipientes de metal o cerámica


resistentes a la corrosión, para evitar que la humedad los afecte. Actualmente
algunos países que se dedican a la reelaboración del combustible gastado lo
vitrifican. Hay acuerdos que la manera idónea para aislar esos desechos es
colocarlos en cavidades profundas de la tierra, con barreras tecnológicas y
naturales como por ejemplo minas de sal, granito, arcilla, basalto (roca volcánica)
y otras más.

Los desechos sólidos vitrificados se sellan en recipientes de metal o cerámica


resistentes a la corrosión para evitar que la humedad los afecte.

7.2.- Desastres en Centrales Nucleares

Dos eventos que demostraron los peligros potenciales de la energía nuclear


fueron los accidentes en la isla Three Mile, en Pennsylvania, EUA (1979) y
Chernobyl, URSS (1986). Ambos accidentes fueron originados por la pérdida de
refrigerante en el núcleo del reactor. Los reactores en la isla Three Mile están
envueltos por cascarones de cemento y por lo tanto dejaron escapar una cantidad
relativamente pequeña de material radiactivo a la atmósfera. Como en la Unión
Soviética no se usan estructuras de contención para las plantas nucleares, el
accidente de Chernobyl ocasionó 31 muertes y la afectó en diverso grado hasta un
total de 135000 personas. La descarga de grandes cantidades de Y 131, Cs 134 y
Cs 137 generaron problemas de salud a largo plazo en esa población que estuvo
expuesta.

Sin embargo, aunque muchos puedan creer que una central nuclear puede
explotar como una bomba atómica, esto no es así. Las bombas atómicas y las
centrales nucleares son esencialmente diferentes. Las bombas para explotar
requieren la unión rápida de dos piezas de uranio-235 metálico casi puro,
formando una masa compacta de geometría definida. Un reactor nuclear típico,
que produzca vapor para una central eléctrica, utiliza uranio cerámico
(normalmente en forma de óxido), no metal, con un contenido de uranio-235 sólo
del orden del 3 %; el resto del uranio se compone de uranio 238 que no se fisiona
en el reactor.

Hay que indicar que en la actualidad, la experiencia que ha adquirido la industria


nuclear en el uso de sustancias radioactivas, ha permitido a ésta conocer
plenamente los peligros que entraña. Un blindaje y una contención apropiados
evitarán la fuga de radiaciones. La clara comprensión de los principios de
protección radiológica y el conocimiento exhaustivo de las propiedades de la
radiación que posee la industria nuclear le permiten diseñar, construir y explotar
sus plantas manteniendo en un mínimo la exposición a las radiaciones que afecta
a los trabajadores y el público, de conformidad con las directrices internacionales.
La vigilancia periódica de los trabajadores de la industria nuclear y de su ambiente
de trabajo garantiza, que no se rebasen estos niveles.

Para asegurarse que el público no sufra ningún daño, el explotador de la central


está obligado a medir la radiactividad en el ambiente y comprobar mediante
medidas en el aire, agua y suelos y alimentos, que las personas que viven
alrededor de la central, pueden respirar, beber y comer los alimentos de la zona
sin peligro.

Las medidas de seguridad y de precaución, como toda actividad humana, ha ido


evolucionando con el tiempo, tanto es así que actualmente se exige un área sin
poblar alrededor de las centrales nucleares, aunque varía de acuerdo con cada
país. A finalizar 1989, existían 426 centrales nucleares conectadas a la red
eléctrica en 25 países. Actualmente la cantidad de energía eléctrica representa
más del 20% de la demanda.

7.3.- Lluvia Acida

La radiactividad liberada en la atmósfera, principalmente de pruebas nucleares, se


deposita poco a poco sobre la superficie de la tierra a través de la conocida como
lluvia radiactiva. La dosis media recibida por la población por esta causa ha
pasado de valores altos en las décadas de los 50-70 (hasta 0,08-014 mSv.) a los
valores actuales, del orden de 5 microSievert, aunque en algunos lugares alcanza
los 10 mocrosievert. Como puede observarse en la gráfica, el aumento de
radiactividad de 1.986 se debe al accidente de la central de Chernobil.
7.4.- Bombas Nucleares

La Historia de la humanidad nos muestra que prácticamente todo el desarrollo


tecnológico que ha logrado el hombre, ha tenido de una u otra manera una
aplicación militar. El gran poder de la energía nuclear es, por supuesto, el ejemplo
más clamoroso de esto.

El gobierno estadounidense en la Segunda Guerra mundial reunió a los principales


físicos nucleares de la época y les exigió que lograsen crear una bomba nuclear
en lo que se conoció como Proyecto Manhattan. Fruto de un importante esfuerzo
económico y de medios, pronto se consiguió el objetivo. El empleo de estas
bombas sobre Japón marcó el final de la guerra. Una visión pesimista del mundo
plantea que la humanidad se enfrentará a su propia extinción fruto de esta carrera
militar. Esta claro que una (no deseada) Tercera Guerra Mundial en la que se
usasen armas nucleares sería nefasta.

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