Cómo Leer La Biblia y Hacer Teología Correctamente
Cómo Leer La Biblia y Hacer Teología Correctamente
Cómo Leer La Biblia y Hacer Teología Correctamente
correctamente
10 Septiembre, 2016 | Don Carson
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Se ha dicho que la Biblia es como un cuerpo de agua en el que un niño puede caminar y un
elefante puede nadar. El cristiano más joven puede leer la Biblia con provecho porque el
mensaje básico de la Biblia es simple. Pero nunca podremos agotar su profundidad.
Después de décadas de intenso estudio, los académicos más altos de la Biblia encuentran
que apenas han arañado la superficie. Aunque no podemos saber nada con la perfección del
conocimiento de Dios (¡su conocimiento es absolutamente exhaustivo!), podemos conocer
las cosas realmente, porque Dios ha dado a conocerlas.
Tratar de dar sentido a todas las partes de la Biblia y a la Biblia en su totalidad puede ser un
reto. ¿Qué tipo de estudios deberían estar involucrados cuando cualquier lector serio de la
Biblia trata de dar sentido a la Biblia como un todo? El estudio apropiado involucra varias
disciplinas básicas interdependientes, de las cuales cinco se mencionan aquí: la lectura
cuidadosa, teología bíblica (TB), teología histórica (TH), teología sistemática (TS), y
teología pastoral (TP). Lo que sigue mira cada una de estas disciplinas por
separado, muestra cómo se relacionan entre sí, y cómo son más que ejercicios meramente
intelectuales.
La Lectura Cuidadosa
Leer bien es fundamental para la correcta lectura de la Biblia. Los buenos lectores prestan
mucha atención a las palabras y sus significados y las formas en que las oraciones, párrafos,
y unidades más largas son puestas juntas. Observan que la Biblia es un libro que incluye
muchos estilos diferentes de literatura: historias, leyes, proverbios, poesía, profecía,
historia, parábolas, cartas, apocalíptica, y mucho más. Los buenos lectores siguen el flujo
de los textos. Por ejemplo, si bien siempre vale la pena meditar en las palabras y frases
individuales, el factor más importante para determinar el significado de una palabra es
cómo el autor usa esa palabra en un contexto específico.
Una de las mejores señales de una buena exégesis es hacer preguntas reflexivas que nos
impulsen a “escuchar” con atención a lo que la Biblia dice. Al leer el texto una y otra vez,
estas preguntas son perfeccionadas progresivamente, afiladas, corregidas, o descartadas.
Teología Bíblica
2. Presupón que la Biblia es coherente. La Biblia tiene muchos autores humanos, pero un
Autor divino, y Él nunca se contradice a sí mismo. La TB descubre y articula la unidad de
todos los textos bíblicos en su conjunto.
3. Trabaja de forma inductiva desde el texto, desde libros individuales y de temas que
corren a través de la Biblia como un todo. Aunque los lectores nunca pueden divorciarse
totalmente de sus propios trasfondos, los estudiantes de TB reconocen que su objeto es
exclusivamente la Biblia. Por lo tanto, tratan de utilizar categorías y llevar a cabo agendas
que el propio texto fija.
4. Haz conexiones teológicas que la Biblia misma autoriza dentro de la Biblia entera.
Una forma de hacer esto es trazar la trayectoria de temas directamente a través de la Biblia.
(Eso es lo que los artículos en la Biblia de estudio Zondervan NVI hacen).
Teología Histórica
Teología Sistemática
La unidad de la Biblia hace a la TS no solo posible sino necesaria. Los datos bíblicos deben
controlar la TS; sin embargo, la TS debe a su vez desafiar puntos de vista alternativos. A
veces es especialmente importante no “ir más allá de lo que está escrito”, porque algunas
verdades cristianas incluyen dentro de su extensión áreas sustanciales de cosas
desconocidas. Por ejemplo, hay cosas importantes que no sabemos acerca de la encarnación
de Jesús, de la Trinidad, y de la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Fingir que
sabemos más de lo que hacemos genera TS de mala calidad que puede resultar engañosa y
peligrosa. Una gran parte de la ortodoxia reside en escuchar con atención y humildad a toda
la Escritura y luego adecuadamente relacionar pasaje con pasaje, verdad con verdad.
Todo el mundo sostiene algún tipo de TS. La calidad de la TS se basa en sus datos
fundamentales, métodos constructivos, los principios para la exclusión de cierta
información, el lenguaje expresivo adecuado, y conclusiones precisas y lógicas.
Teología pastoral
Las otras disciplinas están en peligro de ser estériles y aun de deshonrar a Dios a menos que
estén atadas en algún sentido a las respuestas que Él justamente demanda de nosotros.
Construcciones literarias
Algunos de los diferentes géneros literarios —es decir, clases de escritos— que componen
la Biblia son introducidos [en esta Biblia de estudio] en artículos tales como “Introducción
a los libros históricos”, “Introducción a la sabiduría y los libros líricos”, e ” Introducción a
las Cartas”. Cuando miramos más de cerca, encontramos en las páginas de la Biblia géneros
literarios tan diversos como las genealogías, parábolas, lamentos, confesiones, salmos de
alabanza, expresiones divinas, bienaventuranzas, discursos, narrativas, documentos
gubernamentales y decretos, e incluso una fábula. (Una fábula es una historia sin personajes
humanos, donde los animales o árboles u otros objetos representan los seres humanos.
Ve Jueces 9:7-15).
Interrelaciones
Algunos pueden pensar que es conveniente ordenar estas disciplinas a lo largo de una línea
recta: Exégesis → TB → [TH] → TS → TP. (Los corchetes de la TH sugieren que la TH
contribuye directamente al desarrollo de la TB a la TS y a la TP, pero no es en sí misma
una parte de esa línea.) Pero este ordenado paradigma es ingenuo porque ninguna exégesis
se hace en el vacío. Antes de que alguna vez empecemos a hacer exégesis, ya tenemos un
marco de TS que influye en nuestra exégesis. Así que ¿estamos encerrados en un círculo
hermenéutico?
La TB media cómo la exégesis influye a la TS, en parte debido a que ayuda a uno a
recordar que hay promesa y cumplimiento, tipo y antitipo, el desarrollo, crecimiento
orgánico, anticipación y consumación. La superposición entre la exégesis y la TB es la más
llamativa entre las disciplinas teológicas: ambas están preocupados de comprender textos, y
la TB es imposible sin la exégesis. La exégesis tiende a centrarse en el análisis y la TB en la
síntesis. La TB reflexiona en los resultados de la exégesis a la luz de los libros individuales
y en la corriente de desarrollo de la narrativa de toda la Biblia. La exégesis controla a la TB
y la TB influye a la exégesis.
Los antiguos credos y la historia de la exégesis y de la teología son de gran valor, pero ellos
no tienen la máxima autoridad que tiene la Biblia. No obstante, sin La TH la exégesis
probablemente degeneraría en debates oscuros demasiado atados a las agendas del siglo
XXI. La exégesis responsable lucha con la exégesis y la teología cristiana temprana.
Es posible, sin embargo, llegar a ser tan experto en las opiniones secundarias que uno
nunca considera el texto de la Biblia misma. Leer la historia de la interpretación nunca debe
usurpar el lugar de la lectura de la Biblia.
1. Una tradición de la iglesia puede sobre enfatizar, sin saberlo, ciertas verdades bíblicas a
expensas de otras, subordinando o incluso, explicando pasajes que no “encajan” fácilmente
con la estructura ligeramente distorsionada que resulta. Por ejemplo, el cómo entiende uno
la justificación en Gálatas puede controlar cómo uno entiende la justificación en el resto del
NT.
2. Una tradición de la iglesia puede adoptar conscientemente una cierta estructura por la
que integrar todos los libros de la Biblia con el resultado que ellos automáticamente
clasifican y explican algunos pasajes y temas de manera artificial o demasiados estrechos.
Peor aún es usar partes de la Biblia para apoyar la TS de uno sin preocuparse mucho de
cómo toda la Biblia encaja junta.
Sin darse cuenta de esto, muchas personas desarrollan sus propias listas de pasajes favoritos
de la Biblia, que luego se convierten en su rejilla de control para interpretar el resto de la
Biblia.
Al estudiar lo que la Biblia enseña acerca de un tema en particular (TS), uno debe integrar
la TH. En cierta medida, la TS se ocupa de las categorías de la TH, pero las prioridades y la
agenda de la TS abordan la era contemporánea en las coyuntura más críticas.
Tanto la TB como la TH son conscientes del paso del tiempo en sus respectivas disciplinas:
La TB se centra en el tiempo durante el cual los documentos bíblicos fueron escritos y
recogidos, mientras que la TH se centra en el estudio de la Biblia desde el momento en que
fue completada. Dicho de otro modo, la TB se centra en la Biblia, mientras que la TH se
centra en lo que figuras significativas han creído acerca de la Biblia. Ls TB funciona mejor
cuando interactúa con la TH.
La TS tiende a estar un poco más alejada del texto bíblico que la TB, pero la TS está un
poco más cerca de una interacción cultural. En cierto modo, la TB es un tipo de disciplina
puente entre la exégesis y la TS porque se superpone con ellos, lo que les permite
escucharse entre sí un poco mejor. En cierto modo, la TS es una disciplina culminante
porque intenta formar y transformar la propia visión del mundo. La TB es importante hoy
en día debido a que el evangelio es prácticamente incoherente a menos que la gente pueda
entender la trama de la Biblia. La TS es importante hoy en día, ya que, correctamente
llevada a cabo, aporta claridad y profundidad a nuestra comprensión de lo que se trata la
Biblia.
La Teología Pastoral y las otras disciplinas
La TP aplica la exégesis, la TB, TH, y TS para ayudar a las personas glorificar a Dios para
vivir sabiamente con una cosmovisión bíblica. Responde a la pregunta práctica, “Entonces,
¿cómo debemos vivir?”.
Aunque es posible tratar a la teología pastoral como una disciplina independiente, es más
prudente reconocer que la Biblia nunca se dio para debatir meramente o para meras
cuestiones intelectuales. Ha sido dada para transformar la vida de las personas; fue dada
para ser práctica. La noción de la teología impráctica —teológica que no se preocupa por el
arrepentimiento, fe, obediencia, conformación con Cristo, y gozo en el Señor— se cierne en
algún lugar entre lo ridículo y lo blasfemo.
Podemos procurar con tanta rapidez “lo que la Biblia para significa mí” (en gran medida
haciendo hincapié para “mí”) que ignoramos por completo la distancia entre nosotros y el
texto, y comprometemos lo especifico de la histórica de la Biblia y por lo tanto la
naturaleza de la revelación de Dios. Es mucho mejor leer cada parte de la Escritura, pensar
a través de sus propios términos, discernir su contribución a la totalidad de la Biblia, y
luego preguntar cómo esta verdad se aplica a nosotros, a nuestra iglesia y la sociedad.
Puesto que Dios creó el universo, somos responsables ante Él, y Él ha hablado con
autoridad en la Biblia. Incluso si tratamos de entender seriamente la autorevelación de Dios
en sus propios términos, esto es insuficiente si no respondemos a Dios como Él mismo se
ha dado a conocer. Los intérpretes están inseparables del proceso interpretativo, y nuestra
actitud hacia el texto es importante. Desear simplemente dominar el texto no es suficiente;
debemos desear ser dominados por él. Porque un día vamos a dar cuentas al que dice: “Yo
estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra” (Isa. 66:2).