Albacea
Albacea
Albacea
TESTAMENTARIO
Serie 2
Gaceta Judicial 154 de 30-jun.-1890
Estado: Vigente
TERCERA INSTANCIA
VISTOS: Dionisio Silva, en su escrito de fs. 81, no ha promovido ningún incidente de previo y
especial pronunciamiento. Se ha limitado a combatir las excepciones propuestas, tanto por
considerarlas extemporáneas, cuanto por las demás razones allí expresadas y que se reserva
desarrollar debidamente en su alegato para sentencia. No hay, pues la nulidad proveniente de la
falta de resolución especial y previa sobre el supuesto incidente, y a que el juez de primera instancia,
a consecuencia de la presentación del referido escrito, no pudo hacer otra cosa que continuar la
tramitación de la causa, para resolver en definitiva sobre las mencionadas excepciones, tomando en
cuenta lo alegado contra ellas, así en orden a su oportunidad como en lo concerniente a su legalidad
y justicia. En esta virtud, entrando en lo principal, se considera: 1o Que el artículo 1283 del Código
Civil autoriza al albacea para vender los inmuebles de la testamentaria con anuencia de los
herederos presentes, quienes pueden oponerse a ello, entregando el dinero necesario para los
pagos que motivaren la venta; 2o Que, por consiguiente, para impugnar la validez de la venta de la
casa de dicha testamentaria, efectuada en público remate por el albacea, con el objeto de pagar una
deuda y atender a los gastos de la mortuoria, habría sido preciso probar, ya sea la existencia de
algún heredero presente en Machala al tiempo de la venta, o la oposición que éste hubiese hecho al
acto, consignando el dinero necesario para el expresado objeto: 3o Que, lejos de haber tal prueba,
se deduce, inequivocadamente, de los propios alegatos de las partes, de las principales piezas del
proceso y del silencio guardado por el demandante a este respecto, que la familia Marín, excepto la
albacea, se hallaba ausente del lugar del último domicilio de la testadora, en que se ha solicitado
licencia judicial para la venta del inmueble y se ha ordenado que ésta se haga en remate público, por
comisión al Alcalde Municipal del cantón en que dicho inmueble estaba situado: 4o Que, para los
efectos del citado artículo 1283 del Código Civil, es indudable que la presencia de las personas ha
de entenderse con relación al territorio jurisdiccional en que son necesarias para la práctica de
alguna diligencia; ya porque esto es lo que más se acomoda con la acepción usual de la palabra
presentes, a la cual hay que atenerse, a falta de definición jurídica; ya porque, al tratarse de asuntos
sometidos a la jurisdicción del Juez del último domicilio de la fallecida, como son los concernientes al
arreglo de su mortuoria, no puede considerarse como interesado ausente sino el que se halla fuera
del territorio jurisdiccional de dicho juez; 5o Que no hay para que tomar en cuenta la validez del acto,
en cuanto esté relacionada con la invalidez del acto, en cuanto esté relacionada con la inhabilidad
personal de alguno o algunos de los condueños como menores de edad; pues, sobre haberse
concedido permiso judicial para la venta y ejecutándose ésta en remate público, cualquiera falta a tal
respecto constituiría un motivo de nulidad relativa que únicamente podría reclamar dichos menores: