J.M. Blazquez - LOS HEBREOS PDF
J.M. Blazquez - LOS HEBREOS PDF
J.M. Blazquez - LOS HEBREOS PDF
ψ Μ Ν Ό Ο
A m t ig v o l V /
Esta historia, obra de un equipo de cuarenta profesores de va
rias universidades españolas, pretende ofrecer el último estado
de las investigaciones y, a la vez, ser accesible a lectores de di
A ntïgvo del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
monografía. Cada texto ha sido redactado por el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
ORIENTE
Director de la obra:
Julio Mangas Manjarrés
(Catedrático de Historia Antigua
de la Universidad Complutense
de Madrid)
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
Págs.
B ibliografía.................................................................................................................. 64
í. Fuentes para la Historia de Israel.
La Biblia
Profetas
El segundo bloque de libros sagrados
son los libros de los profetas a los que
se alude m ás adelante. El m ovim ien
to profético com enzó con los profetas
Elias y Elíseo en el siglo IX. Este últi
mo reunió en torno suyo discípulos,
llam ados los hijos de los profetas.
Existían las formas del vidente y del
profeta. La prim era es típica de los
nóm adas y decayó pronto. Al princi
pio, en la transm isión de las profecías
hubo una tradición oral, de la que
quedan huellas en los libros proféti-
cos. Algunos pasajes im portantes de
bieron ser puestos por escrito por los
m ism os profetas. Los discípulos los
am p liaro n con el tiem po. D espués
vendrían las adaptaciones a las n u e
vas situaciones históricas y finalm en
te la redacción de los libros que se
conservan, organizando todo el m ate
rial. Los profetas purificaron la reli
gión de Israel. D ie ro n u n sen tid o
un iv ersalista al m onoteísm o judío.
R elacionaron el m ensaje con los h e
chos históricos.
Libros sapienciales
El tercer grupo de libros sagrados
está form ado por libros de carácter
variado. C om prende escritos hetero
géneos, com o la obra del C ronista
(E sdras, N ehem ías y C rónicas), de
carácter histórico-teológico, historias
edificantes, com o Rut, Ester, Tobit o
r. Judit; libros apocalípticos, com o D a
1 “
niel. La m ayoría de los libros de este
grupo son de carácter sapiencial (Sal-
Libros deuterocanónicos
Estos libros no se encuentran en el
can o n hebreo de los libros inspira
dos. Se fechan al final de la época
helenística. A este grupo pertenecen
parte de algunos salmos: D aniel, G o
helet, 1 M acabcos, Ben Sira, Judit, Es
ter, Tobit, Susana, Bel y el D ragón,
C arta de Jerem ías y Baruc. Otros li
bros no fueron aceptados tam poco en
el canon, com o 1 H enoc, Testam ento
de los doce patriarcas, Libro de los
Jubileos, los escritos descubiertos en
Q um rán. Casi todos estos libros se
h an transm itido en lengua griega.
Los libros históricos resum en fuen
tes históricas, que se h a n perdido,
com o el libro de los hechos de Salo
m ón (Re 11, 41), las C rónicas de los
reyes de Israel (1 Re 14, 19; 2 Re 15,
31). y las C rónicas de los reyes de
Ju d á (1 Re 14, 29; 2 Re 24, 5). Se igno
ra si estos libros son archivos oficia Pendiente de oto de la tardía Edad
les de la corte, u o b ras h istó ricas del Bronce
red actad as p o r cro n istas reales. El Hallado en Tell el-Ajjul, al sur de Gaza
10 Aka! Historia d el M undo Antiguo
La historia de José (Gén. 39, 7 ss.) El m aná, del que se alim entaban
con el tiem po ad q u irió detalles de los israelitas, es seguram ente el fruto
ciertos relatos populares. La n a rra tam arisco. Es una sustancia parecida
ción egipcia de A nubis y Bitis ofrece a la miel, producida por dos especies
un parentesco notable con la descrip de cochinillas, que su ccio n ab an la
ción del Génesis, que se considera ge savia de los árboles, para proveerse
neralm ente, com o una adición m ito de nitrógeno, y luego expulsaban lo
lógica a la vida de José. que sobra en forma de miel. Este m aná
La salida de Egipto es descrita en el no pudo ser la base de la alim enta
Exodo (12, 37 s.): «Los israelitas m ar ción de los israelitas durante su trave
charon de Ram sés hacia Sucot... y se sía por el desierto, pero les pudo pro
guía un a m ultitud inm ensa... y suce p orcionar el azúcar necesario.
dió que cuando el faraón dejó m archar En los N úm eros 1 y 26 se m encio
al pueblo. Dios no los guió por el ca n an dos censos, efectuados durante la
m ino del país de los filisteos, aunque travesía. El prim ero fue hecho por
era el m ás directo... Dios hizo que el Moisés y el segundo después de los 40
pueblo diese un rodeo por el desierto años de peregrinación. Am bos esti
hacia el M ar de las C añas (Ex. 13, m an el núm ero de varones en 600.000,
17 s.)... Partieron de Sucot y acam pa cifra m uy elevada, que se baja gene
ron en Etan, al borde del desierto (Ex. ralm ente a 3.000 o 5.000.
13, 20)... El Señor dijo a Moisés: Di al
pueblo que se vuelvan y acam pen en
Fejirot, entre M igdal y el m ar, frente a
La conquista de Canaán
Baal Safon, poned los cam pam entos La penetración de las tribus hebreas
m irando al mar.» en C a n a á n significó el paso de la
Los israelitas se dirigieron a Sucot existencia nóm ada a la vida sedenta
para evitar la gran fortaleza de Zilu, ria típica de una civilización u rbana
colocada donde hoy se atraviesa el y agrícola. H acia el año 1220, se cono
canal de Suez en dirección de Palesti ce la prim era alusión a Israel fuera de
na. Sucot es la m oderna Tell el-Mas- la Biblia, en tiem pos del faraón Mer-
khutah, situada a 14 km al este de P i nepta, que se refiere a ellos com o a
tón. El m ar se cruzó cerca de Ram sés. enemigos. La salida de los hebreos de
Fejirot y M igdal, citadas en inscrip Egipto debió ocurrir durante el siglo
ciones egipcias, no han sido identifi XIII. A nduvieron errantes por los de
cad as aún. Baal S afon es un dios siertos del Sinaí, F arán y Sin, en este
cananeo, que recibía culto en la m o últim o debieron p asar la m ayor parte
d ern a Tell Daf'né, lo que indicaría del tiem po, y estallaron una serie de
que los israelitas pasaron el m ar por rebeliones contra M oisés. P idieron
un pasaje, situado m uy al norte. El perm iso al rey de Edom para atrave
M ar de las C añas debe ser el p antano sar T ransjordania, partiendo de A qa
de los papiros, citado en textos egip ba, en el m ar Rojo y p asando por
cios, que quizás sea una p rolonga Edom, M oab, G alad y Basan hasta
ción del actual lago de M enzalé hacia llegar a Siria. Al parecer, siguieron la
el sur. La ruta a través del Sinaí no depresión del A rabá. Los israelitas
está bien determ inada, debido a la no vencieron en la batalla de Yabraz y
localización exacta del Sinaí u Ho- de Edrey y ocuparon parte del territo
reb. Algunos autores lo situán en M a- rio transjordano. C an aá n dependía
dian, en Arabia, ya que el Exodo 19 en estos años de Egipto y estaba orga
parece aludir a u na erupción volcáni nizado en Estado-C iudades, fortifica
ca; pero el texto podía m encionar una dos, gobernados p o r un rey nativo.
torm enta, o a una descripción to m a P agaban tributos. C u an d o p en e tra
da de los fenóm enos naturales. ron los israelitas en C anaán. la situa-
Los hebreos 15
ción económ ica y social debía ser ciudad tenía una extensión de 70 Ha.
d ep lorable, com o lo confirm an las y unos 4.000 habitantes. Era una de
cartas de los archivos de Am enofis IV las m ayores ciudades de Siria y de
(1377-1360). Según el Libro de Josué Palestina. La ciudad fue destruida, se
(10-12) c o n ta b a esta z o n a co n 10 gún los datos de la Arqueología, en el
Estado-C iudades. Según este libro, la siglo XIII.
conquista de Palestina se hizo en tres Las destrucciones de Betel, Laquis,
fases: en la prim era cam paña se con Eglón, D ebir y Jasor dem uestran que
quistó Jericó y Ay. Siguieron las cam hubo un plan prefijado de destruc
pañas de Judea y de G alilea. N o se ción en el siglo XIII. En cam bio, Si
m enciona la Palestina C entral, donde quen, M eguido y Beisan continuaron
Josué reunió las tribus y se celebra prósperas.
ron las cerem onias de la A lianza. Su
capital era Siquen.
Se ha supuesto que esta im portante
El período de los jueces
región estuviera ocupada por gentes La decadencia de las potencias de
am igas o p or parientes de los israeli Egipto, M esopotam ia, y Asia M enor
tas, que h arían A lianzas con ellos. En hicieron que Palestina y Siria se vie
esta zona h ab itab an unos clanes de ran libres de dom inadores. La inva
hebreos y de cananeos, unidos por sión de los Pueblos del M ar term inó
una A lianza, que rendían culto a una con el Im perio Hitita. En el siglo XII
deidad llam ada «Señor de la A lian los aram eos invadieron Siria oriental,
za». Jericó fue form ada tam bién. La y uno de sus reinos fue el de D am as
A rq u eo lo g ía no ha c o n firm a d o la co. Q uizás ahora se establecieron los
conquista de la ciudad, que sólo de am onitas, cuya capital fue la actual
bió ser un fortín por entonces. Des A m m án. Los Pueblos del M ar arrasa
pués, según la tradición, Josué ocupó ron la costa sirio-palestina, destru
Betel, que era ciudad próspera. Pasó yendo Ugari, Sidón y Tiro, siendo
después a tom ar el futuro territorio de vencidos por Ram sés III. Un grupo
Judá. Se formó ahora una coalición de estos pueblos, los filisteos, que son
de cinco reyes, los de Jerusalén. He- los aqueos o griegos, se asentaron en
brón, Yarmut, Laquis y Eglón contra la costa entre Jope y G aza, organi
G ab aró n , que se había aliado con Jo zándose en cinco ciudades im portan
sué, pero fue vencida. Josué m ató a tes, A scalón, Asdod, Ecrón, G ati y
los cinco reyes. Después se arrasó la G aza, independientes y gobernadas
ciudad de Laquis, de la que la A r por un señor, que actuaban en co
queología, al igual que en el caso de m ún en casos im portantes. En D or
Betel, ha dado pruebas claras de su habitó un grupo de los Pueblos del
destrucción entre los años 1220 y 1200. M ar, probablem ente oriundo de Sici
Los habitantes de Eglón fueron p asa lia, citado en el relato egipcio de We-
dos a cuchillo. H ebrón cayó en poder nam ón, hacia el 1100. Los cananeos
de Josué, igualm ente la Arqueología quedaron asentados en la costa al
ha confirm ado que la ciudad entre oeste del Líbano, y en algunas ciuda
1250 y 1200 fue destruida totalm ente, des del interior. H acia el siglo X Tiro
in cen d iad a y las defensas d esm an se configuró com o un nuevo Estado.
teladas. El siglo XII y parte del XI lo em
En G alilea la única ciudad, que pleó Israel en consolidar el territorio
destruyó Josué, fue Jasor, situada en conquistado, lu ch an d o contra algu
la orilla de la G ran Ruta, que unía a nas ciudades e invasores. Betel fue in
Egipto, Palestina, Asia M enor y M e cendiada, al m enos cuatro veces. Los
sopotam ia. H abía albergado los ca filisteos, hacia el 1050, destruyeron al
rros y caballos del ejército hieso. La gunas ciudades israelitas. M eguido
16 Akal Historia del M undo Antiguo
ción y al origen de la tierra prom eti món, se agrupaban unas tribus a las
da, lo que indica que las tradiciones de M anasés y Efraím. En cambio, al
sobre el Sinaí se han transm itido en grupo m eridional, constituido princi
u n a fiesta de la renovación de la palm ente por Judá, con centro en He-
Alianza. Las del Exodo proceden de brón, según algunos autores, pertene
otro contexto, a la leyenda cultural de cerían las tradiciones sobre el Exodo.
la pascua. Estas últimas son las más La aparición de JHW H sobre la m on
antiguas. La idea de Alianza y de su taña se encuentra en los dos grupos,
fiesta es de origen septentrional, don llam ada en un caso Sinaí y en otro
de en la época de David y de Salo Horeb. No se puede negar la historia
Damasco*
Guerras de Israel
durante la conquista
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Hebrón
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Joriná # Ciudad
® Ciudad de juez
^ Batalla
«yo soy el que soy» de interpretación persona: «Así dice el Señor, el Dios
discutida: «El existente», «El que lla de Israel», «Yo soy el Señor». 3) Tér
ma al ser» o «El que es», o «el que m inos del contrato: «Q uitad de en
creó». Dios no quiere d a r su nom bre, m edio los dioses a los que sirvieron
pero se revela a M oisés com o el que vuestros padres al otro lado del río
quiere ayudar a su pueblo. (Eufrates) y en Egipto, y servid al Se
Sobre la cuestión de la historicidad ñor» (Jos. 24, 14). En Israel es el De
de la presencia de M oisés en M adián, cálogo el que determ ina las obliga
tribu beduina del noroeste de A rabia, cio n es religiosas. 4) D ecreto p a ra
sólo es posible proponer hipótesis. Es depositar el contrato en un tem plo y
posible ciertas relaciones entre los leerle regularmente. En Israel, la Alian
hebreos del Exodo, M adián y los Ke- za con Josué se deposita en el santua
nianos, que ad o rab an a JH W H , por lo rio de Siquem (Jos. 29, 26). El D ecálo
que se ha propuesto la hipótesis de go de la A lianza se guardaba en el
que el culto de JH W H rem onta a los Arca (Ex. 25, 16, 21). 5) Fórm ulas de
K enianos, hipótesis que es la única bendición y de m aldición. Las estipu
con ciertos visos de probabilidad. laciones d u ra b an m ientras vivieran
Los relatos sobre las plagas, para los vinculantes. Por esto, la A lianza
explicar el origen de la pascua y el en Israel había que renovarla. N o era
m ilagro del M ar Rojo es una leyenda solam ente con los padres, sino con
22 AkaI Historia del M undo Antiguo
Levantó ciudades para los carros de dades reales, y de los sum inistros de
com bate y los caballos y en M eguido la corte. H ubo prestaciones num ero
las caballerizas, utilizando trabajos sas en tiem pos de Salom ón. Al pare
forzados, con israelitas (1 Re. 5, 27) o cer, am plió las propiedades de la co
con forasteros (1 Re. 9, 15, 20-22). Sa rona y organizó la adm inistración.
lom ón hizo un tratado con H iram de T an to D a v id (2 S am . 8, 16-18; 20,
Toro (1 Re. 5, 15-26) p ara obtener m a 23-26), com o Salom ón (1 Re. 4, 2-6)
dera para las construcciones, que p a desarrollaron la adm inistración m e
gaba con trigo y con aceite. La vida diante altos funcionarios de la coro
cortesana fue escandalosa en su cor- na. En estos reinados se utilizó ya la
te. El lujo alcanzó cotas desconocidas m oneda. Las tribus estaban com bina
antes; com petía p o r la fastuosidad das con los num erosos Estado-C iu
con las restantes cortes del Oriente. dades cananeos. La vida ciudadana
La tradición alude a la fastuosidad de atrajo cada vez m ás a los israelitas.
Salom ón (1 Re. 10, 14-22), y a sus fa La m o n a rq u ía p ersistió com o u n a
bulosas riquezas (Mt. 6, 29). Su h a institución histórica, pero no exclusi
rén era m uy im p o rtan te (1 Re. 11, vam ente profana; concepción que di
1 ss.). C reó un sistem a de exacción, fiere radicalm ente de la de otros pue
dividiendo el territorio en 12 distritos. blos del Oriente, donde era deseada
Al frente de cada uno colocó un in por los dioses. Las relaciones entre
tendente, que cuidaba de las propie- Dios y el rey se presentan en Israel
bajo la forma de una filiación adopti
va. El rey no era de naturaleza divina.
O rganizó una flota, que recorrió el
M ar Rojo (1 Re. 9, 26-28; 10, 11-12) y
que traía de Africa oro, m aderas p re
ciosas y objetos exóticos. El puerto de
esta ilota fue Esyon G eber, en cuyas
proxim idades h ab ía m inas. Im portó
caballos de Cilicia, que vendía a los
reyes neohititas y de Aram . La pre
sión de la religión can anea fue g ran
de, durante su reinado. El propio Sa
lom ón acabó postrado ante Astarté,
diosa de los sidonios, ante Kemos,
dios de M oab, y ante M ilkom , dios de
los am m onitas (1 Re. 11, 33).
Vida cultural
La tradición (1 Re. 5, 9-24) atribuyó a
Salom ón un a gran sabiduría, dentro
de la tradición sapiencial del A nti
guo Oriente. Su sabiduría estaba vin
culada con los fenóm enos naturales,
conocidos en Egipto y M esopotam ia.
Se le atribuyen proverbios y cantos,
que diferencian la obra de Salom ón
de la restante literatura del Oriente.
En época de D avid y de S alom ón
aparece la verdadera literatura israe
lita. Son crónicas, con anterioridad
hubo sólo leyendas populares tran s
m itidas oralm ente, com o las del Pen
tateuco, del Libro de Josué, y de los
Sellos reales judíos
Jueces. En estos dos reinados hicie (Siglo VII a.C.)
ron su aparición los anales reales re
dactados p o r escribas (2 Sam. 8, 17; oralm ente, o sea la com pilación del
20,25), que form aron después el Libro P entateuco en su form a yahwista, que
de los hechos de Salomón. trata de los temas fundam entales de
O tras obras no fueron escritas por la fe israelita. De estos reinados datan
órdenes oficiales, com o las narracio los testim onios anteriores a los prim i
nes de la ascención de David, escritas tivos relatos populares. La época de
la prim era, seguram ente, por el p ro Salom ón se le h a calificado de perío
pio D avid y la segunda antes de la do «típico de la ilustración».
m uerte de Salom ón. Los autores an ó
nim os de ellas fueron contem porá Los reinos de Judá e Israel
neos. Vieron en los acontecim ientos
históricos la intervención de D ios, Salom ón m urió hacia el año 925 a.C.,
que es el dueño de la H istoria. Los después de reinar 40 años. A una fe
hom bres actúan según su voluntad. cha algo posterior se vinculan los do
Es probable que se diera tam bién for cum entos cronológicos de la historia
m a literaria a la tradición transm itida de los reyes de Judá e Israel, que el
30 AkaI Historia d e l M undo Antiguo
estalló la guerra p or el trono y fue casó con Jezabel, hija del rey de Tiro
p roclam ado rey un jefe m ilitar, O m ri Etbaal, m atrim onio que encontró gran
(878-877 a.C.), cuya fam ilia reinó 30 oposición en el profeta Elias, ya que
años. Es posible que fuera un m erce la reina practicaba su religión en el
nario, ya que su nom bre no es israeli san tu a rio de S am aría. U n a sequía
ta. El profeta Elíseo ungió rey a Jehu grande se interpretó com o un castigo
(2 Re. 9, 1, ss.), oficial del ejército, que divino por la introducción de estos
se deshizo del descendiente de la fa cultos. Los reyes de la d in astía de
milia de O m ri (845-844 a.C.). La di O m ri fueron los más im portantes del
nastía de Jehu gobernó un siglo. Si reino de Israel, pero encontraron una
guió u n a serie de usurpadores. La cierta oposición interna, que provocó
capital de Israel cam bió varias veces: la caída de la dinastía.
Siquen, Penuel en T ransjordania, Tir- El reino de M oab dejó de pagar tri
sah, en tiem pos de Jeroboam . Om ri buto a Israel (2 Re. 3,4-5) y conquistó
construyó Sam aria. Jeroboam convir varias ciudades israelitas de la meseta.
tió en santuarios reales a los antiguos,
Bebel y Dan, donde colocó un bece
rro de oro, no considerado en princi
pio com o imágenes divinas, sino como
pedestales de una deidad invisible. El
pueblo debió ver en ellos una m ate
rialización de la divinidad; un tercer
santuario, posterior, hubo en S am a
ría. Estos santuarios reales fueron re
chazados por los profetas.
Al principio, hub o enem istad entre
los dos reinos, pero pronto se adm itió
la separación entre am bos. Israel se
apoderó del territorio de la tribu de
Benjam ín. La época de la dinastía de
Jehu fue de prosperidad y paz para
Israel. La de Jeroboam (787/786-746/
746) tam bién fue buena, al igual que
el gobierno de Ozias.
Guerras exteriores
Israel se vio obligado a com batir con
tra los filisteos, aliados de los ara-
meos de Dam asco. Al faraón Sisaq I,
jefe de los m ercenarios libres, y fun
d ad o r de la XXII D inastía egipcia, Je
roboam (1 Re. 14,25-28) pagó tributos
de los tesoros del tem plo y del palacio
de Jerusalén.
En T ransjordania se luchó entre la
d inastía de O m ri y el reino aram eo de
D am asco, llevando Israel la peor p ar
te. Israel procuró estar en buenas re
laciones con las ciu dades fenicias,
ahora en un gran m om ento de expan
sión com ercial. Al principio, Acab se Plano del Templo de Salomón
32 AkaI Historia del M undo Antiguo
.í s & ' - L
en hebreo
(Siglo VI a.C.)
’ ' t. -H r ~
Los hebreos 33
A rv ad
— T a d m o r (P a ím ira )
B ib lo s Jam al
S id ó n
A c re
B e is á n 1
Á ro cr
la rn c a
» Μ
iis - Ju d á e Israel
R e in o c o n q u is ta d o
E s f e r a s d e i n f lu e n c ia
in G ueber
12; Jer., 31, 19). Al igual que los restan (Job. 7, 9). Se olvidaba uno de todo
tes pueblos del Oriente, se celebraban (Job. 24, 20). Estaba apartado de la
lam entaciones fúnebres. N o se detec com unión con Dios (Sal. 88, 11-13).
tan en la Biblia huellas claras de un JH W H no gobernaba en el seol. Isaías
culto a los muertos. Era m uy im por (14, 9-11) ha descrito el seol con m oti
tante tener una buena sepultura. vo de la llegada del rey de Babilonia:
N o están claras las ideas sobre la «El seol, allá abajo, se estremeció por
supervivencia de los m uertos. Algu ti, saliéndote al encuentro; por ti des
nas expresiones, com o «se acostó con pierta a las som bras, a todos los jeri-
sus padres», parece indicar que los faltes de la tierra, hace levantarse de
espíritus de una fam ilia tenían una sus tronos a los reyes de todas las n a
vida com unitaria. El seol era el lugar ciones. Todos ellos responden y te di
donde iban a p arar los m uertos. Esta cen: Tam bién tú te has vuelto débil
ba situado en las profundidades de la com o nosotros y a nosotros eres se
tierra. Es un lugar oscuro y de des m ejante. Ha sido precipitada al seol
trucción. No se podía volver de él tu arrogancia al son de tus cítaras.
rrollo de la angelología. Los ángeles carón forma el reino del mal. Su fina
son creados, el prim er día de la crea lidad es perder a los hom bres. Es el
ción, santos e in m ortales, sirven a causante de la muerte. G obierna este
Dios, protegen a los hom bres, llevan m undo y es el príncipe de la injusti
las plegarias h u m a n a s al trono de cia. M ediante Satán, el judaism o, que
Dios, e interceden p o r ellos. Los p u e no enseñó un dualism o, explica la
blos tienen sus ángeles particulares. introducción del mal en el M undo.
Los ángeles se diferencian en cla Dios creó a los ángeles buenos, pero
ses. La prim era está form ada p o r ar m uchos pecaron (G n. 6, 1 ss.), con las
cángeles, que son 4 o 7: G abriel, M i hijas de los hom bres. Según el apócri
guel, R afael y Uriel. Los apócrifos fo Vida de A dán y Eva (siglo 1 d.C.)
desarrollaron m ucho la angelología el pecado consistió en que no quisie
originaria de Irán, probablem ente. ron adorar a Adán, com o a im agen de
46 Akal Historia d el M undo Antiguo
Dios. Esta explicación está próxim a razón puro. Se m antenían las gran
al mito de la caída de la estrella de la des fiestas del p erío d o a n te rio r al
m añ an a, Lucifer, nom bre que tam destierro, a las que se añadieron otras
bién se da a Satán. Según los textos varias. El libro segundo de los M aca
esenios de Q um rán, localidad cerca beos (10, 6 ss.) habla de una nueva
na al M ar M uerto, Dios ha creado un consagración del Templo. La M ishna
espíritu bueno y uno malo, y som eti alude a las palm as y ram os de sauce
do a los hom bres a su dom inio. El utilizados en la fiesta de los Taber
dualism o de Q um rán, que se m an i náculos. Se hacían libaciones de agua
fiesta en otros m uchos aspectos, pue de la fuente de Siloé. O tras fiestas de
de proceder de Irán. nueva creación fueron la de Purim ,
de la que habla el libro de Ester, que
conm em oraba el día en el que los ju
La creación díos se salvaron de una persecución
Varias concepciones sobre la crea en Susa; contenía m uchos elem entos
ción se generalizan después del des de la fiesta persa del Año Nuevo, con
tierro. Según los M acabeos (7, 28) banquetes, regalos y procesiones y la
Dios ha creado el m undo a p artir del fiesta de la consagración del tem plo
no ser, lo que im plica u n a creación en 165. Se agitaban en esta últim a
de la nada. Se alude tam bién en este palm as y se encendían lám paras (2
libro a la p alabra creadora de Dios. Mac. 10, 6-8). Podría estar esta fiesta
En el libro de la Sabiduría, com pues influenciada por las cerem onias hele
to entre los años 100 y 40 a.C. (11, 17), nísticas del solsticio de invierno.
se afirm a que D ios ha form ado el En la sinagoga el culto consistía en
m undo a partir de la m ateria inform e, la lectura del A ntiguo Testam ento y
lo que puede ser influjo de ideas hele en oraciones.
nísticas, p rin cip alm en te platónicas, Del destierro volvieron sacerdotes
que no se co ntraponen a la idea del sadoquistas y con Esdras otros des
G énesis de que el m undo ha salido cendientes de Itham ar, y de A biathar;
del caos. am bos grupos se creían descendien
tes de Aarón.
El culto. Sacerdocio El sacerdocio estaba bien jera rq u i
zado con el Sum o Sacerdote a la ca
H ecateo de Abdera, hacia el 300, ha beza, que tomó m uchas funciones del
descrito el tem plo de Jerusalén, com o rey. Los vestidos sacerdotales tenían
un am plio edificio, con un altar de un sim bolism o cósm ico, pro p io de
lante, con un segundo altar en el inte u n a vestidura real. Tam bién el Sumo
rior y un candelabro de oro, siem pre Sacerdote recibió la unción, que re
encendido. La C arta de Aristeas (si m ontaba al cerem onial real. El Ecle
glos II1-I a.C.), da una descripción siástico (50, 1-21) describe al Sumo
fantástica del Templo. Junto al tem Sacerdote Sim eón II (218-192) com o
plo funcionaban las sinagogas, cuyo tipo del sacerdote ideal.
origen y fecha son inciertos. Se ha
pensado que daten del período del La apocalíptica
destierro, cuando los exilados se reu
nían para leer la Biblia. E n Egipto Los escritos apocalípticos se datan
están atestiguadas desde m ediados del entre los años 200 a.C. al 200 d.C. D e
siglo III, com o casa de oración. bieron ser un centenar, pero de algu
Los sacrificios seguían siendo la par nos sólo se conoce el título. Es una li
te principal del culto. H ubo en época teratura de revelación sobre Dios, los
helenística una tendencia a espiritua ángeles, los dem onios, y sobre su ac
lizar el sacrificio, a ofrecerlo con co ción. Son obras anónim as puestas en
Los hebreos 47
b o ca de p erso n ajes fam osos (Noé, tre los judíos helenizados, y los «pia
H enoc, etc.). U tilizan el lenguaje sim dosos», fieles a la Ley. Los sum os sa
bólico y narraciones en forma sim bó cerdotes, com o Jasón y M enelao, en
licas crípticas. Su doctrina versa so el segundo cuarto del siglo II a.C.,
bre la resurrección, la proxim idad del sim patizan con la cultura griega. Es
eón, y la crisis, que se avecina. Se es tas dos tendencias dentro del ju d ais
pera el fin de este m undo, que será mo estallaron en el 167, originando la
u n a catástrofe cósmica. Todo está ya guerra de los M acabeos. G ran parte
previsto en el plan divino. Los ánge de la literatura apócrifa y apocalíp
les buenos y m alos d om inan el acon tica n ac ie ro n en estos círcu lo s de
tecer histórico. D espués vendrá la sal piadosos.
vación de un nuevo paraíso. D ios
destruirá los reinos de este m undo. Los saduceos, fariseos
U n interm ediario, que puede ser un y esenios
hom bre, o sea el M esías, o un ángel,
traerá la salvación final. Estos tem as C on esta época, según el historiador
son los típicos de la literatura apoca judío, del siglo I d.C., Flavio Josefo
líptica. Elem entos fundam entales de (Ant. Iud. 13, 10, 5-7), aparecieron los
esta literatura son la creencia de la tres partidos de los fariseos, los ese
vida después de la m uerte, bien por nios y los saduceos. Estos últimos eran
resurrección, o por inm ortalidad del la nobleza sacerdotal y laica. Estaban
alm a y el convencim iento de que el m uy helenizados y negaban la resu
m al se origina en u na esfera superior rrección. Los fariseos tenían a los pia
al hom bre. Del libro de D aniel, ter dosos com o su antepasado espiritual.
m inado de escribir hacia el 164, a.C., Después de la destrucción del tem plo
que es el arran q u e de m uchos apoca fueron los únicos representantes del
lípticos, com o 2 Baruc, 1 H enoc, 4 Es- ju d aism o liberal. C reían, com o los
dras, Apocalipsis de A braham y A po «piadosos» en la resurrección y en
calipsis de Juan, se deducen los si los ángeles. Se oponían a las especu
guientes puntos fundam entales de la laciones escatológicas de los apoca
A pocalíptica: la espera del fin del lípticos y a los cálculos del final de
m undo, que será una catástrofe cós los tiempos. E ran observantes de la
m ica, y la división del tiem po en pe ley escrita y oral, al revés de los sadu-
ríodos, p red eterm inados d u ran te la ccos, que sólo obedecieron a la pri
creación. Todo está escrito en las ta mera. E ran flexibles en la interpreta
blas celestes. El apocalíptico intenta ción de la Ley. Eran laicos y solían
leerlas e interpretarlas. Finalm ente, la estar presididos por los escribas, lai
existencia de los ángeles buenos y cos cultos. G ozaron de gran ascen
m alos. Las creencias apo calíp ticas dencia entre el pueblo. Fariseos cul
influyeron m ucho en el cristianism o tos redactaron Los Salmos de Salomón,
prim itivo, al que pasaron m uchas de del siglo I a.C., y a Esdras, dotado a fi
ellas, así como en la religión m usul nales del siglo I a.C. y 2 Baruc, de co
m ana, y en el judaism o posterior a la m ienzos del siglo II a.C. Estos dos úl
destrucción de Jerusalén en el año 70. tim os son libros apocalípticos.
El cuadro político, social y religio De los esenios hablan Filón, Plinio
so, en que nace la apocalíptica, es la y Josefo. La com unidad de Q um rán
grave crisis provocada p o r la política eran esenios probablem ente, que tam
de helenización seguida por Antíoco bién vivían en las ciudades. Un grupo
IV, p o r la lucha contra los seléucidas de piadosos o haridim , se retiraron al
y por la profunda crisis económ ica, desierto guiados por el M aestro de
social y religiosa de estos años. En el Justicia no antes del 128. La com uni
siglo II estalló una fuerte escisión en dad aum entó con la llegada de num e-
48 Akat Historia del M undo Antiguo
Sobre N ehem ías una fuente fue las lén era desastrosa con gran parte de
llam adas Memorias de Nehemías. Se la ciudad en ruinas. N ehem ías res
gún N ehem ías (1, 1; 2, 1), fue envia tauró los muros. Se convirtió en el go
do en el reinado de Artajerjes I a Je bernador de la provincia de Judá, que
rusalén, en el año 445. El docum ento probablem ente se hizo provincia in
oficial del encargo de Esdras se con dependiente, antes fue un distrito de
serva en Esd. 7, 12-26. La obra del la provincia de Sam aria, lo que ene
C ro n ista, que recoge los ac o n te ci m istó a N ehem ías con el gobernador
m ientos, basada en estas fuentes, es de Sam aria y con el de Transjordania.
ya del siglo III. Este autor presenta a Por ahora se sabe que pequeños gru
Esdras y N ehem ías com o contem po- pos de desterrados volvieron a Jeru-
58 A ka l Historia d el M undo Antiguo
salen. Estos fueron los que com enza quitas intentaron estar en buenas re
ron a reco n stru irla ciudad, mal vistos laciones, con los vecinos, al m ism o
en la residencia del g obernador de tiem po que se d ab a una posición de
Sam aria, com o en la ciudad. Los fun aislam iento, que a p artir de ahora se
cionarios com unicaron al rey el peli va a m anifestar.
gro que esto p o d ía sig n ificar a la N ehem ías en esta segunda etapa
larga. Este inform e hizo que todo tra tom ó varias disposiciones. La prim e
bajo quedase prohibido en Jerusalén, ra fue suprim ir el uso indebido de
hasta nuevo aviso. En esta situación una habitación en el tem plo, que se
N ehem ías continuó rápidam ente la hab ía dado a Tobiyyah, el am m onita.
re co n stru cc ió n de la m u ralla. Los Prohibió los matrimonios mixtos. Res
gobernadores de Sam aria y de A m ón ponsabilizó a los dirigentes del pago
in ten taro n atacar a Jerusalén, pero de los diezm os al tem plo, que se co
el proyecto se aban d onó. Jerusalén b ra b a n con gran negligencia. O rgani
se convirtió en la residencia del go zó la entrega al tem plo de la m adera
b ern ad o r. N eh em ías traslad ó a Je necesaria para el fuego de los sacrifi
rusalén una décim a parte de los h ab i cios, lo que indica el ab andono y el
tantes de los pueblos de la provincia poco celo de los israelitas con el san
sacados p or suerte. La provincia esta tuario de Jerusalén. Tomó disposicio
b a d iv id id a en d istrito s, com o lo nes para el cum plim iento del descan
dem uestra la división en la recons so sabático. Precisam ente en Jerusalén
trucción de la m uralla hecha p o r N e los sábados eran días de m ercado, al
hem ías. Este introdujo dos im p o rtan que acudían m uchos m ercaderes si
tes innovaciones: la abolición de las rios. N ehem ías cerró este m ercado.
deudas, ya que después de la deporta Las disposiciones de N ehem ías se
ción a B abilonia, se recrudecieron los conservan en los capítulos 10 y 13 de
conflictos entre ricos y pobres, que N ehem ías. Los representantes de la
d atab an de la época de los reyes. El com unidad se com prom etieron a res
pueblo estaba em pobrecido y esclavi petarlas.
zado p o r deudas. Obligó delante del N ehem ías organizó la provincia de
tem plo a los acreedores a que prom e Judá. R econstruyó y repobló el centro
tieran am nistía a los deudores y a res u rb a n o de la cap ita l. C o rrig ió los
tituirles los bienes. N ehem ías ren u n abusos del culto. Introdujo reform as
ció a la paga de gobernador, que corría sociales. Obligó al cum plim iento del
a cargo de la provincia, lo que indica sábado y prohibió los m atrim onios
que la situación económ ica y social m ixtos, pero no intervino en la vida
era francam ente m ala. Sólo aceptó íntim a de la com unidad cúltica. La
unos donativos en especie. O tras dis m isión de N ehem ías era política. El
posiciones fueron dictadas en la se culto era u n a institución pública de
gunda parte de su gobierno, cuando, la provincia. El citado cap ítu lo 10
después de 12 años, regresó a B abilo indica el procedim iento seguido por
nia en 433, p ara volver a Jerusalén Nehemías. Recoge un docum ento que
nuev am en te, com o g o b ern ad o r. Al tiene fuerza de ley, firm ado por los
parecer, el Sumo Sacerdote Elyasilo representantes de la com unidad sin
se aprovechó de la ausencia de N ehe consagración solemne.
m ías para seguir la política de m ante La obra de Esdras consistió en dar
nerse en b u en as relaciones con la u n a nueva constitución, sobre la que
aristocracia y los gobernadores de las se está m al inform ado, ya que sólo se
provincias vecinas, m ientras N e h e dispone, com o fuente de las construc
m ías buscaba la independencia y el ciones oficiales citadas en Esdras 7,
aislam iento de Judá. A hora, p o r vez 12-26. Esdras tuvo u n a «Ley del Dios
prim era, los sum os sacerdotes sado- del cielo». Su m isión era hacerla res
Los hebreos 59
I N orthern P o k ic e '
II Bath
III S toreroom *
IV Syn ag og u e
V Barrack*
VI W e*tern P a la c e
C am p C
Vil Ritual Bath
VIII C iile m
Fort
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