Not A Tecnica Fa Ja Lumbar
Not A Tecnica Fa Ja Lumbar
Not A Tecnica Fa Ja Lumbar
Responsable:
Jaime Ibacache Araya
Sección de Ergonomía
Departamento Salud Ocupacional
I. INTRODUCCIÓN.
Los trastornos musculoesqueléticos permanecen como uno de los grandes problemas del mundo la-
boral, afectando a millones de trabajadores, siendo el dolor lumbar uno de los más frecuentes y de mayor
costo para la industria. En la Unión Europea, el 24% de los trabajadores presenta dolor lumbar [1], mien-
tras que en España los problemas lumbares crónicos afectan al 17% de la población adulta [2]. En el caso
de Chile, el 8,9% de los trabajadores relata dolor permanente o recurrente en la zona lumbar y si se toma en
cuenta aquellos provocados en alguna medida por el trabajo, los hombres reportan un 17,2%, frente a un
8,2% en las mujeres [3]. Teniendo en cuenta tal realidad, el dolor lumbar se presenta como un importante
problema de salud pública, generando incapacidad en los trabajadores/as, afectando su funcionalidad
incluso más allá de los aspectos laborales, siendo necesario incorporar estrategias para su prevención,
especialmente en los lugares de trabajo.
Para disminuir la incidencia y prevalencia de dolor lumbar por exposición a sobreesfuerzos derivados
de la manipulación manual de cargas, se aplican diversas medidas, las que van desde aquellas de carácter
ingenieril y/o administrativas, hasta las que implican el uso de elementos de protección personal. Dentro
de estas últimas, el uso de fajas lumbares, persiste en la actualidad como una medida de control en las
empresas, independiente de su tamaño y en actividades económicas tan disimiles como la construcción,
agricultura, pesca, transporte, manufactura, etc., las que son recomendadas y respaldadas por los fabrican-
tes, con el argumento que sería un elemento de protección personal que minimiza la probabilidad de sufrir
un cuadro doloroso o trastorno musculoesquelético en la zona dorso lumbar.
Hacerse cargo de esta práctica, es una necesidad imperiosa, ya que es una medida habitualmente in-
dicada, pero sin el adecuado sustento, repercutiendo en la salud de los trabajadores; teniendo también
impacto en los aspectos económicos de las empresas.
II. DESARROLLO.
Aspectos generales
Cuando se habla de faja lumbar, es común escuchar una serie de términos similares, tales como “cintu-
rón lumbar”; “soporte para la espalda”; “soporte lumbar”; “abrazadera lumbar”, “faja de soporte sacrolum-
bar”, etc. En el ámbito laboral, las fajas lumbares más frecuentemente utilizadas son de material elástico
suave, o neopreno, existiendo algunas que insertan varillas o “barbas” metálicas o de plástico en la región
posterior.
Independiente de sus características constructivas o de diseño, en Chile y el resto de Latinoamérica y
el mundo, se puede evidenciar una variada oferta de fajas lumbares, tanto en empresas especializadas del
rubro de la seguridad, como en aquellas de comercialización masiva, las que generalmente son catalogadas
en el ítem de seguridad lumbar. En Chile, existen casos que incluyen una supuesta certificación, sin embar-
go no se encuentran en el registro de fabricantes e importadores de elementos de protección personal del
Instituto de Salud Pública de Chile [4].
más amplios con el uso de faja que sin ella, lo que podría deberse a movimientos compensatorios. Por
otra parte Lavender et al., demuestra que las posturas adecuadas, tales como adoptar una buena base
de sustentación separando las piernas, fue altamente efectiva en reducir la necesidad de lateralizar y
girar el tronco. En adición, la faja lumbar no inmoviliza la articulación L5-S1 (punto de apoyo de la
columna en el sacro), por lo que no evita la absorción por parte de la columna, de golpes y vibraciones
recibidos tanto en esa zona como en otras vinculadas. [8, 14, 15, 16]. En resumen, a pesar de que en
algunos casos el uso de fajas puede restringir el movimiento, no está demostrado que esto reduzca el
riesgo para un trastorno musculoesquelético del segmento lumbar.
Fig. N° 1:
Caja torácica y abdominal vista como una cavidad cerrada de tipo “hidroaerea” ante la contracción de su musculatura. (extractado
de A. I. Kapandji. Fisiología articular. Cuaderno n°3 Tronco y raquis)
toda la evidencia científica que avalaba o no el uso de determinados controles administrativos en el manejo
de cargas, y entre sus conclusiones surge el nulo beneficio de las fajas lumbares [20] . Otros estudios
epidemiológicos, no encontraron ninguna diferencia significativa entre la incidencia de lesiones lumbares
de causa laboral entre los empleados que trabajan con fajas lumbares y el índice entre los empleados que
nunca las usaron [21, 22].
En adición, el Ministerio del Trabajo de Canadá, al ser requerido por el uso de las fajas, realiza una
publicación el 2012, que concluye, entre otros, que su uso habitual a largo plazo puede causar una pérdida
de fuerza en los músculos abdominales, además de aumentar la presión intraabdominal, causando un
aumento del estrés cardiovascular [23] .
Una reciente revisión sistemática del año 2016, no mostró ninguna recomendación oficial para la pres-
cripción de soporte o faja lumbar entre la población general que presenta dolor lumbar, solo existe alguna
discusión para su uso en casos específicos de dolor subagudo o en la prevención secundaria, lo que nece-
sariamente requiere de una intervención médica [24].
En el caso de dolores lumbares crónicos, las experiencias exitosas se basan en la implementación de
programas educativos estandarizados, de mayor eficiencia que el uso de dispositivos externos como las
fajas lumbares [25].
III. CONCLUSIONES.
El uso habitual de fajas lumbares en el trabajo, para tareas que impliquen esfuerzos musculares, pueden
producir entre otros efectos:
• Tensión excesiva en el sistema cardiovascular, en conjunto con alteraciones circulatorias, tales como
el aumento de la resistencia en la circulación menor o disminución del retorno venoso al corazón.
• Limitación de la movilidad del tronco.
• Disminución de la elasticidad de los músculos y tendones.
• Pérdida de fuerza de los músculos abdominales.
• Falso sentido de seguridad, aumentando el riesgo de levantar cargas excesivas.
IV. SUGERENCIAS.
Basado en los estudios llevados a cabo hasta la fecha, para el adecuado control de riesgos asociados a
la manipulación de cargas, existe una serie de medidas y prácticas de mayor impacto, las que no debe ser
tomadas como actividades independientes, sino que deben formar parte de un programa ergonómico que
las articule y estructure. Entre las cuales destacan:
• Implementar un programa de ergonomía participativa, con el involucramiento de todas las partes in-
teresadas, que identifique y evalúa las tareas en donde se realiza manipulación de cargas y sobrees-
fuerzos, generando medidas de control que impacten positivamente en la salud y seguridad de los
trabajadores.
• Capacitar e informar a los trabajadores respecto a las prácticas laborales más seguras, que incluya las
conclusiones de los expertos respecto a las desventajas del uso de fajas lumbares y así cumplir con la
obligación de informar y el derecho a saber.
• Implementar programas estructurados y estandarizados, que incluyan ejercicios de entrenamiento
específico y educación para el auto manejo, tanto para trabajadores sanos, como para aquellos que
hayan padecido algún tipo de dolor lumbar.
V. BIBLIOGRAFIA.
1. Agencia europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo. Factsheets n° 73 Riesgos asociados a la
manipulación manual de cargas en el lugar de trabajo.
2. Encuesta Europea de Salud en España (EESE) 2014, Instituto Nacional de Estadística (INE).
3. Encuesta Nacional de Empleo Trabajo Salud y Calidad de Vida de los trabajadores y trabajadoras de
Chile (ENETS) 2009 – 2010.
4. Página web del Instituto de Salud Pública de Chile http://www.ispch.cl
http://www.ispch.cl/sites/default/files/Listado%20laboratorios%20empresas%20autorizadas%20
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5. Helen J, Hislop; Jacqueline Montgomery. Daniels / Worthingham’s Pruebas funcionales musculares,
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